0% encontró este documento útil (0 votos)
88 vistas

Maidana y Merciai

Este documento describe el período de 1945-1955 en Argentina, conocido como la etapa peronista. Durante este tiempo, Juan Domingo Perón se convirtió en una figura popular como secretario de Trabajo y logró ser elegido presidente en 1946 con el apoyo de los sindicatos. Su gobierno se caracterizó por una mayor intervención del estado en la economía y la promoción de la justicia social a través de programas de bienestar.

Cargado por

Maria Delgado
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
88 vistas

Maidana y Merciai

Este documento describe el período de 1945-1955 en Argentina, conocido como la etapa peronista. Durante este tiempo, Juan Domingo Perón se convirtió en una figura popular como secretario de Trabajo y logró ser elegido presidente en 1946 con el apoyo de los sindicatos. Su gobierno se caracterizó por una mayor intervención del estado en la economía y la promoción de la justicia social a través de programas de bienestar.

Cargado por

Maria Delgado
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 36

II.

(Etapa 1945 – 1955)


Los únicos privilegiados son los niños

Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai

Nuevo movimiento histórico: el Peronismo

Los años que corren entre 1946 y 1955 marcaron un cambio decisivo
en la sociedad argentina. Quedó clausurado el ciclo del poder
conservador; se abrió una experiencia nacional y popular sobre un
nuevo valor que se incorpora a la conciencia colectiva: la justicia
social. Gracias a las condiciones económicas que vivió el país, se
concretaron una serie de realizaciones definidas por una fuerte
presencia del Estado.
En los años ´30, durante la llamada década infame, el panorama
político argentino se debatía interna y externamente, sacudido por
una profunda crisis económica, que dejó a gran parte de la población
inmersa en la pobreza y marginalidad. Se produjo una fuerte
migración interna, los cabecitas negras, así llamados porque alteraron
la fisonomía urbana que hasta ese momento estaba compuesta
predominantemente por hijos o nietos de inmigrantes gringos, se
instalaron en la Capital y en el Gran Buenos Aires con la esperanza
de incorporarse a la fuerza del trabajo.
Al finalizar la Segunda Guerra, la economía mundial comenzó
una etapa con características expansivas por la intervención de los
distintos gobiernos en la economía, con la influencia de las políticas
de John Keynes y la paulatina construcción del Estado de Bienestar.
Las metas eran una mayor equidad social, la independencia de los
grandes centros de poder mundial y el desarrollo de una economía
industrializada controlada localmente. Estas políticas requerían una
fuerte regulación por parte del Estado.
En esta época el mundo vivió una de las transformaciones
más profundas de toda su historia. Finalizada la Segunda Guerra
Mundial la paz fue modificando las reglas de juego entre vencedores
y vencidos, apareciendo situaciones que no todos los países pudieron
afrontar. La Argentina no escapó a ese fenómeno internacional, fue el
escenario de una profunda transformación, que no compartía con los
demás países del mundo, y que se había desarrollado exclusivamente
dentro de sus fronteras.
Las naciones involucradas en la Segunda Guerra necesitaban
toda su producción e importaban lo necesario para evitar escasez en
su población movilizada. Esto benefició a la Argentina, que si bien
sufrió un gran desabastecimiento, ya que no podía importar bienes
que hasta ese momento formaban parte de su comercio regular, pudo
vender su producción siendo un gran proveedor de muchos países.
Guerra, posguerra e industrialización constituían el escenario
inicial en que se iba a desplegar la política económica peronista.
Mundialmente la pobreza y el desempleo ya no se consideraban
calamidades naturales e inevitables, sino problemas políticos que
debían ser resueltos con instrumentos que solo los gobiernos tenían
en sus manos.
El país empezó lentamente a reaccionar haciendo frente a la crisis
interna y a los efectos de la Segunda Guerra Mundial. Entre 1936
(plena década infame) y 1946, año en el que se instala el peronismo,
se crearon gran cantidad de establecimientos industriales, la mayoría
en el Gran Buenos Aires, tal como expresa Rosana Ponce se pusieron
en marcha algunas medidas tendientes a solucionar los problemas
sociales que afectaban a la población, como por ejemplo la creación
de un Seguro de Maternidad, (Ley Nº 11.933). Esta medida se
completó con la Ley de Maternidad e Infancia de Defensa de la
Familia Argentina, que otorga subsidios destinados a evitar la mortalidad
y morbilidad infantil, y la Ley 12.558 de protección de niños en edad
escolar y de creación de hogares escuelas. (Ponce, 2006)
La figura de Juan Domingo Perón comienza a aparecer durante
el gobierno de facto de Pedro Pablo Ramírez, desempeñándose como
Secretario del Ministro de Guerra del General Farrell; desde este
puesto propone la creación de la Secretaría de Industria y Comercio,
el Banco Industrial y la Secretaría de Trabajo y Previsión.
Perón trabaja incansablemente en la idea de intermediar y
jerarquizar las relaciones entre obrero y patrón; los industriales se
oponen, habla constantemente con los dirigentes sindicales y los
hace participar activamente en la creación de una secretaría que los

76 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


represente. Finalmente se pone en marcha la Secretaría de Trabajo y
Previsión Social, y el 2 de diciembre de 1943, Perón asume como
secretario. En su primer mensaje al país, a pedido de los trabajadores,
anuncia la libertad de obreros presos. Podríamos inferir que este fue
uno de los hechos que provocó la gran adhesión de la masa obrera a
la figura del entonces Coronel.
El Coronel Perón desde la Secretaría impulsa el Estatuto del
Peón, del Periodista y otros; firma convenios colectivos de trabajo
que benefician a obreros y empleados; crea la Caja de Jubilaciones y
Pensiones y los Tribunales de Trabajo, sentando las bases del derecho
laboral, algo revolucionario para el momento. Perón deja de ser un
desconocido y se gana el reconocimiento de los trabajadores.
El 15 de enero de 1944, un terremoto destruye la ciudad de San
Juan con miles de muertos y pérdidas totales. Desde todo el país se
inician colectas para ayudar a la provincia, a cargo de la recolección
de los fondos se coloca el Secretario de Trabajo Coronel Perón. El
día 22 se realiza un festival benéfico en el Luna Park y es en esta
ocasión que se produce el encuentro oficial entre Juan Perón y Eva
Duarte, una joven actriz, que se convertiría en su esposa y en una de
las mayores colaboradoras del proyecto de Perón.
A medida que se intensifica la acción social de la Secretaría de
Trabajo crece la oposición de las clases altas e intelectuales a la figura
de Perón, que ocupa en ese momento tres cargos en el gobierno:
Ministro de Guerra en reemplazo de Farrell, que ha pasado a ocupar
la Presidencia de la Nación, Secretario de Trabajo y Previsión y
Vicepresidente de la Nación. Las fuerzas oligárquicas consideran que
Perón está tomando un papel protagónico en el escenario político,
algunos grupos de profesores universitarios, estudiantes, intelectuales
y artistas piensan que el desempeño de Perón es demagógico y
protestan en la calle contra la dictadura, piden la destitución en
todos sus cargos del creciente líder de los trabajadores.
La situación es cada vez más difícil, porque la oposición renueva
sus ataques y presiones. El 8 de Octubre 1945 Farrell cede a las
demandas y pide la renuncia de Perón, que es llevado detenido a la
isla Martín García. Antes, en la CGT, se despide de los trabajadores y
les advierte sobre el peligro de perder todas las conquistas obtenidas.
Los partidarios de Perón lanzan una contraofensiva, se resuelve

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 77


declarar la huelga general revolucionaria para el día 18, pero la
necesidad popular de apoyar al líder es imperante y se manifiesta en
la histórica jornada del 17 de Octubre.
Es en esta jornada cuando una enorme masa de trabajadores
provenientes del conurbano bonaerense marcha hacia Plaza de Mayo
para exigir la libertad de Perón. Este hecho fue decisivo para volcar
la situación a favor del líder de las masas trabajadoras, quien logra
regresar al gobierno, fortalecido por el apoyo popular.
Es entonces cuando desde el balcón de la Casa Rosada se dirige
a la multitud que ovaciona su primera palabra: trabajadores:
“Trabajadores: hace casi más de dos años, desde estos mismos
balcones, dije que tenía tres honras en mi vida: la de ser soldado, la
de ser patriota, y la de ser el primer trabajador Argentino... doy el
primer abrazo a esta masa inmensa que representa la síntesis de un
sentimiento que había muerto en la República: la verdadera civilidad
del pueblo Argentino. Esto es pueblo, es el pueblo sufriente que
representa el dolor de la madre tierra, el que hemos de reivindicar”.
(Instituto Nacional Juan Domingo Perón, 1945, s/d)
Las jornadas del 17 y 18 de Octubre de 1945, pacíficas y
sin desbordes, cambiaron el curso de la historia. Días más tarde,
Perón anuncia el lanzamiento de su candidatura como presidente.
Careciendo de un partido que lo apoyara se conforma una estructura
partidaria llamada Partido Laborista, fundada por Cipriano Reyes,
sindicalista de la carne, y otros dirigentes gremiales que trataron de
no desperdiciar el movimiento social que pocos días antes saliera en
defensa de Perón.
A este nuevo partido de base sindical se le suma una fracción
disidente de la Unión Cívica Radical: la llamada Junta Renovadora,
de donde salió Hortensio Quijano, quién sería su compañero de
fórmula. También formaron parte de este movimiento brindando
su apoyo algunos sectores nacionalistas, conservadores y otros
provenientes de diversas franjas católicas.
Durante la campaña presidencial Perón necesita sumar
voluntades, es por este motivo que la unión con la Iglesia Católica en
ese momento fue considerada una táctica política para sumar votos,
ya que pretendía tener de su lado a la Iglesia por su carácter de factor
de poder dentro de la sociedad.

78 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


Para el clero Perón iba a mantener los logros alcanzados hasta
ese momento, por considerarlo el continuador de la política de
colaboración iniciada en el año 1943 por medio del Decreto Ley
18.411, que re-implementa la enseñanza de la religión católica en
todas las escuelas públicas primarias, secundarias y en todos los
institutos de formación docente.
La Iglesia Católica deja de manifiesto abiertamente su apoyo a
Perón, mediante la postura asumida por los obispos en la Pastoral
del 15 de noviembre de 1945, en donde se insta a los fieles a votar a
este candidato.
Los radicales, socialistas, demócratas progresistas y comunistas,
conforman una alianza netamente antiperonista que toma el nombre
de Unión Democrática. Al frente de la oposición política se encuentra
el embajador de Estados Unidos Spruille Braden, que instiga al
Departamento de Estado Norteamericano a publicar el famoso libro
azul, que denuncia al nuevo líder popular como pro-nazi. Perón da
respuesta a estos ataques a través de sus discursos, tiñendo con un
sesgo antiimperialista la campaña presidencial de 1946, que instala
la consigna Braden o Perón.
El proceso encabezado por Perón estaba vinculado con otros
similares de la posguerra, cuando estallaron las luchas por la
liberación nacional y los procesos de descolonización en África, Asia
y América Latina. Comienzan las largas guerras de liberación contra
el viejo imperialismo francés, inglés, belga, portugués y contra el
poder expansionista del capitalismo estadounidense.
Siguiendo esta línea, en el ámbito nacional, con la bandera de
la soberanía y de la justicia social, el peronismo -de origen popular-
llega al gobierno democráticamente ganando las elecciones de 1946,
las que fueron consideradas por primera vez limpias de todo fraude.

Estado y Sociedad

Las nuevas políticas económicas del gobierno peronista estuvieron


caracterizadas por la nacionalización de las empresas de servicios
públicos, la promoción de la industria y la redistribución de los
ingresos a favor de los trabajadores. La intervención del Estado en el
comercio exterior tomó nuevas características, permitiendo derivar
parte de sus ingresos a otros sectores de la economía.

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 79


Podemos ubicar al gobierno peronista en un estado que algunos
especialistas denominan benefactor. El Estado Benefactor fue
concebido por Keynes y aplicado por primera vez luego de la crisis
del 30 en Estados Unidos. Se basa en una fuerte intervención del
estado en lo económico-social. El punto de partida es el pleno empleo
que hará que se reactive el consumo, el comercio y la industria. El
Estado se erige como garante de la estabilidad del sistema a través
de la asunción de una amplia gama de nuevas responsabilidades
que abarcan desde la regulación del mercado económico hasta la
redistribución de derechos y obligaciones de los ciudadanos, con
el fin de conseguir el bienestar social y económico de todos los
ciudadanos.
El Estado se convirtió en regulador, productor, gestor de
sectores vitales de la economía e importante empleador. Dentro de
esta organización se les dio un papel fundamental a los sindicatos
y el apoyo oficial a los trabajadores, responsables de negociar
colectivamente los convenios salariales.
El período comprendido entre 1946 y 1948 queda en la memoria
colectiva como el auténtico peronismo. Una de sus prioridades fue
conseguir el pleno empleo, que, por cierto, no estaba muy lejos;
también hubo aumento real de los salarios y un profundo cambio a
nivel distributivo. En apenas tres años, los sectores más relegados de
la población multiplicaron su poder de compra y las clases medias
accedieron a un conjunto de nuevos bienes de confort.
Ante el Congreso de la Nación, Perón en 1946, dice en uno de
sus discursos:
“Debemos producir el doble; multiplicado por cuatro mediante
una buena industrialización, es decir, enriqueciendo la producción
por la industria; distribuir equitativamente esa riqueza y aumentar el
estándar de vida de nuestra población hambrienta, que son la mitad
del país; cerrar ese ciclo con una conveniente comercialización de
la riqueza. Y cuando el ciclo de la producción, industrialización,
comercialización y consumo se haya cerrado, no tendremos
necesidad de mendigar mercados extranjeros porque tendremos el
mercado dentro del país, y habremos solucionado con ello una de
las cuestiones más importantes: la estabilidad social”. (Instituto
Nacional Juan Domingo Perón 1946, s/d).

80 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


Dada la nueva realidad social del país y teniendo en cuenta los
cambios en el contexto internacional de mediados del siglo XX,
el Estado adquiere un rol protagónico en la organización de las
relaciones con la sociedad. Así es necesaria e inminente una reforma
en la Constitución Nacional que se materializa en 1949. En su
capítulo III se incorporan los llamados derechos especiales (los de la
ancianidad, los del trabajador, los de la familia y los de la educación
y cultura). El preámbulo de la reforma expresa la irrevocable decisión
de construir una nación socialmente justa, económicamente libre y
políticamente soberana, objetivos que más adelante se convertirían en
banderas del partido justicialista.
En su discurso del 1º de mayo de 1954, Perón expresa:
“En este 1° de Mayo, en que deseamos con todas las fuerzas
de nuestro espíritu afirmar la doctrina justicialista, yo pido a todos
los trabajadores argentinos, en nombre de la felicidad de nuestro
pueblo, que se conviertan en predicadores de la doctrina justicialista
y que nunca olviden que al predicar esta doctrina llevamos en
alto nuestras tres inmarcesibles banderas: la justicia social, la
independencia económica y la soberanía de nuestra patria. No
olviden jamás que todas las prédicas doctrinarias, por grandes que
sean, si no están consolidando la justicia social de nuestro pueblo,
si no están afirmando la independencia económica de nuestra patria
y si no están defendiendo la soberanía de la Nación, caerán en el
vacío. Cuando nosotros enastamos al frente de nuestro pueblo esas
tres banderas sabíamos que la suprema aspiración del pueblo argentino
era consolidar definitivamente las banderas que aseguren la justicia, la
libertad y la soberanía”. (Instituto Nacional Juan Domingo Perón, s/d)
El peronismo es un movimiento fundacional que necesita dar
a conocer su doctrina, y es por eso que se vale del Estado Nacional
para difundirla. Algunos sectores sociales consideran esta postura
como nuevas formas de control desde el gobierno.
Los trabajadores debían cambiar la forma de verse a sí mismos,
para tener una participación activa en defensa del nuevo movimiento
y de su líder. Debían conocer sus derechos y obligaciones, accediendo
a determinadas necesidades primarias, como forma de un posible
ascenso social. El hecho de cumplir un determinado rol dentro de
la sociedad, si bien no los haría tomar conciencia política desde el

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 81


inicio, les serviría para actuar reivindicando y luchando para sostener
los logros obtenidos.
El peronismo ofrece beneficios y en base a estos se crea conciencia
de lucha y protagonismo de los trabajadores, con el objetivo de
instalar una nueva conciencia: la de la justicia social. Esta forma
de hacer política es cuestionada por la oposición por considerarla
demagógica.
El movimiento peronista puso en marcha distintas estrategias
para explicar, convencer y disuadir acerca de las bondades de su
propuesta ideológica, creando puentes que relacionaban al Estado
y a la sociedad, valiéndose de la difusión de lo producido por las
diferentes organizaciones. De esta forma se unificaron espacios que
compartían el Estado, el partido y los sectores de la sociedad civil.
Nos parece importante definir a qué denominaba adoctrinamiento
el movimiento peronista: es el arte de inculcar una doctrina. El
individuo conoce y acepta a través de un dispositivo ideológico, no es
sometido, pasa de ser individuo a sujeto interpelado, ya que adhiere a
la doctrina libremente y es ella la que va formando al propio ser. Esta
concepción de adoctrinamiento se relaciona con la implementada
con los dogmas religiosos a través de los cuales se construyen saberes
que no pueden ser explicados por la razón, son verdades que no
se cuestionan y a las que se accede mediante la fe. Cuando estas
creencias se hacen predominantes, tienden a formar individuos poco
reflexivos.
De esta manera, la continuidad de la enseñanza católica en
los tres niveles de la educación pública permitía una formación
ideológica, ética y moral del ciudadano que facilitaba la formación
de valores, hábitos y conductas incuestionables para estos sujetos.
Esto fue utilizado por el movimiento como una forma de penetración
ideológica.
En 1949 se realiza una reforma a la Constitución Nacional,
analizando el texto de la misma, Adriana Puiggrós expresa que:
“…la educación y la instrucción corresponden a la familia y a los
establecimientos particulares y oficiales que colaboran con ellos,
conforme a lo que establezcan las leyes. Para ese fin el Estado creará
escuelas de primera enseñanza, secundarias, técnico profesionales,
universidades y academias”. (1996:99)

82 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


La relación entre infancia y Estado durante el gobierno peronista
toma nuevos sentidos; por un lado el adoctrinamiento, que lo llevará a
trabajar por la formación de un nuevo sujeto político de una sociedad
fundada por el peronismo; y por otro lado la democratización, que
incorpora a todas las clases sociales a los diferentes niveles educativos.
Se instala una ruptura en la concepción de infancia; hasta
ese momento, los niños no eran objeto de inclusión social ni de
interpelación política. El peronismo trata de incorporar a la niñez
al proyecto hegemónico, la población infantil comienza a ser parte
de una nueva cultura política y es en ellos donde se centra la acción
social del Estado, visualizándolos como los herederos y continuadores
de la nueva política.
El gobierno utiliza como herramienta el adoctrinamiento
infantil para poder consolidar al movimiento nacional justicialista.
“…Ese niño, pequeño descamisado, cabecita negra, del interior del
país, huérfano o paria, iba a ser vanguardia, ciudadano, peronista
leal, artífice del futuro” (Carli, 2002:297).
Perón repite en sus discursos: los únicos privilegiados son los
niños. Las acciones destinadas desde el Estado para alcanzar la
dignificación material de los niños y la eliminación de la pobreza
infantil llevaban a pensar en un futuro compromiso político de esos
niños y jóvenes, como herederos de una nueva cultura. Nos parece
importante remarcar que el Estado se convierte en el responsable
y garante del sistema educativo brindando importantes partidas
presupuestarias para poder lograr la igualdad de oportunidades. El
trabajo pedagógico utilizó sentimientos y emociones como recursos
didáctico-políticos, para lograr la incorporación y reproducción
ideológica de la doctrina peronista.
En los discursos de Perón, la niñez hasta ese momento excluida, es
jerarquizada y tenida en cuenta en las políticas de Estado, llevándola
a ocupar un lugar de privilegio, destacando la importancia que tiene
la relación entre la infancia de una sociedad y el futuro de la Nación.
Se podría decir que se da un valor fundamental a los niños y a los
jóvenes como sujetos que transitan el proceso de construcción del
nuevo orden nacional.
La nueva cultura política atravesaba el campo social de la
infancia, utilizando el moldeamiento y el adoctrinamiento como

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 83


caminos diferentes para enseñar e inculcar, una forma de persuadir y
convencer acerca de las futuras posiciones ideológicas de los hombres
del mañana.
Las políticas de Estado referidas a la niñez tenían en cuenta tanto
el presente como el futuro, es decir el tiempo corto articulado con
el tiempo largo, para resolver el acceso a una situación de bienestar
social y la adquisición de cultura de las nuevas generaciones. Esta
nueva vinculación entre la infancia y el Estado forma parte de una
política de integración de la población infantil al proyecto nacional.
Es mediante la intervención pedagógica desde los primeros
años de vida que se va formando la personalidad de los alumnos,
paso necesario para moldear al nuevo ciudadano político, y desde
donde se brinda la oportunidad de homogeneizar a las generaciones
del futuro, para formar parte del cambio generacional que deberá
integrarse al mundo en una nueva etapa ya no socialista o capitalista,
sino universalista. Es el Estado, colaborando con las familias, el
responsable de crear centros y medios especiales para que esto se
lleve adelante.
La unión entre Iglesia y peronismo, que duraría varios años,
se vio debilitada a causa de diferentes episodios. En el proyecto de
la Nueva Argentina la doctrina peronista era el ideal a seguir, por
lo tanto, la religión católica debía ceder su lugar al nuevo ideario
justicialista. La competencia por el territorio ideológico y por la
simbología terminó con rivalidades irreconciliables.
La alianza del peronismo con la Iglesia Católica respaldó las
políticas sociales, pero cuando el gobierno se desvinculó de esta
se manifestaron con mayor énfasis los ataques de la oposición, en
consecuencia el gobierno asumió una actitud defensiva reforzando la
propaganda y el adoctrinamiento en todos los niveles.
El mismo gobierno que había restablecido la enseñanza católica
en las escuelas y que había firmado un pacto de apoyo oficial a la
Iglesia, suprimió la enseñanza religiosa, promovió el divorcio vincular
y encaró una reforma constitucional que separaba tajantemente a la
Iglesia del Estado.
El año 1955 fue clave para la ruptura definitiva entre la Iglesia
Católica y el peronismo; el 11 de junio en la celebración de Corpus
Christi se reunieron grupos opositores a Perón. El jueves dieciseis

84 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


aviones de la marina bombardearon la Plaza de Mayo, operación
que formaba parte de un plan para matar a Perón, que terminó con
una gran cantidad de víctimas civiles. Esa noche grupos organizados
presuntamente adictos al gobierno reaccionaron quemando varios
templos católicos, acusando a los sacerdotes que los conducían de
instigación contra las autoridades, la prensa partidaria emprende
una fuerte campaña anticlerical y es el mismo Perón quien acusa a
la Iglesia de antinacionalista, por lo cual la jerarquía lo excomulga.
Estos hechos traen como consecuencia el alejamiento definitivo
entre ambos grupos de poder.

La educación en este escenario

Durante el gobierno peronista se puede afirmar que hay un


notable crecimiento del sistema educativo, gran cantidad de personas
pueden acceder a la educación, logrando reducir considerablemente
el analfabetismo. El Estado como gran educador construye un nuevo
sujeto pedagógico: el obrero.
Las reformas al sistema educativo que se dieron en el primer
gobierno peronista se relacionaron con la búsqueda de una filosofía
educacional, sustentada en el principio de democratización de
la enseñanza, entendida esta como un bien igual para todos.
Es responsabilidad del Estado brindar los medios para que esta
democratización se pueda cumplir.
En el Primer Plan Quinquenal se plantea como objetivo el logro
de un orden de justicia social entendido como una construcción
cultural. Según Sandra Carli el Plan sostenía:
“ …una educación cuya finalidad no es solo la de preparar,
sino además la de modelar la personalidad y favorecer un sentido de
iniciativa, cooperación y trabajo, que son los que pueden permitir
una mejor sociedad, una mayor justicia social que la actual…Según
el Plan Quinquenal, la educación incluía dos tácticas pedagógicas:
preparación y configuración, mientras que la primera se entendía
como la transmisión de conocimientos necesarios para situarse en la
vida, que era por tanto de carácter más instrumental, la segunda debía
tender a formar seres mejores y tenía un sentido más intencional y
político. Mientras que la preparación garantizaba una base material,

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 85


la acción de configuración iniciaba un trabajo de moldeamiento de
la personalidad” (2002:281)
El origen de estas ideas proviene de los años ´30, donde comienza
a surgir un nuevo modelo de conocimiento científico que se enfrenta
al positivismo. Se produce un resurgimiento de corrientes filosóficas
que sostienen que en el mundo hay hechos naturales que pueden ser
analizados desde el conocimiento científico y hechos espirituales que
no pueden ser conocidos y estudiados desde las leyes de la naturaleza.
Estas corrientes antipositivistas tienen consecuencias en el plano
pedagógico, ubican a la educación dentro del plano filosófico y por
lo tanto no puede ser estudiada desde las leyes científicas.
La reacción antipositivista intenta conformarse como una teoría
pedagógica, la educación deja de ser un problema de instrucción
intelectual y se empieza a considerar un sistema de valores morales.
Se comienzan a diferenciar los términos instrucción y educación:
el primero hace referencia a la acumulación de conocimientos,
mientras que con el segundo se incluiría al desarrollo espiritual del
ser humano.
En su discurso del 7 de marzo de 1950, Perón expresa:
“Quisiera pedirles a cada uno de ustedes que dirigen la
enseñanza, que soliciten de los maestros que carguen cada día con
más fuerza, la acentuación moral de la enseñanza. De nada vale los
pueblos que saben mucho, que tienen muchos hombres instruidos
si son incultos y de baja moral. No se trata de formar un hombre
que esté capacitado para perjudicar a sus hermanos, si no que lo esté
para beneficiar a la sociedad. Mientras que no se forme un hombre
con alma pura y buena, corremos siempre el peligro de haberle dado
armas a una mala persona (…) para nosotros de ahora en adelante,
la enseñanza espiritual tendrá un coeficiente mayor que todas las
demás enseñanzas, porque estamos en la tarea de formar un pueblo
que haga de los valores espirituales un verdadero baluarte”. (Somoza
Rodríguez, 2004:5-6)
La mayor modificación de la estructura de la educación
fue la reformulación de contenidos provenientes de la doctrina
nacional justicialista, que como anteriormente dijimos se basa en
los tres principios constitutivos: la justicia social, la independencia
económica y la soberanía de la patria. Los contenidos educativos

86 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


debían acentuar la formación moral para transformar la mentalidad
de los hombres y de esta manera lograr las transformaciones políticas
y sociales.
Durante 1952, al iniciarse el segundo período presidencial de
Juan Domingo Perón, el sistema educativo se tiñe de contenidos
políticos de culto a la personalidad de Eva Duarte y de Perón y de
difusión de la gestión de gobierno.
El currículo escolar tuvo como objetivo dar a conocer el Segundo
Plan Quinquenal, que a diferencia del primero, tenía como objetivo
la transmisión doctrinaria de la nueva cultura popular.
El sistema educativo se estructura con el Jardín de Infantes,
con la intención de constituir y expandir este nivel del sistema, siete
años de escuela primaria común, obligatoria, gratuita y gradual,
contemplando la enseñanza religiosa pactada con la Iglesia Católica.
Cinco años de educación media con modalidades como: bachiller,
normal, comercial, técnica y otras, y la educación superior dada por
las universidades y los profesorados.
Podemos advertir que en la organización del sistema educativo
se diferencia a la educación media y a la educación técnica, ambas
destinadas a diferentes sectores de la población; según Puiggrós:
“… esta separación entre media y técnica ubicaba finalmente la
educación laboral, después de tantos intentos fallidos durante décadas,
entre las responsabilidades del sistema educativo oficial. La solución
formal es salomónica: el sistema de bachillerato clásico fundado por
Mitre, quedaría intacto sin que el trabajo – como concepto y como
elemento curricular – fuera introducido en su impenetrable trama.
La capacitación laboral quedaría organizada en otro paquete técnico
y curricular”. (1996:103)
Durante el gobierno peronista se destacan altísimas tasas de
crecimiento matricular. Las estadísticas indican que el aumento más
importante está dado en la matrícula de la escuela secundaria que se
duplicó y la universitaria que se triplicó. No se poseen datos sobre el
origen social de los estudiantes; teniendo presentes las afirmaciones
de los estudios realizados por Juan Carlos Tedesco en 1982, es
probable que hayan accedido sectores medios bajos y obreros que se
sumaron a los sectores que tradicionalmente accedían a estos niveles
del sistema educativo.

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 87


La principal función de la educación es garantizar la integración
de los hombres y mujeres del futuro a una sociedad igualitaria; esto
solo se lograría obteniendo el control del aparato escolar. Por este
motivo y frente a la resistencia de algunos sectores para modificar el
sistema tradicional, surge un sistema educativo paralelo, organismos
y modalidades no tradicionales. Entre ellas se destacan: La Ciudad
Infantil, los Hogares Escuelas, las Escuelas Fábricas, para la formación
de operarios y las Escuelas Industriales, para la formación de técnicos;
la Universidad Obrera Nacional, posteriormente llamada UTN, de
ella egresaban ingenieros de fábrica con capacitación profesional
monotécnica. Quedaban incluidos alumnos a los diferentes sectores
productivos.
Otra medida de relevancia que forma parte de estas estrategias
del gobierno peronista fue la de subsidiar las escuelas religiosas a
través de la Reglamentación del Estatuto del Docente Privado en
1947. Tal como sostiene Adriana Puiggrós:
“Esto es lo que se ha llamado subsidiariedad del Estado y es
el paso más importante que dio el Estado argentino en dirección
a propiciar el desarrollo de la educación privada desde la década
de 1880... El Estado avanzaba sobre los establecimientos privados
indicando que debían ajustar sus relaciones con el Estado y con su
persona, de acuerdo a la Ley “(1996:105)
Esta determinación, si bien fue inicialmente adecuada para
ordenar, apoyar y controlar la enseñanza privada, favoreció la lucha
de poder entre Iglesia y Estado.
En el año 1954 se proclama el Estatuto Profesional del Docente
del General Perón. Al año siguiente se firma el Decreto Nº 6.403,
cuyo artículo 28º concede autorización para el funcionamiento de
universidades privadas. El Ministerio de Educación de la Nación pasa
a ser Secretaría de Educación de la Nación y se deroga el Estatuto del
Profesional Docente.
Otra de las medidas políticas del Estado a nivel educativo fue
la subsidiariedad del Estado y la autonomía universitaria referida al
principio federalista. La misma autora señala que
“En la reforma constitucional de 1949 fueron incluidas la
obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza primaria elemental en
las escuelas del Estado, pero la enseñanza media y superior estaría

88 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


oficialmente garantizada para los alumnos más capaces y meritorios,
mediante becas que se entregarían a sus familias”. “(1996:104)
No podemos dejar de mencionar la acción de ayuda social
dirigida al niño, en particular, a partir de la creación de instituciones
que pretendían suprimir las desigualdades sociales.
La Sociedad de Beneficencia, desde su fundación en 1823 por
un decreto de Bernardino Rivadavia, era presidida por la Primera
Dama y tenía como misión la ayuda benéfica para los desposeídos.
Cuando llegó el momento en que asumió Eva Perón la conducción de
esta Sociedad, las damas tradicionales la cuestionaron argumentando
que era demasiado joven para el cargo. En 1946 se interviene y se
reduce notablemente el presupuesto estatal destinado a la sociedad.
Los opositores interpretaron que esta medida se tomó por el
resentimiento de Evita, pero lo cierto es que, desde mucho antes, la
Sociedad estaba siendo cuestionada y el dinero destinado a su labor
cada vez era menor.
Eva Perón fue la principal encargada de trabajar por la ayuda
social; quería un cambio profundo, sostenía que la beneficencia solo
consolidaba las desigualdades entre el pueblo y la oligarquía ya que
no ofrecía soluciones de fondo sino paliativos. Es ella la que utiliza
el concepto de Justicia Social, en reemplazo al de caridad, como la
forma de reparar las injusticias a las que la oligarquía sometió al pueblo
durante los últimos cien años, tal como lo consigna el Estatuto de la
Fundación Eva Perón del año 1950.
El instrumento operativo puesto en práctica para lograr la
justicia social fue la intervención de Eva Perón y la Fundación de
Ayuda Social María Eva Duarte de Perón, que obtuvo personería
jurídica el 8 de julio de 1948 por un decreto firmado por Perón.
La Fundación Eva Perón como al poco tiempo empezó a llamarse,
emprendió una serie de obras que intentaron desterrar cualquier
identificación con limosna, caridad o beneficencia, conceptos a los
que se enfrenta permanentemente Eva Perón.
“Para mí, es estrictamente justicia. Lo que más me indignaba
al principio de la ayuda social, era que me lo calificasen de limosna
o de beneficencia. Porque la limosna para mí fue siempre un placer
de los ricos: el placer desalmado de excitar el deseo de los pobres sin
dejarlos nunca satisfechos. Y para eso, para que la limosna fuese aún

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 89


más miserable y más cruel, inventaron la beneficencia y así añadieron
al placer perverso de la limosna el placer de divertirse alegremente
con el pretexto del hambre de los pobres. La limosna y la beneficencia
son para mí ostentación de riqueza y de poder para humillar a los
humildes”. (Eva Perón, 1954:182)3
La justicia social que se puso en marcha con los primeros decretos
laborales del gobierno de Perón tuvo su apogeo en la Fundación de Evita.
Según el Estatuto de 1950, los fines de la Fundación eran: “…
a)- Prestar ayuda pecuniaria o en especies, facilitar elementos de
trabajo, otorgar becas para estudios universitarios y especializados a
toda persona carente de recursos que así lo solicitase;
b)- Construir viviendas;
c)- Construir o crear establecimientos educacionales, hospitalarios,
recreativos o de descanso;
d)- Construir establecimientos benéficos para ser transferidos a
los gobiernos nacionales, provinciales o municipales;
e)- Propender, contribuir o colaborar por todos los medios a su
alcance, a la realización de obras de interés general y que tiendan a
satisfacer las necesidades esenciales para una vida digna de las clases
sociales menos favorecidas” (Perón, E., 1955:2).
Con el fin de satisfacer las necesidades de esparcimiento y
juego que todos los niños deben tener, se llevó adelante, desde el
comienzo del gobierno peronista, la entrega de juguetes como parte
de un proyecto político en relación a la niñez que dejaba en claro los
objetivos de protección y cuidado de la infancia. De esta manera se
puede decir que el niño del peronismo tiene derecho a jugar y a tener
juguetes; el ejercicio de ese derecho es público y es el Estado el que
debe garantizar que se respete.
Esta acción no solo beneficiaba a la población infantil
porque obtenía juguetes, sino que tenía incidencia directa sobre el
crecimiento industrial, en este caso, de la industria del juguete. Las
acciones emprendidas desde la ayuda social servían para incrementar

3
  La razón de mi vida es un libro autobiográfico escrito en Argentina por Eva Perón. Fue
editado inicialmente el 15 de septiembre de 1951 por Ediciones Peuser, con una tirada de
300.000 ejemplares. Llegó a decretarse su uso como libro de texto en las escuelas de educación
primaria, y la Fundación Eva Perón distribuyó cientos de miles de ejemplares gratis.

90 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


la producción y la distribución, pudiendo considerarse tendientes
al cumplimiento de otra de las prioridades del gobierno: alcanzar el
pleno empleo y la redistribución del ingreso a favor de los asalariados.
La obra de la Fundación fue muy importante, cubrió todo el
país y abarcó otros países sudamericanos. Creó hogares de ancianos,
pensiones a la vejez, barrios, la República de la Niños de Gonnet,
hogares para madres solteras, policlínicos, hogares de tránsito,
colonias de vacaciones, los campeonatos deportivos que permitieron
el control sanitario de miles de niños de todo el país, los Hogares
Escuelas en la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad Infantil Amanda
Allen y la Ciudad Estudiantil en Capital Federal4, que lejos de ser
asilos para los niños desvalidos, funcionaban como verdaderos
hogares y eran el medio de vinculación entre la sociedad y los menores
marginados.
La Ciudad Infantil Amanda Allen tenía como objetivo, según su
fundadora, la asistencia integral para los niños. Allí se recibían alumnos
entre dos a siete años de edad. Para ser admitidos era prioritario
que pertenecieran a hogares muy humildes, fueran huérfanos o no
pudieran ser atendidos por sus padres. Esta situación era evaluada por
las llamadas células mínimas que estaban compuestas por asistentes
sociales que viajaban a las regiones más pobres del país para obtener
información sobre la situación nacional.
La Fundación construyó un total de veinte Hogares Escuelas en
el transcurso de siete años, en los que se albergaban a dieciseis mil
niños que contaban entre dos y siete años, empleando un promedio
de doscientas treinta y cinco personas cada uno para cubrir las
necesidades relacionadas con el confort y la educación de los alumnos.
Tanto la estructura edilicia, como el amoblamiento y la
decoración cumplían con la función de brindar un hogar confortable
a todos los niños que no lo tenían.
Los alumnos concurrían a la escuela pública cotidianamente,
trasladados por micros que cada hogar disponía para tal fin, el
hogar funcionaba como una escuela suplementaria. Los docentes

4
  Estas instituciones se encontraban en el Barrio de Belgrano en la Ciudad de Buenos Aires
entre las calles Juramento, Dragones, Echeverría y Húsares. En 1956 los edificios pasaron a ser
propiedad de la Dirección de Rehabilitación del Lisiado.

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 91


reforzaban y ampliaban los conocimientos adquiridos en los colegios
del Estado y los maestros especiales realizaban actividades recreativas.
A todos los educadores se les exigía título habilitante en la materia que
desarrollaban.
Al ingresar al Hogar Escuela los niños eran provistos de la
vestimenta confeccionada por los modistos y costureros que empleaba
cada Hogar, la Fundación consideraba importante que los niños no
utilizaran uniforme para borrar así toda relación con los asilos. Se
contemplaba en la organización la dieta equilibrada programada por
nutricionistas, el control de la salud física y odontológica a cargo de
profesionales.
Estos establecimientos funcionaban con dos clases de modalidades,
una para los niños internos provenientes de lugares alejados que impedía
el traslado diario, y otra para los niños externos que vivían más cerca
de la institución y se retiraban a dormir en sus casas. Los padres de los
internos debían asistir personalmente para retirarlos, momento que era
aprovechado para mantener charlas informativas acerca de los avances
en la educación de sus hijos y para mantener un contacto permanente.
En estos Hogares también se impartía la doctrina peronista
mediante charlas que según su reglamento recomendaban: despertar
amor al conductor de la nueva Argentina, General Juan Domingo Perón y
a la Señora Eva Perón.
Finalizado el ciclo primario los niños egresaban de estos hogares; la
Fundación, al no contar con escuelas secundarias, buscaba los recursos
para que los alumnos pudieran continuar en establecimientos de
enseñanza media.
Otra obra emprendida por la Fundación fue la creación de la
Ciudad Infantil Amanda Allen en Capital Federal. Un folleto de la
época destaca: ni un solo detalle ha sido descuidado en este extraordinario
organismo infantil, que constituye la base sobre la que reposa el conceptuoso
aforismo de que, en la Nueva Argentina, los únicos privilegiados son los
niños.
Se daba a los niños todo tipo de atención, se los proveía de
educación, vestimenta, alimentación, control médico y odontológico,
en una propuesta denominada integral. La ayuda se proyectaba también
a las familias para que se incorporaran al ambiente social.

92 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


Sus aulas estaban a cargo de personal especializado en métodos
pedagógicos muy modernos para el momento. Los docentes que
estaban a cargo de la tarea eran egresados del Profesorado de Jardín
de Infantes Sara C. de Eccleston. Podemos afirmar que la función
pedagógica dentro de la Ciudad Infantil tuvo un papel importante,
se aplicaban orientaciones metodológicas de Froebel, Decroly,
Montessori, entre otros. El juego era de suma importancia ya que
se lo consideraba preparatorio para la vida. Uno de los objetivos
educativos era: inducir al niño a todas las manifestaciones de belleza,
para ello se organizaban clases de canto, música, artes plásticas,
jardinería y bailes clásicos.
Además de docentes había médicos, enfermeras, asistentes
sociales, cocineras, mucamas. Resumiendo, dichas instituciones
contaban con el personal suficiente para ofrecer una educación
integral que contemplaba los aspectos asistenciales y educativos.
Estas experiencias fueron las que aparentemente superaron la
falsa antinomia del carácter asistencial versus el carácter educativo de
las instituciones dedicadas a trabajar con niños de sectores sociales
desfavorecidos.
La Fundación Eva Perón continuó marcando en cierto aspecto
las relaciones asimétricas entre donante y receptor. En los niveles
discursivos se hacía gran hincapié en el reconocimiento de los
derechos de los niños, los ancianos, los trabajadores, las mujeres;
todas estas acciones tendían a encuadrarse en términos de ayuda o
asistencia dentro de una política social.
Debemos aclarar que la Fundación no había sido pensada para
cumplir eternamente con esta tarea de ayuda social, sino que su
creadora la concebía como un dispositivo coyuntural que, a largo
plazo, dejaría de existir cuando el proyecto económico y político
propiciara el pleno empleo y los beneficios sociales para las clases
trabajadoras. Con esta promesa de inclusión social, Eva Perón se
ocupará de trabajar para los sectores más castigados del sistema,
especialmente los niños, los ancianos y las mujeres.
En el Documento Labor Técnica, Pedagógica y Administrativa
de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires
se detalla:

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 93


”…la obra del hogar educativo debe trascender a los hogares
familiares en una recíproca influencia beneficiosa para que los padres,
las madres, los hermanos y toda la masa inquieta de la sociedad
ejerzan el derecho y el deber de procurar el bienestar de la niñez a la
edad de la mayor inocencia que, como la noble materia prima para
el artesano, la página en blanco para el intelectual, la tierra virgen
para el labrador, el retoño tierno para el jardinero, constituye para
la sociedad humana predilecta en el amor de Dios, la esperanza, la
promesa, la realidad futura que nos da sentido y responsabilidad en
nuestro tránsito por la tierra” (1948:9)
El capítulo III de la Reforma Constitucional de 1949 expresa
que: “…la familia como núcleo primario de la sociedad será objeto
de preferente protección por parte del Estado… La atención y
asistencia de la madre y el niño gozarán de la especial y privilegiada
consideración del Estado”.
Los adultos responsables de la educación de las nuevas
generaciones políticas: dirigentes, padres y maestros, debían ejercer
tareas de control y seguimiento de las actividades que realizaban niños
y jóvenes; era una tarea que llevaba tiempo y dedicación, que exigía
sacrificio y abnegación. El adulto tenía que persuadir y convencer,
como Perón describe en el discurso pronunciado el 14 de agosto de
1953, en el Luna Park, ante profesores y maestros:
“Los dirigentes debemos luchar en todas nuestras esferas de
acción para ir predicando, vigilando y obligando a que la gente siga por
el buen camino. Las madres y los padres que tomen a sus niños desde
la cuna, y allí comiencen a educarlos y a inculcarles los verdaderos
valores que hacen a los hombres grandes y dignos: que les enseñen
también en su condición de padres un poco maestros, que después los
pasen a los maestros; que los maestros se sientan padres y madres de
esos chicos, y, sin solución de continuidad, sigan trabajando sus almas
en primer término para ir conformando un individuo a semejanza y
hechura de Dios, como todos lo ambicionamos. Y que, en las demás
escalas, a la juventud la tomemos los dirigentes, los funcionarios,
los jefes que, en el Ejército, en la Marina, en la Aeronáutica, adonde
llegan a los veinte años los muchachos, les darán el último toque para
ser hombres sabios y prudentes en la vida de relación.

94 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


Si todos nos ponemos a trabajar así, en colaboración; si los
maestros y los padres toman contacto entre sí, sienten las mismas
inquietudes y tienen los mismos objetivos para sus hijos, creo que en
15 años tendremos una nueva comunidad; probablemente habremos
arreglado nuestra comunidad”. (Carli 2002:309)

Sembrar de Jardines de Infantes la Patria

El Primer Plan Quinquenal del gobierno establece que la enseñanza


obligatoria, gratuita y gradual comprende al niño desde los cinco
hasta los catorce años de edad. Ubica con dos años el ciclo preescolar,
considerándolo el primer eslabón de la Educación Popular, brindando
este, la posibilidad de un mejoramiento social, basado en la formación
de la infancia para: el sagrado culto a la Familia, a la Patria y a Dios5.
Durante todo el periodo de gobierno peronista crece
sensiblemente el nivel preescolar, atendiendo a la necesidad de educar
a los hijos de las mujeres que se incorporaban al sistema productivo.
El Plan tenía en cuenta la idiosincrasia de los alumnos, el
ambiente en donde se desarrollaban y las características regionales
del mismo, y en base a ellos la escuela debía ofrecer conocimientos
básicos, elementales y prácticos para capacitarlos y brindarles
oportunidades para desempeñarse en la sociedad, junto a una
formación moral basada en los principios de la solidaridad, sumando
educación física para formar hombres sanos.
El discurso dado por Eva Perón con motivo de la inauguración de la
Ciudad Infantil ejemplifica lo antes mencionado:
“Dije en cierta oportunidad que el país que olvida a sus niños
renuncia a su porvenir; y la Ciudad Infantil que abre hoy sus puertas
a las esperanzas de la niñez menos favorecida de la Patria proclama
hacia los cuatro puntos cardinales que nosotros no olvidamos a la
niñez, no renunciamos a nuestro porvenir…porque la niñez será
la continuadora de nuestras luchas por una sociedad mejor y una
Patria más grande, y es objetivo irrenunciable, porque la felicidad

5
  El primer Plan Quinquenal argentino fue un procedimiento de planificación estatal
argentino, del primer gobierno del general Juan Domingo Perón, para el período comprendido
entre 1946 y 1952.

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 95


de los niños es la ambición más alta del Líder de la nacionalidad”
(Fundación Eva Perón, 1946, Ciudad Infantil Amanda Allen,
Documento de la época, s/d)6.
El crecimiento del nivel inicial durante el gobierno peronista se
fundamenta en la unión de las demandas pedagógicas del nivel con
las necesidades políticas y sociales del Estado, considerando al jardín
de infantes un punto de partida para incluir al niño como sujeto de
una nueva cultura política. Refiriéndose a este aspecto, dice Rosana
Ponce (2006):
“El jardín de infantes aumentó significativamente su matrícula
y, según Wiñar (1997:11) alcanzó tasas acumulativas anuales que
oscilaron entre el 15 y el 30 %, aunque tal crecimiento comenzó a
declinar notoriamente después de 1955. La explosión cuantitativa
también se expresó en la creación de jardines de infantes y de
profesorados especializados en la formación de maestras jardineras”.
El Gobierno Peronista continúa con la idea de crear instituciones
de formación integral. Es importante destacar que esta línea
ideológica, previa al peronismo, quedó de manifiesto en el Congreso
Americano del Niño que se realizó en Buenos Aires en el año 1938.
Este considera al jardín de infantes como el eslabón del sistema
educativo más organizado de todos los conocidos, afirmando que es
sumamente necesario para todas las clases sociales, pero especialmente
para los hijos de las clases obreras. Asimismo, manifiesta que estos
establecimientos deberían contar con personal docente especializado,
con médicos y enfermeras para completar así la tarea social.
Como ejemplo de la importancia que se le daba a la educación
integral en esos años, podemos mencionar la creación del Jardín de
Infantes Mitre pensado para que concurrieran niños de los sectores
sociales más desfavorecidos. En esta institución no había sólo personal
docente, sino también asistentes sociales, nutricionistas, pediatras,
enfermeras, odontólogos, observándose un fuerte sesgo higienista
que no excluye la función educativa esencial para la que fue creado.
En la inauguración de un Jardín de Infantes en San Andrés de
Giles el 5 de octubre de 1948, Eva Perón expresa:

6
  La Ciudad infantil se inauguró el 14 de julio de 1949.

96 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


“… les digo que la compañera Evita presta su apoyo espiritual a
todas las obras de bien para el pueblo y que me voy con una inmensa
satisfacción al ver que hoy, aquí el gobierno de la provincia de Buenos
Aires – que tiene el insigne honor de estar dirigido por el Coronel
Mercante- ha inaugurado un hermoso jardín de infantes. Esa es la
obra revolucionaria. De jardines de infantes tenemos la obligación
de sembrar los rincones de la Patria, para cumplir con el lema del
General Perón: que los niños aprendan a sonreír desde la infancia”.
(Eva Perón, Discursos Completos, 1985:285)
Según Sandra Carli (2002), continuando con la apertura de
instituciones para la formación integral de los más pequeños iniciada
en los años 30, durante el gobierno peronista el jardín de infantes
se masifica y llega a ser parte fundamental de la educación popular.
La creación de jardines no era solamente una forma de equiparar
las situaciones sociales del desarrollo infantil, sino un camino para
establecer las condiciones de la sociedad futura. La finalidad de estas
instituciones era: formar ciudadanos útiles desde los primeros años.
Esta etapa de la vida infantil era considerada susceptible para una
intervención política-pedagógica; con proyección futura, se esperaba
que el infante fuera un futuro trabajador obediente.
El propósito del Poder Ejecutivo en su plan de acción gubernativa
en este período era extender el sistema educativo a la edad preescolar.
En el Decreto de 1947, Nº 26.944 del Consejo Nacional de
Educación, se manifiestan las siguientes consideraciones:
“… • Que el ambiente del hogar y de la escuela influye poderosamente
en los resultados de la salud física, moral e intelectual del ser y
su capacidad de convivencia ciudadana, conforme a los derechos
establecidos por las leyes del Estado en salvaguardia del capital
humano que constituye la grandeza venidera de la patria.
• Que todos los trabajos que realiza la escuela para elevar el nivel
educativo de la infancia son concurrentes en los deberes de los
padres y del hogar para la crianza, protección y desarrollo de los
párvulos.
• Que los esfuerzos realizados en este sentido contribuyen a una
realización más inmediata de los ideales de justicia social.
• Que la atención de los niños en edad preescolar es tarea distinta
a la función de la escuela primaria común, destinada a favorecer
la formación integral de los niños de seis a catorce años.

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 97


• Que los trabajos experimentales han demostrado que la realización
de la educación preescolar facilita el buen éxito de la acción
educativa.
• Que se impone el deber de encarar el problema en forma amplia
y general para todo el territorio de la República, procurando en
fases sucesivas llegar a la ley que establecerá la obligatoriedad de
la educación del preescolar.
• Que es yerro pedagógico inadmisible anticipar la edad de la
obligación escolar, imponiendo al niño esfuerzos mentales
superiores a su desarrollo psicofísico.
• Que es necesario llevar al convencimiento de los padres, de todos
los sectores sociales, que la buena orientación de los hijos depende
en gran parte de la influencia educativa que éstos hayan recibido
durante los seis primeros años de vida.
• Que, en consecuencia, la solución racional del problema educativo
debe iniciarse en el período básico de la vida, con un conocimiento
cabal y responsable de las necesidades e intereses propios de los
primeros años de la existencia.
• Que estos conocimientos exigen estudios formales que capaciten
a los educadores para actuar con acierto en la delicada misión
de educar a los niños en la edad preescolar, infiriéndose de lo
expuesto la necesidad de contar con personal especializado para
extender y difundir la acción y los principios de la educación para
los infantes”. (Mira López, L. y Homar A., (1970:421-422).
En la Conferencia dictada por Arizaga en 1947, según cita
Sandra Carli se expresa:
“Si el niño ha de ser el objeto primero de la educación… justo
es reconocer que el educador debe actuar con conocimiento integral
del niño y no habrá tal conocimiento si los padres no se acercan a la
vida escolar facilitando sus observaciones, llevando sus inquietudes
y sus problemas. Solo así, en una verdadera comunión coherente
de intereses entre padres conscientes y maestros virtuosos, habremos
logrado una educación con sentido pedagógico, con proyección
científica y carácter nacional”. (2002:287)
Teniendo en cuenta estas consideraciones el Interventor en el
Consejo Nacional de Educación resuelve organizar un curso acelerado
formativo de maestras de infantes para docentes en actividad. Las
asignaturas que formarían parte del plan de estudio, con referencias

98 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


especiales a la edad preescolar serían: Psicología, Pedagogía y Práctica
Docente, Puericultura, Literatura Infantil y materias auxiliares. Otro
propósito de las autoridades era crear en la Capital Federal y en todo
el territorio nuevas secciones de Jardines de Infantes, respondiendo
de esta manera al plan del Superior Gobierno.
El jardín de infantes de esta manera se constituye en el medio
por excelencia para asegurar la construcción de una nueva generación
infantil. La misma autora cita al Inspector General de Escuelas, Dr
Moldes: El trabajo en estas instituciones apuntaba a:
“… modelar y encauzar los instintos, los sentimientos, las
inclinaciones y los hábitos del hombre. El jardín era concebido como
Hogar de la Patria, con capacidad de educar al niño con conciencia,
disciplina y orden, sin que el niño tuviera una ajustada percepción,
convirtiendo en juego y distracción la enseñanza de tal manera que,
más tarde le sea juego deleitoso y feliz el trabajo y el cumplimiento
de sus deberes” (Carli:293)

Una Ley que cambia la historia

En la Provincia de Buenos Aires, bajo el gobierno del General


Domingo Mercante, se aprueba el proyecto presentado por el
diputado oficialista Jorge Alberto Simini, y se sanciona en 1946 la
Ley 5096, llamada Ley Simini, que en su Artículo Nº 2 establece:
La educación preescolar se implementará en establecimientos comunes,
adecuados a su fin, a párvulos de ambos sexos, desde los tres años hasta
los cinco años inclusive, siendo obligatoria y gratuita.
Simini plantea la escolarización temprana de la niñez sin
distinción de clases sociales; era necesario formar la generación del
2000 como la vanguardia que marcaría nuevos rumbos y sostendría la
doctrina. Coincidiendo con Rosana Ponce, esto lo podemos asociar
con las ideas de Sarmiento: la escolarización temprana constituiría
un país civilizado con ciudadanos civilizados, ambas ideas quedan
enmarcadas dentro de una dimensión utópica.
En las Instrucciones y Guías para la Actividad Didáctica en
los jardines de infantes de La Dirección General de Escuelas de la
Provincia de Buenos Aires se expresa que:

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 99


“… la educación preescolar constituye el ciclo básico del sistema
educativo democrático y popular, probando que sin pretensiones
de reformas, novedad o esnobismo llega para vigorizar la función
del hogar argentino, para sublimar los sentimientos patrióticos y
sociales que ahora y siempre definen los perfiles nítidos de nuestra
idiosincrasia nacional sobre cuyas bases o cimientos deseamos que se
levante una Argentina cada vez más grande y mejor”. (1948:10)
En su discurso, Simini dice, asumiendo la defensa de la ley:
“Nuestra condición de país de aluvión, el avasallador dinamismo
moderno, la incorporación de la mujer, sobre todo de la mujer de
condición humilde a todas las actividades extra-hogareñas, resisten
la capacidad de la familia en su función educativa. Es el caso de
preguntarse si tienen los padres la aptitud y el tiempo necesario para
dedicarse con éxito al arte de interpretar y dirigir a sus pequeños.
Nuevamente se traslucen algunas ideas Sarmientinas, ya que
prevalecen tanto en Sarmiento como en Simini ciertas reticencias a
confiar en los padres como únicos agentes educadores. Este temor
tal vez esté asociado a esa dimensión utópica de la que hablábamos,
porque si lo que se espera es operar cambios culturales y sociales,
no resulta del todo conveniente resignar la tarea educadora a una
institución como la familia tan heterogénea, privada y, por tanto,
fuera de fiscalización y control del Estado”. (Ponce, R., 2006:45)
Se podría decir que la ley promovida por Simini otorga al nivel
un carácter educativo, con objetivos propios, la educación debía
ser impartida por personal docente con título especializado, o con
dos años de ejercicio en el nivel. Para tal fin se crearon las escuelas
formativas que exigían el título de maestra normal y procedían a
seleccionar a las aspirantes según capacidad y aptitud docente.
En este orden, la ley considera prioritario crear nuevos
institutos de formación docente para evitar las improvisaciones y
las desvirtuaciones de los fines propios del jardín de infantes. Dice
Simini:
“A través de maestras que sólo conocen los materiales didácticos y
las formas exteriores de las actividades, se ha llegado a la deformación
de la doctrina, a la mecanización de los procedimientos, al imperio de
la rutina que apaga en el niño la llama naciente de su personalidad,

100 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


que profana su sensibilidad exquisita, que sofoca su espontaneidad y
que lo mantiene – con medios pueriles- en actividades artificiosas y
extrañas a la vida”. (Ponce, R., 2006:46)
La Ley prevé el derecho de todos los niños a gozar de una
educación sin importar el lugar donde habitasen: “…en las ciudades
y en la campaña, en los centros residenciales y en los centros
fabriles; donde haya holgura y donde haya miseria; porque todos,
absolutamente todos los niños en edad preescolar, reclaman por sus
derechos harto olvidados”.
En el documento de 1948 de la Provincia de Buenos Aires: Labor
técnica pedagógica y administrativa, se detalla el siguiente crecimiento
en la matrícula de los jardines de infantes:
En 1947……………………... 180 alumnos.
En 1948………………….….1426 alumnos.
En 1949 (previstos)………..10.080 alumnos.
El mismo documento hace referencia a la cantidad de docentes
graduados que atenderían a la población infantil: pasarían de 32 en
1947 a 123 el año siguiente.
El presupuesto destinado para cubrir las necesidades del nivel,
se ampliaría de $ 400.000 en 1947 a $ 807.600 previstos para 1949.
El diputado Simini, en el debate de la ley, expresa que en los
jardines de infantes se debería impartir una enseñanza concreta.
Dice textualmente: “… las pequeñas manos se tornan laboriosas,
haciéndose cosas útiles y bellas; el cuerpo ensaya movimientos en
pleno aire; la curiosidad eterna de los chiquillos es satisfecha en la
serie infinita del porqué”.
También, en estos fundamentos, Simini sintetiza en seis puntos
las razones por las que deben abrirse jardines de infantes integrales
en la Provincia de Buenos Aires, a saber: “…
1)El jardín de infantes atiende al niño en la etapa de tres a seis
años, durante la cual las posibilidades de cuidar la salud del
cuerpo, la salud moral y el desarrollo intelectual, bases de la
personalidad futura son infinitas.
2)No corresponde aislar al jardín de infantes como institución
filantrópica, sino incorporarlo como una etapa principal y
estructurada dentro de la órbita de la formación primaria.

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 101
3)El jardín de infantes, al propender a la formación del niño
sano física, mental y espiritualmente, es uno de los medios más
efectivos contra la lucha del analfabetismo.
4)La actual situación social lleva a la mujer a actividades extra-
hogareñas y al Estado compete atender a los niños que quedan
sin tutela materna.
5)El jardín de infantes y la escuela primaria en su misión
pedagógica se complementan, siendo esta continuación lógica
de aquel, ya que recibe niños por cuya personalidad se habrá
velado en la época de mayor impresionabilidad, habituados a
actuar en una sociedad nutrida, en medio de la cual, al decir de
Sarmiento, gran propulsor del jardín de infantes, el niño ejerció
sus pasiones, se habituó a proceder dentro de la justicia y el
orden, formando irrevocablemente su conciencia para el futuro.
6)La educación llamada preescolar debe ser base de todas las demás
instituciones educativas, por lo que debe ser de carácter general,
obligatoria y gratuita y contar con una dependencia especial que
tenga a su cargo solamente este aspecto de la educación, siempre
como parte de la Dirección General de Escuelas para que se
cumpla el proceso integral de educación”.
La Dirección General de Escuelas en las Instrucciones y Guías de la
Orientación didáctica, considera al jardín de infantes como: “…Hogar
de la Patria, con capacidad de educar al niño con conciencia, disciplina
y orden, sin que el niño tuviera una ajustada percepción, convirtiendo
en juego y distracción la enseñanza de tal manera que, más tarde, le sea
deleitoso y feliz el trabajo y el cumplimiento de sus deberes”.
En este período es importante la creación de la Inspección
General Técnica cuya tarea fue organizar los cursos del profesorado,
estructurar planes de estudio y pautar los requisitos de ingreso,
capacitar al mayor número de maestros posibles, confeccionar
instrucciones y guías para orientar la tarea del personal directivo,
docente, técnico y auxiliar de los establecimientos y ocuparse de la
preparación de las instalaciones, como así también de dotar a cada
establecimiento del material didáctico adecuado.
Afirma Rosana Ponce que “La fundación de esta Inspección debe
ser resaltada porque implica un reconocimiento a la autonomía y a
la identidad propia del jardín de infantes y lo posiciona por primera

102 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


vez en la misma jerarquía que las otras modalidades y escuelas del
sistema educativo” (2006:26)
Una de las funciones de esta Inspección General y Técnica fue
redactar el documento ya citado: Instrucciones y Guías para la
actividad didáctica en los Jardines de Infantes, en el que se aclara
que:
“A su tiempo, los maestros recibirán instrucciones y guías para
interpretar, analizar y aplicar con carácter de ensayo. Nunca esta
Inspección recurrirá a la norma rígida, pretendidamente definitiva,
pues ello sería conspirar contra la lógica evolución y transformación
del niño y la necesidad imperiosa de estudiar permanentemente sus
necesidades físicas, intelectuales y morales para asistirlo, protegerlo
y orientarlo con noble y elevado acierto...Queda, pues, definido el
carácter de la labor orientadora que realizará esta Inspección Técnica.
No es posible ordenar la colaboración sincera y leal, pero si ello fuera
factible nuestra primera orden sería a la vez un ruego: colaboremos
con sinceridad y lealtad por el bien de los niños que son el bien
futuro de la patria”. (2006:6-7)
En las guías de orientación para el desarrollo de la labor docente
se destaca la división de las actividades didácticas, organizadas de la
siguiente manera:
a) Los motivos del lenguaje: En este campo se hace referencia
a la importancia del desarrollo del lenguaje como instrumento del
desarrollo de la inteligencia. En la guía dice: “de todas las formas de
la comunicación humana, la palabra es el don por excelencia, es la
que más contribuye a la evolución de los individuos y al progreso de
la sociedad”. (2006:41)
Se destaca la importancia del trabajo con la lengua materna
como la primera muestra del lenguaje. El jardín de Infantes deberá
continuar la obra iniciada en el hogar; su función consiste en depurar
y desarrollar el lenguaje hablado. El maestro será el modelo, por ser el
celoso guardián del contenido, las formas y la corrección del lenguaje
de los niños.
Para todos estos fines la guía propone listados de temas de
conversación, que son los mismos que tratan las madres con sus
pequeños según meditadas indagaciones de Froebel y Decroly; estos
temas están organizados de acuerdo a la edad, y serán abordados

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 103
por la educadora en algún momento de la jornada escolar. Algunos
ejemplos para los niños de tres años son: yo quiero a mi mamá, a mi
papá, a mi hermanito. Yo estoy contento es el día de mi cumpleaños…
Para los alumnos de cuatro años: Mi familia, qué hacen, quiénes
son…, para los más grandes: Nuestro hogar, las ocupaciones de mamá,
el trabajo de papá, cómo debemos respetar a nuestra familia, nuestra
patria y nuestro Dios.…
También para el desarrollo del lenguaje, la guía sugiere que el
maestro recite diferentes poesías, narre cuentos infantiles, y relate
diversas situaciones, teniendo como guía el respeto por la verdad.
b) Actividades lúdicas y físicas: Es en esta parte de la guía donde
se tiene en cuenta al juego como fuente de placer, gozo y felicidad.
Esta actividad natural y espontánea hay que encauzarla con fines
educativos.
Los juegos son clasificados en:
• Espontáneos: son los juegos voluntarios de los niños, están
enmarcados dentro de una sabiduría vulgar; estos juegos no
deben ser reprimidos, sino más bien encauzados.
• De recreación: estos juegos se desarrollan en los momentos
de interrupción de la actividad y descanso, cuando salen al
parque y es la educadora la que tiene la función de vigilancia
para proteger a los niños del daño físico, además debe ofrecer
material para generar nuevos juegos.
• Dirigidos: son los juegos organizados, con reglas y normas que
se deben respetar. Será la maestra la encargada de conducir a los
párvulos dejándoles hacer lo que quieren para enseñarles a hacer
lo que deben. Tienen el objeto de generar un cuerpo sano, una
inteligencia clara, una personalidad moral profunda y vigorosa
y un generoso espíritu social.
• Juegos de grupo: este tipo de juegos están íntimamente relacionados
con las actividades sociales o de convivencia.
• Adiestramiento: tienen la función de estimular alguna función
fisiológica o psíquica.
• Juegos de autoaprendizaje: están fundados en el principio de la
autoeducación, la maestra entrega el material educativo y se
limita al estímulo y la observación. Estos juegos se basan en los
principios de la didáctica de Froebel, Montessori y Decroly.

104 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


Dentro de las actividades físicas el documento nombra las
relacionadas con el cuidado de la salud, las normas de buena
conducta individual y colectiva, las prácticas de higiene personal de
alimentación, eliminación y reposo. “El bienestar físico, consecuencia
de este saludable modo de vivir, constituirá el principio generador de
una actividad mental, creciente, desarrollada en armonía con las leyes
naturales y las leyes éticas del individuo sociable”. (2006:29)
En relación a los ejercicios prácticos se detalla la importancia de
la ejercitación en el aseo y la limpieza, que le permiten el desarrollo
individual y la actuación social, considerando que con estos ejercicios
“el párvulo adquiere un sentido del orden, confianza en sus
propias fuerzas, independencia de movimiento, preparación para la
actuación inmediata, capacidad para el hacer voluntario, destreza
sensorial, hábitos de prolijidad aseo y conducta, disciplina física
y mental, simpatía hacia los menesteres humildes cumplidos con
dignidad, perseverancia para el trabajo futuro, primeras nociones del
deber, y ese algo fundamental que le da la vida de afectos y acciones
compartidas: espíritu de cooperación”. (2006:20)
d) Ejercitación sensorial: ofrecen la oportunidad del desarrollo
normal de la agudeza táctil, gustativa, auditiva y visual. Deberán ser
graduados y armónicos.
Estas ocupaciones deben ser:
• Graduadas, es decir de lo fácil a lo difícil, y solo una dificultad
por vez.
• Personales: donde predomina la actuación directa del niño y hay
poca intervención docente;
• Voluntarias ya que no se deberá forzar la dedicación del niño.
• Correlacionadas en lo posible relacionadas con los motivos del
lenguaje o a otra actividad didáctica.
Se desarrollarán ejercicios para el sentido visual como distinción
de colores y tamaños; para el sentido táctil sensaciones de liso
y rugoso; sentido auditivo: reconocimiento de voces, sonidos,
silencios; sentido gustativo: reconocimiento de substancias por el
sabor; sentido olfativo: sensaciones de olores penetrantes, agradables,
desagradables.
En referencia al empleo de los materiales que se pueden utilizar
para poner marcha la ejercitación sensorial, es importante destacar

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 105
que todos los materiales son útiles en función a la propuesta docente,
se podrá adaptar material clásico, o realizar colecciones con elementos
que encuentren los niños para organizar el Museo Didáctico a modo
de las hermanas Agazzi.
f ) Ritmo, canto y música: actividades relacionadas con el cuerpo
en movimiento que dan equilibrio físico y psíquico, belleza en las
actitudes, y aumenta las posibilidades de adaptación, relación y
convivencia.
“El valioso aporte del ritmo a la obra educativa del Jardín
de Infantes se explica por la identidad que existe entre la vida del
párvulo con sus necesidades de crecimiento, desarrollo, actividad y
el movimiento. Ese movimiento es el ritmo vital en el más amplio
sentido del término”. (Guías Didácticas, Segunda Parte, 1948:7)
El trabajo con los diferentes ritmos musicales, con matices y
armonía dará herramientas que servirán para expresar sentimientos
y serán utilizadas como un lenguaje que le permitan demostrar sus
emociones y pensamientos con libertad.
En la guía didáctica se nombra a Jaques Dalcroze7 que opina que
el sentido del ritmo en los niños vigoriza el temperamento musical
y crea en su inteligencia en formación los conceptos de atención y
de orden ya que para él la música es la aritmética del espíritu. La
ejecución de instrumentos sencillos que forman parte de la banda
rítmica constituye un recurso de ponderable efecto educativo que
atrae el interés de los niños.
Otra actividad a la que en el documento se le asigna especial
importancia es al canto; lo describe como la unión del pensamiento
musical con el pensamiento poético y es considerado como un medio
de expresión tan natural como la lengua materna. El canto educa el
oído, aumenta la sensibilidad, afina la percepción, estimula el buen
gusto y cultiva la memoria. Por medio del canto el niño adquiere
capacidad respiratoria, mejora la voz, aclara el lenguaje articulado y
manifiesta mayor gracia en sus gestos y actitudes.

7
  Emile Jaques-Dalcroze fue compositor y educador, nacido en Viena en 1865, pionero
en la enseñanza de la Euritmia. El objetivo de su trabajo era crear con la ayuda del ritmo,
una corriente de comunicación rápida y regular entre el cerebro, el cuerpo y las personas. Sus
arreglos de canciones populares, rondas para niños y canciones de gesta, fueron utilizadas para
la enseñanza de la “EURITMIA” en las escuelas.

106 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


En la guía se detalla la importancia de la integración de una
discoteca en cada uno de los Jardines de Infantes; en ellas no deben
faltar himnos patrios y marchas, música nativa incluyendo ritmos
folklóricos, música para interpretaciones rítmicas, música para
escuchar en silencio, música religiosa, música para distinguir timbres
de voces, música para distinguir voces de instrumentos.
Por otro lado figura un cancionero infantil, que presenta una
nómina y clasificación de producciones indicadas para trabajar con
niños de cuatro y cinco años; las mismas figuran organizadas por
motivos: del hogar, del Jardín de Infantes, del juego infantil, de la
huerta y el jardín, de la vida animal, del invierno, referentes al cuerpo
del niño y a sus necesidades, de la primavera, patrióticos, para las
fiestas de la familia y diversos. Todas ellas con título y autor 8. [...]
g) La expresión gráfica: es el medio capaz de exteriorizar las
impresiones emotivas, intelectuales y estéticas del niño, equivalente
a la lengua materna y al lenguaje musical, con una técnica expresiva
específica, en términos corrientes: pintura y dibujo.
Se plantea enseñar a dibujar y pintar, teniendo en cuenta
que es el jardín de infantes el responsable de fomentar el uso de
herramientas como el pincel y materiales como lápices de colores,
tizas o carbones, estimulando permanentemente las producciones
gráficas, como dice la guía hay que: “enseñarle a observar, a atender,
imaginar, comprender. Interesarlo vivazmente y emocionarlo.
Impresionar su espíritu sensible con recursos de didáctica al alcance
de su mentalidad”. (Guías Didácticas, Segunda parte, 1948:53)
h) Actividades sociales y de convivencia: Son las actividades con
las prácticas de urbanidad y cortesía, respeto de los derechos ajenos,
sociabilidad llevadas adelante por medio de actividades como: teatro
de títeres y de sombras, cinematografía educativa, biblioteca. Fiestas
hogareñas, ceremonias escolares, patrióticas y religiosas.
Estas guías resultaron importantes para la historia del nivel
ya que fueron los primeros lineamientos pedagógicos impartidos
para organizar y orientar la labor cotidiana de los docentes en los

8
  Algunas de las canciones que forman parte de este cancionero son: Mi casa de Alemandri,
Soy chiquitito de Ciprota y Spena, Somos los bomberos de Grosso y Sanmartino, El caracol de
Alemandri, El viento travieso de Arena y rivera, Querida patria mía de Sastre y Sastre, En el
portal de Belén.

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 107
jardines de infantes de la Provincia de Buenos Aires. Algunos de estos
lineamientos continúan en vigencia actualmente.
Simini se convirtió en un defensor del jardín de infantes y
aunque su ley tuvo corta vigencia y no llegó a reglamentarse, sus
efectos fueron significativos. Es en esta etapa que se fundan los
jardines de infantes integrales en la provincia de Buenos Aires,
mencionados anteriormente. Esta propuesta tiene en cuenta la
atención del niño desde lo psico-médico-social, concibiendo que el
vínculo entre la salud física, moral y el orden que se adquiría en el
jardín, se transferiría a la familia a través del niño.
La asistencia a la salud física y moral de los hijos más pequeños de
todos los sectores de la población fue una de las funciones relevantes
del nivel, sin dejar de contemplar la importancia de la dimensión
educativa.
La ley de educación preescolar gratuita e igualitaria para todos
los niños bonaerenses marca el punto de partida de una revolución
educacional.

A modo de cierre

Podemos afirmar que la presencia de Juan Domingo Perón en la historia


política de nuestro país fue sumamente importante, hasta el día de hoy
podemos encontrar fieles seguidores de su doctrina, como así también
fuertes opositores a la misma; pese a esta antinomia no podemos negar
que la acción de gobierno desarrollada marcó un camino diferente para
muchas personas que conformaron nuestra sociedad.
Los derechos alcanzados por los trabajadores, el voto femenino,
la resignificación de la infancia, son algunas de las acciones que
ejemplifican los cambios en el accionar del Estado como responsable
del bienestar de la población.
Las clases menos favorecidas pudieron alcanzar niveles de
escolarización que hasta ese momento eran impensados, la educación
del niño desde los primeros años de vida se constituye en un derecho
y una obligación para los gobernantes; podemos afirmar que durante
el gobierno Peronista: Los únicos privilegiados son los niños.

108 Elena del Pilar Maidana, María Fernanda Merciai


Esta etapa se clausurará de manera abrupta con el golpe de
estado del 55, autodenominado Revolución Libertadora. Desde ese
momento en adelante, se verá una profunda escisión en la historia
política argentina. Los virajes producidos y provocados por proyectos
que no llegan a consolidarse -a veces ni siquiera a cristalizarse- son la
constante de las décadas siguientes.
Dará cuenta de ello el capítulo que sigue, escrito por Hebe San
Martín, destacada protagonista de la historia de la educación infantil
en la Argentina.

(Etapa 1945 – 1955). Los únicos privilegiados son los niños 109

También podría gustarte