Bacl Iii 7
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AÑO 7 • 2012
BOLETÍN
DE LA
ACADEMIA COSTARRICENSE
DE LA LENGUA
TERCERA ÉPOCA
BOLETÍN
DE LA
ACADEMIA COSTARRICENSE
DE LA LENGUA
SUMARIO
Obituario
Discursos académicos
Artículos y ensayos
Flora Ovares
Sin otra luz y guía. La oscurana de Rodrigo Soto . . . . . . . . . . . 63-67
Amalia Chaverri
La última aventura de Batman
(De la historia nacional a la intimidad histórica) . . . . . . . . . . . 69-76
Obituario
in memoriam
Naranjo en flor
prohibido ingresar con animales”, a lo que Carmen con total convicción les
contesta “Vinimos temprano porque la perrita es parte de la obra de teatro y
tienen que maquillarla”… Los policías no supieron que hacer, y entonces conti-
nuamos nuestro camino tan campantes; (por eso le dije a Carmen que, si existe
la reencarnación y me toca reencarnar en perro, voy a pelear porque me toque
vivir en su casa). Carmen dominaba el arte de imponerse, no a la brava, sino
con irreverencia ingeniosa. Doblaba reglas o las transgredía, con la mano en la
cintura, logrando que nadie se sintiera atropellado.
Ambas sentíamos pasión por el flamenco, y el tiempo transcurría veloz mien-
tras nosotras cantábamos y bailábamos como si estuviéramos con las mismísimas
Carmen Amaya y Pastora Pavón (conocida como La niña de los peines), en el
Tablao flamenco de los cielos… sin importar que no supiéramos hacerlo bien,
porque sí lo sentíamos jondamente. Recuerdo, parafraseando a García Lorca, a
Carmen enduendada, disfrutando estas sesiones con gozoso desparpajo… Fueron
vivencias maravillosas que compartimos alrededor de esta pasión que, para algu-
nos no es de su entero agrado. Por este motivo, entre risas, Carmen me decía: “Si
vienen visitas que no me gustan, pongo cante jondo y vieras qué rapidito se van”.
Nos gustaba oír a Nuria Espert interpretando poesía española. En su casa,
leímos la biografía de esta actriz, a quien las dos admirábamos tanto. Nos rego-
cijábamos escuchando poesía, especialmente de Federico García Lorca. Sobre
todo, nos dejaba traspasadas una magnífica versión de Llanto por Ignacio Sánchez
Mejías, acompañada de arreglos musicales flamencos.
Además, me contaba anécdotas de Golda Meir y de María Callas, a quienes
tuvo la oportunidad de conocer personalmente durante sus periplos diplomáti-
cos. A la Callas la solíamos escuchar tomándonos una taza de café, bebida que
aprendí a tomar en Olo. Visitar a Carmen sin compartir con ella una taza de café
era imposible. Ahora, me resulta igualmente imposible tomarme una taza de café
sin pensar en ella.
Con gran entusiasmo alquilé la película La vie en rose para que la viéramos
juntas. Se suponía que podíamos escucharla en español (Carmen tenía serios pro-
blemas de visión que le impedían leer subtítulos). Al ponerla, lamentablemente,
constatamos que estaba hablada en francés. El deseo de verla era enorme, enton-
ces decidimos hacerlo, aunque ninguna de las dos tenía suficientes conocimientos
de esta lengua. A pesar de lo poco que entendimos, las imágenes nos calaron
tan profundamente, que lloramos como plañideras de principio a fin. Terminó
la película, pero no nuestro furor por la Piaf. Entonces, continuamos llorando y
cantando a todo pulmón, a la Piaf y a lo Piaf, mientras escuchábamos de un disco
compacto Non, je ne regrette rien (No, yo no me arrepiento de nada)… Otros días,
la que no podía faltarnos era la voz de Susana Rinaldi cantando Naranjo en flor,
tango de una intensidad tal, que no en vano el apellido de Carmen desembocaba
en él. Y justamente yo pienso que, aunque ella dio una infinidad de espléndidos
14 IN MEMORIAM
frutos, al mismo tiempo conocía el secreto de estar siempre en floración; por eso
esa semblanza suya que me estoy atreviendo a trazar, quise titularla así.
Carmen, en mi memoria atesoro la imagen de tus últimos días, ya desvalida
por la enfermedad, pero conservando hasta el final tu capacidad lúdica e impe-
rativa. Siempre habitarás aquí, indeleble en mi corazón, escoltada por tus amadas
perritas Gracia y Belleza: dos atributos que nunca abandonaron tu espíritu.
Discursos académicos
La literatura para niños
en Costa Rica 1
Marilyn Echeverría de Sauter
Distinguidos académicos:
No hay que olvidar que toda obra aunque su fin no sea didáctico, enseña
las palabras cotidianas y novedosas, las ideas que expone, los sentimientos que
presenta; por lo tanto la poesía, los cuentos y aventuras de calidad son muy im-
portantes para la formación y desarrollo de los niños. El libro para los pequeños
debe tener dos pretensiones contradictorias: el gusto por lo real y la necesidad
de lo imaginario. Ha de contar con un estilo sencillo con mucho diálogo y ac-
ción, evitar las prolongadas descripciones y, como ya lo he dicho, ha de lucir bien
ilustrado, con base en la tradición gráfica, así como en las últimas tendencias de
diseño de los libros más pequeños.
Niños, niñas y jóvenes se convierten en buenos lectores si los libros que lle-
gan a sus manos les resultan interesantes. Los cuentos siempre les han interesado
a los chicos. Los que más les gustan son los cuentos sencillos, naturales, con hu-
mor, llenos de sentimientos y actitudes humanas.
Lo más difícil de escribir literatura para los chicos es la sencillez que se debe
tener, sin caer en la puerilidad, ni abusar de los diminutivos ito o ita. Dice al
respecto Elizagaray: «La literatura como arte es la más alta expresión cultural
del lenguaje y contiene en esencia a todas las manifestaciones de la cultura. La
literatura para niños y jóvenes, el libro de este género, como resultante de una
auténtica y elevada creación poética, ayuda poderosamente a la formación ética y
estética del joven lector, al ampliarle su sensibilidad. Esta ayuda le servirá para el
resto de su vida» (Elizagaray, 1979): 23.
Las cosas extraordinarias que se presentan en los cuentos (árboles que can-
tan, botas que caminan, animales que hablan), les encantan a los niños y niñas,
forman su bagaje cultural predilecto, porque la fantasía es inherente a su mundo.
Por eso, ese mundo sobrenatural no tiene para ellos nada de increíble, sino que
es completamente natural. Para nosotros, los adultos, el uso de la fantasía es
algo lógico, para ellos es algo extraordinario y si los chicos no creyeran total-
mente que las cosas prodigiosas pudieran suceder, tampoco rechazan su posi-
bilidad. El interés que pueden tener las niñas, niños y jóvenes al leer libros que
incluyen la fantasía se puede comparar con el gusto y la atracción con que los
adultos leen las novelas de ficción, ya que, la ficción no es del todo imposible y
existen ciertas coincidencias con los sentimientos, las situaciones cotidianas y las
aventuras que se narran.
Se dice que en cada niño hay un poeta; pero esa innata actitud no se desarrolla
de la noche a la mañana, sino mediante el contacto directo con la vida y con el
arte. Si no lo conectamos con los más esenciales valores humanos, será un pequeño
monstruo de indiferencia ante los sentimientos, el lenguaje y la naturaleza.
La literatura adecuada para niños y jóvenes es un arte y por lo tanto la más
alta expresión del idioma; lleva implícito el resto de las manifestaciones culturales
de la humanidad. El talento y el respeto que el autor sienta por los niños marcan
la calidad de esta literatura. La literatura para niños debe aspirar a convertirse en
24 marilyn echeverría de sauter
literatura de los niños. Porque una cosa es escribir para ellos y otra que la hagan
suya. Esperamos que en Costa Rica se hagan muchos seminarios y cursos a
cargo de nuestras universidades, para enseñar a quienes tengan vocación para
que escriban bien. La buena literatura, aquella que es puro entretenimiento, se
puede convertir en la varita mágica para que los niños le tomen el gusto a la
lectura y esa sería su función esencial. La idea es que encuentren placer en leer
y no una obligación.
Hay un fenómeno que parece universal y que se siente en nuestro país y es
el deterioro alarmante de la lengua española en nuestro pueblo. Si no se detiene
el rumbo que llevamos pronto estaremos hablando una jerga difícil de entender
para nuestros hermanos hispanoamericanos.
La lectura debe informar y formar; es decir, contribuir a sensibilizar el mundo
interior del muchacho o de la muchacha y condicionarlo, de esa forma, como lector
o lectora. Un error en el que a veces solemos incurrir cuando escribimos para
los niños es hacer las descripciones prolongadas y excesivas, que terminan por
cansar y distraer al lector, cuando deberíamos abocarnos a fortalecer el diálogo
y la acción; hay que eliminar los incidentes y las palabras groseras que puedan
resultar nocivamente ejemplarizantes y que no se fuerce la trama por obtener un
complaciente final feliz. A los niños no debemos sobreprotegerlos en la literatura,
sino esforzarnos en brindarles frescura, gracia y poesía. Para lograrlo debemos
salirle al paso a todo lo que suene vulgar, chabacano e incorrecto.
Las fábulas han pasado de moda y creo que por su tono moralizante. En lo
que a mí respecta, de niña nunca me gustaron y posiblemente me rebelé ante
sus moralejas finales. En un libro de Jesualdo2 , leía una pequeña anécdota
sobre las fábulas y comentaba que un día él le dijo a un niño: « ¿No te parece
fabuloso que hablen los animales?», a lo que el niño le respondió: «Sí, pero ahora
ya no hablan…»
Fundamentada en mi experiencia personal, he concluido que los libros
que han tenido más éxito son los que hablan de asuntos cotidianos, como
anécdotas del niño urbano tratadas con humor, o las cosas reales y también
mágicas en la vida de los indígenas, pasajes actuales con final feliz en los
niños con alguna discapacidad y para los más pequeños la poesía loca, llena
de humor y de musicalidad.
La verdadera literatura, como la que pretende serlo, tiene un cometido múlti-
ple en cuanto a nuestra intención educativa. Este planteamiento acarrea una serie
de problemas que nos llevarán a la más exacta respuesta en cuanto a su eficacia.
Por ejemplo: ¿lo que leyeron antes los niños y las niñas es lo mismo que leen en
2 Nombre literario de Jesús Aldo Sosa (1905-1982), notable pedagogo uruguayo. Es autor, entre
muchos otros, de Vida de un maestro (1935) y La literatura infantil: ensayo sobre ética, estética y
psicopedagogía de la literatura infantil (1944).
la literatura para niños en costa rica 25
la actualidad? ; ¿se lee menos hoy día, tanto o más?; ¿busca el niño la lectura por sí
mismo o se le condiciona intencionalmente a un determinado libro? Y también nos
podemos preguntar: ¿Cuál es el fin que se persigue cuando se desea que el niño lea?
Hoy, los niños leen todavía a Carmen Lyra y en algunas escuelas se leen las
Concherías de Aquileo. Claro que hoy se encuentran en las librerías obras de
todas clases, formas y colores y el niño tiene donde escoger. Pero en muchos
casos el niño no puede escoger sino que le escogen su libro. En algunas escuelas
y colegios tienen la opción de llevar un libro «recomendado» por los profesores y
maestros y con ellos la lectura es más entretenida. Hoy se destina menos tiempo a
la lectura que antes. Tenemos la televisión y los juegos electrónicos donde el niño
invierte gran parte de su tiempo Pero si el niño ha adquirido un buen hábito de
lectura, siempre tendrá tiempo libre para leer su libro preferido.
¿Qué perseguimos cuando deseamos que el niño o la niña lean? Instruirlo,
educarlo y divertirlo, cuando no las tres cosas a la vez. Las obras literarias
puramente instructivas le disgustan; suelen ser rechazadas y difícilmente cumplen
su fin. Rechazan también los libros educativos porque notan claramente que
ellos sirven para «educarlos». Entonces, ¿cuáles son los verdaderos libros que les
interesan y que son provechosos? Sin duda los de distracción y placer, aunque
los anteriores se conserven para la preparación del niño. A los últimos hay que
darles un papel importante porque son los que verdaderamente responden a las
necesidades de los niños y de las niñas y ejercen una influencia muy feliz en el
desarrollo de su psique.
En Costa Rica poco se fomentan las obras de teatro infantil. Las que se han
presentado en el país son las de Mabel Morvillo: La titiritera del arco iris, Había
una vez un bosque y Ana en el círculo maravilloso. Hay otras presentaciones que
llegan a ser adaptaciones de algunos libros o simplemente son obras con un
carácter puramente comercial.
Me gustaría que se lea más poesía en las aulas. Hace unos años se la excluía
de la literatura infantil. Simplemente, se ha pasado por alto su potencial educa-
tivo, lo mismo que con el canto. La realidad es que la poesía cabe dentro de la
literatura. Si en ocasiones se la ha excluido es porque algunos pedagogos han
llegado a sostener la peregrina opinión de que los niños no están en capacidad
de comprenderla. Esta idea es absolutamente errónea: las primeras manifestacio-
nes de los pueblos fueron precisamente las composiciones líricas que «si no se
cantan podrían cantarse», como definía Gabriela Mistral la poesía que debía servir
al niño o a la niña.
La poesía en general ha entrado a la escuela en hombros del canto o del
tímido recitado. Nos preguntamos: ¿les interesa y les gusta a los niños la poesía?;
¿sirve en algún aspecto de su cultura? En general se puede afirmar que sí, que les
interesa siempre que reúna las condiciones exigidas por él. No es que el niño sea
capaz o no de entender o disfrutar de la poesía narrativa o descriptiva del poeta;
26 marilyn echeverría de sauter
el asunto está que los maestros tengan la sensibilidad necesaria para hacerles
entender y descifrar los verdaderos elementos emocionales que la poesía posee.
No olvidemos que el niño vive y se expresa mediante imágenes. Es mucho más
fácil de lo que se cree el conseguir que el niño entienda y guste el idioma figu-
rado. Pero para que esto suceda el maestro debe contar con la sensibilidad y la
pericia suficientes para llevarlo por el camino más sencillo y fácil, y más auténtico
a la vez. Al niño le gusta la poesía porque la retiene sin mayor esfuerzo; el ritmo
sobre todo, es un gran auxiliar para la memoria, además porque el oído se de-
leita con la cadencia de los versos, con la regularidad del número de sílabas y con
la consonancia de la rima.
Quisiera exhortar, desde aquí, a las universidades y centros de investigación
a que profundicen en la literatura costarricense dirigida a las jóvenes generacio-
nes; con mucho más razón por el hecho de que este año conmemoramos nona-
gésimo aniversario de la creación de la Cátedra de Literatura Infantil. Les hago
un llamado a madres, padres, abuelos y docentes, a gozar de la literatura infantil
y verla como entretenimiento, placer y reencuentro familiar. Aprovechemos de
este disfrute milenario de contar, cantar y recitar para tener mejores hombres
y mujeres en el futuro.
Bibliografía
Dobles, Margarita. 1991. Por qué cuento y canto para mis niños. San José: Editorial Costa Rica.
Elizagaray, Alga Marina. 1979. El poder de la literatura para niños y jóvenes. La Habana: Letras
Cubanas.
Respuesta al discurso de Marilyn
Echeverría de Sauter
Estrella Cartín de Guier
Ríos, de trece libros que han deleitado a niños y jóvenes costarricenses y han
contribuido a su formación.
En 1976, publicó su poemario “Algodón de azúcar” con el que obtuvo el pre-
mio “Carmen Lyra”, otorgado por la Editorial Costa Rica. Otros títulos son: Cuentos
de mi alcancía, una obra de teatro: El eco y el miedo, El rey que deseaba escribir un
cuento, Cuentos de palomas.
Pero, indudablemente, las obras que han adquirido mayor difusión y han
puesto a leer a miles de niños de nuestro país y de América Latina son las que
integran la trilogía: Pantalones cortos, Verano de colores y Pantalones largos.
Las tres obras, escritas en forma de diario, tienen como protagonista a un ado-
lescente, Arturo Pol, cuyas vivencias y experiencias lo identifican con cualquier
joven de su edad.
En ellas, se plantea toda la problemática existencial que enseña esta etapa
de la vida: la inseguridad, la lucha por afianzar la propia identidad, la soledad, el
despertar del sentimiento amoroso, la rebeldía frente a la autoridad familiar, las
tentaciones y peligros que acechan al joven, la amenaza de la droga, etc.
Si bien estas obras, al igual que el resto de la producción de la autora, en-
trañan una intención didáctica y ejemplarizante, esta se expresa en forma velada
e implícita y los relatos no ofrecen un carácter sentencioso y moralizante, que
podría provocar el repudio del lector joven.
El mundo mágico y mítico del indígena lo configura en su novela MO, historia
de una niña cabécar, cuyos poderes le permiten aspirar a convertirse en sukia
de su tribu. Debidamente documentada, presenta la autora las creencias, rituales,
curaciones, supersticiones y visión del mundo de este grupo étnico. La obra ha
sido objeto de amplio reconocimiento. Se tradujo al tailandés y por ella, la autora
figura en la lista del honor IBBY (Internacional board of books for young people).
En el año 2001, publica La música de Paul, una bella y poética historia de
amistad y solidaridad humana. Esta obra le mereció el premio Aquileo Echeverría
en la rama de cuento y fue traducida al francés con el título de: Une musique ma-
gique por la editorial Gallimard, una de las más prestigiosas del mundo.
En El círculo de fuego blanco incursiona en el tipo de novela de misterio. Con
la energía y la magia que poseen algunos objetos, tales como unos cristales de
cuarzo y una puerta interdimensional, dos jóvenes se aventuran por misteriosos
mundos y entablan una lucha con monstruos y seres malévolos. Metáfora, en sín-
tesis, de la eterna batalla entre el bien y el mal y del poder de la fuerza interior,
que se origina en el amor y la solidaridad.
Entre sus producciones más recientes están: Aventuras de Dora la Lora y Chico
Perico y Nuevas aventuras de Dora la Lora y Chico Perico.
Dora es una alegre y simpática lora, que practica aeróbicos y come spaghetti.
Vive en un bosque y encuentra un día a un perico con el ala rota, abandonado
RESPUESTA AL DISCURSO DE MARILYN ECHEVERRÍA DE SAUTER 29
0. Introducción
2 Esta islas fueron llamadas originalmente por los ingleses Henrietta y Providence.
3 El primer asentamiento en el Caribe fue establecido en Bermuda en 1609. Luego, en 1624 y en 1627
fueron fundadas las colonias de St. Kitts y Barbados respectivamente.
INTERCAMBIOS LÉXICOS ENTRE EL ESPAÑOL Y EL INGLÉS CRIOLLO DE LIMÓN 33
4 Se utiliza aquí el alfabeto práctico propuesto por Portilla (1996) para la transcripción fonológica.
INTERCAMBIOS LÉXICOS ENTRE EL ESPAÑOL Y EL INGLÉS CRIOLLO DE LIMÓN 35
crique, culí, pan bon y patí. Con excepción de chumeca y culí, todos los vocablos
aparecen señalados como de uso exclusivo en la región atlántica o en Limón.
Este autor define la palabra chumeca con dos acepciones:
5 También, se incluye las palabras calalú (Cu: E, PR, Ni) pero para referirse a otra planta o a una
sopa espesa y patuá (Cu, RD, Pa) pero referido a variedades de francés criollo del Caribe.
INTERCAMBIOS LÉXICOS ENTRE EL ESPAÑOL Y EL INGLÉS CRIOLLO DE LIMÓN 37
6 Este relato fue publicado el 18 de abril de 1883 en el periódico llamado El Cronista de Panamá.
38 MARIO PORTILLA CHAVES
estos topónimos son utilizados en la propia región todavía en inglés. Este hecho
aparece descrito así explícitamente por Guiselle Chang (2010: 220):
1) ¿Qué tal entonces dat ai av laik... se [que yo tenga como... digamos] un pe-
queño bazar en mi casa, bot ai luk úova mai ous [pero yo me encargo de la
casa]?
3) A óuswaif, pero a óuswaif, wat kain a óuswaif ? [una ama de casa, pero una
ama de casa, ¿qué clase de ama de casa?] Puede ser, digamos, que ella está
en la casa, pero tiene una mied [sirvienta] que le haga el oficio, y yo soy
gerente de mi casa.
En estos casos, el intercambio de lenguas no significa la presencia de hispa-
nismos en inglés criollo ni de anglicismos en español.
Por otro lado, las palabras márij, pero y mied representan ejemplos de
mezcla de códigos. A diferencia del cambio de códigos que funciona en el nivel
sintáctico, la mezcla de códigos opera un intercambio de índole léxica. Se trata
de la inserción de vocablos de una lengua en la estructura gramatical de otra
(Hock 1986:480).
En los ejemplos mencionados, los términos márij y mied no pueden ser
considerados anglicismos en español, sino palabras inglesas usadas en oracio-
nes españolas. Lo mismo sucede con el caso de la palabra pero. No se trata
de un hispanismo en inglés criollo, sino una palabra española inserta en una
proposición inglesa.
Mencionaré aquí que estos el cambio código y la mezcla de códigos, reporta-
dos y analizados por los lingüistas, aparecen también retratados recientemente la
literatura costarricense. Estos fenómenos se encuentran en las obras de la escrito-
ra Anacristina Rossi, especialmente en su novela Limón Blues. Cito a continuación
tres ejemplos:
40 MARIO PORTILLA CHAVES
7 Anacristina Rossi (2002: 95). La forma bunggarong / bong aróng / parece ser una errata, ya que
no significa nada en inglés criollo limonense. Por otra parte, bug around/ bog aróng / significa
‘fastidiar, molestar’
8 Anacritina Rossi (2002: 15).
9 Anacristina Rossi (2007: 215).
INTERCAMBIOS LÉXICOS ENTRE EL ESPAÑOL Y EL INGLÉS CRIOLLO DE LIMÓN 41
10 En el caso de las vocales largas de altura media, la longitud se expresa por medio de diptongos
descendentes / ie, uo /. Cuando la palabra termina con la vocal /o /acentuada en español, enton-
ces corresponde a una vocal corta en el inglés criollo, como en el caso de poró que proviene del
costarriqueñismo poró (Eritryna sp.).
INTERCAMBIOS LÉXICOS ENTRE EL ESPAÑOL Y EL INGLÉS CRIOLLO DE LIMÓN 43
11 La primera referencia explícita a esta denominación hallada hasta el momento se debe a Fernando
Wright, la cual aparece en un artículo publicado en 1982 en la Revista de Filología y Lingüística de
la Universidad de Costa Rica: El mek-a-tél-yu es una lengua que toma la mayor parte de su léxico
del inglés pero ni su estructura gramatical ni su fonología son las mismas de un inglés estándar.
Mek-a-tél-yu, del inglés Let me tell you, significa ‘Déjame decirte’ (Wright 1982: 129).
44 MARIO PORTILLA CHAVES
akí o jaquí n. Especie de árbol (Blighia sapida) 2. fruto comestible de este árbol.
En español se conoce también como seso vegetal. En inglés ackee o akee.
Esta palabra procede probablemente de alguna lengua kru de África Occi-
dental (OED), en inglés criollo/ áki / [ ákî hakî ].
crique n. arroyo, riachuelo 2. canal de agua. Del inglés creek ‘arroyo’, en inglés
criollo / kriik/.
cucú n. Tipo de platillo hervido hecho de una mezcla de harina de maíz y okra,
en inglés criollo/ ku ku /.
okra n. Especie de planta malvácea cuyas vainas son comestibles (Hibiscus scul-
entus). En español, también se conoce como ñanjú, quimbombó, gumbo y
ají turco. En inglés okra. Probablemente, proviene del igbo (familia igboide)
okura ‘okra’, en inglés criollo / ókra / y / ókro /.
pan bon loc. n. tipo de pan dulce. Del inglés bun ‘bollo de pan dulce’, en inglés
criollo/ bon /. A finales del siglo XIX y a principios del XX, este pan era
conocido en el Valle Central de Costa Rica como pan chumeca.
patí n. tipo de empanada picante rellena de carne. Del inglés patty ‘pastelillo,
empanada’, en inglés criollo/ páti / [ pátî ].
plantintá n. Tipo de empanada dulce hecha de plátano maduro y coco. Del inglés
plantain tart ‘tarta de plátano’, en inglés criollo / plántin taat /.
rondón n. Tipo de sopa hecha de distintas verduras con pescado, res o pollo y
leche de coco. Del inglés run-down ‘venido a menos; destartalado’, inglés
criollo / rondóng /
sáril n. Tipo de bebida hecha de una planta malvácea del mismo nombre (Hi-
biscus sabdariffa). Es conocida en español como flor de Jamaica o rosa
de Jamaica. Esta palabra proviene del francés antiguo sorele de sur ‘ácido,
amargo’, del protogermánico *suraz ‘ídem’, en inglés criollo / sáril /.
yanikíek n. Tipo de pan frito hecho de harina de trigo. Esta palabra proviene de
las formas Johnny, de etimología desconocida, y cake ‘queque’, en inglés
criollo / jáni kiek /
Bibliografía
Agüero Chaves, Arturo. 1996. Diccionario de costarriqueñismos. San José: Asamblea Legislativa.
Allsopp, Jeannette. 2003. The Caribbean multilingual dictionary of flora, fauna and foods in English,
French, French Creole and Spanish. Kingston: Arawak.
Chang, Guiselle. 2010. Toponimia de la Provincia de Limón. San José: Centro de Investigación y con-
servación del patrimonio cultural.
Gagini, Carlos. 1893. Diccionario de barbarismos y provincialismos de Costa Rica. San José: Tipo-
grafía Nacional.
1923 [2010]. Diccionario de costarriqueñismos. San José: Nabu.
Hock, Hans Henrich. 1986. Principles of historical linguistics. Berlín: Mouton de Gruyter.
Holm, John. 1978 [1987] The Creole English of Nicaragua’ s Miskito Coast. Ann Arbor: UMI Disertation
Information Service.
Lefever, Harry G. 1992. Turtle bogue. An Afro-Caribbean life and culture in a Costa Rican Village.
Nueva Jersey: Associated University Presses.
Palmer, Paula. 1986 [1994] Wa’ apin man. La historia de la costa talamanqueña de Costa Rica, según
sus protagonistas. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica.
Portilla, Mario. 1996. “Una ortografía para el criollo inglés de Costa Rica”. Revista de Filología y
Lingüística. 22(2): 87-103.
Quesada Pacheco, Miguel Ángel. 2007 [1991] Nuevo diccionario de costarriqueñismos. Cartago: Uni-
versidad Tecnológica de Costa Rica.
Rossi, Anacristina. 2002. Limón blues. San José: Alfaguara.
2007. Limón reggae. San José: Legado.
Wright, Fernando. 1982. “Problemas y métodos para la enseñanza del inglés como segunda lengua a
los hablantes del mek-a-tel-yu en la Provincia de Limón.” Revista de Filología y Lingüística de la
Universidad de Costa Rica. 8: 129-135.
RESPUESTA al discurso de
Mario Portilla
Adolfo Constenla Umaña
1
Una versión de este artículo estuvo disponible en el sitio de la Academia Costarricense en Internet
en el año 2002.
54 ADOLFO CONSTENLA UMAÑA
puede emplearse para aludir a una pluralidad, como en “hay mucho turista en el
puerto”, y el presente de indicativo, que no la tiene de tiempo (compárese llega ,
en que lleg- es la raíz y -a la vocal temática, y llegaba o llegará , en que, además
de esos dos elementos, aparecen las flexiones de tiempo y modo -ba y -rá ) para
hacer referencia tanto al pasado (presente histórico) como al futuro: “ayer llega
Juan y me dice...”, “dice Juan que mañana llega a las ocho”. Algunas personas
piensan que se puede calificar a la lengua de machista por emplear el masculino
como término no marcado; si esto fuera así, entonces también habría que califi-
carla de “singularista” y “presentista”.
Hecha la aclaración anterior, en lo relativo a los problemas que se suscitan
en algunos casos debido al interés en resaltar que se hace referencia a los dos
sexos y no solo al masculino, es preciso distinguir las recomendaciones esti-
lísticas de las normas gramaticales (estas y las demás normas en materia de
lenguaje son, a mi parecer, lo que realmente nos compete como integrantes de
academias de la lengua).
Quizás el ejemplo más común en materia de estilo, por lo que atañe al tema
que nos ocupa, sean las frases coordinadas en las que se mencionan explícita-
mente los dos sexos, como las profesoras y los profesores, los niños y las niñas.
Desde el punto de vista gramatical, dichas frases son irreprochables; desde el
punto de vista estilístico, según el caso, pueden estar bien justificadas o ser
inoportunas y darle al texto un carácter pesado e innecesariamente reiterativo.
La justificación dependerá ante todo del propósito del texto; por ejemplo, en
escritos como leyes o reglamentos, en los que lo que más debe importar es la
claridad, la mención de los dos sexos puede estar plenamente motivada para
asegurar que las disposiciones los afecten por igual. Aun en estos casos, para
evitar la pesadez, puede recurrirse al uso de colectivos, como, en lugar de los
estudiantes y las estudiantes, decir o escribir el estudiantado. Cuando el contexto
no sea ambiguo, lo natural en nuestra lengua, para todo tipo de textos, es el
uso del masculino plural. Por supuesto, siempre habrá quienes, por el afán de
manifestar un feminismo a ultranza o de halagar a las personas con una actitud
de este tipo, no tengan empacho en usar un estilo poco ágil e inelegante. Eso
sí, cabe señalar que la preocupación por la mayor visibilidad y otros beneficios
que obtendrían los varones del uso de la forma masculina para hacer referencia
a miembros de ambos sexos, no parece darse en todos los casos, ni siquiera por
parte de las personas más radicales en la exigencia del lenguaje inclusivo. Por
ejemplo, no he visto que nadie haya exigido el lenguaje inclusivo en el Código
penal, aunque la interpretación que algunas personas dan en otros casos del uso
que estamos comentando de las formas de género masculino debería producir
en este la misma preocupación por la invisibilidad de la mujer. Los siguientes
son algunos ejemplos de este caso de uso, hasta el momento no impugnado, del
masculino para hacer referencia tanto a hombres como mujeres:
¿HAY MACHISMO EN EL USO DEL MASCULINO PLURAL... 55
Artículo 111.- Quien haya dado muerte a una persona, será penado con prisión de
doce a dieciocho años.
Artículo 115.- Será reprimido con presión de uno a cinco años el que instigare a
otro al suicidio o lo ayudare a cometerlo, si el suicidio se consuma.
Artículo 130.- El que sabiendo que padece una enfermedad venérea, contagiare a
otro, será sancionado con prisión de uno a tres años.
En materia de norma gramatical, hay que señalar que es claramente contraria
a la tradición de la lengua la coordinación de dos artículos definidos por medio
de la conjunción y ante un sustantivo, como en las y los turistas. El artículo de-
finido es átono y proclítico, y este tipo de elementos nunca ha admitido tal tipo
de construcción. En consecuencia, el ejemplo citado es tan inadecuado como los
siguientes: los y las vieron , te o nos buscaron , la y el verde . Si realmente se requiere
el detallar de manera inequívoca que se está haciendo referencia a los dos sexos,
existen recursos alternativos válidos como los turistas de uno y otro sexo o los
turistas, ellos y ellas.
Es igualmente incorrecto el crear arbitrariamente formas femeninas de sustan-
tivos que perteneciendo al género masculino sirven para denotar tanto mujeres
como hombres. El decir que una cantante es un ídolo para sus admiradores no
conlleva ningún favorecimiento de lo masculino, así como no implica feminismo
el decir que Juan es una buena persona. Por esta razón, estaría tan poco justifica-
do el decir en ese caso “ídola” como lo estaría el usar “persono” para hablar de
un humano de sexo masculino. En la lengua existen los nombres epicenos que,
perteneciendo a determinado género gramatical, sirven para denotar indiferente-
mente a individuos de ambos sexos, como hormiga, ballena, búho e hipopótamo.
Debido al hecho de que los infinitivos se sustantivan como masculinos (el cantar,
el saber, el comer), es epiceno ser empleado como sustantivo y , de acuerdo con
lo ya argumentado, no hay ninguna razón para referirse a una mujer como “una
magnífica ser humana”, lo correcto es un magnífico ser humano. En todo caso, si a
pesar de no haber necesidad, se quisiera que alguna forma de esta índole pasara
a ser correcta, o sea, a estar incorporada en la norma idiomática, debería seguirse
el procedimiento adecuado y solicitar a la Asociación de Academias de la Lengua
Española que la sancione.
En el caso de los sustantivos de género común, es decir, aquellos referentes
a humanos que pueden emplearse indiferentemente como masculinos o feme-
ninos (la cónyuge o el cónyuge, la telegrafista o el telegrafista), históricamente,
la lengua ha mostrado una tendencia moderada a desarrollar la distinción mas-
culino/femenino. Así sucede en los casos de juez/jueza, presidente/presidenta
y modista/modisto; originalmente, existían únicamente las primeras formas de
cada pareja y actualmente, sigue siendo válido su uso como comunes: el juez/la
56 ADOLFO CONSTENLA UMAÑA
1 “(What is in a name?) That which we call a rose / By any other name would smell as sweet.”
(Shakespeare, Romeo and Juliet, II, ii, 1-2).
58 MARIO PORTILLA CHAVES
2 Pasaje tomado la constitución Bolivariana de Venezuela, tomado por I. M. Roca y citado por I.
Bosque (2012:11).
62 MARIO PORTILLA CHAVES
Bibliografía
Bosque, Ignacio. 2012. “Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer”. Recuperado de internet: http://
www.rae.es/rae/gestores/gespub000040.nsf/(voanexos)/arch50C5BAE6B25C8BC8C12579B6007
55DB9/$FILE/Sexismo_linguistico_y_visibilidad_de_la_mujer.pdf.
Corbett, Grevillle. 1991. Gender. Cambridge: Cambridge University Press.
Dixon, Robert M. W. 1972. The Dyirbal language of North Queensland. Cambridge: Cambridge
University Press.
Sin otra luz y guía.
La oscurana de Rodrigo Soto
Flora Ovares
Orfandades
El narrador se refiere además a la orfandad de Sylvia, a los asuntos personales
de la mujer, su trabajo y sus desplazamientos. La preocupación por la orfandad
no es nueva en la novelística de Soto y este escritor la comparte con otros de su
generación, llamada a veces por lo crítica precisamente “generación de los huér-
fanos”, y que comprende a escritores nacidos entre 1950 y 1963.
Como ha indicado varias veces Margarita Rojas en sus estudios sobre este
grupo de escritores, en las novelas de Rodrigo Soto cobra importancia un espacio
citadino poblado de personajes caracterizados sobre todo por una condición, la
de huérfanos, y por una actividad propia que consiste en el recorrido por la urbe1.
La orfandad no es simplemente una situación casual experimentada por el
personaje: es sobre todo, una condición existencial profunda. En las novelas de
esta generación los personajes padecen y asumen su soledad; por otro lado, son
“huérfanos de padre” porque de su mundo han desaparecido los valores, la con-
fianza en un orden basado en la razón.
En este caso, el tema de la orfandad sustenta también otra breve trama de-
tectivesca relacionada con el padre de Sylvia: la relación de este con Marcial, una
sencilla pesquisa que la joven lleva adelante mientras investiga los asuntos relati-
vos a la industria turística; extrañamente, tiene que acaecer la muerte de Marcial
para que se solucione el enigma.
Ya nos es conocido también el deambular del personaje, señalado por Mar-
garita Rojas como otro rasgo de la narrativa de este grupo de escritores: Sylvia se
mueve continuamente entre su casa y la ciudad, y en ocasiones recorre la urbe. Es
importante, como siempre en Soto, la presencia del espacio citadino como un ám-
bito envolvente, lluvioso, oculto por la niebla, que acoge ese tránsito errabundo.
Escribir de noche
Sylvia había tratado infructuosamente de escribir el texto que le había sido
encargado, pero diferentes distracciones y actividades la apartaban de su deber.
De pronto, hacia la mitad de la novela, en el capítulo titulado “Nubarrones en el
paraíso”, una circunstancia específica le permite hacerlo.
El lugar donde escribe la joven, su apartamento, se localiza en lo alto respecto
a la ciudad de San José pero a medio camino entre ésta y las montañas, es una
especie de centro espacial. Aún más, este centro parece estar construido gracias
a la mirada de la protagonista, que constantemente mira desde el refugio de su
casa a la ciudad o la montaña, o bien se mueve en el carro o a pie desde su casa
hasta esos sitios.
2 Esa tensión temporal, el esfuerzo por anudar el ayer con el hoy, se mantiene a lo largo de toda la
novela y se refleja en un rasgo estilístico muy claro: la continua oscilación entre las formas verba-
les en presente, pasado y futuro.
LA ÚLTIMA AVENTURA DE BATMAN
(De la historia nacional
a la intimidad histórica) 1
Amalia Chaverri
manera en ese encuentro revive momentos cruciales de su vida: No entrés ahí. Vos
sabés que ahí está todo lo de tu papá y a tu mamá no le gusta verlo (…) Es mejor
que no sepas nada. A tu papá lo mataron y eso es todo lo que hay que saber. (…)
¿Quién es mi padre? (Cortés: 1999).
En Tanda de cuatro con Laura, Andrés regresa al cine Rex donde había
sido abandonado cuando niño. Simbólicamente un regreso a sus orígenes,
pues sus recuerdos y su memoria, comienzan a tomar forma a partir del mo-
mento en que fue abandonado en ese cine. Andrés nunca supo quiénes fuer-
on sus padres: ¿Cómo sería la cara de su padre, igual a la suya? se pregunta
en una ocasión. Y, luego el abandono: Quédese aquí, ahoritica vengo. Dijo
La Negra (…) Andrés la siguió hasta que la miró perderse entre las sombras.
Jamás volvió a verla (Cortés: 2002).
Las dos novelas, pero especialmente estos dos capítulos, aluden a la pres-
encia explícita o implícita de los siguientes condensados semánticos: orfandad/
abandono; paternidad/orfandad; madre/dolor/recuerdo; y el tema recurrente de
la soledad, el abrazo y el agua como recurso simbólico significativo.
Estos condensados semánticos resurgen, reelaborados y diseminados, en el
libro de cuentos, La última aventura de Batman 3 - holgadamente Premio Na-
cional de cuento 2010-, resurgen, reitero, ahora en forma explícita, siempre con
aditamentos simbólicos, y en microcosmos sociales reducidos como son: a) la in-
terioridad emocional individual; b) el núcleo familiar más íntimo: la madre, el hijo
y el padre asesinado; c) la familia extensa (tías y tíos), también el microcosmos de
la época colegial y de las relaciones de pareja.
El conjunto de cuentos está dividido en tres secciones tituladas, contundente-
mente: “Intimidades familiares”, “Amores imposibles” y “Destinos”. De ellas, las
dos primeras tienen cuatro cuentos cada una y la tercera tres, con un total de once
cuentos. Los títulos de las tres secciones dejan ver una aparente secuencia cro-
nológica que podría irse develando conforme se avanza en la lectura. Sin embargo,
para efectos de este trabajo y como propuesta de lectura, me he tomado la libertad
no solo de agruparlos de distinta manera sino de entreverar los contenidos.
El primer grupo –en mi ordenamiento- son los cuentos que tienen fuertes
rasgos biográficos: tres de la primera parte, dos de la segunda y dos de la tercera;
es decir, siete de los once. Otro modelo son dos historias de tema amoroso; y, una
tercera modalidad conformada por dos cuentos de temas menos ubicables dentro
de mi propuesta de grupos.
La última aventura de Batman, a diferencia de lo que sucede en Cruz de
olvido en la cual los referentes fueron los hechos históricos, los referentes son
los recuerdos dolorosos, las intensas vivencias, las imágenes imborrables, los
3 Todas las citas que sobre este libro de cuentos aparecen en esta presentación pertenecen a la 1ª
edición, de Uruk Editores, 2010, citada en la bibliografía.
LA ÚLTIMA AVENTURA DE BATMAN 71
1. Retrospectiva biográfica
En el capítulo “Marzo se me hace siempre tan largo” de Cruz de olvido,
encontramos esta pregunta: ¿Por qué había vuelto yo al lugar remoto de mis
sentimientos más encontrados? Estábamos, sin saberlo en ese momento, ante el
anuncio del tema esencial de esta colección de cuentos: un regreso al recuerdo,
a la memoria, a la búsqueda de los orígenes, donde la anamnesis cobra vida al
amparo de los condensados semánticos orfandad/abandono /dolor materno; y
también sobre los símbolos del agua y del abrazo, tal y como ya lo mencionamos.
Reelaboro, según mi criterio, la coherencia interna de los momentos climáti-
cos de lo que considero una retrospectiva biográfica, la cual avalo, entre otras
variables, con la presencia en el texto de los nombres verdaderos de algunos de
los “personajes”.
Parto de la materialidad textual que como tal, y en tanto referido, habla
por sí sola:
4 Como los contenidos de los cuentos están entreverados, y no en el orden original, es que se
menciona el título al cual pertenece la cita.
LA ÚLTIMA AVENTURA DE BATMAN 73
a) La soledad y el abrazo
Dice uno de los cuento: No había nada que yo pudiera hacer salvo salvarme
solo. Estaba solo, absolutamente solo, y solo podía contar conmigo mismo. Ante
esta soledad existencial, los personajes, para atenuarla, se sienten impelidos a
abrazarse a sí mismos. Primero fue en Cruz de olvido, cuando Martín se abraza a
LA ÚLTIMA AVENTURA DE BATMAN 75
b) El agua
Si hay un símbolo elocuente es el agua. En el capítulo “Marzo se me hace siem-
pre tan largo”, al que siempre regreso, dice el personaje: La lluvia volvió a arreciar
y el agua me llegó hasta el pecho. El caos que encuentra es como el diluvio universal.
En La última aventura de Batman, cuando el personaje/escritor anuncia que va a
la Biblioteca, recuerda que: Era finales de setiembre y llovía. Aún sigue lloviendo.
Cuando llega el momento de ver los detalles sobre la verdad: Tomé entre las manos
el tomo empastado y me fui temblando hasta una mesa donde me cogió la luz de la
tarde. Llovía. Aun sigue lloviendo. Otros ejemplos en otros cuentos son: en medio
del mar de nostalgia en el que trataba de no naufragar (…) Cuando debe iniciar su
nueva vida dice: El cielo estaba encapotado y triste cuando comenzó mi nueva vida.
Finalmente, está el cuento “La breve guerra civil del camarada Mora”, cuya
matriz es una anécdota sucedida a don Manuel Mora, pero que está asumida en
el acervo cultural de Carlos Cortés.
Bibliografía
Chaverri, Amalia. “Cruz de Olvido. La (in)fidelidad de la ficción”. San José: La Nación. Suplemento
Cultural Ancora, 1999.
-- “Tanda de sueños, visiones y ficciones” Revista Virtual ISTMO No. 5. Página electrónica de la re-
vista: www. denison.edu/collaborations/istmo.
“Cinco preguntas al escritor”. Entrevista realizada vía e mail, 8 de agosto de 1999.
Cirlot, Juan-Eduardo. Diccionario de Símbolos. Barcelona: Editorial Labor, 1991.
Cortés, Carlos. Cruz de Olvido. México: Editorial Alfaguara, 1999.
-- Tanda de cuatro con Laura. Bogotá: Editorial Alfaguara, 2002.
-- La última aventura de Batman. San José: Editorial Uruk, 2010
Genette, Gerard. Seuils. París: Editions su Seuil, 1987.
Jitrik, Noé. Historia e Imaginación Literaria. Las posibilidades de un género. Buenos Aires: Editorial
Biblios, 1995.
Universidad Latina. “Entrevista realizada al escritor”. 6 de Agosto, 1999.
Este boletín se terminó de imprimir en la Sección
de Impresión del SIEDIN, en julio 2014.