Analisis Caso Calderon Vs Ecuador
Analisis Caso Calderon Vs Ecuador
Analisis Caso Calderon Vs Ecuador
Hechos fácticos:
El Juez de lo Penal de Lago Agrio, con fecha 18 de enero de 1990 ordenó que
la Dirección Provincial de Salud de Napo practicara el reconocimiento, pesaje,
análisis y destrucción de la supuesta droga incautada al señor Acosta
Calderón, y que, para tal efecto, en dicha diligencia se nombrara a los peritos
que emitirían el informe requerido por el artículo 10 de la Ley de Control y
Fiscalización del Tráfico de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas y su
Reglamento.
Los señores Jorge Luna, Edison Tobar y Raúl Toapanta, agentes de la policía
militar aduanera autores del parte policial de 15 de noviembre de 1989, el 6 de
junio de 1990, comparecieron ante el Juez de lo Penal de Lago Agrio para
ratificar el contenido del parte policial realizado.
El señor Acosta Calderón fue trasladado al Centro de Rehabilitación de
Ambato. El 27 de julio de 1990 el señor Acosta Calderón solicitó que se
revocara su orden de detención y que se le trasladara a la ciudad de Tena.
Es así que en el mes de julio de 1996, acude ante los órganos de justicia del
Ecuador, es decir ante los órganos de jurisdicción interna, solicita al Tribunal
Penal dicte su inmediata libertad por haber cumplido parte de su condena y en
base al Código de Ejecución de Penas y por cuanto no se había determinado la
posesión de las sustancias estupefacientes en el momento de la detención y
posteriormente no se realiza ninguna prueba que determine con precisión que
sustancia era y la cantidad que consistía, pues es Juez únicamente se basó en
el parte policial y un informe presentado por quienes realizan la detención.
Dicha petición tuvo asidero en el Juez, quien le concedió la libertad controlada.
Luego de esto el ciudadano inicio los reclamos al Estado Ecuatoriano por las
violaciones a sus derechos, de igual manera impugno todas las pruebas que
existían en su contra ya que estaban viciadas y alteradas, existían testimonios
presentados por personas ajenas al proceso.
El estado Ecuatoriano desde todo punto de vista violo los derechos del
ciudadano Acosta Calderón, desde el momento mismo de la detención que se
realizó sin que medie orden judicial alguna, y se le mantuvo detenido
ilegalmente durante mucho tiempo sin que le legalice la detención, ya en el
proceso nunca consto la prueba del delito que se acusaba ya que nunca se
realizó el análisis de rigor, violándose el principio de presunción de inocencia
ya que se le juzgo por un presunto delito que no cometió.
El principio del plazo razonable fue vulnerado debido a que desde que se le
detuvo jamás se observó los plazos que la Ley establece, el sumario estaba
previsto que dure 60 días, pero en realidad se cerró luego de 4 años, en
relación al plazo que duro desde que el proceso fue devuelto por el juez en
grado la Ley establece el plazo de 10 días para que se pronuncie y duro 4
meses y 16 días para resolver.
El 24 de junio del 2005, la Corte IDH concluyó que el Estado ecuatoriano violó
en perjuicio de Rigoberto Acosta Calderón el derecho a recurrir ante un juez o
tribunal competente, a fin de que este decidiera sin dilaciones y sin demoras
sobre la legalidad de su detención y ordenara su libertad, así como el derecho
a la protección judicial. Además, en un proceso penal según lo tipificado en el
Código de Procedimiento Penal ecuatoriano de 1983, el cual era aplicable a
Rigoberto Acosta no debía exceder de cien días, sin embargo, en este caso se
extendió por más de cinco años, sin justificación alguna, por lo que la Corte
IDH concluyó que existió franca violación en perjuicio de Rigoberto Acosta
Calderón al derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable.
En este proceso no se demostró por los medios técnicos científicos que las
sustancias cuya posesión se atribuyó a Rigoberto Acosta eran estupefacientes,
los tribunales ecuatorianos llevaron adelante el proceso con fundamentos en la
declaración policial de quienes practicaron el arresto; por ende, se trató de
inculpar a Rigoberto Acosta sin indicios suficientes para ello, presumiéndose
que era culpable e infringiendo el principio de presunción de inocencia.
El Estado ecuatoriano debe publicar, al menos por una vez, en el Diario Oficial
del Ecuador y en otro diario de amplia circulación nacional, tanto la sección
denominada “Hechos Probados” como la parte resolutiva de la presente
Sentencia.
El Estado ecuatoriano debe, como medida de satisfacción, eliminar los
antecedentes penales del señor Rigoberto Acosta Calderón de los registros
públicos en relación con el presente caso.
El Estado debe efectuar los pagos por concepto de daño material e inmaterial
al señor Acosta Calderón, así como el reintegro de costas y gastos a CEDHU y
a los señores Alejandro Ponce Villacís y Acosta Calderón, dentro del plazo de
un año.
CONCLUSIÓN.