Apostoles de Hoy

Apóstoles de Hoy -1-
Todos los derechos son reservados. Ninguna parte de

este libro puede ser reproducida de ninguna forma sin
autorización por escrito del autor.
Traducido al español por:

Francisco Bianchi
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Centro de Estudios Políticos
Guatemala, C.A.
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Tonbridge
Kent TN 11 9XT
England
2da. Edición

Dedicatoria
En memoria de W.F.P. Burtun

-un padre espiritual para muchos y
un apóstol del siglo XX.-

Reconocimientos
Nunca es posible para ninguno de nosotros el cubrir

adecuadamente la lista de todos aquellos quienes han
influenciado y ayudado a formar nuestras vidas y nuestro
ministerio. Algunos lo han hecho a través de su predica-
ción y otros a través de sus escritos, pero la contribución
más valiosa ha venido de aquellos hombres y mujeres
cuya amistad, lealtad y pacto de amor han ayudado a
que me mantenga cerca del Señor y también comprome-
tido a la visión de ver a Jesús glorificado en su iglesia, y
su reino viniendo a la tierra en el poder del Espíritu
Santo.
Cada vez que paro y pienso al respecto, siempre termino

sintiéndome abrumado por la bondad de Dios para mí.
Soy un hombre bendecido –una hermosa y valiosa
esposa; dos hijos y una hija de quienes cualquier hombre
se sentiría orgulloso- y cada uno casado con personas
maravillosas. Y para terminar con broche de oro: siete
nietos encantadores quienes constantemente iluminan
mi vida.
Tan sólo el estar escribiendo esto, está ocasionando que

se alcen aleluyas en mi interior.
Estoy agradecido a todos aquellos quienes me han

ayudado a producir este libro. A Bob Munford, un amado
y cercano amigo por más de veinte años, quien ha tenido
un gran impacto en todo lo que yo predico y quien ha
sido lo suficientemente amable al usar tiempo valioso
para escribir el prólogo.

A mi buen amigo Art Enns quien ha tomado todo el
manuscrito y lo ha hecho nuevamente. A mi querida
amiga de confianza Lucy Smith, quien concienzu-
damente ha corregido la gramática. A Gina Charsley, mi
secretaria y asistente personal por toda su ayuda en
preparar el manuscrito para su edición y publicación. A
David Richards, Fraser !Hardy y Ron MacLean quienes
escribieron testimonios sobre los beneficios de tener
revisiones de iglesias. A David y Rosemary Freeman,
Bob y Muriel Whitchurch y Chris Richards quienes todos
ayudaron a editar la copia provisional. Y finalmente, a mi
pastor y amigo, Stephen Thomas, quien me ha dado su
consejo sabio y provechoso a medida que este libro ha
progresado hacia su finalización.

Índice
Prólogo ……………………….… 9
Introducción …………….……. 11
Capítulo 1 Apóstoles del Nuevo
Testamento ……………….…... 15
Capítulo 2 Categorías de Apóstoles …. 21
Capítulo 3 Pablo, el Sabio Perito
Edificador …………………….. 33
Capítulo 4 Los Apóstoles son un don
De Jesús ……………………….. 69
Capítulo 5 La Visión principal del
Apóstol ………………………… 93
Capítulo 6 Edificando un equipo
Apostólico ……………………. 103
Capítulo 7 La Naturaleza de un
Verdadero hijo
Espiritual …………………….. 127
Capítulo 8 La Naturaleza de un
Verdadero Padre
Espiritual …………………….. 137
Capítulo 9 Los Hijos son formados y
Desarrollados ……………… 145
Capítulo 10 ¿Pueden las Mujeres ser
Apóstoles? ………………….… 173
Capítulo 11 Revisiones Apostólicas …… 197
Capítulo 12 Testimonios …………………… 207
Apéndice 1 Veintiún Preguntas ……….. 219
Apéndice 2 Cuestionario para la
Iglesia …………………………. 243

Prólogo
Este es un libro que era necesario. De hecho, usted des-

cubrirá que es algo más de lo que el título sugiere. Yo lo
miro como algo de polémica, como una apología, tal vez
un tratado doctrinal sobre la necesidad bíblica de la
autoridad apostólica. Lo que descubriremos es una llama-
da de atención, proveniente de un corazón cariñoso de un
padre espiritual, cuya visión por una clase de Cristiandad
Nueva Testamentaria conmoverá su alma y lo despertará.
Como usted podrá ver, la definición que Barney le da al

trabajo de un apóstol es: ‘es el de resolver problemas’. El
es uno llamado a tratar de ‘resolver lo irresoluble’, con el
propósito de facilitar la expansión de la Iglesia de
Jesucristo, tanto en calidad como en cantidad. Es Jesu-
cristo quien ‘edifica su Iglesia’ y el apóstol, particular-
mente, tiene la responsabilidad global de remover los
obstáculos que impiden que esto ocurra.
El autor presenta algunas ideas prácticas y realizables en

cuanto a la función del oficio del apóstol, así como también
algunas ideas un poco innovadoras en cuanto al uso de la
unción apostólica, tales como: apóstoles locales, padres
apostólicos, liderazgo consultivo, y si una persona es o no,
una que ‘permanece’ o una que ‘salta de un lugar a otro’.
Seguramente, si usted o yo hubiéramos tratado de escribir
este libro, hubiéramos descrito estas cosas de manera
diferente. Sin embargo, mi fuerte impresión global es que
el corazón pastoral de Barney y su pasión por Cristo y su
Reino, nos permite ignorar cualquier objeción menor que
uno pueda sentir. Mi oración es que cualquier ‘excepción’

que podríamos notar, no dañe el gozo de comprender el
mensaje y el contenido de este libro.
Los argumentos convincentes del autor, que son concilia-

torios en naturaleza, buscan establecer la irrefutable
evidencia que cada declaración bíblica para los oficios de
pastor y maestro y aun evangelistas, están inextricable-
mente ligados a los oficios de apóstol y profeta. Su separa-
ción, dice el autor, solamente puede ser una división
artificial y antibíblica entre estos oficios tan necesitados.
Barney entra en áreas de santidad personal, motivaciones

escondidas y madurez relacional, las cuales son conside-
radas cada vez más críticas para una vida saludable de la
Iglesia. El hace algunas preguntas duras. Preguntas que,
en mi opinión, necesitan desesperadamente ser contes-
tadas por todos los líderes de la Iglesia en el mundo
occidental. Los padres apostólicos, argumenta el autor,
son la ruta escogida por Dios para que veamos la
reaparición y la restauración de la integridad personal. A
menos que esto ocurra, estamos en serios problemas.
Lea con cuidado y discernimiento lo que Barney ha escrito.

Considere bíblica y presuposicionalmente lo que él está
pidiendo. Este pequeño libro puede darnos la percepción
necesaria y tal vez, la dirección y el coraje para ajustar
algunos de nuestros bien sentados prejuicios religiosos.
Así mismo, podría permitirnos la libertad necesaria de
reconocer los dones de Dios que él ha identificado como
apóstoles. De seguro, la forma honesta y cariñosa en que
fue escrito este llamado de atención, honrará a nuestro
Señor Jesucristo, promoverá su Reino y modificará algu-
nas de nuestras actitudes de “sabelotodo”.
Bob Mumford
Apóstoles de Hoy - 10 -
Introducción
“Y él mismo (Cristo) constituyó a unos apóstoles, a otros

profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maes-
tros, a fin de capacitar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta
que todos alcancemos la unidad de la fe y del conoci-
miento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena
madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo.”
(Efesios 4:11-13)
La premisa de este libro es que la Iglesia todavía no ha

llegado “hasta la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo”. Entonces los dones ministeriales de Cristo –após-
toles, profetas, evangelistas, pastores y maestros- aún
están siendo dados a la Iglesia, y son tan necesarios hoy
en día, como lo fueron en el primer siglo.
Algunos pueden argumentar que, con la llegada de las

Escrituras del Nuevo Testamento, la necesidad de após-
toles y profetas cesó, pero no hay evidencia bíblica para
tal punto de vista. Tampoco hay ninguna evidencia
histórica que la Iglesia, de alguna forma, haya sobrepa-
sado los dones ministeriales de Efesios: que estos dones
se hayan vuelto no esenciales o superfluos. Más bien, el
peligro es que nosotros, equivocadamente, nos conside-
remos ricos y sin necesidad de nada -muy parecido a una
iglesia moderna de Laodicea-1 Pero una mirada honesta a
1
Las palabras de Cristo a esa iglesia fueron: “Ya que tú dices: 'Soy
rico; me he enriquecido y no tengo ninguna necesidad', y no sabes
que tú eres desgraciado, miserable, pobre, ciego y desnudo”
(Apocalipsis 3:17).
la condición del Cuerpo de Cristo el día de hoy, revela
tanto nuestra falta de poder, como nuestra pobreza. La
verdad es: no podemos darnos el lujo de hacer algo sin los
dones de Cristo, incluyendo, como espero demostrar en
los siguientes capítulos, el trabajo y el ministerio de los
apóstoles.
Este libro no pretende ser un tratado teológico compren-

sivo sobre apóstoles (aunque un texto así podría ser de
mucha ayuda); tampoco está escrito como una reseña
histórica de los apóstoles a través de los siglos. Es,
simplemente, un perfil bíblico del papel y función de los
apóstoles, juntamente con una aplicación práctica para la
Iglesia de hoy en día.
Estoy consciente, por supuesto, que muchos líderes

evangélicos, o desechan por completo la idea de apóstoles
de la época moderna, o ignoran el punto con un silencio un
tanto incómodo. Nosotros estamos acostumbrados a los
títulos de liderazgo tales como Presidente, Presidente de
la Junta, Superintendente Distrital, y Moderador de Con-
ferencia (o en otros círculos de la iglesia, Arcediano,
Arzobispo y Cardenal ). ¿Pero llamar a alguien Apóstol?
¿No es como reclamar infalibilidad o algo por el estilo?
Aún algunos traductores de la Biblia se equivocan en el
uso de este término, sustituyendo la palabra mensajero
por apóstol, presumiblemente porque no encaja muy bien
con las presuposiciones teológicas de algunos.
Las etiquetas que aplicamos a líderes y ministros puede

que no sean de una importancia significativa (aunque me
pregunto por qué pensamos que nuestra terminología es
mejor que la de Dios), pero es esencial que aprendamos
a hacer las cosas a la manera de Dios, especialmente
cuando tiene que ver con la edificación de la Iglesia de
Jesucristo. Si nosotros no reconocemos y recibimos uno
de los ministerios clave de Cristo a la iglesia, vamos a
edificar (haciendo lo mejor) de forma ineficaz.
Este libro también intenta ayudar a “desmitologizar” el

papel del apóstol: Para tratar con el aura y la mística que
algunos asocian con este ministerio. Mientras algunas
personas tienden a criticar y denigrar a los apóstoles (note
la necesidad de Pablo de defender su ministerio entre los
corintios), otros casi los endiosan.
A este respecto, yo siempre voy a recordar las palabras de

un hombre que fue un padre espiritual para mí, W. F. P.
Burton. Willie Burton ayudó a plantar cerca de 1,500
iglesias en lo que anteriormente se conocía como el
Congo Belga, sin embargo, él siempre mantuvo una
perspectiva humilde y apegada a la tierra de él mismo, y
de los apóstoles de los tiempos bíblicos. El ofrece esta
perspectiva -nacida de mucha sabiduría de Dios y
experiencia personal: “Cuando de pequeño era llevado a
la iglesia, había una ventana de colores al final del edificio
mostrando a los doce apóstoles. Ellos estaban vestidos
con unos mantos decorados elaboradamente, y llevaban
báculos y astros, corderos y otros símbolos no naturales
en sus manos, y alrededor de sus cabezas tenían grandes
halos, similares a los quesos de Lancashire. Me sentaba
mirando a la ventana domingo tras domingo, hasta que
verdaderamente pensé que los apóstoles eran así -pero
ellos no lo eran-. Era pura imaginación”.
Déjenme darles un cuadro bíblico de un apóstol: El es un

débil compañero con una pobre voz (2 Corintios 10:10), un
presidiario (Hechos 16:23). Se ve desnutrido y su ropa es
de mal aspecto (1Corintios 4:11). Si usted mira sus manos
están manchadas y rajadas por el duro trabajo de ablandar
pieles y coser tiendas de campaña, pues esa era su forma
de ganarse la vida (Hechos 18:3). A veces él estaba muy
enfermo, aun desesperado de la vida (2 Corintios 1:8-11;
Gálatas 4:13; 2 Corintios 11:30). Tal vez estas enferme-
dades vinieron de los terribles sufrimientos por los que
había pasado (2 Corintios 11:23-28). Este cuadro no tiene
mucho en común con los doce complacientes viejos
caballeros mirándolo benignamente a uno desde la venta-
na de la iglesia. ¿O lo tiene?’
Los apóstoles que Cristo le da a la iglesia no son ni bribo-

nes ni super santos, ellos no son reliquias de la historia de
la Iglesia o invenciones de la imaginación de alguien. Son
hombres llamados por Dios a un ministerio particular -
ministerio que ha sido fundamental a la Iglesia del pasado
y que será esencial para la Iglesia del futuro. Ha sido mi
convicción por los últimos treinta años que, sin este
ministerio, la Iglesia no puede cumplir su destino como
instrumento de Dios para traer la gloria y el conocimiento
del Señor a todo el mundo.
Voy a procurar mostrar con la Escritura no solamente que

los apóstoles son para hoy en día, sino también que son
indispensables dentro del plan de Dios para la Iglesia.
Simplemente no hay substituto. Esta todavía es la “Era
Apostólica.”
Capítulo
1
Apóstoles del Nuevo Testamento
Hay veintidós personas nombradas como apóstoles en el

Nuevo Testamento.2 En contraste, sólo se nombra un
pastor: el Señor Jesucristo, quien es ‘El Gran Pastor’.3 El
término pastor es usado solamente una vez como
sustantivo en el Nuevo Testamento,4 y en ningún lado
encontramos referencias de un pastor dirigiendo una
congregación. Esto no es para sugerir que los pastores no
tenían una función importante en la iglesia del primer siglo,
sino más bien para hacer notar que ellos pareciera que
ocupaban un papel menos prominente del que ocupan hoy
en día, sirviendo junto a profetas, evangelistas, maestros y
apóstoles.
La palabra apóstol como sustantivo viene de la palabra

griega apostolos, que literalmente significa “un enviado”.
Primeramente se encuentra en el lenguaje marítimo,
refiriéndose a un barco de carga o flotilla siendo enviados.
2
Estos veintidós (más otros pocos nombres añadidos a la lista) son
anotados al final de este capítulo.
3
1 Pedro 5:4
4
Efesios 4:11
El uso primitivo de este término llevaba el sentido doble de
una comisión expresa y ser enviado a ultramar. En su
Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Kittel5 señala
que aportillo, en la forma de verbo, significa ser enviado
fuera o ser enviado hacia el frente, con el énfasis en el
que envía -enfatizando la idea de autorización, como en el
caso de mensajeros oficiales o maestros divinamente
enviados. Así pues, su uso no estaba limitado al concepto
de viajes a ultramar. El señala que en la Septuaginta hay
más de 700 ejemplos de apostello, y cada vez la palabra
conlleva la idea de ser enviado con una comisión,
haciéndose el énfasis en el que enviaba. Un ejemplo de
esto se encuentra en Isaías 6:8 donde se registra que el
Señor dijo: “¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?”
Isaías entonces contesta: “Heme aquí, envíame a mí.”
Kittel explica que en el Judaísmo Griego, el término rara
vez ocurre en referencia a viajes a ultramar, ya que los
judíos no eran marineros. Josefo lo usa una vez para
mensajeros enviados a Roma, lo cual implicaba un viaje
por mar (apóstolos).
En el sentido de ser enviado en una capacidad oficial, hay

un enlace entre apostello y de la posterior institución de
salu(a)h: una comisión para una tarea específica con el
énfasis en la autorización (el enviado representando al que
lo envió) -como en el caso de los esfuerzos de Pablo antes
de ser Cristiano: “Entonces Saulo, respirando aún
amenazas y homicidio contra los discípulos del Señor, se
presentó al sumo sacer-dote y le pidió cartas para las
sinagogas en Damasco, con el fin de llevar preso a
Jerusalén a cualquiera que hallase del Camino, fuera
hombre o mujer.”
(Hechos 9:1-2)
5
R. Kittel, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento.
Kittel añade que el Nuevo Testamento usa la palabra
apóstol siempre significando que la persona comisionada
fue enviada con plena autoridad: “Se puede referir al
representante comisionado de una congregación como en
Filipenses 2:25 “Sin embargo, también creí necesario
enviaros a Epafrodito, mi hermano, colaborador y
compañero de milicia y vuestro mensajero (apostolos) y
suministrador de mis necesidades.” O denota a los
portadores del mensaje del Nuevo Testamento: primero
los doce (Hechos 1:26), después los primeros misioneros
cristianos (Hechos 14:4,14), y después a un círculo más
amplio (1Cor.15:7).
El apóstol es propiamente un apóstol de Jesucristo (más

que ser un enviado por una congregación local), por lo
consiguiente, el énfasis en un encuentro con el Señor
resucitado para ser comisionado personalmente. Los
apóstoles, entonces, no son oficiales de la iglesia, sino
oficiales de Cristo para su edificación, y en este sentido,
ellos son comparables a los profetas del Antiguo
Testamento.”6
En resumen, la palabra apóstol en su forma griega

primaria fue un término náutico, refiriéndose a un buque de
carga o fuerza naval. Más tarde, llegó a incluir a una
persona comisionada como mensajero. En los Evangelios
Sinópticos, se usó para los doce discípulos personalmente
comisionados por Jesús para ser la vanguardia de
aquéllos enviados a proclamar las buenas nuevas -
primeramente a Jerusalén, y después a todas las naciones
del mundo.7 En adición, estaban aquéllos que fueron
6
Ibid
7
Mateo 28:18-20 y Hechos 1:8
asignados o secundados por la iglesia local para servir a
los apóstoles mayores, como en el caso de Epafrodito
quién sirvió a Pablo en representación de la iglesia en
Filipo.8
En las epístolas del Nuevo Testamento, los apóstoles son

mencionados en otros dos contextos: en Efesios 4, donde
Pablo esboza los dones equipadores y su lugar y función
en la iglesia universal; y en 1 Corintios 12, donde Pablo se
refiere a los diferentes ministerios (apóstoles, administra-
dores, obradores de milagros, interpretadores de lenguas,
etc.), como partes necesarias del cuerpo de Cristo en el
contexto de su expresión como iglesia local. Estas
referencias proveen el enlace más claro entre los
apóstoles de los tiempos bíblicos y aquellos de los tiempos
modernos, y serán la base para consideraciones futuras
en los capítulos siguientes.
Empezamos este capítulo refiriéndonos a los veintidós (o

más) apóstoles nombrados en el Nuevo Testamento. La
lista con el primero y gran apóstol, Jesucristo, quién a su
vez escogió a los doce. A ese grupo inicial de trece
apóstoles se agregan los siguientes:
-Matías - quien reemplazó a Judas como miembro de los

doce (Hechos 1:24-26), pero de quien muy poco quedó
registrado.
-Bernabé y Pablo - primeramente llamados apóstoles por
el Dr. Lucas en Hechos 14:4 y 14.
-Epafrodito - claramente nombrado en Filipenses 2:25 -
aunque algunos traductores bíblicos usan el término men-
sajero en lugar de la interpretación correcta (literal) de
apóstol.
8
Filipenses 2:25, 4:18
-Silas y Timoteo - cuyo apostolado es establecido cuando
Pablo los incluye en su salutación a la iglesia en
Tesalónica (1 Tesalonisenses 1:1), donde continúa usando
la forma plural nosotros, después dice en el capítulo 2
verso 6 “...aunque podríamos haberos sido carga como
apóstoles de Cristo.”
-Jacobo, el hermano de Cristo - al que se refiere Pablo en
Gálatas 1:19 como sigue: “No vi a ningún otro de los
apóstoles, sino a Jacobo, el hermano del Señor.” En el
capítulo 2 verso 9 incluye a este Jacobo juntamente con
Pedro y Juan como pilares de la iglesia.
-Andrónico y Junias - en Romanos 16:7, Pablo los des-
cribe como “insignes entre los apóstoles”. 9
También hay varios individuos cuyo apostolado se puede

inferir por el contexto de la Escritura y/o por su papel en la
iglesia primitiva. Por ejemplo, Pablo se refiere a Tito y a un
cierto hermano famoso en 2 Corintios 8:16-18 y 23:
“Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma
solicitud por vosotros. Pues él, a la verdad, aceptó la
exhortación; pero siendo también muy solícito, de su
propia iniciativa partió hacia vosotros. Y enviamos junta-
mente con él al hermano cuyo renombre en el evangelio
se oye en todas las iglesias. En cuanto a Tito, él es
compañero mío y colaborador para con vosotros; y en
cuanto a nuestros hermanos, ellos son mensajeros (apo-
stolos) de las iglesias y gloria de Cristo.”
Algunos añadirían a Apolos en la lista en vista de 1

Corintios 4:6-13, donde Pablo, mientras habla de sí mismo
y de Apolos, dice en el verso 9: “Porque considero que a
nosotros los apóstoles, Dios nos ha exhibido en último
lugar...”
9
El capítulo 10 trata el asunto si Junias fue un hombre o una mujer
Pero parece que hay mucho más apóstoles en la Biblia
que aquéllos que podemos identificar fácilmente por
nombre. En el siguiente capítulo, consideraremos algunas
de las categorías de apóstoles que encontramos en las
páginas del Nuevo Testamento.
El Apóstol
Capítulo
2
Categorías de Apóstoles
El escritor a los Hebreos nos aconseja que “consideremos

a Jesús, el apóstol y sumo sacerdote de nuestra confe-
sión”: 10 Si deseamos ver un apóstol por excelencia, no
tenemos que ir más allá que al mismo Jesús. Enviado por
el Padre, él viajó desde su “casa base” el cielo, hasta el
mundo de espacio-tiempo del planeta Tierra. Fue comisio-
nado a predicar el Evangelio, ungido con el Espíritu
Santo. El funcionó en la plena autoridad de su Padre.
El no solamente puso un fundamento doctrinal, él fue el

fundamento. El fue el edificador esencial: lo que él edifica
es indestructible y las puertas del infierno y todos los
consejos de Satanás no prevalecerán contra él. Señales y
maravillas acompañaron su ministerio. ¡Su apostolado fue
y es incomparable! No nos sorprendamos entonces, que el
artículo definido es usado para proclamar que él es “El
Apóstol.”
10
Hebreos 3:1 Reina Valera Actualizada.
Los Tres Discípulos
Pedro, Jacobo11 y Juan fueron parte de los “doce”, pero

ellos ocuparon claramente un lugar único entre los
discípulos. Jesús hizo distinción entre los “tres” y los
“doce” en varias ocasiones importantes: cuando permitió
que Pedro, Jacobo y Juan vieran su transfiguración (y les
prohibió que se lo dijeran a otros hasta después de la
resurrección); cuando llevó únicamente a los tres con él
para levantar de la muerte a la hija de Jairo; y cuando
escogió a estos tres para estar con él en el Jardín de
Getsemaní en su momento más grande de agonía.
Ambos, Pedro y Juan fueron usados por el Espíritu Santo

para escribir partes importantes de la Escritura. Y Jacobo,
destacado como un prominente apóstol de influencia llamó
la atención de Herodes Agripa, quien lo mandó matar por
espada -el primer mártir cristiano registrado.
Los Doce Apóstoles del Cordero
Además de Pedro, Jacobo y Juan, los doce apóstoles

incluyeron a: Andrés el hermano de Pedro; Felipe; Barto-
lomé; Tomás; Mateo el recolector de impuestos; Jacobo el
hijo de Alfeo; Tadeo; Simón el Zelote; y Judas Iscariote.
Con la excepción de Judas, estos once (más otro), son
quienes tienen sus nombres escritos en las doce piedras
del fundamento de la Nueva Jerusalén, y son conocidos
como los doce Apóstoles del Cordero.12
11
Este Jacobo y su hermano Juan eran los hijos de Zebedeo (distinto
a Jacobo el hermano del Señor).
12
Apocalipsis 21:14, Mateo 19:28. Matías fue escogido para
reemplazar a Judas
Que estos hombres sean tan honrados, es una demos-
tración extraordinaria de la gracia de Dios: Pedro era
impaciente y negó a Cristo, Jacobo y Juan eran vengativos
y ambiciosos, Tomás era incrédulo, Felipe era impene-
trable e imperceptible. ¡Qué pandilla tan diversa! Pablo lo
dice perfectamente en 1 Corintios 1:27-28: “Más bien, Dios
ha elegido lo necio del mundo para avergonzar a los
sabios, y lo débil del mundo Dios ha elegido para aver-
gonzar a lo fuerte. Dios ha elegido lo vil del mundo y lo
menospreciado; lo que no es, para deshacer lo que es.”
Cada piedra en Apocalipsis 21:19-20 es una preciosa joya

y cada una se ha convertido en un objeto de belleza de
valor incalculable. Podemos estar seguros que para el
tiempo que El haya terminado de “producir en nosotros
tanto el querer como el hacer, 13 para cumplir su buena
voluntad,” seremos “santos y sin mancha delante de él.” 14
¡Me gusta! El toma mendigos y los convierte en príncipes.
El se consigue seis pescadores mal hablados, un
despreciado recolector de impuestos y a cinco otros don
nadie, y los transforma en la flor y nata de la Jerusalén
Celestial. ¡Esto es una gracia milagrosa, maravillosa y
magnífica!
Aun aparte de su elevación en el “gran final” como

Apóstoles del Cordero, estos doce son únicos entre los
apóstoles referidos en la Escritura y cualquier otro apóstol
en la historia. Ellos fueron escogidos de Dios para ser
testigos de la vida, muerte y resurrección de Cristo. Jesús
les confió a ellos sus enseñanzas, quien a su vez tenían
Isacriote, pero no es declarado si él ocupa ese papel en la Nueva

Jerusalén.
13
Filipenses 2:13.
14
Efesios 1:4.
que ser fieles y comunicar con exactitud -principalmente
de boca en boca a la iglesia naciente. (No que los doce
tuvieran que llevar a cabo esta tarea por ellos mismos:
Jesús prometió enviar el Espíritu Santo para que morara
en ellos y les diera poder). Ellos fueron los primeros
misioneros: La vanguardia de aquéllos enviados a procla-
mar el Evangelio del Reino a los confines de la tierra. Por
último, pero no de menos importancia, ellos son los
primeros de la nueva creación en Cristo, en el planeta
Tierra.
Los Setenta
En Lucas capítulo nueve encontramos el hecho de Jesús

enviando a los doce apóstoles dándoles poder y autoridad
para proclamar el Reino de Dios, para echar fuera
demonios y sanar enfermedades. Un capítulo después
leemos que él envía a otro grupo: “Después de estas
cosas, el Señor designó a otros setenta,15 a los cuales
envió delante de sí de dos en dos, a toda ciudad y lugar a
donde él había de ir.”
Jesús entonces les da instrucciones y un mandato:

“Después de estas cosas, el Señor designó a otros
setenta, a los cuales envió delante de sí de dos en dos, a
toda ciudad y lugar a donde él había de ir. He aquí, os doy
autoridad de pisar serpientes, escorpiones, y sobre todo el
poder del enemigo; y nada os dañará.”
(Lucas 10:8-9, 19)
Considerando las similitudes entre este hecho y el envío

de los doce, los significados característicos del verbo
apostello y el sustantivo apóstolos, y el criterio de ello
15
Lucas 10:1 Algunos manuscritos dicen setentidós.
fundamentado previamente para apóstoles, no parecería
que estuviéramos llevando el punto muy lejos si llamá-
ramos apóstoles a estos setenta. En referencia al Cristo
resucitado y a aquéllos que lo vieron, Pablo dice: “Luego
apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los
cuales muchos viven todavía; y otros ya duermen. Luego
apareció a Jacobo, y después a todos los apóstoles....
(1Corintios 15:6-7)
¿Se está refiriendo Pablo a los setenta cuando dice: “todos

los apóstoles”? Esto es lo que algunos comentaristas
sugieren. El Comentario de Toda la Biblia de Jamieson,
Fausset y Brown dice:
“El término aquí incluye muchos otros además de “los

doce” ya enumerados (v.5) Tal vez los setenta discípulos
(Lucas 10).”16
En su interpretación de la frase “todos los apóstoles”,

Adam Clarke comenta: “...incluyendo no solamente los
once, pero como algunos suponen, los setentidós discípu-
los”.17
Apóstoles Equipadores
El capítulo de Efesios 4 habla de los ministerios como
dones: “Por esto dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la
cautividad y dio dones a los hombres. Y él mismo
constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evan-
gelistas, y a otros pastores y maestros.
(Efesios 4:8,11)
16
Comentario de Toda La Biblia de Jamieson, Fausset y Brown.
17
Comentario de Adam Clarke. Mire también la nota de página 6 re:
setentidós.
Mientras que los términos Ministerio Quíntuple o Dones
de la Ascensión son usados para aquellos listados en el
verso 11, yo prefiero llamarlos Ministerios Equipadores
porque fueron dados para equipar a los santos para la
obra del ministerio.18
Si miramos el equipar en términos de que otros están

siendo preparados o entrenados para hacer la obra,
seguiría que el apóstol de Efesios 4 es uno que equipa a la
iglesia para funcionar apostólicamente. Más específica-
mente, se esperaría que él enseñe, corrija y aconseje a los
apóstoles en entrenamiento (apóstoles menores). Si esto
es cierto, debiéramos encontrar evidencias de este
entrenamiento en el Nuevo Testamento.
De hecho, hay muchos ejemplos de este tipo de apóstol,

empezando con los doce, mientras estaban siendo
discipulados por Jesús. Sus primeras palabras a ellos
contienen una meta ministerial “Síganme y los haré
pescadores de hombres” (Marcos 1:17), mientras que sus
instrucciones finales llevaban un mandato a continuar la
obra “Como el Padre me envió, Yo también los envío a
ustedes’”(Juan 20:21).
Después tenemos las cartas de Pablo a Timoteo y a Tito,

las cuales son comúnmente conocidas como las “Epístolas
Pastorales”, a pesar de que son claramente apostólicas
en su naturaleza.
No hay duda que debido a la gran preocupación que Pablo

tenía acerca de que “lobos salvajes’” podían venir a robar
algunas de las ovejas del rebaño de Efeso,19 decide dejar
18
Efesios 4:12.
19
Hechos 20:29-31.
a Timoteo en Efeso para que:“requieras a algunos que no
enseñen doctrinas extrañas,” (1 Timoteo 1:3), así como
también, para dar claras instrucciones en otros asuntos
fundamentales como las cualidades de carácter que
debían tener los ancianos, diáconos y diaconisas.20 Así
Timoteo se convirtió en una extensión del Ministerio
Apostólico de Pablo para la iglesia.
A Tito le escribe:
“Por esta causa te dejé en Creta: para que pusieras en

orden lo que faltase y establecieras ancianos en cada
ciudad, como te mandé.”
(Tito 1:5)
Entonces, al igual que a Timoteo, Pablo le da la lista de las

cualidades necesarias para ancianos, así como un
enfoque en otros asuntos apostólicos tales como el
mantener una doctrina sana. En estas tres cartas encon-
tramos a un apóstol mayor dirigiéndose a sus hijos
espirituales, a quienes ha dejado detrás en Efeso y Creta,
con el mandato de llevar a cabo negocios apostólicos: En
otras palabras, un apóstol mayor instruyendo y equipando
a apóstoles más jóvenes.
Apóstoles Locales
En 1 Corintios 12:18 encontramos una lista de ministerios

que empieza con apóstoles y termina con aquéllos que
hablan en varias clases de lenguas.21 El contexto de este
20
1 Timoteo 3:1-13.
21
Mientras que el capítulo 14 sugiere quetodos puede profetizar y
hablar en lenguas, 1 Corintios 12:28 se refiere a ministerios recono-
cidos específicos.
pasaje es el de Pablo hablando sobre el comportamiento
de los miembros de la iglesia de Corinto cuando se
reunían. Parece claro en estos capítulos (1 Corintios 11 al
14) que Pablo está tratando con estos asuntos concer-
nientes a la iglesia local. Los que hablaban en lenguas no
eran translocales (por lo menos no hay sugerencia aquí, ni
en ninguna otra parte, que este ministerio fuera translocal);
tampoco voy a proponer que estos apóstoles eran trans-
locales.
Estimado por muchos, la iglesia de Corinto contaba con

miles de miembros22 cuando esto fue escrito. En la misma
forma en que ciertos apóstoles vivieron y llevaron a cabo
sus responsabilidades de liderazgo mayor en Jerusalén,23
no es difícil asumir que una iglesia local de ese tamaño
también tendría apóstoles residentes. En el caso de Efeso
sabemos que Pablo permaneció allí por tres años y que la
estadía de Timoteo fue probablemente de la misma
duración. Dado que ellos no cesaron de ser apóstoles
durante su extendida estancia, ellos evidentemente
funcionaron como apóstoles locales durante ese período
de tiempo.
Apóstoles Étnicos
Gálatas 2:7-9 relata un desarrollo interesante en la
estrategia apostólica en la iglesia primitiva. Tres apóstoles
-Jacobo, Pedro y Juan- tenían una responsabilidad
especial de llevar el evangelio a los judíos, mientras que
Pablo y Bernabé fueron reconocidos como apóstoles a los
gentiles.
22
Podría haber tenido decenas de miles, dado que la población de
Corinto se estimaba en medio millón.
23
Hechos capítulo 15.
¿Podría esta estrategia ser efectiva en nuestras ciudades
multiculturales del siglo veinte? Yo creo que sí podría. Yo
no encuentro razón por la cual Dios no pueda usar la
misma estrategia estos días: Preparar y “apartar” un
apóstol para llevar el evangelio a un grupo étnico en
particular (especialmente si éste fuera un grupo con un
idioma diferente). Ha habido un número de profecías en
años recientes diciendo que el Señor va a enviar
misioneros al oriente. ¿Quién sabe? En la economía de
Dios, aun podríamos ver un apóstol de la India invitado a
trabajar entre la comunidad asiática en lugares como
Bradford y Walsall.
Apóstoles Paternales
De acuerdo a los escritos de Pablo en 1 Corintios 4:14-17

y Tito 1:4, él fue un padre espiritual a la iglesia de Corinto
y él fue un padre espiritual a Timoteo y Tito. Un padre es
uno que no solamente le enseña a uno, sino también
provee un modelo de vida; así Pablo puede decir a sus
hijos de Corinto: “Pues aunque tengáis diez mil tutores en
Cristo, no tenéis muchos padres; porque en Cristo Jesús
yo os engendré por medio del evangelio. Por tanto, os
exhorto a que seáis imitadores de mí.” 24
Esa exhortación podría fácilmente ser mal entendida como

un intento torpe de control, pero Pablo lo califica en el
siguiente verso, señalando que lo que él desea que ellos
imiten es su proceder en Cristo. La iglesia hoy en día
tiene gran necesidad de apóstoles padres. Conside-
raremos adicionalmente esta necesidad en capítulos
posteriores, y trataremos con algunos de los temas prác-
ticos relacionados.
24
1 Corintios 4:15-16.
Apóstoles Servidores
Al reconocer varias clases de apóstoles bíblicos, debemos

entender que estas son categorías descriptivas más que
clasificaciones rígidas. Por ejemplo, Timoteo y Tito,
cualesquiera que fueran sus otras funciones apostólicas,
podrían ambos ser considerados apóstoles servidores.
Pablo dice de Timoteo: “Ya conocéis la reputación de
Timoteo, que como hijo a padre 25 ha servido conmigo en
el evangelio.” , y de Tito, “verdadero hijo según la fe que
nos es común” 26 , y “él es compañero mío y colaborador
para con vosotros” 27 Epafrodito es descrito por Pablo
como “vuestro apóstol y suministrador de mis nece-
sidades.” 28
Es reconocido, generalmente, que Pablo usualmente

viajaba con un equipo grande (quienes algunos llaman un
equipo apostólico). Mientras que Pablo se refiere a ellos
como colaboradores, compañeros de milicia y aun compa-
ñeros de prisiones, es claro escrituralmente, que ellos no
solamente sirvieron con Pablo, sino también lo sirvieron a
él. Sus funciones estaban subordinadas. Así lo encon-
tramos diciéndole a Timoteo: “Toma a Marcos y tráele
contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico
envié a Efeso. Trae, cuando vengas, el manto que dejé en
Troas en casa de Carpo, y los rollos, especialmente los
pergaminos.” 29
25
Filipenses 2:22.
26
Tito 1:4.
27
2 Corintios 8:23.
28
Filipenses 2:25.
29
2 Timoteo 4:11-13.
Aquí y en cualquier parte en sus cartas, Pablo da instruc-
ciones como uno que espera que sus directrices sean
obedecidas.
Es importante que no caigamos en la trampa de ver a los

apóstoles como super estrellas. Pablo de seguro fue
sobresaliente en su liderazgo y ministerio, pero si creemos
que todos los apóstoles deben ser medidos a este
estándar excepcional, estamos yendo más allá de la
evidencia garantizada por la Escritura. No solamente hay
diferentes clases de apóstoles sino también varias medi-
das de fe y gracia que acompañan cada don ministerial.30
En el siguiente capítulo, sin embargo, trataremos de
aprender algunas lecciones claves en el ministerio
apostólico desde el portafolio del hombre que se llamó así
mismo el más pequeño de los apóstoles -pero de quien
tenemos tanto que aprender- el apóstol Pablo.
30
Romanos 12:3 y Efesios 4:7.
Capítulo
Pablo,
3
El Sabio Perito Edificador
Muchos de mis descubrimientos de la verdad siguen cierto

patrón: Yo fallo en notar algo hasta que pareciera que
salta a la vista y me golpea. Entonces, una vez que lo veo,
no puedo parar de observarlo: dondequiera que volteo la
mirada la evidencia de mi descubrimiento me esta viendo
a la cara. ¿Le suena esto familiar?
Así fue como yo ‘descubrí’ 1 Corintios 3:11 algunos años

atrás: “porque nadie puede poner otro fundamento que el
que está puesto, el cual es Jesucristo.”
En este versículo, Pablo no solamente se está refiriendo a

la encarnación, muerte y resurrección de Cristo; él también
está diciendo que solamente en Cristo puede algo tener
valor eterno. Los versículos 12-15 nos dicen que en Cristo
nuestros ‘materiales para edificar’ son oro, plata y piedras
preciosas; fuera de Cristo son madera, heno y hojarasca -
destinados a quemarse.
En la segunda parte de 1 Corintios 8:6 Pablo declara que
hay “un sólo Señor, Jesucristo, mediante el cual existen
todas las cosas, y también nosotros vivimos por medio de
él.” Hasta donde le concierne al apóstol, todo lo pertene-
ciente a la vida primeramente debe ser fundado en Cristo,
establecido en Cristo, sufragado a través de Cristo, moti-
vado por Cristo y existir para la gloria de Cristo.
Pablo está tan interesado en traer a Cristo en cada

observación e instrucción -‘en el Señor’, ‘en Cristo’ y así
sucesivamente- que él, a veces, casi suena super
espiritual. Pero esas frases no eran meras repeticiones de
palabras, ellas verdaderamente describían el enfoque de
su vida. Gálatas 2:20 lo resume bellamente: “Con Cristo he
sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo, sino que
Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo
por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a
sí mismo por mí.”
El corazón de un apóstol verdadero siempre estará dirigido

hacia ver establecido a Cristo en el centro. Su meta
ministerial en forma global será la de poder contribuir -sea
de una manera pequeña o grande- a establecer una
administración “a manera de plan para el cumplimiento de
los tiempos: que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza
todas las cosas, tanto las que están en los cielos como las
que están en la tierra.” 31
Nosotros tenemos el derecho de sospechar de alguien que

proclame ser un apóstol pero que resulta que está más
preocupado de promover su propio ministerio que de pro-
31
Efesios 1:10.
mover al Señor Jesús.32 Pablo podía proclamar con gran
integridad: “Porque me propuse no saber nada entre
vosotros, sino a Jesucristo, y a él crucificado.” “Porque
para mí el vivir es Cristo.” 33 ¡Qué confesión tan magní-
fica!
El Edificó Teológicamente
Para el apóstol Pablo, edificar en Cristo también signifi-
caba edificar sobre la Palabra de Dios. En su mensaje de
despedida a los ancianos de Efeso él dice: “Porque no he
rehuido el anunciaros todo el consejo de Dios... Y ahora,
hermanos, os encomiendo a Dios y a la palabra de su
gracia, a aquel que tiene poder para edificar y para dar
herencia entre todos los santificados”.
(Hechos 20:27,32)
De la misma manera él aconseja a otros apóstoles a que

usen la Palabra de Dios en sus ministerios, como lo
podemos ver en estos extractos de sus cartas a Timoteo:
“Si expones estas cosas a los hermanos, serás buen
ministro de Jesucristo, nutrido de las palabras de la fe y de
la buena doctrina, la cual has seguido de cerca. Entre
tanto que voy, ocúpate en la lectura, en la exhortación y en
la enseñanza. Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que traza bien la palabra de verdad”.
(1 Timoteo 4:6,13 y 2 Timoteo 2:15)
Cuando Pablo envía, lo que en efecto es, su última

voluntad y testamento a su amado Timoteo, él enfatiza la
32
Pablo se refiere a este tipo de ‘falso apóstol’ en 2 Corintios capítulo
11.
33
1Cori(ntios 2:2 y Filipenses1:21
importancia crítica de edificar teológicamente: “Te requiero
delante de Dios y de Cristo Jesús, quien ha de juzgar a los
vivos y a los muertos, tanto por su manifestación como por
su reino: Predica la palabra; manténte dispuesto a tiempo
y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda
paciencia y enseñanza. Porque vendrá el tiempo cuando
no soportarán la sana doctrina; más bien, teniendo
comezón de oír, amontonarán para sí maestros conforme
a sus propias pasiones”.
(2 Timoteo 4:1-3)
Con el nivel de analfabetismo bíblico que vemos entre los

evangélicos hoy en día -particularmente en algunas de las
iglesias nuevas- tal exhortación es ciertamente aplicable a
nuestra generación. Frecuentemente hay muy poca ense-
ñanza explicativa llevándose a cabo en una reunión
dominical típica en nuestras iglesias. También es síntoma-
tico de este problema, que nuestras librerías cristianas
tienen disponibles menos libros sobre teología y están
incrementando el número de libros sobre sicología y
consejería. ¿Qué pasó con la verdad bíblica de que somos
nueva criaturas en Cristo? La primer cosa que les pasó a
Adán y Eva después de la caída fue que se volvieron
conscientes de sí mismos y enfrascados en sí mismos.
Pero como cristianos, debiéramos “fijar nuestros ojos en
Jesús”34 -no convertirnos en ser contempladores del
cordón umbilical en vez de ser contempladores del Hijo.
Entre más nos separemos del fundamento de Jesucristo,
de su obra redentora en el Calvario y su Palabra (la
enseñanza de las Escrituras), más susceptibles estaremos
al engaño y a la introspección.
34
Hebreos 11:2
Recientemente oí reportes acerca de un servicio de conse-
jería “cristiana” que ha desarrollado una nueva terapia
para gente con múltiples desórdenes de personalidad:
ellos se dirigen a cada personalidad como a una persona
diferente y guían a cada una al arrepentimiento de pecado
y a la fe en Jesús. Piense acerca de esto: cinco persona-
lidades, cinco conversiones. No pregunté si esto era
seguido de cinco bautismos -o tal vez cinco servicios
consecutivos de comunión. ¡Qué absoluta basura! ¡Qué
falta de sentido bíblico!
Una vez que abandonamos nuestros fundamentos bíblicos

y no edificamos más teológicamente, somos dejados con
subjetividad y relativismo.35 Y eso es precisamente lo que
encuentro que está invadiendo, no solamente nuestras
iglesias evangélicas, sino también nuestras revistas
cristianas. Recientemente leí un artículo en el cual, una
reconocida y respetada mujer, testificó que ahora ella ha
cambiado su posición sobre la instrucción de Pablo que las
mujeres deben de estar sujetas a sus maridos como al
Señor.36 Ahora ella cree que el matrimonio debe ser una
sociedad y entonces la vieja posición ya no es pertinente.
Ahora bien, yo no tengo problema con la idea de que el

matrimonio es una sociedad, pero encuentro muy
perturbador que un líder cristiano pueda simplemente
descartar una clara dirección de la Escritura sólo porque
no encaja con el patrón cultural actual o sus cambiantes
opiniones. Si ella hubiera luchado con el texto y hubiera
concluido que en efecto no significaba lo que previamente
35
Uno de los escritores de más inluencia en el siglo 20, Francis
Shaeffer, sonó la alarma sobre este asunto en su libro El Gran
Desastre Evangélico (Westchester,Ill. Crossway Books, 1984)
36
Efesios 5:22
había pensado, yo podría, por lo menos, respetar sus
convicciones. Pero desechar un pasaje de la Escritura
como si no existiera es causa de gran preocupación.
Entre los obstáculos de edificar teológicamente hay cuatro

que oí describir a Steve Harbridge, líder de “Orillia
Christian Fellowship” en la provincia de Ontario en
Canadá. El hizo la pregunta “¿Cómo llegamos a cualquier
posición de verdad o convicción?” y entonces esbozó
cuatro formas equivocadas:
(a) El engaño de nuestra propia percepción.
Nosotros podemos interpretar equivocadamente las

Escrituras por una mala percepción o malos entendidos.
Steve contó de un joven quién le pidió a su padre una
moneda de dólar (llamada loonie en Canadá) para
comprar una lata de cola en una máquina. Su padre
estaba contento de pagar por esa bebida pero solamente
tenía monedas de veinticinco centavos. El muchacho dijo:
“Pero papá, hay un aviso en la máquina que dice que
solamente recibe loonies” Después de una fuerte
discusión, el padre llevó a su hijo a la máquina y le pidió al
chico que leyera el aviso. Decía: “Esta máquina acepta
loonies.” El joven equivocadamente había añadido
“solamente” en el texto.
Nuestra percepción de la verdad puede también ser

distorsionada por nuestras propias preferencias y posicio-
nes. Algunos amigos míos proclaman que el texto de
Romanos 14:17- “porque el reino de Dios no es comida ni
bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” -
significa que somos libres para comer y beber lo que
gustemos, siempre que lo hagamos en fe. Pero una
mirada más cercana al contexto de ese versículo nos
mostrará que el punto que se desea transmitir es uno muy
diferente, es decir: el reino de Dios es tan importante, que
no debiéramos atrevernos a permitir que nuestra libertad
(en comer y beber) fuera un estorbo a otros. La predis-
posición de rechazar todo lo que huela a leyes legalísticas
religiosas, es válido, pero, mezclado con la fuerza de
nuestras propias preferencias a hacer lo que nos place,
nos puede llevar a ‘sacar’ significados de las Escrituras
que no son respaldadas por el contexto.
(b) Ser influenciado por una persona reconocida y

altamente respetada o por la presión de la mayoría.
Cuando nuestros hijos empezaron a asistir a la escuela, no

pasó mucho tiempo antes de que nos encontráramos
siendo confrontados con declaraciones como esta: “Bue-
no, Miss Brown dice que está bien” -lo que quiere decir:
¡Si la maestra lo dice, debe de estar bien! Como adultos
nos reímos ante una fe tan ciega: nosotros sabemos que
la posición y la autoridad no son garantía de la verdad.
Pero en realidad, todos somos tentados a ser menos
críticos con lo que nos es enseñado por gente famosa o
respetable.37 Lo mismo se aplica a la opinión mayoritaria.
Cuando Janette y yo viajamos distancias largas por auto, a
menudo buscamos comer en algún hotel o posada en el
campo. Uno de los indicios de que un restaurante provee
buena comida, es el número de vehículos estacionados
afuera. Nuestro razonamiento es este: ‘No pueden estar
todos equivocados’ ¿Pero saben qué? Algunas veces lo
están.
37
Encontramos una excepción a esta regla entre los cristianos de la
iglesia primitiva: Los Judíos convertidos en Berea examinaban las
Escrituras a diario, para ver si de hecho las enseñanzas del apóstol
Pablo eran verdaderas.
(c) Experiencias negativas que determinan nuestras
predisposiciones.
Hay mucha gente que rechaza los fundamentos evangé-

licos de la fe cristiana debido a la manera en que los
‘fundamentalistas’ discuten su causa en los medios de
comunicación. Tales predisposiciones pueden afectar el
destino eterno de uno. Pero hay otras que afectan la
manera en que los cristianos se relacionan entre sí en el
Cuerpo de Cristo. Por ejemplo, yo creo en el discipulado.
Este es un buen término bíblico y una doctrina bíblica
importante. Pero en algunas partes de Norte América y en
otras partes, los cristianos reaccionan negativamente si
me oyen usar esta palabra. Yo estoy reformado en mi
teología, pero nuevamente, esto crea dificultad en la
mente de alguna gente debido a la manera arrogante en
que los calvinistas sostuvieron su doctrina.
(d) Confianza en la tradición.
Históricamente, la confianza en la tradición ha probado ser

un gran obstáculo en la búsqueda de la verdad y en el
edificar teológicamente. Alguien dijo una vez: ‘Conoce lo
que crees, pero conoce por qué lo crees’. La historia
muestra que la gente que obtiene la verdad por revelación
y entendimiento -gente que la ve- usualmente están
dispusetos, si fuere necesario, a morir por la verdad. En
contraste con estos mártires de la fe, la gente que recibe la
verdad solamente por tradición, o terminan perdiéndola o
tratando de preservarla por medios carnales, tales como
persiguiendo (o hasta matando) a otros para proteger su
tradición.
El Edificó Evangelísticamente
La gran pasión de Pablo era predicar el evangelio. El supo

desde el cuarto día de su conversión que el había sido
“separado para el evangelio de Dios” como lo señala en
Hechos 9:15 y Romanos 1:1. A los pocos días de su
dramático encuentro con Jesús lo encontramos predicando
a Cristo en las sinagogas de Damasco, declarando audaz-
mente (aun temerariamente, dadas las circunstancias) que
Jesús era el Hijo de Dios.
Parecía que Pablo saltaba a predicar las buenas nuevas

en cada oportunidad. El le escribe a los creyentes en
Roma y les informa que él está ansioso de predicar el
evangelio en su ciudad (Romanos 1:15). El deja claro que
cuando los visite, no va a ser en secreto: ‘No me
avergüenzo del evangelio’ reta a los romanos, ‘pues es
poder de Dios para salvación’. 38 Había una profunda
fuerza motivadora en Pablo para nunca dejar de predicar -
como vemos en 1 Corintios 9:16- donde él exclama, ‘“ay
de mí si no anuncio el evangelio”
Pablo era, lo que algunos llamarían, un lunático del

evangelio. El hacía cualquier cosa para alcanzar a la gente
con el evangelio, como lo vemos en este extracto de su
carta a los Corintios: “A pesar de ser libre de todos, me
hice siervo de todos para ganar a más. Para los judíos me
hice judío, a fin de ganar a los judíos. Aunque yo mismo no
estoy bajo la ley, para los que están bajo la ley me hice
como bajo la ley, a fin de ganar a los que están bajo la ley.
A los que están sin la ley, me hice como si yo estuviera sin
la ley (no estando yo sin la ley de Dios, sino en la ley de
38
Romanos 1:16.
Cristo), a fin de ganar a los que no están bajo la ley. Me
hice débil para los débiles, a fin de ganar a los débiles. A
todos he llegado a ser todo, para que de todos modos
salve a algunos. Y todo lo hago por causa del evangelio,
para hacerme copartícipe de El”.
(1Corintios 9:19-23)
No puedo dejar de reír mientras escribo esta sección

porque me recuerda a mi propio padre que ahora está con
el Señor. En la última fotografía tomada a mi padre, está
sentado en una silla de brazos junto a mi madre, llevando
su corbata favorita de color rojo con el nombre JESUS
orgullosamente puesto en el frente. El vivió hasta la edad
de ochentiséis años, aun activo en su ministerio. La noche
antes de morir, mi padre andaba en las calles con mi
cuñado Ron, predicando el evangelio. ¡Como compañeros
‘lunáticos del evangelio’, él y el apóstol Pablo, induda-
blemente se estarán llevando muy bien!
El Edificó Patriarcalmente
Pablo fue un padre espiritual que tomó sus responsa-

bilidades muy en serio, aun si esto significaba defender su
rol paternal de cara a la oposición. A los ingobernables
corintios les escribe: “No os escribo esto para avergon-
zaros, sino para amonestaros como a mis hijos amados.
Pues aunque tengáis diez mil tutores 39 en Cristo, no
tenéis muchos padres; porque en Cristo Jesús yo os
engendré por medio del evangelio. Por tanto, os exhorto a
que seáis imitadores de mí.”
(1Corintios 4:14-16)
39
Tutores o instructores.
El concepto de paternidad espiritual está totalmente
perdido en la iglesia hoy en día. Aunque los Católicos
Romanos y los Anglo-Católicos aun usan el término padre
cuando se refieren a sus sacerdotes, esa práctica guarda
poca relación con la paternidad bíblica. Como Pablo
señala en su amonestación a la iglesia de Corinto, hay una
diferencia entre quienes su función es la de dar
instrucciones como guardianes o tutores, y aquéllos cuyo
papel es ser padres espirituales. La responsabilidad de un
maestro ante Dios en términos de ministerio se centra
alrededor de su manejo de la Escritura, mientras que un
padre espiritual es responsable ante Dios, principalmente
por la gente que ha sido confiada para su cuidado -que
esto incluye impartirles sus caminos en Cristo. (Pablo,
como lo vimos en la Escritura de arriba, aun animaba a
sus hijos espirituales a imitarlo a él).
Conforme revisamos las cartas de Pablo, prontamente

descubrimos otras evidencias de paternidad: cómo
reacciona un padre cuando sus hijos son amenazados, o
cómo siente él cuando sus más preciadas esperanzas y
sueños para sus hijos están siendo destruidas. Escuchen
estas palabras escritas a la iglesia de Galacia: “Estoy
asombrado de que tan pronto os estéis apartando del que
os llamó por la gracia de Cristo, para ir tras un evangelio
diferente. Como ya lo hemos dicho, ahora mismo vuelvo a
decir: Si alguien os está anunciando un evangelio contrario
al que recibisteis, sea anatema.”
(Gálatas 1:6,9)
Más adelante en la carta de Pablo, el tono cambia de

preocupación a alarma: “¡Oh gálatas insensatos, ante
cuyos ojos Jesucristo fue presentado como crucificado!
¿Quién os hechizó? e Hijitos míos, por quienes vuelvo a
sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en
vosotros.”
(Gálatas 3:1, 4:19)
Finalmente, tan insensibilizado con los falsos maestros

que se habían inmiscuido en su territorio y que habían
causado tal disturbio entre ‘sus hijos’, Pablo lanza
advertencias al viento y claramente expresa su enojo:
“¡Ojalá se mutilasen los que os perturban!”
(Gálatas 5:12)40
¡Uy!, ¡Imagínese a un pastor levantándose un domingo en

la mañana y hablarle así a su congregación!
Pero tan extrema como pueda sonar la reacción de Pablo,

como padre me puedo identificar con esos sentimientos.
Me recuerdo cuando nuestra hija Raquel acababa de
empezar a ir a la escuela que quedaba a sólo cincuenta
metros de nuestra casa. Ella tenía solamente cinco años
de edad, pero ya tenía algún tiempo de asistir, por lo que
sentía confianza de regresar a casa sin compañía al
terminar la escuela. Sin embargo, un día no regresó.
Pasaron treinta minutos antes de darme cuenta que ella no
estaba en casa, así que corrí a la escuela, llegando a
tiempo para encontrar al cuidador cerrando la puerta del
frente y preparándose para partir. No había señal de
Raquel por ninguna parte. Al principio me atemoricé, pero
entonces un pensamiento me golpeó: tal vez ella se fue a
la casa de alguna de sus amigas.
“¿Podría abrir la oficina de la escuela para que pueda

revisar los nombres y direcciones de las amiguitas de mi
hija?” pregunté ansioso. “Tal vez se fue a casa con alguna
40
Reina Valera actualizada.
de ellas”. “No, no tengo tiempo para hacer eso”, me
contestó el cuidador. “He terminado mi día.” En ese
momento, perdí la paciencia. “¿Terminó?” Le grité.
“¿Terminó? ¡Aun ni siquiera he empezado!” La cara del
cuidador se puso un poco pálida cuando le puse el asunto
en términos inconfundibles: “Escúcheme ahora, compa-
ñero. Usted puede escoger: o abre la puerta voluntaria-
mente, o de cualquier forma violenta le quitaré las llaves y
lo haré yo mismo.”
Prontamente obedeció y abrió las puertas. Como lo había

sospechado, Raquel de hecho estaba con una de sus
amigas y todo salió bien. Pero, ¿por qué había reac-
cionado de esa manera? La respuesta es simple: Raquel
era mi hija adorada y de gran valor para mí, yo era su
padre y posiblemente ella se encontraba en peligro. A
pesar que yo era un respetado pastor en la ciudad y que
tenía una reputación que cuidar, yo estuve dispuesto a
hacer cualquier cosa en ese momento para asegurar su
seguridad.
Si hubiera sido arrestado por amenazar al cuidador y el

incidente hubiera sido publicado en la prensa, creo que
hubiera recortado el artículo, lo hubiera enmarcado y lo
hubiera colgado para que todos lo vieran. ¡Eso es
paternidad- por lo menos a la que se refiere el capítulo 5
de Gálatas!
Para otra dimensión de paternidad, observe cuan tierna e

íntimamente, Pablo le escribe a Timoteo: “A Timoteo,
amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de parte de Dios el
Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor. Doy gracias a
Dios, a quien rindo culto con limpia conciencia como lo
hicieron mis antepasados, de que sin cesar me acuerdo de
ti en mis oraciones de noche y de día. Me he acordado de
tus lágrimas y deseo verte para ser lleno de gozo”.
(2 Timoteo 1:2-4)
No tenemos medios de conocer cual era el estado de

ánimo de Timoteo antes de recibir esta carta, pero pode-
mos asumir en forma segura que habían lágrimas en sus
ojos después de leer las primeras líneas. Yo realmente
sollocé solamente de pensar como se habría sentido
Timoteo por dentro cuando leyó primeramente esas
palabras. Seguramente, él, Tito y Filemón, debieron haber
atesorado esas cartas personales recibidas de su padre
espiritual- como se puede evidenciar por la preservación y
posterior inclusión de las cartas de Pablo como parte del
Nuevo Testamento.
El Edificó Relacionalmente
Pablo fue esencialmente un hombre de relación. Como lo
describe F.F. Bruce: “Pablo atraía amigos alrededor de él
como un magneto atrae partículas de hierro. Se ha
hablado tanto de su genio para hacer amistades, que se
ha vuelto proverbial- de hecho, casi una frase de cajón.
Hay como setenta personas mencionadas por nombre en
el Nuevo Testamento de quienes nunca hubiéramos oído a
no ser por su asociación con Pablo, y por encima de esto,
hay una multitud de amigos que no se nombran.”41
Pablo tenía una visión clara que la iglesia, como el cuerpo

de Cristo, es esencialmente relacional: “Porque de la
manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miem-
bros, pero todos los miembros no tienen la misma función;
41
F.F.Bruce, El Círculo Paulino (Paternoster Press, 1995), p.8.
así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en
Cristo, pero todos somos miembros los unos de los otros”.
(Romanos 12:4-5)
Es en este contexto que él exhorta a los cristianos

Romanos: “El amor sea sin fingimiento... amándoos los
unos a los otros con amor... Gozaos con los que se gozan.
Llorad con los que lloran. Tened un mismo sentir los unos
por los otros, no siendo altivos, sino acomodándoos a los
humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión”.
(Romanos 12:9-10,15-16)
A los Corintios, Pablo les dice: “Porque de la manera que

el cuerpo es uno solo y tiene muchos miembros, y que
todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son
un solo cuerpo, así también es Cristo”.
(1Corintios 12:12)
Note, él no dice “como Cristo”, él dice “es Cristo.” El no

separa el cuerpo de Cristo sino que ve el cuerpo y la
cabeza como indivisible. Esto es declarado más clara-
mente en la carta de Pablo a los Efesios: “Esto, para que
ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a
dondequiera por todo viento de doctrina, por estratagema
de hombres que para engañar, emplean con astucia las
artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad con
amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza:
Cristo. De parte de él todo el cuerpo, bien concertado y
entrelazado por la cohesión que aportan todas las coyun-
turas, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad
proporcionada a cada uno de los miembros, para ir edifi-
cándose en amor”.
(Efesios 4:14-16)
Es interesante notar que Pablo incluye asuntos relacio-
nales en cada una de sus epístolas. Visto desde la
perspectiva relacional, la lista de veintisiete nombres en
Romanos 16 no es un agregado incidental o un apéndice
a su carta, sino una expresión cariñosa de su amor y
preocupación por la gente. Para Pablo, la iglesia no era
una estructura física o una reunión para asistir, sino gente
-la gente redimida de Dios- quienes estaban creciendo
juntos y siendo encajados en un templo santo en el Señor
Jesús.42
Mucha de la actividad de la iglesia de hoy en día está

orientada a los eventos. Como líderes, debiéramos querer
preguntarnos, “¿Estoy administrando una organización, o
estoy edificando una familia?
¿Miro mis responsabilidades como un trabajo profesional

al cual puedo renunciar si las cosas no son de mi agrado,
o miro que estoy inseparablemente unido a esta gente
“hasta que la muerte nos separe?” ¿Soy como Orfa que
besó a su suegra y la dejó, o como Rut que permaneció
pegada a Noemí en un compromiso de pacto? ¿Estoy en
el negocio de cambio de pastores o me miro como un
accesorio permanente?”
Charles, un cura anglicano y buen amigo mío, fue invitado

por su obispo para que explicara por qué no había
aplicado para vivir43 en otra parroquia. Charles contestó
que Dios lo había juntado con el vicario de la parroquia en
la que él servía en el presente, y que él estaba muy
contento y satisfecho en su ministerio. El obispo preguntó
que quería decir con la palabra “juntado”; él nunca había
42
Efesios 2:19-22.
43
Vivir es un eufemismo Anglicano para el trabajo de un Vicario.
oído de tal cosa. El cura le contestó que su relación con el
vicario era similar a la de Pablo con Timoteo: él era como
un hijo sirviendo a su padre en el evangelio.
Tiempo después, el obispo mandó llamar por segunda vez

a mi amigo y le recordó que tenía una responsabilidad de
proveer apropiadamente para su esposa y sus seis hijos -
especialmente para la educación de sus hijos. Sin
embargo, la preocupación del obispo no fue atendida. Pero
la posición de trabajo de mi amigo cambió eventualmente.
El reemplazó al vicario anterior y ahora está encargado él
mismo de la parroquia, haciendo un gran trabajo- así como
lo había hecho su padre espiritual antes que él.
Una vez vino un pastor a mí y me sugirió venir a trabajar a

mi lado para ser discipulado. Yo señalé que él tenía un
rebaño que cuidar y amar (de hecho, era una iglesia que él
había iniciado) “Oh no, eso no es nada”, él dijo. “Yo he
empezado iglesias antes y las he dejado; no será tan difícil
dejar esta otra.” Eso era todo lo que necesitaba oír. Si
usted se imaginó que no se unió conmigo, se imaginó
correctamente.
¿Existirá alguna duda de por qué tantos cristianos saltan

de iglesia en iglesia, cuando algunos pastores cambian de
iglesia? Por supuesto, no estoy diciendo que Dios no
pudiera reubicar a un pastor. El problema es que muchos
líderes miran las transferencias de pastores como una
forma de vida, y para la mayoría de denominaciones es su
manera de operar. Este problema es formado por algunos
de los consejos dados a los aspirantes a pastor en el
seminario o Escuela Bíblica: “Ahora, no se hagan muy
cercanos a los miembros de su congregación; de lo contra-
rio usted se hará vulnerable y perderá la mística de su
liderazgo. Ni su esposa debe tener amigos cercanos en la
congregación.”
Tal forma de pensar es antibíblica y opuesta al liderazgo

relacional demostrado por Pablo. He aquí algunas
preguntas pertinentes que un apóstol relacional debe
pedirle a un líder pastoral que considere: “¿Qué es lo que
yo hago que me coloca por encima -o me aparta- de
aquéllos que Dios ha confiado bajo mi cuidado? ¿Qué digo
que me coloca por encima- o me aparta- de aquéllos que
Dios ha confiado bajo mi cuidado, y cómo lo digo? ¿Qué
me pongo, o con qué título permito que se me llame, que
me coloca por encima -o me aparta- de aquéllos que Dios
ha confiado bajo mi cuidado? Las respuestas a estas
preguntas bien pueden determinar si estoy edificando una
familia o solamente una corporación religiosa.
El Edificó Sobrenaturalmente
Las señales y maravillas eran una parte “natural sobre-

natural” del ministerio de Pablo. No hay ningún registro de
controversia alrededor de la práctica de la imposición de
manos sobre los enfermos, ni se había inventado el
término el fin de la era apostólica. Las iglesias que Pablo
fundó nacieron en el ámbito de lo sobrenatural y continua-
ron experimentando fenómenos sobrenaturales. En su
argumento doctrinal con la iglesia de Galacia concerniente
a la fe, Pablo alude a los milagros como normativo:
“Entonces, el que os suministra el Espíritu y obra
maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley
o por el oír con fe?” 44
(Gálatas 3:5)
44
Gálatas 3:5
Y le recuerda a los Corintios que su ministerio iba acom-
pañado de señales, maravillas y milagros.45
Pareciera que para Pablo, “predicar el evangelio total”

incluía la demostración del poder de Dios a través de
señales y maravillas: “Porque no me atrevería a hablar de
nada que Cristo no haya hecho por medio de mí, para la
obediencia de los gentiles, por palabra y obra, con poder
de señales y prodigios, con el poder del Espíritu de Dios;
de modo que desde Jerusalén hasta los alrededores del
Ilírico lo he llenado todo con el evangelio de Cristo.”
(Romanos 15:18-19)
Esta era la clase de evangelio que fue predicado por W.F.

P. Burton, un apóstol del siglo XX al Congo Belga.46 En
1915 cuando arribó a Mwanza en el corazón del Congo,
Willy Burton fue recibido por el jefe y todos los aldeanos,
quienes estaban ansiosos de ver al extraño hombre blanco
que repentinamente había aparecido río abajo. Willy no
sabía nada del idioma nativo, pero él notó que el viejo jefe
casi estaba doblado a la mitad- obviamente afectado por
una severa artritis. Como Willy me lo describió años más
tarde: “yo alargué mi mano y la puse sobre la cabeza del
viejo y dije: “Padre, en el nombre de Jesús, por favor sana
a este hombre”, e instantáneamente el viejo hombre se
enderezó. El resto de los aldeanos estaban completa-
mente asombrados y empezaron a hacer un ruido que
sonaba como si hubieran tenido hipo”.
¡Está por demás decir, que el hombre blanco fue recibido

cordialmente en esa aldea! En otra ocasión su bienvenida
45
2 Corintios 12:12.
46
El Congo Belga era el nombre anterior de Zaire. Mire también las
referencias a W.F.P. Burton en la Intoducción.
fue un poco más “calurosa”. Willy y su esposa habían
cruzado el río para llevar el evangelio a una aldea
conocida por su canibalismo. Momento después de arribar
fueron agarrados y amarrados a un árbol para esperar su
destino. Prontamente encendieron un fuego y pusieron
una gran olla encima. Los nativos empezar a aglomerarse
alrededor de los Burton y tocando sus brazos y piernas,
todo el tiempo chupándose los labios en ansiosa
anticipación del suntuoso festín que los Burton les iban a
proveer. A continuación como después Willy describió la
escena:
“En ese momento, la hermana Burton y yo empezamos a

orar. Yo dije: “Padre, si este es el momento de ser
llevados a casa, entonces estamos listos; pero si no lo es,
entonces tú tendrás que hacer algo”. Antes de que termi-
nara de decir las palabras de mi boca, el jefe cayó al
suelo, retorciéndose de dolor. Prontamente los brujos
empezaron a ejercer todos sus encantamientos mágicos,
pero sin ningún efecto. Yo empecé a gritar: “miren se está
poniendo peor, se va a morir.”
“¡Cállese y quédese quieto!” gritaron ellos.
Pero yo no me iba a quedar quieto. Así que dije: “si
ustedes me preguntaran yo le oraría a mi Dios y el sanaría
a su jefe.” Ellos siguieron tratando sus encantamientos
mágicos, pero el jefe continuaba poniéndose peor.
Eventualmente ellos vinieron y pidieron mi ayuda.
“No amarrados a este árbol”, yo insistí. De mala gana
ellos nos soltaron. Fui hacia el jefe y oré una oración
sencilla, pidiéndole al Padre que lo sanara en el nombre
de Jesús. Inmediatamente el jefe se recuperó. Como
resultado de este milagro, le pude predicar el evangelio a
toda la aldea ¡Oh que privilegio! al final de mi mensaje el
jefe fue el primero en confesar a Jesús como su Salvador.
Esto rápidamente fue seguido por todas sus esposas
quienes recibieron al Señor Jesús. Saben, no tomó mucho
tiempo para que la aldea entera vinieran a Cristo y fueran
bautizados.”
Como podemos ver en las vidas de los apóstoles a través

de los siglos, el edificar sobrenaturalmente va mano a
mano con el edificar evangelísticamente: señales y mara-
villas son dados para abrir los corazones al evangelio y
validar la autoridad de Cristo.
El Edificó Pastoralmente
Aunque algunos creen que el principal ‘fluir de el minis-
terio’ de Pablo era de profeta o maestro47, él fielmente
demostró tener un corazón de pastor. Un buen pastor
siempre va a tener un corazón que se preocupa por la
salud y bienestar de aquéllos asignados bajo su cargo,
diligentemente aplicando el principio de Proverbios 27:23:
“Considera atentamente el estado de tu ganado; presta
atención a tus rebaños.”
Encontramos mucha evidencia de esta clase de preocu-

pación en la vida y ministerio de Pablo. En la conclusión
de su lista de aflicciones y sufrimientos en 2 Corintios
11:28-29, él añade esto: “Y encima de todo, lo que se
agolpa sobre mí cada día: la preocupación por todas las
iglesias.”
Note las palabras cada día y todas. Requiere un corazón

de pastor el preocuparse de esa manera. El continúa:
“¿Quién se enferma sin que yo no me enferme? ¿A quién
se hace tropezar sin que yo no me indigne?”
47
Hechos 13:1 incluye a Pablo en una lista de profetas y maestros.
Note la palabra indigne. Esta intensidad rara vez fue más
evidente que cuando él le escribe a Filemón en favor de
Onésimo: “Te lo vuelvo a enviar, a él que es mi propio
corazón.” 48
Como parte de su cuidado por las iglesias que plantó,

Pablo se aseguró que fueran reconocidos ancianos en
cada una de ellas49 para que el rebaño de Dios fuera
adecuadamente guiado y cuidado. A los ancianos les da
este encargo: “Por tanto mirad por vosotros y por todo el
rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos,
para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su
sangre.”
(Hechos 20:28)
Pablo da a conocer un sinnúmero de preocupaciones

pastorales en sus cartas a los líderes de las iglesias- 1
Timoteo capítulo 5 siendo el principal ejemplo. En los
versículos 1 y 2 Pablo aconseja a Timoteo en cómo
dirigirse apropiadamente a los hombres y mujeres mayo-
res dentro de la comunidad de la iglesia, y después en
cómo él debiera relacionarse con los hombres y mujeres
más jóvenes. El continúa aconsejando en relación al
cuidado de las viudas en la iglesia. En el versículo 17 él
expresa su preocupación de que los ancianos reciban una
remuneración apropiada. Y finalmente, en el versículo 23,
Pablo expresa su preocupación por el estado físico de
Timoteo, aconsejándole que tome un poco de vino por
causa de su estómago y sus frecuentes enfermedades.
La preocupación pastoral también puede ser impulsada

por los problemas relacionales en la iglesia -como lo ve-
48
Filemón versículo 12.
49
Mire Hechos 14:23 y Tito 1:5.
mos en la amonestación de Pablo a una pareja de
miembros de la iglesia de Filipo, Evodia y Síntique, “que se
pongan de acuerdo en el Señor.” 50 En otras palabras,
dejen de pelear y pongan sus relaciones en orden.
Debido a la naturaleza de su llamado, los apóstoles están

muy involucrados en plantar iglesias y establecer estruc-
turas de funcionamiento, pero ellos también sienten
profundamente acerca de la calidad de cuidado y vida
relacional que existe en cada comunidad. En muchas
formas ellos son pastores translocales.
El Edificó sobre una Fuerte Fe y un Funda-

mento de Gracia
Pablo lo pone tan sencillo y a la vez tan profundamente en

Efesios 2:8: “Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto
no de vosotros, pues es don de Dios”.
En otras palabras, somos salvos por fe en la gracia de

Dios -o para usar una frase inventada por John Piper en
uno de sus excelentes libros, nosotros somos salvos por
“fe en la futura gracia.”51
Pablo inicia y termina todas las trece epístolas con una

bendición de fe de “futura gracia” para todos aquellos que
leen sus cartas. El no solamente enseñó acerca de la fe,
sino ministró fe declarando audazmente promesas de la
gracia futura de Dios (eso es, la gracia que está dispo-
nible a nosotros desde este momento en adelante), como
lo podemos ver en estos ejemplos: “Estando convencido
50
Filipenses 4:2.
51
John Piper, (Sisters, Oregon: Mulnomah Books, 1995).
de esto: que el que en vosotros comenzó la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús”.
(Filipenses 1:6)
“Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad vuestra, conforme a

sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”.
(Filipenses 4:19)
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; que

todo vuestro ser--tanto espíritu, como alma y cuerpo-- sea
guardado sin mancha en la venida de nuestro Señor Jesu-
cristo. Fiel es el que os llama, quien también lo logrará”.
(1Tesalonisenses 5:23-24)
“Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás debajo de

vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesús sea con
vosotros”.
(Romanos 16:20)
Pablo se alargó bastante en sus cartas para establecer las

doctrinas de la fe y la gracia. En parte, esto fue necesario
para contrarrestar la falsa doctrina que una persona
pudiera justificar por las obras de la ley. A la iglesia de
Roma le escribe: “Justificados, pues, por la fe, tenemos
paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,
por medio de quien también hemos obtenido acceso por la
fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos
en la esperanza de la gloria de Dios”.
(Romanos 5:1-2)
A los gálatas que eran aun más susceptibles a ésta herejía

legalista, les escribe: “Pero sabiendo que ningún hombre
es justificado por las obras de la ley, sino por medio de la
fe en Jesucristo, hemos creído nosotros también en Cristo
Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y
no por las obras de la ley. Porque por las obras de la ley
nadie será justificado”.
(Gálatas 2:16)
El problema para nosotros como evangélicos hoy en día,

es nuestro fracaso en entender que la fe que justifica es
también la fe que santifica. Nosotros predicamos que
somos salvos “por gracia a través de la fe”, pero después,
por la forma que incorporamos reglas hechas por hombre
y experiencias personales en nuestras exhortaciones
subsiguientes, la gente queda con la impresión de que son
santificados por su propia voluntad y obras. Pablo llama a
eso “otro evangelio.” John Piper dijo que el objetivo de su
libro Gracia Futura fue: “Examinar cómo la fe, que es el
medio por el cual la gracia perdonadora justifica, es
también la fe a través de la cual la gracia poderosa san-
tifica.”52
Pablo fue tan apasionado en su predicación sobre la fe en

la libre gracia de Cristo, que algunos cristianos agarraron
la idea de que entre más pecaran, mayor oportunidad le
daban a Dios de extender su gracia a ellos.53 Un
verdadero apóstol del siglo XX deseará gritar desde las
azoteas que Cristo ha venido para ser a nosotros, no
solamente justificación, sino también santificación.54 Sea
que recibamos la virtud de Cristo por imputación -como lo
hacemos para nuestra justificación- o por impartición -
para nuestra santificación, siempre es bajo las bases de
“gracia a través de fe.”
52
Ibid. , p. 21.
53
Romanos 6:1.
54
1 Corintios 1:30.
El Edificó Oración Sacerdotal
Imagínese tener un mentor espiritual que puede decir con

absoluta integridad: “sin cesar me acuerdo de ti en mis
oraciones de noche y de día.”55 O trate de visualizar el
recibir una carta de alguien a quien nunca ha conocido y
que le diga lo que Pablo le dijo a los cristianos en Roma:
“Porque Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio
de su Hijo, me es testigo de que sin cesar me acuerdo de
vosotros siempre en mis oraciones, rogando que, si de
alguna manera por la voluntad de Dios, por fin yo sea bien
encaminado para ir a vosotros”.
(Romanos 1:9-10)
Pablo le dijo a todos los que les escribía cartas (con la

excepción de Tito) que él oraba por ellos. Y cuando Pablo
oraba por una iglesia, podemos estar seguros que las
oraciones no eran insignificantes o faltas de substancia.
Aquí, por ejemplo, encontramos parte de una oración
apostólica ofrecida en favor de los creyentes en Efeso:
“Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de
gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el
pleno conocimiento de él; habiendo sido iluminados los
ojos de vuestro entendimiento, para que conozcáis cuál es
la esperanza a que os ha llamado, cuáles las riquezas de
la gloria de su herencia en los santos, y cuál la
inmensurable grandeza de su poder para con nosotros los
que creemos, conforme a la operación del dominio de su
fuerza”.
(Efesios 1:17-19)
Pablo enseñó grandes pensamientos y sirvió a un Dios

grande- y como resultado, ¡oró grandes oraciones!
55
2 Timoteo 1:3.
El Edificó con Servidumbre y Sacrificio
A través de su vida, Pablo enseñó de palabra y obra que el

servicio y el sacrificio son fundamentales al liderazgo de
Dios . Después de describir algunas de las cosas por las
que él había pasado por beneficio de los santos, Pablo le
dice a los Corintios: “De manera que en nosotros actúa la
muerte, pero en vosotros actúa la vida.” (2 Corintios 4:12).
Al lado de este versículo, yo tengo escrito en mi Biblia, “En
el momento que muero (a mí mismo) es cuando la vida de
Dios es dada a otros.”
A los Tesalonisenses les escribió: “Más bien, entre

vosotros fuimos tiernos, como la nodriza que cría y cuida a
sus propios hijos. Tanto es nuestro cariño para vosotros
que nos parecía bien entregaros no sólo el evangelio de
Dios sino también nuestras propias vidas, porque habéis
llegado a sernos muy amados. Porque os acordáis,
hermanos, de nuestro arduo trabajo y fatiga; que traba-
jando de día y de noche para no ser gravosos a ninguno
de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios”.
(1Tesalonisenses 2:7-9)
Pablo fue golpeado tantas veces que perdió la cuenta;

sufrió muchos encarcelamientos; fue latigueado 39 veces
en cinco ocasiones; fue golpeado con varas tres veces;
sobrevivió a las pedradas; sufrió tres naufragios (en una
ocasión pasando una noche y un día en mar abierto). Su
vida estaba en constante peligro. Peligros al cruzar ríos;
peligros por los ladrones; peligros por compañeros judíos
que complotaban contra él y gentiles que lo consideraban
una amenaza; peligros que acechaban a viajeros vulnera-
bles en la ciudad y el desierto; y peligro de falsos herma-
nos.
El trabajó y sufrió penalidades -espiritual, mental y física-
mente- a través de su vida ministerial; fue expuesto a las
inclemencias del tiempo y seguidamente pasaba sin dor-
mir; muchas veces no tenía ni comida ni bebida.
Todo esto por causa del evangelio y el cuidado de las

iglesias -y sin amenazas de renunciar “del ministerio” si las
cosas no mejoraban. El entendía que para un apóstol, la
posición y la reputación no eran nada, el servicio y el
sacrificio lo eran todo.
El Edificó hacia un Discipulado de Madurez en

Cristo
“A él anunciamos nosotros, amonestando a todo hombre y
enseñando a todo hombre con toda sabiduría, a fin de que
presentemos a todo hombre, perfecto en Cristo Jesús”.
(Colosenses 1:28)
Para Pablo, la meta era la madurez en Cristo; el método,

discipulado personal. Jesús dijo: “vayan y hagan discí-
pulos”, así que eso es lo que Pablo hizo precisamente. Los
creyentes de la iglesia primitiva usualmente eran llamados
discípulos - como podemos ver en estas frases de Hechos
capítulo 14 “...los discípulos estaban alrededor de él...
después de haber predicado el evangelio en la ciudad y
haber hecho muchos discípulos... fortaleciendo el alma de
los discípulos... pasaron mucho tiempo con los discí-
pulos..” y así sucesivamente.
En estos días usamos el término miembro en lugar de

discípulo. El problema con miembro es que sugiere de
alguna manera un estado pasivo de pertenencia, mientras
que discípulo lleva el sentido de un seguimiento activo y
de aprendizaje. Tal vez la razón de que nosotros los
cristianos del siglo XX preferimos no usar la palabra
discípulo e s porque la palabra también sugiere subor-
dinación, desigualdad y jerarquía -conceptos que actual-
mente están fuera de moda (excepto tal vez, en el
ejército).
Pablo, evidentemente no tenía remordimientos acerca de

invitar a los creyentes en Corinto, Filipo y Tesalónica a
seguirlo a él, como vemos en los extractos de sus cartas a
ellos: “Por tanto, os exhorto a que seáis imitadores de mí”.
(1Corintios 4:16)
“Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí,

esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”.
(Filipenses 4:9)
“También os hicisteis imitadores de nosotros y del Señor”

( 1Tesalonisenses 1:6)
Estoy escribiendo esta porción del libro en Buenos Aires,

Argentina. Juntamente con otros diez líderes de Canadá y
de Inglaterra, estamos como invitados de una iglesia de
las Asambleas de Dios llamada Rey de Reyes. Venimos
aquí porque estábamos preocupados acerca del estado
espiritual de la gente joven de muchas de nuestra familia
de iglesias, y porque habíamos recibido un número de
cartas de Abby, las cuales nos intrigaron. Abby es una
joven de “Oxfordshire Community Churches”, quien está
pasando un año en Buenos Aires y se ha conectado con la
iglesia Rey de Reyes dirigida por Claudio Freidzon. La
siguiente es una porción de una de sus cartas que llamó
mi atención e irresistiblemente me atrajo a esta ciudad.
Ella escribe: “Primeramente, quiero hablar de la gente
joven en la iglesia. Hay como mil de ellos -la mayoría
convertidos de las calles o de trasfondos difíciles- entre las
edades de 13 a 25 años. Pero son tan diferentes a nuestra
juventud que al principio no me parecían sinceros. Yo,
especialmente, recuerdo aquellos de mi encuentro con
SAS (nombre de un grupo de jóvenes en mi tierra en el
Reino Unido): muchos de ellos parecían estar deformados,
confundidos, inseguros de su fe y -particularmente los de
13 a 18 años- más interesados en el mundo material que
en el mundo espiritual.
Yo asumí que esto era normal. Pero aun los de 10 a 12

años (en la iglesia Rey de Reyes) parecían más ento-
nados con el Espíritu Santo de lo que yo estaba cuando
arribé aquí. No hay cristianos a medias; todos ellos se han
entregado 100% a Dios. Noté que no había malicia sexual
entre las jóvenes, sólo amor y afecto. Tampoco hay
ninguna preocupación por la apariencia, ropa, maquillaje,
etc.
La relación entre los muchachos y las muchachas es bella

también: todos son amigos entre sí. A nadie se le mira de
menos o menos importante por su edad. Por eso es que
se reúnen juntos teniendo un rango grande de edades -y
se pueden beneficiar de las cualidades de los otros. El
pastor Claudio, particularmente, quiso compartir conmigo
algunas de las enseñanzas que le dan a sus jóvenes, y
empecé a ver por qué hay tal diferencia. Aunque no al
principio. Abiertamente estuve en desacuerdo con él sobre
algunos asuntos, hasta que me los explicó más amplia-
mente, pero realmente la única explicación fue cuando me
preguntó si se miraban felices. Esa fue la única evidencia
requerida para convencerme de que la enseñanza era
correcta y que trabajaba.
La idea básica es esta: renunciar a todo lo del mundo y
vivir una vida totalmente gobernada por Dios, con la ayuda
y dirección del Espíritu Santo. No es aceptable el tratar de
comprometer a Dios. No podemos mantener un pie en el
mundo y también compartir totalmente las bendiciones de
Dios.
No hay educación cristiana en Buenos Aires, así que todos

van a escuelas seculares. Ese es realmente el único
contacto que ellos tienen con el pecado y la tentación y
que tienen que enfrentar por sí mismos. Todos ellos aun
tienen amigos no cristianos, pero pasan tiempo con ellos
en territorio neutral o en casa, para no abrirse a
situaciones difíciles y a tentaciones. Ellos no van a disco-
tecas, clubes nocturnos, bares o lugares como esos -como
es lo típico de la gente jóven en Argentina desde una edad
temprana. Nadie bebe licor excepto por una copa de
champaña en una boda, ni nadie quiere hacerlo de todas
formas. A cambio, ellos se “emborrachan” en la iglesia
como cinco veces a la semana con el “nuevo vino” de
Dios, el Espíritu Santo. Es maravilloso: no hay resaca, no
hay costo, no se hacen cosas que uno se arrepienta a la
mañana siguiente; solamente continua bendición.
Aquí, la gente joven invierte la mayoría de su tiempo libre

trabajando en el ministerio escogido por Dios para su vida.
La iglesia cree que Dios tiene un área especial para usar
los dones de cada persona, y activamente organiza estos
grupos para trabajar en la comunidad. Para algunos, es el
trabajar en los basureros o en las calles o en los
orfanatorios. Puede ser evangelismo, liderazgo, música,
enseñanza, o estudio bíblico, pero cada uno es parte de
un grupo, bajo un instructor. Cada persona también tiene
un “pastor” con quién puede hablar y orar. La devoción de
estos líderes a sus cargos, es maravillosa, realmente de
amor. También hay un pastor de jóvenes quién mira las
necesidades como un todo, en relación al resto de la
iglesia.
La enseñanza acerca de la relación fue la que me molestó

al principio. Los muchachos y las muchachas, dentro de
las reglas de la iglesia, no pueden andar en noviazgo
hasta que tengan 18 años. Entonces, si dos personas se
gustan, deben de orar separadamente y solos por tres
meses, antes de ir a hablar juntos con el pastor de
jóvenes. Entonces, se les permite pasar tiempo orando
juntos por otros tres meses antes de salir a lugares, como
pareja. Desde que llegan a los 18 años empiezan a orar
por su futura pareja.
Yo me horroricé y pregunte por qué tenían que saltar

directo a una relación seria. ¡Seguramente la experiencia
debiera ser valorizada también! Las muchachas con las
que hablé me respondieron que su experiencia en rela-
ciones (y cosas mundanas generalmente) sólo llevan a
dolor, pecado y tentación. En esas condiciones el Espíritu
Santo no puede trabajar. Ahora empiezo a entender (y
noto que todos están contentos con este arreglo).
Lo que significa es que los miembros del sexo opuesto son

amigos y no andan tratando constantemente de impresio-
narse el uno al otro. Aunque ellos no cuestionan estas
reglas (¡Me sentía como una anarquista cuando andaba
inquiriendo sobre esto!) no son ovejas tontas, dispuestas a
ser guiadas a cualquier lado. Todos ellos son maravillosos,
emocionantes y vibrantes seres humanos -pero enérgicos
para Dios, no para los placeres materiales. Todo el
esfuerzo que puede gastarse discutiendo y rebelándose,
es canalizado hacia Dios, y nunca antes había yo visto un
grupo de gente joven tan feliz y tan gozoso.
Tampoco escuchan música no cristiana. Cuando les dije
que no estaba de acuerdo con esta idea, ellos señalaron
que la mayoría de la música es escrita para dar gloria a
quienes la escribieron o por dinero, y no para la gloria de
Dios. Algunos artistas y miembros de bandas a menudo
usan drogas, abusan del alcohol y tienen sexo frecuente
fuera del matrimonio -y ponen estas ideas entre sus
canciones sutilmente. En estas cosas no está presente el
Espíritu Santo; así que cuando escuchamos esta música
es el tiempo en el que el Espíritu de Dios nos tiene que
dejar y quedamos expuestos a ataques de espíritus
malignos. ¡Todos son discipulados!”
Decidí incluir este extracto algo largo por varias razones:

es un excelente reporte “ocular” (desde una perspectiva
fuera del liderazgo) de lo que Dios está haciendo en
Argentina, y aunque no adoptemos cada política y
procedimientos descritos, hay mucho que podemos
aprender de esta dinámica iglesia. También representa
una ilustración contemporánea práctica de los principios
de discipulado. Yo he creído y practicado el discipulado
desde 1,971. Pero triste decirlo, en muchos casos, lo que
empezó en el Espíritu degeneró a ser sostenido en la
carne. Vale la pena hacer mención de tres puntos en
relación a nuestra experiencia:
 Primero, nos desviamos del principio de discipular

a la gente en Cristo a través de la autoridad de las
Escrituras. En muchas oportunidades, la autoridad
del hombre reemplazó la autoridad de la Escritura.
 S e g u n d o , hubo algunos casos de abuso de
autoridad que atrajo preocupación y crítica justifi-
cable.
 Tercero, hubo una acusación de que éramos una
secta (los años 1,970 fue un tiempo lleno de sectas,
incluyendo una guiada por el famoso Jim Jones).
Este rumor fue esparcido mayormente por aquéllos
que nos dejaron después de haber sido puestos en
disciplina por un comportamiento pecaminoso, pero
el resultado fue que nosotros reaccionamos más de
la cuenta a estas acusaciones, perdiendo eventual-
mente tanto la dinámica como la práctica del
discipulado uno a uno.
Así que fue de particular interés ver el discipulado en

acción en Buenos Aires -como 25 años después que
tomamos nuestros primeros pasos en esa dirección en El
Reino Unido y Canadá. A continuación algunas de mis
notas de ese tiempo memorable en la iglesia Rey de
Reyes: “Ayer en la tarde asistimos a la reunión de jóvenes
el día lunes que es con el propósito de discipular. La
asistencia era de aproximadamente mil jóvenes de 13 a 25
años de edad. Los de 13 a 17 años se reunieron de 6:30
p.m. a 8:30 p.m., y los de 18 a 25 años se reunieron de
8:30 p.m. a 10:30 p.m. Ambos grupos empezaron con
alabanza y adoración lo cual duró cerca de 30 minutos,
después de lo cual se dividieron en grupos de 12 con el
propósito de ser discipulados. En este discipulado las
Escrituras eran la base y la medida de sus discusiones.
Hoy en la noche estaremos yendo a otra reunión de
discipulado que es para los hombres de la iglesia.
Mañana, todas las mujeres de la iglesia se reunirán para
su programa de discipulado. Los grupos son separados
de acuerdo a la edad de la gente y a la madurez espiritual.
Cada discípulo es cuidadosamente llevado a través de un
libro que está basado en las Escrituras y está dividido en
tres secciones:
Sección 1 Los fundamentos de la fe
Sección 2 Enemigos del alma
Sección 3 Enseñanza bíblica adicional
Una de las cosas que más nos impresionó es el espíritu de

unidad que existe entre estos discípulos. Aquéllos que se
sientan en la parte de atrás del abarrotado edificio de la
iglesia, están involucrados con el mismo entusiasmo que
aquéllos en las primeras filas. Desde la cuna hasta la
tumba, cada quien está siendo discipulado. Y por si a
caso tiene la idea de que esta gente lo único que hace es
asistir a reuniones, debe hacerse notar que la iglesia tiene
un poderoso ministerio entre los niños de la calle de la
ciudad, dando como resultado que cientos de ellos vienen
a Cristo y están siendo discipulados en las clases del
lunes en la noche. Ayuda médica y dental es dada a los
pobres en forma gratuita, juntamente con ropa y otras
ayudas humanitarias.
Le preguntamos a Claudio Freidzon si había otras iglesias

evangélicas en Argentina que practicaran el discipulado.
“Todas lo hacen”, nos dijo. “Todas ellas; es lo normal.”
Yo plenamente supongo que el apóstol Pablo consideraba

que el discipulado también era la norma, ya que él edificó
en tal forma que animaba al crecimiento y madurez por
estos medios. Déjeme cerrar este capítulo con una
manera más en la que Pablo edificaba.
El Edificaba “Peligrosamente”
Diciendo que Pablo edificaba peligrosamente, lo que estoy

tratando de decir es que él tomaba riesgos. Timoteo aún
era un hombre joven cuando Pablo le confió una gran
responsabilidad. El fue dejado a cargo de la iglesia de
Efeso, la cual tenía muchos miles de miembros. Después
Pablo lo envió a Corinto para que les recordara sus
caminos en Cristo. Esta era otra iglesia grande -con aún
más miembros que Efeso, y con mucho más problemas.
(¡Y recuerde que no había oportunidad de levantar el
teléfono y tener una plática rápida con el jefe!).
Se podría decir mucho más acerca de esta dimensión de

la forma apostólica de edificar de Pablo, pero es suficiente
decir que él siguió la clara dirección del Sumo Apóstol,
Jesucristo, quien también tomó el “riesgo” de confiar
asuntos eternos a hombres jóvenes quienes a menudo
eran faltos de educación y no eran profesionales, pero
eran educables y tenían un corazón para el reino de Dios.
Conforme cierro este capítulo, me gustaría hacerle esta

pregunta: ¿No le gustaría ver iglesias -a través de esta
nación- con la calidad de vida que hemos estado exami-
nando en este capítulo? Bueno, es posible, pero le costará
a usted. ¿Cuánto? Se preguntará. La respuesta es muy
clara: el costo es desechar su viejo odre y arriesgarse a
desarrollar uno nuevo el cual incluye apóstoles, profetas y
evangelistas que vayan a la par y al frente de los pastores
y maestros que usted ya tiene. El resto de este libros es
para aquéllos que están dispuestos a tomar este riesgo.
Capítulo
4
Los Apóstoles son un
Don de Jesús
Efesios capítulo 4 nos dice que Jesús dio dones a la

iglesia, y que uno de estos dones es el de apóstoles. En
este capítulo, quiero enfocar en cómo los apóstoles son
un don a la iglesia, y cómo los ancianos de una iglesia
local pueden beneficiarse de ese ministerio. La lista
siguiente representa dieciséis formas en que los apóstoles
pueden ayudar a que una iglesia crezca en madurez y
ayudar a los ancianos en sus responsabilidades de go-
bierno.
1. Los apóstoles ayudan a asegurar que las iglesias

sean plantadas sobre bases sólidas.
Muchas nuevas iglesias son plantadas como extensión de

una iglesia “madre.” Comprensiblemente, se les conoce
como iglesias “hijas” y como resultado se sienten de
alguna forma inferiores (amarradas a las cuerdas del
delantal de la madre -especialmente si hay algo de apoyo
financiero). No solamente eso, sino que la tendencia es
llevar a la nueva iglesia muchas de las características
débiles de la iglesia madre. Sin embargo, en el Nuevo
Testamento el patrón es diferente: era el apóstol quien
plantaba las iglesias- a menudo con el apoyo financiero de
las iglesias de dónde enviaban - en vez de ser las iglesias
“madre” las que plantaban y mantenían autoridad sobre
otras iglesias.
Los apóstoles piensan arquitecturalmente: ellos son edifi-

cadores, dotados sobrenaturalmente para juntar las vidas
y ministerios de personas para que se conformen en una
comunidad cohesiva, vibrante y balanceada. Con la ayuda
del profeta, ellos edifican creativamente y no tienen miedo
de demoler una vieja e improductiva estructura, reem-
plazándola con otra que tenga mejor propósito y sea más
efectiva.
Muchos líderes locales se inclinan a levantar edificios (o

hablando figurativamente, templos ). Aun se refieren
reverencialmente a ellos como “la casa de Dios.’’ Los
apóstoles, por otro lado, prefieren la idea de tabernáculos,
y les gusta llamarlos las “instalaciones de la iglesia’’.
(Confío que el lector no se ofenda mucho conmigo por
esos comentarios, porque aunque estoy hablando en
general, mucho de esto es la realidad.)
2. Los apóstoles nos previenen de tomar atajos en el

reconocimiento de ancianos.
Alguna gente se preocupa al pensar que alguien fuera de

la iglesia local esté involucrada en la selección de an-
cianos. Tienen miedo que alguien inapropiado les sea
impuesto sobre ellos, pero probablemente no entienden la
forma en que eso trabaja. Lo que normalmente pasa es lo
siguiente: los ancianos locales pueden tener tres o cuatro
posibles candidatos, pero, a través del proceso de hacer
las preguntas “incómodas” necesarias, ese número, por lo
general, se reduce a uno o dos.
Cuando yo soy consultado sobre el reconocimiento de un

anciano, siempre tomo la oportunidad de hacer una
cantidad de preguntas, tales como:
¿Actúa esta persona en forma sacerdotal hacia el

Señor? En otras palabras. ¿Es él un adorador? ¿Es uno
que “juega” o es sólo un espectador? El tener a alguien
ocupando una posición de liderazgo y que casi nunca abra
su boca o levante sus manos en adoración u oración a
Dios, está presentando un papel negativo delante de la
iglesia: envía las señales equivocadas.
¿Esta viviendo una vida santa dicha persona? ¿Está su

carácter a la par de sus dones?
¿Vive esta persona en una forma prudente? ¿Es

sensible al hecho que cristianos más jóvenes serán
influenciados por su comportamiento, o se siente com-
pelido a ostentar su libertad en cada oportunidad? Por
ejemplo, yo no puedo ver en ninguna parte de las
Escrituras donde el beber vino esté prohibido. (Yo sé que
algunos de mis amigos están en desacuerdo conmigo en
este punto). Sin embargo, habiendo dicho eso, yo no creo
que trataría de hacer un caso de esto “ostentando” mi
libertad. De hecho, Pablo deja en claro que mi libertad
para beber y comer lo que para otros es cuestionable, no
tiene nada que ver con el reino de Dios.56 Buscar mi
libertad en detrimento de otros, es opuesto a “buscar
primeramente el reino de Dios y su justicia”.
56
Ver Romanos capítulo 14 y 15:1-3
¿Camina esta persona en transparencia con los que
están cerca de él, o “juega sus cartas pegadas a su
pecho”? Los hombres que dicen amén a todo no son
buenos ancianos - en parte porque tienden a esconder sus
verdaderos sentimientos, y cuando los conflictos o desa-
cuerdos salen a luz, ellos tienden a cambiar su lealtad.
Cuando eso pasa, ellos empiezan a escupir toda clase de
ofensas pasadas y dudas que han estado abrigando por
años. Nunca descalifique a un hombre por su honestidad.
¿Sabe si esta persona tiene algunos “esqueletos en su

alacena” en la forma de perversión sexual o pecados
no confesados? A la mayoría de ancianos locales les
avergüenza hacer esas indagaciones. El amor de herma-
nos es una cosa maravillosa, pero también puede contri-
buir a una ceguera de hermanos. Apenas pasan tres
meses sin que oiga acerca de otro anciano que ha sido
descubierto de estar en pecado. Lo que es peor, es oír que
esto hombres han luchado con la tentación por años sin
haberlo compartido con otra alma.
¿Tiene los genes de la familia? Esta pregunta implica si

él ha estado con usted suficiente tiempo para haber
absorbido la forma en que usted ‘cuida la casa’ en su
familia (iglesia), y si él entiende y acepta el razonamiento
que está detrás de la forma que uno hace las cosas.
Conformismo sin revelación es tradicionalismo religioso-
que ha sido la ruina de la iglesia a través de los siglos,
mientras que, las respuestas que salen del entendimiento
y la convicción producen fruto perdurable.
¿Tiene el don motivacional de gobierno? Una cosa es

tener sabiduría y buenas ideas, y otra el llevar la autoridad
que viene con gracia ‘gubernamental’. Por ejemplo, si él no
puede guiar a su esposa y familia apropiadamente, usted
puede estar seguro que no será capaz de guiar la iglesia
adecuadamente. Un líder maduro una vez me hizo este
comentario escandalizante: ‘Si yo tuviera que evaluarme
de acuerdo a las normas establecidas por Pablo para
calificar como anciano, entonces mi falla en guiar
adecuadamente a mi esposa e hijos me requeriría renun-
ciar del ministerio’.
¿Es él un propietario o un administrador? ¿Ha sido

probado previamente con responsabilidades menores?
¿Cómo cumplió con dichas tareas? ¿Atrajo gente hacia él
de una manera posesiva, o los pastoreó con ‘mano
abierta’, reconociendo su papel como administrador de las
cosas de Dios? ¿Es lo suficientemente maduro para
manejar la posición de servir como un anciano al pueblo
de Dios?
¿Es él educable o lo sabe todo? Si él no es educable,

probablemente sufre de una fuerte dosis de orgullo o de
inseguridad (o de ambos).
¿Facilita que otros le puedan corregir, o es manipu-

lador? Por ejemplo: ¿Trata de darle vuelta al asunto
cuando él es retado, por lo cual el que lo confrontó termina
sintiendo que él es el culpable?
3. Los apóstoles nos previenen de tomar decisiones

precipitadas.
Nuevamente, el punto de los apóstoles haciendo pregun-

tas “incómodas’” es pertinente aquí. He aquí algunos
ejemplos:
 ¿Recibiste esto del Señor o es solamente una

buena idea?
 ¿De dónde saldrá el dinero?
 ¿De dónde sacarás el tiempo para manejar este
nuevo reto?
 ¿Qué piensa tu esposa?
 ¿Es este el tiempo correcto?
 ¿Estás dispuesto a dejar morir la visión y dejar que
el Señor la resucite? Esto verificará si has oído
acertadamente de Dios.
A menudo resulta que la visión compartida por un individuo

es auténtica, pero el tiempo no es correcto. Proverbios
19:2 dice: “y peca el que se apresura con sus pies.”
4. Los apóstoles nos previenen de tratar de colocar

estacas cuadradas en hoyos redondos.
Las vacantes ministeriales en la iglesia usualmente son

ocupadas sobre la base de quien está disponible y no
tiene muchas cosas que hacer. Pero la estrategia de Dios
para cumplir con la obra del ministerio es distribuyendo la
medida apropiada de gracia divina (habilidad) a sus
trabajadores seleccionados cuidadosamente, capacitán-
dolos para que cumplan exitosamente cada tarea asignada
en su habilidad, fortaleza y sabiduría. Si pudiéramos
comparar a Dios con un gerente constructor, sería el
equivalente de él asignando a un plomero para hacer los
trabajos de plomería, a un electricista para hacer el
cableado eléctrico, y a un albañil para colocar los ladrillos.
¿Pero qué es lo que hacemos en la edificación de la casa

de Dios? Muy seguido le pedimos a los plomeros que se
hagan cargo del trabajo eléctrico, y a los electricistas que
sean responsables de la plomería. Si le pedimos a un
profeta que ocupe una posición pastoral- ¿Qué va a usar
él para cumplir con ese ministerio? Será únicamente su
propia sabiduría y habilidad (humana). En otras palabras,
él estará tratando de hacer un trabajo espiritual con
recursos humanos. Perdónenme por tratar de explicarlo en
términos tan simples pero, en muchas situaciones de las
que me doy cuenta, hay una necesidad espantosa de
cambios estructurales (y para llevar a cabo dichos
cambios, es para lo que los apóstoles están capacitados
en forma especial). Es tiempo de arrepentirnos de tratar de
hacer la obra del Señor con nuestra propia fuerza y
sabiduría, y de adoptar sus caminos y formas de obrar.
5. Los apóstoles pueden prevenirnos de “agotar a los

santos” con actividades innecesarias.
Como a mi buen amigo Gerald Coates le gusta señalar,

Jesús no dijo, “Yo he venido para que tengan reuniones y
las tengan más abundantemente”, sino más bien para que
tengamos “vida más abundante.” Muchas reuniones son
innecesarias, improductivas y faltas de propósito y metas.
Aun pueden ser un substituto a los negocios vitales del
reino.
También necesitamos hacernos la pregunta, “¿Tienen que

estar todos en cada reunión?” Este problema de dema-
siada actividad es particularmente aplicable conforme nos
acercamos al siglo 21. Con el declinamiento de la labor
física y el asombroso surgimiento de la tecnología de la
computación, la administración media está teniendo una
demanda cada vez mayor sobre ella. Muchos de nuestros
líderes más efectivos están en esta posición de
administración media y están batallando para mantenerse
al día con la demanda de su tiempo.
Yo conozco uno de estos líderes que es anciano, líder de

grupo en el hogar y un maestro de Biblia. El sale para su
trabajo a las 7:00 a.m. y regresa a su casa a las 7:30 p.m.
Muchas noches, come algo rápidamente y sale corriendo a
una reunión u otra -una reunión de ancianos, una reunión
de entrenamiento para líderes de grupo de hogar- o tal vez
tiene que visitar a alguien que necesita consejo. Si los
líderes maduros de la iglesia dejan de tomar en cuenta la
tensión que produce este tipo de vida, terminaremos
contribuyendo a la temprana defunción de algunos
maravillosos y comprometidos líderes, y esto sería una
pérdida trágica para el Cuerpo de Cristo.
Permítanme darles un ejemplo de mi propia familia:

Nuestra hija Raquel y su esposo Jeremy tienen dos hijos
pequeños. Ellos liderean juntamente un grupo de hogar así
como la Escuela Dominical. Esto de por sí es una ‘carga
plena’, pero el puesto de mi yerno le requiere a menudo
trabajar hasta la media noche. Y Raquel pasa la mayoría
de los viernes y sábados por la noche con otras jóvenes
mujeres de la iglesia evangelizando -llevando café, té y
panecillos calientes a las prostitutas que trabajan en las
calles del vecindario. Añadido a esto, ella tiene la respon-
sabilidad de un grupo de danza que participa en celebra-
ciones especiales de adoración. Yo oro en forma regular
que ellos sean protegidos de no tomar más responsa-
bilidades de las que puedan manejar física, emocional y
espiritualmente.
6. Los apóstoles nos ayudan a mantener una dieta

balanceada de doctrina sana.
Raramente encuentro que los ancianos de una iglesia local

reconozcan que están fallando en alimentar al pueblo de
Dios con “el consejo pleno de Dios” aún rara vez encuen-
tro una iglesia que este proveyendo un ministerio de
calidad en la Palabra en una base consistente. Por ejem-
plo, en algunas iglesias casi no hay enseñanza sobre la
segunda venida de Cristo: los líderes o no han oído tal
mensaje, o -tal vez, en un mal entendido concepto para
evitar controversia- no enseñan el tema. Y si la existencia
del infierno (o del cielo para el efecto) dependiera del tema
que se levanta en algunas de nuestras iglesias
evangélicas, ¡uno pudiera ser perdonado por pensar que
tal lugar no existe!
¿Qué pasó con la buena exposición de enseñanza bíblica

que sembró entendimiento y un profundo aprecio por la
Palabra de Dios? ¿Dónde está el lugar provisto para
aquéllos mensajes devocionales ungidos que lo envían a
casa tan enamorado de Jesús que uno siente que el
corazón le va a explotar?
Con estas lagunas en el área de “doctrina sana”, no es de

dudar que nuestras canciones de alabanza y adoración
tienen más que ver con nosotros y como nos sentimos,
que con Jesús y lo que El ha hecho. Gracias a Dios por los
Graham Kendricks, los Noel Richards, los Chris Bowaters,
los Dave Fellinghams, y otros cuyas canciones, gene-
ralmente hablando, tienen substancia teológica, un
enfoque hacia Dios y melodías memorables fáciles de
cantar. Desafortunadamente, hay muchas canciones del
otro tipo -densas, orientadas a uno mismo, casi sin
melodía y necesitando un fuerte ‘beat’ (golpe de tambor)
para hacerlas fluir. Mi convicción es esta: nuestras
canciones son el reflejo de nuestras prédicas, y hasta que
eso cambie, no podemos esperar que nuestros compo-
sitores sean inspirados con palabras y melodías que
adoran y exaltan a un Dios trascendente.
7. Los apóstoles nos ayudan a mantener normas
bíblicas de santidad.
Durante los últimos veinte años se ha visto una declinación

mayor en las normas de santidad en nuestras iglesias
evangélicas. Recientemente estaba yo ayudando a orar
por gente que había pasado al frente al final de una
reunión. Un hombre joven estaba sollozando incontro-
lablemente, así que me acerqué a él y puse mi brazo
alrededor de sus hombros. Después de sollozar por unos
minutos más se calmó, lo que me dio oportunidad de
preguntarle si le gustaría decirme que le estaba causando
tal dolor.
“He perdido a mis niños” dijo bruscamente, y de nuevo

rompió a sollozar fuertemente. El primer pensamiento que
vino a mi mente fue que sus hijos habían perecido en un
accidente de alguna clase. Nuevamente se calmó por
suficiente tiempo para preguntarle si deseaba hablar al
respecto.
Esta fue su historia: El había estado viviendo unido a una

joven mujer que resultó embarazada y lo abandonó poco
tiempo después. Siguiendo a lo anterior, se aparejó con
otra mujer, quien también resultó embarazada y dio a luz
un varoncito. Después de tres años de cohabitar, esta
señora también lo abandonó, llevándose al niño con ella.
Así que esto es lo que él quiso decir cuando mencionó, ‘he
perdido a mis niños’
Cuando le pregunté si él y estas dos mujeres eran cristia-

nos durante el tiempo de su relación, contestó como en
una forma de hecho, ¡oh sí! No pude detectar ni una
pequeña señal que estuviera consciente que había pecado
contra un Dios santo o que necesitara arrepentirse.
Hace algunos años fui requerido para ayudar en un caso
donde un pastor pentecostés estaba viviendo con otra
mujer durante la semana y el domingo en la mañana
recogía a su esposa para que lo acompañara al servicio de
la iglesia. Eventualmente, renunció de la iglesia y él y su
mujer se separaron. En el término de un mes, estaba
asistiendo a otra iglesia juntamente con su nueva
compañera- una iglesia cuyo pastor no solamente lo
conocía, sino que estaba plenamente enterado de las
circunstancias. Paré haciendo una cita con el superin-
tendente de distrito para asegurarme que él estuviera en
pleno conocimiento de la situación. ¿Dónde está el temor
al Señor?
¡No hay nada nuevo bajo el sol! Los líderes de Corinto

también fueron culpables de permitir gran pecado dentro
de su congregación. Pero en su caso, tenían un apóstol
que los confrontó y no tuvo miedo de usar su autoridad
apostólica, ordenándoles que entregaran a Satanás al
ofensor para le destrucción de la carne.
8. Los apóstoles nos mantienen enfocados hacia

fuera.
No hay escasez en relación a la cosecha: siempre está

madura. Siempre hay suficiente gente afligida y deprimida.
El problema es que tenemos una escasez seria de
obreros. Como lo describe (en su forma peculiar) Vic
Gledhill, un colega y amigo cercano: El verdadero proble-
ma de la iglesia no es tratar de llevar holgazanes a las
sillas; es tratar de sacarlos de las sillas. Hay más que
suficientes creyentes para llevar a cabo el trabajo; nuestro
dilema es que no hay suficientes voluntarios. La iglesia
continúa enfocándose en ella misma y en pormenores
mientras que el resto del mundo se va al infierno.
Debemos entender el asunto básico de nuestro mandato
en esta tierra. Jesús dijo: “Yo edificaré mi iglesia...”
(Mateo 16:18). Lo que nos ordenó fue que buscáramos
primeramente su reino (Mateo 6:33). Déjenme parafrasear
lo que Jesús estaba diciendo en estos dos pasajes: “Yo
continuaré edificando mi familia; ustedes entrégense a
llevar a cabo el negocio de la familia.” Un gran número de
líderes pareciera que tienen un entendimiento inadecuado
de la iglesia y cómo se relaciona con el reino de Dios.
Yo estaba con un grupo de líderes, todos los que tenían

responsabilidad sobre iglesias grandes. Estábamos discu-
tiendo el problema de ‘quemarse’ entre los miembros de la
iglesia cuando uno de los líderes hizo esta declaración:
‘¡No miro porqué debiera haber algún proble-ma! Tenemos
un servicio el domingo en la mañana que dura noventa
minutos, un servicio el domingo en la noche que es de una
duración similar y un servicio a la mitad de la semana que
le quita como setenticinco minutos de tiempo a la gente’.
Entonces nos retó con la pregunta: “¿Ahora, cómo puede
alguien ponerse tenso con esa clase de compromiso?”
¡Todo lo que los hombres podían ver, era tres servicios a

la semana! El estaba aparentemente ciego al “negocio
familiar” del Reino en el que algunas de estas personas
estaban involucradas ( o tal vez que otros debieran haber
estado involucrados).
Los apóstoles no miran la vida de la iglesia a través de esa

clase de espectáculos. Ellos usan términos como sin
cesar, noche y día, en todo lugar, en todas circunstancias.
No miran a la iglesia como un lugar a dónde escaparnos,
sino como una comunidad de gente que busca primera-
mente el reino de Dios en su diario vivir, que viven en el
mundo real y que son amigos de pecadores.
9. Los apóstoles ayudan a prevenir divisiones.
Una de las principales actividades de Satanás es crear

puntos de desacuerdos infecciosos -especialmente entre
líderes- para mantener a los santos preocupados con líos
internos, impidiendo de esta manera que desarrollen su
verdadera tarea de buscar el reino de Dios. Pablo tenía
algo que decir a cada iglesia acerca de evitar tensiones
entre una y otra: “No paguéis a nadie mal por mal.
Procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es
posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con
todos los hombres”.
(Romanos 12:17-18)
“Pero me temo que quizás, cuando llegue, no os halle

tales como quiero, y que yo sea hallado por vosotros tal
como no queréis. Temo que haya entre vosotros
contiendas, celos, iras, enojos, disensiones, calumnias,
murmuraciones, insolencias y desórdenes”.
(2 Corintios 12:20)
“No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y

envidiándonos unos a otros”.
(Gálatas 5:26)
Es cierto que Pablo tuvo disputas con Bernabé, pero una

de ellas fue por la necesidad de proteger la misión de
llevar el evangelio a los gentiles, mientras que la otra tuvo
que ver con Pablo defendiendo la pureza del evangelio.
Sobre todo, él demostró gran paciencia y tolerancia en
situaciones de conflicto potencial y de conflicto en sí- que
es lo que esperaríamos de alguien en un papel apostólico.
Básicamente, los apóstoles no tolerarán divisiones que
llevan orgullo, arrogancia, murmuración, celos y centradas
en intereses egocéntricos.
10. Los apóstoles nos retan a tener una visión profé-

tica.
Una visión profética genuina tiene tremendo poder: nos

toca en lo profundo de nuestro ser y carcome nuestro
interior; enfoca nuestra atención; produce un sólo propó-
sito; alinea a los santos; descubre recursos escondidos;
termina con los agravios enconados; motiva a la gente a la
acción.
Mientras que los profetas son una parte esencial de la

visión profética en la iglesia, los apóstoles han sido dota-
dos por Dios para ayudarnos a:
 Definir la visión
 Prepararnos para su implementación
 Dividirla en varios componentes, definiendo la visión
para cada parte
 Seleccionar cuidadosamente aquéllos que deben
gobernar sobre cada parte (no dejándoselo a
voluntarios)
 Iniciar y organizar el entrenamiento y preparación
de nuevos líderes para el futuro. (como alguien ha
dicho: ‘El futuro pertenece a aquéllos que se han
preparado para eso)
Como un paso en esta dirección, he enviado una carta a

nuestra familia de iglesias, pidiéndole al liderazgo respon-
der a las siguientes preguntas:
 ¿Cuál es su visión para evangelismo?
 ¿Quién esta encargado en el presente de evan-
gelismo?
 ¿A quién mira como encargado dentro de cinco
años?
 ¿Qué está haciendo en el presente para preparar a
 esa persona para esa tarea?
Las mismas preguntas fueron hechas en relación a la

enseñanza de la Escritura; oración; grupos de hogar;
cuidado pastoral; ministerio profético; ministerio de niños,
jóvenes, adultos, los pobres; y el guiar la alabanza y
adoración. Todos los que hablaron conmigo sobre la carta,
expresaron una genuina gratitud. Sin embargo, solamente
aquéllos que respondieron las preguntas (y los asuntos
evocados por ellos) a aquéllos en autoridad apostólica,
fueron los que obtuvieron un beneficio perdurable de este
ejercicio.
Lo triste para mí al escribir este libro es saber que, a pesar

de que algunos líderes dirán: “Este libro es de verdadera
ayuda”, nada cambiará la situación de sus iglesias a
menos que ellos mismos tengan el don de un apóstol, o
que abran su iglesia a recibir dirección apostólica. En ese
sentido, leer este libro realmente podría ser una
inoculación contra la cosa verdadera.
11. Los apóstoles nos ayudan a edificar gubernamen-

talmente.
Parece, por la evidencia Escritural, que cada iglesia

plantada por Pablo y su equipo apostólico, prontamente
era puesta bajo el gobierno de ancianos, y que eran los
apóstoles los que establecían a estos ancianos en su
lugar. En Hechos 14:23 leemos: “Y después de haber
establecido ancianos para ellos en cada iglesia...’” La
palabra griega que se traduce establecer significa decidir
por medio de señalar o levantar la mano. Algunos eruditos
de la Biblia sugieren que los creyentes locales eran los
que democráticamente decidían quienes serían los ancia-
nos. Pero esto no puede ser verificado por este versículo
porque la palabra establecer está describiendo la acción
tomada por Pablo y Bernabé, no una acción de la iglesia
local.
Pablo esperaba que los ancianos guiaran, gobernaran y

que estuvieran sobre el rebaño. Bueno, esto pudiera ser
verdad, pero los líderes también tienen cargo sobre el
rebaño de acuerdo a 1 Tesalonisenses 5:12.
Pablo ponía el modelo de gobierno en la iglesia de

acuerdo a la forma en que él mismo ejercitaba la auto-
ridad. Por ejemplo, cuando le escribió a Filemón en
relación a recibir de vuelta a Onésimo, él esperaba que su
petición fuera obedecida (Filemón versículo 21). El habló
de la autoridad que tenía en Cristo (2 Corintios 10:8,
13:10). El le recuerda a la iglesia los mandatos que les dio
por la autoridad del Señor Jesús (1 Tesalonisenses 4:2).
Cuando Pablo envió otros líderes a enseñar y actuar en su

nombre -tal como Timoteo y Eprafodito- él esperaba que
fuesen recibidos plenamente por la iglesia local como si lo
estuviesen recibiendo a él mismo. Y dio instrucciones muy
claras a las iglesias, tal como ordenarle a los Corintios
que excomulgasen a un hombre que estaba cometiendo
incesto, y advertirles que no usaran las cortes legales
seculares en lugar de traer sus disputas a algunos creyen-
tes sabios en la iglesia.
Jesús enseñó que el liderazgo debía darse bajo un marco

de servicio y humildad, pero que en ninguna forma debilita-
ra el necesario papel gubernamental llevado a cabo por los
líderes - como lo vemos a través de las páginas del Nuevo
Testamento.
12. Los apóstoles le ayudan a uno a ser disciplinado

en delegar responsabilidades.
Muchos líderes creen que no pueden tomar el tiempo para

delegar responsabilidades a otros. La verdad es que no
pueden dejar de hacerlo. Ellos fallan al no entender que su
salud física, emocional y espiritual está en juego -sin
mencionar la salud espiritual de la congregación- a largo
plazo. Haciéndolo todo uno mismo puede resultar en
ganancia a corto plazo, pero muy pronto el “ministerio del
hombre orquesta” termina convirtiéndose en una seria
pérdida a largo plazo. Las palabras de Jetro a Moisés aun
son aplicables: “Te agotarás del todo, tú y también este
pueblo que está contigo. El trabajo es demasiado pesado
para ti; no podrás hacerlo tú solo”.
(Éxodo 18:18)
13. Los apóstoles ayudan a mantener el ambiente espi-

ritual de la comunidad.
Es alarmante ver cuan fácil los ancianos locales permiten

que el nivel espiritual de una iglesia decline al grado que
uno ya no puede sentir la presencia manifiesta del Señor.
Las iglesias sin visión son particularmente vulnerables a
dicha declinación, la cual puede empezar con apatía y
auto indulgencia, y terminar con pecado escondido, falta
de perdón, falta de oración y desobediencia.
“Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena.”

(Proverbios 29:18)
O como dice mi muy estimado amigo Dennis Peacock: ‘El
estado natural del jardín es la hierba, no las flores’
Yo me he quedado asombrado de ver cuán lejos puede

declinar el estado espiritual de una iglesia antes que sus
ancianos se den cuenta de la seriedad de su problema.
Los ancianos que fallan en mantenerse espiritualmente
alertas en relación al cuidado, protección y santidad de
aquéllos encomendados a su cargo, son culpables de
negligencia en su trabajo. En la Primera Guerra Mundial,
un soldado encontrado culpable por haberse dormido en
su guardia de turno, fue sentenciado a la pena de muerte.
Eso suena muy duro, pero el mismo principio puede
encontrarse en Ezequiel 33:1-9 donde el Señor describe el
deber de un atalaya y la terrible responsabilidad que
conlleva.
14. Los apóstoles lo ayudan a uno a confrontar sus

problemas.
Alguien ha dicho que el gran flagelo de los líderes son los

problemas no resueltos. Ser un buen líder no garantiza la
ausencia de problemas. De hecho, tenemos una promesa
de Jesús que garantiza lo opuesto: “En el mundo tendréis
aflicción” .
(Juan 16:33)
Un buen líder acepta que la aflicción es inevitable, pero lo

que lo hace sobresalir del resto, es su habilidad de
confrontar y resolver problemas.
La dilación es el peor enemigo de un líder. Si usted es

como yo, usted puede tener la tendencia de dejar que se
acumule su correspondencia. El efecto en mí es un
sentimiento criticón que me dice que no estoy haciendo un
buen trabajo. Esta es una forma de ansiedad, que si se le
permite continuar, causará que me sienta agotado y un
poco deprimido. Por lo general me doy cuenta a tiempo
para prevenir que alguna depresión seria se enraíce y en
un gran florecimiento de actividad, me entregue a sacar
todo lo atrasado. Cuando eso es hecho, el sentimiento de
ansiedad desaparece y es reemplazado por una sensación
de alegría que, finalmente, el trabajo ha sido terminado: no
está más “colgando allí” en algún lugar en el fondo de mi
mente.
Muchos líderes que no han alcanzado el éxito pierden

mucho tiempo en cosas insignificantes, lo que es una
forma de escapismo. La actividad los hace sentir que
están siendo buenos empleados, pero en lo profundo de
su ser ellos saben que no están haciendo un buen trabajo.
Que bendición es el tener un amigo experimentado y de
confianza con quién uno puede expandir los detalles de un
problema mayor, y que está dispuesto y es capaz de hacer
preguntas minuciosas. No que él dé las respuestas, pero
ayuda a formular las soluciones correctas- y en el caso de
un líder apostólico, lo inspira y lo incita a uno a la acción.
15. Los apóstoles nos ayudan a movernos en lo sobre-

natural y a tomar riesgos.
Yo tengo tremenda admiración por los hombres que tienen

un verdadero corazón de pastor, especialmente si ellos
también tienen un don de enseñanza. Como pastor /
maestro, ellos proveen el alimento y cuidado que son tan
necesarios para una congregación saludable. Pero estoy
limitado a decir que muchas iglesias guiadas por tales
hombres, es raro que tomen riesgos en lo sobrenatural, y
cuando lo hacen, lo prefieren hacer en una esquina. Este
es un patrón diferente al dado a nosotros por el Gran
Pastor, nuestro Señor Jesucristo: “Jesús recorría todas las
ciudades y las aldeas, enseñando en sus sinagogas,
predicando el evangelio del reino y sanando toda
enfermedad y toda dolencia. Y cuando vio las multitudes,
tuvo compasión de ellas; porque estaban acosadas y
desamparadas como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: "A la verdad, la mies es
mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor
de la mies, que envíe obreros a su mies." Entonces llamó
a sus doce discípulos y les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos para echarlos fuera, y para sanar toda
enfermedad y toda dolencia”.
(Mateo 9:35- 10:1)
Yo he escrito en mi Biblia bajo las palabras “como ovejas

sin pastor” lo siguiente: “No podemos pastorear sin el
poder de Dios para sanar” Los versículos mencionados
arriba dejan muy claro que, para Jesús, el sanar era una
parte de pastorear, y él envió a la cosecha a sus
trabajadores (los discípulos) a pastorear de la misma
forma. No es cuestión de señales y milagros por amor de
las señales y milagros en sí: es un asunto de Jesús
sintiendo compasión por la humanidad lastimada. Desde
Génesis hasta Apocalipsis tenemos clara evidencia de un
Dios compasivo que sana. Si consideramos que nosotros
estamos bajo- pastores, también debiéramos estar bajo-
sanadores.
16. Los apóstoles nos ayudan a abrir espacio para los

otros ministerios de Efesios 4.
Los pastores y maestros no siempre se sienten a gusto

teniendo a su alrededor profetas y evangelistas- especial-
mente profetas. Los profetas pareciera que nunca están
satisfechos con el estado de las cosas. Ellos tienen el
hábito de oler los problemas escondidos (y los pastores
sienten que tienen suficientes problemas, muchas gra-
cias). Ellos son muy directos (nada diplomáticos) y
decisivos (impetuosos) para el gusto del pastor. Y son
impredecibles. A los pastores no les gustan las interrup-
ciones no planificadas.
Los pastores se sienten contentos de ir a una conferencia

profética o aún tener la visita ocasional de un profeta- a
quién afablemente le permiten predicar en la iglesia (como
un cambio de paso). Pero es el profeta residente el que se
interpone como un problema: es el que se mete entre la
piel de ellos. Por supuesto, el evangelista residente es otro
‘hacedor de problemas’. El nunca está satisfecho. Aún si
uno está en medio de un alcance evangelístico, el va a
protestar: “Es muy poco y muy tarde.”
Obviamente estoy exagerando las cosas un poco: estas

diferencias en los dones motivacionales tienen su lado
gracioso; sin embargo, en el diario vivir de la iglesia,
pueden resultar en mucha fricción. El hecho es, los
profetas y los evangelistas pueden ser gente difícil, pero
son dones de amor de Cristo para la iglesia de igual
manera que lo son los pastores.
Además, es mi convicción que, hasta que veamos

restaurado el don de apóstoles en la iglesia, no vamos a
ver muchos evangelistas o profetas de tiempo completo. El
problema es: El precio a pagar es muy alto. Permítanme
mostrarles lo que quiero decir. Como conferencista en un
seminario de líderes, fui abordado por un pastor de treinti-
cinco años de edad quién me pidió consejo relacionado a
dar libertad al evangelismo en su congregación. Me dijo
que la iglesia nunca había pasado de setenta miembros en
su setenta años de historia, y que la mayoría del tiempo,
sólo cincuenta personas asistían el domingo.
“Dígame, le pregunté, ¿Qué tan serio está en cuanto a ver

que las cosas cambien?” “¡Mucho! respondió entusiásti-
camente.” “Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa.”
Entonces lo reté, “Bueno, ¿Está dispuesto a regresar a un
trabajo secular e invitar a un evangelista a que venga a
servir en su lugar por lo menos por dos años, para equipar
a los santos y volverlos evangelísticos?” Su cara se
demudó. Después de un tiempo, calladamente replicó,
“tendría que pensar verdaderamente acerca de eso.”
Podía decir por la mirada en sus ojos que le había pedido

un precio imposible de pagar, y yo pensé sin ninguna
caridad para mis adentros: ‘Bueno, es otra parte de la
iglesia de Cristo cerrada por los intereses creados de un
hombre’.
Si nos paramos a pensar al respecto, ¿No es una enorme

tragedia que muchos creyentes están encarcelados en
‘prisiones pastorales’ en lugar de ser lanzados a llevar a
cabo todos los grandes planes evangelísticos que Jesús
tiene para su iglesia? Su mandato no ha cambiado: aún es
el de ‘ir a todo el mundo...’ Creo que Jesús le está
diciendo a todos los líderes de su iglesia: “¡Dejen ir a mi
gente!”
Los profetas tienen un don maravilloso para liberar a la

gente a su único destino en Dios. Pero la historia registra
que los profetas no la han pasado bien en las manos del
pueblo de Dios. Jerusalén -la “ciudad de paz”- no sola-
mente rechazó a los profetas de Dios, sino acarrea la
reputación de haberlos apedreado. Como resultado, Jeru-
salén perdió su lugar como “corona de belleza” y “diadema
real”, y en lugar de esto fue comparada con Agar, Sodoma
y Egipto. Si Jerusalén fue así juzgada por Dios por
rechazar a los profetas enviados a ella, ¿pudiera caer un
juicio similar a las iglesias que hacen lo mismo? Espere-
mos no ser hallados deficientes en ese terrible día de
rendir cuentas.
Jesús dijo de aquéllos que envió: “El que os recibe a

vosotros a mí me recibe...”. 57 Cuando consideramos que
Jesús aún envía sus mensajeros a nosotros -en la forma
de los ministerios de Efesios 4- seguiría que rechazar a
alguien que él envía, es rechazar al mismo Jesús. El
sigue diciendo “El que recibe a un profeta porque es
profeta, recibirá recompensa de profeta ...”.58 No dejemos
de notar la recompensa que Jesús desea dar a su gente
conforme ellos reciben sus profetas.
Los apóstoles ven a los profetas trabajando a la par de

ellos de una manera complementaria, como un cuchillo
con un tenedor. Ellos reciben a los profetas y evangelistas
como miembros indispensables del equipo. Ellos ponen
su confianza en el impredecible profeta y en el entusiasta
evangelista, y como resultado, estos dos ministerios son
puestos a funcionar en la iglesia.
Una palabra de conclusión...
Uno no debiera de concluir de estos dieciséis puntos, que

los apóstoles pueden resolver todos los problemas, con-
57
Mateo 10:40 Note que los discípulos relativamente no estaban
entrenados para el ministerio y les hacían falta ciertas cualidades de
carácter cuando Jesús habló éstas palabras.
58
Mateo 10:41 Eso es complementario, no lisonjero. Recuerde, estos
son profetas.
testar todas las preguntas, y llenar cada necesidad. Lo
que ellos pueden hacer -y son llamados a hacer- es servir
al cuerpo de Cristo en un papel fundamental haciendo
espacio para todos los ministerios enviados por el Señor
Jesús, y poniendo en su lugar todo lo que es necesario
para el continuo crecimiento y salud de la iglesia. A la luz
del hecho que los apóstoles son tan humanos como
cualquier otro, seríamos faltos de sabiduría que espe-
ráramos que los objetivos de este capítulo fueran
plenamente alcanzados todo el tiempo. Pero tampoco
debiéramos desestimar lo que Dios puede y hará a través
de sus siervos cuando nosotros abrimos nuestros corazo-
nes y nuestras iglesias a recibir de ellos.
Capítulo
5
La Visión Principal del Apóstol
“A él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús, por todas

las generaciones de todas las edades, para siempre.
Amén”.
(Efesios 3:21)
Un verdadero apóstol ve todo el cuadro. No es corto de

mente o parroquial en su pensamiento. El no es ni sectario
ni denominacional- pero él si piensa en familia.
Dick Benjamin de Abbotts Loop, Alaska lo pone de una

forma muy simple: ‘Un apóstol pinta con la brocha grande.’
Por lo tanto, un apóstol reconocerá que hay límite a las

áreas de su involucración principal y límites en su tiempo y
energía. El está comprometido a jugar su parte -sea
grande o pequeña- viendo que el Padre sea glorificado en
la iglesia universal de Jesucristo. Aunque puede estar en
una denominación, la denominación no está en él.
Por lo menos hay cinco verdades que controlan y motivan

el pensamiento y actividad de un verdadero apóstol:
Primero que todo, él cree que el propósito original en la
creación de Dios fue el de llenar toda la tierra con gente
sin pecado, humilde, obediente y dependiente de Dios
quienes gobernarían este planeta desde una posición
estando bajo la autoridad de Dios:
“Dios los bendijo y les dijo: "Sed fecundos y multiplicaos.

Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los
peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que
se desplazan sobre la tierra.”
(Génesis 1:28)
Imaginen una tierra sin dolor, enfermedad, maldad, ruina o

muerte; un mundo en el que no habría guerra, hambre, ni
luchas domésticas o divorcio, ni asesinatos, ni violaciones,
ni robo - de hecho, ningún crimen; una sociedad en la que
no habría codicia, ni odio, ni malicia, ni egoísmo, ni
rebelión, ni orgullo. Este fue el plan original de Dios.
Pero Adán y Eva decidieron someterse a la tentación de

Satanás, y habiéndolo hecho, ellos se volvieron sus
esclavos. En Romanos 6:16, Pablo escribe: “¿No sabéis
que cuando os ofrecéis a alguien para obedecerle como
esclavos, sois esclavos del que obedecéis; ya sea del
pecado para muerte o de la obediencia para justicia?”
Una vez que Adán y Eva se volvieron siervos de Satanás,

las ‘llaves del gobierno’ que Dios les había dado, fueron
legalmente arrebatadas por el diablo. En efecto, Adán y
Eva cometieron ‘alta traición’ en este acto de desobedie-
ncia.
La redención no es un asunto centrado en el hombre

(como es presentado muchas veces en nuestros púlpitos).
La redención es la restauración del plan original de Dios.
Ese plan, por supuesto, incluye nuestra salvación y el
amor inagotable de Dios por la humanidad, pero nosotros
nunca debiéramos de perder de vista que en el corazón de
la redención se halla la gloria de Dios. Y para la gloria de
su nombre, Dios ya ha ideado un plan para recuperar
legalmente las llaves que Adán había entregado tan traido-
ramente.
Dios no perdió nada de tiempo para declararle a Satanás

que de la mujer vendría un niño que le aplastaría la
cabeza. Satanás sería capaz de ‘herir el calcañar’ del
Redentor, pero le costaría la cabeza al diablo - y la
autoridad que él había usurpado del representante dele-
gado de Dios. Algunos miles de años después vino a la
tierra un Hijo obediente, sin pecado y humilde que gobernó
desde una posición estando bajo la autoridad de su Padre.
El no vino a hacer su propia voluntad, y tenía autoridad por
estar bajo autoridad: “Yo no puedo hacer nada de mí
mismo. Como oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no
busco la voluntad mía, sino la voluntad del que me envió”.
(Juan 5:30)59
Finalmente, a través de su muerte destruyó a Satanás

quien tenía el poder de la muerte60 -reduciendo a cero su
autoridad y derecho legal para acusar- y recuperó las
llaves. Al mismo tiempo, a través de la muerte y resur-
rección de Jesús, una nueva creación fue dada a luz: un
pueblo que ha sido limpiado de pecado, justificado y santi-
ficado, quienes tienen que llenar toda la tierra y, bajo el
Señorío de Jesucristo, tratar de llevar a cabo el mandato
original encomendado a Adán y Eva. Por eso es que
nuestro Señor nos enseñó a orar: “Venga tu reino, sea
59
Vea también Juan 5:27-27 y Mateo 8:8-9.
60
Hebreos 2:14 y Apocalipsis 1:18.
hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la
tierra”. 61
Es este entendimiento lo que guarda a un apóstol de la

pequeña visión patética de solamente llenar las bancas los
domingos por la mañana (especialmente si esas bancas
son ocupadas por gente cuyo único interés es ser
bendecida personalmente y llenar sus necesidades). Hace
un poco de tiempo, recibí un folleto por correo anunciando
una conferencia para pastores.
El tema era: Cómo romper la barrera de los 200. Estrujé el

papel hasta convertirlo en una bola y lo tiré al bote de
basura exclamando, ‘¡Doscientos para qué! ¿Doscientos
para mantener tibias las bancas los domingos en la
mañana?’ Ahora, si las palabras hubieran dicho: Como
discipular, preparar y enviar 200 soldados al frente de
batalla de Dios, hubiera sido otra cosa diferente. Gracias
a Dios por organizaciones como Juventud Con Una Misión
y Operación Movilización quienes están comprometidos al
entrenamiento y equipamiento de gente joven para enviar-
los a las naciones con el evangelio. Pero la razón de que
esos grupos existan es porque la iglesia local está fallando
en la comisión ordenada por Dios de discipular todas las
naciones.
En segundo lugar, un apóstol cree que Dios recibe una

gloria especial cuando su gente vive por gracia a través de
la fe. John Piper lo pone de esta manera: ‘Mi pasión es
afirmar la supremacía de Dios en cada área de la vida. Mi
descubrimiento es que Dios es supremo no donde él es
simplemente servido por deber, sino donde es servido con
deleite. “Deléitate en el Señor” (Salmo 37:4) no es una
61
Mateo 6:10.
sugerencia de poca importancia. Es un llamado radical a
perseguir su satisfacción total en todo lo que Dios promete
ser por usted, en Jesús. Es un llamado a vivir en la alegre
libertad y amor sacrificial que proviene de la fe en la gracia
futura’.62
Una de las declaraciones clave de John Piper en este libro

es: ‘Dios es más glorificado en nosotros cuando nosotros
estamos más satisfechos en El’. A lo cual sólo puedo
decir, amén y amén.
En tercer lugar, el apóstol cree que toda le gente de Dios

está siendo edificada juntamente para ser morada de Dios
en el Espíritu Santo. El entiende que nuestros cuerpos son
templos del Espíritu Santo63 y que la iglesia completa es el
cuerpo corporativo de Dios.64 En otras palabras, el templo
corporativo está hecho de templos individuales. Muchos
apóstoles creen que en Juan 14:2, la frase ‘En la casa de
mi Padre muchas moradas hay’, significa ‘En el templo de
mi Padre muchos templos hay’. En los siguientes versí-
culos, Jesús sigue diciendo: ‘Y si voy y os preparo lugar,
vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo
esté, v o s o t reos st é i s ’ . t a m b i é n
(Juan 14:3)
La interpretación tradicional de ese pasaje es que desde

que Jesús regresó al cielo después de su muerte y resur-
rección, ha estado ocupado construyendo casas para que
las ocupemos en el futuro. Dicha teología ha engendrado
cancioncillas tal como: ‘Constrúyeme una pequeña caba-
ña en la esquina de la tierra de gloria’. ¿Verdaderamente
62
Future Grace, p. 399.
63
1 Corintios 6:19.
64
1 Corintios 3:16-17 y 2 Corintios 6:16.
cree que Jesús esté en el cielo listo con martillo y clavos,
construyendo una casa para usted? Una vez más, tal
teología hace que todo esté centrado en el hombre.
De una manera, cuando Jesús dijo ‘Voy a preparar un

lugar para ustedes’, él ciertamente casi estaba usando la
imagen del sumo sacerdote del Antiguo Testamento quién
una vez al año entraba al lugar Santísimo con la sangre
del sacrificio por la expiación de los pecados de Israel.
Esto es descrito por el escritor a los Hebreos: “Pero
estando ya presente Cristo, el sumo sacerdote de los
bienes que han venido, por medio del más amplio y
perfecto tabernáculo no hecho de manos, es decir, no de
esta creación, entró una vez para siempre en el lugar
santísimo, logrando así eterna redención, ya no mediante
sangre de machos cabríos ni de becerros, sino mediante
su propia sangre”.
(Hebreos 9:11-12)
En Efesios 2:13, Pablo escribe: “Pero ahora en Cristo

Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos habéis
sido acercados por la sangre de Cristo”.
Cristo tiene, por el precio de su sangre, preparado un lugar

para nosotros -un lugar donde él mora dentro de su
templo corporativo: Un lugar dentro del cuerpo de Cristo.
Este templo tiene una dimensión en el presente- en
términos de nuestra ocupación en la familia de la iglesia
(relacional y funcionalmente), y una dimensión eterna - ya
que nosotros también somos parte de lo que alguien ha
llamado ‘la familia eterna de Dios’. Los miembros de esa
familia pueden buscar tener una relación y función
constantes a través de la eternidad. ¡Qué lugar tan mara-
villoso ha preparado él para nosotros!
¿Pero qué quiso decir Jesús en Juan 14:3 cuando dijo:
“vendré otra vez y os tomaré conmigo...?” Algunos comen-
taristas ven esto como la segunda venida de Cristo, pero
el contexto no parece señalar hacia esa interpretación
porque en los versículos 18 y 19, Jesús dijo: “No os dejaré
huérfanos; volveré a vosotros. Todavía un poquito, y el
mundo no me verá más; pero vosotros me veréis. Porque
yo vivo, también vosotros viviréis.”
Parece obvio que Jesús se está refiriendo al período entre

su resurrección y su ascensión. En los versículos 16 y 17
él hace la referencia que el Espíritu Santo viene a estar
con ellos y a morar en ellos. En el versículo 23 él habla
del Padre y él mismo viniendo a hacer su morada con
aquellos que lo aman y guardan su Palabra. Y en Efesios
2:22 Pablo resalta que nosotros estamos siendo edificados
juntamente para que Dios pueda morar en nosotros por el
Espíritu Santo. Noten que Pablo está usando el tiempo
presente: están siendo edificados.
En el libro de Apocalipsis, sin embargo, vemos el cuadro

completo: “Y yo vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén que
descendía del cielo de parte de Dios, preparada como una
novia adornada para su esposo. Oí una gran voz que
procedía del trono diciendo: "He aquí el tabernáculo de
Dios está con los hombres, y él habitará con ellos; y ellos
serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su
Dios.”
(Apocalipsis 21:2-3)
Me parece que el pasaje en Juan 14 y Efesios 2:13-22 se

refiere al período de tiempo entre la resurrección y la
venida de Cristo, durante el tiempo en el cual tenemos la
garantía65 del Espíritu. Pero, en Apocalipsis 21 tenemos la
gran consumación de los propósitos eternos de Dios
expresados en la ‘medida de la estatura de la plenitud de
Cristo’ (Efesios 4:13), la culminación del misterio que ha
sido ‘revelado ahora a sus santos apóstoles y profetas por
el Espíritu’ (Efesios 3:5), y la plena manifestación del Dios
trino comprometido con su pueblo redimido.
Entre tanto, el trabajo de edificación continúa, como lo

podemos ver en este extracto de la primera carta de
Pedro: “Vosotros sed edificados como piedras vivas en
casa espiritual para ser un sacerdocio santo, a fin de
ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por
medio de Jesucristo”.
(1Pedro 2:5)
En cuarto lugar, los apóstoles tienen el corazón de Dios al

desear ver al Padre ‘conducir a muchos hijos a la gloria’
(Hebreos 2:10). El propósito de la cruz con todo su
sufrimiento y vergüenza, era el rescatar esclavos del reino
de Satanás y transferirlos al Reino de su amado Hijo. Es el
trabajo del Padre el hacernos hijos, como podemos leer:
“Pues tanto el que santifica como los que son santificados,
todos provienen de uno. Por esta razón, él no se
avergüenza de llamarlos hermanos”.
(Hebreos 2:11)
El evangelismo nunca está lejos de la mente y del interés

de un verdadero apóstol. La Gran Comisión es también su
gran comisión, no importando que esté predicando el
evangelio él mismo, o esté haciendo lugar para que
evangelistas dotados practiquen su oficio. Aún cuando
algunos prediquen a Cristo por un motivo equivocado, él
65
Efesios 1:14; 2 Corintios 5:5.

puede encontrar algo bueno en eso: “Aquéllos anuncian a
Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir
aflicción a mis prisiones. ¿Qué, pues? Solamente que de
todas maneras Cristo es anunciado, sea por pretexto o sea
de verdad, y en esto me alegro”.
(Filipenses 1:17-18)
En quinto lugar, los apóstoles tienen una tremenda pasión

por ver llegar al cuerpo de Cristo a un lugar de unidad y
madurez. Las palabras que Pablo escribió a la iglesia de
los Efesios reverberan en sus corazones: “Hasta que todos
alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo
de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.
(Efesios 4:13)
Si bien Dios es soberano y pudiera lograr esto sin ninguna

involucración, él ha escogido llevar a cabo la unidad y la
madurez del cuerpo de Cristo a través de los cinco
ministerios descritos en el versículo 11. Estos ministerios
están para entrenar y liberar a cada miembro del cuerpo
para formar parte de ‘la fuerza de trabajo del reino’, pero la
triste realidad es que aún existe un desempleo masivo
dentro de nuestras comunidades de iglesia, y creo que eso
permanecerá así hasta que veamos todos los dones
equipadores de Cristo reconocidos y recibidos.
Si el entrenamiento de los trabajadores de construcción

estuviera limitado a plomeros y electricistas, nuestra indus-
tria de la construcción estaría en una situación de pena.
Todavía, esta es la clase de situación en la que la iglesia
se encuentra. De nada sirve orar para que Dios sea
glorificado en su iglesia y en Cristo Jesús (como Pablo lo
hizo en su carta a los efesios) si nosotros no deseamos o
no estamos disponibles para que el poder de Dios trabaje

dentro de la iglesia de acuerdo al patrón bíblico. El trabajo
de edificación no puede ser hecho por un hombre, ni por
un grupo grande de hombres solamente de una o dos
clases de dones. Requiere del ministerio quíntuple- inclu-
yendo los dones principales y fundamentales de apóstoles
y profetas- para desarrollar la clase de iglesia que Dios
está deseando edificar.
Los apóstoles piensan en términos corporativos, en aso-

ciaciones. Ellos son delegadores. Ellos saben que la ta-
rea es muy grande para que un hombre pueda llevarla a
cabo por sí sólo, así que es perfectamente natural para
ellos el formar equipos. En el siguiente capítulo examina-
remos como los apóstoles encaran dicho reto.

Capítulo
6
Edificando un Equipo Apostólico
Reflexionando sobre los equipos del ministerio, frecuen-

temente pienso en Billy Graham y los hombres y mujeres
que han trabajado con él por muchos años. Ellos son el
equipo más enfocado, con más visión, leal y fiel que un
hombre pudiera desear- lo que no solamente dice mucho
de los individuos del equipo, sino habla mucho de la
calidad del líder.
Tienen que haber habido momentos tensos que probaran

su compromiso y relaciones desde que el equipo empezó
a formarse en 1947, pero uno nunca lo sabría al
observarlos. Billy Graham es un evangelista de la más alta
unción, pero para muchos él es también un padre espi-
ritual; lo que me trae a la primera cosa que quiero decir
acerca de edificar un equipo apostólico.
El líder necesita ser un padre apostólico

Los sacerdotes en la tradición Católica Romana y Anglo-
Católica son llamados Padres - una práctica sobre la cual,
yo creo, Jesús habló en contra cuando dijo: “Y no llaméis

a nadie vuestro Padre en la tierra, porque vuestro Padre
que está en los cielos es uno solo”. 66
Sin embargo, Pablo pudo decir en 1Corintios 4:15: “Pues

aunque tengáis diez mil tutores en Cristo, no tenéis
muchos padres; porque en Cristo Jesús yo os engendré
por medio del evangelio”.
Claramente, Pablo vio la diferencia entre el uso de padre

como un título, y la existencia de una relación paternal con
gente de la iglesia. Por ejemplo, él no vio ningún problema
en llamar a Timoteo y Tito sus verdaderos hijos en el
Señor.
Puede ser que no todos los apóstoles sean padres espiri-

tuales, pero pareciera esencial que cualquiera que estu-
viera formando un equipo apostólico, necesitaría tener la
convicción que Dios lo ha llamado a ser un padre. De la
misma forma, ésta unción ‘paternal’ tendría que ser
reconocida por los otros miembros del equipo.
Los miembros del equipo son seleccionados,

no son voluntarios
Es esencial que cada miembro del equipo sea selec-
cionado cuidadosamente en oración. El concepto de
escoger a los miembros del equipo seleccionándolos (en
lugar de usar voluntarios o un proceso ‘democrático’ de
selección) puede ir en contra de nuestra mentalidad
occidental, pero es ampliamente bíblico. Miramos un
ejemplo interesante de esto en la vida de Moisés. Al
principio él ofreció sus servicios voluntariamente como
libertador- o como Esteban lo explicó en el capítulo 7 del
66
Mateo 23:9.

libro de Hechos: “le vino al corazón... pero él pensaba...”
En otras palabras, ¡Solamente fue una buena idea! ¡Y
nosotros sabemos lo que resultó de eso! Cuarenta años
después vino el encuentro de la zarza ardiente, y un
Moisés poco dispuesto fue designado (esto es, selec-
cionado) por Dios para llevar a cabo la liberación del
pueblo de Israel de Egipto.
La asignación de profetas como Moisés y Jeremías no

involucró a una tercera persona, si no que fue un
encuentro directo con Jehová Dios. Pero hay muchos
otros ejemplos donde Dios hizo que su elección se
conociera a través de medios humanos: Josué fue
escogido por Moisés; David fue seleccionado por Samuel;
Eliseo fue reconocido a través de Elías; Bernabé escogió a
Pablo en Antioquía para ayudarlo; Pablo escogió a
Timoteo y luego tomó a Silas para que fuera con él; y- en
el caso histórico del primer equipo apostólico- los doce
discípulos fueron escogidos por mano de Jesús: “Entonces
subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y fueron a él.
Constituyó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que
estuvieran con él, y para enviarlos a predicar y tener
autoridad para echar fuera los demonios.”
(Marcos 3:13-15)
Una cosa para recordar en todo esto, es que ellos, cuando

fueron escogidos estaban ‘dedicados a sus propios
negocios’. Probablemente la última cosa que había en sus
mentes era el pensamiento de dejar sus hogares y
trabajos y posiblemente terminar como mártires. ¡Ellos no
pidieron la asignación, fueron seleccionados!

Los miembros del equipo deben estar unidos
al líder apostólico
Es absolutamente vital que cada miembro del equipo

tenga una revelación que Dios lo ha unido al líder como
una coyuntura67 funcional. La costumbre de quebrar
pactos, de deslealtad, de brincar de iglesia a iglesia y de
cambiar pastores, revela que los cristianos de hoy en día
tienen poco entendimiento de que el cuerpo de Cristo se
conforma de partes (miembros) entrelazados por coyun-
turas funcionales -esto es, pacto de relaciones de trabajo.
Una vez que el creyente mira esta verdad, sus opciones se

ven grandemente reducidas: la ‘puerta de atrás’ ya no se
ve como una alternativa creíble. El está ‘atrapado’ por su
revelación, parecido a los discípulos quiénes a veces
pudieran haber sentido el dejar a Jesús, pero se habían
quedado sin opciones: ‘Señor, ¿a quién iremos?’ Pedro
preguntó retóricamente, ‘tú tienes palabras de vida eterna.’
Usted puede estar seguro que Cliff Barrows sabe que Dios
lo unió a Billy Graham; similarmente, George Beverly
Shea. En parte, es debido a esta unidad que las campañas
de Billy Graham tienen una fuerza evangelística formi-
dable. Una cosa en la cual soy muy cuidadoso, es en
averiguar si un miembro potencial para el equipo tiene un
historial de relaciones rotas. Si esa es la historia, las
posibilidades son que la misma cosa vuelva a ocurrir.
Posiblemente, este fue el factor que ayudo a Pablo a llegar
a la conclusión que no podía darse el lujo de incluir a Juan
Marcos en su segunda misión apostólica.
67
Efesios 4:16 habla del cuerpo, ‘bien concertado y entrelazado por la
cohesión que aportan todas las coyunturas..’ Aquí, la palabra coyun-
tura se refiere a relaciones.

Los miembros del equipo deben ser ‘jugadores
de equipo’
Cada miembro debe de ser un jugador del equipo y tener
la revelación que Dios lo ha unido al resto del equipo.
Usted puede imaginarse el problema si un miembro bien
relacionado con el líder, no recibiera a los otros miembros
del equipo - especialmente si se viera superior a ellos. Yo
he experimentado esa situación en por lo menos tres
ocasiones, y estoy agradecido que todos llegaron a la
conclusión necesaria (pero triste): esas personas nos
dejaron.
Peor aun, cuando un miembro cree que Dios lo ha unido a

los otros miembros del equipo pero no al líder. Cualquier
miembro del equipo que piense que tal situación puede
permanecer sin resolver está grandemente engañado.
Jesús dijo: “El que no está conmigo, contra mí está; y el
que conmigo no recoge, desparrama.” 68
La importancia de los genes de familia

Así como las familias naturales tienen sus propias
características peculiares, también las tienen las familias
espirituales. Así es que los miembros de un equipo
apostólico necesitan tener una revelación de los ‘genes de
su familia’ espiritual. Cuando Pablo envió a Timoteo a
Corinto, le pudo decir con confianza a la iglesia: ‘el cual os
hará recordar mi proceder en Cristo Jesús, tal como lo
enseño por todas partes en todas las iglesias.’ 69 Pablo
68
Mateo 12:30.
69
1 Corintios 4:17.

pudo testificar a los Filipenses acerca de Timoteo lo
siguiente: ‘Porque a ninguno tengo tan unánime...’ 70
En algunas denominaciones, una persona joven, después

de completar su entrenamiento en el seminario bíblico,
inmediatamente es colocado en una congregación dife-
rente y se le da responsabilidad de liderazgo -a menudo
como pastor de jóvenes. En muchos casos se desarrollan
tensiones sobre diferencias doctrinales, normas incom-
patibles o estilos contrastantes. Y algunas veces la situa-
ción se agrava al punto donde una división de la iglesia es
inevitable. El problema: hay un choque de genes fami-
liares.
Déjenme darles un ejemplo que muchos pastores en el

Reino Unido y en Norte América encuentran familiar.
Juventud Con una Misión es una de mis favoritas como
organización de iglesia. Ellos hacen un buen trabajo
discipulando a los jóvenes que se unen a sus filas. El
problema inicia cuando estos jóvenes, habiendo adquirido
los genes de Juventud Con una Misión, regresan a casa a
su iglesia. En ese punto, a menudo encuentran difícil
volver a encajar a las viejas formas - integrarse exitosa-
mente en la estructura existente - lo que entonces puede
dar como resultado, tensión, una visión competitiva, o aun
una separación de caminos. Como resultado, Juventud
con una Misión recibe mala publicidad -la cual es, tanto
desafortunada como injusta.
La autoridad del líder
Cada miembro debe estar dispuesto a someterse a la

autoridad del líder en todos los asuntos del equipo. No se
70
Filipenses 2:20.

pueden tener dos pares de manos en el timón sin que
ocurran problemas. De hecho, eso es lo que ocurrió a
Pablo y Bernabé cuando estuvieron en claro desacuerdo
acerca de si Juan Marcos debiera ir con ellos en su
segunda misión apostólica. Juan Marcos los había aban-
donado en Panfilia (Hechos 13:13) y, como lo mencio-
namos previamente, pareciera que Pablo no fue capaz de
confiar lo suficiente en el joven la segunda vez.
Si Juan Marcos se regresó porque el liderazgo del equipo

había cambiado de su primo Bernabé a Pablo, es algo que
solamente podemos especular. Sin embargo, es valioso
darse cuenta que Lucas (un meticuloso escritor) registró lo
siguiente: que fue Pablo - no Bernabé - el que estaba lleno
del Espíritu y quién tomó autoridad al tratar con Elimas el
mago (Hechos 13:9), y que cuando el equipo zarpó de
Pafos, fue ‘Pablo y sus compañeros’ (versículo 13) -
Bernabé no es mencionado.
A nadie le gusta el pensamiento de ser guiado por un

dictador, y eso no es lo que la Biblia enseña. Pero las
Escrituras tampoco apoyan un modelo democrático para el
gobierno de la iglesia. El patrón que vemos en las páginas
del Nuevo Testamento, es uno de liderazgo consultivo,
donde se da máximo espacio para discutir, dialogar y
contribuir, pero la decisión final depende del liderazgo.
Miramos esto demostrado en el Concejo de Jerusalén
(Hechos 15) donde mucha discusión y consulta (para no
mencionar debate acalorado) surgió sobre el lugar de la
ley y la circuncisión, en la vida de los creyentes gentiles. Al
final, Jacobo se paró y juzgó -con lo cual todos estuvieron
de acuerdo- y la paz fue restaurada en las iglesias.

El lugar de la gente joven
El equipo apostólico debiera incluir gente joven. Yo en-

cuentro fascinante observar el lugar que Dios le da a la
gente joven tanto en los tiempos del Antiguo como del
Nuevo Testamento. Por ejemplo, tenemos al joven Sa-
muel cuyas palabras proféticas fueron tan certeras que la
Biblia dice que ninguna de ellas “cayó a tierra.” 71 Después
está David que era tan joven que su padre ni siquiera
consideró llamarlo de los campos para que se parara con
sus hermanos delante de Samuel. Jeremías tal vez era
tan joven como de doce años cuando Dios lo asignó como
profeta a las naciones.72 ¡Y Joás tenía siete años de edad
cuando fue coronado rey!73
Pero es la escogencia de Timoteo por Pablo que yo

encuentro tan retadora. Puede haber poca duda que
Pablo estaba tomando un verdadero riesgo cuando lo dejó
en Efeso para guiar la iglesia allí apostólicamente: como
mencionamos previamente, esta iglesia tenía varios miles
de miembros. Pablo lo instruyó para que tratara con
aquéllos que estaban enseñando doctrinas extrañas y para
reconocer ancianos (entre muchas otras cosas). En 1
Timoteo 4:11 él dice: “Estas cosas manda y enseña,” lo
cual significa sigue mandando y enseñando estas cosas.
No extraña que Pablo continúe diciendo en el versículo 12:
“Nadie tenga en poco tu juventud.” Si Pablo pudo incluir a
un Timoteo en su equipo, nosotros debiéramos estar
dispuestos a hacer lo mismo.
71
1 Samuel 3:19.
72
Jeremías 1: 6-7.
73
2 Crónicas 24:1.

El equipo debe incluir profetas, evangelistas,
pastores y maestros
Dado que Jesús vio conveniente dar una variedad de

ministerios a su Iglesia, seguiría que cuando fuere posible,
cada uno de los dones equipadores de Efesios 4 debieran
estar representados en el equipo. Si nosotros queremos
ver evangelistas saliendo de las iglesias, no serán los
pastores quienes serán capaces de equiparlos. Los
pastores equipan pastores, y los evangelistas equipan
evangelistas; el mismo principio aplica a los profetas y a
los maestros.
Cuando nos estamos arreglando los dientes, y el dentista

se acerca a nosotros con el taladro en la mano, diciendo:
“Ahora abre bien la boca,” es bueno estar seguro que fue
otro dentista quien lo entrenó - y no un plomero o un
autodidacta aficionado.
La importancia de la vulnerabilidad y plena

transparencia
Si un miembro del equipo esconde pecado personal o,
como dice el dicho, sostiene sus cartas pegado a su
pecho, es perjudicial para todo el equipo. Una cadena es
tan fuerte como su argolla más débil, y un equipo
apostólico (o cualquier equipo ministerial para el efecto) no
puede gozar de un verdadero compañerismo si sus
miembros no caminan en la luz.
“Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos

comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos
limpia de todo pecado.”
(1 Juan 1:7)

“Por tanto, confesaos unos a otros vuestros pecados, y
orad unos por otros de manera que seáis sanados.”
(Santiago 5:16)
Recientemente se me acercó un hombre al que yo amo

cariñosamente y lo tengo en gran estima, preguntando si
él y yo podríamos comer juntos y tener una plática. Así
fue cómo me enteré que algunos quince años atrás yo lo
había tratado sin cuidado y se había sentido rechazado
cuando había buscado mi ayuda en aquella oportunidad.
Fue un descubrimiento doloroso, pero no había ninguna
duda: ¡Yo era culpable! Inmediatamente reconocí mi error
y fui perdonado instantánea y afablemente. Pero mientras
manejaba hacia casa no podía dejar de hacerme la
pregunta: ¿Qué es lo que había en mí que no le permitió a
él confrontarme con mi pecado? Y cuán diferentes
hubieran podido ser las cosas entre nosotros si él hubiera
estado dispuesto en ese entonces a ser vulnerable y
caminar en la luz conmigo.
Por el resto de mi vida estoy comprometido a caminar al

lado de otros plenamente en transparencia, e insistiré que
todos los miembros en mi equipo estén dispuestos a hacer
lo mismo. Watchman Nee una vez dijo: “Si no he pedido
disculpas a alguien recientemente, tinieblas han entrado a
mi alma de alguna forma.” Yo agregaría lo siguiente al
reto del gran hombre: “Si estoy reteniendo un dolor se-
creto o una inquietud acerca de otro, esto también significa
que ‘tinieblas han entrado a mi alma de alguna forma.’”
Es el don más precioso el ser capaz de mirar a los ojos de

otra persona a la cual uno ama y saber que no hay
sombras o dudas entre ambos.

No asalariados
Usted no puede darse el lujo de tener hombres apegados

a un horario en su equipo. Cuando Pablo escribió a la
iglesia en Roma, le envió saludos a Pérsida diciendo:
“Saludad a la amada Pérsida, quien ha trabajado mucho
en el Señor.” ¡Qué tremenda aprobación!
La Biblia registra que Dios escogió para servirle a él, a la

gente que usualmente estaba más ocupada en su trabajo.
Moisés y David estaban pastoreando sus rebaños; Eliseo
estaba arando con doce bueyes - un trabajo no inferior,
considerando la fuerza de tal hato; Gedeón, a pesar del
peligro por el acecho de los Madianitas, valerosamente
estaba trillando el trigo; Pedro y Andrés estaban pescando;
y Jacobo y Juan estaban remendando sus redes.
Yo siempre soy un poco cauteloso con la gente que piensa

que son muy espirituales para dar una mano de ayuda en
tareas prácticas. Yo he escuchado aun comentarios como:
“Yo consigo a alguien para que venga y se haga cargo de
la casa; es más importante que yo siga con mi ministerio.”
Dicha gente falla al no ver que ellos están poniendo un
ejemplo que es diferente de la norma bíblica: “Asimismo,
que las mujeres mayores sean reverentes en conducta, no
calumniadoras ni esclavas del mucho vino, maestras de lo
bueno, de manera que encaminen en la prudencia a las
mujeres jóvenes: a que amen a sus maridos y a sus hijos,
a que sean prudentes y castas, a que sean buenas amas
de casa, a que estén sujetas a sus propios maridos, para
que la palabra de Dios no sea desacreditada.”
(Tito 2:3-5)

En el King’s Bible College en Escocia, somos cuidadosos
de mezclar el estudio de la palabra de Dios con una dosis
saludable de tareas prácticas. Esto tiene varios beneficios:
Ayuda a mantener los costos bajos, les da a los estu-
diantes una pausa a sus labores intelectuales, y les ense-
ña que el trabajo práctico también es espiritual. Lo último
es un principio aun practicado por órdenes monásticas
alrededor del mundo - una disciplina diaria en el trabajo, la
palabra y la oración.
El papel de la energía persistente y enfocada

(celo)
No basta con que los miembros del equipo sean traba-

jadores arduos. Ellos también necesitan tener fervor por
Dios. Cada vez que pienso en gente fervorosa en las
Escrituras, dos nombres siempre me vienen a la mente. El
primero, por supuesto, es Jesús. En el pasaje de su
limpieza del templo, sacando a los mercaderes y cam-
bistas, está registrado que los discípulos recordaron que
estaba escrito: “El celo por tu casa me consumirá.” 74
La segunda persona es el profeta Eliseo. En 2 de Reyes

capítulo 2 leemos la historia de lo que pasó en la jornada
que los guió a la partida de Elías de ésta tierra por un
torbellino. Tres veces Elías le pide a Eliseo que se quede
atrás, pero tres veces Eliseo responde: “¡Vive Jehová, y
vive tu alma, que no te dejaré!”
Finalmente, los dos cruzan el Jordán y Eliseo oye las

palabras que había estado esperando: “Pide lo que
quieras que haga por ti, antes que yo sea arrebatado de tu
lado.”
74
Juan 2:17.

Eliseo, plenamente enterado del derecho del primogénito
de pedir una porción doble, inmediatamente responde: “Te
ruego que pase a mí una doble porción de tu espíritu.” El
celo persistente de Eliseo ganó en ese día y regresó
habiendo obtenido lo que su alma anhelaba. El rehusó
aceptar un no por respuesta.
Yo oí que fue dicho años atrás que la iglesia en el Reino

Unido sufre de dos problemas principales: mediocridad y
pasividad. Habiendo vivido y viajado en varios países por
los últimos veinte años, yo he venido a aceptar exactitud
de observación. En el caso de la mediocridad, ¿será
porque tenemos miedo de gastar el dinero del Señor? No
estoy seguro. Pero ciertamente pareciera que nos hace
falta celo y creatividad - aun en la forma de anunciar y
presentar nuestras conferencias y actividades de la iglesia.
En cuanto a la pasividad, nosotros fácilmente aceptamos
un no por respuesta.
Durante mi reciente visita a Argentina, yo estaba con un

grupo de hombres de Inglaterra a la hora del almuerzo.
Buscando un lugar adecuado para comer, entramos a un
restaurante que ya no estaba sirviendo aunque la puerta
del frente estaba abierta. La inmediata respuesta del grupo
fue salir del comedor.
Esperen un momento, yo dije, ‘tal vez el dueño pueda dar

la bienvenida a once ingleses hambrientos.’
Nuestro intérprete le explicó al dueño que todos deseá-

bamos comer. ‘Sí, sí,’ fue su respuesta inmediata. Treinta
minutos después todos nos estabamos gozando el más
delicioso biftec que ninguno de nosotros había comido
alguna vez. ¡Yo aun me siento un poco culpable acerca de
haber sido el responsable de haber interrumpido la siesta

de un mesero que estaba pestañando bajo una de las
mesas! Sin embargo, le dejamos una buena propina.
Evitar el interés personal
Cada miembro del equipo debe de estar exento de interés

propio. El incluir en el equipo a alguien cuyo interés
principal es encontrar un lugar para su propio ministerio no
es sabio, sin importar cuan dotada sea la persona. De otro
modo, uno se corre el riesgo de que un espíritu de
competencia invada al equipo completo.
Una de las cosas más preciosas que observamos en la

iglesia Rey de Reyes en Buenos Aires, fue ver la manera
en que los cuatro líderes que eran hijos espirituales de
Claudio Freidzon servían a su padre en el Señor. Estos
hombres eran pastores con una considerable responsa-
bilidad en la iglesia, pero todos ellos estaban perfecta-
mente contentos de trabajar bajo el liderazgo de Claudio y
hacer que su vida fuera lo menos tensa posible. Nos
recordó de la relación de Timoteo con Pablo - la cual
contrastaba con aquella de otros líderes cuyo interés
propio impedía tener una relación cercana en el trabajo.
Después de decirle Pablo a los Filipenses que estaba
enviándoles a Timoteo, él dice: “Porque todos buscan sus
intereses personales, no lo que es de Jesucristo. Ya
conocéis la reputación de Timoteo, que como hijo a padre
ha servido conmigo en el evangelio”.
(Filipenses 2:21-22)
Refiriéndome nuevamente al equipo que rodea a Billy

Graham, ¿se pueden imaginar el estrago que uno de ellos
podría ocasionar si él quisiera dar un giro para que la
atención fuera hacia él y no a Billy Graham?

Imagínese que Cliff Barrows deseara que las cruzadas se
llamaran las ‘Cruzadas de Billy Graham y Cliff Barrows’. La
siguiente cosa que esperaríamos sería que George
Beverly Shea insistiera en que se llamaran las ‘Cruzadas
de Billy Graham, Cliff Barrows y George Beverly Shea
(excepto que tal vez entraría en discusión con Cliff
Barrows para ver que nombre iría de segundo). No, esos
hombres de Dios entienden el principio de trabajar para el
bien del todo, y como un equipo unido, han sido capaces,
por la gracia de Dios, de impactar todo el mundo con el
evangelio.
Hagan espacio para los que corren riesgos
Dios no se impresiona con gente que no está dispuesta a

correr riesgos. El hombre en la parábola que enterró su
talento porque quería ir ‘a lo seguro’ incurrió en la ira de su
amo, quién ordenó que lo echaran a las tinieblas de afuera
donde hay lloro y crujir de dientes.75
Cada miembro del equipo necesita operar en el ámbito de

la fe y ser un corredor de riesgos. La gente que es
conocida por correr riesgos puede parecer un poco
arrogante a veces, y es capaz de hacer una pasada
terrible, pero es la clase de gente cuya vida hace la
diferencia. Thomas Myerscough dijo una vez del joven
W.F.B. Burton: “El es un joven difícil, pero llegará lejos.” ¡Y
de hecho, lo hizo!
Cuando Billy Graham vino a Harringay Arena a dirigir su
primera cruzada mayor en Inglaterra hace muchos años,
las apuestas estaban muy altas en su contra. La prensa
75
Mateo 25:14-30 Talento aquí es una suma de dinero, pero el mismo
principio aplica a cualquier recurso que nos sea dado a nosotros -
incluyendo dones y habilidades.

ridiculizó su juventud e inexperiencia - no sin mencionar
cada palabra y acción.
Pero el corazón de Billy estaba lleno de fe, y terminó

tomando Londres y los Condados Home como por una
tormenta. Su coraje tuvo un efecto galvanizador de dar
libertad a muchos jóvenes para compartir su fe en Cristo
sin ninguna vergüenza. Yo fui uno que, a través de su
ejemplo e inspiración, empecé a tomar cada oportunidad
para testificar de Jesús sin miedo. Como cadete en la
Policía Metropolitana en aquel tiempo, vi a otros nueve
cadetes recibir a Cristo en sus vidas.
No incluya gente “estúpida” en su equipo
Proverbios 12:1 nos dice que “El que ama la corrección

ama el conocimiento, pero el que aborrece la reprensión
se embrutece.” Esta es una declaración algo directa - pero
también es una verdad profunda. Usted está buscando
problemas si incluye personas en su equipo que no son
capaces de recibir corrección. Nada es más agotador que
usar tiempo precioso para ajustar las palabras o
comportamiento de alguien en el equipo, y él responda
elaborando excusas o rechazando las observaciones que
uno acaba de expresar.
Hay personas a las que prefiero corregir hablando

generalidades porque, si les doy ejemplos de lo que he
observado, ellos le dan la vuelta y hacen pedazos mis
observaciones. (Todo punto se puede argumentar si uno
está inclinado en esa forma, las cortes legales demuestran
ese principio todos los días). Aun es peor corregir a
alguien quién tiene la problemática destreza de darle
vuelta a toda la conversación, y para uno siendo el que
recibe la corrección. Cuando eso pasa, generalmente yo

me salgo de la discusión diciendo, “sabe, puede que usted
esté en lo correcto.”
La primera parte de Proverbios 12:1 dice “El que ama la

corrección ama el conocimiento,” y en Proverbios 9:8
leemos, “corrige al sabio, y te amará.” Es un gozo tener
alrededor gente a la que se le puede enseñar. Sin
embargo, algunos líderes insisten en tratar de corregir a
gente que claramente no está interesada. En esos casos,
se aplica Proverbios 9:7-8: “El que corrige al burlador se
acarrea vergüenza, y el que reprende al impío se acarrea
afrenta. No reprendas al burlador, porque te aborrecerá;”
Los miembros del equipo deben ser capaces

de resistir el sufrimiento
Jesús nunca nos prometió que servirlo a él iba a ser una
“lecho de rosas”. Su propia vida muchas veces incluyó
aflicción y sufrimiento -así como lo fue la vida del apóstol
Pablo, quién, junto con Jesús, tuvieron el impacto más
grande en el mundo. Como notamos previamente, la lista
de sufrimientos de Pablo incluyo: hambre, sed, insomnio,
exposición a los elementos, encarcelamientos, golpizas,
naufragios, amenazas, traiciones y aún apedreamiento (al
punto de muerte aparente). El entonces invita a Timoteo a
sufrir penalidades con él “como buen soldado de
Jesucristo” 76 ¡Bonita invitación! Debiera haber sido un
gran reto ser discípulo de Pablo.
Miembros del equipo apostólico que no pueden hacerle
cara a un poco de sufrimiento pueden drenar seriamente la
moral del resto del equipo. Durante gran parte de mi vida
he viajado a países del tercer mundo. Durante estas
“aventuras”, he experimentado una variedad de incomo-
76
2 Timoteo 2:3.

didades en las noches: dormir en el piso, dormir tres en
una cama, ser visitado por ratas y plagas “bichos
rastreros”. De hecho, en este mismo momento en que
escribo, mi espalda está cubierta con numerosas ronchas
que pican, heridas adquiridas como resultado de mis
recientes batallas con mosquitos, chinches de cama y
pulgas en Africa del Este.
A veces me he sentido tan enfermo -debido a algo que

comí o bebí en una de esas visitas- que he deseado morir.
No estoy diciendo que no han habido momentos de auto
compasión pero, cuando esto pasa, me forzo a considerar
eso en pocos días o semanas de tiempo cuando esté de
regreso en casa, durmiendo en mi propia cama y gozando
de todas las comodidades de la sociedad occidental. Es
entonces que pienso en todos aquellos que, por el bien del
evangelio y su amor por Cristo, han dejado atrás esas
comodidades en forma permanente.
Entonces, cuando encuentro un miembro de mi equipo

lloriqueando por el atraso de un avión o porque no le gusta
la comida o alguna otra queja insignificante, tomo la
oportunidad de recordarles de aquellos que enfrentan un
sufrimiento real - aquellos que, debido a su servicio a
Jesús en las “primeras filas”, tienen que vencer inconve-
niencias cada día mientras tratan con varias privaciones,
soledad, sueño disturbado, malaria y una multitud de otras
experiencias que amenazan sus vidas.
Un poco de sufrimiento por Jesús nunca le hizo daño a

ninguno. Si alguien no puede enfrentar las pequeñas
inconveniencias mientras sirve a Jesús en un país como
Inglaterra, ¿cómo se las arreglaría si Dios lo pusiera en las
junglas de Perú, o al lado de Jackie Pullinger entre los
drogadictos dentro de la ciudad vieja amurallada de Hong

Kong? Miles de años atrás el profeta hizo una pregunta
similar: “Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo
competirás con los caballos? Y si en tierra de paz te caes
al suelo, ¿qué harás en la espesura del Jordán?”
(Jeremias 12:5)
Las personas con iniciativa son esenciales

Hay una profunda diferencia entre alguien que es indepen-
diente y alguno que puede tener iniciativa y actuar inde-
pendientemente.
Algunos años atrás leí un libro absorbente que no era

ficción intitulado El Enigma. El trama de la historia era la
Segunda Guerra Mundial y los desesperados intentos de
las fuerzas aliadas por capturar los secretos del sistema
Alemán de comunicación para sus botes y barcos de
guerra. La clave del sistema era una máquina llamada el
Enigma, la cual cifraba mensajes en un código que no se
podía romper. Llegó el tiempo durante la guerra que
hombres escogidos debían ser lanzados en paracaídas
detrás de las filas del enemigo para tratar de capturar el
Enigma y entrarlo de contrabando a Inglaterra. Una de las
cualidades requerida en aquellos que serían escogidos era
su habilidad de ser creativos y actuar por cuenta propia sin
tener que consultar a Londres. Ellos fueron descritos como
“tipos maverick”. Siempre me recordaré cuando leí la frase
y oí a Dios susurrar a mi espíritu,“Y esos son la clase de
gente a la que tienes que hacerles espacio y delegarles
responsabilidad”.
Cada miembro de su equipo debe de ser un iniciador que

tiene la confianza de llevar a cabo el trabajo y no tenerle
miedo a usted. Pablo pudo dejar a Timoteo durante tres
años en Efeso. Aunque Pablo tuvo que alentar a Timoteo

para ser más osado, obviamente confiaba en que podía
hacer el trabajo.
La necesidad de la autodisciplina
Una vez oí decir que la forma más alta de gobierno hu-

mano es el control propio. En su carta a Timoteo, Pablo fija
la meta de la autodisciplina: “ejercítate para la piedad.” 77
Le hace la vida innecesariamente difícil al líder del equipo

si tiene que estarles recordando a los otros miembros sus
responsabilidades específicas, o tenerles que estar repi-
tiendo asuntos como la lentitud. A mí se me conocía como
el “no puntual” Barney Coombs por mi reputación de llegar
tarde. De alguna manera yo siempre sentí que tenía
explicaciones válidas por esas llegadas tardes -hasta que
alguien me señaló que mis atrasos deshonraban a aqué-
llos que tenían que esperar a que yo llegara, y por lo tanto,
esté era un pecado contra mis hermanos y hermanas.
Ahora esto llamó mi atención -y guió a un cambio en mi
conducta.
Si los miembros del equipo tienen sus propias agendas o

prioridades que les causa llegar tarde continuamente,
usted debería considerar seriamente si puede pagar el
precio de conservarlos. La llegada tarde de cinco minutos
de una persona, mientras diez personas están esperando,
suma cincuenta minutos perdidos. Treinta minutos tarde -
¡ahora su equipo ha perdido cinco horas de trabajo! Pronto
se añade más.
Los miembros del equipo también deben de mostrar

control propio y discreción en su hablar. El apóstol San-
77
1 Timoteo 4:7.

tiago nos dice que aquellos que son capaces de controlar
su lengua también son capaces de controlar todo su
cuerpo.78
El área más importante de la autodisciplina, sin embargo,

es en oración y estudio bíblico. Cuando cada miembro
pasa tiempo de calidad en devociones personales el
equipo estará afinado con el Señor y con cada otro
miembro cuando se reúnen para ministrar. Y cuando los
miembros del equipo están por su cuenta, se les puede
confiar que están sacando el alimento necesario que les
mantendrá alertas y sanos espiritualmente.
La integridad es esencial
Cada miembro del equipo debe haberse ganado la

confianza de los otros miembros del equipo. Sus pala-
bras siempre deben ser verdaderas y confiables -no
consideraciones exageradas. En más de una ocasión he
experimentado una aguda vergüenza de confrontar una
situación basada en el reporte de un colega -un reporte
que yo creí era correcto, que resultó estar altamente
adornado.
He descubierto que la gente que es cuidadosa en cómo

reportan cosas pequeñas usualmente son de confiar
cuando se trata de asuntos más importantes. Yo me fijo
especialmente en la gente que se corrige así misma en
medio de una frase, porque me dice que la pequeña
campana en su conciencia ha sonado, y ella responde
inmediatamente.
78
Santiago 3:2.

No permita pláticas sugestivas, especialmente con el sexo
opuesto. Pablo le dijo a Timoteo que tratara a las mujeres
jóvenes como hermanas “con toda pureza.” 79 Y no confíe
totalmente en nadie que nunca admite cometer un error o
que nunca confiesa haber pecado.
Humildad contra altivez

Nada trae más descrédito sobre un equipo apostólico que
cuando los miembros se comportan con un espíritu altivo.
En Proverbios 6:16-17, encontramos que la altivez es la
primera de las seis cosas que Dios odia. En los Salmos,
David dice: “Salvas al pueblo humilde, y humillas los ojos
altivos.” “...no soportaré al de ojos altaneros y de corazón
arrogante.” 80
Recientemente fui a una conferencia grande de renovación

en el Reino Unido. Había sido invitado a compartir unas
pocas palabras en una de las sesiones principales, así que
el joven al cual me voy a referir, sabía que yo era un líder.
Al final de la reunión, se estaba orando por muchas
personas; algunas habían caído al suelo en respuesta al
mover del Espíritu Santo, incluyendo a un niño de doce
años. Cuando terminé de orar por uno de los que había
pasado al frente, un joven como de veinticinco años,
miembro de un equipo de Norte América, de una forma
algo pomposa me hizo señas con su dedo índice hacia
donde estaba tirado el jovencito.
Me dijo: “¿Ve usted esto?”. “Esto es una señal de que Dios

tiene un plan para la gente joven de este país.”
79
1 Timoteo 5:1
80
Salmo 18:27, Salmo 101:5

Le di gracias por su observación y pensé en mis adentros,
si éste hombre joven líder del equipo hubiera visto esta
escena, no hubiera sabido dónde esconder su cara.
1 Pedro 5:5 nos dice que Dios está opuesto al orgulloso.

Usted no necesita tener gente en su equipo que está en el
proceso de estar opuesta a Dios. De hecho, el ser
removidos del equipo puede bien ser la forma que Dios
escoge para tratar con su orgullo. Cada miembro, como
su Señor y Salvador, debe de demostrar un espíritu
humilde y estar dispuesto a hacer tareas de servicio.
Como Jesús nos exhorta en Juan 13:14: “Pues bien, si yo,
el Señor y el Maestro, lavé vuestros pies, también vosotros
debéis lavaros los pies los unos a los otros.”
Sin embargo, una palabra de precaución es necesaria:

sólo porque una persona se mueva en fe y confianza no
significa necesariamente que él o ella están actuando
orgullosamente. Algunas veces aquéllos que sufren de
incredulidad y miedo son ofendidos por aquéllos que
corren riesgos. No debemos de confundir el coraje
piadoso con la arrogancia carnal.
El equipo como modelo

Finalmente, el equipo completo debe de modelar las ca-
racterísticas de una vida corporal. No podemos esperar
que una iglesia local viva de acuerdo a estos principios si
el equipo que les enseña a ellos, no les da el ejemplo. Lo
siguiente puede llamarse las diez Reglas de Oro de la
vida corporal:
1. Ellos deben de amarse los unos a los otros en amor

fraternal. (Romanos 12:10)

2. Cada uno debe considerar a los otros como superiores
a sí mismo. (Filipenses 2:3)
3. Ellos deben darse la preferencia él uno al otro.
(Romanos 12:10)
4. Ellos deben, a través del amor, servirse uno al otro.
(Gálatas 5:13)
5. Ellos deben de estar gozosos y tener una conducta
positiva. (1Tesalonisenses 5:6)
6. Ellos deben animarse y estimularse los unos a los
otros. (Hebreos 10:24-25)
7. Ellos deben caminar en perdón. (Colosenses 3:13)
8. Ellos deben de hacer todas las cosas sin murmura-
ciones. (Filipenses 2:14)
9. Ellos deben de luchar por mantener la unidad del
Espíritu. (2 Timoteo 2:24)
10. Ellos deben de confesar sus faltas los unos a los otros.
(Santiago 5:16)

Capítulo
7
La Naturaleza de un
Verdadero Hijo Espiritual
El concepto de tener otro padre o madre que no sean los

del nacimiento, es difícil de aceptar y entender entre los
occidentales. Este no es el caso en muchas otras culturas.
Por ejemplo, hay un líder muy respetado de África con el
que he caminado por un buen número de años quién,
cuando me escribe, se dirige a mí como su papi, y firma
de despedida tu amado hijo.
Ya hemos hablado acerca de la importancia de la pater-

nidad, pero en los siguientes dos capítulos quiero desar-
rollar el tema de paternidad espiritual y el ser hijo, y tratar
con algunas de las dimensiones prácticas de esas rela-
ciones. Para evitar sonar tedioso, puede que no repita el
prefijo espiritual cuando me refiera a paternidad o ser hijo.
Es crucial que antes que empecemos a hablar de los

aspectos prácticos de la paternidad y ser hijos, dejemos
sentado el asunto de su origen bíblíco. ¡No podemos
permitirnos el lujo de basar nuestra teología y práctica

solamente en las buenas ideas de alguien! Para men-
cionar sólo algunos ejemplos: Elí se volvió padre espiritual
de Samuel llamándole, “mi hijo” (1 Samuel 3:6); Elías
adoptó espiritualmente a Eliseo quien le llamó, “mi padre,
mi padre” (2 Reyes 2:12); Pablo adoptó a Timoteo, cuando
se dirigió a él como, “mi verdadero hijo en la fe” (1
Timoteo 1:2) y “mi amado y fiel hijo en el Señor” ( 1
Corintios 4:17); Pablo se refiere a Tito como “mi verdadero
hijo en la fe que nos es común” (Tito 1:4); y de Onésimo,
Pablo dice, “mi hijo, a quien engendré en mis prisiones”.
(Filemón versículo 10)
Aunque hay muchos maestros y predicadores, el hecho es

que no hay muchos padres. Durante el curso de mi vida he
sido instruido e inspirado por muchos hombres maravillo-
sos de Dios, pero sólo han habido cuatro hombres -
además de mi padre natural- de quiénes puedo decir que
fueron padres espirituales para mí. Pablo dice algo muy
parecido en su carta a la iglesia de Corinto:
“Pues aunque tengáis diez mil tutores en Cristo, no tenéis

muchos padres; porque en Cristo Jesús yo os engendré
por medio del evangelio.”
(1 Corintios 4:15)
La naturaleza de un verdadero hijo espiritual no es algo

que se pueda enseñar en un aula. Viene por revelación y
se descubre en un período de tiempo. Sólo porque alguien
lo guíe a uno hasta el punto de confiar en Jesucristo, no
significa que esa persona sea su padre espiritual. Si ese
fuera el caso, habrían incontables padres -contrario a lo
que leemos en 1 Corintios 4:15.
Los evangelistas son más como comadronas espirituales:

ellos traen a la luz pero no dan a luz. De hecho, solamen-

te el Dios trino da a luz -a través del milagro de la
regeneración. Pero de la forma como se usa el concepto
de paternidad en el Nuevo Testamento, tiene que ver con
la habilidad de atraer gente para formar una familia
espiritual y edificarlos en Cristo. De este modo, el uso que
le da Pablo al término a través del evangelio no está limi-
tado a la experiencia de la justificación por gracia por la fe,
sino que incluye las buenas nuevas de la santificación
contínua por gracia a través de la fe. Con esto en mente,
déjenme sugerir siete cualidades que se puede esperar
ver en un verdadero hijo espiritual.
1. Tiene un espíritu afín al de su padre.
Pablo podía decir de Timoteo, “Porque a ninguno tengo

tan unánime” (Filipenses 2:20). La palabra unánime aquí
podría traducirse también como de la misma mente.
Literalmente significa de igual alma. Un hijo que camina
sumisamente y con un espíritu afín no tendrá que pensar
siempre qué es lo que hay que hacer. Ya está previamente
en su corazón.
Un líder me dijo una vez, “Barney, dime lo que se espera

de mí, entonces sabré lo que tengo que hacer.” Traté de
explicarle que la familia verdadera no trabaja de esa
forma. Si lo hiciera, el resultado sería una mentalidad de
“ejecución”: sería la letra de la ley, no el espíritu. Y nada
mata la vida relacional más rápido que el vivir por la letra
de la ley.
Por supuesto, yo no estoy pretendiendo presentar obje-

tivos y discutiendo cómo deben de lograrse estas metas.
Eso sería una comunicación que ayudaría. Pero en el
caso citado, yo estaba buscando una relación que, en un
período de tiempo, estableciera en su corazón algo de

nuestros genes familiares, mientras que él estaba buscan-
do reglas para poderse conformar a ellas y poder continuar
con su propia agenda. El estaba pensando que por su
obediencia a las reglas él lograría un lugar en nuestra
familia espiritual- en lugar de tomarse el tiempo para
cultivar relaciones, observando lo que hacíamos, y
gradualmente descubriendo la razón detrás de nuestra
manera de operar. Salomón le dijo a sus hijos:
“¡Sabiduría ante todo! ¡Adquiere sabiduría! Y antes que

toda posesión, adquiere entendimiento.” 81
2. El está completamente satisfecho en servir

a su padre.
Un verdadero hijo no compite con su padre porque él

entiende que él es en parte propietario en el “negocio de la
familia.” Hace algunos años yo estaba escuchando a un
hombre joven contar la historia de cómo su abuelo había
empezado The Firs, un centro de conferencias bien
conocido en Bellingham, Washington (en el noroeste de
los Estados Unidos). Yo estaba fascinado de seguir
oyendo a este joven decir “nosotros”, cuando él describía
los retos que su abuelo tuvo que enfrentar conforme
desarrollaban el centro de retiros - especialmente porque
él nos había dicho que él ni siquiera había nacido cuando
todo esto había empezado alrededor de principios de siglo.
Yo me recordé de este concepto de propiedad solamente

hasta el año pasado, cuando llevamos en nuestro bote, a
uno de nuestros nietos, Leighton de tres años. Al principio
él se refería al bote como “el bote del abuelo”, pero
después de unas vueltas y la oportunidad de sentarse en
81
Proverbios 4:7.

mis piernas y timonear, él empezó a decir, “mi bote”. En
alguna forma extraña él comprendió que estaba incluido
en la propiedad del bote de su abuelo. El pertenecer y la
propiedad están de alguna manera inseparablemente
unidos.82
Yo usualmente podía decir cuando gente estaba por dejar

la iglesia donde yo era el líder. Ellos empezaban a usar la
palabra ustedes en lugar de nosotros, y de ustedes en
lugar de nosotros. Obviamente, ellos no se miraban más
como parte de la familia, ni responsables de nada que
ocurriera dentro de la misma; sus palabras revelaban sus
verdaderos sentimientos.
Déjeme repetir: un verdadero hijo está realizado al servir

a su padre espiritual. En 1Reyes capítulo 19 leemos de
Elías tirando su manto sobre los hombros de Eliseo,
mientras él araba con los bueyes, significando ésto que un
día su manto profético descansaría sobre los hombros de
Eliseo. En el versículo 21 leemos:
“Eliseo dejó de ir tras él. Luego tomó la yunta de bueyes y

los mató. Y con el arado de los bueyes cocinó su carne y
la dio a la gente para que comiesen. Después se levantó,
fue tras Elías y le servía.”
Encontramos el mismo cuadro en Filipenses 2:22 cuando

Pablo dice de Timoteo: “Ya conocéis la reputación de
Timoteo, que como hijo a padre ha servido conmigo en el
evangelio.”
82
Este tipo de propiedad tiene que ver con la familia y el pertenecer -
lo cual es muy diferente a la propiedad mencionada en el capítulo 4 el
cual se refería a una actitud posesiva.

3. Un verdadero hijo es uno que se “aferra”,
no solamente un “besador”.
¿Qué quiero decir con esta declaración extraña? Estas

metáforas vienen de la historia de Noemí y sus dos nue-
ras, Rut y Orfa que hubiera sido mucho mejor para ellas el
regresar a su propia gente en Moab. Las tres mujeres
empezaron a lloriquear recio, pero Rut y Orfa rehusaron
irse. Una vez más, Noemí les ruega a que regresen a su
gente y nuevamente, las tres empiezan a llorar recio.
Entonces las escrituras dicen esto: “Y Orfa besó a su
suegra, pero Rut se aferró a ella”. Esto es seguido por
una declaración profunda de pacto de parte de Rut: “Pero
Rut respondió: --No me ruegues que te deje y que me
aparte de ti; porque a dondequiera que tú vayas, yo iré; y
dondequiera que tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi
pueblo, y tu Dios será mi Dios.”
Un verdadero hijo no es “un amigo de fiestas”. El está en

la familia por largo tiempo; ¡él no solamente es un
iniciador, es uno que termina!
4. El es de valor probado.
Un verdadero hijo no es un “recién llegado”. Habrá lon-

gevidad en la relación -no sin mencionar lealtad e interés
por la reputación de su padre. Esto, a pesar del hecho que
no hay padres perfectos- sea en la familia natural o la
espiritual.
Noé, a pesar de todos sus grandes logros, tampoco fue un

padre perfecto. Pero cuando estaba tirado al descubierto
en su tienda debido a la borrachera, dos de sus hijos
escogieron honrarlo: ellos cubrieron su desnudez -por lo

cual recibieron una bendición que fue pasada a las
siguientes generaciones. Un verdadero hijo no expondrá la
deshonra de su padre, porque él se ve incluido en la
deshonra de los errores de su padre. Pablo puede no
haber cometido ningunos grandes errores -más que la
persecución de la iglesia antes de su conversión- pero si
los hubiera cometido, es improbable que Timoteo le
hubiera sido desleal. Pablo dice de él: “Ya conocéis la
reputación de Timoteo....” 83
5. El está contento con ser el mensajero fiel de

su padre.
Este principio fue, por supuesto, más perfectamente

ejemplificado por Jesús: “Y que nada hago de mí mismo;
sino que estas cosas hablo, así como el Padre me
enseñó.”
(Juan 8:28)
Pablo escribe de Timoteo “el cual os hará recordar mi

proceder en Cristo Jesús.” 84 Este no es un papel inferior
(como alguien puede suponer). Yo he visto algunos que
han ambicionado su propia identidad, su propia obra, sólo
para descubrir que cuando finalmente lo logran, no
tuvieron la gracia para hacerla tener éxito. Por lo tanto, en
lugar de estar en la vanguardia de algo que estaba
haciendo una significante diferencia, terminaron en casi
una total oscuridad. Es un triste panorama. Si solamente
hubieran estado satisfechos de quedarse en el papel de
enviados y ser parte de un equipo poderoso y dinámico,
ellos hubieran tenido gran influencia.
83
Filipenses 2:22.
84
1 Corintios 4:17.

Timoteo parecía estar cómodo siendo el asistente de
Pablo, aún le fueron confiadas grandes responsabilidades
en representación de Pablo - liderazgo apostólico en va-
rias iglesias estratégicas incluyendo Corinto, Efeso y Fili-
po.
6. Un verdadero hijo importunará y sacará vida

de su padre.
Un verdadero hijo no necesita que su padre corra tras de
él para impartirle sabiduría y consejo. Al contrario, él
correrá tras su padre (importunando) porque es lo suficien-
temente sabio para darse cuenta que su padre ha
acumulado una rica provisión de sabiduría destilada por
muchos años. Escuchen lo que Salomón le escribe a sus
hijos: “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos
para adquirir entendimiento. No abandonéis mi instrucción,
porque yo os doy buena enseñanza. Pues yo también fui
hijo de mi padre, tierno y singular delante de mi madre. Y
él me enseñaba y me decía: "Retenga tu corazón mis
palabras; guarda mis mandamientos y vivirás." ¡Adquiere
sabiduría! ¡Adquiere entendimiento! No te olvides ni te
apartes de los dichos de mi boca. No la abandones, y ella
te guardará; ámala, y te preservará. ¡Sabiduría ante todo!
¡Adquiere sabiduría! Y antes que toda posesión, adquiere
entendimiento. Apréciala, y ella te levantará; y cuando la
hayas abrazado, te honrará. Diadema de gracia dará a tu
cabeza; corona de hermosura te otorgará. Escucha, hijo
mío, y recibe mis dichos, y se te multiplicarán años de
vida. En el camino de la sabiduría te he instruido, y por
sendas de rectitud te he hecho andar. Cuando camines,
tus pasos no hallarán impedimento; y si corres, no
tropezarás. Aférrate a la disciplina y no la sueltes; consé-
rvala, porque ella es tu vida.”

(Proverbios 4:1-13)
Noten esa última frase. Básicamente dice: ¡La instrucción

es su vida! Cuando un hijo extrae instrucción de su padre,
él está, en efecto, extrayendo vida.
Hay aún tiempos cuando las palabras son innecesarias;

sólo la presencia del padre es suficiente. Hace treinta y un
años, habiendo dejado mi trabajo para servir al Señor
como pastor, me encontré de pronto bajo una presión
financiera inesperada. Instintivamente, tomé un tren para
Whitstable, kent, a la casa de mis padres y pasé unas
horas solamente relajándome en la presencia de mi padre.
No discutimos mi problema porque no había necesidad de
decírselo a él; fue suficiente sólo el sentarme con él y
extraer de su fuerza. Yo regresé a casa esa tarde sin el
gran peso que había tenido sobre mis hombros, sabiendo
que todo iba a estar bien.
7. Un verdadero hijo ajusta el cómo seguir, no

el cómo su padre guía.
Una persona igualitaria siempre lo sabe todo. El “vende’’

sus propias ideas y sabiduría (no se necesita comprar
cuando uno lo tiene todo). El siempre sabe una mejor
forma de hacer las cosas, se le pregunte su opinión o no.
Irónicamente, la única persona en la historia que pudo
haber hecho las cosas a su manera, el Señor Jesús, en
lugar de eso, vivió en perfecta dependencia de su Padre, y
siguió su dirección -todo el camino hasta la cruz.
“Por esto, respondió Jesús y les decía: --De cierto, de

cierto os digo que el Hijo no puede hacer nada de sí

mismo, sino lo que ve hacer al Padre. Porque todo lo que
él hace, esto también lo hace el Hijo de igual manera.”
(Juan 5:19)
Jesús sabía que siguiendo la dirección de su Padre no le

denigraba en ninguna forma su identidad, su hombría, su
desempeño, su éxito, y su última gloria. Que nosotros
tengamos también tal revelación -primeramente en rela-
ción a nuestro Padre celestial, así como también en la
forma (y al grado) que este principio se aplique a nuestros
padres terrenales. En el siguiente capítulo miramos en
más detalle la paternidad espiritual.

Capítulo
8
La Naturaleza de un
Verdadero Padre Espiritual
Un padre tiene una revelación clara de que Dios lo ha

llamado a ese papel. Como ya hemos visto, los padres son
relativamente pocos en número, y en una época donde la
paternidad ha estado casi perdida, hay una necesidad
desesperada de reconocer y recibir a esos hombres.
Por ejemplo, hay muchos hombres pastoreando iglesias el

día de hoy que nunca han tenido una relación de
paternidad ellos mismos -ya sea por sus padres naturales
o ningún padre espiritual. Dichos hombres tienden a ser
inseguros, y por esa razón generalmente son defensivos
cuando se les ofrece consejo bien intencionado o (en
algunos casos) crítica bien merecida. Cuando se les da
consejo que puede ayudar a incrementar su efectividad
pastoral, lo interpretan como desaprobación. Ellos ven la
corrección como rechazo y reaccionan emocionalmente, a
menudo terminando con sentimientos de auto compasión.
La bendición y la seguridad que vienen a través de la

paternidad es esencial para tales hombres, y ellos debie-

ran estar de acuerdo. Pero reconociendo la necesidad y
estando de acuerdo con la respuesta no trae en sí la
provisión. Yo no le puedo prometer a nadie que leyendo
este capítulo y deseando genuinamente recibir paternidad,
ésta esté fácilmente disponible. Lo que puedo decir es: “El
hombre justo vivirá por fe.” 85 En otras palabras, si usted
entra en serio con Dios y pone su esperanza en él, yo creo
que Dios oirá su oración, y en su buen tiempo proveerá la
paternidad que su corazón desea.
Sigamos adelante entonces a examinar un número de

cualidades que caracterizan a un verdadero padre.
El mira a los hijos como “activos no en venta”
Un buen padre no es utilitario. ¡El no usa a la gente; invier-

te en ellos! Es trágico conocer tanta gente en la iglesia de
Jesucristo quienes sienten que han sido usados. Muy
adentro, muchas personas sienten que son apreciados e
incluidos en el liderazgo solamente por sus dones: que su
aceptación está basada en lo que pueden hacer, y no en lo
que ellos son. Y cuando su utilidad termina, así también la
relación.
Bob Mumford compara esto con alguien que bebe una lata
de Coca Cola y después la tira. Pero así no es como nos
trata Dios, ni como un verdadero padre trata a un hijo. Un
padre está interesado en dar buenos regalos, 86 él busca
impartir sabiduría, y desea invertirse él mismo en la vida
de su hijo.
85
Gálatas 3:11.
86
Lucas 11:11-13.

Un corazón que realmente se interesa
Cada vez que leo las dos cartas de Pablo a Timoteo, me

impresiono con el vínculo profundo que existía entre estos
dos hombres. Si he sido inspirado a leer estas cartas una y
otra vez, Timoteo lo debe haber sido más. Yo me lo
imagino buscando un lugar tranquilo donde no fuera
interrumpido, y examinando cuidadosamente las cartas,
devorando cada palabra como si fueran un delicioso
bocado. Miro sus lágrimas corriendo por la cara del joven y
cayendo en el papel. Si alguna vez un hijo encontró el
verdadero amor y cuidado de un padre, Timoteo lo
encontró en esas páginas.
No sólo eso, él también experimentó el fortalecimiento

especial que viene de la aprobación incondicional de un
padre. Añadido a eso, él oyó el tono urgente en la voz de
Pablo urgiéndolo a profundizar en su ser interior para
encontrar el coraje en Cristo para tomar su lugar en las
filas del frente -esparciendo el evangelio y estableciendo
iglesias fuertes a través del mundo gentil. Escuchen sus
palabras: “Este mandamiento te encargo, hijo Timoteo,
conforme a las profecías que antes se hicieron acerca de
ti, para que milites por ellas la buena milicia”
(1 Timoteo 1:18)
El lo reta a que se discipline para el propósito de la piedad

(1 Timoteo 4:7). Usted casi puede oír la súplica en la voz
de Pablo conforme apela a su hijo: “Oh Timoteo, guarda lo
que se te ha encomendado,....”
(1 Timoteo 6:20)
El lo exhorta a sufrir penalidades como un buen soldado

de Jesucristo (2 Timoteo 2:3); le advierte que huya del

amor al dinero (1 Timoteo 6:11); y huir de las pasiones
juveniles (2 Timoteo 2:22).
Le aconseja cómo dirigirse a los ancianos y ancianas:

haciéndolo respetuosamente como a padres y madres; y
tratar a los jóvenes y jovencitas como a hermanos y her-
manas (1 Timoteo 5:1-2). Le aconseja no ser contencioso
(2 Timoteo 2:24); pero al mismo tiempo que esté alerta con
Alejandro el herrero -él es peligroso (2 Timoteo 4:14). Tal
vez en parte debido a la carga que él estaba llevando,
Timoteo parecía que tenía un estómago nervioso, y aún
esto es incluido en el cuidado de Pablo por su hijo: “De
aquí en adelante no tomes agua; usa, más bien, un
poquito de vino a causa de tu e s t ó m a g o y de tus
frecuentes enfermedades.”
(1 Timoteo 5:23)
Oración en favor de sus hijos
Como fue mencionado anteriormente, Pablo oró grandes

oraciones por las iglesias y los individuos bajo su cuidado,
a menudo declarando que él oraba de día y de noche por
ellos. Sea que las oraciones sean “grandes” o “pequeñas”,
un buen padre va a ser completamente consistente en la
oración por sus hijos. En esto, también se nos recuerda
del ejemplo de Jesús, quién como nuestro Sumo Sacer-
dote - como también como nuestro Hermano87 mayor y
nuestro Padre88 - intercede por nosotros continuamente.
87
Hebreos 2:11,17.
88
Isaías 9:6 Uno de sus nombres es Padre Eterno.

Los errores pueden ser escalones al éxito
Un padre sabio permite que su hijo cometa errores. No es

un perfeccionista cuando se trata de entrenar a sus hijos.
El entiende el proverbio, “Sin bueyes el granero está
limpio.”89
No quiero perturbar a nadie que esté por someterse a una

apendectomía, pero uno puede asumir de seguro que el
especialista que uno ha estado viendo no es el que lo va a
operar a uno. Es casi seguro que será un médico en
entrenamiento, y podría aún ser su primera de esas
operaciones. Si así fuera, él ha practicado previamente
solamente en cadáveres, o asistido a otros médicos en el
anfiteatro. (¡De seguro, un pensamiento confortante!)
Hace algunos años, como resultado de haber adquirido

unos bichos en Africa que producen cirrosis en el hígado,
yo estaba visitando regularmente el Hospital John
Radcliffe en Oxford, para chequeos periódicos. En cada
cita, un examen de sangre era necesario. Yo recuerdo
vívidamente una ocasión en la que el especialista me
preguntó si me importaría que un doctor en entrenamiento
tomara la muestra de sangre. “Tengo que decirle que será
su primera prueba,” añadió calladamente.
Mi mente se fue al proverbio arriba mencionado -el cual,

también sucede, es uno de mis versículos favoritos de la
Biblia. Se lo recité al especialista, diciéndole que era
necesario que yo practicara lo que predicaba. Me gustaría
89
Mi traducción de Proverbios 14:4, que describe gráficamente un
poco mejor el principio básico de la vida y el ministerio: ¡Podemos
tener todo nítido y en orden, pero sólo si ningún trabajo se está
llevando a cabo.

decirle que todo salió bien, pero eso no sería la verdad.
Después de varios intentos heroicos y unas pocas
palabras de aliento de su jefa, la doctora en entrenamiento
finalmente se las arregló para sacar su muestra de sangre,
pero el magullón me quedó por varias semanas hasta que
finalmente se desvaneció.
En el libro intitulado La formación de un cirujano, s e

cuenta la historia de un joven cirujano efectuando su
primera apendectomía bajo el ojo observador de un
especialista. Nerviosamente, el aprendiz tomó el escalpelo
y trató de hacer una incisión en el lugar requerido. De
repente el especialista golpeó su mano y el escalpelo cayó
al suelo. Gotas de sudor empezaron a formarse en su
frente mientras la enfermera le pasaba otro. Nuevamente,
su mano temblorosa agarró el escalpelo.
“¡No lo rasque!” gritó su jefe. “¡Métalo, hombre, métalo!”

Que fue exactamente lo que él hizo, excepto que metió el
escalpelo muy adentro, y lo que debió haber sido una
recuperación de tres días para el paciente, terminó siendo
de tres semanas.
Sea que fueren cirujanos, conductores de autobuses,

pilotos de aerolíneas, o líderes de iglesia en entrenamiento
- todos tienen que practicar en alguna parte. Siempre
estaré agradecido con aquellos que sufrieron mis primeros
intentos de predicar. Pero fue demasiado para algunos
miembros de la iglesia. Una señora, junto con su hija y su
yerno, me escribieron que se estaban yendo de la iglesia
porque mi predicación era muy superficial. Fue una larga
carta en la cual ella citaba un número de ejemplos -todos
los cuales resultaba eran ciertos. Sin embargo, yo aún me
sentí disgustado con su actitud.

Varios años después, encontré las notas de mis viejos
sermones y fue bastante desconcertante encontrar tanta
falta de contenido en ellos. Me dirigí a mi esposa Janette y
le recordé la historia y la carta de renuncia, y entonces
hizo este comentario: “¿sabes qué, mi amor?, si yo
hubiera tenido que sentarme y escuchar esto domingo tras
domingo, creo que también hubiera renunciado.”
Cuando un genuino padre está observando los errores de

su hijo, será cuidadoso en no ser muy rápido en hacer
comentarios negativos. El sabe que acentuando lo positivo
va a obtener más de lo mismo, y también acumulará una
buena cantidad de “crédito” en el banco de aprobación que
ayudará a cubrir los “retiros” de corrección que serán
necesarios más adelante.
Cerrando éste capítulo, voy a ofrecer una palabra de

precaución. Como lo mencioné previamente, Pablo es un
maravilloso ejemplo para nosotros en muchos aspectos.
Pero así como no podemos esperar medir a todos los
apóstoles por su nivel apostólico de fe, tampoco debié-
ramos esperar que todos los padres espirituales fueran
“superhombres” en el reino de Dios. Pudiera ser cierto que
el padre espiritual quién Dios escoge para un hombre con
gran liderazgo responsabilidad ministerial, también es un
hombre con tal responsabilidad, pero debemos recordar
que -sea en lo natural o lo espiritual- la paternidad
generalmente tiene que ver más con relación, identidad y
desarrollo de carácter que lo que tiene que ver con
ministerio. De este modo, Dios puede escoger hombres
que el mundo considera totalmente comunes para ser
padres extraordinarios. Como Pablo le dijo a lo Corintios -
quiénes eran tan propensos a la tontería de asociarse por
orgullo (Yo soy de Pablo, yo soy de Apolos, yo soy de
Cefas): “Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento:

No sois muchos sabios según la carne, ni muchos
poderosos, ni muchos nobles. Más bien, Dios ha elegido lo
necio del mundo para avergonzar a los sabios, y lo débil
del mundo Dios ha elegido para avergonzar a lo fuerte.
Dios ha elegido lo vil del mundo y lo menospreciado; lo
que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se
jacte delante de Dios.”
(1 Corintios 1:26-29)

Capítulo
9
Los Hijos son Formados
y Desarrollados
En este capítulo deseo sugerir un número de formas en las

cuales un padre espiritual puede sacar adelante y
desarrollar a un hijo. Pero para ser capaz de compartir
plenamente mi corazón, necesito presentar mis pensa-
mientos como uno que cree que Dios lo ha llamado a ser
un padre y que es recibido como tal, por un número de
gente. Confío que el lector tendrá gracia y pase por alto
cualquiera forma que parezca ser promoción propia, ya
que esa no es mi intención.
Antes de presentar algunas de las cosas específicas sobre

este tema, quiero enfatizar el punto que tener un mentor
siempre será más efectivo en la formación de alguien, que
solamente recibir información. Esta verdad está encontran-
do una gran aceptación por otros -incluyendo ejecutivos en
el mundo de los negocios conforme buscan las mejores
formas de liderazgo y entrenamiento gerencial.
El mentor encuentra su mejor expresión en la iglesia, en

donde la calidad de relación y la importancia de misión

están a su nivel potencial más alto. Eugene Peterson lo
pone tan apropiadamente en su introducción de la carta de
Pablo a los Filipenses: “Esta es la carta más regocijante de
Pablo. Y el regocijo es contagioso. Antes de terminar de
leer una docena de líneas, empezamos a sentir el gozo
nosotros mismos -la danza de palabras y las exclama-
ciones de deleite tienen una forma de meterse dentro de
nosotros. Pero el regocijo no es una palabra que podemos
entender por mirarla en el diccionario. De hecho, ninguna
de las cualidades de la vida cristiana se pueden aprender
de un libro. Algo más parecido al aprendizaje es requerido,
estando alrededor de alguien quien, por sus años de
fervorosa disciplina, por su comportamiento nos pueda
mostrar qué es. Habrá momentos de instrucción verbal,
pero mayormente, un aprendiz adquiere habilidad por una
relación diaria e íntima con un “maestro”, agarrando cosas
sutiles pero absolutamente esenciales, tales como la
medida del tiempo y el ritmo y el “toque”.90
Con este principio en mente, examinemos algunas de las

formas en que los hijos son formados y desarrollados.
La necesidad de revelación
El punto de partida para un padre espiritual es la revela-

ción que ésta persona ha sido confiada a él para ser criada
como un hijo.
Hace veinte años mi familia y yo emigramos a Canadá en

donde me uní al equipo de ministerio de una iglesia en
Vancouver, British Columbia. Poco tiempo después, fui
invitado a la boda de una de las parejas en la iglesia. Fue
durante la recepción que mi atención fue atraída repetida-
90
El Mensaje , p. 485.

mente hacia el joven que era el maestro de ceremonias.
La forma tan agradable en la que se dirigía a todos, la
habilidad con la que manejaba los procedimientos -todo
apuntaba hacia alguien quien claramente estaba hecho a
la medida para ser un líder.
Yo sabía que era un co-líder en un grupo de hogar en la

iglesia, y estaba consciente que él iba a estar a cargo del
campamento de niños que se llevaría a cabo en el verano,
pero aparte de eso, era un extraño para mí. Durante la
comida, yo oí lo que creo fue la “tranquila, pequeña voz”
del Señor diciendo, “te estoy uniendo a El.”
Yo quisiera poder decir que en ese preciso momento, un

rayo de luz cayó en el suelo, o que el sol salió de entre las
nubes, pero nada de eso ocurrió. Sólo hubo una sensación
tranquila de que Dios había hablado y que El haría que
esto sucediera. Aparte de los saludos ocasionales, no
había ningún contacto hasta que me topé con él en el
campamento de niños y me encontré preguntándole cómo
se había integrado a la iglesia y cuáles eran sus planes
para el futuro.
“Bueno,” dijo él, “Ya había terminado mi carrera en la

Universidad de Edmonton y me enteré de que gente joven
estaba siendo discipulada en ésta iglesia, así que decidí
venir a Vancouver porque deseaba convertirme en un
hombre de Dios.” Entonces, con un tono de frustración en
su voz, el añadió, “Pero nadie me escogió.”
Sin pensarlo, proferí, “¿Cómo te gustaría probar con-

migo?”
El pensó por un momento, entonces moviendo su cabeza

contestó, “No, eso no es posible. He sido aceptado de

nuevo en Edmonton para completar mi diploma de entre-
namiento como maestro, ya que deseo ser un maestro.”
“Pero,” yo persistí, “¿No es posible tomar ese curso en

Vancouver?”
“Sí lo es, pero es muy tarde; la fecha final para registrarse

ya pasó.”
Yo aún sentía una urgencia en mi espíritu de no aceptar

un no como respuesta. “Escucha,” le dije, “¿Por qué no
oras al respecto, y si el Señor te da paz, porque no te
acercas a la Universidad de British Columbia y miras si
tienen una vacante?”
Y así fue como Ron MacLean terminó siendo mi verdadero

hijo en el Señor.
Pasando tiempo juntos

En Marcos 3:14 leemos: “Constituyó a doce, a quienes
nombró apóstoles, para que estuvieran con él, y para
enviarlos a predicar.”
Antes de que Jesús estuviera dispuesto a enviar a predi-

car a los discípulos, El quería pasar tiempo de calidad con
ellos. Antes que se le pudiera confiar a Timoteo el ser
dejado en Efeso -para guiar a la Iglesia y guardar a los
santos de doctrinas falsas- primeramente tuvo que pasar
un tiempo valioso siendo discipulado en los caminos de
Pablo en Cristo: “Lo que oíste de parte mía mediante
muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean
idóneos para enseñar también a otros.”
(2 Timoteo 2:2)

Tan pronto como Ron MacLean terminó su curso en la
Universidad de British Columbia, él, juntamente con otros
tres, me acompañaron en un viaje de cuatro semanas a la
India y Nepal. Por los últimos treinta y un años, ha sido mi
práctica el llevar a otros conmigo cuando viajo fuera de mi
iglesia base. En las últimas seis semanas, he llevado
líderes conmigo a la Argentina y a cuatro estudiantes de la
Escuela Bíblica, a Kenya y Uganda. Al momento de
escribir, estoy sentado en una cabaña en una pequeña
villa en las afueras de Zagreb, la ciudad capital de Croacia.
En el cuarto vecino al mío están dos hijos en el Señor;
juntos hemos estado planificando una gran cruzada
programada para llevarse a cabo este verano en Bosnia,
despedazada por la guerra.
Yo siempre estaré agradecido con mi padre quien volvió

una práctica el llevarme con él todas las veces que salía a
predicar. Tan temprano como a los diez años de edad,
aprendí a estar cómodo parado ante la gente en un
púlpito, leyendo las Escrituras, anunciando un himno, y
tiempo después, guiándolos en oración.
Para ilustrar lo serio que vemos este principio en nuestra

familia de iglesias, recibimos una ofrenda de 25,000 libras
el verano pasado en nuestro campamento Días de Des-
tino, una ofrenda cuyo único propósito era para entrenar
gente joven con potencial en liderazgo, permitiéndoles a
algunos de ellos acompañarme en mis viajes interna-
cionales. No hay substituto para el tiempo pasado juntos,
compartiendo de corazón a corazón.
Hay una vasta diferencia entre pasar información y com-

partir los pensamientos y sentimientos profundos del
corazón de uno. En Juan 15:15, Jesús dice: “Ya no os
llamo más siervos, porque el siervo no sabe lo que hace

su señor. Pero os he llamado amigos, porque os he dado a
conocer todas las cosas que oí de mi Padre.”
Tengo muchos recuerdos preciosos del tiempo invertido

con mi padre, especialmente cuando lo acompañaba en
sus viajes de ministerio. A pesar del hecho que él tenía
casi cincuenta años cuando yo nací, todavía fuimos capa-
ces de comunicarnos bien; el compartir frecuentemente
historias de su juventud y de sus años tempranos, ayudó a
romper la brecha de la edad.
A mi padre le gustaba predecir los avances que la ciencia

lograría durante el tiempo de mi vida. Lo recuerdo
“profetizando” que un día, los juegos de fútbol se jugarían
de noche bajo poderosas lámparas. (Difícilmente me po-
día imaginar evento tan asombroso). Me recuerdo la vez
que él dijo que un día, cada familia tendría un radio en su
casa que mostraría imágenes.
El también me hablaba de su interés especial. Por

ejemplo, el amaba al pueblo de Israel y frecuentemente
hablaba del sufrimiento que habían soportado por mano de
los Nazis. Hablaba de las batallas que peleó durante la
Primera Guerra Mundial, y de algunos de los escapes
sorprendentes que había realizado. Pero hay un momento
especial que yo nunca olvidaré. Una noche íbamos
caminando por una vereda que pasaba por un arboleda.
Estaba casi totalmente oscuro, pero fuimos capaces de
encontrar nuestro camino en la oscuridad debido al sonido
de un arroyo que corría a lo largo del camino.
Pero lo que parecía ser un sonido placentero -si bien un

poco misterioso en la obscuridad, estaba trayéndole
algunos recuerdos aprensivos a mi padre. De repente se
paró y dijo, “¿Oyes esa agua?” Sin esperar una respuesta

continuó: “Puedo recordar una noche durante la guerra
oyendo el mismo sonido cuando estábamos atrincherados
en algún bosque de Francia. Sabíamos que los Alemanes
estaban sólo a unas yardas de distancia, pero no había
nada que pudiéramos hacer. Estaba tan oscuro que no
podíamos ver nada, ni tampoco podíamos oír debido a un
arroyo que pasaba cerca. Normalmente uno podía oír
algún movimiento -como cuando se rompe una ramita-
pero esta noche, lo único que podíamos hacer era estar
acurrucados en la oscuridad, aterrorizados por nuestras
vidas, esforzándonos para oír el sonido más ligero que nos
advertiría del avance del enemigo. Cada vez que estoy en
la oscuridad y oigo el sonido del agua corriendo, siento
ese temor regresando.”
Fue uno de esos momentos especiales en la vida de un

joven que lo atrae muy cerca a su padre. La gran brecha
que existía entre una figura vieja de autoridad de 63 años
y su hijo fue reducida dramáticamente casi a cero,
conforme me fue permitida la rara oportunidad de penetrar
en el alma de mi padre y ver a mi verdadero padre con sus
verdaderos temores. Este momento único de vulnera-
bilidad me ayudó a entender lo que un hombre verdade-
ramente siente cuando la muerte está sólo a unos pasos
de distancia, mirándolo directamente a la cara.
Aun el gran apóstol Pablo sintió la necesidad de ser

vulnerable: el compartir algunas de sus heridas y desen-
gaños con Timoteo -por ejemplo: “En mi primera defensa
nadie estuvo de mi parte. Más bien, todos me desam-
pararon.” 91 El también le recuerda a Timoteo el hecho
91
2 Timoteo 4:16.

92
que “todos los de Asia, se apartaron de mí,” aun
mencionando los nombre de dos de los culpables.
Dando atribuciones
Otra forma de desarrollar hijos es dándoles atribuciones

que requieren autodisciplina y estudio. Las atribuciones
por escrito que yo he distribuido van desde el rango
“Descubra todos los lugares donde Cristo es revelado, o
donde se refieren a El en el Antiguo Testamento,” hasta
“Explique qué entiende usted por Teología de la
Restauración, usando no más de dos lados de una
página.”
No toma mucho tiempo descubrir aquellos quiénes toman

dicha atribución en serio, y aquéllos que la tratan como
una broma. Aquéllos que son autoindulgentes e
indisciplinados siempre terminan haciendo un esfuerzo a
medias, mientras que aquéllos que son celosos y duros
trabajadores invariablemente producen más de lo que uno
pide. (Creo que el record es de treinticinco mil palabras, y
esa persona actualmente está sirviendo a Jesús en el Este
de Africa).
Orando juntos
Hay un número de líderes mayores en el Reino Unido

quiénes siempre estarán en deuda con las semanas de
Oración y Biblia, que fueron organizadas cada Año Nuevo
por Denis Clarke, Campbell McAlpine y Arthur Wallis. Yo
aprendí más de oración en esas conferencias - y en la
presencia de esos hombres -que en ninguna otra parte.
92
2 Timoteo 1:15.

Fue la influencia de estos hombres en mi liderazgo en la
Iglesia Bautista de Basingstoke, al final de los años ´60 y
principios de los ´70 que guió nuestros días de oración y
ayuno, nuestras noches y medias noches de oración, y en
una ocasión -una semana completa de oración y ayuno.
Cada sábado en la noche yo manejaba hacia una montaña
cerca de Hatch Warren desde donde se miraba
Basingstoke, y orábamos sobre el pueblo. Más tarde,
juntamente con otros, yo imponía manos en las bancas e
intercedía por aquéllos quiénes las ocuparían a la siguien-
te mañana.
En 1976, unos meses después de habernos trasladado a

Vancouver, yo nuevamente empecé a juntar unos pocos
hijos potenciales los sábados por la noche con el propósito
de orar. Y nuevamente, oraríamos por cada asiento en el
edificio de la iglesia. Algunas noches yo caminaba por el
pasillo y los encontraba sobre sus caras, golpeando el piso
con sus puños, intercediendo por nuestra iglesia y nuestra
ciudad. Esos fueron días maravillosos.
Impartiendo su mensaje de vida
¿Qué es un mensaje de vida y por qué es tan importante?

La mayoría de teólogos estarán de acuerdo que el
mensaje de vida de Lucas, trató con la humanidad de
Jesús y fue expresado a través de un registro exacto
de“todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a
enseñar,” 93 y lo que Jesús continúo haciendo por el
Espíritu Santo a través de los hechos de sus apóstoles.
El mensaje de vida de Juan fue probar que Jesús era el
Cristo, el Hijo de Dios, para que creyendo, la gente “tenga
93
Hechos 1:1.

vida en su nombre.” 94 Juan continúa en la misma línea en
sus epístolas. En 1 Juan 4:2 él dice: “En esto conoced el
Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo
ha venido en carne procede de Dios,”
Luego, en el versículo 9 del mismo capítulo él escribe: “En

esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que
Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos
por él.”
En su segunda epístola él advierte, a la “señora escogida y

sus hijos” que hay muchos engañadores que han salido al
mundo, quienes no reconocen que Jesucristo ha venido en
carne.95
A un nivel personal, mi mensaje de vida puede ser

encontrado en estos dos pasajes: “Sin embargo, para
nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden
todas las cosas, y nosotros vivimos para él; y un solo
Señor, Jesucristo, mediante el cual existen todas las
cosas, y también nosotros vivimos por medio de él”
(1 Corintios 8:6)
“Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas,

a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros, a fin
de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos
alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo
de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Esto, para
que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados
a dondequiera por todo viento de doctrina, por estrata-
94
Juan 20:31.
95
2 Juan 7.

gema de hombres que para engañar, emplean con astucia
las artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad con
amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza:
Cristo. De parte de él todo el cuerpo, bien concertado y
entrelazado por la cohesión que aportan todas las coyun-
turas, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad
proporcionada a cada uno de los miembros, para ir
edificándose en amor.”
(Efesios 4:11-16)
Todo lo que yo hago que se relaciona con el cuerpo de

Cristo y todo lo que predico y enseño es motivado, estruc-
turado e impregnado por estos dos pasajes. Este es mi
mensaje de vida, y aprovecho cada oportunidad para
pasarlo a mis hijos espirituales. También es el propósito y
motivación al escribir este libro.
Trayendo corrección
Hebreos 12:7 dice: “Porque, ¿qué hijo es aquel a quien su

padre no disciplina?”
Recientemente hablé una palabra de corrección a un

pastor joven con quien yo estaba viajando -una palabra la
cual yo sabía que lo mantendría despierto esa noche. Al
siguiente día, no pude evitar ver la pesadez del alma que
se revelaba en todo su semblante. El también parecía
estar guardando su distancia de mí. Sin embargo, más
tarde ese día pude sentir que su espíritu se levantaba y
me acerqué a él, le puse mi brazo alrededor suyo y le
pregunté cómo estaba. “Me estoy recobrando,” respondió
con una dolorosa sonrisa.
Yo seguí el asunto preguntándole, “¿Por qué tengo que

ser el único que recibe corrección de un padre en la fe -

con el resultado de no dormir en las noches?” Nos reímos
juntos, y le conté de una ocasión en Capel Bible Week
(semana de la Biblia en Capel) en 1974 cuando Bryn
Jones y yo habíamos llegado a la conclusión de que un
conocido predicador que nos estaba visitando de otro país
estaba posesionado por un espíritu inmundo. Más tarde,
Bryn con poca sabiduría compartió nuestra convicción con
Arthur Wallis, quien era uno de los predicadores. Esa
noche, Arthur nos llevó aparte a cada uno de nosotros y
nos dijo en términos muy claros cuan equivocado y
peligroso era para nosotros el juzgar a otro hermano sin
ninguna evidencia.
Yo pasé una noche terrible. Creo que fue como a las tres
de la mañana que finalmente caí en un sueño intermitente.
La siguiente mañana miré a Bryn conforme se me
acercaba -se veía como si hubiera sido arrastrado hacia
atrás en un seto, grandes bolsas bajo sus ojos, su espíritu
habitualmente elevado, se notaba ausente. “ ¿Así qué,
cómo dormiste anoche?”, le pregunté.
Miró furtivamente alrededor de él como si alguien estuviera

espiándolo y después preguntó, ¿Arthur Habló contigo
ayer en la noche? ¡Pues, yo no recibí la reprimenda a
medias! El sol salió antes que pudiera conciliar el sueño.”
Eramos jóvenes bendecidos de tener un padre que nos

amaba lo suficiente para corregirnos.
Tratando con imperfecciones de carácter
En mi libro Una Guía para el Pastoreo Práctico 96 (A

Guide to Practical Pastoring), hablo acerca de el principio
96
Barney Coombs, A Guide to Practical Pastoring (Eastbourne:

del “hoyo de la dona”. Me refiero a una cita en una
plaqueta que vi en el estudio de un pastor. Decía, “Lo que
un hombre edifica por sus dones puede ser destruido en
un momento por su carácter. ¿¡No es eso cierto!? Por eso
es tan importante asegurarse que sus hijos tengan los
requisitos de carácter para poder confiarles con la
“herencia” del ministerio.
De este asunto es que habló Salomón en uno de sus

tristes comentarios en Eclesiastés: “Asimismo, aborrecí
todo el duro trabajo con que me había afanado debajo del
sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de
mí. ¿Y quién sabe si él será sabio o necio? Sin embargo,
se enseñoreará de todo el duro trabajo con que me he
afanado para hacerme sabio debajo del sol. También esto
es vanidad.”
(Eclesiastés 2:18-19)
Pablo le dice a los ancianos de Efeso que tengan cuidado

de ellos mismos y por todo el rebaño (Hechos 20:28). En
este caso en particular, Pablo se está refiriendo a la
posibilidad que después que él se haya ido, falsos maes-
tros -o como él les llama, lobos rapaces - entrarán y no
perdonarán la vida del rebaño. Todo su duro trabajo por un
período de tres años (amonestando a cada uno con
lágrimas ) acabaría estando desperdiciado. También él se
siente preocupado por Timoteo -como lo notamos con
anterioridad- advirtiéndole que huya de tales trampas
como la lascivia y el amor al dinero.
Kingsway Publications, 1993).

Sacando a luz el don
Dios ha colocado un depósito particular de gracia en cada

creyente. No hay nadie mejor que un padre espiritual para
reconocer ese don y sacarlo a luz. Es triste que, en
muchos casos, los pastores ven a gente dotada en sus
congregaciones como bienes para ser explotados en vez
de dones para ser desarrollados. Cuando esto pasa,
cualesquiera personas cuyos dones se vuelven más
visibles que los del pastor, pronto se dan cuenta que se les
percibe como una amenaza en lugar de una bendición, y
entonces sus servicios son dejados fuera.
Para sacar a luz los dones de alguien, se requiere del

valioso tiempo y la atención de un padre. Permítanme
ilustrarlo. Un hombre joven quien yo creo que llegará lejos
en el ministerio y quien ya es líder en una congregación,
estuvo de acuerdo, por sugerencia mía, de enviarme dos
grabaciones en cassette de sus mensajes para que yo
pudiera evaluar su predicación. Como resultado de este
ejercicio, él está siendo más cuidadoso en su interpre-
tación (por ejemplo, en usar palabras tales como
legalismo), y está asistiendo a clases de terapia del habla.
¡La práctica lo perfecciona! A menos que se le dé la

oportunidad a la gente para practicar la predicación o guiar
una reunión, ¿cómo crecerán y se desarrollarán alguna
vez? Una reunión perfecta no siempre es la mejor reunión.
Bob Mumford habla acerca de la diferencia entre “una
reunión perfecta” y una “reunión perfeccionada”. Cuando
nos aseguramos que nuestras reuniones incluyan oportu-
nidades para que los líderes que están siendo levantados
participen, nos estamos preparando para el futuro. A la
larga, aspirar a reuniones perfectas produce un retorno
pobre. ¡El verdadero éxito es producir sucesores!

Impartiendo bendiciones
“Y Josué hijo de Nun estaba lleno del espíritu de sabiduría,

porque Moisés había puesto sus manos sobre él.”
(Deuteronomio 34:9)
“Por esta razón, te vuelvo a recordar que avives el don de

Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”
(2 Timoteo 1:6)
Mientras escribía este libro me enteré que uno de mis

padres en la fe, Sid Cheale,97 estaba enfermo con cáncer
terminal y no se esperaba que viviera más que unos pocos
días. Cuando esto pasaba, yo me encontraba a unos
ciento sesenta kilómetros de Shrewsbury donde él vivía y
pude verlo antes que muriera. La cara de Sid se llenó de
gozo cuando asomé mi cabeza por la puerta de su
dormitorio. Cuando me incliné para darle un beso, me
tomó la mano e inmediatamente empezó a profetizar sobre
mí. Pude sentir cómo se me erizaba la piel. Fue como
cuando Efraín y Manasés recibieron la bendición de Israel,
o como cuando Jacob recibió la bendición por derecho de
nacimiento de parte de Isaac. Fue un momento poderoso e
inolvidable.
Después que me senté, Sid me dijo que sin haberlo dicho

a nadie más, él le había pedido al Señor si se le podía
permitir vivir lo suficiente para ver a Michael Pusey y a mi.
El dijo, “La semana pasada vino Michael a verme, ésta
semana tu has venido; ahora estoy listo para que el Padre
me lleve a casa.”
97
Coombs, op.cit. pp. 72-73.

Junto con Michael Pusey y Derek Reynolds, tuve el
privilegio de hablar en su servicio funerario. Cuando me
levanté para hablarle a la congregación, introduje a los tres
de nosotros como los “chicos de Sid” -y lo éramos.
Sea en vida o a la hora de la muerte, un padre busca

impartir bendiciones a sus hijos. ¡Y qué tesoro es esa
bendición!
Estableciendo doctrina sana

Un padre espiritual se preocupa de que la doctrina de sus
hijos sea sana. Esto ciertamente era verdad en el caso de
hombres como Arthur Wallis y Willie Burton; Más de una
vez mi doctrina fue cuestionada y ajustada por estos
hombres de Dios.
Me recuerdo haber estado sentado en la misma mesa que

el señor Burton, mientras que discutía una cierta cuestión
de las Escrituras con la persona sentada enfrente de mí. A
pesar que el gran hombre estaba sentado al otro extremo
de la mesa, se las arregló aún para oír mi conversación - a
la cual añadió su propio comentario: “Hermano, no lea en
las Escrituras lo que no está ahí.”
Pablo estaba extremadamente interesado en la doctrina de

Timoteo, exhortándolo: “Procura con diligencia presentarte
a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.” 98
Algunas personas echan abajo la necesidad de una doc-

trina sana, afirmando que el amor es la única cosa que
cuenta. Pero ellos fallan al no entender que la verdad es
98
2 Timoteo 2:15.

una de las dimensiones básicas del carácter de Dios; no
puede ser “degradado” a un nivel secundario o “separado”
de los otros:
“La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la

paz se besaron.”
(Salmo 85:10)
“Jesús le dijo: --Yo soy el camino, la verdad y la vida;”

(Juan 14:6)
“y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del

Padre, lleno de gracia y de verdad.”
(Juan 1:14)
Proporcionando entrenamiento
Un padre anima a su hijo a que busque el entrenamiento y
equipamiento adecuado que lo habilitará a alcanzar su
pleno potencial en Cristo. Lamento decir que en este
momento, muchos líderes en las “nuevas iglesias” están
mal equipados para guiar y llevar las responsabilidades de
gobierno que les han sido ahora impuestas sobre sus
hombros. Ellos han sido establecidos en lo que pareciera
ser una excursión carismática de domingo en la tarde en el
valle de Kathmandu, pero ahora, con ningún campamento
base que los apoye, se encuentran batallando para subir el
Monte Everest, mal preparados y mal equipados.
En nuestra familia de iglesias hemos reconocido la

necesidad urgente de tratar este problema, y como resul-
tado, hemos invertido tiempo y dinero considerable en el
entrenamiento de líderes jóvenes. Estamos buscando
poner las cosas correctamente con nuestras escuelas

Bíblicas en Escocia, Canadá, Nueva Zelandia, India (y una
que abriremos pronto en Uganda).
Habiendo dicho esto, quiero enfatizar que el entrenamiento

teológico ciertamente no es la única manera de preparar
gente para el llamado de Dios en sus vidas. Sea que
nuestro llamado fuera el trabajo médico, económico,
educacional, de programador de computadoras, de nego-
cios de la construcción -lo que sea- todos son los negocios
de Dios y requiere de nosotros el mejor entrenamiento y
preparación para que seamos la gente más influyente y
efectiva posible. El objetivo de este entrenamiento no es
ser “exitosos” en términos mundanos, sino más bien
cumplir nuestro mandato de ser la sal y la luz 99 de Dios
en este mundo.
Recomendando recursos adicionales

Recomendando libros, cintas, conferencias y seminarios,
un padre ayuda a expandir el entendimiento espiritual de la
palabra y los caminos de Dios de sus hijos. El no consi-
dera sus propios recursos como suficientes para satisfacer
todas las necesidades de sus hijos: para que su hijo
madure plenamente en su llamado en Dios, necesitará la
capacidad de otros.
Un padre sabio no es posesivo. El entiende los peligros de

lo que los granjeros llaman inbreeding (reproducción de la
misma línea sanguínea). Cuando el mismo toro es usado
para fecundar tres o más generaciones de vacas en la
misma familia, la primera vaca produce un ternero normal,
el vástago del ternero será débil, y su vástago nacerá de-
formado, y la última generación morirá poco después de
99
Mateo 5:13-16.

nacidos. No llegaré tan lejos como el hacer un paralelismo
exacto con las dinámicas de la paternidad espiritual, pero
diré que tanto las Escrituras como el ejemplo de la iglesia
primitiva, nos enseñan la importancia de recibir las capaci-
dades de otros miembros del cuerpo de Cristo.100
Es mi costumbre dar cada año, como regalos de Noche

Buena, libros que retarán y estimularán el pensamiento de
aquellos que los reciben. En 1994 regalé un libro por David
Wells intitulado No Place for Truth (No hay lugar para la
Verdad). Esta última Navidad di el libro excelente de John
Piper “The Pleasures of God” (Los Placeres de Dios). (De
hecho, compré otras setenticinco copias para nuestra
Conferencia de Líderes Europeos en Enero.)101
Similarmente, he sentido que es importante traer a nues-

tras conferencias de liderazgo otros ministros de otras
“corrientes” del gran río de Dios - hombres que nos traerán
algo que nos hace falta , o nos abrirán los ojos a cosas
que no las vemos tan claramente como debiéramos.
Puede que no estemos de acuerdo con cada pequeño
detalle de doctrina y puede que hagamos cosas en forma
muy diferente en nuestra familia de iglesias, pero el valor
de esta “transpolinización” puede ser considerable.
Estimulando la plena transparencia
Padres, nunca permitan que sus hijos escondan las cartas

cerca de su pecho. Entrénenlos a tomar riesgos y a
caminar en la luz. Si un hijo nunca le dice lo que piensa
100
El ojo no le puede decir a la mano, “No tengo necesidad de ti”... (1
Corintios 12:21). “Yo planté, Apolos regó...” (1 Corintios 3:6).
101
Encuentro el último libro de John Piper Future Grace (Gracia
Futura), igualmente valioso.

verdaderamente, ¿cómo puede retar su pensamiento? Si
él está teniendo un problema por la forma en que usted lo
dirige, pero nunca revela el hecho, ¿cómo podrá usted
saber que necesita ajustar su manera de hacerlo? Por el
otro lado, puede ser que él tenga un problema de actitud.
Siempre me entristece profundamente cuando descubro

que un colega cercano ha tenido un problema conmigo por
un tiempo considerable y no lo ha compartido conmigo.
Esa clase de escenario sugiere que él puede tener un
problema con su auto preservación, o yo puedo tener un
problema con no ser suficientemente accesible. De igual
manera, ninguna de las dos formas habla bien del nivel de
confianza y libertad que debiera de ejemplificar una
relación cercana en el cuerpo de Cristo.
Un hijo que ha aprendido a “jugar a lo seguro” nunca

llegará a tomar riesgos en Dios. El liderazgo indeciso y
tentativo causa más frustración en el cuerpo de Cristo que
cualquier cosa que yo conozco. Uno de los grandes
regalos que usted le puede dar a su hijo es el enseñarle a
caminar en plena transparencia (especialmente en los
términos de relaciones cercanas), a ser decisivo, y a tomar
riesgos en Dios. Los que toman buenas decisiones son
buenos para resolver problemas.
Inculcando discreción y prudencia

La discreción y la prudencia son características vitales de
un buen líder. En Proverbios 8:12, Salomón le escribió a
sus hijos (y a cualquier otro dispuesto a escuchar): “Yo, la
sabiduría, habito con la sagacidad, y me hallo con el
conocimiento de la discreción.”

A alguien que es incapaz de guardar una confidencia se le
termina desconfiando, y alguien a quien no se le puede
confiar pronto pierde la credibilidad para guiar.
Una persona discreta ha aprendido cómo controlar su

lengua. No es dada a la exageración, ni trata de
impresionar a otros con lo mucho que sabe (o piensa que
sabe). Proverbios 17:28 hace una excelente observación:
“Cuando calla, hasta el insensato es tenido por sabio; y el
que cierra sus labios, por inteligente.”
¡Ahora esto pone la discreción y la prudencia al alcance de

cualquiera!
La prudencia implica actuar con, o mostrar, interés y

previsión. Aquí hay un ejemplo sencillo pero práctico a la
vez, de su aplicación. El padre de uno de nuestros líderes
había muerto, así que volví a arreglar mi horario para
poder asistir a su funeral. Yo pensé que sería una
oportunidad para Tim, un hijo en entrenamiento, para
viajar conmigo. El problema fue que él no estaba vestido
apropiadamente para la ocasión, y cuando sugerí que
debía ir a casa a cambiarse la ropa por otra más formal y
ponerse diferentes zapatos -en vez de los zapatos para
trotar que llevaba puestos- él empezó a reaccionar.
“¿Qué hay de malo con mis zapatos para trotar?” él

protestó. “Todo está mal con ellos,” yo insistí. “No son
apropiados, deshonrarán a la familia y nos deshonrarán a
nosotros”.
Bueno, siendo un buen discípulo, Tim hizo lo que se le

pidió y regresó vestido apropiadamente. Nos arreglamos
para conseguir asientos en la parte de atrás de la capilla
con la intención de escabullirnos y regresar a las oficinas

de la iglesia en cuanto terminara el servicio. Sin embargo,
sin saberlo nosotros, se decidió que al final del servicio
todos los invitados, empezando de atrás, deberían de venir
al frente y pasar en fila por el ataúd a plena vista de la
familia del muerto, quiénes estaban sentados en la primera
fila.
Cuando finalmente llegamos afuera, Tim dejó salir un gran

suspiro y exclamó, “Hermano, qué contento estoy de
haberte escuchado. No sé en dónde hubiera escondido mi
cara si me hubiera aparecido con mis zapatos de trotar.”
Permitiendo que los conflictos de la vida sean

el campo de entrenamiento de Dios
Una persona observando a una mariposa tratando de

escapar de su crisálida tiene que resistir la urgencia por
ayudar. Los entomólogos nos dicen que si ayudamos a la
mariposa a salir de su crisálida, ésta no será capaz de
volar; de hecho, nuestro acto de “bondad” enviará al pobre
bicho a una muerte prematura. El mero acto de batallar es
el medio por el cual la criatura alada es equipada para
volar. Conforme se retuerce y se voltea en su heroico
esfuerzo de librarse, sangre empieza a ser bombeada
hacia las alas; una vez afuera, las alas se extienden y
usualmente en una hora la pequeña criatura está lista para
volar.
La incubación de un pollo de ganso nos provee otro

cuadro del valor -de hecho la necesidad absoluta- de la
batalla en la formación de una vida saludable. En el
proceso de la incubación, los giros determinados y los
repe-tidos picotazos del pollo de ganso a la cáscara, no
sólo le permite salir sino que también hace que la yema

entre al estómago. Esto suple comida por los primeros
días, sin la cual el pollo de ganso sobreviviría sólo unas
pocas horas.
Hay una lección importante en estas parábolas de la

naturaleza. Un padre sabio se rehusa a hacerles la vida
muy fácil a sus hijos, porque tal acto de “bondad” puede
interferir con el crecimiento esencial y el proceso de
desarrollo diseñado por Dios. Ese principio es cierto tanto
en la familia natural como en la espiritual. ¿Han notado
que los hijos que son consentidos por sus padres son, más
a menudo que no, mal preparados para la vida adulta?
Una de las razones es que ellos nunca aprendieron a
manejar los contratiempos o ninguna clase de privación.
Ellos esperan salirse con la suya y ser servidos por otros -
en lugar de seguir los pasos de Jesús quién “no vino a ser
servido, sino a servir.” 102
Creo que uno de los errores cometido por muchas de las

iglesias más nuevas103 fue que los líderes que dejaron sus
empleos seculares y que se involucraron tiempo completo
en liderazgo de la iglesia, usualmente recibieron un salario
igual al que recibían en sus empleos anteriores. La
intención pudo haber sido buena -supliendo para las
necesidades de su familia, dando honor al anciano que
preside (en el sentido de 1 Timoteo 5:17)- pero el efecto
pudo haber sido el de robarle al nuevo líder de una
oportunidad de ejercitar la fe, dejando corto un paso
importante en su desarrollo.
102
Mateo 20:28.
103
Por ejemplo, aquellas en el movimiento House Church (Iglesias en
Casa) en el Reino Unido y el movimiento Discipleship (Discipulado)
en los Estados Unidos.

Ahora estoy agradecido por el problema financiero que
Janette y yo experimentamos cuando renuncié de la
Policía Metropolitana y nos trasladamos a una casita en
Cliddesden, una pequeña aldea, a dos kilómetros y medio
de Basingstoke. Era una casita de dos dormitorios sin
agua caliente, sin drenajes y sin baño. El cobertizo de
ladrillo afuera, tenía un retrete químico que necesitaba ser
vaciado una vez a la semana. La cocina -si se le puede
llamar así- era lo suficientemente grande para que una
persona pudiera trabajar adentro.
A las pocas semanas de nuestro arribo, me fui al norte a la

Escuela Bíblica Capernwray, dejando a Janette a cargo de
la casa y cuidando a nuestros dos pequeños hijos, todo
esto con la cantidad principesca de cinco libras esterlinas
a la semana. Cuando llegamos primeramente de Londres,
mis pensamientos eran que iba a empezar grupos de
hogar en los pueblos alrededor de Basingstoke, y que de
alguna manera Dios supliría para nuestras necesidades. Si
esto fue presunción o fe todavía no estoy seguro, pero
puedo testificar que Dios nos suplió maravillosamente en
formas que nosotros nunca nos hubiéramos imaginado.
Para el tiempo que regresé de la Escuela Bíblica, Michael

Pusey había renunciado de la Iglesia Bautista de
Basingstoke y se había ido a tomar el pastorado de la
Iglesia Bautista de Farnborough. Esto, por supuesto, dejó
una vacante en Basingstoke. Para ahora, nuestros
escasos ahorros estaban agotados -aparte de seis cheli-
nes y ocho peniques que nos quedaban en nuestra cuenta
bancaria.
En unos pocos días, Stan Barnden, el secretario de la

iglesia, me contactó y me preguntó si yo estaría dispuesto
a hacerme cargo de la iglesia por ocho libras a la semana

hasta que consiguieran otro pastor. A la siguiente semana
me hice cargo de mis nuevas responsabilidades. Arthur
Harvey, el tesorero de la iglesia, decidió pagarme por
adelantado, y en mi primer domingo a cargo, me entregó
un sobre conteniendo veintiocho libras. Sólo Dios sabe
porque él tomó esa decisión.
Pero siete libras a la semana no eran suficientes;

necesitábamos diez libras, diez chelines. En un corto
período de tiempo, John y Viv Bellegue, una encantadora,
vibrante pareja en la iglesia, vinieron a visitarnos. John
había quedado inválido en la Fuerza Aérea y recibía una
pensión semanal por incapacidad de tres libras diez
chelines. Los Bellegue estaban llenos de sonrisas y
emoción cuando nos dijeron, “Dios nos ha dicho que
debemos empezar a darles este dinero a ustedes.” Casi no
pudimos esconder nuestro alivio. ¡Dios estaba haciéndose
cargo de nuestras necesidades en gran forma!
Unos pocos meses después, sin embargo, John vino a mí

con una seria mirada en su cara: “Barney, lamento decirte
que Dios nos ha dicho que dejemos de darles el dinero de
la pensión.” No recuerdo mi respuesta exacta, pero sí se
que no hubo pánico en nuestro hogar, pues estábamos
empezando a aprender que teníamos un padre celestial
quién, si nosotros buscábamos primeramente el reino de
Dios y su justicia, se haría cargo de todas nuestras
necesidades.
Al día siguiente, Arthur Harvey vino a mí: “Barney,” dijo él,

“los diáconos han decidido aumentar tu salario a diez
libras diez chelines a la semana.”
Yo conocí por primera vez a Ted Kent en 1969 a través de

un anuncio en la revista Redemption Tidings (La Reden-

ción de los Diezmos). Ted era un vendedor de autos en
Gosport que tenía un corazón para el evangelismo. Más
tarde ese año, acordamos visitar Europa del Este con el
propósito de introducir Biblias en Checoslovaquia, Hun-
gría, Rumania y Yugoslavia. Pero antes de poder iniciar el
viaje, necesitábamos conseguir billetes para cruzar el
canal en el transbordador y obtener nuestras visas en las
embajadas en Londres. El día de nuestro viaje a Londres,
Ted manejó de Gosport y se encontró conmigo en el
Hospital Alton, dónde más tarde ese día planeaba visitar a
Janet Allen, una de nuestras jóvenes quién se estaba
recuperando de una cirugía de espalda.
A nuestro arribo en Londres, habíamos decidido que Ted

iría a las embajadas mientras yo iba a la agencia de viajes
a comprar los pasajes. De alguna manera yo había tenido
la idea que Ted, dueño de su propio negocio, pagaría los
costos del transbordador, pero Dios tenía otras ideas.
Mientras hacia cola en la agencia de viajes, el Señor me
habló bastante firme y claramente: “No estoy agradado
con tu entendimiento de dónde vendrán las finanzas. Tú
estás confiando en que Ted Kent sea tu proveedor y no
yo.” ¡Fue una lección saludable!
Entonces allí mismo dejé arreglado el asunto que todos los

costos de este viaje iban a ser compartidos en partes
iguales entre nosotros. Así que tan pronto nos encon-
tramos con Ted, dejé claro que yo esperaba ser comple-
tamente responsable por mi parte de los gastos. Con las
visas conseguidas y el transbordador pagado, regresamos
a Alton donde me despedí de Ted y entré al hospital para
hacer mi visita pastoral. En cuanto entré a ver a Janet, Ann
Robson, una hermana de sala del hospital104 quién estaba
104
Comparado a una jefa de enfermeras en los Estados Unidos.

de turno en la sala adjunta, me vio y dijo, “Barney,
¿puedes pasar por mi oficina cuando te vayas? Necesito
verte.” “Claro, me encantaría,” le contesté, pensando de
qué se trataría.
Después en su oficina, Ann me dio un sobre. “Esto es un

pequeño regalo de Martín y mío para ayudar con los
gastos de tu viaje a Europa del Este.” Entonces añadió,
“Te darás cuenta que la cantidad ha sido alterada.
Habíamos hecho el cheque esta mañana, pero mientras
Martín y yo almorzábamos, ambos sentimos una fuerte
impresión de que el Señor deseaba que dobláramos la
cantidad.”
Le pregunté, “¿A qué hora estaban almorzando?” Ella

contestó, “Eran las doce y media.” “¡Eso es asombroso!”,
le dije. “¡Esa fue precisamente la hora en que Dios me dijo
que yo debía pagar mi parte del costo del transbordador!”
Abrí el sobre y -sí, usted puede adivinar- la cantidad

adicional era exactamente mi parte del costo. No hay
sustituto para experimentar de primera mano los milagros
de la provisión de Dios.
Sin batallas, nunca probaremos que Dios es un guerrero

victorioso. Sin dolor, nunca sabremos que nuestro Dios es
el Dios de todo consuelo. Sin necesidad financiera, nunca
experimentaremos que nuestro Dios es Jehová Jireh, el
Señor nuestro proveedor. Estas experiencias increíbles
pusieron un fundamento de confianza en el Señor que
permanece con nosotros hasta este mismo día.

10
Capítulo
¿Pueden las Mujeres
ser Apóstoles?
0
Una de las doctrinas más básicas de la enseñanza
evangélica es la autoridad de la Escritura: que la Biblia
es nuestra única regla de fe y práctica, la última “Corte
de Apelación” para todas las preguntas de doctrina -
grandes o pequeñas. Como cristiano evangélico, mi res-
puesta a la pregunta ¿Pueden las mujeres ser após-
toles? debe ser encontrada en la Escritura, y no en
preferencias personales.
Más de treinta años atrás yo hice una promesa que

siempre ajustaría mi teología y práctica a la enseñanza
bíblica no importando cual fuera el costo personal -aun si
el costo fuera perder la aprobación de mis amigos.
Menciono esto porque es muy posible que algunos,
después de leer éste capítulo, concluirán que yo soy un
macho chauvinista. También estoy consciente que algu-
nos de mis amigos, quiénes son líderes de equipos
apostólicos, han cambiado sus puntos de vista sobre
este tema en años recientes, y ahora ordenan mujeres
para la función de anciano y, en algunos casos, para

apóstol. Les deseo bien, pero no puedo dejar de creer
que están cometiendo una grave equivocación.
Los asuntos originados por esta pregunta no están

limitados a las mujeres apóstoles; también se aplican a
las mujeres ancianos. El papel de los apóstoles y ancia-
nos son ambos de naturaleza gubernamental y están
fuertemente ligados al concepto bíblico de paternidad -
que será tratado más adelante en éste capítulo.
Debido a que en la Biblia la índole del gobierno espiritual

claramente es masculino, los que proponen a las muje-
res para apóstol y anciano, han tenido que tratar de
encontrar las formas de explicar esa disposición. A este
respecto, los siguientes argumentos han sido propuse-
tos:
1. Que la palabra Griega Kephale en 1 Corintios 11

significa fuente, no cabeza : que implica el sentido de
derivación en lugar de autoridad.
2. Que Jesús no incluyó mujeres entre los doce após-
toles porque la esfera de su ministerio estaba limitado
a Israel y la presencia de mujeres en liderazgo no
hubiera sido aceptado culturalmente. También que el
mismo asunto cultural surgió en 1 Corintios 14:34-35
y 1 Timoteo 2:11-15 donde Pablo instruye a las
mujeres en Corinto y Efeso a permanecer calla-das
cuando la iglesia se reúne.
3. Que el patriarcado del Antiguo Testamento es redu-
cido grandemente en el Nuevo Testamento.
4. Que a través de la cruz, todas las diferencias entre
los hombres y las mujeres relacionadas a la autoridad
fueron canceladas.
5. Que Pablo probó que estaba a favor de las mujeres
apóstol, por el uso de su terminología femenina.

6. Que tal vez ciertos pasajes -1 Corintios 11 y 14 y 1
Timoteo 2- fueron añadidos a la Escritura por los
copiadores.
7. Que es una lógica defectuosa concluir que el haber
escogido Jesús a doce hombres como apóstoles es
pertinente en términos de género.
8. Que el papel de Débora como juez y profetiza provee
un ejemplo bíblico de una mujer en liderazgo guber-
namental.
9. Que el apóstol Junias (nombrado en Romanos 16:7)
fue en realidad una mujer.
10. Muchos de estos argumentos hacen surgir preguntas
serias que merecen una respuesta bíblica cuidadosa.
1. Kephale: ¿Cabeza o Fuente?
En Griego, el significado común de la palabra kephale

es pura y simplemente cabeza. Se usa en todo cuya
contribución tiene un sentido de prioridad sobre otros -
sea la “cabeza” de un río o las “cabezas” (esto es,
líderes) de clanes en el Antiguo Testamento. La interpre-
tación más erudita de ésta palabra griega que he visto es
la de Wayne Grudem en Recovering Biblical Manhood
and Womanhood (Recobrando la Hombría y Feminidad
Bíblicas) en la que dedica 43 páginas al tema,
dejándome sin ninguna duda que la palabra cabeza es
de hecho la traducción más fiel de kephale.
La traducción de kephale para que signifique fuente
en vez de cabeza es entonces bastante cuestionable.
Pero a pesar que fuera correcta, aun nos quedaríamos
en un lugar único en cuanto a la autoridad siendo
designada a los hombres. Si traducimos 1 Corintios 11:3
para que diga: “La fuente de Cristo es Dios,” aun nos
quedamos con el hecho de Dios ejerciendo su autoridad

al enviar a su Hijo - quién hizo solamente las cosas que
agradaban a su Padre y quién no hizo nada de su propia
iniciativa, y cuyas palabras y obras se originaron en su
Padre. ¿Estamos entonces sugiriendo que esta es la
forma en que una esposa debe sujetarse a su marido
quién es la cabeza en esa relación? No suena diferente
de cabeza en términos de autoridad; si algo, pareciera
implicar mayor gobierno.
Pareciera que entre más examinamos “kephale,” más

fuerte es el caso bíblico para cabeza -tanto en términos
de la palabra misma (la traducción), como en su
significado más amplio en el contexto de la Escritura (sin
importar cual traducción de la palabra sea usada).
2. Exégesis, cultura, y el papel de la mujer

No hay duda de la legitimidad de considerar las condi-
ciones culturales y sociales cuando hacemos una exé-
gesis de las Escrituras. Pero esta información de trasfon-
do nunca debe tomarse para contradecir el significado
evidente del texto, ni negar el contenido general de la
Escritura. Esa forma, en última instancia pone la
sabiduría del hombre por encima de la verdad revelada
de Dios - lo cual, por supuesto, es lo que las denomina-
ciones liberales han estado haciendo por muchos años y
con resultados predecibles: escepticismo en cuanto a los
milagros, endoso de la homosexualidad, y así en lo
sucesivo.
Mucha de la enseñanza doctrinal en la iglesia primitiva

vino en respuesta a problemas tales como herejías,
desorden, conflicto y corrupción.105 Los problemas eran
105
La lista suena perturbadoramente contemporánea.

serios, pero la respuesta apostólica nos dio pasajes
como 1 Corintios 13 sobre el amor, Gálatas 2:20 sobre
ser crucificados con Cristo, y 1 Corintios 15:35-37 sobre
la resurrección de los muertos. Tomamos todas estas
enseñanzas como inspiradas por Dios y útiles para
enseñar, 106 pero dondequiera la respuesta de los
apóstoles se refiera al orden de Dios antes de la caída,
debemos tomar debida nota, porque tiene que ver con la
intención final de Dios, su plan original - y no un plan
secundario o una concesión (“por la dureza de vuestro
corazón “107 ).
Con eso en mente, es importante darse cuenta que

cuando Pablo enseña a la iglesia en Corinto sobre el
tema del hombre siendo cabeza (1 Corintios 11), e
instruye a Timoteo en lo referente al comportamiento de
las mujeres en la iglesia reunida (1 Timoteo 2:9-15), no
aborda el tema basándose en las condiciones culturales
de la época, sino en el ejemplo de Adán y Eva antes de
que cayeran en pecado. He aquí unos extractos de la
narración de Génesis a los que se refiere Pablo: “Formó,
pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y
alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma
viviente.”
(Génesis 2:7)
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté

solo; haréle ayuda idónea para 108 él.”
(Génisis 2:18)
106
2 Timoteo 3:16.
107
La razón que Jesús dio en Marcos 10:5 por lo que la ley Mosáica
permitía el divorcio.
108
O correspondiente a él.

Después leemos de Dios formando los animales y
trayéndolos a Adán quién les dio nombre (un acto
gubernamental), pero ninguno era de ayuda idónea para
Adán. Así que Dios lo puso a dormir profundamente y le
sacó una de sus costillas, dándole forma de mujer.
Cuando Adán despertó y la vio a ella, dijo (sin duda con
un brillo de aprobación en sus ojos): “Esto es ahora
hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será
llamada Varona, porque del varón fue tomada.” 109
Mi antiguo Pastor solía decir del Antiguo y Nuevo Testa-

mentos, El Nuevo está escondido en el Antiguo; el
Antiguo está revelado en el Nuevo. Así es como Pablo,
por la unción del Espíritu Santo, ayuda a revelar el
significado del capítulo 2 de Génesis. En 1 Corintios
11:1-6 primeramente habla del hombre siendo cabeza,
luego sigue diciendo en el versículo 7 que el hombre es
la imagen y la gloria de Dios; pero la mujer es la gloria
del varón. Esta declaración claramente nos lleva de
regreso al Jardín del Edén: esto es antes de la caída y
no tiene nada que ver con la cultura de Corinto. El
continúa diciendo: “Porque el varón no es de la mujer,
sino la mujer del varón. Porque tampoco el varón fue
creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del
varón.”
(1 Corintios 11:8-9)
Nuevamente, necesitamos recordar que esto fue lo que

Dios deseaba que fuera desde el principio: precede al
arribo del pecado y a la maldición. (Aun puede ser
incómodo con las sensibilidades de hoy en día, y voy a
tratar de explicar el por qué en la sección cuatro).
109
Génesis 2:23 En Hebreo, hombre es Ish y mujer es Ishshah.

Entonces Pablo señala que en el Señor, “ni la mujer es
independiente del hombre, ni el hombre es indepen-
diente de la mujer,” porque así como la mujer proviene
del hombre, así también el hombre nace de la mujer,
pero todo proviene de Dios.110
Pablo usa el mismo fundamento escritural en su carta a

Timoteo: “Porque no permito a una mujer enseñar ni
ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
Pues Adán fue formado primero; después, Eva.”
(1 Timoteo 2:12-13)
Esto no tenía que ver más con la cultura de Efeso (o la

posible falta de educación de las mujeres) que los
versículos previos tenían que ver con la cultura de
Corinto; esto era simplemente una reafirmación del
patrón establecido por Dios antes a la caída. Como yo lo
entiendo, Pablo no está permitiendo que la mujer tenga
ningún ministerio público que sea gubernamental en
naturaleza. Previamente fue establecido que el orar en
público y profetizar es aceptable en las mujeres.111
En 1 Corintios 14 encontramos a Pablo tocando el pro-

blema de los miembros de la iglesia usando los dones
del Espíritu en una forma indisciplinada en las congre-
gaciones locales. Había un exceso en hablar en lenguas
sin ninguna interpretación, muchas profecías en una sola
reunión, y las profecías no eran sopesadas adecua-
damente. En el versículo 29, él dice: “Igualmente, los
110
1 Corintios 11:11-12.
111
La referencia de Pablo en el siguiente versículo al engaño de Eva
(y no de Adán) sugiere dos cosas: que al responder a la tentación de
Satanás, Eva estaba actuando independientemente; y que el pecado
de Adán fue deliberado: él no fue engañado en la misma forma -
haciéndo su pecado más traicionero en naturaleza.

profetas hablen dos o tres, y los demás disciernan.” En
el versículo 32, él añade: “Además, los espíritus de los
profetas están sujetos a los profetas.” Algunos toman
este versículo como que significa que los profetas
debieran ejercitar el auto control en el ejercicio de su
don, pero en el contexto del versículo 29, yo creo que
tiene que ver con el estar sujeto a la evaluación de otros
profetas. después Pablo añade el versículo 34: “Las
mujeres guarden silencio en las congregaciones; porque
no se les permite hablar, sino que estén sujetas, como
también lo dice la ley.”
Pablo ha dejado claro en el capítulo 11 que las mujeres

pueden profetizar y orar en las reuniones. ¿Entonces
qué clase de silencio está él pidiendo? Se han sacado
varias explicaciones: que las mujeres en Corinto eran
muy ruidosas, o que Pablo simplemente estaba respon-
diendo a presiones culturales. Pero Pablo no da ninguna
indicación en cualquier otro lado de tratar de agradar a la
gente con sus instrucciones - ¡mucho menos a los Co-
rintios! El contexto de este versículo es el juzgar la
profecía, y eso creo que es la clave para entenderlo. A
las mujeres no se les permitía juzgar la profecía ya que
esto sometería a los profetas varones al gobierno de las
mujeres, rompiendo así un principio anterior a la caída.
Si mi entendimiento es correcto, entonces el tema que

sobresale en estos pasajes es gobierno. En Efeso,
aparentemente, las mujeres enseñaban doctrina de una
forma que era vista como que estaban ejerciendo
autoridad sobre los hombres; y en Corinto, las mujeres
estaban sobrepasando el límite al estar juzgando la
profecía (muy posiblemente porque los hombres estaban
fallando al no hacerlo). Esta es la razón de las correc-

ciones apostólicas, que explícitamente invocan el patrón
original (libre de pecado) de la creación de Dios.
3. ¿Es el patriarcado para hoy?
De alguna manera éste es el más serio entre los puntos

planteados por los que proponen mujeres apóstoles y
mujeres en la función de ancianos. Con esto no estoy
diciendo que éste es su argumento más fuerte, pero sí
que tiene las implicaciones más serias. No es de
sorprender que el movimiento feminista secular ha
puesto al patriarcado como su principal enemigo: el
patriarcado bíblico y el orden Edénico original, repre-
sentan los dos pilares principales del gobierno masculino
- en cuanto al hogar y a la iglesia se refiere. Pero un
ataque al patriarcado no solamente busca destruir uno
de estos pilares, sino también reta la estructura del
núcleo familiar y aun a la misma Trinidad. Obviamente
esta no es la intención de alguien que ama al Señor,
pero ese es el efecto potencial.
Dios es un padre. Uno de sus nombres es Dios Padre .

El es llamado el Padre de nuestro Señor Jesucristo (2
Corintios1:3), y Dios nuestro Padre (1Corintios 1:2).
Jesús no solamente nos enseñó a iniciar nuestras
oraciones con Padre nuestro, sino también nos mostró
un cuadro íntimo de su relación con el Padre y cómo esa
relación pretende incluirnos a nosotros (Juan capítulo
17).
La paternidad de Dios es eterna. El era Dios Padre antes

que la tierra fuera creada y continuará siendo el Padre a
través de toda la eternidad. La paternidad es lo que lo
distingue de los otro miembros de la Trinidad, de la
misma forma que ser hijo distingue a Jesús del Padre y

del Espíritu Santo.112 Sin paternidad no tenemos familia
verdadera. Como Pablo escribe: “Por esta razón doblo
mis rodillas ante el Padre (Griego-Pater ), de quien toma
nombre toda familia (Griego-Patria ) en los cielos y en la
tierra,...”
(Efesios 3:14-15)
Elizabeth Elliot escribió: “La teología feminista de los

Cristianos” (yo no puedo llamarla “teología feminista
Cristiana”) es una plataforma intolerante en la cual la
doctrina y los hechos evidentes de la naturaleza y la
historia, sin mencionar la misma Biblia, son arbitraria-
mente estirados o recortados para que encajen. ¿Por
qué, me pregunto, la teología feminista empieza con las
respuestas? Una que habló sobre “Un acercamiento
Bíblico al Feminismo” definió su tarea (¡formidable, diría
yo!) como el intento de interpretar la Biblia de una forma
favorable a la causa de la igualdad (Virginia Ramey
Mollenkott en el Caucas Evangélico de Mujeres,
Washington, DC, Noviembre 1975). La “interpretación”
llamada por muchos a una revisión cuidadosa de las
doctrinas de la creación, el hombre, la Trinidad, y la
inspiración de la Escritura, y la reconstrucción de la
historia religiosa, con la intención de depurar cada una
de ellas de lo que es llamado una conspiración patriarcal
contra las mujeres. ¿Por qué la mayoría de feministas
sustituyen la visión jerárquica gloriosa de bendición por
un ideal desvencijado e incoherente que aplana a todos
los seres humanos a un mismo nivel - un lugar sin caras,
descolorido, sin sexo, donde la autoridad y la sumisión
son consideradas una maldición, donde las funciones de
112
Hay un sentido en el que Jesús es un padre para nosotros (como
también hay padres humanos); de éste modo, hay una referencia a
él como Padre Eterno en la lista de nombres en Isaías 9:6.

los hombres y las mujeres son tratadas como piezas de
máquinas que son intercambiables, reemplazables, ajus-
tables, y dónde el desempeño es una cuestión de pura
política, cosas como igualdad y derechos?”113
Creo que es imposible atacar la paternidad sin involucrar

a la Trinidad: la paternidad es así de básica. Puesto que
fuimos creados a la imagen de Dios, su paternidad
necesariamente será reflejada en nuestra paternidad
humana -sea en el sentido natural o espiritual. No puede
ser de otra manera. Esta es una razón por la que yo
sospecho que Satanás está detrás del escenario en este
ataque. La otra razón es que Satanás siempre tratará de
derribar lo que Dios edifica, y la familia es un ejemplo
principal. Si él puede reducir la fuerza de la paternidad,
él puede darle un golpe devastador a la familia. Para
ponerlo en términos de la marina, es como lanzar un
torpedo bajo el agua al casco de un buque llamado
Familia, y sólo es cuestión de tiempo antes que el barco
se hunda.
Pero Dios tendrá la última palabra. Fue en otro momento

oscuro de la historia cuando Malaquías, proféticamente,
terminó el canon del Antiguo Testamento con éstas
palabras: “El hará volver el corazón de los padres a los
hijos, y el corazón de los hijos a los padres;...”
(Malaquías 4:6)
113
Recovering Biblical Manhood & Womanhood (Recobrando la
hombría y la feminidad bíblica) Crossway Books.

4. ¿Fueron las mujeres emancipadas en la
cruz?
Sí lo fueron -y también lo fueron los hombres- pero sólo

de aquello que era parte de la maldición. Aún entonces,
no todo lo que vino sobre la humanidad debido a la
maldición ha sido removido: las mujeres aún tienen
dolores de parto y los hombres aún transpiran cuando
desyerban sus jardines. Algunas cosas solamente serán
restauradas cuando Jesús retorne. Como la Escritura
nos dice, toda la creación gime aguardando ansiosa-
mente su liberación.114
Redentivamente todos somos iguales a los ojos de Dios -

somos coherederos de la gracia de la vida 115 -pero
funcionalmente no somos iguales. Esta verdad es tan
simple, pero a la vez tan profunda, que mucha gente no
la entiende. Tal vez sea porque es una idea particu-
larmente contraria a la cultura, para aquellos de nosotros
que vivimos en el mundo Occidental.
Mientras que el tema de la igualdad ha estado con

nosotros por largo tiempo, hemos visto un giro en el
paradigma116 en los últimos veinte a treinta años -y todo
tiene que ver con nuestra definición de igualdad.
Mencioné antes en este capítulo que podíamos sentirnos
incómodos con un versículo como 1 Corintios 11:9 que
dice: “Además, el hombre no fue creado a causa de la
mujer, sino la mujer a causa del hombre.” ¿Por qué
114
Romanos 8:19-22.
115
1 Pedro 3:7.
116
Este puede ser un témino favorito de los de la Nueva Era, pero
correctamente describe el cambio en la base filosófica de la
sociedad.

encontramos eso tan disonante en nuestras sensibili-
dades democráticas occidentales? Propongo que todo se
relaciona al entendimiento que tenemos de la palabra
igual.
Cuando Canadá adoptó su nueva Constitución en 1982,

adquirió una nueva Carta de Derechos y Libertades,
cuya pieza central era una sección sobre Derechos de
Igualdad. En los documentos de trasfondo que fueron
editados por el gobierno en esa fecha, era claro que la
igualdad iba a significar mucho más que sólo ser igual
ante la ley o tener oportunidades iguales. Había un
compromiso filosófico al concepto de igualdad de
función. En otras palabras, los que hacen las políticas
habían decidido que para las mujeres -o cualquier otro
grupo identificable- el ser verdaderamente iguales
significaba funcionar de la misma forma que cualquier
otro. Si esto significaba poner a las mujeres en el
ejército, que así fuera. Si involucraba el permitir que los
enfermos mentales votaran, que así fuera. Igualdad
ahora significa igualdad de función, y esta perspectiva
tiene la fuerza de la Constitución detrás de ella.
Considere ahora lo que la Biblia enseña acerca de la

igualdad: “Haya en vosotros esta manera de pensar que
hubo también en Cristo Jesús: Existiendo en forma de
Dios, él no consideró el ser igual a Dios como algo a qué
aferrarse;...”
(Filipenses 2:5-6)
La doctrina Cristiana Ortodoxa a través de los siglos ha

afirmado tanto la divinidad de Cristo y como la igualdad
de las tres Personas de la Trinidad: el Padre, el Hijo, y el
Espíritu Santo. Pero esta igualdad siempre se ha
entendido en términos de esencia, gloria, valor intrínseco

y existencia eterna. Eso es por lo que Filipenses 2:6
puede hablar de Jesús siendo igual con Dios Padre.
Pero esta igualdad claramente no reglamenta las diferen-

cias de orden y función. Jesús, mientras es igual al
Padre, eternamente es el hijo que se deleita en hacer la
voluntad de su Padre; mientras que el Espíritu Santo
eternamente procede del Padre y del Hijo, de nuevo, lo
hace en un papel de subordinación funcional. Eso nos
deja con una opción: ¿Cual definición de igualdad vamos
a aceptar? ¿Sobre qué patrón debemos moldear
nuestras vidas?
Para los “Cristianos que creemos en la Biblia” la res-

puesta debiera ser sencilla. Fuimos creados a la imagen
de Dios: no se puede pensar en considerar otro modelo.
Pero aún así, lo hacemos. ¿Por qué? Porque estamos
influenciados por el “océano” de la cultura en el cual
nadamos. Tal vez no hemos aceptado conscientemente
un concepto secular, humanístico de igualdad, pero esos
conceptos y actitudes están completamente alrededor de
nosotros, y los absorbemos sin darnos cuenta. Entonces
cuando leemos acerca de las mujeres siendo creadas
para el hombre, podemos quejarnos en nuestro interior,
sintiendo que eso representa una agresiva desigualdad o
aún una denigración de la mujer. En realidad, de todo lo
que habla es de la creación del orden y función del
hombre y la mujer; no hace nada para disminuir su
igualdad de esencia y ser.
Todo llega a un asunto de fe: ¿Creeremos que el patrón

bíblico es aplicable en nuestra sociedad -sofisticada y
humanista como lo es? ¿O nos hundiremos en la forma
de pensar del mundo? ¿Si Jesús es igual a Dios y se
somete a su voluntad, podemos nosotros aceptar que las

mujeres son iguales a sus maridos aún si reconocen la
autoridad masculina? Aunque la jerarquía es un término
negativo para mucha gente, ¿podemos aceptar que el
reino de Dios aún es jerárquico en función simplemente
porque la jerarquía existe en la Divinidad y ha existido en
el planeta Tierra aún desde antes que Adán y Eva
pecaran? Si es así, estamos caminando en la amones-
tación de Romanos 12:2: “No os conforméis a este
mundo; más bien, transformaos por la renovación de
vuestro entendimiento, de modo que comprobéis cuál
sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”
5. El uso de terminología femenina por Pablo,

¿prueba su apoyo para mujeres apósto-
les?
No puedo concebir por qué esto pueda ser un problema

(de intención equivocada). Porque yo coma como
caballo, no significa que yo estoy en peligro de pensar
que los caballos son humanos. Pablo simplemente está
usando una metáfora en la misma forma que todos las
usamos - “El manejó como un loco”; “Ella voló como un
pájaro” - lo hacemos todo el tiempo.
6. ¿Añadieron los copiadores a las Escri-

turas?
Es ampliamente aceptado que nuestro texto del Nuevo
Testamento es lo más exacto que se puede conseguir.117
Las buenas noticias son que tenemos tan magnífico
suministro de manuscritos que casi no hay dificultad en
117
Lea ¿Son los Documentos del Nuevo Testamento Confiables?
por F.F. Bruce, para mayor conocimiento en este respecto.

determinar la correcta interpretación de casi cualquier
versículo.
No hay duda que los copiadores antiguos hicieron su

parte en mejorar la presentación gramatical (especial-
mente si el uso del lenguaje había cambiado al correr de
los años). Pero si creemos que Dios ha fallado en
preservar el significado original del texto, no tenemos
ninguna autoridad confiable con la cual pararnos y
predicar delante del pueblo de Dios (más que la
“autoridad” de nuestras propias opiniones). La sugeren-
cia de que los copiadores añadieron a las Escrituras del
Nuevo Testamento es absurda y cualquier evangélico de
buena fe no tendría nada que ver con tal intriga
maliciosa.
7. El argumento “lógico defectuoso”
Este argumento afirma que si las mujeres no pueden ser

apóstoles por su exclusión de los “doce”, seguramente
los africanos tampoco pueden ser apóstoles, pues no
hubo africanos entre los “doce” -así que estamos
tratando con un caso de ‘lógica defectuosa.’ Bueno, este
es un caso de lógica defectuosa, pero por otras razones.
Uno podría, así mismo, añadir ingleses y chinos al
asunto en discusión. El punto es: Los africanos, ingleses
y chinos no vivían en Israel en ese entonces, pero sí
vivían mujeres. Aproximadamente la mitad de la
población era femenina. Si a Jesús no le importó ofender
a los fariseos por tocar leprosos, comer con Zaqueo, y
permitir que una prostituta le besara sus pies repetida-
mente, puede estar seguro que él no se hubiera
preocupado un ápice de lo que ellos hubieran podido
pensar acerca de ordenar apóstol a una mujer. El hecho

de que él no lo hizo no “prueba” el caso contra mujeres
apóstoles; simplemente es una parte de la evidencia
bíblica.
8. Débora, la Juez y Profetisa
¿Provee la autoridad de Débora como juez de Israel, un

ejemplo bíblico positivo de una mujer ejerciendo
autoridad sobre los hombres? Bueno, a pesar del bien
que ella hizo, hay otros hechos a considerar.
Primero que todo, la Escritura registra en Jueces 4:1 que

Israel estaba nuevamente haciendo el mal a los ojos del
Señor después de los 80 años del reinado exitoso de
Ehud. En el versículo 4, esta declaración notable: “En
aquel tiempo gobernaba a Israel Débora, profetisa,
esposa de Lapidot.”
Obviamente las personas de Israel no estaban siguiendo

su liderazgo. No fue sino hasta que ella llamó a Barac y
le dio una palabra profética que efectivamente lo hizo
comandante militar de Israel, que el destino de Israel
cambió. Parecía claro que Barac necesitaba a Débora
como profetisa, y ella lo necesitaba a él para guiar el
ejército gubernamentalmente.
Otro versículo que está relacionado al tema, habla del

juicio de Dios en contra de Jerusalén y de Judá por sus
pecados de rebelión: “¡Ay de los impíos! Les irá mal,
porque les será hecho conforme a las obras de sus
manos. ¡Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos,
y mujeres se enseñorean de él. Pueblo mío, los que te
guían te hacen errar y confunden el rumbo de tus
caminos.”
(Isaías 3:11-12)

¿Por qué permitió Dios que Débora gobernara sobre
Israel? Más pareciera que fue un juicio sobre la nación
por su pecado. De otra manera, si alguien insiste en que
este caso es normativo, el mismo criterio tendría que ser
aplicado a Sansón, otra “excepción” en ese período fuera
de lo común de los Jueces.
9. Junias el apóstol
Hay alguna controversia con respecto a Junias, con
algunas traducciones (ej. King James) que registran el
nombre como Junia, el cual puede ser usado como
forma femenina -sugiriendo que este puede ser un
ejemplo de una mujer apóstol. Debido a que esto da
lugar a una pregunta legítima de interpretación bíblica,
me tomaré algo de tiempo para contestarla. Sin embargo
para un procedimiento más completo, yo recomendaría
la investigación de Wayne Grudem y John Piper en su
excelente libro Recovering Biblical Manhood and
Womanhood (Recobrando la Hombría y Feminidad
Bíblicas), (Crossway Books).
En respuesta a la pregunta, ¿Fue Junias una mujer?

Grudem y Piper dicen que la evidencia es inconclusa.
Sin embargo, en una investigación minuciosa por
computadora de los escritos Griegos primitivos (del
noveno siglo AC al quinto siglo DC) abarcando 2,889
autores y 8,203 obras, ellos encontraron sólo tres casos
de Iounia. El primero fue Plutarco (50-120 DC) quien
hace este comentario en La Vida de Marcus Brutus :
“Casio habiéndose casado con Junia, la hermana de
Brutus.” El segundo es Epifanio (315-403 DC) quien
escribió un Indice de Discípulos el cual incluye la

inscripción: “Iunias, de quien Pablo hace mención, vino a
ser Obispo de Apameia de Siria” (Index Disciplulorum,
125.1920). En Griego, la frase de quien es un
pronombre relativo masculino (hou ) y muestra que
Epifanio consideraba que Iounias era un hombre. El
tercero fue John Chrysostom (347-407 DC) quien hizo
este comentario en relación a Junias: “¡Oh, qué grande
es la devoción de ésta mujer, que aún se le contaba
merecedora de la apelación de apóstol!”
Así que allí lo tenemos. Un padre de la iglesia dice que

ésta persona es un hombre, el otro no está de acuerdo y
dice que éste apóstol es una mujer. ¿Es igual la
evidencia para estas posiciones? Grudem y Piper
sugieren que los comentarios de Epifano son más
concluyentes porque pareciera que tenía más
conocimiento acerca de Junias -recordando que Junias
llegó a ser Obispo de Apameia. Ellos añaden: “Sin
embargo, tal vez más significativo que cualquiera de
estos, es una cita Latina de Origen (muerto en 252 DC)
en el comentario más antiguo existente sobre Romanos:
El dice que Pablo se refiere a “Andrónico y Junias y
Herodiano, todos a quienes llama parientes y compañe-
ros cautivos (Andronicus, et Junias, et Herodian, quos
omnes et cognatos suos, et concaptivos appellat )”
(Comentario sobre Romanos de Origen, preservado en
una traducción en Latín por Rufinus, ca 345 -ca. 410
DC, Patrologia Graeca, vol. 14, col. 1289 de J.P. Migne).
Aquí, el nombre Junias es un nominativo singular
masculino en Latín, implicando -si esta traducción
antigua es confiable -que Origen (quién fue uno de los
eruditos más expertos del mundo antiguo) pensó que
Junias fue un hombre. Asociada con la cita de Epifanio,
esta cita da el peso de la evidencia antigua para apoyar
esta perspectiva.”

Me doy cuenta que esta tema puede volverse muy
técnico, pero cuando la doctrina está siendo establecida,
debemos de estar dispuestos a hacer nuestro “trabajo”:
para someter nuestras teorías a los rigores de la
investigación y la evaluación crítica para que así desarro-
llemos una posición teológica sólida. Sin desear ser no
caritativo, debo admitir que he sido sorprendido por la
escasez de evidencia bíblica substantiva que apoya la
doctrina de ordenación de mujeres como apóstoles y
ancianos. Sus proponentes nos traen a la mente las
estrategias de un abogado en la corte, cuando no tiene
muchos hechos para seguir adelante: ¡usando una
sugerencia aquí, un punto allá, un pedacito de evidencia
circunstancial lanzada por abajo, y una rociada liberal de
indirectas tiradas por encima, esperando sembrar la
suficiente duda en las mentes del jurado, para asegurar
la victoria de su cliente!
Me recuerda de una pequeña historia que involucra a mi

hija Rachel cuando tenía cinco años de edad. Está-
bamos sentados cenando cuando de pronto preguntó,
“Papi, ¿Cuánto suman cinco ceros añadido a tres
ceros?” “Nada, cariño,” le contesté, un poco asombrado
por su pregunta. “Pero Papi,” suplicó, “Deben de sumar
algo -hay cinco de ellos y tres de ellos.”
Para entonces, las miradas desconcertadas se habían

generalizado entre las caras del resto de la familia. “Aún
no significa nada,” dije, tratando desesperadamente de
no soltar la risa. “Si hubiera cinco millones de ellos
añadidos a tres millones de ellos, la respuesta aún sería
un gran cero.”
De cierto yo no cuestionaría la sinceridad o integridad de

aquéllos que ordenan mujeres para liderazgo guberna-

mental. Algunos son amigos cercanos a quienes amo y
admiro grandemente. Por su sobresaliente santidad y por
nuestra amistad, algunas veces he deseado poder ver su
posición en las Escrituras, pero entre más escudriño,
más permanezco convencido que mujeres apóstoles y
mujeres ancianos no se encuentran en la Biblia.
Sin embargo, mientras no las encontramos funcionando

como apóstoles en la Biblia, si miramos a las mujeres
como parte de equipos Apostólicos. Febe, una diaconisa
de la iglesia en Cencrea, probablemente tuvo la
responsabilidad de enviar la carta de Pablo a la iglesia
en Roma. Pablo la recomienda a los Romanos y dice:
“Que la recibáis en el Señor, como es digno a los santos,
y que la ayudéis en cualquiera cosa en que os hubiere
menester: porque ella ha ayudado á muchos, y a mí
mismo.”
(Romanos 16:2)
Febe claramente fue parte del equipo de Pablo - como lo

fueron Evodia y Síntique quienes compartieron con
Pablo las luchas por el evangelio (Filipenses 4:3). No hay
discusión que las mujeres estaban involucradas a un
“alto nivel” en el ministerio en los tiempos del Nuevo
Testamento, pero esa involucración no incluía puestos
de gobierno en los cuales estuvieran ejerciendo auto-
ridad sobre los hombres. (¿Las hizo eso menos
importantes que los hombres? Sólo si creemos que
Jesús es menos importante que el Padre por su diferente
función y papel.)
La Biblia no tiene el mismo número de historias acerca

de mujeres como de hombres, pero si tenemos ojos para
ver, hay evidencia escritural amplia para confirmar el
valor intrínseco y la estrategia importante de las mujeres

piadosas -por ejemplo: Rut y Ester, ambas cuyos nom-
bres se usaron para nombrar libros del Antiguo
Testamento; Débora y Hulda, reconocidas como profeti-
sas a un nivel nacional; Elizabeth, la madre de Juan el
Bautista, María, la madre de Jesús; las mujeres que
acompañaban a Jesús en sus viajes a través de las
ciudades y las aldeas de Israel; María Magdalena y
María la madre de Jacobo, quienes fueron las primeras
en ver al Señor resucitado y testificar su resurrección a
los apóstoles; Juana (esposa de Chuza, mayordomo de
Herodes) y Susana, quien estaba entre los que
ayudaban a sostener a Jesús y sus discípulos de sus
propios medios económicos; la madre de Timoteo,
Eunice y la abuela Loida, cuya piedad y fe fueron
fielmente inculcadas en el joven Timoteo.
La lista no es menos distinguida en este siglo. Considere

las muchas miles de mujeres piadosas que sacrificaron
las comodidades del hogar y la seguridad amorosa de la
familia - todo por la causa de difundir el evangelio de
Cristo en tierras extrañas: Gladys Aylward, Amy
Carmichael, Elizabeth Elliot, para nombrar unas pocas.
(Por algunos estimados, dos veces más mujeres que
hombres salieron como misioneras.)
Estas son heroínas de la fe cuyas vidas son bien

conocidas por muchos, pero deseo terminar el capítulo
mencionando tres mujeres que han trabajado a mi lado
en la causa de Cristo - y a quienes también considero
heroínas. Annie Crowe reubicada de Inglaterra a Ugan-
da por petición mía hace algunos años y ahora está a
cargo de un número de escuelas cristianas a través de la
nación. Mientras que su excelente trabajo y testimonio la
ha llevado a tener contacto con oficiales de alto rango
(incluyendo la esposa del presidente, Janet Museveni),

ella también ha tolerado las aflicciones de la vida en
Africa central, incluyendo repetidos robos en su casa y la
experiencia aterradora de ser asaltada a punta de pistola
por ladrones que demandaban su carro.
Dra. Jan White fue pionera en abrir clínicas médicas

tanto en Uganda como en Kenya. Jan es una de las
personas más valientes que conozco, cuyas hazañas
incluye el haber cruzado la tierra de nadie durante la
guerra civil en el norte de Uganda. Jan no solamente es
una excelente doctora, sino también es una profetisa y
una poderosa predicadora del evangelio a través de
quien muchos han venido a Cristo.
Karen Morgan, quien también se traslado a Uganda a mi

requerimiento personal, se las arregló para montar un
laboratorio médico totalmente funcional en el corazón del
triángulo infame de Luweero. Para empezar, prestando y
comprando el equipo y las provisiones necesarias; ella le
ha ayudado al equipo médico del Hospital del Distrito de
Kiwoko a salvar cientos de vidas - incluyendo muchos
niños.
Esta son tres de las mujeres sobresalientes quienes han

servido como parte de mi equipo apostólico y que me
miran como su padre espiritual. Quiero honrarlas por su
fe sobresaliente, su valor, y su duro trabajo en el
evangelio. Su papel no es uno que conlleva el gobierno
completo de la iglesia (apóstol, anciano), pero ellas
funcionan en un lugar de liderazgo consultivo y un
ministerio vitalmente importante. Yo las recomendaría
como ejemplos para el cuerpo de Cristo.

Capítulo
11
Revisiones Apostólicas
En los primeros años de los setentas’118 Peter Lyne, un

amigo de mucho tiempo, llegó a la Iglesia Bautista de
Basingstoke para ministrar un fin de semana. Hasta ese
entonces, habíamos sido una iglesia autónoma (con
gobierno propio). Teníamos muchos predicadores visi-
tantes - incluyendo nombres tan famosos como George
Otis, fundador de los Ministerios Aventura Alta (High
Adventure Ministries) y autor de numerosos libros; Pat
Robertson, fundador de la Red Cristiana de Televisión
(Christian Broadcasting Network). Sin embargo como
iglesia, no teníamos un lugar para rendir cuentas organiza-
cionalmente más que una conexión extremadamente débil
con la Unión Bautista (cuyos liderazgo ni entendían ni
aprobaban nuestras creencias y prácticas carismáticas).
Durante la reunión de la noche del domingo, Peter de
pronto cortó su mensaje y se dirigió proféticamente a la
congregación: “El Señor dice que ustedes deben ser una
iglesia como la de Antioquía que enviará gente a las
118
Conforme lo recuerdo, o fue 1972 o 1973.

naciones.” Fue un momento electrificante; uno hubiera
podido oír caer un alfiler.
La siguiente semana cuando empecé a ver de cerca las

referencias bíblicas sobre la iglesia de Antioquía, fui
impresionado por el hecho que ellos no sólo enviaron
apóstoles, sino que también recibieron capacitación guber-
namental de afuera. Esa capacitación dio inicio con la
llegada de Bernabé, enviado a ellos de Jerusalén, y
después Pablo, quien fue llevado a la iglesia por Bernabé.
Me di cuenta que ellos recibieron una decisión guberna-
mental hecha por el Concilio de los Apóstoles y Ancianos
en Jerusalén, y que ellos recibieron la decisión por medio
de una carta llevada por dos profetas de Jerusalén, Judas
y Silas -aunque Bernabé y Pablo estaban regresando a
Antioquía al mismo tiempo que ellos. Todo esto revela
claramente que ellos no eran una congregación insular,
independiente, y autogobernada. Sus líderes no se
aferraban tenazmente al poder: ellos interactuaban rela-
cional y gubernamentalmente con el cuerpo de Cristo más
grande.
¿Dónde nos ponía esto entonces? No estaba seguro, pero

empecé a hacer de la cuestión un asunto urgente de
oración.
Hasta ese entonces, casi cada nuevo paso que dábamos -

orar por los enfermos, ejercitar los dones del Espíritu
Santo, “ministración del cuerpo,” “ministración en equipo,”
la introducción de ancianos, el abandono de la forma
democrática de gobierno de los Bautistas -se habían
originado todos de una dirección personal que yo creía
haber recibido del Señor. Pero con esta palabra profética
de Peter, yo supe que de ese momento en adelante, las
cosas iban a ser marcadamente diferentes. Y así fue como

en el curso de una relación creciente con Arthur Wallis,
empecé a verlo no sólo como un pastor personal para mi
vida, sino también como un apóstol a nuestra congre-
gación.
En los meses que siguieron, fuimos abriendo cada vez

más las puertas para que Arthur tratara asuntos de
gobierno con los ancianos. En una ocasión, cuando una
disputa entre uno de los ancianos y yo había llegado a un
callejón sin salida, escogimos -de mutuo acuerdo -invitar a
Arthur, junto con Campbell McAlpine, para arbitrar. Como
resultado, la paz fue restaurada.
Aunque estábamos empezando a apreciar las bendiciones

de recibir capacitación apostólica, aún no pensábamos
que nos habíamos abierto en una manera vulnerable al
hombre que llamábamos nuestro apóstol. Aún encontrá-
bamos formas de mantener las riendas y proteger nuestra
valiosa autonomía. En 1974 finalmente vi el daño y los
efectos inhibidores que resultaban del espíritu de control
con el cual yo estaba gobernando la iglesia. Fui a los
ancianos y propuse que invitáramos a Arthur, juntamente
con Bryn Jones, para que llegaran por un período de diez
días (incluyendo dos fines de semana) y que examinaran
cada área de la vida de la iglesia -incluyendo mi liderazgo
y mi familia. No debería de haber restricciones en cuanto a
quien hablar y los temas a tratar (aunque cuando entrevis-
taron a otros ministros en el pueblo, nerviosamente me
preguntaba si no les habíamos ofrecido autoridad muy
amplia).
Todos esperábamos que llegara el lunes por la mañana

para que nos entregaran la lista final de recomendaciones.
No sería verdad decir que no hubo sorpresas. De hecho,
algunas de sus observaciones fueron horriblemente dolo-

rosas, pero pronto probaron ser correctas. Si mi memoria
no me falla, aparte de un asunto de su lista, nos pusimos
de acuerdo en todas las áreas de interés y los problemas
fueron rectificados: El “odre” de la Iglesia Bautista de
Basingstoke había experimentado una renovación mayor.
Desde ese entonces la iglesia (ahora conocida como la

Iglesia de la Comunidad de Basingstoke) ha pasado por
tres revisiones más, incluyendo una reciente que dio como
resultado que al líder encargado y su esposa, David y
Chris Richards, se les liberara a una esfera más amplia de
responsabilidad apostólica, llenando su lugar en
Basingstoke David y Hazel Marchment quienes han estado
en la iglesia por más de veinticinco años. (Esto será
cubierto con más detalles en el capítulo siguiente).
En lo que queda de este capítulo, me gustaría ofrecer una

dirección a aquellos involucrados en revisiones apostólicas
-tanto a los que dan como a los que reciben la evaluación.
(Algunos pueden pensar que esto es un ejemplo en el cual
es de mayor bendición el dar que el recibir, pero no estoy
tan seguro de eso. ¡Puede ser una experiencia ardua para
todos los implicados!)
1. Las conexiones relacionales y de pacto son

esenciales.
En el mundo de los negocios, es muy común que las

empresas contraten consultores para llevar a cabo una
investigación (frecuentemente llamada una revisión opera-
cional) para ver cómo está la empresa, y hacer recomen-
daciones apropiadas. Sin embargo, hay un mundo de
diferencia entre un negocio y una iglesia de familia. Yo
creo que es decisivo que quien sea que esté a la cabeza

de un equipo de revisión de una iglesia, debe de tener un
vínculo relacional con el liderazgo de esa iglesia. Primero
que todo, ayuda a proteger que la gente de la iglesia sea
tratada de una manera indiferente, insensible y arrogante.
(Aun así, he encontrado necesario el pedir disculpas por
no tener el suficiente cuidado en situaciones que se dan
en las revisiones).
En segundo lugar, esa relación protege al equipo de

revisión, de la forma en que los ancianos manejan el
reporte final. Las revisiones de iglesias pueden tener el
efecto de sacar el pin de seguridad en un montón de
“granadas de mano” que por años han estado esperando
explotar. Algunas veces es necesario nombrar nombres en
orden para hablar honesta y concienzudamente acerca de
cierto problema. En una revisión que no olvidaré, incluí el
nombre de un hombre que era conocido por su historia de
ir de iglesia en iglesia y quien había estado en el centro de
la controversia en cada congregación previa. A pesar de
haber pedido que nuestro reporte se manejara con la más
estricta confidencia y se mantuviera dentro de los
ancianos, para mi desánimo descubrí que se habían
distribuido copias a todos los miembros de la congre-
gación.
En esta revisión fue la única vez que yo no tenía un

vínculo de relación con el liderazgo, y entonces no fui
recibido teniendo ninguna autoridad apostólica. Fui dejado
en una posición extremadamente vulnerable y prometí que
nunca jamás permitiría ser atrapado de esa manera.
2. Incluyendo los ministerios quíntuples.

En estos días cuando somos invitados a llevar a cabo una
revisión apostólica, consideramos esencial incluir en el

equipo a alguien representando cada uno de los dones
quíntuples,119 alguien con un corazón para los niños y la
gente joven, y (especialmente si la iglesia es algo grande)
una mujer que sea capaz de evaluar el ministerio a las
mujeres. Esto permite a la iglesia bajo revisión, el ser
examinada en cada departamento de la vida de la iglesia
por personas que son especializadas en estas áreas.
3. Confidencialidad
Una de las primeras cosas que me aseguro cuando estoy

considerando una petición para guiar una revisión apos-
tólica, es ver que los líderes estén dispuestos a que los
miembros de la iglesia contesten nuestras preguntas y
hagan comentarios en completa confidencialidad. A menos
que podamos garantizar que lo que es dicho se mantendrá
en estricta confidencia, la gente no estará dispuesta a
participar, y sin su participación, todo el ejercicio es inútil.
Por supuesto, este arreglo requiere una gran confianza de
aquellos en liderazgo -un punto que siempre enfatizo en el
reporte final.
Al principio de la semana de la revisión -y con el permiso

de los ancianos- anunciamos una dispensación especial
para todos los que deseen expresar una preocupación o
quieran decirnos acerca de lo que les está molestando. Al
final de la semana, anunciamos que la dispensación
terminó, y cualquiera que continúe murmurando o queján-
dose está desobedeciendo las Escrituras.120
119
Efesios 4:11.
120
Preocupaciones legítimas pueden ser expresadas en cualquier
momento, en tanto se usen los canales correctos.

4. Recaudando datos.
Nosotros dedicamos tres días para recolectar datos para

las revisiones, el primero lo usamos para entrevistas. Nos
gusta reunirnos con todos los ancianos menos con el
anciano gobernante, después con las esposas de los
ancianos, después con el siguiente rango de liderazgo -
líderes de grupos en el hogar, líderes de jóvenes, líderes
de alabanza, y así sucesivamente. Después de eso, nos
gusta reunirnos con todos aquellos que deseen hablar con
nosotros en privado.
El segundo método es el de cuestionarios (una copia de

ejemplo se encuentra al final del libro). De nuevo, se
garantiza el anonimato de la gente. Junto con los cuestio-
narios, las personas tienen la oportunidad de expresar sus
perspectivas en una carta.
De tercero, nos gusta tener una reunión abierta para todos

aquellos que preferirían compartir sus opiniones en un foro
público. Esto puede sonar un poco riesgoso (algunos
temiendo la posibilidad de toda clase de ataques sarcás-
ticos a los líderes) pero, en realidad, a menudo nos da la
oportunidad de sacar los resquemores de la gente dolida y
prevenir un mal mucho mayor. Sin embargo, los miembros
del equipo deben tener en mente que su mandato no es
sobrepasar la autoridad de los ancianos y tratar de
rectificar los problemas, sino más bien escuchar, observar,
y reportar sus hallazgos a los ancianos. Nosotros siempre
tomamos la oportunidad para honrar a los líderes en
público, recordándole a la congregación que las revisiones
apostólicas son muy raras dentro del cuerpo de Cristo, y
que ellos son una gente bendecida de tener líderes que los
aman lo suficiente para llevar a cabo una reunión de esa
clase.

5. Las revisiones apostólicas son para infor-
mar a los ancianos.
Durante la semana de la revisión, normalmente paso unos
minutos con el líder gobernante para que cualquier queja
seria contra él no venga como a ser una gran conmoción
al final. También le da a él la oportunidad de cuestionar la
exactitud de las quejas. Al finalizar la semana y tener el
reporte completo, primero concertamos una reunión con el
líder gobernante para compartir nuestros hallazgos y
nuestras recomendaciones personalmente con él. Esto es
seguido por una presentación completa al resto de los
ancianos.
Uno de los errores que he cometido en revisiones pasadas

es no ser lo suficientemente sensible con aquellos con los
que el reporte no es favorable. Creo que cada persona que
recibe “calificaciones bajas” debe ser tratado con la más
alta dignidad permitiéndole oír personal y privadamente
nuestras preocupaciones, antes que el reporte sea oído
por todos los ancianos.
Debo enfatizar la necesidad de la sensibilidad –especial-

mente al final de la revisión. Después de invertir diecisiete
y dieciocho horas diarias por toda una semana, y tratar
con montones de sentimientos y situaciones intensas, los
miembros del equipo probablemente se sentirán exhaus-
tos. En esos momentos, necesitamos de la gracia de Dios
para ser sensibles y amables con todos los implicados -
hasta el final de la semana de revisión.
Una de las cosas que dejamos claras a la congregación es

que el propósito de nuestra revisión es ayudar a informar a

los ancianos las áreas en que hay problemas, y ponerlos
en alerta sobre cualquier peligro que se esté levantando
inadvertidamente para ellos y la iglesia. El reporte no es
para distribución general en la congregación. Lo que
posteriormente se les deje saber a ellos, será lo que los
ancianos estimen conveniente. En años recientes, también
les hemos ofrecido a los ancianos la oportunidad de
invitarnos nuevamente en el término de seis meses para
“revisar la revisión” y monitorear la realidad y efectividad
de los cambios que ellos han decidido hacer.
En el siguiente capítulo, presentaremos algunos testimo-

nios de líderes gobernantes de iglesias que se han bene-
ficiado con las revisiones apostólicas.

Capítulo
12
Testimonios
En éste capítulo hay tres testimonios. El primero es el de

Ron MacLean, quien dirige la Iglesia “Gateway Com-
munity” en Winnipeg, Manibota, Canadá. El segundo es el
de David Richards, quien hasta recientemente dirigía las a
“Iglesias de la Comunidad” en Basingstoke. Ahora, David
ha sido liberado para dirigir equipos apostólicos. El tercer
testimonio es el de Fraser Hardy, Quien dirige la “Iglesia
Cristiana de la Comunidad” en Palmerston Norte, Nueva
Zelandia.
Hay un refrán que dice: “la prueba del pudín está al

comerlo.” Mi esperanza es que estos testimonios demos-
trarán cómo los principios esbozados en este libro han
trabajado bien en situaciones de la vida real -en tres
diferentes iglesias en tres diferentes continentes. Esta es
“la prueba del pudín”.
Un testimonio por Ron MacLean

Yo estaba con los nervios de punta.... quemado. ¡Lo peor
de todo, yo no lo sabía! Mi esposa le llama “ímpetu”. Yo

estaba como un tren espiritual fletado, volando sobre los
rieles, inadvertido que el puente había sido destruido por el
agua.
La iglesia se había triplicado en asistencia en tres años, de

150 a 500 personas, y la carga de trabajo y las corres-
pondientes presiones se habían multiplicado con el
crecimiento. Mi pozo espiritual estaba seco, mis relaciones
eran tirantes y mi liderazgo estaba llegando al “extremo”.
Fue el tiempo ideal para los santos (especialmente para mi
esposa y mi familia) el tener una revisión de la iglesia. El
equipo apostólico pasó varios días con cada estrato de la
vida de la iglesia -escuchando, haciendo preguntas,
evaluando el liderazgo y oyendo lo que el Espíritu Santo
estaba diciendo a la iglesia. Finalmente, llegó el tiempo de
compartir los comentarios, las preocupaciones y recomen-
daciones con los ancianos.
Yo estaba nervioso y sintiéndome un poco a la defensiva.

Con buena razón, por los resultados. La principal preocu-
pación del equipo era acerca de mí. “Estamos preocupa-
dos por el pastor,” dijeron ellos. “¡El está tenso y no lo
sabe¡”
Allí fue donde ocurrió. Salté con reflexiones luminosas e

indignado objeté, “¡No lo estoy¡” (¡Qué acusación más
injusta!)
Todos se rieron. Había sido sorprendido; cegado por mí

propio ímpetu. La moneda se cayó. Empecé a reír y
humildemente tomé asiento nuevamente, asombrado que
el tren fletado espiritual había llegado tan cerca de
lanzarse al puente que había sido destruido.

La primera recomendación del equipo apostólico fue que
nuestra familia se tomara dos semanas extra en las
vacaciones de verano que estaban por venir. Fue la
vacación más larga que hemos tomado en los doce años
de servicio con la iglesia. Con cada semana venía una
comprensión creciente de lo tenso que yo había estado. Mi
esposa, en especial, se volvió la campeona más grande de
la capacitación apostólica.
El primer contacto de la iglesia con un ministerio apostólico

había sido en 1976, tres años antes que yo llegara. Había
sido un clamor por ayuda. El matrimonio del primer pastor
estaba en problemas. Unas semanas después del llamado
por ayuda, se fugó con la esposa del pastor asociado. La
iglesia fue devastada. El liderazgo no era formalmente
responsable a nadie y la gente empezó a dispersarse. En
desesperación llamaron al otro lado de la nación al único
ministerio con el que tenían contacto. Una relación de
amor y confianza nació de ese tiempo tan difícil. De ese
contacto inicial un equipo apostólico empezó a trabajar con
un grupo de treinticinco personas muy valiosas pero muy
heridas.
En los siguientes pocos años fueron enviados a la iglesia,

ministerios de pastoreo y enseñanza cada dos semanas.
Eventualmente, un pastor interino fue enviado por diez
meses y finalmente Dios proveyó un pastor permanente,
todo a través del amor, fidelidad y perseverancia del
ministerio apostólico. Por invitación de aquellos que
estaban trabajando apostólicamente con la iglesia, mi
esposa y yo fuimos la respuesta a las oraciones por ese
pastor permanente.
Por más de dieciséis años habíamos tenido el privilegio de

recibir la sabiduría, percepción y objetividad de un ministe-

rio apostólico. Habíamos tenido dos revisiones completas
en la iglesia y varias revisiones pequeñas. Más de una vez
habíamos sido salvados de decisiones desastrosas y
omisiones dolorosas. Debido a la percepción pastoral y
profética del ministerio apostólico, la iglesia ha sido
salvada de la ruina de una “división” por lo menos en una
ocasión. El ministerio apostólico también ha proveído a
nuestros líderes y a la iglesia un lugar de apelación. La
congregación sabe que si los líderes no los están escu-
chando a ellos, tienen nuestra aprobación para contactar a
aquellos a quiénes recibimos apostólicamente. Esto ha
traído una tremenda sensación de paz, seguridad y
protección a todos nosotros.
El ministerio apostólico ha facilitado visión en donde ha

habido áreas ciegas; edificación en donde sólo ha habido
concurrencia; y cambio cuando nos hemos acomodado a
la posición. Hemos sido expuestos a una perspectiva más
amplia que la iglesia local y hemos tenido el privilegio de
confraternizar con el cuerpo de Cristo en otras naciones.
Pablo le escribió a los Corintios: “Pues aunque tengáis

diez mil tutores en Cristo, no tenéis muchos padres.
(Corintios 4:15a)
A través de los años Habíamos tenido muchos instruc-

tores, pero no habíamos tenido muchos padres espiritua-
les. El ministerio apostólico ha sido para nosotros más que
una ayuda de cobertura, más que consejo sabio e
instrucción, más que capacitación objetiva; todo ha sido
acerca de traer el corazón de Dios padre y un amor que se
preocupa por la vida corporal de nuestra iglesia.

Un testimonio por David Richards
En nuestra historia, hemos invitado tres veces a equipos

apostólicos a venir y trabajar en el lugar de los hechos con
nosotros, para ayudarnos a ver algunos de los asuntos
que a nosotros, como ancianos locales, se nos han
pasado de vista ya sea por estar muy cerca de la
situación, o solamente por haber sido incapaces de ver
cual era el siguiente paso a tomar para continuar el
desarrollo de la iglesia.
Determinamos darles el mayor espacio posible, viéndolos

como dones para edificar el cuerpo de Cristo. Les dimos
libertad de revisar cada área de nuestra vida corporal y de
ver a los individuos que necesitaban ser podados para
tener una efectividad mayor, o ser liberados a un ministerio
mayor.
Lo que siguió a la revisión de 1984 fue la liberación de la

iglesia de su acomodamiento, y el haber entrado a un
período de fruto abundante. Como pastor encargado fui
grandemente ayudado a través de una comunicación
excelente y una clara percepción de mis propias fortalezas
y debilidades. La honesta, firme pero cuidadosa manera
de podar del equipo, me ayudó a ver el peligro de los
lapsos ocasionales al tomar decisiones que tenían el
potencial de dañar al nuevo equipo de liderazgo que
estaba surgiendo. Con una postura apropiada, nosotros
estábamos ahora en una mejor posición para tomar
decisiones conjuntas en donde todos sentían que podían
contribuir en algo y que serían escuchados.
También se nos ayudo a ver que teníamos dos excelentes

pastores, probados en la obra, quienes podían ser traídos
a vivir el evangelio. Nuevamente, esto tuvo el efecto de

mover a la iglesia hacia adelante: donde habíamos estado
estancados y de alguna manera moribundos en nuestros
grupos de hogar, reuniones congregacionales y el trabajo
con jóvenes, los problemas y las soluciones fueron
señalados.
Podemos testificar que la visita apostólica fue el inicio de

un gran paso para nosotros: la profundidad de relación con
el líder del equipo, a quién también recibimos como
nuestro padre espiritual, hizo toda la diferencia. Vea,
nosotros sabíamos que al igual que nuestro Padre
celestial, él estaba por nosotros y no contra nosotros. Esto
hizo que todo el proceso fuera mucho más fácil.
Hay un asunto de control que debe ser enfrentado aquí.

Como ancianos siempre habíamos visto que nuestro papel
era uno de mayordomos, no propietarios. Si hubiera sido
de propietarios, nunca hubiéramos solicitado la ayuda de
un ministerio externo y hubiéramos permanecido ambos
atascados y necesitados, pero firmemente en control. Sin
embargo, al soltar esa postura de control, entramos a una
libertad mayor -una consecuencia de la sumisión a la
voluntad revelada de Dios a través de sus siervos.
Hemos vivido en el bienestar de esa revisión por más de

once años, recibiendo regularmente ayuda apostólica con
“la afinación delicada” que requiere cada iglesia. En 1995,
recibimos a Bryn Franklin, un profeta de la Comunidad de
Iglesias (Community Churches) de Oxfordshire. Su venida
a nosotros puede ser descrita solamente como por
circunstancias sobrenaturales.
Bryn estaba en una reunión en Oxford en la cual un

número de iglesias se habían reunido. Al final de la
reunión, durante un tiempo donde se estaba orando por la

gente, un hombre vino a Bryn y dijo, “Hermano, considere
Basingstoke.” Esto fue seguido un tiempo después por la
profecía de otro hombre, “El Señor dice: ¡Ve a Basing-
stoke!” Finalmente, una señora se le acercó y le dijo, “miro
un camino que sale de Oxford por ochenta kilómetros y al
final hay muchas donas.” Cada chofer de camión en el
Reino Unido sabe que Basingstoke, debido a sus
numerosas rondas, es llamada “La ciudad de las donas”.
Estas tres personas eran totalmente desconocidas para
Bryn.
Poco tiempo después de esto, Bryn pasó tres semanas

predicando en Norte América. A su regreso estaba por
entrar a la puerta de enfrente de la oficina de la iglesia en
Cornmarket Street, Oxford, cuando un hombre (otro
totalmente desconocido) se atravesó la calle, le entregó un
pedazo de papel doblado y dijo: “Yo tengo que darte esto.”
Bryn tomó el papel y lo metió en el bolsillo de su camisa.
En este momento se juntó con él Richard Colbrook, con
quien iba a salir a almorzar. (Richard, uno de los ancianos
tiempo completo, fue testigo de todo el procedimiento).
Mientras caminaban hacia el restaurante Bryn sacó el
papel, diciendo: “¿Me pregunto de qué se trata todo
esto?”. En el papel estaba escrito, “¡Bryn! Ve a Basing-
stoke.” A las pocas semanas se reunió con nosotros en
Basingstoke.
Durante los siguientes seis meses formamos un equipo

con Bryn y otros dos profetas locales y ellos revisaron
cinco de nuestras diez congregaciones. En el reporte a los
ancianos ellos hicieron varias observaciones, por las
cuales nos dimos cuenta muy claramente todos nosotros,
una vez más, que la asistencia apostólica era requerida
para ayudarnos a poner en su lugar lo que el Espíritu
Santo nos estaba revelando.

En esta oportunidad significó regionalizar, reasignar los
papeles de algunos de los ancianos, y poner en movi-
miento líneas claras de responsabilidad para los equipos
de liderazgo en toda la iglesia; siendo el mayor movimiento
que yo ahora había pasado la función del líder gobernante
a David Marchment, a quien Dios había estado preparando
por más de veinticinco años.
Este paso me está permitiendo desarrollar y fortalecer el

equipo apostólico que Dios me ha llamado a dirigir y
dedicar toda mi atención a las responsabilidades más
amplias y retadoras que han estado ocupando mucho de
mi tiempo en los años recientes.
Nosotros podemos decir honestamente que toda la iglesia

se ha beneficiado de estas revisiones; los miembros han
sido consultados en cada nivel como parte del proceso de
encontrar los hechos. Ellos están incluidos en el proceso
de reportes a través de los equipos regionales de lide-
razgo, reuniones de líderes de grupos de hogar y los
“Foros Familiares de la Iglesia.” Las directrices que hemos
tomado han sido aceptadas más fácilmente por el espíritu
inclusivo y las oportunidades para retroalimentación y
oración.
El resultado ha sido de bendición: La dirección y el

desarrollo han sido mantenidos y la iglesia en Basingstoke
ha continuado cumpliendo su mandato dado por Dios de
ser una iglesia como la de Antioquía, yendo a las
naciones.
Un testimonio de Fraser Hardy

El mes de la revisión cambió la iglesia aquí para siempre:
Fuimos sacados a un propósito y definición claros, mien-

tras se ponía un fundamento firme sobre el cual hemos
edificado desde entonces. Las siguientes declaraciones
reflejan los pensamientos que nuestros líderes han exp-
resado muchas veces desde la revisión.
Al equipo apostólico se le dio la bienvenida y la total

libertad para ver dentro de cada área de la vida de la
iglesia incluyendo las finanzas y la visión. Como ancianos
locales le dimos la bienvenida a esta revisión, pero nos
preguntábamos ansiosamente qué esqueletos podían ser
descubiertos. Aunque nos esforzamos para que todo se
viera “bien” antes de la revisión, rápidamente fue evidente
que nuestros esfuerzos habían sido inútiles. El equipo,
bajo la dirección del Espíritu Santo, rápidamente discernió
y descubrió nuestro verdadero estado.
¿Qué cambió para siempre entonces? Nosotros cambia-

mos. Como iglesia habíamos sido impactados grande-
mente por el movimiento carismático durante el final de los
70’s y principio de los 80’s. ¡Habíamos visto los dones del
Espíritu (como se mencionan en Romanos 12 y I Corintios
12) redescubiertos, distribuidos y celebrados con grande
gozo! Nuestro deseo de ver la restauración de todas las
cosas nos llevó a empezar a explorar la importancia y
lugar de los ministerios de Efesios 4 en nuestras iglesias
hoy en día. Pero pronto encontramos los mismos obstácu-
los y preguntas con las que nos habíamos enfrentado
previamente que estaban surgiendo nuevamente en
relación al movimiento carismático. ¿Serían para este
tiempo, o su función había desaparecido con la iglesia
primitiva? ¿Cómo eran estos dones y dónde los podíamos
encontrar? Estas y muchas otras preguntas surgieron,
pero un entendimiento y revelación creciente del Nuevo
Testamento nos ayudó a ver que estos dones no solamen-
te eran vitales, sino que también estaban disponibles para

nosotros hoy en día. Y nosotros los íbamos a necesitar si
deseábamos crecer y llegar a la plena madurez en Cristo
(Efesios 4:12-16).
Este entendimiento me llevó a una jornada personal en la

que viajé y me quedé con un hombre que tenía el don
apostólico. Me invitó a viajar con él como un “Timoteo”
para ver lo que estaba sucediendo en las iglesias que él y
otros estaban plantando y supervisando -iglesias emer-
giendo de los grupos de hogar/ movimiento de la iglesia.
¡Ese año mi vida cambió para siempre! Vi destellos de
una iglesia del Nuevo Testamento que se formó del
compañerismo, la cual entendía lo que era el liderazgo y le
daba libertad. Miré iglesias y líderes que estaban
conectatados -no denominacionalmente, sino relacional-
mente- a través de los ministerios de Efesios 4 recibidos y
liberados a funcionar entre ellos.
La Escritura tomó vida para mí en relación a estos dones

para la iglesia, especialmente ese de apóstol; y así
empezó una jornada de un nuevo descubrimiento, que nos
ha visto relacionarnos -y edificar- con un líder apostólico
por los últimos diez años. De esta relación invitamos a un
equipo apostólico para hacer una revisión a la iglesia en
1,988; ¡Y qué resultados se manifestaron!
Propósito y definición
Hay algo seguro acerca de edificar solos (la posición de
uno no es retada), pero es una seguridad que frecuen-
temente ha llevado a los líderes locales al aislamiento, a la
división y a la frustración. Como líderes locales nuestros
ojos a menudo están cegados a asuntos que sólo los
ministerios de Efesios 4 pueden ver y ayudarnos a
traspasar.

A las semanas de haber recibido al equipo apostólico
nosotros como iglesia llegamos a la claridad, paz y orden
que no habíamos experimentado previamente. La revisión
del equipo reveló asuntos tales como comunicación pobre,
líderes en posiciones equivocadas de liderazgo, preocu-
paciones con la juventud y las finanzas y nuestra inhabili-
dad de entrenar líderes. Pero el equipo no solamente
reveló áreas de debilidad sino también nos dio nueva
estrategia en formas para poder cambiar. Esto hizo crecer
tanto nuestra visión para bendecir a la iglesia local, como
nuestra visión para alcanzar a los perdidos en nuestra
ciudad.
El propósito y la visión vinieron casi instantáneamente.

Nos dimos cuenta que así como se recibe la recompensa
de profeta por recibir a un profeta, también se recibe
bendición al recibir y abrir nuestras inseguridades perso-
nales como líderes a los apóstoles, dando como resultado
el haber recibido una recompensa especial del Señor,
podíamos “ver nuevamente”.
Desde ese entonces la iglesia ha crecido y en la actualidad

está plantando en una nueva comunidad. Nuestros líderes
también ayudan a traer supervisión a algunas otras
iglesias. A través de los años hemos sido capaces de
impactar significativamente la ciudad y aún la nación con
conferencias estratégicas -llevándose a cabo todo esto
como un resultado directo de haber abierto nuestras
“pequeñas” puertas a un mundo más grande.
Nos ha hecho tambalear el descubrir cuán cerrados y

protectores nos hemos convertido como líderes, pero una
nueva brisa está soplando en nuestros corazones para
dejar hacer a Dios lo que él desee hacer con su iglesia.
Como líderes locales tenemos la responsabilidad y la últi-

ma palabra en la iglesia local, pero cuando caminamos en
relación con líderes apostólicos ya no lo vemos como un
lugar de autoridad “posicional” -acompañada con miedo y
sospecha- sino más bien un ambiente en donde somos
amados, cuidados y retados a ir más allá de lo que
nosotros soñáramos fuera posible.
Poniendo un fundamento firme
La capacitación del apóstol y su equipo nos ha impactado

y dejado un fundamento firme y duradero. Tal supervisión
apostólica nos ha impactado más que cualquier otro
ministerio, seminario o evento porque ha sido una relación
continua -una que ha empezado ha llevar a cabo el
cumplimiento de Efesios 4:14: “Esto, para que ya no
seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dond-
equiera por todo viento de doctrina... sino que, siguiendo la
verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la
cabeza: Cristo.”
¡Finalmente estamos madurando!
Así como los dones del Espíritu Santo han venido a ser
parte natural de nuestra vida en la iglesia, también el papel
del apóstol y de los otros ministerios de Efesios 4 han sido
establecidos entre nosotros como parte del don de Cristo a
su cuerpo. Como resultado, ahora estamos confiados en
reproducir esto en la forma que edificamos -en la forma
que plantamos y supervisamos iglesias- porque hemos
llegado a verlo y a experimentarlo como un modelo bíblico
probado, que equipará más efectivamente iglesias y
líderes en estos días de reto.

Apéndice 1
Veintiún Preguntas
La siguiente es una lista de preguntas frecuentes en
relación al ministerio apostólico. En algunos casos el
asunto en cuestión ya habrá sido cubierto en alguna otra
parte del libro, pero puede ser de utilidad el presentarlo
en este formato condensado. Las preguntas no han sido
colocadas en ningún orden de importancia, pero la
primera pareciera surgir más frecuentemente.
1. ¿Cuánta autoridad tienen los apóstoles?
Primero que todo, es importante establecer la verdadera

naturaleza de la autoridad espiritual.121 Otras formas de
autoridad (o gobierno) llevan consigo el poder de
imposición a la fuerza, mientras que la autoridad
espiritual no. Depende de Dios el respaldarla -ya sea por
medio de la demostración de su gracia o de su juicio.
Pablo se refiere a “la autoridad que el Señor me ha dado
para edificación,” 122 que habla de la gracia de Dios
trabajando en aquellos que recibieron su autoridad
apostólica. Recíprocamente, las Escrituras están llenas
de ejemplos de aquellos que rechazaron la palabra de
Dios y a los mensajeros de Dios y cayeron bajo juicio
como consecuencia -un juicio que al final significó la
121
Algunos prefieren el término Cristocracia (el gobierno de Cristo) en
vez del término autoridad espiritual.
122
2 Corintios 13:10.

supresión de la presencia y las bendiciones de Dios: el
escenario proverbial Icabod .123
Los apóstoles, entonces, no pueden imponer su auto-

ridad; ellos sólo pueden hablarla. Cuando Pablo mandó a
los Corintios disciplinar al hombre que estaba viviendo
en incesto, y entregarlo a Satanás para la destrucción de
su carne, quedó en la iglesia el decidir si obedecían o no
el mandato. Si ellos no lo hubieran hecho (y asumiendo
que Pablo les estaba hablando palabra de Dios), es
probable que Dios hubiera quitado su bendición de esa
iglesia.
Además, la autoridad apostólica es una autoridad rela-

cional. En otras palabras, está limitada a aquellas
iglesias que la reconocen. Pablo le dijo a los Corintios:
“¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros yo
no soy apóstol, ciertamente para vosotros lo soy, porque
vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor.” 124
Finalmente, yo creo que la autoridad de los apóstoles del

Nuevo Testamento fue única en que el canon de la
Escritura no estaba completo. De hecho, sus decisiones
apostólicas -inspiradas por el Espíritu Santo- estaban
formando la Escritura. De allí en adelante, la función de
los apóstoles a través del resto de la historia sería
extraer de esas decisiones: para exhortar y mandar en
las iglesias en las que su autoridad había sido recono-
cida, pero no ir más allá de la Palabra escrita.
123
1 Samuel 4:21 El nieto de Elí fue llamado Icabod porque “La gloria
se ha apartado de Israel”.
124
1 Corintios 9:1-2.

2. ¿Dónde traza usted la línea entre la autoridad de
los apóstoles y la de los ancianos locales?
Esta siempre es una pregunta difícil de manejar. En un

nivel práctico, los ancianos locales -en parte por la razón
de su presencia física- son la forma más alta de gobierno
de la iglesia local. Habiendo dicho eso, tengo que
reconocer que el apóstol Pablo ejercitó toda clase de
autoridad sin nunca haber hecho ninguna apelación a los
ancianos locales. Un caso clásico de esto es cuando
envió a Timoteo a Corinto. El no pidió su permiso o su
opinión; simplemente escribió: “Por esto, os he enviado a
Timoteo, quien es mi hijo amado y fiel en el Señor, el
cual os hará recordar mi proceder en Cristo Jesús, tal
como lo enseño por todas partes en todas las iglesias.”
125
Un día, salido de la nada, Timoteo se aparece llevando

una carta de Pablo. Claramente, Pablo espera que los
ancianos de Corinto reciban a su emisario. La clave a
esta pregunta debe de encontrarse en la relación. Pablo
fue el padre fundador de esta iglesia por lo que sentía
tener el derecho de actuar de esta manera. Si ésta
hubiera sido una congregación “adoptada”, sus escritos
en ésta forma bien hubieran podido ser considerados
presuntuosos y entremetidos.
3. ¿Cuál es la diferencia entre los “Doce” apóstoles

y los apóstoles de Efesios 4?
Los “Doce” fueron únicos en tres aspectos. Primero,

fueron llamados los Doce apóstoles del Cordero. 126
125
1 Corintios 4:17.
126
Apocalipsis 21:14.

Jesús los escogió personal y específicamente a ellos,
como lo vemos en Marcos 3:13-14: “Entonces subió al
monte y llamó a sí a los que él quiso, y fueron a él.
Constituyó a doce, a quienes nombró apóstoles, para
que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar.”
En segundo lugar, Apocalipsis 21:14-20 se refiere a ellos

como piedras fundamentales en la Nueva Jerusalén.
Porque habían estado con el Cordero, ellos se volvieron
extremadamente valiosos. Cada persona que recibe a
Cristo como Señor también se torna valiosa (como el
jaspe) y, hablando metafóricamente, es incluida en la
pared de la ciudad. Pero sólo los “Doce” son el
fundamento. En tercer lugar, como nos dice Hechos
capítulo 1, ellos fueron testigos oculares de la vida de
Jesús desde su bautismo hasta su crucifixión y
resurrección. Los apóstoles del capítulo 4 de Efesios,
por el otro lado, no eran ninguno de los de arriba.
Mientras que los “Doce” pueden ser llamados apóstoles
de La Resurrección, los del tipo de Efesios 4 pueden ser
descritos mejor como apóstoles de La Ascensión, como
lo vemos en estos versículos: “Subiendo a lo alto, llevó
cautiva la cautividad y dio dones a los hombres. Y él
mismo constituyó a unos apóstoles....” 127
Ellos también pudieran ser llamados apóstoles Equip-

adores porque su función es “equipar a los santos para
la obra del ministerio” .
(Efesios 4:12).
127
Efesios 4:8,11.

4. ¿Es Matías correctamente contado entre los “Do-
ce”?
Siempre que se hace esta pregunta, generalmente esta

ligada al asunto de si Pablo debería haber sido el
doceavo apóstol después de la traición de Judas a Jesús
y su subsecuente suicidio. Pero la evidencia para el lugar
de Pablo entre los “Doce” es muy frágil. El criterio para
ser incluido en éste grupo está indicado en Hechos 1:21-
22: “Por tanto, de estos hombres que han estado junto
con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba
y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo
de Juan hasta el día en que fue tomado de nosotros y
recibido arriba, es preciso que uno sea con nosotros
testigo de su resurrección.”
No hay ninguna evidencia que Pablo estuviera presente

cuando Jesús fue bautizado, ni que hubiera estado en
Jerusalén cuando Jesús fue crucificado y levantado de
los muertos. Así que Pablo no pasa la prueba allí mismo.
Sin embargo, hay una referencia a él viendo al Señor
resucitado: “Apareció a Pedro y después a los doce.
Luego apareció a más de quinientos hermanos a la vez,
de los cuales muchos viven todavía; y otros ya duermen.
Luego apareció a Jacobo, y después a todos los
apóstoles. Y al último de todos, como a uno nacido fuera
de tiempo, me apareció a mí también.”
(1Corintios 15:5-8)
El contexto de este pasaje es una defensa de la resurre-

cción, no quien debiera calificar como miembro de los
“Doce”. Hubo como quinientos que vieron a Jesús
después de su muerte y resurrección: eso no probó que
alguno de ellos debiera haber reemplazado a Judas.

Mientras que Pablo no duda el afirmar su llamado como
un apóstol, en ningún momento afirma haber sido uno
de los “Doce”. En la ausencia de ni siquiera una palabra
refutando el método usado para escoger a Matías o el
resultado de la elección, debemos concluir que él
realmente fue la elección de Dios para reemplazar a
Judas: que él en efecto fue uno de los Apóstoles del
Cordero escogidos por Dios.
5. ¿A que grado son “las señales y milagros” un

criterio para el ministerio apostólico?
No hay duda que las señales y milagros deben ser una

parte normal del ministerio de un apóstol, pero eso
también es cierto de cada ministro que encontramos en
el Nuevo Testamento. Felipe el evangelista vio señales y
milagros acompañar su predicación, pero eso no lo hizo
un apóstol.
El pasaje que es presentado para probar que el aposto-

lado de Pablo fue autenticado por señales, prodigios y
milagros se encuentra en 2 Corintios 12:12. El Dr. Jack
Deere, en su libro Surprised by the Power of the Holy
Spirit (Sorprendido por el Poder del Espíritu Santo)
(Kingsway), tiene esto que decir: “La traducción de la
NIV (Nueva Versión Internacional) da esa impresión:
“Las cosas que marcan un apóstol -señales, prodigios y
milagros- fueron hechas entre ustedes con gran persev-
erancia.” Sin embargo, esta traducción es incorrecta.
Una traducción literal es, “Las señales de un apóstol
fueron hechas entre ustedes en toda paciencia con
señales, prodigios y milagros.”
En este pasaje Pablo usa “señal” (semeion) en dos

formas diferentes. El primer uso de “señal” en la frase

“señales de un apóstol” no se puede referir a milagros,
porque entonces Pablo estaría diciendo que “los
milagros de los apóstoles fueron hechos entre ustedes
con señales, prodigios y milagros.” ¿Cuál sería el punto
en tal declaración? Pablo no dice que “las señales de un
apóstol son milagros,” sino más bien que “las señales de
un apóstol” son acompañadas por señales, prodigios y
milagros. “Si Pablo hubiera querido decir que las seña-
les de su apostolado eran señales y prodigios y milagros,
entonces hubiera usado una construcción diferente en el
idioma Griego.”
Hay una cantidad de sugerencias en cuanto a cuales

deben de ser las señales de un genuino apóstol. Algunos
creen que es una paciencia sobrenatural.128 Jack Deere
cree que es el sufrimiento. Otro dice que fue la gran
cantidad de gente que respondió a la predicación de
Pablo del evangelio. Yo creo que incluye todas estas,
pero sigo regresando dos frases escritas por Pablo en
las cuales hace una distinción entre él y otros, miremos:
“he puesto el fundamento” (1 Corintios 3:10), y “Me volví
su padre” .
(1Corintios 4:15).
Más que otra cosa, estas dos palabras -fundamento y

paternidad- tomadas en el contexto de establecer igle-
sias basadas en la relación, resumen la unicidad del
ministerio apostólico.
6. ¿Es justificable hablar de la era apostólica?
Hay un libro que se publicó hace como treinta años en el

cual el escritor, un americano, no solamente rechazó la
128
De hecho, creo que mi esposa pudiera demandar esa.

idea de que Billy Graham fuera un evangelista, pero
también trató de probar que no era posible que Billy
fuera un enviado de Dios porque el don de evangelista
terminó cuando se completaron las Escrituras. Este
argumento está unido estrechamente con otra afirmación
similar que los dones del Espíritu Santo cesaron cuando
se completó el Nuevo Testamento. Los que proponen
esta perspectiva generalmente citan 1 Corinitios 13:8: “El
amor nunca deja de ser. Pero las profecías se acabarán,
cesarán las lenguas, y se acabará el conocimiento.”
Ellos creen que esto se llevó a cabo alrededor del final

del primer siglo. Ellos también afirman (sin ninguna
justificación bíblica) que donde Pablo usa la palabra
perfecto en el versículo 10 -”Pero cuando venga lo que
es perfecto, entonces lo que es en parte será abolido.”-
él se está refiriendo a la terminación de las Escrituras (lo
cual ellos también afirman, que es el final de la era
apostólica). El versículo 12 es interpretado de la misma
forma: “Ahora vemos oscuramente por medio de un
espejo, pero entonces veremos cara a cara. Ahora
conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente,
así como fui conocido.”
Indiferente a las varias teorías “dispensacionalistas”,

Efesios 4:13 nos dice que los dones equipadores
(apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro) son
dados “hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y
del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre
de plena (perfecta) madurez, hasta la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo.”
El conocimiento no ha terminado aún. Lo perfecto aún no

ha llegado. Todavía tengo que conocer al hombre que lo
sabe todo. Aún no tenemos unidad de fe. Ni tampoco

hemos llegado a la plena madurez, hasta la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo. ¡Lo siento, pero aún no
estamos allí!
A finales del siglo 19, un grupo de Pentecosteses resi-

dentes de Bounemouth y sus alrededores empezaron a
formar lo que se llegó a conocer como la Iglesia
Apostólica de la Fe de Gran Bretaña. Uno de sus
miembros, Musgrave Reade, predicó un mensaje sobre
el señorío de Cristo y sus dones de la ascensión a la
iglesia -que en particular trató sobre la restauración de
los apóstoles y profetas a la iglesia. Esto se publicó
posteriormente en la revista oficial de la iglesia, Lluvias
de Bendición, y probablemente fue la primer publicación
de esta doctrina en la Inglaterra del siglo veinte. Aquí
está lo que el Reverendo Reade dijo casi cien años
atrás: “¿No prueba el mero hecho que los apóstoles y
profetas como miembros del cuerpo -la iglesia- fueron
diseñados para continuar con la iglesia? ¿Pueden
ustedes concebir de Dios el llamar este maravilloso
cuerpo, como similitud del cuerpo natural? ¿Le quita
Dios cualquier miembro de su cuerpo, diciendo, ahora
usted ya ha crecido, no lo necesita más, ha dejado de
ser parte de su cuerpo? Bueno, entonces Dios le ha
mostrado que así cómo su cuerpo natural es la similitud
del cuerpo místico de Cristo, la iglesia fue diseñada para
tener apóstoles y profetas, y milagros, y gobernantes, y
maestros. Todos deben permanecer en la iglesia hasta
que la era de la iglesia termine. Creo que es tan
concluyente, y que no nos debe disturbar que Dios está
gradualmente restaurando esos maravillosos dones al

cuerpo restaurado, el cual estaba enfermo, y lo ha
estado por muchos siglos.”129
7. ¿Si la era apostólica no ha cesado, dónde está la

evidencia de los apóstoles en la historia de la
iglesia?
Aquí está una lista muy parcial de los apóstoles después

del primer siglo. Entre los años 110 y 117 DC tenemos la
referencia de Ignacio como un Padre Apostólico de la
Iglesia, y entre los años 100 y 140 DC tenemos a
Hermas de Roma también referido como un Padre
Apostólico (Diccionario Biográfico Wycliffe de la Iglesia,
Moody Press). En el quinto siglo, Patrick es llamado
Obispo y Apóstol a los Irlandeses (Grandes Líderes de la
Iglesia Cristiana, Moody Press). Tenemos a Bonifacio
en el siglo ocho, llamado el Apóstol a los Alemanes, y
quién fue martirizado en el año 755 DC por un grupo
hostil de paganos (Elgin S. Moyer, El Diccionario
Biográfico Wycliffe de la Iglesia, Moody Press). Después
hubo dos hermanos en el siglo nueve, Cirilo y Methodius
llamados Apóstoles a los Eslavos (La Historia del
Cristianismo, Lion Handbook). Entre los años 1540 y
1552 DC estuvo Francisco Javier quien fue conocido
como el Apóstol a las Indias y Japón (Grandes Líderes
de la Iglesia Cristiana, Moody Press). Después, según
Joseph Ritson en El Romance del Inconformismo (W. A.
Hammond, 1910), tenemos varios líderes dentro de los
Metodistas Primitivos de 1815 -también conocidos como
los Ranters - quiénes también fueron reconocidos como
apóstoles. Estaba Billy Brathwaite, el Apóstol de Lincoln
Norte quién también fue conocido por sus dones
129
James E. Worsfold, Los Orígenes de la Iglesia Apostólica en Gran
Bretaña (Nueva Zelandia: Julian Literature Trust, 1991).

proféticos; Thomas Batty, el Apóstol de Weadale; y
Thomas Russell , el Apóstol de Berkshire. Tenemos a
Adoniram Judson quién en 1812 junto con su novia se
embarcó de América a Burma.
Al final del siglo, Smith Wigglesworth llegó a ser

conocido como el Apóstol de la Fe. Después, Willie
Burton, Jimmy Salter, y Edmund Hudgson, misioneros
pioneros al Congo Belga donde fundaron cerca de 1500
iglesias, fueron referidos como Apóstoles al Congo.
8. ¿Qué quiere decir Pablo en Efesios 2:20 cuando

dice que la iglesia, la casa de Dios, es edificada
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo Jesucristo mismo la piedra angular?
Se han propuesto cantidad de interpretaciones de este

pasaje. Se ha sugerido que la iglesia es edificada sobre
el fundamento total de la revelación del Antiguo
Testamento y del Nuevo Testamento. En los tiempos del
Antiguo Testamento, claramente los profetas son las
figuras clave, llamados a oír la palabra de Dios y
comunicarla a su pueblo. En el Nuevo Testamento, los
apóstoles ocupan el papel principal de influencia,
tomando los profetas un papel menos prominente junto a
ellos.
Esta interpretación es dudosa, especialmente en vista

del hecho que Pablo afirma en Efesios 3:4 que el
misterio de Cristo ha sido revelado por el Espíritu a los
santos apóstoles y profetas -siendo el misterio que los
Gentiles y los Judíos juntos ahora heredan todas las
bendiciones de Dios en Cristo. Entonces, hace más
sentido el considerar estos versículos como refiriéndose
a apóstoles y profetas del primer siglo DC.

Otra perspectiva común (John Stott, Compañerismo
Esencial, IVP) es que el fundamento sobre el que está
edificada la iglesia es la enseñanza apostólica. En
efecto, tanto los apóstoles como los profetas tienen un
papel de enseñanza en los tiempos del Nuevo
Testamento, así que esto puede encajar. Sin duda ellos
fueron responsables de asegurar que las nuevas iglesias
fundadas se mantuvieran firmes a la verdad en Cristo.
Sin embargo, esta perspectiva limita el papel apostólico -
y se le ve continuar solamente a través de la enseñanza
sin cesar de la iglesia.
Yo creo que una interpretación que encaja más es que

así como Cristo es la piedra angular en toda la entereza
de su persona y ministerio, también los apóstoles y los
profetas son ministerios fundamentales en la iglesia -
plantando, enseñando, equipando y supervisando el
crecimiento de las iglesias del Nuevo Testamento. La
casa de Dios es edificada sobre estos ministerios
fundamentales -significando no sólo los “Doce”, sino
también otros (como Pablo) quién ha estado involucrado
en papeles apostólicos y proféticos vitales a través de los
siglos.
Y así como la iglesia continúa dependiendo del trabajo

sin cesar de Jesucristo como la piedra angular -siendo
su actual obra la edificación de la iglesia por el Espíritu
Santo- también la iglesia necesita que continúen los
otros ministerios fundamentales de apóstol y profeta.
Nosotros aún estamos siendo edificados juntamente en
una morada santa para nuestro Dios, y la obra de los
edificadores es tan necesitada hoy como lo fue en la
iglesia primitiva.

9. ¿Cómo debieran las iglesias locales empezar a
relacionarse con -y posteriormente recibir- el
ministerio apostólico?
Esta pregunta probablemente no surgió muy a menudo

en el primer siglo ya que la mayoría de iglesias fueron
establecidas por apóstoles. Sin embargo, este es un
asunto que muchas iglesias debieran considerar ahora.
Antes que se tomen cualesquiera otros pasos, necesita

estar claro que cada quien en la iglesia que recibe debe
tener pleno conocimiento de las verdades bíblicas que
apoyan la venida de la capacitación apostólica de afuera
y deben estar abiertos a recibir tal autoridad. La razón de
que esto sea tan importante es que sin tal convicción
bíblica, todo el ejercicio descansará sobre una “buena
idea” de alguien, en vez de hacerlo sobre el principio de
fe.
Si esta convicción está claramente en su lugar, los

ancianos -y especialmente el líder que preside- deben
comunicar, con calor y estima, cómo miran ellos a éste
apóstol y a quiénes lo acompañan. Jesús dijo: “El que
recibe a un profeta porque es profeta, recibirá recom-
pensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es
justo, recibirá recompensa de justo.” 130
En el grado en el cual los ancianos locales edifiquen una

“plataforma de honor” en las actitudes de la congre-
gación, será la medida de unción apostólica liberada a la
iglesia recipiente. Jesús no fue capaz de hacer muchos
milagros en su pueblo debido a la escéptica familiaridad
130
Mateo 10:41.

(¿No es este el hijo del carpintero? ); no había platafor-
ma de honor en sus corazones, y no había fe.
10. ¿Cómo debe uno responder a una solicitud para

proveer capacitación apostólica a una iglesia con
un “historial”?
He recibido tales solicitudes muchas veces -muchas de

las cuales he tenido que declinar. La primer cosa que
hago es “escarbar en los fundamentos” y encontrar cómo
se inició la obra. En otras palabras, examino la legiti-
midad de su nacimiento.
En una ocasión se me solicitó llevar consejo a una

iglesia donde el pastor había caído moralmente. Una
reunión fue concertada para que pudiera juntarme con
todos los ancianos. Una vez que estuvieron todos
reunidos, me encontré haciéndoles la pregunta: “¿Ahora,
cómo empezó ésta obra? La respuesta fue muy
reveladora. Dos acaudaladas hermanas, ya mayores,
decidieron que deseaban empezar una iglesia, así que
construyeron un buen edificio y después anunciaron en
ciertas revistas evangélicas la necesidad de un pastor.
También anunciaron la necesidad de ancianos por el

mismo método. En unos pocos meses tenían la Junta de
la iglesia, quiénes entonces se pusieron a juntar a tantos
niños desamparados como fuera posible. También
descubrí que cada anciano había dejado su iglesia pre-
via sin recibir la bendición para hacerlo.
Antes que terminara la tarde, todos estábamos de

acuerdo en que esta iglesia había nacido de una buena
idea, pero no una buena idea de Dios. La obra nunca
había recibido un “permiso de construcción” de parte del

Señor, y por lo tanto la rebelión estaba bien atrincherada
en sus cimientos. La iglesia fue debidamente disuelta y
todos sus miembros fueron recibidos en otra iglesia local;
nadie se perdió.
Otra forma de plantear esta pregunta fundamental sería:

¿Es esta iglesia un Isaac o un Ismael ? ¿Fue nacida del
Espíritu o de la carne? Al hacer estas preguntas, algunas
veces descubrimos que fue nacida por necesidad
humana, o para satisfacer la ambición humana. Algunas
veces es debido a la necesidad financiera, o por la
presión de otros. O puede nacer del corazón de Dios y
será un “hijo de la promesa”.
Otras preguntas que me hago son: ¿dónde están las

señales de las “huellas” de Dios -su mano trabajando
sobrenaturalmente? ¿Es la petición de ayuda “sacada de
la nada” o ha habido una relación creciente con los
líderes por un número de meses o años? ¿Es la petición
debido a que la iglesia está batallando y esta es su
ultima esperanza? ¿Están ellos afferrándose a la paja o
genuinamente han dispuesto sus corazones para orar y
creer que esto es la respuesta de Dios?
¿Alguna autoridad legítima alguna vez ha bendecido

esta obra? Si empezamos a bendecir lo que Dios no ha
bendecido, lo único que vamos a hacer es a mezclar el
problema. Y probablemente una pregunta tan importante
como cualquiera: ¿Ha sido esta iglesia parte de otra
familia espiritual y por qué no lo es más? Si la historia
incluye a otra familia espiritual, es de lo más importante
que una comunicación apropiada se lleve a cabo entre
los líderes de ambas familias guiadas apostólicamente,
antes de llegar a un acuerdo acerca de recibir a tal
iglesia.

Si creo que es la voluntad de Dios el que me involucre,
es crítico que se establezcan los cambios mayores que
se deberán hacer. Por ejemplo, puede ser obvio que el
actual líder gobernante es una estaca cuadrada en un
hoyo redondo -tratando de hacer un trabajo para el cual
Dios no le ha dado la gracia.
Para mí el permitir ser recibido apostólicamente sin

advertirle de mis intenciones, sería falto de ética. Lo
mismo se aplicaría para cada miembro del liderazgo de
ancianos. Sin embargo, esto no significa necesariamente
actuar precipitadamente. Tenga en mente Proverbios
19:2: “Tampoco es bueno hacer algo sin conocimiento, y
peca el que se apresura con sus pies.” La necesidad de
edificar una relación de confianza con toda la iglesia es
fundamental para cualquier cambio que sea necesario
hacer.
11. Dado el crecimiento de la iglesia por más de dos

milenios, ¿reconocemos los diferentes tipos de
apóstoles -viajeros, semi-locales, de manteni-
miento, plantadores, solucionadores de proble-
mas, etc.?
Claramente hay un cambio grato en el clima de la iglesia

en relación al reconocimiento y recibimiento de
apóstoles. Pero yo creo que veremos una liberación
más grande del don apostólico en la iglesia conforme los
cristianos entiendan que los apóstoles vienen en
diferentes formas y medidas; ¡ellos no son todos iguales
al apóstol Pablo! Generalmente nosotros no tenemos
dificultad en aceptar varios niveles y tipos de maestros o
evangelistas bíblicos, entonces, debemos de aplicar el
mismo principio a los apóstoles y recibirlos por quienes

son en Cristo, ya sea que sean apóstoles jóvenes,
apóstoles padres, plantadores, o cualquier otro tipo.
Sin embargo, cada apóstol joven debe de estar unido y

ser responsable en alguna forma a un apóstol padre y a
su equipo apostólico. La última cosa que el pueblo de
Dios necesita es un montón de “llaneros solitarios” yendo
alrededor del país, imponiendo su peso, y no dándole
cuentas a nadie. Si Pablo, el más grande apóstol en la
historia (aparte de Jesús), encontró necesario el rendir
cuentas,131 yo creo que cualquier otro apóstol -joven o
mayor- necesita hacer lo mismo.
12. ¿Cómo reconocer y entrenar apóstoles poten-

ciales (levantados y por levantar)?
Esto es difícil de responder porque hay muchos factores

involucrados en el desarrollo de apóstoles. Por ejemplo:
ni Pablo ni Bernabé empezaron como apóstoles: noso-
tros leemos en Hechos 13 que ellos estaban entre los
profetas y maestros de Antioquía. Sin embargo, ellos ya
tenían conciencia del llamado apostólico en sus vidas
porque leemos en el versículo dos que el Espíritu Santo
dijo, “Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la
que los he (griego-previamente) llamado." Creo que el
indicio más fuerte que señalará a una persona estando
en el proceso de ser apóstol, es la revelación dada para
reconocer ministerios proféticos y sus palabras proféticas
habladas sobre la vida de esa persona.
Una vez este llamado apostólico es reconocido y acep-

tado, esa persona necesita ser llevado al lado de un
apóstol padre e invertir tiempo de calidad en él –inclu-
131
Gálatas 2:1-2.

yendo aprendizaje como parte de un ministerio de equipo
apostólico. Cada Timoteo necesita su Pablo. Y Pablo
necesitó a Bernabé -quien antes buscó a Pablo en
Tarso y lo llevó de vuelta a Antioquía: ¡Qué maravillosa
inversión de tiempo y energía probó ser esa!
13. ¿Cuán organizados y flexibles son los equipos

apostólicos?
Parece que Pablo generalmente tenía tres o cuatro

jugadores principales en su equipo pero que un espacio
considerable fue hecho para otros. El equipo fue a
menudo bastante grande en número e incluía jóvenes y
viejos, tanto mujeres como hombres (Filipenses 4:2-3), y
gente de varias naciones; por ejemplo, en Hechos 20:4
leemos: “Le acompañaron Sópater hijo de Pirro, de
Berea, los tesalonicenses Aristarco y Segundo, Gayo de
Derbe, Timoteo, y Tíquico y Trófimo de Asia.”
Aunque todo el equipo saliera junto, no pasaba mucho

tiempo antes que Pablo dejara atrás algunos miembros
para hacer trabajo de seguimiento, o asignar a otros a ir
adelante de él para preparar su llegada, o enviar a
alguien para llevar sus cartas personales. Pareciera
haber existido una saludable “mezcla y armonía” en el
equipo de Pablo -el cual debiera tomarse como un buen
modelo para nosotros hoy en día. Yo creo que si
deseamos ver un incremento significativo de la actividad
apostólica, las iglesias deberán de acostumbrarse a
recibir a aquéllos que los apóstoles envían en represen-
tación de ellos. Pero para que esto tenga fruto, se
necesita gran cuidado de los apóstoles para asegurar
que ellos envían sólo mensajeros calificados y confia-
bles.

14. ¿Cómo funcionan los equipos apostólicos?
¡Muy simple, asignando al mejor hombre o mujer para el

trabajo! En el caso de plantar una nueva iglesia, por
ejemplo, la mejor gente para iniciar el trabajo son
evangelistas y profetas. Yo no estoy diciendo que el
ministerio pastoral no deba ser incluido, pero si se
tuviera que escoger entre un evangelista de tiempo
completo o un pastor de tiempo completo en esa etapa
inicial, yo escogería el evangelista de tiempo completo y
dejaría al pastor ganarse su sustento en un trabajo
secular por un tiempo.
15. ¿Cómo se asegura el balance en el ministerio de

equipo apostólico?
Entre más representativo sea el equipo, será más

efectiva su influencia. Cómo ya se ha mencionado, el
equipo de Pablo incluía jóvenes y viejos, hombres y
mujeres, y una variedad de nacionalidades y de dones.
Pero un punto importante para recordar es que el
balance está en la corporeidad, no en un individuo. En
otras palabras, usted no desea profetas balanceados,
agradables, ineptos, correctos políticamente en su
equipo. El sesgo del don y la motivación no es problema
para un apóstol edificador. De hecho, les da la
bienvenida con los brazos abiertos: lo que él está
buscando es la especialidad. De la misma manera que
un superintendente de construcción emplea gente para
que se encarguen de ciertos trabajos de acuerdo a su
especialidad, también el apóstol necesita a tantos
expertos como sea posible. Un equipo fuerte se forma
con ministros probados, vigorosos y maduros. En
particular, un apóstol maduro siempre tendrá un lugar
especial para un profeta piadoso y dotado, y lo va a

querer a su lado como un eje central indispensable
alrededor del cual giran todos los otros dones.
16. ¿Qué hace un apóstol si una iglesia rechaza su

consejo?
Esta es una de las experiencias más retadoras que un

apóstol puede enfrentar. Lo forzará a hacerse toda clase
de preguntas: en primer lugar, ¿fue de Dios su consejo?
¿Está la iglesia rechazando su consejo como un medio
para rechazarlo a él? ¿Es la relación con la iglesia un
Ismael (sólo una buena idea) o verdaderamente ha
nacido de Dios?
Si él cree que él y la iglesia en mención verdaderamente

han sido unidos en el Señor, necesita tratar el asunto
con toda seriedad y urgencia. Primero, nunca debe tratar
de defenderse a sí mismo. Segundo, Necesita ver esto
como parte del trabajo de refinamiento de Dios en su
propia vida. Como dijo recientemente John Paul
Jackson: “Dios me ha mostrado que he perdido el
derecho de estar en lo correcto; yo sólo tengo el derecho
de estar quebrantado.”
Sin embargo, una de sus opciones puede ser el sugerirle

a la iglesia el invitar a una tercera persona que sea
confiable tanto a los líderes locales como al apóstol, para
arbitrar y dar consejo. Si esto fuera necesario, ambos
lados necesitan darse cuenta que el factor confianza
habrá sido dañado, y que tomará algún tiempo antes que
la confianza y la camaradería previamente disfrutada,
sea restablecida.
En todo caso, asumiendo que su consejo sea correcto, él

debe poner todo el asunto en oración ante el Señor y

dejarlo allí, confiando que Dios cambiará los corazones
de los líderes de la iglesia. Como observamos antes, la
autoridad espiritual no puede imponerse por medios
humanos (más que la disciplina de la iglesia dónde la
excomunión es requerida). Todo lo que podemos hacer,
es decir lo que creemos es la palabra del Señor y
después confiar en él para velar que la palabra se cum-
pla.
17. ¿A quién le rinden cuentas los Apóstoles?
Hay por lo menos tres lugares claros para que los

apóstoles rindan cuentas. El primero, por supuesto, es el
Señor y su voluntad revelada como está contenida en las
Escrituras. Nunca debemos de olvidar que la Biblia no
sólo nos instruye, sino también nos juzga. Y aquellos de
nosotros que enseñamos la palabra de Dios vamos a ser
juzgados con mayor escrutinio. (Santiago 3:1).
Segundo, los apóstoles son responsables a otros líderes

iguales a ellos. Aunque Pablo había recibido revela-
ciones poderosas de Jesús en relación al evangelio y el
Reino (discutiblemente más revelación que ningún otro
en la historia), él aún consideraba necesario el ir a
Jerusalén y someter esas revelaciones a aquellos “de
reputación.” El quería estar absolutamente seguro que
el evangelio que estaba predicando era de cierto el
verdadero evangelio. Contrario a los líderes de algunos
cultos y sectas a través de los años, Pablo nunca pensó
que él estaba fuera del alcance de ser engañado; así
que, a pesar que él estaba consciente que algunos de
los apóstoles se habían empantanado en una forma de
Judeo Cristianismo, aún vio la necesidad de ser
responsable a ellos. Ellos no eran perfectos, pero él se
daba cuenta que él tampoco lo era.

Tercero, los apóstoles son responsables a la iglesia local
que los envió, y a las iglesias que los reciben. Esto es
especialmente verdad en los apóstoles modernos de hoy
día quiénes, debido al transporte rápido, generalmente
no se separan de sus familias o de sus iglesias por
períodos de tiempo largos (como hubiera sido el caso
para los apóstoles del Nuevo Testamento). Así es que la
iglesia local está normalmente en la mejor posición para
monitorear el cuidado del apóstol por su familia.
18. ¿Puede un apóstol ser también un profeta?
Yo creo que la respuesta simple es sí. Como yo lo veo,

el papel de los apóstoles y de los ancianos es uno de
gobierno. La esfera de los ancianos es local mientras
que la esfera de los apóstoles generalmente es
translocal. Pero junto a ese gobierno fluyen los diferentes
dones ministeriales. Por ejemplo, en Hechos 13:1 dice:
“Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía,
unos profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado
Níger, Lucio de Cirene, Manaén, que había sido criado
con el tetrarca Herodes, y Saulo.”
Así que vemos que antes que Bernabé y Pablo fueran

enviados como apóstoles, ellos eran reconocidos cómo
profetas o maestros. Mirando el ministerio de Pablo en
su totalidad, pareciera que una medida de todos los
dones de Efesios 4 descansaban sobre él.
19. ¿Debiera una iglesia local plantar una nueva

iglesia?
Por supuesto muchas lo hacen, pero mi observación es

que a menudo hay debilidades inherentes en tales

plantaciones -por ejemplo, los miembros de la nueva
iglesia acarreando una mentalidad de “primo pobre”. Yo
creo que el patrón bíblico es que los apóstoles y sus
equipos planten nuevas iglesias.
Se necesita un cuidado especial cuando una iglesia en

un pueblo o ciudad pequeña (con asistencia y dirección
apostólica) escoge un grupo de la congregación y forma
una congregación separada. Hay un peligro muy real que
se desarrollen actitudes de independencia o de “partido
espiritual”. Todos los involucrados necesitan entender
que solamente hay tres distritos: el grupo de célula, la
congregación local, y la familia corporativa (en toda la
ciudad) o iglesia. El grupo celular necesita integrarse
totalmente a la congregación, y la congregación necesita
verse a sí misma plenamente comprometida con el todo.
20. ¿Debiera una denominación plantar iglesias?
Nuevamente, esto es hecho comúnmente, pero para

seguir el patrón del Nuevo Testamento, debieran ser los
apóstoles los que plantan, y siempre debiera hacerse
relacionalmente, no “eclesiásticamente”. Un peligro de
plantar iglesias denominacionalmente es que tiende a
producir uniformidad -en parte porque a menudo se
toman decisiones por un consejo central quienes pueden
funcionar más como siervos civiles religiosos que como
un equipo apostólico dinámico.
21. ¿ Es correcto para un sólo hombre ser el apóstol

para una iglesia?
En el Nuevo Testamento, usted casi siempre encuentra

pluralidad de liderazgo y ministerio. Jesús envió a los
“Doce” y a los “setenta” de dos en dos. El envió dos para

ministrar y dos para tareas prácticas tales como preparar
la comida de la Pascua. En Hechos 3, Pedro y Juan
fueron juntos al templo y el Espíritu Santo envió a Ber-
nabé y a Saulo desde Antioquía. Las cartas de Pablo
repetidamente muestran que él escribía desde una
perspectiva de equipo.
El mismo principio es verdad para los ancianos. Por

ejemplo, Pablo dirigió su carta a la iglesia de los
Filipenses incluyendo a los ancianos y a los diáconos:
no la dirigió al pastor. El patrón de Nuevo Testamento es
normalmente de apóstoles a ancianos, de pluralidad a
pluralidad. Esto provee gran seguridad al resto de los
ancianos y a la iglesia en su totalidad.

Apéndice 2
Cuestionario para la iglesia
1. Nombre _____________________________________
_______________________________________________
Función en la iglesia ____________________________

_______________________________________________
¿Por cuánto tiempo ha sido miembro de la iglesia? ____

_______________________________________________
2. Visión para la iglesia
(a) ¿Puede usted definir, en pocas palabras, la visión

de la iglesia (nombre de la iglesia) en forma
general?
(i) _________________________________
(ii) _________________________________
(iii) _________________________________
(b) ¿Puede usted definir la visión de su esfera de

responsabilidad en particular?
(i) ____________________________________
(ii) ____________________________________
(iii) ____________________________________

(c) ¿Puede identificar cualquier énfasis o tendencia en
particular en la vida de la iglesia en el presente?
(d) ¿Qué visión tiene para?:
(i) ¿El área geográfica inmediata alrededor del edi-

ficio de la iglesia?
(ii) ¿La iglesia en la ciudad/pueblo?
(iii) ¿El área geográfica alrededor del lugar dónde

reside?
_________________________________________
(e) Usted cree:
(i) ¿Qué los ancianos comunican suficiente-mente

su corazón y su visión?
(ii) Que la gente entiende:

- ¿Cómo orar para que la visión se lleve a cabo?

- ¿Qué acciones positivas necesitan ser tomadas
para implementar la visión?
(f) Desde su punto de vista, cuáles son:
(i) Las tres áreas más fuertes en la vida de la igle-

sia?
(ii) Las tres áreas más débiles en la vida de la igle-

sia?
3. Alabanza y Oración
(a) En lo general, ¿está usted contento con la vida de

alabanza de la iglesia?
¿Hay formas en las que usted cree que esto se puede

mejorar?
(b) ¿Está usted contento con la vida corporal de oración

de la iglesia?
(i) ¿Qué entiende usted que es la vida corporal de

la iglesia?
(ii) ¿Cuán seguido asiste usted a una reunión de

oración de la iglesia?

(iii) ¿Hay formas en las que la vida de oración de la
iglesia pueda ser mejorada?
4. Enseñanza
(a) Cuán contento se siente usted con la enseñanza

tanto a nivel congregacional como a nivel de grupo
de hogar, en relación a:
(i) Contenido? ______________________________

(ii) Profundidad? _____________________________
(iii) Variedad? _______________________________
(iv) Exposición? ______________________________
(b) ¿Cuáles predicadores/maestros en la iglesia le gus-

tan más?
¿Por alguna razón?
5. Pastoral
(a) ¿Cómo describe su relación con su pastor personal?
(b) En los últimos tres meses:
(i) ¿Lo ha visto? ____________________________

(ii) ¿Lo ha animado? _________________________
(iii) ¿Ha orado por usted? _____________________
(iv) ¿Lo ha corregido? ________________________
(v) ¿Lo ha retado? ___________________________
(c) En general, ¿Cree usted que la gente está?:

(i) Bien cuidada? ____________________________
(ii) Siendo discipulada efectivamente? ____________
(iii) Siendo motivada a vivir con Dios? ____________
6. Grupos de Hogar
(a) ¿Le gusta ir a los grupos de hogar? _____________

(b) ¿Asiste a los grupos en el hogar regularmente? ____
(c) En la escala de 1-10, ¿Cómo calificaría los siguien-
tes aspectos de su grupo de hogar?
(i) Cuidado del uno por el otro

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
(ii) Alabanza
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
(iii) Oración
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
(iv) Enseñanza/Contenido Bíblico
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
(v) Participación/Discusión
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
(vi) Actividad Social
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
(vii) Evangelismo
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
7. Liderazgo
(a) ¿Tiene algún comentario acerca del estilo, calidad o

efectividad de la dirección dada por los ancianos?

(b) ¿Qué aspectos del entrenamiento o equipamiento ha
usted disfrutado personalmente en los últimos años?
(c) ¿Tiene alguna sugerencia positiva de cómo se

puede mejorar el liderazgo en la iglesia?
(d) ¿Se siente usted apoyado en su papel específico de

liderazgo por:
(i) Otros líderes? ____________________________

(ii) La gente que usted liderea? _________________
8. Evangesilmo
(a) ¿Cómo describiría la visión actual de la confrater-

nidad?
(b) ¿Cómo podría la iglesia mejorar su efectividad evan-

gelística?
(c) ¿Tiene usted una visión personal para alguna nación

en particular? ¿Está usted animado en esto?
(d) ¿Está usted enterado de la visión de la iglesia para

algunas naciones en particular?

9. General
(a) Algún otro comentario acerca de:
(i) Reuniones:
Frecuencia _______________________________
Duración ________________________________
Contenido _______________________________
Variedad, etc.
(ii) Relaciones
(iii) Otras Iglesias
(iv) Asuntos Sociales
(b) ¿Algunas observaciones acerca de la iglesia en

general?
(c) ¿Algunas oraciones para su futuro?
(d) ¿Alguna visión que le gustaría a usted ver desarro-

llada?

(e) ¿Algunas mejoras que le gustaría ver?
(f) Como yo lo veo, la necesidad más grande es:
(g) Se pueden tomar los pasos siguientes:

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Apóstoles de Hoy -1-

Todos los derechos son reservados. Ninguna parte de

Traducido al español por:

Publicado originalmente en inglés por:

Apóstoles de Hoy -2-

En memoria de W.F.P. Burtun

Apóstoles de Hoy -3-

Nunca es posible para ninguno de nosotros el cubrir

Cada vez que paro y pienso al respecto, siempre termino

Tan sólo el estar escribiendo esto, está ocasionando que

Estoy agradecido a todos aquellos quienes me han

Apóstoles de Hoy -4-

Apóstoles de Hoy -5-

Apóstoles de Hoy -7-

Este es un libro que era necesario. De hecho, usted des-

Como usted podrá ver, la definición que Barney le da al

El autor presenta algunas ideas prácticas y realizables en

Apóstoles de Hoy -9-

Los argumentos convincentes del autor, que son concilia-

Barney entra en áreas de santidad personal, motivaciones

Lea con cuidado y discernimiento lo que Barney ha escrito.

“Y él mismo (Cristo) constituyó a unos apóstoles, a otros

La premisa de este libro es que la Iglesia todavía no ha

Algunos pueden argumentar que, con la llegada de las

Este libro no pretende ser un tratado teológico compren-

Estoy consciente, por supuesto, que muchos líderes

Las etiquetas que aplicamos a líderes y ministros puede

Este libro también intenta ayudar a “desmitologizar” el

A este respecto, yo siempre voy a recordar las palabras de

Déjenme darles un cuadro bíblico de un apóstol: El es un

Los apóstoles que Cristo le da a la iglesia no son ni bribo-

Voy a procurar mostrar con la Escritura no solamente que

Hay veintidós personas nombradas como apóstoles en el

La palabra apóstol como sustantivo viene de la palabra

En el sentido de ser enviado en una capacidad oficial, hay

El apóstol es propiamente un apóstol de Jesucristo (más

En resumen, la palabra apóstol en su forma griega

En las epístolas del Nuevo Testamento, los apóstoles son

Empezamos este capítulo refiriéndonos a los veintidós (o

-Matías - quien reemplazó a Judas como miembro de los

También hay varios individuos cuyo apostolado se puede

Algunos añadirían a Apolos en la lista en vista de 1

El escritor a los Hebreos nos aconseja que “consideremos

El no solamente puso un fundamento doctrinal, él fue el

Pedro, Jacobo11 y Juan fueron parte de los “doce”, pero

Ambos, Pedro y Juan fueron usados por el Espíritu Santo

Los Doce Apóstoles del Cordero

Además de Pedro, Jacobo y Juan, los doce apóstoles

Cada piedra en Apocalipsis 21:19-20 es una preciosa joya

Aun aparte de su elevación en el “gran final” como

Isacriote, pero no es declarado si él ocupa ese papel en la Nueva

En Lucas capítulo nueve encontramos el hecho de Jesús

Jesús entonces les da instrucciones y un mandato:

Considerando las similitudes entre este hecho y el envío

¿Se está refiriendo Pablo a los setenta cuando dice: “todos

“El término aquí incluye muchos otros además de “los

En su interpretación de la frase “todos los apóstoles”,

Si miramos el equipar en términos de que otros están

De hecho, hay muchos ejemplos de este tipo de apóstol,