Clase 9 Lengua 2 Parte

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CLASE 9 – 2 PARTE

Del sitio, tomamos las siguientes variantes metaficcionales.


La metaficción como estrategia narrativa
La metaficcion como estrategia narrativa resulta un excelente método de interactuar con el lector. Como el
escritor usa muchas máscaras dentro de su realidad ficcionada, lo que hace es mostrar la realidad cotidiana
junto a un mundo paralelo, introduciéndose en la misma ficción como un personaje real.
En definitiva, la metaficción como estrategia narrativa puede ser más o menos efectiva, en dependencia del
talento de cada autor como cualquier otra técnica literaria. A través de ella se logra que el lector participe en
la ficción y la haga suya, pero sobre todo es un recurso en el que la ficción es evidente y el lector lo sabe.
La metaficción como autoconciencia
La metaficción como autoconciencia del escritor respecto a su entorno y la sociedad en la que vive, es una
herramienta verbal para cuestionar el estado de la realidad y de las cosas. Y un mecanismo para cuestionarse
a sí mismo, repensarse, duplicarse, deslindarse, para componer una mirada más tridimensional, más potente y
profunda. Por ejemplo, en Cielo de tambores, es metaficcional el hecho de que Gregorio sea un escritor, que a
través de la escritura logra acercarse a su gran rival, que el oficio de escritor sea su salvación y su volcán. Se
tematiza el valor de la escritura no sólo para este hombre sino más para la construcción de la identidad
nacional. La posibilidad de salvar algunas verdades por la escritura, de recuperar y sanear esos discursos
cristalizados de nuestra patria. Cuestionarse y repensarla para superar errores involuntarios, coyunturales.
Las formas en que se puede presentar la metaficción en las obras pueden ser:

El autor pide explicaciones al personaje.


El autor se incluye a sí mismo como personaje en la ficción.
El autor cuestiona la realidad de la ficción y la suya.
El autor se refiere a la ficción de la realidad.
Los personajes se rebelan contra la trama del autor, salen y crean otra realidad
El autor “rompe” la ficción con la realidad.
El autor juega sobre el proceso de creación de su obra.
El autor salta de la ficción a la realidad, y viceversa con juegos de palabras.

Ejemplos de novelas metaficionales


Uno de los ejemplos más clásicos lo encontramos en el Ulises de Joyce o en los Cuentos de Canterbury de
Chaucer.
Es imposible obviar a Jorge Luis Borges, que ha hecho gala en alguno de sus relatos de este recurso literario.
Algo semejante ocurre Niebla, una novela de Miguel de Unamuno.
Otro ejemplo es el que emplea Julio Cortázar en Continuidad de los parques. En este la narración toma un
giro bien interesante, pues finaliza en el momento en el que el hombre de la historia llega para asesinar al que
está leyendo la novela. Algo semejante ocurre, por ejemplo, cuando Cervantes, en la segunda parte del
Quijote, se refiere a una segunda obra de un tal Avellaneda con el mismo título que la suya.
La metaficción es un recurso muy interesante a la hora de dar un giro a la trama o destacar la relación del
autor con su obra, y se la asocia con el fenómeno cultural del posmodernismo. No obstante, escritores como
Cervantes o Borges que no fueron posmodernistas, han hecho metaficción.

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Algunos ejemplos puntuales de Cielo de tambores:
1- La escritura de un prefacio” ficcional” y de un epílogo: Gregorio Rivas, escritor, compone esas palabras
pre y post liminares usando un paratexto que los libros frecuentan, para darle mayor verosimilitud a su
historia.
2- La inserción de un narratario: alguien quien en la noche de su muerte oficia de escucha o testigo del
relato de María, con quien ella interactúa: le habla, le hace preguntas, lo usa de interlocutor de sus quejas
…. le hace hasta solapadas bromas. “¿Lo que pasó entre los dos ( María y Belgrano), si no zonzo, ya lo
sabe …”
3- La novela tematiza la escritura: no sólo como oficio, también el proceso doloroso que lleva hacerse
escritor, la potencia de la escritura para propósitos nobles, el valor de la escritura como única forma de
expresión y salvación personal y social.
La intertextualidad
Según Gerard Gennete es la relación o co-presencia entre dos o más textos; de un texto en el otro. Esto
significa que en el hipertexto ( el texto recreador) aparece el hipotexto ( el texto “ original” o de base)
Veamos el ejemplo usado en clase, tomado del lenguaje del cine. El Guasón es una película hipertextual
porque remite a Batman, el superhéroe, cuya historia originalmente es el hipotexto. El Guasón es un villano
clásico, pero en la nueva versión es un villano justificadamente. Se muestra que es un personaje sufriente y
solo. Diferente a los modelos clásicos que enfrentan al bueno con el malo. Es decir que no sólo el Guasón
alude a Batman, sino que recrea todo el género del cómic, proponiendo una nueva mirada de los malos y de
los buenos. Esta propuesta alusiva ( de un texto en otro, de un discurso en otro) y recreadora ( de discursos)
es la intertextualidad.
En la novela de Ana Gloria Moya, Belgrano es el héroe conocido el discurso histórico, reproducido y
aprendido en la escuela, lo pintó siempre noble, valiente, seguro, democrático, etc. La evolución de las
sociedades conlleva al cambio de los discursos sociales, por eso, la necesidad de revisar “ las historias” lleva a
que veamos en esta y otras múltiples creaciones, a un héroe y creador de la bandera pero más humano y con
todas las debilidades y contradicciones de las personas atravesadas por su contexto. Al igual que el Guasón, se
propone ver de otra manera y con muchos ojos al mismo héroe clásico.
Esta co-presencia puede manifestarse de las siguientes formas:

Cita: es su forma más explícita y literal. Consiste en utilizar en un texto unas palabras o párrafos de otro texto
del mismo autor o de otro autor, aclarando de quien es la cita y resaltando lo citado con otro tipo de letra o con
comillas.
En la novela Gregorio cita muchas veces las palabras de Belgrano hacia él en el colegio, o dichas en el río, en
las diferentes confrontaciones que tuvieron. Para mostrar que no son sus palabras sino de otro ( Belgrano) las
escribe sin signos de puntuación – tal como si las dijera en la oralidad- y el editor las destaca con otra
tipografía.

Plagio: se toman palabras o párrafos sin indicar que le pertenecen a otro autor. En este caso, el lector es
engañado por el autor. Dicho sea de paso, el plagio está penado por la ley, por eso cuando copiamos y
pegamos textos académicos lo correcto es citar la fuente, para evitar este delito intelectual.

Alusión: estamos ante el mismo caso pero el autor de por supuesto que el lector conoce el hipotexto y
comprenderá la alusión. Si el lector (o espectador) no posee el conocimiento del texto base, no se realiza la
comprensión plena del mensaje del hipertexto. Este recurso es muy usado en la actualidad, en la literatura y en
la publicidad así como en plástica y música.

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Ver el ejemplo dado al inicio de este apartado.
El gran hipotexto que trabaja esta novela es el discurso de la historia: si no sabemos quiénes son los héroes
nombrados, los lugares históricos, los hechos, los años, las batallas, los símbolos ….nos quedamos fuera de la
obra. Porque toda ella es una alusión de la historia oficial consagrada de nuestro país en las gestas de
independencia.
Cierre
La literatura posee entonces mecanismos muy ricos que trabajan a nivel profundo subvirtiendo las formas
cotidianas de hablar. Al revés y deliberadamente, la palabra literaria complejiza las obras pero sin clausurar
las puertas, ofreciendo muchas ópticas para disfrutar las experiencias de la literatura:
1- Puedo quedarme en el simple melodrama de los tres amantes. Pero
me también puedo des- velar (sacar el velo) de las historias de
personajes, amores y luchas de los excluídos de la historia nacional.
Me habré perdido la historia del pueblo yoruba en Bs As y su
desaparición social, no podré contemplar la humanidad de los próceres
de bronce, la mezquindad de la venganza de Rivas y su
redención a través de la escritura y sobre todo, el valor de la patria
repensar nuestro presente nacional a partir del conocimiento del
pasado.

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