Bunkeres Arqueologia
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TRINCHERAS
Y REFUGIOS ANTIAÉREOS:
EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO DE LA
GUERRA CIVIL EN ALMANSA
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A mi abuelo Enrique, a mi abuela Concha
y a mi abuela María.
A mis ‘otros abuelos’, los excombatientes de
la guerra civil, las y los protagonistas al-
manseñas y almanseños que me han hecho
partícipe de sus vivencias.
La vida, vuestra vida, es Historia.
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•ENTRE BÚNKERES, TRINCHERAS Y REFUGIOS
ANTIAÉREOS: EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
DE LA GUERRA CIVIL EN ALMANSA
Por Enrique R. Gil Hernández1
1 - INTRODUCCIÓN
A siete décadas del Cuando nos encontramos ya a siete décadas del inicio de aquellos
inicio de la Guerra acontecimientos que hicieron literalmente estallar en mil pedazos nuestro
Civil, se acrecienta el país, asistimos en los últimos tiempos a una verdadera obsesión por todo lo
interés por este tema. relacionado con la Guerra Civil Española. El interés por este tema y otros
Las X Jornadas de afines se plasma en el crecimiento casi geométrico de las publicaciones al
Estudios Locales respecto. Tanto obras divulgativas, como otras más especializadas, indagan
Mostraron el en causas y consecuencias, en circunstancias concretas y, sobre todo, aventu-
interés del público ran interpretaciones. Estudios sobre batallas, biografías de políticos y otras
almanseño. personalidades, historias parciales de determinadas regiones o instituciones,
análisis sociales de poblaciones y mentalidades de uno de los dos bandos
enfrentados, best sellers y colecciones ofertadas por los diarios informativos.
Se han celebrado con cierta asiduidad congresos y seminarios, encuentros
de especialistas, ciclos de cine o documentales, sobre la guerra, sus partici-
pantes, entrevistas a protagonistas e incluso debates televisados. En este clima
de efervescente seguimiento, de tratamiento de aquellos años, se celebraron
las X Jornadas de Estudios Locales de Almansa, centradas principalmente
en los acontecimientos que, bajo el régimen republicano, los tres años de
1
Enrique Gil Hernández (Almansa, 1976) es Licenciado en Historia por la Universidad de Alicante.
Especialista en Arqueología, ha participado en diversos congresos provinciales de Historia, con po-
nencias como La participación militar de Albacete en el conflicto de las Germanías; Bandoleros, gitanos
y ladrones en la comarca de Almansa en los siglos XVI, XVII y XVIII y Arqueología de la Guerra Civil en
Almansa, aspecto que centra su intervención en las presentes Jornadas. Actualmente, trabaja en su tesis
doctoral sobre arqueología altomedieval, dirigida por la profesora Sonia Gutiérrez, de la Universidad
de Alicante. Enrique Gil tiene una amplia experiencia en el terreno de las excavaciones arqueológicas,
pues ha participado en numerosos trabajos de campo realizados tanto en España como en otros países
(Italia y Portugal). Su ponencia en estas Jornadas desvela aspectos interesantísimos acerca de los restos
materiales (estructuras, edificaciones, utillaje,...) relacionados con el conflicto civil que se conservan en
la localidad.
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guerra civil y la inmediata posguerra, tuvieron lugar en nuestra ciudad.
Su idoneidad quedaba suficientemente justificada en la dedicación a estos
temas y por el gran interés que despertó entre el público. Para nosotros supu-
so una oportunidad para poder presentar unos primeros resultados sobre el
trabajo que en el territorio almanseño venimos realizando en los últimos
años.
...búnkeres, Los elementos a los que nos referimos son muy diversos y variados,
trincheras y refugios producto de necesidades tanto propiamente bélicas, como civiles, urba-
antiaéreos,... nísticas, o directamente fruto de la más cruda violencia. Para esta oca-
sión centraremos nuestro estudio en toda la serie de estructuras propias
derivadas de la contienda como son búnkeres, trincheras y refugios antiaé-
reos.
...conocidos por El conocimiento que de ellos tenemos fue inicialmente alentado por
fuentes orales los testimonios orales, en su mayoría gentes octogenarias que presenciaron
y escritas y por y participaron de todos aquellos acontecimientos y, en algunos casos, por las
el reconocimiento fuentes escritas conservadas en el Archivo Histórico Municipal de Almansa.
visual y arqueológico. Sin embargo, el reconocimiento visual del terreno, de modo sistemático e
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intensivo, la prospección arqueológica, se nos presentó como la mejor técnica
para la identificación y estudio de estos restos materiales.
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nuevas máquinas y transportes, como el fenómeno ferroviario, etc. Pero el
campo temático se extiende, con importantes avances desde un punto de vis-
ta bélico. Las excavaciones dedicadas a contextos de los siglos XVIII, XIX
y XX se vienen acumulando en lo últimos años, con tratamientos de restos
materiales y humanos procedentes de las guerras napoleónicas, la guerra civil
estadounidense o la primera guerra mundial.
La guerra moderna Si nuestra intención es realizar una investigación sobre la Guerra Civil
tiene sus orígenes en Almansa a partir de los restos arqueológicos que de ella se conservan, no
en los ejércitos podemos sino reflexionar previamente sobre lo que supone la explosión de
nacionales surgidos un conflicto armado de esta índole, una guerra moderna. El enfrenta-mien-
de la revolución fran- to bélico, en todas sus facetas teórica, tecnológica y humana, experimenta
cesa y armados una radical transformación a partir del siglo XIX. Tras la revolución francesa
con las innovaciones y con la experiencia de las guerras napoleónicas, los ejércitos se convierten
de la revolución in- en regulares gracias al servicio militar, aumentando de este modo el contin-
dustrial. gente humano. De forma conjunta la revolución industrial, en pleno auge
en toda Europa, se convierte en el principal motor de los enfrentamientos,
aportando nuevos modos de producción de material bélico, una producción
industrial y mecanizada de pertrechos y arsenal; los nuevos ingenios del mo-
mento, como la máquina de vapor, el ferrocarril o la electricidad; armas cada
vez más eficaces, más destructivas, como fusiles, ametralladoras, morteros...
Han de adoptarse nuevas estrategias de combate, y los soldados, ante el po-
der destructivo del armamento industrial, tienen que innovar su interven-
ción en el campo de batalla, apareciendo con ello el uso de la trinchera y
fortificaciones suficientemente resistentes como para rechazar los efectos del
nuevo arsenal.
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rras adquieran dimensiones no conocidas anteriormente. La mortalidad en el
frente aumenta en demasía, pero también entre la población civil que, junto
a los efectos propios de la guerra, ve como a partir de ahora se convierte en
un agente más del escenario de violencia. Los centros urbanos son ahora un
objetivo más para el enemigo, que los acosa mediante bombardeos o propa-
ganda.
...y la guerra deja Y como podemos intuir, el desarrollo de un fenómeno histórico tal
múltiples rastros como una guerra moderna, no solo deja un importante calado a todos los ni-
materiales en paisajes veles de la sociedad, sino que su repercusión es altamente significativa desde el
y ciudades. punto de vista de lo material. No solo desde el destrozo material que compor-
ta la propia acción bélica, con un enorme impacto sobre el espacio, el paisaje
y la población, sino por nuevas actividades de creación arquitectónica y ar-
mamentística principalmente. Es por ello que se abre un horizonte nuevo que
remodela el paisaje, donde el trazado de los frentes, la fortificación de éstos,
la construcción de infraestructuras necesarias para las nuevas tecnologías, res-
tos de batallas y restos humanos, estructuras civiles y políticas, monumentos
y memoriales, etc, pueden
acercarnos a una dimensión
diferente de acontecimien-
tos violentos en nuestra his-
toria reciente.
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para para hacer frente a posibles ataques que, desde el aire, podrían efectuar
los sublevados y sus aliados.
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2 - LA FORTIFICACIÓN DEL TERRITORIO
2.1 - Trincheras
Las trincheras son De todo el conjunto de posiciones de combate con que nos encon-
zanjas excavadas... tramos en Almansa, son las que cuentan con una estructura defensiva más
sencilla. Las trincheras son zanjas excavadas en paquetes de tierra o roca, tras
lo cual el vaciado resultante suele ser volcado en la parte posterior de la zanja
o paradós, pero sobre todo en la anterior de las trincheras o parapeto, au-
mentando de este modo su profundidad. El resultado es un espacio alargado
con anchura suficiente para permitir el movimiento de un soldado por él, y
con la profundidad mínima para protegerlo del fuego enemigo. En su inte-
rior, muchas trincheras se completan con el escalón de disparo, que es una
bancada corrida a todo lo largo del parapeto, y cuya principal finalidad es
facilitar una cómoda posición de disparo a los soldados; la construcción de
este escalón se puede realizar también mediante su excavación en la geología
del terreno, aunque nos lo podemos
encontrar levantado en mamposte-
ría, mortero de cemento u hormi-
gón.
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el parapeto por encima de la línea de disparo, reservando troneras para las
armas de fuego.
Su tamaño oscila Las dimensiones de las trincheras oscilan bastante, pero en los casos
entre los 8 y los 80 más elaborados nos encontramos una profundidad en torno a 1’60 y 1’70 m.,
metros de longitud;... y entre 0’80 y 0’90 m. de ancho -si bien es cierto que esta profundidad está
determinada por el grado de colmatación por tierra o vegetación que alcanzan
muchas de ellas-. Finalmente, en cuanto a la longitud, esta es variable, bien
por las necesidades planteadas en un determinado punto, bien por la orografía
del terreno, y pueden alcanzar desde los 8 m. la más pequeña, hasta los 80 m.
de la más grande.
...son de variados Podemos definir variaciones tipológicas entre todas ellas, que nos per-
tipos;... miten hablar de trincheras simples y compuestas. Aquellas trincheras simples
son las realizadas como una única zanja, que puede tener un trazado recto, en
ángulo, en zig-zag, cóncavo o convexo. Las trincheras compuestas las distin-
guimos por su mayor complejidad, con varios cuerpos de diferentes dimensio-
nes y formas, creando en ocasiones verdaderos entramados laberínticos, con
espacios enfocados a otras finalidades más allá de las propias del combate.
...suelen estar Su distribución por el territorio depende del trazado de la línea de de-
en la parte alta de fensa establecida y la elección de los mejores hitos desde el punto de vista de
los cerros;... la visibilidad y la defensa. En nuestro caso nos las encontramos mayorita-
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riamente en la parte alta de los cerros,
aunque algunas están situadas a media
ladera, e incluso en zonas bajas.
2.2 - Búnkeres
Un búnker es Constituyen el otro gran grupo de estructuras con el que nos encon-
un emplazamiento tramos en Almansa. Un Búnker es un emplazamiento defensivo, de combate,
defensivo fortificado y organizativo, para almacenaje o alojamiento, cuyas condiciones esenciales son
parcialmente una estructura altamente fortificada, total o parcialmente subterránea. En el
subterráneo;... caso almanseño nos encontramos con unas construcciones sólidas, rectan-
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...En Almansa, gulares, constituidas por dos cámaras en la mayoría de los casos, y realizadas
constituidos por dos en hormigón armado. El proceso de construcción es el siguiente: se abre una
cámaras de hormigón zanja en un lugar previamente dispuesto, dentro de la que se monta un enco-
armado... frado de madera a base de tablones, colocados horizontalmente, para formar
los muros. Estos tablones se traban dando lugar a un módulo cuadrangu-
lar, del tamaño de una de las dos cámaras, que guarda los espacios para las
troneras, las puertas y un corredor de comunicación entre las dos cámaras.
En la cara posterior de este búnker en Venta La Vega, se puede apreciar el vano de acceso a una de las cámaras de
combate que, en este caso, queda parcialmente obstruida por paquetes de tierra.
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depositando paquetes de tierra en torno a la estructura para eliminar los
espacios de la zanja todavía libres y dejarla semienterrada. También se
eposita una capa de tierra y piedras no demasiado gruesas sobre la cubierta
para alcanzar un mimetismo con el entorno.
...sus dimensiones son Las dimensiones de los búnkeres son bastante uniformes. Al exterior al-
de 8’30 m. de longi- canzan unos 8’30 m. de longitud y 3’80 m. de anchura. En cuanto a su altura,
tud por 3’80 m. de dada su situación semienterrada en el terreno y la colmatación de su espacio
anchura. Su espesor interior por paquetes de tierra, que en algunos casos llegan a obstruir por
es de 1 metro y la su- completo la entrada, ésta nos es desconocida por el momento. Los muros son
perficie útil en torno muy gruesos: los delanteros y las cubiertas tienen un espesor en torno a 1 m., y
a 13 m2. los traseros en torno a 0’50 m. La superficie útil del interior del búnker sería
de unos 13 m2. -5’50 m2. para cada una de las cámaras- de un total de 30 m2.
Su estructura es rec-
tangular, simétrica y El resultado sería una estructura rectangular simétrica, que quedaría
hundida en el terreno hundida en el terreno hasta
hasta las troneras que las troneras, compuesta por
son abocinadas. dos cámaras unidas por un
pequeño pasillo, cada una
con su entrada posterior y
perpendicular al muro delan-
tero. Las cámaras disponen
de dos bancadas preparadas
para sostener un arma de
fuego con pie o trípode con
la que disparar por las tro-
neras. Éstas son abocinadas Esquema constructivo y funcional de un búnker
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al exterior, lo que amplía el ángulo
de tiro. El rehundimiento en el te-
rreno junto con la acumulación de
tierra y piedras en su perímetro y
sobre la cubierta agudizaría su posi-
ción camuflada frente al enemigo.
El búnker 1 destaca Si bien la gran mayoría de estos búnkeres responde a este esquema
por su planta en ‘L’ y constructivo, no es menos cierto que podemos describir algunos ejemplos
en la fachada se lee: con variaciones, sobre todo re-
“VIVA ESPAÑA lacionadas con la disposición de
PROLETARIA, los accesos. Pero en este sentido
18-7-36”;... es más relevante el ejemplo del
Búnker 1 por su excepcional di-
seño. Presenta unas proporciones
mayores que los anteriormente
descritos, entre los 13 m. de lar-
go y los 5 m. de ancho. Su planta,
en forma de ‘L’, guarda un espacio Interior del Búnker 1,
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rectangular al que se accede por
dos puntos: la entrada principal, marcada por la abertura de un patio pre-
vio, flanqueado por dos muros, y que en el interior se resuelve mediante un
pasillo quebrado; y una entrada secundaria, en el extremo opuesto a la prime-
ra, que conecta directamente con una trinchera. Esta estructura cuenta con
Epígrafe situado en la entrada principal del Búnker 1, en el que puede leerse: ‘VIVA ESPAÑA PROLETARIA
18-7-36’.
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la apertura de otro vano, que co-
necta con un espacio cuadrado,
excavado en la tierra y sin cubier-
ta, cuya finalidad no podemos
precisar. Ese carácter excepcional
que nos sugiere su morfología y
características, es subrayado por
la colocación en su fachada prin- Por su morfología y mayores dimensiones, el búnker 1
parece indicar una funcionalidad diferente a la del resto
cipal, sobre la puerta de acceso, de de edificaciones, quedando posiblemente reservado para el
un epígrafe realizado en mortero puesto de mando.
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de cemento mediante un molde,
en el que se lee: ‘VIVA ESPAÑA PROLETARIA 18-7-36’.
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aparentan intencionalidad en muchos casos, aunque los bancales de cultivo en
los que muchos de ellos se encuentran aportarían tierra en gran medida de for-
ma natural. Además, alguno de ellos ha sido objeto de intento de expolio de su
armazón de hierro, lo que ha dejado boquetes abiertos en cubiertas y muros.
Algunos ejemplos de graffiti realizados sobre el búnker 9, donde podemos leer, de derecha a izquierda: ‘Ole - FAI
- PCE - UGT - // - 1936 - CNT’.
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...por caminos A tal efecto se abren caminos por el territorio, o se acondicionan otros
para el flujo preexistentes, para permitir el flujo y reflujo de soldados, vehículos, material
o reflujo de soldados y bélico y avituallamiento. Pero el acondicionamiento del terreno no se limita
material bélico;... únicamente al allanado de los pasos y su devastado, pues también se prepara
la superficie con nuevos aportes de tierra e incluso lechadas de cemento, para
nivelar diferentes tramos entre sí o reforzar aquellos puntos más delicados ante
el paso del personal, el tráfico o las escorrentías de agua.
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caso del camino que comunica el Búnker 1 con la carretera a Madrid. Este
camino discurre junto a una rambla que se extiende desde las faldas de El
Mugrón, en dirección sur, hasta la denominada Casa Boga, y para vadear los
diferentes torrentes que en torno a aquella aparecen, se procede al vertido de
lechadas de cemento y la construcción de obras de drenaje: tres vados y un
puente. La concepción de estos cuatro elementos, muy sencilla y similar, parte
de la erección de dos terraplenes de acceso, enfrentados, entre los cuales se
deja un vano para el paso de las aguas, que son sorteadas por una losa sobre la
que circula la calzada. Esos terraplenes son consolidados mediante muros de
contención. Su técnica de construcción es la misma que la de las posiciones
defensivas, el hormigón armado.
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...y 19 búnkeres,... concreta del municipio de Almansa, alcanzando, en el caso de los búnkeres,
19 en total, y en el caso de las trincheras, más de la treintena.
...desde las Esta zona de dispersión queda restringida a la mitad occidental del tér-
inmediaciones de mino municipal, concretamente en una franja de territorio que alcanza desde
la Presa del las inmediaciones de la Presa del Pantano hasta Venta La Vega, y entre el
Pantano hasta Venta extremo sur de la Sierra del Mugrón hasta el Santuario de Belén y la carre-
la Vega, por donde tera CM-412 a Montealegre. Principalmente se caracteriza por ser el marco
pasan la carretera más inmediato por el que pasan las principales arterias de comunicación, la
y el ferrocarril carretera y el ferrocarril entre Alicante y Madrid, utilizando pasos bajos para
Alicante-Madrid;... sortear las estribaciones montañosas que preceden al Mugrón y los cerros que
se sitúan en torno al Pantano y el Santuario de Belén. Esas vías avanzan pa-
ralelas desde su salida de la población, hasta cruzarse en el paraje de Venta La
Vega. Al sur de la vía férrea, y entre ésta y la CM-412, continúa esta zona de
dispersión, que se extiende por una extensa área de elevaciones y ramblas que
corren hasta el Pantano.
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...enemigo desde La Vega, en posiciones un tanto elevadas respecto a éste y orientados hacia él.
el Oeste;... Tras estos primeros puntos, podemos ver como se emplazan nuevas posicio-
nes a cierta distancia: los búnkeres 3, 4 y 5 están construidos en las mismas
faldas del Mugrón, a mayor altura que los anteriores, y con un mayor campo
de visión y cobertura sobre el territorio, igualmente dirigidos hacia el núcleo
esencial que parece representar el cruce de Venta La Vega. Hacia el sur, al otro
lado de la carretera, encontraríamos un grupo de fortificaciones, los 10, 11,
12, 13 y 14, situadas en las laderas de unos cerros a excepción del número 10,
en una posición más baja-, todos enfocados hacia la vía del ferrocarril menos
el 12 que está dirigido hacia la carretera.
..y una segunda Al continuar hacia el Este, al norte de la carretera, perfectamente pro-
línea algo tegidos en su posición entre diferentes elevaciones y ramblas, localizamos los
más adelante;... búnkeres 1 y 2. El segundo ocupa la parte alta de una pequeña elevación,
orientado hacia el Oeste cubriendo el paso por campo abierto hacia el Este, y
el primero, protegido por el búnker 2, permanece oculto entre algunas ram-
blas y sin orientación aparente para el combate. Y al superarlos, siguiendo por
la carretera, y muy cercanos a la presa del pantano, aparecen los casos 15, 16
y 17. Están situados entre la carretera y la vía férrea, dominando ambas desde
una pequeña elevación, cubriéndolas hacia el Oeste; en este caso se trata de
construcciones compuestas por una única cámara de combate.
En esta fotografía puede apreciarse la estratégica posición sobre el territorio de uno de los búnkeres del Mugrón.
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...otros búnkeres Si nuestro avance, en vez de dirigirse directamente hacia el Este utili-
protegen el avance zando las principales vías, optara por una dirección Sureste, tras superar los
hacia la población conjuntos arriba descritos entorno a Venta La Vega, alcanzaríamos un grupo
de tropas venidas de trincheras localizadas en las inmediaciones del Santuario de Belén. Este
desde el Noroeste;... conjunto, un tanto aislado respecto de otras posiciones, está situado en la
parte alta de unos cerros que protegen el avance hacia el Este por estas tierras.
Al sortearlo y continuar con el recorrido, tras cruzar por una zona especial-
mente caracterizada por presentar numerosas crestas, nos enfrentamos con un
grueso conjunto de trincheras que, encadenadas unas con otras, se extienden
desde el conocido Cerro El Púlpito hasta el paraje de Sopaigón. Igualmente
ocupando espacios privilegiados desde un punto de vista de la visibilidad y el
combate, estas trincheras avanzan hacia el Sur-Sureste, alcanzando la carretera
CM-412, donde se erigen otros dos búnkeres, los número 18 y 19, prote-
giendo de este modo el avance hacia la población bien de tropas que vinieran
desde el Noroeste, bien de contingentes que circularan por dicha vía.
Búnkeres 18 y 19, en Sopaigón. La cubierta se soluciona, en este caso, mediante una bóveda.
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...son posiciones Esta distribución, más que casual e improvisada, sugiere el diseño de
elevadas, conectadas un plan determinado y una estrategia concreta en la construcción de estas
visualmente que estructuras. Como hemos visto, se eligen posiciones elevadas sobre el entorno
constituyen un muro que permitan un dominio del territorio por el que pudieran avanzar tropas
defensivo;... enemigas. Estas posiciones, dependiendo de la zona en la que estén situadas,
están enfocadas a defender un determinado punto, en un primer momento
el nudo de comunicaciones de Venta La Vega, y posteriormente dirigidas a
tramos de la vía del tren, de las carreteras, o áreas de campo abierto.
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Y además, en la mayoría de los casos las posiciones quedan conectadas
visualmente. Por ello, la construcción de los elementos descritos está plan-
teada partiendo de un análisis pormenorizado del territorio y sus puntos más
importantes, con lo que todos estos búnkeres y trincheras, perfectamente en-
cadenados, ordenados y comunicados entre sí, fraguan un verdadero muro
sobre el territorio, una línea de defensa efectiva.
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desde el punto de vista militar como civil, hacia la costa, donde efectivamente
se encuentran algunos de los principales puertos militares como Alicante o
Valencia, por no hablar de otros enclaves menores pero igualmente relevantes.
En este sentido, la importancia de la línea defensiva de Almansa dentro de la
estrategia de la República se acentúa si la consideramos dentro del contexto
bélico en que se encontraba la II República, en el que fueron utilizados en-
claves muy cercanos como la Posición Yuste en tierras Alicantinas, o la propia
ciudad de Valencia, como sedes gubernamentales en determinados momen-
tos.
154
3 - LA DEFENSA PASIVA: REFUGIOS ANTIAÉREOS
Para su protección Como hemos visto, la guerra moderna se caracteriza por la aplicación
se crean Juntas de de las innovaciones técnicas de la revolución industrial junto con nuevos mo-
Defensa Pasiva que dos de estrategia militar. La población civil, no solo sufre el impacto propio
establecen protocolos de una guerra a gran escala, industrializada y con una masiva participación,
de emergencia. sino que se convierte en un elemento más dentro del escenario bélico. La masa
social, asumida por el enemigo como un objetivo directo, es acosada fuerte-
mente con todo el arsenal disponible. Una nueva tecnología armamentística,
capaz de surcar los cielos rápidamente, descarga toneladas de acero sobre una
población en retaguardia.
Las ciudades de retaguardia eran castigadas por la aviación enemiga. En la zona republicana, eran los aviones ale-
manes e italianos, aliados de los nacionales, los más temidos. En la fotografía, una escuadrilla de Sm-79 italianos,
en misión de guerra, sobrevuela el puerto de Tarragona a mediados de 1937.
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Ante estas nuevas circunstancias, hasta el momento desconocidas en
nuestro país, la población civil debe nutrirse de unas medidas oportunas que
le permitan repeler dichos ataques. De esta necesidad surgen las denominadas
Juntas de Defensa Pasiva, que son los organismos locales que se preocupan
de establecer los protocolos de emergencia para tales situaciones, así como
de crear una infraestructura urbana capaz de guarecer a los vecinos del acero
enemigo.
Así aparecen los En los primeros meses de la contienda civil, las soluciones adoptadas
refugios antiaéreos. por las autoridades civiles para hacer frente al ataque aéreo son generalmente
improvisadas y diversas. Se recurre a lo ya existente, como bodegas, sótanos o
cualquier tipo de galería soterrada. Pero estos espacios no ofrecen las caracte-
rísticas necesarias para hacer frente al poder destructivo de las nuevas armas.
Es por ello que deben de diseñarse estructuras más apropiadas. Así aparecen
los refugios antiaéreos, que son galerías subterráneas, excavadas en el suelo
de las ciudades, fuertemente blindadas mediante encofrados de hormigón,
y preparadas para contener a un número elevado de individuos y resistir el
ataque enemigo.
Almansa, como nudo Almansa, como población, no permanece ajena a estas nuevas estra-
de comunicaciones tegias y modos de destrucción. Como núcleo urbano de cierta entidad, y
necesitaba dotarse como vértice en las líneas de comunicación entre la costa y el interior pe-
de protección. ninsulares, pronto sufre el ataque de la aviación enemiga. Los días 18, 19
y 20 de diciembre de 1936, tiene lugar una incursión aérea de los rebeldes
que, desde el levante, va siguiendo la línea férrea hacia el interior, bom-
bardeando estaciones de especial relevancia como Villena, Almansa, Chin-
chilla o Alcázar de San Juan. Ello no hace más que evidenciar la necesidad
de los almanseños de nutrirse de una protección adecuada que les permita
hacer frente a otros ataques que durante el transcurso de la guerra pudieran
producirse.
156
fensa Pasiva2. Esencialmente nos hablan del número de refugios que existían
en Almansa y su localización:
En esta ciudad se cuenta con 5 refugios, construidos con motivo de
nuestra Guerra de Liberación, situados de la forma siguiente:
1- En la calle de San Antonio.
2- En la calle del Calvario.
3 - En la Plaza del Rey don Jaime.
4- En la Plaza de San Agustín.
5- En la Calle Malacof 3.
...pero las Pero, como hemos avanzado, las fuentes orales también nos ofrecen
fuentes orales citan información de estos espacios defensivos, que si bien corroboran la existencia
algunos más;... de los ya citados, no hablan de alguno más, como el situando en el paraje
conocido como ‘Las Torres’, al final de la calle Madrid.
2
Legajos 513, 529 y 551, con documentación de las Juntas Provincial de Defensa Pasiva Antiaérea de
Albacete y Local de Defensa Pasiva de Almansa, a partir de ahora JPDPAA y JLDPA.
3
AHMA. Leg. 551, (1). 1954, diciembre, 31. Jefatura Local de Defensa Pasiva, Sexta Ponencia. Sin
embargo, en el Apéndice al Plan General del año 1956, en la Séptima Ponencia, aparece una nota me-
canografiada sin fecha que hace una relación de los refugios un tanto diferente, aumentando el número
de refugios a seis, uno en la calle Calvario y otro en la calle Pedro Leal, junto con las calles por las que
estos se extienden, que coincide con algunos de los testimonios orales que hemos recabado.
157
y cuantos otros extremos sean de interés respecto a los mismos, y da or-
den de que “no se destruya ningún refugio antiaéreo sin previa autorización 4”.
Desde Almansa se responde a la Junta Provincial “que en este término muni-
cipal no existe ningún refugio antiaéreo. Los que había construidos, a raíz de la
liberación de ésta ciudad, fueron cegados por ser todos ellos nidos y vertederos de
inmundicias, y no ofrecen condiciones de seguridad ni de ninguna clase, pudiendo
habilitarse como refugios, con seguridades relativas, las bodegas o cuevas de las
viviendas 5”.
...por el interés Ante el interés e insistencia por parte de las administraciones nacio-
del gobierno en su nales y provinciales de controlar aquellas estructuras que se fueron realizando
mantenimiento;... en tiempos de guerra en la zona republicana, exigen a las administraciones
locales el recuento y conservación de las mismas, el Ayuntamiento de
Almansa recurre a particulares para cumplir con el mantenimiento de las
galerías. En 1954 se pacta el uso y acondicionamiento de los refugios con
dos vecinos de Albacete, D. Enrique Serna García y D. Rafael Fernández
López, “a quienes se adjudicaron aquellos para el cultivo del hongo ‘Champignon’,
comprometiéndose también a conservarlos y mejorarlos 8”. En 1957, D. Vicen-
te Fernández Cruz solicita a la Junta Local de Defensa Pasiva la concesión
de los 5 refugios para el cultivo del ‘Champignon’, a cambio de lo cual
el usufructuario debía de hacer unos planos a escala 1:100 tras realizar
4
AHMA. Leg. 513, (7). 1940, mayo, 11. Albacete.
5
Ibídem. 1940, mayo, 14. Almansa.
6
AHMA. Leg. 529, (8). 1954, junio, 10. Almansa.
7
AHMA. Leg. 551, (1). 1954, diciembre, 31. Almansa.
8
Ibídem. En dicho documento también se menciona que dichos sujetos hasta ese momento no habían
realizado ni una cosa ni otra.
158
obras de remodelación, sobre todo de instalación de puertas de acceso o
similares9.
...se estima que, Por último, no podemos más que especular sobre el volumen de perso-
en conjunto, podían nas que pueden acoger estos refugios sino disponemos por el momento de ac-
acoger a unas ceso directo a los mismos. Aunque si podríamos acercarnos a dicha capacidad
cuatro mil personas. utilizando unas notas marginales que aparecen en las actas de una JLDPA. Se
trata de una relación de los refugios mecanografiada junto a la que aparecen
unas cantidades a lapicero: la galería de la calle Calvario podría acoger a unas
200 personas, el resto tendrían espacio suficiente para grupos entre 800 y
Bajo la Plaza del Rey Don Jaime, se contruyó uno de los refugios antiaéreos.
———————————————————————————————————————————
9
Ibídem, Expedientes (1) y (4). Los planos mencionados no se encuentran en el Archivo.
10
En San Vicente del Raspeig, Carbonell Beviá documenta el uso de algunos refugios, además de lugar
de juegos por algunos niños, como viviendas por algunos inmigrantes (CARBONELL BEVIÁ, L.:
1998, 101).
159
1000 personas cada uno. Utilizando una cantidad mínima de 800 personas
por refugio grande, más las 200 de la calle Calvario, tendríamos un espacio
en refugios en caso de ataque aéreo para tres mil cuatrocientas personas; si
el número de refugios fuese de seis en vez de cinco, podríamos contar con
una capacidad para cuatro mil doscientas personas. Según Ponce Herrero11
el número de habitantes para Almansa en 1940 sería de dieciseismil veinti-
cinco, por lo tanto estas galerías apenas llegan a dar refugio a un cuarto de la
población, aunque habría que advertir que existían refugios de factura privada
además de la habilitación de bodegas y sótanos para el mismo fin.
11
PONCE HERRERO, G.: 1989, 32-33, 72.
160
4 - EL PATRIMONIO ALMANSEÑO DE LA GUERRA:
conservación y difusión
En Almansa se Una vez visto todo lo hasta aquí expuesto, podemos afirmar que, fruto
conserva un de un determinado contexto histórico, -la Guerra Civil Española-, conser-
importante número vamos en nuestras tierras un importante número de restos materiales de en-
de restos materiales tonces. Estos materiales nos ofrecen un tipo de información nueva de aquel
de la Guerra Civil... contexto histórico. Remitiéndonos a las reflexiones con las que iniciábamos
este trabajo, la consulta a los residuos físicos que la guerra nos dejó en nuestro
entorno nos facilita una visión diferente del calado que este conflicto bélico
tiene en una población de retaguardia como Almansa. La necesidad de pro-
tección de su territorio, debido al alto carácter estratégico que posee, y la
protección directa de su población frente al peligro que suponen las nuevas
armas y estrategias aéreas, nutren a la población y su entorno de un verdadero
entramado defensivo que los marca singularmente.
Soldados del Grupo de Artillería de Almansa posan junto a un cañón de gran calibre.
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161
...de clara La guerra, en todas sus facetas, genera acciones que, desde el punto de
significación vista historiográfico, nos legan una variada cantidad de artefactos. Remodela-
histórica y de ciones urbanas, reestructuración de edificios para nuevos usos y construcción
reconocido carácter de otros nuevos, se traducen en la instalación de cuarteles, arsenales, hangares,
patrimonial. cárceles, espacios concentracionarios u hospitales en iglesias, teatros u otros
edificios públicos. Contamos en Almansa con hangares creados ex novo, un
aeródromo habilitado en estas fechas, cuarteles para los brigadistas interna-
cionales o cuerpos del ejército, una fábrica de bombas, almacenes para arti-
llería o infantería... A las innumerables bajas en los frentes se unen aquellas
producidas por la violencia urbana y las represiones sistemáticas, apareciendo
con ello nuevos espacios funerarios como los cementerios militares o las fosas
comunes.
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No en todas las Si bien es cierto la inexistencia de iniciativas firmes desde las adminis-
ciudades ocurre traciones competentes, o desde los círculos de profesionales directamente rela-
lo mismo, una cionados, los historiadores, no la podemos tildar de absoluta. Aunque tímidas
interesante excepción y normalmente aisladas, sí hemos sido testigos en los últimos años de una
fue la creación adecuada gestión en este sentido, como la protección de refugios antiaéreos
del Centro de en algunas poblaciones de nuestro entorno. Así, Cartagena recuperó y puso en
Interpretación de la valor como museo una de sus galerías subterráneas, o más reciente, en 2007
Paz en el refugio con la creación del Centro de Interpretación de la Paz en el refugio antiaéreo
antiaéreo del del Altozano en Albacete, tras su recuperación y acondicionamiento. Se han
Altozano de Albacete. marcado también rutas turísticas, e incluso musealizado algunas líneas defen-
sivas de la costa levantina, como el conjunto de defensas de costa y trincheras
de El Clot de Galvany en Santa Pola (Alicante).
Esperamos que Es por todo ello evidente que, definitivamente, estamos ante un proble-
con la aprobación ma patrimonial, en el cual la principal preocupación es la adecuada gestión de
de la Ley de la un patrimonio histórico y cultural. Gestión que supone una verdadera asigna-
Memoria Histórica tura pendiente y que, con la reciente aprobación de la denominada Ley de la
se puedan preservar Memoria Histórica, puede contar con un fuerte apoyo institucional. Preservar
estos restos que estos espacios de la guerra, con todos sus componentes, y además promocio-
marcan la piel narlos como ejemplo de Historia, una historia cruenta, una historia viva, no
de nuestro paisaje. solo nos dota de más objetos de estudio, sino que obra como testigo fiel de
una realidad, de una guerra que desgarró nuestras tierras con su violencia, de
las cuales, como cicatrices imborrables, sus restos todavía afloran y marcan la
piel de nuestro paisaje.
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