Muerte y Duelo Eje 3 - Sabine Rojas

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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DEL AREA ANDINA

PSICOLOGÍA VIRTUAL

Sabine Adriana Rojas Suárez

Séptimo semestre - código 002

Actividad evaluativa Eje 3

El camino del duelo

Electiva Muerte y Duelo

Bogotá, 22 de mayo del 2021


INTRODUCCIÓN

Maria Paula, una joven de 21 años vive en la ciudad de Buenos Aires y realiza sus

estudios superiores en danza y artes escénicas, es la primera vez que vive lejos de su familia y

en otro país. Aunque Maria vive con sus amigos en una residencia estudiantil, siente una gran

ausencia de sus padres, pero continúa persiguiendo sus sueños. Maria cumple años el 24 de

septiembre pero decide planear su celebración algunos días después. El 26 de septiembre del

2012, luego de una larga jornada de trabajo en la facultad, vuelve a la residencia y discute

con sus amigos cómo van a organizar la fiesta en conmemoración a su cumpleaños. Su mejor

amiga Laura, busca un momento a solas para hablar con María. Laura un poco inquieta y con

un semblante afligido le dice a Maria: “tu mamá me llamó y acaba de decirme que tu abuelo

falleció”. Maria entra en shock, no dice una palabra, parece que el tiempo se detuvo, no

parpadea y no respira. Ese instante se convierte eterno aunque sólo pasan algunos segundos

para ver como Maria coloca las manos en su rostros y comienza a gritar mientras cae al suelo.

Laura la sujeta suavemente y la abraza, Maria llora inconsolablemente. Momentos después,

Maria llama a su madre y ella le relata los últimos minutos de vida de su abuelo. Él estaba en

el hospital con una historia clínica desfavorable, una infección se había expandido por todos

los órganos de su cuerpo y la esperanza de vida no era la mejor. La madre de María intentó

calmarla por teléfono y acompañar ese sentimiento de pérdida aunque sea a distancia. María

no pudo dormir durante esa noche, a respecto de ese momento, ella comenta: “Mi abuelo

espero morir dos días después de mi cumpleaños, estar lejos de mi familia fue lo más

insoportable, nunca llegué a imaginarme que tendría que pasar por un luto, lejos. Aunque

tenía a mis amigos junto a mi, no era lo mismo. Lloraba cada noche, el día del entierro estuve

en la cama, no podía levantarme, es como si tuviese una roca encima mio que no me dejase

mover, hasta respirar era difícil. Era la primera vez que un familiar tan cercano falleció.
Recuerdo que le hice una carta para despedirme, la carta la leyó una de mis primas porque mi

mamá no pudo contener el llanto, era la única forma que tenía para decirle adiós y para

decirle cuanto lo amaba”.

ANÁLISIS DE LA ESTRATEGIA DE DUELO

Como un camino de análisis se propone la silla vacía (Quintero, s.f). Este ejercicio

consiste en imaginar que la persona fallecida se encuentra en una silla sentada al frente de

quien está viviendo el proceso de duelo. El objetivo es poder hablar y expresar todo lo que no

fue posible decir antes de la ausencia del ser querido. Para iniciar, se trabajan ejercicios de

respiración que ayudan a mantener la tranquilidad y la concentración. Al ser una situación

que demanda un desgaste emocional es importante acompañar de forma cuidadosa el

desarrollo de principio a fin. Maria se imagina que su abuelo está en frente de ella y le cuenta

cómo se siente, como le hubiese gustado estar a su lado, ayudándolo y cuidándolo cuando

estuvo en el hospital, cuánto lo quería y lo difícil que fue para ella estar lejos durante toda esa

situación. En seguida se intercambian los roles y Maria pasa al lugar de su abuelo, hablando

del modo en como lo hubiese hecho él. Al terminar, María regresa a su posición y se despide

de su abuelo. La oportunidad de entrar en contacto con aquello que nunca fue posible decir,

expresar los sentimientos que ha cargado desde la muerte de su abuelo genera un alivio al

malestar de un luto que no tuvo un espacio para ser afrontado plenamente. A pesar que Maria

estuvo muy serena en la entrevista al narrar su experiencia de duelo, en su voz se notaba una

profunda tristeza, especialmente cuando describe el día del funeral. La silla vacía es una

forma de encontrar consuelo y de soltar cualquier resquicio de la muerte de su ser querido.


CONCLUSIONES

Dentro del proceso de duelo, los asuntos inconclusos y las acciones que no fueron

realizadas en relación a la persona fallecida, hacen parte de una de las principales fuentes de

malestar psicológico y de aceptación de la pérdida, causando dificultades en la vida cotidiana

y en la salud mental. Aunque en el caso relatado en la entrevista, no se evidenció algún

problema específico que haya sido generado por el duelo, la silla vacía es un ejercicio que

ayuda a liberar la carga emocional implicada en el luto. Es importante reflexionar sobre lo

que significa una pérdida y trabajar en la aceptación, aprender a cerrar ciclos ayuda a

mantener una estabilidad emocional.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Quintero, M. (s.f). Referente de pensamiento eje 3: Muerte y Duelo. Estrategia para

elaborar la pérdida.

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