C - 730 de 2005 Captura en Flagrancia
C - 730 de 2005 Captura en Flagrancia
C - 730 de 2005 Captura en Flagrancia
PRIVACION DE LA LIBERTAD-Motivos
Demanda de inconstitucionalidad
contra el artículo 2 (parcial) de la Ley
906 de 2004“Por la cual se expide el
Código de Procedimiento Penal”.
Magistrado Ponente:
Dr. ÁLVARO TAFUR GALVIS
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
En ejercicio de la acción pública consagrada en el artículo 241 de la
Constitución Política, la ciudadana Diana Marcela Bustamante Arango
solicita ante esta Corporación la declaratoria de inexequibilidad del
artículo 2 (parcial) de la Ley 906 de 2004 “Por la cual se expide el
Código de Procedimiento Penal”.
TITULO PRELIMINAR.
PRINCIPIOS RECTORES Y GARANTIAS PROCESALES.
(…)
III. LA DEMANDA
En cuanto al primer requisito señala que “se debe tener en cuenta que este
hace referencia a la reserva judicial, es decir que solamente las
autoridades judiciales competentes podrán privar de la libertad corporal a
una persona”. Cita la respecto apartes de la sentencia T-590 de 1992
sobre el papel de los jueces en materia de protección de la libertad.
IV. INTERVENCIONES
Precisa que del artículo 300 de la Ley 906 de 2004, se desprende que la
posibilidad de la Fiscalía de ordenar capturas, se aplica únicamente a los
casos en que la detención preventiva es procedente. Esto es, a los delitos
a los que el artículo 313 del nuevo Código de Procedimiento Penal se
refiere.
1. Competencia
2
En las capturas en flagrancia y en aquellas en donde la Fiscalía General de la Nación, existiendo
motivos fundados, razonablemente carezca de la oportunidad de solicitar el mandamiento escrito,
el capturado deberá ponerse a disposición del juez de control de garantías en el menor tiempo posible
sin superar las treinta y seis (36) horas siguientes.
El interviniente en representación del Instituto Colombiano de Derecho
Procesal afirma que la demandante parte de un supuesto errado pues los
fiscales, a diferencia de lo que aquella plantea, son según la Constitución
funcionarios judiciales y no administrativos. Precisa que al respecto los
artículos 116 y 249 de la Carta son claros. Afirma igualmente que
atendiendo el contenido de los artículos 9º del Pacto Interamericano de
Derechos y 7º de la Convención Americana de Derechos y del inciso final
del artículo 28 constitucional, no se encuentra que la disposición acusada
tenga reproche alguno de constitucionalidad y que por el contrario, ésta
da cuenta de todas la garantías exigidas en el ordenamiento interno e
internacional para restringir la libertad personal.
3. Consideraciones preliminares
3
Ver entre otras las sentencias C-397/97 M.P. Fabio Morón Díaz, C-774/01 y C- 580/02
M.P. Rodrigo Escobar Gil.
4
Sentencia C-1024/02 M.P. Alfredo Beltrán Sierra.
5
Cabe precisar que mediante Sentencia C-816/04 M.P. Jaime Córdoba Triviño y Rodrigo
Uprimny Yepez la Corte declaró inexequible por vicios de trámite la modificación que se
había hecho de dicho artículo con el Acto Legislativo 02 de 2003.
“(...) El artículo 28 de la C.P., de un modo no taxativo, enumera
conductas que atentan contra el núcleo intangible de la libertad
personal y que ilustran bien acerca de sus confines
constitucionales”6:
Ha dicho la Corte:
8
Sentencia C-1024/02 M.P. Alfredo Beltrán Sierra.
equilibrio entre las prerrogativas en que consiste el derecho y los
limites del mismo.."9.
11
Sentencia T-490/92 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
posible y en todo caso máximo dentro de las treinta y seis horas
siguientes12.
12
Al respecto ver, entre otras, las sentencia C-251/02 M.P. Eduardo Montealegre Lynnet y
Clara Ines Vargas Hernández S.V. Rodrigo Escobar Gil y Marco Gerardo Monroy Cabra y C-
1024/02 M.P. Alfredo Beltrán Sierra
13
ARTICULO 32. El delincuente sorprendido en flagrancia podrá ser aprehendido y llevado
ante el juez por cualquier persona. Si los agentes de la autoridad lo persiguieren y se
refugiare en su propio domicilio, podrán penetrar en él, para el acto de la aprehensión; si se
acogiere a domicilio ajeno, deberá preceder requerimiento al morador.
14
En el numeral f) del artículo 38 de la Ley 137 de 1998 Estatutaria de los estados de
excepción -Declarado exequible por la Sentencia C-179/94 M.P. Carlos Gaviria Diaz -se
señala en efecto lo siguiente:
La respectiva autoridad judicial deberá registrar en un libro especial, que para estos efectos
deberá llevar la pertinente orden escrita, indicando la hora, el lugar y el motivo, los nombres
de las personas afectadas con dicha orden y la autoridad que lo solicita;”. (subrayas fuera de
texto)
15
En dicha sentencia expresó la Corte lo siguiente:
“I. La Libertad Personal en el Estado Social de Derecho y el Principio de Reserva Judicial.
La libertad personal comprende "la posibilidad y el ejercicio positivo de todas las acciones
dirigidas a desarrollar las aptitudes y elecciones individuales que no pugnen con los
derechos de los demás ni entrañen abuso de los propios, como la proscripción de todo acto
de coerción física o moral que interfiera o suprima la autonomía de la persona sojuzgándola,
sustituyéndola, oprimiéndola o reduciéndola indebidamente".15
Pues bien, un logro fundamental del Estado de Derecho fue obtener el respeto de la libertad
personal. Característica que se ha trasladado al Estado Social de Derecho. Dicho derecho
fundamental ha vivido un proceso de constitucionalización que también ha tocado los
convenios y tratados internacionales.15
En efecto, en vigencia del “ Antiguo Régimen “ existía una confusión de poderes al interior
del Estado, lo que permitía que quien detentaba el poder dispusiera a su antojo de los
derechos fundamentales de las personas , en especial de la libertad personal. No obstante,
fruto de las revoluciones liberales, en especial de la Revolución francesa , dicho poder
absoluto fue dividido y se establecieron controles con el propósito de evitar nuevos abusos. 15
Ha de concluirse sobre este punto que la intervención judicial se
convierte entonces en importante garantía de la libertad, pues en último
análisis será el juez el llamado a velar por el cumplimiento y efectividad
de los mandatos constitucionales y legales en cada caso en particular. La
Así las cosas, en relación con la libertad personal, se excluyó la posibilidad de que el
gobernante decidiera acerca de la libertad personal y dicha facultad, de hacer relativo el
derecho fundamental, se trasladó a la rama del poder que administraba justicia.
Pues bien, la cláusula general de la libertad personal así como su límite y sus excepciones
fueron establecidas en la Constitución Colombiana de 1991 en los artículos 6 , 17 y 28. Este
último artículo preceptúa la libertad inmanente de toda persona ( cláusula general ) , su
privación a través de autoridad judicial competente ( límite ) ; además el artículo 32
Constitucional permite la privación de la libertad en caso de flagrancia ( excepción ).
El respeto por los valores establecidos en el preámbulo de la Constitución, por los parámetros
señalados en los principios del Estado Colombiano y por los fines del mismo, conllevan a que
en determinados eventos se limite el derecho fundamental a la libertad personal y en
consecuencia se prive o restrinja de éste a un ser humano.
De lo expuesto, es claro que la Constitución establece una reserva judicial que beneficia al
derecho fundamental a la libertad personal, debido a la exigencia de los requisitos ya
señalados. Así las cosas, sólo las autoridades judiciales cuentan con la competencia para
privar de la libertad. En consecuencia, las autoridades administrativas no poseen la
facultad, motu propio, de privar de la libertad sea directa o indirectamente, al menos que
esta decisión provenga de la autoridad judicial competente.
Por ende, dicha reserva judicial , no es sino el resultado de la tridivisión del poder al
interior de un Estado Democrático , en el cual se excluye la posibilidad que una autoridad
administrativa límite el ejercicio de la libertad personal sin el lleno de los parámetros
exigidos por la Constitución. Lo anterior, por cuanto la libertad personal es un derecho
fundamental esencial al Estado Social de Derecho como principio fundante del Estado
Colombiano.
16
M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
17
M.P. Clara Inés Vargas Hernández .
18
En las referidas sentencias C-873 de 2003 y C-591 de 2005 la Corte hizo algunas
precisiones, no exhaustivas sino meramente enunciativas, sobre: i) las nuevas funciones de la
fiscalía ii) las fuentes del derecho aplicables; iii) los principios fundamentales que rigen el
proceso iv) los actores que intervienen en la relación jurídica y en el proceso penal; (v) los
rasgos estructurales del nuevo procedimiento penal; (vi) los poderes atribuidos a quienes
participan en el mismo; y los parámetros para la interpretación de las normas del nuevo
Código de procedimiento Penal. Ver Sentencia C-592/05 M.P. Alvaro Tafur Galvis
inmediación de las pruebas, contradictorio, concentrado y con todas las
garantías” expresó la Corte los siguiente:
vi) El numeral 5º, tal como fue modificado por el Acto Legislativo,
despoja a la Fiscalía General de la Nación de la función de declarar
precluídas las investigaciones penales en los casos en que no exista
mérito para formular una acusación, atribución que le había sido
asignada por el numeral 2 del artículo 250 original, en virtud del cual
era la Fiscalía la encargada de “calificar y declarar precluídas” dichas
investigaciones. Ahora, la función de decidir sobre la preclusión
corresponde al juez de conocimiento de la causa correspondiente, por
regla general a petición de la Fiscalía; la reforma constitucional
también deja en claro que la decisión de declarar la preclusión de una
investigación penal únicamente podrá adoptarse de conformidad con lo
dispuesto en la ley.
19
Ver Sentencia C-873/03 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa
20
Ibidem
21
Ver Sentencia C-1092/03 M.P. Álvaro Tafur Galvis
sacrificios que esta comporta para los titulares del derecho y la
sociedad.”22
Por ello, en el proyecto se instituye un conjunto de actuaciones que la Fiscalía debe someter
a autorización judicial previa o a revisión posterior, con el fin de establecer límites y
controles al ejercicio del monopolio de la persecución penal, mecanismos estos previstos de
manera escalonada a lo largo de la actuación y encomendados a los jueces de control de
garantías.
Función deferida a los jueces penales municipales, quienes apoyados en las reglas jurídicas
hermenéuticas deberán establecer la proporcionalidad, razonabilidad, y necesidad de las
medidas restrictivas de los derechos fundamentales solicitadas por la Fiscalía, o evaluar la
legalidad de las actuaciones objeto de control posterior.
De acuerdo con el primer inciso del referido artículo 2°, “Toda persona
tiene derecho a que se respete su libertad. Nadie podrá ser molestado en
su persona ni privado de su libertad sino en virtud de mandamiento
escrito de autoridad judicial competente, emitido con las formalidades
legales y por motivos previamente definidos en la ley”.
Por su parte el tercer inciso de dicho artículo -en el que se contienen las
expresiones acusadas- señala que “En las capturas en flagrancia y en
aquellas en donde la Fiscalía General de la Nación, existiendo motivos
fundados, razonablemente carezca de la oportunidad de solicitar el
mandamiento escrito, el capturado deberá ponerse a disposición del juez
de control de garantías en el menor tiempo posible sin superar las treinta
y seis (36) horas siguientes.
Empero es claro para la Corte que en cuanto se trata de una norma que
hace parte del título preliminar sobre “Principios Rectores y Garantías
Procesales” del Código de Procedimiento penal y cuyo contenido
normativo es autónomo, bien podría llegar a interpretarse en el sentido
de servir de base a la Fiscalía General de la Nación -independientemente
de lo señalado en los referidos artículos 114, 297 y 300- para ordenar
capturas en los términos en él señalados, a saber cuando “la Fiscalía
General de la Nación, existiendo motivos fundados, razonablemente
carezca de la oportunidad de solicitar el mandamiento escrito”.
27
ARTÍCULO 300. CAPTURA SIN ORDEN JUDICIAL. En los eventos en que proceda la
detención preventiva, el Fiscal General de la Nación o su delegado podrá proferir
excepcionalmente órdenes de captura cuando en desarrollo de la investigación tenga motivos
fundados para inferir que determinada persona ha participado en la conducta investigada, no
sea posible obtener inmediatamente orden judicial, y concurra al menos una de las siguientes
causales:
En estos casos el capturado será puesto a disposición del juez de control de garantías
inmediatamente a más tardar dentro de las treinta y seis (36) horas, para que en audiencia
resuelva lo pertinente.”
Al respecto la Corte señala que como se desprende de las
consideraciones preliminares de esta sentencia, la Constitución establece
efectivamente en el artículo 28 superior una clara reserva judicial de la
libertad al señalar que “Toda persona es libre” , que “Nadie puede ser
molestado en su persona o familia, ni reducido a prisión o arresto, ni
detenido, ni su domicilio registrado, sino en virtud de mandamiento
escrito de autoridad judicial competente, con las formalidades legales y
por motivo previamente definido en la ley” Así como que “la persona
detenida preventivamente será puesta a disposición del juez competente
dentro de las treinta y seis (36) horas siguientes, para que éste adopte la
decisión correspondiente en el término que establezca la ley.”
28
ARTÍCULO 116.— Reformado. Acto Legislativo No. 03 de 2002. ART. 1º
Ahora bien, lo que resulta relevante, es si la atribución hecha al Fiscal
General de al Nación o a su delegado para proferir capturas por el
Legislador en la norma acusada se enmarca o no dentro del presupuesto
de excepcionalidad al que claramente se condicionó por el Constituyente
derivado la posible atribución por el Legislador de la referida
competencia.
ARTÍCULO 249.— La Fiscalía General de la Nación estará integrada por el Fiscal General,
los fiscales delegados y los demás funcionarios que determine la ley.
El Fiscal General de la Nación será elegido para un período de cuatro años por la
Corte Suprema de Justicia, de terna enviada por el Presidente de la República y no podrá ser
reelegido. Debe reunir las mismas calidades exigidas para ser Magistrado de la Corte Suprema
de Justicia.
La Fiscalía General de la Nación forma parte de la rama judicial y tendrá autonomía
administrativa y presupuestal.
Téngase en cuenta que las condiciones del ejercicio de las competencias
deben estar precisamente establecidas en la ley y con mayor razón aún si
se trata de facultades excepcionales. Así mismo que de lo que se trata en
este caso es de nada menos que de la restricción de la libertad, por lo
que los motivos y condiciones para proceder a una captura en estas
circunstancias deben estar expresos en la ley y no pueden quedar a
discreción de quien ordenen la captura.
Ahora bien, la Corte constata que las expresiones “En las capturas (…)
en donde la Fiscalía General de la Nación, existiendo motivos fundados,
razonablemente carezca de la oportunidad de solicitar el mandamiento
escrito, el capturado deberá ponerse a disposición del juez de control de
garantías en el menor tiempo posible sin superar las treinta y seis (36)
horas siguientes.” dejan un amplísimo margen de interpretación que no
se compadece con el carácter excepcional fijado por el Constituyente
derivado para la competencia que podría atribuirse a la Fiscalía General
de la Nación para efectuar capturas según el Acto Legislativo 03 de
2002. La amplitud e indeterminación de las expresiones “existiendo
motivos fundados” y “razonablemente carezca de la oportunidad de
solicitar el mandamiento escrito”, al tiempo que contradicen el principio
de legalidad (art 29 C.P.) no contienen ningún elemento de
excepcionalidad pues aluden simplemente a “motivos fundados” los
cuales siempre pueden existir, y a “motivos razonables” que
comprenden una amplísima gama de posibilidades y no a las situaciones
extremas y de imposibilidad manifiesta de poder acudirse ante el juez de
garantías que son las que podrían predicarse de una situación
excepcional como a la que aludió el Constituyente derivado.
RESUELVE
HACE CONSTAR:
Magistrado Ponente:
Dr. ALVARO TAFUR GALVIS
1.- Con el acostumbrado respeto por la postura mayoritaria de la Sala, los
suscritos Magistrados proceden a sustentar el salvamento de voto
manifestado en la Sala Plena respecto de la sentencia C-730 de 2005.
7.- Acerca de lo primero, nos parece claro que si los principios son guías y
orientan sobre la regulación de ciertos temas, difícilmente pueden ser
interpretados como independientes en sus contenidos normativos. El
sentido de guiar y orientar presupone un elemento adicional al cual se guía
y orienta. Por ello la regulación de la posibilidad de la captura por parte de
la Fiscalía sin orden previa del juez, contemplada como un principio rector
y una garantía general procesal dentro del procedimiento penal colombiano,
es un mandato general que inspira a otras disposiciones en la conformación
del marco normativo de este tipo de captura. Ante la existencia de un
principio rector y garantía procesal referente a la libertad personal (art. 2º
L.906/04), es inaceptable no remitirse al “Régimen de la libertad y su
restricción”, para entender la regulación completa sobre esta materia. Una
tal desconexión, no atiende al carácter sistemático de las disposiciones que
norman todo un ámbito del derecho – en este caso el procedimiento penal y
concretamente el derecho a la libertad personal y su restricción -.
Fecha ut supra,