Entrevista A Mario Montalbetti El Poema Es El Viaje
Entrevista A Mario Montalbetti El Poema Es El Viaje
Entrevista A Mario Montalbetti El Poema Es El Viaje
¿Las novelas deberían estarlo? ¿Los ensayos? ¿Los programas de ajedrez? ¿Los
partidos de futbol? ¿El cine? El que podamos hacer impunemente la pregunta por la
poesía es síntoma de su ubicación dentro del sistema en el que vivimos. A diferencia
de los otros ejemplos, el trabajo que requiere hacer un poema no es considerado
trabajo “productivo”. ¿Es la solución asimilar la poesía al sistema para que goce de las
mismas protecciones y abusos que otras actividades? No lo creo. Prefiero que se
mantenga al margen. La médula de la poesía consiste en ser antisistema;
anticualquiersistema.
Primero, es acto, no producto; no es pensamiento ya acabado (lo que Milán llama “caer
en su red”). Segundo, pensar es un movimiento de ida y vuelta. Es cuando regresas al
punto de partida que el acto de pensar se perfecciona. Igual con el poema: si te vas
siguiendo una metáfora y nunca vuelves a la literalidad del poema, no estás pensando.
Tercero, es pensar el lenguaje. Si solamente piensas el mundo te pierdes pensar las
contradicciones y las negaciones.
José Emilio Pacheco, Alberto Blanco, Pura López Colomé, Inti García Santamaría, David
Huerta, Coral Bracho, los Cardencheros de Sapioriz. La lista sigue.
Es curioso que contestes con nombres de poetas y no con los de libros o poemas.
Me gustaría, si estás de acuerdo, insistir un poco…
Pacheco (No me preguntes cómo pasa el tiempo), Blanco (El corazón del instante),
López Colomé (Poemas reunidos), García Santamaría (Évelyn), Huerta (La mancha en el
espejo), Bracho (Cuarto de hotel), Cardencheros (Un amor pendiente). Me disculpo por
hacer trampa e incluir en algunos casos poesías reunidas.
Tu obra tiene gran solidez de conjunto. Tal parece que en cada libro encuentras
nuevos recursos para poner en jaque al lenguaje. Por ejemplo, en el caso
de Cajas los límites entre poesía y ensayo están felizmente difuminados. ¿Cómo
llegaste a este tipo de exploración?
Creo que soy lingüista antes que poeta, si entendemos por lingüista alguien que está
interesado primordialmente en el lenguaje más que en la literatura. Me interesa lo que
el lenguaje hace con nosotros y lo que nosotros le hacemos a él. Mi impresión es que
en nuestra época ese conflicto se define mejor y de manera más radical en el poema y
en el ensayo. No es extraño, entonces, que haya tratado de confluir ambos
acercamientos. Lo sigo haciendo.
Crédito: Hugo Pérez /Cortesía de El Comercio
En una entrevista mencionaste que los dos extremos puros del poema son la
experimentación y la literalidad. En tu caso, ¿desde qué punto del lenguaje
escribes? ¿Desde cuál quisieras escribir?
La tradición crítica suele describir el siglo XX poético peruano en base a dos polos,
César Vallejo y José María Eguren. Mi propio panorama se queda con Vallejo (con el
Vallejo de Trilce y de los poemas de 1937-1938) y cambia a Eguren por Blanca Varela
(la de sus dos últimos libros). En términos atómicos, Varela sería un protón nuclear
con carga positiva y Vallejo un electrón periférico con carga negativa. Es mi propio
mapa. Personalmente, me contento con orbitar en torno a alguno de los dos los días
que tengo suerte.
¿Cuál es la materia prima del poema? ¿De qué manera se relaciona la memoria
con el poema?
Pregúntale a un halcón que se lanza sobre una bandada de pájaros lo mismo. Quiero
decir: si el halcón se concentra en un ave en particular probablemente se morirá de
hambre. Primero debe entender el movimiento de la bandada y luego, con suerte,
atrapará algo. Pero nunca atrapará a la bandada entera.
Sí, pero también una novela (pienso en Moby Dick, por ejemplo) o, para tal caso,
cualquier texto. Pero mi impresión es que hoy en día el trabajo de cuestionamiento no
pasa por la novela, sino que se define mejor en los poemas y ensayos y en los híbridos
que son especialmente interesantes (pienso en Quignard, Carson).
Sí, por dos razones: muchas veces las fallas son contextuales, de tal manera que en
otro poema, rodeado de otros ritmos, palabras, las fallas pueden, por así decirlo,
repararse. La segunda razón es que las fallas también revelan ellas mismas algo
importante (así sea por vía negativa), algo que puede asimilarse al mismo poema
mediante lecturas distintas. Es como la revaloración de las fallas en las piezas de
cerámica. Muchas son, en efecto, fallas o errores, pero que finalmente pueden
integrarse a la pieza.
¿Cuáles deberían ser los temas fundamentales en poesía a abordar por la crítica
literaria hoy en día?
Tal vez el tema fundamental de la crítica hoy en día debería ser: ¿por qué es tan difícil
hablar de poesía? No sólo hablar, sino decir algo.
Me sorprendió encontrar en internet un libro tuyo para niños, El vigía, basado
en una antigua pieza mochica.
Es muy complicado escribir un libro álbum o un libro para niños. Son géneros que
tienen reglas y márgenes más bien estrictos. Pero está de moda y a muchos escritores
les tienta la idea de escribirlos y creen que pueden hacerlo sin problema si al
personaje principal lo llamán “Fonchito” y luego dicen alguna bobería. En mi caso, el
libro se benefició enormemente de que Micaela Chirif le metió mano. No lo hubiera
podido hacer solo.
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FOTO DE PORTADA: El poeta y lingüista Mario Montalbetti/ Crédito: Marina
García Burgo.
Entrevista publicada en el suplemento Confabulario de El Universal en noviembre de
2021.