Ensayo 1 Metodologia de La Investigacion Cientifica
Ensayo 1 Metodologia de La Investigacion Cientifica
Ensayo 1 Metodologia de La Investigacion Cientifica
UASD
FACULTAD DE INGENIERÍA Y AQUITECTURA
DIRECCIÓN DE POSTGRADO
Presentado a:
Presentado por:
Alexis Díaz
Fecha:
22 de Enero de 2022
Ensayo capitulo 1 (el conocimiento científico ) & Capitulo 2 (conocimiento y
método)
Para poder abordar este ensayo debemos esarr claro del concepto de metodología
científica. En el libro “El proceso de investigación” , el autor Carlos Sabino nos dice que la
metodología no es realmente una ciencia, sino un instrumento dirigido a validar y a hacer más
eficiente la investigación científica. Esta, a su vez, es la actividad que alimenta un singular tipo
de conocimiento, la ciencia. Por tal razón no es posible estudiar la metodología como disciplina
si no se posee una comprensión mínima sobre ciertos problemas relativos al conocimiento en
general y a la ciencia en particular
Por esto iremos desarrollando las ideas del conocimiento como tal como un problema,
entenderlo como un proceso y los diferentes tipos de conocimiento con sus respectivas
características. Estas mismas clasificaciones del conocimiento nos llevará a clasificar las ciencias
de acuerdo con sus características y objetos de estudio.
Una vez entendido y desarrollada estas ideas, se debe entender y analizar los 2 elementos
más importantes del proceso de conocimiento: El Sujeto y El Objeto. Se entiende por sujeto a la
persona (o equipo de personas) que adquiere o elabora el conocimiento y por objeto aquello que
es conocido en el proceso del conocimiento.
Ante este preámbulo abordaremos en los siguientes párrafos sobre las ideas y conceptos
ya presentados.
Surge entonces una primera distinción que es preciso resaltar y tener siempre en cuenta:
no debemos confundir una afirmación respecto a un hecho o a un objeto, con el proceso
mediante el cual se ha obtenido tal conocimiento, es decir, que nos ha permitido llegar a dicha
afirmación. En otras palabras, aquello que dice un profesor o que dice un libro o un periódico
digamos, por ejemplo, que la economía de cierto país ha crecido 4% en el año es una afirmación
que, cierta o falsa, nosotros podemos recordar y utilizar; es, por tanto, un conocimiento, que
recibimos si se quiere de un modo pasivo, y que incorporarnos y relacionamos con otros que
poseemos de antemano. Pero resulta evidente que alguien, una o más personas, son los
responsables de esa afirmación; alguien, de algún modo, en algún momento, ha estudiado la
economía a la que nos referimos y ha determinado por algún medio que su crecimiento anual ha
sido del 4% y no del 3% o del 5%. ¿Cómo lo ha hecho? de qué recursos se ha valido para
saberlo?: éste es el punto que nos interesa destacar.
Si nos detenemos a estudiar los mitos de los pueblos ágrafos, los libros sagrados de la
antigüedad o las obras de los primeros filósofos veremos, en todos los casos, que en ellos
aparecen conjuntamente, pero sin un orden riguroso, tanto razonamientos lúcidos y profundos
como observaciones prácticas y empíricas, sentimientos y anhelos junto con intuiciones, a veces
geniales y otras veces profundamente desacertadas. Todas estas construcciones del intelecto
donde se vuelcan la pasión y el sentimiento de quienes las construyeron pueden verse como parte
de un amplio proceso de adquisición de conocimientos que muestra lo dificultoso que resulta la
aproximación a la verdad: en la historia del pensamiento nunca ha sucedido que alguien haya de
pronto alcanzado la verdad pura y completa sin antes pasar por el error; muy por el contrario, el
análisis de muchos casos nos daría la prueba de que siempre, de algún modo, se obtienen primero
conocimientos falaces, ilusiones e impresiones engañosas, antes de poder ejercer sobre ellos la
crítica que luego permite elaborar conocimientos más objetivos y satisfactorios.
A partir de lo anterior será posible apreciar con más exactitud el propósito de nuestro
libro: presentar una visión de conjunto del proceso mediante el cual se obtiene el conocimiento
científico, es decir, de un tipo particular de conocimiento que se alcanza, como decíamos ya, por
medio de una actividad que denominamos investigación científica.
Otras cualidades específicas de la ciencia, que permiten distinguirla con bastante nitidez
del pensar cotidiano y de otras formas de conocimiento (según veíamos en 1.3), son las que
mencionaremos a continuación:
• Falibilidad: la ciencia es uno de los pocos sistemas elaborados por el hombre donde se
reconoce explícitamente la propia posibilidad de equivocación, de cometer errores. En
esta conciencia de sus limitaciones es donde reside su verdadera capacidad para
autocorregirse y superarse, para desprenderse de todas las elaboraciones aceptadas
cuando se comprueba su falsedad.
Por otra parte, según el tipo de interés que prevalece en la búsqueda de conocimientos, estos
pueden dividirse en puros y aplicados, hablándose en consecuencia también de ciencias puras y
ciencias aplicadas. Las primeras son las que se proponen conocer las leyes generales de los
fenómenos estudiados, elaborando teorías de amplio alcance para comprenderlos y
desentendiéndose al menos en forma inmediata de las posibles aplicaciones prácticas que se
puedan dar a sus resultados. Las aplicadas, por su parte, concentran su atención en estas
posibilidades concretas de llevar a la práctica las teorías generales, encaminando sus esfuerzos a
resolver las necesidades que se plantean los hombres. De estas últimas ciencias surgen las
técnicas concretas que se utilizan en la vida cotidiana.
Sujeto y objeto quedan así como dos términos que sucesivamente se oponen y se
compenetran, se separan y se acercan, en un movimiento que se inicia por la voluntad del
investigador que desea el conocimiento y que en realidad continúa repetidamente, porque el
sujeto debe acercarse una y otra vez hacia lo que está estudiando si se propone adquirir un
conocimiento cada vez más profundo y completo sobre ello.
La historia de la ciencia permite afirmar que el método, como camino que construye el
pensamiento científico, se va constituyendo, en realidad, junto con ese mismo pensamiento,
indisolublemente unido. Es falsa la imagen que nos presenta el método como un todo acabado y
cerrado, como algo externo a la práctica cotidiana de los investigadores, por cuanto él está
estrechamente unido a los aportes, teóricos y prácticos, que se van realizando. La ciencia no
avanza por medio de un proceso mecánico, como si bastara con formular un problema de
investigación, aplicar el método correcto y obtener el resultado apetecido. La investigación es un
proceso creativo, plagado de dificultades imprevistas y de asechanzas paradójicas, de prejuicios
invisibles y de obstáculos de todo tipo. Por ello, la única manera de abordar el problema del
método científico, en un sentido general, es buscar los criterios comunes las orientaciones
epistemológicas de fondo que guían los trabajos de investigación.