Origenes y Desarrollo Del Crimen Organizado en Ame
Origenes y Desarrollo Del Crimen Organizado en Ame
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RESUMEN
ABSTRACT
Introducción
1
SOLÍS, Luis y ROJAS, Francisco. Crimen Organizado en América Latina y el Caribe. Chile, FLACSO-Chile,
2008.
2
Las demandas de marihuana y cocaína son medidas en términos per cápita para hacerlas comparables.
ROCHA, Ricardo. Las Nuevas Dimensiones del Narcotráfico en Colombia. Colombia, Oficina de las Na-
ciones Unidas contra la Droga y el Delito – UNODC y Ministerio de Justicia y del Derecho, República de
Colombia, 2011.
3
Del opio se extrae la morfina, heroína y otros opiáceos, los cuales eran utilizados para fines médicos, prin-
cipalmente para disminuir dolores. De estos, el que requería mayores cuidados al recetarse era la heroína,
principalmente por la adicción que generaba en los pacientes que la utilizaban.
4
ASTORGA, Luis. México, Colombia y las drogas ilegales: variaciones sobre un mismo tema. VIII Cátedra
Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado, Análisis histórico del narcotráfico en Colombia (Fecha de con-
sulta: 19 de julio de 2010). Disponible en <http://catedras.ucol.mx/transformac/ponencia1.htm>
5
LIPSET, Seymour. El Excepcionalismo Norteamericano. Una espada de dos filos. México, Fondo de Cultura
Económica, 2000 (primera edición en inglés, 1996).
6
Ibid. p. 387.
De hecho, entre 1840 y 1870 las importaciones de opio a los Estados Unidos
aumentaron con siete veces más rapidez que el crecimiento de la población”7.
De ahí el surgimiento de grupos como el Prohibition Party primero y el
posterior Anti-Saloon League. Si bien estos movimientos tenían como prioridad
la prohibición del alcohol, la Asociación Médica Americana y la Asociación Far-
macéutica tomaron la oportunidad para incluir drogas como los opiáceos y la
mariguana.
La propagación de estas ideas también fueron muy difundidas por los me-
dios de comunicación, los que, a través de la caricatura, procuraban despertar al
público y advertirle sobre los daños a la salud y los efectos en el orden público
producto del consumo de alcohol y drogas.
Paralelo a estos movimientos al interior de Estados Unidos, a nivel inter-
nacional se incrementó la preocupación a raíz del consumo de opiáceos y ma-
riguana. En 1906 se firmó la primera Convención sobre el Opio, con la intención
de prohibirlo, y en 1909 se produjo la primera conferencia internacional para
tratar los problemas del opio, la cual reunió a representantes de trece países en
Shanghai. En dos años sucesivos, 1911 y 1912, se producen las conferencias en
La Haya, cuya finalidad era poner bajo prescripción médica los opiáceos, prin-
cipalmente la morfina y la heroína. Como signatario, México se comprometió a
erradicar el cultivo ilícito del opio dentro de su territorio8.
Pero en Estados Unidos la presión para prohibir la comercialización y el
consumo de bebidas alcohólicas y drogas era intensa. El primer resultado tangi-
ble de los esfuerzos de los movimientos prohibicionistas fue la aprobación, por
parte del Congreso estadounidense, de la llamada Ley Harrison, la cual penali-
zaba la siembra, venta y consumo de drogas en el territorio de la Unión. Esta Ley
fue complementada en 1919 mediante la Enmienda Dieciocho a la Constitución
de Estados Unidos, también conocida como Ley Volstead, que prohibía la venta
y consumo de alcohol. De esta forma, dos actividades que antes eran legales
fueron objeto de penalización, pasando a la clandestinidad y la posterior trans-
formación en rentables negocios.
Cuando Venustiano Carranza asumió el poder en México en el año 1915
comenzaba a visualizarse el fin de la guerra revolucionaria. Pero además fue el
momento oportuno para el gobierno estadounidense, ya que ahora sí podría ha-
cer efectiva la presión en su par mexicano y lograr la penalización del tráfico de
drogas en las zonas fronterizas.
7
Ibid.
8
CONTRERAS, Óscar. La Evolución del Narcotráfico en México (En línea). (Fecha de Consulta: 19 de julio
de 2010. Disponible en http://lanic.utexas.edu/project/etext/llilas/ilassa/2010/velasco.pdf
Y estas dieron su primer fruto en 1916, que es cuando se dictan las pri-
meras disposiciones para ilegalizar las drogas en el territorio mexicano. Sin em-
bargo, un aspecto importante que consideró el gobierno de Carranza al determi-
nar la ilegalidad de las drogas, fue la preocupación por la posibilidad de que la
frontera norte se desestabilizara mientras el resultado de la Revolución aún no
estaba decidido.
Es que otro de los temores de Carranza era que el tráfico de drogas en la
frontera también sirviera para contrabandear armas que terminaran en manos de
sus enemigos. Aquí confluían dos factores importantes: en primer lugar, en esa
época, los inicios del siglo XX, el contrabando se concentraba en dos ciudades
del estado de Baja California: Mexicali y Tijuana. Ese lugar era el único corredor
por el cual pasaban las drogas producidas en la zona conocida como el Triángulo
Dorado de la Droga: los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua.
De esta forma, la ilegalización del comercio del alcohol y las drogas generó el
incentivo necesario para el nacimiento de los primeros narcotraficantes mexicanos,
los cuales surgieron principalmente en el estado de Sinaloa y pudieron traspasar
la frontera gracias a la colusión con el poder político del estado de Baja California.
9
LIZÁRRAGA, Arturo. Sinaloa: narcotráfico, violencia y emigración. Universidad Autónoma de Sinaloa (Fecha
de Consulta: 19 de julio de 2010). Disponible en <http://catedras.ucol.mx/transformac/sinaloa.pdf>
10
OSORNO, Diego. El Cartel de Sinaloa. Una historia del uso político del narco. México, Random House
Mondadori, 2009.
11
En los años 20 y 30 era normal encontrar fumaderos de opio en Ciudad de México, Ciudad Juárez, Mexicali,
Tampico y Tijuana.
12
OSORNO, Diego. Op. cit., pp. 65 y 66.
como Benjamín Siegel, alias Bugsy, quien habría generado alianzas con trafican-
tes de Sinaloa, en especial con los chinos Chie Kung Tong y Kno Ming Tong13.
De acuerdo a la leyenda, el incremento de la producción de drogas se
generó gracias a las compras realizadas por las Fuerzas Armadas estadouni-
denses durante la Segunda Guerra Mundial para sus tropas, la cual era utilizada
para la producción de morfina. Según esta leyenda, el gobierno estadounidense
incentivó el cultivo de la amapola para surtir de morfina a las fuerzas aliadas de-
bido a que el otro proveedor, Turquía, era aliado de los alemanes. Sin embargo,
no existe evidencia alguna que fundamente esta historia. Lo evidente, es que el
incremento de los cultivos de mariguana y opio se produjo debido al aumento
de la demanda estadounidense, la que era ingresada principalmente a través de
la zona fronteriza entre Baja California y California14, y también fue producto de
la desarticulación, al finalizar la guerra, de la ruta europea de la droga, princi-
palmente de la heroína que venía desde Turquía. Aunque la mafia italiana logró
recuperar el control de la heroína, México ya se había convertido en el principal
proveedor de mariguana en Estados Unidos15.
Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando se produjo el primer ase-
sinato de un gobernador en México, producto de tráfico de drogas. Fue en febre-
ro de 1944, durante la madrugada, mientras se celebraba el carnaval de Mazatlán,
ciudad costera de Sinaloa. La bala entró por la nuca y salió entre los ojos. El
asesino era un matón a sueldo que pertenecía a la banda de Los Dorados, que
fue una de las primeras bandas criminales que comenzaron a desafiar al Estado.
Estas bandas nacieron por encargo y bajo la protección de los terratenientes que
se oponían a la reforma agraria impulsada por el presidente Lázaro Cárdenas. De
acuerdo a la investigación de Osorno, quien cita a Luis Astorga, autor del libro
El Siglo de las Drogas, el asesinato del gobernador se produjo por una traición
por parte de él a los traficantes de droga coludidos con otros oficiales militares.
El relato de Osorno sobre este hecho ocupa el capítulo titulado El Gitano.
La importancia de esta sección radica en que este suceso sería el primero de
abierto desafío al Estado por parte de los grupos criminales ligados al tráfico de
drogas, así como también sería el primero en el cual se sospecha abiertamente
de la participación de oficiales del Ejército, que para esa fecha todavía ocupaban
cargos políticos.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos volvió a
endurecer su política sobre el tráfico de drogas. Y los informes de la agregaduría
13
Ibid.
14
Ibid.
15
CONTRERAS. Óscar, Loc. cit.
16
ASTORGA. Luis, Loc. cit.
17
Ibid.
18
Ibid.
19
Ibid.
20
CONTRERAS, Óscar. Loc. cit.
21
OSORNO, Diego. Op. cit., p. 126.
22
CONTRERAS Óscar. Loc. cit.
23
ASTORGA, Luis. Loc. cit.
24
OSORNO, Diego.Op. cit., p. 149.
muertos con su actuar. Osorno indica que una de las decisiones que demuestra
la voluntad de hacer lo posible por aplastar, en cierta medida, al crimen de las
drogas, fue el nombramiento del general Jesús Hernández Toledo, quien tenía
bajo su mando las tropas que irrumpieron en la plaza de Tlatelolco en 1968.
Por su parte, Benítez Manaut25 señala que las Fuerzas Armadas comien-
zan, nuevamente, a ser utilizadas para sostener la estabilidad del régimen al ser
ocupadas para la lucha contra los movimientos estudiantiles contestatarios, así
como contra la guerrilla.
Para Astorga y Contreras no necesariamente es una operación que pre-
tendía poner fin a las guerrillas en conjunto con el narcotráfico. Ambos autores
basan su argumento en que los primeros cinco años de la década de los se-
tenta, las hectáreas cultivadas con adormidera y mariguana habían aumentado
considerablemente, independiente del incremento de la destrucción de cultivos.
Según las cifras que entrega Astorga, en la década del sesenta se destruyeron
2.400 hectáreas de mariguana y se decomisaron cerca de 500 toneladas. Entre
1970 y 1975 se llegó a la cifra de 13.300 hectáreas de mariguana destruidas y
3.800 toneladas decomisadas. En el caso de la cocaína, la cifra de decomisos,
entre los años citados, llegó a ser de 1.089 toneladas. En igual período se des-
truyeron 25.000 hectáreas de sembradíos de amapolas.
Sin embargo, el éxito de estas operaciones era más bien relativo, ya que
la destrucción de sembradíos y el decomiso eran bajos con relación a la totali-
dad de tierra cultivada y los kilos de droga vendida. En realidad, seguía siendo
un negocio muy rentable. Pero el problema más grande para las autoridades era
el considerable poder que estaban alcanzando los narcotraficantes, el cual ya les
permitía comenzar a desafiar el orden que debiera imponer el Estado26.
La Operación Cóndor tuvo una duración de tres años, entre 1975 y 1978,
contó con el apoyo estadounidense en términos de recursos humanos, finan-
cieros y materiales, y su costo total fue, aproximadamente, de 35 millones de
dólares.
Los 24 agentes de la Drogs Enforcement Administration (DEA en sus si-
glas en inglés) enviados por Estados Unidos, fueron los que en su mayoría pilota-
ron los aviones encargados del reconocimiento y verificación de los sembradíos
de mariguana y adormidera que luego eran fumigados con paraguat.
En términos generales, la operación tuvo un fuerte impacto en la produc-
ción de drogas en México. En efecto, la calidad de la mariguana y la heroína
25
BENÍTEZ Manaut, Raúl. México y el sistema interamericano: de la Segunda Guerra Mundial al final de Si-
glo. Cambios, desafíos y oportunidades. En: FLACSO-Chile. Medio Siglo del TIAR. Estudio estratégico de
América Latina y el Caribe. Chile, 1998, pp. 45-64.
26
CONTRERAS, Óscar. Loc. cit.
27
Ibid.
28
OSORNO, Diego. Loc. cit.
29
MADGE, Tim. Polvo Blanco. Historia cultural de la cocaína. España, Ediciones Península, 2002.
del espectáculo, así como también el número cada vez más creciente de artícu-
los y libros escritos por médicos y farmacéuticos en los que se afirma las bonda-
des de la cocaína por sobre la mariguana y los opiáceos.30
La otra coincidencia, y la más importante, la proporcionó la Operación
Cóndor. Como ya establecimos antes, la calidad y cantidad de heroína y mari-
guana mexicana enviada hacia Estados Unidos había decaído producto de los
esfuerzos gubernamentales para arrasar con los sembradíos. Al concentrar la
operación en los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, los jefes del narco-
tráfico decidieron trasladarse a Guadalajara, donde comenzaron a comercializar
la cocaína proveniente de Colombia, aliándose con los carteles de Cali y Medellín.
Una de las mayores ventajas era que esa capital era una de las más industriali-
zadas del país y contaba con mucha mano de obra para expandir los negocios.
El otro efecto de la Operación Cóndor fue el proceso de “cartelización”
de las organizaciones criminales. Este fenómeno se produjo por la intensidad
con la cual se aplicó la operación, la que obligó a alejarse del negocio a aquellos
grupos delictivos que no eran tan fuertes ni muy organizados, dejando con vida a
aquellos más fuertes y que estaban decididos a utilizar la violencia para combatir
los esfuerzos del Estado para contenerlo31.
Por último, el explosivo aumento del consumo de drogas en Estados Uni-
dos, principalmente de cocaína, produjo el aumento de los estados mexicanos
fronterizos que empezaron a ser utilizados como ruta para el envío de drogas,
debido a la casi nula posibilidad de controlar en su totalidad el espacio aéreo
estadounidense o las rutas marítimas. La falta de control de las organizaciones
criminales colombianas sobre las rutas para llegar a Estados Unidos generó la
necesidad de asociarse con los nacientes carteles mexicanos32.
Los contactos entre mexicanos y colombianos comenzaron a raíz de la
detención de Alberto Sicilia Falcón, traficante cubano que manejaba varias de
las rutas hacia Estados Unidos. Una vez concretada su detención, su socio, el
químico hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros, generó los lazos para co-
menzar a trabajar con Miguel Ángel Félix Gallardo, que de policía judicial del
estado de Sinaloa pasó a convertirse en el narcotraficante más poderoso de
30
Ibid. En el caso de los actores y gente del espectáculo, debemos decir que la cocaína era vista como una
droga consumida por personas exitosas porque era cara. De ahí que fuera bautizada como droga champán
o de consumo chic. A mayor abundamiento, fue en aquella época en la que Sting planteó que la cocaína era
“la manera que tiene Dios para decirte que ya tienes demasiado dinero” (p. 208).
En el caso de los médicos y farmacéuticos que abogaban por la legalización de la cocaína, se referían a ella
como una droga inocua, aunque con efectos vigorizantes en términos físicos y sexuales, o bien responsa-
bilizaban a los negros de su mala imagen, ya que se asociaba el consumo de drogas a la población negra,
y de ahí a la comisión de delitos.
31
CONTRERAS, Óscar. Loc. cit.
32
LABROUSSE, Alain. Geopolítica de las Drogas. Chile, LOM Ediciones, 2012.
México durante los años ochenta. La asociación fue fructífera para ambos, ya
que Matta era quien tenía el contacto con Pablo Escobar. Para 1985, se calcula
que Félix Gallardo enviaba mensualmente una tonelada y media de cocaína ha-
cia Estados Unidos, cuando el consumo anual en este país se calculaba en 100
toneladas33.
Una vez concluida la Operación Cóndor, las organizaciones criminales
volvieron a Sinaloa pero con varias lecciones aprehendidas. Una de ellas era que
los sembradíos debían ubicarse en zonas más remotas e inaccesibles para las
fuerzas militares, además de utilizar técnicas nuevas de cultivo para no disminuir
la calidad del producto. Otra lección fue que debían profundizar los lazos con las
autoridades políticas, lo que implicaba, por cierto, “invertir” más en corrupción.
Una tercera lección fue la necesidad de ejercer la violencia contra la población y
las fuerzas del Estado. Finalmente, la Operación Cóndor terminó provocando la
expansión del narcotráfico a otras zonas geográficas del Estado mexicano. Fue
en los años ochenta cuando comenzó a utilizarse toda la frontera para trasladar
la droga.
Producto de la reorganización de los grupos criminales surgieron tres de
los principales traficantes de drogas: Miguel Ángel Félix Gallardo, el Jefe de Je-
fes, Juan José Esparragoza, El Azul, y Rafael Caro Quintero. Todos tenían lazos
con los carteles de Cali y Medellín. Y también tenían la misma estructura para
corromper a las autoridades así como la forma en el ejercicio de la violencia.
El error lo cometió Caro Quintero. Este había invertido una gran cantidad
de dinero y recursos en varios plantíos de mariguana en el estado de Chihuahua,
que fueron descubiertos en 1984 por el agente de la DEA Enrique Camarena y
el piloto mexicano Alfredo Zavala. Los plantíos fueron destruidos y la pérdida de
dinero fue considerable. A modo de venganza, Caro Quintero secuestró y asesi-
nó a los dos agentes. Luego de estos hechos, Estados Unidos ejerció una fuerte
presión sobre el gobierno mexicano para que resolviera el crimen de su agente.
Uno de los argumentos más utilizados fueron las denuncias de la DEA sobre los
nexos entre los narcotraficantes y la DFS34.
La presión estadounidense condujo al presidente Miguel de la Madrid a
disolver la DFS. Varios de sus miembros se repartieron en diferentes divisiones
de la policía a lo largo del país. Pero al suprimir a la DFS, los narcotraficantes se
volvieron más autónomos del poder político.
Otro de los efectos que tuvo el asesinato del agente de la DEA y la pos-
terior presión estadounidense, tuvo un alcance mucho mayor para la evolución
33
ASTORGA, Luis. Loc. cit.
34
Ibid. Ver también CONTRERAS, Óscar. Loc. cit.
35
Algunos de esos factores son la pérdida de poder y control por parte del PRI, que se evidencia en la derro-
ta que los sacó del poder en el 2000; el surgimiento de la guerrilla zapatista luego de la conformación del
NAFTA; la corrupción generalizada de la policía, la judicatura y el poder político y la incapacidad de controlar
efectivamente el territorio.
36
OSORNO, Diego. Op. cit., p. 141.
37
GÓMORA, Doris. Carteles se organizan bajo modelo de transnacionales. El Universal. México, 19 de sep-
tiembre, 2009 (Documento en línea) (Fecha de Consulta: 8 de abril de 2011). <http://www.eluniversal.com.
mx/nacion/171372.html>
38
Ibid.
39
En este punto, los carteles de Tijuana, Juárez, del Golfo y Sinaloa son los que han tenido contactos con sus
símiles italianas, principalmente calabreses. GÓMORA, Doris. Narco mexicano refuerza nexos con mafia
italiana. El Universal. México, 19 de septiembre de 2009 (Documento en Línea) (Fecha de consulta: 8 de
abril de 2011) <http://www.eluniversal.com.mx/nacion/171373.html>
tarmente, con tácticas propias de una guerra de baja intensidad, en la cual han
logrado enfrentar de manera medianamente exitosa la arremetida del Estado
desde la llegada de Felipe Calderón a la presidencia el año 200640.
40
Sobre este punto, ver ORTIZ, Miguel. Las Fuerzas Armadas mexicanas y la violencia no estatal. En: AQUI-
MINO, Leonardo y GARAY, Cristian y CAYÓN, Juan (organizadores). Segurança e Defensa na América
Latina. Brasil, Juruá Editora, 2009.
41
RIBANDO, Clare y FINKLEA, Kristin. U.S. Mexican Security Cooperation: The Merida Initiative and Beyond.
CRS Report for Congress, 2013.
42
En México, por Ejército se entiende a todas las ramas de las Fuerzas Armadas.
43
Ipsos–Bimsa. Encuesta Nacional en Vivienda: Imagen del Ejército. 2004. Encuesta levantada entre los días
13 y 17 de agosto de 2004 a nivel nacional y el tipo de entrevista fue personal (cara a cara) y el nivel de
confianza es de 95%.
44
Ipsos-Bimsa/El Universal. Encuesta Nacional Ipsos-Bimsa/El Universal: Imagen del Ejército Mexicano. En-
cuesta nacional cara a cara levantada entre los días 4 al 9 de agosto de 2007, y el nivel de confianza es de
95%.
45
VALLE, Mario. Las matanzas más salvajes del narco. El Mundo, 28 de noviembre de 2009 (Fecha de con-
sulta: 8 de junio de 2010), desde <Http://www.elmundo.es/america/2009/11/26/mexico/1259252493.html>
46
Ibid.
47
El Universal. Protestan por muerte de policías en Monterrey. Diario El Universal. 6 de marzo de 2010 (Fecha
de Consulta: 6 de marzo de 2010). <http://www.eluniversal.com.mx/notas/663885.html>
48
QUESADA, Juan. El director de un portal de noticias del norte de México muere acribillado. El País, 5 de
marzo de 2013, p. 5. Entre los años 2000 a 2011, han sido asesinados un total de 55 periodistas de parte
del crimen organizado. BEITTEL, June. Mexico’s Drug Trafficking Organizations: Source and Scope of the
Rising Violence. CRS Report for Congress, 2012.
49
CNN México. Calderón descarta una ola de secuestros políticos como en Colombia. CNN México, 16 de
mayo de 2010 (Fecha de Consulta: 8 de julio de 2010. <http://mexico.cnn.com/nacional/2010/05/16/calde-
ron-descarta-una-ola-de-secuestros-de-politicos-como-en-colombia>
guían un clima más amable para sus negocios y su expansión. A pesar que el
discurso político no estaba entre las acciones punitivas, sí había un progreso
cuando desde la presencia militar los narcotraficantes exigieron estándares de
derechos humanos para su persecución.
Volviendo a México, Edgardo Buscaglia señala que la violencia es una
enfermedad social, y que México se encamina a un proceso de afganización
producto de la corrupción al ser “uno de los motores promotores por el cual la
misma delincuencia organizada se pelea por territorios y pedazos del Estado, y
es uno de los motores principales de la violencia en México”50.
Esta situación ya había sido refrendada por el entonces secretario de Go-
bernación, Juan Camilo Mouriño en la comparecencia ante la Cámara de Diputa-
dos el 23 de septiembre de 2008, un mes antes de estrellarse el avión en que via-
jaba. Ahí Mouriño declaró que las policías estaban infiltradas por la delincuencia,
y que mientras persistiera ese fenómeno “no podemos garantizar la seguridad.
Las policías están infiltradas por el crimen organizado. Y por eso, hasta que no
lo solucionemos, ni podemos garantizar la seguridad, ni gozar de la confianza de
los ciudadanos”51.
Carlos Flores y Samuel González52 señalan que existe una relación directa
entre crimen organizado, corrupción y el debilitamiento de la institucionalidad
estatal en el sentido de que las instituciones de este pierden la validación social,
la cual es necesaria para asegurar la gobernabilidad de un país. En ese sentido,
el terrorismo que ejercen los grupos criminales que actúan en México genera la
percepción de que el aparato del Estado es incapaz de asegurar la integridad
física de las personas si tampoco es capaz de asegurar la supervivencia de
aquellos que pertenecen a las fuerzas de seguridad representantes de monopo-
lio legítimo de la violencia. La corrupción del aparato público, además de permitir
actuar en la impunidad a estos grupos, refuerza la sensación de indefensión en
la población. Es por ello que las organizaciones del crimen organizado han apro-
vechado las debilidades del aparato estatal para combatir la corrupción y la han
profundizado.
Las elevadas tasas de impunidad también incrementan la desconfianza de
los ciudadanos hacia las instituciones del Estado. De acuerdo a las cifras más
50
Observatorio y Monitoreo Ciudadano de Medios, A.C. Eduardo Buscaglia: México hacia un proceso de
afganización. 27 de octubre de 2010 (Fecha de Consulta: 7 de marzo de 2013). https://culturadelalegalidad.
wordpress.com/2010/10/27/edgardo-buscaglia-mexico-hacia-un-proceso-de-afganizacion/>
51
Terra. (SEGEB) No podemos, a plenitud, garantizar la seguridad.- Mouriño. Portal Terra. 24 de septiembre
de 2008 (Fecha de Consulta: 25 de septiembre de 2008). <http://economia.terra.com.pe/noticias/noticia.
aspx?idNoticia=200809241218_INF_310256>
52
FLORES, Carlos. y GONZÁLEZ, Samuel. Democracia y Crimen Organizado. En ARAVENA, F. y SOLÍS, L.
(eds.). Crimen organizado en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: FLACSO-Chile, 2008.
53
International Crisis Group. El Desafío de Peña Nieto: los cárteles criminales y el Estado de Derecho en
México. Bélgica, Informe sobre América Latina Nº 48, 2013.
54
RIBANDO, Clare. Mexico and the 112th Congress. CRS Report for Congress, 2013.
55
Human Rigths Watch. Los Desaparecidos de México. El persistente costo de una crisis ignorada. Human
Rigths Watch, Estados Unidos de América, 2013.
56
International Crisis Group. Loc. cit.
57
Ibid.
58
RÍOS, Josefina. La Nueva Cara de México. En: Qué Pasa. 24 de enero de 2013 (Fecha de Consulta: 25 de
febrero de 2013). <http://www.quepasa.cl/articulo/mundo/2013/01/252-11000-9-la-nueva-cara-de-mexico.
shtml>
59
Ibid.
60
GUEVARA Y MOYANO, Iñigo. Comando y control: La Cuarta Fuerza Armada Mexicana: Gendarmería. Méxi-
coSeguridad. La seguridad en un solo sitio. 6 de marzo de 2013 (Fecha de Consulta: 8 de marzo de 2013).
<http://mexicoseguridad.mx/la-cuarta-fuerza-armada/>
61
CNN México. Francia asesorará a México en la creación de la Gendarmería Nacional. CNN México. 26
de enero de 2013 (Fecha de Consulta: 8 de marzo de 2013). <http://blogs.cnnmexico.com/ultimas-noti-
cias/2013/01/26/francia-asesorara-a-mexico-en-la-creacion-de-la-gendarmeria-nacional/>
62
QUESADA, Juan Diego. Cien días de plazo para Peña Nieto. [en línea] El País, 13 de marzo de 2013. Dis-
ponible en <http://internacional.elpais.com/internacional/2013/03/13/actualidad/1363143004_132722.html>
63
SANTOS, Juan Manuel, presidente de Colombia, en la Sexta Cumbre de las Américas, 15 de abril de 2012.
64
En el hemisferio hay 12 países que no contemplan la penalización del consumo.
65
CONCHA, Luis. La tasa de consumo de drogas en Chile es parecida a la de EE.UU. La Tercera, Santiago,
25 mayo, 2013: R12.
66
Ibid.
Conclusiones
67
OPPENHEIMER, Andrés. La OEA y la marihuana. El Mercurio, Santiago, 25 de mayo, 2013: A8.
68
Ibid.
69
BECKER, Gary y MURPHY, Kevin. ¿Ha perdido Estados Unidos la guerra contra las drogas? The Wall
Street Journal. Estados Unidos, 6 de enero de 2013 (Fecha de Consulta: 7 de enero de 2013). <http://online.
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