Binder 1
Binder 1
Concepto de tecnología
Finalidad de la tecnología
Mejorar la calidad de vida
Ejemplos de tecnología
Los ejemplos de tecnología son demasiado
abundantes para hacer una lista completa, pero
podemos destacar los siguientes:
La electricidad
La computación
La robótica
Impresión 3D
Inteligencia artificial
Biotecnología
UNSA
UNIVERSIDAD NACIOIWII. DE SAN AGUSTIN
Características
• Está presente en todos los ámbitos de la vida personal y en
sociedad, como el trabajo, la educación, la medicina, la
comunicación.
• Permite fabricar nuevos objetos: a través de ella, el ser
humano modifica el medio que lo rodea.
• Es responsable de la mayoría de los descubrimientos del
hombre.
• Si está bien utilizada mejora la calidad de vida del ser humano,
si está mal utilizada puede causar graves daños a los individuos
y a la sociedad.
• Está sujeta al cambio (los cambios tecnológicos se dan de
manera discontinua).
• Sus desarrollos implican cambios culturales, laborales y
sociales.
• El desarrollo tecnológico dispar puede generar brechas
sociales y económicas dentro de una comunidad o
entre regiones o naciones.
UNSA
UNIVERSIDAD NACIOIWII. DE SAN AGUSTIN
Ética y tecnología
• La sociedad moderna
depende del desarrollo
de la ciencia y la
tecnología para su
supervivenvia. Sin
embargo, esto no
justifica que sean
éticamente buenas.
rw·~uNSA
~ ~_,. UNIVERSIDAD NACIOIWII. DE SAN AGUSTIN
Otros problemas...
• Amenaza a la privacidad, porque hay
quienes tienen acceso a nuestra
información (tarjetas de crédito).
• La realidad virtual que influye en la
conducta del hombre (un niño que
personifica a un soldado en un juego
de guerra).
• El ciberaislamiento ya que estamos
pendientes del uso y abuso de
celulares, redes sociales;
cohabitamos, pero no convivimos.
UNSA
UNIVERSIDAD NACIOIWII. DE SAN AGUSTIN
Definición de empresa
• La empresa es una unidad económica, en la cual están agrupados y coordinados
alrededor de un proyecto a realizar en conjunto - los factores materiales y
humanos de la actividad económica; en un espacio de libertad, de creatividad, de
realización y de fraternidad, la empresa constituye el punto de encuentro de
quienes aportan el capital, la materia gris y la capacidad de trabajo hacia una causa
final: el cliente.
• Garza (2004), concibe a la empresa como una institución fundamental de la vida
económica y social, integrada por quienes aportan su espíritu emprendedor
(empresarios), su capacidad directiva, su tecnología y trabajo cooperativo.
• La empresa tiene objetivos, El objetivo social externo es contribuir al desarrollo
integral de la sociedad a la que sirve.
Ética en la empresa
• La ética de la empresa trata de aplicar
principios éticos en la toma de decisiones y en
acciones concretas, y aporta herramientas
que eleven el nivel ético de las empresas.
• Para Adela Cortina es “el descubrimiento y la
aplicación de los valores y normas
compartidos por una sociedad pluralista al
ámbito peculiar de la empresa, lo cual
requiere entenderla según un modelo
comunitario”.
Ética de la Empresa y
Responsabilidad Social
Empresarial
• Ética y empresa parecen
regularmente términos
contrapuestos, como si llevar adelante
una empresa implicara arrumbar
necesariamente toda suerte de
virtudes.
• Sin embargo, diversas experiencias
muestran que las empresas que
sobreviven y logran mejores resultados
son precisamente aquellas que también
han incorporado en su quehacer
cotidiano un conjunto de valores
morales; valores que componen un
nuevo modo de entender la empresa,
una nueva cultura empresarial.
• En este sentido, la ética es un
tema de especial importancia y
constituye un aspecto
fundamental.
• Cada día, en nuestra vida personal
o profesional enfrentamos
situaciones en las que elegimos
proceder de manera correcta o no,
y lo hacemos basándonos en
rasgos de integridad, lo mismo que
por influencia de los demás.
• Pero hay una “regla de oro” que nos ayudará
a comportarnos con ética: “Haz a otros lo que
quieras para ti”, o dicho de otra forma: “No
hagas a los demás lo que no quieras que ellos
te hagan”.
• Hay que tener en cuenta que la ética en la
empresa no debe ser vista como un conjunto
de limitaciones a las que hay que someter la
conducta.
• Ciertamente, las normas facilitan la
orientación del comportamiento y
permiten elecciones acertadas en diversas
situaciones.
• Una “ética de la empresa”, más
allá de los códigos de conducta y
de las normas específicas para
cada organización, es un reflejo
fiel del comportamiento humano
de cada una de las personas que la
integran.
• Es gracias a la ética que la persona
se puede plantear decisiones
acertadas o no, tanto en el ámbito
personal como en el profesional.
Veamos...
Proceder ético en las instituciones y las
organizaciones
• Hablar de organización humana supone hablar de un conjunto de personas, que se
unen para conseguir unos objetivos comunes, mediante unos medios tangibles o
intangibles, de modo más o menos estable.
• En ese sentido cada organización trabaja para conseguir su propia misión, que es
su objeto o razón de ser. La declaración explícita de la “misión” de una
organización puede ayudar a que esta se mantenga unida, dando a sus miembros
un sentido de dirección compartido.
• El concepto de organización pretende ser lo suficientemente amplio y sencillo
como para describir todo tipo de organizaciones, ya sean grandes o pequeñas,
públicas o privadas, lucrativas o no.
Elementos comunes en las instituciones y
organizaciones
• Fines, metas u objetivos, de ahí que pueda
En toda organización existen los siguientes hablarse de organizaciones mas o menos
elementos: eficaces, en la medida que logren sus
objetivos.
• Otro elemento en común a toda organización
es la necesidad de contar con unos medios o
recursos para lograr sus metas por lo que por
lo que pueden ser calificadas como
organizaciones más o menos eficientes.
• Finalmente, toda organización está
constituida por personas, lo que permite
hablar de organizaciones más o menos éticas.
Que contribuyen más o menos al desarrollo
humano de sus miembros y de aquellos a
quienes sirven.
Aspectos constitutivos de toda
organización
Ética, eficacia y eficiencia son aspectos esenciales en el desarrollo de una organización, es decir,
de sus miembros, de sus fines y de sus medios, hablar de los tres es hablar de elementos
esenciales para una toma excelente de decisiones.
Responsabilidad social empresarial
• Es la responsabilidad que cada organización tiene con el medio ambiente en que se
desenvuelve y con la sociedad de la que hace parte, se define como la contribución
activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las
empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva,
valorativa y su valor añadido.
• La responsabilidad social puede estar comprendida por acciones negativas y
positivas, es decir, las primeras se refieren a abstenerse de actuar y las segundas a
actuar.
Ética de la Empresa y Responsabilidad Social
Empresarial (RSE) Son conceptos distintos
aunque relacionados
• La ética de la empresa son las normas y principios éticos que se utilizan para
resolver los diversos problemas morales o éticos dentro del contexto empresarial.
• La Responsabilidad Social Empresarial son las actuaciones voluntarias
emprendidas por una empresa para abordar la responsabilidad de los impactos
económicos, sociales y ambientales de sus operaciones comerciales y las
preocupaciones de sus agentes principales.
• La RSE se refiere específicamente a las relaciones con grupos de interés que
interactúan con la empresa: accionistas, clientes, proveedores y sociedad.
Entonces: Podemos decir que la Responsabilidad Social Empresarial o Corporativa
es la puesta en práctica de la ética de la empresa asociada a fines comerciales
estratégicos.
Hablamos de...
Responsabilidad social individual:
• Nuestros actos individuales, que llevamos a cabo como
madres y padres, hijos e hijas, miembros de una comunidad
de vecinos, integrantes de un equipo de trabajo
Responsabilidad social empresarial:
• Las actividades productivas y comerciales de las empresas
repercuten sobre el conjunto de la ciudadanía y el entorno
de un modo mucho más amplio y profundo que las acciones
individuales.
Responsabilidad social pública o gubernamental:
• La responsabilidad social pública o gubernamental es
aquella que tienen las instituciones y las administraciones
encargadas de diseñar y ejecutar políticas públicas.
La responsabilidad social de las
instituciones y las organizaciones
• La peculiar relación de las personas con su entorno natural es sustancialmente
distinta a la que el resto de seres vivos. Precisamente por la capacidad que tiene el
ser humano de juzgar las consecuencias de sus actos y de dar respuesta de ellos,
descubre como un deber el respeto al medio ambiente, como un bien humano,
como un bien en sentido ético, algo que le permite a la persona ser lo que es y
desarrollarse, como tal, y de lo que puede dar respuesta con sus acciones.
• La responsabilidad social ante el medio ambiente, implica que las personas y las
organizaciones, por actuar de modo racional y libre, están en condiciones de
valorar los efectos de sus acciones para con el medio ambiente, y por ser este un
bien común, presente y futuro, debe ser respetado.
• La obligación de respeto al medio ambiente adquiere su carácter de norma ética
en la medida en que es un bien fundamental de la persona.
¿Cómo actuar con responsabilidad social?
La actuación social ética
• En el Libro Verde de la Comisión de las Comunidades
Europeas (2001), se define la responsabilidad social
empresarial como “un concepto con arreglo al cual las
empresas deciden voluntariamente contribuir al logro
de una sociedad mejor y un medio ambiente más
limpio”.
• En el mismo documento se afirma que ser
socialmente responsable no significa solamente
cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino
también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo
más en el capital humano, el entorno y las relaciones
con los interlocutores.
Respondemos la pregunta inicial...
... sí, y una empresa es socialmente
responsable (ESR) cuando trabaja apegada a
valores y que dentro de sus objetivos
empresariales incluye apoyar necesidades
sociales, económicas y ambientales a fin de
optimizar su situación competitiva y su valor
añadido.
Cuando una empresa es socialmente
responsable lo hace por decisión propia y no por
imposición y sus políticas, estrategias
y prácticas están orientadas a favorecer a sus
colaboradores, proveedores, familiares, entorno
y medio ambiente.
Entre las acciones que debe hacer Entre los beneficios que le
una empresa para ser reconocida ofrece a tu empresa ser
como socialmente responsable socialmente responsable
están: están:
• Ofrecer productos o servicios que respondan a
las necesidades de los usuarios. • Mejora la relación con el entorno e
incrementa la influencia de la empresa en
• La ética debe estar incluida en todas las la sociedad.
decisiones que se tomen en la empresa.
• Reduce los costos operativos.
• Sus trabajadores deben ser su prioridad.
• Posiciona y diferencia la marca frente a la
• Deben respetar el medio ambiente. competencia.
• Deben integrarse a la comunidad de la que • Permite acceder e influir positivamente
forma parte. en líderes de opinión.
• Deben aumentar la calidad de la vida laboral. • Mejora la performance financiera de la
• Poner en práctica estrategias de marketing empresa.
que desarrollen la comercialización • Facilita el acceso a capital.
responsable.
Bibliografía
• Enriquez, A. (2014). Taller de Ética. México: Pearson Educación.
• Cortina, A. (2004). Ética de la empresa. Editorial Trota.
• Garza, J. (2004). Valores para ele ejercicio profesional. México: McGrau-Hill.
ÉTICA Y POLÍTICA
Al arte de gobernar
De politikos =
relacionado al A la ciencia que estudia el poder
ciudadano
El poder “Poder es la posibilidad de imponer la propia voluntad sobre
la conducta ajena” (Max Weber)
El poder económico, que pertenece a los El poder militar, debido al control que tienen
detentadores de los medios de producción, sobre las fuerzas armadas de un país, lo que
quienes disponen de la riqueza y negocian permite a un hombre o un grupo de hombres
con ella, permitiéndoles determinar las leyes lograr dominar la voluntad de los ciudadanos
del mercado, y así influir en la voluntad de las mediante el temor a la represión militar.
personas, dado que éstas participan en ese
mercado.
Entonces...
• La ética trata de la justicia y
libertad y de todos los
valores que se consideran
deseables para tener una
buena vida.
• La política intenta extender
el ideal de buena vida, que
representa la ética, a toda la
sociedad.
• Pero en todas las sociedades la
personas tienen intereses
individuales, es decir, cada individuo
persigue su propia felicidad. Esto es
un problema ético y político.
• La política debe crear leyes e
imponer orden, no así la ética.
• Dichas leyes son imprescindibles
para imponer la paz que busca la
ética.
• La ética considera a todo ser
humano como un individuo
autónomo y moral.
• La política crea mecanismos para
evitar la falta de respeto entre las
personas.
• La política al ser una creación
humana, su práctica debe y
puede ser supervisada por la
ética, ya que la ley no siempre es
justa ni el poder se ejerce para
que se cumpla las leyes.
Se dice... la ética que es la parte filosófica que
estudia la forma en la que nos comportamos
en sociedad.
• Sabemos de la ética y la moral, que son los principios, valores o normas que rigen nuestro
comportamiento, determina nuestras actuaciones con respecto a lo que creemos que es
correcto. Ambas, se ocupan de nuestro comportamiento para calificar si nuestras
actuaciones son correctas o incorrectas, buenas o malas. Son ejes fundamentales para la
convivencia del ser humano.
• La política, es una forma de ejercer el poder con el fin de resolver problemáticas y alcanzar
objetivos tendientes a mejorar las condiciones de una sociedad. Se la define como una
herramienta para servir a la gente, una forma de ayudar a los más necesitados. Nunca un
medio para enriquecerse. Pero en la práctica no parece ser así. Esta loable labor se ha
desdibujado gracias al mal actuar de muchos gobernantes.
• Mientras que la ética y la moral regulan nuestro
comportamiento, la política nos gobierna. Las
dos primeras van de la mano, se
complementan. La tercera, rige nuestro
destino como pueblo. Cuando alguno de estos
elementos falla, se desequilibra el rumbo de la
sociedad, tal cual como sucede en nuestro país.
Nos gobiernan políticos corruptos y como
ciudadanos no empleamos la ética para
exigirles un comportamiento acorde a los
principios morales. Este es uno de los peores
males que nos afecta como nación, nos hemos
apartado de la ética y la moral.
Problemas en la política peruana: La corrupción
¿Qué le pasa a este país que todos sus
presidentes acaban presos? A pesar de la
crítica, la situación política no ha mejorado.
• En los últimos 12 meses aproximadamente, Perú ha tenido dos presidentes. El
primero de ellos es Pedro Pablo Kuczynski, electo en el año 2016, quien debió
renunciar a su cargo presionado por el Congreso. La jefatura de Estado recayó en
Martín Vizcarra, entonces vicepresidente del Gobierno de Kuczynski. Sin embargo,
su llegada al poder no ha calmado el ambiente político peruano. El mismo
presidente se ha visto afectado por la crisis en el poder Legislativo y Judicial.
• Muchos especialistas coinciden en que uno de los mayores problemas que
presenta la clase política peruana tiene que ver con la corrupción. La extensión en
el país de la crisis surgida por las irregularidades de la empresa Odebrecht ha
alcanzado a una buena parte de los dirigentes políticos de ese país. No obstante, la
nación ha mantenido su funcionamiento a pesar de los diversos escándalos.
REFLEXIONES...
10 reflexiones de José Ugaz sobre la
corrupción en el Perú
1. “La corrupción está vinculada a un 3. “No hemos visto voluntad política al más
elemento inherente al ser humano, que es alto nivel de los dirigentes del país, como el
la ambición, por eso hablar de corrupción presidente de la República, los
cero es imposible. De lo que se trata es de congresistas, los líderes regionales y
mantenerla a un nivel que no impida el municipales. Y al no haberse desarrollado
desarrollo y que no afecte sobre todo a los un liderazgo, sobre todo ético, en lo más
más débiles de la sociedad”. alto de las estructuras sociales y no
adoptarse las medidas preventivas, se ha
2. “En el caso del Perú ha habido un dado pie a que nos encontremos hoy día en
deterioro social en esta materia y esto una situación lamentable, por no decir
probablemente (es) porque al ver que la desastrosa”.
impunidad ha sido la regla por muchos
años, la gente se siente frustrada y piensa
que esa es una forma normal de vivir”.
Continua...
4. “Más allá de los discursos, el presidente 6. “La corrupción evolucionó y ahora los
tiene que adoptar medidas contra la desafíos son mayores. La corrupción es
corrupción. Incluso, en el discurso de 28 de más visible y con una faz más grosera,
julio pasado ni siquiera mencionó el tema, como es la impunidad. El reto es
por lo tanto pareciera que no está en su enfrentarla”.
agenda. Pero corresponde que el
presidente haga una declaración de 7. “Quienes se ven involucrados en graves
intención y voluntad política para que la acusaciones tienden muchas veces a
corrupción no sea un fenómeno que afecte involucrar a otros para transmitir la idea de
al país, sobre todo en la última etapa de su que todos somos iguales o que contaron
gobierno”. con algún tipo de favor político a niveles
altos”.
5. “Hay que depurar las instituciones,
sanear donde se ha infiltrado el crimen 8. “Cuando un ladrón es sorprendido, lo
organizado y la corrupción”. primero que hace es voltear, y gritar: ‘¡al
ladrón!’”.
Continua...
9. “El sector Educación tiene
muchísimo que hacer para generar una
cultura de la integridad que implica que
nuestros niños y adolescentes crezcan
a partir de valores, como la
honestidad”.
10. “Pretender comparar a Orellana
con Montesinos es como comparar a
un carterista con un hampón
‘rankeado’ de alto nivel. Orellana no le
pisa los talones a Montesinos, ha
jugado a ser una caricatura suya”.
BIBLIOGRAFÍA
• Tarrío,J. Filosofía, Editex
• Lozano, M; López, M. Filosofía y ciudadanía, Mc Graw Hill
ÉTICA Y AMBIENTE
DOCENTE: Mg. RUTH MERY OCHOA AMÉSQUITA
Veamos....
• Llamamos ética a la rama de la filosofía que se ocupa
de la moral —es decir, de las reglas, códigos o normas
que nos permiten vivir en sociedad y que hacen que
juzguemos unas cosas como buenas y otras como
malas—, así como de los valores —o sea, de la impor-
tancia última que asignamos a las cosas o a las
acciones, importancia que se convierte en el atributo
que condiciona el curso de nuestro comportamiento,
y por la cual algunas cosas se hacen deseables y otras
no.
• Así pues, la ética no se ocupa de cómo son las cosas,
sino de cómo deberían ser, de acuerdo con ciertos
principios, en muchos casos ideales o utópicos, que
permiten una mejor vida en sociedad.
1. ¿Qué la ética ambiental?
• La ética ambiental o ética del ambiente es la parte de la
filosofía y la ética aplicada que considera las relaciones
éticas entre los seres humanos y el ambiente natural
o medio ambiente.
• La ética ambiental es la rama de la filosofía que considera
especialmente las relaciones entre los hombres y el medi0
ambiente en el cual se desenvuelven, y que se preocupa y
ocupa especialmente de regular que las acciones de los
seres humanos no atenten contra el desarrollo y
la evolución de los ambientes naturales.
• Así la ética ambiental es la rama de la filosofía que se ocupa
de la regulación del comportamiento humano frente al
medio natural.
2. ¿Qué son los problemas ambientales?
• Los problemas ambientales son los efectos
nocivos sobre el ecosistema que se
desprenden de las distintas actividades
humanas, generalmente como consecuencias
indeseadas y más o menos accidentales.
• Cuando este tipo de problemas no se corrigen a
tiempo, ocasionan un cambio impredecible
en el medio ambiente que, a la larga, suele
traducirse en desastres medioambientales,
esto es, situaciones trágicas y catastróficas que
involucran (y provienen de) el deterioro del
medio ambiente.
3. Amenazas ecológicas actuales. ¿Cuáles
son?
• Pese a la preocupación que ha surgido en
los últimos años en torno al
medioambiente, los habitantes del planeta
Tierra nos enfrentamos a serias amenazas
que, de no ser atajadas a tiempo y con
soluciones eficaces, podrían poner en
riesgo la supervivencia de las especies
animales y también de la nuestra.
• La lista de problemas ecológicos actuales
es larga y, peor aún, parece ampliarse día a
día. A continuación mencionamos los más
significativos:
a. Cambio climático
• Se trata de la principal preocupación en este terreno. Los
cambios meteorológicos que apreciamos en la actualidad
son producto de la acción humana, cuyos métodos están
provocando graves daños en los ciclos naturales de la Tierra.
• Y en puntos del planeta, hay familias que padecen las
consecuencias de un clima errático. Ahora, las épocas de
lluvia y sequía son diferentes.
• La temporada de lluvia es más corta pero el agua cae con
mucha mayor intensidad.
• En cambio, la temporada seca se ha prolongado. Esto afecta
negativamente a sus huertos domésticos. La tierra de cultivo
se resiente, sus cosechas son escasas y no disponen de
suficientes alimentos hasta la próxima cosecha.
b. Sobrexplotación de los recursos
• La sobrexplotación de la Tierra y algunas
dinámicas industriales han provocado que
los recursos naturales escaseen.
• No solo se tata de minerales como el hierro,
el petróleo o el cobre, sino también de
recursos básicos para la supervivencia de
nuestra especie como el agua.
• Esto ha provocado la pérdida de la
biodiversidad, la extinción de especies
animales y el desplazamiento de millones de
personas y familias, que deben migrar a
otros sitios para garantizar su seguridad
alimentaria y sanitaria.
c. Contaminación
• Desde hace algunas décadas, los residuos que
generamos sobrepasan la capacidad de la Tierra
para eliminarlos.
• Las basuras en ríos, océanos y suelos están
generando graves daños para el equilibrio
terrestre, además de los residuos químicos que se
mezclan en el aire que respiramos.
• La Organización Mundial de la Salud estimaba
en 2016 que la contaminación ambiental del aire
era la razón de los más de 4 millones de
fallecimientos prematuros anuales en el
mundo. ¡Tomemos conciencia! Y cambiemos los
hábitos.
d. Calentamiento global
• La presencia de elementos químicos en el
aire, especialmente cloro y bromo, ha
provocado que las moléculas de la capa de
ozono se separen y se generan grandes
orificios.
• Esta capa es nuestra principal defensa contra
los rayos solares, que de este modo golpean
con mayor fuerza en la Tierra y son fuente de
enfermedades como el cáncer y el origen de
otros desastres ambientales, como el
deterioro de grandes extensiones de la tierra,
el deshielo de los polos y la sequía de ríos y
lagos.
4. Dilemas éticos en el problema ambiental
Los ecólogos
señalan que
hay tres
dilemas
éticos que
deben ser
entendidos
de forma
integral.
... tres encrucijadas
• La ecología y la educación
ambiental se valen de esta rama
de la ética para ejercer su misión
de concientización y de
sensibilización a la sociedad;
instan a desarrollar un
comportamiento que genere una
nueva manera de relacionamiento
con el medio ambiente, en la cual
exista un absoluto respeto y
cuidado del mismo.
• La función fundamental de la ética ambiental es
desarrollar aquellos valores que contribuyan a
construir una conciencia ambiental tendiente a
preservar el entorno natural, valorarlo para que
pueda ser disfrutado por las generaciones venideras.
• De no mediar esta responsabilidad y
concientización, es decir, cuando el ser humano
despliega un accionar absolutamente antisocial y de
no respeto para con el medio ambiente se
terminarán generando y disparando un sinfín de
problemas ambientales: contaminación
calentamiento del planeta, entre otros,
problemáticas por cierto que padecemos hoy todos
los que habitamos en la tierra, y que por supuesto
han tenido su origen en ese accionar irresponsable y
poco cuidadoso con el ecosistema.
7. El ser humano es el único responsable
• Los seres humanos somos los responsables de las
problemáticas ambientales y está en estrechísima
vinculación con la ausencia de valores sociales, no se
ve como algo relevante la necesidad de preservar y
cuidar el medio ambiente en el que viven.
• Ahora bien, la ética ambiental se propone cambiar
el paradigma y conseguir así que el hombre reflexione
sobre el daño causado, y que a sabiendas de ello, y de
las consecuencias negativas, tome conciencia para
actuar de modo cauteloso y amoroso con el medio.
• La ética ambiental debe procurar el cumplimiento de
normas y la difusión de valores que concienticen a las
personas, como por ejemplo no tirar basura en la calle
y en las aguas, y acerca del reciclado, entre otras
acciones, que tienden, sin dudas, a generar un mundo
más saludable y menos castigado.
GRACIAS
BIBLIOGRAFÍA
• Ucha, F. (2012) Definición ABC. Recuperado de:
https://www.definicionabc.com/medio-ambiente/etica-ambiental.php
• Osorio, M. (2000) Ética y Educación en Valores sobre el Medio Ambiente para el
siglo XXI. Colombia. Recuperado de:
https://www.oei.es/historico/valores2/boletin11.htm
Ética y democracia1
Miguel Giusti*
No hay democracia sin ética. Hay, sí, ética sin democracia, pero no democracia sin ética. La
ética es una concepción evaluativa de la vida, un sistema de creencias o una escala de valores
socialmente compartidos, que animan la interpretación de la realidad y que subyacen a las
diferentes formas de organización institucional que una sociedad decide darse.
Concepciones éticas en este sentido ha habido, naturalmente, muchas, pues todos los seres
humanos, en todas las épocas y lugares, participamos de algún sistema de creencias morales
que da sentido y pone orden a nuestra acción en el mundo.
Pero, como es también evidente, no todas las concepciones éticas han sido democráticas: las
hay jerárquicas, aristocráticas, fundamentalistas, patriarcales, colectivistas.
La democracia, por su parte, es una concepción política sobre el gobierno de la sociedad que,
como todos los sistemas políticos, reposa sobre una definición de lo que somos como
individuos y de los derechos y los deberes que nos corresponden como tales, es decir, reposa
sobre una concepción ética. La democracia es un producto de la modernidad occidental y no
puede entenderse sin que se tomen en consideración las transformaciones ocurridas en las
concepciones éticas que le sirven de fundamento. Puede haber pues éticas no democráticas,
pero no puede haber una democracia sin ética. Sobre la base de esta reflexión preguntémonos
ahora cuál es esa ética que necesariamente sirve de sustento a la democracia.
No me estoy refiriendo, por cierto, a uno que otro efecto secundario de la organización
democrática de la sociedad, sino a lo que he llamado la concepción ética, es decir, el sistema
de referencias morales que sostiene al régimen político de la democracia. El núcleo de esta
concepción ética de la democracia es la idea de la libertad del individuo. Lo que nos iguala a
todos los seres humanos, lo que legitima la simétrica distribución de deberes y de derechos
que este régimen político implica, es el hecho de que somos concebidos como individuos
autónomos, independientes y aislados unos de otros, capaces, cada uno por su propia cuenta,
de decidir sobre los ideales o los intereses que deseamos perseguir. Este es el valor moral
central sobre el que reposa la democracia o, al menos, esta primera concepción de la
democracia. La familia, la sociedad, el Estado, más en general: todos los lazos culturales o
comunitarios que puedan formar parte de nuestra vida, son secundarios, irrelevantes y hasta
obstaculizadores de nuestra libertad individual. Porque ser libres es justamente ser libres de
todo eso: de la tradición, de las convenciones, de las instituciones, de los otros individuos. Con
razón ha llamado Isaías Berlin a esta idea de libertad la «libertad negativa». Es «negativa» en
el sentido en que ella se define más por lo que rechaza que por lo que afirma. Lo que afirma es
tan sólo la capacidad de decisión del individuo, instancia última de definición de la realidad, y
lo que rechaza es la sujeción a cualquier dependencia. La libertad negativa es una libertad
individualista, atomista, esencialmente desvinculada de las representaciones colectivas que
suelen caracterizar a las identidades grupales o culturales.
Si el eje de esta concepción ética es la idea de la libertad individual, entonces no es más que
una consecuencia sostener que el Estado debe estar al servicio del individuo, o de la persona,
lo que en buena cuenta significa que debe garantizar el libre despliegue de los intereses
particulares en la sociedad. La libertad del individuo se traduce por eso en el libre ejercicio de
la iniciativa privada, la sociedad en el juego de las fuerzas del mercado, el Estado en el garante
de los beneficios que puedan obtener allí los individuos. El punto de vista del individualismo
establece una jerarquía entre los intereses privados y las instituciones políticas, de acuerdo a la
cual le corresponde a éstas últimas -a las instituciones políticas- la función de regular y
administrar la división del trabajo que se genera espontáneamente por acción de los intereses
de los individuos en la sociedad.
Además de la libertad individual y de la subordinación del Estado a los intereses privados, esta
concepción ética de la democracia promueve también la desarticulación o la desvalorización
de las formas premodernas de organización social, familiar, religiosa o cultural.
A este rasgo peculiar de desarticulación indirecta de la cohesión cultural por obra del mercado
se le ha dado en llamar el «carácter transgresor de la democracia moderna» (Albrecht
Wellmer).
Finalmente, un último rasgo de esta concepción ética de la democracia que estoy comentando
es su defensa consecuente de la neutralidad valorativa o del relativismo moral. Se trata,
también en este caso, de un rasgo complementario de los anteriores. Porque, si el valor central
de esta concepción es la libertad individual, y si las instituciones políticas son concebidas
como medios al servicio de los intereses del individuo, entonces corresponderá al individuo
solo decidir cuál ha de ser su propia escala de valores morales -bajo el supuesto, naturalmente,
de que ésta no interfiera en la escala de valores de los otros individuos. La privacidad no es
pues sólo una característica de las iniciativas y de los intereses, sino lo es también de la
elección de los valores morales.
En este modelo de democracia se promueve y se cultiva el relativismo moral, el cual debe ser
a su vez garantizado por la deliberada neutralidad valorativa del Estado. El relativismo moral
de la sociedad democrática no es pues en modo alguno un desarrollo defectuoso o una
patología del sistema, sino, muy por el contrario, una forma moralmente genuina de defender
el derecho de todos los individuos a ejercer su libertad, cada cual como mejor le parezca.
Por la peculiar exaltación del relativismo que ello implica, Christopher Lasch ha caracterizado
a este modelo de democracia con el nombre de «la cultura del narcisismo». Lo ha hecho,
naturalmente, con una intención polémica, pero apoyándose sobre la reflexión que venimos
haciendo, a saber: que el relativismo moral implícito en la democracia es la expresión
consecuente del ideal personalista y egocéntrico que convierte a la autorrealización del
individuo en el valor principal de la vida y que prescinde, por definición, de todos los vínculos
comunitarios o solidarios con los otros individuos.
Este narcisismo, que posee un carácter no sólo moral sino igualmente estético, ha llegado a
fusionarse de tal modo con nuestros hábitos de comportamiento, que ya podemos hablar de él
como un hecho cultural. Es la cultura del narcisismo, levantada sobre las bases del ideal de la
libertad negativa.
Hasta aquí llega mi primer punto, o mi primera tesis, que ha consistido en sostener que la ética
de la democracia puede ser una ética del individualismo y la desintegración social. No es,
naturalmente, la única concepción ética posible como sostén de la democracia. Pero es, sí, la
más difundida y la que se pretende difundir también en nuestro país. Entre los especialistas en
filosofía política, ella se conoce hoy en día como el modelo normativo liberal de la
democracia. Es un modelo normativo, ético, porque establece una jerarquía de valores que
prefigura la orientación que deben tomar las reglas del juego político. Es un modelo liberal
porque concibe a la concertación política en función de los mecanismos económicos del
mercado, y éstos a su vez en función de los intereses privados de los individuos.
La democracia puede basarse pues sobre la concepción ética del liberalismo, y la defensa de la
democracia puede también identificarse indirectamente con la defensa de este sistema
económico. De esto han querido convencernos los intelectuales orgánicos del liberalismo,
como Francis Fukuyama, y esto nos lo han impuesto además en la práctica los administradores
del sistema económico liberal afincados en las grandes financieras internacionales. La
implantación del liberalismo en nuestro continente ha influido notoriamente sobre el modelo
de democracia que finalmente ha llegado a instaurarse. Con él, nos ha sido transmitida
igualmente la ética del individualismo y la cultura del narcisismo.
II
Pero el liberalismo es, como todos sabemos, éticamente incestuoso. Esta es mi segunda tesis,
que paso enseguida a desarrollar. El liberalismo es éticamente incestuoso porque se ha
acostumbrado a vivir violando los principios que le sirven de fundamento y que le dan
legitimidad. Los transgrede de diversas maneras, a nivel nacional y a nivel internacional; los
viola por exceso y los viola también por defecto de sus reformas liberales.
Como acabamos de ver, la concepción ética de la democracia liberal presupone como uno de
sus principios fundamentales la igualdad de los individuos. Los miembros ideales de una
sociedad liberal son justamente sólo eso: «individuos», no peones ni terratenientes, no blancos
ni cholos, no católicos ni judíos, ni siquiera hombres o mujeres, sino sólo «individuos», es
decir, sujetos racionales con intereses propios y capacidad de decisión. Esta igualdad es la
fuente de legitimación del liberalismo, pues es sólo gracias a ella que puede justificarse el
conjunto de leyes que ordena la estructura económica, el régimen de propiedad o el sistema
educativo de una sociedad compuesta de individuos.
En la práctica, sin embargo, el liberalismo suele violar el principio que le otorga legitimidad.
Ello se debe a que el liberalismo no necesariamente crea las condiciones que él mismo
presupone. Ocurre más bien que, cuando se implanta sobre una base social de
discriminaciones ancestrales, el modelo liberal puede perpetuar las injusticias de la sociedad e
impedir incluso una redistribución de la riqueza más acorde con sus propios principios
igualitarios. En una sociedad tradicionalmente racista y desintegrada, el sistema liberal puede
tener el efecto contraproducente de acentuar las desigualdades.
A nivel internacional, el carácter incestuoso de la ética liberal se expresa al menos de dos
maneras. De un lado, la sociedad democrática contemporánea transgrede el principio según el
cual la legitimidad de las decisiones políticas debe reposar sobre la participación y el
asentimiento de todos los involucrados, en la medida en que prescinde de la opinión de las
grandes mayorías de los países de la periferia respecto de las grandes decisiones políticas,
económicas o jurídicas que regulan en buena cuenta la vida internacional.
Es obvio, hoy más que nunca, que las decisiones tomadas en los centros financieros, o en las
grandes potencias, o en el seno de los nuevos organismos de integración regional, tienen
repercusiones decisivas sobre la vida económica, social o política de muchos pueblos de la
tierra.
En sentido estricto, desde el punto de vista de la legitimación democrática del sistema político
internacional, esas decisiones deberían contar con el asentimiento de los involucrados.
Como éste no es, naturalmente, el caso, el sistema político internacional vive incumpliendo
uno de sus principios fundamentales. Esta situación se agrava aún más cuando se tienen en
cuenta las transformaciones políticas a las que ha conducido el proceso de globalización.
Porque uno de los efectos principales de este proceso es justamente el desplazamiento, o
quizás incluso la desaparición, de las instancias de decisión política a nivel internacional.
De otro lado, es fácil constatar que también a nivel internacional se viola el principio de la
igualdad que sirve de fundamento al propio sistema democrático liberal. Es más, la injusticia
de facto del orden económico y el orden político internacionales se suele encubrir por medio
de un discurso moral que legitima de iure la posición de dominio de algunos países.
Por el carácter formal que poseen, los principios del liberalismo sólo tienen vigencia plena en
condiciones ideales de igualdad y bajo el supuesto de que las reglas de juego sean compartidas
por todos. Pero ésa es naturalmente sólo una proyección ilusoria. En el mundo real, las
condiciones de partida han sido y siguen siendo de desigualdad, de asimetría. La distribución
de los bienes, de la riqueza, de las oportunidades y, sobre todo, de las decisiones económicas y
políticas, es asímismo notoriamente desigual, y las reglas de juego vigentes no parecen sino
perpetuar este orden, o este desorden, internacional.
En nuestro propio país, el liberalismo está violando también sus principios constitutivos, y lo
está haciendo, por así decir, tanto por exceso como por defecto de las reformas que
implementa. Los viola por exceso de liberalismo cuando somete indiscriminadamente una
sociedad desigual y pluricultural como la nuestra a las reglas de funcionamiento del mercado,
pues de esa manera produce, como ya dijimos, un efecto contrario al que supuestamente desea
obtener, es decir, contribuye a perpetuar las desigualdades y a desarticular la ya precaria
cohesión de las diferentes comunidades culturales.
Pero viola también sus propios principios constitutivos por defecto de liberalismo, es decir
porque se colude con tradiciones antidemocráticas que nos son prácticamente atávicas, como
el caudillismo y el militarismo. Manipula entonces a su antojo el sistema de reglas
democráticas, se vale de prebendas para someter los poderes del Estado a la voluntad del
caudillo, cambia arbitrariamente las reglas de juego que él mismo ha establecido. Ambos tipos
de incesto moral se vienen practicando sistemáticamente en el Perú en los últimos años.
III
Ante una situación como ésta, es decir, ante la propagación de la ética del individualismo y la
desintegración social, y ante el carácter moralmente contradictorio del modelo neoliberal de la
democracia, es preciso que recuperemos los valores y los principios democráticos que estamos
viendo sometidos a una continua transgresión, y que aprendamos a distinguir más claramente
entre la democracia y el liberalismo, es decir, que no nos sintamos obligados a defender al
liberalismo cuando defendemos la democracia. Nos hace falta una concepción ética alternativa
que sirva de sustento al proyecto democrático y que haga posible la preservación de los ideales
que el liberalismo no es capaz de asegurar. Paso así a mi tercera y última tesis, que quisiera
formular afirmando que necesitamos una ética de la solidaridad y de la participación
ciudadana.
Algunos de los rasgos de esta ética alternativa para la democracia han sido descritos también
en los debates de la filosofía moral contemporánea, principalmente entre los autores llamados
«comunitaristas», como Michael Walzer o Charles Taylor.
También en este caso se trata de un modelo ético, normativo, que prefigura la orientación que
han de tomar las reglas del juego político. Pero por contraste con el anterior, se le conoce
como el modelo republicano de democracia.
En primer lugar, en oposición al paradigma del individualismo, que considera como valor
central a la libertad egoísta del ser humano, esta nueva ética debería proponer un paradigma
de la solidaridad y considerar como su valor central el cultivo de los múltiples vínculos
comunitarios entre los seres humanos.
Hay muchas razones, teóricas, morales y prácticas, que justifican este cambio de paradigma
ético, a las que aquí sólo puedo aludir someramente.
Desde el punto de vista teórico, hay buenas razones para cuestionar la artificialidad de la
definición liberal del individuo como sujeto egoísta y aislado, y para proponer en su
reemplazo una definición del individuo como miembro de diferentes tipos de comunidades de
creencias.
Desde el punto de vista moral, hay diferentes clases de motivación que concuerdan, todas, en
solicitar nuestro compromiso ético en favor de quienes sufren injusticia: podemos pensar que
debemos ser solidarios porque somos simplemente seres humanos, o porque somos cristianos,
o porque somos racionales, o porque somos filántropos, pero lo importante es que busquemos
en la solidaridad el punto de encuentro de nuestras concepciones morales.
Y, desde el punto de vista práctico, es preciso que pensemos en las repercusiones políticas que
debiera tener un cambio de paradigma como éste. En particular, debemos pensar en la forma
de compensar el desequilibrio social que genera la implantación de políticas económicas de
corte liberal, a fin de impedir que éstas acentúen o perpetúen los privilegios de unas clases
sobre otras. Un Estado democrático solidario debería, por ejemplo, ofrecer incentivos para
favorecer el desarrrollo regional, o para compensar las desigualdades estructurales que
caracterizan a nuestra sociedad, y debería garantizar el acceso de todos a una educación
escolar y superior de calidad, a sabiendas de que el mercado sólo contribuye en este caso
específico a ahondar la brecha entre los peruanos ricos y los peruanos pobres. Más en general,
un Estado democrático solidario debería contribuir a crear las condiciones de igualdad que el
modelo liberal sólo presupone, y sin las cuales el discurso democrático termina por ser
éticamente incestuoso.
Debemos defender una ética de la efectiva participación ciudadana en los asuntos públicos,
participación que debe referirse también, por supuesto, a las formas en que tengamos que
corregir y orientar las leyes del mercado a fin de que garanticen el cumplimiento del valor de
la solidaridad.
Este cambio de perspectiva tiene, en general, una importancia conceptual y real muy grande,
pero adquiere además, en el Perú, una especial urgencia. Si el Estado no es más que el órgano
administrativo de los intereses económicos nacionales o internacionales, y si la burocracia
política enquistada en el poder se vale de todo tipo de maniobras para impedir la expresión de
la voluntad ciudadana, entonces es un deber ético denunciar esa concepción incestuosa de la
política y reinvidicar una interpretación republicana que coloque a la ciudadanía en el rol
protagónico que debería corresponderle.
Tenemos en el Perú una amplia gama de comunidades culturales y de tradiciones locales que
no tienen por qué ser obligadas a desintegrarse en función de los intereses del mercado y de la
movilidad de la fuerza de trabajo. No se trata, por supuesto, de aislarlas de los procesos
sistémicos de la economía o la tecnología que se nos imponen a nivel internacional -aunque
también estos procesos debieran ser sometidos a revisión por la participación ciudadana-, pero
se trata, sí, de permitirles preservar su propia identidad cultural y el cultivo voluntario de sus
tradiciones.
Por eso, finalmente, en lugar de una cultura del narcisismo, lo que debemos promover es una
cultura del reconocimiento. No porque querramos impedir que los individuos busquen su
propia forma de autorrealización personal en el contexto de una sociedad democrática, sino
porque esa misma forma de autorrealización debería ser entendida en vinculación con las
posibilidades y las oportunidades de que gozan todos los miembros de la misma sociedad.
Una cultura del reconocimiento es una cultura de relaciones entre personas, no de individuos
aislados de toda relación ni, menos aún, de individuos que instrumentalizan sus relaciones con
los otros. Esas relaciones pueden ser interpersonales, sociales o políticas; pueden demandar
nuestro compromiso emocional, nuestra actividad profesional o nuestra participación en los
asuntos públicos. Pero, en todos los casos, sólo serán relaciones de reconocimiento si reposan
sobre acuerdos consensuales acerca de las reglas que han de regir la vida social y si nos
permiten vincular entre sí las diferentes dimensiones -interpersonal, social y política- en que se
desenvuelve nuestra relación con los otros.
La cultura del reconocimiento necesita pues como base una ética de la solidaridad. Podrá
pensarse quizás que una cultura como ésta, y una ética como la que le sirve de fundamento, no
son en realidad más que expresiones utópicas. Pero, ¿no es acaso la destrucción de las utopías
una de las más grandes falacias éticas que ha querido imponernos el triunfo del liberalismo?
1
Versión reducida de la conferencia presentada en la III CONADES (Conferencia Nacional
sobre Desarrollo Social), Lima, agosto de 1998.
*
Doctor en Filosofía por la Universidad de Tubinga. Profesor de la Facultad de Filosofía de la
Pontificia Universidad Católica del Perú.
UNIVERSIDAD NACIONAL SAN AGUSTÍN DE
AREQUIPA
Arequipa, 2020
1
SESIÓN N° 6:
ÉTICA Y DEMOCRACIA
2
Formas de gobierno
Aristocracia
Estado gobernado por la nobleza
El cargo es hereditario
Oligarquía
Estado gobernado por un pequeño
grupo
Controla el ejército
Monarquía
Estado gobernado por un rey
El cargo es hereditario
Democracia
Estado gobernado por los ciudadanos
La autoridad de la mayoría decide el
voto
3
Gobierno no democrático Gobierno democrático
Monarquía absoluta en Gobierno del pueblo o de
uno Dictadura muchos
Descentralizada
Autocrático
Opinar sobre su actuar la
No hay división de Constitución es la norma
poderes Los medios de suprema
comunicación son Sus valores están
controlados relacionados con la
Revolución Francesa:
igualdad, libertad y
fraternidad.
Libertad de expresión
4
Definición etimológica
5
► Se usó el termino en el siglo V a.C. en
Atenas la ciudad - estado (polis)
6
Sistema político que defiende la soberanía del
pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar
a sus gobernantes.
La democracia debe respetar la autonomía y
libertad de los ciudadanos y defender sus
derechos frente a cualquier interés que pueda
amenazarlos.
Para que una sociedad pueda gobernarse
democráticamente es necesario formar a las
personas en el diálogo y la discusión moral.
7
¿Qué es la democracia?
8
Principios de la democracia
La
libertad
9
“El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”
10
Democracia representativa
11
¿Qué es la democracia representativa?
► Plebiscito
► Iniciativa legislativa
► Sufragio
► Revocatoria
12
Democracia directa
14
¿Sobre qué modelo económico se
funda el sistema democrático en el
Perú?
► El modelo económico sobre el que se funda es el neoliberalismo
capitalista.
► El Perú está insertado en el fenómeno económico de la
Globalización, es decir que es participe de los lineamientos
económicos como la libertad y desregularización del mercado.
► Propiamente en el Perú se práctica una Democracia Neoliberal
► Las observaciones que se hacen a este modelo, es que permite
la presencia de desigualdad social, es decir que no todos sus
integrantes tienen el mismo acceso a bienes.
15
¿Qué problemas éticos se pueden
encontrar en una democracia
liberal?
► Al ser la globalización un sistema que sustenta la mayor cantidad
economías del mundo, la interconexión de éstas es casi inevitable.
► Esta interconexión permite el intercambio cultural entre las distintas
sociedades. El intercambio cultural se realiza con la adopción de
nuevos estilos de vida promovidos por empresas a través de los medios
de comunicación.
► Los medios de comunicación juegan un papel importante en la
trasmisión de nuevos usos culturales y moldea comportamientos.
► Dentro de estos nuevos comportamientos podemos mencionar
► El consumismo
► Personalista
► En donde prima el yo
► Es calificada de incestuosa
17
¿Qué problemas se pueden abordar
desde la ética?
► Pobreza
► Derechos humanos
► Desigualdad
► Desintegración social
► Igualdad de género
► Identidad de género
► Terrorismo internacional
► Desgaste Ambiental
► Extinción de especies animales
► Diversidad cultural
► Hiperconsumismo
18