Cancer de Tiroides
Cancer de Tiroides
FACULTAD DE CIENCIAS
EP MEDICINA HUMANA
CLINICA MÉDICA II - ENDOCRINOLOGÍA
Neoplasias de la
Glándula Tiroides
Vivian Sánchez Llontop
Tumores benignos
• Adenoma folicular → se origina en las células
foliculares.
• Su forma más frecuente de presentación es como
un nódulo cervical, en un paciente eutiroideo o la
detección incidental por una prueba de imagen
realizada por otro motivo.
• El adenoma folicular suele ser un tumor único y
bien encapsulado que puede mostrar patrones
microfolicular, macrofolicular u oncocítico (de
células de Hürthle) según el tamaño de sus
folículos en comparación con los folículos en las
áreas vecinas de la glándula. • Los adenomas trabeculares son celulares
• En los adenomas foliculares se han hallado y consisten en columnas de células
mutaciones en los oncogenes HRAS, KRAS y NRAS dispuestas en cuerdas compactas, muestran
poca formación de folículos y rara vez
contienen coloide
Es la neoplasia maligna derivada de órganos endocrinos más
frecuente (el 90%-95% de ellas), y su incidencia global resulta
Cáncer de difícil de establecer por la existencia del denominado
carcinoma tiroideo oculto.
Tumores limítrofes
La clínica de este carcinoma suele consistir en la aparición de uno o más nódulos tiroideos
Su pronóstico, peor que el de los carcinomas diferenciados y mejor que el duros, indoloros y de crecimiento lento, que pueden acompañarse de adenopatías cervicales.
del anaplásico.
• El tratamiento quirúrgico tiene como finalidad fundamental la exéresis de la totalidad del tejido
neoplásico o, si esto no es posible, la extirpación de la máxima cantidad de tumor.
• En los carcinomas diferenciados, el tratamiento de elección es la tiroidectomía total
• En el carcinoma papilar, debe acompañarse de la disección profiláctica de los ganglios linfáticos del
compartimiento central del cuello y, en general, del vaciamiento de las cadenas ganglionares afectadas.
• Hemitiroidectomía, en carcinomas papilares unifocales sin evidencia de metástasis y sin historia previa
de exposición a radiación.
• Cuando se produce el hallazgo casual de un carcinoma diferenciado en un tiroides extirpado por otro
motivo, se recomienda la reintervención quirúrgica para completar la tiroidectomía, excepto en los
microcarcinomas unifocales sin extensión linfática evidente.
• En el carcinoma medular, incluso en la hiperplasia de células C, se debe practicar siempre la
tiroidectomía total.
• Debido a la alta incidencia (50%) de afección de los ganglios linfáticos del compartimiento central del
cuello, se recomienda su disección profiláctica.
• Siempre se deben revisar los ganglios del compartimiento lateral y, si están afectados, practicar
la linfadenectomía.
• Las complicaciones de la tiroidectomía son poco frecuentes en manos de un cirujano experto y consisten
en hemorragias locales, lesiones de los nervios recurrentes e hipoparatiroidismos transitorios y
definitivos. La tiroidectomía no es útil en el tratamiento del linfoma tiroideo
Tratamiento
Radioyodo
• Carcinomas papilar y folicular→ tratamiento con I destruye los focos macro- y microscópicos del
tumor, mejora la tasa de recurrencias, y probablemente la mortalidad, y facilita el seguimiento,
especialmente mediante las determinaciones seriadas de tiroglobulina sérica.
• Las células foliculares deben estar estimuladas por la TSH (TSH > a 30 µUI/mL), situación que se
alcanza alrededor de 3-4 semanas después de practicar la tiroidectomía y estando el paciente sin
tratamiento sustitutivo, o al cuarto día tras la administración de TSH recombinante humana
(TSHrh).
• El tratamiento con radioyodo debe realizarse dentro de los 12 meses tras la intervención quirúrgica,
en función del grado de riesgo, y las dosis oscilan entre los 30 mCi (que pueden administrarse de
forma ambulatoria) y los 150 mCi (que precisan aislamiento).
• Las últimas guías europea y americana coinciden en que no está indicado en los carcinomas
papilares unifocales de tamaño inferior a 1 cm.
• En los tumores de alto riesgo (T3 y T4, extensión extratiroidea o M1) se indica la ablación con
radioyodo.
• El radioyodo está contraindicado en el embarazo y se recomienda evitar la gestación hasta 1 año
después del tratamiento. Este puede producir sialoadenitis, gastritis y algunas tiroiditis leves, y, si se
administran dosis altas repetidas, en pacientes con metástasis pulmonares, fibrosis pulmonar.
Tratamiento
Hormona tiroidea