Protección Corto Circuitos
Protección Corto Circuitos
Protección Corto Circuitos
Las causas pueden ser varias: cables rotos, flojos o pelados, presencia de cuerpos metálicos
extraños, depósitos conductores (polvo, humedad, etc.), filtraciones de agua o de otros líquidos
conductores, deterioro del receptor o error de cableado durante la puesta en marcha o durante una
manipulación.
El cortocircuito desencadena un brutal aumento de corriente que en milésimas de segundo puede
alcanzar un valor cien veces superior al valor de la corriente de empleo. Dicha corriente genera
efectos electrodinámicos y térmicos que pueden dañar gravemente el equipo, los cables y los juegos
de barras situados aguas arriba del punto de cortocircuito.
Por lo tanto, es preciso que los dispositivos de protección detecten el fallo e interrumpan el circuito
rápidamente, a ser posible antes de que la corriente alcance su valor máximo.
La protección contra los cortocircuitos puede estar integrada en aparatos de funciones múltiples,
como los disyuntores motores y los contactores disyuntores.
Los fusibles
Los fusibles proporcionan una protección fase a fase, con un poder de corte muy elevado y un
volumen reducido. Se pueden montar de dos maneras:
– en unos soportes específicos llamados portafusibles,
– en los seccionadores, en lugar de los casquillos o las barretas.
(1) La norma IEC 269-2 ha cambiado la denominación “tipo g” por “tipo gG”.
Cortacircuitos fusibles
Dispositivo de protección contra funcionamiento monofásico (dpfm)
Se puede instalar en un portafusibles multipolar o en un seccionador portafusibles. Requiere fusibles
con percutor (o indicadores de fusión).
Se trata de un dispositivo mecánico que se acciona mediante el percutor liberado cuando se funde un
fusible. Controla la apertura de un contacto conectado en serie con la bobina del contactor. De este
modo, queda garantizada la caída del contactor, es decir, la desconexión del receptor, incluso si sólo
se funde un fusible.
También está disponible un contacto de cierre suplementario para señalizar el fallo a distancia.
Efectos térmicos
Si se toma un conductor con una resistencia de 1 mW por el que circula una corriente eficaz de 50 kA
durante 10 ms, la energía disipada de 2.500 julios equivale a una potencia de 250 kW.
En un contactor tripolar cuyos contactos se abren por repulsión generando arcos eléctricos, se puede
estimar que la energía disipada es varias veces superior.
Los efectos térmicos de un cortocircuito provocan en los componentes los siguientes efectos:
– fusión de los contactos, de los bobinados de las biláminas y de las conexiones,
– calcinación de los materiales aislantes.
Características principales
Poder de corte
Es el valor máximo estimado de corriente de cortocircuito que puede interrumpir un disyuntor con una
tensión y en unas condiciones determinadas. Se expresa en kiloamperios eficaces simétricos.
La norma IEC 947-2 define dos valores para el poder de corte de los disyuntores:
– el poder asignado de corte último Icu
Es el valor eficaz máximo de corriente que permite realizar un corte correctamente y a continuación
una operación decierre-apertura. Es prácticamente igual al poder de corte Icn ciclo P1 de la norma
IEC 157-1.
– el poder asignado de corte de servicio Ics
Es el valor eficaz máximo de corriente que permite realizar un corte correctamente y a continuación
dos operaciones de cierre-apertura. Es prácticamente igual al poder de corte Icn ciclo P2 de la norma
IEC 157-1.
Arrancador con disyuntor magnético
Poder de cierre
Es el valor máximo de corriente que puede establecer un disyuntor con su tensión nominal en
condiciones determinadas. En corriente alterna, se expresa con el valor de cresta de la corriente.
El poder de cierre es igual a k veces el poder de corte, según se indica en la siguiente tabla (IEC
947-2).
Autoprotección
Es la aptitud que posee un aparato para limitar la corriente de cortocircuito con un valor inferior a su
propio poder de corte, gracias a su impedancia interna.
Poder de limitación
Un disyuntor es además limitador cuando el valor de la corriente que realmente se interrumpe en
caso de fallo es muy inferior al de la corriente de cortocircuito estimado.
La limitación de la corriente de cortocircuito depende de la velocidad de apertura del aparato y de su
capacidad para generar una tensión de arco superior a la tensión de la red.
Permite atenuar los efectos térmicos y electrodinámicos, proporcionando así una mejor protección a
los cables y al aparellaje.
El sistema de protección contra las sobrecargas debe elegirse en función del nivel de protección
deseado:
– relés térmicos de biláminas,
– relés de sondas para termistancias PTC,
– relés de máxima corriente,
– relés electrónicos con sistemas de protección complementarios.
Esta protección también puede estar integrada en aparatos de funciones múltiples, como los
disyuntores motores o los contactores disyuntores que se describen en el apartado “Aparatos de
funciones múltiples”.
Reglaje
Los relés se regulan con un pulsador que modifica el recorrido angular que efectúa el extremo de la
bilámina de compensación para liberarse del dispositivo de sujeción que mantiene el relé en posición
armada.
La rueda graduada en amperios permite regular el relé con mucha precisión. La corriente límite de
disparo está comprendida entre 1,05 y 1,20 veces el valor indicado.
Clases de disparo
Los relés térmicos se utilizan para proteger los motores de las sobrecargas, pero durante la fase de
arranque deben permitir que pase la sobrecarga temporal que provoca el pico de corriente, y
activarse únicamente si dicho pico, es decir la duración del arranque, resulta excesivamente larga.
La duración del arranque normal del motor es distinta para cada aplicación; puede ser de tan sólo
unos segundos (arranque en vacío, bajo par resistente de la máquina arrastrada, etc.) o de varias
decenas de segundos (máquina arrastrada con mucha inercia), por lo que es necesario contar con
relés adaptados a la duración de arranque. La norma IEC 947-4-1-1 responde a esta necesidad
definiendo tres tipos de disparo para los relés de protección térmica:
• Relés de clase 10
Válidos para todas las aplicaciones corrientes con una duración de arranque inferior a 10 segundos.
• Relés de clase 20
Admiten arranques de hasta 20 segundos de duración.
• Relés de clase 30
Para arranques con un máximo de 30 segundos de duración.
Observación importante: en las aplicaciones con un arranque prolongado, conviene comprobar que
todos los elementos del arrancador (contactores, aparatos de protección contra los cortocircuitos,
cables, etc.) están dimensionados para soportar la corriente de arranque sin calentarse demasiado.
Modos de rearme
El relé de protección se puede adaptar fácilmente a las diversas condiciones de explotación eligiendo
el modo de rearme Manual o Auto (dispositivo de selección situado en la parte frontal del relé), que
permite tres procedimientos de rearranque:
• Las máquinas simples que pueden funcionar sin control especial y consideradas no peligrosas
(bombas, climatizadores, etc.) se pueden rearrancar automáticamente cuando se enfrían las
biláminas: rearme Auto, esquema 3 hilos
• En los automatismos complejos, el rearranque requiere la presencia de un operario por motivos de
índole técnica y de seguridad: rearme Auto, esquema 2 hilos
También se recomienda este tipo de esquema para los equipos de difícil acceso.
• Por motivos de seguridad, las operaciones de rearme del relé en funcionamiento local y de
arranque de la máquina debe realizarlas obligatoriamente el personal cualificado: rearme Manual
Aplicaciones
Los relés de sondas controlan directamente la temperatura de los devanados estatóricos, lo que les
permite proteger los motores contra los calentamientos debidos a sobrecargas, aumento de la
temperatura ambiente, fallos del circuito de ventilación, número de arranques elevado,
funcionamiento por impulsos, arranque anormalmente prolongado, etc. Sin embargo, para utilizar
este modo de protección, es necesario que las sondas se hayan incorporado a los bobinados durante
el proceso de fabricación del motor o al realizarse un rebobinado tras un accidente.
Los relés de sondas también se utilizan para controlar el calentamiento de los elementos mecánicos
de los motores o demás aparatos que admitan sondas: cojinetes, circuitos de engrase, fluidos de
refrigeración, resistencias de arranque, radiadores de semiconductores, etc.
El número máximo de sondas que se pueden asociar en serie en el mismo relé depende del tipo de
relé y del tipo de sonda (100 o 250 ohmios a 25 °C). Dichas sondas pueden tener una TNF diferente,
lo que permite controlar con un solo relé todos los elementos con temperaturas de funcionamiento
distintas. Sin embargo, esta solución sólo se recomienda en los casos en los que no sea necesario
localizar los fallos con gran precisión.
Principio de funcionamiento
Los principales elementos de los relés son:
– un circuito magnético, formado por una parte fija, una armadura móvil y una bobina,
– un mecanismo de disparo accionado a través de la armadura móvil y que actúa sobre contactos
auxiliares NC + NA.
La corriente que se desea controlar atraviesa la bobina, conectada en serie a una de las fases del
receptor. Cuando dicha corriente rebasa el valor de reglaje, el campo magnético que genera la
bobina es suficiente para atraer la armadura móvil y cambiar el estado de los contactos.
El contacto de apertura se encuentra en el circuito de la bobina del contactor principal, por lo que
éste se abre.
Dispositivo de reglaje
El reglaje se realiza reduciendo o aumentando el ángulo de apertura de la armadura móvil, lo que
modifica el entrehierro, y por tanto, el número de amperios-vuelta necesarios para cerrar el circuito
magnético. El dispositivo de reglaje está graduado en amperios, por lo que basta con indicar el valor
de la corriente de disparo.
– contacto impulsional
El contacto de disparo vuelve a la posición inicial después del funcionamiento del relé y la apertura
del contactor, por lo que debe utilizarse obligatoriamente con un esquema 3 hilos.
En ambos casos, resulta imprescindible solucionar el fallo antes de rearmar el relé (contacto de
retención) o de volver a activar el pulsador de marcha (contacto impulsional).
Principio de funcionamiento
Los principales elementos de los relés son:
– una bilámina rodeada de un bobinado de calentamiento conectado en serie a una o varias
resistencias,
– una caja de material moldeado con un contacto NC y un contacto NA de retención,
– un pulsador de rearme,
– una rueda frontal para regular el tiempo de disparo.
Arrancador rotórico
El conjunto compuesto por el bobinado de calentamiento y la resistencia está conectado entre los
dos hilos de alimentación del circuito de control del equipo. Dentro del circuito del bobinado de
calentamiento del relé hay un contacto NA (3-4) que controla su puesta bajo tensión desde que se
inicia el arranque o el fenómeno que se debe controlar, y un contacto NC (1-2) que controla la
finalización de los mismos. Cuando arranca el motor o se inicia el fenómeno, el contacto (3-4) se
cierra. A partir de este momento, se establece el contacto (1-2) y el bobinado de calentamiento del
relé se pone bajo tensión. Durante todo el tiempo que duran el arranque o el fenómeno, el calor va
deformando progresivamente la bilámina. Pueden darse dos casos:
– la duración es inferior al tiempo determinado en el relé.
Cuando finalizan el arranque o el fenómeno, el contacto (1-2) se abre. La tensión del bobinado de
calentamiento se interrumpe, la bilámina se enfría y el relé está preparado para controlar el siguiente
ciclo,