Verbos 5
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Verbos-regulares-irregulares1Un verbo es una palabra que sirve para expresar algún tipo de
reacción que afecta a uno o varios sujetos. Los distintos idiomas tienen una estructura verbal
para referirse a acontecimientos del presente, el pasado o el futuro. Cada idioma tiene sus
particularidades en cuanto a las formas verbales.
Los verbos tienen una forma primitiva, el infinitivo, que sirve para nombrarlos
Los verbos se conjugan, en cuanto que pueden expresarse de muchas maneras: presente simple,
pretérito perfecto, futuro simple, pluscuamperfecto, etc.
Los verbos tienen una raíz y unas terminaciones o desinencias, las cuales varían dependiendo del
tiempo y el modo verbal.
Ambos pertenecen a una de las tres conjugaciones en español, los que acaban en ar (amar, estar
o jugar), los que acaben en er (placer, proteger o valer) y los que finalizan en ir (dormir, salir o ir).
Aquellos que no cambian su raíz a la hora de conjugarlos son los verbos regulares. El verbo amar
mantiene la raíz am en cualquiera de sus formas (amo, amé, amaré...). En cambio, los verbos
irregulares sí tienen alteraciones en su raíz en algunas de sus formas (el verbo caber, sería yo
quepo, yo cabré o yo cupe).
El lexema o raíz se mantiene fijo en los regulares y va modificándose en los irregulares. Algunos
de los verbos regulares más empleados son: trabajar, beber, vivir o aprender. Entre los
irregulares estarían: contar, oler, oír o poner.
Si decimos que un verbo es regular esto implica que sigue un patrón, un mismo esquema. En
consecuencia, es más fácil emplearlos en sus distintas formas. Los irregulares no están sujetos a
una pauta o modelo, van cambiando. Así, resulta más difícil conjugarlos correctamente y es
frecuente cometer errores al emplearlos; sobre todo si el hablante es extranjero y no está
familiarizado con el idioma.
La diferencia entre los verbos regulares y los irregulares obedece a que un idioma no es una
estructura fija y teórica, sino que es una realidad viva y cambiante
Si todos los verbos fueran regulares, la comunicación sería más fácil, pero también más simple,
más aburrida y menos rica. De hecho, el único intento importante de crear una lengua común y
universal ( el esperanto ) no ha tenido mucho éxito; seguramente porque al ser humano le debe
gustar expresarse en su lengua materna, aunque tenga verbos regulares e irregulares.
Los verbos son una clase de palabras que constituyen el núcleo de una oración. Esta
particularidad es única entre los distintos tipos de palabras, pues una única forma verbal aporta
un significado completo, algo que no sucede con el resto de palabras. Así, si digo llueve, voy o
ven estoy comunicando algo con pleno sentido.
Los verbos se pueden analizar desde varios planteamientos: en función de su conjugación, sus
modos, sus tiempos verbales o su tipología. En esta entrada vamos abordar los verbos
copulativos, un caso particular en el conjunto de verbos de la lengua española.
En general los verbos comunican acciones diversas (caminar, reír, correr, pensar...). Sin embargo,
algunos verbos no comunican acciones y, por lo tanto, son una excepción. Estamos hablando de
los verbos copulativos, cuya característica fundamental consiste en asociar el sujeto con el
predicado. Son dos los verbos estrictamente copulativos, el verbo ser y el estar (en algunas
clasificaciones también se considera como copulativo al verbo parecer). Si el verbo principal de
una oración es copulativo, el predicado no es un predicado verbal sino nominal. Se denominan
verbos copulativos porque sirven de unión (o cópula) entre un sujeto y un atributo.
Mientras en una oración con un verbo no copulativo existe una acción determinada (por
ejemplo, en la oración "los amigos nadaron en la piscina"), al utilizar un verbo copulativo no hay
ninguna acción en la oración (por ejemplo, en la oración "mis amigos son buenos velocistas", no
está ocurriendo ninguna acción, pues los protagonistas de la oración no hacen realmente nada
sino que son algo).
Verbos semicopulativos
Ciertos verbos se pueden parecer a los copulativos en la formación de algunas oraciones. Por
ejemplo, los verbos encontrarse, resultar, quedarse, mantenerse o volverse. Este tipo de verbos
expresan el estado de algo y pueden tener un uso predicativo (no copulativo) o un uso
semicopulativo. Tendrían un sentido predicativo en oraciones como "ese niño se volvió de
espaldas" o "el conferenciante mantuvo sus argumentos". En cambio, este tipo de verbos se
consideran semicopulativos en oraciones como las siguientes: "aquella mujer se volvió loca" o
"el niño se mantuvo muy tranquilo".
La dificultad de los verbos copulativos ser y estar para los extranjeros que estudian español
La distinción entre ser y estar existe en muy pocas lenguas y el español es una de ellas. Esta
particularidad no es un inconveniente para un hablante cuya lengua propia es el español pero
resulta un problema para los extranjeros. Así, frases sencillas como "Cómo es" o "Cómo está"
que tienen un significado diferente pueden confundirse fácilmente si no se distingue con
claridad lo que significa ser y estar.
a diferencia entre los verbos regulares y los verbos irregulares radica en que los verbos regulares
se ajustan al modelo de conjugación mientras que los irregulares se apartan de este modelo.
Verbos regulares son todos los que se ajustan a su modelo de conjugación sin alterar ni la raíz ni
las desinencias. La mayoría de los verbos en español mantienen esta forma regular.
Los verbos regulares se conjugan añadiendo a la raíz o lexema las desinencias o flexiones
correspondientes a cada persona gramatical en los distintos modos y tiempos.
Tanto la raíz como las desinencias se mantendrán iguales, es decir, seguirán el modelo, en toda la
conjugación. Del mismo modo, seguirá el patrón la formación del participio en cada conjugación.
Los verbos regulares de la primera conjugación, terminados en -ar, siguen el modelo del verbo
amar y forman el participio añadiendo a la raíz la terminación -ado.
Por ejemplo:
Yo canto
Tú cantas o cantás
Él / ella canta
Ustedes cantan
Los verbos regulares de la segunda conjugación, terminados en -er, siguen el modelo del verbo
temer y forman el participio añadiendo a la raíz la terminación -ido.
Por ejemplo:
Yo bebo
Tú bebes o bebés
Él / ella canta
Ustedes beben
Los verbos regulares de la tercera conjugación, terminados en -ir, siguen el modelo del verbo
partir y forman el participio añadiendo a la raíz la terminación -ido.
Por ejemplo:
Yo vivo
Tú vives o vivís
Él / ella vive
Nosotros / Nosotros vivimos
Ustedes viven
En la siguiente tabla, se presenta una lista de verbos regulares de cada conjugación. Estos verbos
se conjugan siguiendo el modelo del verbo destacado en cursivas.
IntentarExigir Evadir
MandarMecer Nutrir
MejorarMeter Omitir
Verbos irregulares o de forma irregular son todos aquellos que no siguen el modelo de
conjugación de los verbos amar, temer y partir.
La forma irregular presenta algún tipo de cambio en la conjugación. Este cambio o irregularidad
puede ubicarse en la raíz, en la terminación, o en ambas partes de la palabra.
Ejemplos de verbos irregulares:
colgar
poner
sentir
morir.
Existen diferentes tipos de verbos según la irregularidad o cambio que presentan. Algunos
verbos pueden presentar más de una irregularidad.
Los verbos de irregularidad vocálica cambian vocales en la raíz en alguna de las conjugaciones.
Son irregularidades vocálicas la sustitución de una vocal por otra y la formación de un diptongo
(ie, ue) en verbos cuya raíz tenía una sola vocal.
Por ejemplo
Por ejemplo:
Los llamados verbos de pretérito fuerte presentan un cambio de acentuación que los aparta de
la forma regular. Este cambio solo afecta la conjugación del pretérito perfecto simple en la
primera y tercera persona singular.
Los verbos de conjugación regular, también llamados verbos de pretérito débil, llevan el acento
prosódico en la desinencia.
Por ejemplo:
Por ejemplo:
Son verbos que presentan dos o tres raíces a diferencia de los verbos regulares, que mantienen
siempre una misma forma radical.
Los verbos que presentan varias formas radicales se conocen también como verbos de raíz
supletiva.
Por ejemplo:
Verbos defectivos
Verbos terciopersonales
Los verbos terciopersonales no suelen referirse a personas por lo que solo se conjugan en la
tercera persona gramatical.
Por ejemplo:
Acaecer
Ocurrir
Suceder
Soler
Urgir.
Un caso particular de verbos terciopersonales son los verbos que expresan fenómenos de la
naturaleza.
Por ejemplo:
No obstante es posible, en ciertos sentidos, conjugar este verbo en todas las personas
gramaticales.
Por ejemplo:
Hoy amanecí contenta
Cuando expresa presencia o existencia de algo o de alguien, el verbo haber no concuerda con
ningún sujeto. Por ello, es impersonal y solo admite la conjugación en tercera persona del
singular.
Por ejemplo:
Sin embargo, usado como auxiliar, el verbo haber se conjuga en todas las personas. Esto ocurre
en dos casos:
Por ejemplo:
he cantado
has cantado
ha cantado.
he de mejorar
has de reconocer
ha de presentarse
El verbo hacer funciona como impersonal y se conjuga solo en tercera persona del singular
cuando se refiere a un momento ubicado en el pasado y cuando se refiere a fenómenos de clima
o temperatura.
Por ejemplo:
Hace frío
Hace 22 grados.
Por ejemplo:
Escribir: escrito
Decir: dicho
Confundir: confuso
En el caso de algunos verbos, se alternan las dos formas de participio, es decir, se emplean tanto
el participio regular como el irregular.
Por ejemplo:
Aborrecer
Acertar
Adherir
Adquirir
Aducir
Advertir
Afluir
Agradecer
Almorzar
Anochecer
Aparecer
Apetecer
Apostar
Apretar
Aprobar
Arrendar
Arrepentirse
Asentir
Atardecer
Atravesar
Atribuir
Avergonzar
Balbucir
Caber
Caer
Calentar
Cegar
Ceñir
Cerrar
Cocer
Colar
Colgar
Comenzar
Competir
Concebir
Concertar
Conducir
Conferir
Confluir
Confesar
Conocer
Conseguir
Consentir
Consolar
Constituir
Contar
Constituir
Construir
Convertir
Corregir
Costar
Crecer
Deducir
Defender
Demostrar
Derretir
Desaparecer
Descender
Desconocer
Desfallecer
Desleír
Desmentir
Desobedecer
Despedir
Despertar
Desterrar
Desteñir
Destituir
Digerir
Discernir
Disentir
Disminuir
Distraer
Distribuir
Divertir
Doler
Dormir
Elegir
Embellecer
Embestir
Emparentar
Empezar
Empobrecer
Encarecer
Encender
Encomendar
Encontrar
Engreírse
Enloquecer
Enmohecer
Enmudecer
Ensangrentar
Ensombrecer
Entender
Enterrar
Errar
Escarmentar
Expedir
Extender
Excluir
Fallecer
Florecer
Fluir
Fortalecer
Forzar
Fregar
Freír
Gemir
Gobernar
Guarecer
Helar
Henchir
Herir
Herrar
Hervir
Huir
Humedecer
Imbuir
Impedir
Incluir
Inducir
Influir
Ingerir
Injerir
Inmiscuir
Introducir
Instituir
Instruir
Invernar
Invertir
Investir
Jugar
Languidecer
Llover
Lucir
Manifestar
Mecer
Medir
Mentar
Mentir
Merendar
Morder
Morir
Mostrar
Mover
Nacer
Negar
Nevar
Obedecer
Obstruir
Ofrecer
Oler
Oscurecer
Padecer
Palidecer
Parecer
Pedir
Pensar
Perecer
Permanecer
Pertenecer
Perseguir
Pervertir
Placer
Poblar
Poder
Poner
Preferir
Presentir
Probar
Producir
Proferir
Proseguir
Prostituir
Quebrar
Querer
Quebrar
Recomendar
Reconducir
Reconstruir
Recordar
Recluir
Recrudecer
Reducir
Referir
Regar
Regir
Rehuir
Rejuvenecer
Reír
Remendar
Renegar
Rendir
Renovar
Requerir
Reñir
Repetir
Reproducir
Resolver
Resonar
Resplandecer
Restituir
Restregar
Retribuir
Reventar
Revertir
Revestir
Revolcar
Rodar
Rogar
Saber
Salir
Seducir
Segar
Seguir
Sembrar
Sentar
Sentir
Servir
Sofreir
Soler
Soltar
Sonar
Sonreír
Soñar
Sosegar
Sugerir
Sustituir
Temblar
Tentar
Tender
Tener
Teñir
Torcer
Tostar
Traducir
Traer
Transferir
Transgredir
Trascender
Tronar
Tropezar
Valer
Venir
Verter
Vestir
Volar
Volcar
Volver
Yacer