Metodo de Ophiel
Metodo de Ophiel
Técnica dirigida
Su capacidad para concentrarse y mantener su consciencia lejos del cuerpo físico mejora si dirige
toda su atención a un objeto o a un lugar específico. La técnica dirigida es un excelente ejercicio
para que desarrolle esta habilidad.
Seleccione tres objetivos en su casa. Todos deben ser objetos físicos que pueda visualizar con
relativa facilidad y no deben estar en la habitación que emplea normalmente para sus técnicas
extracorporales.
Por ejemplo, puede seleccionar su silla favorita como primer objetivo. Después, un regalo que
tenga un significado especial para usted. Por último, seleccione el objeto más estimulante en lo
visual, como una pintura, una escultura o un objeto de cristal. Los tres objetivos deben estar en la
misma habitación. Después de seleccionar los objetivos, camine hasta cada uno de ellos y
examínelos con detalle. Estudie cada uno desde diferentes perspectivas, percibiendo sus
imperfecciones o irregularidades. Dedique tiempo a cada objeto, memorizando su aspecto y su
textura. Tome consciencia de todos sus sentidos mientras camina, sobre todo de la vista y del
tacto. Repita varias veces la observación hasta que recuerde con facilidad los mínimos detalles de
cada objeto. Fíjese en todo: los colores, el peso, la densidad, los reflejos de la luz, la frialdad o la
calidez. También sienta y memorice las sensaciones percibidas mientras va de un objetivo a otro.
En otras palabras, sumérjase en la acción. Disfrute todo lo que perciba.
Esta técnica le ayuda a concentrar y mantener la atención lejos de su cuerpo físico mientras se
queda dormido. Si es constante, los resultados serán notables. Para mejorar este ejercicio,
dedíquele su tiempo y repítalo diariamente durante treinta días. Muestre interés y dedicación hacia
cada objetivo. Esta técnica es magnífica para aumentar su concentración y su capacidad de
visualización y sólo precisa unos veinte minutos.
Es importante elegir objetivos fáciles de visualizar. Muchas personas seleccionan artículos
personales que poseen un atractivo sentimental. Una vez que elija algo, no cambie de opinión; la
repetición de su visualización aumenta en forma notable su eficacia.
He preferido esta técnica desde que me topé con ella cuando comenzaba a visualizar objetos de
la casa de mi madre. Estoy convencido de que funcionará en cualquier persona dispuesta a
invertir tiempo y esfuerzo.
La clave es seleccionar objetivos fáciles de visualizar y lo bastante interesantes para mantener su
atención. Los artículos que se elaboran, como las pinturas, las esculturas, un arreglo de flores de
seda o incluso un juego de cortinas, son objetivos muy eficaces. Conforme avance con esta
técnica, puede aumentar la cantidad y la variedad de los objetivos que elija. Una vez que se sienta
cómodo con pocos objetos, puede ampliar su visualización hasta incluir toda una habitación. Esta
técnica es muy eficaz, pero depende de usted seguir los pasos. El tiempo que invierta le será
ampliamente recompensado. Además de los objetivos mencionados, puede considerar algunos de
los objetos siguientes para concentrarse durante sus visualizaciones.
Sentido de la vista
Una silla, un sofá u otro mueble.
Cualquier objeto que usted visualice bien.
Un regalo o artículo personal que tenga un significado especial.
Un objeto o trabajo artesanal que usted mismo haya creado.
Una pintura, dibujo o retrato especial.
Sentido del tacto
Una tela con algún tipo de textura.
Un objeto o un mueble.
Una puerta, una alfombra, un interruptor de luz, una escultura o un pasamanos de madera.
Una joya, un cenicero, un candelero.
Cualquier objeto que tenga una forma o una textura singular.
Sentido del olfato
Un aromatizante de ambiente.
Flores frescas.
Jabones o lociones.
El perfume o la colonia de su preferencia.
Un cofre o un armario de cedro.
Incienso.