Realidad de La Salud Mental en El Perú Resumen
Realidad de La Salud Mental en El Perú Resumen
Realidad de La Salud Mental en El Perú Resumen
Hasta hace aproximadamente una década, la salud mental era un tema invisible
para el Estado y la sociedad. Si alguien tenía cuadros de tristeza o agresividad,
esto era considerado una característica más de la personalidad. Solo
determinados males eran definidos como enfermedades mentales, y para ello
debían registrar episodios de pérdida de razón o conductas manifiestamente
extravagantes, tales como hablar solos, oír voces, hacer gestos y muecas raras,
entre otros.
Incluso para estas enfermedades las formas de tratamiento eran muy pocas; lo
que se hacía era recluirlos y “disciplinarlos” mediante mecanismos crueles,
como por ejemplo inducirles el coma y someterlos a electroshocks. La terapia
mental y el tratamiento farmacológico se limitaban al sector privado por tratarse
de un servicio bastante costoso, y desde ese punto ya se hacía evidente su
carácter excluyente.
2. El escenario actual
3. El lado positivo
Existe una fórmula que Humberto Castillo postula y esta se enfoca en una red
conformada por todos los servicios de salud mental de Lima (Larco Herrera,
Baldizán, Noguchi) que cuente con centros comunitarios desconcentrados en la
capital, con personal médico que rote, un mismo sistema de historias clínicas y
una comunicación fluida. Ya se había avanzado en ello, pero debido a la crisis
en el sector salud, otras urgencias se impusieron y la salud mental se dejó
temporalmente de lado. “El escenario de la medicina peruana debe aprender que,
atendiendo eficientemente a la salud mental, se mejora paralelamente la salud
física”, sostuvo Castillo, agregando que se debe continuar con la creación de
centros de salud mental en provincias, ya que solo se invierte un millón de soles
en personal y la infraestructura es simple como la de una casa.
Hay tres mitos establecidos en el ideario colectivo del peruano, según el doctor
Humberto Castillo.
Para concluir
Actualmente, es urgente que la salud mental deje de ser tomada como un tema
irrelevante. La OMS expresa claramente que este tipo de trastornos causa muerte directa
a través del suicidio, pero también, en casos como la depresión, reduce la eficacia de las
quimioterapias, cuadruplica el riesgo de ataques al corazón, duplica las probabilidades
de adquirir diabetes y tuberculosis, y afecta severamente el sistema inmunológico y
endocrino. El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo en abril de este año en
Washington en una ponencia llamada “Salud mental saliendo de las sombras”, que por
cada dólar que se invierte en tratar males como la depresión y la ansiedad, se recuperan
cuatro. El doctor Castillo hizo un cálculo rápido aplicado al Perú y llegó a la conclusión
de que aquí no serían cuatro dólares los recuprecuperados, sino diez. Con un poco de
humor, expresó que “no es rentable deprimirse, así que lo más recomendable es tratarse
cuanto antes”.
Cuando se le preguntó sobre sus expectativas con respecto al nuevo gobierno dentro de
este rubro, Castillo contestó que tiene mucha fe porque por primera vez un presidente
toca el tema de salud mental en un discurso inaugural. Sin embargo, observa que aún
falta solidez en las políticas públicas y el tema continúa postergándose a causa de que
aún no se identifica su real importancia. “Hay mucho por hacer de manera intersectorial
y no nos podemos quedar de brazos cruzados”, culminó.
Gisella Vargas terminó diciendo que la salud mental es tarea de todos. Es decir, cada
miembro de la sociedad debe trabajar desde donde le toca, ya sea desde el ámbito
familiar, educativo, empresarial o gubernamental. Su consejo final fue que todos
debemos procurar llevar una vida sana con momentos de recreación y esparcimiento,
evitando rencillas o conflictos con el entorno, pues de esa manera se forma un
verdadero bienestar.
“La salud mental significa llevarte bien contigo mismo y con los demás”, señaló, y
agregó que en cuanto uno detecte algún tipo de trastorno en sí mismo o en alguien
cercano, se debe pedir ayuda médica al instante, puesto que el desarrollo de las ciencias
hace que la mayoría de problemas pueda ser superado. Sin embargo, la superación de
prejuicios y estigmas queda exenta a toda ciencia y nos compete a todos y cada uno de
nosotros.
REFERENCIAS: