08 Guanaco
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Biología reproductiva del Choique (Rhea pennata pennata) en Península Valdés: bases para la conservación y el manejo de la especie en el noreste de Chubut. View
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Resumen
El guanaco (Lama guanicoe) es el ungulado silvestre más abundante de ambientes áridos de Sudamérica. Sin embar-
go, sus poblaciones declinaron continuamente desde la colonización europea. Las causas de esta declinación se rela-
cionan con la alteración del hábitat, la competencia con el ganado ovino introducido, la caza indiscriminada –legal e
ilegal– y la falta de planes de protección y manejo que aseguren su conservación. Se presenta una propuesta del plan
de manejo del guanaco para la Argentina que se está elaborando con la participación de organismos nacionales, las
provincias que cuentan con este recurso, centros de investigación y diversas ONG. Es el resultado de un largo proce-
so de debate y de construcción de consensos para establecer las bases de un plan que asegure la conservación de la
especie y permitan su uso de manera sustentable. Se resumen las bases biológicas que permiten identificar las ame-
nazas para la especie y los lineamientos para la elaboración del plan de manejo.
Abstract
Although the guanaco (Lama guanicoe) is the most abundant wild ungulate in arid environments of South
America, it has been experiencing a steady population decline since European colonization. The main causes of
population declines are related to habitat disturbance, competition with introduced ovine livestock, poaching or
legal hunting, and the lack of protection and management programmes to ensure its conservation. We present
the proposal for a management plan for the guanaco in Argentina, jointly developed among national agencies,
organisms from the provinces with populations of this species, research centres and diverse NGO. A long process
of debate and consensus-building was carried out to establish the bases for a plan orientated to ensure the con-
servation of the species and the sustainable use of this resource. We summarize biological information leading to
identify the main hazards for the guanaco and the guidelines for the elaboration of a management plan.
1
Manejo de fauna silvestre en la Argentina
1 Denominación local para la cría del guanaco, generalmente usada hasta cumplir el primer año de vida, aunque puede extenderse
hasta la madurez reproductiva.
2 Manta de pieles cosidas de guanaco, preferentemente de chulengos, usada a modo de capa.
2
P. Nugent (ed.), R. Baldi, P. Carmanchahi, D. De Lamo, M. Funes, S. Puig y J. von Thüngen - Conservación del guanaco en la Argentina
0,14
2,08
0,5
0,77
0,85
0,88
Distribución del guanaco 0,57
Histórica 0,69
Actual
2,66
Figura 1- Izquierda: Distribución del guanaco en América del Sur (modificado de Franklin et al., 1997). Derecha:
Evaluación de densidades de guanaco (individuos por km2) en Patagonia –mapa: De Lamo (2004); datos de densi-
dades: Amaya et al. (2001); zonificación: en base a del Valle et al (1995).
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Manejo de fauna silvestre en la Argentina
hasta los 4.500 metros en los Andes (Cunazza et territorial. También existen grupos de machos so-
al., 1995; Wheeler, 1995). cialmente excluidos temporalmente de la reproduc-
ción y, por otro lado, machos solitarios que desa-
La población original –antes de la conquista euro-
fían a los machos territoriales por el control de los
pea– fue estimada entre 30 y 50 millones de indivi-
harenes (Franklin, 1983; Puig y Videla, 1995), aun-
duos (Raedeke, 1979), pero durante el período de
que en alguno de estos grupos suele encontrarse
colonización habría disminuido drásticamente
(Franklin y Fritz, 1991). Se estima que a fines del si- hasta un 15% de hembras (Saba y de Lamo, 1990).
glo XIX la población total de guanacos estaba en el En los animales que tienden a agruparse, los proce-
orden de los 7 millones de individuos (Cabrera y Ye- sos de denso dependencia inversa, conocidos como
pes, 1960; Torres, 1985). Hoy, la Unión Internacio- efecto Allee, aumentan la probabilidad de extinción
nal para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es- a densidades bajas (Courchamp et al., 1999), parti-
tima que la población total no superaría los cularmente si un tamaño de grupo mínimo es nece-
600.000 individuos. Un relevamiento aéreo realiza- sario para reproducirse exitosamente (Dobson y Poo-
do en el año 2000 estimó una población mínima de le, 1998) o para sobrevivir a los depredadores (Cour-
402.000 animales para la Patagonia continental, en champ et al., 1999; Clutton-Brock et al., 1989).
las provincias del Neuquén, Río Negro, Chubut y
Santa Cruz (Amaya et al., 2001). Hay evidencias de que el tamaño medio de los gru-
pos familiares de guanacos se mantiene en pobla-
Actualmente, la especie ocupa solo el 40% de su ciones de densidades tanto altas como bajas (Baldi
distribución original (Figura 1) y está fragmentada et al, 2004; Saba et al., 2004). Por otra parte, los
en poblaciones pequeñas y relativamente aisladas primeros resultados obtenidos por radio telemetría
(Puig, 1995b; Franklin et al., 1997; Puig, 1992). Si sobre el área de acción de los grupos de cría han
bien el guanaco no se encuentra amenazado de ex- mostrado que estos ocupan territorios acotados, de
tinción a nivel continental, una serie de poblaciones entre 2 y 9 km2, estables en el tiempo y en el espa-
tiene riesgo de desaparición a nivel local e incluso cio (Burgi, 2005). Por lo tanto, es de esperar que la
regional (Cunazza et al., 1995). En la Argentina, la alta territorialidad de los grupos de cría y la tenden-
abundancia de guanacos es mayor en las zonas cia a mantener un número mínimo de individuos
protegidas –por ejemplo las Reservas La Payunia en por grupo afecten a la dinámica de las poblaciones
la provincia de Mendoza (Candia et al., 1993; Puig locales y a su probabilidad de persistencia bajo dis-
et al., 2003) y Auca Mahuida en la provincia de tintos grados de disturbio, ya que a medida que dis-
Neuquén (Radovani et al., 2004)–, en zonas poco minuye la densidad de individuos habrá una menor
habitadas y de difícil acceso y en ambientes de ba- densidad de agrupaciones, o una mayor separación
ja productividad donde no se desarrolla la actividad espacial entre núcleos poblacionales.
ganadera (Figura 2). A pesar de que existen regis-
tros de poblaciones pequeñas de alta densidad en La estructura social está influenciada por variables
áreas protegidas de la provincia del Chubut, las po- ecológicas, tales como la dispersión de alimento y
blaciones con densidades ecológicamente funciona- presencia de depredadores (como el puma –Puma
les son excepcionales y se hallan separadas por concolor– y el zorro –Pseudalopex culpaeus–), y por
grandes extensiones sin guanacos o con densida- factores propios de la especie, por ejemplo, tamaño
des muy bajas (Baldi et al., 1997; Baldi et al., 2001; corporal y sistema de apareamiento (Jarman, 1974).
Saba et al., 2004). Las características del guanaco, de tamaño corporal
y selectividad intermedia del alimento (Baldi et al.,
2004), permiten presuponer que tanto el tamaño
Factores que afectan las tendencias poblacio-
como la densidad de sus agrupaciones están afecta-
nales
das por la heterogeneidad espacial de pastos y ar-
Estructura social. La estructura social tiene conse- bustos disponibles en el ambiente, por la presencia
cuencias importantes en la dinámica poblacional de competidores y por el riesgo de depredación.
(Wilson, 1975) y debe considerarse en el diseño de
estrategias de manejo y conservación (Dobson y
Interacciones interespecíficas
Poole, 1998), sobre todo en los animales altamen-
te sociales como el guanaco. El guanaco es una es- A) Competencia por el alimento. El guanaco, como
pecie poligínica por defensa de recursos. Los gru- herbívoro generalista de selectividad intermedia, es
pos familiares constituyen harenes, formados por capaz de consumir la mayoría de las especies de
hembras y crías controlados por un macho adulto plantas disponibles, tanto pastos como especies le-
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P. Nugent (ed.), R. Baldi, P. Carmanchahi, D. De Lamo, M. Funes, S. Puig y J. von Thüngen - Conservación del guanaco en la Argentina
ñosas, principalmente arbustos (Puig, 1995a; Puig de guanacos puede ser significativo y tender a incre-
et al., 2001; Baldi et al., 2004). El ovino doméstico, mentarse en el futuro cercano (Novaro y Walker,
el principal ungulado introducido para ganadería en 2005). Por ejemplo, en varios sitios de Neuquén,
el rango de distribución del guanaco, es también donde se removió el ganado ovino, las densidades
generalista de selectividad intermedia. Estudios lle- de guanacos no se incrementaron como se hubiera
vados a cabo en la Patagonia han mostrado que esperado. Coincidentemente, el puma ha recoloniza-
guanacos y ovinos se solapan significativamente en do esos sitios durante los últimos 15 años. Entonces,
sus preferencias dietarias –un 83% en Patagonia es posible que las poblaciones de guanacos en con-
septentrional– (Puig et al., 2001). Aunque guana- diciones de baja densidad y en presencia de pumas
cos y ovinos son capaces de consumir alrededor de estén limitadas por dichos depredadores.
100 especies de plantas, el 80% de sus dietas está
compuesto por solo 17 especies y los pastos de los Estado del hábitat. La Patagonia árida y semiári-
géneros Poa y Stipa componen hasta el 40% de sus da, que alberga cerca del 80% de la población to-
dietas en el este y el centro de la Patagonia (Ama- tal de guanacos de la Argentina, comprende un
ya, 1985; Baldi 1999; Baldi et al., 2004). área de alrededor de 600.000 km2 y es el único pas-
B) Depredación. La depredación por pumas (Puma tizal-arbustal templado de Sudamérica. Actualmen-
concolor) se ha descripto para poblaciones de gua- te se estima que el 30% de la región se encuentra
nacos de alta densidad en Chile (Wilson, 1984; Bank bajo desertificación severa (del Valle, 1998). La in-
et al., 2002) y la Argentina (Cajal y López, 1986). En troducción masiva de ganado a fines del siglo XIX
la Argentina, en sitios donde el guanaco es raro (<5 resultó en un proceso extendido de sobrepastoreo
individuos/km2) los pumas lo consumen ocasional- debido al exceso de carga animal, que agrava el
mente como presa secundaria, pero la incidencia proceso de desertificación (Figuras 2 y 3) y pueden
llevar a cambios irreversibles cuando esta es severa
puede llegar al 40% de la mortalidad total (Fernán-
(Bisigato y Bertiller, 1997).
dez et. al, 2004). Recientemente, el puma ha recolo-
nizado gran parte de su rango de distribución origi- Cualquier elemento que produzca fraccionamiento
nal en Patagonia, y su efecto sobre las poblaciones del hábitat condiciona la estructura social y, por lo
Estado leve
Estado medio
Estado medio a grave
Estado grave
Estado muy grave
Cuerpos de agua
Bosque denso
Hielos continentales
0 300 600 Depósitos costeros T.F.
0 - 1,5
1,6 - 5
5,1 - 8,8
8,9 - 18,8
18,9 - 31
5
Manejo de fauna silvestre en la Argentina
tanto, la viabilidad de esa población (de Lamo y del Con la misma metodología participativa se realiza-
Valle, 1999; de Lamo et al., 1999). Otro factor de al- ron en el año 2004 dos talleres de trabajo para iden-
teración del hábitat en Patagonia es la disposición de tificar las amenazas para la especie, definir los obje-
los alambrados que dividen los diferentes estableci- tivos y acordar los lineamientos definitivos de un
mientos ganaderos o unidades de manejo. Estos plan de manejo que deberán suscribir y llevar ade-
alambrados, de entre 1 y 1,20 metros de altura pa- lante las autoridades competentes en cada jurisdic-
ra evitar el paso de ganado, ocasionan la muerte de ción. En este plan se proponen el marco metodoló-
guanacos que quedan atrapados al intentar saltar gico, los lineamientos y los instrumentos operativos
por sobre ellos. Ocasionalmente se trata de adultos para coordinar todas las acciones a escala nacional,
o juveniles del año, pero principalmente son las crías. provincial y local que aseguren la conservación de la
En el NE de Chubut, se observó que entre el 15 y el especie y permitan su uso de manera sustentable.
20% de los chulengos nacidos mueren por quedar
enganchados en los alambrados (Baldi et al, 2004).
Aun cuando se liberen, existe la probabilidad de mo- Antecedentes
rir en los días subsiguientes debido al proceso cono- El 12 de agosto de 1978, a pedido de la República
cido como miopatía de captura, consecuencia del es- del Perú, el guanaco fue incluido en el Apéndice II
trés producido durante el evento. de la Convención CITES, por lo cual puede ser apro-
Aunque localizadas regionalmente, las actividades vechado y comercializado con restricciones y regu-
de prospección y explotación petrolera son también laciones. Aun cuando la explotación de la especie
agentes importantes de degradación del hábitat, era intensa y su comercio importante, la Argentina
no solo por la reducción drástica de la cobertura ve- ratificó el Tratado CITES en 1981.
getal, sino porque facilitan el acceso a cazadores A raíz de la exportación de volúmenes elevados de
furtivos. En Auca Mahuida, al norte de Neuquén, se cueros de guanacos desde la Argentina, incluyendo
observó que la densidad de picadas petroleras afec- chulengos, en 1992, el Comité de Fauna de la CITES
ta la abundancia de guanacos y su estructura social le requirió a este país que comunicara “las bases bio-
(Radovani, 2004). lógicas que utiliza para proceder a la explotación de
esa especie así como los procedimientos de control
de sus exportaciones”. La autoridad administrativa
CITES de la Argentina, luego de consultar a las pro-
Plan nacional de vincias involucradas, no pudo proveer esa informa-
ción y en consecuencia en la 29ª Reunión del Comi-
manejo del guanaco té Permanente de CITES (marzo de 1993) se reco-
mendó la suspensión de las importaciones de gua-
naco provenientes de la Argentina hasta que se pre-
La propuesta acabada de un plan nacional de ma-
sentara un plan de manejo apropiado.
nejo del guanaco para la Argentina se encuentra en
su etapa final de elaboración, faltando acordar la A su vez, el Comité Permanente aprobó una pro-
vía normativa por la que se formalizará su imple- puesta de proyecto de estudio para evaluar la situa-
mentación. Es el resultado de un largo proceso de ción del guanaco en nuestro país y establecer un
debates y de construcción de consensos para esta- plan de manejo de la especie para su explotación
blecer las bases de un plan que asegure la conser- comercial, presentada por la Autoridad Administra-
vación de la especie y, a su vez, permita su explota- tiva CITES de la Argentina. En julio de 1995 se pro-
ción comercial. puso un proyecto de investigación que fue aproba-
do por CITES en consulta con el Comité de Fauna
Las autoridades competentes de la Nación, las pro-
(CITES S-045).
vincias con este recurso, los centros de investiga-
ción y diversas ONG participaron en distintas instan- Posteriormente, en la región patagónica se realiza-
cias para definir metodologías para las evaluaciones ron distintas actividades bajo la convocatoria del
poblacionales, sistemas de marcado y acordar con- Consejo Asesor Regional Patagónico de la Fauna Sil-
tenidos mínimos de los planes de manejo. Este pro- vestre (CARPFS), tendientes a coordinar tareas y cri-
ceso permitió establecer, en el año 2003, las nue- terios para el diseño del plan. Así, se concretó la
vas regulaciones que rigen en jurisdicción federal Reunión Patagónica para el Manejo de las Poblacio-
para animales vivos, productos y subproductos de nes de Guanacos (15-16/08/1996) en Puerto
guanaco. Madryn, provincia del Chubut. De la reunión surgió
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P. Nugent (ed.), R. Baldi, P. Carmanchahi, D. De Lamo, M. Funes, S. Puig y J. von Thüngen - Conservación del guanaco en la Argentina
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Manejo de fauna silvestre en la Argentina
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P. Nugent (ed.), R. Baldi, P. Carmanchahi, D. De Lamo, M. Funes, S. Puig y J. von Thüngen - Conservación del guanaco en la Argentina
e) Fortalecimiento de las áreas naturales protegi- ras y ya se experimentó con la reproducción estacio-
das existentes y creación de nuevas áreas. nada de hembras primerizas. La esquila de animales
f) Estimulación de la participación comunitaria en de criadero se ha realizado sin inconvenientes.
la conservación de la especie. Se han instalado diferentes tipos de criaderos (in-
tensivos y extensivos) en las provincias de Río Ne-
Definición de las modalidades de uso gro, Chubut y Santa Cruz, con planteles generados
a partir de chulengos extraídos del medio silvestre.
La identificación de las prácticas y modos de pro- En el año 2001 estos criaderos reunían unos 1.200
ducción que se proponen para el plan de manejo se guanacos (Amaya et al., 2001). Esta cifra hoy se ha
basan en una serie de principios que pretenden ase- duplicado o triplicado en relación con un mayor in-
gurar la perpetuación de la especie, su bienestar y terés de los productores y una reactivación de toda
el rol ecológico dentro de un ambiente natural y hu- la actividad agropecuaria vinculada con mejores
mano equilibrado, para beneficio de la sociedad ac- precios y oportunidades de exportación. Sin embar-
tual y de las generaciones futuras. go, los criaderos con planteles numerosos aún son
Las modalidades de uso propuestas cumplen con el pocos (son raros los que tienen más de 100 anima-
marco legal que la Nación sancionó, mediante Re- les) y los adultos nacidos en cautiverio (de tres a sie-
solución Nº 82/03 de la SAyDS, en la cual se esta- te años de edad) son escasos.
blecen las directrices de manejo compatibles con la La esquila de animales silvestres se ha iniciado de
conservación del guanaco, que fueron consensua- modo experimental, para evaluar tanto su rentabili-
das con las provincias del área de distribución de la dad como el impacto sobre las poblaciones de gua-
especie. Estas modalidades consideran solo las po- nacos. Centros de investigación, organismos técni-
sibilidades relacionadas con el uso sustentable a cos y productores, con la fiscalización de autorida-
partir de la obtención de fibra proveniente de la es- des de fauna, han realizado distintas experiencias
quila de animales vivos. de esquila que no han presentado mayores incon-
Enmarcadas en los principios antes mencionados, las venientes para los animales y representan valiosos
prácticas productivas sustentables (PPS) que se pro- aportes para ajustar las técnicas de manejo de gua-
ponen están basadas en el uso en vivo de la especie, nacos en silvestría. (Montes et al., en prensa). No
considerando su distribución actual, abundancia y obstante, aún restan responder numerosas pregun-
las experiencias conocidas de aprovechamiento, por tas referidas a los efectos de este tipo de manejo en
lo que se prevén dos modalidades de uso: poblaciones silvestres en el mediano y largo plazo
sobre su mortalidad, reproducción y organización
a) la modalidad de manejo en silvestría, mediante
social. Los volúmenes y calidad de fibra obtenidos
el método de encierre, esquila y liberación de
(Tabla 1) permitieron evaluar márgenes de rentabi-
guanacos silvestres;
lidad que, en primera instancia, son muy alentado-
b) la modalidad de cría en cautiverio, para la esqui- res y ventajosos para tal actividad.
la en vivo de ejemplares.
Los planes de gestión en cada territorio o jurisdic-
La actividad de cría en cautividad (criaderos) viene ción provincial deberían considerar las ventajas y
desarrollándose en Patagonia desde la década de desventajas (Tabla 2) que cada una de estas moda-
1980. Primero se experimentó con técnicas intensi- lidades de uso manifiestan, de acuerdo con los ob-
vas en pequeños predios para luego realizarse en jetivos buscados y el estado de conservación que
condiciones extensivas. Se usan técnicas que se presenten las poblaciones locales y sus hábitats. El
aproximan al manejo de los animales domésticos, en tipo de intervención que se adopte debería inte-
potreros tradicionalmente utilizados para ovejas. Las grarse en una planificación regional que asegure la
crías son amamantadas artificialmente con mamade- protección de la especie y su rol en el ambiente.
Tabla 1. Rendimiento de fibra de guanacos en experiencias de encierre y esquila (año 2002) de animales silvestres. Fuente: Cen-
tro de Ecología Aplicada del Neuquén, Ministerio de la Producción y Turismo de Neuquén.
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Manejo de fauna silvestre en la Argentina
Tabla 2. Comparación de ventajas y desventajas de dos prácticas de uso de la especie consideradas inicialmente en el plan de manejo.
Alentar el aprovechamiento sustentable de anima- Por último cabe destacar la importancia que ha te-
les vivos es, como punto de partida, un reaseguro nido en este proceso, el trabajo conjunto de todos
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P. Nugent (ed.), R. Baldi, P. Carmanchahi, D. De Lamo, M. Funes, S. Puig y J. von Thüngen - Conservación del guanaco en la Argentina
los actores involucrados en el manejo del guanaco, (Fundación Biodiversidad), Gustavo Solá (Dirección
tanto del sector privado, del sector público y del de Recursos Naturales, Mendoza), Marcia Flores
ambiente académico. Un trabajo de consenso resul- (Dirección Fauna y Flora Silvestre Chubut),
ta fundamental a la hora de generar las bases para Margarita Suárez (Dirección de Fauna La Rioja),
el uso sustentable. Maria Cristina Cosma (SENASA, Dirección Nacional
de Sanidad Animal), Mauricio Failla (Dirección de
Fauna, Río Negro), Omar Al Kaddour (Senado de la
Nación), Pablo Ferrando (Dirección de Fauna
Agradecimientos Silvestre. Nación), Ramón Conde (Ministerio de
Producción de Río Negro), Roberto Espósito
Este trabajo fue posible gracias al compromiso y (Ministerio de Producción de Río Negro), Sandra
participación de muchísima gente: Adriana Guillén Rivera (Dirección Fauna y Flora Silvestre Chubut),
(Depto. Fauna y Ambiente Natural, Tierra del Sergio Pena (Dirección General de Agricultura,
Fuego), Alejandro González (Dirección de Fauna Ganadería y Fauna Chubut), Valeria Vera (Ministerio
Silvestre. Nación), Alejandro Travaini (UNPA/CON- de Producción y Turismo Neuquén). Especialmente
ICET), Andrés Novaro (CEAN CONICET-WCS), queremos agradecer a la gente de la Dirección de
Carolina Marull (WCS), Christian Alcala Fauna de Río Negro, de la Dirección Fauna y Flora
(Municipalidad de Malargüe), Daniel Ramadori Silvestre Chubut y de la Dirección de Fauna Silvestre
(Director de Fauna Silvestre de la Nación), Facundo de la Nación, por el enorme trabajo en la organi-
Martínez (Dirección de Recursos Naturales zación de las reuniones de trabajo. Queremos dejar
Renovables Santa Cruz), Fernando Videla Gemaver constancia además que este trabajo no hubiera
(IADIZA, CONICET y GECS-UICN), Gabriel Vidal sido posible sin el financiamiento y ayuda del
Castro (SAGPyA, Dirección de Ganadería), Gabriela Consejo federal de Inversiones, a quienes agrade-
Lichtenstein (INAPL/CONICET), Guillermo Vila Melo cemos enormemente su colaboración.
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