La Cuestión Sinóptica (Q)
La Cuestión Sinóptica (Q)
La Cuestión Sinóptica (Q)
La cuestión Sinóptica
Si hemos leído atentamente cada uno de los evangelios sinópticos (Mt, Mc y Lc), podremos haber notado que
en su cronología narrativa son muy parecidos (incluso llevan una misma estructura interna), pero a la vez,
también podremos habernos dado cuenta que a pesar de la semejanza, se presentan grandes diferencias entre
ellos, incluso en textos de una mismo acontecimiento. Veamos un ejemplo de ello:
A estas diferencias aún en medio de las semejanzas, es lo que los estudiosos han denominado: la cuestión o el
problema sinóptico, el cual tiene fundamentación en preguntas como: “¿Qué clase de relaciones existen entre
los sinópticos, de modo que puedan explicarse estas semejanzas y, a la vez, tales diferencias? ¿Hay alguna
clase de relación literaria inmediata entre ellos?, ¿dependen de fuentes comunes?, ¿puede explicarse sólo a
través de la tradición oral?” 1; a estas preguntas se les podría sumar un dato que contribuye a complicar un tanto
más la cuestión: si los tres sinópticos beben de una misma fuente, ¿Cómo es posible que entre Mt y Lc existan
más de 200 versículos semejantes, que NO están en Mc?
Durante muchos años, la Iglesia y los estudiosos aceptaron la propuesta de san Agustín, que consideraba que los
evangelios habían sido escritos en el mismo orden que se encuentran en el Canon (Mt, Mc y Lc); S. Agustín
consideraba, además, que el evangelio de Mateo era el primero en ser escrito, tiempo después Marcos lo había
abreviado, y finalmente Lucas había hecho un compendio de ambos. Pero a finales del siglo XVIII, los
1
Aguirre Monasterio, R. (1992). Evangelios sinópticos y Hechos de los apóstoles. Verbo Divino. P. 64
Para intentar resolver esta cuestión, a lo largo de los años, muchos estudiosos bíblicos han lanzado diversidad
de hipótesis, siendo las más aceptada, al día de hoy, la llamada “hipótesis de las dos fuentes”, producto de la
investigación del teólogo alemán Johannes Weiss. Pero… ¿en qué se basa esta teoría? Miremos sencillamente
sus postulados más preponderantes:
-El evangelio más antiguo es Marcos, esto se deduce debido a que es el más arcaico y menos elaborado
(literariamente y en contenido) de los tres.
-Mateo y Lucas toman como fuente el evangelio de Marcos, por ello es que encontramos tantas semejanzas
entre los tres.
- Por el contrario existen pasajes de Mt y Lc (específicamente discursos o sentencias de Jesús) que NO están en
Marcos, pero sí en estos dos; esto nos lleva a deducir que Mt y Lc tuvieron otra fuente con la que NO contó Mc;
los pasajes tomados de esta fuente son menos coincidentes con Mc. A esta otra fuente se le denominó Q (del
francés Quelle – que traduce fuente).
-Pero aparte de las dos fuentes ya mencionadas (Mc y Q), Mt y Lc contaron con fuentes propias de ellos, esto
nos lo demuestra el hecho de que hay perícopas exclusivas de Mateo y perícopas exclusivas de Lucas.
“La teoría de las dos fuentes da cuenta de forma sencilla del problema sinóptico y se explica la gran aceptación
que ha encontrado. Su utilización a la hora de estudiar los sinópticos es también sumamente cómoda. En las
perícopas de la triple tradición se parte de la prioridad de Mc, con quien se compara a los otros dos, que han
trabajado sobre su texto: las diferencias de Mt y Lc respecto a Mc revelan las características de estos dos
redactores.2”
“El descubrimiento de Q fue mucho menos espectacular. Este antiguo escrito cristiano no estaba enterrado en
las secas arenas de Egipto ni oculto en una cueva, sino escondido en el texto de los evangelios de Mateo y
Lucas. No fue descubierto por campesinos ni pastores, sino por quienes estudiaban pacientemente las relaciones
de dependencia literaria entre los evangelios. Su hallazgo no fue repentino, sino lento y progresivo, ya que el
contenido y la forma de Q han ido descubriéndose a medida que avanzaba la investigación moderna sobre la
tradición evangélica3”.
La fuente Q (o documento Q) es una tradición, muy posiblemente escrita, que contenía dichos de Jesús. De esta
fuente beben los evangelistas Mt y Lc; prueba de ello es el hecho de que existan más de 200 versículos paralelos
entre Mt y Lc, todos ellos discursivos, que no están en Mc (de hecho el evangelio de Mc es más narrativo y no
2
Aguirre, R. – Rodríguez, A. (1992). Evangelios sinópticos y Hechos de los apóstoles. Verbo Divino. P. 70
3
Guijarro, S. (2004). Dichos primitivos de Jesús. Verbo Divino. P. 11
ANEXO
¿Cómo se escribieron los evangelios?
Bibliografía
Aguirre, R. – Rodríguez, A. (1992). Evangelios sinópticos y Hechos de los apóstoles. Verbo Divino. P.p. 61-72