CAP 02 Proteccion Direccional de Sobrecorriente
CAP 02 Proteccion Direccional de Sobrecorriente
CAP 02 Proteccion Direccional de Sobrecorriente
6.1 INTRODUCCIÓN
de la de tiempo definido). La protección 2 debe ser más rápida que la 3 para la falla F’ y más lenta que
ella para la falla F’’, lo cual es imposible de cumplir. Un análisis semejante referente a la sensibilidad de
los primeros y segundos escalones de la protección de sobrecorriente de tiempo definido revela que puede
ser insuficiente.
Figura 6.1
La adición de relés direccionales en las protecciones de la red, cuyas direcciones de operación son las
indicadas por las flechas en la Figura 6.1a, resuelve estos problemas. La protección 3 no responde al
De acuerdo con su direccionalidad, las protecciones de la red de la Figura 6.1a, se dividen en dos grupos:
2, 4, 6 y 5, 3, 1. Las protecciones del primer grupo pueden operar solamente para cortocircuitos que
ocurran a la izquierda de su punto de ubicación, mientras que las del segundo grupo lo hacen para
cortocircuitos a su derecha. Esto da la posibilidad de seleccionar los parámetros de ajuste en forma
independiente para las protecciones de cada grupo, como si estuvieran instaladas en una red radial.
La dirección de la potencia del cortocircuito se caracteriza por los ángulos de desfase entre las corrientes y
las tensiones; así por ejemplo para la protección 3 de la Figura 6.1a, la tensión en la barra B no cambia
apreciablemente su ángulo de fase para las fallas F’ y F’’ (pues en cada caso se calcula como la f.e.m de
una de las fuentes de generación, menos la caída de tensión por impedancia hasta el punto de la falla),
mientras que la corriente que pasa por la protección tiene ángulos de fase que difieren en unos 180º para
ambas fallas, como se aprecia en la Figura 6.1b. Por lo tanto, un relé direccional ubicado en la protección
3, que responda al ángulo de fase entre la tensión VB y la corriente de cortocircuito, discrimina entre las
fallas en la línea protegida BC y las fallas en AB, sobre la base de las diferentes direcciones de la potencia
de cortocircuito en uno y otro caso.
La potencia aparente que fluye a través del punto de ubicación de la protección puede expresarse en
términos de las tensiones y corrientes totales de fase, de la siguiente forma:
* *
S* V I V I V (6.1)
I
a a b b c c
En función de las componentes simétricas de tensión y corriente, la potencia aparente de cortocircuito
también puede expresarse como:
*
S 3(V I V I* V I* ) (6.2)
a1 a1 a2 a2 a0 a0
Las Ecuaciones 6.1 y 6.2 sugieren la posibilidad de conectar los relés direccionales a las tensiones y
corrientes totales (lo que se hace para la protección contra las fallas trifásicas y bifásicas), ó a las tensiones
y corrientes de una determinada componente de secuencia (la conexión más común es a las tensiones y
corrientes de secuencia cero, para la protección contra fallas a tierra).
Para cortocircuitos trifásicos simétricos solamente fluye potencia de secuencia positiva S , 1cc
cc
todos los neutros del sistema la potencia de secuencia negativa es igual a cero, S 2 0 . Por
cc
Para cortocircuitos a tierra aparecen componentes de las tres secuencias. En el punto de falla
cc
secuencia negativa, fluyen del punto de falla hacia aquellos neutros del sistema con los que hay conexión
eléctrica en la red de secuencia cero.
En resumen, puede considerarse que para las fallas asimétricas, la potencia de secuencia positiva está
dirigida de las fuentes de alimentación hacia el punto de falla; una parte de esa potencia continúa hacia los
neutros de las cargas, y el resto se transforma en el punto de falla en potencias de secuencias negativa y
cero, que se dirigen, respectivamente del punto de falla hacia los neutros aterrizados en la red de secuencia
cero.
Las consideraciones anteriores deben tenerse en cuenta al seleccionar el tipo de relé direccional y su
conexión para cada aplicación. Así por ejemplo, para la protección contra cortocircuitos trifásicos y
bifásicos el relé direccional debe operar cuando la potencia total (al igual que la de secuencia positiva)
está dirigida hacia la línea protegida; por el contrario, para la
protección contra cortocircuitos a tierra, la operación debe ocurrir cuando la potencia de secuencia cero
fluye de la línea protegida hacia el punto de ubicación de la protección. No obstante, para simplificar las
explicaciones, en lo sucesivo se considerará como dirección de disparo de la protección direccional, la del
flujo de potencia hacia la línea protegida, ya que con la conexión del relé se resuelve lo referente a las
particularidades de la dirección de cada componente simétrica de la potencia.
Antes de tratar los tipos de protecciones, conviene presentar la simbología normalizada según ANSI /
IEEE e IEC.
SIMBOLOGÍA
📋 De Tiempo Inverso
En la Figura 6.2 se muestra el diagrama de bloques de una protección direccional de sobrecorriente de tres
escalones, para una fase de una línea compuesta por tres relés de sobrecorriente instantáneos, un relé
auxiliar intermedio, dos relés de tiempo, tres relés de señalización y un relé direccional, que recibe señales
de tensión y corriente de los transformadores de instrumentación (PTs y CTs). La conexión del esquema
es tal que en el canal correspondiente a cada escalón solamente se origina la señal de disparo del
interruptor, si operan el relé direccional y los relés de sobrecorriente auxiliar y de tiempo de ese escalón.
En la Figura 6.3a se muestra el esquema de una red con alimentación en varios puntos, que puede servir
como base para el análisis del método de cálculo de los parámetros de ajuste de los distintos escalones,
para el caso de la protección de fase.
Figura 6.2
Tal como se señaló en el epígrafe anterior, las protecciones direccionales se forman en dos grupos, cuyos
parámetros de ajuste son relativamente independientes. Los criterios que se siguen para el cálculo de esos
parámetros son semejantes a los vistos en el epígrafe 5.3.2.1 para las protecciones de sobrecorriente de
tiempo definido, pero hay algunas particularidades dadas por la direccionalidad de la protección y por
tratarse de una red con más de una fuente de generación. A continuación se analizan estas
particularidades y se discuten las posibilidades de omitir el relé direccional, así como las ventajas
especificas que representa su utilización.
Primer Escalón
En la Figura 6.4 se muestran las curvas Icc1 f (𝑙) e Icc 2 f (𝑙) correspondientes a las
corrientes de cortocircuito que pasan por las protecciones 1 y 2 de la Figura 6.3a en sus respectivas
direcciones de disparo.
Figura 6.4
Los primeros escalones de las protecciones 1 y 2 podrían en principio no ser direccionales. En este caso, la
corriente de arranque para ambos puede ser superior a la mayor de las corrientes de cortocircuito para falla
externa, que en este caso es la de la barra B y se tiene que:
I I I
I ap K I cc (6.3)
nd 1 B
Donde:
I I
apnd
= Corriente de arranque de la protección direccional n en el primer escalón.
El valor de kI se toma entre 1.2 y 1.3 para tener en cuenta los errores en los transformadores de
corriente y los relés, así como la posible operación incorrecta de éstos debido a la componente aperiódica
de la corriente de cortocircuito.
I I
nd para falla en cualquier punto de la línea. Si la protección 2 se hace direccional, su
ap cc
2
primer escalón puede ser más sensible:
I
I ap 2 I I (6.4)
K I cc 2A
del primer escalón, ya que la corriente I osc que circula durante la oscilación puede ser incluso
mayor que la de cortocircuito.
Figura 6.5
Segundo Escalón
Pueden considerarse dos casos en esta situación. El primero de ellos es el de un cortocircuito en la línea
adyacente (por ejemplo, en la línea BC de la Figura 6.3a para el caso de la protección 1), que es
el cortocircuito que se plantea para asegurar que el segundo escalón no se monte sobre los segundos
escalones de las protecciones adyacentes (ecuación 5.6).
el coeficiente de distribución de corriente KC, que para el caso analizado está dado por:
K c BC
Icc
AB
(6.6)
Icc
BC
Y es menor que la unidad. Hay casos en que el coeficiente puede ser mayor que la unidad, como por
ejemplo, cuando en la sección BC hay varias líneas en paralelo.
De acuerdo con lo anterior, la expresión 5.6 se modifica, para el caso en que hay fuentes de generación
intermedias, en la forma siguiente:
II
I ap K II
n II c I cc (6.7)
BC n-
K
1
Ecuación 5.6 III KIIIIap Ecuación 5.7 II II
apn
I ap K CC
n -1 n I t máx
El otro caso posible es el de un cortocircuito en la barra de baja tensión del transformador de la
subestación B (Figura 6.3a), que es el que hay que considerar para garantizar que el segundo escalón no
opera en esta situación (ecuación 5.7). En este caso también hay diferencia
Icc (6.8)
K I AB
ct
cc máx
t
Y la expresión 5.7 se modifica, resultando:
II
I ap K II K c Icc (6.9)
n t t max
En el caso de ser conocidos los distintos regímenes de operación del sistema, en las ecuaciones 6.7 y
6.9 deben utilizarse los valores máximos posibles del factor de distribución de
corriente
Kc . Con ello se garantiza el cumplimiento de ambos requerimientos del segundo
t
Tercer Escalón
En la Figura 6.6 se muestran las características T f (𝑙) de los terceros escalones de las
protecciones del sistema de la Figura 6.1a, donde adicionalmente se denominan TA y TD los tiempos de
operación de las protecciones de otros elementos del sistema (líneas ó transformadores), conectados en las
subestaciones A y D respectivamente.
Como puede apreciarse, para un cortocircuito que ocurra en cualquiera de las líneas y fallen los primeros ó
segundos escalones, ocurre la operación selectiva de los terceros escalones. Así por ejemplo, para una
falla en la línea BC ocurre la operación de los interruptores 3 y 4, por la acción de los terceros
escalones de las protecciones correspondientes.
La aplicación de este principio de selección de los tiempos de operación, hace que no todos los terceros
escalones tengan que ser direccionales. En particular, no tiene que ser direccional el tercer escalón que
posea la protección más lenta de la subestación en que está ubicada (pues de todas formas coordina por
tiempo con las restantes, cualquiera que sea su dirección de operación). Este es el caso, en la Figura 6.6,
de las protecciones 1 (T1 > TA), 3 (T3 > T2), 4 (T4 > T5) y 6 (T6 > TD); los restantes terceros
escalones deben ser direccionales.
La corriente de arranque del tercer escalón de la protección de sobrecorriente de tiempo definido debe
determinarse con la aplicación de las expresiones 5.14 y 5.16 , interpretando
como
Ic máx la corriente máxima de carga que circula en la dirección de disparo de la
protección. Además de cumplirse la condición 5.17 deben cumplirse otras dos condiciones especificas
de las protecciones direccionales de sobrecorriente. La primera condición es que la corriente de arranque
del tercer escalón debe ser mayor que la corriente de carga máxima
III
I ap K IIII' c (6.10)
n máx
Esta expresión tiene en cuenta la posibilidad de que se abra algún circuito secundario de los
transformadores de potencial (puede ser por fusión de un fusible de su protección) y la protección pierda
la direccionalidad. Debe aclararse que esta posibilidad no se tiene en cuenta en el caso de las expresiones
5.14 y 5.16, porque es poco probable que ocurra esta situación durante el tiempo reducido, que dura el
proceso transitorio asociado con la desconexión de un cortocircuito exterior ó el recierre exitoso
después de un cortocircuito en la línea propia. En
máxima) pues también se considera poco probable que la apertura del circuito de potencial del relé
direccional, coincida en tiempo con un estado de carga máxima en el sistema; con ello se eleva la
sensibilidad del tercer escalón.
La otra condición que puede ser necesario tener en cuenta, es el valor elevado que puede tener la corriente
en las fases no falladas durante cortocircuitos monofásicos ó bifásicos a tierra. Esta condición puede
predominar sobre todas las anteriores y afectar en gran medida la sensibilidad del tercer escalón; por ello,
en ocasiones en las redes sólidamente aterrizadas se utilizan esquemas en que la protección direccional de
sobrecorriente de fase, se desconecta automáticamente cuando aparecen componentes de corriente de
secuencia cero (indicando que la falla es a tierra); y queda en servicio solamente la protección direccional
contra cortocircuitos a tierra, que no es afectada por la corriente en las fases no falladas.
Ecuación 5.14 K III
K a' III ''
III
I ap IC Ecuación 5.16 I ap K III K a
n máx máx
Kr n IC
III III
Ecuación 5.17 I ap n I ap n -1
Como regla general el tercer escalón de la protección direccional de sobrecorriente no opera
incorrectamente por efecto de las oscilaciones de potencia, ya que T t > t (Figura 6.5);
III r
por ello en la práctica no se tiene en cuenta esta condición para el cálculo de la corriente de arranque del
tercer escalón.
Un aspecto a tener en cuenta en los tres escalones de la protección direccional de sobrecorriente es que,
adicionalmente a la comprobación normal de sensibilidad por corriente, se debe hacer la comprobación de
sensibilidad por tensión del relé direccional. Esto se debe a que para fallas trifásicas en la dirección de
operación y suficientemente cercanas a la protección, la tensión tiende a cero y el relé direccional puede
no operar, con la que la protección deja de hacerlo para el mayor cortocircuito posible. Tal falta de
sensibilidad se caracteriza por la llamada zona muerta de la protección direccional, que es la porción de
línea protegida (cercana a la protección) en la que, para un cortocircuito trifásico, la protección falla por
valor insuficiente de tensión en el relé direccional.
La zona muerta es menos probable en líneas aéreas (por la resistencia del arco) que en cables
subterráneos. Una forma de evitar esta zona muerta es hacer no direccionales los primeros escalones de las
protecciones; hay otras variantes más complejas de solución, pero sólo se utiliza en las protecciones de
distancia, en las que también se presenta este problema.
Figura 6.7
Para el análisis de las particularidades del cálculo de sus parámetros de ajuste puede utilizarse también la
red de la Figura 6.3a, pero en este caso se partirá de la red en malla con una sola fuente de alimentación
mostrada en la Figura 6.8, con lo que de paso se definen las características de este tipo de red, con el
propósito de su protección.
Figura 6.8
En este caso cada protección de la malla debe ser direccional, pues por cada una puede circular corriente
de cortocircuito dirigida hacia la línea protegida, ó desde esa línea, dependiendo de la ubicación de la
falla; la direccionalidad de cada protección se indica mediante flechas en la Figura 6.8. Las excepciones a
esto son las protecciones 5 y e, que no tienen que ser direccionales (se representan por flechas dobles), ya
que para fallas en la barra A, ó en algún elemento conectado a la barra A que no pertenezca a la malla
(línea ó transformador) no circula corriente de cortocircuito, es decir, por esas protecciones sólo puede
circular corriente de cortocircuito dirigida hacia la malla, que es la dirección para la que debe producirse
la operación.
Para el cálculo de los parámetros de ajuste de las protecciones debe tenerse en cuenta que, debido a la
direccionalidad, se tienen dos grupos de protecciones que son los designados por números y letras
respectivamente, en la Figura 6.8. Para cada uno de esos grupos es aplicable en general la metodología de
cálculo de parámetros de ajuste de las protecciones de sobrecorriente de tiempo inverso en sistemas
radiales expuesta en el epígrafe 5.3.2.2 ;
5.3.2.2 Protección de Sobrecorriente de Tiempo Inverso.
asimismo hay que tener en cuenta las consideraciones hechas para las protecciones direccionales de
sobrecorriente de tiempo definido, sobre todo las referentes al primer y tercer escalones, que son
aplicables, respectivamente, a los elementos instantáneos y de tiempo inverso de esta protección.
bifásico con la malla cerrada, que es la condición en que por la protección pasa la menor corriente posible.
a que cuando ocurre una falla junto al interruptor e con éste cerrado, por la protección circula corriente,
hasta que no es disparado por la acción de su propia protección (operación en cascada de ambas
protecciones). No obstante, tal condición puede no ser la de mínima corriente por la protección, ya que
para una falla al inicio de la línea adyacente (junto al interruptor 1) sí circula corriente por la protección 2
aún con la malla cerrada, y esa corriente puede ser menor que la del caso anterior.
Para la determinación de la curva de tiempo de operación de cada relé de sobrecorriente se sigue el
algoritmo descrito en el epígrafe 5.3.2.2, con la particularidad de que los cortocircuitos se plantean con
malla abierta, que es la condición en que pasa la mayor corriente por la protección de respaldo en todos
los casos. Las protecciones 1 y a pueden ser instantáneas, pues para fallas en la barra A ó en las líneas que
no pertenecen a la malla, que salen de esa barra, no circula corriente de cortocircuito por esas
protecciones, mientras la malla esté cerrada, es decir, en las protecciones 1 y a, la selectividad se logra
por corriente en lugar de por tiempo.
Ecuación 5.19 Iccc mín
I kI Ecuación 5.20 k
aPn cmáx a I
aPn
A modo de resumen puede señalarse que en los terceros escalones de las protecciones direccionales de
sobrecorriente de tiempo definido, y en los elementos de tiempo inverso de este otro tipo de protección
direccional de sobrecorriente, es posible garantizar en general, la selectividad para redes con alimentación
bilateral compuestas por una cadena de líneas sencillas (Figura 6.3a), y para redes en malla con una sola
fuente de generación (Figura 6.8). Puede demostrarse que también se puede lograr la selectividad en los
casos en que en la red de la Figura 6.3a haya cualquier número de fuentes de generación, ó en que en la
malla de la Figura 6.8 haya líneas adicionales que unan la barra A (donde está conectada la fuente de
generación) con alguna otra (como por ejemplo la C ó la D). Por el contrarío, no se garantiza la
selectividad cuando en la malla hay más de una fuente de generación, ó cuando hay líneas adicionales que
unen dos subestaciones, en ninguna de las cuales está conectada la fuente de generación (por ejemplo, una
línea entre B y D).
La sensibilidad de estos terceros escalones y elementos de tiempo inverso puede ser difícil de lograr en
redes como la de la Figura 6.3a debido a la necesidad de tener en cuenta en el cálculo de la corriente de
arranque posibles regímenes de sobrecarga por averías. En este sentido es algo más favorable la situación
de la protección de la malla de la Figura 6.8.
Los primeros y segundos escalones de las protecciones direccionales de sobrecorriente de tiempo definido,
así como los elementos instantáneos de las de tiempo inverso, pueden en principio ser direccionales ó no,
pero la direccionalidad por lo general mejora su sensibilidad. Sin embargo, esa sensibilidad puede
verse afectada por la necesidad de considerar en el cálculo de la corriente de arranque el efecto de las
oscilaciones de potencia, en el caso de las redes del tipo de la mostrada en la Figura 6.3a. Además es
necesario tener en cuenta los problemas de sensibilidad de tensión asociados con la zona muerta de la
protección direccional, que pueden estar presentes en ambos tipos de redes.
(90º-φsm ) φr (90ºφsm
(6.11)
)
Donde,
φsm = ángulo de sensibilidad máxima del relé (el cual puede ser ajustable)
φr = ángulo de desfase entre tensión y corriente
Figura 6.9
Y su representación en el plano complejo tiene la forma de la Figura 6.9b. Cuando el esquema de
comparación de fase tiene límites angulares distintos de 90º la característica del relé es la mostrada en la
Figura 6.10b.
Figura 6.10
El ángulo
φr en el plano complejo impedancia es positivo cuando la corriente está en atraso
con respecto a la tensión; por ello, en relés en que la sensibilidad máxima se origina para corriente en
adelanto con respecto a la tensión (como es el caso de los relés direccionales para
protección contra cortocircuitos entre fases), φ 0. En la Figura 6.11a se presenta una
sm
característica angular en el plano impedancia para este caso.
Figura 6.11
variable compleja
Vra en ese plano (donde Vr es el valor de la tensión Vr para la cual se
nominal. Esta característica tiene la misma forma que la correspondiente al plano complejo impedancia.
6.11).
En el caso real, los relés direccionales tienen una sensibilidad finita. La forma en que se alteran las
características angulares en este caso depende de la base constructiva del relé y de su principio de
operación, pero por lo general toman el aspecto que se muestra en la Figura 6.12.
angular tiene un ancho inferior a 180º y tiende a este valor para valores elevados de Vr .
Figura 6.12
toma igual a
φs (en cuyo caso Vr
a
Vr
min
). En el caso ideal del relé direccional
m a
infinitamente sensible, la característica coincide con los ejes de coordenadas. En el caso real su forma
depende de la base constructiva y del principio de operación del relé, Así por ejemplo,
para el relé de inducción electromagnética se tiene que el torque M e esta dado por:
Me kVrIrcos(φr φsm )
(6.12)
Mm (6.14)
Vra Ira
k
Figura 6.13
La ecuación 6.14 constituye una relación funcional hiperbólica que se representa en la Figura
6.13. Si se considera la saturación del circuito magnético, la forma de la característica se
modifica para valores altos de
Ir . En forma análoga pueden obtenerse las características
tensión - corriente de los distintos tipos de relés direccionales estáticos. Por ejemplo, para los relés
basados en puentes de diodos la característica real está compuesta por tres segmentos de recta.
Esta protección, que puede ser de tiempo definido ó de tiempo inverso, se logra al conectar los relés de
sobrecorriente y la bobina de corriente del relé direccional en el neutro de la conexión en estrella de los
transformadores de corriente de la línea protegida, de modo que reciban corriente de secuencia cero; la
bobina de potencial del relé direccional (que por lo general es del tipo tensión - corriente) se alimenta con
la tensión de secuencia cero, obtenida con la conexión estrella aterrizada - delta rota de los
transformadores de potencial, como se muestra en la Figura 6.14.
Figura 6.14
Esta conexión es muy apropiada para discriminar la dirección de la potencia de secuencia cero, pues el
ángulo de fase de la tensión prácticamente no cambia con la ubicación de la falla, mientras que el de la
corriente experimenta un cambio de alrededor de 180º al invertirse la dirección del flujo de potencia.
En algunos países se utilizan también variantes de esta protección en que el relé direccional es del tipo
corriente - corriente. El problema en este caso consiste en encontrar una corriente de secuencia cero cuyo
ángulo de fase no cambie con la ubicación de la falla, de modo que sirva como referencia angular en
sustitución de la tensión de secuencia cero. A continuación se analizan algunas variantes de solución a este
problema.
Si en la subestación en que se origina la línea protegida hay transformadores de dos devanados con
conexión delta - estrella aterrizada, la corriente de secuencia cero se obtiene al conectar un transformador
de corriente en el neutro del transformador de potencia.
Cuando el transformador de potencia es de tres devanados, hay que tener en cuenta todas las corrientes de
secuencia cero. En el caso de transformador con conexión delta - estrella aterrizada y terciario en estrella
aterrizada, la corriente se obtiene con dos transformadores de
corriente conectados en ambos neutros y puestos en paralelo. Si un solo neutro está aterrizado, el
transformador de corriente se conecta en ese neutro.
En los autotransformadores de tres devanados la situación es más compleja, sobre todo cuando una de las
ramas de su circuito equivalente tiene reactancia negativa. Hay algunos relés direccionales especialmente
diseñados para secuencia cero, que tienen tres bobinas en lugar de dos, de magnitudes que
alternativamente sirven como referencia angular. Estos relés se utilizan con frecuencia en las redes con
autotransformadores de tres devanados.
Las protecciones direccionales de sobrecorriente contra cortocircuitos a tierra tienen, con respecto a las de
fase (que se conectan a las tensiones y corrientes totales de fase) las mismas ventajas que se expusieron en
el epígrafe 5.5 para las protecciones no direccionales. A estas se suma el hecho de que los relés
direccionales trababan con mayor precisión cuando están conectados a las tensiones y corrientes de
secuencia cero.
primer escalón de la protección 1 tiene que ser mayor que la corriente de secuencia cero que pasa por la
línea 1 - 2 en las dos condiciones siguientes:
a) Falla a tierra en F (al inicio de la línea adyacente), con la línea 3 - 4 desconectada (interruptores 3
y 4 abiertos) y puesta a tierra en sus dos extremos.
b) Falla a tierra en F’ (al inicio de la línea paralela) y apertura del interruptor 3 por acción de su
protección, antes de la apertura 4 (operación en cascada de las protecciones 3 y 4). En ambos
casos hay que tener en cuenta el efecto de la inducción mutua en el cálculo de la corriente de
secuencia cero de la línea 1 - 2.
5.5 Protección de Sobrecorriente contra Cortocircuitos a Tierra en Sistemas Sólidamente Aterrizados.
Esto es valido también para el elemento instantáneo de la protección direccional de sobrecorriente de
tiempo inverso.
Figura 6.15
II
La corriente de arranque I aP1 del segundo escalón de la protección 1 debe a su vez, ser
mayor que la corriente de secuencia cero en la línea 1-2 en dos condiciones diferentes:
a) Falla a tierra en F´´ (al final de la zona del primer escalón de la línea adyacente), con la línea 3 - 4
desconectada y puesta a tierra.
b) Falla a tierra en F´´´ (al final de la zona del primer escalón de la protección 4) y apertura del
interruptor 3, antes de la apertura de 4.
Tal como se señaló en el epígrafe 5.5 la protección direccional de sobrecorriente contra cortocircuitos a
tierra se utiliza como regla en redes de 34.5 y 115 kV (y en ocasiones de 220 kV) con neutro
sólidamente aterrizado, en los casos de redes con más de una fuente de generación, ó conectadas en malla.
Esta protección es por lo general de tiempo definido, si la protección de fase de la línea es direccional de
sobrecorriente de tiempo definido ó de distancia y es de tiempo inverso cuando la protección de fase es
direccional de sobrecorriente de tiempo inverso.
6.6 CONEXIÓN DE LOS RELÉS DIRECCIONALES
Los esquemas de conexión de los relés direccionales deben asegurar la correcta determinación de la
dirección de la potencia para todos los cortocircuitos a los que la protección debe responder. Para
garantizar la sensibilidad adecuada de la protección es necesario lograr que para estos cortocircuitos el
valor de Vr sea lo mayor posible, y el de φr sea lo más cercano posible a φsm del relé. Existen muchas
variantes de esquemas de conexión de relés direccionales, que en general pueden subdividirse en dos
grandes grupos: los que responden a una de las componentes simétricas de la potencia, y aquellos que lo
hacen a las corrientes y tensiones totales.
Dentro del primer grupo, la variante de conexión más utilizada es la que responde a la potencia de
secuencia cero. Tiene como ventajas la facilidad con que se logran los filtros de tensión y de corriente de
secuencia cero, y el hecho de que la potencia de secuencia cero tiene la dirección única en caso de
cortocircuito de la línea protegida (del punto de la falla hacia el punto de ubicación de la protección), lo
que garantiza una selectividad adecuada. Esta conexión se aplica en las protecciones direccionales de
sobrecorriente contra cortocircuitos a tierra en sistemas sólidamente aterrizados.
Los esquemas de conexión a las corrientes y tensiones totales de las fases responden a todos los tipos de
cortocircuitos; sin embargo, en redes con aterrizaje sólido, al ocurrir fallas asimétricas a tierra los relés de
las fases no falladas pueden operar incorrectamente por efecto de las corrientes de carga ó de
cortocircuito. Por esta razón estos esquemas se utilizan por lo general en tales redes sólo para
cortocircuitos entre fases, y se complementan con protecciones direccionales de secuencia cero. En caso
de fallas a tierra automáticamente puede sacarse de servicio la protección contra cortocircuitos entre fases
para evitar su operación incorrecta.
Los esquemas de conexión a las corrientes y tensiones totales de las fases se conforman por lo general con
tres relés direccionales monofásicos, ó en algunos casos con sólo dos relés. Como alternativas a estos
esquemas se han utilizado otras dos variantes: los relés direccionales trifásicos, que tanto en la versión
electromecánica como en la estática son de gran complejidad; la utilización de un solo relé monofásico,
que se conecta por un elemento de arranque en forma automática a las corrientes y tensiones apropiados
para el tipo de cortocircuito que ha ocurrido. Estas dos variantes no han tenido gran difusión en la
práctica.
A los efectos de facilitar la tarea de conectar los relés direccionales, los terminales de sus circuitos de
corriente y potencial tienen marcas de polaridad, que indican la forma de conectarlos para lograr el
ángulo de sensibilidad máxima dado en la información del fabricante del relé.
De las conexiones la más utilizada es la denominada 90º, en que a cada relé se aplica la corriente de una
fase y la tensión de línea corresponde a las otras fases, es decir:
IrVr
Ia Vbc
Ib Ic Vca Vab
Donde:
Ir = cantidad actuante
Vr = cantidad polarizante
El nombre de la conexión proviene del hecho de que el ángulo de desfase entre la tensión y la corriente de
cada relé, en condiciones de factor de potencia unitario en el sistema protegido es 90º, como puede
apreciarse en la Figura 6.16a.
Figura 6.16
El diagrama fasorial para un cortocircuito trifásico suficientemente alejado del relé se muestra en la
(90º ) 90º
r cc cc
Donde ambos ángulos se toman como positivos cuando la corriente está en atraso con respecto a la
tensión. El ángulo φcc puede variar entre 0º y 90º dependiendo del valor de la impedancia de la línea y la
resistencia de falla. Por ello, el intervalo posible de valores φr es –90º ≤ φr ≤0º. De acuerdo con esto, y
teniendo en cuenta la ecuación
(90º ) (90º )
sm r sm
El valor de φsm (ángulo de torque máximo o sensibilidad máxima) para esta conexión debe seleccionarse
φsm = -45º, que es el que se utiliza en la práctica para esta conexión. Para cualquier cortocircuito bifásico
operan en principio dos relés, por lo que en la práctica pueden utilizarse solamente dos relés con conexión
90º para la protección de una línea trifásica. Hay sin embargo, dos casos en que no es posible omitir el
tercer relé direccional, debido a que de los dos relés que tienden a operar para cada cortocircuito bifásico
hay uno que tiene menor sensibilidad que el otro. Estos casos son: cuando la corriente de carga tiene un
valor apreciable frente a la de cortocircuito, y cuando hay un banco de transformadores con
conexión delta - estrella aterrizada dentro de una zona protegida.
El análisis de la operación de los relés direccionales con conexión 90º, para cortocircuitos monofásicos ó
bifásicos a tierra revela que los relés conectados a las fases no falladas pueden operar incorrectamente por
efecto de las corrientes de carga y de cortocircuito.
Una segunda conexión posible para los relés direccionales que protegen contra cortocircuitos trifásicos y
bifásicos es la conexión 30º, en que a cada relé se aplica una tensión de línea y la corriente de una de las
dos fases propias, o sea:
IrVr
Ia Vac
Ib Ic Vba Vcb
de φsm = 0º en los relés, que resulta difícil de lograr, al menos en los relés direccionales electromecánicos.
Como segundo inconveniente está el hecho de que para los cortocircuitos bifásicos cercanos opera
solamente el relé (en uno de los otros dos relés hay ausencia de tensión, y en el otro de corriente); por ello
en esta conexión es necesario utilizar tres relés monofásicos.
Otra conexión que se ha utilizado para los relés direccionales de protección contra cortocircuitos entre
fases es la denominada conexión 60º, en que a cada relé se le aplica la suma fasorial de dos tensiones de
línea y una de las corrientes de fase, de la siguiente forma:
IrVr
Ia Vbc+Vac
Ib Ic Vca+Vbc Vab+Vcb
En resumen, con respecto a las conexiones de los relés direccionales de protección contra cortocircuitos
entre fases puede concluirse lo siguiente:
a) La denominación de cada conexión está dada por el ángulo de desfase entre la tensión y la
corriente aplicados al relé con factor de potencia unitario.
b) En las conexiones 90º y 60º pueden utilizarse solamente dos relés, pues para cada falla bifásica
operan correctamente los relés conectados a las dos fases falladas. En la conexión 30º es
necesario utilizar tres relés.
c) La utilización de solamente dos relés en lugar de tres es recomendable cuando los dos relés
que corresponden a cada cortocircuito bifásico lo hacen con niveles semejantes de sensibilidad.
Ello ocurre cuando la corriente de carga es despreciable frente a la de cortocircuito, y cuando no
hay bancos de transformadores con conexión delta-estrella aterrizada en la zona protegida.
d) La protección presenta zona muerta solamente para cortocircuitos trifásicos cercanos a los
relés.
e) En caso de cortocircuitos monofásicos ó bifásicos a tierra pudieran operar incorrectamente los
relés de las fases no falladas; es necesario tomar medidas para que esto no conduzca a la
operación incorrecta del esquema completo.
f) La conexión 90º tiene ventajas con respecto a las restantes y es la más utilizada en la práctica.
6.6.2 CONEXIONES PARA RELÉS DIRECCIONALES DE PROTECCIÓN CONTRA
CORTOCIRCUITOS A TIERRA
En la variante más utilizada como se señalo en el epígrafe 6.5, el relé direccional recibe las señales Ir =
3I0 y Vr = 3V0, sirve como protección contra cortocircuitos monofásicos y bifásicos a tierra en sistemas
sólidamente aterrizados.
En la Figura 6.17b se presenta el diagrama fasorial de las magnitudes de secuencia cero para el caso de
Figura 6.17
En la practica, la conexión se hace aplicando al relé en forma invertida la tensión ó la corriente, de modo
que realmente φr está en el intervalo 0< φr < 90º, como se ilustra en la Figura 6.17b, para el caso en que
se ha invertido la tensión. De acuerdo con esto, el valor de φsm del relé debe escogerse también en el
φsm = 70º para tener en cuenta el hecho de que por lo general Z0T no es solamente la impedancia de
secuencia cero del transformador, sino la equivalente de varios transformadores
y líneas que componen la red de secuencia cero para la falla dada, y cuyo ángulo tiene realmente un valor
no muy cercano a 90º. Precisamente la inversión de la tensión ó la corriente en la conexión del relé se
Esta conexión de los relés direccionales de protección contra cortocircuitos a tierra tiene como ventajas la
Generalmente los relés direccionales de protección contra cortocircuitos y una combinación de dos relés,
uno direccional que normalmente es de alta velocidad y un relé de sobrecorriente que normalmente es del
tipo de tiempo inverso; este último es ajustable y es controlado por el direccional, en algunas aplicaciones
el relé direccional de alta velocidad es ajustable a su valor de puesta en trabajo y puede también dar
disparo al interruptor; esta conexión se ilustra en la Figura 6.18.
Figura 6.18
6.7 PROTECCIÓN DE LÍNEAS CON RELÉS DE SOBRECORRIENTE
El primer paso es escoger el ajuste del valor de puesta en trabajo del relé de tal manera que funcione para
todos los circuitos de la línea y que brinde protección de respaldo para cortocircuitos en las líneas
adyacentes.
El ajuste mínimo del valor de puesta en trabajo del relé debe ser a la corriente de falla mínima, a
condiciones de generación mínima, en el extremo más lejano de la línea adyacente. Los relés de fase se
ajustan con la corriente de un cortocircuito línea a línea que es la que presenta un valor menor, pero estos
relés no deben ser sensitivos a las corrientes máximas de carga de la línea; el ajuste para los relés de fase
debe ser al menos dos veces la corriente máxima normal y no menor de 1.5 veces la Imáx. de la línea.
El relé de tierra se debe ajustar con las corrientes en falla monofásica; la corriente de carga no se tiene en
cuenta en estos relés a excepción de los sistemas de distribución en donde existe una fuerte corriente de
Si existen dos ó más líneas adyacentes, la falla debe ser asumida en la línea que ocasione un menor flujo
de corriente por el relé que esta siendo ajustado.
La protección de sobrecorriente y la de fallas a tierra usualmente se aplican juntas bien sea con tres ó dos
relés para protección contra fallas entre fases, y un relé para protección contra fallas a tierra. Cuando el
sistema está sujeto a corrientes de fallas entre fases, el relé de tierra no debería operar pero en ocasiones
sucede que debido a la imprecisión de los transformadores de corriente y a su diferente comportamiento,
la corriente residual tiene un valor tal que puede hacer operar el relé de protección de fallas a tierra
localizado en dicha conexión, especialmente cuando estos relés están localizados en la conexión de un
devanado en delta de un transformador de potencia, ya que en este caso es normal efectuar un ajuste del
relé de tierra porque debe responder solamente para fallas a tierra en dicha conexión sin que sea necesario
tener en cuenta las fallas a tierra en el otro devanado del transformador. En este caso se prefiere entonces
utilizar el relé de sobrecorriente de tierra conectado después de un transformador de corriente de secuencia
cero.
Para los relés de sobrecorriente de fase, los valores de ajuste normales varían en el rango
0.5 – 2.0 IN (corriente nominal).
Para los relés de sobrecorriente de tierra normalmente se encuentran dos rangos de valores de puesta en
trabajo: 0.1 – 0.4 IN y 0.2 – 0.8 IN (valor de la corriente secundaria de los transformadores de corriente),
se recomienda el uso del segundo valor cuando el ajuste necesario es mayor del 20% (con el objeto de
introducir menor calentamiento en el relé). En sistemas en los cuales la resistencia de tierra es alta ó
intencionalmente se reduce el nivel de falla a tierra, se recomienda utilizar el rango de 0.1 – 0.4 IN. Los
relés de tierra se coordinan de una manera similar a los relés de fase, permitiéndose si se desea mayores
valores del factor de coordinación.
En vista de lo anterior ha sido necesario diseñar relés de sobrecorriente de tierra con elementos muy
sensitivos con el objeto de no efectuar ajustes demasiado bajos (por ejemplo con relés electrónicos pueden
obtenerse burdens del orden de 0.005 VA cuando su ajuste es del 0.1 IN.
Usualmente el burden de los relés de sobrecorriente no representa problema para los transformadores de
corriente excepto para los relés de tierra debido a sus bajos valores de ajuste. El burden se puede expresar
por:
VA (Burden) I 2 Z
Donde I es la corriente de ajuste y Z la impedancia de la bobina.
EJEMPLO 6.1:
El segundo paso en el ajuste de los relés del tipo tiempo inverso es el ajuste del tiempo de operación de tal
forma que se obtenga selectividad con los relés de las líneas adyacentes. El ajuste se efectúa con las
corrientes de falla máxima que pueden circular por el relé en condiciones de generación máxima; las fallas
se suponen inmediatamente después del interruptor adyacente. Se debe asumir falla trifásica para ajuste de
relés de fase y falla monofásica para relés de tierra.
El ajuste de tiempo para lograr selectividad se efectúa con condiciones máximas de falla, porque si se
obtiene selectividad bajo estas condiciones también se obtendrá con corrientes menores. En la Figura 6.19
se observa que el espacio en tiempo entre dos curvas incrementa a medida que la corriente de ajuste
disminuye, de esto se concluye que los relés de una cadena
deben tener la misma característica de operación.
Figura 6.19
La diferencia de tiempo debe existir entre los tiempos de operación de dos relés consecutivos para
lograr la correcta selectividad:
T1 = T2 + TI2 + SG1 + F.S.
En donde: T1 = Tiempo de operación del relé que se esta ajustando.
El tiempo de sobregiro o sobre carrera sólo es aplicable para los relés del tipo electromecánico. En los
catálogos de los fabricantes se incluye el tiempo de sobregiro de los relés; en general se puede asumir un
tiempo de 0.1.
El término TI2 + SG1 + F.S. se denomina factor de coordinación, F.C. el cual se determina como
sigue:
Comúnmente se utiliza un factor de 0.30 s para electromecánicos y 0.20 s para estado sólido para efectuar
la coordinación.
La curva de operación del relé se selecciona de tal forma que en el punto de falla máxima exista una
separación entre la curva del relé adyacente y la que se esta seleccionando igual a F.C.
El proceso de selección se ilustra en la Figura 6.20 Se observa en esta figura que se debe empezar a
coordinar desde el punto más alejado de la fuente, obteniéndose que los relés que están más cerca de la
fuente son los que más tiempo requieren para su operación
Figura 6.20
EJEMPLO 6.2:
Para la línea de la Figura 6.21, ajustar la unidad de corriente temporizada en cada relé cuya curva de
operación característica es mostrada en la Figura 6.22, de tal modo que haya coordinación entre las
protecciones para el cortocircuito ubicado.
DATOS:
SOLUCIÓN:
Figura 6.21
ICC 3500
M 2 RTC 2 200 2.91
TAP 6
Se busca en la gráfica característica (Figura 6.22) y se encuentra un tiempo de ajuste para el relé 2:
T2 = 0.4 s
La corriente que vé el relé 2 en la falla es la misma por lo tanto;
ICC 3500
M1 RTC1 200 2.91
TAP 6
El tiempo de respuesta del relé 1 será
T1 = T2 + F.C.
F.C. = Factor de Coordinación = 0.3 s
T1 = 0.4 s + 0.3 s = 0.7 s
Con este tiempo T1 y para M 2.91 se relaciona en la curva característica que TD se debe ajustar el
relé 1 para que haya coordinación entre las protecciones.
Luego para el relé 1 se deberá ajustar el TD en 0.9.
Figura 6.22
6.7.2 SELECCIÓN DE LA CURVA DE OPERACIÓN DE LOS RELÉS
De acuerdo con la construcción del relé, se pueden obtener diferentes tipos de características de
operación, que han sido mencionadas y presentadas.
Efectuar una definición única del tipo de curva que se debe utilizar para cada caso es imposible, pero se
pueden dar las siguientes recomendaciones [ 1 ] que son aplicables a todo nivel de tensión:
☑ Coordinación de fusibles.
☑ Coordinación con corrientes normales momentáneamente altas como la de magnetización inicial
de transformadores (inrush) y arranque de motores (ó reconexión de carga como en circuitos de
distribución).
☑ Cuando no varia mucho la corriente de cortocircuito con los cambios de generación, o sea en
distribución.
☑ Cuando la corriente de cortocircuito varía considerablemente del principio al fin de la línea (ZL
>> ZS).
En términos generales, en sistemas de alta tensión se requiere una característica menos inversa que para
sistemas de distribución ó industriales.
6.7.3 AJUSTE DE LOS RELÉS DE TIERRA CONTRA LOS DE FASE
El ajuste satisfactorio de los relés de sobrecorriente de tierra es por lo general más fácil de efectuar que el
de los relés de sobrecorriente de fase. La razón principal es la impedancia de secuencia cero, la cual
proporciona dos efectos benéficos que son:
Otra simplificación con la protección de tierra es que la puesta en trabajo no tiene que ser mayor que la
corriente de carga, debido a que los relés de tierra no están alimentados durante las condiciones normales
de carga.
Finalmente, un relé de tierra no puede alcanzar a través de una transformación estrella-delta ó delta-
estrella cualquier clase de falla en el otro lado. Esto disminuye el problema de la selectividad debido a que
dichas conexiones restringen el alcance de los relés de tierra.
Los relés 5 y e pueden ser del tipo no direccional ya que son los últimos en ser ajustados y por lo tanto
son los que más se demoran en operar, dejando así tiempo suficiente para que operen los demás relés.
Figura 6.23
El ajuste de los relés se complica cuando en la malla existe más de una fuente de generación y cuando una
parte de la malla hace parte de otra malla. En estos casos el ajuste se hace por inspección o sea
comprobando la operación de todos los relés para todo tipo de falla; para sistemas grandes y muy
interconectados el ajuste de los relés se efectúa con la ayuda de computadores.
El uso de relés direccionales es aplicable para sistemas interconectados; sin embargo en algunos casos los
relés de fases pueden ser no direccionales como se ve en la Figura 6.24. Se recomienda que los relés de
tierra sean direccionales para poder lograr un ajuste sensitivo.
Generalmente la polarización de los relés direccionales de tierra se efectúa con tensión de secuencia cero
obtenida de una conexión delta rota.
Los relés instantáneos se utilizan cuando la corriente de cortocircuito en el sitio del relé es por lo menos
tres veces la corriente de cortocircuito en el extremo opuesto de la línea. Los relés se ajustan a la corriente
que resultaría de tener una falla localizada en un punto equivalente al 70% de la longitud de la línea.
Como se puede observar en la Figura 6.25a, la utilización de los relés instantáneos reduce el tiempo de
operación para la mayoría de fallas (hasta el 70%).
Figura 6.24
En la Figura 6.25b, se observa que se obtiene una ventaja adicional si se utilizan relés instantáneos, y ésta
consiste en que se puede reducir el tiempo, ó escoger una curva inferior, ya que el factor de
coordinación se aplica no al principio de la línea sino en el punto de cubrimiento de relé instantáneo, o sea
hasta el alcance del relé instantáneo.
Adicionando unidades de disparo instantáneo a los relés de sobrecorriente de tiempo inverso se suministra
operación de alta velocidad para fallas cercanas, permitiendo ajustes más rápidos para los relés
adyacentes.
Una manera de obtener reducciones en el tiempo de disparo total del relé más cercano a la fuente de
cortocircuito es utilizando relés de sobrecorriente con valores de puesta en trabajo altos, de tal forma que
operen para fallas cerca de su punto de instalación pero no lo hagan con la corriente máxima de falla que
pueda fluir hacia el extremo remoto de la línea; protegiéndose entonces una porción de la línea con el relé
instantáneo y la restante con un relé de sobrecorriente de tiempo inverso. Esto puede efectuarse siempre y
cuando exista una diferencia apreciable en el valor de la corriente de falla entre los extremos de la línea
(normalmente se considera que la corriente de falla en el extremo donde se localiza el relé sea por lo
menos tres veces el valor de la corriente de falla en el extremo remoto).
Debe tenerse en cuenta que debido a la componente de corriente directa el relé puede sobrealcanzar el
punto para el cual se ajusta con base en la corriente de cortocircuito de estado estable (valor rms o eficaz)
puesto que al ser de funcionamiento instantáneo puede tenerse valores para la corriente iguales hasta 2.5
veces el valor de la corriente de estado estable, por esto los fabricantes acostumbran a diseñar dichos relés
instantáneos de tal forma que el sobrealcance que puedan sufrir no sea de importancia y no se pierda la
coordinación y la selectividad del sistema de protecciones.
El disparo instantáneo puede utilizarse en alimentadores de distribución si la falla cercana esta entre 1.15 y
1.3 veces la máxima falla en extremo remoto, mientras más grande sea esa relación, mayor será el
porcentaje que de la línea estará protegido. En términos de las constantes del sistema y los ajustes, el
alcance o cubrimiento para una línea puede determinarse como sigue:
Ks(1 KI) 1
n Ki
n = Longitud protegida de la línea por el relé instantáneo
Figura 6.25
6.7.6 DETECCIÓN DE FALLAS A TIERRA EN SISTEMAS NO PUESTOS A TIERRA
Aunque el funcionamiento de sistemas no puestos a tierra es una práctica que tiene ciertas complicaciones,
estos se encuentran en algunas ocasiones. La detección de las fallas a tierra en estos sistemas no se
puede efectuar por medio de relés de sobrecorriente ya que no existe corriente de secuencia cero. El
método utilizado para detectar estas fallas consiste en utilizar tres transformadores de potencial cuyos
secundarios están conectados en delta rota, con un relé de sobrevoltaje y una resistencia a través de la
abertura en la delta, tal como se ilustra en la Figura 6.26.
Este esquema es equivalente a poner a tierra el sistema a través de una impedancia muy alta; al ocurrir
una falla a tierra alguna corriente de secuencia cero circulará por el neutro del primario de los PTs, lo cual
aparecerá como una tensión de secuencia cero en el relé, suficiente para su funcionamiento.
Figura 6.26
En el Capítulo 7, Ejemplo 7.1 se presenta el ajuste de una unidad de sobrecorriente para un caso en
particular.
6.8 ESTRUCTURA DE LOS RELÉS ESTÁTICOS DE SOBRECORRIENTE
DIRECCIONAL
El algoritmo más sencillo para determinar el sentido de la potencia aparente del cortocircuito se basa en
calcular el ángulo de desfase entre V y corriente I, a partir de los estimados fasoriales de estas señales.
Dadas las componentes ortogonales de tensión Vs y Vc y corriente Is e Ic se tiene:
arctan V s I
V s
m mπ
π I I
V arctan c
c
Donde se hace m = 0 para VC > 0 ó IC > 0, y m = 1 en caso contrario. El
desfase φ entre tensión y corriente se calcula por:
V I
El criterio de operación del relé direccional se calcula por:
1 2
Donde φ1 y φ2 son los limites angulares del relé, de cuyos valores depende la característica en el plano
complejo de impedancia (Figura 6.27)
Figura 6.27
En la Figura 6.28 se presenta a modo de ejemplo el diagrama de bloques de un relé direccional estático
cuyo esquema de comparación de fase se basa en la comparación de los tiempos de coincidencia y no
coincidencia de las señales de entrada operación. El relé consta de un bloque 1 de formación de señales de
entrada al esquema de comparación de fase, dos detectores de cruce por cero 2 y 3, un sumador 4, un
comparador 5, un integrador 6, un detector de nivel 7 y un elemento de salida 8.
En los detectores 2 y 3 se generan los pulsos cuadrados que portan información sobre los instantes de
cruce por cero de las señales e1 y e2; esos pulsos se suman en el sumador 4 y se obtiene una señal
contentiva de información sobre los tiempos de coincidencia (signos diferentes) de las señales e1 y e2, el
comparador 5 convierte esa señal en otra más adecuada para el integrador de tipo Miller. En el integrador
6 se genera como señal de salida una tensión rampa, cuyo valor aumenta durante la coincidencia y se
reduce durante la no coincidencia. Esta es precisamente la base de la comparación del tiempo de
coincidencia tc con el tiempo de no coincidencia tn de las señales para cierta condición tc > k tn (donde
k es un coeficiente constante), al terminar un ciclo de coincidencia y no coincidencia, en la salida del
integrador queda cierto valor de tensión, a partir del cual se inicia el ciclo siguiente, en el cual esa tensión
experimenta un incremento, y así sucesivamente; al cabo de cierto valor y hace operar el elemento de
salida 8 (se pone en conducción un tiristor o se cierra el contacto de un relé electromecánico auxiliar.
Figura 6.28
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
[1] “Introducción a los Relés de Protección”. Carlos Felipe Ramírez G.,Mejía Villegas S.A.,
Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, 1987.
[2] “Applied Protective Relaying”. J. L. Blackburn, Westinghouse Electric Corporation, 1979.
[3] “Protective Relays. Application Guide”. Gec Alsthom, Tercera Edición, 1990.
[4] “Guías para el Buen Ajuste y la Coordinación de Protecciones del STN”. Consultaría para
Elaborar Manual de Procedimientos para la Coordinación de Protecciones en el CND realizada
por Ingeniería Especializada S.A. para Interconexión Eléctrica S.A. Itagüi- Antioquia, Julio de
2000.
[5] “El Arte y Ciencia de la Protección por Relevadores”. Russell Mason.
[6] “Introducción a los Relevadores y Sistemas Digitales de Protección”, Dr Héctor Jorge Altuve
Ferrer, Universidad Autónoma de Nuevo León. Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica.
Monterrey, N.L, México. Nov 1993.
[7] “Protección de Sistemas Eléctricos de Potencia”, Dr Héctor Jorge Altuve Ferrer, Universidad
Autónoma de Nuevo León. Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica. Monterrey, N.L,
México.
[8] “Protective Relaying in Electric Power Systems”, Titarenko M., Noskav-Dukelsky. Segunda
Edición. Peace Publishers. Moscow, 1971.
[9] Notas de clase de Protecciones y Estabilidad dictada por el Ing. Orlando Ortiz Navas en la
Universidad Industrial de Santander. Año 2000.
[10] “Estrategias para la Protección de la Red”. Programa de Formación en Sistemas de Energía
Eléctrica”. Modulo III. Interconexión Eléctrica S.A., ISA. Facultad de Minas, Departamento de
Electricidad y Electrónica. Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. Julio – Diciembre
del año 2000.
[11] Curvas del fabricante, Whestinghouse.