Quistes de Los Maxilares
Quistes de Los Maxilares
Quistes de Los Maxilares
QUISTES ODONTOLOGICOS
RESUMEN
Los quistes representan sin duda, un peligro para la integridad del componente máxilo facial,
ocasionando trastornos funcionales y estéticos de variable intensidad por lo que deben ser
diagnosticados precozmente y tratados de forma adecuada.
Entre los procesos que integran la patología quirúrgica oral y maxilofacial, uno de los más
complejos es el de las lesiones tumorales de los maxilares. Entre todos los procesos tumorales,
quizás el más importante sea el referido a los quistes maxilares por su frecuencia y aparición y
por el papel que en su diagnóstico tiene el estomatólogo es por tal motivo que como interesados
en la profesión debemos reforzar el conocimiento sobre esta patología .
Objetivos
General:
Específicos:
Lograr establecer diagnóstico diferencial entre los diferentes quistes maxilares mediante
estudios radiográficos e histopatológicos.
El quiste se define como una bolsa conectivo epitelial, tapizada en su interior por epitelio y
recubierta en su cara externa por tejido conectivo, que encierra un contenido líquido o
semilíquido, son asintomáticos y se descubren en estudios radiográficos de rutina.
Kramer lo define como una cavidad patológica con un contenido líquido, semilíquido o gaseoso,
no originado por el acúmulo de pus, y que suele estar aunque no siempre, revestida de epitelio.
Engloban como quistes las lesiones de los maxilares, epiteliales o no y las de los tejidos blandos,
descartando los abscesos por acúmulo de pus.
Otros autores definen el quiste como cavidades formadas por epitelio y tejido conectivo, con
contenido líquido o semilíquido, desde la primera clasificación propuesta por Robinson en 1945,
se han sucedido múltiples clasificaciones. La última, en 1992, suscrita por Kramer, Pindborg y
Shear, es la siguiente:
I. Quistes epiteliales
A. Del desarrollo.
Odontogénicos.
o Quiste de erupción.
No odontogénicos.
B. Inflamatorios.
Quistes odontógenos.
Quistes no odontógenos.
El Dr. Julio C. Santana Garay asemeja esta clasificación separando los quistes en:
Etiología: los quistes odontógenos de manera general se forman a partir del epitelio dental en
cualquiera de sus etapas de desarrollo, y los quistes no odontógenos se forman por el
atrapamiento de células epiteliales durante el período de fusión de los procesos embrionarios.
Características clínicas:
Perlas de Epstein: aparecen en la mucosa alveolar del recién nacido como múltiples
elevaciones blanquecinas de 2-3 mm de diámetro.
Nódulos de Bohn: son similares y aparecen en la línea media del paladar.
Queratoquiste odontogénico.
Su diagnóstico presupone la falta del diente, a partir de cuyo órgano del esmalte se ha originado.
Puede originarse en el órgano de un diente supernumerario, por lo que en algunos casos estará
presente el conjunto de dientes completo. Posee capacidad para desplazar por presión los
dientes adyacentes. No es doloroso, a menos que haya una infección secundaria. Rara vez
presenta síntomas clínicos. A veces está asociado con un diente primario sin erupcionar. Alto
poder recidivante (60 %). Aparece con más frecuencia en la zona del tercer molar mandibular, de
tamaño variable y ligero predominio en el sexo masculino.
Tratamiento: quirúrgico, que consiste en su eliminación total y cureteado amplio del lecho, con
seguimiento clínico y radiográfico por no menos de 5 años por su alto poder recidivante.
Alrededor del quiste primordial hay controversias sobre qué terminología emplear, si quiste
primordial o queratoquiste. Hay autores que los consideran como lesión única, y por el contrario,
hay otros autores que lo consideran lesiones independientes.
Queratoquiste odontogénico.
No todos los quistes primordiales son queratoquistes. En la actualidad hay un acuerdo general
de que este quiste tiene un criterio histológico muy bien definido y un aspecto clínico
característico.
Etiología: lesión formada por proliferación de células basales a partir de la lámina dental con
epitelio de revestimiento de queratina o paraqueratina. Epitelio con aumento en la síntesis de
DNA.
Quiste dentígero.
Etiología:se origina por alteración del epitelio adamantino después de la formación completa de
la corona con acumulación de líquido entre las capas del epitelio adamantino o entre este y la
corona dental. Si esta degeneración ocurriera antes de la formación coronaria, el resultado sería
un quiste primordial.
Tratamiento: quirúrgico radical con eliminación total de la cápsula quística. Cuando alcanzan
gran volumen se pueden intervenir por técnicas descompresivas para reducir su volumen
paulatinamente hasta un segundo tiempo quirúrgico en que se elimine la cápsula.
Santana refiere que hay autores que plantean que es difícil diferenciar entre un saco
pericoronario dilatado y un quiste dentígero, y proponen que si en el examen radiográfico el
espacio pericoronario es menor que 2,5 mm, se trata de un saco normal, y que por encima de
esta cifra, es un quiste dentígero. Este, según Santana, es un enfoque simplista del problema, ya
que estas imágenes radiográficas se corresponden muchas veces con formaciones
microscópicas de un quiste dentígero, por lo que al diagnosticar no se puede perder la
perspectiva de que estos sacos dilatados pueden ser quistes dentígenos y se debe tener
presente la posibilidad de derivación hacia la formación de neoplasias odontogénicas.
Características clínicas: son raros, aparecen en los niños en relación con un diente próximo a
erupcionar, ya sea primario o permanente. Se caracteriza por un aumento de volumen en los
rebordes alveolares donde debe erupcionar el diente. Se presenta como una tumoración
azulada, renitente y llena de líquido sobre la cresta ósea.
Este quiste odontógeno periodontal lateral, según Donado y Aguirre, 2 aparece en la nueva
clasificación de quistes maxilares, aprobada por la OMS en el año 1992. Es un quiste de
desarrollo.
Etiología: proviene del ligamento periodontal lateral de un diente erupcionado. Debe distinguirse
de los quistes radiculares laterales de origen inflamatorio. Sin embargo, el origen del epitelio es
muy controvertido. Se halla revestido por un epitelio no queratinizado con engrosamiento en
placa.
Características clínicas: situado lateral a la raíz de un diente vital, puede aparecer con la edad.
Se localiza con mayor frecuencia en la mandíbula (en las regiones premolar, canina y zona del
tercer molar) o en la región anterior del maxilar. Algunos autores lo identifican con el quiste
primordial. Suele ser descubierto en un examen radiológico casual.
Características radiográficas: imagen radiolúcida situada entre las raíces de 2 dientes (entre el
diente y la cresta alveolar). En ocasiones puede ser multilocular y más agresivo (quiste
odontogénico botrioide).
Es muy rara su aparición, y hay quienes consideran que es la forma extraósea del quiste
periodontal lateral.
Etiología: se origina a partir de la lámina dental, lo cual hace que se asemeje al quiste
periodontal lateral. También se puede originar por tejido glandular heterotópico, cambios
degenerativos en las prolongaciones del epitelio y por implantación traumática del epitelio.
Lesión descrita por primera vez en 1987. Conocido también como quiste sialoodontogénico.
Características clínicas: lesión muy poco frecuente; no presenta predilección sexual, alcanza
un tamaño variable y pueden afectar todo el cuerpo mandibular. Se considera localmente
agresivo con alto poder recidivante.
Quistes no odontógenos.
El diagnóstico diferencial debe hacerse con el quiste radicular de un incisivo central o con un
quiste primordial de un mesiodens. Para diferenciarlos hay que estudiar la continuidad del
espacio periodontal a nivel de los dientes implicados y la vitalidad de estos. Cambiando la
angulación del haz de rayo se desplaza la imagen radiolúcida del diente aparentemente
causante de la lesión.
Tratamiento: debe ser quirúrgico. No alcanza gran volumen y no recidiva, por lo que hay
pacientes que lo toleran sin ser intervenidos.
Etiología: procede del epitelio atrapado en el surco nasomaxilar, entre los mamelones nasal
externo y maxilar, o bien de restos del conducto nasolagrimal.
Características clínicas: es un quiste de los tejidos blandos, puede producir erosión del maxilar.
Se localiza en la apófisis alveolar cercana a la base del ala de la nariz. Se presenta como
tumefacción que eleva el ala nasal, indolora, desplazable y fluctuante. Para su diagnóstico es
esencial la inyección de un líquido de contraste, ya que no se detecta con la radiografía
convencional. No es muy frecuente.
Características clínicas: localizado en la línea media del paladar duro, entre los procesos
laterales. Pueden llegar a ser grandes y clínicamente visibles.
Tratamiento: quirúrgico.
Quiste mandibular de la línea media.
Características histológicas: presenta epitelio estratificado, plano fino que reviste la cavidad.
La pared esta constituida por un tejido conjuntivo fibroso colagenizado. Puede presentar infiltrado
inflamatorio.
Tratamiento: quirúrgico.
Quiste globulomaxilar.
Etiología: considerado un auténtico quiste fisurario procedente de los restos epiteliales tras la
fusión de los procesos globular y maxilar. Hoy día se le relaciona con las siguientes entidades:
quiste dentígero lateral del canino superior, quiste primordial de un diente supernumerario, quiste
radicular lateral inflamatorio de un incisivo lateral, quiste periodontal del desarrollo e incluso,
quiste residual de un incisivo temporal.
Características clínicas: se sitúa entre el incisivo lateral y el canino superior, y al crecer, separa
las raíces de ambos dientes. Al principio es asintomático y en su evolución puede llegar a
exteriorizarse en el vestíbulo o el paladar, o bien desplazar el suelo nasal o sinusal. Es poco
frecuente su presentación. A veces son detectados en exámenes radiográficos de rutina.
Tratamiento: quirúrgico.
Quistes inflamatorios
Quiste radicular.
Etiología: el epitelio procede de los restos epiteliales de Malassez originados en los vestigios de
la vaina de Hertwig. La transformación de estas células epiteliales en quistes puede ocurrir por
caries con consiguiente necrosis pulpar, se forma un granuloma como reacción defensiva
hiperplásica frente a un estímulo inflamatorio persistente y no intenso. La proliferación de las
células epiteliales se hace de modo irregular, las células situadas en el interior sufren una
degeneración hidrópica y se necrosan, formando una cavidad llena de líquido. Por otro lado, las
células plasmáticas de la vecindad son asiento de la degeneración grasa y se incorporan al
contenido líquido.
Una vez formado el quiste, crece progresivamente por aumento pasivo y no por proliferación del
epitelio. Para explicar el crecimiento del quiste existen diversas teorías: reabsorción ósea por la
presión quística (Ahlfors), producción de colagenasas (Donaff), presencia de prostaglandinas
sintetizadas (Harris), poder fibrinolítico de la pared, etc.
Estos quistes radiculares crecen lentamente, y llegan a adquirir grandes dimensiones con
expansión de las corticales externas. En principio, el quiste es asintomático, solo se aprecia por
procedimientos radiográficos. El diagnóstico diferencial entre quiste y granuloma es difícil,
aunque el factor tamaño no es decisivo para establecer este diagnóstico; se acepta que a partir
de 2 cm (evolución de 10 años), la lesión se considera quística y capaz de dar sintomatología.
Dependiendo de su localización, se distinguen distintas formas topográficas, la mayor frecuencia
es en el maxilar, en la región anterior; en este caso, la evolución se produce hacia el vestíbulo,
fosa nasal, región palatina, senos maxilares y más raramente, la tuberosidad.
Existe la posibilidad, aunque muy discutida, de malignizacion de las células epiteliales hacia un
quiste epidermoide.
Tratamiento:quirúrgico y radical con su eliminación total.
El término quiste paradental describe unas lesiones en las regiones bucal y distal de terceros
molares mandibulares parcialmente erupcionados que han sufrido episodios previos de
pericoronaritis. Son más frecuentes en varones en la tercera década de la vida y en ocasiones
pueden ser bilaterales. Una variante es el quiste bucal infectado de la mandíbula, que aparece
en niños en relación con molares mandibulares parcialmente erupcionados.
La primera descripción como entidad independiente fue realizada por Garlin y colaboradores en
1962, quienes encontraron una gran semejanza histológica con el epitelioma cutáneo calcificante
de Malherbe y posteriormente otros autores, con el craneofaringioma.
Uniquístico simple.
Productor de odontoma.
Ameloblastomatoso.
Características clínicas: muy poco frecuentes. Edad más frecuente de aparición entre 20 y 30
años. No hay predilección sexual ni racial. Localización más común en la parte anterior de los
maxilares. Lesión expansiva que solo provoca una tumoración por lo general indolora.
Tratamiento: quirúrgico.
No es un quiste óseo ,pero requiere diagnóstico diferencial con los quistes maxilares. Es de
origen desconocido relacionado con ácinos atrapados de la glándula submaxilar en el cuerpo
mandibular. Aparece en la mandíbula, entre el ángulo y el primer molar, debajo del conducto
dentario inferior, como una imagen radiolúcida ovalada y limitada por una línea de
osteoesclerosis. Puede ser bilateral, es totalmente asintomático y se diagnostica tras una
exploración radiográfica de rutina.
Existen otros seudoquistes que no afectan los maxilares como los seudoquistes sinusales, que
son quistes de retención sinusal e incluyen el mucocele gingival o quiste quirúrgico ciliado. y son
de interés para el diagnóstico diferencial.
No quisiéramos terminar sin antes mencionar otros quistes que no están incluidos en la
clasificación de los quistes maxilares, pero deben ser de conocimiento de todo estomatólogo;
estos son:
1.Quistes de desarrollo que afecta la región facial, suelo de boca, base de lengua y cuello:
Quiste tirogloso.
Quiste dermoide
Ránula.
Mucocele.
Estudio radiográfico.
Punción aspiradora.
Examen histopatológico.
Descapuchamiento.
Son recidivantes.
Los quistes maxilares más frecuentes son los quistes epiteliales odontógenos (con más
de 90 %) y de ellos, los radiculares y los dentígeros son los de mayor incidencia.
BIBLIOGRAFIA
2.- https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-12852013000200004
3.- https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-12852013000200004
ANEXOS
En esta revisión nos basamos en la clasificación de la OMS de 1992 (1) visible en la Tabla 1.
La Tabla 2 presenta los distintos tipos de quistes incluidos en la revisión junto con sus
características clínicas, epidemiológicas y de tratamiento habituales.