Contextualización de Platón (Pregunta 1 Selectividad)
Contextualización de Platón (Pregunta 1 Selectividad)
Contextualización de Platón (Pregunta 1 Selectividad)
MITO LOGOS
Platón es el primer filósofo griego como tal, pues conservamos gran parte de sus
escritos y por ello hemos podido conocer sus ideas y pensamiento. Es necesario
remontarse a los orígenes de la filosofía, estudiar sus raíces y ser conscientes del gran
salto de paradigma que dio la civilización de la Antigua Grecia. Ese gran paso del
mythos al logos fue lo que dio origen a la disciplina filosófica y a los célebres
personajes que componen la Historia de la Filosofía, comenzando por el padre del
pensamiento occidental y de nuestra cultura occidental.
1.2. Los filósofos presocráticos
Se llaman así los filósofos anteriores a Sócrates, el primer gran pensador de la
historia. Estos son importantes ya no sólo por ser los primeros filósofos, sino porque
también influyeron en Platón al ser sus antecesores.
CARACTERÍSTICAS
A) Lo primero que hay que tener en cuenta es que estos filósofos son en gran medida
desconocidos. No tenemos una idea clara del pensamiento de Tales o de
Heráclito, porque apenas nos han llegado referencias de ellos. Lo único que
tenemos en la mayoría de los casos son fragmentos.
B) Lo segundo que hay que tener en cuenta es que estos filósofos no han pasado a la
historia por haber aportado grandes contenidos a la historia de la filosofía, sino
por haber sido los primeros en plantear ciertas preguntas y en tratar de
responderlas de un modo racional, esto es, sin recurrir a los mitos y a la voluntad
divina. Por eso estaban a medio camino entre el mythos y el logos.
CUESTIONES PLANTEADAS
antecesores
presocráticos, dejará a un lado la cuestión
del arkhé que se reduce a lo meramente
físico, a lo sensible, y por el contrario se
centrará en el aspecto formal del mundo (las
Ideas o esencia de las cosas, no su sustrato
físico ni sus componentes).
Parménides parecía pensar: “Si todo cambia continuamente, ¿por qué decimos de
algo que es algo? (porque el verbo ser, que utilizamos continuamente, parece indicar
que las cosas tienen identidad, esto es, que permanecen siendo lo que son). Heráclito
pensaba que todo fluye (panta rei), todo cambia, la realidad es como un río que
siempre es distinto a sí mismo ejemplo del barco de Teseo.
Esta cuestión sí va a resultar mucho más interesante para Platón, pues se posicionará
radicalmente de parte del pensamiento parmenídeo y se opondrá a la tesis de
Heráclito. Y esto lo hará de la siguiente forma:
En primer lugar, Platón discrepa con Heráclito en cuanto a su concepción del ser
como algo dinámico, finito y mortal, en cuanto a su idea de movimiento, la cual
ilustra según la siguiente frase :”Todo fluye, todo cambia, nada permanece”. Platón,
considera que lo único verdadero son las ideas, y éstas son estáticas, universales y
atemporales, por lo que la idea de movimiento tan sólo aparece en su Mundo
Sensible, mundo en el que por otra parte, no se puede acceder al conocimiento
absoluto.
Heráclito también afirma que debemos fiarnos de nuestros sentidos, pues nos
muestran la realidad tal y como es, llena de multiplicidad y sujeta al cambio; mientras
que Platón niega rotundamente que éstos nos puedan ayudar a acceder a la verdad y
sostiene que nos hacen caer en la más absoluta ignorancia.
Parménides afirma que no debemos fiarnos de nuestros sentidos, pues nos conducen
al error, a la mera opinión. Del mismo modo opina Platón, que dice que es necesario
para adquirir el conocimiento salir del Mundo Sensible para acceder al Mundo
Inteligible.
De esta forma, he visto no sólo cuál era el pensamiento de los presocráticos, padres
de la filosofía, sino toda la influencia y relación que tuvieron con el filósofo
ateniense.
Este cambio tiene como protagonista a unos personajes variopintos que son
conocidos con el nombre de sofistas, que van a ser parecidos a los políticos actuales.
Ya sabemos que la democracia consiste en el gobierno del pueblo. Pero, a diferencia
de hoy día, la democracia era directa. Nosotros tenemos una democracia
representativa, por lo que votamos a un partido político que nos va a representar en el
Congreso de Diputados. Sin embargo, la democracia ateniense era directa: esto
significa que cualquier ciudadano podía asistir a la asamblea y reunirse con otros
ciudadanos para tomar decisiones directamente. Es como si tú quieres ir hoy al
Congreso de Diputados y hablar delante de todos los parlamentarios y políticos… no
podemos hacer eso en la actualidad, pero en Atenas en el siglo V a.C. sí se podía.
Por este motivo, es muy importante para los ciudadanos saber expresarse con claridad
y coherencia, saber argumentar sus ideas delante de la asamblea. Si lograbas
convencer a los otros ciudadanos de la asamblea de tu propuesta, los demás votarían
tu propuesta. Debías ser bueno argumentando, convenciendo y debatiendo. Y…
¿quiénes eran los mejores convenciendo y persuadiendo a los otros? Efectivamente,
los sofistas.
La palabra sofista viene del griego “sophoi”, que significa sabio. Quiere esto decir
que los sofistas se tenían a sí mismos por sabios. Eran una especie de maestros que
además se ganaban la vida cobrando por dar clases. ¿Y qué era lo que enseñaban los
sofistas? Los sofistas no se tenían a sí mismos por expertos en ningún saber en
particular (como la medicina o la ingeniería), sino que eran expertos en
retórica(disciplina que estudiar las formas del discurso con el objetivo de convencer a
su auditorio). Los sofistas pretendían enseñar a convencer a una asamblea hablando
del tema que fuese. Incluso un sofista como Gorgias presumía de ser capaz de
convencer a quien fuese de cualquier idea, y luego de su contraria.
Esto era lo que criticaban Sócrates y Platón. Para ellos los sofistas no eran verdaderos
sabios, sino solo sabios aparentes, y la sofistica no es tampoco sino sabiduría
aparente. Y eso es así porque los sofistas no buscan la verdad de las cosas, sino solo
mover a su auditorio hacia su propio interés haciéndoles cambiar de parecer o forma
de pensar. Para ello pueden utilizar muchas armas del discurso, desde la amenaza al
halago. Hay muchas maneras de seducir a la gente.
Esto (que de lo que se trataba era de satisfacer el propio interés) lo reconocían los
sofistas abiertamente, porque para ellos no hay ninguna verdad que buscar. Lo único
que hay son opiniones individuales (por eso los sofistas eran muy relativistas; el
relativismo es el concepto que sostiene que los puntos de vista no tienen verdad ni
validez universal, sino que sólo poseen una validez subjetiva).
Donde no hay verdad, solo hay opiniones que valen lo mismo. Y si sólo hay
opiniones, pues me las apaño para imponer la mía. Esto es lo que decía un famoso
sofista llamado Protágoras.
Pues bien; Sócrates culpaba a los sofistas y a su relativismo de ser los causantes de la
guerra y de la crisis moral de la ciudad.
1.4. Sócrates
Para Sócrates, este ocuparse del propio perfeccionamiento moral, debe realizarse
sobre la base de un análisis crítico de los propios conocimientos. Por eso, el
reconocimiento de la ignorancia, el saber que no se sabe nada, se convierte en el
comienzo de la sabiduría en cuanto obliga al hombre a ponerse a sí mismo como
problema, a iniciarse en el camino de su propia formación personal en el sentido ético
y moral.
La tarea ética y moral será, por tanto, tratar de conocer el bien. Cada uno debe
realizar ese viaje interior hasta descubrir cuál es su bien real, qué son las virtudes y
los vicios verdaderamente y cuál es el mejor camino hacia la felicidad. Por eso
Sócrates defendía la idea que había grabada en el templo del famoso oráculo de
Delfos “Conócete a ti mismo”.