Obsolescencia Programada AUTOR SEBASTIAN CAPUCCI

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OBSOLESCENCIA PROGRAMADA Y CONSUMO SUSTENTABLE1.

“The new paradox of plenty constitutes a challenge to

revolutionize our economic thinking” Bernard London


(1932)

“Quien se niega a aplicar remedios nuevos, debe aprestarse

a sufrir nuevos males, porque el tiempo es el mayor

innovador”. Francis Bacon.

1.- ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA.

El hombre como individuo y la humanidad, como conjunto social, desde sus orígenes
han tratado de encontrar la respuesta más eficaz a los problemas de la más diversa
índole que se le han presentado en su devenir histórico, algunas respuestas han sido
acertadas y otras manifiestamente incorrectas, el tiempo ha sido un juez implacable de
las decisiones humanas, por ello la solución que la humanidad o parte de ella propuso o
impuso en un momento y contexto histórico determinado pudo haber sido acertada,
más el paso del tiempo ha provocado que dicha solución se haya transformado en una
solución inadecuada o ineficaz.

El tiempo y las circunstancias cambian y así también deben hacerlo las respuestas o las
soluciones que se intentan para solventar viejos problemas, a su vez los nuevos
problemas, que traen aparejados los nuevos contextos históricos, renuevan los desafíos
para la humanidad y es por ello que la adaptación, flexibilidad, innovación y
readecuación de las ideas y soluciones constituyen un imperativo categórico.

La frase que da comienzo al presente trabajo, la cual fuera expresada por uno de los
padres de la obsolescencia programada, Bernard London, paradójicamente hoy en otro
contexto nos compele a pensar formas nuevas de producir y comercializar bienes y
servicios, en armonía con otro plexo de derechos que vienen hoy a su rígido compas, por
el contrario advertimos que si las formas producción y comercialización de bienes y

1 Autor Sebastián Andrés Capucci, Abogado UNR, Magister Asesoramiento Jurídico de Empresas
Universidad Austral, Profesor Adjunto por Concurso Derecho de la Empresa y el Mercado UNR.
servicios siguen respondiendo a los viejos paradigmas no vislumbramos un destino
conveniente para la sociedad e inclusive para las mismas empresas.

El contexto histórico en el cual surge la Obsolescencia Programada fue aquel que nos
muestra el final de la Primera guerra mundial y ya establecida como potencia mundial a
los Estados Unidos de Norteamérica, se evidencia un avance económico sin parangón de
la economía impulsada por las expectativas racionales ancladas en el crecimiento
objetivo de la economía. Esta situación ilusiona a gran parte de los habitantes de dicho
país desatando un deseo pasional de que el auge económico siguiera un curso de
progreso y crecimiento sin fin.

Sin embargo para el año 1929 el mundo occidental se encuentra atravesando una de sus
peores crisis económica y social de su historia y si bien el comienzo de los años 20 fue
un período de expansión económica2, las bases sobre las cuales se asentaba tal
crecimiento no eran sólidas y fueron el germen de lo que determinaría que la economía
de los Estados Unidos de Norteamérica colapsara rápidamente a partir del denominado
“Jueves Negro” (24 de Octubre de 1929) donde la Bolsa de Comercio de Nueva York
evidenció un descenso de las cotizaciones de las acciones que operaban en dicha
entidad a uno de los valores más bajos desde el año 18003.

2 La primera guerra mundial favoreció sobre todo a Estados Unidos de una manera brutal, convirtiéndole
en el principal proveedor de materias primas y productos alimenticios e industriales. También era el
principal acreedor del mundo y su influencia sobre Europa era espectacular. La guerra también trajo un
importante crecimiento industrial, la agricultura también se vio favorecida y las necesidades europeas de
comerciar, convirtieron a la flota americana en la segunda marina mercante del mundo. El crecimiento
que se inició en los primeros años de 1920, fueron muy profundos y estables en los Estados Unidos. En
estos años se consolidaron sectores industriales nuevos como la industria eléctrica, la química y la
petroquímica, la aeronáutica, el cine y la radiofonía. Como consecuencia del desarrollo industrial, el
sistema energético se renovó, sobre todo a partir del aumento de petróleo y electricidad. El taylorismo y
el fordismo fueron las nuevas modalidades de producir y organizar el trabajo y la producción. También se
desarrollan nuevas actividades relacionadas con las nuevas industrias, como la construcción de
carreteras, de aeropuertos. Como la competencia era muy fuerte, aumento la concentración empresarial,
se forman las Trusts. Sin embargo la agricultura no vivió un crecimiento tan parecido, pues los precios
agrícolas se mantuvieron todavía por debajo de los precios industriales generando un desequilibrio
desfavorable al sector primario. Enrique López Fdez. de Lascoiti, Universidad Autónoma de Madrid,
“CRACK DE 1929: Causas, desarrollo y consecuencias.” Revista Internacional del Mundo Económico y del
Derecho Volumen I (2009).
3 “Si el sueño americano nació en algún momento fue entonces, esos años en que cualquiera podía hacerse

rico, o al menos lo parecía. La bolsa, que en la segunda mitad de los años 20 no paró de subir, prometía la
posibilidad de acumular grandes sumas de forma rápida si se disponía de un pequeño capital de partida. O
incluso sin él. Los bancos prestaban dinero para comprar acciones a crédito y cientos de miles de pequeños
inversores, pero también de empresas, se lanzaron al mercado. Depositar los ahorros en acciones que
podían doblar su valor en un año o endeudarse para comprarlas y luego devolver el dinero al banco con un
enorme margen de beneficio, era un sistema a priori muy interesante. Mientras el mercado subiera. Cuando
La obsolescencia Programada (en adelante OP), fue el intento de solución que esgrimió
Bernard London en su informe presentado en 1932 denominado “Ending the
depression through planned obsolescence”4 en el cual en primera instancia, desde su
óptica, identifica el problema expresándolo en los siguientes términos: “Principalmente,
lo que este país y otros países están padeciendo es debido a la alteración de las
relaciones humanas. Las fábricas, almacenes y campos están todavía intactos y están
listos para producir en cantidades ilimitadas, pero las ganas de seguir adelante han sido
paralizadas por una disminución en el poder adquisitivo. Los problemas existentes han
sido generados por el hombre, y el remedio debe ser concebido por el hombre y
ejecutado por el hombre” y luego propone una solución: “En pocas palabras, la esencia
de mi plan (tesis) para Lograr los fines tan deseados consiste en planificar
la Obsolescencia de los bienes de capital y de consumo en el momento de su
fabricación5,6.

Que es entonces la obsolescencia Programada o Planificada (en adelante OP)? Es una


estrategia empresarial que puede definirse como la actividad humana industrial

dejó de hacerlo y cayó abruptamente en octubre de 1929 todo se derrumbó. Miles de ahorradores
perdieron su dinero y muchos otros se encontraron con que no podían devolver los créditos”.
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20201019/33826/1929-final-
sueno.html

“La especulación fue la causa principal del crac de la Bolsa de Nueva York. Los años veinte fueron buenos
para los Estados Unidos ya que querían enriquecerse rápidamente y con un mínimo esfuerzo. La
especulación llegó a la Bolsa gracias a las normas de Wall Street y por la subida producida durante la
década de los veinte en las acciones. Los negocios eran rápidos y beneficiosos. La mayoría de los
pequeños empresarios decidieron invertir y vivieron de ello. Los agentes de bolsa prestaban a sus clientes
dinero, a cambio de sus títulos comprados y también pedían prestado a los bancos para poder comprar
esos títulos porque con las ganancias de la bolsa se podían pagar los créditos y sus intereses” Enrique
López Fdez. de Lascoiti op. Cit.
4 El texto completo del Informe puede descargarse en https://www.semanticscholar.org/paper/Ending-

the-Depression-through-Planned-Obsolescence-
London/622892147cfe3c4567d0d92d528394423d93e5a4.
5La traducción de los párrafos transcriptos corresponde Wikipedia,
https://es.wikipedia.org/wiki/Bernard_London.

6 El clásico filme inglés del año 1951 “The Man in The White Suit” -protagonizado por el fallecido Sir Alec
Guiness- presenta al público el concepto de Obsolescencia Programada. El argumento trata de un químico
joven que descubre un hilo que no se gasta y por ende dura por siempre. Al poco tiempo lo persiguen los
dueños de las fábricas por el peligro que representa su invento para la producción textil y luego los
obreros ya que ven amenazados sus trabajos. https://afinidadelectrica.com/2020/04/29/el-cartel-
phoebus/
aplicada a la producción de bienes o su comercialización, dirigida intencionalmente a
reducir su vida útil, afectando su materialidad o la percepción que de ella tiene el
consumidor, con el propósito de lograr una rápida sustitución por otro bien7.

Conforme la definición propuesta y la mecánica, que será explicada más adelante,


podemos concluir que la OP es indudablemente una estrategia empresarial aplicada,
voluntaria, planificada y decidida, sobre el producto (OP aplicada sobre la materialidad
del producto) o sobre su percepción (OP psicológica o cognitiva) cuyo fin es disminuir el
ciclo de vida de los productos, para acelerar los procesos de descarte y consumo, con la
intención de incrementar las transacciones comerciales para el empresario pudiendo
constituirse también en un instrumento apto para limitar el acceso al mercado de los
competidores o lograr la exclusión del mercado de un competidor.

El plan propuesto por Bernard London determinaba a la OP como un método de


producción que debían seguir todos los fabricantes de todos los productos para
despertar una economía recesiva y superar el desastre económico desencadenado en
1929, sin embargo ya en 1924 la “creatividad” empresaria había dado nacimiento al
cartel “Phoebus” integrado por algunas de las empresas más importantes del mundo en
la fabricación de lámparas de luz con el objetivo de incrementar la producción, rotación
y descarte de dichos bienes, para lograr tal resultado acordaron que ninguna de ellas
podía producir ningún tipo de bombillas de luz que superaran las 1000 horas de
duración, siendo inclusive pasibles de sanción si incumplían los acuerdos suscriptos8.

En la actualidad, y aún en el tiempo en que fue pensada la OP como herramienta para


terminar con la crisis económica, ofrece una solución parcial a la economía y otros
aspectos que se le vinculan dado que hace foco en el aspecto económico orientado a un
fin social, pero indudablemente no tenía consideración otros factores, como lo son los

7 Barak ORBACH la define como una “estrategia mediante la cual se reduce el período de vida de un
producto después de que ha sido lanzado al mercado. Mediante esta estrategia, el fabricante ‘convence’ al
consumidor de reemplazar un producto antiguo por uno nuevo, haciendo que el producto antiguo tenga
un período de vida útil menor que su tiempo de vida útil real”. ORBACH, Barak, The durapolist puzzle:
monopoly power in durable-goods markets, John M. Olin Center for Law & Economics, University of
Michigan, 2004. Disponible en: http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=496175
8 El año en el que el acuerdo fue firmado, un ejecutivo de una compañía de luz escribió...

"Todos los fabricantes... se comprometieron con nuestro programa de estandarización... se espera que
duplique el negocio de todas las partes en menos de cinco años".
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/09/140902_los_que_nos_hicieron_comprar_finde_dv
derechos del consumidor, la formación de mercados competitivos y el medio ambiente
por dichas razones podemos afirmar que su implementación no es inocua sino
directamente perjudicial respecto de aquellos factores cuya formulación ignora.

En el sentido expuesto pensar la solución a los desafíos que plantea la vida posmoderna
a la humanidad no puede hacerse desde el puro análisis económico, por el contrario
resulta necesario entender que las relaciones que existen entre la economía, el derecho,
el medio ambiente y la sociedad, son profundas, multilaterales e interconectadas9.

A su vez cada una de estas relaciones no pueden ser consideradas en forma excluyente
de las otras y tampoco pueden ofrecerse respuestas simplistas que impliquen “salvar” al
presente, en función de las necesidades imperantes y urgentes que hay que resolver, a
costa de condenar el futuro, confiando en una suerte de mejoramiento mágico de la
caótica situación que hoy, a la luz de los hechos y las investigaciones científicas, afectan
a la humanidad.

La complejidad de los fenómenos sociales actuales, entre los cuales encontramos a la


economía, requiere un enfoque también multidisciplinario del mismo modo que lo
requiere el derecho como regulador de muchas de las facetas de la vida del hombre, de
la actividad empresarial y económica, a fin de encontrar una solución o al menos un
principio de solución que comprenda la totalidad del fenómeno denominado
“Obsolescencia P rogramada”.

2.- PROGRESO Y CONSUMO.

La intervención del hombre en la construcción del significado de la palabra progreso y


más importante aún en el despliegue de las conductas humanas destinadas a conseguir
el ideal de progreso, determinan no solo el presente de la humanidad sino también su
futuro.

9 “Este enfoque dista de la visión clásica de ciencia y tecnología heredada del positivismo y la sociología
funcionalista, para establecerse como proceso social en el que elementos como valores y convicciones son
esenciales en el origen y establecimiento de estas sociedades (López 1998) y se constituyen en un campo
de trabajo, en el que se procura entender la diada ciencia-tecnología en el contexto cultural, desde sus
condicionantes y sus consecuencias sociales y ambientales (Membiela Iglesia, 1997, López 1998,
Aikenhead 2005), en otras palabras, entender dicha relación referente a factores sociales, económicos,
políticos, éticos, ambientales y culturales”. Castrillon Giraldo María Cecilia y Muñoz Higuieta Paola
Andrea, “La Obsolescencia Programada: ¿El fin de una crisis económica o el inicio de una problemática
ambiental?.
El concepto o la idea que se disputan diferentes corrientes de pensamiento sobre el
Progreso es complejo y en palabras de José Luis Sampedro “no es una fuerza sino un
proceso social evolutivo resultante de numerosas fuerzas, naturales algunas, pero
generadas o manipuladas otras por las actuaciones humanas. La intervención del hombre
en la naturaleza y en la vida social influye en el curso del progreso y no siempre con
acierto, como se nos revela ahora dramáticamente con el cambio climático y otros
problemas ambientales”, así “Progresar significa avanzar en la dirección adecuada; por lo
tanto supone siempre implementar una mejora. Pero este carácter cualitativo ha de
referirse a un marco de valores. Por eso a veces el progreso científico puede contradecir al
moral. En la primera mitad del siglo XX, al lado de un importante avance científico y
técnico se produce en Europa un enorme retroceso social y moral: totalitarismos, guerras
civiles, revoluciones destructivas. El progreso lleva consigo rupturas y continuidades,
muchas paradojas: bienestar y riqueza de unos, pobreza y guerra para otros. Por eso
incluso en momentos de decadencia, de barbarie y de oscuridad, hay un incremento del
progreso aunque no sea explícito”10.

La idea de progreso en la sociedad posmoderna indudablemente se encuentra ligada a la


idea de consumo, peligrosamente se ha llegado a considerar que a mayor nivel de
consumo hay un mejoramiento de la condiciones de vida de la personas, lo cual
constituye un error, en tanto el enfoque del progreso y de las personas sería de carácter
unidimensional, por el contrario sostenemos que el hombre y la humanidad no pueden
ser objeto de un enfoque unidimensional y requiere para su determinación un análisis
que abarque la totalidad de las factores que intervienen en un determinado fenómeno,
en el caso la Obsolescencia Programada 11.

10 Cebrían Juan Luis, “La idea del Progreso en el siglo XXI” Revista Temas para el Debate, nro. 163, Junio
2008.
11 Ejemplo de lo expresado lo constituye El índice de la Felicidad llevado por la ONU se basa en

parámetros reducidos que solo toman en cuentan o principalmente toman en cuenta el PBI per cápita, la
esperanza de la vida saludable y el apoyo social, sin embargo dichos elementos están siendo juzgados
como insuficientes en tanto han dejado de lado a valores y a determinadas conductas que nos hacen
humanos y tal vez por esa razón los resultados medidos objetivamente contrastan con la realidad.(Las
paradojas de la Felicidad, Mariño Luis Suarez, Revista Ethic).
En un profundo estudio llevado a cabo por Richard A. Easterling titulado “Does economic growth
improve human lot? Some Empiral Evidence, expresa, que no existe una correlación entre mayor
índice de felicidad entre naciones ricas y naciones pobres, y que los propios esquemas de valores e
intereses que se establecen individualmente y como grupo social influyen significativamente en la
apreciación de felicidad.
Indudablemente una mayor adquisición de bienes o servicios es demostrativa de una
mayor capacidad económica de un grupo determinado de personas, pero ese enfoque es
demasiado parcial para hablar de progreso humano, en tanto la idea de progreso
debería incluir otras facetas de la vida y las relaciones humanas para poder hablar de un
auténtico progreso que le den un contenido más profundo.

Por el contrario de prevalecer dicho enfoque (unidimensional), a mi entender


deliberadamente impulsado por una visión o ideología economicista de la vida, del
hombre y la humanidad, dejando absoluta o transitoriamente de lado otros aspectos tan
o más importantes para el hombre y la humanidad solo se lograría un progreso
aparente, cuando no un retroceso real objetivo (Crisis medio ambiental).

La obsolescencia programada tiene una profunda y directa relación con la idea de


progreso, encontrándose presente en la idea de consumo y descarte acelerado de los
productos o servicios con el propósito de incrementar la producción, y de este modo
tener en plena marcha la actividad productiva, siendo el avance tecnológico su principal
argumento, el cual no siempre se encuentra validado en la realidad.

El costo de esta carrera productiva, con anteojeras, es para el presente cuanto menos
perjudicial, es una carrera de 100 metros cuando la humanidad se enfrenta a una eterna
maratón, sin descanso ni entretiempos ya que el tiempo no se detiene y porque tampoco
podemos cambiar de pista o recorrido por que hay solo uno, un planeta y un destino
común como humanidad.

La relación entre el hiperconsumo, motivado en parte por la obsolescencia programada,


el acceso al crédito y la publicidad ha sido descripta por Zygmunt Bauman de la
siguiente forma: “… se piensa hoy el “progreso”, más que nada como la necesidad de
deshacerse de algunas herramientas y juguetes viejos y reemplazarlos por uno nuevos
que se puedan aprender a usar más rápido, cuya capacidad de satisfacción sea más
inmediata, y que preferentemente tengan funciones que los aparatos anteriores no
tenían, o puedan cumplir las funciones que los viejos aparatos podían desempeñar, pero
más laboriosamente. El progreso como decía Luc Ferry , “ya no está subordinado, como
si lo estaba en el siglo XVIII, con todo su optimismo, a fines trascendentales y
superiores, la libertad y el bienestar de los humanos. Más bien, se ha convertido en un
movimiento sin causa, que escapa a todo control, que actúa por cuenta sin meta o
propósito alguno, igual que un giroscopio o una bicicleta, que no tienen otra alternativa
que seguir moviéndose, si no quieren caerse”12.

El progreso mirado como proceso social colectivo requiere indudablemente estar


dotado de valores y también de dirección o sentido, debe tener un objetivo claro y
acciones concretas que sirvan a la consecución del fin propuesto. Definir el sentido
colectivo que perseguimos como humanidad es indispensable para poder emprender las
acciones correctas para poder contener y orientar nuestros esfuerzos en pos de lograr
un objetivo común.

La carencia de valores o la imposición de un único valor (economía / consumo) deja


desprovista de sentido y dirección a la idea de progreso y por tanto la deja circunscripta
al tiempo presente y desconectada de las consecuencias futuras que tal idea de progreso
puede ocasionar a la humanidad, no solo en el futuro sino también en el presente
próximo. La ausencia de trascendencia de las conductas humanas tienden a un progreso
vacuo y superficial, atentan inclusive contra sus propios fines ya que poco quedará por
hacer si las acciones empresarias se ejecutan sin un sentido de transcendencia y sin
previsión de consecuencias.

En definitiva la OP busca acelerar y a la vez acortar el Ciclo de vida del Producto, por
tanto su principal preocupación es la económica, podríamos decir casi exclusivamente,
esta situación fue teorizada en 1965 por Theodore Levitt “en donde armonizaba el
producto con el esfuerzo dirigido de la organización hacia su maximización de acuerdo a
la etapa de su ciclo en donde se encontraba. Para ello consideró cuatro etapas dentro de
su ciclo de vida, en el primero tenemos la de Introducción, en ella se consideraba que él
producto no se podía mantener por sí solo, requería impulso económico y de
mercadotecnia para poder escalar a las siguientes etapas, luego estaba la etapa del
crecimiento, en donde se iba abriendo el mercado al producto, el producto ya pagaba su
operación aunque aún no se recuperaba su inversión inicial, en esta etapa ya empiezan
a aparecer los competidores buscando una parte de ese nuevo mercado.
Posteriormente, pasamos por la etapa de madurez. En ella, ya se obtuvo el volumen de
ventas óptimo, utilidades por ese volumen, ya no va a crecer considerablemente, hay
que procurar mantener ese nivel y estar muy atentos al menor indicio de cambio de

12 Bauman, Zygmunt, “La Sociedad Sitiada” pág. 178. Edit- EFE.


etapa. Por último, la etapa de declive, en ella está la salida del producto, en donde ya no
es demandado como antes, hay toda una infraestructura que dio servicio a un producto
que está saliendo del mercado”13.

El acortamiento del ciclo de vida del producto se logra mediante la compactación


temporal de todas las etapas del ciclo de vida de un producto, salvo la del crecimiento, a
su vez que provoca la finalización abrupta de la etapa de declive, la cual se ve
interrumpida por un nueva etapa de crecimiento pero del producto sustituyente o más
innovador, de modo que para el fabricante sus productos se encuentran en un
permanente clímax, esto se logra mediante en forma directa mediante la utilización de
OP la cual a su vez recurre a diferentes técnicas para lograr la estrategia planificada
mediante la continua agitación del ánimo de consumo (estimulada por la publicidad) y
el acceso al crédito.

No ignoramos que naturalmente los productos y servicios en algún momento serán


obsoletos como consecuencia del avance científico, con lo cual afirmamos que la
obsolescencia de los productos o servicios no es ontológicamente perniciosa, por el
contrario es demostrativa de que la innovación es posible y que el esfuerzo intelectual
humano sigue dando frutos.

El punto en discusión gira en torno a la manipulación artificial, dirigida y no informada a


los consumidores, el uso abusivo de recursos naturales, la generación incremental de
desperdicios y la irracional descontextualización de la producción de bienes y servicios
del resto de los factores que guardan relación con el desarrollo humano a la vez de
constituir un mecanismo de competencia desleal que incide negativamente en el
proceso competitivo.

La colisión entre la idea de progreso, los avances tecnológicos en los productos, su


descarte y sumado a ello la generación acelerada de deshechos, provoca la denominada
“paradoja tecnológica” que designa la contradicción en la que la tecnología acelera el
consumismo y consecuentemente acelera también la producción de deshechos, pero

13Francisco Treviño, Paula Villalpando, Mónica Blanco & José N. Barragán “Factores que influyen en la
generación de productos obsoletos en los inventarios de las empresas mexicanas”, Revista Innovaciones
de Negocios 6(2): 155 -171, 2009 © 2009 UANL
además permite a través de la innovación hacer más eficientes y sostenibles los
productos de los que ya disponemos”14.

La denominada “paradoja tecnológica” es un tema que no hay que pensar como un


dogma, por el contrario es necesario analizar sus causas y determinar, cual es el nivel
óptimo y oportuno de introducción de nueva tecnología y cuales son sus consecuencias.

2.1.- El Costo del Progreso vacuo (Hiperconsumo). El Problema medio ambiental.

Las empresas para producir bienes y servicios requieren de recursos naturales muchos
de ellos no renovables (por ejemplo los minerales) y otros que solo pueden
reproducirse si las condiciones naturales se sostienen (bosques, animales), en tanto que
otros se pueden obtener artificialmente pero emulando las mismas condiciones que se
encuentran presentes en la naturaleza.

El progreso conectado al hiperconsumo genera una creciente necesidad de recursos


naturales y artificiales para abastecer una acelerada demanda de productos por parte
de los consumidores, quienes se ven entusiasmados a consumir a través de la utilización
de la publicidad15. El descarte acelerado de esos mismos productos provocados por un
sistema de producción que utiliza en forma recurre a la obsolescencia programada o
planificada da origen a una descontrolada cantidad de residuos que terminan
contaminando el medio ambiente y afectando la calidad de vida de gran parte de la
humanidad.

Los estudios conducidos por el Programa de Naciones Unidas para El Desarrollo reflejan
números alarmantes, que nos obligan y compelen a todos los actores sociales a hacer

14 Stearns, P, N. Consumerism in world history, The Global Transformation of desire, Rutledge 2001, pág.
46 y 47. Op. cit. Ariadna Carrascosa “La Obsolescencia Programada. Análisis de la Posibilidad de su
Prohibición”.
15 En lo personal tengo un concepto positivo de la publicidad desde muchos puntos de vista, favorece el

desarrollo de la actividad comercial, generar un industria propia y numerosos puestos de trabajo, es un


elemento válido para sostener la competencia entre diferentes productores de bienes y servicios, aporta
información al consumidor en el proceso de toma de una decisión de consumo y así lo expresado en
numerosos trabajos. Mi opinión no ha cambiado con el correr del tiempo, pero es cierto que los
paradigmas han cambiado y hoy creo que se puede esperar algo más de la publicidad que cumplir con su
rol esencial de procurar mayores ventas para los anunciantes. Es más creo que gran parte del futuro de la
publicidad depende de captar la importancia del rol social que puede tener en la instalación y difusión de
valores trascendentales para el hombre, que también son excelentes argumentos de ventas si no se
incurre en prácticas engañosas como puede ser el greenwashing.
esfuerzos en forma inmediata para revertir una situación de peligro actual en pos de
salvar el único hábitat del cual la humanidad dispone.

El programa para el Desarrollo Sostenible impusaldo por la ONU en su punto 12


expresa: “El consumo y la producción mundiales (fuerzas impulsoras de la economía
mundial) dependen del uso del medio ambiente natural y de los recursos de una manera
que continúa teniendo efectos destructivos sobre el planeta. El progreso económico y
social conseguido durante el último siglo ha estado acompañado de una degradación
medioambiental que está poniendo en peligro los mismos sistemas de los que depende
nuestro desarrollo futuro (y ciertamente, nuestra supervivencia). Estos son
algunos hechos y cifras:

 Cada año, se estima que un tercio de toda la comida producida (el equivalente a
1300 millones de toneladas con un valor cercano al billón de dólares) acaba
pudriéndose en los cubos de basura de los consumidores y minoristas, o
estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de recolección
deficientes.
 Si todo el mundo cambiase sus bombillas por unas energéticamente eficientes, se
ahorrarían 120 000 millones de dólares estadounidenses al año.
 En caso de que la población mundial alcance los 9600 millones de personas en
2050, se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar
los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales.”16

El consumo de los recursos naturales y el impacto de la actividad humana en el medio


ambiente puede ser medido en función de la denominada “huella ecológica”. La huella
ecológica es un indicador ambiental, de carácter integrador, del impacto que ejerce una
cierta comunidad humana, país, región o ciudad sobre su entorno». Es el área de terreno
necesario para producir los recursos consumidos y para asimilar los residuos generados
por una población determinada con un modo de vida específico, donde quiera que se
encuentre esa área17.

A modo de ilustración compartimos un gráfico que demuestra el impacto de la vida


humana y de los procesos para obtención de recursos para sostenerla en la actualidad18.

16 https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/sustainable-consumption-production/
17Este concepto fue establecido en 1996 por WILLIAM REES y MATHIS WACKERNAGEL RAQUEL MORENO LÓPEZ|
Madrid (España), 3 de marzo de 2005, http://habitat.aq.upm.es/boletin/n32/i1armor.html.
18 https://www.medioambiente.net/la-huella-ecologica/
El gráfico da cuenta de que ya estamos consumiendo recursos en forma superior a la
capacidad de regeneración del planeta y eso implica un necesario e indispensable
cambio en el modo de pensar las relaciones económicas y de consumo si se quiere que
la humanidad prospere en el corto plazo y no enfrentarnos a problemas, aún más graves
de los que hoy ya gran parte de la humanidad sufre, debido a la escases de agua (Se
prevé que en 2030 el mundo tendrá que enfrentarse a un déficit mundial del 40% de
agua en un escenario climático en que todo sigue igual (2030 WRG, 2009) 19 o de
alimentos (2000 millones de personas en el mundo sufren hambre) o tener migraciones
debidas al cambio climático20,21.

19http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/SC/images/WWDR2015Facts_Figures_SPA_

web.pdf
20 ACNUR reconoce que las consecuencias del cambio climático son extremadamente graves, incluso para

los refugiados y otras personas de interés. El Pacto Mundial sobre Refugiados, adoptado por una mayoría
abrumadora en la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2018, aborda directamente esta creciente
preocupación. Reconoce que “el clima, la degradación del medio ambiente y los desastres naturales
interactúan cada vez más con los impulsores de los movimientos de refugiados”.
https://www.acnur.org/cambio-climatico-y-desplazamiento-por-desastres.html
La economía no ha sido ajena al análisis del impacto de la actividad industrial humana
sobre el medio ambiente, Nicolás Georgescu Roegen plantea que “el proceso de
producción requiere insumos naturales y usa el espacio de la biosfera como contenedor
de los desperdicios arrojados por dicho proceso. Teniendo esto en claro, la pregunta que
emerge es ¿la disponibilidad de la biosfera para absorber los desperdicios es infinita? O
tiene límites, para ello es necesario traer a discusión las leyes que dominan el mundo de
lo natural. Esto es lo que nos enseña GR a los economistas a discutir la ley de la
entropía22. … Esta ley implica que a medida que los recursos naturales son
transformados, pasan de un estado de baja entropía a uno de alta entropía. Cuando la
entropía es baja, la materia puede transformarse en productos útiles para ser humano.
Ocurre lo contrario con niveles altos de entropía”23.

Conforme lo expuesto y teniendo en consideración la finitud de los recursos naturales,


cabe preguntarse es racional sostener un sistema económico que los dilapide?; es
racional continuar promoviendo un consumo exacerbado que no podrá ser sostenido en
el tiempo y que casi con certeza provocará problemas de escala global? Es legítima y

21Dictamen Comité Económico Social Europeo del año 2013, titulado Duración de la vida de los

productos e información al consumidor (CCMI/112) Desde el punto de vista medioambiental,


actualmente, nuestro consumo anual de materias primas es de aproximadamente 60 000
millones de toneladas, lo que equivale a cerca de un 50 % más de recursos naturales que hace 30
años. Así, cada europeo consume 43 kilos de recursos al día, frente a diez kilos por africano. La
Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) considera, basándose en los
niveles conocidos en 1999, «que con una tasa de crecimiento anual de su producción primaria del
2 %, las reservas de cobre, plomo, níquel, plata, estaño y cinc no durarían más de 30 años, y las de
aluminio y hierro entre 60 y 80 años. Por otra parte, cada año se generan en Europa (datos de
2012) diez millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE),
volumen que podría alcanzar los doce millones en 2020. Junto con las políticas de reciclaje e
innovación, las políticas de recuperación consagradas por la nueva Directiva que entró en vigor el
13 de agosto de 2012 deben fomentarse paralelamente a la lucha contra la obsolescencia
programada.

22 La ley de la entropía es la segunda ley de la termodinamia, que puede ser explicada como “una medida
de la disponibilidad de la energía que ya no se puede aprovechar transformándola en trabajo. Un
aumento de la entropía supone una disminución de la de la energía disponible: ni el carbón ni el petróleo
pueden quemarse dos veces. Podemos vincular la idea de entropía con los recursos naturales que
empleamos para nuestra subsistencia de la siguiente forma: el recurso natural más básico y fundamental
para nuestra subsistencia e la materia energía de baja entropía (vale decir materia energía con alto grado
de orden y disponibilidad). El mineral de hierro con alta concentración de metal en un recurso precioso
para nosotros, mientras que el hierro suelto en el océano es prácticamente inutilizable”. Riechmann,
Jorge, “Entropía, recursos naturales y economía ecológica”. www.daphnia.es
23 Hernández Cervantes Tania. “Breve Exposición de las contribuciones de Georgescu Roegen a la

economía ecológica y un comentario Crítico.” SCielo, vo. 21, Nro. 56 Mexico, abril 2008, www.
Scielo.org.mx
éticamente responsable la estrategia de producción que acorta artificialmente los ciclos
de vida de los productos o que genera estrategias para que el consumidor los perciba
obsoletos?

A mi entender la respuesta más racional posible, tomando en consideración los


argumentos expuestos, es que resulta imperioso profundizar el de cambio en las
empresas que utilizan como estrategia de producción y comercialización a la OP,
abandonando dichos procesos de producción y sobre todo incrementar los esfuerzos en
desarrollar más y mejor innovación que permita cambiar la situación actual que se
plantea al menos como amenazante24.

Por su parte la legislación nacional con la sanción de la ley General de Medio Ambiente
25.675 dispone en su artículo 4 el principio de “sustentabilidad: El desarrollo
económico y social y el aprovechamiento de los recursos naturales deberán realizarse a
través de una gestión apropiada del ambiente, de manera tal, que no comprometa las
posibilidades de las generaciones presentes y futuras”, el cual se encuentra alineado con
el principio de consumo sustentable establecido en el artículo 41 CN.

En el ámbito internacional la Comisión Europea ha elevado al Parlamento Europeo una


Comunicación en el año 2015 titulada; “Cerrar el Círculo un plan de la UE para la
Economía Circular” en la cual expresa. “La transición a una economía más circular, en la
cual el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantenga en la economía
durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduzca al mínimo la generación de
residuos, constituye una contribución esencial a los esfuerzos de la UE encaminados a
lograr una economía sostenible, hipocarbónica, eficiente en el uso de los recursos y
competitiva. Una transición de ese tipo brinda la oportunidad de transformar nuestra
economía y de generar nuevas ventajas competitivas y sostenibles para Europa.”
Uno de los puntos centrales de la Comunicación de la Comisión Europea es el uso
eficiente de los recursos naturales a fin de lograr una economía sostenible, como se verá
más adelante, el planteo que se formula no implica suprimir la actividad empresaria, ni
el uso de los recursos naturales, lo que además resulta imposible ya que la necesidad de
determinados productos y de los recursos naturales para producirlos es creciente en

24 Ruiz Tafoya Heriberto, “Crecimiento económico y recursos naturales”, Revista Scielo,


http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-952X2007000100008
razón de que la cantidad de personas que nacen tiende a una tasa de crecimiento
ascedente, a la vez que el promedio de vida también aumenta, merceded de los avances
tecnológicos en el area de medicina,equipos, técnicas médicas y medicamentos, sino un
uso racional basado en la innovación y en la nuevas tecnologías y pudiendose utilizar el
derecho como elemento de acción y transformación social y productiva.

3.- DIFERENTES TÉCNICAS Y CLASES DE OBSOLESCENCIA PROGRAMADA.


La obsoleslencia programada comprende diferentes mecanismos para su formulación
así se conoce la obsolescencia de base tecnológica, la psicológica y de diseño25,26.
Los elementos claves de la obsolescencia programada son claramentes distinguibles y
observables en cualquiera de sus diferentes tipologías: 1.- la planificación decidida y
consiente de la empresa de producir un bien o una tecnología donde se controle su ciclo
de vida, es decir, es una estrategeia comercial conciente y 2.- la finalidad de aumentar o
acelerar los ciclos de consumo, descarte y reposición de los bienes o las tecnologías
producidas y 3.- puede ser utilizada para la obtención de una ventaja comercial sobre

25Conforme al análisis efectuado por Fuad CHACÓN (CHACÓN, Fuad, La Travesía Obsoleta: La indefensión
del consumidor, tesis de grado para optar por el título de abogado, Colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario, Facultad de Jurisprudencia, Bogotá D.C. Colombia, 2014), para conseguir el objetivo perseguido
por la obsolescencia progresiva se requiere el cumplimiento de las siguientes fases: 1. “Cambio por
razones técnicas o de avance científico: en ésta una persona habrá adquirido cualquier clase de bien
desde hace una cantidad de tiempo bastante considerable y luego, conforme se vayan desarrollando
algunas mejoras tecnológicas significativas y se hallen disponibles en el mercado, la sustitución de aquel
por el otro se hará regularmente. 2. Cambio por razones prácticas o coordinadas: aquí el producto inicial
se ha fusionado exitosamente con otros aditamentos o bienes que le han dado un plus muy atractivo a los
ojos de los clientes, pues teniéndolo aparentemente suplirían dos necesidades por el precio de una. 3.
Cambio por razones estéticas: estado último del proceso donde el bien en cuestión ha absorbido la
función de mueble o accesorio decorativo, excediendo la mera labor técnica que tenía antes. De esta
forma, ya el desempeño de la maquinaria pasa a un segundo plano y su agregado como pieza armónica
dentro del panorama de algún recinto sobresale como prioridad, lo que inevitablemente hará que su
reemplazo dependa de factores que escapan a la finalidad para la que fue construido.

26 El Comité Económico Social Europeo, en su Dictamen del año 2013, titulado Duración de la vida de los
productos e información al consumidor (CCMI/112) ha clasificado a los distintos tipo de obsolescencia
programada de la siguiente forma: “La obsolescencia programada propiamente dicha, consistente en
prever una duración de vida reducida del producto, si fuera necesario mediante la inclusión de un
dispositivo interno para que el aparato llegue al final de su vida útil después de un cierto número de
utilizaciones; la obsolescencia indirecta, derivada generalmente de la imposibilidad de reparar un
producto por falta de piezas de recambio adecuadas o por resultar imposible la reparación (por ejemplo,
el caso de las baterías soldadas al aparato electrónico); la obsolescencia por incompatibilidad, como es el
caso, por ejemplo, de un programa informático que deja de funcionar al actualizarse el sistema operativo;
esta obsolescencia guarda relación con la del servicio posventa, en el sentido de que el consumidor será
más proclive a comprar otro producto que a repararlo, en parte debido a los plazos y precios de las
reparaciones; la obsolescencia psicológica derivada de las campañas de marketing de las empresas
encaminadas a hacer que los consumidores perciban como obsoletos los productos existentes.
los competidores, lo que también podría derivar en una práctica deseal o una conducta
restrictiva de la competencia.
Cada uno de los tipos de obselescencia obedece a una planificada estrategia empresaria
que se relaciona con el tipo de producto, de mercado y con los costos de producción y de
imposición del nuevo producto sustituyente (supuestamente) superador del producto
predecesor.
La estrategia de sustitución e imposición del nuevo producto puede operar de distintas
formas, en el mercado de productos tecnológicos el primer argumento será la
superación de la tecnología como primer punto de fuerza, sin embargo aún este tipo de
productos y en este especie de mercado se puede observar como la obselescencia de
diseño puede intervenir conjuntamente y quizás como un factor más determinante aún
que su artificial decrepitud27.
La obsolescencia programada tecnológica es en principio absolutamente objetable, ya
que la vida útil de un producto debería provenir de la imposibilidad de satisfacer la
finalidad para la cual fue diseñado y conforme la durabilidad de sus materiales
constitutivos y no debido a la manipulación de sus elementos constituyentes, físicos o
inmateriales con el propósito de alterar su duración por parte de la empresea
fabricante.
Entiendo que para evitar la crítica formulada, un nuevo producto debería producir un
verdadero avance y superación de la tecnología predecesora en un grado significativo
de modo que las funciones del producto predecesor se tornen claramente obsoletas y no
ser el resultado de una planificación empresaria destinada al acortamiento de los ciclos
de vida de los productos.
Este tipo de OP requiere de una importante inversión en investigación y desarrollo,
siendo el tiempo otro factor esencial para poder desarrollarla y aplicarla a los nuevos
productos, a la vez que supone el riesgo de que el paso del tiempo dicha tecnología sea
superada por la tecnología de un competidor y torne improductiva la inversión
efectuada. Este último factor acelera los tiempos de lanzamiento de los nuevos

27En la sociedad de consumo no solo es importante sustituir los productos para satisfacer la necesidad de
más y mejor tecnología sino que también es importe que el resto de los consumidores puedan conocer
que una persona ha adquirido determinado bien, ello implica la obtención de un determinado status
declarado hacía el exterior por el consumidor. Así el diseño exterior de los nuevos productos lo hace más
reconocible para los restantes consumidores lo implica para el consumidor del nuevo producto la
satisfacción de dos necesidades, la de poseer el supuesto mejor producto (argumento objetivo) y la
necesidad de declarar un status que deriva de la posesión del nuevo producto (argumento psicológico).
productos sustituyentes y de algún modo podría conspirar contra la recuparecación de
la inversión efectuada en el producto anterior28.
Poner en riesgo una inversión de tiempo y dinero efectuada en tiempo pretérito no
parece una estrategia empresarial acertada, por ello el lanzamiento de los nuevos
productos sustituyentes, como resultado de las nuevas tecnologías incorporadas, son
parte de un proceso diagramado cuidadosamente para que esas inversiones no resulten
improductivas.
La relación entre velocidad de lanzamiento de los supuestos avanves tecnológicos
significativos, y el riesgo o temor a la superación de la propia tecnología por un
competidor, es una las razones por la cual los distintos mecanismos mediante los cuales
se puede arribar a un producto obsoleto se entrelazan para lograr una rápida
sustitución, siendo a la vez el motivo por el cual muchas veces no se observa una
notable superación de la tecnología existente en los nuevos productos sustituyentes.
En muchos casos se podrá encontrar que un producto no es obsoleto en términos
tecnológicos sino estéticos y en este caso nos enfrentamos ante una OP psicológica,
donde las acciones de marketing y publicidad tienen una gran importancia para generar
en el consumidor la necesidad de cambiar un producto por otro en base a un recurso
meramente emocional o anclado en una decisión de apariencia racional, aunque
siempre orientada a demostrar la superación del producto anterior por el producto
sustituyente.
Lo expuesto en el párrafo precedente pone de manifiesto que los distintos tipos de OP
pueden concurrir sobre un mismo producto en un mismo tiempo en tanto sean afines a
la estrategia empresaria dirigida a la rápida sustitución del producto.

28 Una vez que el innovador demuestra durante la etapa de desarrollo del mercado que existe una
demanda sólida, ejércitos de imitadores se apresuran a capitalizar y ayudar a crear el boom que se
convierte en la etapa de crecimiento del mercado, o despegue. Como resultado, aunque un crecimiento
extremadamente rápido ahora caracterizará la demanda total del producto, para la empresa originadora
su etapa de crecimiento paradójicamente se ve truncada. Tiene que compartir el auge con nuevos
competidores. De ahí que la tasa potencial de aceleración de su propio despegue se vea disminuida y, de
hecho, puede no durar tanto como el de la industria. Esto ocurre no sólo porque hay tantos competidores,
sino, como hemos señalado anteriormente, también porque los competidores a menudo vienen con
mejoras de productos y precios más bajos. Si bien estos avances contribuyen en general a mantener el
mercado en expansión, restringen en gran medida la tasa de crecimiento de la empresa originaria y la
duración de su fase de despegue. “Explotar el ciclo de vida del producto” https://path.mba/explotar-el-
ciclo-de-vida-del-producto/
La razón por la que esto ocurre es que una sola de las técnicas para lograr la OP en
muchos casos no es suficiente para convencer al consumidor de que el producto que
tiene es verdaderamente obsoleto, por lo tanto hay que caerle con una catarata de
argumentos racionales pero también de emociones, congudados de modo tal para que la
intención de sustitución del producto se transforme en una necedidad irrefutable desde
el plano racional y desde el plano emocial, ya que de esta forma no solo se consigue la
pulsión de compra (que dispara el acto de consumo) sino que también se la justifica
mediante un argumento racional que librara de toda culpa y remordimiento y sentará
las bases para una futura nueva sustitución y descarte.

4.- LA PROBLEMÁTICA DE LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA DESDE LA OPTICA CONSTITUCIONAL.


La Carta Magna es un instrumento jurídico determinante en el análisis legal de la OP, en
tanto nos brinda pautas concretas para determinar sus contornos y además expresa y
reconoce un serie de derechos que toman contacto directo con lo principales desafíos
que plantea esta estrategia de producción y comercialización.
Entiendo que de nuestra Constitución Nacional “surge un principio mínimo que, con
carácter general, parece evidente. La ideología de la libertad que inspira y da contenido
a la constitución desde el preambulo (“asegurar los beneficios de la libertad”) obliga a
sostener en matería económica debe existir un espacio suficiente de libertad para la
actividad privada, que quede exento de intervenconismo y dirigismo estatales. Las
medidas ordenadoras de la actividad económico han de ser suficientemente razonables
y moderadas, fundadas en claros fines de bienestar general, y orientadas por el llamado
“principio de subsidiaridad”, (según el cual el estado no debe hacer lo que pueden hacer
los particulares con eficacia, pero el estado debe ayudarlos, pero no destruirlos y
absolverlos”29.
Por un lado y en franco apoyo de la OP vamos a encontrar el derecho a ejercer industria
lícita, en tanto que por otro lado se van a sumar fundamentos que pueden apoyar una
postura directamente prohibicionista, u otra posición más componedora que promueve
su regulación30.

Bidart Campos, Germán J., Derecho Constitucional Argentino, pág. 308.


29
30“Se advierte enseguida que con relación al sistema económico la Constitución debe ser también el
marco para que se asiente esa ancestral relación entre derechos individuales y ejercicio de poder”.
Mordeglia, Roberto Mario, “Elementos de Derecho Constitucional Económico”, pag. 235.
El punto clave creemos es determinar en primera instancia que es la obslescencia
programada, lo cual se ha efectuado en los puntos anteriores, y luego a partir de dicho
concepto analizar si es una actividad que a la luz de las disposiciones legales vigentes
puede ser considerada como una estrategia empresaria dirigida a la produccion de
bienes y servicios de carácter lícito.
Por tanto delimitar el alcance de la obsolescencia programada resulta determinante
para analizar su licitud y evitar posturas, que merced de dicha definición, puedan
sostener posturas contrarias a la innovacion o a la creación de nuevos productos y
servicios o extender sus efectos a situación que no se encuentran contempladas en su
carácterización.

4.1.- El derecho a Ejercer Industria Lícita.


Uno de los argumentos determinantes en favor de la posibilidad de las empresas de
determinar el ciclo de vida de sus productos y por ende diseñar obsolescencia es el
derecho a ejercer industria lícita consagrada en el artículo 14 cuando ejercer toda
industria lícita; de navegar y comerciar la constitución Nacional no se mantiene al
margen de un tema de singular importancia como es la vida económica de un país, por
el contrario en numerosos artículos trata aspectos relativos a la economía o a derechos
que se vinculan con la actividad económica, a modo de ejemplo citamos el artículo 14, el
artículo 14 bis (trabajo), 17 (propiedad privada), 20 (derechos de contenido
económico), 27 (comercio exterior), 41 (derechos a realizar actividades productivas),
42 (derecho del consumo), 75 inc. 18 y 19, entre otras disposiciones. La libertad
económic y la protección del derecho de propiedad son las base indispensable sobre la
cual puede desplegarse una actividad económica ágil, dinámica y flexible que pueda
adpatarse a los cambios de paradigmas y que no encuentre en el estado un creador de
normas que artificiosamente limite su potencial creador.31.

31“Se afirma, incluso, que la constitucionalización de los principios reguladores de la economía, sería uno
de los signos más característicos del constitucionalismo contemporáneo, el pues las constituciones
contemporáneas además de su contenido político, formulan, jurídicamente, una constitución económica
para ordenar la totalidad de la actividad económica”. Laplacette, Carlos J. “La Constitución Nacional, el
mercado, las provincias y el caso del azúcar. Apuntes para un conflicto abierto” Sup. Const. 2018 (mayo),
15/05/2018, 8 - LA LEY2018-C
Es por ello que, junto a la protección del derecho de propiedad, la Constitución Nacional
consagra lo que genéricamente se conoce como libertad económica, la cual guarda una
estrecha relación con el derecho de propiedad y abarca toda actividad humana
destinada a generar riqueza mediante el trabajo (lato sensu), el comercio, la industria, y
toda actividad susceptible de producir bienes, quedan englobadas en la libertad
económica. Si bien la Constitución no la menciona de manera expresa, en diversas
cláusulas encontramos referencias a actividades que la configuran”32.
Sin embargo este derecho que la Constitución Nacional reconoce se encuentra inserto
en un cuerpo normativo que lejos de dejar librado al azar o al libre ejercicio del poder
económico la vida productiva del país, lo encorseta o limita con otro conjunto de
derechos que tutelan disímiles bienes jurídicos de igual o mayor valoración, y por lo
tanto resulta indispensable hacer un análisis constitucional para determinar la
prevalencia de un derecho sobre otro o establecer su relacionamiento y coordinación.
En los puntos precedentes se hizo referencia a una serie de situaciones en las cuales la
OP interfiere o toma contacto con el derecho del consumo, el medio ambiente y el
derecho de la competencia, la Constitución Nacional también reconoce la existencia de
dichos derechos y toma una directa intervención en la forma en la cual tiene que ser
ejercido el derecho de “industria lícita y comercio”, por lo cual en principio podemos
afirmar que este derecho tan trascendental para la actividad económica del país no es
absoluto, sino que encuentra un claro condicionamiento en las pautas de ejercicio que
están establecidas en numerosas disposiciones constitucionales.
Ahora pues, reconocido el derecho a ejercer industria y comercio y establecido un
sistema de libertad económica, la intervención del estado debe ser mínima e
indispensable para garantizar el ejercicio de esos mismos derechos por todos los
habitantes, y a su vez evitar que la puesta en acción de un derecho menoscabe o torne
inexistente otro derecho también consagrado en la Constitución Nacional, por tanto
debe existir un razonable y fundado interés que habilite la intervención del Estado,
sumado a ello la intervención estatal, vehiculizada a través de la regulación del ejercicio
de los derechos, debería aparejar una mejor situación para el conjunto social medida en
términos objetivos y verificables.

32BADENI, Gregorio, "Tratado de Derecho Constitucional", Ed. La Ley, Buenos Aires, 2010, 3ª ed., t. 2, p.
413, cit. Por Laplacette, Carlos J. op. Cit.
Es dable destacar que la economía tiene sus propias reglas, es por ello que la
intervención del Estado debe ser acorde en lo expuesto en los párrafos precedentes a fin
de evitar distorsiones que no puedan ser reparadas o que tengan por consecuencia
general una menor eficiencia en sus resultados analizando y ponderando la totalidad de
los elementos que se encuentran vinculados (consumo, medio ambiente, derecho de la
competencia).

4.2.- La Responsabilidad Social Empresaria.


La RSE dejó de ser hace tiempo una lejana aspiración de un grupo reducido de
empresarios para afianzarse como una realidad por un sector muy amplio de la
comunidad empresaria, ya sea motivados por el interés en generar prácticas
empresarias más sanas o con la intención de generar un activo que aporte a la identidad
de la empresa, lo cierto es que las prácticas de RSE generan un beneficio tanto para la
empresa como para la sociedad en su conjunto33.
Las normas ISO 26.000 se han hecho eco de esta corriente empresaria receptando líneas
directrices claras respecto de una conducta esperable por parte de las empresas y
expresa: “el desempeño de una organización en relación con la sociedad en la que opera
y con su impacto sobre el medio ambiente, se ha convertido en una parte crítica al medir
su desempeño integral y su habilidad para continuar operando de manera eficaz. En
parte, esto es reflejo del creciente reconocimiento de la necesidad de asegurar
ecosistemas saludables, equidad social y buena gobernanza de las organizaciones. En el
largo plazo, todas las actividades de las organizaciones dependen de la salud de los
ecosistemas mundiales.”34.
Dentro del espectro de las prácticas de RSE, conforme las normas ISO 26000 se ubican
el cuidado y el respeto al medio ambiente, el respeto por el consumidor y una correcta o

33 “Antes de analizar el concepto de la RSE es conveniente realizar una aclaración respecto a su extensión.
Este concepto no se limita a la responsabilidad que se establece en el ordenamiento jurídico y que las
empresas están obligadas a respetar y cumplir, ya sean normas laborales, impositivas, ambientales, de
derechos humanos, etc. La RSE va más allá de los meros cumplimientos legales, la misma busca que la
empresa se encuentre un escalón más arriba, permeando sus prácticas operativas y comerciales de
contenido éticos, morales, sociales y medioambientales.” “El paradigma de la Responsabilidad Social
Empresaria. Un factor clave para la sostenibilidad de las empresas”, María Lourdes Arias.
ustral.edu.ar/eedu/wp-content/uploads/2018/02/
34 https://www.iso.org/obp/ui#iso:std:iso:26000:ed-1:v1:es
leal competencia, entre otros aspectos contenidos en su formulación más todos ellos
tendientes al objetivo de contribuir al desarrollo sostenible35.
La RSE si bien se encuentra conformada por pautas de conducta que deben observar las
empresas no resultan ajenas a la consideración y valoración por parte de los
consumidores, como así también de los inversores que entienden que dichas prácticas
no solo hacen a una correcta ejecución de las prácticas empresarias, sino que también
contribuyen a la construcción de una imagen empresaria más acorde a los tiempos que
corren, tal es así que ha dado lugar a una nueva estrategia de marketing donde se utiliza,
como uno de los principales argumentos de venta, el respeto por la ecología en la
utilización de los componentes que forman los productos o servicios comercializados, lo
cual a su vez ha dado origen a su antagonista en términos publicitarios que se denomina
greenwashing la cual promociona cualidades ecológicas de los productos o servicios,
que estos en realidad no gozan, con la intención de seducir al consumidor o generar una
tendencia de consumo36.
Las pautas dispuestas por las normas ISO 26000 pueden ser consideradas, a nuestro
modo de ver, como contrarias a la OP en tanto esta estrategia empresarial no hace un
uso racional de los recursos naturales, no brinda una adecuada información al
consumidor, pudiendo además constituir un caso de competencia desleal o inclusive
una práctica anticompetitiva y tampoco contribuye al desarrollo sostenible.
5.- El Derecho al Consumo.
5.1. Consumo Sustentable.
La incorporación del consumo sustentable como un derecho de alcance constitucional
expresa el deseo de alentar formas de consumo aptas para evitar un proceso de
autofagia consumista. El hiperconsumo erosiona sus propias bases en tanto malgasta

35 En la tabla de contenidos de las normas ISO 26000 comprende varias de las cuestiones que resultan
fundamentales para el completo análisis del fenómenos de la OP, de modo tal que bajo el título “material
fundamental, 6.5. comprende los siguientes temas: 6.5.3 Asunto 1: Prevención de la contaminación,
Asunto 2: uso sostenible de los recursos 6.5.4., Asunto 3: Mitigación y adaptación al cambio climático,
Asunto 4: Protección del medio ambiente, biodiversidad y restauración de hábitats naturales 6.5.6., título
“Prácticas Justas de Operación” Asunto 3: Competencia Justa” y Materia Fundamental: Asunto 1: Prácticas
justas de marketing, información objetiva e imparcial y prácticas justas de contratación.
36 Capucci, Sebastián Andrés “Greenwashing un caso de publicidad engañosa”, Revista del Instituto de

Protección Jurídica del Consumidor Colegio de Abogados de Rosario 2019.


recursos naturales no renovables, tiende a genererar hiper endeudamiento de los
consumidores, a la vez que no genera un mayor nivel de felicidad37.
Queda claro que desde el punto de vista de la economía liberal capitalista el consumo es
necesario para insuflar aire a la economía, esta realidad que no ignoramos debe ser
encausada con el propósito de evitar situaciones que a mediano o largo plazo puedan
ser perjudiciales para las generaciones futuras, de modo tal que lo que hoy puede ser
considerado positivo no se transforme en una pesadilla económica y ambiental.
El consumo es por tanto necesario ya que es uno de engranages de la economía y por
que biológicamente necesitamos bienes para satisfacer determinadas necesidades y
también por que el progreso o la evolución de determinadas facetas del desarrollo
humano nos ha puesto en contacto con otros tipos de necesidades o desafíos que
requieren bienes y servicios más complejos que facilitan o perfeccionan determinadas
actividades humanas.
Tomando como punto de partida la necesidad del consumo para la humanidad y
tambien de la actividad empresaria, estas deben ser orientadas en su beneficio,
entendiendo a la humanidad como un continuo temporal donde las obligaciones del
presente se expanden y proyectan temporalmente al futuro y debiendo esta actividad
hacerse teniendo en miras el respeto de la manda constitucional que impone el
consumo sustentable en defensa de las generaciones futuras.
La obtención de información objetiva y de base científica puede servir como un
parámetro para determinar cuando se alcazan niveles de consumo no sustentable, ello
no implica indicar solo cuanto se consume sino también, si existen o no fuentes
alternativas para obtener los recursos, en que tipo productos utilizamos los recursos
natuales, el ciclo de vida de los productos, la posibilidad de reutilización o no de parte o
de todos sus componentes, la disposición final de los excedentes no reutilizables y asi se
podría seguir en la eumeración de un conjunto de datos objetivos tendientes a evitar un
resultado no deseado.
La naturaleza esta dando pruebas contundentes de que muchas cosas estan alterando su
equilibrio y en ello la acción directa del hombre tiene mucho que ver.

37En el caso distinguimos el consumo el cual es necesario para la satisfacción de las necesidades humanas
y el hiperconsumo como fenómeno negativo que atenta contra el principio de “consumo sustentable”. El
desafío en el caso es determinar objetivamente cuando se alcanzan niveles de hiperconsumo y si los
mismos resultan convenientes para el conjunto de la sociedad presente y futura
5.2.- El Derecho a la Información y su relación con la OP.
El derecho a la información es sin lugar a dudas una de los principales derechos del
consumidor, suministrada en forma veraz y completa permite tomar decisiones de
consumo racionales y a su vez sirve de contrapeso del gran argumento de venta que
resultan ser las emociones que operan en un plano distinto pero dotado de la misma
finalidad.
De alguna forma los datos objetivos, constituidos por la información, dan más adultez a
las decisiones de consumo y permiten realizar análisis serios y mediatados en torno a la
selección de un producto o servicios entre muchos que se ofrecen en el mercado y
permiten determinar que tipo de necesidad voy a satisfacer con su adquisión, frenando
o ralentizando la pulsión de compra irreflexiba que implican las emociones que operan
en un campo más irracional y que han determinado disposiciones legales que permitem
amortiguar sus efectos38.
Hasta aquí tenemos, si se quiere, un problema tradicional del consumo, hoy derivado ya
en hiperconsumo, donde el foco de la discusión gira en torno a las técnicas y métodos
que se utilizan para aumentarlo o expadirlo, la pregunta que quizás uno deba
formularse es cual es el sentido del hiperconsumo. Podemos pesar que en el contexto
actual es la satisfacción de una necesidad individual, pero no debemos dejar de lado los
costes sociales para las generaciones presentes y las generaciones del futuro, por tanto
el consumo es un acto principalmente e inicialmente individual pero también lo es
necesariamente colectivo, en cuanto sus efectos sobre determinados recursos que no
son renovables, sobre los deshechos o remanentes de los productos o servicios
consumidos que generan en exceso y sin mayor sentido la OP tienen efectos sobre el
conjunto social.
El derecho a la información en su relación con la OP, tiene una implicancia más
profunda y abarcativa; es más profunda por que ya no guarda exclusivamente relación
con un bien jurídico de naturaleza individual, como puede ser la afectación de un
derecho derecho de carácter patrimonial de un consumidor determinado, como lo
puede ser la venta de un electrodoméstico que presente manipulaciones dirigidas a
afectar su funcionamiento luego de un determinado uso, o la utilización como

38Por ejemplo, la posibilidad de revocación de los contratos celebrados fuera de los establecimientos y a
distancia dentro de los 10 días computados a partir de la celebración del contrato (art. 1110 CCCN),
Deber de Informar el derecho a la revocación de los contratos (art. 1111 CCCN).
herramienta de seducción de una técnica publicitaria que produzca engaño y por ende
una falsa representación de un producto o servicio promocionado, sino que afecta a un
conjunto indeterminado de personas en otra gama de derechos como puede ser la
conservación del medio ambiente.
También resulta más abarcativo o ampliado, en cuanto a los derechos que se ven
afectados por su implementación, no solo afectan derechos individuales sino derechos
individuales sino también de carácter colectivo como es el medio ambiente. El principio
de consumo sustentable, que involucra las generaciones futuras y que les da una
entidad propia aún no existiendo en el tiempo presente, pero teniendo la certeza de que
su existencia futura es inexorable, excede el campo del derecho del consumo y se
introduce, sin escalas, en el campo de la lealtad comercial y en el derecho de defensa de
la competencia y en el derecho medio ambiental, que de diversas formas establece
vínculos con los derechos de los consumidores.
Solamente con lo expresado en este apartado, vemos con claridad como las respuestas
que puede dar el derecho del consumo, si bien necesarias, no son suficientes ni
eficientes para paliar los efectos negativos que surgen de la obsolescencia programada,
no obstante ello desde la óptica de los derechos del consumidor se pueden dar ciertas
respuestas que van a operar sobre la OP disminuyendo, más no eliminando, su
dañosidad.
5.2.1.- Conocimiento efectivo y completo del Consumidor del Diseño de un
Producto bajo la influencia de la OP.
Informar al consumidor, que un producto ha sido específicamente diseñado para que
tenga un determinado ciclo de vida útil, es el primer límite y obligación que debe
imponer el derecho del consumo para que el consumidor tome una decisión con pleno
conocimiento de la calidad y las cualidades del producto que adquiere.
La OP puede operar sobre los productos de diferentes formas, ya sea limitando su ciclo
de vida últil, por ejemplo inhibiendo su capacidad de cumplir con su función esencial,
aún estando sus componentes en perfecto estado, esto se puede lograr mediante la
incoporación de un dispositivo que impida la ejecución de las funciones propias del
producto, o diseñando y fabricando productos para que con determinada cantidad de
usos sus componentes dejen efectivamente de funcionar por sufrir roturas o
desperfectos debido a su uso normal, así la lista de ejemplos es inagotable al igual que la
creatividad para determinar artificialmente el ciclo de vida de un producto.
El derecho a la información, tal cual como lo tenemos consagrado en la actualidad en el
artículo 4to de la ley 24.240 y en el artículo 1100 del Código Civil y Comercial de la
Nación son suficientes para obligar a los empresarios a informar a los consumidores
respecto del ciclo de vida útil de un producto cuando han intervenido en su diseño
técnicas para fijar su duración o capacidad para cumplir con la función para la cual han
sido producidos.
El CCCN nos indica, en forma inobjetable, la existencia de una obligación a cargo del
proveedor de suministrar información “respecto de todo lo relacionadao con las
características esenciales de los bienes y servicios que provee”, si además tenemos en
cuenta que la ubicación sistemática de la disposición en el CCCN es dentro del Libro III,
Título III, Capítulo 2 denominado “Formación del Consentimiento” es evidente que esta
obligación de carácter precontractual esta orientada a que los procesos de toma de
decisiones de consumo por parte del consumidor se realicen en forma racional y
respecto al producto “real” y no al producto que surge de la representación que se
construye en la mente del consumidor cuando interviene la publicidad o las acciones
promocionales del fabricante.
No queda ninguna duda que para el consumidor resulta esencial tomar un conocimiento
directo si el producto que tiene intenciones de adquirir ha sido objeto de OP en su
proceso de fabricación con el objeto de determinar su ciclo de vida, ya que ello le
permite realizar una operación lógica de costo / beneficio y luego arrivar a la conclusión
de si resulta conveniente o no adquirirlo.
Otro aspecto que no hay que descartar, dado la importancia que el tema reviste en la
actualidad, es la posición del consumidor frente a los problemas medio ambientales, ya
que sus derechos solo no se refieren a la “calidad del producto” sino también sobre su
impacto en el medio ambiente.
El punto es sin dudas controversial, ya que el fabricante podrá argumentar que no ha
aplicado técnicas de OP sino que ha utilizado determinados materiales y componentes
acordes a los precios que valida el mercado y que por ello las calidades de los productos
y sus ciclos de vida útil pueden ser diversos de una época a otra o de un lugar a otro, por
ello determinar la existencia de OP no es algo que pueda resolver un consumidor
individual y menos aún un futuro integrante de las “generaciones futuras” sino que es el
conjunto de consumidores y el Estado los que pueden llegar a oponer alguna resistencia
a esta forma de producción.
El cumplimiento del deber de información, una vez aceptado por un fabricate que ha
utilizado técnicas que artificialmente limiten el ciclo de vidad útil de un producto,
debería incluir al menos: 1.- en que consiste la técnica utilizada, 2.- cual o cuales
componentes afecta, y 3.- cual es el ciclo de vida útil del producto.
En el caso de una hipotética norma que regule el caudal de información a suministrar en
el caso de obselescencia programada, esta podrá incorporar información específica en
relación cada uno de los productos que sean comercializados, mejorando de esta forma
el suministro de información, a ello cabe agregar que la información además deberá ser
inteligible por una persona no experta y apuntar a los efectos prácticos que genera la OP
en el producto promocionado.
Un tópico muy importante es el momento en el cual el consumidor tiene derecho al
suministro de la información indicada en el párrafo precedente y el único momento
realmente útil, en tanto permite formar la decisión de consumo, es anterior al acto de la
adquisición y por esta razón es que debe operar como una obligación de carácter
precontractual por la cual debería advertirse que determinado producto fue fabricado
limitando artificialmente su vida útil.
Esta información, entendemos, pondrá al consumidor en condiciones de meditar en
forma objetiva cual es la relación costo beneficio que le propone un fabricante vinculada
al producto que pretende adquirir, a la vez que puede compararlas con el producto del
competidor.
Con lo cual el sumistro de información veraz, objetiva y completa respecto de las
técnicas de OP efectuadas sobre el producto sirven tanto al consumidor como a la
competencia en tanto hace a la lealtad en la disputa por el cliente y tienden al efectivo
cumplimiento del artículo 1 del decreto 274/201939.
5.2.2. Que debe entenderse por información suficiente.
La OP revela un patrón de conducta en el fabricante, que no es nada nuevo ya expusimos
con anterioridad la creación del cartel “Phoebus”, el cual en muchos casos conoce con
certeza que se está trabajando en paralelo varios proyectos para modificar los
productos con avances tecnológicos respecto de los cuales se conoce la fecha

39ARTÍCULO 1°.- Finalidad. Los Títulos I, II, III, IV, V, VI y VIII del presente Decreto tienen por objeto
asegurar la lealtad y transparencia en las relaciones comerciales y garantizar el acceso a
información esencial sobre los productos y servicios comercializados en la REPÚBLICA ARGENTINA
a través de canales físicos o digitales, en interés de todos los participantes del mercado.
lanzamiento, y que ello implicará que un producto nuevo pase a ser comunicado y
publicitado en poco tiempo como un producto atrasado tecnologícamente y que se
opere sobre el consumidor en pos de convencerlo de que el producto que ha adquirido
en un año o menos ya no es apto para la función o ya ha sido superado y por lo tanto
debe ser descartado.
Cabe preguntarse si no resulta insuficiente la información que se brinda al consumidor,
al momento de la adquisición de un producto, cuando ella se limita al producto que
efectivamente se promociona o adquiere el consumidor, en el caso de que el frabricante
tenga un conocimeinto cierto de que la tecnología que se encuentra presente en dicho
producto va a ser superada en un lapso breve o peor aún que ya se dispone de una
tecnología superadora pero que por motivos comerciales, de fabricación, de búsqueda
de proveedores será lanzada dentro de determinado tiempo vista.
En este punto creemos que en los productos donde se espera una rápida superación de
la tecnología presentes en los mismos debería existir un acceso ampliado a la
información de los proyectos y de su posible lanzamiento, con indicaciones estimadas
de tiempo y de los avances de la tecnología, de esta forma el consumidor podrá realizar
una decisión de consumo suficientemente informada con una adecuada proyección
temporal.
Lo apuntado en los párrafos precedentes no es una cuestión de menor importancia
sobre todo respecto de los denominados “productos durables”, es decir, aquellos de
cuales se pretende que tengan una duración prolongada en el tiempo, para que su
consumo no se transforme en un problema económico para el consumidor y en un
problema ambiental para todos los habitantes, además de una pérdida de confianza
general en la calidad de los productos que puede inclusive perjudicar a mediano plazo la
imagen comercial de la propia empresa40.

40“Otras consecuencias son de carácter cultural. Según determinados estudios, la duración de vida media
de los electrodomésticos es de seis a ocho años, mientras que hace veinte años oscilaba entre diez y doce
años. Los consumidores pueden plantearse legítimamente interrogantes sobre la reducción de la vida útil
de los productos pese a que por todas partes se ensalza la innovación. La confianza de los ciudadanos
europeos en su industria se construye a largo plazo y se ve socavada por la obsolescencia. Ahora que casi
todas las encuestas de opinión indican un distanciamiento máximo entre los europeos y su industria, es
evidente que la constatación por los consumidores de averías prematuras o de la imposibilidad de
efectuar una reparación no puede ayudar a que se reconcilien con la empresa de que se trate. Ello
contribuye a explicar que el 92 % de los europeos40 soliciten un etiquetado sobre la duración de vida (o el
número de utilizaciones) de los productos. La competitividad de las empresas europeas requiere también
La postura que se sostiene entendemos que mal implementada puede colisionar con los
secretos comerciales o con las líneas de investigación de de un proveedor, por ello
habría que extremar los cuidadados en su implementación. Sin embargo, no debemos
soslayar que el problema de la OP excede el ambito de los derechos individuales y que
por tanto requiere un enfoque especial o ampliado y que los valores y derechos en
disputa deben ser ponderados correctamente. Asimismo la información a suministrar
puede ser efectuada en sentido práctico respecto de las funciones o cuales son las
próximas mejoras es decir, no hace falta detallar como se logra que el lente de la cámara
sea un 10% más preciso o como va a incrementarse la velocidad de procesamiento de
datos y así complicar al empresario y desalentar la inversión.
5.3.- La Obsolescencia Programada y la Publicidad.
La publicidad es indudablemente un derecho del empresario, es también una actividad
lícita y útil en sí misma tanto para el fabricante como para el consumidor y es un
desprendimiento natural del derecho constitucional de ejercer industria licita (art. 14
CN) en tanto dar a conocer el producto o servicio que se fabrica o el servicio que se
provee es necesario para cerrar el circuito productivo que culmina con la adquisisión
del producto por parte del consumidor.
La finalidad de la publicidad, de neto corte económico comercial, es procurar el mayor
número de transacciones comerciales posibles en favor de su anunciante y para ello
utiliza las más varidas técnicas y árgumentos, los cuales a su vez difieren según cual sea
el canal de comunicación escogido por el anunciante, el tipo de producto o servicio, el
tipo de consumidor, la época del año, así el menú de opciones para lograr una
publicidad efectiva es inagotable, en tanto se vincula a la comunicación y al arte pero
también se nutre se las ciencias sociales, de la psicología, utiliza big data, CRM, redes
sociales y muchas mas herramientas para lograr el nivel más alto de efectividad
posible.

recuperar la confianza de los consumidores en las empresas.” DICTAMEN


del Comité Económico y Social Europeo
sobre “Por un consumo más sostenible: la duración de la vida de los productos industriales y la
información al consumidor para recuperar la confianza” Thierry LIBAERT y Jean-Pierre HABER,
17 de Octubre 2013.
Partiendo de la base que el objetivo de la publicidad es promocional, parcial y que busca
generar una tendencia de consumo en favor del anunciante, la publicidad va a operar
sobre sus receptores y potenciales consumidores para generar una determinada
representación respecto del bien que es anunciado y es esa representación la que va a
guiar, cuando no inducir en forma efectiva, una decisión de consumo. Lo que debe
evitarse es que exista una disociación entre el producto real y el producto anunciado, ya
que lo que mueve al consumidor o lo inclina a realizar una transacción sobre un
producto determinado es la representación que del mismo se hace en virtud del
conjunto de acciones promocionales que realiza el proveedor.
Hasta el momento y salvo el caso de las lamparas de luz, primer caso de OP, que informa
las horas de duranción del producto no he encontrado publicidad alguna o información
de un productor que comunique claramente que se han aplicado técnicas en la
fabricación del producto que han determinado su ciclo de vida, pero si pueden
observarse a diario anuncios publicitarios donde la línea argumental va dirigida a
generar en el consumidor la convicción de que el bien anunciado es de alta tecnología y
sumamente durable en el tiempo, cuando tal vez los mismos han sido fabricados y
puestos en el mercado habiendo aplicado técnicas de OP induciendo o determinando su
ciclo de vida, lo cual no es informado al consumidor pero, aún en estos casos, se busca
generar una sensación de un ciclo de vida prolongado que justifique el gasto o la
inversión.
En esta situación nos enfrentamos con claridad no solo frente a una publicidad
engañosa, sino tambíen frente a una práctica anticompetitiva por deslealtad en virtud
de lo dispuesto en el artículo 10 inciso a (engaño) y c (infraccion al art 4 de ley 24.240
del decreto 274/2019 y 1100 del CCCN).
La hipótesis señalada en los párrafos anteriores versa sobre las cualidades que no se
informan del producto pero que existen y que afectan aspectos esenciales de los
productos sobre su “materialidad”41 , las que a su vez han sido determinantes para la
formación del consentimiento del consumidor, sin embargo existe otra variante más de
OP que opera directamente sobre el consumidor y es aquella que se denomina

41El entrecomillado es para destacar que con materialidad no nos referimos solamente a las partes físicas
del producto (hardware) sino también los programas de computación que pueden encontrarse presentes
en los mismos.
Obslescencia programada psicológica o cognitiva y respecto de ella la publicidad y la
comunicación empresaria en general tienen un rol fundamental.
En la OP de base psicológica encontramos que no se opera sobre el producto sino sobre
las personas, puntualmente sobre su psiquis, en este particular el producto continúa
apto para la función para la cual ha sido creado pero se convence al consumidor, con los
más variados argumentos, que debe descartar el producto que tiene y adquirir uno
nuevo.
Esta tipología de OP es quizás la que mayor incidencia tiene en el desplige del
hiperconsumo, el despilfarro de recursos naturales no renovables y en la generación de
de basura y contaminación ambiental, la cual es además absolutamente evitable.
La insidiosidad de este tipo de OP es clara, se opera sobre psiquis de las personas y
además se descarta lo que sirve para la función propuesta, siendo la excusa más
elegante que la “necesaria sustitución del producto” ocurre en aras del progreso
tecnológico, aunque ello no siempre es así.
Descartar un producto que sigue apto para la función para la cual fue diseñado, en un
lapso muy breve de tiempo, inducido por la publicidad que se hace del nuevo producto,
torna necesario un análisis detallado en cada caso concreto si es que quiere sostener la
vigencia de lo que manda la Constitucional Nacional en relación al Consumo
Sustentable.
El progreso tecnológico en necesario para sortear los actuales desafíos que presenta
una población creciente, por ello no sería criticable dejar de usar un camión viejo que
contamina en exceso por que su tecnología en el motor, los filtros etc, ha sido superada,
máxime cuando dichas condiciones son comprobables mediante la medición de las
emisiones en el medio ambiente, por el contrario si parece desacertado incitar a
descartar un celular que tiene un año de uso por que se cambió su cubierta y por que la
cámara de fotos tiene 2 Mega pixels más42.

42Producto de esta preocupación de carácter planetario en el año 1972 se emitió el reporte denominado
“The Limits To Growth” (Los Límites del Crecimiento) edit. Potomac Associates, informe encargado al MIT
por el club de Roma, el cual fue realizado por 17 científicos de diversas nacionalidades arroja la
devastadora conclusión que “si el actual crecimiento de la población mundial, la industrialización, la
contaminación, la producción de alimentos y la explotación de recursos naturales se mantiene sin
variación, alcanzará limites absolutos de crecimiento en la tierra durante los próximo 100 años. La
humanidad no recepto del todo este informe y para el año 2004 de Emitió el informe denominado “Los
Límites del Crecimiento 30 años después” el cual expresa que “no puede haber un crecimiento
poblacional, económico e industrial ilimitado en un planeta con recursos limitados”.
5.4.- EL CONSUMIDOR DEL TIEMPO PRESENTE Y EL CONSUMIDOR DEL FUTURO.
Es indudable que la humanidad necesita proveerse de bienes y servicios para cubrir sus
necesidades vitales y que para ello la actividad empresaria, el ingenio y la creatividad
humana son indispensables, a la vez que para alimentar dicha maquinaria productiva es
necesario utilizar recursos algunos de los cuales son renovables (por ej. luz solar), otros
no tanto (por ej madera) y otros no lo son en absoluto ( por ej petróleo, minerales raros,
etc).
A su vez estoy convencido que el mejor sistema para proveer las necesidades humanas
es aquel que se desarrolla en un marco de libertad económica y con mercados con alta
eficacia competitiva, donde existan genuinos intereses para la inversión de capital y
donde el esfuerzo, la inteligencia, la asunción del riesgo y el resultado tengan una
adecuada contraprestación.
La situación actual, en muchos aspectos, es dramática pero no podemos enrostrar toda
la responsabilidad a la Actividad Empresaria, los consumidores también somos
responsables del estado de las cosas en diversas materias que nos afectan a diario
(contaminación medioambiental, etc) , del mismo modo que también son responsables
los Estados Nacionales, en tanto son quienes tienen más recursos para provocar
transformaciones sociales.
Esta situación ha sido y es consecuencia de diversos factores, entre los cuales podemos
mencionar la nula o escasa educación de consumidores, el desconocimiento de las
implicancias del acto de consumo, más allá de la satisfacción de una necesidad vital o
artificial, la falta de educación financiera y también las ideas egoístas basadas en la
prevalencia de la instantaneidad de las emociones y en la total ausencia de
trascendencia de la vida individual y de la vida como colectivo humano.
La falta de educación del consumidor y la ambición exacerbada de determinadas
empresas, la falta de normas o su insufiencia y un control ineficiente del cumplimiento
normativo pone en colisión al consumidor del tiempo presente con los consumidores
del futuro, aquellos que la constitucion nacional también quiere tutelar, por ello

Este informe tuvo inmediatamente así en 1973 la Universidad de Sussex publicó “Thinking about the
future, A critique of The Limits to Growth”, criticándolo de tener un enfoque pesimista, indicando además
que la metodología de datos y proyecciones eran equivocadas y que no reflejaban la realidad con
precisión.
A pesar de la existencia de distintas posiciones, es innegable es que ambas posturas reflejan un escenario
complicado que debe ser atendido y no ignorado, por otro lado la realidad está a la vista de cada uno de
nosotros.
afirmarmos que de existir algún tipo de conciencia de la continuidad histórica de la
humanidad, la OP y la cultura del descarte no tendrían tantos seguidores.
No ignoramos que existen estudios que indican que alguna parte de los consumidores
del presente no se sienten disgustados con la OP y lo ven como parte del proceso del
progreso, sin embargo esta posición entendemos es producto de la falta de educación
del consumidor, de la escasa o nulo control por parte de los estados respecto de la OP y
de la carencia de valores trascedentales que permitan poner de lado, al menos en
algunos aspectos, los deseos del consumidor del presente por las necesidades del
consumidor del futuro43.
6.- Obselescencia Programada y Lealtad Comercial.
El proceso competitivo entre empresas ha demostrado ser la forma más eficiente para
generar estímulos para la inversión de capitales y el desarrollo de nuevos productos y
servicios, por ello procurar la generación de ámbitos donde exista competencia es
imprescindible para obtener un verdadero y autético progreso.
Sin embargo en los últimos años se observa una creciente tendencia hacia los
monopolios, lo cual pone en riesgo la eficiencia de los mercados y también pone en
riesgo la curva de crecimiento, ya que los mercados monopólicos no son tan eficientes
como los mercados donde hay una competencia efectiva, es decir, aquellos donde varios
competidores auténticamente independientes se disputan una porción del mercado
tratando de lograr el mejor producto al mejor precio posible.
El riesgo de la destrucción de los mercados por prácticas monopólicas o por prácticas
desleales que limiten el acceso a los mercados a otros competidores, o que permitan la
exclusión de los competidores (por medios ilegítimos) una vez que estos se han
incorporado al mercado es de una gravedad notable no solo para las empresas, sino
también para los consumidores e inclusive para los Estados Nacionales44.
6.1.- Mejora Tecnológica y Progreso Tecnológico.
43 Fabian Echegaray “Consumers Reaction to product obsolescence in emerging markets: the case of
Brazil”, Journal of Cleaner Production, 2015 1-13.
44 “La concurrencia de precios es hoy sólo una rara excepción. Las cantidades transadas se ajustan a los

precios fijados y no a la inversa. Los ajustes de cantidades son la norma; los ajustes de precios constituyen
la excepción. La única decisión que pueden adoptar los consumidores es qué cantidad quieren o pueden
adquirir a los precios fijados. Ello no significa que no exista competencia sino que ésta se libra
principalmente por medio de la innovación tecnológica y de la publicidad. Precisamente, el poder de
mercado de que gozan las grandes empresas es el reaseguro que garantiza la rentabilidad de la inversión
que realizan en investigación y desarrollo”. Víctor A. Beker, “ESTADO, MERCADO, COMPETENCIA Y
MONOPOLIO: VERDADERAS Y FALSAS DICOTOMIAS”
https://aaep.org.ar/anales/works/works2004/Beker.pdf
A primera vista el título puede parecer una cuestión retórica sin embargo no lo es, entre
ambos términos entiendo hay una cuestion cualitativa de suma importancia, donde una
mejora tecnológica implica una función o una cualidad de un producto que ya existe
pero se hace de mejor manera sin implicar un salto cualitativo o sustancial, en tanto
que el progreso tecnológico si implica un nuevo producto o servicio, o una nueva
función o cualidad de carácter sustancial y por lo tanto entraña un verdadero progreso.
No obstante lo expuesto, no es nuestra intención sostener que solamente constituyen
progreso tecnológico, a los fines del presente trabajo, aquellos resultados de
investigaciones humanas que tengan entidad suficiente para poder ser objeto de una
patente (art. 4 ley 24.481), sino que para que se pueda argumentar la existencia de
progreso tecnológico como argumento para la sustitución y descarte acelerado de
productos, debería existir un verdadero salto cualitativo, 45.
La diferencia trazada entre mejora tecnológica y progreso tecnológico puede servir
como elemento de distición en un futuro ambito regulatorio sobre obsolescencia
programada, estableciendo niveles crecientes o decrecientes, en algunos aspectos, en la
regulación a los fines de paliar las consencuencias negativas detalladas con
anterioridad.
En la formulación de dichos límites o diferencias se requiere un profundo y detallado
estudio de cada producto o servicio y determinar los niveles de restricciones o
estímulos positivos para influir el cambio de una conducta o estrategia empresaria,
teniendo en especial consideración los efectos que la introducción de OP en un producto
o servicio o un conjunto de productos o servicios tiene sobre los derechos del
consumidor, la competencia en el mercado y su impacto en el medio ambiente.
6.2.- La Obsolescencia Programada como Acto de Competencia Desleal.
La concurrencia en el mercado es de vital importancia para las empresas y también para
los consumidores quienes son en defintiva quienes resultan ser los recipiendarios de los
nuevos o mejores productos y servicios que surgen en virtud del acto competitivo.
La disputa del cliente, a fin de lograr mercados eficientes, debe darse en un marco de
lealtad y de corrección en las conductas comerciales desplegadas por los empresarios,

45 También se han expresado otros argumentos en la defensa de la obsolescencia programada, que


estimulando la demanda de nuevos productos, a través del proceso “destrucción creativa”, la
obsolescencia programada anima el crecimiento económico, favorece el la competencia y permite los
avances tecnológicos y la investigación y desarrollo. En Valant Jana, “Planned obsolesce exploring de
issue” European Parlamentary Research Service, May 2016.
de donde el interés en lograr corrección en las prácticas comerciales no es solo por
parte de las empresas sino también de los consumidores, puesto que existe una intima
relación entre las empresas, los procesos competitivos y los consumidores y también los
estados nacionales que ven en los mercados, o al menos deberían ver, un ámbito
catalizador de la oferta y la demandada de productos y servicios y un mecanismo
necesario para la formación de precios.
La legislación nacional en el decreto 274/2019 hace referencia a que tipo de prácticas o
actos pueden ser desleales, estableciendo una premisa general en el artículo 8 de la
siguiente forma “Prohibición. Están prohibidos los actos de competencia desleal,
cualquiera sea la forma que adopten, el medio a través del cual se realicen y el mercado
en el que tengan lugar.”
La norma establece la directa prohibición, en forma general, de cualquier tipo de acto
desleal sin tener en consideración la forma que adopte, ya sea una acción u omisión, en
tanto se ejecute por medios indebidos y resulte objetivamente apto para afectar la
posición competitiva de una persona o afectar el proceso competitivo (art. 9 decreto
274/2019).
Los términos utilizados dan cuenta de una cantidad insondable de actos que pueden ser
considerados desleales siempre y cuando reúnan los requisitos establecidos, no siendo
además necesario la acreditación o existencia de un perjuicio concreto, pudiendo ser el
perjuicio de carácter potencial. Esta última decisión es correcta ya que sería absurdo
esperar la concreción del daño para la activación del dispositivo legal, máxime teniendo
en cuenta la enorme cantidad de personas que pueden resultar afectadas
(consumidores presentes y futuros) y la importancia de los derechos comprometidos
(medio ambiente / competencia/ consumidores).
El decreto 274 profundiza o específica más adelante un conjunto de prácticas a las
cuales considera en forma directa desleales y se expresa en los siguientes términos: “se
consideran actos de competencia desleal” para luego continuar con la enumeración de
actos, por lo tanto las palabras utilizadas en el decreto hacen innecesaria una
interpretación ya que es la misma ley la que califica de desleales determinadas
conductas habiéndose ya efectuado el análisis de por qué son merecedoras de tal
consideración.
Naturalmente este dispositivo legal no es de aparición espontánea, sino que es hijo de
un largo debate, hitos jurisprudenciales y doctrinarios que han aportado desde hace
años argumentos para que las conductas enumeradas puedan ser merecedoras de la
calificación de desleal.
En la enumeración de actos que son considerados desleales per se y que guardan
relación con la OP encontramos al artículo 10 inc. a, el cual transcribimos por la amplia
extensión de supuestos en los cuales se encuentran incluida la OP : “a) Actos de engaño:
Inducir a error sobre la existencia o naturaleza, modo de fabricación o distribución,
características principales, pureza, mezcla, aptitud para el uso, calidad, cantidad, precio,
condiciones de venta o compra, disponibilidad, resultados que pueden esperarse de su
utilización y, en general, sobre los atributos, beneficios o condiciones que correspondan
a los bienes y servicios.”
6.2.1.- Actos de Engaño.
Las fases de producción y comercialización de bienes que llevan adelante las empresas
se encuentran íntimamente relacionadas, solo se produce aquello que se puede vender
en el mercado, para lograr tal fin una de las principales herramientas con las que cuenta
el fabricante es la publicidad, la cual como fuera expresado es una comunicación
pensada y estudiada con el fin de guiar o inducir al consumidor en la etapa
precontractual para la adopción de una determinada decisión de consumo.
Los argumentos que comunica la publicidad ya sea a través de manifestaciones verbales
o escritas o a través de representaciones gráficas, visuales, o sonoras tienden a generar
en el consumidor la idea de un producto altamente durable, en aquellos que son de tal
naturaleza, de calidad y de alta tecnología46. Estos argumentos si además provienen de
un anunciante confiable tienen un nivel de penetración aún superiores, con lo cual los
niveles de atención y análisis crítico tienden a disminuir, sobre todo frente a
argumentos de tipo de emotivos, los cuales son en muchos casos más efectivos que los
argumentos de tipo racional ya que presionan sobre el deseo y no sobre la razón.
La publicidad comparativa tan denostada durante ante años, correctamente utilizada, se
revela como un antídoto eficaz para paliar la asimetría en los niveles de información
que existe entre anunciante y receptor de la publicidad, a la vez que permite un análisis
crítico de los diferentes productos ofrecidos en el mercado.
6.2.1.1.- Engaño sobre la Existencia o Naturaleza.

46Cuando hacemos referencia a tecnología no lo reducimos al conjunto de aparatos electrónicos, hoy la


tecnología se encuentra presente en la ropa, las zapatillas, los productos cosméticos y medicinales, las
casas y así en una infinita gama de productos y servicios que pueden presentar OP.
La omisión del fabricante en el anuncio publicitario, en el etiquetado del producto, o en
la comunicación que acontezca en la etapa precontractual, en la cual no se haga
referencia a que la durabilidad del producto ha sido determinada artificialmente,
constituye indudablemente un acto de engaño en tanto se ha omitido denunciar al
consumidor un elemento esencial para la toma de su decisión de consumo.
El contexto previo a la celebración del acto de consumo induce al consumidor a adquirir
el bien o el servicio tomando en cuenta la representación que se ha hecho del producto
en base a la publicidad y también tomando en consideración a la reputación comercial
de la marca y la consideración general del fabricante que también opera sobre el ánimo
del consumidor.
Existe en estos casos una disociación artificial, guiada por el fabricante, entre el
producto anunciado y el producto adquirido y una ausencia de información sobre
elementos esenciales del producto comercializados que no pueden ser admitidos.
6.2.1.2.- Modo de Fabricación.
El modo de fabricación es en sí la Obsolescencia Programada, es el diseño o la ingeniería
del producto pensado para limitar su vida útil en forma dirigida y pensada, esta
situación si no es informada previamente altera la representación del producto y resta
información relevante al consumidor, que actúa en función de la publicidad, la imagen
de marca y la reputación del proveedor.
6.2.1.3.- Características Principales.
Conectado con el punto anterior, podemos afirmar que la presencia de OP en el proceso
de fabricación de un producto constituye una de sus características principales, las
cuales a su vez sirven para distinguirlo de un producto similar de un competidor en la
cual no se utilice en su proceso de fabricación OP, la omisión de comunicación de tal
circunstancia impide al consumidor conocer con plenitud las características del
producto.
6.2.1.4.- Resultados Esperados y Atributos de los bienes promocionados.
La palabra atributo hace referencia a “las características, propiedades o cualidades” de
un producto determinado, la ausencia de información sobre la presencia de OP en un
bien o confundir al consumidor dando al producto un atributo que no tiene, por ejemplo
respecto de su durabilidad, constituye indudablemente un acto de engaño que impide
una completa representación del producto anunciado, a la vez que genera una
distorsión en el análisis comparativo de los diferentes productos que son volcados al
mercado afectando el proceso competitivo.
Existe una íntima relación entre lo expresado en los párrafos precedentes con los
resultados esperados del producto, esto no guarda relación solo a las funciones del
producto, sino también con el resultado del producto confrontado con su utilización, es
decir, no solo el cumplimiento de la función prometida sino también el comportamiento
ulterior del producto luego de uso normal y reiterado. Si se ha generado una expectativa
elevada como argumento de convicción y diferenciación y los resultados son negativos
en función de la manipulación artificiosa del producto tendremos un caso de OP y una
infracción a la ley de lealtad comercial.
6.3.- Lealtad Comercial y Obsolescencia Programada Cognitiva o Psicológica.
La OP de base cognitiva presenta matices diferentes frente al artículo 10 inc. a del
decreto 274/2019, ya que en esta variante en realidad no hay una obsolescencia
programada presente en el funcionamiento o aptitud general del producto, es decir, el
mismo continúa apto para cumplir eficientemente sus funciones, no hay atraso
tecnológico, ni se lo manipula para que deje funcionar, sino que se introducen cambios
estéticos para acelerar su ciclo de descarte, ello acompañado de un conjunto de
estrategias de marketing que promocionan el nuevo producto, haciéndolo ver como
obsoleto cuando en realidad no lo es.
Este tipo de OP, y en realidad todas las variantes de OP, pueden combinarse para lograr
con coctel altamente efectivo en el proyecto de acelerar el consumo y el descarte de
productos alterados artificialmente para limitar su ciclo de vida.
En el caso de la variante pura de OP cognitiva no encontramos que pueda hacerse
referencia a un engaño respecto del producto en sí mismo, pero si observamos una
manipulación del consumidor y un impacto altamente negativo sobre la utilización de
recursos naturales.
Como venimos sosteniendo en el presente trabajo, el enfoque de la problemática de la
OP debe ser multidisciplinario y abarcar otras ramas del derecho como es la medio
ambiental para lograr un reproche de ciertas conductas empresarias que vulneran
normas más generales como lo es el artículo 42 de la CN, ya que sin lugar a dudas la OP
de base cognitiva no es afín al consumo sustentable, sobre todo teniendo en
consideración que el descarte del producto no entraña ningún progreso tecnológico y
por tanto no reporta ningún beneficio al usuario (salvo aquel de tipo emocional) ni a la
sociedad.
6.5.- Violación de Normas legales.
La enumeración de actos anticompetitivos en el decreto 274/2019 en su artículo 10 inc.
c reprocha “Valerse efectivamente de una ventaja significativa derivada de competir
mediante el incumplimiento de normas legales”.
La norma requiere para su aplicación el incumplimiento de una norma de carácter legal,
lo cual en el caso de la OP se encuentra por el incumplimiento del artículo 4to de la ley
24.240, el art. 1100 del Código Civil y Comercial de la Nación, pudiendo también
incumplir con lo dispuesto en el artículo 1101 del CCCN en cuento hace a la publicidad
engañosa o por publicidad omisiva (por falta de suministro de información).
No denunciar la existencia de OP en los productos introducidos al mercado claramente
es una ventaja competitiva por que una vez obtenida una porción del mercado, sobre
todo en aquellos mercados donde hay una alta fidelidad a las marcas o donde existen un
mercado de competencia imperfecta acentuada (importante escases de competidores),
acelera el ritmo de consumo consolidando su posición y aumentando sus ingresos.
La ventaja competitiva se da en la faz de información que no se provee al consumidor el
cual no tiene la posibilidad de efectuar un análisis racional comparando productos que
si presentan OP contra aquellos que no la tienen presente.
Una podrá preguntarse cómo puede obtenerse una ventaja significativa en relación a un
competidor cuando mi producto es menos durable o cuando mi producto es
constantemente superado tecnológicamente por otros productos del propio fabricante.
La respuesta no es simple por el contrario es sumamente compleja, pero podemos
afirmar que cuando un consumidor compra un bien no compra solo el producto que
satisface una necesidad sino que compra un símbolo y además al ser el principal
argumento el progreso tecnológico la obsolescencia es el precio que hay que pagar por
tener tecnología de punta47,48.

47Símbolo:

Elemento u objeto material que, por convención o asociación, se considera representativo de una entidad
, de una idea, de una cierta condición. www.rae.es
48 “El objeto es cultural, en sentido amplio, no después de su adquisición sino que, precisamente porque el

nivel del objeto es superior al de la mercancía, es la relación con el objeto la que puede explicar la relación
con la mercancía (adquisición). Aquí la cultura cobra sentido en cuanto a producción colectiva (de
relaciones sociales y de formas de individualidad) que debe tanto a la empresa común de transformación
de las condiciones de existencia como a la aceptación de su fatalidad: proceso de apropiación más que de
El marketing además hace su juego y genera la convicción de que el descarte en el
progreso tecnológico es un proceso natural y hasta lógico, es decir, si queremos
progresar tenemos que apoyar los ciclos de creación, descarte y nueva creación, el
punto analizado es muy complejo y plantea un interrogante; de qué lado la balanza de la
justicia se inclinará, como serán ponderados los intereses en disputa en un contexto, no
ya desde una de visión económica unidimensional, sino desde una concepción que parta
por aceptar la diversidad de factores que intervienen en la OP, procurando una análisis
múltiple donde participen e interactúen la visión jurídica, económica y ambiental.
En términos generales creo que hoy existe una conciencia más extendida en cuanto hace
a la importancia del medio ambiente, los derechos de los consumidores y de la
importancia de las empresas para afrontar los desafíos del presente y del futuro, por
ello tal vez la próxima ola de innovación empresarial sea aquella que no necesite
destruir lo obsoleto sino tan solo superarlo reincorporando sus componentes a los
procesos productivos, no como una cuestión retórica sino real, efectiva y concreta, por
ello es posible que muchas de las nuevas innovaciones, negocios y empresas del futuro y
otras que ya están en ejecución tengan que ver con la reparación de los productos, el
reacondicionamiento de los productos el eliminando solo las partes obsoletas, la
conservación del medio ambiente y el tratamiento de los residuos desechados durante
décadas inaugurando quizás una nueva minería sobre los despojos del progreso49.
7.- LA OP COMO ACTO ANTICOMPETIVO.
En el punto 6 hicimos referencia a como la OP puede constituir una práctica desleal que
no solo afecta los derechos de los consumidores, sino también de los empresarios o
competidores en tanto altera el proceso competitivo y constituye un acto de
competencia desleal.
La Ley de defensa de la competencia es una herramienta indispensable para el correcto
desarrollo de los mercados, “Sabido es que existe un consenso en los campos de la
ciencia económica, jurídica y política de que la competencia es buena para la economía
de mercado. En efecto, la misma favorece la innovación, la reducción de precios y los
esfuerzos de las empresas para rebajar sus costos de producción. La defensa de la

adaptación (Terrail, 1990: 68), Callejo, Javier, “Elementos para una teoría sociológica del consumo”,
https://www.raco.cat/index.php/Papers/article/download/25346/60569/
49 “Cómo las "minas urbanas" pueden convertirse en una rica fuente de preciados minerales (y cómo

puedes beneficiarte de ello”, https://www.bbc.com/mundo/noticias-44749073


competencia es un instrumento fundamental para la organización de una economía de
mercado eficiente, dinámica y apta para incorporar al mercado al intenso proceso de
innovación que caracteriza a la economía globalizada. Son estas, condiciones necesarias
para el desarrollo económico”50.
La protección y defensa del mercado es necesaria no solo para incorporar nuevos
productos innovadores sino también nuevos competidores innovadores, así el eje sobre
el cual va girar el progreso fija su atención en una figura casi heroica en la Argentina
como lo es el Empresario o el Emprendedor.
Este punto entiendo es vital, no solo tienen que volcarse al mercado nuevos productos
sino también nuevos competidores porque en definitiva la competencia no se da sólo
entre los productos sino entre quienes los producen. Conforme lo expuesto no podría
hablarse de un mercado eficiente si tenemos el mismo producto con distintas marcas
pero todas del mismo fabricante, ya que no habría una real competencia sino tan solo
un único oferente, pudiendo solamente el consumidor optar por la marca que más sea
de su agrado, esta situación en el tiempo erosionaría la calidad de los productos y
probablemente impactaría en su precio en forma perjudicial al consumidor.
Los procesos de innovación van impulsados por esta clase particular de aventurero
serial que se arroja a las inestables aguas de economía doméstica tratando con esfuerzo
de “de reformar o revolucionar las formas de producir poniendo en uso una invención o,
más en general, una posibilidad tecnológica aún no probada de producir una mercancía
nueva o producir una ya conocida en una forma nueva: abriendo una nueva fuente de
abastecimiento de materias primas o un nuevo mercado, reorganizando la empresa”51.
Debemos reconocer que no existe en forma expresa, en la ley de Defensa de la
Competencia, una mención de la OP, sin embargo no podemos negar que la ley siempre
está detrás de las nuevas formas de producir y comercializar bienes, por lo cual tenemos
que trabajar con el material que tenemos efectuando una interpretación dinámica de las
disposiciones legales teniendo en especial consideración “sus finalidades…los principios

50 De Dios, Miguel Ángel “El desafío del regreso al sendero correcto en el Diseño Institucional”,
“Comentarios a la ley de defensa de la competencia” La Ley, 2018, pág.59.
51 Schumpeter J. A., “Capitalismo, Socialismo y Democracia” 2010, p. 132.
y los valores jurídicos, modo coherente con el ordenamiento con todo el ordenamiento
jurídico” (art. 2 CCCN)52.
Siendo consciente de la inexistencia de una sanción de carácter directo, en tanto no se
menciona la OP como una actividad prohibida, debemos desentrañar de qué forma
opera sobre los mercados y los competidores a la vez de analizar y develar cuales son
los derechos e intereses que afecta53.
Expresé con anterioridad que la OP afecta a los consumidores de variadas formas, a la
vez que es una práctica o una forma de producción o alteración artificial de los
productos que, sumada a la publicidad, afecta a los competidores en virtud de revestir
un evidente carácter desleal, ahora resta ver cómo estas mismas conductas pueden
operar sobre los mercados y a su vez que la conducta (obsolescencia programada) tenga
por objeto o efecto limitar, restringir, falsear o distorsionar la competencia o el acceso al
mercado o que constituyan abuso de una posición dominante en un mercado, de modo
que pueda resultar perjuicio para el interés económico general (art. 1 ley 27.442).
El artículo 3 de la ley 27.442 enumera un conjunto de conductas que, de reunir los
requisitos establecidos en el art. 1 del mismo cuerpo legal, pueden ser consideradas
como restrictivas de la competencia, teniendo una especial vinculación con la OP el
inciso c) que refiere a la concertación de acuerdos para limitar el desarrollo tecnológico
, el inciso d) que hace foco en las barreras de acceso al mercado o su exclusión y el
inciso e) que también refiere a la concertación de acuerdos para determinar el
desarrollo tecnológico, la producción de bienes y servicios y o dificultar inversiones
para el desarrollo tecnológico.
Entre los incisos c y e observamos algunas similitudes aunque el campo de acción del
inciso e es más amplio ya que también contempla las etapas de producción e inversión
en investigación, en tanto que inciso d pone de resalto las barreras de acceso al mercado

52 “También debe tenerse en cuenta los conceptos jurídicos indeterminados que surgen de los principios y
valores, los cuales no solo tienen un carácter supletorio, sino que son normas de integración y de control
axiológico”, Código Civil y Comercial, Edit. Astrea, pag. 24
53 “La defensa de la competencia tiene un ámbito de protección que debe valorar los movimientos que en

el mercado se generan en la oferta y la demanda, y debe actuar ante dichos movimientos, indagando
acerca de su razón de ser, su naturaleza, sus efectos y todo aquello que le permita identificar ineficiencias,
modificaciones improcedentes de la estructura de mercado, la mutación injustificada del entorno
competitivo, etc. Por lo que afirmar que la obsolescencia planificada merece una atención especial de la
materia, al tener capacidad de influir directa o transversalmente en esos aspectos, puede parecer, además
de justificado, necesario”. Soto Pineda, Jesús Alfonso, “Obsolescencia programada y defensa de la libre
competencia: el indicio de colusión y la creación de barreras de entrada al mercado”.
o su exclusión que en muchos casos pueden tener una vinculación con las conductas
contempladas en los incisos c y e.
6.1.- Concertación de Acuerdos para Limitar el Desarrollo Tecnológico.
El primer caso de OP descubierto y juzgado fue el cartel “Phoebus” en el año 1924 las
principales empresas productoras de lámparas de luz llegaron a un acuerdo para limitar
su duración lo cual implicó una baja en su calidad, antes del pacto los artefactos duraban
hasta 2500 horas y luego de apenas 1000 horas. El cartel inclusive llegó a determinar
multas a las empresas comprendidas que no cumplían con los estándares de calidad y
durabilidad de las lámparas de luz que el cartel imponía a sus participantes. El efecto
del cartel fue inmediato, la ventas de las bombillas de luz aumentó en forma
significativa, el argumento para limitar la duración del producto fue increíblemente la
durabilidad (no se entiende como una menor duración beneficia al consumidor) y la
eficiencia54.
Este caso si bien fue de difícil comprobación, como lo son todos los pactos que a fin de
ser efectivos se mantienen ocultos, demuestra que la alteración de los productos en
forma dirigida o planificada para acortar su vida útil puede afectar los mercados,
concretamente en el caso citado la manipulación del producto altero su durabilidad,
impacto en las ventas y posiblemente también en el precio de los productos afectando
tanto a los consumidores como a los competidores ajenos al cartel55.
En este caso la OP encuadra con facilidad en los incisos c y e de la ley de defensa de la
competencia en tanto se evidencia la existencia de una práctica colusoria, ahora en el
caso de que no exista un convenio entre fabricantes, la alteración artificial de la vida útil
del producto podría implicar una auto restricción al desarrollo tecnológico o una
artificial limitación de la tecnología disponible, lo cual solo puede ser útil en un mercado
donde efectivamente no exista la competencia, ya sea por haya sido anulada mediante la
celebración de acuerdos colusorios, o por que una empresa ha alcanzado una cuota tan
importante del mercado que no le interesa resignar la otra porción disponible ya que

54“Cómo las bombillas dispararon el consumismo” https://www.bbc.com/mundo/noticias


/2014/09/140902.

55 La dificultad en dar con estos pactos o con conductas individuales de un proveedor determinado dan
cuenta de la importancia de tener agencias de control activas que conduzcan investigaciones, en virtud de
las amplias facultades conferidas por la ley, para evitar la consolidación de este tipo de estrategia
empresarial que afecta al mercado, a los consumidores y juega en forma negativa, en muchos casos, con el
medio ambiente.
hacerlo implicaría hacer un esfuerzo económico importante y ello restaría rentabilidad
final a la empresa.
En cualquier de los casos si coincidimos en que la finalidad de la ley de defensa de la
competencia no son solo los intereses de la empresas que concurren al mercado, sino
que también que tiene como destinatario de sus intenciones a los consumidores,
podemos concluir que la OP no favorece en absoluto los intereses como consumidores
presentes y tampoco a las generaciones de futuros consumidores y no alienta
estructuras de mercados competitivas.
6.3.- Barreras de Acceso a los Mercados o Exclusión de los Competidores.
El constante proceso de descarte y recambio de productos merced de la OP con el
argumento del progreso tecnológico solo puede ser sostenido por aquellas empresas
que cuenten con grandes recursos económicos y una porción importante del mercado.
Las pequeñas empresas, muchas veces generadoras de productos o procesos
innovadores, encuentran que es en extremo difícil romper la barrera de acceso al
mercado en tanto no pueden seguir el ritmo artificialmente impuesto por los grandes
competidores (creación y descarte de productos) poseedores de mayores recursos de
diverso orden, que van desde lo financiero, a la trayectoria, penetración en el mercado,
mayor escala de producción y menor coste de producción por unidad de producto
merced de mayor compra de insumos para la fabricación del producto, integración
vertical de empresas, alianzas comerciales, publicidad etc.
Como es entonces que la OP puede constituirse en una barrera de entrada al mercado.
El inciso d) de la ley 27.422 en primera instancia utiliza términos amplios para referirse
a las posibles barreras, detallando los términos impedir, obstaculizar o dificultar la
permanencia o el acceso al mercado pero sujeto a las previsiones del artículo 1, por
tanto no cualquier conducta de una empresa que deje obsoleto un producto propio o
ajeno de un competidor puede ser considerada restrictiva de la competencia sino todo
lo contrario, la innovación y la superación tecnológica es uno de los efectos deseados en
los mercados competitivos, es decir, la existencia verdadera innovación y progreso.
La situación de los consumidores en este escenario no es cómoda ya que eliminando o
restringiendo la competencia el impacto sobre los precios y la calidad de los productos
es significativa, de modo que promoviendo el cambio constante de productos, ya sea
porque se los percibe obsoletos o se los diseña para alcanzar la obsolescencia en forma
anticipada y programada, la compra de productos provoca un ciclo permanente de
consumo y descarte, que deriva en la degradación de la competencia, del medio
ambiente y de la economía del consumidor.
Ahora si un producto incorpora nueva tecnología que entraña un salto cualitativo que
mejora las funciones y que se su vez genera externalidades positivas, vamos a concluir
que la mejoras tecnológicas introducidas en el producto o servicio son verdaderos
progresos tecnológicos, pero si tomamos en consideración que en no pocos casos bajo
este ropaje o argumento en realidad se quiere ocultar ciertas prácticas que
artificialmente acortan la vida de los productos o que a través del rediseño de producto
y estrategias de marketing se provoca una OP de base cognitiva o psicológica, las cuales
tienden a consolidar una posición en el mercado de una empresa eliminando la
competencia, perjudicando a los consumidores, consumiendo en forma excesiva
recursos naturales, con el solo fin de aumentar la rentabilidad de la empresa, vamos a
develar una práctica anticompetitiva y por tanto sancionable bajo la ley de defensa de la
competencia56.
Un caso paradigmático en este sentido es la OP de base cognitiva que nada sustancial
agrega al producto salvo un diseño distinto y no obstante ello a través de la
manipulación del consumidor vía diversas estrategias de marketing para convencerlo
de descartar un producto aún apto para la función propuesta por el propio fabricante.
Frente a este estado situación, el campo del derecho de la competencia si bien es
suficiente para aplicar sanciones que el propio sistema prevé (art. 46 LDC), la
complejidad de la situación planteada hace necesaria la ponderación de la satisfacción
del deseo del consumidor actual, del interés del fabricante de aumentar sus ventas, aun
provocando el descarte de un producto útil, o debe tenerse con mayor “valor” el hecho
que este tipo de prácticas inhibe el desarrollo de nuevos competidores que a su vez
generaran mercados más competitivos y por ende más eficientes y a la vez termina

56 “Cabe recordar que la creación directa o transversal de barreras de entrada al mercado gracias a
posiciones privilegiadas (cuotas de mercado) o a factores estructurales–sea cual sea su origen–, requiere
siempre de una intervención de las autoridades públicas de competencia, en el orden de establecer
remedios que eliminen el efecto nocivo que aparejan. La obsolescencia programada es, por sus elementos,
elegible para la aplicación de aquella premisa, pues repercute en la generación de aquel efecto de creación
de barreras de entrada al mercado, al favorecer el ejercicio de economías de escala –restringidas a
empresas de magnitud con capacidad de asumirlas–, mediante la programación de la vida útil de sus
productos” Soto Pineda, Jesús Alfonso, “Obsolescencia programada y defensa de la libre competencia: el
indicio de colusión y la creación de barreras de entrada al mercado”.
perjudicando al consumidor y consolidando una cultura de descarte que despilfarra
muchas veces recursos naturales no renovables.
Considero que una adecuada integración normativa, partiendo de la Constitucional
Nacional (art. 42), ley de defensa del consumidor (24.240), decreto 274/2019 (lealtad
comercial), código civil y comercial (art. 1100 y 1101), ley general de medio ambiente
(25.675 art. 2 incs. A,b y d y art. 4) y la propia Ley de Defensa de la Competencia, no
arroja otra posibilidad de considerar a la práctica denominada Obsolescencia
Programada o Planificada como una conducta empresaria que establece barreras de
acceso al mercado y que constituye una conducta apta para excluir de un mercado a sus
competidores.
7.- La Obsolescencia Programada una estrategia empresaria Anti progreso.
La OP es indudablemente una estrategia empresaria miope propia de una mentalidad
anticuada, no sostenible en el tiempo y contraria a la idea de verdadero progreso.
Sustancialmente la OP se basa en el engaño al consumidor y en la deslealtad con los
competidores y en la articulación de prácticas anti competitivas que afectan la eficacia
de los mercados, generando en el largo plazo un deterioro del proceso competitivo en
tanto importa una barrera de acceso al mercado o sienta las bases para la exclusión del
mercado a los competidores, lo que implica para el consumidor una menor cantidad de
opciones y de proveedores de bienes y servicios.
La imposibilidad de sostener esta estrategia empresarial se basa en su ilegitimidad, su
total falta de ética empresarial (en tanto es un acto de competencia desleal), la ausencia
de compromiso social (no tiene en cuenta a la humanidad como una continuidad
histórica donde no hay que comprometer a las generaciones futuras), provocando el
agotamiento de los recursos naturales (ya que la aceleración de los ciclos de compra y
descarte de productos son compactados temporalmente y ello conlleva a un uso
irracional de los recursos naturales) y a la vez genera un aumento de los desechos,
transformándose en un factor de importancia para contaminar aún más el planeta.
La idea de progreso real tiene que generar instancias superadoras de las estrategias
productivas, así un modo de producción que aliente el uso irracional de recursos
naturales es propio de una época donde no se tenía información respecto del impacto de
la actividad de la empresa y del hombre en el ecosistema en donde se desarrolla.
Esa información hoy se encuentra disponible, tiene base científica y demuestra con
claridad que no se puede apoyar o fomentar procesos productivos que en forma
innecesaria afecten al medio ambiente a la vez que implican actos que perjudican a los
consumidores del presente y comprometen sin dudas a los consumidores del futuro,
que en definitiva es el conjunto de la humanidad.
Tampoco se corresponde con la idea del progreso el ocultamiento o la omisión de
información relevante al consumidor, cuando el entorno legislativo, ya de alcance
mundial, indica que las asimetrías en la información existentes entre empresa y
consumidor deben ser superadas mediante la provisión de información cierta, suficiente
y temporánea a efectos de que la decisión de consumo se haga en base a una
representación cierta del producto o servicio y no a una idea equivocada fundada en el
engaño.
No responde tampoco a la idea de progreso la utilización de estrategias empresarias que
impliquen actos desleales o prácticas anticompetitivas que afectan la competencia en
tanto este proceso es el que permite la innovación, la aparición de nuevos competidores
y productos y por ende el progreso.
Por último pero no menos importante, este sistema productivo degrada los recursos
naturales, contamina el medio ambiente y limita los recursos que serán necesarios en el
futuro para poder proveer a las necesidades humanas esenciales.
A la luz de lo expuesto la OP como respuesta a la depresión económica puede haber sido
necesaria en su momento, entiendo que éticamente nunca fue una idea aceptable, pero
sin lugar a dudas hoy no solo no es necesaria sino que es lo opuesto a la idea de
progreso, avance o innovación, los cuales son los argumentos que utiliza para justificar
su utilización.
8.- LA SUPERACIÓN DE LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA COMO ESTRATEGIA EMPRESARIA.
La idea de progreso no se encuentra siquiera emparentada con la OP, por ello su
superación debe ser inmediatamente abordada desde los más diversos puntos de vista a
fin de lograr su voluntaria decadencia y abandono por parte de las empresas, cuando no
también su regulación, teniendo en cuenta que es fenómeno que resulta perjudicial para
los consumidores, los competidores y el medio ambiente.
En el caso de que la OP no pueda ser suprimida en forma inmediata en función de
motivos económicos, aspectos técnicos o por cualquier otro, deben evaluarse
alternativas que permitan al menos morigerar sus efectos.
El acceso a la información por parte del consumidor respecto de la aplicación de OP en
el diseño y fabricación de los productos no es suficiente para contener el problema ya
que los productos seguirían su camino productivo y los ciclos de consumo y descarte
también seguirían presentes. Sin embargo si dicha práctica es utilizada necesariamente
debe informarse al consumidor en la forma propuesta en el punto 5.2.
En cuanto hace a la utilización irracional de recursos no renovables puede estimularse o
desalentarse su utilización desde el estado mediante incentivos fiscales57 o
incrementos de impuestos (caso de los vehículos contaminantes en la UE)58.
En relación a los desechos excesivos que genera esta estrategia empresaria puede
imponerse la obligación de contralor de la disposición final de los productos, sobre
todos aquellos que sean contaminantes en determinado grado o que sean escasos para
que puedan ser reutilizados en nuevos ciclos productivos, a su vez el cumplimiento de
la obligación puede también estimularse mediante estímulos fiscales o favoreciendo el
desarrollo de empresas que tengan por objeto el reciclado de productos o sus
componentes, de sus componentes o el derecho a la reparación de los productos
mediante una eficaz provisión de repuestos59,60.

57 DIRECTIVA 2009/33/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 23 de abril de 2009 relativa
a la promoción de vehículos de transporte por carretera limpios y energéticamente eficientes,
Considerando nro. 11 El objetivo de la presente Directiva es impulsar el mercado de vehículos de
transporte por carretera limpios y energéticamente eficientes y, en particular —habida cuenta del gran
impacto medioambiental que resultaría de ello—, influir en el mercado de los vehículos normalizados
producidos a gran escala como los vehículos de turismo, los autobuses, los autocares y los camiones,
garantizando un nivel de demanda de vehículos de transporte por carretera limpios y energéticamente
eficientes que sea lo bastante importante como para alentar a los fabricantes y a la industria a invertir en
vehículos cuyos costes de consumo energético, emisiones de CO2 y emisiones contaminantes sean poco
elevados, y a seguir desarrollando dichos vehículos ulteriormente
58 La futura Directiva EU denominada Euro 7 ha generado tal desaliento en la industria automotriz en

relación a la fabricación de los motores de combustión, los cuales son una de las principales causas de
contaminación que han generado decisiones como las del fabricante Audi Markus Duesmann, declaró
que la firma alemana ya no desarrollará más motores de combustión, pues al fabricante ya no le
resultarán viables estos proyectos una vez que se apruebe la normativa Euro 7. De acuerdo con
Duesmann, ya no se harán más motores tradicionales, sino que se adaptarán los motores ya existentes
al nuevo reglamento. En el caso de esta marca alemana, los proyectos estarán más enfocados en el
desarrollo de los coches e-tron. Esto no quiere decir que ya no saldrán modelos que utilicen diésel o
gasolina, pero al menos ya no se ofrecerán nuevos motores de combustión. Asimismo, los posibles
modelos que salgan al mercado (y que no sean eléctricos) probablemente se irán adaptando para
cumplir con la nueva normativa. https://rentingfinders.com/ Así impactará la nueva normativa Euro
7 la movilidad en Europa, Julio 2021.

59DIRECTIVA 2012/19/UE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 4 de julio de 2012 sobre
residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), Considerandos nros. 5 y 6 Como el mercado sigue
expandiéndose y los ciclos de innovación se hacen más breves, la sustitución de los aparatos se acelera,
convirtiendo rápidamente a los AEE en una creciente fuente de residuos. Aunque la Directiva
2002/95/CE ha contribuido eficazmente a la reducción de las sustancias peligrosas contenidas en AEE
nuevos, en los RAEE seguirán estando presentes durante muchos años sustancias peligrosas como el
mercurio, el cadmio, el plomo, el cromo hexavalente y los policlorobifenilos (PCB), así como sustancias
Por lo visto existen muchas formas de superar la obsolescencia programada y una de las
más importante es la Educación del Consumidor y del Empresario, para que ambos
entiendan que la idea de progreso e innovación no van en el mismo carril que la OP, ya
que la misma se encuentra arraigada en la idea del consumo acelerado (hiperconsumo)
y descarte de bienes en un entorno limitado no solo para la extracción de los recursos
que son necesarios para su fabricación, sino también para la disposición final de sus
desechos, sin lugar a dudas el convencimiento del primero respecto del rechazo de los
productos que hayan sido diseñados y fabricados bajo la influencia de la OP provocará
los cambios del segundo ya que estos producen para el mercado y esta entidad ideal se
encuentra integrada por el conjunto de consumidores, ello sin ir en desmedro del poder
transformador de la realidad social que puede derivar de la aplicación de una ley que
rechace esta estrategia de producción empresaria.

que agotan la capa de ozono. Los componentes peligrosos contenidos en los AEE constituyen un problema
importante durante la fase de gestión de los residuos y el grado de reciclado de RAEE es insuficiente. La
falta de reciclado provoca la pérdida de recursos valiosos. (6) La presente Directiva tiene por objetivo
contribuir a la producción y consumo sostenibles mediante, de forma prioritaria, la prevención de la
generación de RAEE y, además, la reutilización, el reciclado y otras formas de valorización de dichos
residuos, a fin de reducir su eliminación y contribuir al uso eficaz de los recursos y a la recuperación de
materias primas secundarias valiosas. Asimismo, pretende mejorar el comportamiento medioambiental
de todos los agentes que intervienen en el ciclo de vida de los AEE, como, por ejemplo, productores,
distribuidores y consumidores, y, en particular, de aquellos agentes directamente implicados en la
recogida y tratamiento de los RAEE. En particular, la distinta aplicación nacional del principio de
responsabilidad del productor puede hacer que los agentes económicos soporten cargas financieras muy
desiguales. La existencia de políticas nacionales dispares en materia de gestión de los RAEE reduce la
eficacia de las políticas de reciclado. Por ese motivo deben establecerse criterios fundamentales a escala
de la Unión y deben elaborarse normas mínimas relativas al tratamiento de los RAEE
60 Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Según

los datos de la Subdirección General de Prospectiva y Análisis del Ministerio de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente, el sector de los residuos es el mayor generador de empleo verde en España y
representa el 27 % del total del empleo verde en nuestro país. En el Proyecto Biodiversidad-Emplea verde
2007-2013 se estimó que la cantidad de puestos de trabajo que puede generar el impulso a la preparación
para la reutilización de RAEE puede alcanzar los 4.700 empleos directos

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