Actividad Dirigida 1. Solución de Conflitos
Actividad Dirigida 1. Solución de Conflitos
Actividad Dirigida 1. Solución de Conflitos
Apoyo a la
Acción Tutorial
Técnicas de Acción Tutorial
Debido a mi experiencia como psicóloga y mediadora, tengo una perspectiva del conflicto que tal vez no
tengan personas que no han estado en contacto con el campo de la conducta humana, pero, aun así, soy humana y
entre mis rasgos de personalidad se encuentran una alta empatía y una deseabilidad social mayor de lo que me
gustaría. Eso me lleva a en ocasiones “sufrir” demasiado cuando tengo un conflicto, me lo tomo de forma personal
porque no me resulta agradable sentir que he fallado, decepcionado o herido a alguien que quiero, y por el contrario
si me siento herida o siento que está existiendo una injusticia, tengo la necesidad de hablar con la otra persona para
poder encontrar una solución o como mínimo, que la otra persona sepa cómo me siento.
En resumen, cuando vivo un conflicto las primeras sensaciones que tengo son de rabia, frustración, dolor,
agonía y fastidio, pero luego, tras las primeras emociones intensas desagradables me relajo, analizo y entonces desde
la calma ya despiertan otras emociones como la motivación por encontrar una solución, la esperanza y la aceptación,
entre otras, que me ayudan a avanzar y poder trabajar dicho conflicto, buscando siempre como fin la colaboración y
cooperación entre las partes.
2. Solución de conflictos
¿Cuándo se produce un CONFLICTO como suelo resolverlo...?
En primer lugar, el conflicto me influye, me estresa y me despierta emociones negativas, sin embargo,
gracias a mis estudios y al haber ido a terapia, cada vez tengo más estrategias de resolución de conflictos y más
herramientas que me ayudan a resolverlos más rápida y eficazmente.
Cuando me encuentro inmersa en un conflicto, tiendo a pensar 2 premisas, la primera es que es imposible
estar de acuerdo con todo el mundo siempre, y la segunda es que mi forma de pensar o mis opiniones no son ni peor
ni mejor que la de los demás. Hacer esa reflexión me lleva a relajarme y a intentar encontrar una solución que
beneficie a ambas partes. Para ello intento dejar que la otra persona se exprese y diga lo que siente o necesita y yo
también se lo hago saber, con esa información suele ser suficiente para poder “sentarnos” e intentar llegar a un
acuerdo. En ocasiones, si el acuerdo no llega, simplemente acepto que tal vez no hay una solución o simplemente
no es el momento de encontrarla. Otras entiendo que ambas partes deben ceder si quieren conseguir avanzar en el
conflicto. Y en la mayoría, siempre intento encontrarme en paz conmigo misma sabiendo que con asertividad, he
defendido mis intereses o necesidades y he intentado comprender a la otra parte.
El conflicto tuvo lugar en mi lugar de trabajo. Doy clases a personas mayores y compartimos un amplio
espacio con otras clases y solo nos separa una puerta corredera que no aísla el sonido correctamente. En una de las
clases mis alumnos necesitan concentración para hacer los ejercicios ya que es una clase de estimulación cognitiva,
y a esa misma hora hay un grupo de mujeres en su clase de costura que mientras realizan sus labores hablan y
comentan sucesos personales.
Y la intensidad y dimensión
Este problema se da solo un día a la semana y en general intentan tener paciencia, pero a mis alumnos, que
no pueden concentrarse y les molesta estar escuchando conversaciones ajenas mientras intentan trabajar les es muy
incómodo, pero son personas mayores con bastante educación y sin ganas de tener un conflicto mayor o agravarlo
con su conducta.