¿Qué Dice La Biblia Sobre La Ciencia?

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Universidad Sergio Arboleda

Política y Relaciones Internacionales


Cultura Religiosa
Paola Alejandra Cabrera Rico

¿Qué dice la Biblia sobre la ciencia?

En un primer momento, fuimos exhortados a indagar sobre las cosas que nuestro Señor
había creado, tal como se expresa en Eclesiastés (1:13):  Y di mi corazón a inquirir y a
buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio
Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él. Sin embargo, es importante
destacar que la inteligencia y la sabiduría vienen de parte de Dios como se refleja en
Proverbios 2:6: Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la
inteligencia. Entonces, de acuerdo con Hebreos 11:3: Por la fe entendemos haber sido
constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo
que no se veía. Por lo tanto, debe reconocerse la gloria de Dios para con la creación, tal y
como dice en Romanos 11: 33-36: Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la
ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque
¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él
primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las
cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. Asimismo, Dios reparte dones según su
voluntad reflejados en 1Corintios 12: 6-11: Y hay diversidad de operaciones, pero Dios,
que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación
del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a
otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro,
dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro,
discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de
lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere. Siendo, así Dios vela por la ciencia y el mismo entorpece a los
que intentan torcerla, como sugiere Proverbios 22:12: Los ojos de Jehová velan por la
ciencia; Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores. Sin embargo, aun el señor
habiendo creado maravillas, los hombres no lo honraron, sino que glorificaron en sus
propios razonamientos como relata Romanos 1: 20-23: Porque las cosas invisibles de él, su
eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.  Pues habiendo
conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se
envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.  Profesando ser
sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de
imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Es por eso por lo que
el Señor los entregó a una mente reprobada, citado en Romanos 1:28: Y como ellos no
aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas
que no convienen. Del mismo modo, los entregó a un espíritu de error por cuanto reusaron
a recibir el amor de la verdad, como cita 2Tesalonicenses 2: 8-12: Y entonces se
manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con
el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran
poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se
pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les
envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los
que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. Porque, aunque el
amor no pasará, la ciencia sí como dice en 1 Corintios1: 8: El amor nunca deja de ser; pero
las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Asimismo, se resalta
en 1 Corintios 1: 18-20 que:  Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden;
pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.  Pues está escrito: Destruiré la
sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el
sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido
Dios la sabiduría del mundo? Sin embargo, el señor hace un llamado a lo siguiente:  Y esto
pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo
conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el
día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y
alabanza de Dios. Lo anterior, porque en este contexto de Covid-19 se está cumpliendo con
los científicos lo mencionado en Romanos 10: 2-7, cuyo fruto actualmente es la tragedia de
la vacuna que Dios permite por causa de los que no le creyeron: Porque yo les doy
testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.  Porque ignorando la
justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de
Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Porque de la
justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por
ellas. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al
cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para
hacer subir a Cristo de entre los muertos). Finalmente, termino con esta promesa del Salmo
91 para que estos que males no les toquen, se arrepientan y sean salvos porque Dios no
puso vacuna alguna como protección sino estas palabras: El que habita al abrigo del
Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.  Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y
castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste
destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga
es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que
ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya.  Caerán a tu lado mil, y
diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la
recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus
ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te
llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también
lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.  Me invocará, y yo le
responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga
vida, y le mostraré mi salvación. Amén.

También podría gustarte