Porqué Servir A Dios

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Antes de comenzar, no está demás elevar una oración para que

sea el Señor quien dirija mis labios y que sea el quien prepare
nuestra mente para recibir cada uno esta enseñanza conforme
a nuestra necesidad y al propósito que Dios tiene para nosotros.

Oración

Señor queremos poner delante de ti la Palabra del día de hoy,


para que no sea yo, sino que seas tú hablando a través de mí y
que sea tu Santo Espíritu dirigiendo, guiando y controlando
todo. Limpia nuestra mente y nuestros corazones, prepáranos
para recibir tu Palabra y que sea tu Santo Espíritu quien nos
ayude a discernirla, para saber lo que quieres para cada uno de
nosotros. Háblanos Padre esta mañana. Te lo pedimos en el
nombre de Cristo Jesús. Amén.

Lo que veremos esta mañana, es un complemento de lo que el


Ps. Dennis Harris nos compartió la semana pasada sobre el
poner nuestra vida al servicio de Dios.
En toda congregación que ve a Cristo como Salvador y Señor,
siempre se está hablando de que, tenemos que servir al Señor,
que la acción de servir es buena, etc., pero hoy vamos a tomar
la mañana para aprender ¿Qué significa servir al Señor?
Para tal fin, me apoyaré en algunas de las tantas citas bíblicas
que hablan del tema.
Estamos llamados a servir

Teme al Señor tu Dios y sírvele a él. Cuando hagas


un juramento, hazlo únicamente en su nombre.
(Deuteronomio 6:13)

Vete de aquí, Satanás —le dijo Jesús—, porque las


Escrituras dicen:
“Adora al Señor tu Dios
y sírvele únicamente a él”
(Mateo 4:10)

- Por un lado, está Moisés exhortando al pueblo


de Israel y por otro vemos a Jesucristo siendo
tentado por satanás.

- Está más que claro, que en ambos casos se nos


habla de servir sólo y únicamente a Dios. Algo
que se nos ha repetido infinidad de veces.

Bíblicamente nuestras vidas están


para servirle a Él.
Ahora, hay una cita bíblica que también nos va a
servir en lo que se busca esta mañana; en la cual
podemos notar la urgencia con la que se nos exhorta
a obedecerla.

No sean nunca perezosos, más bien trabajen con


esmero y sirvan al Señor con entusiasmo.
(Romanos 12:11)

¿Cómo podemos servirle a Dios?

En PowerHouse tenemos algunos ministerios donde


poder servir: como lo son: Ministerio de Alabanza,
Multimedia, Ministerio de Niños, Servolución, y ya
que ya tenemos local, el Ministerio de Limpieza, etc.

En alguna oportunidad, ya sea aquí o en otro lugar,


hemos oído frases como:
- El Señor me ha dado este don.
- Yo le sirvo al Señor con mi don.
- Etc.
Ahora quiero hacerles la siguiente pregunta

El servirle a Dios ¿es un privilegio o es una carga?

- Teóricamente hablando es un privilegio.

- En lo real, usualmente no es así.

¿Cómo saber si lo que estamos haciendo es una


carga?

La respuesta radica en cómo nos sentimos en el


momento en el que se nos pide o decidimos servir.

Ejemplos simples:
- En casa: Lavar los platos, Lavar a mano la ropa,
sacar a pasear a los perros, etc.

- En el colegio: Asear el aula.

- En la universidad: Prestar mis apuntes.

- Etc.
Ahora, para una mejor comprensión, tomaremos un
área específica de PowerHouse.

¿Puede ser tomada la alabanza como una manera


de servir a Dios?

La Real Academia Española define el término


Alabanza como:
- Manifestar el aprecio o la admiración por algo o
por alguien, poniendo en relieve sus cualidades
o méritos.

- Venerar y celebrar con oraciones.

- Respetar de sumo agrado a Dios por su santidad,


dignidad y grandes virtudes. Valorando lo que Él
representa en nosotros.

Entonces, si la Alabanza es tomada como una forma


de demostrarle al Señor nuestra admiración, cuanto
le amamos y lo grande que es Él, sin duda podremos
decir que es un verdadero privilegio y no una carga
servirle en esa área.
Así como hemos hecho el análisis en el área de
Alabanza, podemos hacerlo con cualquier otra, y así
sacar conclusiones.

Con todo lo anteriormente mencionado, podemos


decir acaso ¿Qué el servir es algo que se puede
hacer sólo y únicamente en una iglesia?

- Es verdad que solemos ´pensar, que en la iglesia


de alguna u otra manera se nos ve más
espirituales.

- Es verdad que las cosas espirituales tienden a ser


muy llamativas.

- Es verdad también que solemos ser muy


espirituales para unas cosas y para otras no.

¿A dónde es que quiero llegar?


Cuando de servir se trata, solemos pensar que el
beneficio espiritual sobre nuestras vidas y la de los
demás, sólo puede ser encontrada en la iglesia. Pero
esa, es nuestra manera de pensar y no como
realmente debería ser.
Para ahondar más en este punto, quiero apoyarme
en una de las cartas del Apóstol Pablo.

Pablo, Modelo de servicio

Pues, para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir


es aún mejor. Pero si vivo, puedo realizar más labor
fructífera para Cristo. Así que realmente no sé qué
es mejor.
(Filipenses 1:21-22)

- Pablo, claramente sabía que lo mejor para él era


irse con el Señor.

- Pero también, sabía qué cosa era lo mejor para


los planes de Dios.

Como ya sabemos, pocos hombres han sido tan fieles


a Dios como el apóstol Pablo, y pocos han tenido una
vida tan llena de sufrimientos y dificultades.
Pero lo realmente digno es que, Pablo vio la
oportunidad de poder servirle a Dios a través de
estas pruebas
Pero aún no damos respuesta a nuestra pregunta.

¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco,


¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con
más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui
azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en
repetidas ocasiones. En cinco ocasiones distintas, los
líderes judíos me dieron treinta y nueve
latigazos. Tres veces me azotaron con varas. Una
vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una
vez pasé toda una noche y el día siguiente a la
deriva en el mar. He estado en muchos viajes muy
largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones.
Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los
judíos, y también de los gentiles. Enfrenté peligros
en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté
peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero
no lo son. He trabajado con esfuerzo y por largas
horas y soporté muchas noches sin dormir. He
tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado
sin nada que comer. He temblado de frío, sin tener
ropa suficiente para mantenerme abrigado.
Además de todo eso, a diario llevo la carga de mi
preocupación por todas las iglesias.
(2 Corintios 11:23-28)
Lo que resalta aquí, es que Pablo habla de la serie de
tribulaciones por las que tuvo que pasar.

¡Pero hay un detalle!

¿Menciona acaso a la iglesia como el lugar donde


sufre estas aflicciones?
¿Pablo sirvió a Dios sólo y únicamente dentro de la
iglesia?
¡Por supuesto que no! Pablo sirvió y alabó al Señor
no sólo en la iglesia sino también fuera de ella.

¿Y Qué tenía Pablo que no tengamos nosotros?


Actitud.

Vivan sabiamente entre los que no creen en Cristo y


aprovechen al máximo cada oportunidad. Que sus
conversaciones sean cordiales y agradables, a fin de
que ustedes tengan la respuesta adecuada para
cada persona.
(Colosenses 4:5-6)
De la misma manera, dejen que sus buenas acciones
brillen a la vista de todos, para que todos alaben a
su Padre celestial.
(Mateo 5:6)

Sin duda, es actitud lo que nos falta en medio de las


adversidades.

¿Estamos Glorificando a Dios con nuestra manera


de servirle?

DIRECTOR DEL
ALBERGUE
“POWERHOUSE

COORDINADOR COORDINADOR COORDINADOR SOCIAL Y


ADMINISTRATIVO EDUCATIVO FAMILIAR

EDUCADORES EDUCADORES TRABAJO PSICOLOGIA


DE JOVENES DE NIÑOS SOCIAL

CHOFER SECRETARÍA VOLUNTARIOS

PERSONAL PERSONAL
COCINA LIMPIEZA
Dios muchas veces quiere que le sirvamos en un
determinado lugar, pero somos nosotros los que
terminamos eligiendo donde servirle, y muchas
veces elegimos lugares sobresalientes, donde nos
sentimos realizados, en otra palabra: donde estamos
COMODOS.

(TESTIMONIOS)

Lo que quiere Dios que entendamos, es


que hagan lo que se hagan, en el lugar
que sea, bajo las circunstancias que se
presenten, su labor es tan importante
como la del resto.
El Señor quiere que le sirvamos cuando y como él
mande

Para entender este punto, es necesario definir


primero el término servir.

- Teóricamente, el servir es el estar al servicio de


Dios en todo momento y bajo cualquier
circunstancia.

- En lo real cuando se nos necesita, muchas veces


ponemos excusas; aduciendo que o no es el
mejor momento o tenemos otras cosas que
hacer o que no nos gusta hacer aquello.

¡Definitivamente es totalmente cierto!


Al respecto, veamos qué pasó con Moisés.

Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar


de Egipto a mi pueblo Israel.
Pero Moisés protestó:
—¿Quién soy yo para presentarme ante el faraón?
¿Quién soy yo para sacar de Egipto al pueblo de
Israel?
(Éxodo 3:10-11)

¿Moisés se sentía cómodo con lo que le había


encomendado Dios?
¡Para nada!

- Pero no se trata de que si queremos o no servirle


a Dios.

- Dios no depende de nuestro estado de ánimo.

- El mandato es claro: debemos servirle a Dios sin


importar las consecuencias, en todo momento y
en todo lugar.
Así como Moisés, muchas veces no nos sentimos
capaces, pero el Señor nos dice:

—Yo estaré contigo. Y esta es la señal para ti de que


yo soy quien te envía: cuando hayas sacado de
Egipto al pueblo, adorarán a Dios en este mismo
monte.
(Éxodo 3:12)

- Dios no dejó solo nunca a Moisés, y eso se dio


porque su corazón estaba conectado al corazón
de Dios.
Otro ejemplo que es necesario mencionar es el de
Jeremías, cuando el Señor le hace el llamado:

El Señor me dio el siguiente mensaje:


—Te conocía aun antes de haberte formado en el
vientre de tu madre;
antes de que nacieras, te aparté
y te nombré mi profeta a las naciones.
—Oh Señor Soberano —respondí—. ¡No puedo
hablar por ti! ¡Soy demasiado joven!
(Jeremías 1:4-6)

- Jeremías, al igual que muchos jóvenes, pensaba


que por su juventud no iba a dar “la talla” para
lo que Dios quería que haga.

- El Señor al igual que con Moisés, no le dejó


opción a Jeremías. Él quería que le sirva bajo
toda circunstancia.

- Si tan sólo entendiéramos, que cuando el Señor


nos llama a hacer algo, es porque está
completamente seguro que podremos con ello.
- Por lo tanto, todo aquel que dice llamarse Hijo
de Dios, siempre deberá estar dispuestos a
servirle.

- Y cuando por cualquier circunstancia, se nos


haga difícil hacerlo, entendamos que todo lo
que hagamos, deberá ser hecho como para el
Señor.

Y para ir terminando, quiero compartirles algo que


leí y que nos ayudará saber para dónde es que
aplicamos:

- Hay cristianos que son como carretillas, que


para que sirvan hay que empujarlos.

- Hay cristianos que son como la carne cuando


está dura, hay que golpearles para que se
ablanden.

- Hay cristianos que son como gatitos, que


necesitan que se les mime constantemente.
- Hay cristianos que son como las pelotas de
rugby, que es imposible saber en qué dirección
van a salir.

- Hay cristianos que son como globos llenos de


helio, se dejan llevar. Hoy están aquí, mañana
viene un aire y están por allá.

- Hay cristianos que son como los vagones de


tren, necesitan que se les tire para poder
avanzar.

- Hay cristianos que son como luces


intermitentes, se encienden hoy y se apagan
después.

- Hay cristianos que siempre están dispuestos,


son constantes, como la roca que aguantan a
pesar de todo.
Entonces, la pregunta para reflexionar en este día es:

¿Qué tipo de cristianos estamos siendo? ¿Y Cómo


es nuestro servicio al Señor?

Esta mañana Dios te invita a que veas al servicio no


como una carga, obligación o forma de ganarte su
favor, sino como un honor, un regalo, un privilegio
que Él te concede, porque eso es de su agrado, que
sus hijos sean parte de sus obras, pero más aún, que
caminen junto a Él para realizarlas.

Oración Final

Que nuestro Padre Santo nos muestre día a día, la


manera de poder servirle como sólo Él se merece;
para que así podamos gozarnos en su presencia
como ciudadanos del cielo. Se lo pedimos en el
nombre de Cristo Jesús. Amén.

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