El Derecho de Familia Entre Cambio y Tradicion
El Derecho de Familia Entre Cambio y Tradicion
El Derecho de Familia Entre Cambio y Tradicion
(Facultad de Derecho)
E l Derecho de Familia: entre cambio y tr adición
Mónica Victoria Ruiz Balcázar
permite abrir nuevos caminos de discusión del derecho
El Cuerpo Académico Estudios Jurídicos, Carmen González León
familiar para innovar y reconocer algunos aspectos
de la Universidad Veracruzana, está
Aníbal Guzmán Ávalos
C
clásicas del Derecho Civil: impacto y
Irvin Uriel López Bonilla
transformaciones que le imprime la era de los derechos humanos. orpus
contemporánea y enseñanza del Derecho: UNIVERSITARIO María Guadalupe López Morales
retos y perspectivas. Esta obra es coordinada por integrantes del Cuerpo
Académico Estudios Jurídicos, de la Facultad de Derecho
Su producción académica cuenta con de Enseñanza Abierta (sea) de la Universidad Veracruzana,
la colaboración de profesores de las
y es resultado del esfuerzo conjunto de académicos de esta
facultades de Derecho de la Universidad
Facultad, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, así como
de Salamanca, de la Universidad Oberta,
en Cataluña, y de la Universidad de
de la Universidad Autónoma de Chiapas, la Universidad
La Habana, Cuba, entre otras. Autónoma del Carmen y la Universidad de Salamanca,
en España.
9 786075 029894
Universidad Veracruzana
DGBUV 2022/03
ISBN: 978-607-502-989-4
DOI: 10.25009/uv.2746.1634
EL Derecho de familia. entre cambio y tradición versa sobre diversos tópicos del
derecho de familia desde una perspectiva que permite identificar criterios personales
de cada autor o autora, enriquecidos con tesis jurisprudenciales y del Derecho
Comparado del más alto tribunal en México. Además de la experiencia procesal que
se denota en algunos trabajos, todos son producto de investigaciones realizadas
por académicos de varias universidades: Universidad Veracruzana, Universidad Autó
noma de Chiapas, Universidad Autónoma del Carmen y la Universidad de Sala
manca.
El libro permite abrir nuevos caminos de discusión del derecho familiar para
innovar y reconocer algunos aspectos ignorados, silenciados o deficientemente tra-
bajados por el marco jurídico vigente, al mismo tiempo que respeta la tradición de
aquellas figuras que prevalecen en el tiempo ante las trasformaciones que experi-
mentan las familias.
En ese tenor, aquí se encuentran dos capítulos en donde se analiza la protección
de las niñas y los niños menores de edad; otros dos tratan la perspectiva de género
en México y en España.
Cuatro capítulos más analizan, en estrecho vínculo, los derechos humanos y la
protección constitucional a la familia en su integridad, incluyendo nuevos modelos
familiares y otro sobre tutela procesal. En ese contexto, aparecen los trabajos de
Carmen González León y de Carmen Rosa Iglesias Martín, quienes, desde distin-
tos ángulos, escriben sobre un aspecto esencial y tradicional del derecho familiar, la
custodia de las niñas y los niños, sin el cual sus derechos serían fácilmente vulne-
rados, pero adecuando su regulación a la realidad del siglo veintiuno.
10
INTRODUCCIÓN
Proteger la autonomía del paciente menor de edad exige delimitarla para hacer
compatible este derecho con las funciones de cuidado y asistencia que incumben
a los titulares de la patria potestad. Con frecuencia, la protección de la vida y de
la integridad física entran en conflicto con la protección de la intimidad y del libre
desarrollo de la personalidad. Cuando el paciente es menor de edad o estamos ante
un menor maduro, el problema se complica por la necesidad de conciliar con la
autonomía del paciente, con la obligación de actuar en interés del menor y de velar
por su salud.
Algunos problemas que nos encontramos son los siguientes:
1. Establecer los criterios para decidir cuándo los menores pueden ser oídos,
pueden emitir el consentimiento médico y cuándo pueden acceder a su
historia clínica.
2. En sentido contrario, debemos delimitar cuándo el interés del menor a la
salud exige que los padres consientan por ellos y accedan a los datos de
la historia clínica de sus hijos, sin necesidad de su autorización.
1
Profesora de la Facultad de Derecho, Universidad de Salamanca, España.
11
2
Reglamento general de protección de datos. Diario Oficial de la Unión Europea L 119, de 4 de mayo
de 2016, disponible en https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=celex%3A32016R067
9R%2803%29
3
Publicado en BOE, núm. 294, de 6 de diciembre de 2018, pp. 119788-119857, disponible en https://
www.boe.es/eli/es/lo/2018/12/05/3.
12
4
Helena Díez García, “Comentario al artículo 162 del Código civil”, Las modificaciones al Código
Civil del año 2015, p. 470; Antonio Troncoso Reigada, La protección de datos personales. En busca
del equilibrio, p. 1236.
13
14
5
Artículo 9.3.c, lbap, y artículo 9.2 de la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica
del Menor.
15
De la regulación de este se deduce que podrá consentir el menor que sea capaz
intelectual y emocionalmente de comprender el alcance del tratamiento médico al
que ha de someterse (lbap, artículo 9.3.c). Si su capacidad no es suficiente, el con-
sentimiento lo deberán prestar sus representantes legales, quienes por lo general
son los titulares de la patria potestad.
En concreto, el artículo 9 establece los supuestos siguientes:
a) Podrán otorgar el consentimiento los menores emancipados o los mayores
de 16 años, salvo cuando se aprecie que no tienen suficiente madurez para
6
Consuelo Madrigal, “Menores y tratamientos médicos”, Derecho y Salud, p. 16.
16
17
7
Arbesú González considera que las intervenciones de medicina voluntaria en menores de edad, como
la cirugía estética, salvo que vayan acompañadas de otra dolencia y sean una necesidad terapéutica,
deberían regirse por lo establecido con carácter general sobre la mayoría de edad (Vanesa Arbesú
González, “El consentimiento del menor en medicina voluntaria. A propósito de la reforma operada
por la Disposición adicional segunda de la Ley 26/2015, de 28 de julio, de protección a la infancia
y a la adolescencia, sobre el artículo 9 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, sobre autonomía del
paciente y derechos de información y documentación clínica”, p. 147).
18
8
Joaquín María Rivera Álvarez, “El consentimiento informado del adolescente en situaciones de grave
riesgo: ¿autonomía privada vs. interés superior del menor?”, Revista de Derecho Privado, p. 85; Gloria
González Agudelo, “Los derechos sexuales y de salud sexual reproductiva de los menores de edad y la
validez de su consentimiento después de las últimas modificaciones legislativas”, Derecho y Salud, pp.
34-35; Vicente Lomas Hernández, “La (inadecuada) limitación de la autonomía sanitaria del menor
introducida por la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia
y la adolescencia”, Centro de Estudios de Consumo, www.uclm.es/centro/cesco.
9
En este sentido se expresan, entre otros, María del Carmen González Carrasco, “La (adecuada)
limitación de la autonomía sanitaria del menor, introducida por la Ley 26/2015, de 28 de julio, de mo-
dificación del sistema de protección a la infancia y la adolescencia”, Centro de Estudios de Consumo,
www.uclm.es/centro/cesco; Madrigal, “Menores…, pp. 17-18.
Madrigal, en “Menores…, señala que “la irrelevancia de la negativa a recibir un tratamiento con
grave riesgo para la vida o salud, debe referirse a tratamientos cuya aplicación objetivamente presente
una alta probabilidad de éxito y cuya omisión presente una alta probabilidad de desembocar en
un resultado lesivo”. Afirma que “un tratamiento agresivo de eficacia dudosa o incierta no debería
aplicarse contra la voluntad de un menor maduro o contra la voluntad de los representantes de un
menor no maduro. La variedad de casos que pueden darse en la realidad hace difícil establecer criterios
más precisos, y se deberá atender a las circunstancias de cada caso”. Pone como ejemplo el caso de
una niña británica de 13 años, con leucemia, quien durante años había recibido quimioterapia y con una
esperanza de vida de seis meses, y en 2008 decidió no someterse a más operaciones médicas y morir
en su casa arropada por su familia. El hospital pretendía someterla a una operación de trasplante de
corazón, con riesgo muy alto; y los padres, teniendo en cuenta el calvario que había padecido la niña
desde su infancia, no querían influir en su decisión. Finalmente, un juzgado estimó que debía preva-
lecer la opinión de la menor y no la operaron contra su voluntad, p. 20.
19
20
10
El Reglamento 2016/679/UE fija en 16 años la edad a partir de la cual los menores pueden prestar
por sí mismos el consentimiento para el tratamiento de sus datos personales en el ámbito de los servi-
cios de la sociedad de la información, pero permite rebajar esa edad hasta los 13 años, para que cada
Estado miembro de la ue establezca la propia (artículo 8.1). En España, la lopdgdd ha fijado la edad
en 14 años (artículo 7.1).
21
Las pautas a seguir en cuanto al derecho de acceso a la historia clínica del menor
de edad son distintas en función de la edad y de la madurez del paciente menor:
a) Como regla general, los menores que han cumplido 16 años tienen acceso
a su historia clínica, y sus representantes legales solo podrán hacerlo si
han sido autorizados por ellos. La lbap presume que a partir de los 16 años
los menores son maduros para prestar el consentimiento médico y, por lo
tanto, los padres deben respetar la intimidad de los menores; se les exige la
autorización de los hijos si quieren acceder a sus datos de salud. En la misma
línea, la mayoría de las comunidades autónomas que han regulado esta
materia han fijado en 16 años la edad para que puedan ejercitar el derecho
de acceso, sin necesidad de estar representados por los titulares de la patria
potestad.11
b) Cuando los padres emiten el consentimiento en representación de sus hijos
mayores de 16 años, también podrán acceder a toda o a una parte de la
historia clínica de los hijos sin necesidad de su autorización. La situación se
puede producir por la falta de madurez del hijo mayor de 16 o por tratarse
11
El artículo 12-4 del Decreto del País Vasco 38/2012, de 13 de marzo, sobre historia clínica y de-
rechos y obligaciones de pacientes y profesionales de la salud en materia de documentación clínica,
establece que, en caso de pacientes menores de 16 años, “el ejercicio del derecho de acceso a su historia
clínica requerirá contar en todo caso con la autorización expresa de sus progenitores o de sus repre-
sentantes legales. En caso de duda entre los intereses del o de la menor y los motivos de la persona
solicitante, se actuará priorizando los intereses del o de la menor”. Puede verse también el artículo 15.1
del Decreto de Castilla y León 101/2005, de 22 de diciembre, por el que se regula la historia clínica.
22
12
Además, en todos estos supuestos, es fundamental que los padres estén informados para que puedan
ayudar a sus hijos mediante la detección precoz o el tratamiento, Troncoso, La protección…, p. 1238.
13
Carmen González León, “La protección de los datos de salud del menor de edad y el derecho de acceso
a su historia clínica electrónica”, Algunos desafíos en la protección de datos personales, pp. 80-81.
14
Troncoso, La protección…, p. 1234.
15
José Luis Rodríguez Laín, 2016, “Urgencias infantopediátricas: aspectos legales”, Diario La Ley,
núm. 8795, 1 de julio de 2016, LA LEY 4527/2016, laleydigital.es, consultada en https://dialnet.
unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5559666.
23
16
Vid. Carmen González León, “Privacidad e historia clínica electrónica: la autonomía del paciente
y el ejercicio de los derechos ARCO”, En torno a la privacidad y la protección de datos en la sociedad
de la información, pp. 57-61.
17
Grupo de Trabajo sobre protección de datos del artículo 29, Documento de trabajo sobre el tratamiento
de datos personales relativos a la salud en los historiales médicos electrónicos (HME), 00323/07/ES
WP131, disponible en https://www.apda.ad/sites/default/files/2018-10/wp131_es.pdf.
18
Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de
noviembre, del Código Penal, BOE, núm. 77, 31 de marzo.
24
19
El fundamento de esta excepción es evitar interpretaciones estrictas que castiguen las relaciones
sexuales consentidas entre adolescentes o personas jóvenes entre las que no existan diferencias sus-
tanciales en cuanto edad y madurez.
20
González Agudelo critica la nueva regulación y considera que la ley no debería impedir que los me-
nores de 14 a 16 años puedan tomar libremente la decisión de tener relaciones sexuales, “Los derechos
sexuales y de salud sexual y reproductiva de los menores de edad y la validez de su consentimiento
después de las últimas modificaciones legislativas”, Derecho y Salud, 2016.
21
La Fiscalía General del Estado ha dictado la Circular 1/2017, de 6 de junio, sobre la interpretación del
artículo 183 quater del Código Penal, en la que recoge algunas pautas para facilitar la aplicación de la
excepción contemplada en el artículo 183 quater del mismo Código. La Circular 1/2017 fija marcos de
protección según la víctima sea impúber (en todo caso), haya alcanzado la pubertad y no sea mayor
de 13 años (la exención se limitaría generalmente a autores menores de 18 años), o se trate de menores de
14 y 15 años (cuyos contactos sexuales podrían abarcar a los jóvenes hasta 20 años inclusive).
25
CONCLUSIONES
26
BIBLIOGRAFÍA
Agencia Española de Protección de datos (aepd). 2014. Informe jurídico 0222/2014. Disponible
en https://www.aepd.es/es/documento/2004-0409.pdf.
. 2006. Informe jurídico 0227/2006. Disponible en https://www.aepd.es/es/docu
mento/2006-0227.pdf.
. 2008. Informe jurídico 0114/2008. Disponible en https://www.aepd.es/es/docu
mento/2008-0114.pdf.
. 2010. Informe jurídico 0046/2010. Disponible en https://www.aepd.es/es/docu
mento/2010-0046.pdf.
Arbesú González, Vanesa. 2016. El consentimiento del menor en medicina voluntaria.
A propósito de la reforma operada por la Disposición adicional segunda de la Ley
26/2015, de 28 de julio, de protección a la infancia y a la adolescencia, sobre el artículo
9 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, sobre autonomía del paciente y derechos de
información y documentación clínica, Derecho y Salud. Vol. 26.
Díez García, Elena. 2016. Comentario al artículo 162 del Código civil. En Rodrigo Bercovitz
Rodríguez-Cano (dir.), Las modificaciones al Código Civil del año 2015, Valencia:
Tirant lo Blanch Tratados.
27
28
INTRODUCCIÓN
1
Profesores del Sistema de Enseñanza Abierta (sea), Universidad Veracruzana.
29
Artículo 1°. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo
ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones
que esta Constitución establece.
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con
esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia, favoreciendo en todo
tiempo a las personas la protección más amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de
promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, de conformidad con
los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones
a los derechos humanos en los términos que establezca la ley.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extran-
jero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la
protección de las leyes.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el
género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la
religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que
atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos
y libertades de las personas.
30
2
Semanario Judicial de la Federación, 10a. Época, 1a. Sala, T/A CCXI, Libro 49, t. i, Constitucional,
p. 407.
3
Ibid., 10a. Época, PC.I.C. J/88 Libro 64, t. iii, Civil, p. 2366; en otra T/A se señala que el juez de
lo familiar puede intervenir de oficio e incluso debe suplir la deficiencia de las partes en sus plan-
teamientos de derecho, dentro de las controversias sometidas a su potestad, en las que se afecte a la
familia, pues la intención del legislador fue la de ir más allá del principio “da mihi factum dabo tibi
ius” (dame los hechos que yo te daré el derecho), toda vez que no solo debe subsanarse la imprecisión
en la cita de los preceptos legales, sino que se debe evitar una inadecuada defensa que pudiera afec-
tar a la familia, sin que con ello se pretenda variar la esencia de lo pretendido por las partes, habida
cuenta que lo que se busca es interpretarlo, entenderlo y perfeccionarlo en la medida de lo legalmente
posible, pues el objeto de la figura de la suplencia en los planteamientos de derecho es subsanar o susti-
tuir a las partes en el juicio con el afán de resolver el conflicto en la forma que más beneficie o menos
afecte a los miembros de la familia, Semanario Judicial de la Federación, 9a. Época, i, 3° C. 850 C.
T/A, t. xxxii, p. 2986.
4
Esto indica que en ningún caso puede desestimarlos por inoperantes, insuficientes o inatendibles;
por el contrario, debe corregir, perfeccionar o suplir todos los motivos que conduzcan a un fallo que
salvaguarde los derechos de los sujetos, a favor de los cuales se suple la omisión advertid, Semanario
Judicial de la Federación, 10a. Época, VI, 2° C. J/17, Libro 29, t. iii, Civil, p. 2129.
5
Semanario Judicial de la Federación, 9a. Época, 1a. Sala, J/191, t. xxiii, Civil, p. 167.
31
6
Ibid., 9a. Época, Pleno, T/A XXIII, t. xxxiv, Constitucional/Civil, p. 871.
7
Ibid., 9a. Época, I 5° C. J/11, t. xxxiii, Civil, p. 2133.
32
Principios que, como se verá más adelante, impactan a las instituciones del derecho
de familia, como el matrimonio, el divorcio y la filiación, entre otras.
8
Ibid., 10a. Época, 1a. Sala, T/A. CCCLXV, t. 1, Constitucional, p. 975.
33
Los impedimentos para contraer matrimonio son las prohibiciones que señala la
ley para su celebración, cuya violación origina la nulidad o la ilicitud del acto. Den-
tro de esas prohibiciones se encuentra la prevista para los divorciados de abstenerse
de contraer nuevas nupcias sino hasta pasado un año de la ruptura del vínculo. El
Segundo Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito, en referencia al artículo 163
del Código Civil para el Estado de Veracruz, indica que tal proscripción temporal
“restringe injustificadamente la potestad autónoma de toda persona a elegir su plan
de vida” y su derecho al libre desarrollo de la personalidad.
Matrimonio
9
Ibid., 9a. Época, Pleno T/A, t. xxiii, Constitucional, p. 991.
34
10
Ibid., 10a. Época, 1a. Sala, J/43 Libro 19, t. i, Constitucional/Civil, p. 536.
11
Ibid., 10a. Época, 1a. Sala, J/85, Libro 25, t. i, Constitucional/Civil, p. 184.
12
Ibid., 10a. Época, 1a. Sala, J/84, Libro 25, t. i, Constitucional/Civil, p. 186.
35
Concubinato
La mujer que procreó y se dedicó al cuidado de los hijos de un hombre del que
depende económicamente, aun cuando no se configure el concubinato o matrimo-
nio, basta que exista el vínculo jurídico que surge de la relación padre-hijo-madre
y que no pueda proveerse a sí misma los ingresos necesarios para subsistir, ten-
drá derecho a una prestación familiar como los alimentos, porque de lo contrario
implicaría una discriminación.16
13
Entre estos destacan los siguientes: 1) beneficios fiscales; 2) beneficios de solidaridad; 3) beneficios
por causa de muerte de uno de los cónyuges; 4) beneficios de propiedad; 5) beneficios en la toma su-
brogada de decisiones médicas; y 6) beneficios migratorios para los cónyuges extranjeros.
14
Semanario Judicial de la Federación, 10a. Época, 1a. Sala, J/86, Libro 25, t. i, Constitucional/Civil, p. 187.
15
Corte Interamericana de Derechos Humanos, ficha técnica, 21 de noviembre de 2012, consultado
el 20 de octubre de 2019. Disponible en http://www.corteidh.or.cr/cf/Jurisprudencia2/ficha_tecnica.
cfm?nId_Ficha=196&lang=e.
16
Semanario Judicial de la Federación, 10a. Época, T/A 1, I. 3° C.69 C. Civil, Libro XVII, t. 2, Civil, p. 1303.
36
Divorcio
17
Tiene derecho a recibir indemnización la pareja del trabajador fallecido, al demostrarse que man-
tuvo una relación sentimental prolongada y estable e, inclusive, que procrearon hijos, por lo que no
puede considerarse como una simple relación efímera o pasajera, carente de tutela o protección legal,
Semanario Judicial de la Federación, 10a. Época, T/A VIII.1° C.T.2 L, Libro 54, t. iii, p. 2578.
18
Esta pensión compensatoria se puede hacer extensiva a aquellas mujeres amas de casa que hubiere
tenido una relación estable y procreado un hijo con otro hombre estando casada, ya que no es ni ra-
zonable ni objetivo una exclusión basada en el género, al impactar en el proyecto de vida de aquellas
mujeres que se dedicaron preponderantemente a las labores de hogar, cuidado y educación de sus
hijos, y no pudieron hacerse de una independencia económica, Semanario Judicial de la Federación,
10a. Época, T/A VII.2° C.145 C, Común, Libro 54, t. iii, p. 2698.
19
Aunque el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito sostuvo que
no vulneran los derechos humanos de igualdad y no discriminación de la mujer por su estado civil,
contenidos en los artículos 2, inciso d) y 13, inciso a), de la Convención sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer, Semanario Judicial de la Federación, 10a. Época, T/A
I.12° C.5 C, Libro 50, t. iv, p. 2203.
20
Es una unión voluntaria y libre de un hombre y una mujer –así se consignó en ese momento, aun-
que todos sabemos que hoy puede ser entre personas del mismo sexo–, con igualdad de derechos y
obligaciones, con la posibilidad de procrear hijos (solo una posibilidad) y de ayudarse mutuamente,
y se extingue por el divorcio, la muerte o la presunción de esta, de uno de de uno de los cónyuges por
declaratoria de nulidad.
37
21
Semanario Judicial de la Federación, 10a. Época, III.2° C.25 C. T/A, Constitucional, t. 3, p. 2076.
22
Ibid., criterio que ha seguido sustentando en diversas resoluciones como cuando se refirió a los
artículos 175 del Código Familiar para el Estado de Morelos y 141 del Código Civil para el Estado de
Veracruz (y ordenamientos análogos), cuando se resolvió sobre divorcios que exigen la acreditación
de causales si no existe mutuo consentimiento de los contrayentes, 10a. Época, 1a. Sala, J/28, t. 1,
Constitucional, p. 570.
23
Ibid., 10a. Época, 1a. Sala, T/A CCCLXV, t. 1, Constitucional, p. 975.
24
Ibid., 10a. Época, 1a. Sala, T/A LIX, t. 2, Constitucional, p. 1392.
25
Ibid., 2014, 10a. Época, XVIII.4° 10 C. T/A, t. 4, Constitucional, p. 3050.
38
26
Ibid., 9a. Época, I. 4° C. 206 C. T/A, t. 31, Civil, p. 2108.
27
Ibid., 10a. Época, 1a. Sala, T/ALXIII, t. 1, Constitucional/Civil, p. 981.
39
28
La protección de la infancia ha sido una preocupación internacional, por lo que vale la pena men-
cionar algunos de los documentos supranacionales que protegen los derechos de niñas y niños, como
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 10 de diciembre de 1948, de la Asamblea Ge-
neral de las Naciones Unidas, que aprobó y proclamó en el artículo 25.2 que la infancia tiene derecho
a cuidados y asistencia especiales y a una protección social, igual sean niños (y niñas) nacidos dentro
o fuera de matrimonio. Protección que ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra, de 1924,
sobre los Derechos del Niño, y en la Declaración de los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea
General el 20 de noviembre de 1959 y reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos,
en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (todo niño tiene derecho sin discriminación
a las medidas de protección por parte de su familia, sociedad y estado), en el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (adoptar medidas especiales de protección y asistencia a
favor de todos los niños y los adolescentes, sin discriminación alguna por razón de filiación o cual-
quier otra condición) y en la Convención sobre los derechos del niño, debidamente ratificada por
México en términos del artículo 133 constitucional (Los Estados Partes tomarán todas las medidas
apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación; que se
atienda el interés superior del niño; el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacio-
nalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilícitas, etc.).
29
Francisco Rivero Hernández, El interés del menor, p. 20.
40
30
Semanario Judicial de la Federación, 9a. Época, I.5º C. J/14, Civil, t. xxxiii, p. 2187.
31
Ibid. 10a. Época, 1a. Sala, t. Libro IX, t. 1, p. 261.
32
Francisco Rivero Hernández, El interés…”, p. 28.
33
Semanario Judicial de la Federación, 9a. Época, I.5°. J/16. t, xxxiii, p. 2188.
41
DERECHO DE IDENTIDAD
42
34
Ibid., 10a. Época, T/A I.3o.C.120 C, 10a. Época, p. 2431.
35
Ibid., 10a. Época, T/A, 1a. XLIV, p. 274.
36
Ibid., 10a. Época, Tesis III.2° C.37 C, p. 1700.
37
Ibid., 10a. Época, 1a. Sala, XXIV I, p. 649.
38
Ibid., Tesis 1a. LXXIII, 10a. Época, p. 580.
43
BIBLIOGRAFÍA
44
45
INTRODUCCIÓN
1
Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca, España.
47
Fundamentos aplicables
2
Bernardo Cruz Gallardo, La guarda y custodia de los hijos en las crisis matrimoniales, pp. 436-431.
3
Resolución del Tribunal Superior 2001/4, en adelante rtc.
4
María Carmen Gete Alonso y Calera y Judit Solé Resina (coords.), Custodia compartida. Derechos
de los hijos y de los padres, p. 97.
5
rtc 2000/141.
48
6
J. Martínez Calvo, “A propósito de la Sentencia del Tribunal Supremo, núm. 257/2013, de 29 de abril”,
LA LEY Derecho de familia, p. 7.
7
Luis Zarraluqui Sánchez-Eznarriaga, “Disponibilidad del objeto en los procesos familiares. Especial
consideración de la custodia de los hijos”, Temas de actualidad en derecho de familia, pp. 13-84.
8
J. Santos Álvarez, “Criterios judiciales en la adjudicación del uso de la vivienda y ajuar familiares. Su
aplicación a distintos supuestos procesales”, El hogar y el ajuar de la familia en las crisis matrimonia-
les: bases conceptuales y criterios judiciales, pp. 227-228.
9
sts 96/2015, de 16 de febrero, rj 2015/564.
10
D. Roda y Roda, El interés del menor en el ejercicio de la patria potestad: el derecho del menor a ser
oído, pp. 80- 81.
49
El interés prevalente del menor es la suma de distintos factores, que tienen que ver no
solo con las circunstancias personales de sus progenitores y las necesidades afectivas
de los hijos tras la ruptura –de lo es corolario lógico y natural la guarda y custodia
compartida–, sino con otras circunstancias personales, familiares, materiales, sociales
y culturales. Todas estas circunstancias deben de ser objeto de valoración para evitar,
en lo posible, un factor de riesgo para la estabilidad del niño, y que, a la postre, van a
condicionar el mantenimiento de un status si no similar sí parecido al que disfrutaban
hasta ese momento…13
11
565/2009, de 31 de julio, rj 2009/458.
sts
12
D. R. Guinea Fernández, “El interés superior del menor a partir del Proyecto de la lo de mo-
dificación del sistema de protección de la infancia y la adolescencia”, LA LEY Derecho de familia,
pp. 1-11.
13
rj 2015/681.
50
14
Cristina Guilarte Martín-Calero, “Comentarios a la nueva redacción del art. 92 cc”, Comentarios a
la reforma de la separación y el divorcio. Ley 15/2005, de 8 de julio, p. 160.
15
Ana Díaz Martínez, “Comentarios al art. 90 cc”, Comentarios al Código Civil, p. 888.
16
rj 2009/4606.
17
rj 2010/2329.
51
18
rj 2011/5676.
19
rj 2012/185.
52
20
rj 2013/5002.
21
Francisco Hernández Gil, “La intervención del Ministerio Fiscal en las reclamaciones de alimentos
y en el establecimiento del derecho de custodia en los Convenios de Nueva York, de 20 de junio, y de
La Haya, de 25 de octubre de 1980”, Homenaje a Don Antonio Hernández Gil, pp. 769-794.
22
A. Díaz Martínez, “Comentarios al art. 92 cc”, Comentarios al Código Civil, p. 949.
53
23
M. A. García Llorente, “Atribución de la custodia: valoración judicial de la prueba pericial en el
ámbito del derecho de familia”, La nueva regulación del derecho de familia. Legislación y doctrina
jurisprudencial del ts, pp. 160-161.
24
rj 2016/2780. Igualmente nos podemos apoyar en la sts 229/2012, de 19 de abril, RJ 2012/5909, o
la trascendente sts 257/2013, de 29 de abril, rj 2013/3269.
54
La práctica anterior de los progenitores en sus relaciones con el menor y sus aptitudes
personales, los deseos manifestados por los menores competentes, el número de hijos,
el cumplimiento por parte de los progenitores de sus deberes en relación con los hijos
y el respeto mutuo en sus relaciones personales, el resultado de los informes exigidos
legalmente, y, en definitiva, cualquier otro que permita a los menores una vida ade-
cuada en una convivencia que forzosamente deberá ser más compleja que la que se lleva
a cabo cuando los progenitores conviven…
25
Margarita Pérez-Salazar Resano, “La guarda custodia compartida y el régimen de visitas: los pun-
tos de encuentro familiar”, Cuadernos de Derecho Judicial, p. 260.
26
rj 2010/2340.
55
La cuestión es que todas estas pautas de las que estamos hablando pueden resumirse
en una, “ya que se trata de valorar las capacidades y posibilidades de uno y otro de los
progenitores para ejercer el cuidado de sus hijos de manera adecuada en el futuro”.
Una de las ideas fundamentales de este sistema es asegurar el desarrollo evolutivo,
la estabilidad emocional y la formación integral del menor, es decir, aproximarlo
al modelo de convivencia existente antes de la ruptura y garantizar a sus padres, al
mismo tiempo, la posibilidad de seguir ejerciendo los derechos y las obligaciones
inherentes a la potestad y a la responsabilidad parental, y de participar en igualdad
de condiciones en su desarrollo y su crecimiento, ya que, sin duda, sería lo más
beneficioso para ellos, lo cual no significa que la capacidad de ambos progenitores
sea igual ni que la dedicación pasada haya tenido la misma intensidad.
Cuando hablamos de competencia de los progenitores no estamos midiendo
solo que sean capaces de otorgar un cuidado físico a los hijos, estamos midiendo
sus capacidades morales que les aporten a los hijos una educación integral. Igual-
mente, estamos hablando de capacidad de diálogo donde no se tienda a persuadir a
27
rj 2013/3269.
56
28
Es curiosa la sap Córdoba 593/2018, de 18 de diciembre, en la que no se ponen en duda las ca-
pacidades de ambos progenitores, ya que, de hecho, se concede una custodia compartida, pero sí se
cuestiona en apelación la posterior actitud del padre que, por sus problemas de tabaquismo, “pone en
peligro la salud de sus hijos de forma totalmente irresponsable y sin mirar otra cosa que su adicción”,
pues no es un problema de aptitud, sino de actitud, que lleva a “excluir la custodia compartida acor-
dada en instancia y atribuir una custodia monoparental”.
29
C. Guilarte Martín-Calero, “Criterios de atribución de la custodia compartida. A propósito de la
línea jurisprudencial iniciada con la sentencia del ts de 8 de octubre de 2009”, InDret, p. 13.
30
B. Ureña Carazo, “Hacia una corresponsabilidad parental: la superación de la distinción entre patria
potestad y guarda y custodia”, Revista de derecho de familia: doctrina, jurisprudencia, legislación, pp.
49-69.
57
31
94/2010, de 11 de marzo, rj 2010/2340; sts 370/2017, de 9 de junio, rj 2017/150566.
sts
32
Carmen Rosa Iglesias Martín, “Custodia compartida: presupuestos de atribución y régimen de fun-
cionamiento”, Congreso Internacional de Derecho Civil Octavo Centenario de la Universidad de Sala-
manca, p. 1069.
33
sts 276/2016, de 25 de abril, rj 2016/1703.
58
59
34
2013/3943.
rj
35
2007/101427.
jur
36
rj 2015/564.
60
El plan de parentalidad
37
Carmen R. Iglesias Martín, “La guarda y custodia de los menores en los supuestos de violencia
doméstica”, Revista de Derecho Privado, pp. 87-111.
61
38
Ángel Carrasco Perera, Derecho de familia. Casos. Reglas. Argumentos, pp. 52-53.
39
2013/1819, rj 2013/1604 y rj 2014/6129, respectivamente.
rj
40
Elena Lauroba Lacasa, “Artículo 233-9”, Persona y familia. Libro Segundo del CCCat, p. 856 y ss.
41
M. López Lara, “La sustitución de la atribución del uso de la vivienda familiar del artículo 96 del cc
por el de otra distinta. sts Sala 1ª, de 16 de enero de 2015”, LA LEY Derecho de familia, p. 3. Véase
también Ester Torrelles Torrea, “Atribución del uso de la vivienda familiar y titularidad de la misma
en los supuestos de custodia compartida: límites temporales y/o derecho a compensación”, Revista de
Derecho Privado, 2017.
62
42
rj 2016/3445.
63
Los hijos ya no residirán habitualmente en un solo domicilio sino que con la periodici-
dad que determine el régimen compartido, habitarán en el domicilio de cada uno de los
progenitores, ya no hay una residencia familiar sino dos, por lo que ya no podrá haber
adscripción de la vivienda familiar de forma indefinida, el progenitor que se mantenga
en la vivienda que fue familiar será durante un periodo de tiempo a fin de facilitar la
transición a la nueva residencia […] tras este periodo de transición la vivienda quedará
sujeta al periodo de liquidación de gananciales.
La obligación de alimentos
43
rj 2016/1339.
44
rj 2012/10136.
64
El derecho de alimentos de los hijos, que abarca una pluralidad de conceptos, supone
que estos se tienen que ver afectados mínimamente por la crisis matrimonial, deben
seguir disfrutando, en la medida de lo posible, de las mismas condiciones que tenían
antes. Podemos decir que comprenderá todo aquello que sea indispensable y nece-
45
María del Carmen García Garnica, “Protección de los menores en los procesos de separación y
divorcio”, Aspectos actuales de la Protección Jurídica del menor. Una aproximación interdisciplinar,
pp. 971-990.
46
rj 2016/249.
65
CONCLUSIONES
47
Antonio José Pérez Martín, La ejecución de las resoluciones dictadas en procesos de familia, 2005.
48
sap Salamanca 53/2016, de 17 de febrero, jur 2016/58472.
66
BIBLIOGRAFÍA
Aranda Álvarez, Elviro. 2011. Sinopsis del art. 39 de la ce , Congreso de los Diputados,
diciembre de 2003, actualizada por S. Siera, enero.
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contribución al levantamiento de las cargas familiares, Revista de Derecho Privado.
Año 99, mes 9-10.
Díaz Martínez, Ana. 2017. Comentarios al art. 90 cc, y Comentario al art. 92 cc. En VVAA ,
67
68
69
INTRODUCCIÓN
1
Profesores del Sistema de Enseñanza Abierta (sea), Facultad de Derecho, Universidad Veracru-
zana.
71
Sin embargo, los roles de género impuestos por las prácticas sociales, y en muchos
casos reconocidos por el derecho de familia, conservan un ámbito de protección
muy acotado al mantener entre sus normas y principios varios requisitos que res-
tringen el goce de las prestaciones y que impiden el pleno disfrute de las prestacio-
nes de seguridad social a las mujeres, lo que se refleja en su calidad de vida.
A pesar que se reconoce la incorporación paulatina de las mujeres a trabajos
antes desempeñados exclusivamente por los hombres, así como la integración de
estos a las labores del hogar, incluyendo la crianza de los hijos, aún no se logra
eliminar por completo la clasificación que divide trabajos femeninos y masculinos
porque se atribuyen a características biológicas inalterables, a pesar del compro-
miso internacional que existe por reconocer valor económico a las labores domés-
ticas y de cuidado desempeñadas de forma preponderante por las mujeres.
PLANTEAMIENTO
El Convenio núm. 102 de Seguridad Social (Norma mínima) establece que el dere-
cho a la seguridad social debe cubrir las prestaciones esenciales que comprenden la
atención médica preventiva y curativa o la asistencia obstétrica por maternidad, los
subsidios en caso de enfermedad general y desempleo, las prestaciones económicas
por razones de vejez y riesgos profesionales, las prestaciones familiares por tener
hijos a cargo, padecer una invalidez permanente que impida el desempeño de acti-
vidades laborales o provisional con motivo de la prolongación de una enfermedad,
y las prestaciones para los sobrevivientes de un asegurado, como son las pensiones
de viudez y orfandad.3
2
onu: Asamblea General, Declaración Universal de Derechos Humanos. Véanse los artículos 22 y 25,
disponible en https://www.refworld.org.es/docid/47a080e32.html.
3
Convenio 102 sobre la Seguridad Social (Norma mínima), 1952, en vigor desde 1955, Conferencia
General de la Organización Internacional del Trabajo, disponible en https://www.ilo.org/dyn/nor-
mlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_INSTRUMENT_ID:312247.
72
4
onu, Observación general núm. 19. El derecho a la Seguridad Social (artículo 9), Ginebra: Consejo
Económico y Social. Comité de Derechos Económicos y Sociales y Culturales, 39º periodo de sesio-
nes, 2008, disponible en http://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2012/8791.pdf.
73
5
onu, Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, disponible en http://www.un.org/
womenwatch/daw/beijing/pdf/Beijing%20full%20report%20S.pdf.
6
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal), “Informe de México sobre el cum-
plimiento del Consenso de Quito”, XI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el
Caribe, p. 68.
74
7
Karina Batthyány Dighiero, Las políticas y el cuidado en América Latina. Una mirada a las experien-
cias regionales, p. 14.
8
Instituto Nacional de Estadística (ine), Proyección de la Población de España 2014-2064.
75
9
Idem.
10
Conapo, Dinámica demográfica 1990-2010 y proyecciones de población 2010-2030, p. 18.
11
Secretaría de Desarrollo Social, Análisis prospectivo de la población de 60 años de edad en adelante,
pp. 7-8.
12
María Nieves Rico y Claudia Robles, Políticas de cuidado en América Latina. Forjando la igualdad, p. 8.
13
Idem.
76
14
Al respecto, véase Tebelia Huertas Bartolomé, M. Cabezas González et al., La equidad de género
en las legislaciones de Seguridad Social Iberoamericanas. Estudio sobre políticas de igualdad y me-
didas legales con impacto de género en los niveles contributivos de los sistemas de Seguridad Social,
2016.
15
Según el Informe de adecuación de pensiones 2015: Adecuación de los ingresos actuales y futuros
en la vejez en la ue, preparado por el Comité de Protección Social (spc) y la Comisión Europea. Cfr.
spc y Comisión Europea, The 2015 Pension Adequacy Report: current and future income adequacy in
old age, p. 20.
77
16
Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social (Mitramiss), Gobierno de España, actual-
mente Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Pensiones por sexo, regímenes y
clases. Informes. Número y cuantía por sexo, régimen y clase, agosto de 2018, Histórico de estadísticas
de pensiones publicadas, disponible en https://www.seg-social.es/wps/portal/wss/internet/Estadisti-
casPresupuestosEstudios/Estadisticas/EST23/2575/3736/3737/3740.
78
Uno: el de las familias, que remite al deber de cuidar de las personas adultas, padres
y madres respecto de sus hijos e hijas, así como de sus ascendientes, personas adultas
mayores y dependientes, en los términos fijados en sus respectivos marcos normativos
(constituciones, normas internacionales incorporadas al derecho interno, posterior-
mente trasladados a los códigos civiles y al derecho de familia).
Dos: los poderes públicos, en tanto que garantes de los derechos de personas meno-
res y adultas mayores y dependientes y, por tanto, obligados a facilitar cuidados, en
los términos fijados por sus ordenamientos jurídicos, a través de sus constituciones,
tratados internacionales y leyes de desarrollo.17
En México, desde el mes de marzo de 2016, el Instituto Nacional para las Mujeres
(Inmujeres) firmó un convenio con el Instituto Mexicano del Seguro Social (imss),
con el objetivo de promover la igualdad de género.
17
Tebelia Huertas Bartolomé, M. Cabezas González et al., La equidad de género…, p. 26.
79
80
81
18
Gobierno de España, Maternidad. Paternidad. Riesgo durante el embarazo. Riesgo durante la lactan-
cia natural, disponible en http://publicacionesoficiales.boe.es.
19
Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el Texto refundido de la
Ley General de la Seguridad Social, última actualización, 28 de enero de 2019, artículo 183.
82
20
Elisa Sierra Hernáiz, “La incidencia del género en la regulación legal de las prestaciones por mater-
nidad y paternidad de la Seguridad Social”, Prestaciones de la Seguridad Social y Género, pp. 13-14.
21
Artículos 190 al 192 del Texto refundido de la Ley General de Seguridad Social, op. cit.
22
Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el Texto refundido de la
Ley General de la Seguridad Social, op. cit.
83
CONCLUSIONES
23
Artículo 46.3 del Texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, Real Decreto Legisla-
tivo 1/1995, de 24 de marzo, actualizado el 22 de julio de 2014.
84
BIBLIOGRAFÍA
Batthyány Dighiero, Karina. 2015. Las políticas y el cuidado en América Latina. Una mirada
a las experiencias regionales. Serie: Asuntos de género. Santiago de Chile: Naciones
Unidas-cepal-Cooperación Española.
Gobierno de España. 2018. Maternidad. Paternidad. Riesgo durante el embarazo. Riesgo
durante la lactancia natural. 12a. ed. Madrid: Gobierno de España-Ministerio de Trabajo,
Migraciones y Seguridad Social- Secretaría de Estado de la Seguridad Social-Instituto
Nacional de la Seguridad Social. Disponible en http://publicacionesoficiales.boe.es.
Huertas Bartolomé, Tebelia (coord.). 2016. M. Cabezas González, Margalef Almudena, Jorge
Torrents y Eva Fernández Arrúe. La equidad de género en las legislaciones de
Seguridad Social Iberoamericanas. Estudio sobre políticas de igualdad y medidas
legales con impacto de género en los niveles contributivos de los sistemas de Seguridad
Social. Madrid: Organización Iberoamericana de Seguridad Social.
Nieves Rico, María y Claudia Robles. 2016. Políticas de cuidado en América Latina. Forjando
la igualdad. Serie Asuntos de Género. Chile: Naciones Unidas-cepal-Cooperación
Alemana.
Sierra Hernáiz, Elisa. 2017. La incidencia del género en la regulación legal de las prestaciones por
maternidad y paternidad de la Seguridad Social. En Eva María Blázquez Agudo (coord.),
Prestaciones de la Seguridad Social y Género. Madrid: Organización Iberoamericana de
Seguridad Social.
Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. 1995. Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24
de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los
85
86
87
INTRODUCCIÓN
En la relación conyugal, cuando la pareja se une por lo general los motiva el amor
y, por ello, los consortes le otorgan poca importancia a los bienes; pero cuando ese
sentimiento desaparece, al igual que la afectividad, es campo fértil para que entre
los cónyuges surjan problemas, los que, de ser irreconciliables, pueden provocar
la disolución del matrimonio. El divorcio en la sociedad actual es cada vez más
común: un escenario que hace a las parejas meditar sobre el aspecto económico;
es decir, de contraer matrimonio: ¿cuál es el régimen conyugal que más les con-
viene? Bajo el régimen patrimonial de separación de bienes, el divorcio impacta al
cónyuge que, en comparación al otro, se dedicó en mayor medida a las labores domés-
ticas, lo que no le permitió asegurar una estabilidad económica, aunada, además,
a la desvaloración del trabajo del hogar, que comprende, entre otras actividades
carentes de ingreso, el cuidado de los hijos. Lo antes dicho fue considerado por el
legislador, quien, para tratar de paliar el desequilibrio producido por la ruptura de
la pareja, creó un mecanismo específico a fin de considerar las circunstancias de la
familia y la contribución en las cargas del hogar.
1
Profesoras del Sistema de Enseñanza Abierta (sea), Facultad de Derecho, Universidad Veracruzana.
89
COMPENSACIÓN ECONÓMICA
2
Luis Alfonso Méndez Corcuera, “Compensación económica en el divorcio sin causales. Análisis
sobre su configuración en Yucatán”, Revista In Jure Anáhuac Mayab, 2015, http://anahuacmayab.mx/
injure, p. 64, consultada el 18 de agosto de 2018; Cristián Lepin Molina, “Naturaleza jurídica de la
compensación económica en la nueva Ley de Matrimonio Civil chilena”, Revista de derecho de familia
y de las personas, p. 481.
90
3
Javier Tapia Ramírez, Derecho de familia, p. 153; Ma. Jesús Moro Almaraz, “Regímenes económicos
para las familias del siglo xxi”, Estudios prospectivos sobre derecho de familia, p. 26.
91
Se trata de una compensación que el juez, a la luz del caso concreto, pueda considerar
necesaria para paliar la inequidad que puede producirse cuando se liquida el régimen
de separación de bienes […] cuando un cónyuge se dedica preponderante o exclusiva-
mente a cumplir con sus cargas familiares mediante el trabajo del hogar, ello le impide
dedicar su trabajo a obtener ingresos propios por otras vías, así como obtener la com-
pensación económica que le correspondería si desarrollara su actividad en el mercado
laboral; por eso la ley entiende que su actividad le puede perjudicar en una medida que
parezca desproporcionada al momento de disolver el régimen de separación de bienes.5
En efecto, el ejercicio parcial o total de las labores del hogar realizado por uno de
los cónyuges en el multicitado régimen es factible que lo coloque en desequilibrio
patrimonial, y la justa medida de lograr la igualdad es por medio del reclamo de la
compensación. En este orden de ideas, son dos las pautas para la procedencia del
instrumento en comento: el resarcimiento al valor del trabajo doméstico y la existen-
cia del régimen patrimonial de separación de bienes cuando acontece la separación
conyugal o la disolución del vínculo matrimonial.
NATURALEZA JURÍDICA
4
Liliana Mijancos Gurruchaga, “Las reclamaciones económicas por compensación y/o resarcimiento en
el proceso de disolución matrimonial de los arts. 97, 1438, 98, 1902 y 1101 cc”, Revista para el análisis del
Derecho, abril de 2015, http://www.indret.com/pdf/1133_es.pdf, p. 15, consultada el 20 de agosto de 2020.
5
Semanario Judicial de la Federación, scjn. 1a. J. 78/2004, 9a. Época, t. xx, diciembre de 2004, p. 107.
92
6
Cristián Lepin Molina, “Naturaleza jurídica de la compensación económica en la nueva Ley de Ma-
trimonio Civil Chilena”, Compensación económica. Doctrinas esenciales, p. 511.
7
Álvaro Rodrigo Vidal Olivares, “La compensación económica en la Ley de Matrimonio Civil. ¿Un
nuevo régimen de responsabilidad civil extracontractual?”, Derecho Civil y romano. Culturas y Sis-
temas Jurídicos Comparados, p. 437, disponible en https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/li-
bros/4/1943/23.pdf, consultada el 20 de agosto de 2020; Carlos Céspedes Muñoz y David Vargas
Aravena, “Acerca de la naturaleza jurídica de la compensación económica. La situación en Chile y Es-
paña”, Revista chilena de Derecho, p. 439, disponible en http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S0718-34372008000300003&lng=es&nrm=iso, consultada el 20 de agosto de 2018.
93
Para reforzar que se trata de una pensión compensatoria, en el precepto legal antes
citado se establece que: “El órgano jurisdiccional que determine la pensión com-
pensatoria deberá tomar en consideración la pensión alimenticia, en caso de que
se otorguen ambas”.
En términos similares, el Código Civil para el Distrito Federal regula la pensión
compensatoria en los casos de divorcio al ocurrir algunos de los supuestos enun-
ciados en la norma8 y bajo determinadas circunstancias, pero con la exigencia de
tener la necesidad de recibir alimentos. En este contexto legal, en México a la pen-
sión compensatoria por lo general se le refiere con dos acepciones: como pensión
alimenticia o como una compensación económica-alimenticia, siendo la doctrina y
la jurisprudencia donde se utiliza aquel nombre.
Pero afirmamos, la pensión compensatoria es de naturaleza diferente a la obli-
gación de proporcionar alimentos; para tal efecto, la Suprema Corte de Justicia
de la Nación emitió la tesis del rubro siguiente: “Pensión compensatoria. La obli-
gación de proporcionarla es de naturaleza distinta a la obligación alimentaria que
8
Código Civil para el Distrito Federal (ccdf), 26 de mayo de 1928, http://www.aldf.gob.mx/archivo-
c9dc6843e50163a0d2628615e069b140.pdf, consultada el 12 de febrero de 2019.
94
9
Semanario Judicial de la Federación, scjn, T. CCCLXXXVII, p. 725.
10
Código Civil español, artículo 97: “El cónyuge al que la separación o el divorcio produzca un desequilibrio
económico en relación con la posición del otro, que implique un empeoramiento en su situación anterior en
el matrimonio, tendrá derecho a una compensación que podrá consistir en una pensión temporal o por tiem-
po indefinido, o en una prestación única, según se determine en el convenio regulador o en la sentencia”.
11
Liliana Mijancos Gurruchaga, “Las reclamaciones económicas…”, p .7.
95
12
Ma. Jesús Moro Almaraz, “Regímenes económicos…”, p. 38.
13
Véanse el artículo 194 Bis del Código Civil para el Distrito Federal (ccdf), http://www.aldf.gob.
mx/archivo-c9dc6843e50163a0d2628615e069b140.pdf, consultada el 12 de febrero de 2019, y el
artículo 98 del Código de Familia del Estado de Sonora (cfs), 15 de octubre de 2009, htpp://www.
stjsonora.gob.mx/acceso_informacion/marco_normativo/CodigoDeFamilia.pdf, consultada el 12 de
febrero de 2019.
14
Código Civil español, artículo 98: “El cónyuge de buena fe, cuyo matrimonio haya sido declarado
nulo, tendrá derecho a una indemnización si ha existido convivencia conyugal, atendidas las circunstan
cias previstas en el artículo 97”.
96
15
Hernán Corral Talciani, “La compensación económica en el divorcio y la nulidad matrimonial”,
Revista chilena de Derecho, 2007, http://dx.doi.or/10.4067/S0718-34372007000100003, p. 14,
97
16
Véase el artículo 100 del Código Civil del Estado de Veracruz, http:// www. ordenjuridico.gob.mx/
publicaciones/DI2005/pdf/VER1.pdf, consultada el 10 de febrero de 2019.
17
Liliana Mijancos Gurruchaga, “Las reclamaciones económicas…”, p. 17.
18
Ma. Jesús Moro Almaraz, “Regímenes económicos…”, pp. 32-33.
98
19
María Claudina Treviño Pizarro, Derecho familiar, p. 88.
20
Miriam Anderson, “El régimen económico matrimonial”, Derecho de familia, p. 212.
21
Judith Solé Resina, “El régimen de separación de bienes”, Derecho de familia, p. 261.
99
22
En la demanda de divorcio los cónyuges podrán demandar del otro una indemnización de hasta 50%
del valor de los bienes que hubiere adquirido durante el matrimonio, siempre que:
I. Hubieran estado casados bajo el régimen de separación de bienes.
II. El demandante se haya dedicado en el lapso en que duró el matrimonio, preponderantemente al
desempeño del trabajo del hogar y, en su caso, al cuidado de los hijos.
III. Durante el matrimonio el demandante no haya adquirido bienes propios o habiéndolos adquirido,
sean notoriamente menores a los de la contraparte.
El juez de lo familiar, en la sentencia de divorcio, habrá de resolver atendiendo a las circunstancias
especiales en cada caso.
23
Ingrid Brena Sesma, “¿Retroactividad del artículo 289 Bis del Código Civil para el Distrito Federal?
Una opinión basada en criterios emitidos por el Poder Judicial”, Revista Mexicana de Justicia, 2003.
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/reforma-judicial/article/view/8573/10599, p. 327, con-
sultada el 11 de julio de 2018.
24
En la tesis citada, el Tribunal Colegiado precisó: “… el legislador aspira a que exista un equilibrio de
facultades y deberes entre marido y mujer, y lleva a considerar que se pretende participar a los cónyu-
100
ges, de los bienes que se adquieran con el trabajo que realizan, lo que es justo y equitativo, aun cuando
la mujer pueda no contribuir económicamente, en virtud de que su trabajo consista en el cuidado y
dirección del hogar, la atención al marido y el cuidado de los hijos, si los hubiere, pues con su esfuerzo
contribuye a los fines del matrimonio. Siendo obvio que en la sociedad conyugal los bienes adquiridos
por los cónyuges pertenecen a la citada sociedad, y no se puede desconocer a alguno de ellos el derecho
que tiene sobre el bien que se adquirió en comunidad con el otro; esto es que los bienes adquiridos, sin
necesidad de convenio alguno, pertenecerán a ambos cónyuges, al igual que los adquiridos en común,
aun cuando estuviesen casados bajo el régimen de separación de bienes, solo que, en este caso, los
bienes se dividirán”, Semanario Judicial de la Federación, 1993, p. 479.
25
Código Civil para el Distrito Federal, artículo 267.VI: “En el caso de que los cónyuges hayan cele-
brado el matrimonio bajo el régimen de separación de bienes deberá señalarse la compensación, que
no podrá ser superior a 50% del valor de los bienes que hubieren adquirido, a que tendrá derecho el
cónyuge que, durante el matrimonio, se haya dedicado preponderantemente al desempeño del trabajo
del hogar y, en su caso, al cuidado de los hijos. El juez de lo Familiar resolverá atendiendo a las cir-
cunstancias especiales de cada caso”.
26
En estos términos, el artículo 4.46 del Código Civil del Estado de México otorga tratamiento legal al de-
recho a la compensación en el divorcio cuando existe el régimen de separación de bienes, y no solo cuando
se haya realizado o ejecutado el trabajo del hogar podrá el cónyuge demandar la repartición hasta por 50%
de los bienes adquiridos durante el matrimonio, sino también cuando tenga, de manera desproporcional,
menos bienes que el otro cónyuge, en atención a los principios de equidad y proporcionalidad.
101
27
Véase el artículo 283, fracción VII, del Código Civil para el Distrito Federal, http://www.aldf.gob.
mx/archivo-c9dc6843e50163a0d2628615e069b140.pdf, consultada el 12 de febrero 2019.
28
Semanario Judicial de la Federación, 2018, p. 842.
29
Ibid., p. 107, 2004; 2012, p.716; 2014, T. CCCLXXXVII, p. 725; 2018, T. CXXIII, p. 838; 2008,
3° Tribunal Colegiado del Primer Circuito, T. 168904, p. 1297.
102
En España, el artículo 1438 del Código Civil regula de manera discreta la compen-
sación económica, a diferencia del artículo 232-5 del Código Civil de Cataluña,
que la reglamenta con más amplitud. El distinto tratamiento legal otorgado a la
compensación ha dado lugar a jurisprudencia mayor, es decir, la emitida por el Tri-
bunal Supremo, contraria a la doctrina jurisprudencial de los tribunales de algunas
Audiencias Provinciales.
El artículo 1438 del cc español norma la figura objeto de estudio en los supues-
tos siguientes:
Del texto de la citada norma se desprenden los presupuestos exigidos para la pro-
cedencia de la compensación: a) el valor del trabajo del hogar, y b) la existencia
del régimen de separación de bienes entre los cónyuges. Del mismo modo, en el
artículo 232-5 del Código Civil catalán la compensación económica solo aplica en
el régimen de separación de bienes, que tiene la consideración de ser supletorio,30 y
otro de sus requisitos es el trabajo del hogar.
30
Véase el artículo 231-10 del Código Civil de Cataluña, Ley 25 (29 de julio de 2010), edición ac-
tualizada el 9 de diciembre de 2020, http://www.boe.es/legislacion/codigos/codigo.php?id=150&
modo=1¬a=08&tab=2, consultada el 5 de octubre de 2021.
103
Esta norma contiene en realidad tres reglas coordinadas y que hay que tener en cuenta
de forma conjunta en el momento de decidir en este tipo de asuntos:
1a. Regla: la obligación de ambos cónyuges de contribuir al levantamiento de las
cargas del matrimonio. La separación de bienes no exime a ninguno de los cónyuges
del deber de contribuir.
2a. Regla: puede contribuirse con el trabajo doméstico. No es necesario, por tanto,
que ambos cónyuges aporten dinero u otros bienes para sufragar las cargas del matri-
monio, sino que el trabajo para la casa es considerado como una forma de aportación a
los gastos comunes, cuando uno de los cónyuges solo tiene posibilidades de contribuir
de esta manera y ello para que pueda cumplirse el principio de igualdad del artículo 32
del Código Civil español.
3a. Regla: el trabajo para la casa no es solo una forma de contribución, sino que
constituye también un título para obtener una compensación en el momento de la fina-
lización del régimen.
104
31
sap Albacete 95/2016 (secc.1), de 29 de febrero de 2016; rj 185/2016; sap Logroño 321/2012
(secc.1), de 3 de octubre de 2012; rj 525/2012; sap Madrid 531/2018 (secc. 24), de 24 de mayo de
2018; rj 10669/2018); y sap Zaragoza 284/2005 (secc. 4), de 20 de mayo de 2005; rj 1385/2005,
Centro de Documentación Judicial (Cendoj), Consejo General del Poder Judicial (España), www.
poderjudicial.es/search, consultada el 22 de agosto de 2018.
105
En el caso, son hechos probados de la sentencia que la esposa desde que pactara con
su esposo el régimen de separación de bienes a través de capitulaciones, vino desarro-
llando un trabajo en alguna de las empresas de la que era administrador el esposo, y
que por este trabajo fuera del hogar percibía una retribución que oscilaba sobre los 800
euros, lo que es incompatible con el derecho a obtener la compensación económica que
establece el artículo 1438 del cc.
106
32
Barcelona (secc. 12), 645/2018, 2018; rj 5665/2018; sap Barcelona (secc. 18), 426/2018; 2018;
sap
rj 5765/2018; sap Girona (secc. 1), 158/2018; 2018, rj 330/2018, Centro de Documentación Judicial
(Cendoj), Consejo General del Poder Judicial (España), www.poderjudicial.es/search, consultada el
22 de agosto de 2018.
33
El artículo 232-5-1 del cc catalán hace referencia particular a la extinción del régimen por separación,
divorcio, nulidad, muerte de uno de los cónyuges o del cese efectivo de la convivencia. El artículo 1438
del cc español no enuncia las hipótesis. Por lo demás, creemos que el ejercicio del derecho a la com-
pensación económica puede ser reclamado además del divorcio en otros supuestos, siempre que exista
el régimen de separación de bienes y la dedicación mayor de uno de los cónyuges al trabajo del hogar.
107
CONCLUSIONES
108
BIBLIOGRAFÍA
109
110
Código Civil de Cataluña (ccc). Ley 25. (29 de julio de 2010). Ed. Actualizada, 9 de diciembre
de 2020. Disponible en http://www.boe.es/legislacion/codigos/codigo.php?id=150&
modo=1¬a=08&tab=2, consultada el 5 de octubre de 2021.
Código Civil para el Distrito Federal (ccdf). 2019. http://www.aldf.gob.mx/archivo-c9dc684
3e50163a0d2628615e069b140.pdf. Consultada el 12 de febrero de 2019.
Código Civil de España (cce). 2019. htpp://www.boe.es/buscar/pdf/1889/BOE-A-1889-
4763-consolidado.pdf. Consultada el 10 de enero de 2019.
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sites/legislación.edomex.gob.mx/files/files/pdf/cod/vig/codvig001.pdf. Consultada
el 12 de febrero de 2019.
Código Civil del Estado de Veracruz (ccv). 15 de septiembre de 1932. htpp://www.
ordenjuridico.gob.mx/Publicaciones/DI2005/pdf/VER1.pdf. Consultada el 10 de
febrero de 2019.
111
112
1
Profesores investigadores de tiempo completo, Universidad Autónoma del Carmen.
113
2
Sandra Iturrieta Olivares, Conflictos familiares. ¿Cómo resolverlos?, 2001.
3
Nicolas León, Consideraciones generales sobre la familia, políticas públicas e ideología de género,
2014.
4
Karina Berenice Bárcenas Barajas, “Las familias mexicanas: de la institución al movimiento. Trayec-
torias, significados e imaginarios en la configuración de la diversidad familiar”, Sociedade e Cultura,
pp. 263-274.
114
… es el grupo de dos o más personas que coexisten como una unidad espiritual, cultu-
ral y socioeconómica, que aun sin convivir físicamente, comparten necesidades psicoe-
mocionales y materiales, objetivos e intereses comunes de desarrollo, desde distintos
aspectos, cuya prioridad y dinámica pertenecen a su libre albedrío psicológico, social,
cultural, biológico, económico y legal.5
La familia, como ente o grupo social existente con anterioridad al Estado y a cual-
quier otra agrupación, cuenta con derechos propios e inalienables. Si partimos del
5
Eduardo Oliva Gómez y Vera Judith Villa Guardiola, “Hacia un concepto interdisciplinario de la
familia en la globalización”, Justicia Iuris, p. 17.
115
6
Congreso de la Unión, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2016.
7
Eduardo Oliva Gómez, y Vera Judith Villa Guardiola, “Hacia un concepto interdisciplinario…”, p. 12.
8
Diccionario de la Lengua Española, 2011.
9
Consuelo Uribe Mallarino, “Desarrollo social y bienestar”, Universitas Humanística, p. 13.
116
10
Carlos Ricardo Aguilar Astorga y Marco Antonio Lima Facio, “¿Qué son y para qué sirven las polí-
ticas públicas?” Contribuciones a las ciencias sociales, p. 2.
11
Wayne Parsons, “Políticas públicas. Una introducción a la teoría y la práctica de análisis de políticas
públicas”, cit. por Julio Franco Corzo, Diseño de políticas públicas. Una guía práctica para transformar
ideas en proyectos viables, p. 86.
117
12
Manuel Herrera Gómez, “Familias, redes y política social”, RES. Revista Española de Sociología,
pp. 59-84; María Alemán Bracho y Manuel Herrera Gómez, “La intervención social en una ‘sociedad’
reticular”, Papers: revista de sociología, pp. 229-247.
118
13
Luis Flaquer, Las políticas familiares en una perspectiva comparada, p. 12.
119
14
Martha Mauras, La familia y las políticas públicas: hacia una “sociedad de redes”, p. 6.
120
121
CONSIDERACIONES FINALES
122
BIBLIOGRAFÍA
Aguilar Astorga, Carlos Ricardo y Marco Antonio Lima Facio. 2009. ¿Qué son y para qué
sirven las políticas públicas?, Contribuciones a las ciencias sociales. Septiembre,
México.
Herrera Gómez, Manuel y María Alemán Bracho. 2006. La intervención social en una “socie-
dad” reticular, Papers: revista de sociología. Núm. 81, pp. 229-247.
Bárcenas, Barajas, Karina Berenice. 2012. Las familias mexicanas: de la institución al movi-
miento. Trayectorias, significados e imaginarios en la configuración de la diversidad
familiar, Sociedade e Cultura. Vol. 15, núm. 2, jul-dic. Brasil: Universidade Federal
de Goiás, pp. 263-274.
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Real Academia Española. 2011. Diccionario de la Lengua Española. 23a. ed. En línea: https://
dle.rae.es. España.
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Sociales Núm. 3. Barcelona: Fundación “La Caixa”.
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Iturrieta Olivares, Sandra. 2001. Conflictos familiares. ¿Cómo resolverlos? Chile: Universidad
Católica del Norte-Antofagasta Ediciones.
León Ross, Nicolás. 2014. Consideraciones generales sobre la familia, políticas públicas e
ideología de género. Chile: Ideapaís.
Mauras, Martha. 2005. La familia y las políticas públicas: hacia una “sociedad de redes”.
Chile: cepal-onu.
Oliva Gómez, Eduardo y Vera Judith Villa Guardiola. 2014. Hacia un concepto inter
disciplinario de la familia en la globalización, Justicia Iuris. Vol. 10, núm. 1, ene-jun,
México, pp. 11-20.
123
124
INTRODUCCIÓN
1
Investigador de tiempo completo, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Veracruzana.
[email protected].
2
En enero de 2016 se llevó a cabo la reforma política por medio de la cual el Distrito Federal (territo-
rio bajo la soberanía del Estado federal) deja de existir, dando paso a la Ciudad de México, la cual se
ostenta como una entidad federativa autónoma, la número 32 del Estado mexicano.
3
Lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, transexuales, travestís e intersexuales.
4
Rabea Weis, El activismo lgbt en México: nuevos retos… viejas amenazas, Fundación Heinrich Böll,
disponible en https://mx.boell.org/sites/default/files/uploads/2014/10/act_lgtbi_mexico.pdf.
125
5
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juicio de Amparo 19/2014, 2014.
6
Si bien las sociedades de convivencia reconocen derechos y obligaciones que surgen de determinado
tipo de uniones de facto, equiparándolas en cierta medida con el concubinato, para la scjn resultó
evidente que dicha protección legal no alcanzaba a la especial situación que guarda el matrimonio, la
cual, para la celebración de este, se encuentra vinculada a ciertos requisitos, solemnidades y derechos
específicos. Al respecto, vale la pena citar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual
ha señalado que crear una institución que produzca los mismos efectos y habilite los mismos derechos
que el matrimonio, pero que no lleve ese nombre, carece de cualquier sentido, pero, además, puede
establecer una diferencia estigmatizante o de subestimación. Opinión Consultiva OC-24/17, Corte
Interamericana de Derechos Humanos, párr. 224, 2017.
7
Con 39 votos a favor, 20 en contra y cinco abstenciones, el Pleno de la Asamblea Legislativa del
Distrito Federal aprobó en lo general y en lo particular el dictamen que reforma el Código Civil y el
Código de Procedimientos Civiles, que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Para un
análisis más puntual de la controversia y de las discusiones presentadas al interior del órgano legislati-
vo véase la versión estenográfica de la sesión con fecha 21 de diciembre de 2009, disponible en: http://
www.aldf.gob.mx/archivo-446e2bf46972fb4f031fdc32b42bab60.pdf.
126
8
“Los cónyuges o concubinos podrán adoptar cuando los dos estén conformes en considerar al adop-
tado como hijo, y aunque solo uno de ellos cumpla el requisito de la edad a que se refiere el artículo
anterior, pero siempre y cuando la diferencia de edad entre cualquiera de los adoptantes y el adoptado
sea de 17 años de edad cuando menos”. Se deberán acreditar, además, los requisitos previstos en las
fracciones del artículo anterior. Código Civil para el Distrito Federal, artículo 391, 2009.
127
9
Hoy en día, el artículo 105 contempla a otros sujetos legitimados para promover tales acciones,
como lo son: el ejecutivo federal, el organismo garante del artículo 6° constitucional federal y sus
equivalentes en las entidades federativas, así como al fiscal general de la república. Este último vino
a sustituir la figura del procurador general de la república a partir de la reforma constitucional de
febrero de 2014.
10
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 16: “Nadie puede ser molestado en
su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la auto-
ridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”, Cámara de Diputados, 2018.
11
Ibid., artículo 4°: “El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el
desarrollo de la familia”.
12
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Acción de Inconstitucionalidad: 2/2010; ibid., 2010, párr. 99.
128
13
El artículo 4°, párrafos sexto y séptimo, de la Constitución federal, señala que los niños y niñas tienen
el derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento
para su desarrollo integral, y que los ascendientes, los tutores y los custodios tienen el deber de pre-
servar esos derechos, por lo que el Estado proveerá lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad
de la niñez y el ejercicio pleno de sus derechos.
14
Cámara de Diputados, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 14: “A nin-
guna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. Nadie podrá ser privado de la liber-
tad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales pre-
viamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme
a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho. En los juicios del orden criminal queda prohibido
imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una
ley exactamente aplicable al delito de que se trata. En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva
deberá ser conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de esta se fundará en los
principios generales del derecho”.
15
Ibid., artículo 16: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesio-
nes, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento”.
129
16
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Acción de Inconstitucionalidad 2/2010, párr. 157.
17
Ibid., artículo 121, IV: “…Los actos del estado civil ajustados a las leyes de una entidad federativa,
tendrán validez en las otras”.
18
Ibid., artículo 133: “Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y to-
dos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el presidente de
la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada
entidad federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en
contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las entidades federativas”.
19
Cámara de Diputados, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Acción de Inconsti-
tucionalidad 2/2010…, párr. 9.
20
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Acción de Inconstitucionalidad 2/2010…, párr. 12.
130
21
Suprema Corte de Justicia de la Nación, “Reforma a los artículos 146 y 391 del Código Civil para el
Distrito Federal. Reformas que facultan el matrimonio entre Personas del mismo sexo y su derecho a
la adopción de Menores en el df”, disponible en https://www.sitios.scjn.gob.mx/codhap/sites/default/
files/cronicas_pdf_sr/TP-160810-SAVH-02.pdf.
22
Opinión Consultiva OC-24/17…, párrs. 177, 221-222.
23
Ibid., OC-24/17…, párr. 189.
24
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso de la “Panel Blanca”, Paniagua Morales y otros vs. Gua-
temala (Reparaciones y Costas) párr. 86; y Caso Loayza Tamayo vs. Perú (Reparaciones y Costas), párr. 92.
131
25
El principio de igualdad ante la ley y no discriminación impregna toda actuación del poder del
Estado, en cualquiera de sus manifestaciones, relacionada con el respeto y la garantía de los de-
rechos humanos, Opinión Consultiva: OC-18/03, Corte Interamericana de Derechos Humanos,
párr. 100.
26
Suprema Corte de Justicia de la Nación, “Reforma a…”, p. 4.
132
27
Comité de los Derechos del Niño, Observación General núm. 14, párrs. 6 y 39.
28
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Acción de Inconstitucionalidad 2/2010…, párr. 335.
29
Caso Ramírez Escobar y otros vs. Guatemala, párr. 301.
30
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Tesis P./J. 13/2011, p. 872.
133
31
Laura Pautassi, “Políticas públicas y derechos humanos”, Guías de la Maestría en Derechos Hu-
manos y Democracia, p. 4.
32
Pedro Salazar, “Capítulo 7. La Reforma y las Políticas Públicas”, La Reforma Constitucional sobre
Derechos Humanos. Una guía conceptual, 2014.
33
Víctor Abramovich, “Una aproximación al enfoque de derechos en las estrategias y política de desa
rrollo”, Revista de la CEPAL, p. 38.
134
34
Luis Daniel Vázquez y Domitille Delaplace, “Políticas públicas con perspectiva de derechos huma-
nos. Un campo en construcción”, Sur. Revista Internacional de Derechos Humanos, 2011.
35
Abramovich, “Una aproximación…”, p. 36.
36
Vázquez y Delaplace, “Políticas…”, p. 44.
37
Comité Coordinador para la elaboración del Diagnóstico y Programa de Derechos Humanos del
Distrito Federal, en adelante ccpdhdf, Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal, dispo-
nible en http://cgservicios.df.gob.mx/prontuario/vigente/3226.pdf, p. 39.
135
38
ccpdhdf,
op. cit., p. 71.
39
Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (oacnudh) et al.,
Políticas públicas y presupuestos con perspectiva de derechos humanos, Manual operativo para servi-
doras y servidores públicos, p. 34.
136
Como se estableció en las líneas precedentes, todas las autoridades del Estado mexi-
cano se encuentran obligadas, en términos del párrafo tercero del artículo 1° de la
Carta Magna, a cumplir con las obligaciones en materia de derechos humanos, de
tal manera que el legislador, los jueces y los servidores públicos, en el ámbito de sus
respectivas competencias, deben velar porque los derechos humanos no sean vul-
nerados; pero, además, deben establecer los medios para su adecuada garantía. Las
políticas públicas con enfoque de derechos humanos representan un mecanismo de
exigibilidad de estos, mediante los cuales pueden materializarse las obligaciones y
los compromisos asumidos en tratados y convenciones internacionales. Notable-
mente, el tema de los derechos de las personas de la comunidad lgbttti ha sido
fundamentalmente desarrollado en la cdmx . A partir del Programa de Derechos
Humanos del Distrito Federal (pdhdf), así como de la sentencia de la Acción de
Inconstitucionalidad 2/2010 y el posterior Programa de Derechos Humanos de la
cdmx (pdhcdmx), se observa la progresiva inclusión de estrategias y acciones de
137
40
Esta segunda visión pone énfasis en las estructuras sociales, centrándose en las prácticas de exclu-
sión y perpetuación de la inferioridad. Así, lo que importa es la igualdad estructural, la cual aborda
necesariamente la economía, la política y las identidades como formas de asignación asimétrica de
poder en ciertos grupos, y que son determinantes para que otros sectores de la sociedad se encuentren
en una situación de subordinación, opresión o desventaja histórica. Sandra Serrano, “Guía de Estudio
de la Materia Introducción al Estudio del Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, Guías de
la Maestría en Derechos Humanos y Democracia, p. 23 y 50.
41
Son aquellos rubros prohibidos de discriminación, los cuales se deben entender como “focos rojos”
para las autoridades. Las categorías sospechosas son clasificaciones ilegítimas o irrazonables que se
basan en alguna de las siguientes características: sexo, género, preferencias/orientaciones sexuales,
edad, discapacidad, condición social, salud, religión, opiniones, estado civil, raza, color, idioma, linaje
u origen nacional, social, étnico, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social,
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Protocolo para juzgar con perspectiva de género. Haciendo
realidad el derecho a la igualdad, pp. 57-58.
42
Carlos de la Torre Martínez, “El derecho fundamental a no ser discriminado: estructura y contenido
jurídico”, Memorias del Congreso Internacional de Derecho Constitucional, p. 267.
43
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Protocolo…, p. 34.
44
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (cescr), Observación General núm. 20. La
no discriminación y los derechos económicos, sociales y culturales, pp. 4-5.
138
45
La Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, de 1969, ha reconocido, en su artículo
53, la existencia de normas de ius cogens, mismas que identifica como disposiciones imperativas de
derecho internacional. Estas establecen límites en el ejercicio del poder por parte de los estados, incor-
porando valores fundamentales para la comunidad internacional, mismos que se imponen por encima
del consentimiento del Estado. El principio de igualdad y no discriminación forma parte del dominio
de las normas de ius cogens, en cuanto posee un carácter fundamental para la salvaguarda de los
derechos humanos, derivado de lo cual acarrea obligaciones erga omnes de protección que vinculan a
todos los estados, independientemente de que sean parte o no en determinado tratado internacional.
Opinión Consultiva: OC-18/03…, pp. 37 y 134.
46
Julieta Rossi y Javier Moro, Ganar Derechos. Lineamientos para la formulación de políticas públicas
basadas en derechos humanos, p. 57.
47
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cidh), Informe sobre pobreza y derechos humanos,
OEA/Ser.L/V/II.164, Washington, D. C., Organización de Estados Americanos, 2017, párr. 195.
139
48
ccpdhdf, op. cit., p. 804.
49
Ibid., p. 805.
50
Las acciones afirmativas procuran la igualdad de resultados. Se refieren a mecanismos correctivos
de una situación anómala, con el fin de disminuir las distancias económicas, sociales y de cualquier
otra índole entre integrantes de una sociedad. Establecen medidas temporales encaminadas a favore-
cer a determinados grupos de personas, con el propósito de corregir discriminaciones o desigualdades
que resultan de los sistemas sociales, políticos o económicos. Isabel Torres, “Derechos políticos de las
mujeres, acciones afirmativas y paridad”, Revista IIDH, p. 235.
140
Por otro lado, y como se señaló líneas arriba, en 2016 se llevó a cabo el pdhcdmx ,
el cual actualiza el diagnóstico y replantea los objetivos de la política pública local.
El tomo 5 del programa se titula Grupos de Población y establece en su capítulo
30 lo referente a la población lgbttti. En materia familiar el programa parte del
reconocimiento e impacto de la reforma al Código Civil para el Distrito Federal, y
la sentencia de la Acción de Inconstitucionalidad 2/2010 respecto del matrimonio
igualitario. Asimismo, reconoce que a partir de la citada reforma y la declaración
de constitucionalidad el acceso al matrimonio igualitario ha sido una realidad y ha
implicado un avance en el acceso a dicha institución en los siguientes términos: en
2010 hubo 689 matrimonios de personas del mismo sexo, de los cuales 380 fueron
entre varones y 309 entre mujeres; en 2011, 802, 457 entre hombres y 345 entre
mujeres; en 2012, 936 matrimonios; en 2013, 1883; en 2014, 1687; en 2015, 1827
y, finalmente, en 2016, 2387.53 Asimismo, y respecto del tema de la adopción por
parte de parejas del mismo sexo, el programa reconoce que “se han emitido actas
de adopción en las que las personas adoptantes son gays y lesbianas, datos que están
siendo procesados por ser un logro reciente y se han llevado a cabo capacitaciones
con perspectiva de los derechos de las personas lgbttti a los 51 jueces del Registro
Civil”.54
51
ccpdhdf, op. cit., p. 794.
52
Ibid., p. 796.
53
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Consulta interactiva de datos. Nupcialidad. Disponi-
ble en: http://www.inegi.org.mx/est/lista_cubos/consulta.aspx?p=adm&c=6.
54
Secretaría Ejecutiva del Mecanismo de Seguimiento y Evaluación del Programa de Derechos Hu-
manos de la Ciudad de México, Diagnóstico y Programa de Derechos Humanos de la Ciudad de Mé-
xico, 2016, disponible en http://pdh.cdmx.gob.mx/storage/app/media/capitulos%20pdf/Capitulo%20
30.%20Derechos%20LGBTTTI.pdf.
141
55
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “cidh saluda avances en materia de derechos hu-
manos de las personas lgbti”, Organización de Estados Americanos (oea), disponible en http://www.
oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2016/116.asp.
56
Secretaría Ejecutiva…, Diagnóstico…, p. 646.
142
57
Instituto Nacional de Desarrollo Social, Derechos de las personas lgbti en la política pública, p. 82.
58
Véanse las Acciones Constitucionales ADI 4277/DF y ADPF 132/rj del Supremo Tribunal Federal
de Brasil.
59
Véase la Sentencia SU-214/2016 de la Corte Constitucional Colombiana.
60
Corte Suprema de los Estados Unidos, 2015, Obergefell et al. vs. Hodges, director, Ohio De-
partment of Health et al. Sentencia del 26 de junio de 2015, disponible en https://www.supreme-
court.gov/opinions/14pdf/14-556_3204.pdf.
61
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, véase la Tesis 43/2015, 2015.
143
CONCLUSIONES
144
BIBLIOGRAFÍA
145
146
147
INTRODUCCIÓN
1
Profesora del Sistema de Enseñanza Abierta (sea), Facultad de Derecho, Universidad Veracruzana.
2
Profesor de la Facultad de Derecho, Universidad Veracruzana.
149
3
Judith Butler, El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad, p. 275.
150
4
Leonardo J. Cárdenas, “La humanidad en la transexualidad”, Bioética. Historias de sirenas, Belero-
fonte y el largo etcétera de los otros transgénicos, p. 80.
5
Diccionario de la Lengua Española, “Homosexual”, disponible en https://dle.rae.es/homosexual, con-
sultada el 20 de octubre de 2015.
6
Ibid., “Transexual”, disponible en https://dle.rae.es/transexual?m=form, consultada el 20 de octu-
bre de 2015.
151
7
Manuel F. Chávez Asencio, La familia en el Derecho. Relaciones jurídicas conyugales, p. 242; Raúl
Madrid Ramírez, “¿Es el concepto jurídico de familia un principio general de derecho?”, Revista Chilena
de Derecho, p. 257; Sara Montero Duhalt, Derecho de familia, pp. 1-18; María de Monserrat Pérez
Contreras, Derecho de los padres y de los hijos, p. 5.
8
Francisco A. M. Ferrer, “Introducción al derecho de familia”, Derecho de familia, p. 11.
9
Ingrid Lilian Brena Sesma, El derecho y la salud, p. 99.
10
Fausto Rico Álvarez, Patricio Garza Bandala y Mischel Cohen Chicurel, Derecho de familia. Estu-
dios en homenaje a la Escuela Libre de Derecho con motivo de su Primer Centenario, p. 306.
152
Desde esa óptica es inadmisible referirse a la familia como un ente singular; esta
debe entenderse en un engrane de pluralidad, que significa el destierro de la idea de
un modelo legítimo y la confinación de familias patológicas.12 Lo anterior obliga a
que la ciencia jurídica observe la subsistencia de diferentes modos de familia sujetos
a un conjunto de transformaciones que derivan de una serie de factores que, entre
otros, destacan la equiparación entre ambos sexos, la generalización del divorcio,
la disociación entre matrimonio y la procreación, el quebrantamiento de la relación
directa acto sexual-procreación, la mayor aceptación social de nuevas formas de
convivencia,13 y se agregaría la diversidad sexogenérica y sus implicaciones.
Con tal énfasis, ya no es posible presuponer que en una familia existirá un
hombre y una mujer con asignación de roles estereotipados, pues la incidencia de
la diversidad sexogenérica echa por tierra precisamente tanto el rol sexual como
el genérico. Hasta el momento, la mayoría de las legislaciones civiles-familiares
confunden los términos vinculados a la identidad, la expresión y la orientación
sexual, pues en las entidades federativas donde no se encuentra reconocido, por
ejemplo, el matrimonio o el concubinato entre personas del mismo sexo, asimilan
que la celebración de las nupcias o la acreditación de las uniones de facto deben
darse entre un hombre y una mujer, sin atender que dicha concepción se encuentra
sujeta al marco genérico de la época y al espacio geográfico determinado, es decir,
la atención en lo que debe ser “hombre” y “mujer” se marca con independencia de
que sean machos o hembras, morfológicamente hablando.
El planteamiento anterior es más visible en la transexualidad. Una persona que
mantiene un rechazo respecto del sexo somático porque se identifica con un género
contrario al asignado para aquel y se expresa de forma sexogenérica, contrario a lo
que convencionalmente es aceptable, debe ser identificado de la manera en que ha
asumido su propia individualidad, pues integra su realidad subjetivamente, aunque
11
Alejandra Verónica Zúñiga Ortega, Concubinato y familia en México, pp. 58-59.
12
Cecilia Grosman e Irene Martínez Alcorta, Familias ensambladas: nuevas uniones después del di-
vorcio: ley y creencias: problemas y soluciones legales, p. 31.
13
Eva López Terrada, El concepto de la familia en el estatuto de los trabajadores: identificación de los
sujetos protegidos, p. 12.
153
14
Decreto, de 31 de diciembre de 1974.
154
15
Francisco Porrúa Pérez, Teoría del Estado, p. 448.
16
Efrén Chávez Hernández, “La protección constitucional de la familia; una aproximación a las cons-
tituciones latinoamericanas”, Panorama internacional de derecho de familia. Culturas y sistemas jurí-
dicos comparados, p. 127.
17
Congreso de la Unión, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la
Federación, última reforma, 2019.
18
Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948.
19
Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, 1966.
155
20
Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966.
21
Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social, 1969.
22
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1948.
23
Convención Americana sobre Derechos Humanos, 1969.
24
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, 1988.
156
25
Ley de Sociedad de Convivencia para el Distrito Federal, 2006.
26
Desde la redacción primigenia del Código Civil de esta entidad federativa –1980–, el artículo
680 omitía determinar que el matrimonio debiera darse entre persona de diferente sexo, de tal
suerte que implícitamente se encontraba reconocido el matrimonio homoparental, no obstante, su
materialización se ganó en territorio jurisdiccional. Código Civil para el Estado de Quintana Roo,
de 8 de octubre de 1980, de la Legislatura del Estado de Quinta Roo, Decreto núm. 36, de 8 de
octubre de 1980.
27
Artículo 139, Ley para la familia de Coahuila de Zaragoza, 2015.
28
Artículo 135, Código Civil para el Estado de Nayarit, 2015.
29
Artículo 157, Código Civil del Estado de Campeche, 2016.
30
Artículo 127, Código Familiar para el Estado de Michoacán de Ocampo, 2016.
31
Artículo 68, Código Familiar para el Estado Libre y Soberano de Morelos, 2016.
32
Artículo 102, párrafo 13, Código Civil para el Estado de Colima, 2016.
33
Esta acción fue instada por el procurador general de la república, quien alegó la inconstitucionali-
dad de los artículos 146 y 391 del Código Civil para el Distrito Federal, mismos preceptos que reco-
nocían al matrimonio entre personas del mismo sexo y la posibilidad de la adopción para las parejas
homosexuales, Sentencia de la scjn AI 2/2010, de 16 de agosto de 2010.
157
34
Acción de Inconstitucionalidad instada por Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado
de Campeche. La norma combatida fue el artículo 19 de la Ley Regulatoria de Sociedades Civiles de
Convivencia del Estado de Campeche en el que se impide a los convivientes adoptar; la Comi
sión estimó que ello violentaba los artículos 1 y 4 de la cpeum, y los artículos 1, 17 y 24 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, 2013; Sentencia de la scjn AI 2/2010, 11 de agosto de 2015.
35
Jurisprudencia de la Primera Sala de la scjn, 2015.
158
36
Sobre el particular, véanse las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: serie
C, núm. 211, 24 de noviembre de 2009; serie C, núm. 221, 24 de febrero de 2011; serie C, núm. 257,
28 de noviembre de 2012; serie C, núm. 282, 28 de agosto de 2014.
37
Opinión Consultiva 4/84, Corte Interamericana de Derechos Humanos, 19 de enero de 1984.
38
Al respecto, véanse las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: serie C, núm.
152, de 21 de septiembre de 2006; serie C, núm. 214, 24 de agosto de 2010; serie C, núm. 239, 24 de
febrero de 2012; serie C, núm. 277, 19 de mayo de 2014.
39
Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, serie C, núm. 127, 23 de junio de 2015.
40
En este sentido: Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, serie C, núm. 141, 1
de febrero de 2006.
159
CONCLUSIONES
41
Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, serie C, núm. 239, 24 de febrero de
2012.
42
Ibid., serie C, núm. 310, 26 de febrero de 2016.
160
161
Legisgrafía
Código Civil del Estado de Campeche. 13 de octubre de 1942. XXXVII Legislatura del Con-
greso del Estado (Decreto núm. 54, de 16 de mayo de 2016).
Código Civil para el Estado de Colima. 25 de septiembre de 1954. Dirección de Procesos
Legislativos del H. Congreso del Estado de Colima (Decreto núm. 103, de 11 de junio
de 2016).
Código Civil para el Estado de Nayarit. 22 de agosto de 1981. H. Congreso Local (Decreto
núm. 121, de 22 de diciembre de 2015).
Código Civil para el Estado de Quintana Roo. 8 de octubre de 1980. Legislatura del Estado
de Quinta Roo (Decreto núm. 36, de 8 de octubre de 1980).
Código Familiar para el Estado de Michoacán de Ocampo. 30 de septiembre de 2015. H.
Congreso del Estado (Decreto núm. 150, de 22 de junio de 2016).
Código Familiar para el Estado Libre y Soberano de Morelos. 6 de septiembre de 2006. XLIX
Legislatura (Decreto núm. 757, de 4 de julio de 2016).
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 5 de febrero de 1917. H. Congreso de
la Unión (Diario Oficial de la Federación, última reforma del 9 de agosto de 2019).
Convención Americana sobre Derechos Humanos. 1969. Asamblea General de la Organiza-
ción de Estados Americanos (Conferencia Especializada Interamericana de Derechos
Humanos, de 22 de noviembre de 1969).
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. 1948. Asamblea General de
la Organización de Estados Americanos (IX Conferencia Internacional Americana,
1948).
Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social. 1969. Asamblea General de las
Naciones Unidas (Resolución 2545 [XXIV], de 11 de diciembre de 1969).
Declaración Universal de los Derechos Humanos. 1948. Asamblea General de las Naciones
Unidas (Sesión Plenaria 117ª, de 10 de diciembre de 1948).
162
Criterios y resoluciones
163
INTRODUCCIÓN
1
Profesora de la Facultad de Derecho, Universidad Autónoma de Chiapas (Unach).
165
Previo a tratar sobre la temática que nos ocupa, es necesario hacer referencia res-
pecto a la conceptualización de la tutela judicial efectiva y su íntima relación con
2
El artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos considera a la familia como
“el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del
Estado”. En el mismo sentido lo señala el artículo 17 de la Convención Americana de Derechos Hu-
manos, que se refiere a la protección a la familia, al decir que “es el elemento natural y fundamental
de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado”.
3
El artículo 4° de la Constitución federal determina que “… la ley protegerá la organización y desa-
rrollo de la familia…”
166
… un derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y térmi-
nos que fijan las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e
imparciales, a plantear una prestación o a defenderse de ella, con el fin de que a través
de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión
o la defensa, y en su caso, se ejecute esa decisión…
De acuerdo con estos conceptos, podemos señalar que la tutela judicial efectiva es
una garantía que asegura el cumplimiento y el respeto de tres derechos fundamen-
tales: el derecho de acceso a la justicia, el derecho al debido proceso y el derecho
a obtener una sentencia eficaz dentro de un plazo razonable, por lo que resulta
importante el estudio de cada uno de ellos.
4
Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948; Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, 1967; Convención Americana sobre Derechos Humanos, 1969.
5
José Vicente Gimeno Sendra, Fundamentos del Derecho Procesal, p. 593.
6
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tesis I.3o.C.79 K (10a.), p. 2470.
167
7
José Vicente Gimeno Sendra, Fundamentos…, pp. 130-134.
168
Debido proceso
El debido proceso, que abarca desde el inicio del procedimiento hasta la última
actuación judicial, es un derecho fundamental que toda persona tiene como parte
sustancial de cualquier procedimiento de naturaleza jurisdiccional. Comprende las
denominadas formalidades esenciales del procedimiento que permiten una defensa
previa a la afectación o modificación jurídica que puede provocar el acto de auto-
ridad, como son: 1. la notificación o emplazamiento del inicio del procedimiento,
2. la oportunidad de ofrecer, desahogar y valorar las pruebas en que se finque la
defensa de ambas partes en conflicto, 3. el derecho a formular alegatos, 4. una
resolución que dirima las cuestiones debatidas, y 5. la posibilidad de impugnar
dicha resolución mediante un recurso eficaz.9
Ahora bien, cabe señalar que estas formalidades esenciales del procedimiento
pueden disminuirse o ampliarse, dependiendo de la naturaleza del juicio que se
plantee; por ejemplo, en un procedimiento judicial en donde estén involucrados
grupos vulnerables o personas expuestas a un riesgo inminente como son los casos
de custodia de niñas, niños y adolescentes, adultos mayores, mujeres víctimas de
violencia familiar, entre otros, se deberá considerar la premura del tiempo, ya que
es de suma importancia para poder salvaguardar la seguridad y la protección de
sus derechos humanos.
8
Valentín Cortés Domínguez y Víctor Moreno Catena, Introducción al Derecho Procesal, p. 75.
9
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tesis 254197, aislada, común, p. 32, disponible en
https://sjf2.scjn.gob.mx/detalle/tesis/254197.
169
Plazo razonable
La sentencia eficaz
En este sentido, toda sentencia dictada debe ser fundada con argumentos lógicos
y conforme a derecho: pronta, completa e imparcial, teniendo en consideración,
sobre todo, las cuestiones planteadas por las partes durante el procedimiento. No
10
Sergio García Ramírez, “El debido proceso. Concepto general y regulación en la Convención Ame-
ricana de Derechos Humanos”, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, pp. 664-665.
11
Cipriano Gómez Lara, s. f. El debido proceso como derecho humano, p. 346, consultado en https://
archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1968/17.pdf.
170
171
12
Artículo 133 de la Constitución federal, que a la letra dice: “Esta Constitución, las leyes del Congre-
so de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados
y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema
de toda la Unión. Los jueces de cada entidad federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y
tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de
las entidades federativas”.
172
… cada uno de los Estados Parte en el presente Pacto se comprometen a garantizar que:
a) toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan
sido violados podrán interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiere
sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales; b) la
autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquier otra autoridad
competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda
persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades de recursos judi-
ciales; c) las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado
procedente el recurso.
Esto significa que los distintos poderes del Estado, en sus respectivas atribuciones,
deben proceder de modo que su actividad favorezca la máxima efectividad de la
referida prerrogativa, sin escatimar esfuerzos para lograr que las personas puedan
tener un tribunal que determine sus derechos y sus obligaciones familiares.13
El Pacto de referencia dispone, en su artículo 14.1, que todos son iguales ante
los tribunales y la Suprema Corte de Justicia; asimismo señala el derecho que tie-
nen las personas a ser oídas públicamente con las debidas garantías por un tribunal
13
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú, 1999,dispo-
nible en http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_52_esp.pdf.
173
… toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido
con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, labo-
ral, fiscal o de cualquier otro carácter.
La misma Convención reconoce también, en su numeral 25, que toda persona tiene
derecho a un recurso sencillo y rápido ante jueces o tribunales competentes para
que lo protejan contra actos que violen sus derechos fundamentales, aun cuando
la violación sea cometida por persona que actúe en el ejercicio de sus funciones
oficiales.
Esto implica que el Estado debe proceder de modo que su actividad fortalezca
la máxima efectividad jurisdiccional, sin escatimar esfuerzos, para lograr que las
personas puedan tener un tribunal que determine sus derechos y obligaciones. De
igual forma, la creación y la organización de estos órganos encargados de impartir
justicia se relacionan directamente con un importante derecho fundamental con el
que se juegan ‘la eficacia y la credibilidad’ de la justicia, es decir, el plazo razonable
que deben durar los procesos, pues este es un derecho cuya relevancia trasciende
el ámbito procesal y afecta directamente la situación jurídica de las personas, tal
y como lo señaló la Suprema Corte de Justicia de la Nación al indicar que “una
abierta dilación del procedimiento o su paralización total” es una violación sus-
tantiva.14
Por su parte la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en diversas sen-
tencias, ha enfatizado la importancia del artículo 25, puntualizando que dicha
disposición exige no solo una adecuada regulación en la materia, sino el garantizar
un acceso efectivo y rápido a un recurso jurídico. Por su parte, el juez de la Corte
Internacional de Justicia, Antonio Augusto Cançado Trindade, establece que la
14
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tesis 2a./J.48/2016 (10a.), p. 1086.
174
Ahora bien, al referirnos a las controversias del orden familiar señalaremos que
son complejas, generadas en la esfera de la intimidad de las personas en la que
abrigan sentimientos, deseos, emociones y miedos entrelazados, con necesidades
y carencias e involucrando, en la mayoría de casos, a vulnerables, como son niños,
niñas, adolecentes e incapaces, mujeres y adultos mayores. Además, las partes en
conflicto se encuentran vinculadas por lazos de parentesco que les imponen obli-
gaciones y responsabilidades, más allá de una resolución judicial.
Asimismo se dispone que las normas que rigen el procedimiento de familia
deben ser aplicadas a manera de garantizar una tutela judicial efectiva, debido a la
importancia que reviste la familia en nuestra sociedad, toda vez que los problemas
relacionados con esta requieren de un tratamiento especial, sencillo, eficaz y rápido,
principalmente por la necesidad de resguardar, entre otros, los ámbitos físico y psi-
cológico de sus integrantes, protegiendo así el interés superior de la familia.
Al respecto, los artículos 4º y 17 de la Constitución federal refieren: el primero,
a la obligación que tiene el Estado de proteger la organización y el desarrollo de la
familia; el segundo ha establecido, como un derecho relacionado con el ejercicio de
la función jurisdiccional, el principio a la observancia de la tutela judicial efectiva,
derechos fundamentales al estar consagrados en la Carta Magna.
En concordancia con el derecho a la protección de la familia y a la tutela judi-
cial efectiva, el Código de Procedimientos Civiles del Estado de Chiapas, en sus
artículos 981 al 1003, enumera los principios generales de los procesos de las con-
troversias de orden familiar que deben ser interpretados con el resto de los princi-
15
Antonio Augusto Cançado Trindade, Derecho internacional de los derechos humanos. Esencia y
trascendencia, p. 755.
175
176
177
16
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Ximenes Lopes vs. Brasil, p. 199, disponible en
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/Seriec_149_esp.pdf.
178
17
Ibid., Caso Comunidad indígena Xákmok Kásek vs. Paraguay, pp. 133-136, consultado en http://
www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/ seriec_214_esp.pdf.
18
Ibid., Caso Hilaire, Constantine y Benjamín y otros vs. Trinidad y Tobago, p. 145, disponible en
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/Seriec_94_esp.pdf.
19
Héctor Fix-Zamudio, Latinoamérica: constitución, proceso y derechos humanos, p. 514.
179
180
181
182
Presentación - -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- 7
Mónica Victoria Ruiz Balcázar
C
clásicas del Derecho Civil: impacto y
Irvin Uriel López Bonilla
transformaciones que le imprime la era de los derechos humanos. orpus
contemporánea y enseñanza del Derecho: UNIVERSITARIO María Guadalupe López Morales
retos y perspectivas. Esta obra es coordinada por integrantes del Cuerpo
Académico Estudios Jurídicos, de la Facultad de Derecho
Su producción académica cuenta con de Enseñanza Abierta (sea) de la Universidad Veracruzana,
la colaboración de profesores de las
y es resultado del esfuerzo conjunto de académicos de esta
facultades de Derecho de la Universidad
Facultad, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, así como
de Salamanca, de la Universidad Oberta,
en Cataluña, y de la Universidad de
de la Universidad Autónoma de Chiapas, la Universidad
La Habana, Cuba, entre otras. Autónoma del Carmen y la Universidad de Salamanca,
en España.
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