Obra Teatral

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OBRA SOBRE BULLYING

Obra de teatro para 6 personajes. La misma nos deja un agran enseñanza sobre lo malo que
es discriminar a otras personas por ser diferentes, y las consecuencias que trae hostigar y
ser agresivo con los demás.

Título: «El gordito»


Autor: Manuel Martínez (6 personajes)

1. ALFREDO. - 14 años, tímido y reservado. Vive amenazado por unos


compañeros del colegio, que se ríen de él por ser gordo.
2. QUINO. - 17 años, repetidor, es un mal estudiante que abusa de los
compañeros, aunque tiene especial fijación con Alfredo.
3. JUAN GABRIEL. - 16 años, amigo y vasallo de Quino.
4. MADRE DE ALFREDO. - 36 años, madre de Alfredo, tiene que criarlo
a él, ella sola.
5. LIDIA. - 46 años, profesora de Alfredo. Mujer preocupada por sus
alumnos.
6. POLICIA.

ACTO I
Colegio Santo Tomás, cinco de la tarde, un grupo de cinco niños
apelotonados en el pasillo no pierden detalle de la acción.

(Quino tiene agarrado por las solapas de una camisa a Alfredo, este lo
zarandea de un lado a otro mientras Alfredo suplica entre sollozos)

QUINO: Venga, hazlo y te suelto.

ALFREDO: Por favor Quino, suéltame ya.

QUINO: Venga

ALFREDO: Por favor, hace un rato que tendría que estar en mi casa.

QUINO: Sino lo haces no te vas a ir a ninguna parte.


(Los otros cinco niños en el pasillo no dejan de reírse viendo la situación)

JUAN GABRIEL: Quino humíllalo de una vez.

(Quino vuelve a zarandear a Alfredo con violencia)

QUINO (Con una sonrisa socarrona en los labios): Tranquilo querido


público, tranquilo. Parece que no tenía también domada a la morsa como
yo pensaba. Pero…

(Quino le suelta un bofetón a Alfredo que los enmudece a todos. Alfredo


empieza a llorar desconsoladamente)

QUINO: ¿Ves? Si es que me obligas a ser malo contigo, ¿te crees que no


me duele pegarte?, pero claro no me obedeces y tengo que hacerlo.

(Todos en el pasillo permanecen en silencio)

QUINO: Venga Alfredo, voy a darte una última oportunidad sino…

(Quino alza la mano en señal de amenaza)

ALFREDO (sin dejar de llorar): Está bien, Quino, no me pegues.

(Alfredo se tira al suelo, se alza sobre sus rodillas y empieza a chocar los
brazos imitando a una foca mientras imita el sonido. El pasillo vuelve a
inundarse de carcajadas)

JUAN GABRIEL: Jajaja, muy bueno Quino, muy bueno.

(La profesora Lidia entra en el pasillo)

LIDIA: ¡Eh!, ¿qué están haciendo?

(El grupo de niños y Quino salen corriendo y desaparecen. Alfredo intenta


incorporarse torpemente y Lidia lo alcanza)

LIDIA: Ey, Alfredo, ¿qué estabais haciendo?

Ésta sujeta la cara de Alfredo para mirar más de cerca la marca enrojecida,
de la mano de Quino, que Alfredo tiene sobre su rostro.
LIDIA: ¿Quién te ha hecho eso Alfredo?, dímelo.

ALFREDO: Nada, no ha sido nadie. Déjeme que me vaya por favor, mi


madre me está esperando.

(Alfredo se desengancha de Lidia y sale corriendo torpemente entre


lágrimas del colegio)

ACTO II
Casa de Alfredo, es un salón humilde donde una pequeña y solitaria
bombilla ilumina con dificultad la habitación.

(La Madre de Alfredo plancha la ropa mientras Alfredo juega con un perro
en el salón. Llaman al timbre. La Madre sale a atender la puerta y entra en
la habitación la profesora Lidia)

MADRE DE ALFREDO: Buenas, no la esperaba. Alfredo, ¿cómo no me


dijiste que tu profesora iba a venir?

ALFREDO: No lo sabía

LIDIA: No se preocupe señora, Alfredo no lo sabía. He venido para hablar


con usted. Alfredo podrías dejarnos a solas a tu madre y a mí un momento.

MADRE DE ALFREDO: Ya has oído Alfredo, ve a tu habitación con Cobo y


ahora vienes cuando te llame.

ALFREDO: Sí, mamá.

(Alfredo sale de la habitación con el perro siguiéndolo)

LIDIA: Mire he venido rápidamente después del colegio porque he visto


algo que me ha asustado mucho.

MADRE DE ALFREDO (con el rostro sorprendido): ¿Qué sucede?

LIDIA: Mire, sabe usted si su hijo está bien en el colegio o si tiene algún


problema con un compañero.

MADRE DE ALFREDO: Pues no la verdad, que yo sepa está bien.


LIDIA: ¿Entonces no ha notado nada raro en él?

MADRE DE ALFREDO: No. Aunque bueno ahora que lo dice, la verdad es


que está un poco encerrado en la casa, yo le animo a salir a la calle a
jugar, pero nada no hay quien lo saque de aquí.

LIDIA: Si fuera otro niño, no sería raro, ya sabe hoy en día con las
consolas y los ordenadores los niños no salen a la calle, pero de Alfredo me
extraña.

MADRE DE ALFREDO: ¿Usted sabe si le ha pasado algo en el colegio a


Alfredo?

LIDIA: Pues mire hoy he presenciado una situación rara en el colegio. Ya


habían terminado las clases, y se oía mucho algarabío en el pasillo. Al
principio pensé que serían unos chicos que se había quedado jugando en el
pasillo después de las clases, pero después cuando me acerqué todos
salieron corriendo. Alfredo se estaba levantando del suelo con los ojos
enrojecidos como si hubiera estado llorando y tenía la marca de un
guantazo en la cara.

MADRE DE ALFREDO: ¿A mi niño?, ¿Quiénes eran los otros niños? A lo


mejor era parte de un juego.

LIDIA: ¿Qué le parece si llamamos a Alfredo y entre las dos le sacamos


alguna información?

MADRE DE ALFREDO: Sí, será lo mejor. ¡Alfredo ven!

(Alfredo entra en la habitación)

LIDIA: Alfredo, por qué no nos cuentas a tu madre y a mí, qué te ha


pasado esta tarde en el colegio.

ALFREDO (con la cabeza agachada): Será mejor que no.

MADRE DE ALFREDO: Y eso ¿por qué lo dices? No estamos enfadadas


contigo.

LIDIA: Si nos dices que todo era un juego, no va a pasar nada, no nos
vamos a enfadar, ¿era un juego?
(Alfredo niega con la cabeza)

ALFREDO: Es que se va a enfadar.

MADRE DE ALFREDO: ¿Quién?

ALFREDO: Quino y va a ser peor.

(La madre de Alfredo se acerca a su hijo para ponerle la mano en el


hombro, pero este la aparta corriendo dolorido)

MADRE DE ALFREDO: ¿Qué te sucede? A ver levántate la camiseta.

(Alfredo se levanta la camiseta y su torso está lleno de moratones. La


Madre de Alfredo y Lidia miran horrorizadas)

ACTO III

Entrada del colegio. Los niños se agolpan, suena el timbre y todos suben.
Quino y su amigo Juan Gabriel se detienen en la entrada. Mientras todos
entran hasta quedarse solos.

JUAN GABRIEL: Vamos Quino, que nos van a cerrar la puerta.

QUINO: ¿Y qué más da? Pues se entra después

JUAN GABRIEL: También es verdad. Por cierto, ¿qué le tienes preparado


hoy a la foquita?, ¿vas a hacer algún número nuevo con él?

QUINO: No lo sé, puede que hoy simplemente le pegue y ya está, no estoy


hoy motivado.

Lidia está escuchándolos sin ser vista detrás de ellos.

LIDIA: ¿Cómo podéis ser tan animales?

(Quino y Juan Gabriel se giran sorprendidos)

LIDIA: Ahora atrévete a negarlo.


QUINO: ¿El qué?

LIDIA: Todo lo que estabas hablando de Alfredo.

QUINO: No sé de lo que me habla.

LIDIA: Ah, ¿no? Tranquilo igual estos señores te ayudan a recuperar la


memoria. Adelante.

(De la puerta del colegio salen un policía)

POLICIA: ¿Quino?

QUINO (con voz temblorosa): ¿Sí?

POLICIA: Nos vas a acompañar

LIDIA: Tú Juan Gabriel te has librado por hoy, así que márchate antes de
que me arrepienta.

(Juan Gabriel entra en el colegio rápidamente)

POLICIA: Así que te gusta pegarle a los compañeros.

Quino empieza a llorar desconsoladamente, por las ventanas del colegio


empiezan a asomarse todos los niños para ver cómo se llevan a Quino.

LIDIA: Espero que ahora te lo pienses mejor antes de pegarle a un


compañero por ser diferente.

FIN

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