Maidana y Merciai
Maidana y Merciai
Los años que corren entre 1946 y 1955 marcaron un cambio decisivo
en la sociedad argentina. Quedó clausurado el ciclo del poder
conservador; se abrió una experiencia nacional y popular sobre un
nuevo valor que se incorpora a la conciencia colectiva: la justicia
social. Gracias a las condiciones económicas que vivió el país, se
concretaron una serie de realizaciones definidas por una fuerte
presencia del Estado.
En los años ´30, durante la llamada década infame, el panorama
político argentino se debatía interna y externamente, sacudido por
una profunda crisis económica, que dejó a gran parte de la población
inmersa en la pobreza y marginalidad. Se produjo una fuerte
migración interna, los cabecitas negras, así llamados porque alteraron
la fisonomía urbana que hasta ese momento estaba compuesta
predominantemente por hijos o nietos de inmigrantes gringos, se
instalaron en la Capital y en el Gran Buenos Aires con la esperanza
de incorporarse a la fuerza del trabajo.
Al finalizar la Segunda Guerra, la economía mundial comenzó
una etapa con características expansivas por la intervención de los
distintos gobiernos en la economía, con la influencia de las políticas
de John Keynes y la paulatina construcción del Estado de Bienestar.
Las metas eran una mayor equidad social, la independencia de los
grandes centros de poder mundial y el desarrollo de una economía
industrializada controlada localmente. Estas políticas requerían una
fuerte regulación por parte del Estado.
En esta época el mundo vivió una de las transformaciones
más profundas de toda su historia. Finalizada la Segunda Guerra
Mundial la paz fue modificando las reglas de juego entre vencedores
y vencidos, apareciendo situaciones que no todos los países pudieron
afrontar. La Argentina no escapó a ese fenómeno internacional, fue el
escenario de una profunda transformación, que no compartía con los
demás países del mundo, y que se había desarrollado exclusivamente
dentro de sus fronteras.
Las naciones involucradas en la Segunda Guerra necesitaban
toda su producción e importaban lo necesario para evitar escasez en
su población movilizada. Esto benefició a la Argentina, que si bien
sufrió un gran desabastecimiento, ya que no podía importar bienes
que hasta ese momento formaban parte de su comercio regular, pudo
vender su producción siendo un gran proveedor de muchos países.
Guerra, posguerra e industrialización constituían el escenario
inicial en que se iba a desplegar la política económica peronista.
Mundialmente la pobreza y el desempleo ya no se consideraban
calamidades naturales e inevitables, sino problemas políticos que
debían ser resueltos con instrumentos que solo los gobiernos tenían
en sus manos.
El país empezó lentamente a reaccionar haciendo frente a la crisis
interna y a los efectos de la Segunda Guerra Mundial. Entre 1936
(plena década infame) y 1946, año en el que se instala el peronismo,
se crearon gran cantidad de establecimientos industriales, la mayoría
en el Gran Buenos Aires, tal como expresa Rosana Ponce se pusieron
en marcha algunas medidas tendientes a solucionar los problemas
sociales que afectaban a la población, como por ejemplo la creación
de un Seguro de Maternidad, (Ley Nº 11.933). Esta medida se
completó con la Ley de Maternidad e Infancia de Defensa de la
Familia Argentina, que otorga subsidios destinados a evitar la mortalidad
y morbilidad infantil, y la Ley 12.558 de protección de niños en edad
escolar y de creación de hogares escuelas. (Ponce, 2006)
La figura de Juan Domingo Perón comienza a aparecer durante
el gobierno de facto de Pedro Pablo Ramírez, desempeñándose como
Secretario del Ministro de Guerra del General Farrell; desde este
puesto propone la creación de la Secretaría de Industria y Comercio,
el Banco Industrial y la Secretaría de Trabajo y Previsión.
Perón trabaja incansablemente en la idea de intermediar y
jerarquizar las relaciones entre obrero y patrón; los industriales se
oponen, habla constantemente con los dirigentes sindicales y los
hace participar activamente en la creación de una secretaría que los
Estado y Sociedad
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La razón de mi vida es un libro autobiográfico escrito en Argentina por Eva Perón. Fue
editado inicialmente el 15 de septiembre de 1951 por Ediciones Peuser, con una tirada de
300.000 ejemplares. Llegó a decretarse su uso como libro de texto en las escuelas de educación
primaria, y la Fundación Eva Perón distribuyó cientos de miles de ejemplares gratis.
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Estas instituciones se encontraban en el Barrio de Belgrano en la Ciudad de Buenos Aires
entre las calles Juramento, Dragones, Echeverría y Húsares. En 1956 los edificios pasaron a ser
propiedad de la Dirección de Rehabilitación del Lisiado.
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El primer Plan Quinquenal argentino fue un procedimiento de planificación estatal
argentino, del primer gobierno del general Juan Domingo Perón, para el período comprendido
entre 1946 y 1952.
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La Ciudad infantil se inauguró el 14 de julio de 1949.
(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 101
3)El jardín de infantes, al propender a la formación del niño
sano física, mental y espiritualmente, es uno de los medios más
efectivos contra la lucha del analfabetismo.
4)La actual situación social lleva a la mujer a actividades extra-
hogareñas y al Estado compete atender a los niños que quedan
sin tutela materna.
5)El jardín de infantes y la escuela primaria en su misión
pedagógica se complementan, siendo esta continuación lógica
de aquel, ya que recibe niños por cuya personalidad se habrá
velado en la época de mayor impresionabilidad, habituados a
actuar en una sociedad nutrida, en medio de la cual, al decir de
Sarmiento, gran propulsor del jardín de infantes, el niño ejerció
sus pasiones, se habituó a proceder dentro de la justicia y el
orden, formando irrevocablemente su conciencia para el futuro.
6)La educación llamada preescolar debe ser base de todas las demás
instituciones educativas, por lo que debe ser de carácter general,
obligatoria y gratuita y contar con una dependencia especial que
tenga a su cargo solamente este aspecto de la educación, siempre
como parte de la Dirección General de Escuelas para que se
cumpla el proceso integral de educación”.
La Dirección General de Escuelas en las Instrucciones y Guías de la
Orientación didáctica, considera al jardín de infantes como: “…Hogar
de la Patria, con capacidad de educar al niño con conciencia, disciplina
y orden, sin que el niño tuviera una ajustada percepción, convirtiendo
en juego y distracción la enseñanza de tal manera que, más tarde, le sea
deleitoso y feliz el trabajo y el cumplimiento de sus deberes”.
En este período es importante la creación de la Inspección
General Técnica cuya tarea fue organizar los cursos del profesorado,
estructurar planes de estudio y pautar los requisitos de ingreso,
capacitar al mayor número de maestros posibles, confeccionar
instrucciones y guías para orientar la tarea del personal directivo,
docente, técnico y auxiliar de los establecimientos y ocuparse de la
preparación de las instalaciones, como así también de dotar a cada
establecimiento del material didáctico adecuado.
Afirma Rosana Ponce que “La fundación de esta Inspección debe
ser resaltada porque implica un reconocimiento a la autonomía y a
la identidad propia del jardín de infantes y lo posiciona por primera
(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 103
por la educadora en algún momento de la jornada escolar. Algunos
ejemplos para los niños de tres años son: yo quiero a mi mamá, a mi
papá, a mi hermanito. Yo estoy contento es el día de mi cumpleaños…
Para los alumnos de cuatro años: Mi familia, qué hacen, quiénes
son…, para los más grandes: Nuestro hogar, las ocupaciones de mamá,
el trabajo de papá, cómo debemos respetar a nuestra familia, nuestra
patria y nuestro Dios.…
También para el desarrollo del lenguaje, la guía sugiere que el
maestro recite diferentes poesías, narre cuentos infantiles, y relate
diversas situaciones, teniendo como guía el respeto por la verdad.
b) Actividades lúdicas y físicas: Es en esta parte de la guía donde
se tiene en cuenta al juego como fuente de placer, gozo y felicidad.
Esta actividad natural y espontánea hay que encauzarla con fines
educativos.
Los juegos son clasificados en:
• Espontáneos: son los juegos voluntarios de los niños, están
enmarcados dentro de una sabiduría vulgar; estos juegos no
deben ser reprimidos, sino más bien encauzados.
• De recreación: estos juegos se desarrollan en los momentos
de interrupción de la actividad y descanso, cuando salen al
parque y es la educadora la que tiene la función de vigilancia
para proteger a los niños del daño físico, además debe ofrecer
material para generar nuevos juegos.
• Dirigidos: son los juegos organizados, con reglas y normas que
se deben respetar. Será la maestra la encargada de conducir a los
párvulos dejándoles hacer lo que quieren para enseñarles a hacer
lo que deben. Tienen el objeto de generar un cuerpo sano, una
inteligencia clara, una personalidad moral profunda y vigorosa
y un generoso espíritu social.
• Juegos de grupo: este tipo de juegos están íntimamente relacionados
con las actividades sociales o de convivencia.
• Adiestramiento: tienen la función de estimular alguna función
fisiológica o psíquica.
• Juegos de autoaprendizaje: están fundados en el principio de la
autoeducación, la maestra entrega el material educativo y se
limita al estímulo y la observación. Estos juegos se basan en los
principios de la didáctica de Froebel, Montessori y Decroly.
(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 105
que todos los materiales son útiles en función a la propuesta docente,
se podrá adaptar material clásico, o realizar colecciones con elementos
que encuentren los niños para organizar el Museo Didáctico a modo
de las hermanas Agazzi.
f ) Ritmo, canto y música: actividades relacionadas con el cuerpo
en movimiento que dan equilibrio físico y psíquico, belleza en las
actitudes, y aumenta las posibilidades de adaptación, relación y
convivencia.
“El valioso aporte del ritmo a la obra educativa del Jardín
de Infantes se explica por la identidad que existe entre la vida del
párvulo con sus necesidades de crecimiento, desarrollo, actividad y
el movimiento. Ese movimiento es el ritmo vital en el más amplio
sentido del término”. (Guías Didácticas, Segunda Parte, 1948:7)
El trabajo con los diferentes ritmos musicales, con matices y
armonía dará herramientas que servirán para expresar sentimientos
y serán utilizadas como un lenguaje que le permitan demostrar sus
emociones y pensamientos con libertad.
En la guía didáctica se nombra a Jaques Dalcroze7 que opina que
el sentido del ritmo en los niños vigoriza el temperamento musical
y crea en su inteligencia en formación los conceptos de atención y
de orden ya que para él la música es la aritmética del espíritu. La
ejecución de instrumentos sencillos que forman parte de la banda
rítmica constituye un recurso de ponderable efecto educativo que
atrae el interés de los niños.
Otra actividad a la que en el documento se le asigna especial
importancia es al canto; lo describe como la unión del pensamiento
musical con el pensamiento poético y es considerado como un medio
de expresión tan natural como la lengua materna. El canto educa el
oído, aumenta la sensibilidad, afina la percepción, estimula el buen
gusto y cultiva la memoria. Por medio del canto el niño adquiere
capacidad respiratoria, mejora la voz, aclara el lenguaje articulado y
manifiesta mayor gracia en sus gestos y actitudes.
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Emile Jaques-Dalcroze fue compositor y educador, nacido en Viena en 1865, pionero
en la enseñanza de la Euritmia. El objetivo de su trabajo era crear con la ayuda del ritmo,
una corriente de comunicación rápida y regular entre el cerebro, el cuerpo y las personas. Sus
arreglos de canciones populares, rondas para niños y canciones de gesta, fueron utilizadas para
la enseñanza de la “EURITMIA” en las escuelas.
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Algunas de las canciones que forman parte de este cancionero son: Mi casa de Alemandri,
Soy chiquitito de Ciprota y Spena, Somos los bomberos de Grosso y Sanmartino, El caracol de
Alemandri, El viento travieso de Arena y rivera, Querida patria mía de Sastre y Sastre, En el
portal de Belén.
(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 107
jardines de infantes de la Provincia de Buenos Aires. Algunos de estos
lineamientos continúan en vigencia actualmente.
Simini se convirtió en un defensor del jardín de infantes y
aunque su ley tuvo corta vigencia y no llegó a reglamentarse, sus
efectos fueron significativos. Es en esta etapa que se fundan los
jardines de infantes integrales en la provincia de Buenos Aires,
mencionados anteriormente. Esta propuesta tiene en cuenta la
atención del niño desde lo psico-médico-social, concibiendo que el
vínculo entre la salud física, moral y el orden que se adquiría en el
jardín, se transferiría a la familia a través del niño.
La asistencia a la salud física y moral de los hijos más pequeños de
todos los sectores de la población fue una de las funciones relevantes
del nivel, sin dejar de contemplar la importancia de la dimensión
educativa.
La ley de educación preescolar gratuita e igualitaria para todos
los niños bonaerenses marca el punto de partida de una revolución
educacional.
A modo de cierre
(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 109