Introducción Estrategia de Jesús

Roma, Italia
3.30-31.19
INTRODUCCIÓN A LA
ESTRATEGIA DE JESÚS
Obispo Elías Páez

INTRODUCCIÓN
La Iglesia, como cuerpo de Cristo en la
Tierra (1ª Corintios 12.27), tiene la tarea
ineludible de ir y hacer discípulos; es
decir, su asunto principal es convertirse
en un cuerpo discipulador de almas
para el Reino de Dios.
INTRODUCCIÓN
Por años, la Iglesia ha estado inmersa 
en infinidad de tareas o actividades 
que la mantienen demasiado ocupada.
Se trabaja, pero sin los resultados
esperados; en muchos casos con
resultados escasos. ¿Por qué pasa esto?
INTRODUCCIÓN
La respuesta es sencilla. Gran parte
del esfuerzo que la Iglesia hace, no
está enfocado en la misión que le fue
encomendada, de ir y hacer discípulos.
Mateo 4.19 dice: “Venid en pos de mí,
y os haré pescadores de hombres.”
INTRODUCCIÓN
La Estrategia de Jesús —en adelante,
EDJ— es un modelo que tiene como
objetivo re-dirigir a la Iglesia en su
misión y ministerio, para que llegue a
cumplir los propósitos para los que fue
fundada por nuestro Señor Jesucristo.
INTRODUCCIÓN
Juan 15.8 dice: “En esto es glorificado mi
Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis
así mis discípulos.”
Los cuatro propósitos de la EDJ hacen que el
nuevo creyente tenga una misión y un
ministerio, para que pueda cumplir su llamado
de llevar mucho fruto y ser así un discípulo.
INTRODUCCIÓN
Esta idea surge del Evangelio de Marcos,
capítulo 4, donde el Señor afirma que el 
Reino de Dios es “como cuando un 
hombre echa semilla en la tierra.”
Así como la planta nace, crece, madura y 
se multiplica, el creyente se desarrolla en 
el Reino de Dios:
INTRODUCCIÓN
“Así es el reino de Dios, como cuando un hombre
echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta,
de noche y de día, y la semilla brota y crece sin
que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la
tierra, primero hierba, luego espiga, después
grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está
maduro, en seguida se mete la hoz, porque la
siega ha llegado.” Marcos 4.26–29.
INTRODUCCIÓN
Estas son las cuatro etapas necesarias del
desarrollo de una siembra, a fin de que se consiga
una gran cosecha. En la EDJ, hemos puesto estas
etapas como propósitos a alcanzar en el desarrollo
de las nuevas almas; para que, siguiendo las
enseñanzas de Jesús, cada nuevo creyente de
nuestra iglesia pueda NACER (brotar), CRECER,
MADURAR y MULTIPLICARSE (cosecha).
INTRODUCCIÓN
La EDJ pretende poner herramientas en las manos
de líderes con hambre de ser más efectivos en las
manos de Dios en el cumplimiento de su misión y
ministerio dentro del Reino de Dios. La EDJ tiene:
UNA VISIÓN: Ser la Iglesia del Nombre de
Jesucristo que convierte a su comunidad al Reino
de Dios a través de los Propósitos de la EDJ.
INTRODUCCIÓN
UNA MISIÓN: Proclamar el Evangelio de Jesucristo
para que la gente crea en Él, nazca de nuevo,
crezca en relación con el cuerpo de Cristo, madure
en su servicio a Dios y se multiplique teniendo una
misión y un ministerio en el Reino de Dios.
UNA META: Llevar a los perdidos a Jesucristo a
través de los propósitos de la EDJ.
INTRODUCCIÓN
I. ENFOCAR A LA IGLESIA. La EDJ, al actualizar la
visión, pretende dar dirección correcta a la Iglesia para
que vuelva a su tarea o misión principal, que es ganar
al mundo para Jesucristo (Marcos 16.15).
Los programas de la iglesia tradicional fueron buenos
en su tiempo, pero actualmente ya no producen los
resultados deseados en la tarea o misión de la Iglesia,
que es hacer discípulos.
INTRODUCCIÓN
II. TENER UNA VISIÓN CLARA. Toda organización tiene
una visión para desarrollar sus propósitos y planes; pero
es alarmante que, con bastante frecuencia, las iglesias
de hoy no tengan una visión clara de cómo hacer
discípulos. Cada quien a su gusto o entender, pretende
cumplir su misión con resultados muchas veces
desastrosos y en algunos casos hasta contrarios a los
esperados, con iglesias que caen en el decrecimiento.
INTRODUCCIÓN
LUCAS 10.1:
“Después de estas cosas, designó el Señor
también a otros setenta, a quienes envió
de dos en dos delante de él a toda
ciudad y lugar adonde él había de ir.”
INTRODUCCIÓN
III. REVIVIR LA PASIÓN. La Iglesia nació desde 
el libro de los Hechos con una gran pasión por 
llevar las nuevas de Jesucristo a todo el mundo
(Hechos 1.8). En su propio origen, en el Aposento
Alto en Jerusalén, el Espíritu Santo tomó la boca 
de 120 —mediante las nuevas lenguas— para que
evangelizaran a miles de almas que participaban 
del Día de Pentecostés.
INTRODUCCIÓN
A muchos les fue revelado Jesucristo y sólo aquel
día se produjo una cosecha de 3,000 mil almas
(Hechos 2.38–41).
IV. DEJAR DE CULPAR A DIOS. Cuando no se tiene
una visión clara, se dejan los resultados “en las manos
de Dios”; se dice: “Que vengan a la iglesia los que Dios
quiera”. En otras palabras: “Yo no traeré a nadie.”
INTRODUCCIÓN
Esto es una verdad a medias pues, aunque es cierto
que Dios es quien da el crecimiento, Él no vendrá 
a sembrar nuestra tierra. “El crecimiento lo ha 
dado Dios” dice 1ª Corintios 3.6; pero antes dice:
“Yo planté, Apolos regó”. Por lo tanto, que la
semilla pueda nacer es cosa del Señor, pero la 
tarea de sembrar y cuidar la siembra para ver
resultados ¡es nuestra!

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