Documentos para La Historia de La Provincia de Cartagena de Indias Hoy Estado Soberano de Bolivar en La Union Colombiana Tomo Segundo
Documentos para La Historia de La Provincia de Cartagena de Indias Hoy Estado Soberano de Bolivar en La Union Colombiana Tomo Segundo
Documentos para La Historia de La Provincia de Cartagena de Indias Hoy Estado Soberano de Bolivar en La Union Colombiana Tomo Segundo
PARA. LA
UNION COLOMBIANA.
TOMO SEGUNDO.
BOGOTÁ:
I m p r e n t a de M e d a r d o Rivas-
18 8 3..
DOCUMENTOS
PARA LA
AJSTO D E 1 8 1 5 . *
CCXXX,
. f l J P R E ï E H N S I Q J N ' de un bongo nombrado "Gallinazo," de las fuer-
zas sutiles del Estado de Cartagena.
Número 238.
quicrdo, y cargado por mis guerrillas, se bajó á unos cerros que circun-
dan la ciudad, donde hizo una tenaz resistencia hasta perder el terreno
ca.-a por casa; una pieza de á 3 (pie tenia en la plaza cayó en nuestro
potior ¡i la bayoneta, y dispersos abandonando pertrechos y cuanto tenían,
siguieron el camino de Ctícula. Lo hice perseguir más de inedia legua;
poro el cansancio y el hambre de mis tropas me decidieron :i abandonar á
su suerte los restos miserables que huian, hasta esta tarde que he enviado
cincuenta y cinco hombres en m persecución.
La pérdida del enemigo ha sido bastante, pues hemos encontrado
varios cadáveres por el camino, y llenas de sangre las calles; 20 prisione-
ros, la pieza de artillería, cuatro"mil cartuchos de fusil y dos mil piedras
de chispa, con cuantos tiros de cañón tenían. Nosotros hemos teni-
do muertos al Subteniente .Don Manuel limeta y dos soldados, y heridos
al l'a pilan Don José María Farelo y otros dos soldados.
Todos han cumplido perfectamente su deber: nada me han dejado
que ilesear, tanto cu las largas y penosas marchas que se han hecho, como
en las dos acciones (pie hemos sostenido.
Lo participo á U. S. para su inteligencia y satisfacción, y que lo
ponga en noticia del seílor Capitán general, con el mismo objeto.
Dios guarde ú U. S. muchos años.
IGNACIO DE LA R U S .
II.
DON IGNACIO DE LA R U S ,
A todos los habitantes de esta ciudad y su jurisdicción, hago saber:
que respecto á hallarse este pueblo en poder de las armas de S. M., con-
siderando que con la emigración easi general de los vecinos se halla en-
teramente desorganizada, ordeno lo siguiente:
.1." Que vuelvan á sus hogares todos los vecinos que no hayan toma-
do las armas, para gozaren tranquila posesión do sus bienes y haciendas,
en el término de seis dias, pues de lo contrario serán embargados y. apli-
cados al Heal Fisco.
2." Que lo ejecuten igualmente los que han fugado, por haber obte-
nido algun empico público ó militar por los enemigos, en igual término;
en la segura inteligencia de (pie si lo ejecutan, serán olvidados sus ante-
riores yerros, como comprendidos en el indulto que S. M. ha mandado
publicar para sus Americas con fecha de 24 de Mayo.
3." Que los vecinos de los pueblos inmediatos y todos los demás de
las haciendas, estancias, Sic. que conducian víveres para el abasto de esta
ciudad, sigan con la misma puntualidad, bajo seguro de que nadie los in-
comodará, y en la inteligencia que de no ejecutarlo, pasarán mis tropas á
los campos, y harán lo que previenen las leyes de la guerra con los ino-
bedientes.
6 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA
V.
Número 271.
He visto los partes originales que ha dirigido á U. S. mi Ayudante
Don Ignacio de la Rus, Comandante de la expedición del Sur dó esta
Provincia, sobre la gloriosa acción y toma de la ciudad de Ocaña, aunquo
con la sensible perdida, por nuestra parte, del bizarro subteniente Don
Manuel de Uructa y dos soldados más, habiendo sido muy considerable
la del enemigo.
En consecuencia manifestará U. S. á La Rus lo complacido que he
quedado por su buen dxito y puntual cumplimiento de mis órdenes, dán-
dole las más cumplidas gracias, á nombre del Rey nuestro señor, por este
desempeño, y encargándole al mismo tiempo las dé él también á nombre
del Rey y mió á los heridos y á su valiente Division, por haber sabido
comportarse eon firmeza, intrepidez y disciplina, hasta conseguir la vic-
toria, cuyos méritos no olvidaré y sabré compensar elevándolos al sobe-
rano conocimiento de S. M.
Asimismo deberá U. S. prevenir á La Rus, que persuadido como lo
estado las grandes ventajas que van á resultar do la ocupación de Ocaña,
procuro sostenerla á lodo trance y obrar conforme á las órdenes que por
separado comunico.
Dios guardo á U. S. muchos años.
Santa Marta, 11 de Febrero do 1815.
c. » „ , FRANCISCO DE MOXTALVO.
honor Gobernador ile csi.i Provincia.
8 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA
VI.
Número 27 3.
Encargue IL S. ;i Don Ignacio de la Rus, dedique su atención á la
recolección de anises y tabaco de que carece esta capital, y que su envío,
dando aumento y creces á los ramos estancados, nos proporcionará los
fondos que necesitamos. Que uno do los méritos más apreciables hoy dia
para con el Ministerio es el contribuir todos al restablecimiento de las
rentas, porque dependo do ello el pago do las urgentes obligaciones del
Estado.
VIL
Número 27 4.
Diga U. S. á Don Ignacio de la Rus, que apruebo haya reunido al
mando militar el político, por lo quo respecta á la jurisdicción de Ocaña,
y las medidas que ha tomado para el restablecimiento del orden y admi-
nistración de justicia.
VIII.
IX.
Por cuyo contenido verá usted que so nos aproxima muy pronto
invasion, y por tanto he suspendido la expedición, y lo traslado á usted
para que se sirva ¡i la mayor brevedad darnos los auxilios necesarios ú
resistir cualesquiera asaltos que se intenten, c ¡lustrarme lo que deba ha-
cer en tal caso, para que caminemos de acuerdo, como está mandado por
la superioridad.
X.
Número 269,
He visto el original que Pedro Juan Tinoco escribió á Don Ignacio
do la Rus, con fecha 22 del pasado Enero, en que le insería la carta que
Pantaloon German Ribon lo habia dirigido, proponiéndole una conferen-
cia nocturna y reservada aun do los mismos vecinos del Guamal, para
quo enterado de sus fraternales proposiciones y de lo que el mismo con-
ductor le manifestaria, so uniesen á la dirección y Gobierno de Mompox,
añadiéndole en postdata la fuerza con que so hallaban y la que esperaban
aumentar, para intimidarlos por esto ridículo medio de la deslealtad.
Los vecinos del Guamal, que se han mantenido por seis años fieles
al Rey nuestro señor en su ausencia, resistiendo por la fuerza cuantas
veces han sido invadidos; que han perdido sus bienes muchos de entro
ellos, y que sin grandes auxilios tienen el honor de conservarlo limpio
on medio de la desnudez, creyó Pubon simplemente que podria hacerlos
variar de sus principios honrados, al tiempo mismo que se halla S. M. en
pacífica posesión de la Península, quo solo trata de preparar fuerzas
correspondientes para todos los puntos de América que se resistan á im-
plorar su clemencia, y con ellas so reparen los daños quo han causado
en sus vasallos, cuatro miserables deslumhrados por su orgullo en soste-
ner y conservarlos mandos que ellos mismos so han creado, engañando
á- los incautos pueblos. Ciertamente quo Ribon so hace el quo desconoce
las circunstancias en que so encuentra, g^F* y que se le acerca el momento
fatal de dar cuenta de su proceder.
La fidelidad do Tinoco en la comunicación que ha hecho al Gobierno
do esta correspondencia, la he aprobado, y en prueba de ello tengo la con-
fianza de encargarle conteste á Ribon reservadamente: que deseando
servirlo y correspondería como hermano y buen cristiano, le aconseja
trate do asegurar las vidas y los bienes, tanto suyos como los do la juris-
dicción de Mompox, sometiéndose y reconociendo á un Rey que antes
juró, y tan benigno que á toda la Monarquía ha encantado por su justi-
cia: que le aconseja reflexione su situación, para quo comprenda ol gran-
de servicio que le hace en ofrecerse por mediador para con el señor Ca-
pitán general, quien por la estimación quo hace do su persona, creo
atenderá y aprobará su paso, que solo se dirige á quo no experimento él
y Mompox las resultas contra unos subditos (pie hacen armas contra el
Rey y señor que antes juraron, cuyo tiempo y época no está muy lejos;
y que si para tratar de esto gusta pasar al Guamal, le da su palabra do
honor do seguridad, que deberá cumplir exactamente. Comunique U. S.
á Tinoco oste oficio, para que arregle á él la contestación quo debe dar íí
Ribon, daudo á U. S. aviso de su recibo y resultas.
FKANX'ISCO DR MON'TALVO.
ccv.
Ï V Z B B Ï S S A S preparatorias tomadas por la Capitanía general de la
Nueva Granada, para la defensa de la Provincia de Santa Marta, con
motivo de los proyectos del General Simon Bolívar y otros insurgentes.
I.
¿(vinero 36.
SESOII CAPITÁN GKKEKAL:
II.
Extracto.
En 28 de Enei-o comunica Don Diego Villamil á esto Gobierno,
haber llegado á Mompox 380 hombres del Reino (del interior), cuya no-
ticia se la comunicó Don Francisco de Barcenas, y que Bolívar reunia
más gento y que so esperaba en Mompox por momentos. Barcenas hubo
esta noticia por Plato.
En 29 dol mismo avisa el citado Villamil, desde el " Campo del
clavel," que un mozo que está costeado por Don Francisco Barcenas,
está apostado arriba de Plato, con el objeto de observar los movimientos
que ocurran á la bajada do una barqueta que ha de conducir desde Ma-
yanguil á la mujer de Don Miguel Echandia. So dice quo la barqueta
que estaba con dicho objeto á la boca de Tacumocho, hn dejado dos hom-
bres para que do allí por tierra fueran al referido Magavgué por dicha
señora. Se han vuelto huyendo con la noticia que en aquella ladera
oyeron mucho tropel de gente, como de tropas, dejando los dos hombres
que los habían detenido dos oficiales que allí so hallaban cogiendo
gente.
Incluye Villamil un oficio de los alcaldes do Piulo de fecha 2S, en
que dan noticia siguen para Mompox cuatro champanes cargados de
gente, á las órdenes del Mayor general Ricux, á esperar en aquél á Bo-
lívar, quien dice baja á reunir expedición, para entrar por C/iiriguand,
cuya noticia, expresan los referidos alcaldes, se comunique al Gobierno.
Con fecha '¿ de Febrero avisa el mismo Villamil que á las ocho do
12 DOCUMENTOS PAHA LA IÏISTOIUA
III.
Número 265.
FRANCISCO DE MONTALVO.
V.
Número 267.
Tomada Sania fé por las fuerzas del Congreso, al mando del traidor
Bolívar, y ejecutado por éste el espolio do los caudales públicos y priva-
dos de la capital, deben reunir los enemigos mayor número do hombres
con los medios de mantenerlos, y por consecuencia emprender el ataquo
de que tenemos repetidas avisos sobre esta Provincia, y el paso por Ocaña
y Cuenta á los de Venezuela.
Desch; el mes de Noviembre último he dado y sigo repitiendo las
órdenes más precisas al Mariscal do campo Don Juan Manuel do Cagigal,
dé las .suyas al Comandante Don Sebastian de la Calzada, para quo ata-
que á los enemigos por el interior del Reino; y que con la mayor activi-
dad refuerce con cuatro mil hombres el punto donde se hallo dicho Cal-
zada, con un Jefe de conocido valor y talento que mande el todo, orde-
nándole adelanto sus marchas y so dirija á tomar la capital, ó hasta que
encuentre fuerzas superiores que detengan su marcha, quo procurará en
uicho caso batirlas y vencerlas.
14 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
VI.
Número 276.
Remito â U. S. el adjunto Bando, para su publicación el dia. de
maflana, y quo disponga U. S. por su parto lo domas quo sea conducen-
te A la ejecución do lo que eu él se previene.
Dios guardo á U. S. muchos años.—Santa Marta, 20 do febrero de
1815.—FRANCISCO DE MONTALVO.—Señor Gobornador de esta Provincia.
FRANCISCO DE MONTALVO.
VIL
Número 277.
FRANCISCO DE BÍONTALVO.
(*) Iluntu en el prest; Liiciun los ei>pafíolc<¡ diferencia cuiro blancos y pardos!
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 17
VIII.
les alcanza pava todo, por la facilidad dol rio. Sin embargo, ho llegado
hasta esto punto con felicidad 3r ni i Division completa, excepto un solda-
do do caballería que perdí en el choque con los veinte que me descubrie-
ron, y diez desertores que he tenido hoy do los reclutas de los pueblos do
Simaña y San Bernardo, los cuales se han marchado á sus casas desde el
camino, pues como el es monte, es imposiblo evitarlo: lo mismo me
temo do los de Tamalamcquc y do cualquiera quo dejo su pueblo atrás.
Esta es mi situación, y la del enemigo es de la fuerza quo llevo dicho, más
la do los momposinos y dos batallones quo espernn do un dia á otro do
Santaféy Tanja. Su proyecto es atacar esta Provincia, dirigirse al Hacha
y seguir á Maracaibo por " Pe rija " y la " Goagira." Ellos dicen tener
cinco mil hombres prontos para esta expedición; mas yo no creo pasen
do tres mi! r-i realiza ol todo de sus proyectos. Do un modo ó do otro, la
situación do la Provincia es crítica, y so necesita un grande esluerzo
para salvarla, frustrada mi reunion con Calzada. Esta gen to no hay quo
contar con ella en un movimiento retrógrado, y el uniformo y otras
cosas militares quo usa Bolívar, tiene aterrorizados ¡i los paisanos y al
soldado nuestro. À1 ver bien vestido al enemigo, y él sin nada, murmura,
y croe más medios cu ellos quo en nosotros. Repito á TJ. S. que so ne-
cesita dinero para tenor soldados, y como militar quo toca las cosas do
corea, debo á U. S. hablar con claridad.
Es cuanto tengo que docir á U. S., y que sigo para Chiriguanos
donde procuraré mantener en orden la Division lo más arreglada que
pueda; advirtiendo á TJ. S. que el no haber habido persona alguna do su
posición en Ocaña, hizo quo no pudiera sacar un real de dicha ciudad, y
quo por consecuencia carezco de medios con quo mantener la tropa.
Dios guardo á U. S. muchos años— Campo do Sabanalarga, 14 do
Fobroro do 1815—IGNACIO DE LA Itus—Señor Gobernador, Comandante
goneral do la Provincia.
Mmero 47.
SEROR CAPITÁN GENERAL:
v las île Venezuela; y del acuerdo que en esto dia hemos convenido sobre
ciertas medidas que precisa se tomen prontamente por ahora, y son las
que si«men á continuación; procederá U. S. á verificar las que son de su
car"o°)or lo respectivo á esta Provincia, quedando al mió las de Riohacha
y demás do Venezuela.
Don Manuel Zequeira recibirá la orden de poner en marcha inme-
diatamente doscientos hombres de infantería que so dirigirán al " Paso del
Adelantado" para cubrir aquel punto, en ol quo encontrará el Comandante
de estas fuerzas las órdenes de como deba obrar; pero dado el caso do que
no tenga Zequeira el número de fusiles señalados para el de la tropa, re-
ducirá su i-mío al de fusiles quo tonga. Esta Division ha de ir socorrida
para todo el mes do Marzo entrante, mas si no hubiere dinero en arcas
renies, se solicitará su cupo por un empréstito que cubra la cantidad, con
calidad de reembolsarlo la Tesorería do Sania Marta.
Disponga U. 8. (pie salgan para Cfitriouaná, ó al punto donde so
hallo Don Ignacio de la Rus, los dos obusos de montana del calibre do ú
4, con sus enroñas y competentes repuestos pant su útil servicio.
Nombro U. S. un oficial de su entera satisfacción para que se sitúo en
" S a n Sebastian" con quince hombres do tropa de la Ciénaga, á más do
la compañía de patriotas creada allí, para (pie lome el mando del puesto, y
con o t a fuerza y ol cañón do á tí (pie hay allí, haga una defensa corres-
pondiente á su honor: mas si por una fatalidad fuese desalojado por
fuerza de armas absolutamente, se podrá replegar sobro la Ciénaga, im-
posibilitando la pieza de artillería, y dando aviso al Comandante Capmany
con anticipación.
Auxilie Lí. S. la remesa que los Oficiales reales de esta plaza dirigen
á Don Ignacio Sánchez,'encargado de la hacienda perteneciente á la Di-
vision del Sur, de mil ochocientos pesos, para que con ellos se atienda al
socorro de la Division de Chiriguaná en todo el entrante Marzo, bajo las
reglas de economía establecidas anteriormente: que Don Ignacio Sán-
chez reclame y recoja los cuatrocientos y pico de pesos quo remite inen-
suahnente ol Cabildo del Vallrdujua; para quo con ellos socorra doscion-'
tos hombres do las milicias del mismo Valla quo deben inmediatamente
reforzar la Division do C/iirigunmí, para lo cual so repetirán las órdenes
dadas. Clñrignanñ es el punto amenazado por el enemigo, y así conviene
reforzarlo con infantería y caballería, para lo cual se provendrá á Sierra
lo convonicnto y á aquel Ministro para quo igualmente socorra esta
tropa.
Suspenda U. S. por ahora acuartelar y poner á sueldo la compañía
de patriotas blancos, que le provine en oficio de ayer, y verifiqúese con
una compañía do voluntarios pardos, y otra do la misma clase en la Cié-
naga, por no alcanzar el dinero para mayor armamento en esto momento.
Haga U. S. que el Sargento agregado á la guerrilla de Gamier
que sirvió en uno tío los regimientos de caballería en. la Península
pase á las órdenes de La Hus, para que lo destine al servicio de esta
arma en la tropa del Capitán Sierra, ó donde tenga por más conveniente.
lio ciado la orden al Capitán Leon, de la Albucra, encargado do la
construcción du vestuarios, tonga prontos para remitir á la Ciénuf/a con
sujeción á la orden do U. S., cuatrocientos pantalones y cuatrocientas
camisas: los trosciontos cuarenta do ambos para la parte dol batallón
20 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
" Provisional " quo guarnece la Ciénaga, y los sesenta restantes parr.1
igual número del cuerpo do artillería quo so halla do dotación on aquel
punto.
FRANCISCO DE MONTALVO,
X.
XI.
Número 306.
Enterado del oficio do Ü. S. numero 70 do esto dia. y de lospapeles
<q-ac en él mo acompaña y le devuelvo, del Capitán La Eus, digo á U. tS.:
•que al citado Comandante Don Ignacio de la Puis, respecto á que su ob-
jeto no es solo para la ocupación do Ocafia, por haber variado las cir-
cunstancias, hará U. S. lo reconozcan por Comandante del Campo volante
do operaciones, todas las ciudades, villas y justicias de .toda la jurisdicción
•de esta Provincia, para quo en caso de que por una desgracia, que no es
de esperar, quede cortada la comunicación entre La Rus y esta capital,
opere por si; y á fin do que todos los Ayuntamientos y justicias lo auxi-
lien con gente, anuas, víveres y demás que pida en Jos pueblos para sos-
tener su" Division en igual Tuerza y bien mantenida, llevando exacta
cuenta dol valor de los oléelos (pío reciba, para su puntual pago.
Nombrado La Uns desde cl dia por Comandante del Oampo volante
<le operaciones, queda á su cargo y responsable á la parto do defensa do la
Provincia, ligada con la do esta, plaza, bajo las inmediatas órdenes do U.
Í3. Ínterin so mantenga en su comunicación, y para en el caso anterior
abrir á toda costa por Tuerza de armas dicha comunicación; y en todo
•evento debo obrar según las circunstancias, ajustándose á ésta y demás
órdenes que so le tienen comunicadas ó puodan ocurrir '' Asi-
mismo lo advertirá U. S- que suspenda la saca do hombres del Vallo por
la fuerza, basta que so lo avise nuovamonte, pues en este momento debo
estar ocupado en obrar vigorosamente contra el enemigo.
FRANCISCO DE MONTALVO.
S'.'fíor Gobcrnndor do Ja pinza.
(CCVI.
CNDUPACZOiN y destrucción de la Batería que el Gobierno del Estado
de Cartagena de Judias tenia establecida en el punto del "Suan."
dos por todas partes de dos piragüitas nuestras, las cuales hicieron presa
diclia escucha, después de haber hecho algunos tiros.
Con acuerdo del señor Moron, Machado y yo, determinamos que
Moron se hiciese cargo de los dos cañones del Suan, con sus balas co-
rrespondientes y tarros de metralla, y para el Piñón los otros dos de San
José, con sus pertrechos; "solo sí que las cureñas se hallan bástanlo
inútiles.
Todos los individuos de esta expedición so han señalado á cual más,
como legítimos defensores de nuestro soberano el señor Don Fernando
V I I : mas en particular, Marcelo Machado, Luis Chiquillo, Salvador
Daza, sargento Mateo Arguelles, el cabo 1.° Justo Zaraorano, do " Al-
buera," y el de igual clase, de artillería, José Zakhk: y á todos, sin ex-
cepción, recomiendo á U. S., particularizando al señor Marcelo Machado,
porque no tan solamente se portó en la acción, sino que ha sido el ejo
principal de csía empresa,
FRANCISCO DE MONTALVO.
honor Gobernador do la pinza.
2(5 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
CCVEEo
(|iio aun cuando se halle dentro del Estado el General Bolívar, debo man-
dársele retroceder.
Con lo cual so concluyó este acto, que firman conmigo dichos señores,
do que certifico.
JUAN DE DIOS AMADOR.
En la Plaza do Cartagena, á las dos dins del mes do Marzo del año de
mil ochocientos quince, quinto: convocada la Junta de Guerra por el Exce-
lentísimo señor Gobernador,}' reunida extraordinariamente en el Palacio
de S. E. que la presidió, compuesta de su Presidente el señor General
en dele de los Ejércitos, de los Generales do Brigada Manuel Anguiano,
Inspector de los cuerpos facultativos, y Juan Ncpoinuceno Eslaba, Co-
mandante general de la Marina Nacional; del Subjefe del Estado Mayor,
General «Juan Salvador Narváez; del Jeto ele media Brigada, Comandante
de la Plaza, Mariano Montilla; y de los Jefes.do batallón^ Vicente
García Peal, Luis de Pieux, Antonio Navarro, Podro Guillin, Juan
Bodrígucz, Podro Homero, Domingo Granados y Narciso do Francisco
Martin; S. E. el Gobernador abrió la sesión, exponiendo que el General
Bolívar, para verificar su expedición contra la Provincia de Santa Marta
y las de Venezuela, exigia do este Gobierno el auxilio do mil fusiles,
igual número de cartucheras, nn millón de cartuchos embalados ó pól-
vora y plomo en bastante cantidad para elaborarlos; que tomada en
consideración por S. E. y su Consejo esta solicitud, habian acordado oir
ol dictamen do una Junta de Guerra, compuesta do todos los Oficiales
Generales y Jefes existentes en la Plaza; que en cnanto á si podrían
facilitarse los antedichos auxilios sin perjuicio de la defensa del Estado
y particularmente de la Plaza capital, sobro lo que quería oir á los
señores vocales, el señor Presidente dijo quo la discusión debia rodar
sobro las siguientes bases:
I." Examinar el Plan do defensa hecho por el Brigadier Cramer,
y mandado observar tanto en el antiguo régimen como por el actual Go-
bierno, considerándose rjixo no teniéndose en ol tiempo en que fué cal-
culado aquel Plan una idea exacta do la importancia do las posiciones
do Sotavento ó Bahía do Zapote y baterías quo la defienden y están
situadas en Zíspala y Tolii, para poner á cubierto un desembarque que
proporcionase! la introducción ú las Sabanas, que son el granero del Es-
todo» y protejer al mismo tiempo la exportación do víveres del río
Simi, ó lo quo es más cierto, contando con unas fuerzas navales que ahora
no tenemos, y quo debían obrar la defensa de aquella parte, es necesario
aumentar á los presupuestos do armas, municiones y hombres, los quo
son precisos para la guarnición de aquellos puntos.
2.n Que examinando el Plan bajo esto aspecto, se vea si lo quo te-
nemos do hombres, armas y municiones de todas clases es igual, mayor
ó monor de lo que necesitamos; y
28 DOCUMENTOS PARA LA ÏIISTOMA
1."
Marina.
1.° La expedición dará á la vola á más tardar' ol ! . • de Diciembre-
próximo, haciendo rumbo á la Costa-Firme por su parte más á barloven-
to, esto es, sobre Margarita y Cumaná.
2." Con la anticipación que juzguen conveniente ambos Jefes, des-
pacharán un buque menor de guerra para la Guayana con un oficial do
satisfacción quo llevará los pliegos del Gobierno para aquel Gobernador..
Sanjafé ó Quito; para las misiones, los misioneros que para allí vayan y
las órdenes ó instrucciones que el General en Jefe tuviero por conve-
niente enviarle. El buquo dará la vela si el oficial regresa por tierra, y
escoltará los buques mercantes que estuviesen cargados á su llegada, de-
jándolos fuera del riesgo de los corsarios do Jas islas é incorporándose á
las demás fuerzas de mar.
y.° Las operaciones do los buques de guerra serán en combinación
con las de la tropa, si se necesitaso emplear la fuerza contra la isla de la
30 DOCUMENTOS TAHA LA JÍISTOKIÁ
Política.
(CCÏX.
"NOT£L del Diputado al Congreso por la Provincia de Cartagena, al
Gobernador do esta, sobre la conducta observada por el General Simon
Bolívar con el primero.
EXCKI.KNTÍSIMO SlüÑOli:
cea?...
P H O C I i A í W I - ñ . del Comisionado del Gobierno general, Doctor Marimon,
con motivo de la bajada del General Bolivar y del ejército que trae «á siis
•órdenes.
B. L. M. do U.
SIMON BOLÍVAR.
OB LA. PllOVINCU DE CARTAGENA 39
<C<CS.2S.
Por fin, esa Provincia, habiendo corrido por si sola en breve tiempo
v sc"im so podia esperar de la educacionj intereses é inclinaciones gene-
... podiiu.
dc haber de sufrir las mismas vejaciones que Santafé, en Diciembre últi-
mo, ve venir con el más culpable letargo cl dia en que debe tener á su
cabeza un tirano autorizado, que tanto desprecia al pretendido Congreso
de la Nueva Granada quo lo envia, como estelo tciiic y aborrece; Bolívar
se prepara, ó entra ya en marcha contra esa ciudad, mientras quo sus
hábil an les, persuadidos de que todo lo habrán hecho con rechazar, como
no dudo sucederá, ¡i aquel foragido, pareco que no so dignan echar una
ojeada sobre su snerlfl futura.
,; Qué importa, ó qué habrán adelantado con salir bien do su actual
compromiso ? Libertarse de un asesino para tener quo volverse á discurrir
los medios do guardarse del que necesariamente lo ha do reemplazar. La
caitsá de los niales do esa Provincia, como do las otras, bien sabo V. E.,
y cu su corazón lo confiesan los quo lo rodean, quo es más gravo, y quo
verdaderamente nicrecia toda su consideración.
Cinco nños do experiencia, duranto los cuales osa ciudad ha querido
de repente tener leyes nuevas, artes, educación, costumbres, virtudes para
ser libres; ha querido ser conquistadora y ha armado expediciones, quo
ya se juzguen por sus principios, ó por sus resultados, más bien han pa-
recido -ciil retenimientos comunes, quo empresas de un Gobierno quo se
nroporiia algun objeto en ellas; cinco años de experiencia, repito, en quo
lian ocurrido distintos ejemplares bastanto tristes para los particulares y
para los piioblos, se supone que en caso de que los que conservan y han
tûiudo oí Gobierno en sus manos so hubieran llegado á persuadir alguna
Vez que esa pretendida y fatal independencia era cosa que podia existir,
ya se hubieran disuadido y puesto en estado do pensar con mejor criterio
y justicia á fuerza de tantos y tan claros desengaños que prueban su im-
posibilidad.
¿ Qué es, pues, entonces lo quo los ha detenido en entraren su deber;
en restituirse al Gobierno, bajo el cual antes gozaban do seguridad do"
vidas y propiedades; en el quo no temian que otro ciudadano tuviese la
audacia de intentar hacerse señor de los demás y privarlos de sus justos
derechos ? La incertidumbre do la suerte quo cada uno correria en este
caso, ol interés personal: esta es la barrera que hasta ahora no han podi-
do ó no han tenido ánimo para quebrantarla V. JD. ni sus predecesores.
* A6Í pudo haber llamado á BUS compañeros do armas Boves, Antoiïanzas, Morales v
otros; y no al Libertador do un Continente.
40 •DOCUMENTOS TARA LA IIISTOîtî'Â
Una de las cuatro puertas qno dan entrada á la parte principal de la plaza,
lu DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
¿sta Villa, por lo cnal ya no vivirán con zozobras. Tengan ustedes enten-
dido que según Inopulencia de nuestras armas y voluntad con que los
buenos patriotas sirven, dentro de breve tiempo verán abatido al diebo
General Bolívar en union de su limitada gente que lo" acompaña, que cada
dia tís más corta, respecto á los que se desertan continuamente, y los que
perecen en los ataques que les dan nuestras armas en las inmediaciones
(DC3LICV.
(DC3LV.
•Número 59.
•«.i toda la protección veal que está en mis facultades para ayudarla 4
salir do su embarazo, exhortándoles á que entren en su. deber y reco-,
nozcan su legítimo soberano el señor Don Fernando, VIL Al intento he-
puesto en movimiento las fuerzas disponibles que desdo luego, comenza-.
rán á obrar sc'im las circunstancias. L.o que mo apresuro á anunciar á
U. j)ara su noticia, añadiendo que con fecha de 22 de Enero mo participa.
el General .Atontes haber entrado el Teniente Coronel Don Aparicio Vi*
daurraza^a en Popayan con 700 hombres, á que so habían de agregar en,
breve 500 de la Division de Paslos. Socorros no más faltan para consu-=.
mar la obra; socorros quo se niegan d,o todas partes, al paso que las oca,-=.
.siones no pueden ser mojores.
Dios &c.-Sunta Marta, Abril 15 de 1815,
FltANCISCQ DK MONTALYCK
Señor Gobernador de Riohachn.
Número 23.
SKSOK CAPITÁN GENERAL:
MANUEL Z.BQUEIRA.
ScKor Presidente, Gobernador y Capitán general del Nuevo Reino de Granada, ice, &<\
30 les hacia un fuego vivísimo, cuya protección aseguró más nuestros do-
seos y la retirada del cuerpo de ejército que había obrado.
oreemos con doble razón que se logró el objeto de la omprosa, pori
que desdo la fortaleza de "San Felipe" se vieron salir vanos hombres á
caballo, y tomar el camino de Alcibia; y porque en el ataqueá esto punto,
so halló que lo habían desamparado con tanta prisa, que abandonaron
siete cajones do pertrechos, el armón de un violento, quince uniformes
do su guardia, algunos equipajes y hasta su propia comida; y so hicieron
seis prisioneros, el uno en " Oomepagá."
Por nuestra parto solo liemos tenido cuatro heridos y contusos, pera
muy levemente: no ha debido suceder lo misino cu el cuartel del ex-li-
bortador; porque coronado el atrjo de sus soldados, les heñios visto doblai;
ol cuerpo á una bomba disparada con t¡d acierto, que hizo su explo-
sion en medio, do ellos.
CCX.VÏE.
mOliSTÏÏÎSF de Cartagena número i6,' del viernes 23 de Abril de 1815-.
AnocliO so nos lian venido dos oficiales y dos sargentos del batallón
de " Mompox," convencidos de la injusticia de la empresa del ex-liberta*
dor: lo minino lucieron en la propia noche seis soldados ilcl batallón " B a r -
lovento" desde el puesto de " Alcibia," y aseguran la situación desespe-
rada del anü-pacificador religioso de Cundinamarca.
En la larde de este dia hemos tenido el gusto do ver en esta ciudad
al Jefe de batallón C. Juan Salvador do Nnrváest, á quien había muerto
desde Turbaco la inlicl pluma del célebre visionario Robertson: viene ú
hacerse cargo del listado Mayor general, después de haber desempeñado
su uoinisionncn Sabanas con tanto acierto como lo acredita el hecho do
haber tomado prisionero al Comandante de las tropas enemigas en aquel
Departamento, batiendo y dispersando su division. Narvácz ha dejado en
María-Ja-baja el ejército, en dirección hacia Arjona, al mando del Jefa
del B. M. G. que fué á rolevarlc;
CCXVIXZd
23Ii G O B E E S T A D O B . de Riohacha da aviso ál Capitán générai de
la llegada del General Morillo á Venezuela;
Número 26.
SüSoit CAPITAS GKNKHAL:
JOu esto momento, que son las diez do la maftana, acaba de dar fondo
cueste puerto el buque nombrado " Concepción" con pliegos de la Cor-
te, los mismos que incluyo á U. S. con copia del oficio que me han pasa-
do dos Oficiales que vienen ¡i su bordo, cuyo tenor es el siguiente:
" El Iti de -Marzo dimos la vela desde el puerto de Cadiz, con plie-
gos para varios Jefes do la Costalirme, y habiendo tenido noticia en la
Guaira de que el revoltoso Bolívar se hallaba en Mompox con un ejercic-
io, hcmo.s determinado arribar á este puerto, para evitar todo accidento
siniestro tanto en las inmediaciones de Santa Marta como dentro del
puerto, á fin de que U. .se sirva mandar por tierra los pliegos que traemos
para el Capitán general del Nuevo Reino de Granada, con persona segu-
ra y toda la brevedad posible, pues .interesa al real servicio, sirviéndose
U. darnos recibo de todos los pliegos y con separación del niimoro, que
es el que traemos de la Corte, pues los otros nos los entregó el General en
jete, Don Pablo Morillo, en la isla de Murqurita, en dondo quedaba coii
su ejercito, arreglando el Gobierno de dicha isla. Dios guarde á U. mu-
dios afios. En la bahía de la ciudad de Hacha, abordo del "Místico." Con-
cepción, l.° de Mayo do 1815—Joaquín de Sorva—JoséMaría Herrera;"
50 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
FlUNCISCO DE MONTALVO,-
Apenas llegué á esta Villa, dediqué todo mi cuidado á hacer quo estoa
habitantes sintiauen lo menos posible loa daííos que trae consigo el nualto
DE LA PROVINCIA Dli CARTAGENA. 58
de una plaza, á fin do quo conociesen más pronto su yerro, con la gene-
rosidad que usaban las vencedoras armas do S. M. Y para lograrlo,
publiqué el siguiente dia el adjunto bando y proclama que á U . S . acom-
paño, los queso han circulado Vi todos los pueblos de la jurisdicción, y van
surtiendo los deseados efectos de que, desimpresionados los vecinos de Jas
ideas de ipie estaban poseídos, conozcan la bondad eon quo S. M. quiero
se traten sus vasallos, y lo que religiosamente se observa por ol supe.;?;:
Jefe, á cuvas órdenes tengo la gloria de servir.
Igualmente estoy reforzándome, y esperando suba la División quo
salió ile la Ciénaga para obrar de concierto, mientras U. S. no dispone
otra cosa, creído (pie en aprovechar los momentos, consisto la tranquili-
dad de esta Provincia.
U. S., en vista de todo, resolverá lo que juzgue oportuno—Dio3
«ntanlo á Ú. S. muchos años—Mompox, -i- de Mayo de 1815—IGNACIO
Si: l«\ RUS—Señor Gobernador, Presidente y Capitán general del Nuevo
Reino do Granada y Provincia de Venezuela.
PROCLAMA.
DECRETO.
DON IGNACIO DE LA RUS, Capitán de la 4." compaîiia del 2.» batallón americano,
Ayudante del señor Capitán general y Comandante del campo volante de operaciones, i:e.
I.
II.
Supuesto que está verificada la toma do Mompox, debida á su acti-
vidad y valor, debe usted dedicarte á tomar cuantas medidas sean preci-
sas para su conservación, porque de ella pende en gran parle la rendi-
ción de Cartagena, y sucesivamente la de lodo el Reino; para que pueda
facilitarse el cumplimiento de esta orden me dirá usted los auxilios quo
necesite para tratar de proporcionárselos, contando usted con quo haré
cuanto esté en mi posibilidad, por la importancia de sostener ese punto
á toda costa.
Publique usted bando cu mi nombre, fijándolo después en los pava-
jes más públicos acostumbrados, mandando que en el término de segundo
dia toda persona, sin excepción alguna, ha de entregar á usted toda arma
de fuego y blanca, permitiéndoles únicamente por ahora c Ínterin duren
las actuales circunstancias, las precisas para el uso de. la vida y propia-
mente domésticas; bajo la irremisible pena de perder las que se encuen-
tren por requisición ó denuncia, y de la mulla que usted señale bajo una
justa y proporcionada regulación, y sin perjuicio de la pen;: legal quo
corresponda por la inobediencia en "(pie incurren y graves consecuencias.
Igualmente, con jas mismas conminaciones, hará usted que entreguen la
pólvora y utensilios de guerra que los vecinos tengan en sus casas. En
56 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
FRANCISCO DE MONTALVO.
Ill
Como Mompox ha sido siempro el almacén general do cuanto sube
para Santafé y su interior, como de cuanto baja en moneda y efectos pre-
ciosos para surtir á Cartagena y á su comercio, aguardo con impaciencia
ol estado ó relación do cuanto usted haya encontrado perteneciente á los
Gobiernos desleales, que tocan precisamente y son do la propiedad dol
Rey nuestro señor.
(^"Cuanto dinero so haya encontrado en las Tesorerías y casas de los
traidores Piñóres, Ribon y do todos los empicados, pertenece á S. M.
E! fcibaco, anises, aguardientes que se hallen administrados por el intru-
so Gobierno, corresponden al Uey. En este concepto espero y mo pro-
meto do su celo de usted habrá recogido bajo un exacto inventario cuanto
so haya encontrado, poniendo todo con las formalidades prescritas, bajo
Mayes, en almacenes preparados para el caso y entrega al Comisionado por
DE LA PROVINCIA BE CARTAGENA. 57
real hacienda en esa Division á su cargo, ínterin nombro uno ó dos Ofi-
ciales reales para esa Villa, con los Administradores de los ramos quo
deben estancarle. Disponga usted que ese Ministro comience á plantifi-
car la recaudación de reales derechos en todos sus ramos, llevando la
debida cuenta y razón de todos ellos con la separación correspondiente;
á lin de que pueda usted reunir los fondos necesarios para el manteni-
miento de su Division,)' ver si queda algun sobrante, para aplicarlo don-
de sea más conveniente al servicio. El dinero perteneciente á S. M. que
se haya encontrado, lo remitirá usted con toda seguridad y con la
escolta correspondiente, encargándolo á un Oficial para que lo conduzca á
esta plaza á mi orden, dando aviso á estos Oficiales reales para que so
hagan cargo do la cantidad que sea. También remitirá usted á la mayor
brevedad todo el tabaco y anise», dejando en Mompox aquella parto que
sirva para su consumo, quedando de hecho estancado este ramo y el do
aguardiente, haciéndose cargo ambas rentas del de los particulares, quo
no deba caer en comiso y confiscación, pagándolo á justa tasación.
Descanso en el honor y circunspección con que usted maneje estas
prevenciones que se portará correspondientemente para no dar lugar á
soplos y denuncias que empañen la buena reputación de un Oficial tan
acreditado como usted y la del empleado.
Transmita usted íntegro este oficio al encargado por real hacienda do
esa Division, dándome aviso de haberlo así cumplido.
Dios guarde á usted muchos años.
Santa Marta, Mayo 8 do 1815.
FHANCISCO DK MONTALVO.
CCXXXXX.
C O N V E N I O de paz y amistad celebrado cutre el General Bolívar y el
Gobierno de Cartagena. *
El Excelentísimo Capitán general de los ejércitos de la Union, Si-
mon Bolívar, de la una parte, y el señor General de brigada de los mis-
mos ejércitos y Comandante general de los de la Provincia de Cartagena,
Manuel del (.'astillo, á nombre del Excelentísimo Gobernador de la "Pro-
vincia, ambos bien persuadidos de los males quo causan á la Nueva Gra-
nadas las disensiones interiores; y después do varias conferencias en quo
ambos han lamentado las desgracias mutuas, el escándalo y la mayor do
bilidad que han debido seguirse de la fatal guerra que ha existido entro
el ejército de la Union y la plaza de Cartagena, y deseosos do restablecer
la paz y de emplear sus respectivas fuerzas contra el enemigo común, en
una entrevista que han tenido hoy cinco de Mayo, han acordado y convo-
nido en los artículos siguientes de TA/, y AMISTAD.
' Todos los antecedentes que dieron origen á este Convenio constan en los docu-
mentos insertos en el lomo XLVde las « Memorias del General O'Lenry," edición do Cara-
tas, ib»j, en la obra citada dol señor Eamon Azpurúo, y on esto 2.» Tomo.—(N. del E )
58 DOCUMENTOS PARA LA. HISTORIÀ
Artículo primero.
Dosdo esto momento cesará toda hostilidad entre los dos ejércitos;
habrá un olvido absoluto de la contienda (interior, así como de las causas
quo hayan podido originarla: liahrá restitución de prisioneros, y una am-
nistía general para todos los individuos de uno y otro ejército, así como
para los particulares que hayan favorecido á uno ú otro, cualquiera que
haya sido su conducta en la guerra hacia cl que creia su enemigo.
Artículo sec/undo.
Artículo tercero.
Tanto entre unaí y otras tropas como entre sus respectivos Jefes,
habrá desdo hoy en adelanto la más sincera y cordial amistad; y ambos
Generales contratantes se comprometen mutuamente á hacerla guardar y
A soryir ellos misinos do ejemplo á sus subalternos.
Artículo cuarto.
Artículo quinto.
CONTESTACIÓN.
Artículo primero,
CC2S.S.ÏV.
5EÜE.PEXHCION de tropas españolas con dirección á la America.
" Hasta el fin fueron las autoridades de Cartagena en esc uño apasionadas y pense*
guidorns. Nos parece que esta, excepción, en circunstancias de tenerse ya por dichas
autoridades conocimiento de la llegada del Ejército peninsular, no puede ser justificada
por la Historia imparcial. (jf, (]ei ¿ \
60 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
" La expedición dol Mariscal de campo llore que se dirigia al Istmo en la fragata
'•' Ncptuno," fué hecha prisionera por las fuerzas marítimas de Cartagena en el golfo do
Morros'juiUo. liu esa acción se distinguió el entonces Alférez de fragata José Padilla,
quo tant03 dias de gloria proporcionó despueu á la gran República do Colombia»
DE LA ritOVINClA DE CARTAGENA. 61
(DCS.XV.
( D O E / Ï B i ^ T S en Magangué, en el que fué herido el Capitán Don Ignacio'
de Ja Rus.
He recibido los iros papeles de IL datados el 7 de este, y enterado
do la desgraciada noticia que me participa de haber salido gravemente
herido el bizarro Don Ignacio de la Rus en el ataque de Mttvytingud, (*)
he resuelto que el Teniente Coronel Don Onofrc de Rosas pase á encar-
darse del mando de Movipo.v, Ínterin se restablece de su gloriosa herida
La Rus, el que le entregará U. inmediatamente, quedando advertido do
que así U. como todos los oficiales y soldados que componen tan* valiente
Division, encontrarán en el citado Rosas toda la distinción y aprecio á
que se han hecho acreedores.
Dios guardo á U. muchos años. Santamaría, 1G do Mayo do 1815.
FRANCISCO DE MONTALVC.
fúfior Josí Munucl de raz—Mompox.
del corriente, que lie recibido eon not;iblo atraso; do lo bien dispuesto do
la acción y bizarra tonia de Moiripox, necesito que á la mayor brevedad
ine diga Ú. los nombres do los dos soldados granaderos que fueron los
primeros con U. en asaltar por encima do los morlones la primera batería
que so tomó al enemigo, franqueando el rastrillo para que entrasen sus
compañeros ; expresándome si son españoles, naturales ó pardos, á fin do
concederles los premios que estén cu mi autoridad según su clase, ó dar
cuenta al Rey nuestro señor, para los que correspondu dar á su soberana
autoridad. 13ajo la misma advertencia me explicará U. la clase de premio
que so ha de conceder á Eustaquio Valle, y á los demás de su clase quo
U. recomienda en su citado parte.
Dios guarde á ü . muchos años.
Santa Marta, á 26 de Mayo do 1815.
FRANCISCO ))E MONTAI.VO.
Scííor Don Ignacio de la Uns.
SKSOB CAPITÁN OIÍNKIUI-.
C C S S . VE 2 .
iiPSiOCXiikE/E A del General en Jefe del Ejército expedicionario'
Don Pablo Morillo.-
IIABITANTES DIC LA NUEVA GRANADA:
CCXXVÏÏI.
E l . C A P I T A H 1 general comunica al Gobernador de ía Provincia de
Santa María, las bien concertadas medidas que ha dictado, para conservar
tocias las plazas y posiciones que ocupan' las fuerzas realistas. •
Mañero 353.
Con esta fecha digo á Don Valentin Capmani, lo quo sigue:
" Habiendo variado las circunstancias quo motivaron prevenir á
U., por conducto del sefior Gobernador do la plaza, cuanto dispuse en mi
oficio do lo" del corriente, queda por consignicnto anulado en todas sus
parles, y como si U. no lo hubiese recibido, y en su lugar observará TJ.
estrictamente las órdenes siguientes:
" Don lía mon Collante conduce seis bongos de guerra á entrenar :í
"' Si Ins autoridades <íc Cartagena no se hubieran denegado á prestar al Generat
JSolivnr Jos auxilios(iiie necesitaba, y por el contrario, le hubiesen proporcionado lodos los
ncurcoa cjiic exfcinn las circunstancias, cate oficio se habría dictado en términos muy
uihuntos; probablemente recogiendo veins, como uaecu los marinos. (N del E )
#4 DOCU.UKNTOS PAÍíA LA JtISÎORiÀ
U., (le los cuales dejará en el Guáimaro, clos, para resguardo de su bate-
vía y Caño del "Renegado" y los cuatro restantes para aumentar la Divi-
sion de los del rio, que está á sus órdenes.
" Por oficio de U. á este Gobierno, salió U. de BarranrpôÛa con
diez buques de guerra: en el Cerro se liará U. cargo de las dos lanchas
cañoneras con el bongo " Gallinazo " y el que so tomó en el Sitan, en
caso de no estar comprendido en los dic/, primeros, cuyo total ascenderá
á trece ó catorce buques do guerra, que con los cuatro (pie lleva Collan-
to para aumentar esas fuerzas, reunirá U. ele diez y siete á diez ) r
ocho bongos y lanchas que montan artillería. Para resguardo do la ba-
tería del Curro dejará usted un buque, y los róstanles los distribuirá
en los puntos siguientes: De los diez y seis ó diez y siete que lo que-
dan á U., remitirá inmediatamente y sin dilación á las órdenes dol Co-
mandante de Mompo.v, dos buques con piezas de grueso calibre y uno do
chico, á fin do que con este auxilio y el de los que apresó en aquella Villa
y en Magangné pueda cubrir la boca del Cauca y las avenidas do Magan-
gué contra una de las expediciones que se dirigen á Mompo.v por tierra.-
De los trece ó catorce que quedan ú U., pondrá en Tenerife tres ó cuatro,
y con el resto do sus Tuerzas se colocará U. en Pedraza ó sus cercanías,-
para impedir que salga buque por el " Dique,'' como lo van á intentar á
toda costa, y U. encargado de impedirlo á todo trance.-
" En las tres lanchas quo mando á U. poner á las órdenes del Co-
mandante de Mompo.v, le embarcará y remitirá cincuenta hombres del
batallón provisional, con el Teniente Don Simon Alvarez.
<(
En el momento que Bolívar y el Gobierno de Cartagena supieron
la toma de Barranquilla y de Mompo.v, y la llegada dol Ejercito al mando
del General Don Pablo Morillo á la costa do Caracas, depusieron su en-
cono y enemistades. Entregó su ejercito Bolívar á Castillo, y se embarcó
para Jamaica con los Carabaños y los que han querido seguirlo.
t¿gi"" Castillo ha dispuesto que se tome á Mompo.v á toda costa, para
abrirse la comunicación con el Reino, sin la cual no puede mantenerse
Cartagena;&& y para conseguirlo ha marchado una División por tierra,y
otra con veinte cañoneras que debe salir por el "Diquo" para batir nuestras
fuerzas y dominar en ol rio. £35" En este concepto debe usted impedir
de todos modos que salga ni asome buque enemigo por el u Dique " quo
no lo destruya antes do quo so ongruecc ni salga su Division, para lo
cual espero tomo usted cuantas'medidas le dicto su honor y talento mi-
litar. „gïJ
" En los seis bongos con que refuerzo esa escuadrilla, van dos caño-
nes do 18 con sus cureñas, juegos de armas y dotaciones correspondien-
tes, para que disponga usted que Don Antonio (/astillo construya una
batería en Pedraza, en el para ¡o que juzgue más á propósito para impe-
dir la salida de las cañoneras enemigas del " Dique' que con su Division
fuerte de lanchas me prometo no salga ninguno al rio " Magdalena." E n
el desgraciado caso (que no es de esperarse) de que superen los enemigos
y salgan al rio, pasará usted á Tenerife con todas sus fuerzas de mar y
tierra, inutilizando la batería de Pedraza, en donde podrá usted hacer la
mayor resistencia, por la ventaja que ofrece aquel punto, donde so halla
construida una batoría con cuatro piezas gruesas, cuyo punto tendrá
DE LA PROVINOIA DE CARTAGENA. Oô
I.
SI:.ÑOI: CAPITÁN (ÍI:NI:K.\I..
Estas turcas, para mí más penosas que las fatigas que me presenten
los enemigos, han llegado ya :í enfermarme, do modo que estoy echando
sangre por la boca; pero no obstante todos estos inconvenientes, á todo
trance impediré la salida de buques de guerra por el " D i q u e " y daré
auxilio á Mompo.v con cuanto me sea posible, esperando de la bondad de
TJ. S. se digne mandarme al Teniente Don Antonio Lanzas, para que me
ayude en mis tarcas.
II.
SKÑOK CAPITÁN GKXKRAI,.
<DCÍL3L2?iL.
j^O'SA. en que se ordena el repartimiento del empréstito y el suministro
de ganado y caballerías.
Impuoslo de las órdenes del Soberano Gobierno comunicadas por el
señor Comisionado ciudadano Martin J . Amador, no tongo limito para
franquear ásu subalterno, ciudadano Antonio Hurtado, los competentes
auxilios, para que pase á esa Villa de Ayapcl á recolectar el empréstito
de un f> por 10U de cada vecino, sobro el principal do sus haciendas, eiv
dinero efectivo, ganado y cabalgaduras aparejadas. En tal virtud, exhorto
:\ ustedes en nombro de S. fi. el señor Gobernador de osta Pro-
vincia, para quo ejecute con energia todo lo posible al efecto do que
se ooncluva c-ta comisión con el mayor lucimiento y brevedad, pues así
lo exigen las eirounstancias presentes, haciéndoles responsables de
cualquiera omisión ó falta que se les noto, teniendo ol cuidado do adver-
tir á todo vecino quo so niegue, el castigo que le corresponde por su
desafección. Lo que su pondrá en ejecución si llegare el caso, remitiendo
el (JIJO fuere, con el olicio de estilo, à osla Villa, para que do ésta paso al
Cuartel general.
(.'liando este Comisionado tenga á bien locar la caja para reunir
esos habitantes, lo autorizarán ustedes con su compaña, y fecho, ha-
rán que todos so presenten con sus armas tic fuego y blancas, con el
intento de saber si están adictos á defender su país, y si á tenerlas do
pronto con sus personase intereses, para cuando los necesiten, y cuida-
rán ustedes, con acuerdo do dicho Comisionado, de alistar todas las-
lanzas, esco|>etas y pistolas de. cada individuo, con la precisa obligación
de tenerlas á derecho, de (pie me comunicarán copia autorizada, para dar
cítenla al Superior y asimismo en todo lo demás quo se ejecuto, encar-
gándoles particularmente y como Alcalde ordinario, analicen á todos los
sujetos con el mayor agrado, para que se consiga el que este empréstito
so haga en dinero efectivo, por ser más necesitado en cl dia, y por liber-
tar las postas do conducir los ganados ; siendo indispensable el prorateo
tie los caballos aparejados, por necesitarlos tanto el Ejército de operacio-
nes que marcha con velocidad á dar ol último golge de ataque á las tro-
pas enemigas (/«.< tic Jiolivar).
El Sargento veterano do los Dragones montados do esta Villa, y su
Cabo, ciudadanos Guillermo Ürdóñez y J. Aliones, van do custodia para
el señor Comisionado Hurtado, á quienes les facilitarán ustedes cuartel
y demás auxilios, si quisieren vivir por separado, pero de todos modos es
bueno atenderlos en lo posible.
Acompaño á ustedes cuatro impresos do las ocurrencias en la plaza
de Cartagena desdo el dia ÍJ hasta ol 11 del corriente, de lo que, im-
puestos ustedes, los harán publicar para los íines consiguientes al buen
orden (pie solicitamos.
Dios guardo á ustedes muchos años.
San Benito Abad, Abril 20 de 1819,—5.° de la .República.
JUAN EVANGELISTA DE LEON.
Keîiores Alcaldes pedáneos de la Villa del Aynpcl,
68 DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA
CCXXS,
© F Í C E O S en que se ordena al Gobernador de Riohacha prepare lo nece-
sario para el equipo y manutención del ejército del General Morillo.
1.
nor lo que á mí »10 toen, satisfecho de quo nada me dejará que desear In
discreción y tino de usted así en prevenir lo que va ordenado, como en
,;| norte que usted observe con los individuos del ejercito expedicionario
V escuadra.
.Señor Don Gonzalo «1«; Aramcmli. Gobernador politico y militar del Hacha.
II.
ciones, y cl que so venda un m't mero lai que pudiera luego hacer falta
al Erario.
A esto, y á lo demás prevenido en mi citada orden de 25 del próxi-
mo pasado, deberá usted arreglar su conducta en la miliaria.
Dios guarde á usted muchos años.
cutaban medidas para sublevar los pueblos contra mí, hostilizar y difa-
mar al Ejército do In Union. El Gobernador de Cartagena, de acuerdo
eon cl General, ó por mejor decir, influido por él. seguia la misma línea
de conduela: en la apariencia perfectamente amigo; en la realidad fuer-
temente contrario : usando de un lenguaje equívoco, que mis enemigos con-
ceptuaban como refinadamente político, sin ser más (pie un enlaco de
sofismos pueriles.rrjyDe este modo nuestras comunicaciones escritas y ver-
bales no tuvieron otro fruto que la perdida del tiempo, el consumo de los
fondos, la deserción do los soldados y la inútil muerto de los más bravos
defensores de la República. Los comisionados, las cartas, los oficios, todo
era capcioso. El objeto era eludir las respuestas categóricas para entrete-
nerme y arruinarnos con un retardo tan destructivo como la más mortí-
fera campaña. Tres misiones sucesivas envié á Cartagena : la primera
con mi Edecán Kent ; la segunda con el C. Fierro, y la tercera con mi
Secretario Revenga. .De Cartagena recibí otros tres Comisionados : el
Teniente Coronel Tomas Montilla, el Secretario García de Sena y el
Edecán Dávila. Mi anhelo era allanar todos los obstáculos. Los con-
trarios, lejos do procurar disminuirlos, los complicaban puní aumentarlos.
Mi empeño era inspirar confianza y amistad, para obtener el cumpli-
miento de las órdenes de V. E. y armar el Ejército : por la inversa, los
do Cartagena se esmeraban para que estas mirns se frustrasen, quedase
yo sin Ejército, el Gobierno sin fuerzas, el enemigo impune y Cartagena
dominando. A V. E. consta que apenas supe en Honda que el General
Castillo dirigia sus armas contra la plaza, cuando me tomé la libertad do
suplicar á V. E. enviase dos Comisionados para transigir las disensiones
que se habían suscitado. Aun hice más : me atreví á indicar los que po-
dían ser nombrados : preferí á los ciudadanos José María del Castillo y
José Fernández Madrid ; el primero hermano, el segundo primo y todos
dos amigos del General. Esta elección prueba victoriosamente la since-
ridad de ini demanda y los deseos cordiales de un acomodo agradable,
útil y honroso para Castillo. Y. E. lo habia llamado : él había mezclado
las armas do su mando en elecciones populares : habia sitiado la capital
y abandonado la línea de su defensa : en fin, habia cometido actos de
arbitrariedad militar, dignos de la desaprobación pública y de un castigo
ejemplar. V. E. condenó una conduela tan criminal. ¡ Quizá algun dia
logrará reprenderla ! Yo, sin embargo, pido dos arbitros que no podían
serle adversos, y ni mismo tiempo, desde Honda supliqué á V. 10. nom-
brase otro General que no estuviese, como yo, comprometido por pasio-
nes personales con el Jefe del partido opuesto.
Luego que recibí respuestas de estas demandas, (pie vi que el nom-
bramiento de Comisionado habia recaído en el señor canónigo Marimon y
que no se accedia á mi solicitud, en cuanto á mi separación, volví á ins-
tar, para queso admitiese mi dimisión ; y supliqué á Y. E. que viniese
ol mismo Poder Ejecutivo á Iiaccr respetar su autoridad, á cortar las
discordias, y á observar y dirigir de cerca las operaciones del Ejército ;
segunda prueba de la rectitud de mis intenciones y de la pureza con
que amo la causa común. Como la contestación fué negativa, ya no tuve
más esperanza do ver realizar una transacción que tan imperiosamente
reclamaba el honor del Gobierno y la seguridad de la República.
Después de mil retardos, el Comisionado Marimon llega por íin á
DIS LA PROVINCIA DE CARTAGENA 73
Moinpox ; me lisonjea, me persuade que lodo se terminaria ventajosa-
mente, se informo it fondo île mis planes, de Ins necesidades do las tropas,
de las pérdidas que habíamos sufrido, do la mitad de el lúa por la demora
en aquel mortífero clinn, del peligro que eorren de morir ó desertarse
todas si permanecen allí más tiempo, y parte para Cartagena revestido
du ámpli:is facultades». El resultado de su comisión fue cual debía ser,
sc'un SU carácter personal y la obstinación do los de Cartagena.
jli úlliino Comisionado Revenga volvió, trayendo por respuesta la
aceptación iln una entrevista entre el General Castillo y yo, en el lugar
de Zamhrano, distancia medía para los dos Ejércitos. Yo cumplí, y el
General Castillo faltó, pretextando que la presencia del Comisionado Ma-
rimon Inicia nulo lodo loque pudiésemos acordar entre ambos.
Va había hecho la mitad del camino : se me había burlado de nuevo.
Kl contagio de la*enfermedades y deserciones era prodigioso : las tropas
se ili.-iniiuiian rápidamente: habíamos perdido más de mil hombres : los
gastos del Jijé roil o se alimentaban con el aumento de hospitales : las
hostilidades (pie se nos hacían habían ofendido á los Jefes y Oficiales:
muñiros enemigos domésticos se baldan quitado la máscara, nos calum-
niaban con un encono mortal : las órdenes de V. E., aunque repetidas y
terminantes.eran despreciadas é inútiles : el Comisionado Marimon dos-
ai elidido, fascinado y oprimido : el lOjército iba á carecer de hombres y
de fondos, porque éstos se habían consumido por la mayor parte : no
teníamos armas ni municiones : no podíamos retrogradar hacia Santafc
por falta de transposes y do bogas. JDra imposible en este estado empren-
der nada contra ¡santa Marin. JD1 proyecto de nuestra destrucción estaba
evidentemente probado : permaneciendo cu Mompox, nuestra ruina era
inevitable. Así, el descontento era universal. Y. E. no podía pretender
que fuésemos víctimas pacientes de una cabala de facciosos : estábamos
desesperados. Las nuevas órdenes que V. 3D. repitiese habrían sido dos-
obedecidas como las primeras. J31 partido de nuestros enemigos estaba
resuelto á todo. TOI honor mismo de Y. JD. no me permitía sufrir este des-
acato : el deber, pues, nos llevó al bajo Magdalena.
Cuando tomé osle partido, ya había puesto en acción todos los resor-
tes más activos y dicaces: había halagado con la amistad: había mostrado
confianza y fuerza. .Supliqué á cuántos influían en el pueblo y en ol Go-
bierno: no ahorré medio, por doloroso que fuese; pero Cartagena estaba
decidida á hollar todos los deberes, á preferir una guerra fratricida al
honor de obedecer y servir ai Gobierno nacional; en una palabra, la ce-
guedad más (enaz, las pasiones más impetuosas y el crimen más consu-
mado extraviaron á Cartagena. Al llegar á Barranca envié una cuarta
diputación á la plaza, para que explicase al Comisionado, al Gobernador
y al (Jouerai mi disposición pacífica, los males que padecíamos y cuantas
circunstancias hacían indispensable una cordial y pronta transacción.
La respuesta fué más negativa, más insultante que las anteriores.
Antes de marchar para Turbaco formé la resolución de emprender
la oampaîia do Santa Marta con los solos oOO fusiles, las pocas municio-
nes que traíamos y lasque encontrásemos en la línea del Magdalena; mas
los Joles á quienes consulté, me observaron que ésta seria una empresa
(lasciipcrudu,yuijoicmi. Que no hallaríamos lo suficiente para ella, pues so
habían perdido las municiones y armas en la goleta do guerra " La
74 DOCUMENTOS 1>ARA LA' HISTORIA
desde que I logue ti Zambrano; :isí, las tropas que fueron á Toh'i, partie-
ron do Turbaco después quo perdimos la esperanza de toda composición.
El din 30 del mismo Marzo hice una apertura de negociación y
entre otras cosas dije al Comisionado : " Si yo dioso oídos á la voz del
'•' honor me empeñaría en rendir esa plaza, ó morir aquí; pero no alicn-
t:
do sino á las intenciones del Gobierno general, que lo espora lodo de
::
la obediencia y lo teme todo dol empleo do la fuerza. No me obligue
;;
esa plaza á manchar nuestras armas con la sangre, de sus hijos. No es
' : ¡lisio (Mío las últimas reliquias de Venezuela vengan á perecer en una
"'guerra nefanda ; pero tampoco es justo que vayan á marchitar (autos
:;
laureles en los campos enemigos, por complacer á los que prefieren
•" sus rr^ontimienlos particulares á los intereses de sus conciudadanos.
í;
Sea V. K. un nuevo Colocólo : emplee su acento sagrado en persuadir
í:
la concordia. Asegúreseme siquiera la amistad y buena fe por parlo, de
- los .lelos de Cartagena, y lo domas será transigido de un modo muy
'• satisfactorio para lodos. ¿ Puedo yo ofrecer más ? Si más pudiese
•• ofrecer, más haría.1'
La respuesta del Comisionado fue evasiva. Repelí mi demanda do
una entrevista : no se admitió, y se me ordenó que me retirase á la línea
del Magdalena. Después se siguieron algunos oficios do una parte y
otra, explicando los motivos que teníamos, yo para solicitar un acomodo,
ellos para eludirlo. Los peligros de la Provincia se alimentaban por los
ataques con (pie el enemigo común amenazaba los puntos que yo habia
reforzado con algunos destacamentos. En consecuencia, desde el 8 (lo
Abril escribí al Comisionado : que el enemigo obLmia sucesos parciales,
y que al lin se apoderaria do toda la Provincia : convidaba á unir nues-
tras fuerzas para defender el país, porque de no, seria asolado, las pobla-
ciones saqueadas c incendiadas, sin que mi Ejercito pereciese, porque yo
habia tomado medidas previas, que lo ponían á cubierto de todo peligro.
No tuve respuesta. Al otro día, 5), hice una nueva protesta do hacer todos
los sacrificios por la concordia, y que prefería desistir do una contienda
(an escandalosa á triunfar en ella. " ¿ Poro es justo, añadí, que yo solo
•" sea dócil, que yo solo renuncio á mis demandas, y que nuestros con-
•{ Irarios permanezcan lonazmenle adheridos á sus injustas negativas?
" Cree V. E. quo esto sea justo ? No lo es; siiiombargo, yo ccdcrc en
" lotlo ; poro entendámonos, seamos amigos, y unámonos: asía en >ni
" única condición. Ningún temor fundado mo inspira esta resolución.
l<
Todos mis pasos hasta el presento han sido felices en esta que parece
"' campaña. ¡Sé que la constancia me baria vencer á todos mis enemigos :
••' así un desprendimiento bien gratuito me determina á hacer esta
« oferta."
,.; Lo creerá V. E. ? ¡ Quién se persuadirá que semejante comuni-
cación se. recibiese con frialdad, se evitase una respuesta categórica, y el
.12 se publicase una Proclama, cual no se ha dado jamás, contra los ase-
sinos más feroces ! ( ' ) Todavía aumentará V. E. su admiración, cuando
sepa que. la causa inmediata de esta proclama, fué haber yo propuesto el
I I al Comisionado : " Deseo, primero, que cesen las hostilidades : segun-
" do, que olvidemos todo lo pasado : tercero, quo seamos amigos.—V. E.
(* ) Vúaso dicha Proclama del Gobernador Amador, cu las iwgs. 13 y 11 de esto Tomo,
76 DOCUMENTOS l'AIU LA HIST01UA
" como mediador debo pro|Joner los medios que hayamos do adoptar
" para lograr oste -feliss término.
" He ofrecido ceder : mo parece que lo hago con más generosidad
" que la que era de esperarse. Esta generosidad no es (breada sino por
" los sentimientos de mi corazón, que no puede tolerar el aspecto de esta
" Provincia desolada por una espantosa anarquía, efecto de la guerra
" civil que, M continúa, reducirá á soledad uno de los más fuertes Esta-
" dos do la Nueva Granada. Esta consideración me estremece, y conei-
" bo que es más útil dejar do tomar á Santa Marta que forzar á Carta-
" gena á auxiliar nuestra expedición. Así, pues, yo no exijo nada para
" ella : exijo, sí, que no se nos hostilice en el tránsito en nuestra rotira-
" da, ni en la permanencia que elijamos para estación del Ejército. He
" dicho en sustancia lo que deseo : mejor lo expresaría en tina eonl'oron-
" cía verbal, que también se ha negado obstinadamente, y aun con más
" obstinación que los auxilios. Todo se me niega, ¿ y en todo ho de ceder
" yo ? Voy á hacerlo así, y aun haré mucho más, cuando estemos de
" buena inteligencia. Yo no temo á esa plaza : menos aún á las guerri-
M
lias : todavía menos á los de Santa Marta. La primera no puede forzar
'•' mis puestos : las segundas han sido batidas en San Estanislao y las
" Sabanas, y los últimos están á la defensiva, porque yo ho tomado mo-
r d i d a s que no les permiten obrar activamente. Yo temo, sinembargo,
" temo, más que la muerte, sor causa de la guerra civil. Jamas pensé
í:
que en esa ciudad se prefiriese la guerra al deber de cumplir las órde-
" nes del C4obierno, y la generosidad de auxiliar á sus hermanos erran-
c i e s , que buscan armas para libertar á los que gimen esclavos. Dios es
u
testigo do la pureza de mis intenciones : la Posteridad será bastante
" recta para hacerme justicia,)'el Gobierno general bastante justo para
' decidir imparcial, si mis operaciones han tenido otro objeto que el au-
" mentó del Ejército, la libertad do la Nueva Granada y la obediencia al
" Gobierno. Yo espero tranquilo el juicio que el Gobierno y el Mundo
" formen do mi conducta ; y si pido tregua, olvido y amistad, no es para
" mí, es para mis compañeros de armas que reclamo estos bienes."
La contestación parecería supuesta, si no la hubiese publicado Car-
tagena. Que mo retirase con las tropas á Ocaña : que siguiese sin des-
viarme á la derecha, ni á la izquierda ; que no permaneciese en Mompox
ocho ilias. So me indica el itinerario que debía seguir. Se me prescriben
los fusiles y las municiones que había de llevar. Que separase las tropas
venezolanas que los eran odiosas, de las granadinas, para que me llevase
las primeras y dejase las segundas á las órdenes del Teniente-Coronel
Vélez, á quien se prevenia mr. hiélete obcduccr Jas órdenes del Comisiona-
do. Esta respuesta no se me dio hasta el 10. Con la misma fecha se me
dice, que se mandaban cesar los fuegos ; no obstante, bajo las banderas
blancas, los morteros y los cañones no discontinuaban de tirar. Tan ho-
rrible violación, ¿ podrá concebirse. ?
Volví á convidar para una entrevista el 18, y en el mismo dia se me
señaló el pié del castillo enemigo, para (pie concurriese á él á tratar con
el señor Comisionado. Se. ha dicho quo se tenia todo preparado para ha-
cerme una traición. El curso do la conducta do Cartagena en estas cir-
cunstancias persuadirá fácilmente osla aserción. Yo, sospechando (pío se-
mejante suceso podria tener lugar, indiqué un punto central, y observé,
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 77
CCXXXIII.
O R D E N E S de las autoridades republicanas, para que se haga efectivo
el empréstito ó suministro de las especies que se determinan, en algunos
pueblos de la Provincia de Cartagena.
1.
II.
III.
He recibido los oficios de usted números 19, 20, 21 y 22, por los
cuales veo la actividad con que ha procedido en punto tan importante
como son los artículos de. surtimiento de la Expedieion para en caso ne-
cesario; acerca de lo cual si por un lado me es preciso sosteiur mis pro-
videncia-i para conciliar los intereses de todos con el del Rey, por otro
no doja de serme grato el celo que en ello se manifiesta.
En tal inteligencia espero continúe usted arreglándose ámis dichas
órdenes hasta que otra cosa disponga; y en cuanto al tazajo, cuya opera-
ción ha sido de mi aprobación y por acá he dispuesto so haga lo mismo do
la9 reses donadas, convengo en lo quo usted propone en su número 2 1 ; pe-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 83
YO siempre será prudente aguardo usted á último del mes actual, y pasa-
do sin <|uc ha va arribado la Expedición, queso verifique la venta del
fawijn v reserve su producido con el de los despojos, para el objeto á que
debo destinarse. .
No miedo descntcmlcrinc, en vista dol generoso desprendimiento con
que se portan esos habitantes, de recomendar á usted haga entender al
Ilustre Aviiiifainienlu que puede estar satisfecho de que miro las propie-
dades do iodos con el interés que debe un Jefe justo á sus subditos, y
que no permitiré* su les gravo sino on aquello que sea precisamente ne-
cesario, y eso con las 'correspondientes carias de pago que les asegure
los precios «le lo que se leí compre, á abonarse con la preferencia que con-
viene al crédito del Gobierno (pie lio procurado mantener constante-
mente.
Dios iVrc—Sania .Alaria. 18 de Julio do 1S15.—FRANCISCO DE
MONTAI, vo.—Señor Gobernador de Rio Hacha.
ménos que llenarse de regocijo. | Qué ocasión ésta tan lisonjera para
linas Provincias que, decididas á Cimentar su independencia, sólo desean
multiplicar los elementos que hemos recibido, para armar los innumera-
bles hombres libres de la Federación ! Qué contraste no hace este suceso
con ol despreciable refuerzo que se supone ha recibido Santa Marta, y
quo casi está conocido por uní nueva es trata je ma para saquear los gana-
dos con (pie deben mantenerse los infelices habitantes de aquella Provincia
que gimen bajo el yugo de los españoles ! Nosotros no volveremos
á la esclavitud, y nuestros antiguos mandones conocerán su temeridad y
les pesará el desengaño.
Cuartel general de Cartagena, Agosto I." de 1815.
JoSfCPKHARÍA DE LATEUGA, Ayudante general.
'• Ko P.' niíirt.') que e.a ie vom^vu-iv Yirey de Nii'iva Grnundn. (.Y, del K)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 85
CCXXSVÏÏ.
* El numeroso Ejército quo bajó con ol General Bolívar ya había quedado reducido
por la obstinación de. Castillo,y las priucipales autoridades de Cartagena á 250 hombres,
flogun lo dijo el mismo General Castillo. (Véase el boletín 12 del Ejercito expedicionario
qnc so hallará, mún n.lolanto).
DE LA mOVIKCIA DE CARTAGENA. 87
M O R I L L O . — D E MOKTALVO.
CCXXXVIIÏ.
T R O C £ AIVï A del Comisionado del Gobierno de las Provincias Uni-
das de la Nueva Granada.
padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigo*. Que multitud de viu-
das y huérfanos desconsolados y sin pan, no rogarán con lágrimas la
Provincia de Cartagena, sobro todo al ver á las entradas y salidas de las
poblaciones y en los caminos público?, colgados, en afronta de los muer-
tos v para torror do los vivos, las cabezas y miembros de las personas que
han amado más en el mundo ! ¿No es mejor morir en la guerra que so-
brevivir y ser espectadores de males semejantes ? ¿ No es m«ajor some-
ternos gustosos y absolutamente al Gobierno y funcionarios que son obra
do nuestras manos y de nuestra voluntad, quo de por fuerza á unos hom-
bres orgullosos, que si siempre nos lian tratado como esclavos, abora nos
mirarán como esclavos rebeldes ó insurrectos ? ¿ No es mejor dar cuanto
tenemos, para resistir á estos asesinos y ladrones, que esperar á que nos
quiten nuestros bienes con confiscaciones, con impuestos, con donativos
forzosos y exorbitantes ? .Porque, no creáis que mejoraremos nuestra
condición bajo de su dominio. Las injusticias que sufríamos antes se re-
crecerán ahora para reponer las pérdidas que les han causado la guerra
espantosa de la Francia y las revoluciones fie la América: y nuesl.ro he-
roico sacudimiento les hará reforzar las cadenas de nuestro cauti-
verio.
Ciudadanos: El pueblo quo quiere ser libre, loes: queramos esto con
eficacia, y seremos invencibles. Que vean nuestros esfuerzos las Naciones
extranjeras y los individuos de ellas que viven entre nosotros, y que por
la nobleza de nuestros sentimientos nos juzguen dignos de su apoyo. No
demos lugar á la burla y á. la irrisión del Universo, y principalmente do
nuestros insolentes y jactanciosos enemigos.
Cartagena, Agosto 1.° de 1815.—5.°
JUAN MAMMON,
Comisionado del Gobierno general.
Cartagena de Indias. En- la- imprenta- del Gobierna.—Por el ciudadano Manuel Gonzalez
y Pvjol. Año de ISIS.—5.
crueldad inaudita con que el furibundo Morillo ha hecho pasar por las
¡Irmas á más lie cuatrocientos venezolanos, quo SJ resistieron ú venir A
oprimiros ; esto es, para forzar á una multitud do nuestros hermanos á
que viniesen, como lo ha logrado, á pelear con sus propios hermanos;
disposición atroz é imperdonable, que solo tiene ejemplar en nuestros
enemigos.
CgT*Ni os fiéis tampoco en sus palabras dulces poro engañosas ; ni en
las promesas di- conservaros la vida y los bienes, porque todo es pura
falsedad para seducirnos. Vetllo en la desgraciada Isla de Margarita, co-
ronada do escarpias que horrorizan al navegante que se acerca ; en Va-
lencia de Venezuela, cuyos lialiilantes, sin distinción de edad, ni do sexo,
lian [lasado por los filos de sus espadas ; en Porc, en Quito.cn las Cruces
de México, en donde á pesar de. sus juramentos más sagrados lia sido
derramada la sangre americana, de que siempre lian tenido, tienen y
tendrán una sed insaciable, porque siempre ha sido, es y será insaciable
su sed de uro..,&Cl
Desengañaos, (dios siguen el principio maquiavélico fundado en ex-
presar ordenes (pur han recibido, de que á nada les obligan los juramen-
tos ni los tralailiis más solemnes (pie puedan celebrar con nosotros : ellos,
pues, nada respetan, porque se creen autorizados á ofrecer cuanto con-
venga á sus miras, y à cumplir solo lo que quieran.
Ahora vienen à atacarnos, después de haber sido derrotados y repe-
lidos por los ilustres hijos do Venezuela ; sí, no lo dudéis, derrotados y
repelidos cu Barcelona, Caracas, Barquisimelo, Oenmare., Santa Lucía,
G naya na, Valles de A ragua y (-arelo, por los Jefes patriotas Barroca,
Moreno, Urdaneta, Moiiágas y Zaraza.
Así es que tienen ií combatiros, y para colino de su maldad, la ma-
yor parte de su Ejército se compone de criollos forzados, que es imposi-
bio permanezcan en sus banderas por mucho tiempo.
No los temáis, no ; el brazo fuerte de la venganza eterna gravita
sobre sus cabezas, y las pruebas son tantos acaecimientos inesperados y
extraordinarios «pie hemos visto en estos dins pasados, tales como la vuel-
ta á l1'rancia del Emperador Napoleon, el mismo que permitió á Fernán*
do volviese á España bajo la fe de un tratado, á (pie corresponde grata-
mente ahora declarándolo la guerra : el incendio del navio " San Pedro
Alcántara," en que venían los caudales, municiones }r pertrechos preci-
sos de ese Ejército destructor : la loma por una de nuestras lanchas do
fuerza, de la fragata " Neptuno," que con un General, muchos Oficiales
y trescientos hombros, conducía multitud de armas y municiones para
Panamá y Lima: el apresamiento, por uno de nuestros cor-arios, de la
fragata " Número .0(5 M que desde Portobelo llevaba á Santa Marta mu-
cha artillería y otra crecida porción de armas de fuego : el arribo do la
corbeta " El Dardo " que nos ha traído 15,600 fusiles y abundantes pro-
visiones de guerra y boca : lodo debe inspirarnos confianza y avivar vues-
tro amor á la Patria.
Compatriotas : vosotros me habéis elegido vuestro Gobernador, por
vuestro libra voto, en el Colegio Electoral, y no creo que esta elección
haya sido para arruinarme, y conmigo á nueülra Patria amada.
Yo os ofrezco derramar mi sangre, morir por defenderla, y espero
que vosotros haréis Jo mismo, persiguiendo mortalmente á nuestros eno-
92 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
" Arlfenlo 1.° Se dividen en tres clases los sujetos cuyos bienes de-
" ben ser embargados. Primera, la de aquellos que por autores, ó fautores,
" ó caudillos de la revolución, ó por haber llevado las armas contra el
" Rey, ó por asesinos de los vasallos fieles, ó por haber obrado activamente
" contra el Gobierno legitimo por medio de la seducción, consejos, escri-
" tos y empleos, ó por los demás casos que cita la ley 1.", título 2.°, Par-
" tilla o." no necesitan por notoriedad do sor procesados para declararlos
" por reos de alta traición."
compone muy bien. Unas le}ros hay para España, y otras para la Améri-
ca. Lo que es ilegítimo y nulo para aquélla, os legitimo y respetable para
ésta : ó lo que os lo mismo, la America debo obedecer á cualquier gobier-
no que formen los españoles, aunque paru España sea el más ilegítimo,
aunque sea el más absurdo.
" Art. '.t.° Siendo responsables los de la primera clase á los inmensos
" é incalculables perjuicios de la Ileal hacienda, que-ni aun con muchos
" mayores bienes que hubieren tenido, no podrá nunca jamás indemniza rso,
" no se admitirán demandas de particulares, debiendo mirarse los derechos
"del Fisco con la antelación y privilegios que las leyes disponen,sino solo
"las de censualistas do obras pias, como capellanías, iglesias, hospi-
" tales, &.• "
Con que los menores cuyos padres han cooperado al figurado delito,
reducido en sustancia á haber procurado engrandecer au Patria, no deben
ser oídos. Pagan, pues, estos inocente» el imaginario delito de su padre.
Pero aun hay más. Los sucesores de mayorazgos, si el último posee-
dor fué del número de los fautores, en cualquier grado quo estén con él,-
pierden los bienes vinculados, y de osla manera se paga el delito no solo
del padre, sino del hermano, del (¡o, del primo, &." ; porque así lo exigo
el plan de dominar eternamente en la América, haciendo do todos sus-
hijos un enjambro do miserables.
CCXL·I.
ccsxxx.
H O T A S relativas á las medidas adoptadas por las autoridades realistas,
para que el Ejército expedicionario invada la Provincia de Cartagena.
I
En el momento que usted reciba ésta, se pondrá en marcha con los
bongos que haya reunido, á la Ciénaga, dándome aviso de su llegada á
ella, sin que lallfl usted al cumplimiento de esta orden por cualesquiera
otras que haya tenido del Gobierno. De la prontitud con que usted debe
traer los dichas bongos, dependerá el concepto quo deba formar de su ac-
tividad, v domo usted partes diarios de lo que adelante ; quedando usted
responsable de su ejecución.
Dios Ace.—Santa Muría, Agosto 1.° de 1S1Ó.
FRANCISCO DE MONTALYO.
Señor Don Manuel Fiallo.
II
Señor CnpitKn general.
A las siete do la noeho de este día hace noventa y seis horas que
llegué tic la plaza á osla población, en las cuales he reunido bogas y
buques, y tengo lucra de este pueblo, para el puerto do (í Gálvcs," el nú-
mero de mil cuatrocientos hombres do la Division do vanguardia del
señor Coronel y Comandante do la dicha-, el señor Morales. Mi ineptitud
y la carencia de buques no mo han permitido poder desempeñar á satis-
facción de LJ. S. según .sus deseos. Pasado mañana en la tarde saldrá el
resto de la dicha Division. J5n esta virtud, al amanecer sigo á reunir los
buques de guerra y transportes quo pueda, para verificar el embalse del vio
á la Provincia enemiga, por el punto que se me tiene prevenido, que será,
Dios mediante, el domingo, para cuyo dia podrá estar en és(a la Division
del señor Porras.
Dios (te.—Ciénaga, Agosto S de 1S15.
MANUEL FIALLO.
CC8&&Z2Z.
D 3 B Ï C 2 0 del Gobierno de Cartagena, sobre indulto á los desertores del
Ejército.
JÜAX Di: DIOS AMADOR, OOBKRXADOR DE r,.V PROVINCIA DE CARTAGENA DE AMÉRICA,
«DCXXEV.
BJMÜPRÉÍSTET© forzoso repartido por el Gobierno de Cartagena.
Las notorias críticas circunstancias cuque se halla la plaza y toda la
Nueva Granada, por la llegada á Santa Marta do la expedición española,
excusan de fundar y persuadir la necesidad de hacer esfuerzos y sacrifi-
cios extraordinarios para ponernos en aptitud conveniente á separar esta
crisis probablemente decisiva. No es menos notorio que de todos los ele-
mentos necesarios para ello, el numerario es el único quo nos falta ; pero
esta falta es tal, que podria anular todos los otros, si no se remediase á
cualquiera costa.
En esto conflicto, el Gobierno, esperándolo todo del amor y fidelidad
do los ciudadanos á la Patria y á la defensa do sus derechos altamente
comprometidos, ha decretado repartir, por via de empréstito forzoso, entro
todos los Departamentos del Estado, la suma de cuarenta mil pesos, de
que ha locado al do Coro/.al la de cuatro mil quinientos, quo debo cobrar-
so por mitades, en esta forma : la primora, á los tres dias do asignados
DE LA ritOVINCIA DE CARTAGENA. 99
CCXLV.
B O L E T I N E S cu que se da conocimiento de varias operaciones del
Ejército sitiador de la plaza.
BOLKT1N NliMBRO ]."
K.IÍHCITO KXl'KIXCIOXARIO.
Citarle! ijr.ncral de " Palenouillo," 22 de Af/osto de 1S15.
En la noche del 20 último, parto do una compañía de M Leon " en-
contró en HunUt Catalina á los rebeldes, los batió, les tomó mi Oficial
veinte y 1res soldados, número de muertos y heridos, todos sus enfermos
cincuenta y seis fusiles, dos cajones de municiones, doscientas vacas y
otros electos. Los en ferinos y heridos serán cuidados en el hospital del
Ejército.
El General Morales estaba el misino dia en Aguada de Paula, ha-
biendo ahuyentado todas las fuerzas que el enemigo tenia en aquella
parle.
El enemigo huye de nuestros pequeños destacamentos ; y en todas
partes deja rastro de su furor, quemando los lugares y ahuyentando los
vecinos á los montes, contáudoles mil embustes sobre nuestro manojo ;
anuas bien miserables y propias de los que viven sobre el engaño de los
pueblos.
Imprenta del Jijcrcilo cicjiallcionario.
IDO DOCUMENTOS PARA LA IIISTOItlA
EJÉRCITO EXPEDICIONARIO.
EJÉRCITO EXPEDICIONARIO.
E.\CI-:i,F,XTÍSIMO S K Ñ O H :
El enemigo lia situado todos sus buques de guerra sobre su ala derecha,
excepto cuatro faluchos que cubren la izquierda, y se mantiene en fran-
quía; y aunque desde anoeho se avisó al público este movimiento, no se
lia notado en él otra cosa que los más ardientes deseos de quo so aproxi-
men y ataquen.
Se continúan los trabajos y fortificaciones exteriores de la plaza; y
según la fuerza con que se. halla, es muy probable quo la defensa corres-
ponda á la idea que nos hemos formado de nuestros bravos militaros.
FRANCISCO DE MONTALVO.
Señor Don Hermenegildo Visual,—Soledad.
his haga circular por los pueblos vecinos, procurando quo las justicias
cumplan con lo que se previene en la do 17 de! corriente.
FRANCISCO DK MONTAI/VO.
Señor ])o» Pedro lïulx de Punas.
hecho temblar á toda la Europa, cuyas águilas estáu aún debajo do sus
píes ! Lejos do vosotros tan horrorosa perspectiva ; resolved que entren
como amigos y hermanos : yo os aseguro perecer junto con vosotros, si
las promesas del General en Jefe no son tan indefectibles como os
anuncio, y quo conseguiréis por ellas salvar vuestras vidas, vuestro ho-
nor, vuestras propiedades y vuestra fortuna. Así os lo ofrezco en su
nombre.
" Fragata Diana " sobro las Costas de la Provincia do Cartagena,
20 de Julio de 1815.
DUARTB.
II
Con fecha del 10 de éste dirigí á U. S. un oficio, poco más ó me-
nos, en los términos siguientes : " que so deseaba y desea saber de la
situación de U. S. y do las demás circunstancias que importe estén en el
conocimiento de los Jefes : que en la entrada de U. S. en osla Provincia
no puedo tener quien detenga su marcha, pues los rebeldes no se atreven
á presentarse delante de las tropas en ningún punto; los pueblos se some-
ten voluntariamente ; el buen trato que se da á los habitantes y algunos
castigos á tiempo, van estableciendo la mejor opinion del Ejército.
" Que lo quo más urge en cl dia son las muías y caballos para mon-
tar los húsares y para la conducción de víveres. Sobre esto esperamos de
la actividad de U. S., que agitará lodo lo posible, á fin de que vengan
cuanto antes las bestias con sus vaquéanos."
Este va por el conducto do Moron, á quien prevengo á la mayor
brevedad lo remita á U. S. por su importancia.
Hoy ó mañana salgo para " Torrecillas," á donde se ha trasladado
el Cuartel general. Allí dirigirá U. S. sus partos con la celeridad quo
pueda, penetrado U. S. de lo que importa el que estemos informados de
sus movimientos y situación actual.
(*) Debe sot 10, cu cuya fecha desembarcó Montalvo por la ensenada do Arroyo-
grande, lis verosímil que osla Proclama se trajera impresa de Sauta Marta. —(N. del 1¿.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 109
III
FRANCISCO DE MONTALVO.
* Martin Amador, fusilado cu Cartagena el 21 de Febrero «le 1S1G, quo fui hecho
pnsioucro en la acción do Chiuiú.
(N, del JE.)
110 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
FRANCISCO DE MONTALVO..
CCXIIX.
BOLETÍN NÚMERO 4.
NAPOLEON.
Jmjircuta <ld Jyárcitu cxjialtaiuiuirw.
JíOLETIN NÚMERO 5.
Mariscal de Campo de los Renies ejércitos, Presidente, Gobernador y Capitán General ilei
Suevo l'eiuode Granada.
Hago saber á todos los habitantes de esta Provincia, y demás £•
donde llegar pueda el presente bando; que el Excelentísimo 3cñor Don
Pablo Morillo, Teniente general do los Reales ejércitos, General en Jefe
del ejército expedicionario, y Capitán general de las Provincias do Vene-
zuela, me ha dirigido el que sigue:
D3 LA PKOVINOIA DE CARTAGENA. 115
CCLXXX.
MORILLO.
KJttaCITÜ KXl'KDICtONAMO.
cl pueblo de Chima, y cortarles su reunida, fuese por Ici boca del Sinú ó
por el paso de Sau Carlo*. Tomadas estas providencias y calculando quo
la mejor hora do sorpresa seria la del medio din, dispuse la marcha de la co-
lumna de mi mando del Corozal al salir la luna del din 19. Salí con 60
infantes v M caballos, lodos bien montados; descansé solamente una hora
en SampKrff desdo donde dispuso que el Ayúdame Don Jaime Bax lle-
vase parle tío la infantería con la mayor celeridad sobre el pueblo de Ce'
retenant corlar aquí el tránsito del rio. de Chima arriba. Llegué con la
(.ropa desuñada al ¡tiuque de Chima á las seis de la mañana al pueblo do
&m Amir,:.-:, á donde se dispusieron las necesarias avanzadas sobre las
avenidas de Chima para ocultar mi llegada á los rebeldes. Por la rápida
marcha nocturna de once leguas, juzgué necesario detenerme dos horas,
con el lili de ilar bien de coir..;r á ¡a tropa, y fallándome todavía tres le-
gua? liant mi desuno, me puse en marcha á las ocho déla mañana, obser-
vando la Inipa el mayor silencio en el camino. .151 enemigo que, según
noiieias por espías, nos juzgaba en toda la fuerza de 1,500 hombres, y
sospechaba nuestro alaquc para cl dia siguiente, había interceptado el
camino real por una larga iala de árboles (pie necesitaría á lo menos me-
diodía ile trabajo para franquearla, y dispuse atravesar para salir al ca-
mino real i·il un paraje entre la gran guardia de la lala de árboles y el
pueblo di> Chima. Kit este sitio, sin alborotar aquella guardia, se formó la
columna al abrían del bosque, média legua del pueblo, en la siguiente
disposición: 17 húsares de Fernando Arll. á la cabeza, debían atropellar y
pasar á cuchillo las guardia.- intermedias <pic pudiesen alarmar al enemi-
go, deleníiMido»! de iienipo en tiempo para (pie la infantería quedara
siempre al alcance; partir al llegar á la inmediación del pueblo con la
mayor celeridad por medio de él hasta el puerto para apoderarse do las
embarcaciones: la infanteria, en número de 50 infantes, debía seguir hasta
el pueblo en columna cerrada, despachar ocho tiradores ligeros con los
húsares, desplegar un lercio de su fuerza en guerrilla por el pueblo, y
tomar con el r o l o posición Iras las eslacadas de la Iglesia, adonde según
me constaba tenían su punto de reunion los rebeldes. Dadas estas órde-
nes, .si limo* de nuestra i'iuhoscuila sin alborotar la guardia de la tala de
árboles, y liivii-mn los luisa res la fortuna de atropellar la primera avan-
zada de caballería del enemigo, que de 20 hombres á caballo, ni uno solo
se i-M-apú para poder dar aviso de nuestra llegada.
A curto raio después de este choque, se avistó una patrulla del ene-
migo que i-mi las alas del miedo, frustró la velocidad de nuestros caballos
y alarmo ni Ian corlo tiempo á los rebeldes, que se oyeron las cajas to-
cando generala antes que llegase la infanteria á la inmediación del pue-
blo. Hice avanzar á galope la tropa de artillería y poniéndome con los
señores (.'omaiulaid.es; de la caballería á la cabeza, atravesamos á escape,
entre las balas de fusil que salieron de las casas, por medio del pueblo, y
nos arrojamos eon un grito de " viva el Jley," con solo sable y lanza en
mano, sobre la línea de batalla que el enemigo estaba formando en la pla-
za. Con esta determinación la completa derrota del enemigo fué obra de
pesos segundos. Los bizarros húsares y artilleros, buscando por todas par-
tes lo más grueso del enemigo, arrollaron cousus caballos á los quo Ja
rápida carrera del choque no daba lugar de alcanzar con el sable, y en un
momento se llenaron las calles de fugitivos hacia el monte inmediato. La
118 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
•quo andan errantes por el bosque. Para explorarlo con extension, aguar-
do que el Teniente Coronel Don José Machado tenga á bien do poner
destacamento sobro Sabanilla y San Antcro, y que el Teniente Coronel
Don José Arce ocupe el pueblo de San Andres, paru cerrar con nuestras
patrullas, según he solicitado de ambos Comandantes, un circulo en quo
se deben hallar los malhechores.
El Ayudante Don Jaime Bax tiene orden de armar todas las canoas
de las inmediaciones do Cereléy bajando con ellas el rio, examinar am-
bas riberas.
(gyAdornas de oslas prevenciones, he pensado asegurar el castigo del
Jefe de los rebeldes, poniendo por bando un premio de doscientos pesos
sobre su cabeza.
Incluyo la sumaria información sobre el paradero de los caudales
que los insurgentes habían acopiado en esto sitio, y me lisonjeo con la
esperanza de verlos invertidos en beneficio de la Real hacienda.
He dispuesto que. mañana se cante misa y xrc DKUM en esto pueblo;
y con osla ocasión traíamos los señores Oficiales de la columna, de ofre-
cer á la Iglesia un magnifico cáliz de plata que se lia cncontiado en el
equipaje de alguno do los enemigos. El cáliz tendrá la inscripción de los
nombres do lus señores Oficiales que lo ofrecen, con la lecha de ht derrota
do Chima.
Dios guardo ú V. E. muchos años.
Chima, ¿1 do Septiembre de 1815.
JULIAN BAYER.
Excelentísimo seïïor Don Pablo ¡Morillo.
JiiijJi-enta del Ejército exjiediáomnw.
CCÏ.V.
3? B. O C L A R E A del General Morillo, en que ofrece olvidar lo pasado y
excita á los bogotanos á someterse á la obediencia del Gobierno español.
HABITANTES DE BOGOTÁ !
imitas perecían dentro de estos pueblos por lar. propias manos do los que
os mandaban ? Exigen la libertad y la humanidad, de epic tanto os hablan
]os que os mandan, el que ellos su reserven sus posesiones y el que hagan
perecer entre las llamas do las demás á vuestras mujeres y á vuestros hijos?
Estos sucesos que pedéis venir á verificar aquí, no con papeles, sino con
las cenizas, los cadáveres ennegrecidos y los gemidos de los huérfanos y
las viudas. Un ejército que ocupa nn país que ha estado separado de su
deber por algun tiempo, ha sido siompre un azote del Todopoderoso: el
incendio, las violencias y los mayores horrores suelen seguirse ; pero
estaba reservado al deseado Fernando, dar al mundo una nueva prueba
de sus virtudes, de su humanidad, prescribiéndome el que un olvido ge-
neral sea la base do la pacificación de estas Provincias ; pues S. M. atri-
buyo á delirios de las circunstancias los errores cometidos, y por lo tanto,
que so observe la más rígida disciplina por las tropas, como ya lo expe-
rimentan las Provincias donde han entrado.
No puede haber un precepto más grato para nn soldado, quo el do
llevar la oliva, en vex. de esgrimir la espada empleándola solo para pro-
tejeros y hacer respetar las leyes. Yo os prometo de que no me separaré
un momento de estos principios tan halagiioilos para mí, no obstante que
vuestros miserables Joles o? han repetido de que he llenado de escarpias
á Margarita y degollado centenares en Caracas, viniendo huido do aque-
lla Provincia. Tales patrañas son las armas de los débiles, y con las quo
os han alucinado siempre. Os han repetido, que no había España ni Pury.
Aquí está un ejército venido de allí, y no será el último que saldrá de
aquel Reino. Jamás os ocultaré la verdad : soy militar y mi profesión
no admite dobleces ni perfidias.
Fieles habitantes de la Nueva Granada : olvidad todas vuestras ene-
mistados, y perdonad á los que os han causado tantos males, unios á mí
para acabar con la hidra do la discordia. Vuestra agricultura é industria
está atrasada ; vuestro comercio paralizado, éste ha sido el resultado do
vuestra prometida felicidad. El puerto de Santa Marta so. habilitó para
que conduzcáis vuestros frutos y los exportéis á las Colonias, á España,
ó donde os convenga más. pues el pabellón del .Rey no ilota aún on los
muros de Cartagena.
Gocen de este beneficio hasta aquellos que habitan en parajes dondo
no han penetrado aún las armas del Rey. S. M. ve en los buenos y los
malos, sus vasallos y sus hijos, y el paternal corazón del Roy no puedo
sufrir el verlos sumergidos en la miseria.
Vosotros, los que habéis seguido principios perjudiciales contra los
derechos de soberanía del señor Don Fernando VII, arrepentios y en-
mendaos, pues cualquier individuo que recaiga en las faltas pasadas, pe-
recerá sin remedio ; y aunque mi corazón repugne el derramar la sangre
de mis hermanos, pesará sobre vosotros la espada de la justicia.
Por último, americanos; permitidme que os recuerde que el estado
del mundo es otro del que ha sido durante los últimos siete años : un
Hoy adorado, humano y firme gobierna el [mperio español. La Inglate-
rra desea y trabaja por la tranquilidad del Orbe. Luis X V I I I , en el tro-
no de sus mayores, proscribe á sus subditos que so mezclan con habitan-
tes que se hayan-separado do la obediencia do su legítimo Monarca.
Napoleon humillado y abatido, se entrega prisionero para terminar sus
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 121
BOLETÍN NÚMERO 9.
EJÉRCITO EXPEDICIONARIO.
EXCELENTÍSIMO SEÑOR:
MoniLí.o.
Imprenta del Ejército Exnettír.ionnrio.
124 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA
SEBASTIAN D Í A Z .
KVCCICIIIÍMIIIO Señor Don Pablo Morillo.
B E MONTALVO-.
II
KJ ÉKCITO KXPEDICIOKABIO*
¿adunes do esta capital entregasen cuanta plata y oro tuviesen pora amo
ncclarl'-s, y aunque así lo han hecho, éste ha sido un triste recurso, pue
nés
uno concluida ya la amonedación, no quedan en caja hoy ni mil quinien-
tos pesos, sin poder esperar ningún otro empréstito ó contribución forza-
da porque la pobreza dol vecindario es constante y conocida al mismo
Gobierno.
En cnanto á víveres, es peor nuestra situación, porque si bien pue-
den pasarse las tropas sin prest, es imposible que lo hagan sin la ración
ó mantenimiento. No existe depósito alguno, ni menos almacenes gene-
rales, ni cuntamos absolutamente sino con algunos barriles de harina do
particulares ; no se encuentra un grano de maíz, ni hay en la ciudad
más que ijuinií'titas reses, de suerte que aun contando con los pocos ca-
ballos, ínula*, burros y perros, apenas podremos prometernos víveres pa-
ra cuarenta dias. No seria difícil enviar algunos buques lignros de los
corsarios á aprovecharse de los (pie no tenemos á los Cayos, donde están
on la 111:1 vor abundancia, pero nos Talla el dinero, y carecemos del menor
crédito para que confiando en el vengan por contratas embarcaciones,
mavoniii·iii'! cim cl inminente riesgo del bloqueo, que hasta ahora lo
m:iiiii··n··n ri:{orn:;o 011 ludas direcciones los enemigos : y como se halla
aquél iwnnuHilii |»«»r el Almirantazgo de Jttmaiaa, no pueden nuestros
mismos emisarios cu osia Isla hacer quo salgan los buques do esto co-
mercio, quo so hallan allí dolc-nulos.
I'ín cuanto á (ropas du linca disponibles para salir sobre el enemigo,
es Inn escaso id número, &$$"i|Uo contando con la Division del General
Palacios quo por dimisión que ha hecho, la manda el General .Bermúdez, y
que no asciendo á 2f>() soldados, apenas podremos poner 011 movimiento
1,000 hombres, dejando enteramente desguarnecida de tropa veterana la
plaza, y expuesta en consecuencia á cualquier golpe de mttno.^ES
JJstc pueden darlo con tanta más facilidad, cuanto á quo son muy
débiles aún las fuerzas sutiles nuestras (pie cubren la bahía, y tan supe-
riores las del enemigo, como que á más de las que trajo do Europa, ha
encontrado todas las que se perdieron del Magdalena quo pueden condu-
cir muy bien á íiii'-s de esto mes por el Dique.
Nuestros pueblos del interior están en una entera y absoluta inco-
municación, y no podemos comunicarnos ni aun por espías, pues U. S.
conoce muy bien que este servicio oxpuesfísiino, 110 tieno otro cebo quo
Ja recompensa pecuniaria, y nosotros estamos tan infelices que solo pro-
mesas obtendrán los que se presten á este servicio interesante.
HtS aquí la situación de la plaza, y Ü. S. puede suponer cuál será la
mía al verme dirigiendo la defensa de ella, con una población inmensa,
pobro y careciendo de los primeros elementos para resistir un enemigo
poderosa que tiene ya establecida perfectamente su línea do circunvala-
ción; y la do contravalacion parece quo no la juzga necesaria, ya sea
porque no pienso batir la plaza, ya porque aguardo otra estación más
favorable para establecer sus aproches y batirnos de cerca. Gomo do an-
temano tengo salvada mi responsabilidad por repetidas veces, excuso ha-
cerlo ahora nuevamente, y convencido hasta la evidencia de que perdida
esta plaza queda amenazada ó casi destruida la libertad do la Nueva
Gr.mada, estoy bien resuolto á llevar la defensa hasta la obstinación : ai
la suerte nos hiciere sucumbir al enemigo, 6erá dejando el honor do las
9
130 DOOUMENTOS PARA LA HISTORIA
EJ1ÍRCITO EXPEDICIONARIO.
CCZJLXlè
S » S T I C Ï O K T del Cadete Don J. L. de Medina, para que se le Coloque de
Oficial. (')
Señor Capitán general: Por la misma razón que dirigid U. S. con fe-"
cha 23 del quo cursa la solicitud de Don Francisco Virues, que iba encabe-
zada para el Excelentísimo señor Don Pablo Morillo; fundándome en esto-
mismo, paso á manos de U. S. ésta quo forma el Cadete Don J . Leandro
de Medina, para dicho señor Excelentísimo, pidiéndole lo coloque do Ofi--
cial, á lo que lo considero acreedor por su antigüedad, buena conducta y
desempeño que ha tenido.
Santa Marta, Ocfcubro 21- do 1815.
MANUEI, ZEQUEIRA,-
BOLETÍN NÚMERO U.
EJÉRCITO EXPEDICIONARIO.
ExCELESTÍSIMO SEÍvOlt :
EJIÎHCITO EXPEDICIONARIO.
«nil» Francisco Oroxco, que dio muerte al artillero en fuga con la mecha
ni- nrino, y a Don Pedro Mateos, Teniente de la "Albuera," que» pidió
«| servicio nias arriesgado ; à fin de que si V. E. los considera dignos
do alguna gracia, les conceda la que juzgue por sus méritos.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Docn de Xcelii, 24 de Octubre do 1815.
Excelentísimo señor.
VICENTE SANCHE/. LIMA.
Esccli·iitlsinio KCiior Don Pnblo Morillo.
Jmprmtu ild Ejcrcllv expedicionario.
CC3US.SV.
¿ S O I V I E T I I V Ï I E N T © do las poblaciones tic la Provincia de Cartagena
ilc Indias, á la obediencia de las autoridades españolas.
1.
Acompaño á U. S. lisia do los pueblos quo hasta la fechaban jurado
al Xlcy nuestro señor, en esta Provincia.
Por lo pruutu dispuse on Proclama do 17 dol pasado, viniesen al
Cuartel general las Justicias,(Juras y dos hombres buenos do los pueblos,
á renovar el (pío ya habían hecho á S. M., mandando á los Alcaldes con-
tinuar en sus encargos hasta nueva orden. Instruido U. S. de la eircular
de (5 del corriente, verá lo que sea do añadirse ó quitarse sobre los parti-
culares á que so contrae.
Se me han presentado algunas querellas particulares sobre ventas
hechas por algunos. «Jetes militares rebeldes, de bienes pertenecientes á per-
siinas tpio dicen «or fieles y quu han sido perseguidas por' esta causa: Por
ahora he dea otado á ellas, que no siendo dichas solicitudes del momen-
to, se reserven p.-ir¡i >u oportunidad. ICsto ha sido con concepto á que no
estando I.'. S. à mi lado, ni podia recargarme de estos asuntos, ni resol-
verlos por providencias parciales, cuando quizás para rescindir dichas
venias, ó hacer sobro ellas la declaratoria que corresponda, era necesario
\\i\ juicio formal. .Sin embargo, pronto.á seguir lo que sea mejor ó con-
venga á la administración de justicia, desearía una regla fija, justa y aco-
modada á las circunstancias.
También la desearía para las distintas clases de individuos cuya con-
ducta, variando en circunstancias, es preciso tenerlas en diverso concepto;
unos (pie hasta estos precisos momentos han permanecido al servicio do
los gobiernos revolucionarios, se han retirado á la vista de las tropas del
Hoy, pero no se atreven á presentarse; y otros quo habiendo estado ocupa-
dos en el propio servicio por algun tiempo, se mantienen ahora on un
estado pasivo, sin ocultarse, agregando á éstos los que expresa la orden
circular. Para todos quisiera, como he indicado, una regla de proceder,
pues aunque conviene disimular con algunos, os por otro lado preciso so
hagan algunos ejemplares con otros.
136 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
Truana (Tartana)—Galapa—Usiacurí—Soledad—Pueblo-nuevo—
Turbaco—San Estanislao—Baranoa—Manatí—San Benito—Malambo—
Sabana-grande—Villanueva—Sabana-larga—Aguada do Paula—Santo
Tomas—Candelaria—San Cayetano—Real do Ja Cruz (Campo do la Cruz).
-,—Barranca del Rey (Barranca)—Barranca vieja—San Juan üSTepomuee-
no— San Jacinto—Arjona—Mahates—Santa Catalina—Santa Rosa—
Tetón—Barranquilla.
No van puestos por orden geográfico, sino según so han ido preson-
tando á jurar, las Justicias y Curas. Tampoco se ponen los pueblos do la
linea que siguo el Brigadier Porras, y tal vez pueden haber prestado a la
fecha el mismo juramento, do lo que no se han recibido todavía los partes,
Torrecilla, 14 do Septiembre de 1815.
J o s é MARÍA RAMÍREZ;.
II.
EXCELENTÍSIMO r.r.Ñon:
MAJAGUAL.
AYAPEL.
ACHÍ.
Los Alcaldes pedáneos de este sitio del señor San José del Achí y
su jurisdicción, &."
Certificamos : quo habiendo regresado á osle dicho sitio el señor
DE LA rnOVlKClA DE CARTAGENA. 139
Cura y Vicario do él, Don Pudra Pascasiode Quesada, In noche del vein-
fa y uno del corriente, del do Nechí, donde se hallaba en asuntos del real
servicio, procedimos en su asocio á tirar las respectivas providencias á
fin de citar la mayor parte de este vecindario cjuc habita en sus labran-
zas, para que se congregasen en su parroquia la mafiana de esto dia. Y
habiéndolo así ejecutado con la mayor solemnidad que se pudo propor-
cionar, después do cantada la misa con el Te Denta, con la Majestad
divina manifiesta, prestamos en manos de dicho sonor Cura el juramento
de fidelidad á nuestro augusto Soberano, y da sostener In religion
cristiana, como única y verdadera; y el pueblo, con crecida demostración
di; alegría, repitió lo mismo, con aclamación de nuestro católico monarca.
Y par;?que consto y dar cuenta al señor Teniente Coronel de los Reales
ejercito*, Capitán île la primera compañía húsares de Fernando V I I , y
Comandante de la primera sección de la Division volante dol Ejército
expedicionario real, ponemos la presente, que (inmunos eon el citado se-
ñor Cura, en este pliego de papel común, por no haberlo sellado, en el
Achí, á veinte y 1res días del mes de Octubre de mil ochocientos quince
años.
TIQUICIO.
CACERES.
hizo salva con la fusilería, y dijeron á gritos con grande júbilo y alegría;
¡ viva el Roy Don Fernando V I I ! Con lo que se concluyo esta diligencia,
que firmamos con los que del pueblo saben escribir.
Pedro Charneca.—Miguel Salgado Duran.—Andres de los Sanios.—
A ruego de José Maria Moreno, por no saber escribir, Pedro Charneca.—
Lucas Bcltruz.—Ramon Ballestero*.—Jote Antonio Zamora.—Santiago
Ancho.—José Hilario Espinosa.—Domingo José Escórela.—Manuel Pi-
mienta.
PALMAÏUTO.
II.
Número 6.
EXCELENTÍSIMO SEÑOK:
lio recibido los once documentos quo con oficio 21 del quo aenbn
mo remite usted, sobre los juramentos de fidelidad ni Rey, prestados por
las Justicias de otros tantos pueblos, la sumaria aceren del Curado Mon-
tería, cuya conducta hará usted observar particularmente, y en caso
quo por su especie de demencia, ó por el alecto que, según el Alcaldo del
mismo pueblo declara, so le nota en algunas conversaciones á favor do la
independencia, se hicien; sospechoso, ó pudiere ser un estorbo para ol
establecimiento do la tranquilidad pública, obediencia al Rey y olvido do
las notedades perjudiciales al bien común, que son las quo se quieren
destruir, suspéndalo usted también, y envíelo aquí, dedonde se lo dará
destino, encargando el curato á otro eclesiástico de su confianza.
lOspero á los do Lorica, San Nicolas y Purísima Concepciou, y ni
de Sampues. No hay el número de sacerdotes que usted mo iusinún;
pero no descuidaré el que á la posible brevedad se escojan algunos, para
enviarlos á los dichos curatos. C2>°Hc mandado dar noticia do esto al
nuevo (iobernador de este Obispado, Doctor Don Juan José Odériz, á
quien he encargado interinamente la Diócesis, y este señor proveerá sobro
ello..,{.Kl
Mo he enterado do lo que me dice usted con respecto á Lima : los
dos procurarán ir de acuerdo al objeto del servicio.
Dios guardo á usted muchos años.
Cuartel general de Torrecilla, Octubre 30 de 1S15.
FRANCISCO DB MONTALVO.
Ui DOCUMENTOS PARA LA IÎISTORIA
COROZAL.
LORIGA.
Bula parroquia do lior¡eu,á los veinte y siete (lias del mes de Septiem-
bre dol año île mil ochocientos quince, Don Antonio Foininaya, Capitán
de Kjéreilo, con destino en la columna volante sobre las sabanas del Co-
roza!, i·ii virtud de su comisión que por cl Comandante de ella ol de igual
clase Don Julian Da ver, le ha sido conferida para el expresado pueblo,
hizo comparecer ante sí y comparecieron los señores Alcaldes del pueblo
de '• San Nicolas de IJary," Don Paulino Velazquez y Don Manuel Ino-
cencio Bravo, y en la Corma tie estilo le recibió juramento do defender la
Pureza de la inmaculada Concepción, patrona do España é Indias ; do
reoonocury defender los derechos del señor Don Fernando VLL, Rey de
España v do sus indias, y su dinastía, único señor y Soberano en estos
dominio*', à que contestaron : " s i juramos, reconocemos y defendere-
mos :" concluyendo este acto con muchos vivas al Rey ; y por no sabor
escribir, lo hicieron con la señal de cru/., firmando yo en el expresado
dia, mes y año.
I lav dus cruces.
ANTONIO FOMINAYA.
\hm .Julian Bayor, Teniente Coronol de los roa los Ejércitos, Capitán
diil lucimiento de infantería cazadores do Extremadura, primer Ayudan-
te del Cuartel Maestre general, y Comandante do u ñ a d o las columnas
volantes del líjército expedicionario al mando del Excelentísimo señor
Don Pablo Morillo.
Habiendo hecho comparecer al señor Cura de San Sebastian para
hacerle prestar el juramento de fidelidad á nuestro Soberano, so lo exigí
10
œ DOCUMENTOS PARA LA HÏSTOïUÂ
SAN SEBASTIAN.
SAN P E L A Y O .
OERETÉ.
OHINU.
SAMPUES.
IV.
EXCELENTÍSIMO SESOK:
dia tampoco puedo hacerlo por haber dejado todos los papeles on Maja-
gual, á donde me restituyo luego cpie evacué cierta declaración, en la
causa de los aprchensores del titeado, en Montaría.
Acompaño ahora las actas de juramento de fidelidad do los pueblos
Tacasaluma, Santiago y Gegua, que me han remitido á este punto.
Zaragoza y Càceres están ocupadas por nuestras tropas, y los ene-
migos más inmediatos á estos puntos están en Remedios y San Luis do
Góngora.
Ñcchí lo tengo muy bien fortificado, con caminos abiertos hasta
Ayapcl, y por esta parte hasta .Bejucal: falta solo que de este punto hasta
esta Villa se empleen los naturales en limpiar el antiguo, (pie por el no
uso está muy cerrado, y entonces logrando yo la apertura del de Zarago-
za desde el Ncchí, podrá con facilidad transportarse á Antioquia cuanto
ganado se quiera, y se establecerá un comercio de muchas ventajas á las
dos Provincias.
Don José Guerrero queda sacando la gente para el completo del
Escuadrón antiguo de Dragones del Coroza!, cuya fuorza nos es muy
útil emplear en aquellas comisiones de menos importancia, pero que ha-
cen disminuir Ja otra veterana para Ja guerra.
Dios guarde á V. E. muchos años.
San Benito Abad, 27 de Noviembre do 18Jo.
Excelentísimo señor.
VlCBSTK SÁNCIIB7. DK LlMA.
Excelentísimo (¡ofíor Cnpitnu general del Reino.
TACASALUMA.
SANTIAGO.
GEGÜA.
En este pueblo di; San Francisco do Gegua, á los veinte dias. del
mes de Septiembre de mil ochocientos quince, yo Don Macario José do
(.'árcamo, Alcalde pedáneo en ella por S. M., en virtud del oficio que con
fecha diez y nueve del corriente me pasa el señor Comandante político y
militar, Don Pedro María de la Torre, para que en el dia de hoy se cele-
bre el juramento de nuestro augusto Monarca el señor Don Fernando
Vil, con toda solemnidad, por lo que después de celebrado el santo
sacrificio de la Misa, procedí á efectuarlo, estando presentes todos los
vecinos cu la puerta de osla sania Iglesia, á quienes teniendo delante un
divino crucifijo, y puestas las manos sobre los cuatro santos Evangelios,
juramos lodos obedecer y reconocer Ja soberanía á nuestro amado Rey,
con entero amor y fidelidad, á que lodo el pueblo lleno do júbilo y rego-
cijo y con...(eomido) viva dijeron : que juraban obedecer y cumplir con
las soberanas disposiciones de nuestro Monarca, y Juego en acción de gra-
cias nos regresamos otra vez á la Iglesia, en dondeso cantó por el señor
lJura el '/«.• J.)%mu laudativas con muchos repiques do campana y caja,
siguiéndole después las diversiones públicas y luminarias por tres dias.
Con lo (pie so. dio fin à tan solcnino función, cuya acta, en prueba de ver-
dad, la firman todos los que lo saben hacer, junto conmigo de que cer-
tifico.
CCX.XV.
EJERCITO EXPEDICIONARIO.
Tros dias há quo llegó á esto puerto el bergantín " Ligoro " y en
* Esta nota ftió tomada por los sitiadores cíe la Plaza. (N. did E.)
156 DOCUMENTOS PATIA LA HISTORIA
CCS.2S.VIS.
SKÍTOUKS:
CCX.X.X.
u P Ï S Z A S oficiales relativas al abandono de Cartagena por los patriotas.
I.
Con esta lecha digo al Gobernador de la plaza lo siguiente: " Por
" aviso de estar en poder de Don Domingo Esquiaqtti la plaza de Carta-
" genu, por haberse embarcado sus jefes y tropas en los buques corsarios
" que tienen en su puerto, he tomado las providencias convenientes á fin
" de que el Brigadier Don Antonio Cano tome posesión de ella, siendo
" ciertos aquellos datos; dado aviso al General Morillo que se halla en
" Cospif/tit:."
Avisólo ¡i usted para la satisfacción de ese público, y para que esté
advertido de que las tropas revolucionarias que so han embarcado pasan
de cuatrocientos y cincuenta hombres, y que en la desesperación que so
hallen de no encontrar donde los reciban por la mala calidad de los sol-
dados que componen esta Division, podrían dirigirse ú ese punto ó al do
Riohncha. Póngase usted en disposición de no ser sorprendido, y con co-
pia de este oficio dirija, el aviso al Gobernador de lliohacha para el mis-
mo fin; con cuya noticia dispondrá U. S. que todo lo correspondiente á
Secretaría esté pronto á marchar á primera orden; disponiéndose U. S.
al mismo fin.
FRANCISCO DU MONTALVO.
II.
Cuando el honor de las armas del Rey nuestro señor mo arrancó del
seno de eso fiel vecindario, la misma urgencia del servicio y el crecido
despacho de asuntos extraordinarios que cargaron sobre mí, no mo per-
mitieron dedicar un solo instante á expresar los sentimientos de que se
hallaba mi ánimo poseído, con respecto á ese ilustre Cuerpo." Los lazos
que lu más acendrada fidelidad, el amor más decidido • por la causa del
Rey. y el haber sido companeros en las desgracias y en los triunfos, han
echado entre el Cuerpo capitular y mi persona, los miraré siempre como
el mejor y más precioso premio do mis sufrimientos pasados.
Ahora que rendida esta plaza felizmente ocupada por las tropas de
S. M. el (5, se me ofrece este motivo de felicitación á ü . S. no puedo me-
nos do congratularme con el Ilustro Ayuntamiento., á quien toca no pe-
queña parte en estos dias de gloria, que con sus esfuerzos y con los sa-
crificios de sus bienes y personas, preparó la lealtad de los habitantes do
esa Provincia. Reciba, pues, U. 8. las consideraciones propias del alto
aprecio quo me merece, y la seguridad do epic conservaré en todas partes
la memoria de la ayuda que le he. debido en los momentos más críticos en
ÜE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 161
nuo si» recursos para defender esa Provincia, casi la vi perecer entre sus
victorias y heroísmo, á no haberla sostenido la constancia y eficaces auxi-
lios tic tan noble corporación.
Dios &.C—Cuartel «encrai en Cartagena, 8 de Dicicnibro do 1S15¿
FRANCISCO »13 MoNTALVO;
A la Jnsüda y licghnkntto de Sania Marta.
III
KXCKI.KSTÍ.SIMO SKSon :
IV.
3)ON OAnUlKli DK TÓltUKS Y VKhASCO, COUOXRÜ DE LOS KKA MvS JMICIICITO?, CíOJÍÜIlNADOl?
l'OMTICO Y MILITAR DIS KCTA 1M.AZA V IMIOVIXCIA, KC.
Hago saber á lodos los liahitanl.es de esta ciudad, que debiendo ce-
lebrarse el domingo próximo, diez y siete del corriente, en la santa Igle-
sia Catedral, una misa solemne con Te Den ni, en acción de gracias al
Todopoderoso por la ocupación de esta plaza por las armas del Rey nues-
tro ¡Señor (que Dios guarde), deben concurrir á solemniz-ir este acto todas
las personas visibles; y el diez y seis en ¡a noche, víspera de la festividad,
pondrán todos los vecinos las laminarias correspondientes en sus casas,
sin que por ningún motivo se falte á osla prevención, como lo espero do
la obediencia de sus moradores.
V.
EXCELENTÍSIMO SEÑ'OR:
HABITANTES DR CARTAGENA.
i
SESOR CAPITÁN I¡KNKKAI< •.
II
Siijfon CAPITÁN GENERAL :
Con arreglo á lo prevenido en oficio de U. S., fecha 12 del próximo
pasado, han prestado el juramento el Cabildo y Clero de esta Villa, como
asimismo los Curas y Jueces do los sitios de esla comprensión, excepto
los de Loba} que aun no han parecido, habiéndoles advertido de lo que
los Jueces deben verificar en sus pueblos, y del testimonio que de su eje-
cución deben remitir á la superioridad de U. S.
Dios guarde á U. S. muchos años.—Mompox, Octubre 20 de 1815.
PEDRO RUIZ DE PORRAS.
III
IV
EXCELENTÍSIMO BSfloa CAPITÁN GKNF.HAJ, DKI. KEIXO:
CCLXXV
Il3EîlVîï3>rïS(DBîXrCZAS del sitio de Cartagena, hechas por el escla-
recido ciudadano Lino de Pombo.
Qurcquc ipso misérrima vidi
•; líslc sepulcro pc*n!>¡; ocho mil on¡us:< cíe- plata (fr©0 libras). destinado al culto del
Santo Cristo cu el Convento ile religioso:; do San Animin (X. del K.)
:
' De más do dos mil hombres de qus ::e componia cuando bajó del interior, reducid:;
A unos trescientos apenas. (N. del K)
f Fueron también incendiadas las poblaciones de Ternera, Sania íío.-a, Turbnna v
I'asacalmlloí—(N. del B).
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 1C9
acceso único estaba protegido por la Artilleria del castillo de " San Feli-
pe," proporcionaba durante el dia para nuestro entretenimiento variados
espectáculos. Del lado do la plaza y el mar los movimientos de la Escua-
dra bloqucadora, repartida por mitades entre " Punta-canoa" y las in-
mediaciones de Bocuchica ; los ile nuestra flotilla, casi inútil, de goletas
corsarios ó piratas, lanchas, cañoneras y bongos de guerra en la ballin ;
los trabajos de los muelles y arsenales, y muy de vez en cuando la apa-
rición entre lu bruma matutina do algun buqiiccito con víveres, mío ha-
biéndolo amanecido cerca do la ciudad, hacia esfuerzos heroicos de vela
y remo, siempre felices, para guarecerse bajo sus murallas eludiendo la
persecución enemiga. Unos veinte (lias consecutivos estuvimos observan-
do con ansiedad la marcha lenta del casco viejo de un bergantín, que se
intentaba conducirá remolque hacia Pasucaballos, para obstruir la boca
de aquel " Estero :" tan lenta fué en las cinco millas de trayecto, quizá
por falta de vigor de los remeros, que no alcanzó á llegar á tiempo á su
destino.
Del lado de tierra teníamos con frecuencia al despuntar la aurora,
Jas descubiertas enemigas de infantería y caballería, ó los grandes reco-
nocimientos de pura ostentación del Ejército español, que desplegaba en
el fondo del playón sus hormosos batallones y escuadrones con relucien-
tes armas, hasta donde nuestros fuegos se lo permitían, y avanzaba pi-
quetes sueltos para explorar los bosquecillos y para dejar intimaciones ó
proclamas en tablillas puestas al extremo de un palo hincado en tierra.
Justas escursiones solían ocasionar pequeños tiroteos con partidas do la
guarnición de la plaza también en descubierta, ó apostadas al efecto.
Quedó abandonado un dia cl cadáver de un soldado español : conducido
á Cartagena, la turba onhambrecida del barrio de c: Jetsemaní " se apo-
deró de él para arrastrarlo por las callos mutilado, con febril regocijo.
En otra ocasión, una partida nuestra do húsares mal montados y peor
comidos, se emboscó en las avenidas del playón con el encargo de cojer
vivo algun soldado de quien pudieran obtenerse informes, y esto dio
lugar á una interesante escena. Habiéndose adelantado de un piquete
enemigo dos hombres en famosos caballos, y uno de ellos que avanzó al-
gunos pasos para clavar, según costumbre, un palo con tablilla que con-
ducía, iúé rodeado súbitamente por nuestros húsares: advirtiéndolo el
camarada, voló sin vacilar en auxilio suyo con sable en mano, desparpa-
jó á los contrarios en un abrir y cerrar de ojos, y ambos, sanos y salvos
se reincorporaron á pequeño troto en sus filas, nosotros los espectadores
de la punta del cerro, aplaudimos con estrepitosos palmoteos acción tan
calíanla, que nada perdiu de su mérito, por la notable diferencia de cua-
lidades físicas entre los combatientes.
En la madrugada del 11 de Noviembre ' fué atacada " L a Popa "
por una columna de ochocientos hombres escogidos que acaudillaba el
más distinguido olicial de cazadores del Ejército español, Teniente Coro-
nel Maortua, y que al favor do las tinieblas y de un profundo silencio había
logrado trepar sin ser sentida ni ofendida. Las fortificaciones, sus leales
'•'•' Manuel María Guerrero, quien más tardo se reconcilió con l:i licpúblicn y des-
empeñó nlgnuos destinos militares,
(X. del K.:)
• Súpose después que las tripulaciones de c-tos buque;; de nlLo bordo, hablan sido
trasladadas en su mayor pnrLc ¡i las embarcaciones sutiles de la bahía; de manera que
si se hubiera l.cuido conocimiento de esto por los cnu'.",ranlcs. y no hubieran eslado des-
fallecidos ó sumamente Tallos de rigor, habrían podido abordar los buques españoles,
ocuparlos y levar anclas impunemente.
(N del £.)
174 DOCUMENTOS PAIU I,A HISTORIA
costn del Istmo tic Panamá, :tl Norte do Chagra», frente á In boca del rio
Coció, y su C'apitan tuvo que abandonarla después do habernos echado
en tierra. En la travesía había fallecido el Coronel Sata: en la playa de
Coció fueron á exhalar su último suspiro mi angelical prima, Ana Potnbo,
mujer de Santiago Locuna, que estaba con ella, Juan Gual y algunos
otros desdichados. Era solitaria aquella playa, pero estaba cubierta de ár-
boles de coco, cuya fruta y palmiche prestaron tal cual refrigerio á quien
pudo cogerlos: y habicnclo.se aventurado dos ó tres personas que conser-
vaban cierto resto do vigor, á cruzar el pequeño rio y explorarlo hacia sus
cabeceras, dieron afortunadamente con la choza de unos indios, y trajeron
de allí algunos plátanos y yucas, (pie en pequeñas raciones devoramos
con avidez.
Algo más de una semana había transcurrido, semana de tormentos
físicos y morales de todo género, bajo una atmósfera ardiente y lluviosa,
cuando apareciendo el Corsario español " L a Flecha," Capitán Bedoya,
procedente de Portobelo, quedó decidida nuestra suerte; quizás menos
desgraciada en general quo la del resto de la emigración, víctima en su
mayor parte del brutal porte y la insaciable codicia de los desalmados
piratas que les sirvieron de conductores. Trasladados á bordo del Corsario
y tratados con humanidad, l¿¿5=sin perjuicio do quitarnos el dinero y las
alhajas que llevábamos, se nos condujo presos á Porlobclo^ y de allí á.
Cartagena en Enero de 1S1Í). Tres de mis respetabilísimos compañeros
quedaron comprendidos en la siguiente lista de ciudadanos eminentes
y acrisolados patriotas, con quo inauguró en aquella ciudad su larga serio
do fusilamientos oficiales ol Ejercito español llamado PACIFICADOR, tras
los degüellos á sangre fria hasta de mujeres y niños, perpetrados por el
monstruo Morales (Francisco Tomas) en oí lazareto de " Caño do Loro,"
y en "Boeachica": '"
José María García de Toledo;
Doctor Miguel Granados ( de Santa M a r t a ) ;
Doctor Antonio José de Ayos;
General Manuel del Castillo Rada;
Brigadier Manuel de Anguiano (español);
Teniente Coronel Santiago Stuart (inglés);
Martin Amador;
Pantaleon German Hibon (de Mompox); y
José María Porlocarrero (fio Bogotá)-
Los demás presos fueron sometidos al servicio de azada y parihuela
como presidiarios, ó trasladados, en calidad de enfermos, al hospital mili-
tar, hasta que, ausentes Morillo y Emile en ol interior, y gobernando la
plaza el caballeroso Coronel Don Gabriel de Torres, les otorgó indulto y
libertad el Vircy Monlalvo ' ' el 30 de Mayo, en celebración de los dias
del Bey Fernando.
Al año siguiente obtuve yo permiso para acompañar á mi padro
(quo do Dios haya), salvado por rara fortuna del patíbulo do los Proceres,
en su viaje de proscripción á España.
Bogotá, 8 do Abril do 18(52.
LINO DK POMUO.
!
' Pasó el miniara do las victimando trescientos. (N. del B.)
" Ya era Vircy en esa fecha,
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 175
CCE.2LXVI.
ISIO, y apenas diez y siete contaba cuando fu» agraciado con los cordo-
nes de cadete en 31 de Agosto do 1812, previa la dispensa de edad re-
quoriiln por los estatutos militares. Obra de tres meses militó en esta
modesta categoría; poro habiendo el cuerpo en quo servia cooperado al
buen éxito de las operaciones que se ejecutaron contra las fuerzas realis-
tas estacionadas en Pamplona y Cuenta, fué luego ascendido por su buen
comportamiento á la clase de Oficial, recibiendo en l> de Diciembre del
mismo año, junto con el despacho de Subteniente del Batallón de linca
número 4." de la Union, la charretera de los ejércitos independientes,
tan codiciada en aquel tiempo por la juventud, y que de cierto sentaría
graciosamente en los hombros casi infantiles de nuestro bizarro compa-
triota.
Cauca y el mar, creyó cl Gobierno que había llegado el caso (lo tomar
una resolución definitiva.
" La población había declarado «star dispuesta ú todo, cccr.plo á ca-
pitular con los cs/xinohs 6 volco- á su dominación. En consecuencia, el
Gobernador (doctor Juan Elfos López) manifestó quo había prontos
once buques, entre bergantines y goletas, para recibir à todos los que:
pudieran embarcarse y quisiesen correr el riesgo da abrirse paso por <:n-
medio de la escuadra y de las balerías enemigas. Más de dos mil perso-
nas, es decir, lodos los qua pudieron levantarse «le sus lochos, acudieron
á bordo de aquellas embarcaciones, última esporan/.a do su valor. Sueltan
las velas, y haciendo rumbo á Bocackka en medio del vivo luego que
hacia el enemigo, recogen á los que do aquella guarnición se hallaban en
estado de moverse; rompen en seguida por entre la escuadra española, y
con sus mujeres, sus lujos y sus más preciosos electos, so van en busca
de un asilo que los preservo de la dominación peninsular ! "
Entre esos emigrados, y mandando los fuegos de una da las embar-
caciones que abrieron ol paso á las demás, iba Vele/, con su hermano
menor.
ban on la playa dos, que no sabían que partido tomar, y cran Volez y su
hermano Torons. Buscando para este cl reposo que su estado delicado
demandaba, sentáronse ambos sobre el casco abandonado de un viejo
bote que estaba en seco. La soledad de aquella playa desierta, la amor-
tiguada luz crepuscular precursora de la noche, el gemido del viento y
el monótono batir de las olas que se estrellaban contra la ribera rocallosa,
todo, lodo predisponía á la tristeza. Y si á esto se agrega ci recuerdo do
la Patria esclavizada, la imagen de la familia ausento y en peligro, la
ruina de los proyectos más queridos y do las más caras esperanzas, y on
fin, la ¡dea del desamparo y de la penuria cu país extraño, con su espan-
toso cortejo de humillaciones y sufrimientos, podrá formarse concepto de
la congoja del uno de estos jóvenes, y de la profunda melancolía
del otro.
Ka tan lastimoso oslado se hallaban, cuando regresando el juez do
paz para su hacienda, acertó á pasar cerca de ellos, y oyendo los entre-
cortados sollozos del menor de los dos jóvenes, se detuvo, y compadecido,
lijó en ambos la vista. Estatura menos quo mediana, pero tan bien con-
formada y garbosa, que nadie hubiera querido agregarle una pulgada;
blanca y delicada tez, grandes y expresivos ojos azules do audaz mirar,
despejada frente y aguilena nariz, fueron los principales caracteres que
el extranjero notó en el mayor do estos jóvenes; el menor no llamaba la
atención sino por su airo de mansedumbre y extenuación. Ni uno ni otro
conocía otra lengua quo la nativa. Después do haberlos contemplado en
silencio por algunos instantes, Mr. James, que así se llamaba el Juez, so
acercó á ellos, y dirigiéndose en español al de más edad, le preguntó cuál
era su nombre, patria y rango en el ejército, y con qué recursos contaba
para subsistir cu aquel pais.
Contestóle Vélcz con desembarazo acerca de los tros primeros pun-
tos, pero no de muy buena voluntad, pnes le cansaba enfado la presencia
do su interlocutor; y en cuanto á la última pregunta, respondiólo quo
sus recursos, después del embargo del buque que pertenecía á su Nación,
y en el cual se había propuesto seguir lidiando por ella, eran ya nnlos;
pues no tenia un ochavo en el bolsillo, ni camisa sobre la piel, habiendo
perdido en el alboroto del embargo la única que le quedaba, gracias á tan
injusto atropellat»¡onto.
Mr. James se sonrió al oir decir á aquel joven casi imberbo fuese
Teniente Coronel de ejército, pero escuchó en calma sus reconvenciones,
y al cabo de corto espacio de conversación, invitó cordialmcnte á los des-
conocidos á que se hospedasen en su casa. Allí fueron acogidos y agasa-
jados, así por él como por su esposa, con tal afabilidad, quo en breves
dias, repuestos ya de los estragos del hambre y las fatigas del sitio, se
sintieron perfectamente á sus anchas bajo aquel techo hospitalario, sin
otro cuidado que el de las desgracias de la Patria, ni otro deseo que el de
tornar á combatir por su libertad.
Mr. James, que era hombre en extremo benévolo, y careciendo do
familia había concebido el pensamiento de adoptar por hijos á estos jó-
venes, procuraba disuadirlos de .'ieiiiejanl.es ideas, representándoles lu
omauoipacion de América Cuino una empresa quimérica, y supina la ig-
norancia é incapacidad de estos pueblos para gobernarse. Otras veces,
variando do tema y apelando á consideraciones de otro orden, les maní-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 181
una galleta do dos ó tres onzas. La escasez producida por el riguroso sitio
que habíamos sufrido, no mo permitió provocrmo de víveres suficientes
para el viaje.
Después de haber tomado en " Caimán-grande '"' agua y víveres,
seguimos nuestro viaje con dirección á Haití, y llegamos por fin al puerto
de los Cayo*, donde nos esperaba laminen olro percance. A la entrada
del puerto se varó el buque, y al anochecer, cuando todavía permane-
cíamos en aquella desgraciada situación, so presentó un terrible I cm pora I
acompañado de un viento tan fuerte, que fué preciso cortar los pahis
para evitar que el barco zozobrase por la fuerza y contraste de los vientos
y el embate de las olas embravecidas. Afortunadamente había á bordo un
pequeño cañón, y haciéndose varios tiros para pedir socorro, ocurrieron
á esta señal algunas lanchas con el objeto de llevarnos á Liona; pero al
ver tanta gente, dijo el oficial que las mandaba que no podia llevar más
que las mujeres y los niños. Así sucedió, y yo me quedé á bordo resigna-
do á sufrir mi suerte si las lanchas no volvían, lo que no hicieron hasta la
mañana siguiente; pues á consecuencia de la mucha mar y la fuerza
espantosa ele los vientos, tuvieron que dejar las personas que llevaban esa
noche abordo de los demás buques que estaban en la bahía. Yo desembar-
qué al amanecer, descalzo y con solo una camisa y un calzón que le
quité del cuerpo á mi criado, pues toda mi ropa estaba completamente
empapada. Y como mi principal cuidado al desembarcar, fué el de salvar
los baúles de equipaje en que llevaba mis intereses, perdí casi todas las
mercancías, pues al mandar por ellas, resultó que habían sido robadas.
Y no fuimos nosotros, por cierto, los que más sufrimos en la emi-
gración, pues tuvo la gran pena de saber (pie otros, más desgraciados,
habian sido víctimas de la ferocidad de los conquistadores, ó que sus
padecimientos fueron infinitamente mayores y más crueles que los nues-
tros. Uno de los corsarios que conducía emigrados hizo desembarcar á
algunos cu la costa de Porlobolo, entro ellos á las familias Pombo, Gra-
nados y García Toledo, que fueron aprehendidos y fusilados por los espa-
ñoles, como para que la muerte que habría de causarles el hambre y la
sed en aquellas playas desiertas, fuese reemplazada por otra más gloriosa
que inmortalizara sus nombres.
Ol.ro buque que había sido también corsario, tocó en la isla do Pro-
videncia, y cuaudo casi todos los pasajeros estaban en tierra para proveerso
de víveres, el infame Capitán se hizo á la vela, dejando abandonados allí
á esos infelices y llevándose todo lo (pic Ionian á bordo.
Otros dos buques que también llevaban emigrados y que se juntaron
en alta mar, se pusieron á disputar la marcha, porque cada uno se creia
más velero que el otro: y forzando vela en una misma dirección, uno de
olios tuvo la desgracia de recibir un golpe de mar tan fuerte, que hacién-
dose agua á toda prisa, no tardó en quedar casi á pique. El otro buque,
que por su necia temeridad había contribuido á la desgracia de aquél, no
tuvo valor bástanlo para resolverse á tomar á su borbo los desgraciados
náufragos, temiendo el irse á pique también. Embarcáronse en la lancha
el Capitán, lodos los marineros y un compatriota nuestro llamado Gálvcz,
hombre de mucho valor, al cual debió su salvación; pues alzando un cu-
chillo, dijo á los marineros: " s i no me embarcan, mato tí cuantos pueda. : '
Y aunque casi no cabían en la lancha, siempro lo llevaron. r>¿>"Xodos
186 DOCUMENTOS PARA LA. HISTORIA
CCZ.2S3S.VSZX.
3©{3(Q)'íiJ545'<n> de la revolución de la Independencia. *
cuyo punto logró sorprender y hacerse :i todos los víveres, que sirvieron ú
mantener la tropa do su mando y fueron útiles también para la emigra-
ción, manifestando en todo el tiempo del sitio una conduela siempre firmo
y siempre caracterizada con el timbre del honor, siendo uno do los GÜO
hombres (militares) extenuados y moribundos que SO abrieron paso por
medio de las Divisiones marítimas españolas que bloqueaban la plaza,
hasta recalar á lu isla de Haití, do cuyo punto salió con la expedición quo
organizó S. E. el Libertador, y cuyos resultados son bien notorios. El
Coronel MARTIN es pues uno de los militares y dignos oficiales que han
libertado á Venezuela, y de los más determinados en la libertad de la
Nueva Qlranada." Y el señor José Antonio Macias, Representante por la
Provincia do Santa Marta al Congreso do 1S33, cu certificación emitida
en 25 de Abril do aquel afío, decia: " Certifico que desde el año pasado de
1813 conocí al Coronel FRLII'B MAURICIO MARTÍN- que, con o I grado do
Capitán do caballería, regresó a l a plaza do Cartagena de la de Sania
Marta, donde fue hecho prisionero de los españoles, de cuya prisión logró
escaparse y mandar una goletica, con la cual sorprendió la batería de
" E l Morro'"' y salvó más de treinta beneméritos patriotas que gemian en
la esclavitud, trayéndose treinta y lautos soldados de los que guarnecían la
fortaleza, dejando preso al oficial do la guardia de dicha fortaleza. Esta
acción Lan intrépida como arriesgada lo hizo acreedor á que el Gobierno
del Estado de Cartagena lo hubiera ascendido á Jefa do Escuadrón, con
cuyo carácter sirvió á satisfacción de sus Jefes en toda la campaña del
Magdalena, hasta la época fatal del General Morillo en el año do 15, en
que, después de haber prestado importantes servicios á la plaza sitiada
por aquel enemigo, emigró abriéndose paso por enmedio de la Escuadra
española quo bloqueaba la boca del puerto do " Bocachiea " ; que después
de osla época lo he vuelto á tratar de vista y comunicación, y como en
la primera vez, lo lio encontrado ni mismo do principio*, patriotismo y
republicanismo, y con tan buen comportamiento en su conducta pública,
que ha sido merecedor do las mejores consideraciones de sus conciuda-
danos."
El abandono do la ciudad de Cartagena tuvo lugar el 6 do Diciem-
bre. El 7 el Brigadier Morales, Jofo de los castillos do Bocachiea, publicó
un bando ofreciendo perdón á todos los patriotas que se presentaran.
"Confiados on sus promesas, dicen los historiadores, se le presentaron
hombres sexagenarios, mujeres y niños, pescadores infelices que ninguna
parte podían haber tenido en las ocurrencias políticas. Mandólos degollar
en la ribera del mar esc bárbaro azote de la humanidad, hasta el número
de CUATROCIENTAS personas, incluyendo cual.ro oficiales patriotas rjne se
habían quedado ocultos, uno de ellos el Mayor Lea." Estos eran los pa-
cificadores que nos mandaba la España en aquella época ! K
* ElViroy Don Ikiiito Pense no no encardó «fcl Yircinnlo en 1310, »tno en Manto
de 1812, Mgttu'ac ve de los documentat inserios en el Tomo 1." de tstn obra. (N. del lí.)
'* Fué comisionado Don Manuel Faustino 311er,
196 DOCUMENTOS l'AHA LA HISTORIA
stones los Oficiales de la Ileal armada y los do Albuera con la tropa que
venia de transporto, merecen todo elogio. La suerte de Santa Marta de-
pendía sin más remedio de este reñido combato, en que todo ol pueblo,
nunca bien alabado por su heroica fidelidad, lomó ol mayor interés, con-
duciéndose á la playa cu blindadas ti ser espectador del éxito. Si el valor
y la disciplina solamente decidieran las acciones, no hubiera yo tenido el
menor cuidado ; pero considerando el mal oslado militar y marinero do
nuestros buques, do quo oslaba impuesto, no descansó hasta (pie tripula-
da una hermosa golola de un particular, fondeada allí, llamada " de los
Pablos," y embarcado en olla con tropas el Teniente de navio Don An-
tonio Gaston, que á la sazón se hallaba conmigo, se incorporó con los
compañeros. I£I combátese hizo más igual, y habiendo la escuadrilla real
ganado las balerías do la plaza, la insurgente dejó do perseguir!;!, logran-
do aquélla por fin entrar en puerto á las cinco de la tardo con ,s 50,000 ;
30,000 on dinero y lo demás en víveres, las tropas y empleados que in-
migraron (emigraron) cuando la ciudad fué abandonada.
Mi situación dejó de ser tan angustiada con osle socorro ; mas para
no consumir en solo las embarcaciones de guerra la parlo do numerario,
resolví doshacenno de las que no me fueran muy urgentes, y convocada
una Junta de lo.s Capitanes, los manifestó que, estando firmemente dis-
puesto á quedarme con dos buques, acordasen entre sí quiénes habían de
permanecer á mis órdenes, en el supuesto do que los marchantes debían
seguir desdo luego á la Habana. "Tunes y Espino fueron los que so que-
daron con el Místico y la (Jalt/u, y los otros dos navegaron para su des-
lino. Más adelanto verá V. JO. qué servicio hicieron aquéllos, y en qué
compromiso me vi por su conducta.
Habiendo observado que la guarnición se componia de doscientos
cincuenta hombres do " Albuera," piquetes del Fijo de Panamá, emi-
grados del " Auxiliar " y J* Fijo " de Cartagena, y de las Compañías do
milicias que estaban á sueldo, con un número crecido do Oficiales de
todas clases, y que cada cuerpo recibía el prest y hacia el servicio con
separación, dispuse rentarlos en uno solo, que formó á mi satisfacción el
Teniente Coronel Don Manuel Zequeira, entonces sub-Inspector gene-
ral interino, con ol nombro do BaluHon provisional.
No descuidó imponer ala Regencia del estado de cosas. Ya lo ha-
bía hecho desde la Habana con focha 23 do Abril, manifestándole mi
pronta obediencia en ol concepto do que, cuando me mandaba ir á San-
ta Marta, cuya suerte no ignoraba, con tal precipitación, confiaba quo
no me abandonaria, pues no podia presumir que el Supremo Gobierno
creyese so podía acometer una empresa como la que se me encargaba
con solo enviar al Capitán general al lugar do la guerra, sin tropas, di-
nero ni otros recursos. No obstante lo dicho, la Regencia, contostando,
por orden de 3 8 do Julio, me dijo que prevenia á los Yircyos do Méjico
y el Perú, y á los Capitanes generales déla Isla de Cuba, Venezuela y
Maraoaibo, me auxiliaran cuanto lo permitieran las circunstancias y se-
gún lo oxigiau las en que yo me hallaba.
Para no volverá tocar osle asunto, diré á Y . 33. (pie haciendo ol uso
que debía do la orden, á fin do cubrir mi responsabilidad, mo dirigía los
deles que mencionaba, y que do ellos nada pude conseguir al cabo. In-
mediatamente di cuenta al Supremo Gobierno de las resultas do su ór-
198 DOCUMENTOS Í'AIIA LA HISTORIA
O Cada Provincia, ú la disolución dol Gobierno legítimo, lomó frte «omine, decla-
rándose independientes Insnnas do las otra», lo que mal adelante fia; reconocido y ga-
rantido por el Gobierno central que establecieron con el nombre de Congrua general
de las Provincias unidas cu federación.
(Nova de la misMü'jMcmorip. ó Instrucción).
200 DOCUMKNTOS PARA LA HISTORIA
dia por su errada conducta, 3' que cuando llegara el momento de obrar
una vigorosa resistencia, les faltarían las fuerzas inútilmente invertidas
contra los puntos fieles al Hicy.
Es do presumir que los insurgentes no tuvieron otro objeto en la
expedición de Portobolo que robar. Mientras duró aquella operación, por
loque haco á Santa Marta, lo primero que hicieron fué reforzar el blo-
queo aumentando su fuerza hasta catorce bongos excelentes, que monta-
ban piezas de grueso calibro, y por nuestros espías supe que todo lo de-
más estaba ya listo para atacarme, siendo el Comandante en jefe el cara-
queño Miguel Carabaño. Los espías oran unos vecinos «le Soledad y
Barranquilla, que permanecían, aunque entre ellos, fieles á su legítimo
Soberano, mereciendo particular mención Don Hermenegildo Visbal y
el Capitán de milicias Don Juan García Vinucsa, por la prontitud y pro-
piedad con que mo comunicaron siempre noticias de las intenciones, pla-
nes y movimientos de los enemigos. Eran personas de bienes y opinion,
y ningún motivo habían dado de desconfianza, por lo que fácilmente so
imponían de lo que deseaban saber y yo necesitaba para gobernarme.
Estos, pues, mo avisaron que Carabaño tenia cerca de tres mil hombres ó
mas, los que divididos en tres cuerpos debían atravesar el rio, el uno
para dirigirse por Chiriguaná al Yallcdupar, el segundo al Corro de San
Antonio, y el último debía esperar á la reunion de los otros dos, ocupado
quo fuera el Vallo y ahuyentadas las partidas del Rey á su espalda,
para entóneos atacar á, San Juan de la Ciénaga, en combinación por tie-
rra y la laguna.
Nada más duro en los peligros quo carecer do los medios do defen-
derso, y arrostrarlos. Yo prefiero en el dia cualquiera otra suerte, la más
amarga, á la do volverme á ver en la situación en quo estuvo en Santa
Marta durante 1res años, expuesto á perder hasta lo más sensible para
un militar, la reputación. La más urgento falta era la de dinero. Para
remediarla habia despachado desdo Diciembre al Teniente do navio Don
Manuel Tunes con el Místico para Portobolo á traerme' caudales y muni-
ciones, mientras que el de fragata Don Martin Espino, iba con la Galya
á repararse á Maracaibo para volver al Istmo ú conseguir un empréstito
do cien mil pesos, usando de la instrucción que al afecto lo habia dado.
Como todo era eventual y ambas embarcaciones podían ser aprosa-
das, tomé otros partidos cerca de mí, que juzgué más seguros. Entonces
se conoció más quo nunca la necesidad y utilidad do la moneda macuqui-
na y las ventajas que en todo sentido trajo al mejor servicio. Los habi-
tantes, llenos de atrasos con las pérdidas anteriores, vendían sus alhajas
de plata á sicto y ocho reales onza en la casa provisional de moneda, para
socorrerse, 3' el J.ley no solo utilizaba en la compra, sino que se reunían
fondos para pagar las tropas, en defecto de otros auxilios que no esperaba
ni debia esperar de parte ninguna.
Con este arbitrio pude fortificar la línea del Magdalena, que com-
prendía el Cerro, Piñón, Guáimaro, liemolino, Sitio Nuevo y San Se-
bastian, 3r levantar á sueldo compañías urbanas, cpie se reglaron con al-
guna formalidad; y no obstanto que no la podía haber entera, ni ponerse
mucha confianza en la disciplina de unos hombres que se resistían abier-
tamente ú salir do sus pueblos, es menester confesar quo, bien ó mal, al
fin ellos lo hicieron tocio, y que cuando se trataba do rechazar al enemigo,
DB LA PROVINCIA DK CARTAGENA. 201
trono de sus mayores, que al mismo tiempo empezó á correr por acá. Los
negocios de Venezuela cambiaron repenti numen to do aspecto con la apa-
rición en el teatro do la guerra del valiente caudillo Don José Tomas
Bóvcs. Es de advertir que su astado era muy triste á linos del uflo próxi-
mo pasado, como dejo indicado á V. K«, cuando llegaron á mis manos
los despachos de su Capitán general en comisión. .Después do oslar redu-
cido el territorio liol á solo Puerto-cabello, Maracaibo y Coro, losdelen-
sores do la causa del Jloy so hallaban sin cabeza, porque ol Capitán
general, Don Domingo Montcvcrde, tuvo que ausentarse, huyendo do la
atrevida facción de europeos, que cu la primera plaza atentó contra las
autoridades, deponiéndolas escandalosamente y obligándolas á huir lucra
del territorio de Venezuela para evitar los efectos de su exultado furor.
Severo ejemplo para aquel Oficial, en que tan pronto, y con no menos
amargas circunstancias, vio castigada en su persona la conducta que
observó con esc Jefe-ol Mariscal de campo Don Fernando M ¡ya res !...
Esto suceso es muy sabido, y como no hace, ó no es do mi propósito, no
me detengo en él, aunquo ofrece campo y reflexiones interesantes para
la disciplina.
Mi segundo, Don Juan Manuel de Cajigal, so vio del mismo modo
forzado á abandonar el continente á consecuencia de la derrota que su-
frió on Carabobo (causa do sus perjudiciales desavenencias y enemista-
des con Bóvc.-, que V. E. habrá sabido), habiendo escapado por Guayana
á Curazao. Conociendo que lo que más importaba era un Jefe al frente do
la Capitanía general, y que la idea déla iiegoncia era manifiestamente
que no lo fuese' más Monteverdi;, comuniqué mis órdenes á Cajigal, á
quien vinieron á hallar cu Coro, á donde sabia yo por cartas del General
Miynrcs quo so había dirigido. Lo previne quo sobro la marcha toinaso
el mando á mi nombre ) r lo di las órdenes quo creí convenientes y pudo
á la distancia en quo me hallaba y on circunstancias do no podermo mo-
ver de mi destino.
Todo tuvo, por la misericordia do Dios, buenos resultados : mi se-
gundo fué rocQuocido como un ángel tutelar por los pueblos que anhe-
laban por una cabeza quo los dirigiera, y los negocios comenzaban á to-
mar órdon cuando ol famoso Bóvcs inclinó la balanza de la opinion pú-
blica, que érala que entonces decidia del poder, á favor del J.lcy nuestro
señor, saliendo triunfante en la célebre batalla do la Puerta, en que des-
hizo al más fuerte ejercito de los rebeldes, al mando de Simon Bolívar y
otros cabecillas de crédito. No me detendré en la serio do las hazaíías do
Bóvcs, y solo diré á V. E. que no durmió sobre sus laureles, sino que,
animado de la gloria adquirida, so dio prisa á completar con el curso de
sus victorias la destrucción do los rebeldes. Lástima que haya dejado
manchada su gloria con la fea nota de la insubordinación y con la impru-
dente sed de una venganza (pie en sus electos no fué menos perjudicial á
la causa del Rey que los mismos asesinatos y depredaciones do los in-
surgentes !
Las armas do S. M. habían triunfado igualmente en ol Sur. El
General Melchor Aymerich, al frente de las tropas de Quito y de los
ilustres pastusos, había derrotado al de Don Antonio Nariño en J uanam-
bú y ol Ejido de Pasto el 10 do Mayo, quedando ol último prisionero.
210 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
" tal ilo Francia, y el Sonado por fin expidió, en i do Abril, su decreto
" do expulsion contra el tirano y su dinastía, únicos estorbos para la paz
" universal, y al mismo tiempo el restablecimiento do los Borbones al
w
trono, como el medio más propio de afianzarla. Desdo esto momento
" feliz, convertidos los aparatos de guerra en acciones de triunfo y amis-
" tafl, los grandes Principes, empeñados solamente en la tranquilidad ge-
" ncral, no lian pensarlo ni oeupádose masque en la conciliación y arreglo
" final tic los intereses mutuos de las Potencias, que consiste en la ropo-
" sicion del equilibrio al estado en quo se bailaba antes de las usurpació-
" nes y desmembraciones que resultaron do las empresas del ambicioso
" conquistador.
u
Tan nuevos é inauditos acontecimientos, cuyos importantes ro-
" snltados deben refluir basta el último punto del globo, demandan
" imperiosamente de los que, como U. S., dirigen la opinion de los puo-
M
blos, un nuevo modo de pensar y obrar. Si ántos el temor do pasar á
" dominación extranjera, autorizó en algun modo á las provincias disi-
" dentes á tomar para sí medidas de seguridad, boy, que lia cesado aquol
u
motivo, todo lia vuelto ó debo volver naturalmente por un rctrocoso
" uniformo á su antiguo estado.
" Tal es el orden de los sucesos políticos; tal el medio en quo, como
u
único, lian convenido do concierto todos los Reyes para alcanzar la paz
" durable ¡i quo aspiran; y tal el voto indicado por el pueblo do Carta-
" gena en su Convención general, á que no pueden contravenir sus
" gobernantes sin la nota do tiranos; ó sobre quo no pueden determinar
" sin nueva convocatoria para decidir do su suerte al tiempo de una
" crisis en quo so reservó bacerlo. Yo, pues, en obsequio del bien y por-
" petuo reposo do los habitante* de Cartagena, tengo la satisfacción do
" dar el primer paso para su reconciliación con la metrópoli.
" Esto paso, á que ora do esperar so anticiparan los promovedores de
" los actuales disturbios, no creo, ni cabo en el concepto do ningún hom-
" bro sensato pueda haberse detenido, por parto do oso Gobiorno, sino por
" dudar en quó términos ó bajo qué principios deberia volver al sono do
" la Nación española esa parte de la Monarquía, distraída ínomcntánoa-
" mente por las disensiones civiles.
" A mí, á quien por sunrto ha tocado ser en estos dominios ol ór-
" gano do S. M. en las presentes circunstancias, esa quien pertonece asi-
:<
mismo resolver aquella duda, y mostrar á los conciudadanos do U . S . ol
" camino recto de la paz y do la felicidad común. No hay otro quo launi-
u
dad é integridad do lu Nación española, sancionada por las Cortes geno-
u
rales y extraordinarias en 1812, y ser fieles al Roy nuestro señor, Don
" Fernando VXÍ do Borbon.
" Cualquier otro inconveninto accesorio que no esté en contradicción
" con el decoro «lo la Monarquía é intereses generales, será fácil y liberal-
" mente allanado, una vez que las bases estén convenidas y acordadas.
u
Entro los dos partidos que en estos momentos se ofrecen á la con-
" sideración de ese Clobicrno, el buen sentido no lo permito vacilar en el
" extremo que debe elegir. Ya no subsiste el protexto, ó llámese funda-
" mento, para la separación de la metrópoli, que so hacia consistir on los
" abusos del antiguo Gobierno. La nueva Constitución los corrige y esta-
" bleco bases para todas las mejoras que caben en la provision humana.
212 DOeiiJIENTOS PARA LA HISTORIA
" t;i retirada, ejecutada por el último con la mayor precipitación, hizo que
" La Ruso, en vista de hallarse rodeado de enemigos por todos lados, sin
" el apoyo do las fuerzas de Cúcuta y comprometida la Provincia do
" Santa Marta, si peligraba el cuerpo volante á sus órdenes, tomara la
" resolución de evacuar en los mejores términos posibles la ciudad do
11
Ocaña antes do que, sabedor el enemigo de su verdadera fuerza, y noti-
" cioso de la retirada de Hamos, se pudiera reunir y corlarle el paso á
u
Ohiriguaná, á donde debia replegarse, como lo verificó salvando toda la
" Division, según lo manifiesta la copia número d.
" Instruido de las noticias que en este papel referia aquel Oficial 80-
" bro los considerables cuerpos de refuerzo que enviaba el Congreso ro-
M
volucionario al enemigo, y de las decididas inteneiones de Bolívar do
u
atacar ¡i Santa Marta, pasar al Hacha y penetrar por la Provincia de
" Maracaibo á Venezuela, dispuse inmediatamente que 200 cazadores del
" Hacha, al momento de recibir mi orden, saliesen ti cubrir el " Paso del
" Adelantado : " mandé reforzar la Division de L;i Buz, (pie era el más
" próximo á ser atacado, con infantería y caballería, municiones, armas,
" artillería, dinero y vestuario, apurando para ello hasta los últimos rc-
" cursos ; y ordené situar un destacamento con una pieza de á 8 en San
" Sebastian, punto esencialísimo para la defensa del camino de tierra quo
" conduce á San Juan de la Ciénaga, que era por donde el enemigo habia
" de ejecutar su principal ataque.
" Como Bolívar, en virtud de las instrucciones del Congreso, debia
" obrar do acuerdo con las tropas de Cartagena, unos colos de mando afor-
" lunadamente suscitados entro él y Don Manuel del Castillo, Coman-
" dante de aquéllas, unidos á otros motivos más graves, obstruyeron su
u
empresa. Los cartageneros descubrieron que Bolívar auto todas cosas
"«noria apoderarse do su capital y dejar asegurado con jefe de su con-
" lianza este punto de retirada en cualquier caso adverso de sus futuras
" tentativas. IBn esta inteligencia so negaron abiertamente á. prestarlo el
" menor auxilio.
" Pero como también esto rebelde emprendedor veía la actitud en
" quo se le aguardaba on Santa Marta, y lo defendido que estaba ya el
" camino do tierra para la Ciénaga, en cuyo tránsito, después do tener
" que batir la Division do La.Buz, debia hallar resistencia do puosto en
" puesto, y por otro lado faltaban d la combinación las tropas de Cartagc-
" na por las causas referidas, tomó la desesperada resolución de marchar
" contra la mencionada ciudad, del 19 al 20 de Marzo, como lo hizo.
" Nada habría que temer de tan ridículo asedio, sino fuera muy pro-
M
bable, como otras veces he dicho á V. E., quo en medio do tan reñida
" enemistad se reconcilien y unan los rebeldes, pues fácilmente lo ejecu-
" tan cuando so trata do invadir las Provincias fieles al Bey nuestro
" señor. Dn tal caso sus fuerzas reunidas cargarán sobre Santa Marta.
" No sé qué sucederá ; espero sí que si el porto do estos leales habitantes
11
corresponde ú mis esfuerzos, y al que en otras ocasiones (no puedo mé-
" nos do confesar en justicia) han demostrado, costará mucho á los insur-
" gentes conseguir sus intentos. Por lo demás, nada tengo mío decir en
" vista do (pie ya V. 15. so ha servido insinuarme quo están destinados do
" 4 á 5,000 hombres para la Costa-firme.
" Las disensiones acaloradas en que veía empeñado al reboldc Simon
220 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
" rorfa del Ejército más de cincuenta mil jmos que se les tomaron ni
" tiempo de su aprehensión desdo el 20 al 26 de dicho Septiembre.
" Sesenta y dos dias do bloqueo contamos hoy, y si, como lo espera-
" mos, no le entran víveres por el puerto, en lodo Noviembre podrá ren-
" dirso la plaza. Nada dará mejor idea de su situación que el adjunto
u
impreso. Es mi oficio do Don Manuel Castillo al Secretario del nom-
u
bracio Congreso de la Union, en que manifiesta las necesidades que
" padecía la ciudad en la fecha que expresa, que al presente es más extre-
cí
mada, como so deduce de las declaraciones de los pasados y lo prueba
'•' el haberse desmayarlo de hambre algunos de éstos á nuestra vista, to-
:!
mando con dificultad el alimento que se les ha ofrecido.
" Ha}' dentro distintos partidos do naturales y venezolanos do
" los que vinieron fugitivos con Bolívar, y otros que fueron llegando
" antes del bloqueo de los que se escaparon do las Provincias de Venc-
" zucla, al arribo do la expodicion á aquellas costas, y do extranjeros
" franceses, ingleses, italianos, y toda claso de hombres perdidos, quo
" despues de no hallar acogida en parte alguna, se han refugiado en esta
" nueva guarida de fanáticos y malvados. Precisamente éstos y los vene-
" /.oíanos son los más obstinados en la defensa do la plaza y en manto-
" nerla en su rebeldía, principalmente los caraqueños, teniendo á un tal
" Bermúdez por cabeza, que se escapó do Margarita al llegar el ejército:
" han desposeído del mando de las armas á Don Manuel del Castillo, con
" el pretexto de que vendia al pueblo y quería entregar la ciudad, sin
" embargo do que todos abrigan los propios sentimientos, y en nada rac-
" nos piensa ninguno de ellos que en reconciliarse con la metrópoli y
" subordinarso al Jitey nuestro señor, insensibles á las desgracias del in-
" feliz vecindario, á quion por su particular ambición ó seguridad sacri-
" fican al hambre y á las bayonetas.
" Diferentes veces se les ha convidado con el perdón }r la paz; poro
" do nada hacen caso los Jefes rebeldes, á posar do verso reducidos al
" último apuro: sin comunicación con Santafé ni con las otras Provín-
" cias internas, y sin esperanzas do ser socorridos por ellas, porque todos
" los pasos ostán tomados; lo cual es debido á los conocimientos, incan-
" sable actividad y acertadas disposiciones del General Morillo. Ésto ha-
" blará á V. E. más circunstanciadamente sobro todo lo dicho relativo á
u
operaciones, como también acerca del plan do campaña que so acordó
" antes do salir de Santa Marta. Lo que me ha parecido de mi deber par-
" ticipar á V. E. c igualmente el remitir los dos adjuntos impresos que
" por mi parte he hecho circular, sobro los asuntos que expresan, á fin do
" que merezcan la Real aprobación do S. M., omitiendo acompañar otras
" muchas providencias quo he dictado para la organización del Gobierno
" y arreglo en lo posible de la Provincia do Cartagena, por no ocupar
" demasiado la superior atención de V. .ID. en este punto."
" Tengo el honor de anunciar á Y. E. que esta plaza, la más lbrti-
" ficada de toda la América, fué abandonada por los rebeldes que la dc-
" l'cndian el 5 á las diez y média do la noche, y ocupada por las armas
" de S. M. la mañana siguiente, al cabo de tres meses quince dias do
" bloqueo.
" Desde mi parlo número 55, do 21 de Octubro, al Ministerio do
" Indias, no ocurrió novedad nolablo hasta el 12 de Noviembre en la no-
DE LA ÎUIOVINCIA DE CARTAGENA. 225
SITIO DE 18.15.
" El pequefío pueblo do indígenas do Malambo .so distinguió mucho por su heroísmo,
pues re opuso por 1res (lias al paso de las tropas de la .Division de Al orales. (N. del E.)
** Sentimos grau pena «iempro que leñemos que rectificar este liceho, pero la justicia
exige quo lo hagamos cada ve/, que se ofrece. Muchos documentos de particulares y ofi-
ciales insertos en esta obra hacen constar que otras varias poblaciones J.'ucron reducidas
H conizas. (N. del Ii).
231 DOCUMENTOS PAIU I,A HISTORIA
ron una gran parte; mas averiguado el fraude, todos Jos intereses so recu-
peraron y entraron en la caja militar de Morillo.
Una presa tan fácil é importante aumentó la codicia, el valor y las
esperanzas de las tropas que se llamaban pacificadoras y expedicionarias,
y desde entóneos anhelaban por nuevos combates para enriquecerse con
oi botin. Los pueblos, cansados con las discordias civiles, recibían á los
.españoles con mucho entusiasmo y cou repiques de campana: éstos que-
daron, pues, en pacífica posesión de toda la Provincia de Cartagena, me-
nos la capital, con abundantes víveres, caballos y demás recursos para
continuar el asedio. Los lugares ocupados juraron nuevamente al Key,
y solo estaban por los independientes Majagual y ¿íeehl sobre el
Cauca.
Entre las ventajas que consiguió Morillo cuando sus tropas ocupa-
ron el Tuerte del " Zapote," en la embocadura del rio " Simi,' fué hacer
prisionero al ciudadano José María Portocarrcro, comerciante do SanUi-
féf quien traía pliegos del Gobierno de Cartagena para el do la Union.
Su contenido era de la mayor importancia para los realistas, pues el Ge-
neral Castillo, en oficio de 7 de Septiembre, hacia al Secretario del Go-
bierno Supremo la pintura más triste de! estado déla plaza, y decia:
" que á pesar de los grandes sacrificios del Gobierno y de los particula-
11
res, ya no habia recursos para pagar las tropas; que en cuanto á víve-
" res, era peor su situación; no existia depósito alguno, ni menos almacc-
" nes generales; no se hallaba un grano de moix, ni habia en la ciudad más
" quo quinientas reses, do suerte que aun contando con los pocos caba-
11
líos, muías, burros y porros, apenas podían prometerse víveres para cua-
" renta dias. Y aunque se enviaran algunos buques ligeros á las Antillas
u
á buscar provisiones, como no había crédito ni dinero, y como por otra
" parte se corría gran riesgo en penetrar por medio de la escuadra que
" bloqueaba rigorosamente el puerto en todas direcciones, bloqueo que
" habia sido reconocido por el Almirantazgo de Jamaica, era muy difí-
" cil recibir socorros. En fin, que el número de las tropas de línea dis-
u
pénibles no pasaba de mil hombres, y las fuerzas sutiles eran muy infe-
u
riores á las españolas." Morillo publicó inmediatamente un cuadro tan
funesto para los patriotas, terminando el boletín con una proclama á los
americanos, persuadiéndoles que sus gobernantes los engañaban. Castillo
en los boletines publicados por su Mayor General al principio del bloqueo
habia asegurado, para inspirar confianza al pueblo, que tenia ocho mil
hombros y víveres para \n\ año. Estas noticias, divulgadas en lo interior,
inspiraron á los pueblos una seguridad mal fundada do que no so perdía
Cartagena, y dieron motivo al General español para calumniar á los
patriotas.
A pesar do las lisonjeras esperanzas que este oficio hacia concebir á
Morillo de un triunfo casi seguro, la escuadra padecía mucho por el largo
crucero y por los vientos, do tal suerte que. la fragata " Ifigcnia," do
cuarenta y cuatro, se vio precisada á buscar un anclaje al abrigo de la
isla de Bani, Los sitiados determinaron abordarla, en circunstancias
de quo los otros buques enemigos fondeados á barlovento á distancia do
tres leguas y media, no podían favorecerla en las calmas periódicas de la
mañana. El General Castillo dispuso se embarcasen cuatrocientos hom-
bres escogidos y parte de su Estado Mayor á bordo tic los buques (pío se
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 237
finirían calculado necesarios para la empresa, los que mandaba ol Capitán1
de navio Aury. Este, que era de un partido contrario á Castillo, suscitó
dificultades para el ataque de la fragata, contravino á las órdenes ó hizo'
un desembarco en la isla de JJart't sobre Santa Ana, bajo pretexto do
apoderarse de aquel punto y apoyar el abordaje de la <: .Iíigonia." Verifi-
cado el desembarco en desorden // sin precaución, ne encaminó la infantería
(d pueblo da Sania Ana con parle de las tripulaciones de los bur/ucs : cuando
menos lo esperaban fueron los republicanos atacados por las fuerzas es-
pañolas que mandaba el Teniente Coronel de Ingenieros Juan Camacho,
dispersándose la columna (pie perdió veinte y cinco mucrlos, treinta y cinco
heridos y ciento treinta fusiles, reembarcándose el resto precipitada-
mente. Así abortó el plan primitivo, pues los oficiales extranjeros (pío
mandaban los corsarios promovieron competencias y desobedecieron las-
úrdenos del General Castillo, quien tuvo que regresar á la plaza.
Al mismo tiempo que se atacaba á /Jará, so resolvió en la plaza quo
el Capitán Sauarrusia saliera hacia Sotavento con un barco y algunas-
canoas armadas á buscar víveres y adquirir noticias. La division consiguió-
burlar la vigilancia de las tropas españolas que guardaban á Pasac.aballos,-
Evacuada su comisión, Sanarrusia regresaba con pocos víveres ; pero Ios-
españoles, (pie oslaban preparados, le obstruyeron el caño del ' ' E s t e r o " y
le pusieron emboscadas de que no pudo escapar ni retroceder. Después
de combatir-valcrosamentc, Saiiarrusia se mató de un pistoletazo por no
caer cu manos del enemigo : el Capitán murió peleando : cayeron en po-
der de les realistas un bongo de guerra, cinco canoas armadas, un- boto y
óchenla hombres con algunas proclamas y papeles.
Hacia algunos dias que una facción trabajaba sordamenlo en Carta--
gena para deponer á Castillo; á su frente se hallaban los oficiales de las-
tropas venezolanas que existían en la plaza; altamente indignados por
los acaecimientos do la última guerra civil, le atribuyeron poca actividad
y energía en sus operaciones de defensa, y solo aguardaban un suceso
desgraciado como los de Santa Ana y el t: Estero." • ..,•
El nuevo jeíc de las armas, Bermúdez, luego quo tomó el mando,
dictó providencias fuertes para investigar el paradero de algunos víveres
que so decia oslar ocultos. XJOS comisionados nada más pudieron conso-
guir, después de un escrutinio rigoroso, que recoger ol resto do los acó»
pios que habían hecho los particulares, y cometer algunos excosos doloro~
sos para estos mismos.
Por aquel tiempo era ya muy triste la situación do los habitantes
do Cartagena; solo tres pequeñas goletas cargadas do carao y harina y
dos corsarios con pocos víveres habian podido burlar la vigilancia do los
cruceros enemigos y aliviado algun tanto la miseria do la plaza. Mas, á
pesar de una rigorosa economía, á fin de Octubre el hambre hacia es-
tragos espantosos: habia ya comenzado la peste, especialmcnto en los
viejos y en los niños, y so perdieron en un temporal tres buques meno-*
res (pie salieron de Jamaica con víveres remitidos para los Comisionados
del Gobierno. Granearle de la población se alimentaba i/a con caballos,
hunos, perros, (jatos, ¡j hasta con ralas. Sin embargo, ninguno hablaba
de rendirse á los españoles, todos sufrían con mucho valor y resignación
las mayores privaciones. Tenían siempre la esperanza de quo llcgarian
provisiones de un momento á ol.ro : ó de que un fuerte cuerpo de tropas
SS8 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIÀ
* ¡ Cuánta falta bizo entonces el General Simon Bolivar con bu brillante ejercito!
ÓB LA l'UOVÏiïCIA DE CAUTACIENA. '¿m
ou'ñoncras que trajo la escuadra española, las que se tripularon en Barú,
y otros buques armados venidos del Magdalena y Santa Marta, consiguió
forzar la boca interior del " Estero " ó introducirse en la bahía. Esto
provino de haberse debilitado la division republicana que sostenia aque-
lla posición importante, sacando buques para otra empresa que so medi-
taba sobre algunas embarcaciones de la escuadra sitiadora, y de no ha-
berse echado á pique en su boca un bergantín que estaba señalado para-
este objeto.
En estas circunstancias y debilitados considerablemente los defen-
sores de Cartagena, Morillo para estrechar el bloqueo resolvió un ataquo
simultáneo sobre el cerro de " La Popa" y sobro "Ticrrabomba," punto
quo suministraba algunos comestibles á la plaza, y que la mantenia en
posesión de la" pesca de la bahía. Con cuto objeto determinó construir
una batería en el lugar llamado " Cooosolo," apoyada por seis bongos de
los que habían llegado del Magdalena, ó habían tomado á los indepen-
dientes. Al mismo tiempo cuatro barcas dobianestar prontas en el " T e -
jadillo," para ocurrir en caso necesario á dondo lo exijiese la necesidad.
Ochocientos hombres fueron destinados al ataque do " La Popa," bajo el
mando del coronel Villavicencio. A las dos de la mañana se pusieron en
movimiento, y el capitán don José Maortua mandaba la columna que debia
escalar los parapetos. Se hallaba ya debajo de ellos cuando fué descubier-
ta, y un fuego horroroso dolos republicanos, así do la "Popa, 1 ' como del
castillo de " San Felipe," puso á los españoles en precipitada fuga, des-
pues de haber repetido varios ataques, y continuaron en ella hasta incor-
porarse con la reserva de caballería que mandaba Villavicencio :' quedó
tendido en el campo Maortua con dos oficiales más y treinta soldados, te-
niendo veinte y cinco heridos: perdieron también cincuenta fusiles y ocho
escalas. El Teniente Coronel Soublette mandaba " L a Popa," y tenia solo
ciento treinta soldados disponibles : se distinguieron el Teniente Coronel
Stuart con el Mayor Piñango. Mas era.tal la miseria en Cartagena, que
en recompensa de acción tan gloriosa solo pudo darse á aquellos valientes
una pequeña gratificación en plata, que de nada podia servirles, veinte cue-
ros jxira alimentarse y dos pipas ¿le vino. El ataque de " Tierrabomba "
se hizo bajo las órdenes de Morales con los seis bongos y tres barcas do
guerra ; pero hallaron tan bien preparadas las fuerzas sutiles y goletas
armadas que los independientes mantenían en la bahía, que después de
un obstinado combate, en que murió el Capitán Tomas Pacheco, natural
de Santa Marta, y que habia causado muchos daños á la libertad do su
patria, ' los buques del Rey tuvieron que acoderarse en el caño del Loro,
sin quo los republicanos pudieran abordarles. AI dia siguiento continuó
ol fuego, y al tercero, reforzados los realistas con otras seis barcas y al-
gunos botes de abordaje, los independientes levaron anclas y se retiraron
á lo interior de la bahía, causándoles varios daños la batería de " Coeosolo."
El enemigo construyó inmediatamente otra batería en " Ticrrabomba,"'
cuyos fuegos se cruzaban con la primera, obstruyendo así la entrada ó
*v Obsérvate qua todas las medidas ú operaciones emprendidas por la autoridad mi-
litar da la plaza contra los sitiadores, fncrou desacertadas.--(X. dol K.)
' Defendió en el aiíodc 1812 el pueblo del Cerro de Kan Aulonio y olios puntos for-
tificados de )<i Provincia de Santa Murta.—(X. del li.)
Ô'IO DOCUMENTOS PARA LA H1STOWÁ
Otro buque americano fué apresado en la boca del rio " Caimito,"
costado Veragua; por el corsario español " La Flecha," viniendo til poder
<le sus fieros enemigos en estos diferentes puntos los doctores García de
Toledo, Ayos, Granados y otros que fueron remitidos á Morillo para espi-
rar en un patíbulo. El corsario <! Cometa'," mandado por el infame Mi-
cliell, arribó á la isla de Providencia, donde quiso asesinar al ciudadano
Juan de Dios Amador, que habia sido su bienhechor, al Doctor Jlebollo,
al Teniente Coronel Narváo; y á otros que se ocultaron en los bosques,
3r á quienes robó cnanto poseían. En seguida pasó con algunos soldados
y oficiales patriotas á la isla de San Andres, quo tomaron, degollando al
Gobernador y á la pequeña guarnición española que allí existía.
635" Otro barco recaló á la isla de Cuba, y de ciento noventa emi-
grados que llevaba a bordo, solo pudo ofrecer al rigor y ;i las cárceles de
las autoridades españolas, ocho personas: los demás habían muerto do
hambre y de miseria Jg&
Las goletas " Constitución " y " Sultana " llegaron á Sabana, en la,
mar de Jamaica, cuyos Magistrados y habitantes ofrecieron á los emi-
grados hospitalidad y socorros generosos: mas, pasando ' al puerto de
JZivgsion, solo se permitió á estos buques permanecer pocos dias, y á la
mayor parto do los emigrados se les impidió el desembarcar. De allí si-
guieron á los " Cayos ele San Luis," á donde habia arribado el resto do
la emigration que halló hospitalidad generosa en Potion, cl Presidente
do Haití. Apenas seiscientas personas se salvaron en las islas de Jamaica
y de Sanio J)onvinyo, do las que por lo menos doscientas murieron de re-
sultas de la miseria, de las enfermedades y do las fatigas do su largo
viaje. Sin embargo, fieles los cartageneros á la causa de la Libertad, una
parte de ellos corrió do nuevo á las armas poco tiempo después, cuando el
General BOLÍVAR formó la célebre expedición de los Cuyos, que puso las
bases do la República; otros fueron con el General Mina ú combatir por
la libertad de Méjico.
Tal fué la suerte do loa desgraciados defensores y habitantes do
Cartagena. Su constancia y sufrimiento llegaron á un grado heroico.
Pereciendo diariamente por centenares, sin víveres y con muy pocas es-
peranzas de conseguirlos, cerniendo hasta los animales más inmundos,
jamás hubo quien propusiera rendirse ni hacer la paz con los tiranos,
origen do todos sus males. Los que sufrió Cartagena pueden compararse
á los padecimientos de los sitios más célebres que recuerda la historia;
ésta en sus fastos no puede menos que dar un lugar distinguido á los
patriotas de Cartagena que tanto hicieron por conseguir su libertad ó
independencia.
• Kll )¡i composición do csios artículos .y en In formación do los listas tuvimos inucli.i
parle ; podiendo asegurar que Lodos ellos liciten por uaná, documentos fehacientes quo
liemos consultado. I.iis listas de los defensores y emigrantes de Cartagena están rectifica-
das y adicionadas. Sensible nos es no poder insertar listas completas, pues á pesar de los
esfuerzos nuo lionios lieolio. no liemos logrado recoger todos los datos nccwario». (Ai rfrl K.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 247
l. Kl. (¡KNKItAI, DON PAULO MOlitl.l.U, HKSDi: r.AS l'LAVAS PB LA Nl.'KVA GUASADA,
DIlUOi: USA l'KOCLAU.Y Á LOS l'UKDI.OS )>K LA IMSOVINCIA Mi CAKTAGEXA.
Pueblo.1) de Cartagena :
noueras número 1.° y número 2.°, tres bongos armados cu guerra y una
falúa, á las órdenes del Teniente de navio Rafael Tono.
BOCAORANDE. Una fragata mercante desarbolada, con cuatro piezas
de artilleria de grueso calibre, montadas, y las balandras de guerra " Mi-
comicona " y ;í Concepción," á las órdenes del Teniente de fragata Ma-
tías Padrón.
PASA CABALLOS ó CAÑO DEL ESTERO. En esto paraje fueron situados
cinco bongos armados en guerra y una falúa, al mando del Alférez do
navio Vicente Parada.
Además se destinó una flotilla para quo recorriese toda la bahía y
atendieso á los puntos atacados, la cual era constanto de las goletas do
guerra " Constitución," " Estrella," " General Bermúdez," " Republica-
na," " Presidente," y los pailebots cañoneros "Ejecutivo " y " Fogoso,"
y se hallaba ¡i las órdenes del Teniente de navio Lilis Aury.
El Brigadier Juan Nepomuccno Eslaba era el jefe quo mandaba
todas las fuerzas de marina; y tenia á sus órdenes inmediatas la corbeta
(<
Dardo," do veinte y ocho cañones.
Cerro de la Popa.
sion do pasar á un tercio del tiro de cañón bajo los fuegos vivos do las
cinco baterías y bongos indicados. Y como la parto sur que forma dicha
bahía hacia " Oospiquo " comprende muchos bajos de piedra que solo
embarcaciones de poca colación pueden transitarlos en esos parajes, co-
locaron los españolea doce embarcaciones entre bong>>s y lanchas do
guerra: formando dos líneas con la de " Caño de loro" de fuegos cruzados.
.&*
C.
Cajar Andres, cartagenero.
Castillo Rada Rafael, Oficial do marina, cartagenero.
Castillo Ponco Manuel, cartagenero.
Castillo Crisóstomo, cartagenero.
Cortés Campomanes Manuel, Coronel do artillería, español.
Cala Manuel, Capitán, venezolano.
Carroño Manuel, venezolano.
Carroño Francisco Ignacio, Médico cirujano, venezolano.
Céspedes Juan,Teniente, cartagenero. Fué muerto haciendo la guar-
dia de honor al General Manuel del Castillo, cuando so depuso ¡i ésto del
mando militar do la plaza.
Calderón Pedro Leon, cirujano, de Caracas.
Castillo Manuel del, General, cartagenero. Fué fusilado por los es-
pañoles el 2<i de Febrero de 1816.
Canabal Pedro José, Comandante, cartagenero. Llegó á ser Te-
niente Coronel.
Cárdenas Emigdio, Oficial, bogotano. Fué uno do los dofensores dol
baluarte do la Media-luna.
Castañeda Antonio, Oficial, cartagenero. Fué uno do los defenso-
res del baluarte de la Media-luna.
Castaño N., Oficial, cartagonero.
Corteccro José María, cartagonoro.
Cardona N., cartagenero.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 255
3.
Jaramillo Cornelio, soldado, antioquoüo.
Jiménez Vcuégas José, Oficial.
J irado Antonio, cartagenero.
Jiménez y Ribon Carlos, momposiuo, soldado voluntario.
K,.
Muñoz Ignacio, abogado y Oficial. Fué uno de los quo más traba-
jaron porque se declarara la independencia el 11 de Noviembre de 1811.
Mosquera Francisco, ele Puerto Rico, frailo, capellán de las tropas.
Muñoz Manuel, marinero, momposino.
Marin Juan Bautista, soldado, cartagenero. Fué fusilado en 1816.-
Marin N., soldado, de Caracas.
Marin Manuel, soldado, cartagenero.
Montes Basilio, Teniente de dragones, maracaibero.
Muño/. Tovar Antonio, Teniente, caraqueño.
Mendoza Estanislao, Cabo, caraqueño.
Mendoza Matías, soldado, caraqueño.
Monasterio Rafael, Capitán.
Mac-Grcgor Gregorio, Oficial, escoces.
Márquez Remigio, Capitán, momposino.
Montes José, Oficial, cartagenero. Llegó á ser Coronel.
Martínez Aldao Manuel, Oficia!, cartagenero. Murió defendiendo Id
casa fuerte de Barcelona.
Martínez Aldao José, Oficial, cartagenero. Hermano del anterior,
murió como él.
Martin Felipe Mauricio, polaco, Comandante, y defendió el castillo
do San José de Bocachica.
Montilla Mariano, Coronel, Mayor general, caraqueño;
Morales José de los Santos, Sargento, cartagenero.
Moyano Manuel, Sargento, cartagenero.
Méndez Ildefonso, abogado, cartagenero.
Manfredo Juan F., sacerdote, cartagenero. Fué Obispo do Panamá.
Marimon Juan, Canónigo, cartagenero.
Marimon Vicente, cartagenero y sacerdote.
Medrano Pedro, cartagenero.
Martin Narciso de Francisco, cartagenero.
Montero Benito, cartagenero.
Malvico M., cartagenero.
Méndez Carlos, cartagenero.
Miranda Diego, cartagenero.
Miranda Bernardino, cartagenero.
Martínez Diego, Oficial, cartagenero.
Maticnzo Francisco, cartagenero.
Munzon Manuel, cartagenero.
Muñoz Cosme, cartagenero.
Muñoz Francisco, cartagenero.
Montes Mendoza Luis, cartagenero. Llegó á ser Teniente Coronel
do milicias.
Matos José Félix, cartagenero.
Martínez Pablo, Oficial, cartagenero.
Martínez José, Oficial, cartagenero.
Medrano Rafael, cartagenero.
Mozo Joaquin, Oficial.
sor.
Núñez Manuel Marcelino, Comandante, cartagenero.-
260 DOCU3IEÎÏTOS PARA LA IIISTOÏttÀ
(Su
SF.
5xr0
Núñez Manuel Marcelino, Comandanto y comerciante, cartagenero;
cu madre Bibiana Duarte; su esposa Bárbara Baéna; sus hijos Agustín y
Carmen; su hermana María Josefa y su criado Juan Manuel Pérez.
Narváez Juan Salvador, Teniento Coronel, cartagenero.
Narváez José Manuel, Subteniente, cartagenero. Fué capturado en
la playa do Veraguas.
Navarro Juan José, Sargento, venezolano. Fué capturado junto con
el anterior.
Ï)'E LA PROVINCIA Hi CARTAGENA.- 2M
0«
Oméllas Joaquin, Capitán do navio.
Orrantia Francisco, Teniente, cartagenero*
Ortiz Juan, Sargento, de Puerto Cabello.
Ojeda Joaquin, cartagenero,- con toda su familia.-
S?,
Palència José María, soldado, caraqueño. Fué capturado en las pla-
yas do Veraguas.-
Pava José, cartagenero. Hurtó en las playas do Veraguas..
Pava Juan, cartagenero.- Fué capturado en las playas do Veraguas.-
Pita Juan José, Contramaestre, de Bocachica. So enroló en la expe-
dición que el General Bolívar organizó en los Cayos, para libertar á Ve-
nezuela.
Peña Antonio, Oficial, cartagenero.-
Pifiango Francisco, Capitán, venezolano. Fué uno do" los que más
contribuyeron al triunfo obtonido cu La Popa el 12 do Noviembre- do1
1815.
Palacios Florencio, General, venezolano.-
Palacios José María, Capitán.
Padrón Matías, Teniente do fragata, venezolano.-
Parada Viccnto, Alférez do navio.-
Piaña Francisco, Capitán.-
Padilla Antonio, riohachoro.
Padilla José, Oficial do marina. Llegó á ser General de mar y tierro,
y su nombre está unido a las glorins do Cartagena.-
Padilla Encarnación, de Übaté.
Poreira Juan Francisco, Sargento, cartagenero'.-
Piar Manuel, Comandante do Curazao. Llegó á ser General.
Peña María Josefa, do Cipaquirá.-
Piñérez German Gutiérrez" do, abogado, momposino; su esposa VÏ--
centa Narváez y sus hijos Salvador, María de la Paz y Trinidad.-
Piñérez Celedonio Gutiérrez de, momposino; su esposa Ignncia
Mendoza; sus hijos Juan Antonio, Sargento Mayor; José María (vive-
a\'m, es Coronel de la República y fué uno do los héroes de Ayacucho)'?
Ignacia y Nieolasa.
Piñéroz Gabriel Gutiérrez do, momposino. Este y los dos anteriores
fueron de los que más empeño tomaron en la proclamación dé la Indepen-
dencia absoluta el 11 de Ñoviembro de 1811.
Porras José María de, cartagenero; su esposa Angela Pimcntel y
sus hijos Francisco, Gabriel, Manuel, Rafael, José Gavino y Dolores.
Pimental Ignacio, cartagenero. Murió de un balazo al pasar el bu-
quo en que iba por entro las fortalezas enemigas de la bahía.
Pastor Juan, marinero, do Pasacaballos.
Palacios Gerónimo, marinero, cartagenero,.
Pérez Narciso, marinero, momposino.
Pcroz Juan Crisóstomo, soldado.
2T0 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
Sí-
S.
T
Tinoco Gerónimo, Oficial.
Trcspalacios José María, Capitán, cartagenero.
Tirado Ignacio, Oficial, caraqueño.
Tono Rafael, Teniente do navio, español. Llegó d ser General.-
Tafur Vicente, marinero, do Arjona. Fué capturado en la costa de"
Veraguas.
Travieso Francisco. Murió en las playas de Veraguas.
•w.
Vélez Francisco dé [Paula, Teniente Coronel, bogotano. Llegó, á ser
General.
Vélez Tomas, Oficial, bogotano; Murió crt Black-üLiver (Jamaica.)
Valest Nicolas; Teniente de fragata; su esposa Josefa Fernández
Silguero; y varios hijos pequeños. Murió Valest en Jamaica ou la mayor
pobreza.
Vargas Juan Rozo, comerciante, bogotano;
Valenzuela José Ignacio, caraqueño. Fué capturado en las playas
do Veraguas;
Villanueva Antonio, hacendado, cartagenero; y sus hermanas Dolo-
res y Teresa; y sus sobrinos José Valerio, Mercedes y Juana Caraz'o;
Villanueva Sebastian, Alférez, cartagenero, hermano del anterior,
llevando, además, á todos sus esclavos. Concurrió después, el 24 de Junio
de 1821, á la captura do las lanchas cañoneras quo los españolos tenían en
la bahía do las Animas.
Vallo Agdstin, do Barranquilla, con su esposa y familia;
(ÍÍCíE.'S.S.S.IV.
E53ÍT2® de Cartagena de Indias por el General Don Pablo* Morillo. °
NOTA DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA EN QUE COMUNÍCALA RESOLUCIÓN DE ELLA,
RELATIVA Á LA RELACIÓN IIÍSTÓltlCA DEL SITIO Y TOMA DE CARTAGENA POR EL
GENERAL MORILLO.
1." PARTE.
2." PAUTE.
3." PAUTE.
(0) Admirable patriotismo digno del General Díolívnv I ¡ Ojalá que IDS autoridades
de Cartagena le hubieran secundado preparando bien la defensa de la plaza, quo en lo
principal consistía en babor acopiado viveros calculados para resistir un año de silio !
xso lo lucieron, de modo que á poco do haberse puesto el sitio por el enemigo común, co-
menzaron á morir de hambre los defensores de la ciudad heroica, hasta haber tenido quo
evncuarla después de los más cruentos sacrilicios, abriéndose paso á viva, fuerza los que
pudieron hacerlo, para escapar de la euchilla española.
(10) ¡ Cómo se sobreponen los intereses personales á los más caros i ni órese: do la
patria I
(11) ¡ Que injusticia I
(12) ¡ Que heroísmo ! qué abnegación para sacrificarlo todo en aras do la salvación
de la patria ! Que la historia y la posteridad colombiana inmortalicen el nombre ili·l Ge-
neral Palacio. Este Jefe benemérito y los demás, nuestros hermanos do Venezuela,
hicieron prodigios de valor sobre loa muros, castillos y atrincheramientos de Cartagena,
defendiéndola á lodo trance contra mus de ocho mil enemigos, que ln atacaron por mar
y por tierra.
280 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
4." l'ARTE.
(13) En eslo hay equivocación. Castillo no sitió i Cartagena, porque á poco tie ha-
berce aproximado & ella, le abrió îïandulonlaiiu'.utc las puertas de la ciudad el Goberna-
dor Cual. Lo que hubo do cierto fué que los mandatarios de Cartagena descuidaron la
defeusn, dejando de llenar los depósitos de víveres, para resistir un año de
sitio, para cuya operación huho tiempo sobrado desde quo se recibieron los primeros
avisos de Espafia, anunciando la salida de la expedición dt. Morillo á las costas do Vene-
zuela. Estaban entretenidos con la guerra civil de que se aprovecharon los invasores.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 281
üal (14), ha sido el blanco do los ataques de las Potencias extranjeras en
sus guorras con España. Está situada en 10° 25' 4 8 " lat. N., y 228° 28'
30" long. O. do Paris, en una Península arenosa que, formando un paso
estrecho al S. O., abre comunicación con aquella parto llamada de Tic-
rrabomba hasta Bocaoluca. Esfá dividida en dos partes: la ciudad pro-
piamente dicha, y el grande arrabal do Jctsemaní. Una muralla gruesa
y elevada circunvala la ciudad; Jctsemaní, construido en turma do semi-
círculo, está fortificado cu frente por otra muralla, y por la parte del
Este, do la plaza está unido á ella por medio do un puente de madera quo
se halla sobre un foso: ambos lados de este están guarnecidos de estaca-
das, quo unen los muros de Jetsemaní con los de la ciudad. Por el lado
de Jetsemaní, y á poca distancia de él, está en un cerro el fuerte de San
Lázaro, (San Eclipe) que domina la ciudad y el arrabal; Licué de altura do
20 á 21 locsas geométricamente medidas, y está unido á varios montes más
altos, que corren en dirección oriental. Éstos terminan en otro más eleva-
do, el cerro do La Popa, que tiene de altura 84, y en cuya cima hay un
convento do Agustinos descalzos, una vigía y un fuerte, cuyas baterías
dominan el cerro de San Lázaro, y protejen las inmediaciones de Cartage-
na, distante como 150 varas. Al Norto de La Popa está una laguna que
tiene cerca de una legua de circunferencia, llamada de " Tesca," la cual
comunica con el foso do Cartagena y con el mar por el Norte: abunda
en pescado mal sano y en gansos silvestres. La bahía formada por la
costa do Bocagrando, la de Bocachica, la isla do Barú y la costa de Pasa-
caballos, es do las mejores quo so conocon; tieno dos leguas y media do
Norte à Sud, bastante profundidad, buen anclaje, excelentes pescados, y
os muy tranquila. Comunica con el mar por Bocagrande, quo está de-
fendida por un fuerte, abandonado ahora porquo solo pueden entrar por
él buques poquciíos. Defiéndenla por Bochachica los castillos do San
Fernando, San José y El Ángel, y comunica tambion con el mar por el
caño del Estero (15) y por la laguna do Tesca.
Desdo que hubo noticia do ha bor llegado Morillo á Santa Marta,
comenzó á tomar el Gobierno de Cartagena las medidas quo estaban á s u
alcance para la defensa. Diéronse órdenes repetidas para que so surtieso
la plaza do víveres; (16) so montaron Ü6 piezas más de artillería en las
murallas de Santo Domingo y do Santa Catalina; se abrieron nuevos
fosos; so proclamó la ley marcial obligando á tomar las armas á toda
persona do quince á cuarenta y cinco años; se nombró una Comisión mi-
litar, y ol Crobicmo exhortó al pueblo á hacer una resistencia vigorosa.
" Los españoles (dice una proclama do J..° do Agosto), no perdonarán,
si triunfan, las vidas do aquellos que han tenido parte en nnostros Go-
bienios, do los que hubieren tomado las armas en la más justa guerra
sostenida hasta aquí, ó de los que en manera alguna nos hayan auxilia-
do." ¡ Cuan cierto fué que los que sobrevivieron á la subyugación vieron
morir á cculcnarcs (como allí se anunció), si sus compatriotas, ahorcados
á sus padres, hermanos y amigos. (17)
El 19 de Agosto se proveyó de víveres, se fortificó La Popa y se en-
vió una Division de bongos bien armados si cubrir el paso do la laguna
de Tcsca, y habiendo el Gobierno dado orden para que so replegasen las
tropas, entró en la ciudad el (lia 20 la Division del Coronel Don Juan
Narvácz, que cabria el bajo Magdalena. El 23, á las onco de la noche
.entró, por Isis razones ya expresadas, la del Brigadier Palacios", que vino
sí ma relias forzadas desde Magangué, echando adelanto todo el ganado
que encontraba por los caminos.
Estos refuerzos, aunque cortos, dieron ánimo :í los habitantes de
Cartagena.
PARTE 5."
(10) Si cst:i medid» se hubiera adoptado tres ó cuatro meses antes, habría producido
ñus consccueneialcs efeelos, y con frecuentes salidas de las tropas de la guarnición para
fatigar al enemigo, y el auxiliar de-I clima que los combatía, ellos se hubieran vfífo in-
dudablemente cu la necesidad de levantar el sitio, sin conseguir sus feroces ¡lítenlos.
(20) Este señor no tenia conocimientos militares, y por lo mismo no estaba calculado
para mandar un ejercito, ni para dirigir Indefensa de una plaza de armas en circunstan-
cia* anormales como aquella ; de modo que involuntariamente causaba malos sin cono-
cerlos, y se comprende de la lentitud de sus procedimientos, y de lo inoportuno de sus
medidas, agregándose á esto una fria indiferencia de todo, (pie le sindicaban de falla da
patriotismo, solazándose cu aquella tremenda emergencia con goces que no eran sino de
tiempos pacíficos, pues contrajo matrimonio cuando menos se esperaba del hombre llamado
& estar vigilaute sobre los muros con ni bota-fuego del cañón en la mano, animando al
soldado y disponiendo todo lo conducoule á la salvación del pais, aunque en verdad ya
muy tnrdc, por haber descuidado hacerte anteriormente.
284 {DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
PARTE 6.' 1
No por osto mejoró la situación do los sitiados, (23) la cual era tan
angustiada, quo el 13 de Octubre convocó ol Gobernador una Junta
extraordinaria do la Legislatura de la Provincia. En una enérgica aren-
ga manifestó quo al cabo de 60 dias do asedio, no pedia ya sostenerso la
plaza á pesar do la rigorosa economía con quo so habían sostenido los
(21) Porque siempre que lo intentó salió mohíno y avergonzado, como le sucedió on.
los ataques de La Popa y de loa castillos de llocacliica.
(22) No fueron pretextos sino realidades incontrovertibles las que dieron lugar á quo
i¡c depusiese del mando al General Castillo, contraqilion había fundados cargos de haber
dejado llegar las cosas al extremo en que se encontraban, desde que por sus cuestiones
personales cou cl General Bolivar no pudo éste tomará Santa Marta, negándole lo3 auxi-
lios que para ello necesitaba, que se le mandaron entregar por ot Gobierno general, y por
laiudifcrcucia con que vio la defensa de la piara, omitiendo llenar los depósitos de víve-
res oportunamente para resistir hasta por un año ; y por último, porque no se hicieron
frecuentes salidas del ejército para hostilizar ni enemigo, salidas que, con el auxiliar del
clima, le hubiera» obligado á levantar el sitio, como ya lo habia dispuesto Morillo en los
momentos mismos de evacuarse la plaza por sus defensorov. á causa do haberse concluido
los víveres. Cuatro meses antes la medida de deponer á Castillo habría sido la salvación
do la plaza.—151 mismo Castillo no hubiera perdido la vida, ni tampoco otros beneméritos
ciudadanos próceros do la Independencia nacional, sacrilicados por la barbarie española.
(23) No era posible que mejorase cuando ya so habia perdido el tiempo en las cues-
tiones civiles, y cuando muy poco so hizo para la defensa y sostenimiento de la plazo,
después que se presentó el enemigo, época en que todavía pudo hacerse mucho para re*
«bazar la agresión.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 285
(2S). Morillo lo hizo cortar l:i cabota, quo mandó enterrar ou su caballeriza do To-
rrecilla; digno procedimiento de uu bárbaro esbirro do Fernando VII.
(29), 151 Pastelillo se encuentra en la isla do Manga, dentro do la bahía, al írento
do los muros de la plaza, dominado por sus fuegos, que no permitían esa evolución. Hay,
pues, en esto equivocación producida por informes dadas ni escritor, indopeu jicnto
do su voluntad.
(¡10). Esto pudo evitarse, como hemos dicho antes, obstruyéndose esa vía acuática ú.
la bnhín, loque íuú fácil ejecutar; desgraciada omisión, que haciendo más aflictiva la
aituacion do los sitiados, contribuyó no poco á la necesidad de evacuar la plaza el (5 do
Diciembre.
(31). 151 General Bolívar dijo: quo todos aquellos que soportaron el sitio de Cartnge-
ua, oran húrocs que hubiau merecido bien do In patria.
DÉ LA PilOVINCÍA DE CARTAGENA.- 287
PARTE 7."
(37). Mala fe condenad* por torios los expositores del Derecho de {rentes. Eso3 pro-
cedimientos fueron dignos do 1.a Nación española, y por ese medio infamo habrían sa-
crificado Uaidoramontc ni General Itolívat-, si la Providencia no hubiera permitido que
lo hubiésemos encontrado en la costa de Jamaica, conduciendo en la corbeta « Dardo »
auxilios de toda especie par» Cartagena, ignorando que esta plaxa se hubiera evacuado
por las armas de la llcpúbliea.
(¡18) Y en el antiguo convento do La Merced, dondo un esbirro ail hoc, con una par-
tida de aquellos bandidos, mataban á los prisioneros, arrojando sus cadáveres al lugar co-
mún, cuyos restos se encontraron en 1821 al hacerse la limpieza de nquol lugar.
(3fl) A6Í lia sido siempre el Gobierno español, humilde y abyecto con los poderoros.
soberbio y cruel con los debiten.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 289
Mas se vengó de los hijos del rai», quo no tenían quien a'iogara por
ellos. IJOS navegantes de la goleta Popa, nna de las que se encaparon du
Cartagena, estando incapaces do guiarla por inanición, no pudieron im-
pedir (pie cayese solire Porloboio, en donde fue apresada por los españo-
les. Iban en ella varios de los más distinguidos patriotas, v en c o n t -
enencia fueron arcabuceados el 21 do Febrero los siguientes sujetos.
Don José María García de Toledo, .Don Miguel Día/. Granados y
Don Antonio José do Ayos, hijos de Cartagena, abogados de luces y pro-
bidad, á cuyo patriotismo y esl'uer/.os se debió la deposición del Gober-
nador (le la ciudad, Don Francisco Montes, en 1S10; y quienes tuvieron
una gran parte en promover la independencia. — Don Manuel Angnia-
no, español ilustrado y Comandante de ingenieros en aquella plaza, que
desde el principio se decidió por la justa causa, á la cual prestó cuantos ser-
vicios estuvieron á su alcance; Don Santiago Stuart, quo amaba la libertad
con todo el entusiasmo de un hijo do la Gran Bretaña, y la defendía con
ardor en el Continente americano: de Buenos Aires había pasado á Cun-
dinamarca, y tenia el grado do Teniente Coronel; Don Martin Amador,
hijo de Cartagena, y Don Pantaloon German Ribon, de Mompox, quienes
debiendo atacar por la espalda al ejército sitiador, fueron batidos en Chi-
ma el 20 de Septiembre de 1815, por Don Julian Bayer, Comandante
de la columna volante del Sinú.y hechos prisioneros en las Sabanas (cer-
ca de Montería)— Don José María Portocarrero, que conducía fusiles
do Cartagena para Bogotá, y fué tomado junto con Uibon. y Amador,
(Portocarrero fué aprehendido on el golfo de Moscorrillo, cerca del Za-
pote), y por último, el Brigadier Don Manuel del Castillo, á quien con
una crueldad impcrdonablo so negaron á admitir á su bordo todos los
capitanes do los buques, por la persuasion en quo estaban de que él era la
causa de la pérdida do Cartagena; y el cual, obligado á ocultarse, á la
entrada do los españoles en la ciudad, fué aprehendido en el convento
do Santa Teresa. (40)
Los fugilivos sufrieron entre tanto su poregrinacion, trabajos y con-
trastes indecibles. Apiñados 200 y aun íïOO individuos en cada uno de
aquellos buques sin alimentos, escasos do agua (41), bajo el ciclo abra-
sador de los trópicos, perecían á centenares ('12). Llegaron al fin, aun-
quo muy disminuidos en número, unos á los Cayos, y otros á Jamaica,
excitando la compasión do las almas sensibles: otros, cutre los cuales es-
taba el distinguido patriota Don Manuel Uevollo, fueron abandonados en
una isla desierta por la cruel avaricia del Capitán Miche!-], quien los sa-
(10) Una Imprudencia lo descubrió ú sus verdugos: habitaba Morillo junio cm Don
Lázaro Mnria Herrera, en Mi propia ciisii, y allí, á presencia del misino Morillo, ¡legó una
mujer iuscusnta solicitando una camisa paru mudarse Castillo: entonces aprehendida la
mujer, so le obligó con graves amenazas á que revelase el lugar donde estaba Castillo, y
descubierto por la mensajera, fue rodoado el convento con fuerza armada, y extraído de él,
ne le condujo al edificio de la antigua Inquisición, donde se hallaban las denta* victimas
pus compañeros, preparados para et grua sacrificio proyectado, y que se efectuó el SM de
Pobrero de 18lü, en la antigua plaza del Mal-adero, hoy do la Independencia.
(-11) Kn el buque (La Republicana), donde iba el que esto escribo, se daban dos bo-
tellas de agua medio salobre, de ración diaria, por oslarse concluyendo el articulo en la
dilatada navegación, de modo que á individuos con ardiente calentura, se lo* vio morir de-
sesperados por la sed.
(12) Diariamculc se ochaban al agua cadáveres di: emigrados que no habían podido
resistir al malestar que los rodeaba; asi fué (pie llegaron muy pneos ni primer puerto de
Haiti, donde arribamos. IV
290 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
(.:i) Kslos fusiles, quo no «o quixtaron entregar al General lîoiivnr para libertará
Knnta Marta, sirvieron pnraquo los opresores ncuiuinilures esclavizaran el pais.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 291
A.ÎSTO DJE 1 8 1 6 .
C C l i X X S L V I S.
CŒMUWICACEOIXrjSS referentes á los emigrados de la plaza de
Cartagena.
I
EXCELENTÍSIMO BXSOB :
LISTA que mauificsta los nombres, patria y empleos do los individuos que l;i yolcta
" Americana " ha desembarcado eu la costa de Veraguas, con distinción de los muertos,
los que son conducidos en la fragata "Cazadora," y los que quedan aún en el pueblo do
Sania- .t'c y Mineral por enfermos.
EXCELENTÍSIMO SEXGR
dolido resido ol General Potion: que asi osle último como los dos prime-
vos so ocupan en dar patentas do corso ú los mencionados buques, y cuc
últimamente tenían decretado que en adelante no se diese cuartel Vi nin-
gún español, expresándose que no luiciun la guerra por el interés pecu-
niario, sino para extinguir la raza española, fijando graves penas á los
capitanes si perdonaban la vida á alguno; y los expolíenles percibieron
la cuestión que se armó entre los armadores y el Capital) de La Popa, en
razón de que no habían observado la alternativa do arrojarles al mar ó
decapitarles, en despique de (pie en Santa Marta se había pasado por las
armas á Mr. Robert, que fué hecho prisionero por la Division de Mora-
les con las armas en la mano.
Preguntados: si tienen noticia que antes de la loma de Cartagena
por las armas dol Rey, hubiesen salido algunos buques con transportes,
y.á dónde se dirigieron, respondieron: el uno, que estando en ltiohacha,
se supo allí oficialmente (pie habían escapado de Cartagena catorce em-
barcaciones cargadas do gente, encontrándose en uno de dichos buques
el Capitán Barbansumo, quien salió herido de dos balazos quo recibió
de las tropas que formaban la línea ó fuerzas sutiles de la bahía de Car-
tagena: que hallándose el Capitán Bruno en Jamaica, aportó allí una go-
leta inglesa mercante, cargada de dichas familias, trayendo de personas
visibles á Don M. Cortés y Campomancs, á .Don Mariano Montilla y á
Don Juan El/as López, Corregidor quo había sido do Cartagena, y que
á todos dio el Gobierno de Jamaica el mejor asilo.
Preguntados: si no tuvieron en el tiempo que so hallaron fondeados
en los Cayos do San Luis, ó en la ensenada do liaquen, ó ya fnoso en el
puerto de Jamaica, algun conocimiento de si los emigrados do Cartage-
na meditaban reunirse en algun punto; cuáles se consideraban ser sus
designios; bajo de qué protección contaban; si tenían caudales, con lo
demás que en el asunto puedan tener inteligencia, respondieron: quo
cuando se hallaban fondeados en la ensenada de Haquen, vino abordo do
La Popa un bolo con marineros ingleses que pernoctaron en el buque:
quo el Capitán Bruno, poseyendo el idioma inglés con ignorancia de los
citados marineros, se colocó á dormir entre ellos, y que con esta oportu-
nidad les oyó referir que dentro de tres meses debían reunirse en los
Cayos todos los emigrados do Cartagena, que anclan esparcido.»; recoger-
se los cruceros para formar una expedición contra Itío do Hacha, Sania
Marta, Portobelo y la plaza de Santo Domingo, con la protección que
debia impartirles el General Potion: que Bolívar tenia fondos suficientes,
y que ellos (hablando los marineros ingleses) se hallaban bien pagados
por cuenta del mismo Bolívar.
Con lo cual, no teniendo más noticias que comunicar, se concluyó es-
la declaración, á presencia de su señoría, y la firmó con los exponentes
y el Secretario de esto Gobierno, en el dia y fecha que queda notada en
el inicio.
el corsario '•' La Popa" y corrieron después una misma suerto que el Ca-
pitán rio la " Rosita" y su tripulación.
IL
FRANCISCO DE MOXTALVO.
Señor Gobernador »lo Cuba.
III.
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :
torce corsarios que se hallaban al ancla en los Cayos, existía mucho ar-
mamento y municiones do guerra, y algun dinero enviado de casas par-
ticulares de Jamaica.
Cuba, 2 do Marzo de 1810.
JCSCUDEUO.
I Y.
Con el olicio do Ü. S. locha 2 del corriente, he recibido la nota rjno
me acompaña, sobre el número de corsarios que había reunidos en los
Cayos de San Luis, y el pliego para el Excelentísimo señor Don Pablo
Morillo, á quien lo he dirigido.
Los Carabailos están ya presos, y pronto serán pasados por las
armas.
Lo que digo á U. S. para su conocimiento, dándole gracias por su
celo en comunicar las noticias quo pueden influir en el mejor servicio
dol Rey.
Dios guardo'ú U. S. muchos años.—Cartagena, Marzo Id de 1816.—
FRANCISCO DE MOXTALVO.—Señor Gobernador de Santiago do Cuba.
CCZ,Z.3L51IS..
F&OC&AKS.& del General Don Pablo Morillo a los Granadinos.
HABITANTES DE LA NUEVA G I:AÑADA !
:'i ese enjambre de mandones ? no ; y si alguna ve/. lo lia hecho lia sido
con una cobardía digna de su mala conciencia. Tales son esos preten-
dientes de monarcas ; tales los <|nc estaban en Cartagena ; y os aseguro
que huirán y os abandonarán como los García Toledo, Castillos, Grana-
dos, Cámbanos, Ayos, 1 libón, Amador, Stuart.,' &." &." pero también
os prometo que les alcanzará, como lia alcanzado á estos, la espada de la
justicia, y pagarán en un cadalso sus crímenes. La fuga no los libertará
del castigo. El delito los detendrá como á estos y serán aprisionados.
¿ Qué felicidad habéis logrado con el soñado Gobierno que os han
presentado hasta ahora ? No os han obligado á abandonar vuestras la-
bores y pelear ? ¿ Cuándo habéis vijto la guerra entre vosotros ? ¿ No os
han arrancado lo poco que vuestra economía reservaba para mantener
vuestras familias ? No han dispuesto de los diezmos de los ministros de
Dios, á pesar que el miedo al delito les obligaba á encargar el secreto ?
¿ No habéis visto despojar los templos de sus alhajas y hasta do los vasos
sagrados más preciosos? :; Y por último, ¿ no habéis permitido poner las
sacrilegas manos en la custodia de la Catedral de esta ciudad y entregarla
á las impuras de un mercader extranjero, negociando con una alhaja sin
precio, y profanándola al punto do verla confundida entre los tercios car-
gados en un buque y tirada en un almacén con el último desprecio, espe-
rando comprador, como si fuese un fardo do vil mercancía ? Y todos
estos sacrilegios para qué ? Para comprar armas á fin de prolongar
vuestros males, y formar con vuestros cadáveres los perversos escalones
para subir á un trono nadando en sangre, y debido á vuestra ceguedad,
obra de vuestra irreligión.
¿ Cuando os gobernaba el Roy, como gobierna á la España, se co-
metían estos sacrilegios ? Desde luego que no. Por esto el trono de Fer-
nando será el más duradero, pues se apoya sobre la religion. Dios lo pro-
tege, y toda resistencia á sus preceptos es vana.
Pueblos de la Nueva Granada : voy á seguir marchando sobre vues-
tro territorio ; el ejercito del Rey observará la mayor disciplina : yo per-
donaré al que se acoja ala clemencia de S. M. : vuestras vidas y bienes
serán protegidos ; dirigios hacia mí como hermanos ; todo lo pasado se
olvida ; pero desgraciado del que obedezca las órdenes de los rebeldes,
pues dejaré á un lado la clemencia y lo castigaré : pues se resisten á las
órdenes de su legítimo Roy, el señor Don Fernando Vil. Presento la
paz y la protección al bueno; pero seré inexorable justiciero con el
malo.
MoiiiM.0.
* L);im;u- cobardes ;i uuos pudriólas que defendieron In pl.v/.a. hasta que su.s habi-
liinlcs perdieron sus fucrzns y alíenlo, ¡i consecuencia del hambre que los devoraba, CK
nacer insulto al buen sculido y fallar descaradamente á la verdad,—(N. del E.)
•• • Los templos de Cartagena no dieron despojados de sus alhajas, eomo fatalmente
«o dice por este general. Las Comunidades todas, cumplíoslas de patriólas, lns cedieron
para contribuir así á salvar la causa de la América.—(X. del K.)
302 DOCUMENTOS TARA LA IIISTORIA
C C S . (D.
PROVIDENCIA.
sen de abrigo á nuestras tropas. Sus crímenes son bien conocidos por
toda la Provincia ; y en todos los papeles y proclamas que expedia oste
jefe revolucionario, manifestaba el implacable odio cpio tiene á los espa-
ñoles, hasta decir que el trono del Hoy oslaba salpicado con sangro ame-
ricana. Fué preso en el convento de monjas de Santa Teresa de osla ciu-
dad, donde estaba escondido, por las Coronóles Don Gabriel de Torres y
Don Ildefonso de Sierra y el Capitán Don Manuel Jiménez. Está preso
en la Inquisición. Van adjuntos algunos papeles suyos.
7—MANUEL ANOUIANO.
Eue preso en la isla do Barú al tiempo quo saiia do esta plaza co-
misionado por los rebeldes á los pueblos del Sinú, tirando los pliegos y
papeles quo llevaba, quo no so pudieron encontrar. Ticuo formada causa.
13—RAFAEL CARDILES.
(j !) EXCELENTÍSIMO SEÍfou:
(l !) EXCELENTÍSIMO SEÑ'OK:
En vista del oficio do Y. E., quo acabo de rocibir, sobro el destino dé-
los reos á que se contrae, lio resuelto juzgarlos en Consejo de guerra, con-
la brevedad que previono la Ordenanza para los juicios do campaña. En'
esta virtud, no estando todavía determinada la guarnición do la plaza,-
por cuya razón no puedo disponer de ningnn oficial, espero so sirva V.
(¡ !) Las notas marcadas con cslcsigno note hrJtatt o» el expediente; pero se tomnu
de los copiadores, por la íntima relación owe tienen con el- asunto. (N.dcl E.)
ÜE Lü PROVINCIA DE CARTAGENA. 30J8
INTERROGATORIO.
EXCELENTÍSIMO BSSOR:
1.° Si conocen á dichos presos y saben que hayan obtenido los em-
pleos y encargos que expresa la nota de cada uno.
2.° Si saben que alguno ó algunos de ellos (expresando en su caso
quienes) proyocia ron, propendieron ó auxiliaron los primeros pasos que
so dieron para destruir el Gobierno legítimo: digan cuáles fueron estos
proyectos, pasos ó auxilios, en qué tiempo, casos y circunstancias los
dieron.
3.° Si después de destruido el Gobierno legítimo le sostuvieron y apo-
yaron voluntariamente, obteniendo los primeros empleos del insurgente,
formando escritos, mandando ejércitos, ó de cualquier modo distinguién-
dose para sustraer los pueblos de la obediencia del Rey.
4.° Si siendo empleados por el Gobierno legítimo, han servido des-
pués algunos cargos del insurgente pretendiéndolos: expresarán qué
empleos obtenían, y cuáles han servido después.
5.° Si han votado la independencia ó propendido á ella.
6.° Si han propendido á que so prenda, castigue, moleste ó persiga
á los fieles vasallos del Rey, por serlo.
7.° Quiénes son las personas que, además de los comprendidos en la
lista, y los que sojuzgan por separado (de que se dará razón al comisio-
nado) han incurrido en los delitos ó excesos expresados en los anteriores
artículos.
8.° El Comisionado podrá hacer las demás preguntas que estimo
convenientes al fin de la averiguación do quo se trata, y las que vengan
indicadas en Jas respuestas que dieren los testigos.
Cartagena, Enoro 9 do 1816.
ÜIKItNA.
RAZÓN DE LOS PRESOS QUE SU ESTAM PROCKSAKDO l'OJl SEPARADO, FORMADA COM
AUREOLO X LA RKLACIOX XXTEKD1DA POH KL EXCELENTÍSIMO SEÑOU DON PABLO
MORILLO.
(¡ !) EXCELENTÍSIMO SEÑOR:
(¡ !) EXCELENTÍSIMO SESOR:
En este dia ho pasado al Juez fiscal, Don José Ortega, para quo la
agregue á los cargos de José María Portocarrero, una sumaria de las
tres quo so han tomado á dicho criminal, actuada por Don Donato Paiiz
de Santacruz, por orden do Y. E., que recibí con oficio de ayer.
<D©2£.<CE.
CCXCXI.
:
Los nuevo patriota* sacrificado!; cu Cartagena c) P.i de Vcbrcro de I81G, no i'ueron
ahorcados, ni se les unto en la horca después de muertos, eino fiwilmtan por la espalda,
como á traidores del Hoy de lüspafia según decia Morillo. (N'. del H.)
'• Esta proposición del Doctor Clamin do Toledo se halla de ««nenio con lo quo ex-
pone ol señor Don l'cdro Laza on la nota 33, insoria en la página í { 7 «le e:->lc 2." lomo.
y con lo que licniúj oido referir á algunas punsona-t untumlWat que ¡nil rieron el atadlo de
Cartagena en 1S1">. (,N. del K.)
314 »OOUMBKTOS PARA LA IHSTOUIA
Los presos que por haber tomado una parte activa en la rebelión
están mandados juzgar en Consejo de guerra extraordinario, y los que por
denuncio, sumaria ó voz pública están sindicados de persecuciones á los
vasallos del lley por su fidelidad ú otros delitos que por las leyes tienen
señalada pena aflictiva, deberán subsistir en segura prisión. Dn los pró-
fugos á la entrada de las tropas del lley en la plaza, que fueron aprehen-
didos sobre la costa de Portobclo, podrán ser destinados á obras públicas
(sj) Tomamos csüos dos apartes do los'niínieros 2Gi) y 2Ï0 (página* 141 ú 1 43) del Curso
primero del " Compendio de la Historia de la llcvolueion do Colombia," por Constancio
Franco V. Edición de Rogóla, 13S1.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 315
por ahora, los que por su calidad y estado pueden sufrir este trabajo,
siempre que no tengan otro cargo.
Los demás que na resulta que han hecho otra eosa que obtemperar
¡i la violencia con que el Gobierno insurgente les obligaba á lomar las
armas, podrán reducirse al arrosto en sus casas, hasta los resultes de las
pesquisas generales que he aconsejado en otros expedientes ; sin cuya
vista y la de las diversas providencias que se han dictado en el particular,
no puede prescribirse otra regla ; siendo las expuestas las que Y. E. po-
drá dar en contestación, ó proveerá como fuere servido.
I
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :
nesta, del autor de dicho epígrafe, precisamente habrá tenido por objeto
el ánimo de prevenir contra raí la opinion pública, culos dias cercanos á
la resolución de rai causa.
El mismo epígrafe y el principio de dicha representación acreditan
el concopto equivocado con que so mo hace dicha imputación, pues ni yo
he tenido el título de Gobernador do esta plaza, ni el tratamiento de exce-
lentísimo scilor con quo comienza la excusación que los asesinos preten-
dieron hacer de su delito después do haberlo cometido. Bajo de cuyo con-
cepto y do que no habrá un hombre de juicio en la plaza y de todos los
que me conocen que no puedan asegurar la falsedad de dicha atribución,
y el que por otra parte ella es una pública difamación, un insulto y un
verdadero asesinato, que no permiten las leyes bajo de cuyo imperio tc-
nomos la gloria do vivir, ocurro á la justificación do V. E., suplicándolo
que auto todas cosas so sirva mandar se desfijen dichos papeles, y so re-
cojan los quo so hubieren distribuido, y que seguidamente so haga saber
al autor do dicho papol acrodito la razón en quo ha fundado la citada
imputación, dándoseme vista do todo para pedir lo convenionto á la sa«
tisfaccion que me es debida cu justicia, y quo pareco debo hacerse tem»
bien constar en mi causa, sobro quo imploro la justificación de V. E.
Cartagena, ocho de Febrero de mil ochocientos diez y sois.
ExeolontÍBirao aoOor.
MANUEL DEL CASTILLO.
EXCELENTÍSIMO SEÑOH:
Ill
EXCELENTÍSIMO SJÍSÍOR:
EXCKLIÎNTJSIMO SKSOIÏ :
21 MAUTJNA SAN .DJF.CO FBKSAXDKX.
322 DOCUMENTOS PARA LA HISTORÏA
(GGSÇ.G'v'SÏÏn
]i3& 'So'JZFïZ' d .spaña concede una cruz de distinción á los militares que
contribuyeron bloqueo y rendición de la plaza de Cartagena en 1815.
Ministerio de Guerra.
Dcsoai • el Rey nuestro señor dar á todos los individuos dol ejér-
cito y arm? , que a las órdenes dol Teniente general Don Pablo Mor;.-
B2i DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA
a'l Coronel ó Jofe principal, que con su informe las pasará al Jefe del
Estado Mayor, ó Mayor general respectivo, quien despues do examinar-
las le devolverá un ejemplar con su aprobación; y en su consecuencia se
expedirán á nombro del Coronel ó Comandante certificaciones á todos
los individuos, según modelo que-ibrmará el Estado Mayor, en las que
se expresará haberse hecho acreedores á dicha cruz do distinción y per-
mitírseles su uso, anotándose también en sus filiaciones respectivas.
Lo que do Ileal orden comunico á Y. E. para su inteligencia y de-
más electos correspondiente-.
Dios &c.
Madrid, 1.° do Abril do 1S1G. (")
DE MONTAM'O,.
DE LA PROVINCIA DIS CAUTAGENA. 327
ooxoxx.
B>3S Js-îla ©î&S&EâST sobre el Gobierno del Obispado de Cartagena. *
" Pov representación que ha dirigido en 2S de Diciembre último
(1815) Don Juan JosóOdónV,, Decano de la/Tuquisicicndc Cartagena do
indias, se ba enterado el Rey de haberlo V. E. nombrado interinamente
Gobernador de aquel Obispado á causa de que el Cabildo eclesiástico, á
quien correspondo por derecho esto nombramiento, estaba impedido de
hacerlo, ínterin sus individuos no acrediten la conducta que han obser-
vado durante su permanencia entro los rebeldes ; debiendo manifestar á
V. E. igualmente, que ha merecido todo la aprobación de S. M.
" Y de su orden lo participo á Y. E., para su inteligencia y la del
citado Don Juan José Odéris."
000«
BiIESSTABZiECSMEEKT© del Vireinato de la Nueva Granada. ••
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :
* Esta Real orden del Ministerio do Gracia y Justicia de 22 de Marzo de 181(5, re-
cibida en Cartagena por Don Francisco de Montalvo, y la que inmediatamente eiguo,
son copiadas del número 10 de la " Gacela del Gobierno do Cartagena de Indias," del sá-
bado "> de Octubre de ISlfi. ÍN. del K.)
** Se inserta esta Real orden comunicada por el Ministerio de la Guerra, porque BO
observa que por algunos escritores, y aun en documentos oliciales, se titula al señor
Montalvo como Virey en la úpoca en que residió en Santa Marta y en la quo mantuvo oí
asedio de Cartagena. Entonces solo era Capitán general. (N. del E.)
328 DOCÜMEKTOS PARA LA- HISTORIA
CGC!.
ÜSrOTiíL suplicatoria para que se suspenda la ejecución de Miguel y
Fernando Carabaiio.
EXCELENTÍSIMO BRSOB :
CONTESTACIÓN.
CCCIZ.
a&ECilLilBffi© del Gobierno de los Estados Unidos de América, relativo
4 las presas hechas y á los ciudadanos americanos capturados por los
buques de guerra españoles.
Número 7.
EXCELENTÍSIMO SEÑOJI:
CCCIXXa
A2?B,@BA(DE<Q>Hr E E A 1 impartida al indulto concedido por el
Capitán general Don Francisco de Montalvo.
EXCELENTÍSIMO SESOR:
CCCIV.
«DSBiCUZiAIK. del Virey Montaivo para que se averigüe la entrada de
varios sujetos emigrados de Cartagena.
Los individuos que comprende la adjunta lista, parte de ellos fuga-
dos do esta plaza á la entrada de las tropas reales, y parto antes do su
bloqueo, son todos reos de alta traición, y los más por la gravedad y no-
toriedad de sus crímenes con otras circunstancias que so lo agregan,
^"acreedores á pena de muerto ó de presidio perpctuo.oáStl
Su audacia puedo conducir á algunos, mediante á que no todos son
muy conocidos, á introducirse en algun punto fiel de los dominios del
Rey nuestro señor, en dondo la presencia de tales alborotadores y delin-
cuentes será siempre perjudicial y opuesta á la quietud de cada pais; y
estando yo tan persuadido del interés de usted por el mejor servicio do
S. M., le dirijo este aviso, para que en el caso indicado, si llegan á pre-
sentarse en cualquier lugar de su mando, sean aprebendidos y remitidos
á esta plaza, en dondo deben ser juzgados, ó retenidos en segura prisión,
basta que disponga el Bey; pues importa muebo á la tranquilidad do las
Auaéricas y al fin do bacor cesar el borroroso derramamiento do sangro
quo ocasiona la guerra civil, ol privar á semejantes malvados do los me-
dios do alterarla, moviendo ésta dondo quiera quo lleguen.
Dios guardo á V, muebos años.
Cartagena, Septiembro 2 do 1816.
FRANCISCO &p MONTALVO.
escritos dictados por hi venganza ú otras pasiones, cuyo objeto sen en-
sangrentar las cosas, cuando más se necesita suavizarlas.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cartagena do Indias, ocho do Junio de mil ochocientos diez y seis.
FRANCISCO DK MONTALVO.
coeva.
EBTE'OB.EffiE del General Don Pablo Morillo al Gabinete de Madrid,
sobre las operaciones del Ejército que está A su mando, y las medidas que
cree conveniente se adopten para asegurar el orden.
¡zas, por cuyo medio están siempre mejor puestos quo nosotros en cual-
quier punto que quieran ocupar.
Ruego á V. E. tome en consideración que las fuerzas estacionadas
en Venezuela, cuando el pueblo reconocía la autoridad del Rey, eran do-
bles del número que hay ahora para contrarestar á los rebeldes; y con
todo, nuestras tropas están en campaña aunque muy disminuidas en nú-
mero y fuerza. Las mismas observaciones se pueden extender á la Nue-
va Granada, y por lo que he observado á mi marcha, tengo motivo do
creer que la Provincia de Cartagena será ahora leal ; pero las otras solo
esperan la oportunidad de poner en ejecución sus planes revolucionarios.
C2T Dos Guras están particularmente desafectos; ni uno parece adicto
á la causa del Rey.
Ya he expresado mis deseos á V. .ID. de mandar misioneros; ahora
añado la necesidad de mandar igualincnlc teólogos i/ abogados de España.
Si el Rey quiere subyugar estas Provincias, C25" LAS MISMAS ME-
DIDAS SE DEBEN TOMAR QUE AL P R I N C I P I O DE LA CON-
QUISTA.
En mi anterior comunicación hice ver á. V. E. que necesitaba tropas
para mantener pacífico este Yiroinato: ahora repito que ese socorro no
so puede.dispensar, porque aunque podemos subyugar el pais, no nos
podemos liar ni de las tropas de la Division mandada por Calzada, ni do
Ja vanguardia do la orilla derecha del rio Magdalena, porque son com-
puestas de criollos, que probablemente desertarían y se irian á Venezue-
la, aumentando así la fuerza del enemigo. Estas Divisiones, sin embargo,
están compuestas de hombres bravos, capaces de ser disciplinados, y so-
ria mejor mandarlas al Perú, en dondo serian de más utilidad, aunquo
ahora tienen demasiado que hacer en Antioquia, Popayau y Chocó, to-
das Provincias rebeldes.
Estas propuestas las lingo suponiendo que los refuerzos serán man-
dados inmediatamente, porquo si no se hace ahora no sé lo quo so nece-
sitará para mantener nuestro poder aquí. Dos puntos do la mayor im-
portancia están ahora atacados por los rebeldes de Venezuela: Margarita
y Guayana. E n Margarita los rebeldes son bien mandados, están bien
provistos do todo, y se baten desesperadamente. Las tropas del Rey ban
sido obligadas á obrar á la defensiva; £¿5" y si BOLÍVAR llega con su ex-
pedición armada en los Cayos, no sé cuál será la suerte do Margarita ni
la do Cumaná.
El ataque de los rebeldes sobre Margarita está combinado con el de
Guayana, en donde se hallan en muy crecido número, al rededor de An-
gostura, capital de la Provincia, y en consecuencia, interceptan la remi-
sión de ganados, y probablemente obligarán á la guarnición á rendirso
sin batirse, porque en esa ciudad hay un partido á favor do los insurgen-
tes. Yo consideraba la Provincia de Guayana de tanta importancia, quo
me atreví á observar á S. M. en Madrid, que una vez perdida, Caracas y
Sanlafé de Bogotá estaban en peligro; y ruego á V. E. que mire los ma-
pas y observo los ríos del Orinoco, Apure y Meta, que son mucho más-
navegables de lo que }*o pensaba que eran, antes de dejar á Madrid. Las
mismas observaciones so pueden extender á muchos rios en los Llanos, en
donde los rebeldes tienen el mando absoluto, y nos cortan toda comunica-
336 DOCUMENTOS Í'AIIA LA HISTORIA
cion con sus riberas, en donde hay ganado á toda discreción, y en dondo
las ciudades situadas en los cerros están abastecidas.
Los rebeldes en Venezuela han adoptado el plan de hacer la guerra
por guerrillas, que son fuertes y numerosas, y en esto han imitado el
plan seguido en España en la última guerra; y si Bolívar ó algun otro
Jefe de estimación entre ellos tomara el mando do esas guerrillas, po-
drían obrar vigorosamente.
So piensa ch España que el espíritu cío revolución en esto pais está
confinado á pocos individuos, pero es menester desengañar :i Y. E. En
Venezuela especialmente, esc espíritu es general. Yo no creo que en esto
'Vi reina to exista una inclinación tan fuerto á la rebelión; sin embargo,
debo insistir en 1.a necesidad de aumentar las tropas. La guarnición do
Cartagena padece mucho de enfermedades; y es menester que las fuer-
zas militares estacionadas en la Nueva Granada sean dobles do lo quo
eran en el siglo pasado.
Si perdemos á Margarita, los insurgentes la fortificaran, y por sua
piratas interrumpirán nuestro comercio del Golfo de México. Será enton-
ces necesario mandar una expedición para reconquistar á Margarita, y si
Guayana es tomada, las dificultades para remontarla serán mayores. Los
rebeldes de Oasanarc y do Tanja se unirán con ellos, y si la Península
do Paraguaná, en el Departamento de Coro, es atacada, quedarán muy
pocas esperanzas para las tropas del Rey; pero esos peligros no existi-
rán si recibimos refuerzos que de paso puedan! reconquistar á Margarita;
y la parte de la costa ahora poseída por los insurgentes. No quiera au-
mentar la inquietud de S. M.; pero sí presentar un cuadro fiel do lo quo
pasa en esto pais, para hacer ver la necesidad de redoblar nuestros es-
fuerzos para asegurar lo que hemos obtenido ya con tanto trabajo. Con
la ayuda do la Divina Providencia hemos podido soportar el hambre y
privaciones do toda especie; ¿'pero cómo podremos lisonjearnos de ha-
cerlo siomprc ? Como so ha hecho ya tanto por subyuga.r estos países-,
se debe esperar que so mandarán inmediatamente hombres, fusiles y mu-
niciones para dar un golpe final y obtener la posesión entera de el. Es
menester dirigir nuestros principales esfuerzos contra Venezuela. Do
este pais so proveen las demás Provincias do oficíalos, que son los hom-
bres más atrevidos de Costa-firme. En consecuencia, es menester quo
las tropas que obren en Venezuola sean numerosas, porque la Division
de Barinas puede ser llamada para Santnfc, según lo indican las cir-
cunstancias.-
'•' A las página* :)S."î; 3SÜ y :ÍS7 del Tomo V tic los " Documentos para In historia de
la villa pública del Libertador de Colombia, Perú y Holivin," publicados por disposición
del General Gasman Blanco,fco.,se halla inserto otro informe del General Morillo al
Gobierno de España, fechado en Mompox, también el 7 de Mur/.o de 1S1G, cu el que hace
las mismas indicaciones que en Osle, (N. del 15.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 337
lensa, y por su voto cu la Junta de guerra, por cuyo delito lo condeno &
quo sea privado de su empleo. Que el Teniente Coronel Don Juan J i -
ménez está convencido de haber abandonado el puesto que defendía, sin
hacer alguna resistencia, y por osle delito le condeno á que sea privado do
su empleo, no extendiéndome á mascón arreglo al citado artículo, porque
juzgo (|ue el abandono no lue por falla de valor, sino por un movimiento
producido de. error do concepto, al cual hubo de seguirse la retirada. Quo
el Coronel graduado Don Francisco Dávila eslá convicto de haber con-
tribuido al abandono de la plaza de Santa María, por su voto en la J u n -
ta de guerra, haciéndose culpable también por haber exigido del Gober-
nador los despachos de los Oficiales de su Cuerpo, en momentos tan crí-
ticos, por lo que le condono á dos años de suspension de empleo y seis
meses de arresto en un caslillo. Que so ponga en libertad al Capitán de
artillería Don José Ruiz, sirviéndole do pena el tiempo que ha estado
suspenso, por no haber embarcado todas las armas y demás efectos que
pudo salvar en los buques. Qne se haga presente al Rey no haberse he-
cho cargos al Teniente de navio Don Sebastian Rodríguez de Arias, que
mandaba los buque* de guerra en Santa Marta, en la ocasión de su aban-
dono, para que S. M. resuelva lo que tenga por conveniente. Igualmente
so exponga á S. M. lo mal que han desempeñado sus obligaciones de Fis-
cal todos los que han actuado en esto proceso, poniéndolo casi en estado
de nulidad, por cuya falta juzgo deben ser corregidos, particularmente
los tres primeros.
ALEJO GimiímiE'/, DK RUBALCAUA.
3.°) sufran elidios cuatro jefes la pena de privación del empleo, y por ío'
que hace al ó.° reo, Don José Ituise, Capitán de Compañía fija veterana
on este departamento de artillería, en consideración á los ningunos car- •
gos que lo resultan en toda la causa, su clase de Capitán no facultativo,
ciega obediencia que se nota á la autoridad principal, habiéndole faltado
toda energía para representar y protestar el embarco de los efectos y
pertrechos de guerra de su cargo antes que todos los electos de particu-
lares que no constan hechas, sea absuclto, sirviéndole do castigo el tiem-
po que lia sufrido de arresto, amonestado y prevenido altamente para lo
sucesivo sobre la conduela qr.e debe observar en casos semejantes, y IR
recomienda 8. M. en el Reglamento particular del Cuerpo ; poniendo
además ante la Real consideración de S. M. la conducta tan contraria al
mejor servicio do las armas del Rey, observada por el Comandante de las
fuerzas marítimas en aquolla plaza, .Don Sebastian Rodríguez de Arias,
y la de los señores Fiscales que han intervenido en la formación de esta
causa, contraria á la exactitud y precision militar quo previenen las Rea-
les ordenanzas en los juicios.
ANTONIO PARDO RIVADSXRIRA.
SENTENCIA.
CAPÍTULO 1.°
¡glial men to sor confiados ú este saino. Duba los primaros pasos en mi
educación, cuando ol llcy do. España le presentó para la mitra de Santa
Marta. En Noviembre de 178Í), antes de recibir las bulas de su confirma-
ción, pasó á su Obispado, y quiso (pie yo le acompañase como sn fami-
liar, vistiéndome los hábitos clericales. Desde aquella fecha puedo decir
que me veo honrado con la sotana, tiltol año siguiente, 17U0, recibidas
las bulas, regresó á Cartagena para consagrarse, con la foli/, casualidad
do entrar en aquella plasta el mismo dia en que se desembarcó el Ilustrí-
simo señor Doctor Baliazar Martine/. Compañón, que debia ocupar la
silla Arzobispal de esta Catedral. El conocimiento y amistad que con-
trajeron estos dos grandes Obispos, mo proporcionó la protección en este
último, en los primeros años do mi carrera literaria en el Colegio del
Rosario. Restituyóse inmediatamente después (le su consagracióná Santa
María, y volví á acompañarle hasta principios del año de 1702, en que
por defecto de un colegio, á que había dado ya principio, y con motivo
do su pastoral vi.-ila, dispuso que siguiese á la casa do mis padres. En
aquel año se abrió en el Seminario de San Carlos el curso de filosofía
quo comencé á oir, hasta que. dispusieron mis padres continuase la carre-
ra de mis estudios en asta capital, á pesar de su muy escasa fortuna.
Vive aún el señor Doctor José Luis Armóla, á quien me confiaron, y con
él subí á esta capital el año do 1793. En Octubre del mismo continué el
curso de filosofía, por disposición do este eclesiástico, en las aulas del
Colegio mayor y Seminario ele San Bartolomé, que leía el señor Piedri,
cuya memoria será siempre grata á los colombianos, permaneciendo como
su discípulo hasta los últimos diasde Diciembre, en (pie por acuerdo del
señor Alarcón, Penitenciario que fué do esta Catedral, y del expresado
señor Arzobispo Co npailón, fui trasladado al Colegio del ftosario, tenien-
do el honor de vestir su beca. Continuó ol segundo año del curso con el
catedrático quo leía ol primero en este colegio, el honorable Represen-
tante Doctor Miguel Valenzuela, y en ol año segundo del primer rectorado
del actual señor Arcediano y Provisor doctor remando Caiccdo. En Oc-
tubre del año de I7ü-i comencé el tercero de filosofía, encargándose la
enseñanza al Doctor Juan Francisco Vásquez, por la prisión que sufrió
ol Doctor Valenzuela, en razón de su complicación en las novedades po-
líticas de aquel año ; y con él concluí el tercero del curso, cu Julio do
1795. En este mes sostuve por la primera vez un acto público do con-
clusiones de Filosofía moral, sobre las olAu/acionrs >/ oficios del Iiombrepara
con .Dios y los demás hombres, tomadas del célebre curso de Leon de
Francia. El acto fué de los que entonces se llamaban conclusiones enteras',
y recuerdo, porque la memoira de los acó n Ice. m ien tos de la niñez poco
M pierde, que el señor Alarcón argüyó por la mañana, como réplica, que
se conoce con el nombre de principal : el virtuoso eclesiástico Doctor
Agostin Estévez lo hizo como catedrático de su colegio de San Bartolo-
mu, yá, la tarde por el mismo colegio el Doctor Huelgo, eclesiástico : y
si no me engaña la memoria, replicando como medio el colegial entonces,
hoy benemérito General liWloul
En Octubre de 1796 di principio al estudio de jurisprudencia civil,
que leía entonces el sabio Camilo Torres, mártir de la patria. En el se-
gundo año de este curso, en 5 de Julio do 1797, merecí ser elegido entro
un número considerable de mis condiscípulos muy bien aprovechados,
DE LA PROVIHCiA DE CARTACilttïA. 347
para sostener y defender las conclusiones que versaron sobre los títulos
íntegros 2, 3, 4 y ó tlol segundo libro de las Instituciones do Justiniano.
En Octubre de este misino año comencé el primero dol curso de cánones,
y en Julio (le) siguiente tuve el acto tercero de conclusiones con mi
maestro el señor Ductor Tomas Tenorio. Varias proposiciones canónicas
de los títulos 7, 8 y ',), del libro ü de las Decretales y la historia de las
heregías do los cuatro primero* siglos de la Iglesia, fueron la materia de
esto acto. Continué bajo la dirección do este digno maestro el segundo
año de cánones y cuarto de jurisprudencia ; y en Octubre de 175)5), el
quinto, que se llamaba enlónoes de Derecha ./¿nal, defendiendo el cuarto
acto de conclusiones con el Catedrático Doctor Valleeilla, reducido á
varias proposiciones sobre los recursos de fuerza en cl de ISUÜ
La fé de esludios comprende los años de mi carrera literaria, firma-
da por el Hector, quo lo l'tté después por segunda ve/, el señor Caiecdo,
en 29 de Julio de 1801.
lia dicho la Gacela, cmi inspección de documentos que tengo en mi
poder, quo fui ordenado en Enero do 1301, añadiendo ahora que recibí la
imposición de las manos del .ílustrísimo señor Obispo doctor Gerónimo
Liñan, en 16 de Enero, á- la edad lio 20 años 2 meses y 14 dias. Inme-
diatamente quo fui ordenado me destinó el mismo Prelado, de acuerdo
con el YicepaLrono, para (pie leyese la cátedra de jurisprudencia civil y
canónica do aquel Seminario, que fué á mi cargo exclusivamente hasta
últimos de Noviembre de 1802. En este mismo año, por la vacante de la
Canongía magistral de aquella Catedral, el Vicepatrono me eligió, con
arreglo á la autoridad que tenían los de aquella pla/.a, predicador magis-
tral. Si esta elección se hizo por pura ritualidad, y no por algun concep-
to quo pude merecer recien ordenado, otro debe decidirlo. Yo solo añadi-
ré, que prediqué ; y que siendo los sermones de la obligación del magis-
tral en aquella Catedral en las primeras solemnidades, debia esforzarme
en desempeñar, según alcanzase, esta confianza. No sé si alguno otro quo
el señor Eguignrcn la graduará incompatible con el ejercicio de la cáte-
dra ; pero ni éste ni aquélla lo fueron con el curato de Truana, á que fui
destinado en Diciembre del citado año do 1802 hasta Marzo de 804. Si
hay tal beneficio en la Provincia de Cartagena, es muy fácil averi-
guarlo
Truana es un pueblo tan antiguo como su nombre, que parece co-
rrompido del idioma de los indios, Turbana El es pobre : su antiguo
sínodo no estaba regulado sino en ochenta pesos ; y los indígenas no al-
canzaban á otros ochenta mayores de diez y ocho años. Diré más, ya que so
ha presentado esta feliz casualidad. rC¿5"Los indios y vecinos de Truana so
decidieron desde el principio por la causa de la independencia; y en el si-
tio de Morillo á la plaza, prefirieron incendiar todo el pueblo, comenzan-
do por la iglesia, que era muy regular, para que el ejército español care-
ciese, como sucedió, de esto recurso ; pues siendo un punto importante
por su salubridad é inmediación á Turbaco y hacienda de " Torrecilla",
donde se fijó el cuartel goncral, debían ocuparlo, como lo hicieron, los
moralcros, ' aunque reducidos á vivir bajo los árboles quo so escaparon
* listo nombre ;¡c data á los individuos une componinn la Division do venezolanos
realistas, mondada nov ol execrable Corono! Don Francisco Tomas Morales.
348 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA
del incendio.,¿?2l Truana, repito, fué el primer curato que serví y del modo
que lo manifiesta el documento número 2
Me ruborizo ¡i) recordar el modo como fui instituido cura de Mom-
pox en el mío de 1804. Este beneficio lo habían servido siempre los ecle-
siásticos más beneméritos y antiguos del obispado do Cartagena: era el
término de su carrera, y por lo común párrocos envejecidos ocupaban
ambos curatos, pues en la parroquial de Mompox hay dos curas. Yo no
contaba sino tres años de sacerdote: de ellos, año y medio do cura de
Truana: no tenia sino la edad do veinte y cinco: pero el llustiísimo señor
Obispo me previno que debia hacer oposición, porque me tenia
destinado para tal curato. En un concurso de doce opositores yo luí
preferido; no sé cuál sería el motivo. Es á los prelados á quienes corres-
ponde obrar, según lo crean conveniente al servicio de Dios y de la Igle-
sia: sin méritos algunos que me hiciesen esperar este nombramiento, yo
dejo ni buen juicio de los imparciales que decidan sobre ol concepto que
pudo merecer á aquel prelado: ello es que en Mompox se vieron pol-
la primera vez do párrocos dos eclesiásticos recientemente ordenados, y
en una edad temprana. La ciencia y las virtudes do mi buen compañero,
desde la niñez, el honorable Senador, hoy Arcediano do la Catedral do
Cartagena, Doctor Manuel Benito Rebollo, podían suplir muy bien la
edad y servicios; pero en mí no se podía hacer este suplemento: solo mo
bastaba el tenerlo de compañero en la cura do almas de una misma igle-
sia. Con la institución canónica de este beneficio, perdí no solo el do
Truana, sino los encargos de la cátedra y sermonea magistrales, que no
volví á ejercer. En 1.° de Mayo do aquel año tomé posesión de mi iglesia;
y desde esta fecha hasta la de 6 de Marzo de 1815, y después desde 1."
do Agosto de 1821 hasta G de Diciembre de 1822 he ejercido este hon-
roso ministerio. Cuál haya sido mi desempeño, lo publicarán los mompo-
sinos
Tal vez lio fallarán en esta misma capital y en muchas do la "Repú-
blica, personas quo hubiesen estado cu Mompox en aquel tiempo: yo
apelo también á su testimonio Confieso que no tengo la recomenda-
ción de haber hecho hospederías, panteón, varas de palio, ni fuentes pú-
blicas En ninguna iglesia de Mompox hay estos célebres santuarios
que enriquecen á los curas; si hubiese algun motivo para que concurrie-
sen peregrinos, todo Mompox seria hospederías. Entro las virtudes que
recomiendan ¡i aquel pueblo, es una de ellas la hospitalidad. Las tropas
do la República que han transitado frecuentemente por él, han experi-
mentado la mejor acogida hasta en la pobre choza del menesteroso. Es-
tos son los únicos peregrinos que allí se han visto; y en verdad que son
los más dignos de ser considerados, como lo han sido en todo tiempo.
Por lo demás, es preciso decir que, no solo los ricos de Mompox han he-
cho largas erogaciones á beneficio del culto divino, sino que hasta los
pobres han partido su muy escaso pan para embellecer los templos. Las
preciosas y muy costosas alhajas, con que la piedad del señor Pedro
Martínez Pinillos, difunto, enriqueció á aquella iglesia, han sido, os ver-
dad, la presa de los españoles que las arrebataron con la autoridad de un
Obispo, á quien lo más sagrado importaba un bledo con tal (pie domi-
nase Fernando V i l ; pero las lágrimas de su virtuosa viuda, y la destre-
za con que se manejó el presbítero Jauuario Aguilar, exponiéndose á ser
DK LA VKOVIHCIA DE CARTAGENA. 349
amarrado 3r conducido con ellas por ocultador de algunas pocas, aun las
jnás precisas, ha hecho innecesarias en aquella iglesia varas de palio: si
no las hubiese, aseguro que ú porfía so habrían presentado los honrados
momposinos para costearlas.
El protexto para llevar de Mompox no solo las ricas y costosas alha-
jas destinadas para la adoración de la Majestad sacramentada, sino las
do las Cofradías do aquella iglesia, futí porque las tropas republicanas so
acercaban y las robarían. Se figuró depositarlas, en Cartagena, de donde
se llevaron á Kingston, y se empeñaron en veinte ó veinte y cuatro mil
pesos, para proveer de víveres al ejército ospaíiol, sitiado por el nuestro,
al mando del benemérito General Montilla. "Jamás los patriotas," decia
la afligida viuda á los encargados para encajonarlas, " han tocado un al-
filer desuñado al culto divino; nunca se han ocultado, y siempre han si-
do respetadas."
CAPITULO 2.°
Carrera política.
Don J . J . G. V., conviniendo con los otros en quo todos tres tuvimos una
parto activa en la revolución, con bastante influencia, y que luimos desa-
fectos al Rey; que obtuvimos los empleos do primer rango, dice separa-
damente de mí: c que el Doctor Sotomayor tuvo una parto activa en la
1
declaración de In independencia quo fué algun tiempo redactor
1
do la Gaceta, poniendo en ella tantas cosas contra el Hey y sus buenos
1
vasallos, que seria no acabar el enumerarlas; pero que se remito á los
1
impresos: que también dicho Sototnayov hizo un cuaderno que mandó
1
imprimir con el título de Catecismo .Popular, que más bien correspondía
1
el nombre de aborto del infierno que el citado Doctor pasó última-
1
mente al Reino con el título de Diputado del que llamaban Congreso,
{
en donde subsiste hasta el presente."
He aquí, lector imparcial, las mejores certificaciones con que puedo
acreditarte cuál ha sido mi cooperación por Ja libertad de Colombia
El Poder ejecutivo ha tenido á la vista la misma causa original en que
so encuentran estas declaraciones; y ellas, y la sentencia que siguió se-
gún su mérito, justificarán que mi elección no pudo ser contestada, por-
que cl seílor Eguigurcn no lia trabajado como blasona para levantar esto
grandioso edificio. La sentencia literalmente.copiada cu el número 5, me
redime do hacer sobre ella reflexion alguna: añadiré lo que dije al V. Ca-
pítulo cuando le presonté esta causa: " que so recomienden otros por
haber sido conducidos á España y Caracas; mi sentencia no tuvo este ali-
vio, quo lo es comparado con la de la última pena, como fué la do que
me glorío." Parecen demasiado suficientes estos comprobantes, y que no
será necesario quo me distraiga en recordar que en Mompox por mis bien
pronunciados sentimientos no se observó ni en el gran pueblo que lo
componía, ni en los eclesiásticos que allí residían, uno excepto, cuyas ce-
nizas no pretendo inquietar, quien no pensase como el párroco sobro la
justicia do la independencia, la necesidad y conveniencia de sostenerla on
aquella oportunidad, y os visto quo un pueblo oprimido y acobardado por
el hábito mismo de obedecer al capricho do los tiranos, no podía sin con-
ductor adelantar un paso en esta nueva carrera, rodeada por todas partes
do peligros, quo no es dado á todos arrostrar con impavide/.. La historia
recordará, con honor la decidida consagración de los momposinos, nume-
rará entre los primeros soldados á los que merecieron so diese á Mompox
el renombre do valerosa, por la grande acción do 19 de Octubre de 1812;
y aunque no diga en pro do su párroco cosa alguna, yo no dejaré do re-
cordar que el primer estandarte quo juraron lo bendije, con la exhortación
que correspondía á los quo se alistaban para defeuder con él los sacrosan-
tos derechos del hombro libro: que cuando otros ministros de la religion
no se atrevían á declamar desde la cátedra de la verdad contra la opre-
sión de los Reyes do España,—desde los primeros momentos en qnc la
sacudimos, yo he subido al pulpito en los funerales de las víctimas sacrifi-
cadas por Ruiz de Castilla en Quilo, y valiéndome de las mismas palabras
del Profeta:
que se figura, haciéndolos, como los hice, á pió; porquo como saben lotf
prácticos ele la montana ele Barragan, no os camino do muías. Las onzas
y dinero que llevaba, como cree el señor Eguiguron, eran tantas, quo
puedo asegurar que, acaso ol no tener un octavo, fué lo que me libertó
do ser asesinado por tres hombres que me acompañaban, y que aunquo
soy el panegirista de la honrado/, y caridad que usaron conmigo, si mo
hubiesen visto una maleta ó faja con algun dinero, no se habrían deteni-
do cu asaltarme en desiertos y sin responsabilidad. Siento no saber ni
aun sus nombres, porque no tuve curiosidad do preguntárselos (como no
supieron el mió), para elogiarlos ahora. Yo logró salir al Chaparral, y el
caritativo párroco, Doctor Ramírez, me acogió con un interés que no
podré jamás expresar, ni rcoonocer. Por su disposición se me ocultó en
casa del señor Joaquin Murillo, patriota honrado, quo usó conmigo
los últimos oficios de la hospitalidad, desde el 21 do Octubre hasta el 1.°
de Febrero de 1817, en que salí de aquel pueblo, á causa de haberme de-
nunciado el S. G. á Honda y haber dispuesto su Gobernador Angles una
partida con un Oficial que fuese á prenderme, y de que me libraron los
señores Cura lïamírez, Murillo, Cuéllar y la señora Clemencia Soria,
variando de lugar, y estando hoy aquí y mañana allí, A causa do esta
persecución resolví venir á. esta capital, para estar oculto hasta quo pu-
diese salvarme de otro modo. Logré el favor do un mi pariente y de unas
señoras quo mo tuvieron en su casa hasta que se aproximaba la publica-
ción del indulto, á que me acogí. Esto paso no lo imprueba el señor
Eguiguron, pues antes bien lo califica conforme á la razón y al derecho-
natural. Mi conducta ulterior al indulto debo ser aclarada en el ca-
pítulo 'l.°
lío dicho que fui depuosto do mi beneficio, y es bien notorio quo no
fui restituido, como el señor Eguiguron y otros, lo que convence quo
él por su indulto gozó de ventajas que me fueron nogadas y que mis pa-
decimientos no concluyeron con aquél. Confinado á Chima desde Enero
de 1818, estuve en él hasta Julio de 1821. No hago mérito do mis esca-
seces y privaciones : mis compañeros y antiguos amigos, los curas do
Lorien y Ciénaga de oro (señores Gómez y Berástegui) mo socorrieron
en todas mis necesidades, porque el beneficio era tan pobre que no su-
fragaba sino con mucha miseria : no recuerdo la postración de mi salud
arruinada hasta mi ingreso á esta capital : diré que apenas comenzaron
las operaciones del Ejército libertador en la Provincia de Cartagena,
cuando me declaré sin temor de faltar á mis promesas consignadas en
el impreso. Me apoderé del pulpito inmediatamente y comencé á pu-
blicar desde la cátedra do la verdad, la justicia de nuestra resistencia y
empeño para acabar con los enemigos. Jj'ué mi constante testigo el bene-
mérito General Padilla, que desde el urmisticio se acuarteló con las fuer-
zas sutiles en Chima ; su frecuencia al templo le hacia observar cómo mi
celo se manifestaba en las funciones más sagradas de mi ministerio. Vive,
y aunque pudiera haberle pedido un documento, he crciilo sorprenderlo
por esta cita, para que me desmienta si así no fuere. De la misma suerto
podrá desmentirme el benemérito General Lara, cumulo teniendo á su
cargo el mando de las fuerzas que obraron con tanta gloria en Lorica, ol
viernes santo del año de 1821, mo conoció y trató y me confió la pro-
D13 LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 357
clama que anticipó il aquel pueblo, pava marchar contra Candamo y sus
soldados. Al nombrar á Candamo no debo omitir que este oficial, impues-
to de mis activas exhortaciones contra los opresores, dispuso hacerme
conducir preso, destinando una partida de nueve hombres montados y
armados al mando de Abren, español, mi fritares cu Chima ; que Olí efec-
to me sorprendieron al amanecer del dia 29 de Enero de aquel año, que
milagrosamente me pude escapar escondiéndome en la espesa montaüa
que rodea el poblado, donde me mantuve hasta el 30, expuesto á ser pre-
sa de un tigre, que en la madrugada de osle dia se me acercó á tiro de
piedra. Con la retirada de los soldados que debían prenderme, me dirigí
como pude al pueblo de San Andres, con la feliz casualidad de entrar
casi á un tiempo que la columna que estaba á las órdenes del Coronel
Carpió, que marchaba á ocupar la línea divisoria que los españole.-; fija-
ron en el armisticio. Este valiente Jefe dirá si exagero esta ocurrencia
de mi protestada prisión, y el no ignora cómo los Oficiales á sus ordenes,
que lo que acaloró más al sanguinario Candamo y su muy digno compa-
ñero el padre Verdugo, fué la caria que les escribí vituperando su con-
ducta con los infelices de aquellos pueblos, á quienes robaban y hostili-
zaban á pesar de la suspension de la guerra. En aquellos días comenza-
ron los momposinos á invitarme para que volviese á mi ministerio. Car-
tas oficiales que lie presentado al Supremo Gobierno y quo ofrezco ma-
nifestar al que desee verlas, acreditan esta verdad, y como la gravedad
de los males que me afligían no me permitió pasar tan luego á Mompox,
hube de esperar algunos (lias de convalecencia hasta Julio, después de
haber tenido la atención de entenderme con el Vicario general fuera do
la plaza y dado parte al Supremo Gobierno, por medio del benemérito
General Montilla. Aquél manifestó cierta delicadeza con un párroco in-
justamente despojado, y entretuvo la resolución. El Supremo Gobierno
decidió al momento á mi favor, según lo comprueba la comunicación ofi-
cial número 6. Ella me es tan satisfactoria como honrosa, y advertiré quo
n o e s presumible se ignorase mi papel del año de 1817, advertencia que
anticipo, porque podré olvidarla en su lugar. Repito que los momposinos
son los que deben declarar si entóneos varié de ideas, ni en lo asiduo del
trabajo parroquial, ni en hacer que recordasen las obligaciones más es-
trechas por la salud de la patria, frecuentemente repetidas en el pulpito,
y en circunstancias de estar aún ocupada por el enemigo la plaza de
Cartagena. La obstinación de mis males me obligó á retirarme á esta
ciudad por Agosto de 1822, y allí recibí la elección que hizo en mí Mom-
pox para la Asamblea provincial, en la que merecí ser nombrado uno do
los seis Representa nies para el Congreso del año de 1823 y siguientes
hasta el de 20'. Advertiré también aquí que tanto los electores parroquia-
les como los de la Asamblea, no ignoraban mi impreso referido ; pero
que éste seguramente no les indujo la menor sospecha contra mí, pues
me conocían muy de corea, y no ignoraban cómo ó por qué incurrí en
aquel defecto
O M M ) M t I H M M M « t l l M I M | t M M , ( t l | M I I I I M M M I > l l t « M M M H M H M • • « • • • • • • • •
358 DOCUMENTOS TAKA LA HISTORIA
CAPÍTULO 3.°
CAPÍTULO 4.°
CONCLUSION.
DOCUMENTO 2i°
DOCUMENTO 5.°
DOCUMENTO 6."
I
ATESTACIÓN del señor .Tose María del Castillo, Presidente del Congreso, al tiempo de
lincerao la elección de Presidente do las Provincias Unidas de la Nueva Granuda en oí
señor Fernández de Madrid.
audacia ix. los innumerables enemigos que, por ana ciega fatalidad, abri-
gó en su seno el pais, y especialmente esta capital. Ellos pusieron muy
pronto en movimiento todos los medios de destruirnos. ( ^ F o m e n t a r o n la
discordia, sedujeron á la multitud, desacreditaron á los verdaderos pa-
triotas con la nota do impíos, medio de que se han valido los malvados en
las épocas de libertad, y se pusieron en comunicación con los cuerpos
españoles.
Todavía so recuerda con dolor que después de cuatro años do per-
suasiones, no se consiguió que esta Provincia se agregase ¡i la Union,
sino después do tres (lias do fuego y de una victoria dolorosa, en Diciem-
bre do 1814. Con esto, con la traslación del Gobierno general en Enero
do 15, y con el plan de conducta generoso que oslo se propuso, olvidando
sinceramente todo lo pasado, parecía quo la concordia iba á establecerse, y
que la fuerza seria su resultado. Pero, ¡ cómo se engañó la espectacion
ele los buenos ! En el mismo año de 15 so descubrieron en esta capital
dos conspiraciones horribles, cuyos autores y cómplices sufrían las ponas
quo se les impusieron, á la entrada de los españoles.
En el mismo año de 15 desembarcó en ¡Santa Marta el ejército es-
pañol expedicionario, después do haber trazado en Venezuela su vasto
plan do operaciones. Desde luego emprendió la más importante, cual era
la do sitiar por mar y tierra la plaza de Cartagena ;C^**porquo el Jclb do
aquella expedición juzgó bien, quo rendida aquella plaza, todo el resto so
lo allanaba.^9
Cuando Morillo emprendió sus oporaciones sobro Cartagena, obró
con la ventaja do encontrar á Mompox ocupada por fuerzas españolas, y
destruidas las fuerzas sutiles del Magdalena, todas las baterías do aquol
rio, Y agotados los elementos que hubo dentro do la plaza. Esta so halla-
ba al mismo tiempo con sus fortalezas en el poor estado, con casi toda la
artillería desmontada, sin almacenes, sin hombres y sin dinero; porque
fueron inútiles y despreciadas sus demandas de socorros hasta los últimos
momentos. Cartagena habia sostenido la guerra por cuatro años conti-
nuos, con sus propios recursos, y so quería que on su absoluta extenua-
ción, continuase haciendo lo que ya era imposible. Lo cierto es quo Car-
tagena fué abandonada á su suerte, y no mereció on sus conflictos sino
el tardío socorro do sesenta mil pesos, que tomaron los enemigos en Sop-
tiembro, (*) y que remitidos dos meses antes, la hubieran salvado, aho-
rrando millares do víctimas y la funesta perdición do todo el pais.
Mientras los sitiadores estrechaban sus líneas y el bloqueo por mar,
otro cuerpo fuerte se movia por Casañero, hacia el interior de este pais.
El debió ser destruido el 30 do Octubre, en Chira ; pero sineinbargo do
un descalabro, quo nose supo aprovechar, logró burlarse de nuestra in-
experiencia, y pendrar por Chita cu la Provincia de Tanja, venciendo ol
estrechísimo paso de Su cama, el 11 de Noviembre.
En toda aquella Provincia no teníamos un soldado, porquo nunca so
previeron los malos sucesos, y porque después del treinta do Octubro na-
die dio un aviso do los movimiontos del enemigo. Cuando ésto penetró
enemigo : que todavía so negó á ello ; que el batallón del Socorro tampon
co quiso retirarse con Serviez, aunque por causas más nobles ; y quo-
con este motivo hubo de transigir con aquel Jefe (cosa que prueba'la
situación desesperada de la República), conviniendo en que él mnreharía
por los Llanos, y que usted lo baria hacia Popayan, como so verificó en
los primeros dias de Mayo, casi á la vista del enemigo, dejando esta ciu-
dad y su Provincia, como la de Nciva, á merced de los invasores, lo quo
fué causa do que muchos patriotas ilustres, que no descubrían medio do
salvación ni do restablecimiento por ninguna de las dos vías, resolviesen
esperar tranquilos una muerte quo por todas parles era segura, pero que
aquí les ahorraba multitud de sufrimientos.
Mo parece que he abrazado todas las preguntas do usted y contesta-
do á ellas con la extension que me hit parecido conveniente. Si todavía
quisiere, ó necesitase usted de mi testimonio sobre otro punto, puedo oxi-
gírmelo, seguro do quo no disimulare' la verdad, y de que, no sé si por
fortuna ó desgracia, no he olvidado ni los más pequeños acontecimientos
ocurridos desde el año de 1808, en que se comenzó á tratar de la Inde-
pendencia, hasta el funesto 6 de Mayo de 181 tí.
Soy do usted, conloa sentimientos do una particular consideración,
su atento,
S. S. Q. B. S. M., JOSÉ MARÍA DEL CASTILLO,
LL
ATESTACIÓN del Doctor Juan Fernández, do Sotoinayor, Diputado que fuú del CoDgreao
do 1810, canónigo Doctoral de la Catedral metropolitana do Bogotá, y Rector dol Colegio
do Nuestra Señora del Rosario. *
Creo quo ho contestado las preguntas que usted ino haco en su an-
terior, y puede usted hacer el uso quo sea conveniente do esta mi res-
puesta.
Soy do usted afectísimo, atento servidor y capellán, Q. B. S. M.
JUAN FERNÁNDEZ DE SOTOMAYOR.
(DCCS.
CCCXX.
E,¿a. 3K.Sia.3Li iL"SÍ3G)E3E3Xr(D!Cja. relaciona al Consejo las iniquidades
cometidas en el Reino por la autoridad militar.
MUY PODEROSO SBSOK:
Este Tribunal no cesará de elevar á la contemplación de V. A., para
remedio do los muchos males que afligen al Knevo Reino do Granada,
las ocurrencias notables que se presenten dignas de su meditación y do
las providencias de S. M. Por el documento número J..° so impondrá V.
A. do la comisión que el Teniente general Don Pablo Morillo, hallándose
en Oumauá, Provincia de Venezuela, ha conferido al Mariscal de campo
Don Juan Sámano, Gobernador accidental do osla Provincia y Joí'u do
la 3.A Division del ejército expedicionario, para juzgar en Consejo do
guorra los delitos de infidencia, y en juicios verbales los casos que ex-
presa, restableciendo el Consejo permanente, según y como lo estableció
aquel Jefe en esta capital el año pasado, con facultad do hacer ejecutar
las penas que se impusieren y dar cuenta posteriormente al Virey ó la
Real Audiencia.
El documento número 2.° denota el Acuerdo que so formó el dia do
ayer, y que se le comunicó á Don Juan Sámano, para que suspendiese
do todo punto el cumplimiento do la enunciada comisión hasta la resolu-
ción cjel Virey Don Francisco Monlalvo, que reside en Cartagena, y la
que en su vista habría de tomar esta Real Audiencia conforme á las leyos
do la materia, que estima do justicia, y del privativo resorte del Tribunal.
Y por el documento número 3.° comprenderá V. A. las razones en que so
funda la Audiencia para haber dado cuenta de la ocurrencia al Viroy, y
para pedirle quo evito por todos los medios que están á su alcance, quo so
restablezca en esta capital el Consejo permanente de guerra, cuyo esta-
blecimiento, en el concepto del Tribunal, seria ol mayor do los males quo
afligen á este desventurado Reino.
La comisión de suyo os susceptible de toda arbitrariedad; y recayen-
do en Don Juan Sámano y en los oficiales quo tiene á sus órdenes, so
renovarían las escenas de sangre y do terror con que el General Morillo
desterró la paz de esto desolado Reino, durante al menos la presento
generación. Sámano os un intrépido militar ; pero con su avanzada edad
y falta de sentidos, ni aun esta facultad puede ejercer con buen suceso.
Un conato por el terrorismo lo devora, y negado á las artes do ganar el
corazón humano, solamente emplea ol rigor y la aspereza quo causan la
desesperación en lugar de la afición y confianza en el Gobierno. La di-
vision cimentada entre el 'Virey Don Francisco Montalvo y ol Teniente
General Don Pablo Morillo, ha destruido la unidad del Gobierno on to-
dos sentidos : ambos Joles tienen sus adictos y parciales, quo son otros
tantos consultores funestos do esta deplorable division ; y como aconteco
de ordinario en semejantes conflictos, el pueblo sufre y padece la cólera
do los jefes. El Nuovo Reino de Granada camina á su exterminio. La
crueldad con que han sido tratados los habitantes en sus personas ; la de-
predación de sus bienes ; los ultrajes y vejaciones increíbles que han
padecido y están padeciendo, así lo persuaden y demuestran. Y si so ro-
nuova el horrible Consejo do guerra permanente, la ruina será inevitablo
y la Real Audioncia vondrá á ser un tribunal de burlas. Hartas han oxpe-
DS LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 375
rímeníado los dos Ministros quo líi componen, de la licencia militaren ha-
blillas despreciables, por su celo en el restablecimiento de las leyes ; por
su constancia c»n el cumplimiento de las paternales intenciones de S. M. y
por la sana política con que se han adquirido la confía mea y aun ¡as ben-
diciones do los pueblos.
Fallaria esto Tribunal á la más sagrada de sus obligaciones, si al
informar á V. A. de estos acontecimientos disfrazase la verdad. Sufrirá
con paciencia los choques de la arbitrariedad ; reprimirá su autoridad
para evitar mayores males, pero clamará sin cesar á V. A. para que pro-
vea de remedio, constituyendo, sin pérdida de momento, un Yiroy en
Santafé dolado de las raras cualidades que requieren las tristes y críticas
circunstancias en que se halla este Reino ; su presencia con la autoridad
de tan alto carácter, atacará el mal en r.u origen, reducirá la guarnición
á lo indispensable para que no sea. tan gravosa á los pueblos, cesara el
ejército expedicionario, que todavía se conduce por la mano tembló do
Morillo con independencia del Virey, sin más enemigos que unos restos
que hagan fuerza por los sitios de Pore y üasanare, más bien por huir
del severo castigo, que por los planes do independencia, como empeño
desesperado. Estos mismos so acogerán al amplísimo indulto que se ha
publicado, y calmarán de una vez las chispas que produce el general des-
contento de los pueblos con el ejército expedicionario que los destruye y
maltrata. El Reino pacífico suspira por la paz y por el reposo de que se
ve privado por tantos años de desgracias.
Dios ilumine á V. A. y conserve la católica Real persona tantos
años como necesitan estos ueinos.
Santafé de Bogotá, 9 de Septiembre de 1817.
JUAN JURADO LAINEZ.—FRANCISCO DE MOSQUERA y CABRERA.
éste luego quo le fué reclamada por parto de nuestra marina, y esto pro-
cedimiento de buena inteligencia con la España, obligaba á conducirse
con la misma generosidad, para no dar lugar á una queja qnc acaso pro-
duciría la reunion do aquellos partidos para defender sus derechos quo
creerían bollados, y entonces so aumentaban los cuidados del Capitán
general do la Isla y los sobresaltos de aquella guarnición, no muy pro-
porcionada á un tal estado de fuerzas reunidas, lo que parece deben evi-
tar los Jefes de América, para no comprometer la situación política de
aquella parte de la Isla, que importa mucho al Rey nuestro señor y á la
Nación el conservarla.
Por oslas consideraciones y después de oir al Comandante do mari-
na do este puerto, al Ministerio fiscal y al Asesor general del Vircinato,
he determinado que se devuelva el buque expresado al mismo que lo man-
daba, y he ofrecido con Potion, haciéndole capaz de los fundamentos quo
lo hacían legítima presa, para que en lo sucesivo no permita á las embar-
caciones do su Gobierno acercarse á comerciar en nuestras costas, no
auxilie á los insurgentes, ni consienta beneficiar las presas españolas quo
éstos hagan en su distrito, donde no hay Tribunal competente que las
declare ; de todo lo que he instruido muy extensamente al Capitán gene-
ral do Santo Domingo, y espero que V. E. lo haga á S. M., comunicán-
dome su soberana resolución on el caso presente y las demás que deban
servir (\ los Jefes de estos dominios, para arreglar su conducta con el
Gobierno no reconocido de los Cayos, sobro lo que ninguna prevención
particular se ha hecho á este Vireinato, después de la recuperación do la
parto española de dicha Isla.
Guerra.—Número 379.
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :
<CCCSLSV,
miel, como aquí siempre se lia acostumbrado vender, y como que actual-
mente la está sacando do la molienda que ha puesto en dicha hacienda
de Santa Rosa, y le mandó por respuesta, que lo mandaría una botija do
pólvora para quemarla, y con esto pagó. Estos procedimientos, Excelen-
tísimo señor, de este oficial, rae obligan á manifestar á V. E. que no to-
niemlo ningún miramiento á su honor, ni respeto al real servicio de
nuestro Soberano, quien creo evidentemente no escapa/, quo su real be-
neficencia permita se perjudique á ningún infeliz, ni menos que este se-
ñor Comandante obre tan atropelladamente con estos vecinos ; ahora
bien, los dueños de los ganados, cabalgaduras, cerdos, &c. solicitan sus
recibos ; y aunque por lo que respecta á mi parte le he pedido por re-
petidas veces el correspondiente á mi ganado, quo sin ninguna conside-
ración nose contentó con el que oslaba en los apastaderos, sino quo
también entraron en la cuenta las 1res vacas de leche que tenia en mi
casa para sustentar á mis hijos, quiere ahora que yo le dé relación cir-
cunstanciada de los ganados que so extrajo de los apastaderos, sin yo
saber ni entender en este asunto al tiempo do su extracción, pues á mas
de no haberme hallado presente, procedió sin los conocimientos do sus
dueños, ni dol Juez del lugar. Yo le he contestado que dicha relación la
perciba de los capataces curadores del ganado, quienes lo entregaron,
pues éstos como que lo han manejado, han do dar cuenta más específica
que yo, quo soy on pobre labrador, y en nada intervine.
Por tanto, encarecidamente lo hago presente á V. E., para quo por
an efecto de caridad y justicia so ponga remedio á estos males, y quo
dicho señor Don Melchor Hidalgo entregue á cada individuo su corres-
pondiente recibo do lo quo hubiese percibido.
Dios guarde á V. E. muchos años.—Flamonco, v Octubro 29 do
1815.—A. L. P. de Y. E., JUAN PALOMINO.
II
Guerra.—Número 362.
ExCUIíENTÍSUtO SRJfOR :
Como son incesantes las quejas que de todas partes recibo contra
los Comandantes militaros quo ha dejado en los pueblos do este Vireina-
to el General Morillo, y ya he dicho á V. E. que inútilmente quedan
apurados por mí parte todos los medios de entereza y moderación em-
pleados para contenerlos ; me veo en el caso de no cesar también de di-
rigirá V. E. aquellos clamores, tales como los que contiene el testimonio
que acompaño á V. E., del expediente promovido por algunas familias
do las muchas que ha conducido al Monasterio de la Encarnación de
Popayan, la arbitrariedad del Comandante militar de Cali ; á fin de quo
se sirva V. E. elevarlos al conocimiento de S. M. con mis cartas núme-
ros 29*2, 327 y 350 del año próximo pasado.
Dios guardo á V, E. muchos años.—Cartagena, Enero 21 de 1818.
—FRANCISCO DK MONTALVO.
III
Guerra.—Número 372.
EXCELENTÍSIMO SESOR :
IV
EXCELENTÍSIMO SESOR:
EXCELENTÍSIMO SEÑOR J
<D<OCS.Vn
JÏÏUJEVÂ ©•3R.iL3XTiL33)^.o (Articulo extractado del periódico The Times
del s de Julio de 1819.)
SEÑOR EDITOR:
" Copiado del ,; Correo del Orinoco" mlracro 11, del wUxulo 23 do Octubre<k> 1819,
Tomo II.
Î)K LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 38o
SKSOU:
" ISítas Provincias (del Nuevo Reino de Granada) recibieron un golpe mortal con
la Revolución pasada y la guerra civil, que uo cesó entro los mismos rebeldes, ni aun
con la llegada del ejército cxpedieiomirio. lOsts, ha sido preciso y muy justo que haya,
subsistido á costa del pais. t,*v>"Mas después do reducido á la obediencia de Su Majestad,
ha tenido que sufrir contribucioues exorbitantes impuestas por el General Morillo: tre.hf
ta mil pesos á la del Chocó, según consta de la copia inímoro l.°; «Umhmt** mil pesos á la
de Antioquia, como verá V. 15. por la mímero :'>."; otro tanto á la del Socorra y Popayan,
según aviso de sus Gobernadores que corren agregados á «xpedient'.-s. fuera'de muchos
donativos (expropiaciones) de caballos y dinero para vestuarios y de h s mullas pecunia-
rias á diferentes individuos ricos de Santafé y otras parles de lino estait llenas las Gace-
las de aquella capital; lodo lo cual lia pasado á la Tesorería del Kjército expsdiciona-
rio. con más el producto de las Rentas provinciales que ¡;o ha mandado subir, según lio
dicho ánlcs á V. Ii. y consta du lu copia niîinovo &.",/£]
D13 LA PROVINCIA DE CAltTAGBNA. 3S5
DECRETO.
Santafé, 29 de Octubre de 1S19.
A la ciudadana Simona Duque so lo suministrarán del Tesoro públi-
390 DOCUMENTOS 1>AIÍA LA IIISTOIUÀ
GCKGSKVSSS.
OOOXXXi
" Artículo <lc la ,: Gaceta de Sautnfó de Bogotá" del Domingo 2 de Enero do 1820,
** Articulo dolu " Gncota do Simtafó de Bogotá ' : del lG de Enero de 1820.
DE LA PROVINCIA DI¡ CARTAGENA. 391
hizo un movimiento por el vio Cauca y ocupó á Zaragoza. El Jefo do la
Provincia destinó al Capitán Robledo con una partida á arrojarlo de aquel
lugar : el 22 de Octubre (1819,) alacó al enemigo, y logró batirlo matan-
dolo cincuenta y cinco soldados y el Comandante de la columna. Por ha-
ber sido herido el Capitán Robledo no se pudo obtener el más completo
triunfo tomando los buques en que habían venido á Zaragoza los enemi-
gos. Así consta do los partos del Comandante general do Antioquia. "
00332522.
A3STO D E 18SO*
oooxxn.
C O M B A T E verificado en el "Peñón de Barbacoas" (rio Magdalena).
El Excelentísimo señor Vicepresidente de Cundinamarca, General
Francisco de Paula Santander, ha recibido el siguiente parte del Gobor-
nador Comandante general de Mariquita.
EXCELENTÍSIMO SBROR :
Ahora que son las seis de la tardo acabo de recibir parte del Co-
mandante de la primera Division de las fuerzas sutiles del Alto Magdalena,
Tomento José Antonio Maiz, fecha 26 del corriente, desde Nave, á dónelo
llegó herido, en el que me dice haber derrotado completamente al ene-
migo, el 23 del presente Enero, en el "Peñón du Barbacoa*" cercado la
Boca de Sun Bartolomé, matándole más de cuarenta hombres, entre ellos
al facineroso Violó, y lomado muchos prisioneros, entre ellos tres ofieia-
• Copiado do la " Otaoola do Sattbtfu (ta Bogotá " de 11 de Noviembre de JS19, nú-
moro 10."
•• Copiado de lo •'' Gaceta de Snnfciife de Bogotá " de 1 » do Diciembre de ISiO, mí-
ínoro 21.
392 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA
les españoles, dos buques do guerra mayores con sus marineros, artillo?
ría, municiones y quinientos cuarenta fusiles, equipajes &c. A la fecha
oslarán en nuestro poder los restos que escaparon, á quienes se perseguia
con ardor. Espero el detall de que daré á V. E. pronto aviso.
Dios guarde á V. E. muchos anos. Cuartel principal de Honda,
Enero 2d do 1820.—10. '
Excelentísimo señor :—Josií MARÍA MANTILLA.
CCCX3SÏV.
©(SWSP.i-iCiEOEi del pueblo de " El Peñón " por las fuerzas del Coman.-
dante Hcrmógcnes Maza.
EXCELENTÍSIMO SESOR:
(0CCX3CVZ.
©Cíl!JPA.CíS:(0)JSr del importante punto de " Nechi " por las tropas
colombianas, y noticias de otras operaciones militares.
ANTIOQUIA—El importante punto de Nechi, defendido por cincuen-
ta hombres y fortificado regularmente, ha sido ocupado el 14 del pasa-
sado (Mayo de 1820) por la Compañía del Capitán J'aramillo (Clemente)
á favor de una cstratajoma militar. Nuestra columna habia avanzado
hasta el Majagual. El Subteniente do Granaderos, Còrdova (Salvador)
subió á Cáseres y tomó setenta fusiles, mil cartuchos y algunos otros
efectos. El Comandante de esta columna, Teniente Coronel Còrdova
(José María), en 26 del pasado, en que avisa de estos sucosos, seguia sus
operaciones.
Si los enemigos llamaron á Nechi la llave do Antioquia, por la faci-
lidad con que so dirigieron sobre esta Provincia en lSló", nosotros debe-
mos llamarlo la llave de la Provincia de Cartagena, porque igual facili-
dad nos proporciona para extender nuestras operaciones en aquella dos-
graciada Provincia. **
Acción da La Mojfíua.r,r
Vuestro Gobernador y vuestro Jefe, lleno del más amargo dolor, lia
tenido el sentimiento do saber que os negáis absolutamente á defender
vuestros hogares y vuestro sacio patrio. ¿ Qué es esto, habitantes de los
pueblos ? ¿ Habéis desterrado de vuestros corazones el amor á vuestros
hijos, á vuestras mujeres y á. vuestras fortunas, que todo lo queréis aban-
donar á vuestros enemigos ? ¿ Seréis más débiles y pusilánimes quo los
Samarios, los do Portobelo y Rio de Hacha, que han sabido con tanta
gloria suya lanzar á los enemigos, á esa horda de facciosos acaudillados
por monstruos inmorales que no aspiran á más que á la depredación, al
saqueo y al objeto de su lascivia? JBh ! No se diga jamas de vosotros,
que os portais como mujeres débiles }r flacas, y que escondéis la cara al
peligro, á un peligro que tal vez no existe sino en vuestra imaginación.
¿ Qué dirían los valientes Cartageneros del año de 1741, que con tanta
gloria defendieron su patria, si viesen el borrón quo os echáis encima con
vuestra conducta ? Se avergonzarían de haberos dado el ser, y se escon-
derían en lo más profundo de los sepulcros para ocultar su rubor. A las
armas, Cartageneros, á las armas; defended vuestro suelo; sobrepasad, si
es posible, los esfuerzos y hazañas victoriosas de vuestros vecinos y vues-
tros antepasados; haced conocer al enemigo que vuestras propiedades y
vuestros más caros intereses no so os pueden robar impunemente. Oid la
voz de vuestro Jefe, habitantes de osla Provincia. No le deis lugar á quo
se avorgüence también de mandaros. Sus pretcnsiones nada tienen do
común con él; son solo las do vuestra felicidad. Empapaos de estas ideas,
y vuestro Comandante general os sabrá- presentar á los pies del Trono
con aquellos laureles inmarcesibles que adornan ya las sienes do los hijos
de Santa Marta, Portobelo y Riohacha.
OOOXXVXXX.
EXCELENTÍSIMO SESOR J
deoaassss.
2!?3&<0)(CIai&ft/iï'A del Gobernador de la plaza d'c Cartagena de'Indias.-
CARTAGENEROS !
Nada ha1 sido más sensible para mi corazón', quo' la necesidad do'
mandaros salir do vuestros hogares; pero no es posible evitarlo"si so
quiere evitar vuestra desgracia y destrucción.• Tal vez; en'boca de algU""
nos malvados esta medida será mirada como una crueldad;'-pero si recor-
dáis quo el Gobierno os ha tratado siempre con el mayor amor;- si-abrís"
los ojos- sobro las circunstancias do esta' plaza,- conoceréis que vais' á pe-
recer si permanecéis en'ella; que cuando el enemigo esté á lá vista no'
os permitirá salir para quo no se disminuya el número de bocas, y on~"
tonces vuestra muerto es infalible. Convenceos do la necesidad1 que toncis;
d'e ir á buscar vuestra subsistencia, y lejos de mirar como-crueldad ol'
mandato'de emigrar, lo mirareis-cómo im: beneficio. Afortunadamente el
enemigo da algunas treguas, pero al fin podrá ser preciso evacuar' la/
plaza, y tal vez' evacuarla con precipitación'. Salid lo más'pronto posiblej-
Cartageneros, y' libradme del posar do tenerlo quo hacer militarmente.-
Si los rebeldes se presentan frente d'o la plaza, no tendríais ni un- cuarto-
de hora'de término para verificarlo, y no1 podro'usar con vosotros do la?
menor contemplación.
Cartageneros: poneos á cubierto con: tiempo do esta desgracia quo
os amenaza. Pasadas las presentes circunstancias vosotros volvereis á
vuestros hogares, y entonces mo daréis las gracias por haberos libertado
do todos los males.
COCSS3SX.
Esta carta la debe usted tener como una orden, y proceder según
su tenor. Las órdenes que tenga usted del Ministro de Guerra son las que
debo cumplir con preferencia. S. 3D. el Libertador me dice que usted
debo tomar ¡i Mornpox luego, luego; y quo si no pudiere, debe reunirse
con Còrdova para ejecutarlo, aunque sea teniendo que pasar por delante
do Mornpox, que so suponga m guarnición, que ofrezca grande dificul-
tad. Usted debo aprovecharse de las ventajas obtenidas en Hiohacha y
Provincia de Santa Marta, del desaliento del enemigo y do su actual
timidez. JDebc usted adelantar terreno cuanto le sea posible, y en todo
caso apodérese do toda la ribera de Sonta Marta, quo es sin duda más
fuerte para nosotros que la ribera do Cartagena. En todo lance apurado
deben reunirse las tropas de usted y las do Córdovaáobrar de firme, con
audacia en el plan y con prudencia en la ejecución. A esta fecha está
navegando el batallón de Honda. Dome usted aviso de cuanto le suceda
y sepa del enemigo. Disponga usted del afecto con que soy su estimador
y amigo.
FRANCISCO DE P. SANTANDER.
II.
Bogotá, Julio 9 de 1820.
Mi ESTIMADO CÓRDOVA:
EXCELENTÍSIMO SE.NOK:
cías, quo unidas d los proyectiles quo ha conducido la Escuadra, nos su-
ministran medios do bombardear la plaza. A pesar do las privaciones
que estamos padeciendo, el entusiasmo es general, y no hay indicios do
descontento;
Dios guardo á V. E; muchos años;
MARIANO MONTILLA;
Correspondencia interceptada.
Carla del Gobernado)' de Cartagena al General Morillo.
EXCELENTÍSIMO SESOH:
Me es sumamente sonsiblo tener que dar d Y. E. una noticia desa-
gradable, pero el sostenimiento y defensa do esta interesante plaza moi
hace clamar á V. E. por su socorro. La apatía con quo so ha conducido'
él Viroy durante diez meses consecutivos, ha hecho perder tedas las fuer-
zas que obraban cu ol Magdalena. La negativa absoluta á dar auxilio' y
el mal uso do los fondos, ha hecho que esta plaza se hallo sin víveres,- río
obstante mis repetidas reclairíacionos desdo ol mies de Octubro; y ultiiría-
miente su impolítica h'a causado la .sublevación do todos los pueblos. Erí
estas circunstancias la escuadrilla derrotada del Hacha lía venido á Saba-
nilla desembarcando trescientos ó cuatrocientos hombres y electrizando'
á todos los habitantes. En los primeros momentos creí poder contener
los progresos del enemigo, destacando doscientos hombres dol regimiento'
de Leon, y la caballería do quo pudo disponer; pero rouniéndoso cada dia
aquellos habitantes do los pueblos que se han portado con la mayor iii/í-
delidad y no siendo posible roforzar esta pequeña columna do modo
alguno; habiéndose pov' otra parto reunido á los enemigos lois del Mag-
dalena después do haber destruido' todas nuostras fuerzas, recele que
podria aquella sor envuelta por tener enemigos á su frente, flanco derecho
y ospalda, y dispuse se replegase d esta plaza, donde carozco do todo,
míenos do los deseos do sacrificarme en obsequio' del servicio del Bey y
do la Nación;
En este apuro', sin casi guarnición, sin víveres, sin un real de quo*
disponer, y sin dominar más terreno que el contenido en las murallas de
esta plaza, no rao queda otro recurso que ocurrir d V. E., persuadido
socorrerá este interesante punto, llamando la atención do los enemigos,
mandando por la Provincia de Santa Marta la gente quo lo sea posible, ó
las fuerzas do agua que ostó'n ú su' disposición.
Dios guardo d V. E. muchos años.
Cartagena, 8 do Julio de 1820.
Excelentísimo señor.
GAURIKL I>B TORRES.
Excelentísimo uciíor Conde do (¡octagon*, Teniente General Don Pablo Morillo, y on Jofe
del Ejército Expedicionario do Costa firme.
DK LA PKOVINCIA Dlí CAUTAOIÍNA. 401
con toda la columna á las ocho de la noche, con el mayor orden y en todo
arreglo, habiendo formado la primera marcí» hasta San Estanislao, dondo
llegue á las nueve del 29, y el 30 á consecuencia de haber recibido el
duplicado del Jefe de esta Provincia que original inserto á V. E., para
que conozca el crítico caso en que me hallo, no tuve otro remedio que
continuar mi retirada con los mayores apuros y trabajos, por desiertos
completamente y sin el más pequeño recurso de los pueblos. Eran insu-
perables los obstáculos que 60 me presentaban par:1 salvar el parque,
inaniciones, hospital y mochilas île la Lropa. y aun alimentar á ésta; poro
por fortuna y casi prodigiosamente he logrado entrar en esta plaza, hoy
clia do la fecha, con toda mi fuerza íntegra y sin haber perdido un car-
tucho, y después de haber dejado cubierto con la fuerza de infantería y
caballería que se me mandó, como observación, les puntos de Turbaco,
Santa Rosa y Tornera ; habiendo hecbo conducir en mi rápida marcha
sobre doscientas reses (pic han entrado en la plaza, lisonjeándome de que
con diíicullad podria citarse una retirada do esta especie por lo oportuna;
ordenada y sabiamente ejecutada, pues Y. E. sabe que por máximas
constantes de torios los autores militares, es de más mérito muchas veces
una retirada do esta clase que una victoria del acaso. Los enemigos en el
momento que desocupé á Sabana larga tuvieron repetidos avisos y chasqui,
de los muchos picaros que infestan esta Provincia, y á las cuatro de la
madrugada ocupó el pueblo su caballería en número do 100 hombres, á
las cinco de Ja mañana la infantería en número de 500 hombres con 4
violentos ; pero parece no lian adelantado sino alguna pequeña partida
hasta San Estanislao ; y lo mismo ha sucedido por la parte de Barranca,
sin duda porquo respetan demasiado el valor, fidelidad y decision do los
habitantes de la Provincia, que si se determina á atacarlos por Barran-
quilla, sin disputa, los extermina, // debe auloriuirmües pura ijtte huyan y
cometan cumio* daiiùn t/iciei'un en unos pueblo* Lan dednedes y rebel·li1*, ia-
diyuus de todo- contiidtiïucioii. V. E. con su sabia meditación, buen talento
y grandes conocimientos militaros, tomará todas las medidas necesarias
para, hostilizar á un enemigo que lia encontrado una protección ten ilimi-
tada en los infames pueblos de osla desleal ó iuíiol Provincia, que es la
que los lia podido conducir con facilidad y sin la menor pérdida hasta las
puertas de la plaza, reduciéndonos como lo estamos por ellos mismos á,
un estado de sitio.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Cartagena, 7 de Julio de 1820.
IGNACIO ROMERO.
©CCX.3S.XIV.
C(D(GX3S.3S.VEa
E3L j?B,SS3E33)3SS¡r5?S de Colombia, General Simon Bolívar, participa
al Vicepresidente del Departamento de Venezuela que ha encontrado
entusiasmo y opinion favorable á la República en los puebles de las Pro-
vincias de Cartagena y Santa Marta.
Cuartel general de Barranquilla, á 24 de Agosto de 1820.—10.
SIMÓN BOLÍVAR PRESIDENTE DM LA REPÚJH.ICA, CAPITÁN GENERAL DE LOS EJÉRCI-
TOS l>8 VENEZUELA Y DE LA NUEVA GRANADA, &C. &C. &C.
Ayer llegue aquí y esta tarde marcho á Turbaco. La copia que in-
cluyo *'! es mi respuesta al Jefe superior político y militar do la plaza de
Cartagena, con quien me propongo un objeto secreto.
No puede describirse el entusiasmo de todos los pueblos do ambas
riberas del Magdalena, ni la buena voluntad con que sirven en cuanto
se les destina. La gran población de la Provincia do Cartagena, dondo
no hay un enemigo, cada vez da mayores pruebas de su patrio-
tismo.
La Provincia de Santa Marta, aunque en general, no tiene la deci-
sion que la de Cartagena, está toda en nuestro poder, excepto la capital.
Nuestras fuerzas, muy superiores á. las enemigas, en número y calidades,
emprenderán el 1.° del entrante sobre aquella. lias fuerzas sutiles dol
Magdalena, que son también muy respetables, cooperarán, y la escuadra
de alta mar. Creo infalible la operación sobro Santa Marta, menos por
la gran disposición do las únicas fuerzas de línea á proteger y cooporar
* Tomada de la Gaceta de la ciudad de Bogotá, capital dol Departamento de Cnudi-
nnmarca, de 27 do Agosto de 1820, mlmoro 57.
•"' La voíipnontn quo BO citafiehalla inserte en la página 4 J2 do 0Bt9 tomo.
DE DA PROVINCIA DR CARTAGENA. 409
:i destruir A los pocos realistas que allí existen, quo por el número, valor,
disciplina c intrepidez de las que están destinadas á libertarla. La ocu-
pación do Santa Marta contribuirá poderosamente á mis operaciones so-
bre Cartagena y Maracaibo.
Las fuerzas sutiles se lian aumentado prodigiosamente en el Mag-
dalena. El Almirante ha trabajado activa é incesantemente y el Coronel
Montilla, con un fino y energía muy laudables.
El -i ó f) del entrante emprenderé mi marcha á Cúcuta para incor-
porarme al ejército de operaciones de Venc/.nela, entre tanto el General
TJrdaneta obrará conformo lo he prevenido; os decir con circunspección,
prudencia, lentitud según las circunstancias, y sin comprometerse, sino
con una inmensa ventaja.
Dios guarde á V. E. muchos anos.
BOLÍVAR.
IV.
CONTESTACIÓN del Libertador ni Jefe superior político de Cartagena.
pension do armas para tratar sobvo la paz. Nada es tan conforme con
mis sentimientos como ahorrar calamidades á la humanidad afligida, pro-
firiendo siempre dar cuantas pruebas de moderación puedan desearse, á
los extremos de un conflicto tan sangriento y prolongado, como el que
ha desolado las partos beligerantes. Con la major satisfacción tratare de
paz y amistad con un Jefe ilustrado y generoso como lo es U. S., distin-
guido ya por sus luces, ¡m filantropía y su equidad. Así, si U. S. desea
entablar la negociación que me lia propuesto, yo me hallare en Turbaco
el 26 del corriente, para cuyo dia podrá U. S. enviar allí sus diputados
competentemente autorizados para ello; y si U. S. prefiero tener una
conferencia conmigo, yo daré los rehenes de costumbre.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cuartel general libertador en Barranquilla, á 23 de Agosto de
1820.—10.
BOLÍVAR.
Excolontísimo señor :
VI
CONTESTACIÓN DEL LIBERTADOR AL OFICIO ANTERIOR.
VII
OTRO OFICIO DEL .TEFE SUPERIOR POLÍTICO V MILITAR DE CARTAGENA AL
GENERAL EN JKKK DE LOS E.l ÚRCITOS DISIDENTES DE LA NUEVA (.'RANADA.
Excelentísimo señor.
Cuando yo creia de buena fé y en virtud do la comunicación de
V. E. del 23, que sus deseos tendían á la transacción de todas las des-
avenencias quo por diez años consecutivos han desolado estos países, mo
lio hallado en la contestación á. mi despacho de ayer, con la singularidad
de que, interpretando V. E. uno de los artículos del de 20 de Julio, lo
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 415
ha dado un sentido quo ni tiene ni ha podido jamás tener. Aun aislado
como V. E. lo cita, y sin los antecedentes que sirven do fundamento al
expresado artículo, no puede dársele en buen lenguaje el significado quo
V. E. le da, pues las palabras de no admitiéndose, y jurándose desde luego
la Constitución, y el adverbio previamente hacen desaparecer enteramen-
te el sentido que V. .E. supone tener dicho artículo. La primera expre-
sión es una condicional para solo en al caso que no haya un allanamiento
perentorio, pero que se cree podrá haberlo después, y esta acción poste-
rior es la (pío. justamente indica y supone el adverbio previamente.
Para evitar esto en lo sucesivo, y para que no haya motivo de otra
equivocación do esta especie, detallare á 'V. E. con precision las proposi-
ciones que el Jvey y mi Nación me mandan hacerle en obsequio de la hu-
manidad y de los habitantes de estos países. Por mi conducto propone
á V. E. là Nación cspafíoln : 1.° la reunion y sumisión á ella ; 2.° el ju-
ramento y obediencia á su Constitución ; y 3.° la remisión de Diputados
á las Cortes, que tengan una parlo activa en el Gobierno de la Nación,
como parte integrante que son estas Provincias de la Monarquía. El mo-
do do ejecutar estos actos, las garantías que recíprocamente debe V. E.
dar y recibir del Gobierno, y la aclaración de las dudas que sobre su eje-
cución puedan suscitarse, son actos accesorios dimanados del allanamien-
to á los primeros, y sujetos á las conferencias sean cutre V. E. y yo, ó
sean por medio do diputados. Sin la contestación categórica á estos tres
puntos nada podemos adelantar, y bajo estas bases es que propuse, pero
no pedí, como Y.E. dice, un armisticio, porque seria absolutamento
inútil, y sin ellas me hallo muy distante de solicitarlo. Tenga, pues, Y. E
la bondad de darme una contestación terminante, que decidirá do la paz
ó de un nuevo rompimiento, persuadido do que solo las órdenes do la-
Corte son las que mo han obligado á dar este paso conciliatorio, quo no
habría dado por mí solo, porque aunque no deseo la guerra, tampoco la
tomo, y si Y. E. la apetece, la haré hasta donde llegue la posibilidad y mi
existencia.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Cartagena, 28 de Agosto do 1820.
GABRIEL DE TORNES.
Excclonlísimo BOlk» General cu Jefe do los ejércitos americanos disidculoa (le la Nueva
Granada.
VIII
Señor Gobernador :
Al recibir la nota de IT. S. de esto dia, arrebatado S. E. de la más
justa indignación, ha arrojado la pluma de la mano, y mo ha ordenado
contestar á U. S., que es el colmo de la. demencia, y aun más, de Jo ri-
dículo, proponerle á la Itcpública de Colombia su sumisión, á la Nación
dits DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA
CCCXXXIX.
KTOTA del Coronel Ramon Nonato Guerra, por la que manifiesta al Go-
bierno de Cundinamarca que ha sido destinado á servir la Comandancia
de Mompox.
EXCELENTÍSIMO suSoit:
OOCfSXja
(•*) Lo proclama del Libertadora que sorollareo! oficia precedente, i'"»': dnd.i on i·l
Rosario de Cuenta, 11 1." de Julio de 1S20. ¡27
418 DOCUMENTOS TAHA LA HISTORIA
<D<S<D2SE.ZS.
" También verá TJ. S. con ol descaro que los enemigos suponen
quemado todo esto pueblo, muertos todos los Jefes, y una resistencia
obstinada que no hubo, pues solo los artilleros llenaron su deber, según
el informe dol señor Coronel Ayala. Nuestros muertos no pasaron do
ciento veinte }r cinco, incluyendo cu ellos Ion paisanos del pueblo •// las mu-
jeres y niños, que fueron sacrificados en la iglesia, y quo poco antes habia
arrojado do la plaza ol mismo Gobernador. Del hospital so salvó todo, y
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 419
caballero ol quo para continuar una guerra inicua, alucinar á los pueblos
y cubrir sus debilidades y considerables descalabros, sufridos en el Hacha
y en otras partes, por impericia, cobardía ú otros motivos, se va!o do
las imposturas, de las injurias ó indecorosas expresiones vertidas en esa
proclama, que lo remito con algunas observaciones sobre Taitas en el
idioma y en la verdad."
Pero es tirar coses contra el aguijón, recouvenir á los españolas por
sus imposturas. El tiempo descubre la verdad, como hasta hoy la ha des-
cubierto distinta y claramente. '
OOOZ&VZ.
JSíSC.í&.Sí.^.BffiïSSA habida en «Cospiquc?) entre las fuerzas sitiadoras y
las sitiadas.
El 16 do Scptiembro (1820) dice el Comandante general Montilla
fué destruida una partida enemiga que salió por Cospique, muriendo ocho,
lanceados por el Capitán Bolívar, y tomando prisioneros tres. Otra partida
do la plaza fué destruida por nuestra guerrilla de Rocha.
Después del suceso do Turbaco se pasaron ú nuestras tropas sieto
soldados del enemigo, y posteriormento el Secretario do la Comandancia
do ingenieros. ;;:í:
QQ03E&SK.
OOOSiZ.
©CC3PAC203? de « La Barra » y de « Pueblo Viejo» por las fuerzas
sutiles colombianas.
Pueblo Viejo, 10 de Noviembre de ÍS20.
Señor Comandante general de las Provínolas de Santa Marta y Cartagena.
JD1 señor Comandante do las fuerzas sutiles se fué por tierra á unir-
so con el Coronel Garreño, quedando yo por ahora en ol mando de ellas.
En esto momento recibo el parte do la toma de las «Sabanas con muy
poca pérdida do nuestra parle, por la fuerza del Coronel Garreño. Es-
toy despachando buques por el caño para traer los heridos.
Mañana tendré el honor de mandar ¡i U. S. una relación de todo
cuanto hemos cocido aquí, pues ahora la confusion es gratulo y no lo
puedo hacer. Están clavados los cañones, á excepción do dos, y un
obús en la batería de la Barra.
Simio con esto nlieao una Escucha une hemos cocido, con todos sus
buques, pertrechos y municiones. JNunca he visto mas union, valor é
intrépide/, quo la que han manifestado las fuerzas butilos en este dia.
Dios y la libertad.
DE Currar,
Capitán do fragata y Comandauto. general do las fuerzas sutiles,
interinamente. B
COXTKSTACIOX.
Mientras tauto, el señor Coronel Padilla, cuyo deber era tomar las
baterías de La Barra y Pueblo-viejo, con las Tuerzas sutiles de su mando
y tropas de la Division del Coronel Carreiío, obró con tal actividad v
denuedo, que en muy pocos minutos tenia en su poder todos los buques
de guerra enemigos quo coadyuvaban á la defensa y las fortificaciones
que hacían respetable aquel punto, y marchando por tierra con la infan-
tería y una parte de sus marineros, se incorporó á las tropas que va po-
seían tranquilas la población de las Sabanas.
Destruido el enemigo, ordenó dicho Coronel al Comandante Maza
con una columna adelantase sus marchas hasta la ciudad, persiguiendo
al enemigo y tomando posesión de las balerías del Vtilcino, último re-
curso que podia quedar al enemigo: así lo verificó este Jefe, y miéntala
se embarcaron nuestros heridos, se recorrió el campo, se recogieron los
despojos, y so dispuso la Division para seguir los movimientos de la
columna de vanguardia. A las doce de la noche se presentó el Coronel
Narvácz y dos miembros del Ayuntamiento de la capital, pidiendo sus-
pension de armas, como verá V. E. por el documento número 2." La
copia número o a fué la contestación dada por el Coronel Carreño; con la
buena ib que caracteriza á los Jefes de la República ordenó al Comandante
Maza (Hcrraógones) suspendiese sus movimientos. Entre lauto, el pérfido
Gobernador de Santa Marta, dejando la ciudad en la más completa anar-
quía, abandonando sus mismos compañeros y personas más adictas al sis-
toma del Boy, fugó de la plaza en una goleta que, avistada el mismo dia
por nuestra Escuadra, burló su vigilancia entrando en el puerto, y logró
escaparse sin ser vista. El señor Almirante que se presentó frente á la
bahía la mañana del 11, recibió una invitación de la plaza para tomar
posesión de ella, pues ignoranto el Coronel Carreño del indecoroso pro-
ceder de Porras, habia guardado sus posiciones hasta recibir las ulterio-
res contestaciones. Estos son, Excelentísimo señor, los acontecimientos
do la campaña abierta sobre esta Provincia el 15 del pasado, en que so
movió la Division do Soledad: y por el estado que acompaño á Y. E.,
número 4, so impondrá de las pérdidas quo ha sufrido en las tres dife-
rentes acciones quo ha tenido : por el número 5.u vendrá Y. E. en cono-
cimiento de las del enemigo, y por el número 6.*° de la artillería, pro-
yectiles, armamentos y municiones que con la posesión de esta plaza
aumentan en el dia los medios do arrojar del hemisferio do Colombia á
los tirauos quo aún intentan infestarlo.
No llenaría los deberes do mi empleo si dejase en silencio el mérito
contraído por el señor Coronel Carreño, Comandante de la Division quo
ha operado. Si hubiesen los Gobiernos de juzgar por los resultados, nin-
guno calificaría mejor que el presente el talento conspicuo do este Jefe.
Yo me glorío en decir á V. E. que el Coronel Carroño, por su prudencia
previsiva antes del combale, por su constancia y serenidad en él y por su
política, humanidad y desinterés después de la victoria, merece la estima-
ción general. Permítame Y. E. recomendar á este mártir de la Libertad,
á la generosidad y justicia del Gobierno, que no dudo recompensarà
dignamente sus servicios, y muy particularmente los que ha contraído
en esta campaña. El mismo señor Coronel mo recomienda en sus parles
OOOSiV.
CCC&VXX.
<Cià.£S»Tià. particular del Coronel M. Montilla al Libertador, en que íe
habla de las operaciones militares que tiene á su cargo. "
lie recibido cou el mayor placer las dos muy apreciables de usted do
21 do Julio y 1." de Agosto, y puedo asegurar con toda la ingenuidad de
mi carácter, que si bien he recibido gustoso las enhorabuenas que usted
me da por el grado parà quo ha tenido á bien proponerme, no me han
causado menos satisfacción las expresiones lisonjeras con que me honra
aprobando mi conducta en la caiupaíia del Hacha, y cu la apertura de Ja
do esta Provincia (Cartagena). Acepto usted, mi General, las gracias más
sinceras por ambas cosas, y viva usted persuadido que emplearé cuanto
esté á, mi alcance para seguir mereciendo ci concepto que usted ha tenido
]a bondad do formar de mí.
Consecuente á los oficios del Ministro do la Guerra y siguiondo el
arden de operaciones que usted me indica en la del 21 de Julio, puso
toda mi atención en la seguridad dol Magdalena y sus bocas, defendidas
por ol fuerte do Sabanilla y por nuestras fuerzas sutiles, que cada ve/, van
siendo inás respetables. Para asegurar en la ribera izquierda nuestros
almacenes establecidos en Barranquilla, me lia parecido la medida más
oportuna el reforzar más la línea do sitio, por la razón muy obvia do que
mientras más reducidos tenga yo los enemigos, menos terreno ocuparán
olios y menos terreno tendré yo que defender, ocupando el pais do donde
podrían sacar algunos recursos á pesar de la bella disposición de los pue-
blos. Kéaquí, General, el motivo porqué al momento que recibí la orden
do usted no invadí á Santa Marta, disminuyendo la línea de asedio;
porquo considero ésta íntimamente ligada con la medida do asegurar las
riberas del Magdalena.
Para ejecutar la segunda medida de tomar posesión de la capital de
Santa Marta sin arriesgar la empresa, como usted medico, por la bella
perspectiva que presentan nuestros negocios, determiné formar el cuartel
de asamblea en los pueblos de Santo Tomas, Sabanagrando y Palmar,
por lo saludable del clima, por lo bisoñe dol batallón del Comandante
Maza, que jamás habia tirado un tiro, : por procurarroocon menos dificul-
tad la subsistencia para animar é inspirar confianza á los pueblos do la
orilla opuesta, y para evitar las enfermedades quo por experiencia sé lo
que influyen sobre tropas del interior, esperando entretanto la reunion
* Esta carta debió ¡mertaro en l:is páginas llíi •': t j.s rlol presente ionio; pero por mi
olvido dejó de hacerlo en su oportunidad, y KV subsana la omisión dándole cabida en osle
lugar. (N. dol E.)
* * Esto batallón, quo llovó el nombre de " Aíagdalena." se compuso de colecticios do
la Provincia do Cartagena; pues las fuerzas con que el Coronel Mam atacó en Tenerife,
quedaron formando las sutiles. (X. del E.)
DE LA PltOVINClA DR CARTAGENA. 435
del Coronel Lara, ó cuando menos la incorporación de las tropas de An-
tioquia, para con algunos más de aquí y la escuadrilla invadir la otra
provincia y cumplir con los deseos de usted.
No me descuido en aumentar las fuerzas, y la mejor prueba que
puedo dar á usted de la atención quo lio puesto en un objeto tan intere-
sante, es la de decir por primera ve/., que yo invadí esta Provincia con
ISO hombres criollos y 60 ingleses, y que sin otro auxilio que el de la
compaüía de cazadores del batallón ele Maza, tengo encerrados cu Carta-
gena ú los españoles, á quienes no les Tallaban al principio del sitio 800
hombres de línea entre Leon, Valencia, artillería y guardia did cx-virey.
No me faltan en Torrecilla y Ternera 130 buenos jinetes, da en cíala
derecha, 25 en Pasacaballos, ¿50 dragones en la línea del Magdalena quo
van á obrar en Santa Marta, sin contar la del Coronel Lara y la que está
levantando en las Sabanas del Corozal, Carpió; además tengo un buen
piquete (pie cubre á Zispata y Tolú á las órdenes de un valiente y hon-
rado patriota, llamado Royert.
No extraño usted quo no remita los estados de fuerza periódicos,
porque no me veo de pobre; no tengo un solo oficial capaz do este trabajo,
yo lo hago todo y el Doctor Paúl, que me ayuda como un macho de
carga. Agregue usted á esto atender al sitio de una plaza fuerte, y orga-
nizar y dirigir una invasion sobre otra Provincia, sin medio real, y se
•convencerá usted de que me encuentro recargado con una responsabilidad
que en honor y conciencia se me debia minorar; pero usted me dice que
me muera y que este es el destino de los buenos patriotas; sea así enhora-
buena. r; Pero la responsabilidad, mi querido General ? Esta y no otra
cosa es la que gravita de continuo sobre mi imaginación, y sólo me dis-
traigo cuando reflexiono que hago cuanto puedo y que ab invposibile nomo
¿enclur.
Ya dije á usted de oficio lu llegada de Lara al Cerro de San Antonio
y excuso decir ahora lo que ha sufrido su Division, porque él lo ha hecho
ya; baste decir á usted que estoy organizando aquí para mañana un hos-
pital de ISO camas, porque no tiene aquél menos enfermos, y Córdova
también ha dejado en Morroa (53, aunque do fácil curación.
Está arreglado ya el ¡dan de ataque sobre Santa Marta con el Almi-
rante, y á la vez obraremos por tierra y por agua; pero me hallo per-
plejo con Jas expresiones do usted advirtiéndome en la del .1.° del corriente
que yo y no otro debo dirigir las operaciones sobre Cartagena, ifcc, ¿Será
posible que usted me prive de ir en persona á tomar la otra Provincia ?
Yo he consultado con el Almirante la carta y éste es de opinion que no
debo separarme do esla Provincia; lo mismo me dice el Coronel Lara;
pero la línea está tan bien establecida, la artillería y caballería fan sober-
bias, que seria necesario uno de aquellos sucesos inesperados para que
los españoles encerrados pudiesen emprender algo con suceso sobro olla:
además Ayala lo tengo siempre allí eon porción do oficiales briosas y
aguerridos. Yo no puedo creer que usted repruebe ponerme á la cabeza
de las tropas que están bajo mi mando, y mucho mas cuando sepr, yuts
algo puede obrar en favor de las armas de la Jiepúbiica un poquito do
opinion que me he granjeado en Santa Marta por Ja política que h:>
observado, contraria ú la de Córdova y lal vcx ú la que creen podria
43G DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
.guardón y observen sin dar jamás motivo de quo recaiga sobro U. &
responsabilidad alguna.
Dios guardo á U. S. muchos años,
ALEJANDRO OSOP.10.
:0E LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 439
AÑO BE 18S1*
"I?JS)ÍCGÏÏ© O Proclama del Gobernador político y militar de la plaza de
Car ta siena.
Espartóles de ambos hemisferios résidantes en Cartagena :
EXCELENTÍSIMO SE&OH:
MARIANO MONTILLA.
CCCX.XXXX.
A j F I & S S A a E S E Ï f f ' T O de las fuerzas sutiles de la plaza de Cartagena,
por las colombianas de igual clase.
ExcxLSXTfclMO SEÑOIJ :
Señor Coronel:
CCCLXIV.
S.3SBT3D)ECE©!M' de las fuerzas españolas que guarnecen los castillos de
et Bocachica.D
EXCELENTÍSIMO SBSOR:
NÚMERO 1."
NÚMERO 2."
on quo convino por el flete del buque, y so han puesto á su bordo los
víveres necesarios para doce dias de viaje.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Santa Marta, Julio 25 do 1S21.
El Comandanta general de la Provincia, JOSÉ MAHÍA CABBB&O.
Señor Comandante en Jefe. Benemérito Gcncrnl Murinuo Montilla.
Juramento que según sus clases .prestaron en 24 de Julio, con todas las for-
malidades y precauciones del caso.
" Juramos á Dios, y prometemos á la Nación española do quien de-
pendemos, quo como prisioneros de guerra que hemos sido en los casti-
llos do "Bocachica," do la plaza do Cartagena, por las tropas de la Repú-
blica de Colombia, de no tomar las armas ni cometer ninguna hostilidad
contra dicha República, antes de ser canjeados según ol Derecho do Ja
guerra y uso do las naciones civilizadas; y para SU constancia firmamos
este juramento." (Aquí todas las firmas.)
CCCLXV.
A3?2lSSA3?/0:SS:iXrT© de un bergantín americano con víveres que
trajo á su bordo para socorrer la plaza de Cartagena, verificado con intre-
pidez asombrosa por las Tuerzas sutiles colombianas.
GAMIIKL DE TORRES.
Señor Capitán de navio J'osó Padilla, Comaudaufco gcucral do lns fuerais sutiles do Co-
lombia.
C¡CÍ(D2L2S.V2S„
S3XTT2iy£^.(CS©Sl' hecha por el Tefe de Estado Mayor de lns fuerzas
colombianas,CoronelLu¡s Francisco de Ricux.al Gobernador de Cartagena;
y respuesta negativa de osle.
GABRIEL DE TORRES.
CCCS.XVZSÏ.
S & COSE-fl-STE) A.STTÎ3 del Castillo de San Felipe de Barajas partici-
pa al Gobernador de. la plaza, el mal trato que las familias salidas espon-
táneamente de ella experimentaron en las avanzadas enemigas.
O0GUSSX.
3 £ . ( & © B : E 3 & Ï T . & . : © < D > : & de Cartagena se queja al Jefe de las fuerza
colombianas sitiadoras, del procedimiento de las avanzadas sobre la plaza;
y respuesta satisfactoria de dicho Jefe, en que á la vez hace al primero pro-
posiciones de rendición.
ma, <£m lo cual se quitará la ocasión do quo los malos pcrjudiquon la opi-
nion de los Jefes do Colombia, que es consiguiente apetezcan sea la mejor.
Dios guardo á V. S. muchos anos.—Cartagena do Indias y Agosto
25 de 1821.
GABRIEL DE TORRES,
Gobernador Comandante general.
Señor Coronel Jjnb Francinco do. Ricnx, Jcfo del Estado Mayor de ln3 tropas de la Repú-
blica de Colombia, residente on la Provincia de Cartngena.
EXCELENTÍSIMO SESOR:
" Copiado de la " Gaceta de la ciudad de Bogotá" de :¡0 de Septiembre de 1321, nú-
mero 111.
458 DOCUMENTOS PAKÀ LA UlSTOIUA
CCC3û3IE:S2.
EXCELENTÍSIMO SEXO»:
ya fîii á 1.1 defensa de esta plaza; yo, consecuente siompro con los senti-
mientos de mi honor, y sin desviarme de mi primer propósito manifestado
con la mayor sinceridad ni señor Coronel Luis Francisco de Rieux en
fecha 29 del próximo pasado, debo hacer saber á V. S. lleno de aquella
misma buena lo, que estoy decidido á no entregar de ningún modo la
plaza que me ha confiado el Rey y la Nación, en todo el presente mes, á
menos que la suerte, siempre varia, de las armas, llegue á arrancármela
por la fuerza: pero no obstante esto, si quisiera V. S. hacer una suspen-
sion do armas para evitarnos las recíprocas incomodidades hasta espirar
los trece días restantes, yo la abrazaré muy gustoso, y podremos con más
desahogo entrar, si gusta, en comunicaciones sobre las bases que han do
formar los tratados de capitulación, ó bien le serán éstos remitidos por
mí, espirado el enunciado plazo. Sírvase, pues, V. S. hacerme entender
au voluntad sobro esta mi proposición, para yo poder obrar en consecuen-
cia. Dios guarde á V. S. muchos años.
Cartagena, 17 do Septiembre de 1821.
El Gobernador Comandante general.
GABRIEL DE TORRES.
Señor Goncval Comandante eu Jefe do lasfcropnode Colombia (sobre esta pinza., Mariano
Montilla.
Señor Coronel Comaudunte del Regimiento alufautería do Leon.s Don Miguel Valbuena
con posterioridad, deberá ser la provision do los víveres que falten para
los días de navegación do cuenta del Gobierno de Colombia; y de la
buena le do este paso serán testigos oculares los Oficiales rehenes de
Colombia.
Art. 15. ínterin so traten estas capitulaciones, no so permitirá quo
entren en la plaza, sino como parlamento, y en los términos y forma que
mandan las leyes militares, á oficial ó individuo alguno perteneciente al
Gobierno de Colombia; ni que de la plaza vaya á Colombia tampoco,
sino con el objeto y en la forma referida, ninguno perteneciente al Go-
bierno español.
Art. 16. Las dudas originadas por defecto de explicación en los
artículos antecedentes, se decidirán á favor do la guarnición.
Cartagena de Indias, 21 de Septiembre do 1821.
GABRIEL DE TORRES.
II.
La cuatro mil hombres cara marchar donde quiera quo se les condujera.
Bolívar le decía á Montilla: " Usted sabe que mi primera intención fué
" tomar el Istmo; por consiguiente, es necesario que usted haga los ma-
" yores sacrificios para que el Istmo so tome Yo voy á Quito á ciar
" fin á mi empresa, y por Panamá obrará de concierto con la expedición
t:
de Portobclo. Do contado que las atenciones del enemigo serán muy
" grandes y nuestras facilidades más grandes aún. Por otra parte, esla-
" mos esperando en el curso del año la paz, y si no lomamos el Istmo
u
antes, C35"no lo tendremos El Ministro de Guerra que ha quedado
" en cuenta con el Vicepresidente (General Santander), dará á usted las
"instrucciones necesarias para esta expedición; pero yo insto a usted
" para que anticipo todas las medidas quo scan posibles c indispon*
« sables." "
III.
GCCZdCXVXX.
33ESTB.TUCC20H de la facción encabezada por el rebelde Eugenio
Acosta.
EXCELENTÍSIMO SESOR:
SESOR CORONEL:
Es copia. MONTILLA."*'
" Dospucs do alquil ifompo fin' Acor-Ir. caplüíado .'•' íWilado por las r.íioeidades quo
conidio OD los pueblos.—(X. «ici E.)
"' Copiados do la Gacnfca do la ciudad de Bo;;-oti. c-:¡vital dol Den.-rtnmc-ulo dú Cun-
dhiamarcn. foclv. 20 do Sítotiombr»dft IF21. ni;: v-vo 11 '.
Dl£ I.A PROVÍNCIA DIC CARTAGENA. -17vî
José Padilla, (¡d Orden (fa Libert o dorm, (Japilan da na uto deia Arniada
nacional de. Colombia, t/ Comandanta yenerat de la* fuerza* navale* que
obran en el blo'/ueo de Cartagena.
CGCSJ2SS225Í:.
I.
II.
III.
Mariano Montilla, General de brigada y Comandante en jefe del ejercito de
la costa dd norte de Cundí ñama rea, <yc.
A las tropas del ejército do su mundo.
SOLDADOS: Por fin habéis llenado el noble objeto á que fuisteis des-
tinados por el Gobierno; y Cartagena, la inerte Cartagena, antemural do
Cundinamarca, pertenece á la República do Colombia: vuestros esfuerzos
y privaciones, vuestra constancia y sufrimientos, vuestro valor y virtu-
des son recompensados con el noble orgullo quo debéis tener al ver capi-
tular la guarnición que la defendía.
SOLDADOS: El Supremo Gobierno, que no aguardaba menos do
vuestro amor á la Libertad, será generoso en recompensaros; y si ha re-
munerado á los bravos do Boi/acá y Carubobo, también tendrá presentes
los valientes del ejército de la Costa; ¿ pero qué digo? Necesitáis vosotros
por ventura otro premio que haber libertado á vuestros hermanos? otra
gloria que ver flotar el pabellón tricolor sobre los altos muros de la
plaza, y vuestros enemigos surcando el Océano para regresar desenga-
ñados á España ? No ! Los soldados mercenarios son los quo so mueven
por interés. Los de la .República, animados del fuego sagrado do Ja Inde-
pendencia, solo aspiran á la gloria.
SOLDADOS: Recibid el testimonio do mi gratitud por vuestros ser-
vicios, y proseguid como ha>ta aquí; siendo un verdadero modelo do
patriotismo y subordinación.
Cuartel general en La Popa, á 3 do Octubre de 1821.—11.
El General, Comandante en jefe,
MARIANO MONTILLA.
IV.
BANDO del Comandante en jefe, por el cual so recomienda A los individuos del ejército
quo observen buena conducta.
Mariano Montilla General de brigada >/ Comandante en jefe del ejército de
la costa del norte de Cundinamarca, §c. <yc.
A los individuos quo componen el ejército de su innndo.
azul, botas altas y morrión con cordones blancos, como so presentó á uii
vista por primera vez.
El (lia 1.° de Septiembre, á pocos (lias de haberse marchado el Liber-
tador de Turbaco, la guarnición de Cartagena atacó á las tropas sitiadoras
quo estaban al mando del Coronel Ramon Ayala, y las don-otó, á pesar de
la bravura (pie desplegaron los patriotas. No se empañó por esto desca-
labro el honor de las urinas de la República; los Jefes y Oficiales reunieron
los dispersos y ocuparon á Turbac.o á pocas horas. Un pánico hizo que
los vencedores desocupasen aquel punto, retrocediendo precipitadamente
para Cartagena.
Aquí es necesario hacer justiciad algunos hijos de Sabanalarga, que
como Manuel Barniza, joven entusiasta que prometia mucho, rindieron su
vida en aquella jornada, peleando valerosamente. Algunos buenos hijos
do Cartagena también perecieron. Pombo y Arias hicieron allí el sacri-
ficio de sus vidas. Mi padre escapó milagrosamente, teniendo la satisfac-
ción de prodigar algunos cuidados al señor Juan do Arias á quien sacó de
entro los moribundos. Otro sujeto de Sabanalarga, que vive aun, también
so halló en esc combatey cuyo nombro no estampo aqui porque no sé si
ofendo su modestia.
Con motivo de este acontecimiento el General Montilla dispuso quo
los batallones " Antioquia " y "Alto Magdalena," que mandaban los Co-
mandantes Còrdova y Maza reforzasen la linea de Cartagena.
Còrdova,cuyo aspecto revelaba la edad do 21 á 22 años cuando lo he
visto marchar al frente do un batallón; quej'a tenia una fama bien mere-
cida por su valentía fué un objeto do entusiasmo en su tránsito por estas
poblaciones. Gallardo en su porte, sencillo en el vestir, con un sombrero
de paja inclinado hacia un lado, se notaba por sus atractivos personales
entre la brillante oficialidad del cuerpo que mandaba, que era uno do los
más lucidos en el ejército de la antigua Colombia. De eso batallón " An-
tioquia" eran oficiales de fílalos Barrientes, Santamaría, Montoya, Álzate,
González (Benedicto), Gómez (Juan Antonio y Pió) Viana,Enao, Carras-
quilla y otros pertenecientes á las primeras familias do Antioquia. En el
joven Còrdova reverberaba ya'la gloria que le esperaba en Pichincha y
Ayacncho: General de Division d los 27 aiíos,fué el soldado más distinguido
entre los hijos de Nueva Granada.
El asalto que dio Carroño d La Ciénaga cu donde se atrincheraba el
realismo, que fué una do las victorias más sangrientas que obtuvieron las
armas do la República en la Costa, permitió al General Montilla contraer
toda su atención al sitio de Cartagena. Una fuerza respetable so situó al
rededor do la ciudad, que hacia cada dia más crítica la situación de los
sitiados. Estos se defendían con brio: las numerosas bombas que los mor-
teros del castillo de "San Felipo" arrojaban sobre la Popa la destruyeron
casi en su totalidad. Las ruinas quo posteriormente so han visto de la
.Iglesia y demás edificios de esa célebre Popa fueron causadas cu ese sitio.
Allí murió de una bala de cañón el interesante joven cartagenero Antonio
Paniza, Ayudante de campo del General Montilla. La batería que se puso
en disposición de hostilizar la ciudad y las proezas de Padilla, destruyendo
el poder marítimo de los sitiados, dentro de la bahía y bajo los muros do
la plaza, obligó al Brigadior Torres á capitular y d rendirse.
El dia 10 de Octubre de 182J, después de quince meses de asedio
DE LA PROVINCIÀ DE CARTAGENA. 481
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DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 49V
NOTAR.—1.» Generalmente cu Ins Biografías y Iïoja9 de servicios que liemos consul-
tado para formar la llclaciou preceden le. so expresa que varies militares coucurricrou il
la 2.» acción de armas de Tenerife, porque la Columna que marchó por tierra á las órde-
nes inmediatas del entóneos Comandan!? Jo«é María Cantora, debió tomar parte cu el
ataque de aquel punto : pero dicha Columna llegó á éste después de terminado el comba-
te. No hemos querido alterar en manera alguna las cnlilicacioncs hechas por los Estados
Mayores, ¡IM por la imposibilidad en «pic nos habríamos encontrado de saber con toda
exactitud ipui'-nc« compusieron la DÍVÍMOII que. al mando del (Comandante lícrinógenes
Maza venció á lo* realistas y qni.'nc* marcharon con Cor.lora : como porgue observa-
mosqueen circim-laneia* análoga-, fueron <::il i Meados como vencedores en Carahobo 2.a
y Juuin. |M>rejemplo, los ciu-rpos que no cuiraron en acción, por el hecho de haber estado
disponible:; en aquellos campamentos.
2. s Hemos considerado la acción de 'fnirrífr. librada el 27 de Junio de 1S21, como la
«egumttt en aunel punto, porque la /irhm.rn- se veriíicó en Noviembre de 1811. «.'gun cl
Detall inícr'o cu !;•. página -'JJ'.' dil lomo l." de i*»la obra. Anuque el Coronel Simon Bo-
livor ocupó á 'J'enori fe en Diciembre do IS12.no hemos encontrado documentos rehacien-
tes que nos den ¡1 conocer el motivo por el cual fue dicha plaza r.br.udonada por las fuer-
zas de Cartagena y rooeupada por las de Santa Marta hasta el mes referido. Bolívar la
halló sin enemigos armados á quienes combatir, según lo explica el Presidente lloilrí-
guez Toriecs en el Mensaje que dirigió á la Cámara de Representatius, i user to en las
páginas ;V>7 á .VíO del tomo 1." citado.
!J.S También consideramos como .ayuudti. la batalla librada en la población de San
Juan de la Ciénaga por el Coronel venezolano José María Carroño, porque la primera lo
fué por el Coronel Lsbai.ul en 1-mcro de 1813. A la población mencionada se le tittda cu
algunos documentos Sun .¡ti un da lux ¡ítihnnan.
•1." Sentimos no haber po.lido comprender en la Relación anterior á muchos mili-
tares que hicieron la campada del Magdalena en los dos años expresados, porque en los
respectivos documentos no se mencionan por sus nombres y apellidos, sino por éstos tíni-
camente. Tales son. cutre otros muchos, los siguientes : el Comandante Kocconor, Jefe
de listado Mayor : el Comandante Calderón, del « Kscnadrou de Húsares de la guardia»;
el Teutonic Coronel Sander, primer Comandante del Batallón « Pilles »; el Sargento Ma-
yor Peacoke. 2.° Comandante del mismo cuerpo : los Capitanes Philcam y Romero, del
mismo « Rides»; los Capitanes Leon. Cisuérosy Pcatctn ; el Coronel Careen : el Teniente
Duran y las Subtenientes Ayardnburn—Ayudante del Coronel Carroño, Matulo y To-
n-alva.
* Aunque, los gloriosos cómbales quo tuvieron lugar en esa parte do Venezuela-
pueden sor considerados por algunos como extraños ií la Historia do la Provincia do
Cartagena de ludias, lioy Estado soberano de Eolivar, no deben en realidad icpu tarso
como tales, una ve/, contemplados bajo cierto respecto; pues que en esos hechos audaces
y hcrói::o.s, que contribuyeron á dar brillo y fama imperecederos á las armas de Colombia,
tuvieron una parte importantísima los marinos de la Provincia de Cartagena. En aque-
llos cómbales navales figuraron con su iulrcpidc/. y abnegación habituales, el General
José Padilla, Relato Reluche, Nicolas Joly, Rafael Tono, Tomas Villanueva, Eugenio-
Layera, Francisco Padilla, Tomas Vega, Pedro Alaria Iglesias, Bartolomé Perez, Juan de
Mata González, Alejandro Salgado y muchos de los hijos de los valerosos pueblos de
Malambo, Bavti y Eooachica, y taolos otros compatriotas invictos cuyos nombres eon
inseparables de las glorias do Cartagena. Esta poderosa consideración nos ha decidido 4
insertar en la presente obra los documentos de acjuMIa célebre campaña, en la cual, si no
tiene interés la ciudad de Cartagena de un modo o ¡recto, lo tienen muchos de sus hijos;
muchas do las poblaciones do su Provineiu; lo tiene, en lin. el A'rlxon culombiano.— o!
guerrero tan iluütrc como desgraciado. (N\ del &.)
£>B LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 499
II.
DECRETO POR EL CUAL SE DECLARA EL BLOQUEO DE MARACA i 30.
III.
SERVICIOS PATRIÓTICOS PRESTADOS 'POR LOS PUEBLOS DEL NORTE DE LA
PROVINCIA DE CARTAGENA.
IV.
OPERACIONES EN LA LACUNA DE MARACAIBO.
V.
Dia 5. Llegó la " Espartana " sin babor encontrado á la " Terror."
Junto con este buque vino también una goleta americana nombrada
" Peacot," su Capitán Mr. Piter Storm, procedente de Nueva York,
cargada de víveres y despachada para puertos colombianos. Su Capitán so
unió á nosotros y so decidió á entrar por La Barra á la Laguna y seguir
nuestra suerte. — A puestas del sol dio la vela la corbeta para Riobacha,
y nosotros para Cojoro con el objeto de reunimos con el " Gran Bolí-
var " y la goleta " Atrevida."
Dia 6. A las dos do la larde se apresó una balandrita que había sa-
lido do Maracaibo para Santiago de Cuba.
Dia 7. Se incorporó el " G r a n Bolívar": se le dio la orden para
que se alislaso para forzar La Barra, y en electo así lo dispuso su Coman-
dante el señor Capitán do navio Nicolas Joly; pero ni este ni nosotros
vimos la " Atrevida" á cuyo Comandante, así como al de la " Terror "
so les había ordenado anticipadamente que caso de no encontrarnos por
haber ya nosotros entrado en La Barra, so mantuviesen cruzando sobro
ésta para impedir la introducción de auxilios á Morales. — A las cinco y
tres cuartos fondeamos al frente del castillo, y todos los buques dispusie-
ron sus pesos para proporcionar sus calados de modo que pudiesen entrar
por La Barra, y se dieron las órdenes del en que debia formarse la
línea para dicha operación, y demás quo parecieron convenientes.
Dia 8. Al amanecer so mandó á los prácticos quo sondeasen y bali-
zasen La Barra lo mejor posible: á las dos y media nos pusimos á la vela,
y formados en linca de combate, nos dirigimos á entrar á La Barra y for-
zar el paso del castillo: á las cuatro y doce, después de haber tocado al-
gunos buques, y aun varado, aunque salieron luego, nos hallábamos bajo
ios fuogos del castillo, que empezó á batirnos. Esto no obslautc, continua-
mos nuestra operación sin disparar un tiro de fusil: á las cuatro y tres
cuartos varó el " Independiente " y también el " Gran Bolívar *' bajo
los fuegos del castillo: el "Independiente" salió al momento, mas el
" Gran Bolívar," que tuvo la desgracia de que lo fuese encima el ber-
gantín presa americano " F a m a " cuando iba ya saliendo, encalló más y
no fué posible sacarlo. Trescientos veinte y ocho tiros disparó el cas-
tillo: de los buques que so hallaban á la vela, solo la " Espartana" reci-
bió un balazo; pero una vez varado el " Gran Bolívar," podían acertar
bien sus tiros, y así fue que en poco tiempo recibió .sobre quince balazos,
que lo llenaron de agua ó imposibilitaron sacarlo, con cuyo motivo so le
pegó fuego, después do haber salvado toda la genio, parto de su arma-
mento y varias otras cosas. — La " E s p a r t a n a " varó dentro ya do la
Laguna y fuera do los fuegos del castillo, y varó tambion bajo éstos
la balandrita presa: aquélla salió á poco rato, poro la balandra, como quo
interesaba menos que los buques de guerra, quedó varada toda la noche,
;:o obstante haberle mandado algunos auxilios, y al amanecer la sacaron
los enemigos del castillo, habiendo antes salvado su tripulación. El bala-
zo quo recibió la " Espartana" privó de la vida al segundo Comandante
do ella, Alférez do navio José llamen Acosta,y á un marinero,sin quo
ningún otro buque recibiese el menor daño.
Dia 9. So alijaron los bergantines "Independiente" y " M a r t e "
para pasar el Tablazo, que tiene menos agua quo La Barra: nos levamos
d la una y media, y á las cuatro y media fondeamos en troco pies do
"DE LA PROVINCIA Diù CAHTAG'£NA. 503
tendían habia ido sí ocupar cl [taso do un rio por donde debían pasar
nuestras tropas; aunque nada do positivo pudimos adquirir respecto do la
situación do aquellas, &c.
Dia 29. A las ocho do la mañana dimos la vela con dirección al
puerto de Moporo. Navegamos lodo el dia con viento llojo, y lo mismo
la noche, con chubascos en toda ella.
VI.
calle por calle, no permitieron hacerlo en menos tiempo. Como á las cin-
co de la tarde comencé abatirlos; haciendo una resistencia formidable,
fueron arrollados hasta la plaza con solo esta fuerza, y se hicieron firmes
en ella, siendo al pronto reforzados por cuatro compañías del batallón
"Cazadores" del General y de Harinas; me resolví á hacerles la guerra
en partidas de guerrillas mientras .so reunia el resto de I os-cuerpos, y
cuando hubieron llegado, se cargó con arrojo contra otro arrojo, ocupan-
do el enemigo posiciones ventajosas. 131 combate duró hasta más do las
nueve de la noche, y los enemigos fueron arrollados completamente por
segunda vez, quedando en nuestro poder toda la capital, y ellos dispersos
por los montes, no siendo posible perseguirlos en aquella hora, porquo la
uoelio estaba tenebrosa en medio de una lluvia.
El fruto de osla jornada gloriosa para las armas de Colombia, ha
sido vencer al enemigo con fuerzas inferiores y ocupar una plaza que
creia inexpugnable: han quedudo en nuestro poder todas las embarcacio-
nes menores que había en el puerto, la artillería y un copioso parque de
municiones, la bandera nacional que hice arriar, los talleres con más do
mil vestuarios y con cien reses mayores.
Prisioneros de guerra, el Coronel Don Jaime Moreno, el Tomento
Coronel do artillería Pedro Guerrero, cuatro Capitanes y otros subal-
ternos con algunos soldados. Se han presentado ya al servicio algunos
Oficiales, do cuya graduación avisaré á U. S. oportunamente, y so es-
tán presentando varios individuos de tropa. Se han encontrado muertos
el Coronel Jaimo Prcto con tres balazos, ol segundo Jefe do artillería,
Capitán Alejandro Olavarria, algunos Oficiales, como ochenta soldados,
y más do doscientos heridos, que el euemigo en su precipitada luga ha
dejado por los campos.
La pérdida do nuestra parte ha consistido cu cuarenta muertos y
ciento treinta heridos, entre ellos el Capitán Braulio Guaitin y el Te-
niente Enrique "Watts del batallón " Caracas " y los Subtenientes Juan
Francisco Edicto y Pedro Canijo, del batallón "Orinoco"; el primero gra-
vemente: contusos el Capitán Aniceto Canales del primero, y el Capitán
Alejandro Blanco del segundo.
No tengo expresión suficiente, señor Secretario, con qué ponderar
ú U. S. la intrepidez con quo se condujeron el Jefe y Oficiales del bata-
llón " Orinoco " : lo demuestra el suceso y faltaria á la justicia si no , r e -
comendara á U. 8. In serenidad, el tino é intrepidez con que el Sargento
mayor, Pedro Muguersa, dio dirección á la fuerza (pie llevaba á sus órde-
nes: la del Capitán José María ürdaneta que lo acompañaba siempre á
la cabeza de la tropa, y se condujo en los diversos choques con arrojo y
juicio; la del Teniente Edicto, que fué herido gravemente en el primer
encuentro con el enemigo, portándose con la cualidad militar do un Ofi-
cial distinguido en la guerra, y la de los Capitanes Guaitin y Blanco,
Subteniente Canijo, y demás Oficiales que. han llenado á la vez su deber
á mi satisfacción, así como el Oficial ¡>." de la Secretaría de la Intenden-
cia, José Ignacio Maitin, (pie dio pruebas de valor, haciendo las funcio-
nes de Ayudante de campo, para comunicar órdenes, por hallarse enfer-
mos mis edecanes. Los demás Comandantes de los cuerpos manifesta-
ron el más ardiente deseo de om peñarse en la decisión de la victoria,
habiendo tenido alguna parlo ya al concluirse.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 509
El general Morales se retiró dos (lias antes con sns buques mayores
ni castillo, donde tiene esperanzas de quo 1 logue Labordc con sus fuerzas.
El Coronel Calzada se había marchado en la mañana para el punto de la
Vigía; y la acción la dirigieron el Coronel Don Jaime Troto y el Tenien-
te Coronel Narváoz.
Todo lo cual longo el honor do participar á U. S. para que se sirva
olovarlo á la superior noticia del Gobierno.
Dios guarde á Ü. fc5.
El General, Comandante general,
MANUEL MANRIQUE.
VII.
REGIDO COMBATE ENTRE LAS FUERZAS SUTILES.
cabo de las cuales mo retiré fuera dol Uro do cañón, y cuando creí que
mi pérdida fuera mucha, á virtud do un fuego tan vivo y sostenido, solo
experimenté la de diez muertos y once heridos, que manifiesta la relación
número 1.°, pudiendo sin errar, asegurará U. S. que la del enemigo fué
mucho mayor, y que pasó de cien hombres entre unos y otros, porquo
de cerca los veíamos caer, porque vimos en el agua porción de aquéllos;
logrando echarles á piqno Ja gran flechera " Guaitcña" y ver arder dos
de las piraguas armadas
Dios guarde á U. S.
J O S É PADILLA.
VIH.
IX
Bergantines.
El San (Jarlos.
El General Riego (a) Maratón.
Goletas.
La Mariana.
Lit María.
La Liberal (Guaireña)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 513
La Monserrate.
La María (Habanera.)
La Hayo.
La Estrella.
La Goagira.
La Cora.
Faluchos.
El Relámpago.
NOTAS.
l.B Además de los buques que ve apresaron á. los enemigos, se les voló el bergantín
goleta "Esperan/a," ú cuyo bordo había porción de pólvora y víveres.
2.» Entre los prisioneros que se hallaron á bordo de las presas y los recogidos en el
agua por la '• Emprendedora," se ha reunido un total de CO Oficiales y 3(50 individuo? de
tripulación y tropa.
i)." En la goleta "Rayo " y cu la " María " (Habanera) se han encontrado algunas
víveres, particularmente en esta ultima, que se baila casi cargada de caldos y otros
renglones.
•1.* Que además de los cañones y municiones de dotación de los buques apresados,
so hallan doce de los primeros de varios calibres de hierro, á bordo del " San Carlos " que
le sirven de lastre, y lauto cu este como cu el " Maratón " hay porción de bulas, también
de varios calibres y algunas palauquctas.
A bordo del Bergantín de guerra " Independiente" al ancla en los
puertos do Altagracia, Julio 30 do 1823.—13.
IÍAFAEL TONO.
X
DIARIO de las operaciones de la Escuadra colombiana sobre cl Zulia, cu los días 21, 22,
23 y 21 de Julio do 1823, antes del combate.
arribar después sobro ellos, obrar con la ventaja del barlovento y frustrar
los planes de aquellos.
A las seis y cuarto se hizo la señal de prepararse á dar la vela, y á
las seis y treinta y siete minutos, viendo (pie se levaban los enemigos, se
hizo la señal conveniente para ejecutar igual operación, y luego, luego
estábamos á la vela, poniendo en práciiea desdo onto instante el plan me-
ditado do mantenernos sobre bordos muy cerca de la costa ; á las siete y
media refrescó el viento demasiado y tuvimos (pío tomar rizos. A las
siete y cuarenta y cinco, visto que los enemigos iban cayendo á sotaven-
to, se hizo la señal de que cada uno ocupase su lugar ; á las ocho y nue-
ve la de imitar los movimientos del Comandante ; y à los cinco minutos
arribamos sobre los enemigos, que seguían en linea de combate de la
vuelta del Sur. A las ocho y diez y nueve se hizo la señal de que cada
un buque de la Escuadra batiese con denuedo al que le estuviese más pro-
porcionado de los enemigos hasta rendirlo, abordándolos si fuese nece-
sario, y nosotros como cabeza de línea nos dirigimos sobre la vanguar-
dia enemiga ; pero los demás buques, excepto el " M a r t e " se aguantaban
á barlovento y se atrasaban demasiado en vez de obedecer exactamente
lo quo se les había mandado por las correspondientes señales. La " Es-
partana " fue la primera que orzó, y á ésta le siguieron las demás, for-
mando estos buques una linca por nuestra aleta de barlovento ; y la
" Leona " (pío debia formar nuestra retaguardia, se hallaba bien distan-
te y aun más á barlovento que los demás. Con este motivo so les hizo la
señal de forzar la vela con el objeto de que se uniesen, y la de formar
una pronta línea do combate sin sujeción á puestos, para quo no se em-
barazasen en buscar su lugar ; á las ocho y media se rompió el fuego por
nosotros y fué contestado por los enemigos ; pero visto por el señor Ge-
neral que no bastaban las señales para hacer quo los demás buques de la
Escuadra so acercasen á batirlos, según se les tenia provenido desde el
principio, se embarcó en su bote y huí personalmente á hacerlos cumplir
con su deber. Los enemigos no se aguardaban á empeñar la acción ;
ellos forzaban de vela para eludirla, y como veíamos quo casi toda nues-
tra Escuadra se hallaba muy distante, y que con motivo do las órdenes
que el señor Genoral había dado á los buques atrasados seguían sobre
las fuerzas sutiles enemigas que llevaban á retaguardia, nos pareció opor-
tuno dar un repiquete corto con el " Independiente " y ' : Marte " por
separarnos un poco de la línea enemiga y aguardar después en facha
la reunion de los nuestros, de la misma vuelta que aquéllos, como así se
verificó, cesando el fuego á las nueve y cuarto.
Los enemigos se dirigieron á las proximidades de " Capitán-chi-
co," y fondearon entre éste y Maracaibo, quedando en línea do combate ;
pero nosotros permanecimos á la vela, ordenando (pie pasasen todos los
buques por la popa del " Independiente " para decirles á la voz quo ocu-
pasen su lugar, y lo mismo se hizo con el Comandante de las fuerzas
sutiles.
A las siete y cuarenta y nueve, estando todos formados en línea ó
inmediatos unos á otros, se hizo la señal de abordar al enemigo ; pero
estando ya en marcha para verificarlo, se quedó el viento muy calmoso
y fué necesario suspender la ejecución, pero no por esto desistimos, sino
que aguardábamos i m pacientes (pío refrescase, el viento. A las onco y
510 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
todos ardían por concluir con los enemigos; pero como el " Marto " es-
taba situado á barlovento y el bergantín " Independiente," buque muy
velero, á sotavento, luimos proporcionando el andar do éste, de modo (pío
(piedasc y siguiese perfectamente bien formada nuestra línea para lograr
bien el plan que nos habíamos propuesto, sin que por oslo se dejasen de
hacer las señales quo fueron menester para cada uno de ios que se des-
viaban de su lugar.
A las 1res y diez y siete se hizo la .scfnl de abordar al enemigo y se dejó
izada, no obstante haber sido contestada por todos lo-» buques, para ma-
nifestarles que ninguna otra cosa nos restaba que hacer. Formados como
queda dicho, nos dirigimos con el mayor denuedo sobre los enemigos,
do nn modo el más hermoso. Ningún buque salia de su posición, y todos
iban sobre alguno de los enemigos. A las tres y cuarenta y cinco empe-
zaron éstos el fuego de canon y ú muy poco rato el de fusil, pero del
modo más vivo y sin interrupción; mas la Escuadra de Colombia, acos-
tumbrada á ver con desprecio sus fuegos, seguia siempre sobre ellos con
la mayor serenidad, sin que se separase de su lugar ninguno de los nues-
tros y sin tirarles un tiro de justóla, hasta quo estando á tocapcnoles so
rompió por nuestra parto el fuego do cañón y do fusilería, sin que se
pueda decir qué fué primero, si abordar ó batirlos.
El bergantín " Independiente " se dirigió y rindió al " S a n Carlos."
El " Confianza" abordó valerosamente á una goleta. A la do tres palos
"Emprendedora" se le rindió el bergantín goleta "Esperanza," pero
quo voló inmediatamente, dejando ú ésta, al " Marto" y ú todos los de-
más cubiertos de humo, sin que pueda en rigor decirse la conducta que
observaban en aquellos momentos los demás buques; pero sí sabemos
que el " Marto " batió completamente y rindió varios de los enemigos,
y que todos los demás cumplieron con sus deberes.
Los enemigos se vieron en las circunstancias más angustiadas. Del
bergantín " San Carlos" so arrojó al agua la mayor parte de su tri-
pulación; la del bergantín—goleta fué por los elementos, (sic) la de los
otros buques tuvieron la suerte que la del " S a n Carlos" y el mar so
veia cubierto do cadáveres y de hombres nadando; cuadro ú la verdad
bien espantoso.
En medio del fuego y perdida la esperanza de salvarso al ancla,
picaron los cables y trataron do hacerse ú la vela, pero les fué en vano
en lo general, pues quo onco buques do los mayores fueron hechos pri-
sioneros: el bcrgantin-golcla " E s p e r a n z a " voló, y fué igualmente hecho
presa un falucho de sus fuerzas sutiles.
La goleta " Antonia Manuela " tuvo la desgracia de que aprove-
chándose los enemigos de su mayor proximidad ú ellos, la atacaron y
abordaron, no perdonando persona alguna que encontraran, ni aun los
heridos y muchachos de cámara; pero habiendo seguido en su auxilio la
goleta " L e o n a " y un bote armado del "Independiente," aquélla con
sus fuegos protegió á éste, que lo recuperó inmediatamente.
Tres goletas escaparon únicamente, las dos que estaban á vanguar-
dia y la " Especuladora," (pie acercándose cuanto pudieron ú tierra, hu-
yeron para Maraca i bo, junio con la " üuairena," "Atrevida," " Mara-
caibera" y flotilla de faluchos y piraguas armadas, pero hechas pedazos
y con muy poca - gente.
518 DOCUMENTOS VAHA LA HISTORIA
'./.folientus Coroneles.
Cuerpos á (pie pertenecieron.
Don Jacinto Gil de Castro Suelto.
Don José Manuel de Salas Id.
Capitanes.
Don Francisco Liados J.d.
Don Francisco Tridon. Id.
Don Ángel Gallardo id.
Don Ubaldo llomai Id.
DE LA PROVÍNCIA DE CARTAGENA. 519
Don José Díaz Cazadores del general.
Don Antonio Gil Leales corianos.
Don Francisco Natalio 3."del Key.
Don José María García Id.
Don Juan Osores Caballería.
Don Pedro María Ovcrto Suelto.
Don José García Id.
Don Mngdalcno Oballo ; Id.
Don Félix Rosado Cazadores del general.
Don José María Hernández Suelto.
Don Ensebio lleras Marina.
Andres García Milicias.
llamón Pirela Id.
Francisco García Id.
Ifoiienles.
Don Hilario Hacha Bnrinas.
Don José Collados Id.
Don Manuel Suárez , Id.
Don Miguel Coinete Id.
Don Apolinario Alvaro/, Barinas.
Don Francisco Cárdenas Suelto.
Don José Valverde Id.
Don Francisco Molondro Cazadores del general.
Don Juan Ramírez Caballería.
Don Francisco Tovar Id.
Don Francisco Andia Milicias.
Don Alfonseo Navarro Id.
Donjuán Pineda Id.
Don N. Martínez Id.
Don Santiago Velloso Id.
Don José Félix Rodríguez Id.
Don Miguel Lleguas Valencey.
Don Lorenzo Puyoll Marina.
Don Francisco Teriles Barinas.
Manuel Sánchez 3.° del Roy.
Juan Basco » Leales.
Subtenientes.
Don Patricio Lauro Barinas.
Don José Villegas Id.
Don Valentín Leal Leales corianos.
Don Manuel Mauricio Marina.
Don José Pineda Milicias.
Don Miguel González Milicias.
José Manuel Rodríguez Barinas.
Fermin Molero Id.
Pablo Flórcz Leales.
José García Cazadores.
520 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
Aspirantes subalternos.
Don Sebastian lliqneline Navarra.
Don Lúeas Gonzalez Id.
Don Pió de Ases Id.
Don Marcos Pomairo Id.
Don José Antonio Oronoz Id.
Don Francisco Fuentes Id.
Don Blas Alman/.a Id.
Don Juan Fernández Id.
Don Silvorio Urdaneta Id.
Don.Isidro Lisaur Id.
Don Pablo de Castro Id.
Cirujano.
Don Antonio Espinóla Suelto.
Empleado de Hacienda.
Don José Ignacio Fernández.
Oficial.
Carlos García Marina.
2.° Comandante.
Juan Escanda}- Marina.
Oficial.
Pablo May Id.
Comandante.
Francisco Sarria Id.
Total GÜ
Secretario de la Coman-
dancia general Alejandro Salgado Kn cl bergantín Inde-
pendiente.
Escribiente de la. id. id. Francisco de P. Unióla. Kn el id. id.
Contador general interino. Bartolomé Pero/. Bergantín Confianza.
Escribiente de la mayoría
general Juan de Mala González. Bergantín Confianza.
Escribiente de la id. id Cosme Braza Bergantín Confianza.
Vicente Díaz Segundo del Diligente.
José Francisco Coll Goleta Antonia Manuela.
Juan Salinas Goleta Independencia.
Manuel Cortés Bergantín Independiente.
José del Carmen López. Pailebot Diligente.
Cirujano mayor de la es-
cuadra Juan Bautista Dcslugc.. Bergantín Independiente.
Maestro mayor de carpin-
tería Manuel González Id. Confianza.
Id. id. de herrería Custodio Cortés Id. id.
Teniente Coronel del ba-
tallón Occidente José Dolores Hernández. Id. id. Comandante de la
tropa.
Capitán del bergantín Ori-
noco Alejandro Blanco Id. id. del bergantín
Marte.
Maestro mayor de velas... Venancio de Avila Bergantín Independiente.
XIV
tingo, Coronel de los ejércitos españoles, y Don Lino López Quintana, To-
mento Coronel do los mismo.?, como Comisionados con plenos poderes
por él señor General en Jefe del ejército do Costa-firme: y los señores
José María Delgado, Teniente Coronel Comandante del batallón Zulla
y José María Urdancta Capitán iSecretario.de la Comandancia general
é Intendencia del Departamento del Zulia, con iguales poderes del señor
General Comandante general é Intendente del mismo, y con el allana-
miento del señor General Comandante general del tercer Departamento
do Marina de la República de Colombia, Comisionados de su parto para
transigir de un modo honroso y debido á la humanidad y al decoro d<;
ambos ejércitos: penetrados unos y otros del miserable! estado en que se
llalla el pueblo de Maracaibo, asediado hace tres meses por la Escuadra
do Colombia en su laguna, sus vecinos afligidos y consternados por el
hambre, ol cañoneo sufrido en sus casas y edificios, y por resultas del
sangriento combate naval del 24 do Julio último; animados los expresa,
dos Comisionados de sentimientos los más generosos y justos en favor de
tan desgraciada ciudad y de cuantos han servido en auxilio de los dos
partidos beligerantes, han acordado y convenido en obsequio de todos,
lo siguiente:
Art. l.° La plaza do Maracaibo, la fortaleza de San (Jarlos de La Barra
y territorio ocupado por tropas dependientes de! ejército español, serán
entregados al Jefe sitiador de Colombia, en el estado que se encuentren.
Art. 2.° Lo serán del mismo modo al señor Comandante general de
la Escuadra de Colombia, los buques armados surtos en esta bahía.
Art. 3.° Los sargentos, cabos y soldados naturales de las Americas
quo sirven en el ejército español y quieran voluntariamente seguir las
banderas colombianas, lo podrán hacer libremente: ¡o;; que prefieran ser
licenciados á sus casas bajo la garantía que este tratado les asegura, lo
podrán hacer también; pero los que quieran permanecer íiulus al Gobier-
no español, se reputarán y tratarán como prisioneros de guerra, sin ser
molestados, bajo la especial vigilancia de los garantes de que se hablará,
hasta tanto que los canjeo dicho Gobierno ó sus funcionarios; compren-
diendo en esto articulo los marineros.
Art. 4.° Los Jefes y Oficiales, do cualquiera graduación y naturale-
za que sean, y sus asistentes, quo serán elegidos de los prisioneros, en
caso do no seguir voluntarios los que actualmente tengan; los sargentos,
cabos y demás individuos de tropa europeos podrán salir juramentados
fuera del territorio de Colombia, para i:o volver á lomar las armas con-
tra ella, mientras no sean canjeados, y en éstos entrarán los músicos
europeos.
Art. 5.° El ramo político del ejército, por el que se entenderán fí-
sicos, capellanes, armeros y asistentes: Ministerio de hacienda pública
y militar, y los comprendidos en el artículo anterior, podrán sacar sus
armas, equipajes, propiedades transportables, oficinas y familias; siendo
responsables los Comandantes de buques, de que al arribo a! puerto
do Cuba á que lleguen, d<« entregar lodo á sus dueños religiosamente.
Art. 6." El Comandante de la columna dol Zulia. Don Antonio Leon,
con sus Oficiales; cl Jefe do las Cabimas, Pió Morales, con los suyos se-
rán comprendidos en el artículo'i." de este Tratado. Los vecinos, quo am-
bos tengan reunidos armados, lo serán también en el 9." de él.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 525
TRATADO particular que los Comisionados uspafíoles y tic Colombia lian acordado, bajo
cuyas bases queda estipulado el Tratado general en csfcu fecha.
xvm
DECHHTO por el cual se conceden honores y distinciones á la Division marítima do
operaciones sobre cl Zulia.
5.° Al General Padilla se le señala una pension tic tres mil pesos
anuales sobro su sueldo, durante su vida ; y la tercoru parto de ella á su
viuda ó hijos, después de su muerte.
(>.° A los Joles, Oficiales y tropa do infantería que lian coopérai I o á
las operaciones en cl lago de Maracaiho, alas órdenes del Comandante ge-
neral del Departamento del Zulia, se los conceden los ascensos :jue con-
forme á sus actuales empleos puedan obtener, y cjue sucesivamente ex-
pedirá el Gobierno.
7.° A los Oficialesó individuos de tropa de infantería y caballería,
heridos en los combates tío 17 de Junio y de 21 de Julio, se les concedo
el uso de un escudo en los términos prefijados en el artículo o.", con esta
inscripción : Al valor y constancia : año de 1820.
8.° A las viudas, y en su defocto á los hijos, y en vez de estos á Jos
padres de los oficiales y tropa de infanteria y marina ó tripulaciones de
los buques que hubiesen muerto en los combates que precedieron á la
ocupación do Maracaibo, se les declara el goco de la tercera parte del
sueldo ó pré que disfrutaban sus maridos, padres ó hijos muertos, con-
formo á la ley de 8 de Octubre de 1.821, sin perjuicio do lo que disponga
la ley de montepío militar.
9.° Se pasará este Decreto á la próxima Legislatura para su conoci-
miento y demás efectos que sean de ley.
El Secretario de Estado en los Despachos de Marina y Guerra
queda encargado de su ejecución.
Dado, firmado por mi mano y refrendado por el Secretario do Ma-
rina y Guerra, en el Palacio del Gobierno en Bogotá, á 2 de Scpticmbro
de 1823.—13.
Fiuxcisco i)K PAULA SANTANDHK.
El Secretario de Marina y Guerra, Pedro Dñccño Méndez.
3d
ADVERTENCIAS IMPORTANTES.
PRIMERA. Las manecillas quo han sido colocadas !cn algunos do los
Documentos insertos en esto Tomo tienen por objeto llamar la atención
do los lectores acerca do algunos hechos, opiniones ó narraciones que me-
recen acentuarse al escribirse la historia. Generalmente las palabras ó
frases puestas entro paréntesis, como sinónimas ó más conocidas, ó para
dar claridad al texto, son del Editor, así como las manecillas do que se
ha hecho mención.
SEGUNDA. De 1res fuentes principales se han tomado los Documen-
tos insertos cuesto Tomo, á saber: la " Biblioteca nacional," á la cual osla
anexa la llamada (! Biblioteca Pineda," el "Archivo del Vircinato de San-
tafé," y los "Archivos nacionales." En el Indico de este volumen se halla-
rán marcados correspondientemente, lo misino que lo fueron cu el pri-
mero, los Documentos respectivos.
TERCERA. Después de insertas las listas de los presos políticos condu-
cidos á Cartagena por el Ejército expedicionario á su entrada en dicha
plaza, de los defensores de ella, y de los que emigraron en Diciembre,
do 1815, las cuales figuran, respectivamente, á los folios 251, 253, 2(5-1 y
siguientes do este segundo Tomo, hemos recogido algunos datos para in-
sertar como insertamos á continuación listas adicionales á las tres princi-
pales ya mencionadas, de modo que hagamos justicia por esto medio á
los que, por haber carecido de conocimiento oportuno, omitimos al formar
las principales.
PUEB08 POLÍTICOS CONDUCIDOS Á CAKTACKXA.
1. Don Alonso Luis lio Lugo, primer Gobernador del Nuevo Reino
por sucesión de su padre Don Pedro Fernando/, do Lugo en capitula-
ción de la conquista de él, y murió ¡míos do concluirse.
•2. El Licenciado Miguel Diez «le Armondari/., natural do Navarra,
colegial mayor de Salamanca, nombrado Visitador el año de 1517, fué
separado y remitido preso á España por el Licenciado Montano, Visita-
dor en 1551.
o. El Licenciado Juan de Montano, cuyo propio apellido era Lava-
do, natural de Ayamonto, Relator de ia Cliancillería de Valladolid, nom-
brado para residenciar al Licenciado Armondari/. y si los Oidores do
Sanfcafé, donde ejecutó tales atrocidades, que el año de .155S fué remitido
preso á España, y justificados sus delitos, corlada la cabeza en Valladolid.
4. El .Doctor Andres Día/. Venero de Lciva, primer Presidente.
Ouando se fundó la Audiencia el año de 1564, pasó siendo Contador de
la Contaduría mayor de Castilla por Fiscal de ella, redujo los indios á
pueblos, fabricó más de 400 iglesias, hi/.o ordenanzas para el Gobierno, y
para las minas de oro y de esmeraldas abrió caminos, construyó puentes,
introdujo recuas para aliviará los indios del trabajo de cargar, estable-
ció misioneros para convertirlos á la fe, dispuso el régimen de la Au-
diencia y do la Real Hacienda, y en fin fué el fundador do un Gobierno
civil, sabio y arreglado en todo, por lo cual le llamaban todos padre. Vol-
vió á Espafta destinado á una plaza del Consejo de Indias el año do 1574.
5. El Licenciado Francisco Rriccño pasó de Prcsidento do Guatema-
la á serlo do Santafé el año de 1575, siguió los acertados pasos de su
antecesor, pero duró su gobierno muy poco, pues murió el mismo año.
0. Don Lope Diez de Armendariz, cuarto señor do Cadcrcita, tercer
Prcsidcnto Gobernador y Capitán general promovido de la Presidencia
do Charcas el año de 1578, fué suspendido del empleo por un Juez Visi-
tador el año de 1585, en epic murió.
7. El Doctor Don Antonio González, del Consejo de Indias, cuarto
Presidente Gobernador y Capitán general, entró con diferentes comisio-
nes el año de 1590, gobernó siete años y haciendo dejación se volvió á
España.
8. Don Francisco de Sande, caballero del orden de Santiago, entró
en Sanlafé el año de 1597 promovido de la Presidencia de Guatemala ;
era natural de Càceres, tan justiciero, (pie lo llamaban el J)oclor Sangre,
en ve/, do Sande ; tuvo muchas diferencias con el Arzobispo Don Rarto-
Jomé Lobo Guerrero, que motivaron á enviar por Juez de residencia al
Doctor Sa I ¡orna, que por haber dicho el Presidente que lo habia sobor-
nado, lo emplazó al tiempo de morir de enfermedad quo lo sobrevino
luego, y en efecto, lo siguió denl.ro de muy pocos dias, cuando .--c cum-
plió el que habia señalado.
" Como lo ofrecimos en el Prólogo de esta obra, inseríanlo*, pava terminarla, los
dalos estadísticos que hemos lomado del Diccionario del señor Alcedo, El historiador y el
Cronisla deben consultar á esto respecto las lislns de los Mandatarios insertasen los Anule*
Diplomático* y c» el Diccionarioijvo'jrújicudel Sr. Joaquín Esguerra Orli/..—(K. «leí 12.)
AP1ÎSDICE. 535
sion el año tic 1722 y gobornó hasta el do 1730 quo volvió á España,
sucediéndolc
26. Don Rafael do Eslava, Coronel do infantería y primer Tenien-
te del Regimiento do guardias españolas de infantería, pasó do Goberna-
dor de Valdivia el do 1731 hasta ol año de 1736, que murió.
27. Don Antonio González Manrique, Coronel de infantería, caba-
llero del orden de Santiago, Gentil-liombro de Cámara de S. M., tomó
posesión de la Presidencia el año tic 1737 y la ejerció muy poco tiempo,
porque se volvió á restablecer el Vireinato. nombrándose para élá
28. Don Sebastian de Eslaba, Señor de Egnillor, caballero del orden
de Santiago, Comendador de Fuente del Emperador en la de Calatrava,
Teniente general de los Reales ejércitos, Genlil-liombre de Manga del
Infante Don Felipe, hombre de mucho mérito y crédito que había servi-
do hasta llegar á Capitán en el Regimiento de Guardias españolas, luego
de Coronel en los do Asturias y Castilla. Llegó á Cartagena el año de
1739, y con motivo de haber declarado la guerra los ingleses, se mantu-
vo en aquella plaza sin pasar ú Saulaie y la defendió cuando la sitiaron
aquéllos el de 1711 ; volvió á España condecorado con el grado de Capi-
tán general do ejército el do 1749.
29. Frcy Don Joseph Alfonzo Pissarro, Marqués del Villar, caballe-
ro del orden de San Juan, Teniente general de la Real Armada, entró en
Santafé el año de 1750 y ejerció el Vireinato hasta el de 1753, que hizo
dimisión y volvió á España.
30. Don Joseph do Solis Folch do Cardona, caballero del orden de
Montesa, Mariscal do campo do los Reales ejércitos, Alférez de la Com-
pañía española do Reales guardias de Corps, entró en Santafé y tomó
posesión del Vireinato en 1753, ejerciéndolo cerca do ocho años hasta el
do 1761, que llegó el sucesor, y al instante entró do religioso lego descalzo
en el Convento do San Francisco.
31. Frey Don Pedro Mcsía de la Cerda, Marqués de la Vega do
Armijo, Bailío del orden de San Juan, Teniente general do la Real Ar-
mada, entró en Santafé el año do 1761 y gobernó con sumo acierto hasta
el de 1771, que volvió á España.
32. Don Manuel Guirior, caballero del orden de San Juan, Tenien-
te general do la Real Armada, Gentil-hombre de Cámara de S. M., go-
bernó con gránelo acierto y aplauso de todo aquel Reino que por su bon-
dad y justificación lo miraban como á padre desde el referido año hasta
el de .1.775, que pasó al Vireinato del Perú.
33. Don Manuel Antonio do Flórcz. Comendador de Lopcra en la
orden do Santiago, Teniente! general de la Real Armada, Gentil-hombre
do Cámara de S. M., ejerció el Vireinato desdo (pro salió su antecesor
hasta el año de 17S3, que obtuvo licencia para volverse á España, entro-
jando el gobierno á
31. Don Antonio Caballero y Góngora, Arzobispo de aquella Sania
Iglesia metropolitana, cuyas cualidades, acreditadas en el ejercicio de esta
dignidad, lo hicieron acreedor á que el Rey rcunieso en su persona ambas
jurisdicciones con quo (wlnalnicnlc gobierna.
538 APÉNDICE.
CARTAGENA.
Provincia y Gobierno del Reino de Tierrafirme,en la jurisdicción
del Nuevo Reino de Granada : confina por el Norlo con el mar ; por el
Sur con la Provincia de Antioquia ; por el Este con la Provincia y Go-
bierno de Santa Marta, do quien la divide el rio grande do la Magdalena;
v por el Oeste con la del Daricn, separándolas el rio de San Juan : liriu:
do largo 100 leguas N. E, S- O, y 80 de ancho E.O. Descubrióla ttudri-
go Bastidas el añudo 1520, y la conquistó el Adelantado Pedro de He-
redia, á costa de muchos combates, porque sus naturales eran valerosos
y guerreros : este pais es de temperamento muy cálido y húmedo, lleno
de montes y bosques, y hacia la partedelNorte pantanoso arenisco y lleno
de estanques del mar, por ser muy bajo el terreno ; pero al mismo tiem-
po fértil y abundante en maia. legumbres y frutas, como también de ga-
nados, do cuyos cueros y sebo hacen mucho comercio : sus montes pro-
ducen excelentes maderas, y el célebre palo de tinte de tan buena cali-
dad como el de campeche, y abundancia de excelentes resinas, bálsamos
y yerbas medicinales : hay en ellos muchas especies de animales y aves
muy raros y culebras de diferentes géneros ; entre los primeros son sin-
gulares el ;;<?Hco ligero, llamado así por antonomasia, do la figura do un
gato, y tan pesado que para andar veinte pasos gasta una hora ; el ma-
priïilo, del tamaño de un perrito faldero de color blanco muy hermoso,
cuyas armas para defenderse de los demás animales y deque lo cojan os
tirar una ventosidad quo atolondra al quo va á él, y le da tiempo de in-
ternarse en el bosque. También produce esta Provincia añil, carey y
algodón, algun cacao de excelente calidad en el rio de la Magdalena :
estaba muy poblada do indios en tiempo de su gentilidad., que hoy se
lian reducido á un número cortísimo : la riegan varios ríos, poro los de
más consideración son el Grando de la Magdalena y el de San Juan ó
Atrato ; ambos navegables y en que abundan Jos caimanes, tortugas y
multitud de peces. Contiene el Distrito de su jurisdicción 83 poblaciones,
de las cuales hay 2 ciudades, 7 villas y 00 pueblos en que habitan 50,233
personas blancas, 13,993 indios y 7,770 entre negros y mulatos esclavos,
según la numeración del Fiscal de la Real Audiencia do Santafé, Don
Francisco Moreno y Escandon el año de 1770
1. Don Pray Tomas del Toro, religioso del Orden de Santo Domin-
go, electo por primer Obispo el año do 1532; pero habiendo ido á Tala-
vera su patria, murió allí antes de consagrarse.
2. Don Fray Gerónimo tic Louisa, religioso dominico, acreditado
por su virtud, talento y esperiencia (pie tenia de las Indias, fue electo
en lugar del antecedente: ¿o consagró cu Valladolid, y erigió allí en ca-
tedral su iglesia el año de 153S, el mismo en quo entró en Cartagena,
de donde pasó promovido al Arzobispado de Lima, el de 1512.
J3. Don Fray Francisco de Santamaría y Renavídcs, del Orden do
San Gerónimo en el Monasterio Real de Guadalupe, de la ilustro fami-
lia de los marqueses do Fromcsta: estando sirviendo al Emperador en
Flándes, entró religioso, y fue electo Obispo de Cartagona el año do
1543: en su tiempo saquearon dos corsarios franceses la ciudad, conduci-
dos del piloto español Alonzo Vcxincs, en venganza de haberle dado
azotes, y maltrataron al Obispo, que también tuvo la desgracia de un in-
cendio en quo se quemó la ciudad el año de 1551, y el de 1554 salió
promovido ú la iglesia do Mondoñcdo, en Galicia, succdiéndolo cu
Cartagena,
4. Don Fray Gregorio de Betcta, religioso dominico, hijo del con-
vento do Salamanca, y uno de los vciute que fueron al Nuevo Reino de
Granada, de dondo pasó á México á la conversion de los indios, y luego
con el mismo destino á las Provincias de Santa Marta, Urabá y Cartago-
na; y hallándose de Cura doctrinero en uno de sus pueblos, recibió la
Cédula de presentación á este Obispado en 1555, y aunquo resistió el ad-
mitirlo, lo precisaron los clamores do todos y las persuasiones del Vica-
rio general do su religion, y empezó sí gobernar sin consagrarse; pero
lleno de escrúpulos, hizo renuncia, y no habiéndoselo admitido, so vino á
España y pasó á Roma, donde tres leguas antes recibió la .Bula do Su
Santidad, mandándole seguir en su Obispado, de quo quedó (an sentido,
que no quiso entrar en aquella capital, y volviendo á embarcarse, pasó
á la Florida á reducir infieles, con cuyo objeto volvió á España para so-
licitar nuevamente su renuncia, y cansado de sus peregrinaciones y mu-
cha edad, murió en su convento de Toledo el año do 15u'2.
5. Don Juan do Simancas, natural de Còrdova, colegial de San d e -
mento do Bolonia; entró el año de 1500, pasó á consagrarse á Santafé,
y á su regreso tuvo el sentimiento de que saquearon unos corsarios fran-
ceses el arrabal de Xiximani y lo repitieron si año siguiente do .15**1,
cuyas desgracias recompensó la Providencia con el gusto do haber llega-
do á Cartagena San Luis Beltran con fray Luis Vero y el Obispo de
Popayan Don Fray Agustín Corana, varón de insigne virtud; y el Obis-
po, después de haber gobernado diez años su iglesia, mal hallado con el
temperamento caloroso do aquella ciudad, la dejó sin licencia y se vino á
su patria, donde murió el año de 1570.
ti. Don Fray Luis Zapata de Cárdenas, del Orden de San Francisco,
natural de Llcrcna en Extremadura, tercer Comisario general do Indias
por su religion, electo Obispo el año de 1570, promovido al Arzobispado
do Sautafc untes do salir do España, y en su lugar,
542 ADÍN'DIClü.
'-' Natural del Cuzco. (Corregido cu la umiun obra del coronel Alcedo.)
A1MÍNU1CJÍ. 545
ooni.itN.\i>oi;i:s m: CAI:T.U:I:X.\.
AÑO DE 1815.
Páginas.
203. (n. v.) Aprehensión de un bongo nombrado <r Gallinazo,» de las
fuerzas sutiles del Estado de Cartagena 3
Estado que manifiesta las piezas de artillería y municiones apre-
sadas en el bongo « Gallinazo,» que lo fué el 2 del corriente, on
cl rio Magdalena 3
204. (a. v.) Ocupación de la ciudad do Ocaña por las fuerzas al man-
do de Don Ignacio de. la Rus 4
205. (a. v.) Medulas preparatorias tomadas por la Capitanía general
de la Nueva Granada para la defensa do la Provincia de «Santa
Marta, con motivo de los proyectos del G.noml Simon Bolívar y
otros insurgentes « 11
20G. (a. v.) Ocupación y destrucción de la batería que el Gobierno
del Estado de Cartagena de. Indias tenia establecida cu el punto
del «Sunn........ .-. 21
207. (a. v.) Acuerdos celebrados en Cartagena por una Junta de gue-
rra, con motivo de la bajada a la Costa de un Ejercito nacional
que comanda el General Simon Bolívar 26
208. (a. v.) Instrucciones del Gabinete de Madrid para el General
Don Pablo Morillo, General en jefe de la expedición de Costa-
firme, y para el Jefe de la Marina % 29
209. (b. n.) Nota del Diputado al Congreso por la Provincia de Carta-
gena al Gobernador de ésta, sobre la conducta observada por el
General Simon Bolívar con el primero 35
210. (b. n.) Proclama del Comisionado del Gobierno general. Doctor
Juan Marimon, con motivo de la bajada del General Bolívar y
del Ejército que trac ¡i sus órdenes 37
211. ('•" ) Carta del General Bolívar, en que habla al Gobernador
Amador de la situación en que el primero se encuentra con el
ejército de su mando 37
212. (a. v.) Notas por las cuales el Capitán general, Don Francisco
de Monlalvo, propone al Gobernador de Cartagena qnc se someta
al Gobierno peninsular, pira hacer causa común contra el Gene-
ral Bolívar, y eontcsiación de dicho Gobernador 59
213. (a. v.) Alocución del Comisionado del Gobierno <l« Cartagena.
con motivo de las operaciones del General Simon Bolívar.... 42
Páginas.
2S0. (/.') Instrucción sobre cl estado en que deja el Nuevo Reino de
Granada el Excelentísimo señor Yirey Don Francisco de Mon-
talvoá su sucesor el Excelentísimo señor Don Juan do Sámano. 103
281. ( ' ) Reminiscencias—Algo del pasado y una ojeada al presento. 227
282. (x) Página de oro de la historia da Cartagena, escrita por el dis-
tinguido estadista cartagenero Juan García del Rio 230
2S3. (z) Glorias de la patria—Articulo editorial de " E l Porvenir" de
Cartagena, del 7 do Diciembre de 187'.), número 132 94fi
I. El General Don Pablo ¿Morillo, desde las playas de la Nueva
Granada, dirige una Proclama á los pueblos de la Provincia do
Cartagena 247
II. Situación de los buques españoles al principio del asedio 2-17
III. Flotillas republicanas que defendían varios puntos impor-
tantes 2-17
IV. Autoridades superiores que mandaban en la plaza do Car-
tagena 248
V. Jefes que tenían confiado el mando de los puntos fortificados
de la plaza y defuera de ella 218
V I . Situación de las fuerzas sitiadoras en la bahía de Cartagena,
al emigrar los patriotas de la ciudad 250
V i l . Buques de guerra y corsarios que compusieron la expe-
dición 251
VIII. Presos políticos conducidos á Cartagena por el Ejército
español á la entrada en la plaza (Véase la advertencia 3." pági-
na 53U de este Tomo.) 251
IX. Lista nominal de algunos de los individuos quo defendieron
la plaza de Cartagena durante el sitio que le puso on 18I0 el Ge-
neral Don Pablo .Morillo (Váasc id. página oîîn) 253
X. Lista nominal de algunas <lo las personas que emigraron de
Cartagena el G de Diciembre de 1815, por no capitular con las
fuerzas españolas sitiadoras, mandadas por el General Don Pablo
Morillo (Véase id. página 531) 2C4
284. Sitio de Cartagena de Indias por el General Don Pablo Morillo... 272
286. (*) Heroísmo de los vecinos del pueblo de indígenas do Malambo. 291
AÑO DE 18Jfi.
(¡I) Anales de la Universidad nacional de los lisiados Unidos de Colombia. Tomo VI.
(•'•) Manuscrito quo cita la nota editorial do la página '-27.
(x) Semanarios de la Provincia do Cartagena que se citan en la página 230.
(/.) "El Porvenir" de Cartagena número 132.
(') Geografía de la Provinciade Cartagena, por Juan .lose Nielo. 1S30.
INDICE. 557
Paginas,
290. (a. v.) Expediento que contieno providencias y pormenores relati-
vos á varios individuos comprendidos en la rebelión ttal Vircinato
do Saulaie 302
Dictamen del A>osor do la Capitanía general 302
Providencia del Capitán general 803
Relación de los presos que subsisten cu la plaza de Cartagena.... 303
Otro dictamen «Ici Asesor 307
Providencia dol Capitán general .' 3u9
291. (a. v.) Alocución del Capitán general del líeino. con motivo de l.i
ejecución de varios patriotas 312
292. (^) Proposición del señor Doctor José Alaría García de Toledo,
para que la plaza do Cartagena no se entregase al General Don
Pablo Morillo, y se redujese ¡i escombros, sepultando entre sus
ruinas al Ejéreilo sitiador 313
21)3. (a. v.) Not;» del Gobernador de Cartagena, sobre la acumulación de
presos en las cárceles de dicha ciudad y diligencias practicadas... 31d
29-1. (a. v.) Documentos referentes á la inculpabilidad de varios indi-
viduos en la muerte dada ;• los españoles (pie se hallaban como
prisioneros de guerra en las cárceles de la Inquisición 315
295. (a. v.) Sentencia por la cual un Consejo de guerra condena á pre-
sidio al Alcalde de San Pablo (territorio del Estado de Bolívar)
Sebastian Gutiérrez 322
296. (a. v.) Boletín número 21 del Ejército expedicionario de Costa-
Firme—Febrero 29 de IMG 323
297. (a. v.) El Key de España concede una cruz de distinción á los
militares que contribuyeron al bloqueo y rendición de la plaza do
Cartagena cu 1815 323
298. (a. v.) Indulto á favor de los rebeldes, concedido por el Capitán
general de la Nueva Granada 325
299. (a. v.) Peal orden sobre el Gobierno del Obispado de Cartagena. 327
300. (a. v.) Peal orden sobre el restablecimiento del Vircinato de la
Nueva Granada 327
301. (a. \ 0 Nota suplicatoria del Capitán general de Puerto Pico, Don
Salvador Mcléndoz, para que se suspenda la ejecución do Miguel
y Fernando Cnrabaño 328
Contentación de Don Francisco de Montalvo, Capitán general de
la Nueva Granada 828
302. (a. v.) Pcclamo del Gobierno de los Estados Unidos de America,
relativo á las presas hechas y á los ciudadanos americanos captu-
rados por los buques de guerra españoles 329
303. (a. v.) Aprobación real impartida al indulto concedido por el
Capitán general de la Nueva Granada, Don Francisco de Mon-
talvo 331
30-1. (a. v.) Circular del Vi rey de la Nueva Granada, Don Francisco
de Montalvo, dirigida á los Vireinalos y Capitanías generales,
para que so averigüe la entrada en los territorios españoles de va-
rios sujetos emigrados de Cartagena 332
Lista de los individuos do que traía la Circular precedente 332
305. (a. v.) Circular del Vi rey Don francisco de Montalvo por la que
pide ciertos datos sobre el oslado general de las Provincias, á
i — — i i i*
808. (b. n.) Exposición del señor Doctor Juan Fernández de Sotoma-
yor y Pi>:on, publicada en Bogotá en 1S25, do la que se inserta
lo relativo á los servicios prestados por este eclesiástico, y ú los
hechos históricos de la Provincia de Cartagena de Indias 344
Capitulo 1.°—Carreras literaria y eclesiástica, comparadas con las
del Doctor Ramon Eguignren 345
Capitulo 2.°—Carrera política 350
Capítulo 3."—Actos do las oposiciones á las Canongías Peniten-
ciaria y Doctoral; comparación de estos últimos coa los del se-
ñor Doctor Eguignren 358
Capítulo 4.°—Contestación al impreso publicado en Cartagena en
linos del año de 1817, que copia á la letra el libro del señor
Eguignren 358
Conclusion 3G1
Documento 2.° 361
Documento 5.° 3(32
Documento C.» 363
309. (b. n.) Documentos lomados do la " Exposición de José Fernán-
dez Madrid á sus compatriotas, sobre su conducta política desde
M de Marzo de 1816." 364
Atestación del señor José María del Castillo, Presidente del Con-
greso al tiempo de hacerse la elección de Presidente de las Pro-
vincias Unidas de la Nueva Granada en el señor Fernández de
Madrid 3C5
Atestación del Doctor Juan Fernández de Sotomayor, Diputado
que fué del Congreso de 1816, Canónigo Doctoral de la Catedral
metropolitana de Bogotá, y lícetor del Colegio Mayor de Nuestra
Señora dclPosario 370
Atestación del Coronel Simon Burgos, Olicial del " Regimiento
Fijo " de Cartagena el 4 do Febrero de 1811 372
310. (b. n.) Peprescnlacion do la Keal Audiencia, en que expone
al Consejo los inconvenientes que so derivarán por su traslación
ÍNÜICE. 559
Páginas.
de Cartagena í'i Santafc 373
811. (a. v.) La Real Audiencia relaciona al Consejo las iniquidades
cometidas en el Reino por la autoridad militar 37-4
312. (a. v.) El Viroy Don Francisco de Montalvo avisa » la Corte de
Madrid haber ordenado la devolución do uua balandra de Haití,
por los motivos que expresa 375
313. (a. v.) Cesación del Y i rey «le la Nueva Granada, Don Francisco
de ¡Montalvo, en el ejercicio do sus funciones, siendo reemplaza-
do en el empleo por Don Juan Saman» 376
314. (a. v.) Documentos que revelan las iniquidades de las autorida-
des militares españolas, cometidas en las poblaciones do la Nueva
Granada en los aüos de 181 5 ú 1819 377
815. (b. n.) Nueva Granada. (Artículo extractado del periódico The
Times del 5 do Julio de 1810.) 381
416. (b. n.) Representación dirigida desde Cartagena ni Rey do Espa-
ña, por el Fiscal de lo civil y Real hacienda de la Audiencia do
Sa uta fe de Bogotá, sobre las causas que han influido en la perdi-
da del Nuevo Reino de Granada, c indica los medios que facili-
taria» su restauración 383
317. (b. n.) Rasgo digno de los tiempos heroicos da Grecia 389
318. (b. n.) Salida del puerto de Honda (en el rio Magdalena) de la
flotilla republicana 390
319. (b. n.) Llegada de la Flotilla republicana al pueblo de " San
P a b l o " do la Provincia do Cartagena de Indias 390
320. (b. n.) Combato do Zaragoza, verificado el 22 do Octubre
de 1819 390
321. (b. n.) Ocupación de la ciudad do Simití por fuerzas repu-
blicanas 391
AÑO DE 1820.
322. (b. n.) Combate verificado en el '* Peñón de Barbacoas " (río
Magdalena) 391
323. (b. n.) Relación de las alhajas de la iglesia de " Simití " que
ha entregado el Teniente Coronel José Carvajal, que encontra-
ron sus soldados en poder do los enemigos, en la acción del 23 do
Enero on el " Peñón do Barbacoas" 392
324. (b. n.) Combato librado á inmediaciones del pueblo do Chiri-
guaná 392
325. (b. n.) Ocupación del pueblo de " E l P e ñ ó n " por las fuerzas
republicanas al mando del Comandante llcrmógcucs Maza 393
320. (b. n.) Ocupación del importante punto de " Nechí " por las tro-
pas colombianas, y noticias do otras operaciones militares 394
Acción do " L a Mojan»." 395
327. (b. ii.) Alocución del Gobernador de la plaza do Cartagena de
Indias, Don Gabriel de Torres, à los habitantes de la Pro-
vincia 395
328. (b. n.) Ocupación do "Mompox" por las fuerzas colombianas, y
victoria alcanzada por Ó6tas sobre las realistas el 27 do Junio de
182U en « Tenerife.": 396
329. (b. n.) Proclama del Gobernador do 1» plaza do Cartagena do
Indias, Don Gabriel de Torres, a los cartageneros •. 397
330. (b. n.) Cartas del General Francisco de P. Santander, Viccprcsi-
átiO ÍNMCIí.
Páginas.
denlo i l l iVparlamenlo ilc Cundinamarca, ú los Comandantes
de las fuerzas republicanas llcruiógcncs Maza y José Alaria
Còrdova, sobre las operaciouc? «l-l l»aj«» Magdalena 398
331. (b. n.) Bloqueo y asedio do la plaza de Cartagena por una Divi-
sion del Ejército colombiano al malulo del Comandante en Jefe
Coronel Mariano Montilla 390
Correspondencia interceptada.—Caria del Gobernador de Carta-
gena, Don (¡abriol de Torres, al Gênerai Don Pablo Morillo 400
Oficio del Comándame español de artilleria Don Ignacio JJo-
moro, dirigido al Mariscal do campo Dmi Pedro líuiz de
Porras T 401
332. (1>. n.) Nota por la cual so recomienda al Gobierno de Cundí-
nnmarca á los Oficíale* Corral y Còrdova, por su brillante com-
portamiento en la aceion de " La Mojana " 403
333. (b. n.) Hl Almirante Luis Urion participa al Gobierno de Cundí-
namarca bailarse en comitnicaciuii con los Jotos de las fuerzas te-
rrestres colombianas 403
331. (b. n.) Proposición del General del Ejercito español expedi-
cionario do Costa-Jimio. Don Pablo -Morillo, para ajustar la
paz 403
335. (b. n.) Contestación del señor Comandante general del Ejercito de
la Costa al General Don Pablo Morillo 400
33C. (b. n.) El Presidente de Colombia, General Simon Bolívar,
participa al Vicepresidente del Departamento de Venezuela que
lia encontrado entusiasmo y opinion favorable ¡i la Repú-
blica en los pueblos de las Provincias do Cartagena y Santa
Marta ..' 40S
337. (a. n.) El Comandante Jnmi Antonio Gutiérrez do Piñén./, avisa
al Gobierno de Cundinamarca la salida de tuerzas do Mompox,
y los triunfos obtenidos por estas en la Provincia de Santa
Marti 400
338. (b. n.) Projjosicioncs del Gobernador de la plaza de Cartagena,
Don Gabriel de Torres, para acordar una conciliación 410
Olicio del Gobernador de Cartagena al Libertador Presidente de
Colombia 410
Otro olicio del mismo Gobernador pant cl Coronel Don Mariano
Montilla 411
Respuesta del Coronel Montilla al Gobernador de Cartagena 412
Contestación del Libertador Presidente al Gobernador político y
militar do la plaza do Cartagena 112
Otro oñcio del Gobernador de Cartagena para el Libertador 413
Contestación del Libertador al olicio anterior 414-
Olicio del Jefe superior politico y militar de Cartagena al Gene-
ral en Jcfo do los Ejércitos disidentes de la Nueva Granada 414
Ultima contestación dada al Gobernador Torres por el Ayudante
general del listado Mayor General, á nombre del Libertador 415
339. (a. ti.) Nota del Corone) Uamon Xonalo Guerra, por la (pie ma-
nifiesta al Gobierno do Ciindinamarea quo lia sido destinado á
servir la Comandancia de Mompox 41(5
810. (b. n.) Olicio del Libertador al Comandante Don Francisco
Doña, en que lo bacc una propuesta de la mayor importancia.... 417
341. (b. n.) Alocución del Gobernador español de la plaza de Carta-
gena de ludias á los militares (pie la defienden..... 417
ÍNDICK. 5()1
Páginas.
342. (b. n.) Parle del Regimiento de Leon sale de Cartagena, desem-
barca en " Cospiquc " y sorprendo las tropas sitiadoras acantona-
das en Turbaco el l.° de Septiembre '118
818. (b. n.) Sorpresa cansada á la< tropas colombianas acantonadas en
Turbaco y escaramuza bullida f>n ••' OWpiquc " '110
344. (b. n.) Kl Coronel Mariano Moni-illa reconviene á Don Vicente
Sánchez Lima por ciertas expresiones usadas en una Proclama de
este Jefe realista 119
845. (b. n.) Destrucción de la guerrilla realista de Fardo y otras -120
34(5. (b. n.) Escaramuza habida en " Cospiípte "' entro las fuerzas si-
tiadoras y las sitiadas 420
317. (a. n.) Oficio del Comandante do armas de Mompox en que avisa
al Gobierno de Cundinamarca de algunas operaciones y medidas
adoptadas .• <120
318. (b. n.) Nota del Comandante de armas de Mompox, en cpie par-
ticipa algunas noticias al Gobierno de Cundinamarca '121
349. (b. n.) Noticia de las operaciones de la columna de la Division
colombiana, ejecutadas en la Provincia de Santa Marta 422
350. (b. n.) Combate en 1: Codo " y derrota do las fuerzas realistas al
mando de Don Vicente Sánchez Lima 423
351. (b. n.) Ocupación do " La Barra *' y de " Pueblo-viejo " por las
fuerzas sutiles colombianas '125
352. (b. n.) Combate y toma del pueblo do " San Juan de la Ciénaga "
por las fuerzas colombianas 426
358. (b. n.) Proposición del Cabildo de Santa Marta, de suspension
de armas para ajustar una capitulada»» 428
Contestación del Coronel José María Carroño 428
354. (b. n.) Detall del combate que tuvo lugar en el pueblo de " San
Juan de la Ciénaga." 429
355. (a. n.) El Gobernador politico y militar de Mompox da cuenta
al Gobierno de Cundinamarca de las operaciones emprendidas
sobre Ocaña 481
356. (a. n.) Piezas oficiales relativas al reconocimiento de Colombia
por las fuerzas realistas acantonadas en " Guamal." 432
357. (*•) Carta particular del Coronel Mariano Montilla dirigida al
Libertador, en que lo habla de las operaciones militares que
tiene á su cai-go 434
358. (b. n.) Circular con que el Vicepresidente del Departamento de
Cundiniimarca transmite los Tratados celebrados sobre Armisticio
y liet/alarizaeiondo la guerra, á los Jefes encargados de las ope-
raciones militares '136
359. (b. n.) Fragmento de la Memoria presentada al 'Vicepresidente de
Cundinamarca, General Francisco de Paula Santander, por el Se-
cretario de Hacienda y Guerra, Doctor Alejandro Osorio, ¡i fines
del año de 1820 '. 437
ANO DE 1821.
Página 27, linca 14, dice: del Snbjctc del Estado Mayor, General Juan
Salvador Narvácz ;—léase: del Subjefe del Estado Mayor general, Juan Salva-
dor de Narvácz.
Página 41, linea» 30 y 37, dice: en vista del ejemplo;—léase: en vista
del ejemplo, &.*
Página 44, linca 42, dice: que no esmayen;—léase: que «o desmayen, &.°
Página 61, linca 6, dice: Manganguc;—léase: Mayangué.
Página 66, linca 30, dice: dcste el primero;—léase: desde el primero, &.n
Página 67, linca 45, dice: Abril 20 de 1819;—léase: Abril 20 de 1815.
Página 68, linca 9, dice: Don José Gillon—léase: Don José Guillen, &.ft
Página 74, linca 30, dice: que yo me me separarla—léase: que yo me se-
pararía, &.*
Página 85, linca 46, dice: Brigadier Luis de Porras—léase: Brigadier
Ruiz do Porras.
Página 109, línea 42, dice: prisionero en la acción de Chima—léase: pri-
sionero después de la acción de Chima.
Página 170, línea 49, dico: en la madruga que precedió al dia once—
léase: en la madrugada, &.a
Página 172, última linea, dice: (N. del T)—léase: (N. del E.)
Página 187, líneas 35 y 36, dice: al Gobierno provisional de Cartagena,
&.*—léase: al Gobierno provincial de Cartagena, &."•
Página 204, linca 84, dice: batida su izquierza, &.tt—léase: batida 6u iz-
quierda, &.*
Página 205, línea 16, dice: lo que coutestó a mi anterior, &.*—lease: lo
que contestó á mi antecesor, &.ft
Página 205, linca 29, dice: y los meses sucesivos de ésta, &."—léase: y
los meses sucesivos de éste, &.*
Página 206, linca 32, dice: un clima insabible—léase: un clima insalubre.
Página 212, línea 33, dice: obligaciones en el que constituyo su encargo—
léase: oblignciones en que le constituye, &.ft
Págiua 212, línea 41, dice: si lo yo hubiera podido enviar—léase: si yo lo
hubiera podido enviar.
Página 223, línea 19, dice: do Arroyo Hondo,—(así está en el original);
pero léase: de Arroyo Grande, &.A
Página 223, línea 39, dico: victorias do China, Barú y el Estero,—léase:
victorias de Chima, Barú, &.R
Página 423, línea 21, dice: Hoy á las diez de la mañana ha alcanzado la
Division de Lvna,—léase: Hoy á las diez do la mañana he alcanzado, &."