Cómo Vivir El Amor en La Adolescencia

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II. ¿Qué dice la Biblia?

1 Cor. 7:1 …bueno le sería al hombre no tocar mujer;


Prov. 6:27-28 Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? Andará el hombre sobre brasas sin
que sus pies se quemen?

1 Cor. 10:23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

1 Ped. 2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que
batallan contra el alma.

Rom. 13:14 …no proveáis para los deseos de la carne.


Gal. 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

III. Negarse el contacto físico puede demostrar que el amor que uno siente es verdadero.
Vivimos en una sociedad que piensa que el estar enamorado es evidencia de un amor verdadero. Un amor verdadero
digno de matrimonio incluirá sentimientos de estar enamorado, pero el capricho por si sólo no es amor.
Muchas veces los novios piensan que tienen un amor verdadero uno por el otro, pero es posible que en realidad es
solamente una atracción física, que se está alimentando por excitarse mutuamente al estar acariciándose. Si un
amor es verdadero, la pareja debe estar dispuesto a negarse toda clase de contacto físico. La Biblia dice que “…El
amor es sufrido…no hace nada indebido, no busca lo suyo…Todo lo sufre…todo lo espera, todo lo soporta…” (1 Cor.
13).
Deben estar dispuestos a esperar, si es que su amor es verdadero. Cuando una persona recibe placer física de su
novio/novia, cómo podrá estar seguro que siente un amor verdadero? El placer es muy engañoso. Dios nos ha hecho
de tal modo que podemos sentir una atracción física muy fuerte hacia el sexo opuesto. Esta atracción por si sola no
es pecado. Depende de lo que hacemos con esa atracción.
Hay mucho énfasis en lo físico en muchos noviazgos cristianos. SI UNA PAREJA CRISTIANA NO ENCUENTRA
GUSTO EN HACER LAS COSAS SIMPLES DE LA VIDA JUNTOS, UN MATRIMONIO ENTRE ELLOS SERÁ UN
FRACASO. Hay 168 horas en una semana. Ustedes que son casados, pregúntense: Cuanto tiempo pasan en todas
formas de contacto físico con su esposo/esposa en una semana? El 1%? 3%?
Aquí tengo una cosa más para preguntarse. Una pareja cristiana que ha experimentado todo menos la fornicación,
estarán siempre enfrentándose con esa tentación. No sería mejor pelear la tentación de querer besarse durante el
noviazgo, en vez de la tentación de la fornicación? Amen!
Es posible tener un noviazgo cristiano sin contacto físico, y luego tener un matrimonio exitoso. Conozco a varios que
así lo han hecho. Aunque yo he tenido novias, nunca jamás he tocado a una de ellas en forma romántico. Me porté
como un caballero.
No estoy diciendo esto para hacerles pensar que soy un mejor cristiano que todos los demás. Cuando se trata de
enseñar a los jóvenes que no debe haber ninguna clase de contacto físico durante el noviazgo, muchos responden
diciendo, “Pero tu eres viejo…tu ya eres casado…tu no te portaste de esa manera antes de casarte, etc.” Pero los
jóvenes de mi iglesia no pueden usar esas excusas conmigo. Ellos saben que soy casi joven todavía, (27) y que soy
soltero. Quizás alguien como yo puede tener más impacto al escribir estas cosas. No lo se.
Conclusión: No estoy diciendo que el hecho de estar besándose o abrazándose es fornicación. Pero al hacerlo, es
como estar jugando con fuego.
Por causa de mi falta de experiencia, voy a compartir lo que otros me han relatado sobre este proceso peligroso: La
primera vez que los novios se toman de la mano, es una experiencia maravillosa. La satisfacción es inmensa. Cómo
puede ser posible que esta experiencia tan exquisita sea pecado?
Pero al pasar el tiempo, uno desea ir más allá del estar simplemente tomados de la mano. Seguramente hay algo que
traerá aún más satisfacción. Se besan. Ahora el estar tomados de la mano parece juego de niños en comparación al
agrado que les trae un beso. Pronto se besan más seguido, y por tiempo mas largo.
Luego quieren aún más, pero por supuesto sin cometer fornicación. Se abrazan. Luego los abrazos son más fuertes y
apretantes. Lo que siente uno por el otro es inexplicable. Para demostrar su afecto uno por el otro en esta manera
tan personal, se encuentran solos más y más.
Al pasar el tiempo no se dan cuenta que ya no hablan tanto uno con el otro, porque el contacto físico les trae más
satisfacción.
Hasta ahora, los novios no se han puesto límites, excepto la fornicación. Pero al encontrarse solos, excitados por este
contacto físico sin barreras, es casi imposible que eviten caer en la trampa favorita de Satanás, la Fornicación.
Por Pastor Calvin George.

¿Cómo vivir el amor en la adolescencia?


Una amiga que vive en Estados Unidos me dijo algo que me hizo pensar: —Lo que a ustedes los latinoamericanos
los salva el hecho de que aún hay romanticismo en sus jóvenes. Acá se acabó hace años.

La palabra "amor" está tan deslucida que casi da miedo nombrarla. El amor es ocuparse del otro y preocuparse
por el otro. Ya no se busca a sí mismo sino que ansía más bien el bien del amado: se convierte en renuncia, está
dispuesto al sacrificio, más aún, lo busca.
El amor implica exclusividad —sólo esta persona— y lleva la nota del "para siempre". El amor tiende a la
eternidad, a dar ya recibir: a ser amor eterno.

El amor es salir del "yo", del egoísmo. Hay amores falsos que tienden al provecho personal, hay amores
brutalmente posesivos; pero el verdadero amor es benevolente aunque no deja de tener su toque de posesivo.

Benedicto XVI escribió recientemente: "Si en mi vida falta completamente el contacto con Dios, podré ver
siempre en mi prójimo solamente a otro, sin conseguir reconocer en él la imagen divina" (Deus caritas est, n.
18).

Quien no lucha por vivir la pureza no puede amar, es incapaz de entregarse a Dios y a los demás: es un egoísta.
La pureza, la fe y el amor no son fibras independientes. Existe un vínculo entre la pureza del corazón, del cuerpo
y de la fe (cfr. CEC n. 2518). Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad" (1 Tes 4,7).

La fe es el criterio que define nuestro estilo de vida. "Los que viven según la carne sienten las cosas de la carne,
en cambio los que viven según el Espíritu sienten las cosas del Espíritu" (Rom 8,5).

La pureza de corazón determina la profundidad de las demás virtudes de la persona. Si la persona joven se deja
involucrar en relaciones sexuales, fácilmente caerá en nuevas relaciones y de este modo las consecuencias
destructivas se multiplican si no sabe decir que no. La huella emocional que dejan las relaciones sexuales
prematuras no se puede medir fácilmente, y este impacto puede ser mayor que el físico, según los expertos. Sin
un nivel de madurez suficiente, los jóvenes se encuentran perdidos en el mar de la sexualidad, al ser usados
para el placer o al usar el sexo para obtener gratificaciones de algo o de alguien. El resultado lógico es la pérdida
de autoestima y una dolorosa desilusión. A menudo el alcohol y las drogas vienen a empeorar el problema
afectivo, y crean un contexto en el que las relaciones sexuales rebajan a la persona.

El concepto de abstinencia sexual hasta el matrimonio no se desarrolla en el vacío, sino que los jóvenes deben de
comprender que sus acciones tienen consecuencias. No les debe de extrañar que las relaciones sexuales sean
fecundas, cuando todo el planeta está diseñado para dar la vida. Valorar la abstención sexual significa valorar el
sexo, que es una maravilla, y valorarse a sí mismos, de modo que se guarda ese tesoro para la persona amada,
en el tiempo y en el lugar oportuno; dentro del matrimonio.

¿Qué es la virginidad secundaria? La virginidad secundaria es la decisión de abstenerse de la actividad sexual,


empezando hoy y continuando hasta el día del matrimonio; es una oportunidad para empezar de nuevo. La
virginidad física puede haberse perdido, pero la virginidad es más que un simple estado físico; es una actitud,
una manera de pensar. Se manifiesta en la manera como tú te ves a ti mismo/a y a los demás. La
virginidad secundaria es un tiempo para cambiar los malos hábitos por los buenos y para cicatrizar heridas
pasadas. Te permite purificarte y renovarte antes del matrimonio.

EL NOVIAZGO CRISTIANO

Más bien, el tema podría ser: El noviazgo a la luz de la Biblia, y con un énfasis especial en la pregunta específica:
¿Debo esperar que Dios me mande mi pareja, o debo buscarla yo mismo?

Al plantear esta doble pregunta, surgen otras más. Veamos por lo menos 2 básicas:

 Si Dios me la va a mandar, ¿Cómo sabré quién es la persona enviada? En la Biblia, y en la experiencia de


algunas personas, se ha demostrado que el hecho de depender 100% de Dios para recibir la pareja ES
LA EXCEPCIÓN Y NO LA REGLA  . Casos excepcionales, como el de Rebeca para Isaac.
 Si es que somos nosotros los que debemos escoger, ¿Hay alguna manera de estar seguros de no
equivocarnos? Esto sucedía también en algunos casos en los tiempos Bíblicos. Jacob escogió a su esposa,
entre otros casos.

Pero EN VERDAD NOS SORPRENDERÍAMOS al saber cuál era la regla en los tiempos bíblicos: Con mucha
frecuencia los padres escogían la pareja de su hijo, y el compromiso se hacía ENTRE LOS PADRES, y no
con los jóvenes. Según los estudiosos de la Biblia, la edad normal de casamiento eran los 14 años para los
varones, y los 12 años para las mujeres. Lea, por ejemplo, 1 Co. 7:36, lo cual muestra la autoridad del padre
para el casamiento de las hijas, principalmente.

Así que, desde esta perspectiva, surge un verdadero problema: ¿Es bíblico el noviazgo? La respuesta correcta
es NO. No hay en la Biblia indicios de relaciones románticas entre jóvenes, FUERA DEL CONTEXTO DEL
MATRIMONIO.
¿Qué significa esto? Significa que la Biblia sólo habla del romanticismo y el amor de pareja (nunca llamado
EROS) en matrimonios. No existió el noviazgo, como lo conocemos.

Entonces, ¿Qué debemos aceptar? ESTA ES MI PROPUESTA.

La Biblia no da "reglas" a seguir, ni aconseja tal cosa como "espera a tu pareja". Más bien, esto es un indicio de
lo siguiente:

1. El noviazgo, como tal, debe ser considerado como algo serio, y como la antesala del matrimonio.
2. Aunque no hay "reglas", sí hay principios que nos orientan en cuanto a relaciones sentimentales se trata.
a. Dios nos creó con la capacidad de amar y ser amados. Esa capacidad empieza a despertar en la
adolescencia. Gn 1:27 dice que somos creados a imagen y semejanza de Dios.
b. Una de las bendiciones de la creación es la libertad de decisión. En Cristo, esa capacidad se
refuerza. Dios espera que la usemos con responsabilidad. Gál. 5:13.
c. El escogimiento de la esposa para Isaac nos da el principio de la dependencia y la búsqueda de la
voluntad de Dios. Gén. 24:12
d. Otro principio importante, derivado del mismo pasaje, es el hecho de la afinidad de la pareja, que
bien puede interpretarse como ser de la misma fe (vs.1-4). Este principio parece estar reforzado
por la enseñanza paulina de "no unirse en yugo desigual con los incrédulos", según 2 Co. 6:14ss,
aunque este texto no habla precisamente de las relaciones sentimentales, sino de Santidad vs.
contaminación espiritual.

- Hay algunos casos registrados en la Biblia donde no se cumple este principio de la afinidad
espiritual (ser de la misma familia de la fe), y parece ser que Dios estuvo de acuerdo. c.p.e. José,
hijo de Jacob, quién se unió con una egipcia, hija del sacerdote de On, dios pagano. Pero… ¿quién
era José? Un hombre consagrado 100% a Dios y comprometido con su fe.

- No obstante esta libertad, el riesgo es muy grande. El peligro que se corría era que
lasparejas que no eran de la misma fe podían desviar el corazón de los hijos de Dios (Jezabel y
Acab, por ejemplo, o las esposas paganas de Salomón; cf. 1 Ry. 16:29ss; 1 Ry. 11: 1-10; Deut.
7:3-4.

e. El hecho de que el siervo de Abraham buscó una señal no indica que así tenga que ser siempre.
La confirmación de Dios puede darse por medio de una señal específica, pero no necesariamente.
En la Biblia existe apoyo para ambos casos. Repetimos: Esta es la excepción de la regla. El
contexto nos arroja luz, al saber que Abraham habitaba entre pueblos paganos, y la nación de
Israel aún no había sido formada.
3. Lo más acercado a la Biblia es, pues, que, bajo la dirección del Señor, la aplicación de los principios
arriba mencionados, y una actitud de compromiso, tengo libertad cristiana para escoger a mi pareja,
con la cual me casaré.

PREGUNTAS

¿Cuál es la edad ideal para tener relaciones sentimentales?

¿Es malo tener 2 o 3 novias al mismo tiempo? Después de todo, no estoy casado aún.

¿Debo tener novios (as) solamente de la Iglesia?

¿Cuánto tiempo debe durar la relación de noviazgo antes de casarse?

¿Son malas las relaciones sexuales antes del matrimonio? Digo, por aquello de comprobar si somos
"compatibles".

¿Qué hay sobre las caricias en el noviazgo?

CONCLUSIONES

 El noviazgo debe ser visto como AMISTAD. La amistad debe ser la base de todo noviazgo, así como
también de todo matrimonio.
 No seré legalista al decir que no se valen besitos románticos, o caricias sanas, pero es más placentero si
ves a tu chica (o) como tu mejor amiga (o) y su tiempo es invertido a conocerse en alma y espíritu (el
cuerpo debe esperar), a través de la comunión.

 Un noviazgo cristiano no es lo mismo que un noviazgo de iglesia. En el primero, además de respeto total,
y de amor desinteresado, existen elementos como la edificación, la ministración, la oración mutua, el
servicio, etc. Ambos son capaces de buscar tiempo para ellos, SIN SACRIFICAR EL TIEMPO DE DIOS Y DE
SU OBRA.

En cambio, en el segundo, el templo sólo es usado para sus fines personales. El templo es sólo un lugar más de
sus citas. No hay edificación mutua, ni servicio. No participan de la comunión con el Cuerpo de Cristo por irse al
cine, o alguna otra diversión. En este tipo de noviazgo, hay muchas, muchas probabilidades de embarazos
prematuros (fornicación, pues).

UNAS PALABRAS FINALES.

El ideal a buscar es el de las relaciones sentimentales de amistad. Una buena amistad asegura un buen
noviazgo. Un buen noviazgo asegura un buen matrimonio, el cual es fundamento para una buena familia, y ésta,
de una sociedad mejor.

No estés a solas con tu novio (a). El diablo es puerco. No sólo huye de la tentación, sino que NO LAS BUSQUES.
Prov. 6:27-28.

Mc Dowell, Van Pelt, y otros aconsejan las sig actividades para las amistades sentimentales, para no dar pie a
tentaciones innecesarias:

 Paseos por la naturaleza


 Hacer ejercicio
 Tomar lecciones de algún deporte
 Juegos de ping pong
 Leer un libro juntos
 Visitar algún museo, o lugar histórico
 Cocinar juntos para la familia
 Salir a pasear con los padres
 tomar fotografías
 Visitar a un amigo o un enfermo

El propósito de esta etapa (comúnmente conocida como noviazgo) es el conocimiento mutuo. El verdadero amor
lleva al compromiso, y éste al matrimonio. No menos. Jacob se enamoró de Raquel, y fue suficiente para
comprometerse y lograr su amor. (Gn. 29:1ss). Cualquier otra cosa puede ser pasatiempo, aventura, o una
conquista más. ¿Qué quieres ser tú?

Alguien dijo que el tiempo para conocer bien a alguien son 2 años. En ese tiempo se conoce el alma y el espíritu
de la persona. Sólo faltaría el cuerpo. Y esto es para el matrimonio.

Para las chicas: Por la cultura, ustedes tiene la última palabra. Normalmente somos los hombres quienes
enamoramos a las chicas y les pedimos que sean nuestra pareja, pero esto sólo se concreta si ustedes nos dan el
"sí". Este es mi consejo: NO TE CONFORMES CON CUALQUIERA. Piensa en grande. No te hablo de tu "príncipe
azul", sino de un chico consagrado, respetuoso y que te ame desinteresadamente. ¿Qué quieres para ti y los
tuyos en el futuro? Eso depende de tus decisiones y acciones presentes.

«Tengo muchas ganas de tener novio/a, pero no encuentro la persona


deseada. Además, la mayoría de mis compañeros ya tienen su pareja. Ello
aún me crea más presión. ¿Qué puedo hacer?»

El deseo intenso de tener novio/a no es algo anómalo. ¡Lejos de ello, lo extraño es no tener este deseo! La
mayoría de seres humanos anhela encontrar una persona con quien relacionarse, aunque no sea necesariamente
un esposo/a. Esta necesidad de compañía y de compartir tiene una explicación hermosa: es el resultado de estar
hechos a imagen de Dios. Cuando Dios creó al hombre, puso en su corazón el anhelo de relacionarse porque así
es la esencia misma de Dios: él no es una sola persona, un singular, sino un plural, tres personas. ¡La existencia
de Dios en Trinidad no es casual! Si Dios mismo no existe en solitario, alguna lección importante debe haber en
ello. La soledad no es buena. Este fue precisamente el primer comentario que Dios hizo sobre el ser humano:
«no es bueno que el hombre esté solo, le haré pues ayuda idónea»(Gn. 2:18). Todos en esta vida necesitamos
una «ayuda idónea», que puede venir en forma de esposo/a, pero también a través de una amistad sólida. La
misma esencia de la Trinidad en forma de «tres» y no de pareja nos recuerda que el matrimonio no es el único
marco para desarrollar relaciones ricas y profundas (ampliaremos este punto después).

En esta línea, cuando un chico y una chica salen juntos, la meta primera no debe ser pensar ya en el matrimonio,
sino conocerse mucho y disfrutar de la relación en sí. Antes que novios, deben aprender a ser amigos. Muchas
parejas hoy pasan de ser simples «conocidos» a novios, saltándose la etapa intermedia de amigos. Este es un
error importante porque desaprovechan un medio insustituible de crecer como personas y desarrollar este
aspecto relacional de la imagen de Dios en nuestra personalidad. Entender y respetar la progresión de estas tres
etapas le quita mucha presión a la relación.. El matrimonio es un resultado posible, pero no imprescindible, del
noviazgo. Más vale un noviazgo roto que un matrimonio deshecho.

Ahora bien, ¿cómo esperar hasta que Dios me muestre la persona adecuada? ¿Qué actitudes son las correctas?
La Biblia tiene mucho que enseñarnos en cuanto a cómo actuar en períodos de espera y de búsqueda de la
voluntad divina. En hebreo, la palabra «esperar» implica tres actitudes, a cuál más importante:

Confianza

Es la certeza de que Dios conoce y dirige mis pasos, en este caso mi búsqueda ( Sal. 37:23-24). Este
pensamiento nos infunde tranquilidad de espíritu, paz, y nos libra de la ansiedad tal como la describe Jesús
en Mt. 6:31-32. En este sentido, la oración posee un efecto insuperable: «Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios...
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (Fil. 4:6-7).

Actividad

Buscar con diligencia las posibles evidencias de la guía del Señor. En algunos pasajes incluso se menciona la
palabra «inquirir», investigar. Esta fue la actitud del profeta Habacuc después de exponerle su queja a Dios
(Hab. 2:1). Esperar la respuesta de Dios excluye la pasividad. Uno no puede quedarse de brazos cruzados
pensando que Dios lo hará todo.

Paciencia

El salmista nos declara este aspecto de la espera en un conocido versículo: «Pacientemente esperé a Jehová y se
inclinó a mí... » (Sal. 40:1). La paciencia nos libra de la prisa, de la búsqueda frenética, «contrareloj» de un
candidato a esposo/a. Uno de los errores más frecuentes en este asunto es la precipitación, no ir en sintonía con
el calendario de Dios. El joven debe actuar como el labrador que «espera el precioso fruto de la tierra,
aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía» (Stg. 5:7). No podemos dejar que la
fruta se pudra en el árbol, pero tampoco cogerla verde.

«¿Cómo puedo sobrellevar la soledad mientras no encuentro a la persona


adecuada?»

Esta pregunta nos lleva a otro aspecto clave: tener novio/a no es la solución mágica e instantánea al problema
de la soledad. Muchas personas tienen una visión idealizada del matrimonio. Piensan que es el antídoto por
excelencia para todos los problemas emocionales, en especial para la soledad. Esta idea refleja un concepto
equivocado de amor porque pone un énfasis excesivo en «lo que voy a recibir y lo bien que voy a estar».
¡Algunos se acercan al matrimonio como si fuera un viaje a «disneylandia»! ¡Cuántos hombres y mujeres
casados se sienten solos! «Nunca me había sentido tan sola como ahora que estoy casada» me confesaba una
joven con lágrimas en los ojos en la intimidad de la consulta. Esto sucede porque la soledad no se arregla
simplemente teniendo a alguien a tu lado. En realidad, la peor soledad es la que se siente cuando un muro te
separa de la persona que tienes junto a ti.
Dios ha provisto un instrumento idóneo para aliviar la soledad: la amistad. El valor de un amigo/a es
incalculable. Los amigos sí son un remedio para llenar el vacío afectivo de la soledad. El ejemplo del Señor Jesús
mismo es bien elocuente. Fue un hombre soltero. Pero nadie osaría decir que por ello fue un ser humano
incompleto o insatisfecho. Lejos de ello, fue el Hombre por antonomasia. ¿Cómo pudo satisfacer Jesús, en tanto
que hombre, sus necesidades emocionales? Jesús tuvo buenos amigos. Un análisis cuidadoso de su vida nos
revela cómo cultivó unas pocas amistades que le fueron refugio y apoyo en momentos de necesidad: Lázaro,
María y Marta, a cuyo hogar en Betania el Señor solía acudir para descansar; Juan, el «discípulo amado», con
quien tenía una relación más cercana que con los otros apóstoles. El Señor sabía que «en todo tiempo ama el
amigo y es como un hermano en tiempo de angustia» (Pr. 17:17) por ello se ocupó en desarrollar amistades
buenas. Así pues, Jesús nos marca la pauta de que un soltero no es una persona de segunda clase en cuanto a
realización personal y afectiva.

Un último aspecto a considerar aquí. El matrimonio provee el marco donde puede expresarse la mayor intimidad
física que es la sexual. Pero la sexualidad no es, en sí misma, la mayor expresión de amor. Según palabras del
Señor mismo, «nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por  sus amigos» (Jn. 15:13). El amor
más grande es darse, la entrega mutua. Este es el meollo del amor, su médula, porque nos acerca al tipo de
amor que Dios tiene con nosotros. Es el ágape, columna vertebral de cualquier relación madura y estable. Tal
amor no es exclusivo del matrimonio; se puede experimentar también en la amistad. David y Jonatán son un
buen ejemplo de ello, hasta el punto que David llegó a exclamar cuando murió su gran amigo: «Más dulce me
fue tu amor que el de las mujeres». No debería, por tanto, haber lugar para el resentimiento o la frustración
afectiva en una persona que no está casada. Si no has conseguido encontrar a tu futuro esposo/a, cultiva buenas
amistades; descubrirás un sentido renovado de legítima autorrealización y de enriquecimiento personal.

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