Obsolescencia Programada AUTOR SEBASTIAN CAPUCCI
Obsolescencia Programada AUTOR SEBASTIAN CAPUCCI
Obsolescencia Programada AUTOR SEBASTIAN CAPUCCI
El hombre como individuo y la humanidad, como conjunto social, desde sus orígenes
han tratado de encontrar la respuesta más eficaz a los problemas de la más diversa
índole que se le han presentado en su devenir histórico, algunas respuestas han sido
acertadas y otras manifiestamente incorrectas, el tiempo ha sido un juez implacable de
las decisiones humanas, por ello la solución que la humanidad o parte de ella propuso o
impuso en un momento y contexto histórico determinado pudo haber sido acertada,
más el paso del tiempo ha provocado que dicha solución se haya transformado en una
solución inadecuada o ineficaz.
El tiempo y las circunstancias cambian y así también deben hacerlo las respuestas o las
soluciones que se intentan para solventar viejos problemas, a su vez los nuevos
problemas, que traen aparejados los nuevos contextos históricos, renuevan los desafíos
para la humanidad y es por ello que la adaptación, flexibilidad, innovación y
readecuación de las ideas y soluciones constituyen un imperativo categórico.
La frase que da comienzo al presente trabajo, la cual fuera expresada por uno de los
padres de la obsolescencia programada, Bernard London, paradójicamente hoy en otro
contexto nos compele a pensar formas nuevas de producir y comercializar bienes y
servicios, en armonía con otro plexo de derechos que vienen hoy a su rígido compas, por
el contrario advertimos que si las formas producción y comercialización de bienes y
1 Autor Sebastián Andrés Capucci, Abogado UNR, Magister Asesoramiento Jurídico de Empresas
Universidad Austral, Profesor Adjunto por Concurso Derecho de la Empresa y el Mercado UNR.
servicios siguen respondiendo a los viejos paradigmas no vislumbramos un destino
conveniente para la sociedad e inclusive para las mismas empresas.
El contexto histórico en el cual surge la Obsolescencia Programada fue aquel que nos
muestra el final de la Primera guerra mundial y ya establecida como potencia mundial a
los Estados Unidos de Norteamérica, se evidencia un avance económico sin parangón de
la economía impulsada por las expectativas racionales ancladas en el crecimiento
objetivo de la economía. Esta situación ilusiona a gran parte de los habitantes de dicho
país desatando un deseo pasional de que el auge económico siguiera un curso de
progreso y crecimiento sin fin.
Sin embargo para el año 1929 el mundo occidental se encuentra atravesando una de sus
peores crisis económica y social de su historia y si bien el comienzo de los años 20 fue
un período de expansión económica2, las bases sobre las cuales se asentaba tal
crecimiento no eran sólidas y fueron el germen de lo que determinaría que la economía
de los Estados Unidos de Norteamérica colapsara rápidamente a partir del denominado
“Jueves Negro” (24 de Octubre de 1929) donde la Bolsa de Comercio de Nueva York
evidenció un descenso de las cotizaciones de las acciones que operaban en dicha
entidad a uno de los valores más bajos desde el año 18003.
2 La primera guerra mundial favoreció sobre todo a Estados Unidos de una manera brutal, convirtiéndole
en el principal proveedor de materias primas y productos alimenticios e industriales. También era el
principal acreedor del mundo y su influencia sobre Europa era espectacular. La guerra también trajo un
importante crecimiento industrial, la agricultura también se vio favorecida y las necesidades europeas de
comerciar, convirtieron a la flota americana en la segunda marina mercante del mundo. El crecimiento
que se inició en los primeros años de 1920, fueron muy profundos y estables en los Estados Unidos. En
estos años se consolidaron sectores industriales nuevos como la industria eléctrica, la química y la
petroquímica, la aeronáutica, el cine y la radiofonía. Como consecuencia del desarrollo industrial, el
sistema energético se renovó, sobre todo a partir del aumento de petróleo y electricidad. El taylorismo y
el fordismo fueron las nuevas modalidades de producir y organizar el trabajo y la producción. También se
desarrollan nuevas actividades relacionadas con las nuevas industrias, como la construcción de
carreteras, de aeropuertos. Como la competencia era muy fuerte, aumento la concentración empresarial,
se forman las Trusts. Sin embargo la agricultura no vivió un crecimiento tan parecido, pues los precios
agrícolas se mantuvieron todavía por debajo de los precios industriales generando un desequilibrio
desfavorable al sector primario. Enrique López Fdez. de Lascoiti, Universidad Autónoma de Madrid,
“CRACK DE 1929: Causas, desarrollo y consecuencias.” Revista Internacional del Mundo Económico y del
Derecho Volumen I (2009).
3 “Si el sueño americano nació en algún momento fue entonces, esos años en que cualquiera podía hacerse
rico, o al menos lo parecía. La bolsa, que en la segunda mitad de los años 20 no paró de subir, prometía la
posibilidad de acumular grandes sumas de forma rápida si se disponía de un pequeño capital de partida. O
incluso sin él. Los bancos prestaban dinero para comprar acciones a crédito y cientos de miles de pequeños
inversores, pero también de empresas, se lanzaron al mercado. Depositar los ahorros en acciones que
podían doblar su valor en un año o endeudarse para comprarlas y luego devolver el dinero al banco con un
enorme margen de beneficio, era un sistema a priori muy interesante. Mientras el mercado subiera. Cuando
La obsolescencia Programada (en adelante OP), fue el intento de solución que esgrimió
Bernard London en su informe presentado en 1932 denominado “Ending the
depression through planned obsolescence”4 en el cual en primera instancia, desde su
óptica, identifica el problema expresándolo en los siguientes términos: “Principalmente,
lo que este país y otros países están padeciendo es debido a la alteración de las
relaciones humanas. Las fábricas, almacenes y campos están todavía intactos y están
listos para producir en cantidades ilimitadas, pero las ganas de seguir adelante han sido
paralizadas por una disminución en el poder adquisitivo. Los problemas existentes han
sido generados por el hombre, y el remedio debe ser concebido por el hombre y
ejecutado por el hombre” y luego propone una solución: “En pocas palabras, la esencia
de mi plan (tesis) para Lograr los fines tan deseados consiste en planificar
la Obsolescencia de los bienes de capital y de consumo en el momento de su
fabricación5,6.
dejó de hacerlo y cayó abruptamente en octubre de 1929 todo se derrumbó. Miles de ahorradores
perdieron su dinero y muchos otros se encontraron con que no podían devolver los créditos”.
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20201019/33826/1929-final-
sueno.html
“La especulación fue la causa principal del crac de la Bolsa de Nueva York. Los años veinte fueron buenos
para los Estados Unidos ya que querían enriquecerse rápidamente y con un mínimo esfuerzo. La
especulación llegó a la Bolsa gracias a las normas de Wall Street y por la subida producida durante la
década de los veinte en las acciones. Los negocios eran rápidos y beneficiosos. La mayoría de los
pequeños empresarios decidieron invertir y vivieron de ello. Los agentes de bolsa prestaban a sus clientes
dinero, a cambio de sus títulos comprados y también pedían prestado a los bancos para poder comprar
esos títulos porque con las ganancias de la bolsa se podían pagar los créditos y sus intereses” Enrique
López Fdez. de Lascoiti op. Cit.
4 El texto completo del Informe puede descargarse en https://www.semanticscholar.org/paper/Ending-
the-Depression-through-Planned-Obsolescence-
London/622892147cfe3c4567d0d92d528394423d93e5a4.
5La traducción de los párrafos transcriptos corresponde Wikipedia,
https://es.wikipedia.org/wiki/Bernard_London.
6 El clásico filme inglés del año 1951 “The Man in The White Suit” -protagonizado por el fallecido Sir Alec
Guiness- presenta al público el concepto de Obsolescencia Programada. El argumento trata de un químico
joven que descubre un hilo que no se gasta y por ende dura por siempre. Al poco tiempo lo persiguen los
dueños de las fábricas por el peligro que representa su invento para la producción textil y luego los
obreros ya que ven amenazados sus trabajos. https://afinidadelectrica.com/2020/04/29/el-cartel-
phoebus/
aplicada a la producción de bienes o su comercialización, dirigida intencionalmente a
reducir su vida útil, afectando su materialidad o la percepción que de ella tiene el
consumidor, con el propósito de lograr una rápida sustitución por otro bien7.
7 Barak ORBACH la define como una “estrategia mediante la cual se reduce el período de vida de un
producto después de que ha sido lanzado al mercado. Mediante esta estrategia, el fabricante ‘convence’ al
consumidor de reemplazar un producto antiguo por uno nuevo, haciendo que el producto antiguo tenga
un período de vida útil menor que su tiempo de vida útil real”. ORBACH, Barak, The durapolist puzzle:
monopoly power in durable-goods markets, John M. Olin Center for Law & Economics, University of
Michigan, 2004. Disponible en: http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=496175
8 El año en el que el acuerdo fue firmado, un ejecutivo de una compañía de luz escribió...
"Todos los fabricantes... se comprometieron con nuestro programa de estandarización... se espera que
duplique el negocio de todas las partes en menos de cinco años".
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/09/140902_los_que_nos_hicieron_comprar_finde_dv
derechos del consumidor, la formación de mercados competitivos y el medio ambiente
por dichas razones podemos afirmar que su implementación no es inocua sino
directamente perjudicial respecto de aquellos factores cuya formulación ignora.
En el sentido expuesto pensar la solución a los desafíos que plantea la vida posmoderna
a la humanidad no puede hacerse desde el puro análisis económico, por el contrario
resulta necesario entender que las relaciones que existen entre la economía, el derecho,
el medio ambiente y la sociedad, son profundas, multilaterales e interconectadas9.
A su vez cada una de estas relaciones no pueden ser consideradas en forma excluyente
de las otras y tampoco pueden ofrecerse respuestas simplistas que impliquen “salvar” al
presente, en función de las necesidades imperantes y urgentes que hay que resolver, a
costa de condenar el futuro, confiando en una suerte de mejoramiento mágico de la
caótica situación que hoy, a la luz de los hechos y las investigaciones científicas, afectan
a la humanidad.
9 “Este enfoque dista de la visión clásica de ciencia y tecnología heredada del positivismo y la sociología
funcionalista, para establecerse como proceso social en el que elementos como valores y convicciones son
esenciales en el origen y establecimiento de estas sociedades (López 1998) y se constituyen en un campo
de trabajo, en el que se procura entender la diada ciencia-tecnología en el contexto cultural, desde sus
condicionantes y sus consecuencias sociales y ambientales (Membiela Iglesia, 1997, López 1998,
Aikenhead 2005), en otras palabras, entender dicha relación referente a factores sociales, económicos,
políticos, éticos, ambientales y culturales”. Castrillon Giraldo María Cecilia y Muñoz Higuieta Paola
Andrea, “La Obsolescencia Programada: ¿El fin de una crisis económica o el inicio de una problemática
ambiental?.
El concepto o la idea que se disputan diferentes corrientes de pensamiento sobre el
Progreso es complejo y en palabras de José Luis Sampedro “no es una fuerza sino un
proceso social evolutivo resultante de numerosas fuerzas, naturales algunas, pero
generadas o manipuladas otras por las actuaciones humanas. La intervención del hombre
en la naturaleza y en la vida social influye en el curso del progreso y no siempre con
acierto, como se nos revela ahora dramáticamente con el cambio climático y otros
problemas ambientales”, así “Progresar significa avanzar en la dirección adecuada; por lo
tanto supone siempre implementar una mejora. Pero este carácter cualitativo ha de
referirse a un marco de valores. Por eso a veces el progreso científico puede contradecir al
moral. En la primera mitad del siglo XX, al lado de un importante avance científico y
técnico se produce en Europa un enorme retroceso social y moral: totalitarismos, guerras
civiles, revoluciones destructivas. El progreso lleva consigo rupturas y continuidades,
muchas paradojas: bienestar y riqueza de unos, pobreza y guerra para otros. Por eso
incluso en momentos de decadencia, de barbarie y de oscuridad, hay un incremento del
progreso aunque no sea explícito”10.
10 Cebrían Juan Luis, “La idea del Progreso en el siglo XXI” Revista Temas para el Debate, nro. 163, Junio
2008.
11 Ejemplo de lo expresado lo constituye El índice de la Felicidad llevado por la ONU se basa en
parámetros reducidos que solo toman en cuentan o principalmente toman en cuenta el PBI per cápita, la
esperanza de la vida saludable y el apoyo social, sin embargo dichos elementos están siendo juzgados
como insuficientes en tanto han dejado de lado a valores y a determinadas conductas que nos hacen
humanos y tal vez por esa razón los resultados medidos objetivamente contrastan con la realidad.(Las
paradojas de la Felicidad, Mariño Luis Suarez, Revista Ethic).
En un profundo estudio llevado a cabo por Richard A. Easterling titulado “Does economic growth
improve human lot? Some Empiral Evidence, expresa, que no existe una correlación entre mayor
índice de felicidad entre naciones ricas y naciones pobres, y que los propios esquemas de valores e
intereses que se establecen individualmente y como grupo social influyen significativamente en la
apreciación de felicidad.
Indudablemente una mayor adquisición de bienes o servicios es demostrativa de una
mayor capacidad económica de un grupo determinado de personas, pero ese enfoque es
demasiado parcial para hablar de progreso humano, en tanto la idea de progreso
debería incluir otras facetas de la vida y las relaciones humanas para poder hablar de un
auténtico progreso que le den un contenido más profundo.
El costo de esta carrera productiva, con anteojeras, es para el presente cuanto menos
perjudicial, es una carrera de 100 metros cuando la humanidad se enfrenta a una eterna
maratón, sin descanso ni entretiempos ya que el tiempo no se detiene y porque tampoco
podemos cambiar de pista o recorrido por que hay solo uno, un planeta y un destino
común como humanidad.
En definitiva la OP busca acelerar y a la vez acortar el Ciclo de vida del Producto, por
tanto su principal preocupación es la económica, podríamos decir casi exclusivamente,
esta situación fue teorizada en 1965 por Theodore Levitt “en donde armonizaba el
producto con el esfuerzo dirigido de la organización hacia su maximización de acuerdo a
la etapa de su ciclo en donde se encontraba. Para ello consideró cuatro etapas dentro de
su ciclo de vida, en el primero tenemos la de Introducción, en ella se consideraba que él
producto no se podía mantener por sí solo, requería impulso económico y de
mercadotecnia para poder escalar a las siguientes etapas, luego estaba la etapa del
crecimiento, en donde se iba abriendo el mercado al producto, el producto ya pagaba su
operación aunque aún no se recuperaba su inversión inicial, en esta etapa ya empiezan
a aparecer los competidores buscando una parte de ese nuevo mercado.
Posteriormente, pasamos por la etapa de madurez. En ella, ya se obtuvo el volumen de
ventas óptimo, utilidades por ese volumen, ya no va a crecer considerablemente, hay
que procurar mantener ese nivel y estar muy atentos al menor indicio de cambio de
13Francisco Treviño, Paula Villalpando, Mónica Blanco & José N. Barragán “Factores que influyen en la
generación de productos obsoletos en los inventarios de las empresas mexicanas”, Revista Innovaciones
de Negocios 6(2): 155 -171, 2009 © 2009 UANL
además permite a través de la innovación hacer más eficientes y sostenibles los
productos de los que ya disponemos”14.
Las empresas para producir bienes y servicios requieren de recursos naturales muchos
de ellos no renovables (por ejemplo los minerales) y otros que solo pueden
reproducirse si las condiciones naturales se sostienen (bosques, animales), en tanto que
otros se pueden obtener artificialmente pero emulando las mismas condiciones que se
encuentran presentes en la naturaleza.
Los estudios conducidos por el Programa de Naciones Unidas para El Desarrollo reflejan
números alarmantes, que nos obligan y compelen a todos los actores sociales a hacer
14 Stearns, P, N. Consumerism in world history, The Global Transformation of desire, Rutledge 2001, pág.
46 y 47. Op. cit. Ariadna Carrascosa “La Obsolescencia Programada. Análisis de la Posibilidad de su
Prohibición”.
15 En lo personal tengo un concepto positivo de la publicidad desde muchos puntos de vista, favorece el
Cada año, se estima que un tercio de toda la comida producida (el equivalente a
1300 millones de toneladas con un valor cercano al billón de dólares) acaba
pudriéndose en los cubos de basura de los consumidores y minoristas, o
estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de recolección
deficientes.
Si todo el mundo cambiase sus bombillas por unas energéticamente eficientes, se
ahorrarían 120 000 millones de dólares estadounidenses al año.
En caso de que la población mundial alcance los 9600 millones de personas en
2050, se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar
los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales.”16
16 https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/sustainable-consumption-production/
17Este concepto fue establecido en 1996 por WILLIAM REES y MATHIS WACKERNAGEL RAQUEL MORENO LÓPEZ|
Madrid (España), 3 de marzo de 2005, http://habitat.aq.upm.es/boletin/n32/i1armor.html.
18 https://www.medioambiente.net/la-huella-ecologica/
El gráfico da cuenta de que ya estamos consumiendo recursos en forma superior a la
capacidad de regeneración del planeta y eso implica un necesario e indispensable
cambio en el modo de pensar las relaciones económicas y de consumo si se quiere que
la humanidad prospere en el corto plazo y no enfrentarnos a problemas, aún más graves
de los que hoy ya gran parte de la humanidad sufre, debido a la escases de agua (Se
prevé que en 2030 el mundo tendrá que enfrentarse a un déficit mundial del 40% de
agua en un escenario climático en que todo sigue igual (2030 WRG, 2009) 19 o de
alimentos (2000 millones de personas en el mundo sufren hambre) o tener migraciones
debidas al cambio climático20,21.
19http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/SC/images/WWDR2015Facts_Figures_SPA_
web.pdf
20 ACNUR reconoce que las consecuencias del cambio climático son extremadamente graves, incluso para
los refugiados y otras personas de interés. El Pacto Mundial sobre Refugiados, adoptado por una mayoría
abrumadora en la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2018, aborda directamente esta creciente
preocupación. Reconoce que “el clima, la degradación del medio ambiente y los desastres naturales
interactúan cada vez más con los impulsores de los movimientos de refugiados”.
https://www.acnur.org/cambio-climatico-y-desplazamiento-por-desastres.html
La economía no ha sido ajena al análisis del impacto de la actividad industrial humana
sobre el medio ambiente, Nicolás Georgescu Roegen plantea que “el proceso de
producción requiere insumos naturales y usa el espacio de la biosfera como contenedor
de los desperdicios arrojados por dicho proceso. Teniendo esto en claro, la pregunta que
emerge es ¿la disponibilidad de la biosfera para absorber los desperdicios es infinita? O
tiene límites, para ello es necesario traer a discusión las leyes que dominan el mundo de
lo natural. Esto es lo que nos enseña GR a los economistas a discutir la ley de la
entropía22. … Esta ley implica que a medida que los recursos naturales son
transformados, pasan de un estado de baja entropía a uno de alta entropía. Cuando la
entropía es baja, la materia puede transformarse en productos útiles para ser humano.
Ocurre lo contrario con niveles altos de entropía”23.
21Dictamen Comité Económico Social Europeo del año 2013, titulado Duración de la vida de los
22 La ley de la entropía es la segunda ley de la termodinamia, que puede ser explicada como “una medida
de la disponibilidad de la energía que ya no se puede aprovechar transformándola en trabajo. Un
aumento de la entropía supone una disminución de la de la energía disponible: ni el carbón ni el petróleo
pueden quemarse dos veces. Podemos vincular la idea de entropía con los recursos naturales que
empleamos para nuestra subsistencia de la siguiente forma: el recurso natural más básico y fundamental
para nuestra subsistencia e la materia energía de baja entropía (vale decir materia energía con alto grado
de orden y disponibilidad). El mineral de hierro con alta concentración de metal en un recurso precioso
para nosotros, mientras que el hierro suelto en el océano es prácticamente inutilizable”. Riechmann,
Jorge, “Entropía, recursos naturales y economía ecológica”. www.daphnia.es
23 Hernández Cervantes Tania. “Breve Exposición de las contribuciones de Georgescu Roegen a la
economía ecológica y un comentario Crítico.” SCielo, vo. 21, Nro. 56 Mexico, abril 2008, www.
Scielo.org.mx
éticamente responsable la estrategia de producción que acorta artificialmente los ciclos
de vida de los productos o que genera estrategias para que el consumidor los perciba
obsoletos?
Por su parte la legislación nacional con la sanción de la ley General de Medio Ambiente
25.675 dispone en su artículo 4 el principio de “sustentabilidad: El desarrollo
económico y social y el aprovechamiento de los recursos naturales deberán realizarse a
través de una gestión apropiada del ambiente, de manera tal, que no comprometa las
posibilidades de las generaciones presentes y futuras”, el cual se encuentra alineado con
el principio de consumo sustentable establecido en el artículo 41 CN.
25Conforme al análisis efectuado por Fuad CHACÓN (CHACÓN, Fuad, La Travesía Obsoleta: La indefensión
del consumidor, tesis de grado para optar por el título de abogado, Colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario, Facultad de Jurisprudencia, Bogotá D.C. Colombia, 2014), para conseguir el objetivo perseguido
por la obsolescencia progresiva se requiere el cumplimiento de las siguientes fases: 1. “Cambio por
razones técnicas o de avance científico: en ésta una persona habrá adquirido cualquier clase de bien
desde hace una cantidad de tiempo bastante considerable y luego, conforme se vayan desarrollando
algunas mejoras tecnológicas significativas y se hallen disponibles en el mercado, la sustitución de aquel
por el otro se hará regularmente. 2. Cambio por razones prácticas o coordinadas: aquí el producto inicial
se ha fusionado exitosamente con otros aditamentos o bienes que le han dado un plus muy atractivo a los
ojos de los clientes, pues teniéndolo aparentemente suplirían dos necesidades por el precio de una. 3.
Cambio por razones estéticas: estado último del proceso donde el bien en cuestión ha absorbido la
función de mueble o accesorio decorativo, excediendo la mera labor técnica que tenía antes. De esta
forma, ya el desempeño de la maquinaria pasa a un segundo plano y su agregado como pieza armónica
dentro del panorama de algún recinto sobresale como prioridad, lo que inevitablemente hará que su
reemplazo dependa de factores que escapan a la finalidad para la que fue construido.
26 El Comité Económico Social Europeo, en su Dictamen del año 2013, titulado Duración de la vida de los
productos e información al consumidor (CCMI/112) ha clasificado a los distintos tipo de obsolescencia
programada de la siguiente forma: “La obsolescencia programada propiamente dicha, consistente en
prever una duración de vida reducida del producto, si fuera necesario mediante la inclusión de un
dispositivo interno para que el aparato llegue al final de su vida útil después de un cierto número de
utilizaciones; la obsolescencia indirecta, derivada generalmente de la imposibilidad de reparar un
producto por falta de piezas de recambio adecuadas o por resultar imposible la reparación (por ejemplo,
el caso de las baterías soldadas al aparato electrónico); la obsolescencia por incompatibilidad, como es el
caso, por ejemplo, de un programa informático que deja de funcionar al actualizarse el sistema operativo;
esta obsolescencia guarda relación con la del servicio posventa, en el sentido de que el consumidor será
más proclive a comprar otro producto que a repararlo, en parte debido a los plazos y precios de las
reparaciones; la obsolescencia psicológica derivada de las campañas de marketing de las empresas
encaminadas a hacer que los consumidores perciban como obsoletos los productos existentes.
los competidores, lo que también podría derivar en una práctica deseal o una conducta
restrictiva de la competencia.
Cada uno de los tipos de obselescencia obedece a una planificada estrategia empresaria
que se relaciona con el tipo de producto, de mercado y con los costos de producción y de
imposición del nuevo producto sustituyente (supuestamente) superador del producto
predecesor.
La estrategia de sustitución e imposición del nuevo producto puede operar de distintas
formas, en el mercado de productos tecnológicos el primer argumento será la
superación de la tecnología como primer punto de fuerza, sin embargo aún este tipo de
productos y en este especie de mercado se puede observar como la obselescencia de
diseño puede intervenir conjuntamente y quizás como un factor más determinante aún
que su artificial decrepitud27.
La obsolescencia programada tecnológica es en principio absolutamente objetable, ya
que la vida útil de un producto debería provenir de la imposibilidad de satisfacer la
finalidad para la cual fue diseñado y conforme la durabilidad de sus materiales
constitutivos y no debido a la manipulación de sus elementos constituyentes, físicos o
inmateriales con el propósito de alterar su duración por parte de la empresea
fabricante.
Entiendo que para evitar la crítica formulada, un nuevo producto debería producir un
verdadero avance y superación de la tecnología predecesora en un grado significativo
de modo que las funciones del producto predecesor se tornen claramente obsoletas y no
ser el resultado de una planificación empresaria destinada al acortamiento de los ciclos
de vida de los productos.
Este tipo de OP requiere de una importante inversión en investigación y desarrollo,
siendo el tiempo otro factor esencial para poder desarrollarla y aplicarla a los nuevos
productos, a la vez que supone el riesgo de que el paso del tiempo dicha tecnología sea
superada por la tecnología de un competidor y torne improductiva la inversión
efectuada. Este último factor acelera los tiempos de lanzamiento de los nuevos
27En la sociedad de consumo no solo es importante sustituir los productos para satisfacer la necesidad de
más y mejor tecnología sino que también es importe que el resto de los consumidores puedan conocer
que una persona ha adquirido determinado bien, ello implica la obtención de un determinado status
declarado hacía el exterior por el consumidor. Así el diseño exterior de los nuevos productos lo hace más
reconocible para los restantes consumidores lo implica para el consumidor del nuevo producto la
satisfacción de dos necesidades, la de poseer el supuesto mejor producto (argumento objetivo) y la
necesidad de declarar un status que deriva de la posesión del nuevo producto (argumento psicológico).
productos sustituyentes y de algún modo podría conspirar contra la recuparecación de
la inversión efectuada en el producto anterior28.
Poner en riesgo una inversión de tiempo y dinero efectuada en tiempo pretérito no
parece una estrategia empresarial acertada, por ello el lanzamiento de los nuevos
productos sustituyentes, como resultado de las nuevas tecnologías incorporadas, son
parte de un proceso diagramado cuidadosamente para que esas inversiones no resulten
improductivas.
La relación entre velocidad de lanzamiento de los supuestos avanves tecnológicos
significativos, y el riesgo o temor a la superación de la propia tecnología por un
competidor, es una las razones por la cual los distintos mecanismos mediante los cuales
se puede arribar a un producto obsoleto se entrelazan para lograr una rápida
sustitución, siendo a la vez el motivo por el cual muchas veces no se observa una
notable superación de la tecnología existente en los nuevos productos sustituyentes.
En muchos casos se podrá encontrar que un producto no es obsoleto en términos
tecnológicos sino estéticos y en este caso nos enfrentamos ante una OP psicológica,
donde las acciones de marketing y publicidad tienen una gran importancia para generar
en el consumidor la necesidad de cambiar un producto por otro en base a un recurso
meramente emocional o anclado en una decisión de apariencia racional, aunque
siempre orientada a demostrar la superación del producto anterior por el producto
sustituyente.
Lo expuesto en el párrafo precedente pone de manifiesto que los distintos tipos de OP
pueden concurrir sobre un mismo producto en un mismo tiempo en tanto sean afines a
la estrategia empresaria dirigida a la rápida sustitución del producto.
28 Una vez que el innovador demuestra durante la etapa de desarrollo del mercado que existe una
demanda sólida, ejércitos de imitadores se apresuran a capitalizar y ayudar a crear el boom que se
convierte en la etapa de crecimiento del mercado, o despegue. Como resultado, aunque un crecimiento
extremadamente rápido ahora caracterizará la demanda total del producto, para la empresa originadora
su etapa de crecimiento paradójicamente se ve truncada. Tiene que compartir el auge con nuevos
competidores. De ahí que la tasa potencial de aceleración de su propio despegue se vea disminuida y, de
hecho, puede no durar tanto como el de la industria. Esto ocurre no sólo porque hay tantos competidores,
sino, como hemos señalado anteriormente, también porque los competidores a menudo vienen con
mejoras de productos y precios más bajos. Si bien estos avances contribuyen en general a mantener el
mercado en expansión, restringen en gran medida la tasa de crecimiento de la empresa originaria y la
duración de su fase de despegue. “Explotar el ciclo de vida del producto” https://path.mba/explotar-el-
ciclo-de-vida-del-producto/
La razón por la que esto ocurre es que una sola de las técnicas para lograr la OP en
muchos casos no es suficiente para convencer al consumidor de que el producto que
tiene es verdaderamente obsoleto, por lo tanto hay que caerle con una catarata de
argumentos racionales pero también de emociones, congudados de modo tal para que la
intención de sustitución del producto se transforme en una necedidad irrefutable desde
el plano racional y desde el plano emocial, ya que de esta forma no solo se consigue la
pulsión de compra (que dispara el acto de consumo) sino que también se la justifica
mediante un argumento racional que librara de toda culpa y remordimiento y sentará
las bases para una futura nueva sustitución y descarte.
31“Se afirma, incluso, que la constitucionalización de los principios reguladores de la economía, sería uno
de los signos más característicos del constitucionalismo contemporáneo, el pues las constituciones
contemporáneas además de su contenido político, formulan, jurídicamente, una constitución económica
para ordenar la totalidad de la actividad económica”. Laplacette, Carlos J. “La Constitución Nacional, el
mercado, las provincias y el caso del azúcar. Apuntes para un conflicto abierto” Sup. Const. 2018 (mayo),
15/05/2018, 8 - LA LEY2018-C
Es por ello que, junto a la protección del derecho de propiedad, la Constitución Nacional
consagra lo que genéricamente se conoce como libertad económica, la cual guarda una
estrecha relación con el derecho de propiedad y abarca toda actividad humana
destinada a generar riqueza mediante el trabajo (lato sensu), el comercio, la industria, y
toda actividad susceptible de producir bienes, quedan englobadas en la libertad
económica. Si bien la Constitución no la menciona de manera expresa, en diversas
cláusulas encontramos referencias a actividades que la configuran”32.
Sin embargo este derecho que la Constitución Nacional reconoce se encuentra inserto
en un cuerpo normativo que lejos de dejar librado al azar o al libre ejercicio del poder
económico la vida productiva del país, lo encorseta o limita con otro conjunto de
derechos que tutelan disímiles bienes jurídicos de igual o mayor valoración, y por lo
tanto resulta indispensable hacer un análisis constitucional para determinar la
prevalencia de un derecho sobre otro o establecer su relacionamiento y coordinación.
En los puntos precedentes se hizo referencia a una serie de situaciones en las cuales la
OP interfiere o toma contacto con el derecho del consumo, el medio ambiente y el
derecho de la competencia, la Constitución Nacional también reconoce la existencia de
dichos derechos y toma una directa intervención en la forma en la cual tiene que ser
ejercido el derecho de “industria lícita y comercio”, por lo cual en principio podemos
afirmar que este derecho tan trascendental para la actividad económica del país no es
absoluto, sino que encuentra un claro condicionamiento en las pautas de ejercicio que
están establecidas en numerosas disposiciones constitucionales.
Ahora pues, reconocido el derecho a ejercer industria y comercio y establecido un
sistema de libertad económica, la intervención del estado debe ser mínima e
indispensable para garantizar el ejercicio de esos mismos derechos por todos los
habitantes, y a su vez evitar que la puesta en acción de un derecho menoscabe o torne
inexistente otro derecho también consagrado en la Constitución Nacional, por tanto
debe existir un razonable y fundado interés que habilite la intervención del Estado,
sumado a ello la intervención estatal, vehiculizada a través de la regulación del ejercicio
de los derechos, debería aparejar una mejor situación para el conjunto social medida en
términos objetivos y verificables.
32BADENI, Gregorio, "Tratado de Derecho Constitucional", Ed. La Ley, Buenos Aires, 2010, 3ª ed., t. 2, p.
413, cit. Por Laplacette, Carlos J. op. Cit.
Es dable destacar que la economía tiene sus propias reglas, es por ello que la
intervención del Estado debe ser acorde en lo expuesto en los párrafos precedentes a fin
de evitar distorsiones que no puedan ser reparadas o que tengan por consecuencia
general una menor eficiencia en sus resultados analizando y ponderando la totalidad de
los elementos que se encuentran vinculados (consumo, medio ambiente, derecho de la
competencia).
33 “Antes de analizar el concepto de la RSE es conveniente realizar una aclaración respecto a su extensión.
Este concepto no se limita a la responsabilidad que se establece en el ordenamiento jurídico y que las
empresas están obligadas a respetar y cumplir, ya sean normas laborales, impositivas, ambientales, de
derechos humanos, etc. La RSE va más allá de los meros cumplimientos legales, la misma busca que la
empresa se encuentre un escalón más arriba, permeando sus prácticas operativas y comerciales de
contenido éticos, morales, sociales y medioambientales.” “El paradigma de la Responsabilidad Social
Empresaria. Un factor clave para la sostenibilidad de las empresas”, María Lourdes Arias.
ustral.edu.ar/eedu/wp-content/uploads/2018/02/
34 https://www.iso.org/obp/ui#iso:std:iso:26000:ed-1:v1:es
leal competencia, entre otros aspectos contenidos en su formulación más todos ellos
tendientes al objetivo de contribuir al desarrollo sostenible35.
La RSE si bien se encuentra conformada por pautas de conducta que deben observar las
empresas no resultan ajenas a la consideración y valoración por parte de los
consumidores, como así también de los inversores que entienden que dichas prácticas
no solo hacen a una correcta ejecución de las prácticas empresarias, sino que también
contribuyen a la construcción de una imagen empresaria más acorde a los tiempos que
corren, tal es así que ha dado lugar a una nueva estrategia de marketing donde se utiliza,
como uno de los principales argumentos de venta, el respeto por la ecología en la
utilización de los componentes que forman los productos o servicios comercializados, lo
cual a su vez ha dado origen a su antagonista en términos publicitarios que se denomina
greenwashing la cual promociona cualidades ecológicas de los productos o servicios,
que estos en realidad no gozan, con la intención de seducir al consumidor o generar una
tendencia de consumo36.
Las pautas dispuestas por las normas ISO 26000 pueden ser consideradas, a nuestro
modo de ver, como contrarias a la OP en tanto esta estrategia empresarial no hace un
uso racional de los recursos naturales, no brinda una adecuada información al
consumidor, pudiendo además constituir un caso de competencia desleal o inclusive
una práctica anticompetitiva y tampoco contribuye al desarrollo sostenible.
5.- El Derecho al Consumo.
5.1. Consumo Sustentable.
La incorporación del consumo sustentable como un derecho de alcance constitucional
expresa el deseo de alentar formas de consumo aptas para evitar un proceso de
autofagia consumista. El hiperconsumo erosiona sus propias bases en tanto malgasta
35 En la tabla de contenidos de las normas ISO 26000 comprende varias de las cuestiones que resultan
fundamentales para el completo análisis del fenómenos de la OP, de modo tal que bajo el título “material
fundamental, 6.5. comprende los siguientes temas: 6.5.3 Asunto 1: Prevención de la contaminación,
Asunto 2: uso sostenible de los recursos 6.5.4., Asunto 3: Mitigación y adaptación al cambio climático,
Asunto 4: Protección del medio ambiente, biodiversidad y restauración de hábitats naturales 6.5.6., título
“Prácticas Justas de Operación” Asunto 3: Competencia Justa” y Materia Fundamental: Asunto 1: Prácticas
justas de marketing, información objetiva e imparcial y prácticas justas de contratación.
36 Capucci, Sebastián Andrés “Greenwashing un caso de publicidad engañosa”, Revista del Instituto de
37En el caso distinguimos el consumo el cual es necesario para la satisfacción de las necesidades humanas
y el hiperconsumo como fenómeno negativo que atenta contra el principio de “consumo sustentable”. El
desafío en el caso es determinar objetivamente cuando se alcanzan niveles de hiperconsumo y si los
mismos resultan convenientes para el conjunto de la sociedad presente y futura
5.2.- El Derecho a la Información y su relación con la OP.
El derecho a la información es sin lugar a dudas una de los principales derechos del
consumidor, suministrada en forma veraz y completa permite tomar decisiones de
consumo racionales y a su vez sirve de contrapeso del gran argumento de venta que
resultan ser las emociones que operan en un plano distinto pero dotado de la misma
finalidad.
De alguna forma los datos objetivos, constituidos por la información, dan más adultez a
las decisiones de consumo y permiten realizar análisis serios y mediatados en torno a la
selección de un producto o servicios entre muchos que se ofrecen en el mercado y
permiten determinar que tipo de necesidad voy a satisfacer con su adquisión, frenando
o ralentizando la pulsión de compra irreflexiba que implican las emociones que operan
en un campo más irracional y que han determinado disposiciones legales que permitem
amortiguar sus efectos38.
Hasta aquí tenemos, si se quiere, un problema tradicional del consumo, hoy derivado ya
en hiperconsumo, donde el foco de la discusión gira en torno a las técnicas y métodos
que se utilizan para aumentarlo o expadirlo, la pregunta que quizás uno deba
formularse es cual es el sentido del hiperconsumo. Podemos pesar que en el contexto
actual es la satisfacción de una necesidad individual, pero no debemos dejar de lado los
costes sociales para las generaciones presentes y las generaciones del futuro, por tanto
el consumo es un acto principalmente e inicialmente individual pero también lo es
necesariamente colectivo, en cuanto sus efectos sobre determinados recursos que no
son renovables, sobre los deshechos o remanentes de los productos o servicios
consumidos que generan en exceso y sin mayor sentido la OP tienen efectos sobre el
conjunto social.
El derecho a la información en su relación con la OP, tiene una implicancia más
profunda y abarcativa; es más profunda por que ya no guarda exclusivamente relación
con un bien jurídico de naturaleza individual, como puede ser la afectación de un
derecho derecho de carácter patrimonial de un consumidor determinado, como lo
puede ser la venta de un electrodoméstico que presente manipulaciones dirigidas a
afectar su funcionamiento luego de un determinado uso, o la utilización como
38Por ejemplo, la posibilidad de revocación de los contratos celebrados fuera de los establecimientos y a
distancia dentro de los 10 días computados a partir de la celebración del contrato (art. 1110 CCCN),
Deber de Informar el derecho a la revocación de los contratos (art. 1111 CCCN).
herramienta de seducción de una técnica publicitaria que produzca engaño y por ende
una falsa representación de un producto o servicio promocionado, sino que afecta a un
conjunto indeterminado de personas en otra gama de derechos como puede ser la
conservación del medio ambiente.
También resulta más abarcativo o ampliado, en cuanto a los derechos que se ven
afectados por su implementación, no solo afectan derechos individuales sino derechos
individuales sino también de carácter colectivo como es el medio ambiente. El principio
de consumo sustentable, que involucra las generaciones futuras y que les da una
entidad propia aún no existiendo en el tiempo presente, pero teniendo la certeza de que
su existencia futura es inexorable, excede el campo del derecho del consumo y se
introduce, sin escalas, en el campo de la lealtad comercial y en el derecho de defensa de
la competencia y en el derecho medio ambiental, que de diversas formas establece
vínculos con los derechos de los consumidores.
Solamente con lo expresado en este apartado, vemos con claridad como las respuestas
que puede dar el derecho del consumo, si bien necesarias, no son suficientes ni
eficientes para paliar los efectos negativos que surgen de la obsolescencia programada,
no obstante ello desde la óptica de los derechos del consumidor se pueden dar ciertas
respuestas que van a operar sobre la OP disminuyendo, más no eliminando, su
dañosidad.
5.2.1.- Conocimiento efectivo y completo del Consumidor del Diseño de un
Producto bajo la influencia de la OP.
Informar al consumidor, que un producto ha sido específicamente diseñado para que
tenga un determinado ciclo de vida útil, es el primer límite y obligación que debe
imponer el derecho del consumo para que el consumidor tome una decisión con pleno
conocimiento de la calidad y las cualidades del producto que adquiere.
La OP puede operar sobre los productos de diferentes formas, ya sea limitando su ciclo
de vida últil, por ejemplo inhibiendo su capacidad de cumplir con su función esencial,
aún estando sus componentes en perfecto estado, esto se puede lograr mediante la
incoporación de un dispositivo que impida la ejecución de las funciones propias del
producto, o diseñando y fabricando productos para que con determinada cantidad de
usos sus componentes dejen efectivamente de funcionar por sufrir roturas o
desperfectos debido a su uso normal, así la lista de ejemplos es inagotable al igual que la
creatividad para determinar artificialmente el ciclo de vida de un producto.
El derecho a la información, tal cual como lo tenemos consagrado en la actualidad en el
artículo 4to de la ley 24.240 y en el artículo 1100 del Código Civil y Comercial de la
Nación son suficientes para obligar a los empresarios a informar a los consumidores
respecto del ciclo de vida útil de un producto cuando han intervenido en su diseño
técnicas para fijar su duración o capacidad para cumplir con la función para la cual han
sido producidos.
El CCCN nos indica, en forma inobjetable, la existencia de una obligación a cargo del
proveedor de suministrar información “respecto de todo lo relacionadao con las
características esenciales de los bienes y servicios que provee”, si además tenemos en
cuenta que la ubicación sistemática de la disposición en el CCCN es dentro del Libro III,
Título III, Capítulo 2 denominado “Formación del Consentimiento” es evidente que esta
obligación de carácter precontractual esta orientada a que los procesos de toma de
decisiones de consumo por parte del consumidor se realicen en forma racional y
respecto al producto “real” y no al producto que surge de la representación que se
construye en la mente del consumidor cuando interviene la publicidad o las acciones
promocionales del fabricante.
No queda ninguna duda que para el consumidor resulta esencial tomar un conocimiento
directo si el producto que tiene intenciones de adquirir ha sido objeto de OP en su
proceso de fabricación con el objeto de determinar su ciclo de vida, ya que ello le
permite realizar una operación lógica de costo / beneficio y luego arrivar a la conclusión
de si resulta conveniente o no adquirirlo.
Otro aspecto que no hay que descartar, dado la importancia que el tema reviste en la
actualidad, es la posición del consumidor frente a los problemas medio ambientales, ya
que sus derechos solo no se refieren a la “calidad del producto” sino también sobre su
impacto en el medio ambiente.
El punto es sin dudas controversial, ya que el fabricante podrá argumentar que no ha
aplicado técnicas de OP sino que ha utilizado determinados materiales y componentes
acordes a los precios que valida el mercado y que por ello las calidades de los productos
y sus ciclos de vida útil pueden ser diversos de una época a otra o de un lugar a otro, por
ello determinar la existencia de OP no es algo que pueda resolver un consumidor
individual y menos aún un futuro integrante de las “generaciones futuras” sino que es el
conjunto de consumidores y el Estado los que pueden llegar a oponer alguna resistencia
a esta forma de producción.
El cumplimiento del deber de información, una vez aceptado por un fabricate que ha
utilizado técnicas que artificialmente limiten el ciclo de vidad útil de un producto,
debería incluir al menos: 1.- en que consiste la técnica utilizada, 2.- cual o cuales
componentes afecta, y 3.- cual es el ciclo de vida útil del producto.
En el caso de una hipotética norma que regule el caudal de información a suministrar en
el caso de obselescencia programada, esta podrá incorporar información específica en
relación cada uno de los productos que sean comercializados, mejorando de esta forma
el suministro de información, a ello cabe agregar que la información además deberá ser
inteligible por una persona no experta y apuntar a los efectos prácticos que genera la OP
en el producto promocionado.
Un tópico muy importante es el momento en el cual el consumidor tiene derecho al
suministro de la información indicada en el párrafo precedente y el único momento
realmente útil, en tanto permite formar la decisión de consumo, es anterior al acto de la
adquisición y por esta razón es que debe operar como una obligación de carácter
precontractual por la cual debería advertirse que determinado producto fue fabricado
limitando artificialmente su vida útil.
Esta información, entendemos, pondrá al consumidor en condiciones de meditar en
forma objetiva cual es la relación costo beneficio que le propone un fabricante vinculada
al producto que pretende adquirir, a la vez que puede compararlas con el producto del
competidor.
Con lo cual el sumistro de información veraz, objetiva y completa respecto de las
técnicas de OP efectuadas sobre el producto sirven tanto al consumidor como a la
competencia en tanto hace a la lealtad en la disputa por el cliente y tienden al efectivo
cumplimiento del artículo 1 del decreto 274/201939.
5.2.2. Que debe entenderse por información suficiente.
La OP revela un patrón de conducta en el fabricante, que no es nada nuevo ya expusimos
con anterioridad la creación del cartel “Phoebus”, el cual en muchos casos conoce con
certeza que se está trabajando en paralelo varios proyectos para modificar los
productos con avances tecnológicos respecto de los cuales se conoce la fecha
39ARTÍCULO 1°.- Finalidad. Los Títulos I, II, III, IV, V, VI y VIII del presente Decreto tienen por objeto
asegurar la lealtad y transparencia en las relaciones comerciales y garantizar el acceso a
información esencial sobre los productos y servicios comercializados en la REPÚBLICA ARGENTINA
a través de canales físicos o digitales, en interés de todos los participantes del mercado.
lanzamiento, y que ello implicará que un producto nuevo pase a ser comunicado y
publicitado en poco tiempo como un producto atrasado tecnologícamente y que se
opere sobre el consumidor en pos de convencerlo de que el producto que ha adquirido
en un año o menos ya no es apto para la función o ya ha sido superado y por lo tanto
debe ser descartado.
Cabe preguntarse si no resulta insuficiente la información que se brinda al consumidor,
al momento de la adquisición de un producto, cuando ella se limita al producto que
efectivamente se promociona o adquiere el consumidor, en el caso de que el frabricante
tenga un conocimeinto cierto de que la tecnología que se encuentra presente en dicho
producto va a ser superada en un lapso breve o peor aún que ya se dispone de una
tecnología superadora pero que por motivos comerciales, de fabricación, de búsqueda
de proveedores será lanzada dentro de determinado tiempo vista.
En este punto creemos que en los productos donde se espera una rápida superación de
la tecnología presentes en los mismos debería existir un acceso ampliado a la
información de los proyectos y de su posible lanzamiento, con indicaciones estimadas
de tiempo y de los avances de la tecnología, de esta forma el consumidor podrá realizar
una decisión de consumo suficientemente informada con una adecuada proyección
temporal.
Lo apuntado en los párrafos precedentes no es una cuestión de menor importancia
sobre todo respecto de los denominados “productos durables”, es decir, aquellos de
cuales se pretende que tengan una duración prolongada en el tiempo, para que su
consumo no se transforme en un problema económico para el consumidor y en un
problema ambiental para todos los habitantes, además de una pérdida de confianza
general en la calidad de los productos que puede inclusive perjudicar a mediano plazo la
imagen comercial de la propia empresa40.
40“Otras consecuencias son de carácter cultural. Según determinados estudios, la duración de vida media
de los electrodomésticos es de seis a ocho años, mientras que hace veinte años oscilaba entre diez y doce
años. Los consumidores pueden plantearse legítimamente interrogantes sobre la reducción de la vida útil
de los productos pese a que por todas partes se ensalza la innovación. La confianza de los ciudadanos
europeos en su industria se construye a largo plazo y se ve socavada por la obsolescencia. Ahora que casi
todas las encuestas de opinión indican un distanciamiento máximo entre los europeos y su industria, es
evidente que la constatación por los consumidores de averías prematuras o de la imposibilidad de
efectuar una reparación no puede ayudar a que se reconcilien con la empresa de que se trate. Ello
contribuye a explicar que el 92 % de los europeos40 soliciten un etiquetado sobre la duración de vida (o el
número de utilizaciones) de los productos. La competitividad de las empresas europeas requiere también
La postura que se sostiene entendemos que mal implementada puede colisionar con los
secretos comerciales o con las líneas de investigación de de un proveedor, por ello
habría que extremar los cuidadados en su implementación. Sin embargo, no debemos
soslayar que el problema de la OP excede el ambito de los derechos individuales y que
por tanto requiere un enfoque especial o ampliado y que los valores y derechos en
disputa deben ser ponderados correctamente. Asimismo la información a suministrar
puede ser efectuada en sentido práctico respecto de las funciones o cuales son las
próximas mejoras es decir, no hace falta detallar como se logra que el lente de la cámara
sea un 10% más preciso o como va a incrementarse la velocidad de procesamiento de
datos y así complicar al empresario y desalentar la inversión.
5.3.- La Obsolescencia Programada y la Publicidad.
La publicidad es indudablemente un derecho del empresario, es también una actividad
lícita y útil en sí misma tanto para el fabricante como para el consumidor y es un
desprendimiento natural del derecho constitucional de ejercer industria licita (art. 14
CN) en tanto dar a conocer el producto o servicio que se fabrica o el servicio que se
provee es necesario para cerrar el circuito productivo que culmina con la adquisisión
del producto por parte del consumidor.
La finalidad de la publicidad, de neto corte económico comercial, es procurar el mayor
número de transacciones comerciales posibles en favor de su anunciante y para ello
utiliza las más varidas técnicas y árgumentos, los cuales a su vez difieren según cual sea
el canal de comunicación escogido por el anunciante, el tipo de producto o servicio, el
tipo de consumidor, la época del año, así el menú de opciones para lograr una
publicidad efectiva es inagotable, en tanto se vincula a la comunicación y al arte pero
también se nutre se las ciencias sociales, de la psicología, utiliza big data, CRM, redes
sociales y muchas mas herramientas para lograr el nivel más alto de efectividad
posible.
41El entrecomillado es para destacar que con materialidad no nos referimos solamente a las partes físicas
del producto (hardware) sino también los programas de computación que pueden encontrarse presentes
en los mismos.
Obslescencia programada psicológica o cognitiva y respecto de ella la publicidad y la
comunicación empresaria en general tienen un rol fundamental.
En la OP de base psicológica encontramos que no se opera sobre el producto sino sobre
las personas, puntualmente sobre su psiquis, en este particular el producto continúa
apto para la función para la cual ha sido creado pero se convence al consumidor, con los
más variados argumentos, que debe descartar el producto que tiene y adquirir uno
nuevo.
Esta tipología de OP es quizás la que mayor incidencia tiene en el desplige del
hiperconsumo, el despilfarro de recursos naturales no renovables y en la generación de
de basura y contaminación ambiental, la cual es además absolutamente evitable.
La insidiosidad de este tipo de OP es clara, se opera sobre psiquis de las personas y
además se descarta lo que sirve para la función propuesta, siendo la excusa más
elegante que la “necesaria sustitución del producto” ocurre en aras del progreso
tecnológico, aunque ello no siempre es así.
Descartar un producto que sigue apto para la función para la cual fue diseñado, en un
lapso muy breve de tiempo, inducido por la publicidad que se hace del nuevo producto,
torna necesario un análisis detallado en cada caso concreto si es que quiere sostener la
vigencia de lo que manda la Constitucional Nacional en relación al Consumo
Sustentable.
El progreso tecnológico en necesario para sortear los actuales desafíos que presenta
una población creciente, por ello no sería criticable dejar de usar un camión viejo que
contamina en exceso por que su tecnología en el motor, los filtros etc, ha sido superada,
máxime cuando dichas condiciones son comprobables mediante la medición de las
emisiones en el medio ambiente, por el contrario si parece desacertado incitar a
descartar un celular que tiene un año de uso por que se cambió su cubierta y por que la
cámara de fotos tiene 2 Mega pixels más42.
42Producto de esta preocupación de carácter planetario en el año 1972 se emitió el reporte denominado
“The Limits To Growth” (Los Límites del Crecimiento) edit. Potomac Associates, informe encargado al MIT
por el club de Roma, el cual fue realizado por 17 científicos de diversas nacionalidades arroja la
devastadora conclusión que “si el actual crecimiento de la población mundial, la industrialización, la
contaminación, la producción de alimentos y la explotación de recursos naturales se mantiene sin
variación, alcanzará limites absolutos de crecimiento en la tierra durante los próximo 100 años. La
humanidad no recepto del todo este informe y para el año 2004 de Emitió el informe denominado “Los
Límites del Crecimiento 30 años después” el cual expresa que “no puede haber un crecimiento
poblacional, económico e industrial ilimitado en un planeta con recursos limitados”.
5.4.- EL CONSUMIDOR DEL TIEMPO PRESENTE Y EL CONSUMIDOR DEL FUTURO.
Es indudable que la humanidad necesita proveerse de bienes y servicios para cubrir sus
necesidades vitales y que para ello la actividad empresaria, el ingenio y la creatividad
humana son indispensables, a la vez que para alimentar dicha maquinaria productiva es
necesario utilizar recursos algunos de los cuales son renovables (por ej. luz solar), otros
no tanto (por ej madera) y otros no lo son en absoluto ( por ej petróleo, minerales raros,
etc).
A su vez estoy convencido que el mejor sistema para proveer las necesidades humanas
es aquel que se desarrolla en un marco de libertad económica y con mercados con alta
eficacia competitiva, donde existan genuinos intereses para la inversión de capital y
donde el esfuerzo, la inteligencia, la asunción del riesgo y el resultado tengan una
adecuada contraprestación.
La situación actual, en muchos aspectos, es dramática pero no podemos enrostrar toda
la responsabilidad a la Actividad Empresaria, los consumidores también somos
responsables del estado de las cosas en diversas materias que nos afectan a diario
(contaminación medioambiental, etc) , del mismo modo que también son responsables
los Estados Nacionales, en tanto son quienes tienen más recursos para provocar
transformaciones sociales.
Esta situación ha sido y es consecuencia de diversos factores, entre los cuales podemos
mencionar la nula o escasa educación de consumidores, el desconocimiento de las
implicancias del acto de consumo, más allá de la satisfacción de una necesidad vital o
artificial, la falta de educación financiera y también las ideas egoístas basadas en la
prevalencia de la instantaneidad de las emociones y en la total ausencia de
trascendencia de la vida individual y de la vida como colectivo humano.
La falta de educación del consumidor y la ambición exacerbada de determinadas
empresas, la falta de normas o su insufiencia y un control ineficiente del cumplimiento
normativo pone en colisión al consumidor del tiempo presente con los consumidores
del futuro, aquellos que la constitucion nacional también quiere tutelar, por ello
Este informe tuvo inmediatamente así en 1973 la Universidad de Sussex publicó “Thinking about the
future, A critique of The Limits to Growth”, criticándolo de tener un enfoque pesimista, indicando además
que la metodología de datos y proyecciones eran equivocadas y que no reflejaban la realidad con
precisión.
A pesar de la existencia de distintas posiciones, es innegable es que ambas posturas reflejan un escenario
complicado que debe ser atendido y no ignorado, por otro lado la realidad está a la vista de cada uno de
nosotros.
afirmarmos que de existir algún tipo de conciencia de la continuidad histórica de la
humanidad, la OP y la cultura del descarte no tendrían tantos seguidores.
No ignoramos que existen estudios que indican que alguna parte de los consumidores
del presente no se sienten disgustados con la OP y lo ven como parte del proceso del
progreso, sin embargo esta posición entendemos es producto de la falta de educación
del consumidor, de la escasa o nulo control por parte de los estados respecto de la OP y
de la carencia de valores trascedentales que permitan poner de lado, al menos en
algunos aspectos, los deseos del consumidor del presente por las necesidades del
consumidor del futuro43.
6.- Obselescencia Programada y Lealtad Comercial.
El proceso competitivo entre empresas ha demostrado ser la forma más eficiente para
generar estímulos para la inversión de capitales y el desarrollo de nuevos productos y
servicios, por ello procurar la generación de ámbitos donde exista competencia es
imprescindible para obtener un verdadero y autético progreso.
Sin embargo en los últimos años se observa una creciente tendencia hacia los
monopolios, lo cual pone en riesgo la eficiencia de los mercados y también pone en
riesgo la curva de crecimiento, ya que los mercados monopólicos no son tan eficientes
como los mercados donde hay una competencia efectiva, es decir, aquellos donde varios
competidores auténticamente independientes se disputan una porción del mercado
tratando de lograr el mejor producto al mejor precio posible.
El riesgo de la destrucción de los mercados por prácticas monopólicas o por prácticas
desleales que limiten el acceso a los mercados a otros competidores, o que permitan la
exclusión de los competidores (por medios ilegítimos) una vez que estos se han
incorporado al mercado es de una gravedad notable no solo para las empresas, sino
también para los consumidores e inclusive para los Estados Nacionales44.
6.1.- Mejora Tecnológica y Progreso Tecnológico.
43 Fabian Echegaray “Consumers Reaction to product obsolescence in emerging markets: the case of
Brazil”, Journal of Cleaner Production, 2015 1-13.
44 “La concurrencia de precios es hoy sólo una rara excepción. Las cantidades transadas se ajustan a los
precios fijados y no a la inversa. Los ajustes de cantidades son la norma; los ajustes de precios constituyen
la excepción. La única decisión que pueden adoptar los consumidores es qué cantidad quieren o pueden
adquirir a los precios fijados. Ello no significa que no exista competencia sino que ésta se libra
principalmente por medio de la innovación tecnológica y de la publicidad. Precisamente, el poder de
mercado de que gozan las grandes empresas es el reaseguro que garantiza la rentabilidad de la inversión
que realizan en investigación y desarrollo”. Víctor A. Beker, “ESTADO, MERCADO, COMPETENCIA Y
MONOPOLIO: VERDADERAS Y FALSAS DICOTOMIAS”
https://aaep.org.ar/anales/works/works2004/Beker.pdf
A primera vista el título puede parecer una cuestión retórica sin embargo no lo es, entre
ambos términos entiendo hay una cuestion cualitativa de suma importancia, donde una
mejora tecnológica implica una función o una cualidad de un producto que ya existe
pero se hace de mejor manera sin implicar un salto cualitativo o sustancial, en tanto
que el progreso tecnológico si implica un nuevo producto o servicio, o una nueva
función o cualidad de carácter sustancial y por lo tanto entraña un verdadero progreso.
No obstante lo expuesto, no es nuestra intención sostener que solamente constituyen
progreso tecnológico, a los fines del presente trabajo, aquellos resultados de
investigaciones humanas que tengan entidad suficiente para poder ser objeto de una
patente (art. 4 ley 24.481), sino que para que se pueda argumentar la existencia de
progreso tecnológico como argumento para la sustitución y descarte acelerado de
productos, debería existir un verdadero salto cualitativo, 45.
La diferencia trazada entre mejora tecnológica y progreso tecnológico puede servir
como elemento de distición en un futuro ambito regulatorio sobre obsolescencia
programada, estableciendo niveles crecientes o decrecientes, en algunos aspectos, en la
regulación a los fines de paliar las consencuencias negativas detalladas con
anterioridad.
En la formulación de dichos límites o diferencias se requiere un profundo y detallado
estudio de cada producto o servicio y determinar los niveles de restricciones o
estímulos positivos para influir el cambio de una conducta o estrategia empresaria,
teniendo en especial consideración los efectos que la introducción de OP en un producto
o servicio o un conjunto de productos o servicios tiene sobre los derechos del
consumidor, la competencia en el mercado y su impacto en el medio ambiente.
6.2.- La Obsolescencia Programada como Acto de Competencia Desleal.
La concurrencia en el mercado es de vital importancia para las empresas y también para
los consumidores quienes son en defintiva quienes resultan ser los recipiendarios de los
nuevos o mejores productos y servicios que surgen en virtud del acto competitivo.
La disputa del cliente, a fin de lograr mercados eficientes, debe darse en un marco de
lealtad y de corrección en las conductas comerciales desplegadas por los empresarios,
47Símbolo:
Elemento u objeto material que, por convención o asociación, se considera representativo de una entidad
, de una idea, de una cierta condición. www.rae.es
48 “El objeto es cultural, en sentido amplio, no después de su adquisición sino que, precisamente porque el
nivel del objeto es superior al de la mercancía, es la relación con el objeto la que puede explicar la relación
con la mercancía (adquisición). Aquí la cultura cobra sentido en cuanto a producción colectiva (de
relaciones sociales y de formas de individualidad) que debe tanto a la empresa común de transformación
de las condiciones de existencia como a la aceptación de su fatalidad: proceso de apropiación más que de
El marketing además hace su juego y genera la convicción de que el descarte en el
progreso tecnológico es un proceso natural y hasta lógico, es decir, si queremos
progresar tenemos que apoyar los ciclos de creación, descarte y nueva creación, el
punto analizado es muy complejo y plantea un interrogante; de qué lado la balanza de la
justicia se inclinará, como serán ponderados los intereses en disputa en un contexto, no
ya desde una de visión económica unidimensional, sino desde una concepción que parta
por aceptar la diversidad de factores que intervienen en la OP, procurando una análisis
múltiple donde participen e interactúen la visión jurídica, económica y ambiental.
En términos generales creo que hoy existe una conciencia más extendida en cuanto hace
a la importancia del medio ambiente, los derechos de los consumidores y de la
importancia de las empresas para afrontar los desafíos del presente y del futuro, por
ello tal vez la próxima ola de innovación empresarial sea aquella que no necesite
destruir lo obsoleto sino tan solo superarlo reincorporando sus componentes a los
procesos productivos, no como una cuestión retórica sino real, efectiva y concreta, por
ello es posible que muchas de las nuevas innovaciones, negocios y empresas del futuro y
otras que ya están en ejecución tengan que ver con la reparación de los productos, el
reacondicionamiento de los productos el eliminando solo las partes obsoletas, la
conservación del medio ambiente y el tratamiento de los residuos desechados durante
décadas inaugurando quizás una nueva minería sobre los despojos del progreso49.
7.- LA OP COMO ACTO ANTICOMPETIVO.
En el punto 6 hicimos referencia a como la OP puede constituir una práctica desleal que
no solo afecta los derechos de los consumidores, sino también de los empresarios o
competidores en tanto altera el proceso competitivo y constituye un acto de
competencia desleal.
La Ley de defensa de la competencia es una herramienta indispensable para el correcto
desarrollo de los mercados, “Sabido es que existe un consenso en los campos de la
ciencia económica, jurídica y política de que la competencia es buena para la economía
de mercado. En efecto, la misma favorece la innovación, la reducción de precios y los
esfuerzos de las empresas para rebajar sus costos de producción. La defensa de la
adaptación (Terrail, 1990: 68), Callejo, Javier, “Elementos para una teoría sociológica del consumo”,
https://www.raco.cat/index.php/Papers/article/download/25346/60569/
49 “Cómo las "minas urbanas" pueden convertirse en una rica fuente de preciados minerales (y cómo
50 De Dios, Miguel Ángel “El desafío del regreso al sendero correcto en el Diseño Institucional”,
“Comentarios a la ley de defensa de la competencia” La Ley, 2018, pág.59.
51 Schumpeter J. A., “Capitalismo, Socialismo y Democracia” 2010, p. 132.
y los valores jurídicos, modo coherente con el ordenamiento con todo el ordenamiento
jurídico” (art. 2 CCCN)52.
Siendo consciente de la inexistencia de una sanción de carácter directo, en tanto no se
menciona la OP como una actividad prohibida, debemos desentrañar de qué forma
opera sobre los mercados y los competidores a la vez de analizar y develar cuales son
los derechos e intereses que afecta53.
Expresé con anterioridad que la OP afecta a los consumidores de variadas formas, a la
vez que es una práctica o una forma de producción o alteración artificial de los
productos que, sumada a la publicidad, afecta a los competidores en virtud de revestir
un evidente carácter desleal, ahora resta ver cómo estas mismas conductas pueden
operar sobre los mercados y a su vez que la conducta (obsolescencia programada) tenga
por objeto o efecto limitar, restringir, falsear o distorsionar la competencia o el acceso al
mercado o que constituyan abuso de una posición dominante en un mercado, de modo
que pueda resultar perjuicio para el interés económico general (art. 1 ley 27.442).
El artículo 3 de la ley 27.442 enumera un conjunto de conductas que, de reunir los
requisitos establecidos en el art. 1 del mismo cuerpo legal, pueden ser consideradas
como restrictivas de la competencia, teniendo una especial vinculación con la OP el
inciso c) que refiere a la concertación de acuerdos para limitar el desarrollo tecnológico
, el inciso d) que hace foco en las barreras de acceso al mercado o su exclusión y el
inciso e) que también refiere a la concertación de acuerdos para determinar el
desarrollo tecnológico, la producción de bienes y servicios y o dificultar inversiones
para el desarrollo tecnológico.
Entre los incisos c y e observamos algunas similitudes aunque el campo de acción del
inciso e es más amplio ya que también contempla las etapas de producción e inversión
en investigación, en tanto que inciso d pone de resalto las barreras de acceso al mercado
52 “También debe tenerse en cuenta los conceptos jurídicos indeterminados que surgen de los principios y
valores, los cuales no solo tienen un carácter supletorio, sino que son normas de integración y de control
axiológico”, Código Civil y Comercial, Edit. Astrea, pag. 24
53 “La defensa de la competencia tiene un ámbito de protección que debe valorar los movimientos que en
el mercado se generan en la oferta y la demanda, y debe actuar ante dichos movimientos, indagando
acerca de su razón de ser, su naturaleza, sus efectos y todo aquello que le permita identificar ineficiencias,
modificaciones improcedentes de la estructura de mercado, la mutación injustificada del entorno
competitivo, etc. Por lo que afirmar que la obsolescencia planificada merece una atención especial de la
materia, al tener capacidad de influir directa o transversalmente en esos aspectos, puede parecer, además
de justificado, necesario”. Soto Pineda, Jesús Alfonso, “Obsolescencia programada y defensa de la libre
competencia: el indicio de colusión y la creación de barreras de entrada al mercado”.
o su exclusión que en muchos casos pueden tener una vinculación con las conductas
contempladas en los incisos c y e.
6.1.- Concertación de Acuerdos para Limitar el Desarrollo Tecnológico.
El primer caso de OP descubierto y juzgado fue el cartel “Phoebus” en el año 1924 las
principales empresas productoras de lámparas de luz llegaron a un acuerdo para limitar
su duración lo cual implicó una baja en su calidad, antes del pacto los artefactos duraban
hasta 2500 horas y luego de apenas 1000 horas. El cartel inclusive llegó a determinar
multas a las empresas comprendidas que no cumplían con los estándares de calidad y
durabilidad de las lámparas de luz que el cartel imponía a sus participantes. El efecto
del cartel fue inmediato, la ventas de las bombillas de luz aumentó en forma
significativa, el argumento para limitar la duración del producto fue increíblemente la
durabilidad (no se entiende como una menor duración beneficia al consumidor) y la
eficiencia54.
Este caso si bien fue de difícil comprobación, como lo son todos los pactos que a fin de
ser efectivos se mantienen ocultos, demuestra que la alteración de los productos en
forma dirigida o planificada para acortar su vida útil puede afectar los mercados,
concretamente en el caso citado la manipulación del producto altero su durabilidad,
impacto en las ventas y posiblemente también en el precio de los productos afectando
tanto a los consumidores como a los competidores ajenos al cartel55.
En este caso la OP encuadra con facilidad en los incisos c y e de la ley de defensa de la
competencia en tanto se evidencia la existencia de una práctica colusoria, ahora en el
caso de que no exista un convenio entre fabricantes, la alteración artificial de la vida útil
del producto podría implicar una auto restricción al desarrollo tecnológico o una
artificial limitación de la tecnología disponible, lo cual solo puede ser útil en un mercado
donde efectivamente no exista la competencia, ya sea por haya sido anulada mediante la
celebración de acuerdos colusorios, o por que una empresa ha alcanzado una cuota tan
importante del mercado que no le interesa resignar la otra porción disponible ya que
55 La dificultad en dar con estos pactos o con conductas individuales de un proveedor determinado dan
cuenta de la importancia de tener agencias de control activas que conduzcan investigaciones, en virtud de
las amplias facultades conferidas por la ley, para evitar la consolidación de este tipo de estrategia
empresarial que afecta al mercado, a los consumidores y juega en forma negativa, en muchos casos, con el
medio ambiente.
hacerlo implicaría hacer un esfuerzo económico importante y ello restaría rentabilidad
final a la empresa.
En cualquier de los casos si coincidimos en que la finalidad de la ley de defensa de la
competencia no son solo los intereses de la empresas que concurren al mercado, sino
que también que tiene como destinatario de sus intenciones a los consumidores,
podemos concluir que la OP no favorece en absoluto los intereses como consumidores
presentes y tampoco a las generaciones de futuros consumidores y no alienta
estructuras de mercados competitivas.
6.3.- Barreras de Acceso a los Mercados o Exclusión de los Competidores.
El constante proceso de descarte y recambio de productos merced de la OP con el
argumento del progreso tecnológico solo puede ser sostenido por aquellas empresas
que cuenten con grandes recursos económicos y una porción importante del mercado.
Las pequeñas empresas, muchas veces generadoras de productos o procesos
innovadores, encuentran que es en extremo difícil romper la barrera de acceso al
mercado en tanto no pueden seguir el ritmo artificialmente impuesto por los grandes
competidores (creación y descarte de productos) poseedores de mayores recursos de
diverso orden, que van desde lo financiero, a la trayectoria, penetración en el mercado,
mayor escala de producción y menor coste de producción por unidad de producto
merced de mayor compra de insumos para la fabricación del producto, integración
vertical de empresas, alianzas comerciales, publicidad etc.
Como es entonces que la OP puede constituirse en una barrera de entrada al mercado.
El inciso d) de la ley 27.422 en primera instancia utiliza términos amplios para referirse
a las posibles barreras, detallando los términos impedir, obstaculizar o dificultar la
permanencia o el acceso al mercado pero sujeto a las previsiones del artículo 1, por
tanto no cualquier conducta de una empresa que deje obsoleto un producto propio o
ajeno de un competidor puede ser considerada restrictiva de la competencia sino todo
lo contrario, la innovación y la superación tecnológica es uno de los efectos deseados en
los mercados competitivos, es decir, la existencia verdadera innovación y progreso.
La situación de los consumidores en este escenario no es cómoda ya que eliminando o
restringiendo la competencia el impacto sobre los precios y la calidad de los productos
es significativa, de modo que promoviendo el cambio constante de productos, ya sea
porque se los percibe obsoletos o se los diseña para alcanzar la obsolescencia en forma
anticipada y programada, la compra de productos provoca un ciclo permanente de
consumo y descarte, que deriva en la degradación de la competencia, del medio
ambiente y de la economía del consumidor.
Ahora si un producto incorpora nueva tecnología que entraña un salto cualitativo que
mejora las funciones y que se su vez genera externalidades positivas, vamos a concluir
que la mejoras tecnológicas introducidas en el producto o servicio son verdaderos
progresos tecnológicos, pero si tomamos en consideración que en no pocos casos bajo
este ropaje o argumento en realidad se quiere ocultar ciertas prácticas que
artificialmente acortan la vida de los productos o que a través del rediseño de producto
y estrategias de marketing se provoca una OP de base cognitiva o psicológica, las cuales
tienden a consolidar una posición en el mercado de una empresa eliminando la
competencia, perjudicando a los consumidores, consumiendo en forma excesiva
recursos naturales, con el solo fin de aumentar la rentabilidad de la empresa, vamos a
develar una práctica anticompetitiva y por tanto sancionable bajo la ley de defensa de la
competencia56.
Un caso paradigmático en este sentido es la OP de base cognitiva que nada sustancial
agrega al producto salvo un diseño distinto y no obstante ello a través de la
manipulación del consumidor vía diversas estrategias de marketing para convencerlo
de descartar un producto aún apto para la función propuesta por el propio fabricante.
Frente a este estado situación, el campo del derecho de la competencia si bien es
suficiente para aplicar sanciones que el propio sistema prevé (art. 46 LDC), la
complejidad de la situación planteada hace necesaria la ponderación de la satisfacción
del deseo del consumidor actual, del interés del fabricante de aumentar sus ventas, aun
provocando el descarte de un producto útil, o debe tenerse con mayor “valor” el hecho
que este tipo de prácticas inhibe el desarrollo de nuevos competidores que a su vez
generaran mercados más competitivos y por ende más eficientes y a la vez termina
56 “Cabe recordar que la creación directa o transversal de barreras de entrada al mercado gracias a
posiciones privilegiadas (cuotas de mercado) o a factores estructurales–sea cual sea su origen–, requiere
siempre de una intervención de las autoridades públicas de competencia, en el orden de establecer
remedios que eliminen el efecto nocivo que aparejan. La obsolescencia programada es, por sus elementos,
elegible para la aplicación de aquella premisa, pues repercute en la generación de aquel efecto de creación
de barreras de entrada al mercado, al favorecer el ejercicio de economías de escala –restringidas a
empresas de magnitud con capacidad de asumirlas–, mediante la programación de la vida útil de sus
productos” Soto Pineda, Jesús Alfonso, “Obsolescencia programada y defensa de la libre competencia: el
indicio de colusión y la creación de barreras de entrada al mercado”.
perjudicando al consumidor y consolidando una cultura de descarte que despilfarra
muchas veces recursos naturales no renovables.
Considero que una adecuada integración normativa, partiendo de la Constitucional
Nacional (art. 42), ley de defensa del consumidor (24.240), decreto 274/2019 (lealtad
comercial), código civil y comercial (art. 1100 y 1101), ley general de medio ambiente
(25.675 art. 2 incs. A,b y d y art. 4) y la propia Ley de Defensa de la Competencia, no
arroja otra posibilidad de considerar a la práctica denominada Obsolescencia
Programada o Planificada como una conducta empresaria que establece barreras de
acceso al mercado y que constituye una conducta apta para excluir de un mercado a sus
competidores.
7.- La Obsolescencia Programada una estrategia empresaria Anti progreso.
La OP es indudablemente una estrategia empresaria miope propia de una mentalidad
anticuada, no sostenible en el tiempo y contraria a la idea de verdadero progreso.
Sustancialmente la OP se basa en el engaño al consumidor y en la deslealtad con los
competidores y en la articulación de prácticas anti competitivas que afectan la eficacia
de los mercados, generando en el largo plazo un deterioro del proceso competitivo en
tanto importa una barrera de acceso al mercado o sienta las bases para la exclusión del
mercado a los competidores, lo que implica para el consumidor una menor cantidad de
opciones y de proveedores de bienes y servicios.
La imposibilidad de sostener esta estrategia empresarial se basa en su ilegitimidad, su
total falta de ética empresarial (en tanto es un acto de competencia desleal), la ausencia
de compromiso social (no tiene en cuenta a la humanidad como una continuidad
histórica donde no hay que comprometer a las generaciones futuras), provocando el
agotamiento de los recursos naturales (ya que la aceleración de los ciclos de compra y
descarte de productos son compactados temporalmente y ello conlleva a un uso
irracional de los recursos naturales) y a la vez genera un aumento de los desechos,
transformándose en un factor de importancia para contaminar aún más el planeta.
La idea de progreso real tiene que generar instancias superadoras de las estrategias
productivas, así un modo de producción que aliente el uso irracional de recursos
naturales es propio de una época donde no se tenía información respecto del impacto de
la actividad de la empresa y del hombre en el ecosistema en donde se desarrolla.
Esa información hoy se encuentra disponible, tiene base científica y demuestra con
claridad que no se puede apoyar o fomentar procesos productivos que en forma
innecesaria afecten al medio ambiente a la vez que implican actos que perjudican a los
consumidores del presente y comprometen sin dudas a los consumidores del futuro,
que en definitiva es el conjunto de la humanidad.
Tampoco se corresponde con la idea del progreso el ocultamiento o la omisión de
información relevante al consumidor, cuando el entorno legislativo, ya de alcance
mundial, indica que las asimetrías en la información existentes entre empresa y
consumidor deben ser superadas mediante la provisión de información cierta, suficiente
y temporánea a efectos de que la decisión de consumo se haga en base a una
representación cierta del producto o servicio y no a una idea equivocada fundada en el
engaño.
No responde tampoco a la idea de progreso la utilización de estrategias empresarias que
impliquen actos desleales o prácticas anticompetitivas que afectan la competencia en
tanto este proceso es el que permite la innovación, la aparición de nuevos competidores
y productos y por ende el progreso.
Por último pero no menos importante, este sistema productivo degrada los recursos
naturales, contamina el medio ambiente y limita los recursos que serán necesarios en el
futuro para poder proveer a las necesidades humanas esenciales.
A la luz de lo expuesto la OP como respuesta a la depresión económica puede haber sido
necesaria en su momento, entiendo que éticamente nunca fue una idea aceptable, pero
sin lugar a dudas hoy no solo no es necesaria sino que es lo opuesto a la idea de
progreso, avance o innovación, los cuales son los argumentos que utiliza para justificar
su utilización.
8.- LA SUPERACIÓN DE LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA COMO ESTRATEGIA EMPRESARIA.
La idea de progreso no se encuentra siquiera emparentada con la OP, por ello su
superación debe ser inmediatamente abordada desde los más diversos puntos de vista a
fin de lograr su voluntaria decadencia y abandono por parte de las empresas, cuando no
también su regulación, teniendo en cuenta que es fenómeno que resulta perjudicial para
los consumidores, los competidores y el medio ambiente.
En el caso de que la OP no pueda ser suprimida en forma inmediata en función de
motivos económicos, aspectos técnicos o por cualquier otro, deben evaluarse
alternativas que permitan al menos morigerar sus efectos.
El acceso a la información por parte del consumidor respecto de la aplicación de OP en
el diseño y fabricación de los productos no es suficiente para contener el problema ya
que los productos seguirían su camino productivo y los ciclos de consumo y descarte
también seguirían presentes. Sin embargo si dicha práctica es utilizada necesariamente
debe informarse al consumidor en la forma propuesta en el punto 5.2.
En cuanto hace a la utilización irracional de recursos no renovables puede estimularse o
desalentarse su utilización desde el estado mediante incentivos fiscales57 o
incrementos de impuestos (caso de los vehículos contaminantes en la UE)58.
En relación a los desechos excesivos que genera esta estrategia empresaria puede
imponerse la obligación de contralor de la disposición final de los productos, sobre
todos aquellos que sean contaminantes en determinado grado o que sean escasos para
que puedan ser reutilizados en nuevos ciclos productivos, a su vez el cumplimiento de
la obligación puede también estimularse mediante estímulos fiscales o favoreciendo el
desarrollo de empresas que tengan por objeto el reciclado de productos o sus
componentes, de sus componentes o el derecho a la reparación de los productos
mediante una eficaz provisión de repuestos59,60.
57 DIRECTIVA 2009/33/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 23 de abril de 2009 relativa
a la promoción de vehículos de transporte por carretera limpios y energéticamente eficientes,
Considerando nro. 11 El objetivo de la presente Directiva es impulsar el mercado de vehículos de
transporte por carretera limpios y energéticamente eficientes y, en particular —habida cuenta del gran
impacto medioambiental que resultaría de ello—, influir en el mercado de los vehículos normalizados
producidos a gran escala como los vehículos de turismo, los autobuses, los autocares y los camiones,
garantizando un nivel de demanda de vehículos de transporte por carretera limpios y energéticamente
eficientes que sea lo bastante importante como para alentar a los fabricantes y a la industria a invertir en
vehículos cuyos costes de consumo energético, emisiones de CO2 y emisiones contaminantes sean poco
elevados, y a seguir desarrollando dichos vehículos ulteriormente
58 La futura Directiva EU denominada Euro 7 ha generado tal desaliento en la industria automotriz en
relación a la fabricación de los motores de combustión, los cuales son una de las principales causas de
contaminación que han generado decisiones como las del fabricante Audi Markus Duesmann, declaró
que la firma alemana ya no desarrollará más motores de combustión, pues al fabricante ya no le
resultarán viables estos proyectos una vez que se apruebe la normativa Euro 7. De acuerdo con
Duesmann, ya no se harán más motores tradicionales, sino que se adaptarán los motores ya existentes
al nuevo reglamento. En el caso de esta marca alemana, los proyectos estarán más enfocados en el
desarrollo de los coches e-tron. Esto no quiere decir que ya no saldrán modelos que utilicen diésel o
gasolina, pero al menos ya no se ofrecerán nuevos motores de combustión. Asimismo, los posibles
modelos que salgan al mercado (y que no sean eléctricos) probablemente se irán adaptando para
cumplir con la nueva normativa. https://rentingfinders.com/ Así impactará la nueva normativa Euro
7 la movilidad en Europa, Julio 2021.
59DIRECTIVA 2012/19/UE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 4 de julio de 2012 sobre
residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), Considerandos nros. 5 y 6 Como el mercado sigue
expandiéndose y los ciclos de innovación se hacen más breves, la sustitución de los aparatos se acelera,
convirtiendo rápidamente a los AEE en una creciente fuente de residuos. Aunque la Directiva
2002/95/CE ha contribuido eficazmente a la reducción de las sustancias peligrosas contenidas en AEE
nuevos, en los RAEE seguirán estando presentes durante muchos años sustancias peligrosas como el
mercurio, el cadmio, el plomo, el cromo hexavalente y los policlorobifenilos (PCB), así como sustancias
Por lo visto existen muchas formas de superar la obsolescencia programada y una de las
más importante es la Educación del Consumidor y del Empresario, para que ambos
entiendan que la idea de progreso e innovación no van en el mismo carril que la OP, ya
que la misma se encuentra arraigada en la idea del consumo acelerado (hiperconsumo)
y descarte de bienes en un entorno limitado no solo para la extracción de los recursos
que son necesarios para su fabricación, sino también para la disposición final de sus
desechos, sin lugar a dudas el convencimiento del primero respecto del rechazo de los
productos que hayan sido diseñados y fabricados bajo la influencia de la OP provocará
los cambios del segundo ya que estos producen para el mercado y esta entidad ideal se
encuentra integrada por el conjunto de consumidores, ello sin ir en desmedro del poder
transformador de la realidad social que puede derivar de la aplicación de una ley que
rechace esta estrategia de producción empresaria.
que agotan la capa de ozono. Los componentes peligrosos contenidos en los AEE constituyen un problema
importante durante la fase de gestión de los residuos y el grado de reciclado de RAEE es insuficiente. La
falta de reciclado provoca la pérdida de recursos valiosos. (6) La presente Directiva tiene por objetivo
contribuir a la producción y consumo sostenibles mediante, de forma prioritaria, la prevención de la
generación de RAEE y, además, la reutilización, el reciclado y otras formas de valorización de dichos
residuos, a fin de reducir su eliminación y contribuir al uso eficaz de los recursos y a la recuperación de
materias primas secundarias valiosas. Asimismo, pretende mejorar el comportamiento medioambiental
de todos los agentes que intervienen en el ciclo de vida de los AEE, como, por ejemplo, productores,
distribuidores y consumidores, y, en particular, de aquellos agentes directamente implicados en la
recogida y tratamiento de los RAEE. En particular, la distinta aplicación nacional del principio de
responsabilidad del productor puede hacer que los agentes económicos soporten cargas financieras muy
desiguales. La existencia de políticas nacionales dispares en materia de gestión de los RAEE reduce la
eficacia de las políticas de reciclado. Por ese motivo deben establecerse criterios fundamentales a escala
de la Unión y deben elaborarse normas mínimas relativas al tratamiento de los RAEE
60 Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Según
los datos de la Subdirección General de Prospectiva y Análisis del Ministerio de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente, el sector de los residuos es el mayor generador de empleo verde en España y
representa el 27 % del total del empleo verde en nuestro país. En el Proyecto Biodiversidad-Emplea verde
2007-2013 se estimó que la cantidad de puestos de trabajo que puede generar el impulso a la preparación
para la reutilización de RAEE puede alcanzar los 4.700 empleos directos