Documentos para La Historia de La Provincia de Cartagena de Indias Hoy Estado Soberano de Bolivar en La Union Colombiana Tomo Segundo

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DOCUMENTOS

PARA. LA

HISTORIA DE IA PROVINCIA DE CAETA&ËNA

HOY E8T4DO SOBERANO DE BOLIVAR,


EN LA

UNION COLOMBIANA.

TOMO SEGUNDO.

BOGOTÁ:
I m p r e n t a de M e d a r d o Rivas-
18 8 3..
DOCUMENTOS
PARA LA

IllSMIA DE l i PROVINCIA DE CARTAGENA DE INDIAS.

AJSTO D E 1 8 1 5 . *
CCXXX,
. f l J P R E ï E H N S I Q J N ' de un bongo nombrado "Gallinazo," de las fuer-
zas sutiles del Estado de Cartagena.

SKSOH CAPITÁN GENKIIAL:

Dirijo á U. S. ol parto quo mo lin remitido el Comandante de Pi-


vijai, Don Narciso Vicente Crespo, de haber apresado Don Francisco Vi-
riles un bongo á los enemigos en el Magdalena, armado de un canon del
calibro de á 1, dos pedreros y los demás efectos que constan en el adjunto
estado, cuyo conocimiento lo pongo en la superior atención de U. S., re-
comendando á Dun'francisco Viruea y demás que le acompañaron en esta
acción, ocurrida en 2 del corriente, suplicando á U. S. ponga esto acon-
tecimiento en noticia do Su Majestad, si así lo creyere conveniente.
Dios guardo á U. S. muchos años—Santa Marta, 10 do Enero do
1815—PfiDRO lluiz DE PÓKRAK—Señor Capitau gonoral dol ltoino.

ESTADO que manifiesta las piexns de artilleria y municiones apresados en el bongo


" Gallinazo," que lo fué el 2 del corriente en el rio Magdalena.
Un cañón del calibre de á 4, con su cureña do marina—Dos pedre-
ros—Treinta y nueve balas de dicho cañón—Cuarenta y ocho tarros do
metralla—Cuarenta y ocho cartuchos para el cañón y los pedreros—Dos
fusiles—Cuatro lanzas—Zapaynn, 4 de Enero do 1815.
i: :
FRANCISCO VIRUES. '
Muchos documentos correspondientes á los heclios verificados en este año se en-
cuentran insertos y pueden ser consultados en el Tomo XIV de las "Memorias del General
O Lcary edición de Carácnsde 1881; y en el Tomo IV de los "Documentos parala lüstori¡>
«le la vida pública del Libertador de Colombia, Peni y Bolivia," edición de Caracas 1S77,
L·l parte no se copia, porque no se lia hallado.
(N. del E.)
d DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

Número 238.

Enterado do la acción de haber apresado un bongo con un cation


de calibro do a 4, en el rio Magdalena el subteniente Don Francisco
Virnes, con los demás portrechos que señala el estado que remito, de que
me trata U. S. en su número 10; dará U. S. las gracias á dicho Viriles
en mi nombre, y lo manifestará al mismo tiempo que á su debida oportu-
nidad daré cuenta do su acción á S. M.f y también de lo mucho que lo
ayudó á su logro el valor del condestable de brigada Don José Martínez,
á quien igualmente dará U. S. las gracias.

Dios <fcc.—Santa Marta, Enero diez de 1815.

FRANCISCO DIC MOKÏAI.VO.


Señor Ciolic.vnndor de la Provincia.

©î/'ii.TlS'^.iDî.'OST de la ciudad de Ocaña por las fuerzas al mando de Don


Ignacio de la Rus.
I.

Después de mi salida de Chiriguavá no me ocurrió novedad hasta


ol 27 en la noche, que habiendo llegado á marchas forzadas al " Potreri-
Ilo," hacienda distante del pié de la cuesta, nueve leguas, hice reconocer
á las nuevo do la noche aquella posición, pues siendo llave do dos cami-
nos, y empezando ya la subida, creí estuviese ocupada, si como todos me
afirmaban, trataban de defenderse los enemigos. Electivamente la halló
ocupada, y como las tropas insurgentes no pasaban de ciento cincuenta,
á ciento ochenta hombres de fusil, y eran varias las avenidas que teniau
(pie cubrir, determiné, conocido el objeto de sostenerse, hacerles creer
(pie pensaba pasar por las cuestas nueva y vieja, y contrnmarchar para
entrar por la do " Pueblo nuevo" que aunque casi intransitable, nos pro-
porcionaba la ventaja de libertarnos de una subida de tros leguas, cuque
1:14 posiciones que podían ir ocupando y las ningunas ventajas de nuestro
ataque, lindan nula nuestra superioridad de fuerzas. Tara ello hice avan-
zar lotía la Division á sostener á la compañía de granaderos, que á viva
fuerza le ouL'iié ocupase á " María Orliz : ': á pesar de ser las once de la
noche, fué desalojado el enemigo, que con cuarenta hombres parapetados
la ocupaba, y llegada que fué toda la Division, alejado el enemigo más
de media legua, emprendí la contramarcha, y á la oración del dia 2S mo
bailaba situado en el alto de la cuesta de " Pueblo nuevo," habiendo ca-
minado la tropa por breñas y montes en dos (lias, sin comer, más de diez
y seis loguas.
A las doce de ayer (20) me situé en cí Pueblo nuevo" y supe que c).
enemigo creia que me habia retirado, por lo que á las dos emprendí la
marcha á la ciudad (0«t««), llevando yo la ventaja do dominar. A las
cuatro y média fuimos vistos del enomigo, que me amagó el flanco h-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 5

quicrdo, y cargado por mis guerrillas, se bajó á unos cerros que circun-
dan la ciudad, donde hizo una tenaz resistencia hasta perder el terreno
ca.-a por casa; una pieza de á 3 (pie tenia en la plaza cayó en nuestro
potior ¡i la bayoneta, y dispersos abandonando pertrechos y cuanto tenían,
siguieron el camino de Ctícula. Lo hice perseguir más de inedia legua;
poro el cansancio y el hambre de mis tropas me decidieron :i abandonar á
su suerte los restos miserables que huian, hasta esta tarde que he enviado
cincuenta y cinco hombres en m persecución.
La pérdida del enemigo ha sido bastante, pues hemos encontrado
varios cadáveres por el camino, y llenas de sangre las calles; 20 prisione-
ros, la pieza de artillería, cuatro"mil cartuchos de fusil y dos mil piedras
de chispa, con cuantos tiros de cañón tenían. Nosotros hemos teni-
do muertos al Subteniente .Don Manuel limeta y dos soldados, y heridos
al l'a pilan Don José María Farelo y otros dos soldados.
Todos han cumplido perfectamente su deber: nada me han dejado
que ilesear, tanto cu las largas y penosas marchas que se han hecho, como
en las dos acciones (pie hemos sostenido.
Lo participo á U. S. para su inteligencia y satisfacción, y que lo
ponga en noticia del seílor Capitán general, con el mismo objeto.
Dios guarde ú U. S. muchos años.

Cuartel principal de Ocafia, 30 de Enero de 1S15.

IGNACIO DE LA R U S .

Señor Gobernador Comnndanto general de la plaza y Provincia de Santa Marta,

II.

DON IGNACIO DE LA R U S ,
A todos los habitantes de esta ciudad y su jurisdicción, hago saber:
que respecto á hallarse este pueblo en poder de las armas de S. M., con-
siderando que con la emigración easi general de los vecinos se halla en-
teramente desorganizada, ordeno lo siguiente:
.1." Que vuelvan á sus hogares todos los vecinos que no hayan toma-
do las armas, para gozaren tranquila posesión do sus bienes y haciendas,
en el término de seis dias, pues de lo contrario serán embargados y. apli-
cados al Heal Fisco.
2." Que lo ejecuten igualmente los que han fugado, por haber obte-
nido algun empico público ó militar por los enemigos, en igual término;
en la segura inteligencia de (pie si lo ejecutan, serán olvidados sus ante-
riores yerros, como comprendidos en el indulto que S. M. ha mandado
publicar para sus Americas con fecha de 24 de Mayo.
3." Que los vecinos de los pueblos inmediatos y todos los demás de
las haciendas, estancias, Sic. que conducian víveres para el abasto de esta
ciudad, sigan con la misma puntualidad, bajo seguro de que nadie los in-
comodará, y en la inteligencia que de no ejecutarlo, pasarán mis tropas á
los campos, y harán lo que previenen las leyes de la guerra con los ino-
bedientes.
6 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA

4.° Quo cl Cabildo .so componga de los individuos siguientes, reser-


vándome yo el mando político: para Alcaldes ordinarios, Dun Martin
Vila y Don Tomas Peinado; para Regidores anuales, Doctor Don Aqui-
liuo Jácome, Don José Gregorio Sánchez, Don José Jácome, Don José
Núñez, Don Sebastian Nieto y Don Gabriel Portillo; ¡¡ara Procurador
general, Don Martin Portillo; para Comisarios de barrio, Don Pedro
Guerrero y Don Antonio Amaya; para Alcaldes do la Santa Hermandad,
Don Manuel Portillo y Don Ignacio Cabrá les; y para GHcial real, el de
la Division, Don Ignacio Sánchez.
5.° Quo los Alcaldes de los pueblos de la jurisdicción vengan inme-
diatamente á prestar el juramento de fidelidad á nuestro amado Monarca,
en la seguridad de que. si lo ejecutan y cumplen, serán olvidados sus an-
teriores yorros y tratados sogun la nueva conducta que observen.
6.° Quo los individuos empleados reglarán el ejorcicio de sus fun-
ciones á lo prescrito por los reglamentos establecidos el aíío de 1808, por
ser así la voluntad do S. M., según Peal orden de ]5 de Junio del año
próximo pasado.
7.° Que cuantos individuos sean deudores á la Peal Hacienda, se
presenten á demostrar sus documentos en el termino de ocho dias ante el
Cabildo, en la inteligencia de que averiguado que no lo han ejecutado,
pagarán el triplo.
8.° Cuantas armas do fuego, pertrechos, municiones y demás útiles
do guerra so hallen on esta ciudad y su jurisdicción, serán entregados al
2.° Comandante do la Division, Capitán Don José Manuol Paz, en ol
término do ocho dias, y el quo los ocultare sorá castigado con pena do la
vida.
Pubb'quese, circúlese y fíjese en los parajes acostumbrados y en los
pueblos de la jurisdicción por el Ayuntamiento de esta ciudad, dándomo
parto do haberlo así ejecutado, para que nadie alegue ignorancia.
Gcaña, 30 do Enero do 1815.
IGNACIO DE LA Piá.
III.

HABITANTES DE ESTA CIUDAD: La Divina Providencia ha puesto en


manos de su legítimo Key y Señor esta parto de la fiel Provincia de
Santa Marta, librándola del yugo inicuo que la oprimia: sus mismos her-
manos la han libertado. Habéis visto la conducta de mis tropas; ellas, sin
embargo do haberse apoderado déla ciudad, casa por casa, no han moles-
tado á los vecinos que so quedaron tranquilos à esperar las tropas reales.
La ley de la guerra llio autorizaba á que hubiese dejado á mis soldados
(pie vengasen la sangro que han derramado en sus calles; pero sensible á
las ideas do humanidad, y exacto en el cumplimiento de las órdenes quo
tengo del señor Capitán general dol Peino, para evitar cuanto me sea
posible la efusión de sangre y la ruina do Jos pueblos, he sujetado su
ardor, y ellos, tan valientes como generosos, han obedecido cumplidamen-
te mis órdenes.
HABITANTES: Volved á vuestros hogares y estad seguros de que
nuestro legítimo soberano el señor Don Fernando VII solo desea la tran-
quilidad de sus Americas: que su primer cuidado ha sido, después de to-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. (

mar las riendas del Gobierno de su Reino, el conceder indulto general á


tocios los que han tenido parte en el trastorno y destrucción do estos do-
minios. Su paternal corazón solo aspira á consolar á sus lujos y reme-
diarles durante sn reinado las desgracias que han sufrido. Abandonad
esas efímeras banderas, esos grados y empleos aéreos. Desimpresionaos
de que esta es una lucha exterminadora, americanos, y acogeos á su real
piedad. Yo os prometo, á nombro do mi Jefe, observar religiosamente
cuanto S. M. ordenó con fecha de 24 de Mayo. Nadie será molestado:
vidas y propiedades seguras; lo pasado olvidado siempre que os presentéis
en el plazo señalado. El que no haga resistencia á las fuerzas de S. M.
viva tranquilo.
Ocaüa, 30 do Enero de 1815.
IGNACIO DE LA R U S .
IV.
Adjuntas van copias de la proclama, bando y órdenes que he dado
desde mi llegada ú ésta, las que son en concepto al estado en que he en-
c-onlrado los pueblos del tránsito y la ciudad, esperando sean de la apro-
bación tie U. S. y del señor Capitán general, y también el haberme que-
dado por ahora con el mando politico, en razón á que todos han fugado,
y me veo en la necesidad de ejercer todos los empleos.
Dios guarde á U. S. muchos años.—Ocaña, 30 do Enero de 1815.
IGNACIO DE J.A RUS.—Señor Gobornador, Comandante general do la
plaza y Provincia de Santa Marta.

V.
Número 271.
He visto los partes originales que ha dirigido á U. S. mi Ayudante
Don Ignacio de la Rus, Comandante de la expedición del Sur dó esta
Provincia, sobre la gloriosa acción y toma de la ciudad de Ocaña, aunquo
con la sensible perdida, por nuestra parte, del bizarro subteniente Don
Manuel de Uructa y dos soldados más, habiendo sido muy considerable
la del enemigo.
En consecuencia manifestará U. S. á La Rus lo complacido que he
quedado por su buen dxito y puntual cumplimiento de mis órdenes, dán-
dole las más cumplidas gracias, á nombre del Rey nuestro señor, por este
desempeño, y encargándole al mismo tiempo las dé él también á nombre
del Rey y mió á los heridos y á su valiente Division, por haber sabido
comportarse eon firmeza, intrepidez y disciplina, hasta conseguir la vic-
toria, cuyos méritos no olvidaré y sabré compensar elevándolos al sobe-
rano conocimiento de S. M.
Asimismo deberá U. S. prevenir á La Rus, que persuadido como lo
estado las grandes ventajas que van á resultar do la ocupación de Ocaña,
procuro sostenerla á lodo trance y obrar conforme á las órdenes que por
separado comunico.
Dios guardo á U. S. muchos años.
Santa Marta, 11 de Febrero do 1815.
c. » „ , FRANCISCO DE MOXTALVO.
honor Gobernador ile csi.i Provincia.
8 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

VI.
Número 27 3.
Encargue IL S. ;i Don Ignacio de la Rus, dedique su atención á la
recolección de anises y tabaco de que carece esta capital, y que su envío,
dando aumento y creces á los ramos estancados, nos proporcionará los
fondos que necesitamos. Que uno do los méritos más apreciables hoy dia
para con el Ministerio es el contribuir todos al restablecimiento de las
rentas, porque dependo do ello el pago do las urgentes obligaciones del
Estado.

Dios guardo á U. S. muchos años.—Santa Marta, 14 do Febrero de


1815.—FRANCISCO DE MONTALVO.—Señor Gobernador do esta Provincia.

VIL
Número 27 4.
Diga U. S. á Don Ignacio de la Rus, que apruebo haya reunido al
mando militar el político, por lo quo respecta á la jurisdicción de Ocaña,
y las medidas que ha tomado para el restablecimiento del orden y admi-
nistración de justicia.

Dios guardo á U. S. muchos años.—Santa Marta, 14 do Febrero do


1815.—FRANCISCO DE MONTALVO.—Señor Gobernador do esta Provincia.

VIII.

Ocaña, 31 de Enero de 1815.


SKÑort CANTAN CF.NEJUJ,.

Mi más venerado General: Por mis oficios al señor Gobernador verá


U. S. mi feJiíí entrada en esta ciudad, quo es más dificultosa do lo que so
piensa, pues por cualquier parte quo quiera ontrarso por la parte del
Norte, hay quo subir tres leguas do cuesta seguida. A mi salida de Sima-
va tomé el camino do la parroquia, y luego á una legua de la población
corté á coger el del Puerto .Real, A donde entré por la noche, con el objeto
de ver si los sorprendía y ¡ne hacia á algunas barquetas; pero ni una sola
encontré y los vecinos ha bin n fugado: al amanecer del siguiente dia seguí
para Aguachica y maniobré según dice el oficio, no teniendo que agregar
más sino que he logrado tener una regular Division. La caballería la
tengo en " Cascajal," pues no podia pasar por donde lo demás do la tropa.
No sé lo que habrá sucedido en dicho sitio.
Todo lo demás lo sabrá U. S. por los citados oficios, y por la adjunta
carta que en el camino recibí del Guama), por cuyos antecedentes podrá
LI. S. resolver lo quo le parezca sobre lo que pido.
Orco, mi General, haber cumplido parle de lo que U. S. me ordenó,
y solo deseo poder con igual eficacia y felicidad ejecutar cuanto U. S.
me ordene, pues solo espera recibirlos su afectísimo subdito y servidor,
q. b. la m. de U. S.
IGNACIO DK LA L U S .
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 9

IX.

Estando on actual disposición do recoger la gente que lia do seguir


para ese canton, llegó chasqui del Director do la guerra de Monipox, con
el pliego que copiado ú la letra dice así:
" Lo creo á usted bastante impuesto,por el conductor de esta, de los
<(
medios de conciliación, buena amistad y a I ¡ama con que constantetnen-
" te lie procurado estrechar los vecinos de esc sitio con los de toda esta
" plaza y su departamento, teniendo siempre en consideración así la buo-
" na acó»ida (pie recibieron los vecinos últimos en los lugares de ustedes,
<!
cuando su emigración por los acontecimientos del año de diez con Car-
" tahona, como porque todos somos hermanos, descendemos de unos mis-

mos padres y componemos una sola familia americana. Para esto, pues,
" fue el objeto do mi instancia con el portador á fin que trabajase con
" usted en (pie se prestase á una confianza ó conferencia verbal, nocturna
" y reservada, que asegurase á usted de toda sospecha de infidencia entre
" Jos suyos, y nos pusiese á ambos en aptitud de obrar en su beneficio.
" Dígame si se halla en igual disposición, y en tal caso avíseme del dia
" asignado al vecindario todo do su cargo, que logrado no solo tendrán
" puerto abierto á sus mercancías y frutos, con que ocurrirán á su dcs-
" nudez y miseria, sino quo será tratado y mirado en cada uno de sus
" individuos, como el más íntimo de nuestros amigos y compatriotas.
" Dios guarde á usted muchos años.—Mompox, Enero 18 de 1815.
"Postdata. Apresure usted en la resolución, si como lo creo ama
" usted ese pueblo y quiere sean respetadas sus propiedades y las do ustod,
" pues el conductor le impondrá, además, de la grande fuerza y tropas
" que han llegado hoy y se esperan do un dia á otro, al mando del señor
" General Bolívar, con el objeto do libertar á nuestros hermanos do Saü-
" ta Marta.
PANTALKON GERMAN RIUON.

" A l Alcalde de Guamal, ciudadano Pedro Juan Tinoco—ausente, a


" su poder."

Por cuyo contenido verá usted que so nos aproxima muy pronto
invasion, y por tanto he suspendido la expedición, y lo traslado á usted
para que se sirva ¡i la mayor brevedad darnos los auxilios necesarios ú
resistir cualesquiera asaltos que se intenten, c ¡lustrarme lo que deba ha-
cer en tal caso, para que caminemos de acuerdo, como está mandado por
la superioridad.

Nuestro Señor guardo á usted muchos años.

Aprisco del Hoyo, Enero 22 de 1815.

PEDRO JUAN TINOCO.

.Señor Comandante Dou Iguacio de la Itup.


10 DOCUMENTOS PAUA LA HISTORIA

X.
Número 269,
He visto el original que Pedro Juan Tinoco escribió á Don Ignacio
do la Rus, con fecha 22 del pasado Enero, en que le insería la carta que
Pantaloon German Ribon lo habia dirigido, proponiéndole una conferen-
cia nocturna y reservada aun do los mismos vecinos del Guamal, para
quo enterado de sus fraternales proposiciones y de lo que el mismo con-
ductor le manifestaria, so uniesen á la dirección y Gobierno de Mompox,
añadiéndole en postdata la fuerza con que so hallaban y la que esperaban
aumentar, para intimidarlos por esto ridículo medio de la deslealtad.
Los vecinos del Guamal, que se han mantenido por seis años fieles
al Rey nuestro señor en su ausencia, resistiendo por la fuerza cuantas
veces han sido invadidos; que han perdido sus bienes muchos de entro
ellos, y que sin grandes auxilios tienen el honor de conservarlo limpio
on medio de la desnudez, creyó Pubon simplemente que podria hacerlos
variar de sus principios honrados, al tiempo mismo que se halla S. M. en
pacífica posesión de la Península, quo solo trata de preparar fuerzas
correspondientes para todos los puntos de América que se resistan á im-
plorar su clemencia, y con ellas so reparen los daños quo han causado
en sus vasallos, cuatro miserables deslumhrados por su orgullo en soste-
ner y conservarlos mandos que ellos mismos so han creado, engañando
á- los incautos pueblos. Ciertamente quo Ribon so hace el quo desconoce
las circunstancias en que so encuentra, g^F* y que se le acerca el momento
fatal de dar cuenta de su proceder.
La fidelidad do Tinoco en la comunicación que ha hecho al Gobierno
do esta correspondencia, la he aprobado, y en prueba de ello tengo la con-
fianza de encargarle conteste á Ribon reservadamente: que deseando
servirlo y correspondería como hermano y buen cristiano, le aconseja
trate do asegurar las vidas y los bienes, tanto suyos como los do la juris-
dicción de Mompox, sometiéndose y reconociendo á un Rey que antes
juró, y tan benigno que á toda la Monarquía ha encantado por su justi-
cia: que le aconseja reflexione su situación, para quo comprenda ol gran-
de servicio que le hace en ofrecerse por mediador para con el señor Ca-
pitán general, quien por la estimación quo hace do su persona, creo
atenderá y aprobará su paso, que solo se dirige á quo no experimento él
y Mompox las resultas contra unos subditos (pie hacen armas contra el
Rey y señor que antes juraron, cuyo tiempo y época no está muy lejos;
y que si para tratar de esto gusta pasar al Guamal, le da su palabra do
honor do seguridad, que deberá cumplir exactamente. Comunique U. S.
á Tinoco oste oficio, para que arregle á él la contestación quo debe dar íí
Ribon, daudo á U. S. aviso de su recibo y resultas.

Dios guarde á U. S. muchos años.

Santa Marta, 13 de Febrero de 181 ó.

FKANX'ISCO DR MON'TALVO.

Señor Gobornn'.lor de esta Provincia.


DE LA PROVINCIA JDE CARTAGENA. II

ccv.
Ï V Z B B Ï S S A S preparatorias tomadas por la Capitanía general de la
Nueva Granada, para la defensa de la Provincia de Santa Marta, con
motivo de los proyectos del General Simon Bolívar y otros insurgentes.

I.
¿(vinero 36.
SESOII CAPITÁN GKKEKAL:

En cumplimiento de mis deberes y por la generalidad de noticias


que corren de poder ser atacada próximamente esta plaza y Provincia
por ol traidor Bolívar, asegurándose liará su entrada por Chirignanú, lio
formado el adjunto extracto de los partes oficiales que por su lecha me
ha dado el Comisionado de Piulo, Don Diego" Sauras Villamil; los quo
prestarán á U. S. conocimiento del estado de las cosas todo en confor-
midad do la conferencia que hemos ejecutado.

Dios guarde á U. S. muchos años.

Santa Marta, Febrero 9 do 1815.


PEDRO RUIZ DE PÓBRAS.
Sci5or Capitán general del Reino.

II.
Extracto.
En 28 de Enei-o comunica Don Diego Villamil á esto Gobierno,
haber llegado á Mompox 380 hombres del Reino (del interior), cuya no-
ticia se la comunicó Don Francisco de Barcenas, y que Bolívar reunia
más gento y que so esperaba en Mompox por momentos. Barcenas hubo
esta noticia por Plato.
En 29 dol mismo avisa el citado Villamil, desde el " Campo del
clavel," que un mozo que está costeado por Don Francisco Barcenas,
está apostado arriba de Plato, con el objeto de observar los movimientos
que ocurran á la bajada do una barqueta que ha de conducir desde Ma-
yanguil á la mujer de Don Miguel Echandia. So dice quo la barqueta
que estaba con dicho objeto á la boca de Tacumocho, hn dejado dos hom-
bres para que do allí por tierra fueran al referido Magavgué por dicha
señora. Se han vuelto huyendo con la noticia que en aquella ladera
oyeron mucho tropel de gente, como de tropas, dejando los dos hombres
que los habían detenido dos oficiales que allí so hallaban cogiendo
gente.
Incluye Villamil un oficio de los alcaldes do Piulo de fecha 2S, en
que dan noticia siguen para Mompox cuatro champanes cargados de
gente, á las órdenes del Mayor general Ricux, á esperar en aquél á Bo-
lívar, quien dice baja á reunir expedición, para entrar por C/iiriguand,
cuya noticia, expresan los referidos alcaldes, se comunique al Gobierno.
Con fecha '¿ de Febrero avisa el mismo Villamil que á las ocho do
12 DOCUMENTOS PAHA LA IÏISTOIUA

!¡i mañana habian llegado Cosme Alvarez y Marcos de Orosco, individuos


que fueron :'t Magangué á traer la señora de Echandia, y examinados,
dicen no hay otra novedad fjue la reunion de tropas para atacar esla ca-
pital por C/iirigumiá, y que solo se espera A Bolívar para este efecto.
Que en Mompox hay 380 lanudos (individuos del interior"). Esta misma
noticia da desde Magangué ])oña Concepción Campo á su esposo Don
Miguel Echandia, en 1.° de Febrero, encargándole se retire de su ha-
cienda de " Chaparro " y se venga á esta ciudad, pues Bolívar ha de
hacer su entrada por Cldriguaná.

Santa Marta, 0 de Febrero de 1815.


PKDUO IvUI/. DE PÓllHAS.

III.
Número 265.

Es necesario que á la mayor brevedad posible me remita U. S. un


estado de fuerza de cada una de las compañías de infantería de volunta-
rios de Fernando VII creadas en los puntos y pueblos de nuestra ribera
del Magdalena, con expresión del número de armas de fuego quo tenga
cada una y de las que no las tengan.
También se me expresará en cada estado, por nota, la gente que en
cada uno de los puntos hubiere sobrante, después do completas aquéllas,
capaces de tomar las armas, para disponer se aumente la defensa de toda
esta Provincia con caballería, de cuya arma es conveniente usar en esto
momento. Para tomar un conocimiento puntual del número do caballos
que podamos aprovechar, es necesario que por otra nota se me diga el
número do ellos, que pueden tener propietarios los vecinos de nuestra
ladera,)- el que podra recogerse do las haciendas inmediatas, ú fin do
que enterado de todas estas noticias, pueda disponerse lo más convenien-
te á la defensa de esta Provincia y al escarmiento de los rebeldes.
Asimismo se me remitirá el estado de la compañía do Machado,
expresando si se halla completa así de hombres como de caballos. Antici-
po á U. S. este oficio, á fin de que á la mayor brevedad pueda contestar-
me con la puntualidad que le es propia á U. S.

Dios guarde á U. S. muchos años.

Santa Marta, 9 de Febrero de 18.15.

FliAN'CISCO I)g MONTAI.VO.


Señor Gobcrnudor de esta Provincia.
IV.
Número 2G6.

Con esta fecha digo al Gobernador interino de Piohacha lo si-


u
guíente: " Por la goleta ' Rosita' (pie acaba de entrar en esto puerto
" se hau confirmado las noticias que comuniqué á (I. on -1 del corriente,
" oficio número d¿5, añadiendo que ya han llegado á Mompo.r tropas de
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 13

« las que conduco Bolivar, para atacar ol punto do Chiriguaná, seguir ai


" Valle, y dirigirse después por el camino de tierra hasta la Ciénaga y
" estii plaza. El Capitán Don Ignacio de la Rus, Comandante del dicho
" punto de Clárujuaná, lia marchado desde fines del anterior con la Di-
v i s i o n do su mando contra OtuiHa,à fin do ver si so logra tomarla y
"anticiparles esto golpe. Por esto motivo, como aquel punto queda sin
" l a fuerza que sigue á La Uns, y puedo suceder quo los revolucionarios
"aceleren su expedición, os necesario tener preparado un cuerpo que se
"'dirija ni punto que se le ordene en cualquier caso, y á este objeto dis-
" pondrá U. y apremiará doscientos hombres do esos voluntarios, en tér-
" minos (pie oslen lisios para marchar á primera orden.
" Dichos voluntarios los pondra U. á real y medio diario, á reserva
" d e abonarles en ajustes lo demás quo los corresponda por reglamento,
" v serán costeados por esa Provincia de sus fondos reales, y en caso ne-
" cosario pur empréstitos del vecindario, á pagarse por esas cajas, ó por
" éstas do los caudales «lo Panamá.
" Impuesto U. do lo referido, debo abvertir que, para evitar gastos
"anticipados, bastará por ahora que tenga U. designados los doscientos
" hombres y nombrado el oficial do su confianza que los haya de mandar,
"sin acuartelarlos todavía, pues es suficiente que so hallen dispuestos
"para salir al primer aviso/que será cuando sepa que hay mayores fuerzas
"en Aíompox^ ó según lo exijan los movimientos del enemigo."
Lo que transcribo á U. S. para su conocimiento y gobierno.

Dios guarde á U. S. muchos años.

Santa Marta, 9 do Febrero de 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO.

Señor Gobernador do esta Provincia.

V.
Número 267.
Tomada Sania fé por las fuerzas del Congreso, al mando del traidor
Bolívar, y ejecutado por éste el espolio do los caudales públicos y priva-
dos de la capital, deben reunir los enemigos mayor número do hombres
con los medios de mantenerlos, y por consecuencia emprender el ataquo
de que tenemos repetidas avisos sobre esta Provincia, y el paso por Ocaña
y Cuenta á los de Venezuela.
Desch; el mes de Noviembre último he dado y sigo repitiendo las
órdenes más precisas al Mariscal do campo Don Juan Manuel do Cagigal,
dé las .suyas al Comandante Don Sebastian de la Calzada, para quo ata-
que á los enemigos por el interior del Reino; y que con la mayor activi-
dad refuerce con cuatro mil hombres el punto donde se hallo dicho Cal-
zada, con un Jefe de conocido valor y talento que mande el todo, orde-
nándole adelanto sus marchas y so dirija á tomar la capital, ó hasta que
encuentre fuerzas superiores que detengan su marcha, quo procurará en
uicho caso batirlas y vencerlas.
14 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Al mismo tiempo dispuso que mi Ayudante Don Ignacio do la KÜÍ;


xueso al punto de Chirigxuiná ú organizar y doctrinar una Division do
300 infantes y 50 caballos, para que atacase á Oca ña por el flanco y es-
palda, cuando el segundo de Calzada, Don Remigio Ramos, lo verificaso
por el camino de Oúcuta. La actividad do La Rus y los auxilios y pro-
videncias con que U. S. lia concurrido, han contribuido áquo se haya ve-
rificado á satisfacción, y que se baya puesto ya en movimiento esta Di-
vision.
Desde el primero del último Diciembre mande que el Coronel del
regimiento do milicias disciplinadas del Valledupar, Don Salvador An-
selmo Daza, so pusiese en marcha para aquel punto, con el encargo úni-
co de organizar y restablecer su regimiento, reuniendo los dispersos y
previniendo al Ayuntamiento concurriese eficazmente á presentar mozos
robustos y solteros que defiendan sus propiedados y las demás de esta
Provincia; y á esta fecha no ha avisado Daza de los progresos quo haya
hecho, ni remitido á mi conocimiento la menor noticia de la gente con
quo so puede contar. Si U. S. tiene alguna más de la que dio á su arribo,
pásemela; mas si se encuentra en el mismo estado de ignorancia que yo,
prevendrá á Daza lo remita inmediatamente un estado, y en cada correo
lo ropita, de la gento que haya alistado, con el aumento quo vaya tenien-
do en su intermedio, reencargándole los discipline en los dias feriados en
solo cargar, hacer fuego con rogularidad y en las marchas de frente c
hileras, cuya instrucción es la más necesaria por lo quo respectad la parte
de infantería do que se compono el regimiento.
Prevenga U. S. al Coronel Daza que, do la gento que tenga alista-
da, forme una ó dos compañías do las do infantería, con la fuerza do
ciento diez hombres, con sus oficiales naturales, y en caso do que por
cansados ú otra causa de esta naturaleza no se hallon en aptitud de po-
nerso en marcha, podrá nombrar sus reemplazos entre los demás del re-
gimiento do la misma arma, dando parte con las correspondientes listas
á U. S. d la mayor brovedad posible, para que con este conocimiento dis-
ponga se acuartelon, poniéndose á sueldo, y determino el parajo á donde
deban marchar sin la menor detención. Asimismo le ordenará U. S. quo
Don Antonio Buenaventura de la Sierra so oncarguo do la colección do
hombres y caballos para restablecer y formar las compañías do caballo-
ría do que consta el regimiento, previniéndolo U. S. so sitúo cu el " Paso
del Adelantado" ú otro punto cjuo proporcionase abundante forraje para
mantenerlas sin gravamen de la Real hacienda, dando parto cada quinco
dias á su Coronel y d U. S. ele la fuerza que vaya aumentando do esta
arma, que tanto conviene cu este momento.
Provenga U. S. á Daza que los oficiales de las compañías montadas
se pongan d las inmediatas órdenes de Sierra, para que este oficial formo
inmediatamente una compañía, dotándola con sus oficiales naturales, ó
en el modo prevenido para las do infantería. Verificado el complete do
una, procederá d la segunda, y así sucesivamente; dando parte d su Co-
ronel y d U. S. en los términos arriba expresados, para hacerla marchar
al paraje (pío convonga. Para quo no haya embarazo en el pronto arma-
mento do esta nueva Division, dará [J. S. las órdenes más precisas y pe-
rentorias d los Cabildos, Alcaldes y justicias do las ciudades y pueblos do
las respectivas jurisdicciones y distritos, para (pie se entreguen de los
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 15

batos y haciendas y do los particulares los caballos y monturas que se


necesiten y so pidan por Sierra, justipreciando sus valores al entregar
unos y otras y daudo recibo Sierra do su número y precio con el " Visto
Bueno" de Daza, para que se pague oportunamente el importe á sus
dueños. , . . T
Estas prevenciones y las demás quo los conocimientos de U. b. pue-
da hallar con el recto fin do que so apronte & la mayor brevedad esta Di-
vision, las hará sin retraso, para lo cual podrá U. S. disponer se comuni-
quo por chasqui extraordinario.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Santa Marta, 11 do Febrero do 1815.
FRANCISCO DE MONTALVO.

Scftor Gobernador tic esta Provincia.

VI.
Número 276.
Remito â U. S. el adjunto Bando, para su publicación el dia. de
maflana, y quo disponga U. S. por su parto lo domas quo sea conducen-
te A la ejecución do lo que eu él se previene.
Dios guardo á U. S. muchos años.—Santa Marta, 20 do febrero de
1815.—FRANCISCO DE MONTALVO.—Señor Gobornador de esta Provincia.

DON FIUXCISCO DE MONTALVO Y AMBULODI AWUOLA, CASAABANTK, RUIZ DB


ALAUCON Y VALDKSPINO, Caballero dol orden do Santiago, Mariscal de campo de loa
Reales ejércitos, Gobernador y Capitán general del Nuevo Reino de Granada, Superinten-
dente general Subdelegado de la Real Hacienda y demás rentas, y general de la do Co-
rreo», Gobornador y Capitán general en comisión de las Provincias de Venezuela, ico.

A TODOS LOS ESTANTES Y ^MUTANTES DE ESTA CIUDAD.

El Gobierno revolucionario de este Reino, haciendo el último esfuer-


zo, ha comenzado á realizar la expedición que ha tantos dias preparaba
contra esta Provincia, poniendo fuerzas en algunos puntos de nuestro te-
rritorio leal. Las armas del Rey, victoriosas en Venezuela, se disponen
de mi órdon á atacar el Rciuo por el Sur. ¿í Es, puos, preciso quo Ín-
terin so realizan las medidas que he tomado para llamar su atención por
aquella parte, nos preparemos aquí ¡i hacer una completa resistencia, tal
como se ha acostumbrado y es do esperar del acreditado valor y lealtad do
los vecinos do Sauta Marta. Es menester sostener la superioridad quo he-
mos adquirido sobro las forzadas tropas do los enemigos eu tantas acciones
gloriosas que cubron do honor á los soldados dol Rey y á los habitantes do
" Sur de Venezuela y Norte de -Nueva Grauadu,
16 DOCUMENTOS PARA LA IIISTORIA

la Ciénaga, rechazando con vigor esta última tentativa do los rebeldes,


en caso que tengan la osadía de acercarse á aquel pueblo y á esta plaza.
Por tanto, ordeno y mando á todos y cada uno de los españoles y
demás personas estantes en la ciudad, bajo las penas quo en tales casos
son de aplicarse á los qnc no concurran á defender la causa del Rey, so
presenten en el lugar y dia que señale el señor Gobernador de la plaza, á
ser apuntado el que no lo estuviere en las compañías de patriotas ¡i quo
correspondan según sus clases; á cuyo fin, los Capitanes respectivos do
Jas ya alistadas, presentarán las suyas con sus lisias al señor Gobernador
ó al Oficial que comisione; expresando cada uno las armas que tenga,
para arreglar la obstinada defensa á que estoy resuelto, contando con los
valientes esfuerzos de todos. El presente bando so publicará y fijará cu
los lugares de costumbre y demás quo en estas circunstancias tonga por
conveniente el señor Gobernador do la Provincia.

Dado en Santa Marta, á 20 do Febrero do 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO.

VIL
Número 277.

ínterin duren las actuales circunstancias, disponga U. S. quo dos


compañías de voluntarios, la una do patriotas blancos, y la otra do par-
dos libres, con la fuerza efectiva do cien hombres cada una, queden
acuarteladas y á sueldo el dia 1.° del entrante, en cl que pasarán revista
de Comisario en el parajo }r hora quo U. S. señalo y dé.
Los patriotas gozarán do las pagas y prest señalado por ol Regla-
mento á las milicias disciplinadas, cuando so ponen sobro las armas,
abonándoseles á todas las clases lo mismo quo perciben los de infantería,
excepto al subteniente, que se lo pagarán veinte y seis pesos, ínterin so
encuentre dinero para cubrir estos gastos extraordinarios.
A los pardos so les abonará el prest do un real y medio, " veinto
pesos al Capitán, diez y seis al Teniente, catorce al Alférez, nuevo á los
Sargentos, y á los cabos siete cuartillos diarios, quo es lo que so da á es-
tas mismas clases en mano al batallón "Provisional."
Todo lo quo comunicará U. S. á los Oficiales Reales do osta Provin-
cia, para su inteligencia y observancia.

Dios guarde á U. S. muchos años.

Santa Marta, 21 do Febrero do 1815.

FRANCISCO DE BÍONTALVO.

Señor Gobernador tic osla Provincia.

(*) Iluntu en el prest; Liiciun los ei>pafíolc<¡ diferencia cuiro blancos y pardos!
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 17
VIII.

Desnuca de la entrada eu Oeaña que participe á U. S. eu oficio do


'¿0 del pasado, fué atacada nú caballería cu las sabanas do "Cascajal"
por tropas que bajaban del Reino, y lo hicieron perder la posición, reple-
gandose al pie de la cuesta en " M a r í a Ortiz." Al momento supo quo
también habían desembarcado en Puerto real (nacional) un cuerpo grueso
tic infantería y cien de caballería, cuarenta de ellos montados. Por ostos
movimientos conocí quo habían empezado á bajar.las fuerzas quo Bolívar
ofreció tener el lí> on dielio Puerto para atacar la Provincia, pero no
hice movimiento alguno, porque esperaba la contestación de las fuerzas
en Cúc»lti. . .
Seguidamente me avisaron do la llegada de Bolívar y do su deter-
minación de alacarm»! con USO hombres de infantería y los dichos 100 do
caballería desmontados, lo (pie no realizó ú, causado haber llegado alguno
de los dispersos de Madrid, (pie le ponderaron mi fuerza y el denuedo do
las tropas. So embarcó para ñfomjMM para reunir las tropas de aquella
Villa, V subir á poner en obra su objeto.
j&ida ilo esto me hizo mover hasta que el 8 en la tardo llegó
la contestación á mi primor chasqui do Cácala, y desde Salazar mo avi-
san haberse replegado tan repenti ñámente llamos de /San José y ol lio-*
sano, que el Comandante do la guerrilla que mo escribe, so vio precisado
á embarcarse por el " Liinoncilo " para Maracaibo,
Vi¡\ este estado, y conociendo que si dejaba pasar más tiempo en-
grosaría el enemigo su cuerpo: que no tenia ya donde replegarme, y quo
una acción en tal posición y con tales desventajas no presentaba otro
éxito quo una tolal destrucción de la Division, y quo quedaba enteramen-
te descubierto el punto del Valle, á donde parece indudable so dirijo el
objeto de los enemigos, determinó emprender la retirada por el mismo
camino que trajo; pero como estaba cortado, pues establecida la fuerza
en Puerto real y sus avanzadas en Aguachica, era neeosario encontrarnos,
determinó ver si al pasar podia sorprenderlos, pasando por entro sus
avanzadas y el grueso, do noche, y al amanecer atacarlos. Mas los guias
perdieron el camino, y aunquo efectivamente mo sacaron al paraje quo
quería, fué ya do dia y por consecuencia orrado el golpe; pero ya en
situación de poderles ganar esto camino por dos partos: la una, por la
" .Sierra de ¡Noran," que viene :í salir d Simona, y la otra eontramar-
chando á la mitad do él, nos colocábamos en un hato que solo distaba una
legua de Puerto real.
Tanto por ver si podia lograr otra vez la sorpresa, como por dar do
comer á mi tropa, que había estado caminando dia y noche, olegí el últi-
mo y llegué al dicho " Hato de San Antonio " á las cuatro do la tarde, y
empecé á racionar la gente: pero la casualidad de llegar á poco tiempo
veinte enemigos á caballo, que so dirigían por cabalgaduras á los playo-
nes, hizo quo no pudiese dar el golpe y que me decidiese enteramente á
emprender mi retirada, pues si llegaban á enterarse do que mi fuerza
era sojo de trescientos hombres, cuando ellos la creían de seiscientos, me
exponía á que echándose rio abajo, me volviesen á tomar el camino por
oimuña, San Bernardo ó Tamalamequc, y aun por Saloa, pues el tiempo
18 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

les alcanza pava todo, por la facilidad dol rio. Sin embargo, ho llegado
hasta esto punto con felicidad 3r ni i Division completa, excepto un solda-
do do caballería que perdí en el choque con los veinte que me descubrie-
ron, y diez desertores que he tenido hoy do los reclutas de los pueblos do
Simaña y San Bernardo, los cuales se han marchado á sus casas desde el
camino, pues como el es monte, es imposiblo evitarlo: lo mismo me
temo do los de Tamalamcquc y do cualquiera quo dejo su pueblo atrás.
Esta es mi situación, y la del enemigo es de la fuerza quo llevo dicho, más
la do los momposinos y dos batallones quo espernn do un dia á otro do
Santaféy Tanja. Su proyecto es atacar esta Provincia, dirigirse al Hacha
y seguir á Maracaibo por " Pe rija " y la " Goagira." Ellos dicen tener
cinco mil hombres prontos para esta expedición; mas yo no creo pasen
do tres mi! r-i realiza ol todo de sus proyectos. Do un modo ó do otro, la
situación do la Provincia es crítica, y so necesita un grande esluerzo
para salvarla, frustrada mi reunion con Calzada. Esta gen to no hay quo
contar con ella en un movimiento retrógrado, y el uniformo y otras
cosas militares quo usa Bolívar, tiene aterrorizados ¡i los paisanos y al
soldado nuestro. À1 ver bien vestido al enemigo, y él sin nada, murmura,
y croe más medios cu ellos quo en nosotros. Repito á TJ. S. que so ne-
cesita dinero para tenor soldados, y como militar quo toca las cosas do
corea, debo á U. S. hablar con claridad.
Es cuanto tengo que docir á U. S., y que sigo para Chiriguanos
donde procuraré mantener en orden la Division lo más arreglada que
pueda; advirtiendo á TJ. S. que el no haber habido persona alguna do su
posición en Ocaña, hizo quo no pudiera sacar un real de dicha ciudad, y
quo por consecuencia carezco de medios con quo mantener la tropa.
Dios guardo á U. S. muchos años— Campo do Sabanalarga, 14 do
Fobroro do 1815—IGNACIO DE LA Itus—Señor Gobernador, Comandante
goneral do la Provincia.

Mmero 47.
SEROR CAPITÁN GENERAL:

Dirijo A TJ. S. el adjunto oficio, quo desde ol " Campo do Sabana-


larga," jurisdicción do Tamalamcquc, me pasa el Comandante de la Divi-
sion del Sur, Don Ignacio de la Itus, para que en su yista so sirva U. S-
providonciar como juzgue más conveniente.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Santa Marta, 22 do Fobroro do 1815.

PEDRO Ituiz DE PORRAS.

Boñor Cnpitan general dol Roino y Prov' ncias do Venezuela,


IX.
Número 219.
Enterado dol oficio do 14 del corriente, del Comandante do la Di-
vision dol Sur, Don Ignacio de la Pus, y do las noticias que da do las
fuerzas y operaciones quo intenta hacor ol enemigo sobro esta Provincia
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 19

v las île Venezuela; y del acuerdo que en esto dia hemos convenido sobre
ciertas medidas que precisa se tomen prontamente por ahora, y son las
que si«men á continuación; procederá U. S. á verificar las que son de su
car"o°)or lo respectivo á esta Provincia, quedando al mió las de Riohacha
y demás do Venezuela.
Don Manuel Zequeira recibirá la orden de poner en marcha inme-
diatamente doscientos hombres de infantería que so dirigirán al " Paso del
Adelantado" para cubrir aquel punto, en ol quo encontrará el Comandante
de estas fuerzas las órdenes de como deba obrar; pero dado el caso do que
no tenga Zequeira el número de fusiles señalados para el de la tropa, re-
ducirá su i-mío al de fusiles quo tonga. Esta Division ha de ir socorrida
para todo el mes do Marzo entrante, mas si no hubiere dinero en arcas
renies, se solicitará su cupo por un empréstito que cubra la cantidad, con
calidad de reembolsarlo la Tesorería do Sania Marta.
Disponga U. 8. (pie salgan para Cfitriouaná, ó al punto donde so
hallo Don Ignacio de la Rus, los dos obusos de montana del calibre do ú
4, con sus enroñas y competentes repuestos pant su útil servicio.
Nombro U. S. un oficial de su entera satisfacción para que se sitúo en
" S a n Sebastian" con quince hombres do tropa de la Ciénaga, á más do
la compañía de patriotas creada allí, para (pie lome el mando del puesto, y
con o t a fuerza y ol cañón do á tí (pie hay allí, haga una defensa corres-
pondiente á su honor: mas si por una fatalidad fuese desalojado por
fuerza de armas absolutamente, se podrá replegar sobro la Ciénaga, im-
posibilitando la pieza de artillería, y dando aviso al Comandante Capmany
con anticipación.
Auxilie Lí. S. la remesa que los Oficiales reales de esta plaza dirigen
á Don Ignacio Sánchez,'encargado de la hacienda perteneciente á la Di-
vision del Sur, de mil ochocientos pesos, para que con ellos se atienda al
socorro de la Division de Chiriguaná en todo el entrante Marzo, bajo las
reglas de economía establecidas anteriormente: que Don Ignacio Sán-
chez reclame y recoja los cuatrocientos y pico de pesos quo remite inen-
suahnente ol Cabildo del Vallrdujua; para quo con ellos socorra doscion-'
tos hombres do las milicias del mismo Valla quo deben inmediatamente
reforzar la Division do C/iirigunmí, para lo cual so repetirán las órdenes
dadas. Clñrignanñ es el punto amenazado por el enemigo, y así conviene
reforzarlo con infantería y caballería, para lo cual se provendrá á Sierra
lo convonicnto y á aquel Ministro para quo igualmente socorra esta
tropa.
Suspenda U. S. por ahora acuartelar y poner á sueldo la compañía
de patriotas blancos, que le provine en oficio de ayer, y verifiqúese con
una compañía do voluntarios pardos, y otra do la misma clase en la Cié-
naga, por no alcanzar el dinero para mayor armamento en esto momento.
Haga U. S. que el Sargento agregado á la guerrilla de Gamier
que sirvió en uno tío los regimientos de caballería en. la Península
pase á las órdenes de La Hus, para que lo destine al servicio de esta
arma en la tropa del Capitán Sierra, ó donde tenga por más conveniente.
lio ciado la orden al Capitán Leon, de la Albucra, encargado do la
construcción du vestuarios, tonga prontos para remitir á la Ciénuf/a con
sujeción á la orden do U. S., cuatrocientos pantalones y cuatrocientas
camisas: los trosciontos cuarenta do ambos para la parte dol batallón
20 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

" Provisional " quo guarnece la Ciénaga, y los sesenta restantes parr.1
igual número del cuerpo do artillería quo so halla do dotación on aquel
punto.

Dios guardo á U. S. muchos afios.

Sania Marta, P'cbroro 22 do 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO,

SoCor Goberundor de In plneii.

X.

El 9 llegue" á esto sitio, é impuosto de quo no habia novedad on îos :


enemigos, ni en la Division, y quo el Vallo no habia hecho la requisición
ordenada do caballos y do hombres, determiné marchar el 10 á dicha-
ciudad, con ol objeto do exigir los auxilios que U. S. mo dico debia pres-
tarme aquolla jurisdicción. Efectiva mon to llegué ol 11 al medio dia, y
al momento pasé á verme con el Coronel y el Alcalde, para sabor el es-
tado en quo estaba oí cumplimiento do las órdenes superiores. El primoro
mo dijo tenor 58 hombres listos, y el segundo empezó ontónces d dar dis--
posiciones para hacer el reparto de caballos y sillas, entregándome lista
de cuarenta do olios para quo yo los molestase, y cuarenta y seis sillas
bien malas, con lo quo ha croido concluida su comisión. El Cabildo do
Yalencia ha estado más oxacto, y on tres dias ha puesto á mí-disposición1
45 caballos y 23 sillas.
Por las copias quo adjuntas acompaño, so impondrá U. S. del estado-
de inobediencia on quo está aquel Distrito, y de las ningunas esperanzas
que quedan do quo coadyuven á la defensa do la Provincia, sogun las in--
tenciones del señor Capitán general, si 710 so haco uso do la fuerza; poro-
si el enemigo no me distrac, pionso ponerme en porsona con la tropa quo
crea conveniente paraaquollos pueblos, tanto para la rouuion : do la gonto-
quo mo haco notablo falta, como para hacer cfoctiva la requisición do los
doscientos caballos y sillas, y ol reparto do dinero monsual que varios in--
dividnos y pueblos so han negado descaradamente á dar haco algunos-
meses, y con cuyo ejemplo seguirán todos.
Es tan preciso hacer obedecer las órdenes quo U. S. comunica &•
aquel Distrito, por la fuorza, como fácil ol realizarlo conolla, pues las ac-
tuales autoridades, así civiles como militaros, mo han dicho abioríamento'
que ellos sin sostén no so a troven á tomar las medidas que la justicia y la
obediencia exigen, aguantándoles cuantas palabras y acciones descom-
puestas quieren liacorlcs.
Es cuanto tongo quo decir á U. S. sobro mi comisión y quo mañana
á las doce estaré ya á la cabeza do la Division, en la que no hay novedad^
do consideración, ni en los enemigos, que yo sopa.

Dios guardo á Ü. S. muchos años.—Sitio dol Paso, 15 do Marzo do


1815.—IGNACIO DR LA RUS.—Señor Gobernador, Comandanta general
do la plaza y Provincia de Santa Marta.
•DE LA PE07IN0IA DE CARTAGENA. 21

XI.
Número 306.
Enterado del oficio do Ü. S. numero 70 do esto dia. y de lospapeles
<q-ac en él mo acompaña y le devuelvo, del Capitán La Eus, digo á U. tS.:
•que al citado Comandante Don Ignacio de la Puis, respecto á que su ob-
jeto no es solo para la ocupación do Ocafia, por haber variado las cir-
cunstancias, hará U. S. lo reconozcan por Comandante del Campo volante
do operaciones, todas las ciudades, villas y justicias de .toda la jurisdicción
•de esta Provincia, para quo en caso de que por una desgracia, que no es
de esperar, quede cortada la comunicación entre La Rus y esta capital,
opere por si; y á fin do que todos los Ayuntamientos y justicias lo auxi-
lien con gente, anuas, víveres y demás que pida en Jos pueblos para sos-
tener su" Division en igual Tuerza y bien mantenida, llevando exacta
cuenta dol valor de los oléelos (pío reciba, para su puntual pago.
Nombrado La Uns desde cl dia por Comandante del Oampo volante
<le operaciones, queda á su cargo y responsable á la parto do defensa do la
Provincia, ligada con la do esta, plaza, bajo las inmediatas órdenes do U.
Í3. Ínterin so mantenga en su comunicación, y para en el caso anterior
abrir á toda costa por Tuerza de armas dicha comunicación; y en todo
•evento debo obrar según las circunstancias, ajustándose á ésta y demás
órdenes que so le tienen comunicadas ó puodan ocurrir '' Asi-
mismo lo advertirá U. S- que suspenda la saca do hombres del Vallo por
la fuerza, basta que so lo avise nuovamonte, pues en este momento debo
estar ocupado en obrar vigorosamente contra el enemigo.

Dios guardo á U. S. muchos años.

Santa Marín, 29 do Marzo do 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO.
S'.'fíor Gobcrnndor do Ja pinza.

(CCVI.
CNDUPACZOiN y destrucción de la Batería que el Gobierno del Estado
de Cartagena de Judias tenia establecida en el punto del "Suan."

No puedo menos que comunicar á U. S. la más plausible noticia,


por serlo bastante agradablo á U. S. y á toda la Nación española, y á mí
principalmente.
El lunes 27 de la presento semana combiné con los vecinos del
Piñón, entro ellos Marcelo Machado, sobre formar expedición contra la
" Bateríai" afamada, enemiga, del Suan, y la hemos realizado hoy 31,
sorprendimilola ti las cinco de la mañana con la mayor facilidad menos
pensada, pues los enemigos no tuvieron lugar do hacer ni un tiro de
fusil. Dicha Balería mantenia solamente la artillería de dos cañones do
' Estas medidos «o so habrían adoptado, si ol General Bolívnv hubiera obteuido de
Cartngeua los auxilios que reclamaba, y hubiera invadido la Provincia de Santa Marta.
22 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

á 16, y en su puerto un grandísimo bongo de guerra, con un cañón ele ú


12 en proa, }r á popa uno do á 3, el que también fué apresado. Y en el
fuerte de más abajo, dos cañones de á 12 y un pedrero en su cureñita.
Estos, el señor Teniente Yillamil, que también entró en acción, me dijo
que seria bueno fuesen al Piñón, y quedando convenido, yo mismo per-
sonalmente, con mucho cuidado los desmonté y embarque en piraguas
mias con lodo su necesario do cureña, y siguieron dicho deslino; y los
dos del "Sunn" y bongo do guerra me los trajea ésta con todas sus muni-
ciones, menos los cartuchos de los dos de tierra, porque el paisanaje los
robó todos, y no pudimos contener el desorden, á posar de mis esfuerzos
y los de los señores Villanal, el Subteniente Moreda y demás Sargentos,
Zúñiga, Juan Gutiérrez, Arguelles y Machado. Esta noticia so la
comunico á U. S, con chasqui, á mi costa, para manifestarle mi mucho
patriotismo en la justa causa, no teniendo por ahora tiempo para más,
dejándolo para luego que me desocupe de todo, para hacerlo más larga-
mente y por extenso, con un verdadero inventario, porque en esta hora,
que serán como las nuovo do la noche, acabo do regresarme á esta do mi
vecindad.
He encontrado el chasqui con la contestación de U. S., quo ni aun
me he impuesto do ella.
El Comandante del citado bongo fué aprehendido, un santaferefio,
y el artillero criollo do Cartagena: también fueron aprehendidos cinco
soldados del Sitan, dos criollos del Real, (Campo de la Cruz) que á éstos
los largué en su misma ladera, trayéndome los tres, un cartagenero, á
quien he puesto en curación de una herida que le dieron con una bayo-
neta; otro es un indio do Mamaloco, y el otro criollo do Sabanas de la
Provincia do Cartagena.
Dios guardo d U. S. muchos años.
Usíariz do San Antonio, Marzo 31 do 1815.

MANUEL JOSE* MORON, Alcalde.


Señor Gobernador, Comandante general..—Santa Marta.

Habiendo acordado conmigo el señor Marcelo Machado, cl dia 25


del próximo pasado Marzo, á electo de formar una expedición formal
¡vira sorprender los fuertes del tíuan, convinimos en ello, y oficiando
éste ni señor Comandante provisional de este punto, Don Juan Antonio
Sayas, pidiéndole auxilios de artillería, genio y demás necesarios, convi-
nimos en formar el plan de ataque del tenor siguiente:
El 28 del mismo pasado, personalmente el Marcelo citado pasó á
acordar con el señor Moron á la ütlttñz sobre este particular, y resolvie-
ron quo el Moron diese cincuenta hombres de armas, y con el resto do
sus vecinos estuviese en espectaeion en el caño del (.'erro, con barquetns
y piraguas que pudiesen haber, para luego que quedase por nosotros la
victoria, acudiese en persona con dichos auxilios, para que á la mayor
¿levedad se transportaran á nuestro suelo las artillerías y pertrechos que
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 23
se hallasen, como se verificó, y á un tiempo mandase tres ó cuatro bu-
ques para el transporto al señalado punto, que fué entro ol Cerro y el
Pillo». ,
El 29 escribí al Cerro reservadamente, al .Sargento Gutierrez, que
se halla allí destinado con un resto de mi partida volante y se lo comuni-
case al precitado Moron, que sin pérdida do tiempo, ol 30 siguiese á reu-
nirse en ésta, como lo verificaron.
El '60 dicho, por la larde, se reunieron en ésta á mis órdenes, como
Comandante de dicha empresa, por pedimento de los vecinos del Piñón,
como doscientos cincuenta hombrea, contando con la partida volunto do
mi cargo, que á las cinco de la tarde del citado 30 salieron los dos caño-
nes de este punto, á cargo del Teniente Don Juan Antonio Sayas, con su
custodia correspondiente y demás adhérentes, á apostarse en la orilla del
"Magdalena" en til paraje nombrado el "Tamarindo" á quien se le dieron
las órdenes convenientes, tanto para custodiar nuestro transporto al otro
lado, como para evitar el que subiese algun buque.
A las seis de la tarde del mismo dia salimos de esta al punto señala-
do para el embarque yo y el Machado, con la fuerza de los vecinos do
los retiros del Piñón y partida volante, reuniéndose asimismo el auxilio
del (Jrrrode San Antonio quo vino al mando de Don Manuel Moreda,
Subteniente de milicias, con los dos sargentos veteranos Pedro José Zú-
ñiga y Mateo Arguelles y el condestable José Mart.ínez.
.Entre once y doce tie la noche del mismo dia hicimos la travesía á
la " Playa de las Garzas" en cinco ocasiones, por no ser suficientes los
buques. Hecha allí nuestra reunion, mandé formar en batalla A dos do
fondo, de dundo salió el Machado predicho con dos compañeros á explo-
rar los caminos á fin de desechar todo mal paso que impidiese nuestra
marcha para el Sitan mentado, en cuya comisión dilató cerca do dos
horas y algo más, á causa do los muchos tropiezos que hallaba, como
ciénagas y caños; pero no obstante, con algunas fatigas y rodeos de
aflicciones, á la fuerza de un anhelo aclaró el tránsito. Luego que regre-
só de esta comisión, sancionados y acordados, hice dos trozos de mi divi-
sion, poniéndome á la vanguardia con el señor Machado, y á éste le seguia
Lino Chiquillo, Arguellas, el cabo Zamorano de " Albuera" y el de ar-
tillería José Zaldúa. Rn el segundo trozo á retaguardia, el Subteniente
Don Manuel Moreda, los sargentos Zúñiga, Gutiérrez y el condestable
Martínez.
A distancia dnl SIKUI, más do una legua, se cogieron en una enca-
ñada tres vecinos del Jfeul (Oumpo de la Cruz), que se hallaban allí
con ocasión de buscar agua, habiendo fugado uno mal herido, quienes nos
dieron noticia de la situación local del nominado Sumí. Sin pérdida do
tiempo sóbrenla relia mos. Con los arreboles del dia llegamos á los dos
caminos (pie se dirigen á las dos baterías, en donde hicimos alto á la sor-
dina con el mayor silencio, y en donde se dispuso que el Comandante
del segundo trozo hiciese el asalto por la izquierda á la batería de " San
José," y el primer trozo siguió sobre la derecha á la batería del "Inven-
cible," del inexpugnable y temible Sitan.
1 arece increíble, señor Gobernador, y aun dudoso á nosotros mis-
mos, el haber logrado la empresa tan victoriosamente, con las claras del
dia, do un punto que tenia aterrada nuestra Provincia, con la fama quo
24 DOCUMENTOS l'ARA LA HISTORIA

se le daba, y ser el sosten do los insurgentes, haciéndolos huir precipita-


dos, y vergonzosamente, en términos de dejar por el monto algunos fu-
siles, cartucheras y también uniformes, ol tiempo de explorar el campo y
hacer las descubiertas, haciendo cuatro prisioneros, y entre ellos un
oficial.
Victoriado y quedado por nosotros el punto y todo el campo enemi-
go de aquella situación, con muchos vivas, aclamaciones y regocijo de lo-
dos, llegó ;i poco ralo el señor Alcalde Moron, como había quedado do
acuerdo, y unidos él, Machado y yo,'acordamos que nos parecía se forma-
se una famosa batería en el mejor lugar del plan del Cerro, amurallán-
dolo todo con una buena trinchera, y por consiguiente se fundase nueva-
mente el sitio, de acuerdo con el soñor Gobernador, si lo tuviese ¡i bien;
y asimismo se sacasen las lanchas que tenia á su cargo á fuera del rio,
quo unidas con la presa del Sitan y las más útiles que haya en la Cicnaya
de Sania María, seriamos dueños del <: Magdalena," y por consiguiente
se baria lo misino en el .Piñón.
Lo apresado en la gloriosa acción, es lo siguiente; siete cañones cu-
yos calibres son los que siguen: tres dea 18, dos do á 12 reforzados, una
carroñada de á <1, un pedrero de á 2, una lancha con todos sus adhérentes
necesarios, así de armamento como de utensilios, con veinte y cuatro chu-
maceras para remos, y otros efectos de que podrá dar individual razón el
soñor Alcalde Moron, cl sargonto Gutiérrez y el condestable Martínez,
quienes so hicieron cargo de ella, pues yo y Machado no tuvimos más
lugar quo de atender á Ja seguridad de todos, do poner avanzadas y des-
cubiertas, las quo fueron atacadas repetidas ocasiones por el enemigo, y
rechazado por el cabo 2.° Antonio Hidalgo (porque esto de lidiar con
personas sin disciplina, civilización, subordinación, y ser voluntarios sin
estar bajo el pié de los del ejército, lo dejo á la consideración de U. S.)
pues á pesar do nuestras reflexionóse insinuaciones quo les hacíamos,
no podíamos conseguir nada con los del Cerro, que fueron los quo co-
gieron algunos fusiles y cartuchos do los calibres citados, y pertrechos
que fueron, emprendieron su marcha en las piraguas destinadas al trans-
porte, que si no fuera por el señor Moron, que fué en persona á obligaiv
ios, nos hubieran dejado abandonados en aquel punto, y tal voz corlados
por los del Heal, en tiempo que nos hallábamos en la mayor fagina do
embarcar los dos cañones últimos do la citada balería de San José, y te-
niendo á la vista un buque enemigo, que venia de Barranca, el cual, re-
conociendo nuestras fuerzas, se retiró.
Balas do los calibres ya dichos se cogieron en una cantidad como
de doscientas, y algunos tarros de metralla en ambas baterías, y en igual
caso, quien podrá dar á U. S. exacla noticia, es el Comandante do la
lancha, el quo junto con los demás prisioneros, quedaron entregados al
señor Alcalde Moron.
Ya embarcados los cañones y pertrechos, se oyeron unos tiros do
cañón do la parto de abajo, y observamos eran do la batería dol Piñón, á
cargo del Teniente Juan Antonio Sayas, como llevo antes dicho, consi-
derando seria del regocijo de nuestra victoria. Por el contrario, fué á
causa de una escucha (pie seguia para arriba, lal vez á descubierta, con
un pedrero y seis hombres, de los cuales con nuestros tiros mataron al
artillero, y los demás se echaron al agua, motivado á que so veían corla-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 25

dos por todas partes de dos piragüitas nuestras, las cuales hicieron presa
diclia escucha, después de haber hecho algunos tiros.
Con acuerdo del señor Moron, Machado y yo, determinamos que
Moron se hiciese cargo de los dos cañones del Suan, con sus balas co-
rrespondientes y tarros de metralla, y para el Piñón los otros dos de San
José, con sus pertrechos; "solo sí que las cureñas se hallan bástanlo
inútiles.
Todos los individuos de esta expedición so han señalado á cual más,
como legítimos defensores de nuestro soberano el señor Don Fernando
V I I : mas en particular, Marcelo Machado, Luis Chiquillo, Salvador
Daza, sargento Mateo Arguelles, el cabo 1.° Justo Zaraorano, do " Al-
buera," y el de igual clase, de artillería, José Zakhk: y á todos, sin ex-
cepción, recomiendo á U. S., particularizando al señor Marcelo Machado,
porque no tan solamente se portó en la acción, sino que ha sido el ejo
principal de csía empresa,

Dios guarde á U. S. muchos años.—San Calixto del Piñón, á 1.° do


Abril do lb'Jó.—DlKOO SUAKKZ DB YII.LAMÍL.—Señor Gobernador y
Comandante general de la plaza y Provincia de Sania Marta, brigadier
Don Pedro lluizdo Parras.

Uc recibido los oficios do U. S. de ayer y boj', sobro ln toma y do-


molicion do la Palería del Suan, por las tropas del Hoy; c impuesto do
los documentos que les acompañan, dispondrá U. S. que el Subteniente
agregado á la artiMoría Don Antonio do Castillo, destinado á la expedi-
ción del bajo Magdalona, pase al Piñón á reconocer uno ó más puntos los
más ventajosos, para situar y establecer una ó más baterías con los caño-
nes lomados en la del Sitan; prefiriendo siempre la construcción de una sola
en caso que so hallo situación fal para ella, que nos proporciono las mis-
mas ventajas que Ionian los enemigos con aquélla. Al intento el Subte-
niente Castillo llevará al Maestro calafate y carpintero quo también vnn
en la expedición, y U. S. cuidará por su parto de expedir todas las de-
más providencias que sean necesarias á la ejecución de lo prevenido,
Asimismo dará U. S. las gracias en nombre del Rey, y mió, al juez
do San Antonio, Don Manuel Moron, á Don Diego Suároz Villamil, Don
Manuel Moreda y Marcelo Machado, para que éstos lo hagan con los de-
más que contribuyeron á la expresada toma y demolición de la Batería
del Suan, ejecutada con lauta felicidad,

Dios guarde á U. S. muchos años,

Santa Marta, Abril 5 do 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO.
honor Gobernador do la pinza.
2(5 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

CCVEEo

j&CirjKEL©©.^ celebrados en Cartagena por una Junta de Guerra, con


motivo de la bajada á la Costa de un Ejercito nacional que comanda el
General Simon Bolívar.

En la ciudad de Cartagena (le Indias, á die/, do Febrero do mil ocho-


cientos quince, juntos y congregados el Execlcntísimoscñor Gobernador,
ciudadano Juan do Dios Amador; el señor Teniente Gobernador, ciuda-
dano Doctor Antonio José de Ayos; y los señores del Senado,ciudadanos
doctores Luis José Echagaray, Ignacio Uavero y Enrique Rodrigue/., á
invitación dol Excelentísimo señor Gobernador, conforme á las facultados
que le concede y para los fines que indica el artículo 10 del Título "2.a
dol Reglamento para el Gobierno provisorio do la Provincia, actuando yo
el Secretario de la Guerra.
Habiendo hecho presente S. E. el estado do alarma en queso hallaba
la ciudad y todos los pueblos dol Estado, por la venida del señor Bolívar,
consultó si convendría ó no que entrase el referido señor en la ciudad,
aunque fuese solo ; y tomándose en consideración tan grave asunto, des-
pues do discutido con la más atenta reflexion, expusieron de conformidad
que en caso do no haber entrado en el Estado, se le previniese no ade-
lantase sus marchas ; pero que estando dentro de él, no pasase de Mompox,
limitándose d dirigir, si buenamente gustaba, desde allí sus operaciones
contra Santa Marta, haciéndosele volver á Mompox, en caso de haberse
adelantado más acá, hasta recibir las órdenes del Congreso, á quien debe-
ría oficiarse sobre esto particular, y que sin perjuicio de esto, el señor
Gobernador representase al Gobierno general, no solo las ventajas y la
conveniencia de que quede aquí el señor (¡astillo, sino también los gra-
vísimos inconvenientes que resultarían de que vinieso aquí el señor
Bolívar : como asimismo lo impolítico que ha sido el nombramiento do
esto General, y do Oarabaño para su segundo, el cual debia estar y aun
so asegura quo viene irritado contra este Estado, por las ocurrencias
pasadas.
Que también so diga al señor Bolívar que debo estar á la vox de
esto Gobierno conforme al Acta Federal, el Plan de Reforma y Consti-
tución de este Estado, reconviniéndolo al mismo tiempo sobre la orden
comunicada á Ribon, encargándole del mando del Deparlamento de Mom-
pox, contrariando abiertamente la disposición do esto Gobierno que habia
nombrado con mucha anticipación, por creerlo conveniente, á Rieux para
aquella Comandancia.
Que so represento al Gobierno general lo extraño que lia sido á ésto
el destino que ha dado á Carabaño en esto Estado, cuando se esperaba
que si no fuese castigado con la pena que debia tener, á lo menos seria
para siempre desterrado do él, y que siendo ambos detestados hasta lo
sumo, esto Gobierno no podia, por tanto, responder de los insultos á quo
quedaban expuestos de parte del pueblo ; añadiendo el señor Rodrigue?;,
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 27

(|iio aun cuando se halle dentro del Estado el General Bolívar, debo man-
dársele retroceder.
Con lo cual so concluyó este acto, que firman conmigo dichos señores,
do que certifico.
JUAN DE DIOS AMADOR.

Antonio José/de Ai/OS—Luis Jone Echagaray—Ignacio Cavcro—En-


rique Rodriguez—Manuel Garda de Sena, Secretario.

En la Plaza do Cartagena, á las dos dins del mes do Marzo del año de
mil ochocientos quince, quinto: convocada la Junta de Guerra por el Exce-
lentísimo señor Gobernador,}' reunida extraordinariamente en el Palacio
de S. E. que la presidió, compuesta de su Presidente el señor General
en dele de los Ejércitos, de los Generales do Brigada Manuel Anguiano,
Inspector de los cuerpos facultativos, y Juan Ncpoinuceno Eslaba, Co-
mandante general de la Marina Nacional; del Subjefe del Estado Mayor,
General «Juan Salvador Narváez; del Jeto ele media Brigada, Comandante
de la Plaza, Mariano Montilla; y de los Jefes.do batallón^ Vicente
García Peal, Luis de Pieux, Antonio Navarro, Podro Guillin, Juan
Bodrígucz, Podro Homero, Domingo Granados y Narciso do Francisco
Martin; S. E. el Gobernador abrió la sesión, exponiendo que el General
Bolívar, para verificar su expedición contra la Provincia de Santa Marta
y las de Venezuela, exigia do este Gobierno el auxilio do mil fusiles,
igual número de cartucheras, nn millón de cartuchos embalados ó pól-
vora y plomo en bastante cantidad para elaborarlos; que tomada en
consideración por S. E. y su Consejo esta solicitud, habian acordado oir
ol dictamen do una Junta de Guerra, compuesta do todos los Oficiales
Generales y Jefes existentes en la Plaza; que en cnanto á si podrían
facilitarse los antedichos auxilios sin perjuicio de la defensa del Estado
y particularmente de la Plaza capital, sobro lo que quería oir á los
señores vocales, el señor Presidente dijo quo la discusión debia rodar
sobro las siguientes bases:
I." Examinar el Plan do defensa hecho por el Brigadier Cramer,
y mandado observar tanto en el antiguo régimen como por el actual Go-
bierno, considerándose rjixo no teniéndose en ol tiempo en que fué cal-
culado aquel Plan una idea exacta do la importancia do las posiciones
do Sotavento ó Bahía do Zapote y baterías quo la defienden y están
situadas en Zíspala y Tolii, para poner á cubierto un desembarque que
proporcionase! la introducción ú las Sabanas, que son el granero del Es-
todo» y protejer al mismo tiempo la exportación do víveres del río
Simi, ó lo quo es más cierto, contando con unas fuerzas navales que ahora
no tenemos, y quo debían obrar la defensa de aquella parte, es necesario
aumentar á los presupuestos do armas, municiones y hombres, los quo
son precisos para la guarnición de aquellos puntos.
2.n Que examinando el Plan bajo esto aspecto, se vea si lo quo te-
nemos do hombres, armas y municiones de todas clases es igual, mayor
ó monor de lo que necesitamos; y
28 DOCUMENTOS PARA LA ÏIISTOMA

3." Si siendo menor que Jas exigencias de la defensa, puede el Go-


bierno desprenderse de casi todo el armamento de fusil que posee, aban-
donando absolutamente la seguridad del pais: añadió el mismo señor
Presidento que con el objeto de hacer conocer al Supremo Gobierno
general las necesidades urgentes de Ja plaza, la Junta do Guerra del
Estado Majror general se había ocupado de trabajar los presupuoslos de
lo que es necesario en grado urgente para la defensa do la plaza y
ol Estado en su actual situación y aptitud, y los estados de hombros,
armas y municiones existentes en sus parques, para hacer una demos-
tración de lo que es necesario para la probable subsistencia do los esta-
blecimientos militaros; y que en consecuencia pedia se trajesen á la vista
estos materiales, para que instruidos los señores de la Junta, pudiesen
rodar sus cálculos sobre datos exactos. En electo, so Joyo en primer
lugar el plan do defensa de cada uno de los puntos atacables de ambos
recintos de la plaza, obras, fuertes y posiciones exteriores, tanto á Bar-
lovento como á Sotavento, desde la Bahía cío Sabanilla hasta la batería
do Zispata, en que se comprenden los castillos de San Felipe y San
Sebastian, el frente do la "Media luna" desdo el Reduelo á Ohambacú,
comprendida la avanzada ó rebellín de Ja "Média luna" : el de Santa Cata-
lina, terminando por los baluartes do esto nombro, San Lúeas y San
Pedro Mártir. El del Istmo de " Boca-grando " que abraza los baluartes
do Santiago, San Javier, Santo Domingo y la Cruz: el ataquo do mar
que se extiende desdo Santa Catalina á Santo Domingo, incluyendo
los baluartes de Santa Clara y Ja Merced: los de las posiciones de Bar-
lovento con la batería do Sabanilla, Arroyo Grande, Manzanillo y Palo
Alto: el de Sotavento por toda la bahía del Zapote, y el do los fuertes
de Santiago, ol Ángel, San Fernando y San José, con más la ve-
nida do Pasacaballos, la cantera do la Quinta, el Cerro de la Popa, y el
campo volante quo debe establecerse para protojer los convoyes do
víveres quo vengan del partido do tierra adentro y precaver la interna-
ción á esta de las partidas enemigas. Estas atenciones exigen el número
do hombres, armas y municiones do las que se solicitan, quo so demues-
tran en los adjuntos estados, deducidos del último plan de defensa.
En seguida se examinaron los estados do existencia, que son los quo
igualmente se acompañan; y deducidas éstas do los presupuestos, resulta
que falta do pólvora y fusiles lo que manifiesta el estado número 3."
Fijadas estas bases, se entró en discusión de si supuesto que los
almacenes de la plaza, lejos de estar provistos de los objetos necesarios
para su defensa, están con el déficit que indica el estado numero 3.°
podrán extraerse de ellos para enviar ai General Bolívar lo que éste pide,
dejando en absoluta indefensión la plaza y consiguientemente la Nueva
Granada toda; principalmente, debiendo el General Bolívar alejarse
hasta las Provincias de Venezuela. Cuando ya so creyó bien discutida la
cuestión, so dio principio á la votación por el Jefe más moderno, que fué
do dictamen que de ningún modo podía darse ningún fusil, ni porción
alguna de pólvora, puesto que la plaza no tiene ni la mitad de lo quo
necesita para su defensa de estos dos principales agentes de ella. Siguió
la votación por el orden inverso de antigüedades, y todos los vocales
fueron del mismo dictamen, por lo quo S. E. mandó exlcndor el acta
(pie firman los señores Presidente y vocales.
DE LA PROVÍNCIA DE CARTAGENA. 20

Manuel del Castillo—Juan Nepomuceno Eslava—Manuel de An-


f/uiano, Inspector de los Cuerpos Nacionales—Juan Salvador de Navvaez,-
'Subjefe del Estado Mayor general—Mariano Montilla, Comandante in-
terino do la plaza—Vicente García—Luis Francisco de Rieux—Juan-
Rodríguez—Pedro Guillin—Pedro Romero—Antonio JSTai:arro, Jefe do
batallón y del 2.° Departamento—Domingo Granados—Narciso de Fran-*-
cisco Martin, Comaudanto de la Guardia activa.

X f t r S T R U C C ï O M r j B S del Gabinete de Madrid para el General Don'


Pablo Morillo, General en Jefe de la expedición de Costa-Firme y para ci!
Jefe de la Marina.

1."

Al determinar S. M. quo al Mariscal de campo Don Pablo Morillo'


se lo eonliriese el mando de la expedición nombrada del llio de la Plata,
tuvo presento el emplearlo para restablecer el orden en la Costa-Firmo
hasta el Daricn, y primitivamente en la Capitanía general de Caracas.-
Los deseos de 8. M. quedarán enteramente satisfechos si esto so consigno
con el menor derramamiento'de sangre de sus amados vasallos, sin excluir'
del número do éstos ú los extraviados de aquollas vastas regiones do'
América.
La tranquilidad de Caracas, la ocupación de Cartagena do ïndias y
el auxiliar al Jefo quo mande en el Nuevo Peino do Granada, son las'
atenciones principales ó las primeras do quo se ocupará la expedición.
Conseguido esto, so onviará al Perú el execdonto de tropas europeas que-
so pueda, on todo el año do 1815; y si aun bubieso sobrante, so remitir»
al líeino do México.
2.*

Marina.
1.° La expedición dará á la vola á más tardar' ol ! . • de Diciembre-
próximo, haciendo rumbo á la Costa-Firme por su parte más á barloven-
to, esto es, sobre Margarita y Cumaná.
2." Con la anticipación que juzguen conveniente ambos Jefes, des-
pacharán un buque menor de guerra para la Guayana con un oficial do
satisfacción quo llevará los pliegos del Gobierno para aquel Gobernador..
Sanjafé ó Quito; para las misiones, los misioneros que para allí vayan y
las órdenes ó instrucciones que el General en Jefe tuviero por conve-
niente enviarle. El buquo dará la vela si el oficial regresa por tierra, y
escoltará los buques mercantes que estuviesen cargados á su llegada, de-
jándolos fuera del riesgo de los corsarios do Jas islas é incorporándose á
las demás fuerzas de mar.
y.° Las operaciones do los buques de guerra serán en combinación
con las de la tropa, si se necesitaso emplear la fuerza contra la isla de la
30 DOCUMENTOS TAHA LA JÍISTOKIÁ

Margarita, Y sorprender los corsarios en los puertos, y los repuestos do


pertrechos y víveres que deben tener allí.
<1.° En las operaciones sobre dimana, contribuirán del modo que la
empresa lo exija.
5.° Por regla general, los buques de guerra se establecerán en cru-
ceros que protejan el comercio y persigan á los corsarios, el tiempo que
las tropas obren en el Continente, no separándose de los puntos que se
les señale, para reunirías en tan corto tiempo como sea preciso al objeto
principal.
G.° La fuerza do mar de Cartagena atenderá á impedir que entren
víveres en la plaza, teniendo presento que de los dos ríos Magdalena y
Sinú, se surte aquella ciudad. A esto se ha do sacrificar toda otra idea ó
proyecto. La fuerza de mar detendrá todo buque que quiera entrar: no
maltratará á los naturales que coja, los dejará ir con proclamas y cartas
para los principales del pueblo de donde sean, informándose de cuanto
conduzca,)- hablando siempre con respeto del Cura que los gobierna, alen-
tándolos á una entrevista con él. Si el bloqueo, duraso largo tiempo y
no mudasen du conducta, se les detendrá; pero os la voluntad de S. M.
quo no se les maltrate si no emplean la fuerza. En cuanto á los europeos
quo no se defiendan y sean españoles, no se les dará cuartel.
7.° Si por "Boca Grande," ó por la "Pata del Caballo1' (Pasacaballos)
pudiesen entrar cañoneras y obuseras, conviene atacar á las embarcaciones
que estén fondeadas bajo el cañón de la ciudad, sea do noche ó do dia. pues
sacadas de allí ó quemadas, se lograría quitar á los sitiados aquellos víveres,
aumentar dentro los consumidores, quitar buques que armados podrían
incomodar á nuestras lanchas, y quo surtiesen la plaza estableciendo
convoyes con cañoneras.
8.° Todas las operaciones do la marina, contrafuertes ó castillos, so
combinarán con las del ejército.
9.° Si las armas del Rey fueren coronadas por la fortuna, y se apo-
derasen do Cartagena, deben disminuirse las fuerzas de mar, acordando
los Jefes de mar y tierra, las quo deban quedar por el pronto hasta la
determinación de S. M., teniendo presento quo una do las ocupaciones
más honrosas de un militar es, ol escoltar y cubrir las propiedades de
los vasallos del Rey.
10. Los buques de guerra quo hayan de regrosar á Europa lo eje-
cutarán según les prevenga S. M. por conducto del señor Ministro'do
Marina.
11. A medida quo los buques del convoy sean innecesarios, so les
dejará libres, procurando aliviarlo?, despachándolos tan á barlovento
como sea posible, sin perjucio du la expedición.
12. La gran falta que hay de vu>ijenn obliga á remitir á España la
quo sirve para la expedición abasteciéndola, y de modo que con cuanto
sobre, y no haga falta en el destino llegue lo más larde en Mayo.
l'ò. Fia S. M. del celo y talentos del jefe do mar, de que hará
cuanto esté en su alcance para el buen éxito de la empresa, y por lo tanto
lo autoriza para alterar esta instrucción en la parto quo sea conveniento
al real servicio.
DE LA HlOVINCÍA DE CAKTAGÈNA. ùl
3.*
Ejército.
1.° Las tropas deben estar embarcadas para dar la vola el dia pri-
mero de Diciembre próximo.
2.° Navegando para la Costa-firme, y desde el punto que baya con-
venido con el Jefe de mar, so despachará un buque menor de guerra con
los pliegos epic so han detallado en la instrucción de mar, y mandando en
el del Gobernador de Guayana lo que juzgue oportuno sobro operaciones
militares, víveres, dinero, caballos y ganado que pueda facilitar, exigién-
dole las noticias é ideas que contribuyan á conseguir todo lo queso pueda-
do esto* ramos, y á enterarse del estado de Quito y Santafé, así como de
las Misiones. Al dicho Gobernador se le enviará alguna pólvora y mu-
niciones, so le encargará baga salir á los corsarios españoles, se le pro-
meterá guarnición más adelante, so le enterará de los deseos benéficos
do S. M., y se lo pedirá una nota de los sujetos quo hayan contribuido
á la buena causa, para recompensarlos desde luego, ó elevarla á S. M.;
pero do modo alguno se hablará de castigos.
3." La primera operación de la expedición será la sorpresa do la isla
de la Margarita, la (pie queda al arbitrio del General en jefe el arreglar
en combinación con el General do Marina.
<J.° En aquella isla, si antes ya no se hubiese conseguido, se sabrá el
verdadero estado de los asuntos de Caracas, y con tules noticias decidirá
el General en jefe si lo conviene ó no atacar á Cumaná, seguir á Cara-
cas, ponerse en comunicación con Guayana, ó desembarcar en Puerto Ca-
bello ó La Guaira. La fuerza que lia do emplear, y el punto quo ha do
ocupar presenta tantas complicaciones, que S. M. fia todo esto á los talen-
tos conocidos del General.
5.° La situación actual do la Capitanía general do Caracas no exige
so quedo allí toda la fuerza quo va, sino momentáneamente y por abreviar
la operación; mas si contra lo que so espera fueso necesaria allí, y hu-
biese con qué mantenerla, so enviarán cuatrocientos ó quinientos hombres-
curopoos á Santa Marta, parte do las tropas leales del pais, para estable-
cer el bloqueo, y todas las fuerzas de mar quo no sean indispensables al-
eo n voy.
o\" Para sacar las tropas indicadas en el capítulo anterior, so tendrá-
presento el valerse do los regimientos fijos do infantería y caballería, si
no bay contra ellos ni contra sus Jefes fundadas sospechas, para lo
cual se oirá á los Coroneles Bóves y Cebállos.
7.° Si felizmente desapareciese la discordia do aquella Capitanía
general, quedarán cuatro mil europeos do todas armas, irán las demás
tropas á Santa Marta para el bloqueo de Cartagena, empleando con pre-
ferencia los dol pais y los aclimatados, operando de Santa Marta á Mom-
pox, arroglándoso para estas combinaciones á las noticias del pais y á las
que facilite el Genoral Montes.
S.° Si sobrasen tropas para las atenciones do aquellas Provincias,
descontando las que han do ir al Perú, ó no so pudiesen mantener todas
las( quo estén on cualesquiera do los dos casos, so enviarán al Reino de
México.
8g DOCUMENTOS PARA LA ÜISTOÜlA

9.° ínterin se practican las operaciones de Santa Marta, desfilarán


por los caminos del interior de Caracas para Santafe" ó Quito con tropas
del pais que se puedan enviar, contando con los Jefes que las han mandado
con tanta gloria, no olvidando de que en Abril es ya penosa esta opera-
ción por las lluvias. Si pidiesen aquellos Jcfos que se les unieso alguna
tropa europea, se les concederá, siempre que no haya notable falta en
algun punto como en la Guayana.
10. Si so abriese la comunicación con el Nuevo Reino do Granada,
y por tanto con el General Montes, se enviarán todas las tropas que so
juzgue pueden ir al Perú en lodo el año do .1.815, cuando so tenga una
probabilidad do tranquilidad cii el Vireinato, profiriendo siempre remitir
las que hubiese de los naturales do Caracas, por lo conveniente quo es
alejarlos do donde son odiados.
11. El ceñirse á bloquear la plaza de Cartagena, á bombardearla ó á
sitiarla, lo determinará el General en jefe con conocimiento de la fuerza
del Roy de mar y tierra, medios y estación, y además con las noticias del
estado de víveres de la plaza, arrabales y puerto. Bien entendido do quo
es muy importante para el comercio y navegación, el apoderarse dol Cas-
tillo de Bocachieha, y casi tanto como do la ciudad, para cuyo logro
no se omitirá sacrificio de la clase que fuese.
12. Concluida la operación de Cartagena, si la presencia del General
Morillo fuese aún necesaria al frente de las tropas de su mando en el Nuevo
Reino de Granada, seguirá con ellas, siempre que su persona no fuese ne-
cesaria en la Capitanía general do Caracas.
13. La buena armonía que obsorven el Virey do Santafe" y el Ge-
neral Don Pablo Morillo, será tin medio muy seguro no solo de quo se
tranquilizarán las vastas regiones confiadas al mando de ambos, sino que
contribuirá eficazmente á la pacificación del Rio do la Plata, y asegurará
al Perú, ya soa con los auxilios que ambos faciliten, ó con la opinion quo
na adquieran las tropas del Rey y sus jefes. Por lo cual espera S. M. do
que si alguna desavenencia so suscitase entro ambos, no se olvidarán do
que lo3 intereses que so les han confiado no son do olios propios, sino
son los do S. M. quo han do hacer la felicidad de sus amados vasallos.
14. S. M. autoriza al Genoral en jefe para rocomponsar los servi-
cios hechos ó que en lo sucosivo hagan los individuos quo están bajo do
sns órdenes, on cualquier circunstancia quo lo juzguo oportuno, exten-
diendo los correspondientes despachos ó diplomas, cambiándolos por
otros que S. M. dará aquí.
1;"). Queda al arbitrio dol General en jofo el comunicar á cualquiora
do los Jcfos y Oficiales del ejercito y Capitanía genoral do su mando, ó
do cualesquiera otras tropas quo se unan á dolido providencio, y con la
autoridad que juzgue conveniente.
4."

Política.

1.° Al atravesar el cordon do las islas de Barlovento, tendrá el Ge-


neral en jefe algunos pliegos prontos (por si se presentase algun buquo
de guerra ingles) para los Generales británicos do aquellas islas, y para
el Almiranto do aquellas posesiones, avisándolos quo S. M. ha determina-
DIS LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 33

,ïo restablecer cl orden entro sus vasallos de aquellas Provincias, medida


tanto más necesaria y útil para las demás colonias, en cuanto el mal ejem-
plo puede serles muy funesto, y que se lisonjea el General encontrar en
la Nación británica aquella lealtad que la liase la amiga de la España.
¡2." Ocupada la isla tic Margarita, so emplearán para su sosiego y
buen orden Lodos los medios de dulzura, apoderándose tan solo de las
personas encontradas con las armas en las manos, y de los buques ó elec-
tos que no pertenezcan á vasallos de S. M. por lo que el Gobernador quo
allí (piede debe ser do buen juicio, activo y vigilante.
3." La importancia do esta isla os por la proximidad á Gumaná.y
porque estando á I Jar Invento, es la guarida de los corsarios y el asilo de
los insurgentes arrojados del continente. Es, pues, preciso dejar una
guarnición proporcionada (pie se enlace con la de Oumaná por medio, do
alguna fuerza de mar.
<l." 101 General en jelo publicará un indulto en nombre del Re}r, ¡í
los que en un plazo determinado se presenten, quo estén ó hayan estado
sirviendo contra la causa de S. M.: prometerá recompensa á los que por
notoriedad hayan servido bien ó (pie á pesar de las apariencias, lo justi-
fiquen. Publicará un olvido general de lo pasado á los que estén en sus
casas y labores, sea el (pie so fuese el partido que hayan seguido, y pon-
drá á precio las cabezas de aquellos que más inllitencia tengan: pero esto
será, cumplido ya el plazo señalado; al propio tiempo (pie¡i los negros que
estén eon las armas en la mano se les concederá libertad, quedando sol-
dados del Estado, aunque sus amos los reclamen, los que serán indemniza-
dos por el real Erario según las circunstancias.
y.° En este indulto serán comprendidas aun las personas que en la
actualidad están en las islas extranjeras; pero no so les nombrará, y solo
on el caso de preguntarlo so les asegurará quo sí; pero que por el buen
orden, tranquilidad general y particular, tendrán quo mantenerse en E s -
paña, por ahora, en donde gusten, y en la corto con el beneplácito de S.
M. si lo concediese. En osle número están el Marqués del Toro, actual-
mente en Trinidad, y don N. Leon, que so mantiene en Garácas: personas
nada conveniente el que allí se mantengan.
(í." La conducta que se ha do seguir con los caudillos quo tengan
fuerza y opinion, no puede detallarse en una breve instrucción, y solo los
talentos del («encrai en jefe podrán aprovechar las circunstancias, nego-
ciando el partido más ventajoso y decente á las armas del Rey: debiendo
desaparecer (oda idea que no contribuya á asegurar Ja felicidad de los
vasallos de S. M. en aquellas inmensas regiones.
7." I»as personas que cu Garácas hayan tenido algun empleo bien
desempeñado, y cuya conducta para ellos pueda ser dudosa, aunque aquí
sojuzgue de otro modo, so remitirán á la Península con pretextos lison-
jeros para ellos.
S.° En un país donde desgraciadamente están el asesinato y el pillajo
organizados, conviene sacar las tropas y jefes (pío hayan hecho allí la
guerra, y aquellos que, como algunas do nuestras partidas, han aprove-
chado los nombres dol Roy y Patria para sus fines particulares, come-
tiendo horrores. Debe, sí, separárselos con marcas muy lisonjeras, desti-
nándolos al Nuevo Reino do Granada y bloqueo de Cartagena, de los
que por desgracia hay en la Capitanía general de Caracas. 3
Si DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

9.° Por ahora no volverán á restablecor.se los regimientos Fijos,


aunque para llevar organizados cuerpos al sitio de Cartagena, y para
moverlos se les reconozca con esto nombre, pero las bajas do los cuerpos
europeos so llenarán con los que haya entro los fijos, conclu)rendo insen-
siblemente con éstos, y enviando los oficiales solteros á España y los ca-
sados quo también lo deseasen. Esta medida debe ejecutarse con mucha
prudencia para evitar contingencias graves.
10. Al dirigirse á Cartagena las fuerzas que han deponer el bloqueo,
se oficiará con los jefes de mar y tierra de Curazao y Jamaica, do quo S..
M. ha mandado ocupar lu plaza de Cartagena de cualquier medio, y se
les rogará lo avisen á los buques mercantes y de guerra para quo no so-
acerquen á aquellas aguas.
11. Hay muchas razones militares y políticas para reencarnarla
más pronta ocupación do la plaza de Cartagena y del Castillo de Boca-
chica, por lo quo el General en jefe no debe omitir sacrificio quo no
haga por lograr estos fines, perdonará á los Gobernadores y habitantes,
prometerá recompensas á nombre de S. M., y las dará á cualquiera quo
lo ponga en posesión de puntos tan importantes, dándoles los documentos
necesarios, quo so validarán aquí,
12. Los habitantes do Coro y Saiita Marta se lian distinguido en fa-
vor del Re}' en esta lucha, por su lealtad y valor, cualidades quo han fija-
do la atención de S. M., y es su real voluntad que se les conceda ventaja
en todo lo que no causo perjuicio á las demás Provincias, distinguiendo
mucho al cacique don Juan de los Royes Vargas y á los que el señale»
Pero en general se empleará mucha dulzura para todas las clases y parti-
dos, vigilando á todos, á fin do separar aquellos que directa ó indirecta-
mente entorpezcan las medidas.
13. Aunque la pronta administración do justicia ocupo tanto el pa-
íernal corazón de 8. M., es su soberana voluntad que no se expongan los
dignos Ministros do la Audiencia de Caracas á sobre-saltos y peligros que,,
impidiendo el ejercicio de sus ministerios, ajan el esplendor de un tribu-
nal tan respetable, con demérito do la autoridad real. Por lo tanto se
mantendrán por ahora sus Ministros donde se encuentren, hasta que el
General en jefe aviso á su Regente ó al quo ejerza ó deba ejercer sus
funciones, que puedo establecerse el tribunal sin riesgo. En el Ínterin,
el mismo General queda autorizado para ejercer ó asesorarse con el juez
ó letrado que tenga por conveniente, sea del seno de la Real Audiencia
ó de fuera do ella.
14. Tan luego como sea posible se volverá á hacer jurar fidelidad r«
la augusta persona do Su Majestad Don Fernando VII, con aquella pom-
pa que jamas se resiento do las circunstancias desgraciadas.
15. Por ahora so dejarán en el estado en que se encuentren las Uni-
versidades y Colegios, y en general todo establecimiento científico, apro-
vechando las rentas para las urgencias de la guerra, dando los documen-
tos y seguridades competentes y dejando, tanto este ramo como todo
cuanto corresponda á lo gubernativo civil, que no sea urgente, para me-
jores tiempos, en que las luces do la Real Audiencia todo lo verifique.
16. El mayor respeto á las autoridades eclesiásticas y la mayor ar-
monía con los Ministros del altar, encarga S. M. y es el más seguro
garanto de que las empresas militares tendrán el resultado más feliz.
D'E LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 35

17. Al comercio }r hacendados so les protejerá y auxiliará, pues la


exportación de frutos, al propio tiempo que proporciona mayores como-
didades á los vasallos de S. M., aumenta considerablemente las rentas
del Hoy, tan minoradas en esto momento y para cuyo aumento es preciso
trabajar.
IS. El General Morillo está autorizado á exigir empréstitos, a bus-
car fondos, víveres y efectos para pagar las tropas de S. M. y empleados,
además de hacer frente á lodos los gastos, estando facultado para separar
do la Capitanía general de su mando á los que creyese oportuno.
lí). La recompensa de los buenos servidores, distribuida con equi-
dad, animará á los buenos, y podrá hacerlo el General en jefe en nombro
de S. M.
20. Como los actos exteriores tienen una influencia tan inmediata
en aquellos paises, establecerá el Capitán general en su Provincia, tan
pronto como pueda, todo el ceremonial que mandan las leyes, sin permi-
tirle S. M. (pie exima á ninguno do las obligaciones que allí se lo impo-
nen, sin graves motivos.
21. Como el éxito de la expedición y tranquilidad do aquella Capi-
tanía general esta sujeto á las contingencias de la distancia á que aquélla
lia de operar de la capital, concede S. M. amplias facultades al General
en jefe para alterar <«n todo ó en parte estas instrucciones, pues S. M.
conoce los talentos y buen deseo del Mariscal de campo Don Pablo Mo-
rillo Inicia su real servicio, lo cual le asegura de que su conducta so arre-
glará á lo más conveniente para lograr aquél, y de consiguiente la dicha
de los amados vasallos do Ultramar.
Es copia do las instrucciones que aprobó S. M.'por el extinguido Mi-
nisterio universal do Indias, formadas para el General en jefo do la ex-
pedición destinada entonces á Montevideo, y posteriormente á Costa Eirme
Don Pablo Morillo, y para el Jefe de marina Don Pascual Enrile.

(CCÏX.
"NOT£L del Diputado al Congreso por la Provincia de Cartagena, al
Gobernador do esta, sobre la conducta observada por el General Simon
Bolívar con el primero.
EXCKI.KNTÍSIMO SlüÑOli:

Cuando V. E. me encargó que desmintiese en Mompox las especies


calumniosas que do intención se esparcían para alarmar y conmover al
pueblo, por ol Corregidor irritado de resultas del justo y equitativo pro-
cedimiento contra sus hermanos, contesté á V. E. que el General Bolívar,
(por quien fui llamado para ser entregado del pliego), me había manifes-
tado las mas lisonjeras disposiciones á evitar la disensión entre ciudada-
nos do una misma familia, y que no trataba encartarse en los negocios do
1 nierez, a pesar do que le quería comprometer, anunciándome por su in-
sinuación y lo demás que trascendí que pensaba como él mismo se anun-
ciaba y producía. Poro desde que regresó el edecán que dirigió á V.
x>., se resintió aquel General, y me dejó ya entrever no muy buena fe.
36- DOCUMENTOS T'AIÎA LA UISTORIá

Sin embargo, en mis conversaciones particulares trataba de justificar sti:


conducta, que ya veian todos sospechosa, inclinándoles que ni presumia n i
estaba autorizado para un procedimiento violento, y aun al mismo Gene-
ral le indiqué que la desconfianza de su conducta procedia do la del Co-
rregidor en la ridicula intimación que hizo al General Castillo, contando,
con su fuerza militar, lo que argüia que seguramente había algun concier--
to entre los dos, lo que lo importaba desmentir.. En tal estado y cuando
ya los oficiales de Venezuela so gloriaban de invadir con una patrulla la
plaza y sus murallas; cuando la tropa insolento se saboreaba con el rico,
botin que no falta quien diga habérsele ofrecido, llegaron el Secretario
do V. E ; , ciudadano García de Sena, y el canónigo Marimon por el Con-
greso. .Usté habrá ya instruido á V. E. del resultado de s u negocio, y
creo qnc también lo habrá hecho de la tropelía quo me ha causado el Ge-
neral Bolívar. Yo fui instruido por el mismo señor Marimon do quo
aquel General pretextaba que yo inducía á la tropa para desertarse, y que-
aun dos desertores lo declaraban. Yo pasé al momento dondo el General
para quo mo pusiese do manifiesto los soldados; pero.cuál fué mi sorpresa
cuando me dijo quo no por declaración do desertores, sino porque nc,
aprobando yo la guerra contra Cartagena, alegaban les soldados de Mom-
pox esta improbación mia para huir ó desertar.. Yo le contesté que en.
efecto no aprobaba la tal guerra Y lo argüí con su- palabra.de no encala-
tarse en la querella de Piñérez. Él General quiero pretextar que, no esto-
suceso, sino las posteriores contestaciones sobro auxilios y recursos mili-v
tares, causaban la guerra autorizada por el Congreso, cuando sabia muy
bien quo aquella autoridad ni le había antes ni después autorizado, y quo-
su Diputado ol señor Marimon traía la más rigorosa prohibición de venir-
ú las armas por cualquiera causa ó motivo quo se presentase. Ultima-,
monto ol mismo General me indicó la medida do que me pusiese en mar-,
cha á mi destino del Congroso, como lo hice bin ejecutivamente que sin;
poder proporcionarme los auxilios, quo pensaba rogar á V.. E..íí cuenta,
del goce de mi empleo, salí do Mompox al segundo dia de la conferencia
con él, cl dia seis, y en la compaña del Secretario de Guerra, Sena.. Esta
marcha precipitada mo ha redimido de ser juzgado militarmente ó deste-
rrado en pocas horas, como pensó hacerlo y lo indicó al señor M;arimon>.
Su procedimiento contra mí lo ocasiona también una contestación oficial
que tuvo con el Capellán ó Vicario del ejército, por haberse autorizado á
levantar oratorio en el hospital militar sin habilitación dol diocesano..
Acostumbrados lodos á hacer lo que se les antoja y tratar á cuantos ven
con cierto airo de superioridad, creyeron que yo, como Vicario de Momr-
pox, callaria al ver quebrantados los cánones eclesiásticos; se engañaron,
y ya mo consideraban con oste motivo como un obstáculo á sus ideas y
pretcnsiones hostiles. Tales las creo, y aunque deseo que se eviten y con-,
venga el mismo General en los principios de la justicia, yo. debo, siu dar
reglas á V. 3D., indicar que es muy forzosa en el caso la desconfianza y
precaución. Yo he sabido el mismo dia de salir de Mompox, por una per-.
sona de crédito, referente á otra amiga de Bolívar, que ésto pensaba con-
ducirse con toda política con el Gobierno, para facilitarse recursos hasta.
ocupar á Santa Marta, y que entóneos trataría do obrar contra Cartagena,
cuyo Gobierno estaba ya ofrecido al Coronel Carabaño, como ol de Santa
Marta al inglés Robertson.
DE LA PJIOVINOIA DU CARTAGENA. 37

Yo recibí la contestación do V. E. á mi aceptación, la noche antece-


dente á mi viaje, y prestando, como prestaré, el .juramento ante el Gobier-
no g-ucral, para posesionarme del Congreso, resta que Y. E. acuerde so
•me abonen por el mismo Gobierno los sueldos, como lo gestionaré á mi
llegada, una ve/, que ya los fondos son comunes, .y los particulares del
Estado tienen mil atenciones.
Dios guarde á V. E. muchos años,
Moróle?, Mary.o 12 de 1815.
J U A N FERNANDEZ DE SOTOMAYOH.

•Sxcclculisimo señor Gobernador del Estado.

cea?...
P H O C I i A í W I - ñ . del Comisionado del Gobierno general, Doctor Marimon,
con motivo de la bajada del General Bolivar y del ejército que trae «á siis
•órdenes.

À J.OS HAMTAXm HG 1.A l'HOVJ.XCIA Di: 'CAKTAGENA.

CONCIUDADANOS: Un ejército al mando del General Bolívar se acer-


"ca para invadir vuestra capital. Este ejército so precia llamarso do la
'Union, está ú su sueldo, y se compone en mucha parte de soldados gra-
nadinos, vuestros confederados y hermanos. Vosotros sabéis vuestro deber-
•en oslas circunstancias. Mi voz no va á emplearse siuo para testificaros
'que si este ejército es do la Union.y está A su sueldo, en invadiros no está
•o sus órdenes. El Gobierno general, en cuyo nombre os hablo/que yo mis-
ino eo.'iio vuestro Representante establecí y planté, es un Gobierno pater-
nal; W ama, no olvida vuestrososluorzosy sacrificios por la Independencia,
y l::n ¡éjos está do babor decretado la guerra contra vosotros, que la ha
•pruLbidû expresamente. El General obra á su arbitrio y contra las ór-
'dojifs del Gobierno á quien sirvo. Arreglad con esto vuestra conducta.
Cartagena, 23 de Marzo do 1S15.
OUAX MAMMÓN, Presidente del Congreso en comisión.

' C A R T A , del General Bolívar en que habla al Gobernador Amador de là


situación en que el primero se encuentra con el ejército de su mando.

ifompox, Febrero 25 de 1815—5.°


Ciudadano Gobernador Juan de Dios Amador.

Muy respetable señor mió: Al fin he tenido la satisfacción do recibir


la misión del ciudadano García de Sena, que me ha representado el esta-
38 DOCUMENTOS PARA LA HISTORiá

do do las cosas bajo un aspecto que, aunque en apariencia es delicado, erî


realidad no tieno nada de alarmante.
El Comisionado me ha dicho que los pueblos temen mi aproximación
y la do las tropas de mi mando. Dejando aparte la injuria que se nos ha-
ce, y que á la verdad es bien gratuita,- sin atender, digo, á la ofensa, me
parece que el temor que so ha querido inspirar puede ser calmado con
mucha facilidad con una proclama del Gobierno, ó con misiones á los
pueblos, mostrándoles la verdad, para quo la reconozcan.
En cuanto á mis operaciones sobro Santa Marta y los auxilios que
ol Estado de Cartagena debo prestarme, hemos convenido el Comisionado
y yo, en quo enviando cerca de ese Gobierno ¡i mi Secretario, ciudadano
Rafael Revenga, todo quedará transigido do un modo satisfactorio-,-deco-
roso y útil á todos. En consecuencia, va Revenga, y yo suspendo mi
marcha al bajo Magdalena hasta que venga la respuesta de esta misión'.-
Yo mo tomo la libertad de recomendar á usted que observe: quo la
actitud actual nuestra os destructora d'c la opinion, do los fondos públicos y
de los hombres quo consumen las enfermedades. Que ol ejercito venezolano
quo lia ido á derramar su sangre en Santafé por la union entro sus conciu-
dadanos, y quo está pereciendo aquí de fiebres por Cartagena, no merece
ser recibido con ultrajes por parte de los pueblos, ni con trabas por parto
dol Gobierno. Quo el impedirnos entrar en la Provincia de Cartagena es-
indecoroso paro el Gobierno general, para mí, para el ejército y para losr
mismos do Cartagena. Quo esta desconfianza excitará un sentimiento do
indignación-, cuyos resultados pueden- ser muy fatales.- Eu una palabra:
yo suplico á usted se sirva mirar con atención nuestra situación, y deter-
minar definitivamente todo lo relativo á mi marcha á Santa Marta, quto
es el objeto único á quo soy destinado, cuya operación, si no la logramos
ahora, es difícil conseguirla después. Suplico-á usted,- además, abandone-
mos recelos, temores y enemistades en favor de la causa pública.-Yo estoy
pronto á hacor cuanto dependa do mí: cederé en todo; poro conservará
siempro ileso mi honor, y no dejaré mancharlo á la faz do la Nueva Gra-
nada, porque con injusticia quieran mis enemigo* quo yo abrigo senti-
mientos contrarios al bien público, para satisfacer vindictas particulares*
Perdono usted, ciudadano Presidente, quo me exprese en estos tér~
minos. Yo he tocado todos los resortes, mi Secretario encarecerá mis ra--
zones. El Comisionado Marimon debe transigir las diferencias quo toda--
vía existan cuando él llegue á esa capital. Si esto es en vano, la culpa no1
sorá mía, y las consecuencias funestas no se me atribuirán- con justicia.-
Imploro la amistad do usted é intereso cuanto es santo entre los'
hombres, para quo salvemos la Ropública. Pongámonos de acuerdo y todo
se ha hecho.
Sírvase usted aceptar los testimonios de mi amistad, consideración y
respeto.

B. L. M. do U.
SIMON BOLÍVAR.
OB LA. PllOVINCU DE CARTAGENA 39

<C<CS.2S.

S)J<0>TAS por las cuales el Capitán general propone al Gobernador de


¡Cartagena que se someta al Gobiernd peninsular, para hacer causa coinün
Contra el General Bolívar; y contestación dé dicho Gobernador;
Señor Don Juaü de Dios Amador—Cartagena.

Por fin, esa Provincia, habiendo corrido por si sola en breve tiempo
v sc"im so podia esperar de la educacionj intereses é inclinaciones gene-

... podiiu.
dc haber de sufrir las mismas vejaciones que Santafé, en Diciembre últi-
mo, ve venir con el más culpable letargo cl dia en que debe tener á su
cabeza un tirano autorizado, que tanto desprecia al pretendido Congreso
de la Nueva Granada quo lo envia, como estelo tciiic y aborrece; Bolívar
se prepara, ó entra ya en marcha contra esa ciudad, mientras quo sus
hábil an les, persuadidos de que todo lo habrán hecho con rechazar, como
no dudo sucederá, ¡i aquel foragido, pareco que no so dignan echar una
ojeada sobre su snerlfl futura.
,; Qué importa, ó qué habrán adelantado con salir bien do su actual
compromiso ? Libertarse de un asesino para tener quo volverse á discurrir
los medios do guardarse del que necesariamente lo ha do reemplazar. La
caitsá de los niales do esa Provincia, como do las otras, bien sabo V. E.,
y cu su corazón lo confiesan los quo lo rodean, quo es más gravo, y quo
verdaderamente nicrecia toda su consideración.
Cinco nños do experiencia, duranto los cuales osa ciudad ha querido
de repente tener leyes nuevas, artes, educación, costumbres, virtudes para
ser libres; ha querido ser conquistadora y ha armado expediciones, quo
ya se juzguen por sus principios, ó por sus resultados, más bien han pa-
recido -ciil retenimientos comunes, quo empresas de un Gobierno quo se
nroporiia algun objeto en ellas; cinco años de experiencia, repito, en quo
lian ocurrido distintos ejemplares bastanto tristes para los particulares y
para los piioblos, se supone que en caso de que los que conservan y han
tûiudo oí Gobierno en sus manos so hubieran llegado á persuadir alguna
Vez que esa pretendida y fatal independencia era cosa que podia existir,
ya se hubieran disuadido y puesto en estado do pensar con mejor criterio
y justicia á fuerza de tantos y tan claros desengaños que prueban su im-
posibilidad.
¿ Qué es, pues, entonces lo quo los ha detenido en entraren su deber;
en restituirse al Gobierno, bajo el cual antes gozaban do seguridad do"
vidas y propiedades; en el quo no temian que otro ciudadano tuviese la
audacia de intentar hacerse señor de los demás y privarlos de sus justos
derechos ? La incertidumbre do la suerte quo cada uno correria en este
caso, ol interés personal: esta es la barrera que hasta ahora no han podi-
do ó no han tenido ánimo para quebrantarla V. JD. ni sus predecesores.
* A6Í pudo haber llamado á BUS compañeros do armas Boves, Antoiïanzas, Morales v
otros; y no al Libertador do un Continente.
40 •DOCUMENTOS TARA LA IIISTOîtî'Â

Semejante incertidumbro infundada, ¡i vista do Ins repelidas declara-


torias que tengo hechas á ese Gobierno, especialmente Ins que compren-
Uen mis oficios de. 15 de Julio y .17 de Septiembre inmediato pasado,
acerca de las intenciones del Roy nuestro señor Don Fernando VII, con
respecto á las Provincias disidentes, no es disculpa, ni podrá acallar los
remordimientos quo V. E. y los demás que tienen influjo en el pueblo
sentirán, aunque inútilmente, después de haber sido testigos do los robos,
depredaciones, asesinatos, que repetirá dentro de esa ciudad el malvado
que la amenaza, si por desgracia do ella, si por una insensata condescen-
dencia lograra ocuparla áníes que sus gobernantes hubiesen dado todos
los pasos quo la justicia, su deber y el interés propio les ha do dictar oh
Ja amarga situación en que so halla ese pueblo, para preservarlo de los
ultrajes (pie se lo preparan, como es do su imprescindible obligación, sien-
do los depositarios de su suerte, y los que deben perecer ó salvarle.

Por lo que á mí toca, creería haber incurrido on una falta imperdo-


nable, si estando tan penetrado, como lo estoy, del peso y compromiso do
la situación de esa ciudad, no le ofreciera francamente toda la protección
real que está en mis facultades, para ayudarla á salir de sh embarazo, no
permitiendo en ningún caso sea desolada; pues quo entra á la parto do
mis cuidados con las demás do mi cargo, como es la intención do nuestro
nugusto Soberano. Si no se han olvidado las leyes españolas tan pronto,
si se tiene presento la autoridad y alia representación que. me da el carác-
ter do Presidente Gobernador y Capitán general del Reino, oso Gobierno
rio puedo racionalmente dudar quo serán religiosamente guardadas y con-
firmadas por S. M. las condiciones y perdones que convenga y acuerde yó
conceder en su real nombro, siempre quo voluntariamente y de buena fó
se mo entreguola ciudad, y so disponga enviar al Rey nuestro señor una
Diputación á complimenter á S. M., y ofrecerle el homenaje do su pro-
fundo arrepentimiento y antigua lealtad'.
líe llenado mi deber presentando oficiosamente á la consideración
do ese Gobierno las reflexiones que dejo expuestas, para que se mediten
y contesten. Quizás el estilo enérgico en que van concebidas merecerá el
nombro de repulsivo é in'conciliatorio; no obstante, Milieu dejaré de creer
que esté en el lenguaje de la verdad, sin embargo do que no siempre sea
grato á los oidos'dc los hombres, aun cuando inedia ó se trata de su bien-
estar. Pero eoiitrayéndonio al objeto principal de este oficio, esta Capita-
nía general nó puedo desentenderse de acompañar á U. S., como lo ejcr
cuta, un ejemplar certificado de la Prodama que ha extendido y dirige á
los habitantes de las Indias el Excelentísimo señor Consejero do Estado
y Secretariodn Estado del Despacho Universal de ellas, Don Miguel do
Lardizábal y L'ribe, en la que S. E., después do explicarse con la inge-
nuidad y entereza quo le es propia, expresando los hechos quo lo consti-
tuyen acreedor á la plena confianza do sus paisanos de .América, asegura
á nombre del Rey: t : Que S. M. tratará benignamente y recibirá como
padre, con un total olvido de su delito, á los extraviados, si ellos de bue-
na ib so le entregan para ser perdonados;" cuyo documento sé mo ordena
lo circule á las Provincias do mi mando; y en consecuencia, espero quó
después do quo ü . S'. lo transmita por los periódicos de la ciudad á la
bB LA PROVINCIA DE CARTAGENA. »1

notoriedad y conocimiento público, mo dé la debklü respuesta de su recte


bo y de Jo demás contenido en este oficio.
Dios guarde á U. S. muchos años;
Santa Marta, Mar'/o 29 de 1815.
FRANCISCO DE MONTALVO;

ccfior Don Juan de Dios Amador—Cartagena;

Apenas llegó á mi noticia )n situación comprometida eh quo se halte


osa plaza, asediada por el rebelde Simon Bolívar, no pude ser indiferente
» las consecuencias funestas que previ iban á seguirse, contra esos habi-
tantes, si no se sostenían con la constancia y tesón correspondiente, entrü
los cuales iiay muchas personas honradas amantes del orden, leales al
Bey, que no dudo suspiran por su antigua tranquilidad y que al fin sori
'dignas de mejor suerte. Pero unos empeños fatales á su bienestar)' opues-
tos tliamelralinentc á sus intereses, las tienen ciegamente ligadas al des^
urden y á la desgracia, sin valor para arrancarse de las cadenas quo á sí
propias se han forjado.
Bastante di^o á ese Gobierno en el oficio que le he dirigido con fe-
cha de 2\) del próximo pasado Marzo sobre el particular el 'cual he remi-
tido ggV'por el conducto de Don Pedro Juan Visbal, encareciéndole la
importancia de que le hiciese llegar á manos de U. S. por el camino dó
tierra que conduce ú la puerta de Santa Catalina, * quo so me notició
estar liljrc de enemigos.
Sin embargo, no queriendo quedo nada por hacer á mis buenas ina-
tenciones c ingenuos deseos de realizar la protección quo eh todo casó
darían á esa ciudad las armas á mis órdenes, de su augusto Soberano el
señor Don Fernando VII, para libertarla d;c ser desolada por un hombre
'que parece haber olvidado (oda clase de deberos, he resuelto enviar esos
dos prisioneros, aprovechando la ocasión que se me presenta por mar, á
fin deque dejándoles en la playa vecina á la mencionada puerta do Santa
Catalina, conduzcan y entreguen en manos de esc Gobierno, con la segu-
ridad que mees posible, el duplicado del pliego citado que dispuso so di-
rigiera por tierra, con la insinuada fecha de 29 do Marzo próximo pasado;
y solo tengo que añadir sobre la ratificación de su contenido, que están
puestas en movimiento las fuerzas de esta Provincia para operar seguii
las circunstancias; esperando que por parte de esc Gobierno habrá la mis-
ina eficacia en hacer llegar á mi conocimiento, por el primer conducto
'quo so le ofrezca, la debida contestación.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Santa Marta, Abril 15 'do 1815.
FRANCISCO DE MONTALVO-.

Ni necesitamos de la protección que TJ. S. nos ofrece en sus oficios


;) do Marzo y 15 del de la fecha, para terminar nuestras diferencian

Una de las cuatro puertas qno dan entrada á la parte principal de la plaza,
lu DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Con él General Bolívar; ni cuando la necesitásemos là aceptaríamos


jaüiús.
Sucumbiríamos mil veces en la querella, mas antes que deber ¡í su
concurrencia un triunfo que nós cubrirla do oprobio, y qvio había de soi'
pagado con nuestra libertad. U. S. ha pensado aprovecharse de In deasiori
do vernos divididos y do lisonjear nuestor amor propio, y se ha engaña-
do: l ^ " n o hay division en tocando á nuestra libertad; no hay pasiones eri
tratándose de repeler ¡í U. S.; y nuestro orgullo es muy noble para en-
trar en coalision con nuestros tiranos;„££¡jí
Si al menos U; Si hubiera manejado mejor la coyuntura, y hecho su
proposición con alguna delicadeza; pero todo lo contrario, él modo ha
sido tan chocante como la sustancia. ¿ Quién no ha do abrasarse al oír
quo tin hombre que tiembla do' Bolívar como U. S., nos excite s'i ser ins-
trumentos de su seguridad, y al mismo tienlpo nos intima esclavitud ?
| Qué impudencia I ¡ Qué necedad 1 ¡ Persuadirse que en pleitos de hom-
bres libres pueda interesarse con el prospecto de la servidumbre 1
Ya pudiera U. S. tener experiencia de que rio nos pone miedo eso
tono sultánico, que ofende coii sus perdones, todavía más que con sus
amenazas. En vaiio es también quo afecto U. S. tanta solicitud por
nuestras disensiones domesticas: acá sabemos que el pueblo jamás so rege-
neró sin convulsiones. Nosotros sobrellevamos las nuestras mirando siem-
pre á su origen y á su término, quo merecen ésto entre otros sacrificios:
ellas calmarán, y si no calmaren1, el negocio os nuestro: ¿A U. S. qué lo
importa ? ¿ Qué tiene U. S. que ver con la Nación libro é independiente!
de la Nueva Granada? ¿ O es por ventura lo mismo titularse Gobernador
que serlo ?
Por lo demás do los oficios do U. S. me remito á las contestaciones
dadas por el Supremo Congreso á Don Toribio Montos y á IL S. mism'oy
quo antes de ahora so le han comunicado. Pero á mayor abundamiento'
dirigiré a S. A. dichos oficios, por si tuviere que añadir, y U. S. logra eri
fin desengañarse de la inutilidad de sus tentativas.-

Dios guardo á U. S. muchos años—Cartagena, 18 de Abril de 1815'.-


— J U A N DEDtos AMADOR, Gobernador do la Provincia—Señor Don
Francisco de Montalvo—Santa Marta.

JLEa©CTDf<CE©BT del Comisionado del Gobierno de Cartagena, con moti-


vo de las operaciones del General Simon Bolívar.

VIVAN LAS ARMAS DE LA REPÚBLICA DE CARTAGENA í

Sabed, leales pueblos de la Provincia do Cartagena, quo ya el Coman-


danto Bartolomé Chávez, hechura del General Bolívar, junto con otro
Oficial, está prisionero; pues nuestras armas, que están al mando dol señor
Comandante en jefe, ciudadano Juan Salvador Narváez, los hicieron ron-
dir en la hacienda nombrada " El Mamón," distante nuove leguas do
Í5È LA PROVÍNCIA DÏS CÁÍlTAGfliífA. 48

¿sta Villa, por lo cnal ya no vivirán con zozobras. Tengan ustedes enten-
dido que según Inopulencia de nuestras armas y voluntad con que los
buenos patriotas sirven, dentro de breve tiempo verán abatido al diebo
General Bolívar en union de su limitada gente que lo" acompaña, que cada
dia tís más corta, respecto á los que se desertan continuamente, y los que
perecen en los ataques que les dan nuestras armas en las inmediaciones

Los Alcaldes que reciban esto oficio lo harán leer públicamente, c


inmediatamente lo pasarán á los otros Jueces, así do la Villa como do los
sitios, con arreglo al rótulo do la cubierta, para quo aquellos, ejecutando
su lectura, hagan lo mismo.
Así, pues, importa que los Jueces, como fieles Ministros del supremo
Estado, proporcionen hombres que sean útiles para cuando los pida el
expresado señor Comandante, con el objeto de cortar la retirada al ejer-
cito del General Bolívar; pues ahora es ocasión de acreditar la adhesion
á la justa causa que sostiene el Gobierno, cuyas heroicas operaciones so
esperan de la eficacia y amor do ustedes. Tomarán el mayor empeño en
tan di"iia obra, pues cede en boneíicio común y tranquilidad do nuestros
espíritus.

Lorica, Abril 6 do 1815—5."


MARTÍN J . AMADOU,

Comisionado del Supremo Gobierno del Estado.

(DC3LICV.

A L O C U C I Ó N del Gobernador de Cartagena, con motivo del asedio


puesto á esta plaza por el General Bolívar.
CIUDADANOS:

No es ya Un ejercito do la Ünion, ni bajo su suprema autoridad, fit


á protexto do los auxilios quo no alcanza á dar este Gobierno quo so os
hacen sufrir los horrores do la guerra más cruel.- Es un corto número de
oficiales militares sin patria, quo so precian de no pertenecer á algun pue-
blo, ni reconocer autoridad, que obrando en su propio nombro y promo-
viendo sus particulares intereses, sitian esta capital, devastan nuestras
haciendas, y hacen derramar tantas lágrimas á los pacíficos habitantes do
los pueblos de esta Provincia.
Con la misma altanería con que su caudillo Simon Bolívar, afectan-
do no cnlcndor lus ordeños del Gobierno general sobre los indicados auxi-
lios, limitadas á los quo buenamente puedan dárselo sin perjuicio do la
defensa del Estado, se ha acercado á la plaza á exigir por la fuerza cuantos
so lo antojan ósugieron sus ambiciosos desatinados proyectos; y sin ór-
denes dol mismo Gobierno general para hacer hostilidades, os infiere las
quo son^ notorias. Con esa misma, ha rehusado entregar el mando quo
renunció, como so le ha prevenido por el soñor Diputado do la ünion, y
•H DOCUMENTOS I>AIU LA ÏIïSTOHlA

juntando sus oficiales, os declaran la guerra, entre otros motivos igual-


'monte criminales, por los agravios que figurà han recibido los cara-
queños.
No es, pues, una 'Comisión del Congreso, si'no la 'de sus Oficiales, qué
sabéis carecen de toda autoridad, la que Simon Bolívar ejerce en el dia;
ni es ya la causa de la Libertad la que anima sus movimientos, sino oí
'criminal proyecto de sostener una facción. Bolívar y sus Oficiales, aluci-
nando á sus tropas, "son en suma una banda do salteadores quo atacan
vuestras virtudes y propiedades, y aspiran á hacerse una fortuna á expen-
das do vuestra felicidad y la de vuestros hijosr; y el Gobierno os lo ma-
nifiesta, para que desplegando vuestra energía, usando de todos los medios
•que la naturaleza concede á los pueblos inocentes cruelmente insultados-,
'os arméis y los persigáis como á facinerosos, indignos de toda protección»,
'hasta restituir la país pública con el exterminio de los bandidos.

Cartagena, Abril 1-2 do 1SÍÒ.

•JUAN aa Dios AMADOK, Gobernador de la ¡Provincia-.

(DC3LV.

5M&ÍPJ&.S3 cruzadas entre el Capitán general y el Gobernador de Riohachs-;


sobre las cuestiones suscitadas entre el General Bolívar .y el Gobierno dé
Cartagena-,

•Número 59.

Sin poderme extender á muchos particulares importantes, de qué


•hablara á U. en circunstancias mimos 'apuradas que las en que actual-
'mente me hallo, solo tengo tiempo para decir á U. que, según las últimas
noticias (pie he recibido de los Comandantes'de la Línea real, y declara-
ciones de los pasados del enemigo, -el rebcldo Bolívar habia marchado
'contra Cartagena cl dia 10'del mes que acabó, y es de creer se halle en
Turlaco á esta hora. Aquella ciudad-, que de poco tiempo ¡i esta parte ha
experimentado, más "que en el resto de la revolución, las desgracias, di-
mensiones civiles.')''Compromisos que pudieran haber tenido los más fu-
nestos resultados; consiguientes á sus primeros extravíos y á la exaltación
con q'n'e abrazaron temerariamente desde el principio opiniones insensa-
tas, sin consultar á lo'que pcdia'n sil bienestar y felicidad futura, se ve
hoy asediada por-aquel facineroso, que'dice procedo conformo á órdenes
'del pretendido'Congreso do la Union; porque temerosa de la suerte que
ha de correr si es dominada por el sanguinario Bolívar, en vista del ejem-
plo quo lo ofrecen los escandalosos atentados, violencias, asesinatos y ro-
bos cometidos por aquél en San'tafé, en el mes de Diciembre último, se
niega abiertamente á entregarle las armas que ha pedido para venir con-
tra esta plaza, protestando quo no le facilitará el menor auxilio. Si so
mantienen en dicha resolución, se frustrarán los designios de Bolívar; y
•á fin de que no desmayen, he ofrecido al Gobierno y ciudad de Cartage-
î>B LÀ PROVINCIA DE CARTAGENA* 45>

•«.i toda la protección veal que está en mis facultades para ayudarla 4
salir do su embarazo, exhortándoles á que entren en su. deber y reco-,
nozcan su legítimo soberano el señor Don Fernando, VIL Al intento he-
puesto en movimiento las fuerzas disponibles que desdo luego, comenza-.
rán á obrar sc'im las circunstancias. L.o que mo apresuro á anunciar á
U. j)ara su noticia, añadiendo que con fecha de 22 de Enero mo participa.
el General .Atontes haber entrado el Teniente Coronel Don Aparicio Vi*
daurraza^a en Popayan con 700 hombres, á que so habían de agregar en,
breve 500 de la Division de Paslos. Socorros no más faltan para consu-=.
mar la obra; socorros quo se niegan d,o todas partes, al paso que las oca,-=.
.siones no pueden ser mojores.
Dios &c.-Sunta Marta, Abril 15 de 1815,

FltANCISCQ DK MONTALYCK
Señor Gobernador de Riohachn.

Número 23.
SKSOK CAPITÁN GENERAL:

Por el número 5Í1 de U. S. quedo enterado do la dirección de BolíU.


var hacia Ctirínytma de resultas do no haber querido esta ciudad conçu-»
rrir con sus auxilios, ni prestarlo socorros para atacar á Santa Maria}
cuya conducta ha brindado á U, S. la ocasión de poner en movimiento
las fuerzas disponible? para obrar donde mejor lo elijan las circunstam-.
oías. La ceguedad de aquel temerario traidor dobo exasperar los ánimos
de los cartageneros on sumo grado, y de consiguiente, puede llegar muy
á tiempo ol ofrecimiento que haoo U. S. á aquel Gobierno, prestándole su
protección para salir del embarazo, con tal que rcconoz.can al señor Don
Fernando VII, nuestro legítimo soberano i cuyos resultados ostoy espe-.
raudo ansiosamente,
Ayer han llegado aquí dos individuos do Chiriynana, quienes rae
han asegurado la numerosa deserción que ha tenido Bolívar, que asciertí
do á 100 hombres; lo que si se verifica me parece no está muy lejos de
ferminar su carrera aquel malvado, do la misma suerte quo la han concluid
do otros facinerosos do su especie.

Dios .te.—Riohacha, Abril 20 de 1815.

MANUEL Z.BQUEIRA.

ScKor Presidente, Gobernador y Capitán general del Nuevo Reino de Granada, ice, &<\

B O L E T Í N de Cartagena número 15, del Jueyes 27 de Abril de 181 5.

Por noticia de Mahátes hemos sabido el movimiento retrógrado he-


cho por la division de Carabaño, desde San Cayetano á aquella Villa :
46 DOCUMENTOS TAIU LA IIISTOMA

sabemos quo vino muy desmembrada, é inferimos que ha experimentado


mucha deserción, pues que el Jefe de nuestras fuerzas on aquella parte,
no habla en sus oficios desde San Juan, do choque alguno con el ene-
migo.
Por el parte del Jefo del Estado Mayor, General Cortés, recibido
el 25 del corriente, se sabe que ha llegado á San Juan; que ha aumenta-
do aquellas fuerzas considerablemente con la gente de la montaña, y quo
su número pasa de novecientos hombres: él permanecerá en aquella po-
sición con el doble intento de rechazar á los de Santa Marta, en el caso
de que hagan una irrupción por Zambrano, y de impedir á Carabafio la
temeraria empresa de entrar en Sabanas á destruir nuestros pueblos, se-
gún su costumbre. También so han aumentado y cada dia crecen más
nuestras fuerzas en Santa Rosa, y el buen estado en quo so hallan nos
hace esperar que en breve obrarán muy útilmente.
El Jefe del batallón Vigil y otros cuatro oficiales que, estimulados de
su honor, no han querido permanecer en el- ejército del destructor Bolí-
var, se nos han venido desde La Popa, con un Sargento y cuatro solda-
dos: otros nuevo so nos han venido do Rocha, más seis do Santa Rosa;
y seguramente so nos vendrá todo su ejército, convencido como lo está
de la causa injusta y loca porque su Jefo Bolívar hace la guerra á sus
hermanos, americanos como ellos mismos.
El estrago quo nuestras baterías y nuestras fuerzas sutiles hacen
sobre las posiciones de La Popa y de Alcibia; la desmembración do fuer-
zas que el ex-libertador se YO precisado á hacer por el movimiento gene-
ral y simultáneo de nuestros pueblos, le inspiraron un ardid ridículo pa-
ra divertir nuestra vigilancia: propuso al señor Marimon, por un parla-
mentario, ó que se le dejase marchar á Santa Marta con las solas fuerzas
que le han quedado, ó volverse á lo interior de la Nueva Granada; ó em-
barcarse con sus amigos, pidiendo so le concediese una audiencia para
esclarecer sus proposiciones y arreglar las medidas personalmente, ó
por medio de su Secretario Revenga. Aunque el señor Presidente del
Congreso conoció quo esta miserable estratagema so encaminaba solo á
fascinarnos y ganar tiempo para quo las tropas que destacaba llegasen á
sus puestos sin que so apercibiese la diminución; aun por noticias del mis-
mo cuartel de La Popa, so sabia quo en la noche del 24 al 25, ó el mis-
roo dia 25, debían salir doscientos hombres, para aumentar la fuerza do
Carabaño y detener el paso al Jefe de escuadrón Ruíz, quiso sin embar-
go, por un efecto do su genio conciliador, convenir en oirle, y en efecto,
en la mañana del mismo 25 pasó al puesto designado: el cx-libcrlador no
quiso venir, pero envió á su Secretario, quo desdo luego que empezó á
explicarse dio á conocer el verdadero objeto *do su misión estravaganto
y maliciosa, pues so redujo á pedir la garantía del Gobierno para la re-
tirada do Bolívar con su ejército á la línea del Magdalena; que se diosen
las órdenes para que se lo entregasen todas las armas, municiones, per-
trechos y demás enseres existentes allí; y quo el Gobierno dol Estado
cuidase de desimpresionar á los pueblos de la idea justa y muy fundada
quo han formado contra su detestable Jefo; tratando do restablecer la
opinion en favor suyo (empresa imposiblo en cualquiera parte á dondo
haya llegado la noticia do sus crímenes enormes y multiplicados); como
ol General Castillo concurrió á este acto, é hizo ver la inconsecuencia do
DK LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 47

las proposiciones nuevamente hechas, el señor Marimon so negó á una so-


licitud tan rara, en cuyo caso el mensajero de Bolívar solicitó otra au-
diencia á que asistiría este en persona. Él señor Marimon se la acordó, y
tuvo limar á las cuatro y média de la tarde del propio din, en el Pié do
la PowTy en el bohío que el mismo demandante eligió: mas, ¿quién cre-
yera que en situación tan delicada so redujese todo á declamaciones y á
"brindar su amistad al General Castillo? Para esto seria necesario cono-
cer á Bolívar: todo fué insignificante en esta entrevista tantas veces pe-
dida, en que el señor Presidente convino sólo por estrechar todos los
medios do la concordia, y en que solo consiguió apurar su paciencia,
al ver que para este brindis insultante ha supuesto Bolívar que el Gene-
ral Castillo es el Jefe absoluto de una facción que pretende hay en esta
ciudad, y quo su influjo y no las disposiciones sabias y.prudentes de su
Gobierno, unido á la voluntad bien clara de todos sus pueblos, es el quo
ocasiona su resistencia justa y debida que so haco á su ambición y desig-
nios turbulentos: así tuvo el señor Marimon que volverse á la plaza, lleno
de. la indignación que moroco una conducta tan versátil y siempre pérfi-
da, como la de Bolívar,
Divulgada la noticia en la misma noche, y sabiéndose con certeza
que habían partido ya los doscientos hombres indicados, se dispuso una sa-
lida, con el objeto de hacer replegar estas tropas, y para ello hacer creer
al enemigo que se intentaba desalojarle de La Popa, y al mismo tiempo
«tacar su cuartel de Aicibia. Al efecto se dispuso todo de suerte que pu-
diese entenderlo así y tuviese tiempo de despachar sus avisos á las divi-
siones que habían marchado: todo se logró según se deseaba, y nuestro
intento se verificó á las nuevo de la mañana de ayer; en ol orden si-
guiente:
La compañía do Zapadores y una de caballería marcharon por ol ca-
mino do "Cru/, grande," para situarse á la falda del Cerro do La Popa,en
la playa do la laguna de Tesen, apoyando su izquierda en la division de
bongos apostada en dicha laguna. El batallón do " Nueva Granada," la
compañía do la Guardia do honor, una compañía del batallón 1.° Local y
una de Cazadores con tres piezas de batalla, marcharon por el camino do
" Los Playones," fuera de la Medialuna, á ocupar todas Ins avenidas y
preparar el ataque ú Aicibia. En efecto, nuestras tropas se dirigieron á
este punió por los caminos del " Consulado"y " Bosque," ocuparon ol
terreno y solo encontraron los despojos del enemigo, quo había abandona-,
do el puesto, dejando una porción de objetos do guerra y muchos muebles
del equipaje.
Permanecieron nuestras divisiones haciendo sus correrías á fin do
perfeccionar el reconocimiento, atraer más la atención dol enemigo y lla-
marlo á campo raso, disponiendo al intento que una partida do cazado-
res y otra de arma blanca se posesionasen do "Comepagá," como lo eje-
cutaron bajo los fuegos enemigos. En este estado y conseguido el éxito
quo se anhelaba, so mandaron igualmente otras partidas de infantería quo
fingiesen atacar La Popa, para replegar después á la plaza, como en rea-
lidad lo verificaron, reunidas nuestras tropas en el mejor orden y sufrien-
do el fuego de los contrarios, que se les correspondió por nuestros solda-
dos, al mismo tiempo quedo loe bongos, las lanchas y el castillo dol Cerro
48 DOCUMENTOS PARA. LA HISTORIA

30 les hacia un fuego vivísimo, cuya protección aseguró más nuestros do-
seos y la retirada del cuerpo de ejército que había obrado.
oreemos con doble razón que se logró el objeto de la omprosa, pori
que desdo la fortaleza de "San Felipe" se vieron salir vanos hombres á
caballo, y tomar el camino de Alcibia; y porque en el ataqueá esto punto,
so halló que lo habían desamparado con tanta prisa, que abandonaron
siete cajones do pertrechos, el armón de un violento, quince uniformes
do su guardia, algunos equipajes y hasta su propia comida; y so hicieron
seis prisioneros, el uno en " Oomepagá."
Por nuestra parto solo liemos tenido cuatro heridos y contusos, pera
muy levemente: no ha debido suceder lo misino cu el cuartel del ex-li-
bortador; porque coronado el atrjo de sus soldados, les heñios visto doblai;
ol cuerpo á una bomba disparada con t¡d acierto, que hizo su explo-
sion en medio, do ellos.

Cuartel general de Cartagena, Abril 27 do 1815.—5.


Bn, la Imprenta del Gobierno, par el ciudadano .V. González ¡/ Pujol. Año tic Jí\7.í,¡

CCX.VÏE.
mOliSTÏÏÎSF de Cartagena número i6,' del viernes 23 de Abril de 1815-.

El General en Jofo acaba do recibir del Jefe del escuadrón Ruíss el


parte original que lo dio el Tenionto Sarachaga, do San Estanislao, y que
se copia:
" E l Oficial Comandante do la partida dostinada por usted da parta
d usted de haber logrado derrotar al eneirdgo, quitándolo do las manos
ciento noventa y seis reses quo tenían ya en marcha para ol sitio do Ma-,
hâtes, en donde so hallan las tropas y su General Carabaño; quitándoles
igualmente nueve caballos, entro ellos una mula, ocho carabinas, tres sa-
bles, y matándolo siete hombres }r cogiendo siete prisioneros entre ellos
al vaquiano quo ha acompañado á dicho Carabaño á toda hostilizacion en
nuestra Provincia: escapó el Capitán de ellos huyendo al monte, el quo
fue perseguido por el Comandante do las tropas de Barranca, C. Ambro-
sio Lindado, quien llovó á su mando doce hombros, con los quo avanzó
igualmente al enemigo, ayudándome en todo y á contar el ganado y po-
niéndolo en seguridad en sus pastos; tomando inmediatamente quo lo di
la orden, el empeño de cortarle la retirada al Capitán, como lo logró tan-
to á el como á unos soldados que le acompañaban, quitándolo los caballos
que eran ocho, la carabina al Capitán, y haciéndoles tirarse al agua, en
donde es do inforir- se ahogaron todos par la situación del caño quo no
podían pasar. Cuartel do San Estanislao, Abril 2:1 do 1815.—:5.—Pedro
Sarachaga?'
El Alcalde pedáneo de Santa Rosa avisa oficialmente quo habiendo
sido atacado por una division de 200 hombros dol pscudo-libortador Bo-
lívar, ha resistido emboscado con solo 50, sosteniendo el fuego hasta con-
sumir sus municiones: tuvo un muerto en la acción, y dos más quo con-
ríB LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 4»

dudan víveres y quo encontró asesinados por ol enemigo: éste tuvo'


(res muertos y dejó en su retirada siete prisioneros que lian llegado a es-

AnocliO so nos lian venido dos oficiales y dos sargentos del batallón
de " Mompox," convencidos de la injusticia de la empresa del ex-liberta*
dor: lo minino lucieron en la propia noche seis soldados ilcl batallón " B a r -
lovento" desde el puesto de " Alcibia," y aseguran la situación desespe-
rada del anü-pacificador religioso de Cundinamarca.
En la larde de este dia hemos tenido el gusto do ver en esta ciudad
al Jefe de batallón C. Juan Salvador do Nnrváest, á quien había muerto
desde Turbaco la inlicl pluma del célebre visionario Robertson: viene ú
hacerse cargo del listado Mayor general, después de haber desempeñado
su uoinisionncn Sabanas con tanto acierto como lo acredita el hecho do
haber tomado prisionero al Comandante de las tropas enemigas en aquel
Departamento, batiendo y dispersando su division. Narvácz ha dejado en
María-Ja-baja el ejército, en dirección hacia Arjona, al mando del Jefa
del B. M. G. que fué á rolevarlc;

Cuartel general do Cartagena, Abril 2S do 1815.- 5;°


Cartagena tic India*. En la imprenta del Gobierno: Por el C. Mi Goilcàleu
Año do ISIS.

CCXVIXZd
23Ii G O B E E S T A D O B . de Riohacha da aviso ál Capitán générai de
la llegada del General Morillo á Venezuela;

Número 26.
SüSoit CAPITAS GKNKHAL:

JOu esto momento, que son las diez do la maftana, acaba de dar fondo
cueste puerto el buque nombrado " Concepción" con pliegos de la Cor-
te, los mismos que incluyo á U. S. con copia del oficio que me han pasa-
do dos Oficiales que vienen ¡i su bordo, cuyo tenor es el siguiente:
" El Iti de -Marzo dimos la vela desde el puerto de Cadiz, con plie-
gos para varios Jefes do la Costalirme, y habiendo tenido noticia en la
Guaira de que el revoltoso Bolívar se hallaba en Mompox con un ejercic-
io, hcmo.s determinado arribar á este puerto, para evitar todo accidento
siniestro tanto en las inmediaciones de Santa Marta como dentro del
puerto, á fin de que U. .se sirva mandar por tierra los pliegos que traemos
para el Capitán general del Nuevo Reino de Granada, con persona segu-
ra y toda la brevedad posible, pues .interesa al real servicio, sirviéndose
U. darnos recibo de todos los pliegos y con separación del niimoro, que
es el que traemos de la Corte, pues los otros nos los entregó el General en
jete, Don Pablo Morillo, en la isla de Murqurita, en dondo quedaba coii
su ejercito, arreglando el Gobierno de dicha isla. Dios guarde á U. mu-
dios afios. En la bahía de la ciudad de Hacha, abordo del "Místico." Con-
cepción, l.° de Mayo do 1815—Joaquín de Sorva—JoséMaría Herrera;"
50 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Por la noticias verbales que mo clan dichos oficiales, solo he podícío1


informarme do que han llegado diez mil y pico de hombres, al mando del
General Morillo, quien se ha apoderado de la Margarita; añadiendo quo'
todos los asuntos de la Península quedaban en la mayor tranquilidad, y
que estaban prontos sesenta mil hombres para varias puntos do América,-
Dios guardo á TJ. S. muchos aíioa.
Ptiohacha, Mayo l.°do lb'15.
MAXUHL ZKQUKIRA,

Señor Gobernador y Capitán general (loi Nuevo líüino de Granada, &c.

(C®3ff3?33$337iL€¡£ü3$r al oficio anterior, en que también se da aviso de'


la tornade Barranquilla por fuerzas realistas.
Número 10.

Mo he enterado do las noticias que U. me manifiesta en su oficio de'


1.° del corriente, número 26, y me ha sido muy scn.siblo no hubiese U.-
persuadido á los Comandantes del "Místico Concepción " á que llegaran
ueste puerto, en que ningún peligro podían hallar; pues afortunadamen-
te llegan las tropas en ol momento en que tengo llena do consternación
y desorden ¡l la Provincia de Cartagena, con la toma de Barranquilla, en
donde se han cogido onco bongos do guerra, más do cuarenta cañones, y
crecido número do pertrechos do todas especies. En ol dieho buque líu-
biora ido la correspondencia do la Corte quo tengo detenida, por la mis--
ma razón do no llegar los correos aquí. Poro no siendo esto ya remedia-
ble, importa ahora quo por extraordinario remita U. osos pliegos á sus
destinos, procurando no haya la menor dilación, y debiendo U. hacer ol
misino encargo al Gobernador do Maracaibo, por lo mucho quo so inte--
rosa el servicio del Roy. en que prontamente llogu-.m á manos do los G e -
nerales á quienes van dirigidos.
Dios guardo á U.—Santa Marta, 6 do Mayo de 1815.

FlUNCISCO DE MONTALVO,-

fJciiov Gobernador de la Provincia do Itioliaeha.

iSGUiiPia.CE©^' de Mompox por las fuerzas realistas al mando de don


Ignacio de la Rus.
SKÑOU CAPITAH OF.NKIÍ.U.:

Bu cumplimiento de las órdenes de U. S., salió mi Division el 19


de Ghiriguaná, en dos secciones: la. una cu barquetas y el bongo do á sois
DE LA PHOVINCIA DIS CARTAGENA. 51

apresado on cl Peñón con fuerza de doscientos sesenta hombres de infan-


tería"¡i mis órdenes, y la otra de doscientos infantes y noventa caballos á
las ilc mi segundo el Capitán Don Josó Manuel de Paz. Esta la mandé
que á cortas marchas ocupase á Simona, con el doblo objeto do llamar la
atención del enemigo hacia arriba, y de proteja? el movimiento que con
mi sección ejecuté por el rio en la dirección do Morales para hacermo á
buques suficientes á transportar toda la division. Ambas operaciones .sur-
tieron el docto deseado, pues el 25 apresé treinta piraguas, y el enemigo
creyó que me dirigia á (kafía y Simili, descuidando algo el punto do
Momnox, con cuyas noticias y las do haber cojido el correo que venia do
Oeaña, do llvvar orden á aquélla fuerza de replegarse á dicha villa, de-
terminé acelerar mi movimiento sobre ella; y habiendo reunido mi divi-
sion en el caño do Taumtainfiuc, la embarqué el 28 3r me hice rio abajo.
ICI 211 al amanecer descubrí ya sobre el cafío do Guataca dos bongos
enemigos, que cada uno montaba dos pieza?, les que rompieron el fuego
sobre noMilrn.-*: pero arrojándonos á ellas, logré abordarlos y apresarlos
bajo el fuego de una balería <lo seis piezas que tenían situada en el " Tejar
>{>• arr'ilm *' de osla villa. Al momento desembarqué doscientos hombres
bajo el omino fuego, y ordené :i mi segundo me siguiera con los restan-
tes, excepto aquellos precisos para maniobrar en los bongos, cuyo mando
encargué al subteniente Don Andres Eorlich ¡adelantóal teniente Don José
Urréa con veinte cazadores y veinle granaderos á descubrir la batería dicho,
y me quedé formando los restantes sobre el camino en un bosque; mas ha-
biendo roto segunda vez el fuego los enemigos, y pidiéndome la tropa
con ardor le permitiese asaltar la balería, me puso á la cabeza de los cita-
dos cuarenta cazadores y granaderos. Uon éstos y algunos dragones dol
/facha y l'axa me arrojé sobre ella, logrando á los seis minutos de fuego
verme dentro ció su recinto, posesionado de seis piezas, entro ellas dos do
A 2-i; y persiguiendo á los que las defendían, dejé orden que las guarne-
cieran los que me seguían, y pasé á desalojarlos del cuartel llamado do
"Artillería" en donde tenían dos piezas ligeras, lomadas á la bayoneta;
seguimos al "Colegio," plaza y otros puntos donde tenían más piezas, y
ilo todas las posiciones fueron consecutivamente desalojados, perdiendo
iodos los cañones, que llegaban al número do veintitrés, desde el calibre
de ¡í 2-1 al de á 3, sostenidos por fusileros y lanceros; habiendo tenido el
placer de ver en menos do tres horas á Jas banderas do 8. M. tremoladas
en todos los puntos que hacia poco consideraban los rebeldes de la Nueva
Granada como uno de sus primeros apoyos. Perseguí á los que pudieron
escaparse del tilo de nucstias bayonetas,' hasta precipitarlos en los playo-
nes quo circulan la villa.
El enemigo perdió en su derrota la bandera del batallón o.°de Mom-
pox, que remito á U. S., cinco cajas de guerra, veinte y tres cañones desdo
21 á 3, inclusos I obuses, diez cajones de cartuchos do fusil, quinientos
cartuchos de cañón de varios calibres, y todo su parque, que estaba bas-
tante provisto: un bongo con una pieza del calibre do á 12 y otra do á 4
de coliza: otro con una tic ¡i S y otra dcá 1: uno con una de á 4, y otro
con una de à il: tres piraguas con pedreros de á libra, fusiles y un T a n
número de balas y potes do metralla.
No tongo palabras con qué elogiar á U. S. la bizarría de todos los
individuos de este campo volante, que tengo el honor de mandar; pero
52 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

creo podrá figurarse U. S. su conducta, considerando el número de pie-


zas apresadas, todas las cuales hicieron fnogo sobre nosotros, y que eran
sostenidas por cerca de mil hombres de todas armas; constando mi fuer-
za de un bongo con eañon de á 6, dos piraguas con obuses de á 4, y cin-
co con pedreros, con quinientos cuarenta fusileros. Estos eran los bogas,
de manera que me posesioné de la villa con algunos trescientos cuarenta
hombres, teniendo las dos baterías su foso y estacada.
Sin embargo, recomiendo á U. S. á mi segundo el capitán Don José
Manuel do Pasí, por la exactitud con que ha observado y ejecutado mis
órdenes en el tiempo que ha estado maniobrando por sí, como igualmente
en cl dia del ataque; al teniente del Fijo da Carlaf/cna Don José Urréa y
al de igual clase de esta Division Don Antonio Enrolo, por ser éstos los
quo mandaban las compañías de Cazadores y Granaderos que asaltaron la
primera batería; al Capitán de caballería parda dül Paso, Eustaquio Valle,
por la serenidad y acierto con que mo ayudó á desalojar al enemigo del
Colegio, donde se hizo firmo con dos piezas li jeras y bastante gente; al
Subteniente Don Andres Fortich, quo con los bongos desalojó á los quo
tenian otra pieza en la orilla del rio frente de Santa Bárbara, y á los sol-
dados granaderos, que aun ignoro sus nombres, que fueron los dos que
entraron conmigo en la batería por encima do los morlones, franqueando
el rastrillo á los demás.
Igualmente suplico á U . S. so sirva conceder alguna distinción al
cabo de artillería veterana Manuel González, que mandábala escucha que
abordó al primero de los buques que apresamos; á su tripulación y á loa
cuarenta cazadores y granaderos que tan valientemente so distinguieron,,
cuyos nombres también ignoro.
Mi pérdida ha consistido en siete muertos, trece lloridos, con tres
dispersos.
Igualmcnto recomiendo á U. S. al Ministro do real hacienda de esta
Division, Don Ignacio Sánchez, que no se separó do mi lado desde el
principio hasta la conclusion do la acción.
Espero que U . S. con concepto al número de muertos, heridos y en-
fermos quo do resultas de la mucha fatiga tengo en ej hospital, me auxi-
lie con algun número dogento armada, para sostener esta importante po-
sición, ó que en su defecto me ordeno lo que tenga por conveniente
Dios guardo á Usia muchos años. Mompox, 1res do Mayo de mil
ochocientos quince.
IGNACIO DE LA R U S .
Señor Gobernador, Presidente y Capitán general del Nuevo Reino de Granada y Provin-
cias de Yenczuola.

S X . GOSMiiLÏraABrTES Don Ignacio de la Rus remite al Capitán


general la Proclama y el Decreto relativos á la ocupación de Mompox.

SES?OR CAriTAN GENERAL:

Apenas llegué á esta Villa, dediqué todo mi cuidado á hacer quo estoa
habitantes sintiauen lo menos posible loa daííos que trae consigo el nualto
DE LA PROVINCIA Dli CARTAGENA. 58

de una plaza, á fin do quo conociesen más pronto su yerro, con la gene-
rosidad que usaban las vencedoras armas do S. M. Y para lograrlo,
publiqué el siguiente dia el adjunto bando y proclama que á U . S . acom-
paño, los queso han circulado Vi todos los pueblos de la jurisdicción, y van
surtiendo los deseados efectos de que, desimpresionados los vecinos de Jas
ideas de ipie estaban poseídos, conozcan la bondad eon quo S. M. quiero
se traten sus vasallos, y lo que religiosamente se observa por ol supe.;?;:
Jefe, á cuvas órdenes tengo la gloria de servir.
Igualmente estoy reforzándome, y esperando suba la División quo
salió ile la Ciénaga para obrar de concierto, mientras U. S. no dispone
otra cosa, creído (pie en aprovechar los momentos, consisto la tranquili-
dad de esta Provincia.
U. S., en vista de todo, resolverá lo que juzgue oportuno—Dio3
«ntanlo á Ú. S. muchos años—Mompox, -i- de Mayo de 1815—IGNACIO
Si: l«\ RUS—Señor Gobernador, Presidente y Capitán general del Nuevo
Reino do Granada y Provincia de Venezuela.

PROCLAMA.

11 AHITANTES: Una victoria dirigida por la mano del Omnipotente.,


ha puesto en poder do su legítimo Monarca el señor Don Fernando V I I
osla Villa, (pie separada cinco años do la justa y debida obediencia á su
Soberano, fué uno de los más firmes apoyos do la guerra civil quo á esto
Reino destruye. Fortificada con el mayor cuidado por todo este tiempo;
sacrificados los caudales de todos sus vecinos en estas obras, no ha podido
resistir tres horas al valor y denuedo de mi valiente Division: ella arros-
trando peligros, tanto en el agua como en tierra, la ha deshecho en tan
corto espacio. La Divina Providencia protejo nuestros esfuerzos, porque
son dirigidos al bien general.
il A HITANTES: Vivid tranquilos y seguros do quo vuestras vidas y
haciendas f.n\iw\ respetadas, si vuestra conducta corresponde á la bondad
con que habéis sido tratados por mis tropas: obcecados en vuestros erro-
res, habéis permitido que vuestra sangre y la de vuestros hermanos sea
derramada con profusion (Mi sus calles. La ley de la guerra autorizaba á
mis tropas, (pie desdo d tejar de arriba, punto de vuestra primera defen-
sa, hasta d de abajo, hubiese quedado sembrado do cadáveres; pero ellas,
tan \alientes como humanas, no han hecho derramar más sangre que la
quo la necesidad exigió. En el momento dol asalto, y de en medio de las
piezas (pie en las calles tenían colocadas, he visto con placer perdonar la vida
de muchos do ambos sexos. Vosotros lo habéis examinado, y no podréis
menos que confesarlo. Corresponded á esta generosidad con pruebas do
obediencia y lealtad. Vuelvan á sus hogares Jos que han fugado; presén-
tense los quo han tomado armas, con ellas; olviden su sistema destructor
los magnates que lo fomentan; el artesano vuelva á su taller, y todo será
olvidado; pero huid de alterar la tranquilidad pública en la más leyó cosa,
pues lo castigaré con todo el rigor que exige.

Mompox, 30 do Abril de 1815. IGNACIO DE LA R U S . .


54 DOCUMENTOS PARA LA ÏIISTOKIA

DECRETO.

DON IGNACIO DE LA RUS, Capitán de la 4." compaîiia del 2.» batallón americano,
Ayudante del señor Capitán general y Comandante del campo volante de operaciones, i:e.

Siendo do absoluta necesidad organizar bajo el sistema anterior esta


Villa, que la Divina Providencia lia vuelto á su legítimo Soberano, orde-
no lo siguiente:
1.° Todos los habitantes de esta Villa y su jurisdicción, quo no
hayan tomado las armas ni obtenido empleos públicos por el Gobierno
rebelde, siempre que vuelvan á sus hogares en el término de 1res dias,
podrán vivir tranquilos gozando de sus bienes bajo la protección de las
leyes; pero los do los quo no lo ejecuten en dicho plazo, serán aplicados
al real Fisco.
2.° Los que hayan tomado armas, desde la clase de soldado hasta
Sargento, .se presentarán con ellas en el mismo término, y serán perdo-
nados: igualmente los quo huyan obtenido empleos civiles ó políticos,
justificando su conducta.
3.° No pudiendo alterar por ahora (en razón de la celeridad quo
exigen las operaciones militares), la administración do justicia, ni la do
los demás empleados, quedan autorizados para continuar on ellos los qtio
los obtenían á mi entrada, tanto.en esta Villa como en su jurisdicción;
p.oro arreglando el ejercicio do sus funciones y la clase de empleos á los
reglamentos que regían el año de 1808, por ser así la voluntad do S. M.
y reservándome el mando político hasta nueva determinación del señor
Capitán general.
4.° Todos los quo tengan en su poder fusiles, pólvora, balas ú otros
útiles de guerra, los presentarán en el término de veinte y cuatro horas,
y cumpliéndose este plazo serán pasados por las armas los que no lo ejecu--
taren, y el que sabiendo no lo delatase. En igual forma será tratado el
paisano quo altere la tranquilidad pública con sus obras ó expresiones.
5.° La misma pena sufrirá irremisiblemente el paisano que allane la
casa do otro vecino, sea del sexo ó calidad que fuese.
Habitantes ! cumplid exactamente cuanto contieno esto bando,
y seréis tratados con la dulzura y humanidad que me ordena el señor
Capitán general, y me es característica ! JPublíquese y fíjese en los pa-
rajes acostumbrados, para que nadie alegue ignorancia, circulándolo
el Alcalde á los pueblos de la jurisdicción, y dándome parle de haberlo
ejecutado.

Mompox, Abril 30 de 1815.


IGNACIO »K LA RUB.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 55

(GOSflrBWICACiEOiirES dirigidas al Comandante De la Rus por el


Capitán general del Reino, con motivo de la toma de Mompox.

I.

El parte de usted del 20 del anterior, en que me comunica la impor-


tante loma de Mompox, lo recibí con atraso, por haberse dirigido desde
el Cerro de San Antonio á Siliomicvo, donde se hallaba el Capitán Cap-
mani, bajo cuva cubierta venia incluso. El gozo que ha causado á este
vecindario este hecho de armas bajo su mando, lia sido general, y muy
satisfactorio l'ara mí: en consecuencia la ciudad ha dispuesto so cante mi
solemne Te JJaiw, que se acaba de verificar, y que el público se divierta
por tres dias eon regocijos piopios á celebrarlo.
Por mi parte dará usted las gracias á todos los Oficiales y tropa, en
nombro de fS. M., manifestándoles (pie luego que usted me remita las re-
laciones de los que se hayan distinguido más, con su informo sobro las
gracias á (pie considero acreedores á cada uno, le daré el curso correspon-
diente con mi apoyo al Rey nuestro señor.

Dios guarde á usted muchos afíos.

Santa Marta, á 8 de Mayo de 1S15.


FRANCISCO DE MONTALVO.

Bciíor Conmudnntc del cnmjxj, Don Ignacio de la Rus.

II.
Supuesto que está verificada la toma do Mompox, debida á su acti-
vidad y valor, debe usted dedicarte á tomar cuantas medidas sean preci-
sas para su conservación, porque de ella pende en gran parle la rendi-
ción de Cartagena, y sucesivamente la de lodo el Reino; para que pueda
facilitarse el cumplimiento de esta orden me dirá usted los auxilios quo
necesite para tratar de proporcionárselos, contando usted con quo haré
cuanto esté en mi posibilidad, por la importancia de sostener ese punto
á toda costa.
Publique usted bando cu mi nombre, fijándolo después en los pava-
jes más públicos acostumbrados, mandando que en el término de segundo
dia toda persona, sin excepción alguna, ha de entregar á usted toda arma
de fuego y blanca, permitiéndoles únicamente por ahora c Ínterin duren
las actuales circunstancias, las precisas para el uso de. la vida y propia-
mente domésticas; bajo la irremisible pena de perder las que se encuen-
tren por requisición ó denuncia, y de la mulla que usted señale bajo una
justa y proporcionada regulación, y sin perjuicio de la pen;: legal quo
corresponda por la inobediencia en "(pie incurren y graves consecuencias.
Igualmente, con jas mismas conminaciones, hará usted que entreguen la
pólvora y utensilios de guerra que los vecinos tengan en sus casas. En
56 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

el mismo bando prevendrá usted que para la seguridad de los mismos


vecinos y conservación de su mejor sosiego, se abstengan de caminar las
calles, pasada la hora que usted señale para su recogimiento por las no-
ches; y que en caso de alguna urgente necesidad que se les puedi ofre-
cer, lo verifiquen con farol, linterna, ó en su defecto boleta de la cabeza
de familia, en la que se exprese la causa ó motivo que obliga á ello.
Aunque creo que usted habrá tomado ya estas ó semejantes medidas
para la seguridad pública, no está de más que so las prevenga á usted,
para en caso de no haberlo hecho; pudiendo usted añadir las que, con
conocimiento de la índole y ocurrencias de esc pueblo, juzgue usted opor-
tunas y que se deban adoptar.
Siendo muy conveniente ó indispensable que esa población no carez-
ca ni un momento do competentes jueces, para que administren justicia,
dispondrá usted se reúna el antiguo Ayuntamiento con las personas quo
legítimamente lo componían, Ínterin estuvo esa villa bajo el reconoci-
miento del Rey nuestro señor, y que no hayan incurrido en desleallad;
pero en caso de que se hallen emigrados los tales componentes en las
.Provincias fieles, los emplazará y citará usted para que concurran á for-
mar dicho Ayuntamiento, bajo el pié y reglas que regían en 1808. No
obstante, si no pudiese verificarse con prontitud, faculto á usted para
que nombre dos sujetos de toda fidelidad y demás cualidades de ley,
para que ejerzan provisionalmente la magistratura, dándome usted cuen-
ta para la debida confirmación.
G3F*Aunquo la Villa do Mompox ha pertenecido á la Provincia de
Cartagena, resuelvo quo por ahora so entienda y quede agregada al Go-
bierno de esta do Santa Marta; lo quo le servirá á usted de inteligencia
para su cumplimiento.JgSl
Dios guarde á usted muehos años.
Santa Marta, S do Mayo do 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO.

S»tior Comnndunte del entupo, Don Ignacio do In RUB.

Ill
Como Mompox ha sido siempro el almacén general do cuanto sube
para Santafé y su interior, como de cuanto baja en moneda y efectos pre-
ciosos para surtir á Cartagena y á su comercio, aguardo con impaciencia
ol estado ó relación do cuanto usted haya encontrado perteneciente á los
Gobiernos desleales, que tocan precisamente y son do la propiedad dol
Rey nuestro señor.
(^"Cuanto dinero so haya encontrado en las Tesorerías y casas de los
traidores Piñóres, Ribon y do todos los empicados, pertenece á S. M.
E! fcibaco, anises, aguardientes que se hallen administrados por el intru-
so Gobierno, corresponden al Uey. En este concepto espero y mo pro-
meto do su celo de usted habrá recogido bajo un exacto inventario cuanto
so haya encontrado, poniendo todo con las formalidades prescritas, bajo
Mayes, en almacenes preparados para el caso y entrega al Comisionado por
DE LA PROVINCIA BE CARTAGENA. 57

real hacienda en esa Division á su cargo, ínterin nombro uno ó dos Ofi-
ciales reales para esa Villa, con los Administradores de los ramos quo
deben estancarle. Disponga usted que ese Ministro comience á plantifi-
car la recaudación de reales derechos en todos sus ramos, llevando la
debida cuenta y razón de todos ellos con la separación correspondiente;
á lin de que pueda usted reunir los fondos necesarios para el manteni-
miento de su Division,)' ver si queda algun sobrante, para aplicarlo don-
de sea más conveniente al servicio. El dinero perteneciente á S. M. que
se haya encontrado, lo remitirá usted con toda seguridad y con la
escolta correspondiente, encargándolo á un Oficial para que lo conduzca á
esta plaza á mi orden, dando aviso á estos Oficiales reales para que so
hagan cargo do la cantidad que sea. También remitirá usted á la mayor
brevedad todo el tabaco y anise», dejando en Mompox aquella parto que
sirva para su consumo, quedando de hecho estancado este ramo y el do
aguardiente, haciéndose cargo ambas rentas del de los particulares, quo
no deba caer en comiso y confiscación, pagándolo á justa tasación.
Descanso en el honor y circunspección con que usted maneje estas
prevenciones que se portará correspondientemente para no dar lugar á
soplos y denuncias que empañen la buena reputación de un Oficial tan
acreditado como usted y la del empleado.
Transmita usted íntegro este oficio al encargado por real hacienda do
esa Division, dándome aviso de haberlo así cumplido.
Dios guarde á usted muchos años.
Santa Marta, Mayo 8 do 1815.
FHANCISCO DK MONTALVO.

•Señor Comandante del Campo, Dou Ignacio de la Uua.

CCXXXXX.
C O N V E N I O de paz y amistad celebrado cutre el General Bolívar y el
Gobierno de Cartagena. *
El Excelentísimo Capitán general de los ejércitos de la Union, Si-
mon Bolívar, de la una parte, y el señor General de brigada de los mis-
mos ejércitos y Comandante general de los de la Provincia de Cartagena,
Manuel del (.'astillo, á nombre del Excelentísimo Gobernador de la "Pro-
vincia, ambos bien persuadidos de los males quo causan á la Nueva Gra-
nadas las disensiones interiores; y después do varias conferencias en quo
ambos han lamentado las desgracias mutuas, el escándalo y la mayor do
bilidad que han debido seguirse de la fatal guerra que ha existido entro
el ejército de la Union y la plaza de Cartagena, y deseosos do restablecer
la paz y de emplear sus respectivas fuerzas contra el enemigo común, en
una entrevista que han tenido hoy cinco de Mayo, han acordado y convo-
nido en los artículos siguientes de TA/, y AMISTAD.
' Todos los antecedentes que dieron origen á este Convenio constan en los docu-
mentos insertos en el lomo XLVde las « Memorias del General O'Lenry," edición do Cara-
tas, ib»j, en la obra citada dol señor Eamon Azpurúo, y on esto 2.» Tomo.—(N. del E )
58 DOCUMENTOS PARA LA. HISTORIÀ

Artículo primero.

Dosdo esto momento cesará toda hostilidad entre los dos ejércitos;
habrá un olvido absoluto de la contienda (interior, así como de las causas
quo hayan podido originarla: liahrá restitución de prisioneros, y una am-
nistía general para todos los individuos de uno y otro ejército, así como
para los particulares que hayan favorecido á uno ú otro, cualquiera que
haya sido su conducta en la guerra hacia cl que creia su enemigo.

Artículo sec/undo.

El Comisario del ejército de la Union ó la persona á quien corres-


ponda, dará razón do los bagajes y ganados que se hayan tomado para
el uso del ejército: se restituirán los existentes á sus respectivos propie-
tarios, y los consumidos se satisfarán según so conviniere.

Artículo tercero.

Tanto entre unaí y otras tropas como entre sus respectivos Jefes,
habrá desdo hoy en adelanto la más sincera y cordial amistad; y ambos
Generales contratantes se comprometen mutuamente á hacerla guardar y
A soryir ellos misinos do ejemplo á sus subalternos.

Artículo cuarto.

Restablecida felizmente la paz y amistad entre ambos ejércitos, así


como entre el Excelentísimo Gobernador y ciudadanos do Ja Provincia
de Cartagena, y el Excelentísimo Capitán general y el ejército de su
mando, no tendrán ya más enemigos que los de la Union, y los ejércitos
do ésta ya con solo un fin emprenderán y continuarán sus operaciones
conformo al plan ó planes militares que se adopten por ambos Generales
contratantes en un convenio secreto, conforme á los deseos del Gobierno
do la Union y á los del Gobierno particular de la Provincia.

Artículo quinto.

Después de la aprobación de este tratado por los Excelentísimos sc-


ííorcs Comisionado del Gobierno general ciudadano Juan Marimon y
Gobernador do la Provincia, y la quo esperan do Su Excelencia el Go-
bierno de la Union, ambos contraíanles confian en que el virtuoso pue-
blo do la JESTueva Granada juzgue de ellos y de sus liopas, más por sus es-
fuerzos y fatigas contra el enemigo común, que por las impresiones quo
ha debido causar una guerra fratricida y detestable.

Pié de la Popa, Mayo ocho de mil ochocientos quince.—Quinto.

SIMON BOLÍVAU.—MANUEL DEL CASTILLO.


Pli LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 59

CONTESTACIÓN.

Artículo primero,

La amnistía no so entiende para con los particulares quchnyan auxir


liado activamente al ejército del General Bolívar. *
Artículo aeffundo.r—Ratificado.
Artículo tercero.—Ratificado.
Articulo cuarto.—Ratificado,
A rticulo quinto.—Ratificado.
Certifico: (pie visto y examinado el anterior Convenio por los Excor
lentísimo.-; fvflon-s Comisionado del Gobierno general y Gobernador de
esla Provincia, acordaron su ratificación con las adiciones que constan en
los respectivos artículos, y que so imprimiese para su circulación.
Cartagena, Mayo ocho de mil ochocientos quince.
YICEXTE UcnoB,
Secretario interino de la Guerra.

CC2S.S.ÏV.
5EÜE.PEXHCION de tropas españolas con dirección á la America.

Ministerio Universal de Indias.

El Hoy nuestro scííor so lia servido expedir el Real decreto si-


guiente:
" Desdo que tuve la dicha de volverme á ver libre entre mis amados
vasallos, una do mis primeras atenciones fue el procurar poner termino
íí las calamidades que afligen ¡i varias Provincias de mis dominios do
América, auxiliando eficazmente los esfuerzos do los buenos americanos
que trabajan por conservar en aquellos hermosos países la tranquilidad do
que tanto necesitan, al mismo tiempo que me hallaba dispuesto á recibir
como un verdadero padre á los que conociendo los males quo acarreaban
a su Patria con su conducta temeraria y criminal quisieran reconciliarso
cordialmento. Con este fin se dispuso desde luego la expedición del man-
do del Teniente General Don Pablo Morillo, la cual, á pesar del estado á
que había quedado reducida la Nación, después de la destructora guerra
que tan gloriosamente acababa de terminar, en breve se compuso do diez
mil hombres efectivos, habilitados superabundan temen to do la artillería y

" Hasta el fin fueron las autoridades de Cartagena en esc uño apasionadas y pense*
guidorns. Nos parece que esta, excepción, en circunstancias de tenerse ya por dichas
autoridades conocimiento de la llegada del Ejército peninsular, no puede ser justificada
por la Historia imparcial. (jf, (]ei ¿ \
60 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

demás efectos correspondientes á cuantas operaciones militares tengan


•que emprender. El primer destino quo so pensó dar á esta expedición
fué socorrer la plaza de Montevideo, cuya benemérita guarnición y vecin-
dario so habían hecho tan acreedores ;i ello, y contribuir á la pacificación
de las Provincias del Bio de la Plata; poro las circunstancias que sobre-
vinieron durante su habilitación, lo adelantado de la estación, la lastimo-
sa situación en que se hallaban las Provincias de Venezuela, y la impor-
tancia do poner en el respetable pié de defensa que conviene el Istmo de
Panamá, llave de timbas Americas, decidieron mi ánimo á dirigir la ex-
pedición á la Costa firme, donde probablemente habrá llegado según los
avisos oficiales que se tienen de que el 2S do Febrero último se hallaba
reunida á la altura de Canarias con la mayor facilidad, y son de, esperar
los más ventajosos resultados de la prudencia y talentos do los Jefes quo
la mandan, y de la disciplina y buena disposición de sus tropas. Para
operar en combinación con ellas han salido últimamento do Cádiz dos
mil y quinientos hombres más en otras dos expediciones, al mando del
Mariscal de campo Don Alejandro de llore, t ; y del Brigadier Don Fernan-
do Miyares, con dirección al Istmo de Panamá y otros puntos, llevando
los cuerpos que las componen el armamento y correaje necesario para
aumentar su fuerza, ademad del correspondiente á dos mil hombros do
infantería y ochocientos de caballería, que con el monago do compañías
quo pueden necesitar cuatro batallones se dirijan al Perú. No obstan to
esto, deseando proporcionar iguales auxilios á las demás Provincias de
Ultramar, cuya situación lo exija, y que se hallen prontas á tiempo opor-
tuno las tropas destinadas tanto á la América del Sur como á Nueva Es-
paña, he determinado (pie se reúna un cuerpo de veinte mil hombres de
infantería, mil y quinientos de caballería y su artillería correspondiente,
.con el objeto do acudir al punto ó puntos cuque convenga sofocar el ger-
men revolucionario y hacer respetar las autoridades legítimas, cuando
no basten los medios do dulzura y reconciliación que me dicta mi cora-
zón, y á quo mo hallarán dispuesto siempre que los procuren do buena
ic: con este objeto so prevendrá lo conveniente á la Comisión de reem-
plazos establecida en Cádiz, á fin do que reúna los medios de toda
especio que sean necesarios en proporción de veinte y cinco mil toneladas,
quo deberán estar prontas desdo principios do Septiembre próximo hasta
mediados de. Octubre."
Tond roblo entendido, y dispondréis lo conveniente á su cumpli-
miento.

Rubricado do la Ileal mano.

En Palacio, á nuovo do Mayo do mil ochocientos quince.

A Don Miguel do Lardi/.ubal y líribe.

" La expedición dol Mariscal de campo llore que se dirigia al Istmo en la fragata
'•' Ncptuno," fué hecha prisionera por las fuerzas marítimas de Cartagena en el golfo do
Morros'juiUo. liu esa acción se distinguió el entonces Alférez de fragata José Padilla,
quo tant03 dias de gloria proporcionó despueu á la gran República do Colombia»
DE LA ritOVINClA DE CARTAGENA. 61

(DCS.XV.
( D O E / Ï B i ^ T S en Magangué, en el que fué herido el Capitán Don Ignacio'
de Ja Rus.
He recibido los iros papeles de IL datados el 7 de este, y enterado
do la desgraciada noticia que me participa de haber salido gravemente
herido el bizarro Don Ignacio de la Rus en el ataque de Mttvytingud, (*)
he resuelto que el Teniente Coronel Don Onofrc de Rosas pase á encar-
darse del mando de Movipo.v, Ínterin se restablece de su gloriosa herida
La Rus, el que le entregará U. inmediatamente, quedando advertido do
que así U. como todos los oficiales y soldados que componen tan* valiente
Division, encontrarán en el citado Rosas toda la distinción y aprecio á
que se han hecho acreedores.
Dios guardo á U. muchos años. Santamaría, 1G do Mayo do 1815.
FRANCISCO DE MONTALVC.
fúfior Josí Munucl de raz—Mompox.

Habiéndose dirigido el Capitán Don Ignacio de la Rus, después do


haber conquistado á Mompox, á desalojar á los enemigos que so habían
reunido cu Afaga/ii/m1, lo lia ejecutado cojiéndolcs un violento y las lan-
chas (pie sostenían aquel punto ; pero ha tenido la desgracia do haber
salido gravemente berilio.
£¿T Y conviniendo al servicio de S. M. que el punto do Mompox se
sostenga á todo trance, porque de su posesión resulta que la provincia do
Curlat/ena tenga cortadas las comunicaciones con Santo/e Y el interior
del Reino, be nombrado á U. para que se transfiera en el bongo " San
Ignacio " que conduce pólvora á la misma Villa do Mompox, para queso
encargue del mando do ella, Ínterin se restablece de sus gloriosas heridas
La Itus, en los términos quo ésto lo obtenía, en consideración de su acre-
ditado espíritu de U., quo sabrá emplear en tan importante comisión.
Recomiendo á ü . á todos los oficiales y soldados do tan valiente
Division, y que sabrá conducirse con su buen trato, en términos que no
desconozcan variación alguna en el mando. Servirán á TJ. de introduc-
ción los oficios últimos que dirigí á La Rus, que recogerá para enterarse
de su contenido y (pío verifique las remesas de tabacos y anises que le
tongo prevenidas.
Dios guarde ú U. muchos años. Santa María 16 do Mayo de 1815.
FRANCISCO DE MONTAI/VO.
Señor Don Onofrc de Rosas.

3XTOT.A.S sobre los individuos de la Columna realista que se distinguieron


en la toma de Mompox.
Eu vista do la relación circunstanciada quo U. detalla con fecha 3
(*) Este combato tuvo lugar el (lia C de Mayo do 1S10—(N. del E.)
62 DOCUMENTOS PARA LA. HISTORIA

del corriente, que lie recibido eon not;iblo atraso; do lo bien dispuesto do
la acción y bizarra tonia de Moiripox, necesito que á la mayor brevedad
ine diga Ú. los nombres do los dos soldados granaderos que fueron los
primeros con U. en asaltar por encima do los morlones la primera batería
que so tomó al enemigo, franqueando el rastrillo para que entrasen sus
compañeros ; expresándome si son españoles, naturales ó pardos, á fin do
concederles los premios que estén cu mi autoridad según su clase, ó dar
cuenta al Rey nuestro señor, para los que correspondu dar á su soberana
autoridad. 13ajo la misma advertencia me explicará U. la clase de premio
que so ha de conceder á Eustaquio Valle, y á los demás de su clase quo
U. recomienda en su citado parte.
Dios guarde á ü . muchos años.
Santa Marta, á 26 de Mayo do 1815.
FRANCISCO ))E MONTAI.VO.
Scííor Don Ignacio de la Uns.
SKSOB CAPITÁN OIÍNKIUI-.

Incluyo á IT. S. la lista nominal do los individuos pardos do mi Division',


que so distinguieron en la toma de esta Villa, según U. S. me previene.
Asimismo y en cumplimiento do la orden de U. S. para (¡:ie ció mi pare-
cer sobre el premio á que halle acreedor al Capitán Eustaquio Valle, debo
decir que en consideración á que acaba de ser hecho Capitán, podia U. S/
concederle una medalla como las que tienen los de su clase en la Habana
por iguales acciones, y á los do la escucha otro distintivo honroso que
los distinga como valientes soldados, no diciendo nada do los quo entra-'
ron en la batería, por no ordenármolo U. S.
Dios guardo á U. S. muchos años.
Mompox, Junio 16 do 1815.
IGNACIO DE LA R U S .

RELACIÓN do loa individuos que se distinguieron en la toma do esta villa, do la


close de pardos, el 20 do Abril de este año.

Soldados José de Jesús Hoyos. \ Entraron los primeros en la bate-


— Pedro Pablo Rodrigue-/;, / r í a do Susúa, acompañándome.
Patron Miguel Pallares. "* Abordaron y apresaron un bon-
Sargento2.° Facundo Barrios. go con una pieza d c á l 2 , otra
Soldados Pedro Octavo. de á i. y veinte y cuatro hombres
— Pedro Advíncula Rangel. de dotación y guarnición, el
Josc Antonio Hernando/.. \ 29 de Abril. Estos indivi-
•— Jacinto Linobardc. duos oslaban á bordo de una
— Crabricl Herrera. escucha cuando procedieron al
— Julian Antonio Maestre. abordaje.
Artillero Bartolomé Arroscaba!.

Mompox, 16 do Jimio do 1815.


IGNACIO DE LA R U S .
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA; 63

C C S S . VE 2 .
iiPSiOCXiikE/E A del General en Jefe del Ejército expedicionario'
Don Pablo Morillo.-
IIABITANTES DIC LA NUEVA GRANADA:

Disensiones promovidas por la ambición do algunos pocos os sepa-


raron tie la obediencia del Rey. La voluntad vuestra no era ésta: pero la
falta de energía para oponeros á los malvados, os cuesta bien caro su-
friendo los mismos horrores epic los desgraciados habitantes do Vene-
zuela, y por la propia mano. Escarmentad con el ejemplo de estos
desil ¡rilados. t .
Ku bievo oslaré en medio de vosotros con mi ejército, que ha sido
siempre el Utiror de los enemigos del Soberano: entóneos gozareis de 1rs
tranquilidad .pie ya disfrutan estas Provincias. Apresuraos á arrojar de
entre vosotros à los autores de vuestro males; á aquellos hombres quo
viven y gozan de la desgracia universal. Desaparezcan esos miserables
de la vista de unas tropas que no vienen á verter la sangre de sus her-
manos, ni aun di' los malvados, si se puede evitar, como lo habéis visto'
en Margarita. Ellas protejoráii al débil y sepultarán los sediciosos. Vo-<
sotros acusareis mi tardanza; poro es primero dejar estas Provincias do
modo que por algun tiempo no necesiten de mi presencia, y en situación'
de no seros gravoso «lo manera alguna. Mó lisonjeo de que aprovechareis
mi venida, y os reuniréis al rededor del Trono del más deseado do los-
Hoyes; y entonces cesarán vuestros males.
Caracas, 17 do Mayo de 1815.
El General en Jefe, MORILLO.-

CCXXVÏÏI.
E l . C A P I T A H 1 general comunica al Gobernador de ía Provincia de
Santa María, las bien concertadas medidas que ha dictado, para conservar
tocias las plazas y posiciones que ocupan' las fuerzas realistas. •

Mañero 353.
Con esta fecha digo á Don Valentin Capmani, lo quo sigue:
" Habiendo variado las circunstancias quo motivaron prevenir á
U., por conducto del sefior Gobernador do la plaza, cuanto dispuse en mi
oficio do lo" del corriente, queda por consignicnto anulado en todas sus
parles, y como si U. no lo hubiese recibido, y en su lugar observará TJ.
estrictamente las órdenes siguientes:
" Don lía mon Collante conduce seis bongos de guerra á entrenar :í
"' Si Ins autoridades <íc Cartagena no se hubieran denegado á prestar al Generat
JSolivnr Jos auxilios(iiie necesitaba, y por el contrario, le hubiesen proporcionado lodos los
ncurcoa cjiic exfcinn las circunstancias, cate oficio se habría dictado en términos muy
uihuntos; probablemente recogiendo veins, como uaecu los marinos. (N del E )
#4 DOCU.UKNTOS PAÍíA LA JtISÎORiÀ

U., (le los cuales dejará en el Guáimaro, clos, para resguardo de su bate-
vía y Caño del "Renegado" y los cuatro restantes para aumentar la Divi-
sion de los del rio, que está á sus órdenes.
" Por oficio de U. á este Gobierno, salió U. de BarranrpôÛa con
diez buques de guerra: en el Cerro se liará U. cargo de las dos lanchas
cañoneras con el bongo " Gallinazo " y el que so tomó en el Sitan, en
caso de no estar comprendido en los dic/, primeros, cuyo total ascenderá
á trece ó catorce buques do guerra, que con los cuatro (pie lleva Collan-
to para aumentar esas fuerzas, reunirá U. ele diez y siete á diez ) r
ocho bongos y lanchas que montan artillería. Para resguardo do la ba-
tería del Curro dejará usted un buque, y los róstanles los distribuirá
en los puntos siguientes: De los diez y seis ó diez y siete que lo que-
dan á U., remitirá inmediatamente y sin dilación á las órdenes dol Co-
mandante de Mompo.v, dos buques con piezas de grueso calibre y uno do
chico, á fin do que con este auxilio y el de los que apresó en aquella Villa
y en Magangné pueda cubrir la boca del Cauca y las avenidas do Magan-
gué contra una de las expediciones que se dirigen á Mompo.v por tierra.-
De los trece ó catorce que quedan ú U., pondrá en Tenerife tres ó cuatro,
y con el resto do sus Tuerzas se colocará U. en Pedraza ó sus cercanías,-
para impedir que salga buque por el " Dique,'' como lo van á intentar á
toda costa, y U. encargado de impedirlo á todo trance.-
" En las tres lanchas quo mando á U. poner á las órdenes del Co-
mandante de Mompo.v, le embarcará y remitirá cincuenta hombres del
batallón provisional, con el Teniente Don Simon Alvarez.
<(
En el momento que Bolívar y el Gobierno de Cartagena supieron
la toma de Barranquilla y de Mompo.v, y la llegada dol Ejercito al mando
del General Don Pablo Morillo á la costa do Caracas, depusieron su en-
cono y enemistades. Entregó su ejercito Bolívar á Castillo, y se embarcó
para Jamaica con los Carabaños y los que han querido seguirlo.
t¿gi"" Castillo ha dispuesto que se tome á Mompo.v á toda costa, para
abrirse la comunicación con el Reino, sin la cual no puede mantenerse
Cartagena;&& y para conseguirlo ha marchado una División por tierra,y
otra con veinte cañoneras que debe salir por el "Diquo" para batir nuestras
fuerzas y dominar en ol rio. £35" En este concepto debe usted impedir
de todos modos que salga ni asome buque enemigo por el u Dique " quo
no lo destruya antes do quo so ongruecc ni salga su Division, para lo
cual espero tomo usted cuantas'medidas le dicto su honor y talento mi-
litar. „gïJ
" En los seis bongos con que refuerzo esa escuadrilla, van dos caño-
nes do 18 con sus cureñas, juegos de armas y dotaciones correspondien-
tes, para que disponga usted que Don Antonio (/astillo construya una
batería en Pedraza, en el para ¡o que juzgue más á propósito para impe-
dir la salida de las cañoneras enemigas del " Dique' que con su Division
fuerte de lanchas me prometo no salga ninguno al rio " Magdalena." E n
el desgraciado caso (que no es de esperarse) de que superen los enemigos
y salgan al rio, pasará usted á Tenerife con todas sus fuerzas de mar y
tierra, inutilizando la batería de Pedraza, en donde podrá usted hacer la
mayor resistencia, por la ventaja que ofrece aquel punto, donde so halla
construida una batoría con cuatro piezas gruesas, cuyo punto tendrá
DE LA PROVINOIA DE CARTAGENA. Oô

usted siempre cubierto, m* Por consiguiente, su objeto de usted es sos-


Iciicr ú Mompox A todo, evento." '" .
Lo traslado á U. S. para su gobierno y que lo comunique U. ». a-
liosas y demás á quienes pueda corresponder.
Dios guarde ú U. S. muchos años

Santa Marta, á 21 de Mayo de 1815.


FRANCISCO DE MOXTALVO.
Señor Gobernador di- esta Provincia.

OFICIOS Mí UOS VAI.KNTIS CAPMAKI COK RELACIÓN AL PBECBDBKTK.

I.
SI:.ÑOI: CAPITÁN (ÍI:NI:K.\I..

Cuando recibí hoy á las die/, de la uoclie la orden do U. S. de 21 del


corriente, va había dado cumplimiento cu 21 á la de 18 del mismo,
eu quo su iiie previno cubrir la balería del Guáimaro con dos buques de.
guerra, veinte v seis hombres y un oficial; la del Carro de San Antonio con
cuatro buques y cuarenta hombres, y deslinar cuatro buques ¡i Tenerife.
Y estaba yo do marcha con la 7.a compañía y demás voluntarios para la
Ciénaga ; y sin embargo, he dado todas las órdenes convenientes á fin
do que sigan do los cuatro buques que están en Tenerife del calibre de
12, dos á Mompox, á las órdenes de aquel Jefe, (quien estaba autorizado
con anticipación para pedirlos todos si los necesitaba), y el Teniente Don
Simon Alvnrex con otro buque de mayor calibre y cincuenta hombres
del batallón " Provisional," dejando en la boca del Renegado un buque
do á 2-1 y quince hombres; y siguiendo con el resto de Tuerzas á inutili-
zar lodo lo posible el '' Dique" do que daré á U. S. conseguido (aviso).
Aunque el (lia que ocupé :í Marranea hice lodo esfuerzo para la inuti-
lización del " Dique," no quedó á mi satisfacción, porque no es posible
trabajar con osla genio lo que se quiere, y para la obra que intento ahora
es necesario hacer un sacrificio de dinero, sin el cual nada se adelanta.
C?í" C«s*¡ todos los voluntarios de Sania Marta y La Ciénaga se han
desertado y la fuerza de la séptima ha corrido igual suerte, de modo que
apenas reuniendo tuda la infantería podré contar con más ó menos de
100 hombres de los que salieron de la Ciénaga. ' Los desertores, unos
lian seguido á Mompox y otros á la Ciénaga, y cuando reúna todas las
fuerzas pasaré á la plaza una relación exacta, para conocimiento de TJ.
S. La deserción de los bogas, como que son de estos montes, es continua
é inevitable: sus rozas ó retiros distantes del rio, y cubriendo unos á
otros sus defectos, los Jueces no pueden habcrlos..sS¿)
Esta i-nrif ilo la nota corrobora lo quo dijimos cu el Prólogo de osla obra, á saber-
que Don IVdio ituiV.de l'órras no tuvo necesidad de atacar á Mompox, nortino dicli-i
\ illa se mantuvo ocupada |>ur (ropas realistas desde el 2ü de Abril.
•• ; Qué ventajas no liabria alcanzado el ejército del General Bolívar, si Carfauroun
hubiera coadyuvado las miran del Gobierno nacional ?—(K. del E.) °-/
ee DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

Estas turcas, para mí más penosas que las fatigas que me presenten
los enemigos, han llegado ya :í enfermarme, do modo que estoy echando
sangre por la boca; pero no obstante todos estos inconvenientes, á todo
trance impediré la salida de buques de guerra por el " D i q u e " y daré
auxilio á Mompo.v con cuanto me sea posible, esperando de la bondad de
TJ. S. se digne mandarme al Teniente Don Antonio Lanzas, para que me
ayude en mis tarcas.

Dios guardo á U. S. muchos años.

San Antonio, (Cerro) Mayo 27 do 1S15.


VALENTIN OAVMANI.

Señor Capitán general do esto Reino.

II.
SKÑOK CAPITÁN GKXKRAI,.

En 27 de Mayo último oficié á U. S. diciendolo de las providencias que


tomaba en cumplimiento do la superior orden do U. S. de 21 del mismo, y
en esta focha, sin haberlo podido lograr antes por falta do bogas,- ha em-
prendido su marcha con cincuenta hombres del batallón " Provisional,"
el Teniente Don Simon Alvaivz á Mompox, á donde ya so habían desti-
nado dos buques de á 12 y uno de á lü, quo he sabido se hallan en el
crucero del Uaiioa, por disposición de aquel Jefe.
QJ3*Quudu ya inutilizado con palos de considerable grueso en que
han trabajado tres días veinte y tros hombres á cinco reales diarios, el
caño del " Dique" desdo el paraje que llaman " S a t o " hasta cerca de su
boca, que habrá más do dos leguas do distancia.-ffiSi Siguen á cubrir el
punto de Tenerife dos buques del calibre de á 12, y uno de igual calibre
que allí se halla; y tengo apostados en Pcdrazu tres buques, una falúa
para cruzar sobre el " Dique," habiendo dejado en el Gnúimaroun buque
de á 2-1 para cubrir la boca del " Uenegado," sin que cuente U. S. con el
buque ,l Galiinazo" ni las dos cañoneras que se hallaban en el Curro, el
primero por no existir, y las otras por inútiles para el servicio, según lo
manifesté al señor Gobernador.
Don Ramon (¡olíanle aun no ha llegado con la Division de buques
(pío U. S. indica, y luego que so incorpore daré cumplimiento á lo (pie
U. S. me tiene provenido, representando á U. S. que el Comisario do
esta expedición me ha manifestado hallarse sin dinero, y por esta causa
está la gente sin socorro deslc el primero del presente.

Dios guardo á U. S. muchos años. Barranca del Rey, 3 do Junio


de 1815.
VALENTIN GAI'MANI.

Señor Capitíiu general de esto Reino.


DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 67

<DCÍL3L2?iL.
j^O'SA. en que se ordena el repartimiento del empréstito y el suministro
de ganado y caballerías.
Impuoslo de las órdenes del Soberano Gobierno comunicadas por el
señor Comisionado ciudadano Martin J . Amador, no tongo limito para
franquear ásu subalterno, ciudadano Antonio Hurtado, los competentes
auxilios, para que pase á esa Villa de Ayapcl á recolectar el empréstito
de un f> por 10U de cada vecino, sobro el principal do sus haciendas, eiv
dinero efectivo, ganado y cabalgaduras aparejadas. En tal virtud, exhorto
:\ ustedes en nombro de S. fi. el señor Gobernador de osta Pro-
vincia, para quo ejecute con energia todo lo posible al efecto do que
se ooncluva c-ta comisión con el mayor lucimiento y brevedad, pues así
lo exigen las eirounstancias presentes, haciéndoles responsables de
cualquiera omisión ó falta que se les noto, teniendo ol cuidado do adver-
tir á todo vecino quo so niegue, el castigo que le corresponde por su
desafección. Lo que su pondrá en ejecución si llegare el caso, remitiendo
el (JIJO fuere, con el olicio de estilo, à osla Villa, para que do ésta paso al
Cuartel general.
(.'liando este Comisionado tenga á bien locar la caja para reunir
esos habitantes, lo autorizarán ustedes con su compaña, y fecho, ha-
rán que todos so presenten con sus armas tic fuego y blancas, con el
intento de saber si están adictos á defender su país, y si á tenerlas do
pronto con sus personase intereses, para cuando los necesiten, y cuida-
rán ustedes, con acuerdo do dicho Comisionado, de alistar todas las-
lanzas, esco|>etas y pistolas de. cada individuo, con la precisa obligación
de tenerlas á derecho, de (pie me comunicarán copia autorizada, para dar
cítenla al Superior y asimismo en todo lo demás quo se ejecuto, encar-
gándoles particularmente y como Alcalde ordinario, analicen á todos los
sujetos con el mayor agrado, para que se consiga el que este empréstito
so haga en dinero efectivo, por ser más necesitado en cl dia, y por liber-
tar las postas do conducir los ganados ; siendo indispensable el prorateo
tie los caballos aparejados, por necesitarlos tanto el Ejército de operacio-
nes que marcha con velocidad á dar ol último golge de ataque á las tro-
pas enemigas (/«.< tic Jiolivar).
El Sargento veterano do los Dragones montados do esta Villa, y su
Cabo, ciudadanos Guillermo Ürdóñez y J. Aliones, van do custodia para
el señor Comisionado Hurtado, á quienes les facilitarán ustedes cuartel
y demás auxilios, si quisieren vivir por separado, pero de todos modos es
bueno atenderlos en lo posible.
Acompaño á ustedes cuatro impresos do las ocurrencias en la plaza
de Cartagena desdo el dia ÍJ hasta ol 11 del corriente, de lo que, im-
puestos ustedes, los harán publicar para los íines consiguientes al buen
orden (pie solicitamos.
Dios guardo á ustedes muchos años.
San Benito Abad, Abril 20 de 1819,—5.° de la .República.
JUAN EVANGELISTA DE LEON.
Keîiores Alcaldes pedáneos de la Villa del Aynpcl,
68 DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA

CCXXS,
© F Í C E O S en que se ordena al Gobernador de Riohacha prepare lo nece-
sario para el equipo y manutención del ejército del General Morillo.

1.

lia llegado á mis manos el oficio de usted número S, de 23 dol co-


rriente, y enterado del que me inserta del Mariscal do campo Don Pas-
cual Enrile, y do lo demás que á continuación me expresa, apruebo en
todas sus partes la juiciosa conducta observada por usted con respecto al
Piloto de la armada Don José Gillcn, ó Delfin, y cu lo concerniente á su
comisión.
Hasta ahora no habia motivo de prevenciones particulares para ol
objeto que usted me las pide. Pero las circunstancias que han sobreveni-
do después de la llegada de la expedición á Caracas, así como han dado
ocasión ¡i que se detuviera más de lo que se esperaba, obligan al presente
á tomar algunas medidas auxiliatorias á fin de preparar lo que pueda por
mi parte, CiTy sirva para que inmediatamente comiencen las operaciones
do guerra.
El ejército expedicionario que viene á las órdenes del señor General
Don Pablo Morillo, debe haberse puesto en marcha con la escuadra el
dia de ayer, y en breve arribará á las costas do esta Capitanía general.
Probablemente tocarán algunos buques en ese puerto á inquirir no-
ticias do la situación de esta plaza. En tal caso dirá usted quo se puede
llegar (\ ella con toda seguridad, en el concepto de quo parte do la expe-
dición que los insurgentes preparaban contra ella, ha marchado á Mom-
pox, cuyo Comandante tiene mi orden do defenderse hasta el último
trance; y que por esta causa nada pueden intentar los enemigos contra
Santa Marta.
K£p°Pida usted á esos hacendados cuantos caballos, muías y ganado
puedan donar al J.ley, los primeros para el tiro de la artillería,'y para
montar la caballería que trac sus monturas, y solo necesita de caballos; y
las reses para hacer tasajo ó carne salada para su subsistencia.>T£g£
En caso de que no produzca este medio todo el electo quo necesita el
Itey en un momento tan urgente, como debe hacerse conocer á esc leal
público, procederá usted á ajustar cuanto se encuentro en las hacien-
das, dándome aviso del número de cada especie existente, y de los pre-
cios, á fin de que con mi segundo aviso so ejecute lo cjue más con-
venga.
También hará usted recoger todos los marineros, tanto europeos co-
mo naturales, los que han de servir para dolar las obuscras coin peten te-
niente, dándome relación de su número, y teniendo los (pie pueda á
disposición del señor General Morillo, ó de los Jefes de la escuadra.
Recuerde usted á esos habilanl.es el amor y lealtad cpi>: antes han
manifestado en su ausencia al Rey, advirüéndolcs (pic; de ellos so espera
el mismo celo en esta ocasión, en que han de quedar todas las Pro-
vincias sometidas á la obediencia del Soberano.
De la ejecución de todo me dará usted cuenta puntual, quedando
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 69

nor lo que á mí »10 toen, satisfecho de quo nada me dejará que desear In
discreción y tino de usted así en prevenir lo que va ordenado, como en
,;| norte que usted observe con los individuos del ejercito expedicionario
V escuadra.

Dios guarde á usted muchas años.

Santa Marta, Junio 25 do 1S15.


FRANCISCO DK MONTALVO.

.Señor Don Gonzalo «1«; Aramcmli. Gobernador politico y militar del Hacha.

II.

Mu he enterado por los oficios de usted de 1.° y o del corriente de


las órdenes ipu- lia expedido y diligencias que ha practicado en esa Pro-
vincia de MI malulo sobre tomar" una noticia circunstanciada do las rc-
'•ÍI'JJ. caballo- v muías existentes en esas haciendas para socorro del
"ejercito y escuadra que aguardo"; y aunque agradezco y es laudable
el celo qué ha manifestado usted en el particular, tant." antes de recibir
mis órdenes como después, so hace preciso advertir á usted que aquellas
solamente se contraen, .-cgnn consta de mi oficio de 25 del inmediato pa-
sado, "¡i lomar la sobre «lidia noticia de la existencia que haya de las cs-
" pecies designadas y sus respectivos precios para mi gobierno, y sabor
"con lo (pie puedo contar para el lin insinuado por lo que toca á la Pro-
v i n c i a del Hacha."
Hubiera sido muy útil que á los oficios dichos hubiese usted acompa-
ñado para mayor claridad un estado de las especies existentes, y sus pve-
cios, «pie ya vienen determinados por el oficio del 3.
J'ín este asunto debe tener la intervención quo lo corresponde eso Mi-
nistro de Real Hacienda, á quien prevendrá usted me pase razón del
sobrante-quo haya el dia do hoy en cajas, y de que pueda disponer cal-
culado lo (pío se ha de. invertir en los gastos particulares de esa. Pro-
vincia.
Como las operaciones do guerra han do combinarso en esta ciudad,-
y esto no puede verificarse hasta la llegada del señor General Morillo,
todavía no es de pensar en proparar ahí lo necesario para tropas de tránsito:
para lo cual si se hubiere de realizar, se provendrá en su caso lo conve-
lí ionio.
l'or esta razón limitará usted sus medidas.á mi orden do 25 de J u -
nio, procurando no se cause perjuicio de tercero sin necesidad; pues por
ahora no es otro mi objeto que el tener, como he dicho, un estado ó noti-
cia de las reses, caballos y muías existentes en esas haciendas }r sus pre-
cios con (pie so pueda contar Inego que hayan de. menester, como creo
sucederá, en cuyo caso se resolverá la compra, y la porción áque so deba
extender: verificado esto así, no hay para qué' impedir á los dueños las
ventas de las especies dichas, siempre que sea con conocimiento del Go-
bierno, ó do los Jueces respectivos, según usted lo dispuso acertadamen-
te con respecto al Alcalde de Moreno, á fin do evitar maliciosas oculta-
70 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

ciones, y cl que so venda un m't mero lai que pudiera luego hacer falta
al Erario.
A esto, y á lo demás prevenido en mi citada orden de 25 del próxi-
mo pasado, deberá usted arreglar su conducta en la miliaria.
Dios guarde á usted muchos años.

Santa Marta, Julio 8 de 1815.


FllANCISCO 1>H MONTAF.VO.
Señor Gobernador de Rfohnchn.

3S3I<TSiL¿""23 del General Bolívar al Gobierno de la Nueva Granada,


por medio del cual le da cuenta del triste resultado que tuvo la expedición
que bajo su mando llegó á la Costa.
EXCELENTÍSIMO SESOU:

Cuando la Nueva Granada tenia lijada su confianza en el ejercita


que V. E. se dignó encargarme, y cuando la heroica Venezuela se excedia
en esfuerzos inauditos por destruir á sus verdugos, en la esperanza do
sus libertadores; separado yo del ejército del pais en que debíamos triunfar
y morir, es do mi deber presentar á V. E. un cuadro fiel de los sucesos
quo han frustrado los planes sublimes que V. E. habia concebido para
salvar á entrambas.
V, E. sabo que al desaparecer nuestra República ofrecí do nuevo
á mis conciudadanos volver por la Nueva Granada. No falté á mi pro-
mesa; y la cuna do nuestros primeros libertadores fué segunda vez mi
asilo, y segunda vez hallé en olla tanta amistad y protección, cuanto
estaba en sus facultades concederme.
Las reliquias del ejército venezolano, bajo las órdenes del bravo
General Urdaneta, vinieron á la Provincia do Pamplona á recibir
auxilios de sus hermanos granadinos. No los recibieron por entonces;
pero sí los prestaron á V. E. qno les ordenó marchar á Cundinamarca,
á reducir al orden constitucional aquella Provincia que, disidente, re-
husaba entrar en Confederación. San la (o vio en su recinto á sus vence-
dores, hermanos y amigos; y, para el complemento de su gloria y pros-
peridad, recibió en su seno al Gobierno general de la Nueva Granada.
Los pueblos acogieron á ios soldados venezolanos con admiración
y ternura; contemplando en aquellos preciosos restos de nucsl.ro patrio
suelo unos héroes que, al travos de cien combates, habian preservado su
honor, su vida y su libertad, para salvar el honor, la vida y la libertad
do sus conciudadanos. Estas reliquias formaron un respetable cuerpo
con los generosos auxilios que nos dio Oundinamaroa: sus hijos engro-
saron nuestras filas: sus tesoros llenaron nuestra caja militar; y ricos
uniformes vistieron nuestros soldados. La magnanimidad de Y. E. no se
contentó con premiar mis débiles servicio.-:, nombrándome Capitán ge-
neral de sus ejércitos, sino que me prometió y prestó socorros de lodo
género, y me envió á Cartagona á tomar el mando do las tropas de
DE LA rROVINCIA. DE OABTAOBKA. 71

aquella Provincia: ¡í armar, municionar y equipar de cuanto era nece-


sario al ejército destinado á libertará Santa Marta y Venezuela. ¡Jamás
un Gobierno se ha interesado tanto en la suerte de un pueblo afligido,
como lo hi/.o Y. B. por mi patria ! Así, nuestra gratitud será eterna,
como el dolor que imprime en nuestros corazones la descripción de. los
acontecimientos que han impedido la ejecución de la campaña, que habría
asegurado la siteríe de wtw parto do América.
Con la confianza que debia inspirarnos la obediencia que se debe
á la autoridad de V. 15., nos ponemos en marcha, Pioeobramos de paso
la ciudad de Ooaña. que habia oeupado el enemigo. Mompox nos acoge
con enlusia-mio y aun delirio. Hasta aqtii nuestras perdidas eran imper-
ceptible.-: lodo nos prometia honor y fortuna.
Mientras tanto, existia en Cartagena una odiosa guerra civil que
habia eiivuelti» á todos los habitantes'de la Provincia, que habían ya
lle«ado :i las manos, l'ara decidirla, el Comandante general de las armas,
P>ri»adier Mantle! ('astillo, logra por fraudo ocupar la plaza.
I)e»grac¡¡idauii*nti! aquel General conservaba contra mí una antigua
rivalidad; y excitado por sus propias pasiones, no menos (pie por las de
ot ros. adoptó la desesperada resolución de denegarst: al cumplimiento do las
órdenes île V. R„ y tomó, en consecuencia, cuantas medidas ho-tilos
podían cniplear.-e contra un eneini»o cruel, con el objeto de repulsar ai
ejercito de la Union, para destruirlo si fuese, posible.
Previendo yo los desastrosos efectos que dolva producir una lucha
tan escandalosa, ine resolví á tolerar lodos ios sacrificios, por evitar la
ruina de un ejército tan poco acreedor á esia infausta suerte: por no par-
ticipar de la culpa de ser tenido como la causa inmediata de una guerra
intestina, y no ver menospreciada la suprema autoridad de V. JD.
Así, luego (pie llegue á Mompox, dirigí un Brincan con pliegos para
el Gobierno y el General de Cartagena, participándoles mi llegada á
aquella ciudad y ol objeto de mi comisión: no obstante quo V. E. y yo
habíamos dado los avisos necesarios para mi reconocimiento y el apresto
do los elementos indispensables para la expedición quote me habia hecho
el honor de encardarme. Por otra parte, escribí cartas misivas y con-
fidenciales al Kx-gobernador (¡nal y à otros sujetos respetables, ofre-
ciendo una cordial reconciliación por mi liarte con el Brigadier Castillo,
sin embargo de (pie éste acababa tic publicar un libelo contra mí, en que
derramando las injurias á torrentes, intentaba denigrar mi reputación,
mi honor y mi moral. V". K.1ta echado la vista sobre este libelo; ha
juzgado de su injusticia, y me lia satisfecho por su declaración de 24 de
Enero, de un modo (pie no me queda nada quo desear; pues un rasgo
de \ . K. impone más en la opinion pública que todas las declamaciones
envenenadas do los calumniadores. Yo estaba, pues, vindicado; y en
olvidar los dicterios de Castillo, no hacia esfuerzo alguno. Pero ni esto
desprendimiento, ni otros muchos actos de una naturaleza verdadera-
mente pacíficos, lograron calmar el encono y la ambición do mi
adversario.
Al principio me escribió oficialmente, reconociéndome como Gene-
ral en Jefe del Ejército que V. E. me habia confiado, y estaba untes á,
sus ordenes. Este paso, que parecía de buena fe, solo tuvo por objeto
aparentar un deseo siucero de obediencia á V. E., en tanto que se eje-
72 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

cutaban medidas para sublevar los pueblos contra mí, hostilizar y difa-
mar al Ejército do In Union. El Gobernador de Cartagena, de acuerdo
eon cl General, ó por mejor decir, influido por él. seguia la misma línea
de conduela: en la apariencia perfectamente amigo; en la realidad fuer-
temente contrario : usando de un lenguaje equívoco, que mis enemigos con-
ceptuaban como refinadamente político, sin ser más (pie un enlaco de
sofismos pueriles.rrjyDe este modo nuestras comunicaciones escritas y ver-
bales no tuvieron otro fruto que la perdida del tiempo, el consumo de los
fondos, la deserción do los soldados y la inútil muerto de los más bravos
defensores de la República. Los comisionados, las cartas, los oficios, todo
era capcioso. El objeto era eludir las respuestas categóricas para entrete-
nerme y arruinarnos con un retardo tan destructivo como la más mortí-
fera campaña. Tres misiones sucesivas envié á Cartagena : la primera
con mi Edecán Kent ; la segunda con el C. Fierro, y la tercera con mi
Secretario Revenga. .De Cartagena recibí otros tres Comisionados : el
Teniente Coronel Tomas Montilla, el Secretario García de Sena y el
Edecán Dávila. Mi anhelo era allanar todos los obstáculos. Los con-
trarios, lejos do procurar disminuirlos, los complicaban puní aumentarlos.
Mi empeño era inspirar confianza y amistad, para obtener el cumpli-
miento de las órdenes de V. E. y armar el Ejército : por la inversa, los
do Cartagena se esmeraban para que estas mirns se frustrasen, quedase
yo sin Ejército, el Gobierno sin fuerzas, el enemigo impune y Cartagena
dominando. A V. E. consta que apenas supe en Honda que el General
Castillo dirigia sus armas contra la plaza, cuando me tomé la libertad do
suplicar á V. E. enviase dos Comisionados para transigir las disensiones
que se habían suscitado. Aun hice más : me atreví á indicar los que po-
dían ser nombrados : preferí á los ciudadanos José María del Castillo y
José Fernández Madrid ; el primero hermano, el segundo primo y todos
dos amigos del General. Esta elección prueba victoriosamente la since-
ridad de ini demanda y los deseos cordiales de un acomodo agradable,
útil y honroso para Castillo. Y. E. lo habia llamado : él había mezclado
las armas do su mando en elecciones populares : habia sitiado la capital
y abandonado la línea de su defensa : en fin, habia cometido actos de
arbitrariedad militar, dignos de la desaprobación pública y de un castigo
ejemplar. V. E. condenó una conduela tan criminal. ¡ Quizá algun dia
logrará reprenderla ! Yo, sin embargo, pido dos arbitros que no podían
serle adversos, y ni mismo tiempo, desde Honda supliqué á V. 10. nom-
brase otro General que no estuviese, como yo, comprometido por pasio-
nes personales con el Jefe del partido opuesto.
Luego que recibí respuestas de estas demandas, (pie vi que el nom-
bramiento de Comisionado habia recaído en el señor canónigo Marimon y
que no se accedia á mi solicitud, en cuanto á mi separación, volví á ins-
tar, para queso admitiese mi dimisión ; y supliqué á Y. E. que viniese
ol mismo Poder Ejecutivo á Iiaccr respetar su autoridad, á cortar las
discordias, y á observar y dirigir de cerca las operaciones del Ejército ;
segunda prueba de la rectitud de mis intenciones y de la pureza con
que amo la causa común. Como la contestación fué negativa, ya no tuve
más esperanza do ver realizar una transacción que tan imperiosamente
reclamaba el honor del Gobierno y la seguridad de la República.
Después de mil retardos, el Comisionado Marimon llega por íin á
DIS LA PROVINCIA DE CARTAGENA 73
Moinpox ; me lisonjea, me persuade que lodo se terminaria ventajosa-
mente, se informo it fondo île mis planes, de Ins necesidades do las tropas,
de las pérdidas que habíamos sufrido, do la mitad de el lúa por la demora
en aquel mortífero clinn, del peligro que eorren de morir ó desertarse
todas si permanecen allí más tiempo, y parte para Cartagena revestido
du ámpli:is facultades». El resultado de su comisión fue cual debía ser,
sc'un SU carácter personal y la obstinación do los de Cartagena.
jli úlliino Comisionado Revenga volvió, trayendo por respuesta la
aceptación iln una entrevista entre el General Castillo y yo, en el lugar
de Zamhrano, distancia medía para los dos Ejércitos. Yo cumplí, y el
General Castillo faltó, pretextando que la presencia del Comisionado Ma-
rimon Inicia nulo lodo loque pudiésemos acordar entre ambos.
Va había hecho la mitad del camino : se me había burlado de nuevo.
Kl contagio de la*enfermedades y deserciones era prodigioso : las tropas
se ili.-iniiuiian rápidamente: habíamos perdido más de mil hombres : los
gastos del Jijé roil o se alimentaban con el aumento de hospitales : las
hostilidades (pie se nos hacían habían ofendido á los Jefes y Oficiales:
muñiros enemigos domésticos se baldan quitado la máscara, nos calum-
niaban con un encono mortal : las órdenes de V. E., aunque repetidas y
terminantes.eran despreciadas é inútiles : el Comisionado Marimon dos-
ai elidido, fascinado y oprimido : el lOjército iba á carecer de hombres y
de fondos, porque éstos se habían consumido por la mayor parte : no
teníamos armas ni municiones : no podíamos retrogradar hacia Santafc
por falta de transposes y do bogas. JDra imposible en este estado empren-
der nada contra ¡santa Marin. JD1 proyecto de nuestra destrucción estaba
evidentemente probado : permaneciendo cu Mompox, nuestra ruina era
inevitable. Así, el descontento era universal. Y. E. no podía pretender
que fuésemos víctimas pacientes de una cabala de facciosos : estábamos
desesperados. Las nuevas órdenes que V. 3D. repitiese habrían sido dos-
obedecidas como las primeras. J31 partido de nuestros enemigos estaba
resuelto á todo. TOI honor mismo de Y. JD. no me permitía sufrir este des-
acato : el deber, pues, nos llevó al bajo Magdalena.
Cuando tomé osle partido, ya había puesto en acción todos los resor-
tes más activos y dicaces: había halagado con la amistad: había mostrado
confianza y fuerza. .Supliqué á cuántos influían en el pueblo y en ol Go-
bierno: no ahorré medio, por doloroso que fuese; pero Cartagena estaba
decidida á hollar todos los deberes, á preferir una guerra fratricida al
honor de obedecer y servir ai Gobierno nacional; en una palabra, la ce-
guedad más (enaz, las pasiones más impetuosas y el crimen más consu-
mado extraviaron á Cartagena. Al llegar á Barranca envié una cuarta
diputación á la plaza, para que explicase al Comisionado, al Gobernador
y al (Jouerai mi disposición pacífica, los males que padecíamos y cuantas
circunstancias hacían indispensable una cordial y pronta transacción.
La respuesta fué más negativa, más insultante que las anteriores.
Antes de marchar para Turbaco formé la resolución de emprender
la oampaîia do Santa Marta con los solos oOO fusiles, las pocas municio-
nes que traíamos y lasque encontrásemos en la línea del Magdalena; mas
los Joles á quienes consulté, me observaron que ésta seria una empresa
(lasciipcrudu,yuijoicmi. Que no hallaríamos lo suficiente para ella, pues so
habían perdido las municiones y armas en la goleta do guerra " La
74 DOCUMENTOS 1>ARA LA' HISTORIA

Momposina." Que muy pocas deberían haber quedado despues do las


órdenes que se habían dado, para transportar y destruir cuanto pudiese
ser útil al Ejército de la Union, como se observaba en los puestos que ya
habíamos ocupado. A estas razones debíamos añadir otras más perento-
rias. Las ideas de Y. E. eran dignas do un Gobierno liberal. Deseaba
que fuésemos á Venezuela, dejando asegurada á Sania Murta. Nosotros
no podíamos llenar las intenciones del Gobierno, llevando lo que.apenas
alcanzaría para un combate. Cartagena se denegaba á todo, y además
intrigaba en nuestro Ejercita para desalentarlo y convidarlo á la deser-
ción: por consiguiente, teníamos que combatirá los enemigos externos sin
los pertrechos y armas indispensables, y que repulsar las maquinaciones
do l.os domésticos, sin esperar auxilio alguno fie nuestros vecinos de
Cartagena. Todo me anunciaba quo mi expedición sobro Santa María
seria tan desastrosa como la de Labal.ut.
Marchamos, pues, á Turbaco, cuatro leguas distante" de Cartagena,
con el único objeto de pedir, de solo pedir armas y municiones cu cum-
plimiento de las órdenes de V. E. Para dar esto paso lo consulté deteni-
damente, y al lin me decidí por estas consideraciones. Aproximándonos,
se removían lodos los inconvenientes para vernos, tintarnos y entender-
nos mutuamente, lo que facilitaría un arieglo pacífico y quizás perma-
nente; acortando la distancia, ahorrábamos el tiempo que debía cniplear-
so en las comunicaciones escritas, y para las verbales no tendrían tilia
contrarios respuestas evasivas que fuesen plausibles.
Una quinta misión fué á Cartagena: el mismo Teniente coronel
Tomas Montilla, hermano del Comandante de la plaza, se encargó de
ella. Su recepción correspondió al carácter de mis enemigos; no so res-
petó el Derecho de Gentes: le hicieron fuego: le insultaron: le tiraron
estocadas y le trataron como á un proscrito, entregado al furor de un
populacho desenfrenado. Su misión era, sin embargo, de paz. Reclamar
la obediencia al Gobierno y de nó, ofrecer que 3-o-me me separaría del
Ejército y del país, fué en sustancia el objeto de mi última misión. Jurar
exterminarnos, traíamos de bandidos, no responder al Gobernador, ofen-
der cruelmente al negociador, y denegarse absolutamente á toda comu-
nicación conmigo; véase aquí el ultimatum tic Cartagena.
En esta situación, ¿qué debía yo hacer? No tenia á quien consultar:
V. E. estaba muy distante. Mis instrucciones eran demasiado límíiadas para
obrar con acierto en un caso tan critico y difícil. La consulla á V. E.
habría llegado tarde: la respuesta más tarde aún, y el remedio se habría
aplicado cuando el mal fuese incurable. Vo tomé consejo de mi Ejército:
instruí á los Jefes de nuestro estado: examinaron los documentos que ca-
lificaban nuestra justicia, nuestros sufrimientos y nuestras necesidades:
ellos reprobaron la injusticia, las hostilidades y las negativas de Carta-
gena. Una Junta de guerra decretó' unánimemente, que nos aproximáse-
mos á la plaza,, y el 27 do Marzo lomamos posesión de "Lo Popa,"
encontrando las aguas corrompidas.
Nosotros sufríamos tranquilamente todos los fuegos del Castillo sin
contestarlos, porque no siendo nuestro ánimo ofender, no habíamos lle-
vado la artillería do sitio, que podíamos haber tomado en Mompox y el
bajo Magdalena. Por igual razón no mo había apoderado de las Sabanas
hasta Ja batería del Zapote, como podia haberlo hecho con anticipación
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 75

desde que I logue ti Zambrano; :isí, las tropas que fueron á Toh'i, partie-
ron do Turbaco después quo perdimos la esperanza de toda composición.
El din 30 del mismo Marzo hice una apertura de negociación y
entre otras cosas dije al Comisionado : " Si yo dioso oídos á la voz del
'•' honor me empeñaría en rendir esa plaza, ó morir aquí; pero no alicn-
t:
do sino á las intenciones del Gobierno general, que lo espora lodo de
::
la obediencia y lo teme todo dol empleo do la fuerza. No me obligue
;;
esa plaza á manchar nuestras armas con la sangre, de sus hijos. No es
' : ¡lisio (Mío las últimas reliquias de Venezuela vengan á perecer en una
"'guerra nefanda ; pero tampoco es justo que vayan á marchitar (autos
:;
laureles en los campos enemigos, por complacer á los que prefieren
•" sus rr^ontimienlos particulares á los intereses de sus conciudadanos.
í;
Sea V. K. un nuevo Colocólo : emplee su acento sagrado en persuadir
í:
la concordia. Asegúreseme siquiera la amistad y buena fe por parlo, de
- los .lelos de Cartagena, y lo domas será transigido de un modo muy
'• satisfactorio para lodos. ¿ Puedo yo ofrecer más ? Si más pudiese
•• ofrecer, más haría.1'
La respuesta del Comisionado fue evasiva. Repelí mi demanda do
una entrevista : no se admitió, y se me ordenó que me retirase á la línea
del Magdalena. Después se siguieron algunos oficios do una parte y
otra, explicando los motivos que teníamos, yo para solicitar un acomodo,
ellos para eludirlo. Los peligros de la Provincia se alimentaban por los
ataques con (pie el enemigo común amenazaba los puntos que yo habia
reforzado con algunos destacamentos. En consecuencia, desde el 8 (lo
Abril escribí al Comisionado : que el enemigo obLmia sucesos parciales,
y que al lin se apoderaria do toda la Provincia : convidaba á unir nues-
tras fuerzas para defender el país, porque de no, seria asolado, las pobla-
ciones saqueadas c incendiadas, sin que mi Ejercito pereciese, porque yo
habia tomado medidas previas, que lo ponían á cubierto de todo peligro.
No tuve respuesta. Al otro día, 5), hice una nueva protesta do hacer todos
los sacrificios por la concordia, y que prefería desistir do una contienda
(an escandalosa á triunfar en ella. " ¿ Poro es justo, añadí, que yo solo
•" sea dócil, que yo solo renuncio á mis demandas, y que nuestros con-
•{ Irarios permanezcan lonazmenle adheridos á sus injustas negativas?
" Cree V. E. quo esto sea justo ? No lo es; siiiombargo, yo ccdcrc en
" lotlo ; poro entendámonos, seamos amigos, y unámonos: asía en >ni
" única condición. Ningún temor fundado mo inspira esta resolución.
l<
Todos mis pasos hasta el presento han sido felices en esta que parece
"' campaña. ¡Sé que la constancia me baria vencer á todos mis enemigos :
••' así un desprendimiento bien gratuito me determina á hacer esta
« oferta."
,.; Lo creerá V. E. ? ¡ Quién se persuadirá que semejante comuni-
cación se. recibiese con frialdad, se evitase una respuesta categórica, y el
.12 se publicase una Proclama, cual no se ha dado jamás, contra los ase-
sinos más feroces ! ( ' ) Todavía aumentará V. E. su admiración, cuando
sepa que. la causa inmediata de esta proclama, fué haber yo propuesto el
I I al Comisionado : " Deseo, primero, que cesen las hostilidades : segun-
" do, que olvidemos todo lo pasado : tercero, quo seamos amigos.—V. E.

(* ) Vúaso dicha Proclama del Gobernador Amador, cu las iwgs. 13 y 11 de esto Tomo,
76 DOCUMENTOS l'AIU LA HIST01UA

" como mediador debo pro|Joner los medios que hayamos do adoptar
" para lograr oste -feliss término.
" He ofrecido ceder : mo parece que lo hago con más generosidad
" que la que era de esperarse. Esta generosidad no es (breada sino por
" los sentimientos de mi corazón, que no puede tolerar el aspecto de esta
" Provincia desolada por una espantosa anarquía, efecto de la guerra
" civil que, M continúa, reducirá á soledad uno de los más fuertes Esta-
" dos do la Nueva Granada. Esta consideración me estremece, y conei-
" bo que es más útil dejar do tomar á Santa Marta que forzar á Carta-
" gena á auxiliar nuestra expedición. Así, pues, yo no exijo nada para
" ella : exijo, sí, que no se nos hostilice en el tránsito en nuestra rotira-
" da, ni en la permanencia que elijamos para estación del Ejército. He
" dicho en sustancia lo que deseo : mejor lo expresaría en tina eonl'oron-
" cía verbal, que también se ha negado obstinadamente, y aun con más
" obstinación que los auxilios. Todo se me niega, ¿ y en todo ho de ceder
" yo ? Voy á hacerlo así, y aun haré mucho más, cuando estemos de
" buena inteligencia. Yo no temo á esa plaza : menos aún á las guerri-
M
lias : todavía menos á los de Santa Marta. La primera no puede forzar
'•' mis puestos : las segundas han sido batidas en San Estanislao y las
" Sabanas, y los últimos están á la defensiva, porque yo ho tomado mo-
r d i d a s que no les permiten obrar activamente. Yo temo, sinembargo,
" temo, más que la muerte, sor causa de la guerra civil. Jamas pensé
í:
que en esa ciudad se prefiriese la guerra al deber de cumplir las órde-
" nes del C4obierno, y la generosidad de auxiliar á sus hermanos erran-
c i e s , que buscan armas para libertar á los que gimen esclavos. Dios es
u
testigo do la pureza de mis intenciones : la Posteridad será bastante
" recta para hacerme justicia,)'el Gobierno general bastante justo para
' decidir imparcial, si mis operaciones han tenido otro objeto que el au-
" mentó del Ejército, la libertad do la Nueva Granada y la obediencia al
" Gobierno. Yo espero tranquilo el juicio que el Gobierno y el Mundo
" formen do mi conducta ; y si pido tregua, olvido y amistad, no es para
" mí, es para mis compañeros de armas que reclamo estos bienes."
La contestación parecería supuesta, si no la hubiese publicado Car-
tagena. Que mo retirase con las tropas á Ocaña : que siguiese sin des-
viarme á la derecha, ni á la izquierda ; que no permaneciese en Mompox
ocho ilias. So me indica el itinerario que debía seguir. Se me prescriben
los fusiles y las municiones que había de llevar. Que separase las tropas
venezolanas que los eran odiosas, de las granadinas, para que me llevase
las primeras y dejase las segundas á las órdenes del Teniente-Coronel
Vélez, á quien se prevenia mr. hiélete obcduccr Jas órdenes del Comisiona-
do. Esta respuesta no se me dio hasta el 10. Con la misma fecha se me
dice, que se mandaban cesar los fuegos ; no obstante, bajo las banderas
blancas, los morteros y los cañones no discontinuaban de tirar. Tan ho-
rrible violación, ¿ podrá concebirse. ?
Volví á convidar para una entrevista el 18, y en el mismo dia se me
señaló el pié del castillo enemigo, para (pie concurriese á él á tratar con
el señor Comisionado. Se. ha dicho quo se tenia todo preparado para ha-
cerme una traición. El curso do la conducta do Cartagena en estas cir-
cunstancias persuadirá fácilmente osla aserción. Yo, sospechando (pío se-
mejante suceso podria tener lugar, indiqué un punto central, y observé,
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 77

ces los Lticos, V cl 22 mo. envia cl sonor ¡Marimon un informo de Castillo,


en quo estampaba, quo solo mi crasa ignorancia entendería por armisticio
una suspension do hostilidades.
Entóneos se supo en Cartagena, y se me comunicó do oficio, la llegada
ilo la expedición del General Morillo tí Venezuela, y en consecuencia do
csia importante ocurrencia se me dijo expresamente por Marimon, que
eia indispensable mi separación de ¡a Provincia, para atender á la defen-
sa do la causa. El 25 se convidó para una sesión entre mi Secretario
Y el señor Comisionado, la (pie tuvo por resultado otra conmigo aquella
"(ardo, en la (pu: con la mayor franqueza mostró mi único conato de resta-
blecer la armonía á cualquier precio: expuse la imposibilidad que habia
para rolrogradar ¡i Oca fia, ;i causa de quo carecíamos do buques y de bo-
inas para i·llo. Kl Comisionado manifestó la candidez de su carácter: mo
descubrió que su autoridad era nula en Cartagena; y ofreció hacer todos
sus esfuerzos por una cordial conciliación entro los Jefes de la plaza y
yo. Jal objeto real de esta sesión fue inspirarme confianza, y sorprender-
me con un ataque inesperado al otro dia, 2G. El General Castillo, el Co-
mandante de la plaza, Mariano Montilla, todos los soldados, paisanos y hom-
bres hábiles para las armas hicieron en aquel dia una salida la más ver-
gonzosa, cuya descripción no mo atrevo á intentar, porquo ella será el
oprobio de las armas americanas.
A esta ingrata correspondencia do mi anhelo por la paz sucedió un
profundo silencio hasta el 28, en que fui instruido de la ocupación do Ba-
rranquilla por el enemigo común. 8o mo invitó para una entrovista con
el señor Marimon, la cual se efectuó interviniendo en ella el Ex-gober-
nador Cual, quien presentó un proyecto tío atacar yo á Santa Marta por
mar, y el ejército de Cartagena por tierra, que se discutió y sancionó con
la previa aprobación del Gobierno de Cartagena. Al otro dia vino el Co-
mandante de la plaza, Montilla, á tratar conmigo sobro todos los puntos
relativos á la ejecución del proyecto.
.Mi Secretario tuvo diferentes conferencias con el Comisionado y el
Genera! Castillo, y por fin esto General se prestó á una reconciliación
conmigo, de la cual se siguió im Convenio ostensible de paz y amis-
tad. Mil pequeños incidentes indicaban distintamente, que no habia buena
fe de parle de Cartagena. Sin embargo, esperábamos quo cl inminente
peligro y el ínteres aconsejarían la union, pero un infundado temor,
una inmerecida rivalidad -y una inconsulta ambición prevalecieron
sobre todas la^ consideraciones de honor, justicia y bienestar. El Ge-
neral Castillo me declaró en términos expresos, que el Ejercito de mi
mando no marcharía á Sania Marta por mar, y que yo debia efectuar
esta expedición por el Valle-ilupar, lo (pío no era practicable: que
Olí caso de retirada no tendría á dónde volver, porquo i/o seria sfcm-
pri! /to.-lilizíirfo, y jamás se me auxiliaria con nada. Así terminó la
ultima sesión tenida al "Tic de la Popa," relativa al plan de operaciones
que debíamos adoptar.
10 mi: resolví á hacer el último esfuerzo por salvar el país cíela
anarquía, y al Ejercito de todas las privaciones que padecia por el efecto
78 DOOÜMENTOS PARA LA ÏÏISTOMA

de las pasiones que se habían excitado en Cartagena contra mí. Me pro-


puse, pues, separarme de mis compañeros de armas y de la Nueva Gra-
nado. Convoqué .una Junta de guerra: le pinté fielmente nuestra situación
y la convencí de la necesidad en que estaba yo, de privarme (por la sa-
lud del Ejército), del honor de volver segunda vez á libertar á mi Patria.
La Junta, consternada accedió, poniendo por condición que á olla y al
resto de los Oficiales les seria también permitido resignar sus empleos y
ausentarse del país. Con este objeto se celebró cl dia 7 una acia, quo di-
rigí al señor Comisionado del Gobierno general, diciémlolo:
"Mi constante amor ;i la libertad de la América IDO ha hecho hacer
"diferentes sacrificios, ya en la paz, ya en la guerra. El suceso que os el
"asunto de esta comunicación, no es un sacrificio, os para mi corazón un
" triunfo. El que lo abandona todo por sor útil á su país, no pierde mida
" y gana cuanto le consagra. V. E. conoce cuál es nuestra siLuacion, y no
" puede menos que aplaudir mi retirada del Ejército y de la Nueva Gra-
" nada. Suplico á Y. 15. se sirva examinar la ailjunla Acia que tengo el
" honor de dirigirle. Por ella se instruirá V. .13. de mi determinación y
" de la opinion de los Jefes del Ejército, que desean, como yo, no ser más
" tiempo causa de guerra civil. Así pues, piden se les permita á los que
" lo desean, separarse del Ejército y salir del país: y yo suplico á V, 13.
" n o se les niegue esta demanda."
En consecuencia recibimos yo, casi todos los Jefes y gran parte de
los oficiales permiso para retirarnos. Todos habrían seguido mi ejemplo,
si las circunstancias les hubiesen permitido abandonar un suelo regado
con sangre amiga, y en que la guerra civil tiene fijada su mansion. Yo
salgo por fin de Cartagena el 9 de Mayo, y me despido del ejército en
estos términos:
" Soldados: El Gobierno general de la Nueva Granada me puso á
"vuestra cabeza, para despedazar las cadenas de nuestros hermanos cs-
" clavos en las Provincias de Santa Marta, Maracaibo, Coro y Cu-
ráeos.
" Venezolanos: vosotros debías volver á vuestro país.
" Granadinos: vosotros debíais restituiros al vuestro, coronados de
" laureles. Poro aquella dicha y este honor se trocaron en infortunio.
"Ningún tirano ha sido destruido por vuestras armas: ellas se han man-
" diado con la sangre de sus hermanos en dos contiendas, iguales en el
" pesar que nos han cansado. En Cundinamarca combatimos por unir-
" nos: uijuf por auxiliarnos. En ambas partes la gloria nos ha concedido
"sus favores: en ambas hemos sido generosos.
" Allí perdonamos á los vencidos y los igualamos á nosotros: acá
" nos ligamos con nuestros contrarios, para marchar juntos á libertarles sus
" hogares. La fortuna de la campaña oslaba aún incierta : vosotros vais á ter-
" minarla en los campos enemigos, disputándoos el triunfo contra los lira-
"nos. J Dichosos vosotros, que vnis ácinplear vuestros dias por la libertad
" d e la Patria! ¡Infeliz de mí, que no puedo acompañaros, y voi á morir
"lejos de Venezuela, en climas remotos, porque quedéis en paz con
11
vuestros compatriotas !
" Granadinos, venezolanos que habéis sido mis compañeros en lan-
" tas vicisitudes y combates; de vosotros me aparto para ir á vivir en la
" inacción y ú no morir por la Patria. Juzgad do mi dolor, y decidid si
DE LA PROVINCIA. DE CARTAGENA. 79

u W o un sacrificio de mi corazón, de mi fortuna y de mi gloria renun-


» ciando el honor de guiaros a l a victoria. La salvación del ejército me
" ha impuesto esta ley: no he vacilado: vuestra existencia y la utia eran
"aquí incompatibles: preterí la vuestra. Vuestra salud es la mia, la de
'•'mis hermanos, la de mis amigos, la de todos, en fin, porquo de vosotros
" dependo la República."
Estos son los sucesos, esta "es la verdad, Excelentísimo señor. Los
documentos que la comprueban existen cu las Secretarías de V. E., ó
lian sido interceptados por nuestros enemigos internos. Conservo los ori-
ginales para publicarlos y satisfacer ú mis conciudadanos, que tienen un
derecho incontestable de juzgar mi conducta, y serán bastante imparcia-
les para no con.lenanne. Si lo hicieren, me sometere con resignación á
su juicio, pero V» no I» temo. Estoy tranquilo en mi conciencia: concep-
túo (pie he llenado mi deber: que lio proco rail o el bien: que he huido de
la guerra doméstica: (pie apenas me he defendido: y que he sacrificado
lo(i7) por la p.-iz; un para oprimirá la República, sino para combatir á los
Uranos, para impedir la devastación que amenaza á la Nueva Granada,
v para restablecer á Venezuela, he solicitado las armas. Este ha sido mi
constante proveció, eotno es la aprobación do V. E. toda mi esperanza,
y la libertad de mis conciudadanos mi única ambición.

Dios guarde á V. E. muchos aíios.

Kingston, 10 de Julio de lSlfi.


SIMON BOLÍVAR.

Excelentísimo señor Presidente do las Provincias Unidas do la Nueva Granada.

ACTA DK LA JUNTA DE GUERRA.


La Junta acuerda: <: Que ni el General Bolívar podia renunciar el
mando sin órdenes del Gobierno de la Union, ni el Comisionado admitir
la renuncia; y (pío visto el Manifiesto del Gobierno de Cartagena en quo
se declara á los venezolanos por hombres sin Patria y descosos de alzar-
se con la'familia social; considerados otra porción de proclamas y pape-
les en (pie solo se trata do desacreditar al Ejército: atendidas las órdenes
del Gobierno de Cart a ge na en que se manda á los Jefes de la línea de-
fender el terreno palmo á palmo: considerando la intención siniestra do
hacer naufragar la artillería, armamento y municiones del Magdalena
por un capricho de los mandatarios de lit plaza; reflexionando madura-
mente que los miserables recursos que por la fuerza ha obtenido el Ejér-
cito son insuficientes para emprender la can.paña: que el Gobierno pro-
visional ha ordenado el envenenamiento de las aguas, evacuación do los
pueblos, ocultación do los víveres, profanación del Derecho do Gentes en
las personas do los Emisarios do paz y proscripción do la mayor parte do
os venezolanos que so hallan en la plaza, y de una gran parte de los ha-
bitantes do ella; y, finalmente, que habiendo en Cartagena una forma de
gobierno desconocida por la Constitución general y provincial, se pro-
80 DOCUMENTOS PABA L/V HISTORIA

Cûdieso á estrechar el sitio de la plaza, á hoztilizarla, y que el Capitán


general ordenara las ulteriores disposiciones, como que se hallaba auto-
rizado para defender la autoridad del Gobierno general, altamente ul-
trajada y despreciada con vilipendio y escándalo de los pueblos; dándose
cuenta al mismo Supremo Gobierno, para su determinación."

SSfifÜ?a©2ÏUCC2033í en la Provincia de Cartagena do algunas


Proclamas de las autoridades españolas.
SEÑOH CAPITÁN GKNKKAI.:

A la orden de V. E. del o del mes anterior, lo he dado todo su


cumplimiento, enviando do los cinco ejemplares que V. E. se sirvió
remitirme, á los sitios inmediatos de la vecina Provincia, y al primero
que fué el Rml de la Cruz (Campo de la Cruz) no tuvo cumplimiento
por aquel juez en publicarlo á su vecindario, y sí inmediatamente que la
recibió, tratándola con mola, la envió con chasqui á Cartagena, ': y aquí
es do d«mde se ha conseguido no tan solo introducirla en la Provincia,
sino también á la capital. Y aunque el Alcalde dicho del Real de la Cruz
no ha cumplido, como llevo dicho, tengo la satisfacción de haberlo hecho
yo en ésta, con casi todo aquel vecindario quo diariamente viene á este
sitio, de cuyo aviso están muy contentos, pero temerosos de manifestarse
abiertamente, por estar indefensos para cualesquiera fuerzas quo pueda
echarles encima Cartagena resistirlas en el Ínterin vienen á osla para
que los auxilien, como así lo publican.
JDl Cabo de justicia del Guamo, á quien por conduelo del Comandan-
te de las fuerzas sutiles remití otro ejemplar, lo rechazó, ofreciendo al
conductor que siempre que llevase á aquel lugar otro papel igual ó del
Comandante de sus bongos, le daria cincuenta azotes y remitiría á Car-
tagena, según así me lo ha manifestado verbal mento el dicho Comandan-
te cl dia de ayer en la tarde ; y el referido Guamo dista dentro de las ve-
ras del rio, cinco leguas. B *
¡££5" Las dos Barrancas han cumplido, publicando las Proclamas de
V. E. con bastante regocijo, no solo en el sitio, sino hasta en las ciéna-
gas, donde están reunidos sus vecinos á la pesquería ; pero el Yucal se
ha desplegado en gozo en su publicación, con .salva y Misa de Tu .Dcurn,
en acción de gracias, que cantó el presbítero y benemérito don Pablo
Manóias.u£gig<
Los líos pueblos obstinados sus jueces (sic) á obedecer y manifestar
al pueblo las piadosas intenciones de U. 8. con que les brinda la paz
para SU remedio, son dignos estos malvados jueces y los de su partido
del más severo castigo ; y si Y. K. ino lo permite, pasaré á publicar
' Es do acuilmo que no se expióse on osla nota el nomine del patriota rjuo desem-
peñaba el destino do Juez., y (juo, como lid. recibió la Proclama.
•'•'• También es sensible (jue no se expreso el nombre do- Cabo de justicia del Gua-
mo, para qua lu historia, le tributara, como igualmente al Juez del Campo de la Cruz,
merecidos elogios,—(N. del 13.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. SÍ

dichos proclamas con cincuenta hombros do armas, y capturar dichos


jueces que son los culpados, pues el pueblo es decidido hoy por el llcy :
así lo siento con el Real <lc la Ont:.
Queda también publicada en los lugares do las Barrancas y i acal,
la de nuestro General en Jefe Morillo. :
Dios «fc.—Ustariz de San Antonio, 10 de Julio do 1S15.—MANUEL
JOSIÍ Monos—Excelentísimo señor Capitán general.

Impuesto del superior oficio do V. .15., fecha 18 do Junio último, con


quo nos acampanó lus cuatro ejemplares de las saludables Proclamas con
<|u<- se sirvo la Itmiiguidad do V. .13. exhortar últimamente á los provin-
cianos de (J,trt<i;;,w., anies de usar del rigor de la fuera, para que las
Indiums introducir on los pueblos de sabanas, decimos : que en su cun*.-
pliTiiit'iidi Un lu-mos dirigido eon la mayor seguridad y puntualidad posi-
ble, itiianl l'n^bileruOimí ilcl Tetan, Don Salvador Dávila; otra al Cura
tie Üiw-lrja, Don Francisco Wilehes ; otra al Juez do Tacasuan, Don
Joaquín (îaivia, y otra al Cura de la misma villa ; cuya noticia comuni-
camos á V. 10. en fuerza de su superior orden.

Dios guarde á V. K. muchos años. Plato, Julio 8 de 1815.

Por ausencia de mi compañero, SEBASTIAN JOSÉ OSPINA.


Excelentísimo señor Gobernador, Presidente y Capitán general dol Nuevo Reino kc.

CCXXXIII.
O R D E N E S de las autoridades republicanas, para que se haga efectivo
el empréstito ó suministro de las especies que se determinan, en algunos
pueblos de la Provincia de Cartagena.
1.

En virtud délas facultades con quo nuevamente me ludio revestido por


el Supremo Gobierno para colectar empréstitos de toda especie, confiero
:i usted, cu su nombre, las necesarias, para que inmediatamente paso á
Ayapclá colectar entre aquellos vecinos el de cien roses do cuchillo, que
valoradas al precio corriente deben estar en este punto á la mayor posi-
ble brevedad, encargando ú usted la mayor economía en la remeso ; y on
caso de reparo por aquellos vecinos en quienes usted haga el reparto mo-
derado, los exigirá entóneos el diez por ciento do exacción. Concluido
esto, seguirá usted á la villa do Majagual y su partido tí poner'en ejecu-
ción uu empréstito (suministro) de ganado, dinero y bestias, con arrodo
á un diez por ciento do exacción, y sobre quo lo encargo y hago respon-
* Víase la Proclama del C4eneral Morillo i IA página 63 do esto 2," Tomo. 6
82 DOCUMENTOS PARA LA nïSTOîlïA

sable del mayor escrúpulo de deber observar en todo lo que corresponda


á pro rateo y economía en los gastos.
Dios guardeá U'tcd muchas años.—Corozal, Julio 18 de 1815.—5.°
[Republicano.—MARTÍN* JOSÉ AMADOU.—Señor Alcalde ordinario y Ca-
pitán do milicias de Sotavento, ciudadano Juan Evangelista de Leon.

II.

El Supremo Gobierno del Estado me ordena diga á usted, que se


haga en esa villa y sitio do la comprensión de esc Departamento recibir
por su justo valor y bajo la pena de confiscación de todos sus bienes, tod;i
la plata del cuño de Cartagena, Caracas y Zicatecas, siempre que no SG
justifique ser falsa; sobre que. para el cumplimiento de esta superior
óváon lingo á usted responsable con su persona y bienes.
Dios guardo á usted muchos año?.—Corozal, Julio 18 do 1815, S.0'
Republicano.—MAHTIS Josa AMADOR.—Sonor Alcalde ordinario, Capi-
tán de milicias, ciudadano Juan Evangelista de Leon.

III.

Con respecto á la primera orden obrarán ustedes según su' conteni-


do ; porque, habiendo ocurrido al señor Comisionado y verbalme.nte ma-
nifestado que para cumplir con la comisión deesa villa ninguno mejor'
que ustedes darán su exacto obedecimiento y con mejor acierto que yo,
por el conocimiento quo les asiste de aquel pueblo, fué «le sentir que así se
hiciese; por lo cual espero de sus leales y patrióticos sentimientos será lo
primero que pondrán en ejecución, pues toda tardanza sirve do perjuicio
á las tropas nuestras que se hallan en acción do defensa contra los ene-
migos que nos atacan. Por cualquiera demora que se note por parto de
usledos, se les hace responsables.
Dios guarde á ustedes muchos años.—Villa de San Benito Abad.
Julio 28 do 1815.—5.°—JUAN EVANOELISTADG LEON—Señores Alcaldes
Pedáneos de Ayapol.

JKTOuCjft. sobre los preparativos irnndv.los hacer para suministrar á la


Expedición que se aguarda, los auxilios necesarios.

He recibido los oficios de usted números 19, 20, 21 y 22, por los
cuales veo la actividad con que ha procedido en punto tan importante
como son los artículos de. surtimiento de la Expedieion para en caso ne-
cesario; acerca de lo cual si por un lado me es preciso sosteiur mis pro-
videncia-i para conciliar los intereses de todos con el del Rey, por otro
no doja de serme grato el celo que en ello se manifiesta.
En tal inteligencia espero continúe usted arreglándose ámis dichas
órdenes hasta que otra cosa disponga; y en cuanto al tazajo, cuya opera-
ción ha sido de mi aprobación y por acá he dispuesto so haga lo mismo do
la9 reses donadas, convengo en lo quo usted propone en su número 2 1 ; pe-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 83
YO siempre será prudente aguardo usted á último del mes actual, y pasa-
do sin <|uc ha va arribado la Expedición, queso verifique la venta del
fawijn v reserve su producido con el de los despojos, para el objeto á que
debo destinarse. .
No miedo descntcmlcrinc, en vista dol generoso desprendimiento con
que se portan esos habitantes, de recomendar á usted haga entender al
Ilustre Aviiiifainienlu que puede estar satisfecho de que miro las propie-
dades do iodos con el interés que debe un Jefe justo á sus subditos, y
que no permitiré* su les gravo sino on aquello que sea precisamente ne-
cesario, y eso con las 'correspondientes carias de pago que les asegure
los precios «le lo que se leí compre, á abonarse con la preferencia que con-
viene al crédito del Gobierno (pie lio procurado mantener constante-
mente.
Dios iVrc—Sania .Alaria. 18 de Julio do 1S15.—FRANCISCO DE
MONTAI, vo.—Señor Gobernador de Rio Hacha.

3MÙRTBB,0 4.—Boletín tic lo» Ejércitos do operaciones.—Cartagena, l.°


ilc Agosto de 1815.
Extracto del parie quo eon fecha 30 del próximo pasado remito el
Comandante general del .Magdalena al señor General en Jefe.
Varios (¡ros que se oyeron en los dias 24, 2;") y 2b' en la costa onfi-
miga, han sido efecto (según aviso de un confidente do dicho Jefe) do la
alegría que concibieron los pueblos do aquella ribera, con la noticia divul-
gada por su General Pacheco, de haber llegado á Santa Marta trescientos
á cuatrocientos soldados españoles ; y con cuyo motivo el tal General
deducía un donativo de reses para la Pl.v//<, y sacó 150 de solo el Gvái-
iiutro. \')\ misino ('dinandanie de nuestra linea cree, que estas demostra-
ciones las haya excitado Pacheco industriosamente para lograrlas cuatro
mil arrobas de carne que sabemos han pedido de Caracas los Jefes realistas
que se ven sin recur.-os, y perseguidos por las infinitas partidas de gue-
rrilla (pie han levantado lus republicanos de Venezuela. También participa
que el cuerpo de ejército al mando del General Palacios ha tomado cua-
tro buques enemigos en la ladera de " L a muerte," esto es, entre Zum-
brano y Tmiumn-Jta, habiendo pasado á cuchillo toda la tripulación.
Al mismo tiempo que se recibió el parte anterior, hemos tenido la
satisfacción de ver entrar á esto puerto una fragata armada con 28 caño-
nes, procedente de San Thomas y mandada por el Capitán Luis Briou :
olla conduce al Coronel Duran y el famoso repuesto do 15,200 fusiles,
2,000 llaves de fusil. 100 rifles ó' carabinas rayadas, 300 sables de latón,
20'» pares de pistolas, 200 quintales de pólvora, tres imprentas, y una
armería completa ; todo por cuenta do las Provincias Unidas do la Nuova
Granalla.
La Plaza, al acercarse dicha fragata á bahía, le ha hecho una salva
triple, y sin perjuicio del saludo debido á este buque, correspondiendo el
suyo. Los verdaderos patriotas, los amantes de la libertad no pueden
H DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

ménos que llenarse de regocijo. | Qué ocasión ésta tan lisonjera para
linas Provincias que, decididas á Cimentar su independencia, sólo desean
multiplicar los elementos que hemos recibido, para armar los innumera-
bles hombres libres de la Federación ! Qué contraste no hace este suceso
con ol despreciable refuerzo que se supone ha recibido Santa Marta, y
quo casi está conocido por uní nueva es trata je ma para saquear los gana-
dos con (pie deben mantenerse los infelices habitantes de aquella Provincia
que gimen bajo el yugo de los españoles ! Nosotros no volveremos
á la esclavitud, y nuestros antiguos mandones conocerán su temeridad y
les pesará el desengaño.
Cuartel general de Cartagena, Agosto I." de 1815.
JoSfCPKHARÍA DE LATEUGA, Ayudante general.

2fc2î(£UH3&3BfàE231}iïï?S» para que se auxilie á Cartagena, ya amenaza-


da por las fuerzas del General Morillo.
Señor Secretario de Estiido y Reluciónos Exteriores de Gobierno general.
Es llegado el momento temido. Morillo, nombrado Virey de la Nueva
Granada, e salió de Venezuela y ha llegado á Santa Marta con una ex-
pedición do 6 á 8 mil hombres cu unos 50 buques. El puerto ha sido de-
clarado en estado de bloqueo,)' se ha hecho así entenderá IO-Í Gobernadores
do las islaSjSegun nos ha informado la fragata de S. M. B. C/'Wt, que llegó
ayer tarde. No tardará en ompuzar sus operaciones dicha expedición,
pues so sabe que reúne todos los buques y barquetas de la Ciénaga, y el
puerto vaá ser bloqueado con dos fragatas de guerra.
En tal conflicto, nada tengo que decir á IX. S. La causado la Nueva
Granada va á decidirse muy presto en esta Plaza, y crea U. S. que esta
decision será irrevocable. Por más esfuerzos que haga Cartagena en el
estado de aniquilación á que so halla reducida, no es tiempo de hacernos
ilusión y de confiar en que puede asegurar su triunfo en solo su espíritu
y disposiciones. Venga dinero, todo el que se pueda, aun haciendo los
más grandes sacrificios, que probablemente serán los últimos, y pospo-
niendo cualquier otro destino á que so aplique actualmente, que debe
ceder, como todo, al grande objeto de salvar la existencia. Venga, repito,
dinero,y muy pronto, y podre entonces responder del sucedo : no vinien-
do, mis mayores esfuerzos quedarán paralizados, ol espíritu público podrá
desmayar, la defensa tendrá que acomodarse á nuestra miseria y no á los
peligros, y el éxito será en extremo dudoso.
Si el Gobierno general ama la libertad del pais, no vacilará un mo-
mento en asegurar todos los arbitrios y recursos para dirigirá esta Plaza
inmediatamente el mayor auxilio pecuniario que sea posible, y en solo
esta esperanza libro la de triunfar de la crisis terrible en que queda la
Provincia.
Dios «niardc á U. S. muchos años.
Cartagena, Agosto 5 de 1815.—5."
JUAN DE DIOS AMADOR.

'• Ko P.' niíirt.') que e.a ie vom^vu-iv Yirey de Nii'iva Grnundn. (.Y, del K)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 85

CCXXSVÏÏ.

i m S T K - H C t C E Q E T S S para el Brigadier Don Pedro Ruiz de Porras,


cnic de orden del Excelentísimo señor Don Pablo Morillo y acuerdo del
¿apilan general del Nuevo Reino de Granada, se le encarga del punto de
jl/ow/>ox, con el objeto que se explicará a continuación. *

013.TETO DE ESTA COMISIÓN.

El objeto es desembarcar lu vanguardia del ejército en Barranca


del Jit'j/, sostenerla en caso necesario, dirigirse á Mcwpox, conseguido
esto, sostener este punto á lodo trance, vigilar los rios Magdalena}- Cau-
ca, destruir ó atraer el Cuerpo de Bolívar, exlende.r la seducción á los
puntos del interior, reunir y remitir víveres y caballos al sitio de Carta-
gena, y liiinlmciiti! amagar ó atacar á Ocaña, para sacar recursos y hacer
una ilivcisiuii en favor de Calzada.
La maña, man i|tl« la fuerza, desea S. M. se emplee para bacev el
menor daño pt»ib!o á sus amados vasallos, inclusos los que se lian sepa-
rado de MI obediencia, no olvidando (pie el objeto principal os sostener á
MVUIJKW, y ayudar al sitio de Cartagena. Para lograr estos fines se ob-
servará lo siguiente:
J." La Division al mando del Brigadier Porras se denominará " V o -
lante " y so compondrá do lo» regimientos de "Puerto Pico"—" Gra-
nada " — todo el tío " A limera," reuniendo los destacamentos, — una
compañía de caballería de " Fernando 7.° " y la Division que está en
Mulli/W.V.
'!." Dará sus órdenes y lomará sus providencias para que con toda
prontitud se rcunan cu la Ciénaga cuantos bongos, canoas y medios de
transporto se encuentren.
8." Kn entinto lleguen á la Ciénaga las primeras tropas do la van-
guardia, se embaíearán para dirigirse sobre el Carro de. Sa» Antonio, de'
.«embarcando en íl l'uenavLta." manteniéndose allí y pasando al Cerro, ó
como iin-jor panzea.
•L° iíi·iinidas |.,das las tropas, se. ejecutará el paso (le las tropas do
la vangiiuiüa. protegido por la artillería, y si fuese preciso, pasará tam-
bién la Division volante.
ó.° Asegurada la vanguardia con los víveres precisos, seguirá la Di-
vision volante á Jfompa.c.
fi." ('mi toila prontitud lia de entrar por KcoV, Maganguéú otro
ponto que encuentre más conveniente, á batir ó reducir toda fuerza ene-
miga de la Provincia de Cartagena, remitiendo al (.orozal y Sabanas la
fuerza necesariai para dar la tranquilidad y establecer la comunicación
con Tala y el ejercito sitiador.
7.° Trajará á los pueblos con dulzura, les liará jurar á S. M. Don
Fernando V i l , recogerá Ins armas b.ijo pena de la vida, y acordará con
las Justicias la cantidad de víveres, número de caballos, acémilas, carre-
tas^y caberas de ganado con que lian de auxiliar al sitio de Caüagena.
min.* S o n í,stns ins i Dstl '«c c '°no3 (i qM(J n i U( i c ) a observación del Prólogo do esta obra,
relativamente al objeto do la ida u IMompox del Brigadier Luis de Porras. (N, del E.)
86 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

8.° Acordava y hará cumplir cl artículo anterior, así como la remesa


de víveres do toda clase; y si fuese ciénaga, costa ó rio, el número de ma-
rineros, bongos )• canoas con que lian de asistir al sitio.
9.° ('on la fuerza competente vigilará Jos rios Magdalena y Cauca,
avisando de cuanto ocurra en el Reino, tanto en favor del Rey, como en
contra de. sus intereses.
10. Procurará destruir las tropas que quedan de Iiulívar, ó atraer-
las, en cuyo caso las enviará por el rio con seguridad para que sirvan ú
lo vista de los Generales. (")
11. La manutención de las fuerzas colocadas sobre Cartagena es
punto muy importante para abandonarlo, y es preciso establecer un sis-
tema de remesas periódicas, valiéndose de acémilas, rios y de cuantos me-
dios so encuentren.
12. No es de menor importancia el establecer brigadas de acémilas
y muías, para arrastrar la artillería, los objetos de parque, de hospitales
y do los víveres del mar.
13. Cuando la coyuntura fuere favorable, deben enlazarse todas estas
medidas con la de atacar á Ocaña, tanto para destruir un punto do reu-
nion de los enemigos, como para sacar los recursos de la Provincia, co-
mo también para dar facilidad á Calzada, para que penetre en el Reino;
y se debo desde luego darle avisos por todas partes á fin de que no igno-
ro lo que se hace por él sobre todos los puntos.
14. Sin un sistema de espionaje no es posible saber lo que sucedo
on una Provincia y aun menos en una plaza, por lo que el Brigadier
Porras empicará todos los medios que pueda, recompensando con dinero,
con promesas y valiéndose de todos los recursos que se emplean para
estos casos, no despreciando ningún instrumento, por despreciable quo
parezca.
15. Las Proclamas en que se presente la verdad y la dulzura, aca-
barán la obra principiada; y como la causa actual solo es de algunos po-
cos malos, debe tratarse con indulgencia á todo pueblo, y en especial á
los indios, remitiendo á este punto toda persona sospechosa y poco adicta
á. los intereses del Rey, sin exceptuar los eclesiásticos, á los que se remiti-
rán con comisiones honoríficas.
1(). Para que el Jbigadier Porras pueda llevar al cabe- e us operacio-
nes, reunirá las facultades anexas á Comandante de un cuerpo de ejérci-
to, y á las de Comandante general de aquellas Provincias (pie ocupe;
pero si se encontrase con otras tropos del Rey y se suscitase alguna
cuestión, la transigirá el de mayor graduación, decision que siempre se-
rá en bien del servicio del Rey.
17. Para la manutención de las tropas y conservación do su salud,
no debe omitir medula ninguna, y será uno de los primeros cuidados
ol que nada les falle, disponiendo de los caudales al efecto, con tino y
economía.
IS. Las pagas de la oficialidad y tropa serán distribuidas indistin-

* El numeroso Ejército quo bajó con ol General Bolívar ya había quedado reducido
por la obstinación de. Castillo,y las priucipales autoridades de Cartagena á 250 hombres,
flogun lo dijo el mismo General Castillo. (Véase el boletín 12 del Ejercito expedicionario
qnc so hallará, mún n.lolanto).
DE LA mOVIKCIA DE CARTAGENA. 87

¿miente Iguali ^in que haya preferencia alguna, y lo mismo el caba-


llo prendas de vestuario ú'otios efeelo* que sen necesario repaitir.
19. Los partes deberán ser dirigidos al Excelentísimo señor Don
Pablo Morillo.
Cuartel general de Santa Marta, 27 de Julio de 1815.

M O R I L L O . — D E MOKTALVO.

En este dia prevengo á los Oficiales Peales, lo que sigue:


" Pongan ustedes á la disposición del Comandante de la Division
volante, Brigadier Don Pedro Puiz de Porras, mil y quinientos pesos
inmediatamente."
Lo que aviso á Ü. S. para qnc con ellos proceda a la habilitación de
los bongos y champanes que deben conducir la vanguardia del ejército
V volver por la de U. S. para transportarla á Pinto.
C2í" Don Kami n Collante, que es el encargado del apresto de la una
y la otra, asegura que con esta cantidad sobra para los gastos de ambos
embarques.
Dios guarde á U. S. niuelios años.—Santa Marta, 29 de Julio do
lSl. r ».—FRANCISCO DE MONTALVO.—Señor Don Pedro Kuiz de Porras.

CCXXXVIIÏ.
T R O C £ AIVï A del Comisionado del Gobierno de las Provincias Uni-
das de la Nueva Granada.

A LOS II ABITANTES DK LA l'WOVIXCIA DE CARTAGENA.

Ciudadanos: A las armas. La España moribunda lia liedlo los últi-


mos csfueizos pur sujetamos :í m yugo. Ko volverá á liacer olios segu-
ramente. Pero con los que altura «mprende, podemos quedar jierdidos
para sii nipre si nos docnid.Miies. si no apnn.mos nuestros recursos, si
no nos resolvemos á defendernos todos á cualquier precio. Los españoles
lian sido, son y serán nuestros moi tales enemigos. Si tenemos la des-
gracia de que vuelvan á posesionarse de. nuestro suelo, no esperéis .-ev
tratados con indiferencia. Ellos no perdonarán la vida á los que hayan
tenido alguna rcpresi litación en nuestros Gobiernos; á !• s que hayan to-
mado la* aunas en la guerra justísima que hemos sostenido hasta ahora;
á !o.< que de cualquier modo hayan auxiliado. No: sin duda no nos sa-
criíieaián á lodos. Porque, ¿ qué amo, por más bárbaro que sea, mata á
todos sur. esclavos ? Pero no es la clemencia, es su interés lo que. salvará
^algunos. Kn 1(dy easo ¡qué infeliz será nuestra suerte si sucuinb-nu.s I
T
o hay medio. O hemos de morir, ó los que sobrevivieren estarán miran-
o cada dia ; pasados por las armas, ahorcados á centenares; sus hijos, sus
88 DOCUMENTOS PAllA LA HISTORIA

padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigo*. Que multitud de viu-
das y huérfanos desconsolados y sin pan, no rogarán con lágrimas la
Provincia de Cartagena, sobro todo al ver á las entradas y salidas de las
poblaciones y en los caminos público?, colgados, en afronta de los muer-
tos v para torror do los vivos, las cabezas y miembros de las personas que
han amado más en el mundo ! ¿No es mejor morir en la guerra que so-
brevivir y ser espectadores de males semejantes ? ¿ No es m«ajor some-
ternos gustosos y absolutamente al Gobierno y funcionarios que son obra
do nuestras manos y de nuestra voluntad, quo de por fuerza á unos hom-
bres orgullosos, que si siempre nos lian tratado como esclavos, abora nos
mirarán como esclavos rebeldes ó insurrectos ? ¿ No es mejor dar cuanto
tenemos, para resistir á estos asesinos y ladrones, que esperar á que nos
quiten nuestros bienes con confiscaciones, con impuestos, con donativos
forzosos y exorbitantes ? .Porque, no creáis que mejoraremos nuestra
condición bajo de su dominio. Las injusticias que sufríamos antes se re-
crecerán ahora para reponer las pérdidas que les han causado la guerra
espantosa de la Francia y las revoluciones fie la América: y nuesl.ro he-
roico sacudimiento les hará reforzar las cadenas de nuestro cauti-
verio.
Ciudadanos: El pueblo quo quiere ser libre, loes: queramos esto con
eficacia, y seremos invencibles. Que vean nuestros esfuerzos las Naciones
extranjeras y los individuos de ellas que viven entre nosotros, y que por
la nobleza de nuestros sentimientos nos juzguen dignos de su apoyo. No
demos lugar á la burla y á. la irrisión del Universo, y principalmente do
nuestros insolentes y jactanciosos enemigos.
Cartagena, Agosto 1.° de 1815.—5.°

JUAN MAMMON,
Comisionado del Gobierno general.
Cartagena de Indias. En- la- imprenta- del Gobierna.—Por el ciudadano Manuel Gonzalez
y Pvjol. Año de ISIS.—5.

S S L C E T u C K O S i que hace á sus compañeros de armas el Comandante


principal de la Marina de la Union.

CIUDADANOS: Aunque en vista de la Proclama, que ha llegado á mis


manos, del Excelentísimo señor Comisionado del Gobierno general do
las Provincias Unidas do la Nueva Granada, ciudadano Juan Marimon,
parece no debería yo haceros ninguna reflexion acerca de la suerte quo
nos está preparada; sin embargo, como que he sido español, he tratado
más de cerca á esta Nación, conozco á fondo sus ideas, tal vez lo quo
opinan sobre nuestra transformación política, y las execrables providen-
cias qnc seguramento darán contra el infeliz de esto suelo y forasteros
que puedan haber á las manos: mo instan mis deberes, el amor que os
profeso y la necesidad en que mo hallo do defender mi vida y la de los
DE LA PnOVINCIA DE CAUTAGENA. 8&

caros inocentes que están á mi abrigo, A haceros las reflexiones si-


guientes: t ,
Es innegable, en las presentes circunstancias, que si por nuestra in-
dolencia, apego ¡i intereses personales, y aspiraciones imaginarias res-
pedo á la España, dejamos sorprender y sojuzgar por sus tropas la Pro-
vincia Y plaza, quedarían muy pocos que cuenten el resultado; pues
están resueltos eslos có-mitres á exterminar al individuo de cualquier cla-
se y condición que sea, que liaya tenido la más remota parte en la segre-
gación de estos pai.-cs de la Península, sin hacer rcflexi- n á que la mis-
ma España lia .-ido la causante, por su falla de cálculo y negativa á las
justas reclamaciones de los derechos de la América del Sur. No hay el
menor recur.-o, ciudadanos: es preciso morir antes que entregar Ja plaza
á quienes Iraiaii de devorarnos; si hay mutuo sosten, si hay opinion y no
es li"nr:id<> vuestro patriotismo, á nada temo menos que. á los españoles.
Traigo ú la memoria (pie hallándose de 'Vi rey de este Reino un parien-
te iiiTo, y si-iido atacada esta plaza por el Almirante Vernon, con fuer-
zas bastante respetables y con tanta confianza de. su parto que tuvo acu-
ñ.ida moneda en (pie el Gobernador de rodillas le entregaba las llaves de
ella, fue expelido con mucha pérdida, y siguió á Portobclo á conquistas
de ninguna eon.-ideraeion. Si esto es efectivo, amados hermanos; si el os-
lado de fortificación no era en aquella época como en el dia; si los espa-
ñoles no pueden poner en balanza sus fuerzas con las de aquel General,
y el esfuerzo do lo.* patriólas debe ser más acalorado que el de los quo
eon menos incentivo defendían la plaza, ¿ (pié deberéis temer? Guar-
daos sí. de una porción de entes que existen en la ciudad y Provincia
que Ai:i-ác. IN variación de gobierno se mantienen entre dos aguas, per-
plejos y sin decidirse: éstos, sin duda, son más perjudiciales que los quo
ÍVaneamcnle so presentan como enemigos: aquéllos con capa de amistad
descubren á éstos vuestros proyectos, vuestras fuerzas, los medios do
destruirlas, y están dispuestos á prestar á nuestros pretendidos amos to-
do el auxilio ipie e.-lá á sus alcances; y según mi modo de pensar, no de-
bía quedar uno de esta clase que no fuese expulsado. Si conservamos
ideas de religion y creemos en la protección divina, no dudaremos un
momento (pie el cielo sostiene la causa americana, por repetidos casos
extraordinarios que tengo á la vista y no detallo porque sería demasiado
dituso. ; Con qué expresiones podría yo haceros ver fas dolorosas conse-
cuencias de una capit ulaeion de cualquier especie, que sea! Yo no en-
eiienin. medio: solo diré, que sí nos entregamos, aun en las circunstan-
cias más apuradas, nos veremos atacados bajo la capa de compasión cris-
tiana y ¡listas consideraciones, de la muerte más desastrada, confiscados
nuestros bienes, violadas nuestras mujeres é hijas, y siendo el dechado
desgraciado de los hombres. (All amigos queridos ! "no son los españoles
del día como en tiempo de Alejandro Parnecio: la tropa que debe atacar-
nos no es otra cosa (la mayor parte.) qnc el producto de aquellas cuadri-
llas de bandidos, ó con nombre simulado do guerrillas, que infestaban
Jos caminos y poblaciones. ¿ Qué tenemos que esperar de esta clase do
soldados? ¿Qué ? la muerte, la rapiña, el estupro, &c. Es incapaz esta claso
do gentes de excepcional* á los americanos (mucho menos á los foraste-
ros} quo llenos de buenos sentimientos, amor ú su Patria, y hostigados de.
la sinrazón y egoísmo do los españoles, lian tratado solo de conservar sos
90 DOCUMENTOS PARA. LA HISTORIA

derechos, y ponerse ¡í cubierto del capricho de cuatro mandón?.'; ignoran-


tes, poseídos do la intriga }r seducidos por su interés personal. Yo bien
sé y os Jo aseguro, que no hay otro medio, que morir ó vencer; este es
mi mote, si ha)' alguno que me siga, correré al sepulcro lleno de
consuelo, pues jamás me retractaré del sagiado juramento que tengo ce-
lebrado ante el Gobierno, palabra dada á mis conciudadanos de morir en
la demanda, y que mi pecho sea una segunda muralla que los defienda y
proteste su independencia. Si enterados de esta verdad merezco vuestra
.confianza, suavizaré mis infatigables tareas; seré invencible á vuestro la-
do en las adversidades, y disfrutaré igualmente de las satisfacciones si el
justo Ser Supremo nos las concede.
Es de vosotros siempre
JUAN NEPOMUCENO ESLAVA.

Cartagena de Indias, Agosto 3 de 1815.—5,

3P3&<0> C L A S S A , del Gobernador de Cartagena, con referencia á la aproxi-


mación del Ejército español expedicionario y al Reglamento de Secuestros
adoptado por las Autoridades realistas.

HABITANTES DEL ESTADO DE CARTAGENA !

Os presento en el Reglamento que sigue el cuadro de lo que de-


béis esperar del caudillo de las tropas que la España envía contra noso-
tros : mirad en él como en un espejo vuestra situación presente, y obser-
vad si ha}' alguno de vosotros que pueda considerarse libre y exento do
cargos, en el caso de que nuestros crueles enemigos llegasen á poseer esta
plaza.
Estas son las expresiones paternales con que se explica ese Feman-
do, el mismo que nos abandonó á la ambición de las diferentes Juntas
que arbitrariamente se erigieron en la Península, 3' al despotismo de la
Junta central, de las Regencias primera y segunda, de las Cortos ex-
traordinarias ; Gobiernos todos llenos de nulidad absoluta por la falta do
nuestra concurrencia legítima ; Gobiernos que el mismo Fernando ha
proscrito con penas mortales en el decreto de 4 de. Mayo de 1814 ; Go-
biernos, en fin, contra quienes hemos protestado legalmente, y que nos
forzaron á instituir un Gobierno justo y equitativo, tal como se contiene
en la Constitución del Estado, que formasteis vosotros mismos por medio
de vuestros Representantes.
Mirad ahora la correspondencia que da ú los sacrificios que habéis
hecho al principio de la invasion de España, y á la justicia de esta me-
dida: su lenguaje es desolación y sangre ; sus providencias destrucción y
muerte.
Según esto, no ha}- medio alguno entre la defensa y la esclavitud ;
entre la resistencia y nuestra exterminación total.
Para prueba do estas verdades, reparad con toda atención on IR
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 91

crueldad inaudita con que el furibundo Morillo ha hecho pasar por las
¡Irmas á más lie cuatrocientos venezolanos, quo SJ resistieron ú venir A
oprimiros ; esto es, para forzar á una multitud do nuestros hermanos á
que viniesen, como lo ha logrado, á pelear con sus propios hermanos;
disposición atroz é imperdonable, que solo tiene ejemplar en nuestros
enemigos.
CgT*Ni os fiéis tampoco en sus palabras dulces poro engañosas ; ni en
las promesas di- conservaros la vida y los bienes, porque todo es pura
falsedad para seducirnos. Vetllo en la desgraciada Isla de Margarita, co-
ronada do escarpias que horrorizan al navegante que se acerca ; en Va-
lencia de Venezuela, cuyos lialiilantes, sin distinción de edad, ni do sexo,
lian [lasado por los filos de sus espadas ; en Porc, en Quito.cn las Cruces
de México, en donde á pesar de. sus juramentos más sagrados lia sido
derramada la sangre americana, de que siempre lian tenido, tienen y
tendrán una sed insaciable, porque siempre ha sido, es y será insaciable
su sed de uro..,&Cl
Desengañaos, (dios siguen el principio maquiavélico fundado en ex-
presar ordenes (pur han recibido, de que á nada les obligan los juramen-
tos ni los tralailiis más solemnes (pie puedan celebrar con nosotros : ellos,
pues, nada respetan, porque se creen autorizados á ofrecer cuanto con-
venga á sus miras, y à cumplir solo lo que quieran.
Ahora vienen à atacarnos, después de haber sido derrotados y repe-
lidos por los ilustres hijos do Venezuela ; sí, no lo dudéis, derrotados y
repelidos cu Barcelona, Caracas, Barquisimelo, Oenmare., Santa Lucía,
G naya na, Valles de A ragua y (-arelo, por los Jefes patriotas Barroca,
Moreno, Urdaneta, Moiiágas y Zaraza.
Así es que tienen ií combatiros, y para colino de su maldad, la ma-
yor parte de su Ejército se compone de criollos forzados, que es imposi-
bio permanezcan en sus banderas por mucho tiempo.
No los temáis, no ; el brazo fuerte de la venganza eterna gravita
sobre sus cabezas, y las pruebas son tantos acaecimientos inesperados y
extraordinarios «pie hemos visto en estos dins pasados, tales como la vuel-
ta á l1'rancia del Emperador Napoleon, el mismo que permitió á Fernán*
do volviese á España bajo la fe de un tratado, á (pie corresponde grata-
mente ahora declarándolo la guerra : el incendio del navio " San Pedro
Alcántara," en que venían los caudales, municiones }r pertrechos preci-
sos de ese Ejército destructor : la loma por una de nuestras lanchas do
fuerza, de la fragata " Neptuno," que con un General, muchos Oficiales
y trescientos hombros, conducía multitud de armas y municiones para
Panamá y Lima: el apresamiento, por uno de nuestros cor-arios, de la
fragata " Número .0(5 M que desde Portobelo llevaba á Santa Marta mu-
cha artillería y otra crecida porción de armas de fuego : el arribo do la
corbeta " El Dardo " que nos ha traído 15,600 fusiles y abundantes pro-
visiones de guerra y boca : lodo debe inspirarnos confianza y avivar vues-
tro amor á la Patria.
Compatriotas : vosotros me habéis elegido vuestro Gobernador, por
vuestro libra voto, en el Colegio Electoral, y no creo que esta elección
haya sido para arruinarme, y conmigo á nueülra Patria amada.
Yo os ofrezco derramar mi sangre, morir por defenderla, y espero
que vosotros haréis Jo mismo, persiguiendo mortalmente á nuestros eno-
92 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

migo*, á los destructores de îa libertad justa y natural del hombre : los


que defienden tan sagrado derecho os imposible que lo pierdan, si lo de-
fienden con valor impertérrito. Podéis hacerlo enviando vuestros socorres
á esta plaza, el baluarte do vuestra independencia, en víveres de 'toda
clase ; persiguiendo á vuestros enemigos con guerrillas que los molesten
y exterminen dia y noche ; ocultándoles, por último, los mantenimientos,
el agua y cuanto puedan necesitar, por todos los medios imaginables.
A las armas, pues, á las armas.
La gloria de ser libres é independiente?, va á coronar vuestros es-
fuerzos. Si los diferís, os pesará cuando no tenga remedio: ya os he dicho
quo no hay medio alguno entre la defensa y la muerte.
No lo olvidéis ;y loquees peor que todo, la muerte civil y el aba-
timiento que será el premio que os darán, si abandonáis cobardemente
vuestra causa.
Cartagena, Agosto 7 de 1815.—5.°

JUAN DE DIOS AMADOR,


Gobernador de la Provincia.

MANUEL GARCÍA DE SENA,


Secretario de Guerra.

REGLAMENTO DE SECUESTROS, CON SUS COMENTARIOS.

Ha llegado á nuestras manos un Reglamento dado por la Junta ó


Tribunal ilo Secuestros de Caracas. Como este documento, en que el ca-
rácter ¿•spañol despliega toda su fuerza, es el más propio para exaltar el
espíritu, no solo du los que han servido á la justa causa americana, sino
de aquellos que sin servirla se han conducido pasivamente, y aun de los
mismos desafectos, no podemos prescindir de dar al público, con las notas
convenientes, la primera Sección del Reglamento, que comienza así:

" Los señores que componen la Junta do Secuestros, Presidente


" brigadier Don Salvador Moxó, Vicepresidente Coronel del Regimiento
" de Infantería de la Union Don Juan Francisco Mendivil, Presbítero
" Doctor Don Francisco Delgado Correa vocal por el Clero, Contador
" General déla Real renta de tabaco Don Domingo Gárate por la Real
'•hacienda, Regidor Don Pablo Eehe/.uría por el Ayuntamiento de esta
" capital, Don José Manuel de Listar raga por el Comercio, y Don Ma-
" nucí de Eohezuría y Echeverría por el Cuerpo de Agricultores, junto
" con el Asesor Teniente de Gobernador y Auditor de Guerra Doctor
M
Don José Manuel de Oropcza, teniendo en consideración que sin un
" sistema bien combinado, constante y uniformemente seguido, á que arre-
" glen sus operaciones, no aevá posible llenar y cumplir el objeto de su
u
instituto ; han acordado el siguiente Plan de Gobierno, para la misma
" Juntado secuestros."
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 98

" SECCIÓN 1." SOBRE SECUESTROS.

" E l Real Erario, depredado y robado en cinco ¡ííios de la más escari"


" dalosa revolución, y do consiguiente exhausto en Jas críticas circuns-
" lancias do atender á necesidades graves, urgentes é imperiosas, por
" una parle ; y por otra, el fomento de la Agricultura en que casi cxelu-
" sivamonte consiste la prosperidad del mismo Erario, y la de estas Pro-
" vincias, destruida en tan fatal época y abandonada últimamente junto
" con los demás bienes quo forman las riquezas y delicias de la vida por
" una desastrada emigración, que provocaron en Julio de 1814, ó los
tt
remordimientos de la propia conciencia, ó el terror de las armas victo-
" liosas del Soberano ; forman y vindican el doble carácter de justicia y
" benignidad, con que se ha instalado la Junta de Secuestros. Desdo
" luego prevé la anluidad y complicación do su instituto, y para pre-
" venir y aun facilitar enteramente, si es posible, los inconvenientes quo
" ocurrirán, establece por punto general los artículos siguientes."

r,as ponfrihueiones que hace ol público sollaman Erario Real, cau-


dal del ll-y, destinado no á hacer la felicidad de los pueblos, sino á eter-
nizarlos eu la esclavitud y la miseria. Luego que una parte de este fondo
es invertido ceno el de Caracas, en sostener los derechos del pueblo y
darse un Gobierno que no tonga (pie lomar parto en las continuas gue-
rras de la Europa, y por su inmediación sea capaz do hacerle prosperar, se
depreda, se roba. Rousseau, discurriendo sobre la nulidad do los derechos
do un Roy aun elegido por el pueblo, de cuya cualidad están muy dis-
tantes los I toy es de España para la América, y más distante ol espurio ó
parricida Fernando, lumia dicho que un pueblo que se someto á un Rov,
poniendo á su disposición sus propiedades con calidad de que pueda dis-
poner también do sus vidas, hace un contrato nulo é inicuo, porque so
entrega á él sin reserva y no se procura la menor ventaja, Pero hasta
ahora lodos los Reyes habían estudiado términos magníficos para des-
lumhrar á los pueblos y hacerles ver á otra luz su odiosa autoridad. Solo
Fernando se quita la máscara, y manifiesta á los pueblos que do ellos ha
de sacar los medios para mantenerlos en la esclavitud.

" Arlfenlo 1.° Se dividen en tres clases los sujetos cuyos bienes de-
" ben ser embargados. Primera, la de aquellos que por autores, ó fautores,
" ó caudillos de la revolución, ó por haber llevado las armas contra el
" Rey, ó por asesinos de los vasallos fieles, ó por haber obrado activamente
" contra el Gobierno legitimo por medio de la seducción, consejos, escri-
" tos y empleos, ó por los demás casos que cita la ley 1.", título 2.°, Par-
" tilla o." no necesitan por notoriedad do sor procesados para declararlos
" por reos de alta traición."

No se podria preguntar ¿ cuál es eso Gobierno legítimo contra el


cual lian obrado los americanos ? En efecto, Fernando á su entrada en
la Península ha declarado que la Junta Central, la primera Regencia, las
Cortes, la segunda Regencia, todos estos Gobiernos han sido ilegítimos
y nulos ; y sus autores, traidores, enemigos do la Patria. Pero esto so
94 DOCUMENTOS FÁllA LA HISTOltlA

compone muy bien. Unas le}ros hay para España, y otras para la Améri-
ca. Lo que es ilegítimo y nulo para aquélla, os legitimo y respetable para
ésta : ó lo que os lo mismo, la America debo obedecer á cualquier gobier-
no que formen los españoles, aunque paru España sea el más ilegítimo,
aunque sea el más absurdo.

" A r t . 2.° La segunda claso os de aquellos quo poruña opinion y


"conducta puntíllenle pasiva é inoficiosa siguieron el partido de los insur-
" gentes, sin solicitar ni obtener gracias, premios ó empleos."

Do forma que, para incurrir on la confiscación, basta haberse man-


tenido como un mero espectador en los sucesos de América. La juris-
prudencia más rigurosa solo castiga á los autores y activos cooperadores.
En esta nueva jurisprudencia el quo no ha cooperado es también dolin-
cuento. Basta haber visto.

" Art. 3.° La tercera clase es de aquellos que, constreñidos por la


'•'fuerza ó circunstancias, y más bien por terror que por desafecto, emi-
" gmron en la entrada de las tropas del Rey alas Coloniasamigas, lugares
" no sospechosos y aun á países do Ja dominación, española."

Tampoco es necesario haber visto. El que por no ver dejó su domi-


cilio, aun para trasladarse á países de la dominación española, si no jus-
tifica que en su corazón desaprobaba la conducto de los americanos, debo
sufrir la confiscación. ¿Y cómo podrá justificarlo? Este es el modo de
absoíberso toilas las propiedades de la América. Los que han servido
empleos; los que no los han servido y se han mantenido en los lugares; los
que so han ausentado, todos deben perder los bienes. Es necesario que
los pocos (pie sobrevivan á la entrada de los españoles, queden reducidos
á la clase de mendigos, para que jamás puedan emprender nada contra su
injusta dominación. Poro, ¡ tiranos ! os engañáis : el mismo amor á la
libertad, de quo no lograreis despojarnos jamás, es el manantial de todos
los recursos. LAS bosques, las montañas inaccesibles para vosotros, serán
nuestro asilo. L « frutos silvestres del campo nos darán el alimento, el
vestido, y, quizás, armas que vosotros no conocéis, y dejaremos en heren-
cia á nuestros hijos el haceros eternamente la guerra, y no dejaros des-
cansar, hasta arrancar de vuestras garras los tristes despojos do sus
abuelos.

" Art. '.t.° Siendo responsables los de la primera clase á los inmensos
" é incalculables perjuicios de la Ileal hacienda, que-ni aun con muchos
" mayores bienes que hubieren tenido, no podrá nunca jamás indemniza rso,
" no se admitirán demandas de particulares, debiendo mirarse los derechos
"del Fisco con la antelación y privilegios que las leyes disponen,sino solo
"las de censualistas do obras pias, como capellanías, iglesias, hospi-
" tales, &.• "

Hasta el inocente acreedor del americano, por el delito do ésto,


piorde su dependencia, si no es censualista do obra pia. El espíritu fiscal
más desatinado no había discurrido confiscar sino los bionos líquidos del
DÉ LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 95

delincuente. En la pretendida insurrección de la América quo abandó-


nada del déspota, escupida de él en Bayona, y precisada á no reconocer
los gobiernos nulos de la Península, necesitaba darse un Gobierno, toilo
entra en la confiscación, para quo los caballos y los perros do palacio
vivan en más abundancia que los americanos.

" A r t . 5.° Contra los de la segunda clase habrá binará informació-


" nes sumarias, por donde se graduará la gravedad do su delito, exceptúan-
" do las personas legítimamente indultadas que así lo hagan constar."
" Art. (!." A los de la tercera clase se les embargarán sus tomporali-
" dades abandonadas, y mili se procederá á su rematí!, arriendo ó adminis-
" traoion, más bien por vía de amparo y protección, que de riguroso se-
" diestro, con calidad de indemnizar á su tiempo el Key á los propie-
" lario*, según el tenor du la Real orden de SI de Diciembre de 1S14."
'' Art. 7." A lus de esta tercera clase, que constase por notoriedades
"justificasen serlo, y cuyos bienes no se hayan vendido, seles entregarán
'*' desde luego."
" Art. ¡S." Se admitirán demandas de particulares, en que se reclamo
" la cosa mi-mu que siempre clama por su dueño."
" A r t . il." has emisor) es y viudas que no tuviesen complicidad con
" la iníidenoia de sus maridos por razón de sus bienes dotales; los ineno-
" res parliou anuente huérfanos, cuyos padres y ellos mismos no fuesen do
" la primera clase, por razón de su patrimonio ; los sucesores de vincula-
"dos, mayorazgos y títulos en el mismo supuesto, y en el de que la fami-
tC
lia no se haya liedlo acaso indigna de gracias y condecoraciones quo
c<
solo concedo til Hey á generaciones siempre leales y beneméritas, serán
''oidos en justicia."

Con que los menores cuyos padres han cooperado al figurado delito,
reducido en sustancia á haber procurado engrandecer au Patria, no deben
ser oídos. Pagan, pues, estos inocente» el imaginario delito de su padre.
Pero aun hay más. Los sucesores de mayorazgos, si el último posee-
dor fué del número de los fautores, en cualquier grado quo estén con él,-
pierden los bienes vinculados, y de osla manera se paga el delito no solo
del padre, sino del hermano, del (¡o, del primo, &." ; porque así lo exigo
el plan de dominar eternamente en la América, haciendo do todos sus-
hijos un enjambro do miserables.

" Art. 10. Siendo do temer que la Junta se vea constantemente en


"vuelta en un torbellino do reclamos particulares, y en la necesidad do
"distraerse de su asunto principal, si no previene aquéllos, como encarga
" con la más estrecha observancia de los artículos anteriores; dispono por
"último y á mayor abundamiento que en toda articulación se proceda
" breve y sumariamente, y se hagan desde su principio cuantas decíaracio-
" nes conduzcan á desechar ó admitir, postergar ó proferir tales deman-
" das, teniéndose en consideración ante todas e.osas la mala le, el interés
"particular)'otros principios menos dignos con que se instauran muchas,
" ó tal vez las más do aquéllas."
06 DOCUMENTOS PAÏM LA HISTORIA

CCXL·I.

S U B B E I C E l S - A C E O E r E S hechas antes de la salida de Santa Marta,


del Capitán general Don Francisco dc Montalvo.

Con esta fecha prevengo al soñor Don Anselmo do Bio.rna y Mazo,


Oidor honorario, Auditor de guerra y Asesor general del Nuevo Reino
do Granada, lo siguiente:
" Teniendo rosuollo ausentarme do esta ciudad con el ejército expe-
" dicionario, para dentro del distrito de la Capitanía general, se hace pro-
" ciso subdelegar el Superior Gobierno, cuya capital está por ahora en esta
" plaza. Y no habiendo en ella Real Audiencia, recae el encargo on U. S.
" por su empleo de Asesor general del Reino, por ministro togado y por
" Ja confianza que tengo en su desempeño. JDn su virtud autorizo á Q. S„
" para que desdo el ¿lia dc mañana empiece á ejercer este ministerio,
M
despachando todos los asuntos del Superior Gobierno, de la Superin-
" tendencia general del Reino y del Patronato; reservándome solo lo co-
" respondiente á la Capitanía general, en los puntos puramente militares
u
los que me remitirá U. S. al paraje en que me halle, y dejando á su
" prudente juicio el hacerlo en todos los demás en que considero necesa-
" ria ó conveniente mi intervención, acompañándolos siempre con su
" dictamen, en los que por su naturaleza debo darle: en el concepto do
" que con esta fecha doy los avisos correspondientes do Ja presento dispo-
" sicion á quienes pertenece."
Lo participo á usted para su inteligencia y demás efectos competen-
tes, con encargo do hacorlo saber igualmente por su parto á quienes co-
rresponda.
Dios guardo á usted muchos años.—Santa Marta, Julio 27 de 1815 .
FRANCISCO DE MONTALVO.
Señor Gobernador Jo Itiobacba.
II

Sin embargo de que habia dispuesto dejar lasubdelegacion do la Su-


perintendencia de Real Hacienda, en ol señor Asesor general Don Ansel-
mo do Uittrnu, quo la habia comenzado á ejercer, so ha tenido por conve-
niente formtr una Junta compuesta do los sujetos que expresa la adjunta
lista, on quienes recaiga la misma subdclegaeion por lo que respaeta á
esta Provincia y la del Hacha; * la cual ha comenzado c! día de ayar ú
ejercer las funciones qui son, dentro dol territorio quo le está señalado,
las propias quo las de la Superintendencia. Todo lo que aviso á ustod
para su inteligencia y gobierno.
Dios guardo &."—Santa Marta, 5 de Agosto de 1S15.
FAANCISCO DE MONTALVO.
Soííor Gobernador dc Riobacba.

-' No Ec lia encontrado ln liria,


DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 97

ccsxxx.
H O T A S relativas á las medidas adoptadas por las autoridades realistas,
para que el Ejército expedicionario invada la Provincia de Cartagena.
I
En el momento que usted reciba ésta, se pondrá en marcha con los
bongos que haya reunido, á la Ciénaga, dándome aviso de su llegada á
ella, sin que lallfl usted al cumplimiento de esta orden por cualesquiera
otras que haya tenido del Gobierno. De la prontitud con que usted debe
traer los dichas bongos, dependerá el concepto quo deba formar de su ac-
tividad, v domo usted partes diarios de lo que adelante ; quedando usted
responsable de su ejecución.
Dios Ace.—Santa Muría, Agosto 1.° de 1S1Ó.
FRANCISCO DE MONTALYO.
Señor Don Manuel Fiallo.

II
Señor CnpitKn general.

A las siete do la noeho de este día hace noventa y seis horas que
llegué tic la plaza á osla población, en las cuales he reunido bogas y
buques, y tengo lucra de este pueblo, para el puerto do (í Gálvcs," el nú-
mero de mil cuatrocientos hombres do la Division do vanguardia del
señor Coronel y Comandante do la dicha-, el señor Morales. Mi ineptitud
y la carencia de buques no mo han permitido poder desempeñar á satis-
facción de LJ. S. según .sus deseos. Pasado mañana en la tarde saldrá el
resto de la dicha Division. J5n esta virtud, al amanecer sigo á reunir los
buques de guerra y transportes quo pueda, para verificar el embalse del vio
á la Provincia enemiga, por el punto que se me tiene prevenido, que será,
Dios mediante, el domingo, para cuyo dia podrá estar en és(a la Division
del señor Porras.
Dios (te.—Ciénaga, Agosto S de 1S15.
MANUEL FIALLO.

CC8&&Z2Z.
D 3 B Ï C 2 0 del Gobierno de Cartagena, sobre indulto á los desertores del
Ejército.
JÜAX Di: DIOS AMADOR, OOBKRXADOR DE r,.V PROVINCIA DE CARTAGENA DE AMÉRICA,

A todos los habitantes de ella, de cualquiera clase y condición que


sean, hago saber: cjue el Excelentísimo señor Comisionado del Gobiorno
general, ciudadano Doctor Juan Marimon, con esta fecha ha proveído el
decreto que sigue : 7
98 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

" Persuadido dû qno acercándose ya el momento de ser atacados por


"nuestros enemigos, todos los ciudadanos de este Estado, y los individuos
" del Ejercito que hoy está á las órdenes del General Florencio Palacios,
" abrasados del fuego patriótico desearán emplearse en defenderse do ellos,
" y que muchos, por haber desertado, temerán presentanea tomarlas
" armas para el servicio ; usando de las facultades que mo son conferidas
" por el Gobierno general, concedo á todos los desertores, tanto de las
" tropas de esta Provincia como de las del Ejercito que manda dicho Gcne-
" ral Palacios, un indulto absoluto, con retención de sus empleos, y olvi-
" do total de la deserción y do cualquiera otro delito que la haya causado,
"si no niorecc la pona capital por homicidio cometido ; con tal que so
" presenten dentro de veinte y cuatro horas de hecha la publicación de esta
u
gracia en el lugar donde se hallaren ; lo quo acreditarán con certifica-
11
cion del Comandante militar que hubiere en él, y en su defecto, dol
u
Juez que allí residiere."
" Cartagena, Agosto 15 do 1815.—5.°
" J U A N MARIMON1, Comisionado del Gobierno general.—Por indis-
posición del Secretario, Antonio Baéna."
En su consecuencia ordeno y mando á todos los Tribunales, jefes y
autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas, que lo obedezcan
y hagan obedecer, cumplir y ejecutar en todas sus partes.
Dado en el Palacio del Gobierno do la Provincia do Cartagena do
América, á 15 dias del mes de Agosto de 1815.—5.° do nuestra Indepen-
dencia.
JUAN DE DIOS AMADOR, Gobernador de la Provincia.
Manuel García de Sena, Secretario do Guerra.

«DCXXEV.
BJMÜPRÉÍSTET© forzoso repartido por el Gobierno de Cartagena.
Las notorias críticas circunstancias cuque se halla la plaza y toda la
Nueva Granada, por la llegada á Santa Marta do la expedición española,
excusan de fundar y persuadir la necesidad de hacer esfuerzos y sacrifi-
cios extraordinarios para ponernos en aptitud conveniente á separar esta
crisis probablemente decisiva. No es menos notorio que de todos los ele-
mentos necesarios para ello, el numerario es el único quo nos falta ; pero
esta falta es tal, que podria anular todos los otros, si no se remediase á
cualquiera costa.
En esto conflicto, el Gobierno, esperándolo todo del amor y fidelidad
do los ciudadanos á la Patria y á la defensa do sus derechos altamente
comprometidos, ha decretado repartir, por via de empréstito forzoso, entro
todos los Departamentos del Estado, la suma de cuarenta mil pesos, de
que ha locado al do Coro/.al la de cuatro mil quinientos, quo debo cobrar-
so por mitades, en esta forma : la primora, á los tres dias do asignados
DE LA ritOVINCIA DE CARTAGENA. 99

Jos contingentes individuales ; y la otra, á los ocho dias, sin admitirse


ningún género de excusa ni demora.
Y á efecto de realizar esta medida de tanta importancia, el Gobierno,
hallando en ustedes las cualidades y condiciones que les recomiendan á
su confianza, ha tenido á bien comisionarlos para que, procediendo pre-
viamente á distribuir entro todos los pueblos do ese Departamento los
$ 4,500 que le han cabido, ú designar las cuotas personales en esa Villa,
Y disponer del modo que juzguen más conveniente igual designación en
los demás pueblos de su distrito, verifiquen el cobro de dicha suma en los
términos y plazos que van detallados ; autorizando á ustedes, como por
éste .so los autoriza, para que hagan electivo el pago, por cuantos medios
sean necesarios, y esperando do su celo, patriotismo y eficacia el resulta-
do más pronto y completo de una medida en que descansan las esperan-
zas de la Ut-pública.
Dios guarde á ustedes muchos años. Cartagena, Agosto 7 de I S l o . y."

I ¿is cantidades que se colecten en sus respectivos plazos, las remiti-


rán ustedes inincdiafamcnlu á esla eapilal do la villa del (Jorozal.
Es rupia ¡«nal al original. Coroza], Agosio 13 de 1815.—f>.°
./tuti'iifz.—/>•//•<«</(/.—J'notle.— Pt-rv:.-—Axila.

Ka copia igual. San IVnilo Abad. Agosto 18 de 18Lí3.—y.°


Andres Antonio /.arios.—./<».-•/:' Tomas Cluiecz.—Gabriel González.—
Jo$¿ ./(/nació (Carranza.

CCXLV.
B O L E T I N E S cu que se da conocimiento de varias operaciones del
Ejército sitiador de la plaza.
BOLKT1N NliMBRO ]."
K.IÍHCITO KXl'KIXCIOXARIO.
Citarle! ijr.ncral de " Palenouillo," 22 de Af/osto de 1S15.
En la noche del 20 último, parto do una compañía de M Leon " en-
contró en HunUt Catalina á los rebeldes, los batió, les tomó mi Oficial
veinte y 1res soldados, número de muertos y heridos, todos sus enfermos
cincuenta y seis fusiles, dos cajones de municiones, doscientas vacas y
otros electos. Los en ferinos y heridos serán cuidados en el hospital del
Ejército.
El General Morales estaba el misino dia en Aguada de Paula, ha-
biendo ahuyentado todas las fuerzas que el enemigo tenia en aquella
parle.
El enemigo huye de nuestros pequeños destacamentos ; y en todas
partes deja rastro de su furor, quemando los lugares y ahuyentando los
vecinos á los montes, contáudoles mil embustes sobre nuestro manojo ;
anuas bien miserables y propias de los que viven sobre el engaño de los
pueblos.
Imprenta del Jijcrcilo cicjiallcionario.
IDO DOCUMENTOS PARA LA IIISTOItlA

BOLETÍN NÚMERO 2.0

EJÉRCITO EXPEDICIONARIO.

Guarid ¡/encrai de " Palenquülo," 27 de Agosto de 1815.

El Comandante general de la vanguardia cogió el 15 un espía, y


supo por el, que el insurgente Stuart ( ] ) por resullas (lo su reconoci-
miento debía conducir á Subanalargu, al amanecer del 15, tres piezas do
artillería escolladas por 50 caballos y 300 infantes, cuyo punto estaba al
mando del rebelde Narvácz (2) con la fuerza de S00 infantes, 100 caba-
llos y una pieza de artillería ; apostó en el camino por donde precisamen-
te debían pasar, dos compañías al mando del Capitán Don Simon Sici-
lia, y efectivamente al amanecer, avanzando la descubierta enemiga, so
encontró con la nuestra, y penetrando por ella este valiente Capitán llegó
hasta el pueblo de Malambo, matándoles 20 hombres y apoderándose del
pueblo ; el resto se puso en precipitada fuga, dejando en nuestro poder
las tres piezas de artillería y varios fusiles.
]Su los dias siguientes empleó los medios más eficaces para batir á
los rebeldes, lo que no pudo conseguir por haberso retirado todos con
precipitación para Cartagena, á donde habían llegado en muy corto nú-
mero por la considerable deserción do los muchos que, habiendo sido
obligados á tomar las armas, so nos pasan unos con armas y otros sin
ellas, buscando asilo en nuestras banderas, CUJ'O número llegará á '100,
entre ellos un Teniente-Coronel, cuatro Capitanes, tres Subtenientes, un
armero con cinco operarios, su armería y 30 fusiles. Siendo la mayor
parte do estos, habitantes do aquel pueblo, (3) los hizo reunir, y exigió el
juramento de fidelidad al Rey, nombrando un Ayuntamiento compuesto
de cuatro Regidores y dos Alcaldes, cantándose con toda solemnidad una
Misa y TB DKUM en acción de gracias al Todopoderoso por el feliz éxito
de las armas del Rey.
Los pueblos quo han reconocido al Rey y prestaron juramento do
fidelidad, son : Sabanagrundc, Santo Tomas, Palmar, Pwblo nuevo, Sa-
banalarga, Eusiacurí, (sic) Baranoa, Galopa, Malambo, Soledad y Ba-
rranquilla.
Ayer se incorporaron á la Escuadra y convoy expedicionario tres
buques de guerra del crucero do .Barlovento y dos transportes cargados
do víveres y frescos. Han conducido correspondencia del Real sorvicio
y público, con cartas y papeles los más satisfactorios do la Península,
que alcanzan hasta 10 do Julio en Cádiz, y otros de Venezuela, hasta 13
del corriente, que atestan lu tranquilidad y mejor orden quo felizmente
disfruían aquellas hermosas provincias.
Son numerosos los convoyes de frutos que cada quince dias saleu
para España de varios puntos do Venezuela.
Imprenta del Jijército expedicionario.
(1) Fu6¡lndoon Cartagena el 21 de Febrero tic 1S1C,
(2) Coronel republicano Juna Salvador de Navvúcz.
(3) Sabanalar^n,
DE LA PROVINCIA. DE CARTAGENA. 101

BOLETÍN NÚMERO 3."

EJÉRCITO EXPEDICIONARIO.

Cuartel general de " Pahnquiüo," 27 de Agosto de 1815.


OFICIO (|iic cou fecha de ayer dirijo desde Pannenhnllos el Coronel Don Fraucisco
Tomas Morales, Comandante general de la vanguardia, al Kxcolcntisimo señor General
en .Tefe.

E.\CI-:i,F,XTÍSIMO S K Ñ O H :

Luogo f|iit) llegué al pueblo de Truana (1) con la Division de mi


mando, me dirigí al punto do í : Pasacaballos" con el primor Batallón y lit
oWle (tostadores,y habiéndome ido adelante con la descubierta con la pri-
mera Compañía de granaderos y »»05 cazadores, avistó á distancia de
una legua embarcaciones, y dispuse emboscar á efecto do ver si atraca-
ban al puerto ; luego (pie luoron llegadas, la una era lancha grande de
cubierta, con tris piezas do canon que se advertían, y los dos bongos;
le avancé con la primera compañía de Granaderos al mando de su Capi-
tán Don Bartolomé Salas y los cazadores con el suyo, y le dispararon un
cañonazo con metralla y otro de fusil, pero toda esta defensa fué en vano,
porque ejecutaron la heroica acción de arrojarse al mar para tomar su
bordo, como en efecto lo consiguieron, distinguiéndose en este, hecho los
dos Capitanes ; y uquéjlos, llenos d<: pavor y confusion, se tiraron al agua
con sus fusiles : el número de hombres de las tres embarcaciones alcan-
zaría á IUU, y lodos se ahogaron miserablemente por no poder cojer la
otra costa, epic tiene alguna distancia ; sinembargo, hice diligencias por
salvar algunos y no pude conseguirlo ; haciéndolas buena presa. Encon-
tré en la grande <\ piezas de cañón, el uno del calibre do á cuatro, y los
dos d e ú uno ; U) fusiles, 10 lanzas, f>ü cartuchos do cañón sin bala, 8 ' 0
do fusil embalados, una caja do guerra, 10 arrobas de carne salada, 700
piálanos, 0'canastos grandes con cacao, 31 calderos do fierro, dos cajones
de metal con platina (pie tienen dos (puntales, que estaban en el fondo, y
ó velas de los tres buques ; luego de concluida esta operación, registré el
campo y encontré por la parto de Cartagena un puerto por donde pueden
hacer desembarco, el cual queda guarnecido con fuerza suficiente y los
demás de peligro del mismo modo. Todo lo que pongo en conocimiento
de V. JO. y aguardo sus superiores órdenes.

Dios guarde á V. E. muchos años.

Pasacaballos, 2G do Agosto do 1815.

FRANCISCO TOMAS MORALES.

Excelentísimo soñor General cu Jefe.

Imprenta tUl Jyércilo expedicionario.


(1) Iloyec conoce con el nombre de Tnrbana.
102 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

B03L2STEBTSS del Ejército que sostiene la plaza.


BOLETÍN NÚMERO 3.»
DEL EJÉRCITO DEFENSOR DE CARTAGENA.

La flota enemiga permanece aún fondeada enfrento do la ensenada


de S(i7iia Catalina, y el todo do sus buques monta á cuarenta y una
velas. La altura de " La Popa" lia sido ocupada por la Division dol
General Palacios, y muy en breve so colocarán allí algunas piezas do
grueso calibro. Nos ban entrado dos canoas do víveres, do Toh'i.
El enemigo se lia presentado en " Cospiquo " y sucesivamente en
Pasacaballos, en número de trescientos bombres y una pieza de montaña.
El Alférez de fragata, ciudadano José Padilla, que con tres barque-
tas fué destinado ú descubrir el " Caño del Estero," tuvo un tiroteo con
los enemigos en I^anacaballos, y á pesar de quo las fuerzas do su mando
consistían on treinta bombres solamento, sostuvo algun tiempo un fuego
vivísimo en la misma estacada; teniendo que retirarse al fin á. Bocacláca
])oi" i k r / í , con pérdida de dos de nuestros soldados y cuatro heridos;
pero nos lisonjeamos eou el informo quo esto oficial hace de la serenidad
do nuestros marineros y soldados: las lanchas do fuera al mando del
oficial Valcst, y una compañía do granaderos do la guardia, han ido á
cañonear á Pasacaballos, tgg" que quemado y destruido por sus habitan-
tos antes de llegar el enemigo, no les ofrece abrigo alguno. * JI2l
Por el " Diario do operaciones del ejército del Bajo Magdalena,"
presentado en esta Mayoría general por su Comandante ol Tcniento Co-
ronel Juan Salvador Narváez, hemos descubierto la acción más atroz y
degradante á la especie humana. g§5~ El español José Carbonero, desti-
nado hace más de veinte años en los hospitales militares, casado en el
país y con tres hijos, so degolló él mismo en Sabanalarga, declarando
antes que habia envenenado más do cuatrocientos soldados, todos ameri-
canos, en los hospitales do Turbaco y Baranoa, confeccionando las
medicinas con arsénico: el remordimiento do tamaño atentado lo hizo
privarse do una existencia atormentada continuamente por la voz de la
conciencia..,^ Compatriotas: ¿qué podemos esperar más quo desola-
ción, muerte é ignominia de los que nos invaden con órdenes de su nom-
brado Fernando V I I , al ver que aun aquellos que, como Carbonero, se
hallaban unidos á nosotros con vínculos tan estrechos y sagrados, nos
asesinan do un modo tan bárbaro como inaudito ?
Cuartel general do Cartagena, á 27 de Agosto del año 5." de nues-
tra Independencia. 1815.
MARIANO MONTILLA, Mayor general.

Cartagena de Indias—Jbi la imjiyenla del (¡obicrno—Pov el ciudadano Manuel flonzálcz


y Pujol—Año de. /S'/.J—,r>.
•'• También moroco que se llame la atención del historiador á esto hecho de verdade-
ro y patriótico desprendimiento, ejecutado por la salud de la Patria. Sentimos (pie aun
en la Geografía del señor J. J. Nieto no se mencionen todas las poblaciones que fueron
incendiadas por orden del Gobierno de Cartagena, ó por espontaneidad de los respectivos
vecinos. VOase la refutaciou IV quo se hace en el Prólogo de esta obra, ¡i lo que asevera
el historiador señor Iteotrepo; página IX— (N, del E.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 103

BOLETÍN NUMERO 5.°

DEL EJÉRCITO DEFENSOR DE CARTAGENA.

El siguiente parte del Vigía de " L a Popa" quo dirigió al anochecer


del dia tic» ayer, se inserta aquí para conocimiento del púl·lico:
" Amaneció con horizontes claros, viento del N. E. flojo, los enemigos
fondeados en donde quedaron ayer, excepto la fragata de guerra quo
estaba en el centro, que á la espía so ha puesto la primera de sotavento
inmediata ¡i la otra: la flotilla de "Tozcar," en donde quedó ayer; el "Eje-
cutivo" frente al arsenal fondeado; la "Concepción" en bahía id.; la
" Micomicona" al remo subiendo para bahía. Poco después de haber salido
el sol se observó venían en descubierta cuarenta hombres de infantería
enemiga por los playones de " Alcibia," los que en el primero. ¡limo»
diato al camino de "Caiman" hicieron alto, y saliendo á lo más limpio
cerca á la Ciénaga, formaron un rato y desfilaron en retirada.—A las
nueve llamó i'l viento flojo por el S. O.; á las cuatro por el 0 . id.; A las
seis estando el viento por el N. O. galeno, se observó que los faluchos
quo aules se han mantenido á la retaguardia han pasado á la vanguardia,
como la fi ágata dicha, y también candeladas entre "Albornoz" y " Sa-
ballos" sin otra novedad."

El enemigo lia situado todos sus buques de guerra sobre su ala derecha,
excepto cuatro faluchos que cubren la izquierda, y se mantiene en fran-
quía; y aunque desde anoeho se avisó al público este movimiento, no se
lia notado en él otra cosa que los más ardientes deseos de quo so aproxi-
men y ataquen.
Se continúan los trabajos y fortificaciones exteriores de la plaza; y
según la fuerza con que se. halla, es muy probable quo la defensa corres-
ponda á la idea que nos hemos formado de nuestros bravos militaros.

Cuartel general de Cartagena, Agosto 29 de 1815, del año 5.° de


nuestra Independencia.
MARIANO MONTILLA, Mayor general.
Cartagena df lndint—Kn la imprenta del fíohicrno—1'or el ciudadano Manuel González
y Pujol—Año de 1SJ5—5."

ZWST£?.UC<DE©:DT dada por el Capitán general para colectar los


algodones cosechados en la Provincia de Cartagena.

Acompaño á usted copia autorizada de la orden circular quo ho ex-


pedido con fecha de hoy, para la recaudación de los intereses quo expre-
sa. Al mismo tiempo (pie el Gobiorno no puede desentenderse de castigar
severamente en su persona y bienes á aquellos que se obstinan más en
mantener el fuego de las discordias civiles, que va devorando contra mis
sanas intenciones el seno do millares de hombres quo pudieran estar
104 DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA

ocupados en objetos útiles y más conformes ti su felicidad, tampoco puedo


dejar do proveer lo conveniente, por la protección que debe á los buenos
vasallos del Roy, á fin de que asegurados los intereses de que habla la
circular adjunta, lo queden también los derechos de aquellos quo hayan
permanecido fieles, ó en su defecto la Real hacienda.
He dispuesto, pues, entre otras cosas, que todos los algodones que
se recauden, se remitan á usted, á quien desdo luego nombro Colector de
ellos, y doy autoridad bastanto para quo los reclame do donde quiera que
estén, y sean do la clase que no indica ¡a circular, debiendo usted llevar
su cuenta y razón, cuidar de empacarlos y de darme parte.
Los algodones que así se recauden, ó los remitirá usted á Santa Mar-
ta, si hay proporción segura, á disposición del señor Subdelegado del
Superior Gobierno, Oidor Don Anselmo de Bierna Mazo, ó los retendrá
donde mejor se conserven, y dará aviso á Bierna ; pero siempre me diri-
girá una noticia simple.
gZrEspcro quo admita usted el encargo sin excusa ; y con su porte
desinteresado corresponda á la confianza quo hago de su persona.

Dios guarde á usted muchos años.

Cuartel general do Torrecilla, 6 do Septiembre do 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO.
Señor Don Hermenegildo Visual,—Soledad.

M O T J & S cruzadas entre el Capitán general y el Comandante de la Divi-


sion volante Ruiz de Porras, mientras este permaneció en Mompox con
el mando militar.

.Estamos .sumamente deseosos en este Cuartel general ele saber la


situación do U. S. Hoy debían estar las operaciones mucho más adelan-
tadas ; pero la falla do recuas para la conducción do víveres desdo la es-
cuadra y remesas de ellos á los puntos avanzados, y demás objetos tie esta
especio, ha hecho (pie á la lecha no so haya podido dar un paso más
adelante.
Se hace, pues, preciso que U. S., con preferencia á todo, despache á
la mayor brevedad los caballos y ínulas aparejados quo pueda recoger, á
Turbaco, conduciéndolos buenos vaquéanos do su distrito hasta su entre-
ga, pero bajo segura custodia. U. S. cuidará de dar los correspondientes
recibos de las bestias que se tomen, y se espora que no omitirá medio de
hacer efectivo cuanto antes este encargo, que os el do la mayor importan-
cia en cl dia.
Remito á U. S. las adjuntas proclamas, para que, impuesto do ellas,
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 105

his haga circular por los pueblos vecinos, procurando quo las justicias
cumplan con lo que se previene en la do 17 de! corriente.

Dios guarde ú U. S. muchos años.

Cuartel general de "Palcnquillo," 2li de Agosto de 1S15.

FRANCISCO DK MONTAI/VO.
Señor ])o» Pedro lïulx de Punas.

AMKRICAXOS DKI. KUBVO REINO DK GRANADA.

101 amor y benevolencia hacia vosotros, amados compatriotas, rae


anima á indicaros el único camino que os queda para salvaros, y salvar á
esos mócenles pueblos en (pie habéis nacido. Sois españoles, y una con-
currencia desgraciada de acontecimientos os ha presentado al mundo,
observador de vuestra conducta, como degenerados de esta aprcciablo
cualidad, (pie miran con entusiasmo y admiración las naciones cultas do
la Kuropa. Después de veinte y ocho años (pie falto de entre vosotros, con-
servo la grata memoria de vuestras virtudes y de aquellos momentos feli-
ces en (pie concurristeis conmigo á ilustraros y perfeccionar vuestra
educación en las tarcas literarias.
No he olvidado los penosos afanes (pie lomé por la instrucción de
muchos de vosotros para formar vuestro espíritu en los principios de una
sana moral. Jíslos recuerdos, y el conocimiento de vuestra docilidad, me
animan á dirigirme, como un precursor, á anunciaros vuestra futura suer-
te. No me arredra el que hayáis despreciado igualos insinuaciones quo os
han hecho algunos meritísimos compatriotas vuestros.
Una expedición de quince mil guerreros españoles, al mando do un
General (pie merece dignamente este nombre, después de haberse señala-,
do en las victorias que salvaron la España do la opresión de un bárbaro
usurpador, os convida y no exige más triunfo que el que vosotros mismos
debáis conseguir de vuestras desgracias, volviendo voluntariamente al seno
de una madre patria á quien en medio de vuestros delirios habéis insul-
tado, pero que olvida sus agravios y os llama con ternura á disfrutar de
la paz y tranquílala 1 (pie habéis perdido en cinco años de furor, de con-
fusion y de anarquía.
No, amados compatriotas ; no oigáis más á los infames seductores
que os han alucinado, confundiendo el esencial constitutivo de esta voz-
patria, que no es el terreno en que nacemos, y sí aquel hasta donde llega
el imperio de las leyes y el poder del Soberano que hemos jurado y han
jurado nuestros mayores : es una quimera de la ambición y una blasfe-
mia del orgullo, querer convertir do repente en enemigos y rivales unos
pueblos que tienen un mismo origen, una misma religion, unas mismas
leyes y un mismo idioma: haced alarde do ser españoles, que pueblos do
más poder y población que el vuestro, desean serlo, y tal ve/, envidian la
suerte que rehusáis.
No tenéis más derecho á los terrenos y distritos que ocupáis, quo el
que habéis heredado de vuestros padres, aquellos ilustres españoles quo
106 DOCUMENTOS PARA LA IHSTOMA

hicieron tantos y tan señalados sacrificios para agregar estos países á la


corona de Castilla y radicar sus generaciones en ellos. Sois herederos de
sus virtudes y servicios, y poseedores de los beneficios que os han propor-
cionado: para vuestra felicidad fundaron ciudades dec"radas con edificios
do todos los órdenes : para vuestra instrucción é ilustración hicieron
emigrar las artes y las ciencias del antiguo mundo, y establecieron cole-
gios y universidades : con estos goces habéis sido felices hasta el dia de-
sastroso de vuestra revolución : haced con imparcialidad y sin preocupa-
ción un juicio comparativo de una y otra época. l335"Vosotros habéis nacido
lo mismo que yo en América, no por elección vuestra : procedéis do ge-
neraciones españolas, sin haber escogido padre : apreciad estos dones
como venidos del cielo.
No trato do engañaros : conocéis mi carácter, creedme, vuestra
suerte está en vuestras manos ; en vuestro arbitrio está entrar en el ca-
rro del triunfo do la gran Nación á quien pertenecéis, ó ir atados á él.
El Jefe del Ejército victorioso quo os brinda la paz, tiene poder bastante
para reduciros si subsistís en una obstinación desesperada. Enarbolad el
pabellón que tantas veces habéis ultrajado, franquead los puertos, abrid
las puertas do las ciudades para recibirlo, y unid vuestras armas con las
suyas, y el triunfo entonces será vuestro ; triunfo cuya gloria es bástanlo
para lavar las manchas de vuestros pasados desvarios. No temáis : os
habla un compatriota vuestro, todo ocupado en vuestra felicidad y en la
prosperidad de esos desgraciados puises, y quo ha sido testigo de la hu-
manidad y clemencia que el Jefe de esto Ejército ha usado en Margarita,
dimana, Barcelona y Caracas, aun con aquellos que por Derecho de Gen-
tos debían morir y viven entre nosotros : esta humanidad y clemencia la
recibió de las insinuaciones é instrucciones del Rey, en cuyo generoso y
magnánimo corazón ha hecho más impresión la compasión por vuestras
desgracias que la venganza de vuestro ingrato abandono. Corresponded
á estos nobles sentimientos, y no provoquéis la indignación do un augus-
to padre, que os debo ser funesta : vuestra conducta no es comparable
con la da estos pueblos, y lo será menos si tomáis la resolución heroica
quo os indico.
Dios Eterno, que está leyendo en esto momento los sentimientos de
mi corazón, sabe con cuánta vehemencia anhelo por vuestra felicidad :
sin ambición, nada espero, sino verla cumplida: sin solicitud mía, por
elección del Excelentísimo señor General en Jefe y para el servicio del
Hoy, voy ejerciendo las funciones de Intendente de este Ejército, luchan-
do con mi constitución enfermiza y contrareslando los males do un pe-
noso viajo ; abandonada mi familia, interrumpida mi filosofía, con que
aspiraba vivir dentro do mí mismo, y á poner un intervalo entre los ne-
gocios y el sepulcro ; no quiero más premio, ni más recompensa quo el
concurrir á vuestro reposo. ¡ Cuánta alegría siente mi alma al conside-
rarme entrando entre vosotros con nn Ejército brillante, llevando la oli-
va do la paz, dándoos y recibiendo de vosotros las enhorabuenas de una
feliz reconciliación que fijará para siempre la fraternidad de uno y otro
homisferio español 1 ¡ Pero cuánta mi amargura si por vuestra obceca-
ción este Ejército entra en guerrero y conquistador, jugando los resortes
do la pericia y valor convonicntes á la dignidad y decoro de las armas de
un Monarca quo acaba do quebrantar el orgullo del Coloso que linbin
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 107

hecho temblar á toda la Europa, cuyas águilas estáu aún debajo do sus
píes ! Lejos do vosotros tan horrorosa perspectiva ; resolved que entren
como amigos y hermanos : yo os aseguro perecer junto con vosotros, si
las promesas del General en Jefe no son tan indefectibles como os
anuncio, y quo conseguiréis por ellas salvar vuestras vidas, vuestro ho-
nor, vuestras propiedades y vuestra fortuna. Así os lo ofrezco en su
nombre.
" Fragata Diana " sobro las Costas de la Provincia do Cartagena,
20 de Julio de 1815.
DUARTB.

HABITANTES DBI. Nt;i:vo RICINO DK GRANADA :

Vuestros tiranos m habían anunciado la disolución del Ejército real


:il mando del Excelentísimo seflor Don Pablo Morillo, suponiéndolo
repartido en los pumos que so ics antojó. Esta, como otras muchas im-
postura.-;, ya la tenéis desvanecida à vista de que ocupa el territorio do
esta Provincia el mismo Ejército tan brillante y aguerrido como salió
del puerto de Cádiz, y después de dejar en pax á nuestros hermanos do
Venezuela.
El Key nuestro Señor, que no quiero la destrucción de sus vasallos,
sino su bien, lo envía para quitar tin en medio do sus buenos habitantes
de este Reino, al puñado do malvados que hechos ducííos violentamente
de un mando efímero, os seducen, os distraen de vuestras labores, del
cuidado de las familias y do los bienes. Bastantes daños os han causado
hasta aquí ; pero ya es llegado el momento de libertaros do su opresión
y de quo vivais como antes, tranquilos y felices á la sombra del poderoso
y justo Gobierno de vuestro legitimo Soberano, que es lo quoS. M. desea.
Para el Key nuestro Señor será el dia más feliz acpicl en que se lo diga
quo el Nuevo Reino do Granada está tan leal y obediente á sus reales
órdenes como lo ha estado siempre, excepto cuando lo han seducido, y
que esto so ha verificado sin sangre, conforme á sus augustas intencio-
nes. Para (pie así suceda, estando el General en Jofc y yo dispuestos á
seguirlas, y á que todo se termino cuanto antes, es menester quo todos
los habitantes honrados, que aman la paz, concurran con lo que esté do
su parte. Por tanto, á (in de asegurar lo más breve el buen éxito, ordeno
y mando, como Capitán general del Reino, lo que sigue :
1." inmediatamente depondrán las armas, y quedará cortada la
comunicación de los pueblos con la ciudad de Cartagena, sujetándoso los
contraventores á las leyes de la guerra.
2." Todos los Jueces, Curas y dos padres do familia, ó dos personas
las más visibles do cada pueblo, deberán presentarse sin excusa alguna
en dondo cstuviero el Cuartel general, á renovar su juramento do fideli-
lidad al Rey Nuestro Señor Don Fernando séptimo, y á recibir mis
instrucciones para su gobierno en adelante.
3.° Interesando á todos generalmente el que se conservo el orden,
para evitar daños quo siempre serian cu perjuicio de los vecinos, para
108 DOCUMENTOS PAKA LA 1IIST01UA

quo il aquellos quo turben la tranquilidad pública, viertan especies con-


trarias á la lealtad de S. M., ó sean sospechosos do comunicación con
Cartagena, los detengan y entreguen al arbitrio de las leyes.
4.° El primor Juez, Cura, ó cualquiera otra persona publica, á cu-
3'as manos llegue esta Proclama, será responsable do transmitirla al más
inmediato,)'así sucesivamente hasta internarla por todo el Itcino, pues
quo comprende á los habitantes de él en general, y conviene quo todos
sepan la llegada del Ejército á esta Provincia, ¡i poner ñn á las disensio-
nes civiles y á traerles la pu/» Unos y otros deberán mirar esto paso y
los demás que se previenen, como asunto en quo so interesa su bienestar,
la seguridad de sus bienes y la tranquilidad do sus conciencias, espe-
cialmente las de los Curas, que por su ministerio están obligados á per-
suadir á los puoblos la obediencia de su legítimo Monarca, y reprender
y encaminar bien con sus discursos y ejemplo á los que se extravían del
camino que les conviene, por entregarse á novedades que siempre les
serán fatales.
Cuartel general de Santa Catalina, á die/, y sicto (*) de Agosto de
mil ochocientos quince.
DK MONTALVO.

II
Con fecha del 10 de éste dirigí á U. S. un oficio, poco más ó me-
nos, en los términos siguientes : " que so deseaba y desea saber de la
situación de U. S. y do las demás circunstancias que importe estén en el
conocimiento de los Jefes : que en la entrada de U. S. en osla Provincia
no puedo tener quien detenga su marcha, pues los rebeldes no se atreven
á presentarse delante de las tropas en ningún punto; los pueblos se some-
ten voluntariamente ; el buen trato que se da á los habitantes y algunos
castigos á tiempo, van estableciendo la mejor opinion del Ejército.
" Que lo quo más urge en cl dia son las muías y caballos para mon-
tar los húsares y para la conducción de víveres. Sobre esto esperamos de
la actividad de U. S., que agitará lodo lo posible, á fin de que vengan
cuanto antes las bestias con sus vaquéanos."
Este va por el conducto do Moron, á quien prevengo á la mayor
brevedad lo remita á U. S. por su importancia.
Hoy ó mañana salgo para " Torrecillas," á donde se ha trasladado
el Cuartel general. Allí dirigirá U. S. sus partos con la celeridad quo
pueda, penetrado U. S. de lo que importa el que estemos informados de
sus movimientos y situación actual.

Dios guarde á U. S. muchos años.


Cuartel general en "Palcnquillo," á 30 de Agosto de 1815.
FRANCISCO nu MOXTALVO.
Scîior Don Pedro Ruiz de Punas.

(*) Debe sot 10, cu cuya fecha desembarcó Montalvo por la ensenada do Arroyo-
grande, lis verosímil que osla Proclama se trajera impresa de Sauta Marta. —(N. del 1¿.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 109

III

El General del Ejército con esta techa manifiesta ú U. S. el cuidado


on que se halla por no haber recibido hasta esto din parte alguno de su
situación ni de sus operaciones, ignorando aún donde so halla.
La falla do los bongos epic deben haber conducido la Division al
mando de Ü. S. ¡i Piafo, y (pie inmediatamente que la hubiese desem-
barcado en aquel punto, debían haber bajado i\\ Guúimaro á recibir allí
las órdenes (pie había resuelto el mismo jefe, ha atrasado considerable-
mente las operaciones.
En consecuencia, previne á U. S. con fechas 26 y 30 del pasado,
bajasen inmediatamente dando mis órdenes, á Fiallo y á Moron, para quo
vengan á incorporarse con la escuadra al mando del primero, habilitán-
dolos do \o< viveros el segundo. Mas como esta orden la dirigí por cor-
dillera, de justicia en justicia, hasta entregarla á U. S., presumí podia
atrasarse, y en 1." «le esto la he repetido por Moron, encargándole su
pronia din'ceion tí U. S.
Amailor ', hermano del presumido Gobernador de Cartagena, acabo
de sabor s«! halla en las Sabanas del Coroznl, impidiendo vengan á jurar
los Alcalde* y Curas la fidelidad al Rey Nuestro Señor, y fomentando
Ja discordia y desconlian/.a do los pueblos por el terror; amenazándolos
con «pie si Curiar/ata resiste el bloqueo, lia do vengarse con la muerte y
el embargo do todos los bienes de los que juren á 8. M. Encargo a U . S .
muy particularmente haga jurar con arreglo al formulario quo remito,
á los Jueces y Curas, haciendo que los vecindarios)' pueblos lo verifiquen
en manos do sus Jueces, remitiéndome los testimonios, como expresa el
mismo juramento.
635" Asimismo recomiendo á U. S. y á.su eficacia procure aprisio-
nar al tal Amador, ofreciendo doscientos ó trescientos pesos do premio á
los que puedan piTinlerlo.. l g9
Entro U. S. á tomar posesión do los puntos que se le han encargado
en su Instrucción, remitiéndonos los acémilas y caballos que so lo han en-
cargado, y los ganados con que ha de subsistir esto Ejército, excluyendo
las vacas para que no c«!scn las crias. Establezca U. S. dos correos por
semana, do justicia en justicia, y por el mismo orden irán las respuestas.
También remito á U. S. impresa la Circular para embargo do bienes
de insurgentes, que hará U. S. observar y cumplir.

Dios guarde á U. S. muchos años.

Torrecilla, 12 de Septiembre do 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO.

Al Keíior Don Pedro Unit de Porras,

* Martin Amador, fusilado cu Cartagena el 21 de Febrero «le 1S1G, quo fui hecho
pnsioucro en la acción do Chiuiú.
(N, del JE.)
110 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

ORDEN CIRCULAR Á QUE SE REFIERE LA NOTA PRECEDENTE.

Ha llegado á comprender esta superioridad, por denuncias de perso-


nas fieles, que en poder do muchos individuos existen intereses, así del
llamado Estado de Cartagena, como de particulares, que en la actualidad
ó están con las armas en la mano resistiendo las de su legítimo Sobera-
no, destinadas á hacer cesar las calamidades de la guerra civil en estos
países, ó de otros distintos modos están contribuyendo con su opinion y
persuasiones á mantener el alueinamiento del infeliz, pueblo de la capi-
tal de esta Provincia, á quien coercen á una defensa temeraria, que pol-
lo mismo debe durar poco. Este superior Gobierno, que ni puede mirar
con indiferencia la conducta de los que así se han hecho indignos de la
clemencia del Soberano, ni debe olvidarse del derecho que puedan tener
algunos terceros á los dichos bienes, cuya conducta fiel á su Soberano los
haga acreedores á su protección, ha resuelto mandar, como en efecto
manda, so observen los artículos siguientes :
1. Todos los intereses consistentes en numerario ó efectos muebles,
inmuebles, semovientes, que pertenezcan por cualesquiera títulos al .Era-
rio público que so llamó del pretendido Estado de Cartagena, se declaran
pertenecientes al Rey.
2. Del mismo modo los intereses de cualquiera clase de la propie-
dad de todos aquellos que, obcecados en sus extravíos están en la actua-
lidad con las armas en la mano contra las de su legítimo Soberano, de
civyos generosos perdones é indultos no se han querido aprovechar, serán
retenidos por los individuos en cuyo poder estén, ya sea en administra-
ción, depósito ó por otra causa, y estarán á disposición de los respectivos
Jueces para entrar en depósito en el Tesoro Ileal, hasta que so aclare el
derecho de tercero.
3. Lo mismo se ejecutará con los bienes de aquellos que, aunquo no
tengan las armas en la mano, están contribuyendo con su opinion, auto-
ridad, persuasiones, dinero ó efectos equivalentes y con sus relaciones,
bien sean ocultas ó manifiestas, directa ó indirectamento ; pues los bienes
do todos éstos entrarán en depósito real, hasta que so aclaro su conduc-
ta, ó se disponga de ellos por resoluciones justas y definitivas.
4. Es comprendida en los artículos anteriores toda clase de herede-
ros. Como la conducta de éstos ha do ser examinada al ventilarse el de-
recho con que puedan representar, á saber : si han seguido las mismas
opiniones que las personas cuya sucesión pretendan, ó si están en algu-
no de los casos quo se indican en los propios artículos, dependerá la de-
cision sobro bienes, de un juicio sumario.
ü. Las personas que tengan en su poder intereses do los que van
expresados, deberán delatarlos al instante al Juc/. más inmediato, bajo la
pena de cuadruplo condenación al que no lo hiciere ó los ocultaro ; y si
carece de bienes, so le aplicarán las penas establecidas por las leyes para
los defraudadores de la Ileal hacienda. \iin las mismas penas incurrirá el
que sabiendo que alguno retiene intereses de los dichos, no lo delate
anto la justicia á que corresponda, ó ante esta Superioridad ; sucediendo
lo propio al Juez quo fuere omiso en proceder, ó so dejaro sobornar, á
los cuales se aumentará la pena según la gravedad quo resulte.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA, 111

6. Las justicias de los pueblos son los primeros obligados á delatar


los bienes indicados : formarán inventario de los que les denuncien, y
todo lo consistente en numerario electivo lo remitirán ú este Cuartel
general, con copia del inventario general.
7. Todos los algodones se remitirán á Soledad á Don Hermenegildo
Visbal, á finien desde luego se da comisión bastante para su recolección,
y por separado la instrucción conveniente de lo que deba hacer do ellos.
S. Los Jueces, como primeros responsables, deberán cuidar tanto do
(pío se pongan á buen recaudo los bienes ó intereses do que hablan los
artículos anteriores, como de que ninguna cosa sea dilapidada ; en la
inteligencia do que, cuando HO tenga á bien, se han de nombrar Visita-
dores ó Revisores que examinen detenidamente estas cosas, y se lcs^ ha-
rán cargos, en cano do hallarse que no habían obrado con pureza, ó por
el perjuicio de tercero, ó por el do la ileal hacienda, á los cualc3 respon-
derán con sus bienes y personas.
9. Todo lo que haya existente que pertenezca á diezmos, será en-
tregado á los Jueces respectivos bajo recibos. Los dic/.meros, en caso de
que :IM no lo ejecuten, incurrirán en las penas que se expresan en el ar-
ticulo it. Los -Jueces observarán en lo que recojan de este ramo, lo mis-
mo (pie se proviene para los oíros, á saber : los algodones los remitirán al
comisionado Visbal, y «1 dinero electivo á este punto, con el inventario
general (pie se llevará por separado, por lo tocante á los dichos diezmos.
10. La cuarta parto será siempre para el denunciante.
11. La presente órdim se circulará á todos los Jueces de los pueblos
de la Provincia, para su puntual observancia y cumplimiento, y á las
demás personas á quienes convenga.

Cuartel general en Torrecilla, á 6 do Septiembre do 1815.

FRANCISCO DE MONTALVO..

CCXIIX.

P È K . D Z I D Í L de Pasncaballos y de unas embarcaciones de guerra que


conducían víveres á la plaza de Cartagena.

Con la toma do Pasacaballos, (•"') han perdido los rebeldes un punto


esencial que les impide la introducción de víveres en la plaza. Hacen
cobardes c inútiles esfuerzos pura recobrar dicho puesto, pero todas sus
tentativas cesan al momento que llega el caso do comprometer acción en
tierra. El Teniente de navio de la Itcal armada, Don Francisco Topete,
ha apresado tina goleta que monta un cañón de á 24, y dos bongos más
de guerra, (pío conducían víveres desde el Sinú. Por las demás partes so
formaliza un sitio rigoroso, á fin do que á la plaza no le entre el menor

Boletín número 3.° del Ejército expedicionario, iuEorto en la página 101


112 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

socorro. Lo quo comunico & U. S. para su noticia, habiéndolas ya dado á


ese Gobierno.
Dios guarde á U. S. muchos años.—Cuartel general en Torrecilla,
7 de Septiembre do 1815.
FRANCISCO DE MoXTALVO.

Señor Subdclcgiulo del Superior Gobierno, Don Anselmo de Bicrna.

(DÜSulri-i particular de un caí lagenero expulsado de la plaza antes del


asedio puesto por el General Morillo.
Kingston de Jamaica, .9 de Septiembre de Ï815. '
SKSOK DOCTOR FRANCISCO GARCÍA DEL FIERRO.—CARTAGENA.

Siento infinito, señor Doctor, y siempre mi benefactor, el ser á


usted importuno, y más en unas circunstancias como en las que los con-
templo. La necesidad extrema y horrible situación en que me hallo me
impele inevitablemente á reiterarle mis encarecimientos. Bien es que el
círculo do la justicia no debe ser absolutamente suspendido. Sé muy bien
la disposición de usted á favorecerme y que allanará el decreto de mi
libertad, sin nota por el destierro, y con el goce de mis empleos, según lo
han obtenido los otros indultados; porque mi hijo Andres me asegura
que usted lo ofreció hacer por mí todo. Nunca dudaba de esto, y más
cuando muy do antemano tongo el conocimiento que el carácter de usted
es cumplir lo que ofrece, cuando toma á su cargo un particular. En este
mió usted es el único padrino y el todo, todo mió, y no debo decir más.
Solo le ruego, y os el objeto de esta carta, que so interese en el pronto
despacho, os decir, para la vuelta del barquito que lleva esta (como quo
mi representación al Excelentísimo Soiíor Gobernador fué única, y para
su providencia la pasó á la Comisión do seguridad pública), porque mi
amado señor Doctor me hallo ya aquí en tal disposición do necesidades,
después de ocho meses do tantas y tan lejas peregrinaciones, que toco ya
el extremo de mi vida según las hambres y tristes angustias á quo me
veo reducido. Lánguido y extenuado de sufrir, sin tener á quien volver
los ojos, no me queda más recurso que la piedad de usted, para que ven-
ciendo toda dificultad logre el alivio á que aspiro.
Yo no soy autor, fomentador, ni el caudillo de los acontecimientos
quo se dico contra la Patria. ¿ Cómo es, pues, que se me considera pam
que permanezca en el destierro, al igual de los Piñérc/, y Muño/. ? ¿ Y
cómo es que so me considera con más delito que Castillo, Medrano, &.*
* JDsta carta particular, interceptada como otras muclias por los españoles, existente
en el arebivo del Vireinato, se copia con el objeto de qno se comprenda hasta dónde so
llevaba la pasión de partido, aun cu las circunstancias más críticas ó apuradas parn la
causa de la Independencia.—(J\\ del E.)
DE LA PROVINCIA DR CARTAGENA. 113

(lue lian sillo indultados ? Asombrado, -estoy do esto. ¿ Y cómo es que oí


Coronel D'Elhuyor también es indultado, y yo nó ? Debo guardar si-
lencio, y todo lo dejo à hi discreción de usted, suplicándolo de nuevo, pa-
drino de mi cora/.on, el pronto despacho, doliéndose de este su ahijado :
así Dios lo colmo de felicidad, en union de la señora, O. P . B. y la ni-
fitla
Rn todo queda y es de usted su verdadero afectísimo, apasionado y
atento seguro servidor, Q. 13. S. M.
MANUEL JOSÉ OAJAK.

2 5 0 I i E T I ] X r S S del Ejercito expedicionario sitiador de la plaza de


Cartagena.

BOLETÍN NÚMERO 4.

Kjarito t:rp,(H>:iou(irio.—Cuartel general de Torrecillu, 19 de Septiembre


dcXSU).
Por el Crómelo «lo Kingston do !) de Septiembre quo nos lia traído
la fragata cíe iS. M. I>. " Li Juno," se sabe quo BONAPARTE se ha entre-
gado MI manos du los ingleses el .11 de «Julio último, embarcándoso en ol
navio " Bcllcrophon " sobro líoohcfort ; que á su llegada á Inglaterra
escribió á iS. A. J{. el Principo líogenlc la carta que á continuación so
eslampa, y que se preparaba el navio " Nohtumbcrlaud " para llevarlo á
la isla do Santa Elena, la cual será mandada y guarnecida por tropas del
llcy, en lugar de las quo hasta aquí ha habido por cuenta do la Compa-
ñía de la India.
Copia de la carta que se cita.

E n vista do las facciones quo dividen mi país y la enemistad do las


más grandes Bolencias de Europa, he terminado mi carrera política, y
v.'iigo cotilo Tcinísloeles, me entrego al pueblo británico, y me someto á
la protección do sus leyes, que reclamo do Y. A. K. como el más pode-
roso, el más constante y el más generoso do mis enemigos.

NAPOLEON.
Jmjircuta <ld Jyárcitu cxjialtaiuiuirw.

JíOLETIN NÚMERO 5.

Ejó'cilo expedicionario.—Cuartel general de Torrecilla, 20 de Septiembre


de lolo.

El Brigadier D. Pedro de Porras, Oomandanto general de la division


volante del Magdalena, escribe desde Mompox en 9 del corriente, y avina
S
lli DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA*

SU llegada sin enfermos ; que remitía caballos para el Ejército, y que*


parte de su division caia aobre el Coroza!.
Este acertado movimiento, combinado con el do las columnas de
Bnycr, Arzc y Machado, restablecerá á un tiempo el orden en todo el-
país comprendido entre el Magdalena, Sinú. Cauca y la Mar, quedando
solo qu'í oc-npar á Cartagena.
ICI Brigadier Porras iba á emprender sus operaciones sobro Ocaíia
y verificar su reunion con la 5.:i Division al mando de Don Sebastian de
Ja Calzada.
Los enemigos tienen en Ocaíia 300 hombres colecticios á las órde-
nes de un tal Santander ; y Urdaneta con otros tantos se retiraba con
anticipación sabiendo el movimiento de Calzada.
Estos son los decantados ejercites de los Jefes de los rebeldes, quo
solo existen en el papel para engañar y conducir al precipicio á los in-
cautos habitantes de la América.
De Puerto Cabello llegó á Sania María la goleta " Patriota " el 17
del corriente, con un convoy de víveres quo remiten las tranquilas Pro-
vincias de Venezuela.
De Cuba han llegado con el mismo objeto varios buques.
Do la Habana llegan pertrechos y víveres. Do Panamá dinero y
comestibles.
La Casa de " Bogles, Scot y Compañía,''" do Jamaica, ha remitido
tres bergantines con meses de víveres para repuesto. Todo esto unido á
la posesión del pais-, en donde la yuca y el maíz se está; cogiendo, el arroz
próximo á serlo, las carnes de his sabanas y ias armas de Ocaíia en
nuestro poder, además de diez mil barriles aetualincnto en almacenes,
no deja duda del éxito del bloqueo do Cartagena, mucho más cuando
Napoleon no figura, la Inglaterra desea la tranquilidad del mundo, y la
Francia proscribe á sus naturales que sirven á los rebeldes, si no sereu."-
non con prontitud á las Naciones amigas do su Patria.
Imprenta act Ejercito expedicionario.

'BA'iXfB© por el cual se promulga el Decreto que establece penas contri»


los ejecutores de hechos que quedan prohibidos durante el asedio de
Cartagena.
ÜON' FRANCISCO BU MONTALVO Y AMBÜXODI,

Mariscal de Campo de los Renies ejércitos, Presidente, Gobernador y Capitán General ilei
Suevo l'eiuode Granada.
Hago saber á todos los habitantes de esta Provincia, y demás £•
donde llegar pueda el presente bando; que el Excelentísimo 3cñor Don
Pablo Morillo, Teniente general do los Reales ejércitos, General en Jefe
del ejército expedicionario, y Capitán general de las Provincias do Vene-
zuela, me ha dirigido el que sigue:
D3 LA PKOVINOIA DE CARTAGENA. 115

"ífeffo saber á todos los individuos da tropa, que al quo se encon-


" trnso á más de un cuarto de legua de distancia ilo los pueblos ó puntos
" eu que estuviesen destinados su* respectivos cuerpos, sin haber obteni-

do permiso de sus Jefes para ello, se lo pasará por las armas; bien
u
entendido que aunque sea menor la distancia á que fuesen .hallados, no
" probando objeto determinado, se les graduará por sospechosos y se los
" juzgará con respecto á las circunstancias, pudiendo on este caso ser
" tnmhinn extensiva su pona á la de muerte. Igualmente lodo paisano quo
" abri'Mie á individuo comprendido cu los casos prediehos, incurrirá en
" ol mismo delito y penas. Por lauto, mando á los Jefes de los cuerpos
" comuniquen desde luego en olios con toda solemnidad, esta mi résolu-
<;
eio»; repitiendo su lectura con l'recuencia aun á los que se hallen cu
" los hospitales, para que no puedan alegar ignorancia, y recaiga justa-
u
mente en los infractores la pena queso señala.
" Torrecilla, 20 de Septiembre de 1815;
" PAULO MORILLO."

CSí* A«¡mwmo se hace saber á lodos los habitantes de los pueblos do


la cosía v ilul interior, que á cualquiera que se le aprehenda navegando ó
caminando sin la licencia competente del Comandante militar legítimo
más inmediato, irá por odio año* tí los bnjalns del lli·ij ¡/ será caslir/ado con
cincut'.nla «;«//•-•; y el quo lleve víveres á Cartagena aera ahorcado.JZFfr
Por tunto, mando se circule á los pueblos, para que en ellos se pu-
blique por quien corresponda, á fin de quo teniéndolo entendido, eviton
caer en las penas queso establecen, y serán puntualmente ejecutadas.
Dado en el Cuartel general de Torrecilla, ÍI 20 do Soptiombro do-
1815.
FRANCISCO DE MONTALVO.

José Maria Ramirez, Secretario.

CCLXXX.

P R O C L A M A del General Morillo dirigida á los cartageneros.


Hombres leales de Cartagena !

Vuestra suerte no es dudosa. El hambre y las enfermedades os con-


sumirán y será el término funesto de esta lucha. Vuestras cabezas fuffli-
rán y os dejarán como unos corderos para que paguéis los delitos á que
ellos os han conducido. üTo siguen ellos su pian por conservar las vidas.
Ya saben que el más clemente de los Reyes ha decretado un olvido o e -
noral, y saben que yo cumplo aquella orden, pues es la más agradable de
mi comisión. Ellos no quieren dejar de ser vuestros reyes; ellos saben
que ni un huérfano me pedirá á sus padres, ni una viuda á su marido;
y á pesar de todo os dicen que ho degollado á centenares en Margarita'
CaráouB y otros puntos. Preguntadlo á las tropas venezolanas que vienen
116 DOCUMENTOS PARA LA IIISTORIA

á ].i vanguardia do mi ejército. Preguntad á los habitantes de esta Pro"


vincia la conduela de mi ejército con cllo.s. Mi corazón no es el do un
tigre; no soy do la casta do los que con la rienda del Gobierno en los
manos, ven degollar impunemente á los indefensos. Encontré en Mar-
garita porción do coroneles y oficiales rebeldes; no les tomé cuenta de
lo pasado; les exigí el juramento do fidelidad al Rey; quisieron volver á
Cumaná y Barcelona: había aún reuniones de insurgentes y no les puso
estorbo. Tengo sí la complacencia de decir que ninguno se hu separado
desde entonces de la senda del deber.
Apresuraos, pues, á queso termine esta lucha: está en vuestras ma-
nos. Esta es unii disputa de hermanos, y en la familia debe haber uu
dia de reunion. Sea, pues, por los medios dulces y suaves, con más fun-
damento, cuando no podéis recibir socorros do parte alguna. Del inte-
rior m-iH llegará, pues desdo el Cauca al Sinn y Mompox, todo-está
ocupado por mis tropas. La 5." Division ha penetrado por las fronteras
do Venezuela, y la Division volanto del brigadier Porras marchó el 11
del corriente sobro Ocaiía para reunírsele. Los almacenes del ejército
están repletos de víveres para más de ocho meses.
La Inglaterra desea el término de tanto trastorno. Luis XVIII, ya
en el trono, proscribe á los naturales do sus Estados que se mezclen con.
los rebeldes: y Napoleon, entregado á los ingleses y conducido á Santa
Elena, no es ya nada en el mundo.
Esta será la última vez que os hablo, y si os hacéis sordos á lo quo
os digo, cl dia que tengáis que rendiros, ejerceré todo el rigor de la jus-
Licia, aunque será contra los deseos del llcy y de mi corazón. Entonces
seréis unos rebeldes sujetados por la fuerza: ahora podéis ser nuestros her-
manos, partid con nosotros las ventajas de este nombre, gozar do vuestros
bienes y de la dulce compañía de vuestras mujeres é hijos, como si nin-
gunos disturbios hubieran roto nuestra antigua union.
Cuartel general de Torrecilla, 22 de Septiembre do 1815.

MORILLO.

BO&SÍTERT del ejército expedicionario relativo á la función de armas-


de Chima.
BOLETÍN NÚMERO G.

KJttaCITÜ KXl'KDICtONAMO.

El General en Jefe del ejército acaba de recibir el Parte siguiente de!


Comandante de la columna volante del Sinú, Don Julian Bayer,-
ExCBI.KNVtel.MO SEXOR:

En mi oficio número 7, del líi del corriente, lio tenido el honor do


comunicar ú V. E. el plan combinado para sorprender á los robeldes err-
DE LA PltOVINCIA DE CARTAGENA. 117

cl pueblo de Chima, y cortarles su reunida, fuese por Ici boca del Sinú ó
por el paso de Sau Carlo*. Tomadas estas providencias y calculando quo
la mejor hora do sorpresa seria la del medio din, dispuse la marcha de la co-
lumna de mi mando del Corozal al salir la luna del din 19. Salí con 60
infantes v M caballos, lodos bien montados; descansé solamente una hora
en SampKrff desdo donde dispuso que el Ayúdame Don Jaime Bax lle-
vase parle tío la infantería con la mayor celeridad sobre el pueblo de Ce'
retenant corlar aquí el tránsito del rio. de Chima arriba. Llegué con la
(.ropa desuñada al ¡tiuque de Chima á las seis de la mañana al pueblo do
&m Amir,:.-:, á donde se dispusieron las necesarias avanzadas sobre las
avenidas de Chima para ocultar mi llegada á los rebeldes. Por la rápida
marcha nocturna de once leguas, juzgué necesario detenerme dos horas,
con el lili de ilar bien de coir..;r á ¡a tropa, y fallándome todavía tres le-
gua? liant mi desuno, me puse en marcha á las ocho déla mañana, obser-
vando la Inipa el mayor silencio en el camino. .151 enemigo que, según
noiieias por espías, nos juzgaba en toda la fuerza de 1,500 hombres, y
sospechaba nuestro alaquc para cl dia siguiente, había interceptado el
camino real por una larga iala de árboles (pie necesitaría á lo menos me-
diodía ile trabajo para franquearla, y dispuse atravesar para salir al ca-
mino real i·il un paraje entre la gran guardia de la lala de árboles y el
pueblo di> Chima. Kit este sitio, sin alborotar aquella guardia, se formó la
columna al abrían del bosque, média legua del pueblo, en la siguiente
disposición: 17 húsares de Fernando Arll. á la cabeza, debían atropellar y
pasar á cuchillo las guardia.- intermedias <pic pudiesen alarmar al enemi-
go, deleníiMido»! de iienipo en tiempo para (pie la infantería quedara
siempre al alcance; partir al llegar á la inmediación del pueblo con la
mayor celeridad por medio de él hasta el puerto para apoderarse do las
embarcaciones: la infanteria, en número de 50 infantes, debía seguir hasta
el pueblo en columna cerrada, despachar ocho tiradores ligeros con los
húsares, desplegar un lercio de su fuerza en guerrilla por el pueblo, y
tomar con el r o l o posición Iras las eslacadas de la Iglesia, adonde según
me constaba tenían su punto de reunion los rebeldes. Dadas estas órde-
nes, .si limo* de nuestra i'iuhoscuila sin alborotar la guardia de la tala de
árboles, y liivii-mn los luisa res la fortuna de atropellar la primera avan-
zada de caballería del enemigo, que de 20 hombres á caballo, ni uno solo
se i-M-apú para poder dar aviso de nuestra llegada.
A curto raio después de este choque, se avistó una patrulla del ene-
migo que i-mi las alas del miedo, frustró la velocidad de nuestros caballos
y alarmo ni Ian corlo tiempo á los rebeldes, que se oyeron las cajas to-
cando generala antes que llegase la infanteria á la inmediación del pue-
blo. Hice avanzar á galope la tropa de artillería y poniéndome con los
señores (.'omaiulaid.es; de la caballería á la cabeza, atravesamos á escape,
entre las balas de fusil que salieron de las casas, por medio del pueblo, y
nos arrojamos eon un grito de " viva el Jley," con solo sable y lanza en
mano, sobre la línea de batalla que el enemigo estaba formando en la pla-
za. Con esta determinación la completa derrota del enemigo fué obra de
pesos segundos. Los bizarros húsares y artilleros, buscando por todas par-
tes lo más grueso del enemigo, arrollaron cousus caballos á los quo Ja
rápida carrera del choque no daba lugar de alcanzar con el sable, y en un
momento se llenaron las calles de fugitivos hacia el monte inmediato. La
118 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

suerte de la batalla estaba decidida cuando á trote lloçó el socorro do la


infantciía para apagar un fuego desordenado que todavía salia de algu-
nas casas, y para acudir al puerto, en donde la tropa enemiga desde dos
lanchas en que estaba embarcado su caudal, hizo fuego sobre nuestra ca-
ballería. Las fangosas márgenes del rio frustraron por esta vez nuestra
esperanza de apoderarnos do las lanchas, quo con precipitada fuga subie-
ron el rio arriba, para caer, según espero, en manos del destacamento
apostado en Cevclé.
En estos términos estaba en menos de una hora completada la derro-
ta do más de 700 rebeldes, según noticias de lodos los habitanlcs de esto
pueblo, reunidos bajo el mando del traidor Martin Amador, por la corta
fuerza nuestra, do veinte y cinco caballos y unos cuarenta infantes.
Creo quo cuando V. E. se digne hacer una comparación del número
do los vencedores al de los vencidos, me concederá licencia para recomen-
dar en esta ocasión la infatigable bizarría de todos los individuos quo
tengo el honor de. mandar, y en particular de celebrar como modelo de
resolución militar en momentos críticos, la conducta del Comandante do
húsares de Fernando VII Teniente Don Miguel Eiaiio, ó igualmente
del Comandante de la tropa de artillería,el Teniente graduado de Capitán
Don Francisco Otando,quo ambos en el choque de su caballería sobro la
línea de batalla en la plaza, flanqueada por el fuego de la estacada de la
Iglesia, so avanzaron do la formación de su tropa con la determinación
do vencer ó morir.
En esta prueba de valor estuvieron acompañados por el Capitán
Don Antonio Fnlminaga.
Además suplico á Y. E. el poder solicitar el premio correspondiente
para el artillero Juan Hurtado, graduado de Sargento, quien estando
gravemente ln-r¡do al principio de la acción, continuó peleando contra el
aviso de su Comandante hasta el último tiro, c igualmente el artillero
graduado de ¡Sargento Joaquin Gomiel, que va encargado do la conduc-
ción do esto oficio, ha merecido el honor de presentar á Y. E. la única
bandera que tuvieron los insurgentes, la cual él mismo arrancó con sable
en mano del cuartel de ellos. Sobre ambos últimos casos, solicito, confor-
me al oficio que el Comandante de ellos me ha pasado, licencia de poder
nombrar una comisión para averiguar si son acreedores al premio do la
" Cruz de San Fernando."
El resultado de la acción ha sido: do parte de los enemigos, un nú-
mero do ¡muertos quo hasta 2» hemos podido encontrar en las casas, calles
y montes inmediatos; un número do heridos que continúan á salir de sus
retiros y cerca de 200 prisioneros que invocan perdón do la clemencia
do V. E. Siendo los más de ellos habitantes de esta Provincia, los he li-
cenciado, y he conservado en prisión solamente 15 del Reino de Senda Fe,
para cuando V. E. quiera remitirlos á su Patria: 150 fusiles lirados por
Ja plaza, calles y corrales mande inmediatamente recoger. De nuestra
parte solamente yo y el mencionado artillero Juan Hurtado, hemos sido
escogidos por la suerte para acreditar con nuestras heridas el no babor
corrido la sangre de los rebeldes sin necesidad, encontrándoso nuestra
tropa en diferentes puntos con obstinada resistencia. Tengo que lamentar
quo la espesura del monte inmediato al pueblo, ha protegido la momen-
tánea fuga do los cabezas de los rebeldes Martin Amador, Ribon y otros
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 119

•quo andan errantes por el bosque. Para explorarlo con extension, aguar-
do que el Teniente Coronel Don José Machado tenga á bien do poner
destacamento sobro Sabanilla y San Antcro, y que el Teniente Coronel
Don José Arce ocupe el pueblo de San Andres, paru cerrar con nuestras
patrullas, según he solicitado de ambos Comandantes, un circulo en quo
se deben hallar los malhechores.
El Ayudante Don Jaime Bax tiene orden de armar todas las canoas
de las inmediaciones do Cereléy bajando con ellas el rio, examinar am-
bas riberas.
(gyAdornas de oslas prevenciones, he pensado asegurar el castigo del
Jefe de los rebeldes, poniendo por bando un premio de doscientos pesos
sobre su cabeza.
Incluyo la sumaria información sobre el paradero de los caudales
que los insurgentes habían acopiado en esto sitio, y me lisonjeo con la
esperanza de verlos invertidos en beneficio de la Real hacienda.
He dispuesto que. mañana se cante misa y xrc DKUM en esto pueblo;
y con osla ocasión traíamos los señores Oficiales de la columna, de ofre-
cer á la Iglesia un magnifico cáliz de plata que se lia cncontiado en el
equipaje de alguno do los enemigos. El cáliz tendrá la inscripción de los
nombres do lus señores Oficiales que lo ofrecen, con la lecha de ht derrota
do Chima.
Dios guardo ú V. E. muchos años.
Chima, ¿1 do Septiembre de 1815.
JULIAN BAYER.
Excelentísimo seïïor Don Pablo ¡Morillo.
JiiijJi-enta del Ejército exjiediáomnw.

CCÏ.V.
3? B. O C L A R E A del General Morillo, en que ofrece olvidar lo pasado y
excita á los bogotanos á someterse á la obediencia del Gobierno español.
HABITANTES DE BOGOTÁ !

Os prometí desde Caracas que vendria á sacaros do la esclavitud en


que os Ionian unos pocos hombres que trabajan por elevarso, ser vues-
tros verdugos y reírse do vuestra miseria. Ellos quieren reemplazar al
más amado de los Reyes, aunque con otros nombres hijos del engaño y
do la hipocresía. Recorred los sucesos do vuestra insurrección, y decid-
me ¿ qué os tiene más cuenta, ser vasallos de média docena de abogados
o de otros tantos aventureros de Jas demás clases, quo á costa de vuestra

nos de España ¿ qué derechos os abrumaban ? ¿ Qué guerra os arrancaba


al lujo, al hermano, al marido ? Qué pueblos yeiais incendiar ? Qué fa-
120 DOCUMENTOS l'A KA LA HISTORIA

imitas perecían dentro de estos pueblos por lar. propias manos do los que
os mandaban ? Exigen la libertad y la humanidad, de epic tanto os hablan
]os que os mandan, el que ellos su reserven sus posesiones y el que hagan
perecer entre las llamas do las demás á vuestras mujeres y á vuestros hijos?
Estos sucesos que pedéis venir á verificar aquí, no con papeles, sino con
las cenizas, los cadáveres ennegrecidos y los gemidos de los huérfanos y
las viudas. Un ejército que ocupa nn país que ha estado separado de su
deber por algun tiempo, ha sido siompre un azote del Todopoderoso: el
incendio, las violencias y los mayores horrores suelen seguirse ; pero
estaba reservado al deseado Fernando, dar al mundo una nueva prueba
de sus virtudes, de su humanidad, prescribiéndome el que un olvido ge-
neral sea la base do la pacificación de estas Provincias ; pues S. M. atri-
buyo á delirios de las circunstancias los errores cometidos, y por lo tanto,
que so observe la más rígida disciplina por las tropas, como ya lo expe-
rimentan las Provincias donde han entrado.
No puede haber un precepto más grato para nn soldado, quo el do
llevar la oliva, en vex. de esgrimir la espada empleándola solo para pro-
tejeros y hacer respetar las leyes. Yo os prometo de que no me separaré
un momento de estos principios tan halagiioilos para mí, no obstante que
vuestros miserables Joles o? han repetido de que he llenado de escarpias
á Margarita y degollado centenares en Caracas, viniendo huido do aque-
lla Provincia. Tales patrañas son las armas de los débiles, y con las quo
os han alucinado siempre. Os han repetido, que no había España ni Pury.
Aquí está un ejército venido de allí, y no será el último que saldrá de
aquel Reino. Jamás os ocultaré la verdad : soy militar y mi profesión
no admite dobleces ni perfidias.
Fieles habitantes de la Nueva Granada : olvidad todas vuestras ene-
mistados, y perdonad á los que os han causado tantos males, unios á mí
para acabar con la hidra do la discordia. Vuestra agricultura é industria
está atrasada ; vuestro comercio paralizado, éste ha sido el resultado do
vuestra prometida felicidad. El puerto de Santa Marta so. habilitó para
que conduzcáis vuestros frutos y los exportéis á las Colonias, á España,
ó donde os convenga más. pues el pabellón del .Rey no ilota aún on los
muros de Cartagena.
Gocen de este beneficio hasta aquellos que habitan en parajes dondo
no han penetrado aún las armas del Rey. S. M. ve en los buenos y los
malos, sus vasallos y sus hijos, y el paternal corazón del Roy no puedo
sufrir el verlos sumergidos en la miseria.
Vosotros, los que habéis seguido principios perjudiciales contra los
derechos de soberanía del señor Don Fernando VII, arrepentios y en-
mendaos, pues cualquier individuo que recaiga en las faltas pasadas, pe-
recerá sin remedio ; y aunque mi corazón repugne el derramar la sangre
de mis hermanos, pesará sobre vosotros la espada de la justicia.
Por último, americanos; permitidme que os recuerde que el estado
del mundo es otro del que ha sido durante los últimos siete años : un
Hoy adorado, humano y firme gobierna el [mperio español. La Inglate-
rra desea y trabaja por la tranquilidad del Orbe. Luis X V I I I , en el tro-
no de sus mayores, proscribe á sus subditos que so mezclan con habitan-
tes que se hayan-separado do la obediencia do su legítimo Monarca.
Napoleon humillado y abatido, se entrega prisionero para terminar sus
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 121

dias en un destierro, y con esta medida queda roto el nudo de la discor-


dia y se presenta la aurora de una tranquilidad general.
Cuartel general de "Torrecilla," á 23 do Septiembre de 181/5.
MORILLO.

S O I I E T I W S S del ejército expedicionario sitiador de la plaza de


Cartagena.
BOLETÍN NÚMERO 7-
Eit'rcito r.rpaí¡i:iúii'irio.— Cuartel general de Torrecilla, 26 de Septiembre de
1815.
K1 Teniente Coronel del Real cuerpo de Ingenieros, Donjuán Goma-
dlo, y el I apilan del llegimiento del Key, D. Simon Sicilia, han dado
parle ilo haber batido ayer á los enemigos en la isla de Barú completa-
mente : ocho goletas enemigas batieron la playa para facilitar el desem-
barco, y di-qmi's de un terrible cañoneo, marchó el batallón de la guardia
de honor del jefe insurgente Munue! dol Castillo, con otras tropas y con las
tripulaciones do los buques. Dos compañías de la vanguardia del ejército los
atacaron é hicieron .>' ;"» prisioneros, encontrando 25 muertos, 130 fusiles
y haciendo roeinbarear con precipitación á los que no pudieron alcanzar.
El General de los insurgentes, Castillo, parece que dispuso esta
operación acompañado del Comandante de Marina Eslava, dando sus
disposiciones desde la corbeta inglesa que está en el puerto do Cartage-
na. Entre los prisioneros so encuentran varios oficiales de la guardia do
honor, varios franceses, y entre éstos el Capitán de la goleta Estrella.
El Teniente Coronel Camacho y el Capitán Sicilia elogian el valor
do las tropas, y distingue el primero al Sub-tcnicnte Don Manuel Riera,
al Sargento Pedro Gil y al cabo primero Miguel Longa.
El Teniente Coronel Don Julian J3ayer sigue su operación y so
apoderó de SO caballerías. El Capitán Arguelles tomó un bongo con 2G
soldados, un cabo y mi oficial ; 200 fusiles, municiones, &."
El (.¡apilan Don Pedro Machado escribe de Tola, que ha preso á
varios comisionados del Gobierno rebelde.
Imprenta del Ejercito expedicionario,

BOLETÍN NÚMERO 9.
EJÉRCITO EXPEDICIONARIO.

Cuartel general de " Torrecilla? 3 de Octubre de 1S15.

El Excelentísimo señor General en jefe del ejército, acaba de reci-


r el parte siguiente :
122 •DOCUMENTOS 5?AIU LA HISTORIA

EXCELENTÍSIMO SEÑOR:

A beneficio de rápidas 3' casi insuperables marchas, por caminos


¡hasta este día desconocidos, lie conseguido que las tropas de la sección
.que me ha encargado el General de la Division volante, Don Pedro Ruiz
de Porras, diesen alcance á los insurgentes opresores de estas sabanas, en
medio del rio Shut, más arriba de Montería el 23 del comento en su
noche, é hicieron prisioneros de guerra hasta el 2(>, al Inspector general
Cuartel Maestre Pantaloon German Ribon, ( ') al Subinspector Teniente
Coronel, Martin Amador, (' ' ) al Jefe del Estado Mayor, Rafael Cardile,
seis Oficiales do Plana Mayor, diez y seis do diferentes Cuerpos hasta la
clase de Tenientes Coroneles, diez y seis soldados y once bogas, con el
doctor José Trujillo, el Diácono Don Braulio José Tirado, Doña Josefa
Colorete y Concepción Miliar de la villa do Mompox ; y han muerto,
que se sop-i, el Teniente Coronel Feliciano Otero, Capitán Felipe Madrid,
Capitán Juan Nepomuceno Jugo, y los Tenientes Juan José Aguirre y
Manuel Basilio, y herido de gravedad el Teniente Coronel Antonio Gue-
vara. Se han cogido varias alhajas de plata labrada; y todo el dinero del
situado que había venido de Simla Fe para Cartagena, ha entrado ayer
en Montería desde cerca del Chocó, en donde se le dio alcance por una
partida de Granada. Hoy espero en esto punto lodo, para formalizar el
inventario más exacto, y dar á V. E. el parto circunstanciado del resulta-
do de mis operaciones y do los esfuerzos que ha hecho esta tropa para dar
un dia de gloria al Rey y do satisfacción á V. E., á los demás Generales
y a todo el ejército.
Acompaño copia do un oficio que acabo do recibir del Comandanto
do la columna destinada al partido del Sutil, esperando al mismo tiempo
so digne decirme, si los prisioneros, caudales, efectos, han do ser llevados
á. eso Cuartel general directamente. El 26' so mo presentó el Párroco de
Corete, en solicitud de que lo auxiliaso con tropa, á fin de impedir la en-
trada en él de unos insurgentes conocidos por colorados, que con tres
canoas estaban á la vista, y amenazaban incendiar la población, porque
habia felicitado las tropas españolas que perseguían á Amador, repicado
las campanas y jurado con entusiasmo á nuestro Soberano : en vista pues
de esta relación, embarqué al Alférez de Granada Don Federico Garzón
con 20 cazadores suyos, y en este momento mo dice lo que sigue : " Do
los herrantes rebeldes que andan por esta Costa, he hecho prisioneros 5 en
los montes de San Pelayo y seguidamente se me han presentado otros 5
de los do Bolívar, todos sin armas, que remitiré á usted mañana."
Dios guarde á V. E. muchos nños.
Ciénaga do Oro, 27 de Septiembre de 1815.
Excelentísimo sefíor.
VICENTE SÁNCHEZ LIMA.
Excelentísimo señor Capitán general del Ejercito Expedicionario.

(*) Fusilado en Cartagena el 2-tjtlo Febrero do 181G.


(*•) Id id. id. id.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 123

La Division do las fuerzas sutiles, al mando del Teniente de navio,


Don Francisco de Paula Topete, obligea varar el 30 del pasado Septiem-
bre á la goleta armada do los rebeldes de Cartagena, nombrada " L a Vic-r
loria." que venia del Chocó ; y habiéndola abandonado su tripulación,
hizo í'i esta prisionera la Division de vanguardia, dirigiéndose la goleta,
a la Escuadra donde se halla,
Imprenta dd Ejército Expedicionario.

. ¿ L I i O C U C I O K del General Don Pablo Morillo A los franceses que están


dentro de Cartagena.
La acción del 2"> on Barn ha puesto en mis manos á varios de vucsr
tros compatriotas, y entre ellos al Comandante de la goleta " Estrella,"
iodos los epu: han sido tratados como prisioneros, con gran sorpresa do
ellos, quo esperaban la muerte, según han declarado, por habérselo as{
asegurado el Gobierno de. Cartagena.
Franceses ! la Casa de Uorboii reina en Francia }r en Espafia. Vues-
tras manos atontan contra vuestro Soberano, ayudando á los rebeldes.
Napoleon estará ya en la isla de Santa Elena, y con él desapareció del
mundo la discordia y el quo so (lorraine más sangre. Cualquiera que sea
la conducta que. hayáis observado, estais aún en tiempo de ser reconoci-
dos por franceses separándoos del partido que seguís : pues Luis X V I I I
proscribo á todos sus vasallos queso mezclen con los rebeldes do Améri-
ca. Sabedlo, pues, y que los espadólos, así como han sido generosos á las
orillas del Gerona, lo son aquí. Contribuid á la rondicion do esa plaza ;
ayudadme á restablecer el orden, á que no tenga que derramar sangre ttlr
gima, y respetaré vuestras vidas y propiedades ; pero el que no quisiere
seguir esto honroso ramilla que le señalo, será menos considerado que los
rebeldes (pie no quieren someterse al Gobierno de su legítimo Soberano
el señor Don Fernando VII. Vosotros podéis hacer cuanto os digo, sois
dueños absolutos del puerto, mandais los castillos de él, y reunidos sois
más fuertes (pie la reunion de gentes que hay dentro do la plaza. Jamás
será atendida la excusa de que os forzaron. Sois dentro de la plaza los
más fuertes.
Franceses ! os hablo por la primera vez, cuando mis tropas han pe-
netrado en la Provincia de Ocaña ; cuando en la de Cartagena ni queda
reunion do insurgentes, ni Jefes quo los manden, pues han caido en mi
podor con las alhajas y dinero del situado de Santa Fa ; y cuando por
último, al propio tiempo quo los pueblos espontáneamente proclaman al
señor Don Fernando VII, con el ejército y escuadra os bloqueo.

Cuartel general do Torrecilla, 4 de Octubre do 1815.

MoniLí.o.
Imprenta del Ejército Exnettír.ionnrio.
124 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA

B<D>i£.ETESJBS del ejercito expedicionario sitiador de la plaza de


Cartagena,
BOLETÍN NÚMERO JO.
Ejército expedicionario — Cuartel general de Torrecilla}6 de Oetubrede ISIS.
El di;i 2G de Septiembre, á. las once de la noche, ocho buques arma-
dos, frustraron la vigilancia de las tropas que guardan á .Pasacaballox, y se.
dirigieron á buscar víveres á la cosía, alarmar hombres, llevar proclamas
y boletines, y sobro todo á saber lo quo pasa Cuera de la Plaza. Pure esta
empresa el Jefe de los rebeldes, ("¡astillo, escogió á un tal Sanarrusia, co-
nocido por el asesinato de los indefensos españoles presos, y á quien con
escarnio de la honradez le llama en las instrucciones virtuoso.
En efecto, este aventurero se dirigió al caño de (< María" en el Ín-
terin que el Oficial de zapadores .Don Juan Díaz, con una actividad é
inteligencia grande, obstruía el cafio do JPasacaballos, en tales términos
que cl dia 3, regresando Sanarrusia de su comisión, se encontró cortado,
y atacado por Díaz con los valientes cazadores de la vanguardia del
ejército, en cuyo ataque murió Sanarrusia, y quedaron en nuestro poder
todos los buques, instrucciones, proclamas, boletines y los oficios del Go-
bierno al Subinspector de las milicias de Sotavento, preso clias hace por
nuestras bizarras tropas en sabanas.
Imprenta del JSjèreil.o cxjietliehmarw.

BOLETÍN NUMERO 11.


KJKRCITO EXI'RDICIONAIUO.

Cuartel general de " Torrecilla" 7 de Octubre de 1815.


El Excelentísimo señor General en jefe del ejército, lia recibido
del Comandante general do la vanguardia, el siguiente parte del Capi-
tán de Zapadores, Don Sebastian Díaz:
Habiendo oido á la una del dia de hoy, desde este punto, algunos
cañonazos, y á poco tiempo tiros de fusil, hacia la entrada del Estero pol-
la parte de Santa sino, creí desde luego era el convoy enemigo que
aguardábamos, y que el Capitán Sicilia atacaba por retaguardia, según
habíamos convenido. Al momento me embarqué con 40 hombres de las
Compañías de Cazadores y algunos do la segunda. Como las circunstan-
cias habían variado por ser de dia, y los apostaderos iban á ser descu-
biertos, coloqué en el flanco derecho de la enramada ó trampa, una em-
boscada de o¡) hombres, mandada por los Capitanes Don Pedro Alcánta-
ra Moreno, Don Fabián Peros y el Tonientc Don Antonio Fernández,
con la instrucción de dejar entrar al enemigo hasta la enramada, dondo
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 125

debían hacer una descarga y arrojarse á él con máchelo en mano. Otra


canoa con 1G hombres se situó en el caño AaNawjola: en esta disposición
mandó retirar las canoas, resuellos todos á morir ó vencer. So pasó más
de una hora sin oirse fuego, pues el Capitán Sicilia llenó mis deseos me-
tiéndolos en el /útero. Muy ulano el enemigo por haberse librado de ese
primer encuclillo, lh'gó batiendo caja hasta el obstáculo, hizo esfuerzo-
nara vencerlo, y quedó clavado el bongo de guerra : entonces el bizarro
Capitán Moreno mandó hacer una descarga cerrada, con tal acierto, quo
lodo fué aturdimiento y terror entre los enemigos, arrojándose al agua
por huir de la muerte que el vivo fuego de nuestros soldados les enviaba,,
apoderándose como leones del bongo de guerra, canoas armadas, un boto
V tíl) hombres de tropa y marinería.
til bárbaro Sanarrusia, que se hallaba á retaguardia en ol bote,
viendo hollada* sus rebeldes banderas, sin esperanza y lleno de horror,
murió eon la eohardía propia de un asesino. (_"')
I,a mortandad que sufrió el enemigo fuó considerable, pereciendo
muchos ahogados y quedando el resto en nuestro poder. El valiente Ca-
pitán .Moreno, de í:i oVtlc Cazadores, fuó herido, y hallándose en esto es-
tado perseguido por el Oficial rebelde llamado Martin, lo socorrió el Te-
niente Fernández, quien después de batirse con el sabio, dejó á esto in-
surgente muerto á sus pies. También fuó herido el soldado de la 1.* de
Cazadores, .Miguel Kstéves.
I JOS efectos du las canoas se expresan en la relación adjunta.
MI resultado feliz de esta acción se ha debido al valor de las biza-
rras tropas (pie han tenido la gloria de destruir el plan que se tenia pro-
puesto el Uobierno de Cartagena, borrando del número do los monstruos
que han afligido la humanidad al asesino Sanarrusia. (**)

Dios guarde ú V. E. muchos años.

Estero de Pasacaballos en el Mangle, 3 do Octubre de 1815.

SEBASTIAN D Í A Z .
KVCCICIIIÍMIIIO Señor Don Pablo Morillo.

También se han cogido las instrucciones del Gobierno rebelde á Sa-


narrusia ; las proclamas para alucinar á los habitantes del interior ; los
bololincs de Cartagena ilustrados por su Jefe de Estado Mayor Montilla,
«ma proclama de Castillo fundada en la muerte que el General en jefe
(') .Snmirrusia so .suicidó pornoonor en manos de los enemigos, y álavi3tadc
ellos. Kslo es lo (|iie el parlo llama cobar:lía.^(N. del E.)
('") Cuando el General Don Pablo Morillo recibió la noticia de osla función de armas
en el " Caño del Kstcro " ya al salir paratttsucahalltn;,y que cu ella so habia suicidado-
el Capitán l'rancisco .Sanarrusia, para no caer prisionero cu niauos desús enemigos, qua
seguramente le habrían quitado la vida, dispuso que se le cortara Ja cabeza al cadáver y
K« la condujera al Cuartel general de " Torrecilla," haciéndola enterrar en su pesebrera &
cabal torta. Quiso de este modo el General Morillo causar injuria al cadáver yauu á la
memoria de aquel valiente militar. (Véase la nota 2Sde la Relación histórica del sitio y
ocupación de Cartagena en 1815, publicada en el número 831 de la "Gaceta de Bolivar"
de ü de Diciembre de 1872).—(N. del 15.)
126 DOCUMENTOS 1>ARÀ LA. HISTORIA

ha dado, según dice, á cuatrocientos caraqueños, antes de abandonar ú


Venezuela, refugiándose á Santa Marta con 3,000 hombres, porque esto
ejército, dice, ha sido batido en todas partes y aniquilado, y aquí veni-
mos huyendo. El oficio que el mismo Castillo enviaba al Inspector do
milicias, cuya captara prueba el mal humor con que estaba aquel Jcf'o
de los rebeldes, y que Sanarrusia no encontró ninguno del partido do
Cartagena á quien confiárselo, á pesar de que, según so explica, hay pocos
secuaces.
Han llegado de Santa Marta las fragatas " Daoiz," " Bigarrena "
y el bergantín u San Andres " escoltados por dos goletas de guerra;
Conducen agua y víveres para la Escuadra para tres meses. Harina y
menestras para el ejército para un mes, y los almacenes do los Cuerpos
con sus escoltas correspondientes.

Relación de los buques que se han aprosado, y lo quo on ellos so


halló :
Un bongo de guerra, con un canon do á 4¡,
Cinco canoas con diez esmeriles.
Una porción de cartuchos de id;
Ochenta y dos cartuchos de á 4,-
Un cajón de estopines.
Multitud de balas do metralla;
Ochenta y dos fusiles.
Un cajón de cartuchos do id.
Cuarenta y seis cartucheras;
Un anclote con su amarra.
Nueve calabrotes.
Cinco puercos (cerdos ó marranos);
Dos bojotes de carne salada;
Ocho barriles do carne.
Medio puerco (marrano) y
Cuatro velas do buque.
Jmjiroita del Ejcraito cnpodicionario.

A3D>3£<DE©33T á la Circular del Capitán general de 6 de Septiembre de


1815.
Cuartel general de Torrecilla^ 10 de Octubre de 1815.

So deben entender comprendidos en las disposiciones do los artícu-


los 2, 3 y 4 de dicha Circular, las personas que se hallen en los casos
quo eñ olla se expresan por notoriedad, ó voz pública, por denuncia pro-
bada con las declaraciones en sumario de dos testigos contestes do toda
conformidad, ó por la sumaria información que de oficio tenga por bien
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 127

actuar la justicia respectiva, la cual formará para cada individuo un ox-'


pcilieiilo separado, lo más sencillo que pueda, para evitar complicaciones,-
¿in perjuicio del inventario general prevenido en el artículo 6 de la mis-
ma providencia citada. t
Comuniqúese á los Alcaldes para sir inteligencia y cumplimiento.-
D E MONTALVO.-
A l¡i Justicia del sitio de •

• C I R C U Ï . A K , E Í S del Capitán general del Nuevo Reino de Granada,-


sobre varios asuntos.

Circular.—Torrecilla, 6 de Octubre de 1S15.


Jnlcrin se verifica el que reunidas las Autoridades superiores del'
Reino en la plaza ilu Cartagena, oiga yo el dictamen de la Real Audien-
cia, «obre la rescision de las ventas y restitución de los bienes de perso-
nas líeles ó adictas al Gobierno Real, que solo por serlo les han sido con-
fiscados y enajenados por ol Gobierno insurgente, deberán conocer do
estos asuntos las justicias ordinarias respectivas, procediendo en lo adap-
table, con arreglo al espíritu de la Real Cédula sobre ol valor do las ac-
tuaciones del usurpador del Trono do las Espaiîas, de 19 de Febrero do
este año, de que se acompaña un ejemplar ; oyendo conforme á dorecho
los recursos que so interpongan en lo que haya lugar para el Superior
Tribunal de Justicia, que por ahora reside en Panamá.-
Comuniqúese á las Justicias para su inteligencia y cumplimiento'-

B E MONTALVO-.

II

Circular.—Cuartel general de Torrecilla, 10 de Octubre de 1815.

Algunas personas llevadas de un temor infundado por el fácil cré-


dito que lian dado á las especies esparcidas por los mandatarios sediciosos'
contra la buena disciplina del Ejército Real, abandonaron sus casas' al'
presentarse éste, y muchas aun no lian regresado, no obstante íos reite-
rados llamamientos que por impresos-)1- órdenes á las justicias se les han'
hecho, y de la excelente conducta de las tropas, lo q.uc se estima por una
manifiesta aversión al Gobierno de su legítimo Soberano. Ño pudiondo,-
pues, dcscntcndermc de este exceso, cuya impunidad es contraria á la
más breve é ingenua reconciliación do los pueblos, que es lo que se desea,
ordeno y mando : quo se proceda desde luego contra los bienes do las
dichas personas, como ostá prevenido en la orden circular do 6 del pasa-
128 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

do Septiembre, si á la publicación do ésta no han regresado ya á sus ho-


gares ; y presentadas ó habidos los individuos indicados, so dispondrá lo-
conveniente, según la clase á que correspondan, y conduela quo observaren
hasta ol momento de la presentación ó aprehensión.
Comuniqúese á las Justicias para su inteligencia y cumplimiento.
DK MONTAI-VO.

'JBOESETEJXTSSS del ejercito expedicionario sitiador de la plaza de"


Cartagena.
BOLETÍN NUMEKO 12.

KJ ÉKCITO KXPEDICIOKABIO*

Guarid general de Torrecilla, 15 da Octubre de 1S15.


Copia literal del oficio que el Jefe de los insurgentes, Castillo, escri»-
bió al Secretario de Gobierno de Sania JPe, y fué interceptado en las in-
mediaciones al Zapote, cuando so hizo prisionero al Capitán José María
Portocarrcro, quo era el portador. (*•)
" Con el Teniente Coronel Mariano Montilla, quo habia salido do"
aquí en calidad de Comisionado cerca de S. ID. el Gobierno general, daba
parto no solo do las ocurrencias y pormenores de la fatrickla guerra quo
nos hizo el General Bolívar, sino también de las exigencias cuantiosas y
absolutamente necesarias do esta plaza, sin tener á la vista aún al Gene-
ral Morillo, enemigo poderoso, por ser el mayor ejército quo en muchos
años ha salido de España. La aproximación de este hizo llamar al dicho
Montilla y encargar al Teniente Coronel do Venezuela su hermano To-
mas Montilla, los papeles y comisión que aquél conducía al Supremo Go-
bierno y quo espero estén ya en manos de V. S.
Ahora tengo el honor de incluir á Y. S. lodos los boletines desdo
la aproximación del enemigo á la plaza, y una copia exacta del "Diario do
operaciones,'.' para que U. S. haga conocer á los señores del Poder Eje-
cutivo, qué se lo ha dicho al público y qué es en sí nuestro estado. Esto,
á la verdad, no es lisonjero : porque sin dinero, sin víveres, sin crédito y
casi sin tropas do linca, habiendo perdido todas nuestras fuerzas sutiles
en el rio el General .Bolívar, ¿ qué podemos esperar sino un honroso sa-
crificio ? Oiga V. S. el pormenor de nuestras faltas.
A pesar do haberse tomado anterior monto la medida do reducir á
moneda provincial todas las alhajas de las Iglesias, jamás se pudo soco-
rrer la guarnición de la plaza, ni la Division del Magdalena enteramen-
te, y mucho menos formar una caja militar. Cuando el Gobierno supo la
llegada del enemigo á Sania María, formó un prorata] de £ dO,000, pero
no pudieron los Comisionados de los pueblos verificarlo por la aproxima-
ción del enemigo, y así fué inútil esta medida. Se ordenó á todos los eia-
('") Comerciante de Bogotá, {inflado cu Cartagena el 21 de .Febrero de lSlü.
DÉ LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 129

¿adunes do esta capital entregasen cuanta plata y oro tuviesen pora amo
ncclarl'-s, y aunque así lo han hecho, éste ha sido un triste recurso, pue
nés
uno concluida ya la amonedación, no quedan en caja hoy ni mil quinien-
tos pesos, sin poder esperar ningún otro empréstito ó contribución forza-
da porque la pobreza dol vecindario es constante y conocida al mismo
Gobierno.
En cnanto á víveres, es peor nuestra situación, porque si bien pue-
den pasarse las tropas sin prest, es imposible que lo hagan sin la ración
ó mantenimiento. No existe depósito alguno, ni menos almacenes gene-
rales, ni cuntamos absolutamente sino con algunos barriles de harina do
particulares ; no se encuentra un grano de maíz, ni hay en la ciudad
más que ijuinií'titas reses, de suerte que aun contando con los pocos ca-
ballos, ínula*, burros y perros, apenas podremos prometernos víveres pa-
ra cuarenta dias. No seria difícil enviar algunos buques lignros de los
corsarios á aprovecharse de los (pie no tenemos á los Cayos, donde están
on la 111:1 vor abundancia, pero nos Talla el dinero, y carecemos del menor
crédito para que confiando en el vengan por contratas embarcaciones,
mavoniii·iii'! cim cl inminente riesgo del bloqueo, que hasta ahora lo
m:iiiii··n··n ri:{orn:;o 011 ludas direcciones los enemigos : y como se halla
aquél iwnnuHilii |»«»r el Almirantazgo de Jttmaiaa, no pueden nuestros
mismos emisarios cu osia Isla hacer quo salgan los buques do esto co-
mercio, quo so hallan allí dolc-nulos.
I'ín cuanto á (ropas du linca disponibles para salir sobre el enemigo,
es Inn escaso id número, &$$"i|Uo contando con la Division del General
Palacios quo por dimisión que ha hecho, la manda el General .Bermúdez, y
que no asciendo á 2f>() soldados, apenas podremos poner 011 movimiento
1,000 hombres, dejando enteramente desguarnecida de tropa veterana la
plaza, y expuesta en consecuencia á cualquier golpe de mttno.^ES
JJstc pueden darlo con tanta más facilidad, cuanto á quo son muy
débiles aún las fuerzas sutiles nuestras (pie cubren la bahía, y tan supe-
riores las del enemigo, como que á más de las que trajo do Europa, ha
encontrado todas las que se perdieron del Magdalena quo pueden condu-
cir muy bien á íiii'-s de esto mes por el Dique.
Nuestros pueblos del interior están en una entera y absoluta inco-
municación, y no podemos comunicarnos ni aun por espías, pues U. S.
conoce muy bien que este servicio oxpuesfísiino, 110 tieno otro cebo quo
Ja recompensa pecuniaria, y nosotros estamos tan infelices que solo pro-
mesas obtendrán los que se presten á este servicio interesante.
HtS aquí la situación de la plaza, y Ü. S. puede suponer cuál será la
mía al verme dirigiendo la defensa de ella, con una población inmensa,
pobro y careciendo de los primeros elementos para resistir un enemigo
poderosa que tiene ya establecida perfectamente su línea do circunvala-
ción; y la do contravalacion parece quo no la juzga necesaria, ya sea
porque no pienso batir la plaza, ya porque aguardo otra estación más
favorable para establecer sus aproches y batirnos de cerca. Gomo do an-
temano tengo salvada mi responsabilidad por repetidas veces, excuso ha-
cerlo ahora nuevamente, y convencido hasta la evidencia de que perdida
esta plaza queda amenazada ó casi destruida la libertad do la Nueva
Gr.mada, estoy bien resuolto á llevar la defensa hasta la obstinación : ai
la suerte nos hiciere sucumbir al enemigo, 6erá dejando el honor do las
9
130 DOOUMENTOS PARA LA HISTORIA

armas republicanas ileso, aunque se derrame toda la sangre de los defense


res de esta ilustre capital.
XJ. Sr so servirá elevar al conocimiento do S. E. el Gobierno gene-
ral, la exposición que llevo hecha, para que en consecuencia, y con la
energía y republicanismo que le caracterizan, tomo las providencias ne-
cesarias para que obrando alguna fuerte Division á la retaguardia del
enemigo con la mayor celeridad, nos proporciono la entrada de algun
convoy do víveres á la plaza, levanto y reanime los pueblos, y nos intro-
duzca socorros pecuniarios de que tanto carecemos.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cuartel general do Cartagena, 7 do Septiembre de 1815.
MANUEL DEL CASTILLO,
Scííor Secretario del Gobierno generní.
Imprenta, del Jájéreito expedicionario.

BOLETÍN NUMERO 13.

EJ1ÍRCITO EXPEDICIONARIO.

Cuartel general de " Torrecilla," 22 de Octubre de 1815.


Copia dol oficio que el Prosbítoro, Comisionado del Gobierno do
Santa Fe, dirigió al Secretario del mismo, interceptado por nuestras
tropas.
En 5 do Agosto manifesté á V. E. la llegada de la Expedición con-
tra esta pinza, á la do Santa Marta. En efecto, el 16 se avistaron los bu-
ques enemigos cuando Morales ocupaba ya los pueblos de la Provincia.
En el dia estamos perfectamente bloqueados. Los enemigos lian ocupa-
do una línea por tierra desde Puntacanoa hasta Pasacaballos, y apostado
nueve barcos on el golfete de Burxí, quedando los demás en la ensenada
do Puntacanoa : es moralmcnte imposible quo puedan entrar víveres. El
ciudadano José María Portocarrero va encargado do manifestar á V. E.
los pormenores do nuestra situación y do pedir los socorros que se nece-
sitan y que no creo conveniente individualizar por los riesgos en que nos
hallamos. Espero que esta diligencia producirá los efectos más saludables;
quedando V. E.'persuadidoque esta plaza no podrá rendirse sino por
hambre, y quo no se hará sino cuando lodos sus habitantes hayan perdido
el último aliento. Sírvase V. E. comunicar esta novedad al Gobierno ge-
neral, porque la estrechez no me permite hacerlo en derechura.
Dios guardo á V. E. muchos nfios.
Cartagona, 6 de Septicmbro do 1S15.
-JUAN MARIMON, Comisionado del Gobierno general,
Excelentffihno Deiíor Gobernador de la Provincia de Antioquia.

Jmjireuln del Ejército expcdicioixiriv.


ÜE LA PROVINCIÀ Í>E CARTAGENA. 131

CCZJLXlè
S » S T I C Ï O K T del Cadete Don J. L. de Medina, para que se le Coloque de
Oficial. (')

SnSoit CUMIAS cr.Knu.vL EX JEKE.


Excelentísimo sonor:—Don José Leandro de Medina y Urrntifi, On^
dele del regimiento infantería do Mayorca, agregado á la compañía del
Jliolim-h'L id: In Division del campo volante, que se halla do guarnición.
en esta Villa, hace presente á V. B., con el mayor respeto y sumisión
que lo es debida:—Que ha sirve á S. M. <:n la clase que se halla, once aílos,
teniendo el honor do haber sido uno de los que entraron en dicha Villa
i·l áü d»« Abril último, do cuyo asalto quedó ésta por las armas do nues-
tro Soberano cl .señor Don Fernando v i l (quo Dios guarde), siendo el
Comandante ile laila la Division, el Capitán Don Ignacio de la Rus;
igualmente en la tuina de Mugaugnd cl 0 tic Mayo, tuvo también ol ho*
nor «lo hallar*» en ella, y sufrir como lodos los demás seis horas de com-
bato, ci i ouya aiviuii tuvimos algunas desgracias, y entro ellas la fatal do
(lili: hiriesen i*n un muslo lo? enemigos á nuestro Comandante La Rus:
do que sin embargo de ello, quedó siempre la acción por nosotros, salien-
do los enemigos derrotados: que después de todo esto, se quedó allí con
liii buque ilc guerra en compañía de otro, haciendo do Comandante del
uno, y del otro el Subteniente Don Andres Fortiuh, con veinte y seis solda-
dos, lodo por disposición dol Comandante La Rus; habiéndose retirado
al dia siguiente la demás tropa para esta Villa: quo al mes do estar allí
apostados, nos combatimos el dia fi de Jimio, como obra do tres horas en
el pueblo de S<m Sebastian, con los insurgentes do Caracas, tropas quo
dejó ol iiiíeuo Bolívar en el Pié de la Popa, que venian con ánimo deli-
berado de posesionarse de aquel punto, en cuya acción murió el Tenicu-
le Don Cayetano Fernández; y aun á pesar do esta desgracia, nunca pu-
dieron posesionarse dol sitio: que ol dia 11 del mismo (Junio) se comba-
lió laminen en compañía de siete buques más de guerra, con dichos
enemigos, en el paraje nombrado El Retiro, como dos horas y média, en
(orminos do hacerlos algun daño y ponerlos en estado do retirarse; mas
como fué la orden del Teniente Coronel Don Onol'rc do la Rosa, Coman-
dante quo era entonces de o t a Villa, para que todos los buques se reple-
gasen aquí, con orden de que el mió se quedase apostado en la boca do
'/'iimloii, Iiivieron dichos enemigos el paso franco para posesionarse do
aquel punto: que al mes, poco más ó menos, de hallarse éstos en Magan-
giu{, se combatió también con ellos, en union de dos buques más ol 17 do
Julio en (d paraje nombrado Ynii, donde toman una trinchera para
res guardarse de nuestro fuego ; y sin embargo do ello no dejamos
de hacerlos algun daño : quo despues quo se retiraron dichos enemi-
gos del punto que guarnecían, temiendo nuestras fuerzas, estuvo allí
apostado algunos dias con dos buques más hasta quo fué su relevo, :í
causa <le hacerse muchísima agua el buquo, y era necesario quo viniese
Se iuserta esta petición por ln velación que en lince cu olla de varios hechos de
armas, que al historiador conviene conocer.—(N. del E.)
ÏÔ2 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

aquí para su reparo. Asimismo haco prosente á V. E. no haber podido1


Iiíiáta aquí incorporarse en su cuerpo, por los atrasos que ha padecido y
padece su casa ocho afios hace; y últimamente la muerte do su padre, el
Brigadier Don José do Medina Galindo, Gobernador quo fué de la Pro--
vincia de lliohacha, por cuya causa no ha sido ascendido en su regimicn--
to; pero como el buen militar en todas partes sirvo á S. M., dosooso el
suplicante do verse mejor empleado en honor de las armas del Rey, feli-
cidad de la Patria y pública tranquilidad, como lo exigo su propio amor
y lealtad, se presentó voluntariamente para seguir con la tropa quo salió
ílcl Rio/uicha, al mando del Teniente del regimiento " Fijo de Cartagena
do Indias" Don Manuel de Medina, hasta verse á las órdenes del Capitán
Don Ignacio de la Rus, que se hallaba en Chiriffuanú, con cuyo motivo-
tiene la gloria de haberse hallado en las cinco acciones de guerra que
lleva manifestadas á,V. 15. Por todo lo cual suplica á ¡a alta comprensión-
de V. E., se digne por un efecto de su notoria benignidad, conferirlo el
despacho do Oficial en uno do los cuerpos que han de reformarse, me-
dianto las facultades quo le son conferidas á V. E. do la Real piedad!
de S. M. y demás méritos que lleva expuestos y tieno contraidos el su-
plicante, que es justicia que implora un verdadero vasallo do la acredita--
da justificación do V. E .
Mompox, Septiembre 30 do 1815.
Excelentísimo sefior.
Josi?. LEANDRO DE M E D I N A .

Señor Capitán general: Por la misma razón que dirigid U. S. con fe-"
cha 23 del quo cursa la solicitud de Don Francisco Virues, que iba encabe-
zada para el Excelentísimo señor Don Pablo Morillo; fundándome en esto-
mismo, paso á manos de U. S. ésta quo forma el Cadete Don J . Leandro
de Medina, para dicho señor Excelentísimo, pidiéndole lo coloque do Ofi--
cial, á lo que lo considero acreedor por su antigüedad, buena conducta y
desempeño que ha tenido.
Santa Marta, Ocfcubro 21- do 1815.
MANUEI, ZEQUEIRA,-

SSíïSii'üiïíEÍJTEàS del Ejército expedicionario sitiador de la plaza de-


Cartagena.

BOLETÍN NÚMERO U.
EJÉRCITO EXPEDICIONARIO.

Guarid general de Torrecilla, 29 de Octubre de 1815.

El Excelentísimo señor General on jefo del Ejército acaba do roci"


bir el parto siguiente ;
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 133

ExCELESTÍSIMO SEÍvOlt :

Tengo el honor de ofrecer á V. E. las llaves do Antiácida y el Bei-


iio coya subsistencia dependía de este punto de JSTccM,q\\cá las cinco do
•esta maltona contra doscientos defensores suyos, ha sido ocupado por
mis valientes tropas, tomándolo con su artillería, cuyos fuegos se des-
preciaron á la bayoneta.
Son las siete de la mañana: el fuego sigue en los montos y vios,
persiguiendo en dispersion' á los rebeldes, y están en mi poder die/, y
siete prisioneros, dos oficiales venezolanos, el uno gravemente herido, y
veinte y dos muertos, incluso el Comandante Camacho, que incendió el
sitio de Majagual después de haberlo saqueado : también tengo la arii-
llcría, compuesta de dos cañones de á 4 y dos pedreros, en el mejor es-
tado de servicio.
Ka cuanto en este momento puedo decir á 'V. E. para su satisfac-
ción, hasta mañana que pueda dar el parle circunstanciado.
Dios guarde á V. 13. muchos años.
Cuartel general en Neehí, 20 de Octubre do 1S15—Excelentísimo
Señor,.
VICENTE SÁNCHEZ LIMA.

Excelentísimo Ecfior Con Pablo Morillo.

Igualmente avisa el Brigadier Don Pedro de Porras al Excelentísi-


mo señor General en jefe, haber entrado con su Division Yolanto en la
•ciudad do Simi tí.
Imprenta del Ejercito expedicionario.

BOLETÍN NÚMERO 2.5.

EJIÎHCITO EXPEDICIONARIO.

Cuartel general de 'Torrecilla, 1.° de Jiïovicmbrc de 1S15.


En oficio de 2d último, dice desdo la boca doNechí el Capitán Don
Vicente Sánchez Lima al Excelentísimo señor General en jefe, lo que
sigue :
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :

_ Desde San Benito dije á V. E. en 10 del actual, que de JSTecM habían


bajado ochenta rebeldes hasta Majagual, incendiando y cometiendo toda
clase de delitos, por cuya razón envié para socorrer este pueblo la única
fuerza disponible que tenia de 62 hombres, al mando del Teniente de la
"Albuera" Don Pedro Mateos, ú quien di mis instrucciones : avisé á V.
E. desde Gegua su retirada, y que me ponia on marcha para atacarlos en
AecM el 21 al amanecer. Supo que su fuerza consistía en 200 hombres
Í34 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

con algunas piezas do artillería y buques armados, cerradas las avenidas


y prontos en el puerto para en caso necesario escapar á Zaragoza*
Me pareció oportuno explorar sus ánimos ofreciéndoles indulto ú
nombre do V. E, cuyas proclamas les envió para evitar la efusión de
sangre, y el Párroco de Neehí, Don Pedro Quesada, á quien comuniqué
estos mis sentimientos, se encargó personalmente de hacerlos saber á lus
rebeldes 3' avisarme el éxito do su comisión. Mas como desde el Ib' que
salió con esto fin, hasta el 19 no hubiese recibido noticia alguna, continué
mi marcha hasta el punto de desembarco, á dos leguas de la población,
verificándolo felizmente á las dos de la mañana. Ordené al Comandante
de las fuerzas sutiles, Don José Guerrero, ocupase á toda costa la boca
del Nech{ty la sostuviese en tanto yo seguia á tomar el pueblo. El cami-
no, que es único, no permitía más formación que una hilera continuada,
interrumpida por la multitud do troncos y barrizales ; se distribuyó com-
pleta ración do aguardiente, y destaqué ocho hombres á las órdenes del
Cadete de Granada Don Manuel Lerva, que pretendió el servicio más
expuesto, para que se adelantase en guerrilla : continuando el resto do
la fuerza hasta que oyendo las cajas enemigas, y dos cañonazos, que nos
parecieron anuncio do embarque, echamos al trote, atropellando por los
obstáculos}'bosques que conducían ni pueblo. El Oacleto Lerva se apo-
deró con su guerrilla do la artillería á las voces do " viva el lley, " y co-
rrespondiendo á ellas todos los demás, atacaron á la bayoneta la infante-
ría y húsares desmontados, á la gavilla rebelde que so puso en fuga.
Era el romper dol dia y todo estaba en nuestro poder, el pueblo, la arti-
llería, boca del rio y buques, sin haber tenido pérdida alguna on la ven-
tajosa posición que ocupamos, ni otra desgracia que un soldado contuso ;
advirtiendo que esta canalla so jactaba con el vecindario que habíamos
de quedar en su poder.
Hemos eojido el traidor Comandante general del punto, Pedro Yi-
llapol, venezolano, hijo de otro que llamaban General, bien conocido por
sus delitos ; su soguudo Camacho, famoso ladrón é incendiario do Maja-
gual, herido el Comaudante de artillería José Ignacio Bula, y prisioneros
con otros Oficiales hasta noventa y dos, además do cuarenta muertos :
dos cañones de á d con sus cureñas nuevas cu completo servicio, dos
ennoas con dos pedreros, otra que se echó á pique, 10 embarcaciones,
78 fusiles, 7 lanzas, •:(• cajones de municiones y dos cajas do guerra :
efectos quo so han hallado hasta hoy.
Entro los prisioneros se ha cogido por José María Moreno, zambo
do Ayapcl, al infame asesino negro llamado Isidro do la Cuesta, á quien
por esta acción he (lado las gracias á nombro de V. E. y gratificado con
ocho posos.
Quedo fortificando en lo posible este punto interesante, llave do An-
tioquia y Santa Fd, y abriendo camino por tierra para comunicarme con
Ayapcl.
Recomiendo en general á V. E. la bizarría é intrepidez do la valien-
te oficialidad y tropa de osla columna, y con particularidad al Cadete de
Granada Don Manuel Lerva, á los Sargentos do la "Alblicra," Salvador
Baptista, graduado do primero, al de segunda clase Andres Lara, á los
soldados. Pedro Hernández, Cándido Campos, Yiccnto Asturnino y
Diogo Merino, que tomaron á la bayoneta la batería ; al cazador de Gra-
DE LA l'IlO VINCI A DE CAUTA GENA. 135

«nil» Francisco Oroxco, que dio muerte al artillero en fuga con la mecha
ni- nrino, y a Don Pedro Mateos, Teniente de la "Albuera," que» pidió
«| servicio nias arriesgado ; à fin de que si V. E. los considera dignos
do alguna gracia, les conceda la que juzgue por sus méritos.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Docn de Xcelii, 24 de Octubre do 1815.
Excelentísimo señor.
VICENTE SANCHE/. LIMA.
Esccli·iitlsinio KCiior Don Pnblo Morillo.
Jmprmtu ild Ejcrcllv expedicionario.

CC3US.SV.
¿ S O I V I E T I I V Ï I E N T © do las poblaciones tic la Provincia de Cartagena
ilc Indias, á la obediencia de las autoridades españolas.

1.
Acompaño á U. S. lisia do los pueblos quo hasta la fechaban jurado
al Xlcy nuestro señor, en esta Provincia.
Por lo pruutu dispuse on Proclama do 17 dol pasado, viniesen al
Cuartel general las Justicias,(Juras y dos hombres buenos do los pueblos,
á renovar el (pío ya habían hecho á S. M., mandando á los Alcaldes con-
tinuar en sus encargos hasta nueva orden. Instruido U. S. de la eircular
de (5 del corriente, verá lo que sea do añadirse ó quitarse sobre los parti-
culares á que so contrae.
Se me han presentado algunas querellas particulares sobre ventas
hechas por algunos. «Jetes militares rebeldes, de bienes pertenecientes á per-
siinas tpio dicen «or fieles y quu han sido perseguidas por' esta causa: Por
ahora he dea otado á ellas, que no siendo dichas solicitudes del momen-
to, se reserven p.-ir¡i >u oportunidad. ICsto ha sido con concepto á que no
estando I.'. S. à mi lado, ni podia recargarme de estos asuntos, ni resol-
verlos por providencias parciales, cuando quizás para rescindir dichas
venias, ó hacer sobro ellas la declaratoria que corresponda, era necesario
\\i\ juicio formal. .Sin embargo, pronto.á seguir lo que sea mejor ó con-
venga á la administración de justicia, desearía una regla fija, justa y aco-
modada á las circunstancias.
También la desearía para las distintas clases de individuos cuya con-
ducta, variando en circunstancias, es preciso tenerlas en diverso concepto;
unos (pie hasta estos precisos momentos han permanecido al servicio do
los gobiernos revolucionarios, se han retirado á la vista de las tropas del
Hoy, pero no se atreven á presentarse; y otros quo habiendo estado ocupa-
dos en el propio servicio por algun tiempo, se mantienen ahora on un
estado pasivo, sin ocultarse, agregando á éstos los que expresa la orden
circular. Para todos quisiera, como he indicado, una regla de proceder,
pues aunque conviene disimular con algunos, os por otro lado preciso so
hagan algunos ejemplares con otros.
136 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Hay asimismo veos de delitos quo exigen castigarse instantáneatnen-


io y sobro los propios lugares en que los cometieron, para que produzca
efecto el escarmiento: £25°talr:s son los incendiarios que van apareciendo,
de los puoblos destruidos de Tnrhnco, Santa liosa, kc.JiB) El primer expe-
diente ó sumario que se ha (orinado acercado esto, lo pasé al Auditor del
ejercito, y está consultando en algunos.
Acerca de todos estos particulares, y aun acerca de todo aquello que
conceptúe U. S. deba ejecutar en la actual situación de cosas, para el
mejor servicio del Roy, me dará su dictamen, y en especial sobre el or-
den ó giro quo sea más propio dar al Gobierno superior, en caso de quo
la rendición de la plaza de Cartagena tarde más do lo que se esperaba.
Este paso lo habría dado aún, sin la insinuación que me hace U. S. en
el particular, por su oficio de 9 del corriente, la que siempre me ha pH
rocido propia del celo de U. S.
Dios guardo á U. S. muchos años.—Cuartel general en Torrecilla,
á 14 de Septiembre do 1815.
FRANCISCO DE MONTALVO,

Señor Subdelegado del Superior Gobierno, Don Anselmo de Bicrna.—Santa Marta,

LISTA. DE LOS PUEBLOS DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA QUE HAX PRESTADO EL


JURAMENTO DE FIDELIDAD AL REY XUK8TVO SliSoit DON FERNANDO VII.

Truana (Tartana)—Galapa—Usiacurí—Soledad—Pueblo-nuevo—
Turbaco—San Estanislao—Baranoa—Manatí—San Benito—Malambo—
Sabana-grande—Villanueva—Sabana-larga—Aguada do Paula—Santo
Tomas—Candelaria—San Cayetano—Real do Ja Cruz (Campo do la Cruz).
-,—Barranca del Rey (Barranca)—Barranca vieja—San Juan üSTepomuee-
no— San Jacinto—Arjona—Mahates—Santa Catalina—Santa Rosa—
Tetón—Barranquilla.
No van puestos por orden geográfico, sino según so han ido preson-
tando á jurar, las Justicias y Curas. Tampoco se ponen los pueblos do la
linea que siguo el Brigadier Porras, y tal vez pueden haber prestado a la
fecha el mismo juramento, do lo que no se han recibido todavía los partes,
Torrecilla, 14 do Septiembre de 1815.
J o s é MARÍA RAMÍREZ;.

II.
EXCELENTÍSIMO r.r.Ñon:

Paso á las manos do V. E. las acias do Jos pueblos de Majagual,


Ayapel, Achí, Algarrobo, Tiquicio, Càceres y Palmarilo, que han jurado
fidelidad al Roy, para conocimiento de ~V. E. Las de la 'Villa do San
Benito (Abad), Caimito, Sahagún y Ciénaga de oro, las mandé hace dias
al Comandante general de la Division volante, Don Pedro Ruiz do
Porras.

Dios guarde á V. E. muchos años—Majagual, Noviembre 10 do


1815-r-VioiîNTB SÁNOHEZ LIMA—Excelentísimo señor Capitán general
del Reino, Don Francisco de Montalvo.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 137

MAJAGUAL.

En ol sitio do Majagual, á diez y siete días del mes de Octubre de


mil ochocientos quince, á consecuencia del bando publicado cl dia de ayer
Y precediendo la citación de todos los vecinos de el, y oficio nuo se pasó
al señor Cura Vicario, para celebrarse en este dia la misa solemne y Te
Drum, se procedió al juramento de fidelidad al Bey nuestro señor Don
Fernando VII en la forma .siguiente: reunidos los Alcaldes y Regidores,
pasaron á la posada del señor Comandante Don Vicente Sánchez do
Lima, quien incorporado con lodos los Oficiales de la guarnición y este
Cabildo, los Curas de este sitio, el del Achi y Villa de Ayapel, pasaron al
templo, y para mayor solemnidad asistió parte do la tropa, y se apostaron
en frente do. la plaza dos buques de guerra, y habiéndose cantado una
misa solemne con nuestro Amo y Señor Sacramentado patente, se pro-
cedió al juramento en la forma, siguiente: estando en la puerta do la
iglesia una mesa con un Santo Cristo y los Santos Evangelios, el Capitán
Don José Cuerroro le recibió el juramento al Alcalde ordinario de primer
voto, Don Estanislao Vuelia Lorenzana, en esta forma: " J u r a usted á
" Dios Nuestro Señor y á los Santos Evangelios quo toca con su mano,
" tic defender la religion católica, apostólica, romana, como la x'mica
" verdadera, y do reconocer por Rey de España y do las Indias, ¡i nucs-r
" tro señor Don Fernando VII, y de obedecer todas las órdenes y leyes
" oslabloeidas por él y por sus antecesores y sucesores ? " A que contes-
tó: " Sí juro y prometo." A (pie replicó dicho Capitán Guerrero: " S i
así lo hicierodes, Dios os ayudo, y si nó, os lo demande." Luego en se-
guida dicho Alcalde Lorenza»» Jo recibió el mismo juramento al otro
Alcalde y llegidores, y después á todo el pueblo, el que, concluido osto
neto, prornmpió en vivas y aclamaciones, y la tropa y buques hicieron
salva; y en aclo continuo se oantó el Ta J)cum laudmmis en acción do
gracias al Todopoderoso por tan feliz suceso. Con lo cual se concluyó
esfa acta (pie firman los señorrs Alcaldes ordinarios y Regidores, por
nulo nosotros los testigos de actuación, por falta de escribano.

Estanislao Vuelta — Manuel Vergel — Pedro Ignacio Cortina —


Vicente Canci—Manuel Muñoz,

AYAPEL.

En esta Villa de San Gerónimo do Ayapel, á los treinta dias del


mes de Septiembre do mil ochocientos quince. Nos los Alcaldes pedáneos
y testigos con quienes procedemos á formar esta acta, en virtud do lo
prevenido en el oficio del señor Comandante político y militar, Don
Podro María de la Torre, ahora que serán como las siete de la mañana
do esto dia, habiéndonos juntado en la casa del señor Cura, se hizo tocar
la caja de guerra, para venir los vecinos de osto pueblo, y reunidos que
fueron .todos, sin exceptuar alguno, salimos de la casa del referido señor
Cara Rector, Don Gervasio del Toro, y con la pompa debida, entregada
que fué la bandera de nuestro católico monarca el señor Don Fernando
V I I (que Dios guarde), al señor Comandante do las fuerzas sutiles do
138 DOCUMENTOS PA «A LA HISTORIA

osto punto, Don Antonio Percira, quien en medio de Nos el Presbítero


Don Gervasio del Toro, Don Manuel Guillermo Benítez, Don Francisco
Borja Benítez y Don Tomas Antonio Aguado, siendo detrás Juan Evan-
gelista Zambrano, á quien se encargó para (pie fuese de Comandante en
Ja guardia (pie dobia ir para guardar el respeto debido en esto acto tan
severo; y lecho quo lue, nos encaminamos hacia la plaza de osla sania
iglesia parroquial, y hecho un cuadro con todos los vecinos, y puestos en
el orden debido y yo Don José María Benítez levanté la voz alla y bien
inteligible, y dije : " Nobles aya peíanos; ya (pie hemos tenido la dicha
de reclamar nuestro legitimo soberano, y de volver á ratificar nuestro
antiguo juramento, ¿jurais ser leales vasallos del señor Don Fernando
V I I , (pío Dios guarde, y de sostener con vuestras vidas y haciendas el
imperio de su corona?—"Si juramos,'' y repitiendo de nuevo: "¿Os
prometéis defender y empefiar todos vuestros esfuerzos y derramar la
última gota do sangre, antes que entregaros á otro cualquier Gobierno?"
Respondieron todos en ánimo y conformidad: " S í nos prometemos." Y
en su consecuencia me pasé al lado derecho del cuadro dicho, y volviendo
á levantar la voz con la misma animosidad, exploré diciendo: " Villa do
Ayapel; por nuestro católico soberano el señor Don Fernando V I I , que
Dios guarde; viva, viva!" Respondieron todos: " q u o viva." A cuyo
momento cnarbolando la bandera y batiéndola, seguimos á la otra esqui-
na del nominado cuadro, y volviendo á referir: "Villa do Ayapol; por
nuestro católico soberano el señor Don Fernando V I I , que Dios guarde;
viva, viva ! " Respondieron todos, " que viva ! " A cuyo instante ha-
ciendo el señor Cura muchas glorias do tan grande dicha, y para com-
pletar su regocijo con los vivares y demás aplausos en este acto, metiendo
Ja mano en el bolsillo, regando algun dinero, dijo: " viva nuestro católi-
co monarca el señor Don Fernando V I I , " y de esta suerte fueron alter-
nando los demás circunstantes antes nominados, y hechas quo fueron las
descargas do tierra y agua en este acto, seguimos á la santa iglesia, en
donde se cantó misa solemne con nuestro Amo patente, Te J.hum y
demás requisitos á ella necesarios; siendo concluidos con el mismo júbilo
y alegría, nos regresamos á la casa del señor Cura, y siendo ahí con el
mismo obsequio, se dio por concluido este acto tan deseado, siguiendo in-
mediatamente las fiestas de toros &c. Y para que así pueda constar, fir-
mamos la presente Nos los antedichos Alcaldes, señor Comandante y
demás testigos que en este acto suscriben.

José María Benitas—José Joar/uin Jthtiz—Antonio Percira—Tomas


Antonia Aovado—Francisco Borja Bénites—Manuel Guillermo Beniles—
Juan Jûcani/ellala Zambrano—Leandro Fernandez—Francisco Muñoz—
José Candido Tarifa—Mariano Cerra —Justo .Pastor Surmai/—Juan
Crisoslomo Riccra—Eslevan Troncoso—José Conrado Fariayan—Tomas
Troncoso—Jote Joaquin Heniles.

ACHÍ.

Los Alcaldes pedáneos de este sitio del señor San José del Achí y
su jurisdicción, &."
Certificamos : quo habiendo regresado á osle dicho sitio el señor
DE LA rnOVlKClA DE CARTAGENA. 139

Cura y Vicario do él, Don Pudra Pascasiode Quesada, In noche del vein-
fa y uno del corriente, del do Nechí, donde se hallaba en asuntos del real
servicio, procedimos en su asocio á tirar las respectivas providencias á
fin de citar la mayor parte de este vecindario cjuc habita en sus labran-
zas, para que se congregasen en su parroquia la mafiana de esto dia. Y
habiéndolo así ejecutado con la mayor solemnidad que se pudo propor-
cionar, después do cantada la misa con el Te Denta, con la Majestad
divina manifiesta, prestamos en manos de dicho sonor Cura el juramento
de fidelidad á nuestro augusto Soberano, y da sostener In religion
cristiana, como única y verdadera; y el pueblo, con crecida demostración
di; alegría, repitió lo mismo, con aclamación de nuestro católico monarca.
Y par;?que consto y dar cuenta al señor Teniente Coronel de los Reales
ejercito*, Capitán île la primera compañía húsares de Fernando V I I , y
Comandante de la primera sección de la Division volante dol Ejército
expedicionario real, ponemos la presente, que (inmunos eon el citado se-
ñor Cura, en este pliego de papel común, por no haberlo sellado, en el
Achí, á veinte y 1res días del mes de Octubre de mil ochocientos quince
años.

I'cdro Vascasio de Qitemdu.—José de los Sanios Villamü.—Narciso


Pcre:.
ALGARROBO.
En osle sitio del señor San Antonio de Pad na del Algarrobo, en
veinte y dos tlias del mes do Octubre de esto año do mil ochocientos quin-
ce, á consecuencia do Jas órdenes que se nos comunicaron por los señores
Alcaldes ordinarios del sitio do Majagual, con oficio diez y nueve del
corriente, precediendo el requerimiento por oficio do fecha de hoy al
señor Cura Vicario y demás vecinos de esle sitio, procedimos á hacer el
juramento de fidelidad á nuestro católico Monarca el señor Don Fernan-
do V i l , en la forma siguiente :
Reunidos los vecinos con el Procurador Pablo José Ornar, por ha.
liarse los Aleadle* ausentes, pasamos á la casa del señor Cura, de dondo
nos trasladadlo.-, á la santa iglesia, y se celebró una misa solemne con Te
.Ocitm, la «pie concluida, estando á la puerta de la santa iglesia una mesa
eon un Santo Cristo y los Santos Evangelios, el señor Cura Vicario reci-
bió juramento de fidelidad al Procurador, el 'cual juramento so hizo en
esta forma: i : ¿ Jura usted por Dios nuestro Señor y los Santos Evangelios
quo loca con sus manos do defender la religion católica, apostólica, ro-
mana, como la única y verdadera, y do reconocer al señor Don Fernan-
do VII por legítimo Rey de España y de las Indias, y de obedecer todas
las leyes y órdenes por él establecidas, por sus antecesores y sucesores ?"
" Sí juro y prometo." Y este misino juramento hizo el pueblo en manos
del Señor Procurador, á quo replicó ol dicho Procurador : " si así lo hi-
cieredes, Dios os ayude, y si no os lo demando," á quo se contestó: Amen.
Y este mismo juramento prestó el Cura Vicario en manos dol señor Pro-
rador. Con lo cual se concluyó esta acta, que firmamos los señores Pro-
curador y Cura, y demás vecinos que saben hacerlo.

Josc Manuel Uribc—Pablo José Ornar—José Adriano Pcrcz—Mo-


140 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

desto Legxda—Ramon Monro—Diego de Dictorica y Sierra—Andres Ar~


gttmosa—Luis Antonio Uribe—Candelario Trillos—Gregorio Rosado—
Jose Ignacio Garcia,

TIQUICIO.

En la parroquia de San Juan Evangelista de Tiquicioá veinte y cua-


tro de Octubro de mil ochocientos quince, yo el Alcalde Pedro Blas Vides
y la Municipalidad de él, con motivo do haber recibido el día veinte á las
nueve de la noche un oficio del señor Procurador del Algarrobo, Pablo
José Omar, en que nie incluye otro de los señores Alcaldes ordinarios do
Majagual, Don Estanislao Vuelta Lorcnzana y Don Manuel Vergel, con
fecha diez y nueve, mandándome una orden circular que contenia onco
capítulos de los cuides en ninguno de ellos están comprendidos los veci-
nos y moradores de él, porque en el noveno que podían hallarse por lo
tocante á diezmos, bien notorio es que hace muchos años que es Don Juan
Bautista Bueno diozmero de toda esta jurisdicción ; y caso de que en los
indicados capítulos esté comprendido alguno, por algun delato que se me
dé, haré loque se me ordena, é inmediatamente daré cuenta. Y otra or-
den del señor Teniente Coronel Don Vicente Sánchez de Lima, quo
igualmente contenia cinco, de los cuales en el 3.°, <l.° y ó.°, corre igual
razón que en la circular 5 y á efecto de que se cumpla el 1.° y 2.° capí-
tulo, hice comparecer en esto dia á todos los habitantes 3' moradores do
él, quienes después do haber oido la misa solemne que se le dijo A. Nues-
tro Amo y Señor Sacramentado con el Te Deum laudamvs y preces con
sus oraciones que previene el ritual romano, en acción do gracias por la
victoria de las tropas do nuestro católico Monarca, Don Fernando V I I :
se me tomó por el señor Cura ecónomo el juramento de fidelidad á nues-
tro Soberano, y de reconocerlo por legítimo señor do la España é Indias
y de defender la religion católica, cuyo acto concluido, se lo tomé en
igual modo al Procurador Juan Evangelista Rumos y al personero Ber-
nardo Gutiérrez ; y después lo verifiqué con cada individuo en particu-
lar de ambos sexos y á todos los que se hallaron presentes ; habiéndolo
hecho todo esto, estando el Santísimo Cristo presente, cuyo acto conclui-
do se rematé con muchas aclamaciones do regocijo y vivas por tan feliz
suceso, habiendo mandado que se iluminasen las calles por tres dias se-
guidos, y quo tuviesen todo género de alegrías. Y en prueba de ello lo
firmo con el señor Cura y miembros do este Ayuntamiento, con mis tes-
tigos de actuación.

Illas Vides—Bartolomé de Barzcna y Tafur—Bernardo Gutiérrez,


personero — Juun .Emingnlista Ramos, Procurador. — Testigo, Juan
Luna—Testigo, Segundo Velasquez.

CACERES.

En esta ciudad de Santa María Magdalena do Càceres cu cuatro


dias del mes do Noviembre del año de mil ochocientos quince, en virtud
de requerimiento del señor Don Vicente Sánchez de Lima, Tcniento Co-
ronel de los ltealcs ejércitos, Comandante de la Expedición do la colum-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. Ui
ïia volante, vanguardia del ejército Real del seííor Don Fernando V I Ï ,
Key do España y do las Indias, comandado por el Excelentísimo señor
¡Don Pablo Morillo,Teniente General do los Reales ejércitos y Capitán ge-
neral del ejercito y armada Heal de la reconquista de este Nuevo Reino
de Granada, y también Capitán general de 'Venezuela. Yo .Don Pedro
Cliarneea, Alcalde ordinario do esta misma ciudad, y en ella Administra-
dor do la Ileal Hacienda, proveí y mande que tercera ve/, se jure vasalla-
je, fidelidad y obediencia al referido señor Don Fernando V I I , por mí, à
mi nombre y"á nombre ele lodo el vecindario, cuyos poderos están resu-
midos en mi persona, por superiores disposiciones, por taita de Cabildo.
Y para rpm oí acto se haga con la solemnidad posible, se pasará por mí re-
cado político al señor Cura Vicario, Don Miguel Salgado Duran, para que"
después de babor celebrado misa solemne, para mayor acierto de tan
plausible función asíala personalmente en la sala de mi casa á presenciar'
esto juramento; invitando las personas decentes que se hallan en el lu-
gar, por papeletas para la ini-mia solemnidad y al demás pueblo por me-
dio de los cabos ib: justicia. Y también al Comandanlo de la comisión'
para mu» concurra con su tropa; y concluido so publique, también en las
plazas v lugares más públicos de osla dicha ciudad, y lecbo saqúese tes-
timonio para satisfacción del referido señor Comandanlo: para que consto"
lo firmo con lesligus por no babor escribano.—•-Pedro Charneca.
En el mismo día pasé personalmente á la casa morada del señor"
Cura Vicario Don Miguel Salgado Duran, y le impuso del auto que an-
tecede, y ofreció ejecutar con el mayor regocijo todo cuanto so lo pedia,
y para quo conste lo firmo.— Clmnirca.
ISn el mismo din pasé papeletas á las personas visibles do la misma
ciudad, y orden á los cabos de justicia, para quo citasen á todo ol pueblo
á esta función; para que conste lo firmo.— Charncaa.
Inmediatamente di la orden correspondiente en su persona para es-
ta diligencia al Comandante de esta comisión, José María Moreno; y pa-
ra que conste lo firmo.—Chnriwcu.
A consecuencia, en el dia cinco del mismo mes de Noviembre, el se-
ñor Cura Vicario, Dolí Miguel .Salgado Duran, celebró misa solemne en
la iglesia parroquial, con asistencia de las Justicias y pueblo; y habiendo
hecho una plática enérgica, persuadiendo á la obediencia y fidelidad debida
al señor Don (.''ornando Vi £ como nuestro Rey legítimo y do todos lo9
dominios de España y de las Indias; reunido después el pueblo en la salado
mi casa con asistencia del dicho señor Cura, dijo este on vo/. clara, tocándo-
se el pecho y la corona: "juro bajo de la palabra de sacerdote, obedien-
cia, vasallajcy fidelidad al señor Don Fernando VII, Rey de España y do
las Indias."
Seguidamente en manos do dicho señor Cura, teniendo presento una
imagen de Cristo crucificado; yo Don Pedro Charncca, Alcalde ordinario
de esta dicha ciudad, hice juramento en esta forma; ''juro por Dios
nuestro Señor y esta imágeii do Cristo crucificado, vasallaje, fidelidad y
obediencia al señor Don Fernando VII, Rey de España y de las Indias."
Del mismo modo y en la misma forma juraron el Procurador ge-
neral Andres de los Santos y el Comandante de la comisión armada José
María Moreno. Y el pueblo todo juró en común la misma causa con rela-
ción á la forma de juramento que nosotros lucimos en su presencia: se
U2 DOCUMENTOS PAIIA LA IÍIST01UA

hizo salva con la fusilería, y dijeron á gritos con grande júbilo y alegría;
¡ viva el Roy Don Fernando V I I ! Con lo que se concluyo esta diligencia,
que firmamos con los que del pueblo saben escribir.
Pedro Charneca.—Miguel Salgado Duran.—Andres de los Sanios.—
A ruego de José Maria Moreno, por no saber escribir, Pedro Charneca.—
Lucas Bcltruz.—Ramon Ballestero*.—Jote Antonio Zamora.—Santiago
Ancho.—José Hilario Espinosa.—Domingo José Escórela.—Manuel Pi-
mienta.
PALMAÏUTO.

En la parroquia do San Cayetano dcPalmarito ¡í voiuto y dos de Octu-


bre do mil ochocientos quince, yo el Alcalde pedáneo Miguel Baldovino y
Ja Municipalidad, con motivo (le haber recibido el (lia veinto, á las nuevo
de la noche, un oficio de los señores Alcaldes ordinarios de Majagual, Don
Estanislao Vuelta Lorcnzana y Don Manuel Vergel, con fecha diez y
nueve, mandándome una orden circular que contenia once capítulos, do
los cuales en ninguno de ellos están comprendidos los vecinos y morado-
res de él, porque en el noveno que podían hallarse por lo tocante á diez-
mos, bion notorio es quo hace muchos años quo es Don Juan Bautista
Bueno diezmoro do toda esta jurisdicción 5 y caso do quo en los indica-
dos capítulos este comprendido alguno por algun delato quo so me de,
haré lo quo se me ordena, c inmediatamente daré cuenta; y otra orden
del Teniente Coronel Don Vicente Sánchez do Liuia, quo igualmente
contenia cinco, de los cuales en el 3.°, d-.° y 5.°, corro igual razón quo
cnla circular; y á efecto de quo se cumpla el 1.° y 2.° capítulos, hice
comparecer en esto din á todos los habitantes)' moradores de él, quienes
después do haber oido la misa solemne quo se le dijo á nuestro Amo y
Señor Sacramentado, con el Te Demn laudamns y preces con sus oracio-
nes quo previene el ritual romano, en acción do gracias, por la victoria
délas tropas de nuestro católico Monarca Don Fernando V I I , so me tomó
por el señor Cura ecónomo el juramento do fidelidad á nuestro Sobera-
no y do reconocerlo por legítimo señor de la España é Indias, y dofender
la religion católica, cuyo acto concluido, so lo tomó on igual modo á I03
testigos, y después lo verifiqué con cada individuo en particular do am-
bos soxos, y á todos los que so hallaron presentes, habiéndolo hecho todo
esto estando el Santísimo Cristo presjnte, cuyo acto concluido, so remató
con muchas aclamaciones de regocijo y vivas por tan feliz suceso, ha-
biendo mandado que so iluminasen las calles por tres dias seguidos y quo
tuviesen todo género de alogrías: y en prueba do ello lo firmo con el so-
ñor Cura y testigos de actuación.
.7. Miguel Baldovino.—Diego jglcsias.—Testigo, Sebastian Garri-
do.—Tostigo, Domingo Montesino.—Mateo Valcra.

II.
Número 6.
EXCELENTÍSIMO SEÑOK:

Tengo el honor do remitir á V. E . los documentos numerados des-


do el 1 hasta el 11, sobre los juramentos que han prestado los Alcaldes y
DE LA PROVINCIA DI3 CARTAGENA. 14o

Curas de igual número do pueblos que eu los documentos mismos so ex-


presa. Tengo quo informar á V. E. que las Parroquias do Lorien, San
Nicolas }' Purísima están asistidas solamente por comisionados, por ha-
llarse presos y remitidos dolante de V. IB. los Curas en propiedad. Igual-
mente la Parroquia de Montería está administrada on cl dia por un suje-
to que no podrá continuar su servicio, por proferir en público palabras
indecorosas sobre el estado de Cartagena, las que so le han disimulado
hasta ahora por parecer proceder éstas de falta de juicio. Las adjuntas
sumarias declaraciones, letra A, informarán á V. .ID. sobre el particular.
Así también se halla suspenso el Cura de Sampucs, por una queja formal
que me dieron los Alcaldes y algunos vecinos principales contra él, é in-
terinamente he encargado el servicio de la iglesia á un digno sujeto, se-
gún la fama que tiene, Don Lorenzo José Pineda. Debo advertir á V. E .
que mi todas las sabanas hacen Palia acaso diez ó doco clérigos, si los que
su han prendido no pueden justifiant* su conducta.
Kn los pueblos Ciénaga de Oro, Sahagún é inmediatos no me lio de-
tormiuailoácxigirlosdoeumentos de juramento de Alcaldes y Curas, según
V. K. me prescribe en la instrucción, por haber procedido ol Capitán Don
Vicente Sánchez Liman la confirmación de ellos, dejando en algunos pue-
blos certificados de los actos de jura quo so han celebrado por todo el pue-
blo. No sé si á V. E. habrá remitido los correspondientes documentos.
Dios guardo á Y. E. muchos años.—Lorica, 21 do Octubre de
1815.—JUMAN* IÍAYKII.—Excelentísimo señor D. Francisco dcMontalvo.

lio recibido los once documentos quo con oficio 21 del quo aenbn
mo remite usted, sobre los juramentos de fidelidad ni Rey, prestados por
las Justicias de otros tantos pueblos, la sumaria aceren del Curado Mon-
tería, cuya conducta hará usted observar particularmente, y en caso
quo por su especie de demencia, ó por el alecto que, según el Alcaldo del
mismo pueblo declara, so le nota en algunas conversaciones á favor do la
independencia, se hicien; sospechoso, ó pudiere ser un estorbo para ol
establecimiento do la tranquilidad pública, obediencia al Rey y olvido do
las notedades perjudiciales al bien común, que son las quo se quieren
destruir, suspéndalo usted también, y envíelo aquí, dedonde se lo dará
destino, encargando el curato á otro eclesiástico de su confianza.
lOspero á los do Lorica, San Nicolas y Purísima Concepciou, y ni
de Sampues. No hay el número de sacerdotes que usted mo iusinún;
pero no descuidaré el que á la posible brevedad se escojan algunos, para
enviarlos á los dichos curatos. C2>°Hc mandado dar noticia do esto al
nuevo (iobernador de este Obispado, Doctor Don Juan José Odériz, á
quien he encargado interinamente la Diócesis, y este señor proveerá sobro
ello..,{.Kl
Mo he enterado do lo que me dice usted con respecto á Lima : los
dos procurarán ir de acuerdo al objeto del servicio.
Dios guardo á usted muchos años.
Cuartel general de Torrecilla, Octubre 30 de 1S15.
FRANCISCO DB MONTALVO.
Ui DOCUMENTOS PARA LA IÎISTORIA

COROZAL.

Don Julian Bayor, Capitán del Regimiento de infantería do caza-


dores de Extremadura, Comandante de una do las columnas volantes del
Ejercito oxpedieiouario al mando del Excelentísimo señor General Don.
Pablo Morillo, &c;
En virtud de su comisión hizo comparecer y comparecieron Don
José Luque y Don Basilio Estrada, vecinos de la parroquia del Corozal,-
quienes habiendo sido nombrados por mí en la clase de Alcaldes, exhi-
bieron y juraron en la forma siguiente : " Jurais á Dios y á esta señal
do cruz, guardar y defender el misterio de la Purísima Concepción do
María Santísima, conservar y defender puros é ilesos (y á toda costa,)
los sagrados derechos de la Ileal corona del señor Don Fernando V I I ,
Rey de España y de sus Indias, que no reconoce otro superior en la tie-
rra, conforme uso y costumbre de la monarquía c-mañola, observar sus
reales leyes y órdenes, y prestar sumisión y ejecutar las órdenes legíti-
mas de los Vircyes y domos autoridades que representen su Real per-
sona, perseguir á los malvados que perturbasen ó intentasen perturbar
la tranquilidad pública, administrar exactamente justicia, y cá los pobres
sin derechos ?"
"Igualmente jurais en cumplimiento do vuestro deber, renovar,
nominatiu á los habitantes de vuestra jurisdicción, el juramento do re-
conocimiento al señor Don Fernando V I I v sus sucesoros legítimos en
el T r o n o ? "
" Sí juramos."
" Si así lo hioieredos, Dios os lo premie, y si nó os lo demando etí
au santo Tribunal."
Corozal, diez y nuovo do Soptiombro do mil ochocientos rniinco.

JOSÉ LUQUE.—BASILIO ESTRADA.-

Don Julian Bayer, Capitán del Regimiento do infantería do Cazado-1


res de Extremadura, Comandanta do una de las columnas volantes del
Ejército expedicionario, &c. &c.
En virtud de su comisión hizo comparecer y compareció al Cura pá-
rroco Don Juan do las Mareólos González, do la parroquia del Corozal,
á quien- habiéndole recibido el juramento, lo hizo on la forma
siguiente :
" Jurais á Dios vi verbo sacerdoih, dofender la Purísima Concep-
ción de María Santísima ; sostener á toda costa los derechos do la real
corona del señor Don Fernando VII y sus sucesores (según uso y cos-
tumbre), puros é ilesos ; conservarlos por medio de la predicación evan-
gélica que haréis en todos los dias de precepto al tiempo del ofertorio de
la misa, 3- dar limosna á los verdaderos pobres?"—" Sí juro." " S i
así lo hicieredes, Dios os lo premie, y si no os lo demande en su santo
Tribunal." >
Corozal, ¡i diez y nuovo do Soptiembrc do mil ochociontos quinco.

JUAK DE LAS MERCEDES GONZALEZ.


DiS LA PROVINCIA DK CARTAGENA. Mî>

LORIGA.

Bula parroquia do lior¡eu,á los veinte y siete (lias del mes de Septiem-
bre dol año île mil ochocientos quince, Don Antonio Foininaya, Capitán
de Kjéreilo, con destino en la columna volante sobre las sabanas del Co-
roza!, i·ii virtud de su comisión que por cl Comandante de ella ol de igual
clase Don Julian Da ver, le ha sido conferida para el expresado pueblo,
hizo comparecer ante sí y comparecieron los señores Alcaldes del pueblo
de '• San Nicolas de IJary," Don Paulino Velazquez y Don Manuel Ino-
cencio Bravo, y en la Corma tie estilo le recibió juramento do defender la
Pureza de la inmaculada Concepción, patrona do España é Indias ; do
reoonocury defender los derechos del señor Don Fernando VLL, Rey de
España v do sus indias, y su dinastía, único señor y Soberano en estos
dominio*', à que contestaron : " s i juramos, reconocemos y defendere-
mos :" concluyendo este acto con muchos vivas al Rey ; y por no sabor
escribir, lo hicieron con la señal de cru/., firmando yo en el expresado
dia, mes y año.
I lav dus cruces.
ANTONIO FOMINAYA.

Don Antonio Fominaya, ('apilan de infanteria y en comisión on


esia parroipiia de Lorien, por el Tenicnlo Coronel Don Julian Bayor y
Comundaiil«du la columna volante sobro las sabanas del Corozal, &c.
lOn virtud de ella mandé comparecer y comparecieron Don Agustín
García y Don Joaquin Montes, ambos vecinos de la referida parroquia, á
quienes les notifiqué en la forma de estilo, les iba á constituir Alcaldes
ordinarios de la expresada parroquia, por convenir así al mejor sorvicio
del Hoy, y unánimes contestaron admitían gustosos, y habiéndoles reci-
bido el juramento en la forma de estilo para estos casos, prometieron
defender el misterio de la pura y limpia Concepción, patronado España
c ludias ; defender y mantener ilesos los derechos del señor Don Fer-
nando Vil y su diminua, único .Soberano y señor de estos dominios ; per-
seguir á los malhechores (pie fueren contra sus reales derechos y corona ;
mantener la tranquilidad pública en esta Villa, á quo todo contestaron :
,{
asi lo ¡uranios y prometemos," firmando conmigo en la nominada pa-
rroquia, á veinie y nuevo de Septiembre de mil ochocientos y quince
años.
ANTONIO IAIMINAYA.—Agustín García.—José Joaquín Montes.

\hm .Julian Bayor, Teniente Coronol de los roa los Ejércitos, Capitán
diil lucimiento de infantería cazadores do Extremadura, primer Ayudan-
te del Cuartel Maestre general, y Comandante do u ñ a d o las columnas
volantes del líjército expedicionario al mando del Excelentísimo señor
Don Pablo Morillo.
Habiendo hecho comparecer al señor Cura de San Sebastian para
hacerle prestar el juramento de fidelidad á nuestro Soberano, so lo exigí
10
œ DOCUMENTOS PARA LA HÏSTOïUÂ

su In forma siguiento: "Jurais á Dios in verbo sacerdoús defender ïa Pig-


rísima Concepción de Marín Santísima ; sostener á toda costa los dere^
chos de la Real corona del sefior Don Fernando V I I y sus sucesores,
(según uso y costumbre), puros é ilesos ; conservarlos por medio de la
predicación evangélica uno liareis en iodos los (I¡«3 de precepto, al tiem-
po del ofertorio de la misa, y dar limosna á los verdaderos pobres V*
Dijo : "sí juro." " Si así lo hicicreclcs, Dios os lo premie, y si no, os le
demando en su Santo Tribunal/'
Iiorica, diez y sci;j de Octubre de mil ochocientos y quince.
ANTONIO MARÍA M U S Í Z ,

SAN SEBASTIAN.

Don Julian Bayer, Teniente Coronel de ios reales Ejércitos, Capitán


del regimiento de Infantería cazadores de Extremadura, primer ayudante
del Cuartel Maestro general y Comandante de una de las columnas vo-
lantes del Ejército Expedicionario, al mando del Excelentísimo scíior
Don Pablo Morillo.
.Habiendo hecho comparecer á los señores Alcaldes de SAN SKDASTIAN
para hacerles prestar el juramento de fidelidad á nuestro Soberano, so los
exigí en la forma siguiente : " J u r a i s á Dios y prometéis al Rey y á esta
scíial de cruz guardar y defender el misterio de la Purísima Concepción
de María Santísima, conservar y defender puros ó'ilesos (}r á toda costa)
Jos sagrados derechos do la Real corona del señor Don Fernando V I Í
Key do España y do sus Indias, que no reconoco otro superior en la tie-
rra, conforme uso y costumbre en la Monarquía española ; observar sus
reales leyes y órdenes y prestar sumisión y ejecutar las órdenes legítimas
de los Yireyos y demás autoridades que representen su real persona ;
perseguir á los malvados que perturbasen ó intentasen perturbar la tran-
quilidad pública, administrar exactamente la justicia y á los pobres sin
derechos ? "
" Igualmente jurais, en cumplimiento do vuestro deber, renovar no-
minntiiL á los habitantes do vuestra jurisdicción el juramento do reconoci-
miento al señor Don Fernando VII y sus sm-esores legítimos en- el trono ?'v
Dijeron : "sí juramos."—" Si asi lo hicieredes, Dios os lo premio, y
si no, os lo demando en su Santo Tribunal. Lorica, dio/, y seis do Octubre
de 1815.
Remigio Caravajal.—Por no saber firmar hizo la señal do la f Juan
do los Santos Bolaüo;

SAN P E L A Y O .

Don Julian Bayer, Teniente Coronel de los reales Ejércitos, Capitán


del regimiento de Infantería cazadores do Extremadura, primer ayudante
del Cuartel Maestro general, y Comandante de la columna volante dol
Ejército Expedicionario, al mando del Excelentísimo señor Don Pablo
Morillo, ttc.
Habiendo pasado al pueblo de San Polayo sí, exigir el juramento do
DE LA PROVINOIA DE OAHTAGENA. 147

fidelidad íil Soberano, se lo exigió al señor Cura do la parroquia do dicho


pueblo, on la forma siguiente :
Preguntado : ¿Jurais á Dios in verbo saenrdolis defenderla Purísima
Concepción de María Santísima ; sostener á toda costa los derechos do la
Peal corona del sefíor Don Fernando VII y sus sucesores (según uso y
costumbre), puros ó ilesos; conservarlos por medio do la predicación evan-
gélica (pío liareis en todos los (lias do precepto al tiempo del ofertorio do
la misa, y dar limosna á los verdaderos pobres?" —Dijo: " s í juro."
" Si asi ¡o hioioredes, Dios os lo premie, y si no, os lo demando en su
Santo Tribunal."
San Pelayo. catorce de Octubre de mil ochocientos quince.
Julian jJai/cr.—Manuel de los Reyes González.
Don Julian Pavor, Tomento Coronel de los reales Ejércitos, Capitán
del regimienta de Infantería cazadores de Extremadura, primer ayudanta
riel Cuartel Maestre, general y Comandante do una de las columnas vo-
lant-»» iliri Kjérctto expedicionario, al mando del Excelentísimo señor
Don Pablo Morillo.
Habiendo pasado al pueblo rio San Pelayo á exigir el juramento do
fidelidad al Soberano, se lo exigió á los sonoros Alcaldes)' vecinos prin-
cipales de dicho pueblo (pie abajo firman, en esta forma :
" J u r a i s á Dios y â esta señal de cruz guardar y defender el misterio
do la Purísima (.'oiu-opcion do María Santísima ; conservar y defender
puros ó ilesos y ú loda costa los sagrados derechos de la Real corona del
señor Don l'Vniando V[[, Key riu líspaña y rio sus Indias, que 110 recono-
ce otro superior en la tierra, conformo uso y costumbre de la Monarquía
española ; observar sus reales leyes y órdenes, y prostar sumisión y eje-
cutar las órdenes legítimas de los Vircycsy demás autoridades que repre-
senten su Heal persona ; perseguir á los malvados (pie perturbasen ó in-
tentasen perturbar la tranquilidad pública ; administrar exactamente jus-
ticia à los pobres .-::» derechos? Igualmente jurais, en cumplimiento do
vuestro rieher, renovar nominalinix los habitantes de vuestra jurisdicción
ol juramento rie reconocimiento al señor Don Fernando V I I y sus suceso-
res legítimos en el t r o n o ? " Dijeron: " sí juramos." " S i así lo hiciereis,
Dios os lo premie, y »i nó, os lo demande en su Santo Tribunal." Sau
Pelayo, catorce tie Octubre de 1S15.
Julian litigcr—Alcalde ric primer voto, Pedro Juan Súbala—Alcal-
de do segundo voto, Jose Joaquin Gomez.

OERETÉ.

Don Julian Payer, Teniente Coronel délos reales Ejércitos, Capitán


del Ungimiento rio Infantería cazadores de Extremadura, primer ayudante
riel Cuartel Maestre general y Comandanta de una de las columnas vo-
lantes riel Ejercito Expedicionario, al mando del Excelentísimo señor Don
Pablo Morillo.
En virtud de las facultades quo mo tienen concedidas el Excelentí-
simo señor General en Jefe y el Excelentísimo señor Capitán general
del Nuevo Reino de Granada, ho exigido al Cura do este pueblo el jura-
monto do fidelidad al Roy Nuestro Señor, en la forma siguiente :
lítS DOCUMENTOS l'ABA LA. HISTORIA

"Jurais á Dios vi verbo sacerdotis defender la Purísima Concepción


de María Santísima, sostener á toda costa los derechos de la Ileal corona
del señor Don Fernando VII y sus sucesores, según uso y costumbre.,
puros é ilesos ; conservarlos por medio de la predicación evangélica que
haréis en todos los dias festivos al tiempo del ofertorio de la misa, y dar
limosna á los verdaderos pobres ? Dijo: "sí juro." ''Si así lo hiciereis,
Dios os lo premie, y si nú, os lo demande en su Santo Tribunal."
Corete, veinte de Octubre de mil ochocientos quince.
Julian Bayer.—Ignacio Azanza.
MONTERÍA,
Don Julian Bayer, Teniente Coronel de los reales Ejército», Capitán
del regimiento de cazadores de Extremadura, primer ayudante del Cuar-
tel Maestre general, y Comandante de la columna volante del Ejército
Expedicionario al mando del Excelentísimo señor Don Pablo Morillo.
Eu virtud de las facultades que tengo concedidas por el Excelentísi-
mo señor General en jefe, y señor Viroy del Nuevo Ueino de Granada,
hico comparecer á los señores Alcaldes do este pueblo y les exigí el jura-
mento de fidelidad al licy nuestro señor, en esta forma: " Jurais á Dios
y á esta señal de crtus, guardar y defender el misterio do la Purísima
Concepción de María Santísima; conservar y defender puros é ilesos y á
toda costa, los sagrados derechos de la Ileal corona del señor Don Fer-
nando VII, Rey de España y de sus Indias, que no reconoce otro supe-
rior en la tierra, conformo uso y costumbre de la Monarquía española;
observar sus reales leyes y órdenes, y prestar sumisión y ejecutar las
órdenes legítimas de los Vircycs y ch-más autoridades que representan su
real persona, perseguir á los malvados que perturbasen ó intentasen per-
turbar la tranquilidad pública, administrar exactamente justicia, y á los
pobres sin derechos?".
"Igualmente jurais, en cumplimiento de vuestro deber, renovar no-
minatiu do los habitantes do vuestra jurisdicción, el juramento de reco-
nocimiento al señor Don Fernando VII y sns sucesores legítimos al tro-
no ?"—Dijo: (1 sí juro." " Si así lo hiciereis, Dios os lo premie, y si nó, os
lo demando en su santo Tribunal."—Montería, veinte de Octubre do mil
ochocientos quince.
Alcalde de primer voto, Tomas de la C. Negrcle—Dámaso Triano—
Julian Buyer.
PURÍSIMA.
Don Antonio Fominaya, Capitán de infantería y en comisión por el
Teniente Coronel do la columna volante sobre las sabanas del Corozal.
Don Julian Bayer &c. En virtud de ella, habiendo hecho comparecer y
comparecieron Dou Bruno Sanche/, y Don Sebastian Conco, á quienes
en la forma de estilo, como vecinos do esto vecindario de la Pura y limpia,
les notifiqué iba á constituirles en Alcaldes partidarios de la misma, y en
ht forma debida les recibí el juramento de defender la pureza de la llima*
DE LA riiOVlNCIA. DE CARTAGENA. 148

culada Concepción, patrona de España é Indias; defender los derechos


del soñor Don Fernando V I I y su dinastía, Rey de España y de las I n -
dias; prender y perseguir á los malhechores y evitar todo espíritu do se-
ducción en su partido; á cuyas razones contestaron: tl sí juramos y pro-
mcLeinos." Y de haberse así todo verificado, firmaron conmigo el prime-
ro (sic) señalándolo con una cruz por no saber escribir. Y habiéndome
pedido el vecindario en alta voz por más de seis veces que querían eligiese
en virtud demi comisión ú Don Sebastian Conco, por ser buen defensor
do los derechos del Roy, como se verificaba en los donativos quo la infamo
Cariagena había impuesto y nose habian dado, para quo. conste mandó el
sefior i 'omisiouado, así se extendiese, firmándolo con él en la forma su-
sodicha.—Parroquia de la Pura v limpia, á primero de Octubro do mil
ochocientos quince.

Hay una cruz.—St&tsliaa Conco.—Antonio Fominaya.

SAN J U A N mi LAS PALMAS.

Hon Antonio Fominaya, Capitán de infantería y en comisión por oí


Tcnh'iilc i 'iiioiu-l de la columna volante sobre las sabanas del Corozal,
Don .Inlinn l'iavet. En virtud de ella pasó al pueblo do la Pura y limpia,
y habiendo lu-clu» comparecer y compareció el Doctor .Don Clemente
Antonio l'ehnuiiti*. Cura propio del pueblo de San Juan de las Palmas, y
encargado intcrinamoiile, por comisión de dicho señor Comandante, do
osle de la Pura y limpia, por liaberse fugado el propietario que se hallaba
en ella, y en la forma de estilo según su carácter, se le recibió juramento
primeramente de defender la pureza de lalnmaculada Concepción, patro-
na de España ó Judias; defender los derechos del señor Don Fernando
V i l , Key de España y de sns Indias, único señor y Soberano en ellas;
predicar el santo Kvangelio y atraer con sus persuasiones y consqjos álos
errantes vasallos del .Soberano. A lodo contestó: " sí juro y prometo," fir-
mando conmigo i-sfa acta en la nominada parroquia do la Pura y limpia,
á primero de Uclubro de mil ochocientos y quince.

Clemente Antonio Belmonte.—Antonio Fominaya,

OHINU.

Don Antonio Fominaya, Teniente Coronel de infantería en virtud


de la comisión con (pie so halla por el Teniente Coronel do infantería y
Comandante de la columna volante sobre las sabanas del Corozal, Don
Julian I layer.
Kn virtud de mi comisión hice comparecer y comparecieron á Don
Anionino Bravo y Don Agustín Alvarez, ambos vecinos y residentes on
la parroquia ( | c Cliinú, á quienes notifiqué en la forma debida les iba á
constituir Alcaldes partidarios de la nominada parroquia, á que contesta-
ron que aceptaban dichos encargos; y en virtud de su contestación les
recibí juramento en la forma provenida según su clase; primero do defen-
der el misterio de la pura y limpia Concepción, patrona do España é
Indias; defender los derechos del señor Don Fernando V I I , Vínico Sobe-
150 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

rano y señor en estos dominios y su dinastía, á que á todo contestaron:


" s í juramos y prometemos." Y en virtud de su contestación los dije: " si
así lo luciereis, Dios os ayude, y si no, os lo demande; quedando adver-
tidos de la obligación en que quedan constituidos do mantener la tran-
quilidad pública, proteger á los pobres y perseguir ¡i los sediciosos revo-
lucionarios y malhechores; firmando conmigo esta acta en la. nominada
parroquia de Chinú, á cuatro de Octubre de mil ochocientos y quince, el
uno con Ja cruz por no saber escribir.

Anlonino Bravo.—Antonio Fominaya.

SAMPUES.

Don Antonio Fominaya, Teniente Coronel do infantería, en virtud


de su comisión que por el Teniente Coronel Don J altan Bayer le ha sido
conferida, y Comandante do la columna volante sobro laa sabanas del Co-
ronal &c.
En virtud do ella hizo comparocer y compareció el presbítero Don
Lorenzo Pinedo, Cura de esta parroquia, y en la fórmula de su estado lo
recibió juramento, al quo contestó: " s í j u r o , según el." Preguntado:
"jurais reconocer y defender la pureza do la Inmaculada Concepción,
patrona de España ó Indias; defender y reconocer los derechos del señor
Don Fernando VII, T&cy de España é Indias, y su dinastía, único señor
y Soberano en estos dominios; predicar y desengañar á los incautos quo
la perfidia de los rebeldes ticno alucinados, á que á todo contestó: "sí lo
juro }r prometo," advirtiendo al señor Comisionado que teniendo hecho
otro juramento igual como buen español, á su legítimo Soberano, que no
ha reconocido ni reconocerá otras autoridades que las legítimamente cons-
tituidas por el; firmándolo conmigo en ol pueblo do Sampues, á doco do
Octubre do mil ochocientos y quince.

Lorenzo José Pinedo.—Antonio Fominaya.

Don Antonio Fominaya, Tonicnto Coronel do infantoría, en virtud


do su comisión qua por el Teniente Coronel Don Julian Bayer lo ha sido
conferida, y Comandanta de la columna volante sobro las sabanas del Co-
rozal &c.
En virtud do ella hizo comparecer auto sí á Miguol Martínez y á
Hermenegildo Chorró, ambos vecinos y residentes do este pueblo do
Sampues, á quienes les notifiqué en debida forma, previniéndoles les iba
á constituir Alcaldes del nominado pueblo, á cuya notificación contesta-
ron que admitían, y en virtud do su dicho les recibí juramento según
derecho de defender el misterio do la Inmaculada Concepción, patrona do
España c Indias; defender y reconocer ios derechos del señor Don Fer-
nando V I I , Rey de España y do sus Indias, y su dinastía, único señor y
Soberano en ellos; administrar justicia y prologer ú los pobres, perseguir
á los malhochores y á los sediciosos quo perturben la tranquilidad pública;
á quo á todo contestaron: "así lo juramos y prometemos"; á quo los con-
DE LA rnOVINCIA DE CARTAGENA. 151

testé: "si así lo hiciereis, Dios os ayudo, }r si no, os lo demando"; firman-


do el uno conmigo, señalándolo el otro con una señal tic cruz por no saberlo
hacer, en el nominado pueblo de Sampues, á doce de Octubre do mil
ochocientos y quince. Expuso en el acto saber firmar,

Antonio Fominai/a.—Miguel Martínez,—Hermenegildo Charris,

SAN FRANCISCO DE ASÍS.

En la parroquia de San Francisco de Asis, ú los diez, y siete dias


•del mes de Septiembre del año de mil ochocientos quince, el señor Don
•Julian Bayer, Capitán del regimiento de infantería de Cazadores de Ex-
tremadura' y Connmdanto do la columna volante sobre las sabanas del
Coroza!, mandó comparecer y comparecieron ú los Alcaldes de este ve-
cindario. Donjuán Mendoza y Don Agapilo Bianco, y en la formado
costumbre .se les recibió juramento de defender la pureza de la Concepción
Inmaculada, patrona de España y de sus Indias, y defender los derechos
del señor Duu Fernando v i l , Rey de España y de sus Indias; observar
y hacer observar sus leves, órdenes y reales pracmá ticas; obedecer y ha-
cer obedecer las verdaderas autoridades que mandan en su Ileal nombre;
cuyo acto se ejecutó después de la misa mayor de osle dia y á la puerto
de su iglesia, á presencia del vecindario, cuya acta firmaron los expresa-
dos jueces con el señor Comandante de la nominada columna.

Por el Alcalde Juan Mendoza, Josa Maria Mendoza.—Por el Alcal-


de Agapito Blanco, Antonio Marquez.—Comandante de la columna, Ju-
lian Bayer.—Como Ayudante, Jaime Bac/i.

En acto continuo y en el paraje ya citado compareció el señor Cura


Vicario do esta parroquia, el presbítero Doctor Don Juan José de Villa-
nueva, y puesta la mano derecha in prctore et corona, y en la forma do su
estado, se le recibió juramento do defender la pureza de la Inmaculada
Concepción, patrona de E>paña y de sus Indias; defender los derechos
del señor Don Fernando V i l , Bey de España y de sus Indias; obedecer
sus leyes y n sus autoridades legítimamente constituidas, cuya acta firmó
con eí señor Comandante du la mencionada columna.

Juan José de Villanueva.—El Comandante do la columna, Julian


Bayer.—(jomo Ayudante, Jaime Bach.

IV.
EXCELENTÍSIMO SESOK:

Con fecha 11 del corriente recibí de la justicia de Ayapel los testi-


monios de : " , , , . • . .

tonido muchas ocupaciones, todas de urgencia, ha causado el olvido para


no haber remitido aquellos inventarios á V. E. para sus usos, y en esto
152 DOCUMENTOS PAIIA LA HISTORIA

dia tampoco puedo hacerlo por haber dejado todos los papeles on Maja-
gual, á donde me restituyo luego cpie evacué cierta declaración, en la
causa de los aprchensores del titeado, en Montaría.
Acompaño ahora las actas de juramento de fidelidad do los pueblos
Tacasaluma, Santiago y Gegua, que me han remitido á este punto.
Zaragoza y Càceres están ocupadas por nuestras tropas, y los ene-
migos más inmediatos á estos puntos están en Remedios y San Luis do
Góngora.
Ñcchí lo tengo muy bien fortificado, con caminos abiertos hasta
Ayapcl, y por esta parte hasta .Bejucal: falta solo que de este punto hasta
esta Villa se empleen los naturales en limpiar el antiguo, (pie por el no
uso está muy cerrado, y entonces logrando yo la apertura del de Zarago-
za desde el Ncchí, podrá con facilidad transportarse á Antioquia cuanto
ganado se quiera, y se establecerá un comercio de muchas ventajas á las
dos Provincias.
Don José Guerrero queda sacando la gente para el completo del
Escuadrón antiguo de Dragones del Coroza!, cuya fuorza nos es muy
útil emplear en aquellas comisiones de menos importancia, pero que ha-
cen disminuir Ja otra veterana para Ja guerra.
Dios guarde á V. E. muchos años.
San Benito Abad, 27 de Noviembre do 18Jo.
Excelentísimo señor.
VlCBSTK SÁNCIIB7. DK LlMA.
Excelentísimo (¡ofíor Cnpitnu general del Reino.

TACASALUMA.

En el sitio de Tacasaluma, á los veinte y cinco dias del mes de Scptiom-


bro de mil ochocientos quince, juntos y congregados los vecinos y demás
habitantes de el en la casa morada del señor Cura, para el acto solemne
do jurar á nuestro católico Monr.rca, después do haber asistido devota-
mente al santo sacrificio de la Misa, que se celebró en acción de gracias
con la solemnidad posible al pais. Prestaron todos su juramento de su-
misión y obediencia al legítimo lley y Señor Don Fernando VII, que
Dios guarde, quedando éstos comprometidos á prestar lodos los auxilios
(pie ocurrau y derramar su sangre en defensa de la Ileal corona. Bajo
este concepto se hicieron capaces del bando y demás órdenes expedidas
por el conducto do los que obran en su nombre ; se recomendó á todo el
pueblo la fidelidad al sagrado juramento que han prestado, insinuándo-
les también que con generales regocijos se celebren los tres subsecuen-
tes dias, iluminando en ellos las calles para el mejor lucimiento y demos-
tración de Ja antigua lealtad con que siempre esto pueblo lia vivido á su
Soberano. Con lo que so concluyó esta acta que firman Don Manuel
García, encargado por Toribio Mcjía, y Pedro Mcjía funcionario de este
acto.
Pecho Mcjía,—Manvcl García.
Dli LA PROVINCIA DK CAIÎÏAGEiVA. 153

SANTIAGO.

En vista del oficio do usted, fecho en 10 del corriente, habiéndose


celebrado el sanio sacrificio de la Misa á las ocho do la mañana de este
dia con la solemnidad debida, y cantado el Te Ihinn lavdamvs en acción
de gracilis, en su consecuencia congregados lodos los vecinos y habitan-
tes ib: esle pueblo en esta santa Iglesia parroquial, habiéndoles puesto do
nianitifslo nn Misal romano, lo tocaron y juraron por Dios JNuest.ro Se-
ntir y los sagrados .Evangelios que en dicho Misal se contienen, de guar-
dar fidelidad y lealtad á nuestro Soberano Monarca el Señor Don Fernan-
do VU. que Dios guarde, á quien en su obsequio manifestaron alegrías y
dieron muchos plácemes y vivas. Y para inteligencia de usted le dirijo
osla auia, firmada por nos los dos Alcaldes pedáneos, el señor Cura y
Vicario y los demás que aparecen firmados, en este siüo de Santiago do
Jîui.-navi.-ia, en veinte y un dias del mes de Septiembre de mil ochocientos
quince años.

/«//i'ífí'n Molina, Alcalde pedáneo.—Salvador Lastre, Alcalde pedá-


neo.—J/. ./Illicite: i/ Jinx/tun:—Andrea de Casso.—Bartolomé Lastre

GEGÜA.

En este pueblo di; San Francisco do Gegua, á los veinte dias. del
mes de Septiembre de mil ochocientos quince, yo Don Macario José do
(.'árcamo, Alcalde pedáneo en ella por S. M., en virtud del oficio que con
fecha diez y nueve del corriente me pasa el señor Comandante político y
militar, Don Pedro María de la Torre, para que en el dia de hoy se cele-
bre el juramento de nuestro augusto Monarca el señor Don Fernando
Vil, con toda solemnidad, por lo que después de celebrado el santo
sacrificio de la Misa, procedí á efectuarlo, estando presentes todos los
vecinos cu la puerta de osla sania Iglesia, á quienes teniendo delante un
divino crucifijo, y puestas las manos sobre los cuatro santos Evangelios,
juramos lodos obedecer y reconocer Ja soberanía á nuestro amado Rey,
con entero amor y fidelidad, á que lodo el pueblo lleno do júbilo y rego-
cijo y con...(eomido) viva dijeron : que juraban obedecer y cumplir con
las soberanas disposiciones de nuestro Monarca, y Juego en acción de gra-
cias nos regresamos otra vez á la Iglesia, en dondeso cantó por el señor
lJura el '/«.• J.)%mu laudativas con muchos repiques do campana y caja,
siguiéndole después las diversiones públicas y luminarias por tres dias.
Con lo (pie so. dio fin à tan solcnino función, cuya acta, en prueba de ver-
dad, la firman todos los que lo saben hacer, junto conmigo de que cer-
tifico.

Macario Josc de. Cárcamo. — Vicente Saavedra.— Toman Polidoro


Rico.—Manuel Inocencio Fovea.—Josc de Agua*.—Ramon Varela.
VA DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUÀ

CCX.XV.

3B03Ca3STE5XT del Ejército español expedicionario, relativo al ataque del


Cerro de '' La Popa."

BOLETÍN NUMERO 1C.

EJERCITO EXPEDICIONARIO.

Guarid general de Torrecilla, 14 de Noviembre de 1815.

Las operaciones del bloqueo contra Cartagena exigían ya apoderar-


s e d e " Tierra bomba," donde do Ins rozas y pesca llevaban á la plaza
comestibles, y daba abrigo á los que se fugaban de ella por el temor do
las granadas, facilitando además la ventaja de estrechar nuestra línea y
surtir por agua al ejército de lodo lo necesario.
Con este objeto determinó el Excelentísimo señor General en jefe
construir la batería do " Coco solo," apoyada por los cinco bongos quo
habían llegado del " Magdalena " aumentados con el que apresaron las
tropas de la vanguardia. Verificado ya esto, y colocando cuatro barcas
en " Tejadillo " prontas á acudir en caso neceo-ario, determinó el Exce-
lentísimo señor General en jefe verificar el paso de las tropas en la ma-
drugada del once, pero cubriendo esta interesante operación con on ata-
que al frente de " La Popa " masó menos decidido, seguu las circuns-
tancias lo presentasen.
En efecto, todo estuvo pronto para ambos ataques, llevando por mar
para el de M Tierra bomba " tropas, efectos y víveres para varios dias.
La operación contra " La Popa " dio principio al movimiento ge-
neral, á las dos ile la noebe, y con una bizarría digna del Jefe y Oficia-
les que la mandaban y de la tropa á quien so babia fiado, se condujo has-
ta asaltar ol parapeto ; poro en esto momento cayó muerto ol Capitán.Don
Jos¿ Maortua, y no habiendo comunicado á, nadie su plan, los esfuerzos
de tantos valientes no tuvieron la coherencia y unidad necesarias : lo que
advertido por los enemigos, que habían huido desde los primeros momen-
tos, acudieron al parapeto, y sin saiir jamás de él hicieron un fuego ho-
rroroso que nos privó do algunos valientes, retirándose los demás; y reu-
nidos por la reserva do caballería que mandaba el Teniente Coronel Don
Manuel Villavicencio; el que despreciando el fuego de " San Lázaro " y
bongos, recorrió todo aquel espacio.
La expedición marítima salió poco antes do rayar el dia, mandando
las tropas el Comandanta de la vanguardia, Coronel Don Francisco To-
mas Morales, y las fuorzas de mar, el teniente de navio Don José Laser-
na, y á sus órdenes el Capitán Don Luis Pacheco, Edecán del Excelen-
tísimo señor Capitán general do la Provincia {sic. )
M
La Popa M señaló nuestra expedición, y al momento dieron la vela
desde " Castillo-grande " seis goletas y balandras, con otros tantos bon-
gos y lanchas de cañón, y aterrándose á la orilla do la Isla, atacaron á
nuestros seÍ3 bongos, que por un descuido, apenas tenían municiones.
El valiente Laserna dispone abordar A los primeros que llegasen, dando
DR LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 155

al bizarro Pacheco la vanguardia, pero por más quo lo intentaron siem-


pre huían los enemigos y se acogían á las goletas. Una bala clió en el
bon<*o que mandaba Pacheco, y íc llevó el tobillo del pié y cuatro mari-
neros, con cuya sensible pérdida, la falta de municiones y la reunion do
todas las fuerzas enemigas, determinó Laserna acoderarse en " Caño de
loro," economizar las municiones que le quedaban nn los bongos do á 24
y abordarlos con las bizarras tropas do la vanguardia, que su Comandan-
te había preparado para embarcar, si acaso lo intentaba el enemigo.
Desdo las nueve de la mañana hasta el oscurecer no cesaron de hacer un
fuego horroroso los doce buques contra un puñado de valientes que no
contestaban y que solo oponían su firmeza. Era el momento quizás do
atacarlos con las barcas preparadas al efecto, pero era también preciso
probarles que á pesar do la arrogancia que adquirieron por el pretendi-
do suceso de " La Popa " no podían vencer á hombres resueltos, Repu-
lidas veces enviaron sus bongos y lanchas al abordaje, sostenidos por los
fuegos de los buques mayores : otras tantas veces se aproximaron al
caño y fueron rechazados. La noche puso término á la disputa.
ICI dia 12 volvieron á emprender el ataque, cuando observaron quo
por Pawcttlmflo* salían tres barcas al mando del Tenicnto de navio Don
.Bernardo de Salas, que nunca hicieron más que presentarles un ataque
aislado. En el momento se colocaron, para impedir se acercasen á la ba-
teria, y desistieron de balear á la Division de bongos. Otra séptima go-
leta los reforzó, pero sin hacer otra operación, 331 dia 13 tres barcas más
con algunos botos de abordaje so reunieron á las anteriores, y en aquel
momento se levaron los enemigos : á pesar de la calma remolcaron sus
goletas, y así pisaron por la batería de " Coco-solo," que les causó ave-r
rías y también uno do nuestros bongos.
Esta operación nos ha asegurado la posesión de " Tierra-bomba,"
quitar esto recurso al enemigo, privarlo de la pesca de la bahía, y aislar
los ataques do la plaza de los de los castillos, sin que puedan socorrerse
con tropas ó víveres sino con gran riesgo ; con tal felicidad por nuestra
parte, que no hubo más desgracias que las ya referidas.
Las poblaciones han sido quemadas, y las familias remitidas á los
castillos do 13ocachica, estrechando el bloqueo de tierra las tropas de la
vanguardia, las que aun han encontrado burros, raices, calabazas y mats
quo ya estaba casi en sazón, y con el cual hubiera mejorado la suerte do
la plaza.
Impronta del Ejercito expedicionario.

Ç A H . T Í L de los Comisionados Henrique Rodríguez y Narciso de Fran-


cisco Martin, dirigida al Gobierno de Cartagena, en la cual dan á éste cuenta
de su comisión. "'
EXCELENTÍSIMO SEÑOR ;

Tros dias há quo llegó á esto puerto el bergantín " Ligoro " y en
* Esta nota ftió tomada por los sitiadores cíe la Plaza. (N. did E.)
156 DOCUMENTOS PATIA LA HISTORIA

este momento recibimos Ins órdenes de V. E. de 21 del que acaba, con-


testación á nuestros oficios de 30 del pasado y G del corriente.
Desde, luego cesamos en los encargos que nos trajeron á esta isla.
Si el pliego para el señor Ileal José María no lia seguido antes, lia sido
por las razones que hornos expuesto á V. E., y de acuerdo con el Comi-
sionado "Wislop, de quien el Gobierno í.ícnc tan alto concepto. Seguirá
en la primera ocasión, que hubiera sido la de la fragala <: Asia " que salió
ayer, ;í no haber recibido ios pliegos do V. E. con el atraso indicado.
En orden á la comisión do víveres, quedamos enterados do que en
adelante debe ser de cargo de los ciudadanos Cavero é Jguació Wislop,
como el encargo que se nos hacia y aun no hemos recibido, relativo á la
custodia de la catedral. Para nosotros es de la mayor satisfacción saber que
no nos liemos engañado, sosteniendo al ciudadano Cavero, que era de
nuestro cargo, única ocurrencia que puede haber dado motivo para que
se diga que con él no hemos oslado de buena inteligencia y concierto, y
mucho más que avisándonos V. E. el recibo do dos expediciones despa-
chadas, la una á los cinco y la otra á los doce días de nuestra llegada, en
que superándose las dificultades de la más rigorosa prohibición, han ido
más víveres, que en todas las que se suponen despachadas en tiempo del
O. Cavero, que era libre la extracción, y á que han seguido, siguen ahora
y seguirán en estos dias otras quo conducen sobre cuatro mil barriles do
harina, el Gobierno, para sentar que las medidas que hemos tomado para
establecernos en el pais han cansado perjuicio, tiene que referirseá infor-
mes ile sujetos do juicio é imparcialidad, que os decir, quo el Gobierno
no ha sentido estos perjuicios cuando en lugar de su propia experiencia,
niega el concepto de otros.
Sin embargo, debemos añadir á. V. E. que nada vemos de juicio y
de imparcialidad en tales informes. Sabemos quiénes son los autores y
tenemos por indecente manifestar á V. E. cuál es la torpe pasión y el
grande Ínteres que los anima, que el Gobierno descubrirá algun dia. Si
el haber puesto el Comisionado Martin un almacén todo de efectos que
on cl momento puede vender ó conducir á ésa, con grande beneficio,
fuera capa/, do inducir el concepto de radicarse, que no induce en otros
entregados á grandes especulaciones marítimas, porque no hay almas
bajas que intriguen contra ellas, por lo que respecta al Comisionado ].to-
dríguo/. aseguramos á V. E. (pie ha oslado tan distante de proyectos do
establecimiento, á lo menos mientras subsista ese Gobierno, que hasta ahora
ha vivido en una posada, aunque para ahorrarse gastos, trató de arrendar,
únicamente de arrendar, una casa á un cuarto do milla do la ciudad.

.Dios guarde á V. E. muchos años.

Kingston, Noviembre P>0 de 18J5.

li.vecl cutísimo señor:

lícnriquc JlodrUjncz.—Narciso de Francisco Martin,

Excelentísimo señor Oobcniador de la Provincia de Cartagena.


D'fi LA PROVÍNCIA DE CARTAGENA. 157

CCS.2S.VIS.

MOTA, del General Holívar en la cual contesta á la excitación de Ios-


Comisionados Cavern y Hyelop, para que vuelva á la plaza de Cartagena,
á salvarla de la dominación española.

SKÍTOUKS:

Ttii·ii el honor de contestar al oficio que con esta fecha ustedes se


lian servilla dirigirme, incluyéndome una copia de la comunicación que
ii.<iedt-s han hecho :'i 8. 15. el Gobernador de Cartagena.
Ai.i!|»fcii usiedes los testimonios de mi reeonoeimienlo por la honro-
sa mención que I an inmerecidamente se han dignado hacer de mí. Estoy
plenamente convencido que solo lili exceso de benevolencia podria haber
inspirado á usiedes, una recomendación (pie yo no me había animado á
desear, no obstante que me. hallo devorado do la ambición de servir á mi
Patria. I'ucdo afirmar que ningún obstáculo, ningún peligro me retiene,
excepto rl temor «le renovar con mi presencia las diferencias que me
alejaron «le aquel pais. Ustedes saben que adoptée! ostracismo voluntario
por amor al reposo público, huyendo de la guerra doméstica; tal ve/, seria
peligroso cu esli: mutílenlo mi inesperado acceso á una plaza cercada por
los enemigos, y no poco alligido por las calamidades consiguientes al
sitio. Kit tal estallo, la más ligera convulsion interior os un inminente
riesgo. Además yo no me conceptúo con las cualidades que tan gratuita-
mente ustedes me suponen, y por el contrario, pienso ([tic el actual Gene-
ral que manda el ejército defensor tic Cartagena poseo en el más alto
grado los caracteres militares (pie pueden adornar á un soldado: valor,
desprendimiento, patriotismo, actividad, celo y talento militar.
A pesar de no tener la menor confianza en mí mismo, á pesar de ser-
me extremadamente terrible la inmensa responsabilidad con que ustedes
quieren honrarme, invitándome para que vaya á contribuir á la defensa
de Cartagena; v á pesar de todos los peligros que corra yo en cuantas
.situaciones pueda volver á colocarme la suerte, estoy pronto á servir á
mi pais, '¿no Cartagena me llamo y volaré á defenderla, ó á sepultarme
entre sus ruinas.
Mientras (pie la opinion de sus habitantes no esté enteramente de
acuerdo, mi presencia quizá seria un origen de divergencia y de mal.
Ningún bien podria hacer, aunque estuvieso en la esfera do mis facul-
tades.
Jamás podré expresar la satisfacción que recibo al presentarme ns-
ledi.-s la dichosa oportunidad de hacer la profesión do mis más íntimos
sentimientos con respecto á los que on algun tiempo se dijeron mis ene-
migos, sin quo yo lo fuese de ellos. Siendo incapaz de abrigar en mi pe-
dio una rabia fratricida, no puedo conservar el odio criminal quo encien-
den las contiendas intestinas. Yo mo consideraria degradado al rango de
los pérfidos y crueles españoles si aborreciese á mis conciudadanos, á
estos hermanos por quienes he combatido tantas veces y cuya libertad es
mi única pasión. Un americano no puede ser mi onemigo ni aun com-
batiendo contra mí bajo las banderas de los tiranos. No siendo, pues.
Í58 tíO'CUMENTOS PAHA LA HISTORIA

susceptible do recibir impresiones do odio, y siendo el más tierno amanté


de cuantos deben ol ser ;í mi Patria idolatrada, protesto bajo el sagrado
de mi palabra de honor que he olvidado las ofensas de los que, extravia-
dos, sin duda por el error, pensaron dañarme: toda idea de venganza
está lejos de mi corazón;
Espero que ustedes aoojerán coii bondad las expresiones sinceras do
mi alta consideración por ustedes y el Gobierno su comitente;
Dios guarde á ustedes muchos años;
SIMON BOLÍVAR.-
Kingston, 2 de Diciembre de 1815.
Señores Don IgnaoioJCaYevo y M. Hyclop, Comisionados dol Gobierno do Cartagena;

SA.Ïiï33)iL de varias familias de Cartagena, precursora de horribles


desastres.
I;
En virtud de la relación que usted me ha hecho del considerable m'í-
mero de hombres y mujeres que han salido do la plaza de Cartagena, y
se hallan diseminados en la circunferencia de Paleiufiállo, pasará usted
inmediatamente á recogerlos y enviarlos á este Cuartel general ; á cuyo
efecto los Alcaldes, dueños de las haciendas inmediatas y cualesquiera
otras personas lo facilitarán á usted los auxilios quo necesite con solo la
presentación do esta orden.
Dios guardo á usted—Torrecilla, Noviembro 29 do 1815—FRANCIS-*
Co DE MONTALVO—Señor Don Toribio del Villar.
II.
EXCELENTÍSIMO SEÎÏOR:

En cumplimiento do la comisión que V. E. so sirvió conferirme con'


fecha do 29 del próximo pasado Noviembre, he salido hoy do esta hacien*
da, acompañado del señor Mayor " de la Victoria," Don Matías Escuti,
con ocho granaderos, dirigiéndonos al puerto do esta hacienda, con
el objeto do contenor ol escandaloso desembarco do las familias de
Cartagena, quo despues do haber encontrado multitud do ellas, so les
hizo reembarcar á algunas de ellas que estaban con ma}rores alientos, en
«na do las canoas que las habían conducido, y acompañadas de algunos
tiros por alto, se les hizo volver hacia la plaza, inutilizando seguidamente
las demás canoas quo había en dicho puerto; y con mis esclavos se hicie-
ron también tumbar varios árboles, para impedir la entrada que por un
estrecho caño hay al expresado puerto; no habiendo salido á reconocer
la ciénaga y demás desembarcaderos, por habérsenos asegurado que en la
boca do dicho caño hay nueyo bongos do los insurgentes.
DE LA r'KOVriîClA DE CARTAGENA. lÔrJ

Do los demás particulares ocurridos en el dia de hoy, omito hacer


una relación de ellos, por ejecutarlo con mayor extension dicho señor'
Mayor: pero no pasaré en silencio decir á V. E. que mañana seguire-
mos al " Cafetal " y " Barragan " á recoger Jas familias que allí so'
hallen.
Dios guardo á V. B. muchos años—Palenquillo, 3 de Diciemhro de
J815—ToKiniO DKL VII.LAB y TÁTIS—Excelentísimo señor Don Fran»
cisco Àlonlalvo, Sic. ¿ c .

E i Í S - J E Í H S S Í £LZ> BfiOStZSiSàO íntima rendición y sometimiento á


las autoridadas y fuerzas de Cartagena.
BOX PAULO MORILLO,

M.iri>-i::il do campo de loaltaalc* ejército», (¡encrai en Jefe do lu expedición pncifiendorn


du In Ana-rica di;l Sur. Oolicrna-lor y Capitán general de estas Provincias, Vico-patrono
n j»in, y .Siipcriiiiciuk-nio general do la Real renta de Correos, .te. íco. ka,
Á I.A.S Al.TtUUDAtíKS QUK GOMIKUNAK KN CARTAGENA.
I [tibia pensado i·iiiilir contestaciones con ese Gobierno, en vista del
modo poco decoroso IMHI (pu: han sido tratados otros Jefes en escritos-
oficiales do íl, y porque entendía que en oslas disensiones do pura opinion
no .se llevarían las cosas hasta el extremo (pie lo han hecho los que diri-
gen la opinion pública en osa ciudad, los cuales luego que so desengaña-
sen de que el término infalible do osla contienda seria la rendición de la
plaza, evitarían sacrificar sin fruto á los infelices habitantes, cediendo'
amigablemente, y desentendiéndose de lo pasado, seguros do la genero*
sudad y clemencia del Soberano. Pero á vista de objetos tan- tristes- como*
se me han presentado en el considerable número do desgraciados que el
hambre y las miserias han obligado ú salir de esa ciudad, no ha" podido
menos (pie conmoverse mi ánimo. El rigor de la ley de la guerra me-
autoriza para ser indexible en restituir aquellas personas á la plaza, y es
muy obvio comprender lo fácil quo me es el hacerla llevar á efecto; mas
he prestado oído á los clamores de la humanidad, y me he resuelto á dar
esto paso en obsequio de esa población, por ver si se pone un fin á los males
que la allijen. I jas defensas de las plazas tienen su término, y ni aun
entre los bárbaros se sacrifica va inútilmente un pueblo entero. Estoy
pronto, y siempre he estado dispuesto á seguir como regla inviolable do
mi conducta las benignas intenciones del liey nuestro Señor. Es, pues,
en el Gobierno de Cartagena en quien estriba ahora el resolverse ó bien L
recibir de nuevo á las familias que de ella han salido instadas do la nece-
sidad, ó á entregar la plaza dentro de tres días, confiados en que la-cle-
mencia del Monarca es la más acendrada, y mis deseos do llenar su Rea!
voluntad los más decididos. Dependo de la contestación ó del vencimien-
to del término mi ulterior conducta.
Dios guarde á ustedes muchos años.
Cuartel general de Torrecilla, i do Diciemhro de 1815.
PABLO MORILLO,
ICO DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

CCX.X.X.
u P Ï S Z A S oficiales relativas al abandono de Cartagena por los patriotas.

I.
Con esta lecha digo al Gobernador de la plaza lo siguiente: " Por
" aviso de estar en poder de Don Domingo Esquiaqtti la plaza de Carta-
" genu, por haberse embarcado sus jefes y tropas en los buques corsarios
" que tienen en su puerto, he tomado las providencias convenientes á fin
" de que el Brigadier Don Antonio Cano tome posesión de ella, siendo
" ciertos aquellos datos; dado aviso al General Morillo que se halla en
" Cospif/tit:."
Avisólo ¡i usted para la satisfacción de ese público, y para que esté
advertido de que las tropas revolucionarias que so han embarcado pasan
de cuatrocientos y cincuenta hombres, y que en la desesperación que so
hallen de no encontrar donde los reciban por la mala calidad de los sol-
dados que componen esta Division, podrían dirigirse ú ese punto ó al do
Riohncha. Póngase usted en disposición de no ser sorprendido, y con co-
pia de este oficio dirija, el aviso al Gobernador de lliohacha para el mis-
mo fin; con cuya noticia dispondrá U. S. que todo lo correspondiente á
Secretaría esté pronto á marchar á primera orden; disponiéndose U. S.
al mismo fin.

Dios &c.—Cuartel general de Torrecilla, 6 de Diciembre de 1815.

FRANCISCO DU MONTALVO.

Sofior Don Anselmo Bicrna, Subdelegado del Superior Gobierno—S;mla Marta.

II.

Cuando el honor de las armas del Rey nuestro señor mo arrancó del
seno de eso fiel vecindario, la misma urgencia del servicio y el crecido
despacho de asuntos extraordinarios que cargaron sobre mí, no mo per-
mitieron dedicar un solo instante á expresar los sentimientos de que se
hallaba mi ánimo poseído, con respecto á ese ilustre Cuerpo." Los lazos
que lu más acendrada fidelidad, el amor más decidido • por la causa del
Rey. y el haber sido companeros en las desgracias y en los triunfos, han
echado entre el Cuerpo capitular y mi persona, los miraré siempre como
el mejor y más precioso premio do mis sufrimientos pasados.
Ahora que rendida esta plaza felizmente ocupada por las tropas de
S. M. el (5, se me ofrece este motivo de felicitación á ü . S. no puedo me-
nos do congratularme con el Ilustro Ayuntamiento., á quien toca no pe-
queña parte en estos dias de gloria, que con sus esfuerzos y con los sa-
crificios de sus bienes y personas, preparó la lealtad de los habitantes do
esa Provincia. Reciba, pues, U. 8. las consideraciones propias del alto
aprecio quo me merece, y la seguridad do epic conservaré en todas partes
la memoria de la ayuda que le he. debido en los momentos más críticos en
ÜE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 161

nuo si» recursos para defender esa Provincia, casi la vi perecer entre sus
victorias y heroísmo, á no haberla sostenido la constancia y eficaces auxi-
lios tic tan noble corporación.
Dios &.C—Cuartel «encrai en Cartagena, 8 de Dicicnibro do 1S15¿
FRANCISCO »13 MoNTALVO;
A la Jnsüda y licghnkntto de Sania Marta.

III
KXCKI.KSTÍ.SIMO SKSon :

No .siempre la voluntad puede abrazar los objetos que la inclinan, ni


el reconocimiento se manifiesta á la ve/., si media algun obstáculo que le
«rive la correspondencia: verdad muy vivamente ocurrida en Y. E. con
unitivo do la exigencia de su «colorada partida en servicio dolltoy al ir en-
te, de las armas que sin perdida de instante debían ocupar la plaza insur-
gente do t'arl-.igoua: y penetrado do ella este Ayuntamiento y de gratitud
por la honra con (pie V. .10. íc distingue, se llena do la mayor satisfacción
por la que Ir ofrece e.u e.*ta parle .su oficio 8 del presente.
Kl tiempo y distancia no ilo.si.ruirán la baso en que desdo un princi-
pio levantó t-i>t aSanta Maria .su leallad al .Soberano, ni la union quo á un
solo lin eon-íervú armnniosamenie con V, 10. por más de dos liños el Ca-
bildo que habla, prometiendo continuar sus servicios en cuanto sea nece-
sario y ponda de sus facultados, hasta ver al iioino de la Nueva Granada
en pa/. y ulunlivnuia á la majestad de nuestro Uoy, el scilor Don Fernan-
do Vil.
Bí, señor Excelentísimo, los líeles habitantes de Santa Marta y sú
Provincia no serán separados de un deber que les os muy laudable, y
congratulándose con Y. ID. del éxito do las tropas en su feliz entrada y
posesión de Cartagena el 6 do los corrientes,-no han omitido desde el 9
que so tuvo la noticia, toda especie do. diversion en que demostrar su
alljoroso; habiendo dispuesto el Cabildo que el domingo 17 so solemnico
con misa, sermon y Te Dmiu, en acción de gracias al Dios do los ejércitos.
Alégrese, pues, V. 10. como lo hace este Cuerpo, de haber tenido la
suerte (pie después de tañías angustias y desvelos incesantes, por atender
á la pacificación del .1 taino, haya logrado con sus esfuerzos una victoria,
que jamás se persuadieron los insurgentes: sea do inmortal regocijo para
V. JO. tan glorioso resultado, y dándonos la enhorabuena en nombre del
Reflor, suplica á Y. 15. este Ayuntamiento se sirva, como se lo indica, re-
comendar al lley el justo premio que se debe á la ciudad y habitantes do
Santa Marta y su Provincia.
Dios guarde á Y. ]0. cu salud y para mayores empresas los muchos
afios que se lo piden.
Santa Ararla, Diciembre 15 de 1815.
Dxcolentísimo scíior.
Mmmd Zeqmira.—José Nicolas de Jimeno.—Süceslre Díaz Grana-
dos.—Manuel Conde.—Simon. Guerrero.—Luis Armenia.—Emrislo de
Ujuela.— Gabriel Martínez Guerra.
Excelentísimo señor Presidente, Gobernador y Capitán general de calo Nnevo Reino.
11
162 DOCUMENTOS TARA LA IHSTORTA

IV.
3)ON OAnUlKli DK TÓltUKS Y VKhASCO, COUOXRÜ DE LOS KKA MvS JMICIICITO?, CíOJÍÜIlNADOl?
l'OMTICO Y MILITAR DIS KCTA 1M.AZA V IMIOVIXCIA, KC.

Hago saber á lodos los liahitanl.es de esta ciudad, que debiendo ce-
lebrarse el domingo próximo, diez y siete del corriente, en la santa Igle-
sia Catedral, una misa solemne con Te Den ni, en acción de gracias al
Todopoderoso por la ocupación de esta plaza por las armas del Rey nues-
tro ¡Señor (que Dios guarde), deben concurrir á solemniz-ir este acto todas
las personas visibles; y el diez y seis en ¡a noche, víspera de la festividad,
pondrán todos los vecinos las laminarias correspondientes en sus casas,
sin que por ningún motivo se falte á osla prevención, como lo espero do
la obediencia de sus moradores.

Cartagena, 15 do Diciombro de 181.5.

GABRIEL DE Toamos.—José Antonio Fernandez.

V.

EXCELENTÍSIMO SEÑ'OR:

En Cabildo extraordinario celebrado en este dia, se ha abierto cï


oficio de V. E. de 17 del corriente, y queda impuesto de la orden que en
él le comunica V. E., relativa á la posesión del señor Don Alejandro
llore, Comandante general electo de este Istmo, la que será observada
escrupulosamente.
Faltan voces para explicar á V. E. el júbilo y contento con que este
Ayuntamiento y todos los habitantes de la fiel ciudad que representa, ha
manifestado con la plausible noticia que V. E. le comunica, de haber side-
tomada la importante plaza de Cartagena. Esta corporación se congratu-
la con V. E. por tan feliz acontecimiento; dará gracias al Todopoderoso,
suplicándole conceda igual suerte á las armas de nuestro muy amado So-
berano en el resto de su campaña, para que haciendo entrar en sus de-
beres á los rebeldes, pueda V. E. con sus acertadas disposiciones hacor
feliz todo el resto del llcino de su mando.

Dios guarde á V. E. muchos años. Sala capitular do Panamá, 13 do


Diciembre de 1S15.

Luis Laso de lu Vega—Ventura Mar linca—Tadeo Ferez de Ochoa i/


Secilla.no—.Doctor Miguel .Bermúdez—Vicente Roldas—José JCscoluslico
Lopes—Jimio Garcia de Paredes—Pedro Juan de Olusagarrc—Miguel de
Quesada—Manuel de la Barrera—Francisco Javier Patino.
iw.cclcuU.simo señor Cauilau general del Reino de Sanlal'é—Cartagena.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 163

j i K i O C L A B / E i l . del Capitán general después de su entrada á la plaza de


Cartagena.

HABITANTES DR CARTAGENA.

Por fin volvéis ni seno de vuestro Soberano legítimo, el Bey do las


Esparto*. Ksas gallardas tropas que vuestros prófugos tiranos unas voces
os suponían dísueilas, otras os las pintaban con los colores más odiosos,
haciéndoos creer eran unas lieras quo no respiraban sino deseos de ali-
mentarse eon vuestra sangre, esas tropas generosas son las mismas quo
ocupa esta ciudad. Decid vosotros si podíais esperar tanta disciplina,
ni tanta humanidad do su parlo, comparando estas nobles virtudes del
soldado e-qiañol con la conducta (¡uc os obligaron á observar vuestros
mentidos libertadores.—Yo be visto á mis soldados enternecidos arran-
car de las garras, de la muerte, hermanos vuestros, próximos ya á exhalar
el último aliento al rigor del hambre.
Apartemos la vista ¡ó habitantes do Cartagena ! del cuadro lamcn-
lablc (pie ofrecieron á nuestros ojos las calles y plazas de esta ciudad el
día de la gloriosa entrada de las (.ropas del Rey. Cadáveres, despojos del
hombro, ruinas, desolación, podredumbre, hombres semi-vivos, ¡ qué ho-
rrible libertad ! ¡ Quienes os han mandado ! Los engendró el Caucaso y
no han podido nacer do madres cspafiolas. He aquí la felicidad que os
prometían, he aquí los funestos electos de su temeridad. ¡ Viles ! Mere-
cían mil veces hubierais atravesado sus bárbaros corazones ! Do esto
modo hubierais cesado do padecer más antes. Así gozarías ya del suave
influjo de las leyes del Reino, de las que desde el trono augusto de las
Rs pañas dicta el más benigno y justo de los Monarcas. Justus son las quo
vuelven á regiros, y las mismas con. que os dirigían vuestros tiranos
cuando querían proceder con algun acierto, porque conocían que son el
depósito de la sabiduría de todos los siglos. Los Tribunales, la adminis-
tración pública en todos sus ramos va á ser restablecida al orden anti-
guo : todo lomará su curso legítimo, y al fin la tranquilidad, el regocijo
y la conlianza saldrán á vuestro semblante, ahora tan abatido por las
desgracias pasadas. Yo no prestare oidos á la venganza, ni consentiré
quo la justícia sea instrumento de las pasiones. La justicia obrará reclá-
menlo : yo cuidaré de vuestro reposo : permaneced tranquilos, recobrad
vuestra alegría natural, extended los brazos á los demás habitantes del
nuevo limito y decidles : " Los quo nos pintaban los tiranos como fieras,
son nuestros queridos hermanos : nos hemos abrazado tiernamente : el
soldado español, tan valiente como noble, ha compadecido nuestras mise-
rias, nos ha libertado de la peste y el hambre : venid, amados convecinos
del Nuevo Reino de Granada, congreguémonos todos bajo la influencia
protectora de las leyes españolas : el hombre honrado no teme ya ser
164 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

perturbado por las facciones ; y los sediciosos tiemblan y so reprimen' í¡


la vista del cadalso."
Cartagena, 12 de Diciembre do 1815.
D B MONTALVO.
Con superior permiso.
Cartagena do Indias.
Imprenta id: Ir. Capitanm '/Cnored.—Por Don Mani'cl C'nnzi·lcz y Pujol. Año do I815>

.fí.CrJHíi&^jH'D para hacer destruir las casas situadas entre Cartagena-y


el barrio de Jctsemaní.
Habiéndose notado quo en el Istmo 'que hay entro la plaza do Car-
tagena y el Arrabal, dentro del tiro cíe pistola de ella, hay unas casas que,'
contra todo lo mandado por las Reales Ordenanzas, so han construido'
en parte ya de ladrillo, y con cuyo ejemplo so ha elevado algo más dis-
tante un edificio Matadero, que en ningún tiempo debia ponnitirse cons-
truir: y atendiendo también á que las dichas casas están colocadas sobro
el muelle que sirve para el tráfico general, y que ellas contieuen tabernas,
revendedores, y en fin cuanto puedo contribuir al desorden, hasta podcv
servir do pretexto á reunirse en estas casas de concurrencia gentes do la
plebe: en precaución do quo puedan sorprender alguna puerta, teniendo
presento estas y otras consideraciones, han decidido los tres Generales que
abajo firman, que en el término de tres dias se destruyan ó quemen, avi-
sando que saquen los efectos y cuanto puedan aprovechar do dichas ca-
sas sus vecinos, y se retiren las gentes, mandando á los dueños presenters'
las licencias que obtnvicron de los anteriores Gobernadores, con ol alla-
namiento correspondiente do los Ingenieros, pues sin ostos requisitos
fabricaron en terreno ajeno: y habiéndose acordado así, lo firmamos en'la
plaza de Cartagena, á 12 do Diciembro de 1815.
PABLO MORILLO.—FRANCISCO DB MONTALVO.—PASCUAL ENRILE,-

ïfíOS·.Sí'.K'ïïtf del ejército expedicionario sitiador de la plaza de Cartagena,,-


BOLETÍN NUMERO i?.
WKRC1TO EXPEDICIONARIO.
Guarid (/encrai de Cartagena^ 18 de Diciembre de 1S15.
OFICIO del Camlim Don Valentin Conmnni, Comandante de la 2.n sección que obr.icr
el ulto Magdalena,
Tengo la satisfacción de. manifestará U. S. do haber, después de uno
liora de fuego obstinado por doscientos hombres, entrado en esta ciudad-
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 165

\a que desampararon vergonzosamente los enemigos, por lo quo he nom-


brado cu el mismo nclo en su seguimiento treinta hombres de Castilla, al
niámlo del Capitán graduado Don José Istúrix, y cuarenta del campo vo-
lante á las órdenes del Ayudante de la sección, Don Francisco Tamaris, y
oí Tomento Don Antonio* Farota : del resultado daré á U. S. aviso, como
igualmente remitiré á U. S. el detall do la acción y recomendare los Ofi-
cíalos v demás individuos beneméritos, pues ahora no me lo permiten las
circunstancias, por evitar todo desorden.
Dios cuanta á Ü. S. muchos años.
Simili, it de Diciembre de 1815. VALKXTIK CAP.VANI.

Sc&or Comandante general do la Division volante, Don Pedio Ruiz de Púrins.

La columna volante de la derecha que guarnecía á Ncchi, adelanta


sobro Zamyoza.
Por carta* particulares se sabó (pic las tropas de los rebeldes se han
retirado d<: Ocafiaal interior del Reino, á causa del movimiento de la 5.*-
¡Division, al mando de Don Sebastian de la Calzada.
Jinjn-titta ilii JycrcUti J-'.i'jialicUoiario.

<OT3&AS ñolas cambiadas entre el Brigadier Don Pedro Ruiz de Porras


3' el Capitán general del P.cino, sobre varios asuntos.

i
SESOR CAPITÁN I¡KNKKAI< •.

Despachado ya el Capitán Don Tomas Pacheco para restituirse á ese


Cuartel general, recibí por conducto del Coroud y Magangué, el oficio
do U. B. do IS del corriente, y otro del Excelentísimo señor Capitán
general del ejército, en contestación á mis primeros 9 del mismo, en que
daba circunstanciado parte de todo, manifestando los legítimos motivos
que rao habían impedido el hacerlo antes.
Veo con gusto cl que Moroh con su acostumbrada puntualidad,
como U. S. me dice, remitiera las acémilas que le encargué.
He querido, ¡i posar de la mula inclinación de los habitantes de esta
villa, usar de la indulgencia sin haber por consiguiente procedido de ma-
nera alguna contra ninguno ; pero sí á todos he hecho entender con en-
tereza sus deberes y manifestarlos que el que dé nuevo motivo ú ello, será
castigado con lodo el rigor de la ley, y hasta ahora no le he tenido para
ejecutar Jo que desde Santa Marta previne ; pues á tener por sospechosos,
so .es debiera echar fuera (era menester, estoy por decir), no dejar un
tan solo habitante, sin excluir el clero y las mujeres, por lo que he toma-
166 DOCUMENTOS PARA LA IIISTORIA

do oste temperamento : pero sí no usare do indulgencia alguna con el


primero que so deslice
Dios guarde áU. S. muchos años. Mompox, Septiembre 26 de 1815.
FKDKO RUIZ DE POIUIAS.

Señor Capitíiu general del Nuovo Reino do Granada.

II
Siijfon CAPITÁN GENERAL :
Con arreglo á lo prevenido en oficio de U. S., fecha 12 del próximo
pasado, han prestado el juramento el Cabildo y Clero de esta Villa, como
asimismo los Curas y Jueces do los sitios de esla comprensión, excepto
los de Loba} que aun no han parecido, habiéndoles advertido de lo que
los Jueces deben verificar en sus pueblos, y del testimonio que de su eje-
cución deben remitir á la superioridad de U. S.
Dios guarde á U. S. muchos años.—Mompox, Octubre 20 de 1815.
PEDRO RUIZ DE PORRAS.

Señor Capitau general dol Nuevo Reino de Granada.

III

El Coronel Don Francisco Wnrloift pasa á Mompox á tomar el man-


do de esa Division volante, que está á las órdenes de U. S. hasta su en-
trega. U. S. lo hará reconocer inmediatamente, entregándole la instruc-
ción y demás documentos pertenecientes á mi jurisdicción. En conse-
cuencia se pondrá U. S. en marcha pava Santa María, donde tomará
posesión de su propietario Gobierno, mandando al interino Don Manuel
Zcqucira que á la mayor brevedad se presente en esta capital á ocupar el
empleo que le tengo señalado.
Recomiendo á U. S. ejecuto estas prevenciones lo más pronto posi-
ble, en consideración á la necesidad urgente de organizar ambas Provin-
cias al pie en que corrían sus negocios en el año de 1808.
Dios guarde á U. S. muchos años—Cartagena, Diciembre 18 de
1815—FRANCISCO DR MOKTALVO—Señor Don Pedro Rui-/, do Porras.

IV
EXCELENTÍSIMO BSfloa CAPITÁN GKNF.HAJ, DKI. KEIXO:

Tres días después de haber recibido del Excelentísimo señor Capitán


general del ejército, con fecha 6 del corriente, la plausible noticia de ha-
berse posesionado do la plaza de Cartagena, recibí el oficio de V. E. de la
misma focha, en quo igualmente me lo comunica; habiendo sido do la
mayor satisfacción para mí y toda la tropa de mi mando, habiéndose ce«
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 10?

Icbrado esta victoria como era debido, y coimiuicádola inmediatamente a


iodos los pueblos de esta comprensión.

Dios guarde ¡i V. E. muchos años—Mompox, Diciembre 18 de .1.815.


PHDKO ïtut/. üii PuKius—Excelentísimo sciior Capitán general dol
f.cino.
V

KXCKI.I:XTISIMO KI:XOI: C.UMTAN REXKRAI. DKL JÍF.IXO:

Llegó anoche el Coronel Don Francisco Wnrlcta para tomar el man-


do de esía Division, como en oficio 18 del corriente me lo tenia partici-
pado d Excelenlwimii señor Capitán general del ejercito, habiéndome
sido entregado el de V. lí. de 18 del mismo, y (jiicdo en ejecutar cuanto
en él MÍ me previene, teniendo determinada mi marcha para Simia Alarla
el dia ü del entrante mes.

Dios guarde á \ r . E. muchos años—Mompox, Diciembre 20 de 1815.


—]'i:nnc) líi.T/. ni-: POIIUAS—Excelentísimo señor Capitán general del
Peino.

CCLXXV
Il3EîlVîï3>rïS(DBîXrCZAS del sitio de Cartagena, hechas por el escla-
recido ciudadano Lino de Pombo.
Qurcquc ipso misérrima vidi

A mediados del año de 1S15, aciago para la causa de la Independèn-


cia por el desgobierno y por el cansancio de los pueblos, las mutuas ani-
mosidades personales que de tiempo atrás existían entre los Generales
Manuel del Gustillo Bada y Simon Bolívar habian producido consecuen-
cias funestas para la seguridad del pais, á más de frustrar el plan de
operaciones sobre la Provincia y pla/.a de Santa Marta, cuya ejecución
fué encomendada al último de estos dos Jefes por el impotente Congreso
do las Provincias Unidas de la Nueva Granada. De la lucida Division
con (pie para ial objeto habia bajado Bolívar el Magdalena, y para enyo
completo equipo rehusó proveer Castillo el armamento necesario del que
existía en los parques y almacenes de Cartagena, solo quedaban 5ÜÜ ó
G00 hombres en las sabanas de Corozal, á órdenes del Coronel Florencio
Palacios, después de una tentativa inútil para desalojar de Mompox al
español De la Pus. Y no solo acababa de perderse aquella imporlanto
ciudad fluvial: toda la línea del Bajo Magdalena hasta Barranquilla, con
su^ fortines, su material de guerra y la division de bongos armados, que
mientras estuvo guarnecida ayudaba á su defensa, se Imitaban ya en po-
der de las tropas realistas samarías, al mando de Capmany.
Sabíase en Cartagena el arribo á las costas de Venezuela de la ex-
pedición de Morillo, y so hacían algunos preparativos de defensa para el
ICS DOCUMENTOS PAlîA LA 111 STOMA

caso eventual tío un ataque á la plaza ; pero preparativos Ionios y en


pequeña escala, casi limitados á artillar las murallas y desherbarlas,
mejorar los lusos y el rebellín del frente de Sania (.'alalina, reparar es-
tacadas y puentes levadizos, y construir un camino cubierto de faginas
desde la Media luna al Castillo de San Felipe : porque bastante se duda-
ba tener que habérselas con aquella respetable Division marítima quo
había sufrido considerables descalabros en la Isla de Margarita. La
situación exigía, además, gastos militares enormes, y para ellos quizas
se contaba apenas con los escasos productos do la Aduana, los aprovecha-
mientos dol corso y la venta ó acuñación de moneda macuquina do las
alhajas de oro y plain de las iglesias : por esta transformación do cuno
pasaron entonces el lamoso sepulcro de piala de la Catedral, " de carác-
ter histórico, cauüvo del Almirante francés Poinlís en lG97,y la bella y
valiosa palma del mismo metal, con (pie galantemente fué devuelto por
el Gobierno cío Luis XIV.
En los primeros dias de Agosto, un buque do guerra inglés proec-r
dente de Santa Marta trajo noticia auténtica de haber llegado á aquel
.puorto la escuadra y el Ejército español do Morillo, reforzado éste con
vin numeroso cuerpo de realistas venezolanos, á órdenes del sanguinario
isleño Morales {Fraucú-co Tomas). Procedióse con actividad, en conse-.-
cuencia, á colectar ganado y solicitar víveres del Sini'i y de las Antillas,
poner en armas toda la gente disponible, hacer entrar los restos de ofi-
cíales y tropa de la Division tic Bolívar, ° " destinándolos en su ma-
yor parle á la defensa del Cerro y convento de la Popa, guarnecer sufi-
cientemente el Castillo de San Pólipo y los del Pastelillo y Locachica, y
arrasar en lo posible las inmediaciones do la plaza. El pueblo de Turbaeo.,
que era el cercano más importante para un ejército sitiador y quo con-
tenia muchas espaciosas casas de recreo do los habitantes acomodados do
Cartagena, fué incendiado íntegramente, f
Cuando so estableció el bloqueo por mar y tierra, dejando cerrada
toda vía de socorro, la ciudad se hallaba desprovista de lo necesario para
el mantenimiento por más de dos meses de las diez y ocho ó diez y
nueve mil personas concentradas en ella, y pronto hubo que malar, salar
3' embarrilar caballos y burros, en calidad do reserva para último recur-
so alimenticio.
Como Teniente de ingenieros había recibido yo comisión para forti-
ficar el Cerro de " La Popa/'' dándoseme por operarios unos ochenta
soldados españoles do los prisioneros hechos por casual encuentro á bordo
do la fragata mercante <: Neptuno," que conducía un cuadro á Panamá,
á órdenes del Lrigadier llore. Varios do sus oficiales habían sido asesi-
nados brutalmente en las prisiones de la antigua Inquisición por hom-
bres exaltados que forzaron tus puertas en la noche del 6 do Julio, y
estos infelices temian para sí á toda hora alentados semejantes ; pero lo-
gré protegerlos y tranquilizarlos, á más de proporcionarles en medio de

•; líslc sepulcro pc*n!>¡; ocho mil on¡us:< cíe- plata (fr©0 libras). destinado al culto del
Santo Cristo cu el Convento ile religioso:; do San Animin (X. del K.)
:
' De más do dos mil hombres de qus ::e componia cuando bajó del interior, reducid:;
A unos trescientos apenas. (N. del K)
f Fueron también incendiadas las poblaciones de Ternera, Sania íío.-a, Turbnna v
I'asacalmlloí—(N. del B).
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 1C9

h escasez, suficiente ración con arbitrios diversos, y correspondían á es-


tos cuidados trabajando bien : ni los tuvieron olvidados tampoco para
agradecerlos, cuando más tarde se lo presentó á alguno de ellos la oca-
sión de servirme, bailándose salvos y yo preso, después de un naufragio,
en el Castillo de San Gerónimo de Porlobelo.
Las fortificaciones emprendidas y llevadas con perseverancia á buen
término, consistían : i.° en una línea angulosa de parapetos, eon sus bri-
quetas mira fusilería y lanza, que cerraba todo el laclo accesible de la
meseta del Convento, quedando el terreno con cuatro ó cinco varas do.
escarpa hacia afuera, y cuyo extremo mirando á la plaza daba entrada al
interior do un puente levadiso sobre nn foso revestido de piedra : y 2."
en un reducto circular, flanqueando do estos parapetos, á espaldas de la
sacristía de la Iglesia, con un mortero pedrero y dos piezas ligeras de
artillería que dominaban y entilaban la angostura superior del camino de
subida. Ln éste se practicó una cortadura á inmediaciones del reducto,
escarpado también : y en la punta del cerro se situaron dos ó tres piezas
de ú .1.2, cuyos fuegos barrían el playón de <: Alcibia " y las orillas ele
la " Laguna do Tosca." En lo ma tona I todas las defensas eran por estilo
de las quo acostumbramos levantar sobre el Magdalena : estacada doblo
macisa, bien enterrada y trabada, con forro interior de tabla ó ramaje y
relleno de tierra.
Mandaba on " La Popa" el General Francisco Bcrnukloz, cumanes,
recien emigrado de Venezuela ; y cuando éste reemplazó á Castillo en la
«laxa á mediados de Octubre, por el indecoroso arbitrio de un motiu mi-
litar, quedó Ja Comandancia (del cerro do "La Popa") á cargo del To-
mento coronel Carlos Soublette. Jül noble y simpático inglés Stuart, *
distinguido oficial de Cazadores que de tiempo atrás prestaba con amor
sus servicios al Estado de Calamar, y que por ellos estaba destinado á
morir en un banquillo en 1816, junto con García de Toledo y otros par
triotas ilustres, se instaló como Jefe-en el reducto atraído por su impor-
tancia clásica, y pasaba en él las noches reclinado sobre la carroñada del
mortero, con la mecha encendida al lado. Recuento allí presentes á
Carroño y Piñango, y á otros militares de lucido porvenir.
Al principiarse las obras de fortificación, subía yo diariamente á pió
dos veces de la ciudad al cerro, y pernoctaba abajo : después quedé in-
corporado á la guarnición por algun tiempo. Mi acompañante asiduo en la
supervigilancia do los trabajos, y quien durante mi ausencia llenaba ofi-
ciosamente en cualquiera eventualidad mis funciones, y quien más me
auxiliaba en la difícil larca de proteger contra ruines insultos á los obre-
ros cspaíioles, C2Jucra un joven venezolano de nariz bien perfilada, tez
blanca y cabellos negros, ojo observador, talla mediana y pocas carnes,
modales finos, taciturno y modesto : á este joven oficial, la Providencia
en sus altos designios, lo tenia provisto para figurar un dia cu el catálogo
de los más esclarecidos guerreros, libertadores de la América del Sur, con
el glorioso título de Gran Mariscal de A//ucuc/to..£%}
En su calidad de puesto avanzado y de mirador con vasto horizonte,
" La Popa," que durante la noche exigia vigilancia suma, aunque su
- Kl General español Morillo aseguró quo Sl.narl. era natural de Buenos-Aires, como
M Yw de la relación inserta ni;V; a-.îclaule. Algunos escritores uscgnntu que cía norte-
americano (S, del E.)
170 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

acceso único estaba protegido por la Artilleria del castillo de " San Feli-
pe," proporcionaba durante el dia para nuestro entretenimiento variados
espectáculos. Del lado do la plaza y el mar los movimientos de la Escua-
dra bloqucadora, repartida por mitades entre " Punta-canoa" y las in-
mediaciones de Bocuchica ; los ile nuestra flotilla, casi inútil, de goletas
corsarios ó piratas, lanchas, cañoneras y bongos de guerra en la ballin ;
los trabajos de los muelles y arsenales, y muy de vez en cuando la apa-
rición entre lu bruma matutina do algun buqiiccito con víveres, mío ha-
biéndolo amanecido cerca do la ciudad, hacia esfuerzos heroicos de vela
y remo, siempre felices, para guarecerse bajo sus murallas eludiendo la
persecución enemiga. Unos veinte (lias consecutivos estuvimos observan-
do con ansiedad la marcha lenta del casco viejo de un bergantín, que se
intentaba conducirá remolque hacia Pasucaballos, para obstruir la boca
de aquel " Estero :" tan lenta fué en las cinco millas de trayecto, quizá
por falta de vigor de los remeros, que no alcanzó á llegar á tiempo á su
destino.
Del lado de tierra teníamos con frecuencia al despuntar la aurora,
Jas descubiertas enemigas de infantería y caballería, ó los grandes reco-
nocimientos de pura ostentación del Ejército español, que desplegaba en
el fondo del playón sus hormosos batallones y escuadrones con relucien-
tes armas, hasta donde nuestros fuegos se lo permitían, y avanzaba pi-
quetes sueltos para explorar los bosquecillos y para dejar intimaciones ó
proclamas en tablillas puestas al extremo de un palo hincado en tierra.
Justas escursiones solían ocasionar pequeños tiroteos con partidas do la
guarnición de la plaza también en descubierta, ó apostadas al efecto.
Quedó abandonado un dia cl cadáver de un soldado español : conducido
á Cartagena, la turba onhambrecida del barrio de c: Jetsemaní " se apo-
deró de él para arrastrarlo por las callos mutilado, con febril regocijo.
En otra ocasión, una partida nuestra do húsares mal montados y peor
comidos, se emboscó en las avenidas del playón con el encargo de cojer
vivo algun soldado de quien pudieran obtenerse informes, y esto dio
lugar á una interesante escena. Habiéndose adelantado de un piquete
enemigo dos hombres en famosos caballos, y uno de ellos que avanzó al-
gunos pasos para clavar, según costumbre, un palo con tablilla que con-
ducía, iúé rodeado súbitamente por nuestros húsares: advirtiéndolo el
camarada, voló sin vacilar en auxilio suyo con sable en mano, desparpa-
jó á los contrarios en un abrir y cerrar de ojos, y ambos, sanos y salvos
se reincorporaron á pequeño troto en sus filas, nosotros los espectadores
de la punta del cerro, aplaudimos con estrepitosos palmoteos acción tan
calíanla, que nada perdiu de su mérito, por la notable diferencia de cua-
lidades físicas entre los combatientes.
En la madrugada del 11 de Noviembre ' fué atacada " L a Popa "
por una columna de ochocientos hombres escogidos que acaudillaba el
más distinguido olicial de cazadores del Ejército español, Teniente Coro-
nel Maortua, y que al favor do las tinieblas y de un profundo silencio había
logrado trepar sin ser sentida ni ofendida. Las fortificaciones, sus leales

* Comumnnuti: se toma la madrugada tktl din «Ijuloulo al quo se rtotenuina, como


haciendo parte de este; y asi en el caso del combat;! (juc .so vélica-. 1.a fortaleza «lo " L a
Popa" uo fue atacada por los españoles cu la madruga (|iic precedió al dia once, sino cu
la queniguió á oste dia y precedió al 12 do Noviembre—(N. del 10.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 171

defensores, que no llegaban ¡i doscientos útiles, y su hábil Jefe Carlos


Soubk'ttc, correspondieron dignamente á las esperanzas fincadas en ellos;
luciéndote sobre todo, por su lino ¡/ sangre /'ría, el Contúndante Sluarl,
inmóvil en me reduelo. C3y" Parte del combato se sostuvo cuerpo á
cuerpo y á la bayoneta en la línea de los parapetos, que escalaron
sin salvarlos algunos oficiales y soldados y un valiente cómela; llovían
sobre la meseta interior las granadas do mano enemigas, y sobre ion
pelotones enemigos la metralla de Sluarl, en tanto que hacia su oficio
el fusil á pecho descubierto en el ataque y con mediano abrigo en la
defensa. En menos de 1res cuartos de hora, la función, había concluido al
sonoroso (frito de ¡ VjVA LA PATRIA ! \J¿& Y los asaltantes huitín preci-
pitadamente bajo el mortífero cañoneo de las baterías de " S a n Felipe,"
dejando tendidos los cadáveres de muchos de sus compañeros al pié de.
las escarpas y en un largo espacio do las faldas adyacentes. £1 bravo
Maortua quedó exánime á la orilla del foso. En honor de la verdad diré:
que no tuve yo participación en la refriega: enfermo de disentería, como
tantos otros, había bajado al recinto de la plaza, y aquella gloriosa madru-
gada me encontró de servicio en el fuerte de " Santa Catalina."
ÎSTo fueron más afortunadas las tropas cspiifíolas en el asalto quo
algunos días después intentaron sobre el aislado Castillo de " E l Ángel,"
á la orilla del mar fuera de Boeachica, en donde mandaba mi caro y
desgraciado amigo el Coronel venezolano José de Sala y Bussy. Y á lo
dicho se redujeron las empresas terrestres del ejército sitiador en las
cercanías do la plaza.
Pero en la madrugada misma del espléndido rechazo do " La Popa,"
forzaron con sus buques menores el mal defendido paso del "Estero de Pa-
sacaballos " y entraron en la bahía, perdiendo la vida entre otros cartage-
neros, el ciegan to joven Capitán Antonio Herrera, umversalmente llorado.
Ni fué posible impedir que la atravesaran luego para situarse en "Caño do
Loro," sobro la Isla de " Tierra bomba," en dundo su Escuadra podia
proveerlos directamente de cnanto necesitasen, y que allí y en algun otro
lugar á propósito para cruzar los fuegos erigiesen baterías de artillería
gruesa ; con lo'cual se estrechó más la línea del asedio, y so embaraza-
ron las comunicaciones con t: Boeachica."
Ya no qued iban esperanzas de salvación on lo humano, y cada hora
traía consigo nuevas angustias, nuevos padecimientos. En ¡as noches do
mar serena, las lanchas cañoneras de la escuadra se aproximaban enfren-
te de la cortina de " La Merced," y bombardeaban con poco riesgo el
recinto principal. El progreso de los estragos del hambre era en sumo
grado aflictivo ; pereciendo unos por falta de alimentos ó postración do
fuerzas, otros por las enfermedades consiguientes á la mala calidad de la
triste ración que se proporcionaban, y prolongando otros su miserable
existencia escuálidos, hebetados y con hinchazón progresiva en las pier-
nas. G35" Carnes y harinas podridas, bacalao rancio, caballos y burros
en detestable salmuera, perros, ratas, cueros, eran el recurso de la gene-
ralidad desvalida ; y escasas dosis do arroz con camarones secos y cho-
colate era el de las familias acomodadas que habían salvado algo de las
pesquizas domiciliarias. Los extranjeros dedicados á la especulación dol
corso, conservaban tal cual depósito oculto de víveres, y los beneficiaban
172 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

sin misericordia, haciéndose en cambio ducííos de las prendas de oro y


piedras preciosas que existían en la ciudad. ¿J£¿
Y ;i pesar de lanía miseria y tantas congojas, NUNCA, durante la
época del sitio, que duró cerca do cuatro meses, se oyó á nadie hablar,
por desesperación siquiera, de sometimiento á la antigua madre Patria.
Si esto en los primeros dias significaba patriotismo, en los últimos tenia
por causa adicional el menosprecio absoluto de la vida, contraído por el
hábito do los peligros y por contagioso obetamicnto. Por excitación rei-
terada de las autoridades, algunas de las más desdichadas personas com-
prendidas en la categoría do bocas inútiles y acosadas del hambre, salie-
ron por tierra de la plaza, casi arrastrándose, en dirección al campo ene-
migo, y pocas alcanzaron á llegar á él, en tal estado que excitaron la
compasión y obtuvieron asilo. Un día se izó en las murallas la bandera
inglesa, de órdon de las mismas autoridades, con motivo de la aparición
do un navio de guerra de S. M. Británica : súpose muy pronto qno aque-
llo significaba invocar la protección inglesa, y que en el navio so habían
embarcado los Doctores Ignacio Cavero y Henrique .Rodríguez con di-
rección á Jamaica, encargados de proponer la ocupación de Cartagena
por vía do protectorado : quimera irrealizable en la opinion de todos, y
quo como tal se desvaneció sin dejar huella.
À miles ascendia ya el número de los muertos, y ni aun era posible
dar sepultura á los muchos cadáveres esparcidos en casas y calles, cuya
pronta putrefacción envenenaba el ambiente, cuando por el Jefe militar,
General Bermúdez, so resolvió ni principiar Diciembre la evacuación de
la plaza y do todas sus mal guarnecidas defensas, emigrando á todo tran-
co por mar. El Gobernador señor Juan de Dios Amador ': se oponia
á esta medida extrema, hasta con rungos, ó pedia se la demorase siquiera
por unos tres dias, asegurando quo según sus cómputos no tardaria tanto
en empezar á recibirse nuevos socorros do víveres de los Estados Unidos
y de las Antillas ; pero fueron vanas sus instancias. El tiempo acreditó la
exactitud de sus previsiones ; mas, á decir verdad, Cartagena no podía
prolongar con buen éxito la resistencia, aun cuando se la proveyese do
comestibles abundantemente en aquellas horas de agonía, y no obstante
el numerosísimo hospital de los sitiadores : nada más fácil para éstos,
con dos mil hombres disponibles en ¡.ierra que ocupar por el lado de Ja
bahía su recinto exterior antes de una semana, tras él las posiciones ais-
ladas de <: San Felipe " y <: lia Popa," y lorzar luego á la rendición al
recinto principal, ó tomarlo por asalto, sin vía de escape para un solo
individuo. La evacuación, aunque erizada de dificultades y sujeta á pe-
ligrosísimas contingencias (pie había quo arrostrar de frente, era el úni-
co partido racional adoptable por quienes todo lo preferían al someti-
miento.
En las primeras horas de la nucha del ¡5 do Diciembre, previa la
diligencia de clavar la artillería de las murallas, tuvo lugar ol embarque
de la emigración por la playa do " Boca-grande," contándose para su
transporte con troco ó catorce buques, la mayor parte corsarios, y todos
con Capitanes extranjeros más ó menos metalizados y perversos. Nuda
'• i;.sLo lo hacia en su calidad do nairiula ó particular. pttW on los líllimos dias do
Noviembre v los ,1c Diciembre esiaivo encardado ilu la Gobernación el Doctor .Wins Ló-
pez Tni·li;.—(X. dol T.)
DÉ LA PTiOVISfCíA DE CARTAGKKA. Ï7o

do provisiones de pnsajo, y ni nun suíicienlo aguada: nadie contaba para


mantenerse sino con lo (pío hubiese puesto y asegurado á berilo, ó con' lo
que le suministrase la benevolencia agena. Esqueletado yo y casi mori-
bundo, por efecto de la disentería y las fiebres, con las piernas binehada's
y pesadas de la rodilla al pié, i'uí á sainbullinno á un c-iiniirolieo do la
goleta (pie me tocó, llevando al cinto algunas onzas de oro, y en un bol-
sillo una libra de chocolate pam roer, de que me había provisto la vene-
rabilísima matrona señora María Amador tic Pombo, mi buena tia y ma-
drina, (pie se embarcó también con tocia su valiosa familia, compuesta do
seis hijos, una nuera y una hermana, un yerno y una nieta. Compañeros
nuestros de peregrinación eran, entre otros, los señores García de Toledo,
Ayos, Miguel y Domingo Granados, el Coronel Sata, espirante, y el Ca-
pitán Juan Gual. Unos iban apiñados cu la cámara, otros en la bodega,
y el resto sobre cubierta, cada cual como podia.
Pasamos la noche al ancla y sin molestia de parle del enemigo, eft
cl seno interior de la bahía. Al amanecer so observó con agradable sor-
presa que un bergantín goleta americano, conductor desde luego do pro-
visiones, salvada la línea marítima del bloqueo, se hallaba muy cerca ya
del frente de la muralla de "Sanio Domingo," é inmediatamente volvió
atierra gente armada para recibirlo y reocupar la plaza; pero encon-
trándose cerradas las puertas de ésta, y defendidas por los prisioneros
españoles y otros á cuya cabeza se había puesto el Comandante Manuel
Guerrero, hijo de Cartagena descorazonado y desleal, con alguna arti-
llería (pie rehabilitaron: negó el acceso que era imposible forzar, y al
momentáneo júbilo sucedió la tristeza. C55'De este buque so apoderó
Morillo al ocupar la plaza; y de trece ó catorce más cargados con víveres
hizo presa después por medio del engaño, conservando para el efecto el
simulacro de bloqueo marítimo.
Aprovechando un buen viento, los buques de la emigración se mo-
vieron juntos á las tres de la tarde del 6, y á toda vela forzaron el teini-'
ble paso de " Caño de Loro " bajo un fuego infernal á quemaropa do las-
baterías enemigas y hinchas acoderadas en tierra, con insignificantes
averías y pérdida de unos pocos hombres. En mi goleta hubo tres muer-
tos, un fraile entre ellos. Anclaron de nuevo en el canal de " Bocachica,"
recogieron otros pasajeros, salieron en dispersion at mar con brisa favo-
rable cerca do la média noche; y aunquo hubieron do pasar forzosamente
á menos do medio cabio de la fragata española de guerra "Diana," ó do
la corbeta " I n g e n i a " ó de algun otro de los buques mayores de la es-
cuadra, pasaron todos sin novedad por negligencia ó tolerancia: ' ' enton-
ces siguió cada uno hacinado de infelices fugitivos, el rumbo do BQ
elección, ó el que la Providencia divina tuvo á bien señalarle.
Mi goleta, desorientada, encalló sobre rocas á la tercera noche en lo

'•'•' Manuel María Guerrero, quien más tardo se reconcilió con l:i licpúblicn y des-
empeñó nlgnuos destinos militares,
(X. del K.:)
• Súpose después que las tripulaciones de c-tos buque;; de nlLo bordo, hablan sido
trasladadas en su mayor pnrLc ¡i las embarcaciones sutiles de la bahía; de manera que
si se hubiera l.cuido conocimiento de esto por los cnu'.",ranlcs. y no hubieran eslado des-
fallecidos ó sumamente Tallos de rigor, habrían podido abordar los buques españoles,
ocuparlos y levar anclas impunemente.
(N del £.)
174 DOCUMENTOS PAIU I,A HISTORIA

costn del Istmo tic Panamá, :tl Norte do Chagra», frente á In boca del rio
Coció, y su C'apitan tuvo que abandonarla después do habernos echado
en tierra. En la travesía había fallecido el Coronel Sata: en la playa de
Coció fueron á exhalar su último suspiro mi angelical prima, Ana Potnbo,
mujer de Santiago Locuna, que estaba con ella, Juan Gual y algunos
otros desdichados. Era solitaria aquella playa, pero estaba cubierta de ár-
boles de coco, cuya fruta y palmiche prestaron tal cual refrigerio á quien
pudo cogerlos: y habicnclo.se aventurado dos ó tres personas que conser-
vaban cierto resto do vigor, á cruzar el pequeño rio y explorarlo hacia sus
cabeceras, dieron afortunadamente con la choza de unos indios, y trajeron
de allí algunos plátanos y yucas, (pie en pequeñas raciones devoramos
con avidez.
Algo más de una semana había transcurrido, semana de tormentos
físicos y morales de todo género, bajo una atmósfera ardiente y lluviosa,
cuando apareciendo el Corsario español " L a Flecha," Capitán Bedoya,
procedente de Portobelo, quedó decidida nuestra suerte; quizás menos
desgraciada en general quo la del resto de la emigración, víctima en su
mayor parte del brutal porte y la insaciable codicia de los desalmados
piratas que les sirvieron de conductores. Trasladados á bordo del Corsario
y tratados con humanidad, l¿¿5=sin perjuicio do quitarnos el dinero y las
alhajas que llevábamos, se nos condujo presos á Porlobclo^ y de allí á.
Cartagena en Enero de 1S1Í). Tres de mis respetabilísimos compañeros
quedaron comprendidos en la siguiente lista de ciudadanos eminentes
y acrisolados patriotas, con quo inauguró en aquella ciudad su larga serio
do fusilamientos oficiales ol Ejercito español llamado PACIFICADOR, tras
los degüellos á sangre fria hasta de mujeres y niños, perpetrados por el
monstruo Morales (Francisco Tomas) en oí lazareto de " Caño do Loro,"
y en "Boeachica": '"
José María García de Toledo;
Doctor Miguel Granados ( de Santa M a r t a ) ;
Doctor Antonio José de Ayos;
General Manuel del Castillo Rada;
Brigadier Manuel de Anguiano (español);
Teniente Coronel Santiago Stuart (inglés);
Martin Amador;
Pantaleon German Hibon (de Mompox); y
José María Porlocarrero (fio Bogotá)-
Los demás presos fueron sometidos al servicio de azada y parihuela
como presidiarios, ó trasladados, en calidad de enfermos, al hospital mili-
tar, hasta que, ausentes Morillo y Emile en ol interior, y gobernando la
plaza el caballeroso Coronel Don Gabriel de Torres, les otorgó indulto y
libertad el Vircy Monlalvo ' ' el 30 de Mayo, en celebración de los dias
del Bey Fernando.
Al año siguiente obtuve yo permiso para acompañar á mi padro
(quo do Dios haya), salvado por rara fortuna del patíbulo do los Proceres,
en su viaje de proscripción á España.
Bogotá, 8 do Abril do 18(52.
LINO DK POMUO.

!
' Pasó el miniara do las victimando trescientos. (N. del B.)
" Ya era Vircy en esa fecha,
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 175

CCE.2LXVI.

E ' Á S I S . A E ' O S de los Rasgos de la vida pública del General Francisco


de Paula Vélez, escritos por la brillante pluma del señor Doctor Pedro
Fernande/'. Madrid. "

Al consagrar oslas breves páginas ¡i la memoria del General F R A N -


CISCO DU PAULA VKI.KZ, supliendo con el csLiulio ele documentos disper-
sos la falta do noticias metódicas y coordinadas, no aspiramos á escribir
mi» biografía completa, para lo cual carecemos del tiempo y datos nece-
sarios. Empero, el hombre á quien el LIJMÍKTADOH juzgó digno de com-
partir con él este bello título, y ú quien la patria agradecida condecoró
con el expresivo dictado do Bncn Ciudadano, no debe quedar, ni aun en
los primeros momentos posteriores á su muerto, sin quo. so lo dediquo
algun recuerdo que, aunque imperfecto y trazado por inexperta mano,
sirva do trabajo auxiliar para llenar algun día el hermoso cuadro de osa
noble vida.
JDn tanto, pues, (pie nuestra naciente literatura, compulsando los
inmensos materiales que suministra la tradición viva, emprende la des-
cripción de nuestra guerra magna, y da á conocer á los que en ella se
distinguieron, procuremos sacar del manantial de los documentos quo
más á mano tengamos, algunas do las proezas ejecutadas por el valeroso
y buen ciudadano que es objeto del presente ensayo.

El General FRANCISCO DE PAULA VIÍLEZ, nacido en Bogotá el 16 de


Agosto de 1795, tuvo por padre al señor Antonio Vélez, funcionario de
alto rango fiscal bajo el régimen colonial, que siendo después Coronel do
la República, rindió por ella la vida en un patíbulo; y por madre, á la se-
ñora Rufina Carbonell, hermana del señor José María Carbonell, que
habiendo figurado en 1S10 como Presidente de la primera Junta revolu-
cionaria, murió también en un patíbulo por su amor á la libertad. A ella
hicieron igual sacrificio dos hermanos del General: Miguel, muerto glo-
riosament» en la famosa batallado Jenoy; y Tomas, quo pereció emigra-
do cu la isla de Jamaica en 181ÍJ, á consecuencia de crueles dolencias
contraidas en el memorable sitio do Cartagena.
Vastago de esta familia de mártires, no os extraño que VKLKZ abra-
zase desde temprana edad la causa de la Independencia americana, tan
atractiva de suyo para las almas generosas. Contemporánea su niñez con
los primeros dias de nuesta revolución, no pudo desde luego brillar entro
las deslumbradoras celebridades do aquella época gloriosa; poro no obstó
esto para quo tomase parte .activa en sucesos ulteriores aun más gloriosos,
hasta llegar á hacerse notablo en los terribles episodios de la gran epo-
peya colombiana, que por haber sido campañas do pura sangre, se cono-
cen on la historia con el renombre de La guerra, á muerte.
Quince años tenia el General Vélez cuando estalló la revolución do
* Se insertan loa quo Lucen conocer lu fmnilia de esto distinguido General y IOH
servicios que prestó ¡í C.utnsrcua en circunsüoicina muy difíciles.
170 DOCUMENTOS l'A KA LA HISTORIA

ISIO, y apenas diez y siete contaba cuando fu» agraciado con los cordo-
nes de cadete en 31 de Agosto do 1812, previa la dispensa de edad re-
quoriiln por los estatutos militares. Obra de tres meses militó en esta
modesta categoría; poro habiendo el cuerpo en quo servia cooperado al
buen éxito de las operaciones que se ejecutaron contra las fuerzas realis-
tas estacionadas en Pamplona y Cuenta, fué luego ascendido por su buen
comportamiento á la clase de Oficial, recibiendo en l> de Diciembre del
mismo año, junto con el despacho de Subteniente del Batallón de linca
número 4." de la Union, la charretera de los ejércitos independientes,
tan codiciada en aquel tiempo por la juventud, y que de cierto sentaría
graciosamente en los hombros casi infantiles de nuestro bizarro compa-
triota.

'I lomudos en Cartagena á fines tic 1814 BOLÍVAR, D'Jillhuyar, VÚLEz


y los demás oficiales emigrados do Venezuela, marchó inmediatamente el
primero al interior á dar cuenta de su conducta al Gobierno de la Union
y á verse con Urdaneta, que habia aparecido por el .Norte de la Nueva
Granada, salvando algunas reliquias del ejército de Venezuela. Do bue-
na gana hubiera regresado entonces VJÍLRX Ú. la ciudad natal; pero invi-
tado á tomar parto en una expedición patriótica contra la villa de Magaii •
gué y otras poblaciones del bajo Magdalena, ocupadas por los realistas,
aceptó el encargo y lo desempeñó con tai denuedo y buen éxito, quo do
luego á luego se lo destinó al mando del Batallón Tanja, extacionado en
Mompox.
(ion este cargo se hallaba á los diez y nuevo años do edad, cuando
llegó do regreso del interior el General BOLÍVAR conduciendo una Divi-
sion de tres mil hombres que el Gobierno de la Union le habia confiado
para desalojar do Santa Marta á los españoles, y en la cual debia incor-
porarse Vélez con placer tanto mayor, cuánto que en la misma Division
iba de soldado aspirante Tomas, su hermano menor á quien amaba tier-
namente.
No llevando consigo BOLÍVAR más eme quinientos fusiles, se detuvo
en Mompox, mientras le llegaban de Cartagena las armas y pertrechos
que el Gobierno habia. mandado poner á su disposición. Larga do escri-
bir y enojosa do leer seria la relación tic las Funestas disensiones enton-
ces ocurridas con este motivo, entro lioi.ív.ui y sus tropas poruña parto,
y su antiguo émulo Castillo y la guarnición do Cartagena por otra. E n
cuarenta dias que estas imprudentes reyertas hicieron perder al ejercito,
tuvo éste una baja extraordinaria y consumió todos sus recursos. Pensar
en seguir contra los roalislas, desarmado como estaba, habría sido locu-
ra: retroceder era colocar al Gobierno general en una posición embara-
zosa y desairada, y renunciar también al grande objeto de la expedición,
que en realidad estaba destinada á entrar por Sauta Marta y lliohacha á
Maracaibo, con el fin de emprender nuevamente la conquista do Ve-
nezuela.
En tan embarazosa situación, convocó BOLÍVAÜ una Junta do gue-
rra, y conformándose indiscretamente con el parecer de la oficialidad, so
D13 LA HiOVIiïCIA DE CARTAGENA. 177

decidió íí marchar sobre Cartagena, á fin de obtener, de grado ó por


fuerza, los auxilios y el armamento pedidos. Marchó, pues, v situándose
en el cerro do u La Popa " con el Batallón f|Ui! mandabu YÉI.KZ y la
demás tropa en í: Alcibia," comenzó las hostilidades el 27 lio Marzo de
lo'lf), rechazando luego fácil y ventajosamente una salida que los Cuer-
pos do la guarnición hicieron el 2(> de Abril.
Es un hecho muy significativo del mérito de VKLKZ y muy lisonje-
ro para él. que en las posteriores conferencias para un avenimiento, el
Gobierno de Cartagena propusiera seriamente : que JJOI.ÍVAK, separando
los pocos soldados venezolanos que habia en las tropas granadinas, se
llevase los primeros y dejase los segundos á órdenes del Teniente Coronel
Yicucz, á quien so prestarían los auxilios..Grandemente se quejó BoLÍVAí;
de csia proposición, como un desacato hecho á su persona, pero sin que
por ello desmereciese en su alecto la de VJÍLKZ, á quien, como á los de-
más granadinos cainaradas suyos en las primeras campañas de Venezue-
la, profesó siempre amistad sincera.
Esta predilección de BOUVAU por aquellos granadinos, fué á la sa-
zón bien correspondida por ellos. XJOS que estaban en la plaza manifesta-
ron repugnancia de combatir contra su antiguo caudillo, y se les ofreció
pasaporte para salir del pais; pero lejos de darlo á los que se atrevieron
á pedirlo, se les encerró en los calabozos do las fortalezas. Uno de éstos
fué el valeroso y fiel D'IDIhuyar, (pie expulsado luego á Jamaica, pereció
en un naufragio en ocasión de regresar á fines del año, para lomar par-
te en la defensa de la libertad moribunda de su Patria.
En esto estado de animosidad y desavenencia se mantuvieron las co-
sas por más de un mes; pues todas las tentativas do reconciliación para-
ban en nuevas dificultades y embarazos, suscitados para quoBoLÍVAU de-
jase el mando, hasta quo un buque do Curazao puso en noticia de todos
los partidos la llegada de Morillo á Margarita con la expedición españo-
la. A esta, triste nueva se unió la de algunas ventajas obtenidas en la
Ciénaga por los realistas, la ocupación de Barranquilla y la más l'atal
aún de Mompox, con lo cual quedó privada Cartagena de los auxilios de
las Provincias interiores, y éstas de las comunicaciones y recursos que
debían recibir por medio de aquella plaza.
Estos golpes de la adversidad, haciendo despertar á BOLÍVAU, le
inspiraron una de aquollas resoluciones dignas de su alma. Previo que la
expedición española habia de invadir muy pronto el territorio granadi-
no, empezando por su antemural Cartagena; calculó las dificultades quo
su permanencia en el pais opondría para la defensa; pasó un oficio al
Gobierno de aquella plaza exhortándole á prepararso para resistir á la
agresión que amenazaba, é instándole para que emplease las tropas de su
mando contra el común enemigo, y cl S de Mayo de 1815 ' se embarcó
solo para Jamaica, despidiéndose antes de sus soldados con un elocuente
adiós

* Varios historiadores üjnu nu el mismo dia ol embarque del Libertador: poro on oi


Mensaje que C-sl.c dirigió desde Kingston al Gobierno do las Provincias Unidas tic I»
Nueva Granada, v que so halla inserto en las ¡¡aginas 70 á 7!) de esto lomo, dice quo :=;;
embarcó el 'J de Mayo. (S. del ¡i.) * 12
178 DOCUMENTOS PARA LA IlISTORIA

" El 21 do Julio s llego Morillo á Santa Maria, é inmediatamente


envió do jefo de vanguardia al feroz Morales, para quo con 2,000 hom-
bres " i: se internaso en la Provincia hasta llegar al frente de Cartagena,
y cuando consideró cumplida esta comisión, él misino se presentó dolantes
"de la plaza, con el grueso de su fuerza, en número de cincuenta y sois
buques do guerra y transportes, y más de 8,000 hombres (pie, untes de
finalizar el mes, habían establecido completamente el bloqueo por mar y
tierra.
" No es necesario que hagamos aquí ¡a descripción do las operacio-
nes militares ejecutadas por una y otra parte, durante aquel lamoso ase-
dio, £¿^° que ocupa en la historia americana una página do oro, y que
valió à Cartagena el renombre de heroica, nunca más dignamente adqui-
rido por ciudad alguna de la República. Bosta para nuestro propósito
decir quo en la distribución de los puntos fortificados de la plaza, se con-
fió á Veloz, asociado al Coronel Narvácz (Juan Salvador), la defensa do
los muros y puerta de Sanio Domingo, cu que habia sesenta y seis piezas
de artillería; pero luego se le trasladó al cerro de La Popa, por ser ésta
una posición más interesante y expuesta. Y agregaremos, que si Morillo
no tomó la ciudad aviva fuerza, fué porque no pudo; pues hartas tenta-
tivas hizo para ello. El 25 de Octubre bombardeó largo tiempo la plaza,
pero sin provecho; y en la noche del 11 de Noviembre hizo atacar á La
Popa con S00 hombres escogidos; mas, sin embargo do la desproporción
do fuerzas, fué valerosuinenie rechazado en 1res asaltos consecutivos, y obli-
gado al fin á retirarse con gran pérdida, siendo do advertirse que Vélez
su halló en todos 1res combates. En seguida atacó Morillo el castillo del
Ángel, uno do los de J3ocachic«', y fué rechazado también, con pérdida
grande.
" A pesar del denuedo con que combatieron los defensores do Carta-
gena, así por mar como por tierra, nada pudieron contra la superioridad
material del enemigo; y á fines do Noviembro no sabían ya cómo resistir
á los estragos del hambre. Los alimentos do toda especie se habían aca-
bado; ¡2^" solo faltó quo so comiese carne humana, pues á excepción de
este manjar, repugnante aun á la misma necesidad, todos los demás, por
inmundos ó insalubres que fuesen, so sirvieron allí en la mesa del pobre
y en la del rico. Perros y caballos muertos, ratas y cueros, cuanto se
podia haber á las manos para prolongar la vida algunos días, ó algunas
horas siquiera, otro tanto lo devoraban sus habitantes. 4 ^ 0 Con semejan-
tes alimentos no quedó persona alguna cu pié; la población entera so
enfermó: por las calles no se veia más que cadáveres y espectros ambu-
lantes, que'frecuentemente exhalaban el último aliento al lado de aqué-
llos. ¡ Y CON TODO NO SU ALZÓ UNA SOLA VOSS PARA PKOPONKK CAPI-
TULACIÓN !
" Este lastimoso estado se empeoraba por momentos. El <.\ do D\-
ciembro llegó á trescientos el número de las personas que do hambre
quedaron tendidas en las calles; y en semejante situación, perdida ya
toda esperanza de que viniese de lo interior alguna fuerza en auxilio do
la plaza, y de recibir provisiones de las Antillas; ocupado por las tropas
enemigas todo el país comprendido entre el rio Magdalena, el Sinú, el
' Finí el 23 de Julio de 1S15. (N. del B.)
•''; So uompueo esln Division do ;5,j00 hombres. (X. del 15.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 179

Cauca y el mar, creyó cl Gobierno que había llegado el caso (lo tomar
una resolución definitiva.
" La población había declarado «star dispuesta ú todo, cccr.plo á ca-
pitular con los cs/xinohs 6 volco- á su dominación. En consecuencia, el
Gobernador (doctor Juan Elfos López) manifestó quo había prontos
once buques, entre bergantines y goletas, para recibir à todos los que:
pudieran embarcarse y quisiesen correr el riesgo da abrirse paso por <:n-
medio de la escuadra y de las balerías enemigas. Más de dos mil perso-
nas, es decir, lodos los qua pudieron levantarse «le sus lochos, acudieron
á bordo de aquellas embarcaciones, última esporan/.a do su valor. Sueltan
las velas, y haciendo rumbo á Bocackka en medio del vivo luego que
hacia el enemigo, recogen á los que do aquella guarnición se hallaban en
estado de moverse; rompen en seguida por entre la escuadra española, y
con sus mujeres, sus lujos y sus más preciosos electos, so van en busca
de un asilo que los preservo de la dominación peninsular ! "
Entre esos emigrados, y mandando los fuegos de una da las embar-
caciones que abrieron ol paso á las demás, iba Vele/, con su hermano
menor.

£ 1 1 0 de Diciombru do 1815 seria cuando una goleta de mediano


porto, blandamente impulsada por la fresca brisa del Sudeste, se aproxi-
maba á las riberas meridionales de la isla do Jamaica, haciendo rumbo á
la embocadura de u Black-Hivor." Sobre las pintorescas vegas de este
rio se divisaban ya las rojas techumbres y blancos muros de una pequeña
aldea, y cercanas á ella la vistosa ojarasca y arboledas de un gran cafetal
do cuyo verde fondo se destacaba la habitación del magnate del lugar.
Obra de ciento ochenta pasajeros irían en esto buque, curiosos unos
por conocer la tierra extraña á que se acercaban, indiferentes y marca-
dos con el ceño de la desesperación los más; macilentos y agostados pol-
los rigores del pasado sitio, todos. Había en los abigarrados grupos que
discurrían por la cubierta, hombres de ra/.as y lenguas diferentes: fran-
ceses que tomaron parte en la defensa de Cartagena, aunque en corto
número; ingleses de las Antillas, que formaban la tripulación, y eran
pocos también; y en fin, venezolanos y granadinos do lodo estado y
condición.
Entro estos últimos iban arrimados en aquel momento á la proa
Vélo/, y su desfalleciente hermano Tomas. Aquél acababa de quitarse la
casaca, y desnudándose también do la camisa, preparábase á lavarla para
presentarse en tierra con algun aseo, en tanto que su compañero, dema-
siado lánguido para imitarlo en tal operación, ó menos acostumbrado (pie
él á las penalidades y arbitrios de una vida aventurera, observaba melan-
cólicamente desde su punto do apoyo sobre la obra muerta del bajel, á
los marineros que, presurosos, disponían cables y ancla para fondear

Casi todos los pasajeros tomaron el camino de f: Spanis-Town," que


era entre las poblaciones inmediatas la más importante; otros se dirigie-
ron ú la aldea vecina, y en fin, todos se dispersaron, tomando cada cual
por dondo pudo ó lo pareció mejor. A la caída del sol solamente queda-
180 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

ban on la playa dos, que no sabían que partido tomar, y cran Volez y su
hermano Torons. Buscando para este cl reposo que su estado delicado
demandaba, sentáronse ambos sobre el casco abandonado de un viejo
bote que estaba en seco. La soledad de aquella playa desierta, la amor-
tiguada luz crepuscular precursora de la noche, el gemido del viento y
el monótono batir de las olas que se estrellaban contra la ribera rocallosa,
todo, lodo predisponía á la tristeza. Y si á esto se agrega ci recuerdo do
la Patria esclavizada, la imagen de la familia ausento y en peligro, la
ruina de los proyectos más queridos y do las más caras esperanzas, y on
fin, la ¡dea del desamparo y de la penuria cu país extraño, con su espan-
toso cortejo de humillaciones y sufrimientos, podrá formarse concepto de
la congoja del uno de estos jóvenes, y de la profunda melancolía
del otro.
Ka tan lastimoso oslado se hallaban, cuando regresando el juez do
paz para su hacienda, acertó á pasar cerca de ellos, y oyendo los entre-
cortados sollozos del menor de los dos jóvenes, se detuvo, y compadecido,
lijó en ambos la vista. Estatura menos quo mediana, pero tan bien con-
formada y garbosa, que nadie hubiera querido agregarle una pulgada;
blanca y delicada tez, grandes y expresivos ojos azules do audaz mirar,
despejada frente y aguilena nariz, fueron los principales caracteres que
el extranjero notó en el mayor do estos jóvenes; el menor no llamaba la
atención sino por su airo de mansedumbre y extenuación. Ni uno ni otro
conocía otra lengua quo la nativa. Después do haberlos contemplado en
silencio por algunos instantes, Mr. James, que así se llamaba el Juez, so
acercó á ellos, y dirigiéndose en español al de más edad, le preguntó cuál
era su nombre, patria y rango en el ejército, y con qué recursos contaba
para subsistir cu aquel pais.
Contestóle Vélcz con desembarazo acerca de los tros primeros pun-
tos, pero no de muy buena voluntad, pnes le cansaba enfado la presencia
do su interlocutor; y en cuanto á la última pregunta, respondiólo quo
sus recursos, después del embargo del buque que pertenecía á su Nación,
y en el cual se había propuesto seguir lidiando por ella, eran ya nnlos;
pues no tenia un ochavo en el bolsillo, ni camisa sobre la piel, habiendo
perdido en el alboroto del embargo la única que le quedaba, gracias á tan
injusto atropellat»¡onto.
Mr. James se sonrió al oir decir á aquel joven casi imberbo fuese
Teniente Coronel de ejército, pero escuchó en calma sus reconvenciones,
y al cabo de corto espacio de conversación, invitó cordialmcnte á los des-
conocidos á que se hospedasen en su casa. Allí fueron acogidos y agasa-
jados, así por él como por su esposa, con tal afabilidad, quo en breves
dias, repuestos ya de los estragos del hambre y las fatigas del sitio, se
sintieron perfectamente á sus anchas bajo aquel techo hospitalario, sin
otro cuidado que el de las desgracias de la Patria, ni otro deseo que el de
tornar á combatir por su libertad.
Mr. James, que era hombre en extremo benévolo, y careciendo do
familia había concebido el pensamiento de adoptar por hijos á estos jó-
venes, procuraba disuadirlos de .'ieiiiejanl.es ideas, representándoles lu
omauoipacion de América Cuino una empresa quimérica, y supina la ig-
norancia é incapacidad de estos pueblos para gobernarse. Otras veces,
variando do tema y apelando á consideraciones de otro orden, les maní-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 181

festaba que cl oslaba viejo y necesitaba de personas de su confianza quo


vieran por sus intereses; que ellos podían prestirlo este servicio, v ha-
cerse así más aptos para manejar la hacienda cuando entrasen en pose-
sión do ella como herederos suyos y do su esposa, que estaba también
muy entrada en ailos y tomaba parte fervorosa en oslas amables
instancias.
Entretanto corria rápido y sereno el tiempo para Velóse y su herma-
no, acibarado únicamente por el recuerdo de la Patria y sus dolencias:
las noticias epic do tarde en lardo recibían de Nueva Granada y Venezue-
la, cerraban la puerta á toda esperanza de una próxima reacción; poro
Vólfiís no cesaba de suspirar por ella. De repente, con motivo de haberse
recibido.cn aquel retiro, aunque con mucho atraso, la noticia de la ruido-
sa tentativa de asesinato perpetrada en Kingston contra Bolívar, supo
Vélez que este antiguo jete y amigo suyo oslaba ó so había hallado en
aquella plaza, y luego al punto quiso ir á rcunírsclo. En vano se opuso
Jamos á este proyecto; lo único que pudo conseguir fué que Vélez lo
prometiera regresar prontamente si no encontraba en Kingston á Bolí-
var, y quo le aceptara letras por dos mil quinientos pesos pagaderos allí.
Con esto, y dejando á su hermano Tomas en " Black-llivcr," donde
pocos meses después murió, partió Vclcz en busca del Libertador. No lo
halló en Kingston, pero noticioso de (pie había pasado á los Cayos do
Son Lui*, redujo á dinero sonante sus letras, y voló á juntarse con ¿I...

üSSLSPOíaüCCíSO.W de los acontecimientos memorables relacionados con


mí vida pública, que tuvieron lugar en este país desde i8io en adelante.

A principios del año de 1815, cuando el Libertador Bolívar fué man-


dado por ol Congreso reunido en Bogotá, para hacerse cargo del mando
de las tropas de osle Estado y marchar contra Santa Marta, que estaba
dominada por los españoles, el General Castillo (Manuel), que era el Co-
mandante general, de acuerdo con el Gobernador señor Juan de Dios
Amador, so opuso á la entrega, desobedeciendo abiertamento la orden del
Supremo Gobierno de la Union, de entregar el mando de la fuerza pú-
blica al General Simon Bolívar. çgj-Bien CíU '° n o s costó á lodos aquel
acto fie insubordinación military de desobediencia á la autoridad suprema,
míe consistió no solo en oponerse y desobedecer Ja orden del Congreso,
sino (pío además se dispuso no permitir siquiera al General Bolívar en-
trar al territorio del Estado, ni aun para tener una entrevisla.rf,r¿¿"J
El día del cumpleaños del Gobernador señor Amador, me hallaba yo
en su sala con varios otros ciudadanos que fuimos á felicitarle ; y movién-
dose la conversación sobre la expresada negativa, como que era el asunto
más importante y gravo que estaba á la orden del (lia, dijo yo con mi
acostumbrada franqueza siempre que se tratado asuntos importantes re-
lacionados con el bien público, ó con los intereses generales de la causa
182 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

santa do la Patria, que on mi concepto no habia ni motivo ni facultad


para desobedecer al Congreso, pues solo se dada por pretexto cl que
Bolívar venia á restablecer cl partido de los Pinero/, ; siendo el motivo
verdadero de aquella oposición, el rencor ú ojeriza crónica del General
Castillo al Libertador, por cierto disgusto que hubo entre los dos en Cu-
enta ó sus inmediaciones, y del cual quería vengarse el señor Castillo.
Pague caro aquella franqueza con que expresé nu opinion, pues al apro-
ximarse el General Bolívar á osla ciudad, fui arrestado junto con todos
los caraqueños y demás individuos conocidos como adictos á Bolívar ó
partidarios suyos, y se me encerró en un cuarto de la Inquisición con
centinela de vista.
Cuando Bolívar ocupó " La Popa " con las tropas que train para
reclamar la justa obediencia al Congreso, se le hizo fuego por los baluar-
tes de la plaza, y en seguida se procedió á embarcarnos :i todos los que
estallamos presos por .Bolivianos, según se decia, y según decia yo, por
patriólas amigo» del orden y del Gobierno de la union. Nuestro embar-
que tuvo lugar á medianoche y con destino á Charleston, bajo la condición
rio no venir á osla ¡Jasa sin permiso del Gobierno. Mediante una suma de
dinero que yo ofrecí y di al Capitán, dirigió éste el rumbo á la isla de
Jamaica, y no á Charleston ; y en consecuencia, después de haber tocado
en el puerto de " Bluck-Púvcr," pasamos á Kingston, en donde supe que
á mi salida de Cartagena fueron embargados todos mis bienes y vendidos
en pública subasta, para lo cual hubo tanta precipitación, que para no
perder tiempo, se solicitó y obtuvo permiso de la autoridad eclesiástica
para verificar aquel acto de verdadera espoliacion en dias feriados, como
son los de la Pascua de Resurrección ¡:
Permanecí en Jamaica, en union de mis compañeros do destierro,
hasta quo tuve noticia de que la escuadra y el ejército español habían
llegado á Margarita, lo que comuniqué inmediatamente al patriota señor
Cavcro, que á la sazón se hallaba también en Jamaica, en comisión del
Gobierno del Estado de Cartagena. Deseoso de servir á la Independencia
de mi Patria, solicité del señor Gavera me hiciese conductor de un oficio
comunicando al Gobierno de Cartagena aquella noticia, y que nos admi-
tiese á todos los expulsos, con el fin de contribuir á la defensa común.
Así lo hizo, y nos vinimos inmediatamente para esta plaza. Como al prin-
cipio no se dio entero crédito á la noticia, solo dejaron entrar á la plaza
á unos pocos de los desterrados, dejando detenidos en el sitio de Bocachieo.
¡i los reputados por más influentes en el pueblo y partidarios de Bolívar.
A mí me arrestaron en el castillo de " S a n Fernando," donde permanecí
algunos dias, liasta que el Gobierno del Estado se convenció de una manera
evidente que la escuadra española habia llegado á Santa María. Entonces
el doctor Ayos,"" J uez do la ct-Ure causa que se me seguia como partidario
do Bolívar, pasó al casi i I lo para ponerme en libertad, y abrazándome,
dijo á todos, quo como buenos patriotas, debíamos emplearnos en la
defensa de la Patria, olvidando nuestros padecimientos pasados,. los que
debíamos considerar como efectos naturales délas guerras civiles y como
resentimientos do familia.
En efecto, vine á la plaza al siguiente din, y tuve el placer de qui*
•! Así BOU las pasione;; políticas !
*" Fusilado por los españoles on Cnilngcnn ol 21 de Febrero do 1S10.
DE LA PROVINCIA DR CARTAGENA. 188

cl General Castillo, quo lanta parte tuvo en mi destierro, mo hubiese


encargado la honrosa comisión do destinar á los puntos fortificados de
cada barrio ;í los vecinos de ellos que no pertenecían ni til ejército ni á-
la milicia. En consecuencia, hice cubrir los baluartes do Jimaní, como
"Darnonu," :i Santa Isabel." el " R e d u c t o " y " San J o s é " con gente de
aquel barrio ; las baterías del barrio de Sanio Ton'hio, llamadas <; San
Pablo/' " S a n Lorenzo," "San Pedro Mártir." i: Santa Catalina " &,*
con los individuos vecinos del mismo barrio ; y por último, las del centro
d» la plaza, como :: Lo Cruz." " Santo .Domingo," " San .Javier " y " San
Ignacio" con los vecinos del barrio de la Calcara!.
Después do haber dado parle al General Castillo de estar cumplida
la comisión quo me encargó, fui nombrado Comandante de la pequeña
batería baja y avanzada llamada " L a Tenaza," punto el más peligroso é
importante cíe todo el recinto, pues es una fortificación exterior fuera de
muros, con ángulos retirados, sin flancos, y colocada delanto de la cortina
de '•' Santa Catalina," con la cual se comunica por medio de un pequeño
puente levadizo y una gran bóveda que conduce al recinto. Allí mandaba
yo cincuenta haitianos corsaristas quo se pusieron á mis órdenes. Por
supuesto quo no eran aquellas solemnes circunstancias las aparentes para
(pie yo pensara siquiera en el reclamo de mis bienes injustamente embar-
gados y vendidos durante mi corla y obligada ausencia del pais. Entonces
no pensaba yo ni en bienes ni en males ; mi vida era toda de la Patria, y
á ella debía sacrificarlo todo, no pensando más que en ayudar á salvarla
de la feroz tiranía que nos amenazaba.
La importancia del puesto que yo mandaba exigia una vigilancia
activa y permanente, dia. y noche. Esto me causó al fin una enfermedad,
y tuve quo darme do baja por algunos dias ; circunstancia que sirvió de
pretexto al General Castillo para dcstinarmo á otro baluarte luego quo
me restablecí enteramente y me di do alta. Decíase en aquellos dias que
el General Bolívar, que entonces se hallaba en Jamaicu, debía venir á
hacerso cargo do la defensa (le esta plaza ; y Castillo, que nada queria, ni
el más brillante triunfo, tal vez ni la salvación de la Patria, como en
ella tuviera parte aquel famoso caudillo, temió que mandando yo la " Te-
naza," pudiese darlo paso á Bolívar y facilitarlo la entrada á biplaza.
En consecuencia luí nombrado Comandante do la batería nominada " E l
Reducto" y do las fortificaciones de "Santa Isabel" y " S a n Jose," quo
estaban bajo su dependencia. Allí permanecí contribuyendo á la heroica
defensa do esta plaza hasta el 5 de Diciembre (año de 1815), en que, por
disposición del Gobierno, la evacuaron y abandonaron, aniquilados por
el hambre, sus nobles defensores.
Permanecí firme cu mi puesto do *' El Reducto" hasta el último
momento, en que me embarqué junto con el personal del Gobierno, para
lo cual hice yo preparar un bote situado al pié do la misma batería que yo
mandaba. Y tuve la precaución de mantenerme en el puesto hasta el úl-
timo momento, como he dicho, porque temía que apoderándose los des-
afectos de aquel punto, después de abandonado, y desde donde podían
ofendernos con sus fuegos, dirigiéndolos á la bahía, nos impidiesen el
embarque, sabiendo que en el bote iba el personal del Gobierno conmigo.
Ninguno que medio conozca la historia de nuestra revolución, podrá
dudar que si los expedicionarios españoles se hubieran apoderado do mí
184 DOCUMENTOS PAItÀ LA HISTORIA

V do mis compañeros de peligro, nos habrían dado la muerte á todos, como


Jo hicieron con otros que tenían menos compromisos que yo y no habían
trabajado con tanta actividad y abnegación desde el primer grito de In-
dependencia.
Llegamos sin novedad á bordo del buquo que debia conducirnos al
extranjero ; pero al pasar osle lrcnto á los lugares denominados el Loro
y el Coco, donde los sitiadores tenían batería, lanchas cañoneras y bongos
de gucrra,y que cruzaban sus l'uegos en todas direcciones, tocóle al buque
en que yo iba recibir algunos balazos, de que resultó la muerte instantá-
nea de tros señoras y dos niños, además de algunos heridos. Llegamos á
Bocachicu como á las seis de la tarde (del dia ti), y allí fondeados vimos
la escuadra española ocupando las aguas poco profundas que llaman placer
dn Bocachicu. Hacia média noche dieron la vela todos los buques de los
emigrados, dirigiéndose á Sotavento á poca distancia de la escuadra ene-
miga que pudimos divisar, porque afortunadamente cada uno de los Ini-
ques tenía su farol á luz, mientras que los nuestros no podían ser vistos.
Cuando nos hallábamos lejos, tomamos la dirección que pudimos, y á los
cuarenta días de navegación llegamos al puerto de los " Cayos," en la isla
de .Haití ó Sanio .Dominyo. Por esta larga navegación so podrá calcular
cuál seria la impericia de nuestros pilotos, pues un viaje de Cartagena á
los Cayos, que ordinariamente se hace en ocho (lias, lo hicimos nosotros
£7» euavenla. Calcúlense los padecimientos que tuvimos en eso largo viajo
al saber que andábamos sin brújula, y casi sin víveres y sin agua.
En el curso de nuestro viaje intentaron los marineros asesinar al Ca-
pilan y á lodos los pasajeros, con el objeto do irse con el buque y los in-
tereses que llevábamos ;. pero afortunadamente so descubrió, y fué frus-
trado el inicuo proyecto. Por una feliz casualidad tocamos en la isla de
Caiman-yrandt!, corea de Jamaica, y contra la cual tuvimos la fortuna do
no habernos estrellado : pues sin haberla divisado siquiera al anochece),
vimos al amanecer del dia siguiente que la habíamos pasado casi tocando
la tierra, pues estaba á muy poca distancia detrás de nosotros. Arribamos
á dicha isla, donde se quedó una gran parte de los emigrados, para de
allí seguir á Jamaica, entre ellos muchos oficiales caraqucíios, el Gene-
ral Palacio y toda la familia Piñérez. Aquí fué donde saciamos la sed y
el hambre que nos había casi devorado hasta entonces, porque en todo el
tiempo de nuestra navegación hasta nuestro casual arribo á la expresada
isla, habíamos eslado sujetos á una escasa ración de agua y do comida,
£3>"1 logando hasta el extremo de que algunos de los emigrados hubiesen
cocido y comido los cueros no curtidos con que estaban forrados los baúles,
y una perrila fina que llevaba una señora lambicn sirvió de alimento.
Otra señora caraqueña, recien parida á bordo, tuvo que comer maiz tos-
tado. Sin la feliz casualidad que nos llevó á Caimán-grande, habríamos
todos perecido infaliblemente...^
Acompañado como estaba de mi familia, inclusa mi anciana madre,
lodos ellos participaban de mis sufrimientos, los cuales no fueron cierta-
mente tan crueles como los do mis compañeros de emigración ; pues ha-
biendo logrado embarcar lodos los fondos que tenia y una gran parlo de
mis mercancías, merced á los buenos oficios de mi cuñado, Antonio Buena,
obtuve á fuerza do dinero algunos comestibles de los (pío llevaban otros
pasajeros, dando doco reales por una onza de chocolate y veinte reales por
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 185

una galleta do dos ó tres onzas. La escasez producida por el riguroso sitio
que habíamos sufrido, no mo permitió provocrmo de víveres suficientes
para el viaje.
Después de haber tomado en " Caimán-grande '"' agua y víveres,
seguimos nuestro viaje con dirección á Haití, y llegamos por fin al puerto
de los Cayo*, donde nos esperaba laminen olro percance. A la entrada
del puerto se varó el buque, y al anochecer, cuando todavía permane-
cíamos en aquella desgraciada situación, so presentó un terrible I cm pora I
acompañado de un viento tan fuerte, que fué preciso cortar los pahis
para evitar que el barco zozobrase por la fuerza y contraste de los vientos
y el embate de las olas embravecidas. Afortunadamente había á bordo un
pequeño cañón, y haciéndose varios tiros para pedir socorro, ocurrieron
á esta señal algunas lanchas con el objeto de llevarnos á Liona; pero al
ver tanta gente, dijo el oficial que las mandaba que no podia llevar más
que las mujeres y los niños. Así sucedió, y yo me quedé á bordo resigna-
do á sufrir mi suerte si las lanchas no volvían, lo que no hicieron hasta la
mañana siguiente; pues á consecuencia de la mucha mar y la fuerza
espantosa ele los vientos, tuvieron que dejar las personas que llevaban esa
noche abordo de los demás buques que estaban en la bahía. Yo desembar-
qué al amanecer, descalzo y con solo una camisa y un calzón que le
quité del cuerpo á mi criado, pues toda mi ropa estaba completamente
empapada. Y como mi principal cuidado al desembarcar, fué el de salvar
los baúles de equipaje en que llevaba mis intereses, perdí casi todas las
mercancías, pues al mandar por ellas, resultó que habían sido robadas.
Y no fuimos nosotros, por cierto, los que más sufrimos en la emi-
gración, pues tuvo la gran pena de saber (pie otros, más desgraciados,
habian sido víctimas de la ferocidad de los conquistadores, ó que sus
padecimientos fueron infinitamente mayores y más crueles que los nues-
tros. Uno de los corsarios que conducía emigrados hizo desembarcar á
algunos cu la costa de Porlobolo, entro ellos á las familias Pombo, Gra-
nados y García Toledo, que fueron aprehendidos y fusilados por los espa-
ñoles, como para que la muerte que habría de causarles el hambre y la
sed en aquellas playas desiertas, fuese reemplazada por otra más gloriosa
que inmortalizara sus nombres.
Ol.ro buque que había sido también corsario, tocó en la isla do Pro-
videncia, y cuaudo casi todos los pasajeros estaban en tierra para proveerso
de víveres, el infame Capitán se hizo á la vela, dejando abandonados allí
á esos infelices y llevándose todo lo (pic Ionian á bordo.
Otros dos buques que también llevaban emigrados y que se juntaron
en alta mar, se pusieron á disputar la marcha, porque cada uno se creia
más velero que el otro: y forzando vela en una misma dirección, uno de
olios tuvo la desgracia de recibir un golpe de mar tan fuerte, que hacién-
dose agua á toda prisa, no tardó en quedar casi á pique. El otro buque,
que por su necia temeridad había contribuido á la desgracia de aquél, no
tuvo valor bástanlo para resolverse á tomar á su borbo los desgraciados
náufragos, temiendo el irse á pique también. Embarcáronse en la lancha
el Capitán, lodos los marineros y un compatriota nuestro llamado Gálvcz,
hombre de mucho valor, al cual debió su salvación; pues alzando un cu-
chillo, dijo á los marineros: " s i no me embarcan, mato tí cuantos pueda. : '
Y aunque casi no cabían en la lancha, siempro lo llevaron. r>¿>"Xodos
186 DOCUMENTOS PARA LA. HISTORIA

los demás perecieron: más de cien personas entro hombres, muje-


res y niños. GÚIVOJS me dijo que por algun rato estuvo el buque sin su-
mergirse.
La dolorosa impresión que esta noticia me cansó, :-e renueva en mi
corazón cada voz que la recuerdo. Por Gal vez supe también que uno de
nuestros corsarios nombrado " La IDstrclla," que conducta muchos emi-
grados, y que solo tenia treinta hombres de tripulación y un cañón de
colisa, se encontró cerca da la isla do Cuba y Santo .Domingo, con un
bergantín de guerra español bien armado y con mucha tripulación y
tropa de infantería, y que el Capitán so acercó tanto, quo lue herido en
la ingle de una bala de fusil. Conociendo el Capitán de nuestro corsario
la superioridad del bergantín español, ya herido como estaba, pero siem-
pre resucito y valiente, colocó el buque de modo que su proa quedaba
trente á la del bergantín enemigo, y así dispuesto todo cargó el cañón de
colisa con cuantas palanquetas pudo, y le lusco un tiro tan bien dirigido,
que le destruyó toda la arboladura, quedando el bergantín en incapacidad
do seguir las aguas de " La Estrella," que así pudo salvarse. El lector
podrá fácilmonto comprender cuál seria la horrorosa situación do los
infelices emigrados en medio de aquel inminente peligro. Muchos emi-
grados y marineros fueron heridos por las balas que dirigia cl bergantín
español al corsario en su fuga sin poderlo perseguir. El heroico Capitán
murió al siguiente día, de resultas de la herida que recibió en la ingle, y
muchos quedaron sordos por algun tiempo, á consecuencia del espantoso
estruendo producido por el violento y forzoso tiro que á doble carga hizo
"La Estrella," y civyo empuje pudo haberlo abierto en dos bandas.
En la ciudad de los Cayos se me ofreció, por disposición del Gene-
ral Bolívar, el grado do Coronel, si me cnrolr.ba en la expedición quo se
levantaba en .Puerto Principe; pero yo me excuse, fundándome en que
no podia abandonar por entóneos á mi anciana madre y resto de familia
que tenia conmigo en un pais extraño en que no conocían ni el idioma.
En union del patriota Padre Gaspar, compramos una goleta que fué
armada en guerra y enviada á Pampalar, para tenerla á disposición del
almirante Brion, en la que fueron el General Padilla (que entonces no
lo era), el Doctor Muñoz y muchos patriotas, cuya goleta no so devolvió,
ni fué reclamada por nosotros; antes bien auxilié en cuanto pude á lodos
los quo quisieron irse en la expedición, tomando pasaje en dicha goleta...

Cartagena, 22 de Febrero de 1864,


MANUKI, MAHCKLIKO NIÍSBZ.
DE LA PROVINCIA DB CARTAGENA. 187

CCZ.2S3S.VSZX.
3©{3(Q)'íiJ545'<n> de la revolución de la Independencia. *

Mientras huí to so instaló en Cartagena un Colegio electo nil que de-


bía revisar la Constitución, y al proceder á la elección do los Magistra-
dos designados en el nuevo arreglo, se encendieron con más ardor los
partidos, aspirando cada uno á poner en el mando la persona de su pre-
ferencia. Al tiempo de las elecciones hubo mi tumulto que hizo suspen-
der la sesión, la cual no se volvió ¡i abrir hasta después de 1res dias, con-
viniendo los electores en nombrar dos Cónsules, que fueron el Doctor
García de Toledo y el ciudadano Gabriel Piñércz, que renunciaron in-
mediatamente en obsequio de la tranquilidad pública, cuya renuncia no
les fué admitida. Propagándose el rumor do que la Legislatura carecía
de libertad, el Coronel Castillo tomó osle pretexto para dirigirse con sus
fuerzas á Cartagena, con el fin principal de sostener la primera elección
hecha en el Doctor Toledo para Gobernador del Estado. Estando Casti-
llo ya en Turbaco, el Jefe militar de la plaza, D'Elhuyar, viendo la admi-
nistración en una perfecta anarquía, una noche prendió los Cónsules,)' la
mañana siguiente, convocando la Legislatura y dándole cuenta de lo ocu-
rrido, procedió ella ni nombramiento ele Gobernador intorino,quc recayó en
el Doctor Pedro Gual. Este nuevo Magistrado, no podiendo restablecer el
orden por ningún medio, facilitó la entrada á Castillo con sus fuerzas en
la ciudad. Inmediatamente se reunió de nuevo la Asamblea, ante la cual
renunció el Doctor García Toledo un mando que obtenia sin ejercicio,
siendo reemplazado por el ciudadano Juan de Dios Amador, á quien no
habiéndoselo admitido la renuncia que reiteró, tomó posesión del Gobier-
no en 30 de Enero de 1S15, junto con el Doctor Juan Elias López, nom-
brado Teniente Gobernador, por excusa del Doctor Antonio José do
Ayos.
Con la venida de Castillo á la plaza, la línea del Magdalena quedó
casi en total desamparo, dando lugar á que los realistas ocupasen y sa-
queasen á Barranquilla y quo hiciesen otros más daños, cuya ocasión les
brindaba el abandono do aquellos interesantes puntos.
En seguida el Gobierno general destinó al General Bolívar Jefe de
la expedición dirigida contra Santa Marta, ordenando al Gobierno pro-
visional do Cartagena pusiese á su disposición el número do armamento
necesario para completar la dotación del ejército. Pero la mala inteligen-
cia en que estaba esta Provincia con las (leí interior, y lo que es más, la
rivalidad que desde muy atrás conservaba Castillo (ya hecho General)
contra Bolívar, á quien lo disputaba el mando contra Santa Marta, dio
origen á la conducta hostil que observaron estos dos Jefes, paralizando
los efectos de la expedición tan descada por los buenos patriotas. Sin em-
bargo do todo, el Gobierno de Cartagena (lió orden para quo del arma-
monto existente en los depósitos de Barlovento se remitiese al Magdalena
el quo se necesitase para el ejército de Bolívar, cuyas órdenes fueron
0
Copiado de la Geografia de la Provincia de Cartagena, por ti señor Jnnn J. Nie-
to. Edición hecha el 18:J!>, cu Cartagena.
]SS DOCUMENTOS l'ARA LA HISTORIA

exactamente cumplidas por las autoridades respectivas, aunque sin pro-


vecho. Bolívar, interesado en corresponder á la confianza del Gobierno
general, no obstante la oposición do Cartagena, persistía tenazmente en
llevar su plan al cabo, mientras que Castillo ponía toda la Provincia en
alarma contra £1.
De aquí resultó quo exaltados los ánimos, y creyendo bolívar ultra-
jado ol carácter de General do la Union de que estaba revestido, en vez
de dirigirse al punto que se le designó para recibir los pertrechos, pro-
vocado por su competidor por medio de palíeles y otros actos oficiales, se
acercó á la plaza y la puso cu asedio, situándose en La Popa, cuya determi-
nación, habiendo hecho acalorar más los partidos, dio lugar á que so expul-
sasen de Cartagena varios ciudadanos, por creérseles adictos. De aquí
todas las desgracias que se sucedieron y que no pudo evitar la mediación
del Comisionado del Congreso, Doctor Juan Marimon. Por esta guerra de
personas sin causa legítima que la justificara, se debilitó el espíritu pú-
blico, decayeron los ánimos y se dio un tiempo más que sobrado para que
los realistas se preparasen, y pura que su Jefe el Virey Don Francisco de
Montalvo {solo era entóneos Capitán yeneral), situado en Santa Marta, se
atreviese á ofrecer sus fuerzas al Gobierno de Cartagena para destruir
al General Bolívar, con tal que se sometiese al yugo del Key Fernando
V I I , cuya propuesta, que causó una general indignación, fué rechazada
con la mayor energía y patriotismo por el Gobernador del Estado, ciuda-
dano Juan de Dios Amador.
Las disensiones de Bolívar y . Castillo terminaron por un tratado,
embarcándose el primero para Jamaica; discusión digna de lamentarse,
pues á no haber sido por ella, Santa Marta se habría acaso recuperado
con Jefe y ejército tan acreditado, quitando á Jos españoles un punto se-
guro do reunion donde reponerse y emprender sus operaciones. Aun se
sentían los funestos efectos de lo pasado, cuando se presentó frente de
Cartagena la escuadra española y el ejército do tierra al mando del Ge-
neral Morillo, destinado á ponerle sitio. Los miserables restos del ejército
independiente corrieron á la plaza, y la libertad, prófuga, no encontró otro
refugio que el pequeño recinto de las murallas. El 24 do Octubre del año
do 1815, estando el sitio completamente estrechado, empezó el bombar-
deo enemigo. Los recursos con que contaban los patriotas solo se redu-
cían á la poca fuerza que guarnecía la plaza, habiéndose agotado su de-
pósito de víveres con la, guerra de Bolívar y Castillo; y la esperanza de
obtener socorros era tan remota, como cercano el peligro.
Inmediatamente el Gobernador Amador convocó una Junta com-
puesta de los miembros de la Legislatura y demás autoridades civiles,
militares y de hacienda, y después de haberles hecho presente el estado
aflictivo de la plaza, concluyó manifeslando que ol objeto con que los ha-
bía reunido era con el de solicitar que la Junta le propusiese los medios
que creyera convenientes para salvar la Patria, los cuales estaba pronto
á ejecutar, con tal de que no faesen los tic capitular con los españoles:
agregando que el único que le parecía más acertado en aquellas circuns-
tancias era ponerse bajo la protección del Gobierno inglés, á fin de que,
suspendidas de esto modo las hostilidades, pudiesen los independientes
con mejor acuerdo proyectar otros recursos para repeler la invasion. La
Junta aprobó la proposición y aplaudió la decision que en nombre del
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 189

pueblo manifestaba cl Gobernador, de no capitular con Morillo; pero las


autoridades de Jamaica, cerca de quienes fue comisionado el Doctor Hon-
rirjuo Rodríguez y el ciudadano Narciso de Francisco Martin, se ne-
garon á acogerla, pretextando carecer de facultades de su Gobierno.
Ya se iban á cumplir dos meses de sitio. En este tiempo de ruina,
d hambre ejercía su imperio con horror y espanto, pues habiéndose con-
sumido para alimentos los caballos, las muías y los asnos, so echó mano
de los animales inmundos y tic las cosas más asquerosas, siendo el man-
jar más delicioso un pedazo de enero asado, de los cjuo servían de forro
:i las camas del Hospital y con (pie se racionaba la tropa. La muerte re-
partia sus estragos sin misericordia, y no se veia en el semblante de este
pueblo sufrido y virtuoso sino la imagen de la calamidad esforzada en
disputarle la supremacía al heroísmo. Poro en medio del llanto y la de-
solación de la afligida Cartagena, ninguno de sus fallecientes hijos abrió
la boca para proponer capitular con el enemigo. El soldado en su puesto
moria sin quejarse, y así espirantes y lívidos se batieron valerosamente
contra una fuerte columna sitiadora «pie atacó <: La Popa," derrotándola
en el momento mismo (pie se creia en posesión de punto tan importante.
El patriotismo tiene un poder superior á las necesidades, y usando de la
frase de un escritor contemporáneo, c: Cartagena debe vanagloriarse de
no haber tenido ni na colwrdn, ni un traidor, y quo sin contar con los
auxilios do ninguno, se sostuvo hasta donde el mayor poder humano ha-
bría sucumbido."
Un Oíicíal Sanarrusia, destinado á tentar si podia introducir víveres
en la plaza, atacado por los españoles en el Caño del Estero, cuando so
vio cercado por ellos, primero quiso matarse el mismo, como lo hizo de
un pistoletazo, cpio caer vivo en poder de los enemigos. Muchos actos,
cuando no iguales, semejantes á este, se vieron entonces. Colombia,
nuestra madre común, ha sido fecunda cu esta clase de acciones heroi-
cas. El inmortal Antonio llicaurte y Ja joven Policarpa Salabarrieta,
naturales do Bogotá, son dos preciosos adornos en las páginas de nues-
tra historia. El primero por salvar los restos del ejército independiente
y quitar los pertrechos á Jos enemigos, se voló cu " San Mateo " con el
parque de artillería; y la segunda sufrió la muerte en un patíbulo, antes
que declarar Ja situación del ejército libertador, ni los patriotas compro-
metidos en la correspondencia descubierta con ellos. Entro las tantas
acciones grandes de quo ha sido teatro nuestra hermana la República do
Venezuela en tiempo fie la revolución, merece un lugar distinguido la de
la bella Luisa Ârmmbidn. En .Ib'l'i sospecharon las autoridades españo-
las de Cumaná que esta joven era contidenta de los patriotas á quienes
había prestado eminentes servicios, y que tenia inteligencia secreta con
los independientes. Sin otro motivo la condenaron á ser azotada en la
plaza pública hasta que rindiese el postrer aliento. <: Confiesa tus cóm-
plices " la decían sus verdugos, después de cada descaiga. " Viva la
Patria y mueran sus tiranos," prorumpia ella por respuesta en medio
de sus tormentos. JC1 pudor tan solo pudo arrancar lágrimas á esta joven
mártir de su patriotismo.
Aun en medio de los conflictos de este espantoso asedio (de 1815),
no so vio quieto el espíritu de discordia, y el Gobernador Amador, ata-
cado de unas graves calenturas, y resistido á entregar el mando en los
190 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

momentos do peligro, so vio obligado á verificarlo en el Teniente Go-


bornador, ciudadano Doctor Juan Elias .López, por el inminente riesgo
en que se hallaba la Administración, ¡í consecuencia de haber denuncia-
do al Gobierno una conspiración para deponer á un General que se deeia
no ser de la Union. En efecto, olla estalló ; pero la actividad y energía
del Gobernador López, y el no haber hallado los amotinados coopera-
ción en el ejército, la sofocaron en tiempo, poniendo cu seguridad el
principal cabecilla.
h\ hambre llegó ú su colmo, las calles sembradas de cadáveres in-
fundían el estupor á los pocos vivientes macilentos y desalentados, que
los miraban como los precursores inmediatos do su muerte : los niños,
casi espirando aún, hacían diligencia por sacar alimento del pecho he-
lado de una madre tendida en el suelo, que hacia ya muchas horas que
había dejado de existir, y la miseria se vio por la primera ve/, obligada ;i
temer al sufrimiento. La plaza, estando casi desierta, hecha un cemente-
rio, é infestada con los cuerpos corrompidos de tantos mártires que cu-
brían su tierra, custodiada por unos pocos esqueletos y perdida la espe-
ranza do obtener ningún medio do salud, dispusieron abandonarla, como
lo verificaron la noche del día 5 de Diciembre de 1815, embarcándose
cuantos pudieron á bordo de una escuadrilla quo estaba á las órdenes
de un francés, zarpada en el puerto para salirse por entre las fortalezas
levantadas por los españoles y los buques quo la bloqueaban por mar.
Esta determinación valorosa, acaso única en su especio y que honra
tanto el patriotismo de Cartagena, se llevó á efecto ; y con la intrepidez
con (pío forzaron la bahía, por medio del fuego vivo de veinte y dos em-
barcaciones cañoneras y obuseras y doce piezas do grueso calibre, mon-
tadas en diferentes fuertes que la defendían, sufriendo averías y la pér-
dida de muchos emigrados do todo sexo y edad sacrificados por )n bala
enemiga ; con esa misma atravesaron la linca sitiadora de buques, de los
cuales salieron algunos á darlos caza. Uno ó dos lograron apresar des-
pués, donde se encontraban muchos ilustres do nuestros personajes re-
volucionarios que fueron víctimas preciosas inmoladas á la venganza del
ejercito real. Casi todas las embarcaciones do los patriotas se dispersa-
ron unas de otras, perdiendo el rumbo, yendo varias de ellas á recalar á
las islas ó playas incultas de la parto del Sur, dónelo muchos perecieron
ó do hambre ó de las heridas, siendo además todos atrozmento saqueados
por la rapacidad y mala ledo los misinos Capitanes á quienes se había
confiado la seguridad de tantos desgraciados. Después pero nó,
yo no puedo continuar. Esta magnánima acción que solo pudo inspirar
el más heroico patriotismo, émula de la do tantos grandes pueblos, nece-
sita una pluma muy sublime para que la ensalce ; la mía es muy misera-
ble. Ella debería, estar grabada en letras de oro, para quo la posteridad
absorta leyera allí estas palabras : " Hé aquí el ejemplo que os dejaron
vuestros padres, y lo que les debéis."
Los españoles ocuparon la heroica y desolada Cartagena el siguiente
dia 6 : y ni la ferocidad del conquistador estuvo exenta do estremecer-
se, ni de suspender su amarga sonrisa, á la vista del horroroso cuadro
quo sus propias manos habían trazado.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 191

£3£. (DOSl^K'SEi de la Independencia Felipe Mauricio Martin. :'

Corrían los meses do Julio y Agoslo do 1815. El'pacificadorMori-


llo había zarpado de Puerto Cabello el 12 de Julio, y llegado ¡i Sania
Marta cl 22, : ' : conS,000 soldados veteranos, llevando á sus órdenes
como Joie de la Escuadra á Don Pascual Enrilo y como segundo al
lamoso brigadier Don Tomas Morales, de funesta recordación, agentes
lodos de Fernando YI1, que había vuelto til trono de Espolia después de
variados acontecimientos. Morillo organizó la campaña contra Cartage-
na, mandando á Morales á atravesar el Magdalena por Sitionucvo y di-
rigirse por tierra hacia Sabanalarga, mientras él acababa de equipar la
Escuadra que debía presentarle á bloquear á Cartagena.
Al acercarse al pueblo de Santo Tomas, los patriotas quo lo ocupaban
abandonaron la plaza y se replegaron en dirección á Cartagena. Dejemos
¡tablar ahora al General Luis Francisco de Rionx cu una certificación
que expidió cu 20 de Julio de 1827, siendo Intendente del Departamento
de Cmidinamarea: '•'Hallándome yo, dice, de Comandante general do la
línea (del Magdalena) y Jefe del Estado Mayor del Ejercito de operacio-
nes hasta el año do 15, en que fué preciso que replegase á la pla'/a, des-
pués do haber ocupado el invasor Morillo las avenidas do la ciudad do
Cartagena, destiné á MARTIN, poco antes do emprender el movimiento, á
reconocer la Division española mandada por el General Morales, constante
do '1,000 hombres y situado en el pueblo de Santo Tomas, lo que verificó
con un piquete do la tropa de su mando, hasta introducirse en la pobla-
ción, en momentos en que dicha Divisiou estaba formada para moverse.
En consecuencia fué proseguido por la caballería enemiga hasta incorpo-
rarse á nuestra tropa, quo distaba de aquel lugar el espacio de seis le-
guas; y en la marcha que, do orden superior, emprendimos hacia la
plaza do Cartagena, distante veinte y cuatro leguas, siendo molestada
constantemente nuestra retaguardia, MARTIN, con el escuadrón do que
ora Jóle, protegió diariamente la retirada del ejército, empleando un
denuedo y desplegando un comportamiento dignos del militar valeroso
amante de la patria, do la gloria y de sus deberes."
El 18 de Agosto i' se presentó Morillo con su Escuadra á la vista
de Cartagena, y desde aquel dia empezó para esa heroica ciudad el sitio
que tantos sufrimientos, tanta celebridad y tanta gloria le procuró,
liespecto de la conducta que observara el Comandante MARTÍN en aquella
situación, dico el mismo General Itioux en la certificación citada: " E n
los ciento diez y seis dias que duró el sitio de Cartagena, fué MARTIN CO-
mandanlo del Castillo de 'San José,' de donde hizo una salida al pueblo
de'Sania Ana,'en el que el enemigo tenia el depósito de sus víveres,
•• Eût* Mettrait* principió A insertarse en el 'J'oino I ilc esta obra.
J.Iugú el 2:» de Julio, ú l;i uua tic la tante, según lo lu formó el Ylrey Monfcalvo A
su sucesor Don .Pitan Sámaúo.
f Alguno* historiadores aseguran que fuó el 17 de Agosto: respecto tic la fecha de
este hecho uo hemos obtenido documento alguuo i'chucieulc,—(Mi del li.)
192 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

cuyo punto logró sorprender y hacerse :i todos los víveres, que sirvieron ú
mantener la tropa do su mando y fueron útiles también para la emigra-
ción, manifestando en todo el tiempo del sitio una conduela siempre firmo
y siempre caracterizada con el timbre del honor, siendo uno do los GÜO
hombres (militares) extenuados y moribundos que SO abrieron paso por
medio de las Divisiones marítimas españolas que bloqueaban la plaza,
hasta recalar á lu isla de Haití, do cuyo punto salió con la expedición quo
organizó S. E. el Libertador, y cuyos resultados son bien notorios. El
Coronel MARTIN es pues uno de los militares y dignos oficiales que han
libertado á Venezuela, y de los más determinados en la libertad de la
Nueva Qlranada." Y el señor José Antonio Macias, Representante por la
Provincia do Santa Marta al Congreso do 1S33, cu certificación emitida
en 25 de Abril do aquel afío, decia: " Certifico que desde el año pasado de
1813 conocí al Coronel FRLII'B MAURICIO MARTÍN- que, con o I grado do
Capitán do caballería, regresó a l a plaza do Cartagena de la de Sania
Marta, donde fue hecho prisionero de los españoles, de cuya prisión logró
escaparse y mandar una goletica, con la cual sorprendió la batería de
" E l Morro'"' y salvó más de treinta beneméritos patriotas que gemian en
la esclavitud, trayéndose treinta y lautos soldados de los que guarnecían la
fortaleza, dejando preso al oficial do la guardia de dicha fortaleza. Esta
acción Lan intrépida como arriesgada lo hizo acreedor á que el Gobierno
del Estado de Cartagena lo hubiera ascendido á Jefa do Escuadrón, con
cuyo carácter sirvió á satisfacción de sus Jefes en toda la campaña del
Magdalena, hasta la época fatal del General Morillo en el año do 15, en
que, después de haber prestado importantes servicios á la plaza sitiada
por aquel enemigo, emigró abriéndose paso por enmedio de la Escuadra
española quo bloqueaba la boca del puerto do " Bocachiea " ; que después
de osla época lo he vuelto á tratar de vista y comunicación, y como en
la primera vez, lo lio encontrado ni mismo do principio*, patriotismo y
republicanismo, y con tan buen comportamiento en su conducta pública,
que ha sido merecedor do las mejores consideraciones de sus conciuda-
danos."
El abandono do la ciudad de Cartagena tuvo lugar el 6 do Diciem-
bre. El 7 el Brigadier Morales, Jofo de los castillos do Bocachiea, publicó
un bando ofreciendo perdón á todos los patriotas que se presentaran.
"Confiados on sus promesas, dicen los historiadores, se le presentaron
hombres sexagenarios, mujeres y niños, pescadores infelices que ninguna
parte podían haber tenido en las ocurrencias políticas. Mandólos degollar
en la ribera del mar esc bárbaro azote de la humanidad, hasta el número
de CUATROCIENTAS personas, incluyendo cual.ro oficiales patriotas rjne se
habían quedado ocultos, uno de ellos el Mayor Lea." Estos eran los pa-
cificadores que nos mandaba la España en aquella época ! K

•: Continúa In biografia rcliricudo los Bcrvicioa prestados por ol Coronel Marlin cu


Ycuczuuht, ¿c.-1 de que no ee Irnta en osla obro, (N. del R )
Dli LA PttOVIMOIA DE OAUTAGENA. 193

JC3XrSTK,ïJ£;c;2:<D>ï(r sobre el estado en que deja el Nuevo Reino de


Granada el Excelentísimo señor Virey Don Francisco de Monlalvo,á su
sucesor el Excelentísimo señor Don Juan de Sámano. '
EXCKLBNTÍSIMO ÍÍICSOH :

Reales disposiciones acordadas por el más sano juicio desdo t.icmpos


muy antiguos, previenen ai Virey que acaba en el mando de las provin-
cias confiadas á su celo y cuidado, quo instruya en lo más esencial al su-
cesor, al consignarle tan sagrado depósito, del mérito de providencias
diotadas durante los años do su gobierno, para quo sepa lo que hay he-
cho, y lo que queda por hacer. Cumplir con estas órdenes soberanas es lo
quo me propongo en ol presente escrito, :i tiempo que V. .15. va á hacer-
se cargo de este Viroinato, que la acertada elección del Roy pone en sus
¡nanos para su conservación, aumento y felicidad.
No procedería conformo al espíritu de tan sabios mandatos, si fuera
ú hacer una difusa relación de cada suceso ó negocio acaecido ó agitado
durante mi gobierno, y si quisiera entrar en el pormenor do las faculta-
des de V. JD. según las diversas dignidades que reúne en su persona do
Virey, Gobernador y Capitán general, y Suporintendento do Ileal Ha-
cienda. Esto seria quitarle el tiempo quo necesita para otras atenciones
de mayor momento, que desdo luego comenzarán á ocupar á V. E. so-
bradamente sin conseguirse el fin de instruirle de lo quo es preciso sepa;
porque V. E. tal ve/, repugnaria (y con razón) ponerse á leer todo lo
que seria necesario escribir para tal empresa. Lo primero consta do an-
tecedentes que existen en la Secretaría de Cámara y en la Escribanía, y
podrá verlos V. E. cuando se le ofrezca, teniendo además Ministros que
mantiene el Rey a su laclo para quo lo impongan do lo que deseo y lo
convenga sabor, para asegurar el acierto do sus providencias en lo que
aquí no fuero indicado ; y lo segundo lo hallará V. E. en las leyes, regla-
mentos y órdenes, de que debo suponerlo bien enterado.
Cuando entré al manilo no so me entregó el pliego do instrucción
acostumbrado ; mi antecesor, el Mariscal do campo Don Benito Pérez,
estaba en Panamá, en donde fijó su residencia, habiendo fallecido lleno
de disgustos, poco después de mi llegada á Santa Marta. Así por esto,
como por la incomunicación en que estuvo con el Istmo el espacio do
cuatro meses, no tuvo tiempo de decirme sino muy pocas cosas que me-
recieran atención ; bien que como el estado del Reino so manifestaba
por sí, poco tenia que explicarme en su razón.
El Istmo era el único punto verdaderamente libro de enemigos :
Santa Marta, el teatro do la guerra, estaba reducida á la ciudad y pue-
blo de San Juan do la Ciénaga, y la pequeña Provincia del Hacha ; am-
bas amenazadas de una próxima invasion. Esto fué lo quo recibí por
todo el territorio dol Vireinato del Nuevo Reino de Granada ; y do
* Insertamos uua parte considerable de esta Instrucción ó Memoria, porque eontic-1
no muchísimos pormenores tío importancia que deben conocerle al CHcribir.sc la historia
de la Provincia de Cartagena ; pues aunque al referir el señor Montalvo algunos episo-
dios lo hace apasionadamente, en otros trata con imparcialidad el uauuto. (N. dol B.)
13
194 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOMA

aquí conocerá V. E. que para descender á dar idea do las operaciones do


mi gobierno, es indispensable tratar antes de los sucesos que precedieron
hasta mi entrada en Cartagena, para seguir desdo allí oportunamente- el
hilo de lo principal.
Al paso que la paz do Europa se mudaba enteramente con los pro-
gresos de los Ejércitos aliados en el año do 181o, ol aspecto do las Ame-
ricas era tristísimo y deplorable para las armas del Rev. Por lo respecti-
vo á la Oosta-íirme, á quo me contraeré únicamente, las provincias do
Venezuela se perdieron en un instante, se puedo decir, por la poca ener-
gía do los Joles realistas quo mandaban las Divisiones en Cuenta y Ba-
rinaí.1, y por el lácil crédito que dieron á las numerosas fuerzas con que
el rebelde Bolívar hizo correr que marchaba á su reconquista : esta des-
gracia la prepararon en mucha parte las desavenencias entro la Audien-
cia y el' Capitán general Monlcverde. Santa Marta fué abandonada á
principios do Enero (1813), y lo mismo nuestra línea del Magdalena,
habiéndose visto obligado el oficial qnc la mandaba á hacer una larga
y penosa retirada hasta Maraeaibo con las tropas que lo quedaron-
A un tiempo recibí en la Habana estas noticias y el nombramiento-
de Capitán general solamente, con la orden, poco después do trasladar-
me á Santa Marta por la via más fácil y corta, esperando (mo decia la
Regencia) de mi celo por la causa del Hey, quo con la menor demora
posible me pondria en camino para aquella ciudad, mandándome prestar
el juramento en manos del Capitán general do la isla, y quo situado en
Santa Marta procediera á las operaciones que tuviera por conveniente,,
por los medios que mo dictara mi amor al servicio y conocimientos, fijan-
do mi residencia en Cartagena en caso do que fuese reducida.
Estos fueron todos ios auxilios é instrucciones que so me dieron para
la ardua y política empresa (según so lo llamaba en una Real cédula
comunicada á mi antecesor, que también debia servirmo do gobierno) de
reducir á la obediencia del Roy esto Vireinato. La Corto, ocupada ontón-
ces do cuidados más inmediatos é importantes, ni se acordó do prevenir
al Capita» general Apodaca quo mo auxiliara, bien quo ordonándolo las-
leyes, no habia necesidad do semejante prevención para que lo hubiera
hecho : sin embargo, verá V. E. en brevo quo esto fué lo quo mandó la
Regencia cuando vio mis primeros partes.
Hube por fin do embarcarmo el 28 do Abril do JS13 con algunos
pertrechos do guerra, cuatro Oficiales y mi Secretario, con quienes llegué
el I." de Jimio siguiente á Santa Marta,- :: ya recuperada por ol espon-
táneo esfuerzo do sus naturales y vecinos, cl G do Marzo, veirito y un dias
después de la victoria do Papares.
Allí supo que en Portobclo se habían reunido las goletas do S. M,
" La Gabjtt" " Junta do Sevilla " y " Místico Cupido" á las órdenes do
los Tenientes do navio Don Manuel Tunes, Don Manuel Pardo y Don.
Martin rio Empino, que estaban ocasionando crecidos gastos inútilmente, y
que entretenidos en disputas con los Oficiales reales, cada dia se dilataba
más su salida con los auxilios que hacia por remitir mi antecesor, á quien
se habia desgraciado, á la violencia de un temporal, la primera expedición
quo despacho pura Santa Marta el mes do Mayo. Impuesto de todo, hico
• filogi') el 2 ilc Junio,
D'ü LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 195

salir para Porlobolo el bergantín .Doria, mandudo por el Tomento do na-


vio Bou Adrian Morquecho, quo me había conducido, con pliegos para ol
Comandante general del Istmo, á quien provine quo inmediatamente dis-
pusieso diora la vela el convoy á anxiüanno ti toda costa con el dinero,
tropa y víveres quo desde la Habana le ordeni: me preparase, do suerte
que los bailara en Sania María ú mi llegada.
Si mi antecesor Don Benito L'érez se hubiera trasladado á Santa
Marta en el año do. 1810 ' hubiera evitado muchas desgracias; mas
no podrá sin temeridad decirse lo mismo da la prevención (pie á mí se me
hizo sobro, esto, por la notable diferencia del tiempo y de las circunstan-
cias. Bl señor Pérez fué invitado para tal- paso por la Diputación quo es
sabido se le envió á la llábana á este fin de parte de una ciudad, con los
mejores deseos de defenderse y llena entonces de recursos :' ' ; en ve/, do
que 3"0, aunque experimenté los mismos deseos de sus líeles vecinos, no
tuvo igual suerte en cuanto á los medios de defensa, quo ¡i mi arribo esta-
ban absolutamente agotados con los últimos desastres : asi que no hallé
sino miserias y desolación. Cuáles hayan sido las razones que tuvo aquel
jefe para excusarse de una medida bul conveniente al mejor servicio, las
ignoro absolutamente. No fué, en mi concepto, la de presumir quo la ol-
vidaría el Gobierno, porque en 812 se le envió á Santa Harta el batallón
de Albucra, compuesto de '100 plazas, el cual se le remitía do auxilio.
Siendo el enemigo vecino y más poderoso, solo nos dejaba quietos
ínterin reparaba sus pérdidas. Así fué que á los tres meses de la derrota
<le Papares volvió sobro la plaza con mayores fuerzas. Previendo esto
mismo de que ya teníamos noticia el Brigadier Porras y yo, estábamos
preparados para la última resistencia. Habiendo reconocido á los (los (lias
do mi desembarco nuestra linca desde Santa Marta á la Barra, so repa-
raron las baterías, y todo se disposo lo m«yor que fué posible en nuestra
misera situación. Me inquietaban, empero, tres cosas, á saber : nuestra
debilidad por la parto de tierra, el no poder construir en el " Dulcino "
una batería que juzgué do toda necesidad para impedir un desembarco
por este punto do la costa, por donde podían hacerlo los insurgentes sin
(pie la guarnición de ¡a Ciénaga, amenazada al mismo tiempo por la lagu-
na y el-mar, lo pudiera embarazar, y el ver que la mantención do la poca
tropa do línea y urbana en quien estaba librada la defensa, .dependía do
un corto número do habitantes de la ciudad, que á instancias y persua-
siones mías se habían obligado á suplir semanalmcntc lo bástanlo para
las raciones necesarias, ínterin llegaban socorros do Panamá.
En esta situación nos halló la escuadra enemiga, compuesta de una
corbeta, ocho lanchas cañoneras, dos bergantines y doce goletas, con dos
mil hombres de desembarco al mando del francos Pedro Labatut, cuando
cl dia í) de Agosto de 1813 se presentó delante de Santa Marta. Sus pri-
meros movimientos no dejaron duda de que el eucrpo principal saltaria á
(ierra por la playa inerme del " Dulcino," y no pudiendo resistir á la
fuerza de las razones que me lo persuadían, hicimos un esfuerzo y so
montó la bateria en aquel punto á la vista do los insurgentes. Si éstos, on

* ElViroy Don Ikiiito Pense no no encardó «fcl Yircinnlo en 1310, »tno en Manto
de 1812, Mgttu'ac ve de los documentat inserios en el Tomo 1." de tstn obra. (N. del lí.)
'* Fué comisionado Don Manuel Faustino 311er,
196 DOCUMENTOS l'AHA LA HISTORIA

lugar de entretenerse en reconocer k costa, ejecutan sobre In marcim sn


desembarco, es probablo quo hubieran conseguido sus fine». Pero habien-
do desconcertado enteramente su plan de ataque la fortificación del " Dul-
cino," los redujo ;i lu inacción y á anclar en punta de " Cal," en defecto
de otro fondeadero, en donde permanecieron liasla el lo en la noche, (pie
vinieron sobre la plaza ó intentaron sorprender " E l Morro," y habiendo
sido rechazados resolvieron atacar la Ciénaga. Todos saben la vigorosa
resistencia que hizo esto canton en los- dias 14 y .15 del mismo Agosto, y
la gloria do que so cubrieron las armas del líe}', huyendo acobardado el
enemigo con los restos de su derrotada expedición.
No por esto mejoré de suerte. Los revolucionarios obraron en esla
vez con un concierto que no habían manifestado hasta entóneos. Sorpren-
didos al ver el orden de la defensa con la inesperada resistencia (pie ha-
llaron cuando venían confiados en que seria muy débil la que les opondría
una ciudad (pie poco antes habían tomado sin trabajo, saqueada, sin re-
cursos, consumida en cuatro años de guerra, maltratada por sus propios
habilanlos y que parecía haber hecho el último esfuerzo en la sangrienta
acción do Papares el 10 y 11 do Mayo, adoptaron nuevo plan reduciondo
la ofensa á bloqueo. Dejaron en la Ciénaga grande los bongos y las lan-
chas cañoneras para impedir la pesca á los realistas é interceptar los ví-
veres que de los pueblos do la margen derecha del Magdalena bajaban
para la plaza, lo que unido á la escasez que aun sin esta medida reinaba
en olla, nos redujo ¡i bien triste situación.
Para que nada do amargo le faltara, tuvo el disgusto do ver casi
destruida nuestra única esperanza, cifrada en los auxilios de Panamá.
La escuadra enemiga, superior en número y calidad de buques á los
nuestros de Portobclo, se volvió á presentar ol 2 do Septiembre, y no
so nos oculló que acechaba el convoy con los socorros, cuya venida era
tan pública, y scdilató tanto, que los rebeldes tuvieron noticia, segura del
diu do su salida. Sus movimientos no nos dejaron duda de sus intencio-
nes ; vinieron hasta el tiro do la plaza á reconocer el puerto, y cuando
so hubieron asegurado do no existir en él los buques do la Peal armada,
tomaron la vuelta del Oeste.
Entre otras providencias que se habían puesto en ejecución, fué una
la do batir monedado cobre, á propuesta del Ayuntamiento, sobro lo quo
hablaré á Y. U. en su lugar. Hasta esto recurso nos llegó á faltar, por-
que no se hallaba material en la plaza. También se suscitaron disgustos
domésticos que pudieron traer fatales consecuencias á la causa del
Bey ; pero como tenían más do personal á mí, que relación con aquélla,
excuso referirlos. Nuestra situación era demasiado desagradable, y no
es extraño quo el fastidio y desaliento (pie ocasionaba en los ánimos hu-
biera comenzado ti introducir la desunion, que felizmente no hizo pro-
gresos.
El 9 do Septiembre, á las ocho de la mañana, comenzó á oirso á lo
lejos un fuerte cañoneo por el Oeste, y á las dos horas y média so dis-
tinguieron bien sobre el horizonte las dos escuadras empeñadas en un
furioso combate. La nuestra hacia toda fuerza devela por llegar al puer-
to, que era su operación, según las órdenes que tenia su Comandante on
¡efe, Don Manuel Tunes, y la insurgente hacia por corlarla á toda costa.
La bizarría y habilidad con que so portaron en osla como en otras oca-
DU LA PROVINCIA HE CARTAGENA. 197

stones los Oficiales de la Ileal armada y los do Albuera con la tropa que
venia de transporto, merecen todo elogio. La suerte de Santa Marta de-
pendía sin más remedio de este reñido combato, en que todo ol pueblo,
nunca bien alabado por su heroica fidelidad, lomó ol mayor interés, con-
duciéndose á la playa cu blindadas ti ser espectador del éxito. Si el valor
y la disciplina solamente decidieran las acciones, no hubiera yo tenido el
menor cuidado ; pero considerando el mal oslado militar y marinero do
nuestros buques, do quo oslaba impuesto, no descansó hasta (pie tripula-
da una hermosa golola de un particular, fondeada allí, llamada " de los
Pablos," y embarcado en olla con tropas el Teniente de navio Don An-
tonio Gaston, que á la sazón se hallaba conmigo, se incorporó con los
compañeros. I£I combátese hizo más igual, y habiendo la escuadrilla real
ganado las balerías do la plaza, la insurgente dejó do perseguir!;!, logran-
do aquélla por fin entrar en puerto á las cinco de la tardo con ,s 50,000 ;
30,000 on dinero y lo demás en víveres, las tropas y empleados que in-
migraron (emigraron) cuando la ciudad fué abandonada.
Mi situación dejó de ser tan angustiada con osle socorro ; mas para
no consumir en solo las embarcaciones de guerra la parlo do numerario,
resolví doshacenno de las que no me fueran muy urgentes, y convocada
una Junta de lo.s Capitanes, los manifestó que, estando firmemente dis-
puesto á quedarme con dos buques, acordasen entre sí quiénes habían de
permanecer á mis órdenes, en el supuesto do que los marchantes debían
seguir desdo luego á la Habana. "Tunes y Espino fueron los que so que-
daron con el Místico y la (Jalt/u, y los otros dos navegaron para su des-
lino. Más adelanto verá V. JO. qué servicio hicieron aquéllos, y en qué
compromiso me vi por su conducta.
Habiendo observado que la guarnición se componia de doscientos
cincuenta hombres do " Albuera," piquetes del Fijo de Panamá, emi-
grados del " Auxiliar " y J* Fijo " de Cartagena, y de las Compañías do
milicias que estaban á sueldo, con un número crecido do Oficiales de
todas clases, y que cada cuerpo recibía el prest y hacia el servicio con
separación, dispuse rentarlos en uno solo, que formó á mi satisfacción el
Teniente Coronel Don Manuel Zequeira, entonces sub-Inspector gene-
ral interino, con ol nombro do BaluHon provisional.
No descuidó imponer ala Regencia del estado de cosas. Ya lo ha-
bía hecho desde la Habana con focha 23 do Abril, manifestándole mi
pronta obediencia en ol concepto do que, cuando me mandaba ir á San-
ta Marta, cuya suerte no ignoraba, con tal precipitación, confiaba quo
no me abandonaria, pues no podia presumir que el Supremo Gobierno
creyese so podía acometer una empresa como la que se me encargaba
con solo enviar al Capitán general al lugar do la guerra, sin tropas, di-
nero ni otros recursos. No obstante lo dicho, la Regencia, contostando,
por orden de 3 8 do Julio, me dijo que prevenia á los Yircyos do Méjico
y el Perú, y á los Capitanes generales déla Isla de Cuba, Venezuela y
Maraoaibo, me auxiliaran cuanto lo permitieran las circunstancias y se-
gún lo oxigiau las en que yo me hallaba.
Para no volverá tocar osle asunto, diré á Y . 33. (pie haciendo ol uso
que debía do la orden, á fin do cubrir mi responsabilidad, mo dirigía los
deles que mencionaba, y que do ellos nada pude conseguir al cabo. In-
mediatamente di cuenta al Supremo Gobierno de las resultas do su ór-
198 DOCUMENTOS Í'AIIA LA HISTORIA

den, para su conocimiento y posteriores resoluciones. Do intento mo he


detenido, aunque lo menos posible, en este particular, porque es muy
esencial que se sepan y tengan presentes los medios que so me dieron
para obrar. Es una calamidad común á los que mandan la de ver mur-
muradas continuamente sus providencias por el vulgo, y aun por hom-
bres que parecen de juicio. Tales Jueces siempre son tachados do igno-
rancia ó resentimiento injusto. Por eso las leyes militares y civiles han
ocurrido con sabiduría á este inconveniente, determinando los Tribunales
o Jefes que han de formar concepto del honor y conduct» del que ejerce
algun cargo público. A éstos es á quienes estamos obligados á satisfacer,
puesto que tienen derecho de juzgar nuestras acciones.
Por lo relativo :i mí, sabrán, para formar juicio de cada una, pesar
Jas circunstancias del lugar á queso mu destinó, los medios que estuvie-
ron á mi disposición y el uso quo.de ellos hice. Estos mismos so tendrán
on la debida consideración pitra juzgar do las providencias sobro acuña-
mionto de moneda de plata macuquina, que en esto misino año se susti-
tuyó en Sania María á la do cubro, según diré ú V. E. en su lugar cuan-
do hablo del ramo de hacienda.
Por lo locante á enemigos, estaban entretenidos en el bloqueo de la
Ciénaga y en algunas escaramuzas con los pueblos y puestos avalizados
del Magdalena, endonde quemaron no pocos do los primeros.
Á fines de Diciembre recibí la Peal orden de 23 de Julio, por la que
so mo nombró Capitán general en comisión do Venezuela, con retención
de la que obtenia en propiedad, poniendo á mis órdenes al Mariscal de
campo Don Juan Manuel do Cajigal, para quo pudiera destinarlo indis-
tintamente á una ú otra, como lo tuviera por conveniente. Las noticias
(pío continuamente venían en diferentes Gacelas, do los felices éxitos do
los Ejércitos aliados en Europa, eran para los insurgente.-- un fuerte estí-
mulo que suplia á su falla do energía. No'so les ocultaba la trascenden-
cia de eslos sucesos á los pises de América en revolución, y cuanto más
rápidos y señalados eran aquéllos, tanto mayor era la prisa que se daban
para arrojar de la Provincia do Santa Marta las (ropas dol Pey. Cono-
cían la importancia del punto y habían llegado á persuadirse que se ase-
guraba la Independencia del Nuevo Peino siempre que se apoderasen
de el. Do aquí provenían sus esperanzas por dominarlo y el repetido ar-
mamento do expediciones contraía mencionada Provincia.
No les faltaba combinación, ni carecían del todo de buenos Oficiales.
Tenían algunos que entendían muy bien la guerra, entre ellos, Oficiales
nuestros do graduación y aun facultativos de los que abrazaron su causa
después de la revolución. Pud i era use cilar muchos ejemplos en prueba
de lo que indico ; pero á beneficio do la brevedad bastaria observar el
concierto con que obraron en el año de 1814, en que se manifestaron los
rebeldes más prácticos en las operaciones que en los anteriores, porque
ya llegaron á hacer confianza do dichos Oficiales.
No so limitaron á las correrías con que sin cesar hostilizaban la Pro-
vincia. Al mismo tiempo que inferían estos daños, organizaban tropas,
armaban lanchas cañoneras y bongos para el rio y lagunas, y daban bas-
tante impulso á los corsarios, con quienes tenian contralado que en re-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 199
íribucion do los auxilios que el Estado (") les franqueaba, ellos estarían
prontos á servir en sus empresas cuando íes llamara. Así lograron poner
en campaña una armad i lia que medió bastante qué pensar, y á los insur-
gentes una decidida superioridad en el mar. Yo solo podia disponer del
Mtslicoy la Galán : sus Comandantes estaban quejosos de los crecidos
alcances quo so los debian y del mal estado en que se les obligaba á na-
vegar, comprometiendo su honor y el del Cuerpo. No los Tallaba razón,
porque en realidad no se puede ocluir al océano un buque desprovisto
hasta de lo más necesario, con la facilidad que se puede hacer marchar
un Cuerpo de infantería, si la necesidad lo exige, aunque carezca de ar-
tículos muy precisos. Esto me parece cjuc nunca ocasionará tan graves
compromisos como lo primero, y en electo, así lo ha demostrado la ex-
periencia en los tres últimos afíos.
Yo tampoco estuve quieto. No menos pensaba que en los medios de
lomar la ofensiva, cansado de estar siempre siendo el atacado. Pero no ora
tiempo, ni lo permitían los recursos, los cuales, siendo pocos, era menester
emplearlos con economía, y por enfonces- oslaban aplicados á Ja construc-
ción y armamento de una flotilla de bongos quo pensaba poner en cam-
paría, habiendo tenido principio y concluídose con el dinero de varios
oficiales, empleados y otros vecinos que quisieron contribuir á tan impor-
tante servicio.
Entretanto observaba una rigurosa defensa, y me guardé bien de
dar ningún paso precipitado, á pesar del parecer contrario de algunos.
Los enemigos comenzaron la campaña destacando una expedición de
ocho goletas, un bergantín y cuatrocientos cincuenta hombres de des-
embarco contra Portobclo, á las órdenes de un tal Chassericux, de nación
francés. El 15 de Enero dieron fondo en la ensenada de Buenaventura,
y habiendo verificado el desembarco, atacaron vigorosa pero atropellada-
mente la trinchera el 16, parece quo con la idea de sorprender. Mas la
compañía urbana y tropa de linca del lijo de Panamá, que guamecian
el punto, se sostuvieron y )o defendieron con tal valor que los rebeldes,
desesperados de poder vencer este paso indispensable para entrar, en la
ciudad, y visto el número de hombres que habian perdido en varias em-
bestidas que hicieron, juzgaron prudentemente que á poca menor resis-
tencia que hallaran en el pueblo perecerían lodos ; y so retiraron durante
la noche del mismo dia á sus buques, tomando en seguida la vuelta de.
Cartagena. Nada de oslo supe hasta el mes de Mayo, en que recibí los
partos del Gobernador .Don Juan Rodrigues Yaleárcel, ni proví .seme-
jante atrevimiento, sin embargo de que anticipadamente hice formar la
compañía urbana y ordenó que lodo el Istmo estuviera en defensa para
cualquier caso. Lo que sí creí siempre fué que al cabo se determinarían
con su marina superior á bloquear á Portobclo, con lo cual mo hubieran
privado de lodo recurso. Pero jamás cayeron los rebeldes en esta sencilla
operación. Su empeño oslaba en poner en campaña ejércitos (así llama-
ban á sus colecticios), si)) advertirlo mucho que se debilitaban de dia en

O Cada Provincia, ú la disolución dol Gobierno legítimo, lomó frte «omine, decla-
rándose independientes Insnnas do las otra», lo que mal adelante fia; reconocido y ga-
rantido por el Gobierno central que establecieron con el nombre de Congrua general
de las Provincias unidas cu federación.
(Nova de la misMü'jMcmorip. ó Instrucción).
200 DOCUMKNTOS PARA LA HISTORIA

dia por su errada conducta, 3' que cuando llegara el momento de obrar
una vigorosa resistencia, les faltarían las fuerzas inútilmente invertidas
contra los puntos fieles al Hicy.
Es do presumir que los insurgentes no tuvieron otro objeto en la
expedición de Portobolo que robar. Mientras duró aquella operación, por
loque haco á Santa Marta, lo primero que hicieron fué reforzar el blo-
queo aumentando su fuerza hasta catorce bongos excelentes, que monta-
ban piezas de grueso calibro, y por nuestros espías supe que todo lo de-
más estaba ya listo para atacarme, siendo el Comandante en jefe el cara-
queño Miguel Carabaño. Los espías oran unos vecinos «le Soledad y
Barranquilla, que permanecían, aunque entre ellos, fieles á su legítimo
Soberano, mereciendo particular mención Don Hermenegildo Visbal y
el Capitán de milicias Don Juan García Vinucsa, por la prontitud y pro-
piedad con que mo comunicaron siempre noticias de las intenciones, pla-
nes y movimientos de los enemigos. Eran personas de bienes y opinion,
y ningún motivo habían dado de desconfianza, por lo que fácilmente so
imponían de lo que deseaban saber y yo necesitaba para gobernarme.
Estos, pues, mo avisaron que Carabaño tenia cerca de tres mil hombres ó
mas, los que divididos en tres cuerpos debían atravesar el rio, el uno
para dirigirse por Chiriguaná al Yallcdupar, el segundo al Corro de San
Antonio, y el último debía esperar á la reunion de los otros dos, ocupado
quo fuera el Vallo y ahuyentadas las partidas del Rey á su espalda,
para entóneos atacar á, San Juan de la Ciénaga, en combinación por tie-
rra y la laguna.
Nada más duro en los peligros quo carecer do los medios do defen-
derso, y arrostrarlos. Yo prefiero en el dia cualquiera otra suerte, la más
amarga, á la do volverme á ver en la situación en quo estuvo en Santa
Marta durante 1res años, expuesto á perder hasta lo más sensible para
un militar, la reputación. La más urgento falta era la de dinero. Para
remediarla habia despachado desdo Diciembre al Teniente do navio Don
Manuel Tunes con el Místico para Portobolo á traerme' caudales y muni-
ciones, mientras que el de fragata Don Martin Espino, iba con la Galya
á repararse á Maracaibo para volver al Istmo ú conseguir un empréstito
do cien mil pesos, usando de la instrucción que al afecto lo habia dado.
Como todo era eventual y ambas embarcaciones podían ser aprosa-
das, tomé otros partidos cerca de mí, que juzgué más seguros. Entonces
se conoció más quo nunca la necesidad y utilidad do la moneda macuqui-
na y las ventajas que en todo sentido trajo al mejor servicio. Los habi-
tantes, llenos de atrasos con las pérdidas anteriores, vendían sus alhajas
de plata á sicto y ocho reales onza en la casa provisional de moneda, para
socorrerse, 3' el J.ley no solo utilizaba en la compra, sino que se reunían
fondos para pagar las tropas, en defecto de otros auxilios que no esperaba
ni debia esperar de parte ninguna.
Con este arbitrio pude fortificar la línea del Magdalena, que com-
prendía el Cerro, Piñón, Guáimaro, liemolino, Sitio Nuevo y San Se-
bastian, 3r levantar á sueldo compañías urbanas, cpie se reglaron con al-
guna formalidad; y no obstanto que no la podía haber entera, ni ponerse
mucha confianza en la disciplina de unos hombres que se resistían abier-
tamente ú salir do sus pueblos, es menester confesar quo, bien ó mal, al
fin ellos lo hicieron tocio, y que cuando se trataba do rechazar al enemigo,
DB LA PROVINCIA DK CARTAGENA. 201

peleaban con el mayor denuedo. Obraba siompro bajo de esta seguridad;


pero no sin los cuidados que nafcaralmentc debía ciiu.snrmo, que no quisie-
sen su jetarse todas las veces á combinación do las tuerzas. De manera que
por lo general puedo decir que en el punto preciso de obrar, nunca se re-
sistió con la gente necesaria por aquella causa. Ka de advertir que por lo
regular siempre liabia al lado de estas milicias tropas veteranos y oficiales
que las dirigieran. Con este objeto destaque al Capitán Don Narciso Vi-
cente Crespo á San Sebastian con 30 hombrea del .Batallón Provisional,
á tomar el mando del punto y de su compañía urbana, y al de igual cla-
se Don Tomas Pacheco con (>0 al Cerro. Mandé al Teniente Coronel Don
Gonzalo de Arammuli que saliera del Hacha con la mitad de los cazado-
res á guardar el Paso, llevando al Alférez Miguel Gómez, hombre de
valor conocido, y la gente quo, pudiera reunir del Vallo. Los otros pun-
tos estaban guardados por los valientes guerrilleros Fernando y Pedro
Machado y Don Manuel Moron.
No se cuidaba menos de los trabajos de la ilota, en que entendía el
Comandante del Canton de la Ciénaga, mi Ayudante de Campo Don Ig-
nacio La Ruz. con laudable eficacia, ardiendo en deseos debatir con ella,
al enemigo, porque le babia ofrecido su mando.
Los rebeldes, para obligarme á retirar las tropas del Paso, esparcie-
ron la voz de que la expedición que atacó á Portobclo, reparada ya y
aumentada, se disponía ¡i dar la vela para el Hacha, y ora de conjeturar
quo fuese con designio de sorprenderla y entrar en el Valle al propio tiem-
po quo lo hiciera la columna de Chiriguaná. Digo que ora de conjeturar,
porque la tul expediciqn nunca llegó á efectuarse, quedando en meras
voces. La estación era, como V. É. sabe, la de principiar las brisas, y
aunque no estaba muy avanzada, ni dejaron do mcrecermo atención las
dichas voces, tampoco dejé de confiar en que tan fácilmente no podria
remontar. Además, previne al Teniente Coronel Don Fernando Cribe,
que quedó con el mando de la mencionada Provincia en lugar de Ara-
mendi, se pusiera en defensa y especialmente que fortificara y guarne-
ciera el punto de Camarones; y me mantuve firme en no hacer novedad
relativamente al orden en que tenia dispuesta la línea de defensa, despre-
ciando los amagos y falsos rumores de los insurgentes.
Gran falta me hacia un buque de guerra que condujera pertrechos á
Itiohacha y estuviera pronto á dar un aviso á cualquier punto en un
caso desgraciado. Esperaba por instantes el Místico, cuya extraña dila-
ción nada bueno me pronosticaba. Su Comandante Don Manuel Tunos,
á pretexto do las brisas, se había aparecido en Jamaica, asegurando que
no le habían permitido coger el puerto de Santa Marta. No debo pasar
en silencio, en honor de la justicia y de los jefes ingleses, que los de
aquella isla, muy penetrados do mi situación y do la necesidad en (pie
me hallaba de los auxilios que conducía el Cupido (seguramente debió
escribirse a\ Míalico), ofrecieron á Tunes que le harían dar convoy hasta
su destino, á lo que se negó, haciendo lo mismo con el Capitán Don Juan
Arrióla,que lo era del bergantín particular el Sumario, que también le
prometió llevarme los 2(j,000 pesos quo traia oi Mífiico, pues precisamen-
te hacia viaje para Santa Marta, y fué por quien supe estas especies,
diciendo á Arrióla que no era honor de un buque de guerra recibir con-
voy de otro mercante. La conducta del Teniente de navio Don Manuel
202 DOCUMENTOS PAUA LA HISTORIA

Tunes on osla ocasión, fué reprensible. Este Oficial no ignoraba el estado


de los negocios en Santa Marta: los Labia visto y tocado por sí, y además
estaba bien impuesto, por las instrucciones con que salió á su comisión.
Conocía á fondo lo que interesaba ú la causa del Iíey su llegada, y sin
embargo cxfcrajudicialmcnte llegué á entender, eon bastante admiración
mía y de todos, al cabo de algun tiempo, que fué apresado por un corsa-
rio sobre la costa de la Habana. Rara navegación en verdad la de un
buque que habiendo salido de Portobelo para Santa Marta, vino á resul-
tar prisionero próximo á una isla en donde ni de imaginarse era que
pudiese ni tuviese para qué locar 1 Con todo, así sucedió, y si su pérdida
no produjo desde Juego, por la impericia, desunión y atolondramiento con
que los insurgentes echaban á perder sus mejores planes, las consecuen-
cias funestas que debieron seguirse, no por eso dejó de ser perjudicado
sensiblemente el servicio del iley y de atrasarse las operaciones milita-
res. Do este suceso di aviso ¡i la Corle á su tiempo, exponiéndolo en los
términos menos desagradables; pero de ello nunca he llegado á tener
contestación ni la he solicitado.
| Quién no habia de pensar que tan considerable pérdida ensoberbe-
cería al enemigo dándole mayor atrevimiento en el estado de superioridad
en queso hallaba, al naso que en nuestras tropas se introduciría el desa-
liento con la falla de las esperanzas de socorro ! Pues fué muy al con-
trario: la Providencia lo dispuso de otro modo, permitiendo que los re-
beldes fuesen batidos en toda la línea antes que pudieran tener estas
noticias, principalmente en el Paso del Adelantado, que no pudieron for-
zar en la brillante acción de la Jagua, dada el 2<1 de Enero (181-1) por
el Alférez Miguel Gómez, á las órdenes del Teniente Coronel Aramcndi,
en que fué puesto en derrota el cuerpo do Chiriguaná, y en la del Cerro
de San Antonio el 26, dirigida por el bizarro Capitán Don Tomas Pa-
checo, quien tuvo el honor de obligar al mismo Miguel Carabníío, quo
mandaba en persona su columna do batalla, ú repasar- el rio, dejando
ciento }r más en el campo y porción de prisioneros. También hicieron no
menos hazañas los Capitanes de patriotas Fernando y Pedro Machado,
muriendo el primero, aunque vencedor, en el Pivijai, rodeado de enemi-
gos y cubierto de gloriosas heridas.
A pesar de estos golpes, los rebeldes se rehacían y conservaban in-
tacta su izquierda, apoyada en la fuerte ilota bloqucadora do Ciénaga
grande. La escasez de vi veres era más sensible que nunca, ptuliéndoso de-
cir con razón que de nada nos habían servido nuestros triunfos. Los
insurgentes, que lo conocían, y acaso estaban tan impuestos del estado
de nuestros negocios como nosotros de los suyos, volvieron de nuevo al
ataque, procurando batir en detall la guarnición de la línea, lo que daba
ocasión árepetidos encuentros con suerte varia; poro nada habia decisi-
vo, y ya los bravos serranos comenzaban á cansarse de la fatiga y de la
poca disciplina en que se les tenia; á desear restituirse á sus casas y á
desertar. Así estuvimos Juchando, con la esperanza, la necesidad y los
peligros, hasta que se concluyó felizmente ¡mestra escuadrilla snl.il. In-
mediatamente que estuvo lista, se le puso en movimiento, bien tripulada
y guarnecida con lo más escogido del canton de San Juan de la Ciénaga,
así de marineros como de tropa. Es digno de notarse quo esta operación
naval iba á sor ejecutada por oficiales de infantería, (pu: oran los que
BE LA MOVISCIA DE OAM'AGEKA. 203
mandaban los bongos. Yo los tenia experimentados, y en especial no
ocultaré quo confiaba mucho en la pericia y valor del Comandante en
Jefe, Don Ignacio de laPuiz.
El pueblo de Sania María, habiendo traslucido cl dia fijado para la
salida, por más oculto que se procuró tenor, casi lodo concurrió, á im-
pulso de su acostumbrada lealtad y espíritu guerrero, á ser espectador.
Es innegable que el más sólido apoyo de los gobiernos es la confianza
justamente adquirida de los pueblos y el amor de éstos á los jefes por
acciones repetidas de beneficencia y de celo por su conservación. Nues-
tras fuerzas eran pocas; pero la union y la disciplina que reinaba en
ellas las hacia muy Inertes, supliendo estas circunstancias á las que nos
faltaban para igualar á las del enemigo. Paisanos y militares, todos qui-
sieron tener parto en la jomada, no contentos con haber contribuido y
costeado los buques con su dinero, sin que á la Bcal Hacienda le hubiese
costado un maravedí. No creo aventurar nada en decir que si en aquel
dia hubiera querido poner la Provincia en masa en campaña, ni un solo
hombre se hubiera negado. Pero tan dóciles como animosos, ellos ce-
dieron á la necesidad del orden, siendo bastante circunspectos para no
exponer con un imprudente entusiasmo la suerte de la plaza, que iba á
depender del combate, dejando obrar á los jefes con libertad, y conten-
tándose con saber que ellos no ignoraban sus buenas disposiciones.
¡ Tanto puede, como lie dicho, la confianza bien establecida entre el pue-
blo y sus gobernantes !
En efecto, Excelentísimo señor, Santa Marta se hubiera perdido in-
faliblemente, si la batalla naval del 28 de Marzo hubiera .sido desgra-
ciada para nosotros; y no es regular quo habiendo sucedido todo lo
contrario, queden oscurecidos unos hechos tan gloriosos, por el honor de
los empleados y oficiales que los llevaron al cabo, cuyos nombres no me-
recen darse al olvido. Por lo tanto, se servirá V. E. disimular que mo
haya detenido en esta relación, lo mismo quo en algunas otras, en gracia
de la justa causa que las motiva.
Por más violenta que pareciera Ja determinación do atacar, expo-
niendo á la suerte de un combale la única fuerza que tenia, sírvase V.
E . echar una ojeada sobre Jo que dejo referido (que todo es exacto, cons-
tante de documentos que quedan en el archivo de la Secretaría, y se es-
cribe á la vista de muchos testigos presenciales), y á corta reflexion co-
nocerá que mi situación no podia ser peor, y que estaba con mis tropas
en el ejecutivo lance de perecer con gloria peleando, ó de tener que
acabar lentamente al rigor del hambre, y de vernos al fin arrojados del
puesto con vergüenza por un enemigo excesivamente superior, en tanto
grado, que constantemente nos tenia con las armas en la mano, y que á
vuelta de un buen descalabro poco era menester que. hubiera sabido
aprovecharse de la victoria para no parar hasta Sania Maria y cl Hacha;
porque ha de advertir V. E. quo la guerra no era solo contra la Provin-
cia do Cartagena, que no venia á ser más que su teatro, lo mismo que la
de Sania Marta. El Gobierno revolucionario de Cartagena contaba con
todos los recursos del resto de las provincias del Vireinalo, y á mayor
abundamiento, con la cooperación de los venezolanos; y éste verdadera-
mente era el poder que temarnos que resistir.
Sin embargo, á gran peligro mayor constancia; jamás llegó ésta á
20-1 DOOUiMKNTOS PARA LA IU8TOBIA

abandonarnos ni aun en los últimos bordos del precipicio. Ella filé la


que combatió el celebre dia para estos países, el 26" do Marzo de 181-1,
en Ciénaga grande. El 27, al ponerse el sol, dio la vela la escuadrilla,
compuesta de ocho bongos de guerra, bien equipados y municionados, y
diez y siete transportes con tropas; pasó la Barra y vino ¡i amanecer
sobre la ilota rebelde. El primer anuncio que tuvieron estos de la arriba-
da de la armada real fué el grito de las tripulaciones de viva el Jluy !
con que La Ruz rompió el fuego sin que todavía se viesen más que los
primeros crepúsculos do la mariana. Tan distantes estaban los insurgen-
tes de creerme en disposición de desplegar estas fuerzas, cuanto creían
que muy en breve seria arrojado de Santa Marta, como más de una vez
lo dijeron en sus boletines. Si os verdad que los sorprendió la "vista do
los realistas, también es cierto que no por eso dejaron de hacer lo (pie
les tocaba. Muy lejos de acobardarse con la primera descarga, la sufrie-
ron como hombres acostumbrados al fuego. Su Comandante en jefe, N.
Núñez, puso inmediatamente en orden la ilota, que entóneos se componia
de doce bongos, todos de grueso calibre, y correspondiendo á nuestros
fuegos se defendió valerosamente, procurando atajar el desorden que á
poco ralo comenzó á manifestarse en su línea de batalla, no habiendo po-
dido menos que hacer su efecto la sorpresa al cuarto de llorado combate.
La Ruz, queriendo aprovechar el momento y reparando que parto de la
linca enemiga hacia por escapar, aunque siempre haciendo fuego, forzó
de remos con su division y los envolvió, obligándolos á pelear en una es-
pecie de ensenada ó recodo de la Laguna (ciénaga) en que los encerró.
Allí se defendió el mulato Núñez denodadamente hasta que fué abordado
y vio amainar toda su ilota, excepto un bongo que pudo escapar, entran-
do los demás en el pueblo de San Juan de la Ciénaga en número de once,
con cañones de á 24, 18 y 12; trescientos ocho prisioneros, sin contar los
muertos, 200 fusiles, I'll lanzas, G5(> balas y otros muchos pertrechos do
guerra, que constan do estados y entraron en almacenos de artillería do
Ja plaza. Tan no esperada como gloriosa victoria puso en la mayor cons-
ternación y respeto al enemigo, que jamás volvió á Ciénaga grande. Sus
resultados fueron de la importancia que so deja inferir. Toda la Provin-
cia fué evacuada al llegar la noticia do haber sido batida su izquierza y
apresada la artillería, repasando los rebeldes el rio en lodo Abril subse-
cuente, quedando deshecho su plan, y libertada por la tercera vez la he-
roica Provincia de las «arras de sus mortales enemigos.
Su Majestad (que Dios guarde), cuando supo por mis carias do <i
de Marzo y Ib' do Mayo, números 101 y 120, e.llos gloriosos aconteci-
mientos alcanzados por sus reales armas, quiso recompensar al pequeño
ejército de Sania Marta, y en prueba del aprecio que le habían merecido,
según sus palabras, tan repelidos triunfos, se dignó distinguir señalada-
mente la última victoria por su Ileal orden fie 2 de Agosto de 18 ló, eon-
cediendo á cuantos tuvieron parteen ella una medalla de honor, en lugar
do la cual tongo pedida, por carta do 30 do Noviembre dé 1816, número
166', la cruz de distinción establecida para ¡guales casos en la Real arma-
da, y aguardo contestación.
Fácil me hubiera sido sacar alguna ventaja más de la superioridad
que los últimos sucesos me daban sobro los revolucionarios, pero ,; con
qué fuerzas? Estas no permitían dar mayor extension á mis operaciones,
UK LA PllOVlNCIA DE CAUTAGISKÁ. 205

ni el buen sentido hacer mayor uso do la victoria. La moderación era lo


más conveniente á mi oslado; y por lo demás, clamar á la Corto por
auxilios, como lo hico con focha 27 de Junio, en representación número
140. lista carta da .simplemente idea de mi conduela hasta aquel dia, y
me parece lo más acertado copiarla, para que V. JO. formo concepto de
la situación cu que so hallaban las cosas.
" Desde que recibí la orden de lo de Julio del año anterior, pensó
" e n prepararme de suerte (pie no hubiese el menor retardo en las ope-
M
raciones militares luego que llegaron las tropas que 8. A. se sirviera
"enviar para este Reino. Ya cu el número 127 hablo á V. .10. de los re-
b u l t a d o s de aquella orden, entre los cuales ninguno me es más sensi-
'•' ble que el no tener á mi disposición la fragata Atocha, ú otra equiva-
liente.
"También he recibido en este mes respuesta del Vi rey del Perú á
" consecuencia de la propia orden, el que trasladándome lo que contestó
" á mi anterior acerca del estado exhausto de las cajas de Lima, con
"motivo de otra solicitud igual, dice en sustancia que su situación desde
"aquella época, lejos de haber mejorado, ha ido denial en peor. ¡Siendo
" general esta queja en toda la América, es más justa ó más fundada que
" en ninguna otra parte en esta Provincia, empobrecida hasta el último
" extremo, por haber cesado su poca agricultura con la guerra, y su
" pequeño comercio por no haber algodones ni cacao, que eran los únicos
" frutos de exportación que tenia, aunquo en corla cantidad ; no queda á
" los habitantes de Sania Marta ni aun la esperanza de mejorar do
" estado en mucho tiempo.
" ]3n la actualidad experimentan suma escasc/. de víveres, porque
" habiéndose visto precisados los vecinos del pueblo de San Juan de la
" Ciénaga, que es el granero de donde se surte esta plaza, á estar con las
" armas en la mano en todo el año anterior y los meses sucesivos do ésta
" hasta lines de Manco, se ha pasado la estación de la siembra, y hoy ca-
" recemos de arroz, mai/, y piálanos, que es su alimento ordinario ; y á
11
no ser por la pesca do las lagunas, seguramente perecería aquel pueblo.
" Los demás do la cordillera del Magdalena; for/.ados también á rc-
" i'ugiarsc á* los bosques por tener los enemigos ocupadas sus parroquias
" y caseríos, que han quemado al retirarse, no han podido sembrar sino
" á mediados del inmediato pasado Abril, tiempo en quo repasaron c! rio
" las tropas de Cartagena, á consecuencia de la acción del 2S do Mar/.o
" en la Laguna (ciénaga), de que hablo á Y. .13. en el número 120,
" dejando hechos cuantos daños les ha sido posible, y principalmente
" destrozados los platanales en muchas partes.
" En el último Diciembre salieron de este puerto el Místico, el Cu-
a
pido y la goleta Gulga, al mando de los Tenienes de navio Don Manuel
" Tunes y Don Martin María do Espino, á ejecutar las comisiones res-
" pootivas, que les había confiado, é indican las copias primera y segun-
" da. JOI primero debia regresar de Portobelo en 15 ó 20 de Enero á lo
" más tarde, con 20,000 pesos, para socorrer prontamente esta guami-
" cion, ínterin el segundo se dirigia á Maraeaibo á socorrer su buque y
" reparar el velámon para marchar á aquel puerto á conducir 100,000
" pesos, como expresa la copia segunda.
"Habiendo salido del mismo .Portobelo el Místico en los primeros dias
m DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
u
de Marzo, aun no lia regresado á ósto, ni tengo noticias de su parade-
" ro, porque su Comandanto Tunes, á pesar do haber arribado á Jamaica,
" de donde pudo darmo aviso de su situación, no lo hizo.
" Don Martin de Espino, después de- haber llegado ¡i Maracaibo con
" mucho atraso, no lia podido reparar el velamen do su buque, por moti-
" vos que no ha estado en su mano evitar, y ya le he comunicado la orden
" do volverse aquí antes que se pierda la goleta cu aquel fondeadero,
í:
conforme lo participo todo en la misma fecha al Ministerio correspon*
" diente.
" En vista de haber quedado estas medidas, parto sin efecto hasta
a
esto momento, y parte obstruidas por el imperio do las circuns-
" tancias, tomé la resolución do comprar de cuenta del Erario la goleta
" particular Regencia, queso vendía en este puerto en cantidad do 3,787
" pesos cuatro reales, la que mandó inmediatamente á Cuba por el mes
" de Marzo último d dejar allí la correspondencia de oficio para S. M. y
" traer tabaco, cuya falta afligia al público, debiendo restituirse aquí sin
" demora, á fin do partir ¡i Portobelo á conducir 10,000 pesos para soco-
" rrer las tropas el presento mes do Junio, como en efecto so ha realiza-
11
do todo; más siendo una embarcación menor, aunquo ligera, no ho ha-
" liado conveniente fiarlo cantidades gruesas, sino las proporcionadas á
" su corta fuerza, por ¡o que ahora debo marchar nuevamento al mismo
" puerto por 15,000 pesos, pues los 10,000 referidos no son suficientes á
" cubrir los gastos do un mes, quo según los arreglos hechos por mí, y
" la medida indispensable de no abonar más quo parto do sus suoldo3
" á los empleados y oficialidad, lo ho reducido y fijado á lo menos posi-
" ble, dando lugar á que mo vayan remitiendo del Istmo lo necesario on
" la forma dicha. La poca tropa tic la "Albucra," piquete del M Fijo " do
" Panamá y milicias del pais que he mandado reunir en un cuGrpo, como
'• lo tongo participado á Y. B. estando en una continua fatiga en la
" guarnición de la línea y guardias do la plaza, enferma á menudo; así
" por aquella razón como por los malos alimentos-}' efectos naturales do
" un clima insaluble. En especial los do la Albucra, acostumbrados á
" comidas más vigorosas quo cl plátano y cl mai», compadece verlos
" consumidos de molestísimas fiebres, sin dejar do hacor el servicio quo
u
les toca. En el hospital no hay un pedazo do pan ni un trago do vino
" con qué consolarlos, poique siendo las harinas do extracción prohibida
" e n Jamaica, y no viniendo del Norto ni del Peni, no luvy esperanzas
" de recibirlas de otra parte; y las del último Reino, teniendo quo pasar
" por muchas manos, suben á un precio tan alto, que seria preciso gastar
" cantidades demasiado crecidas, si se quisieran conducir desdo Panamá
" hasta esto punto.
t:
En tan violenta situación so hallan las tropas desdo Sopticmbro
11
del año anterior, y creo quo el permanecer en ella tranquilas, cuando
" por todos lados no miran sino motivos de desabrimiento en una mise-
" ría tan general en los ramos necesarios para vivir, es fuera del orden
" regular. Tal creo que es el no comer bien, vestir y calzar peor, y el
" estar en incesante fatiga llenos de males. Por mi parto no ho perdona-
d l o arbitrios para ocurrir al auxilio do todos; pero careciendo do medios
(
* para ejecutarlos, quedan sin efecto las más veces las providencias quo ho
DE LA PROVINCIA DR CARTAGENA. 207
" creído más aunadas y propias ú evitar que se aumenton las priva-
M
ciónos.
" El cuidado paternal de la Suprema Regencia no más puede reme-
" diar tantas penal ¡dados, luego que se ejecute el envío do las tropas
" para marchar á Cartagena, y de los buques de guerra que tengo pedi-
" dos, no solo para el bloqueo de la mencionada plaza, sino para quo
:t
conduzcan los caudales de Portobclo á Jamaica, cuya solo medida hará
" que haya mayores egresos en las cajas de Panamá, y cortará los fraudes
" que se cometen, por consideraciones á los buques, do guerra ingleses
" que no se sujetan á recibir por guias ni por otra orden los fondos quo
" el comercio extrac en ellos. Urge la mudanza de empleados del Istmo en
" los términos que he insinuado á S. M. por el Ministerio de Hacienda,
" de que he dado conocimiento á V. B. en mi número 22. Si de este, mo-
" do sostiene la Suprema Regencia las medidas que ho adoptado para
" asegurar la recaudación legítima de derechos, y son puntualmente
M
cumplidas por ministros celosos en aquellas aduanas, las únicas de donde
" so puede sacar, habrá numerario en esta parte do la Monarquía, product-
u
rán con qué atender al Nuevo Reino y á las Provincias do Venezuela,
" á las que quisiera socorrer prontamente, pues si á un tiempo se diera
" principio al sitio de Cartagena y continuaran las operaciones con oí
11
actual esfuerzo en Caracas, aunque no se le facilitaran más que la mitad
" de los auxilios de armas, municiones y dinero que necesita, no se aven-
u
turaría ni perdería este momento, en que folizmentoso podia consoguir
" la reducción do unas y otras."
Tal era mi situación todavía, á pesar de las ventajas adquiridas
sobre di enemigo, y tal fué la ayuda que recibí do los dos bnquos do la
Real armada con que mo quedé al empezar la campaña de 1813, habien-
do tenido al lin quo despachar la Galga para la Habana, para verme
libre do los gastos que inútilmente causaba al Erario. Esta fué la razón
que tuve para comprar do cuenta del Rey la goleta Regencia y un poco
más adelante la San Miguel. Si no tomo osta resolución, hubiera pasado
seguramente" por el desconsuelo do vermo aislado, sin quo nadio so hu-
biese acordado de mí. Convencido de tan manifiesta verdad, domasiado
acreditada por la experiencia, procedí siompro como quien no ticno quo
esperar recursos ni auxilio alguno de extraña mano, dobiéndolos buscar
en sí mismo para no engañarse.
Así fué que, á pesar de conocer lo coartadas que están las facul-
tades de los Yircycs y Capitanes generales en punto á gastos extraordi-
narios, en que se ven sujetos al examen y acuerdo do las juntas do Real
Hacienda, no siendo arbitros do gastar cantidad alguna, por pequeña
que sea, sin éstos previos requisitos, adopté el partido de comprarlas
goletas, sin oir más que á la imperiosa necesidad. También mo pro-
puse tlar el mando do ellas á personas más acostumbradas á navegar y
menos delicadas que Don Manuel Tunes y Don Martin de Espino, eli-
giondo con este fin, como lo hice, á Don Miguel Bruguera y Don José
Antonio Abal, ambos bien conocidos en esta cosía por su valor y cuyos
nombres no merecen olvidarse por el importante servicio que real y
efectivamente hicieron á la causa del Itey en los continuos viajes que
emprendían á Portobclo á traerme dinero, atravesando por delanto do
Cartagena, sin cu ida rao de peligros ni pedir más que lo preciso para
208 UOOUMUNTOS l'AKA LA IÍ1STOHIÁ

comer v liaeor 1M travesía, como hombres endurecidos on las fatigas


del mar.
JNTo solo fué aquel el servicio que me prestaron; igualmente servían
de correos para llevar á la isla de Cuba mi correspondencia con los Mi-
nisterios de Estado. Do olro modo la Corte poco ó nada hubiera sabido
de mí, sin poderlo extrañar, porque en Sania Marta se aparecían los
correos de la Península á razón de uno por año, ó dos á lo sumo. Siem-
pre había sido muy perjudicial esta incomunicación, que agrava y da
mayor peso á los inconvenientes de la distancia; poro no se puede negar
que las circunstancias on quo se hallaba el Reino la hacían más funesta.
La situación de toda la América pacífica y en revolución exigía más l'ro-
cuenlc comunicación con la Metrópoli, ;i haber tenido la Nación el
número suficiente de bajeles para emplear en correos y mantener con
los Joles una correspondencia tan activa como se necesitaba, con la cual
se hubieran evitado muchas desgracias de todos géneros.
Bien sabido es que una de las especies de que los revolucionarios han
hecho uso con mejor éxito para fascinar á los pueblos y provocarlos á la
independencia, lia sido la de esta distancia que han sabido ponderar, por las
que les han procurado persuadir que no pueden ser bien gobernados por
una potencia de quien están separados por millares do leguas y por dis-
tintos mares. l í e tocado la especie en diversas ocasiones á los Ministerios,
á pesar de que he conjeturado quo no so les habría ocultado, y que se
habrá pensado en ella con seriedad, para aplicar pronto remedio á este
mal, particularmente sabiendo el que se ha opuesto hasta ahora á la tal
distancia (quo es en realidad lo que para mí merece el verdadero nombro
de inconveniente), cual es el de aproximarla todo lo posible con la frecuen-
cia de correos. Esto mismo he dicho á los Ministerios cuando les he
hablado sobre la materia, en ol concepto de que si no fuere el remedio
más eficaz, no deja por eso do ser el más oportuno en el estado presento
de cosas. Fuera del consuelo que recibo el vasallo de obtener pronta
contestación á sus solicitudes y resoluciones acerca do sus quejas, los
jefes reciben también instrucciones y órdenes que les sacan muchas veces
do graves embarazos, llegando á tiempo do evitar ciertos males, que á
solo al poder soberano es dado precaver con su autoridad.
ICI haber do obrar sin instrucciones en casos extraordinarios en que
las leyes no pueden tener su justa aplicación, suele ponernos en gran
perplejidad y embarazar el acierto, privando al servicio de ventajas que
tal ve» se conseguirían procediendo un jefe con la seguridad de no errar,
como sucedería obrando arregladamente tí una instrucción. Para circuns-
tancias ordinarias convengo en que no las necesitan los Vireyes y Capita-
nes generales, pues para eso tienen las leyes y Reales ordenanzas ; pero
sí para en los que yo me he visto durante mi mando, y si no ¿ porqué so
han dado á otros queá mí, acaso sin tanta necesidad de ellas ? Precisa-
mente voy ahora á hablar á Y. B. do un caso que prueba suficientemente
la verdad de lo que digo.
Por el mes de Julio de este año la causa del Rey se puso del mejor
semblante en la Costa-/irme y el Reino, concurriendo á su favor las no-
ticias que, atrepellándose unas á otras, llegaban por estas regiones, dolos
importantes y felices acontecimientos de los Príncipes y Ejércitos aliados
do Europa, cspcciahnento la del rogreso do nuestro augusto Soberano al
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 209

trono de sus mayores, que al mismo tiempo empezó á correr por acá. Los
negocios de Venezuela cambiaron repenti numen to do aspecto con la apa-
rición en el teatro do la guerra del valiente caudillo Don José Tomas
Bóvcs. Es de advertir que su astado era muy triste á linos del uflo próxi-
mo pasado, como dejo indicado á V. K«, cuando llegaron á mis manos
los despachos de su Capitán general en comisión. .Después do oslar redu-
cido el territorio liol á solo Puerto-cabello, Maracaibo y Coro, losdelen-
sores do la causa del Jloy so hallaban sin cabeza, porque ol Capitán
general, Don Domingo Montcvcrde, tuvo que ausentarse, huyendo do la
atrevida facción de europeos, que cu la primera plaza atentó contra las
autoridades, deponiéndolas escandalosamente y obligándolas á huir lucra
del territorio de Venezuela para evitar los efectos de su exultado furor.
Severo ejemplo para aquel Oficial, en que tan pronto, y con no menos
amargas circunstancias, vio castigada en su persona la conducta que
observó con esc Jefe-ol Mariscal de campo Don Fernando M ¡ya res !...
Esto suceso es muy sabido, y como no hace, ó no es do mi propósito, no
me detengo en él, aunquo ofrece campo y reflexiones interesantes para
la disciplina.
Mi segundo, Don Juan Manuel de Cajigal, so vio del mismo modo
forzado á abandonar el continente á consecuencia de la derrota que su-
frió on Carabobo (causa do sus perjudiciales desavenencias y enemista-
des con Bóvc.-, que V. E. habrá sabido), habiendo escapado por Guayana
á Curazao. Conociendo que lo que más importaba era un Jefe al frente do
la Capitanía general, y que la idea déla iiegoncia era manifiestamente
que no lo fuese' más Monteverdi;, comuniqué mis órdenes á Cajigal, á
quien vinieron á hallar cu Coro, á donde sabia yo por cartas del General
Miynrcs quo so había dirigido. Lo previne quo sobro la marcha toinaso
el mando á mi nombre ) r lo di las órdenes quo creí convenientes y pudo
á la distancia en quo me hallaba y on circunstancias do no podermo mo-
ver de mi destino.
Todo tuvo, por la misericordia do Dios, buenos resultados : mi se-
gundo fué rocQuocido como un ángel tutelar por los pueblos que anhe-
laban por una cabeza quo los dirigiera, y los negocios comenzaban á to-
mar órdon cuando ol famoso Bóvcs inclinó la balanza de la opinion pú-
blica, que érala que entonces decidia del poder, á favor del J.lcy nuestro
señor, saliendo triunfante en la célebre batalla do la Puerta, en que des-
hizo al más fuerte ejercito de los rebeldes, al mando de Simon Bolívar y
otros cabecillas de crédito. No me detendré en la serio do las hazaíías do
Bóvcs, y solo diré á V. E. que no durmió sobre sus laureles, sino que,
animado de la gloria adquirida, so dio prisa á completar con el curso de
sus victorias la destrucción do los rebeldes. Lástima que haya dejado
manchada su gloria con la fea nota de la insubordinación y con la impru-
dente sed de una venganza (pie en sus electos no fué menos perjudicial á
la causa del Rey que los mismos asesinatos y depredaciones do los in-
surgentes !
Las armas do S. M. habían triunfado igualmente en ol Sur. El
General Melchor Aymerich, al frente de las tropas de Quito y de los
ilustres pastusos, había derrotado al de Don Antonio Nariño en J uanam-
bú y ol Ejido de Pasto el 10 do Mayo, quedando ol último prisionero.
210 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

El pequeño ejército do Santa Marta so habia hecho respetar. En esto


estado do cosas juzgué que la política, los medios suaves de conciliación
también debían obrar algo por su parte, pues no todo se debia dejar á la
suerte do las armas entro provincias hermanas y vasallos de un propio So-
berano; y me creí en el momento de sacar partido del feliz concurso
do los referidos acontecimientos, tentando con alguna insinuación pací-
fica el animo de los revolucionarios, mediante las buenas disposiciones
que era notorio habia en la masa general, de los habitantes del Reino á
favor del Soberano. Resuelto á ello, después de bien meditado y de hallar
do acuerdo oste paso con la misma justicia y honor nacional, interesados
en cargarse cada vez más do razón, puso los ojos en la plaza de Cartagena,
quo por todos motivos debia sor el objeto preferente de mis persuasiones,
dirigiendo á la persona que entonces estaba encargada de su Gobierno,
el siguiente oficio, quo copio por estar tan ajustado á las circunstancias,
quo no se puedo reducir á menos la relación de esto particular, aunque
quisiera referirlo en más cortas palnbrns.
w
La inicua y casi total ocupación del territorio español en Europa
u
por las tropas do Bonaparte en 1808, y ol modo pérfido con que hizo
" ésto conducir al Rey y su Real familia prisionera á Francia, produjo
" en las provincias do América el temor do que tal yez iban á ser envucl-
" tas en la propia desgracia quo la metrópoli.
" Fué consecuente á esto creer que debían tomar las medidas con-
í!
venientes al fin do asegurar su existencia política; y para esto se decla-
" raron algunas separadas do los Gobiernos que suecsivamento so forma-
" ron en la Península, siempre bajo el debido reconocimiento y homenajo
" á S. M. el señor Don Fernando YII do Borbon. Mas Cartagena, quo
" por un clamor popular llegó á declarar absoluta independencia, la li-
" mito después, on una Convención formal compuesta do diputados
u
elegidos nominalmcnte.
" No es del caso discurrir sobro si pudieron conservarse mejor las
" provincias disidentes bajo las respectivas autoridades á cuyo cargo
" estaban en aquellos momentos, ó si en efecto debieron constituirse en
" Gobiernos provisionales é independientes entro sí, porque la total
" variación do circunstancias del día ha hecho imitil semejante cuestión.
" La misma injusticia con que fué invadida la Península, bastó para
" oxaltar hasta ol entusiasmo el espíritu noble y guerrero do la Nación;
" y á fuerza do sacrificios heroicos sin interrupción, hornos visto salvada
" la madro patria, contra los cálculos do los quo suponían irremediable
" su pérdida, é imposible el deseado bion de la libro restitución do nucs-
" tro Soberano al trono de sus mayores.
M
Los soberanos do Europa, estimulados del ejemplo quo les presen-
u
taba tan extraordinaria constancia, enseñados do otra parto por una
" larga serio do desgracias, y convencidos del inminente riesgo en quo
" estaba la liborlad del mundo, próximamente amenazada por Bonaparte,
" so persuadieron quo habia llegado el tiempo, ó más bien, que era ya do
" precisa necesidad para su conservación, ol reunirse entro sí bajo un
" solo principio y objeto, á sabor, la buona fe do los convenios y el oxtor-
" minio dol enemigo común.
t(
Una victoria tras otra condujo á los Soberanos aliados v, la capi-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 211

" tal ilo Francia, y el Sonado por fin expidió, en i do Abril, su decreto
" do expulsion contra el tirano y su dinastía, únicos estorbos para la paz
" universal, y al mismo tiempo el restablecimiento do los Borbones al
w
trono, como el medio más propio de afianzarla. Desdo esto momento
" feliz, convertidos los aparatos de guerra en acciones de triunfo y amis-
" tafl, los grandes Principes, empeñados solamente en la tranquilidad ge-
" ncral, no lian pensarlo ni oeupádose masque en la conciliación y arreglo
" final tic los intereses mutuos de las Potencias, que consiste en la ropo-
" sicion del equilibrio al estado en quo se bailaba antes de las usurpació-
" nes y desmembraciones que resultaron do las empresas del ambicioso
" conquistador.
u
Tan nuevos é inauditos acontecimientos, cuyos importantes ro-
" snltados deben refluir basta el último punto del globo, demandan
" imperiosamente de los que, como U. S., dirigen la opinion de los puo-
M
blos, un nuevo modo de pensar y obrar. Si ántos el temor do pasar á
" dominación extranjera, autorizó en algun modo á las provincias disi-
" dentes á tomar para sí medidas de seguridad, boy, que lia cesado aquol
u
motivo, todo lia vuelto ó debo volver naturalmente por un rctrocoso
" uniformo á su antiguo estado.
" Tal es el orden de los sucesos políticos; tal el medio en quo, como
u
único, lian convenido do concierto todos los Reyes para alcanzar la paz
" durable ¡i quo aspiran; y tal el voto indicado por el pueblo do Carta-
" gena en su Convención general, á que no pueden contravenir sus
" gobernantes sin la nota do tiranos; ó sobre quo no pueden determinar
" sin nueva convocatoria para decidir do su suerte al tiempo de una
" crisis en quo so reservó bacerlo. Yo, pues, en obsequio del bien y por-
" petuo reposo do los habitante* de Cartagena, tengo la satisfacción do
" dar el primer paso para su reconciliación con la metrópoli.
" Esto paso, á que ora do esperar so anticiparan los promovedores de
" los actuales disturbios, no creo, ni cabo en el concepto do ningún hom-
" bro sensato pueda haberse detenido, por parto do oso Gobiorno, sino por
" dudar en quó términos ó bajo qué principios deberia volver al sono do
" la Nación española esa parte de la Monarquía, distraída ínomcntánoa-
" mente por las disensiones civiles.
" A mí, á quien por sunrto ha tocado ser en estos dominios ol ór-
" gano do S. M. en las presentes circunstancias, esa quien pertonece asi-
:<
mismo resolver aquella duda, y mostrar á los conciudadanos do U . S . ol
" camino recto de la paz y do la felicidad común. No hay otro quo launi-
u
dad é integridad do lu Nación española, sancionada por las Cortes geno-
u
rales y extraordinarias en 1812, y ser fieles al Roy nuestro señor, Don
" Fernando VXÍ do Borbon.
" Cualquier otro inconveninto accesorio que no esté en contradicción
" con el decoro «lo la Monarquía é intereses generales, será fácil y liberal-
" mente allanado, una vez que las bases estén convenidas y acordadas.
u
Entro los dos partidos que en estos momentos se ofrecen á la con-
" sideración de ese Clobicrno, el buen sentido no lo permito vacilar en el
" extremo que debe elegir. Ya no subsiste el protexto, ó llámese funda-
" mento, para la separación de la metrópoli, que so hacia consistir on los
" abusos del antiguo Gobierno. La nueva Constitución los corrige y esta-
" bleco bases para todas las mejoras que caben en la provision humana.
212 DOeiiJIENTOS PARA LA HISTORIA

" El continuar la guerra, por cl contrario, es lo mismo que llamar


u
sobre sí la cólera de las naciones que Iran garantido solemnemente la
" integridad del Imperio espafíol, 3' resuelto dosvanocer de todos modos
" hasta los vestigios de las alteraciones pasadas j r cxislcnlcs : y nadie
<:
duda epic á la que les ensenó la regla positiva do vencer al tirano, no
" lo dejarán un motivo de renovar la guerra, amparando ó protegiendo
t:
do cualquior modo la impunidad do sus provincias disidentes. Los es-
" pañoles no tienen enemigos sino admiradores : pueden disponer de cien
" mil guerreros, para reducir do grado ó por fuor/.a las Americas ; y no
" consentirán, ni necesitan que ninguna potencia extranjera se mezcle en
" esto asunto doméstico.
" Permítame, pues, U. S. repetir quo no queda otro camino para
u
cjuo cesen las hostilidades públicas,que el donna ingenua reconciliación.
" ¿ Porqué ¡ ceguedad fatal ! ha tic esperar U. S. y ese Gobierno, para
" efectuarla, á In llegada de las tropas que espero por íuomcnlos ? ha
" Provincia de Cartagena tiene en su mano el medio de hacer olvidar á
" la metrópoli los ultrajes que contra ella ha cometido desde que desgra-
" ciadamente fué turbada su quietud, con su generosa y espontánea re-
u
duccion. Una conducta opuesta cargaría sobre ü . S. y los demás quo
u
influyen cu la opinion del pueblo, la responsabilidad personal do la san-
" gre que injustamente so derrame, y de los males consiguientes á esta
" guerra sin objeto ni esperanza la más remota do llevarla á un término-
M
favorable.
" Próximo á finalizar mi existencia, no teniendo otra cosa quo ain-
" bicionar sino mi descanso, seria para mí la ultima satisfacción preson-
" tar á la clemencia de nuestro augusto Soberano, y á la Nación, la ciu-
" dad y Provincia de Cartagena tan obediente como ha sido siempre: lo-
" cjuo igualmente seria la señal decisiva de restituirse el Nuevo lleino á
" su antigua y feliz tranquilidad. Lleno do osto honor, que miraré como
" ol mejor promio de mis servicios, concluiré mis dias con el dulce re-
" cuerdo de haber dcjaclocn paz á mis conciudadanos'do la América del
"Sur.
" Esporo de la ilustración do U. S. y de las obligaciones en el que
" constituye su encargo, la pronta }r categórica contestación quo exige,
u
on las circunstancias, el bien común."
En este caso es cuando eché menos la falta de instrucciones que,
dando seguridad á mis procedimientos y desvaneciendo ol recelo de una
desaprobación, me hubieran inspirado confianza para dar mayor extensión
á la empresa, la que tal vez habría producido mejores resultados siendo
manejada por medio de un hombre hábil, autorizado con mis poderes
cerca do los revolucionarios, si lo yo hubiera podido enviar. Asuntos como
éstos, para cuya acertada dirección es muy esencial el conocimiento do las
personas, no son para manejarlos por meros oficios y á distancia. Aun-
que mi carta fué bien recibida, no pasó de aquí, pues el Gobierno de Car-
tagena mo dijo en contestación, que por la gravedad de su contenido la
remitía al Congreso, quo era quien podia decidir acercado ello. En el in-
Innncdio llegó á Santa Marta la goleta correo de S. M., la Mariana, con
los reales decretos do '4 y 21 de Mayo ; y «abo V. E. que en el último
previno ol Poy nuestro señor, que se comunicara á las provincias.disi-
DE LA PROVÍNCIA DE CARTAGENA. 213

•dentes, como lo ejecute anunciándoles su regreso al trono y requirién-


dolas.para que depusieran las armas.
JNada contestaban los revoluciónanos fiel Congreso ú lo sustancial.
Yo me vi con un pliego de palabras insultantes, en que solo se dejaba
notar la exaltación con quo estaba expresada su materia favorita, que eran
y son las eternas quejas que todos saben, por lo muy repetidas que han
sido.
De todo di cuenta el 1Ü de Septiembre, avisando al mismo tiempo que
iba á volver á ser atacado. Dije que toda intimación, aunque fuese conce-
bida en los términos más favorables á los rebeldes, seria en vano, siempre
que no viniera acompañada de la fuerza necesaria para sostenerla y darle
valor. Pedí nuevamente tropas, advirtiendo al Ministerio quo no había
que liar do las últimas ventajas del Ejército do Santa .María, adquiridas
del modo que he referido, por la visible superioridad del enemigo; que
se oslaban perdiendo momentos muy preciosos por falta do medios con
que aprovecharnos de la victoria; que aunque los mismos cabecillas de
los insurgentes quisiesen acceder á una reconciliación, no lo podian hacer
á vista de que no tenia yo con qué sostenerlos, ni con qué contener las
diferentes facciones que interiormente se hacían la guerra disputándose
el primer lugar; y (pie esto mismo hacia parecer más probable un aco-
modamiento, que no podian menos que desear los hombres do honor y
los pueblos, causados de ser el juguete y la víctima de las discordias
civiles.
En medio de lo que escribía al Ministerio, conocía lo tarde que ve-
ría los efectos cic mis solicitudes, en el caso que mereciesen considera-
ción, y dudaba que llegaran á tiempo do hallarle en disposición do poder
enviar los auxilios que pedia ; pero no por eso eran menos esforzadas y
eficaces mis suplicas. Por lo que á mí locaba, no puse mi confianza sino
en lo quo pudiera reunir cerca de mí en la nueva tempestad que se for-
maba en Cartagena, más temible que las otras, de la que voy á tratar.
El activo Bóves habia recorrido la mayor parte do las provincias do
Venezuela, en.persecución de los rebeldes, siempre victorioso y desba-
ratando cuanto se oponía á su marcha, hasta haber arrojado al mar por
Cumaná á Simon Bolívar y gran parlo de sus partidarios. El fugitivo
vino á buscar un asilo á Cartagena, donde lo halló ; mas la odiosidad que
acompañaba á su nombre así por las grandes derrotas que acababa de
sufrir (quo por la mayor parte so atribuían á su incapacidad y atropellado
carácter), como por la atroz conducta que habia observado con su propia
patria, donde era aborrecido, no le dejó permanecer tranquilo mucho
tiempo. Naturalmente- inquieto, turbulento y atrevido, aquella cabeza
alterada no concebía sino proyectos ruidosos: lo vino el de usurpar ni
poder do nvmos do sus hospitalarios, con el objelo de asegurarse do una
ciudad fuerte que lo sirviera do apoyo para sus futuros planes : y habién-
dose, hecho sospechoso á los cartageneros quo mandaban, procuraron
éstos y consiguieron deshacerse do huésped tan peligroso.
(Jomo no es del caso referir estos particulares más ipie lo quo basic
á mi propósito, diré á V. E. que efectivamente Bolívar dejó á Cartagena
y se apareció en Mompox. Pero ya quedaba combinado atacar á Santa
Marta las ¡.ropas que él había traído, en union de las expedicionarias
214 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

de aquella Provincia, que mandaba Don Manuel Castillo, y se hallaban


acantonadas en la línea izquierda del Magdalena.
Por entonces aquel caudillo estaba decidido á penetrar otra vez en
Venezuela, incorporándose con Urdaneta, que después de la batalla de
Mucuchíes, ganada por Don Sebastian de la Calzada el dia 17 tie Septiem-
bre, de cuyas resultas le arrojó de Morid ti y Trujillo, permanecía con los
restos de su Division por Pamplona y Cuenta. El proyecto ofrecía desde
la primera vista grandes dificultades. Urdaneta no estaba dispuesto á de-
jarse despojar del mando, y tenia en su observación y guardando la fron-
tera de aquellas provincias, á Calzada. Don José Tomas Bóvcs. al frontó
do un Ejercito do 10,000 hombros, dominaba á Caracas, sitiaba á Hi vas
en Malurin y amenazaba al lleino.EI General Cajigal estaba al frente de
los negocios de la Capitanía general, y aunque enemistado con Bóves,
ya había yo logrado corlar las desavenencias publions reduciendo al pri-
mero ¡i entrar en su deber, según documentos quo conservo en mi poder,
entro ellos dos oficios originales del misino 1'oves, que hallará V. E. en
la Secretaría, concebidos en los términos más respetuosos y subordinados;
solo que al propio tiempo quo me daba por prueba de su obediencia á
mis órdenes la que desde luego ofrecía prestar á Don Juan Manuel do
Cajigal, dejaba entrever, por la animosidad de sus palabras, su resenti-
miento con éste.
E n tales circunstancias, un acontecimiento señalado en la revolu-
ción do esto Reino, vino asacar á Bolívar do las dudas en que vacilaba. El
Congreso, poco satisfecho do la adhesion do Santafé y do su recien con-
quistada sumisión, se propuso dar un golpe de autoridad quo impusiera
á las demás provincias y consolidaso la suya, castigando y humillando
el orgullo do los santafereños, para lo cual lo ofrecía oportuna oca-
sión el arribo do Bolívar, do quien, como extraño, no tenían razón
de desconfiar, y con motivo do las muestras do insubordinación quo
todavía dábala capital.
En brevo so enterará V. E. do las resultas do esta determinación,
por mi caria número 210 al Ministerio do Guerra, do fecha 1.° de Febre-
ro do 1815, con que concluyó lo perteneciente á esto año. Antes de copiar-
la es menester hacer lugar á otras especies quo merecen la atención do V. E.
Por este tiempo, que era á mediados de Octubre, supo la rovolucion
del Cuzco y toma du Montevideo por las tropas insurgentes de Buenos-
Aires. Juzgué con razón quo aquollos revolucionarios, desembarazados
del inconveniente quo les oponía la resistencia de la otra plaza, pensarían
al instante en reforzar su Ejército del alto Perú ; y no me engañé.
Esta medida y sucoso antecedente trajo, entro otras consecuencias,
la do verso precisado el Vi rey Abascal á suspender la reconquista do
Chilo, on que estaba ocupado cuando sobrevinieron aquellas extraordina-
rias ocurrencias, que sí no se contienen por la repentina marcha sobro el
Cuzco del General Don Juan Hamírez, por la batalla do los Altos do la
Paz el 2 de Noviembre de esto año, y reducción do la Presidencia por
el mismo, no sabemos en qué hubieran terminado.
Yo también temí por el Istmo, que hallándose con muy corla guar-
nición, podia ser sorprendido. Este punto al cabo ora de demasiada im-
portancia para que los revolucionarios dojasen do hacer sus tentativas
sobro'él, en la primora ocasión favorable que so les presentara. Ya Por-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 215

tóbelo había sido atacado. Loa de Buenos-Aires tenían fuerzas navales :


igualmente las habia en el Norte. No menos admirado del descuido en
quo estaba el Istmo, que del abandono en que halle á Santa Marta,
cuando represente à la Corte acerca de la situación de ésta, lo hice
asimismo por lo respectivo sí la do aquél, pidiendo la correspondiente
guarnición para su seguridad, y que liara In Comandancia general so
nombrara un Mariscal de campo.
Por real orden da 27 de Mayo do 1813 se contestó que se atenderían
mis solicitudes seguí) lo permitieran las circunstancias de la Península.
Pero viéndome estrechado por las instancias del Comandante, general
Don Carlos Mayner y el Ayuntamiento, con el motivo indicado do lo
acaecido en Montevideo y el Cuzco, volví á representar nuevamente,
conviniendo en las arregladas razones de ambos, cuyos oficios remití ori-
ginales, para que el Ministerio se hiciera cargo menudamente do la
arriesgada situación de Panamá. De sus resultas se nombró Gobernador
Comandante general al Mariscal de campo Don Alejandro llore, á quien
se envió en 181f>, algo entrado el año, con la fragata Neptune, condu-
ciendo 2<15 hombros de tropa destinados al expresado Istmo, la que tuvo
la desgracia do sor apresada sobre la costa de Tolú con la fragata; que-
dando prisionero igualmente el General, que no pudo recobrar su liber-
tad hasta poco antes de nuestra entrada en la plaza. Entóneos vino en
su lugar el batallón de Cataluña que hoy la guarnece.
Volvamos ahora u mi carta citada, número 210, escrita enmedio do
las circunstancias, que por no poderlas describir mejor, y porquo tenga
V. JO. á la mano lo quo es digno de saberse en los dos últimos meses do
este año y principios del de 1815, traslado en este lugar; siendo de ad-
vertir que en las reales disposiciones sí quo me refiero al principio del
pliego, al propio tiempo que se mo manda instruir á V. 10. de lo que hay
hecho y do lo que resta por hacer, se me encarga igualmente digaá V,
E. lo que hubiere acaecido durante mi mando, sin duda por toner presen-
to que los que han estado fuera de los negocios, aunque hayan pasado á
su vista, no los ven del mismo modo que ios que están en el interior do
ellos, y requieren por la conveniencia del servicio, que el sucesor tenga
idea exacta'y verdadera de las cosas, de las causas que los hayan prepa-
rado y de sus efectos, que es por lo que me detengo en la relación, aun-
que lo menos posible. La carta número 210 es como sigue:
'•' Derrotados los revolucionarios do Venezuela por las tropas reales
"en casi todos los puntos quo ocupaban en los meses últimos de Agosto y
" Septiembre, nodo escapar el rebelde Simon Bolívar á principios de Oc-
" tub re y dirigirse á la ciudad do Cartagena, al mismo tiempo que su co-
" lega Rafael Urdancta, perseguido por la Division de Don Sebastian de
" la Calzada, se retiraba hacia los valles de Cuenta, en donde se hizo
" fuerte con las reliquias que pudo escapar de la batalla de Mucuchíes, en
u
quo fué batido por Calzada.
" Bolívar, no bien recibido en Cartagena de algunos jefes militares y
" del bajo pueblo, salió de esa ciudad el dia 10 del propio Octubre para
"Mompox, con el objeto de reunir la gente que. pudiese, y dirigirse por
" Ocaña á Cúcuta, desde donde, reunido con Urdancta, pensaba internar-
" so de nuevo en las provincias do Venezuela, conforme lo había ejecuta-
" do el año anterior do 1813, ó do no poderlo verificar, obrar contra esta
21G DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

"Província y plaza de acuerdo con la expedición quo cl insurgente Go-


" bienio cíe Cartagena armaba contra ella, de la cual avise á V. E., entre
"otros, en los números 1773^ 182.
" Llegado en estas circunstancias el tiempo do la elección de Gober-
n a d o r del pretendido Estado de la referida ciudad de Cartagena, y ha-.-
"biendo discordado en el nombramiento licclio para el indicado empleo
" e n el doctor José María García de Toledo, por las intrigas é influencia
" d e Gabriel Gutiérrez do Piñércz entre los zambos, tomaron tal aspecto
"las (lidias desavenencias, que fué necesario que las tropas oxpediciona-
" rias de ellos, acampadas á la margen derecha del Magdalena, bajasen ¡1
" Cartagena á las órdenes de su Comandante general .Don Manuel del
" Castillo, para sostener la elección verificada en el doctor García de To-
" ledo y disipar los tumultos, que parece daban señales tic parar en una
"guerra civil entre las clases blanca y de color.- Todo lo que fué termi-
" nado con la colocación del Gobernador electo y destierro de los conju-
" nidos al Norte de América; no siendo poca ventaja el que hayan salido
" d e Cartagena German Piñércz y su hermano Gabriel con los demás de
" s u partido, poique pensando hacerse fuertes, inducían ú éstos á destruir
" á los blancos, comenzando así á asomar la guerra más horrible que podia
" amenazar estos paises.
" Uñando esto snccdi.a en Cartagena, Sanlafé, agitada también por
" diferentes partidos, se negaba á obedecer las órdenes del llamado Con-
" greso do la Union del Peino. Entre ellos no era de poca consideración
" el partido á favor de S. M., según las noticias que por diferentes eon-
"dnctos he recibido, lo cual dio motivo á que el mencionado Congreso
" llamase á Bolívar y le comisionase para que con las tropas que pondría
" á sus órdenes, y las que reunia Urdaneta, marchase á sujetar á su obe-
"dieiieia la referida capital, á donde so dirigió Bolívar en los propios tér-
" minos, guarneciendo á Cuenta, mientras esto se verificaba, varios des-
" tacamentos de Pamplona y Provincia del Socorro. Santafé, defendida
" por el partido realista, que luchaba con enemigos de dentro y fuera, fué
"sitiada en efecto por Bolívar cu ol mes de Diciembre, y tomada cl dia
" 1 2 del mismo, acto en que se asegura perecieron muchas personas aco-
" modadas, así europeos como criollos, por su adhesion á la causa del
" K e y , los cuales igualmente fueron despojados de sus propiedades, ha-
" biendo sacado, según la voz general, el rebelde Bolívar, de este despojo,
" poco más o menos de un millón de pesos en efectivo. Con este motivo
"el Congreso cuenta ahora con mayores recursos, pudiendo disponer de
" l a capital y de la Provincia del Socorro.
" Ignoro cuál seria la situación del Mariscal de campo Don Melchor
" Aymerich en lulos circunstancias, por no haber podido socorrer á San-
" tale, porque después del parte que me dio de sus operaciones, del cual
" comuniqué á V. E. los principales hechos en el mió de 1." de Cctubre,
'•'número J83, no he vuelto á tener noticias do sus posteriores sucesos, ni
" dol General Montes, á quien sin embargo he instruido do los acontecí-
" míenlos de Caracas, previniéndolo lo que me ha parecido conveniente,
" á tanta distancia, en los términos que expresa la copia 7.:l
" Si aquellos acontecimientos entre los rebeldes impidieron, en los
" meses de .Noviembre y Diciembre do 1814 y Enero del presente año,
" realizar la expedición armada contra esta Provincia, el dia de ho}r, des-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 217
" embarazados do los referidos inconvenientes, vuelven á intentar su
" ejecución, á 0113-0 fin so dico que baja Bolívar con las fuerzas que ha
" puesto á su disposición el Congreso. Su objeto ahora parece que es en-
" trar por Chiriguaná, seguir al Valle y dirigirse por tierra hasta la
" Ciénaga y esta plaga, lo cual es regular esté combinado con alguna
" expedición de mar, no obstante que de ella nada se dice.
" Desde principios de Noviembre anterior comuniqué mis órdenes
" al Mariscal de campo Don Juan M. Cajigal, para que en ve/, do roti-
•£< rarso á .Harinas Don Sebastian do la Calzada, como aquél so lo habia
M
mandado, siguiera con la Division do su mando á desalojar á los in-
" surgentes de Cúcula, y que, dejando guarnecido esto punto, se ado-
" Imitara hasta tomar á Ocaña, desdo donde tenia premeditado cayeran
•" estas tropas sobre el Banco y Mompox, y continuar las demás operar
'.' ciónos á que diese lugar lo favorable do las circunstancias que se fuesen
" presentando.
" No pudo verificarse así, por las causas de que doy cuenta á V. E .
'' en parle separado, do esta misma fecha, como Capitán general de Yc-
u
nezuola. Mas habiéndome avisado Don Remigio Ramos, segundo de
•" Calzada, desde el puente de San Cristóbal, cinco ó seis dias distanto
" de Cúcuta, que so hallaba con setecientos hombres prontos á ejecutar
" lo que se les ordenara, si le llegaban los avisos que necesitaba para su
" marcha, por no haberlos en Cúcuta, le he repetido la orden de ocupar
" este punto y dirigirse inmediatamente á atacar á Ocaña, pues para
" protejer su operación tenia destacado en Chiriguaná á mi Ayudan to de
"• campo el Capitán Don Ignacio La Ruz, quo ha formado y organizado
" 400 hombres, con los cuales se dirige á auxiliar ¡i llamos,
" Si ésto no ha atacado á Ocaña antes do comenzar á obrar el ene-
" migo, puedo ser batido La Ituz, ocupado el puente do Chiriguaná,
M
y en tal caso es verosímil obtener ventajas los revolucionarios contra
" los demás puntos de nuestra línea. En precaución de esto, procuro y
" expido á la fecha cuantas órdenes son imaginables, con la idea de
" formar otro cuerpo en Chiriguaná quo sostenga al Capitán La Ruz, y
" pueda detener al enemigo en caso do que dejándole el paso libre para
" Ocaña, quieran los rebeldes dirigirse á aquel pueblo. Pero como la
" absoluta destitución de medios y recursos en que me hallo me ponen
" á cada instante en un embarazo, no es el menor el que so me ofreco
" al presente, de no hallar oficial á propósito á quien encargar de la orga-
' nizacion y mando del insinuado cuerpo de reserva. He ocurrido por
11
anxilios'n todas partes: de la Habana y Lima ya he manifestado á Y.
" E. lo que se me ha contestado, en los números 1.27 y I-JO, y úllima-
" mente el Yircy de Méjico me dice con fecha 15 de Marzo del año pa-
" sado, que no le es posible facilitarme los socorros que le pedí, á eon-
" secuencia de la orden en que se lo previno me auxiliara, por el estado
" exhausto y empeño do Jas reales cajas de Nueva España, como más
" extensamente verá Y. E. por la copia ó."
" Estos eran los Jefes de América de quienes podia esperar algun
" socorro que, calmando un poco las fatigas y escaseces de todo género
" quo sufro, me dejasen tiempo para extender mis operaciones hasta
" dondo daban lugar. A pesar de tantas necesidades, no obstante la ca-
" rostía de medios que se siente aquí desde el año de 18, y de haberso
218 DOCUMENTOS PARA LA Ï1ISTOMA
u
frustrado todos ):is esperanzas do alivio quo aguardaba do otros Gone-
" rales, so lia resistido 3' rechazado en dicho tiempo al enemigo, se le lia
" escarmentado en cuantos puntos de esta Provincia lia tenido el arrojo
" de poner el pie, se logró armar una escuadrilla sutil, y con ella se les
M
destruyó y apresó la suya, cpie dominaba la laguna ó Ciénaga grande.
" Poro teniendo más recursos de qué disponer, lian repuesto sus pérdidas
" y ya está en aptitud de poder invadir. La defensa la lian de hacer loa
"mismos habitantes, hombres no acostumbrados á obedecer y que, aun-
" que so prestan con docilidad las más veces á tomar las armas, so cansan
u
pronto de llevarlas y abandonan ill que los manda en el momento
" más crítico ó menos pensado.
"Esta es la situación política y militar en que queda el Nuevo llei-
" no do Granada por fin del año do 181-1 y principles de 181ü, la misma
" que ho hecho presente distintas veces al Gobierno de Regencia: situa-
" cion tal, que además de tenor comprometidos mi honor y corta repu-
" tacion hasta el punto quo la bondad y penetración de Y. E. podrán
" graduar, ha agotado aún los recursos más pequeños, quedando la Pro-
" vincia de Santa Marta solo pendiente para subsistir del numerario (pío
" period ¡enmonto y en medio de los mayores peligros conduce de Por-
" tobólo á esta plaza la goleta Regencia*, arbitrio tan contingento como
" quo on una de sus travesías puede ser apresada de cualquiera do los
n
corsarios quo sin cesar enr/.an estos mares.
11
En vista de todo no puedo menos que rogar a V. E. se sirva hacer
" presente a S. M. lo referido, para las providencias quo se han de tomar,
" pues por mi parte tengo expresadas en los más de mis oficios al Mi-
" nisterio las que juzgo convenientes, c igualmente ho determinado las
" fuerzas de mar y tierra que precisamente se necesitan para obrar."
Por las mismas razones (pie ho copiado á V. E. esto parte, lo haré
con los números 217 al Ministerio déla Guerra y el 18 al de Indias,
quo ya so había establecido por real orden de 28 do Junio do 1SH.
" El 29 do Enero, adelantándose mi ayudante el Capitán Don Igna-
" ció de la Rus en sus operaciones á. hi Division de Calzada, entró en la
" ciudad do Ocníla por fueren de armas, según manifiestan las copias 1.a,
" 2." y 3." En ella hizo este Oficial con sn buena conducta corresponder
" á las instrucciones que le tengo dadas sobro su arreglado porto y disci-
" puna de la tropa do SU mando á la entrada de los pueblos, sosteniendo
" do esto modo la superioridad que una conducta constantemente igual
u
mo ha adquirido sobre los enemigos en favor de las armas reales.
" La lime, consecuente á mis órdenes, ofició inmediatamente á Cú-
" cuta, en donde so hallaba desde el 7 del mismo mes Don Remigio Rá~
" mos, segundo Comandante do la Division del Teniente Coronel Don
" Sebastian de la Calzada, con 1,100 hombres de infantería y caballería.
" Estaba así realizada la primera parto do mi plan ; pero como está ésto
'* íntimamente combinado con las tropas venezolanas, quiso la desgracia
" quo la guarnición de Guadualito fuese sorprendida, desalojada y puesta
" en fuga en la propia noche del 29 do Enero ; y aunque venturosa mento
" so roen pero el 3 de Febrero con 150 hombres, con el Oficial do marina.
" Don Francisco Como, según lo he participado á Y. E., no pudo esto
H
impedir quo Calzada comunicara órúen á llamos do abandonar á Cúcuía
" y replogarso sobro el grueso do la Division ú su mando, cuya imprevis-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 219

" t;i retirada, ejecutada por el último con la mayor precipitación, hizo que
" La Ruso, en vista de hallarse rodeado de enemigos por todos lados, sin
" el apoyo do las fuerzas de Cúcuta y comprometida la Provincia do
" Santa Marta, si peligraba el cuerpo volante á sus órdenes, tomara la
" resolución de evacuar en los mejores términos posibles la ciudad do
11
Ocaña antes do que, sabedor el enemigo de su verdadera fuerza, y noti-
" cioso de la retirada de Hamos, se pudiera reunir y corlarle el paso á
u
Ohiriguaná, á donde debia replegarse, como lo verificó salvando toda la
" Division, según lo manifiesta la copia número d.
" Instruido de las noticias que en este papel referia aquel Oficial 80-
" bro los considerables cuerpos de refuerzo que enviaba el Congreso ro-
M
volucionario al enemigo, y de las decididas inteneiones de Bolívar do
u
atacar ¡i Santa Marta, pasar al Hacha y penetrar por la Provincia de
" Maracaibo á Venezuela, dispuse inmediatamente que 200 cazadores del
" Hacha, al momento de recibir mi orden, saliesen ti cubrir el " Paso del
" Adelantado : " mandé reforzar la Division de L;i Buz, (pie era el más
" próximo á ser atacado, con infantería y caballería, municiones, armas,
" artillería, dinero y vestuario, apurando para ello hasta los últimos rc-
" cursos ; y ordené situar un destacamento con una pieza de á 8 en San
" Sebastian, punto esencialísimo para la defensa del camino de tierra quo
" conduce á San Juan de la Ciénaga, que era por donde el enemigo habia
" de ejecutar su principal ataque.
" Como Bolívar, en virtud de las instrucciones del Congreso, debia
" obrar do acuerdo con las tropas de Cartagena, unos colos de mando afor-
" lunadamente suscitados entro él y Don Manuel del Castillo, Coman-
" dante de aquéllas, unidos á otros motivos más graves, obstruyeron su
u
empresa. Los cartageneros descubrieron que Bolívar auto todas cosas
"«noria apoderarse do su capital y dejar asegurado con jefe de su con-
" lianza este punto de retirada en cualquier caso adverso de sus futuras
" tentativas. IBn esta inteligencia so negaron abiertamente á. prestarlo el
" menor auxilio.
" Pero como también esto rebelde emprendedor veía la actitud en
" quo se le aguardaba on Santa Marta, y lo defendido que estaba ya el
" camino do tierra para la Ciénaga, en cuyo tránsito, después do tener
" que batir la Division do La.Buz, debia hallar resistencia do puosto en
" puesto, y por otro lado faltaban d la combinación las tropas de Cartagc-
" na por las causas referidas, tomó la desesperada resolución de marchar
" contra la mencionada ciudad, del 19 al 20 de Marzo, como lo hizo.
" Nada habría que temer de tan ridículo asedio, sino fuera muy pro-
M
bable, como otras veces he dicho á V. E., quo en medio do tan reñida
" enemistad se reconcilien y unan los rebeldes, pues fácilmente lo ejecu-
" tan cuando so trata do invadir las Provincias fieles al Bey nuestro
" señor. Dn tal caso sus fuerzas reunidas cargarán sobre Santa Marta.
" No sé qué sucederá ; espero sí que si el porto do estos leales habitantes
11
corresponde ú mis esfuerzos, y al que en otras ocasiones (no puedo mé-
" nos do confesar en justicia) han demostrado, costará mucho á los insur-
" gentes conseguir sus intentos. Por lo demás, nada tengo mío decir en
" vista do (pie ya V. 15. so ha servido insinuarme quo están destinados do
" 4 á 5,000 hombres para la Costa-firme.
" Las disensiones acaloradas en que veía empeñado al reboldc Simon
220 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

•" Bolívar y al Gobierno revolucionario de Cartagena, llevadas hasta el


" extremo que manifiesta mi número 217 al Ministerio de Guerra, me
" hicieron pensar en sacar de este estado de cosas todo el partido que ofre-
" cieran las circunstancias, y á que pudiesen alcanzar las fuerzas con que
M
me hallo.
" El 31 de Marzo último atacaron la íuerto batería del Sitan los
M
Córranos ('vecinos del Cerro do San Antonio), al mando de su Capitán
" Don Manuel J. Moron, y tomada felizmente, por sorpresa, se lucieron
" dueños de siete callones del calibre de 12 á 16, una pieza de á 8, un
M
hernioso bongo armado que dependía del puerto, todos con sus trenes
" correspondientes, y nueve prisioneros, demoliendo hasta los cimientos
" do dicha batería, que tanto dufio nos había causado desde ol año do l o ,
M
por la excelente situación en quo está, en una angostura del Magdalena,
" desde donde impedían los enemigos el paso á nuestras embarcaciones y
" hacían continuos desembarcos en el pueblo de San Antonio en nuestra
" ribera.
" A pesar de que mis fuerzas son insuficientes para la actitud defen-
" siva en que me he podido conservar el espacio de dos años, armé rápi-
" damentc, venciendo las más penosas dificultades en medio de una total
" falta de recursos, ocho bongos ó lanchas de guerra quo ya estaban vara-
" dos en la Ciénaga desde que fueron apresados al enemigo el 28 de Mar-
" zo del año pasado, por no poder hacer de ellos el uso conveniente, cu
" virtud do no tener á mi disposición los medios necesarios para sostener-
" los en ol rio, los cuales habían de obrar en el bajo Magdalena.
" El 3 do Abril asaltó el Capitán Don Ignacio de La Jtuz el Peñón.
" Los malvados quo so abrigaban en él habían quemado pocos días antes
" el pueblo de Chimichagua ; y, además de que era justo escarmentarlos,
" convenia quitar aquel estorbo á nuestra posición. La Ituss atravesó en
" pequeñas barquetas el Cesar y salió al Magdalena por la Ciénaga de las
" Cuatro bocas. Dos bongos armados defendían la entrada del pueblo ;
" pero habiendo La linz logrado marinar el uno, sin que la tripulación
" esperase el abordaje, ol otro, que se hallaba á alguna distancia, forzó do
" remo y pudo escapar. La Ituz puso fuego al Peñón y se retiró sin pér-
H
dida, con el aumento do un bongo, una pieza del calibre do á 6, dos pc-
" d re ros, una escucha armada y ocho barquetas ; con lo que se veia ya en
" disposición de ejecutar mis intenciones sobre Mompox.
11
Lista y equipada de un todo la expedición al bajo Magdalena, 80-
" gun demuestra el estado que acompaño, pasó las ciénagas, y habiendo-
" so detenido en el gran caño llamado Clarin, que las hace comunicables
" con el rio, porque el enemigo habia tapado la embocadura, y estos
" obstáculos era menester romperlos á fuerza de brazos, como se verificó,
" se logró presentar la expedición en el Magdalena el 22 del próximo
" pasado Abril.
" El Capitán Valentin Capmani, á cuyas órdenes la puse, dio parle,
" desde Punta do Moscas, de su situación y do haber oficiado á. las auto-
" ridades revolucionarias de Barranquilla, conviniendo, en vista de fin
" respuesta, en una suspension do armas. Como mis órdenes expresas á
" Capmani habían sido do sorprender la Villa, sacar las fuerzas sutiles,
" el armamento y pertrechos, trasladarlos á nuestra ribera é inutilizar lo
u
que no pudiera traerse; y por otro lado ya habia yo dirijídomc ul Go-
DE LATRC-VINCIA DE CARTAGENA. 22X
K
bienio do Cartagena do modo conveniente, según verá V. E. por el
" númora que por separado acompaño, desaprobé el paso de Capmani.
" lo mandé suspender, cualquiera que l'uesc su estado, y que sobre la
'•'muralla atacara á 13arrani|uilla, ó subiera al punto do San Antonio
" (Cerro) á aguardar órdenes en caso de que considerase arriesgada toda

la expedición en el Hinque. Así era preciso prevenírselo, porque en
u
ella consistia la principal defensa y no podia aventurarla sino con el
M
poderoso objete de quitarles, en la oportunidad que me ofrecían las di-
u
sensiones de los rebeldes, los medios de invadir la Provincia por
" el rio.
!' En consecuencia, Capmani embistió valerosamente el 25 del mis-
" mo Abril la Villa por tres puntos, y la tomó calle por calle. En ella se
" hizo dueño de 43 piezas de artillería, desde el calibre tic á 12 á 24, 50
" quintales de pólvora en grano, 53 cajones de metralla en cartuchos,
" 1,765 cartuchos más de metralla de varios calibres, 530 fusiles útiles é
" inútiles, 10 esmeriles, <12 lanzas, 14 bongos armados en guerra, nuevos,
" y otros innumerables pertrechos, que por menor constan en los estados
" que separadamente remito ú V. E. en partes de esta fecha; todo lo cual
" está ya en nuestro poder en almacenes.
" Capmani, siguiondo mis órdenes, evacuó á Barranquilla á los ocho-
" dias, haciéndose á la vela con toda la expedición, aumentada con corea
" de 500 Córranos y otras tropas urbanas que anticipadamente habia
" mandado so lo incorporasen; todos pcrfcctamcnlo armados con los des-
" pojos del enemigo y en el pié más lucido é imponente, do que sacaría
" mucho partido, si osla clase de tropa, tan valiento y arrojada, fuese ca-
" paz do permanecer el tiempo necesario en subordinación y en algun
" orden militar; pero so dispersan el dia menos pensado, aunque prontos
" siempre al combate cuando se les llama para alguna empresa. Por aho-
" ra ho tenido la felicidad do que habiondo puesto por Capitanes hombros
" do actividad en sus pueblos y ganádolos con promesas de premios, so
" huyan conservado unidos más de lo acostumbrado, y aun el quo se mo
" liayan prestado á salir do sus caseríos para ir ¡i puntos distantes.
u
Subió la expedición al Cerro do San Antonio, toda la tropa de
" infantería por tierra, y allí mandé situar al Capitán Capmani para ver
" si logra posesionarse de Barranca det .Reí/, en donde quedan á los re-
" beldes unos tres bongos, con el objeto de tapar el Dique, por dondo
" conducen los barcos menores desde Cartagena, con lo que les privare
<:
hasta de la esperanza de tener la más pequeña influencia en el Mag-

dalcna.
" A este tiempo el bizarro Capitau Don Ignacio de la Jluz marcha-
" ba á ejecutar mis órdenes sobre Mompox. La Division volante de su
" mando, compuesta de diferentes compañías urbanas (pie él mismo ha
u
dispuesto do paisanos de Chiriguaná y parte del Hacha, y de una luei-
M
da y valiente oficialidad, se apoderó de aquella hermosa é importante
" 'Villa el 2S) del citado Abril, por asalto. El enemigo ha perdido con ella
11
no solo una población numerosa y rica, sino también el punto princi-
" pal de comunicación entre la Provincia de Cartagena y el interior del
<(
Reino, así para el comercio como para las remesas de hombres y de
" caudales á aquélla. Hasta ahora no sé lo que se haya tomado en Mom-
" pox, por no haber aún recibido detall de la acción, (pie no había sido
222 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA
11
posible á La Itiw romitinno, según las graves atoncionos que deben
" ocuparle por consecuencia de mis prevenciones acerca de distintos ob-
" jotos del servicio.
" También lo habrá impedido el suceso siguiente: como por el Cauca
" podían bajar las tropas de Antioquia, que desdo luego enviaria al so-
" corro de Mompox el Congreso, y por otro lado mi Ayudante el Capi-
ct
tan La Ruz podia ser atacado dentro de la Isla por los pueblos de Ma-
" gíuigué, Yatí y otros, en dondo ya habia fuerzas insurgentes, salió otro
" (Joinandante en persona á verificar el importante reconocimiento del
" caudaloso Cauca y de los puntos insinuados. So halló delante de Ma-
" gangue con una lancha y un bongo de guerra, un violento en tierra
" y al pueblo y guarnición en armas. Era indispensable atacarlo para
" asegurar la retaguardia y precaver quo durante el reconocimiento so
u
atreviesen á intentar alguna sorpresa contra Mompox, si el Comandan-
" te La Ruz so veía obligado ú alejarse en su diligencia. La Rusc logró
" derrotar completamento al enemigo; pero con la sonsible desgracia
u
de quo una bala do metralla lo atravesara el muslo derecho. Apresó la
" lancha, que montaba un cañón do á 84 on proa, y una carroñada do 12
" en popa, el bongo con una pieza do á 4, y el violento y algunos fusiles.
" Por nuestra parte hubo sieto muertos, entro ellos el Tenionto Don
" Tomas Miguel Badel do la caballería del Paso, y cinco heridos con el
" Comandante La Ruz. Ignoro hasta el presento la pérdida del enemigo.
" La herida no permitió á La Ruz continuar el reconocimiento, por lo
" quo se replegó á Mompox, dejando á la embocadura dol Cauca dos
" bongos de guerra, á las órdenes del Subteniente del Fijo do Cartage-
" na, Don Andres Fortich.
" Dueñas las armas reales del Magdalena y do Mompox, con más do
" 40 embarcaciones de guerra, todas do grueso calibro y todas quitadas
" al enemigo, quo asoguran la posesión del rio, arruinadas las fortifica-
" ciónos á los insurgentes y colocada la artillería cu las que lio hecho
"construir en nuestra ribera, al mismo tiempo quo recibían los golpes
"referidos, lio reducido á los revolucionarios do Cartagena al último
" apuro.
" Sobre tantos desastres para ellos, les llegó la noticia del arribo do
M
la expedición al mando del General Morillo á la Margarita. Esto acon-
" lucimiento, señalado por la oportunidad en que se ha verificado, como
" por lo bien dispuesto y equipado do la expedición, unido á lo anteceden-
" to relacionado, produjo al momento la reconciliación do Bolívar con el
" Gobierno do Cartagena, y fué recibido en la plaza, on donde comenzó
" á tratar de invadir esta ciudad y Provincia (Santa Marta).
" No dudo que la desesperación les haga abrazar cuantos arbitrios
" les ocurran. Ya tengo noticias do Jamaica, corroboradas con las decla-
u
raciones de los pasados, las cuales confirman las intenciones do atacar-
" me ; pero tomo las medidas correspondientes para rechazarlos ínterin
" s o y socorrido por el General Morillo con algunas do las fuerzas quo lo
" ho pedido."
Con efecto, apenas supe, por aviso del Teniente general Don Pablo
Morillo, el arribo á Margarita do la expedición, verificado el 7 do Abril,
quo contestando á esto Gonoral lo impuso lo (pío juzgué le convenía sa-
bor para su gobierno, y solicité repetidas veces quo luciera adelantar un
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 223

regimiento, puesto quo conservaba todo el convoy ú sus órdenes y lo era


fácil hacerlo, con el cual pondria en entera seguridad la Provincia do
Santa Marta, y veriu do hacer lo más que pudiese. El General Morillo mo
dijo, por oficio del mes de Junio, cuando so disponía á dar la vola pura
Cartagena, que mo hubiera socorrido como le pedia, á no haber sido
por la falta de víveres que impidió la .salida de la vanguardia, cuando ya
iba á marcharen mi auxilio. Poco lardó en llegar con toda la expedición,
que entró con felicidad en Santa Marta el '2o de Julio de esto año, á la
una de la tarde, la que á haber sido necesario hubiera podido comenzará
obrar desde luego, porque todo oslaba listo y franco el paso hasta la plaza,
cuyo bloqueo, por lo que á mí me toca y su toma á discreción, lo hallará
V. B. referido cu los términos más precisos y breves en los dos partes
siguientes, el uno con el número 55 desde el cuartel general de Tonr.ci-
lla, ilo fecha 24 do Octubre, dirigido al Ministro universal de Indias, y
el otro desde Cartagena, con el número 71, de 14 de Diciembre, al do
Guerra, por haber sido extinguido ol primero por Real orden do 18 do
Septiembre de este año.
" E l 15 do Agosto dio la vela toda la expedición, y el 19 desembar-
" cantos el General Morillo y yo en la ensenada do Arroyo Hondo, con
" parte del ejército, habiendo venido el resto á tierra por Guaycpo el dia
" siguiente. Cqntinuamos marchando la mayor parte do la noche, su-
* friendo recios aguaceros, por camino muy pantanoso, cortado por
" arroyos de paso bastante incómodo : en Santa Catalina tuvo aquella
M
nocho su encuentro la primera compañía do Leon (regimiento) con otra
<c
de dispersos rebeldes, haciéndola caer toda prisionora con poca resis-
" toncia de ellos. El 20 llegamos á la hacienda Palcnquillo, en dondo per-
" manecimos algunos dias, porque habiendo el enemigo incendiado a
" Turbaco, entro otras poblaciones, no pudimos seguir á él, hasta que por
" último se fijó el cuarto! general en esto punto (Torrecilla), á dondo
" me trasladé el 2 de Septiembre.
" A l acercarso la Division volante del Brigadier Porras á Mompox,
" el puñado de venezolanos insurgentes, on número de 500 á 600 hom-
" bres, acantonados en Magangué al mando de Palacios, evacuaron esto
"punto, y en dispersion so fueron replegando, untos do ser cortados por
" las tropas reales, á marchas forzadas á la plaza. Corea do 400 lograron
11
entrar en Cartagena, y el resto fué muerto ó prisionero.
" El bloqueo quedó establecido desdo el 22 de Agosto : además do
" algunas acciones felices que ha tenido en Pasacaballos la vanguardia,
" las armas de S. M. han alcanzado las victorias do China, Barú y el E s -
"tero, en las que se han portado los jefes y oficiales que las han mandado
"con igual habilidad y denuedo, y la tropa con su acreditada bizarría.
" Sin embargo, merece su elogio particular la de Chima, por su impor-
" tancia y resultados, pues en ella fué destruida la reunion de rebeldes
" más considerable, que estando organizando á nuestra espalda, y cons-
t a n d o ya de 1,200 hombres, pudo liabcrnos causado algunas incomodi-
" dades, alarmando los pueblos é interceptando la comunicación ; en vez
" do quo ahora todos están sometidos en esta Provincia á la obediencia
" de su legítimo Soberano ; presos los cabecillas Gorman Ptibon, Martin
" Amador y otros muchos de influencia en los habitantes ; y cu la Teso-
22-l DOCUMENTOS PARA LA BlSTOLIâ

" rorfa del Ejército más de cincuenta mil jmos que se les tomaron ni
" tiempo de su aprehensión desdo el 20 al 26 de dicho Septiembre.
" Sesenta y dos dias do bloqueo contamos hoy, y si, como lo espera-
" mos, no le entran víveres por el puerto, en lodo Noviembre podrá ren-
" dirso la plaza. Nada dará mejor idea de su situación que el adjunto
u
impreso. Es mi oficio do Don Manuel Castillo al Secretario del nom-
u
bracio Congreso de la Union, en que manifiesta las necesidades que
" padecía la ciudad en la fecha que expresa, que al presente es más extre-

mada, como so deduce de las declaraciones de los pasados y lo prueba
'•' el haberse desmayarlo de hambre algunos de éstos á nuestra vista, to-
:!
mando con dificultad el alimento que se les ha ofrecido.
" Ha}' dentro distintos partidos do naturales y venezolanos do
" los que vinieron fugitivos con Bolívar, y otros que fueron llegando
" antes del bloqueo de los que se escaparon do las Provincias de Venc-
" zucla, al arribo do la expodicion á aquellas costas, y do extranjeros
" franceses, ingleses, italianos, y toda claso de hombres perdidos, quo
" despues de no hallar acogida en parte alguna, se han refugiado en esta
" nueva guarida de fanáticos y malvados. Precisamente éstos y los vene-
" /.oíanos son los más obstinados en la defensa do la plaza y en manto-
" nerla en su rebeldía, principalmente los caraqueños, teniendo á un tal
" Bermúdez por cabeza, que se escapó do Margarita al llegar el ejército:
" han desposeído del mando de las armas á Don Manuel del Castillo, con
" el pretexto de que vendia al pueblo y quería entregar la ciudad, sin
" embargo do que todos abrigan los propios sentimientos, y en nada rac-
" nos piensa ninguno de ellos que en reconciliarse con la metrópoli y
" subordinarso al Jitey nuestro señor, insensibles á las desgracias del in-
" feliz vecindario, á quion por su particular ambición ó seguridad sacri-
" fican al hambre y á las bayonetas.
" Diferentes veces se les ha convidado con el perdón }r la paz; poro
" do nada hacen caso los Jefes rebeldes, á posar do verso reducidos al
" último apuro: sin comunicación con Santafé ni con las otras Provín-
" cias internas, y sin esperanzas do ser socorridos por ellas, porque todos
" los pasos ostán tomados; lo cual es debido á los conocimientos, incan-
" sable actividad y acertadas disposiciones del General Morillo. Ésto ha-
" blará á V. E. más circunstanciadamente sobro todo lo dicho relativo á
u
operaciones, como también acerca del plan do campaña que so acordó
" antes do salir de Santa Marta. Lo que me ha parecido de mi deber par-
" ticipar á V. E. c igualmente el remitir los dos adjuntos impresos que
" por mi parte he hecho circular, sobro los asuntos que expresan, á fin do
" que merezcan la Real aprobación do S. M., omitiendo acompañar otras
" muchas providencias quo he dictado para la organización del Gobierno
" y arreglo en lo posible de la Provincia do Cartagena, por no ocupar
" demasiado la superior atención de V. .ID. en este punto."
" Tengo el honor de anunciar á Y. E. que esta plaza, la más lbrti-
" ficada de toda la América, fué abandonada por los rebeldes que la dc-
" l'cndian el 5 á las diez y média do la noche, y ocupada por las armas
" de S. M. la mañana siguiente, al cabo de tres meses quince dias do
" bloqueo.
" Desde mi parlo número 55, do 21 de Octubro, al Ministerio do
" Indias, no ocurrió novedad nolablo hasta el 12 de Noviembre en la no-
DE LA ÎUIOVINCIA DE CARTAGENA. 225

" olio á las 2 de la mañana. El haber entrado desgraciadamente) en la pla-


" za cinco buques con víveres, alargó el bloqueo á pocos dias más del
" tiempo que indiqué podria durar en mi citada carta.
" Hizo ver la experiencia que era necesario estrechar las líneas, y
" que no pareciendo remediable el impedir que entrase en la plaza uno ú
" otro buque con víveres, era preciso dominar el puerto.
" Esta resolución so tomó con empeño y se llevó á efecto con vigor.
l<
Se construyó una fuerte batería en el puerto do Coco-solo. Hice venir
t;
los bongos que oslaban on el bajo Magdalena, que entraron por Pasa-
" caballos: en el puerto se aumentó esta fuerza con tres obuscras, y con
u
ellas se dispuso tomar á Tierrubomba, ¡i fin do cortar la comunicación
" do los castillos con la plaza, y con la mira do (pie sabiondo so llevaban.
" de aquella á " Sá'u Fernando de Bocacbica " los víveres casi iliaria-
" monte, este fuerte dentro do pocos dias so rendiria por hombro. Pero la
a
fortuna, quo hasta entonces nos había sido tan favorable, nos trajo un
" pequeño intervalo de adversidad.
!C
Para que la operación de 'fierrabomba fueso ejecutada con toda
" seguridad, se combinó ésta con un ataque contra La l3opa, para el cual
" se iba á distraer la atención dol enemigo; pero multando ser asaltada
11
mediante el descuido en que declaraban los prisioneros so hallaba su
" guarnición, so provino á Don J. Maortua, á quien so encargó la emprc-
" sa con parte lie (a columna do Cazadores, que en caso do no hallar
" avanzadas verificase la sorpresa, y de lo contrario que so limitara á la
" diversion insinuada, que era el verdadero objeto.
" Dio en efecto Maortua con una avanzada quo fué degollada; pero
" no pudo evitar que las continclas disparasen sus armas, y quo por osta
" causa so alarmaso la guarnición de la Popa y so preparase á la defensa.
" En vez de no haber pasado de esto punto el dicho Oficial, dejáu-
" dose llevar de su valor, marchó con denuedo al asalto, muriendo Yalc-
u
rosamente el primero sobre la cortina del fuerte.
" Los oficiales do la columna do Cazadores so portaron con la
" mayor bizarría, subiendo repetidas veces al pic dol asta bandera. Sin
" embargo, muerto el Comandante y hallando prevenido al enemigo, fué
"preciso retirar los cazadores con la corta pérdida de doco hombres.
" Entre tanto se realizó la ocupación de Xicrrabomba por el Coronel
" Morales con una sección do la vanguardia. Los insurgentes, conocien-
" do el golpe mortal que era para ellos esto paso, destacaron todas sus
" fuerzas sutiles tí impedir ol desembarco do las tropas, que todavía dura»
•" ba á las ocho do la mañana dol 13 de Noviembre, y so empeñó un com-
u
bate naval en la bahía, cu el cual al querer abordar una do las goletas
" enemigas, mi ayudante el Capitán Don Tomás Pacheco con dos bongos
" do guerra quo mandaba, una bala do cañón le partió ol tobillo del pié
" derecho, habiendo muerto á los tres dias.
" El oportuno arribo do seis obuscras y cañoneras más de las del
"bloqueo por Pasacaballos contuvo á los insurgentes, los cuales so retira-
" ron al insíanto á la plaza.
" Se hubiera rendido San Fernando de líooachioa en breve tiempo,
"como se esperaba, á no haber sido por la llegada de una goleia earga-
" da do víveres que, habiondo podido escapar do la caza do la escuadra,
" se abrigó á los fuegos del castillo. 15
226 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOBÏA

" Desde este suceso on adelante no hubo ocurrencia digna de notar»


{
* se, ni por nuestra parto hubo más objeto que fortificar algunos puntos
" de Tierrabomba, con lo cual quedó la bahía cruzada de nuestros fuegos.-
" Oonsutnidos ya los víveres que habían recibido los rebeldes, y
" perdidas las esperanzas de que les viniesen de nuevo, se determinaron
" á abandonar la plaza : robaron cuanto se les vino á las manos, destru-*
" yendo lo quo no pudieron llevar consigo. Así so embarcaron en diez
" goletas y un bergantín ; mas á pesar de que su intención fué salir del'
" puerto durante la noche, la calina no se lo permitió y les cojió oí dia.
M
dentro. Luego que refrescó la brisa intentaron el paso por el medio do
" nuestras baterías, empcííándoso entre éstas, las obnseras y bongos y las
'? goletas un reñido combalo, cuyo final resultado fué ponérselos últimos
" al amparo de Bocachica, do donde escaparon la noclio del l>, sin que
" pueda yo decir fijamente a donde se han dirigido.
" Precisamente habíamos resuelto el General en jefo y yo enviar un
" oficial á la ciudad con un oficio, de que es copia la que acompaño ¡i
" Y. E. Cuando el dicho oficial llegó ya estaba abandonada y fué á dar
" el aviso al General Morillo á Cospiquc, á dondo esto Jefe habia ido el
" mismo dia 5. Casi á un tiempo recibimos la noticia, aquél en el punto
11
referido, y yo en el Cuartel general.
" Al instante hice marchar los cazadores á las órdenes del Teniente
" Coronel .Don Francisco Warleta, en union del Comandante del cscua-
" dron del Perú don Ignacio Landázari : mandé al brigadier coronel de
" Leon " don Antonio Cano, siguiese con toda la fuerza do su canton y
" la do Warleta hasta encontrar resistencia, y no hallándola hasta entrar
"en la plaza; dispuse que el Coronel de " La Victoria" siguieso con SIÍ
" Regimiento desde Turbaco ; y en esto órdon avanzó toda la línea á la
"ciudad en menos de hora y media, á donde habia ocurrido intrépida-
" mente una hora antes con la tropa que tuvo á manos ol Genoral en jefo-
" dol Ejército y el Mariscal de campo Don Pascual Enrilo.
" El aspecto horrible que presentó la ciudad (\ nuestros ojos no so
" puede describir exactamente. Cadáveres por las calles y casas, unos,
<:
de los que acababan de morir al rigor dol hambre, y otros, do los quo
M
habían espirado dos ó tres dias antes y quo por sor en número consi-
u
dcrablc pareco que no hubo tiempo para sepultarlos: otras personas
" próximas á fallecer de necesidad; una atmósfera sumamento corrom-
" pida que apenas permitía respirar: nada, en fin, so dejaba notar en
" estos infelices habitantes sino llanto y desolación.
" A su vista, y considerando por otro lado que la causa do la mayor
" parte de tantas desgracias era la frialdad do esto pueblo indolcnto quo
" se habia dejado sujetar do una facción de extranjeros y caraqueños, so
" apoderaban del ánimo de cualquiera alternativamente la compasión, el
" desprecio y la indignación. Un pueblo de más de 16,000 almas no tuvo
" valor para hacer desaparecer á dOO bandidos caraqueños, franceses,
" ingleses é italianos ocasionadores de estos males.
" Se distinguieron en la ocupación de esta plaza por su actividad,
" ol Mayor general Don Francisco "Warleta y el Teniente Coronel Co-
" mandante del Escuadrón del Perú, Don Ignacio Landázuri: ambos
" llenando mis órdenes y cuantas el General en Jefo les dio.
" Los castillos «SRM Fernando, San José y El Ángel, so. rindieron el
DE LA PROVINCIA DH CARTAGENA. 227
" 7. Aguardo quo se mo vomitan los inventarios generales do existencias
" en la plaza, sobro que se está entendiendo en la actualidad, para cn-
" viarlos á V, E. si so concluyen á tiempo. Si no lo hubiere, irán más
" adelante en la primera oportunidad, pnos que V. E. ya inferirá la mul-
" ti tu d do atenciones que cargan sobre mí en esto momento." .•.

Sí,53S/¿:SS(fE©©23KÍ(S2jQ.So—Algo del pasado y una ojeada al presente.-


La revolución do la Independencia, separando el Vircinato tío la
Nueva Granada de la Corona de España, ha dejado en ini espíritu impre-
cónos tan profundas, que todos los recuerdos de mi niñez y de mi ado-
lescencia convergen hacia los acontecimientos que so consumaron desdo
Ja invasion de Morillo en 1815. Las catástrofes, los triunfos y alegrías
do aquellos tiempos están de tal manera asociados á esas épocas de mi
vida, qué aunque yo no comprendía el fenómeno que so agitaba en el seno
de la América, porque no alcanzaba mi inteligencia ni vagamente á
hacerse cargo de una idea tan grandiosa, la revolución vino á ser para
mí antes de la edad do la razón un sentimiento: odio á los españoles, y
nada más.
Yo era niño cuando tuvo lugar un suceso que no se ha borrado do
mi memoria. He sido muy feliz desdo mi tierna edad para recordar
hechos; y éste quo voy á referir será el punto do partida de mis "llcmi-
niscencias," por la impresión viva quo dejó en mi espíritu, considerándolo
como el primer eslabón do la cadena de mis recuerdos más exactos.
Mi padro había seguido la suerte do todos las patriotas comprome-
tidos en el pronunciamiento glorioso del 11 DE NOVIEMBUE DE 1811 y
se encontraba entro los defensores do Cartagena en aquel sitio memo-
rable que los ha inmortalizado como á Sagunto. Las propiedades de mi
familia habían sido confiscadas; la hacienda la había destruido la Divi-
sion del General español Morales, que so mantuvo á costa de ella, así
como dé la do JDon José María del Real y otros patriotas que tenían pro-
piedades en lo quo so llama I103' Provincia de Sabanalarga.
Mi madre con cuatro hijos menores, teniendo el mayor siete años,
con algunos criados y una ó dos familias más, se había refugiado en
Arroyo-grande, finca de caña, situada entro Usiacuri y Arroyo de Piedras.
Una tarde un movimiento extraordinario ocurre en aquel refugio.
Los hombres huyen hacia los bosques, entre ellos Don José Carbonell,
español, cuñado de mi madre y adieto á la revolución. Las mujeres se aco-
bardan buscando los rincones, agrupándose con ollas sus hijos. >Sc acerca-
ba una partida de soldados realistas, y ol terror se había apoderado do to-
dos. Mientras las mujeres temblaban, Jos niños, inconscientes de los peli-
gros quo amenazaban á cuantos allí habla, veíamos con tamaños ojos
' De un exteuso manuscrito redactado hace pocos años por el señor .Tosí: MitrMn
Tilia, hijo del eefior Manuel José Tátis, tomamos la parte quo refiero loa atropello y
violo.uciiis de quo fueron objeto lns familias do los patriotas que tuvioron la desgracia de
hallarle fuera de la ciudad durante el atedio de 1« plaza.—(X. del E.)
228 DOCUMENTOS PAIU LA HISTORIA

aquellos negros con uniformes y anuas lucientes. Todos eran venezolanos,-


cou excepción del oficial quo los mandaba. Esto se adelanta hacia el grupo
do señoras y pregunta por mi madre, á quien ultrajó de palabras y le
pidió las llaves do sus col'rcs. "¿Y. que! no les degollamos? " dijo
uno de la partida. El oficial no contosió; tomólas llaves y principio á
registrar baúles, tomando lo que le pareció mejor. Concluida esta opera-
ción, aquella tropa se retiró, dejando por el suelo en la mayor confusion'
lo quo no quisieron llevarse.
Mi madre, cuando se vio libre de la presencia de aquellos terribles-
huéspedes, so puso do rodillas á dar gracias á Dios, porque so habian li-
mitado á quitarle los pocos recursos que había podido salvar de la rapaci-
dad de los " Pacificadores," que tuvieron por cómplices á algunos Ame-
ricanos que se habian titulado sus amigos en los dias de su prosperidad.
.Descubierta en aquel retiro y expuesta á todos los ultrajes, juzgó pruden-
te trasladarse á Usiacuri, y así lo hizo. Al llegar á esta población, en el
primer reten los soldados señalaban sus cuchillos y hacían demostraciones
tan hostiles, que la familia se acogió en la posada aterrorizada. El Alcalde
de Usiacuri, José Polo, sujeto honrado, denunció ante el jefe de la fucr-
'/a acantonada allí las violencias ejecutadas en Arroyo-grande. Esto Jefe,
llamado Santa Oír/;, reconvino al oficial de la hazaña do lo. víspera, pero-
lo robado no fué restituido,-
La época fué de barbaridades contraías familias de los patriotas. Te--
nebrosa época, recuerdo ingrato que pinta el fanatismo sombrío del godis-
mo que perseguía durante la dominación española.
E n Sabanalarga, perdidas las propiedades do mi pudro, tuvo la fa--
milia quo alquilar una casita para vivir, quo pertenece hoy á las señoras
Polo. En esa habitación murió á poco después un hijo do los cuatro quo'
tenia la esposa perseguida del c; insurgente," á quien no debía dárselo'
cuartel. En aquellos tiempos so daba la sepultura en las iglesias, porque
los cementerios fuera del poblado so construyeron en lo general por uiv-
decreto del Libertador en 1S2S. Muy natural era que el católico, aimquo
perteneciese á familia insurgente, so sepultase cu lugar sagrado, como to-
dos los demás católicos. Pero los godos europeos, como los godos america-
nos quo había en Sabanalarga so opusieron á que se diese sepultura en
el lugar correspondiente al que tenia la maueba do traición al llcy su
señor. La criatura de año y medio de edad estaba condenada á ser arro-
jada á un muladar como un perro, porque para aquellos desalmados ser
fiel á Fernando Y'ÍI era mejor que ser fiel cristiano.
Era Cura do Sabanalarga un Doctor Sotomayor, hermano del quo
de éste nombre fué Obispo de Cartagena, y no tubo carácter para domi--
nar aquella demostración salvaje; bien quo él también estaba mal mira-
do, porque se sospechaba ser adicto á la causa do la Independencia. Pero
si el templo donde aquel niño habia sido bautizado se cerró para no dar-
le sepultura, se abrió el de Usiacuri para el hijo del proscrito, en donde
la caridad y el valor civil del Cura de aquella parroquia, señor Antonio
Eilox, dio á aquel infortunio toda la protección que merecía. Aquella
fosa solitaria abierta para recibir los restos del hijo de un servidor de la
Patria, á donde no pudieron acompañarlo las lágrimas do sus deudos,
fué el acto más doloroso, el golpe más rudo quo pudiera descargarse so-
bre el corazón de una madre, á quien los sucesos de 1813 habian abruma-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 229

.¿lo iinsta el extremo de mendigar un palmo de tierra para dar sepultura


•ú un hijo!. i
Rendida Cartagena, la resolución de mi madre fué trasladarse á
esta ciudad, por saber que suerte habia corrido mi padre. Allí estaba ésto
entre los presos de San Agustín. Recuerdo las negras paredes de su pri-
sión. Sus compañeros en el edificio eran muchos, pero en la pieza en
•que el estaba, se encontraban también un Doctor Borroro del Cauca, Car-
dites do Sabanagrando, y Tomas Leon, que fué arrastrado por las calles
cu un serón y ahorcado.
Vivía mi familia en la calle de la Soledad ; y un dia cl ruido do
muchas pisadas sobre el empedrado me llamó la atención y corrí hacia
una venfana para ver. Allí estaban mi madre y una í.ia mía, pálidas
como difuntos, viendo venir tropa que marchaba en dos illas, ocupando
una y otra acera do la calle. En medio venían varios sujetos vestidos do
paisanos. Reinaba un silencio que infundía pavor ; no se oían más que
Jas pisados de los soldados, que daban á. aquel aparato una solemnidad
terrible. Al pasar por el frente en donde estaba mi madre, uno de los
presos la vio y sonriéndose la saludó con una inclinación de cabezu
era STUART 1
Mi madre corrió hacia el interior de la oasa sin poder contener las
lágrimas. No conocí á los otros compañeros de STUART: á este sí, porque
visitaba mi casa y SU fisonomía me era familiar. Aquel patriota era bien
.formado ; tenia el aspecto de un inglés y paróceme que aun lo veo, ves-
tido de blanco, con sombrero de paja, pasar y sonreírse A poco rato
la detonación de una descarga de fusilería resonó en toda la ciudad.
Esc dia tenia la fecha do 24 ele Febrero de 1S16, que pasó ante mis
ojos sin comprenderlo. Dia nefasto en nuestra historia; día en que el
** Pacificador" soberbio rasgó las entrañas de la ciudad heroica, derra-
mando la sangre de las nuevo víctimas en la pla:ca de la Independencia,
creyendo ahogar el aliento y las esperanzas de los Americanos del Sur
con el sacrificio de aquellos MAllTIURS, sin presentir que en la America
tenia que caer de rodillas la tiranía peninsular ante el relámpago de la
tempestad que ya brillaba en la espada de BOLÍVAR.
La causa de mi podra duró cuatro años, que fueron de angustias.
Los esfuerzos de su defensor, ci Doctor Anastasio García tic Frías y los
empeños de la respetable matrona Doña Jacinta Calonge, retardaron el
curse del proceso, para ver qué se podia sacar del carácter generoso del
brigadier Don Gabriel de Torres y Velazco, que quedó con la marcha
de Morillo para el interior, con el Gobierno civil y militar de Cartagena.
En efecto, el rigor con que eran tratados los presos so fué relajando,
hasta que pudo escapar ele la ciudad por el año de 1810. Pero su suer-
te no debia tener alivio durante la dominación española en el pais. El
triunfo de Bolívar en Boyacá. que obligó al Yircy Sámano á abandonar
ú Bogotá y refugiarse en Cartagena, empeoró la situación de los patrio-
tas do la Costa. Sámano, que quería su exterminio, redobló lu persecución
contra mi padre; siendo de notar que dos vecinos de Sabanalarga, Ma-
n a d José Tátis y Don Mamu:l Romai. por la parte conspicua, que ha-
bían tenido en la transformación política de l o l l , fueron distinguidos
por el rigor con que oí Yircy persiguió á los patriólas de la Costil en los
últimos dias de su mando. Mi padre fué. condenado en rebeldía á pasar
230 DOCUMENTOS 1>ARA LA HISTORIA

ol resto do su vida on h fortaleza de Ceuta. Errante, sin asilo on su


misma patria, lo salvó de esta situación el desembarco quo hizo en
Sabanilla el General Montilla con una pequeña fuerza en 1820.

ÜPÁ^ZSXTia, de oro de la historia de Cartagena, escrita por el distinguido


estadista cartagenero Juan García del Rio. ''

SITIO DE 18.15.

Apenas Fernando VII so vio sentado nuevamente sobro el trono do


80S mayores, libro de los temores que inspiraba á las testas coronadas
de Europa el poder colosal do Bonaparte, y do las trabas quo la Consti-
tución de las Cortes do Cádiz había opuesto ttl despotismo de los Monar-
cas españoles, cuando quiso reducir nuevamente ¡i su obediencia las Pro-
vincias do la América dol Sur, quo se habían declarado independientes.
Para esto tenia un hermoso ejército que formó la guerra de la Penínsu-
la en cien combates contra los franceses, y polcando también al lado do
las tropas inglesas sus aliadas, con excelentes oficiales que lo mandasen.
Decretó, pues, una expedición do diez mil hombres do desembarco quo
debía seguir contra las Provincias independientes del Vireinato de Bue-
nos-Aires ó del Rio do la Plata. El Mariscal do campo Don Pablo Mo-
rillo, que en la guerra de la Península había hecho una fortuna muy rá-
pida, subiendo en nuevo años desdo Sargento á General, fué escogido
para mandar cu Jefo la expedición. Morillo tenia valor, firmeza de alma,
algunos talentos y experiencia militar. El Brigadier Jo la Armada espa-
ñola, Don Pascual Enríle, natural do la Habana, debia mandar la es-
cuadra, y ser el segundo Jefo de la expedición. El Ministerio tuvo quo
vencer graves dificultades para proporcionar los recursos necesarios en
el estado de debilidad y miseria en que se hallaba el Erario español, mas
fueron superadas principalmente con los auxilios del comercio do Cádiz,
quo viendo iba á escapárselo el lucrativo monopolio que hacia en la Ame-
rica española si esta consolidaba su independencia, hizo los mayores esfuer-
zos, y proporcionó al Rey lodo cuanto faltaba para la expedición. Antes
do quo se hallara pronta á seguir á su destino, se supo en Madrid la ocu-
pación do Montevideo por las armas do Buenos-Aires; esto unido á quo
3'a era imiv avanzada la estación, al estado cu que se hallaban las Pro-
vincias do Venezuola, y á la importancia do asegurar el Istmo do Pana-
má, quo debia ser como el centro y el apoyo del poder español en la
America dol Sur, obligó á variar el destino dol ejército y escuadra: so
4
Copiada dn los mímoros 7C y siguientes dol "Soin.-mario do Ja Provinoip. do Carfa-
fíonn,:* dol mos do Dúiiombrn de 1843, (N\ dol R.)
DB LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 231

manda, pues, quo ésta y aquel so dirijicran primeramente á la antigua


Capitanía general ilo Venezuela, y que restablecido allí el Gobierno Real,
siguiesen contra la plaza do Cartagena con el objeto de tomarla y paci-
ficar después el Nuevo Peino do Granada.
La expedición, según las órdenes comunicadas al General Morillo,
dubia hacerso á lu vela de Cádiz «1 ilia I." de Diciembre; mas no lo pudo
verificar hasta el 2:1 de Enero próximo. Vientos contrarios la obligaron
¿i regresar al puerto, y zarpó nuevamente á la mitad do. Febrero, nave-
gando hacia Canarias, dónde se reunió en los últimos dias de aquel mes:
de allí dirigió su rumbo á la Costa—firme.
La expedición llegó Felizmente á las cosías orientales de Cumaná en
los primeros dias de Abril, y allí encontró al ejercito realista que, bajo el
mando del feroz y sanguinario Bóves, había destruido á los republicanos
en varios reñidos combates.
Habiendo hecho el General Morillo todos sus preparativos para la
expedición contra Cartagena y guarnecido á Margarita con ochocientos
hombres, á Carneas y La Guaira con mil, á Cumaná y Barcelona con
ochocientos, destacado ochocientos á los Llanos y dejando trescientos en
Puerto-Cabello, siguió á esta ciudad para embarcarse. Antes envía el Re-
gimiento de Extremadura y alguna caballería con la fuerza de mil sete-
cientos hombres al .Istmo de Panamá para seguir á Lima, y á Puerto Pii-
oo un batallón do Cazadores. Pudo hacer tan grandes esfuerzos auxiliado
por el ejercito (pie halló en Venezuela al mando del Coronel Morales,
del que embarcó cerca de cuatro mil hombres, fusilando á muchos que no
querían dejar su tierra natal y tratándolos á bordo con indecible dureza,
lo que aumentó el descontento de los criollos. La expedición se componia
de siete á ocho mil hombres que venían en cincuenta y seis buques,"
algunos do guerra y los demás transportes. Fondeó la escuadra en el Ca-
uo de la Vela, y de allí envió Morillo á saber noticias do Santa Marta,
puerto á donde se dirigía, y á qnc so hicieran los preparativos para el
recibimiento de la expedición: ésta arribó felizmente á su destino el vein-
to y tres do Julio, é inmediatamente desembarcó para reponerse de las
fatigas del viaje.
Morillo desde su llegada à Santa Marta no hábil perdido un ins-
tante; ayudado muy activamente por la población de esta Provincia, que
conservaba un profundo resentimiento contra la de Cartagena, por la
guerra que se habian hecho, reunió buques menores y lo demás necesa-
rio para el bloqueo, é hizo salir por tierra la vanguardia de su ejército,
compuesta de tres mil quinientos hombres do tropas venezolanas, la ma-
yor parte de pardos, acostumbrados á sufrir el calor y la humedad de
la Costa-firme, que hacen tantos estragos en los blancos, especialmente
en los europeos ó en los que han nacido en los climas fríos y templados
de los Andes. Mandaba aquellas tropas formadas en la escuela de Bóves,
el Coronel Don Francisco Tomas Morales, á quien Morillo dio el epíteto
de turros do los malvados; es decir, de los inocentes americanos, (pie se
habían atrevida á reclamar los derechos concedidos al hombre por el Sobe-
rano Autor do la naturaleza, y que sostenían sus reclamaciones con el valor
propio de hombres libres. Morales pasó el rio Magdalena por Sitionuevo á
• No CH(:'IU do acuerdo lodos los historiadores en Olíanlo al número exude de
liUqncs.
232 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

Sabanillarga. La columna republicana cjuc estaba en aquella parte era üc


setecientos bombres y ocupaba á. Santo Tomas, posición que se vio obliga-
da á abandonar á la llegada de tropas enemigas tan superiores. Tanto
esta columna como todas las demás partidas quo existían en diferentes
puntos do la Provincia, inclusos los restos del General Palacios, recibie-
ron órdenes de rcplogarso á la plaza conduciendo los ganados y lodos los
víveres que fuera posible.
Cartagena, acaso la plaza más fuerte do la América del Sur, está
situada en una península arenosa que formando un paso estrecho al sur-
oeste, tiene comunicación con hiparle llamada "'Tienabomba," queso
extiende basta Bocachica. Está dividida en dos parles : la ciudad propia-
mente dicha, y el arrabal de " Jclscmaní," que contenían cerca do diez y
ocho mil habitantes. Una muralla gruesa y elevada circunvala la ciudad :
" J c t s c m a n í " tiene forma de semicírculo, y está fortificado el (Vento por
otra muralla : por la parte del Este de la plaza está unido á ella por medio
de un puente de madera que se halla sobre un foso: lóselos lados del arra-
bal do " Jetsemaní " están guarnecidos con estacadas que unen sus muros
con los do la ciudad. Al Este do " J e t s e m a n í " y á. trescientas veinte y
cinco toesas de distancia de la ciudad, se halla en una colina el fuerte ó
castillo do "San .Felipe," que domina con sus fuegos tanto el arrabal como
la ciudad : tiene de altura perpendicular cerca do veinte y una toesas, y
está unido á otros varios montecillos que corren en dirección oriental y
terminan en el más elevado que llaman de " La Popa," de ochenta y
cuatro loesa? de altura, y en cuya cima había un convento do Agustinos
descalzos y una vigía : los fuegos de " La Popa " dominan el cerro do " San
Felipe," distante cerca de milvaras,yprotojcn lasinmediacionesde Carta-;
geno. Al Norte de "La Popa" está la laguna de " Tosca," do una legua do
circunferencia, la cual comunica con la bahía y loso de Cartagena por el
caño do " J u a n Angola," y por el Norte con el mar por el punto llamado
" La Boquilla." La bahía, formada por la costa do Bocagrande, la do
Bocachica, la isla de Barií y la costa de Pasacaballos, es de las mejores
quo se conocen : tiene dos leguas y média de Norte á Sur, bastante profun-
didad, buen anclaje y es muy tranquila ; comunica con el mar por Boca-
grande, cerrada, por el Gobierno español con gastos crecidos, do modo que
ahora solo pueden entrar por ella buques pequeños. Los castillos do "San
Fernando," " S a n José " y " El Ángel " defienden á Bocachica, hoy la
entrada principal á la bahía. Esta comunica también con el mar por el
caño del " Estero " ó Pasacubullos. El clima de Cartagena es cálido en
extremo; llueve mucho, y el vómito prieto hace grandes estragos en los
forasteros. b •
Entre tanto el Gobierno y los Jefes militares do Cartagena no so
descuidaban para poner la plaza en estado completo de defensa. En las
murallas do "Santo Domingo " y " Santa Catalina" so montaron sesenta
y seis cañones, so abrieron fosos, se fortificó y coronó la gruesa artillería
en el cerro de " L a Popa," y el General Castillo, de acuerdo con el Go-
bierno político, publicó la ley marcial, sujetando á todo hombro á la
autoridad militar; por ella ordenó á loa pueblos, bajo la'pena capítol, que al
acercarte el enemigo abandonaran sus hubiluc'wnes y se retiraran á los

•' Bibliolccn Anicricnn.i, tomo 1."


DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 233
bosques, hostilizando <í los españoles por cuantos medios estuvieran d su
alcancr. :' Si los habitantes de lúa poblaciones exteriores hubieran estado
tan decididos por su independencia como los de la plaza, esta medida
podria haber producido electos saludables, pero de nada sirvió con pueblos
cansados de la guerra y que deseaban ya el antiguo reposo de la escla-
vitud, á cuyas cadenas estaban acostumbrados. Se creó también una co-
misión militar; se enviaron emisarios á las Antillas y á los Estados Uni-
dos para adquirir víveres, otorgando á los introductores privilegios bas-
tantes para incitarlos. Con el alistamiento general que se hizo de lodos
Jos hombres capaces de tomar las armas en Cartagena, desde die/, y seis
hasta cincuenta afíos, se reunieron 1res mil seiscientos: de éstos solo don
mil seiscientos cincuenta eran de tropa veterana: se distribuyeron éstos
en los puntos principales, dándose la comandancia á oficiales de conocido
valor é inteligencia. Por renuncia de Palacios, el General Bermúdez
tomó el mando de los restos de su division, y con cuatrocientos hombres i'uó
encargado del "Cerro de la Popa": en oí do " S a n Felipe" mandaba el
Coronel Luis Hicux con quinientos: el Coronel Cortes Campomanes
estaba encargado do la muralla y puerta de "Santa Catalina": de la do
" Santo Domingo " el Teniente Coronel Narváez, y Herrera de la parte
que mira á la bahía. En los castillos de " Bocachica " se pusieron dos-
cientos hombres, además do los vecinos del pueblo que también se agre-
garon á las fortalezas. .101 cano de Pasacaballos debia defenderse por
bongos armados: las fuerzas sutiles so aumentaron en la "Boquilla,"
laguna de " T o s c a " y en la bahía. " Bocagrande " estaba defendida por
un buque, do porto, bien asegurado y tripulado. El Brigadier Eslava
tenía el mando do las fuerzas marítimas, que consistían en la corbeta
" Dardo," que do nada sirvió, en siete goletas y balandras, la mayor
parto corsarios, con algunos bongos y lanchas cañoneras: bajo sus órde-
nes mandaba una Division el Teniente de navio Luis Aury. La Coman-
dancia general do armas la tenia Castillo, y á sus órdenes era Mayor
General el Coronel Mariano Montilla.
Entre las providencias que se dictaron en Cartagena para quitar al
enemigo los recursos y comodidades que pudiera hallar en Turbaeo, fué
mandar quemar esta hermosa población. Los vecinos se opusieron al in-
cendio de sus casas, y mataron al Teniente de caballería Pastor, con
parto del piquete que conducía; fué preciso que el Capitán Martin lleva-
ra un refuerzo para completar la obra. Ningún otro lugar fué destruido
por el fuego de los patriotas. : l " El célebre García Toledo quemó volunta-
riamente sua haciendas de " Guuycpo " y " Barrayan" para quo no sir-
vieran á los enemigos de su patria. En la ciudad de Cartagena sus habi-
tantes ofrecieron todo cuanto tenían para pagar y animar las tropas. Las
mvjcres se desprendieron de sus joyas, y hasta se echó mano de la plata de
las iylcsias, presentada voluntariamente por las distintas comunidades
reliyiosas.

" El pequefío pueblo do indígenas do Malambo .so distinguió mucho por su heroísmo,
pues re opuso por 1res (lias al paso de las tropas de la .Division de Al orales. (N. del E.)
** Sentimos grau pena «iempro que leñemos que rectificar este liceho, pero la justicia
exige quo lo hagamos cada ve/, que se ofrece. Muchos documentos de particulares y ofi-
ciales insertos en esta obra hacen constar que otras varias poblaciones J.'ucron reducidas
H conizas. (N. del Ii).
231 DOCUMENTOS PAIU I,A HISTORIA

Sinembargo, Castillo no tuvo en aquellos momentos críticos bastante


vigor para tomar la única medida que acaso hubiera salvado la plaza, el
arrojar fuera de ella todas las bocas inútiles para el servicio do las armas.
Por una compasión extemporánea, ó más bien por el temor de alguna
conmoción interna que habrían hecho los padres, deudos y parientes, dejó
que se encerraran dentro do las murallas no solo sus primitivos habitan-
tos, sino también muchas familias comprometidas que vinieron de los
campos á refugiaría en Cartagena. El consumo do víveres debia ser
rápido y muy grande.
Cuando Morillo consideró que estaria próxima á Cartagena la Divi-
sion de vanguardia, embarcó todas las tropas españolas y algunas milicias
do Sania Marta á bordo de su escuadra y se hizo á la vela [jara aquella
plaza : le acompañaban su segundo el brigadier Enrile, el Capitán gene-
ral del Nuevo .Reino de Granada Don Francisco de Moutalvo, y los dos
Inquisidores de Cartagena, Don José Odéris y Don Prudencio Castro, sin
duda para alucinar á los pueblos fanáticos, persuadiéndoles que con la
Inquisición iba á restablecer la religion de Jesucristo. El 1S de Agosto
so presentó á la vista do la plaza y á los dos dias desembarcó á barlovento
en el puerto de Arroyo-grande, cerca de " Puntacanoa," sin oposición
ni impedimento alguno. Hecho el desembarco, quedó establecido por
tierra el bloqueo, fijándose primeramente el Cuartel general en M Palen-
quillo," y después en la hacienda do "Torrecilla," á cuatro leguas de
Cartagena, teniendo consigo á su Estado Mayor y la reserva. Ocho dias
después de la llegada de Morillo delante do la plaza, arribó por tierra la
Division de Morales quo había desplegado su fiereza con todos aquellos
que se opusieron n su marcha, especialmente sobre el desgraciado pueblo
do Malambo, que tuvo la osadía de resistir á sus fuerzas superiores, y
que pagó bien caro su atrevimiento. Morales, al presentarse en el pueblo
do Pawcabullos, tomó por sorpresa una lancha y dos bongos. Al mismo
tiempo la escuadra española so situó parto en fronte de JJocaohica y parte
en " Puntacanoa," impidiendo así que la plaza recibiese víveres por mar.
Todo el círculo do la bahía fué ocupado por la Division de vanguar-
dia, y Morales estableció su cuartel general en la hacienda del " Mamonal."
El quiso formar una batería en Pasar.aballos para apoyar sus operaciones
contra la bahía; pero la Division marítima de Cartagena, posesionada do
la boca interior del "Estero," so lo impidió todas las veces que intentó
realizar su empresa. En la isla do liará y Santu Ana, do que se apoderó
inmediatamente, puso fuertes destacamentos con el objeto de adelantar
sus operaciones sobre el " Estero," del que era muy importante á los
sitiadores el apoderarse para conducir los víveres necesarios á toda la ala
izquierda de sus puestos : al mismo tiempo que las ensenadas que allí hay
lo servían para carenar las embarcaciones de alta mar, y poner en estado
de obrar á sus fuerzas sutiles, que tripularon eon los vecinos do Bará y
Sania Ana. El centro y la derecha do la linca española era ocupada por
el Cuartel general de <! Torrecilla " y por destacamentos ó columnas que
habia en " Ternera," la " Bayunca,;' " Santa llosa," " Arcual " y " Ba-
rragan." En este último puesto existia una fuerto columna de zapadores
y do las compañías ligorns del ejército expedicionario, y un piquete do
húsares do Fernando VII, quo servia para reconocimientos y escoltas do
viveros y enfermos que desembarcaban por " Puntacanoa " y " Gnayepo."
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 235

Morillo colocó sus hospitales á la espalda do su línea en Turboso, en


donde hizo chozas y barracas, en Sabanalarr/a y Arjona. Con estas ope-
raciones se cerraron también las avenidas de la plaza por tierra, quedando
Cartagena rigorosamente bloqueada. Morillo, que conocía su fortaleza, no
intentaba otra cosa que tomarla por hambre.
El bloqueo se estrechó sin que hubiera salido para el interior nin-
guno do los fusiles arribados de Europa, * que hubo tiempo do enviar
por el Átralo, al menos en parte. Tampoco habia entrado en la plaza el
dinero que desde Julio remitió el Gobierno general. El Comisionado, Te-
niente Coronel Feliciano Otero, no aceleró sus marchas como debía; falta
que pagó bien caramente. "' Así privó á los sitiados del numerario quo
tanto necesitaban para comprar víveres en las Antillas. El Gobierno do
la plaza tenia comisionados en diferentes puntos; pero sin crédito y sin
numerario, muy pocos auxilios podían remitir. Estas dos circunstancias
influyeron poderosamente en que la Nueva Granada perdiera su indepen-
dencia y libertad.
Al mismo tiempo quo el General Morillo se hizo á la vela de Santa
María, salió el Brigadier Eon Pedro Tlniz do Porras con una Division
de mil hombres á situarse en Afomjw.v, para obrar sobre el alto Magda-
lena y sobre las sabanas del Coroza}. Debía ponerse en comunicación con
la 5." Division expedicionaria, que, según las órdenes de Morillo, habia
de ocupar los valles do Cácala y la'ciudad de Ocañu, avanzando desde Bu-
rinas, en donde la organizaba el Coronel Don Sebastian do la Calzada,
en numero de dos mil hombres. Inmediatamente que Porras llegó á su
destino, marchó el Capitán de húsares de Fernando VIT, Don Vicente
Sánchez Lima, con dirección alas Sabanas, llevando ciento cincuenta in-
fantes y cincuenta húsares. Del Cuartel general de "Torrecilla" salieron
también los Tenientes Coroneles Arce y Machado y el Capitán Don J u -
lian Bayer, con el objeto de ocupar á Tolú, el Zapote y toda la Costa de
Sotavento, de donde podían venir algunas provisiones á Cartagena. Bayer
encontró y atacó en Chima una columna republicana do quinientos
hombres que mandaban los oficiales Martin Amador y Pantalcon llibon,
y que iba custodiando el dinero que el Gobierno general habia remitido
en auxilio de Cartagena. Con fuerzas menores consiguió dispersar la colum-
na, causándole una pérdida considerable. Los Jefes principales de los inde-
pendientes, con intereses que conducían, pudieron escaparse por el rio Sinú
arriba, con dirección al Chocó; pero á los tres dias fueron aprehendidos
en Montería por la columna de Sánchez Lima, que dispersó, mató é hizo
prisioneros á los fugitivos. Allí pereció el Teniente Coronel Otero con
los Capitanes Jugo, Madrid y otros de menor graduación, quedando pri-
sioneros llibon, Amador y diez y seis oficiales más con algunos soldados,
todos los que fueron conducidos presos al Cuartel general. Lo más im-
portante fué la toma de ochenta mil pesos en dinero sellado y alhajas quo
tanto deseaban los espafioles. Los oficiales y soldados aprchensores sustraje-

* Negados al ejercito del General Simon Bolivnr.


*" Murió después del comb.-ilc de Chiutfi, en el paraje cu (pie m/ís al interior de
Montería fuá tomado el gran caudal por las tropas españolas. Otero, natural de la Pro-
vincia del Socorro, mandó la escolta cjuc custodió eu Noviembre de 1810, en Docacliiea,
al Brigadier Don Josó Dávila, y filó cpn'en denunció la conl.rarevoliicion del regimiento
"Fijo " el i de Febrero de 1811 al Doctor García de Toledo. (N. del E.)
230 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

ron una gran parte; mas averiguado el fraude, todos Jos intereses so recu-
peraron y entraron en la caja militar de Morillo.
Una presa tan fácil é importante aumentó la codicia, el valor y las
esperanzas de las tropas que se llamaban pacificadoras y expedicionarias,
y desde entóneos anhelaban por nuevos combates para enriquecerse con
oi botin. Los pueblos, cansados con las discordias civiles, recibían á los
.españoles con mucho entusiasmo y cou repiques de campana: éstos que-
daron, pues, en pacífica posesión de toda la Provincia de Cartagena, me-
nos la capital, con abundantes víveres, caballos y demás recursos para
continuar el asedio. Los lugares ocupados juraron nuevamente al Key,
y solo estaban por los independientes Majagual y ¿íeehl sobre el
Cauca.
Entre las ventajas que consiguió Morillo cuando sus tropas ocupa-
ron el Tuerte del " Zapote," en la embocadura del rio " Simi,' fué hacer
prisionero al ciudadano José María Portocarrcro, comerciante do SanUi-
féf quien traía pliegos del Gobierno de Cartagena para el do la Union.
Su contenido era de la mayor importancia para los realistas, pues el Ge-
neral Castillo, en oficio de 7 de Septiembre, hacia al Secretario del Go-
bierno Supremo la pintura más triste de! estado déla plaza, y decia:
" que á pesar de los grandes sacrificios del Gobierno y de los particula-
11
res, ya no habia recursos para pagar las tropas; que en cuanto á víve-
" res, era peor su situación; no existia depósito alguno, ni menos almacc-
" nes generales; no se hallaba un grano de moix, ni habia en la ciudad más
" quo quinientas reses, do suerte que aun contando con los pocos caba-
11
líos, muías, burros y porros, apenas podían prometerse víveres para cua-
" renta dias. Y aunque se enviaran algunos buques ligeros á las Antillas
u
á buscar provisiones, como no había crédito ni dinero, y como por otra
" parte se corría gran riesgo en penetrar por medio de la escuadra que
" bloqueaba rigorosamente el puerto en todas direcciones, bloqueo que
" habia sido reconocido por el Almirantazgo de Jamaica, era muy difí-
" cil recibir socorros. En fin, que el número de las tropas de línea dis-
u
pénibles no pasaba de mil hombres, y las fuerzas sutiles eran muy infe-
u
riores á las españolas." Morillo publicó inmediatamente un cuadro tan
funesto para los patriotas, terminando el boletín con una proclama á los
americanos, persuadiéndoles que sus gobernantes los engañaban. Castillo
en los boletines publicados por su Mayor General al principio del bloqueo
habia asegurado, para inspirar confianza al pueblo, que tenia ocho mil
hombros y víveres para \n\ año. Estas noticias, divulgadas en lo interior,
inspiraron á los pueblos una seguridad mal fundada do que no so perdía
Cartagena, y dieron motivo al General español para calumniar á los
patriotas.
A pesar do las lisonjeras esperanzas que este oficio hacia concebir á
Morillo de un triunfo casi seguro, la escuadra padecía mucho por el largo
crucero y por los vientos, do tal suerte que. la fragata " Ifigcnia," do
cuarenta y cuatro, se vio precisada á buscar un anclaje al abrigo de la
isla de Bani, Los sitiados determinaron abordarla, en circunstancias
de quo los otros buques enemigos fondeados á barlovento á distancia do
tres leguas y media, no podían favorecerla en las calmas periódicas de la
mañana. El General Castillo dispuso se embarcasen cuatrocientos hom-
bres escogidos y parte de su Estado Mayor á bordo tic los buques (pío se
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 237
finirían calculado necesarios para la empresa, los que mandaba ol Capitán1
de navio Aury. Este, que era de un partido contrario á Castillo, suscitó
dificultades para el ataque de la fragata, contravino á las órdenes ó hizo'
un desembarco en la isla de JJart't sobre Santa Ana, bajo pretexto do
apoderarse de aquel punto y apoyar el abordaje de la <: .Iíigonia." Verifi-
cado el desembarco en desorden // sin precaución, ne encaminó la infantería
(d pueblo da Sania Ana con parle de las tripulaciones de los bur/ucs : cuando
menos lo esperaban fueron los republicanos atacados por las fuerzas es-
pañolas que mandaba el Teniente Coronel de Ingenieros Juan Camacho,
dispersándose la columna (pie perdió veinte y cinco mucrlos, treinta y cinco
heridos y ciento treinta fusiles, reembarcándose el resto precipitada-
mente. Así abortó el plan primitivo, pues los oficiales extranjeros (pío
mandaban los corsarios promovieron competencias y desobedecieron las-
úrdenos del General Castillo, quien tuvo que regresar á la plaza.
Al mismo tiempo que se atacaba á /Jará, so resolvió en la plaza quo
el Capitán Sauarrusia saliera hacia Sotavento con un barco y algunas-
canoas armadas á buscar víveres y adquirir noticias. La division consiguió-
burlar la vigilancia de las tropas españolas que guardaban á Pasac.aballos,-
Evacuada su comisión, Sanarrusia regresaba con pocos víveres ; pero Ios-
españoles, (pie oslaban preparados, le obstruyeron el caño del ' ' E s t e r o " y
le pusieron emboscadas de que no pudo escapar ni retroceder. Después
de combatir-valcrosamentc, Saiiarrusia se mató de un pistoletazo por no
caer cu manos del enemigo : el Capitán murió peleando : cayeron en po-
der de les realistas un bongo de guerra, cinco canoas armadas, un- boto y
óchenla hombres con algunas proclamas y papeles.
Hacia algunos dias que una facción trabajaba sordamenlo en Carta--
gena para deponer á Castillo; á su frente se hallaban los oficiales de las-
tropas venezolanas que existían en la plaza; altamente indignados por
los acaecimientos do la última guerra civil, le atribuyeron poca actividad
y energía en sus operaciones de defensa, y solo aguardaban un suceso
desgraciado como los de Santa Ana y el t: Estero." • ..,•
El nuevo jeíc de las armas, Bermúdez, luego quo tomó el mando,
dictó providencias fuertes para investigar el paradero de algunos víveres
que so decia oslar ocultos. XJOS comisionados nada más pudieron conso-
guir, después de un escrutinio rigoroso, que recoger ol resto do los acó»
pios que habían hecho los particulares, y cometer algunos excosos doloro~
sos para estos mismos.
Por aquel tiempo era ya muy triste la situación do los habitantes
do Cartagena; solo tres pequeñas goletas cargadas do carao y harina y
dos corsarios con pocos víveres habian podido burlar la vigilancia do los
cruceros enemigos y aliviado algun tanto la miseria do la plaza. Mas, á
pesar de una rigorosa economía, á fin de Octubre el hambre hacia es-
tragos espantosos: habia ya comenzado la peste, especialmcnto en los
viejos y en los niños, y so perdieron en un temporal tres buques meno-*
res (pie salieron de Jamaica con víveres remitidos para los Comisionados
del Gobierno. Granearle de la población se alimentaba i/a con caballos,
hunos, perros, (jatos, ¡j hasta con ralas. Sin embargo, ninguno hablaba
de rendirse á los españoles, todos sufrían con mucho valor y resignación
las mayores privaciones. Tenían siempre la esperanza de quo llcgarian
provisiones de un momento á ol.ro : ó de que un fuerte cuerpo de tropas
SS8 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIÀ

venidas del ulterior atacara á Morillo por la espalda y rompiera su linca;


Éste, para vencer, según docia, la obstinación do los sitiados, cuyo es-
tado conocía muy bien, hizo bombardear la plaza varias veces. Destruir
varias casas 3r matar algunas mujeres y niños descuidados é inocentes,
fue la única ventaja que consiguió do aquella horriblo medida. E n el
momento que principiaba el bombardeo, los habitantes de Cartagena que
no estaban sobre las armas, se refugiaban á las bóvedas de " Santa Ca-
talina." Morillo quiso también por medio de proclamas ganar á los fran-
ceses y á los soldados que habian sido de BOI.ÍVAK; pero sus promesas
fueron despreciadas.
En tales apuros, el Gobernador do Cartagena reunió extraordinaria-
mente la Legislatura de la Provincia. Después de manifestar en un dis-
curso enérgico el verdadero estado de los negocios, propuso que para
salvar á los habitantes de los horrores .con que les amenazaba un .enemi-
go cruel c irritado, se pusieso la Provincia bajo la protección y dirección
del Rey déla Gran Bretaña. Determinóse consultar á los principales jefes
militares reunidos en junta de guerra, y considerando en ella la absoluta
faltado provisiones, la poea probabilidad que hablado recibirlas por mar ó
por tierra, y la imposibilidad de desalojar de sus posiciones á un enemigo
tan superior; se resolvió autorizar al Gobernador, y se le autorizó en efec-
to para tomar cuantas medidas juzgase convenientes á la salvación do la:
ciudad, excepto " la de capitular con los españoles ó volver á su domina-
ción." Se nombró, en consecuencia, á los Doctores Ignacio. Cavero y
Enrique Rodríguez do Comisionados para quo siguieran á Jamaica y
propusiesen ¡i su Gobernador, el Duque de Manchester, que tomase po-
sesión de la ciudad y Provincia do Cartagena a nombro de S. M. B.
Mas aquel Jefe se denegó á verificarlo, por carecer de instrucciones do
su Gobierno para una operación tan delicada.
Sin embargo de las ventajas conseguidas por Morillo, tampoco era.
buena la situación del ejercito real. La disentería y las fiebres se habian
introducido en las tropas: diariamente morían muchos soldados, y los
hospitales existentes en Turbaco, Arjona y Sabanalarga, tenían más do
tros mil seiscientos enfermos: la estación do las lluvias era muy nociva y
la escuadra se deterioraba por la frecuencia de los temporales que reinan
sobre la Costa en los meses de Agosto, Septiembre y Octubre. Sin los
socorros abundantes de harina y do varios otros artículos quo recibieron
los sitiadores de la isla de Cuba y de la de Jamaica, suministrados lo'v
Últimos por la casa de " Bogles y Scot," ó con quo hubiera existido al-
gun cuerpo de tropas que incomodara su espalda, la empresa de Morillo
no habría sido coronada con buen suceso. ::
Este, para dominar las cercanías de la plaza y poder introducir la
artillería y demás elementos necesarios para estrechar el asedio, habia
proyectado forzar la " Boquilla" y apoderarse do la laguna de " T o s c a " ;
pero el Capitán de fragata, Rafael Tono, con su division do bongos so
opuso vigorosamente á dos ataques do más que dieron sobre aquel punto,
que habia cerrado con estacadas. El enemigo conoció la imposibilidad do
su empresa y se decidió á variar su plan de operaciones hacia sotavento.
Morales, que habia reunido en el " E s l e r o " las fuerzas sutiles do barcas

* ¡ Cuánta falta bizo entonces el General Simon Bolivar con bu brillante ejercito!
ÓB LA l'UOVÏiïCIA DE CAUTACIENA. '¿m
ou'ñoncras que trajo la escuadra española, las que se tripularon en Barú,
y otros buques armados venidos del Magdalena y Santa Marta, consiguió
forzar la boca interior del " Estero " ó introducirse en la bahía. Esto
provino de haberse debilitado la division republicana que sostenia aque-
lla posición importante, sacando buques para otra empresa que so medi-
taba sobre algunas embarcaciones de la escuadra sitiadora, y de no ha-
berse echado á pique en su boca un bergantín que estaba señalado para-
este objeto.
En estas circunstancias y debilitados considerablemente los defen-
sores de Cartagena, Morillo para estrechar el bloqueo resolvió un ataquo
simultáneo sobre el cerro de " La Popa" y sobro "Ticrrabomba," punto
quo suministraba algunos comestibles á la plaza, y que la mantenia en
posesión de la" pesca de la bahía. Con cuto objeto determinó construir
una batería en el lugar llamado " Cooosolo," apoyada por seis bongos de
los que habían llegado del Magdalena, ó habían tomado á los indepen-
dientes. Al mismo tiempo cuatro barcas dobianestar prontas en el " T e -
jadillo," para ocurrir en caso necesario á dondo lo exijiese la necesidad.
Ochocientos hombres fueron destinados al ataque do " La Popa," bajo el
mando del coronel Villavicencio. A las dos de la mañana se pusieron en
movimiento, y el capitán don José Maortua mandaba la columna que debia
escalar los parapetos. Se hallaba ya debajo de ellos cuando fué descubier-
ta, y un fuego horroroso dolos republicanos, así do la "Popa, 1 ' como del
castillo de " San Felipe," puso á los españoles en precipitada fuga, des-
pues de haber repetido varios ataques, y continuaron en ella hasta incor-
porarse con la reserva de caballería que mandaba Villavicencio :' quedó
tendido en el campo Maortua con dos oficiales más y treinta soldados, te-
niendo veinte y cinco heridos: perdieron también cincuenta fusiles y ocho
escalas. El Teniente Coronel Soublette mandaba " L a Popa," y tenia solo
ciento treinta soldados disponibles : se distinguieron el Teniente Coronel
Stuart con el Mayor Piñango. Mas era.tal la miseria en Cartagena, que
en recompensa de acción tan gloriosa solo pudo darse á aquellos valientes
una pequeña gratificación en plata, que de nada podia servirles, veinte cue-
ros jxira alimentarse y dos pipas ¿le vino. El ataque de " Tierrabomba "
se hizo bajo las órdenes de Morales con los seis bongos y tres barcas do
guerra ; pero hallaron tan bien preparadas las fuerzas sutiles y goletas
armadas que los independientes mantenían en la bahía, que después de
un obstinado combate, en que murió el Capitán Tomas Pacheco, natural
de Santa Marta, y que habia causado muchos daños á la libertad do su
patria, ' los buques del Rey tuvieron que acoderarse en el caño del Loro,
sin quo los republicanos pudieran abordarles. AI dia siguiento continuó
ol fuego, y al tercero, reforzados los realistas con otras seis barcas y al-
gunos botes de abordaje, los independientes levaron anclas y se retiraron
á lo interior de la bahía, causándoles varios daños la batería de " Coeosolo."
El enemigo construyó inmediatamente otra batería en " Ticrrabomba,"'
cuyos fuegos se cruzaban con la primera, obstruyendo así la entrada ó

*v Obsérvate qua todas las medidas ú operaciones emprendidas por la autoridad mi-
litar da la plaza contra los sitiadores, fncrou desacertadas.--(X. dol K.)
' Defendió en el aiíodc 1812 el pueblo del Cerro de Kan Aulonio y olios puntos for-
tificados de )<i Provincia de Santa Murta.—(X. del li.)
Ô'IO DOCUMENTOS PARA LA H1STOWÁ

salida de cüaUjiiiora embarcación, y aislando á los castillos de " Bocae'Iu--


ca" que no podian ya comunicarse con la plaza.
Perdida "Tierra bomba," Morales quiso tomar por asalto el casti-
llo de " El Ángel," uno do los de Bocachica en que mandaba el Tomen-
to Coronel Sala, y fué rechazado con pérdida considerable; pero los
españoles consiguieron dominar con sus fuerzas sutiles casi toda la bahía,-
perdiendo los sitiados el escaso auxilio de la pesca con algunas raices y
verduras que sacaban de aquella isla. Las desgrucias de los infelices ha-
bitantes de Cartagena llegaron entonces á su colmo: el barril de harina.
iniéntrus la hubo, se vendió hasta ciento cincuenta pesos, los huevos d cuatro
pesos cada uno y las gallinas á diez y seis. Ya se habían comido todos los
caballos, muías, burros, perros, gatos y cueros que había en la plaza, lo
mismo que cuantas yerbas podian haber á las manos, por insalubres quo
fueran. Solo cinco pequeños buques habían podido entrar con algunos
víveres después de cerrado el bloqueo, pues hasta los vientos les eran
contrarios; auxilio demasiado pequeño para una población tan numerosa.
JSl hambre, y su compañera inseparable la peste, se llenaban diariamente al
sepulcro gran número de personas, y por todas partes no se veía otra cosa
que hombres pálidos, mujeres extenuadas y seres espirantes: Ç35" muchas
veces al recorrer las guardias, los oficiales encontraban las centinelas quo
habían espirado en su puesto. „££S El terror estaba pintado sobre todos
los semblantes. La cuchilla y la venganza española les hacia temor por
su existencia si caian en poder de Morillo, y no se presentaba algun so-
corro que les libertara del hombro destructora. Sin embargo, la espe-
ranza de recibir víveres de las Colonias extranjeras en un bergantín go-
leta que se había dejado ver y desaparecido do nuevo, prolongó la ue-
feusa algunos dias.
Desdo el principio del bloqueo el Gobierno, por un bando, había inci-
tado á las personas incapaces do llevar las armas ú que saliesen do la pla-
za ; sinembargo, ningnn eí'oeto produjo, pues lodos temieron ponerse «á
discreción de los españoles. En los últimos dias de Noviembre so repitió'
el mismo bando, y eran ya tan espantosos los efectos dol hambre, quo'
sobre dos mil personas so resignaron á abandonar las murallas en diferen-
tes direcciones que se encaminaban hacia el campo realista. Era un lasti-
moso espectáculo ver á la madre abandonar á sus hijos, y al anciano mo-
ribundo marchar desfallecido á morir acaso en los bosques. Más de lasd. <
terceras parles de aquella emigración perecieron en los alrededores de laplaxQt
y pocos pudieron arribar ú los puestos enemigos on donde no fueron mal-
tratados. El cuatro de Diciembre llegó á trescientos el número de las perso-
nas (pie de hambre murieron en las calles. Todas las guarniciones do los
Inertes y baluartes estaban ya disminuidas en extremo: los hospitales amon-
tonados de hombres semivivos, sin más esperanza que la muerto, hallán-
dose cada familia reducida á igual estado. Mas á pesar de tan formidablo
azole, no desmayaba la constancia de los sitiados, prefiriendo morir á des-
pender de Morillo.
A la vista de un cuadro tan lamentable, el Gobierno do la plaza, que
había recaído en el Teniente Gobernador, Doctor Elias López, á conse-
cuencia de enfermedad verdadera ó aparento de Amador, determinó,
después de consultar á una junta de jefes militares y vecinos notables, no
capitular con el General español, sino evacuar la plaza al dia siguiontoy
D13 LA PROVINCIA DU CARTAGENA. 241

enibarcarse con dirección ú Jamaica ó á los Cayos de San Luis. Algunos


buques, entre ellos la fragata " Dardo," con todas las armas que tenia
á bordo, habían conseguido burlarse de la vigilancia de los cruceros ene*
luidos y salir del puerto, lo que daba esperanzas do un éxito feliz. El
Gobierno, de antemano, había comunicado órdenes muy precisas al Co-
mandante de la escuadrilla Aury para que pusiera en los buques aguada
suficiente, y para quo diese una noticia oxacta del número de personas
que podia caber en cada uno de ellos: también habiti nombrado algunos
ciudadanos respetables de los menos comprometidos para con el Gobierno
español, ;'t fin de que conservasen el orden, y si era posible hiciesen quo
tuvieran cumplimiento las proposiciones que el General Morillo había
pasado á la mitad de Noviembre, en (pie ofrecía respetar á los que se so-
metieran á la dominación española. .Dada la orden para, estar prontos
iodos los que debían embarcarse, se reunieron los restos miserables de los
coitstuntes defensores de Cartagena: se hallaban tan disminuidos que, do
quinientos hombres que al principio del bloqueo tenia el castillo de San
Felipe, solo existían treinta y siete, y así en los demás puntos..-íED
Al anochecer del 5 de Diciembre se principió la evacuación on un
silencio y orden admirable. La escena no podia ser más patética ni ins-
pirar sentimientos más profundos de dolor. El padre, el esposo y el her-
mano dejaban cu el lecho do la muerto á los objetos más queridos
de su corazón y se iban á entregar sin víveres y con pequeñas fuerzas á
una muerte casi segura, alejándose acaso para siempre do su pais natal
por huir de 111 tiranía española. Al mismo tiempo veían frustrados todos
sus esfuerzos, perdiendo todos los sacrificios de seis años y las esperanzas
que habían concebido de ser libres c independientes. Sin embargo, una
gran parte de los quo se pudieron levantar do su lecho ocurrieron á em-
barcarse: claváronse los cañones do las murallas, los do " L a P o p a " y
de " San Felipe," y á la mañana del siguiente dia los buques tenían á su
bordo la emigración compuesta do más de dos mil personas do todos
sexos y edades. La escuadrilla, que solo constaba de trece embarcaciones
menores, entre ellas siete goletas mal armadas y las otras mercantes,
era incapaz de contener cómodamonte tanta gente, hallándose, además,
desprovista de aguada por la ineptitud del Comandante Aury, que no
cumplió las órdenes del Gobierno.
A las tres y média, de la tarde so hizo á. la vela dejando Aury" aban-
donada en la bahía á una porción de soldados, sin más arbitrio que caer
en manos do Morales, para recibir una muerto cruel, como efectivamen-
te sucedió. El enemigo, quo observaba los movimientos de los buques
republicanos, había establecido cuatro balerías do una y otra parte de la
bahía, con piezas do grueso calibre que cruzaban sus fuegos; fuera de
esto, veinlo y dos lanchas y bombarderas con cañones de igual calibre so
formaron en el canal para estorbar la salida. Mas, animada la emigración
por muy fuertes sentimientos, y conduciendo á sus mujeres, á sus hijos 3r
lo más precioso que tenia, resolvió vencer ó morir; así continuaron los
patriotas su rumbo rechazando á las fuerzas sutiles enemigas que preten-
dían abordar algunos buques, de cuyo intento desistieron, viendo la de-
terminación con que se les atacaba, hasta obligarlas á refugiarse bajo los
fuegos de sus baterías. Estas fueron igualmeuLo flanqueadas, aunquo con
varios daños de los buques y algunos emigrados muertos y heridos.
242 DOCUMENTOS PARA I,A HISTORIA

A las cinco y media de la tarde llegó la escuadrilla independicntu á


" Bocachica": el rosto del dia y parle de la noche se empleó en poner
n bordo los víveres quo existían en el castillo de " Sun Fernando," que
su Comandante Ducoudray no habia querido partir con la plaza, en
clavar la artillería, en embarcar las municiones y cu permitir á los veci-
nos del sitio de Bocachica quo dejasen á sus familias ocultas en los bos-
ques de la costa, volviendo después do haberlo ejecutado á seguir con
resignación la suerte do sus compatriotas. A média noche, habiendo re-
frescado el viento, la escuadrilla se hisso á la vela sin concierto alguno,
pues el Comandante Aury no fijó á ningún buque un plan do señales
para su reconocimiento. Así atravesó por medio do la escuadra española,
mucha parte do la cual so había reunido ya á barlovento de las islas del
Rosario. Entro las tres y cuatro do la mañana se levantó un temporal
quo hizo tomar á cada buquo diferente rumbo, según las circunstancias
do su marcha y el estado de su aparejo, quedando solo tres reunidos con
la goleta " Constitución," en quo iba el Estado Mayor y algunos Magis-
trados principales de la ciudad.
En la misma noche que se embarcó la emigración, y cuando aún so
hallaba en la bahía cerca do " Bocagrande," un bergantín goleta ame-
ricano ancló írentc á la playa do !: Santo Domingo," y ora el mismo quo
se habia visto los días anteriores con dirección á la plaza. CHT El Te-
niente Coronel Guerrero, quo estaba do servicio en aquel punto, y que no
habia querido seguir la suerte de la emigración, lo hizo la señal conveni-
da y le engañó para que se pusiera bajo de los fuegos del baluarte. En
la mañana siguiente este buque que conduciu mil barriles de harina, ocho-
cientos de carne y otros artículos, se vio atacado por la artillería do las
murallas y por algunas embarcaciones enemigas, de modo que sin em-
bargo de haber ocurrido á su defensa varios emigrados que so desembar-
caron por la playa quo se extiende hacia " Bocagrande," fué imposible
salvarle. Si llega un dia antes se hubiera prolongado la defensa y ol Ge-
neral español se vo acaso obligado á levantar el asedio, según lo llegó á
pensar. La escuadra ya no podia tener el mar, y el ejército de tierra es-
taba casi todo en los hospitales ó habia muerto, pues en el bloqueo perdió
Morillo cerca de 1res mil quinientos hombres. Así fué que cuando entraron
las tropas españolas en Cartagena habia pocos soldados sanos.
El Teniente Coronel- español Don Antonio Galluzo, * quo estaba
prisionero en Cartagena, y el de igual grado Don Pedro Guillin al ser-
vicio de la República, partieron para el Cuartel general de "Torrecilla,"
enviados por el Mariscal de campo Don Domingo Esqniaqui, quien tomó
el mando, á avisar á Morillo de la evacuación de la plaza la misma nocho
del cinco.
Morillo estaba en " Cospique," y por su ausencia Monlalvo envió
inmcdialamcnto el Brigadier Cano con el regimiento de " Leon," para
que ocupara la ciudad ; lo que se verificó el ü de Diciembre, d los ciento
ocho dias de principiar el bloqueo en 20 de Ayoslo. A pesar do la bárbara
fiereza quo han desplegarlo los españoles en la guerra con sus antiguas
Colonias de América, Morillo y sus satélites suspendieron por algunos
'• Kslc Jefe, cnvlng-cncvo y partidario del Gobierno español, cayó prisionero en Ir.
batalla do Boyueá, y fne fusilado con 38 más, cu la plaza principal de Bogotá, el 11 de
Octubre de 1810. (N. del 13.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 243
dins su innata crueldad para con los infelices habitantes de Cartagena.
Cadáveres en las casas, y en las calles, mujeres y hombres moribundos
ó esqueletos ambulantes filé la población que hallaron en Cartagena. Es-
ta parecía un vasto cementerio de un aire corrompido y pestilente. .Dit-
v.inlc el asedio perdió Cartagena por el hombre más de neis mil personas,
ó la lerciu partü de su población. En los primeros dias, y luego que se res-
tableció la abuii'lancia, creció el número de los muertos por los excesos
<pie se cometen en talos circunstancias y á que no pueden resistir los cuer-
pos débiles. Aun los duros corazones de (Morillo y de Monlalvo, para
quienes los insurgentes no merecían companion alguna, parece que no
pudieron menos de ablandarse al ver la desolación de Cartagena. Bu los
partes que dieron á la Corte do Madrid Sobro su toma, al paso que nos
llenan de horror con sus pormenores, nos inspiran sentimientos do ad-
miración hacia aquellos hombres magnánimos (pie hicieron por conser-
var su libertad cuanto lo era dado en su posición. C2y' Morillo coníic-
901 que en todo el tiempo que estuvo situado delante do Cartagena, no
pudo hacer la menor impresión ni en sus puestos avanzados ni en las
murallas do la plaza, y que había sido rechazado en cada ataque sacrifi-
cando sus mejores tropas.
Al siguiente dia de la ocupación de Cartagena, Morales fue destina-
do á tomar posesión de los castillos de 13ocaehica, ¡o que verificó. Hizo
luego publicar un bando ofreciendo seguridad y amnistía á todos los ve-
cinos de Bocachiea, y confiados en sus promesas so le presentaron hom-
bros sexagenarios, mujeres y niños, pescadores infelices que ninguna
parte podían tener en las ocurrencias políticas: á lodos los mandó dego-
llar en las orillas del mar eso bárbaro, azote do la humanidad, hasta ol
número de cuatrocientas personas, incluyendo cuatro oficiales patriotas
que so habían quedado ocultos, entre ellos el Mayor Lea. Aquel jefe, du-
rante el bloqueo, había mandado incendiar también y destruir por el fuego
los edificios del hospital de San Lázaro, construido en Caño de Loro so-
bre la bahía, con las familias que en él vivían. Ni los lazarinos atacados
de una enfermedad do las más terribles pudieron escapar del furor do
Morales, sediento de sangre humana. C¿5" Es voz común que en oi silen-
cio del crimen sacrificó después otras muchas víctimas en Cartagena en
su cuartel del convento do La Merced: allí las hacia poner en cepos, y
sus soldados las asesinaban á palos, ó hincándoles clavos en la cabeza.
Sin embargo, este hombro ha sido premiado por Morillo y favorecido por
la Corte de Madrid.
Por un descuido de los republicanos al emigrar, Morillo cogió ol
sistema de señales que tenían en la plaza, y dejando enarbolaclo el pabe-
llón tricolor y sus buques de guerra en la misma posición que ocupaban
durante el bloqueo, engañó á todas las embarcaciones que conducían ví-
veres y otros auxilios para los independientes. C¿>"Dic/. bergantines y
goletas con más do siete mil barriles de harina, carnes y otras provisio-
nes cayeron sucesivamento en el lazo y tuvieron que rendirse bajo el
cañón do las murallas. Morillo trató duramente, así á los extranjeros quo
pudo atrapar con este ardid, como á los que existían en la ciudad; con-
ducta que llamó la atención del Gobierno do los listados Unidos y del
Gobernador de Jamaica, los que reclamaron enérgicamente los subditos
de sus respectivos países; y Morillo, mal de su grado, hubo de ponerlos
Ui DOCUMENTOS PARA. LA. HISTORIA

en libertad. También consiguió desclavar la artillería, porque dejaron ír<-


tacta la mayor parte ó hicieron mal la operación aquellos á quienes el
Gobierno republicano la había encargado. Así fue que muy pronto el'
vencedor tuvo la plaza en estado completo de defensa, y á pesar do que
era un esqueleto su población, sacó de ella más de cien mil peses de con-
tribución forzosa y vestuarios para el ejercito, apoderándose de los al-
macones de mercaderías que tenían los particulares. Morillo al mi.smc
tiempo formó un tribunal militar con el título de M Consejo permanente
do guerra," compuesto de oficiales por lo común españoles, para quo
juzgaran á todos los que hubieran tenido parte en la revolución. ïgjj" Muy
pronto veremos los terribles efectos y los asesinatos jurídicos de esta ins-
titución horrible, que unida á la Inquisición restablecida inmediatamente,
era también calculada para satisfacer la saña del pacificador, para
destruir hasta el germen de las Incoa en la- Nueva Granada, y nam
cubrir de sangre, do lágrimas y do luto hasta la última de stis Jrro-"
vincias. Jëïi
Halló Morillo en Cartagena trescientos sesenta y seis cañones do
diferentes calibres con sus municiones correspondientes, más de nuevo
mil bombas de catorce á siete pulgadas, tres mil trescientos ochenta y
ocho fusiles, cien carabinas, seiscientos ochenta sables, algunas pistolas
y lanzas, tres uiil cuatrocientos cuarenta quintales do pólvora en barriles^-
cuatro mil setecientos veinto y siete cartuchos de cañón de varios calibres,
ciento treinta y cinco mil ochocientos de fusil, y doscientas mil piedras-
de chispa, l i l i AQUÍ EL FIN QUE TUVIERON EL ARMAMENTO, LA PÓLVORA Y
MUNICIONES QUE NO SE QUISIERON DAR AL GENERAL BOLÍVAR PAKA DE-
FENDER LA P A T R I A , COMO HARRIA SUCEDIDO PROBABLEMENTE. C A R T A G E -
NA NO SE SALVÓ, Y LAS ARMAS Y MUNICIONES QUE ENCERRABAN SUS MU-
RALLAS SIRVIERON AL VENCEDOR PARA REMACHAR LAS CADENAS D E LA
NUEVA. GRANADA.
Los habitantes do Cartagena quo habían abandonado á sn Patria,-
huyendo del furor español, dispersos por la tempestad, sufrían á bordo
males de todas clases: hacinados doscientos ó trescientos en aquellos bu--
ques pequeños y en climas tan ardientes como los do los trópicos: suje-
tos á mil peligros y miserias, debidos unos á los elementos, y la mayor
parlo á la ignorancia, al capricho y mala fé do los capitanes do los bar-«
eos, que eran extranjeros y casi todos corsarios,- los que trataban de sacar
provecho de las víctimas sometidas á su albedrío, moribundos, sin agua,
sin víveres y expuestos á los furores dol Océano, muchos perecieron á
palos que les hacían dar los capitanes, porquo pedian algun socorrro con
que refrigerarla sed y apaciguar el hambre.
Un falucho en que iba el Teniente Coronel Santiago Stuart, cayó
en poder de los españoles sobro las islas del " llósario."
La goleta "Estrella" y otros buques recalaron á las costas del '.Da-'
rien, y encontrándose con los dos hermanos Fernando y Miguel Caraba-
ño que venían á Cartagena en el corsario " Federico," éstos supieron la-
evacuación de la ciudad, y con doscientos do los emigrados de diferentes-
buques resolvieron penetrar por el Atrato al Chocó en la lancha cañone-
ra " Concepción" que también había salido de la plaza; pero ésta vare-
en la embocadura del " Atrato"; muchos de los emigrados perecieron y-
cincuenta cayeron poco tiempo después en manos de los españoles.-
DE LA PROVINCIA. DE CARTAGENA. 245

Otro buque americano fué apresado en la boca del rio " Caimito,"
costado Veragua; por el corsario español " La Flecha," viniendo til poder
<le sus fieros enemigos en estos diferentes puntos los doctores García de
Toledo, Ayos, Granados y otros que fueron remitidos á Morillo para espi-
rar en un patíbulo. El corsario <! Cometa'," mandado por el infame Mi-
cliell, arribó á la isla de Providencia, donde quiso asesinar al ciudadano
Juan de Dios Amador, que habia sido su bienhechor, al Doctor Jlebollo,
al Teniente Coronel Narváo; y á otros que se ocultaron en los bosques,
3r á quienes robó cnanto poseían. En seguida pasó con algunos soldados
y oficiales patriotas á la isla de San Andres, quo tomaron, degollando al
Gobernador y á la pequeña guarnición española que allí existía.
635" Otro barco recaló á la isla de Cuba, y de ciento noventa emi-
grados que llevaba a bordo, solo pudo ofrecer al rigor y ;i las cárceles de
las autoridades españolas, ocho personas: los demás habían muerto do
hambre y de miseria Jg&
Las goletas " Constitución " y " Sultana " llegaron á Sabana, en la,
mar de Jamaica, cuyos Magistrados y habitantes ofrecieron á los emi-
grados hospitalidad y socorros generosos: mas, pasando ' al puerto de
JZivgsion, solo se permitió á estos buques permanecer pocos dias, y á la
mayor parto do los emigrados se les impidió el desembarcar. De allí si-
guieron á los " Cayos ele San Luis," á donde habia arribado el resto do
la emigration que halló hospitalidad generosa en Potion, cl Presidente
do Haití. Apenas seiscientas personas se salvaron en las islas de Jamaica
y de Sanio J)onvinyo, do las que por lo menos doscientas murieron de re-
sultas de la miseria, de las enfermedades y do las fatigas do su largo
viaje. Sin embargo, fieles los cartageneros á la causa de la Libertad, una
parte de ellos corrió do nuevo á las armas poco tiempo después, cuando el
General BOLÍVAR formó la célebre expedición de los Cuyos, que puso las
bases do la República; otros fueron con el General Mina ú combatir por
la libertad de Méjico.
Tal fué la suerte do loa desgraciados defensores y habitantes do
Cartagena. Su constancia y sufrimiento llegaron á un grado heroico.
Pereciendo diariamente por centenares, sin víveres y con muy pocas es-
peranzas de conseguirlos, cerniendo hasta los animales más inmundos,
jamás hubo quien propusiera rendirse ni hacer la paz con los tiranos,
origen do todos sus males. Los que sufrió Cartagena pueden compararse
á los padecimientos de los sitios más célebres que recuerda la historia;
ésta en sus fastos no puede menos que dar un lugar distinguido á los
patriotas de Cartagena que tanto hicieron por conseguir su libertad ó
independencia.

C£E,@Sî,';!:.f!S :«2>JS '£,./& ^ A S R S A . — Artículo editorial de " E l Por-


venir" de Cartagena, del 7 de Diciembre de 1879, numero 132.

El PORVENIR do hoy lo dedicamos á recordar á Cartagena su época


histórica más gloriosa: la del sitio de 1815 que terminó por Ja mitológica
emigración verificada ol ó y 6 de Diciembre do dicho año.
246 DOCUMKNÏOS PARA LA HISTORIA

Eficazmente ayudados por nuestro ilustrado compatriota el Doctor


Manuel Excqnicl Corrales, y por muchas oirás personas, hemos logrado
reunir una serie do dalos que dan alguna idea de cuáles fueron los sacri-
ficios one so impusieron nuestros padres para legarnos la independencia
de la patria; y formado una lista, poco numerosa por cierto, pero sí la
Vínica que existe hasta ahora, de lodos aquellos á quienes cupo el alto
honor de sor los defensores de Cartagena durante los 110 (lias que duró
el asedio de la plaza; y otra lisia de los que por no pedir la paz al ene-
migo, resolvieron emigrar y en efecto emigraron, en número de nos .VIL.
entre empleados, Jefes, Oficiales, soldados, mujeres y niííos por enmedio
de las baterías y de la escuadra española, en busca de una muerte glo-
riosa, á cambio de no ver á los enemigos de la patria enseñoreados de lu
inmortal Cartagena. ( ' )
Todas las generaciones que han sucedido y las que sucederán á
aquella generación de titanes, se. han admirado y se admirarán de tanto
prodigio de valor, de heroísmo, de sufrimiento, de martirio y de resigna-
ción. Un pueblo entero, veinte mil corazones movidos por un mismo
sentimiento, el amor á. la patria; un pueblo entero, veinte mil almas,
ninguna de las cuales (laqueo un momento, ni ante las bombas de la ar-
tillería enemiga, ni ante los más osados asaltos, ni ante la peste y el
hambre, ni ante la muerte de los ancianos y de los niños; un pueblo en-
tero, veinte mil heroes de uno y otro sexo, de toda edad, que no desis-
tieron nunca de su propósito, que no perdieron la fe ante el peligro, y
entre Jos cuales no se encontró un solo traidor ni un cobarde; un pueblo
de esa especie tiene muy pocos semejantes en la historia, y tendrá muy
poeos imitadores en los siglos venideros.
No es nuestro ánimo, en esta ocasión, hacer alarde de las virtudes
cívicas de nuestros padres, para derivar de ahí la parte de honor que nos
corresponde en justicia. Nuestro pensamiento no es otro que el de sumi-
nistrar en ligeros apuntes á los futuros historiadores, para que al relacio-
nar los altos hechos que enaltecen á la patria, no se olviden de detallar los
que ejecutaron los pueblos de la Costa atlántica de la antigua Nueva Gra-
nada, que en su calidad de centinelas avanzados de la República cum-
plieron su deber tan rigurosamente, que es un acto de verdadera justicia
que la historia lo reconozca así.
Nuestro deseo y nuestros esfuerzos se dirigen á que se libro del
olvido el nombro de laníos héroes y de tantos mártires, para que los que
vengan después de nosotros sepan á quiénes deben agradecer en primer
término la independencia de la tierra ilustre que pisan, y que aquéllos
santificaron con sus lágrimas y con su sangre.
Al mismo tiempo nos proponemos vulgarizar el conocimiento de
estos gloriosos sucesos, para que la juventud se empape en ellos, y si en
alguna ocasión (que .Dios no nos depare) tiene que defender á la Repú-
blica, se proponga por modelo á nuestros padres, para que como ellos so
muestro digna, valerosa, sufrida y prefiera la muerte á la ignominia.

• Kll )¡i composición do csios artículos .y en In formación do los listas tuvimos inucli.i
parle ; podiendo asegurar que Lodos ellos liciten por uaná, documentos fehacientes quo
liemos consultado. I.iis listas de los defensores y emigrantes de Cartagena están rectifica-
das y adicionadas. Sensible nos es no poder insertar listas completas, pues á pesar de los
esfuerzos nuo lionios lieolio. no liemos logrado recoger todos los datos nccwario». (Ai rfrl K.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 247

SITIO DE CARTAGENA EN IS15. *

l. Kl. (¡KNKItAI, DON PAULO MOlitl.l.U, HKSDi: r.AS l'LAVAS PB LA Nl.'KVA GUASADA,
DIlUOi: USA l'KOCLAU.Y Á LOS l'UKDI.OS )>K LA IMSOVINCIA Mi CAKTAGEXA.

Pueblo.1) de Cartagena :

Vais á salir do la opresión. Vuestros bienes «oran protegidos, vues-


tras personas no frerán arrancadas de los brazos do vne.si.ras mujeres y
padres, para defender el interés de cuatro malvados que no han cesado de
enriquecerse y de oprimiros. Este ejército del más amado do los Royos
os cubre con su poder y atérrala á quien se atreva á molestaros ; pero si
os hacéis sordos á lo qnc os digo, si os atrevéis á volver vuestras armas
contra las de S. M., vuestro pais será en breve un vasto desierto.
Playa de Sabanilla, á 16 de Agosto de 1S15.
101 General en Jefe,
MORILLO.

II. SITUACIÓN DK 1.03 l'UQUKS KSI'AÑOI.KS AL PB1KCINO JMíL ASKDIO.

Al amanecer del dia 17 de Agosto de 1S15 se presentóla escuadra


española mandada por el Jefe de escuadra Don Pascual .Enrile, su Mayor
General Halad Santibáñez, á la parte Este de la ciudad do Cartagena.
Tres leguas de costa hacia el Sur de la misma ciudad, sirve do resguardo
á uno de los más hermosos puertos que ha formado la naturaleza.
La escuadra expresada formó una línea recta desde la Punta de ca-
noas hasta la aproximación de la plaza, compuesta de unos cuarenta bu-
ques entro fragatas y bergantines de transporte, los más do estos letras do
marca, según sus pabellones. Formóse á continuación do dicha línea otra
por los buques de guerra, desdo el frente de la ciudad, Bocagrandc, Tic-
rrabomba, hasta enfrentar con Bocachica, que es la entrada dol puerto.
Esta segunda línea comprendía los buques de guerra siguientes : á con-
tinuación do los de transporto ya indicados, seguían, en el orden que se
expresa, las fragatas " A t o c h a " y c: Diamante,"—corbeta " Diana,"—
bergantín " Jason,"—goleta " Centinela,"—goleta " Florida Blanca,"—
queche " Triton,"—bergantín " Celoso " y fragata " Perla " ; c interca-
lados doce "Místicos" bombarderos y cañoneros quo frecuen temen to
mudaban sus posiciones entre las líneas referidas. La fragata "ïh'gcnia"
se hallaba al ancla cerca de la isla de Burú.
Estos buques estaban tripulados por 8,000 hombres.

III. 1'LOTILLAS Klíl'UJJLICANAS QUK DEFKKDIAX VAHÍOS l'U.NTOS IJU'OUTANTKS.

CiÉN'AGA DK TUSCA. Para cubrir la falda y e.l camino del cerro de


" L a P o p a " y evitar la entrada á la flotilla española por el mar, las ca-
' Todas las velaciones y listas comprendida* en cuto «tintero, OfXXXXIII, l'ucnm
publicadas en lo;; números 132, lii.'l y Lll do " Kl Porvenir." comtt|K»HlibDtal al mes de
Diciembre do 1S71», bien que en est» obra se lian insertado después do rectificadas y con-
siderablemente adicionadas. (N. del 1?.)
248 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

noueras número 1.° y número 2.°, tres bongos armados cu guerra y una
falúa, á las órdenes del Teniente de navio Rafael Tono.
BOCAORANDE. Una fragata mercante desarbolada, con cuatro piezas
de artilleria de grueso calibre, montadas, y las balandras de guerra " Mi-
comicona " y ;í Concepción," á las órdenes del Teniente de fragata Ma-
tías Padrón.
PASA CABALLOS ó CAÑO DEL ESTERO. En esto paraje fueron situados
cinco bongos armados en guerra y una falúa, al mando del Alférez do
navio Vicente Parada.
Además se destinó una flotilla para quo recorriese toda la bahía y
atendieso á los puntos atacados, la cual era constanto de las goletas do
guerra " Constitución," " Estrella," " General Bermúdez," " Republica-
na," " Presidente," y los pailebots cañoneros "Ejecutivo " y " Fogoso,"
y se hallaba ¡i las órdenes del Teniente de navio Lilis Aury.
El Brigadier Juan Nepomuccno Eslaba era el jefe quo mandaba
todas las fuerzas de marina; y tenia á sus órdenes inmediatas la corbeta
(<
Dardo," do veinte y ocho cañones.

I V . AUTORIDADES SUPERIORES QUE MANDABAN EN LA PLAZA DE CARTAGENA.

Al principio del asedio estuvo mandando como Gobernador el ciuda-.-


daño Juan de Dios Amador, y en los últimos dias y por enfermedad del
Gobernador referido, el Teniente Gobernador del Estado, ciudadano Juan
Elias López Tagle.
El General Manuel del Castillo Rada fué" el General en jefo do todas
las fuerzas do la plaza en los primeros meses del sitio; pero fué depuesto
y reemplazado por el General venezolano José Francisco Bermúdez.
El Coronel Mariano Montilla ejercia las funciones do Mayor general,

V . JEFES QUE TENÍAN CONFIADO EL MANDO DE LOS PUNTOS FORTIFICADOS DE LA


PLAZA V DE FUERA DE ELLA.

Cerro de la Popa.

Fué fortificado científicamente por el Teniente do Ingenieros Lino


de Pombo, cartagenero. Mandaba en él al principio del sitio una fuerza
do 400 hombres el General José Francisco Bermúdez, venezolano quo
escapó de la isla de Margarita milagrosamente, tomó servicio en Carta-
gena y se lo dio el encargo de defender esto punto. Algunas semanas des-
pués reemplazó en el mando en jefe de la plaza al General Castillo Rada,
y quedó hecho cargo do la batería do la Popa el Teniente Coronel vene-
zolano Carlos Soublctte.
Durante el asedio sirvieron allí el Comandante Santiago Stuart, los
Capitanes Francisco Piñango, Miguel Borras, Manuel Cala, Rafael Lugo,
Hilario Ibarra, Ignacio Tirado, los oficiales Lino do Pombo, Antonio José
de Sucre (después Gran Mariscal de Ayacucho), Juan Ncpomuceno Ve-
ga, Encinoso Mauricio, José Ignacio íriarte, José Gabriel Lugo, José
Antonio Martínez y otros más.
Desdo Octubre pasó á servir en este punto el Comandante Francisco
do Paula Vélez.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 249

Castillo de San Felipe de Barajas,


Mandaban la fuerza de 500 hombres que se destinó A él, el General
de Brigada Florencio Palacios y el Coronel Luis F. Rieux, con los C<v
pitanes José María Palacios, Santineli, Guevara y otros oficiales,
Castillo de San José (Bocachica),
Con 56 hombres do línea y varios vecinos do Bocachica y Tierra-
bomba fué defendido este Castillo por el Comandante venezolano Pedro
Leon Torres y el Comandante Felipe Mauricio Martin.
Castillo de El Anyel (Bocachica).
Ochenta hombres do línea y algo más do cien individuos, vecinos do
Barú y Bocachica, defendían esta fortaleza, á las órdenes del Comandan*
te venezolano José Sata y Bussy,
Castillo de San Femando (Bocachica).
Con 80 hombres de línea y varios vecinos do la isla fué defendida,
esta fortaleza por el francés Coronel Lecoudray,
Cortina de la Media-luna y sus puentes,
Mandada por ol Tomento Coronel Pedro Homero, (alias Matón necio),
Cortinal/ latería del Arsenal,
Mandada por el Brigadier de Marina Juan Nepomucono Eslaba,
español.
Cortina de la Boca del Puente hasta la latería de San Pedro Mártir,
Mandada por el Coronel do Ingenieros Manuel Anguiano, español,
Covtina de Santa Catalina,
Mandada por el Coronel do artillería Manuel Cortés Campomanes,
español, y por ol Capitán do artillería N. Ferreira, cartagenero.
Recinto de la muralla de Santa Catalina.
Mandado por ol Capitán de artillería José María Ortega, del into»
rior- de la República,
Punto de la Tenaza,
Guarnecido con 50 haitianos corsaristas, mandados al principio por
el Comandante Manuel Marcelino Ni'moz, cartagenero.
250 DOCUMENTOS PARA LA niSTORIA

Batería de Santa Clara.


Mnnduda por cl Teniente de artillería Eugenio Luyera, cartagenero.
Recinto del Tejadillo.
Mandado por el Capitán de infantería Podro Vclazco, español, Ca-
pitán Claro Pren y Alférez Andres IDitarita, cartageneros. En esto re-
cinto se sabe estuvieron los Sargentos José de los Santos Morales, Ma-
nuel Moyano y Pedro Imitóla.
Cortina de la Merced.
Mandada en jefe por el Capitán del " F I J O " José Vela, siendo su
Ayudante el Teniente Alejandro Padilla, cartageneros.
Cortina de Santo Domingo.
Mandada en jefe por el Teniente Coronel Juan Salvador Narvácz, al
principio asociado dol Comandante Francisco de P. Vélez.
Batería de Santo Domingo.
Mandada por el Guarda-parque Clemente Palmera, cartagenero.
Balería de lo. Cruz.
Sirvió en ella como Comandante el Capitán José Martínez Lozano,
cartagenero.
Balería de San Ignacio.
Mandada por el primor Comandante Lázaro María Herrera, por el
segundo Comandante Manuol Antonio Salgado; teniendo de oficiales su-
balternos á Andres Valverde, Valerio Prctelt, José Catalino Bobadilla y
otros.

V I . S1TU.1CI0N' UK LAS KUERXAS SITIADORAS KN I.A liAIIIA BE CAKTAGKNA, AI.


KMIGKAU LOS VATltlOTAS DK I.A OIUDAD.

Después de los sucesivos ataques que tuvieron lugar en la bahía de


Cartagena por las fuerzas sutiles sitiadoras, en combinación con una parto
de la vanguardia del Ejército expedicionario, fué ocupada u Tiorrabomba"
por el Brigadier Francisco Tomas Morales, á mediados de Noviembre
do 1S15. Esto Jefe, casi dueño ya de la bahía, estableció una línea que
comprendía más do una milla de extension, desdo " Caño do loro " para
c<
Bocachica," formando en ella cinco baterías de barbeta, con tres cañones
de grueso calibro en cada una, y colocó diez bongos de guerra en las dis-
tancias intermedias de una á otra de las baterías mencionadas. Así que,
todo buque, grande ó pequeño, que tuviese que .surcar de' "Bocagrando"
á " Bocachica," cuyo trayecto comprende más do dos millas, tenia preci-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 251

sion do pasar á un tercio del tiro de cañón bajo los fuegos vivos do las
cinco baterías y bongos indicados. Y como la parto sur que forma dicha
bahía hacia " Oospiquo " comprende muchos bajos de piedra que solo
embarcaciones de poca colación pueden transitarlos en esos parajes, co-
locaron los españolea doce embarcaciones entre bong>>s y lanchas do
guerra: formando dos líneas con la de " Caño de loro" de fuegos cruzados.

VIL isuQUKS ni: GUERRA Y CORSAIUOS QUF, COMPUSIERON I.A EXPEDICIÓN.

Goleta Estrella, armada en guerra, su Comandante el Teniente do


fragata Nicolas Valest.
Goleta corsaria I^rcsidenlo : en olla salió el Alférez do fragata José
Padilla.
Goleta mercante Gobernador, Capitán el francés IV. Soitjrcn.
Balandra de guerra Concepción, su Comandante el Alférez de navio
Ventura Izquierdo (español).
Goleta mercante Amador.
Goleta de guerra General Bermúdez, su Comandanto el Tenicnto do
fragata Maltas Padrón (venezolano).
Bergantín mercante Dos Amiyos.
Balandra de guerra Micomicona, Comandante el Alférez do navio
Gutiérrez.
Goleta mercante El Gran Sallan.
Pailebot cañonero Fogoso, Comandante el Alférez de navio Joaquin
Orndlas.
Faluchito mercante Emboscada', en él salió el Tenicnto Coronel San-
tiago Stuart.
Goleta corsario liepublicana, su Capitán Ar. Barban/ume.
Goleta de guerra Constitución, su Comandante, que lo era también
do toda la flota, el Tenicnto de navio Luis Anry. En este buque se em-
barcaron los señores Generales Bermúdez, Eslaba y Palacios, el Coronel
Mariano Montilla, el Comandante Soubletle, toda la plana mayor y mu-
chos oficiales.

V I I I . PREKOB POLÍTICOS CONDUCIDOS A CARTAGENA POR EL EJKHCITO ESPAÑOL A LA


ENTRADA EN LA PLAZA.

Martin Amador, Subinspector de las tropas de Sabanas; fué hecho


prisionero después de la derrota sufrida por las tropas republicanas
en Chima el 20 de Septiembre de 1815. Este y los dos siguientes fueron
fusilados en Cartagena el 24 do Febrero do 1816.
Bantuleon German Iiibvn, Coronel de los republicanos, Inspector
general cuartel Maestre. Después de la derrota de Chima, fué hecho pri-
sionero por las tropas del Comandanto Vicente Sánchoz Lima, arriba del
pueblo de Montería, el 23 de Septiembre de 1815.
José María IJorlocarrcro, comerciante de Bogotá, salió de Cartagena
como comisionado para conducir correspondencia importante para el in-
terior do la Nueva Granada, llevándose en la Goleta "San Pablo : ' algu-
nos oficiales para organizar tropas en Antioquia. Fué hecho prisionero
252 DOCUMENTOS TARA LA niSTOMA

con todos los que le acompañaban en Septiembre de 1815, entre el puer-


to de Zapote y el de Toll!.
Agustín Bdancourt fué capturado en el pueblo de San Ántero, al
tiempo que había desembarcado para cumplir la comisión que recibió en
Cartagena de alentar la opinion de los pueblos del Sinú en contra del
ejército sitiador.
José Trujillo fué hecho prisionero arriba do Montería el 23 de Sep-
tembre de 1815, después del combate de Chima, junto con Amador,
Itibon y otros muchos.
Gerónimo Puente, natural do Corozal, en cuyo lugar sirvió como Co-
mandante de milicias de los patriotas, fué preso al presentarse por orden
del Comandanta Julian Bayer en el cuartel general do Morillo estable-
cido en Torrecilla.
Rafael Monasterio fué remitido preso al Cuartel general de. Torre-
cilla desdo San OnoiVc el 21 de Septiembre de 1815, por el Teniente
Coronel de artillería Don Francisco Machado.
Andres López, so le hizo prisionero en la isla de Barú al tiempo que
salió de Cartagena comisionado por las autoridades republicanas á los
pueblos del Sinú.
Rafael Cardiles fué hecho prisionero arriba do Montería el 23 do
Septiembre de 1815, después do la derrota que sufrió la columna repu-
blicana en Chimó, en la que servia como Jefo del Estado Mayor.
Salvador Marimon, se le redujo á prisión en el pueblo de Flamenco
y fué remitido al Cuartel general de Torrecilla, porque siendo Alcalde do
aquel pueblo, mandaba víveres á Cartagena, ya establecido el sitio.
Manuel Triarle, Oficial de las tropas republicanas de Cartagena, so
lo hizo prisionero por los españoles el dia dol ataque de Barú.
Francisco Panizo, Oficial de las tropas de Cartagena, se lo hizo pri-
sionero junto con Iriarto cl dia del combate de Barú.
Pedro Antonio García, se le puso preso en el Cuartel general de To-
rrecilla, porque se le hacían entre otros cargos, el do haber concurrido,
como Alcalde de Turbaco, á que so llevase ¡i electo el incendio de dicha
población, para que el ejército español expedicionario no hallara paraje
donde establecev sus cuarteles. Fué fusilado en Enero de 1816 en Cartagena.
Blas de Barros, de Barranquilla, quien mas tardo llegó tí sor Teniente
Coronel do la República.
Salvador Cancino fué hecho prisionero después de la acción quo so
dio en Chima en Septiembre do 1815.
Sebastián Osse, Oficial cartagenero, al emigrar el 7 do Dicicmbro de
1815, fué capturado por los españoles en la bahía do Cartagena, y con-
ducido á la plaza junto con otros prisioneros.
Antonio .Diego García, Oficial cartagenero, fué hecho prisionero
durante el sitio do la plaza, y entró como tal el 6 do Diciembre de 1815.
Francisco Suúrez, Oficial cartagenero, fué hecho prisionero el 2ü do
Octubre do 1815, mandando la Division do fuerzas sutiles situadas en el
Caño del Estero, y conducido á la plaza el 6 de Diciembre del mismo año.
Domingo Díaz, natural de la Villa de Purificación. Siendo Tcnicnto
del Batallón ''Nueva Granada," fué hecho prisionero por una compañía
del Regimiento do Leon, en el pueblo do Santa Catalina, poco después
dol desembarco do aquélla por (àuayepo en Agosto do 1815.
DE LA PROVÍNCIA Í)E CARTAGENA. 2Ó#

Manuel Basilio de Paz fué hecho prisionero por consecuencia de la:


derroto que sufrieron los republicanos en Chima en el ataque que les
hizo la columna volante española al mando del Teniente Coronel Don'
Julian Bayer, y conducido en esa calidad al Coarte] general de Torre-'
cilla, y luego á la plaza. Este Oficial hizo todas las campañas contra la
Provincia de Santa Marta al mando del Coronel Labatut y la de Zispata
¡t las órdenes del Coronel Miguel Carabaño.
Juan Jote Aguirre fué herido y hecho prisionero del mismo modo quo'
el anterior y conducido como tal al Cuartel general de Torrecilla.
Y oíros muchos cuyos nombres no hemos podido averiguar aún.

IX. LISTA NOMINAL DE ALGUNOS DE LOS INDIVIDUOS QUE DEFBXDIEKOX LA Vt..K¿/Í


]>E CAKTAGENA DUUANTK E t SITIO QUK LK l'USO EN 1 8 1 0 , KL- GENERAL-
DON 1>A)JL0 M0UILL0.

.&*

Áury Luis, Teniente de navio, francos.


Anguiano Manuel, Coronel do ingenieros, español. Fue* capturado-
por los españoles y fusilado el 84 do Febrero de 1816.
Angulo Francisca, cartagenero.-
Araoz íT., bogotano.
Aparicio José, Subteniente, cartagenero.
Arrázola y Amador José Manuel de, Teniente do' infantería,- carta-"
genero.
Alvarez Mariano- Bernardo, Oficial popayanés. Fué hecho prisione-
ro al entrar el ejército sitiador en Cartagena.
Alvarez Anselmo, cartagenero.
Aguilar José Antonio, Sarjento do artillería,- cartagonoro;
Avila Julian de, cartagenero.-
Avila Venancio do, cartagenero-.
Amador Juan de Dios, Gobernador del Estado,- cartagenero.-
Amador Antonio Carlos, Oficial, cartagenero.
Ayos Antonio José de, Abogado, cartagenero. Fué capturado' por"
los españoles-y fusilado el 2<i- de Febrero do 1-816.-
Arias Juan de, cartagenero.
Aparicio Manuel Bernardino do, Teniente, cartagenero.-
Alandcte José María, soldado del Batallón de voluntarios patriotas.-
Aguinagalde Martin María, Oficial de dragones, bajó en el ejército-
do la Union- al mando del General Simon- Bolívar.-

Baéna Antonio, Oficial do infantería, cartagenero.


Baéna Juan José, 2.° Comandante de uno do los bongos que defen"
dian la Ciénaga de Tosca;
Baéna Luis, Teniente de artillería, cartagenero. Murió do Tcmentc
Coronel en. Guayaquil, yendo en el ejército libertador para el Perú.
Baéna Remigio, Guardia-marina, cartagenero.
Bcgambro Ciprian, Oficial, cartagenero.
25'JL DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Bobadilla José Catalino, Oficial, cartagenero.


Bctancourt Roque, Teniente. Fué fusilado en Mompox en 1816.
Barbanfumo N., Capitán de una goleta de guerra, {"ranees.
Bermúdez José Francisco, General en ¡efe de la plaza, venezolano.
Borrada Podro, Alférez, bogotano. Fué hecho prisionero al entrar
el ejército sitiador á Cartagena.
Boláñoii José, Oficial, cartagenero. Se encontró en las acciones do
armas de Bar» y Santa Ana.
Borras Miguel, de Valencia en Venezuela. Fué uno de los defenso-
res del cerro de la Popa.
Brion Luis, Jefe de escuadra, do Curazao. Llegó á ser Almirante.
Baloco José María, abogado, cartagenero.
Bravo Tomas, cartagenero.
Bevrío Bruno, cartagenero.
Borrío Damián, cartagenero.
Berástegui José María, cartagenero.
Berástegui Salvador, cartagenero.
Blanco Cenon, soldado, caraqueño.
Ballesteros Gregorio, soldado.
Bustos Miguel Ambrosio, Oficial 2.° Ayudanto dol batallón Nue-
va Granada. Fué hecho prisionero por los sitiadores al ocupar la plaza.
Bustos Juan de, Capitán, español. Fué hecho prisionero con ol
anterior.
Benito Rebollo José María, cartagenero.

C.
Cajar Andres, cartagenero.
Castillo Rada Rafael, Oficial do marina, cartagenero.
Castillo Ponco Manuel, cartagenero.
Castillo Crisóstomo, cartagenero.
Cortés Campomanes Manuel, Coronel do artillería, español.
Cala Manuel, Capitán, venezolano.
Carroño Manuel, venezolano.
Carroño Francisco Ignacio, Médico cirujano, venezolano.
Céspedes Juan,Teniente, cartagenero. Fué muerto haciendo la guar-
dia de honor al General Manuel del Castillo, cuando so depuso ¡i ésto del
mando militar do la plaza.
Calderón Pedro Leon, cirujano, de Caracas.
Castillo Manuel del, General, cartagenero. Fué fusilado por los es-
pañoles el 2<i de Febrero de 1816.
Canabal Pedro José, Comandante, cartagenero. Llegó á ser Te-
niente Coronel.
Cárdenas Emigdio, Oficial, bogotano. Fué uno do los dofensores dol
baluarte do la Media-luna.
Castañeda Antonio, Oficial, cartagenero. Fué uno do los defenso-
res del baluarte de la Media-luna.
Castaño N., Oficial, cartagonero.
Corteccro José María, cartagonoro.
Cardona N., cartagenero.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 255

Castro N., cartagenero.


Clavero Ignacio, abogado, mejicano. Fué Gobernador del Estado
do Cartagena.
Castillo Nicolas del, Oficial, cartagenero.
Canabal Eusebio María, abogado.
Castillo Alarcón José María de. Fue uno de los miembros del Ca-
bildo en 1810 que depuso al Gobernador Monies.
Castillo José* María, cartagenero.
Castillo Pedro M., cartagenero.
Castillo Grogorio, cartagenero.
Cuenta Gregorio, cartagenero.
Casamayor Miguel F., cartagenero.
Caldera Pedro Leon, cirujano, caraqueño.
Castillo Miguel del, soldado, caraqueño.
3S)q

Del Bio Antonio, cartagenero. Llegó n ser Coronel.


Duran José María, Oficial.
Díaz Granados Miguel, abogado. Fué fusilado por los españoles
ol 24 de Febrero de 1816.
Delfín Nicolas, cartagenero, Teniente-Coronel y Comandante del
tercer Cuerpo de patriotas que él mismo creó por comisión del Gobior-
no, compuesto do siete compañías.
Día/. Granados Domingo, Comandante, Signatario del Acta do In-
dependencia.
Delgado Antonio, caraqueño, do oficio panadero.
Díaz Domingo, natural do la Villa de Purificación, Teniente del
batallón " Nueva Granada." Fué hecho prisionero en ol pueblo do Sau-
ta Catalina al principiarse ol asedio.
B.

Eslaba Juan Nepomuceno, Brigadier do marina, español.


Encinoso Mauricio, Oficial, do Barínas en Venezuela. Fué uno de
los defensores do La Popa.
Esquiaqui José Antonio, cartagenero.
Echegaray Luis, cartagenero.
Estarita Andres, Alférez, cartagenero. Fué hecho prisionero y con-
denado á presidio, on cuya calidad cavó la fosa y ayudó á enterrar á los
proceres fusilados el 2d- do Febrero de 1816.

Falqucz Antonio María, Capitán, cartagenero.


Figucroa Ildefonso, Oficial, cartagenero. Llegó á ser 'J'cnicnto Co-
ronel.
Flórcz José María, Oficial, momposino. Llegó á ser Tomento Co-
ronel.
Forrara N., Capitán de artillería, cartagenero.
¿5(5 iBoCUMÈNTO'â PAIU LA HÍSTÓKÍÁ

Florea José María, cartagenero, y murió en Santa Marta siendo1


'teniente do ejército;
©a

García de Toledo José María, cartagenero. Fué cl alma do todos los


movimientos quo dieron por resultado la proclamación do la independen-
cia de Cartagena. Murió el 24 do Febrero do 1816 fusilado por los
españoles.
García Nicolas, Teniente do dragones, do Caracas;
Gordo José Manuel, Subteniente do artillcría,samario'. Llegó á ascen-
der al empleó efectivo de Sargento Mayor y fué bocho prisionero de los
españoles.
González Rito, Subteniente del batallón Union.
Gogorza Francisco, Subteniente de artillería, venezolano,
Gómez Bruno, soldado, de Caracas.
González Vicente, soldado, bogotano.
González Elias, cartagenero. Llegó á s'or Goneral dé las Milicias"
del Estado do Bolívar;
Gutiérrez do Piñérez Juan Antonio', Oficial, uaom'posino. Llegó k
sor General.
Guevara N., Capitán.
Gutiérrez" N., Alférez do navio.
González Podro, Oficial, cartagenero'. Llegó á sor Coronel graduado
de lá República.
Gutiérrez de Piñérez Gabriel, momposino.
Gutiérrez de Piñérez Celedonio', momposino.
Gutiérrez do Piñérez German', momposino*
Gual Juan, Capitán, venezolano.
González Manuel, Oficial, cartagenero. Llegó á ser Capitán'.
González Ignacio, Oficial.
Galán Narciso, habanero.
García Diego Antonio, Oficial, cartagenero. Fué hecho prisionero y'
entró como tal á la plaza con Morillo.
Guillin y Gutiérrez Pedro Celestino, Oficial, momposino. Fué he-
cho prisionero á la entrada del ejército sitiador.
Guzman Antonio, cartagenero. Sirvió en La Popa. Fué hecho pri-
sionero, y más tarde llegó 6 ser Capitán*
Gallardo Diego, cartagenero.
Gracia José María, cartagenero,
González Blas, cartagenero-.
González Bernardo, cartagenero.
Groi Patricio, cartagenero.
García de Sena Manuel, venezolano.
Galvez Juan Pablo, cartagenero.
García del Real Vicente, cartagenoro, primer Comandanto del bata-'
Hon do línea " Nuova Granada."
Granados Higinio, soldado, cartagenero.
García del Rio Juan, cartagenoro.
Gómez Baldomcro, cartagenero.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 257

González Azanza Manuel, cartagenero;


Gutiérrez y Durango Valentín, cartagenero;
23.

Hernández Juan Antonio, Oficial, de Haití. Fué prisionero de los


fespañoles.
Hernández Lorenzo, Oficial, cartagenero. Llegó á sor Coronel.
Herrera Lázaro María, Coniandantoj cartagenero;
Herrera y Arco Pedro, Comandante.
Herrera Antonio, Capitán, cartagenero. Murió en el combate del
Estero de Pasacaballos que tuvo lugar en la madrugada dol 12 do No-
viembre.
Hernández Antonio, Subteniente, cartagenero.
Hurtado José do los Santos, soldado, bogotano.
Hoz Santos de la, Teniente do caballería, do SitionueYo, Provincia
tío Santa Marta.
Horrora Francisco, cartagenero.
Hcnríquez Miguel, cartagenero.
Herrera Bartolomé, cartagenero.
Hidalgo Andres, cartagenero.
Herrera José María, cartagenero.
Hernández Ramon Gil, músico dol batallo'n Nueva Granada, carta-
genero. Llegó á sor Subteniente de ojército y murió en Santa Marta
en 1875.
X.
Iriarte Manuel, Oficial, cartagenero.
Iriarte Ignacio José, Oficial, cartagenero. Sirvió en el corro do La
Popa y llegó á Teniente Coronel.
Izquierdo Ventura, Alférez do navio, cartagenero.
Ibarra Hilario, Capitán, cartagenero. Sirvió en La Popa.
Izquierdo José, cartagenero.
Ibarola N., soldado, cartagenero.
Imitóla Pedro, Sargento, cartagenero.

3.
Jaramillo Cornelio, soldado, antioquoüo.
Jiménez Vcuégas José, Oficial.
J irado Antonio, cartagenero.
Jiménez y Ribon Carlos, momposiuo, soldado voluntario.
K,.

Lecoudray N., Coronel, francos.


Leon Hipólito do, Oficial, cartagenero.
Leon Torres Pedro, Comandante, vonezolano. Llegó á ser General
y murió por consecuencia de la herida que recibió en la acción de Bom-
bona. 17
25S DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA

Leon Tomas de, Oficial.


Lugo Rafael, Capitán.
Laguna Andres, Capitán, .carnario.
López Andres, Oficia!.
Loaiza José María, niomposino. Fué hecho prisionero.
Locarno José Antonio, Oficial, cartagenero. Fué hecho prisionero.-
y más adelante llegó á Capitán.
Lugo José Gabriel, Oficial, venezolano.- Sirvió en el cerro do La
Popa.
Luque Crispin, cartagenero. Fué capturado por los españolea en las
bocas del Afcrato.
Lajera Eugenio, Teniente de artillería, cartagenero.
Lambi Benito F., cartagenero.
Lea Garzón Julian, cartagenero, Sargento mayor do infantería. De-
fendió el castillo de San Fcrmtndo de Bocachica, en el cual fué hecho
prisionero y sacrificado- por el execrable Brigadier Francisco Tomas
Morales.
Lidueña Mariano, cartagenero.
Landero José A., cartagenero.
López Jorge, boticario, cartagenero.
López Taglo Juan Elias, Teniente de Gobernador, cartagenero. Mu-
rió combatiendo en Portobelo.
Lozano Cayetano, cartagenero.
Leon Mauricio de, cartagenero.
López Andres, cartagenero.
Lozano José María, cartagenero.
Lozano Juan, cartagenero.
Lozano Antonio, cartagenoro.
Lecuna Santiago, cartagenoro.
López Páufc José, cartagenero.
Leon y Viaña Andres, cartagenero,
Laza Francisco, cartagenero.
Laza Diego, cartagenero.
Lascano José María, cartagenero,
Lidueña José, cartagenero.
BE.

Manzo José Manuel, médico, do Caracas.


Martínez José Antonio, cartagenero. Sirvió en La Popa y fué hecho'
prisionero al'entrar el ejército sitiador.
Martínez Lozano José, Capitán, cartagenero. Sirvió en el baluarte
de la Cruz.
Martínez Aldao Pedro, Oficial, cartagenero. Llegó á ser Coronel.
Mcliau Jorge, do la Guaira en Venezuela: Sirvió en el corro do La
Popa.
Miranda Anacleto, cartagenero.
Moiedo José María, Coronel, español.
Muñoz Juan Antonio, Oficial, de Caracas. Llegó á ser' Capitán ;>'
fué hecho prisionero á la entrada do los sitiadores.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 259

Muñoz Ignacio, abogado y Oficial. Fué uno de los quo más traba-
jaron porque se declarara la independencia el 11 de Noviembre de 1811.
Mosquera Francisco, ele Puerto Rico, frailo, capellán de las tropas.
Muñoz Manuel, marinero, momposino.
Marin Juan Bautista, soldado, cartagenero. Fué fusilado en 1816.-
Marin N., soldado, de Caracas.
Marin Manuel, soldado, cartagenero.
Montes Basilio, Teniente de dragones, maracaibero.
Muño/. Tovar Antonio, Teniente, caraqueño.
Mendoza Estanislao, Cabo, caraqueño.
Mendoza Matías, soldado, caraqueño.
Monasterio Rafael, Capitán.
Mac-Grcgor Gregorio, Oficial, escoces.
Márquez Remigio, Capitán, momposino.
Montes José, Oficial, cartagenero. Llegó á ser Coronel.
Martínez Aldao Manuel, Oficia!, cartagenero. Murió defendiendo Id
casa fuerte de Barcelona.
Martínez Aldao José, Oficial, cartagenero. Hermano del anterior,
murió como él.
Martin Felipe Mauricio, polaco, Comandante, y defendió el castillo
do San José de Bocachica.
Montilla Mariano, Coronel, Mayor general, caraqueño;
Morales José de los Santos, Sargento, cartagenero.
Moyano Manuel, Sargento, cartagenero.
Méndez Ildefonso, abogado, cartagenero.
Manfredo Juan F., sacerdote, cartagenero. Fué Obispo do Panamá.
Marimon Juan, Canónigo, cartagenero.
Marimon Vicente, cartagenero y sacerdote.
Medrano Pedro, cartagenero.
Martin Narciso de Francisco, cartagenero.
Montero Benito, cartagenero.
Malvico M., cartagenero.
Méndez Carlos, cartagenero.
Miranda Diego, cartagenero.
Miranda Bernardino, cartagenero.
Martínez Diego, Oficial, cartagenero.
Maticnzo Francisco, cartagenero.
Munzon Manuel, cartagenero.
Muñoz Cosme, cartagenero.
Muñoz Francisco, cartagenero.
Montes Mendoza Luis, cartagenero. Llegó á ser Teniente Coronel
do milicias.
Matos José Félix, cartagenero.
Martínez Pablo, Oficial, cartagenero.
Martínez José, Oficial, cartagenero.
Medrano Rafael, cartagenero.
Mozo Joaquin, Oficial.
sor.
Núñez Manuel Marcelino, Comandante, cartagenero.-
260 DOCU3IEÎÏTOS PARA LA IIISTOÏttÀ

Núñez Francisco, cadete do artillería, cartagenero. Llegó- a so?'


Coronel.
Narvácz Juan Salvador de, Teniente Coronel, cartagenero.-
Navarro José Manuel, Subteniente del batallón "Cartagena," carta--
genero.
Navarro Juan José, Sargento de caballería, venezolano.
Noguera Calixto, cartagenero, Oficial 3.° do la Secretaría de-
Guerra.
Narváez Antonio María, médico, cartagenero.
Narvácz Josó Manuel, Subteniente, cartagenero.
©;
Ornéllas Joaquin, Capitán de "navio.
Or ran tia Francisco, Teniente, cartagenero.
Osso Sebastian, Oficial, cartagenero. Fué capturado- por los- español-
Jes en la bahía, al emigrar,)' condenado ú servir como soldado.-
Ortega José María, Capitán, granadino;
Olier José, Alférez del batallón 'i-.? de Cartagena, cartagenero.-
Ortiz Juan, Sargento, do Puerto-cabello.
Olier Pablo, abanderado del batallón Nueva Granada, cartagenero,-
Ojeda Joaquin, cartagenero, Subteniente y Ayudante 2»? del segun-
do batallón do Patriotas.
*¡r

Palència José María, soldado, caraquoño.


Pava N., Capitán, bogotano.
Pita Juan José, Contramaestre, de Bocacliica.
Paércz Mazcnet Santiago, Capellán y proveedor, samario,-
Pérez Juan Manuel, soldado, cartagenoro.
Peña Antonio, Oficial, cartagenero.-
Padilla Guies, Teniente del batallón " Barlovento^" europeo.-
Pretelt Valerio; Oficial, cartagenero.
Prctelt José Liberato, Oficial, cartagenero.
Príídos José de ios Santos, cartagenero;
Pombo Estovan, Capitán, cartagenero. Murió en 1820; en la sor-
presa que los españoles dieron tí Turbaco.-
Pombo Lino, Oficial de ingenieros, cartagenero. Llogó- á ocupar'
muy altos empleos civiles en la Piopública.
Piñango Francisco, Capitán, venezolano.
Piar Manuel, Comandante, do Curazao. Llegó á General.
Padilla José, Oficial do marina, rioliachero. Llegó á ser General de
mar 3r tierra, y obtuvo muchas condecoraciones por su inimitable valor
y arrojo.
Palacios Florencio, General, venezolano.
Palacios José María, Capitán.
Padrón Matías, Teniente de fragata, venezolano.
Parada Yicentc, Alférez de navio.
Pérez José Pantaleon, Oficial, cartagenero.
Paniza Francisco, Oficial, cartagenero.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 261
Palas José María, Oficial de marina, cartagenero.
Pren Claro, Capitán, cartagenero.
Padilla Alejandro, Teniente, cartagenero.
Palmera Clemente, Guarda-parque, cartagenero.
Pombo Fernando, cartagenero.
Pérez José María, español. Llegó á Capitán.
Plaza Ambrosio, Oficial. Murió en la batalla de Carabobo el 2<i do
Junio de 1821.
Palacio Diego, fraile.
Pérez Juan de la Cruz, cartagenero.
Pérez José P., cartagenero.
Pérez Juau Perfecto, cartagenero.
Pimienta N., cartagenero.
Porto Pablo, Oficial, cartagenero,
Pombo Sebastian, cartagenero.
Perncfc José María, cartagenero.
Perez Bartolomé, cartagenero.
Pardo Enrique, cartagenero.
Prado Hermenegildo, cartagenero.
Prieto Joaquin, cartagenero.
Pérez Barruíb N., cartagenero.
Pérez Manuel Dolores, cartagenero, Subteniente del Batallón u In-
dependiente" en la época de la transformación política do la Provincia do
Cartagena.
Pava José, cartagenero.
Pava Juan, cartagenero.
Piaña Francisco, Capitán.
Padilla Antonio, riohachero.
Padilla Encarnación, do Ubaté.
Peveira Juan Francisco, Sargento, cartngenero.
Palacio Joaquin, Teniente Coronel.
Porras José María de, cartagenero.
Porras Francisco de, cartagenero.
Paz Francisco de, cartagenero, Proveedor del ejército.
Pimentel Ignacio, cartagenero.
Pastor Juan, marinero, do Pasacaballos.
Palacios Gerónimo, marinero, cartagenero.
Pérez Narciso,, marinero, momposino.
Pérez Juan Crisóstomo, soldado.
Plata Eusebio, Sargento, bogotano.
Pérez José Antonio, Oficial.
Pernett José Vicente, Oficial, cartagenero.
Peña Manuel, cartagenero, cirujano y ayudante de matrículas.

Rojas Cecilio, miembro del Consejo do Gobierno, cartagenero.


Rossi Fermin, cartagenero.
^ Romero Pedro, cartagenero, Teniente Coronel. Tomó parte muy
activa desdo el año do 1810 en la transformación política.
262 DOCUMENTOS TARA LA niSTORIÀ

Raga Manuel, soldado, de Guaduas.


Rivas Juan, soldado, de la Guaira.
Rangel Ramon, soldado, de Coro.
Rojas Pedro, soldado, de Coro.
Rosado Ensebio, cirujano, caraqueño.
Ruiz Miguel, soldado, caraqueño.
Roa Adriano, Oficial de lanceros, cartagenero.
Rodrigue/. Ensebio, cartagenero. Fué capturado por los españolea
en lu costa de Veraguas.
Ripoll Ramon, cartagenero.
Rodríguez Enrique, cartagenero.
Revollo Manuel Benito, cartagenero.
Rieux Luis F., Coronel, francés. Llegó á ser General.
Romero Mauricio, cartagenero.
Ruiz Juan Crisóstomo, cartagenero.
Romero Pedro, cartagenero.
Roa Manuel, cartagenero.
Roa Rosalío, cartagenero.
Roa Marcelino, cartagenero.
Romero Tomas, cartagenero.
Ruiz Lázaro, cartagenero.
Ruiz Casimiro, cartagenero.
Reina Leon, cartagenero.
Rodríguez Atanacio, cartagenero.
Rangel Juan Francisco, cartagenero.
Rodríguez Bonifacio, cartagenero, Sargeuto de infantería. Llegó. A
ser Teniente Coronel do la República.
Ros Juan Gnillormo.
Rossi Pedro, cartagenero.
Su

Salgado Alejandro, Oficial, cartagenero.


Salgado Manuel Antonio, Comandante, cartagenero.
Sucre Antonio José de, Oficial, de Cuinaná en Venezuola. Llegó A
ser Mariscal de Ayacucho y Presidente de Bolivia.
Soubletto Carlos, Comandante, venezolano. Llegó A ser General y
Presidente do Venezuela.
Sata y Bussy José de, Comandanta, venezolano. Defendió briosa-
mente el Castillo do " El Ángel."
Sanarrusia Francisco, Capitán, cartagenero. So suicidó en el caño
del Estero, por no caer prisionero de los españoles.
Santineli N., Capitán.
Stuart Santiago, Teniente Coronel. Según unos, norte-americano,
según otros, de Buenos Aires. Capturado por los españoles, fué fusilado
el 24 de Febrero de 1816.
Soto Pedro, Sargento, caraqueño.
Solano Ignacio, marinero, do Flamenco, pueblo do la Provincia de
Cartagena.
Sarmiento Gilberto, Subteniente del.Batallón " Cauca," del Socorro.
D3 LA PROYINOIA DE CARTAGENA. 263

Saloin Bartolomé, Comandante, do Puerto Cabello. Ascendió á


General y fué vencedor en el Callao.
San tuna Juan, Oficial, caraqueño. Llegó á ser Coronel.
SouíVren N., Capitán de una goleta de guerra, francés.
Suárcz Fulgencio, cartagenero.
Silva Laureano, cartagenero.
Sánchez Mora Ignacio.
!ff„

ïerga José María de la, Comandante.


Trespalácios José María, Capitán, cartagenero.
Tátis Joaquin María, Oficial do artillería, cartagenero. Llegó á ser
•Coronel.
Tirado Ignacio, Oficial, caraqueño.
Tono Rafael, Teniente de navio, español. Llegó á ser General.
Tinoco Gerónimo, Oficial.
Tafur Vicente, marinero, do Arjona.
Tafur Joaquin, Oficial.
Torregrosa Gregorio, Oficial.
Tátis Manuel José, cartagenero, proveedor de las tropas.
W.

Uzcátegui Salvador, Oficial, cartagenero. Fué Sargento mayor.


Ucros José, Oficial, cartagenero. Llegó á ser General.
Ucros Vicente, cartagenero. Fué capturado por los españoles y en-
riado á Centa como presidiario.
Ucros Manuel, cartagenero.
Ucros Francisco, comerciante, cartagenero.
V.
Velazco Pedro, Capitán, español.
Vela José, Capitán, cartagenero.
Vargas Juan Rozo, comerciante, bogotano.
Villanueva Sobastian, Alférez, cartagenero.
Vanégas José P., cartagenero.
Verbel Juan C, cartagenero.
Vidal Clemente, cartagenero.
Vidal Nicolas,cartagenero.
Valverde Andres, Oficial, cartagenero.
Verbel José María, soldado, cartagenero.
Vélez Francisco do Paula, Teniente Corono!, bogotano. Llegó ó.
ser General.
Vélez Tomas, oficial, bogotano.
Valest Nicolas, Teniente de fragata.
Vonégas Hipólito, cartagenero.
Vega Juan Nepomuceno, Oficial. Fué uno de loa dofousores de La,
Popa. Natural do Simití.
Valle Agustín, do Barranquilla, empleado de hacienda.
264 DOCUMENTOS PAUA LA HISTORIA

Valenzuela José Ignacio, caraqueño.


"Villanueva Antonio, cartagenero, hacendado.
Tu
Zapata Miguel ciaría, soldado, do Barínas.
Zebállos José, clarin, caraqueño.
Zambrano Francisco, soldado.
Zúñiga Estévan, soldado, cartagenero.
Zuleta Juan Félix, marinero, natural de Magangué.

X.—L16TA NOMINAL DE ALGUNAS DE LAS PERSONAS QUE EMIGRARON DE CARTAGENA


EL G DE DICIEMBRE DE 1 8 1 5 TOR NO CAPITULAR CON LAS FUERZAS ESPAÑOLAS SITIA-:
DORAS, MANDADAS POR EL GENERAL DON PAULO MORILLO.

Arias Juan do, cartagenero.


Angulo Francisco, cartagenero, y su esposa Antonia Yános, cspa-<
ñola, y sus hijos Manuel, Antonio y Carmen, cartageneros,
Aráoz N., bogotano,
Aury Luis, Teniento de navio, francés.
Aparicio José do, Subteniente, cartagenoro. Fué capturado en la
costa de Veraguas, en. el lugar llamado " Mineral."
Aparicio Manuel Bernardino de, Teniente, cartagenero, y su esposa
Vicenta Bobadilla.
Azgüo Teresa, cartagenera. Fué capturada en " Mineral," playa do
la costa do Veraguas.
Amador Juan do Dios, Gobernador del Estado, y su hermana Kita
Amador, eai·tagcnci·os. Fueron abandonados junto con sus compañeros
en la isla de Providencia, y robados do todo lo quo tenian por ol Capitán
do la goleta, N. Michcll.
Arrasóla y Amador José Manuel do, Teniente do infantería, carta-
genero, Fué abandonado y robado cu el mismo punto que los anteriores.
Azanza José, presbítero, cartagenero. Fué abandonado y robado,
como los anteriores.
Amador Antonio Cái'los, Oficial, cartagenero, y sus hijos Sebastian,
Manuel, Juan de la Cruz, Juana Manuela y Ana, Sufrieron la misma
suerte que los anterioros,
B.
Blanco Cenon, soldado, caraqueño. Fué capturado en la costa de
Veraguas.
Blanco Juana María, do Guaduas. Fué capturada en la costa de
Veraguas.
"Ballesteros Gregorio, soldado. Fue capturado en la costa de
Veraguas.
Begambre Ciprian, Oficial, cartagenero.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 265

Borras Miguel, Capitán, do Valencia en Venezuela,


Brion Luis, Jefe de escuadra, de Curazao. Llegó á ser Almirante.
Baéna Antonio, Oficial de infantería, cartagenero. Fue miembro de
la Convención de Ocaüa, y murió en 1850 siendo Gobernador do la Pro-
vincia de Mompox,
Baéna Remigio, Guardia-marina, cartagenero. Se enroló en los Oto
yos en la expedición que organizó allí el General Bolívar, para libortar á
Venezuela. Vive aún,
Barbaní'umo N., Capitán de una de las goletas de guerra, francés.
Bermúdez José Francisco, General en jefe de la plaza, venezolano.

(Su

Cajar Andres, negociante, cartagenero,


Cajar Manuel, cartagenero,
Castillo Crisóstomo, cartagenero.
Castillo Ponce Manuel, cartagenero.
Castillo Bada Rafael, Oficial, cartagenero. Fué Capitán do fragata,
Y su esposa Justa Narváez.
Canabal Pedro Josó, Comandante, cartagenero.
Cortés Campománes Manuel, Coronel do artillería, español,
Cala Manuel, Capitán, venezolano. Fué capturado en la costa do
Veraguas,
Carreño Francisco Ignacio, médico cirujano, venezolano.
Carreño Manuel, venezolano,
Castellón Pedro Francisco, y su madre Concepción Núñez, car-
tageneros,
Ceija Flora, caraqueña. Fué capturada en la costa do Veraguas.
Caldera Pedro Leon, cirujano, caraqueño, Murió en « Mineral,»
playa de la costa do Veraguas,
Ceija Josefa, caraqueña, Murió en el mismo lugar que la antorior.
Castillo Miguel, soldado, caraqueño. Fué capturado en la costa do
Veraguas.

Delgado Antonio, panadero, oaraqueño. Fué capturado on la costa


de Veraguas.
Díaz Granados Miguel, abogado, samavio, Fué capturado on la pla»
ya del rio Codé, y después fusilado en Cartagena el 24 do Febrero
de 1816.
Díaz Granados Domingo, sainario. Fué capturado en la playa do
Coclé.
Delfín Nicolas, cartagenero, Tenicnto Coronel. Fué beclio prisione-.
yo en la costa do Portobelo, y condenado ú, presidio, lo sufrió en Carta-*
gena por muchos meses.
53.

Bslaba Juan Nepomuceno, Brigadier do marina, español.


Encinoso Mauricio, Oficial, de Barinas en Venezuela,
266 DOCUMENTOS PARA LA HISTOIUA

SF.

Feo José María, caraqueño. Murió en la costa de Veraguas.


Feo Isabel, caraqueña. Fué capturada en la costa de Veraguas.
Feo Natividad, caraqueña. Fue capturada junto con la anterior.
Flórez José María, Oficial, momposino. Llegó á Teniente Coronel,
».
Gálvez N., cartagenero.
Granados Higinio, soldado, cartagenero.
García Nicolas, Teniente, caraqueño. Fué capturado en lac osla do
Veraguas.
Gordo José Manuel, Subteniente de artillería, samario. Llegó á
Sargento Mayor. Fué prisionero do los españoles, quienes lo capturaron
en la costa do Veraguas.
González Rito, Subteniente. Fué capturado en la costa do Ve-
raguas.
Galán Narciso, comerciante, habanero. Fué capturado en la costa
de Veraguas.
Gogorza Francisco, Subteniente do artillería, venezolano. Murió en
las playas de Veraguas.
Gome/, Bruno, soldado, caraqueño. Murió en las playas de Ve-
raguas.
González Vicente, soldado, bogotano. Murió en las playas de Ve-
raguas.
Gual Juan, Capitán, venezolano. Murió á orillas del rio Coclé.
Gual Pedro, venezolano.
González Pedro, Oficial, cartagenero. Llegó á sor Coronel graduado.
García del llio Juan, cartagenero.
Gómez Baldomcro, carpintero, cartagenero.
González Manuol, cartagenero.
Guevara N.. Capitán.
Gutiérrez N., Alíérczdo navio.
González Felipe, cartagenero.
García de Toledo José María, abogado. Fué capturado, y fusilado en
Cartagena el 84 de Febrero de 1816.
González Azanza Manuel, cartagenero. Fué abandonado junto con
otros en la isla de Providencia, y robado por ct pirata Michell.
García del Real Vicente, cartagenero, Teniente Coronel de infante-
ría y primer Comandante del batallón «Nuova Granada.»
Gálvis Juan Pablo, cartagenero, artesano, con su esposa, dos hijas y
un hijo. Do las hijas, uua llamada Catalina que después casó con Laurear
no Licona on segundas nupcias. Gálvis, siendo ya Jefe, murió defen-
diendo ou 1S17- la casa fuerte de Barcelona.
Síi.
Herrera y Arco Podro, Comandante.
Hurtado José do los Santos, soldado. Fué capturado en las playas
do Veragua G.
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 2G7

Hernández Juan Antonio, Oficial, de Haití. Llegó á ser Capitán de


fragata. Fue capturado cerca del rio Ohágres en union del señor García
de Toledo y otros.
Hernández Lorenzo, Oficial, cartagenero. Llegó á ser Coronel.
Hoz Santos do la, Teniente do caballería, de Sitinuovo. Fué captu-
rado en las playas do Veraguas.
E.

Iriarto Ignacio José, Oficial, cartagenero. Llegó á ser Tenien lo


Coronel.
Ibarra Hilario, Capitán, cartagenero.
Izquierdo Ventura, Alférez de navio. Fué uno de los que tomaron
parte en el suceso de la cárcel do la Inquisición en Cartagena.
3'.
Jiménez Carlos y su esposa Petronila German Ribon.
Jararaillo Conidio, soldado, anüoqucño.

Lecoudray N., Coronel, francos.


Laguna Andres, Capitán, samario. Fué capturado cerca de Chágres.
López Jorge, boticario, cartagenero.
Leon Torres Pedro, Comandante, venezolano. Llegó á ser General
y murió por consecuencia do las heridas que recibió en la batalla do
Bombona.
López Juan Elias, Teniente de Gobernador, cartagenero. Murió
¡combatiendo en Portobelo.
Lugo Eafacl, Capitán.
Lecuna Santiago, uno do los signatarios del acta do la Independen-
cia, cartagenero. Fué capturado en Ja playa de Coclé. Su esposa Ana do
Pombo, cartagenera, murió de hambre en la misma playa do Coclé.
Lugo José Gabriel, Oficial, venezolano.
Luquo Crispin, cartagenero. Fué capturado por los españoles en las
bocas del Átrnto.
Laza Francisco, cartagenero.
Laza Diego, cartagenero; an esposa Eusebia del Castillo, y sus hijos
Pedro, Josefa y Francisca, esposa del Doctor José Manuel Vega y su
entenada Luisa Hidalgo. Don Diego Laza murió en Geremie, pueblo do
la República do Haití.
m.
Montes José, Oficial, cartagenero. Llegó á ser Coronel.
Martínez Pablo, Oficial, cartagenero; su esposa Salvadora Aldao y
sus hijas menores Juana, Teresa, Micaela, Manuela y Mercedes. Al atra-
vesar la bahía, una bala de cañón mató á la señora Salvadora Aldao, y su
cadáver fué enterrado en Bocachica.
Martínez José (hermano dol anterior), Oficial, cartagenero, y sus
268 DOCUMENTOS PARA LA HISTOEIA

cuatro hijos Antonio, Manuel, José y Pedro. Antonio murió de hambre


durante la navegación. El padre y los tres hijos restantes so enrolaron
en Ja expedición que organizó el General Bolívar en Haití, para libertar
á Venezuela. Manuel y José murieron heroicamente defendiendo la Casa
fuerte do Barcelona, en donde perecieron del mismo modo varios miem-
bros de la familia Piñérez. Pedro llegó á ser Coronel do la República.
Martínez Diego, Oficial, cartagenero.
Méndez Ildefonso, abogado, cartagenero.
Martin Felipe Mauricio, Comandante, polaco. Llegó á ser Coronel do
la República.
Montilla Mariano, Coronel, Mayor general, caraqueño. Llegó á ser
General do Division.
Muñoz Ignacio, abogado y Oficial. Contribuyó á quemar pública-
mente los instrumentos con quo en la Inquisición do Cartagena se ator-
mentaba á los reos.
Medrano Pedro, cartagenero; su esposa y sus dos hijos Rafael y
Manuel.
Matos José Félix, cartagenero; su esposa Carmen Medrano y sus dos
hijos Pedro y José María.
Marimon Juan, canónigo, cartagenero.
Márquez Remigio, Capitán, momposino. Llegó á ser Coronel do la
República.
Mosquera Francisco, do Puerto Rico, frailo, capellán de las tropas.
Fué capturado en In costa do Veraguas.
Muñoz Manuel, marinero, momposino. Fué capturado en el mismo
lugar que el anterior.
Marin N"., soldado, caraqueño. Murió en la costa de Veraguas.
Montes Basilio, Teniento de Dragones, maracaibero. Fué capturado
en la costa do Veraguas.
Muñoz Tovar Antonio, Teniente, caraqueño. Fué capturado en la
costa do Veraguas.
Mendoza Estanislao, artillero, caraqueño. Fué capturado en la costa
do Veraguas.
Mendoza Matías, soldado, venezolano. Fué capturado junto con el
anterior.
Manzo Juan Manuel, médico, do Caracas.
Molían Jorge, do la Guaira en Vonezuola. Llegó á sor Sargento
Mayor.
Moledo José María, Coronel, español.

5xr0
Núñez Manuel Marcelino, Comandanto y comerciante, cartagenero;
cu madre Bibiana Duarte; su esposa Bárbara Baéna; sus hijos Agustín y
Carmen; su hermana María Josefa y su criado Juan Manuel Pérez.
Narváez Juan Salvador, Teniento Coronel, cartagenero.
Narváez José Manuel, Subteniente, cartagenero. Fué capturado en
la playa do Veraguas.
Navarro Juan José, Sargento, venezolano. Fué capturado junto con
el anterior.
Ï)'E LA PROVINCIA Hi CARTAGENA.- 2M


Oméllas Joaquin, Capitán do navio.
Orrantia Francisco, Teniente, cartagenero*
Ortiz Juan, Sargento, de Puerto Cabello.
Ojeda Joaquin, cartagenero,- con toda su familia.-

S?,
Palència José María, soldado, caraqueño. Fué capturado en las pla-
yas do Veraguas.-
Pava José, cartagenero. Hurtó en las playas do Veraguas..
Pava Juan, cartagenero.- Fué capturado en las playas do Veraguas.-
Pita Juan José, Contramaestre, de Bocachica. So enroló en la expe-
dición que el General Bolívar organizó en los Cayos, para libertar á Ve-
nezuela.
Peña Antonio, Oficial, cartagenero.-
Pifiango Francisco, Capitán, venezolano. Fué uno do" los que más
contribuyeron al triunfo obtonido cu La Popa el 12 do Noviembre- do1
1815.
Palacios Florencio, General, venezolano.-
Palacios José María, Capitán.
Padrón Matías, Teniente do fragata, venezolano.-
Parada Viccnto, Alférez do navio.-
Piaña Francisco, Capitán.-
Padilla Antonio, riohachoro.
Padilla José, Oficial do marina. Llegó á ser General de mar y tierro,
y su nombre está unido a las glorins do Cartagena.-
Padilla Encarnación, de Übaté.
Poreira Juan Francisco, Sargento, cartagenero'.-
Piar Manuel, Comandante do Curazao. Llegó á ser General.
Peña María Josefa, do Cipaquirá.-
Piñérez German Gutiérrez" do, abogado, momposino; su esposa VÏ--
centa Narváez y sus hijos Salvador, María de la Paz y Trinidad.-
Piñérez Celedonio Gutiérrez de, momposino; su esposa Ignncia
Mendoza; sus hijos Juan Antonio, Sargento Mayor; José María (vive-
a\'m, es Coronel de la República y fué uno do los héroes de Ayacucho)'?
Ignacia y Nieolasa.
Piñéroz Gabriel Gutiérrez do, momposino. Este y los dos anteriores
fueron de los que más empeño tomaron en la proclamación dé la Indepen-
dencia absoluta el 11 de Ñoviembro de 1811.
Porras José María de, cartagenero; su esposa Angela Pimcntel y
sus hijos Francisco, Gabriel, Manuel, Rafael, José Gavino y Dolores.
Pimental Ignacio, cartagenero. Murió de un balazo al pasar el bu-
quo en que iba por entro las fortalezas enemigas de la bahía.
Pastor Juan, marinero, do Pasacaballos.
Palacios Gerónimo, marinero, cartagenero,.
Pérez Narciso, marinero, momposino.
Pcroz Juan Crisóstomo, soldado.
2T0 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Paérez Mazonct Santiago, capellán y proveedor, samaría Llegó a


ser canónigo de la Catedral de Santa Marta.
Pombo Lino de, Oficial de Ingenieros, cartagenero. Naufragó on là
playa do Coció, donde fue capturado.
Pombo María Amador do,cartagenera; y sus hijos Estovan, Sebas-
tian, Dámaso, Fernando, Ana, esposa de Santiago Locuna, Josefa, espo-
sa del Doctor Francisco Fierro, y la esposa de Estovan, Josefa Latoison.
Naufragaron en la playa de Coció, dondo Ana murió do hambre. Do allí
fueron tomados por la goleta corsaria española llamada La Flecha, su Ca-
pitán N. .Bedoya, quien los condujo á Portobcln, en cuya bahía les robó
cuanto llevaban, hasta la ropa de uso; allí fueron encerrados en un in-
mundo calabozo, y tros dias después los embarcaron en la goleta española
San Mu/uel y los condujeron ú Cartagena. Al saltar fueron encerrados en
el Castillo do San Felipe, y los varones mayores condenados poco des-
pués á presidio.
Plata Ensebio, Sargento, bogotano.
Padilla Guies, Tomento del batallón "Barlovento," europeo. Fué
capturado en las playas do Veraguas.
Pava N., Capitán, bogotano. Fué capturado junto con ol antorior.
Pérez José María, español. Llegó á Capitán.
Plaza Ambrosio, Oficial. Murió en la batallado Carabobo, ol 24- d©
Junio de 1821.
Palacio Joaquin, Teniente Coronel.

Sí-

Roa Adriano, Oficial de lanceros, cartagenero.


."Rodríguez Ensobio, cartagenero. Fué capturado en la costa do-
Veraguas.
Homero Podro, Teniente Coronel, cartagenoro.
Rossi Fermin, cartagenero.
Romero Mauricio, cartagenero.
Ripoll Pedro, cartagenero.
Raga Manuel, soldado, do Guaduas. Fué capturado en la costa de
Veraguas.
Rívas Juan, soldado, de la Guaira. Fué capturado juuto con el
anterior.
Rangel B.amon, soldado, do Coro. Fué capturado junto con los
anteriores.
Rosado Ensebio, cirujano, caraqueño. Fué capturado junto con los
anteriores.
Rojas Pedro, soldado, de Coro. Fué capturado junto con los an-
teriores.
Ruiz Miguel, soldado, caraqueño. Murió en las playas do Veraguas.
Rui/ María do Jesús, caraqueña. Fué capturada en las playas do
Veraguas.
Rangel María Pastora, caraqueña. Fué capturada junto con la
anterior.
Rcvollo Manuel Benito, presbítero, cartagenero.
DE LA PROVINCIA BE CARTAGENA. 271

S.

Sarmiento Gilberto, Subteniente, del Socorro. Fué capturado en las


playas de Veraguas.
Soto Pedro, Sargento, caraqueño. Fué capturado junto con el an-
terior.
Solano Ignacio, marinero, do Flamenco, pueblo de la Provincia do'
Cartagena. Fué capturado junto con el anterior.
Samuel Josefa, caraqueña. Fué capturada junto con los anteriores.
Silva Laureano, cartagenero.
Suero Antonio José de, Oficial, de Cumaná en Venezuela. Llegó á
ser Mariscal de Ayacucho y Presidente de Bolívia.
Soublctte Carlos, Comandante, venezolano. Llegó á ser General y
Presidente de Venezuela.
Sata y Buss3r José, Comandante, venezolano. Murió á bordo del
buque en que iba emigrado.
Santineli N., Capitán.
Stuart Santiago, Teniente Coronel. Según unos, norteamericano;
según otros, do Buenos Aires. Fué capturado en la isla del Rosario, y
fusilado en Cartagena el 2-1 do Febrero do 1816.
Silguero Diego, cartagenero.
Salgado Alejandro, Oficial, cartagenero.
Salom Bartolomé, Comandante de Puerto Cabello. Ascendió á Go-
ñera] y fué vencedor en el Callao.
Santana Juan, Oficial, caraqueño. Llegó á ser Coronel.
Souffren N., Capitán de una de las goletas do guerra, francés.-
Sánchez de Mora Ignacio.

T
Tinoco Gerónimo, Oficial.
Trcspalacios José María, Capitán, cartagenero.
Tirado Ignacio, Oficial, caraqueño.
Tono Rafael, Teniente do navio, español. Llegó d ser General.-
Tafur Vicente, marinero, do Arjona. Fué capturado en la costa de"
Veraguas.
Travieso Francisco. Murió en las playas de Veraguas.

Uzcátcgui Salvador, Oficial, cartagenero. Fué Sargento Mayor.


Ucros José, Oficial, cartagenero. Llegó á ser General.
Ucros Manuel, cartagenero.
Ucros Vicente, cartagenero. Fué capturado por los españoles y en->
viado á Ceuta como presidiario.
Ucros Manuel (ol ciego), cartagenero.
Ucros Francisco, comerciante, cartagenero.
272 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIÀ

•w.
Vélez Francisco dé [Paula, Teniente Coronel, bogotano. Llegó, á ser
General.
Vélez Tomas, Oficial, bogotano; Murió crt Black-üLiver (Jamaica.)
Valest Nicolas; Teniente de fragata; su esposa Josefa Fernández
Silguero; y varios hijos pequeños. Murió Valest en Jamaica ou la mayor
pobreza.
Vargas Juan Rozo, comerciante, bogotano;
Valenzuela José Ignacio, caraqueño. Fué capturado en las playas
do Veraguas;
Villanueva Antonio, hacendado, cartagenero; y sus hermanas Dolo-
res y Teresa; y sus sobrinos José Valerio, Mercedes y Juana Caraz'o;
Villanueva Sebastian, Alférez, cartagenero, hermano del anterior,
llevando, además, á todos sus esclavos. Concurrió después, el 24 de Junio
de 1821, á la captura do las lanchas cañoneras quo los españolos tenían en
la bahía do las Animas.
Vallo Agdstin, do Barranquilla, con su esposa y familia;

Zapata Miguel María, soldado, de Barinas; Fué capturado' en las


playas de Veraguas.
Zeballos José, clarín, caraqueño. Fué capturado junto con él an-
terior.
Zuleta Juan Félix, marinoro, do Maganguc. Murió de un balazo* en
ol combato que sostuvieron los buques, para poder ir do la bahía á
Bocachica*

(ÍÍCíE.'S.S.S.IV.
E53ÍT2® de Cartagena de Indias por el General Don Pablo* Morillo. °
NOTA DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA EN QUE COMUNÍCALA RESOLUCIÓN DE ELLA,
RELATIVA Á LA RELACIÓN IIÍSTÓltlCA DEL SITIO Y TOMA DE CARTAGENA POR EL
GENERAL MORILLO.

Estados Unidos do Colombia—Estado Soberano do Bolívar—Niímcro 258—Cartagona, 25?


do Octubre do 1S72—El Presidente de la Asamblea Legislativa dol Estado,

Al Ciudadano E. del Poder Ejecutivo del Estado.


La Corporación quo presido, en sesión do ayer, acordó la siguiente
proposición, quo tengo ol honor do comunicar á usted para los efectos
expresados cu olla:
" La Asamblea Logislativa del Estado Soberano do Bolívar acoge
• Copiado de la "Gacota do Bolivar." ndmero 834, dol riérnoa 6 de Bioienabrc
de 1872.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 273

con simpatía, y como una demostración do patriotismo, la relación his--


tórica contenida en varios artículos publicados en la Gaceta Municipal
sobre " Sitio y toma do Cartagona por el General Morillo," por el horois-
mo de la defensa que se hizo contra el más formidable ejército español,
que pretendió perpetuar su tiránica dominación en América, y que más
tarde sufrió el castigo do su osadía en repetidos gloriosos campos de batalla.
En consecuencia, el Poder Ejecutivo contratará la impresión do dos mil
ejemplares de dichos artículos, reunidos en una sola pieza, ó cuaderno,
para repartirla en la República, haciéndose el gasto de tal impresión del
Tesoro del Estado, á la que debo preceder la inserción de este acuerdo."
Adjunto encontrareis los números 13 á 17 do la " Gaceta Muni-
cipal," los cuales contienen los artículos á que so refiero la anterior
proposición.
Vuestro obsecuente y seguro servidor,
GUSTAVO M. VALENZUELA.

Artículo importante copiado del Tomo primero do la obra titulada


" Biblioteca Americana," publicada, on Londres en 1823, por una socie-
dad de americanos.
Este artículo comprendo las glorias do nuestra heroica patria, Car-
tagena, glorias sobre quo ha guardado indebido silencio la historia do
Colombia, y que pasarán á la postoridad Americana como timbre, modelo
do patriotismo y do virtudes raras, en los puoblos que on cl Continente
amoricano han combatido por su independencia y libertad. Reciba, puos,
la patria do nuestro nacimiento esta pequeña ofrenda, quo uno do sus hijos
lo dedica como una muestra do filial afecto, y como un laurel imperece-
dero que colocarse debo en las aras del altar sacrosanto do la patria.
Respondemos do la exactitud do la relación histórica como testigos pre-
senciales quo fuimos de los hechos que en ella se refieren, por lo cual
la recomendamos á la consideración de nuestros compatriotas.
Cartagena, 5 do Agosto de 1872.
PEDRO LAZA.

1." PARTE.

No fué la Europa la única region quo so conmovió con la caida de


Napoleon en 1814: la América también fué sacudida, y la causa de su
libertad hizo una gran crisis, cnauclo volvió Fernando VII á ocupar ol
trono español.
La conducta de este Monarca dobia ser do suma importancia para
el Nuevo Mundo, y aun puede docirso quo debía decidir do sus futuros
destinos. Por más que cueste á nuestro amor propio, es necesario confe-
sar que eran tales los desaciertos cometidos en el discurso de la Revolu-
ción; tal la ignorancia que prevalecía acerca de lo quo demandaban
nuestros derechos o intereses; tantas las calamidades producidas por la
guerra, y tan general el descontento con que los males y los sacrificios
18
2'7-i DOCUMENTOS PARA LA HI3ÏOHÍA

eran sobrellevados, por unos pueblos habituados á un reposo sepulcraT,-


que quizá algunos de ellos habrían entrado gustosos en un acomodamien-
to con Fernando, á la época en que la Península se vio libre de invasores.-
JSTO tenían, por cierto, semejante intención los que se hallaban á In
cabeza do los diversos Gobiernos de America. Aquellos individuos, infi-
nitamente más ilustrados que la masa de sus conciudadanos, no podían
negociar con el despotismo, ni querían volver á la dependencia de la E s -
paña: conocían quo la emancipación era lo que convenia al Continente
americano; y como por otra parle si. ambición y su compromiso perso-
nal les hacían mirar con repugnancia una composición, todos ellos trata-
ron de entusiasmar á los pueblos á favor do la independencia, y de per-
suadirlos que la restitución del Monarca español al trono desús mayores
no debía desviarles de la senda por donde habían comenzado á marchar.
Por fortuna quiso el Dios del bien, que ose mismo Fernando, cuj'o
nombre tenía todavía en América un gran poder mágico, se condujese do
üil modo, que evitase muchos esfuerzos á los nuevos Gobiernos. Destruyó'
con su célebre decreto de i de Mayo de 18id- todo cuanto habian hecho
las Cortes generales y extraordinarios que le habían librado del poder d e
Napoleon; mas entre su Gobierno y el do aquel Congreso, hubo un
punto de semejanza, quo fué la prosecución de las medidas hostiles con-
tra la inocente América. Fernando procedió como si se hubiese propues-
to justificar la causa del Nuevo Mundo y convencer de una vez á todos
sus hijos de que su opresión y servidumbre constituían las bases do la
dominación española, no menos bajo el despotismo monárquico, que bajo-
la administración más democrática. En vez de reparar los agravios infe-
ridos do tiempo atrás por los peninsulares á los americanos; en vez do-
escuchar los recientes motivos de queja do estos últimos, y do satisfacer-
los, exigió la sumisión más humillante, y sancionó todos los atentados de
las Cortes contra los pueblos que habían levantado el estandarte de la
Independencia. Por una parte, envía adelante las promesas, las recom-
pensas, las cruces y canongías, para tratar do influir on los ánimos, do-
lisonjear las preocupaciones y halagar la credulidad do los amoricanos:-
por otra, habla el lenguaje de un amo ofendido, y comienza á hacer Ios-
preparativos necesarios para sojuzgar la América.
La elección do la persona que había de mandar la primera y más
formidable de Ins expediciones- proyectadas, recayó en Don Pablo Mori-
llo, (pie en el corto espacio do cuatro años se había elevado do la clase de
Sargento á la de Mariscal de Campo. Graves fueron las dificultados que'
so presentaron al gabinete de Madrid para el apresto de aquella fuerza::
ma-j á pesar de lo exhausto dol Erario, de la nulidad del crédito del Go-
bierno, y del oslado miserable do la marina española, so vencieron todos-
Ios obstáculos, y zarpó de Cádiz el 21 do Enero de 181.5, la expedición/
do Morillo. (1) Consta ésta de dio/, mil scisciontos cuarenta y dos indi-
viduos de todas clases, á saber: Jos regimientos do infantería de Lcon3.
(1) Desde allí, so. avisó la salida <lc la expedición, excitando ú nuestros gobernante!;
que se preparasen ú resistir, proveyendo la plana con todo lo necesario, ya de víveres, ya
de artículos do guerra, y organizando debidamente el ejército: pero desgraciadamente en-
tretenidos con la guerra civil, no se hizo caso á los graves importantes interesen de la
patria, cuyo resultado fué el cruento sacrificio de millares de heroes inmolados en lao-
aras del más heroico y acendrado patriotismo.— ( lista, nota como las .w/iticiUcs tjita correr'
jnmdcu (i cale articulo, aun del xeiivr La:a- y algunas del autor del mismo A rliculo.')
i)B LA PllOVINCIA DE CARTAGENA. 275

Victoria, Extremadura, Balbastro, Uniou y Cazadores do Castilla, con la


fuerza de mil doscientos hombros cada uno, y divididos en dos brigadas;
una columna do seiscientos cazadores escogidos, un escuadrón completo
de artillería volante con diez y oclio piezas; dos compañías de artillería
do plaza; tres de zapadores; el regimiento do caballería de Fernando V I I ,
y cuatro escuadrones de húsares expedicionarios, compuestos de destaca-
mentos, procedentes de varios cuerpos. Llevaba además un parque con
toda la dotación correspond ¡en le /Mftí atacar una plata de scyumlo orden,
y fortificar puntos en la coda y en lo interior, un hospital ambulante y
otro estacional, para mil doscientos hombres (2), el Estado Mayor co-
rrespondiente, y las secciones quo con proporción á aquella Tuerza, de-
bían ser empleadas con individuos i!e cuenta y razón y facultativos. En
suma, jamás había salido de los puertos de Ja Península una expedición
mejor organizada, (o)
La fuerza naval se componia del navio do guerra "San Pedro Alcán-
t a r a " de 7-J; (-1) de tres fragatas y de veinte y cinco á treinta buques
menores, que llevaban artillería de 18 y 2 4
Pocos dia? antes de la salida manifestó el General Morillo, en una
proclama á sus tropas, cuáles eran las intenciones que llevaba al Nuevo
Mundo, v desde entonces pudo calcularse, por su lenguaje, que so reno-
varían ailí los horrores de los Corteses, Valdivias y Pi/.arros, por poco
quo la fortuna favoreciese sus armas, (á)

2." PAUTE.

Los vientos contrarios obligaron á la expedición à volver inmediata-


mente al puerto, y la detuvieron en él hasta mediados de Febrero, en quo so
hizo á. la vela para las islas Canarias, y do allí para las playas ameri-
canas.
El Gabinete de Madrid había destinado en su origen esta fuerza
para el Rio de la Plata, y así se creyó generalmente que allá era dondo
iba á, descargar la tempestad. Tan universal era esta persuasion, que do
antemano había tomado el Gobierno de las Provincias Unidas las medi-
das oportunas para repeler la agresión. (C) Desmanteláronse por orden
suya las fortificaciones do Montevideo; so trasladó á Buenos Aires lanr-
(2) Oh! si cuando el clima atacó al ejercito invasor se hubieran heoho frecuentes sali-
dns de la plaza para hostiliza rio, antes que el hambre hubiera destruido nuestras fuer-
zas, sin duda que habrían levantado el sitio, como ya lo tenían dispuesto en el montan»
mismo que el ejército republicano evacuaba la plaza; pero faltó un Jefe que, como oí Ge-
neral Bolívar, desplegara su gran inteligencia y prestigio militar, para dominar aquella
difícil situación y salvar á todo trance ;'t la heroica Cartagena. Bl General Bermúdez no
pudo hacer más de lo que hizo, llegando al poder cuando no había ya otro remedio que
emigrar á todo riesgo, para salvarse de la cuchilla española.
(:i) Oíicio del Mariscal de campo Don Francisco Javier Abadía, encargado de la re-
misión de tropas á la América, al Vi rey del Poní inserto cu la (¡aceta extraordinaria
del Gobierno de Unta, de 21 de Febrero de 1S15. (N. del Autor.)
(•J) Este buque se incendió en la isla de Margarita, perdiéndose cu él la caja militar
del ejército, y multitud de elementos de guerra y otros artículos importantes de la ex-
pedición. ¡¡ Justicia de Dios!!
(5) Asi sucedió, porque el monstruo y sus esbirros anegaron en sangre el territorio
americano, ya en los campos de batalla, ya cu los patíbulos que su ferocidad levantó.
(ü) ¡ Ojalá que aquí se hubiera hecho lo mismo, luego después que se supo haber va-
riado sus disposiciones el Gobierno español, y quo su furia se dirigía sobre Venezuela y
Cnndinnmarca, y muy cspccinlmontc contra el antemural de cstu última, Cartagena !
276 DOCUMENTOS TARA LA IIISTOIUA

tillería de aquéllas, y so retiro á Tiicumnn la de grueso calibre, los alma-


cenes y cuanto fueso necesario pnra formar en aquel punto un depósito
militar. Mns estas precauciones no tuvieron objeto al fiu, porque habien-
do recibido el Gobierno español, mientras se aprontaba la expedición, la
noticia de haberse rendido Montevideo á las armas argentinas,, esta cir-
cunstancia, junto con el estado de Venezuela y Onndiuamavca, y la im-
portancia de conservar el Istmo de Panamá, le hicieron variar el deslino
de las tropas do Morillo, quien recibió órdenes de dirigirse á la vosta de
Venezuela.
La situación de aquel listado y la de Cundinamarca, amenazados
ambos por esta expedición, no eran entonces nada favorables; la del pri-
mero, especialmente,, tenia bastante de melancólico. No obstante que allí
cada paso había contado á la tiranía una batalla', en medio do la intrepi-
dez y la consagración do los venezolanos, (7) á pesar do los esfuerzos del
General Bolívar, que con un puñado do cundinamarqueses libertó en una
brillante y lápida campaña todo el pais hasta Caracas; como los ejércitos
do asesinos se rcuovaban con frecuencia de la Península, se hallaban
triunfantes los españoles, auxiliados de nuestros celos y divisiones intes-
tinas, y también de la naturaleza, qtic parecía declararse por ellos en el
espantoso terremoto del 26 do Marzo de 1812. A consecuencia do las ac-
ciones do la Puerta, fJrica, Guiria y Matnrin, casi toda Venezuela fué
sojuzgada por el feroz Bóves y por su digno sucesor Morales, y ofreció
un vasto campo á aquellos monstruos para ejercer su venganza y sus
furores.
En Cundinamarca la guerra civil habia producido graves males.
Todas las cabezas habían estado ocupadas allí en resolver el probloma de
la forma de Gobierno que convenía adoptarr ciertas Provincias querían
mantenerse en independencia unas do otras; las habia quo aspiraban á la
Federación; otras deseaban unirse bajo un Gobierno central, y entro tan-
to, ó no so habia pensado en organizar una fuerza respetablo quo expelie-
se al enemigo y dioso la posesión dol territorio en donde habia de plan-
tearse el Gobierno, ó so consumían en mutua destrucción las pocas tropas
levantadas para la común defensa. Así es quo cuando Fernando volvió á
España, sin ombargo do quo se contaban cuatro anos do guorra, y do quo
solo habían pasado do la Península" trescientos hombros á Cundinamarca,
los españoles eran dueños, por ol Norto, do las Provincias do Santa Marta
y Panamá; hacia el Sur, Popayan estaba amenazada por las tropas de
Quito, después de la prisión del General Nariño en Pasto y la retirada
del rosto de sus tropas; y las fronteras del E. del N. E. por Cucuta, por
Maracaibo y Casanarc, estaban expuestas á las incursiones de los realis-
tas de Venezuela. La ocupación de Bogotá en Diciembre de 1814 por las
tropas del Congreso al mando del General Bolívar, habia puesto, no obs-
tante, un término á la guerra civil; la Provincia do Cundinamarca entró,
(7) Consagración y patriotismo acendrado, que en lo.s conflictos de esta plaza, en el
cruel nsedio que le pusieron lo.s españoles, acreditaron todos los venezolanos, y á quienes
el mismo Morillo en su informe ú la Corto d<: Madrid honró altamente, diciendo: " Son.
los franceses de América: por todas partes lus i.nuuenlro haciéndome la guerra; de ellos
laica Jefes y oficiales -para prolonyar y sostener jior doquier la yuerra de eoitcrminio que
se ejecuta." | Honra sempiterna á la memoria de aquellos denodados valiontcs, nuestros
hermanos, que con tanto denuedo y bizarría nos ayudaron á defender la más justa de Ino
causas arrostrando todos los peligros 1
DE LA PROVINCIA DIS CARTAGENA. 277
;i consecuencia de esto, en cl número do las 'federadas; ol Gobierno ge-
neral so instaló en la capital cl 21 do Enero de 1815 y so determinó pro-
seguir la guerra con vigor. Al efecto se enviaron refuerzos al General
Cabal, á Popayan, para contener los progresos do los realistas; al Gene-
ral Urdancía para prolojer la Provincia de Pamplona, y se ordenó á
Bolívar quo pasase á atacará Santa Alarla y procediese luego á libertar
segunda vox- á Venezuela. Ya parecía quo Cundinainarca iba á poner só-
lidamente las bases de su independencia y prosperidad futura, cuando la
venenosa discordia volvió á sacudir sus teas .sobre aquella region y sopló
su ruina y su esclavitud.
La fuerza que el Gobierno general confió ;'i Dolívar, ascendia á 1res
mil bombres, pero la mayor parto estaban desarmados, y por esto traia
orden aquel Jefo para quo ol Gobernador de Cartagena auxiliase á la
expedición con el armamento y demás que pudiera necesitar. Estaba á
la sazón de Comandante do armas en aquella plaza el Brigadier Don Ma-
nuel del Castillo, quo en una do las anteriores campañas de Venezuela
se había malquistado con Bolívar, por motivos que honran al último.
Temeroso éste, pues, de quo la enemistad entre ambos pudiera producir
consecuencias fatales á la causa común; y deseando manifestar á Castillo
que lejos do abrigar sentimiento alguno contra el, estaba dispuesto á ol-
vidar lo pasado, envió desde Mompox á su primer edecán á cumplimentar
ú aquel Jefe, á noticiarle su llegada dentro de los límites de la Provincia
y á comunicarle las órdenes que traia del Gobierno general.
No so satisfizo con esto, y sabiendo al mismo tiempo quo el Gober-
nador do Cartagena, Don Pedro Gual, había sido removido de su empleo
por las sospechas quo inspiraban su amistad y relaciones de paisanajo con
el General Bolívar, y quo el sucesor do aquél habia revocado la orden en
quo so dio á reconocer á Bolívar como Comandante do la línea del Magda-
lona, determinó ésto enviar á Cartagena á su amigo Don José Rafael
Revenga, con encargo do asegurar al General Castillo de sus sinceros
deseos de reconciliación, y evitar, si posible era, los males que amenaza-
bau. El mensajero do la concordia, después do haber recibido del Go-
bernador de la plaza una contestación nada satisfactoria por lo tocante
al auxilio do armas que Bolívar solicitaba, tuvo una entrevista con Casti-
llo, en quo le manifestó la buena disposición de aquél hacia su persona;
lo expuso los graves perjuicios quo su desunión originaria, y tuvo la for-
tuna do obtener que Castillo no solo le ofreciese dar el armamento y de-
más queso necesitase, sino también ir à encontrarse con Bolívar en Zam-
brano, para combinar entre ambos el plan de campaña.
Lleno do gozo Bolívar con este favorable resultado, envió á recibir
á Castillo, y en seguida so puso él mismo en marcha para el lugar desti-
nado á la conferencia. | Cuál fué su sorpresa, cuando al cabo de tres días
do espeelatíva, encontró, no solo que el General Castillo no parecía, sino
quo el Gobierno de Cartagena habia mandado llevar á la ciudad el arma-
mento que existia en las riberas del bajo Magdalena (parto del cual so
perdió en la conducción), y habia ordenado á las autoridades do la Pro-
vincia que lo tratasen como enemigo en todos los pueblos de su tránsito !
Semejanto conducta aparecería increíble, si no conociésemos do cuánto
son capaces las pasiones. La enemistad y los celos de Castillo, junto con
lit rivalidad que reinaba entre cartageneros y caraqueños, fueron causa
278 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

do que se desobedeciesen las órdenes del Gobierno general, v se faltase á


lo que exigían la buena fe y el servicio público.
En tan embarazosa situación, convocó Bolívar una Junta do guerra,
compuesta de los primeros oficiales de la Division de su mando, para de-
terminar acerca de lo quo dobia hacerse, y teniéndose en consideración
que no se podía abrir la campaña contra Santa Marta por carecerse de
los elementos necesarios para ello; indignados también de que no se
dioso cumplimiento á las resoluciones del Supremo Gobierno, y do que,
por el contrario, se insultase al Jefe y al ejercito de la Union y se expu-
siesen las fronteras á las incursiones del enemigo, se decidieron unáni-
memente á marchar sobre Cartagena, á ñn do obtener, de grado ó por.
fuerza, los auxilios y el armamento pedido.

3." PAUTE.

Solo un error de cálculo, obra de la pasión del momento, pudo im-


peler á aquoldigno Jefe á acceder á la resolución do la Junta de oficiales
superiores y poner sitio á Cartagena. ?vo teniendo más de 400 hombres
armados, nada era capaz de hacer contra los españoles; mas tampoco
podia prometerse que se apoderaria de la plaza á viva fuerza; ni esperar
que la rendiria por hambre, cuando no tenia un solo buque para blo-
quearla y cortarlo los recursos. Como quiera que sea, el marchó, y si-
tuándose en el cerro do La Popa, comenzó las hostilidades el 27 do Marzo
de 1815.
A favor de esta division, cobra ánimo Don Francisco Montalvo,
quo annquo reducido á la Provincia de Santa Marta, tenia el título y la a
pretensiones de Vi rey de la Nueva Granada, y emprendió operaciones
en el Magdalena. Barranquilla fué tomada por el Capitán Don Vicente
Capmaní, el 25 fie Abril, y en sus tres baterías y en los catorco bongos
(8) y lanchas que defendían aquella Villa, perdieron los independientes
cuarenta y 1res piezas do artillería, el parque, mucha jarcia y efectos de
marina de que absolutamente carecían los españoles. El Capitán Don
Ignacio do la Ruz so apoderó también, el 29 del mismo mes, de la im-
portante posición de Mompox, do las lauchas cañoneras y de cuanto
allí había; con lo cual perdieron los patriotas la superioridad y el domi-
nio del rio Magdalena, que por cuatro años habían conservado; quedó
privada Cartagena do los auxilios de las Provincias interiores, y éstas do
las comunicaciones y recursos que debían recibir por medio do aquella
plaza.
Entre tanto, proseguía el sitio de ésta sin suceso alguno memorable.
Las tropas de Bolívar, situadas en La Popa, no podían impedir que la
ciudad se socorriese de víveres; no los recibían de los pueblos de la Pro-
vincia, porque el Gobierno de Cartagena había prohibido se les diesen;
y toda la correspondencia de aquel Jefe al Gobierno supremo era inter-
ceptada por sus adversarios, quienes, por su parte, experimentaban pocos
ó ningunos inconvenientes de las hostilidades.
En estas circunstancias, so supo al principio que Morillo habia lle-
gado á Carúpano y subyugado en seguida la isla do Margarita, y osta
(?) Eitfe nombrr. peflaonCuwlinnrnnrci'j-Ypac/.«ola/i los boter, nvmadns. (X. fiel A.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 279

noticia, haciendo despertar á Bolívar, le inspiró una do aquellas resolu-


ciones dignas de su grande alma. Previo en el inslanto que la expedición
había de invadir muy pronto á Cundinamarca, empezando por su ante-
mural, Cartagena: calculó las dificultades que su permanencia en el pais
opondría para la defensa; pasó un oficio al Gobierno de aquella plaza,
exhortándole. « pmjHtrartn para rcsialiv ti la agnmion (juc. amenaitibo. (0)
é instándole para quo cmploaso las tropas de su mando contra el enemigo
común, y el 8 de Mayo se embarcó solo para Jamaica, confiando la di-
rección momentánea de aquellas á su segundo, el Brigadier Don Flo-
rencio Palacios.
El primer cuidado del nuevo Jefe fué informar al Gobierno de Car-
tagena de lo ocurrido, solicitando al mismo tiempo que se le diesen los
auxilios de que tanto necesitaba la Division, para cumplir las órdenes do
la suprema autoridad. Las de Cartagena se negaron á darle el menor so-
corro, hasta el extremo de rehusarlo víveres, (10) y exigieron que se
pusiese aquella tropa á las órdenes de un Jefe nombrado por ellas, y quo
tenia menos graduación que Palacios (11). De estas resullas, y persuadido
.además este oficial de que su parentesco con el General Bolívar era un
obstáculo para el restablecimiento de la buena armonía con los Jefes do
Cartagena, dejó encargado del mando de la Division al Teniente Coronel
Don Domingo Meza, ó hizo ánimo de retirarse á Bogotá. No tardó en
aparecer el acierto do sus medidas, porquo luego que el Gobierno de
Cartagena tuvo noticia de su separación, socorrió á las tropas con víveres:
mas estas, que eran afectas á Palacios, se opusieron á su partida y se ne-
garon á admitir por Comandante al que había sido nombrado por los do
Cartagena. En semejante compromiso, viendo aquel General que no era
fácil restablecer allí la moral del soldado, ni efectuar una reconciliación
saludable, propuso á las tropas quo regresaran con él á Bogotá. Acce-
dieron á su propuesta, no sin asombro del mismo Palacios; como que es-
tando cortada la comunicación por el rio, era preciso hacer el viajo por
tierra, en distancia de más de trescientas leguas y por caminos casi in-
transitables. Pero apenas habían comenzado la marcha, cuando entró en
ellas el desaliento. Escandalosamente se iba disolviendo la fuerza cu
aquel penoso viaje, y así por esta razón, como por haber sabido entro
tanto el Brigadier Palacios que Morillo estaba en Santa Marta, les pro-
puso volver á Cartagena para defender la plaza (12), como en efecto lo

(0) Admirable patriotismo digno del General Díolívnv I ¡ Ojalá que IDS autoridades
de Cartagena le hubieran secundado preparando bien la defensa de la plaza, quo en lo
principal consistía en babor acopiado viveros calculados para resistir un año de silio !
xso lo lucieron, de modo que á poco do haberse puesto el sitio por el enemigo común, co-
menzaron á morir de hambre los defensores de la ciudad heroica, hasta haber tenido quo
evncuarla después de los más cruentos sacrilicios, abriéndose paso á viva, fuerza los que
pudieron hacerlo, para escapar de la euchilla española.
(10) ¡ Cómo se sobreponen los intereses personales á los más caros i ni órese: do la
patria I
(11) ¡ Que injusticia I
(12) ¡ Que heroísmo ! qué abnegación para sacrificarlo todo en aras do la salvación
de la patria ! Que la historia y la posteridad colombiana inmortalicen el nombre ili·l Ge-
neral Palacio. Este Jefe benemérito y los demás, nuestros hermanos do Venezuela,
hicieron prodigios de valor sobre loa muros, castillos y atrincheramientos de Cartagena,
defendiéndola á lodo trance contra mus de ocho mil enemigos, que ln atacaron por mar
y por tierra.
280 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

hizo con el resto miserable de su Division, según observaremos más ade-


lante. Sigamos por ahora los pasos de Morillo.
Luego quo éste aportó á Margarita, la guarnición de la Isla, al
mando del General Bcrmúdoz, que no llegaba á '100 hombres, se vio
obligada á evacuarla precipitadamente, y toda aquélla fué ocupada pol-
los españoles sin efusión de sangre. Al salir do allí la expedición, se voló
el navio '"'San Pedro A lean I ara" con cercado ],000 hombres, y se perdie-
ron en él además £ dí30,000 que componían la caja del ejército y marina,
700 quintales de pólvora, 7,000 fusiles, muchos pertrechos de guerra y
vestuarios. No obstante la magnitud de este contraste, prosiguió Morillo
sus operaciones con actividad. Después de haber guarnecido á«Margarita
con 800 hombros, rcíor/.ó con 1,000 á la Guaira y á Caracas; á dimana
y Barcelona con 800; destacó 800 á los Llanos, y siguió con el resto do
sus fuerzas á Puerto Cabello, dejó allí 300, y destacó 3,000 para Nueva
España. Bien podia hacer todo esto, porque ademas do las guarniciones,
encontró en Venezuela un ejército de operaciones de 7,000 hombres at
mando de Morales; mas sin embargo, cuidaba de llenar con venezolanos
el vacío que aquellas desmembraciones causaban en su fuerza, y arran-
caba de sus hogares aquellos infelices, haciendo fusilar á los que rehusa-
ban seguirle. Por último, después do haber descargado su brazo do
hierro sobre aquella desgraciada region, y aíligídola con levas, exaccio-
nes, impuestos y asesinatos horribles, pasó á Santa Marta,-á donde llegó
el 21 do Julio, (el 23) é inmediatamente envió do Jefo de vanguardia al
feroz Morales, para quo con 2,000 hombres (3,500) so internase en la
Provincia hasta llegar al fronte do Cartagena.

4." l'ARTE.

Aquí comonzamos á observar los graves perjuicios quo so siguieron á


la causa do América, de las desavenencias referidas. l g ° N o hay duda on
que los independientes habrían tomado á Santa Marta si se hubiesen dado
á Bolívar los auxilios necesarios, y en somcjaiito caso Morillo no hubiera
tenido aquel punto de desembarco, y habría tenido que sacrificar algu-
na gente, y tiempo para obtenerlo, y en seguida para posesionarse do los
puntos fortificados del Magdalena, y hacerse dueño do las dos Provincias.
Entonces Cartagena habría podido surtirse de víveres y reponer el de-
pósito consumido durante el sitio que la puso el Brigadier Castillo en
Enero de 1813 y resistir el asedio (13). Mas nuestras desgraciadas di-
visiones lo dispusieron de otro modo; y al fin se presentó Morillo delante
de la plaza el 18 de Agosto, con el grueso de sus fuerzas, en número de
56 buques de guerra y transportos, y más de ocho mil hombres; y untes
de anochecer fondeó en Corra I i tos, en donde permaneció hasta el 19,
La plaza de Cartagena, la más fuerte tal vez de la América meridio-

(13) En eslo hay equivocación. Castillo no sitió i Cartagena, porque á poco tie ha-
berce aproximado & ella, le abrió îïandulonlaiiu'.utc las puertas de la ciudad el Goberna-
dor Cual. Lo que hubo do cierto fué que los mandatarios de Cartagena descuidaron la
defeusn, dejando de llenar los depósitos de víveres, para resistir un año de
sitio, para cuya operación huho tiempo sobrado desde quo se recibieron los primeros
avisos de Espafia, anunciando la salida de la expedición dt. Morillo á las costas do Vene-
zuela. Estaban entretenidos con la guerra civil de que se aprovecharon los invasores.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 281
üal (14), ha sido el blanco do los ataques de las Potencias extranjeras en
sus guorras con España. Está situada en 10° 25' 4 8 " lat. N., y 228° 28'
30" long. O. do Paris, en una Península arenosa que, formando un paso
estrecho al S. O., abre comunicación con aquella parto llamada de Tic-
rrabomba hasta Bocaoluca. Esfá dividida en dos partes: la ciudad pro-
piamente dicha, y el grande arrabal do Jctsemaní. Una muralla gruesa
y elevada circunvala la ciudad; Jctsemaní, construido en turma do semi-
círculo, está fortificado cu frente por otra muralla, y por la parte del
Este, do la plaza está unido á ella por medio do un puente de madera quo
se halla sobre un foso: ambos lados de este están guarnecidos de estaca-
das, quo unen los muros de Jetsemaní con los de la ciudad. Por el lado
de Jetsemaní, y á poca distancia de él, está en un cerro el fuerte de San
Lázaro, (San Eclipe) que domina la ciudad y el arrabal; Licué de altura do
20 á 21 locsas geométricamente medidas, y está unido á varios montes más
altos, que corren en dirección oriental. Éstos terminan en otro más eleva-
do, el cerro do La Popa, que tiene de altura 84, y en cuya cima hay un
convento do Agustinos descalzos, una vigía y un fuerte, cuyas baterías
dominan el cerro de San Lázaro, y protejen las inmediaciones de Cartage-
na, distante como 150 varas. Al Norto de La Popa está una laguna que
tiene cerca de una legua de circunferencia, llamada de " Tesca," la cual
comunica con el foso do Cartagena y con el mar por el Norte: abunda
en pescado mal sano y en gansos silvestres. La bahía formada por la
costa do Bocagrando, la de Bocachica, la isla do Barú y la costa de Pasa-
caballos, es do las mejores quo so conocon; tieno dos leguas y media do
Norte à Sud, bastante profundidad, buen anclaje, excelentes pescados, y
os muy tranquila. Comunica con el mar por Bocagrande, quo está de-
fendida por un fuerte, abandonado ahora porquo solo pueden entrar por
él buques poquciíos. Defiéndenla por Bochachica los castillos do San
Fernando, San José y El Ángel, y comunica tambion con el mar por el
caño del Estero (15) y por la laguna do Tesca.
Desdo que hubo noticia do ha bor llegado Morillo á Santa Marta,
comenzó á tomar el Gobierno de Cartagena las medidas quo estaban á s u
alcance para la defensa. Diéronse órdenes repetidas para que so surtieso
la plaza do víveres; (16) so montaron Ü6 piezas más de artillería en las
murallas de Santo Domingo y do Santa Catalina; se abrieron nuevos
fosos; so proclamó la ley marcial obligando á tomar las armas á toda
persona do quince á cuarenta y cinco años; se nombró una Comisión mi-
litar, y ol Crobicmo exhortó al pueblo á hacer una resistencia vigorosa.
" Los españoles (dice una proclama do J..° do Agosto), no perdonarán,
si triunfan, las vidas do aquellos que han tenido parte en nnostros Go-

(11) Lo era cu efecto hasta que el espíritu de cmulaciou y de envidia de algunos


perversos colombianos, la redujeron á la utilidad eu que hoy se encuentra, influyendo en
la venta de sus cañones [timbre de gloria nacional], y dejando arruinar sus murallas y
castillos, que aunque huno un proyecto de derribarlos, uo se lia podido realizar, por el
inconveniente de no haber dónde echar los escombros, y necesitarse para la operación la
misma ó mayor cantidad de millones de pesos que costara su construcción.
(13) Una de las graves omisiones de los mandatarios de Cartagena, fué 'a de no ha-
ber obstruido y vigilado esa via de comunicación con la bahía, como se pensó, de modo
que se introdujeron fácilmente las fuerzas sutiles enemigas, cortaron toda comunicación
entre los castillos de Uoeachica y Cartagena, hicieron así más aflictiva la nituaeion de
les sitiados y pusieron en gravo peligro aquellas fortalezas.
(16) Ya era tarde. Esto debió hacerse mucho autos : tiempo sobrado hubo para ello.
282 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

bienios, do los que hubieren tomado las armas en la más justa guerra
sostenida hasta aquí, ó de los que en manera alguna nos hayan auxilia-
do." ¡ Cuan cierto fué que los que sobrevivieron á la subyugación vieron
morir á cculcnarcs (como allí se anunció), si sus compatriotas, ahorcados
á sus padres, hermanos y amigos. (17)
El 19 de Agosto se proveyó de víveres, se fortificó La Popa y se en-
vió una Division de bongos bien armados si cubrir el paso do la laguna
de Tcsca, y habiendo el Gobierno dado orden para que so replegasen las
tropas, entró en la ciudad el (lia 20 la Division del Coronel Don Juan
Narvácz, que cabria el bajo Magdalena. El 23, á las onco de la noche
.entró, por Isis razones ya expresadas, la del Brigadier Palacios", que vino
sí ma relias forzadas desde Magangué, echando adelanto todo el ganado
que encontraba por los caminos.
Estos refuerzos, aunque cortos, dieron ánimo :í los habitantes de
Cartagena.
PARTE 5."

El General Morillo comenzó á desembarcar sus tropas en Guayepo


el dia 22, (el 19) y concluyó en los dos inmedisitos. Una Division cspsmola
fué destinada en seguida sí Sonta Catalina, con cuyo motivo ol Gobierno, con
los moradores de Santa llosa, Ternera, Turbaco y Santa Ana, C3T mandó
poner fuego ¡í estas poblaciones pora privar al enemigo de alojamiento y
abrigo, obligándose á remunerar por esta pérdida á los propietarios,
cuando majoraso el estado de las cosas. Sometiéronse gustosos aquellos
ciudadanos al sacrificio que la patria exigia de ellos; y en brovo tiempo,
en el espacio do muchas leguas, se d estriñeron todas las haciendas y ca-
seríos, se cegaron los caminos, y los habitantes se retiraron al bosquo con
sus ganados. Merecen particular elogio los habitantes do Turbana, que
espontáneamente prendieron fuego sí sus habitaciones, y Don Antonio
Villanueva, que practicó otro tanto con todas sus haciendas situadas on
el Coco. ,¿ÉD
No fuero» éstos los línicos rasgos do patriotismo que distinguieron
á los habitantes de la Provincia de Cartagena. El pueblecito de Malam-
bo resistió por tres horas el vivo fuego de una .Division enemiga, y la rechazó
de pronto; mas luego fné tomado por fuerzas superiores. (18) El de
Usiacurí formó partidas de guerrillas, y los de .Barranca, Soledad, Bara->
noa, Galapa y las SaOanas hostilizaban al ejército espaííol de cuantos
modos estaban á su alcance. En todas estas escaramuzas sufrió alguna
cosa la tropa de Morillo, y en Cospique so apoderaron los independientes
do una pieza de artillería.
Entre tanto, los habitantes de la ciudad, llenos do entusiasmo, ofre-r
cieron todo cuanto tenían para pagar y animar sí l¡i tropa. Las mujeres
(17) Como sucedo actualmente on Cubo, porque los españoles lian sido, BOU y serán
siempre los mismos.
(13) Si Cauto heroísmo hubiera sido secundado con anticipación por las autoridades
do Cartagena, no hay duda que Morillo no hubiera triuuCado, y su ejército habría sido
lincho Criy.a?, antes de lograr su depravado intento de subyugar estos países. ¡¡Honra á.
Malambo y á los demás pueblos de la antigua Provincia de Cartagena, que llenaron dig-
namente deberes tan sagrados en defensa do los sacrosantos derechos de su patria vulne-
rados, y que la Historia iumovlaliee FUS nombres CU páginas doradas con caracteres
indelebles! I
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 2S3

se desprendieron de sus joya?, y hasta se echó mano de la piala de las


iglesias, presentada voluntariamente por las distintas comunidades re-
ligiosas.
Ansioso el Gobierno de proporcionarse víveres, envió á las Antillas
y á los Estados Unidos comisionados al efecto, y otorgó á los introduc-
tores privilegios capaces de incitarlos :i correr los riesgos con cpio amena-
zaba la superioridad de las fuerzas navales españolas, mandadas por Don
Pascual Enrilc. (19) También se fortificaron todos los puntos de la
pinza, confiando el mando de ellos á oficiales de conocido valor é intclir
gencia. KI General Bermúdez estaba en el cerro de La Popa; en el de
San Felipe el Coronel Ricux. El Coronel Cortés Campomanes oslaba
encargado de la muralla y puerta de Santa Catalina; do las do Santo.
Domingo, el Coronel Narvnc%; y el Coronel Herrera de la parte mío
mira á la bahía. Los Castillos de .Bocachicu estaban defendidos por los
venezolanos y los franceses quo á la sazón so hallaban en Cartagena;
Pasacaballos Jo estaba por bongos armados; Bocagrandc por un buque
de porto, bien asegurado y tripulado. El Brigadier Don Juan Nopomu-r
peno Eslaba tenia el mando de las fuorzas marítimas, que consistían en
dos corbetas de guerra, doce bergantines y goletas, en su mayor parto
corsarios, y algunos bongos y lanchas cañoneras. Era Comandante ge-:
noral do armas el Brigadier Castillo (20) y servia á sus órdenes el Coro-
nel Don Mariano Montilla. Era Gobernador político de la plaza Don
Juan do Dios Amador.
Morillo, aunque luchando desde temprano con el rigor del clima,
con lo malo de la estación y con la escasez, fijó su cuartel general en
"Torrecilla," cuatro leguas distanto de la plaza, y puso sus hospi-
tales en Sabanalarga y en Turbaco; viéndose en la necesidad do cons-:
truir chozas en este último pueblo, delicia poco antes de los moradores do
Cartagena, y entóneos convertido en un desierto.F£Z^" Acompañábanle los
inquisidores para fulminar excomuniones contra los independientes y
acobardar con ellas á los supersticiosos y á los tímidos.
El 23 do Agosto envió varios piquetes á reconocer el cerro de La
Popa, y se presentaron en la laguna de Tesen algunas de sus lanchas ca-
ñoneras. El 26 llegó á Pasacaballos el sanguinario Morales con su Divi-
sion y tomó por sorpresa una lancha y dos bongos. Al mismo tiempo la
escuadra española se situó, parte en fronte de Bocachica y parto en
Punlacanoa, impidiendo así que la plaza recibiese víveres por mar.
Desde principios do Septiembre sabia muy bien Morillo cuál era la

(10) Si cst:i medid» se hubiera adoptado tres ó cuatro meses antes, habría producido
ñus consccueneialcs efeelos, y con frecuentes salidas de las tropas de la guarnición para
fatigar al enemigo, y el auxiliar de-I clima que los combatía, ellos se hubieran vfífo in-
dudablemente cu la necesidad de levantar el sitio, sin conseguir sus feroces ¡lítenlos.
(20) Este señor no tenia conocimientos militares, y por lo mismo no estaba calculado
para mandar un ejercito, ni para dirigir Indefensa de una plaza de armas en circunstan-
cia* anormales como aquella ; de modo que involuntariamente causaba malos sin cono-
cerlos, y se comprende de la lentitud de sus procedimientos, y de lo inoportuno de sus
medidas, agregándose á esto una fria indiferencia de todo, (pie le sindicaban de falla da
patriotismo, solazándose cu aquella tremenda emergencia con goces que no eran sino de
tiempos pacíficos, pues contrajo matrimonio cuando menos se esperaba del hombre llamado
& estar vigilaute sobre los muros con ni bota-fuego del cañón en la mano, animando al
soldado y disponiendo todo lo conducoule á la salvación del pais, aunque en verdad ya
muy tnrdc, por haber descuidado hacerte anteriormente.
284 {DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

miserable situación de los defensores de Cartagena, y por esto no ae


apresuraba á atacarla (21). El había interceptado un oficio que el Gene,
ral Castillo dirigía con fecha 7 del mismo mes al Gobierno supremo, en
el cual se decía que: " No obstante los grandes sacrificios y las eroga-
ciones voluntarias do los habitantes, ya no habia recursos para pagar las
tropas. En cuanto á víveres, era peor su situación. No existia depósito
alguno, ni menos almacenes generales; ni habia más (pie algunos barri-
les de harina de particulares; no se encontraba un grano do maíz, ni
habia en la ciudad más que 500 reses; do suerte que, aun contando con
los pocos caballos, ínulas y perros, apenas podían proiueter.se víveres para
40 dias. Y aun cuando so enviaron buques á las Antillas á buscar pro-
visiones, como no habia crédito, ni dinero, y como por otra parto so co-
rria grande riesgo en penetrar por enmallo de la escuadra bloqucadora,
era muy difícil recibir socorros. El número de las tropas de línea dispo-
nibles no pasaba de 1,000 hombres, y las fuerzas sutiles eran muy infe-
riores á las españolas."
A pesar del denuedo con que combatieron los do Cartagena, así por
mar como por tierra, nada pudieron contra la superioridad del enemigo;
y á fines de Septiembro se habia posesionado ésto do la isla do Barú.
Logró además establecerso en Pasacaballos y conducir por el canal del
Estero su parque de artillería, quedando así formada una línea ontro la
costa do la Boquilla y la do Pasacaballos.
Entre tanto, había un gran descontento en la ciudad, porquo se creia
que el General Castillo no conducía la defensa con todo ol vigor y acti-
vidad necesarios, y bajo este pretexto (22) so le depuso del mando do las
armas, quo fué confiado til General Bermúdez. En consecuencia, so en-
cargó de la defensa del cerro do La Popa el Coronel Soublette.

PARTE 6.' 1

No por osto mejoró la situación do los sitiados, (23) la cual era tan
angustiada, quo el 13 de Octubre convocó ol Gobernador una Junta
extraordinaria do la Legislatura de la Provincia. En una enérgica aren-
ga manifestó quo al cabo de 60 dias do asedio, no pedia ya sostenerso la
plaza á pesar do la rigorosa economía con quo so habían sostenido los
(21) Porque siempre que lo intentó salió mohíno y avergonzado, como le sucedió on.
los ataques de La Popa y de loa castillos de llocacliica.
(22) No fueron pretextos sino realidades incontrovertibles las que dieron lugar á quo
i¡c depusiese del mando al General Castillo, contraqilion había fundados cargos de haber
dejado llegar las cosas al extremo en que se encontraban, desde que por sus cuestiones
personales cou cl General Bolivar no pudo éste tomará Santa Marta, negándole lo3 auxi-
lios que para ello necesitaba, que se le mandaron entregar por ot Gobierno general, y por
laiudifcrcucia con que vio la defensa de la piara, omitiendo llenar los depósitos de víve-
res oportunamente para resistir hasta por un año ; y por último, porque no se hicieron
frecuentes salidas del ejército para hostilizar ni enemigo, salidas que, con el auxiliar del
clima, le hubiera» obligado á levantar el sitio, como ya lo habia dispuesto Morillo en los
momentos mismos de evacuarse la plaza por sus defensorov. á causa do haberse concluido
los víveres. Cuatro meses antes la medida de deponer á Castillo habría sido la salvación
do la plaza.—151 mismo Castillo no hubiera perdido la vida, ni tampoco otros beneméritos
ciudadanos próceros do la Independencia nacional, sacrilicados por la barbarie española.
(23) No era posible que mejorase cuando ya so habia perdido el tiempo en las cues-
tiones civiles, y cuando muy poco so hizo para la defensa y sostenimiento de la plazo,
después que se presentó el enemigo, época en que todavía pudo hacerse mucho para re*
«bazar la agresión.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 285

víveres. Indico quo el estado do insanidnd de la misma no permitid á la mis-


ma guarnición hacer salidas felices, y al cabo propuso,, que para salvar á los
habitantes do los horrores con que amenazaba un enemigo cruel ó irritado,
se pusiese la Provincia bajo la protección y dirección del Rey de la Gran
Bretaña. Determinóse consultar á los principales Jefes reunidos en Junta
de guerra, y considerando en ella la absoluta falta do comestibles, la poca
probabilidad que habiade recibirlos por mar ó por üerra, y la imposibilidad
de desalojar al enemigo de sus posiciones, se resolvió autorizar al Gober-
nador, y se le autorizó en efecto, pura tomar cuantas medidas juzgase con-
venientes á la salvación, excepto el capitular con los españoles ó volver á
su (lominucion. El) consecuencia, se enviaron Comisionados á Jamaica,
proponiendo á su Gobernador, Duque do Manchester, que tomase pose-
sión de la plaza y Provincia do Cartagena, á nombre do S. M. B.; mas
aquel Jofe so negó á ello, por carecer de instrucciones de su Gobierno
para esta operación.
En vano dico el hipócrita Morillo, que: "atento siempre á su plan
de concordia, prefirió las fatigas do la dilación de un largo sitio, y los
males que por ella iban á seguirse á sus soldados ú la cruel certidumbre
de destruir á Cartagena, y sus más queridas esperanzas '' ( 2 4 \ Si no
tomó antes la ciudad, fué porque no piulo: las tentativas que pitra ello
hizo, demuestran la falsedad de su lenguaje. El 24 do Octubre bombar-
deó largo tiempo la plaza (25), poro sin fruto, y el 12 de Noviembre
mandó al mayor General Yillaviconcio quo atacase La Popa. En efecto,
éste trató de escalar aquella noche el Cerro con 800 hombres escogidos;
mas, sinembargo do la desproporción de fuerzas, fué valerosamente re-
chazado por Soubletto (26) y obligado al fin á retirarse con pérdida do
tres oficiales y treinta soldados muertos, veinte y cinco heridos, cincuenta
fusiles y ocho escalas. E n seguida atacó Morillo el Castillo dol Ángel, uno
do los do Bocachica, y fué rechazado con pérdida do ciento vointe hom-
bres (27).
Mejor fortuna tuvo en 'lesea (en ol Estere do Pasacaballos) y on
aquella parto do la bahía llamada Costa grande. Habiendo mandado ol
Genoral Bermúdez á los bongos de Cartagena, que atacasen á las
fuerzas sutiles quo estaban en la laguna, fueron batidos después do una
acción reñidísima, al cabo do la cual el Oficial Sanarrusia so mató
(21). Manifiesto ii In Nación espafíoln, dol Teniente Goucrnl Don Pablo Morillo, {¿,a
Madrid, 1821, página lií. (N. del Autor.)
(23). Morillo procedió irritado, con motivo de haber llegado sobro la plaza un buque
con víveres, al traves do la escuadra española que lo persiguió basta fnvorecerso con loa
fuegos del baluarte do Sauto Domingo, de donde, llegada la noche, fue extraído por el
enemigo, todavía con parte del cargamento que tenia y no hubo tiempo para desembar-
carla.
(20). Y también el Comandante Francisco Piñaugo, que en esa jornada inmortalizó
su nombre, haciendo rodar entre el foso, de uu sablazo, la cabeza del Oficial español
Maortua, jefe del ataque, cuyo hecho vino á. ser proverbial por las patrióticas palabras
que lo acompañaron, ,: c:w un, vint Piñaiif/n," cuando el agresor, poniendo la mano sobro
la trinchera, litó gritos de Víctores ¡i su Roy amo, anunciando ser suyo el puesto.
(27). | Cuánto heroísmo malogrado ! ¡Ahí Si Cnrtagcna hubiera tenido un .Tofo
como ol General Simon Bolívar I Jamás, nunca hubieran triunfado sus agresores, porquo
todos ellos habrían quedado enterrados en sus inmediaciones ó al frente de sus muros.
Aniquilados por el hambre los defensoras de la ciudad heroica, se les vio batirse en La
Topa, sin la fuerza necesaria para disparar el fusil, haciéndolo hasta sentados en Morra,
por no poderlo hacer do pie, por la debilidad que les agobiaba. ¡ Honor ,4 la memoria de
esos héroes !
JJ8Ü DOCUMENTOS PAHA LA HISTOIIIA

cíe un pistoletazo, por no caer en manos de los españoles (28). Desa-»


fajados los patriotas de Costa grande, quo estaba defendida por un
destacamento, pudo Morillo poner baterías en Albornoz y Pastelillo
(29), por medio de bongos rpie introdujo por el Caño del Estero
interceptó la comunicación entre la ciudad y los castillos de Bo-
caohiea (30), y siendo así completamente dueño de la bahía, privó á los
sitiados do los medios de continuar recibiendo algunos víveres por Boca-
grande, y aun del recurso que hasta entonces habían tonillo en la pesca.
Así, no sabían ya los defensores de Cartagena cómo resistir á los
estragos del hambre. Los alimentos de toda especie se habían acabado.
Durante el sitio se vendió el barril de harina a J50 pesos; los huevos
llegaron á valer -í pesos cada uno, y cada gallina l(i; mas ya se habia
consumido todo, y ni aun el rico podia obtener con qué mitigar el ham-
bre. Todo parecía haberse conjurado contra aquella iuíeli/. ciudad.
Nunca fueron los vientos y las olas más furiosos que en tiempo del
asedio, y combinándose hasta las tempestades con el enemigo, so perdió
en el mes do Octubre un convoy de nueve velas, que conducía víveres do
Jamaica. Para que se viesen renovados en Cartagena lodos loa horrores
del sitio de Jcrusalen, solo faltó que se comiese, cuma humana', á excepción
do este manjar, repugnante aun á la misma necesidad, todos los demás,
por inmundos ó insalubres quo fuesen, so tuvieron allí en la mesa del
pobre y en la del rico. Perros y caballos muertos, ralas y cueros cocidos;
todo cuanto podía haber á las manos para prolongar la vida ale/unos dias
ó ale/unas horas siquiera, otro tanto lo decoraban los habitantes (31). Con
semejantes alimentos, no quedó persona alguna en pie: toda la población
se enfermó: por la calle no so veian mas que cadáveres y espectros am-
bulantes quo frecuentemente exhalaban el último aliento al lado de aqué-
llos; iSSPiy con lodo no se alzó una sola voz para proponer capitulación.'J£&
Este lastimoso estado, que no podemos describir sin extremecernos
do horror y sin admirar al mismo tiempo tanta constancia, so empeoraba
por momentos. Toda la ciudad estaba dividida por mitad en un misera-
ble hospital, y en un horrendo cementerio. .El i de .Diciembro llegó á
300 ol número de personas que de hambre quedaron tendidas en las ca-
lles; y en semejante situación, 1335° ¿;m¿«/íí ya toda esperanza de'guc vi-
niese de lo interior alguna fuerza en auxilio de la plaza, Jzft y do recibir
provisiones délas Antillas; ocupado por el enemigo todo el pais com-
prendido entro el Magdalena, el Sittu, el Cauca y el mar, creyó el Go-
bierno que habia llegado el caso de tomar su partido.

(2S). Morillo lo hizo cortar l:i cabota, quo mandó enterrar ou su caballeriza do To-
rrecilla; digno procedimiento de uu bárbaro esbirro do Fernando VII.
(29), 151 Pastelillo se encuentra en la isla do Manga, dentro do la bahía, al írento
do los muros de la plaza, dominado por sus fuegos, que no permitían esa evolución. Hay,
pues, en esto equivocación producida por informes dadas ni escritor, indopeu jicnto
do su voluntad.
(¡10). Esto pudo evitarse, como hemos dicho antes, obstruyéndose esa vía acuática ú.
la bnhín, loque íuú fácil ejecutar; desgraciada omisión, que haciendo más aflictiva la
aituacion do los sitiados, contribuyó no poco á la necesidad de evacuar la plaza el (5 do
Diciembre.
(31). 151 General Bolívar dijo: quo todos aquellos que soportaron el sitio de Cartnge-
ua, oran húrocs que hubiau merecido bien do In patria.
DÉ LA PilOVINCÍA DE CARTAGENA.- 287

PARTE 7."

Declaro, al efecto, su intención ilc no capitular con las fuerzas espa-


ñolas (32). sino de evacuar la plaza al (lia siguiente; y manifestó quo
había, listos once buques, entre bergantines y goletas, para recibir á todos
los que pudieran embarcarse y quisiesen correr el riesgo de abrirse paso
por eninedio de la escuadra y las baterías enemigas. Todo el quo pudo
levantarse de su lecho, acudió :i bordo do aquellas embarcaciones, última
esperanza de su valor: claváronse los cañones de las murallas, los de La
Popa y de San Lázaro; y á ejemplo de los de Tiro, de Teos y de Pocen,
se embarcan el ó de Diciembre más de 2,000 cartageneros (33). Fon-
dean los buques cu Boeaehica en medio del vivo fuego que hacia el ene-
migo (3d); recogen á los que de aquella guarnición se hallaban capaces
do moverse; rompan por entre la escuadra española; y con sus mujeres,
sus hijos y sus más preciosos afectos, se van en busca de un asilo que los
preserve de la dominación peninsular (35). ¡ Magnanimidad notable de
aquel-pueblo, que hasta en su caida nos admira ó infunde respeto !
À1 siguiente dia ocupó el ejército cspaííol la ciudad y los castillos.
Morales, que fué el destinado á tomar posesión de estos últimos, encontró"
en cicle San Fernando 60 soldados y 2 Oficiales, que á pesar do hallarso
tan desfallecidos, trataron do defenderse Todos fueron pasados á cuchi-
llo (3G), pero murieron todos como hombres : viva la América libre ! fue-
ron las últimas palabras que pronunciaron sus labios al espirar. En los
otros castillosy en la ciudad, sacrificaron aquellas fieras el 6 de Diciem-
bre más de 600 personas.
Así cayó la desdichada Cartagena ¡jamás so ha visto en defensa al-
guna, mayor heroicidad, mayor constancia.~&\\los 116 (110) dias que du-
ró el sitio, perecieron á manos del hambre 6,613 individuos, es decir, la
(32). Gloria imperecedera para Cartagena y para sus maudatarios, á quicncB solo
íalfcó, paca completar la obra de su heroísmo, dar fuego á los almacenes do pólvora (como
se pensó), para inmortalizar su ilustre nombre, y quo los usurpadores hubieran recogido
por fruto de sus iniquidades escombros y cenizas.
(3;)). El "> de Diciembre quedó, en efecto, evacuada la plaza; pero hasta cl dia G,
siguiente, fué que nuestra escuadra levó anclas y se hizo á la vela para Hocachica. En
esto se ha padecido uu error histórico de fechas que es necesario corregir, como testigos
presenciales, pues nos hallábamos á. bordo de uno de esos buques (lia llepublicana),
cuando ocurrió aquel acto de heroísmo deque no hay ejemplo en los anules de la historia
de Colombia; corrección quo pudiera comprobarse si los archivos públicos de aquel tiem-
po no se hubieran destruido por la guerra y por los insectos.
(31).-10 caiioueras enemigas, con piezas de grueso calibro (según el historiador do
Colombia), bien tripuladas, apoyadas por fuertes baterías situadas cu lodo el litoral de la
bahía, se calcula sostenían más de cien gruesos proyectiles en el aire por minuto, do
modo que fué uu milagro que no hubieran llegado pedazos de madera á Jlocachica en
lugar de los buques que con gruesa averia y algunos muertos y heridos llegaron allí
después del más glorioso combate contra fuerzas muy superiores cu lodos respecto*.
(3.">). Entre los emigrantes recordamos (algunos con sus familias) á los Núñez, Jtc-
vollo, Amador, Elias López l'agio (último Gobernador de Cartagena). Méndez, Angulo,
Daza, llójns, Martine/. (Pablo), Hurtado (Pedro), Carero, Pinciez, (/'astillo Police, Ucrrio,
fc."; de éstos vinieron algunos á prestar mano fuerle y á enrolarse en las lilas del ejército
libertador de osla Proviucia, cuando penetró por el puerto de Sabanilla, en 1820, el Ge-
Hcral Mariano Montilla, con la activa cooperación del Nelson colombiano, esclarecido
ciudadano, bravo General José Padilla, de grata é imperecedera memoria.
(38), También asesinó aquel monstruo á loi; elefanciacos del hospital de Caño-Loro,
quemando vivos á aquellos infelices.
288 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

torcera parte de la población. El mismo Morillo, el mismo Montalvo, on


los partes que dan á la Corte de Madrid do la toma do la plaza, al paso
que nos horrorizan con sus pormenores, nos inspiran sentimientos de pro-
funda admiración hacia aquellos hombres magnánimos que lucharon por la
conservación de su libertad cuanto los era dado en su posición. El primero
confiesa que durante todo el tiempo que estuvo atrincherado delante de
Cartagena, no piulo hacerla menor impresión, ni en sus puestos avanza-
dos, ni en las murallas do la plaza ; que habia sido rechazado en cada ata-
que, y sus mejores tropas glorificadas. A la verdad, tal era su deplorable
situación, que nos consta habia expedido ya sus órdenes para levantar el
sitio cuando la ciudad fué evacuada. Tanto él como Montalvo instruye-
ron á su Gobierno de que cuando entraron á Cartagena, perecían á. cen-
tenares las mujeres y los niños : la ciudad presentaba el más horrendo
espectáculo. Ño era sino un vasto cementerio, en quo so vcian algunos
esqueletos aun animados, cadáveres hacinados en las casas y por las ca-
llos, expidiendo un olor pestilente, quo aumentaba lo pavoroso do su re-
cinto. Por todas partes se veia horror, desolación y muerte.
Mas, si las privaciones que sufrió Cartagena son superiores á las do
los sitiados de Ismail, y á las de Leida cuando resistia al Duque do Alba,
las crueldades con que se señaló Morillo desdo quo estuvo en posesión do
la plaza han justificado cuantas comparaciones so han hecho entro él y el
devastador de Holanda. Seria apartarnos do nuestro propósito oí mani-
festar aquí sus atrocidades : en otra ocasión haremos Yer que bajo aquel
bárbaro (quo acaba de añadir un eslabón á la cadena do sus crímenes,
traicionando del modo más infamo la causa do su patria), se han violado
en Cundinamarca las más santas leyes ; se ha asesinado las poblaciones
casi en masa ; so ha perturbado el reposo de todas las familias ; insultado
al pudor y al infortunio ; saqueado sin misericordia á los pueblos ; por
último, se ha cometido toda especio do crímenes impunemente. Basto de-
cir ahora, por lo quo respecta á Cartagena, que habiendo dejado tremo-
lar en los fuertes el pabellón independiente, se apoderó de varios buquos,
que á los pocos dias entraron engañados, conduciendo víveres (37); y
así á los extranjeros quo do esto modo cayeron en sus garras, como á los
que encontró en la ciudad, los trató con la mayor inhumanidad, sepul-
tándolos en los calabozos de la inquisición, quo en ol momento fué resta-
blecida con todos sus horrores (38). Semejante conducta llamó la aten-
ción del Gobierno do los Estados Unidos y del Gobierno do Jamaica, los
cuales, para proteger los subditos do los respectivos países, destinaron
Comisionados que reclamaran enérgicamente ; y Morillo hubo do poner-
los en libertad, mal de su grado (39).

(37). Mala fe condenad* por torios los expositores del Derecho de {rentes. Eso3 pro-
cedimientos fueron dignos do 1.a Nación española, y por ese medio infamo habrían sa-
crificado Uaidoramontc ni General Itolívat-, si la Providencia no hubiera permitido que
lo hubiésemos encontrado en la costa de Jamaica, conduciendo en la corbeta « Dardo »
auxilios de toda especie par» Cartagena, ignorando que esta plaxa se hubiera evacuado
por las armas de la llcpúbliea.
(¡18) Y en el antiguo convento do La Merced, dondo un esbirro ail hoc, con una par-
tida de aquellos bandidos, mataban á los prisioneros, arrojando sus cadáveres al lugar co-
mún, cuyos restos se encontraron en 1821 al hacerse la limpieza de nquol lugar.
(3fl) A6Í lia sido siempre el Gobierno español, humilde y abyecto con los poderoros.
soberbio y cruel con los debiten.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 289

Mas se vengó de los hijos del rai», quo no tenían quien a'iogara por
ellos. IJOS navegantes de la goleta Popa, nna de las que se encaparon du
Cartagena, estando incapaces do guiarla por inanición, no pudieron im-
pedir (pie cayese solire Porloboio, en donde fue apresada por los españo-
les. Iban en ella varios de los más distinguidos patriotas, v en c o n t -
enencia fueron arcabuceados el 21 do Febrero los siguientes sujetos.
Don José María García de Toledo, .Don Miguel Día/. Granados y
Don Antonio José do Ayos, hijos de Cartagena, abogados de luces y pro-
bidad, á cuyo patriotismo y esl'uer/.os se debió la deposición del Gober-
nador (le la ciudad, Don Francisco Montes, en 1S10; y quienes tuvieron
una gran parte en promover la independencia. — Don Manuel Angnia-
no, español ilustrado y Comandante de ingenieros en aquella plaza, que
desde el principio se decidió por la justa causa, á la cual prestó cuantos ser-
vicios estuvieron á su alcance; Don Santiago Stuart, quo amaba la libertad
con todo el entusiasmo de un hijo do la Gran Bretaña, y la defendía con
ardor en el Continente americano: de Buenos Aires había pasado á Cun-
dinamarca, y tenia el grado do Teniente Coronel; Don Martin Amador,
hijo de Cartagena, y Don Pantaloon German Ribon, de Mompox, quienes
debiendo atacar por la espalda al ejército sitiador, fueron batidos en Chi-
ma el 20 de Septiembre de 1815, por Don Julian Bayer, Comandante
de la columna volante del Sinú.y hechos prisioneros en las Sabanas (cer-
ca de Montería)— Don José María Portocarrero, que conducía fusiles
do Cartagena para Bogotá, y fué tomado junto con Uibon. y Amador,
(Portocarrero fué aprehendido on el golfo de Moscorrillo, cerca del Za-
pote), y por último, el Brigadier Don Manuel del Castillo, á quien con
una crueldad impcrdonablo so negaron á admitir á su bordo todos los
capitanes do los buques, por la persuasion en quo estaban de que él era la
causa de la pérdida do Cartagena; y el cual, obligado á ocultarse, á la
entrada do los españoles en la ciudad, fué aprehendido en el convento
do Santa Teresa. (40)
Los fugilivos sufrieron entre tanto su poregrinacion, trabajos y con-
trastes indecibles. Apiñados 200 y aun íïOO individuos en cada uno de
aquellos buques sin alimentos, escasos do agua (41), bajo el ciclo abra-
sador de los trópicos, perecían á centenares ('12). Llegaron al fin, aun-
quo muy disminuidos en número, unos á los Cayos, y otros á Jamaica,
excitando la compasión do las almas sensibles: otros, cutre los cuales es-
taba el distinguido patriota Don Manuel Uevollo, fueron abandonados en
una isla desierta por la cruel avaricia del Capitán Miche!-], quien los sa-
(10) Una Imprudencia lo descubrió ú sus verdugos: habitaba Morillo junio cm Don
Lázaro Mnria Herrera, en Mi propia ciisii, y allí, á presencia del misino Morillo, ¡legó una
mujer iuscusnta solicitando una camisa paru mudarse Castillo: entonces aprehendida la
mujer, so le obligó con graves amenazas á que revelase el lugar donde estaba Castillo, y
descubierto por la mensajera, fue rodoado el convento con fuerza armada, y extraído de él,
ne le condujo al edificio de la antigua Inquisición, donde se hallaban las denta* victimas
pus compañeros, preparados para et grua sacrificio proyectado, y que se efectuó el SM de
Pobrero de 18lü, en la antigua plaza del Mal-adero, hoy do la Independencia.
(-11) Kn el buque (La Republicana), donde iba el que esto escribo, se daban dos bo-
tellas de agua medio salobre, de ración diaria, por oslarse concluyendo el articulo en la
dilatada navegación, de modo que á individuos con ardiente calentura, se lo* vio morir de-
sesperados por la sed.
(12) Diariamculc se ochaban al agua cadáveres di: emigrados que no habían podido
resistir al malestar que los rodeaba; asi fué (pie llegaron muy pneos ni primer puerto de
Haiti, donde arribamos. IV
290 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

qucó y despojó do todo cnanto habían podido salvar. Fieles siempre á la


causa do la libertad, la mayor parto de ellos empatiaron á poco tiempo las
armas, cuando el General Bolívar emprendió en 1810 la memorable
campaHa en donde- comenzó la restauración do Venezuela, y cu vos admi-
rables resultados han sido la reformación tic la República do Colombia.
Morillo encontró en Cartagena 45 cañones tío bronce de diversos
calibres desdo 24, basta de ¡i 2 y 231 do hierro; 92,570 balas rasas de
distinto calibre; 8,381 polos, racimos y miquillos de metralla; 9,'17(5 bom-
bas, desde 14 á 7 pulgadas; 8,38S fusiles (4.3); 99 L bayonetas sueltas; 12
esmeriles; G8ü sables; 100 carabinas; 42 pistolas; 884 lanzas; 3,440quin-
tales de pólvora en barriles; -1,727 cartuchos do cañón de varios calibres;
135,800 de fusil, v 200,000 piedras de chispa.
Habiéndose detenido Morillo poco más de un nies en Cartagena,
prosiguió la campaña de Cundinamarca. Los pormenores de ésta son
ajenos de nuestro asunto; y por tanto nos contentáronlos con observar
que, interceptados por las fuerzas enemigas durante el sitiodo Cartagena
los fusiles que conducía Por toca rrero á las Provincias interiores, y que
á fuerza do celo y sacrificios hablan facilitado en Inglaterra los distingui-
dos patriotas Don Agustín Gutiérrez Moreno, Don José María Duran y
Don Luis Brion, y batidos los independientes en distintos puntos, fué
subyugada toda Cundinamarca; millares do víctimas fueron sacrificadas
en el altar do la venganza; y vistieron lulo todas las familias. Así pagó
aquel pais cl abandono de su Gobierno en la organización de una respe-
table fuerza armada, y sus divisiones intestinas. Tales fueron las conse-
cuencias de la pérdida de Cartagena, do esta plaza cuyos habitantes han
dado ú los pueblos que aman su libertad, un ejemplo raro de heroicidad y
constancia, que será admirado de las generaciones venideras.

rJáOTlCl lector comprenderá la importancia do los artículos quo deja-


mos publicados en honor de nuestra patria, Cartagena, y tanto más cuan-
to quo la historia de Colombia no se ha ocupado do narrar los hechos que
pasaron, con la minuciosidad, precision ó exactitud descrita. Acaso más
tarde se puedan reunir esos artículos cu una sola pieza ó cuaderno, que-
dando por ahoia consignados en este periódico tales datos históricos, á
la posteridad cartagenero, para que se enorgullezcan la presento gene-
ración y las venideras de tener una patria heroica, y superior cu sacrifi-
cios por su independencia y libertad á cuantos se han hecho por la ad-
quisición de esos bienes en el continente americano, y que apenas pueden
compararse con los que en la antigüedad se vieran en las tradieionalos
Knmancia y Sagnnto. Tenemos, pues, la conciencia de haber llenado un
deber sagrado, como cartageneros y como colombianos.
Cartagena, 15 de Octubre de 1872.
PEDRO LAZA.

(.:i) Kslos fusiles, quo no «o quixtaron entregar al General lîoiivnr para libertará
Knnta Marta, sirvieron pnraquo los opresores ncuiuinilures esclavizaran el pais.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 291

2ŒQ&OXS1SO de los vecinos del pueblo de indígenas de Malambo. *


i:
Este pueblo seha distinguido por su valor y patriotismo en la
•morra de la independencia; y cuando el ejército expedicionario del Ge-
neral Don Pablo Morillo ocupó aquel territorio el año do 1S15, un pu-
iiado do Malambos concibieron el heroico proyecto do oponerse ellos so-
los á su pasaje, pues ya los restos de las tropas independientes («/. mundo
¡le los comandantes Luis F. Ricux y Juan Salvador de ífarvúez) se ha-
bían encaminado para Cartagena. JStl electo, con unas pocas municiones
y emboscados en las avenidas del pueblo, le disputaron el paso á la co-
lumn:'. (Division de vanguardia") dol General Francisco Tomas Morales
por el termino de tres días, al cabo do los cuales, arrollados por el mayor
número, se replegaron á Malambo y so fortificaron dentro de una casa
desde donde hacían tiros al enemigo. Entonces el General Morales hizo
pegar fuego á la casa, donde perecieron quemados éstos mártires de lu
libertad de su Patria, que prefirieron una muerte gloriosa n la ignomi-
nia de ser esclavos. ¡ Honor á su memoria !

A.ÎSTO DJE 1 8 1 6 .
C C l i X X S L V I S.
CŒMUWICACEOIXrjSS referentes á los emigrados de la plaza de
Cartagena.

I
EXCELENTÍSIMO BXSOB :

En fecha 26 do Agosto inmediato pasado, 30 de Septiembre y 1/5


do Noviembre, di cuenta á la superioridad de V. E., por Portobclo y Ja-
maicat de los acontecimientos ocurridos en estas colonias, por la ninguna
oportunidad en ellas directamente para ésa, y aquí nos hallamos sin bu-
* Insertamos con placer este pnquefio artículo (lela Geografía de In Provincia do
Cartagena, publicada por el señor Juan José Nieto, edición de ÍS.'W; porque Malambo,
no obstante su corta población fuú el tínico Distrito que, con una decisión sorprenden-
te, osó oponerse á la dominación de las tropas realistas que invadieron dicha Provincia.
Por la tradición se sabe que fueron setenta- •>/ 1res las víctimas sacrificadas en la casa que
escogieron como baluarte para defender la libertad. Hace pocos años que redactamos y
publicamos en " Kl Porvenir " de Cartagena, un proyecto de ley que ordenaba se forma-
sen tres listas nominales, lo más exactas que pudieran obtenerse, de los Mtilnnilma que
perecieron en la función de armas referida, de los jViwijitmintis que acompañaron al Co-
ronel Simon Bolívar en sus primeras campañas de 1819 y 1818, y do los sacrificado»
fríamente por el Brigadier Francisco Tomas Morales en Diciembre de 1815 r.ti Jtaetehl*
«N; pero hasta ahora so ha mirado con indiferencia dicho proyecto. (X. del E.)
292 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOItlA

que clo Porlobclo corro en once meses, careciendo esLc destacamento de


su pre.
JOl 19 del inmediato pasado Diciembre, entre ocho y nueve de la
mañana, se avistó una goleta, aproximándose á toda veía al fuerte de
" .San Carlos," con real pabellón y gallardete español, la que reconocida
corsario, y por sus maniobras si-r el Capitán Guillermo Michael, ocurri-
mos al destino, y visto por los del buque, desistieron da entrar en el
canal, [lasándose á la costa del Oeste y fuerte de '•' San Fernando'' con
las mismas insignias, á donde inmedialainente seguimos, se liró un ca-
ñonazo, continuandos·) cl fuego por ambas partes, basta (pie so pudo re-
tirar algo maltratada del alcance de nuestra artillería.
Como ú las dio/, se me dio parte que olra goleta grande navegaba
hacia el fuerte de : : San Carlos/' y á distancia como de seis millas per-
cibimos remontaba para la de Pro videncia, manteniéndose la primera á
la vista de la colonia hasta el anochecer.
El 2Í> del mismo ancló en este puerto la goleta " Industria," pre-
cedente de esta isla, viniendo de la de Jamaica; y habiéndose acercado
á la de Procidencia, vio ana goleta grande anclada, de que huyó, y se
vino á. ésta, y deque me informó menudamente Don Torcnato Í3o\v¡c.
KI31 liego á ésta una goleta inglesa viniendo de Providencia, pol-
la cual he recibido oficio de aquel Alcalde, en el que me dice : que el
corsario do Cartagena, Capitán Michael, ancló en aquella rada el 1(5 del
referido Diciembre, y echó en tierra ¡i Don Juan de Dios Amador con
otros quince ó diez y seis de su partido y en todos hasta el número de
setenta personas ; y que el 18 se hizo á la vela, dejando en tierra burla-
dos á Lodos los pasajeros, sin ropa y sin dinero, y el 19 fué e! ataque re-
lacionado que vino á hacernos.
La goleta grande en cuestión, armada de tres obusos y un cañón de
dic/, y ocho, me. dice haber desembarcado en dicha Isla trescientas y más
personas ; hombres, mujeres y niños, que llegaron allí muertos de nece-
sidad con solo la manutención de un plátano por dia, y de su arribo y
hallar el auxilio de provisiones, se han muerto muchos y continúan. El
Capitán inglés mo ha dicho que el francés Capitán do la goleta, le había
dicho seguía á los Cayo* de San Luis, en la colonia de Sanio Domingo, y
que no conduciría más que aquoÜos que tuviesen con qué pagarle su pa-
saje: que entre todos consideraba serian solo ciento; por manera que ve-
rificándolo así, debieron quedar en aquella colonia más de doscientas
cincuenta personas do ambos sexos y edades.
Amador siguió con otros cuantos para Jamaica, en la goleta "María,"
so creo á solicitar buque de aquel gobierno, para ir en solicitud y apre-
hender al Capitán Michael.
Un muchacho como de doce años, criollo francés, y uno de los pasa-
jeros en la goleta grande, venido aquí en la inglesa, me ha informado
que el mismo dia y hallándose las tropas españolas al mando del .Excelen-
tísimo señor Don Pablo Morillo, ya dentro de la ciudad de Cartagena, en
medio de una terrible confusion, salieron seis buques de aquel surgidero,
lodos abarrotados de gente, sin embargo de hallarse seis cañoneras espa-
ñolas en la canal quo sigue á " J3ocachiea,:' (pie aunque los maltrataron á
balazos, continuaron su ruta: que fué la goleta de que se trata, la del Ca-
pitán Michael, la goleta " María," un bergantín, olra goleta que llegó á
DE LA PROVINCIA DE CARTAQENA. 2i)3

Itioncgro de líi isla de Jamaica con trescientas personas, y otra goleta


quo siguió á los referidos Cayos do Sa» Luis, que completan el número
de los seis buques en cuestión.
Mediante á las expuestas noticias, ó ignorándolos demás que andarán
esparcidos por diferentes partes, con ánimo de robar y destruir á todo
viviente quo puedan, determine refaccionar algunas cureñas sentidas do
la continuación de defensa y la intemperie de los tiempos, á fin de estar
pronto á repeler á los que nos ataquen, como hasta ahora lo hemos logra-
do, sin embargo de hallarme escaso de pólvora, y ésta mala, y de la más
mala condición; todo lo cual no omito, en cumplimiento de mis deberes,
noticiar á la superior de V. E.
Dios guardo á Y. E. muchos años. Isla de San Andres, y .Enero IS
de 1S16.—Excelentísimo señor:—MANUEL GoX7.Ar.EZ.—Excelentísimo
señor Don Francisco do Montulvo, Gobernador y Capitán General del
Nuevo Reino de Granada.
II

SKÑOIÍ CAPITA* GKXKK.U.:


Para el superior conocimiento de U. S. incluyo la lista general del
todos los insurgentes que condujo á la costa do Veraguas la goleta ameri-
cana que fugó de ésa el cinco de Diciembre del año próximo pasado, con
separación de los que siguen conmigo á Panamá en la fragata " Cazado-
ra," de los que han quedado por cnt'eimos en " Santa Ec " y " Mineral
de Veraguas")' do los que en este mismo punto han fallecido, con distin-
ción igualmente del lugar do su nacimiento y empleos que han obtenido
en el Gobierno revolucionario, según consta de las declaraciones que al
efecto he lomado, y seré el portador de ellas en caso do que haya buque
en Portobelo qne haga viaje á esa plaza.
Dios guarde á U. S. muchos años. Santiago de Veraguas, y Enero
31 do 1816.—PEDRO DOMÍNGUEZ.—Señor Capitán General del Nuevo
Reino de Granada.

LISTA que mauificsta los nombres, patria y empleos do los individuos que l;i yolcta
" Americana " ha desembarcado eu la costa de Veraguas, con distinción de los muertos,
los que son conducidos en la fragata "Cazadora," y los que quedan aún en el pueblo do
Sania- .t'c y Mineral por enfermos.

SIGUEN* EX l.A RUGATA " CAZADORA."

Nombres. Patria. Empleos.

I1'ray Francisco Mosquera Puerto Kico Capellán do las tropas do


los Generales Miranda y
Bolívar.
Don Andres Laguna Santa Marta Capitán.
Don Manuel Cala La Guaira Teniente.
Don Santos do la Hoz Sitio Nuevo (provincia Teniente de Caballería.
de Santa María)
Dun Nicolas Garcia Caracas Teniente de Dragones.
Di>n José Manuel Gordo Santa María Subteniente de Artillería
294 DOOUMENTOS PARA LA HISTORIA

Nombres. Palrïn. Empleos.


Don José Marmol Navarro Cartagena Subteniente del Batallón
" Cartagena."
Don Gilberto Sarmiento Provincia del Socorro Subteniente del Batallón
" Cauca."
Don Hito González Caracas Subteniente del Batallón
de la Union.
Pedro Soto Caracas Sargento segundo.
Manuel Paga Guaduas Soldado.
José María Palència Victoria ( en Caracas ) Soldado.
Juan Rivas La Guaira Soldado.
Canon Blanco Canicas Soldado.
Ramon Rangcl Caracas Soldado.
Pedro Rójns Coro Soldado.
Vicente TaCur Arjona ( e n Cartagena) Marinero.
Ignacio Solano Flamenco (en Cnrtagcna) Marinero.
Manuel Muñoz Mompox (en Cartagena) Marinero.
José Ramon Ccbúllo.s Paracote ( en Caracas ) Clarín.
Ensebio Rosales Tocuyo ( en Caracas) Cirujano.
Narciso Galán La Habana Comerciante—prisionero.
Antonio Delgado Caracas Panadero.
Doña Plora Ceijas Caracas
Doña Teresa Asgüc Caracas
Doña Isabel Feo Caracas
Doña Natividad Peo Caracas
Doña Josefa Samuel Carora ( en Caracas )
(Son 2S).
KirKr.TOS KK " Kl. MIX2RAI.,

.Nombre*. Paint. limpíeos.


Don Francisco Gogorza Trujillo Subteniente de caballería.
Miguel Rui/. Caracas Soldado.
Bruno Grumos Caracas Soldado.
N. Marin Caracas Soldado.
Vicente González Santa Fo Soldado.
Don José María Feo Caracas
Don Francisco Traviczo
Pedro Leon Caldera Caracas Cirujano.
Don José Pava Cartagena
Otro cuyo nombro se

Doña Josefa Ceijas Cariions


Doña Juana María Blanco Guaduas
(Son 1 2 ) .
KNKKRMOS JCN" SANTA KK.

Nombres. Pntriu. Empinos.


Don José Ignacio Va-
lenzuela Caracas
María Pastora Pangcl Caracas
María do Jesus Ruiz Caracas
( Son 3 )
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 295

ENFERMOS EX " El, MISERAI»"

Nombren. Patria. Empleos.

Don N. Pava Del Peino de Santa Fe Capiton.


Don Basilio Montes Maraunibo Teniente de Dragones.
Don Antonio Muñoz Tc-
var Caracas Teniente ayudante.
Guica Padilla Europeo Teniente del Batallón
" Barlovento."
Don José Aparicio Cartagena Subteniente.
Juan José Navarro San Carlos ( en Caracas ) Sarjen to de caballería.
Estanislao Mendoza Caracas Cabo de artillería.
Matías Mendoza Calabozo ( en' Caracas ) Soldado.
Miguel Castillo Caracas Soldado.
Miguel Zapata Burinas Soldado.
Victor Del Reino de Santa Fe Soldado.
Gregorio Ballesteros Soldado.
J osé de los San tos Hurtado Soldado.
Don Juan Pava Cartagena
Dona Petronila Cartagena
Doña Francisca Cartagena
Salvadora Cartagena Sirvienta.
Casimira Sirvienta.
Encarnación ( con dos
hijos )
Manuel ( cuyo apellido
se ignora
Pedro ( cuyo apellido se
ignora
( Son 21 ):

Santiago do Veraguas, y Enero 31 de 1816.


PKDRO DOMXOCKZ.

E'EHZ.&.S relativas al proyecto de expedición de los Cayos sobre las


costas de Venezuela.

EXCELENTÍSIMO SEXGR

Por lo quo pueda importar á las providencias do Y. E . sobre los


puntos que abraza el territorio de su mando, acompaño ú V. E. copia le-
galizada de la declaración quo anoche he recibido de los Capitanes y so-
brecargos do dos goletas procedentes do Santa Marta, quo fueron apresa-
das en la travesía de Jamaica, por el corsario H La Popa " do Cartagena;
296 DOCUMENTOS VAHA. LA HISTORIA

en inteligencia cío que comunico iguales avisos al Excelentísimo señor


Don Pablo Morillo y al Gobierno lio Santa Marta.
Nuestro Señor guarde á V. E. muchos años como lo deseo. —Cuba,
20 tic Enero de lb'lfi.—Excelentísimo Señor—EUSBHIO Esct'hKRU.—
Excelentísimo señor Don FRANCISCO MoKTAI.VO.

En 2-1 do Enero de 181(5 so presentaron á su Señoría el señor Go-


bernador de la plaza de Santiago de Cuba, .Don Pedro Bruno, vecino de
Santa Marta, Capitán do la goleta española " La Rosita " (alias el Peli-
can), )' sus dos sobrecargos Don Josd Boada y Don Francisco Homero,
quienes unánimemento declaran: que salieron en el mencionado buque del
puerto de Santa Marta el 21 de Diciembre del año próximo pasado, con
destino á la isla do Jamaica, donde felizmcnto arribaron: que habiendo
cargado de mercancías secas, salieron del puerto do Kingston el 5 del
corriente, y quo al siguiento íucron atacados por él corsario nombrado
" La Popa " do Cartagena y trasbordados al corsario íucron aparrados
en cadena nueve marineros, dejando al Capitán quo suscribe y sobrecar-
gos sin opresión : quo corsario y prosa siguieron el rumbo para los Ca-
yos do San Luis, clondo fondearon el dia 10 á las ocho de la noche, á
tres leguas distanto do la villa ó ciudad, desde donde despacharon á las
cuatro do la mañana el bote en que advirtieron retornar cuatro hombros
quo comprendieron sor los armadores do dichos corsarios, con el cual
tuvieron su acuerdo ; y en consecuencia so pusieron ¡i la vela el mencio-
nado corsario y el buque apresado, custodiado además por el otro nom-
brado " El Centinela," que también estaba en la ensenada de los Cayos,
á igual distancia de la población que se puso " La P o p a " : que do esto
modo remontando los tres buques arribaron dos dias después á la ense-
nada de Haqucn, en la misma isla de Santo Domingo, cuyo punto tam-
bién dista de la población como dos leguas : que poco tiempo después,
dos de aquellos mismos armadores que antes se refieren haber venido á
" La Popa " de los Cayos, parecieron con un boto en Plaquen, y ocupa-
ron el tiempo necesario en reconocer el cargamento, borrando las mar-
cas de los lardos y cajones : esto es, cepillándolas de los cajones, y po-
niendo nuevos forros á la fardería, sin permitir que ninguno de los apre-
sados penetrase las nuevas marcas que en seguida iban eslampando : que
requerido el Capitán que suscribe sobre cuánto importaria el cargamen-
to, y asegurados de que se estimaba en cuarenta mil pesos, bajaron á
tierra, y según entendieron lo negociaron en treinta mil, y se persuaden
so ajustaron en esta negociación con un francos tratante, que haco espe-
culaciones entre los Cayos y Jamaica : que despues de estas operaciones
so presentó en el mismo fondeadero de ílaquen una goleta de construe-
cion americana, como de noventa y cinco toneladas, sin que enarbolaso
pabellón alguno, aunque por el porte y fisonomía de la tripulación adver-
tían sor anglo-amcricana ; y añade en este lugar el Capitán Bruno, quo
reconoció que dicho buque al parecer era una goleta do propiedad espa-
ñola, quo los corsarios de Cartagena habían apresado como dos años an-
tes saliendo de Portobelo cargada de pertrechos de guerra, después de la
reconquista de Santa Marta : que en esta propia goleta se trasbordó lodo
ol cargamento do la presa, y quedando esta fondeada juntamente con una
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 207
polaora española quo fue aprosada por " El Conlinola " sobro las costas
ilo esta isla ; ó igualmente esto misino corsario dio el nombrado " La
Popa " vola cruzando la vuelta de esta isla, siendo de notar quo no se-
alivió de las prisiones á los marineros hasta qu« no se verificó el tras-
bordo del cargamento: que en esta travesía reconoció i: La Topa" una go-
leta americana, que procediu de esto puerto, quo navegaba para los (Ja-
vos, cuyo Capitán informó al de La Popa nombrado Mr. Piorry, que do-
es te puerto había salido un bergantín do guerra á perseguir los corsa-
rios do Cartagena, cuya noticia lo puso en risa, manifestando que desea-
ba encontrarlo : que después do haber reconocido un bergantín ingles
morcante sin ocasionarlo la menor incomodidad, avistó una fragata á
quien dióca/.a y resultó ser inglesa particular, á quien tampoco abordó,
porque reconocido su pabellón británico, y preguntándole tan solo do
dónde venia, no hizo más atención de ellos ; que al dia subsecuente, quo
fue el 22 del corriente, á la vista de este puerto reconoció segunda ve/,
la misma fragata inglesa mercante, ó informado quo su dirección era á
esto punto, trasbordó á- los exponentes con toda su tripulación á la citada
fragata, en que anoche arribaron á la boca del " Morro" y de donde hoy
so han desembarcado.
Preguntados: sobro la fuerza de armamento del corsario "La Popa"
y í : El Centinela," dijeron: que el primero está montado de un cañón do á
diez y seis, y otro do á doce en colisa, con doce esmeriles de bronce, cin-
cuenta fusiles y cien hombres de tripulación; y el segundo con un cañón
do bronco del calibre de á doco, cuatro carroñadas del mismo calibre,
mucha fusilería y reducida su tripulación como á cuarenta hombres, bien
que oyeron decir que iban á reforzar la gente á los Cayos y reparar al-
gunas faltas por contar ya con cinco mesos do crucero.
Preguntados: que* número de corsarios más comprendieron tenor
los insurgentes y los puertos de su armamento ó refugio, respondieron:
que por las conversaciones á, que pusieron atención cuando oslaban fon-
deados en la ensoñada de Haquen, existen actualmente on los Cayos los
corsarios" El Republicano,"" La Estrella," " E l Júpiter," " L a Velo-
na," " La Plancha," y otra goleta de diez y ocho cañones mandada por
Mr. Brion, y que esperaban otra goleta nombrada " E l Arrogante guá-
yanos," de dos gubias, armada con dos cañones en colisa que so estaba
componiendo en Jamaica.
Preguntados: si ol lugar donde estaban fondeados los referidos cor-
sarios dolos Cayos, so halla á la vista do aquellas autoridades; si auto-
rizan éstas los corsarios y la introducción de sus presas, dijeron: que los
corsarios á que se contrae la pregunta están fondeados en ol puerto do
los Cayos sobro la misma ciudad, en donde existo una autoridad, pero
que ignoran el nombro dclJofe, aunque suponen ser de la dependencia del
General Potion, á quien están subordinados aquellos pueblos.
Preguntados si supieron ó entendieron que en aquella población
existiese alguno do los empleados cu la revolución de Cartagena y de-
más do la Costa-firme; con qué representación oslaban: cuál ora su ocu-
pación y objetos, respondieron: que oyeron por las conversaciones de
los mercantes que venían do tierra en el tiempo (pie estuvieron
allí fondeados, (pío oxblian en la población de aquel mismo puer-
to, Bermúdez y Piar, y quo BOLÍVAM estaba en ol puerto del Príncipe,
208 DOCUMENTOS VARA. LÀ HISTORIA

dolido resido ol General Potion: que asi osle último como los dos prime-
vos so ocupan en dar patentas do corso ú los mencionados buques, y cuc
últimamente tenían decretado que en adelante no se diese cuartel Vi nin-
gún español, expresándose que no luiciun la guerra por el interés pecu-
niario, sino para extinguir la raza española, fijando graves penas á los
capitanes si perdonaban la vida á alguno; y los expolíenles percibieron
la cuestión que se armó entre los armadores y el Capital) de La Popa, en
razón de que no habían observado la alternativa do arrojarles al mar ó
decapitarles, en despique de (pie en Santa Marta se había pasado por las
armas á Mr. Robert, que fué hecho prisionero por la Division de Mora-
les con las armas en la mano.
Preguntados: si tienen noticia que antes de la loma de Cartagena
por las armas dol Rey, hubiesen salido algunos buques con transportes,
y.á dónde se dirigieron, respondieron: el uno, que estando en ltiohacha,
se supo allí oficialmente (pie habían escapado de Cartagena catorce em-
barcaciones cargadas do gente, encontrándose en uno de dichos buques
el Capitán Barbansumo, quien salió herido de dos balazos quo recibió
de las tropas que formaban la línea ó fuerzas sutiles de la bahía de Car-
tagena: que hallándose el Capitán Bruno en Jamaica, aportó allí una go-
leta inglesa mercante, cargada de dichas familias, trayendo de personas
visibles á Don M. Cortés y Campomancs, á .Don Mariano Montilla y á
Don Juan El/as López, Corregidor quo había sido do Cartagena, y que
á todos dio el Gobierno de Jamaica el mejor asilo.
Preguntados: si no tuvieron en el tiempo que so hallaron fondeados
en los Cayos do San Luis, ó en la ensenada do liaquen, ó ya fnoso en el
puerto de Jamaica, algun conocimiento de si los emigrados do Cartage-
na meditaban reunirse en algun punto; cuáles se consideraban ser sus
designios; bajo de qué protección contaban; si tenían caudales, con lo
demás que en el asunto puedan tener inteligencia, respondieron: quo
cuando se hallaban fondeados en la ensenada de Haquen, vino abordo do
La Popa un bolo con marineros ingleses que pernoctaron en el buque:
quo el Capitán Bruno, poseyendo el idioma inglés con ignorancia de los
citados marineros, se colocó á dormir entre ellos, y que con esta oportu-
nidad les oyó referir que dentro de tres meses debían reunirse en los
Cayos todos los emigrados do Cartagena, que anclan esparcido.»; recoger-
se los cruceros para formar una expedición contra Itío do Hacha, Sania
Marta, Portobelo y la plaza de Santo Domingo, con la protección que
debia impartirles el General Potion: que Bolívar tenia fondos suficientes,
y que ellos (hablando los marineros ingleses) se hallaban bien pagados
por cuenta del mismo Bolívar.
Con lo cual, no teniendo más noticias que comunicar, se concluyó es-
la declaración, á presencia de su señoría, y la firmó con los exponentes
y el Secretario de esto Gobierno, en el dia y fecha que queda notada en
el inicio.

,1'luacb'io J'Jscudc.ro.—Pedro Bruno.-—Jone Jioadu*.—.Francisco h'o-


tiwro.—Josc Andrés P horro.—Jou Moria .IJorrcyo.

JSTOTA:—Que José Antonio Pizarro y José Borrego que aparecen


firmados, son correspondientes á otro buque de Sania Marta, que apresó
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 299

el corsario '•' La Popa" y corrieron después una misma suerto que el Ca-
pitán rio la " Rosita" y su tripulación.

JOSK EMIODIO MALDONADO.

IL

Recibí el oficio de ü . S. de 25 de Enero último, y la copia adjunta


(le las declaraciones dadas por los capitanes y sobrecargos de do? goletas
procedentes de Santa Marta, que fueron apresadas por el corsario " La
Popa." Me ha sido apreciable el cuidado de U. S. en comunicarme las
noticias que contionc dicho documento, relativas á la expedición de los
Cayos. Posteriormente he tenido avisos de que está casi deshocha, y es
regular que así sea, porque solo el loco que tiene á su cabeza, " se atre-
viera sin recursos de ninguna clase á concebir tales proyectos, que ven-
drán á parar en que lo conduzcan á un suplicio quo tiene bien me-
recido.
Dios guarde á U. S. muchos años.

Cartagena, Abril 18 do 18.16.

FRANCISCO DE MOXTALVO.
Señor Gobernador »lo Cuba.

III.
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :

Con esta fecha comunico al Excelentísimo señor Don Pablo Morillo,


General en jefe del ejército expedicionario, entro otras cosas, las noticias
que constan do la nota que acompaño á V. E., por lo que importa al me-
jor servicio del Rey, añadiéndolo que esta comunicación la tengo de ni)
modo positivo comprobada con declaración jurídica en este gobierno.
Nuestro Señor guarde á V. E. muchos años como deseo.—Cuba, 2
de marzo de 1816.—Excelentísimo señor — E U S E M O ESCUDERO.—Exce-
lentísimo señor Don Francisco Montalvo.

En osla misma semana se encontraban reunidos en los Cayos do


San Luis, catorce corsarios insurgentes, preparados para la expedición
que al mando de Bolívar debe en breve partir con dirección á Venezuela
ó á la Margarita : que oljcneral Bermúdez con dos corsarios habió salido
do los Cayos con el objeto de desembarcar en la Provincia de Vene zuela,
de internarse y establecer comunicaciones con sus habitantes : que uno
de los motivos que en troten i;; dicha expedición era la cuestión que entre
los capitanes corsarislas y Bolívar se habia suscitado respecto á preferencia
e n c i m a n d o : que el general Carabaño salió también de los Cayos en
otro corsario con dirección y objeto de desembarcar entre Portobelo y Car-
tagena, así para establecer iguales comunicaciones con los habitantes,
como con el designio de reunirse á los rebeldes de Santafé: que en los ca-
• Bolívar ! !
300 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA-

torce corsarios que se hallaban al ancla en los Cayos, existía mucho ar-
mamento y municiones do guerra, y algun dinero enviado de casas par-
ticulares de Jamaica.
Cuba, 2 do Marzo de 1810.
JCSCUDEUO.

I Y.
Con el olicio do Ü. S. locha 2 del corriente, he recibido la nota rjno
me acompaña, sobre el número de corsarios que había reunidos en los
Cayos de San Luis, y el pliego para el Excelentísimo señor Don Pablo
Morillo, á quien lo he dirigido.
Los Carabailos están ya presos, y pronto serán pasados por las
armas.
Lo que digo á U. S. para su conocimiento, dándole gracias por su
celo en comunicar las noticias quo pueden influir en el mejor servicio
dol Rey.
Dios guardo'ú U. S. muchos años.—Cartagena, Marzo Id de 1816.—
FRANCISCO DE MOXTALVO.—Señor Gobernador de Santiago do Cuba.

CCZ,Z.3L51IS..
F&OC&AKS.& del General Don Pablo Morillo a los Granadinos.
HABITANTES DE LA NUEVA G I:AÑADA !

Os prometí ût-sûc Caracas (pie en breve cetaria entre vosotros. Os


lo he cumplido, y sin la inútil obstinación dolos que gobernaban á Car-
tagena, ya estaria en Turna ó en Santa fe, y vosotros libres de la opresión
de un puñado de criminales. Cuanto dije á Venezuela y á vosotros, so
ha verificado. Del propio modo sucederá siempre, pues el fuerte no ne-
cesita engañar, ni el que se propone ser justo en sus acciones : además
quo los principios do mi conciencia no me permiten usar de olra arma
que de la verdad, para triunfar como hasla aquí de los enemigos de Dios
y del Hoy.
Do la Provincia de Cartagena desaparecieron los revoltosos, y con
ellos la discordia y los males. .I'll comercio y la agricultura renacen, y en
breve l*»s habitantes volverán á gozar de las comodidades quo disfrutaban
años ¡lasados.
Las tropas del Rey cubren desdo Pamplona al Chocó, y disfrutan del
placer de que á sus espaldas y bajo su protección ocupe la abundancia
el lugar que ocupaban la miseria y la desolación, .lillas protegen á los
vasallos del más deseado do los Monarcas y arrollan al quo osado se atre-
ve á oponérseles. El Todopoderoso las protege. La ocupación de la inex-
pugnable Cartagena es un milagro palpable, y no el único que ha obrarlo
por arrancaros del yugo do los perversos : do unos hombres que so fati-
gan por ser vuestros reyes con otros nombres, y cuyos títulos son los de
la desmoralización, la irreligiosidad y la cobardía. ¿ Habéis visto pelear
DE LA PROVINCIA DE CAIÏTAGEXA. 301

:'i ese enjambre de mandones ? no ; y si alguna ve/. lo lia hecho lia sido
con una cobardía digna de su mala conciencia. Tales son esos preten-
dientes de monarcas ; tales los <|nc estaban en Cartagena ; y os aseguro
que huirán y os abandonarán como los García Toledo, Castillos, Grana-
dos, Cámbanos, Ayos, 1 libón, Amador, Stuart.,' &." &." pero también
os prometo que les alcanzará, como lia alcanzado á estos, la espada de la
justicia, y pagarán en un cadalso sus crímenes. La fuga no los libertará
del castigo. El delito los detendrá como á estos y serán aprisionados.
¿ Qué felicidad habéis logrado con el soñado Gobierno que os han
presentado hasta ahora ? No os han obligado á abandonar vuestras la-
bores y pelear ? ¿ Cuándo habéis vijto la guerra entre vosotros ? ¿ No os
han arrancado lo poco que vuestra economía reservaba para mantener
vuestras familias ? No han dispuesto de los diezmos de los ministros de
Dios, á pesar que el miedo al delito les obligaba á encargar el secreto ?
¿ No habéis visto despojar los templos de sus alhajas y hasta do los vasos
sagrados más preciosos? :; Y por último, ¿ no habéis permitido poner las
sacrilegas manos en la custodia de la Catedral de esta ciudad y entregarla
á las impuras de un mercader extranjero, negociando con una alhaja sin
precio, y profanándola al punto do verla confundida entre los tercios car-
gados en un buque y tirada en un almacén con el último desprecio, espe-
rando comprador, como si fuese un fardo do vil mercancía ? Y todos
estos sacrilegios para qué ? Para comprar armas á fin de prolongar
vuestros males, y formar con vuestros cadáveres los perversos escalones
para subir á un trono nadando en sangre, y debido á vuestra ceguedad,
obra de vuestra irreligión.
¿ Cuando os gobernaba el Roy, como gobierna á la España, se co-
metían estos sacrilegios ? Desde luego que no. Por esto el trono de Fer-
nando será el más duradero, pues se apoya sobre la religion. Dios lo pro-
tege, y toda resistencia á sus preceptos es vana.
Pueblos de la Nueva Granada : voy á seguir marchando sobre vues-
tro territorio ; el ejercito del Rey observará la mayor disciplina : yo per-
donaré al que se acoja ala clemencia de S. M. : vuestras vidas y bienes
serán protegidos ; dirigios hacia mí como hermanos ; todo lo pasado se
olvida ; pero desgraciado del que obedezca las órdenes de los rebeldes,
pues dejaré á un lado la clemencia y lo castigaré : pues se resisten á las
órdenes de su legítimo Roy, el señor Don Fernando Vil. Presento la
paz y la protección al bueno; pero seré inexorable justiciero con el
malo.

Cartagena, 22 do Enero de .131«.

MoiiiM.0.

* L);im;u- cobardes ;i uuos pudriólas que defendieron In pl.v/.a. hasta que su.s habi-
liinlcs perdieron sus fucrzns y alíenlo, ¡i consecuencia del hambre que los devoraba, CK
nacer insulto al buen sculido y fallar descaradamente á la verdad,—(N. del E.)
•• • Los templos de Cartagena no dieron despojados de sus alhajas, eomo fatalmente
«o dice por este general. Las Comunidades todas, cumplíoslas de patriólas, lns cedieron
para contribuir así á salvar la causa de la América.—(X. del K.)
302 DOCUMENTOS TARA LA IIISTORIA

C C S . (D.

S2LÍPS3J)ZSÏTTS que contieno providencia:, y pormenores relativos á


varios individuos comprendidos en la rebelión del Vireinalo de Santa Fe.

.DlCTÁMKX DKJ, ASKSOl!.

Señor Capitán ¿roitcml :

Son en efecto muy distintas las clases do individuos y deben ser


diversos los conceptos en que se debe proceder contra las personas com-
prendidas en la rebelión del Reino y posteriores ocurrencias, según expo-
ne [J. Si en su orden do .l-i dol corriente. Estas clases podrán formarse
en el orden siguiente :
l.n Son de la primera, los sujetos que antes de la deposición do
las autoridades legítimas, conspiraron contra ollas, formando planes,
manteniendo correspondencias, ó cooperando do cualquier modo á la re-
belión, con los que se deben comprender los quo sabedores do esta? cons-
piraciones no las denunciaron.
2.!l En la segunda clase so deben colocar los que, verificada la
explosion y depuestas las autoridades, han tomado una parte activa, fo-
mentando y sosteniendo la rebelión con acciones, escritos, seducciones y
persecuciones á que no eran obligados por razón de sus empleos, aspirán-
dose á distinguirse en el sistema que llamaron do la " libertad americana"
y de recomendarse para con el Gobierno insurgente.
3." Los que al tiempo do acercarse las tropas del Rey, han incen-
diado los pueblos, podrán clasificarse en tercer lugar.
4." Los militares que teniendo jurada obediencia al Rey, se apren-
dieron sirviendo al Gobierno insurgente, formarán la cuarta clase.
y.ft En la quinta so comprenderán los empleados civiles y de real
hacienda, quo estén en el mismo caso do hallarse sirviendo al enemigo.
6." Deben considerarse do esta sexta clase, los que han pretendido
del Gobierno rebelde empleos militares, ó los han admitido voluntaria-
mente, tomando las armas contra el Rey, ó comprometiéndose á tomarlas.
7.* Séptima clase. En ésta se hallan los que, presentadas las tropas
reales, so han profligado manifestando su aversion al Gobierno legítimo,
ó su adhesion al intruso.
8.a A la octava clase se pueden referir los que han servido á aquel
llamado Gobierno, en cualesquiera empleos militares ó civiles, pero que
presentadas las tropas del Roy, las han recibido sin repugnancia, y en la
actualidad se mantienen en un oslado pasivo.
9." Se clasificarán en noveno lugar, los que se aprehendieren con
las armas en la mano, los quo «in'embargo de la gravedad do su delito, no
se han mencionado hasta aquí, por comprenderse que su conducta se debe
juzgar por autoridad diversa de la do los demás.
No so habla do los que hallándose empleados en el servicio del
Roy al tiempo de la rebelión, continuaron en los mismos empleos bajo el
Gobierno revolucionario, y después han emigrado á las Provincias leales;
porque respecto de ellos ya se tiono dictada por la Capitanía general. Su-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 303
porter gobierno y Superintendencia general do Hacienda, la providencia
qno está en observancia.
Los criminales tic Ins tres primeras clases, deben ser procesados y
juagados por las justicias ordinarias conforme á las leyes.
Los de la 4.a serán procesados y juzgados en el Consejo de guerra
que corresponda á la en que se hallaban cuando pasaron al servicio del
enemigo.
Los de la 0.a íambien serán procesados y juzgados por las justi-
cias ordinarias, respecto de no (labor disfrutar ningún fuero privilegiado.
A los do la G." se los hará comparecer, y si reconocidos y arrepen-
tidos jurasen obediencia y íidelidad al Rey, «o les podrá perdonar.
Se procederá desdo luego contra los bienes de los do la 7." clase,
como eslá prevenido en la circular ticfidel corriente, y presentadas ó ha-
bidas sus personas, se dispondrá lo conveniente según la clase á que co-
rrespondan y la conducta quo observaren hasta el momento do la presen-
tación ó aprehensión.
Los do la 8.a clase serán indultados conforme á las piadosas inten-
ciones del Rey y de su Gobierno y las del Excelentísimo sciior General
en Jefe del Ejército pacificador.
En fin, los reos do la !)." y última clase, estando sujetos á la ju-
risdicción y autoridad del Excelentísimo señor General del Ejercito quo
los aprehendiere, quedarán á su disposición.
Tales, sefior Capitán general, mi dictamen en los particulares res-
pectivos do los que comprende la orden do U. S. do 14 del corriente, sal-
vando otro más acertado.
Dios &c.—Santa Marta, Septiembre 20 de 1815.
ANSELMO DE BIERNA.

Sofior Preaidcnto, Gobernador y Capitán general del ltoino, kc. ka.

PROVIDENCIA.

'Torrecilla, Ü de Oclubre de 1S15.


Prevéngase á las Justicias lo que comprendo la séptima clase, en
los términos acordados ; y por lo que toca á los demás artículos, se irá
proveyendo por partes, según convenga á las circunstancias.
(liai una rúbrica del Capitán general.)

RELACIÓN DE LOS PKESOS QUE SUBSISTEN EN ESTA PLAZA.


1—MASURII DEL CASTILLO.
Ha sido Gobernador de esta plaza la mayor parle del tiempo quo
ha estado sitiada por el ejército de mi mando : C2T Por su disposición
pegaron los rebeldes fuego á los pueblos de Tornera, Turbaco, Turbana.
Sania Rosa, Pasacaballos y muchas casas de campo, para que no sirvió-'
'•' No fue Gobernador de la plaza sino Comandanta general de las tropas. (N. del E.)
304 DOCUMENTOS PARA LA, ÜlSTORIA

sen de abrigo á nuestras tropas. Sus crímenes son bien conocidos por
toda la Provincia ; y en todos los papeles y proclamas que expedia oste
jefe revolucionario, manifestaba el implacable odio cpio tiene á los espa-
ñoles, hasta decir que el trono del Hoy oslaba salpicado con sangro ame-
ricana. Fué preso en el convento de monjas de Santa Teresa de osla ciu-
dad, donde estaba escondido, por las Coronóles Don Gabriel de Torres y
Don Ildefonso de Sierra y el Capitán Don Manuel Jiménez. Está preso
en la Inquisición. Van adjuntos algunos papeles suyos.

2—MAHTIN AMADO it.

Era Subinspector de las tropas de Sabanas, y fué prisionero des-


pués de la derrota de Chima, en la que mandaba las tropas rebeldes. Sus
delitos los manifiestan tan claramente los adjuntos papeles. :

3—PANT.U.EON G HUMAN Rmox.'

Fué hecho prisionero con el anterior, sirviendo con los rebeldes


en la clase de Coronel. Con este individuo debe hacerse un ejemplar cas-
tigo en la villa de Mompox, donde estaba avecindado, según me lo mani-
íiesla en carta de hoy el Coronel Don Francisco Y/arlela ; pues confían
en él todos los rebeldes, y aun lo esperan como los judíos al Mesías. Los
papeles adjuntos manifiestan sus delitos.

4—JOSIÍ M A UTA PoHTOCAUrUíHO.

Este individuo salió de esta plaza comisionado por los rebeldes,


con toda la correspondencia para el Jtcino, llevándose en la goleta " San
Pablo " algunos Oficiales para organizar tropas en Antioquia. Fué hecho
prisionero con todos los demás que le acompañaban. Van adjuntos sus
papeles.
5—SANTIAGO STUAHT.

Fué hecho prisionero cl dia 7 (do Diciembre de l S l ü ) en las in-


mediaciones de Bocuohica y apresado el buque donde iba. Este individuo
es natural de Buenos Aires, sin embargo que dice ser irlandés. Fué condu-
cido á España por revolucionario, y protegido allí por algunos malos, se
fugó otra vez á estos países, en donde ha seguido con mucho entusiasmo
en la clase de Teniente Coronel, mandando como segundo el cerro de La
Popa.
0—AGUSTÍN BKTANCOUUT.

Fué hecho prisionero por la justicia y paisanas fieles de San An-


tero, al tiempo quehabia desembarcado y salido de esta plaza en comi-
sión, para alarmar los pueblos del interior y organizar gente en el pais
contra las armas del Key. Va una sumaria adjunta.

lín el Diccionario biográfico de Jos señores L. Scarpclla y S. Ycrgnra se reftoro quo


cslc Jefe sufrió el sitio de Cartagena en ISt3¡ pero oslo no m exacto, porque mandando
Amador una column* de (ropas por lus Sabanas, fué derrotado en Chima y hecho pri-
sionero cerca del pueblo de Montería, en Septiembre del mismo año.—(N. del B.)
DE LA l'EOVINCIA DE CARTAGENA. 305

7—MANUEL ANOUIANO.

Coronel quo ha sido por ol Gobierno español, abandonando dste,y


pasado á los rebeldes en la misma clase, dondo lia permanecido on esta
plaza de Ingeniero en jefe, hasta nuestra entrada en olla quo so puso
preso.
8—JOSÉ AYOS.

Esto individuo ha sido más perjudicial a la causa dol Roy quo si


hubieso sido General do los rcbcldos, y seguia su sistoma con ol mayor
entusiasmo ; y tanlo por sus escritos como por sus disposiciones, son no-
torios sus crímenes. Por la misma razón fue puesto preso do órdon dol
Capitán general dol Reino.
9—DLVCONO DON JOSÉ" TRUJILLO.

Acompañaba á los rebeldes Amador y Rib'ou, y fué proso con olios


en Montería, con el situado quo vonia para osta plaza. Van adjuntos al-
gunos papeles.
10—GERÓNIMO PUENTE.

Natural dol Corozal, on dondo ora Comaudanto dol Batallón do


milicias do aquel punto. Después do haber pasado nuestras tropas por
aquel puoblo, se fugó al monte, y á los dos dias so presentó al Teniente
Coronol Don Julian Bayer, quion lo mandó so viniese á prosentar en oí
Cuartel gonoral, dondo so le puso proso.
11—RAFAEL MONASTERIO.

Ha sido Capitán por el Gobierno español y BO pasó on la misma


claso á los rebeldes ; y desdo las Provincias do Venezuela so trasladó á
ésta. El Tonionto Coronel de artilloría Don Francisco Machado, lo remi-
tió presó desde San Onoí'ro ol 21 do Septiembre.
12—ANDRES LÓPEZ.

Eue preso en la isla do Barú al tiempo quo saiia do esta plaza co-
misionado por los rebeldes á los pueblos del Sinú, tirando los pliegos y
papeles quo llevaba, quo no so pudieron encontrar. Ticuo formada causa.
13—RAFAEL CARDILES.

Eue preso en Montería y acompañaba á Ribon y Amador. Va ad-


junta una carta.
Id.—SALVADOR MARIMON.

Fue preso porque siendo Alcaldo do Flamenco, remitía viveros á


Cartagena : se le formó causa y va adjunta. 20
306 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA-

15 y 16.—MANUEL IRIARTE Y FRANCISCO PANIZA.


Fueron hechos prisioneros con las armas en la mano, en la isla cío-
Barú, por el Teniente Coronel de ingenieros Camacho, en donde servían
do oficiales con el batallón de la guardia de honor del rebelde Castillo.
17.—VENTURA FKUHEK.
Fué preso en esta plaza á la entrada do las tropas del Key, porque
servia con los rebeldes la clase tic Oficial real, habiendo sido anterior-
mente Guardia de corps con los españoles y destinado por éstos a los
dominios do America en la Real hacienda. Solicitó fugarse con el rcbeldo
Bermúdez y demás cabezas de la revolución con su familia : pero fué
desembarcado.
Cuartel general do Cartagena de Indias, á tres de Enero de mil
ochocientos die/- y seis.
MORILLO.
Cuartel- general en Magangué, 10 ds Julio de 1815.—-5.° '•'
Mi estimado Cardites : estamos deseando YUCIO usted con buen re-
sultado do su comisión, pues cada dia urge el refuerzo de Zaragoza, para
los fines ya sabidos, y así no hay que detenerse por nada, pues si se ex-
cusasen, dé usted parte al Gobierno, cúbrase usted do cuanto haya obra-
do y véngase, porquo puedo usted hacer falta para seguir á Mompox.
Las cosas con Cartagena las conceptúo ya transadas con el .Ejército,
pues yaba contestado el Gobierno, y parece hay conformidad, según he-
mos comprendido por el General, (pie sabe usted es muy reservado y
poco-so expresa. El ha vuelto á oficiar, y e n todo nos prometemos quo
trabajará con union y se franquearán auxilios.
Hace dos dias so han desertado once soldados de los zaragozeros, en-
tro ellos Bolívar, sin el menor motivo : usted dé este aviso al Comandan-
te, para que los aprehenda y remita con seguridad, como me parece lo
liará para ejemplo do los demás, y si usted los encueníra en el camino
haga lo mismo. Esto se atribuye á seducción del Subteniente, cjuo sabo
usted estaba en Nechí, y de algunos argollcros do Zaragoza que les haya
escrito para que cometan este crimen.
En esta ocasión escribo al Gobierno de Antioquia, cuya carta encar-
go á Zúiíiga en Nechí, para que la remita al paisano Ballesteros, y ésto
le dé el giro hasta que llegue á su rótulo, pues si usted estuviese en ésa
así se lo dirá, y que sea á la mayor brevedad, pues no se la incluyo á
usted, por no exponerla á que ya haya usted salido de dicha ciudad.
(Sigue un acápite sobre noticias del exterior, muy inexactas.)
Expresiones á Carlilos, que considero vendrá con usted, al Coman-
dante Yaldéz y á todos los amigos, y no ocurriendo por ahora otra cosa,
mando usted ásu afectísimo amigo,
P . G. lllUON.
Al ciudadano Rafael Canilles, Jefe de Estado mayor del Departamento
de Mompox.—Zaragoza.
• De IOB documentos;, causas y papeles que se citan en la velación precedente, holo ac
halla agregada á este expediente esta cinln, (X, del K.)
DU LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 307

OTRO DICTAMEN DEL ASESOR.


Kxcri.KSTisi.MO SKÑOI: :

En este despacho no constan particulares líenles disposiciones qué


determinen la autoridad y modo de proceder contra los reos de rebelión,
por lo que. para en su ra/.on lormar concepto, es preciso recurrir á los
principios generales. Según ellos, el .Excelentísimo señor General en
jóle del ejército expedicionario, destinado á la reducción y pacificación
de estas Provincias, ha podido y puede obrar con plenitud de facultados
hasta la entrega de las plazas y pueblos, y con la misma ha debido y
debo proceder V. E. como Capitán general, desde el momento que so
hayan puesto ó pongan á su disposición las Provincias rebeldes do su
distrito. Esto no obsta para que ambos Jefes confieran, se acuerden y
procedan á lo que más convenga al real servicio con la buena armonía
que tanto importa y felizmente reina; pero siempre es necesario fijar 3r
convenirse sobre la autoridad decisiva, cuyo punto pende de si está ó no
restituida la provincial al pleno ejercicio de sus funciones; esto es, si so
ha entregado ó da por entregada á Y. E. la Provincia, como pacificada.
(Jomo quiera que sea, yo tengo abierto mi concepto cu anteriores
dictámenes, que reproduzco, y deben obrar con éste, sobre la clasifica-
ción do reos insurgentes y c! modo de proceder; añadiendo ahora, quo
aquellos de cargos graves, cuya incierta suerte ó destino puede ser per-
judicial á la tranquilidad pública, deben ser procesados y juzgados, sin
recurso ni la menor demora.
El Consejo de guerra permanente, que establecido en Venezuela
mereció la real aprobación, en Real orden de siete de Agosto dol aílo
próximo pasado, limitada después por la de diez de Septiembre, que con
otro motivo he visto, fué contraído á aquella Provincia, con considera-
ción al carácter de aquellos habitantes, sin que conste quo se haya oxteu-
dido á este Reino. Pero V. E. puede usar del misino arbitrio de quo so
valió el Excelentísimo señor Capitán general de Venezuela y General en
jefe del ejército expedicionario, estableciendo en su distrito un Tribunal
que juzgue á los reos principales, que deben serlo con urgencia del modo
más compatible con las disposiciones legales y lo que exigen el carácter
de estos habitantes y las circunstancias del estado de rebelión transitorio
general, dispersion de los tribunales legítimos y falta do curiales, en que
no pueden observarse sin riesgo los trámites y formas ordinarias.
Tal seria, en mi opinion, un Consejo de guerra de Oficiales de su-
perior graduación, formándose y determinando el proceso por el método
y con la brevedad quo prescribo la ordenanza general del ejército, para
Jos juicios de esta clase en campaña, ó por lo menos sin discontinuar.
Do los reos que comprende la lisia que acompaña el .Excelentísimo
señor General en jefe, entiendo quo por la calidad de los delitos, por la
influencia que pueden tener las personas y por las demás circunstancias,
deberán ser juzgados en este Consejo, los ocho primeros y el once, doce
y catorce.
El noveno, siendo eclesiástico do orden sagrado, se deberá entregar
ú la jurisdicción eclesiástica, con encargo de satisfacer á la real de Ja
306 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

justicia con que se proceda, pasándolo con el proceso la determinación,-


antes-de ejecutarla, para que si conviniere so interponga el recurso do'
fuerza, ó procuro evitar, por los medios lógales, los riesgos que amenaza-
ría al Estado la impunidad, conciliando de esto modo la inmunidad ecle-
siástica con lo quo exigo la tranquilidad pública. Y por lo tocante á los
presos dócimo, décimo tercio, décimo quinto, décimo sexto y décimo sép-
timo, se podrán comprender en la sumaria quo aconsejé on dictamen de
ayer, procediéndose según los rcsultos.
Creo haber absnclto todos los particulares consultados. Si á V. E,-
pareciere fundado este dictamen, no hay tina precision legal de tomar
otro acuerdo; pero seria conveniente en las circunstancias, que antes de
olovarlo á providencia, so sirviera conferirlo con los demás que tengo
dados on el mismo asunto, con el Excelentísimo señor General en jefe
del ejército, á fin de asegurar ol acierto quo todos deseamos, y dar cuenta-
do los rcsultos on relación ó testimonio á Su Majestad, sin perjuicio do la
ejecución de lo quo se acordare ó resolvicrc.

Cartagena, Enero cuatro-do mil ochocientos y diez y seis.


BlERNA.

INVITACIÓN PARA UN ACUERDO DÉLOS GENERALES MONTALVO Y MORILLO0,

(j !) EXCELENTÍSIMO SEÍfou:

Después do haber oid'o el dictamen del Asesor goncral, Auditor de1


guerra do esta Capitanía general, sobro ol oficio y relación anotada do*
presos que V. E. so sirvió pasarme ol dia do a}rer, hallo quo conviene ten--
gamos un acuerdo, si os posible hoy mismo, doudo V. E. quiera, ó en su-
habitación ó on la mia, al cual no estaria do más asistiese ol Auditor do-
guerra de Y. E. y ol mió, que es preciso concurra.
.Dios guardo á V. E. muchos años.
Cartagena, <l do Enero do 1816,
FRANCISCO DE MONTALVÜ.
Excelentísimo Kcíior Don Pablo Morillo.

EXCITACIÓN PARA QUE SE NOMBREN LOS MIEMBROS DEL CONSEJO;

(l !) EXCELENTÍSIMO SEÑ'OK:

En vista del oficio do Y. E., quo acabo de rocibir, sobro el destino dé-
los reos á que se contrae, lio resuelto juzgarlos en Consejo de guerra, con-
la brevedad que previono la Ordenanza para los juicios do campaña. En'
esta virtud, no estando todavía determinada la guarnición do la plaza,-
por cuya razón no puedo disponer de ningnn oficial, espero so sirva V.
(¡ !) Las notas marcadas con cslcsigno note hrJtatt o» el expediente; pero se tomnu
de los copiadores, por la íntima relación owe tienen con el- asunto. (N.dcl E.)
ÜE Lü PROVINCIA DE CARTAGENA. 30J8

S. nombrar cinco de graduación, que con el Gobernador do cst.t PfoStfn-.


.eia, Coronel Don Gabriel de Torres y el Teniente Coronel Don Igjiiício
Landázuri, formen el referido Consejo; y al mismo tiempo otro oficiad de
la capacidad correspondiente, para que baga cu ¿1 las funciones do f i s -
cal, cuyo nombramiento es el que más urge por el momento, porque de-
searía que al instante comenzase á proceder.
Dios guarde á V. E. muchos años,

Cartagena, Enero 5 do 1816.


FRANCISCO .OE MONTALVO.
Sxcclcutíeimo Ecfior Dou Pnblo Morillo.

PROVIDENCIA BE LA CAPITANÍA GENERAL.

Cartagena, Enero 9 de 1816.


De conformidad con lo expuesto en el anterior dictamen, y de lo
conferido con el Excelentísimo señor General en jefo del ejército, so
formará la causa y juzgará en el Consejo de guerra que se propone de los
presos quo comprende la lista, los ocho primeros y el once, doce y cator-
ce, para lo cual, sacándose desde Juego una copia contraída á éstos, so pa-
sará el expediento al Capitán ayudante mayor del 6." escuadrón do arti-
llería, Don José Ortega, á quien se lo nombra de Fiscal. Pásese también
á la jurisdicción eclesiástica lo relativo al noveno de los reos; y por lo
tocante á los demás, el Gobierno de la plaza dispondrá que se formo la
pesquisa general ó sumaria, bien por medio do su Asesor, ó por la perso-
na quo estimo más proporcionada al tenor del interrogatorio quo formará
oi sonor Asesor general, á quien al efecto volverá el expediente, evacua-
do quo sea lo prevenido.
D E MONTALVO.

En la misma fecha so hizo todo lo quo previene el anterior decreto,


y sé entregó al Fiscal el expediento. (Hay una rúbrica).
So remite al señor Asesor para el interrogatorio. Cartagena, 9 do
Enero do 1S16. (Hay una rúbrica).

INTERROGATORIO.
EXCELENTÍSIMO BSSOR:

Los testigos que deberán examinarse sobro los autores y fomenta-


dores de la rebelión del Reino, y cu especial de esta Provincia de Carta-
gena, serán los quo habiendo residido en ella durante las conmociones,
estuvieren mejor opinados de fidelidad al .Rey y al Gobierno general de
la Nación, á los cuales, manifestándoles la lista de presos, so les pregun-
tará, después de juramentados, lo siguiente:
310 DOCUMENTOS PARA T,A HISTORIA

1.° Si conocen á dichos presos y saben que hayan obtenido los em-
pleos y encargos que expresa la nota de cada uno.
2.° Si saben que alguno ó algunos de ellos (expresando en su caso
quienes) proyocia ron, propendieron ó auxiliaron los primeros pasos que
so dieron para destruir el Gobierno legítimo: digan cuáles fueron estos
proyectos, pasos ó auxilios, en qué tiempo, casos y circunstancias los
dieron.
3.° Si después de destruido el Gobierno legítimo le sostuvieron y apo-
yaron voluntariamente, obteniendo los primeros empleos del insurgente,
formando escritos, mandando ejércitos, ó de cualquier modo distinguién-
dose para sustraer los pueblos de la obediencia del Rey.
4.° Si siendo empleados por el Gobierno legítimo, han servido des-
pués algunos cargos del insurgente pretendiéndolos: expresarán qué
empleos obtenían, y cuáles han servido después.
5.° Si han votado la independencia ó propendido á ella.
6.° Si han propendido á que so prenda, castigue, moleste ó persiga
á los fieles vasallos del Rey, por serlo.
7.° Quiénes son las personas que, además de los comprendidos en la
lista, y los que sojuzgan por separado (de que se dará razón al comisio-
nado) han incurrido en los delitos ó excesos expresados en los anteriores
artículos.
8.° El Comisionado podrá hacer las demás preguntas que estimo
convenientes al fin de la averiguación do quo se trata, y las que vengan
indicadas en Jas respuestas que dieren los testigos.
Cartagena, Enoro 9 do 1816.
ÜIKItNA.

PROVIDENCIA DE LA CAPITANÍA GENERAL.

Cartagena, Enero 9 de 1816.


Póngase razón do los sujetos que so están procesando por separado, y
paso al Gobierno al fin provenido en anterior decreto.
D E MONTALVO.

RAZÓN DE LOS PRESOS QUE SU ESTAM PROCKSAKDO l'OJl SEPARADO, FORMADA COM
AUREOLO X LA RKLACIOX XXTEKD1DA POH KL EXCELENTÍSIMO SEÑOU DON PABLO
MORILLO.

1. Manuel del Castillo.—2. Martin Amador.—3. Pantaloon German


Bibon.—'L José María Portocarrcro.—5. Santiago Stuart.—G. Agus-
tín Bclancourl.—7. Manuel Anguiano.—8. Doctor Don José Ayos.—9.
Diácono Don José Trujillo.—10. Itnfuol Monasterio.—13. liafaol
Cardites.
Cartagena, 9 de Enoro do 1816. (Hay una rúbrica).
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 311

PROVIDENCIA DEL GOBERNADOR DE hi PLAZA.

Cartagena, Enero 15 de 1816.


Por recibido este expediente cou las superiores providencias quo lo
-acompañan, se obedecen en la l'orina ordinaria; y para el procedimiento
que corresponde ú cada uno de los individuos que resulten sometidos á
juicio de este Gobierno, la Escribanía pondrá las copias necesarias (con
la nota particular con que se nombran), para que con la debida separación
tengan el curso correspondiente.
TORRES—MARTÍNEZ—FEHNANDO PERNETT.

En el mismo dia quince compulsé cuatro testimonios do estas dili-


gencias, en la conformidad que se previene, y los pasé á manos del señor
Gobernador Comandante general, para los fiucs dispuestos por su Señoría.
Y porque consto lo anoto y firmo.
PERNETT.

(¡ !) EXCELENTÍSIMO SEÑOR:

Además de los papeles que obran contra José María Portocarvero,


quo dirigí á V. E. con oficio y relación de 8 del corriente, lo remito ad-
junta una declaración de tres quo se lo han recibido, ¡í fin do quo pueda
servir con aquéllos para juzgar á esto individuo por el Consejo de guerra,
según tenemos acordado ; esperando se sirva V. E. darme aviso do su
recibo.
Dios guardo á usted muchos años.
Cuartel general do Cartagena do Indias, á 12 do Enero do 1816.
PABLO MORILLO.
Excelentísimo seííor Don Francisco de Moutalvo.

(¡ !) EXCELENTÍSIMO SESOR:

En este dia ho pasado al Juez fiscal, Don José Ortega, para quo la
agregue á los cargos de José María Portocarrero, una sumaria de las
tres quo so han tomado á dicho criminal, actuada por Don Donato Paiiz
de Santacruz, por orden do Y. E., que recibí con oficio de ayer.

Dios guarde á Y. E. muchos años.


Cartagena, 13 do Enero de 1S16.
FRANCISCO DE MONTALVO.
Excelentísimo scíior Don Pablo Morillo.
312 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

<D©2£.<CE.

j&XOCÎÏJCîEOJKf del Capitán general, con motivo de la ejecución de


varios patriotas.
CARTAGÉNEROS:

Mañana serán ejecutados MANUEL DEL C'ASTii.r.o, MARTIN AMADOR,


PANTALEON GERMAN PURON, Josií MARÍA POUTOCARRERO, SANTIAGO
STUART, ANTONIO J O S É DE AYOS, JOSK MARÍA GARCÍA TOLEDO, MIOUEL
DÍAZ GRANADOS Y MANUEL ANGUJANO. Las leyes los han condonado y
yo rao lisonjeo do haberles dejado usar libremente de lodos los medios do
defensa. La notoriedad de sus crímenes, el derecho de la guerra y la
gravedad de sus atentados, me autorizaban para haberles hocho morir
antes, sin dar lugar ¡i tantas formalidades, si no hubiese querido imitar la
veal clemencia del más benigno de los Soberanos, que aun procediendo lleno
de justicia, derrama lágrimas sobre sus vasallos delincuentes, objeto de su
ternura hasta en EL SUPLICIO.
Lo son de la mia los siîbdilos cuya tuerto se ha dignado confiarme este
Monarca anuido de sus 2)ueblos ; lo son esos infelices que, á pesar de los
auxilios de la caridad y de gozar de tranquilidad bajo un Gobierno bien
cimentado, mueren todavía víctimas del coraje que les catisaron las necesida-
des pasadas.
Más do dos mil personas han arrebatado el hambro y la peste sola-
mente, todos sacrificados á la vanidad ó ambición insensatas do sus ini-
cuos mandatarios.
Ellos no perdieron medios do pordor, extraviar y corromper á los
puoblos; opusieron á su soncillez la intriga ó la incredulidad; sus pres-
tigios hicioron so apoderara de sus cabozas una especio do vértigo para
que corrioran sin conocer su error, unos contra otros, los mismos paisa-
nos, à derramar su sangro, como si fuoran mortales enemigos, y permi-
tían sin piedad la ropoticion do esas escenas emoles, en que los habitantes,
arrebatados de xm furor funesto, sacaban sus púnalos y los clavaban so-
bro el pocho do sus hermanos, sin saber por qui'1.
Yo les prometí much'ts veces EL PERDÓN, les abrí y ofrecí caminos para
la ingenua reconciliación con la Metrópoli; yo hubiera empeñado todo
para que voluntariamente, sin esperar que la fuerza obrara esto efecto,
ol Hoy los hubiera perdonado; pero ¿ordos á mis persuasiones, negados á
los medios jmeí/icos, emprendieron temerariamente hacer resistencia y conlra-
restar el 2>odnr de una Monarquía entera, COMPROMETIÉNDOLO TODO pul-
sus fines particulares. Al fin llegó el momento en que la Providencia ha
querido poner termino á sus maldades, y la autoridad los envía á servir
de público escarmiento á los amigos de novedades de esta naturaleza.
Pero cuidado, cartageneros ! que las leyes acompañan al delincuente
hasta el cadalso; esas bayonetas están prontas á. castigar al quo sea osado
insultarlos, como á hacer ejecutar su sentencia; eompadcoedlos guardan-
do en estos momentos la circunspección propia tic los pueblos civilizados,
y dejad (pie los revoltosos aprendan á temer la suerte Dts LOS I'ERTUIUU-
DOHES DE LOS l'UEHLOS.
Cartagena, 23 de Pobrero de 1S1Í).
D E MONTALYO.
Diî LA PliOVlNCIA DE CARTAGENA. 318

CCXCXI.

aÊ»3Bt©S?OSS€5XOSï del señor Doctor José Marín García de Toledo, para


que la plaza de Cartagena no se entregase al General Don Pablo Morillo, y
se redujese á escombros, sepultando entre sus ruinas al ejército sitiador.

" Posesionado Morillo do Cartagena, después de haber sacado á los


habitantes de la ciudad los cien mil pesos á quo se lia hecho referencia
anteriormente, impuso una fuerte contribución á los libres de la Provin-
cia y llenó las cárceles de patriotas, apresando entro otros al General
Castillo, que so hallaba escondido on cl Convento del Carmen, á quien co-
locó en un mismo calabozo con los oficiales granadinos Martin Amador y
Pantaloon Ribon, al ingles Santiago Stuart, á los abogados García do
Toledo, Antonio José Ayos y Miguel Granados y al comercian to José
María Portocarrcro, siendo todos estos republicanos condonados por un
Consejo de guerra á sufrir la pena capital; sentencia que cumplió Mon-
talyo, ahorcando aquollos beneméritos patricios,' cuyos bienes fueron en
seguida confiscados. *
" Amador, Ribon, Ayos y Granados eran jóvonos do alta talla intelec-
tual y de corazón bien puesto. Republicanos fervorosos que tomaron
parto en la magna contienda, apenas se dio el primer grito contra la ti-:
ranía. Mas, por sobre todos ellos resplandecía García do Toledo, por la
mayor energía, la inteligencia, el entusiasmo y la fo en la libertad. Na-
ció este eminente patricio en Cartagena, el 11 do Febrero do 1769, y
cursó la facultad do Jurisprudencia en el Colegio del Rosario do Bogotá.
Hecho Doctor, fué á su tierra poco despuos á ojorcor su profesión, ganán-
dose gran fama do hábil jurisconsulto, y mereciendo el respeto de loa quo
lo trataban, por sus finas maneras, su culto lenguaje y la austeridad do
su caváctor. Apenas asomó la revolución contra la tiranía, tomó parto en
olla sin reserva alguna y fué ol primor Presidente do la Junta quo en la
Provincia do su nacimiento proclamara la Independoncia, portándoso on
el ejercicio do esto empleo, como en muchos otros que desempeñó, con
osmerado tino y singular firmeza. En ol sitio do Cartagena demostró una
virilidad de alma poco común, y al ver perdida la plaza, £5y"propuso que
los habitantes do ella que no estaban en armas emigraran, y quo los de-
fensores quo aun quedaban, so dividieran en grupos en todos los centros
de la ciudad, dieran accoso álos españoles y pusieran fuego á los parques,
para volar como Ricaurto, sollando con esto hecho la inmortalidad de
aquel pueblo que había sido, como los numantinoí-, frenético en la defen-
sa y digno en la expiación..^! ::': Al morir, 24 de Febrero de 1816, so
mostró á la altura de sus convicciones, pues no salió de sus ojos mía lá-

:
Los nuevo patriota* sacrificado!; cu Cartagena c) P.i de Vcbrcro de I81G, no i'ueron
ahorcados, ni se les unto en la horca después de muertos, eino fiwilmtan por la espalda,
como á traidores del Hoy de lüspafia según decia Morillo. (N'. del H.)
'• Esta proposición del Doctor Clamin do Toledo se halla de ««nenio con lo quo ex-
pone ol señor Don l'cdro Laza on la nota 33, insoria en la página í { 7 «le e:->lc 2." lomo.
y con lo que licniúj oido referir á algunas punsona-t untumlWat que ¡nil rieron el atadlo de
Cartagena en 1S1">. (,N. del K.)
314 »OOUMBKTOS PARA LA IHSTOUIA

grima, ni de m pecho un suspiro, ni se mostro en su semblante signo


alguno do ufan ni do terror ! (Ç) "

N O T A del Gobernador de Cartagena, sobre la acumulación de i)rc5os en


las cárceles de dicha ciudad, y diligencias practicadas.
Gobierno militar y político.—Número 61.
EXCELENTÍSIMO SESOH :

La multitud tic presos que ocupan las fortalezas y cárceles do la


ciudad, distraen absolutamente la atención del Gobierno, ya clamando
por la pronta secuela de sus causas, ya pidiendo libertad bajo fianzas, se-
gún la falta de salud y contagio de calenturas que padecen los más ; no
siendo á propósito el hospital para darlos alguna asistencia y alivio por
la nulidad en que le dejaron los revoltosos. Yo, deseando dar un activo
desempeño á todo, y considerando la variedad y calidades de presos, unos
por notoriedad, otros por prisioneros y otros por denuncios, los cuales
deben juzgarse con distinción do clases, desearía que V. E. me diese una
norma pora conducirme en la materia, en atención á quo observada la
rutina del foro, será aglomerar expedientes y dilatar la pena á los que la
merezcan, así como la libertad á los quo no resulten culpados, y por tan-
to, V. E. so servirá comunicarme la superior resolución que espero, para
obrar con seguro conocimiento.

Dios guarde á V. E. muchos años.—Cartagena, 19 do Enero do


1816.—Excelentísimo señor.—GAMUHL DE TÓRHES.
Excelentísimo señor Capitán general del Nuevo Reino de Granada.

Cartagena, Enero 22 de 1816.—Al señor Asesor.—(Ifai/ una rúbrica).


EXCELENTÍSIMO SBXOR :

Los presos que por haber tomado una parte activa en la rebelión
están mandados juzgar en Consejo de guerra extraordinario, y los que por
denuncio, sumaria ó voz pública están sindicados de persecuciones á los
vasallos del lley por su fidelidad ú otros delitos que por las leyes tienen
señalada pena aflictiva, deberán subsistir en segura prisión. Dn los pró-
fugos á la entrada de las tropas del lley en la plaza, que fueron aprehen-
didos sobre la costa de Portobclo, podrán ser destinados á obras públicas

(sj) Tomamos csüos dos apartes do los'niínieros 2Gi) y 2Ï0 (página* 141 ú 1 43) del Curso
primero del " Compendio de la Historia de la llcvolueion do Colombia," por Constancio
Franco V. Edición de Rogóla, 13S1.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 315

por ahora, los que por su calidad y estado pueden sufrir este trabajo,
siempre que no tengan otro cargo.
Los demás que na resulta que han hecho otra eosa que obtemperar
¡i la violencia con que el Gobierno insurgente les obligaba á lomar las
armas, podrán reducirse al arrosto en sus casas, hasta los resultes de las
pesquisas generales que he aconsejado en otros expedientes ; sin cuya
vista y la de las diversas providencias que se han dictado en el particular,
no puede prescribirse otra regla ; siendo las expuestas las que Y. E. po-
drá dar en contestación, ó proveerá como fuere servido.

Cartagena, Enero 23 de 1816.


BlKHSA.

Cartagena, Enero 23 de 1816.


Me conformo, y contéstese con copia do lo necesario.
DE MONTAI.VO.—José Leon Godot/.

En veinte y cuatro se comunicó al señor Gobernador de la plaza copia


del dictamen y superior providoncia quo anteceden ; lo que anoto.
Godoy.

2I)©<DU3X/IS3MTOS referentes á la inculpabilidad de varios individuos en


la muerte dada â los españoles que se hallaban como prisioneros de guerra
•en las cárceles de la Inquisición.

I
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :

Don Manuel dol Castillo, preso en una de las careóles de la Inqui-


sición, por la complicidad que se me ha considerado en la rovolucion de
esta Provincia, onto V. E. con mi mayor respeto digo : que en la tardo
de esto dia al acto mismo do venir mi defensor en dicha causa á conferir
conmigo lo necesario á mi defensa, con motivo de habérsele encargado
y entregado el proceso al efecto, me ha instruido de que corre y aun pa-
rece so ha lijado en los parajes públicos ?m impreso quo contiene una re-
presentación firmada por los asesinos de los españoles prisioneros, en 23
de Julio, á cuya cabeza precede el epígrafe ó exposición, de que yo como
General y Gobernador de esta plaza, permití dicho asesinato. Esta ca-
lumnia horriblo ha llenado, señor Excelentísimo, á mi corazón de amargu-
ra, porque de no haber sido una equivocación involuntaria, aunque fu-
816 DOCUMENTOS PARA LA niSTOMA

nesta, del autor de dicho epígrafe, precisamente habrá tenido por objeto
el ánimo de prevenir contra raí la opinion pública, culos dias cercanos á
la resolución de rai causa.
El mismo epígrafe y el principio de dicha representación acreditan
el concopto equivocado con que so mo hace dicha imputación, pues ni yo
he tenido el título de Gobernador do esta plaza, ni el tratamiento de exce-
lentísimo scilor con quo comienza la excusación que los asesinos preten-
dieron hacer de su delito después do haberlo cometido. Bajo de cuyo con-
cepto y do que no habrá un hombre de juicio en la plaza y de todos los
que me conocen que no puedan asegurar la falsedad de dicha atribución,
y el que por otra parte ella es una pública difamación, un insulto y un
verdadero asesinato, que no permiten las leyes bajo de cuyo imperio tc-
nomos la gloria do vivir, ocurro á la justificación do V. E., suplicándolo
que auto todas cosas so sirva mandar se desfijen dichos papeles, y so re-
cojan los quo so hubieren distribuido, y que seguidamente so haga saber
al autor do dicho papol acrodito la razón en quo ha fundado la citada
imputación, dándoseme vista do todo para pedir lo convenionto á la sa«
tisfaccion que me es debida cu justicia, y quo pareco debo hacerse tem»
bien constar en mi causa, sobro quo imploro la justificación de V. E.
Cartagena, ocho de Febrero de mil ochocientos diez y sois.
ExeolontÍBirao aoOor.
MANUEL DEL CASTILLO.

Cartagena, 8 de Febrero de 1816.—Al señor Auditor de guerra.—(Jlay


una rúbrica).
EXCELENTÍSIMO SESOR ;

A esta ropresentacion quo acaba do poner en mis manos ol Oficial


que dijo sor el defensor del suplicante, debe, en mi. concepto, agregarse
un ejemplar del impreso que so cita, ó informar ol señor Gobernador do
cuya orden supongo que se habrá fijado ; y así lo podrá V. E. proveer
por ahora, ó como fuere servido.
Cartagena, Febrero 9 de 1816.
BIERNA.

Cartagena, Febrero 10 de 1816.


El original de que trata este escrito se halla agregado á los papólo»
entregados por el impresor Manuel González Pujol, que me pasó el Exce-
lentísimo scííor Jefe expedicionario Don Pablo Morillo, con oficio 3 del
corriente, por cuya autoridad creo se haya mandado imprimir. Vuelva al
señor Asesor general, para que visto se agregue testimonio de dicho ori-
ginal y dictamine.
DE MONTALVO.—José Leon Clodoy.
(Siguen aquí otras diligencias).
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 317

EXCELENTÍSIMO SEÑOH:

Do la representación de los asesinos de los prisioneros españoles en


]a Inquisición, no resulla que este papel hablara con .Don Mannel del Cas-
tillo, ni que éste permitiera el asesinato. Si no hubiere en uno ni en otro
particular más pruebas en esta superioridad, entiendo ser de justicia quo
declarándolo así, se libren al interesado los testimonios que pido, pare
que pueda hacerlo constar donde le convenga. Y así lo podrá V. E. man-
dar, ó proveerá como í'uorc servido.
Cartagena, Febrero 15 do 1816.
BIKKNA.-

Cartagena, Febrero 15 de 1816.


Mo conformo'.
D E MONTALVO—José Leon Godot/.

En diez y siete do dicho mes y año, yo el Escribano pasó á esta


cárcel do la Inquisición, é impuso dol dictamen y superior providencia
qno anteceden, á Don Manuol dol Castillo, doy fé.
Castillo—Godoy.
II
Representación hecba por varios individuos rebeldes, que asesina-
ron cobardemente á los indefensos oficiales españoles prisioneros, quo se
Bailaban presos en las cárceles do la Inquisición do esta ciudad, al titu-
lado General y Gobernador do esta plaza, Manuel del Castillo, que per-
mitió esto asosinato, y so ha mandado imprimir á fin de quo los buenos
españoles tengan un conocimiento do los ejecutores, Ç^de los cualos han
sido ya algunos pasados por las armas on esta plaza, * y otros so hallan
prisioneros.
EXCELENTÍSIMO S E K O R :

Haco dias que nuestros espíritus no reposan observando el partido


fuorto que tiene ol godismo entre los muros do nuestra amenazada Patria ;
no decimos por esto quo lo fomenten los individuos españoles á quienes
miramos colocados en considerables puestos, pues creemos quo do óstos
tendrá el Gobierno entera confianza, fundada sin duda en el principio do
acreditada adhesión á la libertad do América y servicios hechos al país
en la época de nuestra independencia: si oslo inedia, nada hablamos, noy
con ellos ; pero sí con otra porción do europeos y aun indignos hijos de
Colombia que libremente manifiestan su opinion, muchas veces conformo
al maquiavelismo con que nos engañan, y otras (antas contra el sistema
y en favor de la soberanía española, con voces tan escandalosas que de-
• Prueba duque hubo fusihulof en Unrtftftcnn úulc:: del :! ! de Pedrero de JS1C,
318 DOCUMENTOS PARA LA M STOMA

rriban nuestra opinion y fundamentan In suya. Sí, Excelentísimo señor.:


estas reflexiones nos lian hecho muchas veces, si no temblar, porque
nuestros pechos encierran almas grandes, á lo menos lloran anticipada-
mente la pérdida de. la inexpugnable Cartagena, y por ella sin duda la
de la Nueva Granada y aun Venezuela, (pie ya respira; sí, Venezuela,
quien si en breve vuelve á ser libre, es por encontrar menos en aquel suelo,
cuna de la independencia, los millares de españoles á quienes los bene-
méritos libertadores de aquel bello territorio desterraron al profundo
Letcv, único lugar donde no nos harán la guerra nuestros conquista-
dores : todo lo expuesto meditado, n<> con aquel juicio de beneficencia y
confianza que es característico ú los héroes del Nuevo Mundo, y sí con
la precaución á que nos estimula nn sin número de ejemplares, los cua-
les invitarán la consideración de V. E. tanto como ciudadano de esto
Estado, cuanto como el primer Magistrado de la República, en qilion
dignamente ha depositado su .'inerte la amplia y libro voluntad do los
pueblos de la Provincia que componen este Estado, y máxime cuando
Y. E. á sus sabias reflexiones aumente como nosotros á nuestra descon-
fianza, la llegada de trescientos españoles prisioneros, número casi supe-
rior á la guarnición de la plaza ; fie ellos ya parte considerable con las
armas en las manos, asimismo quo la guardia de las Bóvedas es sorpren-
dida con diez hombres resueltos', que éstos y aquéllos con las de los que
custodiaban harían otro tanto con la cárcel do acusados, y éstos todos en
masa seguidos del partido de quo antes hicimos mención, ¿hallarían acaso
resistencia en la Sala do Armas? Y ésta en las manos do tan inmorales
enemigos á deshoras do la noche, cuando la oscuridad privase quo unos
á otros nos conociéramos, ¿ qué recursos nos quedaban ? Claro está ; solo
decir al vernos asesinar : ¡ ay quién lo hnbierapousado ! y seguidamente
sufrir la muerto. Pero sin dada el tutelar de nuestra causa nos lia alum-
brado el remedio, y el gran daño lo hemos evitado con un paso único
que hemos calculado suficiente para libertarnos del cuchillo que nos
amenazaba.
Sí. Excelentísimo señor : Cartagena estaba al borde del precipicio,
y una vez perdida por desgracia, toda la América del sur seria libre,
menos ella : éstos han sido los sentimientos que nos han esforzado á sal-
varla República, aun á costa de comprometernos ante las leyes : nosotros
no tenemos ningún género de comprometimiento ante la Nación españo-
la : nn nos arrepentimos, ni lo sentiremos jamás. No podrá decírsenos
que si lanía sed teníamos de la sangro española hubiéramos seguido al
campo de batalla á derramarla, pues sabido es quo desde que hay inde-
pendencia y enemigos que quieran oscurecer esta justicia de los que sus-
cribimos, ocho de ellos hemos oslado en las márgenes del Magdalena,
exterminando tiranos y sosteniendo nuestros derechos. Sí sentimos, sí,
comprometernos ante las leyes ; pero ello es preciso, el último rigor do
ellas es decretal la muerte, y ésta no atemoriza á los verdaderos republi-
canos que están resueltos á nada temer por la 1/ibertad, y hacer los ma-
yores sacrificios por la inmortal independencia.

Cartagena de América libro, Julio 23 de 1815.—5 RRPUBLlCAXog,

francisco Smuirrucia, Comandante nombrado.— Gregorio Vorrcyro~


1)1) LA PROVINCIA DU CARTAGENA, fill)

«i.—Hoque Billancourt,—José Libéralo Prrlel/.—José de Cleros.— 1 ''entura


Izquierdo.—Joaquín Tafur.—José Jiménez Vanótjus.—/¡/nació González.
'Tomas de Lcon.
Pase ;í la imprenta libra para su impresión, quedando responsable
á ella.
.Francisco Saniurucia.
C'nrlugmia de Jmliii-:.—En ln imprenta (fe I«• Cu /> itun in- wncrtil. jwr don, Manuel
fítmzále: >/ l'ujnl. IS/O.

Ill

KIU'KESKNTACIOX D13 JIAItTIXA SANIMKOO FKKXÁXUliZ, l'OK SU HIJO JUAN BAUTISTA


MARIS.

EXCELENTÍSIMO SJÍSÍOR:

Martina Sandicgo Fernández, natural y vecina de esta .ciudad,


viuda, ante V. E. como sea más conformo d derecho y con todo mi respeto
parezco y digo: que si con arreglo á la ley 6.", título 23, partida 3.", cuando
por el reo á quien se ha impuesto pena de sangre en la sentencia que se ha
pronunciado en su proceso, apela un pariente ha de seguírsela instancia,
aunque el condenado manifieste repugnancia ante el mismo Juez del
pronunciamiento, por considerarse que el pariente tiene interés en quo
no se ejecute la sentencia, por la mancha ó nota que suelo recaer sobro
la familia: con superior fundamento podre yo instaurar cualquier recurso
ante V. E., á cuya superioridad debo elevarse el proceso, seguido do
oficio, por el asesinato espantoso que ejecutaron el año próximamente pa-
sado en las personas españoles que como prisioneros de guerra se custo-
diaban en las cárceles de la Inquisición de esta ciudad, algunos individuos
de ella, en beneficio de mi entero y legítimo hijo Juan Bautista Marin,
que en un equivocado concepto se cree comprendido entre los delincuen-
tes, y perpetrador, como ellos, del crimen más horrendo.
Es verdad que yo no trato de interponer un recurso formal de ape-
lación de la sentencia que, con generalidad se dice, ha pronunciado el
Consejo, que ha conocido del asesinato horrible, contra mi hijo, sino solo
suspender sus efectos en cuanto á él, mientras so justifica su inocencia,
que podrá hacerse por las pruebas más irrefragables y conclu yen Les que
ofrecerá las atenciones de los mismos reos, si, como pide la justicia, so
examinan sobre el particular de la complicidad de mi hijo, á cuya fuerza
y energía, sogun se dice, se han resistido los vocales que formaron el
Consejo, á pretexto do no deber admitirse los dichos de los que se supo-
nen co-reos de Marin, apoyándose únicamente para condenarlo, en la
miserable aseveración de un solo testigo, que se dice ser de los mismos
prisioneros, que afirma haber visto en la mano de mi hijo en la noche del
acontecimiento funesto, un machete ensangrentado. : Santo Dios ! Yo
vería sacrificado-á mi hijo, tan inocente como es en el particular de quo
se trata, si por desgracia hubiese de cumplirse la sentencia que dicen ha
dictado el Consejo, antes de ser pesada su causa en la balanza de la jus-
ticia, quo descubro á primera vista un la justificación del Tribunal de V,
320 DOCUMENTOS PAHA LA li'lSTOiílÁ

E., cuyo ojo simple )r perspicaz, ve y ponctra lo que oíros no perciben, y


cuya rectitud sabe distinguir los enmones de sus apariencias, por más
reales que aparezcan.
Así esperó quo lo acredite el resultado de esla sencilla y reverente
representación, que desdo luego no puede ser otro (pie el de mandar se
rociban las declaraciones de los reos en orden á la inculpabilidad de mi
hijo, pues no hay una disposición quo 'prohiba que los delincuentes puedan
ser testigos á favor de uno que so supone culpado, y más cuando no
puedo rastrearse quo tengan el menor interés en libertarlo de la pena que
ellos mismos deben sufrir, cuando por el contrario se encueutran muchas
que abiertamente dispone no so oigan las acusasiones que contra otros
llagan los criminales, por el natural conato que ticno el hombre de pro-
porcionarso socios ó compañeros en su desgracia, lisonjeando con el apa-
rento y débil consuelo de aliviar sus padecimientos comparándolos con
los de otro quo igualmente padece; ó porque podria culparse á un ino-
cente, bion por venganza, bien por embrollar ó retardar el éxito de la
causa, bien por esperar que éste fuese favorable mezclando en ella alguna
persona poderosa, ó quo tuvieso protección ó favor con los Magistrados.
En esta justificación quo ofrezco, tauto menos sospechosa, cuanto
que se supone arrancada do la boca do unos hombres que solo deben
hablar verdad, pues la situación en que so hallan, en quo no puedon
monos quo ostar íntimamente persuadidos de que van á morir en el más
brevo término (así se dice), no les dará otro lugar que para asegurarse
el testimonio do una conciencia; en esa justificación, repito, está vincu-
lada la defensa do mi hijo.
Si la venganza pública, señor Excelentísimo, es interesada cu ol
castigo do los delitos, también lo os on la justificación do los inocentes.
Por otra parto, no hay crimon, por enorme quo lo hagan sus circunstan-
cias, cuyo odio y dotestaciou doban prevalecer sobro los derechos de la
natural defensa. Sea cuanto quiera, so verá la justicia contra ol criminal
inexcusablo, poro castigue con dolor y á más no poder, y siompro profie-
ra ol placer do ver justificado á un hombro, á la satisfacción do castigarlo,
franqueándole más, antes quo estrechándole, los medios do acreditar su
inoconcia. Confío quo V. E., quo con su aprobación ó improbación va á
decidirse la suerte do mi hijo, está animado do estos sentimientos do hu-
manidad y do justicia, propios de un Gobierno montado sobro la baso do
la misma justicia, y do la equidad su inseparable compañora, y esta con-
fianza mo alienta á esperar, quo sin apurar la verdad, no se aprobará, ol
fallo sobro la muerto de mi hijo, y quo si so apura como es debido, su
conducta en el asesinato do (pío so habla, aparecerá bajo un aspecto, no do
la criminalidad con que al presente engaña su superficie á los quo no oslan
impuestos del pormenor de este acontecimiento, que por lo mismo harán
(pío la espada de la justicia traspaso un corazón .inocontc, por herir una
semejanza do asesino. Equivocación tanto más funesta y sensible, cuanto
existen los medios do asegurarse do la verdad de mi exposición.
Hechos hay y testigos quo convenceu de la inculpabilidad do mi hijo
en el asesinato ejecutado con los prisioneros españoles, y si éstos so
desatienden, la Nación podrá quedar vengada, pero no quedará satisfe-
cha, porquo no tiene lugar la satisfacción sino cuando intervienen inju-
ria ó formal desprecio, que no lo lia habido do nurtv domi hijo.
DU LA PROVINCIA DU CARTAGENA. 321

Eu efecto, señor Excelentísimo, sin necesidad de aprovecharme del


i'iiclio de los asesinos, podré presentar un número muy considerable do
personas de toda excepción, do esta plaza, que contestemente declararán
cpio muy al principio do los procedimientos judiciales contra los reos,
á las primeras diligencias que obraban en los autos criminales que so
formaron en su razón, y por confesión do ellos mismos, so justificó plo-
namentc su inocencia ; pues aunque es cierto quo asistió con los bárba-
ros ejecutores al tiempo del asesinato, fue á la fuerza y amenazado do
la vida, dejándolo retraído ó más bien retenido cii la casa del insurgente
Sanarrueia á virtud do no haljor querido suscribir una representación
que lucieron los asesinos al Gobierno también insurgente y tumultuario,
después de cometido su horrible .atentado, que firmaron antes de su co-
misión, por lo cual y desconfiando de la madre del citado Sanarrueia, á
quien habían dejado recomendada la persona de Marin, fué conducido al
lugar de la escena, mirándolo con el mayor cuidado, para que no tuviese
"lugar do estorbarles sus depravados designios, en cuyo acto estaba tan
lleno de terror y espanto, como los mismos que fueron asesinados , cuya
circunstancia clama abiertamente en su beneficio, porque valga la ver-
dad. Si él hubiera sido de aquel número do facinerosos, hubiera, como
ellos, firmado dicha representación; y si es cierta la exposición que so mo
ha informado de un testigo quo asegura en ella haber visto á mi hijo con
un machete ensangrentado en la nv.mo, su aseveración no debe perjudi-
carlo, porque no os verosímil que en medio do la confusion, tumulto y
gritería que se formó entre asesinos y asesinados, pudiese eso hombro
á la escasa luz do una mezquina lámpara ó candil, y mucho menos sien-
do del número do los quo iban á ser sacrificados, quo por lo mismo so
infiero estaria en el mayor desorden do sentidos, causado por la sorpresa,
miedo y terror, marcar con tanta puntualidad la fisonomia do mi hijo,
que la hubiese consorvado hasta ahora, y más no habiéndolo sido antea
familiar y frecuente su vista, y porque, sobre todo, auuquo esto fuese
probable, quo no lo es do modo alguno, es bien sabido quo un solo tes-
tigo nunca es bastante por sí solo para hacer prueba completa contra
el reo, porque si dos pueden mentir sobro un mismo hecho, mucho más
fácil es que mienta uno solo, y de esto modo estaria demasiado expues-
ta la débil inocencia.
Esto basta para quo V. E . como un jefo imparcial y despreocupado;
como un jefe que sabe sobreponerse á las predisposiciones que pueden in-
fluir en el caso ; y sobro todo, como el depositario de la justicia más
pura y rectificada, se persuada de la inocencia de mi hijo, oiga los cla-
mores de una madre quo va á quedar privada de su auxilio por una su-
puesta criminalidad, comprobada por la exposición do los verdaderos de-
lincuentes, y determino so sustancie su proceso eu cl modo y forma
debida, pues de otra suerto seria castigada como la realidad misma do
la perpetración del crimen, su sombra, figura ó apariencia. Para ello :
À V". E . rendidamento suplico so digno proveer y mandar como
dejo pedido, que en ello recibiré justicia &c. Oarlajena do indias, Enero
dos do mil ochocientos diez }r seis.

EXCKLIÎNTJSIMO SKSOIÏ :
21 MAUTJNA SAN .DJF.CO FBKSAXDKX.
322 DOCUMENTOS PARA LA HISTORÏA

Cartagena, Enero o de 1816.


En la forma del juicio quo enuncia, no tienen lugar los recursos do
esta clase; sin embargo de lo cual se tendrá presente lo que se represen-
ta, para los efectos que haya lugar, si el proceso, que no ha dimanado de
providencia de esta Capitanía general, viniere á ella ; haciéndose saber.
Hay dos rúbricas—Godoy. (")
En el mismo dia notifique la superior providencia que antecedo ó
Martina San Diego Fernández, firmando por ella su legítimo hijo Ma-
nuol Marin : doy fe.
Marin — Godoy

SE3îTT3S3XT(CEiL por la cual un Consejo de guerra condena á. presidio aí


Alcalde de San Pablo (territorio del Estado de Bolívar,) Sebastian
Gutiérrez.
Número 26.
Excelentísimo señor;

Adjunta paso á manos de V. E. copia certificada de la sentencia de


ocho años de presidio, que por el Consejo de guerra permanente de este
ejército so ha impuesto al Alcalde que fué del pueblo do San Pablo, Se-
bastian Gutiérrez, por estar comprometido con los insurgentes, y no
haborso presentado á las tropas españolas ; á fin do que V. E. tenga el
dobido conocimiento do ella, y so sirva disponer su cumplimiento cuando
llegue á esa plaza el expresado individuo.
Dios guardo á V. E. muchos años.
Cuartel general de Ocaña, á 1.° de Abril do 1816.
PABLO MORILLO.
Excelentísimo señor Don Francisco do Moutnlvo,

Simon Jober, Sargento segundo do la Compañía do minadores do


real cuerpo de Zapadores.
Certifico : que en la ciudad de Ocaña, en dicho dia, mes y año, visto
por los señores que componen el Consejo permanente hallarse concluidas
las actuacionos, procedieron á la votación, y después do babor conferen-
ciado, convinieron en condenar, como por la presento condenan, al Alcal-
de do San Pablo, Sebastian Gutiérrez, á la pena de ocho años do presi-
dio, por haberse comprometido con los insurgentes y no haborso presen-
tado d las tropas españolas.
Ocaña, veinte y ocho de Marzo de mil ochocientos diez y seis.
Eugenio Iraurqui—Manuel Villavicencio—Antonio José Gulluzo y
(*) Con Juan Bnutistn Marin fueron pasudos por las iirmns en Cartagena, en Enoro
de 18lü, Valerio Prctelt, Cardona, Custro y Leon (Tomas). Kste ultimo fué ahorcado y
arrastrado por las calles do Cartagena,
DE LA rROVINCIA DE CARTAGENA. 323

Arévalo—Antonio liaría Casano—Diego Aragonès—Juan Escolà—José


María Chamorro.
Y para quo conste lo firmo on la ciudad do Ocafin, á. veinte y nueve
de Marzo de mil ochocientos diez y seis.
SIMON JOWJK

j3©2¡j2ií5?E!Ri' número 24 del Ejército expedicionario de Costa-firme.


•Ejército expedicionario.—Boletín número 2d.—Cuartel general de M'om-
po.v, 29 de Febrero de 1816.
El dia 24 han sufrido la pena do muerto los individuos siguiontcs:
Manuel del Castillo, Martin Amador, Pantaleon Gorman Ribotí, José
María Portocarrero, Santiago Stuart, Antonio José de Ayos, José María
García de Toledo, Miguel .Díaz Granados y Manuel Anguiano. Han si-
do juzgados y sentenciados por un Consejo do oficiales por el delito de
traición. Pudieron estos delincuentes haber gozado del indulto general
que S. M. con tanta clemencia concedió, pero la presunción y las falsas
ideas sobro el estado de la España, los engañó, apelando después á dis-
culparse con alegatos falsos y débiles.
La 5." Division figuró una retirada hacia Ocaña, para poder sacar
do sus posiciones de Pié de Cuesta al enemigo, y reunir las compañías do
cazadores del ejército. La extraiagema fué coronada con el mayor si"
so, atacando á los rebeldes ol 21 y 22 en la salida del páramo • „,.a
do Cachiri, quedando totalmente destruidos, por el mun/v*. ....lUorablo
do muertos y prisioneros quo han tenido, perdi'- ..aüro banderas,
porción do fusiles y escapándose solo los * t,or la ligereza do
los caballos. Esta gloriosa Division sip»** ' -,ipital con las compañías
do cazadores.
Las armas del Bey, al ma • ucl Teniente general Don Joaquin do
la Pczuela, han destruido tot .icnte al segundo ejército de Buenos Ai-
res, al mando del altivo Jos-' „ondeau, y las invictas Divisiones han mar-
chado á Cochabamba y al .tosí.
J cnUt del Ejército cxjicdieionar'w.

(GGSÇ.G'v'SÏÏn

]i3& 'So'JZFïZ' d .spaña concede una cruz de distinción á los militares que
contribuyeron bloqueo y rendición de la plaza de Cartagena en 1815.
Ministerio de Guerra.
Dcsoai • el Rey nuestro señor dar á todos los individuos dol ejér-
cito y arm? , que a las órdenes dol Teniente general Don Pablo Mor;.-
B2i DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

lio, Capitán general de las Provincias do Venezuela y General en jefo


del Ejército expedicionario do Costa-firme, han concurrido al bloqueo y
rendición de la importante plaza do Cartagena de Indias, una prueba do
lo apreciables quo le son sus servicios, y la constancia con que han su-
frido las penalidades que han precedido á la reconquista de aquella impor-
tante plaza; se ha dignado concederles una cruz de distinción, que, según
el modelo aprobado, se compondrá do cuatro brazos iguales esmaltados
do color Ycrdo mar, que terminarán en tres puntas en forma de tin "tilos
salientes, do igual tamaño la de los lados y mayor la del medio, que ten-
drá un globito do oro en el extremo, y en cuyo centro será un óvalo con'
el busto del Rey en oro sobro, campo blanco, y una inscripción al rede-
dor quo diga: Constancia ufidelidad á .vi Rui/ Femando VIT, y en el re-
verso, también en campo blanco, el siguiente lema: Vencedoras de Carta-
gena de Indian. Dicha cruz deberá llevarse pendiente del ojal izquierdo
de la casaca, do una cinta del color do los brazos y una lista en
medio de color de fuego de la tercera parte do su ancho; debiendo usar'
de la cruz esmaltada los Generales, joles y oficiales, y de una do metal-
dorado sin esmalto las demás clases desdo Sargento inclusive abajo.
Para lodos los individuos del expresado ejército y armada acrecdo--
res á la mencionada distinción, so establece el modo siguiente do acredi-
tar su derecho á ella. Los Coroneles ó Comandantes de los cuerpos do in-
fantería, caballería, artillería é ingenieros quo han sido dostinados al
bloqueo do Cartagena de Indias, formarán listas nominales triplicadas,
con expresión do grados y empleos de todos los individuos de la clase do'
Subtenicnto inclusivo arriba, comprendiendo los Capellanes y Cirujanos
•'o so hallen en los suyos, aoroedoros á la citada distinción, y con su
- al pié las pasarán al Jefe del Estado mayor de aquel ejército,
quien . "''o haya recibido las do todos los cuerpos, formara por sí
otras iguale» " ''efes, oficiales y demás empleados en él, con conside-
ración do tales qu. dallan- dependiontes do cuerpo alguno, y nnas
n
y otras las remitirá clut. • on su informo al General en jefe, quien
con el suyo las dirigirá á la .. 'aria del Despacho do Guerra do mi
cargo, para quo so expidan los o ^ondicntes diplomas, -quedando en
la oficina del Estado Mayor genera. -Mcmplar restante, para la cons--
Lancia correspondiente.
En los mismos términos so proceder.. los demás oficiales de la-
Ileal armada, y sus empleados con consider*. do tales, con solo la di-
ferencia de que los Jefes ó Comandantes pesai; . "S listas expresadas al
Mayor general de su arma, quien las pasará al L. udanto gcnoral dé-
las fuerzas navales, el Mariscal do campo Don I ual Enrilc, que las
dirigirá al señor Secretario del Despacho do Marinr. >r cuyo ministerio
so extenderán los correspondientes diplomas.
Por lo que respocta á la claso do sargentos, cab r soldados, tente
del ejército de tierra como de la marina, y á los cmpl. >s do ambos que
disfrutan de la consideración de alguna de ellas, form; • sus Capitanes,-
comandantes ó Jefes listas nominales por clases, expre. lo los ausentes-
y presontes, y formando sus compañías las harán leer ; presencia, y'
poniendo su firma al pié las ontregarán al Sargento íM: , Comandan--
le ó Jefo superior inmediato, quien reuniendo todas . le su cuerpo,
guardará en su oficina un cjomplar, y remitirá dos con. " cónslamc "
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 325

a'l Coronel ó Jofe principal, que con su informe las pasará al Jefe del
Estado Mayor, ó Mayor general respectivo, quien despues do examinar-
las le devolverá un ejemplar con su aprobación; y en su consecuencia se
expedirán á nombro del Coronel ó Comandante certificaciones á todos
los individuos, según modelo que-ibrmará el Estado Mayor, en las que
se expresará haberse hecho acreedores á dicha cruz do distinción y per-
mitírseles su uso, anotándose también en sus filiaciones respectivas.
Lo que do Ileal orden comunico á Y. E. para su inteligencia y de-
más electos correspondiente-.
Dios &c.
Madrid, 1.° do Abril do 1S1G. (")

SHuDTLrSiT© á favor de los rebeldes, concedido por el Capitán general


de la Nueva Granada.
Don Francisco de Mon tal vo y Ambulodi, Arrióla, Casábante, Rui/,
de Alarcón y Vaidcspino, Caballero del orden de Santiago, Teniente ge-
neral do los Reales ejércitos, Gobernador y Capitán general dol Nuevo
Reino de Granada, Presidento de la Real Audiencia y Chancillería del
Distrito, Superintendente general do la Real Hacienda y rontas estanca-
das, y Subdelegado do los correos, &c.
Hago saber: que deseando imitar y seguir en todo lo posible la na-
tural y augusta bondad dol Rey nuestro señor hacia sus amados vasallos,
sor consecuente á los procedimientos suaves y conciliatorios que han ca-
racterizado generalmente mi mando en este Reino, desde mi ingreso á
él, y traer la tranquilidad á las familias, de donde resultará la paz y con-
suelo de todos, hacia (lias que aguardaba á quo el curso do los negocios
y la disposición do los ánimos diesen lugar á la clemencia con los desgra-
ciados quo por ignorancia, necesidad ú otros motivos semejantes se hu-
biesen visto obligados á admitir cargos dol Gobierno intruso. Este mo-
mento ha llegado, medianto lo que so ha adelantado en las causas aun
sin estar reunidos todavía aquí todos los tribunales superiores, y es pre-
ciso que así como este superior Gobierno ha dado oportunamente enér-
gicas pruebas de entereza en justo desagravio de la Majestad y derechos
Reales ofendidos, como su principal mantenedor, y en quien reside el
lleno de su representación soberana, tampoco pierdo instantes de ejer-
citar aquella clemencia, que Ja Real persona hubiera dispensado á estos
habitantes si estuviese presente, con las prudentes limitaciones que por
ahora conviene: y ojalá llegue cl dia en que este Reino tranquilo y tan
leal como siempre lo fué á S. M. Ínterin no hubo perturbadores de la
paz pública quo le extraviasen, no se acuerdo, ó tenga un olvido general
de los pasados males ! Para conseguirlo en la parte (pie lo permite la
O Copiada del número SS de la " Gncetii de Carnea*:| del miércoles 7 de Agosto
tie 1S1G.
326 DOCUMENTOS FARA LA HISTORIÍ

situación política del territorio pacificado que ocupan las armas do S. Mr


be venido en decretar lo siguiente, en uso do las altas facultades que en
mí residen.
Artículo 1.° Concedo indulto, á nombre dol Rey nuestro Señor, á
todos los que en la pasada revolución de esta Provincia do Cartagena no
tengan otro delito quo babor admitido y servido después de establecido
el Gobierno insurgente, cualesquiera empleos civiles, militares ó de ha-
cienda, con las excepciones siguientes:
Primera: Se exceptúan do esta gracia los que con el nombre de Ge-
néralos de ejército hayan bocho la guerra á S. M. ó la Nación. Segunda.
Los Jefes de cuerpos y cabezas de Departamento que pudiendo some-
ter al Gobierno Ileal los distritos que mandaban, no lo hicieron. Tercera.
Los que por su influjo abusaron de la credulidad de los pueblos y dieron
como corifeos ó cabezas do partido los primeros pasos de la revolución,
induciendo á otros á seguir sus ideas de novación. Crearla. Los quo han
aspirado á distinguirse en el Gobierno rebelde con actos do mérito par-
ticular en favor do la rebelión, ;í que-no oran tenidos en regular desem-
peño do sus ilegítimos destinos. Quinla. Los que también han abusado
do sus empleos para perjudicar, perseguir ó molestar los vasallos dei
Rey por adhesion ú su causa. ScMa. Los capitanes y segundos do los bar-
cos que hayan hecho el corso contra la Nación y sus armadores. Sépti-
ma. Tampoco se entenderá concedida esta gracia en perjuicio del dere-
cho de tercero. Octava. Ni so extenderá á la reposición do sus empleos
y uso de condecoraciones á los que teniéndolas por el Rey ó el Gobierno
legítimo al tiompo de la robclion continuaron en ellos, admitieron otros
del intruso, juraron la independencia, ó después de declarada subsistie-
ron domiciliados entro los insurgentes, sobre cuyos particulares so estará
á la regla adoptada por punto general. Novena. Los que en la actualidad
se hallen procesados serán comprendidos ó nó en esta gracia, según la
claso do sus delitos, conformo á lo que va provenido.
Artículo 2.° Los comprendidos en esta gracia deboráu ocurrir ante
ol Gobierno do la plaza, á quien se nombra, para la declaratoria corres-
pondiente sobre su aplicación, á solicitarla dentro do ocho dias los quo
estuvieron presentes; de un mes los quo se hallaren ausentes do la Pro-
vincia dentro del Continente; y de cuatro meses los que estuvieren en
islas ó ultramar, á prestar juramente de fidelidad al Rey, por cuyo de-
fecto serán excluidos del indulto, y su omisión so considerará como sos-
pechosa de pertinacia y deslcaltad.
Artículo 3." Comuniqúese al señor Gobernador Comandanta gene-
ral do la Provincia, para que se publique por bando y circulo á quienes
corresponde.
Cartagona do Indias, í) tic Abril de 1816.

DE MONTAM'O,.
DE LA PROVINCIA DIS CAUTAGENA. 327

ooxoxx.
B>3S Js-îla ©î&S&EâST sobre el Gobierno del Obispado de Cartagena. *
" Pov representación que ha dirigido en 2S de Diciembre último
(1815) Don Juan JosóOdónV,, Decano de la/Tuquisicicndc Cartagena do
indias, se ba enterado el Rey de haberlo V. E. nombrado interinamente
Gobernador de aquel Obispado á causa de que el Cabildo eclesiástico, á
quien correspondo por derecho esto nombramiento, estaba impedido de
hacerlo, ínterin sus individuos no acrediten la conducta que han obser-
vado durante su permanencia entro los rebeldes ; debiendo manifestar á
V. E. igualmente, que ha merecido todo la aprobación de S. M.
" Y de su orden lo participo á Y. E., para su inteligencia y la del
citado Don Juan José Odéris."

000«
BiIESSTABZiECSMEEKT© del Vireinato de la Nueva Granada. ••
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :

Habiendo variado las circunstancias quo obligaron ft determinar quo


ol Vireinato do las Provincias del Nuevo Reino de Granada fueso
solo considerado como una Capitanía general, y queriendo el Roy nues-
tro señor restablecer las cosas al estado y orden quo tenían anteriormente,
haciendo que la persona á quien so confío tan importante mando, so halle
revestida de las amplias facultades y prerogativas anexas á la dignidad
do Viroy, C3T se ha servido resolver que la Capitanía general del Nuevo
Reino de Granada vuelva áerigirse on Vireinato, como lo estuvo hasta
el año de 1812 ; y satisfecho S. M. de los servicios y distinguidas cuali-
dades que concurren en la persona do V. E., ha tenido á bien nombrarle
Vi rey del referido Nuevo Reino do Granada, sin más sueldo por ahora
quo el que V. E., goza como Capitán general del mismo Reino.
Do Real orden lo comunico á V. E., para su iuteligencia, cumpli-
miento y satisfacción.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Madrid, 28 do Abril do 1816.
EL MARQUEZ DE CAMPO SAGRADO.
Sofíor Don Francisco de Montalvo, Capitán general del Nuevo Reino de Granada.

* Esta Real orden del Ministerio do Gracia y Justicia de 22 de Marzo de 181(5, re-
cibida en Cartagena por Don Francisco de Montalvo, y la que inmediatamente eiguo,
son copiadas del número 10 de la " Gacela del Gobierno do Cartagena de Indias," del sá-
bado "> de Octubre de ISlfi. ÍN. del K.)
** Se inserta esta Real orden comunicada por el Ministerio de la Guerra, porque BO
observa que por algunos escritores, y aun en documentos oliciales, se titula al señor
Montalvo como Virey en la úpoca en que residió en Santa Marta y en la quo mantuvo oí
asedio de Cartagena. Entonces solo era Capitán general. (N. del E.)
328 DOCÜMEKTOS PARA LA- HISTORIA

CGC!.
ÜSrOTiíL suplicatoria para que se suspenda la ejecución de Miguel y
Fernando Carabaiio.
EXCELENTÍSIMO BRSOB :

El Coronel Don Francisco Carabafio, Teniente de Rey de esta


plaza y Cabo .subalterno de la Capitanía general.noticioso de que se hallan
presos eu Cartagena sus hijos Don Miguel y Don Fernando, que hacian
viaje do Jamaica, con destino quo ignora, me ha pedido que oficie á V. E.
á fin de que suspenda toda ejecución contra estos dos desgraciados jóve-
nes, hasta que resuelva S. M. sobre el indulto que ha solicitado por mi
conducto el expresado su padre ; y accediendo yo á su justa instancia,
ruego á V. E. se sirva dar lugar al arribo de este resultado, á cuyo parti-
do considero muy (torcedor nn antiguo Jefe, decidido por el Bey y la Pa-
tria, como es notorio y de que Lione constantes testimonios de la superio-
ridad, median to Reales órdenes que han pasado por mi mano.
Esto Jefe, que delira por los derechos del Soberano y la Nación,
declarando una guerra formal á todo el que no suscriba á sus sentimientos,
tuvo la desgracia de hallarse prisionero en España, en cuyo ejército sor-
via cuando Caracas hizo novedad en su Gobierno, y estando allí su fami-
lia fue incautamente sorprendida, siguiendo la serie de sucesos ulteriores;
y como aquellos facciosos se titulaban conservadores de los derechos del
Ito3r, continuaron sirviendo sus hijos, principalmente para alimentar á su
anciana madre y hermanas, quo una ha sido víctima del terremoto. Fue-
ron indultados, como todos, por el General Don Domingo Montcvordc,
quien les dio pasaporte para incorporarse con su padre, quo so hallaba en
Coro, asociado por orden de la Corte á los Genéralos Fernando Millares
(Miyares) y Don Juan Manuel do Cagigal, para la reconquista y restable-
cimiento del órelon en aquel Departamento ; y teniendo reparo en admitir-
los aquellos superiores, pretextando un indulto del Pueblo, viéndose en
Curazao sin tener de qué subsistir, cayeron en el fatalismo ó última deses-
peración, y se fueron con quien los alimentaba ú Cartagena ; pero hace
algun tiempo (pie habían salido de allí para Jamaica.
Si V. E. tuviera una exacta idea del carácter, conducta, distingui-
dos servicios y demás circunstancias que concurren en este Jefe, creo quo
no tendría inconveniente en contribuir á su alivio, en obsequio do la lut-,
inanidad y de la justicia.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Puerto luco, á 2 de Marzo de 1816.
SALVADO» MELKNDEZ.
Excelentísimo señor Vi rey de Sflntafú.

CONTESTACIÓN.

Hasta el 20 del próximo pasado no llegó á mis manos ol duplicado


del oficio do U. S. de 2 do Marzo último, y no el principal. En él so sir-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 329
voU. S. recomendarme la intercsanto solicitud del Teniente de Rey de
esa plaza y Cabo subalterno de la Capitania general, Don Francisco Ca-
rabaíío, sobre quo so detuviera el procedimiento contra sus dos hijos, inter
rin descendia resolución de S. M. acerca del indulto que para ellos tenia
impetrado.
Hubiera propendido á complacer á U. S. en esta sola ocasión que
hasta ahora so me presentaba, y á consolar á un anciano militar Heno do
servicios y digno de estimación, si el citado oficio hubiera llegado á tiemr
po á mis manos, antes que los dos hermanos, Don Miguel y Don Fcrnañr
do, hubiesen sido pasados por las armas, que es la suerte que les ha cabi-
do. ' Sin embargo de quo nunca hubiera podido remediar la desgracia do
los dos jóvenes (.'arábanos, sino por la via de intercesión con el General
Morillo, de cuya autoridad dependían, como prisioneros de guerra ; y no
dudo que dicho Jefe hubiera dado á la pretension del Coronel, su padre,
Ja benigna acogida que merecía por sus años y buen concepto que goza.
Siento, pues, sobro mi corazón, que me sea tan imposible en el
prosonte caso, dar á U. S. una pequeña muestra de mis consideraciones
}iácia su persona, y á ese Teniente de Bey las do mi justo aprecio.
Dios guarde á U. S. muchos anos.— Cartagena, á 12 de Junio do
1S16.—FRANCISCO DE MONTALVO.—Señor Don Salvador Melendez, Ca-r
pitan general do Puerto Rico.

CCCIZ.
a&ECilLilBffi© del Gobierno de los Estados Unidos de América, relativo
4 las presas hechas y á los ciudadanos americanos capturados por los
buques de guerra españoles.
Número 7.
EXCELENTÍSIMO SEÑOJI:

El dia 8 del comento se presentó en este puerto el Caballero Cris-


tóbal Hughes, Comisionado por los Estados Unidos do Norto América,
haciendo los reclamos de quo so servirá imponer V. E. por los documen-
tos que remito adjuntos, acerca de lo cual debo hacer á V. E. la siguien-
te exposición, en aclaración del asunto.
Esta plaza se rindió por hambre á las armas de S. M., como consi-
doro impuesto á V. E., el 6 de Diciembre del año próximo pasado, aban-
donándola los rebeldes que la defendían, después de haber cometido los
mayores atentados, y cuando ya habian perdido las esperanzas de recibir
do lucra auxilios de víveres. Es notoria Ja protección que un número
muy considerable de extranjeros ha dado cu esto Reino y en toda la
Costa-firme al partido revolucionario, fomentando cada uno del modo
que ha podido el incendio, quo en poco tiempo casi ha reducido á es-
combros estos países, y trastornado enteramento el Gobierno legítimo.
Notorio también que Ja mayor parte de sus jefes militares han sido fran-
• Fernando Car.ibuïïo, que murió antea do llegiu- á Monipox.Jpor consecuencia <lc los
tormentos que en el tránsito le hicieron sufrir, f u6 despedazado y no fusilado (N. del K.)
330 DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA

coses ó ingleses, y que en especial los últimos, así norteamericanos como


realistas, no han cesado do hacer un comercio activo con los rebeldes,
'ledos los corsarios que tanto dafio han causado al comercio nacional en
estos mares y cuyo número es muy considerable, están mandados tam-
bién por franceses ó por anglo-amcricanos bajo el pabellón insurgente y
con patentes de los revolucionarios.
Como el más seguro asilo con que contaban era esta plaza, para sus
reparos y venta de presas, eran, por consiguiente, los más interesados en
que se sostuviera, y los más encarnizados enemigos de la causa del Rey.
Así fué que á pesar de los mayores riesgos, estuvieron introduciendo
víveres en ella durante el bloqueo, burlándose de la vigilancia de nuestra
escuadra; y si. no hubiera sido porque afortunadamente los últimos cor-
sarios y embarcaciones particulares que con estos auxilios venían á Oar-
tagena, fueron apresados por nosotros, el sitio se hubiera prolongado á un
tiempo que no so puede fijar, y los resultados habrían sido muy dudosos.
Temiendo esto mismo, y contando el Teniente general Don Pablo
Morillo y el Mariscal de campo Don Pascual Enrile, con quo no cesaría
la protección extranjera, tomaron el legítimo partido do declarar en esta-
do do bloqueo la costa comprendida desdo Santa Marta hasta el rio
Atrato, comunicándose con la formalidad de estilo al Ministro Don Luía
do Onis y á los Gobiernos do las Colonias amigas y demás neutrales. No
obstante dicha medida, los buques do los mencionados Gobiernos no cesa-
ron do introducir víveres en la plaza, Ínterin pudieron hacerlo, corriendo
sus riesgos; pero con tal empeño, que después do rendida, y subsistiendo
aún el bloqueo, que no hallaron conveniente suspender los mencionados
jefes, hasta no estar reducido todo el Vireinato, todavía fueron apresados
por la escuadra hasta el número de once buques que venían con el objeto
indicado. Sobre esto particular no mo queda duda; £2^' mas por loque toca
al destino que se haya dado á las presas, sus efectos y tripulaciones, como
ha corrido á cargo del General do Marina, Don Pascual Enrile, y ha
sido asunto de que no so me ha dado conocimiento, lo ignoro; á excep-
ción de alguna parle que se ha invertido en ocurrencias del servicio, per-
tenecientes á la misma marina. Así es que en el reclamo que ha venido á
hacer ante esta Capitanía general el Caballero Cristóbal Hughes do las
presas c individuos de su Nación, en los términos quo V. .13. so servirá
ver, he dado las contestaciones que demuestran las copias quo también
acompaño, para el conocimiento de V. E.^gS
Por lo que á mí toca, queriendo propender ¡í mantener la buena ar-
monía que reina entre el lioy mi señor y el Gobierno do aquellos Esta-
dos, evitando, en lo quo alcanzasen mis facultades, motivos de queja, di
mis órdenes luego quo me impuso del reclamo del Caballero Hughes, á
los juzgados que habian conocido de las mencionadas presas, para que in-
mediatamente pusiesen en libertad á los individuos norteamericanos quo
no tuviesen otro delito que el haber intentado introducir víveres en la
plaza durante el bloqueo, como en efecto se ha verificado, habiéndolos
recibido el señor Hughes á bordo do la fragata " Maccdoniana," para
conducirles á su patria; limilándomo á esto solo, porque cu punto á las
presas y sus consecuencias, como en todo lo porteneciento al bloqueo,
deberá siempre responder el Jefe que las ha hecho, y dispuso la declara-
toria do aquel, y el Tribunal que Ins ha condenado, quo es el de Marina;
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA.
m
siendo este parto dirigido únicamente ¡i imponer á V. E. de lo que mo
corresponde de este asunto, mediante á que es regular haya reclamos á la
Corte por el Gobierno de los Estados Unidos.
Espero quo mi conducta en el particular sea de la aprobación del
Rey nuestro señor, y que merezca de V. E. que sea elevada ¡i su sobera-
no conocimiento, pudiendo asegurar á V. E. que en estas circunstancias
difíciles en que me be visto sin instrucciones, muchas veces teniendo que
contestar sobre negocios desagradables á Jefes y Gobiernos extranjeros,
he procurado conciliar el alto decoro de S. M. y el rango nacional con
todas las atenciones, deferencias particulares y condescendencias que han
sido compatibles con unos y otros; loque me parece haber conseguido
felizmente.
Dios guarde á V. E. muchos aíios.—Cartagena, 27 de Junio do
1816.—Excelentísimo señor.—FRANCISCO DE MONTALYO.—Excelentísi-
mo señor Secretario del Despacho universal de Estado.

CCCIXXa
A2?B,@BA(DE<Q>Hr E E A 1 impartida al indulto concedido por el
Capitán general Don Francisco de Montalvo.
EXCELENTÍSIMO SESOR:

El señor Secretario del Despacho do Guerra, con fecha do 15 del


corriente, me dice que con la misma ha dirigido á V. E. la real resolu-
ción que sigue:
" Ho enterado al Bey nuestro señor do la carta de V. E. número
28, on que da cuenta c incluye un ejemplar del indulto que en 9 do
Abril do este uño publicó V. E., á nombre de S. M., á favor do todos
aquellos individuos que en las pasadas turbulencias y guerra subsecuente
do la Provincia de Cartagena de Indias, no hayan incurrido en los delitos
que so exceptúan en el artículo l.°do dicho indulto; y S. M. siguiendo
los impulsos de su paternal corazón y deseando dar una prueba
más de su clemencia á aquellos do sus vasallos que desgraciadamente
han sido seducidos por la astucia do unos cuantos innovadores desmora-
lizados, ha tenido á bien aprobar el mencionado indulto; mandando quo
se lleve á puro y debido efecto, según 3r en la forma y modo como
fue publicado por V. E. en aquella fecha."
" Y lo traslado á V. E. para que disponga su cumplimiento en la par-
te que correspondo al ramo de Real hacienda do esos dominios.
Dios guarde ú V. E. muchos años.
Madrid, 21 do Agosto de 1816.
MANUEL LórEz DE AUAÚJO.
Señor Vivcy de Saulnfc.
332 DOCUMENTOS PARA. LA HISTORIA

CCCIV.
«DSBiCUZiAIK. del Virey Montaivo para que se averigüe la entrada de
varios sujetos emigrados de Cartagena.
Los individuos que comprende la adjunta lista, parte de ellos fuga-
dos do esta plaza á la entrada de las tropas reales, y parto antes do su
bloqueo, son todos reos de alta traición, y los más por la gravedad y no-
toriedad de sus crímenes con otras circunstancias que so lo agregan,
^"acreedores á pena de muerto ó de presidio perpctuo.oáStl
Su audacia puedo conducir á algunos, mediante á que no todos son
muy conocidos, á introducirse en algun punto fiel de los dominios del
Rey nuestro señor, en dondo la presencia de tales alborotadores y delin-
cuentes será siempre perjudicial y opuesta á la quietud de cada pais; y
estando yo tan persuadido del interés de usted por el mejor servicio do
S. M., le dirijo este aviso, para que en el caso indicado, si llegan á pre-
sentarse en cualquier lugar de su mando, sean aprebendidos y remitidos
á esta plaza, en dondo deben ser juzgados, ó retenidos en segura prisión,
basta que disponga el Bey; pues importa muebo á la tranquilidad do las
Auaéricas y al fin do bacor cesar el borroroso derramamiento do sangro
quo ocasiona la guerra civil, ol privar á semejantes malvados do los me-
dios do alterarla, moviendo ésta dondo quiera quo lleguen.
Dios guardo á V, muebos años.
Cartagena, Septiembro 2 do 1816.
FRANCISCO &p MONTALVO.

(Esta Circular so dirigió A tóüos los Viroinatos y Capitanías ge-


nerales).
LISTA DE I.OS INDIVIDUOS DE QUE TRATA I.A CIHCULAtt I'KliCEDEXTE.

Nombres. Empleos. Palrin.

Simon Bolívar. Fué oficial do milicias. Caracas.


J. Francisco Bermúdez. Labrador. Caracas.
Palacios. Militar. Caracas.
Mariano Montilla. Hacendado. Caracas.
Tomas Montilla. Hacendado. Caracas.
Piar (mulato). Pirata. Caracas.
Luis Brion. Pirata. Francos.
Aury. Pirata. Francea.
Duvorg. Pirata. Frances.
German Piñércz. Abogado. Mompox.
Celedonio Piñcrez. Abogado. Mompox.
Gabriel Piñércz. Ninguno. Mompox.
Juan do Dios Amador. Comerciante. Cartagena.
José Casamayor. Comorcianto. Frances.
Í>Í3 LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 333

Nombres. Empleos. Patria.


Ignacio Cavcro. Administrador de Aduana; Mérida.
Antonio Angulo. Panadero; Cartagena.
Í)r. Manuel Í3enito ReYolIo. Cura. Cartagena.
Dr. Juan Marimon. Canónigo. Mérida.
Cartagena, 2 de Septiembre do 1816.
Josw MARÍA IÍAMÍUKZ '*

©ESíCÍ'SÍSai^·SÈ) del Virey Montalvo, por la qué pide ciertos datos.

Deseando esto superior Gobierno llevar ¡í efecto cuanto antes las


benéficas intenciones do nuestro Augusto Soborano el señor Don Fernan-
do VII, y quo los pueblos inmediatamente que han sido libertados de la
opresión én que yacían por la fuerza de los corifeos do la revolución, co-
miencen á sentir el benigno influjo de un Gobierno paternal,- legítimo y
bien sostenido, ya que por desgracia acaban de oxporimentar los funestos
efectos del opresor, turbulento y nulo quo queda destruido, ha dispuesto
dar avisos circulares á los Ayuntamientos y empleados de mayor carácter
ú opinion conocida dol lugar do su actual residencia, quo por ahora es
esta plaza, y prevenir, como se ejecuta á unos y otros informen á la ma-
yor brevedad cuál os el estado en general do las Provincias, por lo res-
pectivo á la jurisdicción de cada Ayuntamiento', dando noticia do los
empleados actuales existentes en ellas, do su capacidad y opiniones quo
hayan seguido, é igualmente do los destinos vacantes, con todo lo demás
que á su prudente juicio crean digno del conocimiento de esta Superio-
ridad, para el alivio de los malos que" naturalmente deben haber ocasiona-'
do los pasados desórdenes, y para el acierto y buen resultado que desea'
en sus procedimientos; en el concopto do quo todo so ha do restablecer
al estado quo tenia á tiempo quo sucedió la desastrosa revolución que so
acaba de terminar felizmente con la presencia y favorables resultados del
ejército quo S. M. tuvo á bien enviar para esto fin, y para auxilio y con-
suelo do los buenos vasallos quo padecían por su justa causa en estos
países.
El interés propio y la confianza quo las leyes de estos dominios han
depositado en tan ilustres Corporaciones, determinando en el más sólido
juicio y acreditado acierto sus atribuciones, para cl bien y felicidad de los
pueblos, debe moverles é' imponerles la obligación sagrada de ser exactos
en sus respectivos informes, procurando que más bien sean unas exposi-'
ciones sencillas dirigidas á instruir é ilustrar al superior Gobierno, que
'•' Aunque no hay completa exactitud eu la lista anterior, por lo que respecta al
lugar <lc nacimiento de algunos individuos, ó sea su nacionalidad, como por ejemplo el
Doctor Cavero, que ora natural de Yucatan en el Vircinalo de Méjico ó Nueva España,
y no de Mérida, KC inserta dicha lista, tal como se baila la original. (X. del E.)
334 DOCUMENTOS PARA LA HISTOWÀ

escritos dictados por hi venganza ú otras pasiones, cuyo objeto sen en-
sangrentar las cosas, cuando más se necesita suavizarlas.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cartagena do Indias, ocho do Junio de mil ochocientos diez y seis.
FRANCISCO DK MONTALVO.

(Fué dirigida esta Circular á los Ayuntamientos de las ciudades }r


villas principales del Vireinato.

coeva.
EBTE'OB.EffiE del General Don Pablo Morillo al Gabinete de Madrid,
sobre las operaciones del Ejército que está A su mando, y las medidas que
cree conveniente se adopten para asegurar el orden.

AL Ministro de la Guerra en España,


EXCELENTÍSIMO siiSon:
A mi llegada á Venezuela di á V. E. todos los informes necesarios
acerca do la seguridad y tranquilidad do esta parte do los dominios do S.
M. Lo mismo hice respecto de Cartagena, y de todo lo que concierne al
Keino de Ja Nueva Granada. Ahora me veo obligado á hacer vor otra
vez la urgente necesidad do reforzar el ejercito do mi mando y do man-
dar nuovas tropas á Venezuela.
Las enfermedades habían disminuido mis fuerzas, y estando obliga-
do á mandar tropas al Perú y á Puerto Rico y dejar guarnición on las
plazas poseídas últimamente por los rebeldes, las fuerzas de mi ejército
han disminuido considerablemente, y puedo decir quo mi ejército no es
más que un esqueleto, incapaz de hacer el servicio que tiene que hacer,
especialmente en Venezuela.
Cuando lomé la isla do Margarita, los rebeldes emigraron do esta
plaza á Cartagena y Santaíé de Bogotá, en dondo disciplinaron tropas
para oponernos; otros so fueron para las Antillas, esperando lo quo su-
cedió, que mis tropas se disminuyesen, para intentar otra revolución en
Barcelona, Cumaná, Margarita y Guayara; y en esto proyecto están a}ru-
dados por Jos mal contentos do Francia, y algunos especuladores do In-
glaterra.
Cuando tomé á Cartagena, los reboldcs emigraron á los Cayos, con
la intención do unirse allí para hacer un ataquo en el lugar do la costa
menos defendido, y si fuesen rechazados, debían contentarse con el pilla-
je y reembarcarse. Con los frutos que saquean compran fusiles, y estoy
informado quo tienen un depósito en Puerto Príncipe como de 12,000,
según lo dije en mi anterior comunicación. Por esta exposición, V. E.
verá que si los rebeldes piordon terreno, á lo menos concontran sus fuor-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 335

¡zas, por cuyo medio están siempre mejor puestos quo nosotros en cual-
quier punto que quieran ocupar.
Ruego á V. E. tome en consideración que las fuerzas estacionadas
en Venezuela, cuando el pueblo reconocía la autoridad del Rey, eran do-
bles del número que hay ahora para contrarestar á los rebeldes; y con
todo, nuestras tropas están en campaña aunque muy disminuidas en nú-
mero y fuerza. Las mismas observaciones se pueden extender á la Nue-
va Granada, y por lo que he observado á mi marcha, tengo motivo do
creer que la Provincia de Cartagena será ahora leal ; pero las otras solo
esperan la oportunidad de poner en ejecución sus planes revolucionarios.
C2T Dos Guras están particularmente desafectos; ni uno parece adicto
á la causa del Rey.
Ya he expresado mis deseos á V. .ID. de mandar misioneros; ahora
añado la necesidad de mandar igualincnlc teólogos i/ abogados de España.
Si el Rey quiere subyugar estas Provincias, C25" LAS MISMAS ME-
DIDAS SE DEBEN TOMAR QUE AL P R I N C I P I O DE LA CON-
QUISTA.
En mi anterior comunicación hice ver á. V. E. que necesitaba tropas
para mantener pacífico este Yiroinato: ahora repito que ese socorro no
so puede.dispensar, porque aunque podemos subyugar el pais, no nos
podemos liar ni de las tropas de la Division mandada por Calzada, ni do
Ja vanguardia do la orilla derecha del rio Magdalena, porque son com-
puestas de criollos, que probablemente desertarían y se irian á Venezue-
la, aumentando así la fuerza del enemigo. Estas Divisiones, sin embargo,
están compuestas de hombres bravos, capaces de ser disciplinados, y so-
ria mejor mandarlas al Perú, en dondo serian de más utilidad, aunquo
ahora tienen demasiado que hacer en Antioquia, Popayau y Chocó, to-
das Provincias rebeldes.
Estas propuestas las lingo suponiendo que los refuerzos serán man-
dados inmediatamente, porquo si no se hace ahora no sé lo quo so nece-
sitará para mantener nuestro poder aquí. Dos puntos do la mayor im-
portancia están ahora atacados por los rebeldes de Venezuela: Margarita
y Guayana. E n Margarita los rebeldes son bien mandados, están bien
provistos do todo, y se baten desesperadamente. Las tropas del Rey ban
sido obligadas á obrar á la defensiva; £¿5" y si BOLÍVAR llega con su ex-
pedición armada en los Cayos, no sé cuál será la suerte do Margarita ni
la do Cumaná.
El ataque de los rebeldes sobre Margarita está combinado con el de
Guayana, en donde se hallan en muy crecido número, al rededor de An-
gostura, capital de la Provincia, y en consecuencia, interceptan la remi-
sión de ganados, y probablemente obligarán á la guarnición á rendirso
sin batirse, porque en esa ciudad hay un partido á favor do los insurgen-
tes. Yo consideraba la Provincia de Guayana de tanta importancia, quo
me atreví á observar á S. M. en Madrid, que una vez perdida, Caracas y
Sanlafé de Bogotá estaban en peligro; y ruego á V. E. que mire los ma-
pas y observo los ríos del Orinoco, Apure y Meta, que son mucho más-
navegables de lo que }*o pensaba que eran, antes de dejar á Madrid. Las
mismas observaciones so pueden extender á muchos rios en los Llanos, en
donde los rebeldes tienen el mando absoluto, y nos cortan toda comunica-
336 DOCUMENTOS Í'AIIA LA HISTORIA

cion con sus riberas, en donde hay ganado á toda discreción, y en dondo
las ciudades situadas en los cerros están abastecidas.
Los rebeldes en Venezuela han adoptado el plan de hacer la guerra
por guerrillas, que son fuertes y numerosas, y en esto han imitado el
plan seguido en España en la última guerra; y si Bolívar ó algun otro
Jefe de estimación entre ellos tomara el mando do esas guerrillas, po-
drían obrar vigorosamente.
So piensa ch España que el espíritu cío revolución en esto pais está
confinado á pocos individuos, pero es menester desengañar :i Y. E. En
Venezuela especialmente, esc espíritu es general. Yo no creo que en esto
'Vi reina to exista una inclinación tan fuerto á la rebelión; sin embargo,
debo insistir en 1.a necesidad de aumentar las tropas. La guarnición do
Cartagena padece mucho de enfermedades; y es menester que las fuer-
zas militares estacionadas en la Nueva Granada sean dobles do lo quo
eran en el siglo pasado.
Si perdemos á Margarita, los insurgentes la fortificaran, y por sua
piratas interrumpirán nuestro comercio del Golfo de México. Será enton-
ces necesario mandar una expedición para reconquistar á Margarita, y si
Guayana es tomada, las dificultades para remontarla serán mayores. Los
rebeldes de Oasanarc y do Tanja se unirán con ellos, y si la Península
do Paraguaná, en el Departamento de Coro, es atacada, quedarán muy
pocas esperanzas para las tropas del Rey; pero esos peligros no existi-
rán si recibimos refuerzos que de paso puedan! reconquistar á Margarita;
y la parte de la costa ahora poseída por los insurgentes. No quiera au-
mentar la inquietud de S. M.; pero sí presentar un cuadro fiel do lo quo
pasa en esto pais, para hacer ver la necesidad de redoblar nuestros es-
fuerzos para asegurar lo que hemos obtenido ya con tanto trabajo. Con
la ayuda do la Divina Providencia hemos podido soportar el hambre y
privaciones do toda especie; ¿'pero cómo podremos lisonjearnos de ha-
cerlo siomprc ? Como so ha hecho ya tanto por subyuga.r estos países-,
se debe esperar que so mandarán inmediatamente hombres, fusiles y mu-
niciones para dar un golpe final y obtener la posesión entera de el. Es
menester dirigir nuestros principales esfuerzos contra Venezuela. Do
este pais so proveen las demás Provincias do oficíalos, que son los hom-
bres más atrevidos de Costa-firme. En consecuencia, es menester quo
las tropas que obren en Venezuola sean numerosas, porque la Division
de Barinas puede ser llamada para Santnfc, según lo indican las cir-
cunstancias.-

Dios guardo :i V. E. muchos años.


Cuartel general de Mompox, Marzo 7 do 1816.

PAULO MORILLO. •"

'•' A las página* :)S."î; 3SÜ y :ÍS7 del Tomo V tic los " Documentos para In historia de
la villa pública del Libertador de Colombia, Perú y Holivin," publicados por disposición
del General Gasman Blanco,fco.,se halla inserto otro informe del General Morillo al
Gobierno de España, fechado en Mompox, también el 7 de Mur/.o de 1S1G, cu el que hace
las mismas indicaciones que en Osle, (N. del 15.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 337

¡•32£cRÍT233XrC!E A del Consejo de guerra de Oficiales generales, en el jui-


cio seguido á varios Jefes y Oficiales por el abandono de la ciudad de
Santa María, en Enero de 1S13.
VOTO DEL 0.» VOCAL DEL CONSEJO.
Hallando ;l los reos de este proceso bastantemente, convencidos del
yrnvo delito porque se les aou?a, ele 110 haber comprendido ni cooperado
á la defensa de la ciudad de Santa Marta, cada uno según sus faculta-
des, representación, carácter y responsabilidad ; los condeno con arreglo
todo al Título 7.°. Tratado 8.° de la Ordenanza general del ejército, en la
forma siguiente :
Al Coronel Don José do Castillo, Jefe principal y Gobernador in-
terino de la plaza : al Tentante Coronel Don Vicente Talludo, Comandan-
te do ingenieros y al Teniente Coroucl Don Juan Jiménez, Comandante
del Batallón de la u Albucra,'' á privación de empleo.
Al Coronel Don Francisco Pérez Dávila, Comandante de las Com-
pañías veteranas do Santa Marta, á dos años de suspensión de empleo y
cuatro meses de prisión en un castillo.
Al Capitán Don José Iluta, Comandante accidental de artillería,
mediante á no ser Oficial facultativo y á no haber podido influir consi-
derablemente en la deliberación do los demás jefes, sea puesto en
libertad.
Y en atención á los graves cargos quo indubitablemente resultan
del proceso contra ol Comandante y Oficiales do los buques do la marina
real que se hallaban en aquol puerto cuando sucedió la desgraciada
ocurrencia do quo se trata, que se deje á arbitrio de S. M. el despachar
las órdenes que á bien tenga, sobro el modo como debo juzgárseles en
virtud de los privilegios de aquel cuerpo, y respecto de que hasta ahora
la Comandancia del Apostadero á quo correspondo)!, ninguna demostra-
ción ni procedimiento lia hecho sobre ellos ; dejándose también á S. M.
ol castigar como á bien tenga la ignorancia, incapacidad y aun la mali-
cia do algunos de los fiscales que han trabajado en este proceso, contri-
buyendo á complicarlo con gestiones indebidas hasta ponerlo en la dispo-
sición en que se encuentra ; no comprendiendo en la presente reserva al
Sargento mayor Don José María Chiari, quien según parece ha cumpli-
do en el corto tiempo quo trabajó en el mencionado proceso, respecto á
no estar en la facultad del Consejo ol extenderse á más que á juzgar y
condenar á los principales acusados.
MIGUEL PALATINO.

VOTO DEL o.» VOCAL DEL CONSEJO.


Visto lo quo resulta de esta causa contra los Oficiales acusados 011
ella, es mi voto con respecto al Capitán Don José Matías Ruiz, Coman-
danto interino de artillería, que en consideración á no ser nn Oficial íá-
22
338 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOMA

cultativo, y que no cooperó en su parecer para la entrega de la plaza,-


se le ponga en libertad, sirviéndolo de corrección cl largo arresto sufri-
do, por no haber reclamado la preferencia dol embarque de las armas y
demás efectos del Rey.
Que el Comandante graduado de Coronel Don Francisco Pérez Dá-
vila sufra cuatro meses de arrosto en un castillo y 1res años de suspen-
sion do empleo, por haber votado la evacuación de la plaza, ignorándose
la fuerza de los enemigos, y sin haber hecho antes la debida resistencia
para dejar bien puesto el honor de las armas del Roy, como igualmente
por haber en circunstancias tan críticas embarcado su familia y equi-
paje, sin conocimiento ni orden del Gobierno, causando el desalíenlo y
desconfianza del pueblo ; y qno los Tenientes Coroneles Don Juan J i -
ménez, Don Vicente Tallcdo y el Coronel Don José do Castillo, sean
privados de sus empleos: el primero, por haber hecho un movimiento re-
trógrado poco meditado, sin haberse batido con los enemigos, causando
con él la desconfianza de los indios y voluntarios ; el segundo, Don Vi-
cente Tallcdo, por no haber llenado su deber y contribuido con sus pla-
nes de defensa y demás como correspondía, por haber embarcado su equi-
paje y familia sin conocimiento ni orden del Gobierno, y por haber vo-
tado la evacuación de la plaza ; y el tercero, Coronel Don José de Cas-
tillo, por su poca energía y disposición, y por todo lo que dejó de 'hacer
para conservar la plaza hasta el último apuro y dejar bien puesto el ho-
nor de las armas del Rey, todo con arreglo á ios artículos 2." y 3.°, Tra-
tado 8.°, Título 7.° de las Reales ordenanzas.
También es mi voto que no correspondiendo al Consejo juzgar al-
gunos di- los Fiscales que han actuado en esta causa, se hagan presente á
S. M., pura los fines que convengan, los graves defectos, atrasos y demás
qno en olla so notan, haciéndola inútilmente voluminosa, y sin practicar
las diligencias necesarias para aclarar la verdad de los hechos desde su
principio, con perjuicio del servicio 3' de los acusados, y que igualmcnto
so haga presente á S. M. para los mismos fines, la conducta que observó
el Comandante de bahía, Don Sebastian Rodríguez de Arias, por haber
en aquellas circunstancias admitido en los buques de guerra familias y
equipajes de los principales jefes déla plaza, sin permiso del Gobernador
do ella, y por la amenaza que hizo á éste cl dia 5 de Enero, de dar la
vela aquella misma noche, si no se le daban auxilios.

JO.SJÍ MiGTJBi. SALOMON.

VOTO DEL 'l.o VOCAL DEL CONSEJO.


Hallo que el Coronel graduado Don José de Castillo está conven-
cido de haber abandonado la. plaza de Santa Marta, deque era su Gober-
nador interino, sin hacer alguna defensa, y por este delito le condeno á
nn< sea privado de su empleo, no extendiéndome á más, con arreglo al
arf'mlo 2." de los Ordenanzas generales, en consideración á las circuns-
tancias. Que el Teniente Coronel Don Vicente Tallcdo está convencido
de haber contribuido al abandono de la misma plaza, por no haber forti-
ficado convenientemente sus puestos exteriores de que dependió su de-
DE LA PltO VINCI A DE CA11TAGENA. 389

lensa, y por su voto cu la Junta de guerra, por cuyo delito lo condeno &
quo sea privado de su empleo. Que el Teniente Coronel Don Juan J i -
ménez está convencido de haber abandonado el puesto que defendía, sin
hacer alguna resistencia, y por osle delito le condeno á que sea privado do
su empleo, no extendiéndome á mascón arreglo al citado artículo, porque
juzgo (|ue el abandono no lue por falla de valor, sino por un movimiento
producido de. error do concepto, al cual hubo de seguirse la retirada. Quo
el Coronel graduado Don Francisco Dávila eslá convicto de haber con-
tribuido al abandono de la plaza de Santa María, por su voto en la J u n -
ta de guerra, haciéndose culpable también por haber exigido del Gober-
nador los despachos de los Oficiales de su Cuerpo, en momentos tan crí-
ticos, por lo que le condono á dos años de suspension de empleo y seis
meses de arresto en un caslillo. Que so ponga en libertad al Capitán de
artillería Don José Ruiz, sirviéndole do pena el tiempo que ha estado
suspenso, por no haber embarcado todas las armas y demás efectos que
pudo salvar en los buques. Qne se haga presente al Rey no haberse he-
cho cargos al Teniente de navio Don Sebastian Rodríguez de Arias, que
mandaba los buque* de guerra en Santa Marta, en la ocasión de su aban-
dono, para que S. M. resuelva lo que tenga por conveniente. Igualmente
so exponga á S. M. lo mal que han desempeñado sus obligaciones de Fis-
cal todos los que han actuado en esto proceso, poniéndolo casi en estado
de nulidad, por cuya falta juzgo deben ser corregidos, particularmente
los tres primeros.
ALEJO GimiímiE'/, DK RUBALCAUA.

VOTO DEL TERCER VOCAL DEL CONSEJO.

Hallando exacta, y plenamente convencido, por lo que resulta dol


proceso y cargos hechos á los reos Coronel Don José do Castillo interino
Gobernador de Santa Marta ; el do igual clase Don Francisco Pérez Dá-
vila; Teniente Coronel, y segundo Comandante Don Vicente Talleció ; y
el de igual clase Don Juan Jiménez, de haber abandonado á los enemigos
aquella Provincia, sin que por el primero se propusiese viva, enérgica y
decididamente la defensa hasta el extremo digno del espíritu de honor do
un Oíicial militar, sin agotar todos los recursos y arbitrios capaces do
conseguir con proporción de mayor importancia y la dificultad que pre-
sentaria á las armas del Roy su recuperación, dictando y valiéndoso do
todos los ardides y máximas de la guerra, que han proporcionado resis-
tirse cuerpos débiles de tropas contra fuerzas superiores y aguerridas,
procurando estimular con sus valientes reflexiones para la defensa á to-
dos sus subditos y antes bien discurrir con poca resolución y espíritu ; y
lo mismo el segundo jefe de la plaza, concurriendo en todos cuatro la cir-
cunstancia de admitir en Junta la expresada evacuación, concurriendo
on el cuarto acusado el movimiento retrógrado del interesante puesto do
la Ciénaga y Barras, sin órdenes para ello, ni roto el fuego con el ene-
migo ; resultando también que Don Vicente Tal ledo omitió contribuir con
sus luces, bajo la obligación en que le constituye su instituto. Es mi vo-
to que con arreglo á ordenanza (Título S.°. Tratado 7.", artículos 2.° y
340 JL/OGÜJÍIÜSTÜS PARA LA üíSï'OïuA

3.°) sufran elidios cuatro jefes la pena de privación del empleo, y por ío'
que hace al ó.° reo, Don José Ituise, Capitán de Compañía fija veterana
on este departamento de artillería, en consideración á los ningunos car- •
gos que lo resultan en toda la causa, su clase de Capitán no facultativo,
ciega obediencia que se nota á la autoridad principal, habiéndole faltado
toda energía para representar y protestar el embarco de los efectos y
pertrechos de guerra de su cargo antes que todos los electos de particu-
lares que no constan hechas, sea absuclto, sirviéndole do castigo el tiem-
po que lia sufrido de arresto, amonestado y prevenido altamente para lo
sucesivo sobre la conduela qr.e debe observar en casos semejantes, y IR
recomienda 8. M. en el Reglamento particular del Cuerpo ; poniendo
además ante la Real consideración de S. M. la conducta tan contraria al
mejor servicio do las armas del Rey, observada por el Comandante de las
fuerzas marítimas en aquolla plaza, .Don Sebastian Rodríguez de Arias,
y la de los señores Fiscales que han intervenido en la formación de esta
causa, contraria á la exactitud y precision militar quo previenen las Rea-
les ordenanzas en los juicios.
ANTONIO PARDO RIVADSXRIRA.

VOTO DEL SEGUNDO VOCAL DEL CONSEJO.


Hallando plenamente convencido en esto proceso al Coronel graduo*
do y Teniente Coronel Don José de Castillo, Gobernador y Comandante
general interino de la ciudad y Provincia de Santa Marta, do poca pre-
vision, entereza y eficacia en el mando, do cuyas resultas, así los jefes,
sus subalternos, como la oficialidad y tropa y el paisanajo so penetraron
del espíritu de desorden y cobardía quo so advierto en aquél ; como tam-
bién de haber dispuesto ó determinado la evacuación do dicho punto, sin
ver al enemigo, ni aun tener noticias positivas, ó á lo menos aproxima-
das de su fuerza : es mi voto que sufra la pena de ser privado do su em-
pleo, con arreglo á la primera parto del articulo 2.°, Tratado 8.°, Título
7.° cíe las Ordenanzas generales del ejército ; no comprendiéndolo en la
segunda, por no poder graduar si el hecho fué ó no indecoroso, respecto-
á ignorarse el número de enemigos que lo amenazaron.
Asimismo, estimando convencido al Teniente Coronel del Real cuer-
po do ingenieros Don Vicente Tallcdo, segundo Comandanta por su an-
tigüedad, do no haber cooperado activamente, según debía, á la construc-
ción de las defensas de la Ciénaga, y sí con sus conversaciones públicas
y procedimiento, al desaliento de todos, como también con su voto á la
ovacuacion de Santa María, sin medir las fuerzas disponibles en alguna
forma, con las de los insurgentes ; es mi voto sufra la pena de privación
de empleo, con arreglo al artículo ya citado y al 3.° siguiente de los mis-
mos Título y Tratado.
Igualmente conceptuando bien justificado que el Teniente Coronel
Comandante del Batallón de la l: Albuora," Don Juan Jiménez, so reti-
ró de la posición que debía defender en la Ciénaga, sin hacer resistencia
alguna ; y quo en los mismos términos lo hizo do los demás puntos quo
eligió intermedios hasta Santa Marta, no habiendo recibido orden expre»
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 3 d-1

sa ciel Gobernador y Comandante general Don José de Castillo para ve-


rificarlo ; como también haber concurrido con sn voto al abandono do
dicha ciudad y Provincià, es igualmente mi voto que sufra la pena de
privación lie empleo, y además la do seis meses do arresto en un castillo,
como más gravemente incurso en los dos artículos 2." y ¿5." de los ya
mencionados Título 7.", Tratado bV de la Ordenanza general.
Del mismo modo juzgando convencido al Coronel Don Francisco
Pérez Dávila, Teniente Coronel de las Compañías veteranas de Santa
Marta, de no haber concurrido eficazmente con sus conocimientos y ser-
vicios personales á auxiliar al Gobierno en las circunstancias criticáis en
quo se miraba, no propendiendo de esta suerte al mejor servicio del licy
y de la Nación, que tan justamente reclama la Ordenanza general de
todo Oficial y singularmente do los jefes ; y habiendo dado laminen su
voto pura que se efectuase la evacuación de Santa Marta, es mi voto su-
fra la pena de suspension de empleo por dos años, y tres meses do arresto
en un castillo, por modificación del artículo 3.° ya citado, en razón & no
haber tenido encargo ó comisión militar especial en que intervenir, y ser
por esto menos delincuente que los anteriores.
Últimamente, no hallando convencido al Capitán de la brigada vete-
rana de artillería de este departamento, Don José Matías Rui/., do nin-
guna otra Jaita que la que le resulta de no constar haber practicado las
más activas diligencias, á un Oficial, para exigir quo con la preferencia
debida se embarcasen todas las armas y municiones existentes en Santa
Marta ; es mi voto se le ponga en libertad y declaro que este incidente
no le sirva do perjuicio ni nota para sus ascensos y concepto, así en el
ejército como en el Cuerpo que sirve.
Además de lo expuesto, atendiendo á cuanto arroja do sí el proceso
acerca de la conducta del Comandante de los fuerzas do mar, el Teniente
de navio Don Sebastian Rodríguez do Arias, y la información sobre el
misino asunto actuada en la Rabana y adjunta á aquél : es mi voto se re-
clame la atención de S. M. á fin de quo on su virtud se digne resolver lo
que estime más conveniente, y aclare para en lo sucesivo la acción quo
tenga todo Gobernador ó Comandante de plaza ó puesto marítimo, sobre
tales fuerza?, para emplearlas en favor de la más rigurosa defensa quo
deben hacer en los casos quo les ocurran.
Asimismo, es mi voto que se ponga en conocimiento de S. M. lo
mucho que, por crasa ignorancia, ó tal vez por otros fines más impropios,
se han alejado todos los Fiscales que han actuado este proceso, excepto
el Sargento mayor de la plaza de Panamá, Don José María Chiari, del
orden prescrito al efecto en los formularios aprobados por S. M. y de
cuanto el deber de su Ministerio les impone, para la más pronta investi-
gación, aclaramiento y justificación de las fallas en que han incurrido
los acusados ; pues que semejante proceder sobre perjudicar siempre á
éstos, retarda la satisfacción justa de la vindicta pública y entibia la
energía que da firmeza y debo caracterizar en lodo tiempo los asuntos
militares, como emanados de individuos que ejercen la noble profesión
de las armas, á quienes está cometido el honroso encargo de apoyar la
autoridad soberana, de auxiliar la justicia, además del de defender á la
Nación de sus enemigos internos y externos.
3d2 DOCUMENTOS PARA I.A HISTORIA

VOTO DEL PRIMER VOCAL DEL CONSEJO.

Constando probnclo cl delito on In evacuación de Santa Marta, de


cuya Provincia era Gobernador interino el Coronel Don José tic Castillo,
sin quo, como su primer richer, tomase providencias decisivas para su de-
fensa, obligando á su segundo y demás jefe* á (pie cumplieren con sus
deberes: es mi voto que dicho Castillo sea privado del empleo. Que Don
VicenteTalledo, Teniente Coronel del Real cuerpo de ingenieros, segundo
del citado Gobernador, y que como facultativo debió también contribuirá
la más vigorosa defensa, para la que tuvo sobrado tiempo, y votó la eva-
cuación de Santa Marta sin ver al enemigo, sufra igual pena de privación
do empleo. Que Don Juan Jiménez, Comandante del segundo Batallón
de la Abuera, que con las fner/.as de su mando y otras que tenía, no
puso do su parte cuanto ora de su deber, sosteniendo el primer puesto y
los demás retrógrados, sin ser forzado, dejando con poco honor las armas
del Key, ni esperar las órdenes del Gobernador para su retirada, y últi-
mamente votado la evacuación de la ciudad: sufra la pena de privación
del empleo. Que el Coronel Don Francisco Pérez Dávila, Comandante
de las compañías fijas, que conociendo en parto la defensa de Santa Mar-
ta, fué también de dictamen de la retirada de dicha ciudad, sin contri-
buir á la conservación de su cuerpo y proceder sin orden del Gíobierno al
embarquo do su familia, so suspenda del empleo por tres aiíos, con arres-
to do seis meses en un castillo. Que Don José Matías Rui/,, Capitán del
ileal cuerpo de artillería, no siéndolo en la parto científica, ni haberso
hecho mención de él en los diferentes casos do defensa, lo considero solo
culpable en no pedir preferencia para embarcar los efectos de guerra;
se le reprenda y advierta sus deberes en los diferentes casos que puedan
ocurrido, poniéndosele en libertad, sin que le perjudique en los ascensos
si Jo han coi-respondido. Que Don Sebastian Rodrigue/, de Arias, Coman-
dante de las fuerzas navales en aquel puorto, no incluso en lo actuado
para ser juzgado, y constando en ol proceso que como Comandanta no
se convidó á contribuir á la defensa, antes bien fué causa do la apresu-
racion en la evacuación; resuelva S. M. lo que considere convenicnto
en la falta cometida por dicho Arias, y evitar en lo sucesivo los perjui-
cios que podrán ocurrir, si la Marina no contribuye á aumentar las de-
fensas de los puertos en que se hallen. Que asimismo resuelva S. M. lo
que sea do su real agrado, en la falta de los Fiscales Don José Alvarez,
Don Francisco Ayala, Don Federico Gobca, Don Juan Estovan de Leon,
que han actuado en el proceso, sin llenar sus deberes en la aclaración
quo previene la Ordenanza, con perjuicio de los reos y bien del servicio,
ofuscando hasta lo más claro por no interrogar ni reconvenir en el mé-
rito de la causa.
ANTONIO CAXO.

VOTO DEL EXCELENTÍSIMO SBÑOR PRESIDENTE.

Hallando los cuatro reos procesados en esta causa, que votaron el


abandono de la plaza y Provincia de Santa Marta, á saber : el Coronel
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. U'à

gradando Ten ion to Üoronel del regimiento Fijo de Cartagena de indias


Don José (./'astillo, Gobernador militar y político : Don Yicuiito Tulleció,
del Ileal cuerpo do ingenieros y segundo Comandante nvonoeido en clin:
Don Juan Jiménez, Teniente Üoronel de ejército y Comandante del Ba-
tallón do la Albuora ; y al Coronel graduado Don Francisco l/éroz Dú-
vila, Comandante de las compañías fijas de aquella plaza, convencidos do
no haber hecho defensa alguna, ni preparádosc ú resistir al enemigo en
ninguno do los puntos militares que ofrece aquel terreno, tlesd.î la .Barra
de la Ciénaga á la ciudad, sin plan do defensa escrito, aprobado y manda-
do sostener con la fuerza que tenían : es mi voto que Don José de Casti-
llo, Don Vicente Tallcdoy Don Juan Jiménez, sufran la pena de perder
sus empleos, y (pie Jiménez, por la marcha retrógrada que ejecutó sobre
la plaza, sin orden dol Gobernador, el recargo de seis meses de arrosto
en un castillo ; y el Coronel Don Francisco Pérez .Dávila a (pío sea sus-
penso de su empleo por tres años, con dos meses de arresto en un casti-
llo, con arreglo á lo que arroja de sí el Tratado S.°, Título 7.°, artículos
2." y 3.°
Al Capitán Don José Matías Rui» que se le ponga en libertad y so
lo reprenda por no haber pedido los auxilios para el embarque de la arti-
llería al Gobernador, con preferencia á todo.
El que vota cree que no cumpliría con el celo que debe para el me-
jor servicio del Hoy nuestro señor, si no expusiese el cuaderno (sic) que
se acompaña en el proceso tocante á marina debo tenerse en considera-
ción por la gravedad que arroja de sí en la conducta que tuvo el Tullien-
te de navio Don Sebastian Rodríguez do Arias, contribuyendo con sus
oficios al Gobernador, al precipitado abandono de la plaza, sin presentar-
se á la defensa de ella con la tropa y marinería que se hallaba en los
buques bajo su mando ; para que S. M. disponga que sea oido enjuicio, ó
que determine lo que sea más do su real agrado.
También es de dictamen que S. M. determino como mejor convenga
á su servicio para lo sucesivo, la corrección quo deba darso. á los fiscales
que han faltado en la actuación de esto proceso, ó enjuiciarlos con arre-
glo á Ordenanza y bajo los modelos aprobados, y fallando á hacer los
cargos militares y arreglados á ordenanza ; excepto Don José María
Chiari, que cumplió con su deber.
FRANCISCO DE MONTAI,VO.

SENTENCIA.

Habiéndose formado por el señor Don José Alvarez. Coronel de in-


fantería, el proceso que precede contra los Coroneles Don José de Casti-
llo, Gobernador interino que fué.lo Santa Marta,y Don Francisco Perez
Dávila, Comandante de las compañías fijas de dicha plaza ; los Tenientes
Coroneles Don Vicente Talledo, del real cuerpo de ingenieros, y Don Juan
Jiménez, Comandante del batallón 2.° de Alhucra, y el Capitán dol real
cuerpo de artillería Don José Matías Ruiz, acusados de haber abandonado
la plaza de Santa Marta á los rebeldes do Cartagena, sin haber hecho re-
sistencia alguna ; en consecuencia de la orden inserta por cabeza, do él,
su DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

quo lo comunicó cl Excelentísimo sefior Don Benito Pérez, Virey de esto


Reino ; y héchosc por Don Juan Estovan de Leon, Capitán de infantería,
Toniente Coronel graduado y Juez Fiscal últimamente nombrado en esta
causa, relación do todo lo actuado al Consejo do Guerra de Oficiales ",e-
nerales, convocado desde el dia 5 del corriente en la casa del Excelen-
tísimo señor Don Francisco de Monlalvo, Teniente general de los reales
ejércitos, Virey, Gobernador y Capitán general do este Uni no ; siendo
Jueces de él los señores Don Antonio Cano, Don Gabriel de Torres, Don
Antonio Tardo, Don Alejo Gutiérrez doRubalcaba, Don José Miguel Sa-
lomón y Don Miguel Palatino, y Asesor el señor auditor de Guerra Don
Anselmo de Bicrna y Mazo, comparecieron cu el mencionado tribunal
Jos acusados, y oidos sus descargos con las defensas de sus procuradores,
y todo bien examinado, ba condenado el Consejo y condena á Don José
do Castillo, Don Vicente Talledo y Donjuán Jiménez ala pena do priva-
ción de empleo, arreglándose ¡i la ley quo prescribe S. M. en los artículos
2.° y 3.°, Tratado 8.", Título 7.° de las Reales Ordenanzas: áDon Francis-
co Pérez Dávila por mayoría do votos á tres años do suspensión do em-
pleo y seis meses de arresto en un castillo ; al Capitán Don José Ruiz,
por igual votación, se le ponga en libertad, sirviéndole do pena el arres-
to que ha sufrido ; y por unanimidad devotos que elevo á la considera-
ción do 8. M. la conducta del Teniente do navio don Sebastian Rodrí-
guez de Arias, en quo por sus oficios apresuró al Gobernador para el
abandono de Santa Marta ; resultando igualmente por mayoría de votos
pedir á S. M. la corrección que estimo couvoniente contra todos las Fisca-
les quo han actuado en esto proceso, excepto Don José María Chiari.
Cartagena, treinta de Septiembre do mil ochocientos diez y seis.
Francisco de Monlaho.—Antonio Cano.— Gabriel de Tñrres.—Anto-
nio Pardo Jiivadeneira.—Alejo Gutiérrez de .Rubalcaba.—Jo^J Miguel Sa-
lomon.—Miguel .Palatino.
( Siguon las diligencias do notificación do la sentencia.)

ANOS J3E ISIT' A. 1819.

232LP©í3'.£<D2<0>'.!xf del señor doctor Juan Fernández de Sotoniayor y


Picon, publicada en Bogotá en 1825, de la que se inserta lo relativo á los
servicios prestados por este eclesiástico, y á los hechos históricos de la
Provincia de Cartagena de Indias.
Seria, por cierto, un insensato si formase el designio do hacer mi
apología ; y si á pretexto do vengar una injuria, me presentase ante la
Nación haciendo la ridicula ostentación de servicios quo no tuviese, eoin
penándome á realzarlos con depresión de los ajenos. Tal ha sido el pro-
Dit LA PBOYIKCIA DE CARTAGENA. 34Ó

ccdimtonto del señor Doctor llamón Eguiguren, en el folleto que ha pu-


blicado, cu desahogo de la injusticia, quo figura habérsele irrogado por
el Supremo Poder Ejecutivo, en la presentación que hizo en mí para la
Canongi'a doctoral de la Catedral Metropolitana de Bogotá. Pudo muy
bien este eclesiástico hacer su defensa y cuidar de su buenu reputación,
con argumentos que dicta el buen juicio, y con las rascones que la causa
que defendía debían ministrarle, si aquellos}' éstas no pudiesen ser des-
mentidos ; pero proponerse á la vez de conservar los sentimientos de su
honor, agraviar y atacar el de un tercero, que no le ha ofendido en lo más
mínimo, es seguramente el colmo do la insensatez y el medio más bajo
que puede sugerir el resentimiento ó la venganza. A oir los consejos de
mis amigos, yo me abstendría de contestarle, porque el quo nos conoce
sabe muí bien distinguirnos : pero yo debo aprovechar una oportunidad
tan favorable como la presente, para hablar del impreso que publiqué en
Cartagena en los últimos días del año de diez y siete (1817), y que mi
agresor (véase si so puede darle otro nombre) ha querido agregar á su
folleto, para hacerme desmerecer ante mis conciudadanos. Con respecto
á esto documento yo debo agradecer al Doctor Egniguren que lo haya no
solo recordado, sino copiado á la letra. Sin esta ocurrencia yo había te-
nido noticia que otro señor pensaba publicarlo ; y lo deseaba porque
solo por esto jnedio podia librarme del juicio desfavorable que algunos
habrían formado do mí, al verme escribir oficiosamonte de él, interpre-
tándolo tal vez á intenciones quo nunca mo harían honor. Pero antes es
inevitable que me contraiga á probar quo el Poder Ejecutivo en la pre-
sentación del segundo lugar de la terna do la Doctoral quo ocupaba, uo
ha hecho al que obtuvo el primero la más levo injuria ; y que graduán-
dome por más digno ha llenado los deberes quo le impone la ley do
Patronato
Pero no pudiendo separar la carrora literaria do la eclesiástica,
por no aislar algunos hechos conexos en ambas, mo contraeré á hablar
do la una y de la otra en un solo capítulo, reservando hacerlo con sopar
ración de la carrera política, do mis oposiciones á la Canongía quo obten-
go y á la Pcnitonciaria, y sobro el apéndice ó adición, que copia á la letra
el impreso publicado por mí en el año do 17

CAPÍTULO 1.°

Carreras literaria y eclesiástica, comparadas con las del .Doctor Ramon


Eguigxircn.

Desde mis primeros años so encargó do mi educación ol Ilustrísimo


señor Doctor Anselmo José de Fraga, Obispo que fué de Santa Marta y
Hector entóneos del Seminario conciliar do San Carlos de Cartagena.
Los vínculos do la sangre que me estrechaban con este prelado de digna
memoria, decidieron á mis padres á coníiarmo á su dirección. Cuantos lo
conocieron, saben, como yo, que era la mejor recomendación el ser su
discípulo. JS'O me acuerdo desde qué año lo acompañé en el mismo cole-
gio ; solo puedo asegurar quo en la formal instalación do aquel Semina-
rio, fui uno do los que cruzaron su beca y que entóneos no contaba sino
ocho años. 'Viven muchos do los compañeros de mi niñez, que merecieron
34(5 DOCUJriîNTOS l'ARA LA IUSTOKIA

¡glial men to sor confiados ú este saino. Duba los primaros pasos en mi
educación, cuando ol llcy do. España le presentó para la mitra de Santa
Marta. En Noviembre de 178Í), antes de recibir las bulas de su confirma-
ción, pasó á su Obispado, y quiso (pie yo le acompañase como sn fami-
liar, vistiéndome los hábitos clericales. Desde aquella fecha puedo decir
que me veo honrado con la sotana, tiltol año siguiente, 17U0, recibidas
las bulas, regresó á Cartagena para consagrarse, con la foli/, casualidad
do entrar en aquella plasta el mismo dia en que se desembarcó el Ilustrí-
simo señor Doctor Baliazar Martine/. Compañón, que debia ocupar la
silla Arzobispal de esta Catedral. El conocimiento y amistad que con-
trajeron estos dos grandes Obispos, mo proporcionó la protección en este
último, en los primeros años do mi carrera literaria en el Colegio del
Rosario. Restituyóse inmediatamente después (le su consagracióná Santa
María, y volví á acompañarle hasta principios del año de 1702, en que
por defecto de un colegio, á que había dado ya principio, y con motivo
do su pastoral vi.-ila, dispuso que siguiese á la casa do mis padres. En
aquel año se abrió en el Seminario de San Carlos el curso de filosofía
quo comencé á oir, hasta que. dispusieron mis padres continuase la carre-
ra de mis estudios en asta capital, á pesar de su muy escasa fortuna.
Vive aún el señor Doctor José Luis Armóla, á quien me confiaron, y con
él subí á esta capital el año do 1793. En Octubre del mismo continué el
curso de filosofía, por disposición do este eclesiástico, en las aulas del
Colegio mayor y Seminario ele San Bartolomé, que leía el señor Piedri,
cuya memoria será siempre grata á los colombianos, permaneciendo como
su discípulo hasta los últimos diasde Diciembre, en (pie por acuerdo del
señor Alarcón, Penitenciario que fué do esta Catedral, y del expresado
señor Arzobispo Co npailón, fui trasladado al Colegio del ftosario, tenien-
do el honor de vestir su beca. Continuó ol segundo año del curso con el
catedrático quo leía ol primero en este colegio, el honorable Represen-
tante Doctor Miguel Valenzuela, y en ol año segundo del primer rectorado
del actual señor Arcediano y Provisor doctor remando Caiccdo. En Oc-
tubre del año de I7ü-i comencé el tercero de filosofía, encargándose la
enseñanza al Doctor Juan Francisco Vásquez, por la prisión que sufrió
ol Doctor Valenzuela, en razón de su complicación en las novedades po-
líticas de aquel año ; y con él concluí el tercero del curso, cu Julio do
1795. En este mes sostuve por la primera vez un acto público do con-
clusiones de Filosofía moral, sobre las olAu/acionrs >/ oficios del Iiombrepara
con .Dios y los demás hombres, tomadas del célebre curso de Leon de
Francia. El acto fué de los que entonces se llamaban conclusiones enteras',
y recuerdo, porque la memoira de los acó n Ice. m ien tos de la niñez poco
M pierde, que el señor Alarcón argüyó por la mañana, como réplica, que
se conoce con el nombre de principal : el virtuoso eclesiástico Doctor
Agostin Estévez lo hizo como catedrático de su colegio de San Bartolo-
mu, yá, la tarde por el mismo colegio el Doctor Huelgo, eclesiástico : y
si no me engaña la memoria, replicando como medio el colegial entonces,
hoy benemérito General liWloul
En Octubre de 1796 di principio al estudio de jurisprudencia civil,
que leía entonces el sabio Camilo Torres, mártir de la patria. En el se-
gundo año de este curso, en 5 de Julio do 1797, merecí ser elegido entro
un número considerable de mis condiscípulos muy bien aprovechados,
DE LA PROVIHCiA DE CARTACilttïA. 347

para sostener y defender las conclusiones que versaron sobre los títulos
íntegros 2, 3, 4 y ó tlol segundo libro de las Instituciones do Justiniano.
En Octubre de este misino año comencé el primero dol curso de cánones,
y en Julio (le) siguiente tuve el acto tercero de conclusiones con mi
maestro el señor Ductor Tomas Tenorio. Varias proposiciones canónicas
de los títulos 7, 8 y ',), del libro ü de las Decretales y la historia de las
heregías do los cuatro primero* siglos de la Iglesia, fueron la materia de
esto acto. Continué bajo la dirección do este digno maestro el segundo
año de cánones y cuarto de jurisprudencia ; y en Octubre de 175)5), el
quinto, que se llamaba enlónoes de Derecha ./¿nal, defendiendo el cuarto
acto de conclusiones con el Catedrático Doctor Valleeilla, reducido á
varias proposiciones sobre los recursos de fuerza en cl de ISUÜ
La fé de esludios comprende los años de mi carrera literaria, firma-
da por el Hector, quo lo l'tté después por segunda ve/, el señor Caiecdo,
en 29 de Julio de 1801.
lia dicho la Gacela, cmi inspección de documentos que tengo en mi
poder, quo fui ordenado en Enero do 1301, añadiendo ahora que recibí la
imposición de las manos del .ílustrísimo señor Obispo doctor Gerónimo
Liñan, en 16 de Enero, á- la edad lio 20 años 2 meses y 14 dias. Inme-
diatamente quo fui ordenado me destinó el mismo Prelado, de acuerdo
con el YicepaLrono, para (pie leyese la cátedra de jurisprudencia civil y
canónica do aquel Seminario, que fué á mi cargo exclusivamente hasta
últimos de Noviembre de 1802. En este mismo año, por la vacante de la
Canongía magistral de aquella Catedral, el Vicepatrono me eligió, con
arreglo á la autoridad que tenían los de aquella pla/.a, predicador magis-
tral. Si esta elección se hizo por pura ritualidad, y no por algun concep-
to quo pude merecer recien ordenado, otro debe decidirlo. Yo solo añadi-
ré, que prediqué ; y que siendo los sermones de la obligación del magis-
tral en aquella Catedral en las primeras solemnidades, debia esforzarme
en desempeñar, según alcanzase, esta confianza. No sé si alguno otro quo
el señor Eguignrcn la graduará incompatible con el ejercicio de la cáte-
dra ; pero ni éste ni aquélla lo fueron con el curato de Truana, á que fui
destinado en Diciembre del citado año do 1802 hasta Marzo de 804. Si
hay tal beneficio en la Provincia de Cartagena, es muy fácil averi-
guarlo
Truana es un pueblo tan antiguo como su nombre, que parece co-
rrompido del idioma de los indios, Turbana El es pobre : su antiguo
sínodo no estaba regulado sino en ochenta pesos ; y los indígenas no al-
canzaban á otros ochenta mayores de diez y ocho años. Diré más, ya que so
ha presentado esta feliz casualidad. rC¿5"Los indios y vecinos de Truana so
decidieron desde el principio por la causa de la independencia; y en el si-
tio de Morillo á la plaza, prefirieron incendiar todo el pueblo, comenzan-
do por la iglesia, que era muy regular, para que el ejército español care-
ciese, como sucedió, de esto recurso ; pues siendo un punto importante
por su salubridad é inmediación á Turbaco y hacienda de " Torrecilla",
donde se fijó el cuartel goncral, debían ocuparlo, como lo hicieron, los
moralcros, ' aunque reducidos á vivir bajo los árboles quo so escaparon

* listo nombre ;¡c data á los individuos une componinn la Division do venezolanos
realistas, mondada nov ol execrable Corono! Don Francisco Tomas Morales.
348 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA

del incendio.,¿?2l Truana, repito, fué el primer curato que serví y del modo
que lo manifiesta el documento número 2
Me ruborizo ¡i) recordar el modo como fui instituido cura de Mom-
pox en el mío de 1804. Este beneficio lo habían servido siempre los ecle-
siásticos más beneméritos y antiguos del obispado do Cartagena: era el
término de su carrera, y por lo común párrocos envejecidos ocupaban
ambos curatos, pues en la parroquial de Mompox hay dos curas. Yo no
contaba sino tres años de sacerdote: de ellos, año y medio do cura de
Truana: no tenia sino la edad do veinte y cinco: pero el llustiísimo señor
Obispo me previno que debia hacer oposición, porque me tenia
destinado para tal curato. En un concurso de doce opositores yo luí
preferido; no sé cuál sería el motivo. Es á los prelados á quienes corres-
ponde obrar, según lo crean conveniente al servicio de Dios y de la Igle-
sia: sin méritos algunos que me hiciesen esperar este nombramiento, yo
dejo ni buen juicio de los imparciales que decidan sobre ol concepto que
pudo merecer á aquel prelado: ello es que en Mompox se vieron pol-
la primera vez do párrocos dos eclesiásticos recientemente ordenados, y
en una edad temprana. La ciencia y las virtudes do mi buen compañero,
desde la niñez, el honorable Senador, hoy Arcediano do la Catedral do
Cartagena, Doctor Manuel Benito Rebollo, podían suplir muy bien la
edad y servicios; pero en mí no se podía hacer este suplemento: solo mo
bastaba el tenerlo de compañero en la cura do almas de una misma igle-
sia. Con la institución canónica de este beneficio, perdí no solo el do
Truana, sino los encargos de la cátedra y sermonea magistrales, que no
volví á ejercer. En 1.° de Mayo do aquel año tomé posesión de mi iglesia;
y desde esta fecha hasta la de 6 de Marzo de 1815, y después desde 1."
do Agosto de 1821 hasta G de Diciembre de 1822 he ejercido este hon-
roso ministerio. Cuál haya sido mi desempeño, lo publicarán los mompo-
sinos
Tal vez lio fallarán en esta misma capital y en muchas do la "Repú-
blica, personas quo hubiesen estado cu Mompox en aquel tiempo: yo
apelo también á su testimonio Confieso que no tengo la recomenda-
ción de haber hecho hospederías, panteón, varas de palio, ni fuentes pú-
blicas En ninguna iglesia de Mompox hay estos célebres santuarios
que enriquecen á los curas; si hubiese algun motivo para que concurrie-
sen peregrinos, todo Mompox seria hospederías. Entro las virtudes que
recomiendan ¡i aquel pueblo, es una de ellas la hospitalidad. Las tropas
do la República que han transitado frecuentemente por él, han experi-
mentado la mejor acogida hasta en la pobre choza del menesteroso. Es-
tos son los únicos peregrinos que allí se han visto; y en verdad que son
los más dignos de ser considerados, como lo han sido en todo tiempo.
Por lo demás, es preciso decir que, no solo los ricos de Mompox han he-
cho largas erogaciones á beneficio del culto divino, sino que hasta los
pobres han partido su muy escaso pan para embellecer los templos. Las
preciosas y muy costosas alhajas, con que la piedad del señor Pedro
Martínez Pinillos, difunto, enriqueció á aquella iglesia, han sido, os ver-
dad, la presa de los españoles que las arrebataron con la autoridad de un
Obispo, á quien lo más sagrado importaba un bledo con tal (pie domi-
nase Fernando V i l ; pero las lágrimas de su virtuosa viuda, y la destre-
za con que se manejó el presbítero Jauuario Aguilar, exponiéndose á ser
DK LA VKOVIHCIA DE CARTAGENA. 349

amarrado 3r conducido con ellas por ocultador de algunas pocas, aun las
jnás precisas, ha hecho innecesarias en aquella iglesia varas de palio: si
no las hubiese, aseguro que ú porfía so habrían presentado los honrados
momposinos para costearlas.
El protexto para llevar de Mompox no solo las ricas y costosas alha-
jas destinadas para la adoración de la Majestad sacramentada, sino las
do las Cofradías do aquella iglesia, futí porque las tropas republicanas so
acercaban y las robarían. Se figuró depositarlas, en Cartagena, de donde
se llevaron á Kingston, y se empeñaron en veinte ó veinte y cuatro mil
pesos, para proveer de víveres al ejército ospaíiol, sitiado por el nuestro,
al mando del benemérito General Montilla. "Jamás los patriotas," decia
la afligida viuda á los encargados para encajonarlas, " han tocado un al-
filer desuñado al culto divino; nunca se han ocultado, y siempre han si-
do respetadas."

Volvamos atrás para decir algo de la Vicaría foránea do Mompox,


que fué á mi cargo desde Diciembre de .1805. Cuando la Gacela con pre-
sencia del título original de tal vicario, asegura que esta vicaría com-
prendo á Simili, Magangué y Majagual, no quiso considerarlos como
pueblos, sino como términos de su jurisdicción. En electo, él compren-
do las particulares de aquellos lugares, quo son la residencia de otros
tantos vicarios, quo se declararon dependientes de la de Mompox en mi
nombramiento; y es bien sabido que de Mompox á Simili se cuentan
once parroquias, además de otros pequeños poblados agregados á algunas
de ellas: que del mismo Mompox á Magangué hay cuatro, además de los
pueblos de Zambrano y Tetón: que cu el Cauca, dondo está situado Ma-
gangué hasta Majagual, no faltan seis, con otros dos extraviados de -esta
ruta, que son Santiago y Tacasaluma: quo do Majagual para adelanto
están Ncchí, Ayapel y Càceres; parroquias todas quo debian ocurrir,
como en efecto lo hacían, á Mompox: que por esta razón era, como pue-
do verse en la carta del documento número 4, del Ilustrísimo Obispo ol
señor D. Fray Custodio Díaz, la principal que daba más que hacer y quo
necesitaba un vicario como yo, para dar vado á todos loa negocios quo
«illí ocurrían
Cuál fuese mi conducta como vicario, lo publicará Mompox; tenien-
do por lo menos la satisfacción de que en diez años continuos do esto
ojcrcieio, todos los expedientes do aquel juzgado, que no pudieron evi-
tarse, no alcanzarían ¡l média docena, de manera que el honrado notario,
de acuerdo con mis sentimientos de conciliación y do paz, tenia que pre-
ferir otros recursos para vivir, por defecto de costas y derechos, que no
habían sido escasos en algunos vicarios que me procedieron
A reserva de decir algo después en orden á la confianza de visita-
dor de las dos vicarías do Magangué y Majagual, me extenderé un poco
más en esto capítulo, para hacer conocer al Doctor Eguiguren, cómo no
abandoné la carrera de las letras durante mis ocupaciones de párroco y
vicario de Mompox
J5n Mompox por la beneficencia del señor Martínez de Pinillos se
c- teaba con trescientos pesos un maestro de latinidad: desde mi ingre-
sa advertí que so hacía necesario fomentar más osla enseñanza, y obligar
á que la recibiesen los que se dedicaban al estado eclesiástico. Con tal
350 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

designio y sin perjuicio de la clase pública, me dedique :í dar estas pe-


sadas lecciones á los acólitos ó monacillos de mi iglesia, con alguno quo
otro joven. Pocos días transcurrieron para que el número de los niños so
aumentase considerablemente, sin perjuicio de los que educaba el maes-
tro asalariado. Se generalizó por todos aquellos lugares el oficioso tra-
bajo á que me había sujetado, y mi casa fué no solo una aula pública, sino
un pequeño colegio, teniendo en ella con total sujeción y dependencia
más de dio/, y seis jóvenes do pueblos distantes, y aun do Santa Marta, á
quienes sus padres quisieron me Fuesen confiados. Los moinposinos han
deseado siempre la instrucción de sus hijos; y éstos y aquéllos dirán si
al facilitarla con mis pocas luces les exigí alguna pension, excepto la
alimenticia, y muy corta, en los pocos que vivían conmigo. La juven-
tud se aprovechó do mis trabajos, y se puso en aptitud do adelantar en
los conocimientos de filosofía. En aquel tiempo promovía el insigne be-
nefactor Pinillos la fundación cío su colegio; pero aún no so habían
aprobado sus planes en la Corto do Madrid. Sin esperar aquolla resolu-
ción, yo propendí á quo se leyese el primer curso de filosofía que ha ha-
bido en Mompox, y desde Octubre do JS05 me encargué de él, con la
ventaja do educar entre otros los jóvenes á quienes había dado las lec-
ciones de la lengua latina. Heme aquí, ya con la gloria, que no me arre-
batará el Doctor Eguiguron, de fundador de las letras en Mompox;
pero lo que deberá admirarlo más, es que con esta cátedra yo no me dis-
traje de mis sagrados dolieres de párroco, ni de los muy posados do vi-
cario. El que desea ser útil á sus semejantes, sabe alargar los momen-
tos, y usar con fruto del tiempo. Cuando concluía este curso do filosofía,
se instaló formalmente el nuevo Colegio de San Pedro, y los catedráti-
cos quo se nombraron entraron en ejercicio de sus funciones. Yo fui
encargado primero do la cálodrádc cánones, y seguidamente del rectora-
do, como interino, mientras ol señor .Doctor Eloy Valcn/.ucla, que debía
serlo en propiedad, se resolvía á pasar á aquella ciudad. Como Ptoctor
interino lo fui también de la Universidad, quo con la misma aprobación
so habia establecido; y no he olvidado que conferí algunos grados mayo-
ros y menores, hasta que el progreso de la revolución exigía no pensar
más en colegio, y contribuir, como lo hice, á quo los primeros soldados
fuesen los jóvenes que se educaban
Procedamos ya á examinar y comparar nuestra carrera política.

CAPITULO 2.°

Carrera política.

En el concurso á la Canongía penitenciaria no pro-iuje documento


alguno que comprobase habia llenado mis deberes como ciudadano de
Colombia : omití hacerlo on cl do la Doctoral, y si lo hice después de mi
acto de oposición, fué porque llegué á entender que en la relación que el
Venerable Capítulo hi/.o al supremo Gobierno cuando la propuesta de la
primera, dijo que yo no habia presentado ra/.on alguna sobro el parti-
cular
Al presentar algunos, dijo en el memorial que acompañaba ;
"quo no se entienda que al entrar á enumerarlos procedo con el orgullo
DE LA PROVINCIA DR CARTAGENA. 351

de reputarme digno de recompensa. Los epic sirven :i lit Patria no tienen


otro premio epic el tie aquella dulce satisfacción que experimenta todo el
que llena ó se empeña en llenar sus deberes. Vo voy á referirlo?, más
bien para no olvidar lo (pie fué en un tiempo Colombia, y lo quo hoy
afortunadamente ha llorado á «»r y continuara siendo/' I tenuevo ahora
estos mismos sentimientos, y protesto que solo provocado podria hablar
en una materia en (pío los amibos del señor Eguiguron y los que no me
conocen, se persuadirán que. ó fallo á la verdad, ó exajero los hechos.
Consuéleme, con que me liarán justicia los- imparciales.
Pero, ¿ porqué recelo, cuando los documentos de (pie debo de valer-
me son de naturaleza [al (pie nadie podrá tacharlos ? Así es : no civi ja-
mas que llegase la feliz oportunidad de producirlas declaraciones juradas
de los testigos que compusieron la sumaria que. so practicó contra mi y
los señores honorable Senador Rebollo y Dean electo de Cartagena Mari-
mon, en el Tribunal eclesiástico que presidia en aquella ciudad el famoso
inquisidor Juan Odéris, investido de la autoridad de Gobernador de aquel
obispado. .Ellas dicen con respecto á mí lo que sigue.
El testigo Don M. 13. P., : contestando á la segunda pregunta, ex-
pone: 'que de público y notorio sabe que los dichos eclesiásticos ( Mari-
• mon, Rehollo y Sotomayor) fueron unos exaltados partidarios del indi-
1
cado Gobierno revolucionario, concurriendo á su establecimiento con
1
una cooperación verdaderamente activa, en razón de haber sido de los
' primeros empleados en los primeros destinos.' En su respuesta á la ter-
cera pregunta dice: ' quo ol Doctor Sotomayor dio varios papeles, aun
1
desde su propio curato, en favor de las sórdidas y sacrilegas ideas de
1
los facciosos revolucionarios, y posteriormente el folleto titulado üate-
1
eitmo Popular, que se ha proscrito, por el Santo Oficio: que también
1
predicó varios sermones, entre ellos el de la publicación de la Constitu-
1
cion, y en Mompox al propio intento de sostener el insurgente Gobier-
' no: que obtuvo varios empleos así en la Junta como en los poderesquo
1
se dividieron, con particularidad de legislador, y últimamente diputado
1
del figurado Congreso instalado en la ciudad de Santa fóV (**) En la
cuarta pregunta: 'que no le queda duda concurrieron á tan inicuo acto,
' la declaración de independencia;' y en la quinta: 'que el Presbítero
' Doctor Sotomayor fué uno de los doce sacerdotes destinados á predicar
' la independencia, que por olvido no lo había expresado.' El segundo
testigo, Don S. J. A., contesta por los tres sumariados en la pregunta pri-
mera: 'que sabe fueron adictos al nuevo sistema de Gobierno, con aban-
c
dono de sus beneficios, lomando una parte activa en él;' á la segunda:
* que estos tres sacerdotes eran los mas asérrimos amigos de la indepen-
1
dencia, y por consiguiente enemigos del Gobierno monárquico: que fue-
1
ron autores de algunas obras y papeles." El testigo tercero, que lo fué
:
Pongo solo lns inicíalos de íslc y los olios testigos, porque no es mi ánimo desn-
crcdiliirloí.—-(.\"»/rt il-l Aulvr).
['• ) Eslo testigo solo recuerda ol sermon do la publicación ilo kl Constitución: so
imprimió el que prediqué el I!) de Octubre de 1SI3 cu iWompox : cl que se me encargó eu
csla capital el 20 de .Julio de ISIS, (pie presentó al V. Capitulo y al supremo Gobierno.
fínico ejemplar tal ves que se libertó de la hoguera pacílieadora. y aquí mismo (IJogotáj
se mo oyó en la bendición de banderas de la Guardia del gobierno, cu las (¡catas del An-
gélico doctor y de mi colegio ¡ este en 27 de Diciembre de I SU», el cual, sin haber salido
de mi estudio, se prohibió por el Comisario León, cou pona de excomunión.—(jV. del A.)
352 DOCUMENTOS PARA LA KISTOllIA

Don J . J . G. V., conviniendo con los otros en quo todos tres tuvimos una
parto activa en la revolución, con bastante influencia, y que luimos desa-
fectos al Rey; que obtuvimos los empleos do primer rango, dice separa-
damente de mí: c que el Doctor Sotomayor tuvo una parto activa en la
1
declaración de In independencia quo fué algun tiempo redactor
1
do la Gaceta, poniendo en ella tantas cosas contra el Hey y sus buenos
1
vasallos, que seria no acabar el enumerarlas; pero que se remito á los
1
impresos: que también dicho Sototnayov hizo un cuaderno que mandó
1
imprimir con el título de Catecismo .Popular, que más bien correspondía
1
el nombre de aborto del infierno que el citado Doctor pasó última-
1
mente al Reino con el título de Diputado del que llamaban Congreso,
{
en donde subsiste hasta el presente."
He aquí, lector imparcial, las mejores certificaciones con que puedo
acreditarte cuál ha sido mi cooperación por Ja libertad de Colombia
El Poder ejecutivo ha tenido á la vista la misma causa original en que
so encuentran estas declaraciones; y ellas, y la sentencia que siguió se-
gún su mérito, justificarán que mi elección no pudo ser contestada, por-
que cl seílor Eguigurcn no lia trabajado como blasona para levantar esto
grandioso edificio. La sentencia literalmente.copiada cu el número 5, me
redime do hacer sobre ella reflexion alguna: añadiré lo que dije al V. Ca-
pítulo cuando le presonté esta causa: " que so recomienden otros por
haber sido conducidos á España y Caracas; mi sentencia no tuvo este ali-
vio, quo lo es comparado con la de la última pena, como fué la do que
me glorío." Parecen demasiado suficientes estos comprobantes, y que no
será necesario quo me distraiga en recordar que en Mompox por mis bien
pronunciados sentimientos no se observó ni en el gran pueblo que lo
componía, ni en los eclesiásticos que allí residían, uno excepto, cuyas ce-
nizas no pretendo inquietar, quien no pensase como el párroco sobro la
justicia do la independencia, la necesidad y conveniencia de sostenerla on
aquella oportunidad, y os visto quo un pueblo oprimido y acobardado por
el hábito mismo de obedecer al capricho do los tiranos, no podía sin con-
ductor adelantar un paso en esta nueva carrera, rodeada por todas partes
do peligros, quo no es dado á todos arrostrar con impavide/.. La historia
recordará, con honor la decidida consagración de los momposinos, nume-
rará entre los primeros soldados á los que merecieron so diese á Mompox
el renombre do valerosa, por la grande acción do 19 de Octubre de 1812;
y aunque no diga en pro do su párroco cosa alguna, yo no dejaré do re-
cordar que el primer estandarte quo juraron lo bendije, con la exhortación
que correspondía á los quo se alistaban para defeuder con él los sacrosan-
tos derechos del hombro libro: que cuando otros ministros de la religion
no se atrevían á declamar desde la cátedra de la verdad contra la opre-
sión de los Reyes do España,—desde los primeros momentos en qnc la
sacudimos, yo he subido al pulpito en los funerales de las víctimas sacrifi-
cadas por Ruiz de Castilla en Quilo, y valiéndome de las mismas palabras
del Profeta:

" Vox in Rama mulita est, ploratus el ululalus multas


Raquel plorant /dios suos, <y noluil contolari. quia, non sunt."

" Se ha oido en Rama la voas del llanto y del gemido &c."


OE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 353

Bice la recomendación á que eran acreedores aquellos primeros


Mártires de la libertad, la justicia con que debíamos llorar su perdida y la
necesidad en que estábamos de defendernos para evitar iguales sacrificios.
Que fruto no produciría esta oportuna exhortación en momentos en quo
acaso hubieran sacado los ospañolos, quo aun vivían con nosotros, gran
partido de suceso tan trágico, Í;C puede muy fácilmente colegir por la
constancia de .Mompox en sostener y defender la cansa que habia abraza-
do. El Y i rey Amar, aunque preso, no Inbia salido de Cartagena cuando
en Mompox se hicieron estos funerales.
Desgraciadamente comenzaron en aquellos dias, (Diciembre de 1810
y Enero de 181.1) las desagradables desavenencias entre Mompox y la
Junta primera do Cartagena. La política con que ésta so conducía, con-
trariaba enteramente la de aquélla. La Junta se habia formado recono-
ciendo la primera Regencia que abortó en la isla do Leon la Central: los
Momposinos, á imitación de esta capital, la desconocieron, y proclamaron
la absoluta independencia: ellos creyeron, ser un deber organizar dos
batallones y nombrar los oficiales y jefes; la Junta los imprueba: la re-
presentación quo tenían los pueblos en ésta, era desigual á sil pobla-
ción, y Mompox la reclama: so desatiende. Esta capital (Bogóla) invita
á la formación de un Gobierno provisional compuesto <lc los Diputados
de las Provincias del Vircinato; en la Junta se contradice y nn Mani-
fiesto tan inmaturo como impolítico divide á todos los pueblos. Mompox
.so exalta, y como la libertad se asusta muy fácilmente, creyó que debia
independizarso do la capital de su Provincia. Un delirio que pudo fácil-
mente curarse, so incrementa de un modo increíble. Las amenazas más
acaloradas son los medios que so prefieren á los de la conciliación quo
demandaban unos mismos intereses. La dura alternativa do someterse sin
oir una razón, ó de ser reprimidos con la fuerza, obligó á Mompox á
abrazar un partido desesperado. No renovemos más esta llaga, quo ha
sido perfectamente cicatrizaba. Siento que el libelo del señor JSguiguron,
en su nota á la página 15, me haya obligado á este recuerdo. Quo soa
más bien recibida esta indicación como un hecho histórico, que ojalá pu-
diera omitirse cu la de Colombia. Pero ¿ qué sociedad nacionto no ha
tenido sus defectos ? ¡ Ojalá, y quo solo cst.e lunar cmpafiaso nuestras
primeras glorias 1 Sí diré, y lo digo ante millares de testigos que pueden
desmentirme: que la resistoucia do Mompox no fué causada por mí. El
cargo quo me hacia la Juntado Cartagena, fué que pude impedirlo; sin
advertir que cuando las pasiones se exaltan no es fácil calmarlas, y que
departe de los unos y dolos otros hubo resentimientos, aspiraciones
no es lícito, repito, renovar tal suceso. AMnguno de los vecinos de aque-
lla fueron amarrados; es una impostura, yo excepto, que quise prosen-
tarmo en Cartagena á dar razón do mi conduela, fui recluso por disposi-
ción de la Junta y no por orden del Obispo. Al fin se terminó osla
querella por el pronunciamiento del pueblo de Cartagena en c! II. do
Noviembre de 1811, en favor do la independencia que habia rehusado
declarar la Junta. Entonces fué cuando el mismo pueblo pretendió sa-
carme en triunfo, á que me negué, poique bien se podían conciliar sus
intereses sin esta circunstancia. Desde aquel dia se trató en constituirso
el Gobierno representativo, se hizo la convocación para la gran Couvcn-
23
354 DOCUMENTOS rARA LA HISTORIA

cion, y yo morecí lo confianza de volver á Monipox, con la oliva do paz,


que recibieron aquellas gentes con increíble entusiasmo. Todo se olvidó,
y la reconciliación fué tan sincera que no merece se pruebe. Si en ella
tuvo yo algun influjo, lo dirán otros. Constituido el Gobierno, ocupé
uno de los lugares de la Convención constituyente por Mompox.
Nótese do paso, antes que lo olvido, que aquella Asamblea la com-
pusieron los hombres del mejor concepto en la Provincia : que difícil-
mente se pueden reunir las luces en un gobierno que nncitt, como lo fue-
ron allí : quo ¿rumos muy señalados los eclesiásticos quo obtuvimos
representación, sin sueldo ni gratificación en ninguno de los convoncio-
nistas, y quo es regular presumir se formaria de mí algun concepto cuan-
do merecí presidirla como Prefecto en el segundo peí iodo do las eleccio-
nes de esto encargo, y después de él sor uno de los dos Secretarios.
E n las elecciones con que debía concluir sus trabajos la Convención
se me destinó para la Cámara Legislativa, y en ella fui honrado con la
Subprcfectura que debia presidir la Sala segunda. Esta ocupación no ino
distrajo de los deberes de párroco : en el año de 1812 regresé á Mompox
por Julio ; en el de 18 volví á la Cámara por Enero hasta Junio ; en el
do Id habría acontecido lo mismo, si el Gobierno no me hubiese eroido
necesario para cimentar la opinion en el Cauca (rio Cauca). Esta comi-
sión recayó por la que el Gobierno eclesiástico me había conferido para
la visita eclesiástica de aquellos pueblos. Las dos potestades obraban do
acuerdo en el sostenimiento de la Independencia: la eclesiástica sabia quo
el influjo de los párrocos podia hacer á lavez que el mejor bien, el mayor
mal : quo acaso algunos pueblos exigían no remedio oportuno con tal
respecto, y quo no podia aplicarse otro que et do un visitador eclesiásti-
co. So me habia confiado la misión civil de otro Partido, y el Gobierno
quiso que reuniese en el del Cauca ésta á la eclesiástica
Cuál fueso el resultado de una y otra comisión, lo dirán en la ecle-
siástica mis informes á la Curia diocesana y mis providencias en los re-
gistros do cada iglesia. Y en lo civil ó do opinion, basto recordar cuál
fué la conducta do estas villas, Magangué y Majagual, hoy cabeceras do
canton, cuando ocupado Mompox el año do 1815, se reunieron on la
primera las fuerzas que escaparon de aquella ciudad, y se defendieron
con el último denuedo en la acción dol 8 do Mayo (6 de Mayo) de 1815,
y que so hizo notable por el balazo que recibió el Comandante español
La Ltux, que le rompió una pierna ; no menos quo la del año do 1820, el
22 do Mayo en Majagual, cuando fué ocupado por el General (entonces
Teniento Coronel) Cordova, que fué auxiliado con gentes y demás re-
cursos para las ulteriores acciones que tanto honran á este bravo colom-
biano. Los vecinos do Algarrobo con su párroco, pueblo quo está situado
en lo interior de un brazo ó caño del rio Cauca (el párroco presbítero
Manuel Uribo) fueron los primeros quo so incorporaron con aquol pu-
ñado de hombres con que se dio principio á estas operaciones. Aquél y
sus feligreses me vieron por Octubro del año do 1814 en el mismo lugar
con uno y otro carácter. | Qué bien cumplieron los votos quo entonces
hicieron por la libertad do la patria ! Después de cinco meses de esta ocu-
pación (por .Diciembre) regresé á Mompox, aunque sin mi antigua salud,
que alteraron los diversos climas, porque no so crea que blasono de la
DE LA PROVINCIA DE OAKTAGENA. 355
^arto qnc pudo tenor lo asiduo y pesado do los trabajos á quo me entregué
por llenar rai deber.
En los primeros días del año de 1815 rao consideró aquella Provin-
cia que podria llenar una de sus don representaciones en el Congreso do
la Nueva Granada, y en Abril dol mismo tuvo «1 honor de incorporarme
en él. Si al señor Eguíguron lo coge du nuevo que fui Prcsidento do
aquél, no l'ué ciertamente porque en aquel tiempo aconteciese su expa-
triación ; seguramente fue porque tu era demasiado indiferente el estado
do los negocios públicos de aquellos dias. No es de extrañarse quo ignoro
BÍ hay tal curato de Truana en el obispado de Cartagena : si Mompox,
Simití, Magangué y Majagual son cuatro pueblos: es sí, y con asombro,
que hechos tan notorios como fáciles do conocer á las inmediaciones de
esta capital como lo está Fóiucquc, le sean desconocidos ; y asegurar quo
yo ocuparia la Presidencia cuando se le expatriaba, es suponer quo el
Congreso existió más allá del b' do Mayo del año de 181G, porque de esto
dia en adelanto fué ocupada esta misma capital ; ó más bien, es afoctar
ignorancia, para no confosar que yo pude ser distinguido con esto honor
que no rehusé en mi olec-ion, pudiendo haberme espantado los peligros
.quo nos amenazaban, y cuidado salvarme con anticipación.
Como Presidente del Congreso debí seguir la suerte del Gobierno
general, y si, como parecía conveniente emigrar á Popayan, so hubiera
crcido que debia ser á los Llanos, yo no habría vacilado en hacerlo. Si
9Sto viajo fué con descanso y comodidad, con lodo equipaje, onzas y di-
nero, con pajea y reporteros, haciendo jornadas donde parecía más có-
modo, reclinando on almohadas do pininos, lo que le hace al señor Egui-
guren llamarlo viajo divertido y do paseo, no debo yo decirlo. Mil
testigos hubo, y entre ellos puedo ser consultado el Muy .Rev. P . M.
Fray Diego Padilla, quo fué mi compañero inseparable hasta Popayan.».
(i Me hubiera tocado á mí la suerte que cupo á mis hermanos, si no
hubiera emigrado, ó si en la emigración se me hubiera aprehendido ?
La respuesta de esta pregunta la resuelve el Documento número 5.
•Cuando fui sentenciado en Cartagena, fué en Abril do 1816, es decir, un
mes anterior á la marcha ú Popayan, que fué el 8 do Mayo, y cu los
mismos dias en que el Congreso no so habia anulado, dígaso si los 'paci-
ficadores habrían tenido más que ejecutarla, y cuál seria la ejecución de
un hombre que fué declarado t : reo do alta traición, perturbador do la
tranquilidad pública, enemigo declarado do Fernando VII, desaforado y
sujeto á la real jurisdicción para ser castigado, &.', &.a " Después do la
desgraciada acción del Tambo, de 29 do Junio de 1816, yo cuidé salvar-
me en las montañas de Caloto arriba, como se llaman los pueblos de 'J'o-
ribio, Titeadlo, à." Hasta Octubre de aquel año estuve oculto en aquella
Provincia, porque sabia se me buscaba, y no me hallaba seguro. .Em-
prendí salir por las montañas de Barragan, después de haber tentado
inútilmente hacerlo por el páramo de las Moras, que fui obligado á pasar
y repasar, por evitar caer en la guarnición de la garganla de Lame,
como cayó y fué sacrificado el Oficial Tollo, do la Provincia de Nciva,
que fué mi compañero, en union ilei también Oficial Carlos Salgar. Pue-
de el señor Eguigurcn informarse del oslado de estos caminos, su como-
didad ó sus peligros, y si en ellos pudo yo viajar con las conveniencias
356 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

que se figura, haciéndolos, como los hice, á pió; porquo como saben lotf
prácticos ele la montana ele Barragan, no os camino do muías. Las onzas
y dinero que llevaba, como cree el señor Eguiguron, eran tantas, quo
puedo asegurar que, acaso ol no tener un octavo, fué lo que me libertó
do ser asesinado por tres hombres que me acompañaban, y que aunquo
soy el panegirista de la honrado/, y caridad que usaron conmigo, si mo
hubiesen visto una maleta ó faja con algun dinero, no se habrían deteni-
do cu asaltarme en desiertos y sin responsabilidad. Siento no saber ni
aun sus nombres, porque no tuve curiosidad do preguntárselos (como no
supieron el mió), para elogiarlos ahora. Yo logró salir al Chaparral, y el
caritativo párroco, Doctor Ramírez, me acogió con un interés que no
podré jamás expresar, ni rcoonocer. Por su disposición se me ocultó en
casa del señor Joaquin Murillo, patriota honrado, quo usó conmigo
los últimos oficios de la hospitalidad, desde el 21 do Octubre hasta el 1.°
de Febrero de 1817, en que salí de aquel pueblo, á causa de haberme de-
nunciado el S. G. á Honda y haber dispuesto su Gobernador Angles una
partida con un Oficial que fuese á prenderme, y de que me libraron los
señores Cura lïamírez, Murillo, Cuéllar y la señora Clemencia Soria,
variando de lugar, y estando hoy aquí y mañana allí, A causa do esta
persecución resolví venir á. esta capital, para estar oculto hasta quo pu-
diese salvarme de otro modo. Logré el favor do un mi pariente y de unas
señoras quo mo tuvieron en su casa hasta que se aproximaba la publica-
ción del indulto, á que me acogí. Esto paso no lo imprueba el señor
Eguiguron, pues antes bien lo califica conforme á la razón y al derecho-
natural. Mi conducta ulterior al indulto debo ser aclarada en el ca-
pítulo 'l.°
lío dicho que fui depuosto do mi beneficio, y es bien notorio quo no
fui restituido, como el señor Eguiguron y otros, lo que convence quo
él por su indulto gozó de ventajas que me fueron nogadas y que mis pa-
decimientos no concluyeron con aquél. Confinado á Chima desde Enero
de 1818, estuve en él hasta Julio de 1821. No hago mérito do mis esca-
seces y privaciones : mis compañeros y antiguos amigos, los curas do
Lorien y Ciénaga de oro (señores Gómez y Berástegui) mo socorrieron
en todas mis necesidades, porque el beneficio era tan pobre que no su-
fragaba sino con mucha miseria : no recuerdo la postración de mi salud
arruinada hasta mi ingreso á esta capital : diré que apenas comenzaron
las operaciones del Ejército libertador en la Provincia de Cartagena,
cuando me declaré sin temor de faltar á mis promesas consignadas en
el impreso. Me apoderé del pulpito inmediatamente y comencé á pu-
blicar desde la cátedra do la verdad, la justicia de nuestra resistencia y
empeño para acabar con los enemigos. Jj'ué mi constante testigo el bene-
mérito General Padilla, que desde el urmisticio se acuarteló con las fuer-
zas sutiles en Chima ; su frecuencia al templo le hacia observar cómo mi
celo se manifestaba en las funciones más sagradas de mi ministerio. Vive,
y aunque pudiera haberle pedido un documento, he crciilo sorprenderlo
por esta cita, para que me desmienta si así no fuere. De la misma suerto
podrá desmentirme el benemérito General Lara, cumulo teniendo á su
cargo el mando de las fuerzas que obraron con tanta gloria en Lorica, ol
viernes santo del año de 1821, mo conoció y trató y me confió la pro-
D13 LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 357

clama que anticipó il aquel pueblo, pava marchar contra Candamo y sus
soldados. Al nombrar á Candamo no debo omitir que este oficial, impues-
to de mis activas exhortaciones contra los opresores, dispuso hacerme
conducir preso, destinando una partida de nueve hombres montados y
armados al mando de Abren, español, mi fritares cu Chima ; que Olí efec-
to me sorprendieron al amanecer del dia 29 de Enero de aquel año, que
milagrosamente me pude escapar escondiéndome en la espesa montaüa
que rodea el poblado, donde me mantuve hasta el 30, expuesto á ser pre-
sa de un tigre, que en la madrugada de osle dia se me acercó á tiro de
piedra. Con la retirada de los soldados que debían prenderme, me dirigí
como pude al pueblo de San Andres, con la feliz casualidad de entrar
casi á un tiempo que la columna que estaba á las órdenes del Coronel
Carpió, que marchaba á ocupar la línea divisoria que los españole.-; fija-
ron en el armisticio. Este valiente Jefe dirá si exagero esta ocurrencia
de mi protestada prisión, y el no ignora cómo los Oficiales á sus ordenes,
que lo que acaloró más al sanguinario Candamo y su muy digno compa-
ñero el padre Verdugo, fué la caria que les escribí vituperando su con-
ducta con los infelices de aquellos pueblos, á quienes robaban y hostili-
zaban á pesar de la suspension de la guerra. En aquellos días comenza-
ron los momposinos á invitarme para que volviese á mi ministerio. Car-
tas oficiales que lie presentado al Supremo Gobierno y quo ofrezco ma-
nifestar al que desee verlas, acreditan esta verdad, y como la gravedad
de los males que me afligían no me permitió pasar tan luego á Mompox,
hube de esperar algunos (lias de convalecencia hasta Julio, después de
haber tenido la atención de entenderme con el Vicario general fuera do
la plaza y dado parte al Supremo Gobierno, por medio del benemérito
General Montilla. Aquél manifestó cierta delicadeza con un párroco in-
justamente despojado, y entretuvo la resolución. El Supremo Gobierno
decidió al momento á mi favor, según lo comprueba la comunicación ofi-
cial número 6. Ella me es tan satisfactoria como honrosa, y advertiré quo
n o e s presumible se ignorase mi papel del año de 1817, advertencia que
anticipo, porque podré olvidarla en su lugar. Repito que los momposinos
son los que deben declarar si entóneos varié de ideas, ni en lo asiduo del
trabajo parroquial, ni en hacer que recordasen las obligaciones más es-
trechas por la salud de la patria, frecuentemente repetidas en el pulpito,
y en circunstancias de estar aún ocupada por el enemigo la plaza de
Cartagena. La obstinación de mis males me obligó á retirarme á esta
ciudad por Agosto de 1822, y allí recibí la elección que hizo en mí Mom-
pox para la Asamblea provincial, en la que merecí ser nombrado uno do
los seis Representa nies para el Congreso del año de 1823 y siguientes
hasta el de 20'. Advertiré también aquí que tanto los electores parroquia-
les como los de la Asamblea, no ignoraban mi impreso referido ; pero
que éste seguramente no les indujo la menor sospecha contra mí, pues
me conocían muy de corea, y no ignoraban cómo ó por qué incurrí en
aquel defecto
O M M ) M t I H M M M « t l l M I M | t M M , ( t l | M I I I I M M M I > l l t « M M M H M H M • • « • • • • • • • •
358 DOCUMENTOS TAKA LA HISTORIA

CAPÍTULO 3.°

Actos do las oposiciones á las Canonjías penitenciaria y doctoral <•


comparación de estos últimos con los del soflor Doctor Eguiguron.

CAPÍTULO 4.°

Contestación al impreso publicado en Cartagena en fines del año do


1817, quo copia à la letra el libelo del señor Eguiguron.
Antes de entrar en materia, sóamc permitido repetir quo agradezco
al señor Eguiguron la reimpresión do este papel, porque ella mo briodtl
una oportunidad que no podria haberse facilitado de otro modo: y aunque
antes do darle á la pronsa tuvo la acción .....(do llevarlo) como aso-
gura ¿1 mismo oi dia menos á propósito para la venganza, como lo os
entro los cristianos ol viernes santo; el ha visto que el concepto quo ye-
disfruto entro mis conciudadanos no ha desmerecido por aquella produc-
ción.— Baste.
En Agosto do 18.1.7 pedí y se mo incluyó en ol indulto quo so aplicó
á, un número muy considerable do los más decididos patriotas. A virtud
de ¿1 bajó á Cartagena, doude, no obstante aquél, so renovaron mis pade-
cimientos por la persecución que mo causó ol Reverendo Obispo Rodríguez
Carrillo. El me reputó excomulgado, irregular, y me llenó do injurias
en la segunda visita quo le hice. Por sensible que mo fuese esto trata-
miento, yo no recelaba otro mal mayor. Poro la espantosa Inquisición
mo lo preparaba en el tenebroso silencio que hacia su principal carácter.
Desdo la publicación de mi GuLccismo dio principio á un proceso quo
debía arruinarme para siempre.- Después de haberlo prohibido basta para
los que tenían licencia de leer libros prohibidos, se empeñó on condonar
también á su autor. Desdo el año do 1814. quo so dio á luz aquel papel,
comenzó á formar la causa en Santa Marta, dondo estaban los inquisidores;
la adelantaron en el do 1815 hasta principios del de 1(5, dando cuonta al
Inquisidor general de España y al Consejo do inquisición de Madrid;
pero como por mi emigración y ocultación so mo creyó muerto, suspen-
dieron su curso desde 3 do Agosto de 181(1 hasta Octubre de 1817, en quo
me presentó en Cartagena. Entonces redoblaron todo lo que olios llamaban
celo, y so gloriaban darme un golpe mortal, ufo trascendí á pesar do sus
misterios, quo pidioron al 'Vi rey Montalvo ol registro del archivo que fuó
do la imprenta de Cartagena, para extraer el original ó manuscrito del
papel. Don Andres Rodríguez pudo impedir esta franqueza, y con su
auxilio y el do otros amigos el quo so negase Montalvo ínterin no so lo
designase el papel quo so solicitaba. Tembló cuando supo este paso, y
aunque ol manuscrito no tonia mi firma, era casualmente domi letra. No
so podia extraer, como lo pretendí, porque los papeles de la imprenta
estaban confundidos con otros y exigían un registro muy prolijo quo no
so podia ejecutar. So recibió declaración al impresor, quo negó se lo
hubiese yo mandado imprimir, porque en efecto l'uó el Gobiorno el que
creyó quo debia publicarse. El fiscal tronaba contra mí y el Obispo mo
DK LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 359
afligia por otros medios. Si yo hubiese logrado, como oi sonor Eguiguren,
toda tranquilidad después de lo que llamaban indulto, mi Taita seria
imperdonable; pero mi situación era la más desesperada. Yo estaba des-
tituido de mi beneficio: al pasar por Mompox, aquel pueblo que por
sentimiento se acercó á compadecerme, fue notado do sedicioso y yo
calificado por ol Cura, entóneos Gervasio del Toro, como concitador do un
tumulto que á mi tránsito so figuró por él iba á causar.-;», teniendo la
animosidad de informarlo así al I loverendo Obispo: mi padre calificado
por insurgente, y detestado por los inquisidores á causa de haberme reci-
bido con el amor y ternura quo me ha dispensado siempre: yo reducido á
no salir de mi casa, ó á extraviar las calles principales cuando al mismo
Obispo so lo antojaba llamarme para renovar sus insultos, á causa de
recelar yo so verificase el pronóstico, pomo decir deseo del mismo,queme
dijo estas formales palabras: "no extrañare yo que un Oficial del Boy,
sabiendo quo es usted el autor de esc pernicioso Catecismo, le baje la
caboza de un sablazo." Tal fué, repito, el recibimiento y las Yon tajas que
mo proporcionó el indulto.
En tanto conflicto yo ignoraba la suerte que me esperaba en los ca-
labozos do la Inquisición que ya se me preparaban ; y fuese que el Heve-
rendo Obispo cediese á los empeños de quo me serví para evitar su duro
tratamiento, fuese que él quisiera humillarme hasta el extremo do hacer-
me aparecer ante mis conciudadanos como un hombre débil é inconse-
cuente ; fuese, en fin, por el concepto que él creyó podia yo tener, para
dcsalontar con mi ejemplo á los que él llamaba mis cómplices en la trai-
ción, — ello es quo me indicó quo la tínica tabla quemo restaba para sal-
varme, ora el publicar un papel como ol que se imprimió. Yo no sé si en
aquollas circunstancias, y cuando no so dejaba entrever la menor espe-
ranza de salud, hubiera sido fácil conservar un carácter do firmeza que
mo hubiera valido un suplicio sin provecho do mi patria.
El contenido de mi papel abraza dos partes : la primera, reducida á
los cinco primeros párrafos, no contieno sino un elogio de Fernando
VII, por el indulto. Léase como se quiera, no se hallará ni en ésta ni en
la otra parte, que se contrajo á desmentir ser yo el autor del Catecismo,
expresión que califique de crimen mi conducta anterior, las palabras do-
lirios, extravíos, entusiasmo irreflexivo ; palabras, repito, estudiadas, por-
que jamás pude persuadirme, ni aun en aquellos apuros, que yo hubiese
sido un criminal. Elogié á, Fernando VII, lo hice descender del trono
del Altísimo, lo comparé al padre del pródigo : ¿ qué probará esto ? ¿ que
así lo sentia ? Yo creo que no se me hará esta injuria ; digo más : estoy
cierto que ni el Obispo, ni los inquisidores me creyeron, y la razón es
obvia ; á pesar de mi ruidosa retractación, mi suerte no se mejoró, so
agravó antes más ; y con fecha 19 de Julio del año de 1S.18, todavía so
mo continuaba la causa inquisitorial. El documento número 7 ' convence
quo so solicitaba aún el catecismo original, y el número 8, quo so busca-
ban los sermones que prediqué para adelantar el proceso. Conservo ori-
ginal por una casualidad tocio él, lo ho presentado al Supremo Gobierno
y puedo mostrarlo á quien desee verlo. No pretendo justificarme ; aven-
turé un paso que no recordaré jamás sin avergonzarme, y aunque ho eon-
" JM£ inserto on la páginu VI ilcl Prólogo tío esta obra.
360 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

tado siompre con In indiligencia de mis conciudadanos, excepto la del sd-


ñor IDguigurcn, añadiré que puedo decir que desde su publicación comen-
ce á expiar la ligereza con que obré, porque al fin se verificó en mí aquel
adagio, " cargar con el pecado y sin ol género." Negué ser el autor del
catecismo ; pero no lo atribuí á otro, como pudiera haberlo hecho á uno
do tantos que fueron sacrificados : me propuse censurarlo ; poro jamás lo
llamé " aborto del infierno,"' ni con las demás notas con que lo califican
los Reverendos González y Pnnet, que lo revisaron por disposición de los
inquisidores ; y el texto de San Pablo de que me serví, acreditaba que
mi corazón solo podia penetrarlo el mismo .Dios. Véase si cuando he po-
dido hacerun completo uso do mi libertad, yo he abrigado aquellas ideas,
ó si he temido incurrir on la misma sentencia que pronuncio contra mí
mismo, cuando digo que el tal papel me fuese una acusación reagravante
si fallase al deber de que blasoné entonces al buen realista.
.131 Reverendo Obispo creyó haber logrado un triunfo contra la causa,
de la libertad, él hizo circularlo y, lo que parece increíble, hacer que so
leyese, en todas las iglesias el dia de más concurso. Se figuraba este Pre-
lado que el gran concepto que yo había merecido en los afios antes de la
ocupación del ejercito exterminador, bastaba con esta publicación á ga-
nar un partido á favor del Rey. Los que me conocían se hacían cargo
dol gran conflicto en que debí verme : los que no me conocían y eran
verdaderos patriotas, no podían menos que vituperar mi conducta sin
variar la suya, do modo que si perdí para con éstos, la causa del Rey na-
da ganó con aquéllos. No parece que es el medio más á propósito para
juzgar de lo pasado el reflexionar sobro lo presente, porque digan lo que
quieran algunos rigoristas, no á todos es dado cierto temple de alma para
arrostrar las persecuciones, y no es nuevo en la historia eclesiástica ver
desertar á los quo parecían más esforzados confesores de Jesucristo en el
acto del martirio, y acaso cuando los tormentos habían casi acabado con
su vida. ¿ .No se fingió y jago muy bien el papel do loco David delante
del Rey Achis ? ¿ Desmereció por eso, ó hubiera sido prudencia el acre-
ditar lo contrarío ? O por hablar con ejemplos do nuestra historia, ¿ no
han sido nuestros más sangrientos enemigos y los más empecinados rea-
listas, aquellos mismos españoles (pie militaron con nosotros y que so
preciaron de graneles patriotas ? No so me acuse, pues, con tanta acri-
monia el que yo mo hubiese valido de aquel medio para salvarme. Ni so
me repute culpable por haber diferido hasta hoy dar esta satisfacción, ti
que confieso estuve obligado inmediatamente que pudo respirar ; pero
notaré que un exceso do delicadeza me retrajo de anticipar esta manifes-
tación. Pensé que se me creería tan fácil para escribir hoy, como lohico
entonces, y que pretendía quedar, como se dice, bien con todos : por eso
me abstuve de escribir, convencido que mi conducta y no mis escritos,
debían ser el mejor garanto do mis no interrumpidos sentimientos por la
cansa do mi patria.

Si no he satisfecho según mis más ardientes deseos al folleto que so


mo enrostra, atribuyase á mi expresión demasiado débil y fúnebre, como
ho sido antes tildado. No lio pretendido disculparme, ni pensado justifi-
DB LÁ PROVINCIA DK CARTAGENA. 361
car aquel paso ; he expuesto loa temores que me indujeron, ellos no deben
hacerme desmerecer ni el concepto ni la indulgencia de los colombianos.

CONCLUSION.

De cuanto he dicho en esta contestación se convence que el Supre-


mo Gobierno no ha faltado á la justicia de que blasona el señor Eguigu-
ren, presentándome á la canongía doctoral, porque sus méritos en las
carreras literària^ eclesiástica y política, no han podido ni exceder ni
igualar á los que yo lie contraído ; que su antigüedad no es sino do dos
meses, y que aun cuando fuese, de años, iio es un mérito haber nacido
primero ; que en mis dos últimas oposiciones no ha podido objetar sino
Jo que le he desmentido ; que délos documentos de que he hablado y quo
me recomiendan bien á su pesar, se colige cuál ha sido el concepto que he
debido á los prelados eclesiásticos, no menos que el que haya podido ha-
cerse de mis sentimientos en lo político, i33$"sin que ni el seííor Egtiigurcn
ni algun otro pueda arrebatarme la gloria de haber sido uno de los pri-
meros que proclamaron, enseñaron y sostuvieron la justicia de la Inde-
pendencia ; que no obstante el folleto que tantas veces se ha recordado y
publicado últimamente, yo no he desmerecido eii la opinion pública, ni
he procurado sorprenderla con protestas anticipadas, sometiendo á sii
examen mi conducta demasiado opuesta á las ideas que on aquél están
consignadas ; y que los que me han conocido y conocen no me han creí-
do capa/, de abrigar sentimientos tan perversos, á que solo pudieron com-
prometerme las circunstancias quo ho referido

DOCUMENTO 2i°

Nos ol Doctor Don Gerónimo de Liñan y Borda, por la gracia do


Dios y de la Santa Sede apostólica, Obispo do Cartagena de Indias, del
Consejo do S. M. &.*
A todos los quo las presentes vieren, hacemos saber : que el Doctor
Don Juan Fernández de Sotomayor, presbíteroj natural do esta ciudad
de Cartagena, hijo legítimo do Don Marcos Fernández do Sotomayor,
Secretario del secreto del Santo oficio do la Inquisición, y de Doña Ma-
ría Anselma Picon, difunta, ordenado á título do Capellanía fundada en
ella, es persona en quien concurren las calidades y circunstancias de dis-
tinguido nacimiento, buena conducta y aplicación á las letras: que está
graduado en la Universidad de Santo Tomas en la ciudad do Santafé, do
Bachiller y Maestro en Filosofía, de Bachiller, Licenciado y Doctor eii
sagrados cánones ; que ha desempeñado bien y cumplidamente la cura do
almas do la Doctrina del pueblo doTruana (Turbana), quo pusimos á su
cargo por ol espacio do año y medio que estuvo ; quo fué nombrado para
predicar los sermones de la Magistral vacante ; que en el concurso de
oposición al Curato do la villado Mompox le propusimos en primor lugar
y fué presentado por el soñor Gobernador Yice-patrono real para esto
362 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

ministerio, cumpliendo hasta ahora con los deberes do párroco, y ejer-


ciendo el ministerio de la palabra divina ; quo lo hemos nombrado de
examinador sinodal, y el santo Tribunal de la Inquisición su consultor ;
qne ha hecho oposición á la canongía doctora! vacante, en cuyos actos
se ha desempeñado ; quo so porta con la modestia y arreglo que corres-
ponde á su estado ; por lo (pie desde que nos hallamos gobernando, no
hemos tenido la menor quejado sus procederes ; que no ha oslado ni esta
suspenso, ni penado do modo alguno por delito cometido, y lo considera-
mos acreedor al logro de cualquiera gracia. Y para que pueda hacerlo
constar dónde y cómo le convenga, le damos las presentes firmadas do
nuestra mano, selladas con el sello do nuestras armas y refrendadas do
nuestro infrascrito Secretario do Cámara y Gobierno, en nuestro Palacio
episcopal de Cartagena de Indias, á veinte y dos dias dol mes do Julio do
mil ochocientos cinco años.
GERÓNIMO, Obispo do Cartagona,

Por mandado do S. S. Ilustrísima el Obispo mi señor,


Antonio de Dueñas y Castro, Secretario.

DOCUMENTO 5.°

Cartagena, 1." de Abril de 1816.

VistoB : con toda escrupulosidad, y resultando do la declaración do


los testigos que los presbíteros Doctores Don Juan Marimon, Don Juan
.Fernande/, de Sotomayor y Don Manuel Benito Rovollo han sido desdo
los principios de la rebelión do esta Provincia acérrimos defensores do
ella, siguiendo siempre el perverso sistema de Independencia, y soste-
niendo el depravado Gobierno insurgente ; que de él han obtenido los
dichos tres individuos, los primeros empleos y comisiones, como son ol
de Diputado del nombrado Congreso el Doctor Marimon ; igual ompleo
Sotomayor y el de Secretario del Poder Ejecutivo el Doctor Ptovollo ;
que todos han dado al público papeles sediciosos y subversivos, y entre
ellos el titulado " Catecismo ó instrucción popular " dado á lu/, por el
Doctor Sotomayor, cuyo escrito se ha mandado recoger por el santo Tri-
bunal do la Inquisición, por ser un tejido do proposiciones erróneas, quo
directamente atacan la legítima autoridad de nuestro Monarca, é injurian
á los Papas; l ^ ' y últimamente lo expuesto por el ministerio fiscal, se de-
clara á los citados tres individuos Marimon, Sotomayor y ltcvollo, reos do
alta traición, perturbadores do la tranquilidad pública, trastornadores del
orden, enemigos declarados do nuestro legítimo Soberano el señor Don
Fernando VII (que Dios guarde); y como tales, por sus notorios enor-
mes delitos, se les desafuera, para quo la autoridad real y ordinaria los
castiguo según mandan las leyes, si llega á aprchendorlos..¿££i Y por lo que
hace á la presentación hecha en este Tribunal por Don Marcos Sotoma-
yor, padre del insurgento Don Juan, no hay lugar ; estése á lo proveído
DF, LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 363

on nato do quince del pasado, devuélvasele la Real orden original que-


acompañó, quedando testimoniada ; y remítase testimonio íntegro de este
expediente, con el oficio de estilo, al Excelentísimo señor Capitán gene-
ral del Reino, para los efectos convenientes.
DOCTOR DON JUAN JOSK Oniíur/.—Manuel José Jiménez,

DOCUMENTO 6."

República de Colombia,—Secretaría <lc Estado del Despacho del interior.


Palacio del Gobierno en la ciudad de JJoyolá, á ü de Febrero de
1S22.—12.0
Al seííor Doctor Juau Fcruiíiulez de Sotonmyor.

Puesto en consideración de S. 15. el Vicepresidente do la República,


por conducto del de el antiguo Departamento do Cundinamarca, el oficio
que lo dirigió al Gobernador Coinundinto general en jefo del ejército de
la Costa, fecho en Mompox á 8 del próximo pasado Julio, avisándolo quo
so había restituido á aquel lugar con destino do posesionarso en el curato
que obtuvo en propiedad y de que fué privado por el Obispo de Cartage-
na, haciendo presentes sus padecimientos ; los que siendo notorios, igual-
mente quo los del señor Doctor Manuel Benito Rcvollo, siendo despojados
con violencia del curato y vicaría do la ciudad do Santa Cruz do Mom-
pox, quo ambos habían obtenido en propiedad y desempeñaban con ma-
nifiesto provecho de aquel pueblo, por sus virtudes y por sus conoci-
mientos, únicamente por su conocida decision en favor do la santa causa
de su patria, on circunstancias do hallarse usted ocupado en la represen-
tación nacional do la Nueva Granada, como miembro de su último Con-
groso ; y el señor Rovollo emigrado, huyendo del furor de los que asesi-
naron á sus conciudadanos, y se habían compadecido, sofocando en él el
profundo saber quo lo distingue, todo sin habérseles citado, ni oído, ni
convencido del crimen canónico que mereciera la pena de deposición ;
usando S. E. de la potestad tuitiva y protectora que es inherento á todo
Gobierno, on 6 do Septiembre último declaró : •' que ambos Curas los
Doctores Manuel Benito Rovollo y Juan 'Eornánde/, do Sotomayor, deben
ser restituidos, ol segundo desde luego, y el primero al instante que so
presento en Mompox, á la posesión y servicio dol curato do que son pro-
pietarios, y así so comunique al Vicepresidente de Cundinamarca, para
que lo haga entender á los interesados, y lo trascriba al Vicario general
Delegado del Obispado de Cartagena, á fin do quo tonga su más puntual
y debido cumplimiento."
Lo comunico á usted, por duplicado, para su inteligencia y satisfac-
ción, en el supuesto de haberso comunicado en el dia, también por du-
plicado, al señor Vicario, según se ordena.
Dios guardo á usted. Josií MANUJSL RKVSTIIKPO.
¿64 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA

3DOCTÎÏE/3Ï3SWTOS tornados de la " Exposición de José Fernández Ma-


drid á sus compatriotas, sobre su conducta política desde 14 de Marzo
de 1816."

Debemos insertar en este lugar algunos de los muchos


documentos que el señor Doctor José Fernande'/!; Madrid pu-
blicó en 1825, con una " Exposición á sus compatriotas, sobre
su conducta política desde 14 de Marzo de 1816," con motivo
de las apreciaciones que se habían hecho, de un modo que es-
timaba injusto y apasionado, del procedimiento que dicho
señor adoptó como Presidente de las "Provincias Unidas de la
Nueva Granada," invadido ya el interior por varias fuerzas
realistas considerables, que por distintas direcciones se enca-
minaban hacia la capital de Sautafé.
Si tal Exposición documentada no fuera tan extensa como
lo es, y si se contrajera á los hechos cumplidos en la antigua
Provincia de Cartagena de Indias, y no á los que se verificaron
particularmente en la de Bogotá, de Marzo a. Mayo de 1816,
que ya corresponden á la Historia nacional, la dañarnos cabida
íntegramente ; pero no debiendo salimos de los límites que
hemos de antemano prefijado á esta Colección de documentos,
nos limitamos á reproducir los tres que siguen, movidos por
dos razones : la primera, porque se trata de la honra de uno
de los cartageneros que más se distinguieron en favor de la
causa de la Independencia nacional proclamada por la Pro-
vincia de Cartagena en los años de 1810 y 1811, que no puede
ser mirada por nosotros con indiferencia ; y la segunda y prin-
cipal, porque habiéndose tratado en las sesiones de la Asam-
blea Legislativa del Estado de Bolívar de 7 y 8 de Octubre de
1869, de expedir una ley, propuesta por el Diputado de la
Provincia de Chi nú. señor Rufo Urueta, con vista de uno peti-
ción de varios cartageneros, " honrando la memoria del virtuo-
so y patriota Doctor José Fernández Madrid," la mayoría de
los Diputados que no conocía las tres publicaciones que el señor
Madrid hizo en su defensa, dos en Bogotá en 1825 y una en
Londres en 1827, que no solo tenemos á la vista, sino que en
nuestra humilde opinion dejan satisfactoriamente contestados
los cargos que le habían hecho el historiador señor Restrepo
y otros, did crédito á los conceptos de éstos, únicos que fácil-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 365

Diente pudieron consultarse por el momento. El proyecto, ne-


gado en primer debate, y reconsiderado y aprobado después,
por simple deferencia y cortesía, no fué al fin convertido en ley,
porque conocidas las opiniones de la mayoría, de la cual hici-
mos parte, la Comisión que lo recibió en informe para segundo
debate, juzgó prudente no dar á dicho proyecto el curso re-
glamentario.
Los tres documentos expresados condensan la defensa, y
bastan, en nuestro sentir, para que se considere justificada la
conducta del señor Madrid en 1816, y se sepa también que, se-
gún lo afirma el señor Burgos, oficia! del Regimiento "Fijo" en
Febrero de 1811, aquel esclarecido ciudadano se esforzó en res-
tablecer la obediencia de este cuerpo á la Junta suprema.

I
ATESTACIÓN del señor .Tose María del Castillo, Presidente del Congreso, al tiempo de
lincerao la elección de Presidente do las Provincias Unidas de la Nueva Granuda en oí
señor Fernández de Madrid.

Soñor Doctor JosG Fernande/, do Madrid.

Muy señor mío :


Contesto gustoso á las preguntas quo usted mo hace en su carta del
dia 18, en el mismo orden con que están concebidas.
Es un hecho, notorio para mí, como que era Presidente del Congre-
so de b Nueva Granada en Marzo de 1816, quo, elegido usted por aquel
Cuerpo Presidente de las Provincias Unidas cl dia 14 de dicho mes, se
resistió á su aceptación abierta y decididamente, pintando la desesperada
situación do la República, y expresando que no sabia hacer el milagro de
resucitar un muerto ; y me consta también que no cedió usted al fin sino
á las reiteradas insinuaciones y súplicas que le hizo el Congreso, y que
le hicieron también sus amigos.
El estado de la República, en aquel período, era el más desesperado;
y estoy altamente persuadido de que cuantos viven hoy y recuerden el
curso do 1"S sucesos do 1810 á 1S16, lo confesarán así. Al tiempo quo
usted fué elegido Presidente, no había recursos de algun género con que
contar para resistir el ímpetu de los invasores, envanecidos con sus an-
teriores triunfos.
Esta verdad no creo que pueda ser negada sino por los que no ha-
gan un recuerdo reflejo do la historia de lu primera época, ó tengan un
empeño en acriminar la conducta publicado usted.
Lo cierto es que la transformación de 1S10 fué obra de muy poco.-:
hombres, que supieron aprovechar las circunstancias momentáneas del
tiempo ; la multitud se dejó conducir sin saber dóndu ; pero unos y otros
creyeron haberlo hecho todo, y, en general, no so pensó sino en gozar
de la felicidad que se croyó asegurada sin nuevos esfuerzos. Se creyó que
36« DOCUMENTOS PARA T;A HISTOMA

los españoles serian perpetuamente subyugados por la Casa do Napoleon,


y quo este renunciaria gustoso á la dominación de la América.
C55"Así es que no SO calculó sobre la guerra, y por lo mismo, ni so hi-
cieron preparativos, ni se trazaron planos, ni se acopiaron elementos ; el
tiempo se pasó en teorías, entregados todos auna estúpida confiaran.
Adoptóse un Gobierno el más bello en sí, pero el menos adaptado á
¡pueblos quo l'ueron Colonias españolas ; el Gobierno federa!, quo puede
decirse es ol de la libertad; pero esencialmente débil en sí, y mucho más,
si no se ha formado como el de los Estados Unidos del üSortc.
Con ocasión ó pretexto de este Gobierno, so suscitaron las grandes
contiendas que fomentaron la guerra civil, comenzada en principio del
año de 1811, y que no terminó sino con la existencia do la República en
el de 1810".
No se había contado con el orgullo tona/, de los españoles, ó so los
quiso despreciar neciamente. Estos, que creen que cada uno individual-
monto es señor natural do la América, so armaron en todas partos luego
que pasó la primera sorpresa, y observaron nuestra negligencia. Comen-
zaron las hostilidades en todos los puntos, y en todos nos encontraron
desprevenidos. Nos vencieron muchas veces, y cada una procuraban au-
mentar sus fuerzas ; cu lugar do que nosotros, mirando como decisivo
cada combato parcial, no pensábamos en que deberíamos batirnos otra
voz, y, ó desarmábamos los cuerpos, ó los dividíamos. Todo ol empeño
•ora triunfar unos de otros, para hacer prevalecer las opiniones políticas,
olvidados do que el enemigo común nos acechaba incesantemonto y apro-
vechaba nuestra division.
C^°Jamás se pensó en un gran plan de operaciones, en levantar uu
ejército regular, en formar jofoa para su mando, en ostablccor almacenos
de armas, municiones, víveres, vestuarios &." ; y los pocos planes quo se
presentaron sobre esto, y que Morillo dijo á su Corte que habrían bur-
lado todos sus esfuerzos si so hubiesen realizado, se miraron siempre con
desprecio, y calificaron como abortos do la timidez y cobardía.
A este mismo tiempo se descuidó el arreglo de las rentas nacionales ;
y habiéndose suprimido algunos impuestos productivos, sin sustituirlos
otros, so careció do un tesoro nacional ; y aun los destacamentos, quo on
aquella época nos complacíamos en llamar ejércitos, estaban sin pagar y
•sin vestuarios.
El Gobierno federal, que es esencialmento débil, y quo so hizo to-
davía más por las continuadas contradicciones que sufrió, llegó al último
extremo de nulidad por la excesiva liberalidad y timidez de los quo lo
•ejercieron, habiéndose propuesto no mostrarse superior y hablar siompro
en el humilde tono de suplicante. Esta es la mina más activa quo puedo
aplicarse á un Gobierno ; la debilidad le hace despreciable á los ojos do
los gobernados; ol dosprecio trae la burla, la desobediencia, y al fin, su
destrucción.
Esto fué cabalmente lo que nos sucedió. Débil el Gobierno por su
constitución ; más debilitado por su modo de obrar ; sin fuerzas compe-
tentes y regulares para destruir al enemigo común y asegurar la inde-
pendencia ; sin medios para conservar siquiera lo poco que existia ; ins-
piró muy pronto clcsalionto á los buenos, desconfianza á los tímidos y
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 367

audacia ix. los innumerables enemigos que, por ana ciega fatalidad, abri-
gó en su seno el pais, y especialmente esta capital. Ellos pusieron muy
pronto en movimiento todos los medios de destruirnos. ( ^ F o m e n t a r o n la
discordia, sedujeron á la multitud, desacreditaron á los verdaderos pa-
triotas con la nota do impíos, medio de que se han valido los malvados en
las épocas de libertad, y se pusieron en comunicación con los cuerpos
españoles.
Todavía so recuerda con dolor que después de cuatro años do per-
suasiones, no se consiguió que esta Provincia se agregase ¡i la Union,
sino después do tres (lias do fuego y de una victoria dolorosa, en Diciem-
bre do 1814. Con esto, con la traslación del Gobierno general en Enero
do 15, y con el plan de conducta generoso que oslo se propuso, olvidando
sinceramente todo lo pasado, parecía quo la concordia iba á establecerse, y
que la fuerza seria su resultado. Pero, ¡ cómo se engañó la espectacion
ele los buenos ! En el mismo año de 15 so descubrieron en esta capital
dos conspiraciones horribles, cuyos autores y cómplices sufrían las ponas
quo se les impusieron, á la entrada de los españoles.
En el mismo año de 15 desembarcó en ¡Santa Marta el ejército es-
pañol expedicionario, después do haber trazado en Venezuela su vasto
plan do operaciones. Desde luego emprendió la más importante, cual era
la do sitiar por mar y tierra la plaza de Cartagena ;C^**porquo el Jclb do
aquella expedición juzgó bien, quo rendida aquella plaza, todo el resto so
lo allanaba.^9
Cuando Morillo emprendió sus oporaciones sobro Cartagena, obró
con la ventaja do encontrar á Mompox ocupada por fuerzas españolas, y
destruidas las fuerzas sutiles del Magdalena, todas las baterías do aquol
rio, Y agotados los elementos que hubo dentro do la plaza. Esta so halla-
ba al mismo tiempo con sus fortalezas en el poor estado, con casi toda la
artillería desmontada, sin almacenes, sin hombres y sin dinero; porque
fueron inútiles y despreciadas sus demandas de socorros hasta los últimos
momentos. Cartagena habia sostenido la guerra por cuatro años conti-
nuos, con sus propios recursos, y so quería que on su absoluta extenua-
ción, continuase haciendo lo que ya era imposible. Lo cierto es quo Car-
tagena fué abandonada á su suerte, y no mereció on sus conflictos sino
el tardío socorro do sesenta mil pesos, que tomaron los enemigos en Sop-
tiembro, (*) y que remitidos dos meses antes, la hubieran salvado, aho-
rrando millares do víctimas y la funesta perdición do todo el pais.
Mientras los sitiadores estrechaban sus líneas y el bloqueo por mar,
otro cuerpo fuerte se movia por Casañero, hacia el interior de este pais.
El debió ser destruido el 30 do Octubre, en Chira ; pero sineinbargo do
un descalabro, quo nose supo aprovechar, logró burlarse de nuestra in-
experiencia, y pendrar por Chita cu la Provincia de Tanja, venciendo ol
estrechísimo paso de Su cama, el 11 de Noviembre.
En toda aquella Provincia no teníamos un soldado, porquo nunca so
previeron los malos sucesos, y porque después del treinta do Octubro na-
die dio un aviso do los movimiontos del enemigo. Cuando ésto penetró

• Los conducían ni Teniente coronel Feliciano Olera y el Capitán Felipe Femáu-


dc/. Madrid, hermano del doctor. José Fernando/. Madrid, asesinados con otros por los
españoles, arriba de Montería. (Víase el Holeliu número '.', ingerto en las páginas 121 y
122 de esto Tomo).
368 DOCUMENTOS PAUA LA HISTORIA

en ella, comenzaron á tomarse medidas precipitadas, reducidas n juntar


pelotones de hombres inexpertos, con la confianza de que los que comba-
ion por la libertad no pueden ser vencidos por los soldados de la tiranía,
Parece que nos olvidamos entóneos de la destrucción de las Repúblicas
de Grecia, de la servidumbre á que se vio sujeta á Roma, la dominadora
dol mundo conocido, y hasta de la caida de Napoleon, en aquel mismo
tiempo. Lo cierto es que las fuerzas enemigas se miraban con desden, al
paso que ellas desbarataban cuantos pelotones se los ofrecieron en el
tránsito ; que batieron en Uhitagá la pequeña Division (pío por aquella
parte cubría nuestras fronteras, y que en Febrero de 1S1G triunfaron
completamente do nuestras fuerzas en Cachiri.
El 5 de Diciembre de 1815 ocuparon los enemigos á Cartagena,
evacuada por el cortísimo resto de sus defensores ; y desde el momento
so emprendieron las operaciones ulteriores sobre el interior del pais. Una
gran sección de la gran Columna volante, que ocupó el Sur do la Pro-
vincia do Cartagena, durante el asedio de la plaza, marchó por el Atrato
ú ocupar la del Chocó, como lo consiguió. Otra por el interior se movió
sobro Antioquia, y la ocupó toda, destruyendo un Cuerpo de mil hom-
bres ; nua tercera partió sin grande obstáculo por lodo el Magdalena
hasta Honda ; y la cuarta entró por Ocaña a reunirse con las que pene-
traron por Casanare ; de modo que en los primeros dias de Abril de 1816,
ca decir, dentro del mes primero del Gobierno do usted, estaban ocupar
das por los enemigos completamente las Provincias de Pamplona, Soco-
rro, Tunja, Mariquita, Antioquia y Cartagena ; fuera do las que estuvie-
ron siempre bajo el dominio español ; y solo podían contarso como libres,
on cuanto no estaban ocupadas por fuerzas enemigas, esta do Cuncuna?
marca, la de Casanare, la do Neiva y parte de la de Popayan.
Si por lo menos hubiera podido contarso con opinion y espíritu pd?
buco, todavía estoy seguro deque los hombres que dirigieron la revolu-
ción, habrían hecho esfuerzos extraordinarios que tal vez habrían tenido
suceso ; Gg5~pero es preciso confesarlo, annquo con dolor; en los primeros
meses del año do 1816 no habia espíritu ni opinion pública. La falta do
sistema y energía en el Gobierno, el defecto do orden y regularidad en
todas sus medidas, las continuas y escandalosas disputas políticas, la gue-
rra civil, los malos sucesos, ocasionados por tantas causas, y las seducció-'
nes do innumerables desafectos, españoles y americanos, combinados con
los quo tienen un interés decidido en hacer resistencia á la libertad, á
las luces é innumerables bienes que aquélla produce ; todo esto reunido
habia desalentado á los tímidos, convertido en enemigos á los indiferen-
tes, y hecho atrovidosá los enemigos eternos do la libertad. Do aquí pro-
vino que, ganada la multitud y desacreditados los pocos hombres quo
estaban al frente do la revolución, usted no pudo contai- con recursos de
ningún género para disputar varonilmente el terreno. Los hombres so
escondían ó negaban abiertamente al servicio ; todos ocultaban sus for-
tunas y ningunos quorian contribuir con alguna cosa ; porque quisieron
reservarlo para darlo á manos lionas á los españoles. Notorio es quo on
aquellos dias usted hizo reunir los Cuerpos de milicias ; les arongó exci-
tándoles á defender su patria y llamando á los qne voluntariamonto qui-
staran soguirlo ; y todos sabon que entro Jefes, Oficiales y tropa, no se
ofrecieron tres hombres para acompañar á usted.
Í>3 LA PROVINCIA DU CARTAGENA. 363

Finalmente, es también notorio que cuando se retiraba pov Cáqueza


el último cuerpo de tropas de la República, al mando dol difunto General
Servio;, ana gran parte abandonó sus banderas, otros fueron desarmados
y detenidos en varios pueblos, y muchos quedaron do la parte do acá,
norque se hnhin cortado la cabuya ó taravita quo servia de puente para
él tránsito de las gentes: de modo que apenas pudieron salvarse los jefes
y oficiales denodados que, con su espada, se hicieron respetar, y una
parte muy pequeña do la tropa. A esto mismo tiempo so gritaba con
execración contra los funcionarios, y todavía so recuerda con vergüenza
los vivas, aclamaciones y regocijos con que fueron recibidos aquí los es-
pañoles, que hicieron SU entrada triunfante cl dia (! de Mayo, como las
delaciones y testimonios contra los patriotas que cayeron en manos do
aquellos verdugos, y la exultación con que los vciun marchar á los patí-
bulos V á les presidios.
Fundado yo en los hechos que van expuestos, he dicho y sostendré
siempre, que el estado de la República, cuando usted tomó su mando,
era desesperado é imposible de cambiar; y que si bien en el país habia
hombres, caballos, víveres, dinero y alhajas, el Gobierno no podia dispo-
ner de recursos algunos, porque fallaban la voluntad de los hombres, y los
medios de compelerlos en la autoridad.
Muy desde el principio del año do 15 habia previsto aquella ter-
minación uno de los más distinguidos miembros del Congreso, víctima
ilustre de la ferocidad española, y por eso-, desde el mes do •Junio, propu-
so que se tratara do capitular, porquo era imposible defender el pais,
cuando se carecía de todos los medios, y hasta do la buena voluntad do
los asociados. Yo no era entonces miembro del Congreso, al quo no volví
a entrar hasta Julio; pero supe, por ol misino representante, que siempre
fué mi amigo, su propuesta, como quo la combatieron victoriosamente
varios diputados, y entro ellos usted mismo.
Por entonces so rechazó la propuesta; pero í'cvivió después do la
oleccion do usted, cuando ya habia yo dejado mi asiento en el Congreso,
para desempeñar la Secretaría do Guerra; y entonces fué usted autori-
zado, por dos decretos sucesivos, para transigir con el enemigo; sobro
cuyo cumplimiento pueden dar testimonio de que jamás tuvo entrada en
el espíritu do usted, ni de su Consejo, la idea do someterse á los espa-
ñoles, GST pues no se pensó jamás sino en engañarlos, para lomar tiempo á
efecto de reunir todas las fuerzas y los comprometidos, para marchar al
Sur, v en último caso, evitar los males posibles á estos pueblos.
Se provino, por órdenes reiteradas, al General Servie/,, que obrara
sobre el enemigo, y siempre se negó á ello, representando que su Division
estaba compuesta de gente colecticia, quo no podia medirse con los es-
pañoles; y al mismo tiempo marchaba siempre en retirada, evitando todo
comprometimiento. Jamás quiso provocar una acción, ni esperarla, ui
tampoco retirarse hacia el Sur, con cuya conduela afianzó el concepto
que él mismo manifestó do no hacer otra cosa que buscar una salida.
Con este motivo, }'o, quo veía desobedecido el Gobierno, y frustrado
el único plan quedaba esperanzado salud, di mi dimisión y no volví á en-
tender en los negocios públicos ; mas supe de un modo indudable, que en
Chia le ofreció usted la guardia de honor y los restos del heroico balar
Hon " Socorro," para que unidos ambos cuerpos á su Division, atacas© al
M
370 DOCUMENTOS PAHA LA lUSTOAIá

enemigo : que todavía so negó á ello ; que el batallón del Socorro tampon
co quiso retirarse con Serviez, aunque por causas más nobles ; y quo-
con este motivo hubo de transigir con aquel Jefe (cosa que prueba'la
situación desesperada de la República), conviniendo en que él mnreharía
por los Llanos, y que usted lo baria hacia Popayan, como so verificó en
los primeros dias de Mayo, casi á la vista del enemigo, dejando esta ciu-
dad y su Provincia, como la de Nciva, á merced de los invasores, lo quo
fué causa do que muchos patriotas ilustres, que no descubrían medio do
salvación ni do restablecimiento por ninguna de las dos vías, resolviesen
esperar tranquilos una muerte quo por todas parles era segura, pero que
aquí les ahorraba multitud de sufrimientos.
Mo parece que he abrazado todas las preguntas do usted y contesta-
do á ellas con la extension que me hit parecido conveniente. Si todavía
quisiere, ó necesitase usted de mi testimonio sobre otro punto, puedo oxi-
gírmelo, seguro do quo no disimulare' la verdad, y de que, no sé si por
fortuna ó desgracia, no he olvidado ni los más pequeños acontecimientos
ocurridos desde el año de 1808, en que se comenzó á tratar de la Inde-
pendencia, hasta el funesto 6 de Mayo de 181 tí.
Soy do usted, conloa sentimientos do una particular consideración,
su atento,
S. S. Q. B. S. M., JOSÉ MARÍA DEL CASTILLO,

LL
ATESTACIÓN del Doctor Juan Fernández, do Sotoinayor, Diputado que fuú del CoDgreao
do 1810, canónigo Doctoral de la Catedral metropolitana do Bogotá, y Rector dol Colegio
do Nuestra Señora del Rosario. *

SESOK JOSÉ FBBKÁKDBX MADK.II>.

Muy señor mió:


Al contestar la antecedente do usted desearía haber olvidado las causas
que precipitaron la pérdida de nuestra libertad en los dias del año do 1816.
Aun hoy su recuerdo involuntario turba mi espíritu, y á pesar do no dober
recelar igual resultado, es bien sonsiblo advertir cómo, porqué tornaron
los españoles á dominarnos. Bastaríame indicar, por toda causa, la nin-
guna opinion; pero yo me atrevo á añadir, la division de los mismos quo
debian sostener y propagar esta misma opinion. El federalismo fué siem-
pro escoltado entro nosotros do pasiones que acaloraron los españoles en su
larga usurpación, para dividir á los pueblos entro sí. Yo y todos vimos, si
nó aplaudir, al menos sor indiferentes á la pérdida do Cartagena el tí'do
Diciembre del año de 15; y fuese por la forma de un Gobierno do suyo
débil; fuese porquo enemigos que vivían con nosotros no perdían tiempo
para ganar partido en favor de los españoles, ello es que, desde mucho
antes que usted hubiese sido destinado á la Presidencia de las Provincias
Unidas, debió la Nueva Granada haberse perdido.
En la elección del ilustre mártir do la patria, Camilo Torres, por
Noviembre, so peusó, reduciendo el Gobierno de tres á uno, mejorar la
n 9SuP,ô,laT?l'lla episcopal déla Diócesis do Cartagena, durante los años de 1832 ii
]1 0C-lfi ^N, dol 13.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 371
administración y dirección do la guorra; poro ya ora tavdc. Esto sabio, eu
el acto mismo do resultar electo para Presidente, protestó cou la mayor
franqueza, quo no debía aceptar un destino en circunstancias tales, como
recibirá la República espirando: (pie era obligarlo á salvarlo que no
presentaba la menor esperanza, y (pío ni arrastrándosele llegaria á ocupar
la silla del Gobierno.
Yo tengo muy presente (pie el Congreso se abstuvo en aquel momento
do convencer al electo, y que no le quedaba otra esperanza quo la de sus
amigos, para que lo persuadiesen, sin exigirlo milagros, como él so expre-
saba, y que evitasen por lo menos los horrores do la anarquía y las ven-
ganzas de los amigos de Fernando, que nos habitin causado espantosos
males, autorizándolo plenamente para negociar con el enemigo con el
menor mal posiblo de los pueblos, que desgraciadamente debían ya some-
terse. Estas reflexiones fueron las que decidieron al señor Torres á
prestar el juramento y cncargarso de la presidencia al dia siguiente; pero
ellas no impidieron que sus renuncias fuesen repetidas en el corto período
do poco más de tres meses que sirvió el destino; y el Congreso habría
sido siempre indiferente á aquéllas, si en el dia mismo en que usted lo
sucedió, no so hubiesen presentado circunstancias demasiado peligrosas.
Me abstengo de recordarlas; iJgTpcro ellas fueron tan imperiosas, que el
Congreso no encontró por entonces otro remedio que elegir á usted y
obligarle á aceptar el Gobierno, á pesar de su porfiada resistencia. Todo
era perdido entonces, es menester confesarlo, y añadir: que el Presidente
era solo un simulacro para mantener la ilusión de los pueblos quo aun no
habían sido ocupados por el ejército expedicionario, y no anticipar en
ésta los furores do la anarquía. La elección de usted más bien so puedo
reputar como un medio, y acaso el único, de conservar el orden y la
seguridad do los que vivíamos aquí. Nunca creyó el Congreso que so
pudiese resistir al ímpetu de los onemigos, quo en aquella lecha habían
ganado demasiado, y que sin un tiro se habían acercado no muy distante.
Yo no recordaré ahora la fuerza do que podíamos disponer, porque
sé que con el conocimiento quo usted tendría do ella, así como de la do
Calzada, autorizó el Congreso á usted para quo se abriese un partido con
el enemigo, quo costase menos sacrificios á los pueblos; paso quo no tuvo
efecto por las contestaciones del Coronel Serviez, que siempre fuoron
contradictorias, según que entóneos entendí de público y notorio.
No he olvidado que el Congreso autorizó á usted para la capitulación
menos desventajosa, y (pie usted, á pesar de esta autorización, lo exigia á
cada momento, resolución en cuanto debia obrar, hasta que quiso evitar
estas consultas frecuentes, disolviéndoso el 22 ó 23 de Abril (1816); lo
quo acredita que jamás se consideró usted en el caso de conducirse por
sí mismo, por evitar ulteriores responsabilidades. Más me detendría, pero
seria entrar en pormenores que usted recordará á su favor. Añadiré quo
seguí á la emigración del Gobierno desde el 3 de Ma}ro en que se verificó,
y que usted desde La Mesa urgió para (píela Diputación del Congreso le
admitiese la renuncia, (pie ni pudo ni debió tomar entonces en considera-
ción, como lo hizo después en Popayan, nombrando un vicepresidente en
los últimos momentos, más bien para evitar el desorden y la anarquía,
quo por la menor esperanza do salvar aquel territorio, amenazado ya del
feroz Sttmano.
372 DOCUMENTOS PARA Ï,A HISTORIA

Creo quo ho contestado las preguntas que usted ino haco en su an-
terior, y puede usted hacer el uso quo sea conveniente do esta mi res-
puesta.
Soy do usted afectísimo, atento servidor y capellán, Q. B. S. M.
JUAN FERNÁNDEZ DE SOTOMAYOR.

Bogotá, Julio 3 do 1825,


IÏL
ATESTACIÓN del Coronel Simon Tíitrgos, Oficial del Regimiento " Fijo " de Cartage-
na el '1 de Pobrero de 1811,

SEÑO» DOCTOB JOSK FEKHXNCHC MADRID,

Bogotá, Julio 3 de ÏS25.—j'S.


Muy señor mió ;
Contestando á la apreciable do usted dol dia do ayer, en que mo pi-
de lo expreso cuál fué su conducta pública en el memorable dia 4- do
Febrero de 1811 en Cartagena, tengo el placer do decir á usted: que en
aquel dia en que los españoles tenían dispuesto concluir con la Junta
Suprema, embarcando para España á los miembros quo la componían,
so reunió esta corporación sí las nueve de la mañana, hora en que el Re-
gimiento "Fijo" marchaba amotinado por el Capitán Don Miguel Gutié-
rrez, á consumar aquel malvado intento; y deseando la Suprema Junta
contenerlos por medios suaves, comisionó á usted, como miembro do
ella, para quo pasara á hacer presento al regimiento, quo la Junta so
ocupaba de variar el nombramiento de Comandante quo había hecho en
el Coronel José María Molcdo, como éste era el pretexto que habían to-
mado Gutierre/, y otros oficiales para amotinar la tropa: que usted con
su compañero, quo croo era el señor Doctor Enrique Rodríguez, se pre-
sentó delante del regimiento formado, y lo arengó para quo so retirase
confiado en la palabra de la Junta; y cuando sugerida la tropa por los
oficiales que estaban á su cabeza gritaba:- "muera lu Junta," usted, á
posar del riesgo que lo anenazaba, como miembro do ella y su comisio-
nado, contradecía estas voces, sosteniendo que la Junta no podia disol-*
Yorse; que volvió usted con nueva comisión, y puedo asegurar quo las
persuasiones do usted contribuyeron á que la tropa se mantuviese en el
cuartel, y que todo so tranquilizase luego que se le hizo saber que el
nombramiento del Coronel Moledo estaba revocado, y que se habia de~
crelado un olvido do todo lo sucedido en aquel dia. También quiero acor-
darme que usted fué uno de los comisionados que por la noche extraje-
ron del cuartel al Capitán Gutiérrez y lo condujeron al palacio, y do allí
al buque en quo salió con dostino á España.
Es cuanto creo deber decir á usted en contestación á su citada caí*"
ta, repitiéndome su atento y seguro servidor, Q. B. S. M.
SIMÓN BDRCIOS.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. ¿573

(DCCS.

3 U B ¥ B J B S B i r X A C Z O & de la Real Audiencia, en que expone al


Consejo los inconvenientes que se derivarán por su traslación de Cartagena
û Santalë.

La Real Audiencia de Santafé, reducida á dos Oidores, que lo son


Don Juan Jurado Laine/, y Don Francisco de Mosquera y Cabrera, so
vo obligada á trasladarse de esta plaza, donde ha residido desde 8 do
Julio último, á la capital del Reino, por la imperiosa orden del Yircy
Don Francisco do Montalvo, comunicada en oficio de 2 del corriente, y
cuya copia se acompaîla con el número 1.° en circunstancias que aun no
so ha verificado la entrega formal de aquella Provincia nicle las restantes
al Viroy, por el Teniente general Don Pablo Morillo, que lo es en Ocio
del ejercito expedicionario, y se halla á la fecha dentro do ella, es decir,
on Sogamoso.
C25°En vano se han hecho al Virey por el Decano Don Juan Jurado,
en sesión particular, las observaciones más obvias sobre este insuperable
obstáculo, para restablecer el orden civil quo prescriben las leyes, y quo
haya de cesar el exterminador sistema militar que se halla difundido por
todas las Provincias internas, bajo la absoluta y única autoridad del Ge-
neral Morillo; consumándose la ruina de los habitantes, ya con exaccio-
nes violentas, ya en las causas sobro infidencia juzgadas en Consejos do
guerra, presididos alguna voz por un subalterno, y mandada ejecutar la
sentencia de muerte por el mismo, sin guardar las formalidades d«l pro-
ceso militar, ni hacer las consultas á la Real Audiencia, á pesar do los
avisos que tiene comnnicndos.JUJ
En vano trato el Decano de persuadir al Virey de la urgentísima ne-
cesidad de que precediese á la Real Audiencia en su restablecimiento á
la capital, así para su apoyo y decoro como para librar providencias
acordadas que tuvieran cumpiido efecto en el orden político y militar.
Y en vano le manifestó el Decano los particulares miramientos que
le impedían figurar on Santafé ; por cuyo motivo había pedido y obteni-
do de S. M. que lo trasladase á la Real Audiencia do Puerto Príncipe.
Al ñn la Audiencia no ha podido menos que obedecer y cumplir con
prudencia Ja resolución del Viroy, como lo demuestra el documento nú-
mero 2.°, y ha acordado dar cuenta á V. A. de todo lo ocurrido, para su
suprema inteligencia, debiendo continuarla desde Santafé de cuanto acae-
ciere y fuere digno de su alta contemplación; dejando á la misma el
conflicto en que se hallan estos dos Ministros, en circunstancias tan difí-
ciles como apuradas, sin apoyo ni otro recurso humano que la Providen-
cia, para conseguir á favor de la causa pública el partido que humana-
mente puede recabarse, sin chocar con la autoridad militar, y atajar el
torrente de su fuerza por medios indirectos y con suma delicadeza, pam
que el Rey sea servido y los pueblos mantenidos en paz y justicia.
Cartagena de Indias, IS de Enero do 1S17.
J U A N JURADO LAISEZ—FRANCISCO DE MOSQUERA Y CABRERA.
374 DOCUMENTOS TAHA LA 1IIST01UA

CCCXX.
E,¿a. 3K.Sia.3Li iL"SÍ3G)E3E3Xr(D!Cja. relaciona al Consejo las iniquidades
cometidas en el Reino por la autoridad militar.
MUY PODEROSO SBSOK:
Este Tribunal no cesará de elevar á la contemplación de V. A., para
remedio do los muchos males que afligen al Knevo Reino do Granada,
las ocurrencias notables que se presenten dignas de su meditación y do
las providencias de S. M. Por el documento número J..° so impondrá V.
A. do la comisión que el Teniente general Don Pablo Morillo, hallándose
en Oumauá, Provincia de Venezuela, ha conferido al Mariscal de campo
Don Juan Sámano, Gobernador accidental do osla Provincia y Joí'u do
la 3.A Division del ejército expedicionario, para juzgar en Consejo do
guorra los delitos de infidencia, y en juicios verbales los casos que ex-
presa, restableciendo el Consejo permanente, según y como lo estableció
aquel Jefe en esta capital el año pasado, con facultad do hacer ejecutar
las penas que se impusieren y dar cuenta posteriormente al Virey ó la
Real Audiencia.
El documento número 2.° denota el Acuerdo que so formó el dia do
ayer, y que se le comunicó á Don Juan Sámano, para que suspendiese
do todo punto el cumplimiento do la enunciada comisión hasta la resolu-
ción cjel Virey Don Francisco Monlalvo, que reside en Cartagena, y la
que en su vista habría de tomar esta Real Audiencia conforme á las leyos
do la materia, que estima do justicia, y del privativo resorte del Tribunal.
Y por el documento número 3.° comprenderá V. A. las razones en que so
funda la Audiencia para haber dado cuenta de la ocurrencia al Viroy, y
para pedirle quo evito por todos los medios que están á su alcance, quo so
restablezca en esta capital el Consejo permanente de guerra, cuyo esta-
blecimiento, en el concepto del Tribunal, seria ol mayor do los males quo
afligen á este desventurado Reino.
La comisión de suyo os susceptible de toda arbitrariedad; y recayen-
do en Don Juan Sámano y en los oficiales quo tiene á sus órdenes, so
renovarían las escenas de sangre y do terror con que el General Morillo
desterró la paz de esto desolado Reino, durante al menos la presento
generación. Sámano os un intrépido militar ; pero con su avanzada edad
y falta de sentidos, ni aun esta facultad puede ejercer con buen suceso.
Un conato por el terrorismo lo devora, y negado á las artes do ganar el
corazón humano, solamente emplea ol rigor y la aspereza quo causan la
desesperación en lugar de la afición y confianza en el Gobierno. La di-
vision cimentada entre el 'Virey Don Francisco Montalvo y ol Teniente
General Don Pablo Morillo, ha destruido la unidad del Gobierno on to-
dos sentidos : ambos Joles tienen sus adictos y parciales, quo son otros
tantos consultores funestos do esta deplorable division ; y como aconteco
de ordinario en semejantes conflictos, el pueblo sufre y padece la cólera
do los jefes. El Nuovo Reino de Granada camina á su exterminio. La
crueldad con que han sido tratados los habitantes en sus personas ; la de-
predación de sus bienes ; los ultrajes y vejaciones increíbles que han
padecido y están padeciendo, así lo persuaden y demuestran. Y si so ro-
nuova el horrible Consejo do guerra permanente, la ruina será inevitablo
y la Real Audioncia vondrá á ser un tribunal de burlas. Hartas han oxpe-
DS LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 375

rímeníado los dos Ministros quo líi componen, de la licencia militaren ha-
blillas despreciables, por su celo en el restablecimiento de las leyes ; por
su constancia c»n el cumplimiento de las paternales intenciones de S. M. y
por la sana política con que se han adquirido la confía mea y aun ¡as ben-
diciones do los pueblos.
Fallaria esto Tribunal á la más sagrada de sus obligaciones, si al
informar á V. A. de estos acontecimientos disfrazase la verdad. Sufrirá
con paciencia los choques de la arbitrariedad ; reprimirá su autoridad
para evitar mayores males, pero clamará sin cesar á V. A. para que pro-
vea de remedio, constituyendo, sin pérdida de momento, un Yiroy en
Santafé dolado de las raras cualidades que requieren las tristes y críticas
circunstancias en que se halla este Reino ; su presencia con la autoridad
de tan alto carácter, atacará el mal en r.u origen, reducirá la guarnición
á lo indispensable para que no sea. tan gravosa á los pueblos, cesara el
ejército expedicionario, que todavía se conduce por la mano tembló do
Morillo con independencia del Virey, sin más enemigos que unos restos
que hagan fuerza por los sitios de Pore y üasanare, más bien por huir
del severo castigo, que por los planes do independencia, como empeño
desesperado. Estos mismos so acogerán al amplísimo indulto que se ha
publicado, y calmarán de una vez las chispas que produce el general des-
contento de los pueblos con el ejército expedicionario que los destruye y
maltrata. El Reino pacífico suspira por la paz y por el reposo de que se
ve privado por tantos años de desgracias.
Dios ilumine á V. A. y conserve la católica Real persona tantos
años como necesitan estos ueinos.
Santafé de Bogotá, 9 de Septiembre de 1817.
JUAN JURADO LAINEZ.—FRANCISCO DE MOSQUERA y CABRERA.

33L VI3&32^? Montalvo avisa haber ordenado la devolución de una


balandra de Haití, por los motivos que expresa.
EXCELENTÍSIMO SESOR :
El testimonio que tengo i»I honor de pasar á. manos do V. E . com-
prende lo ocurrido con motivo de haber apresado un corsario español en
la costa goagira de la Gobernación de Riohacha, una balandra de la Re-
pública de Haití, que con bauelera azul }r roja hacia el comercio con los
indios no reducidos de aquel paraje, la que según las Reales disposiciones
del caso, Itabifl caído en la pena de comiso, por estar prohibido este trato
aun á las Potencias aliadas. Pero como en las circunstancias debe mi-
rarse el asunto bajo otro aspecto ó con consideración á la situación en
que hoy se ve la parte española de la Isla de Santo Domingo, en medio
do los dos partidos del negro Oristóforo en Ofuarico, y el mulato Potion
on los Cayos, se ha tratado y resuelto el asunto do un modo quo conci-
liasc los extremos.
Habia sucedido también quo una goleta nuestra, apresada por .in-
surgentes y represada por otro buque de Petion, la mandó entregar:
876 DOCUMENTOS PARA LA IIISTOIUA

éste luego quo le fué reclamada por parto de nuestra marina, y esto pro-
cedimiento de buena inteligencia con la España, obligaba á conducirse
con la misma generosidad, para no dar lugar á una queja qnc acaso pro-
duciría la reunion do aquellos partidos para defender sus derechos quo
creerían bollados, y entonces so aumentaban los cuidados del Capitán
general do la Isla y los sobresaltos de aquella guarnición, no muy pro-
porcionada á un tal estado de fuerzas reunidas, lo que parece deben evi-
tar los Jefes de América, para no comprometer la situación política de
aquella parte de la Isla, que importa mucho al Rey nuestro señor y á la
Nación el conservarla.
Por oslas consideraciones y después de oir al Comandante do mari-
na do este puerto, al Ministerio fiscal y al Asesor general del Vircinato,
he determinado que se devuelva el buque expresado al mismo que lo man-
daba, y he ofrecido con Potion, haciéndole capaz de los fundamentos quo
lo hacían legítima presa, para que en lo sucesivo no permita á las embar-
caciones do su Gobierno acercarse á comerciar en nuestras costas, no
auxilie á los insurgentes, ni consienta beneficiar las presas españolas quo
éstos hagan en su distrito, donde no hay Tribunal competente que las
declare ; de todo lo que he instruido muy extensamente al Capitán gene-
ral do Santo Domingo, y espero que V. E. lo haga á S. M., comunicán-
dome su soberana resolución on el caso presente y las demás que deban
servir (\ los Jefes de estos dominios, para arreglar su conducta con el
Gobierno no reconocido de los Cayos, sobro lo que ninguna prevención
particular se ha hecho á este Vireinato, después de la recuperación do la
parto española de dicha Isla.

Nuestro Señor guardo á V. E. muchos años.—Cartagena do Indias,


Noviembre 13 do 1817.—FRANCISCO DE MONTALVO.—Excelentísimo se-
ñor Secretario del Despacho universal de Estado.

(C3SSA<GS©3Xr del Virey Don Francisco de Montalvo en el ejercicio de


sus funciones, siendo reemplazado por Don Juan Sámano.

Guerra.—Número 379.
EXCELENTÍSIMO SEÑOR :

Tengo el honor do pasar á manos do V. E. copia autorizada do la


instrucción que dejo á mi sucesor el Mariscal do campo Don Juan Sá-
mano, acerca del estado en que queda el Vircinato al tiempo de entre-
garlo el mando, con arreglo á la ley 23, Libro 1.", Título 3.° do las de
estos dominios. En olla lio procurado hacer capaz á aquel Jefe del esta-
do do cada materia, enterándole muy particularmente do todo ; y no ha-
biéndome sido posible concurrir y conferenciar personalmente con dicho
general, por hallarnos á tanta distancia, he puesto la relación en manos
del Secretario del Vireinato, Coronel de milicias Don José María Ra-
mírez, quien do mi orden la ha escrito á mi satisfacción, para que la en-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 377

tregüe luego que se presente al nuevo Virey en la capital, para donde


tiene orden de marchar ; quedando yo después expedito para usar do la
licencia que la piedad de S. M. se ha dignado concederme por Reales
órdenes de 24 de Septiembre del aïio de 1816 y 2 del mismo del próxi-
mo pasado, cuando b. E. mo aviso, como lo espero, haber tomado po-
sesión.
Dios guarde á V. E. muchos años.—Cartagena, Febrero veinte y
ocho de mil ochocientos dio/, y ocho.—Excelentísimo señor.—FRANCISCO
DE MOKTALVO.—Excelentísimo señor Ministro de Estado en el Despacho
de Guerra.
(Igual oficio EC pasó al Ministerio de Hacienda).

<CCCSLSV,

a3>OC8y3SSS2TTQ>S que revelan las iniquidades de las autoridades mi-


litares españolas, cometidas en las poblaciones de la Nueva Granada en
los años de 1815 á 1819. *
I
El Comandante del punto de " Santa Rosa," Don Melchor Hidalgo,
después quo sin ningún conocimiento do lo obrado anterior por Don
Francisco Solano y el Sargento Don José Casado, extrajo de los opas-
toderos el corto ganado vacuno de los vecinos do este sitio á más de al-
gunas pocas cabalgaduras que después do resacadas también por el cita-
do Don Francisco Solano dejó aquellas pocas menos servibles para el
servicio del Rey nuestro señor, conociendo que esto infeliz vecindario,
sin el auxilio do éstas, carece del socorro de los alimentos, por hallarse
las labranzas retiradas en las montañas, y sus caminos intransitables
para conducir á pié los frutos que se cosechan. Y este señor Don Mel-
chor Hidalgo, sin atender á estas circunstancias, ha quitado lodas las ca-
balgaduras desechadas por los anteriores Don Francisco Solano y Don
José Casado : á más do esto dicho señor Hidalgo ha arrasado con todas
las aves y cerdos que habían quedado. Mas también en dias pasados so
ofreció haber la necesidad de transportar á un vaquero, y como no había
dejado siquiera una cabalgadura, se le hizo presente, y me dio por res-
puesta, me pusiese en cuatro pics y la tilla encima para que montase el
vaquero : también me mandó racionase a veinte nombres, y como no
hallaba qué darles, se lo insinué y me mandó los mantuviese á mi costa.
Asimismo dicho Don Melchor, teniendo noticia que mi esposa tenia un
poco de sebo, me mandó que Je dijese lo hiciera tres ó cuatro docenas do
volas que las pagaría, y después do facilitadas las cuatro docenas, que
importan doco reales, remitidas que fueron á su poder, lo mandó decir
mi mujer que si le parecía lo pagase dicho importe con una botija do
• Para no dividir la materia, hemos considerado conveniente insertar KegnidoH
enfcon documentos, que en rigor corresponden ¿i varios afíos. (N, del E.)
378 DOCUMKNTOS PARA UK .HISTORIA

miel, como aquí siempre se lia acostumbrado vender, y como que actual-
mente la está sacando do la molienda que ha puesto en dicha hacienda
de Santa Rosa, y le mandó por respuesta, que lo mandaría una botija do
pólvora para quemarla, y con esto pagó. Estos procedimientos, Excelen-
tísimo señor, de este oficial, rae obligan á manifestar á V. E. que no to-
niemlo ningún miramiento á su honor, ni respeto al real servicio de
nuestro Soberano, quien creo evidentemente no escapa/, quo su real be-
neficencia permita se perjudique á ningún infeliz, ni menos que este se-
ñor Comandante obre tan atropelladamente con estos vecinos ; ahora
bien, los dueños de los ganados, cabalgaduras, cerdos, &c. solicitan sus
recibos ; y aunque por lo que respecta á mi parte le he pedido por re-
petidas veces el correspondiente á mi ganado, quo sin ninguna conside-
ración nose contentó con el que oslaba en los apastaderos, sino quo
también entraron en la cuenta las 1res vacas de leche que tenia en mi
casa para sustentar á mis hijos, quiere ahora que yo le dé relación cir-
cunstanciada de los ganados que so extrajo de los apastaderos, sin yo
saber ni entender en este asunto al tiempo do su extracción, pues á mas
de no haberme hallado presente, procedió sin los conocimientos do sus
dueños, ni dol Juez del lugar. Yo le he contestado que dicha relación la
perciba de los capataces curadores del ganado, quienes lo entregaron,
pues éstos como que lo han manejado, han do dar cuenta más específica
que yo, quo soy on pobre labrador, y en nada intervine.
Por tanto, encarecidamente lo hago presente á V. E., para quo por
an efecto de caridad y justicia so ponga remedio á estos males, y quo
dicho señor Don Melchor Hidalgo entregue á cada individuo su corres-
pondiente recibo do lo quo hubiese percibido.
Dios guarde á V. E. muchos años.—Flamonco, v Octubro 29 do
1815.—A. L. P. de Y. E., JUAN PALOMINO.

II

Guerra.—Número 362.
ExCUIíENTÍSUtO SRJfOR :
Como son incesantes las quejas que de todas partes recibo contra
los Comandantes militaros quo ha dejado en los pueblos do este Vireina-
to el General Morillo, y ya he dicho á V. E. que inútilmente quedan
apurados por mí parte todos los medios de entereza y moderación em-
pleados para contenerlos ; me veo en el caso de no cesar también de di-
rigirá V. E. aquellos clamores, tales como los que contiene el testimonio
que acompaño á V. E., del expediente promovido por algunas familias
do las muchas que ha conducido al Monasterio de la Encarnación de
Popayan, la arbitrariedad del Comandante militar de Cali ; á fin de quo
se sirva V. E. elevarlos al conocimiento de S. M. con mis cartas núme-
ros 29*2, 327 y 350 del año próximo pasado.
Dios guardo á V, E. muchos años.—Cartagena, Enero 21 de 1818.
—FRANCISCO DK MONTALVO.

Excelentísimo fioñor Secretario de "istmio del Drapnclio do la Gucrrti.


" .Mnincnco, pueblo do ln Proviucin de Cartagoun.
DE LA PROVINCIA DR CARTAGENA. 379

III

Guerra.—Número 372.
EXCELENTÍSIMO SESOR :

Puesta la carta con que en esta ocasión dirijo á V. E. un memoria 1


documentado del Teniente Coronel Don Vicente Sanche/. Lima, recibo
por extraordinario un oficio suyo en que inc comunica la noticia que so
le hn dado de Santa fé, de estar decretada su muerte por el General on
Jefe Don Pablo Morillo y mo pide le saque del paraje en donde pueda rea-
lizarse semejante providencia, ó le permita pasar á los pies del Trono
para ser premiado ó castigado, según resulte del juicio que debe pre-
ceder.
Inmediatamente pasé el citado oficio al Asesor general del Vircina-
to, y habiendo dictaminado que se le dispenso la protección que pido, re-
levándolo del destino y expidiéndolo pasaporte para esos Reinos, dispuso
que ol Coronel Don Gonzalo de Aramendi marchase á encargarse inte-
rinamente de aquel mando, y que Lima se presente ú la mayor brevedad
en esta plaza. A su llegada tengo dispuesto quo cl y esto oficio queden
entregados al Gobernador de ella, con encargo de hacerlo seguir en pri-
mera ocasión á esos Reinos, sin permitir que mientras subsista aquí so
atropello su persona, como que está ya bajo la protección y ú la disposi-
ción de S. M., á quien espero se sirva V. E. dar cuenta de este aconteci-
miento, según aparece de la copia que acompaño, en el concepto do quo
el pasaporte quo lo daré llevara la expresa prevención do que el Gober-
nador ó Comandante militar del puerto donde arribe á la Península, lo
recoja esto oficio y lo dirija á V. E. sin permitirlo pasar adelante hasta
la resolución de S. M., en precaución de la falta de respeto y subordina-
ción quo envuelve el parto adjunto contra el General del ejército expe-
dicionario. ( ' )

Dios guarde á V. E. muchos años.—Cartagena de Indias, Enero 31


do 1818.—Excelentísimo señor.—FRANCISCO DE MONTALVO.
Excelentísimo 6oñor Secretario do Estado del Despucho do la Gucrrn.

IV
EXCELENTÍSIMO SESOR:

Doña Manuela Rodríguez, viuda y vecina de esta capital, anto V. E.


con el mayor respeto parece y dice : quo hace cinco años tieno enfermo
el único hijo que podia mirar por ella, el que se halla en el campo, con
el fin do reparar su salud, y como la presencia de una madre sea tan útil
como su asistencia, hace sobre tres meses tenia que pasar á acompañarlo,
pero me ha privado de esta satisfacción el Oficial alojado quo tengo, Don
Ramon Barrero, á quien lo supliqué encarecidamente tuviera la bondad
de pedir, por esta tan justa causa, otro alojamiento, lo quo no ho podido
(") 8i esto hacia Morillo cou los .Tefes cspaïïoles jqnó no Imria con lo.s patriotas
republicanos 1 (N. del E.)
380 DOOUMENTOS PARA LA HISTORIA

conseguir do dicho señor, y como so vaya agravando el referido ini hijo


cada dia más, rae veo precisada á implorar la justificación de V. E., á fin
de que se sirva mandar al aposentador le proporciono otra casa, para
poder yo acudir á la asistencia de mi hijo; Por tanto,
A Y. E. suplico rendidamente so sirva proveer y mandar como so-
licito, quo juro no proceder de malicia &.a
MANUELA RODRÍGUEZ.—Meólas Llanos.
(Providencia). Santafé y Julio 9 do 1818.
Paso al Jefe do Estado Mayor.
(Hay una rúbrica del Virey Sámano).
PtÓJAS.

Excelentísimo señor: Esta señora tiene proporciones para asistir al


Oficial quo tiene alojado en su casa ; y habiendo acreditado la. experien-
cia que muchas personas se han retirado al campo con semejantes pre-
textos para eludirse do la corta pension de alojamientos, soy de sentir
que si la suplicante quiere pasar al campo á asistir á su hijo, lo verifique,
dejando en su casa una criada que cuide del Oficial que tieno en ella, ó
V. E. resolverá lo quo sea do su superior agrado.
Santafé, 13 do Julio do 1818.
Excelentísimo señor.
DONATO RUIZ DE SANTA CRUZ,

(Providencia), Santafé, 14 de Julio de 1818.


Como parece al señor Jefe do Estado Mayor : así so lo notifique
cuando venga á saber de su escrito.
(Hay una rúbrica del Virey Sámano), RAMÍREZ,
V
EXCELENTÍSIMO SEÑOR:

Don Antonio Andrade,anto V. E. con mi mayor respeto represento:


quo estaba copiando unos Mapas de. la América del Sur y los aprehen-
dieron el Sargento Anselmo Iglesias * y el Alcalde de barrio N. Fernán-
dez para presentarlos á V. E., creyendo que era alguna cosa prohibida.
Después lio sabido quo están en poder dol Oficial Don Domingo Ortiz,
quien me ha asegurado que inmediatamente que se le dé la orden me los
entregará. Por lo mismo ocurro á la justificación superior do V. E. su-
• Este Sargento, que tenían loscspaüolcs como perro de presas contra los patriotas,
ín6 quien descubrió la casa en que habitaba en esta capital de Bogotá la Mártir iluatro
POLICAHPA SALABABRIETA, la aproliendió y condujo al lugar de BU prisión. (N, dol E.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA; 381

pilcándole so sirva prevenir so me devuelvan los dos Mapas intercepta-


dos y los papeles relativos á ellos, que en ello recibiré merced y justicia;
Santafé, Octubro 6 de 1818.
ANTONIO ÁNDRADE.

(Providencia.) Santafé y Octubre 8 de 1818.


Informo el adicto al Estado Mayor, Subteniente Don Domingo
Ortiz.
(Hay una rubrica del Virey Sámano).
RAMÍREZ.

EXCELENTÍSIMO SEÑOR J

Es cierto quo el Sargento 1.° Anselmo Iglesias, cuando fue á regis-


trar la casa de Doña Carmen Rodríguez (alias Gaitana), bailó en ella un
Mapa que comprende las Provincias de Venezuela, todo esto Yireinato,
parto del de Lima, porción de las posesiones portuguesas con el rio " Ma-
raño» " y varios trozos copiados de él con algunos apuntes ; y pregun-
tando el mencionado Sargento en la citada casa, á quién pertenecía, lo
contestaron que al suplicante, todo lo-quo obra en mi poder para quo V.
E¿, en vista de esto relato, mo ordeno lo quo debo bacer con ellos.
Santafé, 9 do Octubro do 1818,
Excelentísimo seüc-r.-
DOMINGO ORTIZ.
(Providencia.) Santafé, Octubro 15 do 1818.-
Reténgase la entrega del Mapa quo so expresa. *
(Hay una rúbricadel Virey).
PiAMÍnEZ.

<D<OCS.Vn
JÏÏUJEVÂ ©•3R.iL3XTiL33)^.o (Articulo extractado del periódico The Times
del s de Julio de 1819.)
SEÑOR EDITOR:

Como Enviado do las Provincias Unidas de la Nueva Granada, per-


mítamo usted por medio do su diario expresar mi profundo dolor de
que en la tentativa de libertar á mi país se haya perdido la vida do un
inglés siquiera. Cuando yo vi ejecutados por orden del brutal Morillo á
mis conciudadanos, amigos y parientes, 1110 era permitido decir, á lo
menos, nutrieron por su patria; pero cuando muero algun uoblo y gene-
roso extranjero, no me es dado este consuelo.
* Muy buena determinación es mandar retener lo ajeno, sin c^prcenr la razón ó
conveniencia de la medida,—(K, del E,)
382 DOCUMENTOS TAHA. LA UlSTOlUA

Dios, sin embargo, ha concedido á. la Gran Bretaña ol ilustro pri-


vilegio de identificar su causa con la do la libertad humana en todas las
regiones do la tierra: sus hijos son más honrados por ella, muriendo en
las filas con hombres libres, que triunfando en la do un déspota; y si
ellos son sacrificados, vengando á la humanidad, lo son por la causa de
là Gran Brelaíía.
El suceso, pues, de cualquiera causa no os en esta gran Nación la
prueba de su justicia. Mas bien parece que lo es el revés, pues la falta
dol suceso en una buena causa siempre ha tenido en Inglaterra un efec-
t o - e l l a ha producido aquella noble perseverancia que últimamente ha
triunfado de todos sus contrarios, que ha dejado atónitas ¡i todas las Na-
ciones del globo, y la sola que la lut hecho reina do ellas y vengadora
declarada de la libertad.
De la justicia de la cans» en quo ha muerto el bravo en Porto-
Bollo (Portobclo), pocos pueden dudar en este país, y muy pocos serán
los que juzguen do esta cuestión por el grado de suceso quo tenga la
causa, ó por la cmulucta del Comandante que la dirigia.
Distinguido por la empresa y por la intrépide/., Sir G rogo r Mac
G rego r ha cometido el error del emprendedor y del intrépido. Su te-
meridad en no esperar en " S a n Andres" las demás arribados do sus
tropas, su prematuro ataque sobro Porto—Bollo, y la confianza con que
allí permaneció, han sido fatales á. su carácter como Comandante, aun-
que de ninguna manera pueden disminuir la gratitud do la Nueva Gra-
nada por su intención.
Los valientes, no obstante, reunidos más numerosamente en aquel
lugar, y recibiendo refuerzos cada dia, no dejan ninguna duda do la he-
roica constancia do los ingleses. No dejarán ellos sin venganza á sus
compatriotas, ni incompleto el objeto de su empresa. No permanecerá la
Nueva Granada bajo el yugo do un tirano, aborrecido do todas las nacio-
nes cultas, ni dejará de consagrar eternamente en sus anales la memoria
de sus generosos defensores.
Convencido,—no temo decirlo á presencia de toda la Inglaterra, —
convencido do que noventa y nueve almas de cada ciento, en la extension
do esto grande y glorioso Imperio,'simpa tizan la suerte do mi oprimido
país natal, y bien enterado de los efectos que debo producir tal simpatía,
ni desespero do su pronta libortad, ni de los nuevos honores que esta
hazaña prestará á la humanidad.

Soy, señor, su más obediente servidor,

José MAHÍA DEL R E A L .

Londres 3 do Julio de 1819. "

" Copiado del ,; Correo del Orinoco" mlracro 11, del wUxulo 23 do Octubre<k> 1819,
Tomo II.
Î)K LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 38o

ÎS,S3PSe,SSÏIaJXrTja.<Da:©S0' dirigida desde Cartagena al Rey de España,


por el Fiscal de lo civil y Real hacienda de la Audiencia do Santafc de Bo-
gotá, sobre las causas que han influido en la pérdida del Nuevo Reino de
Granada, é indica los medios que facilitarían su restauración.

SKSOU:

Don Agustín Lupclodi, del Consejo de V. M. y vuestro Fiscal do lo


civil y de Real hacienda do la Real Audiencia de Sa illa Tú ele .Bogotá,
hace présenle á V. M. que cuando las leyes del Código de ludias no im-
pusiesen ¡i su Ministerio la carga de dar cuenta á Y. M. de cuanto con-
venga á vuestro Real servicio y ocurra en estas partes remotas, y cuando
vuestro Supremo Consejo de las Indias no hubiese repetido reciente-
mente este mismo encargo á la Audiencia, lo extraordinario de los suce-
sos y la delicada situación do esta pi ociosa parte de los dominios de V.
M. habrían siempre estimulado su celo por vuestros Reales derechos y
su amor á vuestra Real persona para dar una idea rápida, sencilla y ne-
cesaria, aunque aflictiva, del estado do este Yireinato, indicando las causas
quo han podido influir cu él, y ol único remedio que puedo aplicarse á
tau gravo mal.
¿Jo so propone vuestro Fiscal elevar una queja, de que está muy
distante. Su objeto es llenar las delicadas funciones do su ministerio :
instruir á V. M. do los últimos sucesos que han puesto ni Reino á peli-
gro de perderse: indicar sus causas y remedios, y lamentarse de los ma-
les quo so han ido encendiendo y aumentando hasta hacerse de una mag-
nitud espantosa. La verdad será la guia de esta relación, en que se em-
pleará- la sencillez do un historiador más bien que el estilo de quien
acusa; porque no trata de hacor imputaciones, sino únicamento do dar
una idea dol mal, para que so aplique el remedio conveniente.
El exponento llegó á este Reino desde el de Nueva Fspaña por el
mes de Febrero do este afio, y entró en la capital cu los últimos dias del
mes do Mayo. Desdo que puso ol pie en el puerto do Santa Marta des-
cubrió el descontento do los habitantes, la ruina do la agricultura, ol
atraso del comercio, ol desorden do las rentas, la miseria general y la po-
breza de la .Real hacienda. En .su dilatado y penoso viaje tuvo motivo
de adquirir mayores conocimientos sobro estos puntos ; y el despacho do
los negocios, su concurrencia á la Junta superior de Real hacienda y á
los Acuerdos del Tribunal, completaron su instrucción cu esta parte. En-
tonces pudo examinar detenidamente el cuadro melancólico del Reino, y
so puso en aptitud de poder promover lo conveniente al remedio tan ne-
cesario; poro los sucesos se precipitaron con tanta rapide/, que nada
pndo hacer, sino dirigirse hoy 4 Y. M. dando una idea abreviada de lo
quo ha visto 3' observado en este corto período.
Por una consecuencia necesaria del trastorno político del Reino, todo
había sido desorganizado, y debió sor la primera atención do los Jefes
destinados á pacificar el Reino, la reorganización de las rentas públicas,
ol fomento do la agricultura, la reanimación del coiuoreio, el alivio de
38-1 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

los pueblos inspirándoles confianza, y la restitución de las leyes á su im-


perio y vigor, para que ol goce de estos beneficios y el reconociitiionto
ú un Gobierno bienhechor hiciesen olvidar entorníllenlo los pasados ex-
travíos, ó inspirasen el amor respetuoso tan debido á un Gobierno pater-
nal como ol do V. j\L, cpie han debido imitar los mandatarios.
Con harto dolor puede asegurar vuestro Fiscal, que so ha bocho
todo lo contrari"). Los pueblos que deseaban con ansia el restableci-
miento del legítimo Gobierno fueron desdo el principio disgustados
(335" con los espectáculos íiumerosos y /reámales de mugre (¡ne se dieron en
casi lodos los pueblos del Vireinato; eon car salir á oíros infinitos aherroja-
dos para los presidios y obras públicas; con los alojamientos eternos, en
que los oficiales debían recibir cnanto necesitaban de los dueños de las casas
y se erif/ian en señores de ellas; con la contribución permanente de radones,
de empréstitos forzosos y otras extraordinarias; con el aumento de alcaba-
las desde el dos hasta el cinco por ciento sobre todas bis producciones; con
la enorme subirla del precio de la sal y del aguardiente de caña ó estancado;
con un trato duro y siempre desconfiado ; y en fin, con lodos los e.vcesos de
una conquista de país extraño, que no debieron cometerse en el que vino á
paciJicarse..f¿E&
Esto cúmulo de males sobre los pueblos extraviados por las circuns-
tancias del tiempo, debió naturalmente disgustarlos y exponerlos á las
consecuencias de la inconsideración. Estas gentes, en general, son las más
mansas da la tierra, y aman la tranquilidad hasta un punto que ha po-
dido justamente confundirse con la inacción y la apatía; G35°;n'ro al ver-
se siempre vejadas, oprimidas con el peso enorme de las contribuciones, in-
sultadas hasta por los soldados, viiradas con desconfianza, amenazadas y
testigos de casi diarios suplicios, han debido irritarse, considerando que
en vez de la paz, se procuraba su destrucción, y que so les trataba no
como á hermanos, sino como á enemigos. r£Eei :
• Por un momento, á propósito de los atropellos, vejámenes y frecuentes fusilamien-
tos decretados por los secuaces del General Morillo contra los hijos do la Nueva Granada,
cedamos la palabra al V'ir.iy Don Francisco de Monta! vo, cuyo imparcial testimonio no
puede ser taclia-.lo ni rechazado por los partidarios del Gobierno español. Eíte Vi rey, en
la ,! Intimation sobre el estado en que dejó el Nuevo Reino de Granada en li>18 á su su-
cesor Don Juan de Sámnuo," que los historiadores deben en lo futuro conocer y estudiar
con la mayor atención, y que se ve inserta en los Tomos (i." y 7.° de los .lua/es de la.
Universidad nacional, dit lo* listados Unidos tfn Colombia y en el tomo VI de los Documcn-
tos / w m la J/isloria de la r.'tda- púlilica. (Id Libertador de Colombia, l'mi y JJolivia, pw
blicndos por disposición del General Guzman UImico, ilustre Americano, Jlei/ciierador y
Presidente de los listados Unidos de lrenr:ncl^i. en. l$7S, /inestos por orden cronolóf/ieo, y
con ndieinnrs y notas (/>(:: la ilustran, por el. General .losa T<\}li.v lita neo, tratnudo do la
" Real Hacienda" se expresa en varios apartes de esta manera:

" ISítas Provincias (del Nuevo Reino de Granada) recibieron un golpe mortal con
la Revolución pasada y la guerra civil, que uo cesó entro los mismos rebeldes, ni aun
con la llegada del ejército cxpedieiomirio. lOsts, ha sido preciso y muy justo que haya,
subsistido á costa del pais. t,*v>"Mas después do reducido á la obediencia de Su Majestad,
ha tenido que sufrir contribucioues exorbitantes impuestas por el General Morillo: tre.hf
ta mil pesos á la del Chocó, según consta de la copia inímoro l.°; «Umhmt** mil pesos á la
de Antioquia, como verá V. 15. por la mímero :'>."; otro tanto á la del Socorra y Popayan,
según aviso de sus Gobernadores que corren agregados á «xpedient'.-s. fuera'de muchos
donativos (expropiaciones) de caballos y dinero para vestuarios y de h s mullas pecunia-
rias á diferentes individuos ricos de Santafé y otras parles de lino estait llenas las Gace-
las de aquella capital; lodo lo cual lia pasado á la Tesorería del Kjército expsdiciona-
rio. con más el producto de las Rentas provinciales que ¡;o ha mandado subir, según lio
dicho ánlcs á V. Ii. y consta du lu copia niîinovo &.",/£]
D13 LA PROVINCIA DE CAltTAGBNA. 3S5

Efecto do esto disgusto fue el abandono de los campos y talleres, ol


retiro á los bosques }r la formación do partidas de salteadores que, ó vo-
baban los pueblos y haciendas, ó pasaban á los llauos de Casanaro á ofre-
cer sus brazos y su desesperación á los cuerpos que allí han alimentado
y fomentado el fuego do la insurrección.
Consecuencia do osla conducta ha sido el atraso do la agricultura,
por defecto do brazos que huitín de las estorsionos y malos trata-
mientos.
La revolución había disminuido el numerario circular en el Reino:
las excesivas contribuciones directas y el aumento progresivo de las in-
directas, dio ocasión ú retirar los pocos fondos que quedaban del giro y
circulación; y esta causa combinada con la anterior y con los derechos
do Aduana, desanimó el comercio, que casi no se lia hecho sino de con-
trabando, con grave perjuicio de la Ileal Hacienda y de la moral
pública.
Entre tanto pudo ser un alivio de lam'afios niales la pronta expe-
dición de los informes pedidos por V. M. sobre desestanco del tabaco y
aguardiente en este Reino, porque esta medida habría contribuido eficaz-
mente al fomento de la agricultura y á la animación del comercio; poro
ningún negocio se ha seguido con tanta lontitud, siendo tan importante
y urgente su despacho; y ello es que so ha quedado sin concluirse, y
sin esperanza de que se concluya por ahora, á pesar de que el presento
Ministro lo promovió activamonto, fundando con extension la necesidad
y ventajas del desestanco, y pidiendo que se pasasen cuanto antes á la
Junta superior de Real hacienda, como lo manda S. M.
Todas estas cosas habían ocasionado una pobreza muy notable en
el Reino; pero iba sosteniéndose con la circulación de la moneda provi-
sional, que creó vuestro Virey Don Francisco de Montalvo, y do repon-
"Al mismofciuii)¡)0ha proyectado el General Dou Puscuul Envilc, no só concilló
carácter, ni bajo qu: representncion, abrir caminos do Antioquia pam Sautafé, cl
Chocó, Mariquita, el S.uorro y Popayan. tjsylSu estas obras se empican de solo la primera
dos mil hombres, sin contar los que se han .sacudo para completar los cuerpos del Ejercito
y formar otros nuevos, co.no verá V. lî. cu la citada copia número 0.°, ocurriendo lo mismo
en las dcmiís.,íK) Estas obras son absolutamente fuera de tiempo, y por otro lado inúti-
les. La dificultad que siempre se ha tocado cu este Reino para la conservación de los
caminos, consiste cu que siendo desproporcionada su población, y no habiendo arrias,
sino hombres de carga, el tráfico es muy corlo, se hace por veredas, y á lo» dos meses se
cierran los caminos con la yerba y ramas de los árboles. Estas obras quitan igualmente
los brazos empleados en là agricultura y en el laboreo de minas de que forman su prin-
cipal ejercicio y cu que es interesada la Real Hacienda. Un terreno naturalmente mon-
tuoso oferce muchas más dificultades, casi insuperables, y pava vencerlas es preciso
fatigar, maltratar y cometer violencias sobre los infelices habitantes.
t*5-"A esto se agregan las ejecuciones nu MÁS DI-; SIIÍTK .MU. INDIVIDUOS de las
principales familias del Vircinato, que han sido posadas por las armas, por sentencia del
Consejo permanente á las órdenes del General Morillo, unos delincuentes y otros no tanto,
los cuales quizá hubiera convenido más al servicio del Hoy deportarlos pava siempre de
su pais, á donde no pudieron perjudicar, después de hechos algunos ejemplares en los
cabezas principales de la Revolución." v¿1
" El concurso de las causas referidas infaliblemente ha de producir el descontento y
desesperación en los pueblos (y se produjo de ü:il modo que á él principalmente HC debió
el triunfo alcanzado en BOYACÁ ! !). y de las consecuencias de este descontento es de las
que no me toca respouder. Lo haré sí en cualquiera caso lio mis acciones; poro nunca de
las mulitas del oslado de encono cu que dejan el Vircinato.
C55" •"' No hablo á V. E. sino comprobando mis dichos con documentos terminantes,
los cuales ofrecen bastaute materia pava que V. E. forme idea del estado en que se halla
este Reino." "'
n
386 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

te y cuando menos se esperaba, fué* mandada recoger y amortizar por el


actual Vi rey (Don Juan Sámano) ó más bien por la Junta superior de
Tribunales, sin sostitnir otra en su lugar, cuando apenas existia una muy
pequeña parte de la legítima antigua. Esta operación, mal preparada y
ejecutada do sorpresa, produjo el mismo efecto que una sangría inopor-
tuna on un hombre extenuado. El cuerpo político quedó exánime y
con las convulsiones que atacan á un moribundo. La pobreza se aumen-
tó: los clamores y lágrimas se hicioron más generales: creció el descon-
tento, y con él todo era de temerse.
Todavía hubieran sido muy provechosas unas medidas suaves y
prudentes para acallar los ánimos, ya que necesidades extraordinarias
hubiesen obligado á irritarlos tanto; pero como si una fatalidad hubiese
presidido á* lodos los consejos, so aplicaron nuevos irritantes en lugar do
sedativos, y por una consecuencia forzosa, el mal se hizo más grave y
arriesgado.
En efecto, la amortización de la moneda provisional había privado
al lleino de numerario; los campos no se trabajaban por falta de fondos;
las haciendas estaban casi incultas, y los edificios sin repararse. En esta
situación se decreta la contribución de uno y medio por ciento sobre el
valor de todas las propiedades y capitales, para reembolsar la moneda
amortizada á los que la habían consignado en cajas. Una medida tan
dura en sí, como con relación al estado del lleino, no ha podido menos
do aumentar el descontento hasta el extremo; porque primero, las con-
tribuciones directas quo siempre han de ser proporcionadas á las rique-
zas de los contribuyentes, no deben exigirse en razón del valor de los
bienes, sino de sus productos. ]Sn segundo lugar, porquo la escasez del
numerario y el estado improductivo de las posesiones imposibilitan la
contribución. En tercero, porque no es justo reembolsar la moneda pro-
visional á los que la consignaron, con la legítima antigua quo do estos
mismos se exige, podiendo evitarse esta segunda operación, para hacer ol-
vidar el disgusto ocasionado por la primera, ó por la amortización. Y en
fin, porque tratándose do reembolsar una cantidad determinada, cual es
la recogida, que no alcanza á un millón do pesos, se exigo una ilimitada,
que si se cobra debe subir á más del duplo-.
En estas cb-cunstancias, Bolívar, caudillo de los insurgentos de Ve-
aiczucla, contando seguramente con el descontento do los pueblos del
lleino, meditó invadirlo y lo efectuó en el mes de Julio do esto año por
la parte de Oasanare, entrando por la Provincia de Tunja.
El Fiscal ignora si entró por el camino de Labranza-grande y So-
gamoso, ó por Ja salina de Chita, ni cómo penetró sin resistencia hasta
el puente de Gámcza, ó que sucesos le condujeron hasta allí, pues no so
publicó otra cosa que los partes de las jornadas de los (lias 10 y 11, en
que se anunciaron dos victorias conseguidas por el ejercito Real sobro
los rebeldes.
Sin embargo, y aunque no se llegó á publicar otra noticia próspera
ó adversa, se sabia privadamente que el enemigo marchaba con dirección
á la capital por Santa llosa, Bonza y Paipa, en donde estaban observán-
dose los dos ejércitos cl dia 31: y así este silencio profundo de parte del
Gobierno, y los rumores sordos del vecindario, hacían tomer funestas
eonsocuoncias.
DIS LA PROVINCIA JÜK CA M U G IS NA. 387

La Audiencia estaba encargada por vuestro Supremo Consejo de las


Judias de dar frecuentes avisos de todo lo que ocurriera en este Reino:
la Audiencia ha sido siempre, el Cuerpo tic quien han tomado consejo los
Vi reyes, y con cuyo acuerdo han procedido en los casos arduos: y Ja
Audiencia ignoraba el verdadero oslado de las cosas, temiendo, como todos,
un suceso desgraciado de la guerra. Para insumirse debidamente; para
lomar la parle que dchc tener cu las circunstancias; para dirigirse en sus
acuerdos; y en fin, para poder dar las noticias exigidas por el Consejo de
Indias, pidió al Vi rey que lo comunicase una idea exacta del oslado do
los negocios públicos, y especialmente de la guerra: y no tuvo olra con-
testación, sino la deque se le mandarían pasar las Gacelas de Saulaie,
que le instrnirian do lo que deseaba saber. Los Ministros las leían como
los particulares: en ellas no se han publicado sino sucesos prósperos, y
como jamás estos papeles han dado una instrucción exacta de los negocios,
ol Tribunal reconoció que no quería dársele parto en olios, siempre temien-
do sin poder dar un paso, y sin atreverse á hacer propuesta alguna
Tal era el estado (pie tenían las cosas ol S do Agosto, cuando á la
primera hora de la noche llegó al Viroy la noticia de haber sido destruida
el día anterior, á poco más de quince taguas (-1-2 leguas) de la capital, por
las fuerzas invasoras, ia3. !l Division del ejercito expedicionario que cubría
al lïcino por aquella parte, y en que consistia su principal defensa.
Esto suceso aciago ponia la capital á merced tic los rebeldes, y todo
exigia que se lomasen medidas activas y prudentes para salvar cuanto
merecía serlo, y disminuir la importancia del triunfo de los enemigos.
Justo, naturalydebido fué reunir el Acuerdo para deliberar lo conveniente;
poro de nada menos se trató. Algun Ministro que merecía la particular
consideración del Viroy, fue avisado por este Jefe, y la noticia le sirvió
para salvar sus intereses. También so comunicó á. otros empleados y par-
ticulares, privada y amistosamente, pero do oficio no so dio al Tribunal.
Por esto medio so propagó á los parientes y amigos do los noticiosos, y
el Virey evacuó la capital sin haber dado la menor medida para salvar ó
asegurar los archivos y caudales públicos, y cuanto podía ser útil al ene-
migo y perjudicial su pérdida á la causa pública.
Jja Audiencia reunida en Acuerdo por los esfuerzos que hizo el expo-
nente, luego que tuvo la noticia por un amigo particular (Don Pedro
Sáenx) y que se instruyó de la deliberación del Virey, determinó salir
también de la capital, y ¡i excepción de un Ministro, que, como dije arriba,
tuvo noticia temprano de todo, los demás salieron sin equipajes ni otra
cosa que !o que llevaban puesto, habiendo solo tenido tiempo para salvar
ol Sello Real.
Así salieron al amanecer del día 9 todos los empleados públicos, y
casi lodos los vecinos principales de la capital, siendo un objeto de tierna
compasión el gentío inmenso que cubría aquellos hermosos campos, y
que huía abandonando cuanto tenia, sin contar con algo seguro para un
viaje penoso c incierto.
El exponente y el Fiscal del crimen, Don Eugenio de Mióla, en
medio de la fatiga, del sobresalto y do las penas tic una retirada tan
repentina y precipitada que emprendieron á pié por falta do caballerías,
quo encontraron á distancia do másele tres leguas do la capital, en quo lo
perdían todo, menos el honor, sufrieron el doloroso bochorno do que pasase
388: DOCUMENTOS FAR/L LA HISTORIA

el Viroy por junto ú ellos, llevando consigo la caballería do su" guardia'


montada, y que ya que no supo proporcionarles bagajes en Santero, tam-
poco tuvo la consideración de hacer desmontar dos soldados, al menos-
Hasta el primer pueblo, distanto legua y media, para que siguiesen mon-
tados los Ministros de V. M., diguos por sus personas y empleos do toda'
consideración.
Ninguna merecieron á dicho jefe, el cual no ciádó-sino de su equipaje
y de su persona y de las de alguno* particulares : así es que en la capital'
quedaron todos los archivos y oficinas, sin haberse salvado un papel, y en*
la Casa do moneda, más de seiscientos mil pesos fuertes do !a amortizada,-
quo al instante habrá hecho circular Bolívar, y cerca do dbsciontos mil
pesos en doblones y barras de que so han aprovochado.
Do Honda para abajo-tampoco hubo orden ni consideración. El Vi--
roy se embarcó con su guardia y algun otro empleado, y la Audiencia'
tuvo que hacerlo después, confundida con la multitud, irrespetada y aun'
ultrajada por los soldados, que á la fuorza ocuparon- el buquo quo so la
destinó.
Así llegó á esta plaza, que do antemano gemía bajo la más espanto-
sa miseria, y en dónde los Ministros ni algun otro empleado pueden con-
tar con la menor parte de sus sueldos, l£3i"' pues sic guarnición subsiste'
por la contribución mensual que sufre este vecindario pobre.„J£$-
La jornada del 7 do Agosto y la evacuación- precipitada del 9,' han1
causado después ció la pérdida del euerpo-del ejército que hacia la defon-
aa del Reino, la de la capital con todas sus oficinas, archivos, Secreta--
rías, caudales públicos y fortunas do los particulares; la do toda la Pro'--
vincia de Tunja, la del Socorro, la mayor parte de Pamplona, Mari-
quita, Neiva, una gran parto do la do Popayan, toda la del Chocó y An-
tioquia : por manera quoá excopcion de las litorales do Cartagena, Santa-
Marta y Riohacha, el Istmo de Panamá y la Presidencia de Quito, todo-
ló demás está bajo do la fuorza del invasor, quien desdo luego procurará
extenderso más hasta dejar aislada esta plaza, única osperanza do YUOS--
tros fieles servidores; pero que tal vez no podrá sostenerse por la falta de
marina y dé toda claso do recursos, para poder' lovantar y' sostener un-
cuerpo de ejército quo la cubra.
Lo cierto os que so obra con la mayor lentitud, que iodo es misterio'
y quo do ninguna parte so esperan prontos socorros, si no os dé "Venezue-
la, de cuyo oslado y situación no se tienen noticias exactas y seguras,
aunque se procura esparcir algunas halagüeñas.
En tan apuradas circunstancias, el exponento considera que el único-
remedio á tantos males, seria la remisión do un" cuerpo respetable do
tropas, al mando do un Jcfo muy político, muy moderado, y do conocí--
míenlos extensos, que al mismo tiempo do obrar con vigor para arrojar ó
exterminar á los invasores, haga respetar las loycs y sus Magistrados, las
propiedades y la seguridad individual, procurando el boneficio:do estos
pueblos, inspirándoles un amor respetuoso á vuestra Ileal persona y á'
vuestro Gobiorno, en lugar de aterrarlos y escarnecerlos : que procure su-
bien en lugar de su ruina ; que les inspiro confianza ; y en fin, quo dé
todas las muestras do la ternura paternal, do la beneficencia, do la huma-
nidad y dulzura que son el fruto de la sabiduría y el único apoyo del
írono.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 389
Mucho os do temor que ol remedio venga tarde ; pero es el único, y
•si la Providencia, que proteje las miras justas y benéficas de V. M. detie-
ne el curso do los sucesos, todavía puede ser oportuno. De todos modos
el exponento so aplaudirá de haber llenado sus deberos, y de haber ha-
blado á V. M. con la verdad, sencillez y libertad con que debe hablar un
hijo á su padre y un vasallo á su señor. Así prospero el Ciclo vuestro
Gobierno y haga eficaces las medidas propuestas, las que le ha sujerido
.el celo por la felicidad do vuestro Imperio, y el amor á vuestra Ileal
persona, sin otro interés y sin otras miras, que las de vuestro Ileal ser-
vicio.
Cartagena, y Septiembre 25 do 1819.
LOPETEDI.

1&2U3&0 digno de los tiempos heroicos de Grecia.


EXCELENTÍSIMO SECTOR :

Como el premio de las grandes acciones sea el estímulo más pode-


roso dol corazón humano, y único resorte capaz de excitar la emulación
¿an necesaria para la defensa do la libertad, me es preciso recomendar á
V. E. -el mérito singular de la ciudadana Simona Duque. Esta mujer,
.actualmente viuda, tione cinco hijos, los cuales presentó al servicio do
las armas en la época anterior de la República. Tres de ellos sirvieron
gloriosamente en la campaña, portándose coino verdaderos soldados do
la Patria. A la entrada do las tropas españolas en esta Provincia fueron
alistados, so desertaron, permanecieron ocultos por largo tiempo, y á mi
arribóme los presentó do nuevo su madre, con la circunstancia extraor-
dinaria de que hubo entre olios un combate vivo sobre la elección del que
debia permanecer á su lado. Uno de ellos, cubierto do cicatrices, fué des-
tinado á esto objeto por los otros y respondió que nó, quo aun podia
militar.
En atención á la viudedad y pobreza do la expresada Duque, me
denegaba á admitirlos todos en el servicio ; pero instado vivamente por
olla, rae vi en la necesidad do condescender. Un rasgo tan sublime de
amor á la Patria merece la mas grande consideración do parte del Go-
bierno. Así espero que V. E. so digne asignarle una pension proporcio-
nada á su subsistencia.
Dios guarde á V. E. muchos años.—ÏUoncgro, Octubre 16 de 1S19.
3.°—Excelentísimo señor.—JOSÍÍ MAUÍA CÒRDOVA.
Excelentísimo Hitar Vicepresidente de lu Nueva Grnnndn.

DECRETO.
Santafé, 29 de Octubre de 1S19.
A la ciudadana Simona Duque so lo suministrarán del Tesoro públi-
390 DOCUMENTOS 1>AIÍA LA IIISTOIUÀ

oo de la Provincia do Antioquia diez y seis pesos íntegros al mes, du-


rante su vida. Publíqucso en la Gaceta esto extraordinario rasgo de
amor á la Patria, para satisfacción do la quo lo ha manifestado y para
ejemplo do los demás individuos de la República.
(Hay una rúbrica del General Santander.)
El Sccrotario, Osoiuo (ALEJANDHO).

GCKGSKVSSS.

SiLEaSB)^ del puerto de Honda de la Flotilla republicana.


El 18 del pasado (Diciembre de 1S19) salió del puerto do Honda
nuestra flotilla, compuesta de veinte y seis buques de guerra y transpor-
tes. Cuando nuestras tropas ocuparon á Honda en Agosto no hallaban
buques en quo atravesar el rio, y hoy tenemos en operaciones contra los
enemigos una flotilla respetable, y se continúa fabricando más buques
para aumentarla. *

OOOXXXi

3LE.1B<S-.&.:®¿L déla Flotilla republicana al pueblo de " San Pablo" de la


Provincia de Cartagena de Indias.
El 27 (de ])iciembro de 1819) ocupó nuestra escuadrilla á San
Tallo, habiendo fugado la del enemigo. El 29 se encontraron, se caño-
noaron, y la dol enemigo echó á tierra su infantería, y apoyada de unos
parapetos que de antemano habia preparado, pudo escapar do sufrir un
buon revés. El Comandante de la nuestra, José A. Maíz, cumpliendo las
órdenes que ha recibido, y no habiondo sido auxiliado por dos buques
quo se lo separaron intempestivamente, reservó para otra ocasión des-
truir los pocos bandidos que roban en el rio. No hemos tenido otra des-
gracia quo dos heridos, y so calcula mayor la de los otros ; habiéndose
además eehado á pique uno de sus baques. **

©©JSHSB^TS de Zaragoza verificado el 22 de Octubre de 1819.


Libertada quo fué esta Provincia (Antioquia) absolutamente, la
frontera de Zaragoza no pudo conservarse guarnecida, por lo mortífero
dol clima. El enemigo, con una columna do menos de doscientos hombres,

" Artículo <lc la ,: Gaceta de Sautnfó de Bogotá" del Domingo 2 de Enero do 1820,
** Articulo dolu " Gncota do Simtafó de Bogotá ' : del lG de Enero de 1820.
DE LA PROVINCIA DI¡ CARTAGENA. 391
hizo un movimiento por el vio Cauca y ocupó á Zaragoza. El Jefo do la
Provincia destinó al Capitán Robledo con una partida á arrojarlo de aquel
lugar : el 22 de Octubre (1819,) alacó al enemigo, y logró batirlo matan-
dolo cincuenta y cinco soldados y el Comandante de la columna. Por ha-
ber sido herido el Capitán Robledo no se pudo obtener el más completo
triunfo tomando los buques en que habían venido á Zaragoza los enemi-
gos. Así consta do los partos del Comandante general do Antioquia. "

00332522.

®)<Q!3'&BJ&lM'Sï de la ciudad de Simití por fuerzas republicanas.


El patriota Salomó Pérez, que de la Provincia de Pamplona salió al
rio mandando una partida, ha obrado con suceso contra los enemigos,
según lo comunica en parte oficial. Ha tomado cuatro buques y de ellos
uno de guerra, quo venían cou víveres para las tropas dol Rey apostadas
en San Pablo : ha aprehendido al Oficial Martín Salcedo y tres soldados
españoles : ha ocupado á Simüí, cuyos habitantes se han unido al partido
de la Independencia, y ha derrotado dos buques de guerra que subían do
Mompox. El espíritu público en todos los pueblos de la ribera del Mag-
dalena es muy decidido por la justa causa de su patria. **

A3STO D E 18SO*
oooxxn.
C O M B A T E verificado en el "Peñón de Barbacoas" (rio Magdalena).
El Excelentísimo señor Vicepresidente de Cundinamarca, General
Francisco de Paula Santander, ha recibido el siguiente parte del Gobor-
nador Comandante general de Mariquita.
EXCELENTÍSIMO SBROR :
Ahora que son las seis de la tardo acabo de recibir parte del Co-
mandante de la primera Division de las fuerzas sutiles del Alto Magdalena,
Tomento José Antonio Maiz, fecha 26 del corriente, desde Nave, á dónelo
llegó herido, en el que me dice haber derrotado completamente al ene-
migo, el 23 del presente Enero, en el "Peñón du Barbacoa*" cercado la
Boca de Sun Bartolomé, matándole más de cuarenta hombres, entre ellos
al facineroso Violó, y lomado muchos prisioneros, entre ellos tres ofieia-
• Copiado do la " Otaoola do Sattbtfu (ta Bogotá " de 11 de Noviembre de JS19, nú-
moro 10."
•• Copiado de lo •'' Gaceta de Snnfciife de Bogotá " de 1 » do Diciembre de ISiO, mí-
ínoro 21.
392 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

les españoles, dos buques do guerra mayores con sus marineros, artillo?
ría, municiones y quinientos cuarenta fusiles, equipajes &c. A la fecha
oslarán en nuestro poder los restos que escaparon, á quienes se perseguia
con ardor. Espero el detall de que daré á V. E. pronto aviso.
Dios guarde á V. E. muchos anos. Cuartel principal de Honda,
Enero 2d do 1820.—10. '
Excelentísimo señor :—Josií MARÍA MANTILLA.

âtltSEiiLCÎIOîXr de las alhajas de la Iglesia de Simili que ha entregado


el Teniente Coronel José Carvajal, que encontraron sus soldados en poder-
de los enemigos, en la acción del 23 de Enero en el " Peñón de
Barbacoas."
Primeramente una custodia do plata—item, un cáliz con su paie?
na—un par de vinajeras con su platillo—un piséis, incensario é hisopo—r
una concha de bautizar—un resplandor—una coronita imperial—cuatro,
cruces de diversos tamaños, todo de plata—últimamente hasta el mantel
y las cortinas del Sagrario.
Como encargado que estoy del Curato y capellanía de Nave, do orden
del señor Gobernador y Comandante general do la Provincia, me hago
cargo de las alhajas referidas arriba. Honda, Pobrero 2(J de 1820.
Fu. CASIMIRO LEAFÍO.

CCCX3SÏV.

CC03MSAT33 librado á inmediaciones del pueblo de Chiriguaná.


Por el Estado Mayor general del Ejército Libertador, so comunica
á S. E. el Vicepresidente lo siguiente :
Cuartel ycncrul del Rosario de Cuenta, à 4 del ma de Julio de IS20.

AL EXCELENTÍSIMO SESOK VICEPRESIDENTE'DE CUNDINAMARCA.

En la orden general do este dia comunicada al Ejército, so inserta


la noticia siguiente :
" Reunidas las reliquias de las tropas batidas en Laguna Salada el
25 do Mayo último, por la columna Irlandesa del mando del señor Coro-
nel Montilla, se dirigieron hacia Chiriguaná. El Coronel Carmona, que
so movia sobro el Valledupar, la reconoció do cerca el 16 do Junio, y
retrogradó siempre á su vista, hacia la Division del señor Coronel Lara,
con quien se incorporó el 21 del mismo mes en la sabana de Tantalame-
fjuc. El 22 movió el señor Coronel Lara toda su Division, con dirección
á Chiriguaná. El 23, su descubierta encontró en el Hato do Caracoli
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 398
una partida enemiga de cuarenta infantes, quo so refugió precipitada-
mente á un bosque. Nuestra Division hizo alto frente á él, y se acampó
destacando un trozo de carabineros con el doble objeto de perseguir á los
fugitivos y descubrir al enemigo, el que participó que el enemigo liabia
tomado el camino de la gran montaña de Algarrobo, retirándose á Chiri?
guana. Al amanoccr del 2-J, el Coronel Lara continuó en marcha sobro
el pueblo, colocando á vanguardia la primera compañía de " lliílcs de la
Guardia del Libertador." Como á las tres de la tarde salió á la sabana,
y fue informado por una paisana de que. el enemigo ocupaba un bosque
á la izquierda del pueblo do Chiriguauá, que estaba muy inmediato. En-?
'toncos'el Coronel Lara formó en columna sus batallones 3r marchó sobre
pl enemigo, cubriendo su vanguardia y flancos con la caballería. El ene-?
migo, apoyado sobro el bosque, destacó una guerrilla sobre el flanco dere-
cho do nuestra Division para sostonev á algunos oficiales que venían á
observarla. Sobre la marcha fué destinada la primera mitad de la primera
cpmpañía del batallón Rifles á batir la guerrilla enemiga, y seguida?
mento fué reforzada con la otra mifcad. Los enemigos huyeron hacia el
bosque, siempre perseguidos por uuestra guerrilla, y se movieron en reti-
rada que protegían 40 hombres de caballería ospañoles. Reforzada la pri?
inora compañía do Rifles con la sogunda del mismo, persiguieron activa?
mente los fugitivos que ljuian por entre el bosquet Lo quebrado del te=
rrono impidió que nuestra caballería cargas© sobro la enemiga quo cosr
teaba el monte. Después de dos leguas do persecución so dispersó enter
ramente la infanfcoría, huyendo sin tino ni dirección por donde pudo, sin
ppdorse continuar la persecución á causa do la aproximación do la noche
y do u,ua fuerte lluvia.
El enemigo ha perdido en esta fuga toda su infantería, quo se ha
dispersado hacia ol rio Magdalena; de modo que sin batirse han sido,
disuoltas las tropas que lograron salvarse de la acción do la Laguna 6'a-
lada. Nuestra Division penetró on Chiriguaná. Nada podrá ya impedir
Jas operaciones sucesivas del señor Coronel Lara.
Todo lo que pongo en noticia do Y. E. do orden dol Excelontísimq
señor Libertador, para su inteligencia, satisfacción y la de todos loa
cuerpos y habitantes do esc Departamento.
Dios guarde á V. E. muchos años.—Excelentísimo Señor,
BARTOLOMÉ SALON. '•

©(SWSP.i-iCiEOEi del pueblo de " El Peñón " por las fuerzas del Coman.-
dante Hcrmógcnes Maza.
EXCELENTÍSIMO SESOR:

La escuadrilla de mi mando so ha batido con la última intrepidez


contra los enemigos en el Banco, los cuales, parapetados y con cañones
' Tomado de la misma Gaceta, niímcro 52,
894 DOCUMKNTOS PARA LA HISTORIA

do 12 y 18 en tierra, y buques con piezas de igual calibro, nos hicieron


un fuego vivísimo sobre el sitio do íSl Peñón, que fue tomado á costa de
cuatro hombrea ; y habiendo hecho colocar un cañón cu tierra, les pude
inutilizar dos buques, sin saber qué otra pérdida hayan tenido. Como sus
atrincheramientos dominaban mi posición, la dejé, habiendo recono-
cido perfectamente las fuerzas del enemigo, y visto la imposibilidad de
conseguir el abordaje quo intentó, por estar apoyadas sus fuerzas á un
gran remolino, y sus buques á la derecha del rio Cesar. El Capitán llor-
mechea so ha portado con mucho valor, igualmente los Tenientes Jimé-
nez y Subteniente Monsalve, y los artilleros Rafael Horta y Gcorgo
Cartagena—V. E. esté seguro que solo espero la combinación de las tro-
pas de Antioquia, y movimientos de la Division de Ocaña, para destruir
el enemigo.

Dios &.n—Tamalamequc, Mayo 2-1 de 1820.


HERMÓGENES MAZA.

Excelentísimo señor Vicepresidente de Cundinamarca, Francisco


de Paula Santander. *

(0CCX3CVZ.

©Cíl!JPA.CíS:(0)JSr del importante punto de " Nechi " por las tropas
colombianas, y noticias de otras operaciones militares.
ANTIOQUIA—El importante punto de Nechi, defendido por cincuen-
ta hombres y fortificado regularmente, ha sido ocupado el 14 del pasa-
sado (Mayo de 1820) por la Compañía del Capitán J'aramillo (Clemente)
á favor de una cstratajoma militar. Nuestra columna habia avanzado
hasta el Majagual. El Subteniente do Granaderos, Còrdova (Salvador)
subió á Cáseres y tomó setenta fusiles, mil cartuchos y algunos otros
efectos. El Comandante de esta columna, Teniente Coronel Còrdova
(José María), en 26 del pasado, en que avisa de estos sucosos, seguia sus
operaciones.
Si los enemigos llamaron á Nechi la llave do Antioquia, por la faci-
lidad con que so dirigieron sobre esta Provincia en lSló", nosotros debe-
mos llamarlo la llave de la Provincia de Cartagena, porque igual facili-
dad nos proporciona para extender nuestras operaciones en aquella dos-
graciada Provincia. **

La columna del enemigo, que en su fuga de Ocaña se detuvo en


Chiriguaná, ha continuado retirándose :i la plaza de Santa Marta, pol-
la hacienda do " Campe-rucho," desviada dol VaLlcdupar, que permanecía
• Copiado do la '•' Gaceta do Bogotá " do IS de Junio de 1820, mimero 47.
** Copiado de la "Gacela do la ciudad de Bogotft" de 18 do Junio 1820, nrtmevo 17.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 395

pov nuostras armas. Asi lo avisa do Sau Bernardo cl Coronel Carmona


(Francisco). ''

Acción da La Mojfíua.r,r

El Comandante general Còrdova (José María) añade: que en esta


acción se tomaron dos buques tic guerra al enemigo, con cañones do 8
y -1 bien dotados, y que solo un buque escapó. El 29 pasado (Mayo do
1820) estaba toda su columna reunida en cl ÀLtjcgtuil, y continuaba sus
operaciones.

.&X<ÍJ>(CW(SE(0>S¡í del Gobernador de la plaza de Cartagena de Indias.

HABITANTES DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA !

Vuestro Gobernador y vuestro Jefe, lleno del más amargo dolor, lia
tenido el sentimiento do saber que os negáis absolutamente á defender
vuestros hogares y vuestro sacio patrio. ¿ Qué es esto, habitantes de los
pueblos ? ¿ Habéis desterrado de vuestros corazones el amor á vuestros
hijos, á vuestras mujeres y á. vuestras fortunas, que todo lo queréis aban-
donar á vuestros enemigos ? ¿ Seréis más débiles y pusilánimes quo los
Samarios, los do Portobelo y Rio de Hacha, que han sabido con tanta
gloria suya lanzar á los enemigos, á esa horda de facciosos acaudillados
por monstruos inmorales que no aspiran á más que á la depredación, al
saqueo y al objeto de su lascivia? JBh ! No se diga jamas de vosotros,
que os portais como mujeres débiles }r flacas, y que escondéis la cara al
peligro, á un peligro que tal vez no existe sino en vuestra imaginación.
¿ Qué dirían los valientes Cartageneros del año de 1741, que con tanta
gloria defendieron su patria, si viesen el borrón quo os echáis encima con
vuestra conducta ? Se avergonzarían de haberos dado el ser, y se escon-
derían en lo más profundo de los sepulcros para ocultar su rubor. A las
armas, Cartageneros, á las armas; defended vuestro suelo; sobrepasad, si
es posible, los esfuerzos y hazañas victoriosas de vuestros vecinos y vues-
tros antepasados; haced conocer al enemigo que vuestras propiedades y
vuestros más caros intereses no so os pueden robar impunemente. Oid la
voz de vuestro Jefe, habitantes de osla Provincia. No le deis lugar á quo
se avorgüence también de mandaros. Sus pretcnsiones nada tienen do
común con él; son solo las do vuestra felicidad. Empapaos de estas ideas,
y vuestro Comandante general os sabrá- presentar á los pies del Trono
con aquellos laureles inmarcesibles que adornan ya las sienes do los hijos
de Santa Marta, Portobelo y Riohacha.

Cartagena, Id de Junio do 1820.


GAMUEL DE TORRES, t

•'•' Copiado de ln misma Gacela número -.17.


'" Copiado de Ja •'• Gaceta de la ciudad do Bogotá " do 2 do Julio 1820, número 13.
t Tomado de la misma Gaceta, do 2:{ do Julio do 1820. número 52.
;S9G DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

OOOXXVXXX.

ÍDXCBJ2FJ5i.©E©!Rr de Mompox por las fuerzas colombiauas, y victoria


alcanzada en " Tenerife."

El Comandante general Cordova avisa con fecha 24 del pasado (Ju~


¡nio de 1820) desdo Mompox, haber ocupado dicha ciudad el 19 en la
noche, habiéndose apoderado antes do las Sabanas del Corozal, arrojando
hasta Tolú uu destacamento enemigo de cien hombres quo intentó
oponerse.
La flotilla enemiga abandonó su fuerto posición del Banco, y pasó
on retirada desordenada por la boca de "Tacaba." Dos de sus buques con
¿cañones de 3 y 4-, con tripulación, infantería y armamento se pasaron á
la nuestra, habiendo sido fusilados sus respectivos Comandantes españo-
les; lo que so verificó por los Sargentos Ignacio Jurado y Manuel Gon-
zález, y los Cabos Trinidad Fares y Juan Josd Cruz, El Comandante
líaza estaba ya reunido en Mompox.
El señor Córdova recibió en el Magdalena, el 17, pliogos del Almi-
rante Brion, quo so hallaba en las bocas del Magdalena. Por esto se sabe
quo S. E, el Almirante fondeó en Sabanilla con 15 buques mayores y
otros monores el 10 de Junio (1820) y que seguidamente una Division
do infantería ocupó á Soledad. Dice quo el tren do artillería, armamento
y pertrechos quo conduce a bordo son inmensos.
gg^°El 27 atacó nuestra escuadrilla,»^ * en combinación con una
columna de infantería al mando del señor Córdova, al inexpugnable Te-
?ierife, defendido con 300 hombres y 11 buques do guerra: nuestra
escuadrilla hizo el ataque desesperadamente, y batió á los enemigos,
matando todos los trescientos, tomando 9 buqués bien dotados, ocho mil
cartuchos y todos sus fusiles* Por consiguiente Córdova ocupó á Barranca
el mismo dia 27 (Junio), y todo ol alto y bajo Magdalena está en poder
de las tropas de la República. Así resulta del siguiento oficio;

EXCELENTÍSIMO SESOR J

Tongo la dulco satisfacción de dar parto á V. E., quo todo el enemi-


go quo ocupaba el alto y bajo Magdalena, y el Cauca, ha sido completa-
mente batido t£|r ayer 27 del corriente á las 5 do la mañana, como lo verá
Y. E. por el adjunto Diario.„í=§J
Hoy he comunicado esta victoria al señor Coronel Mañano Montilla,
quo está en Soledad, obrando sobro Cartagena, para aguardar sus avisos
y seguir mis operaciones con su acuerdo,
Casi puedo asegurar á V. E, que por mis operaciones ol enemigo
está ya reducido á la plaza do Cartagena, pues después que aquellas tro-
pas han jurado la Constitución, como lo verá V. E. por los adjuntos
impresos, haciendo grandes esfuerzos han solamente salido dosciontos
hombres con el objeto do contener al señor Coronel Montilla, los que im-
* Cao¡ todos loa hiatorindoren manificBtnn que fué el 25, en lo cunl BU fren error,
DE' LA PROVÍNCIA DE CARTAGENA. 397

Mostos de su desgracia, mi victoria, so habrán retirado rápidamente á lit1


plaza.-
Dios guarde á Y. E. muchos años.
Cuartel principal en Barranca,- Junio 28 do Ï820.-
Excelentísimo señor.—El Teniente Coronel,
j'osií MARÍA CORDOVA*.
Bxcclcntímmo señor ViccprcBidbuUs'dc Cimdinamnrca', General de Division, Fraucisco'dc'
Paula-Santander,- '•'

deoaassss.
2!?3&<0)(CIai&ft/iï'A del Gobernador de la plaza d'c Cartagena de'Indias.-
CARTAGENEROS !

Nada ha1 sido más sensible para mi corazón', quo' la necesidad do'
mandaros salir do vuestros hogares; pero no es posible evitarlo"si so
quiere evitar vuestra desgracia y destrucción.• Tal vez; en'boca de algU""
nos malvados esta medida será mirada como una crueldad;'-pero si recor-
dáis quo el Gobierno os ha tratado siempre con el mayor amor;- si-abrís"
los ojos- sobro las circunstancias do esta' plaza,- conoceréis que vais' á pe-
recer si permanecéis en'ella; que cuando el enemigo esté á lá vista no'
os permitirá salir para quo no se disminuya el número de bocas, y on~"
tonces vuestra muerto es infalible. Convenceos do la necesidad1 que toncis;
d'e ir á buscar vuestra subsistencia, y lejos de mirar como-crueldad ol'
mandato'de emigrar, lo mirareis-cómo im: beneficio. Afortunadamente el
enemigo da algunas treguas, pero al fin podrá ser preciso evacuar' la/
plaza, y tal vez' evacuarla con precipitación'. Salid lo más'pronto posiblej-
Cartageneros, y' libradme del posar do tenerlo quo hacer militarmente.-
Si los rebeldes se presentan frente d'o la plaza, no tendríais ni un- cuarto-
de hora'de término para verificarlo, y no1 podro'usar con vosotros do la?
menor contemplación.
Cartageneros: poneos á cubierto con: tiempo do esta desgracia quo
os amenaza. Pasadas las presentes circunstancias vosotros volvereis á
vuestros hogares, y entonces mo daréis las gracias por haberos libertado
do todos los males.

Cartagena, 5 do Julio de 1S20.


:,:
GABRIEL DE TORRES. '

' Tomado de la mismu Gacela, del 16 de Julio de 1820, ntfmero SI.


*• Tomado do la misma Gaceta, de 27 de Agosto de 1820. número 07.
398 DOCUMENTOS TAKA I,A HISTORIA

COCSS3SX.

Cîià.3&Ti&.ë? del General Santander, Vicepresidente del Departamento de


Cundinamarca, á los Comandantes Hcrmógcncs Maza y José Alaría
Cordova, sobre las operaciones del Bajo Magdalena.
L
Bogotá, Julio 0 de 1S20.
Mi ESTIMADO MASA:

Esta carta la debe usted tener como una orden, y proceder según
su tenor. Las órdenes que tenga usted del Ministro de Guerra son las que
debo cumplir con preferencia. S. 3D. el Libertador me dice que usted
debo tomar ¡i Mornpox luego, luego; y quo si no pudiere, debe reunirse
con Còrdova para ejecutarlo, aunque sea teniendo que pasar por delante
do Mornpox, que so suponga m guarnición, que ofrezca grande dificul-
tad. Usted debo aprovecharse de las ventajas obtenidas en Hiohacha y
Provincia de Santa Marta, del desaliento del enemigo y do su actual
timidez. JDebc usted adelantar terreno cuanto le sea posible, y en todo
caso apodérese do toda la ribera de Sonta Marta, quo es sin duda más
fuerte para nosotros que la ribera do Cartagena. En todo lance apurado
deben reunirse las tropas de usted y las do Córdovaáobrar de firme, con
audacia en el plan y con prudencia en la ejecución. A esta fecha está
navegando el batallón de Honda. Dome usted aviso de cuanto le suceda
y sepa del enemigo. Disponga usted del afecto con que soy su estimador
y amigo.
FRANCISCO DE P. SANTANDER.

II.
Bogotá, Julio 9 de 1820.
Mi ESTIMADO CÓRDOVA:

No he vuolto á saber de tu estado desde que me escribiste do Maja-


gual, y deseo mucho conocerlo, pues he formado las esperanzas más
lisonjeras de tus marchas y operaciones. A Maza se le previene quo trato
do tomar á Mornpox luego, luego; y que si es menester reunirse contigo
por las bocas do Tacaloa, lo verifique: que cu todo evento se apoderen do
las riberas do Santa Marta, que parecen más fuertes para nosotros que la
ribera do Cartagena; y que do todos modos se retinan las columnas tuya
y de él, para continuar cualquiera operación, ó defenderse de alguna
fuerza enormemente superior. Todo le servirá de gobierno. Es preciso
aprovechar las ventajas obtenidas cu Riohaeha y Santa Marta, el desa-
liento y timidez en que están sumergidos los enemigos: es preciso fati-
garse en buscar una ocasión favorable y servirse de ella; es menester, en
lin, no ser ingratos á la fortuna, por la lentitud, timidez é inepcia. La
audacia se empleará para emprender un plan, y la prudencia para ejecu-
tarlo. Ton siempre presento nuestra campaña délos Lhinos á Bugotá.
' Eslns dos cartas ban sido Lomada» de un libra de correspondencia secreta, que
llevado por el General Santander, c.\¡6tc cu la Biblioteca nacional.—(X. del li.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 399

Esta carta debes leerla muchas veces, y conservarla como instrucciones


oficiales, pues la dejo en el copiador. Está por demás que te renueve mis
votos por tu prosperidad, salud y afecto con que soy tu amigo,

FRANCISCO »K PAULA SANTANDER.

¿SSyuXCpJifS© y asedio de la plaza de Carlagena por una Division del


Ejercito colombiano.
CARTA DEL SEÑOR COMANDANTE GENERAI. MONTILLA À S. E. Et. VICEPRE-
SIDENTE DEL DEPARTAMENTO.

Cuartel general Divisionario en Tiirbaeo, d 14 de Julio de 1820.

EXCELENTÍSIMO SE.NOK:

Tongo el honor do remitir á V. E. copia de la correspondencia in-


terceptada, quo dirigía á Santa Marta y Venezuela el Gobernador de
Cartagena. V. E. verá por ella el estado do apuros en que está la plaza
y las circunstancias favorables que se presentan para ocupar este puerto
tan importante. Desdo el 9 entraron en Cartagena las últimas miserables
reliquias españolas de Zispata y Tolú, de suerte que la columna del Te-
niente Coronel Cordova nada tiene que hacer en cl dia.
Mis avanzadas llegan al Pié de la Popa, porque tengo colocada mi
caballería en Ternera, y en toda la semana entrante quedarán cubiertas
las avenidas do la Boquilla y Ciénaga de Tesca, como también las de
Albornoz, Pasacaballos, Cospique y Mamonal, cuyos puntos serán defen-
didos por la columna do Patricios que organiza el señor Coronel Ayala
en Sabanalarga y San EsUmislao, y que se moverá el 16 con esto objeto.
Aun sin necesidad de tropas está bien cortada la comunicación con la
plaza, por la bella disposición dolos pueblos, y por las patrullas que hago
salir de esto Cuartel general. El enemigo tiene abandonada La Popa,
y sus fuerzas sutiles son tan mezquinas, que no han podido aún poseer
la ciénaga de Tesca, siendo tan escasos los marineros, que tienen desar-
madas tres de las cinco lanchas que existen en la bahía. El bergantín de
guerra " Andaluz," su única esperanza, está yéndose á pique.
El Vircy Sámano, el Obispo Rodríguez y el Brigadier Gano, han
salido do la plaza para Jamaica, en consecuencia no solo de la aproxima-
ción de las tropas de la República, sino por la anarquía que reina en la
plaza, do resultas do la revolución que hubo para jurar la Constitución ;
do suerte que el primer vocal do la " J u n t a de seguridad pública " que
han establecido, es un Sargento Cortés, artillero, el que dirige los nego-
cios de Cartagena: en el dia han arojado do la ciudad á todos los hom-
bres que les son sospechosos, y se me han presentado aquí los ciudadanos
Castillo, Pardo, Mutis, Santamaría, Gutiérrez y otros.
El parque tomado en Tenerife ha sido de mucho valor, y él propor-
ciona excelentes obuses do ocho pulgadas, con buena dotación do grana-
<ÍOÜ DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

cías, quo unidas d los proyectiles quo ha conducido la Escuadra, nos su-
ministran medios do bombardear la plaza. A pesar do las privaciones
que estamos padeciendo, el entusiasmo es general, y no hay indicios do
descontento;
Dios guardo á V. E; muchos años;
MARIANO MONTILLA;

Excelentísimo señor Vicepresidente del Departamento de Ciíndinamarca.

Correspondencia interceptada.
Carla del Gobernado)' de Cartagena al General Morillo.
EXCELENTÍSIMO SESOH:
Me es sumamente sonsiblo tener que dar d Y. E. una noticia desa-
gradable, pero el sostenimiento y defensa do esta interesante plaza moi
hace clamar á V. E. por su socorro. La apatía con quo so ha conducido'
él Viroy durante diez meses consecutivos, ha hecho perder tedas las fuer-
zas que obraban cu ol Magdalena. La negativa absoluta á dar auxilio' y
el mal uso do los fondos, ha hecho que esta plaza se hallo sin víveres,- río
obstante mis repetidas reclairíacionos desdo ol mies de Octubro; y ultiiría-
miente su impolítica h'a causado la .sublevación do todos los pueblos. Erí
estas circunstancias la escuadrilla derrotada del Hacha lía venido á Saba-
nilla desembarcando trescientos ó cuatrocientos hombres y electrizando'
á todos los habitantes. En los primeros momentos creí poder contener
los progresos del enemigo, destacando doscientos hombres dol regimiento'
de Leon, y la caballería do quo pudo disponer; pero rouniéndoso cada dia
aquellos habitantes do los pueblos que se han portado con la mayor iii/í-
delidad y no siendo posible roforzar esta pequeña columna do modo
alguno; habiéndose pov' otra parto reunido á los enemigos lois del Mag-
dalena después do haber destruido' todas nuostras fuerzas, recele que
podria aquella sor envuelta por tener enemigos á su frente, flanco derecho
y ospalda, y dispuse se replegase d esta plaza, donde carozco do todo,
míenos do los deseos do sacrificarme en obsequio' del servicio del Bey y
do la Nación;
En este apuro', sin casi guarnición, sin víveres, sin un real de quo*
disponer, y sin dominar más terreno que el contenido en las murallas de
esta plaza, no rao queda otro recurso que ocurrir d V. E., persuadido
socorrerá este interesante punto, llamando la atención do los enemigos,
mandando por la Provincia de Santa Marta la gente quo lo sea posible, ó
las fuerzas do agua que ostó'n ú su' disposición.
Dios guardo d V. E. muchos años.
Cartagena, 8 do Julio de 1820.
Excelentísimo señor.
GAURIKL I>B TORRES.

Excelentísimo uciíor Conde do (¡octagon*, Teniente General Don Pablo Morillo, y on Jofe
del Ejército Expedicionario do Costa firme.
DK LA PKOVINCIA Dlí CAUTAOIÍNA. 401

Oficio del Jefe español de Cartagena.


EXCIÍI,ENTÍSIJIO SEÑOK:

Sin perjuicio de que el Teniente Coronel graduado Don Bernardo


de Leon habrá puesto en manos de V, E. el oficio que con fecha 21 del
pasado le dirigí desdo el cuartel general de Sabanalarga, pidiéndole algun
refuerzo para poder batir al enemigo, que on número de alguna conside-
ración estaban reunidos en Malambo, teniendo no pocas fuerzas do paisa-
nos armados de los pueblos do Barranquilla, Soledad y Malambo, como
dicho Jefe habrá explicado muy por menor las críticas circunstancias en
quo nos hallamos, y la perentoria necesidad do algun refuerzo pam car-
gar al enemigo con probabilidad do triunfo, respecto á que el pésimo
estado de los pueblos, todos escondidos en los montes, y Un opuestos á
prestar ol más pequeño auxilio á las tropas españolas, como decididos á
cooperar abiertamente dándoles una protección admirable á los insurrec-
tos y enemigos; no nio podia lisonjear harían nada en mi favor, antes al
contrario los miraba con el mayor rócelo, considerándolos como enemigos:
recibí á las once del 2S por el Capitán del cuerpo Don Rafael Cisncros,
su muy atento oficio del 25 en que me avisaba debían unirse 200 hom-
bres quo estaban ya on Sitionuevo, y para cuyo embahe tenia ya á fuerza
de diligencias y dinero listas las barquetas necesarias por Santo Tomas y
Ponedera, oslando tan satisfecho como agradecido de las sabias disposi-
ciones do V. B. que mo comunica en su citado oficio, cuanto que desdo
luego me prometia con solo este auxilio la completa destrucción del ene-
migo y los triunfos más brillantes do mi columna ; pero como al mismo
tiempo me dio parte oí citado Capitán de la desgracia extraordinaria
íggP ocurrida en Tenerifo el 27, de que S. E. estará exactamente impues-
to ;«¿£J5! habiendo ocupado los enemigos en su consecuencia el punto do Ba-
rranca en número bastante considerable la misma noche del 27, : : no me
quedaba otro arbitrio obrando militarmente, que emprender mi retirada cou
las mayores precauciones; lo cual acordado por la Junta do guerra que for-
mé de todos los oficiales do la columna, puso en ejecución la noche del
28, habiendo dado aviso por Candelaria al Capitán del .Rey, encargado do
la tropa quo V. E. mo mandaba por chasqui extraordinario, no solo por
aquella dirección, sino por la de Ponedera y Santo Tomas, con cuyos
pueblos estaba cu directa comunicación, de que estaba obligado ó iba á
emprender mi retirada, todo con el íin do evitar so embalsasen, }r so ha-
llasen comprometidos si dudaban mi movimiento. Igual aviso di al Te-
niente Coronel graduado Leon por la vía de Candelaria, esforzando el
chasqui á ver si podia alcanzarlo, contestando al propio tiempo á V. E.
su citado oficio del 25.
A pesar do hallar todos los pueblos abandonados y sin el menor re-
curso do ninguna especie, puso en marcha aquella misma tardo el parque
do municiones, fusiles, pertrechos y hospital, emprendiendo yo la retirada
=• El combate de Tenerife lavo lugar, como lo afirman esta nota y el parte del Co-
nnmdantc José María Còrdova, al amanecer del 27 de. Junio de 1820, lo cual eslá corro-
borado por varias hojas de Kcrvicios, entre ellas la del tinado Teniente 1.° Tomas Fajar-
do, natural do Honda, que oc baila en un expediente archivado cu la Corle Suprema
federal—(N. del 15.) 26
402 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

con toda la columna á las ocho de la noche, con el mayor orden y en todo
arreglo, habiendo formado la primera marcí» hasta San Estanislao, dondo
llegue á las nueve del 29, y el 30 á consecuencia de haber recibido el
duplicado del Jefe de esta Provincia que original inserto á V. E., para
que conozca el crítico caso en que me hallo, no tuve otro remedio que
continuar mi retirada con los mayores apuros y trabajos, por desiertos
completamente y sin el más pequeño recurso de los pueblos. Eran insu-
perables los obstáculos que 60 me presentaban par:1 salvar el parque,
inaniciones, hospital y mochilas île la Lropa. y aun alimentar á ésta; poro
por fortuna y casi prodigiosamente he logrado entrar en esta plaza, hoy
clia do la fecha, con toda mi fuerza íntegra y sin haber perdido un car-
tucho, y después de haber dejado cubierto con la fuerza de infantería y
caballería que se me mandó, como observación, les puntos de Turbaco,
Santa Rosa y Tornera ; habiendo hecbo conducir en mi rápida marcha
sobre doscientas reses (pic han entrado en la plaza, lisonjeándome de que
con diíicullad podria citarse una retirada do esta especie por lo oportuna;
ordenada y sabiamente ejecutada, pues Y. E. sabe que por máximas
constantes de torios los autores militares, es de más mérito muchas veces
una retirada do esta clase que una victoria del acaso. Los enemigos en el
momento que desocupé á Sabana larga tuvieron repetidos avisos y chasqui,
de los muchos picaros que infestan esta Provincia, y á las cuatro de la
madrugada ocupó el pueblo su caballería en número do 100 hombres, á
las cinco de Ja mañana la infantería en número de 500 hombres con 4
violentos ; pero parece no lian adelantado sino alguna pequeña partida
hasta San Estanislao ; y lo mismo ha sucedido por la parte de Barranca,
sin duda porquo respetan demasiado el valor, fidelidad y decision do los
habitantes de la Provincia, que si se determina á atacarlos por Barran-
quilla, sin disputa, los extermina, // debe auloriuirmües pura ijtte huyan y
cometan cumio* daiiùn t/iciei'un en unos pueblo* Lan dednedes y rebel·li1*, ia-
diyuus de todo- contiidtiïucioii. V. E. con su sabia meditación, buen talento
y grandes conocimientos militaros, tomará todas las medidas necesarias
para, hostilizar á un enemigo que lia encontrado una protección ten ilimi-
tada en los infames pueblos de osla desleal ó iuíiol Provincia, que es la
que los lia podido conducir con facilidad y sin la menor pérdida hasta las
puertas de la plaza, reduciéndonos como lo estamos por ellos mismos á,
un estado de sitio.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Cartagena, 7 de Julio de 1820.

Excelentísimo señor.—El Comandante de la columna,

IGNACIO ROMERO.

Excelentísimo cofior Marinai de Campo, Don Pedro Ruix tío Forras. -

• Tomado de la mtuua Gacela, número:; 55 y 5C.


DE LA PROVINCIA BE CARTAGENA. 403

ItfOTA por la cual se recomienda al Gobierno á los oficiales Corral y


•Cordova, por su brillante comportamiento en la acción de " La Mojana."
Comandancia general de las Columnas del Cauca y Magdalena.
Al aeñor ¡Ministro tic Guerra y Hacienda.

lío manifestado á la '.Division que la conducta de los Oficiales Co-


rral y Cordova,, en la acción de "LaMojana," ha sido muy satisfactoria á S.
E. Comunicaré al Excelentísimo señor Almirante lo que S. E. el Vice-
presidente me manda, de que á los dos buques de guerra lomados allá
so les llame en lo sucesivo al uno El Corral y al otro La Mojana.
Esta acción la encuentro la más atrevida que so ha dado en Onn-
dinaiuarca, ': estos oficiales han probado en ella que son bravos y son
do alguna inteligencia; por el señor Ministro de la Guerra me ordena
S. E. el Libertador diga si los croo acreedores á un ascenso ó á alguna
otra recompensa ; en esta virtud y creyendo quo S. E. cl Vicepresiden-
te debe darlos dicho ascenso, propongo al Teniente Manuel del Corral
para Capitán de Granaderos y al ¡Subteniente Salvador Córdova para Te-
niente de la misma: el Capitán Jaramillo (Clemente) que ha mandado esta
compañía es Capitán do Ingenieros por el Gobierno de la República ante-
rior y no ha sido nombrado por S. E. Capitán de dicha compañía, pues }'0
no lo lio propuesto.
Dios guardo á U. S. muchos años.
•Cuartel principal en el Carmen, ®* Julio 28 de 1820.
Jose" MARÍA CÓRDOVA.

SîEa ià.SiS/KS'i^i^.B'T^SS Luis Brion participa hallarse en comunicación


con los Jefes de las fuerzas terrestres colombianas.
.República ¿le Colombia—Luis Brion, del Orden de Libertadores, Almi-
rante de la República y General en Jefe de los Ejércitos. <y.
Al Excelentísimo señor Vicepresidente ilc Cnudiuamarc::. Ciudadano General Francisco
de Paula Santander.

Participo á V. E. con la mayor satisfacción habernos puesto en fin


en comunicación con el ejército del interior, bien que después do grandes
y muchas dificultades. Como la premura dol tiempo no permito ser muy
extenso, haré á V. E. una breve exposición do los hechos.
Ocupada la ciudad do Piohacha por nuestras I ropas el \2 de Manto,
marchó ol señor Comandante general Coronel Montilla- con la legion Ir-
landesa y milicias que se organizaron en la Provincia: pendró hasta el
Territorio que boy compone la Nuera Colombia. (N. de) E.)
•" Carinen, población de !:•. Provine!» (le Cartngeua. (.£•'. del E.)
áOÍ DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Valledupar, en donde permaneció un mes en continua espectativa doí


ejército del interior. Como esto no parecía y el enemigo colectaba gente
en la Ciénaga, quo reunida á In tropa de línea marchaba sobre él con
caballería, tuvo que replegarso hasta la ciudad del Hacha, á donde vino á
atacarnos en número de dos mil. En dos acciones que se empeñaron fué
completamente derrotado, con gran pérdida, y apenas, algunos restos so
reunieron á uulorco leguas de distancia. El señor Comandanto general
dio orden para que siguieran en su persecución, y los irlandeses se ne-
garon tenazmente antes do recibir exorbitantes sumas do dinero, que
decían haber estipulado en su pais, no dando oidos ni al dictamen del
honor, ni á las promesas do recompensa, han frustrado las miras del
Gobierno, llenando do confusion el nombro do su virtuoso y respetable
compatriota D'Evereux. Fué, por tanto, indispensable evacuar la plaza el
dia 7 del presente.
Me dirigí con la escuadra al frente de Santa Marta, á pulsar la dis-
posición do aquel pueblo. Dos dins atacó la escuadra y encontró resisten-
cia en el Morro y baterías. ISTo contando con fuerza bastante de desem-
barco, recorrí la costa hasta Sabanilla, y desembarcados cien hombres, so
apoderaron del fuerte servido con -i- piezas do á 24 con veinte hombres
que fueron hechos prisioneros. Una columna do nuestras fuerzas penetró
el 12 al interior, y fué recibida con aclamaciones en Barranquilla, Solo-
dad y demás pueblos que ocupamos: hemos aumentado nuestras fuerzas
con 800 hombres del pais que voluntariamente han tomado las armas. El
enemigo destacó 200 de la guarnición do Cartagena y 26 caballos, que
según parece se retiran ú proporción que el señor Montilla avanza.
Las /lecheras do Margarüa y i bongos superiores recorren el rio, y
osporo muy pronto aumentarlos hasta 8, montando piezas de á 32, 18 y
12. Pero lo que ha colmado nuestras esperanzas es el segundo oficio del
Comandanto de la Division del Cauca, Teniente Coronel José Muría G6r-
dova, fecho ayer en Barranca; estamos en libre comunicación después de
haber obtenido las valientes tropas del interior la más completa victoria
sobro el Banco, Mompox, Tenerife y Barranca. Once bongos con piezas
do todos calibres han sido tomados, multitud de fusiles, municiones &c,
y trescientos enemigos quedaron en ol campo. Esperamos de un mo-
mento á otro la derrota de los 200 para activar las operaciones contra
Cartagena y Santa Marta. Dejo á la consideración do V. E. las escaseces
do recursos en quo nos hallamos para satisfacer los grandes créditos que
pesan sobro mí, por sostenernos en tres meses, sin la menor relación con
ol Gobierno: cumplidos éstos, tendremos cu abundancia y ú buenos pro-
cios cuanto necesitamos. En menos do veinto (lias tendremos 16',000 fu-
silos. Abierta ya la comunicación, el comercio va á renacer y dentro de
pocos dias tendremos aquí buques de todas partes.
En conclusion, para poner término á nuestra contienda, es necesario
economizar el tiempo, obrar con vigor y actividad, y para esto necesita-
mos prontos recursos de numerario. El fruto será la Independencia, la
Liberlad y la felicidad pública do un modo establo y duradero.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Barranquilla, Julio 29 de 1820. L. BIUON. "
:
Tomado de la misma (Inceta, do U do Aconto de 1820, utímovo ¿>í.
SB LA PKOVINCHA DE CARTAQBÎU. 40$

©CCX.3S.XIV.

P R O P O S I C I Ó N del General Don Pablo Morillo para ajustar la paz.

Capitanía (/ancrai del Ejercito Expedicionario de Costa-firme.

Quizá no habían litigado á la noticia de U. S. los grandiosos y feli-


ces acontecimientos de Marzo en la España europea, cuando S. M.,
siempre atonto al bien de sus querido* pueblos, se desprendió espontánea-
mente del poder (pie habían gozado sus predecesores por tres siglos, y
juró la observancia de la Constitución política de la Monarquía, que san-
cionaron las Cortes el 18 de Marzo de 1812, y (pie era el voto universal
de la Nación. Jamás un Rey dio pruebas tan positivas de Ja sinceridad y
rectitud de sus deseos, ni hizo un sacrificio tan heroico por la felicidad
de sus subditos. La Península de España prestó en un instante aquel cele-
bro juramento, y las Provincias de la Espolia americana han seguido su
ejemplo en medio de las aclamaciones de los pueblos, haciendo on su
noble conducta desaparecer los temores do una guerra intestina que tal
vez pudo esperarso. Las Gacetas que acompaño á V. S. lo comproburáu
estas verdades.
Sentado el Hoy sobro el augusto trono constitucional de las Kspa-
ñas, i en medio do las numerosas i gravísimas ocupaciones que lleva con-
sigo la mutación do una Ley fundamental, ha sido uno do sus primeros
movimientos volver sus ojos á aquellas porciones ele la Monarquía quo so
devastan por una guerra, que nació de la fatalidad do las circunstancias,
ó de un error do cálculo: que ha hecho más horrible la reacción de loa
partidos, ó el funesto espíritu de venganza: que han formado unos odios
tanto más vehementes, cuanto han sido más próximas las relaciones, j
que sin ponerla termino, no tendría jamás otro que la desolación de Ve-
nezuela, por principios quizá del todo equivocados. El Rey, penetrado do
dolor, ha visto los males de estas porciones do su grande Imperio, y ha
creido no estar completa su felicidad, ni satisfecho su paternal corazón, si
no obriu toda la beneficencia que el abriga, y ponia en acción todos los
medios capaces de terminar estos males. Así, su primer paso ha sido
dirigir á estos pueblos la adjunta Exposición, llena do una moderación y
beneficencia digna de la gratitud de sus subditos y de la admiración de
los extraños.
S. M., en su consecuencia, no poniendo estrechos límites á sus ¡/one-
rosos deseos, me ha autorizado para tratar particularmente con los Gobior-
nos disidentes, entendernos y convenirnos, y conviniéndonos, hacer
desaparecer para siempre aun la funesta memoria de los sucosos pasados.
Así, pues, para llenar del todo las intenciones del Rey y satisfacer mis
deseos, me dirijo con esta fecha por Comisionados suficientemente auto-
rizados, á las autoridades que gobiernan en la actualidad en los paises
separados, del modo más claro, satisfactorio y capaz en la prudencia hu-
mana, do terminar las disenciones de hermanos.
Pero como no es posible escucharnos ni entendernos con las ai'mas
en la mano, os necesario suspenderlas, y traer con su suspension !>.quel
406 DOCUMENTOS I>ARA LA HISTORIA

estílelo do calma quo da lugar á la razón, y en el quo cesa el acaloramiento'


de las pasiones. Por esta causa y con esta fecha doy orden á los Coman-
dantes do las diversas Divisiones del Ejército y de las fuerzas navales de
mi mando, que hagan cesar por su parto las hostilidades, permaneciendo
en el territorio que ocupan, y debiendo contarse esta necesaria suspension
desde el dia en quo U. S. reciba esto oficio, hasta un mes después. Mas
no siendo igualmente posible quo esta medida indispensable, que comunico
al Gobierno do que U. S. depende, le sea comunicada á U. S. tan pronto
como es necesario, lio creído que lo es dirigirme á U. S. directamente,
para hacerle tan interesante comunicación. JDspcro que Ü. S. conocerá
en la franquean de mi proceder Ja sinceridad de mis deseos ij la bondad de
un Rey', que solo ansia por ver reunida y foli/. « su gran familia.
Dios jmardo á U. S. muchos anos.
Cuartel General do Carneas, 17 de Junio de 1820.
.PABLO MORILLO.

Señor Comandante en Jefe do la Division de tropas que bloquea Ia:


plaza de Cartagena do Indias.

COBTT23S!3?i&.C!X©Sí del señor Comandante general del Ejército-


de la Cosía al general Morillo.
MAlilAXO MONTILLA, DBL OltDRN 1)B LÎBKRTA1JOKBS &.:l

Al Jü.vcclenlísimo señor Don Paòlo Morillo <.y." $•.• <y."


Después do la inmensidad do males irreparables que ha' hecho
gravitar sobre la desgraciada América la conducta atroz y desoladora'
do los jefes españoles que han dirigido la guerra: después que V. E.
ha sembrado do luto y rogado do sangre todos los Reinos y Provincias
que ha pisado, mandando morir en los cadalsos y bajo la infamo cuchilla
de los verdugos sus más ilustres hijos, y haciendo desaparecer bajo sus
manos las fortunas más brillantes: después que las enormes contribucio-
nes exigidas á los pueblos más miserables han llevado por objeto la es-
clavitud más ignominiosa, ó el proyecto de reducirlos á la liada; des-4
pues, en lin, que los presidios más vergonzosos, los insultos más degra-
dantes, las vejaciones más sensibles, han sido los destinos que V. E.
ha fijado al honor, á los talentos y á las letras, han llegado muy tarde
las proposiciones do paz y veconeiliocion á que Y. E. me invita en su
oficie de 17 de Junio.
El Americano ha publicado ya sus votes con aquella firmeza quo'
debe haberle naturalmente inspirado la continua experiencia do sus
males, y el repetido dolor de los golpes no interrumpidos quo ha sufrido;
• Tomada de la "misma Gaceta de ".'1 do .lidio do 1S20. número 5S.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 407

y ante los manes sagrados do las infelices víctimas do la Patria, que V.


E. ha sacrificado tan inaptamente, ha jurado no confiar sus futuros des-
tinos, .sino ú sus propias medidas, y no depender en lo sucesivo sino de
ellas. Reflexiona V. E. un momento sobre el plan de sus operaciones eje-
cutadas en la America del Sur; recorra su imaj i nación sobro los asesi-
natos, confiscaciones, violencias de iodo genero cometidas bajo la salva-
guardia du los indultos más amplios, publicados por el General Latorre
en Gipaquírá, con que dejó marcadas sus pisadas en Santafé, Venezuela
y demás punios de su tránsito: vuelva la vista hacia esos lugares ho-
rrendos, destinados en otro tiempo á encerrar los malhechores más de-
pravados de las sociedades, y convertidos ahora en recibir hombres ilus-
tres, honrados padres de familia y miembros siempre útiles de los pue-
blos que los han visto nacer, y so convencerá Y. Js. de que la simple y
repentina mutación de lenguaje, no es suficiente á reparar los agravios
3r perdidas experimentadas ni ¡í cambiar las ideas y sentimientos eon quo
se creyó autorizado cu sus ejecuciones.
.'En cualquiera otra boca parecerían más sinceras y menos sospe-
chosas que en la de Y. i)., quo hablaiido á su SuU'iiutO cu informes ofi-
ciales sobre el estado de los aumentos políticos de la América del Sur,
y pintándole el carácter de los americanos, especialment.-! los de Vene-
zuela, le indicaba bien claramente la imposibilidad de volverlos pacifi-
camente al yugo, si no se hacia desaparecer las dos terceras parles do
su población, que componían seguramente la que causaba sus temores.
V. JD. lo ha ejecutado con una exactitud de quo jamás tendrá que res-
ponder á sus comitentes, por el exceso que es tan conforme con las ideas
generales de su Nación.
Si V. E. más previsivo, ilustrado y político, hubiera consultado la
historia do las revoluciones y de sus vicisitudes, habría encontrado quo
cl hombro de Estado no es un asesino, un ladrón ni un incendiario, quo
cualquiera está autorizado á castigarlo, y habría economizado la sangro
de tantos que han perecido bajo su espada, por el sencillo concepto do
que pudiendo llegar tul tiempo en que cambiasen las opiniones, so debilita-
se aquel primer fuego de las pasiones y resentimientos, y se uniesen los
intereses; la conservación de sus vidas venia á ser tanto más útil, cuan-
to debe hacerse sensible é irreparable su pérdida.
No extrañe, pues, V. E., (pie consultando mis facultades y la volun-
tad general de los pueblos, que reconocen el Gobierno de la República,
ó independiente de lo que el Supremo Gobierno resuelva sobre las propo-
siciones de paz y conciliación que Y. E. ofrece, lo manifieste por mi
parte, que no suspenderé las armas, ni entraré en ninguna especio do
negociación que no traiga por necesarias premisos v.u KKCONGCIMIKKTO
«B hX IXDKI'KSDBNCIA »u J«\ AMKHICA, sobre cuyas indispensables bases
deberá fundarse cualquiera otro tratado. La inviolable observancia del
Derecho de gentes en la continuación de la guerra, y los principios sa-
grados ilo la humanidad; serán leyes que me. impondré religiosamente, si
los enemigos las ejecutasen por su parte. En caso contrario, violentaré
mis sentimientos para una justa represalia.
Si como la victoria y los triunfos han coronado nuestras armas por
codas partes, hubieran sufrido reveses, y la fortuna se hubiese declarado
contraria, V. E. oiria siempre de mi parte el mismo lenguaje, hijo no de
408 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

circunstancias particulares, ni de accidentes pasajeros, sino de la con-


vicción más apoyada y del verdadero interés de ambas naciones belige-
rantes, que empeñada la una en subyugar y tiranizar, y la otra en defen-
derse del 3'ugo, perpetuaran una guerra, que al cabo traerá por conse-
cuencia el exterminio de alguna ó de ambas. La Europa y el Mundo
entero sensato pondrán en un justo equilibrio nuestras razones, nuestra
conducta y la resolución que regle en lo sucesivo nuestras operaciones
do paz ó de guerra, y su imparcialidad decidirá de la justicia, que debo
recomendar á. la posteridad y á las presentes generaciones, los actuales
acontecimientos.
Dios y la Libertad.
Cuartel general Divisionario do Barranquilla, Julio 28 do 1820.
MARIANO MONTILLA. -

C(D(GX3S.3S.VEa
E3L j?B,SS3E33)3SS¡r5?S de Colombia, General Simon Bolívar, participa
al Vicepresidente del Departamento de Venezuela que ha encontrado
entusiasmo y opinion favorable á la República en los puebles de las Pro-
vincias de Cartagena y Santa Marta.
Cuartel general de Barranquilla, á 24 de Agosto de 1820.—10.
SIMÓN BOLÍVAR PRESIDENTE DM LA REPÚJH.ICA, CAPITÁN GENERAL DE LOS EJÉRCI-
TOS l>8 VENEZUELA Y DE LA NUEVA GRANADA, &C. &C. &C.

Al Excelentísimo coñov Vicepresidente riel Departamento de "Venezuela.

Ayer llegue aquí y esta tarde marcho á Turbaco. La copia que in-
cluyo *'! es mi respuesta al Jefe superior político y militar do la plaza de
Cartagena, con quien me propongo un objeto secreto.
No puede describirse el entusiasmo de todos los pueblos do ambas
riberas del Magdalena, ni la buena voluntad con que sirven en cuanto
se les destina. La gran población de la Provincia do Cartagena, dondo
no hay un enemigo, cada vez da mayores pruebas de su patrio-
tismo.
La Provincia de Santa Marta, aunque en general, no tiene la deci-
sion que la de Cartagena, está toda en nuestro poder, excepto la capital.
Nuestras fuerzas, muy superiores á. las enemigas, en número y calidades,
emprenderán el 1.° del entrante sobre aquella. lias fuerzas sutiles dol
Magdalena, que son también muy respetables, cooperarán, y la escuadra
de alta mar. Creo infalible la operación sobro Santa Marta, menos por
la gran disposición do las únicas fuerzas de línea á proteger y cooporar
* Tomada de la Gaceta de la ciudad de Bogotá, capital dol Departamento de Cnudi-
nnmarca, de 27 do Agosto de 1820, mlmoro 57.
•"' La voíipnontn quo BO citafiehalla inserte en la página 4 J2 do 0Bt9 tomo.
DE DA PROVINCIA DR CARTAGENA. 409
:i destruir A los pocos realistas que allí existen, quo por el número, valor,
disciplina c intrepidez de las que están destinadas á libertarla. La ocu-
pación do Santa Marta contribuirá poderosamente á mis operaciones so-
bre Cartagena y Maracaibo.
Las fuerzas sutiles se lian aumentado prodigiosamente en el Mag-
dalena. El Almirante ha trabajado activa é incesantemente y el Coronel
Montilla, con un fino y energía muy laudables.
El -i ó f) del entrante emprenderé mi marcha á Cúcuta para incor-
porarme al ejército de operaciones de Venc/.nela, entre tanto el General
TJrdaneta obrará conformo lo he prevenido; os decir con circunspección,
prudencia, lentitud según las circunstancias, y sin comprometerse, sino
con una inmensa ventaja.
Dios guarde á V. E. muchos anos.
BOLÍVAR.

32£> ©©MiUXTBAKTTS Juan Antonio Gutiérrez de Piñércz avisa al


Gobierno de Cundinamarca la salida de fuerzas de Mompox, y los triun-
fos obtenidos por éstas en la Provincia de Santa Marta.
EXCELENTÍSIMO SEÑOR:

Por las órdenes quo se me han comunicado por el señor Coronel


Julian Montesdeoca, dimanadas del Excelentísimo señor Prosidcnto Li-
bertador, han salido de esta plaza doscientos hombres del batallón de
mi mando, con destino á Chiriguaná, el quince del corriente. Asimismo,
y por la misma dirección lo han ejecutado cien hombres más on el dia
do ayer; y apenas han llegado á las inmediaciones del citodo Chiriguaná
los primeros al mando interino del Subteniente Jacinto Godoy, cuando
una guerrilla enemiga les acomete; en vano emplearon sus armas; pues
fueron destruidos completamente, y casi sin escaparse más que muy po-
cos, que se refugiaron al monte. Se lo cogieron seis embarcaciones de-
socupadas, pues según el parto que acabo de recibir do dicho Godoy, el
que no murió en la acción, se ahogó; so les percibió el tambor, y el Co-
mandante que dice era Farelo, murió; que inmediatamente hacia salir la
caballería quo había podido reunir con el objeto do perseguir los disper-
sos, y descubrir do nuevo el campo.
La victoria ha sido loable, pues de nuestra parte sólo ha habido un
herido. Esto me da lugar á decir á V. E. que no dudo queden entera-
mente libres de enemigos aquellos territorios.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Mompox, y Agosto 2d- de 1820.—10.
Excelentísimo señor.
El Teniente Coronel Comandante,
ANTONIO PIÑKUHZ.

Excelentísimo oouor Vicepresidontc dol Dnpartamonto do Cnndíncniavca, bonomónfco


Francinco do Paula Santander.
410 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

3PE&©2?<0>SE©3:<a>:3r:SS3 del Gobernador de la plaza de Cartagena para


una conciliación.
I
OFICIO DEL QODRRXADOR DR CARTAGENA AI. LIDEUTADOU FRHSIDEXTK.
El. J'KKK surauon POLÍTICO Y MIMTAK.
Bien sabe U. S., y lo reconocerá como yo, en su coraxou, quo las
discordias entre familias tienden siempre por natural impulso á una con-
ciliación fraternal, mayormente cuando los agentes principales proceden
de buena fe y en el objeto de la común felicidad. La Nación española,
discorde tanto tiempo hace cutre sus lujos de la Península y do Ultramar,
lia llegado á conseguir el restablecimiento permanente de la Constitución
del año de 1812, quo no puedo dejar de .sor un laxo de reunion, ó el medio
de llegar á ella. A nada pueden aspirar los individuos de una sociedad,
mas que á obtener un gobierno liberal justo y sabio, cuyo Un parece quo
no puede dejarse do reconocer cu aquel Código fundamental, do que acom-
paño á U. S. un ejemplar, con los de la Pvocltuaa de S. M., el Mani/i/mló
do la Junta provisional, y el Reglamento para la convocación de Cortes.
Esto sistema que remuevo todas ó la mayor parte de las quejas de los di-
sidentes ultramarinos, haco compartícipes á los habitantes do la América
del supremo grado do gloria á quo en todo cálculo va á elevarso la Na-
ción, cuando por otra parte, si la Península con la desunión va á perder
no poco poder, la América despreocupada y especialmente este llcino, no
puede dejar do reconocer la imposibilidad en quo so haya do subsistir por
sí solo, á causa do la falta do población proporcional al terreno á que se
extiendo, y ol atraso en ilustración general} agricultor», industria, comer-
cio, relaciones y demás elementos necesarios para formarse en Nación,
sin que pueda servirlo do ejemplar por estas diferencias y las do los colo-
res y linajes, el do las naciones quo en sus tiempos respectivos se han
separado do Jos Estados á que pertenecían.
Si en los citados documentos, en esta» indicaciones, ó por mejores
cálculos, hallase TJ. S. mérito para la reconciliación y reunion, y en su
consecuencia so admitióse y jurase la Constitución, enviando á las Cortes
los diputados correspondiente* al distrito que ocupan las fuerzas quo ü .
S. manda, esto superior Gobierno está autorizado para darlo todo, como
lo dará por concluido, publicando un absoluto olvido de lo pasado, (pío on
ol actual sistema no puedo dejarse de observar religiosa mon le: Ü. S. ten-
drá la gloria do ser uno do los primeras autores de la terminación do las
presentes calamidades do esto pais, digno do mejor suerte, y el Gobierno
agradecerá y vecompensará el mérito do osla, resolución tan benéfica.
Mas si á U. S. ocurriesen aun algunos reparos que puedan allanarse
con un convenio decisivo ó provisional, el superior Gobierno nacional
que ha recaído en mi, se presentará á abrir conferencias por motlio do di-
putados para superarlos, ó si U. S. ó ol Gobierno do que dependa se avi-
niere mejor á entenderse directamente con la Corto, enviando sus comi-
sionados con amplios poderes, para exponer á S. M. !o que desea, se IOÍJ
áará el salvo-conducto necesario, en la inteligencia de eme estoy autori-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 411

¿ado pava asegurar á U. S. quo S. M. le oirá sus proposiciones, y lo


otorgará cuanto sea compatible con la majestad y cl bien absoluto do la
Monarquía.
De todos modos, y para en cl caso de que no admitiéndoso y jurán-
dose desde luego la Constitución, ni enviándose diputados á las Cortes,
haya que arreglar previamente otros puntos, convendrá una tregua o
cesación do hostilidades que propongo para en dicho caso á U. B., para
que so arregle por medio de diputados, bajo las bases de sin perjuicio do
las ventajas respectivas, y que nada se innove que pueda comprometer
las operaciones sucesivas.
Cuando á pesar de todo so haya de continuar la guerra, este supe-
rior Gobierno la hará, sogun las órdenes quo tiene, conforme á los prin-
cipios de humanidad y Derecho de genios, evitando todo encarnizamiento
si U. S. adoptare por su parte el mismo medio, Enfin,el Gobierno nacio-
nal supremo, de cuya buena fé. la más pura y cordial, se'dará siempre el
más seguro testimonio, me autoriza para asegurar que adoptará los prin-
cipios de rectitud quo son esenciales al sistema benéfico que se ha ele-
gido ; y si desgraciadamente no se consiguiesen con el los favorables
efectos que la Nación y el Rey se proponen sinceramente, se habrá dado
á la Europa y á todo el Universo un irrevocable testimonio de la mayor
moderación, y que no quedando otro arbitrio quo la fuerza para reducir
á los obstinados, so emplea con justicia y oportunamente, sin la respon-
sabilidad que podria atribuirse al Gobierno si esto no so hiciese, do todas
las desgracias que después sobrevengan.
Lo que comunico á U. S. por esto oficio dirigido al primer Jefe do la
línea al frente de esta plaza, esperando su contestación por el término do'
cuatro dias prorogablcs hasta cincuenta.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cartagena, 20 de Julio do 1820.
GABRIEL DK TORRES.

Señor General en jefe de las fuerzas disidentes de este Reino.


II
CIOJ3IERNO SUPERIOR POLÍTICO Y MILITAR.

Hallándome con órdenes terminantes del supremo Gobierno de ín'


Nación, y autorizado por el Hoy para entrar en negociaciones con los Je-
fes de los Estados disidentes de este Reino, bajo las bases estables que
arroja de sí la sabia Constitución quo hemos jurado, capaces de transigir'
sus diferencias de familia, que por diez años consecutivos han desolado
estos paises; me ha parecido conveniente, bajo bandera parlamentaria,
dirigirme como lo hago por el pliego adjunto, al General en ti efe de los
Estados americanos en la Nueva Granada, por considerarlo más autori-
zado al efecto, remitiéndole los documentos oficiales que garantizan hasta
la evidencia las ideas y buena le del Gobierne nacional.
En este concepto espero que U. S. se servirá dar á dicho pliego faí
conveniente dirección; sin perjuicio de que si U. S. se halla autorizado..
412 DOCUMENTOS PAHA LA, HISTORIA

podarnos entrar en nn convenio amistoso é interino, mientras aquel Jefe


se sirva dar contestación á lo que en nombro y por orden de S. M. le digo.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cartagena, 20 de Julio de 1820.
GAKJUEL DE TÓltltES.

Señor Don Mariano Montilla, Coronel do los Ejércitos americanos,


y Comandante de las Tuerzas que so hallan fronte á la plaza.
III.
MARIANO MONTILLA, del urden do Libertadores, Coronel vivo y efectivo de los ejer-
cito» de la Republic», de Colombia, y Comisionado especial del Excelentísimo señor su
Presidente, fco,, Scc, &c.
Al señor Don Gabriel de Torres, Jefe superior político y militar de la plaza de Cartagona.

Autorizado cu mis instrucciones por el Excelentísimo señor Presi-


dente de Colombia para abrir sus correspondencias, é independiente do
lo que S. 3D. disponga sobre el oficio que U. S. lo dirige y en que lo pro-
pone entrar en negociaciones de paz y conciliación, manifestaré á U. S.
en fuerza de las facultades con que me hallo, que ocupado todo el Reino
de Santafé y Provincia de Cartagena, á oxcepcion de su capital por las
armas de la República, que además de dominar exclusivamente el Mag-
dalena, se hallan victoriosas en todas partes, no entraré, ni oiré ninguna
negociación, mientras U. S. no me entregue esa plaza en que se encuen-
tra encerrado.
La humanidad, que ha dirigido siempre mis operaciones, procurará
extender sus límites sobre todas las víctimas que le acompañan en el si-
tio, sin diferencia de origen ni averiguación do conducta. La libertad do
ir á vivir bajo el Gobierno que le acomode será uno do los beneficios do
que disfrutarán; pero si XI. S. con menos sentimientos de humanidad re-
nunciase á estas proposiciones, me aprovecharé de las ventajas que me
han dado las armas y continuaré mis operaciones, guardando religiosa-
mente el Derecho ele gentes sobre los vencidos,aun cuando jamás so haya
observado por los enemigos, á pesar do haberse prometido siempre.
Sin embargo, la conducta de U. S. y demás jefes españoles, será una
ley inviolable que arreglará la mia.
Dios guarde á U. S. muchos años.—Cuartel general de la Division
expedicionaria de Turbaco, Julio 21 de 1820.— 10 de la independencia.—
MAHIANO MONTILLA.

IV.
CONTESTACIÓN del Libertador ni Jefe superior político de Cartagena.

SIMÓN BOLÍVAR, LIURUTADOK Y PKESIUKNTI: I>K COLOMBIA, &C., & C , &C.


Señor Gobernador:
Tongo el honor de contostar el despacho do U. S. del 20 de Julio
en Cartagena, en quo á nombro del Gobierno español solicita una sus-
Dfi LA PROVÍNCIA DE CARTAGBNA. 415

pension do armas para tratar sobvo la paz. Nada es tan conforme con
mis sentimientos como ahorrar calamidades á la humanidad afligida, pro-
firiendo siempre dar cuantas pruebas de moderación puedan desearse, á
los extremos de un conflicto tan sangriento y prolongado, como el que
ha desolado las partos beligerantes. Con la major satisfacción tratare de
paz y amistad con un Jefe ilustrado y generoso como lo es U. S., distin-
guido ya por sus luces, ¡m filantropía y su equidad. Así, si U. S. desea
entablar la negociación que me lia propuesto, yo me hallare en Turbaco
el 26 del corriente, para cuyo dia podrá U. S. enviar allí sus diputados
competentemente autorizados para ello; y si U. S. prefiero tener una
conferencia conmigo, yo daré los rehenes de costumbre.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cuartel general libertador en Barranquilla, á 23 de Agosto de
1820.—10.

BOLÍVAR.

Señor Jefo superior político y militar de la pinza do Cartagena.


V
OTUO OK1CIO DKL MISMO JKFI-: SUPERIOR AL UBEUXAOOK.

Excolontísimo señor :

Con el mayor placer lie recibido hoy el despacho do V. E. del 23 del


actual, desdo su Cuartel general do Barranquilla, en satisfacción al mió
del 20 do Julio anterior. JD1 me ha sido tan lisonjero, cuanto que mi co-
razón, dispuesto siempro al bien do. mis semejantes, sin distinción do ca-
lidad ni origen, no me presenta otra idea que la do la cesación de todos
los males y la fraternal reunion de tantos seres divididos por una opinion,
tal vez equivocada, do la fidelidad, más bien que por el odio ó el rencor.
Si V. E. desea una conciliación con la buena fe con que el Gobiorno es-
pañol la propone, V. E. será el que obrará la tranquilidad do estos des-
graciados paises, el que recibirá dignamente las copiosas bendiciones do
sus habitantes, y un hijo el mas acreedor á la gratitud do la gran Nación
española, á quo con tanto honor pertenecemos. Depongamos toda idea
do encono y resentimientos; desenvolvámonos de los prestigios y preocu-
paciones, y demos un dia de gloria á ambos Mundos, pendiente de nues-
tras deliberaciones y sus consecuencias. Fijemos su felicidad y sus desti-
nos; y la sangro derramada hasta ahora, no sirva de otra cosa quo do
bálsamo que cure las profundas heridas abiertas por el despotismo y ar-
bitrariedad, que ha huido para siempro del trono de las Españas. Por mi
parto, tengo el honor do asegurar á V. E. quo mi corazón dicta las expre-
siones quo mi mano estampa con placer; poro á pesar de esta predisposi-
ción, no puedo dispensarme tic indicar á Y. E. que con su comunicación
no ha dejado satisfechos los puntos y proposiciones que contieno mi cita-
do oficio dol 20 de Julio. Sírvase V. E. manifestar su modo de pensar
en materia de tanta influencia política, con la mayor posiblo brevedad y
precision; exija las garantías (pío crea necesarias para la seguridad do los
414 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

tratados queso formen ; proponga ]as dudas que pueden ofrecérselo, y eu


este caso, bien por medio de diputados, ó en otra forma que se convenga,
todo bajo las correspondientes seguridades recíprocas, so acordarán las
primeras y absolverán las segundas, estableciendo las bases que deben ha-
cer la futura felicidad do estos dominios. Yo me prometo de esta feliz
negociación, quo la Europa y la América vuelvan á. darse el ósculo fra-
ternal, bajo la regeneradora sombra del árbol frondoso do la Constitu-
ción : quedándonos á Y. E. y á mí la gloria de haber preparado el camino
que conduce n un suceso tan digno y majestuoso.
Dios nuestro Señor guardo á V. 33. muchos años.—Cartagena do
Indias, 26 de Agosto de 1S20.—GABRIEL DE TORRES.
Excelentísimo señor General en Jefe del ejército americano do la Nueva Granada.

VI
CONTESTACIÓN DEL LIBERTADOR AL OFICIO ANTERIOR.

SISION BOLÍVAR, Libertador y Presidente de Colombia &." &."


Señor Gobernador :
Acabo do recibir la comunicación do U. S. do ayer, en contestación
á la mia del 23. Como U. S. en su comunicación de 20 do Julio pido
" un armisticio para arreglar previamente otros puntos pendientes, en ol
caso de que el Gobierno do Colombia no juro la Constitución española
ni envio diputados á las Cortes," yo ho deseado tenor uua conferoncia
relativa á esta Convención, quo es ol primer paso para terminar la gue-
rra. Si U. S. quiero ser admitido á ella ó enviar sus Diputados, está en
libertad de hacerlo y si nó continuarán las hostilidades.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cuarto! general Libertador en Turbaco, á 27 de Agosto do 1820.—10.
BOLÍVAR.

Señor Jefe superior político y militar do la plaza de Cnrla^cna.

VII
OTRO OFICIO DEL .TEFE SUPERIOR POLÍTICO V MILITAR DE CARTAGENA AL
GENERAL EN JKKK DE LOS E.l ÚRCITOS DISIDENTES DE LA NUEVA (.'RANADA.

Excelentísimo señor.
Cuando yo creia de buena fé y en virtud do la comunicación de
V. E. del 23, que sus deseos tendían á la transacción de todas las des-
avenencias quo por diez años consecutivos han desolado estos países, mo
lio hallado en la contestación á. mi despacho de ayer, con la singularidad
de que, interpretando V. E. uno de los artículos del de 20 de Julio, lo
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 415
ha dado un sentido quo ni tiene ni ha podido jamás tener. Aun aislado
como V. E. lo cita, y sin los antecedentes que sirven do fundamento al
expresado artículo, no puede dársele en buen lenguaje el significado quo
V. E. le da, pues las palabras de no admitiéndose, y jurándose desde luego
la Constitución, y el adverbio previamente hacen desaparecer enteramen-
te el sentido que V. .E. supone tener dicho artículo. La primera expre-
sión es una condicional para solo en al caso que no haya un allanamiento
perentorio, pero que se cree podrá haberlo después, y esta acción poste-
rior es la (pío. justamente indica y supone el adverbio previamente.
Para evitar esto en lo sucesivo, y para que no haya motivo de otra
equivocación do esta especie, detallare á 'V. E. con precision las proposi-
ciones que el Jvey y mi Nación me mandan hacerle en obsequio de la hu-
manidad y de los habitantes de estos países. Por mi conducto propone
á V. E. là Nación cspafíoln : 1.° la reunion y sumisión á ella ; 2.° el ju-
ramento y obediencia á su Constitución ; y 3.° la remisión de Diputados
á las Cortes, que tengan una parlo activa en el Gobierno de la Nación,
como parte integrante que son estas Provincias de la Monarquía. El mo-
do do ejecutar estos actos, las garantías que recíprocamente debe V. E.
dar y recibir del Gobierno, y la aclaración de las dudas que sobre su eje-
cución puedan suscitarse, son actos accesorios dimanados del allanamien-
to á los primeros, y sujetos á las conferencias sean cutre V. E. y yo, ó
sean por medio do diputados. Sin la contestación categórica á estos tres
puntos nada podemos adelantar, y bajo estas bases es que propuse, pero
no pedí, como Y.E. dice, un armisticio, porque seria absolutamento
inútil, y sin ellas me hallo muy distante de solicitarlo. Tenga, pues, Y. E
la bondad de darme una contestación terminante, que decidirá do la paz
ó de un nuevo rompimiento, persuadido do que solo las órdenes do la-
Corte son las que mo han obligado á dar este paso conciliatorio, quo no
habría dado por mí solo, porque aunque no deseo la guerra, tampoco la
tomo, y si Y. E. la apetece, la haré hasta donde llegue la posibilidad y mi
existencia.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Cartagena, 28 de Agosto do 1820.
GABRIEL DE TORNES.

Excclonlísimo BOlk» General cu Jefe do los ejércitos americanos disidculoa (le la Nueva
Granada.

VIII

1ÎLTIMA CONTESTACIÓN DADA AL GOBERNADOR TOREES POH EL AYUDANTE


GENERAL DEL ESTADO MAYOR GENERAL A NOMBRE DEL LIBERTADOR*

Señor Gobernador :
Al recibir la nota de IT. S. de esto dia, arrebatado S. E. de la más
justa indignación, ha arrojado la pluma de la mano, y mo ha ordenado
contestar á U. S., que es el colmo de la. demencia, y aun más, de Jo ri-
dículo, proponerle á la Itcpública de Colombia su sumisión, á la Nación
dits DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA

española, á una Nación siempre detestablemente gobernada ; á una Na-


ción que es el ludibrio de la Europa y la execración de la América, por
sus primeras degollaciones y por sus posteriores atrocidades.
Suponga U. S., señor Gobernador, que el Libertador y el Pueblo
colombiano olvidasen centenares de victorias obtenidas contra las armas
españolas ; que olvidasen su gloria, su valor, su fortuna y reconociesen la
Constitución española, ¿ se atrevería U. S. â salir de los muros de la afa-
mada Cartagena para venir á tomar posesión de la República do Colom-
bia, ó dejaría U. S. entrar en ella á los treinta mil soldados que son el
terror de su patria ? Responda U. S. si cl rubor se lo permite, ¿ cree
TJ. S. que la caduca y corrompida España pueda aun regir á esto mundo
moderno ? ¿ Cree U. S. quo la Nación quo ha dado el ejemplo más terri-
ble do cuanto puedo ser absurdo al espíritu humano logre formar la dicha
do una sola aldea del Universo?
Sepa U. S., señor Gobernador, que el pueblo de Colombia está
resuelto, por no sufrir la mancha de ser español, á combatir por siglos y
siglos contra los miserables españoles, contra todos los hombres, y aun
contra los inmortales, si éstos toman parte en la causa do la España.
Prefieren los colombianos descender á los abismos eternos ¡i ser españo-
les. Lo que tengo el honor de decir á U. S. do orden do S. E. el Li-
bertador.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Cuartel general libertador en Turbaco, á 28 do Agosto do 1820.
José GABRIEL PÉREZ.

Señor Brigadier, Jefe superior de la plaza do Cartagena.

CCCXXXIX.
KTOTA del Coronel Ramon Nonato Guerra, por la que manifiesta al Go-
bierno de Cundinamarca que ha sido destinado á servir la Comandancia
de Mompox.
EXCELENTÍSIMO suSoit:

Su Excelencia el señor Libertador mo ha destinado de Comandante


militar y político de los pueblos do Cartagena y Santa Marta, unidos en
este Departamento, con el principal objeto de formar el Batallón Tirado-
ras do Mompox, que debe componerse de mil plazas, y desgraciadamente
mo he encargado sin el menor recurso para levantarlo, ¡i causa do quo el
señor Coronel Montcsdeoca acaba de organizar aquí su columna; sin em-
bargo, yo, apurando todos los medios posibles, trataré de dar cumplimien-
to á esta orden á la mayor brevedad.
Todo lo que tengo el honor de participar á Y. E. para su conoci-
miento.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Mompox, Agosto 29 de 1820.
RAMON N. GUERRA.
Excelentísimo señor Vicepresidente.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA 417

OOCfSXja

( ü ^ E C E © del Libertador al Comandante Don Franciseo Doiía, en que le


hace una propuesta de la mayor importancia.

Cuartel (jetterai cu. '/.'¡'¡'buco, á 87 tin Af/oslo d<: 1820.

SlMON BOLÍVAR, Presídante u'fi la /t.epáOlica. Cufliltm (¡enseal 'Ir m*


ejércitos ij (le lax de la. .¡Srtteea O ranada, ¿y.:x c,::í «y.a

Al señor Comandante Dou l'r.inc'seo DoFi::.


Usted debo estar instruido île la situación en que .se halla la Espa-
ña, por consecuencia de las tiranía.-; del ¡i.oy y de la justa indignación d«l
pueblo ; la anarquía es el resultado necesario de un conflicto en que el
Gobierno os opresivo y Ja íTacion es liberal. Todo español debe desear
establecerse en un pais libre, donde el imperio delà I03' y de la justicia
pueda reinar sin oposición. Colombia ofrece à usted este asilo venturoso,
y yo á nombro de la República le ofrezco bajo mi palabra do honor 1res
grados más de los que tiene en el servicio del Hoy, y una propiedad de
cien mil pesos en cualquiera parte del territorio de Colombia, si usted
adopta el servicio de mis armas y enarbola el estandarte de la República
cu esas fortalezas de su mando. Para el logro de esta empresa usted pue-
do contar con todas las fuerzas do mi mando, combinando anticipada-
mente la operación ; á esto efecto me contestará usted su resolución, por
la vía que usted crea más convenients y segura. Incluyo á usted la pro-
clama que garantiza'á los individuos del ejército español, que no quieran
ser más tiempo verdugos de sus hermanos,"'y además se le dará un grado
á cada uno de los individuos que entren eu las miras do usted, y á la
tropa se le pagará su pasaje; para volver á España, ó á donde guste, sieiu-
pro que no quiera quedarse en Colombia. Siempre es grande, siempre es
noble, siempre es justo conspirar contra la tiranía, contra la usurpación
y contra una guerra desoladora ó inicua. El hombre de honor no tiene
más Patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos
y se respeta el carácter sagrado de la humanidad. La nuestra os la ma-
dre de lodos los hombres libres y justos, sin distinción de origen y con-
dición.
Dios guardo á usted muchos años.
BOLÍVAR.

¿1£IÜCJSJS£0-"Í del Gobernador español de la plaza de Cartagena de


Indias.

BORDADOS EUROPEOS: OS veo pálidos de furor al oir tamaños insul-

(•*) Lo proclama del Libertadora que sorollareo! oficia precedente, i'"»': dnd.i on i·l
Rosario de Cuenta, 11 1." de Julio de 1S20. ¡27
418 DOCUMENTOS TAHA LA HISTORIA

tos: vuestra sangre se ha retirado al corazón para recibir de él el es-


fuerzo )r el ardor do la más justa venganza. Preparaos á desagraviar
vuestra Patria, y sepa el infamo que el augusto nombre de la Nación es-
pañola no se insulta impunemente.
SOLDADOS PIRLKÜ A5IRRICAX08: Preparaos á hacer ver al Universo,
que si vuestro suelo ha producido algunas víboras quo despedazan el
seno de su madre, también ha producido soldados honrados y valientes,
quo sabrán lavar con sangre de los rebeldes la fea nota con que han man-
chado el cuadro de la fidelidad americana. Oficiales, soldados, militares
todos, el honor de la Nación, el nuestro y el de nuestros hijos está inte-
resado en el exterminio de estos monstruos. La sangre española qnc
corro por las venas de muchos de ellos, arranqucmolas gota á gola, y no
sea deshonrada en cuerpos que animan almas tan viles y corazones tan
pérfidos. No queda otro partido que abrazar, si quieren descender á los
abismos antes que ser españoles: nosotros debemos desear exhalar el
último aliento exterminándolos, antes que consentir ultraje do esta natu-
raleza. Preparaos, repito: el momento de la venganza ha llegado, y su-
puesto que el olvido de sus delitos, el perdón do sus crímenes y el ofre-
cimiento do su seguridad no son suficientes á hacerlos entrar en su
deber, fiemos la persuacion á nuestras valientes bayonetas, que por mil
bocas les introduzcan en sus pechos el respeto que deben à la invicta
Nación española, á su Soberano y á la Constitución quo hemos jurado.
Cartagena, 31 do Agosto de 1820.
TORRES.
* # * Esta Proclama so cirqwló en dicha plaza, después quo fue pu-
blicado el oficio de S. E. el Libertador, fecha 28 dol mismo Agosto, en
que expresa al Gobernador " que jamás los colombianos se someterán á
la Constitución do España, ni mancharán los diez años do gloria con
que está calmada su lucha por no ser españoles>! ; y por supuesto, la
víspera del ataquo do Turbaco. (Gaceta de la ciudad do Bogotá do 22 de
Octubre de 1820, número 65).

<D<S<D2SE.ZS.

S'^EISSS del Regimiento de « León » sale de Cartagena, desembarca cu


« Cospiquc » y sorprende las tropas sitiadoras acantonadas en Turbaco el
i.° de Septiembre.
El señor Comandante general Montilla dice al Ministro de la Gue-
rra, en oficio do 21 do Septiembre, fecho en Turbaco :

" También verá TJ. S. con ol descaro que los enemigos suponen
quemado todo esto pueblo, muertos todos los Jefes, y una resistencia
obstinada que no hubo, pues solo los artilleros llenaron su deber, según
el informe dol señor Coronel Ayala. Nuestros muertos no pasaron do
ciento veinte }r cinco, incluyendo cu ellos Ion paisanos del pueblo •// las mu-
jeres y niños, que fueron sacrificados en la iglesia, y quo poco antes habia
arrojado do la plaza ol mismo Gobernador. Del hospital so salvó todo, y
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 419

so contentaron con matar en él dos mujeres. La iglesia fue el teatro do


sus atrocidades, como que á ella MJ habían refugiado las desgraciada*
madres con sus hijas, y se cebaron on e.<las infelices de tal modo, que
corrió la aunr/rc por lodos los aliares." '

S©K>P!iK>ïï:S>.íi causada ¡l las tropas colombianas acantonadas cu Turbaco


y escaramuza habida en " Cospique.''
El Jefe español, desesperado dentro do las murallas de Car lucí ana,
hi'/.o salir la guarnición sobre nuestra línea, y sorprendiendo á 'Turbaco^
logró dispersar la fuerza que ocupaba este punto, consistente lo más cu
reclutas de la misma Provincia. Él Capitán Jugo (Diego) con su caba-
llería, reparó la desgracia, obligando al enemigo á encerrarse en sus mu-
rallas todo desordenado, y quitándole la artillería y pertrechos que nos
habh tomado. Dos clias antes había estado S. 33. el Libertador en Tur-
baco, después do haber visitado la escuadra.
Los enemigos cometieron en 'Turbaco todos los excesos que han
acostumbrado en sus hazañas: degollaron á cuantos hubieron á las ma-
nos, sin distinción de condiciones, sexos ni edades, y robaron cuanto
alcanzaron á ver, fuese ó nó do particulares, 6 de la iglesia. En su em-
presa acreditaron quo sabían cumplir su misión de degüello y de de-
vastación. Esta es la guerra regalar, quo ofrecía el señor Torres (Ga-
briel) al Comandante general Montilla que se baria en lo sucesivo: esta
os la humanidad y la fidelidad del hipócrita Gobernador de Cartagena.
Do esto modo se pretende unir la Monarquía, establecer la paz, y hacer
desaparecer los males de la guerra: así so portan los españoles liberales
con el americano independiente. A buen seguro que los asesinatos do
'Turbaco se publiquen en " El Constitucional " de España, ni en algunos
papeles franceses: ellos serán ó negados ó atribuidos á la necesidad do
BM
matar rebeldes y traidores

ZSÜLi (SH&Eal&.i&Ej Montilla reconviene á D. Vicente Sánchez Lima por


ciertas expresiones usadas en una Proclama de este Jefe realista.

Don Vicente Sánchez Lima, derrotado en Laguna Salada, ha pu-


blicado haber obtenido victoria, y lo ha persuadido tanto, que al fin ha
conseguido un grado militar. El señor Comandante general Montilla
(Mariano) aprovechando la ocasión de la intimación de negociaciones,
lo reconviene con estas palabras:
'•'Permítame TJ. S. quo le advierta que es un mal militar, y poor
• Toiuiulo tic la misma Gacela del 22 de Octubvo de 1S20, mímoro fi.",.
••" Copiado-do la "Gacela de la ciudad do Loyola " de 15 de Octubre de 1S20, niiinezo fil.
420 DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA

caballero ol quo para continuar una guerra inicua, alucinar á los pueblos
y cubrir sus debilidades y considerables descalabros, sufridos en el Hacha
y en otras partes, por impericia, cobardía ú otros motivos, se va!o do
las imposturas, de las injurias ó indecorosas expresiones vertidas en esa
proclama, que lo remito con algunas observaciones sobre Taitas en el
idioma y en la verdad."
Pero es tirar coses contra el aguijón, recouvenir á los españolas por
sus imposturas. El tiempo descubre la verdad, como hasta hoy la ha des-
cubierto distinta y claramente. '

!©23S5Œ^U<C(DE©SJ' de la guerrilla realista de Farelo y otras.


Luego quo el Coronel Lara (Jacinto) dejó á Ohirignanú y entró en
ol Valledupar, los dispersos del enemigo se reunieron en partidas quo
molestaban frecuentcmeuto aquel lugar. Do Mompox salieron el 15 pa-
sado (Agosto)-200 hombres al mando dol Subteniente Godoy, que logra-
ron destruir dichas partidas, tomándoles sois embarcaciones, otros elec-
tos y matando á su (Jomandanto Farelo. De nuestra parte solo hnbo un
herido. Así lo avisa el Comandante de Mompox, Piñércz, en oficio do 2d
último.

OOOZ&VZ.
JSíSC.í&.Sí.^.BffiïSSA habida en «Cospiquc?) entre las fuerzas sitiadoras y
las sitiadas.
El 16 do Scptiembro (1820) dice el Comandante general Montilla
fué destruida una partida enemiga que salió por Cospique, muriendo ocho,
lanceados por el Capitán Bolívar, y tomando prisioneros tres. Otra partida
do la plaza fué destruida por nuestra guerrilla de Rocha.
Después del suceso do Turbaco se pasaron ú nuestras tropas sieto
soldados del enemigo, y posteriormento el Secretario do la Comandancia
do ingenieros. ;;:í:

OSPECS® del Comandante de armas de Mompox, en que avisa al Go-


bierno de Cundinainarca de algunas operaciones y medidas adoptadas.
EXCELENTÍSIMO SE&OK.
Sin embargo de que mis comunicaciones han sido siempre por el con-
ducto do la Comandancia general, para evitar retardos mo dirijo ahora
ÚV.E.
9
Copiado do la "'Gacela do la cuidail de Bogotá" de 10 do Septiembre 1S20, nú-
mero
!: :?
59.
' Copiado do la "Clacota de la ciudad de Bogotá," de 22 de Octubre de 1S20, mí mero (55.
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 421
Tengo y;t completo el número tlol batallón Tiradores, el cual so
halla todo obrando sobre los pueblos de Santa Murta en la costa del vio
hasta Chiriguaná, los cuales á un tiempo se sublevaron cl ÜS del próxi-
mo pasado formando guerrillas (pie engrosaron hasta el número do 300
hombre», pero á la fecha todas las he destruido y nuevamente tomado
los pueblos, matándoles cu varias escaramuzas treinta y tres hombres:
muchos heridos y prisioneros, lio formado también un cuerpo cívico
de todos los sujetos decentes do esta ciudad compuesto de -100 hombres: un
escuadrón du 400 lanceros y una brigada do Artillería 120 hombres;
estoy fortificando ú gran prisa la plasta y aguardo suficiente artillería
para cubrirla.
Por no haberse demarcado los pueblos do la comprensión de mi
mando y resultar otras autoridades en toda la Provincia, me veo reduci-
do á solo los recursos de esta plaza; así es que ho tenido que apurarlos
hasta el último extremo, para lo poco que se ha hecho. Sin embargo, yo
no me desentiendo de los encargos que á la ve/, me ha hecho el Exce-
lentísimo señor Libertador encargándome la seguridad do todo el to-
rritorio sin motermo en más quo cu ir á. pelear á donde so ofroco, suje-
tándome á cualquiera quo lo mande.
Nuevas atenciones tengo por el rio abajo, pues con motivo á la
evacuación que hizo el señor Coronel Lara do los pueblos del Peñón y
San Antonio, los han ocupado las tropas do Sánchez Lima, quo empren-
den también sobro Tenerife y han interceptado ya las comunicaciones,
asesinando al Capitán Pedro Villa, que venia de Barranquilla, según
me dico el Corregidor de la villa do Plato, á donde pienso seguir maña-
na con los fusileros cpie me han quedado, á ver si puedo sostonerla y
convoyar las comunicaciones, ó en caso de un riesgo irresistible, extraer
cuantos recursos puedan serles útiles.
Por los pliegos quo he dirigido á V. E. del señor General Monti-
lla, contemplo á V. E. impuesto del pormenor do ocurrencias en Carta-
gena y Santa Marta; por lo que omito repetirlas.
Todo lo quo comunico á Y. E. para su superior inteligencia.
Dios guardo á V. E. muchos años.
Mompox, Octubro 4 do 1820.
1'AMOX N. GCEKBA.

Excelcntmiuio BOftor Vicepresidente del Departamento de Cundiuamiircn.

ïí<Q)5?ü. del Comandante de armas de Mompox, en que participa algunas


noticias al Gobierno de Cundinamarca.
EXCKLEXTÍSIMO Slí.ÑOK :

Por carta particular del señor Coronel Comandante en Jefe Maria-


no Montilla, escrita do Barranquilla al Comandante general interino quo
se halla en Turbaco, se nos comunica las noticias siguientes: Han llega-
do :'i Sabanilla cuatro buques de guerra enviados de Margarita, y en
422 DOCUMENTOS PARA. LA HISTORIA

ellos La llegado el Coronel Luis Francisco de Ríeos, conduciendo dos


compañías españolas de Bnrbnstro, quo hallándose de guarnición en Ca-
mpano, degollaron á sus oficiales, y se nos pasaron con su arinamonto
completo.
Por los pasados de Cartagena al Excelentísimo Libertador y entro
ellos el Doctor Carreño y el señor Clemente Malo, sabemos quo la floti-
lla quo llegó de Puerto-Cabello conduciendo un bergantín con arroz y
harina ha regresado á su destino después de un gran choque de su Co-
mandante con el Gobernador do la plaza. Que la tropa está ceñirla ¡'t una
escasísima ración de galleta y arroz, sin carne, y el pueblo casi en esta-
do do perecer.
Las tropas que so anunciaron venian al mando de Sánchez Lima,
sólo han llegado á la hacienda do Pivijai en número do cuatrocientos
hombros desorganizados que no so han atrevido á salir á la ribera del
Magdalena, ni los pueblos se les han comprometido.
Todo lo. que comunico á Y. E. por si no hubiere habido tiempo do
hacerse por el conducto regular.
Dios guardo á V. E. muchos años.
Mompox, Octubre 15 de 1820.—10.
Excelentísimo señor.
RAMON N. GUERRA.

Excolcntteiino KOflor Vicepresidente del Departamento de Cuwliuumnrcti.

QQ03E&SK.

ST0TECS.6. de las operaciones de la columna de la Division colombia-


na, ejecutadas en la Provincia de Santa Marta.
El Comandante general del Ejército participa á S. E. el Vicepre-
sidente, con fecha 31 do Octubre, la invasion de la Provincia de Santa
María, pacificada por nuestra escuadrilla y tropas de tierra, al mando
!a primera del Coronel Padilla, y la segunda del Coronel Carreño. El
enemigo, informado do quo habíamos ocupado la déiaga, se puso on
marcha de Pieijtd por tierra, con demasiada precipitación, abandonando
sus guerrillas, cuyos Comandantes han caído en nuestro poder, entre
ellos el Vicario general do Morillo, Villabrilli, mío era do los principa-
les: los partes del Coronel Carreño dicen que la deserción del enemigo
es espantosa, pues no pasa un solo día sin que se lo presenten algunos,
todos veteranos. Hasta el 27 so han presentado en Soledad ocho de los
de su mejor caballería, cuyas declaraciones están conformes en el disgus-
to do la tropa contraria, en quo han perdido todas sus municiones en
la retirada y una parte de soldados ahogados. Hasta ahora no se ha dis-
parado un fusil, y toda la parte ocupada de dicha Provincia está tran-
quila. El Coronel Garrcíío desdo Medialuna estaba el 27 en completa
comunicación con la escuadrilla, y esta lo estaba con el señor Almirante,
de manera que no debo fallar la combinación: (siguo haciendo detalles
de nuestras fuerzas y movimientos, y concluye) yo creo no proceder
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 423
de ligero, si aseguro :i V. E. quo no habrá ou esta Provincia partidas do
guerrillas que incomoden las operaciones militares, porque los pueblos
están contentos y no permito causarles vejaciones.
El '29 pasado avisó el Coronel Carroño que en Colime batieron sus
avanzadas un destacamento de treinta enemigos, :t nuienrs tomó 14
fusiles, varios caballos y oíros afectos. Aquel 'dia distaba nuestra Divi-
sion de tierra del puebío de la Ciénega, l'-> leguas, y según declaran dos
desertores, allí ignoraban los enemigos las m."rc)ias de eslas tropas.
Continuúan llegando al cuartel de Turbuco varias personas fugadas
de Curiar/una, cuvas declaraciones están acordes cu que la plaza íieno
solo surtimiento do harinas. El feroz Homero, Comandante do Artillería,
parece quo salía desterrado á. Portobolo, porque ni su amigo Torres lo
podia sufrir (c).

Cy©SSB^,S33 en « Codo » y derrota de las fuerzas realistas al mando de


Don Vicente Sánchez Lima.
EXCELENTÍSIMO SESOR:

El señor Comandanto general interino do la Division sobro Santa


Marta (Coronel Carroño), me dice desdo su Cuartel gonoral do La Fun-
dación, con fecha 30 del pasado (Octubre) lo quo copio :
" Hoy á las diez do la mañana ha alcanzado la Division do Lima,
(pío so componia do trescientos tres hombres, en ol paso dol rio do La
Fundación do San Sebastian, quo defendía obstinadamente la ribera
opuesta, y al cabo do una hora de un fuogo vivo, conseguí forzar ol paso
con ocho soldados do caballería. El enemigo, luego quo nos vio comenzar
a pasar, se retiró inmediatamente á una altura nombrada ol Godo, quo
dista del rio una legua, y so situó en ella para defenderla.
" Yo hico inmediatamente pasar la segunda compañía do Rifles con
alguna mas caballería y marchó rápidamento acompañado del Coman-
dante Calderón y el Comandanto Sander á atacar la altura, disponiendo
lo fuese del modo siguiente: dos partidas do cazadores por derecha ó
izquierda, y otra por el frente, apoyadas todas de una columna do caba-
llería que tenia en el camino real: al cabo do un cuarto do hora do fuego,
conseguí trepar la altura y éste fué el momento de la derrota completa
del enemigo.
" Lima, solo á la fecha, con quilico hombres, inclusivo Balcárcel, so
ha salvado; pero creo que éstos no so escaparán, pues á las seis leguas do
persecución, nos aseguró el Padre Fio quo hacia media hora que habia
pasado por allí con Balcárcel y Rodado á todo eseapc. Con esla notieia
dispuso en aquel momento que el Comandante Calderón, el Capitán Lcon
y otros bien montados, continuasen persiguiéndolo hasta alcanzarlo.
Dudo que se escape, pues solo puede salvarse tirándose al monte.
" Mañana espero el resultado de si se ha cogido ó no á Lima : yo
(c) Tomado ele la Gaceta del 2G do Noviembre de 1820, número 70.
424 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

regresó al campo con el Padre Pió, pues ya distaba de el seis leguas,


para explorarlo : se lian encontrado allí 88 muertos del enemigo, entre
ellos -1 oficiales nombrados Manuel Conde, Fernández, Malo y otro. Estos
son los que estaban en todo el camino; otros más hay en el monte: pri-
sioneros tengo 15, entre ellos el Padre Pío y algunos españoles; mañana
al amanecer pienso mandar partidas en busca de los dispersos: también
so han tomado á la locha ochenta fusiles, seis cajas do guerra, una carga
de pertrechos y muchas cartucheras y gorras.
<c
Después daré cuenta á U. S. de todo lo demás que se recoja en
esta jornada. Me tenido la pérdida sensible do dos Rifles muertos do la
primera compañía, troco heridos do In misma, tres de Ja segunda y 1res
misares, entro éstos el Sargento Montoro, y en les do la segunda compa-
ñía ol Capitán Homero, ambos levemente.
" Todo lo que he empeñado en esta acción, no lia sido más quo la
primera do Rifles y algunos do la segunda con vointo y cinco húsares. Re-
comiendo á U. S. á todas las tropas, pues advertí en ellas el mayor entu-
siasmo, con particularidad al señor Comandante Sander con el Coman-
danto Calderón, al Capitán Leou y al Alférez. Torraba, que son los que
han tomado la altura.
í:
Incluyo á Ü. S. los estados do las fuerzas que se han tomado al
enemigo, y después enviaré los prisioneros."
Y con fecha 31 del mismo mes y cuartel de La Fundación, ino dice
lo siguiente :
" El 31 á las seis do la mañana regresó el Comandante Calderón
con la partida que habia ido en persecución de Lima, y sinembargo do
haber ido hasta el rio Ariguaní, no pudo alcanzarle; sí á algunos más á
quienes mató.
" .De la exploración del canino me han traído la bandera enemiga y
un corneta con su instrumento, dos tambores y ciento cinco prisioneros
más, algunos fusiles más de los que tongo dicho en mi anterior, y todo
su botiquín con instrumentos do cirujía.
'*' Por ol Diario de Sánchez Lima sé que el Corono! Mónlcsdeoca
so hallaba el 13 de Octubre con 400 hombres en el Vallo: el mismo (lia
de esta noticia, publicaron los godos aquí su derrota. Pienso hoy mismo
oficiarlo proviniéndolo, siempre que lo encuentren ahí, que coja el ga-
nado que pueda y muchas bestias, y que persiga á Lima hasta su captura;
en fin, que tonga todo prevenido hasta mi otro aviso, quo será do la
Ciénaga.
<:
Un Teniente español Duran y otros españoles so hallan prisioneros:
no sé qué me haga con ellos. Remita á U. S. todos los heridos que cons-
tan de la adjunta relación, como también todos los enfermos imposibilita-
dos para la marcha. Envío à U. 8. también ochenta y dos fusiles, trece
cartucheras y once bayonetas."
Y con fecha 3 do Noviembre, ino dice desdo Colime lo que sigue:
" L a partida quo envié ol 21. á Secuta à coger ganados y caballos, á
su regreso quo venia con cincuenta reses, encontró diez derrotados, los
quo inmediatamente so tiraron al monte y persiguiendo al Capitán Acedo
con cuatro carabineros, consiguió malar al Teniente Coronel Barcùreel y
dos soldado.-) más. Todos los prisioneros aseguran hallarse perdido Lima
en la montaña. Tengo en mi poder agregados á la Division cuarenta prisio-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 425

neros, á excepción do un Capitán García, que remito á Ü. S. ahora, un


Teniente, también español, do Leon, y un Alteróse Fomhun/a, hijo de
Santafé: éste fué hecho prisionero en Boi/acá, so agregó á nuestras tropas
do aspirante, ascendió á Alférez, se pasó al enemigo en Burinas el año
pasado, y ahora fué prisionero nuevamente en La Fundación; lo puse en
capilla con ánimo do tirarlo, y por varias súplicas, atendiendo á su poca
edad, le ho salvado la vida remitiéndole á U. S.; pero le advierto (pío es
tan malo como los españoles; determine U. S. do ellos lo que tenga por
conveniente.
"Yo no he pasado un solo hombro por las armas, pues los criollos
todos están agregados, y los españoles los ho remitido á U. S.
"Todos los informes que ho adquirido por los prisioueros y vecinos
de la Fundación, como también por los papóles que lio cogido en los bau-
les del padre Pió, me convencen de quo esto sacerdote ha hecho más mal
á nuestra cansa que Morillo mismo: este hombre perverso no debe vivir:
si U. S. lo perdonare la vida, que sea de un modo que no nos perju-
dique más.
" Los oficiales prisioneros los envío por tierra, por falta do embar-
caciones. Esta mañana contramarcha' de la Fundación á. esto punto, pero
envié por aquel camino al Comandante Calderón con la caballería á Sevilla
á coger ganado; él va apoyado por la primera de Rifles. Mañana continúo
mi marcha por esta vía á San Bartolo, y á las once do la mañana distaré
solo cuatro leguas de Calderón."
Lo que trascribo á V. B. para su inteligencia y satisfacción.
Dios guardo á V. E. muchos años.
Cuartel general Divisionario de Soledad, Noviembre 9 de 1820.
Excelentísimo señor.
El Comandante en Jefe*,
MARIANO MONTILLA.

Excelentísimo r;cfior Vicepresidente <lcl Departamento de Cundiuamarca. '•

OOOSiZ.
©CC3PAC203? de « La Barra » y de « Pueblo Viejo» por las fuerzas
sutiles colombianas.
Pueblo Viejo, 10 de Noviembre de ÍS20.
Señor Comandante general de las Provínolas de Santa Marta y Cartagena.

Tengo Ja honra de participar á U. 8» la toma do La Barra, de Ja


Salina y do Pueblo Viejo, por las fuerzas sutiles en este dia. A las nueve
de la mañana, según la señal del Coronel Carroño, dimos el ataque, y á
las nueve y média ya estallan sus baterías todas en nuestro podo-, con
solo la pérdida de un muerto y otro herido.
:
Tomado de la mima Gacela de 10 de Diciembre de 1S20, número 72.
426 DOCUMENTOS PAHA LA IIISTOltlA

JD1 señor Comandante do las fuerzas sutiles se fué por tierra á unir-
so con el Coronel Garreño, quedando yo por ahora en ol mando de ellas.
En esto momento recibo el parte do la toma de las «Sabanas con muy
poca pérdida do nuestra parle, por la fuerza del Coronel Garreño. Es-
toy despachando buques por el caño para traer los heridos.
Mañana tendré el honor de mandar ¡i U. S. una relación de todo
cuanto hemos cocido aquí, pues ahora la confusion es gratulo y no lo
puedo hacer. Están clavados los cañones, á excepción do dos, y un
obús en la batería de la Barra.
Simio con esto nlieao una Escucha une hemos cocido, con todos sus
buques, pertrechos y municiones. JNunca he visto mas union, valor é
intrépide/, quo la que han manifestado las fuerzas butilos en este dia.
Dios y la libertad.
DE Currar,
Capitán do fragata y Comandauto. general do las fuerzas sutiles,
interinamente. B

<D©SS3AS23 y toma del pueblo de San Juan de la Ciénaga por las


fuerzas colombianas.
EXCELENTÍSIMO SESOIÍ:
Tengo el honor do participar ú V. E. quo las armas do la Repú-
blica de Colombia han triunfado ayer en la Ciénaga, de las diez y nuevo
fortalezas con que los viles servidores del imbécil y pérfido Fernando
trataron do impedir quo el pabellón tricolor trcmolaso allí.
Son las once do la noche, y acabo do recibir ol parto oficial do no-
ticia tan fausta, do que acompaño copia á V. E., y espero dirigirlo muy
en brevo la del de la ocupación de Santa Marta, pues según los obstá-
culos que hemos vencido y las posiciones ventajosas que ocupamos, á
esta hora juzgo ya en ellas las tropas republicanas; y mo atrevo á ase-
gurar ú Y. E. nuo dentro do poco flotará también sobre los muros de
Cartagena el pabellón do Colombia, pues todo pareco conspira á la des-
trucción del tirano ; habiendo recibido hoy aviso oficial dol señor Como-
doro Luis Aury á bordo del Congreso on cl mar, que dentro de dos ritas
después do recibido el aviso vendria á reunirse á nuestra escuadra con
cuatro bergantines y cuatro goletas do guerra.
La premura del tiempo por alcanzar el correo, no mo permite ha-
cer estas comunicaciones al Excelentísimo señor Presidente Libertador.
Yo me atrevo á esperar de la bondad de V. E., como se lo suplico, co-
municarlas á S. E.
Dios guardo á U. S. muchos años.
Cuartel general Divisionario en Soledad, Noviembre 11 do ]S20.
Excelentísimo señor.
El Comandante en Jefe,
MAMANO MONTILLA.
Excelentísimo seüor Vicepresidente de Cundinamavca.
• Tomado de la misma Gaceta, número 72.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 427

Cuartel principal en la balería ciel Carmen en la Ci¿iuujat « 11 de


Noviembre de 1S20.

Al sefior Coronel Comandanf.c cu Jefe, kc.

El 9 al mediodía llegó la Division á Sevillano: luego que cubrí cl


campo marche con 25 húsares hacia la Ciénaga, con el objeto de hacer
una descubierta sobro las trincheras, lo que no pudo verificar tan exacta-
mente como queria, teniendo un choque con el enemigo, y que poner en
movimiento al señor Corono! Padilla. El .1.0 al amanecer hice las señales
convenidas para prevenir á esto Jefe, y se me contosió. A las dos do la
madrugada puso en marcha la Division con el mayor silencio y union,
trayendo el parque en el contro de olla, y h las ocho do la mañana estaba
ya frente al pueblo, en donde hice alto para esperar la hora en quo de-
bíamos atacar en combinación, y entro tanto fui con ol Comandante Cal-
derón á reconocer el pueblo, disponiendo el ataque do la manera siguiente:
destiné la compañía de Granaderos con una mitad do la 6.R de Hides con
el Capitán Loedel y el Teniente Duran á atacar por la derecha enemiga:
el resto del batallón Giranloí y la otra mitad do la o'.'1 con los Capitanes
Hormcchca y llamírez por el contro, apoyadas ambas columnas do 25
hombres do caballería, y yo con las demás tropas por la izquierda, ha-
biendo dado órdenes á las partidas de quo no rompiesen el luego antes
que yo, para evitar quo el enemigo cargase sobre ellas, siendo las más
débiles. Ptompió el fuego el señor (Joronol Padilla á la hora señalada, é
inmediatamente cargué sobre el enemigo á paso do trote, habiéndome
introducido en el pueblo en menos do diez minutos, tomando en este
tiempo dos baterías. El enemigo, la mayor parto indios, tan valientes
como la mejor tropa, so metió en las casas del lugar, sosteniéndoso con
grand o obstinación, y hube do emplear más do hora y média do fuego
para desalojarlos de todas partes: mientras éstos se defendían en el inte-
rior extraordinariamente, una partida de 150 hombre.'; me salió por un
ílanco con intención de atacarme por él y cargar sobre el parque. Xleuní
mi fuerza en la plaza y destiné nuevas guerrillas contra los que estaban
dentro de las casas, mientras }ro con la caballería corrí al parque y com-
pleté la derrota.
Más do 'J.0O hombres del enemigo han muerto: entro los heridos de
mi Division se encuentran el Mayor Pcacolce y el Capitán Pealan, cuyas
heridas son leves. Intereso á U. S. M cuidado do los heridos del Rifles,
que son muy valientes y dignos de una buena atención.
Cuando entré al pueblo crei que solo habían defendido esie punto
800 hombres; pero según las declaraciones lomadas, ora la fuerza ene-
miga, contando el pueblo quo oslaba armado, muy cerca do 2,000 hom-
bres. iSc me está presentando alguna gente, y espero que en tres dias
so IDO presente el vecindario todo. El Mayor PONVCI sigue para esa con
pasaporte, por cobarde; ol Teniente Lozano es también iuútil; también
el Alférez Policiano Sánchez.

Dios guarde á U. S. JOSÉ MARÍA CARRESO.


428 DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA

Pérdidas en la Division de la República en los 1res cómbales de Godo,


lliofi'io y Ciénaga,
Muertos, -10—Heridos, 114—Contusos, 3—Oficíalos heridos, 3.

Pérdida del encmi'jo en los misinos 1res cómbales.


Muertos, »92—Heridos, 258—Prisioneros, 025—Oficiales muerto»,
29—Oficiales heridos. 4 - Oficiales prisioneros, 8.
Efectos tomados: ] 82 piezas do artillería, desde el calibro du 21
hasta el de á 2—810 fusiles—Dotaciones de la Artillería en gran canti-
dad, y un buen parque de municiones de fusil—Buques do guerra, 5.
13otcs de cubierta, 3—Bongos de comercio, SO.

PEl©3?©SEC3- OSfïSS del Cabildo do Santa Marta, de suspension de


armas para ajustar una capitulación.
Mediante haber logrado U. 8. posesionarse de este punto do la
Ciénaga, por victoria do sus armas, no quiere este Ayuntamiento se con-
tinúe un derramamiento de sangre entro una misma familia, y á cuyo
efecto ha acordado, con presencia do la Junta do guerra, so propongan
á U. S. capitulaciones conformes á los sentimientos manifestados en sus
proclamas por el Excelentísimo señor General en jefe, Don Simón Bo-
lívar, y diputado por una y otra autoridad, al Teniente Coronel Don Isi-
dro Escalada, al señor Alcalde 2.° nombrado Don Ramon Martínez Gue-
rra, y llegidor Don Juan Tejido, para, que so propongan los artículos
sobre los que deben formalizarse, esperando entro tanto se suspenda toda
hostilidad y uso de armas.
Dios guarde á U. S. muchos años.
Sala de Ayuntamiento constitucional, 10 do Noviembre de 1820.
Pedro Ruiz de Porras—Vicente Moré—Evaristo Vjueta—Pedro
Pica—Javier Vioncli—José Julian Pérez.
Señor Comandante general de las troyas indcjiciulieutci:, Don José Marta Camilo,

COXTKSTACIOX.

Señores del Cabildo de Santa Marta.


Descoso de evitar la efusión do sangro humana que por tantos años
so está difundiendo con injusticia, y como autorizado igualmente para
tratar con benevolencia á todo pueblo que se someta á las armas de la
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 429
República, tengo á bien el suspender toda hostilidad contra esa plazo,
siempre que hagan UU. SS. observar los artículos siguientes:
h* Todas las anuos y municiono» de guerra se pondrán en segu-
ridad y ¡i disposición del señor Coronel Nurváex (Juan Salvador);
2.° Todos los intereses epic se consideren del Estado, serán puestos
en seguridad con escrupulosidad;
3.° A todo cuerpo ó persona comprometida con el Gobierno español,
se le dará su pasaporte, sea para Ultramar, ó sea para el interior;
d.° Las propiedades de todo ciudadano serán por mi parto respeta-
das, y quedo enterado de la do U. S., fecha en Sauta Marta, á 10 do No-
viembre de 1820.
El Comandante general interino,
CARRBSO.

I**J OJ/-I •-.• ver

2)SH?&£aSji del combate que tuve lugar en el pueblo de la Ciénaga.


EXCELENTÍSIMO SBSOR:
Consccnenio á lo quo dije á Y. E. desdo Soledad el 14, tengo el
honor de añadir: que después que el señor Coronel Carroño batió con su
Division en las alturas do Codo las tropas del General Sánchez Lima,
emprendió su marcha sobro los pueblos de la Ciénaga, para concluir la
campaña de esta Provincia, quo parecía la más fácil, habiendo destruido
los europeos y tropas da línea quo la guarnecían. Mas apenas llegó á
Rio/ño, cuyo raudal y profundidad oponía verdaderos obstáculos á su
vado, se descubrieron tropas enemigas que en número do 200 rompieron
sus fuegos sobre nuestros cazadores, quienes tuvieron que vadearlo á
larga distancia para flanquearlo: V. E. verá los pormenores de esto en-
cuentro en el parto del mismo Coronel Carreño, quo acompaño bajo el
número 1.° y que por un retardo involuntario no llegó á mis manos á
debido tiempo, por cuya razón dejó de comunicarlo á V. E. antes do
ahora. Vencido esto obstáculo, y decidido el ataque general do las forti-
ficaciones do la Ciéiaf/a para el día 10 á las nuevo do la mañana, conti-
nuándolo por tres diferentes punios que debían ser ejecutados por la
Marina, fuerzas sutiles y Ejército, se verificó denodadamente por la Di-
vision del Coronel Carreño, que antes de diez minutos había tomado las
baterías que defendían á .Puchlo-vi/jo, y dejado á retaguardia los caño-
nes que las defendían; pero los indios, obstinados en la defensa, protegidos
por ventajosas posiciones y engreídos con sus antiguos triunfos, empren-
dieron de nuevo dentro de la población y sus cercanías un fuego bien
nutrido y cortero, que nos causó bastante daño, y que forzó á las valien-
tes tropas republicanas á cargar tan do firme y lan ciegas de cólera, que
no fué posible evitar la mortandad, sino después de mucho tiempo en
que comenzó á lograrse que diesen cuartel á los enemigos. Aseguro á
V. E. quo ho visto el campo, y osla esterado de cadáveres, pues no bajan
de 400 los enemigos que mordieron allí el polvo. La caballería en este
tiempo dio siempre repetidas cargas, teniendo en todas ellas que lancear
hombres valientes y tan decididos á pelear, que jamás volvieron la espalda.
430 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Mientras tauto, el señor Coronel Padilla, cuyo deber era tomar las
baterías de La Barra y Pueblo-viejo, con las Tuerzas sutiles de su mando
y tropas de la Division del Coronel Carreiío, obró con tal actividad v
denuedo, que en muy pocos minutos tenia en su poder todos los buques
de guerra enemigos quo coadyuvaban á la defensa y las fortificaciones
que hacían respetable aquel punto, y marchando por tierra con la infan-
tería y una parte de sus marineros, se incorporó á las tropas que va po-
seían tranquilas la población de las Sabanas.
Destruido el enemigo, ordenó dicho Coronel al Comandante Maza
con una columna adelantase sus marchas hasta la ciudad, persiguiendo
al enemigo y tomando posesión de las balerías del Vtilcino, último re-
curso que podia quedar al enemigo: así lo verificó este Jefe, y miéntala
se embarcaron nuestros heridos, se recorrió el campo, se recogieron los
despojos, y so dispuso la Division para seguir los movimientos de la
columna de vanguardia. A las doce de la noche se presentó el Coronel
Narvácz y dos miembros del Ayuntamiento de la capital, pidiendo sus-
pension de armas, como verá V. E. por el documento número 2." La
copia número o a fué la contestación dada por el Coronel Carreño; con la
buena ib que caracteriza á los Jefes de la República ordenó al Comandante
Maza (Hcrraógones) suspendiese sus movimientos. Entre lauto, el pérfido
Gobernador de Santa Marta, dejando la ciudad en la más completa anar-
quía, abandonando sus mismos compañeros y personas más adictas al sis-
toma del Boy, fugó de la plaza en una goleta que, avistada el mismo dia
por nuestra Escuadra, burló su vigilancia entrando en el puerto, y logró
escaparse sin ser vista. El señor Almirante que se presentó frente á la
bahía la mañana del 11, recibió una invitación de la plaza para tomar
posesión de ella, pues ignoranto el Coronel Carreño del indecoroso pro-
ceder de Porras, habia guardado sus posiciones hasta recibir las ulterio-
res contestaciones. Estos son, Excelentísimo señor, los acontecimientos
do la campaña abierta sobre esta Provincia el 15 del pasado, en que so
movió la Division do Soledad: y por el estado que acompaño á Y. E.,
número 4, so impondrá de las pérdidas quo ha sufrido en las tres dife-
rentes acciones quo ha tenido : por el número 5.u vendrá Y. E. en cono-
cimiento de las del enemigo, y por el número 6.*° de la artillería, pro-
yectiles, armamentos y municiones que con la posesión de esta plaza
aumentan en el dia los medios do arrojar del hemisferio do Colombia á
los tirauos quo aún intentan infestarlo.
No llenaría los deberes do mi empleo si dejase en silencio el mérito
contraído por el señor Coronel Carreño, Comandante de la Division quo
ha operado. Si hubiesen los Gobiernos de juzgar por los resultados, nin-
guno calificaría mejor que el presente el talento conspicuo do este Jefe.
Yo me glorío en decir á V. E. que el Coronel Carroño, por su prudencia
previsiva antes del combale, por su constancia y serenidad en él y por su
política, humanidad y desinterés después de la victoria, merece la estima-
ción general. Permítame Y. E. recomendar á este mártir de la Libertad,
á la generosidad y justicia del Gobierno, que no dudo recompensarà
dignamente sus servicios, y muy particularmente los que ha contraído
en esta campaña. El mismo señor Coronel mo recomienda en sus parles

* Las copias quo ne citan prcuerteu A este oficio.


DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 431

como muy digno do atención, al Tomento Coronel Sander, Comandante


del Rifles; ni Sargento Mayor dol idem Poaooko; á los Capitanes Phileam
y Romero del mismo cuerpo, heridos; al Teniente Coronel graduado Ma-
nuel Leo», del mismo; al Teniente Coronel Calderón, Comandante do los
húsares de la guardia;al Capitán Acodo, Alférez ¡\lalutc, Sargentos Guz-
man, Amaro, Cabo Poro, y soldado Sanoja del mismo cuerpo; á los Sar-
gentos de Banderas de Rillcs, Cuello y Naranjo, y al Teniente Coronel F.
Kocconor, que desempeña las (unciones do Jóle de Eslado Mayor interino
do la Division : yo mo «Irovo á esperar (pie V. .13. distinguirá á estos
bravos, y epic también lo verificará con el Subteniente Ayardaburu, ayu-
dante del Coronel Carroño y adjunto al Estado Mayor.
Aunque no creo do mi deber recomendar á V, E. al señor Coronel
Padilla y las fuerzas sutiles de su mando, por depender inmediatamente
del Excelentísimo señor Almirante, me atrevo á hacerlo por justicia y
por reconocimiento á su conducta bizarra y honorable.
Dios guarde á Y. E. muchos años.
Santa Marta, Noviembre 19 de 1S20.
El Comandante en Jefe,
MARIAXO MONTILLA.
í::
Excelentísimo señor Vicepresidente del Dcpnrlnmcnto de Cundiunmavcn.

OOOSiV.

ES.GiOBEEl^iî.SîeDS, político y militar de Mompox da cuenta al


Gobierno de Cundinamarca, de las operaciones emprendidas sobre Ocaña.
ExCKLKNTÍSIMO SKÍiOH :

Por el copiador dò oficios de esta Comandancia hallo quo mi ante-


cesor no comunicó á V. E. oportunamente el regreso del Teniente Coro-
nel Juan Antonio Pifiares con la fuerza quo había marchado á Ocaña,
á consecuencia de haber tenido noticias positivas de que las fuerzas
de los enemigos en aquel punto eran casi triples á la suya; con este
motivo y haber llegado también aquí el señor Coronel Montosdeoca,
destinado por el Excelentísimo señor Libertador para que mandase la
Division sobro Chiriguaná con el objeto do quo so le reforzase su co-
lumna, casi desecha en aquella marcha; el señor Comandante entonces
Ramon Nonato Guerra, determinó que esto Jefe marchase á Oeaña
con el rosto de su fuerza aumentada con la tercera y cuarta compañía
del batallón Tiradores do esta plaza, las cuales so hallaban on Chimicha-
gua y Tamalamcquo; y al electo, dio orden á los Comandantes de ellas
para quo se pusiesen á las órdenes del expresado Coronel; pero cuando
se creia ocupada ya la plaza de Ocaña por la Division do este Jefe, so
tuvo noticia, por correspondencia intorcoplada á los enemigos, quo la
fuerza de aquella plaza después do las dos den-olas que sufrió el Coronel
:
- Tomados estos documentos de la misma Gacela de 10 y 17 de Diciembre de 1S20,
números 72 y TJ.
432 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Figrodo, pasaba do quiiiiontos hombros, casi todos fusileros; con esto


conocimiento y que el sefior Coronel Montosdooca iba á sacrificar Ir.
fuerza con que Labia marchado, muy debilitada por las deserciones que
sufrió, filé preciso llamarlo por la posta á fin do acordar aquí el mejor
plan en su operación, y aumentarlo su colummi con la compañía de (Ja-
zadores de este batallón. En electo vino, y acordado lo quo debía hacer,
siguió el 20 del corriente con !a expresada compañía, const-ante de cien-
to catorce plazas, y de la mejor disposición, entusiasmo y valor.
Por la fecha de la salida de esto Comandante y do su respetable
Division, debo Y. B. prometerse que dentro de dos días eslará destrui-
da la facción de Ocaña, si no es que está ya ocupada aquella plaza por
el señor Coronel Manuel Manrique, que, según partes do Cácota de la
Matanza, debía estar en Ocaña del 18 al 20.
Y. E. puedo descansar en el concepto de (pie no so omiten provi-
dencias activas para destruir los enemigos por todas partes, pues ayer
salió do aquí una partida do cuarenta hombres para rounirso con otra
igual quo está cu San Sebastian, y perseguir los malvados dol Guamal
quo inquietan á los vecinos do esa ribera.

Dios guardo á V. E. muchos años.—Mompox, íToviembra 2-1 do


1820—Excelentísimo señor—El Teniente-Coronel Comandante interino.
PKDHO GUILLIN.
Excelentísimo señor. Vicepresidente del Dcyr.vUvJcnto de Ctnulinainnrca.

3?2£332í./&.£¿ oficiales relativas al reconocimiento de Colombia por las


fuerzas realistas acantonadas en " Guamal."
EXCELENTÍSIMO SEX'OH:

Tengo el honor de acompañar á V. E. ci Parto oficial del señor Co-


ronel Juan Narváez, Comandanto general de la columna "Valerosa Mom-
pox," que marchó de aquí antes do ayer 11 del corriente, y el oficio do
sometimiento y obediencia del Capitán Estovan López, Comandante de
las fuerzas del " Guamal" que antes eran enemigas.
Lo imponente y respetable do la referida columna que manda el
señor Coronel Narváez, y el convencimiento de los pueblos alucinados
por el fanatismo, prometen que con igual facilidad se prestarán todos al
Gobierno y tendrán el honor de per!onecer á Colombia.
Dicha columna signo sus operaciones estrechamente combinadas con
la Division que ha marchado de Cúcula sobre Ocaña al mando del señor
Coronel Manuel Manrique, y creo que en menos do diez dias .'¡era des-
truida la pequeña facción que ocupa dicha ciudad.
La Provincia toda del J'iio de Hacha ha levantado el grito y so halla
libre: la fuerte Division que emprendía sobre ella, dirige sus operacio-
nes sobre el Val led upar y Maraca i bo.
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 433
La línea de asedio sobro Cartagena so estrecha cada dia más: las
fuerzas sutiles deben hoy haber entrado por el "Dique" y cortado los úl-
timos y escasos recursos que le quedaban á la plaza, en donde la pesto
y ol hambre los aflige demasiado.
Todo lo que comunico á Y. E. para su satisfacción y superior co-
nocimiento.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Mompox, Diciembre 13 de 1820.
RAMON N. GUERRA.

ExcelentísimoficñorVicepresidente del Departamento de Cuudinamarca.

Al señor Gobernador Militar y Político de Mompox, Teniente Coronel llamón N. Guana.

Destinado por el señor Comandante en jefe ú continuar en el mando


do este punto que he tenido el gusto de poner á sus órdenes con la gente
y armas que habia reunidas; tengo también el dulce placer de ofrecer-
me á las órdenes de V. S. á quien se me ha prevenido obedezca.
Quedo encargado de acabar de reunir las armas y municiones, el
resto del pueblo, y tomar el juramento de obediencia: todo será puesto
a s a disposición, congratulándome con los vecinos de servir á las órdenes
do un Jefe tan distinguido como Y. S.
Dios y la Libertad.
Cuartel general Divisionario en el Guamal, Diciembro 13 do 1820.
Señor Gobernador.
EsTKVAN Lól'KZ.

Al soííor Gobernador Militar y Político de Mompox, Teniente Coronel Ramon N. Guerra.

Al fin triunfaron la razón y la justicia contra las preocupaciones é


intrigas de que habían llenado los españoles al pueblo dol Guamal; noso-
tros hemos abrazado como hermanos y amigos á los que aquéllos quisie-
ron presentarnos como enemigos. Al acercarme al Guama I, el pabellón
y tropas fueron saludados con el grito triplo de ¡ Viva Colombia ! viva
Ja Patria y viva la República ! Hasta ahora se me han entregado 38
fusiles, y el Capitán Estovan López que, conforme con las órdenes del
señor Comandante general, ha pasado do esclavo do un Rey déspota á
serlo en nuestro Ejército, quedará aquí de Comandante militar para
reunir el resto de vecinos que andan dispersos por los bosques y á quien
usted dará sus órdenes para el arreglo y organización de este pueblo pró-
fugo, yo continúo mis marchas. Ya á jurarse el Gobierno por el pueblo,
y á tomar las demás medidas que crea necesarias.
Comunique usted esta noticia al ilustre pueblo do Mompox, con
quien me congratulo en el presento suceso.
Dios y Libertad.
Guamal, Diciembre 13 de 1820.
El Comandante en Jcfo,
JUAN ÜATAADOI: »r. NAKVÁEZ. 28
43<( DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

CCC&VXX.
<Cià.£S»Tià. particular del Coronel M. Montilla al Libertador, en que íe
habla de las operaciones militares que tiene á su cargo. "

Soledad, Agosto 20 do 1S20.

Excelentísimo señor Presidente Simon Bolívar, etc., de, etc.

Mi estimado y querido General:

lie recibido cou el mayor placer las dos muy apreciables de usted do
21 do Julio y 1." de Agosto, y puedo asegurar con toda la ingenuidad de
mi carácter, que si bien he recibido gustoso las enhorabuenas que usted
me da por el grado parà quo ha tenido á bien proponerme, no me han
causado menos satisfacción las expresiones lisonjeras con que me honra
aprobando mi conducta en la caiupaíia del Hacha, y cu la apertura de Ja
do esta Provincia (Cartagena). Acepto usted, mi General, las gracias más
sinceras por ambas cosas, y viva usted persuadido que emplearé cuanto
esté á, mi alcance para seguir mereciendo ci concepto que usted ha tenido
]a bondad do formar de mí.
Consecuente á los oficios del Ministro do la Guerra y siguiondo el
arden de operaciones que usted me indica en la del 21 de Julio, puso
toda mi atención en la seguridad dol Magdalena y sus bocas, defendidas
por ol fuerte do Sabanilla y por nuestras fuerzas sutiles, que cada ve/, van
siendo inás respetables. Para asegurar en la ribera izquierda nuestros
almacenes establecidos en Barranquilla, me lia parecido la medida más
oportuna el reforzar más la línea do sitio, por la razón muy obvia do que
mientras más reducidos tenga yo los enemigos, menos terreno ocuparán
olios y menos terreno tendré yo que defender, ocupando el pais do donde
podrían sacar algunos recursos á pesar de la bella disposición de los pue-
blos. Kéaquí, General, el motivo porqué al momento que recibí la orden
do usted no invadí á Santa Marta, disminuyendo la línea de asedio;
porquo considero ésta íntimamente ligada con la medida do asegurar las
riberas del Magdalena.
Para ejecutar la segunda medida de tomar posesión de la capital de
Santa Marta sin arriesgar la empresa, como usted medico, por la bella
perspectiva que presentan nuestros negocios, determiné formar el cuartel
de asamblea en los pueblos de Santo Tomas, Sabanagrando y Palmar,
por lo saludable del clima, por lo bisoñe dol batallón del Comandante
Maza, que jamás habia tirado un tiro, : por procurarroocon menos dificul-
tad la subsistencia para animar é inspirar confianza á los pueblos do la
orilla opuesta, y para evitar las enfermedades quo por experiencia sé lo
que influyen sobre tropas del interior, esperando entretanto la reunion
* Esta carta debió ¡mertaro en l:is páginas llíi •': t j.s rlol presente ionio; pero por mi
olvido dejó de hacerlo en su oportunidad, y KV subsana la omisión dándole cabida en osle
lugar. (N. dol E.)
* * Esto batallón, quo llovó el nombre de " Aíagdalena." se compuso de colecticios do
la Provincia do Cartagena; pues las fuerzas con que el Coronel Mam atacó en Tenerife,
quedaron formando las sutiles. (X. del E.)
DE LA PltOVINClA DR CARTAGENA. 435
del Coronel Lara, ó cuando menos la incorporación de las tropas de An-
tioquia, para con algunos más de aquí y la escuadrilla invadir la otra
provincia y cumplir con los deseos de usted.
No me descuido en aumentar las fuerzas, y la mejor prueba que
puedo dar á usted de la atención quo lio puesto en un objeto tan intere-
sante, es la de decir por primera ve/., que yo invadí esta Provincia con
ISO hombres criollos y 60 ingleses, y que sin otro auxilio que el de la
compaüía de cazadores del batallón ele Maza, tengo encerrados cu Carta-
gena ú los españoles, á quienes no les Tallaban al principio del sitio 800
hombres de línea entre Leon, Valencia, artillería y guardia did cx-virey.
No me faltan en Torrecilla y Ternera 130 buenos jinetes, da en cíala
derecha, 25 en Pasacaballos, ¿50 dragones en la línea del Magdalena quo
van á obrar en Santa Marta, sin contar la del Coronel Lara y la que está
levantando en las Sabanas del Corozal, Carpió; además tengo un buen
piquete (pie cubre á Zispata y Tolú á las órdenes de un valiente y hon-
rado patriota, llamado Royert.
No extraño usted quo no remita los estados de fuerza periódicos,
porque no me veo de pobre; no tengo un solo oficial capaz do este trabajo,
yo lo hago todo y el Doctor Paúl, que me ayuda como un macho de
carga. Agregue usted á esto atender al sitio de una plaza fuerte, y orga-
nizar y dirigir una invasion sobre otra Provincia, sin medio real, y se
•convencerá usted de que me encuentro recargado con una responsabilidad
que en honor y conciencia se me debia minorar; pero usted me dice que
me muera y que este es el destino de los buenos patriotas; sea así enhora-
buena. r; Pero la responsabilidad, mi querido General ? Esta y no otra
cosa es la que gravita de continuo sobre mi imaginación, y sólo me dis-
traigo cuando reflexiono que hago cuanto puedo y que ab invposibile nomo
¿enclur.
Ya dije á usted de oficio lu llegada de Lara al Cerro de San Antonio
y excuso decir ahora lo que ha sufrido su Division, porque él lo ha hecho
ya; baste decir á usted que estoy organizando aquí para mañana un hos-
pital de ISO camas, porque no tiene aquél menos enfermos, y Córdova
también ha dejado en Morroa (53, aunque do fácil curación.
Está arreglado ya el ¡dan de ataque sobre Santa Marta con el Almi-
rante, y á la vez obraremos por tierra y por agua; pero me hallo per-
plejo con Jas expresiones do usted advirtiéndome en la del .1.° del corriente
que yo y no otro debo dirigir las operaciones sobre Cartagena, ifcc, ¿Será
posible que usted me prive de ir en persona á tomar la otra Provincia ?
Yo he consultado con el Almirante la carta y éste es de opinion que no
debo separarme do esla Provincia; lo mismo me dice el Coronel Lara;
pero la línea está tan bien establecida, la artillería y caballería fan sober-
bias, que seria necesario uno de aquellos sucesos inesperados para que
los españoles encerrados pudiesen emprender algo con suceso sobro olla:
además Ayala lo tengo siempre allí eon porción do oficiales briosas y
aguerridos. Yo no puedo creer que usted repruebe ponerme á la cabeza
de las tropas que están bajo mi mando, y mucho mas cuando sepr, yuts
algo puede obrar en favor de las armas de la Jiepúbiica un poquito do
opinion que me he granjeado en Santa Marta por Ja política que h:>
observado, contraria ú la de Córdova y lal vcx ú la que creen podria
43G DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

observar Lara. En fin, yo me consultaré mucho y desde ahora proteste


que si es necesario sacrificar mi amor propio al bien público, lo liare.
He nombrado al Doctor Paúl Auditor do Guerra de la Division y
esporo cpie usted apruebo el nombramiento, si lo considera acertado: él
es el único que me desempeña y es muy constante en el trabajo.
TTo tonga usU'd cuidado por los loen» do por acá, pues yo no soy do
los qno se dejan bailar con facilidad. Su bochinche bubo en Jamaica pro-
movido por Márquez y otros de su valía, con D'Evercnxj lo dieron mil
pesos para pagar la posada y le influyeron la idea de quo tomando el
mando á su llegada, como cle.bia, me remitiese preso a! interior juzgán-
dome en un Consejo de guerra por la pérdida de Rio Hacha y que con-
tase con su influjo. Mis amigos me lo previnieron desde Jamaica y yo
estoy sobre los estribos. .El Canónigo esvá muy recoleto y como vive en
Barranquilla, poco nos vemos; es enemigo del Almirante ¿pero do quién
es amigo ?
Tenga usted presento, mi querido General, que D'Evereux ha ven-
dido todos los empleos do oficiales, no á hombres capaces do servir, sino
únicamente al que podia exhibirlo en guineas el precio convenido: barco
hubo que condujo 1-10 oficiales y 21) soldados; es un metodista orgulloso;
si usted lo tratase, conocería lo que es, pero yo no sé más quo los infor-
mes que he adquirido.
Tengo un amigo en la plaza y mo ha venido muy bien lo quo
usted me dice, &c
Se va el correo; son las 2 de la mañana y no debo detenerlo; agre-
guo usted el cansancio do 200 leguas que lio andado en pocos dias y lo
disculpará usted que no sea más exacto por esta vez, á su más apasionado-
y vordadoro amigo que lo ama do veras.
MARIANO MONTILLA,

©3TSÍCTÍS1.&.K!» con que el Vicepresidente del Departamento de Cundina-


marca transmite los Tratados celebrados sobre Armisticio y Rcgularizacion
r'.: in guerra, á los Jefes encargados de las operaciones militares. x
Al Gobernador Comandante general de
Bogota, 1!) de Diciembre de 1820.

Incluyo á U. S. un ejemplar autentico y laníos impresos del Armis-


ticio ajustado entre SS. E E . el Presidente de la [República y el Gene-
ral en jefe del Ejército expedicionario, y del Tratado de la rcgularizacion
de la guerra. Hágalos U. >S. publicar y circular en la Provincia de su
nií.ndo á los Comandantes y Justicias subalternos, cumpliéndolos, guar-
dándolos y observándolos por su parle con'la mayor escrupulosidad, y
velando en quo cuantos inmediatamente dependan de ü . S. los cumplan,
' Tomada de la Gaceta ya citada de 21 de Diciembre de 1S20, número 71 ; poro no
se ¡aserian lou Tratados, porque son extensos yfiguranen otras variât obras de historia,
(8. dol B.)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 437

.guardón y observen sin dar jamás motivo de quo recaiga sobro U. &
responsabilidad alguna.
Dios guardo á U. S. muchos años,

FRANCISCO DK 'PAULA SANTANDER.

:í?£Í>¿!(&BS733tfT© de l:i ¡Memoria presentada al Vicepresidente de Cun-


clinaniarca '; General Francisco do Paula Santander, por el Sccrclar'o de
Hacienda y Guerra, doctor Alejandro Osoiio, a fines del año de ¡'¿JO.

Sabida la ocupación de Riohacha, por la escuadra del Almirante


JBrion (Luis), y tropas del Comandante general Montilla, se envió el rro-
rrespondicnte armamento al Gobernador tie Mariquita para el LK¡rallón
del " Alto Magdalena," con orden de (pío so embarcase sin pérdida do
tiempo, al mando del Teniente Coronel Maza, cpiien combinando sus mo-
vimientos con los del Teniente Coronel Cordova, epic oslaba Operando por
ol rio Cauca sobre Mompox, pondria estas fuerzas á su disposición, lia
columna do Cordova desalojó de las bocas de Ñachí á los enemigos qi'o
defendían esta importante posición. Poco después cuarenta hombros en
Mojana destruyeron una columna triple, y se allanó la entrada en
Mompox. Maza obtuvo otras ventajas en el Magdalena; Mompox fué ocu-
pado al fin, obligando esta operación á los españoles á retirarse á la fuer-
te posición do Tenerife. Reunidos Còrdova y Maza, sin perder momentos
fueron atacadas y destruidas todas las fuerzas sutilos enemigas, sin quo
quedase a los españoles un buque en ol Magdalena. Progresos (an rápi-
dos fueron efectos de providencias bien meditadas, activas y oportunas,
ejecutadas con tino, exactitud y valor. Pasado el tiempo en cpie el Go-
bierno, embriagado con los triunfos, dormia á la sombra do los "laureles
con que se cubrían las armas de la Libertad, las victorias en estos tiem-
pos de actividad, la hacían redoblar. Nuevas providencias se diclan para
que estos dos batallones se elevasen á ochocientas plazas cada uno ; para
queso formase otro en Mompox, haciendo marchar al efecto doscientos
hombros de Antioquia ; para que el batallón c: Girardot," al mando del
Teniente Coronel Kioanrto, siguiese á reunirse al ejercito de la Cosía ;
liara conducir á ese ejercito y á la escuadra, dinero, harina, azúcares y
otros artículos, y cuantos fueren necesarios para sostenerlo, ponerlo >:n
aptitud de ejecutar las operaciones que le fueron confiadas, y en el pié
brillante en que se encuentro.
ÇgT V. JD. dirigió las operaciones en el Magdalena, hasta que des-
•: Convicuc ((lio recordemos que el J)i/irtrliiiiirii(ii tic l'/.m::in-in- en lï^JO comprendía
todo cl territorio de In Capitania general del mismo nombre ; y el'üt.flurlamentottvUnif
dhiamarcu, el territorio de la Nueva Granada. (X, del K.)
438 DOCUMENTOS FAKA LA HISTORIA

pues del triunfo glorioso do Tenerife se pusieron todas nuestras fuerzas


ú las órdenes del Comandante general Montilla, que habiendo desocupa-
do :i lliohuchu, por motivos (pie no me toca recordar, se Imitin introduci-
do con el Almirante por el Magdalena, ocupado varios pueblos y fran-
queado la comunicación con el interior....'£$> 101 Libertador siguió con la
dirección de la guerra en esta parte luíala Noviembre, en (pie marchando
al frente del ejército por las Provincias occidentales de Venezuela, co-
metió de nuevo á V. .15. la dirección del ejército del Magdalena, y el
arreglo de todos los vamos públicos. V. ID., teniendo por principio las
miras generales de S. .'ID. y el estado de las operaciones en las Provincias
de Cartagena y ¡Santa Marta, dictó las providencias epic parcelan
oportunas.
La actividad extraordinaria del Almirante Prion, el tino, juicio y ener-
gía del Comandante general Montilla, dejaron á V. JD. muy desembaraza-
do en la dirección de la guerra. El desgraciado suceso de Turbaco ocurrido
en .1.° de Septiembre se reparó, la opinion de los pueblos de la Provincia
de Cartagena suministró muchos medios, y V. E. frecuentemente hizo
remisiones do dinero al ejército y escuadra, para ayudar á poner en
acción las tropas remitidas de las Provincias do Antioquia y Mariquita,
las que había llevado el Coronel Lara de Oúcula, Pamplona y el /Socorro,
y las que había formado el General Montilla. Este Jefe atendió á poner
en estado respetable el bloqueo do Cartagena y á hacer marchar contra
Sania María, que confió al bravo Coronel Carroño. Algunas dificultades
so opusieron en la marcha do esta expedición; pero todas so altanaron
con el valor do las tropas y el tino del Jefe, y al lin despues del combato
sangriento del 10 de Noviembre en la Ciénaga, en que los batallones
"llilles" y "Girarclot," organizados en Antioquia, so distinguieron vale-
rosamente, la ciudad de /Santo María fué libertada el 11, y Guwlina-
marca ganó una nueva Provincia. Algunos pueblos do ella so habían
alarmado contra los independientes, y parecían resueltos á continuar en
la obstinación do luchar contra sus libertadores ; pero todos han ido de-
poniendo las armas, entregándolas al Coronel Narvacsc {Juan Salvado)'),
que tuvo la comisión de pacificarlos, y están ya reunidos al Gobierno do
la República, habiéndoso logrado un suceso tan importante por raodios
suaves, á fuerza do buen trato y generosidad con los quo so habían ox-
• '.-aviado, guiados por su docilidad á las sugestiones del enemigo.

ALEJANDRO OSOP.10.
:0E LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 439

AÑO BE 18S1*
"I?JS)ÍCGÏÏ© O Proclama del Gobernador político y militar de la plaza de
Car ta siena.
Espartóles de ambos hemisferios résidantes en Cartagena :

La ley fundamental de la Monarquía, la Consíilucion, cuya obser-


vancia habéis jurado solemnemente, os llama á las armas por el artículo
361 de un modo tal, que seríais indignos de pertenecer á la Nación si
no os apresuraseis á empuñarlas en defensa de la Patria. No lardéis un
momento en correr á alistaros y uniros á las compañías de los Heles vo-
luntarios que tendré el honor de mandar, y participareis como ellos do
la gloria de contaros en el número de la valerosa guarnición, ayudándola
en sus penosas fatigas, y tomando á vuestro cargo los puntos quo ella
tendrá que dejar para dedicarse exclusivamente al sosten do los más
arriesgados. Yo, que desde ahora me nombro Comandante do las expre-
sadas compañías, os aguardo personalmente, ó por medio de un comisio-
nado, si no me lo permitiesen mis ocupaciones, en la plaza de la Consti-
tución, desde las nuevo do la mañana del sábado 21 del corriente, para
recibir vuestros nombres en las listas militares. .151 tímido y cl egoista
que no concurra á ofrecer sus servicios á la Patria, y piense permanecer
criminalmente indiferente á su suerte, tiempo le queda aún para abrazar
el partido do abandonar una ciudad toda entregada al dominio do Marto,
y librarse así del justo desconccplo de sus conciudadanos y del Gobierno.
Cartagena y'Abril 18 de 1821.
GAIÍHIEL DE TORRES. '''

^OïWÍÜPElVEïSHí!?© de las hostilidades en la Provincia de Cartagena,


y entrada de las fuerzas sutiles colombianas en la bahía de la plaza.
.El rompimiento de hostilidades se verificó en esta Provincia antes
de concluirse los cuarenta llins estipulados en el artículo 12 del Tratado
do "Trujillo " : el Gobernador de Cartagena así Jo dispuso, mandando
atacar á una columna de la Division del bloqueo situada en Lorien el 20
de Abril (de 1821.) Aunque nuestras tropas no estaban preparadas á ser
atacadas, se defendieron, sinembargo, valerosamente, y lograron batir á la
columna, enemiga, compuesta de más de 300 hombres, de los cuales una
parte eran soldados del regimiento de Leon. Candamo, su Comandante,
escapó con 40 solamente, habiendo sufrido nosotros la perdida de 3
muertos y 15 heridos, inclusos el Capitán Bolívar y el Teniente C4arcía.
Así lo participa el Comandanta general del Ejército, incluyendo ol parto

" Tomado de la mitin» Gaceta de 24 de Junio de 1821, número 100.


440 DOCUMENTOS PAHA I,A HISTORIA

quo dio desdo Lorica el Gobernador Comandanto general do la Provincia


Coronel Lava.
Nuestras fuerzas sutiles, al mando del bizarro Coronel Padilla en-
traron en la bahía de Cartagena el 4 de Mayo (1521): 43 buques bien
armados y tripulados forman la escuadrilla. *

B £ C©MikSTS)j!LSJ325 en Jcl'e de la Division colombiana que asedia


la plaza de Cartagena, informa al Gobierno de Cundinamarcu devanas
de las operaciones militares ejecutadas.

EXCELENTÍSIMO SE&OH:

Como anuncié á V . E . en el pasado correo, so han adelantado las po-


siciones en la JJu/tía, y tengo la satisfacción de anunciar ahora quo la
ocupamos exclusivamente en toda su extensión.
Para más asegurar la protección de la escuadrilla sutil, so han esta-"
blecido tres nuevas baterías, á saber: 1." cu "Pucrlo do.PerirjuUo"; la 2.
en " Caño de loro,''formando además dos casas fuertes do la iglesia, y
una casa de manipostería incendiadas por el enemigo, y la 3." on " Co-
cosolo " (sigue detallando o! objeto y armamento de ellas): la deserción
del enemigo continúa, y del castillo de Bocaclúca so nos han presentado
tres cabos. La línea ;le tierra permanece cu sus posiciones dando conti-
nuas alarmas a l a ciudad, sin atreverse los sitiados á salir ni aun á cortar
leña. Por los pasados y por los avisos do la plaza se positivamente que no
tenían carne más (pie para este mes, y pan y algunos granos para Julio;
de suerte que cuando recibió el Gobernador los impresos de la toma do
Caracas, Coro y la Guaira, embarcó á bordo do la goleta " San Miguel "
á su Ayudante el Capilan Herrera, con destino á la Habana, exigiendo
socorros que habia pedido de antemano, y protestando evacuar la plavsa
si no venian dentro de cuarenta dias. Desgraciadamente el 1 7 del co-
rriente llegó y comunicó con la plaza por " Santodomingo" la goleta
a
JSsperanta" procedente do Jamaica, con carne y harina: cuatro do
nuestros esquifes se aventuraron á sacarse de noche la goleta de debajo
las balerías; pero estaba tan aproximada á tierra y tan protegida por los
fuegos de la plaza, (pie no fué posible. La falta do nuestros buques ma-
yores está prolongando este bloqueo.
Dios guardo á- Y. B. muchos años.

Cuartel general Divisionario on Turbaco, á 20 de Junio do 1821.

MARIANO MONTILLA.

Excelentísimo señor Vicepresidente de Cundinamarca. **

* Tomado do lu Gaceta de la ciudad de Bogotá, capital dol Departamento do Candi


uamnvca, de 3 do Junio de 1S21, nitmero 97.
** Tomado de la misma Gaceta de 15 do Julio de 1821. número IOS.
DR LA PROVINCIA DR CARTAGENA. 441

CCCX.XXXX.
A j F I & S S A a E S E Ï f f ' T O de las fuerzas sutiles de la plaza de Cartagena,
por las colombianas de igual clase.

ExcxLSXTfclMO SEÑOIJ :

Tengo el honor de anunciar á Y! E. la completa pérdida, por parlo


de los enemigos, de sus fuerzas sutiles, atacadas y apresadas ])or las de la
República, al mando del señor Coronel Benemérito Jote Padilla, Ja no-
che del 21 del corriente, como lo verá Y. E. por las adjuntas copias quo-
con satisfacción acompaño.
Cuatro buques mayores están listos de un t.odo, y qni/.á se hallan
en esto dia al frente de la plaza, según me lo anuncia el señor General
Clemente.
Dios guardo á V. E. muchos años.
Cuartel general en Soledad, Junio 26 de 1S21.
Excelentísimo señor.—El Comandante en Jefe,
MARIANO MONTILLA.
Excelentísimo sciíoi- Vicepresidente del Departamento de Cuudinniiuircn.

Señor Comandante en Jefe.—Tengo el honor do comunicar á U.


S. quo se ha realizado el proyecto de sacar do debajo de los fuertes do la
plaza las tres lanchas con piezas do á 18, y los demás buques do guerra
enemigos:'el bergantín Andaluz quedó echado á pique. La perdida quo
ho experimentado es muy poca, pues, según los partes de las Divisiones,
solo han muerto tros hombres y nuevo heridos con algunos buques da-
ñados; de todo daré aviso á U. S. más detalladamente en el curso del día.
La contienda fué decidida muy on breve, por la bravura y denuedo de los
oficiales y tripulación de oslas fuerzas, pasando al filo do la espada y
matando á inmensos más de doscientos enemigos.
Para los buques apresados so necesitan cables y rezones, pues todo
fué preciso corlarlo, pudiendo Ü~. S. estar seguro quo no les ha quedado
un solo buque armado.
Dios guardo á U. S. muchos años.—Cuartel principal de Cospiquo,
Junio 25 á las once déla mañana, do 1821.—ICI Comandante general
de las fuerzas sutiles, Josií PADILLA.—Señor Comandante en Jefo del
Departamento militar do la costa, Benemérito Coronel Mariano Mon-
tilla.

Señor Comandante en Jefe.—Acompaño á U. S. en copia las órde-


nes que so dieron para el movimiento combinado entre las fuerzas suti-
les y las do vanguardia. Por el oficio quo igualmente en copia acompaño
A Ü. S. del Comandante general do las fuerzas sutiles, recibido esta ma-
442 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

îiana, so satisfará U. S. del resultado, on que hau tenido mucha parco


los cuerpos de vanguardia, pues el enemigo creyó fuese un ataque ge-
neral, y por lo tanto, distrajo su atención sobre los puntos de tierra; así
es que á pesar do la oscuridad de la noche, los tiros de canon repetidos
pudieron lograr matarnos un soldado veterano do caballería con su ca-
ballo, inutilizando tres caballos más. El ataque empezó ¡i las onco y tres
cuartos de la noche y concluyó á la una y diez minutos, disparando so-
bre nuestras fuerzas sutiles y tropa do tierra doscientos sesenta y seis
cañonazos. Los enemigos, por esto resultado, creo quedan convencidos de
quo sabemos ser consecuentes á sus invitaciones, y los pueblos del terri-
torio do Colombia de la seguridad que ofrecen estos defensores, que sa-
brán sostener sus derechos.

Dios guarde á U. S. muchos años.—Cuartel general de Turbaco,


Junio 25 de J821.—.151 Jefe del oslado Mayor, Luis FRANCISCO DK
Riuux.—Señor Comandante en Jefe del Departamento militar do la cos-
ta, Benemérito Coronel Mariano Montilla.

Señor Coronel:

Organizado el plan que con TJ. S, habia ya acordado, y comunica-


das las señales do inteligencias con la línea do tierra para figurar un
ataque general á. la plaza y hacerlo electivo sobro sus fuerzas sutiles,
mi escuadrilla so apostó en el "Manzanillo " á las ocho do ayer noche.
À las doce se retiró la ronda para ser relevada, y aprovechando esta
oportunidad, seguí sus aguas hasta llevar al enemigo el estrago, la muer-
to y el espanto, sacando por despojo del centro de los peligros las lan-
chas, barcas y bongos situados en el Arsenal y bajo las baterías del Re-
ducto, Cerro, Santa Isabel, Baraona y baluarte de San Ignacio, únicos
buques de guerra con que contaba el enemigo Gobernador Torres, de-
jando á piquo ni bergantín Andaluz y el bongo número 10. Lo horroro-
so del combate, que se empeñó í\ lanza y ala espada, precipitó á la muer-
te más de cien soldados enemigos con tres de nuestros bravos, quedando
heridos 18 dignos hijos do la Patria. Por seis prisioneros que tengo, se
que han muerto tres oficiales enemigos, y so infiere que dos do ellos son
el arroganto Cordero, Comandante general de Marina, y su segundo
Don Juan Carranza. Yo ofendería el valor do mis soldados si exceptua-
ra alguno do esta victoria, y faltaria á la justicia militar, si no recomon-
dara á U. S. al primer Contramaestre de la escuadra do Colombia, Ja-
cinto Quintana, de extraordinario valor ; al 2." Comandante del bongo
colombiano, José Liscano, nombrado por mí para el alaquo de primer
Comandante do los esquiles; al Comandante del esquilo .Rnlámpago,
Antonio Villanueva ;al Oficial do mar Antonio Hernández, pasado do
la plaza el 23 ; al Al feroz do fragata Leandro Caldas ; y al do igual
claso José Antonio Padilla; siondo heridos los cuatro primoros y mortal-
mentó Hernando».

• Tomado del ini.->mo periódico; número 101.


DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. éi'ó
La adjunta nota impondrá á U. S. de cuanto so ba tomado al cnc-
m igo.
Dios guarde á V. E. muchos años.—Cospiquc, Junio 25 do 1821.
Josú PADILLA.—Señor Coronel Mariano Montilla, Comandante en Jefe
del Departamento do la costa.
Nota do. los efectos tomados: 11 buques de guerra con sus piezas
correspondientes, que ascienden hasta 19 del calibre de á 2.1. — [$(j fusi-
les, muchas lanzas y doce barriles de pólvora.

Señor Jefe del Esiado Mayor :


Tengo el honor de anunciar á U. S. que el movimiento combinado
con las fuorzas sutiles sobre la plaza do Cartagena, con el objeto de divi-
dir el fuego del enemigo, ha sido ejecutado en la noche pasada, del modo
siguiente: A las once y média tomé posesión en el playón do "Los Muertos,"
con la mayor parto de la vanguardia; habiendo destacado las guerrillas
disponibles y veinte hombres de caballería al playón de "Santa Catalina"
llevando el oficial un volador con orden de lanzarlo cuando oyese el pri-
mer tiro en la bahía, y luego que se hubiese contestado ¡i la señal dos
veces, do hacer una alarma bajo las murallas do Santa Catalina, para
atraer la atención del enemigo á aquel punto. También otro destacamento,
con ol mismo fin, fué mandado al "Espinal." A las doce en punto pareció
nna exhalación quo yo tuve por un volador do nuestras fuerzas sutiles,
quo avanzaron y rompieron el fuego inmediatamente.
Engañado por esto fenómeno, lancé un volador de la subida á La
Popa, y mandé inmediatamente un destacamento do caballería al pié del
castillo San Lázaro, tocando el ataque, que fué repetido en toda la línea.
El Cerro, Santa Catalina y el Reducto rompieron al instante el fuego
vivo, dirigido contra nuestras partidas; y no hay duda quo croj'eron
efectivamente la plaza atacada: lo comprueba un fuego de metralla, fusi-
lería, granadas encendidas y balas, por una hora y média sin interrupción.
Cuando cesó el fuego contra la Marina, hico tocar retirada por toda
la línea y regresé á "Tornera." La pérdida ha sido un dragon, dos caballos
muertos y dos heridos, prueba evidente del defecto dol castillo do San
Lázaro y do la debilidad de los artilleros enemigos: en el caso contrario
dobia ser la pérdida mucho más grande, ocasionada por el celo que tenían
los oficiales en ol cumplimiento del objeto y quo expusieron las tropa»
más de lo quo ora razonable.
Dios &c.—Turbaco, 25 do Junio do 1821.
El Comandante do la Vanguardia,
FKDEIUUO, CONDE D' ADLECKKUTZ.
íicfíoi' Jefe de Estwlo Mayor fcc.
444 DOCUMENTOS PA It A LA HISTORIA

CCCLXIV.
S.3SBT3D)ECE©!M' de las fuerzas españolas que guarnecen los castillos de
et Bocachica.D
EXCELENTÍSIMO SBSOR:

Tengo la satisfacción de anunciar á V. E. que cl pabellón republi-


cano flota sobre los muros do las fortalezas de " Bocachica," habiendo
capitulado su guarnición bajo las condiciones que indica la copia adjunta
número 1.° El número 2 instruirá ú V. E. de. la l'uer/.a que la guarnecía;
y el número 3 de una parte de los efectos de guerra y artillería que esta-
ban en ellas, y por el », de que no ha podido concluirse el inventario por
los muchos efectos quo hay, y de los cuales daré á V. E. parto en el
próximo correo.
La mayor parto de los soldados están ya enrolados en nuestros bata-
llones, y tan de buena fe, como quo ellos y algunos oficiales subalternos
fueron los quo obligaron al Comandante Olmos á capitular, teniendo aún
algunos vívores, cíe suerte que muy pocos serán los que deban remitirse
á Cuba. Lo mismo sucede con los oficiales, pues se creen comprometidos
con el Gobierno español por su conducta en "Bocachica," como detallaré
á V. E. sucesivamente.
Todos los oficiales prisioneros y los soldados que no han tomado ser-
vicio están on marcha para Santa Marta, donde serán tratados con decoro
y seguridad hasta que so proporciono una ocasión cómoda y barata quo
pueda conducirlos á ¡m destino.
Yo esporo que V. E. so sirva aprobar mi condescendencia á las pro-
puestas del Comandante Olmos para rendirse, atendiendo á que este rasgo
do generosidad debe producirnos grandes ventajas en la plaza, y á quo
era do la mayor importancia ganar momentos en la posesión de unos
castillos quo pueden llamarso justamente las llaves do la pla/.a.
.Dios guarde á V. E. muchos años.—Soledad, Julio 10 do 1821.
Excelentísimo señor.—El Comandante en Jefo,
MARIANO MONTILLA.
Excelentísimo señor Vicepresidente do Cuudhiamnrcn.

NÚMERO 1."

.Projwsicioncs de Capitulación que hace la ynarnicion de.Bocachica por


medio del Tíntente .Don José Llinaz,
1." Se permitirá á los oficiales el uso do su espada y la propiedad
de sus equipajes, y á la tropa el do sus mochilas.
2." La parte do la guarnición que no quiera tomar servicio so lo
embarcará en los puertos do Sabanilla ó Santa Marta, para la isla de
Cuba, á costa del Gobierno de Colombia.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 445

3." No so hará cargo alguno á los individuos quo hayan sGrvido-


antes en el Ejercito de la República.
Castillo do " San Fernando;' 4 de Julio de 1821.
JOSÉ MARÍA DE OLMOS,
Teniente Coroucl Comandaulo do las fortnlczau.

NÚMERO 2."

En consecuencia del allanamiento que por nuestra parto hubo, la


guarnición española, compuesta de 18 oficiales y 174 hombres de Sargen-
to ahajo, evacuó las fortalezas, que média hora después fueron ocupadas
por la compañía de cazadores del batallón ;í Alto Magdalena/' la 5." del
" Girardot," y la de marina á las órdenes del Teniente Coronel Manuel
Obregon. Los olcmentos de guerra que se han encontrado son conside-
rables: en cañones, con todos sus útiles y pertrechos correspondientes;,
en fusiles y municiones ha tomado la República un depósito do impor-
tancia para rendir la plaza de Cartagena y defenderla después.
Su Excelencia el Vicepresidente del Departamento, en 29 de Julio,
ha aprobado la conducta del Comandante general del Ejército, en orden
á la Capitulación referida, y le ha encargado el más fiel cumplimiento.
Los oficiales y tropas de la guarnición de los castillos de "Bocaehica"
rendidos por la Capitulación del ó de Julio, y que conformo á ella debían
ser remitidos á la Habana, han salido para su destino, según lo acredita
el siguiente parte:
EXCELENTÍSIMO SESOR:

Por la copia que tengo ol honor do acompañar so impondrá V. E.


de la salida de Santa Marta para la Habana do los oficiales y tropa quo
no han tomado servicio y pertenecen á la guarnición do "Bocaehica," pri-
sionera de guerra por capitulación.
Dios guarde á Y. E. muchos años.
Cuartel general en Soledad, Julio 30 de 1821.
Excelentísimo señor.—El Comandante en Jefe,
MARIANO MONTILLA,

Excelentísimo señor Vicepresidente del Departamento de Cundinnmaroa.

Señor General: — Hoy so han embarcado para Cuba en la goleta


holandesa "Ana Catalina" su Capitán Santiago .1 Laroche, los oficiales y
soldados que guarnecían las fortalezas de " Bocaehica" y constan do la
adjunta lista, habiendo dado su licencia á uno de los soldados cjnc vinie-
ron, porque la pidió, y es natural de Pur.rlo Mico. Acompaño á V. E. las
copias de los oficios de remisión y del juramento que han prestado los
oficíalos y soldados. Al Capitán Haroehe he entregado 600 pesos fuertes
446 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

on quo convino por el flete del buque, y so han puesto á su bordo los
víveres necesarios para doce dias de viaje.
Dios guarde á V. E. muchos años.
Santa Marta, Julio 25 do 1S21.
El Comandanta general de la Provincia, JOSÉ MAHÍA CABBB&O.
Señor Comandante en Jefe. Benemérito Gcncrnl Murinuo Montilla.

Lisia de los oficiales ij tropa que siguen á Cuba.


Teniente Coronel Don José Olmos; Capitán Don Francisco Tamaris;
otro-Don Manuel Busto; Teniente con grado de Capitán, Don Simon
Alvaro/.; otro-Don Jerónimo Martorrell; Subteniente Don Blas Fernán-
dez; otro-Don Francisco Domínguez; otro-Don Manuel Cortes: otro-
Don Salvador Loras; otro-Don Pedro do Agniar; Sargento 1.° Alonso
Baquero; Cabo 1.° Bernardo Manotas; Cabo 2.° Francisco Linares; sol-
dados, Francisco Soriano, José González, José Cervantes. Antonio
Sanz, José Suñir, Pedro Fernández, Juan Rodríguez, José García, Fe-
lipe Rodríguez, Miguel Vecina.

Juramento que según sus clases .prestaron en 24 de Julio, con todas las for-
malidades y precauciones del caso.
" Juramos á Dios, y prometemos á la Nación española do quien de-
pendemos, quo como prisioneros de guerra que hemos sido en los casti-
llos do "Bocachica," do la plaza do Cartagena, por las tropas de la Repú-
blica de Colombia, de no tomar las armas ni cometer ninguna hostilidad
contra dicha República, antes de ser canjeados según ol Derecho do Ja
guerra y uso do las naciones civilizadas; y para SU constancia firmamos
este juramento." (Aquí todas las firmas.)

Oficiales que han solicitado ser admitidos en Colombia.


Capitaneo» grado do Teniente Coronel, Don Francisco Paris; Te-
niente, Don Vicente Llinaz; Subtenientes, Don José Moreno, Don It.
Rodríguez, Don Ignacio Horrara y Don Félix Malo. :

* 'fomndos entor, documentos de la misma Oaceln, «le C y 2U de Agosto de 1821,


níímcros 100 y 10'J.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 447

CCCLXV.
A3?2lSSA3?/0:SS:iXrT© de un bergantín americano con víveres que
trajo á su bordo para socorrer la plaza de Cartagena, verificado con intre-
pidez asombrosa por las Tuerzas sutiles colombianas.

El 28 del pasado (Julio do 1821) pudo llegar ii la plaza un ber-


gantín americano con víveres, convoyado de la corbeta de guerra Cena;,
sin (pie nuestros bmiucs mayores hiciesen algún esfuerzo por impedirlo,
faltando sil Comandante á- ¡as terminantes instrucciones cpio tenia en ol
particular. G3¡5"Poro el impertérrito Coronel .Padilla, con los valientes sol-
dados de las fuerais sutiles de su manilo, concibió el atrevido proyecto
do sacarse el bergantín de debajo do las murallas de la plaza, frente á
Santo Domingo, y lo verificó sin cpie la desesperada guarnición de Car-
tagena lo impidiese: abordo se encontraron aun 260 barriles de harina
do 1,000 que trajo; 840 do carne de 350 únicos que tenia, y todo el acei-
te, manteca y azúcar, que no tuvo el enemigo tiempo do desembarcar ni
una o n z a . ^ 3 Se puede asegurar que sin esto acontecimiento, debido en
mucha partea la conducta de los buques de mar, Cartagena so liabria ren-
dido á Colombia en todo este mes de Agosto. ]DÍ Comandante general dol
ejército ha ofrecido los detalles sobro todos estos sucesos. ::

EWTÎEEiLvCÏOM hecha á la plaza de Cartagena, ocupada por los espa-


ñoles, por el Comandante general de las fuerzas sutiles de Colombia, que
se hallan en la bahía ; y contestación.
JOSÉ PADILLA, del orden do Libcrfcndorcs, Capitán do navio de lu cscundva de Colom-
bia, Comiiudnntc general de las fuerzas sutiles que obran cu la bahía, costa y pro-
vincia de Cnilngcnu,
AL BEÑOU ]). GAnniiíj. »K TÓURKS Y VELAZCO, BÜIOADIEU DK i.os K.IKKCITOS NACIONA-
LES Y GojinitxADOit COMANDANTE GEXKHAL DN LA I·LAZA DE CAUTAGKXA.

Tremolando desdo el dia 6 de los corrientes el pabellón de Colombia


eu los castillos de Bocachica, por Tratados de capitulación que propuso su
Comandante el Teniente Coronel Don José, del Olmo; y habiendo yo re-
mitido de esto punto á dicho señor con su oficialidad y tropa al Cuartel
divisionario de Turbaco, tratados conforme á la rcgnlarizacion do la
guerra, y bajo los pactos celebrados, como Y. S. verá por las adjuntas
copias: á nombre del Gobierno de la República, le intimo la rendición do
la plaza, quo es prudencia do todo Jcfo que no quiere ver sacrificada su
tropa y vecindario que manda, cuya contcsiacion esporo hoy mismo. Así,
pues, de no acceder V. S. á mi propuesta, que no tiene otro objeto que
el beneficio de la humanidad, V. S. será responsable do las consecuencias
por las providencias que yo lome, vista su resistencia á mi invitación,
llena de In generosidad quo mo es característica. V. S. esto persuadido
;
' Tomado de la mifflua (îacct.i del 36 do Agoslo de 1821, número 109.
448 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

quo las autoridades do Colombia miran con consideración ¡i todo español,


pues no es MI enemigo sino en el acto do la guerra. Esta conducta ha
sido la causa de qim loda la guarnición de Bocachica, con la mayor parto
de su oficialidad, haya abrazado con entusiasmo la causa porque luchan los
americanos hace onco años, y gustosamente ha lomado las armas. À
pesar do que la milicia se valo muchas vcct'S de ardides y engaños para
hacer rendir á su enemigo, jamás ha usado sino de la verdad; y V. S.
Ycrá que no le miento cuando uno do los buques mayores quo bloquean
esa plaza lo vea dentro do la bahía y so le presente entre "Castillo-grando''
y "Manzanillo," según las órdenes que tengo dadas, y cuando reciba cartas
por la vía do Turbaco de los Joles y oficialidad en que lo piden á V. S.
sus equipajes y mujeres en esta misma locha.
Dios guarde á V. S. muchos años.—Abordo do " El Colombiano,"
al ancla en Cospique, Julio 7 do 1821—11.°
J. PADILLA.

Señor Comandante gcueral de las fuerzas sutiles de Colombia,

Por la nota oficial de V. S., de esta fecha, que acabo do recibir,


quedo impuesto de oslar tremolando desde el día de ayer el pabellón do
Colombia en los castillos de Boeachica, por Tratados de capitulación quo
propuso su Comandante el Teniente Coronel Don José del Olmo, habien-
do V. S. remitido de ese punto ¡i dicho señor con su oficialidad y tropa
al Cuartel general divisionario do Turbaco, tratados conformo á la regu-
larizacion do la guerra y bajo los pactos celebrados, según manifiestan las
copias que V. S. se ha servido remitirme. Y por lo que respecta á la in-
timación que tiene V. S. á bien hacerme, á nombro do su Gobierno, pam
hi rendición do esta plaza fuerte, fiada á mi cuidado, debo V. S. persua-
dirse quo solo tendrá lugar ésta cuando su benemérita guarnición, fiel
vecindario y yo hayamos exhalado el postrer aliento on su defensa.
Dios guarde á V. S. muchos años.—Cartagena y Julio 7 do 1821.

GAMIIKL DE TORRES.

Señor Capitán de navio J'osó Padilla, Comaudaufco gcucral do lns fuerais sutiles do Co-
lombia.

C¡CÍ(D2L2S.V2S„
S3XTT2iy£^.(CS©Sl' hecha por el Tefe de Estado Mayor de lns fuerzas
colombianas,CoronelLu¡s Francisco de Ricux.al Gobernador de Cartagena;
y respuesta negativa de osle.

Señor Gobernador:—Las circunslnncias críticas en queso hallan los


sujetos de todas clases y estados (pie habitan en esa, me han puesto en
la necesidad de manifestar á V. S. quo no renunciamos llevar al cabo la
rendición do la plaza, ni nos dosviamos de ofrecer una garantía á sus de-
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 449

Censores, en el caso de proponer una capitulación quo no so desvío do


aquellas condiciones admitidas por todas las naciones cultas, en extremos
iguales á los que residen dentro de esos muros. V. S. debe estar penetra-
do que nuestras intenciones no lian sido do estrechar la suerte de aquellos,
cuando se lian recibido porción de personas inútiles que sn separación
ha procurado una prolongación á las esperanzas do los sitiados, entre-
tanto que ha sido forzoso partir el sustento con los expulsados; nada difícil
habria sido hacerlos retroceder do nuestras avanzadas; pero el resultado
seria aumentar un número do desgraciados, quo no es justo sacrificar.
Creo que V. S. debo estar también satisfecho después de un año de no re-
cibir auxilios de la Península, que son infructuosas sus reclamaciones. La
situación crítica do la Metrópoli no debe ignorarse por esos habitantes,
ni tampoco los poderosos recursos con que la República de Colombia
cuenta cu osla campaña; demostrando por sus ensayos el resultado defi-
nitivo (pie debe prometerse. Las fuerzas que bloquean esa plaza no hay
un embarazo saber su decision do combatir por sus derechos, si se quiero
probar con las armas. Aumentar su número no es aventurado, cuando á
los sitiados solo les queda la esperanza de diseminarse. En este concepto,
para impedir un resultado que podria ser funesto á esa guarnición y de-
más habitantes que residen en ella, antes (pie no esté de mi parto evitar-
lo, ofrezco á V. S. á nombre de mi Gobierno y del General en Jefe do
esto ejército, de quien tengo comisión expresa, serán respetados todos los
individuos que dependen del mando de V. 8. actualmente, teniendo la
misma suerte que la guarnición do Locachica, que con tanta razón pro-
pusieron una capitulación honrosa. V. S. es el arbitro de economizar la
sangre de una porción de hombros que pueden todavía combatir por los
verdaderos intereses do su Nación, y de un pueblo que no debe ser la
víctima de una obstinación infructuosa; si en medio de esta necesidad,
se cerrasen los 'oídos á la razón, jamás se nos podrá hacer responsables
delante dol mundo entero do su calamidad, y ella solo acra dirigida con-
tra los que quieran merecer este título. Aguardo la deliberación do Y. S.
entretanto, en un termino porentorio, para arreglar mis operaciones.
Dios guarde á usted muchos años.
Cuartel Divisionario do Turbaco, Julio 31 do 1821.
El Jcfo do Estado Mayor, Luis E. DE R I E U X .
Soïïor Don Gabriel do Torrea, Gobernador Comaudauto gouernl do la plan do Cavfcagcua.

CONTESTACIÓN NEGATIVA DEL (¡OnEKNADOJl TÓIUiES.

Señor Jefe del Estado Mayor.—Ayer tuvo el honor de recibir la nota


oficial do V. S., do igual fecha, cuyo contenido contesto en los términos si-
guientes. Los sujetos que habitan en esta plaza pueden, sin equivocación
especial, reducirso á dos clases, á saber: militaros y empleados y particu-
lares: aquéllos, pues, es su deber seguir la suerte del Gobierno que los
mantiene, y éstos han sido invitados y oslado siempre por mí en libertad
do mudar oportunamente do vecindario, de suerte (pie solo con injusticia
los será dado el atribuirme cualesquiera desgracias quo las vicisitudes do
450 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

îa guerra les ocasione en lo sucesivo. Asimismo, jamás mo ho imaginado


que V. S. ni su Gobierno renuncien llevar al cubo la rendición de esta
plaza, pues al efecto no han dado sino muestras muy contrarias; y aun-
quo sí he citado, estoy y estaré persuadido de (juc tampoco se desviarán
do ofrecer una garantía á MIS defensores, proponiendo estos una capitu-
lación en los términos admitidos por todas las naciones cultas, V. S., dis-
curriendo como buen militar, so convencerá ele quo aun está bastante
distante el caso do poderlo yo hacer con honor, pues por una parte cuen-
to con una guarnición valiente y disciplinada, y con un vecindario fiel, ú
la vez quo con municiones do boca y guerra en abundancia. Así que, sin
embargo de las circunstancias en que se suponga gratuitamente á la Na-
ción española, á que me glorío de pertenecer, nunca dejare de obrar on
la conformidad que es do exigirse do mí, así por la confianza que so mo
ha bocho por aquélla, como por conservar ileso el honor bien cimentado,
que desde mi nacimiento me inspiraron mis mayores con el ejemplo y la
palabra. En consecuencia, pues, Ínterin no me considere en el extremado
evento de deber capitular para evitar la responsabilidad y demás perjui-
cios, que con razón some inferirían probablemente do observar una con-
ducta conocidamente obstinada, V. S. puede arreglar como guste sus
operaciones ofensivas ó de ataque, seguro de que yo no mo he descuidado
ni descuidaré en proparar las de defensa.

Dios guarde á V. S. muchos años.—Cartagena y Agosto 1.° do 1821.

GABRIEL DE TORRES.

Señor Coronel Luía Francisco do Itieux, Jefe del Estado Mayor.

CCCS.XVZSÏ.
S & COSE-fl-STE) A.STTÎ3 del Castillo de San Felipe de Barajas partici-
pa al Gobernador de. la plaza, el mal trato que las familias salidas espon-
táneamente de ella experimentaron en las avanzadas enemigas.

Comandancia del Castillo de San Felipe de Barajas.—Según mo han


noticiado las familias y mujeres salidas do la plaza para Colombia en el
ilia do ayor y hoy, las han tenido lodo el dia de ayer y hoy detenidas en
Alcibia, Tornera, y regadas por todo el tránsito. A la familia de las Goris
y á la del Guardian do San Francisco le permitieron los enemigos el paso
•:on alguna que otra amiga ó bien parecidas, y á todas las demás las han
¡«nido toda la noche en los parajes indicados, con engaños y promesas do
que se quedasen en ol monte, y que á favor de la noche las dejarían pasar
;ior veredas extraviadas; las más que creyeron do buena fe serian capaces
• lo cumplir sus promesas y se quedaron, fueron forzadas, fornicadas y
robadas durante la nocho y en. toda la mañana de hoy, por todo el cami-
no, en términos do haber llegado á tal el ansia y la desvergüenza de los
füicmigos por la rapiña, quo hasta el playón fren to de esta fortaleza vi-
nieron algunos colombianos apaleando y robando á las desgraciadas c
¡ufolices mujeres; por lo quo tuvo quo mandar salir veinto hombres para
DK Là. PROVINCIA Dlî CARTAGENA. 451

contener aquellos asesinos y desenfrenados, que á favor do que venían


envueltos con las mujeres para que no se les tirase, se acercaban á la
íortaloza. Según declaración de muchas de las mujeres, los enemigos quo
so han ompleado en esta tan bizarra empresa ejecutada con la.s declaran-
tes han sido los de La Pupa, que bajaron para el electo, dejando uno arri-
ba de vigía, los que están de avanzada en el crucero de los caminos, los
negros de (Jospiqtie, y finalmente todos los que han oslado ayer y están
hoy de servicio desde Ternera hasta La Popa, con algunos otros aficiona-
dos que dicen venían por el camino con un Capitán que dicen está hoy
do servicio avanzado, el cual, ofreciendo á todas las mujeres que son bo-
nitas quo las dejará pasar, las mete en cl monte para cometer con ellas
sus lascivas intenciones. También me ha asegurado una mujer que han
matado algunas, pero hasta esta hora no ha sido general en las demás
esta noticia. Semejante conducta do unos hombres que pertenecen á un
Gobierno quo se jacta de llamarso filantrópico, es muy digna de quo V.
S. lo pusiese en conocimiento de sus Jefes, pues para cumplir con las
órdenes que tengan de sus Jefes, no es necesario ejercer acciones bárba-
ras y cobardes con la humanidad afligida del débil sexo, máxime que sin
ser obligadas han querido salir do la plaza ó irso á Colombia á unirso los
más con sus familias.
Dios guardo á V. S. muchos años.—San Felipe do Barajas, 24 do
Agosto do 1821, á la una del dia.
SEBASTIAN DÍAZ.
Señor Gobernador, Jefe auporior de la pinza,>:'

O0GUSSX.

3 £ . ( & © B : E 3 & Ï T . & . : © < D > : & de Cartagena se queja al Jefe de las fuerza
colombianas sitiadoras, del procedimiento de las avanzadas sobre la plaza;
y respuesta satisfactoria de dicho Jefe, en que á la vez hace al primero pro-
posiciones de rendición.

Señor Coronel, Jefe de Justado Mayor.—ÏD1 oficio que recibí ayer


del Comandante del castillo de San Fclipo do Barajas, y de que es copia
la adjunta, impondrá á V. S. de los desórdenes cometidos por las partidas
deobsorvacion y avanzada situadas en La Popa, Alcibia y demás puntos
intermedios desdo Ternera. Y como no dudo que V. S. desaprobará tan
depravada conduela desús subordinados, hacia una gente infeliz que. me-
rece toda consideración, particularmente de parte tío loa naturales del
pais á quienes van á unirso á su solicitud, no obstante los auxilios quo
con mano franca les he podido franquear y continúo facilitando, es por
esto que la pongo on conocimiento do V. S., indicándole que si por cual-
quier principio militar quo desee seguir no tuviese á bien admitir en el
distrito de su mando gente procedente do osla plaza, apreciaré se sirva
manifestármelo on coutostacion, á fin de no permitir su salida de la mis-
* Tomado de la " Gaceta ele Uolivav " número 07U.
452 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

ma, <£m lo cual se quitará la ocasión do quo los malos pcrjudiquon la opi-
nion de los Jefes do Colombia, que es consiguiente apetezcan sea la mejor.
Dios guardo á V. S. muchos anos.—Cartagena do Indias y Agosto
25 de 1821.
GABRIEL DE TORRES,
Gobernador Comandante general.
Señor Coronel Jjnb Francinco do. Ricnx, Jcfo del Estado Mayor de ln3 tropas de la Repú-
blica de Colombia, residente on la Provincia de Cartngena.

Señar Gobernador.— Tengo el honor do anunciar á V. S. que sus


comunicaciones y la copia adjunta del 25 de los corrientes han llegado á
mis manos, y por su contenido so demuestra que el principal objeto es
hacer presente la conducta que han tenido las guerrillas de observación
quo cubren las avenidas do esa plaza, con las personas do la expresada,
quo V. S. ha juzgado conveniente hacer salir de ella, naturalmente por
no tener suficientes auxilios de boca para mantenerlos por más tiempo,
medida que contemplo extraña si debo hacer mérito de las notas de V. S.
del 1." de éste, las que mo demuestran que los sujetos qua habitan en esa
•plaza pueden, sin equivocación especial, reducirse á dos clases, militares y
empleados i/ particulares, que es del deber de ellos seguir la suerte del Go-
bierno que los mantiene, habiéndoles invitado mudar de domicilio, y que solo
con injusticia les será dado el atribuirla cualquiera desgracia que las vicisi-
tudes de la guerra les ocasione en lo sucesivo. Tomando en consideración
las objeciones do V. S., mo ha sido forzoso poner en práctica las instruc-
ciones que tengo, y las quo son consiguientes á la guerra, persuadido do
quo aquellos habitantes, habiéndose resuelto á seguir la suerte que les
cupieso en aquella plaza, no necesitaban do nuestros auxilios. Mi oficio
do 31 del pasado debo haber hecho ver á V. S. quo estaba convencido do
la falta de víveres que so experimentaría en esa plaza, y do las conse-
cuencias que con anticipación habia juzgado debian resultar á los mora-
dores do ella, haciendo presento á V. S. quo deseaba precaver el último
extremo, proponiendo un medio que lio croido siempre el más conformo á
]a situación do Y. S. y do los sujetos quo sirven á sus ordeños, indicando
el quo mo seria en lo sucesivo difícil evitar. Poco después so presentaron
tres ó cuatro familias, á quienes hico ver la necesidad do retroecdor al
lugar do dondo habían salido; el trato quo so dio á éstas, si son justas,
deben haberlo hecho presonte á V. S., y antes do mis comunicaciones, más
do trescientas personas dan un testimonio nada equívoco dol deseo do
acceder por nuestra parte á que esos iniblices no sufriesen por más tiem-
po las calamidados que los agobiaban. Una tolerancia do aquella claso, en
muy pocos sitios de plazas so habrá puesto en práctica, siendo contraria
á los intereses de los sitiadores y favorable á los sitiados. À V. S., estoy
penetrado, no debo ocultárselo ¡ajusticia de mi razonamiento.
Era muy natural de esperar que después do la negativa á mis pro-
posiciones y á la conducta que habia tenido quo manejar, no vendrían
personas quo apeteciesen nuestra recepción; pero ho visto lo contrario;
apareciendo sobre trescientas almas, pidiendo rofugiarao en nuestro cam-
DE M PROVINCIA DE CARTAGENA. 453
pomento; forzadas de la calamidad quo experimentan entre los muros do
esa ciudad. lio compartido de la sensibilidad que es natural, no he ce-
rrado los oidos enteramente ú sus clamores, y quebrantando las órdenes
que tengo, he permitido amásele cuarenta personas de diferentes estados
y clases, queden entre los nuestros por razones poderosas que lo han
¡bocho imprescindible; pero no me ha sido posible admitir el resto, porquo
creo es un deber de aquel Gobierno pensar en su subsistencia, en el su-
puesto de que se lian puesto bajo su protección, que no han tenido emba-
razo en entregar los pocos auxilios en víveres que tenían, cuando los sol-
dados do esa guarnición so hallaban en los últimos apuros, y parece en
el orden que á los (pie generosamente han hecho aquel sacrificio, cuando
el Gobierno se llalla en aptitud tic recompensarlos, le es obligatorio no
dejarlos perecer. Señor Gobernador: me es forzoso dilatarme en esta co-
municación, y aun entrar en explanaciones que ¡i la verdad no me corres-
ponde; pero queriondo dar la última prueba de los sentimientos del Go-
bierno á quien tengo la satisfacción do pertenecer, y que en todo tiempo
no so lo impute do lo que está distante de merecer, expondré á V. 8. lo
siguiente:
Cuando me resolví á pasar ú V. S. la nota oficial de 3.1, fué eompe-
lido do las reflexiones quo estaban á mi alcance, y era preciso demostrar-
las en parto, por si éstos podían producir ol efecto quo era indispensable
sobro la rectitud y juicio quo ú V. S. lo son familiares. Y esta misma mo
obliga en la actualidad á ponerlo de manifiesto. TUYO presento el estado
actual de toda la América meridional y septentrional que han aspirado á
6U emancipación. A onco años do combates continuos quo su resultado no
ha sido otro sino convencer á la unanimidad do sus habitantes do la indispen-
sable necesidad do sostener su emancipación ú todo trance. Que esparcidos
sobro cuatrocientas cuarenta mil leguas cuadradas de terreno, con una ba-
rrera bastanto difícil de superar do dos á tres mil leguas de mar, favore-
cidos estos con los inconvenientes que -presta el terreno, la insalubridad
do muchas partes do las rogiones que poseen, un estudio de la guerra, á
saber, el sistema qnc los conviene para su defensa; acostumbrados des-
pués de haberse ensayado para no ser juzgados como en la época de Pi-
zarro; teniendo quo oponer resistoncia á un Gobierno que en los momen-
tos actuales hace los esfuerzos posiblos para salir de su envejecido siste-
ma, no os nada dudoso quo la consecuencia es quedar en posesión del-
terreno. Y los esfuerzos que la Metrópoli puede hacer para oponerse á
esto, no tendrán otro medio quo aniquilar infructuosamente un conside-
rable número do brazos que pareco más conformo sean destinados á sos-
tener la Nación en los momentos críticos do su transformación política,
en hacer renacer en aquel suelo la industria, las artes y el comercio, don-
do apenas queda un vestigio do su antigua opulencia. Después de esta
idoa, volviendo á los puntos aislados que quedan abandonados ú su suerto
en ol contrasto, cuento en el número en el que V. S. reside, y conlra-
yéndome por el momento á solo éste ¿qué esperanzas quedan para hacer
variar á V. S. de posición ? Catorce meses do privaciones por esa guarni-
ción sufrida, recibiendo solo pccpioños socorros que, cuando más, han
servido para prolongar su estabilidad, pero no para sacarlos de apuros, es
todo lo (pie ha podido prometerse, y en lo sucesivo no veo otras esperan-
zas que el aniquilamiento próximo de una tropa (pie merece mejor suerte-
454 DOCUMENTOS TARA LA HISTORIA

La estación rigorosa se presenta, la atención se duplica sobro unos, entro


tanto que los hospitales reciben mayor número do enfermos, que el con-
tagio disentérico que experimentan se haco trascendental á los demás;
los víveres se disminuyen cuando parecía regular se les aumentaran, los
temporales dentro de muy poco tiempo empiezan á .«er frecuentes en las
Antillas y la dificultad de navegar los mares es bien conocida. .Suponien-
do por un momento V. S. pensase entrar en proposiciones para salir do
ese puerto á mérito de una capitulación ¿ con qué recursos de boca pue-
de contarse si so consumen en la plaza ? y en caso deque no sea as!, ¿ V.
S. mirará con indiferencia la destrucción de. esa guarnición, cuando no
hay medio de salvarla, y la ruina de un pueblo que está persuadido de
quo V. S. no permitirá se toquen estos extremos ? ¿ Sobre quién recaería,
en osle caso, este fatal suceso, sino sobre la reputación de Vr. 8. y no de
los que estoy satisfecho se oponen á esta medida que dicta la razón? Pol-
la nuestra me hallo convencido que no podrá atribuírsele en el supuesto
que hemos dado pasos para impedirlo.
V. S. sabe muy bien que los Jefes do las plazas cuando hacen la
guerra contra pueblos que respetan los derechos do las naciones, deben
evitar esto extremo, y si me es permitido valcrmc de las mismas expre-
siones que el señor General Morillo nos expuso el año de 15, haré u\\ re-
cuerdo de ollas en que nos dice: (: Que las defensas de las plazas tienen su
término, y nunca es lícito sacrificar un pueblo, y éste considero ser acree-
dora queso tenga por el toda esta consideración, cuando se ha sujetado
por tanto tiempo á experimentar todo género de padecimientos." Me es,
pues, infructuoso repetir las promesas que en mi comunicación del 31
bice á V. S. á nombro do mi Gobierno y del General en Jefe de esto
ejército, pero sí me será lícito decir á V. S. que en el caso de juzgarlas
dignas de su confianza serán sostenidas con el carácter propio que siem-
pre lian acostumbrado á cumplir los defensores de la República.
Acompaño á Y. S. copia del oficio pasado al Comandante de la van-
guardia para arreglar la conducta que debía observar con las personas
venidas de esa plaza, y ellas convencerán á, V. S. do mis intenciones.' De
las de aquel Jefe estoy igualmente satisfecho; su reputación ha sido bien
conocida en Europa, y las distinciones quo trac consigo por esta misma
raz.on, no deben hacer dudar de la que ha podido observaren la ocurrencia
do que V. S. me hace el honor de manifestarme. Podria pasar á Y. S., si
fuere necesario, documentos que justificasen la conducta observada con
las primeras personas que pasaron á este territorio, y las que últimamente
se les ha concedido; pero me persuado Y. S. debe estar convencido que
soy incapaz de fallar á la ingenuidad, aun cuando los cargos resultasen
en mi contra.
No tengo la menor duda so hayan cometido algunos excesos por las
partidas de. observación, propias en todos los países de la tropa irregular
cuando se hallan á una distancia do no poder ser contenidas por los J e -
fes; pero no me persuado sean del tamaño que las personas quejosas ex-
ponen. Y lo más verosímil es que éstas las han alterado al grado do
estimular la compasión, y por este medio lograr la acogida quo apetecían.
Sin embargo, hago las investigaciones para aclarar el hecho, y siendo de
conformidad con lo que Y. S. me expone, los cómplices no quedarán im-
punes, y V. S., como los habitautes de esa plaza, satisfechos do quo en el
DE LA PROVIKCIA DE CARTAGENA. 455

Gobierno do Colombia se sabe hacer justicia al mérito y se castigan seve-


ramente los crímenes. Entre tanto, doy ¡i V, S. Lia gracias por los opor-
tunos avisos que se ba dignado comunicarme, y no serán indiferentes al
Gobierno do la República y al Jóle que tiene el honor de manifestarlo
con la más alta consideración. Dios guarde á V. ¡5. muchos años.
Cuartel Divisionario de Turbuco, Agosto 27 de 1821.
El Jefe de Estado Mayor Comandante general de la línea.
Luis E. ni: BIKUX.
Sefior Brigadier 1). Gabriel tic Túrn», («ohcrnntler de In plasm de Cartagena,

3321. £ T O E > 2 5 S O Î Ù ' / 1 3 © 5 Î > de Cartagena, sin asentir á la rendición de la


plaza, propone al Jefe ele las fuerzas sitiadoras una suspension de armas; y
respuesta de éste.
Habiendo recibido oportunamente la contestación de Y. S. del 27
último á mi nota oficial del 25, en que le noticiaba la conduela irregular
observada el dia anterior por sus partidas que cubren las avenidas de esta
plaza, é impuesto perfectamente do todo su contenido, tengo el honor de
roanifcsiiir á Y. S.: que no ha sido de motu propio el haber permitido, y
no dispuesto, la salida de algunas gentes particulares do esta plaza, y sí
á su solicitud, como lo exprese en mi dicha nota; é insisto en que tal
clase de personas podrán solo con injusticia atribuirme cualquiera des-
gracia que les ocasionen las vicisitudes do la guerra, pues no solo las he
dejado en libertad de mudar de vecindario, sino quo también las he .esti-
mulado á que cu tiempo lo hubiesen verificado, detcniéndomo para no
habérselo ordenado en igual época, según corrospondia, la consideración
que me merecían por los diferentes grados de comprometimiento en quo
«e miraban. Es constante, en verdad, que la cuisa real do su salida es la
necesidad que experimentan en la plaza; pero también lo es, que habién-
doselo predicho este Gobierno, solo á sí deben culparse, y harto haeo
aquél en concurrir con cnanto le es dable á su sostenimiento, como do
hecho lo está verificando aún con perjuicio do sus más principales aten-
ciones. Esto supuesto, y contemplando la natural resistencia que se
ofrece á todos para decidirse á mudar de residencia, y además, quo Ja
gente de la plebo so conceptúa siempre libro de todo cargo en esta clase
de asuntos, no es nada extraño su comportamiento en el particular, y sí
por el contrario es digno de indulgencia, singularmente en el presento
caso. .No obstante, en vista de la determinación de V. S., que he hecho
saber ayer á esto público, he expresado al mismo, que no se permitirá cu
lo sucesivo la sa.lida do la plaza á ninguna persona, y que solo hoy se
concederá á quienes por razones muy poderosas cuenten con su admisión
segura, quedándoles á éstos el misino recurso quo desde luego ofrecí á
los primeros que salieron, de volverse á sus casas si eran rechazados; y
quedo muy satisfecho del aprecio que V. S . s o ha servido hacer d e m i
indicación, dirigida en favor do la humanidad afligida y en persecución
de los perversos. Ninguna do las especies que Y. 8. tuvo á bien exten-
der en su oficio de 31 último, así como las más (pío comprendo ol que
456 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

contesto, encaminadas todas á persuadirme de estar en el caso do deber


proponer una capitulación, para evitar el exterminio del pueblo y aun do
la guarnición, me son desconocidas; pero aún no son bastantes para mo-
verme de hecho á un acto que estoy obligado á dilatar cuanto lo permita
la posibilidad do verificarlo, quo aún reconozco sin temor do que se mo
censuro por temerario; más, sinembargo, descoso de dar una prueba
auténtica de mi favorable disposición á cuanto diga relación á no agravar
ni prolongar los males voluntaria ó indiscretamente, después de haberla
dado con la guarnición de esta plaza, del espíritu y constancia militar
que mo animan; propongo á V. B. una suspension do armas por todo ol
mes entrante, en quo deberá quedar ajustada la capitulación, tonillos laa
comunicaciones que al efecto fuesen necesarias; en el bien entendido que
no so evacuará la plaza hasta después do espirar dicho plazo, y (¡no no
quedaré obligado á, entregarla si on el mismo recibo auxilios ú órde-
nes de la Corte que mo lo prohiban: y solo exijo que entre tanto so per-
mita al público de esta ciudad proveerse de los víveres que traigan á los
parajes que se designen en las inmediaciones, los habitantes de los sitios
do la Provincia, ó que so le permita pasar á vivir en éstos sogun lo soli-
cito, sin ser extorsionados en el tránsito. Hablo con V. S., cuyas apre-
ciables cualidades reconozco, y omito introducirme en digresiones sobro
las ventajas quo son consiguientes á ambos Gobiernos do la medida quo
propongo, porque no so ocultará á su penetración; y mo lisonjeo do quo
sin faltar en lo más mínimo á nuestros respectivos deberes terminaremos
honrosamonto la muy sensible contienda en quo nos vomos empeñados.
Dios guardo ú V. S. muchos años.
Oartagona y Agosto 29 do 1821.
GAMUKL Dli 'J.'ÓllRES,
Gobernador Comandante general.
Soíior Luis Francisco do Ricux, Jefe do Estado Mayor y Comandante general de la líucu
de Tnrbooo.

El Je/a colombiano se niega á admitir laproposieion del Gobernador Torres.


Señor Gobernador. Ha llegado á mi poder ol oücio do V. S. del 2:')
do ésto, y habiendo examinado detenidamente todo el contenido, expon-
dré á Y. S.: quo no creo compatiblo lo quo so propone con el oslado
actual de esa plaza, y órdenes terminantes que tengo; y por lo tanto no
me os permitido acceder á las proposiciones, sino bajo do las condiciones
que do antemano tengo hechas á V. S.: lo quo servirá do gobierno. Dios
guardo á V. S. muchos años.
Cuartel Divisionario do Turbaco, Agosto 81 do 1S21.
El Jcfo del Estado Mayor del ejército de la Costa y Comandante ge-
neral de la Línea,
Luis EKANCISOO »H RiKUX.
•Soñor Brigadier V). Gabriel de Torres, Gobernador Comandante general do la pinza do
Cartageuu. •'
* Copiadas ésta y las piezas preceden tes de la "Gaceta de Itoh'var" mimeras 97;> ú 076".
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 457

jSXPaaSCSOIOr del [Rulado Vircy General Don Cruz Mnrgeon. *


El señor Comandante general de la Provincia de Santa Maria,
con fecha 2!) do Agosto (1821) comunica á S. E. el Vicepresidente de
Gundin'amarca, que después cíe haber puesto aquella Provincia en un
verdadero estado de defensa, organizando tropas y haciendo los demás
arreglos que creyó de oportunidad para el caso de que la expedición del
Vircy Murgoon intentase invadir aquella costa, se supo por un bergantín
procedente de Jamaica, con sois dias do navegación, que la fuerza de
dicho Vircy, cuyo total se componia do trescientos quince hombres, in-
clusos ochenta oficiales, había salido desdo el 9 do Agosto, no quedando
duda, por esta razón, do haber seguido á Panamá. Él expresado señor
Comandante general concluye diciondo: " Los pueblos han manifestado
mucho patriotismo, y la mayor parte de los habitantes de esta ciudad
hubieran deseado quo la citada expedición hubiese recalado por aquí,
para destruirla."
El Gobernador do itiohacha, en oficio dirigido cou fecha 15 del
mismo Agosto al referido señor Comandante goneral, dice hallarse esa
Provincia en una perfecta tranquilidad, que ol comercio comienza á re-
vivir, y que los indios goagiros, á pesar de su natural inquietud, respetan
á todo ciudadano. Esto no puedo ser dobido á otros principios, quo al
buen manejo do los superiores, y á quo aun los mismos bárbaros alcanzan
á ponotrar las vontajas que los proporciona el nuevo sistema do Gobierno.

EXCELENTÍSIMO SESOR:

Tengo el honor do anunciar á, V. E. que la oxpedicion del Goneral


Cruz Mnrgeon que aguardábamos en estas costas, ha mudado de destino,
dando la vela el f) del corriente en Jamaica paro el puerto do Chegres.
En consecuencia, yo lie despedido las milicias que estaban sobro las
armas, y pondré en movimiento mañana la columna de reserva, para la
línea de Cartagena, quedándome solo el sontimicnto de no haber apro-
vechado la bella disposición do los pueblos del Magdalena (Departamento)
que ardían por ensangrentar las corriontcs majestuosas do esto rio con
la sangro impura de los tiranos invasores.
Yo me atrevo á recomendar á V. E. las milicias nacionales de Ba-
rranquilla, Soledad y demás pueblos del Magdalena, á quienes ho dado
las gracias á nombre del Gobierno.
Dios guarde á Y. E. muchos años.
Sabanalarga, Agosto 31 de 1831.
Excelentísimo señor.—El General Comandante en Jcfo,
MAIUANO MONTILLA.
Excelentísimo Kcïïor Vicepresidente de Cuudinamavca. ko.

" Copiado de la " Gaceta de la ciudad de Bogotá" de :¡0 de Septiembre de 1321, nú-
mero 111.
458 DOCUMENTOS PAKÀ LA UlSTOIUA

CCC3û3IE:S2.

1\T!Q>Ï.& del Comandante en Jefe de la Division del Ejército colombiano


que asedia la plaza de Cartagena, en que participa al Gobierno de Cundi-
namarca que se han construido las baterías en el cerro de « La Popa a y el
curso que ofrecen las proposiciones de rendición de dicha plaza.

EXCELENTÍSIMO SEXO»:

Tengo la satisfacción de anunciar á- Y. E. que habiendo cl nnemigo


observado los trabajos quo so hacen en " La Popa," abrió sus luego:)
sobre ellos el 13 del corriente, retardándolos bastante con sus piezas
gruesas y sus baterías tic mortero: el 14 mo hicieron algun daño, des-
montándome ana pieza ó inutilizándome una cureña: el 15 me hirieron
algunos granaderos y empezaron á destruir el edificio con la buena di-
rección du sus bombas: logré acabar de subir las piezas á las baterías y
sufrí algunos muertos y heridos en el batallón de " Cartagena ": el 17 ú
las cuatro y media do la mañana se montó la última pieza, y á. las cinco
y cuarto de aquel dia comenzaron ájugar las baterías " Libertadora " y
" Cundinamarca " con cuatro piezas mayores, dirigiendo sus fuegos con
tanto acierto, que antes do cuarenta minutos habíamos logrado acallar los
de la plaza y apagar los do los obuses de " L a Cruz," notándose muy á
las claras la diferencia do la puntería del enemigo cuando la tomaba
tranquilo, á cuando tenia que hacerlo al-sonido de nuestros cañones. En
osto momento determinó intimar la plaza, y al efecto pasé con mi edecán
Capitán Martínez do Aparicio, la nota que acompaño bajo el número 1.°
V. E. se impondrá por ella y por las subsecuentes, del giro que han to-
mado las negociaciones eon la plaza, y el estado en que so encuentran
ahora que son las tres do la tarde. Siento concluir esta ñola con la
desagradable noticia y muy sensible á mi corazón, do la temprana muer-
te, de mi edecán Capitán Antonio Paniza, que recibió una bala de cañón
en la batería "Libertadora" viniendo á buscarme voluntariamente. Las
brillantes prendas de este oficial, su constancia en el desempeño de sus
deberes, sus principios y educación, y la respetable familia á que perto-
necia, hacen considerable su pérdida. No puedo menos que recomendar
á Y. E. la serenidad de las tropas de vanguardia, pues aunque la mayor
pat te de ellas no habían visto de cerca los estragos que producen las
bombas, granadas y cañones, han sufrido el fuego, constantes y briosas;
no ha habido una sola deserción, y las he visto animadas del más ardiente
deseo de combatir. Los jefes y oficiales han dado este noble ejemplo.

Dios &c.—Cuartel general en Turbaco, Septiembre 20 de 1821.

El Comandante en Jefe, MARIANO MONTILLA. '"


Excelentísimo señor Vicepresidente del Dop¡irtnmcnlo de Cumliuamnrca.

• Copiado de la "Gaceta de la ciudad de Bogotá" de l i de Octubre de 1821, ntímevo


6.11
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA 459

El General Montilla, Comandante en Jefe. île las fuerzas sitiadoras, intima


la rendición á lu jduza, siendo ya ¿Ua la citarla vez.

Señor Gobernador.—Cuantío V. S. (lobo estar ya penetrado do los


pocos ó ningunos recursos (pie pueden venirlo ¡i la plaza; cuando no
puedo menos (pie saber la desgraciada batalla del General Latorre en
CARAUOHO, que con la pérdida del ejército expedicionario dejó á la bella
Provincia de. Caracas en posesión do la República; cuando el valicnto
Coronel Pereira tuvo con su Division (pío capitular en Guaira entre-
gando aquella plaza fuerte al Présidente do Colombia; cuando el Ce ron el
Tcllo con los últimos restos de Carnbobo y el cuerpo que obraba sobre
SanFolipe lia sido balido completamente el 24 del pasado en Cumarebo,
obligado á buscar un refugio en la Isla de Curazao eon las reliquias do
su Division; cuando el General D. Cruz Murgeon so ba aparecido do
España sin un solo soldado, y tomando en Puerto Cabello trescientos
americanos, lejos do auxiliar la plaza que V. S. manda, so fué á Cbágres
después do varios esfuerzos hechos en Jamaica para procurarse medios
do subsistencia; cuando han recibido el impulso necesario las operaciones
de esta línea, para hacer sentir más de corea los electos de la guerra á
esa ciudad; cuando cuatro mil de los bravos á las inmediatas órdenes del
Libertador están ya llegando á Santa Marta, con el objelo que á V. S. y
á todo militar de cálculo no debe ocultárseles; y cuando en fin, ya no
solamente ha llenado V. S., sosteniendo esa plaza, los deberes que lo
imponían su honor y responsabilidad; sino que ha llevado la defensa más
allá de lo quo prescriben los maestros de la guerra, sacrificando una po-
blación entera que lo ha sido leal y consecuente, entonces es que yo
ofrezco á V. S. una capitulación honrosa, cuyas bases serán establecidas
bajo los más liberales términos. Pero si, .contrario á la razón y á. la jus-
ticia, V. S. se obstina en no conocer la situación en que la fortuna varia
do la guerra nos ha colocado en esta contienda, y siguiere llevando ade-
lante por capricho la ruina de ese infeliz vecindario y de su constante
guarnición, V. S. no deberá esperar en lo sucesivo, y á medida pío so
prolongue el sitio, las mismas condiciones que obtendría V. S. el día do
hoy. Dios guarde á V. S. muchos años.
Cuartel general do La Popa, Septicmbro 17 do 1821, 11.°
El General Comandante en Jefe,
MARIANO MONTILLA.

El Gobernador Torres se afirma en no entrenar de ningún modo la plaza


durante cl vies de Septiembre, i/ maní[fiesta los deseos de que liuya
una suspension de armas.
Señor Gencvnl Comandante en Jefe.
Sin embargo de. las muy oportunas reflexiones y liberales sentimien-
tos quo V. S. se sirve explayarme en su comunicación oficial de esta
mañana desdo La Popa, ofreciéndome la garantía do una capitulación
honrosa, quo oreo debo abrazar en las presentes circunstancias, poniendo
460 DOCUMENTOS PAUA LA HISTORIA

ya fîii á 1.1 defensa de esta plaza; yo, consecuente siompro con los senti-
mientos de mi honor, y sin desviarme de mi primer propósito manifestado
con la mayor sinceridad ni señor Coronel Luis Francisco de Rieux en
fecha 29 del próximo pasado, debo hacer saber á V. S. lleno de aquella
misma buena lo, que estoy decidido á no entregar de ningún modo la
plaza que me ha confiado el Rey y la Nación, en todo el presente mes, á
menos que la suerte, siempre varia, de las armas, llegue á arrancármela
por la fuerza: pero no obstante esto, si quisiera V. S. hacer una suspen-
sion do armas para evitarnos las recíprocas incomodidades hasta espirar
los trece días restantes, yo la abrazaré muy gustoso, y podremos con más
desahogo entrar, si gusta, en comunicaciones sobre las bases que han do
formar los tratados de capitulación, ó bien le serán éstos remitidos por
mí, espirado el enunciado plazo. Sírvase, pues, V. S. hacerme entender
au voluntad sobro esta mi proposición, para yo poder obrar en consecuen-
cia. Dios guarde á V. S. muchos años.
Cartagena, 17 do Septiembre de 1821.
El Gobernador Comandante general.
GABRIEL DE TORRES.
Señor Goncval Comandante eu Jefe do lasfcropnode Colombia (sobre esta pinza., Mariano
Montilla.

El Comandanta en Jefe Montilla ofrece contestar categóricamente al si-


guiente dia.
Señor Gobernador Comandante general.—La propnosta que V. S. so
sirvo hacormo, en coutestacion á mi comunicación do hoy, necesitado ser
ponsada detenidamente, y no podré dar una respuesta categórica hasta
mañana en todo cl dia; poro quedarán suspensas las armas hasta entonces.
Las fuerzas navales sin embargo de quo no batirán la plaza on esto inter-
valo, llorarán á puro y debido efecto el bloquoo áque so hallau destinadas.
Dios guardo á V. S. muchos años.
Cuartel general en La Popa, Septiembre 17 do 1821, 11.°
El General Comandante en Jofo,
MARIANO MONTILLA.
Soííor Gobernador Comandante general de la plaza de Cartngcua.

El General Montilla accede a la suspension de armas, y propone se arreglen


los Tratados de capitulación por medio de Comisionados.
Señor Gobernador. — Para convenir sobre las bases que han de ci-
mentar los tratados de capitulación entro las armas del Rey que guarno-
cen esa plaza á las órdenes de V. S. y las do la República do Colom-
bia quo bajo mi dirección la sitian, accedo á la suspension que V. S.
solicita cu su nota oficial de ayer, contestándome á la oferta que á
nombro de mi Gobierno tuve el honor de dirigirlo. Pero considorando
que por medio de oficios y parlamentarios se retardarán los pasos hacia
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 461
el convenio que V. S. }r yo debemos ratificar para el último de esto mes,
propongo á V. S. para mejor arreglarnos, so nombre un oficial compe-
tentemente autorizado que trato con V. S. ó conmigo, cuyas resoluciones
daremos por concluidas y suficientes entre ambas partos. Si es que V. S.
prefiere admitir el Comisionado, yo nombro desde ahora al señor Coronel
Luis Franoisco de llicnx, quien pasará ¡i esa plaza inmediatamente quo
V. S. so digne garantizarlo cou l'orme al Derecho de gentes y de la guerra,
obligándome á Jo tanto siempre que el caso haya de ser contrario. Repito
á V. S. quo las Tuerzas navales llevarán siempre á puro y debido electo
el bloqueo á quo se hallan destinadas, sinembargo que no batirán la plaza.
Dios guarde á V. S. muchos años.
Cuartel general en Turbaco, Septiembre 18 de 1S21.
El General Camandantc en Jcl'e, MARIANO MONTILLA.
Señor D. Gabriel de Tones, Gobernador y Coniaudanlo general do la plaza de Gartagcnu.

j?S,E2.3:2í;1!:2ErAj3»3S de las negociaciones proyectadas entre el Go-


bernador de la plaza de Cartagena y el Comandante en Jefe de la
Division colombiana que la asedia. *
El -Gobernado}' Torres ofrece remitir al Cuartel general sitiador un Jefe
autorizado para las negociaciones.
Señor General Comandante en Jefe.—Acordada la suspension ó tre-
gua quo propuso á V. S. en oficio del 17, corresponde ú la plaza nombrar
los capitulantes y hacer sus proposiciones, á la vez que á V. S. añadir las
quo estime convenientes; hecho lo cual, y reconocido todo por ambas
partes, se termina el tratado negando ó modificando las que lo exijan,
según las circunstancias actuales. Siguiendo estos principios, establecidos
por la práctica y por el consejo do los anteriores militares más clásicos,
estoy de conformidad con la propuesta que V. S. se sirvo hacerme en su
nota oficial de ayer, y en su virtud despachare con dirección á eso Cuar-
tel general ó al punto que V. S. tenga á bien designarme anticipadamente,
y previa la remesa quo V. S. deberá hacerme do los rehenes acostumbra-
dos, un Jefo completamente autorizado que presente á V. S. dichas propo-
siciones, y quo en vista do las quo V. S. agregue, transija con el Jefe quo
V. S. comisiono al efecto, las diferencias que so ofrezcan; y mereciendo
el tratado resultante la aprobación do V. S., también recibirá la mía si no
so nio ofrecicro algun reparo notable que lo embarace.
Acabo de recibir avisos do que en La Popa se está trabajando para
abrir/una cañonera ó tronera más; y no lio dispuesto estorbarlo ó retar-
darlo y hacerlo costoso haciendo que so rompa el fuego, así por ser total-
mento consecuente en mi conduela, como porque esporo (pie Y. 8. ordenará
inmediatamente se suspenda todo otro trabajo que el permitido cu los
" Tomados <íc la*¡ Gacetas de VJolivav muucrox '.-'7{; á :);;2.
'Í62 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

casos de la naturaleza quo ol presento, á saber, el reparo de las obras


hechas.
Dios guarde á V. S. muchos años.
Cartagena y Septiembre 1!) de 1821.
GAUBIKL DE TÓRRKS.

Señor General Comandante en iTcfc de lns tropas de la República de Colombia residcnlco


cu cota Provincia, Mariano Montilla.

El General Montilla remite un Jefe de su ejército para rellenes.

Señor Gobernador.—Tengo el honor do ofrecer á V. S. por rehenes


del Jcfo que esté nombrado para establecer las bases do la capitulación,
sil Baron Federico Donop, del orden de Libertadores de Venezuela, Te-
niente Coronel de ejército y Caballero de la Legion Anseática, que so
lialiará mañana á las ocho del dia en el plsiyon del Cerro. En este Cuar-
tel general será la reunion de los Comisionados, y ellos tratarán libre-
monte el convenio que á V. S. y ¡t mí deben presentarnos. En la sus-
pension do armas de dos ejércitos, el Derecho de la guerra viene á ser
respectivo á las partes contendientes; y no habiéndose expresado entro
V. S. y yo ninguna condición sobro trabajos do fortificación, no' ha
debido V. S. extrañar los que so hacían en La Popa para concluir una
embrasura comenzada al mismo tiempo que so practicaban en el Corro
jos do una explanada, que no había, para establecer un mortero. Sin-
embargo, yo pruebo á V. S. mi buena fe, con asegurarlo quo quedan
suspensos los trabajos con tal que no so continúen Jos del Corro.
Dios guardo á V. S. muchos sinos.
Cuartel general de Turbaco, Septiembre 20 de 1821.

El General Comandante en Jefe, MARIAKO MONTILLA-


Señor Gobernador Coimmdaute general de la plau de Cartagena.

El Gobernador Torres participa al Jefe sitiador la remisión de las propo-


siciones por medio del Coronel D. Miguel Valbuena.

Señor General Comandante en Jefe.—Consecuente á cuanto oxpuso


s! V. S. en mi nota oficial del 19 y á lo que'so ha servido contestarme en
la suya de ayer, tengo la satisfacción do acompañar á Y. S. lsis adjuntas
proposiciones do capitulación, que en virtud do las circunstancias en quo
nos hallamos, y de- la liberalidad con que V. S. ha tenido á bien expre-
sarso en favor de la benemérita guarnición de esta plaza, he creído justo
hacerle. El Coronol Don Miguel Valbuena, Comandante del Regimiento
" Infantería de Leon," será quien presente á V. S. este oficio, y el mismo
s'i quien he nombrado y facultado para tratar y acordar con el Jefe que
V. S. haya elegido, el convenio quo V. S. y yo debemos sancionar. El
señor Baron Federico Donop, quo V. S. lia tenido si bien enviarme en
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 46S

cnlidnd do rehén del Jcfo indicado arriba, so me ha presentado esta ma-


ñana, y he dispuesto lo conveniente para quo sea tratado con la distin-
ción (pie por sí y por su comitente se merece. Últimamente debo mani-
festar á V. S. cpio la explanada de mortero construida en el Cerro y á
que Y. S. se refiere, estaba empezada desde el dia 1(>, por lo cual no creí
debiese suspenderse; pero he prevenido no se ejecuten otros trabajos quo
los do la limpieza, para evitar por mi parto todo motivo de queja.
Dios guarde á V. S. muchos años.
Cartagena, y Sopticmbro 21 do 1821.
GABRIEL DE TURRES,
Gobernador Comandanto general.
Seiíor Gcnerul Comandante en Jofo de las tropns tic la República de Colombia residontes
cu la Provincia.

Comisión confuida al Coronel Don Miguel Valbuena,-paraque pase al


Cuartel general de lu Dicisión colombiana.
El Jefe superior militar y político.—Debiendo enviar al Cuartel gene-
ral de las tropas enemigas que sitian á.esta plaza, un Jefe caracterizado
y facultado competentemente para tratar y acordar con otro nombrado
por parte del General sitiador, sobro las diferencias que puedan ofrecer-
se, en las proposiciones de capitulación quo hago á éste, en el pliego ad-
junto, y de las cuales dirijo á V. S. una copia, he tenido á bien elegir
y nombrar á V. S. para el desempeño do tan interesante comisión, in-
cluyéndole la correspondiente autorización, prometiéndome de la pru-
dencia, conocimientos y delicadeza que á V. S. distinguen, terminará
asunto do tanta gravedad de la manera más satisfactoria y propia del
honor correspondiente á las armas nacionales: y para que en el dia pue-
da V. S. efectuar su marcha al Cuartel general enemigo sin ningún obs-
táculo, le acompaño el pasaporte competente del General Comandante en
Jefe do las tropas sitiadoras, que con este objeto me remitió ayer.
Dios guarde á V. S. muchos años.
Cartagena, Septiembre 21 de 1821.
GABRIEL DE TORRES.

Señor Coronel Comaudunte del Regimiento alufautería do Leon.s Don Miguel Valbuena

Poder dado al Coronel Valbuena para acordar las capitulaciones.


Don Gabriel de Torres &c. — Por la presento elijo, nombro y auto-
rizo con amplias facultades al señor Coronel Comandante del Regimiento
"Infantería do Leon," Don Miguel Valbuena, para tratar con el Jcfo quo
tonga á bien comisionar ol señor General sitiador, sobro las bases y con-
<ÍU DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

venios do la capitulación qno en cl dia do la fecba dirige este Gobierno


al expresado General y conducirá el mismo Coronel: así como igual-
monto sobre las quo aquel proponga por su parto, reservándome su apro-
bación, debiendo para el efecto transferirse desdo luego al Cuartel general
do Turbaco. Y á fin de quo lo sirva de credencial, la firmo en Cartagena
de Indias, á 21 de Septiembro de 1821.
GABRIEL DE TORRES.

rü?Sl0ï?©^25?2:G3?TSÜKS de Capitulación que hace el Gobernador Co-


mandante general español de la plaza de Cartagena de Indias, que abajo
suscribe, al señor General Comandante en Jefe de las tropas de la Repú-
blica de Colombia que la sitian, Mariano Montilla. iV
Art. 1." El pueblo no será saqueado, ni sus campañas tomadas por
los sitiadores.
Art. 2.° Se concederá desde luego una amnistía general á todos los
habitantes de Cartagena, do cualquiera condición quo scan, y quo pueda
sospecharse hayan hablado, escrito ú operado contra la Jlcpublica do Co-
lombia, en el tiempo quo la plaza ha estado bajo la obediencia del Gobier-
no español, y se les conservarán las haciendas y demás bienes que les
pertenezcan.
Art. 3.° A todo individuo quo esté en la plaza, ó quo haya salido do
ella con pormiso del Gobierno español, de cualquier estado y condición
que sea, que quiera retirarso á punto español, so lo permitirá sin ningún
impedimento, 3' á este efecto so lo concederán seis meses para llevarse ó
vender todos y cada uno do sus bienes mucblos y raíces, ó usar de ellos
como más cuenta les tenga.
Art. <l.° El Gobernador, Jefes, Oficiales y tropa de la guarnición
no serán considorados como prisioneros do guerra.
Art. ó.° Todas las tropas que componen la guarnición do la plaza,
los empleados por el Gobierno español y familias que en la ocasión qui-
sioron seguirle, la ovaeuarán en el término, modo, y bajo la religiosidad
y cumplimiento de los artículos siguientes.
Art. 6.° El Gobierno de Colombia aprontará buques capaces y su-
ficientes para conducir las tropas do la guarnición de la plaza y emplea-
dos &c. al puerto español más inmediato do la isla do Cuba; y para el
efecto dobc contarse con dos buques nacionales útiles quo tione el Go-
bierno en esto punto, pertenecientes á particulares europeos.
Art. 7.° El Gobornador, Joí'os, Oficiales y tropa do la guarnición,
así como los empleados, so embarcarán con sus armas, municiones, equi-
pajes y cuanto portcnezca á sus rospectivas compañías y familias; y ésto
so vorificará luego que los dichos buques estén en esta plaza á disposición
dol Gobernador, y en el parajo quo más lo convenga á ésto para la ope-
ració)!, cntendiéndoso después do espirar ol presentís mos.
Art. 8.° Si algunos militaros do los españoles americanos, en consi-
deración á las relaciones con (pie so encuentran ligados on el país, qui-
sieren de su libro voluntad quedarso en el servicio do Colombia, so les
• Copiada:: (ta la "(tocata do .Bolívar" «nímero 999.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGESA. 465

concederá en canje de igual número de prisioneros españoles europeos,


respectivamente, por sus clases; y también podrán ser permutados por
algunos españoles europeos que estén al servicio de Colombia y quisieren
regresar á su pais, saliendo en la intenta ocasión que lo haga la guarnición.
Ar(. í).u Los enfermos que hubiese en el hospital, pertenecientes á
las f ropas de la guarnición de la plaza, y (pie por la gravedad de sus en-
fermedades nc pudiesen transportar.v*, quedarán cu el hospital siguiendo
su curación, y con relación de ellos el Oíieial destinado que se comisiono
al i-léelo, que doliera conducirlos cuando verifique su marcha al puerto
de su arribo de aquélla, cuyos particulares así como su manutención do
aquéllos y de sus rehenes correrá á cargo del Gobierno de Colombia, ve-
rificándolo en los términos más conformes ú los sentimientos do filantro-
pía y liberalidad que le distinguen.
Art. 10. Que se pongan desde luego en libertad los prisioneros
hechos á la plaza durante el sitio.
Art. I I . Si por algun evento, efecto de la estación, como temporal,
hacer agua ó cualquiera avería, algun buque ó todos tuviesen qne arribar
bien á este puerto ó á cualquier otro de Colombia, serán bien recibidos,
y tratados como neutrales, y se les darán víveres si los necesitasen, por
cuenta del Gobierno español, y so reparará cualquiera avería que pueda
necesitar el buque por cuenta de Colombia, respecto quo hasfa llegar al
puerto destinado, debe correr por cuenta de dicho Gobierno el buque, ú
excepción de los dos nacionales, que lo serán por cuenta «lo sus dueños:
para todo lo cual el Oficial de más carácter que conduzca cada buque-
llevará un documento de los Jefes tic Colombia que garantico la seguri-
dad para los casos expresados y cncueniros en la mar con buques do su
Gobierno.
•Art. 12. Luego que lleguen á esta plaza los buques d? que trata el
artículo 6.°, so admitirán en la misma á ios Jefes, Oficiales y Ministros
do Hacienda do la República de Colombia quo destine el General sitia-
dor, para irse haciendo cargo de lo perteneciente á los diferontcs ramos
que son consiguientes con arreglo á ordenanza, quedando terminada esta
operación en el mismo dia que se verifique el embarque.
Art. 13. Dos Oficiales de carácter, y dos Capitanes ó subalternos
serán rehenes que Colombia dará desdi; luego de garantía para todas las
operaciones (pie sean conducentes hasta llegar la guarnición al puerto do
su arribo; y el Gobernador de la plaza dará cuatro oficiales de igual
clase quo quedarán de rehenes en Colombia hasta el regreso do los pri-
meros, y lo harán éstos por la ruta quo Ics acomode á proporción (pie
vengan aquéllos.
Art. 11. Las fuerzas de Colombia no entrarán en la plaza sino dos
horas después do embarcado el último soldado; pero el castillo de'•'San
Felipe" será ocupado por un destacamento de cincuenta hombres al tiempo
mismo de evacuarlo las tropas españolas que lo guarnecen actualmente,
para embarcarse, y cl dia y hora del embarque será aquella que el Go-
bernador determine luego que estén los buques á su disposición por causa
de los preparativos de agua, víveres ifcc, que deben hacerse indispensa-
blemente antes del embarque de las tropas por cuenta del Gobierno
español, siempro que el de Colombia facilito los Iniques de transporto
antes del dia diez del mes de Octubre próximo venidero, pues do hacerlo
30
466 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

con posterioridad, deberá ser la provision do los víveres que falten para
los días de navegación do cuenta del Gobierno de Colombia; y de la
buena le do este paso serán testigos oculares los Oficiales rehenes de
Colombia.
Art. 15. ínterin so traten estas capitulaciones, no so permitirá quo
entren en la plaza, sino como parlamento, y en los términos y forma que
mandan las leyes militares, á oficial ó individuo alguno perteneciente al
Gobierno de Colombia; ni que de la plaza vaya á Colombia tampoco,
sino con el objeto y en la forma referida, ninguno perteneciente al Go-
bierno español.
Art. 16. Las dudas originadas por defecto de explicación en los
artículos antecedentes, se decidirán á favor do la guarnición.
Cartagena de Indias, 21 de Septiembre do 1821.
GABRIEL DE TORRES.

COKTVE3XTI© acordado entre los dos Comisionados por parte del


señor Gobernador de la plaza de Cartagena y General en Jefe del Ejército
del Norte de Colombia, para arreglar las bases de la Capitulación que de-
berán sancionar los respectivos Jefes de las partes comitentes.
Art. 1.° Quedan de acuerdo en el primer artículo do la Capitulación
propuesta por el señor Gobernador de la plaza de Cartagena.
Art. 2.° Concedido: sin quo el Gobierno do Colombia quedo obli-
gado á reintegrar lo quo hasta esto fecha se haya consumido por los par-
ticulares.
Art. 3.° Concedido : y con respecto á sus bienes muebles y raices
serán los (pie podrán enajenar y llevarse, pues los esclavos después de la
declaratoria del Congreso no podrán ser extraídos del territorio do Co-
lombia, y solo sí les queda el derecho á sus dueños do venderlos en ¿1.
Art. 4.° Concedido : y solo la tropa prestará ol juramento competen-
te de no tomar las armas contra la República de Colombia durante la
presente guerra.
Art. ó.° Concedido : con arreglo á lo que so aclarará en los artículos
siguientes.
Art. 6.° Concedido : calculándose buques para ochocientas á mil
personas en quo so comprenden los dos nacionales quo existen en la
plaza.
Art. 7.° Concedido: á excepción de que con armas deberán embar-
carse el Gobernador, Jefes, Oficiales y solo las tropas que corresponden
al regimiento de Leon y á la brigada veterana del cuerpo nacional de
Artillería, con la expresa condición tic no llevar más municiones que las
contenidas en sus cartucheras.
Art. 8.° Se admitirán los americanos y españoles que quieran que-
darse en el pais; pero no en calidad de canje de prisioneros por no ha-
berlos en este ejercito, y los españoles europeos militares que están al
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 46V
sevcivto de dicho ejercito quo quieran seguir la suerte de la guarnición
de Cartagena se les concederá.
Art. íh° Concedido en todas sus partes.
Art. 10. No existiendo, como se tien»; dicho en el artículo S.°, pri-
sionero de guerra alguno, por haberse canjeado y licenciado, no puede
tener lugar osle artículo.
Art. 11. Concedido en todas sus parles.
Art. 12. Concedido igualmente.
Art. 13. Concedido: con solo la diferencia que los rehenes de Co-
lombia que deben acompañar la guarnición hasta su destino, si no pudie-
ren hacer su regreso en los mismos buques, por algun accidento inespe-
rado, será de cuenta del Gobierno español el gaslodo su conducción hasta
la plaza do Cartagena y algun otro auxilio para su manutención, efec-
tuándose lo mismo de parte del Gobierno de Colombia con les rehenes
españoles que se queden en la plaza.
Art. Id. Concedido: con solo la diferencia de que so será entregado
el Castillo de "San Felipe" con la formalidad de ordenanza, el quo se ocu-
pará por una compañía,)' en seguida lo será la ''Media luna" con otra; y
se permitirá que de la expresada se den las patrullas que el Jefe que
vaya á entregar do ella crea necesaria para la tranquilidad y seguridad
pública al tiempo del embarque de las tropas, y éste se verificara cl dia
primero de Octubre próximo, haciéndose de antemano los preparativos
de víveres &c. por cuenta del Gobierno español. El Gobierno de Colom-
bia proporcionará antes de aquel dia los Iniques necesarios para el em-
barque, y serán de su cuenta las provisiones que fallen para la navega-
ción, si por algun accidento so retardan más quo hasta cl dia diez del
mismo mes (de Octubre).
Art. 15. Concedido.
Art. 16. Las dudas quo puedan ocurrirse no alterarán jamás las
bases del Tratado.
Artículos adicionales*
Art. 1.° No podrán extraer los Jefes do la plaza, ni otras personas
comprendidas en esta Capitulación, en sus equipajes, los instrumentos,
mapas, planos, memorias, itinerarios que pertenezcan á los archivos do
los diferentes ramos de la guerra, relativos á la plaza.
Art. 2.° El señor Gobernador de la plaza será responsable por me-
dio de sus rehenes, de hacer conservar el mejor orden al tiempo de la
evacuación, no solo por lo que respecta al vecindario, sino también con
relación al deterioro de almacenes y fortificaciones.
Art. 3." La Capitulación debo toner fuerza de tal desde el primero
de Octubre próximo inclusive, aun cuando vengan socorros después de
este dia ó en el mismo si por algun acontecimiento no se hubiere realiza-
do el embarque, á cuyo electo cl dia último del mes so exigirán las ga-
rantías necesarias, es decir, los rehenes quo van explicados en el artí-
culo 13.
Art. 4.° Con las mismas formalidades que se exige la entrega del
Castillo do "San Felipe," se hará la de la plaza.
Art. y." Los buques que el Gobierno de Colombia facilite para el
transporte de las tropas y empleados quo componen la guarnición do Car-
468 DOCUMENTOS PARA LA IllSTOiiiÀ

tagena, deberán fondearse eiilVente «k* "Santodomingo," dando aviso do!


motivo de su venida al Gobernador de la plaza.
Art. ().° A los dos buques nacionales que existen dentro de bahía,,
se les permitirá ponerse en franquía sobre la <! Machina" para alistar sr
velamen y recibir aguadas, víveres. &c.
Cuartel general en Turbaco, Septiembre 22 de ]J>21.
JE1 Coronel español comisionado,
M ió L' ;•; f. V" /. i.r. i; KXA .
El Coronel comisionado por el General en Jefe de este Ejército,.
Luis FRANCISCO »K RIF.LX.

0©ïy5?ià.©2©H de la plaza de Cartagena por las fuerzas que compone»


la Division del Ejército colombiano.
.1.
HONORABI.B Ml.NISTKO:

Tengo el honor y satisfacción do presentar á S. E. el Libertador


Presidente, por el conducto de U. S., las llaves de la plaza de Cartagena,
antemural de Cundinamarca. Ellas encierran algunos millones de pesoa
que importan sus fortificaciones, y los mismos materiales y proyectiles
do los vastos almacenes; entre los más necesarios so encuentran tres mil
quinientos quintales de pólvora, mil trescientos de plomo, 1res mil fusiles y
vn crecido parque de artillería. De todo daré parte á. U. S. más detalla-
damente, acompañándolo los respectivos estados, en el próximo correo.
Mientras tanto, no puedo pasar en silencio el mérito que ha contraído
este Ejército en los catorce meses que ha sitiado la plaza, sufriendo
las privaciones y fatigas que son consiguientes á un asedio tan prolonga-
do, y aunque faltaria á la justicia si recomendase á U. S. particular-
mente á algun individuo de mi mando, no llenaría mi deber si dejase do
elogiar á la línea de vanguardia, con su Comandante el Teniente Coro-
nel Condo D'Adlccrcutz y la escuadrilla sutil, cuyo Jefe he recomendado
al Gobierno en diferentes ocasiones.
El Capitán Juan Castro, que me ha acompañado desde Margarita
en toda la campaña, tendrá el honor do presentar á U. S. esta comunica-
ción, y él podrá instruir á la voz do los pormenores quo U. S. desee
conocer.
Dio9 guardo á U. S. muchos años.
Cuartel general en Cartagena, Octubre diez do mil ochocientos
veinte y uno.
El General Comandante en Jefe,
MARIANO MONTILLA.
Honorable Ministro de )a Guovxa.
DE I.A PROVINCIA DE CARTAGENA. 469

II.

En todo eî curso tic la guerra americana, tan variada de sucesos,


fué ésta la vez primera que una plaza de armas de la entidad de Cartage-
na, pasaba de manos de los realistas á las de los patriotas, y Montilla
quiso que la entrega se hieicso con todas las formalidades de la guerra.
Nuestro Jefe hahia sido indulgente con los capitulados de Cartagena
hasta dondo podia extenderse .su índole hidalga y generosa. Convino en
que se embarcase la guarnición española para Puedo Rico ó Cubo, cuyo
embarco se haría por cuenta do Colombia; á los particulares les conce-
dió cuatro meses más para disponer de sus propiedades, si no querían
permanecer en el pais, dio amplias garantías á las personas y propieda-
des, &c.; pero una cosa hubo cu que Montilla no convino, á saber: entrar
en la plaza después que los realistas la evacuasen: circunstancia esta que,
por un resto de insano orgullo, solicitaron el Brigadier Torres y el Co-
ronel Valbuena con vivísimas instancias.
La plaza fué entregada puesto por puesto, baluarte por baluarte,
con lo que, á medida quo cada uno bajaba la bandera española, se cnar-
bolaba la colombiana, que en el instante era saludada por las baterías.
Así, con esa pompa digna de Montilla, cayó en su poder la tuerto
Cartagena, la llave del Reino de Santafé, como escribe Torrente, cuija
posesión había sido tan costosa á Morillo en ISIS. El vencedor ilustro
escribió en el mismo dia de su entrada en la plaza (l.° do Octubre) ': á
Bolívar, diciendole en amistoso estilo: " H o y remito ú usted, por el
órgano del Ministro de Guerra y con el oficio que corresponde, las llaves
do la plaza do Cartagena. Esta plaza encierra algunos millones que valen
6U3 murallas y fortilicaciones, y los inmensos materiales y proyectiles do
sus vastos almacenes, sin contar con 3,500 á -1,000 quintales de pólvora:
1,300 de plomo, 3,000 fusiles y un rico parquo de artillería. Todo es
digno de usted, General, que lleva adelanto, con la admiración del mundo,
el gran propósito de libertar la America. La confianza que usted hizo
en mí está correspondida, Cartagena debe ser el teatro de su (¡loria, mo
dijo usted; ha sido el campo de mi esperanza para acreditarle mi amistad
y mi agradecimiento do todo corazón "
El oficial encargado por Montilla para poner estos oficios y las lla-
ves de oro de Cartagena en manos del Libertador, no encontró á este en
Bogotá sino en Suata, el 15 '' del propio mes de Octubre. Bolívar feli-
citó á su amigo y le dio albricias por la gloria de que se Imbuí cubierto
en la campaña y toma de Cartagena, y le devolvió las llaves; porque el
debía ser el guardian do aquel depósito sagrado, conserv.'nulolo con la
misma gloria con que fue adquirido.
Después do los primeros conceptos dedicados naturalmente á la sa-
tisfacción que sentia el Libertador por la toma do una plaza que le deja-
* Frecuentemente «lesionan lou liUtorindOMí, por ero? •:» «Vv.r.'.i l->. el 1 " «le Octubre
de 1821, como el din de In entr.idn do lo* colom JÍ;nos en Onri ijf.-nu. In euul no ^ veri-
ficó Bino el 10 del juiímo mes. (-'"• del E.)
"". Evidentemente so La comotido error ni designara esta fecha. El historiad»
coüor Rontrepo no indien 1?. fechn cu quo c>tc hecho lavo lu'_rnr. (X. del E.)
470 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

La cuatro mil hombres cara marchar donde quiera quo se les condujera.
Bolívar le decía á Montilla: " Usted sabe que mi primera intención fué
" tomar el Istmo; por consiguiente, es necesario que usted haga los ma-
" yores sacrificios para que el Istmo so tome Yo voy á Quito á ciar
" fin á mi empresa, y por Panamá obrará de concierto con la expedición
t:
de Portobclo. Do contado que las atenciones del enemigo serán muy
" grandes y nuestras facilidades más grandes aún. Por otra parte, esla-
" mos esperando en el curso del año la paz, y si no lomamos el Istmo
u
antes, C35"no lo tendremos El Ministro de Guerra que ha quedado
" en cuenta con el Vicepresidente (General Santander), dará á usted las
"instrucciones necesarias para esta expedición; pero yo insto a usted
" para que anticipo todas las medidas quo scan posibles c indispon*
« sables." "

III.

ENTRADA cu la pinza de Cartagena de las tropas colombianas el 10 de Octubro de 1821,

Iniciada la Capitulación, entró en la plaza, para arreglarla, el Coronel


Luis Itieux con su ayudante el Alférez Sebastian do Osse. Sus artículos
están publicados.
Pero una vez firmada por el Gobernador Torres y por el Comandan-
te general del Ejercito Libertador, Mariano Montilla, lo primero que so
hizo mientras se evacuaba la plaza por los españoles, fue establecer un
mercado dentro de "Puente del Medio" y " P u e n t e Calzada," donde
iban los vivanderos á vender sus víveres y donde podían concurrir á sur-
tirso de ellos los habitantes de la plaza, inclusive los de la guarnición, y
los que componían el ejército sitiador, pero toilos sin armas.
(lomo todas las baterías tenían los pertrechos necesarios para la de-
fensa de los recintos, y todos los arcones estaban llenos de pólvora para
la artillería, se dispuso que no debiendo quedar abandonados, mientras
se embarcaba la guarnición y entraba el ejército colombiano, entraran
veinte y cinco hombres, para que cada uno quedase en uno do los recintos,
para quo cuidara de los pertrechos do guerra que en ellos había. Fueron
distribuidos por el Capitán Cisnéros, ayudante mayor de la brigada do
Artillería y el Alférez Sebastian do Osse, ayudante del Jefe de Estado
Mayor Luis líieux Esto tuvo lugar el dia Ü: el 10 á las ocho de la
mañana entraron cuatrocientos hombres del batallón Girardot á la plaza
de la Catedral, donde el Mayor de plaza de los españoles, asociado del
ayudante Osse, nombró las guardias de la plaza y se repartió la parada:
de esa manera se relevaron las tropas españolas que estaban do servicio;
todo con el mejor orden. A las doce del dia se entregó el cerro de "San
Felipe," que lo ocuparon doscientos hombres del batallón Anúoquia con
su correspondiente piquete de artillería: una vez entregado el cerro, so
bajó el pabellón español, y se enarboló el pabellón tricolor, con el saludo
de ordenanza, de una salva do veinte y un tiros.
A las dos do la tarde se entregó la parte de Jetscmaní, habiéndola
* Copiado do la obra del señor Don Felipe Larrazábal, titulada: " La vida y corres-
poudcncia general del Libertador Simon Bolivar." Edición de Kueva York, año de 1S78,
Tomo 2.0, páginas 112 y 113. ÇA, del E.)
DE LA PROVINCIA DB OARTACENA. 471

ocupado los dos escuadrones do caballería, mandados, ol uno por el Coro-


nel Francisco Carmona, y ol otro por el Comandante Jugo, también con
su piquete do artillen» ; y como en ol recinto do "San Antonio" (La Puerta
de la Media luna) también había asta-bandera, se observaron las mismas
disposiciones que en ol cerro de San Felipe, inclusive la salvado veint-! v
un tiros. A esa misma hora las cuatro Divisiones de bongos ocupa ron la
bahía de las " Animas," bordeando en línea desde el <; Pastelillo M hasta
la puerta de la Aduana. En todo este tiempo seguia embarcándose la
guarnición española abordo de los buques que debian conducirla á la-
Habana.
Entre cuatro y cinco de la tarde, que ya estaba abordo toda la guar-
nición española, se embarcó en la falúa el Gobernador Torres, con su
Estado Mayor, y al pasar por dclanto de las fuerzas sutiles colombianas,
éstas lo saludaron con la salva de veinte y un tiros, y al llegar á los buques
que debian conducirlo á la Habana, que eran colombianos, se le hizo igual
saludo: todo esto tuvo lugar sin él más mínimo desorden jú el mas pe-
queño insulto.
Como se sabe, la guarnición salió con los honores de la guerra, es
decir, la tropa con su armamento y fornituras; los Oficiales con sus
espadas y equipajes. "

GCCZdCXVXX.
33ESTB.TUCC20H de la facción encabezada por el rebelde Eugenio
Acosta.
EXCELENTÍSIMO SESOR:

Tengo el honor do acompañar á V. E., bajo el número 1.°, el Parte


que acabo do recibir del Comandante general Narváez; por él verá V.
E. que la constancia ha triunfado del egoísmo, y quo los facciosos han
sido destruidos por los mismos hijos de las Sabanas.
La copia número 2.° instruirá á V. E. de la situación del Istmo, quo
poco habia mejorado con la llegada do Cruz Murgcon.
Dios guarde á V. E. muchos años—Sabanalarga, Agosto 31 do 1821.
—Excelentísimo señor—El General Comandante en Jefe,
MARIANO MONTILLA.

Excelentísimo señor Yiccpresidcuto de Cuudiuamarca.

SESOR CORONEL:

Tengo la satisfacción do decir á U. S. que nuestras guerrillas de


Momil, Chima y Ciénaga de Oro, que obran sobre los facciosos do Mo-
lón, los han destruido enteramente antes de ayer, según los partes quo
* Copiado de " El Independiente," periódico de Sincclcjo, número o.
472 DOCUMENTOS I'AUA I.A HISTORIA

acabo do recibir, escapándose solo el cabecilla Eugenio Acosta, quo huyó


cobardemente,* dejando en el campo muertos á sus nombrados jefes Can-
dela y Surifca con diez compañeros, sois prisioneros, algunas armas y
toda la pólvora. El enemigo envuelto, arrojó á una ciénaga dos esmeriles
y algunos fusiles; he dado ordena osla guerrilla para rpic se saquen. El
entusiasmo y decision por la causa do los pueblos á que pertenecen las
tres indicadas, es digno do los mayores elogios, y lauto que sin descansar
de la penosa marcha que han hecho en medio de un invierno crudo,
siguen mañana, en cumplimiento de las órdenes que había dado, á Lorica,
punto que he asignado para la concentración de las fuerzas que conmigo
deben seguir á "San Antero," por si la expedición do Mina (Sanche/, de
Lima) so presenta en la Costa.
Además de los cincuenta hombres de queso compone la guerrilla de
Momil, arme antes de ayer veinte hombres más que so me ofrecieron
voluntarios para perseguir á Eugenio Acosta, y mi tal Farédcs, únicos
facciosos que quedan en este pais; y el pueblo lodo, en número de «lo.*-
cientos hombres, me ha pedido que en cualquiera circunstancia so incorpo-
rarán á la columna para pelear por la libertad. Mañana, en mi marcha á
Lorica, á dondo estaré antes del mediodía, entraré á este bravo y patrió-
tico pueblo, le daré gracias en nombre do U. S. y mias por su brillanto
conducta.
Recomiendo á U. S. altamente al Capitán Diego García, que ha
mandado estas guerrillas en el ataqno de antes de ayer; recomiendoá los
pueblos do Momil, Chima y Ciénaga de Oro, como dignos de su acriso-
lado patriotismo, al Gobierno republicano de Colombia de su consideración
y aprecio. Tengo el gnsto do decir á U. S. que por nuestra parte no lia
habido un solo herido, pues la sorpresa no lo permitió, y que entre los
muertos del enemigo está Martín Marline*/ y F . Córdoba, fumoso
asesino, que desertó do las fuerzas del Coronel Padilla, y que está en
nuestro poder ol Capitán do la gnorrilla que hirió al señor Coronel
Figuorcdo.

Dios, salud y libertad.

Cuartel general en Chima, á 27 do Agosto de 1821, á las diez do la


noche.
El Gobernador, Comandante genoral,

JUAN SALVADOR DE NAUVÁKZ.

Benemérito señor Coronel Comandante en Jefe, Mariano Montilla.

Es copia. MONTILLA."*'

" Dospucs do alquil ifompo fin' Acor-Ir. caplüíado .'•' íWilado por las r.íioeidades quo
conidio OD los pueblos.—(X. «ici E.)
"' Copiados do la Gacnfca do la ciudad de Bo;;-oti. c-:¡vital dol Den.-rtnmc-ulo dú Cun-
dhiamarcn. foclv. 20 do Sítotiombr»dft IF21. ni;: v-vo 11 '.
Dl£ I.A PROVÍNCIA DIC CARTAGENA. -17vî

S ' S I O G Z . A M A del Capitán de navio José Padilla, con motivo de la


Capitulación celebrada con el Gobierno de la plaza de Cartagena.

José Padilla, (¡d Orden (fa Libert o dorm, (Japilan da na uto deia Arniada
nacional de. Colombia, t/ Comandanta yenerat de la* fuerza* navale* que
obran en el blo'/ueo de Cartagena.

Soldados y tripulación de la («.señadlilla sutil:


Por fin so ha logrado la libertad de la plaza do Cartagena, por la quo
os habéis esforzado y combatido sin temor de sus ros pola bles murallas:
vuestra intrépida entrada en la bahía, vuestro valor y bravura, mostrado
varias veces, C57*y señaladamente la aflicción en que habéis mantenido la
plaza por la heroica acción del 24. de Junio, que arrancasteis á los ene-
migos sns Tuerzas sutiles, y la del 29 de Julio el bergantín que les con-
dujo víveres, despreciando los fuegos incesantes de las baterías de Car-
tagena, os harán memorables en el Universo, y recomendables al Gobier-
no do Colombia, á quien pertenecéis, por la parto activa que tenéis en la
rendición de esta plaza.„S;Cí Sí, compañeros: yo me congratulo de haber
tenido el honor demandaros: esta es mi gloria y satisfacción.
Ya os he dicho que es libre Cartagena, y á ella vamos á entrar triun-
fantes, por medio do una Capitulación acordada por el señor General en
Jefe del ejército, con el Gobernador español. Ño olvidéis que los quo
están en la plaza son vuestros hermanos y debéis tratarlos como tales.
Tened presente el Tratado de rcgularizacion de la guerra, para observarlo
con los prisioneros. Nuestro honor es no quebrantarlo y observarlo
rígidamente, pues así lo recncarga el Excelentísimo señor Libertador
Presidente y el señor General Comandante general de marina, bajo las
más severas penas. Que no se diga otra cosa que su buen orden y subor-
dinación para no desmerecer lo quo tione adquirido con su valor y cons-
tancia. No deis lugar á. castigo, y complaced á vuestros jefes.

Cospiquo, y Septiembre 2\ do 1821.—11.


J O S É PADILLA.

CGCSJ2SS225Í:.

S S , 3 S>Si ©(DTÏiBElîS de 1821, en el "Pie de La Popa."


PROCLAMAS DEL GENERAL MARIANO MONTILLA.

I.

A los habitantes de Cartagena.

CARTAGENEROS: Pon fin después do tantos sufrimientos como lo¡;


quo ha traido consigo un largo sitio, y de los males que acompañan do
continuo una dominación extranjera, volvéis [á respirar el benéfico am-
biento de la .Libertad, y á renniros á vuestros hermanos de COLOMBIA.
474 DOCUMENTOS PARA. LA HISTORIA

CARTAGENEROS: Quien os vio como yo sostener los derechos do la


PATRIA en 1815 contra el General Morillo, no pude dudar un momento
de vuestra adhesion al sistema de independencia: y estando convencido
de esta verdad, ¿que no haré yo por aliviar vuestras penas, por organizar
vuestra administración, por haceros, en fin, olvidar vuestros padeci-
mientos ?
CAUTA o ENEROS: Si alguno os dice que vengo animado de otros
sentimientos, os engaña; os vuestro enemigo. Las valientes tropas (pie
tengo el honor de mandar, son vuestros normanos, y su conducta ha
merecido la estimación pública: así lo acredita la tranquilidad y satisfac-
ción que reina en (odas las Provincias de mi mando.
EUHOPEOS: Nada tenéis opio temer quedándoos entre nosotros, si
respetáis las leyes ó instituciones do Colombia: tirad una ojeada sobro
Santa Marta, y encontrareis una porción tic vuestros paisanos protegidos
por el Gobierno y entregados á la agricultura y al comercio; ellos me-
recen el aprecio de los ciudadanos y la consideración délos Magistrados:
imitadlos, y seréis felices.
CIUDADANOS: El Gobierno que vela incesantemente por la felicidad
de sus pueblos, tendrá muy presente á la plaza do Cartagena, y el Héroe
de Colombia, el LIBERTADOR PRESIDENTE, ha sido el primero en derramar
sobro cst;i Provincia sus ideas benéficas; ellas están consignadas en las
instrucciones que me dio cuando tuvo á bien destinarme ú libertarla.
CARTAGENEROS: Olvidad vuestros males, y esperad lodo del Gobier-
no y de la Constitución de COLOMBIA.
Cuartel general en La Popa,á 3 de Octubre de 1821.—11.
El General, Comandante en jefe, MARIANO MONTILLA.

II.

A LOS MARINOS DE I.AS FUERZAS SUTILES.

Cartagena es de Colombia, y vosotros la habéis hecho incorporar á


la gran familia con las memorables jornadas de 2:1 do Junio y 29 de
Julio. CS"EI valiente guerrero que os comanda, el bravo Coronel Padilla,
os guiará siempre á la victoria..¿S)
Marinos: Imitad en todo á vuestro ilustre Jcfo, y sed como él tan
temibles en el combate como generosos con los vencidos. Los cartagene-
ros son vuestros hermanos, y debéis tratarlos como tales. Yo así lo ho
ofrecido, y vosotros así debéis hacerlo, porque os justo y porque lo man-
da el Gobierno.
Marinos: Conozco lo quo habéis sufrido en una campaña tan peno-
sa como dilatada ; pero yo os prometo dividir entre vosotros y el ejército
de mi mando todas mis atenciones y recursos: debéis estar convencidos
de que una perfecta igualdad ha reinado en ambos cuerpos, y que ho
hecho por vosotros lo mismo que por mis soldados.
Marinos: Recibid por mi parte los sentimientos do admiración
por vuestra noblo conducta, mientras que el Gobierno remunera vucctros
servicios.
Cuartel general do La Popa, y Octubro 3 de 1821.—11.
El General, Comandante en jefe, MARIANO MONTILLA.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 475

III.
Mariano Montilla, General de brigada y Comandante en jefe del ejercito de
la costa dd norte de Cundí ñama rea, <yc.
A las tropas del ejército do su mundo.

SOLDADOS: Por fin habéis llenado el noble objeto á que fuisteis des-
tinados por el Gobierno; y Cartagena, la inerte Cartagena, antemural do
Cundinamarca, pertenece á la República do Colombia: vuestros esfuerzos
y privaciones, vuestra constancia y sufrimientos, vuestro valor y virtu-
des son recompensados con el noble orgullo quo debéis tener al ver capi-
tular la guarnición que la defendía.
SOLDADOS: El Supremo Gobierno, que no aguardaba menos do
vuestro amor á la Libertad, será generoso en recompensaros; y si ha re-
munerado á los bravos do Boi/acá y Carubobo, también tendrá presentes
los valientes del ejército de la Costa; ¿ pero qué digo? Necesitáis vosotros
por ventura otro premio que haber libertado á vuestros hermanos? otra
gloria que ver flotar el pabellón tricolor sobre los altos muros de la
plaza, y vuestros enemigos surcando el Océano para regresar desenga-
ñados á España ? No ! Los soldados mercenarios son los quo so mueven
por interés. Los de la .República, animados del fuego sagrado do Ja Inde-
pendencia, solo aspiran á la gloria.
SOLDADOS: Recibid el testimonio do mi gratitud por vuestros ser-
vicios, y proseguid como ha>ta aquí; siendo un verdadero modelo do
patriotismo y subordinación.
Cuartel general en La Popa, á 3 do Octubre de 1821.—11.
El General, Comandante en jefe,
MARIANO MONTILLA.
IV.
BANDO del Comandante en jefe, por el cual so recomienda A los individuos del ejército
quo observen buena conducta.
Mariano Montilla General de brigada >/ Comandante en jefe del ejército de
la costa del norte de Cundinamarca, §c. <yc.
A los individuos quo componen el ejército de su innndo.

Habiendo entendido los enemigos de la República en la ciudad de


Cartagena, que á pesar de la Capitulación celebrada por mí con el Go-
bierno español, cometerán siempre excesos las tropas sitiadoras, molestan-
do, insultando y saqueando los habitantes de la plaza;y sabiendo, por otra
parte, que ha habido algunos individuos del ejército que han vertido es-
pecies poco conformes á su honor y disciplina, ordeno lo siguiente:
1.° La ciudad de Cartagena y sus habitantes, sean de la clase y con-
dición que fuesen, serán tratados como amigos.
2.° So prohibo á todo individuo del ejército tratar mal de palabra ó
de obra á ningún vecino de ia ciudad, incurriendo el contraventor do
este artículo, si fuore Oficial, á un año de suspension de empleo; y si
soldado, á cincuenta palos y un mes de prisión.
476 DOCUMENTOS PAHA LA HISTOKU

3.° El que se encontrare robando, fracturando puertas ó ventanas,


saltando paredes para perpetrar el crimen, sufrirá irremisiblemente la
pena de muerte.
4.° Los Comandantes de cuerpo, Capitanes do compañía, y los Ofi-
ciales subalternos, serán responsables directamente de la buena conducta
do las tropas que mandan.
Cuartel general en La Popa, á 3 do Octubre de 1821.
El General, Comandante en jefe,
MARIANO MONTILLA.

.STJJ&.&3<KJ3A)TT© prestado por la tropa ele la guarnición española antes


de evacuar la plaza de Cartagena.

La tropa de la guarnición al servicio del Rey de España hizo el


juramento convenido en la Capitulación ajustada en el Cuartel general de
''La Popa," según consta do los documentos remitidos al Gobierno, y de
las diligencias siguientes :
" Don Gaspar Escalada, Capitán, primer Ayudante del regimiento
de infantería do Leon, del quo es Comandante el Coronel de los Ejércitos
nacionales Don Miguel Valbuena:
" Certifico : que en la tardo de este dia á las cinco de ella han pres-
tado el juramento que se previene en el artículo 4.° de la Capitulación
acordada para la evacuación de esta plaza, los individuos que comprendo
la anterior lista ; y para que consta lo firmo en Cartagena do Indias, á
ocho do Octubre de mil ochocientos veinte v uno.

" GASPAR ESCALADA.


"Visto Bueno.—MIGUEL VALBCKKA.

'•'Cartagena, Octubre 9 de 1821.—Aie consta haber hacho el jura-


mento que se expresa en la anterior certificación, en la tarde del dia do
ayer, los individuos que indica, á prescinda del señor Coronel Luis Eran-
cisco de llieux, Jefe del Estado mayor del Ejército de la costa del norte
do Colombia.
"GABIUKL DIO TÓRKKS, Gobernador Comandante general."
Iguales certificaciones expidió del Cuerpo nacional de artillería,
el Ayudante mayor Don Manuel Venia y visó el Comandante de la bri-
gada, Tcnionto Coronel Don Ignacio Romero.
La lista «le los individuos del regimiento do Leon monta ú 518
La de los agregados, á 40
La de la brigada de artillería, á 223
Estas listas so imprimen por separado, para distribuirlas A los Jefes
do las divisiones activas y de plaza, para su conocimiento, do quo los
individuos en ellas comprendidos no pueden tomar las armas contra la
República durante la presento guerra.
DU LA I'ROViXCMA ÜK CAKTAGEXA. 477

23>3CK>Es2?© ejecutivo de honores al Ejército del Magdalena.

PiiAXcisco Di-: PAULA SANTAKPBR,


General de Division y Vicepresidente de la República, encargado del Po-
der Ejecutivo.
Teniendo en consideración quo los individuos que componen el
Ejército del Magdalena, bajo las órdenes del General Mariano Montilla,
lian acreditado valor y constancia cu la gloriosa campaña que acaba de
hacer, hasta la ocupación de la importante plaza de Cartagena y de las
de Santa Marta y Rio do Hacha, he venido, en uso de las facultades
extraordinarias quo me están delegada1; por el artículo 8.° de la ley del 0
do Octubre del corriente año, y consultado al Consejo de Gobierno, en
decretar lo siguiente :
1.° El General, los Jefes, Oficiales y soldados del Ejército del Mag-
dalena, llevarán en el brazo izquierdo un escudo encarnado, do dos pul-
gadas de diámetro, orlado do laureles, con esta inscripción en el centro :

Del Ejército del Magdalena en 1820 y 1821.

2.° El Comandante general, los Oficiales é individuos de Marina,


quo con tanto brio y denuedo arrostraron los peligros en las brillantes
acciones que precedieron á la ocupación do Santa Marta y Cartagena
por las armas do Colombia, llevarán el misino escudo con este mote :

De la Escuadrilla del Magdalena en 1820 y 1821.

3.° El General del Ejército del Magdalena, el Comandante general


do las fuerzas sutiles y los Jefes do los cuerpos, llevarán un su escudo
esta expresión :

Comandante en jefe del Ejército del Magdalena en 1820 y 1821.

Comandante general de la Escuadrilla del Magdalena en 1820 y 1821.

Comandante de tal Division ó batallón del Ejército del Magdalena en


1820 y 1821.
4.° Los escudos de los Jefes y Oficiales del Ejército y fuerzas sutiles
del Magdalena, serán bordados de oro, y do seda los do los soldados y
marineros.
5.° El General del Ejército y Comandante general délas fuerzas su-
tiles del Magdalena propondrán, además, con especialidad los premios y
recompensas que justamente se deban á los pueblos ó individuos que so
ban distinguido, auxiliaudo y concurriendo de alguna manera al éxito do
la campaña.
v
Kué elegido Vicepresidente de Colom bin, en virtud de haberse expedido la Cons-
titución política de la República,—(N. del B.)
478 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

6.° Ei Secretario del Despacho de Marina y Guerra está encargado


do Ja ejecución del presente decreto.
Dado y firmado en el Palacio del Gobierno en Bogotá, á 29 do No-
viembro do 1821.

FRANCISCO DK PAULA SANTANDER.

Pedro Briceño Méndez. !"

;&3ESSSIÏS(D3Sf<DS^.{3. Algo de lo pasado y una ojeada al presente.!

En el año de 1820 se celebraba en Sabanalarga la fiesta del Cor-


pus, y cuando estaba la procesión en la calle, un movimiento extraordi-
nario se nota cu la concurrencia, qno la hace dispersar, corriendo cada
uno para su casa. Aquel desorden lo produjo la presencia do unos pocos
soldados españoles que habían escapado de Sabanilla. No es posible des-
cribir el gozo de las familias de los patriotas con aquel acontecimiento.
tin nuevo horizonte so abria á todas las esperanzas. ¡Que mágico poder
han tenido las palabras " p a t r i a " y "libertad," para todos aquellos quo
veian el término ya del reinado de un bárbaro absolutismo; para los quo
creyeron entonces que ya no habría más sangro americana derramada,
más mengua ni deshonra para el carácter nacional I

Sánchez Lima, quo no contaba con quo la libertad de la costa do


Nueva Granada debía ser el resultado de un plan combinado; y escar-
mentado por las fuerzas quo obraban por el Norto, tropezó en el Sur
con Lara y Carmona, que lo atacaron y destruyeron. Ya Cordova so
hacia sentir obrando con dirección á la Costa.

El Brigadier de Torres, que mandaba en Cartagena con ánimo do


oponerse á esta invasion, destacó una columna de soldados del regimiento
de Lcon, al mando del Comandante Romero, que llegó hasta Sabanalarga.
Me encontraba en la puerta de mi casa el dia quo estas tropas so
presentaron en dicho lugar; y apenas los vi, corrí á dar aviso á mi madre.
Esta vino con precipitación, creyendo que serian los patriotas. Al ver los
soldados, exclamó: Son españoles ! y cu seguida cerró la puerta de la
calle. Por la noche, como fugitivos, abandonó toda la fundía la casa, r e -
fugiándose en el lugar nombrado " Cabeza de Leon " y permaneciendo
allí, aguardando resultados, como quince dias, porque ni Montilla ni Ro-
mero hacían movimiento alguno: se observaban. Entre tanto no faltaban
escaramuzas de descubiertas. El Capitán Rincón, venezolano, encontró
una partida de españoles en Polonuevo, los atacó y derrotó.
4
Copiado de la misma Gaceta del 0 de Enero de 1822, número )2S.
1151 principio de este articulo figura entre las piezas del año de 1815 insertasen
esto Tomo.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 479

Montilla quería dar un golpe decisivo sobre Romero, y para esto


trató de ponerse en comunicación con Còrdova, (pie obraba en el rio
Magdalena, dirigiéndolo 1111 pliego que hasta Sabannlarga fué conducido
por los señores Maximiliano Salazar y Manuel Barniza Deliran. Este
último lo llovó á Barranca y tic allí los Pre.-biteros Doctor Mazanct y
José- Marín López lo pusieron cu manos do Cordova. La respuesta tío
éste fué lacónica; le anunciaba ¡i Montilla que dentro de poco no habria
un español en la ribera del Magdalena y se le uniria: así lo cumplió.
.101 cañón de Tenerife anunció la victoria que Còrdova y Maza
obtuvieron sobre las tropas españolas que ocupaban aquel punto. ICI
Jefe de las fuerzas enemigas murió en el combate y la bandera de la
República fué saludada desde en Ion ees en todo el rio Magdalena, (/'on
esta noticia, Montilla marcha sobre Saba na larga ú atacar á Homero, quien,
sabedor del desastre de Tenerife, esquivó el combate y buscó los muros
do Cartagena con las fuerzas que mandaba.
El dia 29 de Junio do 1820 entró el General Montilla á Sabana-
larga. Su entrada la presidió un escuadrón de caballería al mando del
Coronel Careen, francés,al servicio de la República; luego un peloton de
Irlandeses como cien hombres,con tres piezas de batalla; y á retaguardia
la infantería, compuesta casi tocia do voluntarios de Barlovento. Las cha-
quetas coloradas daban á estos voluntarios un aire de marcialidad quo
comunicaba aliento al patriotismo. Las tocatas de la banda de música,
compuesta do Irlandeses, hacían participar á todos del sentimiento quo
inspiraba un espectáculo tan penetranto como el de la resurrección de la
Patria. El triunfo fie ésta, que era ya indudable, devolvió ú los proscritos
al seno de sus familias. La suerte de mi padre estaba ligada con esto
triunfo, y para sus hijos vino á ser desde entonces la República la estre-
lla polar que debía guiarlos en su nueva existencia.

No obstante la union do Montilla, Lara y Còrdova con tropas de disci-


plina y de un valora toda prueba, el sitio que debia ponerse á Cartagena
no podia ser formal y rigoroso, mientras La Ciénaga, que era el balitarlo
del ¡/odisino, tremólasela bandera española. Un cuerpo rocicnteniento
formado, llamado "Bajo Magdalena," una compañía de Irlandeses y otra
de un batallón de línea al mando del Capitán Florencio Jiménez, que-fué
después General do la República, y un Escuadrón do caballería, fueron
todas las fuerzas que se situaron en Turbaco.
Bolívar, cuya mirada abarcaba un mundo,se presentó en la Costa en
esa época. Quería verlo todo; activo, infatigable, inspeccionó las tropas
que debían obrar sobre La Ciénaga; visitó á Turbaco y pronosticó un de-
sastre si la guarnición do la plaza de Cartagena, compuesta de tropa
aguerrida, hacía una salida.
La presencia del Libertador en el tránsito de Barranquilla á Tur-
baco fué un suceso que electrizó: los hombres, las mujeres, los niños
corrían detrásde este hombre providencial. Ninguno se cansaba de mirarlo:
gritos de alegría lo acompañaban donde quiera que iba. En cada pueblo
quo visitaba se abría el templo y las campanas se echaban á vuelo, se
dirigia á la Iglesia y permanecía hincado por unos pocos minutos. A pesar
do mi corta edad, hago de esa época un recuerdo tan perfecto, que me
imagino aún lo veo con su andar ligero y paso firme, vestido de levita
•i 80 DOCUMENTOS PARA LA III STOMA

azul, botas altas y morrión con cordones blancos, como so presentó á uii
vista por primera vez.
El (lia 1.° de Septiembre, á pocos (lias de haberse marchado el Liber-
tador de Turbaco, la guarnición de Cartagena atacó á las tropas sitiadoras
quo estaban al mando del Coronel Ramon Ayala, y las don-otó, á pesar de
la bravura (pie desplegaron los patriotas. No se empañó por esto desca-
labro el honor de las urinas de la República; los Jefes y Oficiales reunieron
los dispersos y ocuparon á Turbac.o á pocas horas. Un pánico hizo que
los vencedores desocupasen aquel punto, retrocediendo precipitadamente
para Cartagena.
Aquí es necesario hacer justiciad algunos hijos de Sabanalarga, que
como Manuel Barniza, joven entusiasta que prometia mucho, rindieron su
vida en aquella jornada, peleando valerosamente. Algunos buenos hijos
do Cartagena también perecieron. Pombo y Arias hicieron allí el sacri-
ficio de sus vidas. Mi padre escapó milagrosamente, teniendo la satisfac-
ción de prodigar algunos cuidados al señor Juan do Arias á quien sacó de
entro los moribundos. Otro sujeto de Sabanalarga, que vive aun, también
so halló en esc combatey cuyo nombro no estampo aqui porque no sé si
ofendo su modestia.
Con motivo de este acontecimiento el General Montilla dispuso quo
los batallones " Antioquia " y "Alto Magdalena," que mandaban los Co-
mandantes Còrdova y Maza reforzasen la linea de Cartagena.
Còrdova,cuyo aspecto revelaba la edad do 21 á 22 años cuando lo he
visto marchar al frente do un batallón; quej'a tenia una fama bien mere-
cida por su valentía fué un objeto do entusiasmo en su tránsito por estas
poblaciones. Gallardo en su porte, sencillo en el vestir, con un sombrero
de paja inclinado hacia un lado, se notaba por sus atractivos personales
entre la brillante oficialidad del cuerpo que mandaba, que era uno do los
más lucidos en el ejército de la antigua Colombia. De eso batallón " An-
tioquia" eran oficiales de fílalos Barrientes, Santamaría, Montoya, Álzate,
González (Benedicto), Gómez (Juan Antonio y Pió) Viana,Enao, Carras-
quilla y otros pertenecientes á las primeras familias do Antioquia. En el
joven Còrdova reverberaba ya'la gloria que le esperaba en Pichincha y
Ayacncho: General de Division d los 27 aiíos,fué el soldado más distinguido
entre los hijos de Nueva Granada.
El asalto que dio Carroño d La Ciénaga cu donde se atrincheraba el
realismo, que fué una do las victorias más sangrientas que obtuvieron las
armas do la República en la Costa, permitió al General Montilla contraer
toda su atención al sitio de Cartagena. Una fuerza respetable so situó al
rededor do la ciudad, que hacia cada dia más crítica la situación de los
sitiados. Estos se defendían con brio: las numerosas bombas que los mor-
teros del castillo de "San Felipo" arrojaban sobre la Popa la destruyeron
casi en su totalidad. Las ruinas quo posteriormente so han visto de la
.Iglesia y demás edificios de esa célebre Popa fueron causadas cu ese sitio.
Allí murió de una bala de cañón el interesante joven cartagenero Antonio
Paniza, Ayudante de campo del General Montilla. La batería que se puso
en disposición de hostilizar la ciudad y las proezas de Padilla, destruyendo
el poder marítimo de los sitiados, dentro de la bahía y bajo los muros do
la plaza, obligó al Brigadior Torres á capitular y d rendirse.
El dia 10 de Octubre de 182J, después de quince meses de asedio
DE LA PROVINCIÀ DE CARTAGENA. 481

hizo el General Montilla su entrada triunfal en Cartagena al frento dò


un ejército que ningún elogio quo aquí so hiciera aumentaría su gloria.
Este fue un acontecimiento do grande importancia para la República,
por cnanto Cartagena, como plaza fuerte, era la primera en Colombia.
Cartagena eeíiíbró» poco derpues la promulgación do la Constitución
de Cuenta con una alegría y una pompa extraordinarias, á ¡o cual con-
tribuyó la permanencia en ella de los cuerpos brillantes que le habían
restituido su libertad y su gloria.
Una parle do esta guambien, con Còrdova y oíros Jefes, so embar-
có para ul Istmo de Panamá. El pensamiento do Bolívar, quo abarcaba
la libertad del Imperio de los Incas, se ponia en ejecución, y los mejores
cuerpos dol ejercito lomaban la dirección del Sur.
A pesar de los asedios de 1815 y 1820, Cartagena tenia en el ano
do 1.822 más de veinte mil almas. El ruido de la guerra absorbia la aten-
ción de sus habitantes: el triunfo obtenido en Pichincha por las armas
do la República se celebró con alborozo; pero lo que derramó la medida
del entusiasmo fué la victoria de Junin. La noticia so tuvo por la noche;
•todas las campanas de la ciudad se echaron á vuelo; como por encanto
se iluminó Cartagena, cuya población se lanzó á las calles entusiasmada,
delirante. Las aclamaciones victoreando al Libertador, aturdían, ahoga-
ban los toques de las bandas militares, quo precedían siempre á aquellas
demostraciones de regocijo.

La victoria obtenida por el General Padilla en el lago de Maracaibó


con sus compañeros Tono &c., también fué celebrada con un entusiasmo
frenético. Cá^Si algun hombre debió estar envanecido por las demostracio-
nes do gratitud pública, fué Padilla, porque la ciudad heroica puede de-
cirse evaporó su patriotismo por honrarlo—lo merecía.
A poco después de estas escenas de patriotismo y reconocí m ion lo
nacional quo había presenciado en Cartagena, pasaron otras á mi vista en
un pais extranjero, á donde mi padre me envió por interés do mi educación;
Do Nueva York, á donde fui acogido por el señor David Caslollo con
esquisita benevolencia, prodigándome los cuidados do un padre, quo han
grabado su memoria profundamente en mi alma, pasé á Filadèlfia. En
esta ciudad mo alojé en la casa del Coronel colombiano Don Leandro
Palacio, quo desempeñaba el Consulado general do Colombia. Esto caba-
llero, á quien ¡ba recomendado, mo puso en ol ''Colegio Colombiano"
quo acababa de inaugurarse y cuya dirección tenia Don Félix Merino;
español do nacimiento y americano por naturalización. El nombre do
Colombia estaba en boga en aquel pais ; y ciertamente este nombro no
podia separarse de las hazañas do Bolívar, que tanto ruido hacían ya en
el mundo. El héroo Sud-americano tenia que dejar la herencia inmortal
do su nombradla á Colombia; y los colombianos que nos encontrábamos
on pais extranjero llevamos con orgullo este nombre, porque el Libertador,
se hallaba cu el Perú, y resplandecía ya en el zenit de su gloria.
Como lio dicho, tenia quo presenciar en los Estados Unidos del
Norte una escena de reconocimiento nacional—Ün muchacho de catorce
'* Aunque los úlunios «pártesele osle artículo lineen mención de hecho-- que acon-
tecieron después del año de 1821. no hemos querido separarlo* de los precedente?, con el
lin de dar término, de una vez. ni mismo artículo. —(X. del Tí.) :<l
482 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

años no puede darse razón do cierlas cosas, aunque pasen si su visía.


Filadèlfia, quizá la ciudad más bolla do la Union Norte Americana, so
vio un dia cou una animación extraordinaria, preparándose para tener
un dia de gala, en obsequio de nn huésped ilustre. Lafayette, el compa-
ñero do Washington, debía ser recibido digna men to en aquella ciudad.
Yo había visto en los pueblos de la Cosía do Nueva Granada el entusias-
mo con quo recibieron á Bolívar cuando so sitiaba á Cartagena en 1821.
Ahora veía al pueblo Norte Americano, frío y calculador de suyo, trans-
portarse en un alegría que rayaba en entusiasmo y con un aparato mili-
lar sorprendente apifiarsc en la calle más bolla do la ciudad. Investigué
el porque de Jo que había visto en mi país y de lo que veía en Jos Esta-
dos Unidos, y mi razón comenzó á despertar: la idea moral de Ja Inde-
pendencia vino á ser clara en mi espíritu, y fué desde entonces que la
América se presentó á mis ojos como la victima de las injusticias do la
vieja Europa. Lo (pie al principio do nuestra revolución fué en mí un
sentimiento que solo abrigaba odio á Jos españoles, por Jos daños causa-
dos á mi familia, vino á ser una razón do humanidad, que me Jiízo par-
tidario de la República por inteligencia. Hoy veo á los españoles como á
mis compatriotas y deseo que en la crisis que está pasando su españolismo,
se salven los grandes intereses que han do colocar á la Península en el
rango de los pueblos libres y civilizados.
En el Colegio cu que entré do alumno había algunos colombianos,
y el único con quien me lio encontrado años después en Cartagena, ha sido
Manuel del Corral, que vive en Antioquia. Si hago reminiscencias de esta
época de mi vida en lo que escribo, es por la relación que tiene con mi
pais lo que observé en e extraño. Teníamos nn catedrático, Mr. M..., quo
había tenido asiento en la Convención francesa de 1793: ora republicano
sincero y uno de los sainos (pío acompañaron al General Bonaparto en
la expedición de Egipto. El terrible convencionista que había votado
por la muer le do Luis XVI no podia estar donde reinaba Luis XVIII,
su sobrino. El retrato do este insigne francés se encuentra en el Museo
do Filadèlfia entre las celebridades científicas. Como tenia su estudio cer-
ca del Colegio, cuando sus discípulos íbamos á su casa, so complacía cu
señalarnos Jos objetos raros que había traído de la Arabia y del Egipto.
El volo de un hombre como ésto, juzgando á Bolívar, no podia menos de
sor lisonjero para los colombianos. Nos decía: .Bolívar llu:hero of the South,
has sur/tasard )Va*/ihiglon, llu: hero of the JVorth. De la misma opinion
cían Robert Dale Owen, .11 our I on y otros escritores de tono.
La noticia do la victoria de Ayacncho, que en Jos periódicos Norte-
americanos se. referia con elogios prósperos al ejército colombiano, pene-
tró en el Colegio, y fué nn suceso quo celebramos con regocijo. En esa
época so botaban al agua do los astilleros del Dclawaro la fragata " Co-
lombia " y creo que la " Cnndinnmarca," de 6<i cañones cada una, para el
servicio de la República.
Todo sonreía y so veía venir el porvenir más halagüeño. La Inde-
pendencia do la América del Sur era un hecho, y Bolívar, que parecía
más grande que los mismos Andes, testigo do sus proezas, trazaba anto
el mundo atónito, con la punta de su espada, el mapa de Colombia la
grande, del Perú y Bolivia, quo hoy forman cinco Repúblicas
Sabanalarga/Novíembro 11 do 1874. JOSÉ MARTIN TÁTIS.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 483

SiEtSOl.UCSOS^' por la cual se habilita cl papel sellado español para


los negocios judiciales y de las Escribanías de Colombia.
EXCELENTÍSIMO SEXOK :
Para que los apuntos judiciales no sufrieran ninguna detención por
la falta do papel sellado que previenen las leyes para la autenticidad do
su despacho, me he visto obligado, después de la ocupación do esta plaza,
ú dictar el auto que tengo el honor de acompañar á V. E. on copia. Yo
espero quo Y. E. se sirva tenor en consideración la extraordinaria cir-
cunslancia que me ha obligado á osla medida, y que en consecuencia
provea lo que sea de su superior agrado.
Dios guardo á V. E. muchos aftas.—Cartagena, 20 do Octubre do
1821.—ll'.°—Excelentísimo señor.—El General, MARIANO MONTILLA.
Excelentísimo scüor Presidente del Dcparüimcuto.

Cuartel general en Cartagena, Octubre 13 de. 1821.


No debiendo padecer detención los asuntos judiciales ni carecer de la
autenticidad que han querido darles las leyes, mientras so provee do papel
sellado do la República so habilitará del que ha sido recibido del Gobier-
no español, el muy necesario para los Registros y actuaciones, poniéndoseles
la nota de " Valga ])or el sello de la República, recuperada la libertad, y
para el présenle año de 1821." Y considerándose que bastará so sellen
doscientas resmas, líbrese á los Ministros del Erario la orden corres-
pondiente, y hágaso saber á los Escribanos públicos cierren sus antiguos
Registros, y abran otros nuevos en el papel respectivo del nuevo sello; y
deso cuenta á Ja Superioridad,de quien se espera que, atentas las estrechas
circunstancias que obligan á lomar una medida tan privativa de la So-
beranía, so sirva interponer su aprobación y proveer lo demás quo co-
rresponda en el asunto.— MARIANO MONTILLA.
.En el mismo dia se libró la orden prevenida á los SS. Ministros de
Hacienda, insertándose enoHacl superior decreto antecedente.—JI.MÚXEZ.
En quince del mismo, por haber sido do festividad el anterior, lo hice
saber ñ los Escribanos do la plaza, quienes quedaron enterados y lo
fi rman.—Pernett—Madrid—Jiménez.
Es copia. MONTILLA.

Palacio de Bogotá, Noviembre 15 de 1821—11.°


So aprueba la medida adoptada del resello del papel en los términos
qno se expresan, en atención á las circunstancias urgentes en que so
tomó; adviniéndose al que representa cjuo oportunamente so le comuni-
carán las órdenes á quo debe arreglarse en lo sucesivo por lo locante á
'sto ramo.
Pi,—El Secretario de Hacienda, JOSK MAKÍA CASTILLO
DOCUMENTOS PAIlA LA HISTORIA

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DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 49V
NOTAR.—1.» Generalmente cu Ins Biografías y Iïoja9 de servicios que liemos consul-
tado para formar la llclaciou preceden le. so expresa que varies militares coucurricrou il
la 2.» acción de armas de Tenerife, porque la Columna que marchó por tierra á las órde-
nes inmediatas del entóneos Comandan!? Jo«é María Cantora, debió tomar parte cu el
ataque de aquel punto : pero dicha Columna llegó á éste después de terminado el comba-
te. No hemos querido alterar en manera alguna las cnlilicacioncs hechas por los Estados
Mayores, ¡IM por la imposibilidad en «pic nos habríamos encontrado de saber con toda
exactitud ipui'-nc« compusieron la DÍVÍMOII que. al mando del (Comandante lícrinógenes
Maza venció á lo* realistas y qni.'nc* marcharon con Cor.lora : como porgue observa-
mosqueen circim-laneia* análoga-, fueron <::il i Meados como vencedores en Carahobo 2.a
y Juuin. |M>rejemplo, los ciu-rpos que no cuiraron en acción, por el hecho de haber estado
disponible:; en aquellos campamentos.
2. s Hemos considerado la acción de 'fnirrífr. librada el 27 de Junio de 1S21, como la
«egumttt en aunel punto, porque la /irhm.rn- se veriíicó en Noviembre de 1811. «.'gun cl
Detall inícr'o cu !;•. página -'JJ'.' dil lomo l." de i*»la obra. Anuque el Coronel Simon Bo-
livor ocupó á 'J'enori fe en Diciembre do IS12.no hemos encontrado documentos rehacien-
tes que nos den ¡1 conocer el motivo por el cual fue dicha plaza r.br.udonada por las fuer-
zas de Cartagena y rooeupada por las de Santa Marta hasta el mes referido. Bolívar la
halló sin enemigos armados á quienes combatir, según lo explica el Presidente lloilrí-
guez Toriecs en el Mensaje que dirigió á la Cámara de Representatius, i user to en las
páginas ;V>7 á .VíO del tomo 1." citado.
!J.S También consideramos como .ayuudti. la batalla librada en la población de San
Juan de la Ciénaga por el Coronel venezolano José María Carroño, porque la primera lo
fué por el Coronel Lsbai.ul en 1-mcro de 1813. A la población mencionada se le tittda cu
algunos documentos Sun .¡ti un da lux ¡ítihnnan.
•1." Sentimos no haber po.lido comprender en la Relación anterior á muchos mili-
tares que hicieron la campada del Magdalena en los dos años expresados, porque en los
respectivos documentos no se mencionan por sus nombres y apellidos, sino por éstos tíni-
camente. Tales son. cutre otros muchos, los siguientes : el Comandante Kocconor, Jefe
de listado Mayor : el Comandante Calderón, del « Kscnadrou de Húsares de la guardia»;
el Teutonic Coronel Sander, primer Comandante del Batallón « Pilles »; el Sargento Ma-
yor Peacoke. 2.° Comandante del mismo cuerpo : los Capitanes Philcam y Romero, del
mismo « Rides»; los Capitanes Leon. Cisuérosy Pcatctn ; el Coronel Careen : el Teniente
Duran y las Subtenientes Ayardnburn—Ayudante del Coronel Carroño, Matulo y To-
n-alva.

5." Respecto de muchos militares comprendidos en la Relación anterior, no hemos'


hallado dalos que relacionen las funciones de armas en que se hallaron ; poro es evidente
que todos los individuos que formaron las fuerzas republicanas en las campañas de 1S20
y 1821. y que sostuvieron por mar ó por tierra el asedio contra la pinza de Cartagena,
contribuyeron más ó menos directamente á los triunfos que dieron por resultado el plan-
teamiento de las institucioucsdcmocrátieas y la obediencia al Gobierno constitucional
de la Gran Colombia;y
C." lín la antecedente Relación figuran, como es natural, los tres Jefes (pie estuvie-
ron encargados de combinar y dirigir las grandes operaciones militares de la campaña
del Magdalena en 1820 y 1S21, que podemos llamar do la Ri:.sr.\t;u.\ciON i>K r,.\ Ri:i-ú-
ttLlCA, ú sabor : los Ccncrnlcs Marfan» Montilla y José Padilla y el Almirante de la Ks-
cuadra colombiana Lu ¡i Jíríon. Los limites de esta obra no nos permiten insertar cu ella
como quisiéramos las Biografías de estos Jefes ilustres á quienes los pueblos do las anti-
guas Provincias de Riohacha. Sania Maria y Cartagena, que actualmente componen el
territorio de los Kstndos del Magdalena y Bolívar, son deudores de su libertad y engran-
decimiento, y principalmente la del Almirante referido, al cual, por los grandes, desin-
teresados y oportunos servicios que cu el año de I SI."» prestó á la cansa política quesos-
tenia la plaza de Cartagena de Indias, su Legislatura le discernió el merecido titulo do
« /fijo i/iwridn de Oirtiii/aiii.» Pero remitimos á nuestros lectores que deseen conocer los
merecimientos y distinciones á que fueron acreedores dichos Jetes, á las obras biográli
cas publicadas por los .señores Ramon Azpurúa y José Alaria liaraya.
408 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIE

AffOS DE 1SSS Y 1823.


CQCliXSCKV.

©ASS/EPiL^A abierta sobre la plaza de Maracaibo en el año de 1823. '


r.
PROCLAMA DEL BENEMÉRITO' GENERAL JOSÉ PADILLA.

A los marineros y soldado.? (le la Escuadra de mi- mando.

Compañeros y compatriotas: Un solo esfuerzo ¡mostro basta pnra


destruir á los tiranos que, sedientos do sangre y de venganza, han osado-
invadir otra voz el territorio de la República, quo veíamos enteramente
Jibro do sus opresores. El asesino Morales que los acaudilla, y que con-
un violento despecho ha intentado empresa tan temeraria, jamás des-
mentirá la crueldad bárbara quo forma su carácter, y que á bien caro
precio ha conocido esta Provincia. Acordaos do los sucesos de Diciembre
do 1815 ! Ellos estarán perpetuamente consignados en los fastos de Co-
lombia, y las ruinas lamentables de Bocachica, y la sangro de más de
seiscientas víctimas sacrificadas al furor do aquel bárbaro, os persuadirán
de lo quo debemos esperar, si por una desgracia imprevista obtuviese
sobre nosotros un triunfo, annquo precario. Marchemos, pues, contra eso
monstruo do la tiranía: destruyamos do una vez ose puñado do perversos,
último resto «le los enemigos que escaparon de nuestras cuchillas en
otros vencimientos: afiancemos para siempre la independencia y libertad,
y añadamos esto nuevo timbro á las glorias eon quo os habéis cubierto,
cuando en Junio, Agosto y Octubre do 1S21 arrancasteis sus fuerzas al
enemigo que dominaba estos muros, y le hicisteis conocer el valor de los
pechos colombianos.
Corbeta de guerra " Pichincha " al ancla en la bahía do Cartagena,
Noviembre 6 de 1822.—12.
Josií PADILLA..

* Aunque, los gloriosos cómbales quo tuvieron lugar en esa parte do Venezuela-
pueden sor considerados por algunos como extraños ií la Historia do la Provincia do
Cartagena de ludias, lioy Estado soberano de Eolivar, no deben en realidad icpu tarso
como tales, una ve/, contemplados bajo cierto respecto; pues que en esos hechos audaces
y hcrói::o.s, que contribuyeron á dar brillo y fama imperecederos á las armas de Colombia,
tuvieron una parte importantísima los marinos de la Provincia de Cartagena. En aque-
llos cómbales navales figuraron con su iulrcpidc/. y abnegación habituales, el General
José Padilla, Relato Reluche, Nicolas Joly, Rafael Tono, Tomas Villanueva, Eugenio-
Layera, Francisco Padilla, Tomas Vega, Pedro Alaria Iglesias, Bartolomé Perez, Juan de
Mata González, Alejandro Salgado y muchos de los hijos de los valerosos pueblos de
Malambo, Bavti y Eooachica, y taolos otros compatriotas invictos cuyos nombres eon
inseparables de las glorias do Cartagena. Esta poderosa consideración nos ha decidido 4
insertar en la presente obra los documentos de acjuMIa célebre campaña, en la cual, si no
tiene interés la ciudad de Cartagena de un modo o ¡recto, lo tienen muchos de sus hijos;
muchas do las poblaciones do su Provineiu; lo tiene, en lin. el A'rlxon culombiano.— o!
guerrero tan iluütrc como desgraciado. (N\ del &.)
£>B LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 499

II.
DECRETO POR EL CUAL SE DECLARA EL BLOQUEO DE MARACA i 30.

Mariano Montilla, del orden de. Libertadores, General de Briffai',-, de


los Ejércitos de la lie/rúbliea, Comandante general del Departamento del
Magdalena, y en Jefe del Ejército de operaciones sobre Maraeaibo. conde-
corado con seis escudos de distinción, ij'c.
Por cuanto el Supremo Poder Ejecutivo ha tenido á bien autori-
zarme, con fecha 29 de Diciembre del año próximo pasado, para expedir
la competente declaratoria de blocpieo que debe efectuar la Escuadra do
operaciones sobre las costas de Coro y Maraeaibo, para que cesando 1Í"-
relaciones marítimas do las naciones neutrales con dichos puntos, ocupa-
dos momentáneamente por las armas del Ilcy, se verique la expulsion de
los españoles del territorio de Colombia; he venido en decretar lo si-
guiente:
Art. 1." Queda bloqueada desdo esta fecha, por la Escuadra de ope-
raciones del Departamento del Magdalena, toda la extension de costa
que se comprende desde el cabo San Roman hasta el cabo Chichivacoa,
en el mar de las Antillas.
Art. 2.° Para que no pueda ningún buque neutral alegar ignorancia
ó escaso/, de tiempo suficiente para haberse impuesto do este decreto, se
fija el término de treinta días, para quo los respectivos Gobernadores do
las Antillas puedan hacerlo entender á los subditos de su Nación.
Art. il." El Comandante de la Escuadra bloqucadora reputará como
infractores de dicho bloqueo á los que después del tiempo asignado en e1
artículo anterior intenten comunicar con los puntos de la coata blo-
queada.
Art. J..0 Siendo las fuerzas marítimas destinadas ú esta operacre:'.
bastante numerosas, capaces y suficientes para mantener real y efectiva-
mente el bloqueo, se cumple exactamente con lo prescrito común y ge-
neralmente en el Derecho de las naciones.
Art. ó.° Publíqucse por bando; imprímase en la Gaceta del Depar-
tamento; comuniqúese á la Marina; transcríbase en la forma de estilo á
los Excelentísimos señores Almirantes y Gobernadores de las Antillas, y
déso cuenta al Supremo Poder Ejecutivo por la Secretaría respective.
Dado en el Cuartel general do Soledad, á quince do Enero de mil
ochocientos veinte y tres.—Décimo tercero.
MARIANO MONTILLA—José Antonio Cepeda, Oficial 1.° do la Secre-
taría militar.
Bogotá, Marzo 3 de 1823.
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Aprobado:) se ejecutará en los términos prescritos en la, Ordonanza
provisional do corso.—Publíqucse.
SANTANDER.

Por S. E. el Vicepresidente, el Societario de Marina y Guerra.


Pedro Briceño Méndez.
500 DOCUMENTOS PARA LA ÜISTOP.ïA

III.
SERVICIOS PATRIÓTICOS PRESTADOS 'POR LOS PUEBLOS DEL NORTE DE LA
PROVINCIA DE CARTAGENA.

República de Colombia—Comandancia general del Departamento del


Magdalena,— Cuartel general en Santa Marta, á 29 de Enero de 1823.
Al Ecííor Secretorio de Guerra.

Yo faltaría á la justicia si no recomcmlaso altamente ni Gobierno


Tos pueblos de Ja Provincia de Cartagena situados on la ribera del
Magdalena, quo mo ban proporcionado recursos para invadir con tanta
prontitud esla ciudad y Provincia. En menos de cuatro (lias se me sumi-
nistraron doscientos cincuenta buenos caballos y cuantos víveres nece-
sitó. £¿7*Pcro sobre lodos ellos lian resaltado los esfuerzos de Soledad,
Barranquilla y Malambo; los dos primeros me proporcionaron ocho
bongos de guerra perfectamente tripulados y armados, y el último más
de cincuenta bogas para la dotación de champanes y buques do trans-
porterai
Y lo digo á U. S. para quo no ignoro el Gobierno quo los pueblos
do la ribera del Magdalena, firmes en sus principios, no so han separado
una línea de su deber do patriotismo.
Dios guardo á U. S. muchos años.
El General, MARIANO MONTILLA.

IV.
OPERACIONES EN LA LACUNA DE MARACAIBO.

Comandancia general del Departamento del Zulia—Cuartel general en-


BctijoqtiCy Mayo 31 de 1S23—13.
Señor Secretorio.

Acabo do recibir una comunicación del señor Comandanlo general


do la Escuadra do operaciones, General José Padilla, en quo con fecha
do ayer al ancla en el puerto de Moporo, mo dice lo que sigue:
" Después de haber vencido infinitas é insuperables dificultades de-
masiado peligrosas, me hallo ocupando la Laguna de Maracaibo, desdo el
dia 8 del actual, con la Escuadra do mi mando, compuesta de tres fuertes
bergantines y siete goletas de guerra, y con una respetable division
sutil. El dia 20 del corriente fué atacada la Escuadra de mi mando pol-
la enemiga, compuesta de dos divisiones; una, do dos bergantines, siete
coletas y dos pailebotes; y otra de catorce buques de fuer/as sutiles,
entro ellos dos grandes (lecheras: el combate fué muy sangriento, duró
hora y media, y la victoria filó nuestra: habiéndonos costado solamente
la pérdida do 1res hombres muertos y 1res heridos, al paso (pío al enemigo
quilico de los primeros, entro ellos los dos Comandantes de la escuadra, y
DE LA PROVINCIÀ DE CARTAGENA. 5l,.

diez y seis ó veinte de los segundos, según declaraciones tomadas íi varios


prisioneros que hicimos en una do sus goletas que le apresamos en la
acción. El 21 por la tarde so batieron nuestras fuerzas sutiles con las
del enemigo, y después de haberlo muerto porción de gente, y causádolo
bastantes averías, se les echó ú piquo la gran flechera " Guaircfia," ha-
biendo salvado su artillería, pertrechos y algunos prisioneros que volun-
tariamente tomaron servicio por ser do nuestros soldados rendidos en
Garabulla el año pasado. En esta virtud, pues, y como quiera que es
demasiado interesante que yo me ponga en combinación con alguno ó
algunos Jefes de la República, destinados á obrar en las inmediaciones
ile esta Laguna, dirijo á U. S. este parte, para (pie llegando á sus manos
se sirva responderlo, y con esto portador enviarme la contestación, puos
que yo quedo esperándola."
" Adición. Por noticias positivas quo he tenido de varios individuos
de Quiriquire, han sido muchos más los muertos y heridos que tuvo el
enemigo en la acción del dia 20."
Dios guarde á U. S.
El Comaudante general,
MANUEL MANRIQUE.
Señor Secretario do Estado y del Despacho de Marina y Guerra.

V.

DIARIO Dlí LAS OPERACIONES DE LA ESCUADRA SOBRE EL ZULIA, AL MANDO


DEL S E S O R GENERAL* JOS1Í PADILLA.

Mayo 3 de 1S23—13. Este dia llegó si la Punta do los Estanques el


bergantín '•'Independiente," y su Comandante, el señor Capitán de Navio
Renato Belucho nos dio la noticia del combato do las corbetas " Cara-
bobo " y " María Francisca " con la fragata " Constitución " y corbeta
"Ceres," ambas españolas,}- pérdida de aquéllas: al momento so dispuso
formar una jifhta de todos ios olicialcs, para ver el temperamento quo
debía adoptarse en aquellas circunstancias. En efecto, el mismo dia so
celebró la junta, que tuvo presentes, el parto del señor Coinandanto del
bergantín "Independiente" y las instrucciones con que se hallaba el
señor Coinandanto general, del señor Comandante general del Ejército
Mariano Montilla; y todos fueron de opinion que debia forzarse La Barra
á toda costa, para ocupar la Laguna do Mavacaibo.
La goleta "Terror de España" y bergantín " G r a n Bolívar" so
hallaban en sus cruceros. En busca de la primera mandamos á la " Es-
partera," y para avisar al " Gran Bolívar " salió la " Atrevida.." Al
mismo tiempo se puso por obra el habilitar y racionar los buques y tras-
ladar cuanto se pudo de la corbeta "Constitución" á las demás embar-
caciones, así como repartir entre ellas su tripulación y guarnición, de-
jándola eon solo cincuenta hombres para que siguiese á Riohacha, por
no poder introducirla por La Barra á causa de su ualado.
J)iu4. A puestas del sol llegó un bergantín americano nombrado
" Fama," que venia do la Habana, fletado por aquel Gobierno, con ofi-
ciales de transporte para el ejército do Morales, detenido ó apresado por
la golcla " Espartana."
502 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Dia 5. Llegó la " Espartana " sin babor encontrado á la " Terror."
Junto con este buque vino también una goleta americana nombrada
" Peacot," su Capitán Mr. Piter Storm, procedente de Nueva York,
cargada de víveres y despachada para puertos colombianos. Su Capitán so
unió á nosotros y so decidió á entrar por La Barra á la Laguna y seguir
nuestra suerte. — A puestas del sol dio la vela la corbeta para Riobacha,
y nosotros para Cojoro con el objeto de reunimos con el " Gran Bolí-
var " y la goleta " Atrevida."
Dia 6. A las dos do la larde se apresó una balandrita que había sa-
lido do Maracaibo para Santiago de Cuba.
Dia 7. Se incorporó el " G r a n Bolívar": se le dio la orden para
que se alislaso para forzar La Barra, y en electo así lo dispuso su Coman-
dante el señor Capitán do navio Nicolas Joly; pero ni este ni nosotros
vimos la " Atrevida" á cuyo Comandante, así como al de la " Terror "
so les había ordenado anticipadamente que caso de no encontrarnos por
haber ya nosotros entrado en La Barra, so mantuviesen cruzando sobro
ésta para impedir la introducción de auxilios á Morales. — A las cinco y
tres cuartos fondeamos al frente del castillo, y todos los buques dispusie-
ron sus pesos para proporcionar sus calados de modo que pudiesen entrar
por La Barra, y se dieron las órdenes del en que debia formarse la
línea para dicha operación, y demás quo parecieron convenientes.
Dia 8. Al amanecer so mandó á los prácticos quo sondeasen y bali-
zasen La Barra lo mejor posible: á las dos y media nos pusimos á la vela,
y formados en linca de combate, nos dirigimos á entrar á La Barra y for-
zar el paso del castillo: á las cuatro y doce, después de haber tocado al-
gunos buques, y aun varado, aunque salieron luego, nos hallábamos bajo
ios fuogos del castillo, que empezó á batirnos. Esto no obslautc, continua-
mos nuestra operación sin disparar un tiro de fusil: á las cuatro y tres
cuartos varó el " Independiente " y también el " Gran Bolívar *' bajo
los fuegos del castillo: el "Independiente" salió al momento, mas el
" Gran Bolívar," que tuvo la desgracia de que lo fuese encima el ber-
gantín presa americano " F a m a " cuando iba ya saliendo, encalló más y
no fué posible sacarlo. Trescientos veinte y ocho tiros disparó el cas-
tillo: de los buques que so hallaban á la vela, solo la " Espartana" reci-
bió un balazo; pero una vez varado el " Gran Bolívar," podían acertar
bien sus tiros, y así fue que en poco tiempo recibió .sobre quince balazos,
que lo llenaron de agua ó imposibilitaron sacarlo, con cuyo motivo so le
pegó fuego, después do haber salvado toda la genio, parto de su arma-
mento y varias otras cosas. — La " E s p a r t a n a " varó dentro ya do la
Laguna y fuera do los fuegos del castillo, y varó tambion bajo éstos
la balandrita presa: aquélla salió á poco rato, poro la balandra, como quo
interesaba menos que los buques de guerra, quedó varada toda la noche,
;:o obstante haberle mandado algunos auxilios, y al amanecer la sacaron
los enemigos del castillo, habiendo antes salvado su tripulación. El bala-
zo quo recibió la " Espartana" privó de la vida al segundo Comandante
do ella, Alférez do navio José llamen Acosta,y á un marinero,sin quo
ningún otro buque recibiese el menor daño.
Dia 9. So alijaron los bergantines "Independiente" y " M a r t e "
para pasar el Tablazo, que tiene menos agua quo La Barra: nos levamos
d la una y media, y á las cuatro y media fondeamos en troco pies do
"DE LA PROVINCIA Diù CAHTAG'£NA. 503

agua. Fronlo de Punta do Palma y al otro lado del Tablazo vimos un


bergantín goleta, uno id. redondo, siete goletas y dos grandes fle-
cheras.
Día 10. Observamos que quitaban los enemigos las balizas del Ta-
blazo: á las dos y media de la tarde, estando el viento y la marca en bue-
na disposición, dimos la vela, nos dirigimos al Tablazo, y persuadidos quo
no nos vararíamos*, lucimos la señal de formar en línea, la de safarancho,
do combate, «te.; perú á las 1res y treinta y cinco varó el " independien-
t e " é hicimos la seña! do dar fondo. Salimos después de la varadura; pe-
ro continuó varando porción do veces hasta que quedó en términos do
ser preciso echar fuera la artillería, víveres y lastro hasta quedar casi á
plan barrido, y expuesto con e.-;to á tumbar sobre estribor, obligándonos
estas críticas circunstancias á haberlo apuntalado á las once do la
noche.
Dia 1Î. Continuó el "Independiente" varado. Los buques enemi-
gos quo se hallaban del Tablazo, compuestos do dos bergantines, sieto
goletas, una flechera grande y cuatro menores, desaparecieron al amane-
cer de esto dia. — Continuamos trabajando con tesón para sacar el ber-
gantín, y hasta las seis y diez do la tardo no logramos ver libro al " I u -
dopendionte," habiendo salido el " Marte " do igual situación cu quo so
hallaba á las cinco y cuarenta. .151 práctico manifestó quo podíamos ya
lastrar el buque, meter su artillería etc., porquo ya teníamos agua c¡\
adelante. Con esto motivo so trabajó toda la nocho para poder seguir 6
continuar nuestro intento al amanecer del siguiente dia.
Dia 12. No habiendo bastado la nocho para poner el " Indepen-
díenlo " en el estado quo antes, continuamos nuestras penosas faenas
hasta las ocho y media, que dimos la vela con dirección á Punta do Pal-
ma, pero á las nueve y cuarto volvimos á varar y del mismo modo el
"Marte " : á las nueve y media salimos ambos, pero por un lado el vien-
to calmoso, y por otro que los prácticos no sabían á derechas por dóndo
habían de ir, por no tener balizas, se dispuso fondeasen todos y saliesen
Jos prácticos á sondear y balizar el canalizo do menos agua que nos ros-
taba pasar, no obstante afirmar dichos prácticos que ya no habia obs-
táculos quo superar. — No contentos con los exámenes do los prácti-
cos con rospocto al fondo, mandamos varios botes con buenos oficiales;
unos y otros reconocieron el fondo, y no hallaron más agua que once y
medio pies. Envista de esto, volvimos á alijar el " índependicnto" y
" M a r t e " en el estado quo antes, para ver de pasarlos por tan poca agua.
E n efecto, so empezó el pesadísimo trabajo de trasbordar artillería, va-
ciar el agua, trasladar víveres, dcscnlastrar, &c. El " Marte " logró sa-
lir al otro lado do los bajos, al amanecer del dia 13; pero á nosotros no
nos fue posible.
Din 13. Continuamos varados todo cl dia, sin lograr haber salido al
lado del Tablazo, hasta las seis y media do la tarde. Varías goletas vara-
ron también en esto último paso, poro al salir nosotros ya estaban ellas
en bastante agua. Indecible es el trabajo que toda la noche se hizo abor-
do del bergantín "Independiente," para embarcar artillería, víveres, las-
tro, hacer agua, &c. &c, pues que en él amanecimos.
Dia 14. A las nueve y media do la mañana estaba ya ol bergantín
"Independiente" listo, y en uuion de todos nos dirigimos hacia Punta
504 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

do Palma; pero como cl viento so llamó al Sur, nada pudimos adelantar


y volvimos á fondear. — A l a s dos y tres cuartos do la tarde notamos
que salían por el boquete de Punta do Palma dos goletas, dos grandes
flecheras y cuatro menores al parecer: so hizo la señal de imitarlos mo-
vimientos del Comandante y tratamos de separarnos de los bajos á la
espía: á las tres y cuarto se hizo ia señal do safarrancho de combate. A
las tres y tres cuartos so hizo la de dar la vela, por haber comenzado á
entrar la brisa, y ch seguida se hizo la de que cada uno ocupase su lu-
gar. A las cuatro y média hicimos la de estrechar las distancias; y obser-
vamos que el enemigo se hizo á la vela y siguió en popa: se componia la
flotilla de seis buques mayores y cinco canoa-;. A las cuatro y cuarenta
y dos so hizo otra voz la señal de forzar de vela. A las cinco y cuarenta
y cinco nos hizo un tiro con bala la flechera mayor, y siguió con los de-
más buques enemigos en demanda del puerto ó ciudad de Maracaibo, quo
teníamos á vista. Al anochecer se hallaban ya los buques enemigos sobro
la ciudad, y nosotros seguimos á palo seco adelante, con el objeto de
fondear, como en efecto á las seis y tres cuartos lo verificamos frente á
dicho Maracaibo.
Dia lô. Subimos al frente de Maracaibo.
Dia 16. Se dispuso desaparejar el bergantín " Fama," dejarlo á plan
barrido y echarlo á piquo, porque cntorpecia nuestras operaciones y nos
ocupaba unos cuantos marineros.
Dia 17. Subsistimos al frente de Maracaibo.
Dia 18. A puestas del sol nos levamos y dirigimos á Punta de Pal-
ma, como punto más militar, y también para mandar desde allí nuestras
fuerzas sutiles al rio Limon, con el objeto do ver si podían pasar á Ga-
rabuya, para embalsar nuestras tropas.
Dia 10. Al amanecer do este dia vimos varios buques do las fuer-
zas sutiles enemigas do Maracaibo, los cuales fondearon en la isla de "Ca-
pilan-ehico," y á las dos do la tardo contábamos ya diez y nueve embar-
caciones, entro ellas los dos bergantines citados. A las cuatro y cincuenta,
estando el viento por el N. fresquito, nos levamos y seguimos sobre los
enemigos; pero estos huyeron hacia Maracaibo, con cuyo motivo, el do
ungían chubasco y el do acercarse la- noche, nos volvimos á nuestro fon-
deadero do Punta de Palma. Se veían reunidos nueve buques mayores y
catorce menores, entre éstos, dos grandes flecheras.
Dia 20. Este dia se empezaron á ver salir por <: Capitán-chico" onco
buques mayores y catorce do fuerzas sutiles, formados en dos divisiones:
la sutil siguió por " Capitan-chiuo " y costa occidental, y la otra formada
en línea, se dirigia, sobro nosotros con el viento favorable á ellos del S.
y marca saliente: nosotros nos pusimos á la vela, pero la fuerza de la co-
rriente y del viento contrario nos arrojaba sobro el Tablazo y tuvimos
que volver á fondear. Los enemigos nos rompieron el fuego á las diez y
veinte y cinco, y como (pío de poco nos servían las rejeras, á causa do
la corriente, tuvimos que dar la vola sobro el fuego más vivo. Las fuer-
zas enemigas todas se dirigían sobre el ;< Independiente" con el objeto
do abordarlo, pero no obstante quo el poco viento no permitía maniobrar
con aquella velocidad que exigían las circunstancias, la serenidad del señor
Comandante general, actividad del señor Comandante Capitán tío navio
Uenato JJolucho, valor do los oficiales, tripulación y tropa, y acertadas
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 505
disposiciones, la proximidad dol " Marte," que descargó con acierto sus
fuegos sobre los enemigos, frustraron sus deseos, y después de hora y me-
dia de un combalo obstinado huyeron con la mayor cobardía y precipita-
ción, unos barloventeando para escaparse do nosotros, y los bergantines
dirigiéndose sobre la costa si ponerse bajo la protección de sus fuerzas su-
tiles. El viento les fué todo el dia favorable; á los primeros no pudimos
alcanzar, ni aproximarnos á los segundos, porque los bajos lo impedían
y la noche se acercaba, por lo que pareció muy prudente reunir nuestras
fuerzas y retirarnos á nuestro fondeadero: habiendo logrado apresarles
una golela con cañón de á cuatro y cuarenta y cinco hombres, ele los
cuales fugó la mayor parle al varar dicha goleta, que incendiamos. Eu
esla memorable acción hemos tenido la desgracia de perder tres hom-
bres muertos y tres heridos: uno do los primeros fué el Alférez de navio
James Chcytor, y otro de Jos segundos en ol i ; Independiente," y dos
de aquéllos y dos de éstos en el *' Marte," habiendo sitio contuso de me-
tralla en la cabeza el señor Comandante general. Poro el enemigo sufrió,
después de muchas averías, la pérdida de más do quince muertos, entro
ellos los dos primeros comandantes de la escuadra y porción de heridos
que pasan de veinte. (La golela que apresamos se llamaba '*' Margarita,"
y los dos primeros Comandantes de la escuadra enemiga muertos, fueron
los Capitanes do fragata, Don Francisco Salas Chavarria y Don Manuel
Machao; habiendo muerto también el primer Capitán do Barinas, cuyo
nombre se ignora.)
Dia 21. Al amanecer do esto dia no apareció bnquo alguno enemi-
go. A las doco do la nocho salieron nuestras fuerzas sutilos para el Mo-
jan, con objeto do ver si podían introducirse y ponerse en comunicación
con nuestras tropas, pero no lo pudieron conseguir, por impedírselo fuer-
zas superiores enemigas.
Dia 22. A la una de la nocho regresaron nuestras fuerzas sutiles,1-'-'
sin haber podido lograr nuestro intento.
Dia 23. No logrado este objeto indicado, se mandó un calluco al
mismo lugar, bien tripulado, pero tampoco conseguimos nada.
Dia 2-1. Amanecieron fondeadas cutre " Capitan-chico " y " Altagra-
cia," once embarcaciones mayores y catorce sutiles. Con esto motivo y el do
tener el viento al N. nos levamos y dirigimos sobre olios, pero los enemi-
gos se levaron igualmente y se retiraron todos hacia Maracaibo con la
mayor precipitación. Con esto motivo desistimos do nuestro intento y
fondeamos sobre los puertos de Altagracia y los enemigos sobre Mara-
caibo; y á las tres y cuarenta y cinco nos volvimos á nuestra posición do
Punta-Gorda.
Día 2ó. Amanecieron los enemigos fondeados donde («.«tuvieron) el
dia de ayer: á la una vimos quo mandaban los enemigos seis embarcacio-
nes, iros piraguas, las dos grandes flecheras y un falucho, (pie so diri-
gían por la cosía do " Capítan-chico" hacia Garabuya: á las dos dispuso el
señor Comandante general que nuestras fuerzas sutiles, auxiliadas de tres
goletas de las de menos calado, atacasen á las enemigas: las tres piraguas
muy pegadas á la costa lograron seguir á su destino, pero las dos gran-
des flecheras, el falucho y otra piragua de guerra fueron atacados de tal
manera, que después de una hora de fuego bástanlo vivo de una y otra
parte y de haber sufrido el enemigo gran pérdida de gente, entre muer-
506 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

tos y llénelos, y muchas averías, huyo hacía Maracaibo, á pesar do que


recibió refuerzo considerable de buques menores y piraguas armadas; lo-
grando nosotros cebarle á pique la gran Hediera "Guaireña," pero sal-
vando su artillería, pertrechos y vein to prisioneros quo inmediata y vo-
luntariamente lomaron servicio, por ser de nuestros soldados rendidos en
Garabuya, excepto un Oficial español, (pie ha quedado en la clase de pri-
sionero. La perdida que tuvimos en esla acción consistió en tres hombres
muertos y no otra cosa.
Via 2G. En esto dia se han mantenido fondeadas al frente de Mara-
•caibo siete embarcaciones.mayores y seis piraguas. A las seis se mandó
un eolítico á la isla do Todas, para que averiguase el motivo de una por-
ción de tiros que so oyeron la noche anterior por La Barra, y si se adqui-
rían algunas noticias do nuestras tropas de Garabuya. En la larde déoste
clia se nos avisó que fue cogido el hombre que conducía el oficio para el
Jefe do las tropas que obran en la Provincia de Coro y que debía llegar
á los puertos do Altagracia, pero que mascó y se tragó el oficio. Con es-
to motivo se comisionó á otro individuo con el mismo objeto, quien so
obligó á llevarlo y entregarlo. — El señor Comandante general dispuso
nos levásemos hacia Maracaibo con el objeto de ver si podíamos sorpren-
der, batir y apresar los boques que al anochecer quedaron fondeados en-
tre "Capitan-chico" y Maracaibo. En efeclo, á las diez y inedia so dieron
las órdenes convenientes, y á las onco y media íbamos ya lodos los bu-
ques á la vela y cu línea do batalla: á las doco y cuarenta estábamos por
el sitio dundo habían anochecido fondeados los enemigos, mas sólo alcan-
zamos á ver dos goletas á la vela quo seguían para el puerto. Con esto
níotivo, frustrado ya nuestro intento por razón do habernos visto el
enemigo, por los muchos relámpagos que hacían, haber picado las anclas
y huido Inicia el puerto, dispuso el señor Comandanto general fondeáse-
mos entro dicho ''(.'apilan-chico" y Maracaibo, lo quo verifica mos lodos á
la una y vcinlo de la madrugada.
.Dia 27. A las doce y média llegó el callueo quo fué á inquirir la
causa de los cañonazos del 2ó en la noche, y trajo la de que habían sido
á unas piraguas de los mismos enemigos quo iban para el castillo, ha-
biéndoles muerto dos hombres y herido dos: de nuestras tropas de Gara-
buya nada pudieron saber, ni tampoco enviar un oficio al señor General
Montilla, que con este objeto llevaban, porque no encontraron con quién.
A la una nos hicimos á la vela, dirigiéndonos á pasar por el frente do
Maracaibo y soguir sobre Quiriqnire, para buscar allí y en el resto de la
laguna combinación con alguno ó algunos jefes do la República, desti-
nados á obrar en sus inmediaciones. A las once fondeamos lodos.
Via 2S. A la siete dimos la vela: á las dos tuvimos viento dol X. N.
E., por cuya razón seguimos hacia el puerto de Corona, con el objeto
indicado; á las seis, estando frente á las casas del puerto indicado, dimos
todos fondo en tres brazas de agua, en linea de combate. Luego que
fondeamos se mandó el bote á tierra, con el objeto do buscar un hom-
bro que llevase las comunicaciones á Porijá. En efeclo vinieron á bordo
seis, y á uno do ellos se le entregó un oficio para el Jefo do las tropas
republicanas que obran por Porijá, dentro del cual se incluyó uno para
el señor General Montilla donde se hallase. Nos dieron por noticia quo
había una partida do guorrilla patriota por dicho Perijá, que seguu en-
DU LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 507

tendían habia ido sí ocupar cl [taso do un rio por donde debían pasar
nuestras tropas; aunque nada do positivo pudimos adquirir respecto do la
situación do aquellas, &c.
Dia 29. A las ocho do la mañana dimos la vela con dirección al
puerto de Moporo. Navegamos lodo el dia con viento llojo, y lo mismo
la noche, con chubascos en toda ella.

VI.

OCUPACIÓN DE I.A TLA/.A DE MARACAIHO.

Comandancia (/encrai del Departamento del Zulia.— Cuartel yencral de


MaraeaibOy á 17 de Junio de 1S23.
Señor Secretario.

Después do mi última comunicación desde Gibraltar, me dirigí al


puerto de Corona, donde supe quo habia cien infantes enemigos destina-
dos á impedirme cualquier desembarco que yo pretendiese hacer con la
Division y acopiar ganados para remitir á esta plaza. Luego que enfren-
té allí, hice desembarcar cien hombres del batallón " Orinoco," á las ór-
denes del Capitán Alejandro Blanco, y protegidos por 1res flecheras do
la Escuadra, fueron batidos los enemigos completamente, quedando en
nuestro poder cuatro pasados, y causándoles mucho daño en heridos quo
conducían precipitadamente por los montes, por dónde se les persiguió
más do tres leguas. El campo quedó en nuestro poder y algun número
do reses. Luego se dirigió la Escuadra hacia los puertos de Altagracia, á
fin de recibir la columna del señor Coronel Torrcllas, quo debía vencer
obstáculos, según mis órdenes, pero aun no ha parecido.
Estando allí al ancla, se observó que. varías embarcaciones enemigas
salían de la plaza conduciendo los hospitales para el castillo de San Car-
los, favorecidos de la costa. El señor General Padilla dispuso que las
fuerzas sutiles y algunas goletas se dirigiesen á tomarlas: por los prisio-
neros y por otros pasados se supo que el enemigo tenia colocadas sus
fuorzas sobre los puntos de Sinamaica y Pcrijá, para impedir el paso á
las.Divisioncs nuestras que marchaban por ambos flancos, y que en la
plaza sólo habían quedado de guarnición como 500 hombres con algun
paisanaje ó indios goagiros; me resolví á dar un golpe á la plaza para
ocuparla, y proteger los movimientos del ejercito; y con suceso principió
la Escuadra á batir las fortalezas de tierra, y después de dos horas do
combate, en que los buques se metieron bajo de las balerías á tiro do me-
tralla, disparándole más do quinientos, cuando se reunieron los demás bu-
ques en que se conducía parte de mi division, principié á desembarcar
como una legua distante de la plaza. Era horroroso el fuego que se nos
hacia de (ierra para impedirlo, y consiguiéndolo con suceso con sólo 200
hombres de " Orinoco " y un piquete de 30 dragones á pié, para quien
sólo hubo lugar en los botes y flecheras, me dirigí sobre el enemigo por-
que ya era tarde y no podia esperar los demás cuerpos, siendo mi objeto
concluir la operación antes de la noche; pero una legua á marcha forza-
da y desalojarlo del puonto y manglar quo ocupaban y tener que lomar
50S DOCUMBXTOS PARA LA HISTORIA

calle por calle, no permitieron hacerlo en menos tiempo. Como á las cin-
co de la tarde comencé abatirlos; haciendo una resistencia formidable,
fueron arrollados hasta la plaza con solo esta fuerza, y se hicieron firmes
en ella, siendo al pronto reforzados por cuatro compañías del batallón
"Cazadores" del General y de Harinas; me resolví á hacerles la guerra
en partidas de guerrillas mientras .so reunia el resto de I os-cuerpos, y
cuando hubieron llegado, se cargó con arrojo contra otro arrojo, ocupan-
do el enemigo posiciones ventajosas. 131 combate duró hasta más do las
nueve de la noche, y los enemigos fueron arrollados completamente por
segunda vez, quedando en nuestro poder toda la capital, y ellos dispersos
por los montes, no siendo posible perseguirlos en aquella hora, porquo la
uoelio estaba tenebrosa en medio de una lluvia.
El fruto de osla jornada gloriosa para las armas de Colombia, ha
sido vencer al enemigo con fuerzas inferiores y ocupar una plaza que
creia inexpugnable: han quedudo en nuestro poder todas las embarcacio-
nes menores que había en el puerto, la artillería y un copioso parque de
municiones, la bandera nacional que hice arriar, los talleres con más do
mil vestuarios y con cien reses mayores.
Prisioneros de guerra, el Coronel Don Jaime Moreno, el Tomento
Coronel do artillería Pedro Guerrero, cuatro Capitanes y otros subal-
ternos con algunos soldados. Se han presentado ya al servicio algunos
Oficiales, do cuya graduación avisaré á U. S. oportunamente, y so es-
tán presentando varios individuos de tropa. Se han encontrado muertos
el Coronel Jaimo Prcto con tres balazos, ol segundo Jefe do artillería,
Capitán Alejandro Olavarria, algunos Oficiales, como ochenta soldados,
y más do doscientos heridos, que el euemigo en su precipitada luga ha
dejado por los campos.
La pérdida do nuestra parte ha consistido cu cuarenta muertos y
ciento treinta heridos, entre ellos el Capitán Braulio Guaitin y el Te-
niente Enrique "Watts del batallón " Caracas " y los Subtenientes Juan
Francisco Edicto y Pedro Canijo, del batallón "Orinoco"; el primero gra-
vemente: contusos el Capitán Aniceto Canales del primero, y el Capitán
Alejandro Blanco del segundo.
No tengo expresión suficiente, señor Secretario, con qué ponderar
ú U. S. la intrepidez con quo se condujeron el Jefe y Oficiales del bata-
llón " Orinoco " : lo demuestra el suceso y faltaria á la justicia si no , r e -
comendara á U. 8. In serenidad, el tino é intrepidez con que el Sargento
mayor, Pedro Muguersa, dio dirección á la fuerza (pie llevaba á sus órde-
nes: la del Capitán José María ürdaneta que lo acompañaba siempre á
la cabeza de la tropa, y se condujo en los diversos choques con arrojo y
juicio; la del Teniente Edicto, que fué herido gravemente en el primer
encuentro con el enemigo, portándose con la cualidad militar do un Ofi-
cial distinguido en la guerra, y la de los Capitanes Guaitin y Blanco,
Subteniente Canijo, y demás Oficiales que. han llenado á la vez su deber
á mi satisfacción, así como el Oficial ¡>." de la Secretaría de la Intenden-
cia, José Ignacio Maitin, (pie dio pruebas de valor, haciendo las funcio-
nes de Ayudante de campo, para comunicar órdenes, por hallarse enfer-
mos mis edecanes. Los demás Comandantes de los cuerpos manifesta-
ron el más ardiente deseo de om peñarse en la decisión de la victoria,
habiendo tenido alguna parlo ya al concluirse.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 509

El general Morales se retiró dos (lias antes con sns buques mayores
ni castillo, donde tiene esperanzas de quo 1 logue Labordc con sus fuerzas.
El Coronel Calzada se había marchado en la mañana para el punto de la
Vigía; y la acción la dirigieron el Coronel Don Jaime Troto y el Tenien-
te Coronel Narváoz.
Todo lo cual longo el honor do participar á U. S. para que se sirva
olovarlo á la superior noticia del Gobierno.
Dios guarde á Ü. fc5.
El General, Comandante general,
MANUEL MANRIQUE.

Señor Secretario <le Estado y «leí Despacho de la Guerra.

VII.
REGIDO COMBATE ENTRE LAS FUERZAS SUTILES.

República, de Colombio—Comandancia general de la Escuadra de opera-


ciones sobre el Zulia—Abordo del Bergantín "Independíenle" al
ancla en los puertos de Altagracia, Julio d de 1S23.
Al señor Secretario de Estado y del Despacho de Marina y Guerra.

Como ha visto U. S. por mis anteriores comunicaciones, mi escua-


drilla sutil es superior á la enemiga, y por esta razón le anuncié intenta-
ba atacarla en la costa del Mojan, donde se hallaba. En electo, en la no-
che del 28 del próximo pasado, di la vela de esto puerto con trece bu-
ques do fuerzas sutiles, cutre ellos una gran /lechera do tres palos y
cuatro goletas do guerra, de las do la Escuadra de mi mando: me dirigí
al referido punto del Mojan, donde ya no existía la flotilla enemiga,
compuesta do diez y seis buques armados, entro ellos las dos grandes
/lecheras " Maracaibera " y "Guaircíía " y dos goletas; porque habiéndo-
nos divisado al amanecor del 29, se retiraron á la boca del rio de Gara-
buya, teniendo para conseguirlo que botar ni agua lastre y cuanto tenían
á bordo, y pasar enteramente arrastrando. Cuando eran las seis de la
maüana, apresé un guaira y una piragua, que seguían al castillo á buscar
víveres: intercepté en aquél una caja ó archivo do Ja Subinspcccion do
infantería de! ejército do Costa—firmo, el cual entregué al señor General
Manuel Manrique, para que so impusiese y arreglase sus operaciones con
los conocimientos quo le suministrase. También apresé en los dos buques
tres soldados do infantería y dos indios del Mojan.
Bien conocí desde el principio que era bastante difícil la empresa
de atacar y abordar la flotilla enemiga, en la ventajosa posición en que so
hallaba: pero no mo detuve, y á pesar de lodo me dirigí sobre ella con solo
los buques menores, porque los mayores no podían seguirme,}' á la una de
la larde estábamos á tiro de pistola del enemigo, y en medio do un fuego
tan obstinado de ambas partes, que horrorizaba; pero desgraciadamente
varamos todos, hasta los botes más pequeños, y aunque el enemigo se ha-
llaba en igual situación, no pudimos tic ningún modo adelantar un paso
para abordar como deseábamos. Dos horas y media duró el combate, al
510 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

cabo de las cuales mo retiré fuera dol Uro do cañón, y cuando creí que
mi pérdida fuera mucha, á virtud do un fuego tan vivo y sostenido, solo
experimenté la de diez muertos y once heridos, que manifiesta la relación
número 1.°, pudiendo sin errar, asegurará U. S. que la del enemigo fué
mucho mayor, y que pasó de cien hombres entre unos y otros, porquo
de cerca los veíamos caer, porque vimos en el agua porción de aquéllos;
logrando echarles á piqno Ja gran flechera " Guaitcña" y ver arder dos
de las piraguas armadas
Dios guarde á U. S.
J O S É PADILLA.

VIH.

DETALL D3 LAS Ol'KKAÇIONKS KX KL LAGO DR MAKACAIISG*


República de Colombia—Comandancia general de la Escuadra de operado--
nes sobre el Zulia—Abordo del bergantín " Independiente " al ancla
en los puertos de /dlar/racia, á 1." de Agosto de 1823.—13.
Señor General, Secretario de Estado del Despacho de Marina y Guerra.

Tengo el honor y satisfacción de comunicar á U. S. que cl dia 24


del próximo pasado mes he atacado y destrozado completamente la Escua-
dra enemiga, compuesta de quince buques mayores y diez y siete meno-
res. En mis comunicaciones del dia 21 del mismo mes, acompañé á U. S.
copia de la intimación que me hizo el jefe español Laborile, y de la con-
testación que lo di. Me envanezco ile haberla probado con la verdad ; y
la copia del Diario de operaciones quo con el número primero incluyo á
TJ. B. le impondrá suscinlamentc do todas las ocurrencias en esta me-
morable jornada, quo ha cubierto tic gloria á las armas de la República
y llenado de horror y espanto al tirano.
En electo, señor Secretario, lo difícil y arduo do la empresa la hace
más apreciable. Diez buques mayores y doco de fuerzas sutiles, contra
los referidos del enemigo, bien tripulados y guarnecidos, ora una diferen-
cia demasiado notable: pero el arrojado valor y decision de todos los in-
dividuos (pie tengo el honor de mandar, superó estas dificultades. Infla-
mados sus pechos al leérseles la Proclama que bajo el número 2." acom-
paño, pror mu pieron en mil vivas « Colombia y mueran los tiranos; y
desde esto momento no dudé que la victoria seria nuestra, porque cada
cual á porfía manifestaba los deseos de pelear, y así fué quo tan pronto
como emprendimos el ataque, casi tan luego lo concluimos, porque no
eran hombres sino fieras los que se arrojaban al enemigo; por cuya razón
generalmente recomiendo á todos á la consideración del Gobierno, pero
con particularidad los contenidos en la nota número 3.°, para que envista
de las heroicas proezas con que so han distinguido, les dé la recompensa
que estime de justicia.
Once buques y un falucho fueron hechos prisioneros en la acción,
como verá U. S. en el Estado general adjunto con el número '1.°, y ade-
más voló el bergantín goleta " Esperanza."
Kuestra pérdida con respecto á la del enemigo ha sido muy poca t
DE Ï.A PROVINCIA DE CARTAGENA. 511

ocho oficiales y treinta y seis individuos de tripulación y tropa, muer-


tos ; catorce de los primeros y ciento cinco do los segundos, heridos, y
un oficial más contuso, como lo manifiesta la relación número 5.°; al
paso que al enemigo lo ha costado la horrorosa de más de ochocientos
entre unos y otros, habiendo quedado en nuestro poder sesenta y nuevo
individuos oficiales y trescientos sesonta y nueve individuos de tripu-
lación y tropa, prisioneros, según la relación número (5.°, de los cuales
lio puesto á disposición del señor General Manrique los que constan de
la copia número 7.
Entro los Jefes y oficiales enemigos muertos, so cuentan el Capitán
Candámo, el Capitán de navio Mr. Federico, (pie voló en el bergantín
de guerra " Esperanza," el a IIV: rey, de navio Don Antonio Pascual, el id.
Don Antonio Llcloyil, el Ayudante do escuadrilla pilólo .Don Manuel
Suárez, el Teniente de la goleta "Esperanza" Mr. Pablofc, el Oficial Don
Antonio Manzarro, Teniente Coronel Simon Granados, el id. Ventura
Montesdcoca, el Capitán Crespo y el Capitán Montes.
Por declaraciones de cinco individuos pasados de la plaza después
del combate, hemos sabido quo Labórele siguió la misma noche para el
castillo : que el Capitán de navio Mr. Lainoson, Jefe de la escuadrilla ene-
miga, llegó muy nial herido, como asimismo la mayor parto de la guar-
nición y tripulación del buque en que él so hallaba muertos y heridos, y
el segundo Comandante del mismo buque muerto : que la flechera "Guai-
refia " llegó con su Comandante y segundo heridos, y la mayor parte de
su tripulación muertos y heridos, y que al igual de esta lodos los demás
buques mayores y menores que escaparon, llegaron destrozados y con
sus tripulaciones en los mismos términos.
AI signienta dia del combate me retiré con todos los presos y la E s -
cuadra de mi mando á este puerto, para recorrer del modo posible y con
la mayor brevedad sus averías, que no han sido pocas.
El 26 intimé al señor Laborde la'rendicion del insignificante resto
do buques que le quedaba, de que es copia el número 8, y recibí del Ge-
neral Morales la contestación número Ó, por cuya razón dirigí á este Jefe
el oficio número 10 ;y comoquiera que lejos de responderme el General
Morales, lo hiciese su segundo el Coronel Don Narciso López, diciéndo-
mo lo que consta en el número 11, dirigí á este Jefe últimamente el
número 12.
Los buques enemigos los tengo reducidos al corlo espacio de la
bahía ó puerto do Maracaibo, sin que puedan moverse absolutamente á
parte alguna, porque á su frente les tengo puesta una luorto division,
compuesta del bergantín " Marte," goletas " Independencia," ''• Esparta-
na," " Leona," " Peacot" y " Emprendedora " al mando del señor Capi-
tán de navio Nicolas Joly, y la primera division de las dos en que lio
distribuido las fuerzas sutiles al del señor Capitán de fragata Gualterio
D'Chity ; porqueta segunda, al mando del Alférez de navio Francisco
Padilla, la he destinado, como lo he hecho el dia 80, á ocupar el rio de
Garabnya.
Dueños nosotros exclusivamente de la Laguna, y cortada la comuni-
cación del castillo por las fuerzas quo tengo apostadas en dicho Garabn-
ya, se halla el enemigo on la mayor consternación y vacilante. ID I paso
de Sccuy y puerto de Guerrero están libres y apenas llegue el Ejército
512 DOCUMENTOS PAHA LA HISTORIA

del Magdalena ( con cuyo objeto oficio al señor General Comandante


General Mariano Montilla), sera embalsado y puesto en parajo donde
pueda emprender sus operaciones y terminar osla campana.
También acompaño á U. S. el plan original de formación do línea
enemiga, algunas órdenes, despachos y diplomas de oficiales y otros va-
rios papeles que se han interceptado en los buques prisioneros on ht
acción, por si interesasen algo al Gobierno.
ijvjrJtceoiniendo con ol mayor encarecimiento al Supremo Poder Eje-
cutivo la suerte desgraciada de las madres, viudas, hermanos y liuúriW
nos de los beneméritos Oficiales, marineros y soldados, que tan gloriosa-
mente perdieron su existencia en defensa de la libertad en esta combate
y en los anteriores de que he dado cuenta á U. S. .¿23
Dios guarde ú U. S.
El General, Jostf PADILLA.
:
'...:i Las comunicaciones de que hace mérito la precedente nota, con
los Jeies enemigos (se dice en el número 07 de la " Gaceta de Colom-
bia"), se reducen á la propuesta hecha por el General Morales al Gene-
ral Manrique, de suspension de hostilidades, para tener conferencias en la
isla de Burros, á cuyo efecto se habían dado por nuestra parte rehenes
correspondientes. El General Padilla insistia en que so le entregasen las
piraguas acoderadas en la bahía. Las proposiciones del enemigo para
evacuar á Maracaibo y entregar el castillo oran absolutamente inadmisi-
bles. Pedir quo se condujesen á Cuba, de cuenta do la República, las
tropas reales, sin exigirles juramento alguno, sin explorarles su voluntad,
y dcvolviéndoso los buques armados pertenecientes á particulares, que se
habían apresado en la acción del 2:1 do Julio, era exigir que la Repúbli-
ca costease una expedición, (pic podria dirigirse á otro punto do nuestro
territorio ¡í continuar la guerra. El Poder Ejecutivo, previendo anticipa-
damente el caso do reducir al enemigo á pedir capitulaciones, tenia or-
denado lo conveniente ú los Jefes do operaciones, y éstos, ajlistando su
conducta á sus instrucciones, han respondido al General enemigo lo quo
merecía por la irregularidad de sus proposiciones. Si los españoles hu-
bieran cumplido con más fidelidad sus pactos y juramentos, y no se hu
Inoran burlado de las capitulaciones de Quilo, Cumanáy Maracaibo, hoy
seria muy genoroso y liberal el Gobierno de Colombia.

IX

HOQUES AI'UESADOS EN LA ACCIÓN DEL 2 4 DE JULIO.

Bergantines.
El San (Jarlos.
El General Riego (a) Maratón.
Goletas.
La Mariana.
Lit María.
La Liberal (Guaireña)
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 513

La Monserrate.
La María (Habanera.)
La Hayo.
La Estrella.
La Goagira.
La Cora.
Faluchos.
El Relámpago.
NOTAS.

l.B Además de los buques que ve apresaron á. los enemigos, se les voló el bergantín
goleta "Esperan/a," ú cuyo bordo había porción de pólvora y víveres.
2.» Entre los prisioneros que se hallaron á bordo de las presas y los recogidos en el
agua por la '• Emprendedora," se ha reunido un total de CO Oficiales y 3(50 individuo? de
tripulación y tropa.
i)." En la goleta "Rayo " y cu la " María " (Habanera) se han encontrado algunas
víveres, particularmente en esta ultima, que se baila casi cargada de caldos y otros
renglones.
•1.* Que además de los cañones y municiones de dotación de los buques apresados,
so hallan doce de los primeros de varios calibres de hierro, á bordo del " San Carlos " que
le sirven de lastre, y lauto cu este como cu el " Maratón " hay porción de bulas, también
de varios calibres y algunas palauquctas.
A bordo del Bergantín de guerra " Independiente" al ancla en los
puertos do Altagracia, Julio 30 do 1823.—13.
IÍAFAEL TONO.
X

DIARIO de las operaciones de la Escuadra colombiana sobre cl Zulia, cu los días 21, 22,
23 y 21 de Julio do 1823, antes del combate.

Dia 21.—Amanecieron los buques enemigos fondeados en Sapara.;


á las seis y veinte y cinco avisaron del tope, quo los buques enemigos
se Inician á la vela, y so hizo la señal do que tcada buquo asegurase sus
amantillos, d risas de gavia, de boca, pico &c. con cadenas, abosando sus
escolinos después de puestos á la vela.
A las sieto y media so vio desde la cubierta, "La Guairana," de tres
palos, fondeada como al principio del Tablazo, y después llegaron varias
goletas á sus inmediaciones y fondearon también.
A las once pasó el señor General Comandante general á cada buquo
do la Escuadra, para leer una Proclama á las tripulaciones y guarniciones
de éstos, y exhortarlas para que peleasen- con todo el ardor con que lo
verifican siempre los verdaderos colombianos. En toda Ja Escuadra no so
oian otras voces que las do vivas repetidos, y no so veia más en todos
cuantos se hallaban embarcados, que unos ardientes deseos de pelear,
presagios sin duda do la victoria. Poco después se hicieron las señales
siguientes : 1.* mucha actividad y presteza en las maniobras y señales :
2.a zafarrancho de combato ; 3." cuando el Comandante oslé demasiado
empeñado en la acción, y no pueda por el fuego, humo &e. atender á los
demás buques de la Escuadra, cada uno obrará seguu su valor, honor y
conocimientos, para destruir los enemigos y tener la gloria de vencerlos.
Seguidamente so dispuso poner divisas á todo individuo de la Escuadra,
33
514 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

para que fuesen conocidos en el acto de un abordaje ; y so les previno


que si esto se verificaso do noche, debían estar sin camisa, y se encargó
también por orden general á lodos los Comandantes de los buques tuvie-
sen mucha atención, pronta contestación y ejecución á las señales, así
como el que estuviesen listos para hacerse á la vela en el momento
mismo que se les previniese por sus correspondientes señales.
À puestas del sol quedaron fondeados los buques citados en el
Tablazo.
Día 22.—Al amanecer de este dia so vieron los buques enemigos
fondeados en el Tablazo y á poco rato se hicieron á la vola ; con esto mo-
tivo y bien persuadido nuestro General de que no podrían salir del
Tablazo, ni menos atacarnos sino con viento á la brisa, ordenó se acer-
case la Escuadra á la costa de Punía de Palma cuanto pudiese, para te-
nerles el barlovento cuando intentasen batirnos, y las fuerzas sutiles so
colocaron en la misma Punta de Palma citada.
Los enemigos continuaban por el Tablazo con viento favorable,
pero á las ocho y media se les llamó al S. E. y fondearon, aunque algu-
nos de ellos lo verificaron con la quilla. Componíase la flotilla enemiga,
del bergantín " San Carlos," bergantines goletas " Maratón" y " Espe-
ranza," goleta de dos gavias "Especuladora," nueve goletas do velacho,
dos pailebotítos, las flecheras " Giiaireña," " Atrevida," " Maracaibera"
y quince buques más entro faluchitos y piraguas armados. Vista por el
señor General la situación do los buques, dispuso que las goletas " Inde-
pendencia," " Manuela Chitty " y " Emprendedora " pasasen á situarse
sobre Punta de Palma y las sutiles se avansasen un poco sobre las ene-
migas, pasando el mismo señor General en un boto á observar silos ene-
migos desde cerca. Estos destacaron sobre ellos de su Escuadra, cuyo
conocimiento hizo que el señor Comandante general dispusiese fuesen
todos los de la nuestra á incorporarse con las fuerzas sutiles, como en
efecto se verificó luego, luego. El viento continuaba al S. E. bonancible
que permitía manejar las fuerzas sutiles, y por tanto el señor General so
avanzó con los do mayor calibre sobre los enemigos y les hizo varios
tiros con el mayor acierto : éstos fueron contestados por aquellos, poro
sin que hubiésemos tenido la menor desgracia ; mas como el viento em-
pezó á llamarse al N. E. dispuso el señor General se retirasen las fnor-
zas sutiles á su lugar, y que regresasen los botes á sus buques respecti-
vos á las once )r media.
Al medio dia estaba ya la brisa fresca, y algunos do los buques se
hicieron á la vola para enmendarse, quedando un bergantín-goleta y el
" San Carlos. " varados ; pero que á poco ralo aprobaron como los demás
(sic.) Al anochecer seguia cl viento fresco por el N. N. E. y los enemigos
estaban anclados en línea.
Diu 23. Amanecieron los buques enemigos al N. do Punta de Pal-
ma, formados en línea, según anochecieron, y ol viento ceguía al N. N.
E. fresco. Nuestras fuerzas sutiles se colocaron inmediatas á la misma
Punta y al Sur de ella, y el señor Mayor General pasó á. los buques de
la Escuadra, para imponer ó advertir á sus Comandantes del modo como
dobian manejarse para conservarse en buen orden é inmediatos á la cos-
ta, luego que se hicieso la señal de dar la vela, pues que convenia no
separarse de ella, hasta (pío los enemigos rebasasen do la Punta para
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 515

arribar después sobro ellos, obrar con la ventaja del barlovento y frustrar
los planes de aquellos.
A las seis y cuarto se hizo la señal de prepararse á dar la vela, y á
las seis y treinta y siete minutos, viendo (pie se levaban los enemigos, se
hizo la señal conveniente para ejecutar igual operación, y luego, luego
estábamos á la vela, poniendo en práciiea desdo onto instante el plan me-
ditado do mantenernos sobre bordos muy cerca de la costa ; á las siete y
media refrescó el viento demasiado y tuvimos (pío tomar rizos. A las
siete y cuarenta y cinco, visto que los enemigos iban cayendo á sotaven-
to, se hizo la señal de que cada uno ocupase su lugar ; á las ocho y nue-
ve la de imitar los movimientos del Comandante ; y à los cinco minutos
arribamos sobre los enemigos, que seguían en linea de combate de la
vuelta del Sur. A las ocho y diez y nueve se hizo la señal de que cada
un buque de la Escuadra batiese con denuedo al que le estuviese más pro-
porcionado de los enemigos hasta rendirlo, abordándolos si fuese nece-
sario, y nosotros como cabeza de línea nos dirigimos sobre la vanguar-
dia enemiga ; pero los demás buques, excepto el " M a r t e " se aguantaban
á barlovento y se atrasaban demasiado en vez de obedecer exactamente
lo quo se les había mandado por las correspondientes señales. La " Es-
partana " fue la primera que orzó, y á ésta le siguieron las demás, for-
mando estos buques una linca por nuestra aleta de barlovento ; y la
" Leona " (pío debia formar nuestra retaguardia, se hallaba bien distan-
te y aun más á barlovento que los demás. Con este motivo so les hizo la
señal de forzar la vela con el objeto de que se uniesen, y la de formar
una pronta línea do combate sin sujeción á puestos, para quo no se em-
barazasen en buscar su lugar ; á las ocho y media se rompió el fuego por
nosotros y fué contestado por los enemigos ; pero visto por el señor Ge-
neral que no bastaban las señales para hacer quo los demás buques de la
Escuadra so acercasen á batirlos, según se les tenia provenido desde el
principio, se embarcó en su bote y huí personalmente á hacerlos cumplir
con su deber. Los enemigos no se aguardaban á empeñar la acción ;
ellos forzaban de vela para eludirla, y como veíamos quo casi toda nues-
tra Escuadra se hallaba muy distante, y que con motivo do las órdenes
que el señor Genoral había dado á los buques atrasados seguían sobre
las fuerzas sutiles enemigas que llevaban á retaguardia, nos pareció opor-
tuno dar un repiquete corto con el " Independiente " y ' : Marte " por
separarnos un poco de la línea enemiga y aguardar después en facha
la reunion de los nuestros, de la misma vuelta que aquéllos, como así se
verificó, cesando el fuego á las nueve y cuarto.
Los enemigos se dirigieron á las proximidades de " Capitán-chi-
co," y fondearon entre éste y Maracaibo, quedando en línea do combate ;
pero nosotros permanecimos á la vela, ordenando (pie pasasen todos los
buques por la popa del " Independiente " para decirles á la voz quo ocu-
pasen su lugar, y lo mismo se hizo con el Comandante de las fuerzas
sutiles.
A las siete y cuarenta y nueve, estando todos formados en línea ó
inmediatos unos á otros, se hizo la señal de abordar al enemigo ; pero
estando ya en marcha para verificarlo, se quedó el viento muy calmoso
y fué necesario suspender la ejecución, pero no por esto desistimos, sino
que aguardábamos i m pacientes (pío refrescase, el viento. A las onco y
510 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

diez refrescó por el S. E . y se repitió la señal ilc abordar, pero volvió á


calmar y á oslar vario, por lo que resolvió el señor General Comandante
general dejarlo para el siguiente (lia, v dar descanso á las tripulaciones
do las fuerzas sutiles, (pie habían estado desdo bien temprano con el re-
mo en la mano. A su consecuencia dispuso diese fondo la Escuadra en
Allagracia, y se hizo la señal conveniente á la una y cinco minutos, que-
dando fondeados en una línea paralela á la costa. Los enemigos anoche-
cieron fondeados en el paraje indicado y nosotros en Allagracia, avan-
zando nuestras fuerzas sutiles en Punta de piedras.
Pia 24. Los buques enemigos permanecían en el mismo lugar y el
viento estaba al E. al amanecer. Apenas permitión las claras del dia dis-
tinguirse los colores de las banderas se llamó á los Comandantes de
los buques, y el señor General, con motivo de lo ocurrido el dia de ayer,
dispuso que el Comandante de la "Espartana," Capitán de fragata Jaime
Llnck, quedase á bordo del bergantín "Independiente," colocando en su
lugar á su .segundo el señor Maicy 11. Mankin, y en lugar de ésto el
señor Stag, ordenando al mismo tiempo que el Capitán de " La Leona"
pasase al '• alarlo,'' nombrando en su lugar también ¡i su segundo el se-
ñor Juan Me Kam, reemplazando o! hueco que en esta dejaba Jaime Stuart,
olicial de la •' Espartana,'*' destinando á este último buque al aspirante
Santiago Moreno para qne se entendiese en las señales.
"Xo contento el señor General con esta mutación, dispuso también
alterar el orden de batalla, colocando los buques del modo que manifiesta
el plano que se envia por separado, persuadido que de este modoso logra-
ría mejor la cooperación de todos. A las diez y media el señor General
Comandante general pasó en persona á bordo de lodos los buques mayores
y menores, con el objeto de arengar ¡i sus dotaciones y animarlos de un
modo eficaz para que llegado el momento do atacar á los enemigos lo
verificasen con intrepidez y entusiasmo.
A las diez y cuarenta voló el viento al N. B. y á las diez y cincuen-
ta so hizo la señal de prepararse á dar la vela, pero el viento se llamó al
Sur flojo, y se reservó la de levar hasta que se entablase ó afirmase por
donde nos fuese favorable. \Ù\\ efecto, á la una y cincuenta y cinco logra-
mos nuestros deseos. El viento se afirmó por cï N. E. y la marea vacia-
ba, do suerte que lo que aquél nos podia solaventar, aquélla nos aguanta-
ba á barlovento. Todo nos era favorable y lodo nos convidaba á atacar
á los enemigos, que se hallaban fondeados á nuestro frente, en una línea
paralela á la costa y próximos á ella.
Dos goletas ocupaban la cabeza meridional de la línea, y á éstas se-
guía el " San Carlos," después una goleta, y seguían alternativamente
los bergantines—goletas y goletas, ocupando el otro extremo ó retaguar-
dia todas las fuerzas sutiles.
A las dos se mandó al Comandante de éstas se levase y siguiese
desde luego sobre las de igual clase enemigas, en atención á quo por su
menor andar debíamos adelantarlas. A las dos y veinte se hizo la señal
de dar la vela: á las dos y veinte y ocho la de formar en línea de frente para
atacar á un mismo tiempo lodos los buques enemigos qne observando
lodos nuestros movimientos so acoderaron. Algunos de los nuestros
se atrasaban ó no ocupaban sus lugares tan pronto como era necesario,
seguramente por la falta de conocimientos en esta parto, pues que todos,
DE LA. PROVINCIA DE OARTACENA. 517

todos ardían por concluir con los enemigos; pero como el " Marto " es-
taba situado á barlovento y el bergantín " Independiente," buque muy
velero, á sotavento, luimos proporcionando el andar do éste, de modo (pío
(piedasc y siguiese perfectamente bien formada nuestra línea para lograr
bien el plan que nos habíamos propuesto, sin que por oslo se dejasen de
hacer las señales quo fueron menester para cada uno de ios que se des-
viaban de su lugar.
A las 1res y diez y siete se hizo la .scfnl de abordar al enemigo y se dejó
izada, no obstante haber sido contestada por todos lo-» buques, para ma-
nifestarles que ninguna otra cosa nos restaba que hacer. Formados como
queda dicho, nos dirigimos con el mayor denuedo sobre los enemigos,
do nn modo el más hermoso. Ningún buque salia de su posición, y todos
iban sobre alguno de los enemigos. A las tres y cuarenta y cinco empe-
zaron éstos el fuego de canon y ú muy poco rato el de fusil, pero del
modo más vivo y sin interrupción; mas la Escuadra de Colombia, acos-
tumbrada á ver con desprecio sus fuegos, seguia siempre sobre ellos con
la mayor serenidad, sin que se separase de su lugar ninguno de los nues-
tros y sin tirarles un tiro de justóla, hasta quo estando á tocapcnoles so
rompió por nuestra parto el fuego do cañón y do fusilería, sin que se
pueda decir qué fué primero, si abordar ó batirlos.
El bergantín " Independiente " se dirigió y rindió al " S a n Carlos."
El " Confianza" abordó valerosamente á una goleta. A la do tres palos
"Emprendedora" se le rindió el bergantín goleta "Esperanza," pero
quo voló inmediatamente, dejando ú ésta, al " Marto" y ú todos los de-
más cubiertos de humo, sin que pueda en rigor decirse la conducta que
observaban en aquellos momentos los demás buques; pero sí sabemos
que el " Marto " batió completamente y rindió varios de los enemigos,
y que todos los demás cumplieron con sus deberes.
Los enemigos se vieron en las circunstancias más angustiadas. Del
bergantín " San Carlos" so arrojó al agua la mayor parte de su tri-
pulación; la del bergantín—goleta fué por los elementos, (sic) la de los
otros buques tuvieron la suerte que la del " S a n Carlos" y el mar so
veia cubierto do cadáveres y de hombres nadando; cuadro ú la verdad
bien espantoso.
En medio del fuego y perdida la esperanza de salvarso al ancla,
picaron los cables y trataron do hacerse ú la vela, pero les fué en vano
en lo general, pues quo onco buques do los mayores fueron hechos pri-
sioneros: el bcrgantin-golcla " E s p e r a n z a " voló, y fué igualmente hecho
presa un falucho de sus fuerzas sutiles.
La goleta " Antonia Manuela " tuvo la desgracia de que aprove-
chándose los enemigos de su mayor proximidad ú ellos, la atacaron y
abordaron, no perdonando persona alguna que encontraran, ni aun los
heridos y muchachos de cámara; pero habiendo seguido en su auxilio la
goleta " L e o n a " y un bote armado del "Independiente," aquélla con
sus fuegos protegió á éste, que lo recuperó inmediatamente.
Tres goletas escaparon únicamente, las dos que estaban á vanguar-
dia y la " Especuladora," (pie acercándose cuanto pudieron ú tierra, hu-
yeron para Maraca i bo, junio con la " üuairena," "Atrevida," " Mara-
caibera" y flotilla de faluchos y piraguas armadas, pero hechas pedazos
y con muy poca - gente.
518 DOCUMENTOS VAHA LA HISTORIA

El bergantín " Independiente " hizo un fuego horroroso sobro todas


éstas; el " Marte " sobre la " Especuladora " y sutiles, y sobre éstas tam-
bién las goletas "Espartana" y "Leona," como igualmente nuestras
fuerzas sutiles, que cansaron daños de consideración por un lado, y por
otro marinaban las rendidas y algunas por rendir cedieron á la bravura
é intrepidez de sus Comandantes, dirigidos por su Comandante Walter
D' Chilty, Capitán do fragata de la armada nacional de Colombia; porque
en medio de la desgracia de los enemigos, tuvieron los (pío huyeron la
fortuna de que no se les echase á pique, ni (pie se les desarbolase duran-
te el tiempo que se les fué batiendo por los buques citados, pudiendo lle-
gar á la plaza favorecidos del poco fondo y bajos do la costa á las cinco
y media, á cuya hora nos hallábamos á dos tercios del alcance del canon
que tienen allí de á 18, por cuya razón y la do oslar ya los buques expre-
sados en el puerto, cesó el fuego, hicimos la señal do union y seguimos
sobro bordos ú colocarnos en las proximidades de tres goletas presas que
so hallaban varadas en las inmediaciones de "Ca pitan-chico."
En esta gloriosa y memorable acción hemos tenido la pérdida do
ocho Oficiales y treinta y seis individuos do tripulación y tropa muertos,
y catorco do los primeros y ciento cinco de los segundos heridos y un
Oficial contuso; al paso que al enemigo le ha costado la horrorosa de más
de ochocientos entre unos y otros, habiendo quedado además en nuestro
poder sesenta y nuevo oficiales y trescientos sesenta y nuevo entro
soldados y marineros, ocho do aquéllos y diez do éstos heridos.
À las seis y tres cuartos fondeamos en el paraje citado los bergan-
tines " Independiente "—" Marte "—goleta " Espartana ? '—" Leona "—
"Peacock"—y "Emprendedora," y so reunió también el Comandante
do las fuerzas sutiles con algunos do sus buques, á quien se comisionó
para quo salvaso las goletas varadas, como en efecto lo logró á las tros y
media do la mañana. El resto de los buques do la Escuadra, así mayo-
res como menores, se dirigieron á la costa do "'Alta-gracia," conducien-
do las demás prosas.
XI

ItELACIOX de los OGcialcs hechos prisioneros cu el combato naval del 21 do Julio,


entre l:t Escuadra do Colombia, al mando del señor General.Comandante ijcncral do ella,
Josc Padilla, y la española, al del Contra—Almirante Don Ángel Labordc.

'./.folientus Coroneles.
Cuerpos á (pie pertenecieron.
Don Jacinto Gil de Castro Suelto.
Don José Manuel de Salas Id.
Capitanes.
Don Francisco Liados J.d.
Don Francisco Tridon. Id.
Don Ángel Gallardo id.
Don Ubaldo llomai Id.
DE LA PROVÍNCIA DE CARTAGENA. 519
Don José Díaz Cazadores del general.
Don Antonio Gil Leales corianos.
Don Francisco Natalio 3."del Key.
Don José María García Id.
Don Juan Osores Caballería.
Don Pedro María Ovcrto Suelto.
Don José García Id.
Don Mngdalcno Oballo ; Id.
Don Félix Rosado Cazadores del general.
Don José María Hernández Suelto.
Don Ensebio lleras Marina.
Andres García Milicias.
llamón Pirela Id.
Francisco García Id.
Ifoiienles.
Don Hilario Hacha Bnrinas.
Don José Collados Id.
Don Manuel Suárez , Id.
Don Miguel Coinete Id.
Don Apolinario Alvaro/, Barinas.
Don Francisco Cárdenas Suelto.
Don José Valverde Id.
Don Francisco Molondro Cazadores del general.
Don Juan Ramírez Caballería.
Don Francisco Tovar Id.
Don Francisco Andia Milicias.
Don Alfonseo Navarro Id.
Donjuán Pineda Id.
Don N. Martínez Id.
Don Santiago Velloso Id.
Don José Félix Rodríguez Id.
Don Miguel Lleguas Valencey.
Don Lorenzo Puyoll Marina.
Don Francisco Teriles Barinas.
Manuel Sánchez 3.° del Roy.
Juan Basco » Leales.
Subtenientes.
Don Patricio Lauro Barinas.
Don José Villegas Id.
Don Valentín Leal Leales corianos.
Don Manuel Mauricio Marina.
Don José Pineda Milicias.
Don Miguel González Milicias.
José Manuel Rodríguez Barinas.
Fermin Molero Id.
Pablo Flórcz Leales.
José García Cazadores.
520 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Aspirantes subalternos.
Don Sebastian lliqneline Navarra.
Don Lúeas Gonzalez Id.
Don Pió de Ases Id.
Don Marcos Pomairo Id.
Don José Antonio Oronoz Id.
Don Francisco Fuentes Id.
Don Blas Alman/.a Id.
Don Juan Fernández Id.
Don Silvorio Urdaneta Id.
Don.Isidro Lisaur Id.
Don Pablo de Castro Id.

Cirujano.
Don Antonio Espinóla Suelto.

Empleado de Hacienda.
Don José Ignacio Fernández.

Oficial.
Carlos García Marina.

2.° Comandante.
Juan Escanda}- Marina.

Oficial.
Pablo May Id.

Comandante.
Francisco Sarria Id.
Total GÜ

NOTA : Los individuos de la tripulación y tropa prisioneros,- componen el número


do trescientos sesenta y nueve.

A bordo del Bergantín do guerra " Independiente," al ancla en ol


puerto do Alta-gracia, á 25 do Julio de 1823.
RAFAEL TONO.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 521
XII
RECOMENDACIÓN que cl General José Padilla, Comandante general de la Escuadra
de operaciones sobro cl Zulia, Lace con particularidad al Supremo Cobicrno de la Repú-
blica, en favor de los que se expresan, por su valor, serenidad y exacto cumplimiento
de MI deber en la memorable acción del 21 de Julio de 182».
Generalmente á ¡oda la Division de lu Escuadra.
•Señor Capitán tic navio. Renato Beluchc Comandante del bergan-
tín Independiente.
Id. de id MieolasJoly Id. del id. Marte.
Capitán de fragata Rafael Tono Bergantín Independiente
Mayor General.
Id. de id Walter D'Chitty Comandante de Ja escua-
dra sutil.
Capitán de fragata Samuel Pilot Comandante de la goleta
Independencia.
Id. de id Mr. Castell Comandante de la Aven-
tura Picot.
Teniente de navio Lucas Uribarri Comandante del bergan-
tín Confianza.
Id. de id Mr. Min Sis Segundo del Indepen-
diente.
Teniente de fragata Tomas Villanueva Comandante del pailebot
Kayo.
Id.dcid Denis Thomas Capitán del Marte.
Alférez de navio Francisco Padilla Comandante de la 2."
Division sutil.
Id.dcid Felipe Bautista..... Segundo Comandante de
la Peakot.
Id.dcid Félix Romero Comandante de la goleta
Manuela Cbitty.
Alférez de fragata Tomas Vega Comandante do la Em-
prendedora.
Id.dcid Gerónimo Rcgito Oficial de la goleta An-
tonia Manuela.
Id. de id Enrique Belmonte Comandante del pailebot
Diligencia.
' Carlos IIcncck Del bergantín Confianza.
John Me. Kain De la goleta Leona.
Mr. Stunard Segundo de la misma.
Oficiales habilitados •{ Domingo Díaz Segundo Comandante de
la goleta Chitty.
Victorino Valencia Comandante de la Flechera
Balandra Colombiana.
. Francisco Zomosa Comandante del bote Tu-
nante.
Capitán tic Infantería
do marina José de los San tos Prados. Ayudante Secreta rio de la
Mayoría general &c.
Subteniente de id. ¡d Joaquin García Ayudante de la Coman-
dancia general &c.
Alférez de fragata Pedro María Iglesias.... Id.id.id.cn el Indepen-
diente, como el anterior.
522 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

Secretario de la Coman-
dancia general Alejandro Salgado Kn cl bergantín Inde-
pendiente.
Escribiente de la. id. id. Francisco de P. Unióla. Kn el id. id.
Contador general interino. Bartolomé Pero/. Bergantín Confianza.
Escribiente de la mayoría
general Juan de Mala González. Bergantín Confianza.
Escribiente de la id. id Cosme Braza Bergantín Confianza.
Vicente Díaz Segundo del Diligente.
José Francisco Coll Goleta Antonia Manuela.
Juan Salinas Goleta Independencia.
Manuel Cortés Bergantín Independiente.
José del Carmen López. Pailebot Diligente.
Cirujano mayor de la es-
cuadra Juan Bautista Dcslugc.. Bergantín Independiente.
Maestro mayor de carpin-
tería Manuel González Id. Confianza.
Id. id. de herrería Custodio Cortés Id. id.
Teniente Coronel del ba-
tallón Occidente José Dolores Hernández. Id. id. Comandante de la
tropa.
Capitán del bergantín Ori-
noco Alejandro Blanco Id. id. del bergantín
Marte.
Maestro mayor de velas... Venancio de Avila Bergantín Independiente.

A bordo del Bergantín de g u e r r a " Independiente," al ancla en el


puerto de Alta-gracia, á 1.° de Agosto de 1823.—Vi.—El General. Jo-
SK* PADILLA.
XIII.
EMPLEOS y grados concedidos por el Gobierno de Colombia en (» de Septiembre, 15 de
Octubre y 22 do Diciembre del año próximo pasado (182:1) y 1» do Enero del corriente.
(1S21) ii varios individuos do lo Escuadra que obró cu el Zulia, cu virtud de Ins recomen-
daciones hechas por el señor General Padilla, Comandante general do dicha Escuadra.

Nombres y apellidos. limpíeos que tenían. Empleo ó grado á que ascudicron.

Waller Davis Chilliy. Capitán de fragata A Capitán efectivo de navio.


Kafacl Tono Capitán de fragata A Capitán efectivo de navio.
Pedro Dios Teniente de fragata A Teniente efectivo de navio.
Tomas Villanueva.... Teniente de fragata A Teniente efectivo de navio.
Francisco Padilla Alférez de navio A Teniente efectivo de fra-
g» la.
Felipe Baptista Alférez do navio A Teniente efectivo de fra-
gata.
Félix Homero Alférez de navio A Teniente efectivo de fra-
gata.
Tomas Vega Alférez do fragata A Alférez efectiva de navio.
Gerónimo Kcgito Alférez de fragata A Alférez efectivo de navio.
Henrique Belmonte... Alférez de fragata A Alférez efectivo do navio.
Pedro María Iglesias. Alférez de fragata A Alférez efectivo do navio.
Domingo Díaz Guardia marina A Alférez efectivo de fra-
gata.
DE LA PROVINCIA DU CARTAGENA. 52,3
Nombres y apellidos. Km pico que tenían. Empleo ó grado ¡i que ascendieron.
V. Suman! Guardia marina A Alférez efectivo de fra-
gata.
(Jarlos Mucck Guardia marina A Alférez efectivo de fra-
gata.
Juan Mac. Kam Guardia marina A Alférez efectivo de fra-
gata.
Victoriano Valencia.. Guardia marina A Alférez efectivo de fra-
gata.
Francisco Zomosa Guardia marina A Alférez efectivo de fra-
gata.
José Santos Prados... Capitán de infantería de Se le concedió el grado de
marina Tonientc Coronel- de la mis-
ma arma.
Joaquin Garcia Subteniente de infante- Se le concedió el grado de
ría de marina Teniente de la misma arma.
Alejandro Salgado... Secretario de la coman- A Subteniente efectivo de in-
dancia general fautoría de marina.
Admitidos al servicio.
Samuel Pilot Puc admitido en virtud
de sus méritos y servi-
cios que hizo en dicha
escuadra En clase de Capitán efectivo
Múreos Mankin Fué admitido por las mis- de fragata.
mas razones que el an-
terior En clase de Teniente efecti-
José Carminaty Fué admitido por lo que vo de navio.
Jo fueron los anteriores. En la clase de Teniente efec-
tivo de fragata.

XIV

MARACA1BO RECUPERADO POR LAS ARMAS DE COLOMJHA.

Al fin está terminada la campaña del Zulia, despues do once- meses


de sacrificios y de constancia, en los cuales liemos tenido que reparar re-
veses y desgracias. El orgulloso General del ejército espaiíol de Costa-
firme, que pocos dias antes del combate naval del 24 de Julio desprecia-
ba en sus comunicaciones á las tropas colombianas, y protestaba restable-
cer en Venezuela el Gobierno del Key, ha abandonado nuestro territorio,
seguido de los oficiales y tropa europea que no convenia retener en Co-
lombia. La plaza de Maracaibo con sus inertes ha sido entregada al Co-
mandante general Manrique, á virtud de la Capitulación que insertamos.
El Supremo Poder Ejecutivo, satisfecho de las razones y circunstancias
quo lian influido en nuestros Jefes para convenir en ella, y animado do
los deseos más eminontes por el honor y gloria do hi República, la ha
aprobado absolutamente.
Capitulación.

Don José Ignacio de Casas, caballero de la orden nacional de San-


524 DOCUMENTOS PAIU LA niSTOEIA

tingo, Coronel de los ejércitos españoles, y Don Lino López Quintana, To-
mento Coronel do los mismo.?, como Comisionados con plenos poderes
por él señor General en Jefe del ejército do Costa-firme: y los señores
José María Delgado, Teniente Coronel Comandante del batallón Zulla
y José María Urdancta Capitán iSecretario.de la Comandancia general
é Intendencia del Departamento del Zulia, con iguales poderes del señor
General Comandante general é Intendente del mismo, y con el allana-
miento del señor General Comandante general del tercer Departamento
do Marina de la República de Colombia, Comisionados de su parto para
transigir de un modo honroso y debido á la humanidad y al decoro d<;
ambos ejércitos: penetrados unos y otros del miserable! estado en que se
llalla el pueblo de Maracaibo, asediado hace tres meses por la Escuadra
do Colombia en su laguna, sus vecinos afligidos y consternados por el
hambre, ol cañoneo sufrido en sus casas y edificios, y por resultas del
sangriento combate naval del 24 do Julio último; animados los expresa,
dos Comisionados de sentimientos los más generosos y justos en favor de
tan desgraciada ciudad y de cuantos han servido en auxilio de los dos
partidos beligerantes, han acordado y convenido en obsequio de todos,
lo siguiente:
Art. l.° La plaza do Maracaibo, la fortaleza de San (Jarlos de La Barra
y territorio ocupado por tropas dependientes de! ejército español, serán
entregados al Jefe sitiador de Colombia, en el estado que se encuentren.
Art. 2.° Lo serán del mismo modo al señor Comandante general de
la Escuadra de Colombia, los buques armados surtos en esta bahía.
Art. 3.° Los sargentos, cabos y soldados naturales de las Americas
quo sirven en el ejército español y quieran voluntariamente seguir las
banderas colombianas, lo podrán hacer libremente: ¡o;; que prefieran ser
licenciados á sus casas bajo la garantía que este tratado les asegura, lo
podrán hacer también; pero los que quieran permanecer íiulus al Gobier-
no español, se reputarán y tratarán como prisioneros de guerra, sin ser
molestados, bajo la especial vigilancia de los garantes de que se hablará,
hasta tanto que los canjeo dicho Gobierno ó sus funcionarios; compren-
diendo en esto articulo los marineros.
Art. 4.° Los Jefes y Oficiales, do cualquiera graduación y naturale-
za que sean, y sus asistentes, quo serán elegidos de los prisioneros, en
caso do no seguir voluntarios los que actualmente tengan; los sargentos,
cabos y demás individuos de tropa europeos podrán salir juramentados
fuera del territorio de Colombia, para i:o volver á lomar las armas con-
tra ella, mientras no sean canjeados, y en éstos entrarán los músicos
europeos.
Art. 5.° El ramo político del ejército, por el que se entenderán fí-
sicos, capellanes, armeros y asistentes: Ministerio de hacienda pública
y militar, y los comprendidos en el artículo anterior, podrán sacar sus
armas, equipajes, propiedades transportables, oficinas y familias; siendo
responsables los Comandantes de buques, de que al arribo a! puerto
do Cuba á que lleguen, d<« entregar lodo á sus dueños religiosamente.
Art. 6." El Comandante de la columna dol Zulia. Don Antonio Leon,
con sus Oficiales; cl Jefe do las Cabimas, Pió Morales, con los suyos se-
rán comprendidos en el artículo'i." de este Tratado. Los vecinos, quo am-
bos tengan reunidos armados, lo serán también en el 9." de él.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. 525

Art. 7.° Los primeros Jefes do la República do Colombia en este


Departamento facilitarán ¡nmcdialamenlo los buques necesarios para
transportai' á puerto seguro de la Isla do (Juba, los Jefes, Oficiales, sar-
gentos y domas individuos de tropa quo componen el ejercito español y
sus dependencias, siendo de cuenta do dicha República Jos gastos que so
bagan para ello, facilitando además los víveres que necesiten, y hacien-
do so guarde en todo á los Oficiales y Jcíes por la gente de los buques
el decoro y buen lrato corrospondumle á sus clases.
Art. 8." Toilos los vecinos y habitantes de Maracaibo que quieran
seguir con sus familias y propiedades transportables á la Isla de Cuba,
serán libres de practicarlo, siendo por cuenta de la República los trans-
portes y víveres que necesiten.
Art. 9." Los vecinos y habitantes de Maracaibo y su Provincia serán
tratados en la misma con arreglo á las Joyos proctectoras de la Repúbli-
ca, sean cuales hubieren sido su conducta y opiniones durante la ocupación
de este pais por las tropas españolas del mando del señor General Mora-
les, dándose todo á un olvido absoluto, y haciendo que sus personas y
propiedades sean altamente respetadas, como que tendrán un apoyo para
deducir sus quejas justas á las autoridades constituidas.
Art. 10. El ejercito español y demás empleados y vecinos particula-
res de que hablan los artículos anteriores, se embarcarán en este mucllo
en los transportes de queso ha tratado, y hasta una hora do haberse, dado la
vela todos, no será ocupada la ciudad por las tropas y marina de Colombia.
Art. 11. Los heridos y enfermos españoles, existentes en esta ciudad,
quo se hallen en posibilidad de embarcarse, serán conducidos y tratados
á bordo con la humanidad y esmero posibles ; y los que no lo puedan ve-
rificar quedarán en ella, y serán curados y atendidos con esmero y res-
petadas sus personas y equipajes, hasta que su estado les permita ser
trasladados á Cuba ; quo lo verificarán los señores Jefes do esto Depar-
tamento en los mismos términos que se dejan prescritos para las tropas
españolas.
Art. 12. Todos los Jefes, Oficiales y tropa europea del Ejercito es-
pañol ; prisioneros en el combate naval de 2-1 del anterior, que quieran
seguirá Cuba, lo ejecutarán bajo los mismos pactos y circunstancias quo
se dejan declarados para las tropas que ocupan esta ciudad.
Art. 13. Se tomarán por una y otra parte dos Jefes en relíenos para
cumplimiento de este Tratado : los españoles quedarán cu esta capital, y
los de Colombia seguirán á Cuba con las tropas del Ejercito español. Los
primeros recibirán su haber íntegro según sus clases del tesoro de Colom-
bia, y los segundos lo misino del español.
Art. 1-1. Se estipula pena de muerte á cualquier jefe, oficial ó indi-
viduo de tropa española que se aprehendiese haciendo la guerra á la Re-
pública de Colombia, sin csíar canjeado.
Art. 15. Mediante á que el ejército español no tiene víveres más
quo de carne para tres dias, queda obligado el General de Colombia con-
tratante, á suministrar á aquél lodo lo domas que falle, desde la ratifica-
ción de este Pacto hasta la llegada á Cuba del primero y demás que quie-
ran seguir de cuenta de la República, según se ha indicado.
Art. 1(5. Todas las dudas que ocurran sobro Ja verdadera inteligen-
526 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA

cia de algunos de los artículos que preceden, se decidirán siempre en


favor del ejército y subditos españoles.
Art. Í7. Los señores Generales do ambos ejércitos nombrarán por
sus respectivas partos, oficiales epic pasen ¡i explorar la ti opa americana
de (píese habla en el artículo 3." do esto Tratado, como también la de los
europeos que se hallan prisioneros en Colombia y de quo también (rala
el 12 del mismo.
Art. 13. El presente Tratado será ratificado y canjeado dentro de
veinte y cuatro horas, y deberá empezará cumplirse, según su literal tenor,
tan luego como se ratifique y canjee. Y en l'é do que así lo convenimos
y acordamos, firmamos dos de un tenor cu la ciudad de Maracaibo, á 3
de Agosto de 1323.
JOSÉ IGNACIO DE CASAS—LINO LÓPEZ QUINTANA—JOSÉ MARÍA DEL-
GADO—JOSÉ UHDANETA.

El presente Tratado queda aprobado y ratificado en todas sus partes,


por mi parto como General en Jefe del ejército español en Costa firme.
Cuartel general de Maracaibo, á 3 de Agosto de 1823.
FRANCISCO TOMAS MORALES—José Alvaro, secretario.
Manuel Manrique, do los Libertadores do Venezuela y Cnndinamar-
ca, condecorado con los escudos do " Bocachica," " Victoria," " Valen-
cia" y <c Carabobo," Ayudante general del Estado mayor general Liber-
tador, General do brigada de los ejércitos de la República de Colom-
bia, Jefo do la primera brigada de la guardia, Intendente dol Zulia y
Jefe de operaciones contra Maracaibo; y José Padilla, de los Libertadores
de Venezuela, condecorado con dos escudos do distinción, General do
brigada de los ejércitos de la misma República, Comandante general del
tercer Departamento do Marina y do la Escuadrado operaciones sobro el
Zulia, &c.
Aprobamos, sancionamos y ratificamos el Tratado de capitulación
quo antecede, y para que conste y tenga el debido cumplí miento, firma-
mos éste en el Cuartel general do Altagracia, á 4 do Agosto de
1823.—13,—El General Jefe do operaciones, MANUEL MANKIQUK.—El
General, Comandante general de la Escuadra, JOSÉ PADILLA.—Jote Ur-
dancta, Secretario.
XV

TRATADO particular que los Comisionados uspafíoles y tic Colombia lian acordado, bajo
cuyas bases queda estipulado el Tratado general en csfcu fecha.

1." Los buques particulares armados en guerra en esta Laguna serán


entregados, en el estado en que so encuentren, al Comandante general de
marina de Colombia, á excepción de la goleta ;; Especuladora," que sin
ningún armamento, con marina y pabellón español, será destinada á
conducir á Cuba al señor General en Jefe del ejército español, con ede-
canes y personas de su elección, con el correspondiente salvo-condncln
para no ser detenido por ningún buque de Colombia.
DE LA. PROVINCIA DE CARTAGENA. 527
2.° El Teniente Coronel José Alaría Delgado so embarcará en esta
goleta por garante español de las personas (pie conduce, y quedara en el
castillo de San Carlos hasta (pie la goleta t : Especuladora " haya salido
de La Barra, desde cuyo momento se le dejará restituirse á su ejército.
3.° E-rte buque con las gentes que transporte estará expedito, y
podrá dar la vela desde que se ratifique este Tratado.
4." Por la ausencia del sofíor General en Jefe, quedará mandando el
Ejército en esta ciudad su segundo el señor Coronel Don Narciso López.
5." El presente Tratado será ratificado y canjeado dentro de 2-1
horas que deberá empozar á cumplirse, según la letra de sus artículos
desde que se ratifique y canjee ; y en í'é de que así lo convenimos y
acordamos, firmamos desde un tenor en Maraeaibo, á 8 do Agosto de
182:).
José Ignacio de Casas,.—Luis López Quintana.—José María .Delgado.—
José Úrdemela.
(Siguen aquí los decretos de aprobación do los Jefes, en los mismos
términos, fechas y sitios en que están extendidos los del Tratado general
que precede á este particular.)
XVI.
RELACIÓN do los buques tomados en la bnlita (le Maraeaibo, en virtud do la Capitula-
ción concluida el 1 de Agosto con el General español Morales.

Goletas. Zulia—Salvadora—Atrevida—Maracaibera, de tres palos.


Faluchos. Resistencia.
Guairos. Pedrito—Vengador—Morales.
Flecheras. Guaireña.
Piraguas. Raya—Félix—María—El Duende—Altagracia—Papelo-
nera—San Francisco—Esperanza (corbeta.)
XVII.
JURAMENTO del General en Jefe del ejercito expedicionario de Costa-firme, Don
Francisco Tomas Morales.

En la ciudad de Maraeaibo, á diez del mes de Agosto de mil ocho-


cientos veinte y tres, el señor Mariscal de campo de los Ejércitos de la
Nación española, Don Francisco Tomas Morales, General en Jefe del de
('osla-firme: en virtud del artículo cuarto do la Capitulación concluida,
ratificada y canjeada cutre su Señoría y los señores Generales de briga-
da de los Ejércitos de la República de Colombia, Manuel Manri-
que, Intendente, Comandante general y Jefe de operaciones en el Depar-
tamento del Zulia, y José Padilla, Comandante general de la Escuadra do
operaciones en el mismo ; ha prestado en mis manos el juramento seña-
lado en el mencionado artículo, con arreglo á ordenanza, por el que se
compromete y sujeta, en caso de infringirlo, á lo estipulado en el artícu-
lo décimo cuarto del sobredicho Tratado de capitulación. Y para su cons-
tancia se extendió esta acta, que firmó en mi compaña, de que certifico.
FRANCISCO TOMAS MORALES.
528 DOCUMENTOS ÏARA LA HISTORIA

José María Delgado, Teniente Coronel do los Ejércitos do la Repú-


blica do Colombia, Comandante del batallón Zulia y comisionado por el
General Comandante general Jefe de operaciones en el Departamento
del Zulia, benemérito Manuel Manrique, para tratar y concluir la Capi-
tulación ratificada y canjeada con el señor Don Francisco Tomas Mora-
les, Mariscal de campo do los Ejércitos españoles y General en Jefe del
do Costa-firmo.
Certifico : quo la firma quo se halla estampada al pié de la acta
que antecede, es aquella quo siempre acostumbra y usa el Señor Maris-
cal de campo de los Ejércitos españoles, Don Francisco Tomas Morales,
General en Jefe del do Costa-firme, el cual ha prestado en mis manos el
juramento a que so refiero la acta; y para que conste firmo éste en el pro-
pio dia, mes y año arriba expuesto.
JOSK HABÍA DELGADO.

xvm
DECHHTO por el cual se conceden honores y distinciones á la Division marítima do
operaciones sobre cl Zulia.

FRANCISCO DE PAULA SANTANDER,


do los Libertadores do Venezuela y Cnndinamarca, condecorado con la
cruz do Boyacá, General do Division y Vicepresidente do la Ropública
encargado del Poder Ejecutivo, &.*
Teniendo en consideración oí importante servicio quo ha hecho á
la República la Division marítima do operaciones en el Zulia, desde que
se introdujo en la laguna do Maracaibo, á favor de una audacia extraor-
dinaria, hasta que las armas do Colombia tomaron posesión do la ciudad
y sus fuertes, particularmente en el glorioso combate naval do 24
de Julio último ; y descando señalar con la debida recompensa un ser-
vicio tan interesante, ho venido, en uso do lus facultades extraordinarias
que me conceden el artículo 128 do la Constitución y la loy de 9 do Oc-
tubre del año XI. en decretar y decreto :
1.° La Division marítima quo ha obrado en el Zulia desdo que forzó
La Barra hasta la ocupación de la ciudad de Maracaibo, es benemérita de
la Patria.
2.° Al Comandante General de dicha Division, General José Padi-
lla, se le concede el uso de una medalla do oro pendiente del lado iz-
quierdo do la casaca, con cinta azul celeste, cou esto lema : Colombia al
General Padilla : año de 1823. La medalla se costeará do los fondos pú-
blicos, y so presentará al agraciado en nombre del Gobierno.
3." A los Oficiales y tripulación de la Escuadra do operaciones en el
Zulia, se les concede el uso de un escudo de metal amarillo ó de seda en
el brazo izquierdo, con esta inscripción : Al valor de la armada de Co-
lombia : año do 1823.
<1.° Los Oficiales obtendrán los ascensos que según sus actuales em-
pleos y las leyes vigentes permitan concedérseles, quo so despacharán
por separado.
DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA. Ô29

5.° Al General Padilla se le señala una pension tic tres mil pesos
anuales sobro su sueldo, durante su vida ; y la tercoru parto de ella á su
viuda ó hijos, después de su muerte.
(>.° A los Joles, Oficiales y tropa do infantería que lian coopérai I o á
las operaciones en cl lago de Maracaiho, alas órdenes del Comandante ge-
neral del Departamento del Zulia, se los conceden los ascensos :jue con-
forme á sus actuales empleos puedan obtener, y cjue sucesivamente ex-
pedirá el Gobierno.
7.° A los Oficialesó individuos de tropa de infantería y caballería,
heridos en los combates tío 17 de Junio y de 21 de Julio, se les concedo
el uso de un escudo en los términos prefijados en el artículo o.", con esta
inscripción : Al valor y constancia : año de 1820.
8.° A las viudas, y en su defocto á los hijos, y en vez de estos á Jos
padres de los oficiales y tropa de infanteria y marina ó tripulaciones de
los buques que hubiesen muerto en los combates que precedieron á la
ocupación do Maracaibo, se les declara el goco de la tercera parte del
sueldo ó pré que disfrutaban sus maridos, padres ó hijos muertos, con-
formo á la ley de 8 de Octubre de 1.821, sin perjuicio do lo que disponga
la ley de montepío militar.
9.° Se pasará este Decreto á la próxima Legislatura para su conoci-
miento y demás efectos que sean de ley.
El Secretario de Estado en los Despachos de Marina y Guerra
queda encargado de su ejecución.
Dado, firmado por mi mano y refrendado por el Secretario do Ma-
rina y Guerra, en el Palacio del Gobierno en Bogotá, á 2 de Scpticmbro
de 1823.—13.
Fiuxcisco i)K PAULA SANTANDHK.
El Secretario de Marina y Guerra, Pedro Dñccño Méndez.

ADICIÓN al Decreto que precede.

En fecha 17 del corriente (Septiembre de 1S23,) ha declarado el


Supremo Poder Ejecutivo que el Comandante general del Departamento
del Zulia, General Manuel Manrique, los Jefes, Oficiales y tropa de ar-
tillería, infantería ó caballería que estuvieron á bordo de la Escuadra en
el combate del 21 de Julio son acreedores á usar el escudo de distinción
concedido en el artículo 7 del Decreto de 2 do Scpticmbro corriente, pu-
blicado en la Gaceta número 100, á los Oficiales y tropa del Ejercito
heridos.
El Secretario do Estado & c , Briccño Mendos.

3d
ADVERTENCIAS IMPORTANTES.
PRIMERA. Las manecillas quo han sido colocadas !cn algunos do los
Documentos insertos en esto Tomo tienen por objeto llamar la atención
do los lectores acerca do algunos hechos, opiniones ó narraciones que me-
recen acentuarse al escribirse la historia. Generalmente las palabras ó
frases puestas entro paréntesis, como sinónimas ó más conocidas, ó para
dar claridad al texto, son del Editor, así como las manecillas do que se
ha hecho mención.
SEGUNDA. De 1res fuentes principales se han tomado los Documen-
tos insertos cuesto Tomo, á saber: la " Biblioteca nacional," á la cual osla
anexa la llamada (! Biblioteca Pineda," el "Archivo del Vircinato de San-
tafé," y los "Archivos nacionales." En el Indico de este volumen se halla-
rán marcados correspondientemente, lo misino que lo fueron cu el pri-
mero, los Documentos respectivos.
TERCERA. Después de insertas las listas de los presos políticos condu-
cidos á Cartagena por el Ejército expedicionario á su entrada en dicha
plaza, de los defensores de ella, y de los que emigraron en Diciembre,
do 1815, las cuales figuran, respectivamente, á los folios 251, 253, 2(5-1 y
siguientes do este segundo Tomo, hemos recogido algunos datos para in-
sertar como insertamos á continuación listas adicionales á las tres princi-
pales ya mencionadas, de modo que hagamos justicia por esto medio á
los que, por haber carecido de conocimiento oportuno, omitimos al formar
las principales.
PUEB08 POLÍTICOS CONDUCIDOS Á CAKTACKXA.

Manuel González, cartagenero. Fué hecho prisionero por los espa-


ñoles en el mes de Octubre do 1815.
Francisco Zambrano, soldado. Desertó de la plassa en los últimos
dias del asedio, presentándose on Cospiquc al General Don Pablo Mori-
llo ; pero como había hecho parto do la fuerza conducida por el Capitán
Sanarrucia á la Inquisición la noche del G do Julio do 1815, so lo re-
dujo á prisión y así so le llevó á la plaza.
Dos hermanos de apellido J?érez) de cuyos nombres uo poseemos
datos: hijos del antiguo coronel del regimiento " Fijo de Cartagena,"
Don José Domingo Pérez, y hermanos de la señora Juana Pérez que casó
con el General Ramon Acevcdo. Ambos jóvenes Pérez fueron fusilados
en Cartagena (plaza do la Merced) en 1SJ(5.
»KI*KNSOl!i:S DK CAUTACKSA IH/KAXTi: Kl. ASKDIO.

Díaz Antonio, venezolano : llegó á ser Capitán de navio.


Escalona Autonio, natural de San Carlos de Valencia—Fué hecho
prisionero á, la entrada do los españoles en la plaza, y condenado á ser-
vir en el Ejército realista.
Espinosa y Qui ros Felipe María, empleado de hacienda.
Forrer Ventura.
Gutiérrez de Piñércz Manuel, momposino, Oficial.
Krcidlcin Jacobo, aloman, Alférez de navio.
Palacio Urquijo Braulio, cartagenero ; llegó ú ser Coronel.
Pardo Lorenzo, cartagenero, Alférez.
Porras Julian, cartagenero, Alférez.
Romay y Campuzauo Manuel, bogotano, Abogado.
ADVEUTESCIA5?. 531

Homero «losé, cartagenero, hijo del Comandante Pedro Homero.''


Homero Sebastian, cartagenero, lujo del mi-mio Comandante.
Calinas Agapito. cartagenero, Teniente.
Sea i*| JO ti a I Jou Gerónimo, tic (.'ali. Fue Teniente Coronel.
Snárox Francisco, cartagenero, Oficial.
i:;!i<;i:\xv!:.: DI: J..\ I·I.AK.V ¡:I. I¡ DI: I)K.II:M»I:I:.

Día/. Antonio, venezolano, Oficial iic marina.


Gutiérrez do Pinero/ Manuel, momposino, Oficial. Pereció junio
eon varios miembros de su familia en la casa fuerte de Darcclona. (Ve-
nezuela.)
Muño/. Dolores, cartagenera ; hija del Doctor Ignacio Muñoz.
Pardo Lorenzo, cartagenero, Alférez.
Palacio Urquijo Braulio, cartagenero, Oficial.
Romero José, cartagenero.
Romero Sebastian, cartagenero.
Romero Tomas, cartagenero.
.Francisca Machado, esposa del Doctor .Ignacio Muño/, cuija del
Comandante Pedro Romero.
Rozo Vargas Juan, bogotano, comerciante.
CUANTA. Condensaremos en seguida algunos dalos tomados de Dio-
grafías y de piezas oficiales autógrafas, que no hemos insertado en esta
obra por sn mucha extension ; datos que se refieren á hechos cumplidos
cnln antigua Provincia do Cartagena.
I. El Capitán Pedro Villapol, venezolano (hijo del Coronel Manuel
Villapol), prisionero en la función de armas de Nech!. que tuvo lugar en
Octubre de 1815, fué remitido, en union do otros prisioneros, por el ven-
cedor Vicente Sánchez Lima, al Cuartel general de Torrecilla, donde fué
fusilado por disposición del General Don Pablo Morillo.
El señor José María Quijano Otero en la Revista que publicó en
esta capital, con ocasión do la fiesta quo tuvo por objeto inaugurar en
Marzo de 1880 el Monumento mandado erigir en recuerdo de los Már-
tires (Huerta de Jaime),dieo : " E l Capitán Pedro Villapol,á la cabeza
de sus heroicos compañeros, cuyos nombres no conservan, ingratos los
contemporáneos, desfila con ellos al banquillo de honor que, en Torreci-
llas, fué alzado el 20 do. Octubre de 1815, llevando en el corazón y en el
ánimo lo mismo que llevaba el 25 de Marzo de 181*1, cuando disputaba
con sus propios compañeros el honor de reemplazar á su padre, el inol-
vidable Coronel Manuel Villapol, que bajó á la tumba y para remontar
al ciclo alcanzó como merecida salva do honor el fragor de San Maleo."
II. El Coronel Salvador Cancino, que fué hecho prisionero de las
tropas españolas en las sabanas del Corozal y conducido al cuartel gene-
ral de Torrecilla en 1815, rindió sn vida en el cadalso que los esbirros
• En las lisia:; principale:-, ùc defensores y e m i g " " ' ^ dcC'ailagcna, expresamos
que el Comandante redro Homero era eni lajcudO, oí lo cual cometimos error, pues di-
cho señor era natural de ¡Matanzas, en la isla de (.'liba, y minió en los Cayo.-. (N.dcl E.)
'-•• En la )¡Mr. de emigrantes de Cariaren:: u ;i{:¡na 2W de c-Mc Tomo) figuro indebi-
damente el Doctor Pedro Gual, quien no pasó el M'ÍÍO en Cartagena. Hacemos esta rec-
tificación en obsequio de la verdad histórica. (N. del E.)
532 ADVERTENCIAS.

do Fernando V I I lo prepararon on la plaza do Cartagena on oi siguionto


año do 1816.
I I I . Eu la biografía del ínclito General José María Córdova, que el
señor Federico Jaramillo Córdova publicó en 1S7(¡, en la página 6
expone :
" Cuando se hubo celebrado el armi.sl.icio, Córdova fue de paseo á
" Cartagena, en dondo el Comandante general Torres (Don Gabriel de
u
Torres), haciendo gala y alarde de la disciplina de sus lujosos batallones,
"ordenó ovolucionar en presencia de su huésped antioqueño al batallón
" (regimiento) do Leon. Era en efecto deslumbrador el espectáculo, por
" s u equipo, su lujo, y la rapide/, de sus evoluciones ; mientras que ios
"patriotas maniobraban desnudos,)' aveces hambrientos y sin ración.
" —Qué lo parece al valeroso Coronel Córdova la evolución y táctica
" do mis batallones ? le preguntó el Jefe español.
" —Dignos do mejor suerte, General.
" —lío oido la fama, lo dijo Torres, del magnífico batallón quo us-
" ted manda ; cuál es su sistema ?
" —Él no evoluciono- tan diestramente como el de Leon, pero cn-
" tiende y ejecuta perfectamente cargando a l a bayonota "
IV. Según una nota oficial del Intendente del Magdalena, Doctor
Henrique Rodríguez, dirigida en 10 do Jimio de 1822 al Secretario do
Estado y del Despacho do Hacienda, el Sargento Mayor del batallón 1.°
do Antioquia, Carlos Robledo, fué uno do lo.s rellenes que siguieron á
Cuba con las tropas españolas que en Octubre de 1821, y á virtud de ca-
pitulación, evacuaron la plaza de Cartagena.
V. En la Revista citada del señor José María Quijano Otero, ha-
blando do los asesinatos cometidos por los españoles después del triunfo
quo alcanzaron en Chima en Scpticmbro de 1815, dice:
" Allá on Montería, en una casi desconocida islita, mi alma presen-
cia la horrible escena ocurrida al anochecer del 27 do Scpticmbro de 1815.
El Coronel Feliciano Otero, quo así había lucido antes en el desempeño
de la Gobernación dolos Llanos (Casanarc), como más tardo en la defensa
del " Banco" y e n la tomado "Tenerife"; y los capitanesFd'qxiMadrid
y Juan Nepomuccno Jiujo, quo eran esperanza de la Patria, luego que fué
tomada y robada la sumado y 80,000 que, como auxilio, enviaba Cun-
dinamarca á Cartagena, para atender ¡í los gastos en aquel inolvidable
sitio en que los pechos de sus hijos fueron mejor baluarte que los lienzos
de sus murallas, fueron asesinados por un Sargento estúpido, abandona-
dos en la isleta sin tener para ellos ni la misericordia de despenarlos; y
al anochecer, la escolla siguió su camino oyendo todavía los gritos de las
víctimas, que solo reclamaban por compasión la de dejarlos bien muertos.
El Comandante de la partida, Julian liayor, hizo juzgar al Sargento no
por asesino, sino porque, á fuer de ladrón, robó alguna parte de las onzas
quo lo hubieran podido corresponder on la. partija.
"Mucho más que el oro allí lomado, para lo cual autorizaba la guerra,
valia la sangre do aquellos mártires, (pie en sus declaraciones hacen
constar quo no lamentan la vida sino á imposibilidad de seguir luchando
por la Patria. (Expediente orif/inal.)"
ADVERTENCIAS. 538
VI. Como muchos ele los que so hau consagrado á escribir algo sobre
la historia do este pais han considerado al Señor Doctor Don Miguel Días
Graitádos,no como hijo do Santa Marta, sino como natural do Cartagena
do Indias, porque residió algunos años en dicha plaza, después que coronó
en Sanfafé su carrera literaria, y porque figuró en todos los actos oficia-
les más notables que .se verificaron en la Provincia de Cartagena en la
época do su transformación política, hasta rendir como rindió su vida, en
asocio de ocho Mártires más, el 21 de Febrero do 1SKJ, insertamos en
seguida, con la ortografía del documento de que la copiamos, la FarÜda
de bautismo del expresado Procer.
" Don Domingo Joso Dia/. Granados Presvitcro Cura Rector de
esta S. Iglecia Catedral de Santa Maria, Examinador Sinodal de este
Obispado y en ella Juez Oficial Eclcciastico por el Iluslrisimo Señor
Doctor Don Francisco Navarro y Ascvcdo Dignísimo Obispo de esta
Dioscsis &." Certifico que en uno de los Libros donde so asientan las
Partidas do Bautismo de hijos de Espartóles, abuclta de foxas dos, y tres
se halla una cuyo tenor á la letra es como sigue:
"En esta ciudad de Santa Marta á primero de Octubre de mil setc-
" sienlos setenta y dos años en la S. Iglecia de N. S. P. S. Francisco que
"sirve de Parroquia certifico que el Señor Don Jose Joaquin Merino,
" Arcediano Dignidad de esta S. Iglecia bautisó á un Niño que nació el
" dia treinta do Septiembre de este año, hijo de Don Gabriel Diaz Gra-
" uados, y de Doña Isabel Agustina Ñuños Dabila y Mozo legítimamente
"casados parroq. de ella naturales de esta Ciudad, que actual viven,
" y havi tan en ella al cual fue puesto por nombro Miguel José. Fue, Pa-
d r i n o el Teniente de Infantería do esta Plaza Don Juan Nuñcs Avila
" (sic) y Mozo. Abuelos Paternos Don Jose Diaz Granados líegidor Al-
" feres Heal de esta Ciudad, y Doña Cecilia Nuñcs Velasquez de Quero;
" y Maternos Don Francisco Nuñes Avila (sic) Subteniente do una do
" las compañías do esta Plaza y Doña Ana Tcreza Mozo de la Torre. Y
'•'para que conste yo Don Domingo Joso Diaz Granados Presvitcro Cura
" do dicha S. Iglecia lo firmo en dicho dia mes, y año.—Domingo Joso
" Diaz Granados."
"La qual dicha Partida va bien y fielmente sacada de su original á
que me remito y á pedimento do parte legitima doy la presente que firmo
en esta Ciudad de Santa Marta á veinte de Enero de mil setecientos ochenta
y quatro años.—Domingo Jose Diaz Granados."
APÉNDICE.
P R E S I D E N T E S , V I R E Y E S Y CAPITANES G E N E R A L E S
-:
QUE HA HABIDO EN" EL NUEVO KEIXO DE CHANADA.

1. Don Alonso Luis lio Lugo, primer Gobernador del Nuevo Reino
por sucesión de su padre Don Pedro Fernando/, do Lugo en capitula-
ción de la conquista de él, y murió ¡míos do concluirse.
•2. El Licenciado Miguel Diez «le Armondari/., natural do Navarra,
colegial mayor de Salamanca, nombrado Visitador el año de 1517, fué
separado y remitido preso á España por el Licenciado Montano, Visita-
dor en 1551.
o. El Licenciado Juan de Montano, cuyo propio apellido era Lava-
do, natural de Ayamonto, Relator de ia Cliancillería de Valladolid, nom-
brado para residenciar al Licenciado Armondari/. y si los Oidores do
Sanfcafé, donde ejecutó tales atrocidades, que el año de .155S fué remitido
preso á España, y justificados sus delitos, corlada la cabeza en Valladolid.
4. El .Doctor Andres Día/. Venero de Lciva, primer Presidente.
Ouando se fundó la Audiencia el año de 1564, pasó siendo Contador de
la Contaduría mayor de Castilla por Fiscal de ella, redujo los indios á
pueblos, fabricó más de 400 iglesias, hi/.o ordenanzas para el Gobierno, y
para las minas de oro y de esmeraldas abrió caminos, construyó puentes,
introdujo recuas para aliviará los indios del trabajo de cargar, estable-
ció misioneros para convertirlos á la fe, dispuso el régimen de la Au-
diencia y do la Real Hacienda, y en fin fué el fundador do un Gobierno
civil, sabio y arreglado en todo, por lo cual le llamaban todos padre. Vol-
vió á Espafta destinado á una plaza del Consejo de Indias el año do 1574.
5. El Licenciado Francisco Rriccño pasó de Prcsidento do Guatema-
la á serlo do Santafé el año de 1575, siguió los acertados pasos de su
antecesor, pero duró su gobierno muy poco, pues murió el mismo año.
0. Don Lope Diez de Armendariz, cuarto señor do Cadcrcita, tercer
Prcsidcnto Gobernador y Capitán general promovido de la Presidencia
do Charcas el año de 1578, fué suspendido del empleo por un Juez Visi-
tador el año de 1585, en epic murió.
7. El Doctor Don Antonio González, del Consejo de Indias, cuarto
Presidente Gobernador y Capitán general, entró con diferentes comisio-
nes el año de 1590, gobernó siete años y haciendo dejación se volvió á
España.
8. Don Francisco de Sande, caballero del orden de Santiago, entró
en Sanlafé el año de 1597 promovido de la Presidencia de Guatemala ;
era natural de Càceres, tan justiciero, (pie lo llamaban el J)oclor Sangre,
en ve/, do Sande ; tuvo muchas diferencias con el Arzobispo Don Rarto-
Jomé Lobo Guerrero, que motivaron á enviar por Juez de residencia al
Doctor Sa I ¡orna, que por haber dicho el Presidente que lo habia sobor-
nado, lo emplazó al tiempo de morir de enfermedad quo lo sobrevino
luego, y en efecto, lo siguió denl.ro de muy pocos dias, cuando .--c cum-
plió el que habia señalado.

" Como lo ofrecimos en el Prólogo de esta obra, inseríanlo*, pava terminarla, los
dalos estadísticos que hemos lomado del Diccionario del señor Alcedo, El historiador y el
Cronisla deben consultar á esto respecto las lislns de los Mandatarios insertasen los Anule*
Diplomático* y c» el Diccionarioijvo'jrújicudel Sr. Joaquín Esguerra Orli/..—(K. «leí 12.)
AP1ÎSDICE. 535

9. El Licenciado Don Ñuño Núilcz do Villavicencio, proveído en la


Presidencia de Charcas y Visitador de la Audiencia de Santafc, con Cé-
dula real para presidirla ; tomó posesión el año de 1605. murió do un
accidente el de 1607.
10. Don Juan do Borja, natural de Valencia, caballero del orden de
Santiago, hijo natural de Don Fernando do Borja, ol tuerto, Comenda-
dor de Castellar en la orden de Alcántara, hijo legitimo de San Francis-
co do Borja, Duque tic Gandía ; filó el primer Presidente de capa y es-
pada : entró en Santaf»- el año de 1005, gobernó veinte y dos años con
gran crédito, v habiendo hecho cosa* do mucha utilidad, murió el año
de 1623.
11. Don Sancho Girón, Marques de Soí'raga, Comendador de la Pe-
raleda en la orden de Alcántara, natura) de Talavera ; era Corregidor de
Burgos cuando fue nombrado por octavo Presidente de Santafc, donde
entró el afio de 1630 y murió el de 1635.
12. Don Martin de Saavcdray Guzman, caballero del orden de Cala-
trava, natural do Còrdova, Baron de Prado, señor de las villas de Carosi-
llo y Lacosta ; había sido Presidente de Varí y Trany en Italia, y con-
traído distinguidos servicios ó méritos en la carrera militar. Entró en
Santafc el año de 1637, y después de una dilatada y enredosa residencia
do que salió bien, volvió á Madrid.
13. Don Juan Fernande/, de Còrdova y Coalla, caballero del orden
de Santiago, Marqués de Miranda do Anta, señor del Colmenar, gentil-
hombre de boca de S. M., mayordomo del Príncipe Don Baltazar Carlos
de Austria ; era natural de Málaga, fué Comandante general do Ceuta y
promovido á Presidente de Santafc el año do 16-15, donde gobernó casi
ocho años con tanto aplauso por su agrado, piedad, cortesanía y puntua-
lidad en cumplir su palabra, que habiendo pedido licencia al Rey para
venirse á España, ofreció aquel Reino un donativo porque no se le con-
cediese, pero sin efecto, pues dejó el gobierno el año de 1652.
14. Don Dionisio Pérez Manrique, caballero del orden de Santiago,
colegial en el Colegio de los Manriques de Alcalá, Rector de su Univer-
sidad, Oidor de Lima, Presidente de Charcas y de Quilo, y últimamente
del Nuevo Reino de Granada ; entró en Sanlafé el año de 1654 : era na-
tural de Tarazona en Aragon ; á poco más de cuatro años fie su presi-
dencia entró por Visitador el Licenciado Cornejo, á quien suspendió del
uso de su comisión el año do 1660, lo cual desaprobó el Rey, y lo mandó
traer preso el de 1662.
15. Don Diego de Egües y Beaumont, caballero del orden de San-
tiago, nació en Sevilla, fué paje del Rey, Corregidor do Cochabamba en
el Perú, Capitán de infantería. Almirante general de la ilota de Nueva
España, Gobernador general interino do la Armada, Consejero de Esta-
do y de la Contaduría mayor de hacienda, y con retención de esta pla/.a,
destinado á Presidente de Santafc, donde entró el referido año de .1.662,
murió el de 1601.
.1.6. El Doctor Don Diego del Corro Carrascal, Presidente Goberna-
dor y Capitán general por nombramiento del Presidente de .Indias. Con-
de de Peñaranda, uno de los del Consejo de Gobierno en la menor edad
de Carlos 11. Era natural ele la Fuente de Cintos <m Extremadura, cole-
gial del Colegio de Alaeso Rodrigo en Sevilla, Inquisidor de Cartagena
536 APÉNDICE.

de Indias, despues de Mexico, con comisión de Visitador de este Tribu-


nal, y últimamente Presidenta de Santafécl año de 1666; fué promovido
ú la de Quito cl de 1G67.
17. Don Diego de Villalva y Toledo, caballero del orden de Santia-
go, señor de la villa de Santa Cruz de Pinares, Gentil-hombre de Cámara
del Señor Don Juan do Austria y su Mayordomo ; había servido al Key
más de cuarenta años desde soldado, Capitán, Maestro de campo, Sargen-
to general de batalla, Gcnoial do la artillería, Gobernador do la . Habana
y últimamente Presidente, Gobernador y Capitán general del Nuevo
Reino do Granada, donde entró el año de 16(57 ; gobernó poco, pues lle-
gando varias quejas do sus procederes y los de dos Oidores y el Fiscal,
se dio comisión al Obispo de Popayan para suspenderlo el de 1671.
18. El Doctor Don Melchor de Liñan y Cisnéros, natural do la
Villa de Tordelaguna, estudió en Alcalá, fué colegial, Doctor en teología,
opositor á cátedras y á curatos, en que ganó por oposición el de Santa
María de Buitrago, el de Tordelaguna y el de la parroquia de San Sal-
vador de Madrid, Calificador del Santo Oficio, presentado para Obispo de
Santa Marta, promovido al de Popayan, nombrado por Visitador y Pre-
sidente y Capitán general del Nuevo Reino el año do 1671 hasta el de
1674, que pasó al Arzobispado de Charcas.
19. Don Gil de Cabrera y üávalos, del orden do Calatrava, natural
de Lima.
20. El Doctor Don Alvaro do Ibarra, natural de Lima, colegial del
Colegio de San Martin de esta ciudad, Fiscal de la Audiencia de Chile,
Inquisidor apostólico de Lima, Oidor decano de la Audiencia de Quito,
Presidente interino do ella, Visitador do la de la ciudad de los Ke}'cs,
Obispo electo de Trujillo, siendo Presidente del Nuevo Reino de Granada.
21. El Doctor Don Nicolas de las Infantas y Vcnégas, del óvdcn do
Santiago, natural de Lima, Fiscal, Inquisidor y Visitador en su Tribu-
nal y lical Audiencia de México, Presidente de la do Quito; y antes do
tomar posesión promovido al Nuevo Reino do Granada : murió en la tem-
prana edad de 34 años, sintiendo todos su muerte por su gran talento y
literatura.
22. Don Francisco Cossio, que se hallaba do Arzobispo de aquel
llcino, fué nombrado Presidente interino por muerte del antecesor.
23. Don Fray Francisco del Rincón, religioso del orden de Míni-
mos do San Francisco do Paula; siendo Arzobispo fue nombrado Presi-
dente Gobernador y Capitán general del Reino al mismo tiempo hasta
el año de 1718. .
24. Don Jorge de Villalonga, Conde de la Cueva, caballero del
orden de San Juan, Teniente general de los Reales ejércitos, (píese ha-
llaba sirviendo el empleo do General de las armas del Perú en el Callao,
y fué de primer Virey del Nuevo Reino do Granada, cuando se estable-
ció el Viroinalo, á cuyo efecto pasó Don Antonio do la Pedresa, del Con-
sejo do Indias, entró en Sanlafé el año de 1719 y habiendo á. poco tiem-
po hecho dejación, se le concedió licencia el de 1721. para volver á Es-
paña, extinguiéndose el Viroinalo, que quedó olía vez en Presidencia, pa-
sando á ella
25. Don Diego do Córdova Laso do la Vega, ontró á tomar pose-
APÉNDICE. 537

sion el año tic 1722 y gobornó hasta el do 1730 quo volvió á España,
sucediéndolc
26. Don Rafael do Eslava, Coronel do infantería y primer Tenien-
te del Regimiento do guardias españolas de infantería, pasó do Goberna-
dor de Valdivia el do 1731 hasta ol año de 1736, que murió.
27. Don Antonio González Manrique, Coronel de infantería, caba-
llero del orden de Santiago, Gentil-liombro de Cámara de S. M., tomó
posesión de la Presidencia el año tic 1737 y la ejerció muy poco tiempo,
porque se volvió á restablecer el Vireinato. nombrándose para élá
28. Don Sebastian de Eslaba, Señor de Egnillor, caballero del orden
de Santiago, Comendador de Fuente del Emperador en la de Calatrava,
Teniente general de los Reales ejércitos, Genlil-liombre de Manga del
Infante Don Felipe, hombre de mucho mérito y crédito que había servi-
do hasta llegar á Capitán en el Regimiento de Guardias españolas, luego
de Coronel en los do Asturias y Castilla. Llegó á Cartagena el año de
1739, y con motivo de haber declarado la guerra los ingleses, se mantu-
vo en aquella plaza sin pasar ú Saulaie y la defendió cuando la sitiaron
aquéllos el de 1711 ; volvió á España condecorado con el grado de Capi-
tán general do ejército el do 1749.
29. Frcy Don Joseph Alfonzo Pissarro, Marqués del Villar, caballe-
ro del orden de San Juan, Teniente general de la Real Armada, entró en
Santafé el año de 1750 y ejerció el Vireinato hasta el de 1753, que hizo
dimisión y volvió á España.
30. Don Joseph do Solis Folch do Cardona, caballero del orden de
Montesa, Mariscal do campo do los Reales ejércitos, Alférez de la Com-
pañía española do Reales guardias de Corps, entró en Santafé y tomó
posesión del Vireinato en 1753, ejerciéndolo cerca do ocho años hasta el
do 1761, que llegó el sucesor, y al instante entró do religioso lego descalzo
en el Convento do San Francisco.
31. Frey Don Pedro Mcsía de la Cerda, Marqués de la Vega do
Armijo, Bailío del orden de San Juan, Teniente general do la Real Ar-
mada, entró en Santafé el año do 1761 y gobernó con sumo acierto hasta
el de 1771, que volvió á España.
32. Don Manuel Guirior, caballero del orden de San Juan, Tenien-
te general do la Real Armada, Gentil-hombre de Cámara de S. M., go-
bernó con gránelo acierto y aplauso de todo aquel Reino que por su bon-
dad y justificación lo miraban como á padre desde el referido año hasta
el de .1.775, que pasó al Vireinato del Perú.
33. Don Manuel Antonio do Flórcz. Comendador de Lopcra en la
orden do Santiago, Teniente! general de la Real Armada, Gentil-hombre
do Cámara de S. M., ejerció el Vireinato desdo (pro salió su antecesor
hasta el año de 17S3, que obtuvo licencia para volverse á España, entro-
jando el gobierno á
31. Don Antonio Caballero y Góngora, Arzobispo de aquella Sania
Iglesia metropolitana, cuyas cualidades, acreditadas en el ejercicio de esta
dignidad, lo hicieron acreedor á que el Rey rcunieso en su persona ambas
jurisdicciones con quo (wlnalnicnlc gobierna.
538 APÉNDICE.

CARTAGENA.
Provincia y Gobierno del Reino de Tierrafirme,en la jurisdicción
del Nuevo Reino de Granada : confina por el Norlo con el mar ; por el
Sur con la Provincia de Antioquia ; por el Este con la Provincia y Go-
bierno de Santa Marta, do quien la divide el rio grande do la Magdalena;
v por el Oeste con la del Daricn, separándolas el rio de San Juan : liriu:
do largo 100 leguas N. E, S- O, y 80 de ancho E.O. Descubrióla ttudri-
go Bastidas el añudo 1520, y la conquistó el Adelantado Pedro de He-
redia, á costa de muchos combates, porque sus naturales eran valerosos
y guerreros : este pais es de temperamento muy cálido y húmedo, lleno
de montes y bosques, y hacia la partedelNorte pantanoso arenisco y lleno
de estanques del mar, por ser muy bajo el terreno ; pero al mismo tiem-
po fértil y abundante en maia. legumbres y frutas, como también de ga-
nados, do cuyos cueros y sebo hacen mucho comercio : sus montes pro-
ducen excelentes maderas, y el célebre palo de tinte de tan buena cali-
dad como el de campeche, y abundancia de excelentes resinas, bálsamos
y yerbas medicinales : hay en ellos muchas especies de animales y aves
muy raros y culebras de diferentes géneros ; entre los primeros son sin-
gulares el ;;<?Hco ligero, llamado así por antonomasia, do la figura do un
gato, y tan pesado que para andar veinte pasos gasta una hora ; el ma-
priïilo, del tamaño de un perrito faldero de color blanco muy hermoso,
cuyas armas para defenderse de los demás animales y deque lo cojan os
tirar una ventosidad quo atolondra al quo va á él, y le da tiempo de in-
ternarse en el bosque. También produce esta Provincia añil, carey y
algodón, algun cacao de excelente calidad en el rio de la Magdalena :
estaba muy poblada do indios en tiempo de su gentilidad., que hoy se
lian reducido á un número cortísimo : la riegan varios ríos, poro los de
más consideración son el Grando de la Magdalena y el de San Juan ó
Atrato ; ambos navegables y en que abundan Jos caimanes, tortugas y
multitud de peces. Contiene el Distrito de su jurisdicción 83 poblaciones,
de las cuales hay 2 ciudades, 7 villas y 00 pueblos en que habitan 50,233
personas blancas, 13,993 indios y 7,770 entre negros y mulatos esclavos,
según la numeración del Fiscal de la Real Audiencia do Santafé, Don
Francisco Moreno y Escandon el año de 1770

La capital es ciudad grando, hermosa y de muy buenos edificios,


fundada por Pedro do Heredia, el año de 1533, á orillas de una gran
bahía, muy cómoda, que tiene más de dos leguas do largo : llamóse Oa-
iamari en tiempo de los indios, que significa en su idioma tierra do oni-
grrjos, por los muchos que hay en ella : está situada en una isla arenosa
que, formando un paso estrecho, da comunicación á la parle que llaman
Tiorrabomba ; por el Levante so comunica por mi puente de madera con
el arrabal llamado Xiximaní, que eslá en otra lis'n, y se da la mano con
el Continente, por otro puente de madera semejante al primero. Está
bien fortificada y reside en ella un Gobernador con título de ('apilan
general, dependiente del Virey de Santafé, habiendo sido independiente
hasta el año de 1739 : además del recinlo y bastiones de la plaza, I ¡ene
una média luna que defiende la Puerta de tierra, y á poca distancia ol
ADÍNCICE. 539

castillo de San Felipe do Barajas, situado en una eminencia, y por la


parte de la bahía los castillos de San Luis, Santa Cruz, Castillo viejo,
San Josc, San Felipe y cl Pastelillo, que reedificó ú la moderna el año
de 1754 el Teniente general Don Ignacio de Sala, con los nombres do
San Fernando, San José, El Ángel y el Pastelillo. La iglesia Catedral
os magnífica, en quo so incluye la parroquia del Sagrario, y tiene ade-
más do ésta otras «los llamadas la Trinidad y Sanio Toribio : conventos
de religiosos do San francisco, Santo Domingo, San Agustín, líecolee-
oiüli do San Diego, La Merced y San Juan de Dios, que es lio.spit-.il, y
en lo alio de un monte muy elevado, extramuros de la ciudad, distante un
cuarto do legua, el do Agustinos descalzos, llamado de Nuestra Señora
de La Popa, á quien saludan y rezan una salve lodas las embarcaciones
cuando lo descubren, colegio quo fué do los regularos do la extinguida
Compañía, de magnífica arquitectura ; y dos monasterios de religiosas,
uno de Santa Clara, observantes de la Jlogla de San Francisco y el otro
de Carmelitas descalzas. Casi á la misma distancia tiene fuera de la
ciudad el hospital de San Lázaro para leprosos, cuya enfermedad es en-
démica del pais. Tiene también Tribunal de la Inquisición, establecido el
año do 1610, y es uno do los tros que hay en la América, igualándose en
esto con las metrópolis do Lima y México. Es cabeza de obispado, origi-
do el año de 1534 por la Santidad de Clemente VIL La bahía es abun-
dante de peces de varias especies, pero infestada de lobos marinos : en
ella esperaban los Galconr que iban do España, la noticia de la llegada
del comercio del Perú •'• .Panamá, para pasar á Portobclo á celebrar la
feria, y después de o .ícluida volvían á ella para hacer las provisiones y
emprender el viaje do regreso á la Habana. El clima : dc esta ciudad es
muy cálido ; desdo Mayo hasta Noviembre, que es el invierno, los truc-
nos, las lluvias y tempestades son muy repetidas ; pero do osla incomo-
didad sacan el fruto do llenar las cisternas que llaman aljibes, y es la
única agua que se bebe, por lo cual lo tienen lodas las casas. Dosdo Di-
ciembre hasta Abril, que es el verano, 'hace un calor tan excesivo que
ocasiona un continuo sudor, que debilita los cuerpos y tiene los semblan-
tes pálidos y descarnados; y sin embargo sus naturales gozan buena
salud, y es muy común pasar las gentes de 80 años: la extrañeza do este
clima produco varias enfermedades terribles, como el vómito negro, quo
es más común en los forasteros y gente de mar, de que escapan pocos;
pero al que sale de él no le repite; la lepra ó mal de San Lázaro; la
culebrilla, que es un insecto quo se cria entre los tegumentos y causa un
tumor que suele terminar en gangrena, y ol pasmo ó convulsiones. Tiene
además de estas incomodidades la de varios insectos que abundan en las
casas, como cucarachas, niguas, alacranes, ciempiés y murciélagos. .Los
árboles más grandes son el caobo, cedro, maria y árbol do bálsamo: dol
primero hacen las canoas de una sola pieza para el tráfico y la pesca: el
cedro encarnado es mejor que el blanquizco, y los dos últimos, además de
la madera, que es compacta, olorosa y de bello encarnado; destilan el
bálsamo admirable que llaman aceite de María y bálsamo dcTohi: hay
también tamarindos, nísperos, zapólos, papayas, guamas, cañafíslolos y
manzanillos, (pío producen frutas delicadas y gustosas, y ol del último es
venenoso, de modo que muchos ignorant'.!:; so engañan al ver unas man-
zanas pequeñas Jan hermosa;; y se hinchan luego que las han comido.
540 ArÍNDiOE.

y algunos durmiendo á la sombra de él, sieudo el antídoto el aceite


tomado interior y exteriormente. El trigo y la cebada no son conocidos
allí, y abunda en su lugar el maiz y el arroz, de que hacen bollos, y es el
pan de la gente común, y mucho más el de cazare, quo son unas*tortas
hechas do raíz de yuca, de ñame ó de moniato: tiene también una can-
tidad grande de árboles do algodón. Esta ciudad tiene por armas una
cruz verdo en campo de oro y dos leones rapantes á los huios. Fué sa-
queada el año de 159o por el corsario Roberto Baa!; el d" lófcií» por
Francisco Drack, -veinte y tres años después de haberse fortificado, y no
de su fundación, como dice Mr. La Marlinicre; y el de 1(50;') por Mr.
Ducasc, auxiliado de los aventureros ó filibusteros que robaron cuanto
había en ella; y habiendo hecho extraordinario sentimiento sus vecinos
por el magnífico sepulcro de plata que tenían para depositar el viernes
santo el cuerpo de Cristo, mereció de la generosidad ele Luis XIV que
se lo mandase restituir. Los ingleses, á las órdenes del Almirante \Yer-
non y del General Wembort (sic) la sitiaron el año de 17-10, arruinando
sus castillos y bombardeando la ciudad sin poderla tomar, porque la defen-
dieron gloriosamente el Vircy Don Sebastian de Eslava y Don Blas de
Lczo, Tenientes generales de mar y tierra, que les hicieron abandonar
la empresa precipitadamente con muchas perdidas. Es el único paraje do
América en que hay moneda efectiva de un cuartillo de plata: su vecin-
dario se compone do 9,1(50 almas do comunión; ha sido patria de muchas
personas celebres, como son:
Don Agustín Sarmiento do Sotomayor, del Orden de Santiago,
Vizconde del Portillo.
Don Andres do Ja Vega, Catedrático de Salamanca, insigne Ju-
rista.
Fray Carlos de Melgarejo, religioso dominico, insigne predicador
y de vida muy ajustada.
Don Gaspar de Cuba y Arce, colegial mayor de San Marcos do
Lima, Oidor de Chile.
Don Gonzalo do Herrera, Marques do Villalta, Gobernador de An-
tioquia.
Don Gregorio Castellar y Mantilla, Gobernador do Cumaná y Go.
ncral de la Armada de la guardia de costas de Cartagena.
Don Joseph de Paredes, Capitán de infantería, caballero del Orden
de Santiago.
Fray Joseph Pacheco, del Orden de San Agustín, maestro, Visita-
dor y Vicario general en su Provincia del Nuevo Peino.
El Padre Joseph de Urbiiia, de Ja extinguida Compañía, Hector del
Colegio do Santafé.
Don Juan Fernández Kosillo. Dean de la iglesia de su patria, Obis-
po do Vcrapaz y de Mcchoacán.
Fray Juan Percira, religioso dominico.
Don Lopo Duque Estrada, caballero del Orden de Santiago.
Está en 302 grados 10 minutos de longitud, y 10 grados 30 minu-
tos do latitud bor.
APÉNDICE. 541

OBISPOS QUE HA HABIDO EN CARTAGENA.

1. Don Pray Tomas del Toro, religioso del Orden de Santo Domin-
go, electo por primer Obispo el año do 1532; pero habiendo ido á Tala-
vera su patria, murió allí antes de consagrarse.
2. Don Fray Gerónimo tic Louisa, religioso dominico, acreditado
por su virtud, talento y esperiencia (pie tenia de las Indias, fue electo
en lugar del antecedente: ¿o consagró cu Valladolid, y erigió allí en ca-
tedral su iglesia el año de 153S, el mismo en quo entró en Cartagena,
de donde pasó promovido al Arzobispado de Lima, el de 1512.
J3. Don Fray Francisco de Santamaría y Renavídcs, del Orden do
San Gerónimo en el Monasterio Real de Guadalupe, de la ilustro fami-
lia de los marqueses do Fromcsta: estando sirviendo al Emperador en
Flándes, entró religioso, y fue electo Obispo de Cartagona el año do
1543: en su tiempo saquearon dos corsarios franceses la ciudad, conduci-
dos del piloto español Alonzo Vcxincs, en venganza de haberle dado
azotes, y maltrataron al Obispo, que también tuvo la desgracia de un in-
cendio en quo se quemó la ciudad el año de 1551, y el de 1554 salió
promovido ú la iglesia do Mondoñcdo, en Galicia, succdiéndolo cu
Cartagena,
4. Don Fray Gregorio de Betcta, religioso dominico, hijo del con-
vento do Salamanca, y uno de los vciute que fueron al Nuevo Reino de
Granada, de dondo pasó á México á la conversion de los indios, y luego
con el mismo destino á las Provincias de Santa Marta, Urabá y Cartago-
na; y hallándose de Cura doctrinero en uno de sus pueblos, recibió la
Cédula de presentación á este Obispado en 1555, y aunquo resistió el ad-
mitirlo, lo precisaron los clamores do todos y las persuasiones del Vica-
rio general do su religion, y empezó sí gobernar sin consagrarse; pero
lleno de escrúpulos, hizo renuncia, y no habiéndoselo admitido, so vino á
España y pasó á Roma, donde tres leguas antes recibió la .Bula do Su
Santidad, mandándole seguir en su Obispado, de quo quedó (an sentido,
que no quiso entrar en aquella capital, y volviendo á embarcarse, pasó
á la Florida á reducir infieles, con cuyo objeto volvió á España para so-
licitar nuevamente su renuncia, y cansado de sus peregrinaciones y mu-
cha edad, murió en su convento de Toledo el año do 15u'2.
5. Don Juan do Simancas, natural de Còrdova, colegial de San d e -
mento do Bolonia; entró el año de 1500, pasó á consagrarse á Santafé,
y á su regreso tuvo el sentimiento de que saquearon unos corsarios fran-
ceses el arrabal de Xiximani y lo repitieron si año siguiente do .15**1,
cuyas desgracias recompensó la Providencia con el gusto do haber llega-
do á Cartagena San Luis Beltran con fray Luis Vero y el Obispo de
Popayan Don Fray Agustín Corana, varón de insigne virtud; y el Obis-
po, después de haber gobernado diez años su iglesia, mal hallado con el
temperamento caloroso do aquella ciudad, la dejó sin licencia y se vino á
su patria, donde murió el año de 1570.
ti. Don Fray Luis Zapata de Cárdenas, del Orden de San Francisco,
natural de Llcrcna en Extremadura, tercer Comisario general do Indias
por su religion, electo Obispo el año de 1570, promovido al Arzobispado
do Sautafc untes do salir do España, y en su lugar,
542 ADÍN'DIClü.

7. Don Fray Juan de Vivero, religioso del Orden de San Agustín,


natural de Valladolid; pasó á America, fue Prior de su convenio do Li-
ma, fundador dol de Cuzco, electo Obispo, que renunció, ni tampoco
(pu'so admitir el Arzobispado de Charca.*, á (pie fue presentado: murió en
Toledo.
8. Don Fray Dionisio de los Santos, del Orden do Simio Domingo,
Prior do su convento de Granada, y Provincial do la Provincia de An-
dalucía, electo el año de 1573, murió el de 1578.
9. Don Fray Juan do Montalvo, del mismo Orden de Santo Domin-
go, natural de Arévalo: electo Obispo, entró en Cartagena el :ifio de
1579, ¡lasó á Santafó al Sínodo que celebró su Arzobispo, y en el do
1586 experimentó la desgracia de ver saqueada, robada y destruida la
ciudad por Francisco Drack, de cuya calamidad so afligió tanto de ver
quo no tenia con qué socorrer á sus pobres, que enfermó y murió el mis-
mo año.
10. Don Fray Diego Osorio, del mismo Orden do Santo Domingo;
pasó á Cartagena de religioso, de allí ¡i Lima y Nueva España, donde re-
cibió la Cédula de presentación para esto Obispado el año do 1587, quo
no quiso admitir, y murió el do 1579 en México.
11. Don Fray Antonio de Hervías, también religioso dominico, co-
legial de San Gregorio do Valladolid, su patria, donde había leído artes,
pasó al Perú y fué catedrático do Prima que tuvo la Universidad de Li-
ma; fué Regente do estudios, Calificador del Santo oficio, Vicario gene-
do la Provincia do Quito; y presentado para el obispado do Arequipa,
luego do Vcrapaz y últimamente de Cartagena, donde murió el año
do 1590.
12. Don Fray Pedro de Arévalo, monjo del Orden de San Geróni-
mo: so consagró en España y renunció el Obispado ¡hites do pasar á él.
13. Don Fray Juan de Ladrada, religioso dominico, natural de Gra-
nada; fué cura doctrinero do indios en los pueblos de Suesca y de Bogo-
tá, Vicario general do su religion en el Nuevo Peino do Granada, Lec-
tor do sagrada escritura y teología en Santafé: entró consagrado Obispo
en Cartagena el año de 1596; reedificó la catedral; estableció monacillos
y cuatro capellanes do coro; doló renias paru que cuando salga el San-
tísimo lleven los sacerdotes el palio; ayudó á la fundación del Colegio
do los Regulares de la Compañía, y á la do los Padres Agusti-
nos descalzos en el cerro do La Popa; tuvo la satisfacción de tener por
Provisor al célebre Don Bernardino do Almansa, varón sabio y virtuo-
so que fué después Arzobispo do Santafé; visitó repetidas veces su
Obispado, y después de gobernar diez y siete años, murió el de
1613.
14. Don Fray Pedro do Vega, religioso de la misma Orden de Santo
Domingo, natural de Hubieren en el Peino de Aragon, catedrático de teo-
logía y de sagrada escritura en las Universidades do Lérida y Zaragoza.
Entró en Cartagena de Obispo ol año do 1011, y su poca duración quitó
las esperanzas quo Ionian de un sujeto verdaderamente grande, pues
murió el do 1616.
15. Don Diego Ramirez do Cepeda, frailo del Orden de Santiago,
natural do Lima, célebre predicador y consumado teólogo: estando en
Madrid, fué electo, y murió antes de ir á su Obispado.
APÉNDICE. 5(13
16. Don Fray Diego de Torres Altamirano, religioso del Orden do
San Francisco, natural do Trujillo en Extremadura, Comisario general
de las Provincias del Perú; recibió las bulas en Lima, donde se consagró,
entró en Cartagena el aíio de 1G20, y murió el siguiente de 1(521.
17. Don Fray Francisco de Sotomayor, del Orden de San Francisco,
natural do Santo Tomó en el Obispado de Tuy, guardian do sus conventos
en Monforte y Salamanca, Definidor general en el Capítulo que so celebró
en Koma, electo para el Obispado de Cartagena en 1(522, y promovido al
de Quilo antes de salir de Madrid el do 1623.
18. Don Fray Luis Ronquillo de'Cordova, del Ordénele la Santísima
Trinidad, natural de Granada, donde leyó artes y teología; lue Ministro
en su convento de Málaga y (los veces en el de Sevilla; Provincial y Vi-
cario general de Andalucía; electo Obispo el año do 1G30: gobernó ocho
años y se Volvió á España sin licencia; tuvo la noticia de su promoción
al Obispado de Trujillo en el Perú, que no admitió, y so retiró á su con-
vento de Granada, donde murió el año de 16'12.
19. Don Fray Cristóbal Pérez de Lazar raga, del Orden de San ber-
nardo, natural de Madrid, Calificador del Santo oficio: tomó muy niño el
hábito, fué colegial del Colegio do Mcirá, después de los de Salamanca y
Alcalá, catedrático de íilosoi'ía moral y de teología, Abad del Colegio de
Nuestra Señora do Salamanca, doctísimo teólogo; olecto y consagrado
Obispo do Chiapa, y antes do salir do la Corto promovido al Obispado do
Cartagena, del quo tomó posesión el año do 1G40; visitó tres veces su
Obispado, y murió después do una penosa enfermedad de noventa dias, ol
año do 16d8.
20. Don Francisco Rodríguez do Cepeda Valcárcel, natural do Za-
mora: estudió gramática en villa García, jurisprudencia en Salamanca;
fué catedrático de código en Valladolid, Beneficiado en San Juan do
Villalar, Abad do Cifuentes y canónigo Doctoral do la iglesia do Sigüonza;
electo Obispo do Cartagena, de que tomó posesión el ano do 1650, y ha-
biendo solo gobernado onco meses, murió el siguionte.
21. Don Diego del Castillo y Arleaga, natural de Tulcda; estudió
en la Universidad cíe Alcalá, fué colegial de Málaga, catedrático do Prima
de artes, soslituto de la de teología, canónigo Magistral do la iglesia de
Avila; presentado para esto Obispado do Cartagena el año de 1(552, quo
no admitió.
22. Don García Martínez Cabezas, natural do la Villa de Don Be-
nito en Extremadura: era Catedrático do Instituía, Digesto viejo, De-
creto y Prima de cánones en la Universidad de Maesc Rodrigo de Sevi-
lla, cuando le sacó para su Provisor el Arzobispo de Lima Don Gonzalo
de Ocampo al paso por aquella ciudad: fué canónigo Doctoral de la igle-
sia de Charcas, luego Maostrc-cscuola, Tesorero y Arcediano, de dondo
salió para Inquisidor do Lima, y electo Obispo de Cartagena, murió antes
de lomar posesión el año de 1653.
23. Don Antonio Sauz Lozano, natural de Cavanillas, colegial ma-
yor en Alcalá, Catedrático de teología, baron doctosísimo y de agudo in-
genio: siendo Rector do su colegio le presentó el Rey para el Obispado
de Cartagena, del que tomó posesión el año de 1661; gobernó con mucho
acierto veinte años, y fué promovido al Arzobispado de Santafé el año
do 1631.
544 APlíiïDICE.

24. Don Antonio do Benavídcz y la Picdrola, natural de la


ciudad do Andújar, Canónigo do Badajos, cloclo Obispo do Cartagena
el año de 1681, enyo Gobierno fué muy turbulento y ruidoso, con
entredichos y cesación ú divinis, que so ocasionaron por Imbor puesto
bajo la jurisdicción ordinaria, las religiosas del Convento de ¡Santa Clara,
quo oslaban á la de los religiosos de San Francisco. Fué llamado á la
Corto, donde vino el año do IGSU, y no queriendo admitir su promoción
á otro Obispado en España, murió en Cadiz.
25. Don Fray Antonio María Casiani, monje bas i lio, Catedrático do
vísperas do la Universidad de Alcalá: electo el año de 1713.
26. Don Francisco Gómez Calleja, canónigo Doctoral de la iglesia
de Zamora; electo el año de 1718.
27. Don Manuel Antonio do Silva, Dean de Lima, nombrado por
promoción del anterior, que no habiéndola aceptado, tuvieron pleito en
su concurrencia sobro cuál de los tíos habia do quedar en Cartage-
na; y so declaró en la Corte á favor del primoro, que gobernó desde el
año do 1725 hasta el do 1736.
28. Don Gregorio do iUollcda y Glorque, natural de Lima, consa-
grado en Roma con título de Obispo de Isauria, Prelado doméstico do
Su Santidad, y hecho Obispo do Cartagena el año de 1736, pasó promo-
vido al do Trujillo cl de 1740.
29. Don Diego Martínez Garrido, del Orden de Santiago, opositor
á cátedras en la Universidad de Salamanca; electo en 1740, murió el
de 1746.
30. Don Bernardo de Arbiza y Ugartc, natural do Lima, :; en cuya
Universidad estudió y so graduó de Doctor en ambos Derechos. Siguió la
carrera de la toga, y se hallaba de Oidor decano de la ltcal Audiencia de
Panamá, cuando fué presentado para el Obispado do Cartagena el año do
1746, do quo tomó posesión el siguiente y gobernó hasta ol do 1752, que
pasó promovido á la iglesia de Trujillo.
31. Don Bartolomé Narváez y Borrío, Canónigo fie osla santa Igle-
sia de Cartagena y natural do ella: fué presentado para esto Obispado el
año de 1752 y gobernó hasta que murió el de 1754.
32. El Doctor Don Jacinto Aguado y Chacon, Canónigo Peniten-
ciario do la santa iglesia do Cadiz ; electo ol año de 1754, y promovido
á la de Arequipa antes de embarcarse.
33. Don Diego Antonio Valenzuela Fajardo, natural do la ciudad
do Santafé de Bogotá ; fué olecto en el año do J754, murió el siguionte
do 1755.
34. El Doctor Don Manuel de Sosa Bclancurt, Arcediano de la san-
ta iglesia de Caracas ; electo el año do 1755, murió el do 17(>5.
35. Don Diego Pcredo, natural do la villa de Leon do Mcehoacan ;
electo el año do 1765, fué promovido al Obispado de Yucatán (Nueva
España) el do 1772.
36. Don Agustín do Alvarado y Castillo, electo el año do 1772, pro-
movido al Arzobispado do Santafé ol do 1774.
37. El Doctor Don Blas Sobrino y Minayo, oléelo el año do 1774,
promovido al Obispado do Quito el do 1776.

'-' Natural del Cuzco. (Corregido cu la umiun obra del coronel Alcedo.)
A1MÍNU1CJÍ. 545

38. Don Fray Joseph Día/. do la Madrid, religioso del Orden de


San Francisco, natural de la ciudad de Quito ; electo el año de 1777. *

ooni.itN.\i>oi;i:s m: CAI:T.U:I:X.\.

. 1. Don Pedro do Heredia, fundador de la ciudad y su Adelantado,


natural de Madrid, valeroso conqtii.-i.-'.dor en 15;j2.
2. El Licenciado Dadilio, (¡.'Vaneisoo) nombrado Jue/. do residencia,
ejerció el Gobierno durante la comisión in l»;W.
3. El Licenciado Sania Cru/., (Francisco) Jue/. de otra segunda re-
sidencia que se tomó al Adehiuiado cu 1537.
•i. El Licenciado Miguel Die/, de A ríñanlari/., entró en 1515; fue
Jue/. de su residencia el Licenciado Juan de Montano, Oidor de Santafe,
y lo envió preso á España.
5. Don Pedro de Heredia, fué Gobernador segunda ve/, interina-
mente hasta el año de 1550, que murió ahogado en la ilota quo se perdió
en Arenas Gordas.
G. El Doctor Juan de Maldonado, Fiscal de la Audiencia de Santafo
el año do 1556.
7. Jorge de QuinlaniUa, nombrado interinamente por la Audiencia
de Santafo.
8. El Mariscal Don Gonzalo Jiménez, do Quesada, nombrado por la
Audiencia para residenciará los tres anteriores el mismo año de 1556.
6
" Esto Obispo,'* dice el señor Juan Jo^é Nieto cu la Gcogmfín- tela Provincià de
Cartagena.. ,: cs ol quo ha nejado in.··s rcon.'r '•<>< do su p¡\- la I cristiana, lira sobrio, modes-
to, leuia todas las virtudes de un Pastor solicito por la salud de su {frey, y uo se difereu-
ciaba do los Apostóle:) más que en los vestí los ponlilicalos, siendo hasta en ellos muy
llano Visitó sus ovejas. protegió la creación do algunas parroquias y celebró Sínodo
diocesano. Consagró i.i iglesia Catedral, le adquirió un maguilico pulpito de mármol, la
enlosó do jaspe y le hizo varias donaciones de alhajas de valor, entre ellas una rica y
hermosa custodia de oro y piedras piveio =us, que costó muuhos miles de pesos. Mantuvo
la disciplina eclesiástica con tola la severidad de los sagrados cánones. Pero el monu-
mento que lia perpetuado más su ineinoria, es el Hos-iital do caridad para mujeres po-
bres, titulado Ohm pul. que ivaditícóy eiet-jiicció con l;:s routas <ic la Mitra ; agregán-
dole una Cuna para niños expósitos que ¡mu transmitido .-u apelativo hasta nuestros
dins. y los que lo llevan lo dilatarán <.:i su posteridad cono un ho-iwnaj.! que lleva tras
de si ol grato recuerdo dol lV.-ior carino o. \\r.\v\ una pruvna do distinción .-v conserva
»n retrato «lo cuerpo entero un una de las naves de la iglesia Catedral, á la entrada de la
sacristía, El Obispo LA ¿U.voitii) íué promovido ú la silla de Quilo, á los catorce años de
servir la de Cartagena, es decir, ol de I7'.>2."
YA «rCfior Doctor 1). 11. Araiíjo. on i·l '/'#•«/.///«il' ·fi·,ujrui'in/We» // ¡hifi/lcii ili·l l·lahuto
ih ¡Mirar, edición do Yipi, dice C.-lo drl ílii.-i.risimo señor Obispo l.\ JI.\i);tlii : " Fué
cl modelo de un Pallor solícito, Consagróla Catedral, le procuró un hermoso pulpito, la
hizo enlosar de jaspe, y te donó una eii-ioüa de oro •>,»•>• eo?ió muchos milis |>or :-us fini-
simas piedras: i'undó una Ohrn //in- ú Hospital de mujeres, con una Cuna para expósitos
que recibieron su upulUdo : merece por lodo el más grato recuerdo de los hijos del pue-
blo en que :uá< brillaron sus virtudes."
Y el señor .1. I*. Vniela en la obra que está editando, titulada Curiiujrnn i/ .*</« aerea-
nias, dice : '• Pray .los'': Diass de li> .W.\m:n>, franciscano. So |tosesionó el 2¡S de Julio do
1777. Fué este Obispo un insigne benefactor para -su givy ; i'undó la Obra pia it Hospi-
tal de mujer.-s. y una cuna paru expósitos. I'.rigió varias parroquias, entre otras l a d o
la I'mi M mu. cuyo nombre antiguo era /Wymnic donó» la Catedral un magnífico pulpito
de mármol blanco de Carrara, eon mosaicos y relieve'', que aun exista, y una riquísima.
custodia de oro. valorada en noventa y seis mil pesos. !:,•>(a alhaja fué prestada al Go-
bierno republicano de la época de la Independencia, quien la empeñó ó. un comerciante
de Jamaica. Fsla custodia no fué rescatada, til señor \,\ AIADIMD convocó y reunió el
Sínodo diocesano. Gobernó hasta el 13 do .Diciembre de 179Í.'. dia en que pasó á Quilo, á.
cuya sede fué promovido.'-" ¿a
546 AnÍNDICK.

9. Antonio do Castro, nombrado interinamente.


10. Juan de Bustos Villegas, nombrado por el Roy, entró el año de
1557 ; pasó promovido a la Presidencia de Panamá el de 1563.
11. Anton Davalos do Luna, Maestro do campo ; entró el año do
1563, y gobernó hasta el do 1567, que murió.
12. Don Lope de Orozco, interinamente el mismo año.
13. Francisco Bahamondo y Lugo, entró en 1572 y murió el si-
guiente de 1573.
14. Hernán Suárez do Villalobos, nombrado interino por la Audien-
cia do Santafc el año do 1574.
15. Pedro Fernández del Busto, entró el referido año y pasó á Go-
bernador do Popayan en 1577.
16. Don Pedro de Lodeña, año de 1593.
17. Don Pedro de Acuña, Caballero del Orden de San Juan,
Maestro do campo, año de 1601, tuvo el nombramiento do Prcsidcnto do
Filipinas, y murió el misino año.
IS. Don Geróuimo Suazo Casasola, del hábito do Santiago, murió ol
año do 1605.
19. Don Francisco Sarmiento do Sotomayor, nombrado interina-
ment© en 1606.
20. Don Diego Fernández do Velasco cl año do 1608.
21. Don Diego de Acuña, el año do 1614. .
22. Don García Girón de Loaysa, gobernó hasta el año de 1620.
23. Don Diego do Escobar, Caballero del Orden do Santiago, murió
ejerciendo el Gobierno.
24. Don Francisco del Berrío, nombrado interinamente el año
de 1628.
25. Don Francisco de Murga, Caballero del Orden de Santiago,
Maestre de campo y celebro Ingeniero, nombrado para fortificar la plaza,
estando do Gobernador do la Mamora en Africa, murió el año de 1634,
• 26. Don Nicolas do Larraspum, nombrado interinamente el año
do 1636.
27. Don Gonzalo do Herrera, Marques do Villalta, nombrado inte-
rinamente el año 1637, por no haber admitido el anterior.
28. Don Viconto do los Reyes Villalobos, interino el mismo año do
1637, siendo Gobernador do Moxos.
29. Don Melchor do Aguilera, Maestro de campo, entró el año do
1638; fuó suspendido y residenciado por Don Bernardino do Prado,
Oidor do Santafé.
30. Don Ortuno do Aldape, siendo Gobernador do Muzo fué nom-
brado interino en 1641.
31. Don Luis Fernández do Cordova, del Orden do Santiago, Ge-
neral que habia sido de Galeones; fué depuesto y remitido á España por
haberse casado sin licencia, y en su lugar nombró la Audiencia do Santa-
fé interino á
32. Don Francisco R. Corbalan, hasta que llegó el propietario.
33. Don Clemente Soriano, Maestro do campo el año do 1646 y
murió el siguiente.
34. Don Pedro Zapata, Maestre de campo, dol Orden do Santiago;
nombrado interino el año do 1648.
APÉNDICE. 547

35. Don Fernando de la Riva Agüero, del Orden de Santiago,


Maestro de campo, siendo Gobernador do Puerto Rico, entró en Carta-
gena el afío do 16*19 ; pasó promovido á Presidente de Panamá el de
1654.
86. Don Pedro Zapata, segunda vez, nombrado en propiedad el refo-
rido año, y por su muerto fué segunda vez interino,
37. Don Francisco Rcxis (Jorbalan.
38. Don Juan Pérez de Guzman, del hábito de Santiago, Maestro
de campo y Gobernador do Antioquia, nombrado interinamente, y luego
destinado al Gobierno do Puerto Rico.
39. Don Diegodo Portugal, Maestro de campo, Caballero del Orden
do Alcántara, nombrado el año do 1659, porque volviendo do España
Don Fernando Agüero, nombrado Gobernador do Cartagena en Cadiz,
lo alcanzó el Despacho de Presidente de Panamá, y se nombró en su lu-
gar á don Gerónimo de Quiñones, del Orden do Santiago, que no
admitió.
40. El Licenciado Don Manuel Martin de Palouiequc, nombrado
por el Rey, pasó después á Oidor de Santo Domingo.
41. Don Juan Pérez de Guzman, segunda vez ; nombrado en pro-
piedad entró ol año do 1661 y pasó promovido á la Presidencia do Pana-
má el de 1664.
42. Don Benito do Figueroa Barrantes, del hábito de Alcántara,
Maestre do campo, pasó de Gobernador do Larache en Africa el año do
1665 y do allí á Presidente do Panamá.
43. Don Joseph Sánchez Jiménez, quo era Gobernador do la isla
do Santa Catalina, nombrado para este Gobierno, quo no ejerció por
habérsele hallado muerto á puñaladas on su cama.
44. Don Antonio de Vcrgara Azcaratc, Caballero dol Orden do
Santiago, nombrado en Ínterin el año de 166S.
45. Don Pedro de Ulloa Rivadenoira, del Ordon do Santiago, nom-
brado el año do 1669.
46. Don Joseph Daza, General do la artillería.
47. Don Rafael Capsiry Sanz, Maestro do campo, natural de Tor-
tosa, nombrado el año do 1678, en cuyo tiempo sucedieron las ruidosas
competencias con el Obispo Don Antonio de Benavídcs: sucedióle
48. Don Juan de Pando y Estrada, Maestro do campo, que tomó
posesión el año de 168-1.
49. Don Martin do Ccballos y la Cerda, el año de 1686.
50. Don Diego do los Ríos, Maestro de campo ; en su tiempo suce-
dió el saqueo y toma de Cartagena por los franceses el año de .1695.
51. Don Juan Díaz Pimienta, Caballero del Orden de Calatrava,
Maestre de campo, Gentil-hombro de Cámara del Emperador Leopoldo,
de la casa do los Marqueses do Villareal, acreditado por su valor y con-
ducta militar en el sitio de Buda, donde fué herido, nombrado por Go-
bernador para consolar el tristo vecindario de Cartagena, llevando una
porción do tropa española del Reino de Galicia: entró el año do 1696 y
murió el de 1706.
52. Don Joseph de Zúñiga y la Cerda, de no menos crédito quo ol
anterior, se hallaba de Gobernador de Ja Florida, cuando fué destinado
á ésto el año do 1712 quo ejerció hasta el de 1718, quo volvió á España
548 AIMÍN DICK.

en la desgraciada Hola do Don Antonio Ubi lla, que so perdió en el Canal


do Bahama, siendo la fragata en que venia là única embarcación que so
salvó.
53. Don Alberto de.Bertodano, Brigadier acreditado en Flándes,
donde habiti perdido un brazo en acción, fué nombrado el año do 1720
y ejerció el gobierno basta su muerte el de 1722.
54. Don Luis do Aponte, Coronel del Regimiento de la Corona,
graduado do Brigadier y uno de los Oficiales de más crédito del ejército;
fué nombrado el año de 1723 y ejerció el gobierno basta su muerte.
55. Don Juan Joseph de Andia, Marqués de Villa-hermosa, Maris-
cal do campo, nombrado por muerto del anterior, entró en Cartagena el
año do 1725 y gobernó hasta el de 1730, que pasó promovido á la Presi-
dencia de Panamá.
5G. Don Antonio de Salas, Coronel que había sido del Regimiento
do infantería de Saboya, entró el año de 1731 y murió el de 1735.
57. Don Pedro Fidalgo, Brigadier y Capitán del Regimiento do
Reales guardias españolas, pasó á esto Gobierno el año de 1736 y murió
el de 1739.
58. Don Melchor de Navarrctc, que se hallaba de Teniente de Rey,
entró interinamente por muerte del propietario á ejercer el Gobierno, en
cuyo tiempo sitiaron la plaza los ingleses (Vernon), hasta que llegó el
propietario.
59. Don Basilio de Gante, graduado do Brigadier, quo so hallaba de
Teniente de Rey de la plaza de Ceuta, cuando so lo destinó el año do
1742 y ejerció el gobierno basta el de 1719, que volvió á España.
60. Don Ignacio de Sala, Teniente general, natural do Barcelona,
célebre Ingeniero, como lo acreditó «-n la obra de la "Puerta de Tierra de
Cadiz," fué destinado á oslo gobierno para reedificar y mejorar los casti-
llos que había destruido ol Almirante Yerno», y después de haberlo eje-
cutado, volvió á España el año do 1755, y murió hecho Director general
del Cuerpo de Ingenieros.
61. Don Fernando Morillo Velarde, Caballero del Orden de Alcán-
tara, Coronel de infantería, so hallaba de Teniente de Rey cuado recayó
el gobierno en él, por haber pasado el propietario á fortificar la plaza do
Porlobelo.
62. Don Diego Tabáres, Caballero del Ordon de Santiago, Mariscal
do campo, fué promovido del gobierno do Cu maná á ésto el año de 1755,
y gobernó hasta el de .1761, que le llegó el sucesor.
63. Don Joseph do Sobremontc, Marqués de este nombre, Brigadier
que se hallaba de Capitán del Regimiento de Guardias españolas cuando
fué nombrado, y gobernó hasta el año de 1770.
63. (bis.) Don Gregorio de Sierra, tambion Capitán de Granaderos
del expresado Regimiento de Guardias españolas; entró en Cartagena
el año de 1771 y murió el de 1774.
64. Don Juan Pimienta, Coronel del Regimiento do infantería do
Zamora, graduado do Brigadier, Caballero de la distinguida Ordon do
(Jarlos 111: entró á la posesión do este Gobierno el año do 1774 y murió
el de 1781.
65. Don Roque do Quiíoga, Teniente do Rey do la plaza; entró
APÉNDICE. 549

interinamente á ejercer el Gobierno por muerte de su antecesor, basta


que llegó el propietario nombrado por el Roy.
fifi. Don Josepb do Carrion y Anclrade, Brigadier, que untes había
sido Gobernador de la plaza de Melilla, acreditándose en lu defensa quo
hizo cuando la sitió el Emperador do Marruecos ol año do 1774, nom-
brado para este Gobierno el do 1785. "
BOÜAÜHIOA.
Estrechura ó boca angosta y pequeña, por donde so entra al puorto
do Cartagena: Informan la isla do Bari'i al Sur, y la de Ticrrabomba al
Norte. A la derecha tiene el castillo de San Joseph, y ú la izquierda el
do San Fernando, construidos por el 'róñente general Don Ignacio Sala,
en lugar de los que destruyó el Almirante Vernon, el año de 1711 : solo
por el medio del canal pueden entrar las embarcaciones, porque en lo
demás tiene poco fondo; llámase así por distinción de otra Boca ó en-
trada que se llama Grande, abierta por ol mar pocos años hace ; se ha
trabajado y continúa en trabajar para cerrarla, así por el riesgo que
corren las murallas y las casas, como para impedir que entren los ene-
migos, que se podían acercar á tiro do fusil de la ciudad, dejando inútiles
las fortalezas y defensas del puerto.
MA J ATES (Mahates).
Pueblo de la Provincia y Gobierno de Cartagena, en el Nuevo Rei-
no de Granada. Hay cerca de él una hacienda que tiene ol mismo nom-
bre, y era do los Uegulares do la Compañía (de Jesús), en la cual una
negra casada con otro, ambos esclavos del Colegio, habia parido hasta el
año de 1738 siete veces, interpolando con los negros, coin» es regular,
otras criaturas blancas en extremo, y el pelo ensortijado como los negros,
pero de color de azafrán. Uno de estos trajo á ésta Corte do Madrid, el
Marqués de Víllalicrmosa, que venia de servir el Gobierno do aquella
plaza; y otra el año de 1789 Doña María Bcjarano, mujer de Don Dio-
nisio do Acedo, que acababa de sor Presidente de la Real Audiencia do
Quito, padres del autor do este Diccionario: dista do este pueblo 12 leguas,
al norte de su capital.

/ % Los cuatro precedentes artículos que componen esto Apéndice,


han sido copiados del " Diccionario gcográfico-histórico do Its Indias
occidentales ó Aniérica,"-obra de cinco tomos y escrita por el Coronel
Don Antonio de Alcedo. Capitán de Guardias españolas de la Real Aca-
demia de la Historia. Pué impresa en Madiid por Blas Roman, en el año
de 1788. En algunos puntos de tales artículos no hallamos completa
conformidad cou lo (pie refieren en sus respectiva;; obras de Geografía,
los señores I). H. Araújo y J . J . Nieto, yol señor J. 1?. Ürneta en la obra
que lleva por título "Cartagena y sus Cercanías;" pero dejamos que su
rectificación se verifique por los que se consagren con detenimiento á esa
labor, con presencia de datos que les sea fácil reunir.
" En nuestra obra im'dita, que (Invenios á lu/, muy pronto: Ululada " Kfonn'ridcs y
Annies del Istmio de Bolívar," continuaremos las sinYs de Obispos y Gobernadores que
lin habido en Cartagena linsla cl dia.—(X. del 11.)
INDICE
D E LOS DOCUMENTOS QUE OTTIEÏTE E S T E TOLTJMEN.

DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CARTAGENA DE INDIAS.

AÑO DE 1815.

Páginas.
203. (n. v.) Aprehensión de un bongo nombrado <r Gallinazo,» de las
fuerzas sutiles del Estado de Cartagena 3
Estado que manifiesta las piezas de artillería y municiones apre-
sadas en el bongo « Gallinazo,» que lo fué el 2 del corriente, on
cl rio Magdalena 3
204. (a. v.) Ocupación de la ciudad do Ocaña por las fuerzas al man-
do de Don Ignacio de. la Rus 4
205. (a. v.) Medulas preparatorias tomadas por la Capitanía general
de la Nueva Granada para la defensa do la Provincia de «Santa
Marta, con motivo de los proyectos del G.noml Simon Bolívar y
otros insurgentes « 11
20G. (a. v.) Ocupación y destrucción de la batería que el Gobierno
del Estado de Cartagena de. Indias tenia establecida cu el punto
del «Sunn........ .-. 21
207. (a. v.) Acuerdos celebrados en Cartagena por una Junta de gue-
rra, con motivo de la bajada a la Costa de un Ejercito nacional
que comanda el General Simon Bolívar 26
208. (a. v.) Instrucciones del Gabinete de Madrid para el General
Don Pablo Morillo, General en jefe de la expedición de Costa-
firme, y para el Jefe de la Marina % 29
209. (b. n.) Nota del Diputado al Congreso por la Provincia de Carta-
gena al Gobernador de ésta, sobre la conducta observada por el
General Simon Bolívar con el primero 35
210. (b. n.) Proclama del Comisionado del Gobierno general. Doctor
Juan Marimon, con motivo de la bajada del General Bolívar y
del Ejército que trac ¡i sus órdenes 37
211. ('•" ) Carta del General Bolívar, en que habla al Gobernador
Amador de la situación en que el primero se encuentra con el
ejército de su mando 37
212. (a. v.) Notas por las cuales el Capitán general, Don Francisco
de Monlalvo, propone al Gobernador de Cartagena qnc se someta
al Gobierno peninsular, pira hacer causa común contra el Gene-
ral Bolívar, y eontcsiación de dicho Gobernador 59
213. (a. v.) Alocución del Comisionado del Gobierno <l« Cartagena.
con motivo de las operaciones del General Simon Bolívar.... 42

" Diario de Bolívar," de 3 de Marzo do 1875. número 1.073.


552 ítN'DICB.
Páginas.
214. (b. li.) Alocución del Gobernador de Cartagena, con motivo del
asedio puesto á osla plaza por el General Bolívar 48
215. (a. v.) Ñolas cruzadas cutre el Capitán general y el Gobernador
de lviohacha, sóbrelas cuestiones suscitadas entre el Gonenl lio-
livor y el Gobierno de Cartagena .] |
216. (b. ii.) Boletín de Cartagena, número IT», del Jueves 27 do
Abril de 1815 7....'.
217. (b. n.) Boletín de Cartagena, número Ití, del Viernes 2S do
Abril de 1-SI5
218. (a. v.) El Gobernador de lïiohacha da aviso al Capitán general, de
la llegada del General Don Pablo Morillo ;i Venezuela
219. (a. v.) Contestación al olicio anterior, en que también se da
aviso de la toma de Barranquilla por fuerzas realistas
220. (a. v.) Ocupación de Moti'.pox ¡xir las fuerzas realistas al mando
del Capitán Don Tgnocio do la Uns
221. (a. v.) El Comandante Don Ignacio do la Uns remite al Capi-
tán general la Proclama y el Decreto relativos á la ocupación de
Mompox
Proclama
Decreto
222. (a. v.) Comunicaciones dirigidas al Comandante de la Pus por el
Capitán general del lioino, con motivo de la toma de Mompox...
223. (b. n.) Convenio do paz y amistad, celebrado cutre el General
Simen Bolivar y el Gobierno de Cartagena
224. (a. v.) Expedición de tropas españolas con dirección » la América.
225. (a. v.) Combate librado en Maganguc, en el (pie fué herido el
Capitán Don Ignacio déla líus
22C. (a. v.) Notas sobre los individuos de la Columna realista que .se
distinguieron en la toma de Mompux
lielacion de los individuos ,quc se distinguieron en la toma do
esta Villa, de la clase de pardos, el 20 de Abril de loly
227. (a. v.) J'reclama del General en jefe del ejercito expedicionario,
Don Pablo Morillo, á los habitantes de la Nueva Granada
22S. (a. v.) El Capitán general del Peino comunica al Gobernador de
la Provincia de Santa Marta las bien concertadas medidas que ha
dictado para conservar todas las plazas y posiciones que ocupan
las fuerzas realistas
Oficios de Don Valentin Capmani con relación al precedente
229. (a. v.) Nota en que se ordena el repartimiento del empréstito y
el de ganado y caballerías
230. (a. v.) Oficios cu que se ordena al Gobernador do la Provincia
de l'iolmchu, por el Capitán general, que prepare lo necesario
para cl equipi y mantención del ejército del General Don Pablo
Morillo
231. (b. in) Mensajo del General Simon Bolívar al Gobierno de la
Nueva Granada, por medio del cual le da cuenta, desde Kingston,
del triste resultado que tuvo la expedición que bajo su mando
llegó fi )a Costa
Acta de la Junta de guerra á que se refiere el Mensaje pre-
cedente
232. (a. v.) Introducción en la Provincia de Cartagena de algunas
Proclamas de las autoridades españolas
233. (a. v.) Ordenes de las autoridades republicanas para que se baga
INDICE. 558
Pfiginuf.
efectivo el empréstito ó suministro do las especies que se deter-
minan, en algunos pueblo» de la Provincia de Cartagena SI
231. (a. v.) Nula sobro 1«»«« preparativos mandados hacer para suminis-
trar ¡i la expedición queso aguarda, los auxilios noce-sirio* S2
235. (b. n.) Boletín de los ejércitos do operaciones, número I—Car-
tagena 1." do Agosto do 1815 SU
230. (b. n.) Uoquerimicni.o para ipic se auxilie á Cartagena, ya ame-
nazada p.tr las fuerzas del General Don l'ablo Morillo S4
237. (a. v.) Instrucciones para el Brigadier Don Pedro Puiz de
Porras, que de orden del Excelentísimo señor Don Pablo Morillo
y acuerdo del Capitán general de) Nuevo lîetnu de (llanada, se le
encarga del punto de Monipox, con el objeto epte se explicará á
continuación S5
238. (b. n.) Proclama del Comisionado del Gobierno de las Provincias
Unidas de Ja Nueva Granada á los habitantes de la de Cartagena. 87
239. (b. u.) Excitación quo hace á sus compañeros de armas el Co-
mandante principal de la Marina de la Union, Juan Ncpomuccno
Eslava 8S
210. (b. n.) Proclama del Gobernador de Cartagena, con referencia á la
aproximación del ejército español expedicionario y al lícglamcnlo
de secuestros, adoptado por las autoridades realistas 90
Reglamento de secuestros, con sus comentarios 92
211. (a. v.) Subdclegaciones hechas antes de la salida de Santa Marta
del Capitán general Don Francisco de Monlalvo 96
242. (a. v.) Notas relativas á las medidas adoptadas por las autorida-
des realistas, para que el ejército expedicionario invada la Pro-
vincia de Cartagena 97
213. (a. v.) Edicto del Gobierno de Cartagena, sobre indulto á los de-
sertores del ejército 97
244. (a. v.) empréstito forzoso repartido en la Provincia por el Go-
bernador de Cartagena 98
2-15. (a. v.) Boletines en que se da conocimiento de varias operaciones
del ejército sitiador de la plaza de Cartagena
Boletín número J."—22 de Agosto de IS15
Boletín número 2."—27 de Aço-to de 1815
Boletín número 3.°—27 de Ago.aodc 1815
24C. (b. n.) Boletines del ejército (pie sostiene la plaza de Cartagena.
Boletín número 3.°—'¿1 de Agosto de 1815
Boletín número 5.°—29 de Agosto de 1S15
217. (a. v.) instrucción dada por el Capitán general para colectar los
algodones cosechados en la Provincia de Cartagena
248. ía. v.) Notas cruzadas entre el Capitán general del Peino y el
Comandante en Jefe de la Division volante, Puiz de Porras,
mientras este permaneció en Mompox con el mando militar
Proclama del Intendente Duarlc á los americanos del Nuevo
Peino do Granada
Proclama del Capitán general á los americanos del Nuevo Peino
de Granada
249. (a. v.) Pérdida de Pasacaballos y de unas embarcaciones de gue-
rra que conducían víveres á la plaza sitiada de Cartagena
250. (a. v.) Carta particular de un cartagenero expulsado de la plaza
de Cartagena antes del asedio puesto por el General Morillo
251. (a. v.) Boletines dol ejército rxjwdioionarin sitiador de la plaza
55'A ÍNDICE.
Páginas.
de Cartagena 113
Boletín número 4—Septiembre 19 de 1815 113
Boletín número 5—Septiembre 20 de 1815 113
252. (a. v.) Bando por el cual se promulga el Decreto que establece
penas contra los ejecutores de hechos que quedan prohibidos du-
rante el asedio de Cartagena 114
253. (a. v.) Proclama del General Don Pablo Morillo, dirigida á los
cartageneros 115
254. (a. v.) Boletín del ejército expedicionario, número 6, relativo á
la función de armas de Chima llü
255. (a. v.) Proclama del General Don Pablo Morillo, cu la que, diri-
giéndose á los habitantes do Bogotá, ofrece olvidar lo pasado y
los excita/i someterse á la obediencia del Gobierno español 119
25G. (a. v.) Boletines del Ejercito expedicionario sitiador de la plaza
de Cartagena 121
Boletín número 7—Septiembre 2G de 1815 121
Boletín número 9—Octubre 3 de 1815 121
257. (a. v.) Alocución del General Don Pablo Morillo á los franceses
que están dentro de la plaza sitiada de Cartagena 123
258. (a. v.) Boletines del Ejército expedicionario sitiador de la plaza
de Cartagena 124
Boletín número 10—Octubre 6 de 1815 121
Boletín número 11—Octubre 7 de 1815 124
259. (a. v.) Adición á la Circular del Capitán general del Reino, de 6
de Septiembre de 1815 126
260. (a. Y.) Circulares del Capitán general del Nuevo Reino de Gra
nada, sobre varios asuntos 127
261. (a. v.) Boletines del Ejercito expedicionario sitiador de la plaza
de Cartagena 12S
Boletín número 12—Octubre 15 de 1815 128
Boletín número 13—Octubre 22 de 1815 130
262. (a. v.) Petición del Cadete Don José Leandro de Medina, para quo
se le coloque de Oficial 131
263. (a. v.) Boletines del Ejercito expedicionario sitiador de la plaza
de Cartagena • 132
Boletín número 14—Octubre 29 de 1S15 132
Boletín número 15—Noviembre l.°de 1815 133
264. (a. v.) Sometimiento de las poblaciones de la Provincia de Carta-
gena de Indias a la obediencia de las autoridades españolas 135
Majagual 137
Ayapcl 137
Achí 138
Algarrobo 139
Tiquicio 140
Càceres 140
Palmaríto .• 142
Coroza] '. 144
Lorien 145
San Sebastian 146
San Pclayo H-C
Corete H7
Montería 148
Purísima 148
ÍN'DICR. 555
Páginas.
San Juan de las Palmas 149
Cbinú 149
Sampues 150
San Francisco de Asis : 151
Tacasalunia 152
Santiago 153
Gcgna 153
2G5. (a. v.) Boletín número 1G del Ejercito español expedicionario, re-
lativo al ataque del cerro do " La PQJXI " 151
2G6. (a. v.) Carla de los Comisionados Henrique Rodrigue/ y Narciso
de Francisco Martin, dirigida al Gobierno de Cartagena, en la cual
dan á este cuenta de su comisión 155
2G7. (a. v.) Nota del General Simon Bolívar en la cual contesta ú la
excitación de los Comisionados Gavera y llyclop, para que vuelva
á la plaza de Cartagena á salvarla de la dominación española 157
2G8. (a. v.) Salida de varias familias do Cartagena, precursora de ho-
rribles desastres 158
269. (a. v.) El General Don Pablo ¡Morillo intima rendición y someti-
miento á las autoridades y fuerzas de Cartagena. (Aunque diebo
General aparece de la nota oficial titulándose Capitán general de
estas Provincias &, destino que no desempeñó, es de creerse que
la referida nota se extendió inadvertidamente en papel que trajo
timbrado do Venezuela, de cuyas Provincias sí fué nombrado por
la Corte, Capitán general &.n) 159
270. (a. v.) Piezas oficiales relativas al abandono de la plaza de Carta-
gena por los patriotas, y su ocupación por las fuerzas sitiadoras... 160
271. (a. v.) Proclama del Capitán general del Reino, después de su
entrada d la plaza de Cartagena 168
272. (a. v.) Acuerdo tenido por los principales Jefes militares para ha-
cer destruir las casas situadas entre Cartagena y el barrio de Jctse-
maní 164
273. (a. v.) Bolctin número 17 del Ejercito expedicionario sitiador
de la plaza de Cartagena 164
274. (a. v.) Otras notas cambiadas entre el Brigadier Don Pedro Huiz
de Porras y el Capitán general del Reino, Don Francisco de Mon-
talvo, sobre varios asuntos 165
275. ( s ) Reminiscencias del sitio de Cartagena, hechas por el esclare-
cido ciudadano Lino de Pombo 167
276. (f) Párrafos de los rasgos de la vida pública del General Fran-
cisco de Paula Vélez, escritos por la brillante pluma del señor
Doctor Pedro Fernández Madrid 157
277. (§) Exposición de los acontecimientos memorables relacionados
con mi vida pública, que tuvieron lugar en este pais desde 1810
en adelante 181
278. (*-") Bosquejo de la revolución de k Independencia 187
279. (?) El Coronel de la Independencia Felipe Mauricio Martin 190

(') Copiado do un autógrafo del señor Lino de Pombo.


(t) Folleto de la<f Imprenta de la Nación "—Bogotá—1859.
(§) Folleto publioado en Cartagena por el señor Manuel Marcelino Nañcz, 1SC1.
(**) Geografía de la Provincia de Cartagena por el señor Juan José Nieto, 1639.
(?) Folleto impreso cu Bogotá en 1882, escrito por el señor Doctor Ángel María
Galán.
556 ÍNDICE.

Páginas.
2S0. (/.') Instrucción sobre cl estado en que deja el Nuevo Reino de
Granada el Excelentísimo señor Yirey Don Francisco de Mon-
talvoá su sucesor el Excelentísimo señor Don Juan do Sámano. 103
281. ( ' ) Reminiscencias—Algo del pasado y una ojeada al presento. 227
282. (x) Página de oro de la historia da Cartagena, escrita por el dis-
tinguido estadista cartagenero Juan García del Rio 230
2S3. (z) Glorias de la patria—Articulo editorial de " E l Porvenir" de
Cartagena, del 7 do Diciembre de 187'.), número 132 94fi
I. El General Don Pablo ¿Morillo, desde las playas de la Nueva
Granada, dirige una Proclama á los pueblos de la Provincia do
Cartagena 247
II. Situación de los buques españoles al principio del asedio 2-17
III. Flotillas republicanas que defendían varios puntos impor-
tantes 2-17
IV. Autoridades superiores que mandaban en la plaza do Car-
tagena 248
V. Jefes que tenían confiado el mando de los puntos fortificados
de la plaza y defuera de ella 218
V I . Situación de las fuerzas sitiadoras en la bahía de Cartagena,
al emigrar los patriotas de la ciudad 250
V i l . Buques de guerra y corsarios que compusieron la expe-
dición 251
VIII. Presos políticos conducidos á Cartagena por el Ejército
español á la entrada en la plaza (Véase la advertencia 3." pági-
na 53U de este Tomo.) 251
IX. Lista nominal de algunos de los individuos quo defendieron
la plaza de Cartagena durante el sitio que le puso on 18I0 el Ge-
neral Don Pablo .Morillo (Váasc id. página oîîn) 253
X. Lista nominal de algunas <lo las personas que emigraron de
Cartagena el G de Diciembre de 1815, por no capitular con las
fuerzas españolas sitiadoras, mandadas por el General Don Pablo
Morillo (Véase id. página 531) 2C4
284. Sitio de Cartagena de Indias por el General Don Pablo Morillo... 272
286. (*) Heroísmo de los vecinos del pueblo de indígenas do Malambo. 291

AÑO DE 18Jfi.

2S7. (a. v.) Comunicaciones oficiales referentes á los emigrados de la


plaza de Cartagena , 291
Lista quo manifiesta los nombres, patria y empleos de los indi-
viduos que la goleta ; ; Americana" ha desembarcado en la costa
de Veraguas, con distinción de los muertos, de los qne son con-
ducidos cu la fragata "Cazadora," y de los que quedan aún en el
pueblo de Santa fe y Mineral por enfermos 293
288. ( a. v.) Piezas relativas al proyecto de formar una expedición de
los Cayos sobre las costas de Venezuela 295
289. (a. v.) Proclama del General Don Pablo Morillo á los Granadinos. 300

(¡I) Anales de la Universidad nacional de los lisiados Unidos de Colombia. Tomo VI.
(•'•) Manuscrito quo cita la nota editorial do la página '-27.
(x) Semanarios de la Provincia do Cartagena que se citan en la página 230.
(/.) "El Porvenir" de Cartagena número 132.
(') Geografía de la Provinciade Cartagena, por Juan .lose Nielo. 1S30.
INDICE. 557
Paginas,
290. (a. v.) Expediento que contieno providencias y pormenores relati-
vos á varios individuos comprendidos en la rebelión ttal Vircinato
do Saulaie 302
Dictamen del A>osor do la Capitanía general 302
Providencia del Capitán general 803
Relación de los presos que subsisten cu la plaza de Cartagena.... 303
Otro dictamen «Ici Asesor 307
Providencia dol Capitán general .' 3u9
291. (a. v.) Alocución del Capitán general del líeino. con motivo de l.i
ejecución de varios patriotas 312
292. (^) Proposición del señor Doctor José Alaría García de Toledo,
para que la plaza do Cartagena no se entregase al General Don
Pablo Morillo, y se redujese ¡i escombros, sepultando entre sus
ruinas al Ejéreilo sitiador 313
21)3. (a. v.) Not;» del Gobernador de Cartagena, sobre la acumulación de
presos en las cárceles de dicha ciudad y diligencias practicadas... 31d
29-1. (a. v.) Documentos referentes á la inculpabilidad de varios indi-
viduos en la muerte dada ;• los españoles (pie se hallaban como
prisioneros de guerra en las cárceles de la Inquisición 315
295. (a. v.) Sentencia por la cual un Consejo de guerra condena á pre-
sidio al Alcalde de San Pablo (territorio del Estado de Bolívar)
Sebastian Gutiérrez 322
296. (a. v.) Boletín número 21 del Ejército expedicionario de Costa-
Firme—Febrero 29 de IMG 323
297. (a. v.) El Key de España concede una cruz de distinción á los
militares que contribuyeron al bloqueo y rendición de la plaza do
Cartagena cu 1815 323
298. (a. v.) Indulto á favor de los rebeldes, concedido por el Capitán
general de la Nueva Granada 325
299. (a. v.) Peal orden sobre el Gobierno del Obispado de Cartagena. 327
300. (a. v.) Peal orden sobre el restablecimiento del Vircinato de la
Nueva Granada 327
301. (a. \ 0 Nota suplicatoria del Capitán general de Puerto Pico, Don
Salvador Mcléndoz, para que se suspenda la ejecución do Miguel
y Fernando Cnrabaño 328
Contentación de Don Francisco de Montalvo, Capitán general de
la Nueva Granada 828
302. (a. v.) Pcclamo del Gobierno de los Estados Unidos de America,
relativo á las presas hechas y á los ciudadanos americanos captu-
rados por los buques de guerra españoles 329
303. (a. v.) Aprobación real impartida al indulto concedido por el
Capitán general de la Nueva Granada, Don Francisco de Mon-
talvo 331
30-1. (a. v.) Circular del Vi rey de la Nueva Granada, Don Francisco
de Montalvo, dirigida á los Vireinalos y Capitanías generales,
para que so averigüe la entrada en los territorios españoles de va-
rios sujetos emigrados de Cartagena 332
Lista de los individuos do que traía la Circular precedente 332
305. (a. v.) Circular del Vi rey Don francisco de Montalvo por la que
pide ciertos datos sobre el oslado general de las Provincias, á
i — — i i i*

(§) " Compendio de la Historia de la llcvolucion de Colombia " por Constancio


F rauco v. Edición de Bogotá, 1SS1.
55S ÍNDICE.
Páginas.
los Ayuntamientos de las ciudades y villas principales del Vi-
reinato 333
306. (b. n.) Informe del General Don Pablo Morillo al Gabinete de
Madrid, sobre las operaciones del Ejército expedicionario que es-
tá á su mando, y las medidas que cree conveniente se adopten
para asegurar el orden 334
307. (b. n.) y nlcncia del Consejo de guerra de Oficiales generales,
pronunciada en el juicio seguido á varios Jefes y Oficiales de las
tropos realistas, por el abandono de la ciudad de Santa Marta, en
Enero de 1813 337
Voto del 0.° Vocal del Consejo 337
Voto del ».ü Vocal del Consejo .*. 337
Voto del 4.° Vocal del Consejo 338
Voto del 3 . " Vocal del Consejo 339
Voto del 2.° Vocal del Consejo 310
Voto del l.«r Vocal del Consejo 3-12
Voto del Excelentísimo señor Prcsidontc del Consejo 312
Sentencia del Consejo 343

AÑOS DE 1817 Á 1819.

808. (b. n.) Exposición del señor Doctor Juan Fernández de Sotoma-
yor y Pi>:on, publicada en Bogotá en 1S25, do la que se inserta
lo relativo á los servicios prestados por este eclesiástico, y ú los
hechos históricos de la Provincia de Cartagena de Indias 344
Capitulo 1.°—Carreras literaria y eclesiástica, comparadas con las
del Doctor Ramon Eguignren 345
Capitulo 2.°—Carrera política 350
Capítulo 3."—Actos do las oposiciones á las Canongías Peniten-
ciaria y Doctoral; comparación de estos últimos coa los del se-
ñor Doctor Eguignren 358
Capítulo 4.°—Contestación al impreso publicado en Cartagena en
linos del año de 1817, que copia á la letra el libro del señor
Eguignren 358
Conclusion 3G1
Documento 2.° 361
Documento 5.° 3(32
Documento C.» 363
309. (b. n.) Documentos lomados do la " Exposición de José Fernán-
dez Madrid á sus compatriotas, sobre su conducta política desde
M de Marzo de 1816." 364
Atestación del señor José María del Castillo, Presidente del Con-
greso al tiempo de hacerse la elección de Presidente de las Pro-
vincias Unidas de la Nueva Granada en el señor Fernández de
Madrid 3C5
Atestación del Doctor Juan Fernández de Sotomayor, Diputado
que fué del Congreso de 1816, Canónigo Doctoral de la Catedral
metropolitana de Bogotá, y lícetor del Colegio Mayor de Nuestra
Señora dclPosario 370
Atestación del Coronel Simon Burgos, Olicial del " Regimiento
Fijo " de Cartagena el 4 do Febrero de 1811 372
310. (b. n.) Peprescnlacion do la Keal Audiencia, en que expone
al Consejo los inconvenientes que so derivarán por su traslación
ÍNÜICE. 559
Páginas.
de Cartagena í'i Santafc 373
811. (a. v.) La Real Audiencia relaciona al Consejo las iniquidades
cometidas en el Reino por la autoridad militar 37-4
312. (a. v.) El Viroy Don Francisco de Montalvo avisa » la Corte de
Madrid haber ordenado la devolución do uua balandra de Haití,
por los motivos que expresa 375
313. (a. v.) Cesación del Y i rey «le la Nueva Granada, Don Francisco
de ¡Montalvo, en el ejercicio do sus funciones, siendo reemplaza-
do en el empleo por Don Juan Saman» 376
314. (a. v.) Documentos que revelan las iniquidades de las autorida-
des militares españolas, cometidas en las poblaciones do la Nueva
Granada en los aüos de 181 5 ú 1819 377
815. (b. n.) Nueva Granada. (Artículo extractado del periódico The
Times del 5 do Julio de 1810.) 381
416. (b. n.) Representación dirigida desde Cartagena ni Rey do Espa-
ña, por el Fiscal de lo civil y Real hacienda de la Audiencia do
Sa uta fe de Bogotá, sobre las causas que han influido en la perdi-
da del Nuevo Reino de Granada, c indica los medios que facili-
taria» su restauración 383
317. (b. n.) Rasgo digno de los tiempos heroicos da Grecia 389
318. (b. n.) Salida del puerto de Honda (en el rio Magdalena) de la
flotilla republicana 390
319. (b. n.) Llegada de la Flotilla republicana al pueblo de " San
P a b l o " do la Provincia do Cartagena de Indias 390
320. (b. n.) Combato do Zaragoza, verificado el 22 do Octubre
de 1819 390
321. (b. n.) Ocupación de la ciudad do Simití por fuerzas repu-
blicanas 391

AÑO DE 1820.

322. (b. n.) Combate verificado en el '* Peñón de Barbacoas " (río
Magdalena) 391
323. (b. n.) Relación de las alhajas de la iglesia de " Simití " que
ha entregado el Teniente Coronel José Carvajal, que encontra-
ron sus soldados en poder do los enemigos, en la acción del 23 do
Enero on el " Peñón do Barbacoas" 392
324. (b. n.) Combato librado á inmediaciones del pueblo do Chiri-
guaná 392
325. (b. n.) Ocupación del pueblo de " E l P e ñ ó n " por las fuerzas
republicanas al mando del Comandante llcrmógcucs Maza 393
320. (b. n.) Ocupación del importante punto de " Nechí " por las tro-
pas colombianas, y noticias do otras operaciones militares 394
Acción do " L a Mojan»." 395
327. (b. ii.) Alocución del Gobernador de la plaza do Cartagena de
Indias, Don Gabriel de Torres, à los habitantes de la Pro-
vincia 395
328. (b. n.) Ocupación do "Mompox" por las fuerzas colombianas, y
victoria alcanzada por Ó6tas sobre las realistas el 27 do Junio de
182U en « Tenerife.": 396
329. (b. n.) Proclama del Gobernador do 1» plaza do Cartagena do
Indias, Don Gabriel de Torres, a los cartageneros •. 397
330. (b. n.) Cartas del General Francisco de P. Santander, Viccprcsi-
átiO ÍNMCIí.
Páginas.
denlo i l l iVparlamenlo ilc Cundinamarca, ú los Comandantes
de las fuerzas republicanas llcruiógcncs Maza y José Alaria
Còrdova, sobre las operaciouc? «l-l l»aj«» Magdalena 398
331. (b. n.) Bloqueo y asedio do la plaza de Cartagena por una Divi-
sion del Ejército colombiano al malulo del Comandante en Jefe
Coronel Mariano Montilla 390
Correspondencia interceptada.—Caria del Gobernador de Carta-
gena, Don (¡abriol de Torres, al Gênerai Don Pablo Morillo 400
Oficio del Comándame español de artilleria Don Ignacio JJo-
moro, dirigido al Mariscal do campo Dmi Pedro líuiz de
Porras T 401
332. (1>. n.) Nota por la cual so recomienda al Gobierno de Cundí-
nnmarca á los Oficíale* Corral y Còrdova, por su brillante com-
portamiento en la aceion de " La Mojana " 403
333. (b. n.) Hl Almirante Luis Urion participa al Gobierno de Cundí-
namarca bailarse en comitnicaciuii con los Jotos de las fuerzas te-
rrestres colombianas 403
331. (b. n.) Proposición del General del Ejercito español expedi-
cionario do Costa-Jimio. Don Pablo -Morillo, para ajustar la
paz 403
335. (b. n.) Contestación del señor Comandante general del Ejercito de
la Costa al General Don Pablo Morillo 400
33C. (b. n.) El Presidente de Colombia, General Simon Bolívar,
participa al Vicepresidente del Departamento de Venezuela que
lia encontrado entusiasmo y opinion favorable ¡i la Repú-
blica en los pueblos de las Provincias do Cartagena y Santa
Marta ..' 40S
337. (a. n.) El Comandante Jnmi Antonio Gutiérrez do Piñén./, avisa
al Gobierno de Cundinamarca la salida de tuerzas do Mompox,
y los triunfos obtenidos por estas en la Provincia de Santa
Marti 400
338. (b. n.) Projjosicioncs del Gobernador de la plaza de Cartagena,
Don Gabriel de Torres, para acordar una conciliación 410
Olicio del Gobernador de Cartagena al Libertador Presidente de
Colombia 410
Otro olicio del mismo Gobernador pant cl Coronel Don Mariano
Montilla 411
Respuesta del Coronel Montilla al Gobernador de Cartagena 412
Contestación del Libertador Presidente al Gobernador político y
militar do la plaza do Cartagena 112
Otro oñcio del Gobernador de Cartagena para el Libertador 413
Contestación del Libertador al olicio anterior 414-
Olicio del Jefe superior politico y militar de Cartagena al Gene-
ral en Jcfo do los Ejércitos disidentes de la Nueva Granada 414
Ultima contestación dada al Gobernador Torres por el Ayudante
general del listado Mayor General, á nombre del Libertador 415
339. (a. ti.) Nota del Corone) Uamon Xonalo Guerra, por la (pie ma-
nifiesta al Gobierno do Ciindinamarea quo lia sido destinado á
servir la Comandancia de Mompox 41(5
810. (b. n.) Olicio del Libertador al Comandante Don Francisco
Doña, en que lo bacc una propuesta de la mayor importancia.... 417
341. (b. n.) Alocución del Gobernador español de la plaza de Carta-
gena de ludias á los militares (pie la defienden..... 417
ÍNDICK. 5()1
Páginas.
342. (b. n.) Parle del Regimiento de Leon sale de Cartagena, desem-
barca en " Cospiquc " y sorprendo las tropas sitiadoras acantona-
das en Turbaco el l.° de Septiembre '118
818. (b. n.) Sorpresa cansada á la< tropas colombianas acantonadas en
Turbaco y escaramuza bullida f>n ••' OWpiquc " '110
344. (b. n.) Kl Coronel Mariano Moni-illa reconviene á Don Vicente
Sánchez Lima por ciertas expresiones usadas en una Proclama de
este Jefe realista 119
845. (b. n.) Destrucción de la guerrilla realista de Fardo y otras -120
34(5. (b. n.) Escaramuza habida en " Cospiípte "' entro las fuerzas si-
tiadoras y las sitiadas 420
317. (a. n.) Oficio del Comandante do armas de Mompox en que avisa
al Gobierno de Cundinamarca de algunas operaciones y medidas
adoptadas .• <120
318. (b. n.) Nota del Comandante de armas de Mompox, en cpie par-
ticipa algunas noticias al Gobierno de Cundinamarca '121
349. (b. n.) Noticia de las operaciones de la columna de la Division
colombiana, ejecutadas en la Provincia de Santa Marta 422
350. (b. n.) Combate en 1: Codo " y derrota do las fuerzas realistas al
mando de Don Vicente Sánchez Lima 423
351. (b. n.) Ocupación do " La Barra *' y de " Pueblo-viejo " por las
fuerzas sutiles colombianas '125
352. (b. n.) Combate y toma del pueblo do " San Juan de la Ciénaga "
por las fuerzas colombianas 426
358. (b. n.) Proposición del Cabildo de Santa Marta, de suspension
de armas para ajustar una capitulada»» 428
Contestación del Coronel José María Carroño 428
354. (b. n.) Detall del combate que tuvo lugar en el pueblo de " San
Juan de la Ciénaga." 429
355. (a. n.) El Gobernador politico y militar de Mompox da cuenta
al Gobierno de Cundinamarca de las operaciones emprendidas
sobre Ocaña 481
356. (a. n.) Piezas oficiales relativas al reconocimiento de Colombia
por las fuerzas realistas acantonadas en " Guamal." 432
357. (*•) Carta particular del Coronel Mariano Montilla dirigida al
Libertador, en que lo habla de las operaciones militares que
tiene á su cai-go 434
358. (b. n.) Circular con que el Vicepresidente del Departamento de
Cundiniimarca transmite los Tratados celebrados sobre Armisticio
y liet/alarizaeiondo la guerra, á los Jefes encargados de las ope-
raciones militares '136
359. (b. n.) Fragmento de la Memoria presentada al 'Vicepresidente de
Cundinamarca, General Francisco de Paula Santander, por el Se-
cretario de Hacienda y Guerra, Doctor Alejandro Osorio, ¡i fines
del año de 1820 '. 437

ANO DE 1821.

360. (I), n.) Edicto ó Prodama del Gobernador jwlítico y militar de la


plaza de Cartagena, á los españoles residentes en Cartagena 430

(*) Memorias del General )•'. O'Lcary.—Edición de Caracas.


062 íüüicií.
Ptiifinus.
361. ('•>• »•) ïloinpimicnlo do las Iiosiilidadcs cu la Provincia de Carta-
gena, y entrada do las fuerzas sutiles colombianas en la bahía de
la plaza -139
o('r2. (b. n.) .Kl Comándame en Jefe do la Division colombiana (|uc
asedia la plaza do. Cartagena informa al Gobierno de Oundina-
marca de varias de las operaciones militares ejecutadas 440
363. (b. n.) Apresamiento de las tuerzas sutiles de la plaza de Carta-
gena por las colombianas de igual clase «1-11
3ül. (b. n.) lîciidieUm de las fuerzas españolas (pie guarnecen los cas-
tillos de "liocachica".. 444
Número 1.°—Proposiciones do capitulación (pie hace la guarni-
ción de los castillos de <: Bocaohica" 444
Número 2.°—Ocupación de los mismos castillos por las tropas
republicanas • 445
3G5. (1). n.) Apresamiento de un bergantín americano con víveres (pie
trajo á su bordo para, socorrer la plaza do Cartagena, verilicado
con intrepidez asombrosa por las fuerzas sutiles colombianas 417
3GC. (b. n.) intimación hecha ala plaza de Cartagena,ocupada por los
españoles, por el Comandante general de las fuerzas sutiles de
Colombia, epic se hallan en la bahía : y contestación 447
307. (*) Intimación hecha por el Jefe de Estado Mayor de las fuerzas
colombianas, Coronel Luis Francisco de llieux, al Gobernador de
Cartagena; y respuesta negativa de éste 448
ol»8. ( ) 131 Comandante del Castillo de "San Felipe de Barajas" par-
ticipa al Gobernador de la plaza el maltrato epte las familias sali-
das espontáneamente de ella experimentaron en las avanzadas
enemigas 450
369. ( O 131 Gobernador de Cartagena se queja al Jefe de las fuerzas
colombianas sitiadoras del procedimiento de las avanzadas sobro
la plaza; y respuesta satisfactoria do dicho Jefe, en que A la vez
hace al primero proposiciones de rendición 451
370. ( ) 131 Gobernador de Cartagena, sin asentir á la rendición de la
plaza, propone al Jete do las fuerzas sitiadoras una suspension de
armas; y respuesta de éste 455
371. (b. n.) F.xpedicion del titulado Vircy General Don Cruz Murgeon. 457
372. (b. n.) Nota del Comandante en Jefe de la Division del Ejercito
colombiano que asedia la plaza de Cartagena, en que participa al
Gobierno do Cundinamarca que se han construido las baterías en
el cerro de " L a P o p í " y el curso que ofrecen las proposicio-
nes de rendición de dicha plaza 458
El General Mariano Montilla, Comandante en Jefe de las fuerzas
•sitiadoras, intima la rendición á la plaza, siendo ya esta la cuarta
vez 459
El Gobernador Torres se a Cuma en no entregar de ningún modo
la plaza durante el mes de Septiembre, y manifiesta los deseos de
que haya una suspensión de armas 459
El Comandante en Jefe Mariano Montilla ofrece contestar cate-
góricamente al siguiente dia 4C0
El General Montilla accede á la .suspension de armas, y propone
se arreglen los Tratados de capitulación por medio de Comisio-
nados ¿60
(-) "Gacela de bolívar" (periódico oficial del Estado <lc cute nombre) uiíincroa
•J75 á 117S.
ÍNDICB. 563
Paginas.
373. (b. n.) Preliminares do las negociaciones proyectadas entre el Go-
bernador de la plaza do Cartagena y el Comandante cu Jefe de la
Division colombiana quo la asedia .*... '101
El Gobernador Torres ofrece remitir al cuartel general sitiador
un Jefe, autorizado para celebrar las negociaciones «JC1
111 General Marintm Montilla remile ¡i la plaza un Jefe del Ejér-
cito colombiano para relíenos '102
l·Il Gobernador Turres participa al Joie sitiador la remisión de las
proposiciones por medio del Coronel Don Miguel Valbucna 402
Comisión conferida por el Gobernador de la plaza al Coronel Don
Miguel Valbucna, para que ¡ m e a l cuartel general de la Division
colombiana 408
l'odcr dado al Coronel Don Miguel Valbucna para acordar las
estipulaciones 403
371. (b. n.) Proposiciones de capitulación que hace el Gobernador Co-
mandante general español de la plaza do Cartagena de Indias,
(pie abajo suscribe, al señor General Comandante civ Jefe de las
tropas de la Jíepública de Colombia (pie la sitian, Mariano Mon-
tilla 4CI.
375. (b. n.) Convenio acordado entre los dos Comisionados por parte
del señor Gobernador do la plaza de Cartagena y por la del Ge-
neral en Jefe del Ejercito del Norte do Colombia, para arreglar
las bases de la capitulación que deberán sancionar los respectivos
Jefes de las partos comitentes 466
370. (b. n.) Ocupación de la plaza de Cartagena por las fuerzas que
componen la Division del Ejercito colombiano '108
377. (b. n.) Destrucción déla facción encabezada )>or el rebelde Euge-
nio Acosta 471
378. (**) Proclama del Capitán do navio José Padilla, con motivo de la
capitulación ya celebrada con el Gobierno do la plaza do Carta-
gena '173
379. ( •") El 8- de Octubre do 1821, en el " Pió de la Popa " •. 473
Proclamas del General Mariano Montilla:
— A los habitantes de la plaza de Cartagena '173
— A los Marinos de las fuerzas sutiles 474
— A las tropas del Ejército do su mando 475
Bando del Comandante cu Jefe, Mariano Montilla, por el cual se
recomienda á los individuos dol l'îjército que observen buena con-
ducta, 'J75
380. (b. n.)-Juramento prestado por la tropa de la guarnición españo-
la, Millos de evacuar la plaza (lo Cartagena 470
381. (b. n.) Decreto ejecutivo por el cual se. conceden honores al Ejer-
cito del Magdalena '177
382. (§) Iteminisccncias, Algo de lo pa<ido y una ojeada al presente. 478
383. (a. ii.) Resolución por Ja cual se habilita el papel sellado español
para los negocios judiciales y de las Escribanías de Colombia '183
881. {liilih.rktl.) Ucíacion do los mililrrcs que hicieron la campaña
«Ici "Bajo Magdalena/' que comprende lo* años do 1820 y 1821,
y la cual dio por resultado la recuperación de las Provincias anti-

( ) Foliote particular impreco en Cariñena en ISÍÏ1.


( ) "(.'acetado Bolivar" (ueríódieo olici.il del J&lado de esto nombre) mi meros
íirr» á «)7S.
(§) Autógrafo del sefíor >fos6 AInrMn Tálfs.
Óti'í ÍN'DICK.
Páginas.
guas <lo Cartagena, líiohacha y Sania Marta, por las autoridades
y fuerzas colombianas 434;

AÑOS DE 1822 Y 182?..

385. ('*) Campaña abierta sobre la plaza tic Maracaibo en el año de


1S23 408
Proclama del Benemérito General José Padilla 403
Decreto del Comandante general del Departamento del Magdale-
na, Mariano Montilla, por el cual se declara el bloqueo de Mara-
caibo 499
Servicios patrióticos prestados por los pueblos del Norte de la
Provincia do Cartagena 500
Operaciones en la "Laguna de Maracaibo" 500
Diario de las operaciones de la Escuadra colombiana sobre el Zu-
lia, al mando del señor General José Padilla 501
Ocupación de la plaza de Maracaibo 501
Reñido combate entre las fuerzas sutiles 509
Detall de las operaciones en el lago de Maracaibo 510
Buques apresados en la acción naval del 24 de Julio de 1 8 2 3 . . . . 512
Diario de las operaciones de Ja Escuadra colombiana sobro el Zulia,
en los días 21, 22, 23 y 21 de Julio de 1S23, antes del combate. 513
Relación de los Oficiales hechos prisioneros en el combato naval
del 2:1- de Julio de 1823, éntrela Escuadrado Colombia, al man-
do del señor General Comandante general de ella, José Padilla, y
la española, al del Contra-Almirante Don Ángel Labórele 518
Recomendación que el General José Padilla, Comandante general
de la Escuadra de o|>eraciones sobre el Zulia, hace con particula-
ridad al Supremo Gobierno de la República, en favor do los que
se expresan, por su valor, serenidad y exacto cumplimiento de su
deber en la memorable acción del 24 de Julio de 1S23 521
Empleos y grados concedidos por el Gobierno de Colombia á va-
rios individuos do la Escuadra 522
Maracaibo recuperado por las fuerzas de Colombia 523
Tratado particular que los Comisionados españoles y do Colombia
han acordado. b¡i ¡,. cuyas bases queda estipulado el Tratado general 526
Relación de los buques tomados en la bahía de Maracaibo, en
virtud do la Capitulación concluida el 4 de Agosto con el Gene-
ral español Morales 527
Juramento del General en Jefe del Ejército expedicionario de
Costa-firme, Don Francisco Tomas Morales 527
Decreto por el cual se conceden honores y distinciones á la Di-
vision marítima de operaciones sobre cl Zulia 528
Advertencias importantes 530
Apéndice 534
Presidentes, Vircyes y Capitanes gonerales que ha habido on la
Nueva Granada 534
Cartagena 538
Bocachica 549
Mahates 549

0") Gaceta de Colombia, de 1S23.


ERRATAS.

Página 27, linca 14, dice: del Snbjctc del Estado Mayor, General Juan
Salvador Narvácz ;—léase: del Subjefe del Estado Mayor general, Juan Salva-
dor de Narvácz.
Página 41, linea» 30 y 37, dice: en vista del ejemplo;—léase: en vista
del ejemplo, &.*
Página 44, linca 42, dice: que no esmayen;—léase: que «o desmayen, &.°
Página 61, linca 6, dice: Manganguc;—léase: Mayangué.
Página 66, linca 30, dice: dcste el primero;—léase: desde el primero, &.n
Página 67, linca 45, dice: Abril 20 de 1819;—léase: Abril 20 de 1815.
Página 68, linca 9, dice: Don José Gillon—léase: Don José Guillen, &.ft
Página 74, linca 30, dice: que yo me me separarla—léase: que yo me se-
pararía, &.*
Página 85, linca 46, dice: Brigadier Luis de Porras—léase: Brigadier
Ruiz do Porras.
Página 109, línea 42, dice: prisionero en la acción de Chima—léase: pri-
sionero después de la acción de Chima.
Página 170, línea 49, dico: en la madruga que precedió al dia once—
léase: en la madrugada, &.a
Página 172, última linea, dice: (N. del T)—léase: (N. del E.)
Página 187, líneas 35 y 36, dice: al Gobierno provisional de Cartagena,
&.*—léase: al Gobierno provincial de Cartagena, &."•
Página 204, linca 84, dice: batida su izquierza, &.tt—léase: batida 6u iz-
quierda, &.*
Página 205, línea 16, dice: lo que coutestó a mi anterior, &.*—lease: lo
que contestó á mi antecesor, &.ft
Página 205, linca 29, dice: y los meses sucesivos de ésta, &."—léase: y
los meses sucesivos de éste, &.*
Página 206, linca 32, dice: un clima insabible—léase: un clima insalubre.
Página 212, línea 33, dice: obligaciones en el que constituyo su encargo—
léase: oblignciones en que le constituye, &.ft
Págiua 212, línea 41, dice: si lo yo hubiera podido enviar—léase: si yo lo
hubiera podido enviar.
Página 223, línea 19, dice: do Arroyo Hondo,—(así está en el original);
pero léase: de Arroyo Grande, &.A
Página 223, línea 39, dico: victorias do China, Barú y el Estero,—léase:
victorias de Chima, Barú, &.R
Página 423, línea 21, dice: Hoy á las diez de la mañana ha alcanzado la
Division de Lvna,—léase: Hoy á las diez do la mañana he alcanzado, &."

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