Juan Manuel Lavarden Siripo

Descargar como pdf
Descargar como pdf
Está en la página 1de 4
pol LA ILUSTRACION 269 MANUEL JOSE DE LAVARDEN (1754-1809) Porteho, hijo de un distinguido funcionari, estudié en la Universidad de Charcas, en la actual Bolivia, y en las perinsulares de Granada, Toledo y Madrid. Se dedicd a la ganaderia, lo que no le impidié cultivar las letras. Autor satiric, lirica y come- dibgrafo, nos ha dejado una Sétira, donde defende a los escritores y las costambres de Buenos Aires, Ja Oda al majestuoso Parana (1801), de ritmo solemne apoyado en endecasilabos asonantes, 9 tuna pieea de teatro, Sitipo (1789), reereacién de una leyenda relacionada con la época de los pri- rmeras intentos de colonizacién del suelo argentino. La obra, de la que tan silo ha Uegado hasta nosotros un acto, el segundo, eogide por Juan Maria Gutidrrez (y tal vez perteneciente ya a una adaplaciin posterior), es de gran interés, porque aparte det talor anecdético como pieza exencial de la larga cadena que forman las versiones del tema de Lucia Miranda, ¢s, sobre todo, un rfl de la penctacién det pensamiento enciclopedista en Hispanoamérica. BmuoGraria H J. Becco, “Manuel José de Lavardén”, en Poesia colonial hispansamericana, Caracas, Ayacucho, 1990; M. V. Boscit, Manuel José de Lavardén, poeta y filésefo, Buenos Aires, 1944; E. CARILLA, "La ‘Sitira’ de Lavardén", Buenos Aires, 1949; —, “Lavardén”, en Literatura argentina. Palabra ¢ imager, Buenos Aires, 1969; GHIRALDO, “Un precursor del teatro en América. Manuel José de Lavardén: Ja tradicién hispano-indigena”, Ata, Universidad de Concepcién, 38, 142, abril 1937; M. Lecutzastox, “La leyenda de Lucia Miranda”, Revista de la wniversided Nacional de Cérdoba, VI, 1919; L.A. SANCIEZ, Escrilees representatcos de América, Madrid, Gredos, 1957; J. TORRE REVELLO, “El primer (eatro portento”, Bolin de estudios de Teatro, Buenos Aires, Instituto Nacional de Estudios de Teatro, 3, 10, septiembre 1945. SIRIPO ACTO SEGUNDO Minanpa. Ya th sélo, cacique generoso, podrias acabar pesares tantos “| } ples ‘{ no mas desde hoy te quejes de Luc ella st mal bien deja en tus manos, tuya seri Lucia, si la quieres. Siriro, iAh, sila quiero! S Qi YG Mimanps. La quisieras, cuando merecer su carifio procurases ‘1 con artes justas. Ese culto vano, 1 que das al sol, por siempre te separa 4/ de sus tan anhelados agasajos. yy Smiro. {Tan celosa sera que me prohiba hhasta de la deidad el amor santo? — 270 ‘Lampare. SiriPo. LaMpare. ‘Smo. Lammart. Siro. Lanmmarg, ‘Smriro. LITERATURA HISPANOAMERICANA No es deidad a quien ciego le tributas; esa es hechura de otro ser mas alto. {Seri que la deidad se constituya fen estado inferior al de los hombres a que el mismo dio ser? eB don preciowo la duled libertad) sera negada al que del wi €s soberano? Sera nuestro dar regla de los giros con que cierra los aiios? iOh, cacique, al dlustre sae de que el ciclo te dota, haces agravio! 2Con que asi no aclaré la luminosa verdad de lobreguez de tus engaiios, ‘cuando viste el eclipse, tan temido, de divinos graduar a nuestros sabios? Si, yo te vi que altivo le mirabas, mientras supersticioso terror vano [fis timbties)arrojaba por el suelo, “Gis agoreros mismos y tus magos, los que la enfermedad del dios caduco plaiian, con visible sobresalto. que de disfrutamos, 45 Escena II ‘Lescts- StetPo-MiRANDA-LAMBARE iCaciquet (a Lasnané) Qué te altera? Cayumari del frente del naciente ha retirado las vigias del campo. Con qué intento? Lo ignoro. Lambaré, corre a indagarlo. (dentro voceria) Y mira... Mas, gqué grita turbulenta a lo Iejos escucho? Sera acaso de (u fidelidad... No te adclantes; gig pueden ser alegrias del(vulgacho.) Anda, stbelo cierto, ‘Siriro. ‘Miranpa. Smiro. Miranpa. Lucta. LA ILUSTRACION am Escena III ‘Sipiro-Mirswpa-Lucta {Cayumari) contra su fe, pudicra intentar algo! Locks) Fuerza es volver por él. E] modo altivo ‘con que me habla, mas bien que aconscjando, provocando mi safa, le condena, Su orgullo es de sus iras el amago. Escena XITL Miranpa-Lvcls Basta, hija. Ta deliras, ¢Quicn te ha visto descomponerte asi? (Ciclo sagrado! {Qué es lo que me sucede? jAy infelice! ¢Hurtado en tan funesto desamparo me abandona? ¢Podrin otros respetos ser antes que mi amor? {Podré yo acaso posponerle a mi vida? Pues mi esposo no esta ligado con iguales pactos? ePara esto le segui? ¢¥ asi me paga?... Lo entiendo a mi pesar. El se ha vengado._ Y ¢dénde iré yo sola, mujer déhil? Qué gruta sera finebre reparo a mi triste orfandad? Los fieros tigres socorro me darin? Si, seran mansos cuando un amante, un padre y un esposo su fiereza les roban despiadados. ePero de quién me quejo? ¢Su venganza no he provocado yo? zNo es justo pago [aqueste|de mi crimen? gYo no he sido quien con ojos risuefios ha mirado, inficl) a un nuevo amante que tejia “com alevosas y sangricntas manos la guirnalda nupcial, que coronase mi crimen y mi boda? Es necesario que la muerte le lave. Morir debo. Yo de mi misma juez pr cl fallo, El honor lo aconseja, amor lo manda. 272 LITERATURA IHISPANOAMERICANA ¢Tamtas penas no bastan? ;Mis quebrantos quieres aumentar, hija? No apresures Jos males que vendrin mal nuestro grado. Escena XIV Sieiro-—después Lawaane—Miranns—Lecte Smiro. ‘Siriro. Mrmanpa. Smiro. Mizanpa, oat acca We se exconde? No es nuevo para mi cuanto me. dices; no me Iuces ian eseaso que ak niegue. Antes de ahora fs : mi espiriny a el desengaito, oe no pudiendo entender como Dios era el que de otra mostraba ser esclavo. Yous sus efectos invariables ¥ que no cra su curso voluntario, cual misero mortal le contemplaba procurt en li noche su descanso. ‘lo exeo, ya ves; pero no es justo ‘an en perjuicio mio publicarlo; renunciar a la ley de mis mayores, es renunciar a un tiempo al cacicazgo. Y por no arrodillarme a un dias fingido, que no me puede hacer ni bien ni dato, humillar para once ta cabeza ¥ En cualguic fil Macho vale Loca, mas el precio que pides por su mano ex demasiado para quien libre vio su primer dia y ha empezado a gustar del dulce mando. ‘Yo creo que Lucia es muy arable, un amante a creer mais no esti obligado. Depén vanos recelos. L.a experiencia de cinco aiios de paz, el justo trato del espafiol y prendas amistosas y honradas, ademas, te habré mostrado. 2Seran entre vosotros los varones le -s S que las déciles hembras mas human La ficreza de tu hija te desmiente, Lucia te reserva sus para cuando te vea digno de ellos por el modo felix del yugo santo, a La agua, que santifiea, nueva cuna ‘ cr

También podría gustarte