Aplicacion de La Psicología A La Medicina

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

Facultad de Ciencias Medicas

Departamento de Psiquiatría

Psicología Médica – PS110

Aplicación de la Psicología a la Medicina

Docente: Dr. Lester Mendoza

Nombre: Helen Lissette Flores Marin – 20191000510

Sección: 1500

Jueves 10 de febrero, 2022

Tegucigalpa M.D.C
La Medicina, La Psicología Y La Enfermedad

La medicina y la psicología son disciplinas que estan ligadas entre sí, pues

ambas buscan preservar la salud del paciente, ya sea física o mental, así como

brindar una mejor calidad de vida.

Ambas ciencias estan dedicadas a la prevención, diagnóstico y tratamiento de

enfermedades.

Una parte fundamental de ser médico y en el trato con el paciente es el factor

emocional y psicológico, la psicología como ciencia nos brinda conocimiento no

solo sobre comportamientos patológicos, sino también sobre comportamientos

no patológicos, por ello, comprender esto es fundamental para establecer la

relación médico-paciente.

Podemos decir que desde el momento en que la enfermedad afecta la vida del

paciente está interviniendo en la psicología del mismo, así como tambien el

estado psicológico previo de una persona puede influir en la aparición de una

enfermedad, en su tratamiento o en su recuperación de la misma.

Los estados mentales y sus cambios alteran el funcionamiento del organismo, y

la salud afecta el comportamiento y los estados de la mente. La psicología

necesita de la medicina para determinar algunos trastornos que tienen causas

fisiológicas, ya sea que se deban a lesiones cerebrales y a través de exámenes

como tomografías y resonancia se pueda comprobar dichos trastornos, así como

también la medicina necesita de la psicología para realizar evaluaciones


psicológicas cuando no se encuentra una causa física en las enfermedades de

la persona.

Es esta relación lo que implica el principal interés de los médicos por la

psicología y viceversa.

Los estados de ansiedad, estrés, depresión, colera, entre otros, muchas veces

acompañan a los procesos de enfermedad somática. Estas emociones

inadaptativas se pueden manifestar en las reacciones ante el diagnostico o

tratamiento, influyendo en todo el proceso de la enfermedad. Un ejemplo de esto

serían las enfermedades cardiacas, donde esta asociado que altos nivele de

ansiedad, depresión y hostilidad aumentan la probabilidad de poseer una

afección cardiaca, así mismo los pacientes que han padecido un infarto y poseen

niveles altos de ansiedad y depresión pueden disminuir los mismos despues de

dársele de alta, o en caso contrario la ansiedad y depresión pueden aumentar y

perjudicar el proceso de recuperación.

También las diversas emociones negativas intensas y prolongadas pueden

convertir una enfermedad transitoria en una clínica, o transformar la

recuperación en una recaída.

No hay que olvidar que estos estados mentales ya son nocivos y perjudiciales

por si solos, y solo empeoran en estados de enfermedad.

La depresión y la ansiedad son las condiciones mayormente asociadas a las

enfermedades, especialmente a las enfermedades crónicas. Cerca de un tercio


de los enfermos crónicos sufren depresión moderada y una cuata parte sufre de

depresión grave.

Los pacientes con enfermedades graves generalmente tardan en comprender

las consecuencias de las mismas, por lo que las reacciones depresivas pueden

tender a manifestarse más tarde que las reacciones ansiosas, aunque esto no

evita que las dos puedan ocurrir de manera alterada o conjunta.

Se considera que si el estado mental decae antes del surgimiento de una

enfermedad, este es considerado como un determinante directo o indirecto de la

enfermedad fisica. Por otro lado si la enfermedad física surge antes que una

enfermedad mental esta es considerada mayormente como un síntoma de la

enfermedad fisica o bien una consecuencia de su tratamiento. Aún así, es muy

difícil saber, tomando como ejemplo la depresión, si la depresión es un

detonante de la enfermedad o si es esta misma la que contribuye a que surja la

depresión.

La dificultad en la diferenciación de ambas se debe mayormente a que muchas

enfermedades se ven acompañadas de síntomas como dolores, espasmos,

nauseas, descoordinación motora, debilidad, cansancio, abatimiento, insomnio

o perdida de apetito, que son los mismos síntomas que pueden venir con la

depresión, aun cuando no haya una enfermedad somática directamente ligada.

Esto mismo causa que tanto el médico minimice el proceso depresivo al

justificarlo con la enfermedad, así como que el psicólogo ignore una posible

enfermedad somática por asociar sus síntomas como solo una consecuencia de
la depresión. Causando así que el paciente quede sin una asistencia psicológica

adecuada o una asistencia médica, respectivamente.

Por otro lado, las emociones negativas excesivas tambien se pueden convertir

en determinantes psicobiológicos, ya sea en el aumento de plaquetas en la

sangre, que por consecuente lleva a la acumulación en los vasos, lo que a su ve

causa enfermedades cardiacas.

Se conoce como psicoinmunología cuando las enfermedades relacionadas con

estos procesos emocionales se asocian a una etiología de deficiencia

inmunológica. Siento este el caso de las enfermedades infecciosas, por ejemplo

el virus del herpes, la bacteria del estreptococos, infeccion de las mucosas, el

resfriado y la gripe.

Aun así, el aumento de estas infecciones no siempre se puede deber a la

disminución inmunológica por factores psicológicos, si no tambien puede estar

vinculado a un aumento de exposición de agentes infecciosos. Sin embargo, las

personas con mas síntomas de estar enfermedades son las que cuentan con

índices de estrés más elevados. El estrés, así como los acontecimientos

cotidianos traumáticos, conflictos familiares, etc, pueden aumentar el riesgo de

contraer enfermedades respiratorias.

La psicología también se ve relacionada con la medicina cuando el paciente

sufre de dolor o malestar que no cuenta con una patología fija o una causa física

que lo justifique, como puede ser la neuralgia, que se trata de episodios

recurrentes de espasmos dolorosos que se sienten a lo largo de un nervio, estos


surgen de repente y sin una causa aparente, o en su caso sin una acción

justificante al dolor, como por ejemplo rozar la piel con un algodón, que, en

circunstancias normales no debería ser un detonante de dolor. Se conoce

también la causalgia, donde se dan episodios recurrentes de sensaciones

dolorosas de quemaduras en zonas del cuerpo que sufrieron alguna lesión en el

pasado, pero estas ya han sanado, por lo que físicamente no deberían causar

esas sensaciones negativas. Otro ejemplo sería el famoso dolor del miembro

fantasma, donde los pacientes sienten dolor o otras sensaciones en un miembro

que ha sido amputado.

El medico debe saber que el dolor también puede ser subjetivo, por lo que para

brindar un mejor tratamiento el profesional de la salud tiene que lidiar con esta

subjetividad y procurar que el enfermo diferencie sus dolores.

Finalmente, el medico debe de saber como todas las implicaciones psicológicas

pueden afectar a su paciente, y de ese modo no solo centrarse en los

padecimientos patológicos, si no también tener en consideración el estado

mental del paciente, procurando así brindar un mejor servicio en busca del

bienestar total de la persona.

También podría gustarte