Basilisco Artículo
Basilisco Artículo
Basilisco Artículo
Basilisco
Datos
Mitología griega
Tipo Animalia
Subtipo Reptil
Índice
1Características generales
o 1.1Nacimiento
o 1.2Forma de vida
o 1.3Formas de matar del Basilisco y formas de matarlo
2Evolución e historia de la figura del basilisco
o 2.1Edad antigua
o 2.2Edad Media
o 2.3Edad Moderna y Contemporánea
3Variación del mito en otras culturas
4Basiliscos en el arte
o 4.1Basiliscos en la escultura
o 4.2Basiliscos en la literatura
5Véase también
6Referencias
7Enlaces externos
Características generales[editar]
Nacimiento[editar]
Según recoge Pierre de Beauvais en su Bestiario de 1206, nace a partir de un
huevo deforme, puesto por un gallo o una gallina al llegar este a la edad de 7
años, incubado por un sapo durante 9 años.
Por lo tanto al nacer guarda todas las características de sus progenitores,
cabeza de gallo, cola de serpiente y cuerpo de sapo.
Beda el Venerable fue el primero en asentar la leyenda del nacimiento del
basilisco de un huevo de gallo empollado por un sapo en un nido hecho de
estiércol.2
La más aceptada, es que nace de un huevo puesto por un gallo e incubado por
una serpiente y se dice que nace con cuerpo de gallo, lengua
de serpiente y cresta.
Teófilo Presbítero da una larga receta en su libro para crear un basilisco a fin
de usarlo para convertir cobre en "oro español" (de auro hyspanico).
En la Edad Media, pasa a ser un gallo con cuatro patas, plumas amarillas,
grandes alas espinosas y cola de serpiente, que podía terminar en garfio,
cabeza de serpiente o en otra cabeza de gallo.
Hay versiones de esta criatura mitológica con ocho patas y escamas en vez de
plumas.
Forma de vida[editar]
El basilisco vive en el desierto que él mismo crea al romper piedras y quemar el
pasto.
Esto sucede ya que el Basilisco exhala fuego, seca las plantas y envenena las
aguas.
Según Plinio el Viejo en su Naturalis Historia, el basilisco era oriundo
de Cirene, y no medía más de 20 dedos de longitud.
Formas de matar del Basilisco y formas de matarlo[editar]
Su característica es su capacidad de matar con su mirada.
Los métodos seguros de matarlo era con el canto del gallo, que aterrorizaba al
basilisco o con su principal enemigo, la comadreja, que era el único animal
capaz de vencerle con su olor, pero moría en el intento.
[Alexander Neckam]] fue el primero en especular que esta criatura no mataba
con la mirada, sino por la "corrupción del aire" que su aliento generaba, una
teoría también desarrollada por Pietro d'Abano.
Se dice que quien mirara a los ojos de un basilisco, moriría y si lo veía por
un reflejo quedaría petrificado.
Si en cambio, el Basilisco se veía reflejado en un espejo, se mataba a sí
mismo.
Por esta razón, se recomendaba llevar un espejo.
La leyenda dice que Alejandro Magno mató a uno de esta forma.
Se dice que un caballero fue en busca de basiliscos, porque había una plaga
en su país, entonces se colocó una armadura de espejos y así mató a todos los
basiliscos. Luego, lo nombraron el caballero de los espejos.3
Grabado de una comadreja luchando con un basilisco, en forma de gallo con cola de reptil, del
siglo XVII.
Basiliscos en el arte[editar]
Estatua de un basilisco en el castillo de Trsat, Rijeka, Croacia.
Basiliscos en la escultura[editar]
En la escultura, la figura del basilisco se usaba principalmente en los capiteles
de las iglesias, puntualmente se puede encontrar en tallas de marfil y artes
aplicadas.
Existen leyendas sobre esta figura mitológica que llevan a crear esculturas, por
ejemplo, en Viena, se puede encontrar la figura en una fachada de la calle.8
Basiliscos en la literatura[editar]
Se hace una abundante mención del basilisco todo tipo de autores castellanos
en verso y prosa.
Durante el siglo de Oro, la literatura española aparece salpicada de
referencias a la bestia, normalmente para compararla a la mirada de la
amada. Lope de Vega, Quevedo y Cervantes usan a la criatura en sus textos.
Se describe como una serpiente que se cría en los desiertos de África y
ahuyenta a las otras con su silbo y otros como una criatura que mata con la
mirada.9 Francisco de Quevedo se burla de este como de otros mitos en un
famoso romance:
Si esta vivo quien te vio / toda tu historia es mentira, / pues, si no murió,
te ignora; / y, si murió, no lo afirma.10
Siglo XX
En el libro 2 del personaje de historietas Inodoro Pereyra, del autor
argentino Roberto Fontanarrosa, hay un duelo entre un basilisco y el
protagonista, donde él mismo mata al basilisco haciendo reflejar su mirada,
en un espejo de oftalmólogo colocado en su frente.
Aparece en Harry Potter y la cámara secreta de J.K. Rowling, así como
su versión cinematográfica, donde el protagonista se enfrenta a uno.
Aparece descrito en El hijo de Neptuno de Rick Riordan, libro de la
saga Los héroes del Olimpo, en los capítulos XXII a XXIV donde Frank un
semidiós enfrenta a tres de ellos para salvar a sus amigos.
En el manga Saint Seiya, basilisco es uno de los 108 espectros del ejército
de Hades.
Véase también[editar]
Cocatriz
Quimera (mitología)
Medusa (mitología)
Basiliscus basiliscus
Referencias[editar]
1. ↑ Referencias al término basilisco
El Diccionario de la Real Academia Española tiene una
definición para Basilisco.
Connotación de «Basilisco (criatura mitológica)» por
el WordReference. y Enciclopedia Espasa Calpe
Definición de basilisco Larousse, véase acepción
2 Diccionario Larousse
2. ↑ Dash, Mike (23 de julio de 2012). «On the Trail of the Warsaw
Basilisk». Smithsonian Magazine (en inglés). Consultado el 19 de
diciembre de 2020.
3. ↑ Ontogenia y filogenia del basilisco: [1]
4. ↑ Plinio el Viejo. Naturalis Historia viii.33.
5. ↑ De proprietatibus rerum (enlace roto disponible en Internet Archive; véase
el historial, la primera versión y la última). (Incunable. 1483) Biblioteca Nacional
de España
6. ↑ Feijoo, Benito Jerónimo, Teatro crítico universal, o discursos varios en
todo género de materias, para desengaño de errores comunes, tomo
segundo, discurso segundo, 1728, Historia Natural, III, 25.
7. ↑ El Güío o basilisco sin patas
8. ↑ Schönlaterngasse
9. ↑ Diego Ortúñez de Calahorra, Espejo de príncipes y caballeros, V,
39; Lope de Vega, El mejor alcalde, el rey, 151 y otras
comedias; Francisco Rojas Zorrilla, Dramas, II, 11; Juan Rufo, Las
seiscientas apotegmas, 252; Baltasar Gracián, El criticón II, 57; Pedro
Calderón de la Barca, Dramas de honor, II, 38 y Comedias de capa y
espada, II, 118.
10. ↑ F. de Quevedo, "Romance XXIII. El Basilisco", en El Parnaso español,
monte en dos cumbres dividido..., sección "Thalía", Madrid: J. Ibarra,
1772, p. 424-425.