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Libro San Jose

Este documento presenta una consagración de 4 días a San José. Cada día incluye una consideración sobre un aspecto de San José (descendiente de David, luz de los patriarcas, esposo de María, casto guardián de la virgen) seguida de una petición y un reto diario. El documento concluye resaltando el ejemplo de castidad que San José ofrece a todos los hombres.
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Libro San Jose

Este documento presenta una consagración de 4 días a San José. Cada día incluye una consideración sobre un aspecto de San José (descendiente de David, luz de los patriarcas, esposo de María, casto guardián de la virgen) seguida de una petición y un reto diario. El documento concluye resaltando el ejemplo de castidad que San José ofrece a todos los hombres.
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PORTADA

1
“La Devoción a San José es una de las gracias
más selectas que Dios puede dar a un alma, porque
es equivalente a la revelación del tesoro total de
las gracias de nuestro Señor. Cuando Dios desea
elevar un alma a la mayor altura, El une el alma a
San José dándole un gran amor por este buen
Santo”

San Peter Julián Eymard

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ
“Guardián del Misterio de Dios”

ORACIÓN

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 1º

Consideración:

” Ilustre descendiente de David “

Los profetas del Antiguo Testamento siempre mantuvieron que


el Mesías surgiría de la semilla de David, el gran rey y héroe por
quien los judíos sienten tanto orgullo. El primero que declaró la
profecía fue el profeta Natán al mismo rey David:

Pues bien, ahora el Señor te anuncia que te fundará una dinastía.


Cuando tu vida se acabe y descanses con tus antepasados,
mantendré a tu descendencia, a un vástago salido de tus entrañas,
y consolidaré su reino. Él construirá una casa en mi honor y yo
consolidaré para siempre su trono real (2 Samuel 7:11-13)

José era descendiente de la sangre real de David. Los Evangelios


de Mateo y Lucas muestran que el linaje de José proviene del
rey David. Aunque Jesús no es el hijo biológico de José, él es el
hijo de José por ley y, por lo tanto, posee los derechos legales
para considerarse descendiente del rey David. El ángel que
3
instruye a José que lleve a María a su casa lo llama “Hijo de
David” (Mateo 1:20). El ángel le recuerda sus antepasados reales
y el papel que Dios le ha dado en la venida del Mesías.

Dios nos da a cada uno de nosotros un papel en su plan de


salvación. Has nacido para este momento (Ester 4:14).
Reflexiona en el papel que Dios te ha dado y en las personas que
te ha confiado.

PETICIÓN: San José, ora por mí para que pueda tener la gracia
de llevar a cabo mi papel y cuidar a las personas que Dios me ha
confiado.

• Reto diario: Reflexiona en tu identidad glorificada como hijo


de Dios Padre y cómo estás ayudando a que aquellos que se te
han confiado para su cuidado estén más cerca de Dios.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

4
CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACIÓN

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 2º

Consideración:

” Luz de los patriarcas “

A San José se le llama luz de los patriarcas porque es la luz que


brilla entre los predecesores de Cristo. Él fue uno de los grandes
patriarcas en la larga lista de servidores de Dios (Abraham,
Isaac, Jacob, David, etc.) que esperaron al Mesías. Todos los
patriarcas del Antiguo Testamento anunciaron la luz paternal de
Dios que brillaría a través de la paternidad de San José.

San José es el portador de la luz y nos ayuda a recibir la luz de


Cristo. Él nos trae a Jesús, la verdadera Luz del Mundo, para que
podamos ser luz para los demás. Jesús dice:

Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada en lo alto de


una montaña no puede ocultarse. Tampoco se enciende una
lámpara de aceite y se tapa con una vasija. Al contrario, se pone
en el candelero, de manera que alumbre a todos los que están en
la casa. Pues así debe alumbrar la luz de ustedes delante de los
demás, para que viendo el bien que hacen alaben a su Padre
Celestial. (Mateo 5:14-16)

5
PETICIÓN: San José, ora por mí para que la luz de Cristo
ilumine mi vida y mis palabras y acciones glorifiquen a nuestro
Padre Celestial.

• Reto diario: Identifica una manera en la que puedes ser la luz


de Cristo para aquellas personas que veas y sirvas hoy.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 3º

Consideración:

“Esposo de la Madre de Dios”

El 19 de marzo, la Iglesia celebra la Solemnidad de San José,


pero lo hacemos por la referencia a que él es “el esposo de la
Santísima Virgen María”. De hecho, la vida entera de San José
se define en relación a los demás. Él es el padre terrenal de Jesús,
esposo de María. La festividad celebra su fidelidad y valentía
para cumplir con cada una de sus obligaciones. Mientras algunos
gritan su propia virtud a los cuatro vientos en los medios
sociales, San José simplemente lo hace. Él es la gran contraparte
de las obsesiones modernas sobre la autonomía. San José es el
hombre silencioso que actúa, y sus acciones están orientadas a
la voluntad de Dios. Cualquiera que haya sido la visión que él
tenía de su propia vida, esta se alteró de forma radical la noche
en la que el ángel se le apareció en un sueño:

José, descendiente de David, no tengas reparo en convivir con


María, tu esposa, pues el hijo que ha concebido es por la acción
del Espíritu Santo. Y cuando dé a luz a su hijo, tú le pondrás por

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nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados
(Mateo 1:20-21)

Después de esta visión se nos ha dicho que cuando José se


levantó hizo lo que el ángel le pidió (Mateo 1:20-22, 24). José,
que llegó a considerar la vida sin María, ahora ve que ser el
esposo de María y criar a un niño que no es suyo biológicamente,
es su futuro. Jesús es el Hijo de Dios y la segunda persona de la
Trinidad. María es la Madre de Dios y la Madre de la Iglesia, y
a José se le recuerda con relación a ellos. La grandeza de José
radica en su disposición para permitir que María y Jesús fueran
lo que tenían que ser. Al igual que Juan el Bautista, él se hace
pequeño para que ellos puedan hacerse grandes.

PETICIÓN: San José, ora para que pueda imitar tu generosidad


y dejar a un lado mis propias ambiciones por la voluntad de
Dios... para que tú te hagas grande y yo pequeño.

• Reto diario: Examina qué tan dispuesto estás para dejar a un


lado tus propios planes y ambiciones y así, como San José,
busques de manera silenciosa atender primero las necesidades
de los demás.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 4º

Consideración:

“Casto guardián de la virgen”

San José fue el esposo de la Madre de Dios, pero también,


debido a una maravillosa singularidad, el guardián de su
virginidad. Así como en María se combinan de manera
milagrosa dos situaciones en apariencia incompatibles: la
maternidad y la virginidad, lo mismo sucede con San José: es
esposo de María y también protector de la virginidad de su
esposa. San José y María vivieron en lo que se llama “el
matrimonio josefista”. Fueron verdaderamente marido y mujer,
pero nunca tuvieron relaciones sexuales. Ambos se consagraron
a Dios y sacrificaron un bien natural por un bien mayor: la
salvación de las almas.

La castidad es una virtud importante. Ser casto es tener dominio


propio y estar en control de las propias pasiones y sexualidad.
La castidad preserva el corazón y el cuerpo humano para una
auténtica entrega de sí mismo. Toda la gente, sin importar su
vocación en la vida, está llamada a la castidad.

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Después de Jesús, San José es el mejor ejemplo de castidad
masculina. En un mensaje que el mismo San José le dio a la
hermana María Efrén en marzo de 1958, dijo: “Dejen que los
padres también imiten mi gran pureza de vida y el profundo
respeto que le tengo a mi esposa Inmaculada. Dejen que sean
ejemplos para sus hijos y para los demás hombres, al nunca
hacer nada de forma intencional que pueda causar escándalo
dentro del pueblo de Dios”. San José se casó con una mujer
hermosa y la trató con respeto, dignidad y reverencia. Si los
hombres de hoy en día fueran más como San José —protectores
y defensores de la belleza, en lugar de consumidores y
abusadores del misterio femenino— ¡Qué mundo tan diferente
sería!

Aunque a algunos hombres se les ha llamado a consagrarse en


celibato, a la mayoría se le llama al matrimonio. Ambas
vocaciones son necesarias. Sin matrimonio, no hay hijos. Sin
sacerdotes, no hay Sacramentos. Los hombres casados deben ser
castos en el matrimonio; los sacerdotes y obispos deben ser
castos en el sacerdocio. Dios quiere que todos los hombres
ejemplifiquen la castidad y la entrega de sí mismo de San José.

PETICIÓN: San José, en un mundo ciego por la impureza,


ayúdame a resistir las tentaciones y tener dominio propio sobre
mis pasiones. Ora por mí para vivir mi vocación de una manera
casta y santa.

• Reto diario: Decide hoy mismo de manera firme confrontar


los patrones de pensamientos, palabras y acciones impuros y
reemplazarlos con la virtud de la castidad con la ayuda de San
José.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 5º

Consideración:

“Padre adoptivo del Hijo de Dios “

En la tradición antigua judía, el padre tiene la responsabilidad


legal de darle el nombre a los hijos. Jesús no tenía padre terrenal,
por lo tanto, le pertenecía a su Padre celestial darle un nombre.
Dios Padre le transfirió este derecho a José, para que, en Su
lugar, él le diera el nombre de Jesús (Mateo 1:21). Al hacer esto,
Dios Padre le confirió a José el cuidado paternal de Su Hijo
unigénito.

La paternidad de San José es un misterio que merece una


reflexión profunda. Es posible que veamos el anuncio del ángel
a José como la contraparte de la Anunciación del ángel Gabriel
a María. Al igual que María, José recibió el llamado de su papel
en la historia de salvación. Además, el papel de la historia de
salvación de José se extiende hasta el día de hoy. En su aparición
a la hermana María Efrén, San José revela lo siguiente:

“Toda paternidad está bendecida en mí, a quien el Padre Eterno


escogió como su representante en la Tierra, el padre virgen de

11
su propio Hijo Divino. A través de mí, el Padre Celestial ha
bendecido a toda la paternidad y a través de mí continuará
haciéndolo hasta el final de los tiempos. Mi paternidad espiritual
se extiende a todos los hijos de Dios y juntos, con mi esposa
Virgen los cuido con mucho amor y atención”.

En su vida terrenal, San José participó en muchos misterios que


no comprendía. Su vida tuvo muchas vueltas y giros y
constantemente se enfrentó a circunstancias que requerían de
una confianza ciega y heroica en Dios. La paternidad terrenal
(ya sea biológica o espiritual) también requiere de confianza
heroica en Dios. La vida está llena de circunstancias fuera de
nuestro control. Sin embargo, los padres de la actualidad se
sienten reconfortados en el amor y en la paternidad espiritual de
San José. Así como cuidó a Jesús en la Tierra, también te va a
cuidar a ti en tu peregrinaje terrenal.

PETICIÓN: San José, ora por mí para que confíe en los planes
que Dios tiene para mí y para mi familia, especialmente en
tiempos difíciles. Cuida de mi vida y sé mi proveedor y protector
en un mundo que está lleno de incertidumbre.

• Reto diario: Acude a San José por su paternidad espiritual y


por la gracia de tener su misma confianza absoluta en Dios ante
cada reto, presente y futuro, en el cuidado de tu familia (o de tu
familia parroquial).

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 6º

Consideración:

” Ferviente defensor de Cristo “

A San José se le llama ferviente defensor de Cristo porque


cuando Cristo fue amenazado y perseguido él no titubeó, ni por
un momento, para defender y proteger a Jesús y a María. Cuando
Herodes amenazó con matar al niño Jesús, él escuchó las
instrucciones de Dios y obedeció al llevar a la Sagrada Familia
a Egipto:

Cuando se marcharon he aquí, un ángel del Señor se apareció en


un sueño a José y le dijo:— Levántate, toma al niño y a su madre,
huye con ellos a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise,
porque Herodes va a buscar al niño para matarlo. José se levantó,
tomó al niño y a la madre en plena noche y partió con ellos
camino a Egipto (Mateo 2:13-14)

Nosotros también tenemos la oportunidad y el deber de defender


a Cristo y a Su Iglesia en la actualidad. Contamos con la

13
presencia plena de Cristo entre nosotros en el Santísimo
Sacramento. La Eucaristía, el mismo cuerpo, sangre, alma y
divinidad de Cristo, es nuestro regalo más preciado, sin
embargo, mucha gente no entiende o no cree en Su verdadera
presencia en la Eucaristía. ¿Mostramos nosotros verdadero amor
y reverencia a Cristo en el Santísimo Sacramento? ¿Vamos a
misa con fe y guiamos al pueblo de Dios que Dios nos ha
confiado hacia el Señor Eucarístico? Como discípulos fieles de
Jesús, el mundo nos criticará, odiará, ridiculizará y burlará —a
menudo por nuestra propia familia y amigos. Nuestro
sufrimiento podrá ser grande, pero nuestro testimonio de Jesús,
será mayor.

Tomemos la decisión hoy mismo de hacer de la Eucaristía una


prioridad en nuestras vidas. Dejemos que Jesús transforme
nuestros corazones. Seamos el Receptáculo Sagrado de Cristo y
la luz que brilla en un mundo lleno de oscuridad. Si somos
capaces de ser la Luz de Cristo para los demás, debemos ir y
recibir a Cristo en la Sagrada Eucaristía con humildad y entrega.

PETICIÓN: San José, ¡Defensor de Cristo! Enséñanos a


defender a Cristo con fervor. Ora por nosotros para que seamos
dignos de amar y defender a Cristo como tú lo amaste y
defendiste.

• Reto diario: Reflexiona en la realidad y en el poder de Jesús


al estar plenamente presente en la Sagrada Eucaristía, y si no lo
has hecho todavía, haz que la misa dominical sea una actividad
no negociable para tu familia.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 7º

Consideración:

“Jefe de la Sagrada Familia “

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén, a celebrar la


fiesta de la Pascua...Después el niño regresó a Nazaret con sus
padres y siguió sujeto a ellos (Lucas 2:41, 51).

Jesús, María y José componen la Sagrada Familia. Jesús era Dios


y María, la Madre de Dios. Sin embargo, vemos en el pasaje
anterior que San José era el jefe de la Sagrada Familia. Por
treinta años, Jesús y María lo honraron y obedecieron.

La Santa Iglesia Católica enseña, a través de las Escrituras y de


la tradición, que el esposo es el jefe de la familia y que Dios le
ha concedido autoridad sobre su esposa e hijos. Este don de la
autoridad no le otorga al esposo mayor dignidad que a la esposa.
Ambos son miembros iguales de la alianza matrimonial, como

15
se refleja al Dios crear a la mujer del costado del hombre (no de
su cabeza o de sus pies). Este orden de autoridad refleja el orden
divino entre Dios, Cristo y el hombre. Las Sagradas Escrituras
afirman de manera clara que Dios ha asignado la responsabilidad
del liderazgo espiritual en el hogar a los esposos:

Guárdense mutuamente respeto en atención a Cristo. Que las


mujeres respeten a sus maridos, como si se tratara del Señor.
Porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza
y salvador del cuerpo, que es la Iglesia. Si, pues, la Iglesia es
dócil a Cristo, séanlo también, y sin reserva alguna, las mujeres
a sus maridos. Ustedes, los maridos, amen a sus esposas, como
Cristo amó a la Iglesia. Por ella entregó su vida a fin de
consagrarla a Dios, purificándola por medio del agua y la
palabra. Se preparó así una Iglesia radiante, sin mancha, ni
arruga, ni nada semejante; una Iglesia santa e inmaculada. Este
es el modelo según el cual los maridos deben amar a sus esposas,
como cuerpos suyos que son. El que ama a su esposa, a sí mismo
se ama (Efesios 5:21-28).

En este pasaje, San Pablo hace un llamado a las esposas para que
de manera libre se entreguen al cuidado de sus maridos y hace
un llamado a los esposos como “jefes” de familia para que sean
como Cristo. Con Jesús como modelo, esto solo puede significar
que el hombre debe seguir el camino de un servidor-líder. El
hombre muere a sí mismo y pone como prioridad las necesidades
de su familia (o de las familias de la parroquia) sobre las suyas.
Se preocupa por el bienestar espiritual de la familia. Busca
maneras de ayudar a sus miembros a crecer en su relación con
Dios. Provee apoyo físico, gracia y ánimo. Está listo para
proteger, ayudar y defender. En las buenas y en las malas, está
preparado para dar la vida por aquellos que han sido confiados a
su cuidado.

16
Jesús y María se deleitan en el liderazgo de San José. Su ejemplo
paternal muestra que la fuerza, la autoridad y el liderazgo son
para estar al servicio de los demás. Las familias y las parroquias
de todo el mundo se fortalecerían si los esposos, los padres y los
sacerdotes imitan a San José.

PETICIÓN: San José, jefe de la Sagrada Familia, ayúdame a


vivir mi papel como jefe de mi hogar (o jefe de mi parroquia) en
humilde servicio. Ora para que tenga la gracia de imitar el amor
de sacrificio de Cristo y amar a aquellos que Él ha confiado a mi
cuidado.

• Reto diario: Piensa en una manera de “morir a ti mismo” y


pon como prioridad las necesidades de tu familia (o las
necesidades de las familias de tu parroquia) sobre las tuyas.
Comprométete con esta forma de actuar por lo menos por una
semana.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


confió Dios a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 8º

Consideración:

“Justísimo”

Las Escrituras le otorgan a José el más grande de los elogios: él


fue un hombre “justo”. Al decir que José era “justo”, las
Escrituras revelan su total apertura a lo que Dios deseaba para
él. Se hizo santo al abrirse por completo a Dios. José también
fue un hombre lleno de virtud —un hombre honesto, íntegro y
bondadoso. San José es el santo más santo y grandioso después
de la misma Santa Madre. De hecho, algunos doctores de la
Iglesia han dicho que no hay ninguna gracia que se le haya
concedido a otro santo (con excepción de María) que no se le
haya concedido a José también.

La virtud de la justicia significa “dar al otro lo que le


corresponde”. Por ejemplo, en nuestra relación con Dios
debemos agradecerle por nuestra existencia, alabarlo por su
bondad y darle las gracias por todas las bendiciones que hemos
recibido. En nuestra relación con los demás significa que
18
tratamos a nuestra familia, amigos, vecinos, colegas, fieles y a
todas las personas con amor, dignidad y respeto. Recuerda lo que
Jesús dijo: “Pórtense con los demás como quieren que los demás
se porten con ustedes” (Lucas 6:31)

Santo Tomás de Aquino dice que Dios nos da la gracia en


proporción a nuestro cargo y estado de vida. De tal manera que
si tú eres un esposo o padre se te dará la gracia para ser un esposo
y padre santo. Si eres un sacerdote ordenado, se te dará la gracia
para ser un sacerdote y padre espiritual para tu gente. ¡Imagina
cuántas gracias recibió José para ser el padre adoptivo del Hijo
de Dios y el esposo de la Madre de Dios! Sin embargo, ser una
persona justa no sucede de forma automática. Requiere de una
actitud y forma de pensar específicas para querer hacer lo
correcto y desear recibir la gracia de Dios. Debemos
preguntarnos a nosotros mismos, “¿quiero hacer lo que es
correcto a los ojos de Dios? ¿Estoy abierto a que la gracia de
Dios transforme mi corazón y mi mente para crecer en la virtud
de la justicia? ¿Quiero desarrollar la integridad y el carácter de
San José?”.

PETICIÓN: San José, justísimo, ora para que pueda crecer en


la virtud de la justicia. Ayúdame a examinar mi vida para ver si
realmente estoy abierto a todo lo que Dios quiere para mí.

• Reto diario: Decide ser completamente honesto y justo en


cada interacción que tengas durante este día.

Jaculatoria

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R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

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Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
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vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 9º

Consideración

“Castísimo”

En 1998, en una aparición a Edson Glauber, un estudiante


universitario brasileño, el Niño Jesús le habló a Edson sobre el
corazón castísimo de San José. Jesús dijo: “Aquí en su corazón
yo vivo porque es puro y santo. Que todos los corazones sean
como este para que pueda ser mi hogar en la Tierra. Imiten a este
corazón para que puedan recibir mis gracias y bendiciones”.

¿Cuántos corazones hay como el de San José? La lujuria es el


vicio predominante en el corazón de muchos hombres en la
actualidad. El mundo está lleno de acciones inmorales y llenas
de deseos sexuales. Estas acciones ofenden mucho a Dios,
arruinan familias y claman al cielo por justicia. Las Escrituras
advierten de manera clara evitar la inmoralidad.

20
Destruyan lo que hay de mundano en ustedes: la lujuria, la
impureza, las pasiones desenfrenadas, los malos deseos y la
avaricia, que es una especie de idolatría (Colosenses 3:5)

San José es un poderoso intercesor en la batalla por la pureza. Si


las tentaciones en contra de la pureza agitan tu mente, corazón y
alma, ¡aférrate a José! San José tiene la capacidad de aumentar
la virtud de la castidad en tu corazón y guiarte hacia el amor
verdadero y lleno de virtud de Dios y de los demás. La Iglesia
necesita sacerdotes santos y llenos de virtud y el mundo necesita
hombres santos que amen a sus esposas como San José amó a
María. Si los hombres reverencian a sus esposas como templos
sagrados, las familias se renovarán y se superarán los males de
nuestro tiempo que atacan la dignidad de la persona humana.

PETICIÓN: San José, castísimo, ora para que crezca en la


virtud de la castidad. Ayúdame a salir victorioso en contra de la
lujuria y triunfante sobre el pecado. Pelea por mí en contra de la
maldad y de las trampas del demonio y ayúdame a refugiarme
en ti.

• Reto diario: De manera honesta y en oración, confronta y deja


al descubierto todos los pensamientos y acciones inmorales que
albergas o en las que participas en la actualidad, aunque
parezcan inofensivas, insignificantes o habituales. Decide
llevarlas al sacramento de la Reconciliación.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

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Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 10º

Consideración

“Prudentísimo”

La prudencia es la madre de todas las virtudes y la virtud clave


en la tradición moral cristiana; es la habilidad de realizar juicios
correctos. Prudencia nos ayuda a determinar nuestro verdadero
bien en cada circunstancia. La sabiduría y la prudencia van de la
mano. La sabiduría es el conocimiento combinado con la
experiencia práctica necesaria para usarla de manera efectiva en
el momento correcto o en la situación adecuada. La prudencia es
la habilidad de actuar de acuerdo con el conocimiento y la
sabiduría. Los Proverbios nos ayudan a ver el valor de la
sabiduría y de la prudencia:

Prefieran mi instrucción a la plata,

y el conocimiento al oro puro;

22
pues la sabiduría es más valiosa que las perlas, ninguna joya se
le puede comparar.

Yo, la Sabiduría, convivo con la prudencia

y he encontrado el arte de la discreción. (Proverbios 8:10-12)

En cada situación de la vida, San José fue un modelo de


prudencia. Oró y esperó en el Señor a que le revelara los
misterios del embarazo de su esposa. Educó al Dios-Hombre, y
en cada situación, permitió que la prudencia gobernara sus
acciones. Cada vez que José supo cuál era la voluntad de Dios,
actuó con decisión, rápido y con acierto. No actuó ni de forma
precipitada ni tímida, sino con prudencia.

La vida real brinda innumerables oportunidades para ejercitar la


virtud de la prudencia. Algunas acciones son malas en sí mismas
y nunca deberán realizarse, pero esa lista es corta. La mayor
parte de la vida requiere de juicios prudentes. Oremos y
pidámosle a San José un aumento en prudencia.

PETICIÓN: San José, ayúdame a aumentar la virtud de la


prudencia. Guíame para hacer lo correcto sin importar cuánto
tenga que sufrir por ello.

• Reto diario: ¿Hay acciones en mi vida en este momento que


requieran de gran sabiduría y prudencia para saber qué es lo
correcto? Si es así, identifícalas y decide buscar la sabiduría de
Dios por medio del consejo y de la oración para prepararte a
actuar con prudencia.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. ayúdame a querer más cada día a Jesús y a María.
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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

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Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
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vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 11º

Consideración

” Valentísimo “

San José brilla como modelo de valentía y templanza. Cuando el


ángel le dijo “no tengas reparo en convivir con María, tu esposa”
(Mateo 1:20), él obedeció con valentía. Viajó muchas millas a
Belén en el frío y viento solo para enfrentarse con el rechazo
cuando llegó. Encontró refugio en un albergue de animales para
que naciera Jesús. Solo unos días más tarde, se levantó temprano
para escapar a Egipto y salvar al Niño Jesús de las amenazas de
muerte despiadadas del rey Herodes. Ante tantas dificultades,
San José se mantuvo con entereza y enfrentó los obstáculos de
su vida con valentía de hombre.

La virtud cardinal de la templanza fortalece la voluntad y le da


a la persona valor y una fuerte determinación para llevar a cabo
la voluntad de Dios, incluso en medio de gran sufrimiento. La

24
templanza nos ayuda a superar los peligros, los obstáculos y los
miedos; le permite a la persona soportar cualquier dificultad que
pueda bloquear el logro de su verdadero objetivo.

¿De qué tienes miedo? ¿De perder tu salud? ¿De perder tu


trabajo? ¿De no poder proveer para tu familia? ¿De cuidar a tu
familia parroquial? ¿Tienes miedo al rechazo? ¿De no estar a la
altura de los demás? Se dice que en la Biblia Dios nos menciona
“no tengas miedo” 365 veces —una para cada día del año.
Claramente, Dios nos pide que le tengamos confianza y que
seamos valientes:

¡Sean fuertes y decididos, no teman ni se acobarden ante ellas!


El Señor tu Dios va contigo, no te dejará ni te abandonará
(Deuteronomio 31:6).

Les dejo la paz, mi paz se la doy. Una paz que no es la que el


mundo da. No vivan angustiados ni tengan miedo (Juan 14:27).

Pero en seguida Jesús se dirigió a ellos diciendo: —


Tranquilícense, soy yo. No tengan miedo (Mateo 14:27).

Es fácil ser valiente cuando las cosas van bien, pero es difícil
serlo en tiempos duros. Cuando las cosas se ponen difíciles, le
pedimos a San José que nos ayude a ser valientes. Le pedimos
su intercesión para que Jesús nos infunda de templanza y
valentía a través del poder del Espíritu Santo. Pues es de
Jesucristo que recibimos la gracia y las virtudes para que nos
convirtamos no solo en hijos de su padre terrenal, San José, sino
en hijos adoptivos de nuestro Padre en el cielo.

PETICIÓN: San José, ayúdame a imitarte y a ser valiente, en


especial en tiempos de dificultad y dolor. Dame el valor para ser
un testigo de Jesucristo bueno y fiel en la palabra y en acciones.

25
• Reto diario: Identifica una circunstancia en tu vida en donde
necesites más valor. Pide la gracia de la valentía y la ayuda de
San José para tomar los pasos necesarios y enfrentar tu
dificultad.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. ayúdame a querer más cada día a Jesús y a María.

26
CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 12º

Consideración

“Obedientísimo”

La obediencia requiere confianza. La falta de confianza por parte


de nuestros primeros padres (Adán y Eva) es lo que provocó que
la humanidad sucumbiera al pecado. En el Jardín del Edén, el
demonio infundió dudas en sus mentes sobre la credibilidad de
Dios y los engañó para que desobedecieran a Dios. Desde
entonces, la humanidad ha tenido dificultad para confiar y
obedecer a Dios.

En la cultura de la actualidad, la obediencia es, en gran medida,


malentendida. Mucha gente opina que la obediencia limita su
libertad. Para ellos, la libertad significa la habilidad de hacer lo
que ellos quieran con pocos o sin límites. En este caso, la libertad
es siempre de algo, pero para el cristiano, la libertad es siempre
para algo. El entendimiento bíblico cristiano de libertad es la
capacidad y habilidad de obedecer a Dios. La unión de libertad
con obediencia parece paradójica, sin embargo, al obedecer a
27
Dios, realmente estamos siendo libres porque cada uno de
nosotros se convierte en el hombre para lo que hemos sido
creados. La misma naturaleza que Él nos ha dado se perfecciona
por medio de la obediencia liberadora de la fe.

En San José tenemos un modelo alentador de obediencia.


Reflexiona en cómo sigue los designios de Dios a través del
ángel. Él, heredero del trono del rey David, vive la vida humilde
de un carpintero. Desposado de la joven Virgen María, tal vez
haya visto su vida futura como una vida cómoda: un trabajo
estable, una esposa amorosa, una existencia sencilla.

Después, recibe su llamado: sé el padre terrenal de Dios mismo.


Pudo haber dicho que no, pero en su lugar, escucha al ángel,
viaja a Belén e instala un lugar para vivir después del nacimiento
de Cristo. Después, vuelve a escuchar al ángel y se escapa a
Egipto. Originalmente quiso regresar a Belén, pero cambia los
planes de acuerdo con la voluntad de Dios y regresa a Nazaret.

En nuestras vidas, algunas veces tratamos de exigirle a Dios que


haga lo que nosotros queremos. Tendemos a poner nuestra
voluntad frente a la de Dios y ponemos condiciones en cuanto a
lo que esperamos de Él. Sin embargo, incluso con nuestros
intentos de frustrar sus planes, Él continúa guiando nuestras
vidas. No obstante, entre más peleemos la providencia de Dios,
más nos tardaremos en ser verdaderamente felices. Dios tiene un
plan para nosotros y lo mejor para nosotros es escucharlo. Él,
después de todo, es Dios.

Acude a San José para que se conviertan en hijos obedientes de


la Iglesia.

28
PETICIÓN: San José, ayúdame a examinar mi vida para
descubrir lo que me impide confiar y obedecer a Dios de forma
plena. Ora por mí para que tenga un corazón humilde y ceda a
los designios de Dios en todo momento.

• Reto diario: Identifica un área en tu vida en donde te resistas


a obedecer la voluntad de Dios. Ora a San José para que tu
confianza aumente y puedas experimentar la verdadera libertad
que proviene de la obediencia a Dios.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María.

29
CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 13º

Consideración

“ Fidelísimo”

Cuando un hombre tiene fe, posee algo invaluable, algo que


actúa como un baluarte impenetrable en contra de los
sufrimientos y dificultades de la vida. Piensa en un hombre de
gran fe que conozcas. Hombres como estos están hechos de algo
sobrenatural, es casi como si no vivieran bajo las mismas
normas, máximas y valores que encontramos comúnmente en
los hombres.

Tienen una determinación que desafía lo que la mayoría


considera aceptable. Sin importar la época o la circunstancia, un
verdadero hombre de fe vive con una brújula que apunta a Dios
y es capaz de sobrepasar cualquier obstáculo.

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San José es el modelo de este tipo de fe. José supo, con una
certeza que va más allá de la razón humana, que la voz de Dios
le dijo que tomara a María como su esposa y él respondió con
una fe generosa. Su fe nunca flaqueó en medio de toda la
incertidumbre y dificultades en la vida de la Sagrada Familia.
Nunca dudó de la divinidad de Jesús o de su poder para vencer
al mal. Para el mundo, Jesús era un niño ordinario, pero San José
sabía que era Dios.

El gran temor de cualquier padre es no poder proteger o proveer


a su familia. Los padres también tienen que enfrentarse con las
innumerables amenazas que acechan a sus hijos en la esfera
espiritual o moral. ¿Qué van a ver en la televisión cuando vaya
a casa de su amigo? ¿Alguien les enseñará pornografía desde su
teléfono? ¿A qué miradas malintencionadas o a qué comentarios
vulgares se enfrentarán sus hijas? ¿A qué acoso o presión social
hacia el mal estarán sujetos? En muchas de estas situaciones, los
padres no podrán estar presentes para proteger a sus familias.

Por lo tanto, debemos usar las armas espirituales disponibles


para nosotros como poderosas defensas: la intercesión de
nuestro padre espiritual, San José, así como también de nuestros
ángeles de la guarda y de aquellos ángeles que Dios ha asignado
para cuidar a los miembros de nuestras familias. Criar a un hijo
en la actualidad como católico fiel requiere de una fe
proporcional: entre más grave el peligro, más fe es requerida.

PETICIÓN: San José, fidelísimo, ¡ora por nosotros y por


nuestras familias!

• Reto diario: Escribe una pequeña oración a tu ángel de la


guarda y pídele a Dios su ayuda para que estés consciente de su
presencia, de sus armas espirituales y de su ayuda celestial.

31
Reflexiona el pasaje de Efesios 6:10-17, “La armadura de Dios
para el cristiano”.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. ayúdame a querer más cada día a Jesús y a María

32
CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 14º

Consideración

“Espejo de paciencia”

Confía callado en el Señor y espera en Él con paciencia; No te


irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que
lleva a cabo sus intrigas. Deja la ira y abandona el furor; no te
irrites, solo harías lo malo. Porque los malhechores serán
exterminados, pero los que esperan en el Señor poseerán la
tierra. (Salmos 37, 7-9)

La paciencia es una virtud de la que se habla a lo largo de la


Biblia en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Ser paciente es
una parte vital de la confianza en Dios, pues las circunstancias
de nuestras vidas no son siempre lo que quisiéramos. Sin
embargo, la paciencia es una virtud que para mucha gente es
difícil de practicar. Tendemos a querer que las cosas sucedan a
nuestro propio tiempo. Además, los avances tecnológicos de la
actualidad han puesto prácticamente todo al alcance de nuestras
manos. Nuestra comida, entretenimiento, música, contactos
33
están disponibles de manera instantánea para nosotros. Con esta
capacidad, puede llegar a ser muy difícil esperar y adquirir la
virtud de la paciencia.

San José demostró una paciencia heroica en su vida. San José no


exigió conocer el plan completo explicado paso por paso antes
de que Dios eligiera el momento. Nos podemos imaginar que
sintió ansiedad cuando no podía un encontrar un lugar adecuado
para que María diera a luz. Nos podemos imaginar que sintió
ansiedad cuando escuchó que su familia estaba siendo
perseguida. Sin embargo, él esperó con paciencia la revelación
del plan de Dios y se sometió por completo a la providencia de
Dios.

Nosotros experimentaremos muchas dificultades en la vida que


pondrán a prueba nuestra paciencia. Dios permite esas
dificultades porque quiere que crezcamos en virtud. Un área
concreta en tu vida en donde puedes practicar la virtud de la
paciencia es al ser compasivo con los demás, de manera especial
cuando conoces sus faltas. Aunque San José vivió con dos
personas perfectas, debió de haberse encontrado con gente
desagradable y difícil: empleados, colegas, recaudadores de
impuestos, políticos, etc. Tú también te encontrarás con gente
desagradable en tu vida. En esos momentos, imita la paciencia
de San José. Pídele a Dios la gracia de amar a todas las personas
que se crucen en tu camino.

PETICIÓN: San José, ora para que aumente la virtud de la


paciencia en mí. Enséñame a amar a la gente difícil en mi vida,
ayúdame a estar quieto en medio de las tormentas que suceden
en mi vida y a confiar en que tus tiempos son siempre perfectos.

34
• Reto diario: Pídele al Espíritu Santo que te sugiera una
persona o situación en donde puedas demostrar más paciencia.
Pídele a José, Espejo de paciencia, que te enseñe la manera
práctica de hacerlo.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ
“Guardián del Misterio de Dios”

ORACION

Salve custodio del Redentor y esposo de la Virgen María, a ti


Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 15º

Consideración

“Amante de la pobreza”

Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino


de los cielos.(Mateo 5:3)

¿Qué significa ser pobre de espíritu y por qué se es


bienaventurado por ello? Ser pobre de espíritu significa
desapego por las cosas del mundo. Jesús nos dice que aquellos
que son pobres de espíritu no están lejos del Reino de Dios. Una
persona desapegada de las cosas del mundo es espiritualmente
rica. En este sentido, se entiende que la pobreza es una virtud y
es en este contexto que le atribuimos el título “amante de la
pobreza” a San José.

San José acogió la vida austera de un artesano y de un padre


humilde. El nacimiento de Jesús en una cueva, la huida a Egipto
y su oficio laborioso demuestran su desapego por los bienes
materiales. El Nuevo Testamento también nos revela que la
Sagrada Familia era muy pobre. Cuando la Sagrada Familia fue
al templo de Jerusalén para participar en el ritual judío de la
36
purificación para la nueva madre, José ni siquiera pudo comprar
un cordero como ofrenda. Solo pudo ofrecer lo que ofrecen los
pobres, es decir, dos tórtolas o dos pichones. Si los Reyes Magos
no le hubieran regalado al Niño Jesús oro, incienso y mirra, es
posible que San José no habría tenido suficiente dinero para
comprar comida y otras necesidades para su familia cuando
realizaron el viaje a Egipto. Sin embargo, a pesar de la austeridad
financiera, uno solo puede imaginarse la gracia inconcebible que
debió de haber sido estar en la presencia de la Santa Madre y del
Hijo de Dios y de contribuir en el plan de salvación de Dios.

Aquellos que dependen de las cosas materiales están destinados


a la infelicidad. La verdadera felicidad nunca se encontrará en
los bienes materiales, sino en las cosas de Dios.

PETICIÓN: San José, amante de la pobreza, ora para que sea


pobre de espíritu. Ayúdame a desapegarme de las cosas
materiales y a abandonar mi vida a la providencia de Dios.

• Reto diario: Pídele al Espíritu Santo que te muestre un área en


tu vida en donde la excesiva dependencia a los bienes materiales
te impidan desarrollar la virtud de la pobreza y confiar en la
providencia de Dios. Encomienda estas áreas a Dios mediante
una oración sencilla.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ
“Guardián del Misterio de Dios”

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Dios confió a su Hijo, en ti María deposito su confianza, contigo
Cristo se forjo como hombre; ¡Oh bienaventurado José!,
muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la
vida, concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos
de todo mal. AMEN

DÍA 16º

Consideración

“Modelo de los trabajadores”

El Primero de Mayo se ha celebrado en el mundo comunista


como una supuesta manera de honrar el papel y la importancia
de los trabajadores en los países marxistas. La idea comunista de
trabajo como casi un fin en sí mismo fue, sin duda, muy diferente
al entendimiento cristiano. En 1955, para subrayar esta
diferencia, el papa Pío XII instituyó la festividad de San José,
trabajador.

San José pasó su vida entera trabajando como carpintero. Su


motivación principal para trabajar no fue la búsqueda de riqueza
y estatus, sino el deseo de servir a Dios y de cuidar a su familia
con amor. José nunca hizo ningún milagro; nunca dio discursos
importantes; no fue una figura pública, sino que se le conoció
solo como un humilde carpintero. José trabajó en la oscuridad,
sin embargo, se le dio una parte muy importante en el plan de
Dios.

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El trabajo no se concibe como un fin en sí mismo o como el
camino para adquirir riquezas terrenales, sino que, es para dar
gloria a Dios y ayudarnos a prepararnos para la eternidad. Como
lo expresó Jesús:

No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y la


herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino
acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre
destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde
esté tu tesoro, allí estará también tu corazón (Mateo 6, 19-21).

Sin importar cuál sea nuestro trabajo, pasamos muchas horas


trabajando. Si vemos nuestro trabajo diario como una serie de
actividades desagradables sin sentido, entonces, sin duda, nos
llenaremos de amargura y no podremos cultivar ninguna virtud.
Por el contrario, si nos decidimos a santificarnos con nuestro
trabajo, desarrollaremos un carácter cristiano honorable.

También debemos evitar el trabajo excesivo. La gran mayoría de


los hombres que trabajan demasiado lo hacen por razones
dañinas: no querer llegar a casa, satisfacer necesidades
insatisfechas, aprobación, etc. Los adictos al trabajo no se
benefician a sí mismos ni a su familia ni a la sociedad. San José
puede ayudar a lograr el equilibrio entre la vida y el trabajo.
Piensa que San José estuvo dispuesto a dejar su trabajo cuando
huyó a Egipto para proteger a Cristo.

San José también es un modelo de trabajador para los que


trabajan en la salvación de las almas, en especial, los diáconos,
sacerdotes, obispos y religiosos. Las almas consagradas deben
trabajar de forma diligente y fiel en la viña del Señor. Este
trabajo también puede ser difícil y arduo.

PETICIÓN: San José, modelo de los trabajadores, ayúdame a


dar a conocer a Cristo por la forma en que trabajo. Ora para que

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trabaje de forma diligente y fiel y ayúdame a darle tiempo a
Dios, a la familia y al descanso.

• Reto diario: Toma unos momentos para examinar tu equilibrio


entre la vida y el trabajo y pídele al Espíritu Santo y a San José
que inspire tus pensamientos, deseos y decisiones sobre lo que
tal vez debas modificar para reflejar las prioridades de Dios.
Pídele a Dios la gracia para reajustarte.

Jaculatoria

V. San José mi padre y señor,


R. enséñame a querer más cada día a Jesús y a María

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