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Apuntes Literatura

Este documento resume los principales aspectos del modernismo y la Generación del 98 en la literatura española a principios del siglo XX. Brevemente describe el surgimiento del modernismo con Rubén Darío y su influencia, así como las características y autores clave de la Generación del 98 como Unamuno, Baroja y Azorín. Resalta la renovación de la prosa y el énfasis en temas de identidad española. Además, analiza brevemente la evolución de la novela hacia un estilo más subjetivo que refleja conflictos individuales.

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Apuntes Literatura

Este documento resume los principales aspectos del modernismo y la Generación del 98 en la literatura española a principios del siglo XX. Brevemente describe el surgimiento del modernismo con Rubén Darío y su influencia, así como las características y autores clave de la Generación del 98 como Unamuno, Baroja y Azorín. Resalta la renovación de la prosa y el énfasis en temas de identidad española. Además, analiza brevemente la evolución de la novela hacia un estilo más subjetivo que refleja conflictos individuales.

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Exámenes de literatura 28/04 y libros 06/05

Unidad 1. El modernismo.
1. La irrupción del modernismo en la literatura castellana de fin
de siglo. Precedentes e influencias.
Desde finales del XIX la literatura española empieza a abandonar un Realismo y surgen los llamados
modernistas, que dieron a nuestra literatura el giro que necesitaba para recuperar su antiguo prestigio.
El cambio se inicia en las repúblicas hispanoamericanas, de la mano de autores como Martí o Nájera.
Este legado sería ampliamente recogido por Rubén Darío, quien con su viaje a España en 1892 inicia el
movimiento en nuestro país.
Cabe destacar que la fuente de inspiración de este movimiento descansa en las corrientes francesas del
simbolismo – evocación de ideas imaginarias mediante musicalidad y libertad expresiva –, y del
parnasianismo – arte por el arte" y perfección formal y métrica –; además de ciertos autores
románticos decimonónicos como Rosalía, Bécquer o Espronceda.
En estos años surge en Europa un movimiento hermano del modernismo llamado decadentismo,
integrado por Baudelaire, Wilde, Mallarmé... y que tiene su base en la conciencia de estar viviendo en
una civilización al borde de la extinción, lo que despierta un gusto por lo sombrío y enfermizo.

2. Caracterización general del Modernismo hispano. Etapas y


tendencias en la literatura peninsular.
En España el Modernismo quedó delimitado desde la llegada de Rubén Darío hasta su muerte,
coincidiento con la etapa más prolífica de los noventayochistas. Así, el movimiento pasa por una
primera etapa conocida como Modernismo militante que en 1904 da paso al Modernismo asimilado,
menos provocador y más ligado a las artes plásticas
A los modernistas les gusta evadirse de la realidad espacio-temporal, lo que les lleva reivindicar ciertas
épocas del pasado (primitivismo) y civilizaciones exóticas como la japonesa o precolombina
(orientalismo) lo cual desembocó en un cosmpolitismo marcado por el gusto por París.
Hay un acentuado gusto por los ambientes sombríos propios del decadentismo, debido a la rebeldía
ante una burguesía materialista y a la pasividad del ser humano ante la muerte
En contraste con el hastío, tiene mucha cabida un erotismo que combina visión dulce y delicada del
amor con una sensualidad desbordada y obscena que da lugar a la aparición de seres andróginos,
mujeres fatales, prostitutas,….
La insatisfacción por el mundo provoca que los modernistas recurran al espiritualismo, destacando el
interés por los fenómenos inconscientes y el tema de Dios.
El Modernismo crea un nuevo lenguaje que perseguía la exaltación de los sentidos mediante un uso
prodigioso del idioma y cierto intimismo. Adquiere importancia el color y la sonoridad, junto a un
amplio surtido de recursos estilísticos ornamentalistas como las aliteraciones, sinestesias, imágenes o
símbolos como el cisne o el azul.
Además, hay una renovación métrica y rítmica que recoge el relevo romántico y francés decimonónico.
Así, se innova el verso alejandrino y los sonetos a la vez que se combinan metros y estrofas de la
tradición castellana (octosílabo y endecasílabo) con otros inéditos hasta la fecha (dodecasílabo y
eneasílabo). También, se potencia el versolibrismo por influjo de Whitman.
En conclusión, puede afirmarse que dentro del modernismo hubo una tendencia parnasiana o
exuberante y otra intimista o simbolista.

3. Rubén Darío (1867-1916).


Padre del modernismo cuyo estilo se caracteriza por su riqueza y variedad léxica, la intensa
adjetivación, sus hipérbatos y el uso de extranjerismos, cultismos y neologismos. Además, se cuelan
ciertos homenajes a la mujer.

Azul… (1888).
Esta aglutina obras en prosa con algunos textos poéticos en los que se muestra el influjo, por un lado,
del romántico Víctor Hugo, y por otro, de poetas paranasianos; obteniéndose como resultado una
composición cargada de mitología.
En 1890 sale a la luz la segunda edición del libro, en la cual se equilibra el reparto entre prosa y verso,
se añaden ambientes exóticos y refinados como los amerindios y la influencia de simbolistas y
decadentistas como Walt Whitman. Destaca la preocupación por una renovación métrica y léxica.

Prosas profanas (1896).


Manifiesto modernista por excelencia que presenta una ornamentación brillante, acentuándose la
belleza y lo colorido respecto la obra anterior, con abundantes referencias mitológicas y literarias,
además de proseguir con la renovación estrófica.
Disminuyen los motivos exóticos para dar cabida a un interés por el más allá que deriva en reflexión
religiosa y existencial, con cierto rechazo al catolicismo tradicional.

Cantos de vida y esperanza (1905).


Aumenta el peso de las preocupaciones existenciales y político-patrióticas, acercándose al modernismo
intimista, además de una clara influencia romántica.
A diferencia de las obras anteriores, percibimos un tono nostálgico junto a una inquietud cívica que
exalta los viejos valores hispanos frente al imperialismo yanqui.

Otras publicaciones.
El canto errante, Poema de otoño y otros poemas, Canto a la Argentina y otros poemas además de un
prosa de cuentos y textos periodísticos.

4. Delmira Agustini.
Su obra se reduce a tres poemarios: El libro blanco (frágil), de 1907; Cantos de la mañana, de 1910; y
Los cálices vacíos, de 1913. En su libro póstumo Obras completas aparece Los astros del abismo, un
conjunto de versos oscuros y barrocos.
El lenguaje de la uruguaya en su primera obra es claramente modernista, continuando en la línea de
Darío para adentrarnos en un mundo idealizado pero de sufrimiento con sueños difíciles de alcanzar.
Sus poemas se vuelven alegóricos con base en el empleo de colores simbolizados (blanco como
inocencia o rosa como pasión).
A pesar de ello, el primer libro se publica ya en una época en la que el modernismo está en decadencia,
lo que produce en ella un sentimiento de prisión en unas limitaciones que le impiden expresarse de
manera explícita.
La poesía de Delmira abarca muy pocos contenidos, entre los que destacan la sexualidad, el mundo de
los sueños y la muerte, unidos por la pasión amorosa y la angustia vital.
En cuanto a sus símbolos tenemos:
• Cisne: ambivalencia masculino-femenino.
• Araña: rutina.
• Búho: silencio que evoca melancolía.
• Cabellera femenina: primero la belleza y más adelante la entrega amorosa.
• La cabeza del amante: apropiación completa del ser amado.
La autora fue derivando hacia lo irracional, y acabó por apostar por el verso blanco, el verso libre, la
libertad de rima e imágenes irreales que la aproximaban a las vanguardias, de ahí que la crítica la
adscriba al posmodernismo.
El contenido erótico de sus versos causó polémica porque era mujer, así es que se la emparenta con el
decadentismo. Ello permite un concepción feminista de la literatura modernista.
El amor es para ella la única fuente de poesía, rezumando misticismo por la entrega absoluta a lo
amado, aunque todo ello va cediendo ante el fracaso de sus aspiraciones.
Agustina se centra en hacer autoanálisis psicológico, aislándose por ende del mundo exterior. De esta
suerte, su búsqueda de la felicidad choca contra un mundo cruel y convierte al amor en un delirio
enfermizo y decadente.

5. Conclusión.
La importancia de Darío en la literatura castellana no se comprendería sin su legado, pues gracias a la
configuración de un nuevo lenguaje se volvió un referente que lograría que nuestrras letras recuperaran
el pulso perdido, teniendo desde luego, un estilo muy vistoso y original. Por su parte, Delmira Agustini,
pese a su escueta producción se vuleve un eslabón necesario para trazar la historia de al literatura
contemporánea, pues pese a ser una gran admiradora de Darío, entendió que lenguaje no era suficiente
para dar forma a sus turbulencias interiores, lo que la acercó a las vanguardias. A diferencia de casi
todas sus coetáneas, Agustini fue de la pocas mujeres que no se ocultó bajo un seudónimo en lo que
escribió.
Unidad 2. La novela en la Generación del 98: Unamuno,
Baroja y Azorín.
1. La Generación del 98: concepto, características generales y nómina de
autores.
La denominación de Generación del 98 hace alusión a unos escritores que habían mostrado su
desagrado ante la sociedad de la Restauración y habían proclamado la necesidad de cambio social.
Darío pertence incuestionablemente al Modernismo, Valle-Inclán tendría una trayectoria difícil de
clasificar y Machado tardaría en acoger los ideales noventayochistas, pero Azorín, Maeztu, Baroja y
Unamuno sí que caben incuestionablemente en la nueva corriente, de hecho, los tres primeros
escribieron un documento conjunto: Manifiesto de los Tres. (1901). En él plasman la descomposición
del sistema y apoyan un reformismo lejos de los ideales revolucionarios de su juventud.
De este modo, distinguimos las siguientes señas de identidad de la Generación del 98:
• Antecedentes en pensadores ilustrados, liberales reformistas o incluso Larra.
• Evolución de posiciones juveniles radicales de denuncia social al conservadurismo.
• Esencial el tema de España.
• Estética antirretórica e inclinación al subjetivismo.
• Renovación de la prosa española, predominando el ensayo y la novela.

2. La novela de cambio de siglo.


A comienzos del S. XX hay cierta confusión entre los continuadores de las últimas tendencias
decimonónicas y aquellos que apuestan por un cambio de orientación.
En el ámbito novelístico es clave el año 1902, cuando se publican novelas como Camino de perfección
de Baroja, Sonata de otoño de Valle-Inclán, La voluntad de Azorín y Amor y pedagogia de Unamuno.
Estos textos sobrepasan los límites de la narrativa para incorporar digresión, descripción amorosa,
lirismo intimista.... Así, quedan cada vez menos claras las fronteras entre los géneros.
La función observadora de los realistas deja paso a una prosa que pretende reflejar problemas
indivuales y conflictos morales.

2.1. Pío Baroja.


Baroja destaca por ser el mejor novelista de su generación, confiriéndosele los méritos de la brillante
retratación de su personajes, la descripción de ambientes y la naturalidad de sus diálogos. Así, en sus
obras conviven en armonía desde la reflexión filosófica e histórica hasta la aventura.
Para él, prima la vida sobre la literatura, reflejada desde una perspectiva muy pesimista y una visión
anticlerical acompañada de desconfianza en el hombre y en el futuro.
Los personajes barojianos suelen ser seres asociales y rebeldes clasificiados en hombres de acción que
intentan escapar de la mediocridad cotidiana y en abúlicos que no hacen nada para cambiar su
situación. Ante el fracaso de ambos, parece apostarse por la ataraxia como único medio para evitar el
sufrimiento, lo cual deriva en ambientes suburbiales y marginales.
El estilo de este autor es sencillo y antirretórico con el añadido del humor y el sarcasmo, que
convivirán con algunas descripciones paisajísticas de carácter lírico.
Su primera obra relevante fue Camino de perfección (1902), que muestra la pobreza socioeconómica
en España a principios del XX bajo una reflexión filosófica y antirreligiosa.
Tras ella, publicará varias triologías y alguna obra suelta:
a) La lucha por la vida, destacando La busca, de 1904. La acción transcurre en Madrid y presenta
a personajes marginales y obreros que logran redimirse tras adquirir cierta conciencia social.
b) Tierra vasca. Se sitúan en el País Vasco. Reseñemos La casa de Aizgorri
c) La raza, descuella El árbol de la ciencia (1911) donde el autor refleja sus inquietudes
existenciales en el protagonista Andrés Hurtado.
d) Las inquietudes de Shanti Andía , novela de aventuras.
La producción de Baroja suele separarse en dos etapas divididas por la PGM, a las que podemos
añadirles una tercera correspondiente a sus últimos años de vida.
La etapa más interesante es la primera, que incluye sus libros de personajes inadaptados, mientras que
las novelas de acción y aventuras predominarán más en su segunda etapa; en ella, el autor publica
veintidós novelas aglutinadas en Memorias de un hombre en acción, que cuenta las peripecias de
Eugenio Aviraneta en la línea de Episodios Nacionales de Galdós.
Después de la Guerra Civil, Baroja continúa escribiendo, destacando sus memorias.
Nuestro autor comienza defendiendo la modernidad de estilo impresionista que debe plasmar las
sensaciones, pero desde 1903, critica los excesos del Modernismo más ornamental y comienza a buscar
una expresión sencilla, convencido de que el objetivo básico de un buen novelista es crear un relato
ameno.

2.2. Miguel de Unamuno.


Unamuno cultivó todo tipo de géneros literarios, insistiendo en ciertos temas junto a un estilo vivo,
directo y lleno de paradojas.
Temáticamente, comienza desde tesis regeneracionistas próximas al socialismo vasco para acabar
volcándose desde 1897 en una reflexión existencial y religiosa.
Unamuno siempre mostró un gran interés por la novela y la utilizó como la vía más práctica para
expresar sus problemas existenciales.
Sus obras principales abordan temas como la filosofía y la pasión, destacando Amor y pedagogía
(1902), en la que un intelectual pretende convertir a un niño en un genio utilizando los principios de la
pedagogia moderna. En ella rompe con las fronteras de la novela y el ensayo para el disgusto de la
crítica coetánea, lo cual le hace rebautizar sus composiciones como nivolas.
En 1913 publica Niebla, donde Unamuno aparece como personaje enfrentándose a muerte con el
protagonista cuando le exige ser dueño de su propio destino, a lo que le recuerda que él también morirá,
alegorizando la rebeldía del autor frente a Dios.
Otras obras memorables son Abel Sánchez, La tía Tula y San Manuel Bueno, mártir (1930), siendo
este último uno de los más famosos del bilbaíno, y en el que cuenta la historia de un cura rural que ha
perdido la fe y se esfuerza porque sus fieles sigan mantiéndola, en defensa de la alienación que permite
ignorar la realidad trágica de la muerte, al contrario de las teorías de Marx sobre la religión.
Unamuno se opone al realismo de la novela, aunque algunas obras semejen reales, e invita al lector a
interpretar interactivamente las situaciones planteadas y los paratextos propuestos.
De esta suerte, la novela unamuniana es muy original y el autor se mete de lleno en el debate entre si
romper totalmente con el modelo realista o no mediante el juego con la técnica narrativa y los
personajes, los cuales a veces se rebelan contra el autor (determinismo) como en Niebla, cuentan su
propia vida como en Abel Sánchez o se simbolizan como en La tía Tula.
También destacan la concentración de la acción, con descripciones limitadas a situaciones simbólicas;
la abundancia del diálogo y el monólogo.
Unamuno gusta de analizar psicológicamente con cierto dramatismo a sus personajes, lo que aproxima
sus obras al teatro y al ensayo.

2.3. José Martínez Ruiz "Azorín".


La obra de Azorín gira en torno al tiempo, combinando la idea de fugacidad de las cosas con la
permanencia de paisajes y sentimientos. Para ello emplea un tono nostálgico en su creciente
conservadurismo con abundantes y detalladas descripciones – especialmente referidas a Castilla – que
ralentizan el texto.
Tiene un estilo cuidado y preciso caracterizado por frases breves o yuxtapuestas así como un rico
léxico arcaíco.
Las novelas de Azorín carecen de argumento, y están caracterizadas por una prosa impresionista,
sencilla y fragmentaria, con personajes trazados para el gusto del autor y enfrentada al realismo.
Sus títulos relevantes son: La voluntad (1902), Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeños
filósofo, las cuales tienen base autobiográfica y están protagonizadas por un alter ego – Azorín – del
que toma su sobrenombre. Todos estos relatos tienen un tono reflexivo ensayístico.
En esas obras el autor muestra una visión escéptica y muy elaborada estéticamente de la vida,
plasmando su hastío vital.
La crítica ha observado el gusto de Azorín por lo pequeño y rápidamente perceptible, volviéndose
esencial la microhistoria y el eterno retorno.
También son importantes las obras Doña Inés y Don Juan.

3. Conclusión.
Como hemos visto, estos autores rompen con la novela realista tradicional para dar cabida a nuevas
perspectivas y a la incorporación de otros géneros. Desde el punto de vista estilístico, la prosa es cada
vez más impresionista y fragmentaria. Y en cuanto al tema, se petende dar cuenta de las inquietudes de
los hombres y mujeres de aquel tiempo. Baroja es el mejor reflejando la diversidad de sujetos con sus
relatos fáciles, Unamuno lo condiciona más a la perspectiva filosófica e interna, mientras que Azorín,
harto del significado del tiempo, recrea en su prosa un sinfín de sensaciones que enlaza con un lirismo
e impresionismo intachables.
Unidad 3. Las trayectorias poéticas de Antonio Machado y
Juan Ramón Jiménez.
1. Introducción: la poesía española de las primeras décadas del S. XX.
Durante las dos primeras décadas del XX nuestra literatura avanzó desde Rubén Darío hasta la
generación del 27 pasando por los escritores novecentistas.

1.1. El modernismo peninsular.


En este prodigioso contexto se publicarán obras como Alma, de Manuel Machado; Soledades, de su
hermano Antonio; y Arias tristes y Jardines lejanos, de Juan Ramón Jiménez.
En ellas apreciamos el paso del modernismo rubeniano a uno de corte más intimista, en el que se
pretende expresar con palabras lo que otras artes expresan con la luz, el color o el sonido.
Se introduce un léxico refinado con imágenes, adjetivos ornamentales o atrevidas sinestesias, que
junto a la mención de tonalidades muy intensas y elementos como plantas y flores dan lugar a
ambientes muy característicos como un jardín otoñal, en los que podemos observar personajes
fantásticos y míticos.
Este afán renovador se traduce en cambios en la métrica como la acogida de metros propios del
Modernismo sin dejar de lado a nuestra lírica popular.
Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez serán los máximos exponentes.

1.2. El Novecentismo.
Desde 1910 comienza el relevo gradual de la generación modernista, irrumpiendo en la cultura
española el Novecentismo, formado por autores que rechazan la vigente subjetividad y pretenden
acercar la sociedad española a Europa: Generación del 14.
Entre los rasgos comunes del novecentismo tenemos.
• Intelectualismo alejado del modernismo.
• Europeísmo y defensa de lo urbano frente a lo rural.
• Defienden un arte puro independiente de las preocupaciones del individuo, influjo de La
deshumanización del arte de Gasset.
• Rechazo por el ornamentalismo modernista y el prosaísmo realista.
Aunque es la prosa donde mejor se reflejan los ideales del 14, cabe destacar el ímpetu de renovación de
la poesía en las singulares trayectorias poéticas de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.

2. Antonio Machado.
Machado comienza su carrera poética en el modernismo para ir buscando una expresión más personal.
Primera etapa.
Representada por Soledades (1903), más tarde retitulado como Soledades. Galerías. Otros poemas
(1907).
Se nota la huella de escritores románticos como Bécquer y Rosalía, dando lugar a una lírica intimista
que rezuma tristeza.
Los símbolos más destacados son:
• Paso del tiempo: el reloj, la tarde, el agua fluyendo, los caminos…
• La muerte: las campanas, los cementerios, los cipreses, el agua estancada….
• Otros símbolos: el jardín (nostalgia de la infancia); la noria (la monotonía); el otoño
(melancolía); la fuente (anhelos); agua de la fuente (monotonía)…
Machado dialoga consigo mismo o con la naturaleza (poeta-médium).
En “Las galerías del alma”, el autor viaja por el mundo de sus recuerdos dibujando un paisaje que
representa su estado de ánimo.
Los temas recurrentes son el tiempo, la nostalgia, el amor, la angustia ante la muerte y la necesidad de
descubrir a Dios pese al impedimento de la razón.
Utiliza un estilo sencillo con colores y música. Su métrica es variada pero con predilección con formas
flexibles como las silvas o populares como el romance o la cuarteta.

Segunda etapa.
Se inicia con Campos de Castilla (1912), comenzando un período menos intimista y más historicista,
cobrando protagonismo el austero paisaje soriano.
En esta etapa se denotan sus vínculos con la Generación del 98, al ser un poesía más descriptiva que
tiende a reflejar un paisaje real y la decadencia de la sociedad española.
Machado ya hablaba del concepto de las dos Españas (la progresista y la conservadora) enfrentadas
por la envidia y el revanchismo.
Así, se percibe un abandono del esteticismo para dar paso a un tono reflexivo y épico con un léxico
cuidado y salpicado de arcaísmos, aunque sí manteniendo la proyección del alma sobre el paisaje.
En 1917, Machado amplía Campos de Castilla, incluyendo el ciclo de Leonor en el que muestra su
pesar por la muerte de su esposa. Aquí se acentúa la ironía y la crítica social, sobre todo en la sección
“Proverbios y cantares”.

Última época.
Escribe Nuevas canciones, obra muy irregular que incide en el tiempo, la búsqueda de Dios y el sentido
de la vida. En esta obra se aprecia el influjo de la lírica popular.
En esta etapa Machado atribuye sus poemas a autores imaginarios con personalidad bien definida –
como Abel Martín –, tal como se refleja en Poesías completas.
Machado es considerado sin mucha discusión uno de los grandes poetas españoles del XX. Él recogería
sus ideas sobre la literatura en general en Juan de Mairena, único libro de prosa que publicó en vida.

3. La poesía de Juan Ramón Jiménez.


Juan Ramón Jiménez es un nexo entre la generación modernista y la del 27, escogiéndolo esta última
como maestro desde que se decanta por la poesía pura.
Juan Ramón concibe la poesía como único medio para alcanzar el conocimiento y la belleza suprema,
por lo que asume el papel de poeta-médium. Además, cree que la palabra poética no viene de la
inspiración, sino de la inteligencia, lo que implica que para él este solo sea un arte apto para una
minoría de iluminados.
Juan Ramón Jiménez concibe su obra como un proyecto global, el cual analiza en sus antologías,
siendo la más importante Segunda antolojía poética.
Etapa sensitiva o modernista (hasta 1915).
La emoción y la musiclidad de Rimas, Arias tristes y Jardines lejanos reflejan la influencia de Bécquer.
Predomina la soledad, paso del tiempo y muerte y en la métrica destacan los octosílabos y asonancias.
En títulos como Baladas de primavera o La Soledad sonora percibimos la sinestesia y adjetivación, así
como la métrica propias del modernismo, aunque ya hay indicios de una expresión más personal
identificándose con el paisaje y lo cotidiano.

Etapa intelectual o poesía pura (1916-1936).


Deja atrás la ornamentación para plasmar lo esencial, tendiendo a la sencillez expresiva y depuración
estilística enlazados con el desarrollo de un poesía metafísica.
La inteligencia se vuelve musa inspiradora y la adjetivación deja paso al sustantivo y el verbo.
Esta etapa se abre con el libro Diario de un poeta recién casado (1917), donde habla de su viaje con
Zenobia a Nueva York y cómo vuelven a España casados.
En la obra anterior se introducen grandes novedades, como la alternancia del verso libre con la poesía
en prosa, el collage o palabras inglesas.
Juan Ramón encuentra la poesía pura cuando se desprende de lo anecdótico y alcanza lo esencial,
gracias a la contemplación del paisaje en su barco de vuelta a España dotándolo de armonía y unidad.
Eternidades y Piedra y cielo avanzan en el camino de la intelectualización y muestran el deseo del
autor de desasirse de las limitaciones espacio-temporales impuestas por la muerte.

Etapa suficiente o verdadera.


Engloba la poesía escrita en el exilio, donde se acerca al surrealismo y expresa de forma más colorida
su fusión con la naturaleza mediante la evolución desordenada de los recuerdos de su vida anterior.
El panteísmo se acentúa e identifica su conciencia con Dios, llegando a un tono místico en Dios
deseado y deseante.
Juan Ramón Jiménez limitó su obra a la poesía, con la excepción de Platero y yo, que sería prosa
poética.

4. Conclusión.
Machado y Juan Ramón son dos figuras sobresalientes que orientan el rumbo de la poesía española en
el primer tercio del XX, quienes se inician en la variedad peninsular del Modernismo para alcanzat un
estilo profundo y conmovedor en el caso de Machado, y rigurosamente expresivo en el de Juan Ramón.
Tema 4. El grupo poético del 27 a través de algunos de los
principales autores y autoras: Salinas, Cernuda, Alberti,
Lorca y las sinsombrero.
1. La Generación del 27.
1.1. Introducción y caracterización general.
El grupo poético del 27 – denominado así por el tricentenario de la muerte de Góngora en 1927 – es
una de las cumbres de la literatura española que incluye a diversos poetas que escriben sus mejores
obras entre 1925 y 1935, momento en el que proliferan los movimientos de las Vanguardias en Europa,
caracterizadas por la búsqueda de novedad, el rechazo a la burguesía y el tono de superioridad.
A España pronto llegarán estas novedades gracias a la labor de los novencentistas, como Gómez de la
Serna con sus greguerías, pero especialmente tras la PGM con la llegada de Huidobro a España, padre
del Creacionismo, movimiento defensor de un arte autónomo del ser humano.
A partir de este surge el -ismo hispano por excelencia, el ultraísmo, movimiento ecléctico que rechaza
el arte clásico y pretende captar la realidad mediante percepciones fragmentarias.

1.2. Denominación, nómina de autores y rasgos más característicos.


La nómina es extremadamente extensa, siendo los más destacables Salinas, Guillén, Cernuda, Gerardo
Diego, Lorca, Alonso, Aleixandre, Alberti e, incluso, Hernández.
También cabe mención a Las Sinsombrero, denominadas así por el acto de rebeldía de quitarse el
sombrero en una plaza de Madrid. Estas nos ofrecen una visión progresista de la sociedad, mostrando
personajes femininos fuertes que luchaban contra la subordinación a la que estaban sometidas.
Cabe nombrar a poetas como Carmen Conde, María Cegarra o Ernestina de Champourcin, y
personalidades de otras disciplinas como Maruja Mallo o María Zambrano.
Así, en todos los miembros de esta generación atisbamos unas características comunes:
• Formación completa y partidarios de la Segunda República.
• La Residencia de Estudiantes de Madrid y la participación en actos como vía de interacción.
• Crearon un lenguaje generacional aunque con singularidades personales.
• La búsqueda del equilibrio entre tradición y vanguardismo es su rasgo más característico.
◦ Entre los clásicos tienen como referentes a Góngora y sus metáforas, Garcilaso, Lope....
◦ De la literatura popular toman metros como el villancico y recursos como paralelismos o
diminutivos.
◦ De los autores más próximos a sus tiempos tomas influencia de Juan Ramón Jiménez y
Rubén Darío, especialmente en la depuración formal e intelectualismo.
◦ De las vanguardias toman el gusto por lo novedoso y provocador, a través de la libertad
métrica e imágenes ilógicas, con clara influencia de La deshumanización del arte.
• Entre sus temas predilectos está el amor, la angustia existencial, el compromiso social o el
cosmopolitismo. Quienes se exiliaron tras la guerra añaden la añoranza de la patria perdida.
Ante la gran nómina de autores es realmente difícil establecer una trayectoria común, aunque se
aprecia, en líneas, generales, una etapa inicial hasta 1927 marcada por la deshumanización poética y la
búsqueda de un estilo propio, una etapa más prolífica hasta 1939 en la que el influjo del surrealismo da
lugar a una progresiva rehumanización para dar cabida a la angustia y a la crítica social, y una etapa
final tras la guerra en la que se da por deshecho el grupo y lo que siguen publicando se centran en la
añoranza por la patria y la melancolía.

2. Obras poéticas de algunos autores significativos.


2.1. Pedro Salinas.
Salinas es un autor de una poesía intelectual concebida como un diálogo con el mundo para acceder a la
esencia de las cosas, acompañado de un lenguaje antirretórico (imágenes sencillas, versos cortos…) y a
menudo irónico.
En su trayectoria se distinguen tres etapas:
• Primera (1923-1932). Se vuelve un ferviente seguidor de las vanguardias, especialmente del
futurismo – con elementos como la electricidad y la máquina de escribir mental –. Se evidencia
también una admiración por la poesía de Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez. Los títulos más
relevantes son Presagio, Seguro azar y Fábula y signo.
• Segunda (1932-1939). El amor se vuelve el tema principal, con el tú y el yo enamorados que
dialogan más allá de lo superficial o anecdótico.
Lass paradojas, juegos de ideas y originales metáforas atisban una suerte de nuevo conceptismo.
Destaca la trilogía formada por La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. La
primera proviene de la Égloga III de Garcilaso, el segundo de un poeta anónimo del siglo XIII y
la tercera de la rima XV de Bécquer.
Salinas explora aquí la evolución del sentimiento amoroso desde que nace de forma inesperada
hasta que la pasión se extingue, derivando en la nostalgia y resignación, volviéndose el “poeta
del amor” de la época.
• Exilio (1940-1951). Destacan El contemplado y Confianza.
En el primero dialoga con el mar de Puerto Rico y en el segundo recupera el optimismo y da las
gracias por lo vivido, junto al poema “Cero”, donde muestra su horror ante la bomba atómica.

2.2. Luis Cernuda.


A grandes rasgos se vislumbra de Cernuda una poesía intimista y romántica claramente influenciada
por poetas franceses, alemanes e ingleses de un lado y de clásicos españoles como Garcilaso o Bécquer
por otro.
Su temática gira en torno a la máxima de que el mundo es un choque permanente entre los anhelos del
ser humano y las trabas sociales, como vemos en la obra La realidad y el deseo (1936).
Su estilo camina hacia la depuración y la expresión sentimental primero por la influencia del
vanguardismo y el neotradicionalismo coteáneos, y luego por la de románticos alemanes y poetas
ingleses, aproximándose cada vez más a la lengua hablada coloquial, con un “yo” que se encasilla
frencuentemente en un personaje distinto de sí mismo.
• Poesía anterior a la Guerra Civil. Evoluciona desde una sencillez propia de la poesía pura hasta
un intimismo románico que muestra su desencanto, pasando por un surrealismo crítico.
◦ Sus inicios están en Égloga, elejía y oda. Inspirado por la lírica de Garcilaso y presenta una
naturaleza luminosa a la vez que combina un texto de cada género lírico.
◦ Su crisis personal lo acerca al surrealismo y a un lenguaje sin reglas con el que proclama su
homosexualidad en Los placeres prohibidos (1931).
◦ Donde habite el olvido (1934) supone un reencuentro con Bécquer y un intento de indagar
en el subconsciente (surrealismo) tras un fracaso sentimental. Este poemario suele definirse
como neorromántico.
• Poesía posterior a la Guerra Civil. Desde aquí presenta todas sus obra en La realidad y el deseo.
◦ Las nubes es un poemario donde se atisba la influencia de la literatura iglesa en su exilio en
el Reino Unido y EEUU, dando lugar a una poesía más sobria y meditativa.
◦ La soledad y el destierro se vuelven el tema principal, como en Como quien espera el alba,
donde utiliza el monólogo interior en segunda persona.
◦ Desolación de la Quimera rezuma intimismo, romanticismo y añoranza por la patria lejana
junto a duros ataques contra los que lo han desterrado.

2.3. Rafael Alberti.


La poesía de Alberti se caracteriza por la variedad de estilos y temas y el dominio de la métrica.
Una vez más, el autor tendrá una gran capacidad de combinar lo tradicional y lo vanguardista.
• Etapa 1. Interés por la poesía neopopular, destacando Marinero en tierra (1925) – homenaje
nostálgico al mar y a la bahía gaditana –, y El alba del alhelí.
En estas obras se insiste en elementos tradicionales como el estilo nominal, los paralelismos o la
sencillez léxica enriquecidos con la luz de las vanguardias.
El tono puede llegar a parecer alegre y burlón aunque detrás esconda tristeza.
• Etapa 2. Se acentúa la influencia de las Vanguardias. Destaca Sobre los ángeles (1929),
considerado su mejor libro, que expresa la angustia ante el caos que vive el hombre
contemporáneo combinando estrofas populares de arte menor con versículos surrealistas,
además de introducir imágenes oníricas.
• Etapa 3. Poesía comprometida a nivel político. En Con los zapatos puestos me tengo que
morir, el surrealismo evoca sus ideales revolucionarios.
Durante la guerra civil escribirá animando a los republicanos a luchar y mostrando el terror del
conflicto.
• Etapa 4. Poesía en el exilio: Entre el clavel y la espada, muestra su pesar por la derrota y
compromiso social; Baladas y canciones del Paraná, nostalgia de su país y canto a Argentina;
Roma, peligro para caminantes, fascinación por Roma.

2.4. Federico García Lorca (1898-1936).


Lorca fue un excelente poeta cuya obra presenta gran coherencia temática entre el amor, la frutración y
el destino trágico, sintetizando mejor que ningún otro miembro del 27 tradición y vanguardia.
Así, su poesía se considera dramática, pues el poeta se expresa a menudo a través de sus personajes, y
trágica, ya que refleja el fatalismo de un individuo sumido en un conflicto adverso.
• Primera etapa. Se extiende hasta 1928 y se caracteriza por mezclar lo popular con lo moderno.
Los libros más importantes esta etapa son Libro de poemas, un diálogo con el paisaje granadino
con recursos populares e influencia modernista; Poema del cante jondo, canto a formas
populares personalizadas en mujeres; Suites y el Romancero Gitano (1928).
El último tiene un enorme éxito inmediato, este exalta la dignidad del pueblo gitano marginado,
junto con la visión de la Andalucía trágica y mítica, mezclando historias legendarias y estrofa
tradicional con metáforas irracionales y simbolismo.
El simbolismo de Lorca normalmente evoca la muerte, la fecundidad, o el erotismo.
• Segunda etapa. Tendrá influencia surrealista y se denotará una actitud rebelde junto con el
predominio del verso libre y el versículo.
Con su obra Poeta en Nueva York (1940) refleja su experiencia norteamericana coincidiente
con el Crack del 29. La ciudad de NY simboliza un mundo mecanizado y materialista, lo cual
destruye lo humano, la libertad y el contacto interpersonal y con la naturaleza.
Entre sus últimos grandes títulos está Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, elegía a la muerte del
torero en la plaza; Diván del Tamarit, en el que se recuperan elementos de la poesía arábiga
clásica; Seis poemas galegos, en homenaje a la lírica gallego-portuguesa; y los Sonetos del
amor oscuro, once textos que magnifican el dolor y el gozo amorosos.

3. Conclusión.
El principal mérito de los miembros del Grupo poético del 27 es el uso personal de la imagen como
recurso retórico, convirtiéndose en base de la expresividad poética y justificación de su admiración por
Góngora y las vanguardias; y luego, la incorporación definitiva del verso libre y el versículo a la
métrica castellana, a la vez que demuestran las posibilidades del lenguaje moderno dentro de las
estrofas tradicionales. Nunca en nuestra literatura coincidieron tantos artistas talentosos en poco más de
diez años de actividad conjunta.
Tema 5: el teatro español anterior a la guerra civil.
Lorca y Valle Inclán.
1. El teatro comercial de principios del S. XX.
En toda Europa, el teatro del S. XX se renueva y se supera el Realismo en favor de elementos no
verbales y grotescos, dando lugar a obras naturalistas y simbolistas inéditas hasta entonces, un avance
del que nuestro país se mantiene al margen por su deplorable situación cultural, lo que da lugar a la
continuidad de las tendencias decimonónicas que más agradaban a la burguesía y al exiguo éxito de
todso intento rupturista.
Entre las propuestas más exitosas, encontramos tres vertientes:
• Teatro poético en verso. Mezcla drama histórico-romántico con un lenguaje modernista.
Destacan Eduardo Marquina y los hermanos Machado.
• Teatro humorístico. Trama sencilla de tono costumbrista y temas irrelevantes que provocan
risa. Son relevantes los hermanos Álvarez Quintero, Pedro Muñoz Seca, creador del astracán
(género de humor fácil y de absurdo); y Carlos Arniches, que con obras como La señorita
Trévelez articuló tragicomedias que se consideran precedente de Valle-Inlán.
• Comedia burguesa. Crítica muy suave y elegante de los conflictos morales burgueses. El más
reseñable fue Jacinto Benavente, quien buscaba entretener con una suave sátira de la sociedad
contemporánea pero preservando los valores tradicionales. Sus obras más relevantes son Los
intereses creados y La malquerida.

2. La renovación escénica del primer tercio del XX: Valle-Inclán


y Lorca.
Con las citadas obras de raíz decimonónica, convivieron intentos innovadores que dieron lugar a un
puñado de obras que no llegaron a estrenarse o que quedaron reducidas a círculos minoritarios.
Es el caso de autores como Unamuno, Azorín, de la Serna, Salinas o Aub, entre otros.
No obstante, Valle-Inclán y Lorca sí que lograrían hacer valer sus propuestas desde los escenarios.

2.1. El teatro de Ramón Mª del Valle-Inclán.


Valle-Inclán responde al modelo de autor bohemio y original. Con un carácter rebelde, evoluciona de
posturas conservadoras hasta una ideología revolucionaria.
Abarcará todos los géneros literarios desde una corriente modernista hasta una expresión muy personal
difícil de encasillar en un movimiento determinado.
La obra dramática de Valle se puede clasificar en tres etapas:
• Primeras obras de carácter modernista. Influenciado por Rubén Darío. Destaca El yermo
de las almas, que trata el tema del amor prohibido.
• Etapa de transición. Adopta un tono más rudo y crítico, sin alejarse completamente del
modernismo.
◦ Ciclo mítico. Escribe Comedias bárbaras en las que acude a su Galicia natal para
reconstruir la historia del pendenciero don Juan Manuel de Montenegro, representante de la
nobleza gallega decimonónica y enfrentado con sus hijos de equivalente estirpe.
◦ Farsas. Inspiradas en la tradición clásica con un evidente tránsito hacia la caricatura y una
creciente deformación de la realidad. Se introduce el metateatro. La marquesa Rosalinda.
◦ Tragicomedia de aldea. Divinas palabras (1920). Historia de la familia del sacristán Pedro
Gailo, en una Galicia primitiva llema de supersticiones y avaricia que alimentan la tragedia.
• El esperpento. 1920 es un año fundamental en el teatro de Valle-Inclán.
◦ Luces de Bohemia. Obra fundamental del teatro español formada por quince escenas en las
que transcurre la última noche de vida de Max Estrella, quien desde el crepúsculo de una
jornada realiza un viaje por Madrid con Latino de Hispalis en la que se nos va mostrando la
realidad de la sociedad española de la época, para finalmente regresar a morir al amanecer
del día siguiente. Esta obra critica literalmente a todos los componentes de la sociedad.
Con esta obra se inicia el esperpento, género valleinclanesco por excelencia que consiste en
hacer una crítica ácida de la España y el mundo contemporáneos:
▪ Deformación caricaturesca de la realidad junto con la animalización de los personajes
para descollar los aspectos más amargos de la realidad social.
▪ Creación de situaciones absurdas y exageradas, con sátira e ironía continuas.
▪ Lenguaje coloquial e incluso vulgar. Juegos de palabras.
▪ Perspectiva distanciadora, evitando la empatía del público hacia la obra.
◦ Trilogía Martes de Carnaval. Refleja el panorama tragédico-grotesco de la sociedad
española, un país lleno de fantoches que opacan su honor, un tema en el que se aprecia el
influjo de Goya y Quevedo y consigue satirizar temas muy dogmáticos como el honor o la
dictadura de Primo de Rivera. Está integrada por Los cuernos de Don Friolera, Las galas
del difunto, La hija del capitán.
El esperpento supuso una renovación dramática excepcional, Valle ofrece una visión muy amarga de
España y de la condición humana en una época – años 20 – en la que los noventayochistas habían
abandonado ya las posturas radicales de su juventud.

2.2. El teatro de Federico García Lorca.


La Generación del 27 contribuyó eficazmente a la renovación escénica incorporando al drama los
avances vanguardistas y volviéndolo un espectáculo donde conviven diversas artes.
Lorca tuvo su pico de éxito en el género dramático durante la 2ª República. Su asesinato truncó una
prometedora y muchas de sus obras fueron censuradas, aunque en el extranjero alcanzarían enorme
prestigio.
Las características fundamentales de su teatro son las siguientes:
• Concepción del teatro como una tarea social y didáctica. Por ello crea el grupo La Barraca
para dar a conocer el teatro español del Siglo de Oro por toda nuestra geografía.
• Enfrentamiento entre el deseo y la realidad opresiva. Sus obras suelen tener personajes que
luchan contra la opresión pero acaban fracasando, en su mayoría mujeres.
• Poetización de la vida cotidiana. Se realiza a través de personajes sin nombre y estereotípicos
(el novio, la madre…) que interrumpen el diálogo en prosa con fragmentos poéticos metafóricos
llenos de musicalidad y elementos populares.
Así, la obra dramática de Lorca puede clasificarse en tres etapas:
• Primera etapa. Comienza con El maleficio de la mariposa, de escaso éxito.
◦ Mariana Pineda. Obra con la que le llega el éxito y que recrea en verso la historia de una
joven liberal ajusticiada en Granada en 1831.
◦ La zapatera prodigiosa. Habla de una joven zapatera casada con un hombre mayor.
◦ Amor de don Perlimpín con Belisa en su jardín. Farsa del tópico del viejo enamorado de
una muchacha joven.
• Segunda etapa. Las comedias imposibles de influjo surrealista.
◦ El público. Obra con lenguaje surrealista que escribe después de su viaje a NY y una crisis
personal. Trata del amor homosexual y condena a una sociedad llena de prejuicios.
◦ Así que pasen cinco años. Obra vanguardista que trata de la muerte y el paso del tiempo.
• Tercera etapa. Va de 1933 a 1936 y es cuando escribe sus obras más importantes.
◦ Doña Rosita soltera o el lenguaje de las flores. Farsa dramática en la que una señorita
soltera vive inútilmente esperando el amor.
◦ Trilogía dramática de la tierra española (1933-1936). La más relevante de Lorca.
▪ Bodas de Sangre. Basada en hechos reales, una novia huye con su amante el día de su
boda, aborda el tema del amor imposible y el honor.
▪ Yerma. Sobre la maternidad frustrada.
▪ La casa de Bernarda Alba (1945). Cuenta la historia de Bernarda Alba, una mujer
tiránica que obliga a sus cinco hijas a guardar ocho años de luto por la muerte de su
padre, simbolizando el conflicto entre autoridad y afán de libertad, el cual se manifiesta
de forma distinta en cada hija.
El teatro de Lorca supone una extraordinario renovación porque incluye elementos líricos y simbólicos,
y eleva algunos motivos típicos de la Andalucía de su tiempo a la categoría de conflictos universales
del ser humana.

3. Conclusión.
Valle y Lorca sobresalen enormemente en el panorama dramático español de principios del XX, que
pese a su éxito en otro géneros su labor en el mundo escénico fue determinante para que este tomara un
nuevo rumbo, pues sus afanes experimentadores fueron la salida a un teatro comercial estancado en las
piezas hechas a gusto de la burguesía.
Tema 6. La poesía española posterior a la Guerra.
1. La poesía española de posguerra. Miguel Hernández.
La Guerra Civil supuso un corte brutal en la producción literaria de nuestro país. Truncó la llamada
“Edad de Plata”, época en que estaban activos autores de la Generación del 98 y la Generación del 27.
Acabada la Guerra Civil, no solo el país estaba en ruinas, sino también su literatura.
Pocos permanecen, aunque esa permanencia en el país dará el impulso necesario para alzar la voz en un
tiempo de silencio
Miguel Hernández (1910-1942) se considera un autor de transición entre la Generación del 27 y los
primeros poetas de posguerra.
El estilo de Hernández se caracteriza por una apasionada expresión de emociones, creando metáforas
muy originales con un lenguaje muy cotidiano. Este domina la métrica clásica castellana y combina lo
culto con lo popular.
Su poesía gira entorno a tres temáticas.
• La vida y el amor simbolizado como esposa-madre cuyo vientre augura un futuro mejor.
• La muerte. Representada comúnmente con el toro.
• El compromiso político. Hernández combatió en el frente republicano y fue un poeta-soldado.
Podemos diferenciar las siguientes etapas.
➔ Primera etapa. Hasta el estallido de la Guerra Civil.
Perito en lunas, de estilo gongorino e influencia del 27.
El rayo que no cesa. Poemario amoroso constituido fundamentalmente por sonetos en los que
se cuelan elementos surrealistas. El poeta está preso en un amor apasionado por Maruja Mallo
sin evitar la premonición de la muerte.
➔ Segunda etapa. Trascurso de la Guerra Civil.
Viento del pueblo. Acentuado compromiso político y social con un lenguaje directo y
propagandístico. El poeta pretende ser la voz del pueblo cantando por los pobres y guerreros.
Combina el verso libre con la métrica tradicional.
El hombre acecha. Plasma su desencanto tras la derrota.
➔ Tercera etapa. Escritos en prisión.
Cancionero y romancero de ausencias. Se considera su mejor libro, en el cual trata temas
como la ausencia de sus seres queridos y el afán de libertad con un estilo sencillo y rítimico que
recuerda a la lírica tradicional. Su trágica situación dota al poemario de emotividad.
En España, la rehumanización poética comenzada con la Generación del 27 deriva en los años 40 y 50
en reflexión existencial y social, cuyos autores principales suelen agruparse bajo el rótulo de
Generación del 36, que se bifurca en dos tendencias:
• La poesía arraigada. Busca la serenidad clásica y renacentista, considerando al mundo como
armonía y orden (afín a los postulados del bando bélico vencedor).
Se reivindica a Garcilaso recuperando formas clásicas como el soneto y tematizando en amor,
religión y patria. Un neopopularismo ya atisbado en Lorca o Alberti.
Luis Rosales o Leopoldo Panero destacarán en esta corriente.
• La poesía desarraigada o existencial. Arranca en 1944 con la publicación de Hijos de la ira de
Dámaso Alonso, año en el que también se edita Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre.
Es una poesía centrada en el dolor humano ante un mundo caótico (tremendismo), con un
lenguaje coloquial, directo y duro en predilección por el versículo.
En el tema religioso le preguntan a Dios el porqué del sufrimiento.
También, se percibe cierta conciencia social que prepara el terreno a la literatura de los 50.
Los ejemplos más significativos son Dámaso Alonso y Carlos Bousoño, y los primeros
poemarios de Blas de Otero y Gabriel Celaya.
Paralelamente, surgen dos movimientos minoritatios: el postismo (humorístico y vanguardista) y el
Grupo Cántico (perfección formal y lenguaje refinado).

2. La poesía española del Realismo Social. Blas de Otero.


Hacia 1950 el existencialismo evoluciona hacia contenidos de tipo social en los que el individuo trata
de solidarizarse con los demás.
1955 es una fecha clave debido a la consolidación del Realismo Social y la publicación de Pido la paz
y la palabra de Blas de Otero y de Cantos Íberos de Gabriel Celaya.
Ahora, se propone que la lírica sea un testimonio de la realidad y un instrumento para cambiar el
mundo, mostrando su apoyo a los oprimidos y dando un enfoque más político al tema de España. Ello
lleva a la búsqueda de un estilo sencillo, próximo al lenguaje coloquial.
Muchos acabarán en el prosaísmo, mientras que otros serán capaces de encontrar valores poéticos en el
lenguaje cotidiano.
Los autores más destacados de los cincuenta son Ángela Figuera, Hierro, Celaya y, sobre todo:
• Blas de Otero.
◦ Etapa religiosa-existencial. Hay un lenguaje violento quebrado por continuos
encabalgamientos que dotan su poesía de un ritmo muy original, en especial en los sonetos.
Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia. En ellos el poeta se dirige y busca a
Dios, ausente ante el clamor y la angustia de su voz.
◦ Etapa social. Se deja de lado lo particular y España será el centro de sus preocupaciones
junto con el ansia de justicia, paz y libertad.
El lenguaje se vuelve coloquial sin perder la esencia artística, usando tanto el versículo
como la métrica popular.
En Pido la paz y la palabra (1955), deja de lado el intimismo al observar la conflictividad
de su entorno.
Que trata de España, con tono irónico y estrofas de la tradición castellana.
◦ Tercera etapa. Se inicia en los 60 y en ella vuelve a un intimismo marcado por el uso del
versículo y algunos recursos surrealistas como el lenguaje libre y las imágenes insólitas.

3. La renovación poética de los sesenta. Jaime Gil de Biedma.


Hacia 1960 comienza el hartazgo de la poesía social y se produce una renovación del género, en
especial gracias a la modernización del país.
Sus representantes son los miembros de la Generación de los 50, divididos en el grupo madrileño
(Bonald y Valente) y la Escuela de Barcelona (Gil de Biedma, Barral y Goytisolo).
Los antedichos comparten los siguientes rasgos.
• Utilizan la poesía para expresar sus vivencias personales y anécdotas, con temas como el
amor, el erotismo o la soledad.
• No eluden la actitud crítica a su entorno, pero en vez de un tono político adopta una ironía
esotérica y un tono escéptico que requieren la complicidad del lector.
• Rechazan el prosaísmo de la década anterior sin abandonar el lenguaje natural y
antirretórico. Predomina el versículo, la ironía y el simbolismo.
Jaime Gil de Biedma es uno de los autores más relevantes de su generación, con una poesía
elegíaca vinculada con Machado y Cernuda.
Entre sus obras destacan:
• Compañeros de viaje. Gira en torno a los temas del tiempo y el amor junto a un
distanciamiento de la poesía social. Defiende una actitud ética ante la situación de España, pero
no la poesía de combate.
Inaugura la Poesía de la Experiencia, poetizando las vivencias en un tono confesional.
• Moralidades. Insiste en el paso a la individualidad sin abandonar lo social.
Se manifiesta nostalgia y una reflexión sobre la realidad histórica del país: los antiguos valores
burgueses y la Guerra Civil.
• Poemas póstumos. Desdobla el yo en observador y observado y pone de manifiesto la angustia
por el paso del tiempo. Deterioro frente al recuerdo de una juventud llena de vida.
En 1975 estos tres libros se agruparon bajo el título Las personas del verbo.
En todos se advierte una actitud irónica, fruto de una visión desencantada de la realidad, que trata
temas como el amor o la amistad con un estilo sencillo. Biedma no fue especialmente prolífico, pero su
poesía tiene un gran reconocimiento.
A fines de los sesenta, comienza a publicar un nuevo grupo de poetas a los que se les suele llamar
Venecianos, Novísimos, Generación del mayo francés, del 68 y de los 70.
La antología colectiva que los dio a conocer fue preparada por José María Castellet y se titula Nueve
novísimos poetas españoles. Podemos destacar a Félix de Azúa, Pere Gimferrer o Ana Moix.
De cualquier modo, todos comparten una buena formación literaria y un estilo cosmopolita al haber
nacido en la época del desarrollismo. Todo ello da lugar a una heterogénea obra en la que convive lo
grave con lo frívolo y lo social con lo íntimo y a la recuperación del vanguardismo, siendo la primera
generación que supera la censura de 1939.

4. Una poeta singular: Gloria Fuertes.


Gloria Fuertes es una de las voces poéticas femeninas del XX más reinvindicas a día de hoy.
Fue una autodidacta viculada al socialrealismo por la Guerra Civil y que aúna la conciencia de ser
mujer y ser pobre, buscando dignificar el lenguaje cotidiano.
Su legado es desigual, con obras llenas de poemas excelentes con mucha signifcancia y otros que
semejan breves ocurrencias.
Es difícil asociarla a una sola tendencia, ya que pese a estar bien vinculada al socialrealismo, también
bebe de las vanguardias – en especial de los postistas y Gómez de la Serna –.
Entre sus títulos descuella Isla ignorada, que contiene unos versos compuestos durante la guerra donde
plasma la crueldad del mundo que la rodea.
Está muy presente el antibelicismo y el mundo infantil.
En los 60 ven la luz poemarios como Poeta de guardia y Cómo atar los bigotes del tigre, este último
una alegoría de un circo en el que el ser humano debe adquirir el papel de domador y controlar al tigre.
A partir de los 70, se hizo popular por su labor de divulgación de poesía infantil y juvenil.
En esos años se editaron sus Obras incompletas y Cuando amas, aprendes Geografía. Más adelante
verá la luz Mujer de verso en pecho.
La poeta tapa su dolor con humor, y se definía como “glorista”, estando su lírica llena de poemas
titulados “autobiografía” y de versos tematizados en la paz, el medioambiente y el feminismo. Además
de despuntar por su uso de la metáfora y un léxico sencillo.

5. Conclusión.
Durante la época más complicada para la lírica castellana, las voces de aquellos que pudieron publicar
fueron determinantes para la supervivencia de la misma. En 2021, podemos ver hacia atrás y entender
cómo responde la evolución temática y estética de aquellos años con el contexto sociohistórico, pues en
los 40 todavía estaban presentes las heridas de la Guerra en su máximo ardor, dando paso a un tono
más reflexivo y de compromiso en los años 50, que se agotaría en los años 60 en favor de una poesía
más personal e intimista que trata temas de la vida cotidiana. Ya con la llegada de los tiempos del
Desarrollismo, se aunaron un conglomerado de tendencias y estilos que se corresponden con el
comienzo del aperturismo cultural.
Tema 7. La novela española de las tres décadas posteriores
a la guerra civil: Miguel Delibes, Camilo José Cela,
Carmen Laforet y Luis Martín Santos.
1. La narrativa española de posguerra.
Entre los novelistas que abandonan España al final de la guerra están algunos de los nombres de esta
etapa (Sender – Requiem por un campesino español –, Chacel, Ayala...), pero el contexto político hizo
que muy pocas obras se dieran a conocer de forma efectiva. El rasgo más característico es el tema de la
guerra, pero en España, el desconcierto a causa de la censura hace que algunos cultiven un realismo
barojiano y otros una línea triunfalista, así como vertientes humorísticas, poéticas o psicológicas.
El género cobra un nuevo impulso gracias a tres textos fundamentales, preludio de la novela social: La
familia de Pascual Duarte, Cela (1942); Nada, Laforet (1945); y La sombra del ciprés es alargada,
Delibes (1948).

2. La novela del Realismo Social.


La novela social predominará entre 1951, cuando se publica La colmena, de Cela, y 1962, cuando
aparece Tiempo de Silencio, de Martín Santos.
Muchas veces se considera 1954 como el inicio de esta etapa, porque es cuando se dan a conocer los
autores de la Generación del Medio Siglo, como Ferlosio, Goytisolo o Martín Gaite.
Todos ellos muestran su solidaridad con los oprimidos y su compromiso contra la injusticia, lo que da
lugar a dos enfoques dentro de la tendencia realista:
• El objetivismo, casi sin intervención del narrador, llegando a al conductismo.
• El realismo crítico, con ánimo de denuncia, a veces incluso lírico (Ana Mª Matute).
Las características novedosas de las novelas de estos años serían:
• La sociedad se vuelve el eje del relato, con temas como la vida en el campo o la Guerra Civil.
• En cuanto al estilo pueden subrayarse los siguientes rasgos.
◦ Estructura lineal y descripciones breves.
◦ Concentración del tiempo y el espacio.
◦ Personaje colectivo.
◦ Intentan representar el mundo exterior como con una cámara cinematográfica, esto es,
evitando comentarios.
◦ Prima el diálogo, con lenguaje directo y adecuado a cada clase social.
Sin embargo hay algunos autores como Torrente Ballester que eluden esta tendencia, como vemos en su
trilogía Los gozos y las sombras.

3. La renovación de la novela española entre 1960 y 1975.


A partir de 1960 se va agotando el realismo social en búsqueda de un enfoque más complejo. Así,
empiezan a calar en nuestro país las aportaciones de los exponentes del nouveau roman francés o de
importantes autores como Joyce, Proust, Camus o Kafka. La etapa duraría hasta 1975.
Empiezan a proliferar procedimientos que rompen con la concepción tradicional del género,
coincidiendo con el boom de la narrativa hispanoemaericana de 1962.
Es la obra Tiempo de silencio (1962) de Martín Santos la que inicia esta etapa, a la que le siguen títulos
como Cinco horas con Mario de Delibes, o La saga/fuga de J.B. de Ballester.
Es una narrativa que muestra la sociedad española del Desarrollismo. Así, el intelectual se replantea su
papel en este entorno mediante un análisis introspectivo.
Dentro de este neovanguardismo destacan:
• Pérdida de importancia de la trama y mezcla de lo verosímil con lo fantástico.
• El protagonista como centro del relato, reflejo ocasional de las preocupaciones del autor.
• Reducción del espacio y aparición de anticipaciones y retrospecciones.
• Multiperspectivismo o variedad de narradores.
• Los relatos se vuelven una especie de antinovela con cabida de la metaliteratura
• Renovación lingüística y estilística con juegos de palabras y la desparación frecuente de signos
de puntuación o la división de capítulos reducida a espacios en blanco.

4. Principales novelistas.
Pese a la complejidad del momento y las dificultades para la producción artística, la novela española
vio aparecer entre 1940 y 1975 muchos títulos dignos de mención y autores de alta calidad.

4.1. Miguel Delibes.


Fue un novelista fundamental en la narrativa española de los últimos cincuenta años.
• De 1947 a 1965. Relatos de corte tradicional que analizan al hombre y su entorno. Destaca La
sombra del ciprés es alargada, novela existencial de amor y esperanza ambientada en una Ávila
"encerrada por sus murallas"; y El camino, Ambientado en la España de posguerra
• De 1966 a los 70. Narrativa experimental, poco importancia a la trama y análisis psicológico de
lo personajes junto a crítica social.
Cinco horas con Mario. En el velatorio de Mario, la viuda Carmen narra su vida en un
monólogo que plasma la distancia entre la España reaccionaria, representada por ella, y la
progresista, reflejada en su difunto marido.
• Desde los 70. Engloba diversos géneros narrativos (infantil, epistolar, histórico, rural…).
Destaca El hereje, novela histórica que somete a examen las relaciones humanas de forma ética.
Delibes no dejó de criticar la deshumanización y la falta de valores de una sociedad obsesionada con el
progreso, de lo cual derivan sus temas principales:
• Separación entre el hombre contemporáneo y la naturaleza. El autor defiende el campo como
lugar adecuado para el íntegro desarrollo del ser humano.
• Hipocresía y falta de solidaridad de la clase media, injusticia social.
• Miedo a la muerte que se va sustituyendo por una visión cristiana.
• Mundo de la infancia.
Delibes fue un autor muy capaz de lograr personajes memorables de gran fuerza psicológica, lo que
con junto a un dominio del lenguaje le permitió trasladar las emociones más hondas.
4.2. Camilo José Cela.
Cela es autor de una obra variada en la que a parte de novelas se incluyen poesías, narraciones cortas y
bosquejos caricaturescos que él denominó apuntes carpetovetónicos, que venían a ser breves estampas
de un trozo de vida de un determinado mundo; y libros de viajes o "vagabundajes".
Un constante en la carrera de Cela es la búsqueda de nuevos modos narrativos y formas de expresión.
• Comienzos: La familia de Pascual Duarte (1942), constituye la primera novela de posgueerra y
dio lugar al Tremendismo – exageración de la miseria – en nuestra literatura
Es un violento experimento donde acción y sangre llegan a niveles inverosímiles, reflejando el
pesimismo existencial del autor a través de un campesino extremeño condenado a muerte.
• Nuevos experimentos narrativos (1944-1955).
Su segunda novela, Pabellón de reposo, en una antítesis de la anterior por su pacifismo, esta
reproduce los monólogos de varios enfermos de tuberculosis.
En 1951 publica su mayor creación, La colmena. En ella se sumerge en el Realismo Social para
mostrar la miserable España de posguerra. Utiliza un protagonista colectivo con más de 300
personajes.
En esta obra se utiliza una técnica caleidoscópica saltando bruscamente de unos personajes y
lugares a otros, aunque la acción se concentra en poco más de dos días y los escenarios son los
sitios habituales de interacción social en aquella época (cafés, casas, burdeles, calles…).
Se manifiesta la monotonía de unos seres sin salida atrapados por el hambre, la miseria y el
miedo.
Es clara la influencia de la tradición barojiana, la deformación valleinclanesca y las novedosa
complejidad y estructuración de Joyce, Proust y Thomas Mann, además de la moral de
supervivencia propia de la novela picaresca.
• Últimas novelas (1969 – final de su carrera).
Destaca San Camilo 1936, un extenso e ininterrumpido monólogo interior – influencia de Joyce
– que muestra la violenta Madrid del principio de la guerra y obsesiva presencia del sexo.
Oficio de tinieblas 5, donde elimina todos los signos de puntuación.
Mazurca para dos muertos (1983) también experimental en un ambiente campesino gallego de
los años de la guerra civil.
Cristo versus Arizona novela de acción en el brutal oeste americano.
La carrera de Cela se puede reducir a la concepción de "La vida no es buena, el hombre tampoco lo es",
además de las influencias que recibe de otros autores (Baroja, Quevedo, Valle-Inclán, Kafka...) y su
virtuoso manejo del idioma.

4.3. Carmen Laforet.


Carmen Laforet es uno de los pocos nombres femeninos que descollaron en la España franquista.
Su primera novela es Nada (1944), donde la protagonista, Andrea, llega a Barcelona, ciudad destrozada
por la guerra, para entrar en la universidad. Allí se aloja en una casa donde descubre la realidad gris y
violenta de sus tíos y abuela.
Parece que esta obra tiene un carácter autobiográfico por la similitudes de la historia con su traslado
desde Canarias a Barcelona.
Laforet escoge un narrador autodiegético (primera persona y protagonista), con un estilo desnudo que
contribuye a la renovación de la novela, como ya había ocurrido en La familia de Pascual Duarte.
En La isla y los demonios describe brillantemente el paisaje canario junto a las pasiones demoníacas
que lo persiguen. El tema de la naturaleza también estará en otras pequeñas narraciones.
En 1955 termina La mujer nueva, que narra la conversión al catolicismo de la adúltera protagonista,
combinando lo doctrinario con lo psicológico en una especie de experiencia mística que acabaría
siendo renegada por la personaje principal.
Más adelante publica La insolación – parte de la triología Tres pasos fuera del tiempo –, centrada en un
joven con ansias de libertad sometido al autoritarismo de su padre.
De todo esto podemos decir que el tema principal de Laforet es la lucha entre el ideal y la mediocridad
del entorno, lo que la ha convertido en una exitosa autora que, ogaño, sigue suscitando el interés de la
crítica.

4.4. Luis Martín-Santos.


Martín-Santos es un autor de corta obra pero de gran influencia en la narrativa posterior.
Su producción abarca un libro póstumo de cuentos, Apólogos, y la edición de algunas partes de Tiempo
de destrucción, donde insiste en el aislamiento cultural de España.
Pero sin lugar a dudas, su obra más importante es Tiempo de silencio (1962), que revolucionó el
ambiente literario nacional adentrando nuestra novelística en una nueva etapa.
De carácter policíaco, la acción se centra en el Madrid contemporáneo y su protagonista, Pedro, es un
investigador médico implicado en un aborto que acaba en muerte en un suburbio chabolista.
Pedro es detenido por la policía y queda en libertad tras demostrarse su inocencia, pero su vida queda
marcada por una serie de sucesos trágico que lo hacen abandonar la capital y hacerse médico de pueblo.
Es recurrente en esta obra la ironía y el sarcasmo, con una degradación de la realidad que recuerda a
Valle-Inclán.
El punto de vista narrativo combina la omnisciencia que accede al monólogo interior con descripciones
objetivas y diálogos.
Se opta por la experimentación, siendo una obra intelectual y difícil, y se mantiene la crítica social de la
España de posguerra. El libro mostrará así la vida del ser humano como algo sin sentido.
Tiempo de Silencio supondrá el fin del Realismo Social e iniciará una novela más ambiciosa
formalmente, sustituyendo la “inútil” solidaridad con los marginados por una perspectiva más
revolucionaria. Pocas veces una obra tan corta tuvo tanta repercusión.

5. Conclusión.
El triste panorama literario que deriva de la Guerra Civil española solo pudo ser revertido por aquellas
voces que, tanto desde el exilio como dentro de España, lograron que el arte no dejara de fluir y nuestra
narrativa siguiera contando con grandes reliquias que hoy en día son un gran atractivo para el lector
medio, además de un modo de comprender cuál era la realidad que imperaba en nuestro país en
aquellos días, especialmente si se opta por una novela de los 40 o del Realismo Social, mientras que si
se escoge una novela de carácter experimental, es una gran forma de acceder a los límites a los que
puede ser sometido el género novelesco con técnicas que, hogaño, no dejan de sorprendernos.
Tema 8. Buero Vallejo y Sastre: el teatro posterior a la
Guerra Civil.
1. El teatro español de posguerra. Antonio Buero Vallejo y
Alfonso Sastre.-
Al igual que muchos poetas y narradores, dramaturgos como Aub o Casona dejarán España en 1939
para continuar su actividad en el exilio, donde se divulgarían algunas piezas de Lorca o Alberti,
mientras que en el país la férrea censura derivaría en un paupérrimo panorama.
La tendencia más destacada será el teatro humorístico que aupará a Jardiel Poncela (Angelina o el
honor de un brigadier, previa a la guerra) y Miguel Mihura (Melocotón en almíbar), creadores de
piezas próximas al teatro europeo del absurdo.
Al lado de este teatro humorístico, también se revitaliza la comedia burguesa, todavía representada por
Jacinto Benavente, quien fue imitado con menor fortuna por Edgar Neville o José Mª Pemán.
Esta fórmula capta la atención del espectador con personajes de clase media o acomodada que viven
sucesos que pasan fácilmente de la risa al llanto.
El estreno en 1949 de Historia de una escalera marca el inicio de una nueva etapa, la del teatro realista
y comprometido con el entorno, sin perder el público el gusto por los melodramas, comedias burguesas
o musicales, al mismo tiempo que el cine se vuelve una competencia cada vez más seria.
Así, se abría el dilema de si enmascarar el contenido de las obras para evitar la censura (posibilistas,
como Buero) o no hacerlo arriesgándose a que la obra fuera vetada (imposibilistas, como Sastre).
Pese a notorias diferencias, el teatro del Realismo Social y el cine comprometido de actores como
Berlanga o Bardem guardarán ciertas similitudes.
• Abordaje de temas como la injusticia, los recuerdos de la guerra o la explotación laboral.
• Vínculo con el realismo naturalista, el expresionismo vanguardista o el teatro de pregerra.
• Lenguaje directo y provocador alejado de la alta comedia.

1.1. Antonio Buero Vallejo (1916-2000).


Es, sin duda, la figura más importante del teatro español de posguerra, muy influenciado por Cervantes,
Calderón de la Barca y Lorca, y alcanza una enorme difusión con la llegada de la democracia.
Nunca dejó de escribir, cuando murió en el 2000, su último texto Misión al pueblo desierto todavía
estaba en cartel.
• Etapa realista. Hasta 1957. Se observa la realidad contemporánea desde una perspectiva
existencial.
Tiempo real y cronológico y espacios concretos (construcción cerrada).
Historia de una escalera (1949). Muestra la historia de tres generaciones de varias familias
modestas que comparten un inmueble y habla de la frustración y el débil carácter de los
personajes que les hace traicionar sus ilusiones.
Las cartas boca abajo. Marca el paso a un período de intención social.
• Etapa de reflexión histórica. 1958-1970. El autor se sirve del pasado para reflexionar sobre el
presente, lo que le permite burlar la censura; por ejemplo, Un soñador para un pueblo, sobre
Esquilache
Buero introduce ahora su construcción abierta, con escenario múltiple con una renovada
luminotecnia. Las acotaciones alcanzan un enorme de grado de detallismo y se realizan efectos
de inmersión que permiten al espectador encarnarse en el personaje.
La transición al periodo siguiente está marcada por La doble historia del doctor Valmy, que no
burló la censura al tratar sobre la represión, y El tragaluz, tragedia de una familia que arrastra
las consecuencias de la Guerra civil.
• Última etapa desde 1970. Afán experimentador que anima a Buero a profundizar en la línea
renovadora de la etapa anterior.
La acción llega al espectador mediante la visión subjetiva de uno de los personajes que tiene
alguna limitación física o psíquica, con lo que no ve la realidad, sino la versión que ese
personaje tiene de ella. Es el caso de La Fundación (1974), y La detonación, que presenta los
pensamientos de Larra previos a su suicidio.
A partir de la transición, Buero siguió estrenando, aunque ya se aprecia cierto agotamiento de su
fórmula.
En toda su producción se suelen distinguir dos tipos de personajes: los activos, movidos por el
egoísmo, y los contemplativos, que viven angustiados en un mundo que les queda pequeño a sus
sueños.
El legado de Buero Vallejo se catacteriza por la defensa de la dignidad del hombre y el deseo de
profundizar en la soledad, la felicidad o el amor, y su teatro, más que psicológico, tiene un alcance
moral muy acentuada que permite decir que su producción dramática nunca dejó de ser social.

1.2. Alfonso Sastre.


Desde sus primeras obras muestra su compromiso existencial y social mediante un teatro de protesta
que pretende trasformar la sociedad.
En la dictadura se vio obligado a exiliarse, regresando una vez muerto Franco con el fin de recuperar el
teatro como instrumento revolucionario.
• Etapa de tragedia realista. Preocupación por las consecuencias de un poder injusto sobre los
individuos que lo sufren, mientras incorpora fragmentación temporal y simbolismo.
Destaca La mordaza, pero sobre todo Escuadra hacia la muerte, su obra más importante, que
trata de una hipotética tercera guerra mundial, tratando la opresión, la rebelión, el antibelicismo
y a través de la tensa convivencia entre un cabo tiránico y un grupo de soldados a su mando que
han de desempeñar una misión suicida.
• Etapa de tragedia compleja. Mezcla tragedia clásica, teatro épico de Bertolt Brecht, surgido
en el contexto de las revoluciones rusas y cuyo objetivo era despertar la conciencia de la
sociedad; y el esperpento de Valle-Inclán.
Sastre intenta que el autor se identifique con sus personajes para participar de su tragedia,
valiéndose, en especial, del uso del humor y la ironía; pero, también son recurrentes las amplias
acotaciones, la música o la proyección de películas.
Es notable la utilización de anacronismos para conectar con la realidad presente del espectador:
◦ La sangre y la ceniza, sobre Miguel Servet, quien no renegó de la doble circulación de
sangre y murió en la hoguera, anacronismo de la censura fascista contra la vida intelectual.
◦ La taberna fantástica bajo la apariencia de un sainete trata sobre grupos sociales urbanos.
• Última etapa (70s). Se acentúa el compromiso político con obras como El camarada oscuro.
2. La renovación del teatro dentro en la década de los sesenta. El
llamado teatro independiente.
A finales de los cincuenta y durante los sesenta, comienza a despuntar un grupo de dramaturgos (Laura
Olmo o Martín Recuerda) que pretenden ser una alternativa al teatro comercial:
• Temática de denuncia con protagonistas derrotados y verdugos también víctimas del sistema.
• La estética cobra tintes alegóricos, simbólicos o farsantes.
• Lenguaje desgarrado para expresar la crueldad del mundo.
El abandono definitivo del realismo se produce en los sesenta con la influencia de Brecht, Artaud o los
autores del teatro del absurdo.
Se pretende romper definitivamente la división entre escenario y espectadores e invitar al público
a partipar en la función, mientras que el texto literario pierde importancia llegándose improvisación.
La temática se caraceriza por la denuncia sociopolítica de un franquismo decadente pero con un
lenguaje codificado para evitar la censura. Será un teatro hermético en el que destacarán Francisco
Nieva y Fernando Arrabal.
Cabe citar algunos grupos de teatro independiente como Tábano, Akelarre o La Máscara, con
creaciones unitarias y colectivas, que sintentizan los experimental y popular; y compañías como:
• Els Joglars, con obras de temática satírica y juglaresca
• Els Comediants, compañía de de estilo vanguardista que mezcló elementos teatrales con otros
circenses o musicales.
• La Fura dels Baus, alcanza pronto proyección internacional con espectáculos que se adaptan a
cualquier escenario imaginable.

3. Conclusión.
La llegada de la democracia y el fin de la censura son recibidas con esperanza en el teatro, sin embargo,
no se produce la revitalización esperada, pues las obras de Valle y Lorca que por fin pudieron
estrenarse eran de autores desconocidos para los españoles, además de que las primeras obras
publicadas sin censura realizaban una sátira que ciertas instituciones conservadoras todavía muy
influyentes en la sociedad no se tomaron demasiado bien. Pese a la posterior democratización y
apertura plena, así como la creación del Centro Dramático Nacional, el hecho de la proliferación del
cine, la televisión o Internet han frenado el crecimiento del teatro.
Tema 9. La narrativa hispanoamericana de la segunda
mitad del XX. El “boom” de la narrativa: Borges,
Cortázar, García Marquez y Vargas Llosa.
1. La narrativa hispanoamericana de la segunda mitad del XX:
características generales.
Hacia mediados del XX la narrativa hispanoamericana inicia una renovación tras una centuria de
Modernismo, la novela de tierra del Realismo, la novela indigenista y el ciclo novelístico de la
revolución mexicana, mientras que se produce un hartazgo del realismo y experimentalismo europeo y
norteamericano. Además, la proliferación de las Vanguardias juega un rol determinante en este terreno.
Las características comunes de este nuevo movimiento son:
• Abandono de lo rural en favor del mundo urbano, sin olvidar lo social.
• Integración de hechos fantásticos en un marco verosímil.
• Formalmente, aumenta el cuidado en la construcción de los relatos en su estructura y estilo.
• Influencia determinante de Kafka, Joyce y Faulkner, así como de elementos de filiación
surrealista.
Desde 1940 hasta final de siglo, se diferencian dos etapas, separadas por el “boom” de 1962.

1.1. Tendencias entre 1940 y 1960.


La narrativa metafísica.
Se preocupa por problemas filosóficos. Sus más insignes representantes son Borges y Lezama Lima.

La narrativa existencial.
Se hace eco de algunas de las cuestiones más recurrentes en la literatura occidental, especialmente tras
la Segunda Guerra Mundial: el sentido de la vida, el paso del tiempo, lo caótico del mundo….
Descuellan los nombres de Onetti y Sábato.

El realismo mágico.
Tarda un poco más en florecer, pero es de las facciones más relevantes.
Por esta vía literatura hispanoamericana marca distancias respecto a la del viejo continente: las
narraciones ofrecen un marco versímil en el que se integran mitos con naturalidad.
Los autores más representativos son Asturias, Carpentier, Roa y Rulfo.

1.2. Desde 1960 se desencadena el boom de la narrativa hispanoamericana.


Con este término se define el periodo de mayor impacto internacional del movimiento.
En este contexto aparecen autores publicando títulos fundamentales: La ciudad y los perros (Vargas
Llosa, 1962), El siglo de las luces (Carpentier, 1962), Rayuela (Cortázar, 1963) o Cien años de soledad
(García Márquez, 1967).
No se trata de una generación, sino una serie de autores de éxito con unos rasgos comunes:
• La internacionalización de las obras.
• La incidencia en temas como la soledad, el amor, la muerte y el compromiso político-social.
• Recursos formales y estructurales novedosos: ruptura de la linealidad temporal, monólogo
interior, multiperspectivismo, experimentación lingüística y realismo mágico.
• Contribución al desarrollo del cuento como género narrativo.

2. Los grandes nombres del boom.


2.1. Jorge Luis Borges.
Este autor se caracteriza por su literatura culta llena de referencias filosóficas e históricas y temática
extraordinaria que vuelven a sus obras herméticas.
Borges renunció a escribir novela, circunscribiendo su obra a relatos breves de prosa de ficción.
Estos relatos los fue reuniendo en sucesivos volúmenes como Ficciones o El Aleph.
Sus rasgos son:
• El origen culto de las ideas, la influencia de otras literaturas (inglesa, escandinava…) y la
inspiración en el mundo de los gauchos y el arrabal bonaerense.
• Los temas son variaciones sobre sus preocupaciones más recurrentes.
◦ Dificultad de discernir entre lo ilusorio y lo verídico.
◦ El destino, la libertad, el eterno retorno, la muerte…
◦ La idea de infinito.
◦ La naturaleza laberíntica y el caos del mundo.
• Personajes desconocidos para el narrador y poco individualizados.
• La estructura narrativa también es abstrusa, ya que cada relato es una composición perfecta en
la que todos los elementos encajan y sus enigmas cada vez envuelven más al lector.
• Su estilo se hace cada vez más sencillo, con ironía, paradojas y fórmulas lapidarias.
Así, el alcance metafísico, las leyendas y la inclusión del lector en los relatos lo han convertido en un
auténtico maestro.

2.2. Julio Cortázar.


El análisis de su cultura tuvo gran proyección internacional, y defendió la universalidad de la escritura
frente al nacionalismo.
El realismo fantástico cortazariano es heredero de las vanguardias, en especial del Surrealismo.
Entre sus cuentos más insignes descuellan Las armas secretas, Historias de cronopios y de famas,
Todos los fuegos el fuego y Octaedro.
Para él, la literatura fantástica permite cuestionar la fe inquebrantable, incluyendo lo absurdo en lo
cotidiano, y de acuerdo al surrealismo, explorándolo para descubrir aspectos nuevos de la realidad.
Para trasladar a sus textos ese planteamiento, acudirá a todo tipo de innovaciones técnicas y formales,
que culminan en su más famosa novela Rayuela (1963), donde para muchos arranca el boom.
Así pues, Rayuela es un collage que se puede leer página a página, como es habitual, o de capítulo a
capítulo según el orden aleatorio de la enumeración que los precede, al igual que sucede en el juego
infantil homónimo a la novela.
Ello se traduce en el caos mundano, plasmado con humor, ironía y juegos lingüísticos que esconden el
deseo del autor por cambiar la realidad.
Junto a la libertad creadora de Cortázar, también es digno de mención su compromiso sociopolítico.
Ambas líneas se combinan en El libro de Manuel, acentuándose el collage al incluir recortes de
periódicos en la obra, y el experimentalismo para lanzar una crítica a los gobiernos de tortura de la
América Latina coetánea, especialmente la Argentina de las Juntas Militares.

2.3. Gabriel García Márquez (1927-2014).


García Márquez es el narrador más popular del boom, cuya carrera despunta en los 50 con unos cuentos
en los que plasma su gran capacidad de narrador y de plasmar el realismo mágico.
En relatos como La hojarasca, el autor nos lleva a su pasado en Colombia, a través de Macondo, lugar
imaginario al que volverá en otras narrariones como El coronel no tiene quien le escriba.
El ambiente, los personajes y los temas de esas primeras obras confluyen en la que le dará renombre
internacional: Cien años de soledad (1967), donde se aborda el tiempo como algo cíclico ante una
parente repitición de hechos – así es que aparecen distintos personajes con el mismo nombre, como los
Aurelianos –, y el tema de la soledad.
Este relato se sitúa en un tiempo histórico, lineal, que avanza desde el Macondo prehistórico,
caracterizado por la armonía hombre-naturaleza, a los Macondos posteriores: el feudal, el de la época
colonial, el de la industrialización o el de la invasión extranjera que supone la destrucción del pueblo.
El tiempo histórico enmarca las vivencias de los Buendía, cuya suerte va ligada a la de su comunidad.
Cien años de soledad se considera la obra más representativa del realismo mágico por el hecho de que
se pasa de lo extraordinario a lo común y viceversa, además de la hiperbolización de las propiedades de
las cosas o los sucesos.
En otras palabras, Márquez hace convivir con total naturalidad lo mágico con lo real, sirviéndose de un
narrador omnisciente que realiza múltiples saltos espaciales en un relato de estructura libre.
Los anacronismos, anticipaciones y saltos, juntos con enumeraciones, repeticiones, elipsis y
simbolismo suponen un rompecabezas que alcanza su sentido al final de la obra.
Al fin y al cabo, la obra es una reflexión sobre la vida social, la esencia del poder y cómo este se ejerce.
Después de esta novela excepcional, Márquez continuó su exitosa carrera con obras como El otoño del
patriarca, Crónica de una muerte anunciada (1981) – amalgama de crónica periodística con materiales
plurales que dan lugar a un relato perspectivístico –, El amor en los tiempos del cólera – la historia del
amor de sus padres.

2.4. Mario Vargas Llosa.


Vargas Llosa alcanza el éxito literario con su primera novela, La ciudad y los perros (1962), que
inaugura el boom de los 60.
Esta se ambienta en un colegio militar de su Perú natal donde estuvo interno, y ahora satirizará su
ambiente violento mostrando sus excepcionales dotes de autor y el manejo de recursos técnicos.
El peruano se mantiene en el plano de la realidad común , sin incorporar elementos fantásticos a
diferencia de sus coetáneos. Luego, sus siguientes novelas evidenciarán su gran capacidad de
fabulación, así como el uso de un realismo crítico y sus propias vivencias como fuente de inspiración.
Entre sus numerosos títulos sobresalientes podríamos descollar La casa verde, ambientada en un burdel
y articulada con novedosos recursos de origen anglosajona; Los cachorros, narración breve sobre unos
adolescentes limeños acomodados; Conversación en La Catedral, donde enlaza diversas historias
contextualizadas en la dictadura corrupta y violenta de Odria en Perú; Pantaleón y las visitadoras ,
sátira esperpéntica del envío de prostitutas a los destacamentos militares de la selva amazónica; y La
guerra del fin del mundo, situada en el Brasil del XIX, mezclando historia y aventuras a la vez que
empieza a desconfiar de sus ideologías izquierdistas hasta el momento.
Otra obra muy insigne de Llosa es La fiesta del Chivo (2000), que es una crónica del asesinato del
general Trujillo en 1961, quien había sumido a la República Dominicana en una férrea dictadura.
Su última obra es Tiempos recios (2019), donde critica el intervencionismo de sus países en favor de
objetivos poco morales y autoritarismo, lo cual compara con la Guatemala de mediados del XIX.

3. Conclusión.
El boom dejó en años posteriores un terreno muy favorable en editoriales y público para que se
intentaran replicar sus fórmulos exitosas de forma ilimitada, así es que la lista de obras narrativas y
autores destacados de la literatura hispanoamericana de la segunda mitad del XX se hace inacabable.
Por reseñar algún autor, nombramos a Mario Benedetti con La tregua e Isabel Allende con La casa de
los espíritus.
Tema 10. La narrativa peninsular desde 1975 a nuestros
días. Principales tendencias: Almudena Grandes, Muñoz
Molina, Eduardo Mendoza, Rosa Montero.
1. La novela es las últimas décadas. Rasgos generales y variedad
de tendencias.
No puede hablarse de corrientes o grupos heterogéneos desde 1975 hasta hoy, pues todavía carecemos
de la perspectiva necesaria, aunque sí se aprecia la recuperación de la trama argumental y el objetivo de
que el lector considere unos hechos de ficción como verdaderos, con un rechazo generalizado al
experimentalismo que supone una vuelta a la tradición.
Así, se recupera la lectura placentera frente al ejercicio intelectual del periodo anterior. Un claro
ejemplo es La verdad sobre el caso Savolta (1975), de Mendoza, la cual abre esta etapa.
Además, regresan géneros como la novela negra o la policíaca, así como el uso del humor y la renuncia
al compromismo político.
En cuanto a la perspectiva, predomina la tercera persona, aunque convive con todo tipo de formas; y
mientras tanto, la cronología se vuelve más lineal, sin abandonar totalmente analepsis y prolepsis.
Así, hubo autores censurados en el franquismo que gracias a la llegada de la libertad tienen continuidad
en nuestros días narradores de posguerra como Cela o Delibes, la generación del Realismo de la mano
de Gaite o Marsé, los rupturistas como Benet y los nuevos narradores como Muñoz Molina.
Luego, es de reseñar la incorporación de numerosas mujeres escritoras, como Almudena Grandes,
Dulce Chacón o María Dueñas, quienes incluyen en su obra vivencias específicamente femeninas como
la maternidad.
En la narrativa reciente se volverá muy frecuente la ruptura de fronteras ente géneros, asimilando la
novelas elementos como la biografía, el ensayo o el reportaje.
En todo este conglomerado, se distinguen pluralidad de tendencias:
• Metanovela. El cuarto de atrás de Martín Gaite.
• Novela histórica. El hereje de Delibes.
• Novela policíaca. La tabla de Flandes de Pérez Reverte.
• Novela intimista. Corazón tan blanco de Javier Marías.
• Novela lírica. El lápiz del carpintero de M. Rivas.
• Novela testimonial. Trata temas de actualidad de forma crítica. Sefarad de Muñoz Molina.
• Novela de la generación X. Habla de los problemas de la juventud urbana. Ray Loriga.

2. Almudena Grandes (1960).


Se dio a conocer en 1989 con Las edades de Lulú, novela erótica. Esta autora trabajaría dos vertientes.

Intrahistoria de las clases medias.


Se les da especial protagonismo a los personajes femeninos y se realizan técnicas de introspección
psicológica en la vida cotidiana de las protagonistas.
Destaca especialmente Malena es un nombre de tango, novela de mayor contenido autobiográfico que
relata la historia de varias generaciones de una familia en la que aparecen enfrrentadas hadas y brujas.
En Atlas de geografía humana presenta a cuatro personajes femeninos que descubren su soledad y
sueños frustrados.
En Castillos de cartón la autora analiza la situación madrileña de los 80 a través de la relación amorosa
entre tres personajes representativos de la época.
La sociedad actual volverá a aparecer en Los besos en el pan.

Pasado reciente de España desde la Guerra Civil.


Comienza con El corazón helado, y se continua con Inés y la alegría para dar paso al ambicioso
proyecto de Episodios de una Guerra Interminable, todavía inconcluso.
Dentro del macroproyecto descuellan, aparte del libro iniciador, El lector de Julio Verne (2012) –
temática franquista – y Los pacientes del doctor García – temática nazi –.
A través de esta serie, Grandes intentó plasmar la crueldad de la Guerra y el franquismo, bajo la
influencia de Galdós e incluso de Cervantes, logran una amalgama de historias en las que concurren
personajes con un nexo en común.

3. Antonio Muñoz Molina.


Este prolífico novelista nos muestra una ambientación recurrente ya anunciada en su primera obra,
Beatus ille, donde la acción trascurre en el territorio imaginario de Mágina, reflejo de su Úbeda natal
que volverá a aparecer en otras obras como Sefarad o El jinete polaco.
En esta última, Manuel entabla una relación con Nadia, esta muy marcada por las heridas de la guerra.
Hay un clara preocupación ética, que se refleja también en Sefarad, que habla del totalitarismo de
Europa del XX, el exilio y lo compara con temas pasados como la expulsión de los judíos de 1492.
Ello, también se aprecia en La noche de los tiempos que trata sobre el clima de radicalización previo a
la Guerra Civil.
Muchas veces Muños Molina incorpora elementos autobiográficos, destacando Como la sombra que se
va, donde reconstruye unos días de la vida del asesino de Martin Luther King.
Se percibe una evidente reelaboración de subgéneros narrativos.
• El invierno en Lisboa y Beltenebros. Asunto policíaco y novela negra.
• Plenilunio. Mezcla de lo sentimental y lo policiaco, donde una inspector de policía ya mayor es
trasladado al sur de España para descubrir al asesino de una niña.
Las características de su novelística son la preferencia por la primera persona, la estética realista y la
intriga, junto a oraciones largas y descripciones con influjo proustiano.

4. Eduardo Mendoza.
Su primera novela es La verdad sobre el caso Savolta (1975), pionera en la transición democrática e
inaugura una etapa nueva en la narrativa española, aumentando la importancia de la historia, ya que
Mendoza siempre ha reivindicado “el placer de contar”.
Esta primera obra relata unos hechos ocurridos en Barcelona entre 1917 y 1919 con la presencia de un
aventurero enigmático en una trama amorosa que recorre los bajos fondos barceloneses. Esta obra
contribute a renovar la novela policíaca.
Entre los ragos técnicos destacables están el uso de las personas narrativas, los desajustes temporales,
la variedad de personajes y la mezcla de diversos subgéneros, que parten de la brillante retratación
histórica de la Barcelona de principios del XX.
Su segunda novela, El misterio de una cripta embrujada es totalmente distinta, ya que se trata de una
parodia de la novela negra en la que la policía utiliza para resolver un caso de un secuestro a un
detective anónimo recluido en un psiquiátrico.
La siguiente obra también es brillante, La ciudad de los prodigios (1986), que recuerda a la primera al
retratar la Barcelona decimonónica y de principios del XX. Es una novela histórica protagonizada por
el pícaro urbano Onofre Bouvila, obrero anarquista que consigue llegar a ser un alto burgués. Aquí
abandona la primera persona narriva en favor de la tercera en un impecable relato lineal.
Otras obra importante es Sin noticias de Gurb parodia de ciencia ficción.
Posteriormente ha comenzado ha escribir la tetralogía de Las tres leyes del movimiento.

5. Rosa Montero.
A parte de su reconocido trabajo periodístico, como novelista se dio a conocer en 1979 con Crónica del
desamor, influida por su oficio y centrada en una mujer periodista.
En 1983 publica otra obra altamente realista: Te trataré como a una reina. En ella, hace una defensa de
la condición femenina e intenta plasmar su dura realidad.
Otra novela aplaudida ha sido La hija del caníbal (de intriga) y la Historia del rey transparente
(histórica-aventurera)
En 2011, la autora iniciará la llamada distopía realista, con la obra Lágrimas en la lluvia, con la que
remite al Madrid del futuro donde trabaja la detectiva Bruna Husky.
En La ridícula idea de no volver a verte, realiza una investigación sobre la figura de Marie Curie e
introduce el diario que escribió tras el reciente fallecimiento de su marido. Por ello es que aquí se
plasma la ruptura entre fronteras de géneros.
La carne (2016), está protagonizada por la sexageneria Soledad, probablemente la novela más libre y
personal de Montero, la cual nos habla del paso del tiempo, la muerte y la necesidad de amar.

6. Conclusión.
El fin de la dictadura franquista dio lugar al periodo más estable de la historia de nuestro país, lo que
permitió que por fin una ingente cantidad de autores pudiera publicar de forma ilimitada sin importar
sus ideologías políticas y el contenido de su obra. Como decíamos al principio, no resulta sencillo
establecer una dinámica común más allá de que se percibe la recuperación de la trama argumental, lo
cual es comprensible, pues tras años de silencio y restricciones es normal que ahora surjan tendencias
muy dispares, por no mencionar la influencia que ha tenido la proliferación del cine, además de que al
ser una literatura tan reciente, no contamos con una perspectiva adecuada para delimitar denominadores
comunes ni grupos muy concretos.
Romancero Gitano. Guía de lectura.
0. Introducción.
El Romancero gitano es un poemario publicado en 1928 en el que recogen dieciocho composiciones
escritas entre 1924 y 1927 donde se exalta la dignidad del marginado y sufridor pueblo gitano.
El libro pretende ilustrar el destino trágico del ser humano, elevando todas las historias al personaje de
la pena negra, escondida en todas y cada una de las páginas del libro.
Lorca canta a un pueblo marginado al que eleva a una categoría mítica colocándolo al nivel de los
grandes mitos de la antigüedad clásica.

1. Temas.
El tema central del libro es, sin duda, la pena y la muerte, aunque el poemario se va matizando en
relación con los siguientes contenidos:
a) El tema gitano y andaluz, que ya había aparecido en las corrientes romántica y modernista.
Se aprecia una corriente neoprimitivista del corte del “cante jondo” en el que al autor recrea el
estilo de vida gitano ambientado en su tierra natal.
El elemento gitano representa la fantasía, la aventura, la libertad y lo que está al margen la ley,
frente a un cruel destino del que no se puede escapar.
El propio poeta señaló que hay una mitificación del pueblo andaluz desde lo lunar a lo terrestre,
apareciendo gitanos, caballos, arcángeles, brisa judía, brisa romana, crímenes….
b) El amor frustrado.
El deseo siempre entra en conflicto con la realidad en ejemplificaciones tópicas como “la
casada infiel” o “el muerto de amor”
También, el componente erótico resulta inquietante, por ejemplo en el “Romance de la luna,
luna” la luna es una mujer-bailarina que acaba poseyendo mortalmente a un niño.
c) La violencia y la muerte.
Es muy recurrente en el libro, desde el primer poema, donde la muerte del niño gitano a causa
de la luna supone una batalla entre gitanos, hasta “Thamar y Anmón”, donde David decide
intentar ajusticiar a su hijo Anmón tras violar a su hermanastra.
Sin embargo, la cumbre de la violencia se encuentra en el “Romance de la Guardia Civil”,
donde unos tricornios arrasan con una violencia de nivel extremo un poblado gitano.
d) El dolor y la frustración.
Se aborda el conflicto entre las instituciones opresivas y el deseo de libertad del individuo,
derivando en la pérdida de identidad de las últimas.
Así lo vemos en el caso de Antoñito el Camborio, quien es arrestado por la Guardia Civil por
coger un limón para disfrutar de su belleza.
e) La pena negra o el destino trágico.
Son la esencia de la Andalucía profunda, de Córdoba a Granada. Todos los personajes viven al
margen de las convenciones y están abocados a la fatalidad.
La pena negra queda personificada por Soledad Montoya en el romance homónimo.
f) La denuncia social.
Aunque no se puede considerar un libro social como tal, sí que está muy presente, por ejemplo,
el antagonismo de los gitanos con la guardia civil y la opresión que realizan estos últimos.
También se denuncia la represión religiosa, la desigualdad social y, en el romance de “San
Rafael”, la marginalidad que produce la homosexualidad.

2. Estructura externa e interna.


2.1. Estructura externa.
La obra está compuesta por dieciocho romances en los que predomina el verso octosílabo con rima
asonante en los pares.
Todos los romances vienen precedidos de un número y título junto a dedicatoria. Los tres últimos
forman un grupo denominado “Tres romances históricos”.
Algunos, como el “Martirio de Santa Olalla”, se dividen en subsecciones mayores.
Se aprecia una evolución desde lo lírico y lo breve al principio del libro, a lo épico y largo hacia el
final.

2.2. Estructura interna.


La estructura interna del Romacero Gitano se puede desarrollar en dos grupos de poemas.
GRUPO 1. Poemas propiamente gitanos.
• Bloque A (1-7). Parte más lírica y donde la presencia de mujeres alcanza mayor significado. La
luna y el viento actúan como fuerzas cósmicas y la frustración amorosa es el motivo más
recurrente.
1. Romance de la luna, luna. La luna augura un final funesto para el mundo gitano, pues
anuncia la muerte de un niño gitano inocente.
2. Preciosa y el aire. El biente persigue a una hermosa niña gitana con intención de apropiarse
de ella. (Mundo de la inocencia).
3. Reyerta. Poema que representa las luchas ancestrales entre clanes gitanos.
4. Romance sonámbulo. Historia de un amor fallido, un gitano llega junto a la gitana que lo
esperaba, pero esta yace muerta y él viene malherido por la Guardia Civil.
5. La monja gitana. Una monja borda en un convento cuando por su mente se impone el deseo
del amor carnal.
6. La casada infiel. Una gitana malcasada se acuesta con otro hombre, quien luego la
abandona.
7. Romance de la Pena Negra. Soledad Montoya lamenta perder su juventud y belleza sin
poder encontrar el amor.
• Bloque B (8-10). Tres arcángeles mítico-gitanos representan las tres ciudades andaluzas.
8. San Miguel (Granada). Procesión en la ermita de San Miguel y reflexión de los actos
religiosos granadinos.
9. San Rafael (Córdoba). Oposición de la inocencia de los niños gitanos que se bañan en el río
a unos hombres que los observan (posibles pederastas).
10. San Gabriel (Sevilla). Este anuncia a la Virgen que va a ser madre, quien pronto recibe
malos augurios sobre el futuro de su hijo, analogía con el pueblo gitano.
• Bloque C (11-15). Parte más épica con tres tipos míticos masculinos destinados a la muerte.
11. Prendimiento de Antoñito el Camborio. Este gitano es perseguido y encarcelado por la
guardia civil sin motivo alguno.
12. Muerte de Antoñito el Camborio. Finalmente es asesinado por sus primos, que lo envidian.
13. Muerto de amor. Amor imposible que le cuesta la vida a un gitano.
14. El emplazado. El Amargo tiene marccada la fecha de su muerte y eso da lugar a su
amargura.
15. Romance de la Guardia civil española. Romance epílogo que termina con la destrucción del
mundo mítico-gitano actual a manos de la Guardia Civil.

Grupo 2. Mitos y tipos históricos de la Mitología Gitano-andaluza.


16. Martirio de Santa Olalla. Mundo paleocristiano mítico-gitano donde la gitana Olalla es
martirizada por ser cristiana.
17. Burla de don Pedro a callo. Mundo literario mítico gitano donde aparece Don pedro,
marcado por la falta de amor y la muerte.
18. Thamar y Amnón. Thamar es violado por su hermano Amnón, que después huye.

3. Componentes simbólicos e históricos.


La mezcla de símbolos y elementos míticos dan un sello inconfundible a la poesía lorquiana.

3.1. Principales símbolos.


Los símbolos lorquianos enlazan con la poesía simbolista y modernista finisecular junto a su mundo
íntimo.
Los símbolos más relevantes del Romancero Gitano son:
• La luna. Siempre tiene una connotación nefasta.
• Los gitanos. Suelen representar un mundo idealizado gracias a su pureza, inocencia y soledad,
valentía, alegría y tristeza, aunque también hay algunos indignos como los que matan a
Antoñito el Camborio. Queda claro el conflicto entre primitivismo y civilización y entre razón e
instinto.
• El agua. Si está estancada va asociada a la muerte, mientras que los ríos fluyentes pueden ser el
impulso erótico en poemas como “La monja gitana”.
• El viento. Símbolo cargado de sensualidad y erotismo masculino, con una presencia amenazante
en “Preciosa y el aire”.
• El caballo. Suele tener connotaciones eróticas, pero también puede ser la violencia o pasión
desenfrenada que conduce a la muerte.
• Los metales. Los cuchillos y navajas representan la violencia y los asesinatos, aunque también
van asociados a la frialdad de la propia muerte.
En concreto la espada puede simbolizar el pene en “Preciosa y el aire”.
• El color verde. Se halla en un circulo de vida, amor y muerte. También el amarillo y el blanco
pueden traer malos augurios.
• Los pájaros (la zumaya): en el “Romance de la luna, luna” anuncia la muerte del niño.
• Flores hierbas y plantas: pueden representar tanto la vida como la muerte.
◦ Adelfas, cicutas, ortigas, olivos y rosas tienen connotación negativa.
◦ Jacintos, zarzarmoras, juncos, lirios y girasoles simbolizan la pasión.

3.2. Componentes míticos.


El mito es un hilo conductor que une a todos los seres humanos en un pasado hipotético.
El libro empieza con dos mitos inventados: la luna como bailarina mortal y el viento como sátiro.
El viento (Bóreas) es una fuerza mítica extrahumana que amenaza al mundo gitano, como la luna.
Entran en juego fuerzas obscuras presididas por Eros y Tánatos (Amor y Muerte).
Así, los más original del libro es que estiliza lo gitano para crear un mundo legendario con raíces
históricas antiguas: precristianas, romanas, judías, musulmanas, universalizándose el pueblo andaluz.

4. Rasgos formales: entre tradición e innovación.


En el libro encontramos rasgos de heterogéneas procedencia, desde algunos de carácter neopopular
(saetas, estribillos, cante jondo...), traidición neogongorina (hermetismo, uso del elemento mítico), y
hasta rasgos vanguardistas.

4.1. Rasgos formales del Romancero Tradicional.


Este poema se enmarca en pleno auge del neopopularismo y culmina la renovación del romance como
género, recuperando la raíz narrativa del Romancero Viejo.
Descollar los siguientes elementos.
• Falta de concordancia entre los verbos.
• Dramatización: rápidos diálogos en los que a veces participa el propio Lorca.
• Introducción del tema in media res y finales abruptos. A veces se empiezan a contar
historias como la reyerta gitana que no sabemos por qué comienza, o en otros casos ignoramos
cuál es el final, como en el “Romance sonámbulo”.
• Elipsis. No sabemos bien por qué detienen a Camborio ni qué le pasa a Soledad Montoya,
acentuando el hermetismo.
• Tendencia a las repeticiones, paralelismos, anáforas y estribillos.
• Número determinado para aludir a los preciso y dar cuenta de la talla de la tragedi a:
“Trescientas rosas morenas / lleva tu pechera blanca”.
• Preguntas dirigidas a un supuesto auditorio o la utilización del verbo “ver” para activar la
imaginación del lector.
• Métrica. Ritmo cuaternario del romance, al igual que la copla popular andaluza, y que lo dota
de música. Hay excepciones al octosílabo, como es el caso del romancillo polimétrico “Burla
don Pedro a caballo”.
• Estructuras directamente copiadas de algún romance antiguo.

4.2. Rasgos de la tradición culta.


Procedentes de Góngora o del simbolismo.
• Uso de la metáfora pura, influjo de góngora en el 27. Así, se elude el elemento real y se
muestra solo el imaginaro.
• Presencia de lo mítico propia de Góngora.
• Sinestesias de tradición simbolista.
• Personificaciones en una especia de “antropomorfización de la naturaleza”.
• Imágenes sensuales, símbolos….

4.3. Elementos innovadores y vanguardistas.


Son muchas las imágenes irracionales que lo acercan al Surrealismo y otros movimientos de
vanguardia, vaticinando lo que veríamos en Poeta en Nueva York.
Elementos destacables.
• Imágenes surrealistas propias del mundo de los sueñós y el inconscinete (“por el cielo va la
luna/ con un niño de la mano).
• Imágenes cubistas en “Thamar y Amnón”: “Sol en cubos resistía/ la delgadez de la parra”.
• Ecos futuristas: “y el liso gong de la nieve”.
• Invenciones lingüísticas: “noche, que noche nochera”.
• Mundo del creacionismo en el que el mundo gitano se eleva a la categoría mítica y el propio
autor le pone fin el el “Romance de la Guardia civil española”.
• La ciudad gitana es destruida trágicamente pero afirma su salvación a través de la palabra
poética. A su vez, en “Thamar y Amnón”, el hecho de que David corte las cuerdas del arpa al
final del poema simboliza el cese del canto gitano lorquiano.
La Fundación. Guía de lectura.
0. Introducción.
La trayectoria dramática de Buero Vallejo se caracteriza por la defensa de la dignidad del hombre y el
deseo de profundizar en la naturaleza humana.
Los personajes de Buero están históricamente definidos y se desenvueleven en unas circunstancias
concretas con sus problemas individuales, lo cual convierte a su teatro en testimonio o crítica social.
La crítica sostiene que la obra de este dramaturgo se divide en una primera etapa existencial, una
segunda de carácter social y una tercera en la que busca nuevos recursos expresivos, siendo en esta
última cuando ve la luz La Fundación.

1. Argumento y temas de La Fundación.


En una estancia elegante y funcional conviven cinco individuos: un médico (Asel), un fotógrafo
(Tulio), un ingeniero (Lino), un matemático (Max) y un joven novelista, Tomás, que abre la obra
dialogando con su novia Berta, bióloga que investiga en un laboratorio contiguo.
Son felices allí, el encargado y su ayudante se ocupan de sus menores necesidades y solo el constante
mal olor que sale del retrete y la presencia de un enfermo les causan molestias.
Poco a poco van surgiendo problemas, como un enfrentamiento entre Tulio y Tomás o el hallazgo de
que el enfermo llevaba días muerto, lo que hace que los encargados se lo lleven muy enfadados con los
convivientes.
Tras ese último suceso comienza la segunda escena, en la cual cambia el decorado según Tomás toma
conciencia que donde en realidad se encuentra es una cárcel, que están condenados a muerte, y que su
novia era inexistente.
Pronto se llevarían a Tulio para ejecutarlo, y cada miembro de la celda va contando sus penurias. Así,
Tomás había sido encarcelado por repartir propaganda contraria al régimen y torturado hasta delatar a
sus camaradas, intentando suicidarse a posteriori, lo cual Asel evitaría; en consecuencia, Tomás se
había sumergido en una locura de la que ahora empezaba a liberarse.
Según avanza la obra, los reclusos se dan cuenta de que entre ellos hay un soplón, y acaban
descubriendo que es Max, así, Asel decide suicidarse arrojándose por la barandilla del piso de la cárcel
para que Lino empujara a Max por el mismo sitio y a continuación, él y Tomás – quien fingirá volver a
estar loco para disimular – puedan trazar un plan de fuga.
La obra concluye con la llegada del ayudante para llevar a los dos supervivientes a un paradero
desconocido.
Toda la obra se ve desde los ojos de Tomás, por eso es que el lector no se da cuenta de lo que pasa hasta
que este, con ayuda de sus compañeros, va recuperando la cordura.
Buero pretende mostrar cómo la locura no sirve para encarar los problemas y aunque se salga de una
cárcel física, uno no tiene por qué estar necesariamente libre.
No obstante, sí que llama la atención cómo Tulio, pese a haber sido el más pesimista durante toda la
obra, cuando está apunto de ser ejecutado cambia radicalmente de actitud para reivindicar el derecho a
soñar. Una conducta que vuelve a rectificar en sus últimas palabras a Tomás cuando ya se lo están
llevando los cárceleros, recordándole que es un error soñar.
En conclusión, se trata de una obra existencial que plasma la vida como una prisión interminable bajo
la amenaza de la muerte, realidad de la que se evade tomás mediante la fantasía.
2. Lugar, tiempo y acción.
La obra se organiza en dos partes (la segunda ligeramente más larga) subdivididas a su vez en dos
cuadros fragmentados en varias escenas, separadas entre sí por acotaciones muy detalladas que suelen
anunciar un cambio en la escenografía.
El espacio, aunque varíe su configuración por el cambio escenográfico, es siempre el mismo, por lo que
podemos hablar de unidad de lugar.
En cuanto al tiempo, no hay indicaciones precisas, pero los cuatro cuadros trascurren con sin saltos
cronológicos internos, así es que los dos primeros se desarrollan en un mismo día, con el paso al
segundo acto hay una elipsis de tres días, y en el último apenas han trascurrido jornadas. En conclusión,
aunque no hay una unidad de tiempo en el sentido estricto de la palabra, la obra se concentra en
muy poco tiempo.
Respecto a la acción, no incluye demasiadas peripecias, aunque se sustituye el tradicional exposición-
nudo-desenlace por un avance gradual hasta la lucidez de Tomás con pequeños clímax de por medio
que atraen el interés del espectador de forma creciente hasta el diálogo final de Tomás y Lino.
La atención se concentra en el mundo inventado por el escritor, aunque los momentos más dramáticos
serían el descubrimiento del cadáver por los carceleros y, especialmente, la salida de Tulio hacia la
ejecución. No obstante, hay otro nudo en la acción que solo aparece en momentos concretos y que se
trata de un plan de fuga a través de unas celdas de castigo situadas en los sótanos, lo cual, como se
cita anteriormente, tiene ciertos reveses que les hacen descubrir que hay un soplón.

3. Análisis de los personajes.


Los principales personajes de la obra son los siguientes:
• Tomás. Es el protagonista y ha decidido modificar la realidad para sobrellevarla. Es huérfano y
solo tenía a su novia Berta, y tras ser descubierto repartiendo octavillas, lo torturan obligándole
a delatar a sus camaradas, lo que le lleva a intentar suicidarse pero sería salvado por Asel.
Al final, su sentimiento de debilidad lo haría enloquecer, pero a partir de una batalla mental
consigue regresar a la realidad.
• Asel. Es un ingeniero a quien Tomás cree médico y es también el personaje más maduro y
razonador. Representa una síntesis perfecta entre acción y reflexión que no se cansa de luchar
por la libertad.
Está convencido de que el dolor y el mal están perfectamente arraigados en la sociedad y de que
solo aceptando las limitaciones y la debilidad personal es posible avanzar. Por ello, decide
suicidarse y que Lino y Tomás pudieran intentar fugarse, ya que no quería delatarlos si lo
llevaban a ser torturado.
• Lino. Joven tornero que Tomás convierte en ingeniero. Es impetuoso y contrapuesto a Asel. Así
es que nada más descubrir que Max es el soplón lo mata y los precipita a él y a Tomás al
desenlace trágico de la historia.
• Max. Es un contable que Tomás toma como matemático. No ha sido torturado jamás y es
simplemente un espía infiltrado para delatar a los demás, con objeto de conseguir alguna
compensación miserable por parte del personal de la prisión.
• Tulio. Se muestra impaciente ante la enfermedad del protagonista y es el único que no quiere
participar en su locura.
Es un hombre realista y crítico, aunque en algún momento se revela como soñador y amante del
arte, como en sus experimentos con hologramas.
Tulio luchó por sus ideales y perdió la oportunidad de trabajar en el extranjero con su joven
novia, a la que añora enormemente.
Su único momento de optimismo es segundos antes de que lo vengan a buscar para ejecutarlo,
pero al despedirse su estado mental ya vuelve a la normalidad.
• Berta. Es la novia imaginaria de Tomás que se presenta como una brillante investigadores que,
realmente, es quien va ayudando poco a poco al recluso a ver la realidad.
Sin embargo, sí que hay una Berta real que visita a Tomás en la cárcel, pero esta tiene un
aspecto muy descuidado y se excusa diciendo que tiene asuntos que resolver.
• “Compañeros a toda prueba” y “barrenderos de la galería”. Presos que colaboran en el plan de
fuga.
• “Coro de voces”. Conjunto de presos que grita al unísono “Asesinos” cuando Asel se va a tirar
por la barandilla para denunciar la represión.

4. Técnicas y recursos dramáticos.


La inmersión en la mente del protagonista representa la vuelta a la normalidad, así es que cada
trasformación del espacio escénico supone un nuevo fragmento del mundo real que ha logrado ocupar
su sitio en el cerebro del personaje.
Hay un claro simbolismo en el lenguaje dramático de Buero. Por ejemplo, al principio de la obra cree
estar hablando con Berta, ya percibe un olor desagradable que corresponde a su compañero de celda
muerto que cree vivo, lo cual es su primer signo de odio a la fundación.
Luego, su novia bromea con un ratón que se llama igual que él diciendo que es su novio y pretende
salvarlo, lo cual podría simbolizar la conciencia dividia del juego.
Desde el principio, ya se observan pequeñas discordancias en el decorado que advierten al espectador,
como la taquilla de hierro o la percha.
En el segundo cuadro se acentúan las disonancias: dos de los cinco sillones se sustituyen por petates
enrollados y las sábanas se han evaporado.
La mente de Tomás aún tendrá alguna recaída, especialmente en el regreso de Berta, que es su último
intento de negar la realidad.
En el último cuadro el personaje principal ya recuerda todo y reflexiona sobre su pasado. Su locura
reparecerá efímera y voluntariamente para encubrir la muerte de Max.
Antes de caer el telón, se vuelve a presentar la fundación como al principio pero sin ningún personaje,
constando la estructura circular de la obra y dejando abierta la puerta al inicio de una nueva historia.
El efecto de inmersión de la obra viene cargado de perspectivismo, en la actitud de Asel de
comprender y decidir perdonar a los delatores.

5. Conclusión.
La Fundación incorpora la experiencia carcelaria de su autor aunque no quepa hablar de autobiografía.
Incluso las reflexiones de Asel se entienden como reflejo de las vivencias del escritor.
El dramaturgo puso los medios para que su mensaje pudiera resultar válido y actual en cualquier
tiempo, con la lección permanente de relegar en el espectador la decisión de permanecer en la
fundación u optar por la verdad.
Guía de Crónica de una muerte anunciada.
0. Introducción.
Gabriel García Márquez (1928-2014) es considerado uno de los mejores autores contemporáneos, y
pese a que se desenvolvió en varios géneros, descuella primordialmente por su labor novelística.
Posiblemente, su novela más reputada es Crónica de una muerte anunciada (1981), un bestseller en la
época.
La historia se inspira en un suceso real acontecido en Sucre, donde residía la familia de García
Márquez en 1951.
La prensa dio eco al caso en su momento, aunque el autor esperaría casi 30 años para convertirlo en
novela, lo que le permitió añadir el destino posterior de sus personajes.

1. La técnica del Realismo Mágico en Crónica de una muerte


anunciada.
El concepto de Realismo Mágico es introducido en Literatura por el cubano Carpentier al vincular la
realidad americana con lo real maravilloso, ya que la historia de todos los pueblos indígenas o de
origen esclavista ha desembocado en una cultura mestiza donde caben elementos difícilmente
aceptables para una mentalidad racionalista.
En consecuencia, se ofrecen hechos fantásticos en un marco verosímil, lo que permite a la literatura
hispanoamericana tomar distancia de la española.
En la obra a analizar, la mayor intensidad del realismo se debe a la estructura de crónica casi
periodística, pero por ello no deja de lado varios elementos fantásticos que irrumpen de diversas
maneras.
Algunos ejemplos de ello son:
• Luisa Santiaga, madre del narrador, capaz de adivinar lo que ocurre en el mundo sin salir de
casa. (“parecía tener hilos de comunicación secreta con la otra gente del pueblo”).
• Bayardo San Román es capaz de juntar sumas desmesuradas de dinero en cuestión de minutos.
• Santiago Nasar dormía con una pistola escondida dentro de la almohada, pero guardaba la
munición en otro lado después de que un día a la sirvienta se le disparó el arma sin querer y la
bala atravesó todo el pueblo.
• Múltiples casualidades impiden que alguien avise a Santiago Nasar de que los Vicario lo
buscaban para matarlo.

2. Temas de crónica de una muerte anunciada: el honor, el amor


y el fatum.
La novela cuenta cómo el apuesto Bayardo San Román, se casa con Ángela Vicario; pero, al descubrir
en la noche de bodas que no es virgen, la devuelve a su madre.
La joven acusa de Santiago Nasar de ser el que se llevó su virginidad, y los gemelos Vicario deciden
matarlo para recuperar el honor de su hermana, lo cual anuncian a los cuatro vientos.
Todos conocen lo que le va a ocurrir a Santiago salvo él, y nadie lo avisa por una serie de fatídicas
casualidades, por lo que acaba siendo asesinado brutalmente en la puerta de su casa.
Veintitrés años después, Bayardo y Ángela se reencuentran, y se percatan de que la llama de su amor es
más fuerte que nunca y deciden vivir juntos por el resto de sus días.
Desde el punto de vista externo, la obra consta de cinco capítulos sin orden cronológico.
1. Gira en torno a Santiago, a las circunstancias que envuelven su asesinato y lo que le ocurre
desde que se despierta a las 5:30 hasta que sale de su casa a las 6:05.
2. Cuenta el contexto de la boda de Bayardo y Ángela, y cómo esta es devuelta a su madre tras
descubrir que no es virgen.
3. Tiene como eje las figuras de los gemelos Pablo y Pedro Vicario, los hechos que se desarrollan
entre las 3 y las 6 de la mañana y la conclusión de que la venganza por lo de su hermana se ha
consumado.
4. Autopsia del cuerpo de Nasar y conversación entre el narrador y Ángela veintitrés años después
de lo ocurrido.
5. Actitud de la comunidad mientras los Vicario persiguen a Nasar para asesinarlo y se plasman
los detalles y la ejecución del crimen.
Como se puede ver, no existe orden cronológico entre los capítulos, lo que se justifica con la
estructura interna propia de una crónica, que nos empieza contando el desenlace para luego
desarrollar los hechos y el contexto que llevaron al dicho final. De hecho, el final cronológico de la
obra se sitúa en el penúltimo capítulo.

Honor.
Está bien presente el tema del honor, el cual afecta a toda una familia y solo se puede reparar con
sangre.
Además, el honor se relaciona con otros temas presentes en la obra, como el machismo, la
intolerancia o la violencia.
Cabe subrayar la contradicción entre la religiosidad extrema del pueblo y su deseo de venganza,
pues pese a la multitudinaria visita del obispo, acaba pesando más el deseo de los pueblerinos de ver
cómo mataban a Santiago Nasar.
Luego, el autor tiende a omitir detalles que serían trascendentales pero deja a la libre
imaginación del lector, como si Santiago llega a mantener contacto sexual con Ángela.
Al fin y al cabo, a lo largo de la trama se percibe cómo todos los miembros de la comunidad están
obligados a cumplir con el constructo social del honor, especialmente los hermanos Vicario.
Dado que es la religión católica la que exige que ha de respetarse la virginidad antes del matrimonio,
los hermanos tras el asesinato le entregan los cuchillos al padre Amador para decir que han cumplido su
deber, un vínculo religión-moral que se tiñe de ironía cuando el obispo que viene al pueblo ignora
todo lo que sus habitantes le tenían preparado.

Amor.
El amor es otro de los temas que recorre el libro, pues el autor decidió fundir los hechos reales de la
trama que vivió en una historia de pasión amorosa que aumenta con la distancia y el tiempo.
Lo curioso es que en un principio, cuando iba a ser el matrimonio de conveniencias, Ángela no sentía
absolutamente nada por Bayardo, pero sí que lo hará muchos años después al reencontrarse con él, que
vuelve con todas las cartas que ella le había escrito.
De esta suerte, Márquez termina reivindicando en la ficción el amor más allá de lo que la realidad
se empeñe en imponer.
Aun así, esta no es la única relación amorosa que se nos presenta en la obra, sino también el noviazgo
de Santiago con Flora Miguel, o de los hermanos Vicario con sus respectivas esposas.

Fatum.
El fatum o destino trágico se convierte en otro gran tema de la novela.
Todo lo envuelve una atmósfera de tragedia clásica y hay un coro multitudinarios que teconoce una
responsabilidad colectiva de lo ocurrido.
El hecho de que nadia avisara y protegiera a Nasar muestra las motivaciones humanas de moral
colectiva, irracionalidad, morbosidad y defensa a rajatabla del código de honor.
La acumlación inverosímil de sucesos fortuitos, odios y rencores convergen en el desenlace nefasto:
• El hecho de que el obispo finalmente no pare en el pueblo agiliza la puerte de Nasar.
• Plácida Linero cierra la puerta de la casa porque Divina Flor le dice que Santiago está dentro.
• Yamil Sahiun no lo avisa porque teme alarmarlo inútilmente.
• Otros vecinos no los avisan porque piensan que ya está muerto.
La novela termina por desprestigiar el mito de la fatalidad, demostrando que somos los únicos dueños
de nuestro destino, ya que no había en sí ninguna fuerza ciega que supusiera la concurrencia de todos
esos hechos.
El círculo en torno al cadáver de Nasar simboliza la sociedad cerrada y sin futuro alguno
corresponsable del asesinato.

3. El perspectivismo como técnica narrativa.


Uno de los aspectos más interesantes de la técnica narrativa es el narrador y su punto de vista.
Hay datos que permiten identificar al narrador como el propio escritor, pues conocer parcialmente la
historia y fue testigo de la mismo.
Este, es un personaje secundario que en ocasiones utiliza la primera persona, la tercera o un yo plural.
Eso sí, cuando evoca a acontecimientos o describe situaciones a partir de su recuerdo, adopta siempre
la tercera persona omnisciente.
Como personaje, no practica una vida ni más ni menos ejemplar que los otros jóvenes, pues frecuenta
el prostíbulio del lugar igual que ellos.
Esta fórmula o mezcla de papeles se denomina multiperspectivismo, y sirve para potenciar la
sensación de objetividad y verosimilitud.
La constante mención de los personajes por su nombre y apellidos demuestra el intento del narrador de
distanciarse de ellos y plasmar su postura neutral.
El pueblo entero contribuye, de esta manera, a la reconstrucción del pasado, pero la memoria borrosa
y la subjetividad de los hechos para cada personaje hace que se nos ofrezcan distintas versiones
sobre distintos hechos:
• El tiempo atmosférico. Aunque la mayoría estaba de acuerdo con que el día del asesinato hacía
un tiempo fúnebre, bastantes otros sostienen que era una mañana radiante.
• La culpabilidad de Santiago Nasar. No se encuentra ningún motivo fiable para demostrar la
culpabilidad del asesinado, pweo cada uno tiene una visión de él en función de sus intereses
personales, así es que algunos lo odian, otros los envidian...
• El sumario también está incompleto y cubierto por las aguas, ya que solo se pudieron recuperar
322 de los 500 pliegues, y en mal estado.

4. Análisis de los personajes.


De entre los casi ochenta personajes que intervienen en la novelas, descuellan aquellos con un papel
protagónico.
• Bayardo San Román. Es soberbio y atractivo. Su carácter enigmático, pese a parecer querer
renovar la comunidad, está sumido en el machismo y el reaccionarismo. Sufre una grave crisis
emocional tras el engaño de Ángela y con los años su imagen en entra en decadencia, aunque
finalmente se reencontrará con su esposa y vivirá con ella por el resto de sus días.
• Los gemelos Vicario. Son pusilánimes y solo encuentran en el alcohol la valentía para consumar
el asesinato de Nasar, el cual anuncian a los cuatro vientos con la intención de que alguien los
detenga un puedan evitar realizarlo.
• Santiago Nasar. Provoca opiniones encontradas entre sus vecinos; es sin duda machista y
mujeriego, pero también religioso y respestuoso con la familia, un joven con futuro prometedor
cuya ingenuidad lo lleva a la muerte. Sea o no culpable, es la víctima más simbólica de la obra,
pues es el chivo expiatorio de una moral caduca.
• Ángela. Es el personaje con evolución más notable, ya que presenta el papel que juega la mujer
en aquella sociedad tan cerrada. Ella había sido educada para ser una exposa perfecta y sumisa,
educación de la cual se va desvinculando en afán de independencia. También pasa de odiar al
que iba a ser su marido a, tras el abandono de este, a amarlo en su forzado destierro.
• Purísima Vicario. Impone una educación machista a sus hijos, pese a que ella aglutina todo el
poder en su casa, así es que su marido es casi un pelele. Por otra parte, a sus hijas las educa para
ser guardianas del honor y estar volcadas en el hogar.
• Plácida Linero y Flora Miguel. Son la madre y la prometida de Santiago, mujeres destinadas a
sufrir y a matrimonios de conveniencia con hombre patriarcales y mujeriegos.
Como suele hacer García Márquez, todos ellos se caracterizan de manera progresiva, partiendo de una
breve descripción inicial que no suele mostrar a los individuos precisamente como seres complejos.
Los personajes destacados se ven dominados por pasiones elementales como el deseo de poder, la
libido sexual, el afán hipócrita por defender un honor externo y el culto a la superstición.
Sea como fuerte, todos los nombres son claves para reconstruir la historia.
Mención a parte, el detalle de que se trata de una comunidad local anclada en prejuicios que contrasta
con el grupo pacífico y laborioso de los árabes con los que conviven sin mezclarse.

5. Conclusión.
Esta obra es uno de los grandes éxitos de García Márquez. Inspirándose en una historia real, el autor
envuelve en un halo mítico un texto que se presenta como periodístico y termina en una gran tragedia.
La estructura circular contribuye a reforzar la idea implícita de que el hombre es incapaz de luchar
contra un destino absurdo, del mismo modo que la falta de lugar y tiempo concretos hace que gane
importancia lo simbólico de la obra.
Si bien el género de esta obra se acerca a las crónicas de prensas, los vínculos entre algunos personajes
con otros de sus otros libros y la muerte dramática de Santiago, elevada casi a la categoría de leyenda,
vuelve a este escrito algo totalmente literario.
Guía de El lector de Julio Verne.
0. Introducción.
El lector de Julio Verne fue publicada en el año 2012 y constituye la segunda entrega de la serie
Episodios de una guerra interminable, ambicioso proyecto de de la madrileña Almudena Grandes
(1960).
Con este ciclo, Grandes pretende reconstruir diferentes momentos de la posguerra, que se prolongó
varias decadas más allá de 1939 en un homenaje a Galdós y sus Episodios Nacionales.
Ambientada en un pueblo jienense, Fuensanta de Martos, la novela relata la historia de Nino junto con
el contexto de la posguerra.
Así, en la novela podemos distinguir tres planos: el discurso histórico a través de Tomán Villén Roldán
y su resistencia contra el franquismo; el discurso mítico sobre su leyenda; y el discurso literario al
aparecer mencionados varios libros de otros autores.

1. Temas de la novela.
Se pueden señalar dos grandes ejes en el libro, que son las terribles condiciones de vida de la posguerra
y el proceso formativo del protagonista, aunque profundizando, podemos discernir seis grandes temas.

1.1. El aprendizaje de la vida.


Se trata de una novela que muestra el crecimiento y el aprendizaje del protagonista, un recorrido en el
que lo acompaña Pepe el Portugués, quien le hace reflexionar sobre la represión.
Al principio el chico parecía destinado a ser guardia civil, pero se acaba dando cuenta de que no quiere
tener el mismo oficio que su padre, especialmente, cuando descubre la ejecución que su padre realizó al
Pesetilla y, por tanto, la crueldad de la institución.

1.2. La amistad.
Del tema anterior, se desprende la amistad entre el niño y Pepe el Portugués. Su admiración por él le
servirá para discernir entre lo bueno y lo malo.
También, se alza una figura femenina que lo acompaña en ese trayecto, la maestra Doña Elena.
A otro nivel, están sus amigos de la infancia, especialmente Paquito, quien sí será guardia civil.

1.3. La represión y la violencia durante la dictadura franquista.


La obra pretende mostrar las secuels de la Guerra y la represión que sufrieron los vencidos o “rojos”.
En ese pueblo cualquiera podría ser un delator y las torturas eran habituales para hacer hablar.
Así pues, la represión alcanza todos los aspectos de la vida. Fueron años de hambruna, especialmente
para las familias rojas, a cuyas mujeres se les impedía ejercer actividades económicas.

1.4. Enfrentamiento entre la guardia civil y la guerrilla.


En la historia hay una lucha continua entre los guardias civiles y los guerrilleros, que subsistían en el
monte gracias a ayudas clandestinas, a la vez que planificaban su huida o nuevos ataques.
Los que no tienen ocasión de huir son fusiladoas o se les aplica la Ley de Fugas.
La novela denuncia los métodos de represión, aunque sí es cierto que algunos guardias civiles sufren
terriblemente por lo que se ven obligados a hacer, pero no les queda otro remedio si no quieren sufrir
una pena similar.

1.5. La educación.
Tenemos el ejemplo antitético de dos modelos de educar y enseñar.
Uno es el oficial, representado por el maestro del pueblo don Eusebio, quien debido al franquismo debe
adaptar su docencia a las directrices del régimen, es por ello por lo que penaliza a Nino cada vez que
este muestra en sus exámenes su conocimiento de Historia aparendido a través de Galdós. El maestro
también había tenido un desencuentro con Elías el Regalito por una situación análoga, lo que obligó a
este último a echarse al monte con los maquis.
Por otra parte, está la maestra roja doña Elena, que en la clandestinidad, le enseña taquigrafía,
mecanografía y francés a Nino, gracias a lo cual este adquiere una formación privilegiada.

1.6. La literatura y la metaliteratura.


Los libros son muy importantes en el trascurso de la acción, y lo cierto es que Nino se convierte en un
gran lector de las novelas e Julio Verne, de las cuales abstraerá valores como la valentía y la lealtad
junto a fragmentos a los que remitirá en los momentos cruciales de la trama.
También es cierto que el joven encontrará gusto en la lectura histórica, concretamente de Galdós, lo que
ayuda a definir su personalidad.

2. Análisis de los personajes.


Se entrelazan algunos personajes históricos con otros inventados o bien inspirados en la realidad.

2.1. Nino, el protagonista principal.


Está inspirado en un amigo de la autora. Este tiene nueve años al comienzo de la historia y vive con su
familia en el cuartel de la Guardia Civil de Fuensanta de Martos.
El destino del chico es ser guardia civil, pero por su baja altura los padres lo envían a entudiar
taquigrafía y mecanografía con doña Elena.
El pequeño tiene dos héroes antagónicos, su padre y el maquis Cencerro. No obstante, desde que entra
en contacto con los libros adopta el nuevo referente de Pepe el Portugués, un recién llegado al pueblo
que vive aislado en un molino.
La familia de Nino está invadida por la angustia de la conciencia de los terribles actos que realiza la
institución en la que se desempeña el padre. Así, el acontecimiento más importante de la infancia de
Nino fue descubrir que su padre había matado por la espalda al Pesetilla, lo cual no puede aceptar y
desde ahí decide cambiar.
Como ya se ha dicho, los personajes de los libros juegan un papel trascendental en su madurez, y llega
a ser capaz de atravesar el pueblo durante la noche para encontrarse con su padre en la sierra y lograr
que varios guerrilleros huyeran a Francia.
Llegado el momento, Nino abandona su tierra, estudia, trabaja y trmina siendo profesor de Psicología
en la Universidad. Finalmente, se convierte en militante del Partido Comunista.
2.2. Pepe el Portugués.
La llegada de Pepe al pueblo supone un gran acontecimiento para Nino, pues lo toma como una suerte
de héroe misterioso rodeado de incógnitas.
Lo cierto es que Nino entiende que Pepe esconde algo, y poco a poco se nos irá desvelando la realidad,
que es que era un enlace con los guerrilleros que había logrado pasar desapercibido y tenía una
complicidad con el sargento Sanchís, un rojo infiltrado en la Guardia Civil.
Por ello, al final no nos sorprende saber que era un conocido luchador antifranquista cuyo verdadero
nombre era Camilo, y Nino lo ve en la televisión cuando sale de la cárcel cuando el protagonista ya es
mayor. Al final, vuelven a encontrarse.

2.3. Los guardias civiles.


• Antonino. Es el padre de Nino. Cumple las órdenes de sus superiores pero no lo hace por gusto.
Tuvo que matar al Pesetilla por la espalda para que no sospecharan de él, pero al final tiene un
acto de dignidad consigo mismo cuando permite que varios rojos huyan a Francia.
• El teniente Michelín (Don Salvador). Es el máximo mando del cuartel, y recibe el dicho mote
a modo de burla. Es un hombre cobarde que casi mata a Joaquín Fingenegocios y manda a Nino
al monte a dar un aviso a su padre por miedo.
• El sargento Sanchís. Es un de los guardias más temidos por la sociedad, pero Nino sospecha
algo extrañocuando lo pilla pintándole las uñas de los pies a su mujer con ternura.
Este hecho lo comprendemos cuando baja del monte un escapado para delatar a sus compañeros
y lo mata antes de que pueda hablar, suicidándose a continuación a gritos de Viva la República.

2.4. Los maquis y la guerrilla.


• Cencerro. Es la figura simbólica que representa a los que escaparon al monte y siguen luchando
contra la dictadura. Está inspirado en el histórico Tomás Villén Roldán.
Fue un hombre valiente e inteligente que consiguió despistar a la Guardia Civil durante siete
años, hasta que finalmente fue delatado y se suicidño para evitar ser capturado. Su leyenda fue
creciendo con el paso del tiempo, así como la admiración de Nino por él.
• Elías el Regalito (El segundo Cencerro). Era un joven del pueblo de la familia de los Pesetilla.
Era extremadamente inteligente, pero su profesor Eusebio le cierra las puertas del mundo
académico por sus ideales.
Toda la oposición tiene puestas sus esperanzas en él, por eso la Guardia Civil quiere
encontrarlo. Al final consigue huir con su novia, Filo la Rubia, a Francia, donde tienen un hijo.

2.5. Las mujeres solas (bando rojo).


• Catalina la Rubia y sus hijas, Filo y Paula. Catalina es una mujer fuerte que ha visto morir a
varios de sus hijos varones.
Su hija Filo, es la más guapa y muy valiente, esta también es torturada y detenida con
frecuencia.
Paula es la novia del portugués, con quien compartirá la esperanza de un futuro mejor.
• Doña Elena. Ha tenido un pasado duro por su defensa de la República. Ha conocido de modo
casual a Catalina y decide ir a vivir cerca de ella.
Solo le queda una nieta, Elenita (primer amor de Nino), que luego se va con su otra hija (del
bando franquista).
Es la profesora particular de Nino, con ella conoce el mundo de los libros.
• Pastora. Es la mujer del sargento, tomada por prostituta en el pueblo jienense. Cuando se
enviuda, se marcha a Madrid, donde sin medios y vigilada por ser roja.

2.6. Las mujeres del bando azul.


• Mercedes, la madre de Nino. Es una mujer relegada a la vida doméstica y que no ve bien las
torturas de la guardia civil.
• Isabel Mariamandil. En un principio representa la simpatía hacia la dictadura, en una vida de
silencio, pero tras enamorarse de Enrique Fingenegocios se vuelve roja.
• Las mediamujer. Son las hijas del teniente, no tienen muchas expectativas de futuro, solo
pretenden encontrar maridos que las mantengan.

3. Tiempo y espacio.
3.1. El tiempo.
Tiempo histórico.
Se divide en dos bloques, el primero el grueso de la trama y que abarca tres años, 1947, 1948 y 1949.
Por otra parte, el segund bloque abarca el último capítulo, que es un epílogo que sucede tras una elipsis
de once años, que nos permite saber qué fue de los protagonistas.

Tiempo del discurso.


Por una parte descuella por su precisión cronológica, ya que se mencionan las fechas exactas en las que
suceden los hechos, todo contado en una suma linealidad.
Luego, la novela en su conjunto es una analepsis o vuelta al pasado, pues el narrador es el propio Nino
contando las vivencias de su infancia cuando ya era un adulto.
También, cabe reiterar la elipsis que se hace del tercer al cuarto bloque, entre 1949 y 1960. El
protagonista resume una parte de esa elipsis temporal ante Maribel, una camarada que llegará a ser su
mujer más tarde.
Otra elipsis nos remite ya a los primeros años de la democracia, cuando se reencuentra con Pepe el
Portugués (Camilo) y ambos se presentan a las elecciones de 1978 por el PC, sin salir ninguno elegido.
Por último, debe mencionarse la yuxtaposición de escenas, como cuando se oyen los gritos de los
torturados en el cuartel y, al otro lado de la pared, Nino y su hermana pequeña escuchan aterrados.

3.2. El espacio.
Los hechos de los primeros tres capítulos trascurren en Fuensanta de Martos, pueblo jienense donde
viven los guardias civiles y sus familia (Casa Cuartel), las familias de los escapados, y simpatizantes de
los vencedores y de los vencidos (como Cuelloduro, que tiene una taberna en la que se canta la canción
subversiva “La vaca lechera”).
El otro enclave fundamental son los montes cercanos a la localidad, donde se haya la resistencia
antifranquista, que baja al pueblo a buscar comida y ver sus familias.
El nudo de separación entre ambos mundos es el Cruce, donde está el molino de Pepe el Portugués, el
cortijo de las Rubias y la humilde casa de doña Elena.
También aparecen otros lugares, como Almería, donde viaja Nino con su madre y sus hermanas, así
como Madrid, Oviedo o Toulousse.
La cuarta parte nos traslada a Granada, aunque apenas ser describe la ciudad.
Por último, cabe resaltar el carácter simbólico de los lugares, pues Fuensanta es un espacio metonímico
en el que pueden verse reflejados todos los pueblos de España reprimidos por la dictadura franquista.

4. Estructura y punto de vista narrativo.


4.1. Estructura.
La estructura externa está formada por cuatro unidades formada por dos bloques diferenciados, el
primero de tres extensos capítulos y la segunda del epílogo, como se explicó antes.
En 1947 cuenta la vida de los padres de Nino, su encuentro con Pepe el Portugués, enfrentamientos
entre guardia civil y maquis y las historias de Filo, Sanchís, Pastora y Elías el Regalito.
En 1948, siguen las represalias a las mujeres rojas del pueblo. Nino conoce a doña Elena y asiste en
secreto a sus clases. El joven descubre que su padre ha asesinado a Fernando el Pesetilla, y Pepe el
Portugués lo ayuda a comprenderlo. También, se explicas las historias de las mediamujer, Catalina la
Rubia y Elena.
En 1949, Nino ha crecido y le confiesa a su padre que no será Guardia Civil. Se descubre que Sanchís
era un infiltrado, Nino y su padre dejan escapar a los rojos y el Portugués se despide del protagonista.
El epílogo abarca entre 1960 y 1977.

4.2. Punto de vista narrativo.


En algún momento parece que alguien como Pepe el Portugués actúa con narrador omnisciente, mas es
Nino el que cuenta la historia en primera persona y como protagonista.
Al fin y al cabo, se trata de una mirada infantil trasmitida por una voz adulta, así es que muchas
reflexiones que hace el narrador son inviables para un niño de nueve años.
Aun así, la voz de Nino es realmente la de la autora, que la que lo sitúa como narrador.
Por último, cabe explicitar que Nino no protagoniza todos los hechos que se relatan, ya que a veces se
presenta solo como un mero testigo o narrando algo que le han contado.

5. Conclusión.
Con El lector de Julio Verne, Almudena Grandes arranca una serie que reconstruirá una época terrible
en la lucha contra la desmemoria colectiva, para lo cual toma importante influencia en Galdós.
Nino, el protagonista, vive en un mundo de impostura, donde ni las personas son siempre lo que
parecen porque el miedo las obliga a camuflarse para evitar castigos terroríficos. Algunas sí que logran
sacar la valentía para rebelarse, muchas veces con un fatal destino. La cosa es que, finalmente, el
protagonista, contra todo pronóstico, consigue percatarse de la realidad y acaba siendo quien quiere ser.

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