Lengua Italiana
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«Pueblo italiano» redirige aquí. Para la localidad argentina, véase Pueblo
Italiano.
Italianos
Map of the Italian Diaspora in the World.svg
Famous Italians Mosaic.png
Italianos destacados:
1ra fila: Alessandro Volta • Enrico Fermi • Lorenzo de Medici • Rita Levi-
Montalcini • Giacomo Leopardi
2da fila: Leonardo da Vinci • Cristoforo Colombo • Federico Fellini • Giuseppe
Verdi • Dante Alighieri
3ra fila: Anna Magnani • Ugo Foscolo • Umberto Eco • Gabriele D'Annunzio • Galileo
Galilei
4ta fila: Antonio Vivaldi • Guglielmo Marconi • Giuseppe Garibaldi • Alessandro
Manzoni • Grazia Deledda
5ta fila: Giosuè Carducci • Luciano Pavarotti • Niccolò Machiavelli • Marco Polo •
Valentino Rossi
6ta fila: Sergio Leone • Luigi Pirandello • Pier Paolo Pasolini • Gian Lorenzo
Bernini • Salvatore Quasimodo
Ubicación Bandera de Italia Italia — 60,3 millones1
Descendencia 140 millones
2% de la población mundial.
Idioma Italiano
Religión Mayoritariamente católica
Etnias relacionadas Españoles
Franceses
Portugueses
Valones
Suizos italianos
Rumanos
Griegos
Albaneses
Croatas
Eslovenos
Asentamientos importantes
32-34 M 23 Bandera de Brasil Brasil
15-25 M 24 Bandera de Argentina Argentina
15-18 M 2 Bandera de Estados Unidos Estados Unidos
1-5 M 256 Bandera de Francia Francia
1-5 M 78910 Bandera de Venezuela Venezuela
2,5 M 11 Bandera de Paraguay Paraguay
2,0 M 12 Bandera de Colombia Colombia
1,5 M 13 Bandera de Canadá Canadá
1,0 M 2 Bandera de Uruguay Uruguay
916.100 14 Australia
662.799 2 Bandera de Alemania Alemania
600.000 15 Bandera de Chile Chile
533.8212 Flag of Switzerland (Pantone).svg Suiza
500.00016 Bandera de Perú Perú
408.40017 Bandera de Costa Rica Costa Rica
281.1702 Bandera de Bélgica Bélgica
268.15118 Bandera de España España
187.3632 Bandera de Reino Unido Reino Unido
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Los italianos son un grupo étnico de Europa del sur. Después de la constitución
moderna de un propio estado nacional unificado, el Reino de Italia (1861), el
término ha pasado a designar, además de a todos los ciudadanos italianos, también a
los extranjeros naturalizados que han adoptado el estilo de vida, la lengua, la
cultura y los valores propios de la población autóctona. Su idioma es el italiano,
lengua materna del 95 % de la población residente,19 hablado a menudo conjuntamente
con uno de sus numerosos dialectos o, afuera del centro de Italia, junto con uno de
los varios idiomas regionales autóctonos,nota 1 y su religión mayoritaria es la
católica, siendo su país sede de la Iglesia católica. 20
A pesar de una historia tan atormentada, supieron sin embargo desarrollar, a partir
del año 1000, una civilización urbana refinada y próspera, basada en el comercio,
que alcanzó su apogeo en el siglo XIII23 (momento en el que destacan las Repúblicas
marítimas italianas, como las de Amalfi, Génova, Pisa y Venecia) confluyendo, en el
siglo XIV, en otra civilización autóctona en formación conocida como Renacimiento
(o sea renacimiento de la antigüedad clásica).24 El Renacimiento, a su vez, produjo
el Manierismo, movimiento artístico determinante para el nacimiento del Barroco,
que tuvo origen en la ciudad de Roma en la última década del siglo XVI. Todas esas
civilizaciones y movimientos nacidos en Italia se internacionalizaron, dando un
fuerte impulso al desarrollo cultural y material del mundo occidental.
El alto nivel económico y cultural de los italianos, que se prolongó hasta las
primeras décadas del siglo XVII, fue pero acompañado por una debilidad política y
militar crónicas, originadas por la fragmentación de su tierra de origen en varios
Estados (a veces estructurados también como ciudades-Estado) sobre los cuales
ejercieron directa o indirectamente su dominio político, durante períodos más o
menos largos y según modalidades distintas, muchas de las potencias que se
sucedieron en el escenario europeo, como el Imperio bizantino, el Sacro Imperio
Romano Germánico, el Imperio español, el Primer Imperio francés y el de Austria.
Solo un reducido grupo de Estados italianos lograron mantenerse siempre, o casi
siempre, independientes: Venecia y Génova con sus respectivas repúblicas, el Ducado
de Saboya, que en el siglo XVIII se convirtió en Reino de Cerdeña, y el Estado
Pontificio.
Índice
1 Origen y formación
1.1 Edad Antigua
1.2 Edad Medieval y Moderna
2 Sociedad y cultura
3 Diáspora italiana
4 Véase también
5 Notas
6 Referencias
7 Véase también
8 Enlaces externos
Origen y formación
Edad Antigua
Todos esos pueblos, que Roma absorbió entre el siglo IV y II a.C., experimentaron
un profundo proceso de romanización ya desde el principio de la República romana y
el comienzo de la primera guerra púnica, donde Italia constituía el territorio
metropolitano de la misma Roma,27 diferenciándose así de las provincias (siendo
estas todos los territorios conquistados afuera de Italia)28 tanto durante la etapa
republicana como durante el Imperio romano,29 y que culminó con la adquisición de
la ciudadanía romana por parte de todos los hombres libres nativos de la Italia
peninsular (en el 89 a.C., gracias a la Lex Plautia Papiria)30 y continental (a
través de la la Lex Roscia, en el 49 a.C., cuando el mismo derecho de los itálicos
peninsulares se concedió también a todos los habitantes libres de la Italia
septentrional).31 Medio siglo después, esos nuevos romanos pasaron a constituir,
gracias al Emperador Augusto, una mayor unidad política (igualmente llamada
Italia), en el año 7 d.C., y articulada en once regiones que en parte han
sobrevivido hasta nuestros días con las mismas denominaciones latinas que tenían en
aquella época (como Umbria, Campania, Liguria, Apulia o Emilia).32
Esa época de larga duración es conocida como el Período de las grandes migraciones
o de las invasiones bárbaras que conllevaron para los italianos, así como para
otros europeos, guerras y carestías a partir del año 401, con la primera invasión
de los visigodos de Alarico seguidas, hacia el 450, por otra perpetrada por los
hunos de Atila en el norte peninsular. A finales del siglo V los ostrogodos tomaron
el poder en Italia y fundaron un reino que duró casi medio siglo: el Regnum Italiae
(Reino ostrogodo de Italia). Entre los años 535 y 554 Justiniano, último emperador
bizantino de lengua, educación y cultura latinas, logró liberar Italia del yugo
bárbaro. Durante la larga guerra de liberación los solados romano-orientales, en su
mayoría de lengua griega, definían a los italianos itálicos mientras ellos hablaban
de si como rhōmaîos (Ῥωμαῖος), o sea "romanos". Italia quedó unida, y todos los
italianos se convirtieron otra vez en ciudadanos romanos (del Imperio romano-
oriental), pero por poco tiempo. Quince años más tarde invadió Italia el pueblo
bárbaro de los lombardos, que ocupó las instituciones políticas en la mayor parte
de la península. A partir de aquel momento, y en los dos siglos siguientes, existió
una Italia lombarda (la máxima parte de la Italia continental, la Toscana y todo el
interior de la parte meridional peninsular) y una Italia bizantina (el Exarcado de
Italia o de Rávena). La conquista lombarda (568-576) fue un acontecimiento de suma
importancia para los italianos: desde aquel momento Italia perdió su unidad
política, que había caracterizado más de cinco siglos y medio de su historia, y que
volvió a reconquistar solo trece siglos más tarde.
Los lombardos fueron gradualmente conquistados por los francos, otro pueblo
germánico, en el siglo VIII, bajo el dominio de Carlomagno, un líder de etnia
germánica que buscaba incorporar y legitimar a su gente dentro de tierras en donde
históricamente habían sido considerados bárbaros y extranjeros. De esta manera el
territorio central y norte de Italia vino a formar parte del Imperio Carolingio
hasta el siglo IX.
Durante los primeros siglos de la Baja Edad Media empezó a utilizarse el gentilicio
de italiano, que derivaba del término itálico, gentilicio con el que eran conocidos
los habitantes de Italia durante la época romana, así como los mismos romanos; a su
vez, el nombre de Italia, provenía de la aféresis del el antiguo término itálico en
idioma osco "(v)íteliú" (vitulus en latín y vitello en italiano, con el significado
de "becerro"), animal sagrado de algunos pueblos prerromanos del sur peninsular.35
El término "itálico", que designaba en época republicana tardía a todos los
habitantes libres de la península que no tenían ascendencia helénica (estos últimos
eran llamados italiotas), en edad imperial pasó gradualmente a designar a la
totalidad de la población libre de una Italia ya totalmente latinizada.
Siempre durante la Baja Edad Media el sur de Italia gobernado por los normandos
(siglos XI-XII), por la dinastía suaba de los Hohenstaufen (siglos XII y XIII), por
los reyes Angevinos (siglos XIII - XV) y por la Corona de Aragón. En particular el
largo dominio político hispano-aragonés que durante tres siglos se ejerció en el
sur peninsular, durante dos en el Milanesado, y durante un periodo todavía más
largo (cuatro siglos) en la Italia insular, reforzó ulteriormente los vínculos
entre Italia y España ya fuertes desde la época romana.36
Sociedad y cultura
Históricamente, desde el Medioevo, los italianos se han identificado más con su
ciudad y región que con el Estado italiano, unificado recién entre 1861 y 1870.
Esto sigue siendo parcialmente evidente en la cultura italiana de hoy pese a que la
lengua italiana reemplazó —no solo en la administración, la literatura y los
estudios superiores, como pasaba en los antiguos Estados italianos preunitarios,
sino también en el hablado diario— gracias a la mayor alfabetización popular en el
último siglo y medio, a los numerosos dialectos y lenguas italianas regionales.43
El proceso de industrialización y modernización de Italia acaecido en los últimos
setenta años (a partir de la segunda mitad de la década de 1950) ha creado una
sociedad uniformizada y altamente desarrollada en todos sus sectores socio-
económicos: una eficiente red de autopistas, aeropuertos y ferrocarriles normales y
de alta velocidad44 unifican —también socialmente y culturalmente— toda Italia,
desde los Alpes hasta Sicilia.
Diáspora italiana
Entre los países industrializados, Italia es el que históricamente ha dado la mayor
contribución a los flujos migratorios internacionales con casi 30 millones de
expatriados desde la Unidad de Italia hasta hoy, de los cuales 14 millones han
emigrado en el período entre 1876-1915. El despegue económico de 1896-1908, a lo
largo del cual el Pil ha conocido un crecimiento anual del 6,7%, también ha sido
insuficiente para hacerse cargo de los campesinos expulsados del campo. En 1913
emigraron poco menos de 900 mil italianos, una verdadera emigración en masa. En
Argentina, a principios del siglo pasado, fueron un número de gran consideración
junto con los españoles y alemanes. No sólo representan el mayor número de
migrantes, sino que a la fecha los italianos se establecen como el grupo
étnico/cultural dominante. En Brasil, otra importante desembocadura histórica para
los emigrados italianos, el 44% de los vecinos de São Paulo tiene algún origen
italiano. Fondazione Migrantes47
En Italia, el lugar de procedencia de los italianos, existen actualmente 60,3
millones de habitantes. Sin embargo, un número importante de italianos emigraron
durante los siglos XIX y XX a distintos países del mundo debido a problemas
políticos, económicos y sociales (casi 30 millones entre 1850 y 1976).[cita
requerida]
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