El Desalojo

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1.

Proceso sumarísimo

En el proceso sumarísimo la controversia no resulta de vasta


complejidad como en el caso de los procesos abreviado y
de conocimiento. No obstante lo dicho, ello no implica la restricción del
derecho a la defen 1. Proceso sumarísimo

En el proceso sumarísimo la controversia no resulta de vasta


complejidad como en el caso de los procesos abreviado y
de conocimiento. No obstante lo dicho, ello no implica la restricción del
derecho a la defensa como manifestación del derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva, ni de las etapas correspondientes a todo proceso.
Además podría tratarse también de un caso de urgente atención.

2. Procedimiento

De acuerdo con el artículo 585 del Código Procesal Civil:

Artículo 585.- Procedimiento

La restitución de un predio se tramita con arreglo a lo dispuesto para el


proceso sumarísimo y las precisiones indicadas en este Subcapítulo.

Procede a decisión del demandante, el acumular la pretensión de pago de


arriendo cuando el desalojo se fundamenta en dicha causal. Si no opta
por la acumulación, el demandante podrá hacer efectivo el cobro de los
arriendos en el proceso ejecutivo de acuerdo a su naturaleza.

Cuando el demandante opte por la acumulación del pago de arriendos al


desalojo, queda exceptuado el requisito previsto en el inciso 3) del
artículo 85 de este Código.

El desalojo es una pretensión de orden personal, tendiente a recuperar el


uso y goce de un bien inmueble que se encuentra ocupado por quien
carece de título para ello, sea por tener una obligación exigible de
restituirlo o por revestir el carácter de un simple precario. (Ledesma
Narváez, 2008, p. 961)

En otras palabras, la pretensión en un proceso de desalojo consiste en


obtener la restitución y/o devolución de un predio respecto de un sujeto
que esté en posesión del bien. Los procesos de desalojo aplicables al
caso, siguiendo a Limo Sánchez, son:

– Desalojo por vencimiento de contrato.

– Desalojo por falta de pago.

– Desalojo derivado de contrato con cláusula de allanamiento futuro.


– Desalojo conforme a lo regulado por el Decreto Legislativo 1177.

– Desalojo por ocupación precaria (considerando el IV Pleno Casatorio


Civil). (2018)

Por la simplicidad de la pretensión, la norma señala que la restitución del


predio se tramita bajo las reglas de un procedimiento breve y sencillo,
como es el sumarísimo, ello en atención al principio de economía
procesal; sin embargo, las reglas de este procedimiento se hacen
extensivas a la restitución de bienes muebles e inmuebles distintos a los
predios, como señala el artículo 596 del CPC. (Ledesma Narváez, 2008, p.
961)

Entonces, parece claro que el “proceso de desalojo” se puede utilizar para


recuperar maquinaria y un establecimiento industrial, siendo este último
un inmueble distinto a un predio. Piénsese en el caso en el que las
instalaciones de una fábrica de zapatos en Trujillo están bajo el control
de un ocupante precario. Este puede ser desalojado mediante el proceso
en cuestión. Piénsese también en el caso de una nave o una bolichera,
indebidamente poseída por un usurpador. Este bien también puede ser
recuperado mediante un proceso de desalojo. No se piense, pues, que
estamos ante un mecanismo que solo protege a titulares de derechos
sobre predios. (Ninamancco Córdova, 2016, pp. 546-547)

sa como manifestación del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, ni


de las etapas correspondientes a todo proceso. Además podría tratarse
también de un caso de urgente atención.

2. Procedimiento

De acuerdo con el artículo 585 del Código Procesal Civil:

Artículo 585.- Procedimiento

La restitución de un predio se tramita con arreglo a lo dispuesto para el


proceso sumarísimo y las precisiones indicadas en este Subcapítulo.
Procede a decisión del demandante, el acumular la pretensión de pago de
arriendo cuando el desalojo se fundamenta en dicha causal. Si no opta
por la acumulación, el demandante podrá hacer efectivo el cobro de los
arriendos en el proceso ejecutivo de acuerdo a su naturaleza.

Cuando el demandante opte por la acumulación del pago de arriendos al


desalojo, queda exceptuado el requisito previsto en el inciso 3) del
artículo 85 de este Código.

El desalojo es una pretensión de orden personal, tendiente a recuperar el


uso y goce de un bien inmueble que se encuentra ocupado por quien
carece de título para ello, sea por tener una obligación exigible de
restituirlo o por revestir el carácter de un simple precario. (Ledesma
Narváez, 2008, p. 961)
En otras palabras, la pretensión en un proceso de desalojo consiste en
obtener la restitución y/o devolución de un predio respecto de un sujeto
que esté en posesión del bien. Los procesos de desalojo aplicables al
caso, siguiendo a Limo Sánchez, son:

– Desalojo por vencimiento de contrato.

– Desalojo por falta de pago.

– Desalojo derivado de contrato con cláusula de allanamiento futuro.

– Desalojo conforme a lo regulado por el Decreto Legislativo 1177.


– Desalojo por ocupación precaria (considerando el IV Pleno Casatorio
Civil). (2018)

Por la simplicidad de la pretensión, la norma señala que la restitución del


predio se tramita bajo las reglas de un procedimiento breve y sencillo,
como es el sumarísimo, ello en atención al principio de economía
procesal; sin embargo, las reglas de este procedimiento se hacen
extensivas a la restitución de bienes muebles e inmuebles distintos a los
predios, como señala el artículo 596 del CPC. (Ledesma Narváez, 2008, p.
961)

Entonces, parece claro que el “proceso de desalojo” se puede utilizar para


recuperar maquinaria y un establecimiento industrial, siendo este último
un inmueble distinto a un predio. Piénsese en el caso en el que las
instalaciones de una fábrica de zapatos en Trujillo están bajo el control
de un ocupante precario. Este puede ser desalojado mediante el proceso
en cuestión. Piénsese también en el caso de una nave o una bolichera,
indebidamente poseída por un usurpador. Este bien también puede ser
recuperado mediante un proceso de desalojo. No se piense, pues, que
estamos ante un mecanismo que solo protege a titulares de derechos
sobre predios. (Ninamancco Córdova, 2016, pp. 546-547)

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