70 Recetas para Adquirir Una Gran Personalidad Eliecer Salesman

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P.

Eliécer Sálesman

Setenta recetas para adquirir una


gran personalidad
Extracto del libro Secretos para triunfar en la vida
Contenido
1 ............................................................................................................................................... 4
SETENTA RECETAS .................................................................................................................... 4
PARA ADQUIRIR UNA GRAN PERSONALIDAD ........................................................................... 4
Y TRIUNFAR EN LA VIDA ........................................................................................................... 4
2 ............................................................................................................................................. 61
LA CARTA A GARCIA ............................................................................................................... 61
3 ............................................................................................................................................. 70
COMO ADQUIRIR UNA MENTALIDAD POSITIVA ..................................................................... 70

SETENTA RECETAS

PARA ADQUIRIR UNA GRAN PERSONALIDAD

Y TRIUNFAR EN LA VIDA

Basado en “La magia de pensar en grande”, de David Schwartz

1. CREA QUE USTED PUEDE TENER ÉXITO. Y LO TENDRÁ. (Éxito


es sentirse realizado y poder hacer muchas cosas a favor de los
demás).

2. CREA, LA BIBLIA DICE QUE LA FE PUEDE MOVER MONTAÑAS.


Crea y usted moverá montañas de temores, frustraciones,
preocupaciones y fracasos y las arrojará al mar de la
tranquilidad.

3. QUIENES CREEN QUE PUEDEN MOVER LAS MONTAÑAS, LO


HACEN. Los que creen que no pueden, no pueden. Poca gente
cree que puede mover montañas y por eso poca gente lo logra.
Usted puede obtener el éxito creyendo que lo va a obtener. "Si
cree todo es posible para usted", dijo Cristo (Marcos 9,23).

4. LA ACTITUD POSITIVA TRABAJA A FAVOR DEL ÉXITO. Actitud


positiva es creer. "Sí puedo triunfar. Los éxitos también se
hicieron para mí. Yo fui creado para triunfar y no para fracasar".
Tener actitud positiva produce energías y habilidades para
triunfar.

5. SI USTED CREE QUE LE ES IMPOSIBLE SUBIR A LO ALTO: NO


ENCONTRARÁ LOS ESCALONES PARA SUBIR. Piense en el éxito y
triunfará. Piense en el fracaso y fracasará.

6. EL CÓMO HACERLO SIEMPRE LLEGA A LAS PERSONAS QUE


CREEN QUE SÍ PUEDEN TRIUNFAR. La seguridad de que sí vamos
a obtener el éxito nos lleva a buscar y encontrar los medios para
obtenerlo. Y obtiene que personas importantes nos ayuden con
su confianza.

7. LA MAYORÍA DE LA GENTE NO CREE CON FIRMEZA DE QUE


VA A TRIUNFAR EN LA VIDA, y por eso no alcanza objetivos. Para
vencer es necesario tener convicción.

8. LA CREENCIA EN QUE SE CONSIGUIRÁN GRANDES


RESULTADOS ES LO QUE HA CONSEGUIDO LOS GRANDES
INVENTOS, los libros famosos, los grandes negocios, los
apostolados formidables y los éxitos políticos.

9. CREA QUE ALCANZARÁ ÉXITOS Y LOS TENDRÁ. CREA EN EL


FRACASO Y FRACASARÁ. Charlando con personas fracasadas se
les oye decir: "Yo sabía que eso no iba a dar resultado". La
actitud: "no creo que resulte” produce fracasos.

10. EL NO CREER EN EL ÉXITO ES UN PODER NEGATIVO. Cuando


la mente duda y no cree que podemos triunfar, esto atrae
razones para apoyar el fracaso. El no desear realmente el éxito
es la causa de muchísimos fracasos.

11. LOS QUE HAN TRIUNFADO NO ERAN SUPERINTELIGENTES,


ni "super cualquier cosa más", sino superconfiados en sí mismos
o en ayuda de Dios. Creyeron que podían obtener lo mejor, y lo
obtuvieron. "Dichoso el que confía en Dios, será fuerte como
una montaña".

12. ES BUENO ADMIRAR A LOS QUE HAN TRIUNFADO, PERO NO


HAY QUE RENDIRLES CULTO COMO SI FUERAN PERSONAS
DISTINTAS A NOSOTROS. Usted también puede obtener triunfos
como ellos. Ellos creyeron que podían obtener lo mejor, y lo
obtuvieron. Observe las actitudes de las personalidades
triunfadoras: son actitudes positivas, creyeron que el éxito era
posible y fue posible. En eso es en lo que sí son superiores a
nosotros, pues tuvieron fe en el éxito, y la fe les trajo el triunfo.
Jesús decía: "Según sea tu fe, así serán las cosas que te
sucederán" (Mateo 8, 8). Esto lo decía de la fe en Él, pero se
cumple muy bien siempre que se habla de la fe.

13. LOS QUE CREEN QUE VALEN POCO, OBTIENEN POCO. LOS
QUE CREEN QUE NO PUEDEN HACER GRANDES COSAS, NO LAS
HACEN. La creencia en el éxito es el termómetro que marca los
triunfos que vamos a conseguir.

Observe a los mediocres: el termómetro de su propia esperanza


de triunfar está siempre en cero. Esa falta de creencia en el éxito
se refleja en sus palabras, en sus obras y en sus fracasos. A estos
desconfiados sí que había que repetirles la frase que dijo el
Señor cuando Pedro se hundía entre las olas: "¿Por qué dudaste
hombre de poca fe?" (Mateo 14, 31).

14. LOS QUE CREEN QUE PUEDEN HACER GRANDES COSAS, LAS
HACEN. Examinemos la vida de las personas que van avanzando
en progreso. Tienen pensamientos positivos. Están seguros de un
porvenir triunfante. Creen que el buen Dios los trajo al mundo
para que participen de sus propios triunfos, y no para ser unos
fracasados.

15. UNA PERSONA ES EL PRODUCTO DE SUS PROPIOS


PENSAMIENTOS. Si sube el termómetro de sus esperanzas,
subirá la cantidad de sus triunfos.
16. HAY QUE HACER QUE LA MENTE TRABAJE A FAVOR Y NO EN
CONTRA NUESTRA. Me comparé, dice uno con los que triunfaron
y me di cuenta de que no eran más superdotados que yo.
Entonces ¿por qué obtuvieron los triunfos que yo no he
alcanzado?

Porque pusieron su mente a trabajar en su favor, y ella les


produjo iniciativas, anhelos de triunfo, seguridad de conseguir
sus metas. Yo, en cambio, tenía mi mente ocupada en llevarme
hacia el abismo con sus pensamientos negativos, llenos de
pesimismo y desesperanza.

17. CREA EN USTED Y EN EL PODER DE DIOS Y LAS COSAS


BUENAS IRÁN SUCEDIENDO.

Haga un simple experimento. Consiga un evangelio y señale allí


las promesas hechas por Dios a los que creen en su poder y en su
bondad. Se quedará boquiabierto al saber de las maravillas que
están hechas para usted pero que no ha conseguido por una sola
y única razón: no has creído en el inmenso poder de su Padre,
Dios.

18. LA MENTE ES UNA FÁBRICA DE PENSAMIENTOS. Pero tiene


DOS JEFES: el señor TRIUNFO y el señor Derrota. El señor triunfo
fabrica pensamientos positivos: razones para convencerlo a
usted de que su vida tiene por fin el obtener éxitos a montones.
Y el señor derrota fabrica pensamientos negativos. Se especializó
en decirle a usted las razones por las cuales todo le va a resultar
mal. Triunfo y derrota son muy obedientes. Usted llama al señor
derrota y éste le dice: "Este es un día malo, usted está de mala
suerte, la gente tiene mala voluntad contra usted, etc.…”, y como
el señor derrota es tremendamente eficaz, lo convencerá a base
de pensamientos negativos, de que usted fracasará, porque ya
fracasó otras veces... Que la gente dice de usted... que usted no
sirve para esto...

Pero si usted llama al señor triunfo, él también empieza a


producir pensamientos positivos: "Este es un día estupendo. La
salud anda bien. La gente tiene muy buena voluntad...” etc.
Usted le dice: “Me encuentro en una situación difícil, señor
cajero de mis pensamientos, ¿qué me aconseja?” Y el señor
triunfo le dice: "Recuerde que otras veces ya triunfó..., que la
gente tiene confianza en usted..., que hay muchos que hablan
bien de sus buenas cualidades”, etc.

Ahora bien: ¿Para que llama usted al cajero derrota, si él, solo le
tiene pensamientos tristes? La única SOLUCIÓN ACERTADA ES
DESPEDIR AL SEÑOR DERROTA. Usted no lo necesita. Él no le
puede ayudar en nada. Échelo a la calle. Y emplee al señor
Triunfo. Él le tiene toda una colección de pensamientos
optimistas en un depósito de la mente. Utilice los consejos del
señor Triunfo hora por hora y minuto por minuto. Esto le hará
gran bien.

19. HOY APARECEN EN EL MUNDO MÁS DE UN MILLÓN DE


PROBABILIDADES PARA LA GENTE QUE DESEA TRIUNFAR. SEA
USTED UNO DE ELLOS. No sea de esos que gantean por la vida
creyendo que nada pueden obtener. Sea de los que creen que
Dios preparó triunfos para ellos. El primer paso que no puede
ser evitado para poder triunfar es: crea en la ayuda de Dios. Crea
en usted mismo y triunfará. "Si Dios está con nosotros, quien
podrá contra nosotros" (San Pablo)
20. TRES MEDIOS PARA OBTENER EL PODER DE LA CREENCIA EL
TRIUNFO:

SIEMPRE PIENSE EN EL ÉXITO, NUNCA EN EL FRACASO. Cuando


se le presente una situación difícil, jamás piense:
"Probablemente perderé".

Diga más bien: "Venceré". Cuando alguien triunfa nunca piense:


"Soy un descalificado. Yo no lograré lo que él obtuvo". Piense
más bien: "Yo también tengo probabilidades, yo también
puedo". AL PENSAR EN PROBABLES ÉXITOS, SU MENTE CREA
PLANES QUE LOS PRODUCE; pero si imagina el fracaso, su mente
produce pensamientos que lo atraen.

RECUERDE QUE USTED ES MEJOR QUE LO QUE CREE SER. Los


afortunados no son superhombres. El éxito no exige tener una
superinteligencia. Las personas exitosas son por lo general
personas ordinarias, pero que han desarrollado la creencia que si
pueden triunfar y creen en el buen resultado de lo que hacen.

NUNCA SE VENDA USTED BARATO. NUNCA SE VENDA A BAJO


PRECIO. Usted vale mucho más de lo que se imagina.

CREA EN GRANDE: Si piensa en metas reducidas, obtendrá


realizaciones mínimas. Si se propone metas grandes, obtendrá
éxitos grandes.
21. INVIERTA EN SÍ MISMO. El mejor modo de gastar es ahorrar.
Invierta en educación, en instruirse cada día un poco más, en
conseguir ideas nuevas, en presentarse mejor. En planear lo que
hace. Dedique un rato de cada día para formarse: leyendo,
meditando, consultando, examinando las razones de sus
fracasos, los planes para triunfar, el cómo tratar mejor a los
demás, etc. Ese rato puede ser su mejor inversión para el futuro.

22. CURESE DE LAS EXCUSITIS. La gente fracasada sufre de una


enfermedad: de pensamiento apagado, excusitis. Cuanto más
afortunada es una persona, menos excusas busca para decir que
el fracaso es muy probable.

Las personas mediocres buscan muchas razones para excusarse


por lo que hacen. Las personas prósperas echan fuera las excusas
que les podrían invitar a no actuar. Beethoven habría podido
excusarse en su sordera para no componer música. Milton
habría podido excusarse en su ceguera para no escribir poesías.
Marco Fidel Suárez habría podido excusarse en su total pobreza
y abandono (hijo de una lavandera pobre) para no aspirar a ser
presidente de la república. Bolívar habría podido excusarse en
sus 17 primeras derrotas, para no aspirar a ser el Libertador de
América. Pero no admitieron excusas. Creyeron que era posible
obtener el éxito y lo obtuvieron.
La excusitis es una enfermedad que se agrava si no se ataca. Al
principio la víctima de la excusitis se da cuenta de que la "excusa
que le mueve a no hacer nada para conseguir el éxito, es una
mentira. Pero como los pensamientos fortalecen más y más a
medida que se ven fertilizados por la repetición, la pobre
persona llega al fin a convencerse de que sí en verdad esa excusa
es la razón de sus fracasos. Y acepta como verdad esa gran
falsedad. Por eso, procedimiento número uno: Vacúnese contra
la excusitis, enfermedad de los fracasos.

23. HAY MUCHAS EXCUSAS. PERO LAS PRINCIPALES SON


CUATRO:

1. MI SALUD NO ES BUENA. Es la razón para que muchas


personas no hagan lo que les iba a traer los éxitos que
necesitan. Piense en las personalidades que podían usar
estas excusas para no actuar y no las usan. San Pablo
sufría de paludismo y nadie lo detenía en sus grandes
actividades por extender la religión. Pasteur tenía medio
lado casi paralizado y no descansó un momento hasta
lograr descubrir las vacunas. San Juan Bosco sufría dolores
continuos de cabeza, muelas y sus piernas se hinchaban y
así fundó 40 colegios. Roosevelt tenía poliomielitis y
gobernó los Estados Unidos. Los médicos dicen: "El tipo
perfecto de salud completa, no existe. Cada uno falla en
algo". “Las personas con éxito no se rinden ante estas
fallas”.
La Haye escribió uno de los más provechosos y hermosos
libros: "Cómo alejar la depresión". Se lo recomendamos.
Hace mucho bien su lectura, más que tomarse un
tratamiento de vitaminas. Y allí dice: “Tres de cada cuatro
camas en el hospital están ocupadas por personas que
padecen IEACE: Inclinación Emocional A Creerse Enfermas.
No estarían en el hospital si se hubieran acostumbrado a
no hacer caso a la excusa de la mala salud.
Amigo: Usted no vive para estar enfermo. Diga como
aquel optimista: "Me propongo vivir hasta que me muera.
No voy a permitir que la vida y la muerte se mezclen en mí.
Mientras viva en esta tierra no me voy a creer muerto". O
como aquel mutilado, que perdió un brazo en la guerra:
"Mas vale tener un solo brazo y vivir contento, que tener
dos brazos y vivir siempre triste".
¡PIÉNSELO USTED UN LARGO RATO!
VACUNAS CONTRA LA EXCUSITIS DE LA SALUD:
1. Nunca hable de la mala salud. Es una mala costumbre.
Mientras más hable de sus achaques, más se le agravan.
Y eso aburre a la gente, le hace parecer como centrado
en sí mismo. Como un niño viejo. Captará un poquito de
compasión, pero ninguna admiración. La próxima vez
cuando le pregunten: ¿Cómo está?, responda alegre:
"Muy bien, gracias a Dios". Eso le hará sentirse más
sano y su pensamiento alegre le fortifica.
2. Agradezca a Dios esa buena salud que usted tiene.
No deje empiece apreciarla cuando ya la haya perdido.
Muchos bienes dejaron de recibirse porque no se le
agradecieron al buen Dios. "Me sentía triste, decía uno,
por mis zapatos rotos, hasta que vi uno sonriendo y ese
no tenía pies". Mejor que quejarse de lo que a su salud le
falta, es vivir agradecido de la salud que se tiene.
Agradecer a Dios lo que él le ha dado, es una vacuna
contra nuevas enfermedades. Piense en el valor inmenso
de esos ojos, oídos, pies, cerebro y corazón que usted
tiene y alabará al cielo por los tesoros que le ha regalado

24. LA EXCUSITIS DE LA FALTA DE INTELIGENCIA: "Yo no soy tan


inteligente, por eso no puedo obedecer esos triunfos".

Esta excusa la decimos en silencio. Casi nunca en público. Pero la


aceptamos. Creemos en este mal, por dos razones:

1. Subestimamos nuestro propio poder cerebral.


2. Sobrestimamos el poder cerebral de los que si triunfan.
Nos vendemos a muy bajo precio. Renunciamos a
emprender obras importantes porque "eso requiere un
poderoso cerebro", y viene luego otro, que no es más
inteligencia que nosotros, pero que, si se atreve, que no
tiene ese miedo y hace esas obras y triunfa. Lo que
importa no es cuanta inteligencia tiene usted, si no
como la emplea. Ojalá vuelva a leer esta frase tan
importante.

El sabio Teller decía: "Lo importante para triunfar en el


estudio no es tener supermemoria o superinteligencia, si
no tener un gran interés y entusiasmo para el estudio".
Interés y entusiasmo. ¡Recuérdelo, amigo!

Trabajar, proyectar, perseverar, sin desanimar trae más


premio que tener una poderosa inteligencia, pero no
atreverse a actuar porque LA CONSTANCIA ES EL 95% DE
LO QUE DESPUÉS SE LLAMA HABILIDAD.

No sea usted uno de esos suicidas que gastan todo su


poder cerebral en averiguar: "porqué y como se puede
fracasar".

Tiene la misma inteligencia que los demás, pero no se


atreven a hacer uso de ella.

Uno no es más porque es más inteligente, sino porque


hace trabajar más la inteligencia que tiene.

REMEDIOS. nunca crea que usted vale poco. Nunca crea


que los demás valen mucho más que usted. Eso es
mentira. Cuando usted vea a alguien que triunfa, piense
enseguida: "El vale mucho. Eso es verdad. Pero yo no valgo
menos que él. ¡Bendito sea Dios!

25. LA EXCUSITIS DE LA EDAD.

Piense usted solamente tiene la edad que cree tener. Algunos


creen que pasados los 60 o 70 años ya se acaba la edad de los
triunfos. Olvidan que la vejez verdadera no empieza antes de los
80.

Hoy la psicología divide la vida humana así: niñez: hasta los 12;
juventud: hasta los 25; edad adulta de 25 a 50 y edad madura
(madurez, lo mejor de la vida), desde los 50 a los 75.

Recuerde: Usted solo tiene la edad que cree tener. Créase joven
y se sentirá joven. Solamente será demasiado tarde cuando
usted piense que ya es demasiado tarde para dedicarse a actuar.

26. EXCUSITIS DE LA SUERTE.

Fulano sí triunfó porque tuvo suerte, en cambio yo...

Suerte no es, en el mayor número de los casos, sino trabajo


cuidadosamente planeado y pacientemente ejecutado.

Esa es la "suerte" que ha hecho triunfar al Vaticano, a la General


Motors, a Microsoft, y a esas grandes compañías que usted
conoce.
No busque usted suerte en los que triunfan. Busque las causas
que han producido ese buen efecto: preparación, planeación,
optimismo, lucha.

Tuvieron contrariedades, pero no hicieron como el fracasado que


desiste ante la dificultad. Ellos la aprovecharon para aprender y
no se desanimaron, ni desistieron.

27. NO SUEÑE EN ÉXITOS CONSEGUIDOS SIN ESFUERZO. El éxito


llega haciendo cosas. Desarrollando aquellas cualidades que dios
nos dio. No basta con desear triunfar.

Hay que hacer todo lo posible por conseguirlo. "Un hombre no


es más que otro, si no hace más que otro" (Cervantes).

28. DESTRUYA EL MIEDO. El temor es el enemigo número uno de


su éxito. Le impide aprovechar las oportunidades de triunfar. El
miedo causa enfermedades e impide hacer aquello que iba a
obtener el triunfo.

Al miedo lo destruye la confianza. Y toda confianza es adquirida.


Nadie nace con confianza haciendo cosas contra lo que usted
teme.

David venció a Goliat porque tuvo confianza en sí mismo y en la


ayuda de Dios

29. LA ACCIÓN CURA EL MIEDO. La indecisión y el aplazamiento


lo hacen crecer. Anote esto en sus apuntes: la acción cura el
miedo. Hable con esa persona que usted teme tratar. Verá que
es menos difícil de lo que usted imaginaba.

¿Tiene temor por su apariencia? Vístase mejor.

¿Temor a un examen? Gaste en estudiar el tiempo que gasta en


inquietarse.

¿Temor a cosas que no están bajo su control? Desyerbe el jardín,


vaya al cine, juegue con los niños.

¿Temor a la gente? Recuerde que, aunque los demás valen


mucho usted no vale menos que ninguno de ellos.

30. DEPOSITE PENSAMIENTOS POSITIVOS EN EL BANCO DE SU


MEMORIA. Todo el mundo tropieza con situaciones colmadas de
estorbo y desalientos. Pero las personas negativas piensan en
eso al levantarse, al acostarse y a todas horas. Ponen su
habitación mental en ese nido de hormigas que se llaman: los
pensamientos tristes y negativos. Eso es como echarle arena al
carburador de tu carro. ¿Cómo quiere marchar bien? Los
pensamientos y recuerdos negativos producen un desgaste
innecesario, dañan su motor mental y le traen complejo de
inferioridad y frustración. En cambio, las personas positivas
buscan a cada momento, pensamientos que les devuelva la
confianza y procuran recordar solamente experiencias
placenteras y buenas. Esto les aumenta la salud de su cuerpo y
les llena de ánimo y alegría.

31. CUENTE LAS BENDICIONES QUE HA RECIBIDO DE DIOS. Este


es un método que ha sacado del pesimismo a millones de
personas. La fórmula milagrosa es ésta: "Escriba 20 razones que
usted tiene para dar gracias a Dios". ¡Verá! ¡Se quedará
maravillado! Usted ha recibido tantos dones, que el vivir
desanimado es una mentirosa ingratitud. Pase revisto a los
motivos que tiene para vivir contento. Recuerde sus pequeñas
victorias. Sea agradecido con su Creador. "Cada día escriba tres
razones que tenía para ser feliz", le dije a una persona y cambió
totalmente de vida.

32. NO FABRIQUE UN MUSEO DE HORROR PARA VIVIR EN ÉL.


Hay personas que se van fabricando un museo de espantos y allí
ponen la habitación de su mente. Recuerdan todo lo ingrato,
todo lo molesto y van repitiendo en su memoria hasta
convertirlos en monstruos que los tiranizan. Y la mayor de las
veces esos recuerdos son cosas que no son tan graves como las
imaginamos. Un médico decía: "No habría necesidad de médico
para la salud mental si la gente atendiera a este consejo:
destruya los pensamientos, recuerdos tristes y negativos, antes
de que ellos se conviertan en monstruos mentales".
33. NO DEDIQUE SU CEREBRO A BUSCAR MEDIOS DE
HUMILLARSE, de castigarse, de disminuirse ante usted mismo.
Eso es matarse a sí mismo. Se escandaliza de que en el mundo
cada año un millón de personas trata de suicidarse y 300.000 lo
logran ¿Cómo? Mirando con pesimismo todo lo que hacen y todo
lo que son. Colocan un lente oscuro ante sus ojos y todo lo ven
negro. Pero ¿Cómo es que está creyendo que usted no vale
nada, no sirve para nada, no es nada, ¡Estoy hablando con usted,
sí! ¿Fue hecho a imagen y semejanza de Dios?
CUIDADO: Usted puede llegar a ser lo que piensa que es. Como
usted piensa, así actuará. Si continuamente se da palizas
mentales, diciendo: ¡No valgo para nada! ¿Qué éxitos puede
esperar?

34. REDACTE CADA DÍA SU PROPIO COMERCIAL, o sea: ¿Qué


hice de bueno? ¿Qué me sucedió de agradable? ¿Qué buenas
cualidades tuve hoy? El trabajo que estoy haciendo vale la pena.
Trabajo con ánimo. No estoy el tiempo. ¡Tengo un futuro
animador! ¡Creo en la felicidad! Hablaré de la felicidad. Creo en
el progreso. Soy un tipo de buenas ideas: ¡Pues a cultivarlas y
llevarlas a la práctica!

T. Smith decía: "Antes de fabricarme mis propios comerciales


para venderme caro a mí mismo, yo me creía inferior a todos y
viví triste. Ahora creo que valgo algo, que soy capaz de algo, que
puedo vencer y venceré. Ahora soy mucho más feliz.”

Seleccione las cualidades que usted tiene, los triunfos que ha


obtenido. Recuérdelos. ¡Eso le hace provecho! La Coca Cola la
venden porque cada día le hacen más avisos comerciales. Si
dejan de hacerle propaganda no se vende. Así usted si deja de
recordar los valores que tiene, será un Don nadie. Volviendo
positivo su pensamiento, volverá positiva su vida. Pregunte a las
personas que tienen éxito y verá que ellos se venden así mismos
a alto precio. Piensan bien de sí mismos.

35. HÁGASE ESTAS PREGUNTAS:

1. En una preocupación: ¿Se preocupará por esto una persona


importante? ¿Perdería el ánimo por esto?
2. Mi lenguaje: ¿Es el de una persona de éxito?
3. Mis conversaciones: ¿Es la de una persona de importancia?
4. Cuando pierdo mi sangre fría: ¿Se pondría furiosa una
persona importante por esto que a mí me enfada tanto?
5. Mis bromas: ¿Son las de una persona de importancia?
6. Mi apariencia: ¿Es la de alguien que se cree importante?

36. LA PERSONA IMPORTANTE NO SE PREGUNTA: "¿PUEDO


HACERLO MEJOR?, porque sabe que sí puedo hacerlo mejor. Lo
que se pregunta es: "¿Cómo hacer mejor lo que hago?". Que tal
que la Ford, la Nissan, etc., dijeran; " Ya los carros que
produjimos son perfectos. El año entrante no habrá cambios".
Hasta las momias de los museos fruncirían las cejas de
descontento. "Puedo hacerlo mejor", es una frase que obra
magia. Cuando usted se pregunta “¿Cómo hacer mejor lo que
hago?", Su poder creativo se conecta son su inteligencia y los
medios de hacer mejor las cosas van surgiendo como por
encanto. Esta es una poderosa receta: ¡Usted puede hacerlo
mejor!

37. LOS LIDERES GASTAN MUCHO MÁS TIEMPO PIDIENDO


CONSEJOS QUE REPARTIENDO CONSEJOS. Cuando más valiosa
es una persona, más apta es para estimular a los demás a hablar.
Cuando más egocéntrica es, más dedica a sermonear a todos.

El líder es una fábrica humana de decisiones. Pero para


fabricarlas debe conseguirse los materiales consultando,
recibiendo sugestiones. Las soluciones no llegan hechas, pero se
van formando al consultar a los que saben.

Escuchar a la gente para obtener éxitos. No aprendemos nada


hablando. Pero no hay límite para lo que podemos aprender
preguntando y escuchando. ESTIMULE A OTROS PARA QUE
HABLEN. "Hablemos de su experiencia... ¿Qué debería hacerse
en este caso?"

No hay medio más seguro para que la gente guste de usted como
darle le facilidad de hablar.

No sea dogmático. Nunca diga: "Segurísimo, sin duda, esto es así,


crean o no crean...". Eso no le gusta a nadie. Diga más bien: ¿Qué
opinan de esto?". Pida pareceres y terminará usted pensando
mejor.

Pasteur decía: "Si no me hubiera reunido con otras personas


para preguntarles qué opinaban ellos, nunca habría hecho los
inventos que he logrado, ni se me hubieran ocurrido las ideas por
las cuales ahora todos me felicitan".

La mente que se alimenta solamente de lo que ella produce, se


halla muy pronto totalmente destruida.

Carnegie mandó poner sobre su tumba este epitafio: "Aquí yace


uno que triunfó porque supo rodearse de hombres más
inteligentes que él".

38. ELIMINE TRES FRASES DE SU PENSAMIENTO Y DE SU


VOCABULARIO. "Imposible". "No dará resultado". "No puede
hacerse", y reemplazarlas por: "Puedo hacerlo mejor". "Cómo
hacerlo mejor". "Todo lo puedo en cristo que me fortalece". (RM
8). Y verá que las soluciones van llegando.

39. "ENCOMIENDE A DIOS SUS PROYECTOS Y SE LE CUMPLIRAN


BUENOS DESEOS". (Salmo 54). "Si alguno carece de sabiduría
que la pida a Dios, y él se la dará", dice el Apóstol Santiago. Esto
lo han comprobado millones de personas, desde el Rey Salomón
que le pidió al altísimo que lo iluminara para llegar a ser un gran
gobernante, y lo obtuvo, hasta el negociante de nuestros días
que antes de hacer un negocio pide luces a Dios y consigue
"chisgas" y se libra de errores fatales para su comercio. Para los
momentos de angustia, el rey David dejó este mensaje: "Si el
afligido invoca al Señor ,Él lo escuchará y lo ayudará a superar
sus angustias" (Salmo 33).

40. LEA ESTO POR LO MENOS CINCO VECES: "Una persona que
piense que su trabajo es importante, lo hará mejor".

Haga un comercial acerca de lo importante que es el trabajo que


usted hace. Los que no saben se reirán de esto. Pero los que
conocen la magia de pensar en grande, saben que esto es un
secreto para ser feliz y triunfar.

Tenga cuidado con la gente que es negativa: que vive diciendo


que no vale la pena dedicarse a este trabajo. La amistad con
personas que creen que el triunfo no es posible es peligrosa.

Sus consejos son veneno. Lo que usted hace si vale la pena, y si le


puede traer éxitos. ¡Ya lo vera!

41. EL OBSTÁCULO NUMERO UNO ES: Pensar que los triunfos


están muy lejos, más allá de nuestro alcance. Hay una frase
desastrosa. Dice así: "No haga la prueba porque es imposible".
Esta frase paraliza.

42. HAY TRES CLASES DE GENTES: Primer Grupo: 3ª Clase, los


mediocres que creyeron que ellos no eran buenos para grandes
cosas y se quedaron en la mediocridad. Segundo Grupo: 2ª Clase,
los que, si se esfuerzan, planean y trabajan, pero luego se
convencen de que "obtener el éxito ya es imposible" y se quedan
ahí a mitad del camino.

Tercer Grupo: 1ª Clase, los que nunca se rinden, no dejan que el


pesimismo les dicte lecciones. No creen que la rendición es el
camino mejor. Viven y respiran éxitos. Miran adelante, y
exclaman con San Pablo "Si Dios está con nosotros, quién podrá
contra nosotros".

¿No es cierto que usted desea pertenecer al tercer grupo, a la


primera clase? ¡Piense positivamente y lo va a obtener!

Un niño dice a un fracasado: "Yo quiero ser un gran hombre", y


el otro se sonríe de lástima. Pero dígalo a un gran jefe de
empresa, y él se sonreirá de alegría, porque sabe que sí es
posible.

43. EL NEGATIVO POSEE CEREBRO PARA SER CINCO VECES MÁS


DE LO QUE ES, Pero sus ideas negativas lo tienen amarrado a su
mediocridad.

No deje usted que las ideas de miedo, de pesimismo, destruyan


sus planes. El oficio de esas ideas es impedir que usted progrese.
Las ideas negativas y tristes son falsas. No consulte a los
pesimistas. ¡Puede ser fatal!
44. USE EL PODER SUPREMO DE PENSAR. El silencio, la soledad,
producen resultados. Use el silencio y la soledad para liberar el
poder creativo. Úselos para encontrar soluciones. Dedique todos
los días un poco de tiempo sólo para pensar, para hablar con
usted mismo. Los grandes jefes están sumamente ocupados,
pero dedican horas y horas en la soledad, sólo a pensar.
Jesucristo, Moisés, Mahoma, Buda, Confucio, San Agustín,
Napoleón y Bolívar, dedicaban horas y horas a la soledad, a
pensar. San Juan de la cruz, Cervantes y tantos otros hombres
famosos descubrieron sus célebres ideas en la soledad de una
cárcel. Roosevelt descubrió sus inventos políticos en la paz de
una clínica casi paralizado. Si no hay silencio y soledad para
pensar, se produce un apagón en la mente.
No sea usted un "Señor: No puedo estar solo". Recuerde que los
grandes desarrollaron un superpoder en el silencio. Todo el que
dedica horas a la soledad descubre nuevas ideas y se conoce
mejor a sí mismo. Dedique unas horas a pensar y verá que se
despeja el horizonte. Y el subconsciente se conectará con su
memoria y descubrirá el paso importante que tiene que dar.
RECUERDE: El PRINCIPAL OFICIO DEL LÍDER ES PENSAR. La mejor
preparación para llegar a ser líder es dedicar horas y horas a
pensar, a buscar soluciones. ¡La mente se las va a dar!

45. HAY MAGIA EN EL PENSAR EN GRANDE. Cuidado: que sus


pensamientos no se vuelvan pequeños al chocar con dificultades.
Si se achican, usted pierde.

Cuando la gente criticona quiera echarle a usted hacia abajo,


piense en grande.

Si usted piensa que es de segunda clase, lo es. Si usted piensa


que está enfermo, lo está de verdad.

Piense en grande, lo bastante para no desanimarse.

Venza la tensión natural a venderse a bajo precio.

46. CUIDADO CON UN PENSAMIENTO VENENO. Se llama:


"chisme".

La conversación "chisme" es cero positiva y cien por ciento


negativa. Pregúntese:
1. ¿Esparzo rumores acerca de otra gente?
2. ¿Tengo siempre cosas buenas que dedicar de los demás?
(De los demás se habla bien o no se habla)
3. ¿Juzgo a los demás solamente a base de hechos que me
constan, o creo cualquier rumor que andan repartiendo?
4. ¿Mantengo las confidencias que me hacen? ¿O soy de los
que no saben guardar un secreto? (¡Que temibles son
éstos!).
5. ¿Me siento culpable de haber dicho algo en contra de
otros? (La fama es lo más sagrado de una persona).

Cristo dijo: "De toda palabra dañosa que diga una persona
tendrán que dar cuenta a Dios. Por tus palabras te salvarás o por
tus palabras te condenarás". (Mateo 12,37).

47. CUANDO LE PROVOQUE DISCUTIR, PIENSE EN ESTO. ¿En


verdad este asunto es de tanta importancia que valga la pena
perder una amistad por discutir?

Recuerde que nunca se gana nada con discutir, y siempre se


pierde.

Piense lo suficiente en grande para comprender que las


discusiones no le permitirán llegar a la altura que desea.

Cuando dos personas discuten, pronto empiezan a sentir una


gran amargura interior. ¿Para qué amargarse la vida discutiendo?
Pregúntese. "¿Prefiero una victoria en la discusión, o la buena
voluntad de esa persona?". Porque cuando usted contradice y
discute, puede obtener una victoria teatral, pero nunca la buena
voluntad de la otra persona (Franklin).
48. TRATE A TODO MUNDO CON DIGNIDAD. Nunca pulse el
sarcasmo, jamás rebaje a nadie. Sea humano. Trate de ser
humano en todo lo que hace y en todo lo que piense. ¡No se
arrepentirá de serlo! Recuerde que su primer deseo debe ser
alegrar la vida de los demás.

La felicitación es el más poderoso incentivo que usted puede dar


a los demás. Y no cuesta casi nada.

Alabe a la gente. Siempre agrada la alabanza.

Dijo el divino Maestro la Ley de Oro del buen trato: "Tratar a los
demás como desean que los traten a ustedes. Todo el bien que
desean que les hagan los demás, háganlo a ellos" (Mateo 7, 12)

49. HAY GRAN DIFERENCIA ENTRE EL QUE OBRA SIN TON NI


SON, Y EL QUE BUSCA UN FIN DETERMINADO. Por eso trácese
una meta bien definida. Piense claramente en lo que usted desea
ser y obtener. Esto le dará gran eficacia en su acción.

Dos hombres empiezan a trabajar. El uno tiene bien definido qué


es lo que desea ser y lograr. Su subconsciente le va diciendo en
cada ocasión, "haz esto para lograrlo", "No hagas aquello, que te
lo impedirá". Su meta bien definida le va diciendo lo que debe
leer, lo que hay que hacer para no dejarse desanimar por las
dificultades. La visión mental de lo que desea conseguir le va
llenando de ánimos y nuevas ideas. En cambio, el otro no se ha
propuesto nada concreto. Sus metas son vagas. Y como carece
de metas, carece también de las ayudas automáticas que le iba a
dar su subconsciente para lograrlas.

ESTUDIE A LAS PERSONAS QUE HAN TRIUNFADO. Verá que ellos


están totalmente dedicados a un objetivo.

Bolívar en Pativilca, muriéndose de fiebre y casi abandonado,


oye que le preguntan: "¿Y ahora qué hacemos? - Triunfar,
triunfar". Es su única respuesta. Él tenía una meta definida:
Libertar a América. Y lo obtuvo.

Pasteur busca una vacuna para que la gente se libre de


enfermedades. Todo se opone a eso. Pero él desea conseguirlo y
al fin lo logra.

San Juan Bosco era pobrísimo, huérfano, sin posibilidades de


estudio, pero tiene una meta bien definida: quiero "Fundar una
obra que ayude a los estudiantes pobres". Y trabaja para ello 47
años, y cuando muere tiene ya colegios para pobres en os
distintos continentes del mundo.

RINDASE A SU META, DEJE QUE LE OBSESIONE. Ella le dará la


instrumentalización automática que usted necesita para alcanzar
su ideal.

PLANEE SUS METAS y sus ideales se irán realizando. No tenga


miedo de pensar en grande. Recuerde siempre nuestro lema:
"Hay magia en el pensar en grande". Póngase tareas. Los
estudiantes trabajan más, y los vendedores venden más, cuando
se les pone una determinada tarea para hacer. Vivir sin metas es
aburridor.

50. NO JUZGUE A NADIE ANTES DE HABER ANDADO UN


KILÓMETRO CON SUS PROPIOS ZAPATOS. Para conseguir que
los otros hagan lo que usted desea que hagan, debe ver las cosas
a través de los ojos de ellos. Ahí está el secreto para influir en los
demás.

Hoy está muy de moda la empatía: ponerse en el sitio del otro.


Ver las cosas desde la situación en que está el prójimo.

Es lo que decía el gran Tobías de la Biblia: "Lo que no quieras


para ti, no lo hagas a nadie".

Escriba una carta como a usted le gustaría recibirla. Hay cartas


que nos hacen exclamar: "Si yo recibiera una carta como esa me
enfurecería". Entonces ¿por qué no escribir de otra manera?
Mírese al espejo y dígase: "¿Si yo me encontrara con una
persona de rostro tan serio y frío como el mío, la amaría?".
Quizás si o quizás no la amaría.

Porque la mayoría no somos tan santos que seamos capaces de


amar a quien se nos presta con una cara de cañón antiaéreo.
Entonces ¿Por qué no me esfuerzo por presentar ante los demás
un rostro más risueño? El mundo es como un espejo, me
devuelve lo que le doy. Si le sonrío y le saludo, me sonríe y me
saluda. ¿Le hago cara agria y le insulto?, me hace una cara agria y
me insulta. "Cómo cada una trae a los demás, así será tratado
por ellos", escribió el profeta hace 2400 años.

Varios escritores han fracasado porque solamente se han


preguntado: "¿Este artículo me gusta a mí?", y no se han
preguntado: "¿Eso le gustará a los demás?".

Porque lo importante no es que los zapatos que yo vendo o los


artículos que yo escribo estén de acuerdo con mis propios
gustos, lo importante es que gusten a otros. Si no se quedarán
sin vender.

Pregúntese al hablar en público: "¿Qué pensaría yo de lo que


estoy diciendo, si estuviera allá entre los oyentes?

¿Me gustaría, que me dieran las órdenes como yo las doy? ¿Me
gustaría que me felicitaran en la medida que yo felicito?"

51. ¿QUIERE NO ABURRIRSE? NO DEJE NINGÚN DÍA SIN PLAN


FIJO DE LO QUE QUIERE HACER. Cuando un día estamos sin plan
fijo se nos pasan las horas vagamente y hasta nos alegramos de
que se acabe el día. Pero cuando tenemos algo fijo y
determinado para hacer, entonces parece como que las cosas se
van haciendo a sí mismas. Por eso: para realizar algo, debemos
hacer planes, está presionando hacia el éxito, y realizará con
mucha mayor facilidad lo que se ha propuesto realizar. El vivir
cumpliendo un plan para conseguir una meta que se ha
propuesto adquirir, puede conservar joven una persona hasta los
80 años.

52. TENGA CUIDADO PARA NO HERIR LOS SENTIMIENTOS DE


NADIE. Nunca hacer que otros se sientan pequeños o
desconcertados. Alabe siempre el más grande incentivo que
usted pueda dar. Si tiene que corregir hágalo en privado, nunca
en público, porque eso humilla, y usted no tiene derecho a
rebajar a otro ni siquiera en un solo grado delante de los demás.
Y después de corregir, vuelva a alabar a los aspectos buenos, y
anime a ser mejor. Se lo agradecerá, para siempre. La mayor
parte de la gente que obra mal, lo hace más por debilidad que
por maldad, más porque no se dieron cuenta de que aquello no
debía hacerse así, que por voluntad expresar de hacer lo no se
debe hacer. Que de usted se pueda decir lo que San Ricardo, rey
de Inglaterra, cometan los que con él vivieron. "Ni siquiera al
más humilde e ignorante de sus sirvientes le hizo jamás una
corrección con palabras duras o humillantes".
53. HÁGASE GRANDE PENSANDO EN GRANDE. Nunca cometa el
crimen de la auto depreciación. Recuerde: Usted es mucho mejor
de lo que cree que es. Reconozca sus valores. Eso no es orgullo.
San Agustín repetía que "la humildad es la verdad", o sea,
reconocer nuestros valores, que son muchos.

USE PALABRAS BRILLANTES, ALEGRA, OPTIMISTAS, palabras que


prometan victorias y alegrías. Esto rejuvenece el ánimo. La
próxima vez que le pregunten. ¿cómo estás?, responda
emocionado: "Muy bien, gracias a Dios". ¿Cómo le va en su
trabajo?

¡Fantásticamente! ¿Qué tal es el oficio que tiene? ¡Formidable!


Hable así siempre, y verá que se cumple en usted lo que decía
Roosevelt, el presidente:

"Cada vez que pienso con optimismo y hablo con palabras de


alegría, siento en mi espíritu nuevas fuerzas para triunfar".

EVITA LAS PALABRAS QUE CREAN IMÁGENES DE FRACASO.

No olvide que el fracaso no existe sino en la mente. El fracaso no


existe en las cosas ni en las otras personas. El fracaso sólo puede
existir en la mente de usted. Aléjelo pensando que lo que está
haciendo sí es importante y que "aunque fuera posible que una
madre olvide a sus hijos, nunca será posible que Dios abandone
a los que en Él confían" (Profeta Isaías)
54. CREA QUE PUEDE SER HECHO. Creer que una cosa puede ser
hecha coloca a la mente en movimiento para encontrar
soluciones para hacerla. En una ciudad, veinte técnicos se reúnen
para estudiar este tema: "¿Será posible acabar con los vagos? Y
nada nuevo les ocurre.

De pronto uno cambia el tema de la reunión. "Pensemos más


bien en esto, ¿qué soluciones daríamos para acabar con los
vagos?", y se les ocurrieron 78 soluciones, que fueron de gran
provecho para la ciudadanía.

Creyeron que algo podía ser hecho.

CUANDO USTED CREE QUE SÍ ES POSIBLE, SU ENTENDIMIENTO


ENCUENTRA LOS MODOS DE HACERLO.

Si cree que algo puede ser hecho, su mente se va a trabajar para


conseguirle cómo obtenerlo. Creer que una cosa puede ser
hecha, pavimenta el camino para llegar a soluciones creativas.
Creer que una cosa no puede ser hecha, es un pensamiento
destructivo. Si usted cree que puede encontrar medios de
hacerse agradable a los demás, los podrá encontrar.

Si cree que podrá encontrar soluciones a sus problemas


personales, las encontrará.

William James, el gran sabio de este siglo, decía: "El más


importante descubrimiento del siglo XX es que cada uno puede
mejor y transformar su vida si cambia y mejora su actitud
mental".

Y añade: "¿Por qué muchos obtienen tan poco, y pocos obtienen


tanto en la vida?". Obtienen mucho los que tienen una actitud
positiva ante la vida, y obtienen poco los que tienen una actitud
negativa.

Es nuestra actitud ante la vida, lo que determina la actitud de la


vida hacia nosotros.

Mientras usted no cambie su actitud negativa, su vida no


cambiará.

Cristo dijo a sus amigos de todos los tiempos: "Los he destinado


a todos ustedes a que obtengan frutos, y sus frutos sean
abundantes.” En esto será glorificado Dios, en que ustedes
obtengan muchos frutos (Juan 15).

Así que, cuando creemos que los demás, y sólo los demás,
pueden obtener éxitos, estamos dudando de una gran promesa
de Cristo hacia nosotros.

55. PONGA TODO SU INTERÉS EN TODO LO QUE HACE. Los


resultados vienen en proporción al entusiasmo. Entusiásmese
por lo que hace y verá que facilidad obtiene para realizarlo.
Secreto para adquirir entusiasmo por un tema: ahondar en él,
estudiarlo.
Averigüe datos acerca de la obra que usted hace, de la empresa
en que trabaja. ¿Quiere adquirir entusiasmo acerca de una
localidad? Aprenda todo lo que pueda, acerca de ella. Verá que
le fascina. Mézclese con la gente. Hágase uno de aquel lugar, y se
entusiasmará.

Recuerde: NUNCA SE HICIERON COSAS IMPORTANTES SIN


ENTUSIASMO. Cuando dé un estrechón de manos, estréchelas de
verdad. Cuando aplauda, hágalo sonoramente y no con desgano,
que eso desanima al aplaudido. Cuando responda al teléfono,
hágalo con un "¡hola!" que entusiasme al que está al otro lado de
la cuerda. SONRÍA CON LOS OJOS
La gente quizá no mirará a sus dientes, pero si se impresiona con
su mirada alegre y cariñosa. ACARICIA CON SU MIRADA.
Los santos y las grandes personalidades de la virtud eran muy
severos y se abstenían de acariciar con sus manos, porque sabían
que eso debilitaba enormemente la pureza de costumbres y la
voluntad, pero siempre acariciaban con su mirada: o sea, sabían
mirar el rostro de las personas con una amabilidad, bondad y
aprecio, tan agradables, que la caricia de sus ojos proporcionaba
mucha mayor felicidad que todas las demás.

¿Sus “buenos días” son realmente buenos? ¿Sus felicitaciones


son entusiastas? El "cómo está", revela de veras interés. Un
discurso pronunciado con entusiasmo puede ser recordado por
muchos años, pero un discurso dicho sin entusiasmo será
olvidado días antes de la próxima semana.

Un: "gracias" frío no gusta a nadie. No significa nada. Que su


"gracias" sea tan entusiasta que signifique: "Muchas gracias".

56. SI NO PUEDE CONTAR BUENAS NOTICIAS, NO CUENTE


NOTICIAS. Esparza buenas noticias. Un día salieron a paseo la
mosca y la abeja. La mosca fue de basurero en basurero y recogía
millones de microbios en sus patas y fue y los depositó en los
alimentos de las familias, infectando a todos. La abeja en cambio
iba de flor en flor recogiendo polen y néctares, y fue esparciendo
fecundidad en las plantas y trajo rica miel para los humanos. Así
cada mañana: hay personas "moscas" que buscan en la prensa y
la radio y el corrillo todo lo triste, lo mafioso, lo que oprime, y lo
que cuentan a los demás, llenando el ambiente de ponzoñosa
inquietud. En cambio, otros recogen lo positivo, lo que anima
(que siempre es mucho más que lo negativo) y de ello hablan,
llenando el ambiente de alegría y paz.

San Pío X, cuando era joven, estableció una multa en el comedor,


para el que hablar de cosas tristes o preocupantes durante la
comida. Era una multad de $10,00 para ir consiguiendo drogas
para las úlceras que se forman en el estómago de quienes oyen
durante la comida, noticias alarmantes. Esto lo hacía él con
mucho sentido del humor, pero sí que tenía razón en ello.

A veces oímos a la gente decir: "Traigo buenas noticias". Esto


llama la atención de todos, y no sólo llama la atención, sino que
agrada a la gente, produce entusiasmo, favorece la digestión y
proporciona sueño pacífico. Por eso: cuente buenas noticias a la
familia, a los amigos. Esto es como un rayo de sol en la vida de
los oyentes, y neutraliza el mal afecto de las noticias tristes.
Esparza buenas noticias acerca de cómo se siente usted de salud,
de trabajo, de amigos, de ... Los niños nunca hablan de mal
tiempo, de polución ambiental, de vida cara, de futuras guerras...
y el Divino Maestro enseñó que "hay que hacerse como los
niños".

La gente goza al verse rodeada de personas que hablan de lo que


alegra y no de lo que entristece.
57. TODO MUNDO DESEA SER IMPORTANTE. Lo estimen
importante es uno de los deseos más fuertes y constantes de la
persona. Demuéstreles a los demás que los considera personas
importantes, personas que valen mucho. Le retomarán este
favor amándolo más y demostrándole a su vez estimación.

No sea jamás de esas personas que van diciendo con su trato


despectivo: "Usted no es nadie, no tiene importancia, no significa
absolutamente nada para mí". Esas personas que no se
interesan por los demás, son las que cosechan todos los
fracasos en su trato con la gente.

Muchas miran a otra persona y piensan: "No puede hacer nada


por mí, luego no es importante". Eso es un egoísmo rastrero y
miserable. En cambio, el cristiano piensa: "Todo el bien que yo
hago a esta persona, lo recibe Cristo como hecho a él mismo,
porque así lo prometió. Todo lo que hicisteis aun al más
humilde, a Mi me lo habéis hecho" (Mateo 25, 40). Ese era el
secreto de San Francisco Sales, el cual, a uno que se admiraba de
por qué lo trataba son tantísimo respeto y cariño, siendo que de
él no iba a obtener favores ni regalos, le respondió: "Es que yo sé
que todo lo que hago a una persona me lo recibe cristo como
hecho a Él".

Haga que la otra persona se sienta importante. Este es un


secreto fabuloso para el éxito social. Déjese creer que esa idea es
de ella. Salúdele siempre por su nombre. Interésese por lo que
habla y por sus asuntos. Cuando usted ayuda a los demás a
sentirse importantes, se está ayudando a usted mismo, porque
ellos le devolverán su actitud y le considerarán también
importante a usted. La gente desea estar segura de que está
haciendo una buena labor. Que es importante. Por eso no cree
que prodigar alabanzas debe hacerse sólo en grandes
circunstancias. Hay que hacerlo toda la vida.

NO PIERDA TIEMPO CLASIFICANDO A LAS PERSONAS EN


IMPORTANTES Y NO IMPORTANTES. Todas son importantes.

Si las clasifica como de segunda clase, obtendrá efectos de


segunda clase.

La alabanza es poder. Difúndala entre los demás. Salomón decía:


"Una palabra amable vale más que mil regalos".
58. EN NUEVE DE CADA DIEZ CASOS EL FACTOR "DON DE
GENTES" ES IMPORTANTÍSIMO PARA EL ÉXITO. Su capacidad
para entenderse bien con los demás es fuente de éxitos para el
futuro. Busque el apoyo de los demás. Quizá el único muro que
lo está separando a usted del éxito es el apoyo de las otras
personas.

Practique el ser servicial. Dé a la gente más de lo que usted


desea obtener. ¿Sabe porque la gente no lo trata a usted d con
más cariño? Porque usted no está haciendo nada especial para
demostrarles aprecio y afecto. Llevar una rosa, unos dulces,
invitar a un paseo... Dedique tiempo a los seres que ama.

Cada amigo que hacemos eleva nuestra vida a un grado más. Y


cuanto más simpáticos seamos, más amigos tendremos.

Se sorprenderá al ver que mucha gente que triunfa tiene un plan.


Inclusive escrito, para agradar a los demás.

Cárter, presidente norteamericano, en su mesa de trabajo tenía


siempre dos libros: "La Biblia para entenderse bien con Dios, y un
curso de relaciones humanas para entenderme bien con mis
prójimos. Si vivo en paz con Dios y con mis semejantes, todo
resultará bien".

NO SE DISGUSTE POR PEQUEÑESES. Este consejo cambió


totalmente el carácter agrio de un gerente, en un modo de ser
muy agradable. Porque muchas veces nos disgustamos por cosas
que no se merecen una cólera. Recuerde: no se disguste por
pequeñeces.

Estúdiese para lograr que los elementos ásperos sean alejados


de su personalidad. Nunca malogre una oportunidad para decir
una palabra de enhorabuena por una buena realización de otra
persona. "Tanto más pequeña es su personalidad, cuanto más
pequeñas son las cosas que le hacen disgustarse.

59. ESPECIALÍCESE EN SER SIMPÁTICO. La gente grande, aquellos


que llegan a la cúspide, se esfuerzan por ser humanos,
afectuosos. Se especializan en ser simpáticos.

Uno decía: "En 25 veces que hablé con cariño, recibí 25


respuestas positivas".

Hay que buscar alguna razón por la que esa persona me puede
simpatizar. Si construyo una agradable imagen de ella en mi
mente, antes de hablarle, le traté con amabilidad. Si logro que la
otra persona me caiga simpática, tarde o temprano también le
simpatizaré yo. Y aceptará lo que digo, porque soy su amigo.

Un negociante triunfó practicando este lema: "Los clientes deben


ser tratados como si fueran huéspedes de mi hogar. Si yo fuera el
huésped ¿Cómo desearía que me trataran?
Mostrar cortesía, ayuda a conservar la calma. Por ejemplo, en
una discusión: si trato con todo respeto conservaré mi dominio.
La cortesía es el tranquilizador más peligroso que existe en el
trato con los demás. Practíquela y verá el sentimiento grato que
va a experimentar.

60. NO PRETENDA QUE LAS PERSONAS SEAN PERFECTAS. La


gran limitación de ciertas personas es que esperan que los
demás no tengan defectos. Un directivo de empresa no lograba
tener paz ni estimación hasta que logró convencerse de que la
perfección no se halla en este mundo, y que precisamente los
defectos de la gente contribuyen a que haya una variedad
provechosa en la vida. Hay que partir de estos hechos:

1. Nadie ha alcanzado la perfección. Algunas personas están


más cerca de ella que otras, pero nadie ha llegado.
2. Cada uno tiene sus razones para ser diferente. Al Dios
sapientísimo le gusta mucho la variedad. "Cuando crea a
una persona rompe el molde. Así que no habrá dos
personas iguales jamás". Usted no tiene por qué aprobar
los defectos del otro, pero tampoco tiene porque tenerle
empatía por ser así. Él tiene derecho a pensar distinto de
usted. Tiene derecho de otro partido, de otra religión, de
otros gustos. No queramos que todos sean hechos por un
mismo molde.
3. No sea un eterno reformador que quiere cambiarlo todo y
no se contenta con nada de lo que se hace. Practíquese
este gran lema: "Vivir y dejar vivir".
4. A la gente le gustan las personas tolerantes, que aman a
todos y pasar por alto sus errores.
5. Acepte a cada uno como es: ni cien por ciento malos, ni
cien por ciento buenos. Todos con muchos defectos, pero
deseosos de ser mejores.

“Antes acostumbraba a disgustarme por muchos detalles.


Ahora me divierto con esas cosas porque veo que hacen más
variada la vida.” Si dejamos nuestro pensamiento
incontrolado, vamos a encontrar defectos y antipatía en toda
la gente. Pero si lo dirigimos a los buenos, vamos a encontrar
muy simpático a todo mundo y gozaremos mucho más de la
vida" (Schwartz).

Recuerde lo que dijo Jesús: "Cómo es que dedica a mirar la


basurita que hay en el ojo ajeno, si usted tiene una viga en
su propio ojo" (Mateo7, 3)

61. USE LA CONVERSACIÓN GENEROSA. Ella gana amigos y


acerca a la gente hacia nosotros. La mayor parte de la gente
habla más de sí mismo y de sus cosas, que de los demás y de los
asuntos que interesan a otros. La conversación generosa es:
hacer hablar a otro de sus asuntos. La conversación generosa nos
lleva a saber lo que hacen los demás, y lo que han hecho, lo que
opinan y lo que desean. Conocí un gerente que tenía muchos
amigos, no porque hablaba mucho, sino porque su conversación
era generosa, o sea: era un buen oyente: bueno para hacer
preguntas, bueno para hacer que los demás hablaran más que él.
Se interesaba por lo que decían los demás. Era generoso en el
elogio. Deseaba que fueran los otros los que dieran las
soluciones. Cumplía lo que recomendó el Apóstol Santiago:
"Cada uno debe ser pronto para escuchar, pero muy moderado
para hablar". La gente "grande" monopoliza al escuchar. La gente
"pequeña" monopoliza al hablar.
62. CONSIGA EL HÁBITO DE ACCIÓN. Lo primero que se necesita
es que usted sea una persona de acción.

Nada llega pensando solamente. Desde un rascacielos hasta la


comida para un pobre, son resultados de una idea sobre la cual
se actuó.

Los afortunados son activos. Los mediocres dejan de actuar y se


esfuerzan por probar por qué las cosas no se pueden hacer.

El activo sabe que algo hay que hacerse, y lo hace (por ejemplo,
planea una vacación y se la toma). El pasivo sabe que algo hay
que hacerse y no lo hace (sabe que hay que enviar una tarjeta y
no la envía). El activo hace. El pasivo, como no encuentra ya
hechas las cosas, no actúa. Al pasivo, cobarde y perezoso, le dice
la Biblia: "Le llegará la miseria y la ruina. Detrás de su pereza
viene su pobreza" (Proverbios 24). Gran cantidad de planes no
llegan a ser realidad, porque decimos siempre: "Lo empezaré
algún día... en vez de decir: lo empezaré hoy mismo". Las cosas
hay que hacerlas de una vez y si no, no se hacen.

63. NO PASE LOS PUENTES ANTES DE LLEGAR A ELLOS.

A los problemas hay que hacerle frente a medida que aparezcan.


El secreto del éxito no es no tener problemas. El secreto es
encontrar soluciones.
León Bloy, el famoso escritor, dejó escritos unos renglones
formidables: "Jamás, jamás, los acontecimientos temidos por mí
han tomado el mal cariz que mi asustadiza fantasía me hizo
suponer.” La Divina Providencia, con misericordia silenciosa
desarrollaba su plan y he aquí el resultado: Todo se arregló de la
mejor manera, mejor de lo que yo esperaba; mejor de lo que yo
jamás me hubiera podido imaginar. Para Dios no hay ninguna
situación insoluble, cuando con entera confianza en él, estamos
seguros de que sus planes no quieren más que nuestra alegría,
nuestra completa alegría.

Por eso el Rey David dijo a los que temen el futuro: "No tengan
miedo, los que confían en Dios serán dichosos". Y Santa
Margarita decía a los que se asustaban por los problemas
venideros: "Animo, la ayuda de Dios sólo dejará de llegarnos
cuando a él se le acabe su poder, o sea: nunca”

64. LOS QUE AHORA TRIUNFAN HAN SIDO MACHACADOS POR


SITUACIONES DE PÉRDIDA. Un hombre se presentó como
candidato al concejo y perdió las elecciones. Se presentó como
diputado y fue derrotado. Se lanzó a candidato al Senado y
perdió también. ¿Y saben en que terminó? Llegó a ser presidente
de los Estados Unidos. Se llama Abraham Lincoln. Ciertas ideas
de triunfo lo único que necesitaron fue una persona constante
que nunca se desanimó ante las derrotas, que nunca creyó que
las derrotas eran definitivas.

Los derrotados fueron noqueados por la derrota y se quedaron


ahí en el sueño o salieron corriendo. En cambio, los que hoy
están triunfando también fueron golpeados fuertemente por los
fracasos, pero se levantaron y siguieron luchando. Empezaron
perdiendo diez años de ahorros en los primeros meses de
negocios, pero en vez de llorar como un niño, se dijeron: "Con
esto estoy aprendiendo". No dejaron de jugar por haber sido
derrotados. Pero se propusieron jugar mejor la próxima vez.

Tamerlán, famosísimo guerrero, llevaba siete derrotas seguidas.


Estaba desanimado. Se recostó contra la pared y con su espada
derribó una hormiga que subía por el muro. La hormiga empezó
a subir de nuevo, Tamerlan la volvió a derribar. Siete veces
derribó el guerrero a la hormiga con su espada y siete veces
empezó otra vez el animalillo a subir pared arriba. Entonces
Tamerlan se dijo: "No me dejaré vencer en constancia por una
pequeña hormiguilla", y mandó tocar trompeta para el nuevo
combate, y venció, y de victoria en victoria, llegó a ser dueño de
la mitad del mundo.

Por eso Jesús decía: Los que perseveran hasta el fin, esos serán
los que conseguirán la victoria definitiva (Marcos 13,13) y “Con
vuestra paciencia salvareis vuestras almas" (Lucas 21,19).
Salvar alguna cosa de cada descalabro, aprender la lección y
seguir adelante.

La derrota nunca es definitiva.

Los antiguos decían: "Cuando un bobo va por un camino, o se


acaba el camino o se acaba el bobo". Aprenda de él esa lección.
¿Qué lo despidieron? Ese despido puede ser la bendición más
grande de su vida. No se desanime, sáquele provecho. La mente
le va a dar soluciones antes de lo que usted esperaba.

Decir: Esta me sucedió por mi mala suerte, no arregla nada. Diga


más bien: "¿Cómo hacer para que este fracaso no me vuelva a
suceder?". No eche la culpa a la mala suerte. Dedíquese a buscar
soluciones, y Dios y su mente se las proporcionarán.

65. NO QUIERA IR AL TRIUNFO POR LOS ATAJOS. Fácilmente no


se llega a nada importante. Edison descubrió los bombillos
eléctricos después de fracasar en miles de experimentos. Moisés
y su pueblo llegaron a la tierra prometida sólo después de pasar
40 años sufriendo en el desierto. Dios no vende sus triunfos a
bajo precio. Se los ofrece a quienes no se cansan de luchar. "Los
éxitos son de Dios, pero él se los da a los que se esfuerzan".

66. DÍGASE A SÍ MISMO: "HAY UN MEDIO PARA RESOLVER ESTA


SITUACIÓN". Si usted se dice: "es inútil, ya no hay modo de
resolver este problema", los pensamientos negativos son
atraídos como mosquitos y lo convencen de que usted no es
capaz, y queda aplastado. Crea en cambio: "Hay un medio de
resolver este problema", y los pensamientos positivos brotarán
dentro de su mente para ayudarle a encontrar la solución. Su
mente es una fábrica de soluciones.

Lo importante para triunfar es: creer que si hay un medio para


obtener el éxito. El alcohólico solo será capaz de vencer su
alcoholismo cuando crea que si hay un medio para vencerlo.
Escriba las fórmulas que se le ocurran para solucionar sus
problemas, aunque no sean muy fáciles. Escríbalas. De pronto,
cuando menos piensa, va a encontrar la solución.

67. LA FÓRMULA PARA SER DERROTADO ES: N.S.C.E.I. "No soy


capaz, es imposible". Hay que convertir toda esa energía
negativa que tira para atrás, en energía positiva que echa para
adelante. La fórmula mágica es: creer que si se puede. Es frase
famosísima descubierta por San Agustín hace 15 siglos: "Si otros
pudieron, ¿por qué no voy a poder yo? O el gran
descubrimiento de San Pablo: "Todo lo puedo en cristo que me
fortalece".

68. BÚSQUELE EL LADO BUENO A LA VIDA. No se queje de que le


hayan cobrado $100 por la consulta. Alégrese de que haya tenido
los $ 100 y lo necesario para los remedios. No se queje de que el
mercado le haya costado $200. Bendiga más bien a Dios porque
le ha concedido los $200 para ese mercado.

¿Recuerde cuál es la diferencia entre el triste y el alegre, según


los ingleses? Les presentan una botella de whisky hasta la mitad.
El optimista se alegra por esa media botella de whisky que le
regalan, pero el pesimista entristece por la otra media que allí
falta.

¿Es así usted en la vida? ¿Vive amargado porque no hay, en vez


de alegrarse por lo que sí hay de bueno? ¡No sea suicida! Vea el
lado bueno de las cosas y será muy feliz.

Recuerde: hay un lado bueno en cada situación. Encuéntrelo.


¡Vea ese lado bueno y se curará del desaliento!

69. EL ASUNTO IMPORTANTE ES: ¿ADÓNDE QUIERE LLEGAR


USTED? La sociedad moderna no deja el futuro al azar. Lo
estudia, lo planea, y así obtiene grandes triunfos. ¿Y usted si va a
dejar su futuro al azar?

Hágase una imagen de usted mismo para dentro de 10 años.


Visualice su futuro. Antes de empezar a caminar tiene que saber
a dónde se dirige. Póngase bien claro la meta, el objetivo que
ansía. Una persona no estará haciendo mucho hasta que la meta
y el objetivo por el cual trabaja posea todo lo que hay en él.
Todos tenemos deseos de tener éxito, pero pocos de nosotros
nos rendimos ante nuestros buenos deseos. Por el contrario, los
asesinamos. Hágase una imagen suya, triunfante: para dentro de
5 o 10 años. Para hacer algo grande hay que pensar en qué es
ese algo grande que deseamos obtener.

Un día hice una perrera para mi perro lobo. Me quedó horrible,


consulté con un amigo arquitecto y él me preguntó: “¿Hizo usted
un plan, antes de construirla?". "No". - Pues ahí está el secreto.
Nada puede resultar artístico si no se planea bien antes de tratar
de hacerlo. Así nos pasa a los tantos: no nos hacemos un plan de
lo que deseamos conseguir, y por eso no optemos nada que
valga la pena.

Nadie ha llegado al éxito trabajando sólo 48 horas por semana.


La cosa más maravillosa acerca de la selección de una meta es:
que lo mantiene activo para alcanzar su blanco.

70. HAY CINCO MODOS DE SUICIDARSE RESPECTO AL ÉXITO.

1. Autodepreciación: no soy capaz, no sirvo para nada.


2. Seguritis: ¿Si ya estoy bien así, para que pretender algo
mejor? Todo anda bien, no hay nada que mejorar (¿De
veras?).
3. A los otros no les parece que cambiemos (y la crítica de las
personas negativas paraliza el avance).
4. Me voy a retirar. el modo más fácil de fracasar es retirarse.
El auto veneno más rápido es: "no hacer nada".
5. Dejemos para más tarde: el posponer las cosas es no
hacerlas. No deje para mañana lo que puede hacer hoy.
Envíe hoy mismo esa carta. Vaya a visitar esa persona. El
buen ejecutivo, cuando sabe que una cosa debe hacerse,
la hace ya, sin dejar para más tarde.

EL PROGRESO ES: DAR UN PASO MÁS. Toda realización grande


es una sucesión de realizaciones pequeñas.

Los grandes no ganaron el éxito rápidamente. Cada paso,


aunque parezca pequeño, es un acercamiento hacia la meta.
Escribir un párrafo después de otro y a los seis meses tiene un
libro. Si le hubieran pedido de una vez todo el escrito, de
habría desanimado.

Shaw, célebre escritor, se propuso escribir cuatro páginas


diarias. Así por nueve años, ganando el miserable sueldo de

$ 10,00 diarios. A los nueve años era un escritor de fama


mundial. No deje usted un solo día sin hacer algo a favor del
ideal que se ha propuesto y cuando menos lo piense: lo habrá
alcanzado.
2

LA CARTA A GARCIA

Tomado del libro “Cien fórmulas para llegar al éxito”

de Eliécer Sálesman

Ha oído Ud., hablar de ¿la famosísima “CARTA A GARCIA”?

Es una de las páginas modernas más populares en el mundo.


Antes de que la lea conviene que recuerde la historia de tan
curioso “Mensaje”. Fue escrita por un norteamericano, el día 22
de febrero de 1899, aniversario del nacimiento de Jorge
Washington. El único fin que se propuso su autor al redactar fue
excitar a los inactivos y pesimistas a dedicarse con todo el
entusiasmo posible a la acción, sin contentarse con hacer
únicamente aquello que se les paga, o que es muy fácil hacer. La
idea creadora de esta Carta brotó de los labios de su hijo Bert,
quien al final del almuerzo, mientras comentaba la Guerra de la
independencia de Cuba, exclamó: “El verdadero héroe de esta
guerra fue el que llevó la Carta a García”. “Sí – comentó el
jovencito – porque aquel hombre Rowan fue quien, en la hora
oportuna, decisiva, culminante, llevó a García, el jefe de los
patriotas, la carta que lo iba a llevar al triunfo. Sin esta Carta
quizás la independencia no se habrá logrado”. Esta frase iluminó
como un rayo la imaginación del escritor: “Si – exclamó – el joven
tiene razón. El héroe es siempre aquel que en cada momento
ejecuta con precisión y entusiasmo lo que tiene que hacer. El que
lleva la Carta a García”. Corrió a su escritorio y de un tirón
escribió su famosa CARTA A GARCÍA, y la envió a la revista
“Philistine”. En la revista no le dieron gran importancia y hasta la
publicaron sin encabezamiento ni título. Pero en el mismo día y
en los siguientes empezaron a llover pedidos de aquel ejemplar
de la revista. Uno pedía una docena. Otro 50, otros cien
ejemplares. Hasta que llegó una carta de la revista
norteamericana “American News”, pidiendo mil ejemplares de
aquella edición de la revista. El editor pregunta a uno de los
ayudantes qué es lo que en ese número de la revista levanta tal
polvareda y con asombro oye la respuesta: “Ese artículo acerca
de LA CARTA A GARCÍA”. A la semana siguiente el escritor recibe
un telegrama de Nueva York: “Deme el precio de CIEN MIL
EJEMPLARES del artículo CARTA A GARCIA, publicándolo en
forma de folleto, con una propaganda en la portada al Expreso
Empire State, e infórmeme cuándo puede empezar a
entregármelo”. Cien mil ejemplares era una cantidad muy
grande para 1899. Pero se imprimieron. Y no solo esos, sino que
un año después ya se editaron otros quinientos mil y luego un
millón de ejemplares. A los dos años La Carta a García había sido
publicada ya en más de 200 revistas, y traducida a los cuarenta
idiomas más importantes del mundo. En aquel tiempo llegó a
Estados Unidos el Príncipe Kilakof, director de los ferrocarriles
rusos, y al ver que en toda la nación encontraba el folleto de la
Carta a García lo hizo traducir al ruso y al volver a su patria la
mandó distribuir a todos los empleados de los ferrocarriles rusos.
La carta pasó luego a Alemania, Francia, España, Turquía,
Indostán y China, encontrando en todas partes gran aceptación.
Vino luego a principios del siglo la guerra roso – japonesa y gran
cantidad de soldados rusos iban al frente llevando en su morral
la célebre Carta. Al encontrar los japoneses el folleto en manos
de tantos prisioneros, concluyeron que debería ser algo
excelente y admirable y lo tradujeron a su idioma. A los pocos
meses, por orden del Emperador, la Carta a García era enviada a
los empleados oficiales de todo el país. Las estadísticas cuentan
hasta hoy más de 44 millones de ejemplares de la CARTA A
GARCÍA impresos y difundidos. Pocos escritores han logrado un
éxito tan formidable. Ahora sí, después de tan interesantes
datos, lo invitamos a leerla con atención.

LA CARTA A GARCÍA
Hubo un hombre cuya actuación en la Guerra de Independencia
de Cuba brilla en mi memoria como el sol en pleno esplendor.
Sucedió que, en aquella guerra, cuando los Estados Unidos
decidieron intervenir en favor de los rebeldes cubanos, se vio
muy clara la necesidad de un entendimiento inmediato entre el
presidente norteamericano y el jefe de los patriotas el General
Calixto García. Pero ¿cómo hacerlo? Hallábase en esos
momentos, Dios sabe dónde, en alguna tenebrosa montaña
escondida en el interior de la Isla. Y era absolutamente necesario
ponerse en comunicación con él para organizar los planes de
ataque y de defensa. Pero ¿Cómo hacer llegar a sus manos un
despacho? ¿Qué hacer? Alguien dijo al presidente: “Conozco a
un hombre llamado Rowan. Si alguna persona en el mundo es
capaz de dar con García es él: Rowan”. Llaman a Rowan. Le piden
que vaya en busca de García, esté donde esté, y que a costa de
cualquier sacrificio le haga llegar esa carta importantísima.
Rowan toma la carta. La guarda bien escondida en un bolsillo
interior. A los cuatro días desembarca en las costas de Cuba que
está en poder los españoles. Desaparece en la selva tenebrosa,
para aparecer de nuevo a las tres semanas del otro lado de la
Isla, cruzando un territorio sembrado de peligros y donde
pululan los enemigos por doquier, y entrega la Carta a García.
Los dos frentes coordinan acciones y se gana la guerra. ¿Cómo
logró llegar hasta donde estaba el destinatario de su carta? Es
algo tan interesante que merecería escribir una novela al
respecto. Pero no tengo interés en describir aquí el modo como
esto sucedió. El punto sobre el cual quiero llamar la atención es
éste: “El jefe da a Rowan una carta para que la lleve a García.
Rowan toma la carta y no pregunta: ¿Pero ¿dónde podré
encontrar al tal García? ¿Por dónde me voy a ir? ¿Esto será fácil?
¿No traerá peligros este oficio? Y ¿por qué yo y no otro?” Nada
de esto pregunta ni comenta. Se va sin más a cumplir lo que se le
ha encomendado. ¡Por Dios, amigos! ¡Que estamos aquí ante un
hombre cuya estatua debería ser hecha en mármol o en bronce y
colocada en la portada de muchos institutos donde se enseña a
la gente a adquirir personalidad! Porque lo que debe enseñarse a
la gente que desea adquirir un verdadero carácter es: cómo hay
que cumplir cada vez lo más exactamente posible el deber que
tenemos que hacer, y cómo concentrar todas nuestras energías
para lograr nuestros objetivos, y lograr dedicarnos con toda el
alma a la acción a “llevar la carta a García”. El General García ya
murió. Pero siguen viviendo muchos Garcías en este mundo. Son
todos los que necesitan de nuestro esfuerzo y de nuestro
optimismo y valentía para obrar.

¡Qué desánimo y desaliento sienten los hombres de empresa


que necesitan la colaboración de gente entusiasta, y se quedan
estupefactos ante la pereza, la falta de espíritu de sacrificio y de
iniciativa, de energía y de perseverancia de sus colaboradores,
para llevar a término la ejecución de las tareas que cada uno
debe cumplir! Por todas partes se ve aflorar la chabacanería, la
desatención culpable, la despreocupación, la indiferencia. Estas
perecen se la regla general en el obrar de muchas personas.
Muchos empleados cumplen tan descuidadamente sus deberes
que si fueran soldados en una guerra ya los habrían fusilado por
desertores. Y sin embargo no se puede obtener éxito en una
empresa si no se logra que los subalternos y los que mandan se
dediquen con ardor a cumplir cada uno sus propios deberes. De
lo contrario se necesitaría un verdadero milagro de Dios, pero
Dios cuando llega a ayudar, lo primero que exige es que cada uno
esté haciendo con entusiasmo y esmero lo que tiene que hacer.
Amable lector: ¿quiere poner a prueba o que estoy afirmando
para saber si es cierta o no la afirmación de que si el progreso no
nos llega es porque no se encuentran personas dispuestas a
cumplir sus deberes con entusiasmo y hasta con sacrificios?
Llame a uno de sus colaboradores y dígale: “Consulte en la
Enciclopedia y hágame el favor de sacarme un resumen de la
biografía de Corregido”. Cree Ud. que su ayudante le dirá ¡” Sí
señor, por supuesto, ¡ahora mismo”! y ¿se irá en seguida a
empezar el resumen y la biografía? Cree Ud. que su ayudante le
dirá ¡” Si señor, por supuesto, ¡ahora mismo! Y ¿se irá en seguida
a empezar el resumen y la biografía? Pues probablemente no. Le
echará a Ud., una mirada vaga y empezará la preguntarle:
¿Quién era él? - ¿En qué enciclopedia busco eso? - ¿Pero es que
ese oficio me corresponde hacerlo a mí? - Yo creo que Carlos
está más capacitado que yo para hacer ese trabajo. - Necesita de
urgencia ese escrito, o ¿lo podemos dejar para la semana
entrante? - ¿Quiere que le traiga el libro y saca Ud. mismo ese
resumen? Hay muchas posibilidades de que después de haberle
Ud. respondido a todas esas preguntas, su prodigioso ayudante
se retirará y buscará a otro empleado para que se encargue de
llevar aquella “carta a García”, y regresará luego a informarle que
no existe por allí cerca ningún valiente que quiera encargarse de
tal oficio. Casi le apuesto a que si le va a suceder. Puede ser que
yo pierdo mi apuesta, pero si las leyes de los promedios no
fallan, probablemente no la voy a perder. Si Ud. no quiere
complicarse la vida, no va a perder más tiempo explicándole al
otro que Corregido se busca en la C y no en la K, otros detalles
más, sino que se sonreirá y suavemente le dirá: “Dejemos eso”. Y
buscará Ud. Personalmente lo que deseaba y hará por su cuenta
el resumen de la biografía. Y esta incapacidad para la acción
independiente, para la iniciativa personal, este no hacer trabajar
la propia inteligencia, esta flojedad de voluntad, esta desgana
impresionante para resolver por sí mismo los obstáculos, es lo
que retarda el bienestar colectivo de la sociedad y no deja a los
individuos llegar al éxito. Si ni siquiera cuando se trata de
conseguir provechos personales la gente está dispuesta a buscar
las soluciones, ¿qué será cuando se trata de conseguir éxitos
para su empresa o su nación? Qué lástima que a muchos lo único
les hace trabajar sea la mirada amenazadora y la voz tormentosa
del capataz o del vigilante del grupo. Parecen haber olvidado la
consigna bíblica “Que el que trabaja en servicio de otros no haga
su oficio solo porque lo están viendo y por lo que puedan opinar
las personas humanas, sino con todo el corazón, porque quiere
tener contento a Dios”. (Colosenses 3,22). “Me decía el jefe de
una gran oficina: ¿Ve a ese contador? Es un gran matemático.
Pero si lo envío a cualquier agencia, por el camino se entra a una
cantina y se emborracha”. ¿Cómo podrá encomendarse a un
individuo semejante la Carta a García? En los últimos tiempos se
oye hablar continuamente de los explotadores. Que fulano se
hizo rico porque explotó a los demás… Puede ser, pero lo que no
explican es que ese señor no tuvo miedo a levantarse a las cinco
a trabajar hasta tarde de la noche. Que los fines de semana en
vez de ir a la cantina, se fue a hacer planes de progreso o a
perfeccionar sus conocimientos. Que mientras los otros
charlaban, él trabajaba. Que mientras los demás dormían él
echaba cabeza buscando soluciones. Por eso triunfaron porque
supieron lanzarse a la acción sin miento ni pereza. Porque en vez
de echar a una alcantarilla la Carta a García y dedicarse luego a
buscar excusas por no haber conseguido fama ni éxitos, se
lanzaron con toda el alma a buscar fórmulas para triunfar, y
como “todo el que busca encuentra”, encontraron las fórmulas, y
practicándolas, consiguieron el triunfo. Amigo lector, “¿Quiere
ser capaz de “llevarle la Carta a García?” Lea y practique las
fórmulas que le presentaremos en seguida y logrará el éxito de
manera admirable.
3

COMO ADQUIRIR UNA MENTALIDAD POSITIVA


Según Norma V. Péale en su hermoso libro: “El poder del
pensamiento tenaz”

1. PRIMER REQUISITO PARA ADQUIRIR UNA MENTALIDAD


POSITIVA

CONFIE EN USTED MISMO Y EN DIOS

Sin una humilde pero razonable confianza en sus propios


poderes no triunfará ni será feliz. En cambio, una sana confianza
en sí mismo, puede darle el éxito. Es aterrador comprobar el
doloroso número de personas que se encuentran afligidas e
impedidas por la enfermedad conocida como: “complejo de
inferioridad”. Pero usted no tiene por qué padecer esa
enfermedad. Esa enfermedad puede ser vencida. Una noche me
encontré con un hombre apesadumbrado. Con rostro sombrío
me pregunto: “¿Qué debo hacer para sobreponerme a mi
tristeza? He tenido un fracaso económico. Y tengo una terrible
desconfianza en mí mismo. Estoy desanimado y deprimido”.
Solamente le di dos consejos. Uno humano y otro sobrenatural.

El primer consejo, uno que me ha dado gran resultado


siempre: “Recuerde que ningún mal o desastres es
completamente definitivo en esta tierra. Cada vez que le suceda
un fracaso exclame: “esto también pasará, esto también pasará”
Y el segundo: un remedio que nunca falla: escribí en una
tarjeta la siguiente frase de la Biblia: “Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece” y le dije; Lea muchas veces esta frase. Piense
en lo que ahí le dice Dios y verá los resultados. Se quedó un rato
en silencio. Luego dijo: “Muchas gracias”, alzó los hombros y se
perdió en la noche… Hace poco me lo volví a encontrar, y
colocándome cariñosamente sus manos sobre mis hombros me
dijo entusiasmado: “Parece increíble que dos frases como las que
usted me enseñó puedan cambiar tanto a una persona. Ahora
enseño a los demás lo que a mí me devolvió la felicidad: “Esto
también pasará” y “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Ya no me siento solo ni desamparado en la lucha. El secreto más
grande para eliminar el complejo de inferioridad consiste en
llenar la mente, hasta que rebose de fe. Desarrolle una poderosa
fe en Dios, y ello le dará una sana fe en sí mismo. La adquisición
de la fe se logra con la oración, con mucha oración (no un día ni
dos, ni con tres oracioncitas mal rezadas) rezando cada día sin
cansarse, y leyendo la Biblia, cada día una página, con fe, con
humildad, aunque al principio no se note el cambio, pero éste irá
llegando imperceptiblemente, y cuando Usted menos lo piense
ya tendrá fe, porque la oración y la lectura de la Biblia traen la fe
infaliblemente. Pero recuerde: la oración descuidada, perezosa y
sin efecto no es suficiente para que usted consiga la fe que es la
que le va a alejar su complejo de inferioridad. Muchos dicen: “yo
rezo y no cambio”. Es que con oraciones tan mal dichas como las
dice usted no se arregla ni la pata coja de un perro de esos que
fingen cojeras. Una mujer dueña de un hotel, con unos
problemas morrocotudos, fue interrogada con una reunión y
contestó: los problemas pequeños se arreglan con pequeñas
oraciones, pero los problemones grandes necesitan oraciones
dichas con toda el alma y repetidas por muchos días. Yo he
aprendido que, si la preocupación es grande, la oración debe ser
también hecha con toda el alma y sin cansarse. Carulla era un
gran negociante, y en una reunión de creyentes enseñaba: “El
defecto de nuestras oraciones en la mayoría de los casos, es que
no son proporcionadas a la importancia de lo que pedimos.
Creemos que podemos obtener la solución de una gran
necesidad con una oracioncita tan pequeña y mal rezada como la
que diríamos para que se aleje una pulga de nuestra cama.
Recordemos que dios enviará las soluciones de acuerdo como
hayan sido nuestras oraciones, porque Él ha dicho: “según sea tu
fe, así serán las cosas que te sucederán” (Mt. 9,29). Billy Crosby,
el cantante, decía que su abuelo le repetía muchas veces: “El
defecto que tienen nuestras oraciones es que no tienen corazón.
Las decimos fríamente, sin atención. Si habláramos a los
superiores tan sin ánimos como le hablamos a Dios no nos darían
ni siquiera respuesta. Rece oraciones con toda el alma. Trate de
poner toda la atención en lo que reza (como San Luis a quien le
dolía la cabeza de tanto esforzarse por rezar con toda atención) y
descubrirá entonces que sí cumple lo que dijo Jesús “Todo lo que
pidáis con fe en la oración, lo conseguiréis”. Acuda a algún libro o
algún consejero espiritual que le enseñe a leer bien la Biblia y a
rezar con devoción. Si no se atreve a preguntar a un director
espiritual, consiga el bello libro “Setenta preguntas acerca de la
Biblia” (de esta misma colección) y en él aprenderá a leerla con
provecho. Y no olvide: a rezar se aprende…. Rezando. Otro gran
remedio para ajear el complejo de inferioridad y fortificar la
confianza en sí mismo: la costumbre de llenar su memoria de
pensamientos y recuerdos alegres y optimistas. Si su mente está
obsesionada por pensamientos de inseguridad y de insuficiencia,
debe darle continuamente una dosis de ideas de alegría y de
confianza para que aquellas se alejen de su cabeza como los
ratones cuando llega el gato. Un ratoncito subió al bus. El bus se
varó. El chofer grito al ayudante: traiga el gato… y el ratoncito
que sufría del corazón, se murió del susto… Esta será la suerte
que correrán sus pensamientos de inferioridad, cuando usted
llame a los pensamientos y recuerdos alegres a su cabeza.
Empiece para llamarlos desde hoy, y no deje de traer alguno
cada día para que acaben con esa plaga de sentimientos de
inferioridad.
Déjeme contarle que una persona venció su complejo de
inferioridad, usando un método único: viajaba yo en su taxi, y al
verlo tan alegre le pregunté: “¿Cómo ha logrado usted ese
espíritu tan optimista que lo acompaña?” Esta fue su respuesta:
Antes también yo estaba lleno de preocupaciones y de
presentimiento de que algo malo me iba a suceder, y la vida se
me hacía insoportable. Estaba lleno de desconfianza en mí
mismo y de sentido de inferioridad. Pero acerté con un magnífico
plan que echa todos esos sentimientos de inferioridad lejos de
mi mente: y ahora vivo con una sensación de confianza respecto
a mí mismo y un sentido de alegría respecto a la vida. Y en esto
consistía su “magnífico plan”. Me mostró una tarjeta que llevaba
en su taxi. Sacó una de las tarjetas y leyó “Si Dios está con
nosotros, ¿Quién podrá contra nosotros?” (San Pablo). Extrajo
otra tarjeta con este mensaje: “Si tienes fe, nada será imposible
para ti” (Mateo 17,20) y una tercera tarjeta: “No tengáis miedo.
Yo he vencido al mundo” (Jesucristo Juan 15). Y añadió: “yo viajo
mucho; mientras uno maneja le van llegando muchos
pensamientos tristes y negativos a la cabeza. Se necesita un
remedio, como el insecticida para las moscas, porque si no lo
contaminan todo. Antes yo dejaba que mis pensamientos
negativos vivieran tranquilamente en mi memoria. Ahora con
estas tarjetas los alejo. Salen corriendo como el ladrón cuando
siente llegar la autoridad. Y la antigua inseguridad que me
acosaba ha desaparecido, simplemente porque en lugar de
pensamientos de fe en el poder de Dios, y de esperanza en los
éxitos que la Bondad Divina me tiene preparados”. El plan usado
por este amigo es de los más admirables y sabios: llenar su
mente con las afirmaciones de que Dios sí le va a ayudar, que el
triunfo lo quiere el Señor también para él; que la derrota
acompaña como la sombra a los cobardes, pero huye ante la fe
en Dios, como las tinieblas de la noche cuando aparece el sol por
la mañana. ¿Qué fue lo que hizo este hombre con su método tan
sencillo? Puso fin a la dictadura cruel que sus sentimientos de
miedo y fracaso estaban ejerciendo en su cabeza, y dejó en
libertad a todos los pensamientos de alegría, confianza y
optimismo que tenía encerrados en lo más oscuro de su corazón.
Otros en cambio hacemos lo contrario: alimentamos cada día
nuestros sentimientos de inseguridad, llenándonos de
pensamientos tristes y recuerdos amargos. Hacemos como el Sr.
Puyana de Bucaramanga que fue criando un pequeño tigre en su
casa. Lo alimentaba lo mejor que podía. Pero un día se cortó una
mano, y le dio a lamer esa sangre al tigrecillo que ya había
crecido bastante. A la fiera se le despertaron todos sus instintos
carnívoros y la próxima vez cuando Don David volvió a
acariciarlo, el felino se abalanzó sobre él y lo mató. Esa es la
historia de nuestras vidas. Cada día “engordamos” nuestro
complejo de inferioridad con alimentos como este: “no valgo
nada, no sirvo para nada; otros sí pueden, yo no; nunca seré
capaz de corregirme; ¿qué voy a hacer, si no soy tan capaz como
los otros?... etc.” y cuando menos pensamos, la maldita fiera de
la inferioridad acaba con la vida de éxito que íbamos a tener.
2. ¿Y QUE LE PASA AL QUE VIVE PENSANDO EN TRISTES
SUCESOS QUE LE VAN A SUCEDER?

Que siempre se sentirá inseguro. Y esa misma inseguridad


le atraerá reveses y fracasos. Eso es despertar las avispas del
“avispero dormido” que todos llevamos dentro y que se llama:
“ideas depresivas, pensamientos de fracaso”. En cambio, el
amigo del taxi hacía lo contrario: despertaba todos los poderes
latentes que nosotros llevamos dentro: estimulaba las actitudes
creadoras que el poder de Dios depositó en nuestra inteligencia,
y éstas, como Sansón cuando recobró su cabellera, derrumban el
templo de horror que han fabricado esos temibles filisteos
llamados “sentimientos de inferioridad”.

2. UNO DE LOS MÁS GRANDES MALES QUE AZOTAN A LA


GENTE DE HOY EN DÍA ES:

La falta de confianza en sí mismos. En una de nuestras


universidades pasaron a los alumnos una hoja con esta pregunta:
“¿Cuál es el más grave problema de su vida?”, y de 100
estudiantes, 75 respondieron: “el mayor problema de mi vida
es…. La falta de confianza en mí mismo”. Esa proporción es
también la de la gente en general. Nosotros podemos decir como
el cobarde a quien un valiente desafiaba a pelear: “– Agradezca,
mijo, agradezca”. El valiente le preguntó: “¿Agradezca qué…?”
“Agradezca el gran miedo que le tengo, porque si no, sí le
pegaba”, dijo el pobre cobarde. Es lo que tendríamos que decir
ante los fracasos que nos oprimen: “agradezcan al miedo que
tengo, pues si no tuviera tan grande miedo, yo pegaría fuerte
contra mis dificultades y las vencería”. Todas nuestras calles
están llenas de gentes corroídas por el temor en su interior, que
rehúyen luchar contra los inconvenientes que se les presentan y
sufren un profundo sentimiento de inseguridad, porque dudan
de sus propios poderes. Desconfían de sus capacidades y por eso
no aceptan responsabilidades y no aprovechan las oportunidades
que se les presentan. Se quedaron perpetuamente como
crisálidas porque no tuvieron valor para batir las alas, romper el
capullo del pesimismo, y salir volando como triunfantes
mariposas hacia el mundo maravilloso de la superación.

3. PORQUÉ MILES Y MILES DE SERES HUMANOS SE


ARRASTRAN POR LA VIDA DE RODILLAS

¿Vencidos y temerosos? ¿Por qué? Van acosados por el vago


temor de que algo malo les va a suceder. ¿A qué se debe eso? Es
que no creen que tienen en sus manos lo que les permitirá llegar
a ser lo que desean ser. Por eso tratan de conformarse con
menos de lo que son capaces de conseguir. Y en la mayoría de
los casos tal impotencia es injustificada, es una solemne mentira.

A los poderes que usted tiene en su alma para vencer las


dificultades, les pasa como a la sangre cuando se acerca un gran
peligro: la sangre corre a refugiarse en el corazón, y las manos y
los pies y la cara pierden color y calor. En las complicaciones de
la vida nuestros verdaderos poderes de superación tienden a
ocultarse, y la persona se entrega a un desaliento no justificado.
En esos momentos es vitalmente importante un recontar todos
los efectivos que poseemos para salir adelante con éxito. Una
actitud racional nos debe llevar a convencernos de que estamos
menos vencidos de lo que creemos estar. Fue lo que hizo Cristo
en Getsemaní: ante la presencia de todos los horrores que iba a
sufrir en su Pasión, toda su sangre se replegó hacia su corazón y
exclamó: “Padre, si es posible aleja de mí este cáliz de
amargura”. Pero luego ante la Voluntad del Padre para que
aceptara todo este sufrimiento, dio un sí tan generoso, que ante
su exclamación: “Hágase tu voluntad, que se haga lo que Tú
quieres y no lo que quiero yo”, su sangre volvió otra vez a
regarse con tanta fuerza a borbotones por sus venas, que éstas
no fueron capaces de contenerla y salió en goterones en forma
de sudor. Es que un “Sí, quiero”, hace brotar de nuestro interior
un volcán de energías que nunca imaginábamos poseer.

5. UN CASO RARO ¿SERÁ EL SUYO?

Me encontré con un hombre desilusionado. ¿Cómo le va a


Usted? Le pregunté. Regular, por no decir que mal – fue su
amarga respuesta – y añadió: “Todo está perdido para mí. No
hay ya ninguna esperanza y estoy demasiado viejo para empezar
de nuevo otra vez. He perdido la fe… fracasó mi negocio… ¡Todo
anda mal!” – Cómo – le dije – ¿Todo anda mal? ¿Ha tenido en
estos días algún luto en su familia? ¿Ha muerto alguno de sus
seres queridos o está alguno gravemente enfermo? No, no – me
respondió con un brillo de satisfacción en sus ojos – mi familia, a
Dios gracias, está muy bien, y ninguno de ellos ha muerto, ni está
enfermo por estos días. Pero – añadí – ¿Ha tenido alguna pelea
últimamente en su casa? ¿Está disgustado con su esposa o su
suegra? ¿Sus hijos le niegan el saludo, o alguno de sus hermanos
le guarda odio o rencor?

“No, no – me contestó entusiasmado – ¡Yo no me merezco


esa esposa tan buena que tengo! Los hijos, aunque estamos
pobres, son tan noblecitos y agradecidos. Con mis hermanos
siempre nos hemos entendido bien. En mi casa jamás peleamos
ni discutimos.”

– ¿Pero está usted muy aburrido en esta ciudad donde


vive? ¿No le gusta el clima, o la gente, o las ocupaciones o…? –
Mi ciudad no la cambio por ninguna otra – me replicó – Aquí el
que quiere trabajar puede trabajar. El clima no es ni demasiado
caliente ni demasiado frío. Nuestras gentes son acogedoras y
amables. Y ni oficio, pues siempre me ha gustado. – Pero su
salud, ¿le anda mal? ¿Sufre de los ojos? ¿No escucha bien? ¿Le
cuesta trabajo caminar? ¿Digiere muy poco los alimentos? ¿Pasa
las noches sin dormir? ¿Lo persigue la jaqueca o el dolor de
muelas o siente neuralgias continuas?

“No, no. Cómo bien, duermo bien, no sufro enfermedades.


Yo soy un hombre normal.”

“¿O será que Usted está desilusionado de su religión? ¿No


le gusta la religión que profesa? ¿Quiere cambiarla por otra? ¿Lo
desilusionó la Iglesia?”.

“Oh, ¡nunca! Mi religión es la mejor del mundo. Somos 850


millones de católicos, la mayor concentración de creyentes del
universo. Tenemos un Romano Pontífice formidable. Un
arzobispo que estimamos mucho, y a mi párroco le guardamos
verdadero aprecio en mi barrio. Por nada del mundo cambiaría
mi religión católica que me llena de ánimos en esta vida y me
promete tantas maravillas para la eternidad…”.

Escribí en una tarjetica lo que él acababa de decir: los


familiares en buena salud. Paz en el hogar. Salud propia muy
buena. Cariño en su familia. Ciudad agradable. Religión
satisfactoria, etc. Le pasé la tarjeta y le pregunté: ¿En verdad que
todo anda mal? – Volvió a leer lo que él mismo había dicho.
Sonrió azorado y me dijo:
“Nunca me había puesto a pensar en estos bienes que el
buen Dios nos ha dado. Es verdad. No todo anda mal. Aún puedo
comenzar de nuevo. Lo que yo necesitaba era pensar un poco en
los muchos bienes que todavía no he perdido…”.

Y aquel hombre empezó de nuevo. Un camión sin frenos había

penetrado en su casa y le había destruido totalmente su negocio.

Un incendio provocado por el choque había quemado toda su

habitación. Sólo le había quedado el lote y su familia que, por

favor grande de Dios, no sufrió daños corporales… Ahora los

vecinos le han ayudado (devolviéndole los muchos favores que él

les había hecho cuando tenía riquezas). Ha levantado otra vez su

casa. Ha puesto otra vez su negocio, y ya va muy adelante en el

pago de sus deudas. Y me dice entusiasmado. “Un caso bien raro

el mío: me desesperaba por los pocos bienes materiales que

había perdido, pero no me alegraba por los inmensos bienes

espirituales y físicos que aún me quedaban. Cambié mi actitud

mental. Empecé a ver la vida por el aspecto alegre y la fe expulsó

las dificultades.
6. HAY UNA GRAN VERDAD repetida por los más famosos
psiquiatras del mundo, dice así: “Las actitudes son más
importantes que los hechos”.

Es una verdad que merece ser repetida hasta que llegue a


formar parte de nuestro cerebro, porque si mejoramos nuestras
actitudes hemos mejorado toda nuestra vida.

Cualquier hecho que nos sucede o que se nos presente, así


sea el más complicado, incluso el más desesperado, nunca será
tan importante como nuestra actitud ante él. La muerte de la
madre, para quien tiene fe en la vida eterna, será menos
dolorosa quizá, que la muerte de un caballo para quien cree que
ese cuerpo animal era para él lo más importante del mundo. Uno
perdió lo más precioso que hay sobre la tierra, pero recibe este
dolor con actitud de fe, y esto le llena de esperanza y paz. El otro
perdió sólo un animal irracional, pero toma esto con actitud de
desesperación, y es capaz de perder hasta el apetito y el sueño
por ello. ¡Lo que vale la actitud!

La forma en que Usted piense acerca de un hecho puede


derrotarle aún antes de que Usted actúe. Usted puede permitir
que un hecho lo abrume mentalmente antes de que en realidad
principie realmente a enfrentarse con él. En cambio, puede
también dominarlo y neutralizarlo de manera asombrosa si se le
enfrenta con actitudes de optimismo, esperanza y fe.
Recuerde lo que decía Milton, el gran poeta ciego: “Lo
grave no es ser ciego”. Lo que hace que una persona sea feliz o
desdichada será siempre la actitud que tenga acerca de lo que
sucede. Lo que hace falta no es que cambien las situaciones sino
cambiar nuestra actitud respecto a ellas, cambiarla de negativa a
positiva. Una gran importancia tiene nuestra actitud: si es
optimista nos permite vencer grandes dificultades. Si es
pesimista nos acobarda ante cualquier contratiempo y somos
derrotados.

CONOZCO A UN HOMBRE QUE ES UN GRAN ORGANIZADOR


PORQUE TIENE UNA CUALIDAD MUY ESPECIAL. No es que sea
más inteligente que sus compañeros, ni que hable más sabroso,
ni que sea de familia más importante que los otros o los aventaje
en estudios. No. Pero tiene una cualidad: que siempre está lleno
de pensamientos optimistas.

Cuando se reúne con sus compañeros lo primero que


procura hacer es emplear el “método de la aspiradora”, es decir,
con una serie de preguntas aspirar la mente de los otros las ideas
pesimistas que les han venido y quitarles las actitudes negativas
para alejarlas lo más posible.

Después sosegadamente sugiere ideas positivas relativas al


asunto, hasta que se forme en el ambiente un conjunto de
actitudes mentales propicias para el éxito. A menudo comentan
después cómo es de distinto un hecho según el lente con que se
les mire. Si analizan los factores positivos empiezan a ver que el
león no es tan fiero como lo pintan.

Sacan la ley de los promedios ¿en cuántos casos de cada


diez nos ha ido mal en esto? ¿Y cuántas veces no ha resultado
bien? A veces nos parece encontrarnos frente a una espantosa
selva y mirando bien, nos damos cuenta de que se trata de un
sencillo bosque, posible de atravesar sin mayores peligros.

¿Y QUÉ PASA SI USTED PIENSA CONSTATEMENTE EN LAS


FUERZAS QUE PARECEN ESTAR EN CONTRA SUYA? Pues que las
va robusteciendo hasta constituir un poder mucho más grande
de lo que deberían ser. Adquirirán una fuerza formidable que
realmente no tienen. La actitud negativa es fatal.

Pero si usted se esfuerza por valorizar lo positivo que tiene a


su disposición, manteniendo sus pensamientos en ello, dándole
énfasis hasta su máximo grado a lo que usted tiene de
verdaderos valores, se alzará su personalidad sobre los
obstáculos que se le presenten, y será un nuevo David, que, con
ayuda de Dios, dominará a cualquier Goliat de adversidades que
le salga al paso. La actitud positiva proporciona muchas victorias.

7. HAY UNA IDEA MUY PODEROSA QUE LE BRINDARÁ UN


REMEDIO SEGURO CONTRA SU FALTA DE CONFIANZA:

Es el pensamiento de que Dios realmente está con usted y lo


protege. Es una de las más sencillas enseñanzas de la religión:
Dios Todopoderoso es su acompañante continuo en el viaje de la
vida, va siempre junta a usted; no lo desampara ni de noche ni
de día. Aunque su padre y su madre llegaran a abandonarlo, Dios
nunca lo abandona. No hay otra idea más poderosa para que
usted logre una verdadera confianza en sí mismo que esta
verdad sencilla.

Pero si se esfuerza por recordarla y practicarla. Esta fue la


idea que Moisés dejó a su sucesor Josué, cuando le encargó la
dificilísima tarea de posesionarse de la tierra prometida. Él sabía
que los enemigos eran fortísimos y que el pueblo de Israel era
débil. Por eso antes de morir repitió bastantes veces a Josué el
slogan que lo iba a llenar de heroísmo: “No te olvides: Dios irá
contigo. Ánimo: Dios te acompañará hasta la victoria”. Este lema
que hizo de Josué uno de los más grandes y famosos héroes de la
historia, será también para usted el motor que lo elevará hasta
las más grandes alturas de éxitos. Repítalo muchas veces: “Dios
está conmigo”, junto a mí va el Señor, Dios me guía. Dios será mi
pastor que va guiando. Dios actúa junto a mí”. Ya verá que esta
idea, pensada y repensada, libera en usted una tal cantidad de
poder para actuar como el chorro de aire que sale de los grandes
aviones reactores: lo llevará tan lejos, y tan rápido a las alturas,
que nunca habría imaginado tal. ¡No le pido que me crea,
solamente le pido que haga la prueba!

LO QUE AFIRMARON DOS GRANDES SABIOS:

Emerson fue un gran pensador y sus enseñanzas son


estimadas en Estados Unidos como verdaderas que no se
discuten. Pues bien. Emerson repetía: “PARA TRIUNFAR, ES
NECESARIO CREER QUE SÍ PODEMOS TRIUNFAR”. Otro gran
pensador, King añade: “Sea usted valiente y verá que aparecen
fuerzas poderosas que vienen en su ayuda”. Estas dos grandes
verdades han sido ya muy comprobadas por la experiencia.
Emerson continúa diciendo: “Haga aquello que teme, y verá huir
sus temores”. Obre con confianza y verá que sus temores e
inseguridades dejan de tener poder sobre usted.

LO QUE ACONSEJABA UN GENERAL: en la última guerra


uno de los capitanes, antes de la batalla dijo al general: “Temo
esto y esto…” y el militar superior le respondió: “Capitán, nunca
consulte usted a sus temores”. Este era el lema de los grandes
héroes, y de los que han hecho obras portentosas: no
consultaban a sus temores, sino a sus esperanzas. Y el éxito vino
proporcionado a sus actitudes optimistas y positivas. El secreto
es siempre: llenar la mente de pensamientos de fe, confianza y
seguridad. Esto expulsa hacia afuera los pensamientos de duda y
de falta de confianza.

Recuerde este gran principio: no consulte a sus temores sino a


sus esperanzas.

EL REMEDIO QUE CURO A UN APOCADO. Me encontré con


un hombre al que por largo tiempo lo habían acosado
inseguridades y temores.

Le recomendé que leyera la Biblia subrayando toda declaración


referente al valor y la confianza, y que procurara aprenderse de
memoria algunos de esos pasajes, que son los más poderosos
pensamientos que existen en el mundo para animar a la gente.
Estos pensamientos lo transformaron de un mísero desvalido en
un hombre de fuerza dominante. El cambio operado en él, en
poscas semanas, fue completo, ahora es una personalidad
confiada a inspiradora, irradia fortaleza y magnetismo; ha
adquirido confianza en sí mismo y en los poderes que Dios ha
depositado en él, si Usted hiciera el ensayo… notaría cambios
radicales en su espíritu.

8. DIEZ REGLAS SENCILLAS PARA VENCER LAS ACTITUDES DE


INSUFICIENCIA.

Miles de personas las han usado, informando del éxito de los


resultados. Siga este programa y también usted sentirá un nuevo
poder.

1. Haga en su mente un retrato de Usted mismo triunfante.

Mantenga ese retrato en su cabeza. No permita que


desaparezca. Nunca piense que es un fracasado (Usted no es un
fracasado. Puede estar seguro de que no lo es). Nunca dude de la
realidad de que usted sí va a triunfar. Dudar es muy peligroso,
porque si usted empieza a hacerlo, la mente se encarga de
aumentar los colores negros de sus dudas. Imagínese a usted
mismo triunfando, aunque en el momento presente las cosas se
presenten de mal cariz.

A VECES BASTAN, PERO NUNCA HAN DE FALTAR PORQUE HACEN


MUCHO BIEN son sólo dos palabras… ¡muchas gracias!
2. Siempre que algún pensamiento negativo llegue a su
mente, reemplácelo con un pensamiento positivo.
3. No levante monumentos a los obstáculos en su
imaginación: o sea, estudie las dificultades que se le
presentan y que se le pueden presentar, pero no les
conceda tanta importancia que las agrande más de lo que
son en realidad.
4. No crea que los demás valen más que usted. Recuerde que
la demás gente, a pesar de su apariencia de dominio, está
tan asustada como usted.
5. Varias veces cada día repita estas palabras de la Biblia: “¿Si
Dios está con nosotros, ¿quién podrá contra nosotros?”
(Rom. 8, 31). Dígalas ahora mismo y despacio.
6. Consulte con alguna persona prudente y buena. Averigüe si
será que, por emociones amargas de la niñez, Usted
adquirió un sentimiento de inferioridad que le está
haciendo mal.
7. Practique varias veces la siguiente afirmación bíblica,
repitiéndola, ojalá en voz alta: “Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece” (Fil. 4,13). Ésta mágica frase es el más
poderoso antídoto contra los pensamientos de inferioridad.
8. SEA DIGNO: No olvidemos qué dignidad es tener un gran
respeto hacia sí mismo y hacia los demás. Tenga un gran
respeto hacia Usted mismo: no sea vanidoso, pero sí
recuerde que usted vale muchísimo más de lo que ha
creído que vale. Si no fuera así, no habría sido hecho a
imagen de Dios.
9. Póngase en manos de Dios. Piense: “estoy en las manos de
Dios”. Convénzase de que ahora mismo está recibiendo de
Dios todos los poderes que necesita. Sienta que Dios está
junto a Usted ayudándolo. Esto es verdad, y lo va a llenar
de ánimo y confianza.
10. Recuérdese a sí mismo la promesa de Jesucristo: “Yo
estaré con vosotros hasta el fin de los siglos”. Lo dijo y lo
cumple. Con nosotros está y no sólo con su presencia, sino
ayudándonos hora tras hora, y minuto por minuto.
11. UNA MENTE TRANQUILA GENERA PODER:

En el comedor de un hotel estaba mis dos compañeros


contando cómo habían pasado la noche. El uno dijo “Anoche
antes de acostarme escuché por radio las últimas noticias, y me
llené la cabeza de preocupaciones, lo cual me hizo pasar una
noche de intranquilidad, dando vueltas en la cama”.

El otro comentó “Yo anoche – siguiendo la costumbre que


tenía siempre mi padre, leí una página de la Biblia antes de
acostarme. Leí precisamente el Salmo 22 donde se recuerda:
“Dios es mi pastor – nada me faltará – aunque vaya por caminos
oscuros, nada temo, porque su poder me defiende…”, y con
estos bellos pensamientos me fui a dormir. Pasé una estupenda
noche de gran tranquilidad.

Dos noches bien distintas. El uno alimentó su mente con ideas


miedosas y tristes, y estuvo toda la noche dando vueltas. El otro
la alimentó con pensamientos de confianza y fe, y durmió como
un lirón. Como esas noches hay muchas vidas, unos viven en
perpetua tensión: pensando cosas amargas: la vida de tensión es
difícil y dura.

Otros viven en perpetua paz, teniendo pensamientos de paz y


esperanza: la vida de paz es la más fácil y amable.

¿Qué está enviando usted a su mente: pensamientos de paz? ¿O


de amargura y tensión?

VINO LLORANDO Y SE FUE CANTANDO. Era un hombre


frustrado, lleno de incomprensiones. Vino a visitarme. Me contó
todas sus penas. Lloraba. “Lloré, lloré tranquilamente – le dije –
porque las lágrimas son el mejor desahogo del mundo”. Y
después de que estuvo reposado le aconsejé lo que siempre he
encomendado en todas partes y con éxito: ahora empiece Usted
a echar fuera todos esos pensamientos negros: no odie, nos y
crea fracasado, no guarde resentimientos. Diga: yo amo a todos.
Yo perdono a todos. Yo voy a triunfar. Y rece: “Señor creo en tu
poder, confío en tu misericordia. Me abandono a tu sabiduría. Yo
confío intensamente en Ti, ¡oh, Dios mío!, porque sé que me
amas. Un corazón humillado y arrepentido Tú nunca lo
desprecias…

Aquel hombre fue repitiendo todo esto. Recobró su calma.


Mirándome a los ojos me decía al despedirse: “Yo nunca creía
que hubiera remedios tan eficaces para curar la tristeza. ¿Por
qué no lo hacen ustedes más propaganda a estos remedios
espirituales? Esto vale más que un frasco de pastillas”. Más tarde
me llamó por teléfono. Soy el que lloró tanto en su presencia el
otro día. Ahora soy otro. Cuando llegan los pensamientos tristes
los cambio por pensamientos alegres. Y elevo mi corazón orando
a Dios. La gente se extraña de mi cambio tan completo. Dios los
bendiga por sus buenos consejos”. Había conseguido la buena
receta: cambiar pensamientos tristes por pensamientos de
confianza. EXTRAÑA ENFERMEDAD MODERNA. Un médico
decía: “Muchos de mis pacientes no tienen ningún mal físico. El
único mal que losa acompaña son sus pensamientos de tristeza y
desaliento. Por eso los curo a base de buenos pensamientos. Les
hago buscar en la Biblia algunos pensamientos en los cuales se
demuestra que Dios se preocupa por ellos, que Dios desea que
sean felices y que está dispuesto a ayudarlos a cada momento,
etc. Y si siguen esta receta adquieren una mente llena de paz,
con lo cual logran producir salud y bienestar”.

12. METODO ANTIGUO Y NUEVO: vaciar la mente.


Es uno de los remedios que desde los más antiguos tiempos se
han conocido para tener una mente tranquila, a la vez es
sumamente recomendado hoy en día. Consiste en buscar una
persona de gran confiabilidad, un director espiritual, un
sacerdote, etc., y contarle todas las penas que se llevan en el
alma. Desde los primeros tiempos del cristianismo se usa este
sistema, y el alma queda tan en paz, como si se la hubiera
quitado de sobre el hombro una carga de varias toneladas. Es
muy preferible que la persona a la cual se confían las penas sea
muy espiritual. Si es sacerdote o persona religiosa, mucho mejor.
Cuidado no ir a confiarle sus problemas a alguna mujer no
demasiado santa, porque pronto las sabrán en todo el
vecindario. Los antiguos decían: “¿Por qué Jesucristo cuando
resucitó se apareció primero a las mujeres? Y respondían “para
que la noticia se divulgara más rápidamente”. Así de rápido se
sabrán los milagros de usted si los comunica a una mujer no
demasiado prudente. Pero un sacerdote o una persona religiosa
sí puede ser un depositario seguro de sus amarguras y consejero
muy oportuno para solucionar lo que usted no es capaz de
remediar. Muchos lo han experimentado y lo experimentan con
grandes resultados para su paz y santidad. Y si usted reza con fe,
Dios pondrá en el camino de su vida un buen sacerdote o un
excelente consejero espiritual al cual, pueda una o dos veces
cada año confiar sus dudas, temores, penas y proyectos. Este es
uno de los primeros pasos, que se dan siempre cuando uno
desea avanzar seguro por el camino hacia una gran personalidad.

APENAS TENGA SU MENTE VACIA: APRESÚRESE A


LLENARLA DE LO CONTRARIO A LO QUE ANTES TENÍA.

Antes estaba lleno de pensamientos de tristeza, frustración,


resentimiento, pesimismo. Muy prudentemente se ha
propuesto echar por fuera todo ese montón de alimañas que
estaban acabando con su personalidad. Pero no puede su
mente quedarse vacía.

Ahora hay que llenarla. ¿Cómo? Lea. Lea. Cuando San Luis
preguntó al famosísimo doctor San Roberto Belarmino qué
consejos daba para mantener su mente llena de buenos
pensamientos, el gran sabio le respondió: Lea mucho, lea
libros buenos, que una buena letra es la mejor fábrica de
buenos pensamientos”.

Y hay otro gran método para llenar la mente de buenas ideas:


hacerse una “Colección de recursos agradables”. Piense en
esas escenas puras y tan felices de su infancia. Trate de
recordar los más bellos paisajes que ha contemplado. Pase
por su recuerdo paseos hermosos, reuniones, sanas y
agradables que le han hecho pasar horas felices: atenciones
recibidas, viajes emocionantes, etc. Bueno Ud. Tiene
coleccionados mil recursos agradables y provechosos, que
sólo están esperando un llamado para volver a su mente.
Tráigalos de vez en cuando para que ocupen el puesto que en
buena hora dejaron los pensamientos tristes y desanimadores
que le estaban atormentando.

13. UNAS PÍLDORAS QUE HAN ROBUSTECIDO A


MUCHOS.

Uno de los más deliciosos deportes que se pueden practicar


es: coleccionar frases famosas o agradables de grandes
pensadores. Por el mundo han pasado personajes
especialísimamente inspirados cuya mente produjo unos
pensamientos tan originales y penetrantes, que a cualquiera
persona de cualquier país o época le impresionan y le hacen
bien. Ojalá Ud. se acostumbre a irlos coleccionando.

San Juan Bosco, en sus momentos de angustia repetía una


frase de aquella gran pensadora llamada Santa Teresa de
Jesús: “Nada te asuste. Nada te afane. Nada te turbe. Todo
pasa. Sólo Dios queda”. Y este pensamiento le producía gran
paz.

Un político de fama mundial, en los momentos en que era


atacado, gustaba repetir un pensamiento del más famoso
escritor del siglo XII, Tomás de Kempis: “Recuerda que tú no
eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen”, y
esto le producía tranquilidad. Bolívar gozaba leyendo a Julio
cesar, y Napoleón leyendo a Plutarco.

El Papa Juan XXIII contaba que cuando lo eligieron


Pontífice, en medio del gran susto y angustia que sentía, lo
que lo vino a consolar y animar fue una frase del famosísimo
libro “imitación de Cristo”, que dice así: “Cuando Dios da un
cargo, dará también las fuerzas para poderlo ejercer bien”.
Esta misma frase animaba también en sus momentos de
afanes al gran ministro alemán, Adenauer, y el Papa Juan
Pablo II. Cuando usted oiga o vea una frase que le impresiona,
apresúrese a escribirla. Vuelva después a leerla
frecuentemente, y llegará un día en que esas frases formarán
un grupo especial en su memoria; serán como las reservas de
un país; siempre a disposición para salir en su defensa en los
momentos de depresión o peligro.

Y si las frases que colecciona son de la Biblia, los resultados


serán el doble o más que el que producen las demás frases. Lo
cual ya es mucho decir. Lea por ejemplo el libro de Los
Proverbios de la Biblia, señalando aquellas frases que más le
agradan. La próxima vez que las vuelva a leer le agradarán
todavía más y más.

PARA DEJAR DE SER GRUÑÓN:


En un hotel Hilton estaba reunida una convención nacional
de comerciantes. Entre ellos había uno que estaba muy nervioso.
Era gruñón, discutidor a irritable. Frecuentemente tomaba
pastillas para los nervios. A uno de sus vecinos de mesa le
comunicó: “Siento que me voy a quebrar en pedazos. Tengo los
nervios destrozados. Quisiera no aparentar mi mal genio, pero
no soy capaz de ocultarlo”.

Su compañero, hombre calmado y muy buen amigo, le dijo


cariñosamente: “Yo cargo en mi maletín el mejor remedio
descubierto hasta ahora, para calmar los nervios” y mientras el
otro observaba interesado, fue sacando una Biblia
hermosamente encuadernada. Miré – le dije – yo no he
encontrado otro calmante mejor que leer los mensajes que Dios
nos ha dejado para ser felices. ¿Quiere que hagamos el ensayo?
Leamos un pasaje del Libro de Dios”, - y empecé a leerle el Salmo
24 – 25, que es uno de los más preciosos de toda la Biblia, y dice
así: “Señor, a Ti dirijo mi oración – Mi Dios: en Ti confío – en Ti
confío a todas horas – Señor: acuérdate del amor y la ternura
que siempre me has manifestado. No te acuerdes de mis
pecados, ni del mal que hice en mi juventud. Señor es grande mi
maldad, perdóname: haz honor a tu nombre – Mírame Señor y
ten compasión de mí, pues estoy solo y afligido – líbrame de mis
tristezas y de mis angustias – mira mis afanes y trabajos, y
perdona todos mis pecados. Amén”.

“¡Hermoso, hermoso! – exclamó el enfermo de nervios. Y


prosiguió: ¿Usted lee frecuentemente estos Salmos?”

Sí, sí – respondí. Yo también pasé por una época en que mis


nervios estaban destrozados. Afortunadamente mi profesor de
sicología había asistido mucho en que el mejor remedio para
mantenerse en paz era leer la Palabra de Dios en la Biblia y me
había dado instrucciones para poder leer este libro con facilidad.
El me enseñó a señalar en la Biblia los pasajes que más me
impresionaran, y poco a poco fui señalando algunos Salmos de
extraordinaria belleza, por ej. el 22, el 24, el 32, el 50, el 103, etc.
Y una noche experimenté por primera vez el poder pacificador
de la palabra Bíblica. Había llegado a un hotel en un estado de
nerviosismo casi desesperante. Subí a mi cuarto. Traté de escribir
algunas cartas, pero no pude concentrarme nada, quise leer el
periódico y me fastidié. Intenté bajar al bar a tomarme unos
tragos, y ya iba a salir de mi pieza cuando recordé el consejo de
mi antiguo profesor: “Lea la Biblia, y hallará la paz”. Abrí la
Biblia que había allí en la mesa de noche. Busqué uno de los
Salmos cuya gran hermosura conocía: el Salmo 24-25 y lo leí. Me
llegó al alma. Repetí algunas de sus frases. Estaba sentado en un
cómodo sillón. Me quedé profundamente dormido. Solamente
dormí unos quince minutos, pero cuando desperté estaba tan
fresco y restablecido como si hubiera dormido toda una noche.
Aún recuerdo la extraordinaria sensación de completo alivio. Me
dije entonces:

“¿No es esto algo maravilloso? ¿Cómo es que teniendo un


remedio tan a la mano, no lo he aprovechado para curarme? Y
en adelante la lectura de mi Biblia es el remedio poderoso que
calma todas mis ansiedades. Guillermo, no quisieras tu hacer la
prueba y ver si a ti también te sirve”.

Guillermo lo intentó y sigue haciéndolo; me informó que al


principio le costaba alguna dificultad. Todo arte es difícil en sus
principios, pero ahora ya todo es distinto. La lectura de la Biblia
le produce una felicidad infinita y no necesita tomar medicinas
para no ser gruñón. Ahora se puede convivir fácilmente con él;
sus emociones están bajo control.

¿Qué descubrieron estos dos señores? Que obtener la paz


mental no es difícil. Sólo hay que alimentar la mente con
pensamientos que le produzcan tranquilidad; y las buenas
lecturas son la mejor fábrica de pensamientos tranquilizantes.
(Ojalá consigamos el precioso librito “Los salmos explicados” su
lectura nos llenará de paz).

14. OTRO REMEDIO MUY PRÁCTICO: que las


conversaciones estén llenas de serenidad y sosiego.
Una conversación intranquila y preocupada produce estado
de intranquilidad en el espíritu. Una conversación tranquila va
produciendo tranquilidad en el alma. Cuando la conversación
vaya tomando un giro molesto intente inyectarle ideas
tranquilizadoras, y verá cómo se contrarresta la tensión
nerviosa. En plena discusión agria, un chiste bien oportuno
puede deselectrizar el pesado ambiente.

Conversaciones llenas de desaliento a la hora del desayuno


pueden dejar un ambiente de tristeza para todo el día, por eso
las grandes personalidades salpican de notas alegres sus
charlas, desde la primera hora de la mañana, porque esa dosis
de optimismo elevará la tónica para toda la jornada. Tener
temas agradables y optimistas para la conversación es uno de
los tesoros más preciosos para llenar de alegría la vida de los
demás.

Es importante eliminar de la conversación todas las ideas


negativas.

Por ejemplo, cuando se está en un grupo, no diga usted: “Los


anarquistas o los mafiosos se van a adueñar de todo nuestro
país”. En primer lugar, eso no va a suceder tan fácilmente, y
esa sola afirmación ha creado ya una acción depresiva en la
mente de todos y le ha perjudicado la digestión del almuerzo
de hoy.
LA OCASIÓN SOLAMENTE ENCUENTRA A QUIEN ESTA
PREPARADO.

TENGAMOS UN GRAN IDEAL.

AMÉMOSLO, CULTIVÉMOSLO.

PREPAREMONOS PARA OBTENERLO.

Y TARDE O TEMPRANO,

SI TENEMOS CONSTANCIA

Y CORAZÓN ENTUSIASTA,

DIOS SUSCITARÁ UNA CIRCUNSTANCIA,

TAL VEZ IMPREVISTA

Y QUE PARECÍA POCO PROBABLE,

QUE HARÁ EXPLOTAR LA CHISPA


DE LA GRAN OCASIÓN.

Y OBTENDREMOS NUESTRO IDEAL.

SAN JUAN BOSCO

TALLER SAN PABLO

BOGOTÁ, D.C.

IMPRESO EN COLOMBIA – PRINTED IN COLOMBIA

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