Proyecto Abominacion Desoladora

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CARRERA DE LIDERAZGO PASTORAL

ABOMINACION DESOLADORA

INTEGRANTES:  BALDIVIEZO LEÓN LUIS MARIO


 CHOQUE GUTIÉRREZ JORGE
 CONDORI ALI NORMAND LUIS
 GARCÍA MONRROY MARCELO
HUBER
 MAMANI MAMANI MARILU
 QUISPE VARGAS JAVIER
 SIERRA SALINAS ALEJANDRO
MODULO: APOCALIPSIS

DOCENTE: PTOR. FIDEL VARGAS CABALLERO

SEMESTRE: SEXTO

GESTIÓN: 2021

LA ABOMINACIÓN DESOLADORA
Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN........................................................................................................3
OBJETIVOS ESPECIFICOS.......................................................................................3
1. PROFECIA DE DANIEL..........................................................................................4
2. PERIODO INTER TESTAMENTARIO....................................................................4
2.1.1. Antíoco IV Epífanes y la religión.......................................................................4
a. Prevaricación...........................................................................................................5
b. Abominación desoladora.........................................................................................6
c. Como Reflexión.......................................................................................................6
3. CUMPLIMIENTO PARCIAL EN LOS EVANGELIOS DE MATEO Y MARCOS.....6
4. APOCALIPSIS.........................................................................................................8
4.1. Primer cumplimiento de la abominación desoladora...........................................9
4.2. Segundo cumplimiento.........................................................................................9
4.3. Un cumplimiento futuro......................................................................................10
4.4. La futura abominación desoladora.....................................................................10
4.5. Seguirá las pisadas de Antíoco.........................................................................11
4.6. La desolación en Apocalipsis.............................................................................12
4.7. Una advertencia para hoy..................................................................................13
CONCLUSIONES......................................................................................................14
INTRODUCCIÓN.

OBJETIVO GENERAL

Entender la importancia del estudio de la escatología, para tener pleno


conocimiento de los eventos del porvenir revelados a Juan.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

1. Interpretar la abominación desoladora mencionada en el libro del profeta Daniel

2. Analizar las profecías del libro de Daniel comparadas con las profecías del nuevo
pacto

3. Describir que es abominación desoladora

4. Reconocer en que etapa se encuentra la iglesia con relación a la abominación


desoladora

6. Conocer el propósito de la abominación desoladora en la creación de Dios

7. Desarrollo con respaldo bíblico, gráficos, cuadros sinópticos.

1. PROFECIA DE DANIEL

En Daniel 11 se registró por anticipado lo que sucedería con los imperios y


naciones que lucharían por apoderarse de la Tierra Santa en los siglos venideros.
Gran parte de la profecía tiene que ver con los reinos de Siria al norte y Egipto al
sur. La profecía de Daniel advirtió acerca de Antíoco: “Y se levantarán de su parte
tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y
pondrán la abominación desoladora” (Daniel 11:31). En esta profecía Daniel
claramente dice que los sacrificios diarios volverán a ser suprimidos cuando venga
la abominación desoladora (Daniel 12:9-13), al parecer, para que esta profecía se
cumpla tendrá que construirse un nuevo altar y ser restablecidos los sacrificios
antes del retorno de Jesús el Mesías.
Jesús nos reveló el tiempo del cumplimiento final de esta profecía al mencionar
en Mateo 24:21 lo que vendría inmediatamente después: “Porque habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta
ahora . . .”. Esto nos recuerda otra parte de la profecía de Daniel, que dice que el
tiempo del fin “será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente
hasta entonces” (Daniel 12:1). Así que este período de tribulación vendrá al final de
la época actual, poco antes del retorno de Jesucristo.

Por medio del primer cumplimiento de esta profecía podemos aprender mucho
acerca de su cumplimiento en el tiempo del fin. Además, por otros pasajes bíblicos,
parece que este gobernante de los últimos días, con el fin de lograr sus propósitos,
hará falsos ofrecimientos de paz a los judíos del actual Estado de Israel.

2. PERIODO INTER TESTAMENTARIO

2.1.1. Antíoco IV Epífanes y la religión

Antioco IV Epifanes ascendió al trono el año (175-163 a.C.). tenía cuarenta años de
edad, fue un personaje funesto en la historia judía pues intentó aplicar una
helenización violenta y radical en Jerusalén. En el 169 tomó la Ciudad Santa y
saqueó el templo; poco después, en el 167, prohibió las prácticas religiosas judías

Es allí donde se desarrolla la famosa profecía de los cuatro imperios mundiales


representados con la imagen de las cuatro bestias que tanta influencia tendrá en la
Apocalíptica cristiana. Los cuatro imperios futuros: Babilonia, Media, Persia y
Alejandro. El último es el peor de todos ("Devorará la tierra, la aplastará y la
pulverizará", y Antíoco Epífanes es el tirano malvado que será castigado por Dios
con su derrota y su muerte.
a. Prevaricación

La profecía de Daniel habla de este hombre en estos términos: "Y le sucederá en


su lugar un hombre despreciable" como veremos, el profeta dedica a este
personaje más espacio como al resto de los gobernantes anteriores juntos. Esto se
debe a que el pueblo de Israel había sufrido mucho por las luchas entre los reyes
del norte y del sur, lo peor iba a llegar de la mano de Antíoco IV. Donde el pueblo
de Israel pasó el sufrimiento, que en otras partes del libro de Daniel ya ha sido
mencionado como el "cuerno pequeño" (Dn 8:9-12, 23-25) y que cuando aparezca
profanará el templo y destruirá la tierra de Israel.

El título que escogió para sí mismo era "Epífanes", que significa "Dios
manifestado", aunque fue una persona tan despreciable que los judíos y otras
personas lo llamaban "Epímanes" que significa "el loco".

Antíoco IV no le había gustado que Roma le impidiera tomar posesión de Egipto,


así que, en su viaje de regreso, frustrado como estaba, decidió desquitarse con los
judíos: "y su corazón será contra el pacto santo; hará su voluntad, y volverá a su
tierra". En esta decisión pudo influir, además del odio que sentía hacia el pueblo de
Dios, aprovechó que los judíos estaban adorando durante el día de reposo y
ordenó la muerte indiscriminada de hombres, mujeres y niños. También profanó el
templo y lo saqueó, llevándose gran parte de sus utensilios, y prohibió a los judíos
practicar las actividades religiosas del sábado, tener copias de la Ley y practicar la
circuncisión.

b. Abominación desoladora

En su deseo de exterminar el judaísmo, profanó el santuario y abolió el continuo


sacrificio, y levantó un altar a Zeus en el recinto del Templo instaurando así "la
abominación de la desolación" (1 Mac. 1:1-62) sobre el altar del holocausto y
ofreció en él un cerdo a una divinidad pagana. Además, los judíos fueron obligados
a ofrecer un cerdo el día 25 de cada mes para celebrar el cumpleaños de Antíoco
IV. Todo esto fue profetizado también por Daniel: "Y se levantarán de su parte
tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y
pondrán la abominación desoladora".

De acuerdo con la ley judía, los cerdos eran inmundos y no debían tocarse ni
comerse. Sacrificar un cerdo en el templo era el peor insulto que un enemigo podía
hacer a los judíos. y levantó un altar a Zeus en el recinto del Templo instaurando
así "la abominación de la desolación" (1 Mac. 1:1-62).Esto ocurrió en 168-167 a.C.
A esto último se refirió el Señor Jesucristo en (Marcos 13:14).

c. Como Reflexión

El libro de Daniel une proféticamente el vacío existente entre el Antiguo y el Nuevo


Testamento. Muchos pensamos al período inter-testamentario como un tiempo de
silencio, esto no es realmente exacto. Aquí encontramos amplia información sobre
todo el sufrimiento que el pueblo de Israel ha pasado en manos de Siria y Egipto.

Al estudiar estas profecías, Daniel usa a Antioco IV Epifanes, el malvado


gobernante como un prototipo del anticristo escatológico que aparecerá al final de
los tiempos por su odio hacia el pueblo judío, el desafío a la misma Persona de
Dios y sus engaños, iniquidades y su profanación del templo de Jehová.

3. CUMPLIMIENTO PARCIAL EN LOS EVANGELIOS DE MATEO Y MARCOS

La frase “abominación desoladora” se refiere a Mateo 24:15: “Por tanto, cuando


veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, o
también en Marcos, Pero cuando vean que la abominación desoladora se ha
establecido donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en
Judea huyan a los montes. El que esté en la azotea no descienda ni entre para
sacar algo de su casa, y el que esté en el campo no vuelva atrás para tomar su
manto. Estas Escrituras tiene referencia a Daniel 9:27, “Y por otra semana
confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y
la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el
desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame
sobre el desolador”. En el 167 a.C. un gobernador griego llamado Antíoco Epífanes
erigió un altar a Júpiter sobre el altar de los holocaustos en el templo judío en
Jerusalén. También sacrificó un cerdo sobre el altar en el Templo en Jerusalén.
Este evento es conocido como “la abominación desoladora”.

En Mateo 24:15, Jesús estaba hablando unos 200 años después de que la
abominación desoladora antes descrita, ya había ocurrido. Así que, Jesús debe
haber estado profetizando que, en algún tiempo futuro, otra abominación
desoladora ocurriría en un templo judío en Jerusalén. La mayoría de los intérpretes
de la profecía bíblica, creen que Jesús estaba refiriéndose al anticristo, quien hará
algo muy similar a lo que hizo Antíoco Epífanes. Esto es confirmado por el hecho
de que algo de lo que Daniel profetizó en Daniel 9:27 no ocurrió en el 167 a.C. con
Antíoco Epífanes. Antíoco no confirmó un pacto con Israel por siete años. Es el
anticristo quien, al final de los tiempos, establecerá un pacto con Israel por siete
años y entonces lo romperá al hacer algo similar a la abominación desoladora en el
templo judío en Jerusalén.

Cualquiera que sea la futura abominación desoladora, no dejará duda en la mente


de nadie, de que quien la lleve a cabo es la persona conocida como el anticristo.
Quien hara haciendo alguna clase de imagen que todos son forzados a adorar.
Convertir el templo del Dios viviente en un lugar de adoración para el anticristo, es
verdaderamente una “abominación”. Aquellos que vivan y permanezcan durante la
tribulación deberán tener cuidado y reconocer que este evento es el principio de 3
½ años del peor período de tribulación, y de que el regreso del Señor Jesucristo es
inminente. Recordemos lo que dice Lucas 21:26).

“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de
todas estas cosas que vendrán y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”
(Lucas 21:26).

4. APOCALIPSIS

Varias palabras hebreas se traducen “abominación”. En la mayoría de los casos


corresponde a to’ebah que se refiere a algo repulsivo, detestable u ofensivo. Entre
los ejemplos se incluyen la perversión sexual (Lev. 18:22-26), el orgullo (Prov.
16:5), la adoración hipócrita (Isa. 1:13) y en especial la idolatría (por ej. Deut. 7:25-
26; 1 Rey. 14:24; Ezeq. 7:20).

Otro término es shiqquts que indica “algo detestable”. Las 28 veces que aparece en
el AT está asociado con la idolatría y suele describir a los ídolos como algo
desagradable y ofensivo para Dios. Otras palabras hebreas que se traducen
“abominación” o “abominable” son piggul (alimentos ceremonialmente inaceptables;
Lev. 7:18; 19:7; Isa. 65:4; Ezeq. 4:4) y ba’ash (literalmente “hedor”, pero se emplea
como símbolo de algo ofensivo, repugnante u odiado; 1 Sam. 13:4).

Bdelugma también significa “algo detestable”; es el término griego que aparece seis


veces en el NT y que generalmente se traduce como “abominación”. No hay duda
de que la palabra en Mat. 24:15; Mar. 13:14; Apoc. 17:4,5 y posiblemente en Apoc.
21:27 se refiere a la idolatría.

La abominación desoladora se menciona cinco veces (Dan. 9:27; 11:31; 12:11;


Mat. 24:15; Mar. 13:14). El hebreo presenta leves variaciones, pero en las tres
referencias de Daniel corresponde a formas de shiqquts (“abominación”)
y shamem (“estar desolado, horrorizado”). La abominación desoladora es una
acción, un objeto o una persona que hace que los adoradores abandonen el
templo.

“Abominación desoladora” aparece dos veces en el NT (Mat. 24:15; Mar. 13:14). En


el discurso sobre el fin de los tiempos, Jesús le atribuyó la expresión a Daniel e
indicó que se cumpliría en el futuro. El testimonio fehaciente de Jesús señala que
todas las referencias a la “abominación desoladora” no se cumplieron durante la
época de Antíoco IV. Dado que Dan. 11:31 alude a la blasfemia de Antíoco, las
palabras de Cristo deben referirse a la “abominación desoladora” de Dan. 9:27 y/o
12:11. Por lo tanto, Jesús identifica la “abominación” que se menciona en estos
pasajes con un futuro sacrilegio del templo de Jerusalén.

La mayoría de los eruditos vinculan esta “abominación desoladora”


neotestamentaria con (1) la destrucción del templo, (2) el anticristo escatológico o
(3) ambas cosas. Podría referirse a cualquiera de las facetas de la revolución judía
y de la destrucción de Jerusalén y el templo a manos de los romanos en el 70 d.C.,
incluso la entrada de Tito al lugar santísimo (Josefo, Guerras 6,4,7; 7,5,5); el propio
ejército romano (comp. Luc. 21:20), en particular las insignias militares con
imágenes idólatras (Josefo, Guerras 6.6.1); o la profanación del templo en el 67–68
d.C. que infligieron los zelotes judíos (Josefo, Guerras 4,3,7–10). El sacrilegio del
anticristo escatológico se menciona en 2 Tes. 2:3-12. Los que aluden a ambos
acontecimientos argumentan que posee una doble aplicación. Dado que los
elementos de la profecía de Jesús se extienden más allá de la destrucción llevada
a cabo por los romanos en el 70 d.C. y aluden a Su venida (Mat. 24:29-30; 36-44),
las opiniones 2 y 3 parecieran ser las más aceptables.

4.1. Primer cumplimiento de la abominación desoladora

Daniel profetizó que un sucesor de uno de los generales de Alejandro el Grande


pondría una “abominación desoladora” (Daniel 11:31).

El gobernante griego Antíoco Epífanes fue el “rey del Norte” que cumplió esto. Él
proscribió toda forma de adoración judía; y otras prácticas, incluyendo la
circuncisión, fueron prohibidas bajo pena de muerte. Ordenó que se ofrecieran
sacrificios a varias deidades paganas. Después en 167 a.C. colocó un altar al dios
griego Zeus en el templo de Dios en Jerusalén. Ordenó que se ofrecieran animales
inmundos en este altar nuevo, profanando así el lugar santo. Esto fue abominable,
aborrecible y detestable al pueblo judío y fue el primer cumplimiento de la
abominación desoladora.

4.2. Segundo cumplimiento

Un segundo cumplimiento ocurrió en el año 70 d.C. cuando los ejércitos romanos


destruyeron la ciudad de Jerusalén; y una vez más, el templo y el altar fueron
profanados. Esta vez, el edificio del templo y el altar fueron destruidos, y no han
sido reconstruidos desde ese tiempo hasta el presente. Lucas 21:20 identifica los
ejércitos como la causa de la desolación de Jerusalén en el año 70 d.C. Este
evento también parecer ser el precursor de un evento similar que sucederá poco
antes del regreso de Cristo (ver los versículos 20-24).
4.3. Un cumplimiento futuro

En relación con “el fin” de este siglo cuando Él regresaría a la tierra a la tierra por
segunda vez (Mateo 24:13-14), Jesús dijo, “Por tanto, cuando veáis en el lugar
santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee,
entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes” (vv. 15-16). A
Daniel, el profeta a quien se refirió Jesús, le fue dicho en una visión que las
palabras que le habían sido dadas estaban “cerradas y selladas hasta el tiempo del
fin” (Daniel 12:9) y que “desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta
la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días” (v. 11).
Presumiblemente, el conteo regresivo de días es hasta que Cristo regrese. O sea,
que aquí vemos otro cumplimiento de la “abominación desoladora” todavía por
ocurrir.

También debemos notar que este versículo, que menciona la colocación de esta
abominación desoladora, también declara que los sacrificios diarios deben ser
quitados. Puesto que los judíos no están ofreciendo sacrificios diarios actualmente,
esto significa que los sacrificios deben ser restablecidos. Para que los sacrificios
sean ofrecidos, se debe construir un altar. Aun no ha sido revelado en que va a
consistir esta abominación desoladora; pero los sabios entenderán cuando ésta
sea puesta (Daniel 12:10).

No se nos dice por cuánto tiempo continuarán estos sacrificios, pero en algún
momento los sacrificios serán detenidos. Y, con base en el patrón histórico que
hemos visto, algo abominable ocurrirá en ese sitio. Todo esto sucederá poco antes
del regreso de Jesucristo a esta tierra para establecer el Reino de Dios.

4.4. La futura abominación desoladora

En 2da Tesalonicences 2:3-4 el apóstol Pablo nos previene que en el tiempo del fin
aparecerá un personaje religioso muy influyente: “Nadie os engañe en ninguna
manera; porque no vendrá [el día del retorno de Jesucristo] sin que antes venga la
apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se
opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que
se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”.

A su retorno, Cristo destruirá a este dirigente apóstata (vv. 5-8), el cual habrá
logrado engañar a muchos “con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (vv.
9-12).

La descripción que Pablo hace de esta persona encaja claramente con la profecía
de Apocalipsis 13:11-14, donde se nos habla de una bestia. Aquí se nos advierte
que este dirigente hará “grandes señales, de tal manera que aun hace descender
fuego del cielo . . . Y engaña a los moradores de la tierra”.

Ya que en los dos primeros cumplimientos de la abominación desoladora se


eliminaron los sacrificios, todo parece indicar que éstos volverán a ser instituidos
antes del retorno de Jesucristo. Según Daniel 12:9-13, la abominación desoladora
ocurrirá en “el tiempo del fin”. Tal parece que una vez más se ofrecerán sacrificios
en Jerusalén o en algún lugar cercano; otra vez la ciudad será sitiada por ejércitos
enemigos y los sacrificios serán suprimidos nuevamente.

4.5. Seguirá las pisadas de Antíoco

En los acontecimientos del tiempo del fin, un dirigente poderoso y carismático


desempeñará un papel importantísimo. Además de realizar grandes milagros, él “se
opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que
se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2da
Tesalonicences 2:4). Debido a su gran influencia engañadora, la mayor parte de la
humanidad creerá que es un representante directo de Dios, o Dios mismo.

Pero Dios lo llama “el hijo de perdición” (v. 3). Este personaje representa un
sistema contrario a la ley de Dios. Antíoco Epífanes, quien fue el protagonista de la
primera abominación desoladora, bien podría ser el precursor de este “hombre de
pecado” del tiempo del fin.
Antíoco Epífanes intentó suprimir la adoración a Dios y con toda crueldad persiguió
a quienes se negaron a renunciar a su fe. En varias profecías podemos ver que la
historia se repetirá. Muchos de los que fielmente obedecen a su Creador serán
perseguidos y martirizados en el tiempo del fin (Juan 15:18-20; 16:2; Apocalipsis
6:9-11; Apocalipsis 17:6; Apocalipsis 20:4).

4.6. La desolación en Apocalipsis

En Apocalipsis 13 se nos habla de un dirigente religioso que en el tiempo del fin


hará matar a todo el que no adore “la imagen de la bestia” (v. 15). Los poderes
gubernamentales y religiosos serán descargados con toda crueldad sobre aquellos
que permanezcan fieles a Dios y no se dejen engañar. Así se cumplirá lo que Jesús
les advierte a los cristianos del tiempo del fin: “Entonces os entregarán a
tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi
nombre” (Mateo 24:9).

Más detalles de la abominación desoladora se dan en el libro de Apocalipsis.


Descrita como la bestia que sube del mar, al anticristo se le dio “boca que hablaba
grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos
meses”

(Ap. 13:1, 5). Cuarenta y dos meses se convierten en tres años y medio, o mil
doscientos sesenta días, que serán la gran tribulación, la segunda mitad de la
última semana de años. Cuando el anticristo continúa sus blasfemias contra el
nombre de Dios, el tabernáculo, y los ciudadanos celestiales, “se le permitió hacer
guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu,
pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos
nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado”
(vv. 7-8). Su cómplice, el falso profeta, se le unirá 832 entonces y realizará grandes
señales y prodigios a fin de promover la adoración al anticristo. Incluso se le
permitirá que una imagen de la bestia hable y ocasione las muertes de aquellos
que se nieguen a adorar (vv. 11-15).
Antíoco Epífanes puso un ídolo en el templo para que los judíos adoraran, pero el
anticristo mismo se colocará como Dios y exigirá adoración de parte de toda la
humanidad. Acabará con todo sacrificio en el templo y cometerá la abominación
que dejará al lugar santo profanado y desierto, un lugar totalmente detestable para
los judíos. Entonces el anticristo que es “el hombre de pecado, el hijo de perdición,
el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto;
tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2
Ts. 2:3-4). Él es aquel “inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran
poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los
que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (vv.
9-10). Esa es la abominación desoladora.

La exhortación el que lee, entienda refuerza el hecho de que Jesús no estaba


dando las advertencias en el discurso del Monte de los Olivos a los discípulos
mismos o a su generación, sino a los creyentes en el fin de los tiempos, quienes
leerán esas verdades en la Biblia y, por tanto, podrán entender los sufrimientos que
estarán soportando.

4.7. Una advertencia para hoy

Jesús exhortó a sus seguidores diciendo: “Velad, pues, porque no sabéis a qué
hora ha de venir vuestro Señor” (Mateo 24:42). Si entendemos los dos
cumplimientos preliminares de la abominación desoladora, podemos estar atentos
y vigilar los acontecimientos futuros que están profetizados:

• Gestiones para establecer nuevamente los sacrificios diarios en el Estado de


Israel.

• La aparición del “hombre de pecado”, un dirigente religioso que pretenderá ser


representante de Dios.

• Sucesos geopolíticos que conducirán a la concentración de ejércitos muy cerca


de Israel y Jerusalén.
Dios enviará a su Hijo a la tierra para evitar que la humanidad se destruya a sí
misma. Pero antes del retorno de Cristo el mundo sufrirá una “gran tribulación, cual
no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (v. 21). Sin
embargo, el futuro Rey de reyes y Señor de señores no ha dejado a sus seguidores
sin información acerca de los acontecimientos del tiempo del fin.

CONCLUSIONES

El siguiente estudio tiene la finalidad de analizar a la luz de los libros de Daniel,


Mateo y Lucas el significado profético y escatológico de la palabra ‘’Abominación
Desoladora’’ mencionada por nuestro Señor Jesucristo en el evangelio de Mateo
24:15.

Según Desmond Ford: “El santuario está siendo vindicado de haber sido pisoteado
y derribado por la Abominación Desoladora. La Abominación Desoladora comenzó
cuando Antíoco IV Epífanes profanó el templo de Dios ofreciendo sacrificios a
ídolos sobre el santo altar de Dios. (1 Mac. 1:41-64)

Durante la época de Jesús, las acciones de Antíoco Epífanes estaban todavía


frescas en la mente del pueblo judío. Entendieron que Antíoco Epífanes era la
Abominación Desoladora. El historiador judío Josefo, un contemporáneo de
Jesús, escribió acerca de Antíoco. La “abominación” que se menciona en Daniel
11:31 se produjo cuando Antíoco IV erigió un altar o una imagen pagana de Zeus
(Júpiter) en el templo de Jerusalén en 167 d.C. con la destrucción que llevaron a
cabo los romanos en el 70 d.C. o con un sacrilegio del anticristo escatológico.

Dado que los elementos de la profecía de Jesús se extienden más allá de la


destrucción llevada a cabo por los romanos en el 70 d.C. y dan entender que su
venida está más cerca (Mateo 24:29-30; 36-44), son aceptables para el tiempo del
fin.
El vendrá. Y antes de que todo esto se desate en el mundo, creo que el Señor
juntara a su Iglesia. Y si aparece que estas cosas podrían suceder en cualquier
momento, a medida que el mundo parece acomodarse a lo que parece ser ese tipo
de escenario apocalíptico, eso significa que el rapto de la iglesia está cerca.
Entonces estemos preparados y listos para el encuentro con el Señor en el aire. Ya
que todo esto sucederá muy pronto no tenemos excusa.

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