Sentencia de Divorcio Por Causal Varias
Sentencia de Divorcio Por Causal Varias
Sentencia de Divorcio Por Causal Varias
EXPEDIENTE : 00413-2012-0-0201-JR-FC-01
MATERIA : DIVORCIO POR CAUSAL
JUEZ : GUZMAN RODRIGUEZ, GIANINA
ESPECIALISTA : RODRIGUEZ TAHUA MARTHA MARIA
MINISTERIO PUBLICO : PRIMERA FISCALIA DE FAMILIA DE HUARAZ
DEMANDADO : MAUTINO CANO, YELENA SOLEDAD
DEMANDANTE : RAVELLO MEJIA, MIGUEL LEONCIO
SENTENCIA
1
Hinostroza Minguez Alberto. “Procesos de separación de cuerpos y divorcio”. Gaceta jurídica, Primera
edición. Lima-Perú. Enero 2007, Pág 91.
y a la situación que tenía durante el matrimonio entre otras circunstancias
relevantes…”
OCTAVO: Doctrina sobre las causales de violencia física y psicológica,
atentado contra la vida del cónyuge, injuria grave y conducta deshonrosa:
Violencia física y psicológica: Esta causal es conocida en la doctrina y la
legislación comparada como sevicia y malos tratamientos. Según Borda, … “la
sevicia consiste en los malos tratamientos realzados con crueldad y espíritu de
hacer sufrir. Se requieren, pues, dos elementos: uno físico, los malos tratos, otro
psicológicos, la intención despiadada de hacer daño”. Dicha causal consiste pues,
en los maltratos físicos o ataques en el estado anímico que sufre uno de los
cónyuges (generalmente la mujer) por parte del otro. Tratándose de violencia
física, debe producirse año en la integridad física o corpórea del cónyuge
afectado, no exigiéndose un determinado grado de maltrato o agresión 2.
Atentado contra la vida del cónyuge: Denominada en la doctrina y la legislación
comparada como causal de tentativa contra la vida del otro cónyuge. A criterio de
Borda: “… El atentado contra la vida del cónyuge supone la intención de provocar
su muerte, con toda lógica, a ley no distingue entre el autor principal y el cómplice:
en ambos casos procede el divorcio. Pero no si se trata de un delito simplemente
culposo, aunque de él hubiera derivado un peligro de muerte, tal por ejemplo un
accidente automovilístico”, “Si por las caracteristicas del arma empleada o por
otras circunstancias que rodearon el hecho queda de manifiesto que no hubo
intención de matar, sino simplemente de herir, producir lesiones, desfiguraciones
de rostro, etc., no procede declarar el divorcio por esta causal. Lo cual no significa,
sin embrago que haya de rechazarse la demanda, pues estos hechos configuran
malos tratamientos o injurias graves”3.
Injuria grave: Puig Peña estima que debe comprenderse dentro de la causal de
injuria grave “… los ultrajes proferidos por medio de la palabra, de la escritura o de
actos que uno de los cónyuges haga al otro, sin causa que lo justifique y con la
suficiente gravedad para sentirse realmente ofendido”. Por su parte Borda anota al
2
Hinostroza Minguez, Alberto. Procesos judiciales derivados del Derecho de Familia.
Editora Grijley. Agosto 2012. Pg.315.
3
Idem. Pg. 318.
respecto que: “…las injurias graves consisten en palabras, actitudes o hechos de
uno de los cónyuges que importan un agravio para el otro. La ley exige que sean
graves; y para considerar si tienen ese carácter dispone que se tome en
consideración la educación, posición social y demás circunstancias que pueden
presentarse…”4.
Conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común: A decir de
Lehmann. “…concurre (…) grave infracción del matrimonio en la conducta
deshonrosa o inmoral, prescindiendo de que se dirija contra el otro cónyuge. Por
ejemplo. Embriaguez, vida inmoral, actos delictivos”. 5
NOVENO: Puntos de controversia:
Que, en la Audiencia de Conciliación y/o Fijación de puntos controvertidos de fojas
ciento cuarenta y cuatro a ciento cuarenta y ocho, se señalaron como puntos
controvertidos, los siguientes: 1) Determinar la existencia de la separación hecho
entre las partes y si esta tiene ininterrumpidamente más de dos años. 2)
Determinar la existencia de bienes muebles e inmuebles adquiridos durante el
matrimonio a fin de liquidarse la sociedad de gananciales. 3) Determinar si se han
procreado hijos y si estos son mayores o menores de edad a fin de establecer
régimen de visitas, tenencia, patria potestad y alimentos. 4) Determinar si resulta
necesario establecer cuál de ellos ha sido el cónyuge perjudicado con la
separación. 5) Determinar si corresponde señalar indemnización por daño moral a
favor del perjudicado y estimar su monto. 6) Determinar si corresponde disponer el
cese de la obligación alimentaria entre cónyuges. 7) Determinar si el reconvenido
ha incurrido en las causales de violencia física y psicológica, atentado contra la
vida del cónyuge, injuria grave y conducta deshonrosa que haga insoportable la
vida en común, causales estas que puedan dar lugar a la disolución del vínculo
matrimonial.
DECIMO: Existencia de matrimonio civil:
De la revisión de autos se tiene que a fojas dos obra la partida de matrimonio en la
cual se verifica que Miguel Leoncio Ravello Mejía y Yelena Soledad Mautino Cano
han contraído matrimonio civil con fecha cinco de Junio de mil novecientos
4
Idem. Pg. 320.
5
Idem. Pg. 338.
ochenta y nueve por ante la Municipalidad Distrital de Jangas Provincial de
Huaraz, Departamento de Ancash.
DECIMO PRIMERO: Tiempo de Separación de hecho: "Determinar la
existencia de la separación hecho entre las partes y si esta tiene
ininterrumpidamente más de dos años"
En relación a este punto controvertido, el demandante ha manifestado que hace
más de ocho años aproximadamente la demandada solicitó su reasignación a la
Provincia de Barranca, laborando por ende en la Institución Educativa número
2157, del Distrito de Paramonga, Provincia de Barranca, Departamento de Lima,
versión ésta que se encuentra corroborada con la respetiva Resolución Directoral
número 00233 de fecha dieciséis de Febrero del dos mil cinco obrante en autos de
fojas sesenta y ocho siendo la misma por motivos de salud, concluyéndose por
ende que la reasignación a que hace referencia el actor ha sido efectuada el
veintitrés de Noviembre del dos mil cuatro ello a través de la Resolución Directoral
número 01852-04, entendiéndose que la misma se ha emitido casi al termino del
año escolar, haciéndose esa apreciación debido a la condición de docente de la
demandada no tomándose en cuenta el documento de fojas cincuenta y tres, esto
es la denuncia policial en tanto que la misma se presentó a efectos de que la
emplazada no sea denunciada por abandono de hogar por parte del actor,
evidenciándose además que la misma data de enero del dos mil cinco cuando
ésta se encontraba de vacaciones, concluyéndose por tanto que la unión Ravello –
Mautino se encuentran separados de hecho desde el año dos mil cuatro,
teniéndose en cuenta que los medios probatorios antes referidos no han sido
objeto de tacha por ninguna de las partes, por lo tanto mantienen todo su mérito
probatorio, acreditándose de este modo la fecha desde la cual se encuentran
separados de hecho, siendo este un lapso de más de ocho años consecutivos
hasta la fecha de interposición de la demanda, esclareciéndose de este modo el
primer punto controvertido.
DECIMO SEGUNDO: "Determinar la existencia de bienes muebles e
inmuebles adquiridos durante el matrimonio a fin de liquidarse la sociedad
de gananciales".
Sobre este punto se tiene que el actor hace referencia en su escrito postulatorio
de demanda que durante la vigencia de su unión conyugal han adquirido un bien
inmueble el ubicado en la Avenida Prolongación Raymondi número mil diez, lote
de terreno con un área de noventa metros cuadrados (90m2), afirmación ésta que
se encuentra acreditada con la correspondiente escritura pública de compra venta
que en copia legalizada corre de fojas tres a cuatro, afirmación ésta que también
ha sido confirmada por la actora en su escrito postulatorio de absolución de
demanda; existiendo entre ambos aun cónyuges divergencia en cuanto a la
construcción de dicho lote de terreno, por su parte el actor refiere de manera
somera que dicho bien fue construido por ambas partes, mientras que la
demandada refiere que la construcción fue realizada únicamente por su persona
adjuntando como sustento de su afirmación dos cronogramas de pagos de
préstamos realizados por su persona los cuales datan del año dos mil dos y dos
mil cuatro conforme es de verificarse de foja sesenta y cinco a sesenta y siete.
Sobre el particular es menester referir que dicho bien inmueble debe ser sujeto de
liquidación y posterior división del mismo en la porción correspondiente a cada
cónyuge, esto es el cincuenta por ciento, lo cual se efectuara en ejecución de
sentencia, agregándose además que lo referido por las partes en que solo uno de
sus integrantes efectúo los gastos para su construcción, dicha afirmación debe ser
tomada como argumento de defensa, en el entendido de que cualquier aporte
efectuado por los cónyuges durante la vigencia de la unión matrimonial se
entiende que es en bien de la misma, dilucidándose de esta manera el
segundo punto controvertido.
DECIMO TERCERO: Determinar si se han procreado hijos y si estos son
mayores o menores de edad a fin de establecer régimen de visitas, tenencia,
patria potestad y alimentos.
Respecto a este punto controvertido se tiene en cuenta el actor ha referido que
durante la vigencia de su unión conyugal han procreado dos hijos: Alexis y Miguel
Vladimir Ravello Mautino los cuales al momento de la interposición de demanda
contaban con veintinueve y veintiséis años de edad, afirmación ésta que es
confirmada por la demandada en su escrito de contestación de demanda, en tal
sentido debe tenerse las declaraciones antes indicadas como declaraciones
asimiladas en aplicación de lo prescrito por el Artículo 221° del Código Procesal
Civil, siendo así y contando los hijos habidos durante el matrimonio con la mayoría
de edad carece de objeto emitir pronunciamiento de parte de este órgano
jurisdiccional sobre la tenencia, régimen de vistas, patria potestad y alimentos,
dilucidándose de esta manera el tercer punto controvertido.
DECIMO CUARTO: Determinar si resulta necesario establecer cuál de ellos
ha sido el cónyuge perjudicado con la separación. Determinar si
corresponde señalar indemnización por daño moral a favor del perjudicado y
estimar su monto.
Sobre este punto controvertido es menester hacer un análisis exhaustivo a toda la
relación conyugal durante su vigencia, ello a efectos de poder establecer
necesariamente el cónyuge perjudicado con la separación. Como se puede
apreciar de los procesos acompañados se tiene por un lado que la demandada
Yelena Soledad Mautino Cano tuvo que demandar alimentos a su favor y a favor
de sus menores hijos (Exp. N° 1996-0505), evidenciándose de dicho proceso
judicial que los problemas intrafamiliares ya se suscitaban, los cuales se han
agudizado a partir del año dos mil tres habiéndose incluso la demandada
interpuesto demanda por actos de violencia familiar (Exp. 2003-0922), proceso en
el cual se evidencian una serie de maltratos tanto físicos como psicológicos a los
cuales se ha sometido a la demandada y reconviniente, sucesos estos que incluso
han involucrado a los hijos habidos de dicha unión conyugal como son los Informe
psicológicos de fojas cuarenta y tres a cuarenta y cuatro, y los certificados
médicos de fojas cuarenta y siete a cuarenta y nueve, y los Informes médicos de
fojas cincuenta y cincuenta y uno, evidenciándose de todo lo antes expuesto que
la demandada reconviniente Yelena Soledad Mautino Cano ha sido la cónyuge
perjudicada con la separación, tanto más si se tiene en cuenta que los ataques
recibidos durante su unión conyugal ha dejado secuelas que a lo largo de los años
se han agudizado conforme se tiene de las resonancias de fojas sesenta y tres y
sesenta y cuatro. Aunado a ello debe tenerse en consideración que la
reasignación de su centro laboral se debió a causas netamente de salud,
conforme así ha sido invocado en su resolución de reasignación. Por consiguiente,
si bien, se ha demostrado que los cónyuges Ravello - Mautino, se encuentran
separados aproximadamente más de diez años; también es verdad, que la
demandada reconviniente ha solicitado pago indemnizatorio por daño moral, y por
otro lado que con los medios de prueba actuados en el proceso se ha podido
determinar con exactitud cómo se ha producido la separación lo cual nos llega a
determinar: a) El grado de afectación emocional o psicológica, b) Si dicho
cónyuge tuvo que demandar alimentos para él ante el incumplimiento del
cónyuge obligado; c) Si ha quedado en una manifiesta situación económica
desventajosa y perjudicial con relación al otro cónyuge y a la situación que
tenía durante el matrimonio u otras circunstancias importantes; habiéndose
ofrecido y actuado los medios probatorios necesarios tendientes a demostrar
dichos aspectos, motivo por el cual si amerita señalar indemnización por daño
moral y daño personal para la demandada, si bien es cierto el Juez está en la
obligación de velar por la estabilidad económica del cónyuge que resulte
perjudicado por el daño personal o moral que se le cause, sin embargo,
cuantificarlo vía indemnización siempre y cuando se acredite el daño causado,
presupuestos éstos que se encuentran presentes en el caso de autos. Tanto más
si se tiene en cuenta que el Juez debe pronunciarse de oficio sobre la
indemnización, lo que no significa que debe concederla, y fijará una indemnización
siempre y cuando de autos se acredite fehacientemente el perjuicio, que se
valorará de acuerdo a lo que aparezca en los medios probatorios y se haya fijado
como punto controvertido o materia de prueba o se haya invocado en la demanda
o en la contestación o la reconvención. (Pleno Jurisdiccional Distrital de
Familia del 2007 - Corte Superior de Justicia de la Libertad). Dilucidándose
de este modo el cuarto y quinto puntos controvertidos.
DECIMO QUINTO: De la pensión alimenticia de los cónyuges: Determinar si
corresponde disponer el cese de la obligación alimentaria entre cónyuges:
Que, según lo preceptuado en el Artículo 350° del Código Civil: “Por el divorcio
cesa la obligación alimenticia entre marido y mujer. Si se declara el divorcio
por culpa de uno de los cónyuges y el otro careciere de bienes propios o de
gananciales suficientes o estuviese imposibilitado de trabajar o de subvenir
a sus necesidades por otro medio, el Juez le asignará una pensión
alimenticia no mayor de la tercera parte de la renta de aquel…”; por ello
advirtiéndose de estos actuados que a través del Expediente Judicial número
1996-0505, seguido por Yelena Soledad Mautino Cano sobre Prestación de
Alimentos con el ahora demandante Miguel Leoncio Ravello Mejía, mediante
resolución número dos de fecha veintiséis de Septiembre de mil novecientos
noventa y seis, se aprobó la transacción arribada entre las partes dando por
concluido el proceso, habiendo transado las partes en el diez por ciento de sus
ingresos a favor de la actora y el veinte por ciento a favor de cada uno de sus
hijos, haciendo un total del cincuenta por ciento de sus ingresos mensuales. En
este sentido, atendiendo a que dicha pensión de alimentos ha sido fijada
judicialmente a través de una demanda de alimentos, por lo que en dicha
demanda no procede el cese del deber alimentario por el solo hecho del divorcio
acontecido (Casación N° 47-2006 - La Libertad) sino vía acción bajo el
cumplimiento de los presupuestos legales para su exoneración, a mayor
abundamiento, el Pleno Jurisdiccional Nacional de Familia del año 2009, ha
establecido que no hay declaración de cese automático de la prestación
alimentaria preestablecida judicialmente, sin embargo, el Juez del Proceso de
divorcio debe emitir pronunciamiento cuando en el proceso bajo su conocimiento
se haya pretendido expresamente su cese en la demanda o en la reconvención, lo
que sí ha ocurrido en el caso sub materia, en tanto que el actor en el punto 2.4
de sus fundamentos de hecho refiere que: “la demandada es docente nombrada
con más de veinticinco años de servicios en la educación y percibe una
remuneración mensual aproximada de mil seiscientos nuevos soles, que en la
actualidad no tiene ninguna obligación frente a sus hijos, la remuneración que
percibe es suficiente para poder vivir cómodamente, asumir sus gatos personales,
en consecuencia el diez por ciento que percibe de su sueldo en forma mensual se
debe extinguir con el divorcio”, situación ésta que meridianamente nos lleva a
concluir que el emplazado pretende la extinción de su obligación alimentaria frente
a su aun cónyuge. De lo antes expuesto se ha acreditado que la demandada tiene
una profesión la cual le genera ingresos económicos que puede utilizarlos en su
propia persona, tanto más si se tiene en cuenta que no cuenta ya con carga
familiar aunado a ello el hecho de que no se ha acreditado fehacientemente el
estado de necesidad de la misma a fin de continuar con la pensión alimenticia
señalada, siendo así se tiene que la pensión asignada a favor de la actora debe
extinguirse con la declaración de disolución del matrimonio, dilucidándose de
esta manera el sexto punto controvertido.
DECIMO SEXTO: Determinar si el reconvenido ha incurrido en las causales
de violencia física y psicológica, atentado contra la vida del cónyuge, injuria
grave y conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común,
causales estas que puedan dar lugar a la disolución del vínculo matrimonial.
Sobre este punto controvertido resulta necesario emitir pronunciamiento respecto
de que si las causales de violencia física y psicológica, atentado contra la vida del
cónyuge e injuria grave se encuentran habilitadas a fin de poderse disponerse la
disolución del vínculo matrimonial.
Conforme lo prescrito por el Artículo 339° del Código Civil: “La acción basada en
el Artículo 333°, incisos 1, 3, 9 y 10, caduca a los seis meses de conocida la
causa por el ofendido y, en todo caso, a los cinco años de producida. La que se
funda en los incisos 2 y 4 caduca a los seis meses de producida la causa. En los
demás casos, la acción está expedita mientras subsistan los hechos que la
motivaron”.
Dentro de este orden de ideas se tiene que la causal de violencia física y
psicológica alega por la reconviniente data del dos mil cuatro, hecho que motivo
en todo caso la separación de hecho entre los cónyuges y la posterior
reasignación de la demandada reconviniente, debiendo tenerse en cuenta que no
se ha tomado en cuenta la primera violencia familiar alegada en el proceso de
alimentos debido a que posterior a ello los recurrentes aun han continuado con su
vida conyugal, siendo así se tiene que la causal que nos ocupa se encuentra
caduca, sin embargo a lo largo de todo el desarrollo del presente proceso se ha
podido determinar que la misma se encuentra acreditada. A mayor ilustración
resulta necesario traer a colación la siguiente jurisprudencia: “… El plazo de
caducidad en el caso de la causal de divorcio por sevicia o violencia fisca sebe ser
computado a partir de la fecha en que se produce la causal o el hecho que
configura la sevicia; no siendo por ello factible que se interrumpa este plazo por el
hecho de que en otra vía se hubiera seguido la acción correspondiente por las
lesiones ocasionadas, por cuanto el Artículo 339° del Código Civil contiene un
plazo de caducidad que no admite suspensión o interrupción alguna, tal como lo
establece el Artículo 2005° del Código Civil…)” 6.
Por otro lado en cuanto respecta a la causal de atentado contra la vida del
cónyuge, alegada también por la reconviniente también se encuentra caduca en
virtud del articulado citado, ya que para su procedencia se tiene que ésta debe ser
intentada dentro de los seis meses de conocida la causa y en todo caso a los
cinco años de producido el hecho, situación ésta que en caso que nos ocupa ha
vencido largamente en tanto que ella ha sido invocada por la reconviniente y
considera como atentado de su vida los maltratos a los de los que ha sido objeto y
como sustento de la misma los certificados médicos de fojas cuarenta y siete a
cincuenta y uno, empero que la data de los mismos son del año dos mil cuatro,
para proceder a invocarlos a raíz del presente proceso de divorcio recién el año
dos mil doce, encontrándose por ende caduca también esta causal invocada;
ocurriendo lo propio con la casual de injuria grave alega por la reconviniente.
Por último en cuanto respecto a la causal de conducta deshonrosa que haga
insoportable la vida en común se debe tener en consideración que la misma es
viable mientras subsistan los hechos que la generan, sobre el particular la
reconviniente alega que el reconvenido ha cometido un acto antisociable en
agravio de su hijo Alexis Javier Ravello Mautino a quien lo apuñalo utilizando un
arma punzocortante. Acerca de la causal que nos ocupa debemos traer a colación
lo referido por la jurisprudencia nacional: “…La conducta deshonrosa que haga
insoportable la vida en común como causal de divorcio, implica la realización de
una conducta por parte de uno de los cónyuges que contravenga la moral y las
buenas costumbres, a través de la realización de actos incorrectos e impropios
que afecten la honestidad y el respeto mutuo que debe existir entre los cónyuges
6
Casación N° 112-01/Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 30-11-2001, pgs.
8111-8112.
que ocasione el rechazo de terceras personas, lo que afecta la personalidad del
otro cónyuge tornando en insoportable la continuación de la vida en común o la
imposibilidad de reanudarla…”.7 Dentro de este orden de ideas se debe tener en
cuenta que el hecho atribuible por la demandada reconviniente a su aun cónyuge
como conducta deshonrosa este despacho considera que el mismo se encuadra
dentro de la misma en tanto que el hecho de haber atentado contra la vida de uno
de los hijos habidos durante el matrimonio contraviene de manera grave la moral y
las buenas costumbres, en tanto que dicho comportamiento que acaeció
aproximadamente en el año dos mil tres trajo consigo el alejamiento irremediable
de la demandada del hogar conyugal, evidenciándose con ello la imposibilidad de
hacer vida en común, considerándose por ende que la reconvención planteada por
esta causal se encuentra acreditada, la misma que puede dar lugar a la disolución
del vínculo matrimonial, dilucidándose de esta manera el séptimo y último
punto controvertido.
DECIMO SEPTIMO: De otro lado, se tiene de autos que no se ha previsto entre
los puntos controvertidos fijados en la audiencia correspondiente, sobre la
pretensión acumulativa accesoria de la reconvención planteada, esto es si
corresponde disponerse una indemnización por daño moral a favor de la
reconviniente, y si corresponde disponerse la perdida de bienes de la sociedad de
gananciales por parte del demandante reconvenido, ya que ninguno de estos dos
aspectos ha sido materia de punto controvertido, omisión que debe de integrarse
en el presente pronunciamiento a fin de garantizarse el debido proceso, siendo así
procedo a esclarecer el primer punto antes referido, esto es si corresponde
disponerse una indemnización por daño moral a favor de la reconviniente,
sobre el particular debe tenerse en cuenta que la indemnización peticionada por la
reconviniente busca resarcir el posible daño moral causado hacia su persona por
su aun cónyuge, sobre el particular considero que de aceptarse el mismo se
estaría incurriendo en una doble indemnización, en tanto que al haberse solicitado
el divorcio por la causa de separación de hecho, la reconviniente demandada ha
sido considerada como cónyuge perjudicada por los argumentos expresados en el
7
Casación N° 1640-2003/Lima, publicada en el Diario oficial El Peruano el 30-09-2005,
Pg. 14697.
considerando pertinente de la presente resolución, por tanto estando a lo prescrito
por el Artículo II del Título Preliminar del Código Civil que refiere: “La ley no
ampara el ejercicio ni la omisión abusivos de un derecho…”, considero no
adecuado señalar un monto indemnizatorio sobre esta pretensión accesoria en
tanto ya emití pronunciamiento al considerarla como cónyuge perjudicada.
DECIMO OCTAVO: Por último en cuanto a si corresponde disponerse la
perdida de bienes de la sociedad de gananciales por parte del demandante
reconvenido, sobre este punto debo manifestar que también resulta la misma
excesiva en tanto que al demandante reconvenido solo se le ha encontrado
culpable de la disolución de vínculo matrimonial por una casual como es la
conducta deshonrosa, sin que ello se considere que las otras causales invocadas
por la reconviniente no se hayan acreditado, lo que sucede es que las mismas no
han sido ejercitadas oportunamente, y cuando lo demandado ya las mismas se
encontraban caducas, debiendo tenerse en cuenta también lo expresado en el
considerando pertinente respecto de la liquidación de gananciales dispuesto.