Desdoblamiento
Desdoblamiento
Des
dobla
miento
La teoría del desdoblamiento
en la comunicación política
D ES D OB LA M I ENTO
de Andrés Elías & Jorge Camacho
I nt ro du cc ió n a
Desdoblamiento
5
u no
La antigua publicidad
9
do s
Nuevos modelos comunicacionales
15
t res
La era de la pandemia y el inicio de una nueva era
comunicacional
17
c uat ro
La teoría del desdoblamiento
21
c inco
El mensaje político
27
seis
Conclusión
31
INTRODUCCIÓN A
DESDOBLAMIENTO
5
nadie–, y donde la opinión de un amigo tiene más peso que lo
que diga una marca sobre su producto, nos enfrentamos a cam-
bios en los patrones de comunicación.
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mente la fuerza de las redes sociales reside en su capacidad de
desplazar a los medios tradicionales de sus objetivos principales:
la información y la opinión. Los individuos con presencia en
cualquier red social o aplicación (app) de mensajería, están des-
empeñando estos papeles y son más creíbles, porque los otros
usuarios los perciben como carentes de interés económico o polí-
tico, y esto genera que sus afirmaciones sean más convincentes.
Los usuarios, incluyéndonos nosotros mismos como estrate-
gas, no queremos intermediarios, queremos escuchar la informa-
ción contada en primera persona, de manera directa. Si alguien
está viviendo un hecho extraordinario y sube fotos o videos de lo
que está ocurriendo, permite que podamos ver, analizar y com-
partir con otros usuarios de modo inmediato. Esto tiene más
peso sobre nosotros que si nos narraran el hecho desde un medio
tradicional.
La comunicación es bidireccional y los políticos no pueden
seguir ignorándolo. La actual estrategia de muchos actores polí-
ticos ha consistido en convertirnos en receptores de la informa-
ción, nada más. Por ejemplo, cuando Andrea Legarreta quiso
minimizar la caída del peso frente al dólar en México (2016,
durante la presidencia de Enrique Peña Nieto), su actitud y sus
argumentos fueron poco creíbles, y esto generó tantas críticas
que ella misma tuvo que salir al paso de las mismas.
Los usuarios somos más complejos y mucho más informados.
Queremos sentirnos que somos actores de la información. El
modelo tradicional, en donde estábamos atrapados por la radio
o la televisión, es evidentemente anacrónico; ahora somos noso-
tros quienes generamos la noticia, y nuestros contenidos pueden
llegar a ser más virales que una portada o que el titular de un
periódico.
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En definitiva, se ha producido una pérdida de nivel de influen-
cia de los medios de comunicación tradicionales, y se ha dado
paso a la aparición de un nuevo tipo de creadores y generadores
de opinión, un nuevo perfil de líderes de opinión muy ligado a
las redes sociales, con una forma de comunicar simple, alegórica
y rápidamente viralizable; mientras que los contenidos políti-
cos siguen siendo vacíos, sin propuestas de valor y sin cercanía
con la comunidad, pero al mismo tiempo son más abstractos y
densos de entender. En síntesis: siguen sin encajar en este nuevo
contexto digital, en donde los medios tradicionales ya no reinan.
8
UNO
LA ANTIGUA PUBLICIDAD
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Con este cambio, ante una mayor oferta de canales para
promoción y más marcas compitiendo por la atención de los
consumidores, las empresas publicitarias se dieron cuenta de
que tenían que profundizar en el relato de por qué las personas
debían comprar sus productos y cuáles eran las motivaciones –o
los claims– que les impulsaban a elegir determinada marca.
Actualmente, la mayor parte de las marcas siguen centrando
su publicidad en el consumidor, esto debido a la alta demanda y
al consumo cada vez más fragmentado de medios de comunica-
ción, así que la competencia es por dominar una audiencia que
nunca antes había tenido tanta oferta de entretenimiento.
Hoy, los anuncios se han vuelto tan segmentados que pode-
mos hablar de una personalización completa de la experiencia
del cliente ante los anuncios comerciales.
Cambridge Analytica, en la campaña del Brexit y de Donald
Trump, creó anuncios individualizados en Facebook, dirigidos a
personas con menor nivel de educación y menos motivaciones
políticas. Como resultado, esa audiencia inclinó su voto hacia
Trump, porque con esos mensajes sintió que –al fin– alguien les
hacía caso.
Si bien la publicidad centrada en el producto es testimonio de
una época pasada, la unidireccionalidad de la televisión se man-
tiene, pero las redes sociales, por su naturaleza y definición, son
bidireccionales. Entre ambos medios hay un choque de modelos
de comunicación que se está gestando ahora mismo; uno está-
tico y anacrónico (el de los medios tradicionales) y otro interac-
tivo y en pleno auge de las redes sociales.
Aunque parezca poco prudente nuestra afirmación, no es lo
mismo vender jabón que vender la imagen de un ser humano;
se requieren diferentes matices cuando hablamos de la proyec-
ción de un político. Y aunque suene contrario a lo que hemos
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expresado, en el caso político, la narrativa debe adaptarse al polí-
tico y no a la inversa. Por supuesto, con el fino cuidado de no
convertirnos en escaparate narcisista de nosotros mismos, sino
en la proyección de nuestra imagen y discurso, adecuados a un
mercado electoral.
Una parte de la estrategia para promover a un ser humano,
requiere de que atribuyamos a su prestigio aquellas caracterís-
ticas que le den la autoridad de ser relevante para un nicho de
personas.
En la publicidad de los setentas, el producto en sí era una
fuente persuasiva. En la comunicación política, es el ser humano
quien se convierte en su mayor atractivo, por eso no es lo mismo
vender un champú que la imagen de una persona, y el enfoque
puede ser errado en la comunicación política si no se comprende
esto aparentemente tan simple; hay agencias comerciales que
fracasan al hacer campañas políticas porque no encuentran la
diferencia entre el champú y el candidato.
El político y su discurso son la principal fuente persuasiva que
se tiene en la comunicación política, y ambos constituyen los
principales insumos con que contamos al momento de comu-
nicar. El ser humano va adquiriendo cualidades subjetivas con
la idea de empatizar, sin exagerar ni impostar su imagen, lo que
–sumado a la forma y el fondo del mensaje– genera un vínculo
de simpatía con el elector.
La palabra política ha ido adquiriendo connotaciones negati-
vas a lo largo de las últimas décadas. Hoy, eliminar los vínculos
a esas connotaciones, ha llevado a los estrategas de campaña a
comprender que lo que buscamos vender son seres humanos, y
que el mercado de «compradores» es también de seres humanos.
El denominado «posicionamiento» nace a principios de los
setenta en Estados Unidos, por razones inverosímiles: Durante
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1973, el mundo entró en crisis luego de un grave desabasto de
gasolina. Además de eso, el aumento del desempleo, más la
situación social que vivía Estados Unidos con la firma del Acta
de los Derechos Civiles y la incorporación cada vez mayor de la
mujer a la población económicamente activa, transformaron la
composición del mercado.
Además, se produjo una revolución en la investigación de
mercados que ayudó a entender los deseos reprimidos de los
estadounidenses, y se empezó a categorizar al consumidor de
acuerdo a sus comportamientos y componentes demográficos y
psicográficos, y surgió un fenómeno que hasta el día de hoy sigue
siendo utilizado en el mercadeo: el posicionamiento.
El posicionamiento, es el espacio que ocupa cada producto
y servicio en la mente del consumidor, el enfoque del mercadeo
basado en el posicionamiento consiste en situar el nombre y la
imagen de un producto, y asociarlo con atributos que satisfagan
las necesidades de los consumidores.
Cada producto ocupa una posición adecuada en un segmento
del mercado previamente estudiado, en donde el público que usa
dicho producto ve satisfechas sus necesidades.
En el caso de la política, los eventos territoriales no gene-
ran una profunda comunicación interpersonal; en cuestión de
segundos es difícil determinar que ese acto territorial establezca
un vínculo profundo con el elector, pero sí es el punto de partida
para que la comunicación de aire logre establecer y estrechar esos
vínculos.
Por eso, cada acto comunicativo debe tener bases transversa-
les por donde surja espontáneamente el apoyo de las masas.
Es cierto que la comunicación digital nos permite saludar
en las mañanas rutinariamente, activar la participación pregun-
tando a la comunidad un «¿Cómo está usted?», hasta hablar
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sobre situaciones personales y tratar un asunto cotidiano de
manera impersonal.
Posicionamiento, segmentación, era de oro de la publicidad,
televisión de los 70, medios tradicionales… Hasta ahora nos
hemos dedicado a exponer de manera breve los viejos modelos
de comunicación. Es momento de introducirnos en los nuevos
modelos de comunicación.
13
DOS
NUEVOS MODELOS
COMUNICACIONALES
16
TRES
LA ERA DE LA PANDEMIA Y EL
INICIO DE UNA NUEVA ERA
COMUNICACIONAL
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Se señala también, como factor de peso, la actitud positiva,
pues si el receptor está predispuesto a escuchar cierta versión
del mensaje, entonces la lectura de este tendrá excesivos compo-
nentes emocionales, y esto llevará a una errónea y poco objetiva
interpretación del mensaje.
El proceso comunicativo es complejo e incluye un gran
número de variables, por sólo mencionar algunas: las necesida-
des individuales de los participantes, la percepción que tiene del
otro, el estatus de cada uno, el lugar en donde ocurre el proceso,
e incluso el momento en que sucede.
Pero, pese a la complejidad de la comunicación, cuando esta
no funciona adecuadamente se convierte en una fuente de con-
flictos e incomprensión, y puede interferir en la motivación, en
la productividad y en la consecución de los objetivos comunica-
cionales.
Siempre es importante estar a la vanguardia y crear nuevos
modelos comunicacionales que se adapten al mundo actual, y
que respondan a los fenómenos que ocurren en campañas elec-
torales exitosas en otros países.
El posicionamiento puede resumirse en una línea, como un
sistema de planteamiento de ideas, a lo que llamamos la «Teoría
del desdoblamiento». Para poder explicar esta teoría, debemos
considerar que hay dos tipos de generaciones: la digital y la aná-
loga. La primera es la que está ligada a todo lo digital, tal como
lo conocemos ahora. La segunda, es la que ya lleva tiempo en la
industria y que viene desde las plataformas tradicionales. Final-
mente, hay un puente que aún no se logra conectar entre estas
dos generaciones, y es la razón por la que muchas de las actuales
prácticas comunicacionales terminan siendo anacrónicas y no se
ajustan a los nuevos modelos comunicacionales que, de hecho,
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han cambiado a un ritmo vertiginoso y se han acelerado aún más
con la pandemia.
Entonces, lo que dice la teoría del desdoblamiento, es que
para dar un empujón final y que la comunicación política se ins-
tale realmente en estos nuevos modelos de comunicación, debe-
mos normalizar la simplificación del mensaje, la simplificación
de todo.
Esta simplificación es una consecuencia del ritmo de vida
que tenemos, y que nace por la gran cantidad de anuncios que
vemos diariamente (un aproximado de tres mil a cinco mil). Al
día de hoy, consumimos treinta veces más información de la que
se consumía hace treinta años. ¡Estamos tan saturados de infor-
mación! Giovanni Sartori lo decía en su obra Homo Videns, que
hemos pasado de la época de la palabra a la época visual. Ade-
más, nuestro cerebro procesa sesenta mil veces más las imágenes
que los textos.
Hay cosas que podemos observar, por ejemplo lo que pasó
en el caso de Ibai Llanos y Messi, en donde Ibai –sin ser perio-
dista– fue el primero en entrevistar al futbolista argentino en su
sonadísimo fichaje hacia el PSG de Francia; la novela en tiempo
real de Wanda Nara y Mauro Icardi es otro caso, y por último,
la campaña de Samuel García y Mariana Rodríguez en Nuevo
León, México. Todos son casos que en los que podemos observar
lo que están viviendo los protagonistas casi en tiempo real. En
medio de esta inmediatez, es inevitable la existencia de una cul-
tura de la cancelación, porque las redes sociales están cambiando
la forma en que consumimos la información.
19
CUATRO
LA TEORÍA DEL
DESDOBLAMIENTO
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negativo en la audiencia. De ahí la importancia de condensar los
mensajes en pocas palabras.
Se habla de la simpleza del mensaje porque tiene la virtud de
ser entendido por más personas, y su impacto genera más recor-
dación a través de la repetición.
La construcción de mensajes sencillos, pero efectivos, requiere
de un proceso previo que implica responder a algunas preguntas:
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Menos es más en política, y eso aplica para todo
Si intentamos hacer llegar un mensaje que contenga varias ideas
o conceptos, es posible que ninguno sea recibido correctamente,
o peor aún, que la idea menos relevante para nuestros intereses
sea la que perdure. Si pensamos en el funcionamiento de nuestro
cerebro –que tiene poco tiempo para digerir múltiples mensa-
jes–, nuestra comunicación debe de estar orientada hacia desdo-
blar el mensaje, es decir: volverlo simple y relevante. Busquemos
un concepto que resuma muy bien lo que queremos trasmitir,
démosle un toque emocional, y hagámoslo fácil de entender.
Esa comprensión del mensaje debe impactar hasta a las perso-
nas que no siempre recurren a pensamientos complejos ni sofisti-
cados, porque la gente tiene procesos mentales muy sencillos. De
hecho, los sesgos cognitivos definen la forma en que las personas
ven el mundo apoyadas por sus marcos y encuadres mentales.
Está en nuestro ADN de consultores ser complejos; pensamos
que los clientes han de ver un documento de cincuenta páginas,
pero nuestro trabajo no es llenar al cliente de documentos, sino
ser efectivos en el diseño de estrategias novedosas, disruptivas e
innovadoras que logren impactar en una audiencia determinada.
Muchas veces, los estrategas olvidamos a quiénes nos esta-
mos dirigiendo en nuestros planes de acción, y nos centrarnos
en buscar una estrategia de marketing y comunicación brillante
con una presentación impactante que sorprenda al cliente. Lo
cierto es que el elector es muy básico, y muchas veces las estra-
tegias presentadas ni siquiera son sólidas, tienen muchas grietas
y no están enfocadas en instalar nada sino en comunicar mucho
y terminan por dispersar la atención. Por eso dejamos el recor-
datorio: siempre dominarán las partes del cerebro que tocan la
fibra impulsiva, emocional, o ambas. Y todo mediante un pro-
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ceso mental sencillo, que analiza solamente lo que es relevante
para él, de forma automática y no reflexiva.
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• Claro: Que no haya que interpretar ni leer entre líneas. Para
una comunicación efectiva el mensaje debe ser claro, y para
ello es fundamental utilizar las palabras precisas. Es impor-
tante utilizar palabras con las que el destinatario del mensaje
esté familiarizado y lanzar el mensaje con las ideas ordenadas
y un lenguaje sencillo.
• Conciso: Tal como la consabida frase que dicta que «lo
bueno, si es breve, es dos veces bueno». Así que no te extien-
das más de la cuenta, ve al grano. Decide cuál es la parte
importante y relevante de lo que quieres decir y dilo de la
forma más breve posible y sin repetirte.
• Concreto: El mensaje debe estar bien definido para que no
quepan dudas, o que sean las menos posibles. Ofrecer detalles
te ayudará a evitar dudas o a despejarlas, al tiempo que es
posible visualizar lo que estás diciendo.
• Correcto: Un mensaje correcto es un mensaje libre de erra-
tas y cuya estructura genera la sensación de veracidad.
• Coherente: La coherencia implica lógica, que una idea lleve
a otro en orden, que fluya, que tenga sentido.
• Relevante: El mensaje debe ser lo suficientemente atractivo
para que la gente lo haga suyo, y para ello es elemental que
transmitamos lo que a esas personas les interesa.
a) Es de fácil comprensión.
b) Brinda información concisa.
c) Es de interés para el receptor.
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CINCO
EL MENSAJE POLÍTICO
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espera respuesta verbal, mostrándose pragmático y utilitario. La
brevedad y la concisión multiplican su eficacia de acuerdo con
el público al que se dirige. Las imágenes pueden jugar un papel
relevante. En ocasiones, en ellas descansa el peso de la informa-
ción, de manera que el lenguaje natural acompaña y comple-
menta el visual.
El consumismo ha modificado la comunicación política. Los
mensajes se desgastan, de manera que continuamente deben
producirse otros. Si recordamos frases célebres de algunos dis-
cursos («Ayer tuve un sueño», «No pienses en lo que tu país
puede hacer por ti, sino en lo que tú puedes hacer por tu país»,
«Costará sangre, sudor y lágrimas»), no es porque sean más signi-
ficativas que las que hoy podamos oír, sino porque, en el pasado,
la relación entre emisor y receptor no estaba mediada por el con-
sumismo exacerbado de nuestra sociedad.
En la actualidad, el mensaje, además de contemplar los facto-
res mencionados, debe de multiplicarse, cambiando de aspecto
y apariencia, incluso de lenguaje y presentación, pero al tiempo
que conserva un fondo o verdad que lo dota de consistencia.
Esta consistencia reside en quien lo comunica. Por ejemplo, la
frase «Luchar contra la corrupción» legitima o descalifica a quien
lo utiliza y, sin embargo, todos estamos de acuerdo en la verdad
del contenido, incluso los corruptos.
La actuación personal opera como factor decisivo para elegir
un mensaje, porque el lenguaje utilizado debe considerar tanto
al emisor como al receptor, ya que no es lo mismo dirigirse a
un grupo de ganaderos que a un grupo de electricistas. El men-
saje será el mismo, pero no el lenguaje, ni la presentación, ni el
código, ya que todos deberán de adaptarse a cada circunstancia.
Así pues, para que el mensaje sea eficaz se requiere de dos condi-
ciones indisociables: sencillez y verdad.
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La verdad reside en el emisor, de manera que la confianza que
promueva se origina en el tándem individuo-información. En
tanto, la sencillez no implica necesariamente que el mensaje no
resulte complejo, sino que sea trasparente y confiable. Volviendo
al ejemplo anterior, «luchar contra la corrupción» es un mensaje
sencillo, pero reúne en los hechos una gran complejidad.
Un mensaje político adecuado exige valorar todos los factores
que intervienen en la comunicación pero, de manera particular,
requiere sopesar la relación entre su contenido y el emisor. La
confianza que genera un mensaje siempre reside en el emisor y
no necesariamente en el contenido del mensaje. Establecida esta
sociedad, un buen mensaje genera con naturalidad la cadena de
mensajes requerida. Lo importante es encontrar el mensaje ajus-
tado para una persona determinada. Y eso es un hallazgo.
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SEIS
CONCLUSIÓN
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Un ejemplo de ello, es que durante la II Guerra Mundial,
cuando Alemania invadió Rusia, los máximos líderes de la Unión
Soviética dejaron de lado las consignas comunistas y recuperaron
el discurso de darlo todo por la patria.
Y es que no basta con lanzar una tormenta de mensajes al
aire, de lo que se trata es de desdoblar los mensajes adecuados en
«tiros de precisión», y dejar de lanzar costosos escopetazos que
nadie ve, escucha, y mucho menos cree.
El mensaje debe ser bien estructurado, definido y transmitido
por todos los canales, hasta que su impacto realmente alcance
al público objetivo en los términos y códigos que comprenda y
confíe.
Un ejemplo claro es el de ese infame comunicador que sabía
desdoblar los mensajes: Joseph Goebbels. Durante la Batalla de
Dresde, en la que los aliados habían atacado la población civil de
esa ciudad alemana, Goebbels sembró la noticia del ataque en la
prensa neutral y exageró el número de muertos.
Tomó en cuenta las bajas civiles que habían sido anunciadas
por la policía y le agregó un cero. La cifra real de muertos fue
de veinticinco mil, y Goebbels anunció que los aliados habían
matado más de doscientos cincuenta mil víctimas civiles. Es una
de las noticias falsas más exitosas de la historia.
Aquí el desdoblamiento fue: los alemanes fueron las víctimas
de los aliados.
Otro ejemplo: cuando los alemanes atribuyeron su derrota
en Rusia debido a las condiciones climáticas. Según muchos
especialistas, hay cientos de razones (como fallos estratégicos y
torpezas tácticas) que llevaron a los nazis a no poder tomar Sta-
lingrado. Pero, justamente instalar una noticia creíble y sencilla
ayudó a que esa fuera la verdad que hasta ahora todos conoce-
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mos. El desdoblamiento en este caso fue: «los alemanes no con-
quistamos Rusia por las condiciones climáticas».
Desdoblar el mensaje implica comunicar de forma simple,
sencilla y directa, para derivar en el boca a boca que es el canal
más creíble.
Desdoblar la comunicación significa descender un concepto
central que se quiere transmitir a lugares comunes que nuestros
electores entiendan, no por incapacidad cultural o cognitiva,
sino porque –como hemos hecho énfasis– es necesario enfocar
y simplificar la comunicación para ganar un lugar en el espacio
de saturación informática en donde lo interesante gana terreno
a lo importante.
Lo interesante de esta propuesta que estamos desarrollando
es, justamente, que define cuáles son los modelos de comunica-
ción y cómo es que la política debe adentrarse en ellos; entender
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estos fenómenos y adaptarnos a ellos, es un desafío para todos los
que nos dedicamos a la comunicación política.
Más recientemente, durante las protestas por la liberación del
precio de la gasolina en Ecuador, se pudo ver la imagen de la
página anterior, con una pancarta que resume, en pocas pala-
bras, lo que intentamos explicar con desdoblar el mensaje: «Sube
la gasolina, sube todo». Un buen ejemplo de mensaje: breve,
claro y contundente.
* * *
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ANDRÉS ELÍAS
Estratega de campañas y comunicación de gobierno. Es autor
de 7 libros relacionados con Social Media y Marketing Político.
Es fundador de Canvas, Elías & Associates, KAPI y Facultad. Es
creador de DATAMETRIX (Herramienta de Social Listening),
DoubleCheck (envío masivo de WhatsApp) y KPI (herramienta
de e-Governments) y del Social Media Night.
Ganador de varios premios Alacop, Reed y Napolitan. Pro-
fesor de la prestigiosa Universidad ESAN y de la fundación
alemana Konrad Adenauer. Fundador de la Asociación Interna-
cional de Consultores Políticos Digitales (AICODI), Fundador
de Compolers, miembro del consejo del Christian Center for a
Public Life, y miembro del BOARD de Global Governements,
empresa con sede en K Street, de Washington D.C.
JORGE CAMACHO
Consultor político mexicano. Miembro de la LX Legislatura, Dipu-
tado local del Congreso del Estado de Guerrero. En 2015 obtuvo la
candidatura a gobernador por el Estado de Guerrero, logrando la
votación más alta en la historia del PAN en ese estado. Durante la pre-
seidencia de Ricardo Anaya, se integró al comité ejecutivo nacional del
PAN y ocupó la cartera de Secretario de Vinculación con la Sociedad.
En ese mismo partido fue Delegado del CEN para la elección a gober-
nador de Chihuahua y Coordinador de campaña de Javier Corral
Jurado, quien ganó la elección en 2016. En la elección presidencial de
2018 fue el director de operaciones de la candidatura independiente de
Margarita Zavala.
LAS EMPRESAS DE ANDRÉS ELÍAS
CON TACTO:
Andrés Elías +5213324026504
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DESDOBLAMIENTO
de Andrés Elías y Jorge Camacho
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