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14 Sistema de Alta Tensión

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SISTEMAS DE ALTA TENSIÓN

Alex Fuentes
Universidad Tecnológica de Chile INACAP

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Capítulo 1. Generación y transporte de la energía eléctrica.
1. Introducción
En nuestro bienestar y trabajo diario precisamos de energía, mecánica, calorífica, etc, la cual obtenemos
principalmente de la electricidad. Por su facilidad en la generación, transporte y conversión (recíproca) en
otras formas de energía, han hecho de la energía eléctrica un elemento casi imprescindible en nuestras
vidas.

2. Generación de la energía eléctrica


La obtención de la energía eléctrica se realiza a partir de otras fuentes de energía, siendo las más
importantes las descritas a continuación.

2.1. Centrales hidráulicas


En ellas, la energía potencial del agua entre dos puntos a diferente nivel se transforma en energía
eléctrica, mediante el movimiento de una turbina que en el mismo eje arrastra el rotor de un generador. La
velocidad de giro de estas máquinas es baja, por lo que suelen ser generadores voluminosos al poseer
varios pares de polos (n= 60 · f / p ; f = 50 Hz).
Puesto que se necesita una cuenca hidráulica con caudal y desnivel suficiente y además la fuente de
energía, el agua, está sujeta a variaciones que no podemos controlar, esto obliga en los países
desarrollados a combinar esta fuente de energía con otras. Tienen como ventaja el no contaminar el
medio ambiente.
2.2. Centrales térmicas
Otra posibilidad de producción de energía eléctrica procede de la obtención de trabajo a partir de calor.
Este proceso es el que tiene lugar en las centrales térmicas, las cuales se clasifican en centrales térmicas
clásicas y centrales térmicas nucleares.
2.2.1. Centrales térmicas clásicas.
En ellas, a partir de la combustión de un combustible fósil, carbón, fuel-oil, etc, se obtiene calor que se
utiliza en producir y sobrecalentar vapor de agua, el cual al expansionarse en una turbina de vapor
produce el movimiento de ésta arrastrando un generador. Suelen ser máquinas más rápidas, y por tanto
los generadores más esbeltos (menor número de pares de polos). Hoy en día es difícil prescindir de esta
fuente de energía, no obstante presentan grandes inconvenientes debido a las reservas limitadas de
combustibles fósiles, así como la elevada emisión de contaminantes a la atmósfera durante su
funcionamiento normal.
2.2.2. Centrales Nucleares.
En éstas, la fuente de energía térmica es la fisión del uranio enriquecido. A través de un circuito primario
que conecta el reactor nuclear con un circuito secundario, se produce vapor de agua, continuando el
proceso de forma equivalente a una térmica clásica. Este tipo de centrales no contaminan durante su
funcionamiento normal, pero presentan riesgos muy grandes para las personas en caso de averías, y
existen grandes dificultades para la eliminación de residuos radiactivos.
2.3. Centrales de gas
Se utilizan turbinas de gas en vez de vapor; en ellas los productos de la combustión del gas salen a gran
velocidad a través de la turbina, la cual arrastra un generador. Son muy rápidos (uno o dos pares de
polos), sin embargo, la producción de energía resulta a un coste mayor, por lo que su utilización es baja.
2.4. Otras fuentes de energía
Aparte de las fuentes de energía mencionadas anteriormente, existe la energía eólica, mareomotríz,
instalaciones minihidráulicas, etc, que tienen poco peso actualmente en la producción de energía eléctrica
por su bajo rendimiento en general. No obstante, empiezan a proliferar industrias con gran consumo de
energía térmica que utilizan la energía residual para producir electricidad (cogeneración), las cuales
pueden tener en el futuro un peso importante. Todas las fuentes de energía descritas constituyen la

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producción total de energía eléctrica en un país desarrollado, no existe aún ninguna fuente que pueda ser
utilizada en exclusiva. Todas, cada una con sus ventajas e inconvenientes, contribuyen a la producción
total de energía eléctrica. Se presenta la siguiente tabla de producción de energía eléctrica en España en
los últimos años, en GWh.

3. Transporte y distribución de energía eléctrica


La energía eléctrica como tal no puede almacenarse en los niveles de consumo actuales, así pues, para
que exista una situación estable en el sistema eléctrico global, debe haber un equilibrio constante entre la
energía producida y la consumida. Esto obliga a transportar la energía eléctrica desde los puntos de
generación hasta los lugares de consumo (del orden de cientos a miles de km). En los primeros
desarrollos de la energía eléctrica, la que se conocía y de la que podían obtenerse aplicaciones útiles, era
la que producía corriente continua (energía química en energía eléctrica). No obstante, las instalaciones
de transporte de corriente continua presentaban grandes limitaciones, tanto en el transporte de grandes
bloques de energía como en la distancia a transportarlos. Las pérdidas de potencia activa en una línea
eléctrica de transporte pueden expresarse:

Así pues, para evitar grandes pérdidas de potencia activa (grandes caídas de tensión), el valor eficaz de
la tensión debe ser lo mayor posible para una potencia dada S (kVA), lo cual obliga en corriente continua
a la construcción de grandes generadores, debido a la imposibilidad de transformar el nivel de tensión.
Posteriormente, el principio de inducción de FARADAY (1.831) dio lugar a corrientes y tensiones alternas,
lo cual, junto a la aparición del transformador (1.884) hizo posible el transporte de grandes bloques de
energía a grandes distancias, con el mínimo de pérdidas posibles de potencia activa y utilizando en la
generación máquinas de un coste permisible; esto último ha hecho que se imponga la corriente alterna
frente a la continua.
Para mantener el equilibrio entre la energía eléctrica generada y la consumida es necesario crear grandes
redes interconectadas, a las que se unen por una parte gran número de generadores y por otro gran
número de consumidores, de forma que el equilibrio pueda obtenerse a pesar de pequeñas variaciones
producidas en alguna de estas instalaciones. Puesto que estas redes recorren grandes distancias y
transportan grandes bloques de energía, su tensión es muy elevada (220 ó 400 kV), constituyendo la red
nacional de transporte de energía eléctrica.
Puesto que la tensión de los generadores suele estar entre 10 o 20 kV, se utilizan transformadores para la
elevación del valor eficaz de la tensión hasta los valores de transporte señalados. Cuando las redes de
transporte llegan a los grandes centros de consumo como las ciudades, se emplean varias estaciones

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transformadoras primarias alrededor de los citados centros, donde se reduce la tensión a valores del
orden de 132, 66 kV, etc. A estas tensiones se crea una red de subtransporte interconectada que rodea
las ciudades o una comarca (agrupando varios pueblos) y que alimenta a varias estaciones
transformadoras secundarias. Las subestaciones reducen la tensión a valores que clásicamente reciben el
nombre de Media Tensión (15, 20, 25 o 30 kV). Las líneas de distribución que salen de las subestaciones
en media tensión se adentran en los núcleos de consumo (planes de actuación, polígonos industriales,
residenciales, etc) para alimentar los transformadores o centros de transformación, los cuales proporcionan
normalmente un nivel de baja tensión inferior a 1.000 V (230/400 V como tensión más común de utilización). A este
nivel se alimentan los edificios destinados principalmente a viviendas, factorías o industrias, locales comerciales,
alumbrados públicos y redes de distribución en baja tensión.
Como resumen de lo expuesto se presentan a continuación las distintas etapas del transporte y distribución de la
energía eléctrica.

Asimismo y de cara a normalizar los valores o niveles de tensión mencionados, el Reglamento sobre condiciones
técnicas y garantías de seguridad en líneas eléctricas de Alta Tensión define en la ITC-LAT 01.Terminología:
Tensión nominal de una red trifásica (Un). Valor de la tensión entre fases por el cual se denomina la red, y a la cual se
refieren ciertas características de servicio de la red.
Tensión más elevada de una red trifásica (Us). Valor más elevado de la tensión eficaz entre fases, que puede
presentarse en un instante y en un punto cualquiera de la red, en las condiciones normales de explotación. Este valor
no tiene en cuenta las variaciones transitorias (por ejemplo, maniobras en la red) ni las variaciones temporales de
tensión debidas a condiciones anormales de la red (por ejemplo, averías o desconexiones bruscas).
Las “tensiones nominales”, así como los valores correspondientes de las “tensiones más elevadas”, se incluyen en el
cuadro adjunto.

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Las líneas eléctricas aéreas de Alta Tensión se clasifican según se ha señalado:
 Categoría Especial. Las de tensión nominal igual o superior a 220 kV.
 Primera Categoría. Las de tensión nominal inferior a 220 kV y superior a 66 kV
 Segunda Categoría. Las de tensión nominal igual o inferior a 66 y superior a 30 kV.
 Tercera Categoría. Las de tensión nominal igual o inferior a 30 kV y superior a 1 kV.
Las redes de distribución en media tensión (15 a 30 kV), son el objetivo primordial de desarrollo de este
libro, tanto en conductores aislados como en líneas aéreas, pues son a las que tiene acceso normalmente
el técnico proyectista.
Dichas redes en media tensión suelen disponerse en forma radial, es decir, la energía fluye en un único
sentido desde la subestación o conexión a una línea existente hasta los centros de transformación. Esta
estructura suele mantenerse en la mayoría de redes rurales que son construidas con líneas aéreas. En los
núcleos urbanos y polígonos industriales o residenciales, con el objeto de reducir el número de
interrupciones y proporcionar un mejor servicio, las redes de media tensión suelen hacerse subterráneas
con conductores aislados y en estructura mallada, aunque algunas durante la explotación se mantienen
de forma radial, manteniendo algún punto abierto. También existe la posibilidad de alimentar desde dos
puntos diferentes, aunque en funcionamiento se tenga alimentado desde uno y el otro abierto.
A continuación se presentan distintas estructuras de las redes de distribución en Media Tensión.

d) Red en anillos múltiples

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e) Red en huso.

Siendo:

4. Evaluación de consumos
A la hora de diseñar nuestras redes de distribución en Media Tensión, necesitamos conocer entre otros
datos los consumos de dicha red, es decir, la potencia de los centros de transformación a alimentar, para
así poder realizar el cálculo completo de la red.
4.1. Previsión de potencia en las zonas de actuación
La potencia total prevista en las zonas de actuación Pt en KW, se obtiene mediante la expresión:
Pt = Pv + Pc + Pi + Pd + Pp + Ph + Pa + Pe
Considerando:
Pv = Potencia correspondiente a viviendas; se determina según ITC-BT 10 del Reglamento Electrotécnico
para Baja Tensión.

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2
Pc = Potencia correspondiente a locales comerciales; se determina a razón de 100 W/m de superficie
construida, y con el coeficiente de simultaneidad que se estime necesario (previsión mínima por local 3,45
kW), según ITC-BT 10 del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión.
Pi = Potencia correspondiente a los locales industriales o industrias; se determina a razón de 125 W/m2
de superficie construida (previsión mínima por local 10,35 kW), según ITC-BT 10 del
Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión. A la potencia total obtenida se le suele aplicar un
coeficiente de simultaneidad comprendido entre 0,10 y 0,20, debido a consideraciones urbanísticas de
edificabilidad, volumen, etc, y según las características particulares del tipo de industria que se pretende
implantar en la zona.
Pd = Potencia correspondiente a centros de enseñanza, guarderías y docencia en general; se determina a
razón de 500 W/plaza en ausencia de datos (NTE IER).
Pp = Potencia correspondiente a locales de pública concurrencia, centros religiosos, salas de
exposiciones, cinematógrafos; se determina a razón de 50 W/m2 en ausencia de datos (NTE IER).
Ph = Potencia correspondiente a establecimientos hoteleros o alojamientos turísticos; se determina a
razón de 1000 W/plaza, con un mínimo de 100 kW para establecimientos cuya capacidad sea igual o
superior a 50 plazas y con un mínimo de 25 kW para establecimientos cuya capacidad sea inferior a 50
plazas (NTE IER).
Pa = Potencia correspondiente al alumbrado público; se determina según estudio luminotécnico. En
ausencia de datos se puede estimar una potencia de 1,5 W/m2 de vial.
Pe = Potencia correspondiente a edificios o instalaciones especiales, tales como centros médicos,
polideportivos, industrias, etc.
También puede el usuario obtener la potencia total de una zona de actuación (polígono industrial,
residencial, etc), a razón de 20-30 VA/m2 incluidos servicios y dotaciones. Los dos procedimientos llevan
a resultados muy parecidos.
La potencia de transformadores en kVA y el número de centros de transformación se determina según la
tabla adjunta, a partir de la densidad de potencia o cociente entre Pt y la superficie servida, expresada en
kW/ha.

En el caso de existir zonas definidas con distintos aprovechamientos urbanísticos del suelo, se aplicará el
procedimiento señalado a cada zona separadamente.
Para la determinación de los puntos de emplazamiento de los centros de transformación se divide cada zona en
tantos sectores como centros de transformación hayan resultado para la misma, de forma que la potencia demandada
por cada sector en kW se aproxime por defecto a la potencia en kVA elegida para los centros de dicha zona.

Capítulo 2. Aparamenta eléctrica de alta tensión


1. Conceptos generales
1.1. Introducción
Se designa como aparamenta eléctrica de Alta Tensión al conjunto de aparatos electromecánicos que se
utilizan para la conexión y desconexión de circuitos eléctricos de Alta Tensión. Conviene señalar que el
objetivo de este capítulo será únicamente la aparamenta de conexión y/o desconexión sin entrar en la de
mando. Tampoco se contemplan aparatos electrónicos, como variadores de frecuencia, reguladores de

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velocidad, etc. Por último, señalar que el ámbito de aplicación serán las redes de distribución de Media
Tensión hasta 72,5 kV de tensión más elevada (Us).
La normativa básica para dicha aparamenta se encuentra en los Reglamentos de Alta Tensión e
Instrucciones Técnicas complementarias (MIE RAT e ITC), concretamente en:
MIE RAT 01: Terminología.
MIE RAT 02: Normas de obligado cumplimiento (UNE, etc).
MIE RAT 06: Aparatos de maniobra de circuitos.
ITC-LAT 01: Terminología.
ITC-LAT 02: Normas y especificaciones técnicas de obligado cumplimiento. Aparamenta.
Las funciones principales de la aparamenta consisten en:
- MANIOBRA.
- Dejar sin servicio cargas (para su mantenimiento).
- Conmutar cargas y alimentación a redes.

- PROTECCION.
- Reducir o evitar los efectos de las sobreintensidades (sobrecargas y cortocircuitos) y sobretensiones en
situaciones anómalas.
1.2. Definiciones básicas
1.2.1. Seccionador.
Aparato mecánico de conexión cuya función principal es la de seguridad, haciendo visible la
apertura de circuitos sin servicio. En posición abierto asegura una distancia de seccionamiento que
satisface las condiciones especificadas en las normas.
Es un aparato que no está diseñado para establecer o interrumpir (cortar) corrientes, por lo tanto su
apertura o cierre se efectúa siempre cuando por el circuito no circula corriente. Efectúa por tanto sólo
maniobra y en las condiciones señaladas.
1.2.2. Interruptor-Seccionador.
Aparato mecánico de conexión capaz de establecer, mantener e interrumpir corrientes en condiciones
normales del circuito. Puede establecer, pero no cortar intensidades de cortocircuito.
(c.c.), no posee poder de corte.
En la posición de abierto cumple las especificaciones del seccionador. Su misión principal es de
maniobra. Para la protección de circuitos debe ir asociado con otros elementos fusibles, relés directos o
indirectos.
1.2.3. Interruptor Automático.
Interruptor capaz de establecer, mantener e interrumpir la intensidad de la corriente de servicio, o de
interrumpir automáticamente o establecer, en condiciones determinadas, intensidades de corriente
elevadas, tales como las corrientes de cortocircuito (c.c.).
Su función principal es la de protección de las instalaciones frente a sobrecargas y cortocircuitos
(sobreintensidades). Posee poder de corte.
1.2.4. Fusible.
Elemento de protección que mediante la fusión de uno de sus componentes permite la desconexión de los
circuitos cuando están recorridos por una intensidad superior a la normal (intensidad de sobrecarga o
cortocircuito).
Deberá ir siempre acompañado de un elemento de conexión, por ello se utilizan aparatos combinados a
base de un aparato de conexión (normalmente interruptor-seccionador) y fusibles, formando un solo
aparato; comercialmente existen diversas denominaciones, la más común “Ruptofusibles”. Posee poder
de corte.
1.3. Definición de magnitudes comunes en la aparamenta de conexión y protección. Valores
normalizados

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En este apartado señalaremos características comunes y valores normalizados en la aparamenta de
Media Tensión.
1.3.1. Poder de Corte.
Es el valor de la intensidad prevista de corte que un aparato es capaz de interrumpir bajo una tensión
dada y en unas condiciones determinadas, como las de cortocircuito (c.c.). Para poder comparar aparatos
por su poder de corte, se deben referir a las mismas condiciones de ensayo normalizadas. De los
aparatos mencionados sólo poseen poder de corte los interruptores automáticos y los fusibles. Los
valores más usuales en Media Tensión varían entre 12,5 y 31,5 kA para interruptores automáticos y entre
20 y 50 kA para fusibles.
1.3.2. Poder de Cierre.
Definición idéntica a la del poder de corte, pero referida a la intensidad que un aparato es capaz de
establecer en un circuito. No es un valor muy empleado a la hora de determinar las características
adecuadas de un aparato de conexión.
1.3.3. Tensión asignada.
La tensión asignada indica la tensión más elevada (Us) de la red para la cual está prevista la aparamenta.
Este valor es equivalente al valor nominal para las condiciones especificadas de funcionamiento.
Según vimos en el capítulo 1, se tiene: 3,6 kV, 7,2 kV, 12 kV, 17,5 kV, 24 kV, 30 kV, 36 kV, 52 kV y 72,5
kV.
1.3.4. Intensidad asignada en servicio continuo.
Es el valor eficaz de la intensidad de corriente que un aparato es capaz de soportar indefinidamente en
las condiciones prescritas de funcionamiento.
Los valores más usuales para Media Tensión (A) son:
 Fusibles: 6-10-16-20-25-40-50-63-80-100-125
 Interruptores Automáticos: 400-630-800-1250-1600-2000-2500-3150
 Seccionadores e Interruptores-Seccionadores: 400-630-1250.
Conviene señalar que la intensidad nominal o asignada para seccionadores, según la MIE RAT 06, es de
200 A como mínimo, siendo los valores usuales los señalados anteriormente.
1.3.5. Nivel de aislamiento. Tensiones de ensayo soportadas.
Estos valores vienen definidos, en la “MIE RAT 12. Aislamiento”, por las tensiones nominales soportadas
para distintos tipos de solicitaciones dieléctricas, reunidos en tres grupos según los valores de la tensión
más elevada (Ume) para el material:
 Grupo A. Tensión mayor de 1 kV y menor de 52 kV.
 Grupo B. Tensión igual o mayor de 52 kV y menor de 300 kV.
 Grupo C. Tensión igual o mayor de 300 kV.
Asimismo debe seguirse lo especificado en la norma “UNE 21-062-80 (1) 1R. Coordinación de
aislamiento. Términos, definiciones, principios y reglas” y la “UNE 21-062-80 (2) 1R. Coordinación de
aislamiento. Guía de aplicación”.
A continuación se presenta la siguiente tabla para la elección del nivel de aislamiento asignado a un
aparato de Media Tensión, en kV.

(1). A tierra, entre fases y entre bornes del aparato de conexión abierto (kv).
(2). A la distancia de seccionamiento (kv).

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Los valores de la tensión soportada (kv) a la distancia de seccionamiento son válidos para aparatos cuya
distancia de aislamiento entre los contactos abiertos esté prevista para satisfacer las condiciones de
seguridad especificada para los seccionadores. Se aplicará a los seccionadores, seccionadores de puesta
a tierra e interruptores seccionadores.
Por último, cabe señalar que la elección entre la Lista 1 o la Lista 2, según MIE RAT 12, deberá hacerse
considerando el grado de exposición a las sobretensiones de tipo rayo y maniobra, las características de
puesta a tierra de la red y, cuando exista, el tipo de dispositivo de protección contra las sobretensiones.
Así pues, para niveles de aislamiento nominales para materiales del Grupo A, redes de 3ª categoría, el
material que responda a la lista 1 es utilizable en instalaciones cuando el neutro esté puesto a tierra
directamente o bien a través de una impedancia de pequeño valor.
Para evaluar el grado de exposición a las sobretensiones de tipo rayo, puede consultarse el Mapa de
frecuencia de tormentas en España, según “MIE RAT 09. Protecciones”.
1.3.6. Frecuencia asignada.
Los valores usuales de frecuencia asignada a los aparatos de conexión es de 50 Hz en Europa.
2. Seccionador
2.1. Características básicas
Según las definiciones del apartado 1.2., el seccionador es un aparato mecánico de conexión, cuya
función principal es la de seguridad, haciendo visible la apertura de circuitos sin servicio. Las partes que
lo componen pueden apreciarse en la figura siguiente.

Las funciones principales de los seccionadores de Media Tensión son:


 Aislar o separar máquinas, transformadores, líneas y otros circuitos. Su apertura o cierre se
efectúa siempre cuando por el circuito no circula corriente. En posición de abierto asegura una
distancia de seccionamiento que puede ser comprobada a simple vista.
 Puesta a tierra de líneas aéreas y cables aislados, sin carga, para evitar riesgos a personas por la
posible presencia de corrientes capacitivas. En este caso, según MIE RAT 06, los seccionadores
estarán equipados de cuchillas de puesta a tierra y deberán estar dotados de un enclavamiento
seguro entre las cuchillas principales y las de puesta a tierra.
2.1.2. Tipos.
Los seccionadores podemos encontrarlos, desde un punto de vista constructivo:
 Seccionadores de interior o de exterior.
 Seccionadores unipolares o tripolares. El Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de
seguridad en líneas eléctricas de alta tensión sólo permite seccionadores unipolares accionables
con pértiga para líneas de tensión nominal igual o inferior a 30 kV.
 Seccionadores de cuchillas giratorias o deslizantes.
2.1.3. Maniobra. Accionamiento.
El accionamiento o maniobra de apertura/cierre de un seccionador puede realizarse:
 Por actuación directa sobre las cuchillas mediante pértiga aislante. Sólo en los unipolares.

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 Por palanca situada en un extremo del eje de accionamiento, accionada por a) pértiga aislante, b)
manivela situada distante del seccionador y enlazada mecánicamente con el eje a través de la
palanca de accionamiento. Este último caso es el más usual por su seguridad.
 Mediante motor eléctrico situado distante del seccionador y enlazado mecánicamente con el eje
de éste.
2.2. Elección del seccionador. Determinación de las características adecuadas
Según MIE RAT 06, los seccionadores deberán ser de modelo y tipo adecuado a la índole de su función,
a la instalación y a la tensión e intensidad de servicio. Asimismo sus accionamientos tienen que estar
dispuestos de manera tal que no maniobren intespectivamente por los efectos de la presión o de la
tracción ejercida con la mano sobre el varillaje, por la presión del viento (exteriores), por la fuerza de la
gravedad o bajo los efectos electrodinámicos producidos por las corrientes de cortocircuito.
Según esto y siguiendo las especificaciones del apartado “1.3.Valores Normalizados”, elegimos el
seccionador adecuado según:
2.2.1. Tipo.
De interior o exterior, unipolar o tripolar, según las características de la instalación.
2.2.2. Tensión asignada.
La tensión asignada debe ser igual o mayor a la máxima tensión de servicio que pueda aparecer en el
punto de su instalación, esto es, Ua ≥ Us, siendo:
Ua: Tensión asignada en kV.
Us. Tensión más elevada de la línea en kV.
2.2.3. Intensidad asignada.
La intensidad asignada debe ser igual o superior a la máxima prevista en servicio continuo de circulación
por el aparato, esto es, Ia ≥ Ical, siendo:
 Ia: Intensidad asignada en Amperios. Mínimo 200 A.
 Ical: Intensidad máxima prevista a circular, en servicio continuo, por el aparato, en Amperios.
2.2.4. Nivel de aislamiento.
El nivel de aislamiento o tensiones de ensayo soportadas deberá obtenerse de la tabla descrita en 1.3.,
según la Ume (kV).
2.2.5. Frecuencia asignada.
Normalmente 50 Hz.
2.2.6. Intensidad asignada de corta duración.
Por último, debemos vigilar este dato importante, ya que los seccionadores no tienen poder de corte ni de
cierre, sin embargo, en posición cerrado pueden soportar intensidades elevadas de corta duración, como
2
las de c.c., al igual que un conductor eléctrico. La relación vendrá dada por su I · t = cte.
Así pues, su intensidad admisible de corta duración (c.c.) tendrá que se mayor que la máxima intensidad
de cortocircuito que se pueda producir en el punto en que está instalado y soportarla el tiempo de
actuación de las protecciones (interruptores automáticos, fusibles, etc). Asimismo deberán soportar los
tiempos máximos de actuación de las protecciones en caso de defecto, dadas por las compañías
eléctricas (entre 0,5 y 1 s).
3. Interruptor-seccionador
3.1. Características básicas
El interruptor-seccionador, por las definiciones básicas del apartado 2.1., es un elemento de maniobra
capaz de establecer, mantener e interrumpir corrientes en condiciones normales de funcionamiento. No
posee poder de corte, pero sí poder de cierre, el cual debe ser independiente de la acción del operador.
Se prohíbe la utilización de interruptores previstos para cierre manual, en los cuales el movimiento de los
contactos sea dependiente de la actuación del operador.

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Estas características le confieren su aplicación como interruptor. Como seccionador, en posición de
abierto cumple las especificaciones de éste.
Al igual que los seccionadores, en la MIE RAT 02, se señalan las normas UNE de obligado cumplimiento
para estos aparatos

.
Fig. 2.2. Interruptor-seccionador con fusibles
2.2.1. Funciones.
Las funciones o aplicaciones principales de los interruptores-seccionadores son:
 De maniobra. Aislar o separar máquinas, transformadores, líneas y otros circuitos. Su apertura o cierre
puede realizarse en carga. En posición abierto asegura una distancia de seccionamiento visible a simple
vista.
 De protección. Para protección a sobreintensidades (sobrecargas y c.c.) de máquinas, transformadores, etc.
Por sí solo el interruptor-seccionador no puede efectuar la protección de elementos; para poder realizar esta
función debe ir asociado con otros elementos de protección como relés térmicos directos o indirectos, o
fusibles como caso más usual, dando lugar a un aparato combinado (Ruptofusible). Para ser posible esto, el
interruptor-seccionador debe ir dotado de un mecanismo de accionamiento con elemento de retención.
 Puesta a tierra de líneas aéreas y cables aislados, para evitar riesgos a personas por la posible presencia de
corrientes capacitivas. En este caso, según MIE RAT 06, los seccionadores-interruptores estarán equipados
de cuchillas de puesta a tierra y deberán estar dotados de un enclavamiento seguro entre las cuchillas
principales y las de puesta a tierra.
Debido a todas las funciones o aplicaciones descritas, por su comportamiento como interruptor (maniobra en carga) y
como seccionador, este aparato es de más amplia utilización que el seccionador simple.
2.2.2. Tipos.
Los interruptores-seccionadores podemos encontrarlos, desde un punto de vista constructivo:
 De interior o de exterior.
 Tripolares.
 De cuchillas giratorias o deslizantes.
2.2.3. Maniobra. Accionamiento.
Dado que los interruptores-seccionadores están dotados de poder de cierre y éste debe realizarse a una
velocidad determinada de los contactos, independientemente de la actuación del operador, los
interruptores-seccionadores deben ir dotados de un dispositivo de accionamiento para la apertura y cierre
que asegure lo anterior. Este dispositivo suele ser un mecanismo acumulador de energía mediante
resortes (muelles). A su vez, este mecanismo acumulador de energía puede ser sin retención o con
retención (necesario en el caso de elementos asociados como fusibles, relés térmicos directos o
indirectos).
En el primer caso, el resorte acumula la energía aplicada al mismo (manual, eléctrica, neumática) hasta
llegar a un punto en el que libera automáticamente dicha energía, produciendo el cierre o la apertura.
En el segundo caso, el resorte acumula la energía aplicada hasta llegar a su posición final de tensado,
quedando retenido. El cierre o la apertura se produce al liberarse el resorte o mecanismo de retención
del mismo, que puede ser accionado de forma manual (apertura local), eléctrica o neumática. De esta
manera, los interruptores-seccionadores combinados con otros elementos de protección (fusibles, relés),

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permiten diferir la maniobra de apertura hasta que se actúe sobre el mecanismo de retención. Así, en los
interruptores-seccionadores equipados con fusibles, la apertura automática se produce al fundirse uno y
su percutor actúa mecánicamente sobre el mecanismo de retención, produciendo el corte omnipolar. Los
relés directos actúan de igual forma, en cambio, los indirectos lo hacen por orden eléctrica (electroimán).
Por último, cabe señalar que en la maniobra manual puede actuarse por pértiga aislante directamente a la
palanca del mecanismo de accionamiento, o por manivela distante del interruptor-seccionador con
transmisión mecánica al mecanismo de accionamiento.
3.2. Elección del interruptor-seccionador. Determinación de las características adecuadas
En este caso se seguirán las mismas directrices que en apartado 2.2. para seccionadores, tan sólo habrá
que destacar el poder de cierre nominal en cortocircuito.
4. Interruptor automático
4.1. Características básicas
Según la definición del apartado 1.2., los interruptores automáticos se emplean fundamentalmente para la
protección de circuitos eléctricos (líneas, máquinas, transformadores, etc), frente a sobreintensidades
(sobrecargas y c.c.), ya que tienen la posibilidad de interrumpir (cortar) automáticamente corrientes en
condiciones anormales, tales como sobrecargas y c.c., pues están dotados de poder de corte.
Evidentemente, también tienen la función de maniobra, conexión y/o desconexión de circuitos en carga,
bien manualmente o a distancia mediante accionamiento eléctrico.
Los interruptores automáticos son de disparo independiente de la acción del operador, para ello van
dotados de dispositivos de accionamiento con acumulación de energía (muelles) que garantizan lo
anterior. Esto es necesario para garantizar poderes de cierre y de corte de las corrientes, tanto en
condiciones normales de servicio (nominales) como en condiciones anormales (sobrecargas y c.c.).
Dichos dispositivos de accionamiento van dotados de mecanismos de retención sobre los que se actuará
liberando la energía acumulada y permitiendo el cierre o la apertura (se verá más adelante en la sección
Maniobra. Accionamiento).
Conviene resaltar que el número de maniobras en un interruptor automático es relativamente bajo
(comparado con un contactor), sobre todo si se producen desconexiones con valores de la corriente
próxima a su poder de corte.
Por último, señalaremos que algunos interruptores automáticos pueden funcionar con reenganche rápido
(su proceso se verá con detalle en la sección Maniobra. Accionamiento). Se utilizan con el fin de evitar las
interrupciones prolongadas del servicio eléctrico, ya que la mayor parte de los c.c. en las redes son de
carácter transitorio (caídas de ramas de árboles en las líneas aéreas, viento, etc). Así, tras su apertura por
el c.c., vuelven a cerrar en tiempos de 0,3 s; sólo si el c.c. persiste volverán a abrir.
Por todo lo expuesto, el interruptor automático es el aparato más completo.

Fig. 2.3. Interruptor automático de Media Tensión.


Los elementos o partes más importantes de un interruptor automático son las siguientes:
Polos o fases.

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Se denomina polo al conjunto formado por los contactos fijo y móvil dentro de la cámara de extinción, y
los bornes de conexión, entrada y salida al circuito.
Los interruptores automáticos tripolares (los más usuales) tienen tres cámaras de extinción separadas.
Los contactos fijos y móviles a su vez están formados generalmente por unos contactos principales y por
los contactos de arco. Cuando se abren los contactos, primero se separan los contactos principales,
manteniéndose la corriente por los contactos de arco, que al separarse finalmente se establece un arco
eléctrico entre ellos.
Cámara de extinción o apaga chispas. Medio de corte.
La cámara de extinción o apaga chispas facilita la extinción del arco eléctrico, por lo tanto, según la MIE
RAT 06, podrán emplearse sistemas basados en los principios de: gran volumen de aceite, pequeño
volumen de aceite, aire comprimido, hexafluoruro de azufre (SF6), vacío, soplado magnético, autosoplado,
o cualquier otro principio que la experiencia aconseje.
Para poder entender y seleccionar el sistema adecuado, veremos de forma muy simple que ocurre en la
extinción del arco eléctrico.
a) Situación de partida.
 Debido a las elevadas tensiones (kV), se supera con facilidad la rigidez dieléctrica del aire (∂U
/∂l;kV/cm), entorpeciendo con ello la extinción del arco eléctrico.
 La mayoría de los circuitos eléctricos son inductivos, así pues, variaciones de la intensidad de
corriente, servicio en carga (corrientes nominales, sobrecargas, c.c.), producen variaciones
bruscas de la tensión entre contactos (u=cte ∂i(t)/∂t). De esta manera, la extinción de la corriente
entre los contactos favorece el aumento rápido de la tensión entre los mismos, ayudando al
reencendido del arco. Incluso puede perjudicar el aparato. Los fabricantes tienen especial cuidado
con la máxima tensión de arco, dando los valores límites de ésta.
b) Debido a lo expuesto, ayudaremos a la extinción del arco eléctrico actuando según los principios
básicos anteriores:
 Al tratarse de corriente alterna, ésta pasa por cero en cada semiperiodo. En cada paso por cero el
arco se apaga, por lo tanto, el objetivo del interruptor será impedir el reencendido del arco,
tratando en este caso que la tensión entre contactos no supere valores peligrosos, sino que
quede próxima a la tensión de servicio (circuito abierto).
 Por otra parte, al apagarse el arco el medio de corte se enfría, por lo tanto se desioniza,
aumentando rápidamente la rigidez dieléctrica del medio.
 El objetivo final se conseguirá cuando la rigidez dieléctrica del medio sea mayor que la tensión
entre contactos, quedando ésta en valores asumibles por el interruptor, y al mismo tiempo la
2
energía liberada durante el proceso (I t) sea tolerada por el aparato, no perjudicando su
conservación y continuidad.
d) Los fenómenos que ocurren durante la extinción del arco eléctrico son mucho más complejos a lo
expuesto, no obstante lo comentado es suficiente para nuestros objetivos: entender básicamente los
distintos sistemas empleados. Como resumen, actuaremos sobre las variables comentadas.
 (∂U/∂l). Procurando que la tensión no aumente bruscamente a valores peligrosos y que
favorezcan el reencendido. Corte en paso por cero de la corriente.
e) Actuación.
 Velocidad de apertura o separación de los contactos lo más elevada posible, ayudando a impedir
el reencendido. Se prohibe el empleo de interruptores en los cuales el movimiento de los
contactos sea dependiente de la actuación del operador (MIE RAT 06).
 Alargamiento artificial del arco eléctrico, mediante el empleo de “soplado magnético” (campo
magnético transversal al arco eléctrico). Su principio físico se basa en la fuerza ejercida sobre una
corriente eléctrica por un campo magnético.

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 Enfriando el espacio entre contactos, favoreciéndose con ello la desionización del medio y
aumentando por tanto la rigidez dieléctrica. El sistema empleado es el de autosoplado.
 Llenando la cámara de extinción con líquidos (aceite) o gases (SF 6) de elevada rigidez dieléctrica
y buenas características térmicas (elevado calor específico, etc).
 Haciendo el vacío en la cámara de extinción.
El empleo de cámaras de extinción con medio de corte en SF6 se ha generalizado en los últimos años, ya
que debido a las buenas propiedades dieléctricas y térmicas del SF6 se permite disminuir la distancia entre
contactos, dando lugar a aparatos más pequeños y de fácil conservación. Las cámaras de extinción en
vacío permiten aún aparatos más pequeños y con mayor número de maniobras. Son caros, debido a las
dificultados constructivas.
Dispositivo de accionamiento.
Los interruptores automáticos, como ya se comentó, van dotados con dispositivos de accionamiento que
incluyen mecanismos de acumulación de energía (muelles). Se verá con detalle en “Maniobra.
Accionamiento”.
Disparadores de sobreintensidad.
Los disparadores actúan sobre el sistema de retención de los mecanismos de acumulación de energía
(muelles), provocando la apertura automática del interruptor cuando se dan las condiciones adecuadas de
sobreintensidad (sobrecargas y c.c.). Dotan al aparato de su carácter de protección.
Los disparadores son dispositivos unidos mecánicamente al aparato. Pueden ser de dos tipos: directos
(primarios) o indirectos (secundarios).
a) Disparadores directos o primarios.
Están recorridos por la intensidad del circuito principal (circuito a proteger). Actúan cuando la corriente es
superior a un valor determinado, intensidad de actuación (Ia).
Los interruptores automáticos suelen llevar disparadores de dos tipos:
 Disparadores térmicos. Se emplean para la protección contra sobrecargas del circuito a proteger.
Suelen ser de tiempo inverso y su funcionamiento depende del calentamiento producido por la
corriente que atraviesa el disparador, formado por una bilámina de dos elementos conductores de
diferente coeficiente de dilatación.

Fig. 2.4. Disparador térmico


 Disparadores electromagnéticos. Se emplean para la protección contra corrientes de cortocircuito.
Suelen ser de disparo instantáneo independiente de la intensidad; siempre que ésta sea igual o
superior a la intensidad de actuación del disparador, el tiempo de apertura suele ser de 0,1 s.

Fig. 2.5. Disparador electromagnético


Las curvas de actuación de los disparadores térmicos y electromagnéticos pueden ser ajustables (Ireg,
intensidad de regulación).

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b) Disparadores indirectos o secundarios.
 Como disparadores, forman parte del aparato (interruptor automático), como indirectos o
secundarios, no son recorridos por la corriente del circuito principal, sino por la de un circuito
auxiliar accionado por un relé o pulsador para mando a distancia. Suelen ser de dos tipos:
 De emisión de corriente; actúan cuando pasa intensidad por su bobina (electroimán), que
normalmente no está recorrida por la corriente.

Fig. 2.6. Disparador indirecto.


 Disparador de mínima tensión; la bobina de disparo está colocada en un circuito auxiliar alimentado por una
tensión que cuando se anula o baja de un determinado valor, provoca la actuación del disparador indirecto.
Los interruptores automáticos pueden tener o no disparadores indirectos, pero en caso de tenerlos sólo poseen de un
tipo.
Por último, señalaremos que un disparador directo o indirecto forma parte del aparato, mientras que un relé es un
elemento externo al aparato. Así por ejemplo, un relé térmico asociado a un interruptor-seccionador es externo a él,
formando un aparato combinado. De igual forma, un relé diferencial es externo a un interruptor automático, formando
también un aparato combinado.

Fig. 2.7. Esquema de un interruptor automático.

4.1.1. Funciones.
Los interruptores automáticos pueden realizar funciones de maniobra, incluso automatizada según se vio.
También aseguran la continuidad del servicio eléctrico frente a c.c. transitorios (reenganche rápido). No
obstante, su función principal es la de protección de líneas o redes, transformadores, motores de media
tensión, generadores e incluso baterías únicas de condensadores, frente a sobreintensidades
(sobrecargas y c.c.).
También pueden combinarse con transformadores toroidales y relés diferenciales, actuando sobre los
disparadores secundarios o indirectos del interruptor automático, y haciendo la función de elemento de
protección en el caso de defectos de aislamiento o fases a tierra.
4.1.2. Tipos.
Desde un punto de vista constructivo, los interruptores automáticos más utilizados en la actualidad son:

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 Interruptores de hexafluoruro (SF6).
 Interruptores de pequeño volumen de aceite.
 Interruptores de vacío.
4.1.3. Maniobra. Accionamiento.
En Media Tensión prácticamente se utilizan interruptores tripolares con un mecanismo de accionamiento
común para los tres polos.
Brevemente describiremos los pasos más importantes del sistema de accionamiento de un interruptor
automático.
En primer lugar señalaremos, que el sistema de accionamiento con mecanismos de acumulación de
energía, dotado de dispositivos de retención, es necesario para que al actuar sobre ellos se libere dicha
energía, permitiendo el movimiento de los contactos independiente de la actuación del operador. Esto,
junto a los medios de corte señalados, permite dotar a los interruptores automáticos de alto poder de corte
y cierre.
a) Acumulación de energía.
Como ya se ha señalado, el mecanismo de acumulación de energía es mecánico (muelles); la energía
aportada a este mecanismo puede ser:
 Sólo manualmente mediante manivela.
 Eléctricamente, mediante motor eléctrico enlazado mecánicamente con los resortes. En este caso
también existe el aporte manual para casos de fallo de la alimentación eléctrica.
b) Actuación de los disparadores.
Estando el interruptor en posición de abierto se acumula energía aportada manual o eléctricamente. Al
llegar a un punto, se libera el mecanismo de cierre y parte de la energía acumulada se emplea en cerrar el
interruptor y otra parte se mantiene acumulada para poder efectuar la apertura al liberar el dispositivo de
retención. De esta forma se puede producir la apertura automática mediante disparadores directos
térmicos o electromagnéticos e incluso por defectos a tierra o corrientes diferenciales mediante
disparadores indirectos.
Según lo expuesto, ahora podemos entender el punto 2.5. de la MIE RAT 06, que nos dice: “con carácter
general, salvo casos especiales, los interruptores automáticos que no deban funcionar con reenganche
rápido, deberán satisfacer con su pleno poder de corte uno de los dos ciclos nominales siguientes”:
 0 – 3 min – C0 – 3 min – C0
 0 – 15 s – C0
0: Abrir
C: Cerrar
Al final del ciclo, el interruptor será capaz de soportar permanentemente el paso de su intensidad nominal
o asignada en servicio continuo.
Los interruptores automáticos que deban funcionar con reenganche rápido cumplirán el siguiente ciclo.
0 – 0,3 s – C0 – 3 min – C0
Para satisfacer este ciclo, los interruptores automáticos deben poseer mecanismos de accionamiento
motorizados y sus contactos estar preparados para realizar dos aperturas en un intervalo aproximado de
0,4 s con su pleno poder de corte, para lo cual en posición cerrado tendrá los muelles de apertura y cierre
tensados.
4.2. Elección del interruptor automático. Determinación de las características adecuadas
En este caso, se seguirán las mismas directrices que en los apartados anteriores 2.2 y 3.2.
Tan sólo habrá que señalar el poder de cierre y el poder de corte, con respecto a los puntos comentados
en los apartados citados.

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Por último, habrá que prestar especial atención a las curvas de los disparadores directos térmicos y
electromagnéticos, para la correcta elección del interruptor automático en su empleo para proteger líneas
o redes.
4.2.1. Curvas características.
Curva característica de disparo I (t).
Da los valores del tiempo de disparo de los disparadores térmicos y electromagnéticos en función de la
intensidad de corriente.

Fig. 2.8. Curva característica I (t)


Curva I2 t.
2
Son curvas que dan el valor de la integral térmica ∫I (t) · dt, en función de la corriente simétrica de
cortocircuito prevista. Expresa la energía disipada durante el cortocircuito en una resistencia de 1 ohmio.

2
Fig. 2.9. Curva I t.
Para que un interruptor automático proteja una línea se deben cumplir las siguientes condiciones.
1º/ La curva I(t) del interruptor automático ha de quedar por debajo de la curva térmica del conductor a
proteger

Fig. 2.10

2º / El poder de corte del interruptor automático (P. de C.) ha de ser mayor o igual a la corriente de
cortocircuito máxima que se pueda presentar (Ipccmax).
P.d.C ≥ Ipccmax
3º / La corriente de cortocircuito mínima (Ipccmin) que puede presentarse en el elemento a proteger debe
ser mayor o igual a la intensidad de actuación del disparador electromagnético (Ia MAG).
Ipccmin ≥ IaMAG
En otras palabras, el interruptor ha de detectar la mínima intensidad de cortocircuito.

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4º / La energía que deja pasar el disparador durante el proceso de apertura en un cortocircuito no debe
dañar al cable, es decir, no se debe superar la máxima temperatura de cortocircuito de éste. Dicho de otra
forma, el tiempo que un conductor emplea en alcanzar su máxima Tª de c.c., durante un cortocircuito,
debe ser superior al tiempo de desconexión del disparador electromagnético.
En el capítulo 3, en el apartado de protección a sobreintensidades se desarrollará con detalle lo expuesto.
5. Fusibles
5.1. Características básicas
Tal y como se comentó en el apartado de definiciones básicas, el fusible es un elemento que abre el
circuito en el que está intercalado, cuando la corriente que pasa por él provoca, por calentamiento, la
fusión de uno de sus elementos previstos para este fin. El valor de la corriente que provoca la fusión
depende del tiempo de actuación de ésta.
Según lo expuesto, los fusibles son dispositivos de protección frente a sobreintensidades (sobrecargas y
c.c.); para efectuar maniobra, conexión y/o desconexión, deben asociarse con otros elementos, formando
aparatos combinados o siendo de características especiales, como los fusibles de expulsión.

Fig. 2.11. Partes de un fusible.


Un fusible consta de dos partes básicas: “conjunto portador” y “cartucho fusible”. El conjunto portador es
la parte fija del fusible que sustenta el cartucho fusible y dispone de los elementos de conexión en el
circuito exterior. Consta de base, bornes de conexión y del portafusible. El cartucho fusible es el elemento
recambiable del fusible; está formado por contactos, elemento fusible, material de extinción y aislante.
El elemento fusible es un hilo redondo o cinta de sección rectangular destinados a fundirse cuando las
condiciones lo requieran, suelen ser de cobre, plata u otros materiales y su sección puede ser uniforme o
no, disponiendo en este caso de estrechamientos en los que se inicia la fusión y se produce el arco
eléctrico.
En la mayor parte de los fusibles, el elemento fusible conductor suele estar dispuesto en un cartucho de
material aislante (porcelana, vidrio) que contiene un material extintor, normalmente sílice de grano fino y
seco, que rellena por completo el cartucho y facilita el apagado del arco eléctrico y la absorción de
energía (I2t).
Por último señalar que hay cartuchos con indicador de fusión y percutor, que en caso de fusión liberan la
energía necesaria para hacer funcionar otros aparatos, como interruptores-seccionadores.
5.1.1. Funciones.
La función principal de los fusibles es la protección contra cortocircuitos y fuertes sobrecargas de líneas o
redes, centros de transformación, motores de media tensión, baterías de condensadores, etc. Debido a la
curva característica de los fusibles I-t (la veremos más adelante), los fusibles tienen buen comportamiento
frente a cortocircuitos (c.c.) y sobrecargas fuertes. Poseen elevado poder de corte. De cualquier forma,
para una correcta protección a sobrecargas, esta función debe estar encomendada a otros dispositivos,
como relés directos. También debe prestarse especial cuidado en la elección del calibre, teniendo en
cuenta las corrientes e intensidades de arranque de los motores y los transitorios en la conexión de
transformadores.
5.1.2. Tipos.
Los fusibles se designan por dos letras. La primera indica la zona de corte o rango de intensidades que el
fusible es capaz de cortar. Según ésta, los fusibles pueden ser de tipo g y tipo a.

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Fig. 2.12. Fusibles tipo “g”.
Los fusibles tipo “g” son de uso general, ya que pueden cortar corrientes o intensidades por encima de la
intensidad de fusión hasta su poder de corte.

Fig. 2.13. Fusibles tipo “a”.

Los fusibles tipo “a”, denominados de acompañamiento, garantizan el funcionamiento adecuado en la


protección de elementos para intensidades varias veces superior a la In. Son adecuados, por tanto, para
la protección a cortocircuitos (c.c.), en cambio, para la protección a sobrecargas deben combinarse con
otro elemento (relés directos). La segunda letra indica el tipo de elemento a proteger, cables (G), motores
(M), etc.
Fusibles limitadores.
Existe un tipo de fusibles que funcionan limitando el valor de la corriente de cortocircuito a valores
inferiores al de cresta previsto. Sus tiempos de fusión son inferiores a 5 ms.

Fig. 2.14. Fusibles “limitadores”.


Fusibles de expulsión.
Son fusibles de intemperie. Los vapores que se generan durante la fusión del elemento conductor o
fusible, son expulsados a través de una cápsula eyectable; esta acción se combina con el basculamiento
del portafusible alrededor de un pivote. También poseen gancho para ser accionado con pértiga aislante.
Estos fusibles operan con baja tensión de arco y no son limitadores de corriente.
5.1.3. Principio de funcionamiento de los fusibles.
Cuando pasa una corriente por los elementos conductores de los fusibles, se disipa energía por efecto
2
Joule (R · I · t), que eleva la temperatura de dicho elemento conductor. Al mismo tiempo, cuando se eleva
la Tª por encima de la del ambiente, se disipa calor al elemento que lo rodea (sílice) y de éste al exterior.
Según el valor de la intensidad de corriente, pueden producirse los siguientes fenómenos:

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1º / Que se consiga una temperatura de equilibrio entre el fusible y el medio exterior, es decir, la energía
2
disipada por efecto Joule (R · I · t) es igual a la evacuada al ambiente. Este sistema permanece estable
mientras lo esté la corriente.
2º / Que durante el proceso de elevación de la temperatura se alcance el punto de fusión del elemento
conductor o fusible. En este caso los elementos conductores empiezan a fundir en los estrechamientos;
cuando se produce el corte, se inicia un arco eléctrico que se alarga rápidamente, produciéndose una
gran disipación de energía y un aumento rápido de la temperatura. La función del material extintor
consiste en condensar los vapores metálicos, enfriando el arco, facilitando el apagado y, en el caso de
corrientes alternas, dificultando el reencendido tras un paso por cero de dichas corrientes.
El tiempo de funcionamiento (tfu) del fusible es el tiempo que transcurre desde que empieza a circular la
corriente, que provoca la fusión, hasta que se extingue dicha corriente. Consta de dos partes:
Tiempo de prearco o tiempo de fusión (tf), es el tiempo que transcurre hasta que se inicia el arco. Tiempo
de arco (ta), es el tiempo que transcurre desde el inicio del arco hasta su extinción. Se verifica, por tanto:
Tfu = tf + ta
En los fusibles limitadores, tfu < 0,01 s. Si el valor de la corriente que se establece en el circuito es
superior al poder de corte del fusible, éste no es capaz de extinguir permanentemente el arco, se disipa
gran cantidad de energía y el cartucho fusible puede destruirse.
5.2. Elección del fusible. Determinación de las características adecuadas
En este apartado se seguirán las mismas directrices que en los anteriores, para la correcta elección de los
fusibles.
Se prestará asimismo especial atención al poder de corte, según la tensión asignada o nominal. Por
último, para la correcta elección de un fusible en su protección a sobreintensidades (sobrecargas y c.c.),
debe vigilarse la curva de características tiempo-corriente.

Fig. 2.15. Curva I-t para fusibles.


En relación con la curva de características I (t) de los fusibles, se tienen las siguientes definiciones:
Intensidad convencional de no fusión (Inf), es el valor de la corriente que el fusible puede soportar sin
fundir en un tiempo dado (tiempo convencional, tc).
Intensidad convencional de fusión (If), es el valor de la corriente que provoca la fusión en un tiempo dado
(tiempo convencional, tc). Estos valores son importantes de cara a la protección a sobrecargas (se verá
en el capítulo 3, apartado de protecciones). El valor del tiempo convencional, tc, viene fijado por la norma
UNE 21-103, en función del calibre de los fusibles. Así, para fusibles tipo “g” se tiene:

5.3. Ventajas e inconvenientes de los fusibles


5.3.1. Ventajas.
 Economía del fusible en relación al servicio.
 Alto poder de corte.
5.3.2. Inconvenientes.

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 Diferencia entre la In y la If, lo que hace difícil una protección estricta a sobrecargas.
 Posibles errores durante el mantenimiento, ya que se puede reemplazar un fusible por otro de
calibre superior, obteniéndose una falsa protección.
 Si se funde una fase, el sistema puede seguir funcionando, sobrecargando las otras dos y dando
lugar a averías.
 Imposibilidad de automatización.
Capítulo 3. Canalizaciones o conducciones eléctricas en MT
1. Introducción
Según MIE RAT 01 e ITC-LAT 01. Terminología, se denomina canalización o conducción eléctrica al
conjunto constituido por uno o varios conductores eléctricos, por los elementos que los fijan y por su
protección mecánica, si la hubiese.
2. Conductores desnudos
La utilización de conductores aéreos desnudos es una de las formas clásicas de transporte de energía
eléctrica. Los conductores son sustentados por apoyos empotrados en el terreno y sujetos a aisladores de
características adecuadas. Este sistema obliga a mantener distancias de seguridad entre conductores,
conductores y apoyos (masas) y al terreno (véase apdo. 5, ITC-LAT 07).
Esta disposición se utiliza en el transporte de Alta Tensión, constituyendo la red nacional de transporte de
energía eléctrica, y en Media Tensión para electrificación rural o traída de energía eléctrica hasta los
núcleos urbanos. Dado que los conductores de Cu y Al, por sí solos, no están preparados para las
solicitaciones mecánicas necesarias y así poder cumplir las distancias mencionadas, se mejoran estas
características mediante la fabricación de conductores de alma de acero (Al-Ac).
En este tipo de conductores, el aluminio forma una corona sobre el núcleo de acero. Se encuentran
normalizados para su empleo en Alta y Media Tensión: LA-20, LA-28, LA-30, LA-40, LA-56, LA-80, LA-
110, LA-140, LA-145, LA-180 (lo veremos con más detalle en el capítulo de Cálculo Mecánico).
Ejemplo:
 Denominación: LA-56.
2
 Sección (mm ): 54,6.
 Diámetro (mm): 9,5.
 Carga de rotura (kg): 1666.
 Peso propio (kg/m): 0,189.
2
 Módulo de Elasticidad (kg/mm ): 8100.
-1 -1 -6
 Coeficiente de dilatación lineal (ºC · m ): 19,1 · 10 .
 Iadm. 40ºC (A): 197.
Cuando las líneas aéreas deban transcurrir por zonas de arbolado, zonas con fuertes vientos o zonas de
protección especial de la avifauna, se emplearán preferentemente líneas de alta tensión con conductores
recubiertos (designación UNE CCX).
En caso de instalar líneas aéreas en zonas no urbanas de elevada polución, zonas de bosques o de gran
arbolado, instalaciones provisionales de obras, zonas de circulación en recintos de instalaciones
industriales, penetración en núcleos urbanos, etc, podrán emplearse líneas de alta tensión con cables
unipolares reunidos en haz (designación UNE RHVS o DHVS). La letra S hace referencia a un cable
trenzado. Estos cables constan de un conductor, semiconductor interior, aislamiento, semiconductor
exterior, pantalla y cubierta. El fiador suele ser de acero con una sección de 50 mm².
3. Conductores aislados
Los cables aislados para media tensión están formados básicamente por un conductor o haz de
conductores (tripolar), rodeados por un aislamiento.
Asimismo, para mejorar su resistencia mecánica o su resistencia a agentes atmosféricos, ataques
químicos, etc, se completan con otros elementos que veremos a continuación.

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Fig. 3.1. Cable M.T. Unipolar.

Fig. 3.2. Cable M.T. Tripolar.


3.1. Conductor eléctrico
Como conductores eléctricos en cables aislados, se emplea el cobre (Cu) y el aluminio (Al).
El cobre es un material ideal como conductor eléctrico. Su ductibilidad permite la obtención de finos hilos,
con los que poder hacer cables, favoreciendo la circulación periférica de la corriente sin aumento aparente
de la resistencia. Posee buenas características mecánicas y su resistencia a la corrosión y al ataque de
gran número de productos químicos le confieren una larga vida útil. También presenta unas buenas
2
características eléctricas, como alta conductividad o pequeña resistividad eléctrica (ρ; Ω·mm /m). Presenta
como inconveniente su mayor precio frente al aluminio.
El aluminio se oxida con facilidad en presencia de oxígeno, formando una capa superficial de óxido de
aluminio que protege el material interior, aunque esto dificulta la conducción de electricidad a través de la
superficie, aumentando su resistencia aparente.
La resistividad del aluminio es 1,6 veces la del cobre, pero su densidad es 0,3 la de éste, así de esta
manera, a igualdad de resistencia eléctrica:

El peso de Aluminio es 1,6 · 0,3 = 0,5, o sea, la mitad del peso de cobre. Esto, junto al precio de ambos,
da ventajas económicas al aluminio. No obstante, las propiedades mecánicas del aluminio son muy
inferiores a las del cobre.

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3.2. Aislamiento
Los materiales que se utilizan como aislamiento en los cables de Media Tensión pueden ser plásticos y no
plásticos. Dentro de los plásticos se distinguen: Termoplásticos y Termoestables.
Los materiales Termoplásticos pierden su resistencia mecánica al calentarse, reblandeciéndose y
fluyendo. El más utilizado es el poli-cloruró de vinilo (PVC). Es resistente a la tracción, a la abrasión, a los
agentes químicos y atmosféricos y a ciertos aceites. Su elevado factor de pérdidas lo hace inadmisible
para altas tensiones, empleándose en los cables de media tensión como cubierta y no como aislamiento.
Los materiales Termoestables son plásticos que no se deforman ni pierden propiedades mecánicas al
aumentar la temperatura. Los más utilizados en Media Tensión son los siguientes.
 Polietileno reticulado (XLPE), obtenido por reticulación química del polietileno, constituye un
excelente aislante eléctrico. No obstante, es absorbente para el agua, lo que provoca la aparición
de arborescencias en cables de media tensión, las cuales terminan por hacer inoperante el
aislamiento. Debe utilizarse con precaución en ambientes húmedos.
 Goma etileno propileno (EPR), es un polímetro muy estable, de buenas propiedades aislantes y
buenas características mecánicas.
 Goma de etileno propileno de alto módulo (HEPR). Aislamiento similar al anterior, pero con
mejores prestaciones. Los cables de tensión asignada U0/U ≤ 18/30 kV poseen una temperatura
de régimen permanente de 105 ºC, característica que les confiere mayores intensidades
admisibles a igualdad de sección. Para compañías como Iberdrola es el único aislamiento
normalizado en sus líneas subterráneas.
En cuanto a los materiales no plásticos, el más utilizado (y uno de los más antiguos) es el Papel
impregnado en ciertos aceites. Posee excelentes propiedades dieléctricas, de estabilidad y resistencia a
las sobrecargas. Estos cables se fabrican con una cubierta metálica continua de plomo, para evitar
pérdidas de aceite. Estos cables son caros y exigen un alto nivel de cualificación para su mantenimiento.
3.3. Armaduras y pantallas
Las armaduras se colocan entre el aislamiento y la cubierta, con el fin de dotar al cable de elevada
resistencia mecánica. En general, están realizadas con acero, en forma de fleje, arrollando en espiral y
formando una armadura continua. De esta forma se protegen los conductores en los lugares donde
puedan verse sometidos a golpes.
Las pantallas se utilizan para mejorar la distribución del campo eléctrico en el cable. Se busca conseguir
un campo eléctrico radial entre cada conductor y su pantalla metálica, la cual estará conectada a tierra; de
esta forma el aislamiento se aprovecha por igual en toda la sección. Asimismo, con la pantalla puesta a
tierra se evitan influencias del campo eléctrico interno del cable sobre el exterior y viceversa.
3.4. Cubiertas
Las cubiertas constituyen la parte externa del conductor aislado, siendo su misión principal la protección
del aislamiento de las influencias externas, como la luz solar, el ataque de productos químicos, la
humedad y daños mecánicos por abrasión. En media tensión se emplea el PVC y, sobre todo, la
poliolefina (Z1).
3.5. Nivel de aislamiento
La tensión o nivel de aislamiento de un conductor aislado de alta tensión viene definido por dos valores
U0/U, siendo U0 la tensión nominal entre cada conductor y su pantalla metálica (puesta a tierra), es decir,
la tensión nominal fase-tierra (F-T), y U la tensión nominal entre conductores (tensión compuesta de línea,
F-F).
El nivel de aislamiento de un cable debe ser apropiado para las condiciones de operación de la red en la
que el cable vaya a ser instalado. Su elección depende de dos factores:
a) Tensión nominal (Un) o bien tensión más elevada de la red (Us).

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b) Duración máxima del eventual funcionamiento del sistema con una fase a tierra. Para evaluar este
segundo factor, las redes de sistemas trifásicos se clasifican en 3 categorías.
 Categoría A. Comprende aquellos sistemas en los que el conductor de cualquier fase que pueda
entrar en contacto con tierra, es desconectado del sistema en un tiempo inferior a 1 minuto.
 Categoría B. Comprende las redes que, en caso de defecto, solo funcionan con una fase a tierra
durante un tiempo limitado. Generalmente la duración de este funcionamiento no debería exceder
de 1 hora, pero podrá admitirse una duración mayor cuando así se especifique en la norma
particular del tipo de cable y accesorios considerados.
 Categoría C. Comprende todas las redes no incluidas en las categorías A y B.
Conviene tener presente que en una red en la que un defecto a tierra no se elimina automática y
rápidamente, los esfuerzos suplementarios soportados por el aislamiento de los cables y accesorios
durante el defecto, reducen la vida de los cables y accesorios en una cierta proporción. Si se prevé que
una red va a funcionar bastante frecuentemente con un defecto a tierra durante largos periodos, puede
ser económico clasificar dicha red dentro de la categoría C.
Según lo expuesto, para la elección del nivel de aislamiento se seguirá la siguiente tabla:

En cualquier caso, siempre se atenderán las consideraciones de la compañía suministradora de la


electricidad.
Para comprender adecuadamente lo anterior y así elegir correctamente el nivel de aislamiento de los
conductores, podemos evaluar de forma simple los sistemas de distribución de energía eléctrica.

Fig 3.3. Red con neutro a tierra.


Obsérvese que en los sistemas con el neutro unido directamente a tierra o a través de una pequeña
impedancia, la tensión fase-tierra (F-T), siempre será igual a la tensión fase-neutro (F-N), incluso en el
caso de producirse un defecto a tierra de una de las fases, la tensión fase-tierra en las no averiadas
seguirá valiendo la tensión simple o de fase (F-N).

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Fig. 3.4. Defecto a tierra de una fase, en red con neutro a tierra.
En cambio, en una red con el neutro aislado de tierra o unido a través de una impedancia muy grande, las
tensiones fase-tierra quedarán a potencial flotante, no conocemos su valor. En el caso de producirse un
defecto a tierra en una fase, la tensión fase-tierra en las no averiadas puede llegar a valer la tensión
compuesta o de línea (F-F).

Fig 3.5. Defecto a tierra, en red con neutro aislado.


Según lo expuesto, la tensión fase-tierra, es decir, la tensión que soporta el aislamiento de los
conductores en un sistema con neutro unido a tierra permanecerá constante y de valor UFN (fase-neutro,
tensión simple), aún en el caso de producirse un defecto a tierra. De esta manera, el nivel de aislamiento
de los conductores entre fase y tierra estará preparado para soportar la tensión simple UFN = UFF / √3, es
decir, el correspondiente a las categorías A y B.
Las compañías eléctricas a su vez pueden aprovechar la corriente eléctrica que se cierra por el neutro
para hacer actuar sus protecciones (tiempos de actuación entre 0,5 y 1 s normalmente). Se puede utilizar
un transformador y relé diferencial asociado con el disparador indirecto o secundario de un interruptor
automático. Véase la siguiente figura.

Fig. 3.6. Actuación de las protecciones de la Cía. Suministradora.

En cambio, en los sistemas de distribución con el neutro aislado, la tensión del aislamiento (F-T) puede
llegar a valer la tensión compuesta de la línea, así pues, el nivel de aislamiento entre fase y tierra de los
conductores debe estar preparado para soportar dicha tensión, la cual encarece la red. Corresponde a un
nivel de aislamiento para redes de categoría C.

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3.6. Designación normalizada de un cable aislado
Según lo expuesto hasta ahora, un cable eléctrico aislado quedará caracterizado según una designación
normalizada, donde se destacarán el metal conductor, el aislamiento, pantallas, cubiertas, nivel de
aislamiento, polaridad, etc.

1. La primera letra, designada con “a”, hace referencia al tipo de aislamiento utilizado en el cable.
 P – Papel impregnado.
 V - Policloruro de vinilo (PVC). Ç
 R – Polietileno reticulado (XLPE).
 D – Etileno propileno (EPR).
 HEPR - Etileno propileno de alto módulo.
2. La segunda letra hace referencia a la armadura o pantalla utilizada.
 P - Funda de plomo.
 H – Pantalla metálica.
3. La tercera letra hace referencia al material empleado en la cubierta.
 V – Policloruro de vinilo (PVC).
 Z1 - Compuesto de poliolefina.
El resto de características quedan claramente definidas, como el nivel de aislamiento U0/U (fase-tierra,
fase-fase), la polaridad (unipolares o tripolares) y el metal conductor (Cu, Al). También es común indicar la
sección de la pantalla después de la nomenclatura H-.
Conviene destacar que se ha hecho la descripción más básica de un conductor aislado, el cual puede
tener más elementos que lo definan, para ello el lector puede consultar catálogos de fabricantes de cables
de Media o Alta Tensión.
Para concluir lo expuesto podemos resumir las designaciones para los cables aislados más utilizados en
media tensión. Ejemplo:
 RHZ1 12/20 kV Al H-16, Unipolares
 DHZ1 12/20 kV Al H-16, Unipolares ç
 HEPRZ1 12/20 kV Al H-16, Unipolares
Por último nos quedaría definir la sección del conductor. Como veremos dependerá del calentamiento
(máxima intensidad que es capaz de soportar en equilibrio térmico con el ambiente), de la pérdida de
energía (caída de tensión) y de su comportamiento ante las sobrecargas y c.c. en combinación con los
elementos de protección a sobreintensidades elegidos. También es conveniente vigilar las posibles
sobretensiones.
4. Resistencia eléctrica de los conductores
Cuando por un conductor eléctrico circula una corriente se produce pérdida de energía, la cual, por efecto
Joule, se transforma en calor. La ley de Joule en forma de potencia (energía por unidad de tiempo) es:
2
P=R·I (1)
Siendo:
P: Potencia eléctrica disipada en forma de calor, en vatios (W).
R: Resistencia eléctrica característica del conductor, en ohmios (Ω).
I: Valor eficaz de la intensidad de corriente, en amperios (A).
2
La resistencia eléctrica “R” (Ω) de un conductor de longitud L (metros) y sección S (mm ), obedece a la
expresión:

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Veremos más adelante que un conductor en equilibrio térmico con el ambiente (régimen permanente), no
puede superar la máxima temperatura de régimen permanente (depende de su aislamiento, 70 ºC para
PVC, 80 ºC para papel impregnado, 90 ºC para XLPE, EPR y HEPR con U0/U > 18/30 kV, y 105 ºC para
HEPR con U0/U ≤ 18/30 kV).
Según lo expuesto, la resistencia eléctrica es un elemento que disipa o convierte la energía eléctrica en
calor. La expresión que liga dicho elemento con las variables de nuestros circuitos eléctricos (tensión “U”
e intensidad “I”), nos viene dada por la ley de Ohm.
U = R · I (4)
Siendo:
U: Valor eficaz de la tensión en bornes de la resistencia, en voltios (V).
R: Resistencia eléctrica, en ohmios (Ω).
I: Valor eficaz de la intensidad de corriente, en amperios (A).

5. Inductancia de los conductores eléctricos


Cualquier corriente eléctrica lleva asociada un campo magnético, según la ley de Ampère (2ª ley de
Maxwell):

Siendo:

H: Excitación o fuerza magnetomotriz (A/m).

dl: Desplazamiento infinitesimal a lo largo de un camino cerrado (m).
I: Valor eficaz de la corriente que atraviesa la superficie delimitada por dicho camino cerrado (A).
Dicho campo magnético se extiende por el espacio, pudiendo relacionar la energía almacenada en forma
de campo magnético por unidad de volumen con la intensidad que atraviesa un conductor:

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Siendo:
3
 E: Energía almacenada en forma de campo magnético por unidad de volumen (J/m ).
 L: Coeficiente total de autoinducción e inducción mutua en un conductor, en henrios (H).
 I: Valor eficaz de la intensidad de corriente que atraviesa un conductor, en amperios (A).
Asimismo, si la corriente eléctrica que atraviesa los conductores varía su valor eficaz con el tiempo,
corriente alterna, inducirá una tensión (diferencia de energía potencial eléctrica) en nuestro conductor,
según la ley de Faraday (1ª de Maxwell):

Siendo:
 U: Tensión inducida, en voltios (V).
 Flujo magnético que atraviesa la superficie delimitada por un camino cerrado, creado por la
corriente de valor I.
Dada la relación que existe entre el flujo magnético y la intensidad de corriente eléctrica que lo crea (Ley
de Ampère):
 L · I (8)
 L = φ / I (9)
Podemos expresar la tensión inducida en nuestro conductor en función de la intensidad que lo atraviesa:

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tomarse como valor medio Xu = 0,15 Ω/km y en los conductores desnudos Xu = 0,33 Ω/km, valor que
coincide sensiblemente con el calculado.
Las reactancias unitarias son expresiones más prácticas que la vista anteriormente (14), dado que en una
línea o red en Media Tensión el tipo de cruceta puede cambiar a lo largo de la línea (montaje horizontal,
triangular, bóveda, tresbolillo), incluso podemos tener parte aérea y parte enterrada con conductores
aislados. El posible error introducido es insignificante dada la pequeñísima variación de la reactancia
unitaria con la sección del conductor.
Concluimos pues, que en los conductores eléctricos recorridos por corrientes alternas, parte de la energía
eléctrica que transportan se queda almacenada en forma de campo magnético, manifestándose en los
conductores como una caída de tensión.

6. Capacidad de los conductores eléctricos


En los sistemas eléctricos recorridos por corrientes alternas, parte de la energía que transportamos no
llega a su destino, quedándose almacenada en el campo eléctrico existente debido a las capacidades que
aparecen entre los conductores, entre éstos y tierra y entre los conductores y sus pantallas metálicas
(puestas a tierra) en el caso de conductores aislados apantallados.
Aparece por lo tanto un condensador en el que el dieléctrico o aislamiento es el aire. Su efecto sobre las
caídas de tensión en baja y media tensión es despreciable. El cálculo de la capacidad puede realizarse
con las expresiones siguientes:

Siendo:
C: capacidad de los conductores, en faradios/kilómetro (F/km).
d: distancia media geométrica entre los conductores, obtenida de forma similar a la que se utilizó en el
cálculo de la inductancia, en metros (m).
r: radio del conductor, en metros (m).
En cuanto a los conductores aislados, es más práctico recurrir a los datos de los fabricantes, así por
2
ejemplo para un conductor de sección 150 mm , 12/20 kV, se tiene un valor C = 0,256 μF/km.

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Siguiendo con el ejemplo que planteamos para la inductancia (L), línea aérea trifásica en media tensión,
Un = 20 kV, conductor desnudo LA-56 y disposición de cruceta al tresbolillo, con una separación
geométrica de d = 1,5 m, se tendrá:

Dada la relación que existe en un condensador entre la tensión (U) e intensidad (I), parámetros característicos de los circuitos
eléctricos, se tiene para corriente y tensión alterna senoidal:

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7. Efecto pelicular
Las expresiones planteadas para la resistencia eléctrica en el apartado 2 son válidas para corriente
continua, pero en corriente alterna la distribución de corriente en los conductores no es uniforme, se
acumula más carga en la periferia, dando lugar a un incremento en las pérdidas producidas y por lo tanto
en la resistencia efectiva. Esto es debido a las fuerzas electromotrices que se inducen en el conductor por
su propia corriente. Asimismo, cuando dos o más conductores van paralelos y próximos entre sí, los
campos creados por cada conductor modifican la distribución de densidad de corriente en los otros, lo que
produce un aumento en la resistencia efectiva. Este fenomeno se conoce como efecto pelicular y es
directamente proporcional a la frecuencia (Hz) y al diámetro de los conductores. Como la frecuencia es un
valor constante (50 Hz), los fabricantes de cables adoptan la solución de crear secciones grandes a base
de pequeños hilos, reduciendo sensiblemente este efecto.
8. Efecto corona
Cuando un conductor de una línea eléctrica adquiere un potencial lo suficientemente elevado para dar
lugar a un gradiente del campo eléctrico radial junto al conductor, igual o superior a la rigidez dieléctrica
del aire, se producen corrientes de fuga, que producen pérdidas de energía. En esta circunstancias el aire
se hace conductor (se ioniza). En los conductores desnudos este fenómeno es visible en la oscuridad,
pudiéndose observar cómo queda envueltos en una corona luminosa, de ahí el nombre del fenómeno. En
las líneas de media tensión hasta 66 kV este efecto no provoca grandes pérdidas de potencia, no
obstante en líneas de 1ª categoría (132 kV, 220 kV, 380 kV) habrá que tener en cuenta las pérdidas de
potencia debidas a este fenómeno.
9. Pérdidas de potencia eléctrica por conductancia transversal en conductores aislados
En un dieléctrico sometido a tensiones alternas senoidales, aparte de la corriente reactiva adelantada π/2
a la tensión, aparecen corrientes óhmicas debidas a la resistividad del medio. Estas corrientes que
representan un consumo de potencia, dan lugar al calentamiento de los dieléctricos. Se denomina factor
de pérdidas de un dieléctrico (tgδ) a:
Tg δ = I resistiva/I reactiva
Cuando el campo eléctrico se hace muy intenso y supera la rigidez dieléctrica del medio, se produce la
perforación del aislante. Esto puede ocurrir en ocasiones si existen pequeñas oclusiones de aire o agua
en la masa aislante. El calor desarrollado hace crecer la grieta formando arborescencias que acaban por
inutilizar el aislante.
10. ELECCIÓN DE LA SECCIÓN DE UN CONDUCTOR
10.1 Elección de la sección por criterio térmico o calentamiento. Intensidad máxima admisible
El criterio térmico o de calentamiento hace referencia a la máxima corriente (intensidad) que puede
circular por un conductor eléctrico de una sección dada, según su naturaleza, aislamiento, condiciones de
instalación, temperatura ambiente, etc., de forma que no se produzca una elevación de temperatura
peligrosa para el mismo.
A la temperatura máxima permisible de un conductor aislado en equilibrio térmico con el ambiente, se le
denomina Temperatura de régimen permanente (Trp). La norma UNE 21144-90 “Cálculo de la intensidad
admisible en los cables aislados en régimen permanente”, facilita los elementos necesarios para obtener
la capacidad de carga de un cable en servicio permanente. La Tª de régimen permanente para
aislamientos de media tensión se puede obtener de la siguiente tabla:

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El paso de la corriente eléctrica a través de un cable eléctrico eleva la temperatura de éste a causa del
calor generado por las pérdidas producidas por efecto Joule. El cable alcanza una temperatura de
equilibrio cuando el calor disipado al ambiente es igual al generado por las pérdidas.
La intensidad máxima admisible (Iad) en servicio permanente vendrá dada por la cantidad de calor, que
por unidad de tiempo, puede evacuarse desde el cable al ambiente, estando el cable a la máxima
temperatura que nos garantiza su vida útil estimada, es decir, su temperatura de régimen permanente
(Trp). Así pues, dado un cable:

Fig. 3.8. Criterio térmico en un conductor.


El calor generado por efecto Joule (Pe), por unidad de tiempo, resulta:
2
Pe = p · R · I (18)
Siendo:
 p: nº de conductores bajo la envolvente o cubierta común, es decir, la polaridad del cable
eléctrico.
 R: Resistencia eléctrica, cuya expresión se vio anteriormente.
 I: Intensidad eléctrica.
El calor disipado al ambiente debido a la diferencia de Tª entre el cable y el ambiente, por unidad de
tiempo, resulta:

Siendo:
 Pt: Potencia calorífica.
 ΔT: Diferencia de temperatura (Tª) entre el cable eléctrico y el ambiente.
 Rt: Resistencia térmica, que depende del tipo de aislamiento de los conductores eléctricos, de las
condiciones de instalación (enterrada, al aire, etc).
Igualando ambas expresiones (18) y (19), se obtiene:

Si sustituimos la resistencia eléctrica R por unidad de longitud por su valor, la ecuación anterior quedará:

De esta ecuación ya se puede despejar el valor buscado:

Siendo:
 Iad: Intensidad máxima admisible por el conductor, en amperios (A).
 K: Conductividad eléctrica del material conductor.
2
 S: Sección del conductor eléctrico (mm ).
 p: polaridad del cable eléctrico; p=1 unipolar, p=3 tripolar.
 ΔT: (Trp – Ta), en ºC. Este parámetro establece la diferencia de temperatura entre el cable en
régimen permanente (Trp), vista en la tabla anterior en función del aislamiento del cable, y la
temperatura ambiente.

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 Ta: Temperatura ambiente, que viene fijada en nuestra normativa en 40 ºC para cables al aire y
25 ºC para cables enterrados.
Las intensidades admisibles (Iad), nos vienen dadas en forma de tablas, según su aislamiento, sección,
naturaleza del conductor, y a una temperatura ambiente según su instalación, al aire (40 ºC) o enterrada
(25 ºC).
Véanse las bases de datos del programa REDAT de dmELECT, S.L., el Reglamento sobre condiciones
técnicas y garantías de seguridad en líneas eléctricas de alta tensión o cualquier catálogo de fabricantes
de cables en Media Tensión.
El lector puede apreciar fácilmente que al cambiar la Tª ambiente también varía ΔT y como consecuencia
la “Iad” del cable eléctrico. Para tener en cuenta esta variación de la intensidad admisible al variar la Tª
ambiente, nuestra normativa fija los factores de corrección por temperatura, Fct.
Rt: Resistencia térmica. La resistencia térmica es el parámetro más complejo que aparece en esta sencilla
expresión (20). En su evaluación exacta habrá que considerar la transmisión de calor al ambiente por
conducción (a través del material conductor, aislamiento, cubierta, etc), convección y radiación. Su
desarrollo teórico es muy complejo, aún admitiendo simplificaciones, debido a esto cabe señalar que
nuestra normativa nos proporciona tablas con la “Iad” en unas condiciones estándar de canalización. Para
tener en cuenta variaciones de la intensidad admisible al cambiar las condiciones de instalación, debemos
afectar de los factores de corrección por instalación, “Fci”. Ejemplo: conductores bajo tubo Fci = 0,8.
Por todo lo expuesto, conviene señalar que en las bases de datos de REDAT de dmELECT, S.L.,
catálogos de fabricantes, reglamentos AT y normas UNE, podemos encontrar la intensidad admisible de
cables eléctricos para Media Tensión, según la naturaleza del conductor (Cu, Al, Al-Ac), sección (mm²),
polaridad (unipolares, tripolares), aislamiento y en unas condiciones estándar de canalización y Tª
ambiente (40 ºC – al aire, 25 ºC – enterrada). A dicha intensidad admisible en las citadas condiciones la
denominaremos “Itb”.
En caso de tener condiciones de instalación y Tª ambiente diferentes, debemos afectar de los
correspondientes factores de corrección, así pues la intensidad admisible de un cable en cualquier
situación será:
Iad = Itb · Fct · Fci (21)
Siendo:
 Iad (A): Intensidad admisible real del cable eléctrico, en Amperios.
 Itb (A): Intensidad admisible del cable en condiciones estándar de canalización y Tª ambiente,
expresada en forma de tablas, en Amperios.
 Fct: Factor de corrección por Tª ambiente. Véanse base de datos de REDAT de dmELECT, S.L.,
reglamentos AT, catálogos de fabricantes, etc. Es adimensional.
 Fci: Factor de corrección por instalación. Véanse base de datos de REDAT de dmELECT, S.L.,
reglamentos AT, catálogos de fabricantes, etc. Es adimensional.
Así pues, para la correcta elección de la sección de un cable por calentamiento, debe verificarse:
Ical ≤ Iad = Itb · Fct · Fci (22)
Itbs ≥ Ical / Fct·Fci
Siendo:
 Ical (A): Intensidad de cálculo o empleo que atraviesa un cable eléctrico, según la potencia
eléctrica a suministrar, tensión de línea, etc, en Amperios.
 Itbs: Intensidad normalizada para una sección (mm²), según el material conductor, aislamiento,
polaridad y condiciones estándar de Tª ambiente y canalización.
 Fct: Factor de corrección por Tª ambiente.
 Fci: Factor de corrección por canalización.

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El lector podrá comprobar que la elección de la sección de un cable por criterio térmico (calentamiento),
no es determinante en la mayoría de los casos en media tensión, aunque sí obligada su comprobación.
10.2 Elección de la sección por pérdida de energía. Caída de tensión
En los conductores eléctricos que son recorridos por corrientes alternas se producen pérdidas de energía,
como hemos podido comprobar en los epígrafes 4. Resistencia eléctrica de los conductores, 5.
Inductancia, 6. Capacidad, 7. Efecto pelicular, 8. Efecto corona y 9. Conductancia transversal.
Todo lo expuesto significa, que parte de la energía que transportamos por los conductores de Media
Tensión no llega a los receptores, donde sería aprovechada como energía útil, transformable en mecánica
o calorífica. Dicha energía se transformará en calor (aumentando la Tª de los conductores) por efecto
Joule, o quedará almacenada en forma de campos magnéticos y eléctricos a lo largo del recorrido de los
conductores.
De todas las posibles conversiones de energía en el recorrido de los cables eléctricos, estudiadas en los
epígrafes anteriores, podemos considerar con suficiente aproximación, sólo las debidas al efecto resistivo
e inductivo, despreciando las demás a los niveles de tensión en los que nos movemos en media tensión.
Así pues, el circuito equivalente de los cables eléctricos será:

Fig. 3.9. Circuito equivalente.


Una manifestación de la transformación de energía a lo largo de los cables, es la diferencia de tensión
entre el origen de la línea y en bornes del receptor; esta diferencia es conocida como caída de tensión.
Nuestra normativa de media tensión impone valores máximos para la caída de tensión, no pudiendo ser
superior, entre el origen de la instalación y cualquier punto de utilización, al 5 % de la tensión nominal en
origen.
La caída de tensión puede expresarse en función de los parámetros de la instalación.

Fig. 3.10. Diagrama vectorial del circuito equivalente.

Con suficiente aproximación, se tendrá para un sistema trifásico:

Siendo:
 e: Caída de tensión, en voltios (V).
 I: Valor eficaz de la corriente alterna senoidal que pasa por el conductor, en amperios (A).
 R: Resistencia de la línea, en ohmios (Ω). R = L / K·S
 X: Reactancia de la línea, en ohmios (Ω).
Xu = 0,33 Ω/km (conductores desnudos).
Xu = 0,15 Ω/km (conductores aislados).

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En tanto por ciento:
e (%) = e(v)/U1 · 100
Asimismo nuestra normativa en líneas de Alta Tensión nos exige expresar las pérdidas de potencia activa
a lo largo de los cables eléctricos, no pudiendo ser superior al 5 % de la potencia transportada.
ΔPact = 3 · R · I²
Siendo:
 ΔPact: Pérdidas de potencia activa en vatios (W).
 R: Resistencia eléctrica del conductor en ohmios (Ω), vista en epígrafes anteriores.
 I: Valor eficaz de la intensidad de corriente, en amperios (A).
El lector podrá comprobar que la elección de la sección de un cable por criterio de caída de tensión,
pérdida de energía, no es determinante en la mayoría de los casos en media tensión, aunque sí obligada
su comprobación.
11. Protección frente a sobreintensidades y sobretensiones
11.1. Introducción
Cuando se diseña una línea o red de media tensión, se toman como base los valores de tensiones e
intensidades que sus distintos elementos (cables, aparamenta, cargas, etc) son capaces de soportar en
las condiciones normales de utilización, “Valores asignados o nominales” en dichas condiciones.
No obstante, durante la explotación de cualquier instalación suelen producirse corrientes o tensiones
mayores que las tomadas para el diseño. Cuando se producen estas condiciones (sobreintensidades o
sobretensiones), es necesario que exista algún sistema de protección que las detecte y desconecte la
parte afectada.
Hay que señalar que el objetivo de este epígrafe es la protección de los conductores a sobreintensidades
y sobretensiones para que no superen sus máximas temperaturas permisibles y así evitar posibles
incendios. La protección de personas será objeto del capítulo 5.
11.2. Sobrecargas
Se considera que una instalación o parte de ella está sometida a una sobrecarga cuando, durante un
cierto tiempo, es recorrida por una corriente mayor que la nominal o asignada, sin que exista ningún tipo
de avería o fallo en la instalación.
Las sobrecargas pueden ser:
Este tipo de sobrecargas se producen durante la utilización normal de la instalación, y son debidas a
transitorios asociados al funcionamiento de ciertas cargas (transformadores, motores de inducción en
MT).
Normalmente la magnitud y duración de estas sobrecargas son conocidas por el proyectista. Este tipo de
sobrecarga no debe producir la actuación de ningún sistema de protección.
Pueden ser debidas a:
a) Averías en las cargas, como deterioro de cojinetes en motores, fallo de espiras en
transformadores, etc.
b) Sobreutilización de la instalación, por conexión de mayor número de cargas al previsto en
proyecto.
c) Sobreutilización de las cargas, extrayendo una potencia mayor a la prevista en proyecto.
Toda instalación eléctrica debe disponer de un sistema de protección que detecte este tipo de sobrecarga
y produzca la desconexión antes de que ningún elemento de la instalación sea deteriorado.
Si por un conductor eléctrico circula una corriente superior a su “Iad”, su temperatura tiende a
estabilizarse en un valor mayor a su temperatura admisible, Trp (ºC). Véase 3.27, Trp (ºC) de conductores
en equilibrio térmico con el ambiente.
Cuando la temperatura del cable se mantiene frecuentemente por encima de su valor de régimen
permanente, se acelera su proceso de envejecimiento, las propiedades dieléctricas y mecánicas del
aislante se degradan y finalmente se producen defectos puntuales de aislamiento que originan
cortocircuitos.

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En definitiva, las sobrecargas producen una reducción de la vida útil de los conductores.

Fig. 3.11. Temperaturas de equilibrio de un conductor


Eléctrico en régimen permanente.
Cuando por un conductor circula una intensidad mayor que su intensidad admisible (I > Iad), su
temperatura aumenta y tiende a estabilizarse, en régimen continuo, en una temperatura superior a su
temperatura de régimen permanente (Teq > Trp). Se denomina tcalent (tiempo de calentamiento del
conductor), al tiempo invertido en alcanzar su temperatura admisible (Trp). Evidentemente “tcalent”
disminuye cuando la intensidad es superior a la intensidad admisible (fig. 3.11.b).
La condición para que un dispositivo de protección frente a sobrecargas proteja adecuadamente a un
conductor es que, para todas las sobrecargas posibles, el dispositivo de protección actúe interrumpiendo
la corriente del circuito antes de que el conductor alcance su temperatura admisible (Trp).
tac ≤ tcalent (26)
Siendo:
 tac: tiempo de actuación del dispositivo de protección.
 tcalent: tiempo que tarda el conductor el alcanzar Trp (ºC) para una intensidad de corriente.

Fig. 3.12. Curvas t-I; conductor y dispositivo de protección.


Para que la protección del conductor sea efectiva y se verifique la ecuación 26, la curva de disparo del
dispositivo de protección debe estar por debajo de la curva t-I del conductor.
La protección a sobrecargas en media tensión puede ser realizada por los siguientes dispositivos:
 Interruptor automático con disparador directo de sobreintensidad de tiempo inverso.
 Relé de sobreintensidad de tiempo inverso asociado al disparador secundario o indirecto de un
interruptor automático.
 Relé de sobreintensidad de tiempo inverso asociado a un disparador electromecánico
(electroimán), el cual libera el dispositivo de retención de un interruptor seccionador.
 Fusibles tipo “g”.
Conviene señalar en este punto, que en Alta Tensión, para relés de sobreintensidad de tiempo inverso o a
tiempo dependiente, se suelen utilizar 3 familias de curvas, curva normalmente inversa, curva muy inversa
y curva extremadamente inversa. La expresión analítica t-I para estas familias de curvas es:
n’
t (s) = k’ / (I/Ia) -1

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Siendo:
 t (s): tiempo de disparo en segundos.
 I (A): Valor de la sobreintensidad en amperios.
 Ia (A): Intensidad mínima de disparo del relé, intensidad de regulación mínima o intensidad de
arranque del dispositivo de protección, en amperios.
 K’: constante que depende del tipo de curva (normalmente inversa, muy inversa o
extremadamente inversa). Tiene la posibilidad de ser regulada en cada familia.
 n’: constante que depende del tipo de curva; su valor normalmente suele ser:
 n’: 2 (extremadamente inversa)
 n’: 1 (muy inversa)
 n’: 0,02 (inversa)
Según todo lo expuesto y dado que la condición teórica de protección a sobrecargas (curva t-I del
dispositivo de protección por debajo de curva t-I del conductor) es difícil de aplicar, pues normalmente no
se conoce la característica t-I de los conductores al depender de las condiciones de instalación, la norma
UNE 20460 establece un criterio de fácil aplicación para verificar la protección a sobrecargas. Se
considera que un dispositivo protege a sobrecargas si se verifican las dos condiciones siguientes:
a) 1/ Ical ≤ In ≤ Iad
b) Id ≤ 1,45 Iad
Siendo:
 Ical: Intensidad de cálculo o empleo que circula por el conductor, mayorada según el tipo de carga
a alimentar (motores, etc), en amperios
 In: Intensidad de ajuste del relé o disparador de sobreintensidad, en amperios. En los aparatos sin
posibilidad de ajuste, como los fusibles o interruptores magnetotérmicos de curva térmica fija, se
toma su In.
 Iad: Intensidad admisible del conductor a proteger, afectada de sus factores de corrección por
temperatura e instalación, en amperios.
 Id: Intensidad de disparo o de arranque del dispositivo de protección, InxI>. En el caso de fusibles
tipo “g”, será la intensidad convencional de fusión 1,6 In, en amperios.
El lector podrá comprobar que dadas las secciones a utilizar en alta tensión, se verificarán sin problema
las dos condiciones señaladas.

11.3. Cortocircuitos
Los cortocircuitos serán analizados como defectos francos. Según la MIE RAT 01, se definen como
contactos entre partes de la instalación a distinto potencial, con impedancia de defecto nula o
despreciable.
Al considerar la impedancia de defecto nula, los cortocircuitos suelen dar lugar a grandes
sobreintensidades, las cuales provocan una elevación de Tª (ºC) de los conductores (efecto térmico). Los
conductores no podrán superar su máxima temperatura, denominada Tcc (ºC).

Asimismo, los cortocircuitos producen efectos electrodinámicos debido a las fuerzas de atracción o
repulsión.
Las causas más frecuentes de los cortocircuitos son:
1. Fallos de aislamiento. Los fallos de aislamiento entre dos partes activas o una parte activa y
masa, pueden ser provocados por sobreintensidades, o pueden tener origen mecánico (fallos de
fijación, accidentes, etc).

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2. Defectos en las cargas conectadas. Parte de los cortocircuitos están provocados por averías en
las cargas o por conexión incorrecta de las mismas. Asimismo pueden presentarse cortocircuitos
por conexiones incorrectas en la instalación.
Para una correcta protección a cortocircuitos deben existir dispositivos capaces de cortar toda corriente de
cortocircuito antes de que los conductores sufran ningún daño, esto es, no superen su temperatura de
cortocircuito (Tcc, ºC). Los dispositivos de protección frente a cortocircuitos se instalan en el origen de las
líneas.
La protección a cortocircuitos en media tensión puede ser realizada por los siguientes dispositivos:
 Interruptor automático con disparador directo electromagnético.
 Relé a tiempo independiente asociado al disparador indirecto o secundario de un interruptor
automático.
 Relé a tiempo independiente asociado a un disparador electromecánico (electroimán), el cual
libera el dispositivo de retención de un interruptor-seccionador.
 Fusibles tipo “g” o “a”.

Nota: En los relés o disparadores existe la posibilidad de ajustar o regular la intensidad de actuación (InxI>>),
así como el tiempo de actuación, normalmente 0,1 s.

Según lo expuesto, estamos en disposición de comprobar en Alta Tensión, tanto el poder de corte de las
protecciones como la sección necesaria de los conductores para poder soportar la máxima intensidad de
cortocircuito, durante el tiempo que permanece dicha corriente.
Así pues, necesitamos:
a) Potencia de c.c. en MVA para la red en estudio. Dato proporcionado por la compañía
suministradora de electricidad.
b) Tiempo en segundos de duración del c.c. o falta. Este dato también suele ser proporcionado por la
compañía suministradora de electricidad. Aunque los relés de tiempo independiente suelen ser de
actuación rápida, para intensidades superiores a la de arranque (normalmente 0,1 s), debemos
basarnos en los datos más desfavorables de la compañía suministradora, la cual conoce el tiempo
de actuación de sus relés, así como el empleo de reenganche rápido.
c) Intensidad de cortocircuito (Icccs, A) soportada por el conductor a proteger, durante el tiempo de
duración del defecto. Dicha intensidad dependerá del material conductor, aislamiento, sección,
etc.
Para poder determinar este punto y comprobar que la solicitación térmica a cortocircuito es soportada por
el conductor, debemos recordar que considerando el c.c. como defecto franco, el cual dará lugar a
grandes sobreintensidades, el conductor no tiene tiempo de establecer un equilibrio térmico con el
ambiente, y debemos desconectar antes los defectos. En estas condiciones se establece una conversión
de energía en régimen adiabático.
La energía disipada por efecto Joule durante el c.c. será absorbida por el conductor aumentando su Tª
(ºC). El límite de este proceso vendrá impuesto por la temperatura de cortocircuito Tcc (ºC) del conductor.
Dicho balance energético será:

Siendo:
 Icccs: Intensidad de c.c. en amperios soportada por un conductor de sección “S” en un tiempo
determinado tcc, en amperios (A).
 S: Sección del conductor, en mm².
 tcc: Tiempo máximo de duración del c.c., en segundos.

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 Kc: Constante del conductor, que depende de la naturaleza del elemento conductor, aislamiento,
etc.
* Polietileno reticulado, Etileno-propileno y Etileno-propileno de alto módulo con
 U0/U > 18/30 kV.
 Kc Cu = 143; Kc Al = 94.
 Kc Cu = 164.
 Kc Al-Ac = 135.
Para que la red quede protegida a c.c. debe cumplirse:
a) El poder de corte (P.deC.) de los elementos de protección debe ser mayor o igual que la máxima
intensidad de c.c. (P.deC. ≥ IpccM).
b) Los conductores deben soportar la máxima intensidad de cortocircuito durante la duración de éste
(Icccs ≥ IpccM).
Ejemplo
Se pretende determinar la sección mínima que cumple a c.c. en una red con potencia de c.c. Scc = 500
MVA, tiempo máximo de duración de la falta tcc = 1 s, empleando conductores de Al y aislamiento DHZ1,
tensión 25 kV.
Según la expresión (28):
 Icccs = Kc · S / √tcc ≥ IpccM
 S ≥ IpccM · √tcc / Kc ; Kc Al = 94, tcc = 1 s
 IpccM = Scc · 1000 / √3 · U = 500 · 1000 / 1,732 · 25 = 11547,3 A.
 S ≥ 11547,3 · 1 / 94 = 122,84 mm²
En este punto queda de manifiesto como la solicitación térmica a c.c. en los conductores de media tensión
es determinante a la hora de elegir las secciones.
Esto explica por qué muchas compañías eléctricas para conductores de Al DHZ1, conociendo sus redes,
imponen como secciones a utilizar 150, 240 y 400 mm².
11.4. Sobretensiones
Las sobretensiones en las redes de Media Tensión pueden ser debidas a:
1. Descargas atmosféricas. La caída de rayos en las líneas aéreas de transporte o distribución
producen sobretensiones que se propagan por el sistema eléctrico, pudiendo afectar a
conductores y equipos.
2. Maniobras en las redes de transporte y distribución. Las maniobras de conexión y desconexión de
cargas en líneas de transporte y distribución, ya sea debido a la explotación de la línea o a la
aparición de faltas o defectos que provocan desconexiones y reenganches, originan
sobretensiones que son mayores cuanto mayor es la tensión nominal de la línea.
Las sobretensiones elevadas, originadas por descargas atmosféricas o maniobras en las redes de Alta
Tensión, pueden perforar los aislantes de los cables, devanados de máquinas, etc., dejándolos
inservibles.
La protección de instalaciones y equipos frente a sobretensiones de tipo transitorio, como las descritas, se
realiza mediante “limitadores de sobretensión”, también llamados pararrayos o autoválvulas, conectados
entre las partes activas del elemento a proteger y tierra.
Actualmente se utilizan los limitadores de sobretensión de óxidos metálicos. Cuando la tensión aplicada
entre sus extremos es menor que un valor umbral “U0“(parámetro característico del limitador), el limitador
presenta una impedancia muy elevada, derivándose a tierra una corriente muy pequeña. Cuando la
tensión entre sus extremos supera el valor umbral, el limitador pasa al estado de conducción,
comportándose como una resistencia no lineal de pequeño valor. En el estado de conducción, entre los

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extremos del limitador se mantiene una tensión residual Ur, que depende del limitador, de la resistencia
de puesta a tierra de éste, etc.

Fig. 3.13. Protección frente a sobretensiones.


Para proteger adecuadamente una línea o aparato de tensión nominal “Un” y tensión de aislamiento Ua
(rigidez dieléctrica), se deben cumplir las siguientes condiciones.
1. Un < U0 < Ua
2. Ur < Ua
3. La resistencia de puesta a tierra debe ser menor de 10 Ω.

1. Introducción
En este capítulo se exponen los conceptos básicos relativos a las instalaciones de puesta a tierra de las
masas en centros de transformación (tipo interior o tipo intemperie sobre poste) y puesta a tierra de los
apoyos de líneas aéreas de alta tensión, todo ello con objeto de garantizar la seguridad de personas y
bienes.
Para su desarrollo se han tenido en cuenta:
 Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de seguridad en líneas eléctricas de alta
tensión, ITC-LAT 07, apdo. 7.
 Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de seguridad en centrales eléctricas,
subestaciones y centros de transformación. MIE RAT 13.
 Recomendación UNESA. “Método de cálculo y proyecto de instalaciones de puesta a tierra en
centros de transformación conectados a redes de tercera categoría”.

2. Finalidad de la puesta a tierra en los sistemas eléctricos


Básicamente en un sistema eléctrico, con objeto de garantizar la seguridad de personas y bienes, los
elementos que se conectan a tierra son:
 Neutros de generadores y transformadores. Su finalidad fue expuesta con detalle en el capítulo
3, en la sección dedicada a la elección del nivel de aislamiento de conductores.
 Elementos de protección, como pararrayos, seccionadores de puesta a tierra, etc. Su finalidad
fue expuesta en el capítulo 2, Aparamenta de conexión y desconexión y en capítulo 3, Apartado
de protecciones.
 Masas. La puesta a tierra de las masas de alta tensión es el objeto fundamental de este capítulo.
La MIE RAT 01 define como “Masa” al conjunto de partes metálicas de un aparato o instalación eléctrica
que en condiciones normales están aisladas de las partes activas, pero que son susceptibles de ser
puestas bajo tensión por fallos de aislamiento o por accidentes durante la explotación de la instalación
eléctrica. Por ejemplo, son masas las envolventes metálicas de aparatos eléctricos, los cuadros metálicos
que contienen aparamenta, soportes metálicos de canalizaciones, etc. Conviene recordar que en un fallo
de aislamiento una masa queda a una tensión con respecto a tierra y ésta puede ser accesible por una
persona, derivándose a través de ésta una corriente a tierra que puede producir graves daños.
Una instalación se considera segura si se garantiza que en caso de aparecer una tensión de defecto, en
cualquier parte accesible a las personas, será eliminada por las protecciones en un tiempo inferior al

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deducido de la curva de seguridad. En la fig. 4.1. se muestra la curva de seguridad adoptada por las
normas UNE 20460 y CEI 364 para las condiciones de contacto seco y extenso (100 cm²) entre mano
izquierda y pies:

Fig. 4.1. Curva de seguridad.


Como valores destacados de este curva podemos señalar:
a) Uc = 50 V. Será soportada por una persona tiempos superiores a 5 s.
b) Uc = 115 V. Sólo podrá ser soportada por una persona 0,20 s.
c) Uc = 230 V. Sólo podrá ser soportada por una persona 0,05 s (50 ms).
Según lo expuesto, cuanto mayor es el valor eficaz de la tensión de contacto a la que podemos quedar
expuestos menos tiempo somos capaces de soportarla.
Así pues, es lógico que para garantizar la seguridad de personas y bienes se busquen sistemas
encaminados por un lado a que las tensiones de contacto sean lo más bajas posibles y por otro lado
combinar con mecanismos de protección capaces de detectar el cambio producido en alguna variable de
la instalación eléctrica al producirse un defecto de aislamiento, de tal forma que puedan desconectar o
eliminar la falta en tiempos inferiores a los deducidos de la curva de seguridad (tiempos que somos
capaces de soportar para una tensión de contacto dada).
Con esta idea básica, estamos preparados en este punto para justificar la finalidad de la puesta a tierra de
las masas.

Fig. 4.2. Masas no conectadas a tierra.


Cuando un fallo de aislamiento o un accidente afecta a una masa no conectada a tierra, la masa queda a una tensión
con respecto a tierra, UMT = Ud = UFN (en sistemas con neutro puesto a tierra y considerando impedancia de defecto y
de líneas despreciable). Cualquier persona que entre en contacto con la masa y se apoye en el suelo quedará
sometida a esta tensión, de forma que:

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Siendo:
- Ip = Intensidad en amperios (A) que se deriva a través de la persona.
- UFN = Tensión Fase-neutro o tensión simple, en voltios (V).
- RH = Resistencia de la persona en ohmios (Ω). La MIE RAT 13 considera como resistencia del cuerpo
humano 1.000 ohmios.

Fig. 4.3. Masas conectadas a tierra a través de Rt.


En cambio, cuando un defecto de aislamiento o un accidente afecta a una masa conectada a tierra (ver
fig. 4.3.), la masa queda a una tensión respecto a tierra UMT = Uc; en este caso la Id que se establece a
través de la resistencia a tierra de las masas será:

La tensión de contacto o masa-tierra a la que quedan sometidas las masas será:

Cualquier persona que entre en contacto con la masa (en esta situación) y se apoye en el suelo, quedará
sometida a esta tensión, de forma que:

Según lo expuesto, si las masas están conectadas a tierra, un fallo de aislamiento o accidente hace que la
tensión de defecto originada (tensión a la que queda expuesta una persona que entra en contacto con la
masa), es siempre menor que en caso de estar la masa aislada de tierra.
Por último, cabe señalar que en una instalación eléctrica con las masas conectadas a tierra, cuando
aparece un defecto de aislamiento en alguna fase, se producen las siguientes variaciones.

a) Instalación sin defecto. b) Instalación con defecto.


Fig. 4.4. Cambio en las variables de una instalación eléctrica con las masas a tierra, al producirse un defecto de aislamiento.
1. Circula una corriente de defecto Id por la fase averiada y por los conductores de tierra, que no
existía antes de producirse el fallo de aislamiento.

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2. La suma vectorial de las corrientes que circulan por lo conductores activos de la instalación deja
de ser igual a cero, al producirse un defecto de aislamiento.
3. a tensión entre las masas y tierra (UMT) deja de ser cero. Todas las masas de la instalación, tras
producirse el defecto de aislamiento, pasan a tener un potencial respecto de tierra:
UMT = Rt · Id
En los sistemas de protección existen dispositivos llamados relés, que vigilan permanentemente el valor
de alguna de las variables eléctricas citadas, por ejemplo, la corriente de defecto a tierra o suma vectorial
de las corrientes de los conductores activos, resistencia o impedancia de aislamiento a tierra, tensión de
las masas respecto de tierra, provocando la desconexión de la parte de la instalación afectada, cuando la
magnitud de la variable vigilada alcanza un cierto valor.
Nuestra misión en la puesta a tierra de las masas de Alta Tensión será dimensionar adecuadamente dicha
puesta a tierra, para que las tensiones que puedan aparecer durante un defecto sean eliminadas por las
protecciones en un tiempo inferior al deducido por las curvas de seguridad, o dicho de otra forma, que
durante el tiempo máximo que pueden permanecer tensiones de defecto, éstas sean inferiores a los
valores soportados durante ese tiempo por personas y bienes.
3. Parámetros que caracterizan una instalación de puesta a tierra
Sea una instalación de puesta a tierra como la de la fig. 4.5.
A / Instalación sin defecto B / Instalación con defecto

Fig. 4.5. Instalación de puesta a tierra.


En la instalación señalada se tiene una masa de la instalación eléctrica cuyo potencial se fija al mismo
potencial que tierra mediante la conexión de ésta a un electrodo enterrado en el terreno.
En las condiciones normales de funcionamiento (fig. 4.5.A), el potencial del terreno es uniforme,
adoptándose éste como origen de potenciales Ut = 0. Así pues, los potenciales del electrodo y masa son
iguales a cero (UM = Ut = 0).
Si en la instalación se produce un defecto de aislamiento de algunas de las fases, una descarga
atmosférica, o un accidente, (fig. 4.5.B), la instalación eléctrica impone una tensión Ut a la masa distinta
de cero. En estas condiciones circula una corriente Id (debida a la diferencia de potencial) a través de la
línea de tierra al electrodo y de éste al terreno. La corriente Id se difunde por el terreno alterando la
distribución de potenciales del mismo, que deja de ser uniforme.
 El terreno en contacto con el electrodo adquiere un potencial igual al del electrodo y masa Ut.
 El terreno suficientemente alejado (teóricamente infinito) no es afectado por las corrientes de
difusión, manteniéndose su potencial igual a cero.
En la práctica se comprueba que a distancias de 20 a 30 m del electrodo, la variación de potencial del
terreno producida por el funcionamiento de la puesta a tierra es despreciable.
La variación del potencial sobre la superficie del terreno en función de la distancia al centro del electrodo
(para una pica de sección circular), puede verse en la fig. 4.6.

Fig. 4.6. Distribución de potencial en el terreno creado por la difusión de corrientes en una pica vertical.

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Es evidente que la distribución de los potenciales de tierra depende de la forma y dimensiones del
electrodo, así como de las características del terreno, resistividad (ρ), ya que estos factores influyen en la
facilidad de difusión de la carga eléctrica en el terreno.
El análisis riguroso del funcionamiento de un sistema de puesta a tierra requiere conocer esta distribución
de potenciales, representada mediante gráficas, o utilizar métodos de cálculo muy complejos.
No obstante, veremos más adelante que el empleo de electrodos tipo, de composición y geometría
normalizadas, nos facilitará el cálculo de un conjunto de parámetros que nos permitirá establecer las
condiciones de seguridad para personas y bienes, impuestas por la MIE RAT 13.
(Ver Recomendación UNESA, método de cálculo y proyecto de instalaciones de puesta a tierra en centros
de transformación conectados a redes de tercera categoría).
El objetivo de este apartado es definir conceptualmente estos parámetros y más adelante se establecerán
los métodos de cálculo. Estas definiciones pueden encontrarse en la MIE RAT 01. Terminología.
 Resistencia de Puesta a tierra (Rt).
Puede comprobarse que para un electrodo o sistema de electrodos con una configuración y
dimensiones dadas, enterrado en un terreno de características dadas, la corriente de defecto a
tierra (Id) es proporcional a la tensión (Vt) aplicada al electrodo con respecto a un punto a
potencial cero. A la constante de proporcionalidad entre estas dos magnitudes, se le denomina
Resistencia de puesta a tierra del electrodo, Rt.

 Tensión a tierra (Vt).


Es la diferencia de potencial que se establece entre un electrodo de puesta a tierra y un punto a
potencial cero (tierra no afectada), cuando a través del electrodo se difunde una intensidad de
defecto (Id). Evidentemente cuando funciona un sistema de puesta a tierra, el potencial de todos
los elementos metálicos (masas) conectados al electrodo, resulta igual a la tensión a tierra de
dicho electrodo.
 Tensión de defecto (Vd).
Es la tensión que aparece a causa de un defecto de aislamiento entre dos masas, entre masa y
un elemento conductor o entre una masa y tierra (no afectada).
En la fig. 4.7. pueden apreciarse gráficamente los parámetros definidos. Id Vt

Fig. 4.7. Tensión a tierra Vt y tensión de defecto Vd.


Como puede apreciarse en la fig. 4.7., las masas de la instalación con respecto a un punto a potencial
cero quedan sometidas a Vt. Asimismo si una persona accede simultáneamente a la masa y un elemento
conductor empotrado en el terreno quedaría sometido a una tensión de defecto Vd.
 Tensión de contacto (Vc). Es la fracción de la tensión a tierra que puede ser puenteada por una
persona entre la mano y el pie, cuando se produce el funcionamiento de la instalación de puesta a
tierra. Para la determinación de la tensión de contacto (Vc), se supone que la persona tiene los
pies juntos y se encuentra a un distancia de 1 m de la masa.

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 Tensión de contacto aplicada (Vca). Es la parte de la tensión de contacto que resulta
directamente aplicada entre dos puntos del cuerpo humano, considerando todas las resistencias
que intervienen en el circuito y estimándose la del cuerpo humano de 1.000 Ω.
 Tensión de paso (Vp). Es la parte de la tensión a tierra que puede ser puenteada por un ser
humano entre los dos pies, considerándose el paso de una longitud de 1 metro.
 Tensión de paso aplicada (Vpa). Es la parte de la tensión de paso que resulta directamente
aplicada entre los dos pies, teniendo en cuenta todas las resistencias que intervienen en el
circuito y estimándose la del cuerpo humano en 1000 Ω.
En la fig. 4.8. pueden apreciarse gráficamente los parámetros definidos.

Fig. 4.8. Tensión de contacto y de paso (Uc, Up).


 Tensiones transferidas. Cuando se tienen dos instalaciones de puesta a tierra, con sus
respectivos electrodos E1 y E2 separados una distancia no muy grande, al disiparse a tierra una
intensidad de defecto Id por E1, en el punto ocupado por E2 aparece un potencial que se transmite
a todas las masas y elementos metálicos conectados a E2, según esto:
 Tensión a tierra transferida (VtT). Es la tensión a tierra que aparece en las masas y elementos
metálicos de una instalación de puesta a tierra como consecuencia del funcionamiento de otra
instalación de puesta a tierra.
 Tensión de contacto y de paso transferida (VcT, VpT). Es la tensión de contacto o de paso que
puede aparecer en un lugar, provocada por el funcionamiento de otra instalación de puesta a
tierra.

Fig. 4.9. Tensiones transferidas.


4. Estructura y dimensionado de la instalación de puesta a tierra en centros de transformación
Según lo comentado en epígrafes anteriores y dado que este tipo de instalación de puesta a tierra será la
más común para un técnico proyectista en Alta Tensión, señalaremos que en un CT (ya sea de un edificio
aislado, comúnmente prefabricado, en el interior de otro destinado a otros usos o sobre apoyo), debemos
poner a tierra para protección de personas y bienes:
a) Las masas de media tensión. Se pondrán a tierra todas las masas situadas en el recinto del
centro de transformación, incluidas la cuba el núcleo del transformador, los pararrayos conectados
a las acometidas aéreas de Alta Tensión y los secundarios de los transformadores de medida.
b) Todos los elementos conductores del equipo de baja tensión en el interior de los centros de
transformación, tales como canalizaciones, armazón de cuadros, carcasas de aparatos, etc, se

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conectarán a la tierra general del centro, siempre que se den las condiciones de seguridad
relativas al material, que se verán más adelante.
c) Neutro del Transformador Se pondrá a tierra el neutro del transformador en sistemas de
distribución que lo precisen (TT, TN). En general esta puesta a tierra denominada de servicio será
separada de la puesta a tierra general o de protección, salvo que se den las circunstancias
especiales que veremos más adelante.
Lo expuesto puede apreciarse en la fig. 4.10.

Fig. 4.10. P.T. en Centros de Transformación.


Aunque la puesta a tierra del neutro de la red de Alta Tensión no pertenece a la instalación del usuario, es
necesario conocer algunas de sus características para diseñar el sistema de puesta a tierra de las masas
de MT en los centros de transformación. Normalmente el neutro de las redes de distribución en AT se
conecta a tierra a través de una reactancia Xn (ver fig. 4.10), cuya finalidad es limitar la corriente de
defecto Id, en caso de fallo de aislamiento a tierra en la red de alta tensión.
Asimismo, asociado a las protecciones en la subestación se montan relés de sobreintensidad que dan la
orden de desconexión cuando detectan una corriente de defecto superior a la intensidad de arranque (Ia),
a la que han sido tarados. El tiempo de actuación también es necesario para determinar, como veremos
según MIE RAT 13, el tiempo máximo de permanencia del defecto (tensiones de contacto y de paso
admisibles); este tiempo (ta) puede ser fijo (relés de retardo independiente) o puede depender del valor de
la corriente de defecto, disminuyendo al aumentar ésta (relés de tiempo inverso, ver capítulo 3. apartado
de Protecciones).
En general, para diseñar la puesta a tierra de las masas de MT en centros de transformación, sería
necesario conocer los siguientes datos:
Aunque la puesta a tierra del neutro de la red de Alta Tensión no pertenece a la instalación del
usuario, es necesario conocer algunas de sus características para diseñar el sistema de puesta a tierra de
las masas de MT en los centros de transformación.
Normalmente el neutro de las redes de distribución en AT se conecta a tierra a través de una reactancia
Xn (ver fig. 4.10), cuya finalidad es limitar la corriente de defecto Id, en caso de fallo de aislamiento a
tierra en la red de alta tensión.
Asimismo, asociado a las protecciones en la subestación se montan relés de sobreintensidad que dan la
orden de desconexión cuando detectan una corriente de defecto superior a la intensidad de arranque (Ia),
a la que han sido tarados. El tiempo de actuación también es necesario para determinar, como veremos
según MIE RAT 13, el tiempo máximo de permanencia del defecto (tensiones de contacto y de paso
admisibles); este tiempo (ta) puede ser fijo (relés de retardo independiente) o puede depender del valor de
la corriente de defecto, disminuyendo al aumentar ésta (relés de tiempo inverso, ver capítulo 3. apartado
de Protecciones).
En general, para diseñar la puesta a tierra de las masas de MT en centros de transformación, sería
necesario conocer los siguientes datos:
 Ejemplo. Para los valores señalados anteriormente de Id = 500 A, utilizando Cu de 25 mm², se
tiene:
500 / 25 = 20 A/mm² < 160 A/mm²

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1. Electrodos de puesta a tierra.
Los electrodos de puesta a tierra en centros de transformación conectados a redes de tercera
categoría están muy normalizados, utilizándose electrodos tipo de composición y geometría
(anchura, longitud, profundidad, nº de picas, etc) normalizadas.
El empleo de electrodos tipo simplifica notablemente la tarea de diseño, ya que permite obtener
los parámetros que definen el comportamiento de la instalación de tierra, como ya se señaló
(resistencia a tierra, tensión máxima de paso y de contacto), a partir de tablas que dan estos
parámetros en función de las características de la red de alta tensión que alimenta al C.T. (tensión
de servicio, impedancia limitadora de puesta a tierra del neutro) y de las características del
terreno, resistividad (ρ).
La configuración del electrodo que normalmente se adopta es la de anillo rectangular instalado en
la zanja perimetral de cimentación del C.T., si resulta insuficiente se añaden picas en los vértices,
o en los vértices y puntos medios de los lados.
Si no es posible instalar un electrodo rectangular (subsuelo del CT ocupado), se adoptará un
electrodo longitudinal con picas en hilera, instalado en el exterior del C.T.
Como “electrodos tipo” se emplearán los señalados en la recomendación UNESA. “Método de
cálculo y proyecto de instalaciones de puesta a tierra en centros de transformación conectados a
redes de tercera categoría”.
Como ejemplo se presentan a continuación los parámetros característicos de electrodos de
puesta a tierra correspondientes a un rectángulo de 5,00x4,00 m. Como podrá observar el lector,
se utiliza:
 Conductor desnudo de Cu de 50 mm² de sección.
 Picas de Cu de ∅ 14 mm, con distintas longitudes de pica Lp (m).
Asimismo, se disponen los electrodos a dos profundidades distintas 0,5 m y 0,8 m. Para cada profundidad
de electrodo se tienen distintas configuraciones, sin picas, 4 picas y 8 picas, así como la posibilidad de
emplear distintas longitudes Lp (m) = 2, 4, 6 y 8.

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A partir de las tablas anteriores, el cálculo de los parámetros característicos de la puesta a tierra de un
electrodo de configuración y dimensiones concretas es inmediato:
- Resistencia de puesta a tierra: Rt = kr · ρ (Ω) (5)
- Tensión de contacto máxima: Vcm = Kc · ρ · Id (V) (6)
- Tensión de paso máxima: Vpm = Kp · ρ · Id (V) (7)
Para calcular la resistencia de puesta a tierra y las tensiones de contacto y de paso máximas en el
exterior del centro de transformación, en las expresiones anteriores se utilizará el valor de la resistividad
del terreno, si se desean obtener las tensiones de contacto y de paso máximas en el interior habrá que
considerar la resistividad del pavimento que normalmente es hormigón; ρ hormigón = 3000 Ω·m. En el
cálculo de parámetros característicos de la puesta a tierra con electrodos tipo Kr en Ω/(Ω·m), Kc y Kp en
V/(Ω·m)·(A), son obtenidos directamente de las tablas UNESA para los parámetros característicos según
la figura adoptada en función de las dimensiones del centro de transformación, así por ejemplo, de las
figuras anteriores, para un rectángulo de 5,00x4,00 m, con picas en los vértices de Lp (m) = 2, se tiene:
Kr = 0,086 Kp = 0,0192 Kc = 0,0421
En el cálculo de dichos parámetros, así como en el cálculo de los valores máximos admisibles para las
tensiones de paso, de contacto y de paso en el acceso a centros de transformación, que se verán en el
punto siguiente, interviene la resistividad del terreno en Ω·m.
Nota: Aunque en el cálculo de los valores máximos admisibles interviene la resistividad (ρs) de la capa
superficial y en el cálculo de los valores máximos de la tensión de contacto y de paso que puede aparecer
en el terreno, utilizando electrodos tipo, interviene la resistividad del terreno (ρ), el método de UNESA no
hace diferenciación entre estos valores, entre otras cosas porque los electrodos no son profundos (0,5 y
0,8 m), con lo que los valores comentados coinciden sensiblemente.
La resistividad del terreno se define como la resistencia que presenta un cubo de terreno de 1 m. de arista
entre dos caras opuestas.
Normalmente en los cálculos de resistencia de puesta a tierra se considera que el terreno es homogéneo
y se utiliza un valor medio de la resistividad.
En la resistividad de un terreno influyen los siguientes factores:
a) Naturaleza del terreno.
b) Contenido en sales.
c) Humedad.
d) Temperatura.
e) Estratigrafía.
f) Estacionalidad.
A. Naturaleza del terreno. Según MIE RAT 13 apdo. 4.1. es necesario investigar las características
del terreno para realizar el proyecto de una instalación de tierra. Sin embargo, en las instalaciones
de tercera categoría y de intensidad de cortocircuito a tierra inferior o igual a 16 kA no será
imprescindible realizar la citada investigación previa de la resistividad del suelo, bastando el
examen visual del terreno, pudiéndose estimar su resistividad por medio de la tabla 1, del citado
apartado 4.1. de la MIE RAT 13. No obstante el método de UNESA establece que debe ser
medida la resistividad del terreno. Para ello puede utilizarse el método de las cuatro picas. Para
aplicar este método (fig. 4.11) se introducen en el terreno cuatro picas 1,2, 3 y 4 alineadas y
separadas una distancia “a”. La corriente “I” circula a través del terreno entre los electrodos 1 y 4,
y se mide la tensión entre 2 y 3.

Fig. 4.11. Medida de la resitividad del terreno.

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En estas condiciones

La separación de picas influye en la profundidad de penetración de la mayor parte de la corriente entre los
electrodos 1 y 4, por esta razón una distancia grande entre electrodos conduce a la medida de una
resistividad de profundidad en el terreno.
Se supone que la resistividad medida es aproximadamente igual al valor medio de las resistividades del
terreno hasta una profundidad “a”.
B. Contenido en sales. La conducción de la corriente en el terreno se efectúa principalmente a través
del electrolito formado por las sales y la humedad que normalmente existe en el terreno. Cuanto
mayor sea el contenido en sales menor será la resistividad.
C. Humedad. Cuanto mayor es la humedad del terreno menor es su resistividad, ya que al aumentar
el contenido de agua se favorece la formación de electrolito.
D. Temperatura. Al aumentar la temperatura del terreno aumenta la solubilidad de las sales y por
tanto disminuye su resistividad.
E. Estratigrafía. En los terrenos estratificados, la resistividad puede variar al pasar de un estrato a
otro de distinta composición. En estos casos, los electrodos deberán enterrarse a la profundidad
que corresponda a la capa de menor resistividad.
F. Estacionalidad. A lo largo de un año las variaciones climatológicas producen alteraciones en la
humedad y temperatura del terreno, que se traducen en una variación cíclica (estacional) de la
resistividad del terreno. Esta variación es más acusada en las capas superficiales.
Según lo expuesto, la resistencia de puesta a tierra calculada (depende de la resistividad) es un valor
orientativo que sirve para definir las dimensiones de los electrodos en la fase de diseño. El valor calculado
debe ser mucho menor que el máximo permitido por la instalación, para garantizar que incluso en las
condiciones más desfavorables (terreno seco, bajas temperaturas, etc), la resistencia de puesta a tierra
tenga un valor aceptable. Una vez constituida la instalación se medirá el valor real de la resistencia (Rt) y
en caso de gran variación con el valor previsto se añadirán más electrodos.
Por último, en las expresiones del cálculo de la tensión de paso y de contacto máximas, que pueden
aparecer en el terreno durante el funcionamiento de una puesta a tierra, interviene la intensidad de
defecto a tierra (Id).
Para la determinación de la Id se pueden presentar varios casos:
a) El neutro de la red de Alta Tensión que alimenta al CT está puesto a tierra (caso usual en redes
de distribución).
En este caso, la compañía suministradora puede proporcionar:
a-1) Directamente la máxima corriente a tierra. Ej. Id = 500 A; Id = 300 A; Id = 600 A.
a-2) Los valores de la resistencia (Rn), reactancia (Xn) o ambas, de las puestas a tierra del neutro de la
red de alta tensión que alimenta al C.T. En este caso:

Siendo:
- U = Tensión compuesta o de línea de la red de alta tensión (V).
- Rn = Resistencia de puesta a tierra del neutro de la red AT (Ω).
- Xn = Reactancia de puesta a tierra del neutro de la red AT (Ω).
- Rt = Resistencia de puesta a tierra de las masas de MT en el CT (Ω).

b) El neutro de la red de Alta Tensión está aislado.

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En caso de defecto de aislamiento en las masas de media tensión, la intensidad de defecto Id (A)
se cerrará por el acoplamiento capacitivo de las líneas de A.T. (fig. 4.12).

Fig. 4.12. Neutro aislado en red A.T.


En este caso, teniendo en cuenta que en un condensador se verifica:

Siendo:
- U = Tensión compuesta de la línea AT (V).
- ω = 2 π f = Velocidad eléctrica; f = 50 Hz.
- Ca = Capacidad de la línea aérea de AT (F/km).
- La = Longitud de la línea aérea de AT (km).
- Cs = Capacidad de la línea subterránea AT (F/km).
- Ls = Longitud de la línea subterránea AT (km).
- Rt = Resistencia de puesta a tierra de las masas MT (Ω).
Para mayor información, consultar ejemplos de la recomendación UNESA. “Método de cálculo y proyecto
de instalaciones de puesta a tierra en centros de transformación”.

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