Proyecto de Capital Humano - Banco Mundial
Proyecto de Capital Humano - Banco Mundial
Proyecto de Capital Humano - Banco Mundial
de Capital
Humano
#INVESTinPeople
PROYECTO
de Capital
Humano
Este cuadernillo incluye parte del texto del Informe sobre el desarrollo mundial 2019: La naturaleza
cambiante del trabajo, doi: 10.1596/978-1-4648-1328-3. Se puede consultar la versión final en PDF del
libro completo en PDF en https://openknowledge.worldbank.org/, y se podrán solicitar copias impresas
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Índice
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . v
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
El Índice de Capital Humano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Ampliación de los procesos de medición e investigación. . . . . . . . . . . . . . . 5
Participación de los países. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Un proyecto para el mundo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Notas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Recuadro
I.1 ¿Qué pueden llegar a ganar los países con la participación en
el Proyecto de Capital Humano? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Gráficos
I.1 Nutrir el capitalhumano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1 En la República Árabe Siria, el número de niños que no asistían
a la escuela a causa de la guerra aumentó entre 2011 y 2017 . . . . . . . . . 16
2 El aprendizaje y el retraso del crecimiento son dos componentes
del Índice de Capital Humano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
3 El Índice de Capital Humano 2018. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
4 Los registros de nacimientos y defunciones siguen
siendo inadecuados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
A.1 Componentes del Índice de Capital Humano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Cuadros
1 Medición de la productividad como futuro trabajador de
un niño nacido en 2018. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2 El Índice de Capital Humano 2018. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
A.1 El Índice de Capital Humano y sus componentes, 2018 . . . . . . . . . . . . . . 42
iii
Agradecimientos
Este volumen fue preparado por Roberta Gatti y Aart Kraay, junto con un
equipo central conformado por Ciro Avitabile, Matthew Collin, Ritika D’Souza
y Nicola Dehnen, bajo la orientación de Annette Dixon (vicepresidenta, Grupo
de Prácticas de Desarrollo Humano), Simeon Djankov (codirector, Informe sobre
el desarrollo mundial 2019: La naturaleza cambiante del trabajo) y Dena Ringold
(gerenta, Proyecto de Capital Humano). El cuerpo principal de este volumen,
“Desarrollo del capital humano”, también aparece en el Informe sobre el desarrollo
mundial 2019 y fue escrito por Ciro Avitabile, Roberta Gatti, Aart Kraay
y Shwetlena Sabarwal. Kavita Watsa proporcionó valiosos comentarios sobre
todo el volumen.
David Weil (Universidad Brown) brindó amplias recomendaciones
para la preparación del Índice de Capital Humano. También se recibieron
comentarios y aportes destacables de Husein Abdul Hamid, George Alleyne,
Sudhir Anand, Noam Angrist, Francesco Caselli, Krycia Cowling, Amit Dar,
Asli Demirgüç‑Kunt, Shanta Devarajan, Patrick Eozenou, Tim Evans,
Deon Filmer, Jed Friedman, Emanuela Galasso, Rachel Glennerster,
Colleen Gorove-Dreyhaupt, Michele Gragnolati, Keith Hansen,
Syedah Aroob Iqbal, Stuti Khemani, Michael Kremer, Bill Maloney,
Mamta Murthi, Harry Patrinos, Lant Pritchett, Martin Raiser, Halsey Rogers,
Federico Rossi, Michal Rutkowski, Jaime Saavedra, Federica Saliola,
Jeremy Veillard, Adam Wagstaff y Pablo Zoido‑Lobatón. Esta labor también se
vio beneficiada con la participación de personal del Departamento de Desarrollo
Internacional del Reino Unido; el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia; el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; el Instituto
de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura, y la Organización Mundial de la Salud.
Los datos utilizados en el Índice de Capital Humano se sometieron a un
extenso proceso de consultas con el personal del Banco Mundial, organizado
por la oficina del economista en jefe de Desarrollo Humano. Ese proceso dio
lugar a numerosas etapas de ampliación y refinamiento de los datos sobre
matriculación escolar y retraso del crecimiento.
v
INTRODUCCIÓN
A
l mejorar sus habilidades, salud, conocimientos y resiliencia —es
decir, su capital humano—, las personas pueden ser más productivas,
flexibles e innovadoras. Las inversiones en capital humano se han
vuelto más y más importantes a medida que la naturaleza del trabajo
fue evolucionando en respuesta al rápido cambio tecnológico. Como se señala
en el Informe sobre el desarrollo mundial 2019: La naturaleza cambiante del trabajo,
los mercados demandan cada vez más trabajadores con mayores niveles de
capital humano, en particular habilidades cognitivas y socioconductuales
avanzadas. En Vietnam, por ejemplo, los trabajadores que son capaces de
realizar labores analíticas no rutinarias ganan casi un 25 % más que quienes
no pueden hacerlo1.
A pesar de los considerables avances, las grandes carencias de inversión en
capital humano están dejando al mundo muy poco preparado para el futuro.
Como se detalló en el Informe sobre el desarrollo mundial 2018: Aprender para hacer
realidad la promesa de la educación, los niños de muchos países tienen dificultades
para aprender en la escuela2. Casi una cuarta parte de los niños de todo el
mundo sufre retraso del crecimiento, lo que los hace vulnerables a sufrir un
desarrollo cognitivo deficiente y frena su capacidad para aprender. Mientras
tanto, la mitad de la población mundial no está cubierta por servicios de salud
esenciales, y el 80 % de las personas pobres de países de ingreso bajo no tiene
acceso a una red de protección social3.
Aunque el capital humano es un factor central del crecimiento sostenible
y la reducción de la pobreza, los encargados de la formulación de políticas a
veces no consiguen justificar la necesidad de invertir en él4. Es verdad que,
en definitiva, los beneficios de invertir en las personas pueden tardar mucho
tiempo en materializarse. Construir caminos y puentes puede generar rápidos
beneficios económicos y, por qué no, políticos. Pero invertir en el capital
humano de niños jóvenes no generará un rendimiento económico hasta que
esos niños hayan crecido y pasen a integrar la fuerza laboral.
¿El resultado? Los países no suelen invertir lo suficiente en el capital
humano, por lo que pierden una oportunidad de crear un círculo virtuoso entre
capital físico y humano, y crecimiento y reducción de la pobreza. En respuesta
a los riesgos que esta falta de inversión genera en términos de estabilidad y
prosperidad, el Grupo Banco Mundial ha puesto en marcha el Proyecto de Capital
Humano (PCH). La idea es invertir en las personas a través de la participación
de los países y tareas analíticas, al tiempo que se genera conciencia sobre los
costos de la inacción y se refuerza la demanda de intervenciones que desarrollen
el capital humano. En el proyecto se hace hincapié en la importancia de un
liderazgo sostenido y la coordinación entre todos los niveles del Gobierno, lo
que incluye hacer frente a problemas complejos, como el gasto inadecuado o
insuficiente, los desafíos de gobernanza y prestación de servicios, la dinámica
demográfica, la fragilidad y el conflicto, y las deficiencias de infraestructura.
El PCH está formado por tres pilares:
1. El Índice de Capital Humano (ICH). Este índice está diseñado para registrar la
cantidad de capital humano que un niño nacido hoy puede esperar haber
logrado a los 18 años. El ICH se actualizará periódicamente para incorporar
los avances y se ampliará y refinará a medida que mejoren los datos.
2.
Ampliación de los procesos de medición e investigación. El objetivo de este programa
a mediano plazo de labor analítica y manejo de datos es perfeccionar la
2
Introducción | 3
1. Supervivencia. Este componente refleja el hecho de que los niños nacidos hoy
necesitan sobrevivir hasta que puedan comenzar el proceso de acumulación
de capital humano a través de la educación formal. La supervivencia se mide
utilizando la tasa de mortalidad de niños menores de 5 años.
2. Número de años esperados de escolarización ajustados en función del aprendizaje.
La información sobre la cantidad de educación que un niño puede esperar
obtener hasta los 18 años se combina con una medición de la calidad:
cuánto aprenden los niños en la escuela según el desempeño relativo de
los países en las pruebas internacionales de rendimiento escolar. De esta
combinación surge el número de años esperados de escolarización ajustados
en función del aprendizaje. Al tener en cuenta la calidad, este componente
refleja la realidad de que los niños de algunos países aprenden mucho menos
4 | PROYECTO DE CAPITAL HUMANO
que los de otros países, aun cuando pasan prácticamente el mismo tiempo
en la escuela.
3. Salud. Para este componente se utilizan dos indicadores de las condiciones
de salud generales de un país: 1) la tasa de retraso del crecimiento de los
niños menores de 5 años y 2) la tasa de supervivencia de los adultos, definida
como la proporción de personas de 15 años que sobrevive hasta los 60 años.
El primer indicador refleja las condiciones de salud que se experimentan
durante el desarrollo prenatal, la lactancia y la primera infancia. El segundo
refleja el rango de resultados de salud que un niño nacido hoy puede
experimentar como adulto.
ingreso bajo. Sin embargo, para hacer frente a los desafíos restantes —y cada
vez más urgentes—, se requiere una mayor aceleración y priorización de los
resultados de capital humano (gráfico I.1).
Avanzar es posible. Los países que han logrado alinear el respaldo con las
reformas han sido testigos de niveles de mejora impresionantes (recuadro I.1).
Por ejemplo, Polonia sancionó reformas educativas entre 1990 y 2015 que
condujeron a una de las mejoras más rápidas en los puntajes del PISA de los
países de la OCDE13. Vietnam también consiguió un ascenso meteórico en el
aprendizaje y recientemente superó el puntaje promedio de los países de la
OCDE en la evaluación. Con una intención política concertada y una meta
clara, Perú logró reducir la tasa de retraso del crecimiento en aproximadamente
15 puntos porcentuales a lo largo de 8 años. Malawi logró reducir la tasa de
retraso del crecimiento en casi 20 puntos porcentuales en menos de 2 décadas.
En un momento en que el mundo se enfrenta a cambios rápidos y avances
tecnológicos, lo correcto es realizar más y mejores inversiones en las personas.
Además de mejorar los ingresos y fomentar el crecimiento sostenible y la
reducción de la pobreza, estas inversiones son buenas en sí mismas. El objetivo
del PCH es crear un mundo en el que todos los niños lleguen a la escuela bien
nutridos y listos para aprender, en el que las aulas sean lugares que faciliten el
aprendizaje real y en el que las personas tengan la posibilidad de crecer, vivir y
trabajar como adultos sanos, capacitados y productivos.
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PROGRAMAS DE
APLICACIÓN DE ALTA CALIDAD
POLÍTICAS ADECUADAS
10 | PROYECTO DE CAPITAL HUMANO
El PCH respalda a los países a través de un paquete adaptado de datos, políticas e intervenciones para
acelerar los resultados de desarrollo humano. Se centra en las siguientes esferas:
• Proporcionar acceso a comparaciones de políticas y herramientas de diagnóstico con el objeto de
identificar recursos para medir, programar y financiar intervenciones eficientes y eficaces. El Grupo
Banco Mundial ofrece una serie de herramientas, como SABER, ASPIRE, los SDI, los indicadores de la
Iniciativa de Mejora del Desempeño de la Atención Primaria de la Salud y los diagnósticos de la pobreza
relacionados con los servicios de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene.
• Ofrecer asesoramiento sobre intervenciones basadas en pruebas que estén adaptadas al contexto nacional,
incluidas enseñanzas de los Estados afectados por fragilidad, conflicto y violencia, cuando corresponda.
El Fondo para la Evaluación del Impacto Estratégico del Grupo Banco Mundial mide el impacto de
programas y políticas dirigidos a mejorar la educación, la salud, el acceso a agua y saneamiento de
calidad y el desarrollo en la primera infancia en los países en desarrollo.
• Conectar a los Gobiernos con los avances en materia de tecnología disruptiva. Por ejemplo, en 2018,
el Grupo Banco Mundial puso en marcha TechEmerge Health Brazil para ayudar a las pequeñas
empresas a ampliar el nivel de innovación, de modo que les permita mejorar los resultados de salud en
el país. La plataforma conecta a estas empresas con prestadores de servicios de salud para contribuir
a incrementar la asequibilidad, la escala de actividades y la eficiencia. Este tipo de programa podría
repetirse en otros países.
• Facilitar el aprendizaje entre pares sobre cómo generar interés en el desarrollo del capital humano.
El Grupo Banco Mundial respaldará una serie de formas en las que los países pueden conectarse entre sí
para debatir sus aspiraciones, planes, oportunidades y desafíos de implementación. Esta comunidad de
práctica podría complementarse con relaciones de pares o asociaciones, programas de intercambio de
personal o un programa de colegas del PCH.
• Mejorar la eficiencia de la asignación de recursos centrando la atención en los resultados y demostrándolos,
especialmente a través de revisiones de gastos, reformas de la gestión institucional y eficacia de los
programas. Las revisiones del gasto público son una herramienta para ayudar a identificar formas de
mejorar la eficiencia en los sectores sociales. Las reformas orientadas a un financiamiento basado en los
resultados también son una esfera de atención.
• Incrementar los recursos para el capital humano a través de la movilización o la reasignación.
El Grupo Banco Mundial podría respaldar iniciativas para eliminar lagunas y exenciones impositivas,
mejorar la recaudación tributaria, explorar la aplicación de impuestos selectivos y quitar o reformar los
subsidios regresivos.
• Convocar a los ciudadanos para incrementar su participación y mejorar la prestación de servicios
públicos. El Grupo Banco Mundial cuenta con una gran cantidad de información sobre herramientas de
responsabilidad social y participación ciudadana para asesorar a los Gobiernos sobre lo que pueden hacer
los usuarios de servicios públicos para ayudar a mejorar esos servicios. Este tipo de actividad podría
incluir campañas de concientización sobre distintos tipos de intervenciones.
Notas
1. Bodewig y Badiani-Magnusson (2014).
2. Banco Mundial (2018b).
3. OMS (Organización Mundial de la Salud) y Banco Mundial (2017);
Banco Mundial (2018a).
4. En partes de este volumen se desarrollan ideas tomadas de Kim (2018).
5. OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) (2014).
Introducción | 11
6. Caselli (2005).
7. Stiglitz, Sen y Fitoussi (2009).
8. Ravallion (2011).
9. Altinok, Angrist y Patrinos (2018).
10. Cunha y Heckman (2007).
11. Alsan y Goldin (de próxima aparición).
12. García y otros (2016).
13. Banco Mundial (2010).
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Washington, DC: World Bank.
DESARROLLO
DEL CAPITAL
HUMANO
L
a población mundial es más saludable y está mejor instruida que
nunca. En 1980, en los países de ingreso bajo, solo 5 de cada 10 niños
en edad de asistir a la escuela primaria estaban matriculados. En 2015,
esa proporción había aumentado a 8 de cada 10 niños. En 1980, solo
84 de cada 100 niños llegaban a cumplir los 5 años, en comparación con 94 de
cada 100 en 2018. Un niño nacido en el mundo en desarrollo en 1980 tenía
una esperanza de vida de 52 años. En 2018, esa cifra era de 65 años.
Sin embargo, aún hay una agenda inconclusa muy nutrida. La esperanza
de vida en el mundo en desarrollo sigue estando muy rezagada en relación
con países ricos, como la República de Corea, donde una niña nacida en 2018
tiene una esperanza de vida de más de 85 años. Casi la cuarta parte de los
niños menores de 5 años están desnutridos. En muchos lugares, la memoria
funcional y las funciones ejecutivas (como la atención sostenida) de los niños
pobres comienzan a disminuir a los 6 meses de edad1. En todo el mundo hay
más de 260 millones de niños y jóvenes que no asisten a la escuela. Mientras
tanto, casi el 60 % de los niños de la escuela primaria de los países en desarrollo
no logra alcanzar un nivel de competencia mínima en el aprendizaje.
El capital humano comprende los conocimientos, las habilidades y la salud
que las personas acumulan a lo largo de la vida y que les permiten desarrollar su
potencial como miembros productivos de la sociedad. Reporta grandes beneficios
a las personas, las sociedades y los países. Esto era cierto en el siglo xviii, cuando el
economista escocés Adam Smith escribió: “La adquisición de talentos, merced a la
manutención de quien los adquiere durante su educación, estudio o aprendizaje,
siempre comporta un gasto real, que es un capital que podríamos decir que
está fijo en su persona. Esos talentos integran su fortuna, pero también la de la
sociedad a la que pertenece”2. Esto sigue siendo cierto en 2018.
Un año adicional de escolarización de las personas suele generarles mayores
ingresos. Estos beneficios son considerables en los países de ingreso bajo e ingreso
mediano, sobre todo en el caso de las mujeres. Sin embargo, lo que los niños
aprenden es más importante que el tiempo que permanecen en la escuela. En
Estados Unidos, el reemplazo de un mal profesor en un curso de la escuela
primaria por uno de calidad promedio eleva en USD 250 000 el ingreso combinado
durante toda la vida de los alumnos de ese curso3.
A pesar de la mayor disponibilidad de trabajadores instruidos, la rentabilidad
de las inversiones en educación se ha incrementado desde el año 20004. La
rentabilidad de la educación es especialmente elevada cuando la tecnología
evoluciona y las personas que cuentan con más capital humano se adaptan más
rápidamente al cambio tecnológico. En efecto, el éxito futuro de un trabajador
depende de que trabaje con máquinas, no de que les tema. En México, los
beneficios del aumento de la productividad laboral como resultado del Tratado
de Libre Comercio de América del Norte de 1994 se han concentrado entre los
trabajadores más cualificados.
El desarrollo de habilidades socioconductuales, como la aptitud para el trabajo
en equipo, la empatía, la capacidad de resolución de conflictos y el manejo de
las relaciones, acrecienta el capital humano de una persona. Las economías
globalizadas y automatizadas valoran en mayor medida las capacidades
humanas que las máquinas no pueden emular del todo. Aptitudes como la
determinación reportan beneficios económicos a menudo tan considerables
como los asociados a las habilidades cognitivas.
La salud es un componente importante del capital humano. Las personas son
más productivas cuando gozan de mejor salud. En Nigeria, gracias a un programa
que ofrecía pruebas de detección y tratamiento contra el paludismo, los ingresos
de los trabajadores se incrementaron un 10 % al cabo de unas pocas semanas5.
Un estudio realizado en Kenya reveló que la desparasitación en la infancia
reducía el ausentismo escolar e incrementaba en hasta un 20 % los salarios en
14
Desarrollo del capital humano | 15
la edad adulta, todo gracias a una tableta cuyo costo de producción y suministro
es de USD 0,256.
Desde muy temprano en la vida, las dimensiones del capital humano se comple-
mentan entre sí. Una nutrición adecuada in utero y durante la primera infancia eleva
el bienestar físico y mental de los niños. Datos empíricos del Reino Unido revelaron
que los escolares que tenían un régimen alimenticio más saludable aumentaron
considerablemente su rendimiento en inglés y ciencias7. Por otra parte, un estudio
que abarcó varios países de Asia sudoriental mostró que tanto los niños con bajo
peso como los obesos tenían un coeficiente intelectual más bajo que los niños con
un peso saludable8. En India, los preescolares que se entretenían con juegos de
matemáticas mejoraban de manera permanente sus habilidades intuitivas9.
Los beneficios del capital humano trascienden los beneficios privados y se
extienden a otras personas y de una generación a otra10. Desparasitar a un niño
reduce las posibilidades de que otros niños se infecten con lombrices, lo que
a su vez permite que esos niños mejoren su aprendizaje y obtengan salarios
más altos en el futuro11. La educación de las madres, mediante una atención
prenatal más adecuada, mejora la salud de los recién nacidos. En Pakistán, los
hijos cuyas madres tienen incluso un solo año de educación estudian una hora
más al día en sus hogares12.
Estos beneficios individuales del capital humano se van sumando hasta
representar grandes beneficios para las economías; los países se enriquecen a
medida que se acumula más capital humano. El capital humano complementa
el capital físico en el proceso de producción y es un insumo importante para la
innovación tecnológica y el crecimiento a largo plazo. Como resultado, entre
el 10 % y el 30 % de las diferencias en el PIB per cápita puede atribuirse a las
diferencias en capital humano que existen entre los países13. Este porcentaje
podría ser incluso mayor al considerar la calidad de la educación o las
interacciones entre trabajadores con diferentes habilidades. Y un aspecto que
no se debe desconocer es que, al generar mayores ingresos, el capital humano
acelera la transición demográfica y reduce la pobreza.
A largo plazo, el capital humano es importante para las sociedades. A mediados
de la década de 1970, Nigeria estableció la educación primaria universal,
decisión que envió a la escuela primaria a una gran cohorte de niños que, de
lo contrario, no habría recibido esa educación. Años más tarde, se comprobó
que los miembros de esa cohorte participaban más en la vida política. Prestaban
más atención a las noticias, hablaban de política con sus pares, concurrían a
reuniones comunitarias y votaban con más frecuencia que aquellos que no
habían asistido a la escuela primaria. En Líbano, los jóvenes participantes en
el Programa Nacional de Servicio Voluntario, un programa intercomunitario
de formación en habilidades blandas, exhiben niveles más altos de tolerancia
en general. Como señaló en una oportunidad la científica Marie Curie: “No se
puede esperar construir un mundo mejor sin mejorar a los individuos”.
El capital humano también propicia el capital social. Las encuestas
normalmente muestran que las personas con un mayor nivel de instrucción
confían más en los demás. Las investigaciones indican que la gran ola de
reformas de la educación obligatoria que tuvo lugar en toda Europa a mediados
del siglo xx consiguió que aumentara la tolerancia de las personas frente a los
inmigrantes en comparación con el pasado14. El capital social, a su vez, se asocia
con un mayor crecimiento económico15. A la inversa, cuando no se protege el
capital humano, se menoscaba la cohesión social.
El capital humano es uno de los primeros aspectos que se ven afectados cuando
se produce una crisis. Las guerras suelen impedir que generaciones enteras
desarrollen su pleno potencial. Por ejemplo, entre 2011 y 2017, casi 4 millones
de niños sirios abandonaron la escuela debido a la guerra civil. Muchos de ellos
probablemente nunca recuperarán los años de estudio perdidos (gráfico 1).
16 | PROYECTO DE CAPITAL HUMANO
Los programas pueden aumentar los incentivos que tienen las personas
para invertir en capital humano cuando ponen de relieve los beneficios que
este reporta a largo plazo u ofrecen mecanismos que tornan permanentes las
buenas decisiones. A los jóvenes tal vez no les interese seguir estudiando y
cuidar su salud porque no tienen autocontrol o no aprecian en su totalidad
los beneficios de la educación y de la buena salud20. Sin embargo, cuando
reciben información sobre el capital humano, esta produce un gran impacto
en su comportamiento. En Filipinas, se invitó a jóvenes a participar en un
programa de compromiso voluntario en virtud del cual un dinero que ellos
habían depositado en una cuenta de ahorros solo les sería devuelto si pasaban
una prueba para dejar de fumar. Como resultado de este programa, el hábito de
fumar se redujo considerablemente21.
La inversión en capital humano también genera importantes beneficios
sociales, pero a menudo los padres tienen dificultades para cuantificarlos y más
aún para tenerlos en cuenta en sus decisiones. Al optar por desparasitar a sus
hijos, los padres tal vez no consideren el hecho de que otros niños también
tendrán menos probabilidades de infección. Los padres que deciden brindar
a sus hijos educación preescolar quizás no piensen en los mayores beneficios
futuros para la sociedad, como la reducción de las tasas de delincuencia y de
encarcelamiento, que se han asociado a los programas de desarrollo en la
primera infancia. En un estudio realizado en 2010 del Programa Preescolar
Perry, un programa de alta calidad para niños de entre 3 y 5 años creado en la
década de 1960 en Michigan (Estados Unidos), se calculó una rentabilidad para
la sociedad superior a la rentabilidad privada, de entre USD 7 y USD 12 por
cada dólar invertido22. Sin intervención gubernamental, las familias podrían
tomar la decisión de no invertir lo suficiente en estos tipos de programas.
Asegurar el acceso a una educación de calidad permite cerrar las brechas
iniciales en las habilidades cognitivas y socioconductuales. A la edad de 3 años,
los niños de familias de bajos ingresos han oído 30 millones de palabras
menos que sus pares de familias más acomodadas. A medida que los niños
entran en la adolescencia, aumenta el costo de las intervenciones dirigidas a
cerrar estas brechas. Se ha comprobado que, si los Gobiernos desean invertir
de manera acertada en capital humano, lo mejor es hacerlo en los primeros
1000 días de vida de los niños. Sin esas intervenciones a temprana edad, hay
más probabilidades de que se produzca una espiral de creciente desigualdad:
es más probable que la inversión pública ulterior en educación y salud beneficie
a las personas que han tenido un mejor comienzo.
Las medidas gubernamentales en respaldo a las inversiones en capital
humano no se limitan al gasto en salud, educación y programas de protección
social. En Nepal, las inversiones en saneamiento contribuyen a prevenir la
anemia de una manera significativa23. Los programas de vivienda mejoran
los resultados educativos y del mercado de trabajo de las personas más
desfavorecidas al transformar las cualidades de los compañeros y vecinos con
quienes interactúan. Mientras a más temprana edad los niños se expongan a
vecinos más acomodados, más profundos serán los efectos.
los servicios públicos es tan deficiente que no permite generar capital humano.
A veces, esos servicios solo les fallan a los pobres. En ocasiones, les fallan a
todos, y los ricos sencillamente abandonan el sistema público.
Las deficiencias de la calidad persisten por dos razones. En primer lugar, las
medidas de política acertadas no siempre producen dividendos desde el punto
de vista político. En segundo lugar, las burocracias pueden no tener la capacidad
o los incentivos para convertir políticas acertadas en programas eficaces. Si la
salud pública no es políticamente significativa hasta que se produce una crisis
sanitaria, los políticos tienen pocas razones para tomar medidas en preparación
para futuras pandemias. Incluso cuando los políticos y los votantes coinciden
en la importancia de una cuestión, pueden discrepar en cuanto a la solución.
Financiar programas de salud pública mediante un aumento de los impuestos o
la reasignación de recursos destinados a gastos más visibles, como infraestructura
o subsidios públicos, no suele ser una medida popular.
En 2012, el Gobierno de Nigeria enfrentó resistencia cuando intentó suprimir
el subsidio a los combustibles con el fin de aumentar el gasto en servicios
de salud maternoinfantil. Los medios de comunicación se enfocaron en la
eliminación del subsidio —una medida que resultaba impopular— y prestaron
escasa atención a la tan necesaria expansión de la atención primaria de la
salud. Como resultado de las protestas públicas, el subsidio fue restablecido. En
algunos países, tales reacciones ante los cambios propuestos se producen debido
a los poderosos intereses organizados que podrían perderse como resultado de
la introducción de reformas. En otros, ocurren a causa del debilitamiento del
contrato social: los ciudadanos no confían en el Gobierno y, por lo tanto, son
reticentes a pagar impuestos por temor a que los recursos sean malgastados. La
consecuencia es que los Gobiernos favorecen un mayor gasto en los aspectos
del capital humano que tienen visibilidad desde el punto de vista político,
como la construcción de escuelas y hospitales, y gastan mucho menos en los
aspectos intangibles, como la calidad y la competencia de los profesores y de los
trabajadores de la salud. Cuando están en campaña de elecciones, los políticos
a menudo prometen nuevas escuelas u hospitales, pero rara vez discuten sobre
los niveles de aprendizaje o las tasas de retraso del crecimiento efectivos.
Dado que las inversiones en capital humano pueden no reportar beneficios
económicos hasta después de transcurridos varios años, los políticos tienden a
pensar en maneras a más corto plazo de realzar su imagen. Si bien las personas
con un nivel de educación básico ganan más que las que no han recibido
instrucción, los beneficios para el mercado de trabajo de una educación básica
no se materializan antes de 10 a 15 años de efectuadas esas inversiones. Esto
es más cierto aún en el caso de las inversiones en educación en la primera
infancia. En Jamaica, la estimulación psicosocial de los niños de corta edad
incrementó los ingresos en un 25 %, pero dicha rentabilidad solo se materializó
20 años después24.
Un ejemplo del área del desarrollo en la primera infancia ilustra cómo las
complejidades técnicas y políticas entorpecen las intervenciones relacionadas
con el capital humano. Los especialistas suelen coincidir en que las inversiones
en la infancia tienen una alta rentabilidad. Sin embargo, hay problemas que
dificultan la implementación en gran escala de dichas inversiones. Primero,
como ya se ha observado, debe transcurrir mucho tiempo para que la sociedad
pueda beneficiarse de ellas. Segundo, los servicios deben prestarse de manera
sinérgica durante un breve período del ciclo de vida de las personas. Tercero,
en las inversiones en la primera infancia intervienen múltiples entidades
gubernamentales. Con todo, la experiencia de países como Brasil, Chile y
Colombia revela que es factible adoptar políticas de desarrollo en la primera
infancia en gran escala. Uno de esos programas, Chile Crece Contigo, puesto
en marcha en 2006, sirve de punto de referencia para los países de ingreso
Desarrollo del capital humano | 19
600
Puntajes armonizados de las pruebas
Singapur
Federación de Rusia
Vietnam
500
China
Kenya Turquía
Tailandia México
Filipinas Argentina
Colombia
400 Indonesia
Benin
Mozambique Côte d’Ivoire Marruecos
Malawi India
Sudáfrica
300
6 8 10 12
Log. PIB real per cápita (PPA)
100
China
Turquía
Colombia Tailandia
Marruecos México
80 Côte d’Ivoire
Vietnam
Kenya Sudáfrica
Filipinas
Benin Indonesia
Malawi India
60
Mozambique
40
6 8 10 12
Log. PIB real per cápita (PPA)
Fuentes: Los puntajes armonizados de las pruebas están tomados de Patrinos y Angrist (2018); los datos sobre el retraso
del crecimiento provienen de la base de datos sobre Estimaciones Conjuntas de Malnutrición Infantil del Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Grupo Banco Mundial,
complementados con datos suministrados por los equipos del Banco Mundial en los países.
Nota: PIB = producto interno bruto; PPA = paridad de poder adquisitivo.
Un país situado en el
percentil 25 percentil 50 percentil 75
Componente con respecto al componente X tiene un valor de
Componente 1: supervivencia
1 Probabilidad de sobrevivir hasta
0,95 0,98 0,99
los 5 años
A Contribución a la productividad 0,95 0,98 0,99
Componente 2: escolarización
Años esperados de escolarización 9,5 11,8 13,1
Puntaje en las pruebas
375 424 503
(de 600, aproximadamente)
2 Años de escolarización ajustados
5,7 8,0 10,5
en función de la calidad
B Contribución a la productividad 0,51 0,62 0,76
Componente 3: salud
3 Porcentaje de niños que no presentan
0,68 0,78 0,89
retraso del crecimiento
4 Tasa de supervivencia de los adultos 0,79 0,86 0,91
C Contribución a la productividada 0,88 0,92 0,95
Índice de Capital Humano generalb 0,43 0,56 0,72
Fuente: Equipo a cargo del Informe sobre el desarrollo mundial 2019.
Nota: La “contribución a la productividad” es la medida en que cada componente del índice, así como el índice general, contri-
buye a la productividad futura esperada como trabajador de un niño nacido en 2018 en relación con el parámetro de referencia
de una educación completa y plena salud. Un valor de x significa que la productividad es solo una fracción x de lo que sería
si se alcanzara el parámetro de referencia de una educación completa y plena salud. Las estimaciones de las contribuciones
a la productividad se basan en evidencias microeconométricas sobre la rentabilidad de la educación y la salud. Los “años de
escolarización ajustados en función de la calidad” equivalen al puntaje en las pruebas correspondientes a cada país en relación
con el mejor puntaje a nivel global multiplicado por los años esperados de escolarización de cada país.
a. C se calcula como el promedio geométrico de las contribuciones de los números 3 y 4 a la productividad.
b. A × B × C.
1,0
Singapur
Corea, Rep. de
Federación de Rusia
Productividad en relación con la frontera
Bulgaria Malta
Luxemburgo
China Chile
Vietnam Bahrein
Emiratos Árabes Unidos
Ucrania
México Turquía Omán
Georgia Argentina Qatar
Arabia Saudita
0,6 Colombia
Tailandia
República Kirguisa Moldova Kuwait
Perú Irán, Rep. Islámica del
Brasil
Filipinas
Tayikistán Líbano
Nicaragua
Kenya Argelia
Indonesia
Camboya Marruecos República Dominicana
Nepal
Bangladesh Egipto, Rep. Árabe de
Guatemala
Gabón
Haití
Ghana India
Etiopía Botswana
Senegal
Malawi Benin Sudáfrica
0,4 Madagascar Afganistán Iraq
Pakistán
Burundi Uganda Sudán
Congo, Rep. Dem. del Angola
Rwanda Côte d’Ivoire
Mozambique Burkina Faso Nigeria
Liberia Níger Malí
Chad
0,2
6 8 10 12
Log. PIB real per cápita (PPA)
Fuente: Equipo a cargo del Informe sobre el desarrollo mundial 2019.
Nota: El Índice de Capital Humano varía entre 0 y 1. El índice se mide en términos de la productividad de la próxima generación de trabajadores en relación
con el parámetro de referencia de una educación completa y plena salud. El índice de una economía en la que el trabajador promedio alcanza su potencial de
plena salud y educación completa será 1. PIB = producto interno bruto; PPA = paridad de poder adquisitivo.
26 | PROYECTO DE CAPITAL HUMANO
Notas
1. Fernald y Hidrobo (2011).
2. Smith ([1776] 1937, libro 2, capítulo 1), como se señala en Goldin (2016).
3. Chetty, Friedman y Rockoff (2014).
4. Psacharopoulos y Patrinos (2018).
5. Dillon, Friedman y Serneels (2014).
6. Ahuja y otros (2015).
7. Belot y James (2011).
8. Sandjaja y otros (2013).
9. Dillon y otros (2017).
10. Flabbi y Gatti (2018).
11. Ahuja y otros (2015).
12. Andrabi, Das y Khwaja (2012).
13. Hsieh y Klenow (2010).
14. Cavaillé y Marshall (2017).
15. Knack y Keefer (1997).
16. Rosas y Sabarwal (2016).
17. Blanford y otros (2012).
18. Ferré y Sharif (2014).
19. Baird, McIntosh y Özler (2016).
20. Jensen (2010).
21. Giné, Karlan y Zinman (2010).
22. Heckman y otros (2010).
23. Coffey, Geruso y Spears (2018).
24. Gertler y otros (2014).
25. Kraay (2018).
26. Caselli (2005); Weil (2007).
27. Mikkelsen y otros (2015).
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30 | PROYECTO DE CAPITAL HUMANO
154 Malí 0,29 0,32 0,34 100 Camboya 0,47 0,49 0,51 48 Vietnam 0,65 0,67 0,68
153 Liberia 0,31 0,32 0,33 99 Guyana 0,48 0,49 0,51 47 Bahrein 0,65 0,67 0,68
152 Nigeria 0,32 0,34 0,36 98 Marruecos 0,49 0,50 0,51 46 China 0,66 0,67 0,68
151 Sierra Leona 0,33 0,35 0,37 97 El Salvador 0,49 0,50 0,51 45 Chile 0,66 0,67 0,69
150 Mauritania 0,32 0,35 0,38 96 Túnez 0,50 0,51 0,52 44 Bulgaria 0,65 0,68 0,70
149 Côte d’Ivoire 0,33 0,35 0,37 95 Tonga 0,50 0,51 0,53 43 Seychelles 0,65 0,68 0,71
148 Mozambique 0,34 0,36 0,38 94 Kenya 0,50 0,52 0,53 42 Grecia 0,67 0,68 0,69
147 Angola 0,33 0,36 0,39 93 Argelia 0,51 0,52 0,53 41 Luxemburgo 0,68 0,69 0,70
146 Congo, Rep. Dem. del 0,35 0,37 0,39 92 Nicaragua 0,51 0,53 0,54 40 República Eslovaca 0,68 0,69 0,71
145 Yemen, Rep. del 0,35 0,37 0,38 91 Panamá 0,52 0,53 0,54 39 Malta 0,69 0,70 0,71
144 Burkina Faso 0,35 0,37 0,38 90 Paraguay 0,51 0,53 0,55 38 Hungría 0,69 0,70 0,72
143 Lesotho 0,35 0,37 0,39 89 Tayikistán 0,51 0,53 0,55 37 Lituania 0,70 0,71 0,73
142 Rwanda 0,36 0,37 0,39 Macedonia del Norte, 36 Croacia 0,71 0,72 0,74
88 Rep. de 0,53 0,53 0,54 35 Letonia 0,71 0,72 0,74
141 Guinea 0,35 0,37 0,39
87 Indonesia 0,52 0,53 0,55 Federación
140 Madagascar 0,35 0,37 0,39
86 Líbano 0,52 0,54 0,55 34 de Rusia 0,68 0,73 0,77
139 Sudán 0,37 0,38 0,39
85 Jamaica 0,53 0,54 0,56 33 Islandia 0,73 0,74 0,75
138 Burundi 0,36 0,38 0,40
84 Filipinas 0,53 0,55 0,56 32 España 0,74 0,74 0,75
137 Uganda 0,37 0,38 0,39
83 Tuvalu 0,53 0,55 0,57 31 Kazajstán 0,72 0,75 0,77
136 Papua Nueva Guinea 0,36 0,38 0,40
Ribera Occidental 30 Polonia 0,73 0,75 0,76
135 Etiopía 0,37 0,38 0,40 82 y Gaza 0,54 0,55 0,56 29 Estonia 0,73 0,75 0,76
134 Pakistán 0,37 0,39 0,40 81 Brasil 0,55 0,56 0,57 28 Chipre 0,74 0,75 0,76
133 Afganistán 0,38 0,39 0,40 80 Kosovo 0,55 0,56 0,57 27 Serbia 0,74 0,76 0,77
132 Camerún 0,37 0,39 0,42 79 Jordania 0,54 0,56 0,58 26 Bélgica 0,75 0,76 0,77
131 Zambia 0,37 0,40 0,42 78 Armenia 0,56 0,57 0,58 RAE de Macao,
130 Gambia 0,37 0,40 0,42 77 Kuwait 0,56 0,58 0,59 25 China 0,75 0,76 0,76
129 Iraq 0,38 0,40 0,41 76 República Kirguisa 0,57 0,58 0,59 24 Estados Unidos 0,75 0,76 0,77
128 Tanzanía 0,39 0,40 0,41 75 Moldova 0,57 0,58 0,59 23 Israel 0,75 0,76 0,78
127 Benin 0,38 0,41 0,43 74 Sri Lanka 0,57 0,58 0,59 22 Francia 0,76 0,76 0,77
126 Sudáfrica 0,40 0,41 0,42 73 Arabia Saudita 0,57 0,58 0,60 21 Nueva Zelandia 0,76 0,77 0,78
125 Malawi 0,39 0,41 0,42 72 Perú 0,57 0,59 0,60 20 Suiza 0,75 0,77 0,78
124 Eswatini 0,38 0,41 0,43 71 Irán, Rep. Islámica del 0,57 0,59 0,61 19 Italia 0,76 0,77 0,78
123 Comoros 0,36 0,41 0,44 70 Colombia 0,58 0,59 0,61 18 Noruega 0,76 0,77 0,78
122 Togo 0,39 0,41 0,43 69 Azerbaiyán 0,58 0,60 0,62 17 Dinamarca 0,76 0,77 0,79
121 Senegal 0,40 0,42 0,43 68 Uruguay 0,59 0,60 0,61 16 Portugal 0,77 0,78 0,79
120 Congo, Rep. del 0,39 0,42 0,44 67 Rumania 0,59 0,60 0,62 15 Reino Unido 0,77 0,78 0,79
119 Botswana 0,40 0,42 0,44 66 Ecuador 0,59 0,60 0,61 14 República Checa 0,77 0,78 0,79
118 Timor-Leste 0,41 0,43 0,45 65 Tailandia 0,59 0,60 0,62 13 Eslovenia 0,78 0,79 0,80
117 Namibia 0,41 0,43 0,45 64 México 0,60 0,61 0,61 12 Austria 0,78 0,79 0,80
116 Ghana 0,42 0,44 0,45 63 Argentina 0,60 0,61 0,62 11 Alemania 0,78 0,79 0,81
115 India 0,43 0,44 0,45 62 Trinidad y Tabago 0,59 0,61 0,63 10 Canadá 0,79 0,80 0,81
114 Zimbabwe 0,42 0,44 0,46 61 Georgia 0,60 0,61 0,63 9 Países Bajos 0,79 0,80 0,81
113 Islas Salomón 0,43 0,44 0,45 60 Qatar 0,60 0,61 0,63 8 Suecia 0,79 0,80 0,81
112 Haití 0,42 0,45 0,47 59 Montenegro 0,61 0,62 0,62 7 Australia 0,79 0,80 0,81
111 Rep. Dem. Popular Lao 0,43 0,45 0,47 58 Bosnia y Herzegovina 0,61 0,62 0,63 6 Irlanda 0,79 0,81 0,82
110 Gabón 0,43 0,45 0,48 57 Costa Rica 0,61 0,62 0,63 5 Finlandia 0,80 0,81 0,82
109 Guatemala 0,44 0,46 0,47 56 Albania 0,61 0,62 0,63 RAE de
108 Vanuatu 0,45 0,47 0,48 55 Malasia 0,61 0,62 0,63 4 Hong Kong, China 0,81 0,82 0,83
107 Myanmar 0,46 0,47 0,49 54 Omán 0,61 0,62 0,63 3 Japón 0,83 0,84 0,85
106 Bangladesh 0,47 0,48 0,49 53 Turquía 0,61 0,63 0,64 2 Corea, Rep. de 0,83 0,84 0,86
105 Kiribati 0,45 0,48 0,50 52 Mauricio 0,60 0,63 0,65 1 Singapur 0,87 0,88 0,90
104 Egipto, Rep. Árabe de 0,47 0,49 0,50 51 Mongolia 0,60 0,63 0,65
ICH < 0,40 0,40 ≤ ICH < 0,50 0,50 ≤ ICH < 0,60 0,60 ≤ ICH < 0,70 0,70 ≤ ICH < 0,80 0,80 ≤ ICH
E
l ICH mide la cantidad de capital humano que un niño que nace hoy
puede esperar alcanzar a los 18 años, teniendo en cuenta los riesgos de
mala salud y educación deficiente que existen en el país en el que vive.
El índice sigue la trayectoria de un niño que nace hoy desde su
nacimiento hasta la edad adulta. En los países más pobres del mundo, el riesgo
de que el niño no sobreviva hasta cumplir 5 años es significativo. Y, aun si llega
a la edad escolar, existe el riesgo de que no comience la escuela y, más aún,
de que no complete el ciclo de 14 años de escolarización (desde el preescolar
hasta el grado 12), que es la norma en los países ricos. Además, el tiempo que
pasa en la escuela puede reflejarse de manera dispar en el aprendizaje, según la
calidad de los docentes que tenga y las escuelas a las que asista. Cuando llega a
los 18 años, lleva ya consigo los efectos duraderos de la mala salud y nutrición
que haya experimentado en la niñez y que limitarán sus habilidades físicas y
cognitivas en su vida adulta.
El ICH ilustra de forma cuantitativa las etapas clave de esta trayectoria y sus
consecuencias para la productividad de la próxima generación de trabajadores,
mediante tres componentes:
Componente 1: Supervivencia. Este componente del índice refleja la triste
realidad de que no todos los niños que nacen hoy sobrevivirán hasta la edad en
la que comienza el proceso de acumulación de capital humano a través de la
educación formal. Se mide utilizando la tasa de mortalidad de niños menores
de 5 años (gráfico A.1, panel a), de la que la tasa de supervivencia hasta los
5 años es complemento.
Componente 2: Escolarización. En este componente del índice se combina
información sobre la cantidad y la calidad de la educación.
• La cantidad de educación se mide por el número de años de escolarización
que se puede esperar que un niño haya completado a los 18 años dados los
patrones predominantes de las tasas de matriculación (gráfico A.1, panel b).
El valor máximo posible es 14 años, que corresponde al tiempo máximo de
escolarización que alcanza a los 18 años un niño que comenzó el preescolar
a los 4. En los datos, los años esperados de escolarización oscilan entre
aproximadamente 4 y cerca de 14.
• La calidad de la educación refleja la labor desarrollada recientemente por el
Banco Mundial para armonizar las calificaciones de las principales pruebas
internacionales de rendimiento escolar y obtener una unidad de medida
de los resultados del aprendizaje armonizados (RAA)2. Los RAA se miden
en unidades del programa de evaluación denominado TIMSS y van desde
cerca de 300 hasta aproximadamente 600 en los distintos países (gráfico A.1,
panel c).
Las calificaciones de las pruebas se utilizan para convertir los años esperados
de escolarización en años de escolarización ajustados en función del aprendizaje
(gráfico A.1, panel d). Este último valor se obtiene multiplicando los años
esperados de escolarización por el cociente entre el puntaje obtenido en las
pruebas y 625, calificación que corresponde al parámetro de referencia del TIMSS
para el nivel avanzado del desempeño3. Por ejemplo, si los años esperados de
escolarización de un país son 10 y la calificación promedio en las pruebas es 400,
el país tiene 10 × (400/625) = 6,4 años de escolarización ajustados en función del
aprendizaje. La diferencia entre 10 y 6,4 representa una brecha de aprendizaje
equivalente a 3,6 años de escolarización.
Componente 3: Salud. No hay ninguna medición única de la salud que se
considere extensamente aceptada, que se pueda medir de manera directa y
34
El Índice de Capital Humano: Metodología | 35
12
95
10
Años
8
90
85 4
6 8 10 12 6 8 10 12
Logaritmo del PIB real per cápita Logaritmo del PIB real per cápita
(a valores de la PPA) (a valores de la PPA)
10
500
8
Años
6
400
300 2
6 8 10 12 6 8 10 12
Logaritmo del PIB real per cápita Logaritmo del PIB real per cápita
(a valores de la PPA) (a valores de la PPA)
90
Porcentaje de niños
80
80
70
60
60
50 40
6 8 10 12 6 8 10 12
Logaritmo del PIB real per cápita Logaritmo del PIB real per cápita
(a valores de la PPA) (a valores de la PPA)
Fuente: Véase la sección “Notas sobre los datos del ICH”, al final de este apéndice.
Nota: PIB = producto interno bruto; PPA = paridad de poder adquisitivo.
36 | PROYECTO DE CAPITAL HUMANO
Metodología de agregación
Para combinar los componentes del ICH en un único índice, primero se los
convierte en contribuciones a la productividad4. La multiplicación de estas
contribuciones a la productividad da como resultado el ICH general. Este índice
resume cuán productivos serán los niños que nacen hoy como miembros de
la fuerza laboral en el futuro, en función de los riesgos a la educación y la
salud que se resumen en los componentes. El ICH se mide en unidades de
productividad en relación con un parámetro de referencia correspondiente a
educación completa y plena salud.
En el caso de la supervivencia, la interpretación de la productividad relativa
es tajante: los niños que no sobreviven a la infancia nunca se convierten en
adultos productivos. Como resultado, la productividad que se espera que
un niño nacido hoy alcance como futuro trabajador se reduce aplicando un
factor equivalente a la tasa de supervivencia, en relación con el parámetro
correspondiente a una situación en la que todos los niños sobreviven.
En lo que respecta a la educación, la interpretación de la productividad relativa
se basa en la gran cantidad de estudios empíricos que miden los beneficios de la
educación en el nivel individual. El consenso aproximado que puede extraerse
de estos trabajos es que un año adicional de escolarización da como resultado
un incremento en las ganancias cercano al 8 %5. Esto puede utilizarse para
convertir las disparidades en los años de escolarización ajustados en función
del aprendizaje de los distintos países en diferencias en la productividad de los
trabajadores. Por ejemplo, en comparación con un parámetro de referencia en
el que todos los niños han completado los 14 años de escolarización cuando
cumplen 18, cabe esperar que un niño que asiste solo 9 años a la escuela sea
un 40 % menos productivo en la adultez (la diferencia de 5 años de educación
multiplicada por un 8 % por cada año).
En el caso de la salud, la interpretación de la productividad relativa se basa
en los estudios empíricos que miden los beneficios económicos de la buena
salud en el nivel individual. La principal dificultad en estos trabajos radica en
que no hay ningún indicador que pueda medirse directamente y resuma los
diversos aspectos de la salud que inciden en la productividad. En los estudios
El Índice de Capital Humano: Metodología | 37
Salud = e
(γ TSA × ( Tasadedelossupervivencia
adultos
−1) + γ Retraso del × (
crecimiento
Tasa de niños sin
retraso del crecimiento ) .
−1) /2
(4)
38 | PROYECTO DE CAPITAL HUMANO
un niño que nace hoy será solo la mitad de productivo de lo que podría ser si
recibiera educación completa y gozara de plena salud.
Todos los componentes del ICH se miden con algún margen de error, y
naturalmente esta incertidumbre tiene consecuencias para la precisión del
ICH general. A fin de plasmar esta imprecisión, las estimaciones del ICH de
cada país van acompañadas de un límite superior y uno inferior que reflejan la
incertidumbre en la medición de los componentes del índice. Para establecer estos
límites, se recalcula el ICH utilizando las estimaciones que corresponden a los
límites inferior y superior de los componentes. Los límites son una herramienta
para poner de relieve frente a los usuarios que los valores estimados del ICH
de los países están sujetos a incertidumbre, reflejo a su vez de la incertidumbre
en los componentes. En los casos en que los intervalos establecidos para dos
países se superponen, no debe concederse demasiado peso a las diferencias
entre las estimaciones del ICH de dichos países, dado que son pequeñas en
relación con la incertidumbre acerca del valor del propio índice. De este modo
se busca evitar que la discusión se centre en las pequeñas diferencias entre los
lugares que ocupan los países en la clasificación del ICH y generar en cambio
debates más fructíferos acerca del nivel del ICH y lo que esto implica para la
productividad de los futuros trabajadores.
Otra característica del ICH es que puede desagregarse por género en los
países que disponen de datos desglosados para todos los componentes del
índice. Las diferencias de género más pronunciadas se observan en las tasas
de supervivencia hasta los 5 años, de supervivencia de los adultos y de retraso
del crecimiento, en las que las niñas, en promedio, muestran resultados
más favorables que los varones en casi todos los países. La cantidad de años
esperados de escolarización es mayor entre las niñas que entre los varones
en aproximadamente las dos terceras partes de los países, al igual que las
calificaciones de las pruebas. En términos generales, los puntajes del ICH son
más altos en las niñas que en los varones en la mayoría de los países.
En el ICH se utilizan los beneficios de la educación y la salud para convertir los
indicadores correspondientes a esos sectores en diferencias en la productividad
de los trabajadores. Cuanto más altos sean esos beneficios, más grandes serán las
diferencias en la productividad. La magnitud de los beneficios también influye
en las contribuciones relativas de la educación y la salud al índice general. Por
ejemplo, si los beneficios de la educación son altos y los de la salud son bajos,
las diferencias en la educación de los distintos países representarán una mayor
proporción de las diferencias entre los índices. Si bien la modificación de los
supuestos acerca de los beneficios de la educación y la salud provocará cambios
en las posiciones relativas de los países en el índice, en la práctica esos cambios
son pequeños porque los indicadores de salud y educación están fuertemente
correlacionados en todos los países8.
elasticidad del producto respecto del capital físico. Para analizar el modo en que
los cambios en el capital humano pueden afectar los ingresos a largo plazo, se
reescribe la función de producción:
α
1
kf 1−α
y= A 1−α kh . (6)
y
Limitaciones
Al igual que todos los demás instrumentos de comparación entre países, el
ICH tiene limitaciones. Algunos de sus componentes (véase el cuadro A.1),
como el retraso del crecimiento y las calificaciones de las pruebas, se miden con
muy poca frecuencia en algunos países y nunca en otros. Los datos referidos
a los puntajes de las pruebas provienen de distintos programas de evaluación
internacionales que deben convertirse a unidades comunes, y la edad de
quienes se someten a esas pruebas y los temas que estas abarcan varían según
el programa. Asimismo, es posible que los puntajes no reflejen con precisión la
calidad de todo el sistema educativo de un país, en los casos en que los alumnos
que rinden las pruebas no sean representativos de toda la población estudiantil.
Aún no existen mediciones confiables de la calidad de la educación terciaria,
a pesar de su importancia para la formación de capital humano en un mundo
que cambia con rapidez. Los datos sobre tasas de matriculación necesarios para
estimar los años esperados de escolarización a menudo presentan numerosos
baches y se informa sobre ellos con demoras significativas. Las habilidades
socioconductuales no se registran explícitamente. Las tasas de supervivencia de
los niños y adultos se estiman de manera imprecisa en los países donde no hay
registros de estadísticas vitales o estos están incompletos.
Uno de los objetivos del ICH es dirigir la atención a estas deficiencias en
los datos e impulsar medidas para subsanarlas. Mejorar los datos llevará
tiempo. Mientras tanto, y en reconocimiento de estas limitaciones, el ICH debe
interpretarse con cautela. Brinda estimaciones aproximadas del modo en que
la educación y la salud de la actualidad configurarán la productividad de los
futuros trabajadores, pero no es una medición con una graduación precisa que
42 | PROYECTO DE CAPITAL HUMANO
lo son. Por ejemplo, las calificaciones del PISA de 2009 y 2012 para China se
basan solo en los datos correspondientes a Shanghái, y las de 2015, en datos
sobre Beijing, Guangdong, Jiangsu y Shanghái11. En el ICH se utiliza para China
una estimación extrapolada de los puntajes de las pruebas representativos a
nivel nacional que se describe en el trabajo de Patrinos y Angrist (2018). En
varios países, las EGRA no son representativas de todos los estudiantes y se
identifican como EGRANR en la documentación de los datos.
Los puntajes de las pruebas se convierten a unidades del TIMSS, que
corresponden aproximadamente a una media de 500 y a una desviación estándar
de 100 puntos entre los estudiantes. El método de armonización se basa en el
cociente entre el puntaje promedio que obtiene un país en cada programa y el
puntaje correspondiente en el programa de pruebas numerario para el conjunto
de países que participa tanto en el programa numerario como en el otro. Por
ejemplo, tomemos el conjunto de países que participa tanto en las evaluaciones
del PISA como en las del TIMSS. El cociente entre los puntajes promedio del
PISA y las calificaciones promedio del TIMSS para este conjunto de países da
como resultado un factor que permite convertir los puntajes del PISA en los del
TIMSS y que a su vez puede utilizarse después para convertir los puntajes del
PISA de todos los países a calificaciones del TIMSS. Los países comunes a las dos
evaluaciones se denominan “doblones”; el factor de conversión resultante es el
“índice doblón”, y los puntajes de las pruebas medidos en unidades comunes
son los “resultados del aprendizaje armonizados”. En la versión de los datos
utilizados aquí, el índice doblón se calcula combinando todas las observaciones
de este grupo de países entre 2000 y 2017 y, por lo tanto, es constante en
el tiempo. Esto garantiza que las fluctuaciones de los puntajes armonizados
de las pruebas correspondientes a un mismo país y a un mismo programa de
evaluación reflejen solo los cambios en los puntajes propiamente dichos y no
en el factor de conversión entre evaluaciones12.
Los puntajes de las pruebas se armonizan por tema y grado, y luego se
promedian los de todos los temas y grados. En el ICH se utilizan las pruebas
más recientes disponibles de cada país13.
Los intervalos de incertidumbre de los RAA se construyen con el método de
bootstrapping. Patrinos y Angrist (2018) toman 1000 extracciones aleatorias de
la distribución de los puntajes promedio por tema y grado para cada evaluación
de su conjunto de datos. Luego elaboran los índices doblones y calculan los
RAA de cada muestra de bootstrap. Los percentiles 2,5 y 97,5 de la distribución
de los RAA resultantes en las muestras de bootstrap forman los límites inferior y
superior del intervalo de incertidumbre para los RAA.
Naciones Unidas recoge esta información para períodos de cinco años, por lo cual
se interpola luego para llegar a las estimaciones anuales. Para medir esta tasa es
necesario disponer de información sobre las tasas de mortalidad por edad. Si bien
estos datos son de fácil acceso en los países que cuentan con registros sólidos de
las estadísticas vitales, en la cuarta parte más pobre de los países, esta información
está incompleta o es inexistente. En tales sitios, la División de Población de
las Naciones Unidas estima las tasas de mortalidad por edad vinculando los
escasos datos disponibles con tablas modelo que reflejan el patrón habitual de la
distribución de muertes por edad.
Si bien las estimaciones primarias de mortalidad, así como el proceso para
modelar los datos, presentan incertidumbre, los intervalos de incertidumbre no
se consignan en los datos, sino que se utilizan los intervalos de incertidumbre
consignados en el proceso de modelación de la CMM para las tasas de
supervivencia de los adultos14. Las estimaciones puntuales de estos dos
conjuntos de datos son bastante similares para la mayoría de los países. La
relación entre el límite superior (inferior) y la estimación puntual de la tasa de
supervivencia de los adultos de los datos de la CMM se aplica a la estimación
puntual de la tasa correspondiente a los datos de las Naciones Unidas para
obtener el límite superior (inferior).
Alcance
Los datos del ICH se consignan en los cuadros 2 y A.1 y corresponden a 157 países
miembros del Banco Mundial y sus territorios, así como a la Ribera Occidental
y Gaza. No se incluyen datos del ICH para algunos de los países miembros
en los que actualmente el Banco Mundial no realiza trabajo operacional. Por
último, no pueden calcularse los puntajes del ICH para 33 países miembros del
Banco Mundial que no participan en ninguno de los programas internacionales
de evaluación en los que se basan los resultados del aprendizaje armonizados.
El Índice de Capital Humano: Metodología | 49
Notas
1. El apéndice contiene un resumen de la metodología utilizada para calcular el
ICH. Para obtener más información, véase el trabajo de Kraay (2018), en el que
se basa este apéndice.
2. La metodología empleada para armonizar los puntajes de las evaluaciones se
detalla en Altinok, Angrist y Patrinos (2018), y en Patrinos y Angrist (2018).
3. Esta metodología fue introducida por el Banco Mundial (2018) y elaborada en
mayor profundidad en el trabajo de Filmer y otros (2018).
4. Este enfoque se ha utilizado ampliamente en la bibliografía referida a la
contabilidad del desarrollo (por ejemplo, Caselli [2005], y Hsieh y Klenow
[2010]). El enfoque referido a la salud se basa en gran medida en el trabajo de
Weil (2007). Galasso y Wagstaff (2016) aplican un marco similar para medir los
costos del retraso del crecimiento.
5. Esta metodología fundamental es obra de Mincer (1958). Véanse en Montenegro
y Patrinos (2014) las estimaciones recientes de los beneficios de la educación
en distintos países.
6. Por ejemplo, véanse Case y Paxson (2008), y Horton y Steckel (2011).
7. Para más detalles, véanse Weil (2007) y Kraay (2018), sección A3 y las referencias
que la acompañan.
8. Para más detalles, véase Kraay (2018), sección A4.
9. Véase Carga Mundial de Morbilidad (CMM), Instituto de Evaluación y Mediciones
de Salud, Universidad de Washington, Seattle, http://www.healthdata.org/gbd.
10. Para obtener más detalles sobre estas diferencias, véase Kraay (2018),
sección A2.
11. En India, se tomaron las evaluaciones del PISA en dos estados (Himachal Pradesh
y Tamil Nadu). Sin embargo, una comparación con los puntajes de todos los
estados del país contenidos en la Encuesta Nacional de Desempeño (END)
de 2012/13 sugiere que el puntaje promedio de la END para estos dos estados
es muy similar al puntaje nacional promedio de la END, lo que indica que
es probable que los puntajes del PISA de 2009 sean aproximadamente
representativos de toda India (véase Patrinos y Angrist [2018]).
12. La excepción son las rondas del PASEC de 2007 y 2014, que no fueron diseñadas
para ser intertemporalmente comparables y en las cuales de todos modos había
países doblones distintos.
13. Para más detalles, véase Kraay (2018), sección A3.
14. Véase Carga Mundial de Morbilidad (CMM), Instituto de Evaluación y Mediciones
de Salud, Universidad de Washington, Seattle, http://www.healthdata.org/gbd.
15. Véase UNICEF-WHO-World Bank Joint Child Malnutrition Estimates, 2018 edition
(base de datos), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Nueva York,
https://data.unicef.org/resources/jme/.
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Case, Anne, and Christina H. Paxson. 2008. “Stature and Status: Height, Ability,
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