TEMA 9 Reproducción Social e Ideológica A Través Del Currículo

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"Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia"

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN DE AREQUIPA

CURSO:
CURRÍCULO

TRABAJO:
Reproducción social e ideológica a través del currículo

PROFESOR:
DR. GERBER SERGIO PÉREZ POSTIGO

GRUPO:6

INTEGRANTES:
● Huillca Kana Junior
● Condori Chavez Roy Randy
● Moscoso Moscoso Juan Enrique
● Aquino Yucra Marcos Daniel

AREQUIPA-PERÚ
2021
Teorías del curriculum y reproducción social

Teoría de la educación, escolarización y cambio social


Se considera que las teorías primitivas de la educación manejan concepciones estáticas.
Las teorías posteriores son más autoconscientes con respecto a la educación
como medio para la transformación social, la contribución al perfeccionamiento
de sociedad y la construcción de una mejor.
Las teorías que comprenden desde la escolástica hasta teorías actuales
consideran que la educación es un medio para reflejar y apoyar el proceso
general de cambio social y político.
Con la educación de masas, la escolarización se convierte en un instrumento
para alcanzar objetivos sociales.
El curriculum para la educación de masas reconoce la necesidad inculcar
valores ciudadanos. Se requiere asimismo sistemas de preparación del profesorado,
especificación del currículum, exámenes, titulación, registro de profesores.Se hace
necesario controlar el sistema educativo (que a través de la historia se hizo con autoridades
religiosas y posteriormente con el estado). De igual forma se requiere el uso de
mecanismos públicos para examinar desarrollos y perspectivas con las que se educa. Los
mecanismos para regular de escolarización y curriculum permiten al estado poner en
práctica su propia visión naturaleza de la educació

Circunscribiendo el problema central del curriculum: educación y


sociedad frente a escolarización y estado
El estado moderno se pasa de una relación educación-sociedad (S. XIX) a una
relación escolarización-estado (S.XX).
La teoría crítica del currículum desarrollo la crítica de la escolarización en el
estado moderno, su tema central es encarar las cuestiones educación-sociedad
y escolarización-estado.
Cuando las escuelas o instrumentos de reproducción de vida social, política y
económica se ponen en riesgo unos valores educativos bajo influencia del
estado.
Dos peligros dentro de las relaciones educación-sociedad y escolarización-
estado son:
1. Determinismo: considerar la naturaleza y los problemas de la
escolarización como determinados por el estado.
2. Cosificación: considerar escuela y al estado como si fueran entidades
(corporaciones) es decir, cree que son cosas reales capaces de producir
efectos por sí mismas. Una escuela mes un edificio en el organigrama
es un conjunto de relaciones sociales, de la misma manera el estado no
no es un edificio ni un territorio es una red de relaciones compleja.

El antídoto contra la cosificación comprende elaborar más y mejor historia de la


educación y del currículum se entrada en la condición social cambiante en la
que se desarrollan los procesos educativos, y elaborar más y mejor teoría que
explore relaciones, discursos y prácticas del educación, escolarización,
sociedad y estado.
El proceso de reproducción social y cultural
Cuando se habla de educación como reproducción social significa reconocer su
papel fundamental para mantener la identidad de una sociedad a través de las
generaciones incluso en tiempos de cambio, considerar lo anterior no significa negar la
posibilidad de que la educación sea un vehículo para desarrollar
formas de ilustración humana.
El estudio de la educación en cuanto la reproducción social permite mantener
la identidad social y así posible definir el cambio social.
Se considera que la educación tiene dos funciones que actúan manteniendo la
identidad social a través de las generaciones:
1. Reproducción de técnicas que satisfacen las necesidades socialmente
definidas, se incluyen hábitos y pautas de conducta (adecuadas: saludar,
pedir, etc.; Pautas de relaciones conductuales: interacciones entre
sujetos de diferentes jerarquías para mantener la interacción social.
2. Reproducción de la conciencia o del conocimiento compartido.

Teorías de la correspondencia y de la oposición


Existen dos tipos generales de reproducción social y cultural.
1. Teorías de correspondencia consideran que la clase social de los padres
determinada de los hijos Cuanto más elevado el estatus económico de
los Padres más altos y de los hijos cuanto más bajo, más deprimido.
Aunque por otro lado se cree que quienes depusieron de suficiente
capacidad podrían superar las circunstancias familiares de la mano de
dicha capacidad y trabajo
2. Teorías de oposición: describe las oposiciones presentes en el lenguaje
de la cultura y agrupaciones sociales.
Las series de reproducción social y cultural sugieren diferentes análisis de
cómo considera las relaciones de escolarización y estado.

Estructura y resistencia
Estructuración y resistencia de Gidden pretende mostrar cómo la estructuración
social es un proceso de formación y en el que la acción humana y estructuras
sociales están relacionadas en forma dialéctica, toma en cuenta los procesos
en que la gente resiste a las fuerzas sociales que controlan irregular son si
mediante dominación
La teoría del curriculum como ideología

Las distintas formas elaborar la actividad del currículum (técnica, práctica,


crítica) y sus perspectivas teóricas difieren en la manera de entender la
ubicación cultural y social de la educación y la escolarización.
● En la teoría técnica la sociedad y la cultura son consideradas como algo
externo a la escolarización y el currículum es considerado como un contexto
caracterizado por las necesidades y objetivos sociales deseados a los que la
La educación debe responder.
● La teoría práctica considera a la cultura y a la sociedad como fundamento.
Tiene un punto de vista más activo acerca del papel de la educación, de las
escuelas y profesores.
● La teoría crítica analiza los procesos mediante los cuales nuestra sociedad y
nuestra perspectiva de ellas se han formado

Ideología.
Vulgarmente ideología se refiere a un punto de vista político.
Refiriéndonos a su significado original este concepto hace referencia a la
Ciencia de las ideas.
Por su parte Marx la emplea para referirse a los estilos el pensamiento de
grupos particulares o sistemas totales de pensamiento.
Desde otro punto de vista, se considera la ideología una falsa conciencia en la
cual las ideas son construcciones sociales que pueden actuar enmascarando la
operación de intereses particulares.

Otra concepción de la ideología se refiere a la relación dialéctica entre conciencia individual


y estructura social, esta concepción concibe la ideología como los procesos y prácticas
sociales por los cuales las estructuras características de la vida social se reproducen y
mantienen en la conciencia de una sociedad concreta.
Basándose en Gramsci, Kemmis recupera que la ideología es hegemónica
pues refleja poder, intereses e influencia de grupos dominantes. Cree también
que nunca puede acabarse con la ideología porque la ideología describe el conjunto de
relaciones y procesos mediante los cuales se desarrolla la reproducción social y cultural. En
el texto se parte de la idea de que la ideología en su conjunto dominante de
ideas o estilos de pensamiento.

Dentro de las características clave de la ideología de la moderna sociedad industrial se


encuentran:
● Creciente dominación por el pensamiento científico y tecnológico (fe ingenua en
ciencia)
● Visión del mundo modelado mediante pautas impuestas desde los trozos de
reproducción industrial y la organización burocrática
El curriculum está formado el modelado ideológicamente, es por ello que en las
formas dominantes del currículum reflejan las formas ideológicas dominantes
en la sociedad.
Existe a su vez una oposición a las ideologías en la escuela y la sociedad, por
ejemplo, hay un desacuerdo sobre la naturaleza del saber y del discurso, las
formas de organización social y la naturaleza del acción e interacción en el
mundo.
Como ejemplo de respuesta ante dicha posición Kemmis propone tres
orientaciones para el currículo:
1. Orientación vocacional/neoclásica: considere la educación como preparación
para el trabajo. Prepara estudiantes para el trabajo.
2. Orientación liberal progresiva: dentro de esta propuesta la educación es una
preparación para la vida. D al estudiante como persona de devolución. Busca
apoyar el proceso de reconstrucción de la sociedad a través del desarrollo de
ciudadanos moralmente forma: de la educación como la liberación de las
personas a través de la razón.
3. Orientación socialmente crítica: debido a las desigualdades sociales, no considera que el
perfeccionamiento de la sociedad sería a través de la
educación. Apoyar a estudiantes a desarrollar formas de acción y reflexión para
su oportuna participación en contra de la irracionalidad de la injusticia. Trata de modelar
formas de vida social racionales, justas y facilitadoras para trabajar
contra la ideología dominante contemporánea.
Lo anterior ofrece una interpretación de la oposición ideológica de la
escolarización actual, trata de devolver el debate a las escuelas y sus
comunidades y no a la organización burocrática del estado. Es decir, considera
a las comunidades participantes de la teoría del curriculum y no como sus
destinatarios.

La división del trabajo en la educación de masas ha dado a algunos grupos la


tarea de concebir y formular el curriculum y a otros la responsabilidad de
ponerlos en práctica

La ideología dominante en la elaboración del curriculum

La ideología dominante de la sociedad se expresa en la escolarización, el


curriculum de las escuelas y en su elaboración teórica.
La elaboración de la teoría técnica del curriculum es científista, burocrática
(administrativa) y mecanicista.

La elaboración de la teoría práctica del currículum es:

● Humanística porque está regida por los ideales humanistas de la


tradición de la ilustración, antiguas concepciones de la moral y de la vida
virtuosa.
● Liberal porque adopta una perspectiva de la organización social en la
que todos tienen la oportunidad de participar en el debate sobre el
mundo social.
● Racionalista porque adopta una teoría racionalista de la acción.

Las perspectivas sobre la elaboración de teoría del curriculum son ideológicas


ya que describen las formas de considerar el trabajo del curriculum y reflejan
las imágenes que los teóricos del curriculum tienen sobre la tarea de la
Construcción teórica curricular.
La teoría crítica del curriculum maneja un pensamiento dialéctico
interrelacionando al sujeto y objeto, individuo y sociedad, conciencia y cultura.
Considera una participación democrática y comunitaria donde todos puedan participar en la
toma de decisiones, la organización comunitaria está basada en
las relaciones sociales garantizadas por el respeto mutuo. Contempla un
interés constitutivo del saber emancipador con el propósito de emancipar a la
gente
El currículum y la ideología
El Sistema Educativo presenta a sus instituciones, currícula y hasta todas las ciencias
relacionadas con ellas como algo neutro, ahistórico y objetivo ¿Es realmente así? ¿Responden
a las necesidades de una “eficiencia” o a los intereses de grupos dominantes? El siguiente
artículo reflexiona sobre el tema.

Todos los sistemas educativos se mantienen y justifican sobre la ba­se de líneas de


argumentación que tienden a oscilar entre dos polos dis­cursivos, por una parte las que
defienden que la educación es una de las vías privilegiadas para paliar y corregir las
disfunciones de las que se re­siente el modelo socioeconómico y cultural vigente y, por otra,
las que sostienen que las instituciones educativas pueden ejercer un papel deci­sivo en la
transformación y el cambio de los modelos de sociedad de los que venimos participando. Los
primeros discursos no se plantean llegar, a través del sistema educativo, a otro modelo de
sociedad; no buscan una alteración de las relaciones que, en un determinado momento
histó­rico, mantienen las actuales clases y grupos sociales; no intentan que se modifiquen de
una manera importante las actuales relaciones eco­nómicas, culturales, políticas. Sin embargo,
las propuestas del segundo polo discursivo van precisamente en esta última dirección.

Los sistemas educativos y, por tanto, las instituciones educativas guar­dan siempre una
relación estrecha con otras esferas de la sociedad. Lo que en cada una de ellas sucede
repercute, con mayor o menor intensi­dad, en las demás. De ahí que, a la hora de reflexionar
sobre la política educativa, sobre las instituciones escolares y los curricula que planifican y
desarrollan, sea necesario contemplarlos desde ópticas que van más allá de los estrechos
límites de las aulas. La política educativa no puede ser comprendida de manera aislada,
descontextualizada del marco socio-histórico concreto en el que cobra auténtico significado.

Las relaciones específicas de poder que existen en cada sociedad tie­nen una prolongación
en el sistema educativo. En él los distintos intere­ses van a tratar de hacerse valer, de alcanzar
algún grado de legitimidad, pero también las contradicciones que día a día generan los
modelos de relaciones laborales e intercambio, la producción cultural y el debate po­lítico van
a tener algún reflejo en las instituciones y aulas escolares.

El curriculum oculto
Los proyectos curriculares, los contenidos de la enseñanza, los mate­riales didácticos, los
modelos organizativos de los colegios e institutos, las conductas del alumnado y del
profesorado, etc., no son algo que podamos contemplar como cuestiones técnicas y neutrales,
al margen de las ideologías y de lo que sucede en otras dimensiones de la sociedad, tales
como la económica, cultural y política. Al contrario, gran parte de las decisiones que se
toman en el ámbito educativo y de los comporta­mientos que aquí se producen están
condicionados o mediados por acon­tecimientos y peculiaridades de esas otras esferas de la
sociedad y alcanzan su significado desde una perspectiva de análisis que tenga en cuenta esa
intercomunicación.

El mito más importante en que se asienta la planificación y el funcio­namiento del sistema


educativo en los países capitalistas es el de la neu­tralidad y objetividad del sistema educativo
y, por consiguiente, de la escolarización. Todo un grupo de ceremonias estarán encaminadas a
in­tentar tal demostración, entre ellas: la creencia en un proceso objetivo de evaluación; una
organización formal de la escolarización, especialmente la considerada como obligatoria, en
la que todos los alumnos y alumnas tienen las mismas exigencias, los mismos derechos y
obligaciones, y ade­más se les ofrece lo mismo; y un «folclore de fuerte individualismo» que
viene a propagar el mensaje siguiente: quien trabaje duramente y sea in­teligente tendrá éxito
(POPKEWITZ).

Sin embargo, olvidamos en muchas ocasiones, que el sistema edu­cativo y, por tanto, las
instituciones escolares son una construcción so­cial e histórica. La presión de los grupos e
ideologías más conservadoras, sin embargo, intenta hacernos partícipes de la idea de la
inevitabilidad, perennialismo y ahistoricismo de todo aquello que juega en favor de sus
necesidades e intereses.

Las prácticas escolares tal como se vienen realizando en las últimas décadas, salvo raras
excepciones, acostumbran a regirse por el esquema simplista de un profesorado que sabe
mucho y un alumnado que apenas sabe nada y que, por consiguiente, necesita aprender
mediante la ense­ñanza toda una serie de asignaturas con nombres como matemáticas,
geografía e historia, lenguaje, o educación física. Todo ello acompañado de una estrategia
metodológica muy condicionada por recursos didácti­cos como los libros de texto, así como
de un sistema de evaluación redu­cido casi exclusivamente a lo que conocemos como
exámenes que avalan ante el resto de la sociedad los méritos y deméritos alcanzados por el
alumno. Un modelo donde no se acostumbra a cuestionar de forma ex­plícita otras posibles
responsabilidades que no sean las del propio estu­diante; que olvida, por ejemplo, interrogarse
acerca de cuáles son las obligaciones de la Administración, del centro docente e, incluso, del
pro­pio profesorado en el resultado de lo que acontece dentro de las aulas. Un modelo
sustentador de una escuela donde cada estudiante debe autoreconocerse como ignorante y,
por tanto, a quien se le niega la ca­pacidad o posibilidad de negociar democráticamente lo que
se le ofrece etiquetado como de interés para cada persona a título individual y para toda la
sociedad, según llega a decirse.

Pero la vivencia de este modelo educativo no significa que sea el úni­co posible, ni
supone que siempre fuese de esa manera o que vaya a con­tinuar igual durante mucho más
tiempo. Como cualquier otro modelo, se ha desarrollado en una época histórica concreta; sus
peculiaridades y ca­racterísticas específicas, responden a circunstancias culturales,
eco­nómicas y políticas de otros momentos de la historia de la humanidad.

La institucionalización de la educación, tal como en la actualidad acos­tumbra a


plasmarse, tiene en realidad una tradición histórica muy corta. Cualquier investigación
histórica puede establecer rápidamente sus co­nexiones con la llamada revolución industrial.
Ello significa que entre sus funciones principales estará la de satisfacer las necesidades e
intereses de los grupos que promovieron ese modelo de industrialización.

Olvidarse de reflexionar el presente desde la historia es un peligro que transporta de un


modo oculto el mensaje de la inevitabilidad y la imposi­bilidad de transformar la realidad.
Esto supone también, por consiguien­te, una pérdida de confianza en el ser humano como
controlador y definidor de su destino. O, lo que es lo mismo, aceptar de forma irremediable
que los que siempre se benefician de algo en la actualidad lo seguirán haciendo en el futuro
y viceversa, que los desfavorecidos de hoy son los mismos que los de ayer y los de mañana.

Los grupos sociales y gobiernos conservadores y tecnocráticos van a intentar en todo


momento favorecer la creación y recreación de un dis­curso científico e ideológico que
justifique y legitime la necesidad de su destino como grupo dirigente. Por lo mismo, a la
hora de proponer y razo­nar sus modelos educativos tratarán de elaborar todo un marco
teórico y unos prototipos de prácticas que nunca lleguen a alterar de forma sus­tancial el
mantenimiento de las actuales estructuras de esa sociedad.

Las ciencias de la educación, la psicología, la sociología, etc., todas aquellas disciplinas


que inciden en las prácticas y políticas de educación pensadas, planificadas o avaladas por
gobiernos y/o grupos conservado­res y tecnocráticos, hacen así acto de presentación bajo la
máscara del desinterés y en defensa de una eficiencia decidida a priori sólo por algu­nos
grupos sociales, aquellos que detentan el poder, fundamentalmente, el económico.

CURRICULUM E IDEOLOGÍA Una de las áreas temáticas centrales en la FID es el estudio


del curriculum, tanto como teoría curricular como su diseño e implementación en aula.
Menos abordadas son las filosofías o ideologías curriculares que impactan en los discursos y
prácticas. Diversos autores plantean la necesidad de develar las diversas ideologías
curriculares (SCHIRO, 2013) o metateorías (KEMMIS; FITZCLARENCE; MANZANO,
2008) antes de tratar el diseño y las implicancias prácticas, evitando el mero análisis técnico.
Dichas ideologías se apoyan no solo en saberes estructurados, sino también en un saber
cotidiano influido por saberes sistemáticos y por creencias, incorporando valoraciones y/o
prejuicios. En el marco de este estudio, se entiende una ideología curricular como conjunto de
presupuestos sobre distintos aspectos educativos.
Schiro (2013) aclara que toda manera de abordar el currículum escolar deriva de una
ideología curricular, es decir, de una plataforma o prisma desde la cual la visión sobre el rol
de la educación puede diferir abiertamente. A su juicio, existen cuatro grandes ideologías
curriculares: la academicista, la centrada en el aprendizaje, la reconstruccionista social y
la eficientista social. Estas mismas ideologías pueden ser expresadas o defendidas por
sistemas escolares, por instituciones o por individuos. Por lo mismo, son susceptibles de ser
indagadas en las y los profesores en formación.
La ideología academicista propone que, a lo largo de los siglos, nuestra cultura ha
acumulado un conocimiento importante que ha sido organizado en disciplinas académicas.
Por tanto, el propósito de la educación es que los estudiantes aprendan ese conocimiento
acumulado de nuestra cultura. Desde esta ideología, los profesores debieran ser mini eruditos
con un conocimiento profundo de la disciplina a ser transmitida. La ideología centrada en el
aprendizaje, en cambio, se focaliza en las necesidades y preocupaciones de los individuos.
Así, los educadores deberían ser espacios gratos donde los estudiantes se desarrollan
naturalmente de acuerdo con su naturaleza innata. El propósito de la educación es el
crecimiento de los individuos en armonía con sus atributos personales únicos (SCHIRO,
2013).
La ideología reconstruccionista social defiende la toma de conciencia sobre los problemas y
las injusticias sociales. Asume que el propósito de la educación es facilitar la construcción de
una sociedad más justa; por tanto, el currículum es visto desde una perspectiva de
transformación social y la educación es vista como el proceso social a través del cual la
sociedad puede ser mejorada. En cambio,
la ideología de eficiencia social establece que el propósito de la educación es satisfacer las
necesidades de la sociedad de manera eficiente. Por la educación, los jóvenes se convierten
en adultos maduros, miembros constructivos de la sociedad; estos alcanzan una buena
educación cuando aprenden a ejecutar las funciones necesarias para la productividad social
(SCHIRO, 2013). En conjunto, las cuatro grandes ideologías nos ayudan a conocer el
espectro posible de visiones que los y las educadoras pueden tener sobre el currículum y su
implementación. Precisamente por el foco del estudio, este marco de referencia es clave para
indagar en las ideologías curriculares de las y los profesores en formación. Por otra parte, es
necesario reconocer que cualquier manifestación de las ideologías curriculares surge en un
marco más global, donde el currículum es visto como un espacio de disputa entre grupos de
interés. Apple (2019) y otros (ej. GIMENO et al., 2010) han aportado el análisis sobre la
reproducción ideológica, subrayando la influencia que la ideología predominante tiene en el
sistema y sus actores. Así, junto con explorar diversas ideologías, una pregunta de fondo es:
¿cuál es el conocimiento más valioso? (APPLE, 2019). Esta es una pregunta clave porque es
inherentemente ideológica y política, vinculada históricamente a los conflictos de clase, raza,
género, religión, etc., y, por tanto, aporta a la exploración de vínculos entre ideología y
concepciones de diversidad y justicia.

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