Como Hacer Un Informe

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 136

Otros títulos de la colección PSICOLOGÍA PSICOLOGÍA «Estudios recientes ponen de 

relieve
Manuales (Psicología) la necesidad de mejorar la elaboración de
Manual práctico de patología del lenguaje. los informes neuropsicológicos, atendiendo

DAVID DE NOREÑA MARTÍNEZ


Evaluación e intervención en adultos y niños a los destinatarios, adaptándolos a los
Isabel Leiva Madueño,Julia Vázquez De Sebastián tiempos y las necesidades de la población a
La comunicación no verbal en la relación la que van dirigidos y mejorando en aspectos
BEGOÑA GONZÁLEZ RODRÍGUEZ

GUÍA PRÁCTICA PARA LA ELABORACIÓN DE INFORMES NEUROPSICOLÓGICOS


médico-paciente (nueva edición) El informe neuropsicológico es un elemento fundamental en la práctica como la concisión, la legibilidad y la
Beatriz Molinuevo Alonso clínica diaria. Se trata de un documento esencial que debe aportar transparencia a la hora de plasmar juicios
Música y neurociencia. La musicoterapia.
Fundamentos, efectos y aplicaciones terapéuticas
(nueva edición revisada y ampliada)
información útil y relevante al lector al que va destinado, ayudando
al profesional en la toma de decisiones eficaz con respecto al paciente. ELENA MUÑOZ MARRÓN clínicos y recomendaciones específicas.»

GUÍA PRÁCTICA PARA LA


Jordi A. Jauset Berrocal David de Noreña Martínez
Esta guía práctica tiene como objetivo dotar a los profesionales de Begoña González Rodríguez
Neuropsicología del daño cerebral adquirido. TCEs,
las competencias esenciales para elaborar un informe neuropsicológico Elena Muñoz Marrón

DAVID DE NOREÑA MARTÍNEZ · BEGOÑA GONZÁLEZ RODRÍGUEZ · ELENA MUÑOZ MARRÓN


ACVs y tumores del sistema nervioso central
Elena Muñoz Marrón, David de Noreña Martínez
y Ana Sanz Cortés
de calidad, ofreciendo pautas para la correcta elaboración del
documento y atendiendo a aspectos esenciales como la concisión, ELABORACIÓN DE INFORMES
NEUROPSICOLÓGICOS
La psicología aplicada en la diplomacia la legibilidad, el uso correcto de la terminología o la adecuación
Edgar Galindo del informe a los objetivos específicos del mismo.
Cáncer. Cómo afrontar los tres días esenciales
Tania Estapé Madinabeitia
Con este libro aprenderás sobre:
Bullying y ciberbullying. Estrategias de evaluación,
evaluación neuropsicológica; daño cerebral; neuropsicología
prevención e intervención
Maite Garaigordobil Landazabal clínica; diagnóstico neuropsicológico; informe neuropsicológico;
El proceso emocional tras el diagnóstico por VIH  neuropsicología forense; pruebas neuropsicológicas;
Pedro Salmerón  rendimiento cognitivo; resultados neuropsicológicos
La práctica de la investigación cualitativa
en ciencias sociales y de la educación
Beatriz Ballestín y Sergi Fàbregues
Psicología social de la educación
Anastasio Ovejero Bernal, José Francisco Morales
Domínguez, Santiago Yubero Jiménez (coords.)
En la mente del menor delincuente. Casos
de psicología forense de menores infractores
Miguel Ángel Alcázar-Córcoles
El desarrollo del lenguaje y la comunicación
en la infancia
Melina Aparici Aznar, Alfonso Igualada (eds.)
Evaluación en psicología clínica para adultos
Josep Deví Bastida y Joan Deus Yela (coords.)

Podéis consultar nuestro catálogo Tiempo estimado

621
en www.editorialuoc.com 7h de lectura y comprensión
Guía práctica para la
elaboración de informes
neuropsicológicos

David de Noreña Martínez


Begoña González Rodríguez
Elena Muñoz Marrón
Diseño de la colección: Editorial UOC
Diseño de la cubierta: Natàlia Serrano

Primera edición digital: abril 2019

© David de Noreña Martínez, Begoña González Rodríguez, Elena Muñoz Marrón,


del texto

© Editorial UOC (Oberta UOC Publishing, SL), de esta edición, 2019


Rambla del Poblenou, 156
08018 Barcelona
http://www.editorialuoc.com

Realización editorial: Reverté-Aguilar

ISBN: 978-84-9180-462-8

Ninguna parte de esta publicación, incluyendo el diseño general y de la cubierta, puede ser c­opiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico,
mecánico, óptico, de grabación, de fotocopia o por otros métodos, sin la autorización previa por escrito
de los titulares del copyright.
Autores

David de Noreña Martínez


Licenciado en Psicología y máster en Neuropsicología por la Universidad
Complutense de Madrid (UCM). Trabaja como neuropsicólogo en la
Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana de Madrid, donde
ejerce funciones de valoración, peritaje y rehabilitación de pacientes con
lesiones cerebrales. Imparte docencia en diferentes másteres y postgrados
de Neuropsicología, y su investigación está centrada en las consecuencias
cognitivas del daño cerebral adquirido, principalmente en la memoria, las
funciones ejecutivas y la cognición social.

Begoña González Rodríguez


Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y
máster en Neuropsicología por la UCM. Desde hace más de una década
desempeña su labor profesional como neuropsicóloga en la Unidad
de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana de Madrid. Además,
de colaborar con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), imparte
docencia en diferentes másteres y postgrados de Neuropsicología.

Elena Muñoz Marrón


Licenciada en Psicología, doctora en Psicología por la UCM y máster
en Neuropsicología por la misma universidad. A lo largo de su
carrera profesional ha combinado investigación, docencia e intervención
neuropsicológica clínica en pacientes con daño cerebral. En la actualidad
es profesora titular de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC
y directora del Máster Universitario en Neuropsicología. Su actividad
investigadora está centrada en el estudio de las bases neurales de los
procesos cognitivos, sus alteraciones y su recuperación mediante técnicas
de estimulación cerebral no invasiva. Es directora y cofundadora del
laboratorio Cognitive NeuroLab (www.cognitiveneurolab.org).
© Editorial UOC Índice

Índice

Capítulo I. El marco de la evaluación


neuropsicológica........................................................... 9
1. Niveles de análisis de la neuropsicología.................. 12
1.1. Niveles jerárquicos de funcionamiento............. 16
1.2. Contextos de interacción..................................... 19
2. Objetivos de la evaluación neuropsicológica........... 23
3. Motivos de consulta..................................................... 26

Capítulo II. Características generales


del informe neuropsicológico................................... 33
1. Objetivos y destinatarios............................................. 33
2. Redacción y estilo del informe
neuropsicológico........................................................... 37
3. Terminología habitual.................................................. 51
4. Consideraciones médico-legales en el informe
neuropsicológico........................................................... 58
4.1. Aspectos relacionados con la capacidad
de toma de decisiones y la competencia........... 61
4.2. Aspectos relacionados con las habilidades
funcionales............................................................. 64
5. Consideraciones en la redacción de informes
neuropsicológicos pediátricos.................................... 67
6. Formatos de informe neuropsicológico................... 74

7
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Capítulo III. Estructura del informe


neuropsicológico........................................................... 79
1. Datos personales.......................................................... 81
2. Fecha de evaluación..................................................... 82
3. Motivo de consulta....................................................... 83
4. Historia clínica.............................................................. 86
5. Observación durante la evaluación........................... 89
6. Evaluación neuropsicológica...................................... 94
7. Resultados e interpretación en los diferentes
dominios neuropsicológicos....................................... 95
8. Conclusiones, juicio clínico y diagnóstico................ 105
9. Recomendaciones......................................................... 109

Capítulo IV. Recomendaciones prácticas para


la elaboración del informe neuropsicológico........ 113
1. Recomendaciones generales....................................... 113
2. Recomendaciones de redacción y estilo................... 114
3. Recomendaciones de estructura y organización..... 115
4. Recomendaciones de contenidos............................... 116

Capítulo V. Modelo de informe neuropsicológico... 121

Bibliografía........................................................................... 131

8
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

Capítulo I
El marco de la evaluación neuropsicológica

A lo largo de la carrera profesional de un neuropsicólogo,


es muy probable que escuche alguna vez la expresión: «El
informe neuropsicológico es nuestra carta de presentación».
Esta expresión está fundamentada en, al menos, dos premi-
sas: la primera, que se trata de un documento escrito formal,
en el que se sintetiza una gran cantidad de información con
un propósito determinado, como ocurre con las cartas de
presentación (como por ejemplo la que se redacta para acce-
der a un trabajo), y, la segunda, que el informe neuropsicoló-
gico pone de manifiesto ante otra persona (familiar, paciente
y profesional) las competencias, la seriedad y la experiencia
del profesional que lo ha redactado.
En un reciente artículo (Postal et al., 2018), se llevó a cabo
una encuesta tanto a neuropsicólogos como a receptores de
los informes neuropsicológicos de la que se extrajeron varias
conclusiones interesantes:

• En primer lugar, muchos neuropsicólogos afirmaron de-


dicar una gran cantidad de horas redactando informes que
consideran que las partes interesadas no van a leer, o solo
lo van a hacer parcialmente.
• Un llamativo 73 % de los receptores de informes afirma-
ron que la gran demora en la entrega de este afectó negati-
vamente a la atención del paciente.

9
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

• Los receptores valoraron como muy útiles las secciones


de diagnóstico o juicio clínico y recomendaciones. Sin em-
bargo, no encontraron demasiada utilidad en la historia
clínica, las observaciones de comportamiento, los aspec-
tos emocionales o las descripciones para cada uno de los
dominios cognitivos.

En otro estudio reciente (Von Thomsen et al, 2018) se


revisó en produndidad la calidad de los informes neuropsi-
cológicos en una unidad clínica ambulatoria. Como resulta-
do de esta práctica, los informes revisados acabaron siendo
más cortos y mejoraron en la legibilidad, la estructura y la
eficacia en la comunicación de los resultados y las recomen-
daciones.
Estudios como los anteriores ponen de relieve la necesidad
de mejorar la elaboración de los informes neuropsicológicos,
atendiendo a los destinatarios y adaptándolos a los tiempos
y las necesidades de la población a la que van dirigidos y
mejorando en aspectos como la concisión, la legibilidad y la
transparencia a la hora de plasmar juicios clínicos y recomen-
daciones específicas.
Una evaluación neuropsicológica debe traducir los datos
de las pruebas en un programa de acción (Axelrod, 2014).
Es, precisamente, en el informe neuropsicológico donde se
materializa todo el proceso de exploración que representa la
evaluación neuropsicológica, con el fin de guiar una actua-
ción en relación con la persona evaluada, que implica no
solo al neuropsicólogo, sino también a otros profesionales
y/o familiares. El informe neuropsicológico no debe limi-
tarse a ser un documento que recoge información relevante,
sino que debe ayudar a quien lo lee, y debe llevarlo a tomar

10
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

acciones adecuadas con respecto al paciente (Ownby y


Wallbrown, 1986).
Probablemente haya tantos estilos de informe neuropsi-
cológico como de profesionales de la neuropsicología, por lo
que está lejos del objetivo de este manual plantear una guía
cerrada e inflexible acerca de cómo elaborar un informe neu-
ropsicológico. Más bien trataremos de enumerar y analizar los
aspectos más relevantes de cara a la elaboración del informe
neuropsicológico así como de proporcionar una guía sobre
los aspectos más destacados y los errores más frecuentes, que
pueden cometerse durante su elaboración.
En líneas generales, los objetivos del informe neuropsico-
lógico se pueden agrupar en cuatro grandes categorías:

• Descripción del paciente. La forma de describirlo de-


penderá no solo del estilo individual, sino, como veremos
más adelante, del propósito de la evaluación neuropsicoló-
gica y del propio informe.
• Registro de la ejecución del paciente en las pruebas.
El informe debe ser lo más objetivo posible, reflejando de
forma clara y directa el resultado de la entrevista, la obser-
vación y las pruebas administradas al paciente.
• Comunicación de los resultados a quien lo solicitó.
Por ello el informe debe ajustarse siempre al motivo de
consulta y debe ser comprensible.
• Elaboración de recomendaciones con respecto a la
atención futura. Nuevamente, el motivo de consulta será
fundamental en relación con este aspecto. El informe debe
tener una naturaleza no únicamente retrospectiva (reflejar
una exploración), sino también prospectiva, motivando un
determinado curso de acción.

11
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Antes de abordar los aspectos más relevantes para la


elaboración del informe neuropsicológico es necesario
enmarcarlo teniendo en cuenta los niveles de análisis de
la neuropsicología, así como la naturaleza de la evaluación
neuropsicológica.

1. Niveles de análisis de la neuropsicología

La neuropsicología es una especialidad de la psicología que


aplica los principios de evaluación e intervención basados en
el estudio científico de la conducta humana en la medida en
que esta se relaciona con el funcionamiento normal y anor-
mal del sistema nervioso central. La especialidad se dedica a
ampliar la comprensión de las relaciones cerebro-conducta y
la aplicación de ese conocimiento a los problemas humanos
(APA, 2006).

En definitiva, tal y como propusieron Kolb y Wishaw


(1986), «la neuropsicología es el estudio de la relación
existente entre las funciones cerebrales y la conducta
humana».

De definiciones como las anteriores podemos extraer


algunas conclusiones relevantes sobre la disciplina, las cuales
van a determinar el contenido y la forma de la exploración
neuropsicológica y la propia elaboración del informe:

12
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

• La neuropsicología estudia la relación entre cerebro y con-


ducta humana, entendiendo conducta en sentido amplio e
incluyendo la cognición. A diferencia de otras disciplinas
neurocientíficas, es el comportamiento el objeto y fin últi-
mo de la neuropsicología. El estudio de las bases genéticas,
la estructura o la fisiología del sistema nervioso serán inte-
resantes para la neuropsicología no en sí mismos, sino en
tanto en cuanto permiten avanzar en la comprensión de la
relación cerebro-conducta.
• Se trata de una especialidad de la psicología, con caracterís-
ticas propias, pero con un bagaje conceptual y en ocasio-
nes un lenguaje compartido.
• Se basa en el estudio científico de la conducta. Por lo tan-
to, se basa en observaciones sistemáticas de la conducta
en función de modelos teóricos sobre el funcionamiento
cognitivo y emocional y sus bases neurológicas.
• Tiene interés tanto en el funcionamiento del sistema
nervioso «normal» como en las patologías que afectan
a dicho sistema. La neuropsicología clínica es una de
las principales aplicaciones de la neuropsicología, cuyo
foco son las patologías que afectan al sistema nervioso
central, tanto si se deben a una lesión estructural (por
ejemplo, en casos de daño cerebral adquirido o de de-
mencias degenerativas) como a una disfunción de este,
como pueden ser la enfermedad mental o los trastornos
del aprendizaje.

La evaluación neuropsicológica se fundamenta en la


observación de la conducta y su interpretación a partir de
los conocimientos acerca del funcionamiento del sistema
nervioso central y de los procesos cognitivos, emocionales

13
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

y conductuales. Las principales fuentes de las que dispone el


neuropsicólogo en este sentido son las siguientes (figura 1):

Figura 1. Principales fuentes del neuropsicólogo en la evaluación neuropsicológica.

• La entrevista. Esta puede ser estructurada o semies-


tructurada, y es conveniente realizarla tanto al paciente
como a las personas de su entorno próximo (pareja, hijos,
cuidador principal, etc.). En la entrevista, generalmente
se preguntará por el funcionamiento previo del pacien-
te, sus hábitos y personalidad premórbida (previa a la
enfermedad o alteración) y las actuales manifestaciones
cognitivas, emocionales y conductuales. La entrevista será
la base para construir la anamnesis o historia clínica del
paciente.

14
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

• Los informes médicos/neuropsicológicos. Los infor-


mes proporcionan tanto una descripción de la conducta del
sujeto como información acerca de la etiología de la enfer-
medad (en caso de que esté diagnosticada), su evolución y
pronóstico, las regiones cerebrales afectadas (en caso de se
hayan objetivado mediante técnicas de neuroimagen) y los
fármacos u otras intervenciones terapéuticas que se hayan
aplicado hasta la fecha. Así, los datos de los informes pre-
vios guiarán la exploración y ayudarán en el juicio diagnósti-
co, en caso de que sea necesario establecerlo.
• La observación conductual. Puede realizarse de forma
cualitativa y global, o mediante el uso de registros y escalas
observacionales. Se valorarán diferentes aspectos, entre los
que podemos destacar la forma y contenido del discurso
del paciente, su conducta no verbal y su aspecto general,
incluida la higiene aparente y el cuidado en el vestido.
• Los test neuropsicológicos. Los tests y las pruebas estan-
darizadas constituyen una de las herramientas más usadas
por el neuropsicólogo. Junto con los autoinformes o las
escalas observacionales, proporcionarán, además de infor-
mación cualitativa, información cuantitativa sobre el esta-
do cognitivo, las alteraciones emocionales y la conducta del
paciente. Estas pruebas provocan situaciones controladas
y altamente sistematizadas, en las que el sujeto debe rea-
lizar diferentes tareas, como, por ejemplo, clasificar unas
cartas en función de diferentes criterios, unir distintos ele-
mentos con un lápiz, evocar palabras, etc. Se registra y se
operativiza el rendimiento del paciente en las pruebas para,
con frecuencia, compararlo con los datos normativos de su
grupo de referencia y conocer, así, si su rendimiento es el
adecuado o se encuentra alterado.

15
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Las observaciones discretas que se llevan a cabo en la


evaluación generalmente no se analizan ni se registran «en
bruto», sino que es necesario interpretarlas mediante el uso
de constructos teóricos. Muchas observaciones distintas, en
situaciones diferentes, nos permitirán inferir el funcionamien-
to cognitivo, emocional y conductual del paciente de manera
más fiable. Del mismo modo, la observación de diferentes
comportamientos discretos en la esfera social (o el reporte de
estos por parte de paciente o familiares) nos permitirá inferir
aspectos esenciales como, por ejemplo, la desinhibición con-
ductual.

1.1. Niveles jerárquicos de funcionamiento

En relación con lo anterior, debemos tener en cuenta


qué niveles de análisis del funcionamiento humano son
relevantes para la evaluación neuropsicológica. En este sen-
tido, puede ser ilustrativo tener en cuenta la Clasificación
Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de
la Salud (CIF) de la Organización Mundial de la Salud (OMS,
2001), especialmente en lo que hace referencia al funciona-
miento anormal. En la CIF se define la discapacidad como
«los aspectos negativos en la interacción entre un individuo
con una condición de salud determinada y los factores con-
textuales (ambientales y personales)». Dicha clasificación
divide el funcionamiento del individuo, con sus problemas
de salud, en cuatro niveles jerárquicos (órgano, persona,
entorno y sociedad) y tres contextos en los que interactúa
(personal, físico y social).

16
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

1) Nivel del órgano: hace referencia al nivel más básico, que


implica las estructuras anatómicas que pueden verse afec-
tadas en una determinada condición de salud. Interactúa
con el contexto personal, es decir, las características
propias del individuo, que le pueden hacer más o menos
susceptible a padecer una determinada patología. Este
nivel no será explorado directamente en la evaluación neu-
ropsicológica, si bien el propósito de algunas evaluaciones
puede ser inferir, a partir de la conducta del paciente (que
se enmarcaría en los siguientes niveles), anomalías en algu-
nas estructuras o funciones cerebrales.

Por ejemplo, tras una exploración neuropsicológica de un pa-


ciente con frecuentes crisis epilépticas, se puede llegar a la con-
clusión de la existencia de una afectación de la capacidad de
codificación de material nuevo de tipo verbal, manteniendo un
rendimiento normalizado cuando el material por codificar es
visual. Ante estos resultados podríamos inferir que la localiza-
ción de la lesión, en términos generales, estaría situada en el
lóbulo temporal del hemisferio izquierdo, y acotar de este modo
la localización anatómica de la lesión, o la naturaleza de la pato-
logía.

2) Nivel de la persona: un nivel superior al anterior, implica


las manifestaciones concretas (y globales) del funciona-
miento de los órganos. Es a partir de este nivel donde se
observarían las alteraciones específicas consecuencia de
una enfermedad, siempre en interacción con el contexto
personal y el físico. En este nivel, más propio de la evalua-
ción neuropsicológica, podríamos considerar las conduc-

17
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

tas alteradas del paciente como manifestaciones de una


afectación estructural o funcional del cerebro.
3) Nivel de la persona en el entorno: en este caso, el
foco se centraría en la actividad del individuo en inte-
racción con el entorno físico y social; es decir, en su
conducta manifiesta, en lo que puede o no realizar, o
con qué grado de ayuda. La evaluación neuropsicológica
debe tener en cuenta este nivel en un doble sentido: en
primer lugar, es necesario tener en cuenta los apoyos y
las compensaciones que utiliza el paciente para reducir el
impacto cotidiano de sus problemas neuropsicológicos,
como por ejemplo, usar una agenda para anotar las citas
que de otro modo olvidaría o pedir a su pareja que le
ayude en actividades complejas. Por otra parte, uno de
los principales objetivos de la evaluación neuropsicoló-
gica es inferir el impacto funcional de las alteraciones
neuropsicológicas del individuo, teniendo en cuenta sus
propias características y las de su entorno familiar, social
y laboral. Dicho de otro modo, los resultados de la eva-
luación neuropsicológica solo tendrán sentido en tanto
en cuanto permitan inferir el funcionamiento de esa per-
sona en su entorno concreto.
4) Nivel de la persona en la sociedad: es el nivel más
complejo y tiene que ver con la participación de la per-
sona en situaciones sociales relevantes en su entorno
cultural. Al igual que en el nivel anterior, debemos ser
capaces de traducir todo lo recogido en la evaluación
neuropsicológica al nivel de participación del paciente en
la sociedad, en aspectos tales como el trabajo, el estudio,
la maternidad o la paternidad o en actividades de ocio y
relaciones personales.

18
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

1.2. Contextos de interacción

Como se ha comentado, además de los cuatro niveles


jerárquicos mencionados, la Clasificación Internacional del
Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) tiene
en cuenta tres contextos en los que los individuos interactúan:

• Contexto personal: viene determinado por las caracterís-


ticas individuales, incluidas la vulnerabilidad y la predispo-
sición a sufrir determinadas condiciones de salud, como
características personales fruto de la propia historia de la
persona relacionadas, por ejemplo, con el estilo de vida, es-
trategias de afrontamiento, etc. En un sentido más amplio,
engloba todas las características individuales (edad, educa-
ción, raza, recursos, familia, etc.). En la exploración neu-
ropsicológica dicho contexto será determinante, ya que,
por una parte, nos permite poder comparar el rendimiento
actual con el funcionamiento premórbido del paciente y,
por otra, nos proporciona información sobre el impacto
específico de las alteraciones neuropsicológicas en cada
individuo en concreto, y su capacidad para compensar, al
menos, parte de estas.
• Contexto físico: implica cualquier factor de tipo físico,
como la presencia o no de barreras arquitectónicas en el
entorno habitual del paciente (por ejemplo en su domicilio,
su barrio, etc.) o el acceso a ayudas técnicas (por ejemplo,
una silla de ruedas adaptada).
• Contexto social: viene determinado por las características
del entorno cultural y social del individuo que pudieran
influir sobre su funcionamiento, tales como las institucio-
nes y los servicios disponibles, los recursos comunitarios,

19
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

las ayudas económicas, etc. Estos dos últimos contextos


se consideran factores ambientales que repercuten en la
actividad del individuo, mientras que el contexto personal,
desde un punto de vista amplio, se entendería como facto-
res personales.

Así pues, la discapacidad viene determinada no solo por la


propia patología, sino también por la interacción de esta con
el contexto específico de la persona en los diferentes niveles.
Discapacidad es, por lo tanto, un término amplio que engloba
todos los componentes de dicha interacción: las deficiencias,
las limitaciones en la actividad y las restricciones en la parti-
cipación (figura 2).

Figura 2. Niveles de funcionamiento del individuo

Fuente: Adaptado de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud


(CIF) de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2001).

20
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

• Deficiencias/déficits: son problemas en las funciones


fisiológicas o en las estructuras corporales de una perso-
na. Pueden consistir en una pérdida, defecto, anomalía o
cualquier otra desviación significativa respecto a la norma
estadísticamente establecida. Se encontraría entre el nivel
del órgano (patología) y el de la persona. Por ejemplo, en
un caso de daño cerebral adquirido, la presencia de una
hemiplejia izquierda o de una heminegligencia izquierda
como consecuencia de un infarto en la arteria cerebral me-
dia derecha, podría ser un ejemplo de déficit.
• Limitaciones en la actividad: son las dificultades que un
individuo puede tener para realizar actividades. Estas difi-
cultades pueden aparecer como una alteración cualitativa o
cuantitativa en la manera en que la persona desempeña la ac-
tividad en comparación con otras que no tienen un proble-
ma de salud similar. Se encontraría, por lo tanto, en el nivel
de la persona en el entorno. Siguiendo el ejemplo anterior,
los problemas de movilidad y la heminegligencia izquierda
dificultarían la implicación del paciente en actividades de la
vida cotidiana como el vestido, el afeitado o la lectura.
• Restricciones a la participación: son problemas que una
persona puede experimentar al involucrarse en situaciones
vitales, tales como relaciones interpersonales, empleo, etc.,
en el contexto real en el que vive. La presencia de una res-
tricción en la participación viene determinada por la com-
paración de la participación de la persona con discapacidad
con la de una persona sin discapacidad en una situación
análoga o comparable. Se encontraría, por lo tanto, en el
nivel social. En el caso del ejemplo, el paciente podría tener
dificultades para acceder a un empleo debido a sus limita-
ciones.

21
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Figura 3. Niveles de análisis en la evaluación neuropsicológica

Fuente: Adaptado de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud


(CIF) de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2001).

22
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

Gran parte de la exploración se realizará en un pri-


mer momento en el nivel de la persona (o del déficit),
pero teniendo en cuenta los diferentes contextos del
individuo (el personal, el físico y el social), su capa-
cidad para compensar las limitaciones y el impacto
que tienen dichas limitaciones en su vida cotidiana.
Así pues, en la evaluación deberemos «saltar» del
nivel del individuo (explorado a través de entrevistas,
test neuropsicológicos, etc.) al nivel de la persona en
su entorno y en la sociedad con el fin de determinar
dicho impacto y poder aventurar, si fuera necesario,
un pronóstico. Por su parte, el nivel del órgano y la
patología, guiará la evaluación neuropsicológica y ayu-
dará a relacionar la conducta anómala del paciente con
estructuras y funciones cerebrales que pueden estar
afectadas (ver figura 3).

2. Objetivos de la evaluación neuropsicológica

La evaluación neuropsicológica, proporciona información


única sobre el funcionamiento cognitivo, emocional y con-
ductual del paciente y permite responder a diferentes pregun-
tas a las personas, sean o no profesionales, que soliciten dicha
evaluación. Como veremos más adelante, la pregunta (a la que
de aquí en adelante llamaremos motivo de consulta) será la que
guíe los objetivos de la evaluación y el propio proceso de ela-

23
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

boración del informe neuropsicológico. En líneas generales,


la evaluación neuropsicológica permitirá dar respuesta a seis
amplias cuestiones (Lezak et al. 2004):

1) Diagnóstico: identificando la existencia de una disfunción


cerebral y siendo capaz de diferenciarla de otros trastornos
que no impliquen necesariamente una lesión estructu-
ral, como por ejemplo, algunos trastornos psiquiátricos
que sean la causa de alteraciones cognitivas en principio
reversibles, tales como la depresión. Asimismo, permiti-
rá establecer un diagnóstico diferencial entre diferentes
enfermedades neurológicas. Por ejemplo, permitirá dife-
renciar una demencia de tipo enfermedad de Alzheimer de
una demencia por cuerpos de Lewy, o esta última, de un
deterioro cognitivo leve.
2) Descripción del estado neuropsicológico de un indi-
viduo: detallando cómo una enfermedad o una lesión
puede expresarse en el nivel de la conducta, las emociones
y los procesos cognitivos. En este sentido, la evaluación
neuropsicológica debe reflejar no solo la existencia de alte-
raciones, sino también su severidad y, muy importante, la
presencia de puntos fuertes, es decir, funciones cognitivas
y emocionales, que se encuentran preservadas o cuyo fun-
cionamiento se encuentre incluso por encima de la media.
3) Planificación de un tratamiento o la derivación a un
recurso determinado: identificando, por ejemplo, si un
determinado paciente reúne los criterios de inclusión/exclu-
sión necesarios para ingresar en un determinado dispositivo,
o permitiendo incorporarle a determinados programas de
tratamiento, como por ejemplo, en un taller específico de
habilidades sociales, de estrategias de memoria o de razo-

24
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

namiento lógico. Además, permite valorar la exclusión en


determinadas actividades grupales por alteraciones específi-
cas, como pudieran ser la irritabilidad o la agresividad.
4) Valoración de los efectos de un tratamiento: en este
sentido, es importante contar con pruebas que permitan
operativizar y medir el cambio y reflejarlo en el informe
neuropsicológico.
5) Investigación: la evaluación neuropsicológica es una
potente herramienta de investigación, puesto que permite
identificar los procesos cognitivos y emocionales que sub-
yacen a determinadas estructuras o circuitos cerebrales;
por ejemplo, mediante el uso de técnicas de neuroimagen
funcional así como valorar el efecto de los fármacos u
otras intervenciones sobre el sistema nervioso central.
6) Aplicaciones forenses: cada vez están más extendidas
las evaluaciones neuropsicológicas con fines forenses, con
el objetivo de determinar hasta qué punto un determina-
do evento ha producido un daño en el sistema nervioso
central, valorar si una persona es capaz de gestionar sus
finanzas de forma independiente o evaluar el estado men-
tal o la capacidad de toma de decisiones de un individuo
implicado en una actividad delictiva.

Por último, tal y como señalan Schoenberg y Scott (2011),


la evaluación neuropsicológica puede proporcionar informa-
ción predictiva con respecto a las consecuencias o al pronós-
tico de una determinada condición, sea conocida o sospecha-
da. Por ejemplo, las variables neuropsicológicas resultan clave
a la hora de predecir determinados logros funcionales, tales
como la reincorporación laboral, la vuelta a una vida indepen-
diente o la reincorporación académica, tras un traumatismo

25
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

craneoencefálico (Ponsoford et al. 2008), o la probabilidad


de que desaparezcan las crisis epilépticas tras una lobectomía
temporal (Sawrie et al. 1999).
En este sentido, los resultados neuropsicológicos han pro-
porcionado un valor predictivo superior al de la neuroimagen
y otras variables clínicas a la hora de identificar a aquellos
sujetos con un riesgo más elevado de sufrir un deterioro cog-
nitivo con el tiempo en diferentes condiciones, tales como
epilepsia (Seidenberg et al. 2007), esclerosis múltiple (Achiron
et al. 2005), enfermedad de Parkinson (Dujardin et al. 2004) o
deterioro cognitivo leve (Fleisher et al. 2008).

3. Motivos de consulta

Tal y como se ha comentado anteriormente, el informe


neuropsicológico es un documento en el que se plasma infor-
mación relevante sobre el estado del paciente junto con un
plan de acción y unas recomendaciones elaboradas a partir de
la evaluación neuropsicológica. Así pues, la información y el
plan de acción concreto que se refleje en el informe depende-
rá del motivo de consulta, es decir, de para qué se ha derivado
a este paciente a la consulta de un neuropsicólogo.
Podemos plantearnos el motivo de consulta como una
pregunta, general o concreta, que debe remitirse al neurop-
sicólogo. Por desgracia, con cierta frecuencia el profesional
que deriva a un paciente a neuropsicología, generalmente un
médico, puede plantear una cuestión tan amplia o vaga como
«solicito evaluación neuropsicológica del paciente X» o, aún

26
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

peor, «confirmar o descartar organicidad en el paciente X». En


otras ocasiones, el neuropsicólogo trabaja en un servicio espe-
cializado, como una unidad de rehabilitación del daño cerebral
adquirido, un centro de día para personas con deterioro cog-
nitivo leve o de demencia, en los que, al atender a población
clínica generalmente ya diagnosticada, se realizan evaluaciones
neuropsicológicas de forma protocolaria. En estas, se asume
implícitamente el motivo de consulta que generalmente tiene
que ver con establecer un perfil neuropsicológico (incluyendo
alteraciones y funciones preservadas) con el fin de admitir o
no al paciente en el servicio (o en un determinado programa)
u orientar los objetivos de la rehabilitación.
Ya sea porque se encuentra implícito en el marco de traba-
jo del profesional, o porque es excesivamente vago o general,
el neuropsicólogo debe aclarar el motivo de consulta, pregun-
tando si es necesario al derivador (sea un médico especialista,
un familiar, un derivador del seguro, etc.) por los motivos de
la evaluación neuropsicológica. En la tabla 1, se describen
algunos ejemplos de motivos de consulta, planteados en
forma de pregunta.

Tabla 1. Ejemplos de motivos de consulta para la evaluación neuropsicológica

«¿Qué perfil de alteraciones neuropsicológicas tiene el paciente X tras sufrir


un infarto en la arteria cerebral media derecha?».

«¿Se deben los problemas de olvidos del paciente, que se vienen


produciendo recientemente, al inicio de una demencia?».

«¿Tienen las alteraciones neuropsicológicas de este paciente, que sufrió


un traumatismo craneoencefálico (TCE) hace varios meses, un impacto
funcional significativo en cuanto a la independencia o la reincorporación
laboral». (Con el fin de determinar una indemnización).

27
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

«¿Sufre el paciente X un inicio de demencia o entraría dentro de la categoría


de deterioro cognitivo leve?».

«¿Es capaz cognitivamente el paciente X de tomar decisiones en relación con


el manejo de sus finanzas? De forma más específica, ¿tendría el paciente X
algún impedimento u obstáculo neuropsicológico para poder decidir vender
el piso, tal y como le ha aconsejado su hijo?».

Relacionado con lo anterior, «¿está el paciente X capacitado para poder


firmar ante notario un poder absoluto en favor de su hijo, conociendo todas
las implicaciones de dicho poder?».

«¿Ha mejorado o empeorado cognitivamente el paciente X tras la


comisurotomía a la que se le sometió para reducir los síntomas de su
trastorno obsesivo-compulsivo?»

«¿Es el paciente candidato a someterse a una ablación parcial del lóbulo


temporal izquierdo con el fin de reducir sus crisis epilépticas?».

«¿Es el perfil neuropsicológico del paciente compatible con un trastorno


de aprendizaje no verbal?».

Preguntas o demandas más vagas, como la que hemos


señalado antes (ver tabla 1), generalmente sugieren una
reducida familiaridad con la disciplina neuropsicológi-
ca, así como sobre el alcance y los límites de una herra-
mienta como es la evaluación neuropsicológica. En
estos casos, resulta conveniente solicitar al derivador
una mayor concreción en cuanto a los motivos por los
que se deriva al paciente, exponiéndole y sugiriéndole,
si así lo consideramos, qué podemos obtener mediante
la evaluación neuropsicológica.

28
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

Por ejemplo, muchas veces la valoración de organicidad implica


determinar si las alteraciones neuropsicológicas de un paciente
dado podrían deberse a una condición diferente de una patolo-
gía mental ya diagnosticada, como pudiera ser depresión o es-
quizofrenia, con un objetivo generalmente terapéutico. En este
caso concreto, sería importante solicitar al derivador informa-
ción clínica adicional para contar con otros candidatos diagnós-
ticos, por ejemplo, un TCE sufrido años atrás. En otras ocasio-
nes, esa pregunta se realiza cuando el profesional tiene la sospe-
cha de que las alteraciones cognitivas que refiere el sujeto o la
familia pueden tener como origen una enfermedad neurológica
que hasta el momento no ha sido diagnosticada.

Tabla 2. Ejemplos de motivos de consulta inadecuados para la evaluación


neuropsicológica

«Administrar evaluación neuropsicológica».

«Comprobar organicidad en el paciente X».

«Valorar si el paciente ha sufrido un daño cerebral».

«¿En qué región cerebral muestra una disfunción el paciente X?».

«Mostrar aptitudes a partir de la evaluación cognitiva».

Generalmente, cuando no existe una patología conocida,


los familiares o los médicos de atención primaria o especia-
listas pueden requerir la ayuda de un neuropsicólogo en el
momento en que comienzan a hacerse evidentes algunos pro-
blemas cognitivos y/o conductuales que hasta el momento
no aparecían. En la tabla 3 figuran algunas de las quejas más
comunes que pueden terminar en una derivación al neuropsi-
cólogo (Kulas y Naugle, 2003).

29
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Tabla 3. Quejas más comunes que pueden conducir a una derivación al servicio
de neuropsicología

Problemas en la memoria reciente: olvidar eventos o conversaciones del día


a día.

Perder objetos con frecuencia.

Confusión y desorientación ocasional.

Problemas en la orientación topográfica (por ejemplo, se pierde al intentar


regresar a casa).

Un cambio en el comportamiento habitual no explicable por otras causas.

Problemas a la hora de tomar decisiones.

Dificultad para gestionar el dinero (por ejemplo, compras excesivas).

Dificultad para reconocer a algunas personas familiares.

Problemas de atención y concentración (por ejemplo, «perderse» en las


conversaciones o manifestar confusión, dejar de leer, etc.).

Problemas de lenguaje (por ejemplo, dificultad para encontrar palabras o


empobrecimiento del discurso).

Fuente: adaptado de Kulas y Naugle, 2003.

Teniendo en cuenta la información anterior, los motivos


de consulta pueden clasificarse en cuatro grandes grupos
expuestos en la tabla 4:

30
© Editorial UOC Capítulo I. El marco de la evaluación neuropsicológica

Tabla 4. Principales motivos de consulta

Caracterizar los déficits y las funciones preservadas (puntos fuertes) en


el funcionamiento cognitivo y conductual

Ya sea con el objetivo de acceder y beneficiarse de un tratamiento


rehabilitador específico o para evaluar el impacto sobre las actividades de la
vida cotidiana que pueden tener los déficits neuropsicológicos.

Relacionar los déficits con la neuroanatomía funcional

Por ejemplo, relacionar la discalculia, los problemas de lectura y la


desorientación izquierda-derecha con la integridad de la corteza parietal
izquierda. O la apatía, lentitud en la velocidad de procesamiento de la
información y perseveraciones con una patología en los circuitos fronto-
estriatales.

Proporcionar consideraciones diagnósticas

Especialmente cuando se trata de establecer un diagnóstico diferencial.


La evaluación neuropsicológica puede ser imprescindible, por ejemplo,
para diferenciar una demencia de tipo enfermedad de Alzheimer de una
demencia de tipo fronto-temporal, un deterioro cognitivo leve de un
deterioro asociado a la edad, o una depresión del inicio de una enfermedad
neurodegenerativa. También aquí deberíamos incluir aquellas demandas que
buscan contar con un pronóstico; esto es, con estimar la evolución de una
determinada enfermedad.

Determinar la etiología para los déficits neuropsicológicos

En líneas generales y desde hace décadas, se utilizan de forma rutinaria las


técnicas de neuroimagen estructural (fundamentalmente, TAC y RM) con
el fin de caracterizar la etiología de determinados cuadros neurológicos.
No obstante, la exploración neuropsicológica sigue siendo útil a la hora
de diagnosticar determinadas patologías para las que dichas técnicas no
son todavía sensibles, como enfermedades neurodegenerativas, algunas
epilepsias, trastornos de aprendizaje o trastorno de déficit de atención.

31
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

El motivo de consulta determinará el enfoque de la


evaluación neuropsicológica y, en última instancia, de la
elaboración del informe neuropsicológico. Los motivos
para derivar a un paciente a un servicio de neuropsico-
logía pueden ser heterogéneos, pero en general caerán
dentro de las cuatro categorías anteriores. Debemos
recordar que el informe neuropsicológico es un docu-
mento formal en el que se incluye información cuan-
titativa y cualitativa sobre el funcionamiento cognitivo
y emocional de un paciente, así como una serie de
recomendaciones o un juicio clínico cuyo objetivo es
promover un cambio o ayudar en la toma de decisiones
como acceder a un recurso o a una ayuda, obtener pau-
tas para manejar determinadas situaciones, etc. Por ello,
cuanto más claro y específico sea el motivo de consulta,
mejor será la respuesta proporcionada por el informe
neuropsicológico.

32
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

Capítulo II
Características generales del informe
neuropsicológico

La extensión y el formato del informe neuropsicológico


pueden ser muy variables en función del objetivo de la eva-
luación neuropsicológica y el destinatario, de la institución
en la que se realiza, de las preferencias del neuropsicólogo,
etc. No obstante, es importante tener en cuenta que la mayo-
ría de los informes incluirán en su estructura los siguientes
apartados, los cuales serán tratados en profundidad en el
siguiente apartado:

• Motivo de consulta.
• Historia clínica.
• Pruebas aplicadas.
• Conducta observada durante la exploración.
• Resultados.
• Conclusiones, juicio clínico y diagnóstico.
• Recomendaciones.

1. Objetivos y destinatarios
En la gran mayoría de los casos, el paciente es el foco
central de la evaluación, por lo que el destinatario final del

33
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

informe será el propio paciente o su tutor o representante


legal, en caso de que lo tenga.
No obstante, debemos tener en cuenta que con frecuencia
el paciente llegará remitido por un tercero, ya sea un profe-
sional de la salud que lo deriva, por ejemplo un neurólogo,
médico de cabecera o psiquiatra, que requiere del informe
para tomar determinadas decisiones clínicas, o bien un fami-
liar preocupado por su situación. Además, el acceso a algu-
nos recursos y ayudas vienen determinados por el grado de
dependencia, el nivel de discapacidad o la incapacidad laboral
permanente por lo que su concesión puede depender, al
menos en parte, de la evaluación reflejada en el informe neu-
ropsicológico, por lo que diferentes personas u organismos
pueden ser también los destinatarios del informe neuropsico-
lógico, siempre respetando la Ley de autonomía del paciente
(Ley 41/2002, del 14 de noviembre).
Por otro lado, con cierta frecuencia en patologías como
el daño cerebral adquirido, los pacientes deberán acceder a
un costoso programa de rehabilitación multidisciplinar que,
en algunos casos, será costeado no por el propio paciente
o su familia, sino por un seguro (en el caso de accidentes
de tráfico, por ejemplo), una mutua laboral (en el caso de
accidentes laborales), o bien por la propia Seguridad Social
(directamente o por medio de conciertos con centros pri-
vados). Dichas entidades, que marcarán los criterios de
inclusión y exclusión para acceder a determinados servi-
cios y exigirán resultados para decidir hasta dónde siguen
costeando la rehabilitación, también pueden solicitar un
informe neuropsicológico, generalmente enmarcado en el
contexto de un informe más amplio en el que participen
otros profesionales como médicos, fisioterapeutas, logope-

34
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

das, terapeutas ocupaciones, trabajadores sociales, psicólo-


gos, etc.
En ocasiones, alguna de las partes en un juicio, o el pro-
pio juez, solicitará un peritaje neuropsicológico para tomar
determinadas decisiones procesales en situaciones relaciona-
das con la capacidad del paciente para tomar decisiones y la
posibilidad de una incapacitación legal, el alcance de secue-
las derivadas de una enfermedad o accidente y las posibles
indemnizaciones, así como el grado de responsabilidad en
la comisión de un delito. En estos casos, con frecuencia el
paciente no será el destinatario del informe, y así se deberá
hacer constar durante la evaluación.
Por último, en el caso de menores de edad, las personas
que tienen su tutela (generalmente, los padres) serán las des-
tinatarias primarias del informe neuropsicológico, siempre en
beneficio de su familiar.
En líneas generales, deberemos tener en cuenta que un
informe neuropsicológico, como cualquier otro documento
clínico o legal de importancia, es muy probable que pase a lo
largo del tiempo por muchas manos, de personas concretas,
profesionales e instituciones. Debido a ello, no debemos per-
der de vista la importancia que tienen el contenido y la forma
del informe neuropsicológico y la gran responsabilidad que
ello supone para el neuropsicólogo.
En cuanto a los destinatarios, en líneas generales, pode-
mos dividir a los potenciales lectores del informe neuropsico-
lógico en dos categorías:

• Lectores primarios: generalmente, se corresponden con


el propio paciente, sus familiares directos, los cuidadores
y los derivadores (o pagadores): médicos de la Seguridad

35
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

S­ ocial y de mutuas y, en algunas ocasiones, abogados o jue-


ces. Podríamos decir que los lectores primarios son aque-
llos a los que tendrá en cuenta el neuropsicólogo a la hora
de elaborar el informe, generalmente por ser sus destina-
tarios principales.
• Lectores secundarios: entre los que estan todos aquellos
profesionales que podrán acceder al informe a lo largo del
tiempo, sin ser necesariamente los destinatarios iniciales.
Entre los lectores secundarios destacan otros profesiona-
les sanitarios, maestros, directores de escuela, trabajadores
sociales, abogados o jueces.

Como norma general, debemos tener en cuenta que el des-


tinatario último del informe será el paciente, al haber sido este
el objetivo de la evaluación neuropsicológica y ser el poseedor
de los datos confidenciales que este contiene. Lo habitual en
muchos contextos es que se realicen, al menos, dos o tres
copias del informe: una para el proveedor/derivador/paga-
dor1, otra que constará en la historia clínica del paciente en el
centro en el que se ha llevado a cabo la evaluación, debida-
mente protegido y asegurado, y, por último, si así lo solicita,
otra copia para el propio paciente. Lo solicite explícitamente
o no, debemos siempre ser claros y éticos en la transmisión
de información, indicando al paciente quién será el destinario
del informe y proporcionándole toda la información posible
acerca de los resultados.

1. Siguiendo el Reglamento general de protección de datos (RGPD) del


Parlamento Europeo y Consejo de la Unión Europea (Reglamento UE
2016/679).

36
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

2. Redacción y estilo del informe


neuropsicológico

La redacción y el estilo específico de un informe neu-


ropsicológico dependerá de múltiples factores, entre los que
podemos citar, al menos, los siguientes:

• El destinatario del informe y el motivo de consulta.


• El objetivo de la evaluación neuropsicológica.
• Las características particulares de la institución. Entre es-
tas, podríamos indicar algunas como la extensión máxima
del informe, si el formato es cerrado (predeterminado) o
abierto, si elaboramos el informe junto con otros profe-
sionales que integran el equipo multidisciplinar, el tiempo
disponible para su elaboración, la incorporación o no de
datos numéricos en el informe, etc.
• La formación específica del neuropsicólogo, que determi-
nará los constructos habitualmente utilizados, el uso o no
de terminología relacionada con síndromes clásicos, el ma-
yor o menor uso de la psicometría, etc.
• El estilo y preferencias del neuropsicólogo a la hora de
redactar: el uso del lenguaje, la preferencia por la descrip-
ción o por la enumeración de alteraciones y característi-
cas, etc.
• La pericia y la experiencia del neuropsicólogo.

Debemos tener en cuenta que, con independencia de


lo anterior, el estilo general de redacción debe ser formal y lo
más objetivo posible. Por lo tanto, debe evitarse un lengua-
je coloquial y el uso de manierismos y expresiones propias
de este como, por ejemplo, el uso de la primera persona

37
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

(«c­onsidero que el paciente…») o de expresiones excesiva-


mente subjetivas («podría tener un problema de atención…»).
Debemos recordar, además, que el informe ha de ser com-
prensible, evitando la jerga y la ambigüedad en las expresio-
nes, y facilitando la comprensión al destinatario. Debe ser
conciso y preciso, dejando clara la información relevante y las
recomendaciones y objetivos futuros.
Algunos autores recomiendan el uso del «modelo del pro-
ceso de exposición» (EPM, por sus siglas en inglés) ideado
por Ownby (1992) a la hora de redactar el informe neurop-
sicológico. Desde este modelo, que enfatiza los criterios de
calidad, orden y precisión, se plantea que el neuropsicólogo
debe presentar los resultados de la evaluación neuropsicológica
partiendo de los datos ordenados de la observación y de las
pruebas administradas, interpretándolos desde los constructos
neuropsicológicos intermedios (memoria operativa, reconoci-
miento, etc.) y orientándolas hacia el motivo de evaluación, con
especial interés en el apartado de juicio clínico, conclusiones y
recomendaciones. En este sentido, el proceso de elaboración
del informe neuropsicológico seguiría al menos tres pasos:

1) La presentación ordenada de los datos en el informe,


entendiendo por datos no únicamente las puntuaciones
de las pruebas administradas, sino todas las observaciones
realizadas durante la evaluación. Los datos deben presen-
tarse en un formato que sea claro, objetivo, fácilmente
comprensible por el lector y evitando las incongruencias
y ambigüedades.
2) La interpretación de los datos a partir de los construc­
tos neuropsicológicos que representan. Es n ­ecesario
no quedarse en la descripción en crudo de la conducta del

38
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

paciente o su rendimiento en los test, por lo que el neu-


ropsicólogo debe hacer referencia a aquellos conceptos
neuropsicológicos cuyo funcionamiento se está infiriendo
a partir de la evaluación, tales como atención, funciones
ejecutivas, memoria a largo plazo, etc. En este sentido,
debemos, primero, no asumir que todo el mundo conoce
qué es la memoria operativa, las funciones ejecutivas u otros
conceptos neuropsicológicos, debiendo explicar o ejempli-
ficar dichos constructos a partir de la ejecución del paciente
cuando sea necesario. En segundo lugar, si realizamos una
descripción pormenorizada de la ejecución del paciente en
una prueba, debemos describir la ejecución del paciente
en la tarea, no la tarea en sí. A continuación se pueden com-
parar dos ejemplos de exposición de los mismos resultados:

Planteamiento incorrecto: «El paciente entendió desde el pri-


mer momento el criterio de clasificación (color) en el WCST y,
cuando este cambió, fue capaz de plantearse diferentes hipóte-
sis (primero número y luego forma) que comprobó hasta acer-
tar, cometiendo algunos errores perseverantes en el proceso».

Planteamiento correcto: «Muestra una buena capacidad para


generar alternativas de respuesta cuando esta no se ajusta al
objetivo (flexibilidad cognitiva), beneficiándose del feedback pro-
porcionado. Presenta una buena capacidad para categorizar en
base a diferentes criterios».

3) Relacionar las conclusiones y recomendaciones con


la interpretación de los constructos intermedios.
Debemos extraer las conclusiones únicamente a par-
tir de la interpretación de los datos y los constructos

39
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

­europsicológicos relacionados, sin perder de vista el


n
motivo de consulta. En general, es importante evitar los
saltos inferenciales en la explicación, evitando plantear
ideas que no se desprenden directamente de la evaluación
neuropsicológica.

Ejemplos de inferencias inadecuadas serían: «El paciente se ríe


ante los comentarios del entrevistador, demostrando un buen
sentido del humor». «El paciente presenta dificultades para con-
ducir, debido a que las habilidades visoespaciales y la velocidad
de procesamiento de la información se encuentran comprome-
tidas.» De la observación no se desprende necesariamente que
el paciente tenga un gran sentido del humor, ya que la risa po-
dría deberse a distintos motivos, tales como el nerviosismo o
una desinhibición conductual. En el segundo caso, estamos es-
tableciendo una relación de causalidad clara, cuando hay mu-
chos más factores en juego que pueden condicionar la conduc-
ción del paciente. Frases como las anteriores podrían matizarse
utilizando expresiones probabilísticas, o menos contundentes:
«Las dificultades visoespaciales y la ralentización en la velocidad
de procesamiento de la información podrían afectar eventual-
mente a la capacidad de conducción».

Desde el Modelo EPM se plantean diferentes recomenda-


ciones para seguir los tres pasos anteriores en la elaboración
del informe con la mayor eficiencia posible:

1) Utilizar un lenguaje comprensible: es mejor emplear


palabras de uso común que tecnicismos o cultismos, y
construir frases lo más parsimoniosas posibles, evitando
la ambigüedad (por ejemplo, evitar expresiones como

40
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

«demasiados estímulos» o «posible heminegligencia»). Usar


un lenguaje comprensible y con expresiones frecuentes no
significa, en absoluto, el uso de coloquialismos informales,
pero sí implica elegir las expresiones adecuadas atendien-
do al criterio de parsimonia y sencillez.

Por ejemplo, es preferible indicar «el paciente presenta exceso


de familiaridad, infantilismo y baja tolerancia a la frustración,
compatible con un trastorno orgánico de personalidad de tipo
desinhibido» que «el paciente presenta signos sugerentes de un
trastorno orgánico de personalidad subtipo desinhibido, tales
como exceso de familiaridad, infantilismo y baja tolerancia a la
frustración». O «necesita ayuda para alimentarse debido a los
problemas atencionales» que «muestra afectación en los sub-
componentes de procesamiento necesarios para completar con
éxito la autoalimentación, tales como la atención…».

2) Evitar la jerga neuropsicológica: es recomendable evitar


en la medida de lo posible el uso de tecnicismos propios
de la disciplina que, sin embargo, pueden resultar incom-
prensibles a otros profesionales y familiares. Este aspecto
puede resultar complicado, especialmente para los neurop-
sicólogos noveles, que todavía no son capaces de discernir
con precisión qué términos pueden resultar comprensibles
(o por lo menos deducibles) por no-neuropsicólogos y
qué términos pueden ser crípticos. Por otra parte, el uso
de tecnicismos es algo inevitable en cualquier disciplina
especializada, ya que dichas palabras o expresiones hacen
referencia a constructos teóricos esenciales y aportan unos
significados para los cuales no siempre existe una equiva-
lencia lingüística más sencilla. Una posible matización de

41
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

este punto sería reducir al máximo el uso de tecnicismos


y jerga, aportando una breve explicación adicional cuando
sea necesario.

En este sentido, podríamos señalar que es más adecuado comentar


«el paciente presenta problemas para mantener la información
verbal a corto plazo necesaria para completar la tarea (memoria
operativa)» en lugar de «el paciente presenta problemas de memo-
ria operativa, especialmente en el bucle fonológico». Otro ejemplo
sería «se beneficia de ayudas/pistas a la hora de evocar informa-
ción de la memoria reciente» en lugar de «se beneficia de claves de
recuperación semánticas al acceder a la información almacenada».

3) Utilizar palabras y expresiones que aporten precisión


al contenido: el uso de calificativos es muy frecuente a la
hora de describir alteraciones neuropsicológicas. No obs-
tante, el sobreuso de estos puede debilitar el potencial per-
suasivo del informe o restar credibilidad a los resultados
de la evaluación. Las expresiones posible o probable tienen
más sentido cuando se habla de diagnóstico o pronóstico
que en la exposición de resultados.

Por ejemplo, decir que un paciente «muestra probables proble-


mas en la memoria autobiográfica episódica» resta credibilidad
a la evaluación, al poner de manifiesto la inseguridad del que
redacta el informe. En este sentido, el informe debe reflejar la
confianza que tenemos en la evaluación, tanto si hablamos de
puntuaciones en test como de observaciones conductuales.

Es necesario también evitar expresiones excesivamente


vagas y generales, para no caer en el efecto Barnum. Esto es,

42
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

que una misma frase o expresión pueda aplicarse a una


gran mayoría de individuos.

Ejemplos de frases vagas y generales serían «el paciente empeo-


ra a medida que aumenta la dificultad de la actividad», o «mues-
tra un mejor rendimiento en la tarea de reconocimiento que en
la evocación libre». En líneas generales, todos rendimos peor si
aumenta la dificultad, y el reconocimiento es más robusto que
la evocación libre.

4) Emplear frases cortas: es fundamental utilizar una estruc-


tura gramatical sencilla, tanto en lo referente a las frases
como a los párrafos. En líneas generales, las frases más
cortas son también más comprensibles y efectivas a la hora
de comunicar información.

Evitar frases como «los procesos atencionales básicos, tales


como la atención focalizada y sostenida, muestran un funciona-
miento dentro de la media, mientras que aquellos procesos
atencionales más complejos, tales como la atención alternante o
dividida, se encuentran alterados, especialmente cuando la acti-
vidad en curso exige presión de tiempo…».

5) Presentar una idea principal por párrafo: es importan-


te recordar que un párrafo tiene que contener un pensa-
miento o idea unificada, apoyada en varias frases. Así pues,
los párrafos deben estar compuestos de frases que con-
tienen información estrechamente relacionada. Impacta
negativamente al lector tanto el condensar muchas ideas
diferentes en un mismo párrafo como repartir una misma
idea entre varios.

43
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

6) No incluir información irrelevante: como se ha seña-


lado anteriormente, el informe neuropsicológico recoge
los patrones de respuesta de un paciente y los ordena de
modo que conduzcan a unas conclusiones. Por ese motivo,
no es aconsejable incluir información que no contribuya a
dichas conclusiones, ya que esta puede confundir al lector
del informe, no dejando claro cuál es realmente la infor-
mación importante.

Por ejemplo, la frase «no se observaron indicios de simulación


o exageración de respuestas» puede tener sentido en una valo-
ración forense, pero no ser del todo apropiada en un informe
evolutivo de un paciente que está recibiendo rehabilitación. Del
mismo modo, mencionar «no se observa ideación autolítica» en
un paciente que ha sufrido un ictus y sin antecedentes previos
de enfermedad mental o alteraciones en el estado de ánimo
puede llevar a confusión y generar en el lector algo que se pre-
tende clarificar o minimizar. En otras ocasiones, no obstante, sí
que resulta relevante indicar las alteraciones o conductas que se
encuentran ausentes en el paciente. Por ejemplo, señalar que «su
rendimiento mnésico se encuentra dentro de la media» o «se
muestra colaborador, no observándose comportamientos dis-
ruptivos» es absolutamente relevante al describir el patrón de
puntos fuertes y débiles en un paciente que, por ejemplo, ha
sufrido un TCE y, por tanto, podría presentar tanto problemas
mnésicos como alteraciones de conducta.

7) Gestionar lo mejor posible ambigüedades e inconsis­


tencias: en una situación ideal, la evaluación ­neuropsicológica
debería generar una única explicación parsimoniosa de las
conductas del paciente. A la hora de la verdad, las funciones

44
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

cognitivas y emocionales del paciente, inferidas a partir de


su conducta, pueden tener su origen en diferentes disfun-
ciones cerebrales junto con una gran cantidad de factores
premórbidos como la personalidad y las estrategias de
afrontamiento, el nivel intelectual, las alteraciones del estado
de ánimo, los déficits sensoriales, el consumo de alcohol y
otros tóxicos, la presencia de enfermedades médicas, etc.
Además, debemos tener en cuenta la inestabilidad de deter-
minados comportamientos o síntomas, que pueden estar
sujetos a la fatiga, la motivación, el efecto de los fármacos, el
contexto de evaluación, las propias fluctuaciones asociadas
a la patología o las preocupaciones del momento, por poner
algunos ejemplos. La labor del neuropsicólogo es propor-
cionar la mejor explicación posible del funcionamiento
actual del paciente, no la única posible. En algunas ocasio-
nes, es preferible y más honesto reflejar en las conclusiones
del informe nuestra propia incertidumbre, más que plantear
una verdad absoluta, obviando cualquier otra interpretación
razonable de los resultados.

Por ejemplo, en un caso especialmente complejo, sería preferi-


ble indicar que «las alteraciones antes señaladas podrían ser
compatibles con una demencia de tipo fronto-temporal» que
«las alteraciones antes señaladas permiten establecer el diagnós-
tico de demencia fronto-temporal».

8) Revisar el borrador del informe: aunque pueda pare-


cer obvio, además de revisar el contenido debemos ase-
gurarnos de que nuestro informe no contiene faltas de
­ortografía ni errores gramaticales. Una gramática pobre,
por ejemplo con frases muy largas o mal construidas, no

45
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

solo hace más costosa la lectura del informe, sino que


mina profesionalidad del neuropsicólogo y debilita la con-
fianza que puede depositar el lector en él. Así pues, es fun-
damental revisar siempre el documento que se va a enviar
o a imprimir, asegurándonos las veces que sea necesario de
que los datos que se exponen del paciente y la estructura y
forma del informe son las adecuadas.

Siguiendo este modelo, a continuación se presenta un


ejemplo de un estracto de un informe poco profesional,
adaptado de Vanderploeg (2014).

Ejemplo de informe poco profesional

El paciente es un varón agradable y colaborador de 26 años, que


posee un rendimiento intelectual promedio. Las alteraciones
cognitivas son el claro reflejo del impacto del daño cerebral
sobre un cerebro en desarrollo. Se hallaron problemas específi-
cos en la memoria a corto plazo y memoria verbal, así como un
impacto general sobre las capacidades de atención y concentra-
ción que se traducen en la habilidad para focalizar, sostener la
atención en la tarea y no distraerse. La capacidad para resolver
problemas y el razonamiento lógico están bien desarrollados y
las puntuaciones en estas habilidades no parecen indicar una
afectación debido a problemas de velocidad de procesamiento
de información, al ser medidas con presión de tiempo. Muestra
vulnerabilidad a la distracción tanto con estímulos externos
como internos, es muy susceptible a la pérdida de información
y, por lo tanto, tiende a cometer errores en las conversaciones y
en la comunicación en general. El funcionamiento cotidiano se
ha visto afectado debido al hecho de que ya no tiene confianza

46
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

en sí mismo o en su ejecución, lo que se traduce en un grado


sustancial de ansiedad, así como sintomatología general de de-
presión. Su funcionamiento se basa fundamentalmente en su
capacidad para utilizar el razonamiento lógico, así como su ca-
pacidad de análisis y síntesis para poder resolver situaciones
problemáticas que le confunden.

Probablemente, las primeras reacciones al leer el texto


anterior sean de confusión y cierta molestia con su autor.
Como podemos comprobar, las frases son excesivamente
largas y con demasiados constructos y palabras técnicas en
cada una de las oraciones. Simultáneamente, se utilizan algu-
nas expresiones coloquiales tales como «agradable» y otras
poco fundamentadas, o cuyo significado es oscuro, como
puede ser el hecho de hablar de un «cerebro en desarrollo»
(en un hombre de 26 años), «distracción con estímulos inter-
nos», etc. Asimismo, se vincula información de tal forma
que induce a error, estableciendo ausalidades cuando menos
discutibles (por ejemplo, que la ansiedad y la depresión se
deben necesariamente a su baja autoconfianza y que son las
que determinan el impacto funcional) o proporcionando
información irrelevante (por ejemplo, haciendo referencia
a la presión de tiempo o la velocidad de procesamiento de
la información). Comparemos, sin embargo, el mismo caso
redactado de otra forma.

Ejemplo de informe profesional

El paciente es un varón de veintiséis años que fue derivado para


valorar su funcionamiento cognitivo y emocional actual, tras haber
sufrido un traumatismo craneoencefálico dieciséis meses antes.

47
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Mostró un rendimiento dentro de la media en medidas de funcio-


namiento intelectual general y resolución de problemas complejos.
Por el contrario, mostró dificultades significativas en tareas de
atención sostenida y concentración, así como en memoria verbal.
Presenta un cuadro afectivo en el que destacan síntomas de
depresión y ansiedad. Refiere problemas a la hora de comuni-
carse de forma efectiva con los demás, ya que tiende a malinter-
pretar señales sociales como resultado de sus procesos atencio-
nales deficitarios y su tendencia a distraerse. Parece confiar, no
obstante, en sus habilidades preservadas a la hora de afrontar
los problemas de concentración y memoria.

Autores como Hebben y Milberg (2009) proponen, en la


línea de las recomendaciones contempladas en el EPM, una
serie de máximas que todo neuropsicólogo debe considerar a
la hora de redactar un informe neuropsicológico:

• Asegurarse de que estamos reflejando las puntuacio­


nes correctas de las pruebas. No solo se debe compro-
bar que el borrador y la transcripción de las puntuaciones
no contienen erratas, sino también asegurarnos de que las
puntuaciones que se proporcionan son las adecuadas para
el objetivo del informe. En este sentido, la p ­ untuación
­directa no ofrecerá información útil por sí sola sin un mar-
co de comparación; es decir, sin una puntuación estandari-
zada o un percentil.
• Evitar palabras y jerga técnica. Utilizar un lenguaje
comprensible y aclarar los constructos que se utilizan, en
la medida de lo posible.
• Ajustar la longitud del informe a la persona que lo va
a recibir. Así como al objetivo del informe. Por ejemplo, la

48
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

extensión será diferente en una nota clínica evolutiva, un in-


forme forense exhaustivo, un screening neuropsicológico, etc.
• Incluir los datos relevantes de la historia. No obviar la
información importante que puede condicionar la evalua-
ción, como por ejemplo, la existencia de un TCE previo,
la presencia de una enfermedad mental, el uso de psicofár-
macos, etc.
• Evitar datos irrelevantes. Tanto en relación con la historia
del paciente como en el rendimiento durante la evaluación.
• Hacer una descripción física y conductual del pacien­
te. Como comprobaremos más adelante, es fundamental
incorporar una descripción de carácter cualitativo acerca
de la colaboración del paciente, su comportamiento duran-
te la evaluación, la adecuación de su vestimenta, el aspecto
físico, etc.
• Nombrar y describir las pruebas administradas, así
como su puntuación. No en todos los formatos de infor-
me será necesario, si bien es lo esperable tras una evalua-
ción neuropsicológica exhaustiva.
• Proporcionar las puntuaciones de todas las pruebas,
incluidas las que no han salido afectadas. Es necesario
caracterizar el perfil neuropsicológico del paciente, y eso
implica también describir aquellos procesos cognitivos en
los que el rendimiento es normal o superior a la media, así
como las puntuaciones neuropsicológicas que confirmen
el hallazgo.
• Considerar todas las evidencias para interpretar los re­
sultados y no solo las puntuaciones de las pruebas. Las
fuentes de información del neuropsicólogo no se limitan a
las pruebas y puntuaciones de los test, sino que la evalua-
ción cualitativa debe desempeñar también un papel crucial

49
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

en la interpretación de los resultados, aspectos en el que el


grado de experiencia del profesional cobra gran valor.
• No vincular las puntuaciones de las pruebas a la loca­
lización de la lesión. Por una parte, las pruebas neuropsi-
cológicas no valoran procesos cognitivos únicos (atención
sostenida, memoria episódica), de modo que la puntuación
en una sola prueba es insuficiente para determinar qué
proceso cognitivo se encuentra afectado. Por otra parte,
los procesos cognitivos están sustentados por redes cere-
brales por lo que vincular la puntuación de una prueba con
una región cerebral específica supone un salto inferencial
inadmisible, con independencia de las asunciones previas
acerca de cada prueba o el nombre con el que se la conozca
(por ejemplo «batería frontal»).
• Proporcionar recomendaciones específicas y útiles.
Las recomendaciones que se plasmen en el informe no de-
ben ser generales o vagas («se recomienda una asistencia en
aquellas actividades de la vida cotidiana en las que necesita
ayuda»), sino que deben aportar algo nuevo y útil a la situa-
ción del paciente, su tratamiento o el entorno.
• Describir cualquier modificación que se haya reali­
zado respecto a las pruebas y el impacto que pueden
haber tenido en la interpretación de las mismas. Por
ejemplo, debe explicarse si se ha tenido que ampliar la
hoja de respuesta debido a la existencia de un problema
visual, si se ha prescindo de los tiempos marcados en las
instrucciones de la prueba, se han adaptado los instru-
mentos de respuesta, por ejemplo el lápiz o teclado, o si
debido a la presencia de un problema sensoriomotor se
han tenido que utilizar componentes mayores en tareas
manipulativas.

50
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

3. Terminología habitual

Para cualquier persona no familiarizada con la neurop-


sicología, con cierta frecuencia los términos y constructos
neuropsicológicos pueden resultar poco claros, confusos e
incluso crípticos. La agenda visoespacial o la amplitud atencional
pueden ser conceptos muy evidentes para un neuropsicólogo,
pero totalmente ajenos para la mayor parte de los lectores
potenciales de un informe. Por no hablar de las pruebas neu-
ropsicológicas habitualmente administradas, como el TMT, el
test de Stroop o el WCST, la mayoría de ellas completamente
desconocidas fuera del ámbito neuropsicológico.
A diferencia de otros informes de corte psicológico, el
aspecto único del informe neuropsicológico es la inclusión
en él de puntuaciones de pruebas o de descripciones del ren-
dimiento del paciente en estas. Para ello, debemos tener en
cuenta, a la hora de transmitir la información, que nuestras
conclusiones se basan siempre en una comparación. Esto es,
para concluir que una determinada función está alterada o
no, debemos realizar una comparación, que puede ser de dos
tipos:

1) Normativa: se trata de una comparación psicométrica


en la que se compara el rendimiento del paciente en un
test determinado con una amplia muestra de la pobla-
ción normal con características similares en función de
la edad, nivel educativo, nacionalidad o grupo social, etc.
En general, en las diferentes pruebas se suele asumir
normalidad, esto es, la mayoría de la población tiende a
obtener puntuaciones en torno a un valor central, dismi-
nuyendo progresivamente en los extremos hacia arriba

51
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

y hacia abajo de ese valor, formando la distribución


que se conoce como campana de Gauss, por su forma
característica (figura 1). De este modo, aplicando el teo-
rema de límite central, se puede calcular la posición del
paciente en la curva a partir de su puntuación. A partir
de ahí, puede obtenerse el valor estandarizado o percentil
del paciente en esa prueba. Aquellas puntuaciones muy
extremas suelen considerarse anómalas, especialmente
cuando reflejan un mal rendimiento en la prueba.

Figura 1. Campana de Gauss

2) Individual: una comparación normativa con la pobla-


ción no proporciona información suficiente para identi-
ficar un déficit específico dentro de un mismo individuo
(Schoenberg y Scott, 2011), puesto que la gravedad de
las alterationes dependen del funcionamiento premór-
bido del paciente. Utilizar la comparación individual
requiere, por lo tanto, conocer el nivel premórbido del
paciente. Como generalmente no disponemos de infor-
mes neuropsicológicos previos, utilizamos un conjunto

52
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

de ­métodos para estimar el funcionamiento previo que


pueden fundamentarse en variables demográficas (edad,
nivel educativo, historia ocupacional), la entrevista reali-
zada a la familia y al propio paciente, así como el rendi-
miento durante la evaluación en funciones que se conoce
que son relativamente resistentes al daño cerebral o a la
edad, por ejemplo tareas de lectura de palabras, vocabu-
lario, etc. Además, el marco de comparación individual se
emplea en la evaluación de la eficacia de las intervencio-
nes y en la evolución del paciente, ya que permite esta-
blecer comparaciones intrasujeto, es decir, del paciente
consigo mismo.

Comprender el uso de un marco de referencia normati-


vo es fundamental para entender algunas de las expresiones
habitualmente utilizadas en el informe neuropsicológico
cuando se menciona el rendimiento del paciente en dife-
rentes procesos cognitivos. Es habitual que se plasmen en
el informe adjetivos o expresiones que sirven como des-
criptores del rendimiento del paciente. En este sentido, los
descriptores pueden ser categóricos, «alterado» o «no alte-
rado», si bien es frecuente cierta graduación del rendimien-
to: «leve», «moderado» o «grave». Esta graduación debe
corresponderse con una determinada puntuación estándar
o percentil en las pruebas que valoran dicho constructo
(siempre ayudado de la observación clínica), ya que juzgar
el grado de alteración en una función implica siempre una
comparación. Y esta se hace, generalmente, con el grupo
normativo del paciente.
En la tabla 1 se presenta una relación entre descriptores
frecuentes y puntuaciones centiles (Schoenberg y Scott, 2011).

53
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Tabla 1. Descriptores y referentes de percentil típicos

Descriptor Referente percentil típico

Muy superior Igual o superior al 98

Superior Entre el 91-97

Media alta Entre 75 y 90

Por encima de la media Percentil 68-82 (o algo por encima de la


media, 51)

En la media Entre 25-74. También entre 30-66

Media baja o normal-bajo Entre 16-24

Por debajo de la media Entre 16-27 (o algo por debajo de la media, 49)

En los límites normales Igual o superior al 16, aunque por debajo de


lo esperado en el sujeto

Borderline/límite Normalmente entre 6-15

Límite bajo No se emplea habitualmente; similar a


borderline

Inusualmente bajo Entre el 3-9

Extremadamente bajo Menor o igual a 2

Alterado Típico, menor que el percentil 16 (también


<=9)

Alteración leve Típico, entre 6-15 (también entre 6-9)

Alteración leve-moderada Entre 2-5

Alteración moderada Entre percentil 1-5. Más recientemente, entre


0,6 y 1,9

Alteración moderada-grave Entre 0,13 y 0,59

Alteración grave Típicamente, menor del percentil 1. Más


reciente, <=0,12

Fuente. Adaptado de Schoenberg y Scott (2011).

54
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

Cuando el marco de comparación es individual, o la valora-


ción que se realiza es más cualitativa que cuantitativa, es reco-
mendable utilizar en el informe descriptores categóricos en
términos de «alterado» o «preservado» frente a «no alterado».
No debemos perder de vista que las puntuaciones en las
pruebas neuropsicológicas no prueban la existencia de una
disfunción, pero permite rechazar al clínico la hipótesis nula,
que es que el funcionamiento en un determinado proceso
cognitivo es el normal.
Más allá de los descriptores antes señalados, en un informe
neuropsicológico es muy habitual encontrarse con expresio-
nes y frases-tipo que, aunque generalmente evidentes para
un neuropsicólogo, no lo son tanto para alguien que no esté
familiarizado con la lectura de informes neuropsicológicos.
En la tabla 2 se presentan algunas frases que se emplean habi-
tualmente junto con su significado2.

Tabla 2. Expresiones habituales que se incluyen con frecuencia en la redacción


de un informe neuropsicológico

Frase Significado

Disfunción atencional-ejecutiva Problemas en atención/concentración,


así como solución de problemas,
secuenciación, planificación,
razonamiento, insight, juicio e
inhibición. Frecuentemente asociado
a alteración en lóbulo frontal o en
circuitos fronto-estriatales.

2. Recordad que podéis consultar las recomendaciones para redactar el


informe neuropsicológico en el subapartado 2.2.

55
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Frase Significado

Por debajo de lo esperado La ejecución está alterada, si nos


basamos en el funcionamiento
premórbido del paciente (objetivado
o estimado).

Los datos no son consistentes El estudio es generalmente normal.


con la existencia de una En caso de un rendimiento alterado,
disfunción/lesión neurológica habitualmente se aporta una explicación
de que la calidad del estudio puede
ser pobre por diferentes motivos
(enfermedad psiquiátrica, esfuerzo
reducido, etc.).

Los datos son consistentes/ Hay evidencia de disfunción. Se aporta


compatibles con disfunción la naturaleza de la lesión o la etiología.
cerebral [focal, difusa o
lateralizada]

Se encontraron alteraciones Resumen de las funciones o procesos


neuropsicológicas en [atención/ alterados. Puede ir acompañado de
memoria/lenguaje/habilidades determinación de la localización de la
visoespaciales/visoperceptivas/ lesión o de la lateralización (izquierda/
funciones ejecutivas]… derecha).
… compatibles/consistentes con
disfunción/ lesión en [región
afectada]

Los datos son consistentes con Estudio normal en un sujeto que, en


lo esperado principio, no tiene identificada una
patología neurológica o psiquiátrica
con repercusiones neuropsicológicas.

Los datos son consistentes con Estudio anormal. Las quejas no son
disfunción/lesión cerebral debidas a problema psiquiátrico o
a otros factores.

El esfuerzo/implicación/atención Insuficiente esfuerzo por parte del


en la tarea fue insuficiente sujeto. La calidad del estudio puede
estar comprometida por simulación,
disimulación, trastorno somatomorfo, etc.

56
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

Frase Significado

Lenguaje Habilidades receptivas o expresivas del


lenguaje, incluye lenguaje espontáneo,
repetición, escritura, lectura y prosodia,
etc. No limitado al habla únicamente.

Memoria (y/o aprendizaje) Habitualmente referido a sistemas


de memoria declarativa, salvo que se
especifique lo contrario.

Presentes déficits Estudio anormal. Se sugiere la etiología


neuropsicológicos. Se desconoce más probable en un paciente que no
la etiología, pero la más tiene un diagnóstico hasta la fecha.
probable es [indicar]

No se han hallado déficits claros Estudio normal. Las quejas pueden ser
debidas a problemas psiquiátricos, o
a un reducido esfuerzo del paciente.

No se observan alteraciones Estudio normal.


neuropsicológicas significativas

Los resultados pueden estar Estudio normal. También puede haber


influidos por [depresión / alteraciones (generalmente leves),
ansiedad / estado de ánimo / pero claramente influidas por variables
enfermedad psiquiátrica] emocionales y motivacionales o
psiquiátricas.

La calidad del estudio es pobre, Nuevamente, puede hacer referencia


ya que [aquí descripción de por al esfuerzo del paciente, o a factores
qué consideramos que fue pobre] emocionales o psiquiátricos, como el
anterior.
La implicación en la tarea fue
[pobre/inadecuada/variable/por
debajo de lo esperado]

No se observaron signos Se enfatiza que la calidad del estudio


sugerentes de simulación o de es buena. Las alteraciones presentes
exageración de los síntomas no se deben a factores psicológicos o a
intencionalidad de falsear los resultados.

57
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Frase Significado

Posible origen psicógeno Estudio anormal. La calidad del estudio


no es buena debido a problemas
psiquiátricos o emocionales. Puede
incluir simulación.

La validez del estudio fue Se refiere a si el paciente rindió todo


[buena/adecuada/insuficiente] lo esperable (en ese caso, la validez
debido a [indicar] es buena). En caso contrario, se suele
incorporar información del entorno y
los procedimientos que pudieron afectar
adversamente a la validez del estudio,
tales como iluminación pobre, nivel de
ruido, presencia de terceras personas,
cansancio del paciente, etc.

Visoperceptivo/ Se refiere a funciones cerebrales que


Visoconstructivo/ Visoespacial permiten la percepción adecuada de
objetos, la organización visual y la
síntesis del material visual, así como ser
capaz de dibujar o reconstruir modelos
en 2 o 3 dimensiones.

Fuente. Adaptado de Schoenberg y Scott (2011).

4. Consideraciones médico-legales
en el informe neuropsicológico

La evaluación neuropsicológica se encuentra cada vez más


presente en contextos legales, tanto civiles como, en menor
medida, criminales. El informe neuropsicológico puede ser
solicitado o utilizado tanto por la parte denunciante (que puede
ser una persona física o, por ejemplo, una compañía de segu-
ros), la defensa o por el propio juez. A diferencia del contexto
clínico, en el contexto legal el objetivo del informe neuropsico-

58
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

lógico no es, o no únicamente, proporcionar información que


permita el adecuado cuidado del paciente, así como recomen-
daciones terapéuticas. Los objetivos en este contexto pueden ir
desde determinar y asignar ayudas o compensaciones económi-
cas en caso de lesiones o accidentes, determinar la capacidad
del individuo evaluado para gestionar aspectos relevantes de
su vida, su capacidad para reincorporarse al mundo laboral,
o determinar la imputabilidad o responsabilidad en casos de
conducta criminal.

Así pues, una diferencia importante entre el clínico y


el forense es que el clínico trata de ayudar al paciente,
mientras que el forense ayuda al esclarecimiento de la
verdad (Verdejo y cols. 2004).

En la tabla 3 se describen los campos de aplicación más


frecuentes de la evaluación neuropsicológica forense.
A la hora de redactar un informe neuropsicológico es
aconsejable partir del supuesto de que dicho documento
puede terminar, tarde o temprano, en un proceso de carác-
ter legal, incluso aunque finalmente no sea así. En algunos
casos, el neuropsicólogo recibirá una petición expresa de
realizar una evaluación y elaborar un informe con un obje-
tivo forense, pero con frecuencia eso no será así, sino que
el informe terminará en algún momento en un proceso
judicial, habitualmente por un asunto de indemnizaciones
aunque no haya sido solicitado por dicho motivo (por ejem-
plo, tras un TCE).

59
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Tabla 3. Campos de aplicación habituales de la evaluación neuropsicológica


forense

Ámbito legal Aspecto concreto

Derecho civil Incapacitaciones civiles, parciales o totales.

Derecho laboral Asuntos relacionados con incapacidades laborales


permanentes.

Valoración del Valoración de las secuelas neuropsicológicas que


daño corporal tengan un impacto sobre la funcionalidad del
individuo. Determinación de compensaciones
económicas.

Derecho de Valoración de las secuelas neuropsicológicas que


la circulación tengan un impacto sobre la conducción.

Derecho penal Investigación de la responsabilidad criminal en


un hecho delictivo.

Como hemos mencionado en repetidas ocasiones, el


informe neuropsicológico debe ser lo más objetivo posible,
y la información que contiene debe constituir la hipótesis
que consideramos más probable acerca del comportamiento
de la persona evaluada. Así pues, debemos ser capaces de
defender con el mejor criterio científico y clínico todo lo
expuesto en el informe, incluso y precisamente más, cuando
sea delante de un juez, fiscal o abogado. En este sentido, es
fundamental la cautela, y no ir más allá de los datos o de la
literatura existente a la hora de extraer conclusiones en rela-
ción con el funcionamiento actual o esperado del paciente.
Asimismo, se debe evitar dar la impresión de confiar en
exceso en un único dato, como puede ser en una determina-
da alteración o una prueba concreta, y tener en cuenta todo
el funcionamiento del paciente, anómalo o no, a la hora de
redactar el informe.

60
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

Debemos tener en cuenta que, mientras que la realidad


neuropsicológica es probabilística, la realidad legal es con
frecuencia categórica. Así, en la evaluación neuropsicoló-
gica plasmada en el informe neuropsicológico, reflejamos
alteraciones que pueden tener un efecto, mayor o menor,
sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana del paciente,
desde el desempeño en un trabajo a su capacidad para tomar
decisiones. Los síntomas pueden ser inestables y pueden
existir otras variables contextuales (familiares, sociales, emo-
cionales, motivacionales, relacionadas con la enfermedad,
etc.) que median el desempeño final del paciente, de ahí
que las relaciones causales claras sean difíciles de establecer.
Mientras, en el ámbito legal es necesario establecer cate-
gorías con límites claros: el paciente tiene un determinado
porcentaje de minusvalía, percibe una pensión determinada
debido a su discapacidad o puede o no puede testificar en
un juicio. El informe neuropsicológico debe, por tanto,
traducir la realidad neuropsicológica a la realidad legal de la
manera más clara y objetiva posible, pero también cautelosa,
planteando la hipótesis que sea más probable y, por lo tanto,
más defendible.

4.1. Aspectos relacionados con la capacidad de toma


de decisiones y la competencia

El Código Civil establece en el artículo 200 que

«son causas de incapacidad las enfermedades o deficiencias físi-


cas o psíquicas que impidan a una persona gobernarse por sí
misma».

61
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Así pues, en el contexto legal, la competencia de un


paciente para tomar decisiones se aborda de forma categórica
(puede o no puede, y en qué ámbitos concretos) y es decidida
por un juez. Por el contrario, el resultado de la evaluación
reflejado en el informe neuropsicológico puede proporcio-
nar opiniones fundamentadas sobre la capacidad de toma de
decisiones del individuo, el grado de compromiso de dicha
capacidad y los ámbitos de la vida cotidiana en los que la
afectación es mayor, es decir, rara vez se aborda como una
cuestión absoluta.
Así pues, el neuropsicólogo puede orientar sobre la capaci-
dad para tomar decisiones en diferentes contextos, tales como
el judicial, el médico (como la decisión de aceptar o rechazar
ciertos tratamientos) o el financiero (relacionado con el mane-
jo de dinero y de bienes), teniendo en cuenta el impacto de los
factores cognitivos, conductuales y emocionales.
Muchos pacientes pueden tener preservada la capacidad para
comprender la situación, decidir qué desean y qué no, razonar
y resolver problemas recuperando los contenidos necesarios de
la memoria para tomar la decisión más ajustada en una deter-
minada situación. Sin embargo, algunos pacientes pueden tener
una reducida conciencia de sus dificultades cognitivas lo que les
impide apreciar el alcance de las limitaciones en su vida cotidiana
y tener una proyección de futuro ajustada, repercutiendo direc-
tamente en su capacidad de toma de decisiones. Por otro lado,
algunos pacientes son perfectamente capaces de comprender la
implicación de sus decisiones en su vida cotidiana, pero debido
a problemas cognitivos (como graves problemas de atención
o memoria), requieren de la ayuda de una tercera persona para
asistirle en, por ejemplo, decisiones médicas o legales. Por lo
tanto, en el informe neuropsicológico debe reflejarse de forma

62
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

clara e inequívoca cómo la afectación neuropsicológica influye


sobre las capacidades necesarias para gobernarse a uno mismo
en distintos contextos, teniendo en cuenta que se trata de una
hipótesis que debe estar fundamentada en los datos obtenidos
durante la evaluación, así como en la literatura.

A continuación se enumeran dos ejemplos de formulaciones en


el informe apropiadas desde el punto de vista forense:

• «la capacidad de conducción y el juicio de seguridad del


paciente pueden verse comprometidos debido a los proble-
mas en… [funciones cognitivas afectadas]».
• «si bien el paciente es capaz de comprender situaciones
complejas, expresar intenciones y deseos, y planificar los
pasos necesarios para la consecución de sus objetivos, la
reducida conciencia de los déficits derivada de la lesión ce-
rebral, puede influir en su capacidad para tomar decisiones
en el ámbito médico, como pudiera ser el rechazo del trata-
miento recomendado».

Así, en la incapacitación legal, el informe neuropsicológico


deberá ayudar a determinar si el sujeto es capaz de gobernarse
por sí mismo en determinados ámbitos de su vida, determi-
nando si la condición es o no persistente, y estableciendo o
rechazando una conexión causal entre la enfermedad (neuro-
lógica o psiquiátrica) y la capacidad legal.
La capacidad para testar (testificar) es otro ámbito en el
que el informe neuropsicológico puede ser relevante. En este
sentido, puede ayudar a determinar que la persona lo realiza
en su cabal juicio, teniendo las capacidades cognitivas necesa-
rias para ello. Por ejemplo, es fundamental saber si una perso-

63
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

na posee las capacidades mnésicas necesarias para evocar un


determinado acontecimiento de manera fidedigna.
Por último, y relacionado con el derecho penal, se puede
evaluar la capacidad del individuo para afrontar un juicio,
determinar la responsabilidad o imputabilidad criminal, la
necesidad de recibir tratamiento, la vigilancia penitenciaria,
etc. Normalmente, el peritaje se realizará cuando existan pro-
cesos neurodegenerativos o secuelas cognitivas crónicas, pero
también en estados transitorios como cuadros de intoxicación
o episódicos amnésicos.

4.2. Aspectos relacionados con las habilidades


funcionales

Como se ha mencionado anteriormente, la evaluación


neuropsicológica es crucial para determinar el desempeño de
muchas habilidades funcionales en el paciente afectado por
una enfermedad o lesión neurológica. Entre estas habilida-
des podemos incluir las actividades básicas de la vida diaria
(vestido, alimentación, higiene, toma de medicación, etc.) y
las instrumentales (uso de transporte, manejo de dinero y
compras, etc.), así como la incorporación laboral o académi-
ca, entre otras.
Las alteraciones cognitivas, conductuales y emocionales
pueden tener un impacto significativo en el desempeño de
estas actividades, así como en la familia y en su red de apoyo,
dentro del contexto específico de cada paciente. Además, con
cierta frecuencia el principal objetivo de la evaluación neurop-
sicológica será determinar el impacto de dichas alteraciones
sobre la vida cotidiana del individuo evaluado. Por tal motivo,

64
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

en el informe deberán abordarse todas estas cuestiones de


una forma directa y clara, siempre apoyándose en los datos
de la evaluación.
Existen leyes y baremos que conforman los sistemas de
valoración en los casos de daños y perjuicios causados a las
personas en diversas situaciones, como accidentes de cir-
culación (Ley 35/2015, RD 1971/1999), que convierten la
disfunción y la discapacidad halladas en puntos, que a su vez
se traducen en percepciones de pensiones o reconocimiento
de incapacidades y minusvalías. Así pues, en este sentido,
el informe neuropsicológico debe reflejar el impacto de las
alteraciones cognitivas, emocionales y conductuales sobre las
actividades funcionales (incluido el ámbito laboral) de modo
que ayude a determinar las secuelas y a decidir si es adecuada la
concesión de una incapacidad laboral permanente, y qué tipo
de incapacidad: parcial, total o absoluta, con la implicación en
cuanto a ayudas y recursos que suponen estas decisiones.
Un porcentaje de las personas que han sufrido un TCE
leve (GCS 13-15) experimentan, pasado un tiempo, una tría-
da de síntomas somáticos (cefaleas, tinnitus, sensibilidad a la
luz o al ruido, fatiga…), emocionales (bajo estado de ánimo,
irritabilidad…) y cognitivos (problemas de atención, memo-
ria…) conocido como síndrome posconmocional. El impacto fun-
cional de dichas alteraciones sobre la vida cotidiana puede ser
significativo, llegando incluso a afectar a la reincorporación
laboral o académica. Además, las características elusivas de
este síndrome, que se puede confundir con otras patologías,
como, por ejemplo, depresión y que con frecuencia no se
objetiva en la neuroimagen, hace necesario un peritaje para
determinar posibles indemnizaciones o ayudas, y diferenciar
estos casos de los casos de simulación.

65
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

La simulación hace referencia a la producción intencionada


y voluntaria de síntomas tanto físicos como psicológicos fal-
sos o exagerados, con el fin de alcanzar u obtener incentivos
de tipo externo (APA, 1994). Es importante tener en cuenta
que algunos estudios revelan que hasta un 30-40 % de los
individuos que son evaluados en el contexto de una demanda
por lesiones o una indemnización pueden fingir síntomas
(Muñoz-Céspedes et al. 2001). En la evaluación neuropsi-
cológica existen algunas pruebas específicas para detectar
simulación, si bien suele ser la evaluación en su conjunto,
detectando síntomas cognitivos inconsistentes o excesiva-
mente inestables, la que permite al neuropsicólogo establecer
un adecuado diagnóstico diferencial.
En este sentido, se vuelve a insistir en la necesidad de
que el informe neuropsicológico sea lo menos ambiguo
posible, se base en datos objetivables, pero no únicamen-
te puntuaciones de tests, y formule de forma tentativa la
mejor hipótesis posible a partir de los datos con los que
se cuenta, evitando realizar aseveraciones excesivamente
categóricas.

Por ejemplo, es conveniente evitar expresiones como: «los resul-


tados neuropsicológicos muestran un claro intento de simula-
ción de síntomas…». Se han de emplear mejor expresiones
como: «Los resultados neuropsicológicos muestran inconsisten-
cias que no pueden ser explicadas únicamente a partir de la
­lesión sufrida…» o «La validez del estudio neuropsicológico
puede haberse visto comprometida por factores de origen psicó-
geno (por ejemplo, emocionales, beneficio secundario, etc.),
como sugiere el hecho de que…».

66
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

En ocasiones, se solicita un informe neuropsicológico que


permita dilucidar hasta qué punto un paciente puede tener
comprometida la capacidad de conducción de vehículos tras una
lesión neurológica (por ejemplo, un ictus) u otra condición
que pueda afectar al funcionamiento del sistema nervioso
central (ej.: enfermedad mental, envejecimiento).
La conducción es una habilidad compleja que depende de
múltiples capacidades cognitivas y físicas, pero también emo-
cionales. Si bien es difícil establecer una clara relación causa-
efecto, algunos autores apuntan a que la velocidad de proce-
samiento de la información, las habilidades visoespaciales y
la memoria están relacionadas con los errores de seguridad
durante la conducción (Anderson et al. 2012).

5. Consideraciones en la redacción de informes


neuropsicológicos pediátricos

La evaluación neuropsicológica en edades infantiles y juve-


niles tiene unas características específicas y muestra algunas
diferencias frente a la valoración en personas adultas. Por tal
motivo, el informe neuropsicológico en estas edades también
difiere en cuanto a la estructura y exposición de los datos,
conclusiones y recomendaciones.
Existen varias razones que hacen distintiva la neuropsico-
logía infantil frente a la llevada a cabo en población adulta.
Tal y como indica Portellano (2007), entre ellas podemos
mencionar:

67
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

• El cerebro infantil todavía está en proceso de desarro-


llo, al contrario del sujeto adulto. Este hecho provoca
que en muchos casos haya funciones cognitivas en pro-
ceso de adquisición o desarrollo, con lo que una lesión
cerebral en estas edades puede dar lugar a dificultades,
retrasos o ausencia de su manifestación de alguna fun-
ción en la edad que correspondería por desarrollo en po-
blación normal.
• El nivel premórbido en el adulto predice mejor la recu-
peración futura que en edad infantil. Este hecho es muy
relevante para definir las secuelas y el pronóstico a medio-
largo plazo, así como para definir las medidas compensa-
torias que necesitará el niño en un futuro.
• La neuroplasticidad, existente en mayor medida en el ce-
rebro infantil que en el adulto, puede dar lugar a la idea de
que una lesión cerebral sufrida en un niño tiene una mayor
probabilidad de recuperación. Esto en muchos casos debe
tomarse con cautela, ya que otras variables como el tipo de
lesión, las estructuras afectadas, el tamaño de la lesión o la
edad en el momento de sufrirla pueden dar lugar a efectos
contrarios a los esperados. En este sentido es importante
tener en cuenta que las lesiones sufridas durante el primer
año de vida pueden provocar alteraciones severas y esta-
bles a largo plazo.

Al igual que ocurre con adultos, la evaluación no debe


limitarse únicamente a la administración de pruebas, sino
que en la mayoría de los casos es necesario recurrir a otras
medidas tales como la observación directa en los diversos
entornos del niño (colegio, casa, sesiones de trabajo median-

68
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

te el juego), el uso de escalas y cuestionarios, la entrevista


con diferentes personas relevantes del entorno del niño
(profesorado, padres, etc.) o la información recogida en la
historia clínica (gestación de la madre, hitos del desarrollo,
antecedentes familiares, rendimiento académico, etc.). En
este sentido, en esta población cobra mucha relevancia el
conocimiento de la historia clínica desde el momento de la
gestación, parto, primeros meses de vida, presencia de alte-
raciones sensoriales de algún tipo y de las edades en las que
se han ido adquiriendo los principales hitos del desarrollo
(tabla 4). Asimismo, es necesario identificar otras variables
relevantes que pueden interferir en la evaluación y condicio-
nar los resultados, tales como el nivel de comunicación del
niño (capacidad de expresión, fluidez verbal, expresión emo-
cional), colaboración durante la sesión, fatigabilidad (mayor
en general que en el adulto), distractibilidad, alteraciones
conductuales, etc. Estos últimos datos pueden ser incluidos
en el apartado de conducta durante la exploración del infor-
me neuropsicológico.
En algunas ocasiones, el motivo de consulta será similar
al descrito en población adulta. La primera voz de alarma
suele proceder de los centros escolares, servicios de pediatría
o del entorno familiar, en el momento en el que detectan,
por ejemplo, dificultades en la adquisición de determinados
conocimientos, habilidades o problemas para alcanzar los
principales hitos del desarrollo, o por la presencia de altera-
ciones de conducta que interfieren en los diferentes ámbitos
del niño y que no pueden explicarse por inadecuadas pautas
de crianza.

69
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Tabla 4. Principales datos que incluir en el apartado historia clínica en pediatría

Historia clínica en pediatría

Embarazo Dificultades relevantes durante el embarazo.

Parto Semanas de gestación, tipo de parto, complicaciones etc.

Desarrollo Motor, lenguaje, juego simbólico, interacción social, etc.

Dificultades sensoriales (vista, oído), antecedentes médicos


Historia médica (intervenciones quirúrgicas, tratamientos farmacológicos,
tratamientos psicológicos, psiquiátricos previos etc.).

Antecedentes Antecedentes médicos familiares, existencia de alguna


familiares patología con afectación del SNC en la familia.

Escolarización, curso académico, cambios de centros


escolares, adaptación, rendimiento escolar en las
Historia escolar
diferentes asignaturas, necesidad de adaptaciones o
dictamen de necesidades educativas especiales (NEE).

Sociabilidad Interacción con el adulto y con sus iguales.

Estilo de crianza llevado a cabo por los padres


Pautas de
(permisivo, democrático, autoritario), uso de refuerzos
crianza
o castigos, etc.

Estructura Analizar la estructura familiar, convivencia en el hogar,


familiar y figuras de apego principales, etc.
convivencia

Indicar la existencia de dificultades familiares relevantes:


Historia familiar divorcios, defunciones, adopciones, convivencia con
personas distintas a los progenitores, etc.

Fuente: modificado de Enseñat, Roig y García (2015).

Los motivos de consulta más frecuentes en edad escolar,


incluidos los ya comentados, son:

• Existencia de dificultades de aprendizaje, retraso madurati-


vo, problemas escolares o alteraciones conductuales.

70
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

• Valoración y asesoramiento sobre el rendimiento cognitivo


y las adaptaciones metodológicas necesarias para poder es-
tar escolarizado en un entorno normalizado.
• Aportar información relevante para el establecimiento de
un diagnóstico en determinadas alteraciones del desarrollo,
cuya diferencia viene determinada en parte por el rendi-
miento cognitivo y la evolución de la afectación (trastorno
por déficit de atención, trastorno del espectro autista, dis-
lexia, trastorno del aprendizaje no verbal, trastornos gene-
ralizados del desarrollo, discalculia, etc.).
• Analizar las consecuencias de determinadas lesiones ce-
rebrales adquiridas con afectación en el sistema nervioso
central (traumatismos craneoencefálicos, hemorragias ce-
rebrales, tumores cerebrales, epilepsia, etc.).

Todo lo comentado hasta el momento justifica la nece-


sidad de adoptar un enfoque distinto en la valoración en
población infantil, así como considerar las diferencias en el
diseño de los apartados del informe neuropsicológico, que se
expondrán pormenorizadamente en el apartado «Estructura
habitual del informe neuropsicológico».
En la valoración neuropsicológica infantil, la detección
temprana de posibles disfunciones cognitivas, así como el
análisis del modo en el que interfiere en el ámbito escolar,
familiar y social resulta de vital importancia. Esto hace que
no solo la realización de una adecuada y completa valoración
neuropsicológica sea necesaria, sino también la transmisión
apropiada al familiar de los déficits que presenta el niño, las
implicaciones que conllevan en su funcionamiento diario y
escolar, así como las recomendaciones necesarias para inten-
tar minimizar el impacto o mejorar el rendimiento en diferen-

71
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

tes aspectos. Todo ello es posible únicamente a través de un


informe neuropsicológico exhaustivo y de calidad.
Las habilidades imprescindibles que se deben valorar en
población infantil se detallan en la tabla 5.

Tabla 5. Habilidades imprescindibles que se deben valorar en población infantil

Se incluyen todos los aspectos que observemos en un


primer momento, así como durante todo el proceso
Conducta durante
de valoración: iniciativa, interacción, intención
la exploración
comunicativa y modo de comunicación, relación con
el adulto, conducta durante el juego, etc.

Se incluyen los índices de las distintas baterías,


ya sea de inteligencia, memoria o cualquier
otra batería general, tales como el índice de
Habilidades
comprensión verbal, índice de razonamiento
cognitivas generales
perceptivo, índice de memoria de trabajo o índice
de velocidad de procesamiento. Todo ellos están
incluidos en la Escala de Inteligencia Wais.

Motricidad, percepción y praxias, habilidades no


Habilidades
verbales, lenguaje, atención, memoria y funciones
cognitivas específicas
ejecutivas.

Habilidades Lectura, escritura y cálculo.


académicas

Sintetizar los aspectos más relevantes de los


Resumen y apartados previos, indicando tanto las habilidades
recomendaciones alteradas como los puntos fuertes en los que
podemos apoyar nuestra intervención

Deberemos, por lo tanto, ser extremadamente cuidadosos en


la descripción de los resultados y las implicaciones ­funcionales
que las limitaciones encontradas tienen en la vida del niño, así
como finalizar con una serie de breves y claras recomendacio-
nes relacionadas con todos los ámbitos que competen al niño
(familiar, escolar, social).

72
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

En la tabla 6 se enumeran los apartados fundamentales


que consideramos indispensables en un informe neuropsico-
lógico en población infantil.

Tabla 6. Apartados generales de un informe de valoración neuropsicológica


infantil

Apartados

Datos personales Nombre completo, nombre del padre y de la madre,


y fecha de fecha de nacimiento (años/meses), lugar de nacimiento,
evaluación domicilio, persona de referencia y contacto.

Curso escolar actual, colegio, tutor y datos de


contacto. Se debe indicar si existen medidas de apoyo
Escolarización
escolar (NEE, repetición de algún curso, cambio de
centro escolar, etc.) y fecha de implantación.

Explicitar si procede de una derivación médica o


Motivo de
por parte de otro profesional, derivado por el centro
consulta
escolar o por iniciativa de los padres.

Historia clínica Véase tabla 8.

Debe incluir valoración cognitiva, conductual y


Valoración
emocional, así como de la lateralidad, motricidad y de las
neuropsicológica
habilidades escolares básicas: lectura, escritura, cálculo.

Es importante describir el modo en el que se comporta


el niño durante la exploración, así como detallar
Conducta cualquier otro aspecto que consideremos importante,
durante la comportamiento con los padres, en ausencia de ellos,
exploración el modo en el que se enfrenta y resuelve las tareas,
persistencia ante los fallos o abandono, tolerancia a la
frustración, etc.

Redactado para cada una de las funciones cognitivas,


Resultados conductuales y emocionales valoradas, así como sobre
las habilidades escolares.

En este apartado es importante indicar la relación


Conclusiones entre los déficits encontrados, si los hubiera, y el
motivo de consulta por el que acude a valoración.

73
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Apartados

En este apartado es importante, en ocasiones,


indicar recomendaciones para el centro escolar que
Recomenda- puedan contribuir en el dictamen de necesidades de
ciones apoyo o modificaciones del currículo escolar en caso
de ser necesario, así como pautas específicas para la
familia.

Es recomendable, aunque no imprescindible,


Anexo:
aportar la relación de pruebas administradas así
Resultados de
como los resultados baremados obtenidos, para
las pruebas
poder contrastarlos si se procede a nueva valoración
neuropsicológicas
transcurrido un tiempo.

6. Formatos de informe neuropsicológico

El formato específico del informe neuropsicológico es


muy variable y depende de factores que se han comentado
anteriormente, como el objetivo original de la evaluación
neuropsicológica, el destinatario del informe y el motivo o
intención de este. No obstante, también las características
de la institución en la que se trabaja y las propias preferen-
cias y características personales del neuropsicólogo influi-
rán en el formato que adopte el informe, además de en su
redacción.
El formato específico del informe determinará también
su extensión, que puede ir desde una nota de una página o
menos a informes exhaustivos de más de diez páginas de
extensión. En líneas generales, podemos hablar de al menos
cuatro formatos de informe diferentes (tabla 7):

74
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

Tabla 7. Formatos de informes neuropsicológicos

Tipo de
Objetivo
Informe

Narrativo extenso Presentación de forma extensa del funcionamiento


neuropsicológico de un paciente. Con frecuencia, el
contexto es forense o académico.

Narrativo breve Exposición de los resultados de la evaluación


neuropsicológica de forma concisa y con fines muy
concretos (ej.: establecer la línea base de un paciente
que va a recibir rehabilitación, establecer un diagnóstico,
etc.). Muy frecuente en el entorno médico, en el que se
aportan también informes de otras especialidades.

Carta Comunicación escrita y generalmente breve,


parcialmente formal, en la que se comunica a otro
profesional la situación neuropsicológica de un paciente,
intentando responder a una duda concreta.

Nota clínica Informe, generalmente de uso interno, en el que se


reflejan los cambios y avances del paciente, así como
la aparición de síntomas nuevos, generalmente en el
contexto de un proceso de rehabilitación.

1) Narrativo extenso: se trata del informe más extenso y


formal. En este formato se presentan de forma pormenori-
zada los datos extraídos de la evaluación y las conclusiones.
Generalmente, se describen todas las pruebas neuropsicoló-
gicas utilizadas y se detallan todos sus resultados. En ocasio-
nes, estos pueden presentarse, además de numéricamente,
en una gráfica en la que se plasma, por áreas, el rendimiento
neuropsicológico del paciente. Es el formato típico de un
informe de tipo forense o de naturaleza académica.
2) Narrativo breve: en este caso, se reduce substancialmente
la descripción de los resultados. Los datos de la evaluación

75
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

se suelen presentar de forma concisa, en ocasiones con


frases breves y directas, por ejemplo: «atención sostenida:
gravemente alterada». Se suele dedicar un espacio mayor a
las conclusiones y a las recomendaciones, que son la parte
nuclear de estos informes. Se trata del tipo de informe más
habitual en entornos médicos, como plantas de neurología
o unidades de neurorrehabilitación.
3) Carta: en entornos sanitarios, no es extraño enviar una carta
física o, más comúnmente, un correo electrónico al destina-
tario del informe, o a otro profesional que lo solicita con
la debida autorización. En este formato, de carácter menos
formal, se hace un resumen de las alteraciones neuropsicoló-
gicas presentes en el paciente, así como de las c­ onclusiones
o recomendaciones asociadas. Suele hacer referencia, y en
ocasiones acompañar, a un informe más amplio.
4) Nota clínica: se trata de un formato de informe muy fre-
cuente en ámbitos hospitalarios. A priori, suele ser de uso
interno en una institución (por ejemplo, en una unidad de
rehabilitación del daño cerebral adquirido), siendo la nota
clínica más frecuente la nota evolutiva. En esta, se detalla
la evolución del paciente, describiendo de forma concisa
los cambios que se hayan producido en un periodo deter-
minado de tiempo y anotando información neuropsicoló-
gica relevante. A continuación se describen dos ejemplos
de nota clínica:

Ejemplo de nota clínica 1

«Desde el punto de vista neuropsicológico, se ha observado una


mejora significativa en la atención sostenida y se ha reducido la
fatigabilidad. En la actualidad, el paciente puede permanecer

76
© Editorial UOC Capítulo II. Características generales del informe…

más de media hora realizando una actividad exigente a nivel


cognitivo».

Ejemplo de nota clínica 2

«En los últimos días, ha aumentado la frecuencia de conductas


disruptivas (por ejemplo gritos, oposicionismo en fisioterapia,
comentarios hostiles hacia el personal, etc.). Dicho empeora-
miento podría ser atribuido a…».

Mención aparte merece la llamada entrevista de devolución.


Como en otros ámbitos de la psicología o la medicina, por
entrevista de devolución entendemos el proceso estructurado
o semiestructurado por el cual, una vez concluida la evalua-
ción, se le comunican al paciente los resultados de esta y qué
significado tienen. En este sentido, se trata de un quinto for-
mato de informe neuropsicológico que se caracterizaría por
realizarse en modalidad oral, con todo lo que ello supone para
el registro que debe usar el neuropsicólogo.
La entrevista de devolución no sustituye al informe neu-
ropsicológico escrito, sino que con frecuencia actúa como
complemento de este, como una forma de traducir el informe
a un lenguaje más accesible para el paciente y sus allegados,
y con la posibilidad de que aclaren dudas y participen activa-
mente en el proceso.
Debe tenerse en cuenta que la entrevista de devolución es,
en cierto modo, una sesión de psicoeducación para el pacien-
te y allegados. Así pues, es necesario poner en práctica tanto
las capacidades didácticas del profesional (no es raro que el
neuropsicólogo presente puntuaciones y gráficas para apoyar
sus argumentos), las habilidades terapéuticas (por ejemplo,

77
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

escucha activa, empatía) y los conocimientos relacionados


con la transmisión de información de malas noticias (como
sucede en ocasiones) y el consiguiente abordaje de situaciones
emocionales complicadas. Todos estos aspectos, no obstante,
se encuentran más allá del objetivo de este material, pero se
invita al estudiante a indagar en la literatura.

78
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

Capítulo III
Estructura del informe neuropsicológico

La organización de un informe neuropsicológico no tiene


por qué seguir una enumeración de apartados rígidos, sino
que estos deben adquirir una estructura flexible y deben
adecuarse a los objetivos que se persigan con la elaboración
del informe neuropsicológico. En la literatura existen pro-
puestas de diversos autores que han ido definiendo lo que
consideran apartados imprescindibles en un informe neurop-
sicológico (Klopfer, 1960; Maloney y Ward, 1976; Fernández
Ballesteros, 1999; Cohen y Swerdlik, 2001), recomendaciones
recogidas en la propuesta de cómo elaborar un informe neu-
ropsicológico que presentamos a continuación.

Es imprescindible que el informe neuropsicológico


refleje fielmente el estado cognitivo, conductual y
emocional de la persona valorada y que el profesional
sepa transmitirlo con un lenguaje técnico a la vez que
comprensible para cualquier otro profesional al que se
le haga llegar el documento.

En la tabla 1 se detallan los apartados esenciales que deben


incluirse en un informe neuropsicológico estándar.

79
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Tabla 1. Apartados esenciales de un Informe neuropsicológico

Apartados generales

1. Datos personales

2. Fecha de evaluación

3. Motivo de consulta

4. Historia clínica

5. Evaluación neuropsicológica (incluyendo las pruebas aplicadas)

6. Conducta observada durante la exploración

7. Resultados

8. Conclusiones

9. Recomendaciones

10. Anexos: Resultados numéricos de las pruebas aplicadas

Salvo los dos últimos apartados, que no siempre aparecen,


el resto de los que figuran en la tabla deben ser incluidos
siempre en un informe neuropsicológico. El apartado de
«recomendaciones» no será necesario en todos los infor-
mes (por ejemplo, en las notas evolutivas o en los informes
forenses), mientras que incorporar los datos numéricos de
las pruebas, si bien deseable, no en todos los casos es nece-
sario; sí lo es, por ejemplo, en un informe de tipo forense o
en uno orientado a la investigación, con el fin de facilitar la
replicabilidad y dar más peso a los argumentos. Por otra parte,
cualquier otro dato relevante y relacionado con el motivo de
consulta y objetivos de la valoración deben incluirse en el
informe. A continuación se describen cada uno de los apar-
tados en profundidad.

80
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

1. Datos personales

En este apartado solo deben incluirse aquellos datos que


se consideren relevantes para la evaluación neuropsicológica
y la elaboración del informe. Una descripción especialmente
extensa y detallada puede llegar a confundir, distraer y frustrar
al lector. Los datos personales básicos que deben ser inclui-
dos en el informe hacen referencia al nombre del paciente,
género, fecha de nacimiento, edad en el momento de la valo-
ración, dominancia manual, años de escolaridad, ocupación
laboral, datos de contacto, así como el grupo étnico al que
pertenece, en caso de que se considere necesario (tabla 2).

Tabla 2. Datos personales principales que deben incluirse en el informe


neuropsicológico

Datos personales

Nombre:

Fecha y lugar de nacimiento:

Edad:

Escolaridad:

Dominancia manual:

Ocupación:

Personas/s de referencia:

Teléfonos de contacto:

Dirección:

Aficiones:

Estructura familiar:

81
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Cabe destacar que en ocasiones el informe neuropsico-


lógico forma parte de un informe más general de rehabilita-
ción, en el que también figuran las secciones de otras áreas
como fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, enferme-
ría y medicina (general o interna, rehabilitadora, psiquiatría
o neurología, generalmente) entre otras posibles. En estos
casos, la sección de datos personales puede no aparecer
en el informe neuropsicológico, pero sí en el documento
general.

2. Fecha de evaluación

Es imprescindible indicar siempre la fecha en la que se


llevó a cabo la evaluación con el fin de poder analizar y
enmarcar la situación neuropsicológica del paciente desde
la fecha de valoración, o para poder comparar entre dis-
tintas evaluaciones realizadas a lo largo del tiempo (por
ejemplo, en el caso de una demencia, o de un paciente con
daño cerebral adquirido en proceso de rehabilitación). Es
fundamental tener en cuenta que el tiempo de evolución de
la lesión es un factor determinante, tanto en el pronóstico
como en relación con las alteraciones esperadas y su impac-
to funcional.

Por ejemplo, no es lo mismo valorar al paciente un mes después


de la lesión (fase aguda o subaguda) que pasados dos años. En
este último caso, se podría inferir que buena parte de las altera-
ciones reflejadas en el informe serían secuelas crónicas.

82
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

Así pues, indicar claramente la fecha de la evaluación facili-


ta al lector la comparación y la estimación de la fase evolutiva
en la que se encuentra el paciente en el momento en el que
ha sido valorado.
También es importante indicar el número de sesiones
de evaluación y la duración de estas, en caso de que no se
pudiera completar la valoración en una única sesión. En
este sentido, es necesario tener en cuenta que en ocasiones
la valoración debe realizarse a lo largo de varios días, debido
fundamentalmente a la presencia de fatiga y a la imposi-
bilidad, por ello, de llevar a cabo una valoración objetiva
extensa. Por otro lado, la evaluación pudo realizarse en una
fecha específica y emitirse el informe semanas después, con
lo que este aspecto debe ser contemplado, consignando
tanto la fecha de evaluación como la fecha de elaboración
del informe.

3. Motivo de consulta

El apartado de datos personales suele ir seguido por el


motivo de consulta que ha conllevado la necesidad de una
evaluación neuropsicológica. El motivo por el cual el paciente
o su familiar demanda una valoración neuropsicológica, o por
el que es derivado por otros profesionales. El motivo de con-
sulta puede ser muy heterogéneo, por lo que es fundamental
detallar quién realiza la demanda o derivación y las causas que
llevaron a solicitar dicha valoración.

83
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Ejemplo de motivo de consulta de un caso de traumatismo


craneoencefálico

En el caso de personas que han sufrido un traumatismo craneo-


encefálico, por ejemplo, se suelen describir algunos datos acerca
del TCE, como la causa, la gravedad inicial (generalmente me-
dido con la escala de Glasgow), la duración del coma y la posi-
ble presencia y duración de amnesia postraumática. También es
habitual incorporar un resumen de los hallazgos encontrados
mediante técnicas de neuroimagen (generalmente, una tomo-
grafía axial computarizada, TC).

Ejemplo de motivo de consulta de un caso de posible


demencia

Por otra parte, si el motivo de consulta es la evaluación de una


posible demencia, suelen incorporarse las observaciones de la
familia en cuanto a cambios conductuales o funcionales en los
últimos meses/años, ya que esto puede guiar la evaluación y
orientar el diagnóstico.

En este sentido, es importante observar, analizar y anotar


diferentes aspectos de cara a la interpretación posterior de
la valoración, tales como si acude solo o acompañado a la
consulta o si conoce y comenta por él mismo el motivo que
le ha llevado a la consulta de un neuropsicólogo. Recordemos
algunos de los motivos de consulta más frecuentes:

• Quejas de empeoramiento en una o más funciones cogniti-


vas por las que el propio paciente, un familiar o un especia-

84
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

lista solicita una valoración con el fin de objetivar la posible


existencia de un deterioro cognitivo.
• Valoración de los déficits cognitivos tras un daño cerebral
adquirido (traumatismo craneoencefálico, tumor cerebral,
accidente cerebrovascular, etc.) con el fin de diseñar un
programa de rehabilitación individualizado y poder com-
parar posteriormente la eficacia de la intervención neurop-
sicológica.
• Valoración de la eficacia o de los posibles efectos secunda-
rios de un tratamiento farmacológico sobre alguna patolo-
gía específica, por ejemplo, la enfermedade de Parkinson o
la epilepsia.
• Valoración de las consecuencias posquirúrgicas en enfer-
medades que requieren una intervención quirúrgica, como
algunas epilepsias farmacorresistentes o tumores cerebra-
les operables.
• Valoración forense de las alteraciones derivadas de una le-
sión adquirida, o de otro tipo de enfermedad neurológica,
que permanecen como secuelas estables, con el fin de poder
establecer el nivel de dependencia funcional del paciente.

Ejemplo del apartado «Motivo de la consulta»

«Acude a la unidad de daño cerebral derivado por neurología de


su hospital universitario de referencia tras sufrir un traumatismo
craneoencefálico severo (GCS:4) el día 15/04/2018. Se solicita
valoración de las secuelas cognitivas sufridas tras la lesión para
poder iniciar un programa de rehabilitación multidisciplinar y
poder determinar las secuelas asociadas a la lesión sufrida».

85
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

La presentación de los síntomas actuales, incluidas las quejas del


propio paciente o de sus familiares, también suele añadirse a
este apartado, de forma resumida. Por ejemplo: «La esposa re-
fiere en la actualidad numerosos problemas atencionales y mné-
sicos, tales como olvidar las citas con el médico, dejarse las lla-
ves en casa, no seguir una conversación con más de dos perso-
nas, perder rápidamente el interés por la lectura, etc.».
Por último, en algunas ocasiones también resulta relevante in-
corporar algunos aspectos relacionados con el entorno del pa-
ciente, siempre y cuando sirvan para enfatizar o aclarar el moti-
vo de consulta. Por ejemplo, si tiene o no familia (pareja, hijos,
etc.), si vivía solo, o las características que consideremos rele-
vantes de su domicilio (por ejemplo, si vive lejos del núcleo
urbano y sin conexión con transporte público, si tiene proble-
mas de accesibilidad, etc.).

4. Historia clínica

En este apartado es necesario ser extremadamente cau-


teloso respecto a la información recopilada que procede de
otras fuentes diferentes al paciente o a sus familiares, tales
como hospitales de referencia, servicios de urgencias, otros
centros de rehabilitación, etc. La información incluida debe
ser ordenada cronológicamente y aportar datos relevantes
y significativos para la valoración actual, evitando informa-
ción no relevante o que no aporte ninguna información de
interés al motivo de consulta actual. En este sentido suelen
incluirse, a partir del punto anterior (motivo de consulta)
y de modo cronológico, la fecha del suceso que causó las

86
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

alteraciones o de la aparición de los primeros síntomas de


la patología por la que se acude a consulta, para posterior-
mente describir las valoraciones o diagnósticos realizados.
Es importante incluir:

• La identificación de los lugares y fechas donde se realiza-


ron los informes previos.
• Pruebas de neuroimagen realizadas y conclusiones de estas.
• Tratamientos farmacológicos previos y actuales.
• Ingresos hospitalarios y complicaciones médicas relevantes.
• Tipo y duración de tratamientos rehabilitadores realizados
hasta el momento, incluyendo, si es posible, su eficacia.

Es fundamental aportar datos de valoraciones neuropsi-


cológicas previas, si se hubieran llevado a cabo, con el fin de
poder realizar una comparación y conocer la evolución de los
déficits existentes.
Al igual que en cualquier otra evaluación de tipo psico-
lógico, los aspectos relevantes de la historia de desarrollo
del paciente, enfermedades previas, abuso de sustancias o
presencia de trastornos mentales deben reflejarse también
en este apartado del informe, así como aportar antecedentes
familiares en caso de patologías concretas.

Por ejemplo, es relevante mencionar la existencia de antece-


dentes de tumor cerebral en padre y abuelo paterno en el caso
de un varón que acude a consulta por este mismo motivo, o
de crisis epilépticas farmacorresistentes en algún otro miem-
bro de la ­familia o incluso de Alzheimer cuando el motivo de
consulta hace referencia a la pérdida de habilidades y capaci-
dades previas.

87
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

En el apartado de historia clínica es importante mantener


el orden cronológico de la historia médica del paciente, así
como una descripción detallada de los primeros síntomas,
evolución de estos y situación actual. Se debe tener en cuenta
que los síntomas son todas aquellas manifestaciones refe-
ridas por el propio paciente o sus familiares a partir de su
experiencia subjetiva. Estos, posteriormente, podrán o no
ser objetivados mediante pruebas médicas, de neuroimagen
o neuropsicológicas.

Ejemplo del apartado «Historia clínica»

«Paciente de treinta y cinco años con antecedentes personales


de tabaquismo (20 cigarrillos/día). El 3/08/2015 sufrió acci-
dente de tráfico (moto). A la llegada a los servicios de emergen-
cias presentaba GSC 3 y se procedió a IOT y traslado al hospi-
tal, donde se realizó TC body en el que se objetivó contusión
hemorrágica fronto temporal derecha, HSA, fractura-estallido
de ambas órbitas, fractura de escama temporal izquierda y senos
maxilares.
Fue trasladado a UCI del Hospital Universitario, con buena evolu-
ción posterior; fue extubado el 15/08/15. Valorado por Neuroci-
rugía, se colocó sensor de PIC manteniendo buen control de PIC.
En las primeras horas se realizó un TC craneal de control (he-
matoma epidural frontal derecho de 7 mm, mínimo HSD dere-
cho, contusión hemorrágica frontal derecha con edema perile-
sional, HSA en algún surco frontal derecho, fractura de órbita
completa bilateral con mayor desplazamiento en techo orbitario
derecho con fragmento intracraneal, fractura de huesos propios
y ambos arcos cigomáticos, fractura conminuta con hundimien-
to en convexidad frontal derecha, fractura de Lefort tipo III).

88
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

El día 12/01/18 cirugía máxilo-facial llevó a cabo reducción y


estabilización de la fractura temporal derecha y fronto-malar
izquierda con miniplacas. Inicialmente recibió NE por SNG y
posteriormente vía oral (v. o.). El día 19/08/15 pasó a planta de
Neurocirugía.
Fue trasladado al hospital de su lugar de residencia (Neurología)
el 24/08/15, donde se realizó RNM (5/9/2015) en la que se
objetivaron contusiones parenquimatosas hemorrágicas en evo-
lución de localización en polo anterior de lóbulo temporal dere-
cho y mayor extensión frontal derecha, secuelas de microhemo-
rragia milimétrica en el borde lateral del núcleo lenticular dere-
cho-cápsula externa derecha, HSD subagudo laminar en la
convexidad parieto-occipital derecha (6 mm), higroma frontal
izquierdo de 7 mm. Valorado por Oftalmología, fue diagnosti-
cado de edema retiniano secundario a TCE y fracturas orbita-
rias de las paredes. Ha precisado psicofármacos por agitación
psicomotriz de predominio nocturno.
Ingresa en este centro el 5/10/15 para tratamiento neurorreha-
bilitador iniciando un programa de rehabilitación ambulatoria
multidisciplinar consistente en neuropsicología, logopedia, tera-
pia ocupacional y fisioterapia».

5. Observación durante la evaluación

Este apartado aporta una visión global del funciona-


miento del paciente, difícilmente objetivable mediante las
pruebas estandarizadas en muchas ocasiones, y en la que la
capacidad de observación y la experiencia del profesional
son esenciales.

89
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Cuando hablamos de conducta durante la exploración


nos referimos a cómo el paciente habla y se comunica,
cómo realiza las diferentes actividades que se le pro-
ponen, cómo se mueve y responde ante el contexto y
cómo se relaciona con el neuropsicólogo, la situación
de evaluación, el espacio, etc.

Como en el resto del informe, es importante evitar la pre-


sencia de descriptores que no aumenten la comprensión del
lector acerca del paciente (Ownby, 1992).

Por ejemplo, la descripción física del paciente (peso, altura, hi-


giene, etc.) puede ser prescindible salvo que sea pertinente de
cara a interpretar los resultados de la evaluación.

Por ejemplo, en un paciente que vive solo y presenta proble-


mas ejecutivos, sí puede ser relevante resaltar que llega a con-
sulta poco aseado y con una vestimenta inapropiada para la
situación (por ejemplo, bermudas o camiseta de manga corta
en invierno).

Es esencial hacer referencia a la colaboración durante la


sesión, ya que puede tener una repercusión directa sobre
la validez de la exploración neuropsicológica, la motivación
hacia una posible intervención, así como la actitud hacia
la mejora y readaptación sociolaboral, la familiaridad en el
primer contacto con el evaluador (o las alteraciones en la
misma), la presencia o no de comportamientos desinhibidos,

90
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

inadecuados o impulsivos y la actitud mostrada ante las tareas


planteadas (tolerancia a la frustración).
Además, debe reflejarse siempre el nivel de alerta general
del paciente durante la exploración. En este sentido, destaca-
remos si el paciente se encuentra alerta o somnoliento, aletar-
gado o estuporoso, ya que eso determinará la validez de todo
el proceso de evaluación.
El estado emocional general también suele reflejarse en
este apartado, indicando si el paciente se muestra nervioso o
irritable en la evaluación, establece o no contacto ocular con
su interlocutor, si presenta un estado de ánimo bajo (hipotí-
mico) o expansivo (hipertímico) o si la resonancia emocional
con el evaluador es buena.
Con frecuencia incorporaremos también en este apartado
las quejas subjetivas del paciente en relación con su estado
neuropsicológico, la minimización de sus problemas.

Ejemplo del apartado «Observación durante la evaluación»

«Durante la evaluación, el paciente se mostró alerta y colabora-


dor, y no se observó ningún intento de simulación de respues-
tas. No se observa agresividad ni irritabilidad. Se observan indi-
cios sugerentes de desinhibición conductual, tales como co-
mentarios inapropiados, excesiva familiaridad en el trato y
comportamientos desajustados a la situación como levantarse
en numerosas ocasiones para estirar los brazos y colocar las
piernas encima de la mesa en una ocasión.
Durante la ejecución de tareas, mostró una baja tolerancia a la
frustración ante los fallos en las actividades planteadas, así
como dificultades en su terminación (tendiendo a frustrarse y a
abandonar la tarea antes de tiempo).

91
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Muestra un adecuado conocimiento de las dificultades físicas y


de algunas de sus implicaciones funcionales. No muestra cono-
cimiento de alteraciones neuropsicológicas (cognitivas o conduc-
tuales) o las minimiza, pero acepta el feedback proporcionado».

En cuanto al habla y al discurso, referir los aspectos cualita-


tivos y formales (por ejemplo, cantidad o fluidez, articulación,
prosodia) es tan importante como hacer referencia a su con-
tenido (por ejemplo, coherente, tangencial, con parafasias o
ideación delirante) o a la comprensión (si está o no afectada).
En ocasiones, también es necesario referir las alteraciones
sensoriales o motoras, ya que pueden influir directamente en
el rendimiento del sujeto en las pruebas de evaluación.

Por ejemplo, un paciente diestro con una hemiparesia izquierda


puede utilizar su mano no hábil para realizar algunas pruebas de
lápiz y papel, o usar la mano afectada con la consiguiente torpe-
za motriz, aumentando significativamente en ambos casos los
tiempos de ejecución. Un paciente con una hemianopsia homó-
nima derecha puede no detectar algunos elementos en una tarea
de cancelación, sin que exista necesariamente una heminegli-
gencia; o un paciente con un importante problema de agudeza
visual no corregido puede rendir muy por debajo de sus capaci-
dades en todas las tareas visuales.

Algunos autores recomiendan también plasmar de forma


directa la impresión general del neuropsicólogo acerca de la fia-
bilidad y la validez de la exploración del paciente. Así, es nece-
sario considerar factores como el nivel de alerta, la ­motivación,
la fatiga, la presencia de cuadros psicóticos o la confusión/
desorientación puesto que pueden tener un importante impac-

92
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

to sobre la utilidad ecológica de la evaluación neuropsicológica,


así como sobre su replicabilidad (tabla 3).

Tabla 3. Aspectos relevantes que se deben incluir en el apartado de observación


durante la evaluación

Apartado de observación durante la evaluación

Nivel de alerta Consciente y alerta, estuporoso, confusional, etc.

Siempre que sea relevante para la exploración (por


Descripción física ejemplo, ropa inapropiada o sucia en el caso de un
paciente con problemas ejecutivos que vive solo).

Actitud en la Ante los fallos, uso espontáneo de compensaciones,


ejecución de reacciones afectivas. Sospechas de simulación o
las tareas exageración de quejas.

Lenguaje Comprensión, expresión, forma y contenido.

Descripción Siempre que sean relevantes para los resultados


de limitaciones (por ejemplo, uso de la mano no hábil debido a la
motoras o hemiparesia, sordera o hipoacusia, etc.).
sensoriales

Actitud ante Familiaridad en el trato, desinhibición, agresividad,


el evaluador etc.

Motivación

Brevemente; de lo contrario, podemos hacer referencia


Estado emocional
a este en el apartado de emociones y conducta.

Por último, en ese apartado es pertinente mencionar si se


observó algún intento de exageración de las quejas o ­simulación
de las respuestas dadas ante las pruebas de evaluación, con el
fin de poder determinar la validez de la exploración, especial-
mente en aquellos casos en los que haya un posible beneficio
secundario asociado a los síntomas. Este aspecto cobra una
relevancia especial en aquellas valoraciones forenses dirigidas a

93
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

la detección de las secuelas neuropsicológicas para calcular la


indemnización correspondiente.

6. Evaluación neuropsicológica

En esta sección únicamente enumeramos las pruebas que


hayan sido aplicadas en la evaluación neuropsicológica así como
el orden de aplicación. En este sentido, incluiremos las pruebas
estandarizadas de evaluación cognitiva que hayamos aplicado,
pero también los cuestionarios y las escalas que haya rellenado
el propio paciente, su cuidador o familiar y el clínico. Entre estas
últimas se encuentran escalas para valorar la conciencia de los
déficits, las alteraciones en el estado de ánimo, los problemas
neuropsiquiátricos o la funcionalidad en las actividades de la
vida diaria. Asimismo, enumeraremos también todas aquellas
pruebas que no se encuentren estandarizadas (por ejemplo,
al no contar con baremos en población española), pero que
permitan extraer información relevante de tipo cualitativo. Se
pueden referir también baterías de evaluación completas o sub-
escalas incluidas dentro de una batería más general.

A la hora de enumerar las pruebas, es importante indicar


el nombre completo de la prueba (no únicamente sus
siglas), su referencia bibliográfica, así como aquellas adap-
taciones que hayan tenido que realizarse para acomodar
la evaluación a las características individuales del paciente.

94
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

Ejemplo del apartado «Pruebas administradas»

Un ejemplo del apartado anterior sería el siguiente: «Las prue-


bas aplicadas en la valoración neuropsicológica fueron las si-
guientes:

• Prueba de Galveston de orientación y amnesia. GOAT.


Levin, H. S., O’Donnell, V. M. & Grossman, R. G. (1979).
• Test de cancelación incluido dentro del test de Barcelona
(Peña, 1990).
• Escala de inteligencia de Wechsler. WAIS IV. Wechsler, D.
(2012). La subprueba clave de números fue adaptada a las
características visuales del paciente, presentando los símbo-
los en un tamaño mayor».

7. Resultados e interpretación en los diferentes


dominios neuropsicológicos

En esta sección se refleja claramente el componente


psicométrico de la evaluación neuropsicológica, ya que
se p
­ roporcionan tanto detalles acerca de la ejecución del
paciente en las diferentes pruebas como la interpretación de
dicha ejecución desde el punto de vista neuropsicológico.
Existen diferentes formas de reflejar la información relacio-
nada con la ejecución del paciente, siendo frecuente que este
apartado se subdivida en los distintos dominios cognitivos
y emocionales. Sin embargo, la estructura y el orden en la
presentación de los datos son significativamente menos
importantes que la interpretación que se proporciona al lec-

95
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

tor, y que lo guía desde los datos objetivos a las conclusiones


y recomendaciones.
Este suele ser el apartado más extenso, puesto que en él
se describen y explican de forma exhaustiva y detallada los
resultados extraídos de la valoración. En este sentido, pode-
mos mencionar tres formas o modelos generales a la hora de
exponer los resultados de este apartado:

1) Una primera forma de exponer los resultados es mediante


subapartados. En relación con los subapartados que se
deben incluir cabe destacar que, aunque algunos neurop-
sicólogos (especialmente al inicio de su carrera) suelen
dividir esta sección en diferentes epígrafes, cada uno de los
cuales se corresponde con una prueba neuropsicológica, es
más adecuado exponer la información agrupándola en los
diferentes dominios cognitivos o emocionales valorados. Lo
habitual es dividir este apartado en diferentes párrafos, que
comprenden procesos como orientación, atención, habili-
dades visoperceptivas y visoespaciales, memoria, funciones
ejecutivas, lenguaje, etc., comenzando por los procesos más
básicos y acabanado por los más complejos. No obstante,
algunos autores prefieren combinar diferentes funciones
cognitivas en el mismo párrafo cuando eso resulta perti-
nente para la interpretación de lo que le sucede al paciente.
Por ejemplo, en un mismo párrafo se puede hablar de
orientación y memoria, o de atención y funciones ejecutivas,
o incluso de funciones ejecutivas y control motor. En este
sentido, la exposición de los resultados puede variar:

• Pueden expresarse en formato narrativo, en el que se


describen y comentan uno por uno cada uno de los pro-

96
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

cesos cognitivos que hemos valorado y la relación entre


todos ellos.
• Pueden exponerse los resultados por epígrafes breves,
utilizando para ello frases cortas, pero lo suficiente-
mente directas y explicativas para transmitir el funcio-
namiento del proceso cognitivo al que hace referencia.

Ejemplos de formato narrativo

Ejemplo 1

«Tras la evaluación realizada, se observaron dificultades en


capacidades atencionales, de forma concreta en atención sos-
tenida, selectiva, alternante y dividida. Respecto a los procesos
mnésicos, podemos mencionar la presencia de una amplitud
(span) de la memoria inmediata y de la memoria operativa ver-
bal por debajo de la media poblacional. No obstante, con
material visual, la amplitud de memoria alcanza valores nor-
males».

Ejemplo 2

«Se observaron dificultades en la capacidad de concentración y


mantenimiento de la atención durante un largo periodo de tiem-
po, mostrando distracciones cuando una actividad sobrepasa un
tiempo de diez minutos (atención sostenida). Tras este periodo,
el paciente deja de atender a la tarea inicial dirigiendo su aten-
ción hacia otros estímulos internos y/o externos, estas altera-
ciones están relacionadas con dificultades en el mantenimiento
atencional. Por otro lado, con respecto a la memoria, presenta
dificultades para recordar información que se le ha comentado

97
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

hace escasos momentos o para manejar mentalmente datos que


debe utilizar en la actividad (memoria operativa). Esto se mani-
fiesta, por ejemplo, en actividades como la comprensión defici-
taria de las noticias que lee en el periódico; se reflejan dificulta-
des en la manipulación de información en la memoria operativa
verbal».

2) Otra manera de presentar los datos es atendiendo a las


alteraciones y funciones preservadas (o puntos fuer-
tes) en contraposición a las funciones alteradas (o puntos
débiles). En este estilo de presentación, en primer lugar
se suele plasmar en una frase o párrafo el funcionamiento
neuropsicológico general del paciente para, a continua-
ción, presentar los puntos fuertes seguidos de los puntos
débiles. Aquellos procesos en los que el paciente haya
obtenido valores intermedios con frecuencia no se refie-
ren, salvo que se considere pertinente en base, por ejem-
plo, al rendimiento premórbido.

3) Finalmente, otra forma de resumir los datos puede ser


haciendo referencia a estructuras cerebrales relevantes.
En este caso, se pueden exponer los resultados plantean-
do diferenciaciones como anterior/posterior, cortical/
subcortical, comentando la implicación de los diferentes
lóbulos cerebrales o la lateralización izquierda o derecha.
Este modelo de presentación, no obstante, ha caído en
desuso, ya que en la actualidad la evaluación neuropsico-
lógica no suele tener como objetivo la localización de la
lesión o de la etiología, huyendo así del localizacionismo
de las funciones cognitivas.

98
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

En todos los modelos de informes es imprescindible man-


tener un orden adeucado en la exposición de los diferentes
dominios cognitivos. En este sentido recomendamos comen-
zar por aquellas funciones más básicas para, posteriormente,
ir describiendo las de mayor complejidad. Esta lógica cobra
sentido al pensar que, en muchas ocasiones, las alteraciones
de los procesos más básicos van a influir directamente en el
rendimiento de los procesos más complejos; por este motivo,
al revisar un apartado de resultados donde podemos ver que
los procesos básicos como orientación o atención se encuen-
tran afectados es esperable encontrar resultados también
pobres en el resto de las funciones cognitivas, no por un dete-
rioro específico de estas funciones necesariamente, sino por-
que los procesos cognitivos básicos, como el nivel de alerta y
atención, son un requisito para las funciones más complejas.
Por otra parte, los aspectos emocionales y conductuales
pueden tanto encontrarse mediados por el funcionamiento
cognitivo (por problemas ejecutivos y dificultades de regu-
lación conductual, por ejemplo) como influir en este, tal
y como ocurre en pacientes con un bajo estado de ánimo,
desmotivados o irritables. Debido a esto, y a que la conducta
y los procesos cognitivos son dos niveles diferentes de aná-
lisis, es recomendable plantear un apartado de emociones y
­conducta separado del resto, generalmente posterior al suba-
partado de funciones ejecutivas.
Para mantener en este apartado cierta lógica descriptiva,
que permita hacer comprensibles las alteraciones de los dis-
tintos procesos cognitivos y la relación que estos guardan
entre ellos, en la tabla 4 se describe una propuesta sobre el
orden de los procesos en este apartado del informe.

99
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Tabla 4. Propuesta del orden descriptivo de los procesos cognitivos


en el apartado «Resultados del informe neuropsicológico»

Procesos Subprocesos

Orientación Personal
Espacial
Temporal

Atención Alerta
Focalizada
Sostenida
Selectiva
Alternante
Dividida
Heminegligencia*

Velocidad de procesamiento

Praxias Ideomotora
Ideatoria
Constructiva

Habilidades visoespaciales y Gnosias (aperceptivas, asociativas)


visoperceptivas Problemas visoespaciales
Heminegligencia*

Memoria y aprendizaje Operativa (verbal/ visual, span máximo)


Sensorial
Episódica (verbal/ visual, codificación,
recuperación)
Semántica
Procedimental
Prospectiva
Capacidad de aprendizaje

Lenguaje Expresión
Comprensión
Denominación
Lectura
Escritura
Suele incluirse cálculo matemático

100
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

Procesos Subprocesos

Funciones ejecutivas Inhibición de interferencias


Planificación
Supervisión y control de la conducta
Flexibilidad conceptual
Toma de decisiones
Conciencia de los déficits

Emoción y conducta Labilidad emocional


Desinhibición
Agresividad
Apatía
Ansiedad
Depresión

Conciencia de los déficits Falta de conciencia


Negación

*La heminegligencia es una alteración compleja y multidimensional. Si bien algunas de las manifestaciones
de la heminegligencia, como la heminatención espacial, tienen su origen en una alteración de los procesos
atencionales, no es raro que pueda incluirse la heminegligencia en un apartado de habilidades visoespaciales
y visoperceptivas, al influir en actividades que requieren esos componentes.

Ya hemos comentado la importancia de ser muy cautos y


cuidadosos a la hora de identificar y describir en este apartado
del informe las alteraciones neuropsicológicas existentes, la
relación entre ellas, así como las funciones cognitivas y emo-
cionales que se encuentran preservadas. Esto cobra especial
relevancia en aquellas situaciones en las que podríamos llegar
a establecer conclusiones erróneas a partir de un mal análisis
de la evaluación realizada.

Por ejemplo, a partir de la valoración objetiva (mediante prue-


bas estandarizadas), podríamos observar un rendimiento defici-
tario en las puntuaciones de las pruebas correspondientes a

101
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

habilidades visoespaciales. Dichos resultados, no obstante, po-


drían reflejar:

• Una alteración en las propias capacidades visoespaciales o


visoperceptivas.
• Una ralentización en la velocidad de procesamiento de la
información.
• Un problema de planificación.
• Un problema atencional.

Si comprobamos que, eliminando el factor tiempo, el rendimiento


del paciente se normaliza, entonces deberíamos inclinarnos por
reflejar la opción b. Por otro lado, también podríamos encontrar-
nos con numerosos casos en los que se observan importantes di-
ficultades en la codificación de información y en la posterior recu-
peración de esta, sin una gran pérdida entre la prueba de recuerdo
inmediato y diferido. Esta merma en la capacidad de aprendizaje
podría explicarse debido a las alteraciones atencionales o ejecutivas
(ej.: aspectos estratégicos de la memoria), y no tanto por un déficit
en la memoria per se, ya que al mejorar los procesos atencionales,
en muchos casos, mejora la codificación de información.

En definitiva, la simple descripción de los resultados


en las pruebas es con frecuencia inútil si no se hace
referencia a los constructos teóricos intermedios que
permiten dar una explicación, un porqué, al rendi-
miento del paciente en las pruebas. Y la capacidad para
hacerlo se relaciona directamente con el bagaje teórico
y la experiencia del neuropsicólogo.

102
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

Por último, y aunque no es imprescindible, se pueden indi-


car entre paréntesis las pruebas objetivas utilizadas y su pun-
tuación baremada o el dominio cognitivo valorado, siguiendo
a cada una de las conclusiones a las que hemos llegado tras la
valoración. Esto permite transmitir de forma más profunda
la información a otros profesionales afines. Un ejemplo del
modo en el que podemos describir los resultados en este
apartado podría ser el siguiente.

Ejemplo de uso de paréntesis en el apartado «Resultados


e interpretación»

«Se encuentra orientado en persona, tiempo, lugar y situación


(Galveston Orientation and Amnesia Test-GOAT-:P. centil: 95).
No se observan alteraciones significativas en los procesos aten-
cionales básicos, pudiendo dirigir el foco de la atención volun-
tariamente hacia los diferentes estímulos (atención focalizada),
y realizar un adecuado rastreo visual. Es, además, capaz de
mantener la concentración en la actividad durante periodos
prolongados de tiempo (atención sostenida), inhibiendo la in-
terferencia de ­ estímulos distractores (atención selectiva). Sí
muestra algunos problemas en el cambio del foco de la atención
(atención alternante), con ocasionales enganches atencionales y
perseveraciones.
Por otro lado, se observa una importante reducción en la velo-
cidad de procesamiento de la información (clave de números: P.
escalar: 2 y búsqueda de símbolos: P. escalar: 2). En relación con
la memoria a largo plazo, no se evidencian signos sugerentes de
amnesia anterógrada o retrógrada. Memoria episódica reciente
conservada. Tiene una capacidad de aprendizaje conservada
(subtest de aprendizaje verbal: P. centil: 65), si bien se han ob-

103
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

servado algunas dificultades en el aprendizaje visual (subtest de


aprendizaje visual: P. centil: 35). Conservada la memoria proce-
dimental. Se han observado indicios leves de afectación de la
memoria semántica (subescala de información Wais IV: P. esca-
lar: 4) si bien, debido a sus problemas de acceso al léxico, es
necesario seguir profundizando en ello. En relación con la me-
moria a corto plazo, presenta dificultades tanto en el manteni-
miento como en la manipulación mental de la información
(memoria operativa), aunque solo en situaciones en las que au-
menta la carga informativa (índice de memoria de trabajo: 60).
Presenta una buena capacidad de razonamiento y de categoriza-
ción (subescala de razonamiento Wais IV: P. escalar: 14). Es
capaz de formular objetivos e iniciar conductas. Destacan, no
obstante, dificultades para generar alternativas de respuesta
cuando esta no se adecúa a los objetivos (rigidez cognitiva),
tendiendo a perseverar en la misma solución o a centrar su
atención solo en unos pocos elementos de una determinada si-
tuación (test de clasificación de cartas de Wisconsin: % respues-
tas perseverativas 82).
Asimismo, se observan alteraciones en la planificación de con-
ductas complejas, debido tanto a los problemas anteriores
(rigidez cognitiva), como a la impulsividad. Mejora con
­estructuración externa. Por otra parte, se han observado pro-
blemas de supervisión, cometiendo con frecuencia errores que
no corrige inmediatamente. No se observan problemas en el
reconocimiento visual de objetos, así como tampoco hemine-
gligencia espacial. No se observan problemas significativos en
el uso de objetos cotidianos o en la secuenciación motora
(praxias). La conciencia de los déficits descritos es nula. No se
observan alteraciones emocionales relacionadas con ansiedad
o depresión».

104
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

En definitiva, indicar entre paréntesis pruebas y puntua-


ciones puede revestir al informe de una mayor riguro-
sidad y facilitar la interpretación a profesionales afines.
No obstante, dicha enumeración de relaciones entre
proceso cognitivo, por una parte, y pruebas/puntuacio-
nes, por otra, no puede ser en ningún caso arbitraria y
debe fundamentarse sobre la literatura científica.

8. Conclusiones, juicio clínico y diagnóstico

El principal objetivo de este apartado es poner de relieve


los más salientes extraídos de la evaluación. Una vez presen-
tadas las características principales del proceso de evaluación,
ordenadas e integradas, se expone en la conclusión el signifi-
cado amplio de dicha evaluación.
Así, en este apartado debe realizarse un resumen breve y
conciso de las principales aportaciones extraídas de la valo-
ración realizada. El rendimiento logrado en las diferentes
pruebas, las puntuaciones obtenidas y la relación entre todas
ellas deben contribuir a la elaboración de una interpretación
(juicio clínico) hecha por el neuropsicólogo para poder poste-
riormente, si fuera necesario, establecer un diagnóstico.
Algunos autores han criticado la presentación de un apar-
tado a modo de resumen y conclusión, aludiendo a que los
lectores del informe, con frecuencia aseguradoras y otros
derivadores, tienden a omitir la sección de resultados y se

105
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

dirigen únicamente al resumen, perdiendo la información


completa del proceso. En nuestra opinión, la sección del resu-
men tiene una enorme utilidad, ya que permite enfatizar los
hallazgos obtenidos en la evaluación, y resaltar la información
pertinente de la historia, los datos objetivos y las observa-
ciones conductuales, y organizándolos y presentándolos de
forma concisa para dar respuesta al motivo de consulta. Los
profesionales que tiendan a saltarse el grueso del informe neu-
ropsicológico tendrán, de este modo, al menos cierto marco
de referencia.

Es importante tener en cuenta que en el apartado


«Conclusiones» aunque se emita un juicio clínico no
siempre es posible o necesario establecer un diagnóstico.

El diagnóstico debe hacer referencia a un síndrome


neuropsicológico y ha de ser explicado y fundamentado en
­función de una clasificación formal, tal y como la incluida en
el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) o
la Clasificación internacional de enfermedades (CIE-11). Es impor-
tante considerar que no siempre es posible establecer un
diagnóstico, bien porque ya nos viene dado (por ejemplo, en
el caso de un ictus isquémico o hemorrágico), bien porque
no es el objetivo del informe y evaluación. No obstante, el
establecimiento de un diagnóstico diferencial cobra especial
importancia en los casos de demencia temprana, por ejemplo,
o de otras patologías como traumatismos craneoencefálicos
de carácter leve o procesos metabólicos o tóxicos (Lezak

106
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

et al., 2004; Miller, 1992). Una parte importante de las deman-


das de evaluación neuropsicológica tienen como objetivo el
posterior diseño de un programa de rehabilitación, por lo que
tiene más importancia identificar las alteraciones existentes
que realizar un diagnóstico. A continuación se presenta un
ejemplo de un extracto de este apartado.

«Tras la valoración realizada, los principales déficits neuropsico-


lógicos que presenta la paciente como consecuencia del trauma-
tismo craneoencefálico sufrido el día 10/05/2016 pueden resu-
mirse en:

• Alteraciones atencionales severas (sostenida, selectiva, al-


terna y dividida).
• Severa reducción en la velocidad de procesamiento de in-
formación.
• Severas alteraciones en la codificación y recuperación de
información verbal y visual, compatibles con un síndrome
amnésico orgánico» (6D72.0 en CIE-11).

Probablemente este sea el apartado más importante y más


leído del informe neuropsicológico, por lo que debe ser claro,
directo, indicativo y fiable. Debemos organizar la información
recogida en los apartados «Conducta durante la exploración»
y «Resultados», y seleccionar la que consideramos más rele-
vante, evitando añadir elementos que no se hayan planteado
previamente, y enfatizando aquellos aspectos fundamentales
que responden al motivo del informe.
Con mucha frecuencia, ya sea porque el paciente va a
comenzar un tratamiento de rehabilitación multidisciplinar, o
porque es necesario determinar el impacto de sus problemas

107
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

neuropsicológicos sobre sus capacidades funcionales, debe-


mos resaltar aquellas alteraciones cuyo potencial impacto
sobre la vida cotidiana del paciente sea mayor.

Por ejemplo: «En definitiva, el paciente presenta alteraciones


moderadas en la atención y en la velocidad de procesamiento de
la información. Pese a que muestra un buen rendimiento cogni-
tivo general, que le permite compensar parcialmente las altera-
ciones, su funcionamiento puede verse comprometido en aque-
llas actividades de la vida cotidiana que impliquen presión de
tiempo o necesidad de repartir entre varias subtareas los recur-
sos atencionales (ej.: conducir, cocinar, etc.)».

Con frecuencia, en este apartado también se abordará el


pronóstico del paciente (a corto o largo plazo), incorporando
también algunas recomendaciones (si no se incluye un aparta-
do específico de recomendaciones), en base a las necesidades
generales del paciente.

Por ejemplo, en el caso de un paciente que termine el tratamien-


to en régimen de hospitalización y lo comience de forma ambu-
latoria, podremos plantear la necesidad de asistencia que reque-
rirá en esa nueva fase.

Debemos tener en cuenta que no siempre es posible


determinar un pronóstico cuando el proceso de rehabilitación
no haya terminado o el paciente continúe evolucionando
positivamente, si bien, en otros casos, sí será posible y desea-
ble determinar las posibilidades de mejora de los déficits a
medio-corto plazo, ya sea por la gravedad de las lesiones y
la escasa evolución en un tiempo específico, o bien por la

108
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

etiología específica de la lesión (por ejemplo, en determinadas


patologías neurodegenerativas, en las que no solo no se pro-
ducirá una mejoría, sino un probable deterioro progresivo de
las funciones cognitivas).

Ejemplo de pronóstico

«Debido a la situación clínica actual, la evolución mostrada en


estos meses de tratamiento y los déficits actuales, se pueden
prever escasos cambios en su estado cognitivo que tengan im-
plicaciones funcionales y sobre su nivel de dependencia. Se
considera que, a medio plazo, la paciente precisará de asistencia
de una tercera persona para vivir de forma segura en la comu-
nidad. No se estima que a medio-largo plazo pueda realizar una
actividad laboral normalizada. Se recomienda, hasta nueva valo-
ración, supervisión en domicilio y fuera de él durante las veinti-
cuatro horas del día».

Dada la información contenida en el resumen y las con-


clusiones, estos apartados constituyen una suave transición
desde la interpretación de los datos a las recomendaciones.

9. Recomendaciones

El planteamiento de las recomendaciones debe realizar-


se en base al motivo inicial de consulta. En este sentido,
en este apartado se debe reflejar la opinión profesional del
neuropsicólogo en relación con aspectos como la capacidad
para tomar decisiones relevantes del sujeto evaluado (por

109
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

ejemplo, en aspectos financieros o decisiones médicas) o la


recomendación de determinadas intervenciones terapéuticas
(por ejemplo, rehabilitación neuropsicológica o logopédica).
En esta sección también se puede explicitar la necesidad de
una reevaluación pasado cierto tiempo (por ejemplo, en el
momento del alta en el servicio de rehabilitación, o a los seis
meses, para comprobar el avance de un cuadro de deterioro
progresivo). Hay, no obstante, otras ocasiones en las que esta
sección no será necesaria. Por ejemplo, en el caso de un infor-
me motivado para establecer un diagnóstico (o en un informe
forense), en las notas evolutivas en un servicio de rehabili-
tación o cuando el informe neuropsicológico se encuentre
integrado en un informe multidisciplinar más general.
Por tanto, podemos considerar la sección «Recomenda­
ciones» como opcional, ya que no siempre es necesario defi-
nir recomendaciones, bien porque el motivo de consulta o
la demanda no lo requieren, bien porque no existen pautas
o recomendaciones específicas que dar en el momento de la
valoración, o bien porque las recomendaciones se encuentran
implícitas en el informe.
Pese a todo, la literatura sugiere que el apartado de «Juicio
clínico» (el anterior) y el de «Recomendaciones» son conside-
rados los más útiles del informe neuropsicológico, tanto para
el propio paciente como para los demandantes del informe,
como pueden ser médicos, mutuas o aseguradoras (Hodges,
1995), por lo que siempre debemos considerar la idoneidad
de introducir este apartado en nuestro informe. En algunas
ocasiones podemos encontrarnos como, sin constituir un
apartado específico, se presentan recomendaciones en el
apartado final de un informe rehabilitador global, pudiéndose
exponer de forma breve y concisa.

110
© Editorial UOC Capítulo III. Estructura del informe neuropsicológico

Algunos de los aspectos que pueden reflejarse en este


apartado son los siguientes:

1) Descripción de pautas de manejo conductual en función


de los déficits cognitivos tras una primera valoración.

«Dados los problemas atencionales del paciente, se recomienda:


limitar el máximo de visitas durante el horario de visitas a dos
personas, evitar estímulos que puedan distraerle (como, por
ejemplo, la televisión o la radio), proporcionar cada quince mi-
nutos un periodo de descanso de al menos cinco minutos…».

2) Recomendación de realización de valoraciones comple-


mentarias importantes para el diagnóstico o tratamiento.

«Dadas las alteraciones conductuales observadas, se recomienda


llevar a cabo una valoración por parte de Psiquiatría para poder
establecer un mejor diagnóstico y valorar, en su caso, la ­posibilidad
de tratamiento farmacológico para ayudar en el manejo de las
alteraciones de conducta».

3) Recursos alternativos o complementarios a la rehabilitación.

«Las importantes secuelas físicas, cognitivas y conductuales, y la


ausencia de apoyo familiar estable, hacen recomendable el tras-
lado a un centro residencial con supervisión de veinticuatro
horas».

«Dada la escasa evolución mostrada en los últimos meses, se


recomienda la derivación a un centro de día específico de daño
cerebral con el fin de mantener los logros alcanzados».

111
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

4) Recomendaciones tras el alta hospitalaria y el traslado a


domicilio.

«Se recomienda el alta a domicilio. Es necesaria la supervisión


por una tercera persona veinticuatro horas al día. Deberá conti-
nuar con el plan de rehabilitación cognitiva de forma ambulato-
ria para paliar o mejorar los déficits cognitivos descritos».

112
© Editorial UOC Capítulo IV. Recomendaciones prácticas para la elaboración…

Capítulo IV
Recomendaciones prácticas para la elaboración
del informe neuropsicológico

Tras la descripción de los principales apartados y conte-


nidos que se deben incluir en el informe neuropsicológico,
en el siguiente apartado se exponen una serie de recomenda-
ciones generales que deben tenerse en cuenta antes de iniciar
la elaboración del informe. Para poder hacer este apartado
más comprensible y aplicado, se ha dividido en diferentes
subapartados que van desde los más generales hasta los más
concretos y específicos.

1. Recomendaciones generales

Las recomendaciones generales más relevantes para la


elaboración del informe neuropsicológico son las siguientes:

• Recuerda que el informe neuropsicológico es la carta de


presentación del neuropsicólogo. Se trata de un documen-
to que puede pasar de mano en mano durante años. Si con-
tiene erratas, mala redacción o conclusiones desacertadas,
eso permanecerá durante prácticamente toda nuestra ca-
rrera profesional e influirá en las decisiones que diferentes
agentes tomen acerca del paciente.

113
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

• Una evaluación neuropsicológica es una respuesta a una


pregunta, y el informe es la manera en la que se estructura
dicha respuesta. Así pues, si la pregunta no es clara (por
ejemplo «valorar organicidad», «determinar perfil neurop-
sicológico»), lo primero que debemos hacer es clarificar la
pregunta.
• El informe neuropsicológico, pese a no ser una novela o
un guion, debe seguir una línea argumental. En este senti-
do, partiendo del motivo de consulta y de la historia clínica
del paciente, debemos presentar los resultados de la eva-
luación, interpretarlos para el lector, destacar lo importan-
te y plantear unas conclusiones que respondan al motivo
de consulta de forma clara e indicativa.
• Es necesario asumir que el informe, tarde o temprano, pue-
de acabar en un proceso judicial, o en manos de un profe-
sional (o particular) que se manifieste contrario ante lo que
ahí se expone, por motivos diversos. Por eso es fundamen-
tal ser escrupuloso en cuanto a la forma y el contenido, y
exponer tan solo aquello que podríamos defender a ciencia
cierta tanto en un juzgado como frente a otro colega.

2. Recomendaciones de redacción y estilo

Las recomendaciones de redacción y estilo más importan-


tes para la elaboración del informe neuropsicológico son las
siguientes:

• Revisa el informe las veces que sean necesarias en busca de


erratas, errores tipográficos, ortográficos o gramaticales,

114
© Editorial UOC Capítulo IV. Recomendaciones prácticas para la elaboración…

etc. Como psicólogos, sabemos que un solo error formal


(por ejemplo, la palabra inibición sin la h) puede dar al traste
con la credibilidad de todo el informe.
• Sigue las máximas de claridad y precisión a la hora de trans-
mitir la información. Usa preferentemente frases cortas y
fáciles de comprender.
• Evita el lenguaje coloquial, ya que le resta credibilidad al
informe.
• Utiliza un lenguaje técnico, pero no críptico, con breves
descripciones cuando sea necesario. Para ello, según con-
sideres, describe primero la alteración y luego pon entre
paréntesis el constructo al que se refiere o a la inversa. Por
ejemplo, «el paciente presenta problemas para adaptarse a
cambios en el contexto y generar respuestas alternativas
(flexibilidad cognitiva)».

3. Recomendaciones de estructura y organización

Una adecuada estructura y organización del informe es


fundamental para conseguir una lectura fluida y una com-
prensión ágil del mismo. Las recomendaciones más relevantes
en este sentido son:

• Crea epígrafes y separa adecuadamente por párrafos la in-


formación. Diferentes temas deben ir separados en dis-
tintos párrafos, por lo que debes pensar en cada párrafo
como en una unidad temática.
• Sigue un orden lógico en el informe. En el apartado de «Re-
sultados», describe primero las funciones básicas (nivel de

115
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

alerta y orientación, atención) y termina con las más avanza-


das, que requieren de las primeras (memoria, lenguaje, fun-
ciones ejecutivas, conducta y emoción). Si decides presentar
múltiples dominios en un mismo apartado, debe estar justifi-
cado; por ejemplo, es bastante evidente la relación existente
entre «atención y funciones ejecutivas» y «orientación y me-
moria», pero es menos clara «orientación y praxias».
• Recuerda que los apartados «Conclusiones / juicio clíni-
co» y «Recomendaciones» (en caso de que se incorporen)
serán los más leídos del informe. En el primer apartado se
debe responder de forma clara y directa al motivo de con-
sulta (por ejemplo, «¿Qué objetivos debemos trabajar para
mejorar la funcionalidad del individuo? ¿Podría tratarse de
una demencia, o es un deterioro asociado a la edad? ¿Po-
drá el paciente, con ciertas adaptaciones, reincorporarse al
mundo académico o laboral?, etc.»). En el segundo, debe-
mos plantear un plan de acción («debe seguir rehabilitación
por un tiempo determinado», «solicitar una nueva evalua-
ción»), y/o proporcionar recomendaciones para el manejo
de los problema más relevantes.

4. Recomendaciones de contenidos

Entre las recomendaciones sobre el contenido más impor-


tantes para la elaboración del informe neuropsicológico des-
tacan las siguientes:

• Siempre que sea posible, debes graduar la gravedad de las


alteraciones, de modo que maximices la información pro-

116
© Editorial UOC Capítulo IV. Recomendaciones prácticas para la elaboración…

porcionada. Por ejemplo, se debe evitar hablar de «dificul-


tades en la atención sostenida», y hablar mejor de «dificul-
tades moderadas en la atención sostenida».
• Pese a lo anterior, graduar la alteración puede ser controver-
tido, por lo que es recomendable basarse en puntuaciones
estandarizadas (e indicarlas), de modo que se pueda justificar.
De lo contrario, puede suceder que dos profesionales dife-
rentes consideren una alteración «grave» de forma diferente.
• Asegúrate, en cada epígrafe, del nivel de análisis y/o mode-
los teóricos que estás siguiendo para exponer las alteracio-
nes del paciente. No utilices términos que no se basen en
ese modelo o nivel o, si lo haces, sepáralos claramente. Por
ejemplo, «se observan problemas graves en la memoria au-
tobiográfica episódica; no obstante, la memoria semántica
se encuentra alterada…», «el recuerdo inmediato verbal se
encuentra alterado, si bien el recuerdo demorado…», «se
observan problemas en las fases de codificación y recupe-
ración…». Evita frases que mezclen diferentes modelos,
como «la memoria episódica inmediata se encuentra alte-
rada en la fase de recuperación».
• En este sentido, un error frecuente es confundir construc-
tos que tienen que ver con el tipo de prueba utilizada con
constructos de modelos teóricos. Por ejemplo, los cons-
tructos «recuerdo inmediato» o «memoria verbal demora-
da» hacen referencia a la naturaleza de la prueba de me-
moria utilizada, mientras que «memoria episódica reciente»
hace referencia a un modelo.
• Haz referencia a sistemas y procesos, mejor que a pruebas
o índices de las pruebas. Evita frases como «se observó una
gran cantidad de respuestas perseverativas en el WCST», o
«el rendimiento en el TMT-B fue más bajo de lo esperado»,

117
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

usando en su lugar «se observaron respuestas persevera-


tivas sugerentes de dificultades de flexibilidad cognitiva»
o «se evidenciaron alteraciones en la atención alternante».
• Apoya las argumentaciones con puntuaciones de pruebas.
Da más peso a nuestra exposición pero nos compromete,
por lo que debemos tenerlo en cuenta. Asegúrate de elegir
aquellas pruebas que la literatura señala que miden un de-
terminado constructo (ej.: dígitos inversos para la memoria
operativa, FAS para la fluidez verbal, etc.). Utiliza siem-
pre puntuaciones centiles o puntuaciones escalares, nunca
puntuaciones directas de las pruebas, ya que estas últimas
no son indicativas de nada.

A la luz de todo lo expuesto, podemos afirmar sin


ningún género de dudas que la elaboración del informe
neuropsicológico es un proceso que comienza incluso
antes de empezar a redactarlo, en el mismo momento
en que concluye la evaluación neuropsicológica.

El informe neuropsicológico, lejos de ser una mera


descripción de la situación clínica de un paciente, es un
proceso de razonamiento en el que, partiendo de unas
premisas iniciales (un motivo de consulta) y los resul-
tados de la valoración neuropsicológica, transmitimos
una información de forma clara y directa con el fin de
promover una acción en el potencial lector.

118
© Editorial UOC Capítulo IV. Recomendaciones prácticas para la elaboración…

Es recomendable, antes de comenzar con la redacción del


informe, realizar un breve esquema en el que se recojan los
aspectos clave que deben quedar reflejados en el documento
final. En la figura 1, se ilustra un ejemplo.

Figura 1. Ejemplo de esquema previo a la redacción del informe neuropsicológico.

Fuente: adaptado de Donders (2016).

119
© Editorial UOC Capítulo V. Modelo de informe neuropsicológico

Capítulo V
Modelo de informe neuropsicológico

Con el fin de exponer de manera práctica todo lo comen-


tado a lo largo de los apartados previos, se expone un ejem-
plo de informe neuropsicológico completo de un paciente
ficticio. Es importante destacar que los apartados expuestos
a continuación lo son a modo de ejemplo y que se cuenta
con cierta flexibilidad para adaptarlo al caso que se describa
en cada documento.

Informe de valoración neuropsicológica inicial


de D. Miguel Ángel González Sánchez

1) Datos personales
Nombre: Miguel Ángel

Apellidos: González Sánchez

Edad: 27 años

Fecha y lugar de Nacimiento: 24/02/1990

Escolaridad: Graduado escolar

Dominancia manual: Diestro

Ocupación: Obrero de la construcción

Dirección: C/ Álamo, 25, piso 2.º C. Madrid

Personas/s de referencia: María González Sánchez (hermana)

121
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Teléfonos de contacto: 91.483.78.52 / 91.758.42.03

Fecha de la valoración: 2, 4, 6 de febrero de 2018

Valoración neuropsicológica y análisis de


Motivo de consulta:
las posibilidades de rehabilitación

2) Historia clínica
Varón de veintisiete años, obrero de la construcción y sin
antecedentes de interés, más allá de hábito enólico. El 14 de
octubre del 2017 sufre una caída mientras trabajaba, cayendo
desde una altura equivalente a un tercer piso. Durante la caída,
sufre numerosas contusiones al chocar en varias ocasiones
con los andamios. A la llegada de los servicios de emergencia
al lugar de los hechos, el paciente se muestra consciente, pero
tendido en la acera y confuso, con un GCS de 8.
Es ingresado en Urgencias, donde se le realiza una
TC que muestra traumatismo craneoencefálico severo. Se
observa un hematoma intraparenquimatoso fronto-parieto-
occipital derecho.
Se llevó a cabo intervención quirúrgica urgente, consistente
en hemicraneoctomía y lobectomía frontal derecha, para reducir
la presión intracraneal. Ingresó inicialmente en la UCI, y el día 24
de octubre de 2017 fue trasladado a planta de Neurocirugía. El
día 15 de noviembre de 2017 se repone el colgajo óseo fronto-
parietal derecho. Durante este tiempo, presenta una evolución
muy favorable, aunque en las primeras semanas se comprueban
episodios de agitación diurna. Motóricamente, presenta una
hemiparesia izquierda de predominio braquial (miembro supe-
rior izquierdo 3/5, miembro inferior izquierdo 4/5; resto, 5/5).
Es capaz de deambular apoyándose en una muleta y utilizando
una silla de ruedas en distancias largas y exteriores.

122
© Editorial UOC Capítulo V. Modelo de informe neuropsicológico

El día 2 de febrero de 2018, acude a nuestro centro para


valoración y para analizar las posibilidades rehabilitadoras.

3) Pruebas administradas

• Galveston Orientation and Amnesia Test (GOAT).


• Escala de inteligencia de Weschler. Wais IV.
• Escala de memoria de Weschler. WMSIII
• Test de Stroop.
• Test del zoo (batería BADS)
• Figura compleja de Rey.
• Test de clasificación de cartas de Wisconsin.
• Escala de depresión de Beck.
• Escala de ansiedad estado-rasgo.
• Cuestionario DEX (batería BADS). Pacientefamiliar.

4) Conducta durante la exploración


Durante la exploración el paciente se mostró alerta y cola-
borador. No se observaron intentos de exagerar o falsear las
respuestas. Realizó todo lo que se le pidió, si bien su capaci-
dad de esfuerzo era limitada, por lo que fue necesario insistir-
le en varias ocasiones a lo largo de la evaluación. Se mostró
poco fluido en la conversación, con una reducida resonancia
emocional y escaso contacto ocular con su interlocutor. En
varios momentos, especialmente ante los errores en la ejecu-
ción, se observó una risa inapropiada.

5) Resultados
a) Orientación: se observa una buena orientación en perso-
na, lugar y situación (motivo del ingreso). Desorientado
en tiempo (día del mes y de la semana).

123
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

b) Atención y velocidad de procesamiento de la infor-


mación: es capaz de dirigir el foco de atención hacia
los diferentes estímulos (atención focalizada). Presenta
una rápida fatigabilidad y un empeoramiento gradual
en la ejecución a medida que transcurre la evaluación
(atención sostenida). Dificultades para inhibir estímu-
los externos, con tendencia a la distractibilidad (aten-
ción selectiva). No se valoraron los componentes más
complejos de la atención (atención alternante y divi-
dida). Se observa hemi-inatención espacial izquierda
leve, con extinción y afectación en la organización del
rastreo visual. Ralentización moderada en la velocidad
de procesamiento de la información.
c) Habilidades visoespaciales y praxias: no se observa-
ron problemas en el reconocimiento visual de objetos.
No se evidenciaron problemas en el uso de objetos o
en la realización de gestos funcionales (praxias ideomo-
toras e ideativas). Se registran, asimismo, alteraciones
visoespaciales, que se traducen en dificultades mode-
radas para organizar los objetos en el espacio (apraxia
visoconstructiva).
d) Memoria: en relación con la memoria a largo plazo, no
se observan signos sugerentes de amnesia anterógrada
o retrógrada. Puede establecer nuevos aprendizajes,
aunque la curva de aprendizaje se encuentra reducida.
Destacan problemas moderados en la recuperación
de la información, así como algunas intrusiones en el
recuerdo. La memoria episódica remota se encuen-
tra conservada. Muestra problemas moderados en
la memoria episódica reciente (por ejemplo, olvida

124
© Editorial UOC Capítulo V. Modelo de informe neuropsicológico

algunas conversaciones). La memoria semántica se


encuentra conservada, al igual que la procedimental.
En relación con la memoria operativa, presenta dificul-
tades moderadas tanto en el mantenimiento como en la
manipulación mental de la información, especialmente
cuando aumenta la dificultad de la tarea.
e) Funciones ejecutivas: buena capacidad de razona-
miento abstracto. Presenta una reducida iniciativa
espontánea y una fluidez ideativa reducida. Problemas
graves en la planificación y en la supervisión de la con-
ducta, con tendencia a omitir información relevante a
la hora de resolver un problema, respuestas impulsivas,
dificultades para inhibir respuestas dominantes y una
reducida capacidad para detectar y corregir errores. Se
observan también problemas moderados en la capaci-
dad para generar alternativas de respuesta (flexibilidad
cognitiva). Mejora parcialmente con estructuración y
orientación externa.
f) Lenguaje: no se observaron problemas significativos
en la expresión o comprensión verbal, así como tampo-
co problemas en la mecánica de la escritura y la lectura.
Muestra un discurso coherente y adecuado, aunque
poco fluido y con un tono de voz bajo.
g) Conducta y emociones: muestra un importante apla-
namiento afectivo, con reducida iniciativa comunicativa.
Se observan, asimismo, signos sugerentes de desinhibi-
ción, tales como risa inadecuada, ocasionales comenta-
rios jocosos e infantilismo. Además, presenta reducida
tolerancia a la frustración y dificultades en la demora de
la gratificación.

125
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

h) Conciencia de los déficits: muestra una reducida


conciencia de los déficits, especialmente de los pro-
blemas cognitivos. Cuando se le confronta, acepta el
feedback proporcionado. También es capaz de detectar
discrepancias entre lo esperado y el resultado final en
una actividad, si bien muestra una reducida implicación
afectiva y no es capaz de generalizar dichos problemas
a situaciones de la vida cotidiana. Sus expectativas son
poco realistas.

6) Conclusiones y juicio clínico


El paciente muestra alteraciones neuropsicológicas mode-
radas y graves. Entre las dificultades cognitivas, destacan las
siguientes, por su impacto sobre las actividades funcionales:

• Dificultades en el rastreo visual y alta fatigabilidad.


• Alteraciones en la atención sostenida y selectiva, junto con
una leve hemi-inatención izquierda.
• Alteración moderada de la memoria operativa y de la me-
moria episódica reciente. Memoria semántica, procedi-
mental y capacidad de aprendizaje presenrvadas.
• Alteraciones en el funcionamiento ejecutivo: impulsividad,
problemas graves para planificar y supervisar la conducta y
baja flexibilidad cognitiva.
• En cuanto a la conducta, la apatía, la desinhibición con-
ductual y la reducida conciencia de sus limitaciones, tienen
un impacto significativo en la interacción social y en su
implicación y motivación hacia el tratamiento.

126
© Editorial UOC Capítulo V. Modelo de informe neuropsicológico

7) Recomendaciones
Dado el perfil de alteraciones presentes en el paciente,
se sugiere llevar a cabo las siguientes pautas o recomenda-
ciones:

• Comenzar sesiones de rehabilitación neuropsicológica y


de terapia ocupacional para abordar los problemas neu-
ropsicológicos presentes en las actividades de la vida dia-
ria, aumentar su autonomía y mejorar la conciencia de
las limitaciones. Dicho programa de rehabilitación será
complementario a la rehabilitación física que ya está rea-
lizando.
• Comenzar sesiones de psicoeducación y entrenamiento
de los familiares cercanos, para aumentar el conocimiento
acerca del daño cerebral y manejar las alteraciones conduc-
tuales del paciente, especialmente la apatía y la reducida
conciencia de los déficits.
• Supervisión las veinticuatro horas en domicilio y exteriores.
• Evitar la conducción hasta observar mejora de las alte-
raciones conductuales (impulsividad y conciencia de las
dificultades) y realizar nueva valoración psicotécnica y re-
entrenamiento mediante clases de conducción.

Madrid, 16 de febrero de 2019

Laura Pérez González


Col M-163248

127
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

8) Anexo: Resultados de la evaluación neuropsicológica


Resultados neuropsicológicos

Función
Pruebas/Escalas Pc / Pe*
Cognitiva

Índice de comprensión verbal Pc: 63


(ICV)

Índice de razonamiento Pc: 10*


Índices perceptivo (IRP)
generales Índice de memoria de trabajo Pc: 5*
(IMT)

Índice de velocidad de Pc: 5*


procesamiento (IVP)

GOAT Pc: 50
Atención,
orientación y Figuras incompletas WAIS IV Pe: 5*
velocidad de Stroop palabras Pc: 12*
procesamiento
Stroop colores Pc: 10*

Calculo: aritmética WAIS IV Pe: 8

Conocimientos previos. Pe: 15


Información WAIS IV

Codificación visual. Escenas I. Pe: 8


Weschler III
Memoria y
aprendizaje Recuperación visual. Escenas II. Pe: 3*
Weschler III

Aprendizaje inmediato. Lista de Pe: 9


palabras I. Weschler III

Aprendizaje demorado. Lista de Pe: 4*


palabras II. Weschler III

128
© Editorial UOC Capítulo V. Modelo de informe neuropsicológico

Resultados neuropsicológicos

Función
Pruebas/Escalas Pc / Pe*
Cognitiva

Habilidades Figura compleja de rey Copia: Pc: 30


visuoespaciales y Recuerdo inmediato:
visuocontructivas Pc: 2*
Recuerdo demorado:
Pc: 2*

Praxias Subescala de cubos. WAIS IV Pe: 4*

Inhibición Stroop interferencia Pc: 5*

Razonamiento/ flexibilidad: Pe: 3*


Semejanzas WAIS IV

Razonamiento. Matrices WAIS IV Pe: 2*


Funciones Planificación. Mapa del zoo P. perfil: 1 de 4*
ejecutivas (BADS)

Razonamiento/categorización. Categorías completas:


Test de clasificación de cartas Pc: entre 6 y 10
de Wisconsin Errores totales:
2 % de respuestas
perseverativas: Pc: 5*

Conducta DEX paciente / DEX 20/60


Conducta
familia

Ansiedad STAI Pc: Estado: 15* Pc:


Rasgo: 20*
Emoción Cuestionario de depresión de P. directa: 5/63
Beck (ausencia de
depresión)

Pe: puntuación escalar (media 10); Pc: puntuación centil (media 50); Pt: puntuación típica (media 50; DT: 10)

(*) Resultados que muestran un funcionamiento claramente patológico.

129
© Editorial UOC Bibliografía

Bibliografía

Achiron, A., Polliack, M., Rao, S. M., Barak, Y., Lavie, M.,
Appelboim, N. et al. (2005). Cognitive patterns and progression in
multiple sclerosis: Construction and validation of percentile curves.
Journal of Neurology, Neurosurgery, and Psychiatry, 76, 744-749.
American Psychiatric Association (2000). Diagnostic and statistical manual
of mental disorders (4th ed., text rev. 1994). Washington, D. C.: Author.
Anderson, S. W., Aksan, N., Dawson, J. D., Uc, E. Y., Johnson, A.
M., y Rizzo, M. (2012). Neuropsychological assessment of driving
safety in risk in older adults with and without neurologic disease.
Journal of Clinical and Experimental Neuropsychology, 34(9); 895-905.
Atkinson, R. C. y Shiffrin, R. M. (1968). Human Memory: A Proposed
System and Its Control Processes. En K. W. Spence y J. T. Spence
(Eds.). The Psychology of Learning and Motivation: Advances in Research and
Theory (vol. 2, pp. 89-195). New York: Academic Press.
Axelrod, B. N. (2014). Neuropsychological Report Writing. In
Vanderploeg, R. D. (ed.). Clinician´s guide to neuropsychological assessment.
New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.
Beck, A. T., Steer, R. A., y Brown, G. K. (2006). BDI-II. Inventario de
Depresión de Beck. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
Baum, K. T., von Thomsen, C., Elam, M., Murphy, C., Gerstle,
M., Austin, C. A., y Beebe, D. W. (2018). Communication is key:
the utility of a revised neuropsychological report format. The Clinical
Neuropsychologist, 32 (3): 345-367.
Cohen, R. J. y Swerdlik, M. E. (2001). Pruebas y evaluación psicológicas.
Introducción a las pruebas y a la medición. México: McGraw Hill.

131
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Donders, J. (ed.) (2016). Neuropsychological Report Writing (Evidence-Based


Practice in Neuropsychology). New York: Guildford Press.
Dujardin, K., Defbvre, L., Duhamel, A., Lecouffe, P., Rogelet, P.,
Steinling, M., et al. (2004). Cognitive and SPECT characteristics pre-
dict progression of Parkinson´s disease in newly diagnosed patients.
Journal of Neurology, 251, 1432-1459.
Enseñat, A., Roig, T., y García, A. (2015). Neuropsicología pediátri-
ca. Madrid: Editorial Síntesis. Fernández Ballesteros, R. (1999).
Introducción a la Evaluación Psicológica (1 y 2). Madrid: Pirámide.
Fleisher, A. S., Sun, S., Taylor, C., Ward, C. P., Gamst, A. C.,
Petersen, R. C., et al. (2008). Volumetric MRI vs clinical predictors
of Alzheimer disease in mild cognitive impairment. Neurology, 70,
191-199.
Golden, C. J. (2007). Stroop test de colores y palabras, manual (5° ed.). Madrid:
TEA Ediciones. Heaton R. K., Chelune G. J., Talley J. L., et al. (1993).
Wisconsin Card Sorting Test (WCST). Manual revised and expanded.
Odessa: Psychological Assessment Resources.
Hebben, N. y Milberg, W. (2009). Essentials of neuropsychological
assessment. (2.ª ed.). Kauffman and Kauffman: John Wiley & Sons,
Inc.
Hermann, B., Davies, K., Foley, K., y Bell, B. (1999). Visual con-
frontation naming outcome after standard left anterior temporal
lobectomy with sparing versus resection of the superior temporal
gyrus: A randomized prospective clinical trial. Epilepsia, 40(8), 1070-
1076.
Hermann, B., Seidenberg, M., Lee, E. J., Chan, F., y Rutecki, P.
(2007). Cognitive phenotypes in temporal lobe epilepsy. Journal of the
International Neuropsychological Society, 13(1): 12-20.
Hodges, J. R. (1995). Clinician’s Guide to Neuropsychological
Assessment. Journal of Neurology, Neurosurgery, and Psychiatry, 59(3), 345.

132
© Editorial UOC Bibliografía

Klopfer, W. G. (1960). The psychological report. New York: Grune &


Stratton.
Kolb, B. y Wishaw, I. Q. (1986). Fundamentos de neuropsicología huma-
na. Labor: Barcelona. Kulas, J. F. y Naugle, R. I. (2003). Indications
for neuropsyhcological assessment. Cleveland Clinical Journal of Medicine,
vol.70,9.
Levin, H. S., O’Donnell,V. M., y Grossman, R. G. (1979). The
Gavelston orientation and amnesia test. A practical scale to assess
cognition after closed head injury. J Nerv Ment Dis, 167:675-684.
Lezak, M. D., Howieson, D. B., Loring, D. W., Hannay, H. J., y
Fischer, J. S (2004). Neuropsychological assessment. (4.ª ed.). New York,
NY, US: Oxford University Press.
Maloney, M. P. y Ward, M. P. (1976). Psychological assessment. A
conceptual approach. New York: Oxford University Press.
Miller, E. (1992). Some basic principles of neuropsychological assessment.
En J. R. Crawford, D. M. Parker y W. W. Mc-Kinglay (Eds.). A hand-
book of neuropsychological assessment. Mahwah, New Jersey: LEA.
Muñoz Céspedes J. M. y Tirapu J. (2001). Rehabilitación neuropsicológica.
Madrid: Editorial Síntesis.
Organización Mundial de la Salud (2001). Clasificación Internacional
del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud «CIF». Madrid:
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría General de
Asuntos Sociales. Instituto de Migraciones y Servicios Sociales
(IMSERSO).
Osterrieth P. A. (1944). Le test de copie d’une figure complexe; con-
tribution à l’étude de la perception et de la mémoire. Arch Psychol,
1944; 30: 206–356.
Ownby, R. L. (1992). Psychological reports: A guide to writing in professional
psychology (2.ª ed.). Brandon, V. T: Clinical Psychology Publishing
Company.

133
© Editorial UOC Guía práctica para la elaboración de informes neuropsicológicos

Peña Casanova, J. (1990). Programa integrado de exploración neuropsicológica


computarizada (PIENC). Barcelona: Masson.
Ponsford, J., Draper, K., y Schoenberger, M. (2008). Functional
outcome 10 years after traumatic brain injury: Its relationship with
demographic, injury severeity, and cognitive and emotional status.
Journal of the International Neuropsychological Society, 14, 233-242
Portellano, A. (2007). Neuropsicología infantil. Madrid: Editorial Síntesis.
Postal, K., Chow, C., Jung, S., Eriksson-Moreo, K., Geier, F., y
Lanca, M. (2018). The stakeholders’ project in neuropsychological
report writing: a survey of neuropsychologists’ and referral sources’
views of neuropsychological reports. The Clinical Neuropsychologist, 32
(3): 326-344.
Prigatano, G. P. (2009). Anosognosia: clinical and ethical considerations.
Current Opinion in Neurology. 22, 606–611.
Sawrie, S. M., Martin, R. C., Gilliam, F. G., Roth, D. L., Faught, E.,
y Kuzniecyk, R. (1999). Contribution of neuropsychological data to
the prediction of temporal lobe epilepsy surgery outcome. Epilepsia,
39, 319-325.
Seidenberg, M., Pulsipher, D. T., y Hermann, B. (2007). Cognitive
progression in epilepsy. Neuropsychological Review, 17(4), 445-454.
Schoenberg, M. R. y Scott, J. G. (2011). The neuropsychological refe-
rral and answering the referral question. En Schoenberg y Scott (eds.).
The little black book of neuropsychology. New York: Springer.
Spielberger, C. D., Gorsuch, R. L., y Lushene, R. E. (2008). STAI.
Cuestionario de ansiedad estado-rasgo (7ª ed. rev.). Madrid: TEA.
Tirapu Ustárroz, J., Muñoz Céspedes, J. M., Pelegrín Valero, C.,
y Albéniz Ferreras, A. (2005). Propuesta de un protocolo para la
evaluación de las funciones ejecutivas. Revista Neurología, 41, 177-
186.

134
© Editorial UOC Bibliografía

Vanderploeg, R. D. (ed.) (2014). Clinician´s guide to neuropsychological


assessment. New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.
Verdejo, A.; Alcázar-Córcoles, M. A.; Gómez-Jarabo, G. A., y Pérez-
García, M. (2004). Pautas para el desarrollo científico y profesional de
la neuropsicología forense. Revista de Neurología, 39 (1), 60-73.
Wechsler, D. (2012). WAIS-IV. Escala de inteligencia de Wechsler para
adultos IV. Manual de aplicación y corrección. Madrid: NCS Pearson, Inc.
Wilson, B. A. (1996). Behavioural assessment of the Dysexecutive
Syndrome (BADS). Bury St Edmunds, England: Thames Valley Test
Company.

135
Otros títulos de la colección PSICOLOGÍA PSICOLOGÍA «Estudios recientes ponen de relieve
Manuales (Psicología) la necesidad de mejorar la elaboración de
Manual práctico de patología del lenguaje. los informes neuropsicológicos, atendiendo

DAVID DE NOREÑA MARTÍNEZ


Evaluación e intervención en adultos y niños a los destinatarios, adaptándolos a los
Isabel Leiva Madueño,Julia Vázquez De Sebastián tiempos y las necesidades de la población a
La comunicación no verbal en la relación la que van dirigidos y mejorando en aspectos
BEGOÑA GONZÁLEZ RODRÍGUEZ

GUÍA PRÁCTICA PARA LA ELABORACIÓN DE INFORMES NEUROPSICOLÓGICOS


médico-paciente (nueva edición) El informe neuropsicológico es un elemento fundamental en la práctica como la concisión, la legibilidad y la
Beatriz Molinuevo Alonso clínica diaria. Se trata de un documento esencial que debe aportar transparencia a la hora de plasmar juicios
Música y neurociencia. La musicoterapia.
Fundamentos, efectos y aplicaciones terapéuticas
(nueva edición revisada y ampliada)
información útil y relevante al lector al que va destinado, ayudando
al profesional en la toma de decisiones eficaz con respecto al paciente. ELENA MUÑOZ MARRÓN clínicos y recomendaciones específicas.»

GUÍA PRÁCTICA PARA LA


Jordi A. Jauset Berrocal David de Noreña Martínez
Esta guía práctica tiene como objetivo dotar a los profesionales de Begoña González Rodríguez
Neuropsicología del daño cerebral adquirido. TCEs,
las competencias esenciales para elaborar un informe neuropsicológico Elena Muñoz Marrón

DAVID DE NOREÑA MARTÍNEZ · BEGOÑA GONZÁLEZ RODRÍGUEZ · ELENA MUÑOZ MARRÓN


ACVs y tumores del sistema nervioso central
Elena Muñoz Marrón, David de Noreña Martínez
y Ana Sanz Cortés
de calidad, ofreciendo pautas para la correcta elaboración del
documento y atendiendo a aspectos esenciales como la concisión, ELABORACIÓN DE INFORMES
NEUROPSICOLÓGICOS
La psicología aplicada en la diplomacia la legibilidad, el uso correcto de la terminología o la adecuación
Edgar Galindo del informe a los objetivos específicos del mismo.
Cáncer. Cómo afrontar los tres días esenciales
Tania Estapé Madinabeitia
Con este libro aprenderás sobre:
Bullying y ciberbullying. Estrategias de evaluación,
evaluación neuropsicológica; daño cerebral; neuropsicología
prevención e intervención
Maite Garaigordobil Landazabal clínica; diagnóstico neuropsicológico; informe neuropsicológico;
El proceso emocional tras el diagnóstico por VIH  neuropsicología forense; pruebas neuropsicológicas;
Pedro Salmerón  rendimiento cognitivo; resultados neuropsicológicos
La práctica de la investigación cualitativa
en ciencias sociales y de la educación
Beatriz Ballestín y Sergi Fàbregues
Psicología social de la educación
Anastasio Ovejero Bernal, José Francisco Morales
Domínguez, Santiago Yubero Jiménez (coords.)
En la mente del menor delincuente. Casos
de psicología forense de menores infractores
Miguel Ángel Alcázar-Córcoles
El desarrollo del lenguaje y la comunicación
en la infancia
Melina Aparici Aznar, Alfonso Igualada (eds.)
Evaluación en psicología clínica para adultos
Josep Deví Bastida y Joan Deus Yela (coords.)

Podéis consultar nuestro catálogo Tiempo estimado

621
en www.editorialuoc.com 7h de lectura y comprensión

También podría gustarte