Escuela Sabatica Leccion 12 1er Trimester 2022

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Lección 12: Para el 19 de marzo de 2022

RECIBIR UN REINO
INCONMOVIBLE
Sábado 12 de marzo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hebreos 12:18–29; Éxodo 32:32;


Daniel 7:9, 10, 13–22; Hageo 2:6–9, 20–22; Salmo 15:5; 16:8; Hebreos 13:15, 16.

PARA MEMORIZAR:
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y me-
diante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia” (Heb. 12:28).

H ebreos 12:18 al 29, el pasaje de esta semana, es el punto culminante de la


carta, y resume la principal preocupación de su autor al repetir la idea del
comienzo: Dios nos ha hablado en la persona de su Hijo, y nosotros debemos
prestarle mucha atención a él (Heb. 1:1, 2; 12:25). La descripción de Jesús en Hebreos
12:22 al 24 resume las afirmaciones de la carta acerca de él: Jesús es el Mediador
del Nuevo Pacto, y su sangre ofrece salvación a los creyentes. Su ministerio sacer-
dotal y real en nuestro favor es motivo de celebración para las huestes celestiales.
Y finalmente, Hebreos 12:25 al 29 contiene la última exhortación concluyente: el
Juicio de Dios se aproxima. Traerá destrucción a sus enemigos, pero vindicación
y un reino a su pueblo (Heb. 12:28, 29).
El final enfatiza la importancia de los logros de Jesús en la Cruz y dirige a
los creyentes a la consumación de la victoria de Jesús. Pablo usó imágenes de
Daniel 7 para recordarles a los lectores que Jesús ha recibido un reino de Dios,
el Juez (Dan. 7:9-14), y que compartirá su Reino con los creyentes, “los santos
del Altísimo”, quienes lo poseerán eternamente (Dan. 7:18).

126 Reavivados por su Palabra: Hoy, Éxodo 8.


Domingo 13 de marzo | Lección 12

OS HABÉIS ACERCADO AL MONTE DE SION


Lee Hebreos 12:22 al 24. ¿Qué describe Pablo aquí?

Hebreos afirma que hemos venido al monte Sion y participamos de una


gran celebración. “Por el contrario, ustedes se han acercado al monte Sión, a
la Jerusalén celestial, la ciudad del Dios viviente. Se han acercado a millares
y millares de ángeles, a una asamblea gozosa” (Heb. 12:22 NVI). Nos hemos
acercado mediante la fe en la persona de nuestro Representante, Jesús. En esta
celebración, encontramos una innumerable hueste de ángeles, a Dios mismo
y a Jesús, que es el centro de la celebración. Nos acercamos como parte de la
“congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos” (Heb. 12:23).
Nuestros nombres están inscritos en los libros del cielo, donde está registrado
el pueblo profeso de Dios (Éxo. 32:32; Sal. 56:8; Dan. 12:1; Mal. 3:16; Luc. 10:20;
Apoc. 13:8; 17:8).
Somos los “primogénitos” porque compartimos la herencia del Primogénito
por excelencia, Jesús (Heb. 1:6). Por lo tanto, no hemos venido como huéspedes
sino como ciudadanos (comparar con Fil. 3:20). También se nos describe como
“los espíritus de los justos hechos perfectos” (Heb. 12:23). Esta expresión es una
figura del lenguaje en la que una dimensión de nuestra naturaleza humana re-
presenta el todo. Es análoga a la expresión “al Padre de los espíritus” en Hebreos
12:9, que se refiere a Dios como el Padre de todos nosotros, los seres humanos
que somos de naturaleza espiritual.
La reunión festiva celebra la toma de posesión del gobierno real de Jesús,
de su ministerio sacerdotal y la instauración del Nuevo Pacto. En Hebreos, el
monte Sion es el lugar donde ocurren todos estos acontecimientos. Hebreos 1:5
al 14 utiliza tres salmos que describen la entronización del Hijo en el “monte
Sion” (Sal. 2:6, 7; 110:1, 2; 102:21–27).
El monte Sion es también el lugar donde el Hijo fue proclamado “sacerdote
para siempre” (Heb. 5:6), una cita del Salmo 110:4. Según el Salmo 110, la procla-
mación del Hijo como Sumo Sacerdote también tiene lugar en el monte Sion (Sal.
110:2). Finalmente, Hebreos sostiene que la instauración del sacerdocio de Jesús
también marca el inicio del Nuevo Pacto (Heb. 7:11-22). Por lo tanto, el monte Sion
es también el lugar donde se ratificó el Nuevo Pacto. Por ende, Hebreos 12:22 al
24 describe la reunión festiva que ocurrió en el cielo cuando Jesús ascendió.

¿De qué maneras prácticas podemos celebrar, en nuestra vida y nuestra adora-
ción, la realidad de Jesús, de su ministerio sacerdotal y del Nuevo Pacto? ¿Por qué
nuestra fe se confirma al regocijarnos en esta gran verdad?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Éxodo 9. 127


Lección 12 | Lunes 14 de marzo

OS HABÉIS ACERCADO A DIOS, EL JUEZ DE TODOS


Lee Hebreos 12:23. Si se trata de una celebración, ¿por qué se describe a
Dios como juez? ¿Cómo puede un juez ser parte o motivo de una celebración?
Lee también Daniel 7:9, 10, y 13 al 22.

La celebración descrita en Hebreos 12:22 al 24 alude a un juicio futuro. Dios,


el Juez, preside y se usan los libros, y el resultado de este juicio futuro basado
en los libros es que el pueblo de Dios recibe el Reino (Heb. 12:28).
Esta escena evoca el gran juicio previo al Advenimiento descrito en Daniel
7, que retrata una escena de juicio donde Dios, el “Anciano de días” (Dan. 7:9),
se sienta en un trono hecho de fuego y está rodeado de “millones de millones”
(Dan. 7:10) de ángeles. Se abren los libros (Dan. 7:10) y el Juicio se decide a favor
de “los santos del Altísimo”, que entonces “recib[e]n el reino” (Dan. 7:22).
Asimismo, Hebreos 12:22 al 29 describe una escena de juicio en el monte Sion,
la Jerusalén celestial, donde Dios, “el Juez de todos”, está rodeado de “muchos
millares” de ángeles. La escena también es ardiente (Heb. 12:29). Menciona libros
porque los santos están “inscritos” en ellos (Heb. 12:23), lo que implica un juicio
favorable para los santos.
Jesús está en el centro de la escena (Heb. 12:24). Se lo describe como el Hijo
del Hombre en Hebreos 2, quien fue “coronado de gloria y de honra” después de
haber gustado la “muerte” por nosotros (Heb. 2:9). Según Hebreos 2:10, el “hijo
del hombre” (ver Heb. 2:6) sufrió para poder llevar “muchos hijos a la gloria”;
es decir, para que los creyentes también puedan ser “coronado[s] de gloria y de
honra”. El “Hijo” ahora ha llevado a los creyentes a Sion, la Jerusalén celestial,
mediante los beneficios del Nuevo Pacto (Heb. 12:22-24), donde se les promete
que recibirán un reino (Heb. 12:28).
Por consiguiente, este juicio es una muy buena noticia para los creyentes
porque es un juicio que dictamina a su favor. Los reivindica. Es un juicio que
derrota a su adversario, el dragón, que está detrás de las terribles bestias que han
perseguido a los creyentes en el pasado (Dan. 7) y lo harán en el futuro (Apoc. 13).

¿Cómo nos ayuda esta lección a entender que el Juicio de Dios en el mensaje de
los tres ángeles es una “buena noticia” para este tiempo? (Apoc. 14:6, 7; comparar
con Deut. 32:36; 1 Crón. 16:33–35).

128 Reavivados por su Palabra: Hoy, Éxodo 10.


Martes 15 de marzo | Lección 12

CONMOVERÁ EL CIELO Y LA TIERRA


Después de describir la reunión festiva que tuvo lugar en el cielo, Pablo les
advierte a los lectores que deben prestar atención a la voz de Dios porque Dios
hará estremecer “una vez más [...] no solo la tierra, sino también el cielo” (Heb.
12:26 NVI). Pablo está diciendo que, aunque Jesús ha sido entronizado en el cielo,
nuestra salvación no se ha consumado. Debemos prestar atención porque aún
está por ocurrir un acontecimiento importante.

Compara Hageo 2:6 al 9, 20 al 22; Salmo 96:9 y 10; 99:1; y Hebreos 12:26
y 27. ¿Cuál es el propósito de que Dios conmueva el cielo y la tierra? ¿Qué
significa esto?

En el Antiguo Testamento, el temblor de la tierra era una figura común de


la presencia de Dios, quien aparece para liberar a su pueblo. Cuando Débora y
Barac pelearon contra Sísara, Dios peleó desde el cielo por ellos (Juec. 5:20). Esto
se describe como un terremoto poderoso, un temblor de la tierra y los montes
debido a la presencia de Dios (Juec. 5:4, 5). Encontramos que esta misma imagen
se muestra en todo el Antiguo Testamento cuando Dios aparece para librar a los
oprimidos (Sal. 68:7, 8; 60:2; 77:17, 18). Por ende, el temblor llegó a ser una señal
del Juicio de Dios al afirmar su autoridad sobre los pueblos de la Tierra. Los
profetas predijeron que esto sucedería en el Día de Jehová (Isa. 13:13; 24:18–23).
Para los hebreos, el “temblor” del cielo y la Tierra se refiere a la destrucción de
los enemigos de Dios. Esto es lo que Dios prometió en la entronización de Jesús.
Dios le dijo: “Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado
de tus pies” (Heb. 1:13). Por lo tanto, Jesús ha derrotado al enemigo (Heb. 2:14-16)
y fue entronizado (Heb. 1:5-14), pero los enemigos aún no han sido destruidos
(Heb. 10:11-14; 1 Cor. 15:23-25).
No obstante, Dios destruirá a estos enemigos en el futuro, cuando haga
temblar el cielo y la Tierra. Por lo tanto, el temblor del cielo y la Tierra implica
la destrucción de los poderes terrenales que persiguen al pueblo de Dios y, más
aún, la destrucción de los poderes celestiales (Satanás y sus ángeles) que están
detrás de los poderes terrenales y los controlan.

¿Por qué la promesa de que un día se hará justicia y que el mal será destruido
algún día es una promesa tan esperanzadora para todos nosotros, especialmente
para quienes han sufrido directamente a manos del mal?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Éxodo 11. 129


Lección 12 | Miércoles 16 de marzo

UN REINO INCONMOVIBLE
Dios anunció que “conmoverá” el cielo y la Tierra, lo que significa que des-
truirá a las naciones enemigas. Sin embargo, hay algunas cosas que no se con-
moverán, que no serán destruidas.

Comprara los Salmos 15:5; 16:8; 21:7; 62:2; 112:6; con Hebreos 12:27. ¿Cuá-
les son las cosas que no serán conmovidas?

Muchas traducciones modernas de Hebreos 12:27 sugieren que el temblor de


cielo y Tierra significa que estos serán removidos y desaparecerán para siempre.
Sin embargo, la Biblia aclara que Dios creará nuevos cielos y nueva Tierra (Isa.
65:17; Apoc. 21:1-4), y que resucitaremos y tendremos un cuerpo renovado aquí,
en esta Tierra (1 Tes. 4:13–17; Fil 3:20). Por lo tanto, el “temblor” implica purifi-
cación y renovación de la Creación, no su remoción total. Lo que hay aquí se
volverá a crear y será el lugar donde vivirán los redimidos.
Sin embargo, hay algunas cosas que no se alterarán. Esto incluye a los justos.
Ellos no serán conmovidos porque confían en Dios. El Creador los sostiene y
garantiza su supervivencia.
Fíjate que, en Hebreos, la permanencia y la estabilidad se relacionan con
Jesús. Hebreos 1:10 al 12 dice acerca de Jesús: “Tú, oh Señor, en el principio
fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú
permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura, y como un vestido
los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán”.
Hebreos también dice que el sacerdocio de Jesús permanece para siempre (Heb.
7:3, 24) al igual que la herencia de los redimidos (Heb. 10:34). En el Juicio Final,
quienes estén “en Jesús” no serán conmovidos (Sal. 46:5).
Hebreos 12:28 también dice que recibiremos “un reino inconmovible”. Esta
es una referencia a Daniel 7:18, que dice que los santos “recibirán el reino, y será
suyo para siempre” (NVI). Este es el reino que “no será jamás destruido” men-
cionado en Daniel 2:44. Este reino pertenece al Hijo, pero él lo compartirá con
nosotros. Apocalipsis 20:4 dice que juzgaremos con él a los poderes malignos
que nos persiguieron (1 Cor. 6:3).

¿Cómo te está yendo con el zarandeo actualmente? Si no te va muy bien, ¿qué


decisiones puedes tomar para conseguir ayuda en este tiempo importante? (Ver
Efe. 4:14.)

130 Reavivados por su Palabra: Hoy, Éxodo 12.


Jueves 17 de marzo | Lección 12

TENGAMOS GRATITUD
Hebreos concluye esta parte señalando que la respuesta apropiada a Dios por
todas las cosas maravillosas que ha hecho por nosotros es mostrarle gratitud
ofreciéndole una clase adecuada de adoración.

Compara Hebreos 12:28 con 13:15 y 16. ¿Cómo le ofrecemos a Dios una
adoración aceptable?

En el sistema del Antiguo Pacto, el sacrificio de animales era la forma en que


el pueblo mostraba arrepentimiento y gratitud; pero estos sacrificios debían ser
una demostración de lo que ocurría en el corazón del adorador. Dios dejó en
claro en los Salmos, y mediante los profetas, que lo que realmente le agradaba
no era la sangre de los animales, sino la gratitud, las obras justas y la rectitud
de los adoradores (Sal. 50:7–23; Isa. 1:11–17).
Por ende, Pablo nos invita a adorar a Dios en el Santuario celestial ofreciendo
sacrificios de alabanza, confesión, acción de gracias y buenas obras, que es la
verdadera adoración que lo deleita. Ofrecemos estos sacrificios en la Tierra,
pero son aceptados como agradables a Dios en el cielo. Esta exhortación abarca
todos los llamados que el autor ha hecho a lo largo de la carta para la profesión
del nombre de Jesús (Heb. 3:1; 4:14; 10:23) y sus exhortaciones a que sigamos
haciendo buenas obras (Heb. 6:10-12; 13:1, 2, 16).
La invitación que Pablo le hace a la audiencia a “ador[ar] a Dios como a él
le agrada” (Heb. 12:28 NVI) implica que los creyentes en verdad ahora son una
nación sacerdotal que ha sido perfeccionada y santificada mediante el sacrificio
de Jesús (Heb. 10:10–14, 19-23). Esto cumple el propósito original de Dios para
Israel: el de ser una nación sacerdotal mediante la cual él pudiera anunciar las
buenas nuevas de salvación al mundo (Éxo. 19:4-6; 1 Ped. 2:9, 10; Apoc. 1:6; 5:10).
Hebreos 13:1 al 6 describe en términos prácticos lo que significa hacer el bien
y compartir lo que tenemos. Significa mostrar amor fraternal, así como Jesús
mostró amor fraternal por nosotros (Heb. 2:11, 12). Significa ser hospitalario,
visitar a los que están en la cárcel o han sido maltratados (Heb. 13:3), y rechazar
el adulterio y la codicia.

¿Por qué es importante prestar atención a las buenas obras y compartir lo que
tenemos como parte de nuestra adoración a Dios? Al mismo tiempo, ¿de qué
maneras concretas nuestros sacrificios espirituales a Dios pueden corromperse
(Isa. 1:11-17)?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Éxodo 13. 131


Lección 12 | Viernes 18 de marzo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


“Durante los mil años que transcurrirán entre la primera Resurrección y la
segunda se verificará el juicio de los impíos. El apóstol Pablo señala este juicio
como un evento que sigue al Segundo Advenimiento. ‘No juzguéis nada antes
de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las
tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones’ (1 Cor. 4:5). Daniel
declara que, cuando vino el Anciano de días, ‘se dio el juicio a los santos del
Altísimo’ (Dan. 7:22). En ese tiempo, los justos reinarán como reyes y sacerdotes
de Dios. Juan dice en el Apocalipsis: ‘Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que
recibieron facultad de juzgar [...]. Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán
con él mil años’ (Apoc. 20:4, 6). Entonces será cuando, como está predicho por
Pablo, ‘los santos han de juzgar al mundo’ (1 Cor. 6:2). Junto con Cristo juzgan
a los impíos: comparan sus actos con el libro de la Ley, la Biblia, y fallan cada
caso de acuerdo con los actos cometidos en su cuerpo. Entonces la cuota que
los malos tienen que sufrir es medida según sus obras, y queda anotado frente
a sus nombres en el libro de la muerte.
“También Satanás y los ángeles malos son juzgados por Cristo y su pueblo.
Pablo dice: ‘¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?’ (vers. 3). Y Judas de-
clara que ‘a los ángeles que no guardaron su estado original, sino que dejaron
su propia habitación, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas, hasta
el juicio del gran día’ (Jud. 6)” (CS 718, 719).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. La participación de los santos en el juicio de los impíos (1 Cor. 6:3; Jud.
6) ¿qué nos dice acerca de Dios y cuán transparente será con nosotros al
mostrarnos su bondad y su justicia en su trato con el pecado y la maldad?
2. Lee Éxodo 32:32; Salmos 56:8; 69:28; 139:16; Isaías 4:3; Daniel 12:1; Mala-
quías 3:16; Lucas 10:20; Apocalipsis 13:8; y 17:8. Estas son referencias a los
libros de Dios en el cielo. ¿Qué tipo de cosas están registradas en estos
libros? ¿Por qué es importante que Dios lleve un registro de nuestras lá-
grimas (Sal. 56:8), por ejemplo? Si Dios lo sabe todo, ¿cuál es el propósito
de esos libros, o registros?
3. ¿Por qué crees que es importante que Hebreos termine el argumento de
la epístola con una referencia a las promesas de Daniel 7? ¿Por qué estas
conexiones son importantes en el contexto del ministerio de Jesús en el
cielo? ¿Qué nos enseña Daniel 7 sobre el fin de todas las cosas terrenales
y caídas?

132 Reavivados por su Palabra: Hoy, Éxodo 14.

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