4 Percusión

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Percusión

El dolor a la percusión no indica que el diente esté necrótico o vital, sino más bien
es un signo de inflamación en el ligamento periodontal (es decir, una periodontitis
perirradicular aguda). La indicación del origen del dolor es interpretada por el núcleo
mesencefálico, que recibe la información desde los neurorreceptores propioceptivos, el
número de propioceptores en la pulpa dental es escaso o nulo; sin embargo, sí abundan en
el espacio del ligamento periodontal. Ahí radica la dificultad para que el paciente pueda
discriminar la localización del dolor dental en las primeras fases de la enfermedad, cuando
únicamente se estimulan las fibras C . Una vez que la enfermedad se extiende hacia el
espacio del ligamento periodontal, el paciente ya es capaz de localizar el dolor con mayor
precisión; por tanto, el diente causante se podrá identificar más fácilmente mediante
percusión y pruebas de masticación.

Antes de percutir los dientes, el clínico debe explicar al paciente lo que percibirá
durante esta prueba. Debido a que la presencia de síntomas agudos puede generar ansiedad
y alterar posiblemente la respuesta del paciente, es conveniente que le preparemos lo mejor
posible para lograr los resultados más precisos. (Hargreaves & Cohen, 2011, pág. 14)

Se realiza con el mango del espejo, bien primero con el dedo cuando el paciente ya
haya indicado dolor a la masticación. Se evalúa la respuesta en el diente contralateral antes
de percutir el sospechoso. Se percute hacia incisal u oclusal, hacia vestibular y hacia
lingual. La aparición de dolor indica periodontitis apical, con inflamación pulpar
irreversible o necrosis pulpar. (Canalda Sahli & Brau Aguadé, 2019, pág. 85)

El clínico debe avisar al paciente de que la sensación de dicho diente es la normal, y


éste debe comunicarle si le molestan o le duelen los dientes que va a probar a continuación.
La prueba debe comenzarse con suavidad, aplicando una presión leve con los dedos. Si el
paciente es incapaz de percibir una diferencia significativa entre los diferentes dientes,
habrá que repetir la prueba utilizando el extremo romo de un instrumento, como el extremo
posterior del mango del espejo. La percusión se debe realizar en primer lugar en oclusal, y
si el paciente no aprecia ninguna diferencia debe repetirse percutiendo las caras vestibular y
lingual de los dientes. Cuando se detecta una respuesta intensa, la prueba debe repetirse las
veces que sean precisas para determinar su exactitud y su capacidad de reproducción, y
toda la información debe documentarse. (Hargreaves & Cohen, 2011, pág. 14)

Una respuesta negativa no excluye la existencia de patología periapical. La


percusión es de interés en el diagnóstico del diente fisurado. En ocasiones aparece dolor al
percutir una cúspide hacia el exterior y en la otra no o viceversa. (Canalda Sahli & Brau
Aguadé, 2019, pág. 85)

Prueba de percusión de un diente con el extremo posterior de un mango de espejo. (Hargreaves &
Cohen, 2011, pág. 14)

Movilidad
Cualquier aumento de movilidad del diente no es indicativo de vitalidad pulpar.
Sencillamente, es una mera indicación de que el aparato de inserción periodontal está
comprometido. Esta afectación puede ser consecuencia de un traumatismo físico agudo o
crónico, un trauma oclusal, hábitos parafuncionales, enfermedad periodontal, fracturas
radiculares, un movimiento ortodóntico rápido, o bien deberse a la extensión de una
patología pulpar y, en especial, a una infección hacia el espacio del ligamento periodontal.

Es habitual que se recupere una movilidad normal una vez se hayan reparado o
eliminado los factores desencadenantes. La determinación de la movilidad mediante una
presión digital simple puede ser subjetiva desde un punto de vista visual, por lo que
debemos utilizar los extremos posteriores de dos mangos de espejos, colocando uno en la
cara vestibular del diente y el otro en la cara lingual. Cualquier movilidad superior a +1
debe considerarse anormal. Sin embargo, la evaluación de los dientes debe basarse en su
movilidad con respecto a los dientes adyacentes o contralaterales. (Hargreaves & Cohen,
2011, pág. 15)
Prueba de movilidad de un diente utilizando los extremos posteriores de dos
mangos de espejos (Hargreaves & Cohen, 2011, pág. 14).

Examen periodontal
Posible enfermedad periodontal, o una afectación mixta endodóncico-periodontal,
se debe explorar la existencia de bolsas, su localización y profundidad mediante una sonda
periodontal de extremo romo de gutapercha calibre 30 y se efectuará una radiografía para
averiguar su origen. La presencia de bolsas periodontales en varias zonas de la periferia de
un diente o la existencia de una única bolsa amplia hace pensar en una lesión primaria de
origen periodontal. Por el contrario, una bolsa única, estrecha, en un punto de la periferia
del diente, por lo general profunda, hace pensar en una lesión de origen endodóncico, con
frecuencia un diente fisurado. (Canalda Sahli & Brau Aguadé, 2019, pág. 87)

El sondaje periodontal es una parte importante de cualquier diagnóstico intraoral. La


medición de la profundidad de la bolsa periodontal indica la profundidad del surco gingival,
el cual se corresponde con la distancia entre el margen gingival libre y el aparato de
inserción. Mediante sondas periodontales calibradas, el clínico debería medir las
profundidades de las bolsas periodontales en las caras mesial, media y distal, tanto del lado
vestibular como del lado lingual del diente, anotando la profundidad en milímetros.

La sonda periodontal se va «introduciendo» alrededor del eje mayor del diente


progresando a incrementos de 1 mm. Una gran pérdida ósea, cuantificada mediante un
largo tramo de sondajes periodontales profundos, normalmente se considera de etiología
periodontal y habitualmente está generalizada en otras zonas de la boca. Sin embargo, las
áreas aisladas de pérdida ósea vertical pueden tener una etiología endodóntica, y más
específicamente a partir de un diente necrótico cuya infección se ha extendido desde la
zona que rodea al ápice hasta el surco gingival. (Hargreaves & Cohen, 2011, pág. 15)

Prueba de sondeo

También podría gustarte