TF - Tecnicas de Litigacion Oral - Navarro Gomez Franco

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TRABAJO

FINAL
TÉCNICAS DE
LITIGACIÓN
ORAL EN LOS
PROCESOS
CIVILES Y
LABORALES

FRANCO NAVARRO GOMEZ

Lima, 07 de setiembre de 2021


Previamente, cabe señalar que desde la vigencia en 1993 de nuestro actual

Código Procesal Civil se buscó implementar un proceso civil moderno, sobre la

base audiencias luego de la etapa postulatoria; sin embargo, por problemas de

índole logístico, formación académica de los operadores jurídicos (abogados,

jueces y auxiliares de justicia), así como los medios tecnológicos, el anhelado

sistema oral civil no prosperó, encasillándose en un sistema escritural. En ese

sentido, ante el desarrollo de la oralidad en los procesos laborales y penales

con la obtención de buenos resultados, la implementación del sistema procesal

civil adoptada por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial busca obtener una

justicia célere, confiable, y así llegar a cumplir la finalidad abstracta del

proceso, sin embargo para que este sistema funcione, los operadores jurídicos

deben estar preparados para asumir el reto de un proceso por audiencias, lo

que implica una gran inversión en capacitaciones académica y del desarrollo de

habilidades y destrezas, adicionalmente a ello se necesita de fuerte inversión

en infraestructura, tecnología y contratación de personal, que podrá realizarse

solo con el compromiso no solo de los jueces, sino de la propia institución del

Poder Judicial pero además del Estado y el gobierno de turno de facilitar los

recursos económicos que permitan sostener el impulso del proceso oral

asumido e impulsado en esta ocasión desde las entrañas del propio Poder

Judicial, por los propios jueces.

En el desarrollo del presente curso “Técnicas de Litigación oral en los procesos

civiles y orales, pues a través de este sistema se potencia los principios de

concentración e inmediación procesal, a fin de garantizar el debido proceso y

entregar al juez la información de mejor calidad posible para tomar su decisión.

En cuanto al principio de inmediación, el juez debe percibir directamente la


prueba, debate de las partes, la oralidad y concentración de los actos

procesales en una sola audiencia, facilitando se pueda contar con procesos

más céleres

La oralidad en el proceso civil y laboral no tiene retroceso, las nuevas

regulaciones legislativas, administrativas, deberán proveer un procedimiento

más ágil, los jueces que dirigen las audiencias deben empeñarse en conocer la

verdad de los hechos controvertidos, garantizando la asistencia de las partes y

de sus abogados que los actos procesales expedidos en el proceso sean

públicos y que el lenguaje usado sea sencillo y entendible. A su vez, los

litigantes tienen el deber de colaboración en el proceso, no obstaculizar la

tramitación del mismo. Los jueces deben resolver sólo cuestiones

jurisdiccionales, excluyendo de su competencia las que no tengan ese carácter.

En las audiencias orales las partes, deberán preparar su teoría del caso, a fin

de buscar la convicción al juez, pues no se trata de un simple relato factico,

pues tanto en el proceso civil y laboral ambas partes deben armar la estrategia,

sustentando con los medios de prueba con la finalidad que el juez falle

conforme a derecho, debiendo seguir las pautas establecidas por la

jurisprudencia, tal como señaló el Juez Supremo Javier Arévalo Vela, en la

Casación N° 07-2012-La Libertad, se indicó que se debe seguir el orden de lo

jurídico, lo fáctico y lo probatorio, mantener la misma orientación a lo largo del

proceso con la finalidad que los hechos, sustentados en la prueba indicada

resulten creíbles al juez. En ese sentido, se colige que la teoría del caso, debe

tener en consideración tres elementos: fáctico jurídico y probatorio. Tanto el

proceso civil y laboral, muy a parte de tener alguna diferencias, como la

naturaleza del proceso y la vía procedimental donde se desarrolla cada caso


según la materia demandada, muestra similitudes, tal es el caso en las

audiencias, se empieza con los alegatos de apertura, realizar una exposición

de las pretensiones, esta etapa se llama confrontación de exposiciones, si bien

la norma procesal civil y laboral no establece de forma expresa que las

alegaciones iniciales deben señalarse las normas jurídicas que sustentan su

postura, resulta necesario se cumpla dicho requerimiento. Luego de los

alegatos de apertura se procederá con el interrogatorio directo a los testigos y

peritos, realizado por el letrado de la parte procesal que ofreció, contra

interrogatorio formulado por la parte contraria; posterior a ello viene la

oralización de los medios de prueba y finalmente los alegatos de clausura

(sintetización de la teoría del caso, descripción de los hechos importantes,

análisis de los medios de prueba y la sustentación de jurídica aplicable al caso

concreto). Por otro lado, el juez como director y árbitro del proceso, debe

garantizar el derecho al contradictorio, oír y resolver, las resoluciones que

expidan deben estar debidamente motivadas, interna y externamente, a fin de

garantizar el derecho a la debida motivación de resoluciones judiciales.

En ese contexto, no debe olvidarse que la oralidad es un instrumento para que

el juez internalice los hechos expuesto por las partes procesales y llegar a la

verdad procesal, por tanto no debe confundirse la audiencia propiamente dicha

con oralidad civil, que tiene sus propias matices diferente a la oralidad laboral,

en la primera la partes están en igual de condiciones, donde cada uno forma la

estrategia de defensa, el juez debe dirigir la audiencia (gestión del caso).

Por otro lado, se debe indicar que las sentencias expedidas por la Corte

Interamericana de Derechos Humanos, tiene carácter vinculante respecto de

los países que forman parte de ella, por ello no solo los jueces constitucionales,
Tribunal Constitucional, están llamados a aplicar el control de

convencionalidad, sino también de otras especialidades, así como para los

Estados que no forma parte del caso en referencia, en buena cuenta no aplicar

los estándares interamericanos implicaría incumplir con la Corte Interamericana

de Derechos Humanos, de esta manera las sentencias expedidas tienen fuerza

vinculante respecto de los países que la conforman, en caso concreto cuando

el Tribunal Constitucional o el Poder Judicial, según sea el caso, verifica la

constitucionalidad de una norma, la no existencia de conflictos de

competencias entre órganos estatales, la no existencia de actos lesivos a los

derechos fundamentales de las personas, no está ejerciendo más que un

control de constitucionalidad. Pero la magistratura constitucional no sólo debe

centrarse en ejercer únicamente un control de constitucionalidad; sino que se

encuentran en la obligación de ejercer un control de convencionalidad, es decir,

la potestad jurisdiccional que tienen los jueces locales y la jurisdicción

supranacional, que en nuestro caso está constituida por la Corte

Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), para resolver controversias

derivadas de normas, actos y conductas contrarios a la Convención Americana

de Derechos Humanos, a los tratados regionales en materia de derechos

humanos ratificados por el Perú, al ius cogens y a la jurisprudencia de la Corte

IDH.

En cuanto a la litigación oral con perspectiva de género, el marco de respecto

de los derechos humanos de las mujeres y la disputa de un derecho civil, no

es ajeno al proceso civil oral, que los sujetos involucrados, no deben tener

conductas estereotipadas en el género, sino enfocadas en la propia persona,

sin importar sus condiciones bilógicas, sino en las capacidades y el valor


axiológico que cada uno cuenta. Algunos países de latinoamericanos, como es

el caso de Nicaragua, incorporó a su sistema la competencia profesional por

capacidades, cuyo modelo fue cogido por algunos países de Iberoamérica. Las

partes involucradas en el proceso, los operadores jurídicos, auxiliares judiciales

no deben manifestar ningún tipo de comportamiento (gestos, actuación) que

denote algún tipo de transgresión a los derechos de las mujeres y niñas, así

como a las personas que pertenecen a algún grupo vulnerable. Por tanto, en el

nuevo esquema oral el juez debe garantizar el respeto y honor, en especial de

los grupos vulnerables, buscando un equilibrio e igual en el proceso. Asimismo,

debe indicarse que la transversalización del enfoque de género no consiste en

simplemente añadir un "componente femenino" ni un "componente de igualdad

entre los géneros" a una actividad existente. Es asimismo algo más que

aumentar la participación de las mujeres. Significa incorporar la experiencia, el

conocimiento y los intereses de las mujeres y de los hombres para sacar

adelante el programa de desarrollo, quizá requiera cambios en los objetivos,

estrategias y acciones para que hombres y mujeres a un tiempo puedan influir

y participar en los procesos de desarrollo y beneficiarse de ellos. El objetivo de

la integración de la igualdad de género es, por lo tanto, transformar las

estructuras sociales e institucionales desiguales en estructuras iguales y justas

para los hombres y las mujeres. Tomando el modelo señalado, debe orientarse

procurar un espacio para la aplicación de enfoque de género en los proceso

civil, cuidando que los abogados, partes procesales, operadores jurídicos

procedan respetando a los derechos de las mujeres y la teoría de género.

Finalmente, en lo que respecta al estudio comparador sobre las reformas

procesales civiles en Latinoamérica, si bien nuestro país, fue uno de los


innovadores (reforma de 1993), sin embargo fracasó por las razones expuestas

up supra, para continuar con dicha reforma Honduras, el Salvador, Colombia,

Bolivia, Brasil, Ecuador, Costa Rica y Nicaragua, cada uno de estos países

tuvo una visión política pública de estado. Sin embargo no todos los países

regulan los mismos principios en sus reformas procesal, a diferencia que el

común denominador podemos encontrar en el principio de oralidad, el

principio dispositivo y el de publicidad. Los jueces como directores del

proceso tienen un rol activo. Debe enfatizarse que en Nicaragua es el único

país que se prohíbe la iniciativa probatoria del juez, que solo esta reserva a las

partes .

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