Lección 01 Tercer Trimestre 2022

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Lección 1: Para el 2 de julio de 2022

EL CRISOL DEL PASTOR


Sábado 25 de junio

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmo 23; Romanos 12:18-21.

PARA MEMORIZAR:
“Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”
(Sal. 23:3).

S ofi se recostó contra la puerta de su cuarto y se dejó caer hasta el suelo. Se


le llenaron los ojos de lágrimas y, de un momento a otro, estaba sollozando.
“¿Cómo pudo hacerme esto? ¡Cómo!” Sofi acababa de recibir una noticia que
le rompió el corazón. Alguien que pensaba que era su amigo, alguien a quien res-
petaba y en quien confiaba, estaba esparciendo chismes horribles sobre ella para
arruinar su reputación y el trabajo que había estado haciendo. Tomó su Biblia de
la cama, y de repente se puso a leer algunas palabras muy conocidas: “Confortará
mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande
en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Sal. 23:3, 4).
“¡Claro que esto no es posible!”, soltó de golpe. Pero la lógica parecía inelu-
dible. El Pastor del salmo guiaba a sus ovejas por sendas de justicia, pero estas
mismas sendas también parecían serpentear hacia el valle de sombra de muerte.
¿Podría ser que Dios usara incluso esta dolorosa traición de un amigo, este valle
oscuro, para instruirla en justicia?
Un vistazo a la semana: ¿En qué momentos creciste más espiritualmente,
en los momentos fáciles o en los más difíciles?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Deuteronomio 10. 5


Lección 1 | Domingo 26 de junio

UNA GUÍA PARA EL VIAJE: EL PASTOR


“Jehová es mi pastor; nada me faltará” (Sal. 23:1).
Se pidió a algunos niños que hicieran un dibujo de Dios. Sin excepción, cada
uno hizo un dibujo con un corazón en algún lugar. Cuando se les preguntó por
qué, declararon unánimemente que Dios es amor. Así de sencillo.
Es fácil tener una buena opinión de Dios y sus propósitos cuando todo va
bien. Pero, a medida que envejecemos y la vida se vuelve más difícil y compli-
cada, nuestra visión de Dios a menudo cambia. Dios no cambia, por supuesto
(Heb. 13:8; Sant. 1:17); pero nosotros, sí.
Como el pastoreo era la forma de vida de la gente en la época del Antiguo
Testamento, el Salmo 23 usa la imagen de un pastor para describir la forma en
que Dios nos cuida y atiende. Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Tes-
tamento utilizan el símbolo de un pastor para referirse a Dios. Es una imagen
maravillosa, y además inmutable. Antes de considerar el Salmo 23, analicemos
cómo entienden varios autores bíblicos la obra y el carácter del Pastor a lo largo
de la Biblia.

¿Qué aprendes acerca del Pastor en cada uno de los siguientes versículos?
Isa. 40:11
Jer. 23:3, 4
Eze. 34:12
Juan 10:14-16
1 Ped. 2:25

Ahora volvamos al Salmo 23. ¿Qué hace el Pastor para cuidar a sus ovejas?
Sal. 23:2
Sal. 23:3
Sal. 23:4
Sal. 23:5
Sal. 23:6

¿Qué significa para ti saber que hay Alguien así que te cuida? ¿Cómo podrías utili-
zar esta imagen para animar a alguien cuyo concepto de Dios se ha ensombrecido
debido a sus luchas, cualesquiera que sean?

6 Reavivados por su Palabra: Hoy, Deuteronomio 11.


Lunes 27 de junio | Lección 1

SITIOS EN EL TRAYECTO
“Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (Sal. 23:3).
Imagina que las “sendas de justicia” (Sal. 23:3) se extienden delante de ti a la
distancia. No puedes ver su conclusión, pero sabes que al final del viaje está el
hogar, la casa de Dios. Al enfocarlos un poco más cerca de ti, ¿ves adónde con-
ducen los caminos? Puedes ver algunos lugares con claridad, pero otras partes
están totalmente obstruidas por obstáculos grandes o peligrosos. A veces, el
camino desaparece sobre una cresta. Algunas partes del camino son fáciles
de recorrer; otras, son difíciles. Así era cuando Israel viajó de Egipto a la Tierra
Prometida, y este salmo lo describe de la misma manera.

Identifica, en el Salmo 23, los lugares por los que David ve pasar a las
ovejas cuando siguen las sendas de justicia mientras se dirigen a la casa
de Jehová.

Pero ¿por qué estas sendas se llaman “sendas de justicia”, o “caminos co-
rrectos” (RVC)? Hay cuatro razones importantes. En primer lugar, son caminos
correctos porque conducen al destino correcto: la casa del Pastor. En segundo
lugar, son caminos correctos porque nos mantienen en armonía con la persona
adecuada: el mismísmo Pastor. En tercer lugar, son caminos correctos porque
nos capacitan para ser las personas correctas, al igual que el Pastor. En cuarto
lugar, son caminos correctos porque nos dan el testimonio acertado: a medida
que nos transformamos en las personas correctas, damos gloria al Señor. Son ca-
minos “correctos”, o sendas “de justicia”, ya sea que el recorrido sea fácil o difícil.
Es importante comprender que, cuando Dios nos guía, no se trata simple-
mente de que Dios entregue un paquete en su destino. Es mucho más que orien-
tación y protección. Al igual que los tantos ejemplos de la Biblia en los que Dios
guía a su pueblo (ya sea a Abraham con sus promesas o a Israel con la columna
de fuego y la nube), cuando Dios guía, siempre instruye a su pueblo en justicia.

¿Cuán consciente eres de que la justicia es la prioridad del Pastor para tu vida?
¿De qué modo las pruebas pueden cambiar tu vida para que reflejes mejor el
carácter de Cristo?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Deuteronomio 12. 7


Lección 1 | Martes 28 de junio

DESVÍO INESPERADO 1: EL VALLE


“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”
(Sal. 23:4).
Sería bueno que las sendas de justicia pasaran solo por las orillas cubiertas
de hierba de los frescos arroyos. Pero, no es así como las pinta David. Estas
sendas también pasan por el valle de sombra de muerte, un lugar que no tenemos
muchas ganas de visitar. En ciertas épocas del año, los wadis y los barrancos
que se encuentran en Israel son propensos a inundaciones repentinas, que
podrían llegar inesperadamente y resultar abrumadoras. Estos lugares también
son particularmente estrechos, con laderas empinadas que bloquean la luz. Por
lo tanto, la “sombra de muerte” representa una “sombra muy profunda” o una
“densa oscuridad”.

Piensa en las veces que has estado en tu propio “valle de sombra de


muerte”. ¿Qué sentiste? ¿Tuviste miedo, aunque sabías que el Pastor estaba
allí? ¿Qué versículos bíblicos apreciaste más en ese momento y por qué?

¿Por qué crees que las ovejas terminaron en el valle? ¿Piensas que las
ovejas llegaron allí solas o que el Pastor guio a las ovejas por ese camino?
Justifica tu respuesta.

Elisabeth Elliot escribe: “Un cordero que se encuentra en el valle de sombra


de muerte podría llegar a la conclusión de que lo guiaron falsamente. Era nece-
sario que él atravesara esa oscuridad para aprender a no temer. El pastor todavía
está con él” (E. Elliot, Quest for Love, p. 218).

¿Alguna vez sentiste que te “guiaron falsamente” al valle? ¿Cómo respondiste a


Dios durante esos momentos? ¿Por qué crees que el Pastor estaría dispuesto a
asumir el riesgo de ser malinterpretado al permitirnos entrar en un valle oscuro?

8 Reavivados por su Palabra: Hoy, Deuteronomio 13.


Miércoles 29 de junio | Lección 1

DESVÍO INESPERADO 2: LA MESA PREPARADA


“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando” (Sal. 23:5).
A lo largo de la vida, inevitablemente nos toparemos con algunos enemigos.
¿Cómo tratar con ellos? ¿Alguna vez pasaste noches en vela, dando vueltas en la
cama, soñando formas de vengarte de quienes tratan de lastimarte o de destruir
tu trabajo? Suele ser difícil para los cristianos saber cómo comportarse con los
enemigos.

¿Qué clase de enemigos has tenido en tu vida? ¿Cómo respondiste a quie-


nes intentaron lastimarte a ti o a tus seres queridos? ¿Cuánto te apegaste a
las palabras de Cristo en Mateo 5:44, o a las de Pablo en Romanos 12:18 al 21?

En Salmo 23:5, David nos muestra una forma interesante de tratar con los
enemigos. Al mirar más bien lo que Dios está haciendo en su favor, a David se
le opaca la presencia de ellos. Y Dios está allí, preparándole un banquete.
En la cultura de David, cuando un invitado de honor llegaba a un banquete,
el anfitrión ungía su cabeza con aceite cuando el invitado estaba a punto de
entrar al salón del banquete. El aceite era una mezcla de aceite de oliva y per-
fume. A continuación, lo invitaba a sentarse frente a mucha más comida de la
que podría llegar a comer.

Los tres elementos (mesa, aceite, copa) del Salmo 23:5, ¿cómo podrían
ayudarnos a recordar que Dios es quien los provee, aunque estemos en el
valle?

Pablo nos recuerda: “No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efe. 6:12).
Nuestros enemigos incluyen a los que vemos y a los que no vemos. Nos guste
o no, estamos rodeados. Sin embargo, cuando estamos con el Pastor, ningún
enemigo, visible o invisible, puede robarnos lo que él nos concedió.

Reflexiona sobre el trato que te brindó el Pastor cuando estabas rodeado de ene-
migos. ¿Qué rescatas de esos momentos que te permita agradecer aun en medio
de esas dificultades?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Deuteronomio 14. 9


Lección 1 | Jueves 30 de junio

UNA PROMESA SEGURA PARA EL VIAJE


“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de
mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Sal. 23:6).
Cuando estamos en el valle o rodeados de enemigos, a veces es tentador creer
que nos han dejado solos. En ocasiones sentimos que Dios no está haciendo
mucho; razonamos que, si nos hubiese ayudado, no estaríamos en esa situación.
Pero David obviamente no lo ve así.

A pesar de sus pruebas, ¿qué dos cosas menciona David en Salmo 23:6
de las que está seguro? (Ver también Efe. 1:4; 2 Ped. 1:10; Heb. 11:13-15.)

Algunas traducciones rinden que la bondad y el amor inagotables (el com-


promiso del Pacto de Dios) me “seguirán” todos los días de mi vida. Sin embargo,
el verbo original es mucho más fuerte, y el versículo debería decir que la bondad
y el amor inagotables me “perseguirán” todos los días de mi vida. (De hecho, es
el mismo verbo hebreo que se usa en versículos como Gén. 14:14; Jos. 10:19; y 1
Sam. 25:29, donde la idea de “persecución” es muy clara.)

¿Qué idea viene a tu mente si imaginas que la bondad y el amor inago-


tables te “persiguen”? ¿Qué crees que David quiso decirnos acerca de Dios
al describir su cuidado por nosotros de esta manera?

No importa cuán profundo sea el valle o cuán persistentes sean los ene-
migos, la certeza de la bondad y el amor inagotables de Dios y la seguridad
de su dirección hasta el final de nuestro viaje son incuestionables. Si estos
pensamientos pudieron sostener a Jesús hasta el Calvario, nosotros también
deberíamos sentirnos animados.
No obstante, hay momentos en los que aquellos a quienes cuidamos están
llenos de interrogantes. Como David, la mejor manera de abordar estas preocu-
paciones a menudo no es con una descripción teológica de lo que Dios puede
hacer. Más bien, como nos muestra David en Salmo 23:6, es mediante una afirma-
ción, el compartir una convicción personal de la verdad acerca de nuestro Dios.

Según tu conocimiento de Dios, ¿qué evidencias pueden ilustrar la certeza de que


su bondad y su amor inagotables nos persiguen? ¿Qué evidencias podrías añadir
de la Biblia? ¿Cómo podrías compartir esto con quienes quizás estén cuestionan-
do la certeza del cuidado de Dios? ¿En qué sentido la Cruz es el mayor ejemplo
de esta “persecución”?

10 Reavivados por su Palabra: Hoy, Deuteronomio 15.


Viernes 1º de julio | Lección 1

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, Testimonios para la iglesia, t. 4, “Misioneros en el hogar”,
p. 144; El Deseado de todas las gentes, “El divino Pastor”, pp. 442-448.
“Los que al fin salgan victoriosos tendrán épocas de terrible perplejidad y
prueba en su vida religiosa; pero no deben desechar su confianza, pues es esta
una parte de su disciplina en la escuela de Cristo y es esencial para que toda la
escoria pueda ser eliminada. El siervo de Dios debe soportar con fortaleza los
ataques del enemigo, sus dolorosos vituperios, y debe vencer los obstáculos que
Satanás coloque en su camino. [...]
“Pero, si miran hacia arriba, no hacia abajo, a sus dificultades, no desmayarán
en el camino; verán pronto a Jesús extendiendo su mano para ayudarlos, y solo
tendrán que tenderle la de ustedes con confianza sencilla, y dejar que los guíe.
A medida que cobren confianza, cobrarán esperanza. [...]
“Hallarán en Cristo fuerza para formar un carácter fuerte, simétrico, her-
moso. Satanás no puede anular la luz que irradie de semejante carácter. [...] Dios
nos ha dado su mejor don, su Hijo unigénito mismo, para elevarnos, ennoble-
cernos y capacitarnos, invistiéndonos de su propia perfección de carácter para
que tengamos un hogar en su Reino” (MJ 60, 61).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿Hasta qué punto eres consciente de que la “terrible perplejidad y prue-
ba” que se presenta en tu vida en realidad puede formar parte de tu “dis-
ciplina en la escuela de Cristo”?
2. ¿En qué medida nuestras ayuda, consuelo y aliento para los que viven en
el valle podrían ser parte de la forma en que el Pastor ayuda a las perso-
nas a superar sus crisis? ¿Qué cosas podemos hacer como iglesia con el
fin de que el Señor nos use mejor para ayudar a los necesitados?
3. En clase, que cada persona tenga la oportunidad de hablar sobre cómo la
bondad y la misericordia los “persiguieron”. ¿Qué pueden aprender de las
experiencias de los demás?
4. Mediten sobre las últimas horas de la vida de Cristo, cuando entró en el
crisol. Por lo que podemos deducir, ya sea de la Biblia o de Elena de White
(El Deseado de todas las gentes es una gran fuente), ¿cómo pudo resistir Je-
sús en su humanidad? ¿Qué podemos tomar de su ejemplo para nosotros
en los crisoles que también enfrentamos?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Deuteronomio 16. 11

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